Ensueño y terapia: la imaginación que cura 9788498427677

Este libro, además de contener un banco de 26 ensueños, presenta una experiencia real de su empleo como medio didáctico.

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Ensueño y terapia: la imaginación que cura
 9788498427677

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Colección

CAMPUS

Francisco MASSÓ CANTARERO

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Últimos títulos publicados: 35. Psicología de la Educación para una enseñanza práctica. J. Gorizález-Pérez/ M' J. ,Criado 36.' Psicología de la Educación y del Desarrollo en la Edad Escolar. E. G_onzález/ J. A. Bueno (coords.} 37. Estrategias para mejorar la práctica docente. Jesús M' Nieto 38. Dificultades de aprendizaje e interv.ención psicopedagógica. Víctor Santiuste/ Joaqufn González-Pérez 39. Lenguaje y nuevas tecnologías. M' Isabel Reyzábal/ Víctor Santiuste 40. Educar y reeducar el hablar con cuentos. Ángel s·uárez/ J. M. Moreno/ M' E. García-Baamonde 41. La intervención en educación especial. F. Peñafiel/ J. Fernández/ J. Domingo/ J. L. Navas (coords.} 42. La evaluación de aprendizajes. AA.W. 43. Educación infantil: orientaciones y recursos metodológicos para una enseñanza de calidad. José Quintana!/ Emilio Miraflores (coords.)

44. 45. 46. 47. 43. 49. SO. 51.

Estadística básica aplicada a la educación. Juan Carlos Sánchez Huete Comunidad educativa. Valentin Martinez-Otero AT hoy. lan Stewart / Vann Joines Artículos seleccionados de Análisis Transaccional. Margery Friedlander (ed.} La educación no formal y diferenciada. César Torres/ José Antonio Pareja (coords.} Análisis Transaccional l. Francisco Massó La inteligencia afectiva. Valentín Martínez-Otero Educación Primaria: orientaciones y recursos metodológicos para una enseñanza de calidad.

ENSUEÑO Y TERAPIA la imaginación que cura

José Quintana!/ Emilio Miraflores (coords.)

-

52. Análisis Transaccional 11. Francisco Massó 53. Compendio de didáctica general. Juan Carlos Sánchez Huete (coord.) 54. El discurso educativo. Valentín Martínez-Otero SS. Introducción a la estadística. Joseph Mafokozi 56. Personalidad, madurez humana y contexto familiar. José Antonio Ríos González (dir.} 57. Parálisis cerebral. AA.W. 58. Aprendiendo a enseñar. Lucía Hernández/ M' Ángeles Caballero 59. Fundamentos de Física para el grado de Magisterio. Jesús Lahera Claramente 60. Literatura y educación. Valentín Martínez-Otero 61. Formación didáctica para docentes. Lucía Pellejero/ Benjamín Zufiaurre 62. Razonamiento moral y prosocialidad. Mariuel Martí 63. La excelencia en los centros educativos. Rubén Fernández/ Leonor González/ Fermín Navaridas 64. Competencias integradas en Infantil y Primaria. Benjamín Zufiaurre/ Ana M' Albertín (eds.} 65. Diagnóstico, intervención e investigación en psicología humanística. C. Castanedo/ G. Munguía-Castanedo 66. Neurodidáctica. Jesús M' Nieto 67. Terapia transaccional. Rafael Sáez 68. La Programación en Primaria. Juan Carlos Sánchez Huete 69. Expresión musical en Educación Infantil. Esther Ruiz 70. Artículos seleccionados de Análisis Transaccional/2. Seán Manning (ed.} 71. Ensueño y terapia. Francisco Massó

Editorial CCS

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A mis clientes. junto a ellos. soñar itido perm ne Por baben

Página web de EDITORIAL ces: www.editorialccs.com

© Francisco Massó

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© 2011. EDITORIAL ces, Alcalá, 166 / 28028 MADRID Cualquier forma de reproducción, distribución, comunica­ ción pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excep­ ción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotoco­ piar o escanear algún fragmento de esta obra.

Diagramación editorial: Nuria Romero ISBN: 978-84-9842-767-7 Depósito legal: SE-8181-2011 Fotocomposición: AHF, Becerril de la Sierra (Madrid) Imprime: Alpha S.L.

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A mis clientes. junto a ellos. soñar itido perm ne Por baben

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© 2011. EDITORIAL ces, Alcalá, 166 / 28028 MADRID Cualquier forma de reproducción, distribución, comunica­ ción pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excep­ ción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotoco­ piar o escanear algún fragmento de esta obra.

Diagramación editorial: Nuria Romero ISBN: 978-84-9842-767-7 Depósito legal: SE-8181-2011 Fotocomposición: AHF, Becerril de la Sierra (Madrid) Imprime: Alpha S.L.

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Índice

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Agradecimientos .........................................................................................

11

Presentación Prefacio ..................................................................................... :.................

13

1. LA IMAGEN Y LA IMAGINACIÓN .............................................. l. La imagen ........................................................................................ 2. Características de la imagen ........................................... ................ 3. La imaginación y sus funciones ..................................................... 4. Lenguaje imaginario ........................................................................ 5. Imaginación y salud mental .................................................. :........

17

2. ESTADOS DEL YO ........................................................... :................



l. 2. 3. 4.

Concepto de estado del yo ................. ............................................ Estado Padre del yo y parentalización ........................................... Estructura del Padre ........................................................................ Estado Adulto del yo .. ...................................... ..................... ......... 4.1. Estructura del Adulto 4.2. Funciones del Adulto 5. Estado Niño 5.1. Estructura del Niño 3. ¿QUÉ ES EL ENSUEÑO?

l. Antecedentes 2. Robert Desoille, el creador 3. La ensoñación

15

19 20 25 31 34 39 41 42 44 47 48 50 5�

54 63

65 67

68

------

Em'ueño y terapia . •

4. Papel del facilitador

71

5. Interpretación

72

6. · Evolución histórica dé la técnica

73

7. ·Análisis Transaccional y ensueño

74

8. Ensueño y terapia de re-decisión

76

4. CAMINOS DEL ENSUEÑO

81

l. Ensueños colectivos

83

2. Condiciones previas

84

Encuentro en el campo Visita a la casa de la infancia Bajada a la cueva de los misterios Subida por el morite Vuelo rasante La siembra Saquitos de canicas Escarabajo sagrado . Camino de la mariposa Saludo al cuerpo La rosa Exploración del desván Recomponiendo pedazos Monumento Mundo invisible Los aldeanos - Tienda de la magia

86 88 89 92 94 95 97 99 100 101. 103 105 106 108 110 112 114

5. ENSUEÑO Y ENSEÑANZA DE LA MÚSICA

117

l. La imaginación y la música

119

2. Experiencia escolar

121

3. Población

........................� ...............................................................

........................... í. Lenguaje del Niño ··········-·····························································:·· 2. El carácier mágico ······························································ 3. Concepto.de argumento de vida ·················································--· 4. · Sentido constructivista del argumento ........................................... 5. Los cuentos ······································································· 6. El cuento de la vida ............................................................ ·······--· 7. El cuento como diagnóstico ············································--············· 8. Método para analizar cuentos .............. ········································· 9. Análisis de cuentos ······························································ ·········

6. ,IMAGINACIÓN Y ARGUMENTO DE VIDA

... ·

10. El ensueño como metáfora del argumento de vida

- Gota de agua ···························................................................ - Escalera para sob'revivir ·························································· - Escalera para la vida ·················································.............. .

i. IMAGiNACIÓNY RE§OLUCIÓN DE PROBLEMA§

1. Anticipación ····················································································· 2. La imaginación construye soluciones ............................................ 3. Método de trabajo ········································ ··································

A modo de epílogo ························... -............................................. Bibliografía . ............................... ............................. ................

143 145 146 148 154 155 156 157 159 161 169 170 172 174 177 179 180 182 186 187

122

4. Objetivos

122

5. Método de enseñanza

123

6. Resultados: la música pinta.da

125

7. Comentarios

133

8. Ensueños en clase de música

134

- Cueva de lá escucha y la no escucha - Paseo por las nubes - Viaje al país de las chuches

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Ír0ice

134 137 139

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Em'ueño y terapia . •

4. Papel del facilitador

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5. Interpretación

72

6. · Evolución histórica dé la técnica

73

7. ·Análisis Transaccional y ensueño

74

8. Ensueño y terapia de re-decisión

76

4. CAMINOS DEL ENSUEÑO

81

l. Ensueños colectivos

83

2. Condiciones previas

84

Encuentro en el campo Visita a la casa de la infancia Bajada a la cueva de los misterios Subida por el morite Vuelo rasante La siembra Saquitos de canicas Escarabajo sagrado . Camino de la mariposa Saludo al cuerpo La rosa Exploración del desván Recomponiendo pedazos Monumento Mundo invisible Los aldeanos - Tienda de la magia

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5. ENSUEÑO Y ENSEÑANZA DE LA MÚSICA

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l. La imaginación y la música

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2. Experiencia escolar

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3. Población

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........................... í. Lenguaje del Niño ··········-·····························································:·· 2. El carácier mágico ······························································ 3. Concepto.de argumento de vida ·················································--· 4. · Sentido constructivista del argumento ........................................... 5. Los cuentos ······································································· 6. El cuento de la vida ............................................................ ·······--· 7. El cuento como diagnóstico ············································--············· 8. Método para analizar cuentos .............. ········································· 9. Análisis de cuentos ······························································ ·········

6. ,IMAGINACIÓN Y ARGUMENTO DE VIDA

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10. El ensueño como metáfora del argumento de vida

- Gota de agua ···························................................................ - Escalera para sob'revivir ·························································· - Escalera para la vida ·················································.............. .

i. IMAGiNACIÓNY RE§OLUCIÓN DE PROBLEMA§

1. Anticipación ····················································································· 2. La imaginación construye soluciones ............................................ 3. Método de trabajo ········································ ··································

A modo de epílogo ························... -............................................. Bibliografía . ............................... ............................. ................

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4. Objetivos

122

5. Método de enseñanza

123

6. Resultados: la música pinta.da

125

7. Comentarios

133

8. Ensueños en clase de música

134

- Cueva de lá escucha y la no escucha - Paseo por las nubes - Viaje al país de las chuches

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Ír0ice

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,, Agradecimientos A Dª Francisca Ruiz, «Paqui», por su prurito innovador, su generosidad al permitirme usar su material escolar y su buen hacer profesional, modélico para quienes aman la enseñanza. A Paloma, Elena, Loreto y Engelbert por haber querido compartir su persona.

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Presentación

Me satisface presentar este libro sobre la técnica del ensueño dirigido, cuyo descubrimiento debemos a Robert Desoille, tan ilustre y leal francés como in­ quieto buscador universal. En primer lugar, he de decir que Desoille fue militar por tradición familiar, ingeniero de oficio y psicólogo por devoción y vocación. En efecto, fue un psicólogo emergente -no académico, como Melanie Clein y otros-, que indagó sobre contenidos y métodos de diferentes escuelas para decidir situarse fuera de todas ellas. Sin embargo, no era un crítico errático. En su andadura configuró su perso­ nalidad, singular y bien diferenciada en el plano intelectual, así como distingui­ da y elegante en su vida social. Al final, logró ser un soñador que cura. Libre, como sus ensueños. Un ma­ nantial de energía sanadora, tan potente como uno de sus volcanes y, a la vez, tan suave y ligero como un arroyuelo de agua pura. A su muerte, la técnica del ensueño se ha difundido por el mundo entero. El ,Groupe Jnternational Reve Eveillé Dirigé» (GIRED) que fundaron algunos de sus discípulos, ha proliferado. Con el nombre de Fundación Argentina de Psicoterapia Simbólica, Buenos Aires vio cómo fructificaba el trabajo desarrollado por la Dra. Ennis. Hoy, dis­ ponen de una revista, así como de una interesante bibliografía. En 2002, bajo la dirección de Jean Marc Henriot, surgió «L'Analyse Intégra­ tive Reve Eveillb (AIRE), que combina muchos de los conceptos contenidos en este libro, dado que se apoya en el Análisis Transaccional, enriqueciéndolo con conceptos de Jung, la Escuela de Palo Alto y el aroma profundo y liviano del enfoque centrado en la persona de Rogers. Aún en 2007, de la mano de George Roney, ha nacido •L'école du Reve Evei­ llé Libre-, que señala la vitalidad de la técnica y su vigencia, transcurridos 45 años de la muerte de Desoille.

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Ensuefio y terapia.

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Un antiguo cliente, titulado universitario, dotado de un gran poder intelec­ tual, disponía de un elenco de seis o siete personajes, aunque él dijese que eran 40, todos ellos reales y auténticos, contradictorios entre sí, pero no disociados. Estos personajes estaban en contacto con la realidad, respondían a valores y pa­ trones distintos entre sí, producían motivaciones diferentes que articulaban las decisiones de la persona. Aquellos personajes mostraban paralelismos y coinci­ dencias por debajo de las contradicciones. Cuando hacemos memoria de algún acontecimiento pretérito, siempre me­ joramos la historia. Como buenos narradores, ,olvidamos» ciertos aspectos poco agradables y arreglamos otros a nuestro gusto, o según los intereses del mo­ mento, completando el relato con la ayuda de la imaginación creadora.



Función didáctica o de asimilación

También podemos utilizar la fantasía como instrumento didáctico, para explo­ rar realidades desconocidas, verlas con el ojo de la mente y captarlas por vía inlaginativa, creando representaciones indirectas, imágenes que nos facilitarán la retención posterior de los conceptos. Esto lo veremos en el capítulo 5, con mayor precisión empírica.

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Ensueño y terapú:t •

mento, el hombre no ha podido satisfacer utilizando otros recursos psíquic,os. En el pasado, el hombre ha utilizado su imaginación para· darse respuestas, an­ te fenómenos que hoy consigue explicar por métodos experim\;!ntales, u otros procedimientos de la ciencia positiva, cuyo rigor permite alcanzar mayor grado '. de certeza. Pero las funciones de la in1aginación siguen teniendo la misma virtualidad· que en el pasado. •Quien haya observado a{entamente la conducta de los ni­ íios, cuya mentalidad está muy próxima a la del borribre primitivo Ó salvaje, ob­

servará que su exuberantefantasía lespennite crear un mundo maravilloso,, (2), comienza diciendo Bemard, para explicar después que la mentalidad del hom­ bre primitivo genera ritos y creencias mágicas, que auri siendo fruto de su fan­ tasía, pretenden resolver necesidades de pura supervivencia. El desarrollo de sentimientos y credos religiosos, solo es posible cuando funciona la inteligencia abstracta capaz de concebir la idea de espíritu y constituye un proceso psicoló­ gico posterior al de creación de ídolos y mitos. La función innovadora y creativa de cada ser humano, considero que forma parte de lo que llamaré Niño continuo que, en mi opinión, acompaña la vida de cada uno. El vigor y la brillantez de la imaginación durante la niñez son relegados con­ forme accedemos a métodos de pensamiento deductivos y al lenguaje matemáti­ co. Una vez que hemos aprendido a expresamos con algoritmos y abstracciones, parecen despreciables las historias y los cuentos creados por la fantasía. Sin em­ bargo, la inlaginación, con todo su poder, continúa siendo una función primor­ dial y los frutos de su trabajo constituyen un patrimonio psicológico rico y fértil. De hecho, en las visualizaciones creativas, utilizo ese rernrso y sus virtuali­ dades, con un sentido pragmático idóneo para la circunstancia concreta donde esté situada la visualización. De esa forma, logramos ensamblar imaginación y realidad, anticipadamente.



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Cada persona crea multitud de fábulas para explicar todo cuanto no com­ prende mediante métodos lógico-deductivos. La imaginación trama historias fantásticas para explicar lo que no entendemos y llenar los vacíos de nuestra necesidad de saber. Los frutos de la imaginación que ayer considerábamos mi­ tos o revelaciones, hoy los catalogamos como elucubraciones, tramas noveles-

i;a imagen y la imaginación

cas, guiones cinematográficbs, relatos de ciencia ficción, etc. Estos, igual que aquellos, siguen siendo intentonas de explicar descriptivamente una t�sis más o merios abstracta, desentrafu!:r un misterio o despejar una incógnita. Un-relato es·pura narración, lenguaje de imágenes que se entrelazan y nos aportan una versión sobre un asunto cuya enjundia se nos escapa. A partir del relato, establecemos criterio, o asentamos una sensibilidad sobre el problema planteado por el narrador o guionista. Evidentemente, hoy no necesitamos construir cosmogonías, pero seguimos buscando entender o explicar fenómenos, construyendo historias sobre ellos. Aplicamos estrio necesari.o. Tal dramatismo configura la enjundia del lenguaje imaginativo, que se ex--: presa mediante apólogos, fábulas, parábolas, slieños, ensueños, cuentos mara­· villosos y, por supuesto, a través de todos los mifos religiosos. La sarta de maldades y atrocidades de que es capaz el ser humano, concita miedo, rabia, rechazo, afán de venganza·y un conjunto de ¡emociones disfóricas que nos acompañan. En pro de la armonía interior y exterior, transformamos· toda esa energía psicológíé:a en orden o felicidad, gracias a la intervención de figuras soteriológicas; sin duda, entes in1aginados, pero construyen los «kairós» o estados de gracia, donde cabe la esperanza e incluso inventar reinos de justi­ cia, paz y felicidad, que son ambiciones de carácter del ser humano.

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El lenguaje imaginativo nos transporta fuera del espacio y del tiempo, para_ solucionar problemas reales. La realidad es la fuente de inspiración que sumi­ nistra los conflictos que hay que resolver y los retos que hay que asumir. A con­ tinuación, la imaginación crea una fantasía soteriológica, que resuelve el pro­ blema y nos libera de la angustia. También provienen de lo real las percepciones que, transfonnadas en mági­ cas, penniten convertir en epopeyas y gestas sublimes, los acontecimientos or­ dinarios que nos dan alegría; o en tragedias abominables, los sucesos vulgares que ocasionan nuestro infortunio; y en símbolos, los objetos _de uso corriente.

. Aunque. el hecho sea de fábula, tiene el mismo valor . demostrativo. Por ejemplo; Tepozton es un dios azteca que también se hace hombre y clespués es resc;atado de las aguas como Moisés; este milagro, pues, delata que el Altísimo . Jo designa com9 guía y maestro de su pueblo. En otro escenario, Alá reveló a · Mahoma ·que solamente él, su profeta, podía disfmtar de cinco mujeres, pese a la prohibición· coránica anterior, que limitaba a cuatro el número de esposas. En estos últimos apólogos, la fábula se reviste de gran poder, prestado por lo numínico, la divinidad; la luz pura o la pureza que ilumina las mentes, para revelar el carácter diferencial como ungido, ser especial o único, que tiene la persona a quien se refiere el apólogo.

Es la expresión espiritual de un instinto o pulsión natural. Tal como los desclibe Jung, son •las necesidadesfisiológicas, percibidas por los sentidos, que se expresan en fantasías e imágenes simb,ólícas» (3). En cierto sentido, un arquetipo es un sis­ tema de virtualidades que condensa gran cantidad de energía, puede movilizar esos resortes, organizar nuevas conductas, alterar procesos sociales y promover reestructuraciones culturales. Por ·ejemplo, hay representaciones arquetípicas del amor y de la entrega generosa, bien sea con una tonalidad sensual (Astarté, Júpi­ ter o Venus), platónica (lsis), espiritual (Apolo) o mística (Cristo).

Por otra parte, el arquetipo, aun cuando sea un constructo espiritual, trans­ cultural e intemporal, también es un recurso psicológico que dinamiza las ener­ gías de la persona y le ayuda a construir nuevas imágenes y representaciones.

O Alegoría Es la traducción plástica de una idea difícil de captar o de expresar de forma sen­ cilla. Conceptos abstractos o complejos, como la idea o la administración de la Justicia, se transmiten con rápida claridad, mediante la estampa de una mujer con los ojos vendados que sostiene una balanza en una mano y una espada en otra.

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O Apólogo

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O Arquetipo

Los arquetipos arrancan del pensamiento mágico, cuya manifestación más ar­ caica está en los mitos. Quizá sea en ese contexto donde la afirmación de Jung adquiera su dimensión más plena, porque detrás de la manifestación espúitual, subyace el instinto o la pulsión natural que se representa de forma simbólica.

Veamos a continuación algunas transformaciones que logramos con el len­ guaje imaginario.

Consiste en la utilización de un hecho histórico, o fabuloso pero creíble, que tiene valor epifánico y que, pese a revelar valores, sentimientos, ideales o .am­ biciones ocultas, es utilizado por su interés demostrativo o por su especial sig­ nificación. La toma de la Bastilla por los revolucionalios franceses tiene este alcance apologético: significa la coronación de un proceso dialéctico largo y la consecución de una aspiración de las mayorías frente a los privilegios de clase. Ese apólogo indica que el poder pasa al Estado Llano. Hay miles de hechos que tienen este valor apologético: Ja gesta de Leónidas en el paso de las Termópilas, César cmzando el Rubicón o Hemán Cortés quemando los navíos, son apólogos que defienden el arrojo, la valentía, la fe en un proyecto.

. la imagen y la imaginación



Sueños oníricos

Constituyen una constatación casi palpable del lenguaje imaginativo. En la ex­ periencia onírica, podemos comprobar cuanto vengo diciendo de la ín1agen y del lenguaje imaginario. Sin entrar en discusiones de escuela, es oportuno señalar que cada imagen oní­ rica representa una parte del Yo de la persona que sueña. El conflicto. que pueda existir, entre un deseo o sentimiento y la pauta de adaptación familiar, cultural, mo­ ral o religiosa que lo dificulta o prohibe, se dramatiza mediante imágenes que pug­ nan entre sí. La lucha suscita nuevos sentimientos y también soluciones, que la per­ sona no logra encontrar en vigilia, cuando utiliza procedimientos lógicos. Ejemplo: una mujer se hallaba en situación de tenninar su carrera y mar­ charse a vivir con su pareja heterosexual, cuando soñó que se encontra­ ba acompañada de su hermana mayor, licenciada universitaria y eman-

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cipada ya de la-familia, en. un lugar indefinido, en, el que había una puerta negra. Detrás de _la puerta, la soñadora estaba convencida de que. encontrarla la muerte. La soñadora creía que tenía que yestirse de uná forma especial para atravesar la puerta, pero nb queóa hacedo. La ·her�'. mana la acompañaba en silencio, pese a las · peticiones de ayuda que - · lanzaba la soñadora: Esta, por fin, le regaló a sti hermana mayor un ani-· llo de bisutería, ante la inmediatez inevitable de cnp;ar la puerta y terminó su sueño dando un grito de desesperación. En este sueño, la fragmentación del Yo es evidente: una polaridad infantil y re­ gresiva no quiere cmzar la puerta, busca protección y permiso para eludir. los cambios, necesarios-e inevitables, en_ su circunstancia existencial y biográfica; otra polaridad aspira a ser autónoma, responsable de sí misma y profesional, está re­ presentada por la imagen de la hermana, que se mantiene serena y sin decir nada, esto es, sin concesiones a la parte neurótica; la baratija es símbolo de la adolescen­ cia concluida y al mismo tiempo representa la inmersión en el futuro, que se produce con el grito desgarrador.

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En efecto, ha de morir la parte resistente al cambio. Este último, augura la in­ dependencia inminente y está representado también por el vestido especial a estrenar y la puerta misteriosa que habrá que franquear.

5. IMAGINACIÓN Y SALUD MENTAL

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Analógicamente, nos libramos de nuestra maldad, personificándola en el lo­ bo, la bruja, el ogro, el antihéroe, el Judas, etc. También es catártico el desquite ante la injusticia, la superación de la inferio­ ridad propia frente a la prepotencia ajena, el amor compensatorio frente a la in­ quina de la rivalidad, el premio por el esfuerzo frente a las ventajas del tramposo. Es decir, la imaginación, mediante la proyección, nos regala un «kairós•, un estado de gracia, el ideal al que tendemos, sin sombras ni mezcla de mal, libres de opresión, de impulsos déstructivos e impurezas. Actualmente, podemos observar este proceso en los ritos de purificación que subsisten, vinculados a prácticas religiosas, en los que el agua, el fuego, las cenizas, los óleos e incluso la arena y el aire sirven como instrumentos para efectuar la catarsis de la purificación. La imaginación, aunque sea colectiva, otorga poder purificador a los elementos, que adquieren valor simbólico.

La desgracia de la Humanidad aún conserva ejecuciones rituales, como la lapidación de mujeres, para renegar del demonio y lavar culpas de pecado. La narrativa de cuentos, cómics y novelas, las historias que se representan en una pantalla o en las comedias teatrales castigan al mal y premian al bien, salvo raras excepciones. El espectador, por regla general, tiende a identificarse con el bien y se gratifica cuando el mal, el no-yo, resulta perdedor y es depurado. Cuando la imaginación deja de crear, sobreviene la adaptación neurótica y, más tarde, el cuerpo expresa con el síntoma el desequilibrio. Para estar mal, an- · tes hemos de matar el impulso de la in-iaginación creadora y hacer de la pobre­ za imaginativa nuestro cuarto de estar.

En esta vertiente emocional, tanto la ensoñación espontánea y libre, como los sueños, la técnica del ensueño dirigido y las narraciones de los cuentos pueden traer consigo una serie de funciones saludables que conviene considerar. Los efectos emocionales de los ensueños son reales, sobre todo si los utili­ zamos intencionalmente con este objetivo. Igual que el ensueño, los cuentos, mitos y ritos se convierten en �fuente inagotable de consolación, alivio de ten­ siones y encuadre para el dolor y la fmstración. En pro de la salud, la imaginación permite la recuperación del poder escon­ dido tras la patología y el cerramiento al aprendizaje..

Es una función de limpieza: a través de la proyección del no-yo, liquidamos la angustia que nos produce la presencia de todo aquello que resulta horroroso, sea un rasgo característico, hábitos, tendencias, sentimientos de culpa y ver­ güenza que menoscaban la armonía interna.

«Los malos siempre son lós otros•, dice una frase ingeniosa, ya converti.da en tópico. Echando fuera del yo al mal, nos libramos mágicamente de la pesadum­ bre ·que nos·producíóa reconocer como propias-las fuerzas maléficas, cuyo ím­ . petu ti! vez no _somos capaces de dominar. En otros casos, conjuramos la res­ . pqnsabilidad por errores pretéritos, así como los sentimientos de vergüenza y culpa asociados· a ello_s. Al proyectar fuera de nosotros el no-yo, nos quedamos sin conflicto interno y en sintonía con el canon social que ha impregnado nues­ tra estructura psíquica a través de las pautas culturales asumidas.

Igualmente, siguen produciéndose ritos sacrificiales, en los que de forma auenta o incruenta, a la víctima se le carga con las penas de los oferentes, que­ dando estos libres de pecado. El valor escatológico del sacrificio es mágico: la víctima inocente expía la culpa del infractor que cometió pecado. E�te.queda limpio, libre del castigo, en paz con Dios y acreedor a sus gracias.

La imaginación, en tanto que función psíquica, tiene importancia singular en pro de la creatividad; pero, además, altera el equilibrio emocional, libera senti­ mientos de angustia y crea expectativas inexistentes, alienta deseos o temores, filias o fobias.

O Función catártica

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· !,a .imagen y la imaginación

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Si la imaginación no inventa opciones ante los problemas, ni el Adulto, cuyo concepto veremos, no hace extensivos sus aprendizajes anteriores, la adapta­ ción será imposible. Cuando el caleidoscopio de la creatividad está inerte, la persona se considera condenada, castigada por el 1atum•, el destino inexora­ ble, sin posibilidad de resolver sus asuntos. Esta situación acrecentará la angus­ tia; al aumentar el grado de estrés, se generará un síndrome psico-orgánico.

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cipada ya de la-familia, en. un lugar indefinido, en, el que había una puerta negra. Detrás de _la puerta, la soñadora estaba convencida de que. encontrarla la muerte. La soñadora creía que tenía que yestirse de uná forma especial para atravesar la puerta, pero nb queóa hacedo. La ·her�'. mana la acompañaba en silencio, pese a las · peticiones de ayuda que - · lanzaba la soñadora: Esta, por fin, le regaló a sti hermana mayor un ani-· llo de bisutería, ante la inmediatez inevitable de cnp;ar la puerta y terminó su sueño dando un grito de desesperación. En este sueño, la fragmentación del Yo es evidente: una polaridad infantil y re­ gresiva no quiere cmzar la puerta, busca protección y permiso para eludir. los cambios, necesarios-e inevitables, en_ su circunstancia existencial y biográfica; otra polaridad aspira a ser autónoma, responsable de sí misma y profesional, está re­ presentada por la imagen de la hermana, que se mantiene serena y sin decir nada, esto es, sin concesiones a la parte neurótica; la baratija es símbolo de la adolescen­ cia concluida y al mismo tiempo representa la inmersión en el futuro, que se produce con el grito desgarrador.

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En efecto, ha de morir la parte resistente al cambio. Este último, augura la in­ dependencia inminente y está representado también por el vestido especial a estrenar y la puerta misteriosa que habrá que franquear.

5. IMAGINACIÓN Y SALUD MENTAL

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Analógicamente, nos libramos de nuestra maldad, personificándola en el lo­ bo, la bruja, el ogro, el antihéroe, el Judas, etc. También es catártico el desquite ante la injusticia, la superación de la inferio­ ridad propia frente a la prepotencia ajena, el amor compensatorio frente a la in­ quina de la rivalidad, el premio por el esfuerzo frente a las ventajas del tramposo. Es decir, la imaginación, mediante la proyección, nos regala un «kairós•, un estado de gracia, el ideal al que tendemos, sin sombras ni mezcla de mal, libres de opresión, de impulsos déstructivos e impurezas. Actualmente, podemos observar este proceso en los ritos de purificación que subsisten, vinculados a prácticas religiosas, en los que el agua, el fuego, las cenizas, los óleos e incluso la arena y el aire sirven como instrumentos para efectuar la catarsis de la purificación. La imaginación, aunque sea colectiva, otorga poder purificador a los elementos, que adquieren valor simbólico.

La desgracia de la Humanidad aún conserva ejecuciones rituales, como la lapidación de mujeres, para renegar del demonio y lavar culpas de pecado. La narrativa de cuentos, cómics y novelas, las historias que se representan en una pantalla o en las comedias teatrales castigan al mal y premian al bien, salvo raras excepciones. El espectador, por regla general, tiende a identificarse con el bien y se gratifica cuando el mal, el no-yo, resulta perdedor y es depurado. Cuando la imaginación deja de crear, sobreviene la adaptación neurótica y, más tarde, el cuerpo expresa con el síntoma el desequilibrio. Para estar mal, an- · tes hemos de matar el impulso de la in-iaginación creadora y hacer de la pobre­ za imaginativa nuestro cuarto de estar.

En esta vertiente emocional, tanto la ensoñación espontánea y libre, como los sueños, la técnica del ensueño dirigido y las narraciones de los cuentos pueden traer consigo una serie de funciones saludables que conviene considerar. Los efectos emocionales de los ensueños son reales, sobre todo si los utili­ zamos intencionalmente con este objetivo. Igual que el ensueño, los cuentos, mitos y ritos se convierten en �fuente inagotable de consolación, alivio de ten­ siones y encuadre para el dolor y la fmstración. En pro de la salud, la imaginación permite la recuperación del poder escon­ dido tras la patología y el cerramiento al aprendizaje..

Es una función de limpieza: a través de la proyección del no-yo, liquidamos la angustia que nos produce la presencia de todo aquello que resulta horroroso, sea un rasgo característico, hábitos, tendencias, sentimientos de culpa y ver­ güenza que menoscaban la armonía interna.

«Los malos siempre son lós otros•, dice una frase ingeniosa, ya converti.da en tópico. Echando fuera del yo al mal, nos libramos mágicamente de la pesadum­ bre ·que nos·producíóa reconocer como propias-las fuerzas maléficas, cuyo ím­ . petu ti! vez no _somos capaces de dominar. En otros casos, conjuramos la res­ . pqnsabilidad por errores pretéritos, así como los sentimientos de vergüenza y culpa asociados· a ello_s. Al proyectar fuera de nosotros el no-yo, nos quedamos sin conflicto interno y en sintonía con el canon social que ha impregnado nues­ tra estructura psíquica a través de las pautas culturales asumidas.

Igualmente, siguen produciéndose ritos sacrificiales, en los que de forma auenta o incruenta, a la víctima se le carga con las penas de los oferentes, que­ dando estos libres de pecado. El valor escatológico del sacrificio es mágico: la víctima inocente expía la culpa del infractor que cometió pecado. E�te.queda limpio, libre del castigo, en paz con Dios y acreedor a sus gracias.

La imaginación, en tanto que función psíquica, tiene importancia singular en pro de la creatividad; pero, además, altera el equilibrio emocional, libera senti­ mientos de angustia y crea expectativas inexistentes, alienta deseos o temores, filias o fobias.

O Función catártica

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Si la imaginación no inventa opciones ante los problemas, ni el Adulto, cuyo concepto veremos, no hace extensivos sus aprendizajes anteriores, la adapta­ ción será imposible. Cuando el caleidoscopio de la creatividad está inerte, la persona se considera condenada, castigada por el 1atum•, el destino inexora­ ble, sin posibilidad de resolver sus asuntos. Esta situación acrecentará la angus­ tia; al aumentar el grado de estrés, se generará un síndrome psico-orgánico.

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Los síntomas psicológicos y psicosomáticos también tienen carácter simb,óli­ co: su significación se enraíza en la realidad biográfica: dé la persona aquejada,· · pero tienen un lenguaje figu rativo e íntimo. En el origen del síntoma siempre está la realidad, una historia vivida,· que�

configura una representación interna de la persona·que sufre y que está en re­ lación con otras personas. En pro de _la salud, la iinaginación permite la recupe-· · ración del poder escondido. En el lenguaje imaginario, los símbolos de poder se guardan en cuevas, ge­ neralmente. El acceso a ese poder exige purificación previa, la superación de alguna prneba, para hacerse acreedor al tesoro escondido. Cuando el héroe:pe­ netra en la cueva, libera el tesoro y resuelve el problema. Todo son símbolos: en la naturaleza, el principio masculino, para ser fecundo, ha de penetrar en lo femenino. A través de las imágenes, participamos de las grandes gestas, es decir, sali� mos del rincón de la irrelevancia, dejamos el anonimato y nos convertimos en protagonistas de una historia, aunque sea fabulada. Todo resulta excitante y es­ timula más y Ínás la creatividad y el ingenio, es decir, la imaginación está para preservar la salud y, una vez recuperada, también ayuda a salir del pozo de la enfermedad.



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Función soteriológica

En pro de la salud, el poder de la imaginación es también soteriológico: preten­ de resolver problemas crónicos y curar la angustia existencial, en cierto sentido, suministr� ansiolíticos, provee de esperanza, gener a imágenes de consuelo, aporta soluciones a los problemas, aunque estas sean mágicas. También resulta saludable psicológicamente ver de forma imaginativa que so­ mos tocados por la Gracia, que nos otorga un desarr ollo más pleno, la consecu­ ción de un logro, los bienes que socorren necesidade s básicas, el amor o el pres­ tigio social, para empezar a sentir alivio de la an gustia y procrear esperanza. La necesidad de Justicia se ve sátisfecha en los mitos , en los cuentos, en los sueños oníricos y en los ensueños dirigidos. Por ejemp lo, en muchos cuentos, es inmanente la sed de Justicia. -i:.odos los tipos de Justic ia: la social o distributiva, que asientan las bases del pacto y de la convivencia en paz en el relato de •Robin Hood,, y la reparadora, que discierne entre el bien y el mal y sanciona conve­ nientemente, como ocurre en el cuento de •Alí Babá y los cuarenta ladrones•. El lenguaje imaginario es siempre un len aje transfo rmador que resulta vir­ gu tualmente saludable, porque suscita emociones eufóricas y permite conectar con lo numinoso, el núcleo recóndito de poder, lo espiri tual que anima a ca:da ser humano. La victoria del orden sobre el caos inspira mitos como los babilonios de Ner­ gal, Ninurta y Zababa, monstruos de las catástrofes, que fueron vencidos por Sha­ mash, dios defensor de la Justicia. En la tradición hebre a, Lucifer es condenado al

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infierno por rebeldía,_ al igual' que les ocurre, entre los griegos, a Sísifo y Tántalo. Estbs mitos simbolizan el poder integrador y constructivo, que interviene en pro d_e restaurar la armonía y rescatar el «kairós• o estado de gracia.

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La necesidad de redención,_ de recuperar la dignidad humana perdida, de · restituir derechos arrebatados arbitrariamente o conseguir gracias que alivien al hombre de su agonía existencial y lo pro�ejan frente a sus enemigos son fuente de inspiración para mitos escatológicos, en todas las latitudes y culturas. Analógicamente, nos libramos de nuestra maldad, poniéndola fuera, personi­ ficándola en el antihérÓe: Judas, Lucifer, Kali, Assur, Ahrimán, Marte o Seth. Pos­ teriormente, construimos una historia dramática para que nuestros ideales, tam­ bién personificados en Vishnú, Ormuz, Osiris o el arcángel Miguel maten a estos seres ominosos, o al menos logren ponerlos en fuga y dejarlos sin poder.

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La magia de ·la imaginación es una fuerza numínica, ingenio creador, puro •Nous,, espíritu que accede a vivencias maravillosas, participa en entrevistas con la divinidad, vive uniones más allá de la muerte y de la corporalidad y hasta logra el trance místico y recibe la Iluminación.

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Es inmenso el número de mitos que busca liberar al hombre de la opresión del mal, de la carga de sus insuficiencias y de la culpa por sus pecados, vicios y lacras morales. Unos mitos señalan a los mismos dioses como redentores que dan su vida para depurar la 'maldad del hombre. En otras construcciones, la re­ dención se delega en un semidiós, como Hércules, que al tiempo que expía su pecado de parricidio, con sus doce trabajos, redime a la Humanidad de otras tantas tiranías. Prometeo también es un mito de redentor, aunque no expiato­ rio, toda vez que arrebata saberes a los dioses para entregárselos al hombre. El hombre, desde su imaginación, confía su salvación a la intervención de dioses, ángeles, musas, druidas y héroes o semidioses mitológicos que han de defenderlo del mal, representado también por divinidades, aunque de rango in­ ferior, demonios, parcas, sátiros, incubas, trasgos y gnomos, llamados todos ellos a perder la batalla frente a las fuerzas del bien. Todos son símbolos, imágenes, arquetipos que resuelven, de forma analógi­ ca, mediante la na1Tativa, problemas existenciales que alguna vez se ha plantea­ do el ser humano.

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La imaginación simbólica es también soteriológica porque permite realizar cosas admirables: conjurar peligros, liberarnos de culpas, hacer las paces con personas vivas o muertas, recibir gracias (permisos, consejos, impulsos, alien­ to), crear algo inexistente, dar forma a experiencias que no han tenido lugar nunca en nuestra vida, tener amigos invisibles o sabios y la fuente de la verdad, La imaginación crea la vivencia, que emocionalmente puede llegar al éxta­ sis, y convertirse en fuente inagotable de consolación, alivio de tensiones, espe­ ranza existencial y hasta reestructuración cognitiva del dolor y la frustración.

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En psicoterapia, la imaginación, administrada con realismo, otorga poder al cliente, le devuelve confianza en sí mismo, le permite verse protagonista de su

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Los síntomas psicológicos y psicosomáticos también tienen carácter simb,óli­ co: su significación se enraíza en la realidad biográfica: dé la persona aquejada,· · pero tienen un lenguaje figu rativo e íntimo. En el origen del síntoma siempre está la realidad, una historia vivida,· que�

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A través de las imágenes, participamos de las grandes gestas, es decir, sali� mos del rincón de la irrelevancia, dejamos el anonimato y nos convertimos en protagonistas de una historia, aunque sea fabulada. Todo resulta excitante y es­ timula más y Ínás la creatividad y el ingenio, es decir, la imaginación está para preservar la salud y, una vez recuperada, también ayuda a salir del pozo de la enfermedad.

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En pro de la salud, el poder de la imaginación es también soteriológico: preten­ de resolver problemas crónicos y curar la angustia existencial, en cierto sentido, suministr� ansiolíticos, provee de esperanza, gener a imágenes de consuelo, aporta soluciones a los problemas, aunque estas sean mágicas. También resulta saludable psicológicamente ver de forma imaginativa que so­ mos tocados por la Gracia, que nos otorga un desarr ollo más pleno, la consecu­ ción de un logro, los bienes que socorren necesidade s básicas, el amor o el pres­ tigio social, para empezar a sentir alivio de la an gustia y procrear esperanza. La necesidad de Justicia se ve sátisfecha en los mitos , en los cuentos, en los sueños oníricos y en los ensueños dirigidos. Por ejemp lo, en muchos cuentos, es inmanente la sed de Justicia. -i:.odos los tipos de Justic ia: la social o distributiva, que asientan las bases del pacto y de la convivencia en paz en el relato de •Robin Hood,, y la reparadora, que discierne entre el bien y el mal y sanciona conve­ nientemente, como ocurre en el cuento de •Alí Babá y los cuarenta ladrones•. El lenguaje imaginario es siempre un len aje transfo rmador que resulta vir­ gu tualmente saludable, porque suscita emociones eufóricas y permite conectar con lo numinoso, el núcleo recóndito de poder, lo espiri tual que anima a ca:da ser humano. La victoria del orden sobre el caos inspira mitos como los babilonios de Ner­ gal, Ninurta y Zababa, monstruos de las catástrofes, que fueron vencidos por Sha­ mash, dios defensor de la Justicia. En la tradición hebre a, Lucifer es condenado al

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La necesidad de redención,_ de recuperar la dignidad humana perdida, de · restituir derechos arrebatados arbitrariamente o conseguir gracias que alivien al hombre de su agonía existencial y lo pro�ejan frente a sus enemigos son fuente de inspiración para mitos escatológicos, en todas las latitudes y culturas. Analógicamente, nos libramos de nuestra maldad, poniéndola fuera, personi­ ficándola en el antihérÓe: Judas, Lucifer, Kali, Assur, Ahrimán, Marte o Seth. Pos­ teriormente, construimos una historia dramática para que nuestros ideales, tam­ bién personificados en Vishnú, Ormuz, Osiris o el arcángel Miguel maten a estos seres ominosos, o al menos logren ponerlos en fuga y dejarlos sin poder.

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La imaginación simbólica es también soteriológica porque permite realizar cosas admirables: conjurar peligros, liberarnos de culpas, hacer las paces con personas vivas o muertas, recibir gracias (permisos, consejos, impulsos, alien­ to), crear algo inexistente, dar forma a experiencias que no han tenido lugar nunca en nuestra vida, tener amigos invisibles o sabios y la fuente de la verdad, La imaginación crea la vivencia, que emocionalmente puede llegar al éxta­ sis, y convertirse en fuente inagotable de consolación, alivio de tensiones, espe­ ranza existencial y hasta reestructuración cognitiva del dolor y la frustración.

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Ensueño y terapia

vida, dueño de la acción que elige, capaz de afrontar r:tos nuevos y coronar con éxito sus empeños. Más concretam�rite, la_técriica d�l ensúeno dirigido es, ·como veremos, la vía para aprovechar este inmenso poder psicológico. Tanto el ascenso como et descenso resultan reveladores del tesoro insondable qµe guarda la cueva del psiquismo de cada ser humano. · ·

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De pronto vemos una casa cuya fachada nos parece... (cómo creo que �e · ;::;; ¡ - �, {/ ven los demás) ,_ _ Entramos en su interior (cómo me veo yo a mí mismo) y vemos cada babi. · tac!ón, su mobiliario, lo que hacen los habitantes de la casa, cómo nos sentimos'._ _ �; , : ahi dentro... _ ,; , Así, a la salida, podemos ir viendo el camino, los objetos o a�ales que po'.'' ·_ · demos encontrar, algún arroyo que hay que cruzar, etc. )-Cada uno de estos elementos repre�enta aspectos o facetas del propio yo, · ':'I' que la persona puede tener diseminados y que necesita integrar para que su -· _ Gestalt cobre sentido y resulte gobemable·para el propio yo. La psicosíntesis, que debemos a Assagioli y Gerard, apalanca en el sincretis. 1 mo de toda imagen y el valor polisémico de cualquier símbolo, para restituir el '· poder de la persona y condensar las posibilidades y aptitudes del ensoñador. I ·: La psicosíntesis puede utilizar imágenes visuales, auditivas, táctiles y olfati.: vas, igual que los que utiliza Lazarus, con un alcance estrictamente cognitivo en su Terapia Multimodal, que él llama Imaginería Positiva

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La psicosíntesis generó visualizaciones controladas de símbolos de transfor­ mación como la apertura de una rosa o la germinación de una semilla, dos en­ sueños que recojo en el inventario. Con este mismo afán transfo1mador, Ellis también usaba el poder de la imaginación cuando pedía a los pacientes que visualizasen las creencias irracionales con que sustentaban sus sentimientos desadaptados y, a continuación, diseñaran un sistema de lucha contra ellas, igualmente imaginativo.

Gerard, desde el esquema de la psicosíntesis, utiliza otros ensueños, perfec­ tamente aplicables al campo del Análisis Transaccional, como puedan ser el diálogo con el Sabio interior, Adulto integrado o A, en código transaccional, o reconstruir una casa vieja o en ruina, que nos enfrenta al Niño reconstruido, la parte arqueopsíquica que guarda el argumento de vida y estimula la emergen­ cia de A l ' el Adulto intuitivo. Otras técnicas como la oniroterapia, la imaginería afectiva guiada y los gru­ pos de encuentro también han utilizado la técnica del ensueño, con diferentes variaciones, coherentes con la�personalidad diferencial de esos procedimientos de intervención.

7. ANÁLISIS TRANSACCIONAL Y ENSUEÑO En el ámbito del Análisis Transaccional, con una pretensión pragmática y abier­ ta, Frank (1) ha utilízado el ensueño para resolver problemas desde el estado Niño del yo. En su opinión, cuando el Niño está atrapado por el diálogo inter­ no, queda aturdido por personas y sucesos del presente, el pasado y el futuro.

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¿Qué ,es ei ensueño? ._

El ensueño permite salirse del control del Padre, invitando al Niño a divertirse, - creando nueva� situaciones. Así, el Adulto (A) puede escuchar las sugerencias · del Pequeño Profesor (A¡) para ·adaptarlas luego .a las demandas de la vida real, labor del_ Adultq Integrado (A,). De igual modo,_ Roos (2) propuso un procedimiento terapéutico, a medio camino entre la técnica del ensueño y _la visualización creativa para efectuar proyecciones de futuro. Primero sugiere hacer un inventario de soluciones al problema sin admitir crítica ni análisis, despejar las eventuales resistencias del Niño y hacer una proyección al futuro entre cinco y diez años. Este método lo he usado-, profusamente, en mi práctica profesional con resultados magníficos.

Rotondo Maggiora (3) considera que el ensueño ha de tratarse como si fue­ ra un sueño onírico. Siguiendo con fidelidad la pauta de Desoille, utilizó el en­ sueño como herramienta de integración de aquellos elementos psíquicos que la persona rechaza; en este sentido, pudiera parecer que está al servicio de un enfoque gestáltico. No obstante, esta autora recomienda usarlo, en casos de contaminación del Adulto, cuando la persona tiene dificultades para recordar sus sueños, presenta racionalizaciones, conductas fóbicas y obsesivas o en aquellos casos que el cliente presente un poderoso Padre Crítico. Mi experien­ cia corrobora la experiencia de esta autora. También Arbuthnott D. y Arbuthnott K. (4) señalan que, cuando han em­ pleado el ensueño con adolescentes delincuentes y perturbados psíquicamente, han logrado evitar los juegos de poder, resistencias, desvalorizaciones y juegos psicológicos. Su conclusión es que cuando la persona modifica su imaginación, mejora también su habilidad y eficacia en el manejo de procedimientos y el comportamiento observable general. Según su criterio, cambia tanto la fisiolo­ gía, como el sistema familiar y social.

Por último, Hostie (5), en su línea rigurosa y precisa, publicó un sesudo tra­ bajo en el que diferencia dos tipos de ensueño: exploratorio y con-ectivo. Él extrae una serie de conclusiones, que son como categorías de la aplicación del ensueño dentro del código y canon transaccional: que es una herramienta que se utiliza conscientemente y por efecto de un contrato; que permite acceder al Niño, sin excluir al Padre, ni al Adulto, ni permi­ tir que interfiera ninguno de ellos; que permite quitar confusión al Niño, de forma natural;

que facilita estimular por igual al Niño Natural (Hostie denomina Niño Natural a una parte del Niño continuo de mi presentación), al Pequeño Profesor (Adulto intuitivo, en mi argot) y al Padre en el Niño (Niño re­ construido);

que hace pos\ble reconocer el aporte de P1: adoptar y mantener las de­ cisiones de supervivencia, útiles en su momento, que han terminado siendo dañinas para la persona;

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que libera impulsos sanos del Niño Natural; -.:{f · :':_ que refuerza y amplía· las opciones del Pequeño Profesor (A); . que tras el análisis de � y los filtros oportunos de·p,, la. persona puede: .;J s:;"irse y aplicar lo producido por el ensueño. Esta es lá misma _conclu-': .._-.; . { _.- / · o'. sion de Frank. _ ¡'-",' '._ -- ·, . De igual modo, Frost (1966) hace equivaler el ensueñq dirigido con la regre'. {,.J ·,_·_ ..: : :__:·. . 3 sión pr�movida_ para resolver un bloqueo. Él�erencia _s \s tipos d� imagine ría: : espontanea, guiada, de futuro, grupal, de pare¡a y familiar. Cualquiera de ellas_ �; , moviliza energía, crea confianza y aumenta las expectativas de éxito.

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8. ENSUEÑO Y TERAPIA DE REªDECISIÓN En psicoterapia, la técnica del ensueño dirigido es la vía regia para acceder al Niño y aprovechar el inmenso poder psicológico de la imaginación, suscitar motivaciones y resolver dificultades que tienen empantanada la creatividad y la felicidad de la persona.

Tanto el ascenso como el descenso resultan reveladores del tesoro insonda­ ble que guarda el psiquismo de cada ser humano. Con la imaginación, el Niño se siente y es dueño de la realidad, puede mo­ dificarla y transformarla a su antojo, crear nuevas fórmulas de conducta, sin obstáculos de ningún género. El lenguaje imaginario es siempre un lenguaje transformador que no solo resulta virtualmente saludable, sino que permite cumplimentar deseos, proyectar soluciones conflictivas y darles solución.

La terapia de re-decisión, de Robert y Mary Goulding, es.fundamentalmente una experiencia emocional correctiva, que reconfigura la vivencia antigua, gra­ bando sobre aquella otra de carácter emocional distinto, que devuelve el poder a la persona. En definitiva, es un relato que se sobrepone a otro. Sí, efectiva­ mente, como un palimpsesto: la misma experiencia contará en lo sucesivo con dos narraciones, la original, que fijó el impasse o bloqueo, y la terapéutica, que lo resuelve. Esta idea ya fue manejada por Festinger (1964) cuando dice que para disipar un sentimiento molesto, se modifica la creencia o se modifica la acción, o ambas cosas. La re-decisión pretende modificar sentimiento molesto, creencia y acción, todo al mismo tiempo. El bloqueo es un momento psíquico donde convergen fuerzas opuestas, que pinzan a la persona, dejándola en un estado confuso, inutilizando todos los recursos del Adulto. Hay tres tipos de_ bloqueos: a) De primer grado, que responde a un conflicto entre Padre y Niño. Una vez detectado, y diagnosticado, corresponde al Adulto del cliente su reso­ lución.

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¿Qué _es el ensueño?

. b) De segundo grado, qúe sitúa el bloqueo al interior del estado Niño, entre · dos partes del mismo, el Adulto intuitivo, que obedece un mandato del argumento de vida, y el Niño reconstruido, afectado por contramandatos posterior\;!S. · c) En .el de tercer grado, la persona se identifica con .su situación problemá­ tica. El yo no logra diferenciarse 9e la vivencia arcaica ante las influen­ cias externas o de la respuesta adaptativa que dio allá y entonces y de las emociones asociadas a aquella situación. El sujeto ajusta su identidad a la vivencia, cree que es así, a tenor de aquel comportamiento. El desarrollo de la técnica de Goulding moviliza a gran parte de los miem­ bros del grupo, implicándolos en el proceso de re-decisión. Para ello, se distri­ buyen papeles y funciones entre los integrantes del grupo, generando así un gigantesco psicodrama, llamado a reconfigurar la experiencia arcaica. No se pretende «c_onstelar• nada, sinó recrear un suceso que resultó dañino para la persona, bloqueó su creatividad, le dejó estigmas y le arrebató parte de su po­ der. El objetivo terapéutico es que la persona produzca una nueva decisión que se superponga y suplante la antigua.

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Para desarrollar un proceso de re-decisión en sesión individual, podemos contar con la complicidad de sillas vacías; pero solo hay una persona, la del cliente, para interpretar todos los personajes in1plicados en la escena arcaica. Ello no es óbice, aun cuando tampoco facilita el proceso.

La técnica del ensueño permite remover el bloqueo en código analógico, dejando que los símbolos lo resuelvan. A los pocos días o semanas, vendrá el cliente contando cómo lo ha resuelto en su vida real. Pero, además, el ensueño garantiza la devolución del poder al estado Niño de la persona. Esta es una condición necesaria para que haya cambio. Por otra parte, en el ensueño, el Niño se ve libre, sin fidelidad a una tipología, ni doble­ gado por hábitos o costumbres viejas, comprueba que puede actuar frente a su problema y recuperar su creatividad para inventar soluciones diferentes. La imaginación nos permite anticipar soluciones a nuestros problemas, ver­ los resueltos, antes de emprender el largo camino de su abordaje. Esto, cuando menos, resulta un alivio, pero además excita la creatividad y da ánimo ante el afrontamiento de la dificultad.

Por otra parte, a través de la imaginación, podemos visualizar que adquiri­ mos habilidades nuevas y entrenamos destrezas que nos hacen más competen­ tes frente a los retos.

También la imaginación puede ser camino de acceso a ciertos valores: nos puede hacer más tolerantes, más compasivos, más ecuánimes y sensatos.

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que libera impulsos sanos del Niño Natural; -.:{f · :':_ que refuerza y amplía· las opciones del Pequeño Profesor (A); . que tras el análisis de � y los filtros oportunos de·p,, la. persona puede: .;J s:;"irse y aplicar lo producido por el ensueño. Esta es lá misma _conclu-': .._-.; . { _.- / · o'. sion de Frank. _ ¡'-",' '._ -- ·, . De igual modo, Frost (1966) hace equivaler el ensueñq dirigido con la regre'. {,.J ·,_·_ ..: : :__:·. . 3 sión pr�movida_ para resolver un bloqueo. Él�erencia _s \s tipos d� imagine ría: : espontanea, guiada, de futuro, grupal, de pare¡a y familiar. Cualquiera de ellas_ �; , moviliza energía, crea confianza y aumenta las expectativas de éxito.

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8. ENSUEÑO Y TERAPIA DE REªDECISIÓN En psicoterapia, la técnica del ensueño dirigido es la vía regia para acceder al Niño y aprovechar el inmenso poder psicológico de la imaginación, suscitar motivaciones y resolver dificultades que tienen empantanada la creatividad y la felicidad de la persona.

Tanto el ascenso como el descenso resultan reveladores del tesoro insonda­ ble que guarda el psiquismo de cada ser humano. Con la imaginación, el Niño se siente y es dueño de la realidad, puede mo­ dificarla y transformarla a su antojo, crear nuevas fórmulas de conducta, sin obstáculos de ningún género. El lenguaje imaginario es siempre un lenguaje transformador que no solo resulta virtualmente saludable, sino que permite cumplimentar deseos, proyectar soluciones conflictivas y darles solución.

La terapia de re-decisión, de Robert y Mary Goulding, es.fundamentalmente una experiencia emocional correctiva, que reconfigura la vivencia antigua, gra­ bando sobre aquella otra de carácter emocional distinto, que devuelve el poder a la persona. En definitiva, es un relato que se sobrepone a otro. Sí, efectiva­ mente, como un palimpsesto: la misma experiencia contará en lo sucesivo con dos narraciones, la original, que fijó el impasse o bloqueo, y la terapéutica, que lo resuelve. Esta idea ya fue manejada por Festinger (1964) cuando dice que para disipar un sentimiento molesto, se modifica la creencia o se modifica la acción, o ambas cosas. La re-decisión pretende modificar sentimiento molesto, creencia y acción, todo al mismo tiempo. El bloqueo es un momento psíquico donde convergen fuerzas opuestas, que pinzan a la persona, dejándola en un estado confuso, inutilizando todos los recursos del Adulto. Hay tres tipos de_ bloqueos: a) De primer grado, que responde a un conflicto entre Padre y Niño. Una vez detectado, y diagnosticado, corresponde al Adulto del cliente su reso­ lución.

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¿Qué _es el ensueño?

. b) De segundo grado, qúe sitúa el bloqueo al interior del estado Niño, entre · dos partes del mismo, el Adulto intuitivo, que obedece un mandato del argumento de vida, y el Niño reconstruido, afectado por contramandatos posterior\;!S. · c) En .el de tercer grado, la persona se identifica con .su situación problemá­ tica. El yo no logra diferenciarse 9e la vivencia arcaica ante las influen­ cias externas o de la respuesta adaptativa que dio allá y entonces y de las emociones asociadas a aquella situación. El sujeto ajusta su identidad a la vivencia, cree que es así, a tenor de aquel comportamiento. El desarrollo de la técnica de Goulding moviliza a gran parte de los miem­ bros del grupo, implicándolos en el proceso de re-decisión. Para ello, se distri­ buyen papeles y funciones entre los integrantes del grupo, generando así un gigantesco psicodrama, llamado a reconfigurar la experiencia arcaica. No se pretende «c_onstelar• nada, sinó recrear un suceso que resultó dañino para la persona, bloqueó su creatividad, le dejó estigmas y le arrebató parte de su po­ der. El objetivo terapéutico es que la persona produzca una nueva decisión que se superponga y suplante la antigua.

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Para desarrollar un proceso de re-decisión en sesión individual, podemos contar con la complicidad de sillas vacías; pero solo hay una persona, la del cliente, para interpretar todos los personajes in1plicados en la escena arcaica. Ello no es óbice, aun cuando tampoco facilita el proceso.

La técnica del ensueño permite remover el bloqueo en código analógico, dejando que los símbolos lo resuelvan. A los pocos días o semanas, vendrá el cliente contando cómo lo ha resuelto en su vida real. Pero, además, el ensueño garantiza la devolución del poder al estado Niño de la persona. Esta es una condición necesaria para que haya cambio. Por otra parte, en el ensueño, el Niño se ve libre, sin fidelidad a una tipología, ni doble­ gado por hábitos o costumbres viejas, comprueba que puede actuar frente a su problema y recuperar su creatividad para inventar soluciones diferentes. La imaginación nos permite anticipar soluciones a nuestros problemas, ver­ los resueltos, antes de emprender el largo camino de su abordaje. Esto, cuando menos, resulta un alivio, pero además excita la creatividad y da ánimo ante el afrontamiento de la dificultad.

Por otra parte, a través de la imaginación, podemos visualizar que adquiri­ mos habilidades nuevas y entrenamos destrezas que nos hacen más competen­ tes frente a los retos.

También la imaginación puede ser camino de acceso a ciertos valores: nos puede hacer más tolerantes, más compasivos, más ecuánimes y sensatos.

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¿Que _es el ensueño?

Ensueño y terapir:i,

puerta de la casa, la abres y dejas salir otra parte de ti. Pennítete . conocer¼ también durante unos minutos...

O Ensueño para la re-decisión .

La casa de muchas partes Autor: Edward Frost

Objetivo

Favorecer una re-decisión. Técnica a) Fase previa El objetivo de esta fase es que la persona aprenda a separar el yo de las partes que lo integran. Se brinda la idea de que cada persona es como un diamante que tiene varias caras, cada una de las cuales representa aspectos de la personali­ dad que los eng1oba. Se utiliza el lenguaje transaccional de los estados del yo para identificarlas: Padre crítico, Adulto, Padre Nutritivo, Niño rebelde, etc. Luego, se anima a la persona a que cambie el nombre de esas partes y les ponga una fisonomía más personal: el Amante, la Bruja, el Estudiante, el Escép­ tico, el Místico, la Madre Tierra, el Buscador, etc. A continuación, se le pide que enfoque su atención sobre una de esas par­ tes, sin juzgarla, ni lastimarla. Se le otorga un minuto para que la observe bien y después, se le invita a decirle: Tú eres parte de mí, eres una parte imp011ante mía y yo s�· másfuerte que tú. Por último, se hace una elaboración de los sentimientos experimentados, la fisonomía y reacción de esa parte. b} Ensueño

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Vas por un sendero que atraviesa una pradera. Tras caminar un buen trecho, llegas a una gran portada de la valla de una finca. Lees un letrero que dice: CASA DE MIS MUCHAS PARTES. Mira qué sientes al entrar. Tras la pórtada hay un jardín y a los pocos metros se halla la casa. Llégate basta la puerta, ábrela y deja que salga una parte de ti. Cierra la puerta y dedícate unos minutos a conocer esa parte... Después le pides que pasee por el jardín. Vas de nuevo basta la , ---...

Fíjate cómo ·el sol, al descender suave y cálidamente sobre ti, te está llenando de poder, sabiduría y amor... Acéptalo. A continuación, acércate a esas dos partes tuyas. Comparte con ellas esos recursos que el sol acaba de despertar. Dale a una tu mano dere,cha y a la otra la izquierda. Acompáñalas hasta la puerta de la casa. Siente tu dominio sobre ellas. Despídelas y hazles entrar en la casa. Tras cerrar la puerta, con la ayuda de una al­ fombra mágica, vas a iniciar el viaje de vuelta desde aquel jardín, hasta esta ciudad. Te encuentras caminando por las calles de esta ciudad, dirigiéndote hasta esta casa, vuelves a entrar en esta habi­ tación y a sentirte habitante de tu cuerpo. Mueves los dedos de los pies, comprobando que tu cuerpo está sano. Ahora los dedos de las manos, comprobando que tu mente está sana. Vas abriendo los ojos, comprobando que tú estás sano/a, mientras tomas contacto con tus compañeros.

NOTAS

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(1) Frank, J. S.: ,Creative Problem-Solving, or Living as a Wise Chlld,, T.AJ, IV, 2, 1974, pp. 20-24. (2) Roes, Ph.: ,Future Fantasy Projection,, T.AJ, XII,4, pp. 270-273. (3) Rotondo Maggiora, A.: ,Uso del sogno da svegli guidato in analisi transazionale,, Neop­ syche, 3, 6, 1985. (4) Arbutnon, D. y Arbutnon, K.: ,The use of imagery and fantasy techniques with adoles­ cents>, T.AJ, 17, 4, 1987, pp. 164-168. (5) Hostie, R.: ,Reve éveillé et imagerie mentale>, Actu.alité en Analyse Transattionelle, vol. XII, 48, 1988, pp. 177-186.

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Se pide a la persona que se siente o se tumbe, según vaya a sentirse más cómo­ da, y se relaja el cuerpo, aunque se le indica que ella está a cargo de sí misma, que puede variar cuanto quiera la propuesta que le hará el facilitador y que puede salir de la experiencia, simpiemente, abriendo los ojos. Texto

En esto que vuelve del paseo la parte que salió primero. ¿Qué ocurre cucmdo se ven t:1cmbas partes?, ¿cómo se relacionan?, ¿de qué asuntos hablan?



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Se pide a la persona que se siente o se tumbe, según vaya a sentirse más cómo­ da, y se relaja el cuerpo, aunque se le indica que ella está a cargo de sí misma, que puede variar cuanto quiera la propuesta que le hará el facilitador y que puede salir de la experiencia, simpiemente, abriendo los ojos. Texto

En esto que vuelve del paseo la parte que salió primero. ¿Qué ocurre cucmdo se ven t:1cmbas partes?, ¿cómo se relacionan?, ¿de qué asuntos hablan?



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