El verdadero valor de las piezas en ajedrez : claves prácticas sobre la explotación de las piezas para el jugador de competición
 9788479027278, 8479027274

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ANDREW SOLTIS

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ANDREW SOLTIS

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laves prácticas sobre la explotación de las piezas para el jugador de competición

Editor: Jesús Domingo Coordinación editorial: Paloma González Traducción: Antonio Gude

No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni tampoco su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna [arma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia , por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright.

Título original: Rethinking the chess pieces Publicado por primera vez en u.K. en 2004 por B. T. Batsford Lirnited, un sello de Anova Books Company Limited, London.

© 2004 by Anova Books © 2004 del texto by Andrew Soltis © 2008 by Ediciones Tutor, S.A. Marqués de Urquijo, 34. 28008 Madrid Te!.: 91 559 98 32. Fax: 91 541 02 35 E-mail: [email protected] www.edicionestutor.com

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Socio fundador de la World Sports Publishers' Association (WSPA)

Maquetación: Juan Moraño ISBN: 978-84-7902-727-8 Depósito legal: M-27368-2008 Impreso en Femández Ciudad, S.A. Impreso en España - Printed in Spain

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Sumario

Prólogo a la edición española . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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PRIMERA PARTE: VALORES DE LAS PIEZAS ............................ 11 Capítulo 1: "Peón = 1, caballo = 3..." .... ..................................... . . 13 Capítulo 2: Movilidad y objetivos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 33 Capítulo 3: La extensión del tablero ........................ . ..... .. ....... .. . . 45 Capítulo 4: Cooperación y redundancia ........................................ 57 Capítulo 5: La personalidad de las piezas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 76

SEGUNDA PARTE: DESEQUILIBRIOS MATERIALES ..................... 103 Capítulo 6: Transacciones ..................... . . . .. ........ ... ... ........... . . 105 Capítulo 7: La calidad ............ ... ~ . . ... .. . ............ . . ....... ........... 130 Capítulo 8: Dama contra piezas ............................................... 157 Capítulo 9: Alfiles contra caballos y contra peones ............................... 194 Capítulo 10: Torre contra piezas menores ........................ ........... . . .. 228

Signos convencionales + ++

o-o 0-0-0 ? !? ?! !! ?? ± :¡:

± :¡:

+-+ = 00

'2!?

ECO

Jaque Jaque mate Enroque corto Enroque largo Buena jugada Mala jugada Jugada interesante Jugada dudosa Jugada extraordinaria Grave error Ligera ventaja de las blancas Ligera ventaja de las negras Ventaja de las blancas Ventaja de las negras Ventaja decisiva de las blancas Ventaja decisiva de las negras Posición igualada Posición complicada, difícil de evaluar Posición complicada tendente a la igualdad Enciclopedia de Aperturas de Informator

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Prólogo a la edición española

Todas las unidades del ajedrez tienen, en el lenguaje de la Bolsa, dos precios: el valor paritario y el valor de cotización. El valor paritario representa el absoluto, y el precio día a día el valor relativo. RUDOLF SPIELMANN

Para hablar de un libro no es imprescindible hablar de su autor, e incluso parece superfluo si éste es famoso. Pero en el caso que nos ocupa resulta necesario, porque Andrew Soltis es prácticamente un desconocido para el público hispanoparlante, pues su presencia en el mercado editorial en castellano se salda con apenas un par de títulos recientes. Nacido unos años después, Soltis (1947) pertenece a la generación de Bobby Fischer (1943), de la que también formaron parte John Grefe (1947) y los nuevos estadounidenses Walter Browne (de origen australiano, 1949), Lev Alburt (Ucrania, 1945) y Roman Dzindzihashvili (Georgia, 1944). La generación anterior estaba integrada por nombres impresionantes: Arthur Bisguier (1929), Larry Evans (1932) , William Lombardy (1937), Anthony Saidy (1937) y los hermanos Byrne (Robert y Donald, 1928 y 1930), bajo la sombra nada paternal del gran veterano, Samuel Reshevsky. Para visualizar el contexto, no está de más recordar que, entre 1957 y 1966, Fischer ganó, con gran autoridad, todos los Campeonatos de Estados Unidos (salvo el de 1961-1962, en el que no participó). Por otro lado, habían llegado al país Pal Benko (1928), una auténticafigura, y Edmar Mednis (1937). A fines de los setenta se iniciaría la diáspora soviética, con América como destino principal. Los primeros en desertar fueron los grandes maestros Anatoli Lein y Leonid Shamkovich. Siguieron Sergei Kudrin e Igor Ivanov. Entretanto, iba surgiendo una nueva generación: los Jim Tarjan, Ken Rogoff, Bernard Zuckerman, Kim Commons, Mark Diesen, John Peters, Michael Rohde, Ron Henley, Norman Weinstein, Michael Valvo, Nick de Firrnian ... Campeón juvenil de Nueva York en 1964 y universitario de EEUU (1969), entre 1967 y 1972, Soltis participó, en cinco ocasiones, en el Campeonato Mundial de estudiantes con la selección norteamericana, con buenos resultados. En 1971-1972 ganó el torneo internacional de Reggio Emilia. Entre 1967 y 1974 ganó cinco veces el Campeonato del Marshall

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

Chess Club, un resultado muy meritorio teniendo en cuenta que en esas ediciones participaron numerosas figuras, y en ese último año fue también el vencedor del torneo del futuro de la Federación de EEUU. En los años setenta y ochenta hay contadísimas apariciones fuera de su país, donde prácticamente se circunscribe su participación en torneos. Pero entonces se produjo una convulsión en el mundo del ajedrez, que llenó de esperanzas a muchos jugadores: la creación de la GMA (Asociación de Grandes Maestros), que parece haber hecho resurgir el interés de Soltis, quien intentó el asalto a la Copa del Mundo. Pero sus tentativas de 1988 (Jos abiertos masivos de Belgrado y Moscú) y 1989 (Palma de Mallorca) no fructificaron y los malos resultados deben haberle disuadido de seguir esforzándose en el tablero internacional. En los noventa no despliega ya una actividad propia de un jugador profesional: sus participaciones escasean y su Elo decae. Así, tras los abiertos de Chicago (1992) , Reno (1994) y Nueva York (1994, 1995), Soltis deja el ajedrez de competición, con sólo algunas apariciones esporádicas posteriores en torneos exóticos. Su trayectoria competitiva no es, por tanto, extraordinaria, pero sí lo suficientemente buena como para hacerle acreedor al título de gran maestro, que le fue otorgado en 1980. Jugador de ataque, elegante, con buenos conocimientos teóricos, tiene en su haber significativas victorias sobre Gligoric, Larsen, Quinteros, Igor Ivanov, Murey y Romanishin, entre otros. Pero si su carrera ante el tablero no es tan impresionante como la de algunos grandes maestros de elite, Soltis emprendió, desde muy joven, una segunda carrera (que, en realidad, es la más importante en su caso): la de periodista y autor. Para empezar, hay que tener presente que Soltis es periodista profesional. Trabaja en el 'New York Post' (en cuyo diario tiene a su cargo, además, la columna de ajedrez). Pero sus dotes para el periodismo técnico se pusieron de manifiesto, sobre todo, en su magnífica columna de 'Chess Life', la revista de la USCF. La columna tiene un nombre sugestivo, Chess to Enjoy (Ajedrez para disfrutar) y puede decirse que, junto con la de Benko, es la más prestigiosa de la revista. Ha publicado numerosos libros, algunos de ellos excelentes, como The Best Cames of Boris Spassky (1973), Morphy Chess Masterpieces (1973), American Chess Masters from Morphy to Fischer (1974), The Creat Chess Tournaments and Their Stories (1975), Frank Marshall, United States Chess Champion (1993), The 1nner Came of Chess: How to CaLcuLate and Win (1994) , Soviet Chess 1917-1991 o Bobby Fischer Rediscovered (2003) y, en colaboración con G. H. McCormick, The United States Chess Championship 1845-1996 (1997). Erudición histórica y técnica y capacidad de comunicación han quedado patentes en estos libros, que muestran a un autor riguroso, sagaz, cultivado y ameno. Esta segunda carrera de Soltis (que, como he dicho, es, en realidad, la primera) no puede ser más brillante. Sin embargo, no toda su producción es encomiable. Como suele suceder a tantos autores, por imperativos alimenticios u otros de la vida cotidiana, escribió una serie de libros sobre aperturas que no pueden recomendarse, por su superficialidad y oportunismo. El ser humano tiene debilidades y necesidades, a las que ni los más grandes artistas e intelectuales

PRÓLOGO

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han podido sustraerse. No hay más que recordar las concesiones de tantos famosos cineastas (entre ellos, nuestro Luis Buñuel), que debieron alternar sus obras maestras con producciones deplorables: ¡la dialéctica de la supervivencia! Por otro lado, si hay un rasgo que caracteriza a los ciudadanos estadounidenses es la indiferencia a justificar sus actividades para ganarse la vida. Seguramente les preocupa menos que a un tigre de Bengala el deshielo del Artico. Bien. Lo cierto es que Soltis ha escrito este libro maravilloso. Me gustaría tener un sombrero para quitármelo, pero como no es así, me limitaré a justificar mi opinión sobre el mismo. EL verdadero vaLor de Las piezas propone una auténtica revisión del papel, capacidad y radio de acción de las piezas en ajedrez. Los autores clásicos (desde Tarrasch a Bronstein, pasando por Euwe, Keres, Pachman y otros) nos han enseñado muchas cosas acerca de la actividad de las piezas, de su valor relativo y de la necesidad de desvincular su valor teórico o nominal del valor real en una posición dada. Pero ni siquiera los autores más prestigiosos de la actualidad, como John N unn, Drazen Marovic o Mark Dvoretsky, han penetrado con mayor lucidez en la capacidad operativa de las piezas, por sí solas o en equipo, ni han llevado a cabo una disección tan implacable de la ductilidad de las piezas y las complejas relaciones que entre ellas y el tablero se establecen. La forma en que Soltis afronta el papel y función de las unidades ajedrecísticas de combate es muy original y tiene un enorme valor práctico para el jugador. Para empezar, pasa revista a las tablas de valores numéricos que han barajado las más diversas fuentes. El ajedrez no es aritmética, pero el jugador necesita valores a que aferrarse, una referencia orientadora. Contradicciones: si dos piezas menores valen 6 (3+3), ¿por qué no es bueno entregar alfil y caballo por torre y peón (5+1=6), de idéntico valor teórico, en la apertura? Las piezas tienen muchos valores y valores que son mudables: valor nominal valor estático, valor de cambio, valor relativo, valor transitorio. A este último ya había aludido Capablanca y significa, por ejemplo, que, a medida que se cambian piezas, un caballo se vuelve más débil, mientras que una torre aumenta de valor. La fase de la partida también tiene mucho que ver: ¿qué significan un centro de peones, o peones colgantes, cuando la lucha se acerca al final? La movilidad de las piezas no es la misma en todas las fases del juego. A medida que progresa la partida, la movilidad aumenta. La razón es clara: la desaparición de piezas y peones, deja más casillas libres en el tablero. Siempre ha existido la tentación simplificadora de valorar una pieza en función de su movilidad. Sin embargo, nos dice Soltis, sin objetivos, la movilidad no cuenta gran cosa. El autor incluye estudios de otros autores y expertos, y aporta ejemplos valiosos y actualizados. E l lector se encontrará con muchas sorpresas. Cosas que le parecían evidentes, dejarán de serlo. Las reglas son resbaladizas, cosa que a estas alturas todo el mundo sabe ya. Pero las decisiones prácticas deben tomarse en base a numerosos factores, no siempre fácilmente cuantificables. El libro trata de responder a muchas preguntas del jugador práctico: ¿Vale la pena ceder la pareja de alfiles para ganar un peón?, ¿es conveniente cambiar torres, cuando se tiene la pareja de alfiles?, ¿cuándo tiene sentido entregar la dama por las dos torres? En este último caso, por ejemplo, sorprenderá saber que, en las situaciones que se le

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

presentaron, Fischer siempre entregó, con éxito, las dos torres por la dama (Fischer-Bilek, La Habana 1965; Portisch-Fischer, Santa Mónica 1966). Hay mucho más. El tercer capítulo, por ejemplo, es una revelación. Trata de la extensión o amplitud del tablero. Un tablero de ajedrez nunca será mayor de 8x8=64 casillas. Pero puede ser más reducido. Todo depende del área en que se juegue. Un final de lLl+ fj, vs lLl puede estar jugándose en un sector de 6x5 ó 4x4 casillas. Cuando sólo hay peones en un flanco, lo normal es que sólo se utilice la mitad del tablero, o incluso menos. La apreciación del valor de las piezas cambia sustancialmente en tales casos. Hay un ejemplo que arroja mucha luz sobre esas relaciones geométricas entre piezas y tablero: al aplazarse la partida Korchnoi-Germán (Interzonal de Estocolmo 1962), las blancas tenían dama por torre y caballo,pero el balance exacto de material era ~+\W+11 vs ~+ l1 + l1 +lLl, con 4 peones por bando. Comenta Korchnoi: ' Durante el análisis descubrí algo notable: el tablero es, sencillamente, demasiado pequeño para las dos damas, que se entorpecen mutuamente ... " La partida finalizó en tablas. Esto da lugar a una figura inédita, vislumbrada por otros, pero prácticamente descubierta por Soltis: la redundancia , que se opone a la coordinación (capítulo 4). Cambios, problemas de cálculo, relaciones heterogéneas de material (pieza contra peones, torre contra pieza(s) menor(es), dama contra piezas), desequilibrios técnicos... Todo eso es tratado con mucha seriedad y sentido didáctico, con un trasfondo histórico de opiniones, que aportan perspectiva. En cada apartado, el autor menciona datos estadísticos, acotaciones de estudiosos de las bases de datos. Estas referencias estadísticas se han puesto de moda en los libros de ajedrez, y han pasado a ser una especie de nueva puntuación, una sintaxis complementaria. Decía el gran estadista Disraeli que había tres clases de mentiras: "las mentiras, las malditas mentiras y la estadística." Cierto que la estadística es una forma de mentira porque puede alejarnos de la esencia de las cosas. Pero también es una forma de verdad, porque nos impide ignorar la cruda realidad de los números. Las cuestiones técnicas que el autor aborda (y a menudo resuelve) son numerosas y estimulantes, muy bien respaldadas por la correspondiente introducción teórica. El jugador competitivo encontrará en estas páginas (con cerca de 400 ejemplos) abundantes claves prácticas y asideros técnicos, que le ayudarán a encauzar sus decisiones ante el tablero. Debemos agradecer al GM Andrew Soltis esta lección verdaderamente magistral. ANTONIO GUDE

PRIMERA PARTE

VALORES DE LAS PIEZAS

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Capítulo 1

"Peón =1, caballo

Lo primero que ha aprendido usted sobre ajedrez es el movimiento de las piezas. Sospecho que la segunda lección fue no entregar una pieza más valiosa por otra más débil. Para explicar lo que significaba se le mostró una tabla de valores relativos en la que se indicaba que un alfil equivale a tres peones o "unidades", una torre vale cinco, etc. Esa lección suele ser también la última que la mayoría de los jugadores reciben acerca del material. Como consecuencia, les asombra lo que sucede cuando se encuentran con una posición como la del diagrama siguiente:

Juegan blancas

=3..."

A esta posición se llegó con una apertura típica de principiante, 1 e4 eS 2 tDf3 tDc6 3 ~c4 ~c5 4 tDc3 tDf6. Ahora, S tDgS es el primer ejemplo de doble ataque a una casilla que muchos jugadores descubren ante el tablero. Pero después de la natural S ..• O-O 6 d3 h6, suelen jugar 7 tDxt7, y luego se les dice que es un error. O un grave error, o incluso "la jugada perdedora", a pesar de que la partida no ha hecho más que comenzar. ¿ Cómo es posible?, se pregunta el principiante. Después de todo, según la tabla de los manuales, una torre y un peón equivalen a dos piezas menores. Algunas tablas dicen que un alfil vale algo más que un caballo y, por tanto, las blancas necesitan un peón y medio para justificar la jugada 7 tDxÍl. Pero esa explicación no sirve de gran ayuda. Aunque el principiante pudiese apreciar qué significa medio peón --cosa que ni siquiera algunos maestros pueden- ¿por qué entregar una cantidad tan pequeña de material puede ser un error? Entregar una pieza es un error, por supuesto. ¿Pero es posible que perder medio peón cueste la partida? La confusión continúa cuando el principiante empieza a familiarizarse con

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

trampas de apertura y se encuentra con esta línea de la Variante del Dragón, en la Defensa Siciliana: 1 e4 eS 2 liJO liJc6 3 d4 cxd44 liJxd4 g6 S liJc3 ~ g7 6 ~ e3 liJf6 7 ~ c4 O-O 8 ~b3 liJaS? 9 eS!. Tres grandes maestros (e incontables mortales) han caído en esta celada. Las vÍCtimas más fuertes normalmente eligen 10 ... liJe8, para encontrarse con la sorpresa 11 ~xt7+! y 12 liJe6, ganando la dama. Pero ¿por qué, se pregunta el principiante, no pueden jugar las negras 9 •.• liJxb3? Después de todo, 10 exf6 permite 10 ... liJxa111 fxg7 liJxc2+ 12 'l;\Yxc2 ~xg7, y las negras tienen dos peones, no uno, y además son peones centrales.

Juegan blancas

La razón, dicen los maestros, es que las negras están peor. A las blancas se les concede normalmente un "±" para indicar que tienen clara ventaja. Si le pregunta a los maestros por qué las jugadas como liJxt7 (en el diagrama 1), y la posición de las negras (en el diagrama 2) son malas, obtendrá diferentes respuestas. Por ejemplo: Dos piezas son mucho más fuertes que una torre, dicen. Uno de los primeros pro-

gramas para computadora, diseñado en la Unión Soviética, empleaba siete variables para evaluar posiciones, comenzando por la evaluación material que sigue: Peón = 1 Caballo =3,5 Alfil = 3,5 Torre = 5 Dama = 9,5 Según esta receta, 7 liJxt7 entrega siete unidades (3,5+3,5) a cambio de seis unidades (5+1). Otra tabla popular concede a las piezas menores un valor de tres unidades a cada una, y a la torre 4,5 de modo que la diferencia entre ~+liJ y l:t+,0, es de medio peón. Una tercera tabla, la más popular de Occidente, concede tres unidades a cada pieza menor, cinco a la torre y nueve a la dama, de modo que 7 liJxt7 significaría un cambio de material equivalente. En el segundo diagrama, las negras estarían igualadas (según la primera tabla) o con medio peón de ventaja (conforme a la segunda tabla), o con un peón de ventaja (según la tercera tabla). Así pues, ¿cómo pueden estar peor? El problema es que las tablas entran en conflicto con la experiencia. Sabemos que la torre y un peón a menudo son un excelente contrapeso a dos piezas menores en el final. Reuben Fine, en sus Finales básicos de ajedrez, dijo que, en general, un peón y una torre bastaban para hacer tablas contra dos piezas menores. Añada un segundo peón, y la torre tendrá una importante ventaja. Esto a menudo afecta a las decisiones del medio juego acerca de un cambio de damas.

"PEÓN = 1, CABALLO = 3 ... "

Müller - Acs Campeonato de Europa de clubes 2003

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Pero las blancas están mejor: 6 g4! ~dS? No 6 ... lDxg4 7 ~xe8 lDxf2 8 Axb5!, sino 6 ... ~ ec8 7 g5 lDe4 8 ~ fe2lDd6, igualando. 7 ~x e8 ~x e8 8 gS lDd7 9 ~ f4 c;t>g8 10 ~ xd4 lDb6 11 ~ eS ~17 12 ~ d8!

Juegan blancas

En una posición de libro, en la que 1 es una jugada rutinaria, las blancas Jugaron: 1 ~f2!? exd4 De no ser así, las blancas siguen con ~af1 y ~xt7. 2 'ffIe7 Wixe7 O bien 2 ... 'ffIg4 3 h3 'ffIh5 4 'ffIxd7, con ventaja. 3 dxe7 ~fe8 Las negras depositan sus esperanzas en las piezas, antes que en la arriesgada 3 ... ~fb8 4 ~xt7. 4 ~ xl7+ c;t>h8 S ~ e1lDf6 Una continuación natural es 6 ~d2 ~e4? (6 ... ~ec8! es favorable a las negras) 7 ~xe8 ~xe8 8 ~x d4 ~xe7, dejando a las blancas con ~ + t3, vs 2 piezas menores. Los ordenadores tienden a considerar la posición favorable a las negras, pero las blancas no tendrían problemas después de 9 ~ d8+ lDg8 10 ~d4. Por ejemplo: 10 ... ~xc2 11 ~xe7 lDxe712 ~d8+ lDg8 13 ~ a8, confirmando la opinión de Fine. ~c3

Cambiar torres agranda la ventaja blanca, pues se trata de uno de los muchos casos en que un cambio "iguaJ" dista de ser equivalente. Las negras pronto quedaron virtuaJmente en Zugzwang, y perdieron tras 12 lD c8 13 e3 g6 14 c;t>f2 c;t>g7 15 ~e2lD a716 ~ e6!. Hay otras explicaciones por las que, en el primer diagrama, 7 lD xt7 es una maja jugada. Entregar piezas asegura a las negras ventaja en el desarrollo. Gerto que las blancas se desprenden de dos piezas que apenas han realizado sus primeras jugadas, pero está claro que, con 7 lDxt7, van contra su propio desarrollo. Pero el desarrollo de las negras también se altera con 7 lDxt7. Los entrenadores soviéticos consideraban que una torre enrocada es una torre desarrollada, y después de .. . ~ xt7 desaparece del tablero. Además, costará a las negras al menos una 00 0

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

jugada que podrían invertir en desarrollo asegurar cierta seguridad a su rey, después de ... ~xf7. En una apertura más conocida (1 e4 eS 2 ttJf3 ttJc6 3 ~bS a6 4 ~ a4 ttJf6 S O-O ~e7 6 1:1. el bS 7 ~b3 d6 8 c3 O-O 9 h3 ~b7 10 d4 1:I.e8), a menudo se ven las jugadas 11 ttJg5 y 11 ... 1:I.f8, como una forma de repetir posiciones. Pero nadie juega ttJxf7. Por ejemplo: 12 ~ e3 h6 13 ttJ xf7? 1:1. xf7 14 ~xf7+ ~xf7_

Juegan blancas

La razón no tiene nada que ver con "asegurar a las negras una ventaja en desarrollo". Después de 15 ttJd2, el desarrollo no es un término importante de la ecuación. Algunos programas de ordenador, por cierto, dicen que la posición tras 14 ... ~xf7 es favorable a las negras, valorándola en "0,50", es decir, medio peón. Si pregunta a otros maestros por qué era mala 7 ttJxf7 en el primer diagrama, le responderán con jugadas, no con palabras. "No puedes jugar eso, debido a 7 ... 1:I.xf7 8 ~xf7+ ~xf7, Ysi 9 f4, entonces 9 ... d5 10 fxe5 ~ g4" , etc. Pero algo que se condena de forma tan radical como 7 ttJxf7 debe ser malo por razones más bá-

sicas que un largo análisis. No hay análisis que explique por qué las negras pierden, en el diagrama 2. Otros maestros puede que traten de hallar una explicación para conceder a ttJxf7 un signo "?" -si no un "??"- en el hecho de que las blancas están cambiando su alfil " bueno" . Pero entregar el otro alfil y un caballo -o incluso dos caballos- por torre y peón seguramente merecerían el mismo signo de interrogación. Después de todo, las blancas tienen dos caballos contra torre y dos peones en el diagrama 2. ¿Por qué existe tanta incertidumbre acerca de una posición que se produce ya en plena apertura? Sospecho que hay varias razones: (a) Muchos jugadores de hoy no se toman en serio lo descubierto hace varias décadas: dos piezas menores son más valiosas en el medio juego que una torre y un peón o peones. Una torre hace algunas cosas excepcionalmente bien. Puede atacar peones en ambos flancos, confinar al rey enemigo en una fila o una columna, coronar un peón pasado o detener a un peón contrario. Pero donde tienen más peso estos factores es en el final, cuando la torre adquiere mayor potencia de juego. Jenkin - Adams Bundesliga 2002

(Ver diagrama 6.) Las negras tienen calidad de ventaja, pero el rey de las blancas está mejor situado, y además cuentan con un peón pasado que les permiten ofrecer 20 jugadas de resistencia, después de 1 ... ~f7 2 ttJc5 ~e7 3 ~c3.

"PEÓN = 1, CABALLO = 3 ... "

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Akopian - Kasparov Ljubljana 1995

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Juegan negras

Sin embargo, si la torre actúa como tal, con 1 ••• l:tc4!, las blancas pueden rendirse en el acto, pues la torre negra paraliza a rey, caballo y peón b contrarios. El problema es que una torre no puede actuar como una torre en la primera fase de la partida, mientras que las piezas menores sí pueden actuar en todo su potencial. E l medio juego es el teatro del ataque y, como dijo Rudolf Spielmann, "caballo y alfil están mucho mejor equipados para el ataque que torre y peón". Las piezas pueden no estar bien coordinadas en el final , pero encajan de forma soberbia con una dama en el medio juego. En el diagrama siguiente vemos que las negras han sacrificado pieza por dos peones. Eso no es suficiente, pero su caballo centralizado y las amenazas de que disponen (empezando por 1 ... ttJxf3+ 2 ~xf3 Axb2) les conceden posibilidades de supervivencia.

Juegan blancas

1 ~g2 ttJc2? Esto gana material, pero era mejor preservar su fuerte caballo, con 1 ... ttJfS 2 'tWe2 Axb2 3 ~xb2 ttJd4. 2 l:txc2 'tWxc2 3 Axg¡ ~xg¡ 4 ttJg5! Las tablas dicen que las negras están ahora, como mínimo, igual. Pero las dos piezas menores blancas operan de forma espléndida con su dama , lo mismo que en caso de 4 ... e6 5 ~eS+ ~g8 6 ttJe4. La partida siguió así: 4 ... h6 5 ~e5+ ~g8, y ahora, en lugar de 6 ttJe6? fxe6 7 'tWxe6+ ~g7 8 ~eS+ ~g8 9 A dS+ l:txdS, con tablas, las blancas hubieran podido ganar con 6 ttJxf7! ~xf7 7 A g4!. Por ejemplo: 7 ... l:tc6 8 l:te1 ~g8 9 Ae6+ ~h7 10 A dS! l:tcd6 11 'tWxe7+ ~h8 12 l:te6!. Hay otros dos factores para explicar los diagramas 2 y 5. (b) El valor de las piezas cambia según la accesibilidad de los objetivos. Aunque una torre controle una columna abierta -como suele ser típico en el medio juego-, a menudo carece del poder ofensivo de una pieza menor, porque no tiene el tipo

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

de objetivos de que disponen las piezas ligeras. Sólo en fases posteriores (como cuando una torre se desplaza de el a e3 y luego a g3 para atacar g7, en el medio juego, o cuando alcanza la séptima fila en el final) puede la torre realizar plenamente su potencial. Por último: (c) Dos piezas a menudo vencen a una. Esto es evidente para principiantes, pero se les dice pronto que es ingenuo. Después de todo, una dama es mucho mejor que dos caballos. Pero si observa el final de ~ vs tLltLl, descubrirá que las dos piezas casi siempre hacen tablas, si pueden cooperar entre sí.

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Juegan blancas

Las blancas tienen una considerable ventaja material (+2 ó +3, según la típica tabla de ordenador). Normalmente, una ventaja de +2 es suficiente para ganar, y aquí las blancas tienen una ventaja que es varias veces mayor de la que las negras disfrutan tras 7 tLlxf7 en el primer diagrama. Además, las piezas blancas están bien situadas y los caballos negros distan de ser activos.

Con todo, desde que, hacia 1760, Giambattista Lolli analizó estas posiciones, se sabe que las mismas son de tablas muertas. Ya puede usted buscar explicaciones sofisticadas por las que esto es posible, pero hay una que es evidente: el valor de las piezas negras se incrementa con respecto a las blancas, por la sencilla razón de que las negras cuentan con dos piezas y las blancas sólo con una. (Si añade un tercer caballo negro, el material estaría aproximadamente igualado y, sin embargo, es relativamente fácil comprobar que la dama no tiene virtualmente posibilidades de ganar. Los caballos, en cambio, tendrían excelentes perspectivas de vencer -tres piezas contra una-, a menos que las blancas puedan sacrificar la dama y hacer tablas, a causa de material insuficiente. ) Dicho de otra forma , dos piezas tienden a vencer a una, porque la suma de las partes, en situaciones de desequilibrio material , es mucho mayor si operan conjuntamente. Este principio de cooperación , que Enmanuel Lasker mencionó en su Manual de ajedrez , es lo que Steinitz no entendió bien cuando trató de desarrollar un enfoque científico del juego. Lasker no aportó ilustración alguna de ese principio, pero se nos viene a la mente la posición que sigue: Steinitz - Lasker

Nuremberg 1896 (Ver diagrama 9.) Las blancas tienen una posición muy bien centralizada, pero las negras disponen de cinco piezas que pueden atacar el enroque enemigo, en contraste con el úni-

"PEÓN

= 1, CABALLO = 3 ..."

Peón de torre = Peón de caballo o de alfil Peón central = Alfil = Dama = Caballo = Torre =

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Juegan blancas

co caballo blanco que lo defiende. Lo que siguió fue un error de cálculo, pero también una mala comprensión de la fuerza de las piezas coordinadas. 1 ~b5! '*Yh5! Las negras amenazan 2 ... g4. 2'1Wxb7? ~xh2+! 3 lLl xh2?! l:th4 y las negras ganaron después de 3 f3 (3 ~c7 lLlg4) 3 ... l:t xh2 4 W1c7 l:t h1+ 5 ~f2 ~h4+ 6 '*Yg3 ~xg3+ 7 ~xg3 l:txf18 1:1xf1 1:1 xe3. UN POCO DE mSTORIA, UN POCO DE MATEMÁTICAS Nuestro enfoque del cómputo de puntos tiene su origen en el predecesor medieval del ajedrez, el Shatranj, como H. 1. Murray observa en su Historia del ajedrez , en la que cita tablas de manuscritos árabes que empleaban un formato que es el reverso de nuestras tablas: en lugar de un peón, como denominador común, los árabes basaban sus valoraciones en la torre, la pieza más poderosa. Pero si traducimos su formato a las nuestras, una típica tabla de Shatranj sería ésta:

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1

= 1,5 2 2

3 5,5 8

Tenga presente que, según las reglas medievales, la dama sólo podía mover una casilla, y el alfil sólo dos casillas en diagonal. No obstante, los sabios del Shatranj reconocían que estos valores de la tabla eran cambiantes durante el curso de una partida. Lo típico era que una torre aumentase de valor, decían, lo mismo que sucede en el juego emparentado del Shogi. La primera tabla con las reglas modernas del ajedrez parece datarse de Studies 01 Chess, una edición inglesa del libro de André Philidor, Analyse du Jeu des Échecs. El historiador Robert John McCrary señaló que el editor de la edición de 1817 dellibro, Peter Pratt, creó una tabla basada en 15 criterios: "radio de acción con el tablero despejado", "compromiso de obstrucción", "puntos adicionales de apoyo", "radio de acción local", "facilidad general de tránsito", "fuerza de ataque transitivo", "facultad de desalojo", "facultad de circinscripción", etc. A pesar de esta jerga un tanto críptica, el análisis del libro se traduce en un sistema notablemente moderno de valores. Pratt elaboró sus cifras hasta dos decimales, y luego las redondeó: Peón Caballo Alfil Torre Dama

1 3 3,5 5,5 = 10

20

EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

El libro alemán Handbuch des Schachspiels, de 1843 incluye una tabla muy diferente. Sus principales diferencias eran que los alfiles y los caballos se consideraban de un valor 3,3 y la torre 5,7. Observe que la tabla de los Studies significa que la liquidación 7 CiJxf7 del primer diagrama sería equivalente, mientras que según la del Handbuch sería ligeramente favorable a las blancas. Se han realizado varias tentativas por establecer una base matemática para los valores relativos, como determinar la movilidad media de cada pieza (el promedio de todas las posibles jugadas de una pieza puede obtenerse al situarla en cada una de las 64 casillas de un tablero vacío). Por ejemplo: un rey dispone de tres jugadas cuando está situado en uno de los cuatro rincones. Puede efectuar cinco jugadas en cada una de las demás casillas de una banda, y 8 jugadas en las 36 casillas restantes. El resultado de 4 casillas x 3 jugadas + 24x5 y 36x8 da 420 jugadas posibles. Dividida esta cantidad entre 64 nos da un promedio de 6,5625 jugadas de rey. El matemático ruso Evgeni Gik repitió el proceso para las demás piezas y luego dividió los totales entre 2,1875, la movilidad media del peón. El resultado fue: Peón Caballo Rey Alfil Torre Dama

== 1

2,4 3 4 6,4 10,4

De esta tabla resulta que el alfil vale 1,5 peones más que el caballo, de modo que hay algo que no está claro. Hace veinte años, cuando escribí acerca de las

diversas tablas para la revista Chess Life, recibí varios comentarios de matemáticos. Uno expresó su confianza en que había una base numérica para los valores de las piezas. " ¡El ajedrez es un problema de álgebra! ", explicaba. Otro, David F. Meadar, dijo que debía considerarse un factor que él llamaba "retirada", es decir, el número de casillas que una pieza debía alejarse para estar segura, al ser atacada por una pieza contraria. Y añadió otro factor, "eficiencia", por lo que llegaba a esta conclusión: Caballo Alfil Torre Dama

== 3,65 == 3,92

6,44 10,23

Pero esta tabla plantea problemas evidentes, lo mismo que otras tablas basadas en las matemáticas, como el valor descontado de la dama en relación con la torre. Quizá Howard Staunton tuviese razón al decir que tratar de determinar los valores de las piezas "con exactitud matemática ... parece ser un gasto de ingenio y de investigación sobre un objeto inalcanzable". Lasker en su Encyclopedia of Carnes (tomo 1), dijo que su método "especulativo" de deducir los valores de las piezas había sido propuesto por Leonhard Euler, conocido por los jugadores de ajedrez por sus tours de caballo, pero por todos los demás como uno de los más grandes matemáticos de todos los tiempos. Lasker, matemático él mismo (que incluso tiene un teorema con su nombre), trató de elaborar un sistema de cómputo, al menos para cada fase de la partida, y explicó su objetivo en su Manual de ajedrez: "Para fijar el valor de cambio de peones y piezas y la jugada a fin de decidir si

"PEÓN

podemos sacrificar un peón por tantas jugadas ganadas en desarrollo y cuestiones similares..." . Algunas de las conclusiones de Lasker parecen pintorescas. Por ejemplo: afirmaba que el alfil de rey valía media unidad más que el alfil de dama y que la torre de rey valía una unidad más que la torre de dama. Según la tabla de Lasker, el Gambito Cochrane ... 1 e4 eS 2 tLlf3 tLlf6 3 tLlxeS d6 4 tLlxf7 ~xf7 S d4 ... podría evaluarse de esta forma: la blancas han cedido su caballo rey (4,5 unidades) por el peón e (2) y el peón f (1,5) Y algunas jugadas de desarrollo.

Si decimos que hemos ganado dos tiempos, la tabla de Lasker cuenta eso como 1 unidad para la primera jugada y 4/5 para la segunda. Eso hace, en conjunto, casi 5,5 unidades de compensación por el caballo, es decir, más que suficiente. Si decimos que sólo se ha ganado un tiempo, entonces 4 tLlxf7 es una transacción equivalente según la fórmula Lasker (en cuyo caso, las negras tienen +2 en el diagrama 5). Lasker sigue diciendo que quería incluir valores de puntuación para "casillas

= 1, CABALLO = 3 ... "

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dominantes", pero llegó a la conclusión de que el resultado podría ser un caos numérico. Es difícil no estar de acuerdo: el ajedrez no es la aritmética. VALOR ESTÁTICO, ABSOLUTO

y PROMEDIO Las diversas tablas pintan el valor "absoluto" de las piezas o su valor "estático", su valor "de cambio" y ese viejo concepto del valor "relativo". Los términos cambian pero el denominador común a todas ellas es trazar una línea entre el valor teórico de una pieza y su valor real en el tablero. SpieLmann escribió: "Todas las unidades de ajedrez tienen, en el lenguaje de la bolsa, dos precios: el valor paritario y el valor de cotización. El valor paritario representa el absoluto, el precio día a día, su valor relativo." Spielmann reconocía que el va lor relativo de las piezas es fluctuante durante el curso de una partida, lo mismo que es cambiante el valor de una estructura de peones. A medida que van cambiándose las piezas, un fuerte centro de peones significa cada vez menos, como observó Bobby Fischer, y en el fina l los peones colgantes "resultan, por lo general, ser débiles", como precisó Boris Spassky. Lasker creó su tabla para tratar de la parte inicial de la partida, pero habló del "valor en el final". Este término puede ser el más acertado, porque es en el final donde las piezas están más cerca de su "verdadero" valor. El valor en el final es lo que cuenta en ajedrez (a menos que la partida esté liquidada en el medio juego). En la apertura, un peón de torre puede valer sólo la cuarta parte de un peón central, como afirmó Lasker, o me-

22

EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJ EDREZ

dio peón, como sugirió Spielmann. Pero en el final un peón es un peón es un peón l . Cuando hay menos piezas y peones en el tablero, su valor depende menos de su emplazamiento. "Cuanto más sencilla sea la posición, mayor peso adquiere el valor absoluto", dijo Spielmann.

más piezas y sólo un par de peones. Eso deja a las dos piezas sin oposición (caballo blanco y alfil negro), con los demás peones y los reyes.

Nimzovich - Rubinstein

Sernmering 1926

Juegan negras

Esta posición podría haber sido citada por Tarrasch cuando declaró que " un caballo en el centro, apoyado por un peón propio, y no sometido a ataque por parte de los peones contrarios, no es menos valioso que una torre". (Se cubrió un poco en La partida de ajedrez, diciendo que un caballo así "es casi tan fuerte como una torre".) Pero avancemos unas 20 jugadas y supongamos que se hayan cambiado las deI Alude al famoso verso de Gertrude Stein, a rose is a rose is a rose (una rosa es una rosa es una rosa), para desmitificar la excesiva adoración poética de la rosa. N.d.T.

El caballo se ha devaluado. Sigue disponiendo del mismo radio de acción y movilidad. Pero su emplazamiento ya no es tan significativo como lo fue antes. Después de .. .f6, las negras tendrían buenos motivos para esperar ganar este final. Pensando en términos de "valor en el final" de las piezas nos permite evaluar adecuadamente a un rey. El rey no tiene valor de cambio, por supuesto, y por esa razón los ordenadores le asignan un valor astronómico (200 peones o unidades). Pero el valor ofensivo o defensivo del rey puede ser considerable. James Masan y Leopold Hofter citan a "autoridades alemanas" para afirmar que el rey equivale a cuatro peones (Van der Lasa consideraba que su valor era superior al del caballo y el alfil). Por otra parte, un matemático soviético, A. Guliaev, lo situó en 2,8, el mismo valor que asignó al caballo. Lev Alburt considera que el valor ofensivo del reyes de 2,5, mientras que Alexei Suetin consideraba más apropiado el valor 5.

"PEÓN = 1, CABALLO = 3 ... "

Aunque sólo puede moverse a la distancia de una casilla en cada jugada, en un final el rey puede ser una pieza temible.

23

10 ttJd6 b6 11 ..tfe7 g5 12 ..tfb8! gxh4 13 gxh4 aS 14 b5!

Naiditsh - Blaubert Budapest 1998

l4

/3

Juegan blancas

1 ..tfb3 ttJe4 2 ttJf5 ttJd2+ 3 ..tfc3 ttJe4+ 4 ..tfd4! ~ xc2? La torre penetra después de 4 ... ttJf6 5 ~c3. Pero es la posición del rey la que concede ventaja a las blancas, tras 4 ... g6! 5 ttJe7+ ..tff7 6 ttJxd5 ttJxg3 7 ..tfe5 ~ e2+

8

~e3.

5 ..tfxd5 ttJf6+ 6 ..tfe5 ~e2+ 7 ..tfd6! Amenazando barrer el flanco de dama, con ..tfc7 ... 7 ••• ~c2 8 ..tfe7! ... y ahora amenazando mate. La diferencia de juego entre los dos reyes es sorprendente y, en última instancia, decisiva. 8 ... ~e2+ 9 ..tfd8 ~e5 Si las negras tratan de explotar la incapacidad del rey de proteger a sus piezas, con 9 ... ~ e8+ 10 ..tfc7 g6 11 ttJd6 ~ e7+ 12 ..tfc8 ~d7 , las blancas vuelven las tornas con 13 g4!, Y ganan. Ahora:

El peón b está amenazado (..tf b7xb6) , y 14 ... ttJd7+ 15 ..tfc7 no sirve de mucho, pues si 15 ... ~ e7?, 16 ttJc8. La partida finalizó con 14 .•. ~ eS 15 ..tfb7 ttJd5 16 ttJe4 ~e7+ (16 ... l:. xb5 17 ..tfc6!) 17 ..tfb8 ~e4 (17 ... ~d718 ~xd5) 18 ~ xd5 1:txe419 ..tfe7 a4 20 ..tfxb6 ~e3 21 ..tfa7 ~ xa3 22 b6, Ylas negras se rindieron. VALORES DE DESPLAZAMIENTO Debido a situaciones como esa, en la que un rey resulta superior a una torre, los jugadores de ajedrez necesitan un buen sentido de los valores de las distintas piezas. El ajedrez no es la aritmética, pero tampoco es el juego de damas. Con todo, el respeto a las tablas impide que muchos jugadores alcancen el nivel de la maestría. Los debutantes aprecian rápidamente que un caballo es mejor que un alfil al empezar la partida. "Bueno, sÍ", dice el jugador experto, "pero eso se debe sólo a que en la primera jugada puedes mover un caballo y no puedes mover un alfil, hasta que no juegues algún peón".

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

Pero los jugadores experimentados no están dispuestos a admitir -quizá porque están tan habituados a la tabla- que un caballo es, a veces, más activo, más amenazador, es decir, más importante que un alfil en las diez primeras jugadas de la partida. Esto puede parecer trivial, pero resulta que es una cuarta parte de una partida tipo de 40 jugadas. Los caballos suelen ser protagonistas en muchas posiciones típicas de apertura, como en ésta de la Apertura Inglesa.

(Esta posición se produce después de 1 e4 e5 2 tDe3 tDf6 3 g3 d5 4 exd5 tDxd5 5 ~g2 tDb6 6 tDf3 tDc6 7 O-O~e7 8 a3 O-O 9 b4 ~ e610 nb1 f611 d3 tDd4 U tDd2 c6 13 tDde4.) O bien, en esta otra de la Defensa Benoni Moderna: (Ver diagrama 16.) (Posición tras 1 d4 tDf6 2 e4 e6 3 tDf3 eS 4 d5 exd5 5 exd5 d6 6 tDe3 g6 7 e4 ~ g7 8 ~e2 O-O9 O-O neS 10 tDd2 tDa6 11 f3 tDe7 U a4 tDd7 13 tDe4 tDe5 14 tDe3.) El GM Gennadi Timoshchenko estudió una base de 150.000 partidas y llegó a la conclusión de que la captura ~ xtD a

menudo tiene sentido en la apertura, porque en la fase inicial el caballo, sencillamente, es más útil. "Un programa de ajedrez bien diseñado debería ser consciente del hecho de que, al comienzo de la partida, el caballo se encuentra en la plenitud de su fuerza , en relación con el alfil, y su fuerza relativa disminuye, a partir de entonces", escribió el citado gran maestro en lCCA Journal (diciembre de 1993). En comparación, las torres esperan en los márgenes. Su tabla de valores suele ser potencial hasta la jugada 15 y, con frecuencia, incluso más allá. Regularmente podemos ver piezas menores que juegan un papel más significativo que las torres en posiciones con el centro cerrado, pero también en aperturas como la Ruy López o el Gambito de Dama Aceptado: 1 d4 d5 2 e4 dxe4 3 tDO tDf6 4 e3 e6 5 ~ xe4 e5 6 O-O a6 7 a4 tDe6 8 ~e2 exd4 9 n dI ~ e7 10 exd4 O-O 11 tD e3 tD d5 12 ~d3 tDeb4 13 ~b1 b6 14 tDeS ~b7. (Ver diagrama 17.) Sólo ahora podemos ver a una torre que actúa como tal, si las blancas juegan 15 na3. Las aperturas en que una torre realiza una aportación importante en las 15

"PEÓN

primeras jugadas, como el Gambito Benka, o las líneas con ~ b1 de la Defensa Grünfeld (Variante del Cambio) son relativamente raras. Hay aquí una paradoja: la temprana inferioridad de algunas piezas radica en su superior valor potencial. No desarrollamos pronto una dama porque no podemos permitirnos perderla, o perder tiempo al ser atacada por piezas de valor inferior. Sólo un principiante desarrollaría torres en una posición de apertura, como ~ a3 ó ~ h3. O un renegado. Bronstein - Deep Bine Jr.

Bruselas 1996 1 e4 eS 2 b4 cxb4 3 a3 d5 4 exd5 5 lLlf3 e5 6 axb4 ~xb4 7 ~ a3!? (Ver diagrama 18.)

~xd5

David Bronstein emplea su estrategia favorita, al enfrentarse a computadoras, ofreciendo un sacrificio de calidad a cambio de la iniciativa, con el rey enemigo retenido en el centro. El sacrificio no debe aceptarse, pero Bronstein sabía que la máquina no podría resistir la tentación de hacerlo. Dijo que 7 ~a3 era un mensaje a su oponente:

= 1, CABALLO = 3... "

25

"He aquí su problema. Resuélvalo. Piense, si puede, por qué una torre puede situarse en una casilla atacada por un alfil. ¿Su contrario no lo ha visto o se olvidó de que era más fuerte que el alfil?" 7 ... ~ xa3 8 ~xa3 e4 Cuatro años antes, Bronstein había empleado esta apertura contra el gran predecesor de Deep Blue, Deep Thought 11, y la máquina se defendió con 8 ... ~a5, 8 ... ~ d7 y8 ... ~g4 . 9 lLlc3 "lWa5 10 lLlb5! Para explotar d6, las blancas deben subir la apuesta a una torre (10 ... exf3 11 ~xf3 lLlf6 12 ~d3! ~e6 13 ~d6). Deep Blue Jr. invirtió 10 de los 30 minutos del tiempo de reflexión, asignados para toda la partida, en 10 ... lLlc6, y acabó haciendo tablas tras una lucha feroz. Incluso una mínima ventaja material, como ~ vs lLl, hace que seamos prudentes en perderla por un desarrollo prematuro. Por ejemplo: en la Nirnzoindia, las blancas a menudo se hacen con la pareja de alfiles, tras ... ~xc3. Pero tienen su alfil de casillas negras en el, fuera de juego, lo que normalmente hace que sea la última pieza en desarrollarse.

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PI EZAS EN AJEDR EZ

TRANSITORIEDAD Cuando el juego pasa de la apertura al medio juego, percibimos otros cambios en el empleo de las piezas. Uno de mis lectores de Chess Life, Greg Beil, examinó la movilidad (número de casillas atacadas) en una muestra de partidas elegidas al azar. Descubrió que el promedio de movilidad cambiaba de forma acusada para las piezas más fuertes, a medida que la partida avanza: Jugadas n. o 6-25

Dama Torre Alfil Caballo

6,6 2,6 3,1 3,3

26-45 7,0 4,3 3,5

3,3

46-65

9,6

entre un 5 y un 10%, tras un cambio de damas. El MI norteamericano Larry Kaufman, en su propia base de datos de 300.000 partidas, concluyó que la observación de Capablanca acerca de torres y caballos era igualmente cierta en el caso de cambios de peón, no sólo con los cambios de piezas. Los entrenadores de la era soviética interpretaron el tema de forma diferente: los alfiles incrementan en valor, en relación con otras piezas, a medida que la partida avanza, decían. Hasta un simple vistazo al tablero puede confirmarlo. La siguiente posición procede de la partida Priehoda-Asrian, Batumi 2002.

5,1 3,8 3,3

Esto ofrece otra explicación a los diagramas 2 y 5. Algo que ya se había entendido hace 200 años. Como escribió J. H. Sarratt, en 1808, "las torres y los peones ( .. .) incrementan su valor a medida que la partida se acerca a su conclusión ". Por esto es por lo que debe evitarse cambiar una pieza por tres peones en la primera fase de la partida, mientras que una pieza por dos peones a menudo es una buena transacción en el final, añadió Sarratt. José R. Capablanca era consciente de la naturaleza transitoria de los valores de las piezas, cuando escribió en A Primer of Chess, que un caballo se vuelve más débil a medida que se van cambiando piezas, mientras que una torre se hace más fuerte. Timoshchenko cuantificó este hecho, afirmando que los programas de ordenador deberían ajustarse de forma que un caballo aumentase su valor entre un 3 y un 5% , tras un cambio de torres, y lo disminuyese,

Juegan blancas

Las blancas tienen el juego más libre que normalmente obtienen en esta línea de la Variante Cambridge Springs, en el Gambito de Dama Rehusado (1 d4 dS 2 c4 e6 3 lLlf3 lLlf6 4 lLlc3 c6 5 ~gS lLlbd7 6 e3 ~aS 7 lLld2 dxc4 8 A xf6 lLlxf6 9 lLl xc4 Wilc710 ~e711 il,e2 O-O 12 O-O 1:t d8 13 a3 ~d714 b4 ~ e81S ~b3 1:tac8). Las

:c1

negras tienen la pareja de alfiles, pero con 14 peones en el tablero los alfiles no pueden hacer gran cosa. Tampoco, por supues-

"PEÓN = 1, CABALLO = 3 .. ."

27

to, el alfil blanco. La posición está más o menos igualada. Pero diez jugadas después...

2/

20

Juegan negras .. .la superioridad de las negras se está haciendo clara. El período de superioridad de los caballos ha finalizado, y ahora los alfiles negros disponen de diagonales abiertas y de, al menos, un objetivo en a4. El juego siguió con 16 .lHd1 b617 ~ f3 'iVb8 18 g3 lDdS 19 lDe4 h6 20 ~ g2 a6 21 lDeS fila7 22 l:t c2 aS! 23 bxaS '+Wxa5 24 lD c4 'iVa7 25 a4 eS! 26lDb2. Finalmente, si avanzamos otras diez jugadas (26 ••• lDb4 27 l:t cc1 cxd4 28 lhc8 1:[ xc8 29 l:t xd4 lD c6 30 lD d6 l:t d8 31 ~ xc6 ~ xc6 32lDbS ~a8 33 W/d1 l:t xd4 34 exd4 ~d8 35 f3 ~f6) (Ver diagrama 21.) vemos que las blancas han quedado en posición perdida. Hay mejoras, por supuesto, como 30 l:t d2 y 32 lD bc4, pero lo cierto es que las blancas no han cometido ningún error grave. Los alfiles negros dominan y el segundo jugador convirtió rutinariamente en victoria su ventaja: 36 lDc4 ~ xbS 37 axbS

~d5 38 ~b3 ~ xd4+ 39 ~g2 ~ eS! 40 ~c2 'iVd4 41 f4? ~gl+ 42 ~f3? ~n+. Las blancas se rindieron. Tarrasch tenía sus propias ideas acerca de los cambios en el valor de las piezas durante el curso de una partida. Dijo, por ejemplo, que un caballo vale generalmente más de tres peones en la apertura o el medio juego, pero no necesariamente en el final. Añadió que el valor de la calidad aumenta a medida que el juego avanza. Cecil Purdy convirtió esto en un consejo didáctico: si pierdes material en la primera fase del juego, es mejor perder calidad que un peón. Tarrasch dijo que toda relación de material que implicase a una torre, como, por ejemplo, dama contra dos torres, cambiaría a medida que el medio juego se encaminase hacia el final. Realizó otras observaciones en La partida de ajedrez , basándose en lo que llamaba "valor relativo" . Pero luego informaba a sus lectores -pasadas 200 páginas de su libro- de que una vez que hubiesen mejorado su capacidad ajedrecística, podían olvidarse de todo lo que habían leído: "Debemos ser absolutamente claros en este punto. Las estimaciones que he comentado a este respecto, en la sección con-

28

EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

sagrada a los elementos, son completamente falsas para jugadores de más alto nivel."

Spassky - Pomsch Match Leningrado-Budapest 1961

EL JUGADOR PRÁCTICO Si Tarrasch, el más didáctico de los didactas (y el más pedantesco de los pedantes) sabía que nadie puede ceñirse a reglas férreas, eso debería decirnos algo. Quien se toma en serio el ajedrez -yen particular, sus resultados en torneo-, debería tirar a la papelera la tabla de valores. Al tomar decisiones prácticas, debe confiar en otra información, y responder a preguntas como: ¿Debo sacrificar la calidad por un peón y la iniciativa? ¿Vale la pena entregar el par de alfiles para ganar un peón, o a la inversa? ¿Sirve de ayuda cambiar torres cuando mi oponente tiene los dos alfiles? ¿Cuándo tiene sentido cambiar la dama por las dos torres? Etc. Estas decisiones no se relacionan bien con la tabla de valores peón=l , caballo=3, etc. Forman parte de las relaciones especiales de material que cambian el curso de una partida. De eso trata este libro. Los grandes maestros han aprendido algunas cosas acerca del material que rara vez comparten con otros. Saben, por ejemplo, que la diferencia entre un alfil y un caballo depende no sólo de la estructura de peones, sino también de la presencia de piezas pesadas. Capa blanca, en Fundamentos deL ajedrez, señaló que un alfil es superior a un caballo cuando cada bando tiene una torre, pero el alfil puede ser inferior, si la torre se sustituye por una dama.

22

Juegan negras

Una aplicación práctica es que con l:t+.t vs l::t+lU, los maestros no cambian la torre sin una buena razón. 1... l::tf7 2 1:[e8+! La ventaja blanca se desvanece tras 2 :[ xf7 ~xf7 3 ~d3lUf2+ 4 ~e3lUd1+ , ó 4 ~e2lUe4. 2 ... ~h7 Las posibilidades prácticas de las negras son escasas, con tantos peones en casillas de ese color, pero podrían haber intentado 2 ... l::tf8!? 3 1:[xf8+ ~xf8. Por ejemplo: 4 ~d3 ~f7 5 ~e4 lUf6+, y ahora 6 ~ xf6 ~xf6 7 ~d5 ~f5 8 ~xc5 ~g4 puede ser sólo tablas. Pero 6 ~e5! debería ganar. 3 ~b3 lUf6 4 l::t eS lUd7 5 1:[ ds l::t e7 6 a4 ~g6 7 hs+! ~f7 8 g4! Las bien coordinadas piezas blancas pudieron anotarse el punto con: 8 ... ~e8 9 aS a6 10 gs! hxgs 11 l::t xgs ~f8 12 ~c2 1:[17 13 ~d3 1:[(3+ 14 ~e4 1:[17 15 l::tg6 lUb8 16 ~ds lUd7 17 ~e6 lUb818 ~d6.

"PEÓN = 1, CABALLO = 3 ... "

29

23

Las negras se rindieron. Se gana claramente después de, digamos, 18 ... ltJd7 19 l1xg7. Los grandes maestros saben también que muchos desequilibrios (2 piezas menores vs 11 + t3, ; 'ti' vs 3 piezas menores, etc.) están estrechamente relacionados con la cantidad total de materia! que existe en el tablero. Un sacrificio de calidad puede ser correcto cuando le quedan tres piezas menores, pero totalmente incorrecto cuando sólo le queda una. Cambiar torres es un error corriente en casos de otros desequilibrios. Kamsky - Salov Match Candidatos FIDE 1995 La partida (Ver diagrama 24.) Para aliviar la presión sobre su rey, las negras jugaron 1 ... l1ab7? Anatoli Karpov explicó por qué esto es un error: "En el 99% de las posiciones con 'ti'+11 vs 1111+pieza, el segundo jugador debería evitar cambiar torres." La razón, explicaba en su libro sobre el Campeona-

Juegan negras to Mundial FIDE de 1996, es que dos torres y una pieza pueden coordinarse muy bien contra dama y torre. Eso significa que 1 ... l1ad7! habría ofrecido mucha mayor resistencia. 2 l1xb7 l1xb7 3 dS Al tratar de frenar a! peón pasado (lo que hubiese sido mucho más fácil con una segunda torre), las negras pronto se equivocaron y perdieron. TOMA DE DECISIONES

Los desequilibrios significativos en ajedrez son conocidos. Entre los capítulos 7 y 10 los consideraremos en detalle. Entre ellos se encuentran la calidad, dama por piezas y las diversas situaciones que p ueden producirse de alfil contra caballo, que son tan frecuentes y que en cada caso tienen sus propias reglas y características. Por ejemplo: los desequilibrios de dama enfatizan en la estructura de peones. La iniciativa es una preocupación menor, a diferencia de otros desequilibrios, como torre contra dos piezas menores. Confiar en las tablas a! decidir si entrar o no en

30

EL VERDADERO VALOR DE LAS PI EZAS EN AJEDREZ

uno de estos desequilibrios acarrea mucho peligro. Stoeek - Kristjansson Plovdiv 2003

Observe que la decisión de las negras, 1 ... l:tcd7?, conduce directamente a un final "puro" de 'iY vs lll:t , sin otras piezas que lo compliquen. Como las tablas se basan en el "valor en el final ", aquí es donde deberían ser más precisas. La experiencia demuestra que si añadimos piezas menores a cada bando, la dama es superior a las torres. Como directriz práctica, esto significa que normalmente al jugador con las torres le conviene cambiar piezas menores tan pronto como pueda. Krasenkow - Speelman Baturni 1999

25

Juegan negras A pesar de un prematuro avance ... d5d4, las negras deberían resistir con 1 ... Wh7, de forma que 2 e3 dxe3 3 l:t xd8?? no sea jaque. Pero no evaluaron correctamente la situación: 1 ••• l:t ed7? 2 e3! dxe3 3 l:t xd7 exd2 4 l:txd8+ Wh7 5 l:t8xd2 ~c3 Las negras han entregado sus dos torres por la dama. Esto se considera normalmente una transacción desigual que concede aquí una pequeña ventaja material a las blancas. Pero la estructura de peones es lo que decide. Las blancas tienen una importante mayoría en el flanco de dama. Siguió: 6 l:td3 'tWe2 7 l:t1d2 ~b1+ 8 Wh2 eS 9 aS! bxaS 10 l:t c3! El peón pasado es decisivo. Las negras siguieron luchando con 10 ... a4 11 bxa4 'iYb4 U l:tec2 'iYxa4, pero quedaron claramente perdidas después de 13 eS ~e6 14 hS fS 15 l:t d6 'iW e4 16 l:t b2 'iY f3 17 e6 ~xhS+ 18 Wg1.

Juegan negras Según las tablas de valores, el material está igualado. Pero los maestros saben que la dama aumentará, en general, la fuerza de sus piezas menores, en detrimento de las piezas menores contrarias. Así pues: 1 ... ~f6! 2 hS ~ eS! Sin el alfil, los peones blancos del flanco de rey serán vulnerables al ataque de las torres, y el nuevo peón e negro se vuelve peligroso. 3 ~ xeS dxeS 4 'We3 Después de 4 ••. l:t e8? 5 h6 e4 6 g4 l:t ti

"PEÓN

7 gS l:tf3 8 ~e1, las blancas ganaron la ca-

rrera de peones. Sin embargo, con la más precisa 4 ... l:te7! S h6 e4 6 g4 l:tf3 7 ~gS l:tífl (amenazando 8 ... e3), las negras deberían hacer tablas como mínimo, e incluso ganarían en caso de 8 1iVh4? e3 9 gS e2 10 g6 l:t f6! 11 1iVg3+ ~b7 12 g7 l:tg6. Cuanto más lejos esté el final -donde reina el "valor en el final "- tanto menos fiables son las tablas, y eso plantea un problema al jugador de competición. La mayoría de las decisiones materiales a que se enfrenta -ya sea cambiar un alfil por un caballo o sacrificar o cambiar torres- normalmente tienen lugar mucho antes del final. Por último, una tabla resulta casi inútil uando se trata de otros desequilibrios menos frecuentes. Sirve de poco saber, por ejemplo, que una torre equivale a cinco peones. O que una dama equivale a un alfil y seis peones. Al entrar en un desequilibrio inhabitual, basarse en la tabla de "alores es encaminarse hacia el desastre.

= 1, CABALLO = 3 .. ."

31

La tabla nos dice que las blancas tienen ventaja, lo que puede ponerse de manifiesto con 1 l:tg1 ! g6 2 ~d8+ , puesto que las piezas pesadas, operando conjuntamente, crean posibilidades de mate. Por ejemplo: 2 ... ~f7 3 ~gS ~d4+ 4 ~c1 'lWf6 S ~h6!, y 6 ~h7+ ó l:t d1-d7. 1 ~d2?? He aquí un caso en que cambiar damas, con ventaja material, constituye un craso error. 1 ••• ~xd2+! 2 ~xd2 gS La única esperanza de las blancas es ganar un peón en el flanco de dama, antes de que los peones negros se vuelvan peligrosos pero, como es fácil de ver, eso será imposible. 3~e2

Si las blancas impiden .. .g4 con l:t h1 , la torre deja de actuar como una torre, y no debe sorprender que las negras ganen con 3 ... eS 4 ~e3 ~e6. 3 ••• g4 4 l:t c1 h3 S ~f2 f4 6 l:t c7 g3+ 7 ~f3 h2 8 l:t h7 eS

Grischuk - Shirov Moscú 2002

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Juegan blancas

Las blancas han sacado el máximo partido a sus piezas y, teóricamente, siguen con ventaja material. El problema es que están perdidas, debido a la amenaza 9 ... e4+ y 10 ... g2, en caso de 10 ~xe4 ó 10 ~xf4.

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

La partida finalizó así: 9 :t h6+ cJ;>g5 10 :t h8 e4+ 11 cJ;>g2 cJ;>f5 12 :t f8+ cJ;>e5 13 :th8 cJ;>d414 :th4 cJ;>e3 (Zugzwang) 15 b4 b5 16 a3 a6 17 l:t h8 1'3+ 18 cJ;> xg3 f2 19 cJ;>g2 cJ;>e2, y las blancas se rindieron. Si no podemos confiar en la tabla, ¿en qué podemos confiar? Los maestros de hoy tratan de responder a esta cuestión de dos formas. Algunos argumentan que la tabla está sesgada y que las cifras deben retocarse. Kaufman, por ejemplo, dijo que una dama debería valorarse como 9,75. Un caballo vale 3,25 pero que debería incrementarse en 1/16, dijo también, por cada uno de los

peones que se cambian, cuando hay más de cinco. Aunque esto fuese matemáticamente correcto, es virtualmente inútil cuando usted juega una partida de ajedrez. El otro enfoque, tomado de algunos grandes maestros de elite, es que las tablas, las reglas y los principios no sirven. Sólo sirve el cálculo. Pero el cálculo debe basarse en algún elemento de evaluación. El ajedrez es algo más que visualizar una posición cuatro jugadas antes. Sospecho que podemos obtener mejores respuestas sopesando y evaluando el material, y para empezar necesitamos examinar qué interviene en el valor de las piezas.

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Capítulo 2

Movilidad y objetivos

El valor de las piezas comienza con su movilidad. Cuanto mayor sea el número de jugadas posibles de una pieza, tanto más valiosa será. El jugador comprende, ya en la primera fase de su carrera, que para obtener la mayor movilidad de sus piezas deberá tener en cuenta otros factores, como la integridad de los peones.

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Las blancas han realizado la rutinaria captura de peón hacia el centro, hxg3. Esto puede perjudicarle en el final, porque no podrá crear un peón pasado sin ayuda. Por ejemplo, a 1 g4 las negras pueden responder 1 g5!. Si las blancas siguen con g2-g3 y f2-f4, su rival responde .. .f6, y la 000

mayoría de peones está neutralizada. Si los peones no hubiesen estado doblados, las blancas podrían crear un peón pasado con lh4. De todos modos, cuando dispone usted de elección entre retomar en g3 de pieza o de peón h, normalmente suele ser preferible hxg3, porque de esta forma mejora su movilidad por dos razones. La primera es que su torre obtiene varias casillas a lo largo de la columna h. Además, el antes peón h dispone ahora de dos posibles capturas, a derecha e izquierda, en comparación con la antes única. Las estadísticas de la base de datos de Kaufman indican que un peón de torre normal vale 0,15 menos que los demás peones y, por tanto, mejora, sencillamente, su valor al trasladarse una columna hacia el centro. Pero aunque el valor de las piezas comienza con su movilidad, esa movilidad queda seriamente restringida durante gran parte del juego. Una de las primeras reglas que usted aprendió era que el caballo es la única pieza que "puede saltar" por encima de sus propias piezas o de las piezas enemigas. Cuantos más obstáculos haya en el tablero, tanto peores serán sus otras piezas.

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

E l mejor ejemplo que conocemos es el del alfil malo. Ningún jugador quiere tener un alfil malo. La condición de malo suele dársele cuando se tienen otras cosas in mente. Kovalev - Arizmendi Olomouc 2003

Juegan negras

El peón b blanco no es peligroso, porque a b2-b4 puede seguir ... 'it>c4. Gracias a la excelente diagonal del alfil, las negras no tienen que preocuparse por 'it>d2, porque podrían mantener a raya al rey enemigo con ... 'it>d4. En otras palabras, su posición es perfectamente segura después de 1 ... g5 (2lLlh5 ~g6). Pero las negras tenían ambiciones. 1 ... g6?? Quieren impedir lLlh5 y jugar .. .f5. 2 lLle4! 'it>e6 De otro modo, 3 lLlf6 caza al alfil. 3 gs! No hay defensa contra lLlf6. Después de 3 ... fs 4 lLlf6 hxgs slLlxh7 g4 6 fxg4, las negras se rindieron. Normalmente, no nos preocupa la movilidad de una pieza hasta que se vuelve

realmente mala. Como dijo Hans Kmoch en Pawn Power in Chess (La fuerza de los peones en ajedrez), "el alfil malo tiene mayor significación que el bueno", porque un alfil con un radio de acción adecuado no merece especial atención, y no suele alterar el equilibrio. Cualquier pieza puede volverse mala, incluso una torre, la única pieza cuya actividad básica no depende de la casilla que ocupe, pues en cualquier casilla de un tablero vacío controla 14 casillas. (El alfil, en cambio, puede controlar hasta 13, pero sólo 7, según la casilla en que esté situado.) Pero con la presencia de algunos peones, una torre puede ser muy mala. Grigori Loevenfish, coautor de un famoso libro sobre finales de torres, se concedió a sí mismo una torre lamentable a comienzos de su carrera: Loevenfish - Rubinstein Vilnius 1912

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Juegan negras

Aunque tienen a su rey cortado del flanco de dama, las blancas podrían ofrecer cierta resistencia tras 1 ... 'it>c4 2 Itd1 Y It d2.

MOVILIDAD Y OBJETIVOS

1 ... l:td8! 2 ~f3 l:td2 Después de 3 l:t b1 , las negras ganan con 3 ... ~c4 Y ... ~b3. 3 l:t a2!? Esta trampa es transparente (3 ... ~c4 -l b3+) Y tiene una laguna (4 ... ~xc3), pero las negras prefirieron: 3 ..• l:t d1! La torre blanca no tiene jugada, y las negras amenazan capturarla con ... ~c4b3. Loevenfish se rindió después de 4 ~e2 ll h15 ~d3 l:t g16 c4 l:tg3+. PIEZAS BUENAS Y PIEZAS MALAS La movilidad es tan importante que realizarnos increíbles esfuerzos, sarificios incluidos, para hacer que una pieza sea excepcionalmente buena. En el medio juego, los sacrificios de calidad son habituales como una forma de hacer muy buena a una pieza menor. Anand - Shirov Dos Hermanas 1996

mucho peor después de 2 tDxf5 ~xf5 y 3 ... tDd7 , debido a que las piezas menores negras estarían magníficamente situadas, en particular el alfil de f5. 2 ... a4 3 ~a2 l:t f4! Las negras ofrecen la torre en otra casilla y a cambio de una pieza diferente: 4 ~xf4? exf4 serviría a dos propósitos, uno es abrir la gran diagonal para el alfil de g7, Y eliminar de paso al mejor defensor blanco de las casillas negras. 4c3! Las blancas se disponen a dar seguridad a su rey con 5 ~e3 y 6 0-0-0. Ahora se inició un difícil medio juego, con 4 ••• l:t h4 5 h3 ~f5! 6 tDxf5 gxf5 7 'tWg6. Hasta en el final, donde las piezas suelen tener mayor radio de acción y los valores materiales son más claros, se producen sacrificios para mejorar la movilidad. Fine dijo que situar una torre en la séptima fila equivale a un peón de ventaja. A veces, es igual de importante la octava fila. Plachetka - Bareev Trnava 1989

Juegan negras 1... l:t xf5! 2 'tWg2! Anand dijo que las blancas quedarían

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Juegan negras

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJ EDREZ

Las negras no deberían estar perdidas, pero tienen el problema de defender la torre y el peón atacado (1 ... 1:[ a8 2 1:[ b3 Y 1:[ b7). 1... 1:[e8! Ahora la torre es lo bastante buena como para hacer tablas (2llJd4 d3 (1 oo. c;t>xb42 f7) 2 c;t>e1 f3! 3 gxf3 e2 4 f7 ~f4 Y oo. ~g3++ , o bien 1 A e1 c;t>d3 2 ~ xh4 c;t>d2 3 ~ e1+ c;t>d1 4 f7 ~ a3 5 ~c3 ~c5! y 6 oo. e2++. 1 f7 ~ a3 2 ~g7 f3! 3 gxf3 No 3 f81!V ~ xf8 4 ~ xf8 e2+ 5 c;t>f2 fxg2! y coronan. 3 ... c;t>d3 4 f'SA !!

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJ EDREZ

Promover una dama permitiría 4 ... e2+ S ~f2 ~cS+! 6 ~xcS e1~+ 7 ~xe1, ahogado. 4 ... e2+ El alfil extra juega su papel en caso de 4 ... ~c1 S ~ h6 ~ d2 6 ~g2 ~e1 7 ~cS e2 8 ~f2 , Y ganan. 5 ~f2 e1~+! 6 ~xe1 ~e3 7 f4! ~xf4 8 ~f2 jLc1 9 jLh6+, Y las blancas ganan. La redundancia está reconocida como un elemento clave en las formas orientales de ajedrez. En el Xiangqi hay una pieza llamada cabaLLo, que es el equivalente al nuestro. Hay otra llamada cañón, que se mueve como nuestra torre pero captura de forma diferente. Las dos piezas están consideradas más o menos equivalentes. Los jugadores inexpertos pueden preferir los caballos a los cañones o viceversa, de la misma forma que un ajedrecista principiante prefiere los caballos a los alfiles porque "engañan" más. Pero el jugador de Xiangqi experto sabe que el mejor par de piezas que puede tener es un cañón y un caballo. De ese modo, ninguna de las piezas duplica el trabajo de la otra. En realidad, en el Xiangqi hasta el doblaje de carros (tipo torres) a menudo puede ser una pérdida de tiempo. En nuestro ajedrez hay varias aplicaciones prácticas de redundancia. Por ejemplo: cuando un jugador tiene dos torres y su oponente una (como en posiciones con calidad de ventaja, o cuando dos piezas menores se han cambiado por una torre y peón/es/), normalmente el cambio de torres interesa al primer jugador.

Seirawan - Van Wely

Olimpiada 1998

Juegan negras

Las negras deberían jugar 1 ... l:t eS!. Si pueden incorporar su rey a la acción en el flanco de dama, o por f6, entonces tendrán buenas posibilidades de ganar. Sin embargo: 1 ... tLle4? 2 l:tc2! Las negras deben cambiar torres O perder el peón c. 2 ... l:t xc2 3 l:t xc2 eS 4 l:t b2 tLld6 5 f6! Seirawan aprecia correctamente que el cambio de torres ha modificado la relación de fuerzas, y ahora es él quien tiene posibilidades de ganar, porque su torre puede moverse por ambos flancos. Por esta razón, debería evitar la fortaleza de tablas que se produce tras S l:tx b6 tLlxfS 6 l:tc6 g6. 5 ... b5 6 l:td2 tLle4 7 l:t d8+ ~ h7 8 fxg7 ~xg7 9 l:t e8! f510 l:t b8 b4ll ~h4 Las blancas lograron capturar el peón h y ganaron con el suyo de la misma columna. Los caballos pueden ser redundantes cuando ambos sólo tienen una buena casilla que ocupar. Mark Dvoretsky mencionó

COOPERACiÓN Y REDUNDANCIA

este fenómeno en su teoría de la pieza superflua. En la Apertura Inglesa, por ejemplo, las blancas pueden situar un excelente caballo en dS. Pero si está apoyado por el segundo caballo, digamos, en c3, este último puede desempeñar un papel puramente contemplativo. Por otra parte, puede jugar un papel vital si existe la posibilidad de un cambio del primer caballo, como sucede regularmente en la Siciliana Sveshnikov: 1 e4 eS 2 lDf3 lDc6 3 d4 cxd4 4 lDxd4 lDf6 S lDc3 eS 6 lDdbS d6 7 ~ gS a6 8 lDa3 bS 9 lD dS ~ e710 ~ xf6 ~ xf6 11 c3 O-O U lDc2.

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el mejor modo de cambiar damas, cuando tiene la torre. Dos caballos contra una torre, con los mismos peones por bando, debería ser favorable al bando de los caballos. Pero en la siguiente posición los caballos aún no están coordinados yeso significa que las blancas tienen su oportunidad. Mikhalevski - Markowski Biel2001

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Juegan blancas

Sólo uno de los caballos blancos puede ocupar dS, por lo que el de c2 es un tanto redundante. Pero, sin embargo, puede desempeñar un papel vita l cuando las negras traten de cambiar el caballo del puesto avanzado (con ... lDe7) , pues podrá reforzar a su compañero desde e3 ó b4. Además de la redundancia de piezas idénticas, también existe la redundancia de función con piezas similares. Damas y torres tienden a ser redundantes cuando su función básica es atacar sobre las mismas filas o columnas. El jugador experto busca

1 ~hS+! Las blancas ganan un peón después de 1 ... ~xhS 2 l::txhS Y3 l::tf5+ (ó 3 l::t h3). 1 ... ~f6! 2 ~h8+?? Con 2 ~xfS+ ~xf5 3 l::t h3!,la torre tiene suficiente actividad para hacer tablas (3 ... ~f4 4 l::t h6, o bien 4 l::t h4+). 2 ... ~e7 3 'tWg7+ ~e8 4 l::t h6? Hay diversos grados de redundancia. Los alfiles del mismo color es el caso extremo. Los caballos negros del diagrama 87 no son, ni por asomo, tan malos. Aquí son dama y torre algo más redundantes que los caballos, porque no operan conjuntamente (4 V{ffxb7?? ~f6+) yeso reduce el valor total del equipo ~+ l::t.

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

Dado que no pueden dar mate ni forzar un cambio de damas, las blancas necesitarían un peón extra para poder tener posibilidades. La forma correcta de conseguirlo es 4 ~g3!. 4 ... liJbd7 S l:t xd6 liJeS

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1 ... ~d4 2 ~b2 ~e3 3 ~c1 No hay Zugz wang (3 ... ~e4 4 ~ a5 ~d5 5 ~b2 ~c5 6 ~a3). Por otra parte, si alteramos la estructura de peones, en beneficio del alfil ...

Los caballos están trabajando bien con la dama, y el ataque negro prevalece después de 6 b3 ~d3+ 7 ~b2 ~d2+ 8 ~bl ~el+ 9 ~c2 ~xf2+, o bien, tal y como siguió la partida, después de 6 ~b3 ~d3+ 7 ~a2 ~xc4+ 8 ~alliJf7!. Peones y alfiles también pueden caer en redundancia de funciones. Laker entendió bien esto al decir, anticipándose a Capablanca, que los peones deberían situarse en casillas de color opuesto al alfil propio, en finales de alfiles de diferente color. Puso como ejemplo dos de estas posiciones, en su Manual de ajedrez . (Ver diagrama 90.) Las negras sólo pueden hacer tablas, porque su alfil no juega papel alguno. "Los peones lo han privado de toda tarea útil", escribió Lasker. En otras palabras: los peones han hecho a su alfil un tanto redundante. Las blancas pueden bloquear fácilmente ambos peones. Por ejemplo:

9/

Juegan blancas

.. .1os peones y el alfil "operan en armonía", dijo Lasker, y las blancas quedarán en Zugz wang después de ...d3. La redundancia entre peón y alfil también desempeña un papel importante en los finales técnicos. Consideremos el ejemplo que sigue. Si ambos bandos tuviesen peones en el flanco de dama, el radio de acción sería un factor capital, y el papel de

COOPERACiÓN Y REDUNDANCIA

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la torre cobraría mayor protagonismo. El objetivo de las blancas sería crear un peón pasado en el flanco de dama y utilizar su torre para forzar el avance de ese peón, impidiendo que el rey negro pudiese bloquearlo.

Juegan blancas

1 J:t f6! ~ d5 2 g4 hxg4 3 hxg4 ~c4 4 f4 5 f5 gxf5 6 gxf5 ~ b3 7 J:t b6 ~ d5 8 f6+ Las blancas ganan con J:tgl-g7xf7!. Las negras perderían también (aunque de distinta forma) si su pieza menor fuese un caballo, situado, por ejemplo, en f6, en el diagrama 92. Pero mucho más difícil sería el caso de que las negras contasen con un alfil de casillas oscuras. Aunque no defendiese fl, serviría a un propósito más elevado, a saber, impedir que el rey blanco alcanzase e7 ó f6. Si el rey negro impide que su colega contrario llegue a e8, la fortaleza resiste. Con todo, aquí es donde la redundancia se hace una cuestión más compleja. Si añadimos un par de torres, las posibilidades de ganar se incrementan, a pesar de la aparente duplicación de esfuerzos por parte de la segunda torre. Esto desafía una de las reglas más contundentes formuladas por Fine en Finales básicos de ajerez: "En todos los finales de dos torres contra torre y pieza menor, es esencial que el bando superior cambie un par de torres." En las décadas transcurridas desde la publicación de Finales básicos de ajedrez, ~ d5

Juegan blancas

Pero cuando todos los peones se encuentran en un mismo flanco, en fina les con calidad de ventaja, el defensor puede tratar de hacer tablas creando una fortaleza. En este caso, las negras parecen haberlo conseguido sobre casillas blancas. Sin embargo, existe un caso de redundancia fatal, pues aunque el alfil protege la base fl, no desempeña ningún papel-carece de armonía, diría Lasker- sobre las casillas negras. El plan ganador de las blancas consiste bien en ganar un peón (siendo el peón f el mejor candidato), bien sacrificar la torre por alfil y peón. Para hacer esto deben situar su rey en una casilla negra, como e7 ó f6. E l alfil negro no puede impedir ese plan y sólo es cuestión de tiempo que el rey negro deba ceder terreno. Eventualmente, puede llegarse a una posición como la del diagrama 93.

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EL VERDADE RO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

dicha regla fue puesta a prueba en partidas como Filip-Gligoric, Moscú 1967. Las negras ganaron aquel final, en el que tenían dos torres y dos peones en el flanco de rey, contra torre, alfil de casillas blancas y dos peones en casillas negras. Este final podía haber sido tablas de haberse cambiado un par de torres. Un ejemplo más claro fue el que sigue:

vertidos) a lo que sucedía en el ejemplo anterior. 12 ... ~g5 13 ~c6 f4!

Gulko - Vasiukov

Erevan 1976

Si se hubiesen cambiado un par de torres, las blancas podrían impedir 00.f3+, manteniendo su rey en g2 y el alfil en la gran diagonal. 14 ..te8 f3+ 15 ~h2 l:t d2 16 l:t fl ~f4 17 ..th5 l:t b518 ~g4 94

Juegan negras Las blancas cuentan con el "armonioso" alfil y pueden defender f2 con su torre. La regla de Fine estipula que las negras deben cambiar torres, por ejemplo, mediante Oo.l:t d3-a3 y Oo.l:t al. Pero las negras exhibieron un plan más convincente, creando otro objetivo en h3. 1 ... g5! 2 h3 ~g6 3 ~ c6 h5 4 ~ e8+ ~h6 5 ~f7 l:tab2 6 ~ e8 h4! Las blancas no podrán defender su peón h, si permiten 7 Oo, hxg3 8 ~xg3 l:t d3+. 7 gxh4 gxh4 8 ..t c6 ~g5 9 ~ f3 ~f4 10 ~c6 l:td311 ~a8 l:tbb312 l:th1

Ahora, las negras ganan avanzando su peón a f3, de forma similar (con colores in-

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18 ... l:tbd5!

Ahora ha llegado el momento de acabar con la redundancia. Una vez desaparecido un par de torres, el rey negro llega a el y gana el peón f y la partida. 19 ~ e6 l:td120 l:txd1l:txd1

COOP ERACiÓN Y REDUNDANCIA

Las blancas se rindieron, después de 21 el 22 ~a6 l:i. e2 23 ~gl 11 e7 24 ~h1 J:Ig7! 25 ~f1 ~e5 26 ~h2 ~d4 27 ~h1 ~c3 28 ~b5 ~d2. ~ c4 }l

La redundancia desempeña un papel subestimado en ajedrez. Puede que no

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tenga el mismo significado negativo que el positivo de la cooperación, pero debería tenerse en cuenta a la hora de tomar decisiones acerca de qué pieza cambiar y cuándo. Pero antes de pasar a esas decisiones, vale la pena examinar los distintos papeles que cada pieza puede jugar.

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Capítulo 5

La personalidad de las piezas

El valor de las piezas va más allá de la movilidad y objetivos, porque una pieza hace algo más que moverse y atacar. También puede defender, apoyar el ataque a otra pieza, bloquear, restringir, clavar, interponerse, etc. Algunas piezas llevan a cabo mejor que otras determinados papeles y esto sucede de forma que a menudo tiene poco que ver con su valor teórico. Una torre, por ejemplo, es un poderoso atacante pero, como dijo Edgar Mednis, también es "muy torpe defensor, al que, hasta el rey puede atacar impunemente". Algunas funciones (bloqueo, pantalla) las llevan a cabo las piezas menos valiosas, y cuanto menos valiosas, mejor. ASÍ, por ejemplo, si se encuentra en un final en el que necesita bloquear un peón, cambiar caballos en lugar de torres puede resultar desastroso. Un jugador fuerte entiende los muchos papeles que pueden desempeñar sus piezas, pero un jugador débil "sólo es consciente de su valor teórico", escribió Gerald Abrahams. Así pues, revisemos los papeles y cómo van tomando forma la personalidad de las piezas. Una pieza puede:

ATACAR A OTRAS PIEZAS

Las piezas capturan de la misma forma que mueven. Esto es evidente para nosotros, pero en algunas formas de ajedrez (orientales), no lo es para todas las piezas. Damos por supuesto otras formas de ataque, como: Piezas distintas pueden atacarse sin riesgo de captura por parte del objetivo. Por ejemplo: una torre puede amenazar tranquilamente a un alfil, o viceversa, sin estar atacada por la otra pieza. Pero las piezas del mismo tipo no pueden hacerlo.

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Juegan blancas y ganan el caballo

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LA PERSONALIDAD DE LAS PIEZAS

Esto podría ser un test de visualización. ¿Cómo pueden capturar el caballo las blancas? En la partida KasparovKramnik vimos que una dama luchaba contra un caballo, pero en aquel caso ambos bandos contaban con la ayuda de su rey. Aquí, sólo con una pieza contra otra, la lucha no duraría mucho. Hasta los jugadores medios podrían divisar la captura forzosa del caballo. El método es el ataque directo. Al amenazar el caballo -siendo al mismo tiempo inmune- la dama rápidamente lo desvía a una banda. 1 ~e4 CiJf7 O bien 1 ... CiJ d7 2 't!Yf5! CiJ b6 3 'iVb5 CiJc8 4 'iVc5!. 2 'iVf5 CiJh6 Aquí,2 ... CiJd6 pierde, por 3 'iVd5. 3~e6!

y el caballo es capturado a la jugada siguiente. Consideremos ahora dos piezas de largo alcance: la torre y el alfil. Estas piezas pueden atacarse una a la otra por todo el tablero, lo que hace que la lucha entre ellas sea más difícil. En la posición siguiente, hay otro test de visualización, sólo que se permite jugar a las blancas. Su tarea consiste en capturar los siete alfiles, sin perder la torre. (Ver diagrama 98.) A muchos jugadores les resultará imposible hacer esto mentalmente. Otros necesitarán una docena o más de jugadas. (Un segundo test: añade un octavo alfil, en d2, y compruebe cuántos alfiles pueden capturarse en las condiciones anunciadas.) La relación entre pares de piezas distintas fascinaban en otros tiempos a los

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Juegan blancas pensadores de ajedrez. Howard Staunton, por ejemplo, indicó en su Handbook que un rey separado por una casilla diagonal de un caballo enemigo está a salvo de jaques durante tres jugadas. La Bourdonnais se dio cuenta de que si un caballo ataca a un alfil, "el alfil puede avanzarse o retirarse una casilla para restringir la actividad del caballo". En otras palabras, un caballo en f3 que ataque a un alfil en e5 ó g5, pero si el alfil se retira a f6 impide que el caballo pueda avanzar. Cuando Vassili Smyslov estaba aprendiendo el juego, desarrolló lo que llamó "intuición" para cada pieza, en este tipo de confrontaciones, "qué les gustaba y qué no les gustaba y cómo se comportaban en los diferentes conflictos de su destino ajedrecístico". Esto ayuda a explicar su temprana maestría en finales sencillos, con torres y caballos. Otra clave acerca de la función de ataque que damos por supuesta es que: Las piezas más fuertes atacan más fácilmente a las piezas más débiles que al revés. Por supuesto, dice usted. ¿No lo sabe eso cualquiera? Sí, pero a menudo lo da-

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

mas tan por descontado que ignoramos su papel en finales técnicos. Kasparov contó una historia reveladora acerca de una partida que aplazó contra un oscuro oponente, Leonid Zaid, en un torneo soviético de 1977. Kasparov, que tenía entonces 14 años, había perdido una torre por alfil y peón, pero esperaba sostener el final, y llamó a Mijail Botvinnik para pedirle consejo. Comenzó a describir la posición, pero Botvinnik le interrumpió, según Kasparov contra el Mundo. "Dime una cosa, Gari: ¿está tu alfil protegido por un peón?", preguntó Botvinnik. "No," dijo Kasparov. "Entonces, estás perdido," dijo el excampeón mundial. Cuando el juego se reanudó, el alfil no podía atacar a las torres, pero las torres siguieron amenazando al alfil, que nunca encontró puerto seguro. Zaid acabó ganando, gracias a los ataques dobles de sus torres. La lección no se le olvidaría jamás a Kasparov.

1 ... A g3! La jugada que hace tablas. Con el alfil en g3, no hay forma de que la torre realice un ataque doble decisivo, como amenazar mate y nx~. Pinter siguió tratando de confinar al rey enemigo (2 1:[ g4 ~n 3 1:[ g5 ~f2 4 1:[ f5+ ~e3 5 ~g2 ~e4 6 1:[ f7 ~d5 7 1:[ e7 ~d6 8 %:te2 ~d5 9 ~f3 ~d6 10 ~g4 ~d7 11 ~f5 ~d6 12 : e8 ~d7 13 1:[ e8 ~d7 14 1:[ e6 ~c7 15 ~e4 ~d7 16 ~d5 ~c7 17 : e7+ ~b6 18 1:[f7 j¿h2 19 1:[f2 ~ g3 20 1:[c2 ~b7 21 ~e6 ~b6 22 ~d7 ~b5), pero acabó aceptando las tablas. Un caballo se comporta peor contra una torre que un alfil , no porque sea "más débil" que un alfil, sino porque su alcance es más corto. En finales de 1:[ + ~ vs 1:[ +ttJ, el primer jugador a menudo disfruta de dos ventajas. Primera, que su alfil puede atacar a la torre más fácilmente que el caballo. Segunda, que su torre puede atacar al caballo mucho más fácilmente que la torre enemiga puede atacar a su alfil.

Pinter - Kasparov Campeonato de Francia por equipos 1993

Anand - Malakahov Campeonato Mundial FIDE 2002

Juegan negras

Juegan blancas

LA PERSONALIDAD DE LAS PIEZAS

Las blancas sacrificaron un peón hace eis jugadas y ahora proceden a molestar a ambas piezas contrarias. 1 iL e2! l::t h4 2 l::t a8 tD c3 3 ~ f3 b6 4 : b8 Esto recupera el peón (4 ... l::t b4 S ~ b7+), pero las negras tendrían buen juego si coordinan sus piezas con S ... c;t>f6 6 l::t xh7 tDe4!. Por ejemplo: 7 l::t b7 tD d6 y ... gS-g4. Las blancas harían mejor en atacar piezas distintas cuando tienen ocasión: 6 l::t c7, pues si 6 ... tDe4??, 7 c3 (aunque 6 ... tDdS l::t xh7 tDe7 8 c;t>f2 eS sigue siendo difícil). 4 ••• eS? 5 l::txb6 e4? 6 g3! l::th6 O bien 6 ... l::t h3 7 c;t>g2. 7 ~g4! c;t>f8 La torre negra es inmovilizada por el alfil, mientras que la torre blanca, que no es amenazada por el caballo, campa a sus anchas. Las blancas deberían mantener fuera de juego al caballo, atacándolo con 8 l:te6! , 9 l::teS y 10 l::tcS! , seguido de 11 l:t xaS. 8 l:l a6 tDdS 9 l::t xaS tDe3 Las blancas pueden coronar con 10 l::tgS! c;t>g7 11 aS c;t>f6 12 a6. Pero jugaron 10 ~c8 y ganaron 17 jugadas después. ATACAR PEONES Además de atacar piezas enemigas, evaluamos la dama, la torre, el alfil y el caballo en términos de su capacidad para atacar y capturar peones. En el final, la fuerza vertical de la torre le permite amenazar y ganar un peón que avanza, algo imposible para alfiles y caballos. La torre también puede barrer peones -su presa natural- a lo ancho de las filas. Un ejemplo, citado por Viktor Belchikov en la revista 64, ilustra lo que acabamos de decir.

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Juegan blancas y ganan todos los peones

En esta partida imaginaria, la tarea de las blancas es capturar todos los peones, antes de que coronen. El ataque vertical (1 l:la1 a62 l::tb1 b6 3 l::ta1 aS 4 l::tc1 c6) es demasiado lento. Pero gracias a la fuerza lateral de la torre, las blancas ganan con 1 l::th7 aS 2 : xf7 bS 3 l::t xe7 a4 4 l:l xd7 b4 5 l::t xc7 a3 6 l::ta7!. Las piezas menores normalmente no pueden forzar la ganancia de nada , en la apertura, medio juego o final , hasta que sus objetivos estén inmovilizados en una casilla determinada. La capacidad del alfil de atacar peones distantes a comienzos de la partida sirve de ayuda, en palabras de Y. Rojlin , como un " boy escout de reconocimiento" que puede poner a prueba las intenciones de los peones contrarios. Al atacar los peones a distancia, como desde un fianchetto, los alfiles ayudan a definir el terreno del medio juego. REALIZAR ATAQUES DOBLES Una última puntualización acerca de la función de ataque: el valor de una pieza

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

ofensiva se incrementa considerablemente si puede ejecutar ataques dobles. Smyslov exageró un poco al decir "el ajedrez es un juego de ataques dobles". Pero, desde luego, una función que las piezas pueden llevar a cabo es un doble demoledor. Karjakin - Kosteniuk Brissago 2003

Las negras se rindieron. Éste era el verdadero broche de la combinación, un doble ganador (5 ... 1:. xa8 6 ~ xd5+ y 7 ~x a8). Pero los alfiles, como los reyes y los peones, no ejecutan dobles con demasiada frecuencia. El caballo, por otro lado, compensa su corto radio de acción con numerosos dobles. Incluso puede realizar ataques triples, como el "jaque a toda la familia" , que a taca a rey, dama y torre sim ultáneamente. He aquí una versión similar, citado por Anatoli Mazukevich en 64. Pajomov - Fiedoseev Rostov sobre el Don 1981

Juegan blancas

1 'iYxa6! Las primeras claves de la combinación son 1 ... 1:. xa6 2 1:lxc8+ y 1 ... ~xb3 2 1:. xc8+. 1... 1:.xc1+? Las negras creen que la combinación durará cuatro jugadas. Era mejor 1 ... 1:.cb8!, y si 2 ~d3, 2 ... ~xb3 3 1:.xb3 e4, con contrajuego. 2 1:.xc11:.xa6 3 1:. c8+ 'iYe8 Ahora, 4 ~x d5+?? ..t>f8 5 1:. xe8+ ..t>xe8 6 ~b7 1:.a7 7 a6 parece impresionante, pero 7 ... ..t>d7, seguido de ... ..t>c7 y ... 1:.xb7, gana el final de peones. 4 1:. xe8+ ..t>f7 Puede que las negras contasen con 5 ~ a4 e4. 5 1:.a8!!

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Juegan blancas

El rey blanco parece correr mucho más peligro que el negro. Pero, como dijo en una ocasión Bronstein, el arma más poderosa del ajedrez es el turno de juego. 11:.d6+ ttJe6 Si 1 ... ..t>f5, las blancas se olvidan del doble y asestan mate con 2 1:. b5+ ..t>g4 31:.xg5,obien2 ... ..t>e431:.e5. Como antes se ha dicho, la capacidad de la dama para realizar ataques dobles es

LA PERSONALIDAD DE LAS PIEZAS

una buena razón para el alto valor que le concedemos. La oportunidad de que tales ataques se produzcan a menudo surge con el progreso de la partida, pues más y más piezas y peones enemigos pierden su mutua protección. Pero hay algunas notables trampas de apertura, basadas en el poder atacante de la dama. Un ejemplo: 1 e4 eS 2 ltJf3 ltJc6 3 d4 cxd4 4 ltJxd4 ltJf6 S ltJc3 g6?! 6 ltJxc6 bxc6 7 eS ltJdS? 8ltJxdS cxdS 9 '&xdS t:tb8

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Mazukevich - Evdokimov

Correspondencia 1983

/05

Juegan blancas

10 e6! Las blancas amenazan 11 't\Ye5. 10 ... ~g7 11 exf7+ c;t>f8 12 ~ h6! Otros dos ataques dobles. Si 12 ... ~ xh6 ó 12 ... t:txb2, 13 Wle5. Las negras pueden sostener la posición con 12 ... W1c7 13 ~ xg7+ c;t>xg7, pero quedan claramente peor. La dama también puede ejecutar ataques triples y hasta cuádruples, al capturar en una casilla que abre tres o más líneas. Por ejemplo:

Las blancas ganan con 1 l:te7!, porque si 1 ... ~ xe7, 2 '&xe7, la dama atacaría el alfil y las dos torres. El poder de ataque múltiple de la dama es tan vital para su valor que algunos entrenadores de la era soviética solían enfrentar a los jugadores jóvenes en una partida imaginaria como la siguiente posición del diagrama 106. El enunciado es: las blancas ganan si capturan un alfil en 20 jugadas o menos. Las negras ganan, si ambos alfiles sobreviven durante 20 jugadas. (Ver diagrama 106.) El ejercicio es bueno, pero las negras tienen peores cartas. Por ejemplo: 1 ... ~g7 2 W1d8 , y ahora 2 ... ~ e6? 3 '&e7, o bien 2 ... ~f5? 3 'iYg5, y pierden en el acto. Es mejor 2 .. . ~ h3 , pero entonces 3 'iYg5 ~ h8 4 W1h5; 3 ... ~ c3 4 't\Yg3 ; 3 .. . ~ d4 4 W1h4 , o bien 3 ... ~ b2 4 W1d5 ~ f6?

5 W1f3.

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJ EDREZ

_1._

[1 _

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-~-

-

l Oó

Juegan negras

Juegan negras

EFECTUAR CLAVADAS

(tratando de cambiar la pieza que clava) falla, porque deja la torre negra vulnerable a un ataque doble. 2 l:td2! La pieza que clava normalmente tiene más libertad que la pieza clavada y que la pieza detrás de ésta. Esta torre puede moverse a lo largo de la columna d y sigue conservando la clavada, y esta jugada gana el alfil o la dama. Por ejemplo: 2 ... 'Wc8 3 ~d4 . 2 ... %1 e8 3 \WdS %1 e7 4 ~ h3 Las negras se rindieron.

Una clavada es una forma combinada de ataque y restricción, y sólo pueden ejecutarla las piezas de largo alcance. Nimzovich señaló que en una clavada había tres actores: La pieza que clava, la pieza clavada y la pieza más valiosa, situada detrás de la pieza clavada. La pieza clavada queda prácticamente inmovilizada. Pero puede ser protegida, a menudo por la pieza situada detrás de ella, y la pieza que clava normalmente requiere alguna ayuda para poder capturar a la pieza clavada. Gelfand - Bruzón Olimpiada de 2002 (Ver diagrama 107.) Los tres actores aquí son la torre blanca, el alfil clavado y la dama negra. El tercer actor tiene relativa libertad y podría salir de la clavada protegiendo al alfil, por ejemplo, 1 ... ~c8! , después de lo cual el alfil sale de la clavada con ... ~ e6 ó ...~f5.

1 ... :b6? Esta forma de ocuparse de la clavada

La clavada no sólo es un método de ganar una pieza o un peón clavados. Como el objetivo situado detrás de la pieza clavada es más valioso la clavada a menudo ofrece oportunidades para realizar combinaciones, como la siguiente. Maksimenko - P. Nielsen Alemania 2003 (Ver diagrama 108.) llDxc6!! lDxc6 ¿ y ahora qué? El peón f clavado se ha

LA PERSONALIDAD DE LAS PIEZAS

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Azmajparasbvili - Lesiege Olimpiada 2002

/OB

Juegan blancas /09

debilitado por la desviación del caballo de e5, pero sigue protegido por la torre. 2 'tWxb7+! c;t>xb7 O bien 2 ... c;t>f8 3 ~xg7+, y mate. 3 %:Ib3+ c;t>g8 4 tLlg6 Las negras se rindieron.

DEFENDER Una pieza puede defender a otra pieza desde la casilla que ocupa o desde aquella a la que juegue. La primera pieza puede perder la capacidad de moverse al cumplir esta función . Pero no tiene por qué ser así. Las situaciones ideales son aquellas en las que la primera pieza puede hacerlo todo: defender, apoyar un avance y jugar, como en el caso de una torre situada detrás de un peón pasado. El alfil es un excelente defensor, porque puede mover y, sin embargo, conservar la protección de lo que defiende. Esto es imposible para un caballo y, a menudo, difícil para un rey. Réti dijo que esta diferencia fundamental entre las piezas de largo alcance y las de corto alcance a menudo se ve en los finales.

Juegan blancas E l alfil blanco parece estar seriamente restringido por los peones enemigos, pero no pasa de ser una apariencia. 1 e4! dxe4 Las negras estarían perdidas en finales como 1 .. . tLl d6 2 exd5 c;t>b6 3 dxe6 fxe6 4 c;t>g2 tLlxb7 5 axb7. 2 ~xe4

La principal amenaza, 3 a7,gana un peón. 2 .•• c;t>b6 3 ~xb7 eS Otro final de peones perdido es 3 ... c;t>xa6 4 ~d3! c;t>b5 5 f4!. 4 dS tLld6 S ~d3 e4 6 ~e2 En vista de ~g2-g3 y h2-h4, o bien c;t>f1-e1-d2, las negras deben tratar de ganar uno de los peones pasados. Pero la aptitud del alfil para defenderlos y jugar es crucial. 6 ... tLl e8 7 c;t> g2 c;t> eS (Ver diagrama 110.) 8 ~ e4!

Esta forma de defender ambos peones (8 ... c;t>xc4 9 d6 tLlxd6 10 a7) decide la lucha.

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDR EZ

Las negras pierden más rápidamente tras 1 ... j¿, c7 2 a5! y pronto quedan en Zugz wang, en caso de 1 ... g6 2 ~ h4 A c7 3 A g5. 2 Ae1 aS O bien 2 ... ~c7 3 ~c3! A d8 4 A e5, con juego similar al de la partida. 3 ~d2h64 ~ c1

110

s ... tiJb6 9 a7 tiJaS 10 ~a6 Las negras se rindieron, en vista de 10 ... Wxd5 11 A b7+, o bien 10 ... Wb6 11 d6!. La observación de Réti puede ampliarse para explicar por qué los finales de alfiles suelen estar dominados por maniobras, antes que por jugadas forzosas, mientras que los finales de caballos (y todos los finales puros de peones) dependen más del cálculo.

Es más directo 4 A c3 A c7 5 ~ g7 h5 6 ~c3. En estas líneas, las negras deben jugar con el alfil, porque una jugada de rey permitiría Wd5 ó Wf5. 4 ... j¿,éS 5 A d2 A g3 6 A c3 ~e7 7 A e1 hs S ~ d2 A dS 9 f4 Sólo ahora están listas las blancas para esta ruptura. Ganan después de 9 ... g4 10 hxg4 hxg411 f5+ Y Wf4. 9 ... gxf4 10 A xf4 Wf6 Las negras se han quedado sin jugadas neutras (10 .. . ~ f6 11 A c7 ó 10 ... h4 11 ~ e5). Ahora, las blancas pueden ganar con 11 Wd5 Wf5 12 A g3, pero prefirieron: 11 ~h2 we6 12 ~es!

Savanovic - Popchev Bar 2003

112

Juegan blancas 1 ~f2! gs

Las blancas no han movido su rey desde el último diagrama, mientras que el rey negro ha permanecido más o menos en su lugar. Los alfiles asumieron todo el trabajo. Las negras deben permitir el avance del

LA PERSONALI DAD DE LAS PIEZAS

alfil o del rey contrarios (12 ... ~d7 13 ~f5 ; 12 ... ~f7 13 ~d5). 12 ... ~ g5 13 ~ c7 ~ d2 14 ~ xb6 ..t b4 Una vez ganado el peón que sostenía el flanco de dama, las blancas sólo necesitan una última maniobra para situar al alfil negro en Zugzwang. 15 ~a7 ~d6 16 ~b8+ ~e6 17 ~f4 ..te118 ~e3 ~b4 19 ~f2! Las negras se rindieron. El alfil negro no puede jugar (19 ... ..ta3 20 ..te1) y ceder la oposición también es fatal (19 ... ~f6 20 ~d5). El papel del alfil como defensor ayuda a explicar por qué los alfiles malos son tan malos. Un alfil malo carece de movilidad, lo que es otra forma de decir que carece de poder ofensivo. Pero los alfiles malos cumplen una buena labor protegiendo peones, como señaló Philidor, hace ya más de dos siglos.

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Juegan negras posible internada del rey negro que podría culminar con ... ~xa4. Las blancas ensayaron 3 l::tg4 ~ e7 4 l::tg7 e4+ 5 ~e3 ~c5+ 6 ~e2, pero acabaron aceptando las tablas, a raíz de 6 ••• ~d4 7 l::tg5+ ~c4 8 l::tf5 ~c3! (no 8 ... ~b4 9 l::tf4) 9 l::th4 ~c4. APOYAR

En la siguiente posición, las prioridades de las negras serían cambiar los peones blancos y colocar más peones suyos en casillas blancas. Karpov - Kasparov Campeonato Mundial, Sevilla 1987 (7." partida)

(Ver diagrama 113.) 1 ... a5! Tratar de cambiar peones de inmediato, con 1 ... b5?, falla , por 2 a5, y el flanco de dama está maduro para la torre. 2l::tc4 e5!

Los peones negros son más vulnerables al estar avanzados, pero de esta forma han creado contrajuego (con ...e4+) y una

Una pieza puede apoyar el ataque de una o más piezas a un objetivo. En la práctica, la pieza más fuerte normalmente asume el apoyo, y la pieza de menor valor la captura: "La pieza más fuerte detrás", como dijo Tal. Es decir, que si quiere usted utilizar su dama y un alfil para atacar un peón distante, la dama normalmente debería situarse detrás del alfil (por ejemplo: ~ e3 blanco, apoyado por ~f2 para atacar un peón en a7). De modo similar, si las torres están dobladas en una columna para atacar un peón, la dama debe situarse detrás de ellas, no enfrente ni en medio de ambas.

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

Ftacnik - Narciso Dublan Lisboa 2001

blanco en d3 se retira a c2 a fin de habilitar la casilla anterior para la dama y amenazar ~xh7. Si la posición de dama y alfi l se invirtiese, entonces ~ xh7+ sólo es un jaque. Este empleo de dama y alfil es un tema corriente (Turton) en los problemas, pero también en la competición. Veresov - Bronstein Moscú 1960

Juegan bLancas 1 :e2! Esto amenaza 2 : d2 y 3 : xd5. La mejor defensa de las negras es la imitación. 1... l:t e72l:td2 l:t d7 Ahora, 3 e4 d4 no consigue el resultado apetecido (4 :c4 ~f6 ; 4 ~ e3 a5 ó 4 ... ~e8). Pero las blancas pueden explotar su ventaja de espacio y continuar con: 3 l:t c3! l:t eS 4 : cd3 Las blancas ganaron el peón d (4 .. . CiJe75 e4). Alekhine ayudó a consolidar el concepto de "la pieza más fuerte detrás", en partidas famosas como su victoria sobre Nimzovich en San Remo 1930. Pero cuando el objetivo es el rey, la norma debe modificarse. Alekhine venció a Rubinstein (en Dresde 1926) con ' la pieza más fuerte en medio", pues desplazó a su dama de estar en frente de torres dobladas, dirigidas sobre el peón g blanco, para situarla entre ambas. Réti citó otro caso relacionado con el rey: el motivo de mate en que un alfil

Juegan negras El alfil negro se transforma en apoyo de su dama. 1 oo. ~ e4 2 : hdl h6! 3 ~h3 ~h7! Las blancas no tienen una defensa adecuada contra ... 'Wg6-b1 ++. Liberaron d2 para escapar con 4 : d7, pero eso permitió a las negras apretar las clavijas con 4 ... :fe8 5 ~d2 ~f5!, ya que 6 ~ xf5 'Wxf5 gana. (Las blancas jugaron 6 ~c3 ~ xh3 7 ~xf6 gxf6 y se rindieron.) RESTRINGffi Todas las piezas restringen los movimientos de piezas enemigas protegiendo aquellas casillas vacantes que tienen en común.

LA PERSONALIDAD DE LAS PIEZAS

Lasker dijo en una ocasión que la mayor hazaña de un alfil era que pudiese ejecutar una restricción "de largo alcance". Puede limitar la libertad de las piezas enemigas, desde una distancia relativamente segura. Kourkounakis - Istratescu Chania 2000

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Juegan blancas

El alfil blanco controla la diagonal de casillas claras más larga del tablero. Pero las negras amenazan con cambiarlo (1 ... ..tc4) y alcanzar así un final de peones ganado. 1~d2?

Las blancas pueden hacer tablas con 1 ..t d5! , porque 1 ... ..tc4 2 ~ c6 ~b3 permite 3 ~ d5! , cuando 3 ... ..t xd5?? pierde. 1 ... A c4 2 ..tbl ~b3 3 ~c1 ..tu! Ambas piezas blancas están restringidas por sus piezas homónimas. 4 ..tc2+ ~c4 5 ~d2 ~d4 6 ~dl Esperando 6 ... ~xe4? 7 ..tc2+ y ~ xh7 . 6 ... ..td3! Las negras ganan después de 7 ~f3 ~ xe4.

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Pero la restricción es, normalmente, una lucha de doble filo. Una pieza que efectúa la restricción es, a su vez, restringida por la otra pieza, sencillamente porque ambas tienen casillas comunes. A menudo asumimos que la pieza con mayor radio de acción se llevará la palma en esa confrontación. Por ejemplo: un alfil blanco en d5 puede restringir, de modo absoluto, a un caballo negro en d8. Pero el caballo también restringe al alfil, al privarlo de la posibilidad de jugar a b7, c6, e6 ó f7. Sin embargo, nadie consideraría que el alfil es la pieza inferior. Compare esto con el conocido tema del medio juego en que las negras tienen un peón aislado en d5 y un caballo blanco en d4 restringe a un alfil contrario en d7. Entonces, el caballo, una pieza de corto alcance, parece superior a la de largo alcance. En el primer caso, el caballo de d8 está más restringido porque no tiene jugada, mientras que el alfil de d5 puede retirarse. En el segundo caso, ambas piezas pueden retirarse, pero el alfil "se siente" más restringido, como diría Smyslov. Puesto que ambas piezas ejercen cierta restricción, es vital para la pieza dominada buscar la oportunidad de intercambiar papeles y pasar a ser la pieza dominadora. Kasimdzhanov - Bologan Pamplona 2002 (Ver diagrama 117.) El caballo inhibe al alfil lo bastante como para hacer que esta posición pueda dictaminarse como " ±" . Las negras buscan refugio en el final, aunque eso signifique condenar a su peón a.

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

KeUer - Petrosian Zurich 1961

Jl7

Juegan negras 1/8

1 ... VJ!/c7 2 VJ!/xc7 ~xc7 3 ~al Wf8?

Las negras dejan escapar su oportunidad de cambiar las tornas. Con 3 ~ b7 4 ~a3 ~ b4 5 lllc6 (5 lllxb3 d4! 6 lllxd4 :xb27 lllc6 ~d7) 5 ~ b6 6 lllxa5, y ahora 6 d4! 7 exd4 ~d5!, el alfil domina de pronto al caballo. Cierto que las blancas conservarían ventaja con 8 Wf1 ~ b4 9 we2 ~ xd4 10 We3. Pero eso no significa que tengan que ganar. Después de 3 Wf8?, la tarea de las blancas es fácil. 4 lllxb3 ~ b7 5 lllxa5 ~ xb2 6 lllc6

Juegan negras

oO,

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~d77llld4

El caballo domina, una vez más, al alfil y las negras pronto se rindieron. Una de las razones por las que un rey es una pieza tan fuerte en el final es que puede restringir y capturar. Por ejemplo: un rey en c6 impide que un caballo en a8 pueda moverse y lo capturará con Wb7. Pero un alfil en b5 sólo restringe a un caballo en b8. No puede ganarlo, excepto por el medio de restricción definitiva, Zugzwang. Los alfiles son maravillosos en conseguir dejar a los caballos sin jugada posible.

l ••• Wf6 2 llldl Los caballos son lamentables después de 2 b4 ~d2 3lllb1 ~ d3 4lllba3 e2 5 Wf2 Wf5, ya que 6 llld4+ we4 7 lllxe2 ~xb4 atrapa a uno de ellos. 2 •.. e2 3 lllf2 ~ d5+ 4 wgl ~ e3! 5 b4 h5

Las blancas sólo pueden jugar un caballo y los peones, y pronto ni siquiera dispondrán de estas opciones. 6 lll el We5 7 lllc2 ~ c6 8 lllel ~ e4! 9 b5 Las blancas se rindieron, a causa de 9 ~ b6, que les deja sin jugada alguna. oO

Un ejemplo más elaborado del tema es un final en el que pueden verse a dos alfiles enfrentados a alfil y caballo. El defensor parece estar mejor que el poseedor de los dos alfiles.

LA PERSONALIDAD DE LAS PIEZAS

Karpov - Ivkov Bugojno 1980

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distancia de una casilla en diagonal, está a cubierto de los jaques de caballo, como si estuviese a seis o siete filas. 13 •.• lLld5 14 ~xg7 lLlf4

119

Juegan blancas 1~d5!

Las negras se equivocaron, con 1 ... lLlc6+?, permitiendo un final de alfiles de distinto color, en el que los peones negros del flanco de rey caen: 2 ~xc6+! ~xc6 3 ~cS ~c4 4 ~e4!, y las negras se rindieron (debido a ~f8xg7). Era mejor: 1 •.. ~xd5 2 ~xd5 lLlxg4 3 ~gl! Todas las casillas del caballo (salvo una) están controladas por el alfil, y las blancas amenazan ganar con ~cSxbS. 3 ... lLle5 4 ~c5 lLlf3 5 ~f2 lLl d2 6 ~xb5 lLl e4 7 ~e1! Ahora, si las negras tratan de bloquear el peón b con 7 ... ~c7, su reyes expulsado con 8 ~a6, seguido de b4-bS-b6, y cuando el caballo mueva, ~g3+. 7 ..• lLld6+ 8 ~a6 ~c6 El alfil gana de nuevo en el flanco de rey, tras 8 ... lLlxfS 9 bS lLl d6 10 b6 ~c6 11 ~b4 Y ~f8xg7. 9 ~f2 lLl b5 10 ~b6 lLld6 11 ~c5 lLlb5 12 ~f8 lLl c7+ 13 ~a5 Una ilustración de la observación de Staunton: cuando el rey se encuentra a la

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15 ~xf6 lLlxh5 16 b5+ ~b717 ~e5! y las blancas ganan. Las piezas pesadas son, naturalmente, las que más pueden restringir a las piezas contrarias. Una torre resulta impresionante en la séptima fila absoluta de Nimzovich, o en los finales básicos ~+ 1:[ contra ~. En cuanto a la dama, pensamos en ella más en términos de pieza de ataque, pero puede asumir un notable trabajo de restricción, como en el siguiente problema de Josef Kling. (Ver diagrama 121.) La tarea parece imposible, pero es muy sencilla, una vez que se comprende la técnica adecuada. El mate se fuerza en 23 jugadas. El truco consiste en restringir al rey, "jaqueándolo" como un caballo (pero no, desde luego, con 1 "iVg3??, ahogado). Las blancas comienzan con 1 "iVh6+ ~g2 2 't(Vh4! ~g1 3 ~h3! ~f2 4 "iVg4!. Eventualmente, el reyes obligado a situarse en

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

-- -- -- --- --------- -.121 _ ~ fI

_ _

Juegan blancas y dan mate sin mover el rey

a4, después de lo cual ~b2! fuerza ... ~a5 , y entonces ~a3 es mate. Uno de los temas de restricción más sofisticados tiene como víctima al caballo. El Maestro FIDE Gordon Taylor utilizó un término del Go, Tesuji para describirlo, en Inside Chess, en 1989: Las piezas ejecutan un Tesuji cuando ocupan ciertas casillas cerca del caballo. Por ejemplo: un rey a una casilla en diagonal quita al caballo dos casillas. La dama derrotaba al caballo en el diagrama 97 quitándole seis de sus ocho jugadas tras 1 ~c4 , y luego sus cuatro jugadas, con 3 ~e6!.

Una torre situada a dos casillas en diagonal del caballo, priva a éste de cuatro jugadas, como en este ejemplo citado por Taylor, que apareció por primera vez en un antiguo manuscrito de Shatranj: (Ver diagrama 122.) La torre también formaría un Tesuji diagonal si se encontrase en d1 , h5 ó hl. Pero ocupar cualquiera de estas casillas no basta para ganar. La torre debe restringir

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Juegan blancas y ganan

aún más al caballo, antes de poder atacarlo con éxito. 1 ~f5! Ahora, a 1 .. . lLlh2? las blancas tienen un Tesuji ejecutor, 2 ~f4!. El caballo no tiene jugada y las blancas lo ganan llevando el rey a g2 (o a f5, seguido de ~f2). De modo similar, 1 ... lLlh4 2 ~f6 ! corta la mayoría de las jugadas de caballo, dejándolo con 2 ... lLlg2 3 ~d4 lLle1 4 ~f2!. Las negras pueden tratar de desalojar la torre de f6 con 2 ... ~c7 3 ~d4 ~d7 4 ~e4 ~e7 , pero de nuevo ganan las blancas con 5 l:t h6 lLlg2 6 ~h2 lLle1 7 ~e2. 1 ... lLld2! Perdía rápidamente 1 ... lLlg1 2 ~d4 lLle2+ 3 ~d3 lLlg3 4 ~g5 lLlf1 5 ~e2 lLlh2 6 ~g2. Otro aspecto instructivo de la posición es que el método ganador más rápido, tras 1 ... lLle1 2 ~c4 lLlg2 3 ~d3 lLle1 + 4 ~d2 lLlg2, radica en 5 ~ b5+ Y6 ~ b4! , que corta las posibles fugas del caballo a la cuarta fila y lo condena con 7 ~g4. 2 ~ f4! Averbaj utilizó el término cojear para describir esta técnica. Realmente, puede decirse que el caballo cojea después de 2 ...

LA PERSONALIDAD DE LAS PIEZAS

cJta6 3 cJtb4! cJtb6 4 cJtc3 tL'lb1+ 5 cJtb2 tL'l d2 6 cJtc2, y ganan, como se indica en la Enciclopedia de finales de ajedrez. Pero más exigente es: 2 .•• tL'lb3+! 3 cJtb4 tL'lc14 cJtc4!

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Karpov - Ftacnik Olimpiada 1988

-g ----- - ----------_.--•. ----~-

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Juegan negras

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Taylor llamó a esta disposición de piezas Tesuji lateral del rey. Al privar al caballo de acceso a b3 y d3 , las blancas amenazan con encerrarlo por completo con 5 IH2 y 6 l:ic2. 4 ... tL'le2 5 l:i g4! A 5 ... tL'lc1 , las blancas ganan el caballo con 6 l:ig2 y 7 l:ic2. 5 ... cJtc7 6 cJtd3 tL'lc1+ 7 cJtc2 tL'la2 8 1:1a4 Observe que después de 1 l:i f5, la torre nunca volvió a atacar al caballo hasta que éste quedó sentenciado. Ejemplos prácticos de Tesuji abundan. La siguiente partida es instructiva, porque el rey negro está tan mal situado que es \-ulnerable a clavadas y jaques que permiten ganar el caballo.

En finales de cuatro piezas, el defensor trata, instintivamente, de mantener sus fuerzas lo más juntas posible. Esto da resultado en muchas posiciones, pero fue refutado, en los ochenta, por análisis de ordenador, que demostraron que, en el final cJt+~ vs cJt+::t , la mejor defensa a menudo requería que la torre se separase varias casillas del rey, a fin de conseguir distancia de jaqueo. Sin embargo, en los finales de cJt+::t vs cJt+tL'l, la distancia entre el rey defensor y su caballo debe procurarse que sea mínima. 1 ... tL'lc4 E l caballo puede tratar de alcanzar una relativa seguridad en f2 por otra ruta. Pero no llegará allí, después de 1 ... tL'la4 2 l:i a7! tL'lb23 ::ta2 tL'lc4 4 ::tc2 tL'lb6 (4 ... tL'le3 5 l:ic3) 5 l:i b2 tL'lc4 (5 ... tL'lc8 6 cJtd7) yahora 6 l:i b3+! , seguido de 7 cJtd5 tL'la5 8 ::t b5. No es mejor 2 ... tL'lc3 3 l:ia3, ni 2 .. . tL'lc5+ 3 cJtd5 tL'ld3 4 .:t a3. 2l:if3+ cJtg43::td3! Limitar al caballo tiene éxito, mientras que atacarlo (3 ::tc3 tL'lb2) no conduce a ninguna parte.

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

3 ... ~g5 Aquí, 3 ... lLlb2 falla, por 4 1:[d2lLla4 51:[d4+. 4 ~d5lLlb6+ El caballo sucumbe de inmediato en aS, con 5 1:[a3lLlb7 6 1:[a7lLld8 7 1:[d7. 5 ~e5! lLlc4+ Aquí, 5 ... lLla4 pierde, por 6 1:[ b3 (amenazando 7 ~d4) 6 ... lLlc5 7 1:[ b5 lLla6 8 ~d6 -con jaque- y l:t b6. 6 ~e4lLlb6 6 ... d7 Las negras se rindieron, debido a 11 ... lLlb5 12 1:[d5+.

Juegan blancas

RESTRINGIR PIEZAS DEL MISMO TIPO

Las blancas tienen un peón de ventaja en d6, pero cambiar damas (1 't!:Va8+) no sirve, mientras su rey no esté lo bastante cerca del peón para protegerlo.

Otro tipo de restricción sofisticada se produce cuando una pieza restringe a otra de su mismo tipo. Sabemos, por la oposición, que un rey puede realizar un trabajo soberbio restringiendo al rey contrario, y bemos visto (en el diagrama 116) la restricción entre alfiles. Lo mismo es aplicable a otras piezas. Las damas, por ejemplo, se restringen bien mutuamente, pero no lo apreciamos hasta el final. Botvinnik reescribió la teoría del final en su partida con Nikolai Minev (Moscú 1956), cuando demostró que la mejor política, en el final de '&+ t!, de caballo vs ~, era centralizar la dama, y permitir que el rey se ocupase de apoyar al

1~g2! ~d8

Gracias a la fuerte posición central de su dama, el rey blanco puede protagonizar una marcha triunfal, en variantes como 1 ... ~a7 2 'iYe5+ ~d8 3 ~f3 ~a3+ 4 ~f4 ~c1+ 5 ~e3 ~c4+ 6 ~g5 '&d5+ 7 ~f6 '&xd6+ 8 ~xf7 , Y los peones negros caen. 2 '&b5+ ~d7 3 ~e5+ ~d8 4 ~f3! Era precipitado 4 ~h8+ ~e8 5 '&xe8+ ~xe8 6 ~f3 ~d7. 4 ... ~c8 5 '&cS+ ~b7 O bien 5 ... ~d8 6 ~a5+ , y las blancas ganan, debido a que su rey se encuentra abora lo bastante cerca , pues si 6 ... ~e8, 7 '&a8+.

LA PERSONALIDAD DE LAS PIEZAS

6 ~dS+ 't\Yc6? Esto facilita las cosas, pero el progreso ganador de las blancas sería evidente después de e3 'it>b3 24 'it>d4 'it>c2 25 ttJe4 ttJd2 26 ttJf6 ttJ b3+ 27 'it> c4 ttJ d2+ 28 'it> b4 'it> b1 29 ttJd4+ 'it>c130 ttJd3+ 'it>d131 ttJeS ttJb1 32 'it>b3 ttJd2+ 33 'it>c3 ttJb1+ 34 'it>b2 ttJd2 35 ttJg4 ttJf1 36 'it>c3 ttJd2 37 ttJe3+ 'it>c1 38 ttJe2+ 'it>b139 'it>xd2 'it>b2 40 ttJc4+ 'it>a1 41 'it>c2 'it>a2 42 ttJc3+ y 43 ttJb3++. Éste es un raro caso de 'it>+ttJttJ vs 'it>+ttJ, y sin embargo se produjo brevemente en la práctica magistral.

Juegan blancas y ganan 1 c4 ttJd2! Si este caballo trata de controlar al peón dirigiéndose a b6 (por c3 y d5) , las blancas avanzan el peón basta c7, eliminan el caballo con ttJd7 y coronan. 2 eS ttJb3 3 c6 ttJd4 4 c7 ttJbS Ahora, 5 c8~ ttJd6+ hace tablas, debido a que las blancas no disponen de material suficiente para dar mate. 5 c8ttJ!! Esta jugada gana, porque las blancas pueden utilizar su caballería para restringir al solitario corcel negro. Portisch y Sarkozy, en 600 finales , indicaron erróneamente como tablas un final de ttJttJ+ t3, vs ttJttJ, porque el defensor podía entregar

Benko - Bronstein Budapest 1949

129

Juegan negras

LA PERSONALIDAD DE LAS PIEZAS

También aquí se producirían tablas en el acto, si el peón corona dama ( ... liJe3+). Siguió: 104 oo. tlliJ+ 105 ~c3 ~f3 Las blancas aún pueden perder, si su reyes desviado al rincón, donde recibiría mate. Por supuesto, esto requeriría una extraordinaria colaboración por parte de las blancas, pero Benko liquidó abruptamente la lucha: 106 liJh2+! liJxh2 Tablas.

95

buen bloqueador es que, en el caso de que sea forzado a permitir el avance del peón, puede normalmente encontrar la forma de impedir la promoción. Como los caballos son "baratos", pueden hacer tablas. Ésta es una razón por la que el final de liJ+ /3, vs liJ es normalmente tablas, mientras que el final de ~ + /3, vs ~ a menudo se gana. La agilidad del caballo para disponerse a bloquear o a sacrificarse es algo que los compositores de estudio saben bien (y deberían saberlo mejor los jugadores de competición).

BLOQUEAR

Grigoriev (fragmento, 1938) La posibilidad de bloquear peones enemigos es más importante en la última fase del medio juego y en el final, y revela otra debilidad básica de las piezas fuertes, a saber, que son demasiado fuertes para bloquear. Un bloqueador se sitúa en una determinada casilla hasta que es atacado por una pieza de valor inferior. Las torres, a un estando protegidas, son malos bloqueadores, porque pueden ser amenazas por piezas menores. La dama es todavía peor (como hemos visto, por ejemplo, en el diagrama 25). Por otro lado, un reyes un excelente bloqueador en el final , sobre todo porque goza del derecho (como las piezas pesadas) de atacar el peón que bloquea. Un alfil es un gran bloqueador en finales de alfiles de distinto color, pero no en los finales de alfiles del mismo color. Nirnzovich alabó la capacidad bloqueadora de un peón, al escribir: "¿ Quién cuestiona mejor a un ambicioso peón? Otro peón. ¿Quién protege mejor a sus propias piezas? Un peón. ¿Qué pieza del ajedrez trabaja por menor salario? De nuevo, el peón." Una razón por la que el caballo es tan

/30

Juegan blancas y hacen tablas Las negras amenazan ganar con 1 ... Y 2 ... b3. Con todo, las blancas pueden hacer tablas -aunque el peón llegue a b2-, siempre y cuando el caballo alcance una de las casillas de acceso a b1 , como a3, c3 ó d2. 1 liJc7+ ~c4! Si 1 ... ~d4, las blancas pueden esperar a 2 ... b3, Y entonces hacer tablas con 3 liJb5+ y 4 liJa3!. 2 liJ e8!! Esta imprevisible jugada hace tablas. ~c5

96

EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

El caballo tiene tres formas de alcanzar la casilla de acceso. Existen las rutas lLlf6-e4d2 y lLld6-e4-d2. Por ejemplo: 2 ... b3 3 lLld6+ ..tb4 4lLle4 b3 S lLld2, o bien 3 ... ..td3 4lLlbS b2 S lLla3. También hay una tercera ruta (lLlc7bS-a3), que da resultado si el rey negro sale de su posición. 2 ... ..teS! 3 lLlf6 ..td4! Tesuji o Staunton. 4 lLleS! ..teS O bien 4 ... b3 S lLld6 ..tc3 6 lLle4+ ..tc2 , y ahora 7 lLld6! b2 8 lLlc4 b1~ 9 lLla3+. S lLle7 ..td6 Ésta parece la casilla mágica para el rey, pues 6lLlbS+ ..tcS es la posición ganadora antes mencionada (7 lLlc7 b3 8 lLle6 ..tc4!). 6lLleS+!! Las blancas hacen tablas, como hemos visto, después de 6 ••• ..teS 7 lLlf6 ..td4 S lLl eS b3 9 lLl d6 ..t e3 10 lLl e4+ ..t e2 11 lLld6! y U lLle4. La otra cara de la moneda es la ruptura del bloqueo. A ese fin son buenas las piezas de distinto tipo, porque pueden atacar al bloqueador sin estar expuestas a captura. A las piezas similares puede costarles mucho romper el bloqueo, con una excepción: la dama. Kasparov - l. Sokolov Sarajevo 1999 (Ver diagrama 131.)

1 ... ~xeS? Las negras deben detener al peón b. De esta forma , asumen que podrán crear un férreo bloqueo en b7, pero la idea falla. Debían haber intentado 1 ... 'Wb4!.

Juegan negras 2 'Wb1! ~dS 3 b6 ~b7 4 ~b4 No hay defensa contra la maniobra ~cS-c7. Las negras se rindieron después de 4 ... eS S 't!VcS ..tg6 6 ~c7 . Reemplace las damas por torres, o alfiles, o caballos, o reyes, y es fácil ver que el bloqueo no puede ser roto fácilmente. CREAR UNA PANTALLA Yuri Averbaj, en un artículo de 1980 (en Shajmaty URSS) , Sobre la interacción de las piezas, señalaba que, al comienzo de una partida, vemos tres relaciones diferentes entre piezas: Está la defensa, porque virtualmente todas las piezas (en la primera fila) y peones (en la segunda fila) están defendidos por otras piezas. Está el bloqueo, porque los peones se encuentran en el camino de todas sus piezas de la primera fila, a excepción de los caballos. Y hay una tercera forma de relación: los peones sirven de pantalla a los ataques enemigos. La pantalla, ya sea de peones o piezas, es muy valiosa en el medio juego y es tema corriente en combinaciones, como cuando una pieza o un peón se sacrifica para impe-

LA PERSONALIDAD DE LAS PIEZAS

dir que una pieza enemiga tome parte en la defensa.

97

Botvinnik - Tal Match por el Campeonato Mundial 1961 17.a partida

Papaioannou - Kveinis Plovdiv 2003

133

Juegan bLancas Juegan bLancas 1%:tg7 h6 2 %:tlg5! Las negras se rindieron. Sigue mate: 2 ... ~xg5 3 hxg5 cj;;xg7 4 ~x h6 + cj;;g8 5 gxf6. En el Xiangqi, el soldado de infantería (peón) no puede retirarse, de modo que su poder atacante sufre mucho cuando es avanzado "demasiado lejos". No obstante, un infante avanzado está compensado por el hecho de que puede jugar lateralmente, lo que le concede una buena capacidad para servir de pantalla. Nuestros peones, lamentablemente, no pueden dar un paso a izquierda o derecha, como los peones del ajedrez chino. Pero cuando están fijados en el centro, constituyen una importante baza en el medio juego, ya que sirven de pantallas contra el ataque de las piezas de largo alcance. Esto quedó ilustrado por un poderoso centro, en una partida del Campeonato Mundial.

Las blancas no pueden mantener mucho tiempo un puesto avanzado en d6 (1 %:td6 %:tfd8 y oo.ttJe8) y una retirada sería admitir que el centro está hiperexpansionado. Por ejemplo: 1 %:td2 \We6 (y .oo~c6 ó oo.f6). 1 ttJc3! ttJxd5 2 exd5 %:t ad8 3 ~ e4 El sacrificio de calidad asegura una ventaja posicional considerable. El contraste en piezas menores, gracias a la pantalla de peones es sorprendente. 3 •.• ~aS 4 ~g3 b5? Las negras están ansiosas por emprender contraj uego, pero este avance es muy debilitador. 5 ~f2! ~d7 6 ~ xc5 %:tfeS 7 ~g3 %:teS 8 b4 cj;;hS Las blancas pueden hacer lo que quieran con su dama y sus piezas, porque están resguardadas por sus peones centrales. Ahora era un buen momento para abrir líneas, con 9 e6! fxe6 10 ~xg6!. Por ejemplo: 10 oo. ~ xc3 11 cj;;h1 ~g7 12 ~xh5+ y %:tg1 , ganando.

98

EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

9

~t3?

a6 10 'iti>h1

/35

Juegan blancas

10 ••• (5! El centro debe desintegrarse (11 ~c2 permite 11 ... ~f8! 12 ~ xf8 l:txc3!). Sin el escudo protector de peones, las piezas y el rey blancos se convierten en objetivos. 11 exf6 ~xf6 12 iLxg6 \\Vg4 Las negras han igualado y acabaron ganando, después de que las blancas jugasen 13 ~d3? , en lugar de 13 iLxe8.

1l:tc4+! Las negras se rindieron, pues 2 l:t b4 asegura de inmediato la promoción del peón b. Hegde - Palatoik Calicut 1988

Es inevitable que todas las pantallas de peones se rompan, debido a cambios o capturas. Su ausencia normalmente no se echa de menos en el final , porque para entonces no hay demasiadas piezas de largo alcance que puedan atacar objetivos distantes. Pero las piezas, en lugar de los peones, cumplen un valioso servicio como pantallas en el final. Pueden, por ejemplo, interponerse en el camino de una pieza enemiga que impide la promoción. Kulaots - Franssila Rilton Cup 2003-2004 (Ver diagrama 135.) Parece que a las blancas les espera una difícil tarea técnica ...

/ 36

Juegan blancas

Aun cuando esté desprotegida, la pieza-pantalla puede protagonizar grandes hazañas en el final. Obviamente, las blancas ganan si pueden dar jaque en la última fila y en vista

LA PERSONALIDAD DE LAS PIEZAS

de las amenazas l:!. d7, l:!.c7 ó l:!.e7, etc., las negras se rindieron. Sin embargo, se trata de una ilusión óptica. E l alfil negro puede actuar de pantalla, con 1 .•• j¿,g7!, Y hace tablas gracias al ahogado. Por ejemplo: 2 : h4 ~ d4 , etc. La pantalla también es importante cuando necesitamos responder a una fuerte amenaza, como un jaque al rey. En lugar de retirar la pieza atacada, interponemos una pieza más débil , protegida. Cuanto más débil, normalmente es mejor. La interposición es una autoclavada. La pieza interpuesta queda clavada y no puede moverse, salvo a lo largo de la línea de clavada. Nimzovich dijo que la pieza clavada carecía de poder defensivo. Sin embargo, interponer incluso piezas indefensas puede dar resultado, si eso permite transformar la defensa en contraataque.

Maze-Murey París 2003

Juegan blancas

Las negras liberaron sus piezas con oo.d5, pero parece que se han equivocado. 1 W'd3+ e4!

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Ésta es la clave de las negras. Las blancas no pueden explotar el ataque doble y jugar ttJxd5. Si responden 2 ttJxe4, las negras pueden jugar 2 oo. f5! , ganando material (3 ttJc3 ttJxc3, o bien 3 ttJd2 ~ b4). 2 l:!.xe4? Las blancas tenían que jugar 2 1Wxe4+ f5 3 ~c2 y defender su debilidad después de 3 oo. ttJxe3 4 fxe3. 2 ... ttJxc3 3 l:!. d4+ Una jugada de pantalla que parece salvar a las blancas. 3 ... ttJ e4! Las negras ganan: 4 'iWxe4+ 'iWxe4 5 l:!.xe4 l:!.xdl+; 4 f3 l:!.xd4 5 -txd4 l:!. d8! , y 4 l:!. el l:!. xd4 5 j¿,xd4 f5 6 f3 -th4, o sólo 4 oo. f5. DAR JAQUE Jaquear es una forma de ataque limitado a un solo objetivo: el rey. Pero puesto que el jaque es la jugada apremiante por excelencia, resulta ser muy efectiva en las combinaciones, en el caso de finales merece una apreciación distinta. Uno de los puntos débiles de un reyes que no puede dar jaque. (Si pudiese, el rey sería más fuerte que la torre, y la inmensa mayoría de la teoría de finales tendría que modificarse, pasando del dictamen " tablas" a "posición ganada" y viceversa.) Por otra parte, una de las ventajas de la dama es su potencial para forzar por sí sola el jaque perpetuo. La posibilidad de jaquear de una torre a menudo depende del radio de acción, tal y como vimos en la página 40. En muchos finales, la torre debe situarse de forma flexible, a fin de poder dar jaque tanto en filas como en columnas. Éste es un principio clave en finales de : + fj, torre+ fj, alfil vs l:!.. Por ejemplo, en las dos posiciones que

100

EL VERDADERO VALOR DE LAS PI EZAS EN AJ EDREZ

siguen -uno de los raros casos de l:t vs 3 piezas-, los jaques constituyen la técnica básica para hacer tablas. Treer - Farhni Correspondencia 1927-1929

2 ~f3!

La torre es cazada, en un tablero casi vacío. Por ejemplo: 2 oo. l:t a2 3 ~ d5+; 2 oo. l:tc2 3 ~ d5+ ~h7 4 ~ e4+; 2 oo, l:tg6 3 ~ d5+ ~h7 4 ttJf8+. La partida finalizó así: 2 ... l:th2+ 3 ~g3! l:td2 4 ~ d5+! ~h7 5 ttJf8+ ~h6 6 ~ e3+ Las negras se rindieron. Si cambiamos el conjunto de piezas por dos caballos y un alfil , el defensor dispone de otro recurso de tablas, a saber, sacrificar la torre por el alfil a fin de conseguir una posición con insuficiente material para dar mate. El alfil puede eludir el sacrificio, pero entonces la torre saca a su bando del apuro, a base de jaques.

138

Juegan negras

Cuando se analizaban tales finales, en el siglo XIX, Staunton concluía que los dos alfiles y el caballo normalmente ganaban "sin mayores dificultades". 1 ... l:tg2?? Pero es mucho más difícil que todo eso. Las negras pueden hacer tablas si mantienen la torre en una posición tal que pueda dar jaques en filas y columnas, como, por ejemplo, 1 oo . l:t bl. Es tentador comenzar por 1 oo, l:t h1 + 2 ~g5 l:tel. Por ejemplo: 3 ~g6 l:td1! (no 3 oo. l:t b1 4 ~ g4! Y mate, porque las negras no pueden dar jaque en g1 ni b6). Entonces, 4 ~ xd1 es ahogado y 4 ttJf6+ ~h8 5 ~ e5 permite 5 oo. l:tg1+ 6 ~h6 1: g6+!. Pero 6 ~g4 gana, debido a que 6 oo. l:te1 permite 7 ttJd7+ ~g8 8 ~ e6++, y si 6 oo. l:tg2, 7 ~h6, Y las negras no tienen jaques.

Karpov - Kasparov Ttlburg 1991

139

Juegan negras

Las negras deben mantener una posición flexible de su torre para jaquear en filas o columnas. 1 ... l:ta1! 2 ~g6 l:ttl+ 3 ~e7 Por supuesto, 3 ~f5 l:t xf5+ es tablas instantáneas.

LA PERSONALIDAD DE LAS PIEZAS

3 ••• l:tal! 4 ttJti+ c¡t¡g8 5 ttJh6+ c¡t¡h8 6 ttJf5 l:a7+ Las blancas realizaron otras nueve jugadas, antes de permitir .. . l:tf6+!, en una posición en la que c¡t¡xf6 habría sido ahogado.

REALIZAR JUGADAS DE ESPERAlfRIANGULACIÓN Las piezas no pueden realmente "pasar". Pero sí pueden temporizar y mantener más o menos la misma posición, aun después de jugar. Esto es importante en posiciones próximas al Zugzwang, tanto para el ataque como para la defensa. Reyes, alfiles, torres y damas pueden temporizar. Incluso pueden perder un tiempo. Las damas son especialmente ágiles, porque pueden triangular con jugadas forzadas algo que rara vez es significativo antes del final.

101

y una jugada segura de alfil, a b1 ó fS, se contestaría con 4 h7 + ~xh7 5 c¡t¡ h6, ganando (5 ~fS 6 ~d8+ l:tf8 7 ~gS+). Los peones no pueden pasar. Tampoco pueden hacerlo los caballos, porque siempre se mueven a una casilla de diferente color. Uno de los contados inconvenientes de un caballo es su incapacidad para realizar jugadas de espera, lo que tiene una aplicación en finales prácticos como el que sigue: oo.

Pytel - Bauer Francia 1996

/4/

Juegan negras

La jugada instintiva 1 c¡t¡f7?? crea una especie de Tesuji. Pero las blancas ganan con 2 ttJg6 ó 2 ttJe6, porque entonces las negras no pueden optar por una jugada de espera, con 2 c¡t¡f8, y deben permitir 3 c¡t¡g8 y la consiguiente coronación. Las negras hacen tablas con 1 •.. c¡t¡f8! (2 ttJe6+ c¡t¡f7). Mientras el rey negro se encuentre en una casilla del mismo color que el caballo, cuando corresponda jugar a las blancas, no hay Zugzwang. El caballo blanco no puede realizar jugadas de espera. Una situación más típica de final, indicada por Belchikov como un test para juveniles, es: oo'

oo.

/40

Juegan blancas

1 ~a8+! l:t f8 2 't\Ya2+ l:t ti 3 ~d5! Zugzwang. 1 c¡t¡f8 permite 2 ~d8++, oo .

102

EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJE DREZ

/42

Juegan blancas

Las negras pueden evitar capturar si juegan el peón a una casilla del mismo color que el caballo. Por ejemplo: 1 liJd3 aS?? pierde, por 2liJcS, que fuerza 2 ... a4 3liJxa4. Pero 1 ... a6! sí da resultado. Por ejemplo: 2 liJcS aS 3 liJb3 a4 4 liJc1 a3, y lo mejor que pueden hacer las blancas es impedir la coronación del peón, bloqueándolo en a2. Los diferentes papeles que las piezas interpretan conforman su personalidad

y las decisiones materiales que tomamos. Por ejemplo, los alfiles de difere nte color no pueden atacarse uno al otro. Eso significa que son muy buenos para ejecutar un bloqueo en el final. Pero en el medio juego, cambiar piezas menores para llegar a una relación de alfiles de distinto color puede ser el mejor camino para ser vícti ma de un ataque de mate, porque un alfil no puede defender las casillas atacadas por su homónimo. Una torre también tiene una gran capacidad de restricción, de clavar y jaquear. Pero esas funciones pueden no ser significativas hasta avanzado el medio juego, de modo que sacrificar antes calidad puede ser una buena idea. Las decisiones de que estamos hablando -cambiar o sacrificar y qué cambiar o sacrificar- son fundamentales en ajedrez. Son, para empezar, la razón por la que se han creado las tablas de valores relativos. Cómo ha cambiado la toma de decisiones en el último siglo es el tema del capítulo siguiente.

SEGUNDA PARTE

DESEQUILIBRIOS MATERIALES

105

Capítulo 6

Transacciones

Pensamos en el material sobre todo cuando importa, es decir, cuando debemos decidir si forzar o permitir transacciones entre peones y piezas. Hay tres tipos básicos de transacción, y los calificaremos con los términos inexactos de "cambio", "combinación" y "sacrificio". Nuestra comprensión de cada uno de estos términos ha cambiado -en algunos casos, de forma considerable- en los últimos 50 años. Un cambio es la captura de piezas idénticas (torre por torre, peón por peón) o de piezas de valor aproximado (alfil por caballo). A los principiantes se les dice que estos cambios son de valor neutro: ni pierdes ni ganas nada significativo. Realice cambios suficientes y las tablas serán casi inevitables. Cámpora - Onischuk Buenos Aires 2003 1 e4 eS 2 liJO liJc6 3 liJc3 liJf6 4 ~bS liJd4 SliJxd4 exd4 6 eS dxc3 7 exf6 ~xf6 8 dxc3 ~ c5 9 'iYe2+ ~e610 ~ f4 c611 ~ d3 dS 12 O-O ~xe2 13 ~ xe2 ~fS 14 ..td3 ~ xd3 15 cxd3

Tras algunos cambios más, se acordaron tablas. Una combinación es la entrega voluntaria y temporal de material en una secuencia forzada de jugadas. Una vez que la combinación ha finalizado, el jugador que la ha emprendido ha mejorado su posición (¡si la combinación ha dado resultado!) . Normalmente, ha recuperado el material entregado con intereses, o ha dado mate. La combinación existía en los antecedentes del ajedrez (Chaturanga y Shatranj) y recibió un nuevo ímpetu con los textos de Gioacchino Greco, hacia 1620.

106

EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

Greco demostró la belleza y efectividad de las combinaciones. Uno de sus ejemplos era éste: 1 e4 e6 2 d4 ttJ f6 3 ~d3 ttJ c6 4 ttJf3 ~e7 S h4 O-O 6 eS ttJdS

7 ~ xh7+ xh7 8 ttJgS+ Neishtadt dijo que una combinación "pone de manifiesto los valores falsos y confirma los auténticos". El material puede ser una forma falsa de evaluar la posición. La preponderancia de las piezas blancas cerca del rey negro es un valor verdadero. 8 •.• ~ xgS 9 hxgS+ g8 10 'i+'hS fS 11 g6 %:1 e8 U 'i+'h8++ Greco analizó también el sacrificio no forzado, cuya aceptación depende del oponente. Por ejemplo, indicó 1 e4 eS 2 ttJf3 ttJc6 3 ~c4 ~c5 4 c3 ttJf6 S ttJgS O-O 6 d3 h6, Y ahora 7 h4, demostrando que 7 ... hxgS 8 hxgS ttJh7 9 'i+'hS gana. Un sacrificio también es voluntario, pero el material perdido no se recupera y puede no haber una clara compensación (como sucede en las combinaciones y los cambios) cuando el desenlace puede evaluarse definitivamente. Una vez terminados los fuegos artificiales, lo mejor que

normalmente puede decirse es "las blancas tienen suficiente compensación por el sacrificio", o bien "las blancas no tienen suficiente compensación", no "las blanca ganan". Otra diferencia es que el típico error que se comete en una combinación es un cálculo erróneo, como omitir una jugada fuerte del oponente, antes de que la combinación llegue a su punto final. El principal error en un sacrificio es una mala evaluación, es decir, visualizar las jugadas adecuadas pero juzgar equivocadamente la posición, una vez que finalice la secuencia de jugadas forzadas. Hay una tercera diferencia: un sacrificio se basa en esa vaga e indefinida entidad llamada "compensación". Esto significa que hay un elemento de incertidumbre. "Un sacrificio siempre es arriesgado", escribió Bronstein en El aprendiz de brujo. Si una oferta de material "no contiene un elemento de riesgo, no es un sacrificio, sino un simple cambio. Quizá incluso muy complicado, pero sigue siendo un cambio", dijo. Bronstein reconoció el factor riesgo cuando preparó el sacrificio de un caballo por dos peones para una partida de la Olimpiada: en vista del peligro que suponía para su equipo, llegó a pedir permiso a sus compañeros para plantearlo. Bronstein - Rojahn Olimpiada 1956 1 e4 eS 2 ttJf3 ttJc6 3 ~ c4 ttJf6 4 ttJgS dS S exdS ttJaS 6 d3 h6 7 ttJf3 e4 8 dxe4?! ttJxc49 'Wd4 (Ver diagrama 145.) La compensación de las blancas radica en su pantalla central de peones. Las ne-

TRANSACCIONES

107

Krasenkow - Karpov

Polanica Zdroj 1998

gras deberían desestabilizarla, por ejemplo con 9 ... ttJd6 10 e5 ttJf5, O bien 10 ttJc3 c6 (o aun 10 .. . ttJfxe4 11 ttJxe4 Wie7) . 9 ... ttJb610 c4 eS? Las negras sobreestiman sus posibilidades. Debían haber intentado 10 ... c6, aunque eso significase devolver material, con 11 c5 ttJbxd5 12 exd5 ~xd5 . 11 Wid3 .ig4 U ttJbd2 .ie7 13 O-O O-O 14 ttJeS .ihS 15 b3 ttJbd716 .ib2! ttJxeS Normalmente, los cambios favorecen al jugador con ventaja material y reducen el valor de un centro de peones, pero aquí los cambios permiten a los peones avanzar con gran efecto. 17 ~xeS ttJd7 18 .ic3 ~f6 19 : ae1 .ixc3 20 ~xc3 ~t6 21 eS ~fS 22 f4 Bronstein ganó, sin demasiado esfuerzo, 16 jugadas más tarde. De modo que tenemos tres términos claramente diferenciados: cambio, combinación y sacrificio. El jugador en progreso aprende que ninguno de ellos es tan simple como parece. Los cambios pueden parecer neutros cuando el material está igualado. Pero cuando existe un desequilibrio material, los cambios pueden transformar una posición más o menos igualada en más favorable, u otra favorable en ganada.

Juegan blancas A falta de un peón pasado, las tablas parecen el resultado más probable. Pero el desenlace de la partida dependerá de qué piezas se cambien, en su caso. Por ejemplo: 1 .l:t c1 busca un cambio de alfiles que ganaría. Pero también permite un cambio diferente, de torres: 1 ... .ia5 2 .ixb7 .l:txf4+! 3 g3 ~gl+ 10 c;t>h3 hxg4+ 11 'tWxg4 ~n+ 12 c;t>g3 ~gl+ 13 c;i( h3 'iYxg4+ 14 c;t>xg4 l:l eS, pero ya estaban perdidas. Konstantinopolsky dio otras dos razones por las que un sacrificio de calidad puede fallar: cuando el sacrificador se ve obligado a entrar en un final desfavorable -como lo que sucedió aquí-, o cuando no puede mantener la fuerte posición de su pieza menor que no tiene rival. Las blancas conservaron aquí su caballo de d5, pero recibió escasa ayuda de otras piezas. Por el contrario, las blancas mantuvieron la iniciativa en el ejemplo siguiente, sobre todo debido a su amplio conjunto de apoyo. Zajarevich - Guliev San Petersburgo 1997 (Ver diagrama 203.) Si las blancas pierden su peón extra (1 lLld4 ~xd5) o permiten que entre en jue-

Juegan blancas

go el alfil negro (1 g5 .1t..f5 ó llLle1 .1t..d7 y ...~ a4) , quedarán peor. 1l:ld4! ~ xd4 2 cxd4 El sacrificio de las blancas tiene un inmediato impacto sobre las piezas menores. Su alfil de casillas negras es fuerte y el caballo negro pierde su mejor casilla. Pero 1 l:l d4 fallaría si las blancas tuviesen menos piezas. Las blancas necesitan su alfil de casillas claras, por ejemplo, para atacar el flanco de rey después de 2 ... lLld7 3 ~ xh6 :te8 4 ~d3! lLlf6 5 ~ xg6. El sacrificio fallaría también si se retirasen la torre de rey blanca y la torre dama negra. 2 •.• lLla6 3lLleS l:l d8 4 ~d2'iYf8 O bien 4 ... 'iY xd5 5 'iW xh6 ~ xd4 6 lLlxg6! fxg6 7 ~xg6+ c;t>h8 8 ~ b2! , Yganan. S ~ c4 lLlc7 6 d6 lLle6 7 ~ a3 ~g7 8 l:le1 La presencia de la torre blanca es vital en líneas como 8 ... ~ d7 9 lLlxd7 l:l xd7 10 ~xe6 fxe611 %:txe6. Las negras jugaron 8 ... gS 9 ~d3 'iYf6, y se rindieron después de 10 l:le3! 'tWg711l:lf3 f612 d7!. El cuarto criterio importante para la corrección de una entrega de calidad tiene

LA CALIDAD

que ver con la estructura de peones. Un buen sacrificio de calidad se produce: (d) Cuando inflige un considerable daño a la formación de peones. En el último capítulo hemos comentado ya el destructivo sacrificio ... : xc3 en la Siciliana. Pero el enfoque de Simagin concentrándose en la vulnerabilidad de los peones blancos de c3 y e4 ignora otras debilidades. Los tres peones blancos del flan co de dama (así como las casillas a3, a4, b2 y c4) son vulnerables después de la captura en c3. "Si tomas en c3 y el caballo puede llegar a a4, las negras están bien", dijo Kasparov de su partida con Movsesian (diagrama 164). La indefensión de casillas como b2 y a3 a menudo puede ser explotada tanto por alfiles como por caballos.

147

3 oo' ~xc2 4 1:txc2 ~xb3. Pero oo.~c5 no era la principal idea de las negras. 3 ••• ~ xa3 4 c;t>h2 ~b2! El alfil barre (5 ttJb1 : c4 6 :d3 ~xe3! 7 : xe3 d4). 5 ~g3 ~xc3 6 :a4 ~d4 7 : n :xc2 Las negras han ganado los tres peones del flanco de dama y el desenlace resultó transparente después de 8 : b1 ~ b2. La debilidad de casillas, además de peones, es evidente en otro sacrificio estándar, : xe6. Todas las casillas blancas del flanco de rey quedan vulnerables hasta cierto punto. En el siguiente ejemplo, g6 se convierte en objetivo cuando ya no tiene un peón f que lo sostenga. Krasenkow - Rozentalis Campeonato de Polonia por equipos 1997

Vulfson - Gulko Moscú 1974

Juegan negras Juegan blancas La posición blanca es difícil, pero 1 ttJh4 ofrecía alguna esperanza. Por ejemplo: 1 ... e6 2 ttJxf5 gxf5 3 :xc4!. 1 ttJd2? : xc3! 2 bxc3 e6 3 h3 Si las blancas impiden oo.~c5 con 3 ttJ b3, quedan claramente peor, después de

1 ... ~ e6? La jugada perdedora. 2 ~d3 g6 O bien 2 oo. ttJbd7 3 ~xf6 ttJxf6 4 ttJg5. 3 ~h6 : eS 4 : xe6! fxe6 5 ttJgS La ausencia de un peón f significa que las amenazas blancas no sólo comprenden ahora ttJxe6, sino también ttJxh7. Por

148

EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

ejemplo: 5 ... ~f8 6 tLlxh7! \t;{xh7 7 'lWxg6+ \t;{h8 8 ~gS tLlbd7 9 tLle4, ganando, o bien 6 ... ~x h6 7 'lWxg6+ ~g7 8 tLlxf6+ 'lWxf6 9 ~xe8+. 5 ... 'lWa5 Las negras pueden defenderse con 6 tLlxh7 ~f5 ó 6 ... WihS, pero no después de 6 b4! 'lWf5 7 'We3

Las negras se rindieron. Después de 7 ... 'lWxc2, las blancas dan mate. La variante clave es 8 'lWxe6+ \t;{h8 9 Wif7 l:tg8 10 'lWxh7+!. Aunque no haya amenazas inmediatas sobre f7, h7 ó g6, el sacrificio en e6 puede ofrecer compensación, debido a la dificultad de las negras para organizar una defensa a largo plazo. Bologan - Rozentalis Belfort 1998 1 e4 eS 2 tLlf3 tLlf6 3 tLlxe5 d6 4 tLlf3 tLlxe4 5 d4 d5 6 ~ d3 ~ e7 7 O-O tLl c6 8 c4 tLl f6 9 tLlc3 O-O 10 h3 tLlb411 ~e2 dxc4 U ~xc4 c613 a3 tLl bd514 l:te1 ~e615 ~ d3 h6 16 ~d2 Al conectar torres, las blancas se disponen a preparar el sacrificio, con 'lWe2 y

l:tel. Las negras debían haberse anticipado al mismo con 16 ... ~c8!. 16 ... l:t e8 17 l:t xe6! fxe6 18 ~ g6! La torre debe expulsarse de e8. 18 ... l:t f8 19 'lW e2 tLl c7 20 l:t el ~ d6 21 ~b1

La compensación de las blancas radica en la fuerza de su alfil de casillas claras y la debilidad de las casillas contrarias e6, f7 , g6 Y h7. Estaban convencidas de tener mucho juego después de 21 ... l:t e8 22 tLleS tLlcdS 23 ~d3. 21 ... 'ffIe7? 22 tLle5 ~xe5 Esta captura era inevitable, en vista de tLlg6 ó 'lWd3/tLlg4. Pero ahora no hay pieza menor que defienda h7. 23 dxe5 tLlfd5 24 tLlxd5 tLlxd5 25 ~e4! g526 'lWg6+ Las blancas obtienen su primera pizca de compensación material. Su ventaja resultó evidente después de 26 ... ~g7 27 'lWxe6+ \t;{h8 28 h4! tLlf4 29 'lWc4 l:t ad8 30 ~c3 Y las negras se vinieron abajo con 30 __ tLld5 31 hxg5 hxg5 32 ~d2 tLlf4 33 ~b4 ~f7? (33 ... l:t fe8 34 e6) 34 e6 tLl xe6 35 ~xf8, y se rindieron. Los sacrificios de calidad que dislocan los peones enemigos pueden dejar al sa-

LA CALIDAD

criticador en la envidiable situación de ser el único que puede modificar la estructura de peones. Esto es, en sí, una forma de compensación. Aunque su oponente pueda controlar una columna semiabierta con su torre sin oposición, puede encontrarse seriamente restringido si no hay forma de cambiar peones y abrir del todo la columna. Nada es más frustrante que contar con una ventaja material que no puede imponerse por culpa de peones estáticos.

5

~c2

149

'tWxe3+ 6 'it>hlltJeS 7 1:[n 1:[e8

8 1:H4 f6 El sacrificio de las negras da resultado porque cuentan con objetivos y las blancas no, debido a su estructura de peones. El control de las blancas de las columnas d y f no se convierte en presión, debido a que el caballo negro no puede ser expulsado de e5 por un peón f y porq ue f6 es una roca.

Benko - Keres Los Angeles 1963

Juegan blancas Si dispusieran de algún tiempo para proteger su peón de b2 e impedir ...ltJd4, las blancas tendrían un juego excelente, pues podrían doblar torres en la columna d y, si las negras defienden d7 con ... ltJe5, expulsar al caballo con f2-f4. 1 A c3?! A xc3 2 bxc3 1:[e8 3ltJe3? Pero esto es un feo error, que magnifica los riesgos posicionales de 1 A c3. Era preciso 3 ltJf4. 3 ... 1:[ xe3! 4 fxe3 ~e8 El peón de e3 debe caer (5 'it>f2 'iWe4).

Esto significa que, a diferencia del habitual sacrificio de calidad en el medio juego, cuando los tiempos son preciosos, el tiempo está de parte del sacrificador, que puede permitirse mejorar gradualmente la posición de sus piezas. Por ejemplo: 9 1:[ e4 'Wf2 10 1:[ d1, el tipo de posición que sólo le gustaría a un ordenador, y en la que las negras pueden demostrar su superioridad con 10 .. . 1:[e7 11 1:[f4 ~e3 12 l:t e4 ~g5 Ó 10 ... ~f5, para explotar la clavada de e4. 9 ~e4 ltJg6! 10 'tWxe3 1:[ xe3 Las negras estarían cerca de una posición ganadora en caso de 11 1:[f2ltJe5, seguido de ... 'it>f7 -e6, o bien 11 1:[ f3 1:[ xe2 12 1:[ xd7 ltJe5. Las blancas trataron de salvarse en el final de torres, 11 1:[ xd7 ltJxf4 12 gxf4 1:[ xe2 13 1:[ xa7, con idea de 14 f5!.

150

EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

Pero perdieron después de 13 oo. n f2! 14 n b7 l:t xf4 15 n xb6 l:t xe4.

La incapacidad de modificar la estructura de peones a menudo hace que las piezas pesadas parezcan estúpidas, al tiempo que las piezas menores parecen brillantes. El resultado es que grandes desventajas de material pueden volverse favorables en términos de movilidad y objetivos. Razuvaev - Tiviakov Rostov sobre el Don 1993 1 d4 liJf6 2 e4 e6 3 liJf3 b6 4 g3 ~ e7 5 ~ g2 ~ b7 6 liJe3 O-O 7 d5 .Jt b4 8 ~ d2 liJa6 9 O-O liJe5 10 liJe1 %:t e8 11 liJe2 ~x e3 12 ~xc3 exd5 13 exd5 liJee414 liJe3 liJxc3 15 bxc3

tanto, mejor, pues sólo este bando tienen posibilidades de ganar." 17 '&d4 liJd7 18 nf4 '&e7 19 nafl liJe5 El resto de la partida podría dividirse en cuatro fases. Primera, las blancas tratan de crear objetivos en el flanco de rey. 20 ~ e4 nf8 21 ~ d3 ~ e8 22 'iWe4 g6 23 nf6 h6 9 'Wd7 1:I. c1 La amenaza es ... 1:I. h1-h3+. 10 ..t>h2 1:I. f1 Observe que la iniciativa jugó aqui un papel importante, y que no es inusual cuando una dama se enfrenta a otras piezas. La iniciativa puede influir decisivamente en casos en que se ha capturado una dama y las piezas son tácticamente vulnerables en pocas jugadas (como en los diagramas 221 y 222). Pero una vez que las oportunidades de la dama son neutralizadas, las piezas pueden controlar la situación, incluso tomándose su tiempo. (Ver diagrama 225.)

11 'Wd2? La jugada perdedora. La dama debía vigilar tanto f2 como g7. Por ejemplo: 11

~a7! ..t>g6 12 ~e3 ..t>h5 13 ~a7! , pues si 13 ... ..t>h4 14 Wixg7 1:I.xf2+ 15 ..t>gl 1:I.g2+ 16 ~xg2, el final de peones es tablas. De modo similar, si 11 .. . ..t>h5 12 Wixg7 1:1. xf2+ 13 ..t>gl 1:1. xf3, las blancas hacen tablas con jaques. 11 ... ..t>h5! U Wia2 ..t>h4 13 ~a7 liJh3! 14 'Wxg7 1:1. xt2+ 15 ..t>h1 1:1. xf3 16 Wig8 1:I. f1+ 17..t>h2 1:1. t2+ 18 ..t>h1liJg5! Las blancas deben perder, si permiten ... ..t>g3 ó ... liJf3. Se rindieron después de 19 lWc4? liJf3 20 Wia2!?, porque 20 ... 1:1. h2+! conduce a un final de peones ganado.

Hay muchos otros casos como éste y han contribuido a generalizar el recelo entre los maestros acerca de los desequilibrios relacionados con la dama. Les encanta sacrificar (o ganar) una dama. Pero, al mismo tiempo, han desarrollado cierta desconfianza por los valores de las tablas acerca de las posiciones resultantes.

CALCULAR Y OTRAS CARGAS Antes de la Segunda Guerra Mundial, un sacrificio de dama normalmente formaba parte de una combinación que terminaba en mate. Uno de los informes más exhaustivos sobre sacrificios de dama (un artícu-

DAMA CONTRA PIEZAS

lo de 20 páginas en el anuario soviético de 1955, por Alexander Konstantinopolsky) indicaba casi 50 ejemplos. De estos casos, sólo un tercio podían considerarse sacrificios posicionales, es decir, según el concepto de Spielrnann, sacrificios reales. Otra fuente contemporánea, el volumen WeLtgeschichte des Schachs consagrado al ajedrez soviético (1953-1960) , contenía la impresionante cifra de 45 sacrificios de dama. Sólo 19 eran sacrificios posicionales (y cuatro de ellos, perdidos). En décadas posteriores, han proliferado los sacrificios de dama , en parte porque son divertidos. Cualquiera que haya movido suficiente madera sabe que realizar un sacrificio de dama reporta bastante más placer que jugar con el otro bando. Pero las piezas llevan consigo una carga más pesada, a saber, una fuerte dosis de cálculo. El jugador con la dama normalmente dispone de menos opciones ("jugadas candidatas") que considerar. Las variantes pueden ser largas, sobre todo porque la dama puede jaquear repetidamente. Pero lo normal es que su oponente se enfrente a variantes más complejas y numerosas que evaluar. En el último ejemplo, el jugador con las piezas tenía relativamente pocas lineas ganadoras. En el siguiente, disponía de varias, y una combinación decisiva en cartera. Pero eso contribuyó a su propia entencia. D. Gurevich - Seirawan

Campeonato de EEUU 2000 (Ver diagrama 226.) Al jugar con piezas contra una dama, a menudo existe un contraste entre la "mejor" jugada y la jugada práctica. Aquí, la

161

226

Juegan blancas

jugada práctica, 1 .,td4, conservaría un sólida ventaja, pero dejaría a las blancas con mucho trabajo por hacer. 1 l:t xd5! La decisión blanca es objetivamente correcta, pero las consecuencias son muy difíciles de calcular, sobre todo con el reloj en marcha. 1 ... exd5 2 e6 WHa7 Las blancas pueden conseguir ahora tres piezas por la dama, después de 3 e7 lLlf6 (3 .. . W/xe7 4 lLlf5+) 4 e8 lLl + lLlxe8 5 lLlxe8+ g8 6 lLlf6+ rJ;g7 7 .,td4. Esto debería ganar, porque las piezas se coordinan bien con el rey, y los caballos tendrían mayor impacto sobre el tablero acortado que se produciría tras la liquidación de peones en el flanco de dama. 3 ~d4+!

Con esto se añade un peón a la compensación blanca de tres piezas y debería ganar más rápidamente. Pero las consecuencias son más difíciles de calcular. 3 ... rJ;f8 4 xg4 W/a4! 5 lLlf3?? A las blancas se les escapa 5 lLlh7+ rJ;g8 6 e7! Wixd4+ 7 rJ;h3 , coronando, o bien 5 ... e7 6 lLlc8+ xe6 7 lLlg5+ rJ;d7 8 lLl xb6+.

162

EL VERDADERO VALOR DE LAS PI EZAS EN AJEDREZ

5 •.• ~b4! Las jugadas de dama son relativamente fáciles de encontrar. Si 6liJf7, 6 ... 'iVb1! , con lo que las negras amenazarían mate en f5 y un jaque ganador en e4. 6 e7+ xh6 6 l:t xh8+ 'it>g7 7 l:t h7+ ~g8 8 l:t xf7 Las piezas blancas se protegen entre sí y pueden conservar a! menos un peón en el flanco de dama para su potencial coronación. Esto se traduce en considerables perspectivas de victoria. 8 ~xc2 9 tt xb7 ~c1 + 10 'it>b2 ~f4+ 11 ~ h3 ~xt2 000

000

Ando Tzermiadianos - Simeonidis Campeonato de Grecia 2002

Juegan negras Las negras pueden ganar desclavando el peón e con 1 ... l:te6!. Por ejemplo: 2 lDd4 l:t eS 3 ~f4 l:t hS. Pero prefirieron ganar la dama. 1 A e7? 2 l:t xe4! ..txe4 3 : xe4 ..txgS? Aquí, 3 ... ~xc2 4 l:t xe7 l:t xe7 S Wixe7 l:t xh6 6 ~e8+ es tablas por jaque perpetuo. Pero las negras, aparentemente, no creían que pudiesen estar peor con una dama contra torre, caballo y dos peones. 4 l:t xe8+ 'it>h7 S lD xgS+ 000

12 l:tb8+?! Sin embargo, las blancas también concluyeron que no podían ganar, a pesar de 12 l:tf7! , con lo que tendrían todas las cartas a su favor (12 .. . ~xb2 13 l:t xa7). 12 'it>g7 13 lDe6+ ~h7 No 13 ... 'it>h6?? 14 l:th8++, ni 13 ... 'it>f7?? 14 l:tf8+. 14lDgS+ Tablas (¡?) Las blancas seguirían estando mejor tras 14 ... 'it>g71S l:tb7+ ~g816 l:tf7. Hay un caso similar de los archivos, en el que un maestro soviético deja escapar la oportunidad de su vida de derrotar a Paul Keres. "Por extraño que pueda parecer", decía el libro del torneo, las negras propu000

172

EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

sieron tablas cuando su ventaja era evidente. Keres - Kasparian Campeonato de la URSS 1952 1 e4 e6 2 d4 d5 3 ttJc3 dxe4 4 ttJxe4 ~ f5 5 ttJg3 .tg6 6 ttJh3 ttJd7 7 .te4 ttJgf6 8 ttJf4 e59 dxe5? 'iVa5+ 10 ~ d2 'iVxe5+ 11 ttJge2 ~ c5 12 O-O O-O-O! 13 ttJg3 '*Vd4 14 ~d3 l:the8 15 b4! ~ xb4 16 c3 ~ xc3 17 ttJge2 ~ xal18 ttJxd4 ~ xd419 ~c2

peran bien en la defensa y en la creación de una fortaleza , al margen del número de peones existente. Esto fue subrayado por la variante de la Nirnzoindia que discurre así: 1 d4 ttJf6 2 e4 e6 3 ttJc3 ~ b4 4 e3 O-O 5 .td3 d5 6 ttJf3 e5 7 O-O ttJ e6 8 33 ~ a5 9 exd5 exd5 10 dxe5 ~ xc3 11 bxe3 ~ g4 12 ~ b2 ttJe5 13 e4 ttJxf3+ 14 gxf3 ~ h3 15 exd5 ~xd5 16 ~ xf6 gxf6. En una partida Portisch-Tal, del match de Candidatos de 1965, las blancas vieron 17 ~ xh7+?? ~xh7 18 ~xd5 l:tg8+. Así que prepararon la combinación ~ xh7+ con 17 ~h1 Yeventualmente el juego finalizó en tablas tras 17 ••• l:tfd8 18 l:tg1+ ~h819 jL e2.

244

La posición del rey puede haber preocupado a las negras, pero su posición es, obviamente, superior tras 19 ... ttJc5 ó 19 ... .txd3. Con independencia de la verdad aritmética, trazar la línea divisoria de 1,5 peones tiene cierto sentido porque la dama tiende a tener ventaja cuando la diferencia es un peón, mientras que cuando es de dos peones, la ventaja suele inclinarse del lado de las piezas. Esto no significa que la dama gane cuando la diferencia es de un peón, o pierda cuando es de dos. En realidad, el resultado más probable cuando la diferencia es de un peón, es tablas. Una de las razones es que torre y pieza menor coo-

Taimanov, en una versión temprana de su libro sobre la Nimzoindia, escribió: " No 19 ~ e4? , en vista de 19 ••• ~ xg2+!. " Sin embargo, eso fue precisamente lo que sucedió en la partida Beliavsky-Tal, Riga 1975, que continuó con 20 ~xg2 ~g5+ 21 ~h1l:txd122 l:taxd1 ~xe5 23 l:td5!

Juegan negras

Las blancas quedarían perdidas en caso de 20 l:t xg2 '*Vxd1 +. Pero hay un mun-

DAMA CONTRA PIEZAS

do de diferencia entre tener calidad de menos con sólo un peón de compensación, y contar con torre, pieza y peón contra dama. Aunque ese peón y medio sea la famosa línea divisoria, tanto en los desequilibrios de calidad como de 'iY+ vs l:t +pieza, en este último caso hay un gran margen de error. Aquí, las blancas amenazan l:th5xh7, además de l:t xc5, yeso les concede mejores posibilidades, aunque sólo sea con un peón extra. El juego prosiguió así: 23 oo. ~f8! 24 l:td7 (24 ~ xh7 ~h6) 24 oo. l:te8, y las negras consiguieron hacer tablas después de 25 l:t xb7 l:t e7 26 l:t b4 l:t e5 27 ~ xb7 l:tg5!. Observe que las blancas tenían peones f doblados y sin embargo el efecto general de la estructura de peones les favorecía. Esto se debe a que su alfil estaba apuntalado en e4 y disponía de un considerable radio de acción. A falta de un peón pasado, las posibilidades ganadoras en tales finales a menudo dependen de la actividad del alfil. De Firmian - Dautov Essen 1999 1 e4 e6 2 d4 d5 3 tLle3 dxe4 4 tLlxe4 ~ f5 5 tLlg3 ~g6 6 h4 h6 7 tLlf3 tLlf6 8 tLle5 ~ h7 9 ~ e4 e6 10 ~e2 tLld5 11 ~ d2 tLld7 12 0-0-0 tLlxe5 13 dxe5 Wie7 14 f4 0-0-0 15 l:1h3 ~b416 ~ xd5 ~ xd2+ 17 l:txd2 l:txd5 18 l:txd5 exd5 Ahora, una jugada de caballo amenazará l:tc3. ¿Pero es una amenaza? Si 19 tLle4 ~ xe4 20 l:tc3 Wixc3 21 bxc3 h5! , las negras tienen una posición muy sólida, como en la partida. 19 tLlf5 ~ xf5! 20 l:tc3 Wixc3 21 bxc3 h5!

173

Las negras no tienen debilidades. Su alfil está sólidamente instalado en la mejor diagonal del tablero, y su última jugada impide g2-g4 y h4-h5. Si las negras pueden bloquear del todo la estructura de peones contraria, con oo . ~b8 y oo.l:tc8-c4, incluso podrían tener posibilidades de ganar, aun sin peón extra. Las blancas intentaron 22 e4! dxe4 23 ~xe4+ ~b8 24 'YWd4, pero las negras lograron adecuado contrajuego con 24 ... l:t e8. La partida finalizó en tablas después de 25 c3 b6 26 a4 l:t e5 27 a5! l:t xa5 28 ~d8+ ~b7 29 'iVd7+ ~a6! Uugando a ganar) 30 ~e8+ c;t>b5 31 ~b2 g6 32 g3 ~ g4.

LOS DOS ALFILES Un peón puede bastarle al conjunto l:t +pieza menor, pero no la carencia de peones. La confusión se debe en parte a lo que entendemos por "compensación adecuada". Si las piezas sólo tratan de hacer tablas, entonces pueden prescindir de peones, gracias a su propensión a construir una fortaleza. Pero si las piezas tratan de ganar, dos peones son más o menos el requerimiento mínimo. Con una sola excepción.

174

EL VERDADERO VALOR DE LAS PI EZAS EN AJEDREZ

Tal excepción es cuando entre las piezas se encuentra la pareja de alfiles. Kasparov dijo que 1:t +pieza+ t3:, es compensación suficiente por la dama -es decir, para jugar a ganar-, cuando se incluyen en el lote los dos alfiles. Esto tiene sentido, si cuantificamos el par de alfiles con medio peón extra, pues el jugador con las piezas tiene, en efecto, peón y medio, no un peón, a modo compensatorio. Unzicker - Keres Moscú 1956

Juegan blancas

Las negras buscan una posición de caballo bueno contra alfil malo, pero se pasan de sutiles: 1 iL. xe7 1:tc8? La idea de esta jugada es impedir que las blancas controlen la única columna abierta, tras 1 ... Wixe7 2 ~ a2 Y 1:tcl. 2 ~ xd6! 1:t xc2 3 ~ xc2 Las blancas tienen un peón extra, pero su ventaja es sustancial, por la forma en que operan dos alfiles con el peón d. Esto se puso de manifiesto tras: 3 f6 4 iL.b3 liJf4 5 :t dI! liJd7 6 1:t d2 liJb6 7 ~ c7! .oo

Este truco (7 ... Wixc7 8 d6+) condujo al desmoronamiento de las negras. 7 liJc4 8 d6 liJe6 9 ~ a5 liJeS 10 ~b4 liJd711 1:tc2 aS Las negras habrían perdido, en cualquier caso, ambos peones del flanco de dama (11 ... ~xe4 12 liJd2). Se rindieron después de U ~ xa5 Wixe4 13 liJd2 Wid3? 14 1:t xc4 ~h7 15 ~c2. oo.

La fuerza de la pareja de alfiles hace mucho que se ha apreciado en las aperturas, sin existir desequilibrios materiales, como en la Nirnzoindia, la Defensa Berlinesa, la Apertura Cuatro Caballos y otras. Pero la fuerza de los alfiles con el desequilibrio de la dama ha cambiado la teoría en líneas como el Ataque Rauzer de la Siciliana: 1 e4 eS 2 liJf3 liJc6 3 d4 cxd4 4 liJxd4 liJf6 5 liJc3 d6 6 ~g5 e6 7 Wid2 a6 8 O-O-O h6 9 ~ f4 ~d7 10 liJxc6 ..axc6 11 f3 La sabiduría prevaleciente hacia 1960 era que 11 ... ~b6 era lo mejor, pues 11 ... d5 habría provocado "12 ~e1 ~b4? 13 a3 ~ xc3 14 ~xc3 ó 13 ... ~ a5? 14 exd5 liJxd5 15 b4! ", con gran ventaja, como se afirma en el libro Die Sizilianische Verteidigung (1961), entre otras autoridades contemporáneas. Sin embargo: 11 d5 U ~e1 ~b4 13 a3 ~a5 14 exd5?! liJxd5 15 b4 liJxf4! 16 :xd8+ oo.

~ xd8

(Ver diagrama 248.) Las negras tienen torre y alfil -sin ningún peón extra- por la dama. Pero la fuerza de los dos alfiles, en particular el de casillas negras y la permeabilidad del flanco de dama blanco indica que las negras disfrutarían de buenas posibilidades. Esa evaluación ha resistido la prueba del tiempo. Cuando las blancas se han lle-

DAMA CONTRA PIEZAS

vado la palma en las dos últimas décadas, normalmente no fue porque explotasen su ligera ventaja material. Más bien, ganaron de forma típica lanzando un ataque en el flanco de rey (17 h4, seguido de la expulsión del caballo de f4, y luego de g2g4-g5). Las negras respondán con su propio ataque y el desenlace a menudo depende de quién golpea antes. La partida Ernst-Lerner, Gausdal1992 por ejemplo, siguió así: 17 h4 O-O 18 ~e3lDd5 Las negras harían mejor en preservar material, con 18 oo' A c7. 19lDxd5 ~xd5 20 g4 aS! El blanco es el más seguro de los dos reyes, y su bando está ligeramente mejor después de 20 oo. b5 21 g5 h5 22 ~b2 ~e7 23 ~ d3, como en una partida anterior Ernst-Lerner. 21 b5 ~ e7 22 g5 h5 23 ~b2 1:Hc8 (Ver diagrama 249.) Ahora 24 c4 ~ xc4 25 ~xc4 l:t xc4 26 l:tc1 ~c5! es muy bueno para las negras. 24 'iff4 ~xa3+! 25 ~xa3 l:txc2 26 l:th2 l:tc3+ 27 ~b2 l:tb3+ 28 ~a1 l:t c8 Las negras sólo tienen torre y dos peones por la dama, pero su amenaza oo.: xf3 les concede posibilidades de victoria (29

175

~ h3?? l:tc4) y, eventualmente, el juego acabó en tablas. Observe que las negras no tenían la pareja de alfiles en el sentido habitual, es decir, que un jugador tiene ambos alfiles y su oponente un alfil y un caballo o dos caballos. Cuando Kasparov dijo que una torre, peón y los dos alfiles eran compensación suficiente por la dama, tenía in mente ese sentido. Pero en los desequilibrios de dama, hay otro sentido: los "dos alfiles" pueden significar sencillamente que un jugador tiene los dos alfiles y su contrario no, como en los dos últimos diagramas. En ese sentido, la pareja de alfiles sigue constituyendo una ventaja significativa, porque pueden atacar las casillas de ambos colores. El oponente no puede defenderse desplazando objetivos potenciales a casillas de un solo color. La dama resulta ser un mal defensor cuando se enfrenta a un oponente que cuenta con ambos alfiles y la iniciativa. Veamos otra popular variante de apertura: 1 e4 eS 2lDf3 d6 3 d4 cxd4 4 lDxd4lDf6 5 lDc3 g6 6 A e3 A g7 7 f3 O-O 8 ~d2 lDc6 90-0-0 d510 ~b1lDxd411 e5lDf5 U exf6 Axf6

176

EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

Aquí se le ha prestado mucha atención a:

13 lLlxd5

~xd5!

14 ~xd5 lLlxe3 15

~d2lLlxdl16 ~xd1 ~e6

No hay peón extra, pero el alfil de casillas oscuras es tan fuerte que las negras obtuvieron mejores resultados, desde que apareció el sacrificio en 1997. Si las blancas pueden proteger sus casillas negras, sobre todo b2, tendrían una posición segura (aunque no necesariamente ganadora después de, digamos, 17 ~ b5 a6 18 ~a4 y ~ b3). La partida Adams-Ivanchuk, Dortmund 1998, ilustra los obstáculos: 17 ~ d3 IHd818 ~e1 J:td619 ~a5 b6 También es prometedor 19 oo' ~d4 y 20 oo. J:tad8. 20 ~ el J:t e8 21 a3 J:t e5 22 g4 J:t ed5 23 ~g3h5 Ivanchuk dijo que había estado planeando sacrificar en d3, y las blancas le permitieron hacerlo "en circunstancias óptimas" . 24 h3? h4 25 ~f2 J:t xd3! 26 exd3 J:t xd3 Esto deja a las negras con dos alfiles y peón por la dama, pero ejercen un control suficiente de la posición como para compensar el déficit. Las blancas tienen problemas para defender b2 después de

oo. J:t b3, Y quedan casi perdidas después de 27 ~e2 J:tb3 28 J:td1 g5! (las blancas quedan mejor en caso de 28 oo. l:xb2+ 29 ~xb2 ~x b2 30 c;t>xb2 ~ c4 31 f4) 29 J:td2 c;t>g7 30 ~e4 a5 31 c;t>c1 b5 32 c;t>d1 a4. Hay una experiencia similar con una línea de la Grünfeld que también se puso de moda en torno a la encrucijada de siglos: 1 d4 lLl f6 2 e4 g6 3 lLlc3 d5 4 exd5 lLlxd55 e4 lLlxe3 6 bxe3 .i g7 7 lLlf3 e5 8 ~ e3 ~a5 9 ~d2 lLle6 10 J:t b1 O-O!? 11 J:tb5 Las negras deben sacrificar su dama o admitir que su última jugada fue un grave error que pierde un peón. 11 ... exd4! U J:t xa5 dxe3 13 ~xe3 lLlxa5

U na vez más, la compensación es J:t +pieza junto con el par de alfiles. Las negras han obtenido buenos resultados contra jugadas tranquilas, como 14 lLld4. Por ejemplo: 14 oo. ~ d7 15 .ie2 J:tfc8 y oo.lLlc4. Un test más duro podría ser 14 h4, quemando las naves. Por ejemplo: 14 ... .ie6 15 lLlg5 .ixa2 16 h5, con grandes complicaciones. Hay lecciones que aprender de los tres

DAMA CONTRA PIEZAS

últimos ejemplos. En las líneas del Ataque Rauzer y la Defensa Grünfeld, la mejor política para las blancas era buscar el mate, antes que simplificar, aun cuando fuesen "por delante" en el material. La razón es que el jugador con las piezas puede ser vulnerable al ataque, durante el período de la oportunidad. En segundo lugar, las piezas no deberían apresurarse a recuperar material (28 ... g5!, 32 .. . a4, en el Dragón) e incluso deberían estar dispuestas a sacrificar, antes que a presionar. TOTAL DE PEONES El otro factor clave en este desequilibrio es el número total de peones del tablero. En general, cuantos más peones haya, mayor serán las posibilidades de ganar del bando superior. Esto tiende a ser cierto cuando la diferencia en peones es dos, uno o cero. Aunque el jugador con las piezas disfrute de dos peones saludables, la victoria es difícil, si son los únicos peones que quedan en el tablero. Karpov - Timman Bruselas 1988

Juegan negras

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Las negras jugaron 1 ... 'iWd2?, después de lo cual, 2 ~f1 ! lhb73 lha6+ ~b8 4 l:tf8+ ~c7 5 ~g2, su rey dejó de estar seguro y acabaron rindiéndose tras 5 ... ~d7 6 11 h8 c4 7 i.e4!. Detengámonos en la única jugada que habría mantenido la lucha: 1 ••• c4! Karpov lo comentó en New in Chess. Las blancas acabarán capturando este peón y, en realidad, todos los peones negros. Pero tendrían que permitir un cambio de torres y la pérdida del peón b. El resultado sería dama y peón contra torre, alfil y peones f y g, una lucha "en la que las negras conservan posibilidades de tablas". No indicó variantes, pero Timman sí lo hizo:

2 ..ad5 ~b2 La idea de las negras es ... 11 h8, que según él sería tablas. 3 ~x c4 11b8! 4 11xh8 ~xh8+ 5 ~gl ~xb7 6 11xg4 Las blancas pueden detener al peón a con 11 e4-e2, pero las negras deberían poder bloquear el flanco de rey. La situación es similar cuando es el jugador con la dama quien lleva la voz cantante. Los cambios de peones, en tal caso, tienden a disipar sus posibilidades. Otros factores que pueden propiciar las tablas, según observaron Müller y Lamprecht en Fundamental Chess Endings, son cuando "las piezas disfrutan de puestos avanzados seguros y no puede forzarse un Zugzwang". Esto queda ilustrado por una línea de la Apertura Catalana, que se puso fugazmente de moda en los ochenta: 1 d4 ttJf6 2 c4 e6 3 g3 d5 4 i. g2 dxc4 5 ttJf3 eS 6 o-o ttJc6 7 ~a4 cxd4 8 ttJxd4 'YWxd4 9 ~x c6+ ..a d7! 10 11 dI ~xdl+ 11 ~xdl ..axc6

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

ma en campo contrario. Las piezas negras pueden asegurarse puestos avanzados, pero eso no bastará para hacer tablas si su bando pierde un peón en el flanco de dama. DAMA CONTRA TORRE Y DOS PIEZAS MENORES

Las negras tienen un peón extra, pero no pueden conservarlo. Por ejemplo: 12 lLld2 b5 13 a4 a6 14 axb5 Axb5 permite 15 'tWc2 .l:t e816 .l:txa6! ~xa617 ~a4+ lLld7 18 'Wxa6 y lLlxe4. Eso deja a las blancas con un medio juego de ~+~ vs .I:t.l:t particularmente favorable, debido a las piezas menores y al peón b. Con todo, el sacrificio iniciado con 7 ... cxd4 disfrutó en la década de los ochenta del estatus de linea de tablas. Si las negras pueden liquidar el flanco de dama, harían tablas, porque el tablero ha sido reducido al flanco de rey, en el que sus peones ofrecen una pantalla contra los ataques dobles de la dama. Esta estrategia llamó la atención después de la partida Kasparov-Andersson, Niksic 1983, que finalizó en tablas después de 13 ... A e7 14 axb5 A xb5 15 lLl xe4 O-O 16 b3 lHd8 17 ~ e2 .I:t de8 18 .lta3 .ltxa3 19 .: xa3 h6 20 'iYc3 .ltxe4 21 bxe4 lle7, y ... llac8/ ... lLle4. Pero en años recientes, las blancas han obtenido resultados victoriosos en esta linea, gracias a un juego más cuidadoso. Tras cambiar alfiles de casillas negras, pueden crear una estructura de peones a base de e4-f3-g3-h2. Entonces, con su rey a cubierto en f2, pueden cambiar piezas menores en el flanco de dama y penetrar con su da-

Esto se considera un serio desequilibrio, cifrado en una diferencia de +2 a favor de las piezas. Con el mismo número de peones, en las últimas fases del juego, la dama 'no podrá defenderlo todo", dijo Fine. Sabiendo esto, los jugadores experimentados pueden tomar rápidas decisiones en posiciones difíciles. Tesehner - Spassky Riga 1959

254

Juegan blancas

Después de 1 lLlxd4, las blancas sólo tienen ~+~ vs .: J:t+A, lo que representa un considerable déficit. Pero en desequilibrios con dama la cantidad total de material sobre el tablero siempre tiene su importancia. Aquí, 1lLlxd4 ofrece posibilidades de supervivencia, ya que la natural 1

DAMA CONTRA PIEZAS

... ttJc5 2 f5+ l:!. xf5? pierde una torre, por 3 ttJ xf5 ~f5 4 b4 ttJ juega 5 ~h7+ . 1 ttJd6? l:!. xd6! Aun con su rey expuesto, las negras sabían que su posición era ganadora, porque pueden quedar con torre, alfil y caballo por la dama. 2 f5+ ~xf5 3 ~x d6 ttJf6 4 exd4 ~ c6 Las negras tienen una ventaja material de +2 y ganaron tras capturar el peón d blanco y avanzar el suyo propio. Sin peones en el tablero, no podrían haber ganado. Pero con tres peones por bando, el proceso ganador era puramente mecánico, aunque largo. Se necesitaron otras 44 jugadas, lo que es típico de las luchas entre dama y tres piezas, que suelen prolongarse mucho más de lo que normalmente se cree. Un caso modelo fue la partida Smyslov-Filip, Munich 1958. Las blancas tenían torre, alfil, caballo y un peón contra dama y dos peones. Las negras opusieron resistencia durante más de 60 jugadas, hasta que tuvieron que rendirse en vista del mate. Para que la dama tenga alguna posibilidad contra torre y dos piezas, debe haber peones que restrinjan a las piezas o amenacen con coronar. En el ejemplo siguiente, las blancas encontraron el plan correcto hasta un momento dado. Fressinet - Radjabov Pamplona 2001-2002

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Juegan blancas

pación relativamente menor, porque el rey blanco estará seguro en casillas negras. 1 ... ~c6 2 ~b2 ttJd5 3 ~d2 ttJf6 4 f3 ttJd5 5 h4 1:[ a8 6 c4! ttJf6 7 b4? Pero esto debilita fatalmente c4. Las blancas temían ... a3+, y quizá esperasen poder conseguir contraj uego con b3-b4b5. Pero 7 '*Yd6 ofrecía mayor resistencia. 7 ... a3+! 8 ~c3 Las blancas quedan fatalmente comprometidas en casillas blancas, aun en caso de 8 ~b1 ~ d7! 9 g4 ~e6 10 c5 ttJd5 y ... l:!.a4. 8 ... l:!.c89~c1 ~ d5 Ahora, 10 cS l:!.a8 11 ~c2 ~ f7 Y ...ttJd5+ gana justo a tiempo. 10 ~xa3 ~ xc411 ~d2 l:!.d8+ 12 ~e1 l:!.e8+ 13 ~f2l:!.e2+ 14 ~gll:!.xa215 ~e3 b5! (Ver diagrama 256.)

(Ver diagrama 255.) 1 b3! Las blancas visualizan una estructura de peones óptima, con c2-c4 y f2-B , a fin de reducir la actividad del alfil e impedir que el caballo llegue a d5 ó e4. Abandonar la segunda línea defensiva es una preocu-

Las negras ganaron un peón, pero lo más significativo es que han anclado su alfil en c4. Cuando las piezas menores están protegidas (por peones u otras piezas), la dama se ve limitada a perseguir al rey. Las negras, como de costumbre, pueden tomarse su tiempo:

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EL VERDAD ERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

16 g4 l:t e2 17 ~c5 ~f7 18 ~f5 g6 19 'iWf4 ~e6 20 V!ic7 h5! 21 ~d8 ~17 22 g5 liJd5 23 V!ih8 liJe7! 24 V!ih7+ ~e6 25 ~g7 ~d5 26 V!if6 l:t e6 27 V!ig7 liJf5 28 v¿¡¡a7 ~e5! 29 ~f2 l:td6 30 ~al+ ~e6 31 'iWh8 ~17 32 ~e5 l:te6 33 V1!ic7+ l:te7 34 ~b6 ~g7

Las blancas se rindieron. Cuando el jugador con la dama tiene dos peones extra pasados la ventaja comienza a inclinarse hacia su lado. En tal caso, el juego puede convertirse en una batalla entre tres unidades ofensivas por bando: dama y dos peones contra torre y dos piezas. Aunque las piezas estén coordinadas, normalmente no tienen el peso suficiente. El ejemplo que sigue muestra cómo gana la dama. Shneider - Chejov URSS 1982 (Ver diagrama 257.) 1 •.. f6! La estructura de peones desempeña un mayor papel en la lucha de dama contra piezas que en cualquier otro desequilibrio material, aparte de ~ vs liJ. Hemos visto

Juegan negras la inutilidad para la dama de los peones doblados (diagrama 223) y de los peones estáticos (diagrama 246). U na fuerte estructura de peones, por otra parte, puede reducir fuertemente la actividad de las piezas y conceder ventaja a la dama. En el último ejemplo, las blancas trataron de reducir el radio de acción de las piezas contrarias con 1 b3, 4 f3 y 6 c4. Las negras tratan de hacer lo mismo aquí, lo que les concede la oportunidad de cambiar peones con su dama (2 liJcl ~e2). 2 ~e3?

Las blancas tenían que defender con el rey su flanco, a pesar de las potenciales trampas de ataque doble. Después de 2 ~d2! ~xg2 3 ~e2, no deberían perder, ni aunque la dama negra se desplace al flanco abandonado, con 3 ... VJ!ig6! y .. .'tWc2+. 2 ..• 'iYxg2 3 liJd4 V1!ixh2 4 l:t17 'iYe5 5 l:txb7 h5! Las negras están cerca de la victoria y materializaron su ventaja con: 6 ~d2?! h47 liJf3 ~b2+ 8 ~d3 'iWbl+ 9 ~c3 h3 10 liJh2 ~gll1 ~ f4 ~al+! U ~d3 a3! 13 l:te7 ~xa2l4 l:tel 'ti'xb3+ 15 ~d4 'iWb2+ Las blancas se rindieron.

DAMA CONTRA PIEZAS

Cuando el desequilibrio ~ vs 1:1.+2 piezas es de doble filo, pues las posibilidades de ganar de la dama normalmente dependen de su capacidad para apoyar a peones pasados. Si puede convertir a los peones en una amenaza ofensiva, peones extra del otro bando pueden no importar. Tal es el tema en dos esquemas de apertura. La menos conocida es ésta: 1 e4 e6 2 d4 dS 3 lDd2 eS 4 exdS ~xdS 5 lDgf3 lDf6 6 ~c4 'Wc6 7 a4 a6 Ahora, 8 O-O lDbd7 es ligeramente favorable a las blancas. 8 ~bS?! axbS 9 axbS ~xf3! 10 ~xf3 Un distinto desequilibrio es 10 1:I.xa8 ~xg2 11 ~f3 ~xf3 12 lDxf3. Las negras tienen por el momento dos piezas por torre, pero deben perder una de ellas (12 ... ~ d6 13 dxc5). Con todo, el resto de sus piezas están bien coordinadas para compensar, según Chistiakov, quien citó una partida suya que siguió así: 12 ... lDfd7 13 lDe5 cxd4 14 lDxd7 ~xd7 15 1:I.xb8 ~ d6 16 1:1. a8 1:1. e8. Las negras se benefician porque sólo hay una columna abierta y los peones blancos no son muy consistentes. 10 ... 1:I.xalUlDb3 1:I.a4 U dxeS No 12 lDxc5 1:I.xd4 13 lDxb7 1:I.e4+!. Otra partida de Chistiakov siguió con 12 'Wg3 lDbd7 13 'fIIc7 1:I.a8 14 dxc5 ~ e7 15 c6 bxc616 bxc6lDc5 17 lDd4lDd5 , y las negras ganaron. U ... lDbd7 (Ver diagrama 258.) Es la fuerza de los peones, no su número, lo que importa en posiciones como 13 ~g3 lDd5! 14 c6 bxc6 15 bxc6lD7b6, ó 13 O-O lDxc5 14 lDxc5 ~ xc5, que son favorables a las negras. E l segundo esquema es más conocido y más fácil de jugar para el bando de la dama. El veredicto de la teoría, que en un

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tiempo se decantaba a favor de las piezas, ha cambiado en sentido contrario, porque el jugador con la dama ha aprendido una lección: debe avanzar sus peones. Esta línea se produce después de: 1 e4 eS 2 lDf3 lDc6 3 ~ bS a6 4 ~a4 lDf6 5 O-O lDxe4 6 d4 bS 7 ~ b3 dS 8 dxeS ~ e6 9 c3 ~ cS 10 lDbd2 O-O 11 ~ c2 fS U lDb3 ~b613lDbd4lDxd414 lDxd4 ~xd4 ~~MUMf3lD~TI~~~~~~~ ~ fS 19 'iWxfS :t xfS 20 ~ xfS 'tWh4 21 ~h3 ~xd4+

22 ~h1

~xeS

Las negras obtienen, al menos, tres peones extra para colaborar en la lucha de la dama contra la torre y los dos alfiles. Una lucha más o menos igualada, según la

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJ EDREZ

mayoría de las tablas, pero los seres humanos se inclinan a favor de las piezas. En un a de las primeras partidas con esta línea, Boleslavsky-Ragozin, Moscú 1942, las blancas confesaron "haber seguido las consideraciones generales y se sentían seguras" de que sus piezas eran más fuertes, según Suetin, amigo de Boleslavsky. Las blancas ganaron, pero sólo porque las negras no avanzaron sus peones con la debida rapidez (23 A d2 eS 24 l:lael 'iWxb225 jLf4 'iWf6? 26 ~ xg3 d4 27 l:le6 'Wg5 28 ~h2 c4 29 f4! , Yf4-f5-f6). La causa blanca ha sufrido mucho desde los setenta, porque las negras encontraron el fuerte plan de avanzar rápidamente su peón d a d2. Por ejemplo: 23 ~ d2 'iWxb2 24 ~ f4 d4! 25 jL xc7? d3 26 : ac1 d3 27 l:e7 ~f6? 28 l:ld7 : d8 29 ~e5! 'Wh4 30 :xg7+. Pero 27 ... d2! habría enturbiado las aguas. DAMA CONTRA DOS TORRES Consideremos lo que han dicho los sabios. Sarratt dijo que, en la apertura, una dama equivalía a dos torres y un peón, pero que hacia el final sólo a dos torres. Staunton estuvo de acuerdo en que dos torres y un peón era compensación adecuada por la dama "en situaciones generales... pero hacia el final , difícilmente equivale a las dos torres". Masan dijo que si consideramos " la partida en su conjunto, la experiencia nos dice que la dama vale algo más que las dos torres". Pero la opinión hacia la dama cambió a comienzos del siglo xx. Fine, por ejemplo, dijo que en un final con el mismo número de peones y sin piezas menores, las torres ganan. Si el bando con la dama tiene un peón de ventaja, la

partida debería ser tablas. Si la dama tiene más de un peón de ventaja, entonces debería ganar, siempre según Fine. Tanto Lasker como Tarrasch dijeron que entregar las dos torres por una dama era generalmente malo. Añadieron la advertencia de que si el jugador con las torres no tiene a su rey seguro, entonces la capacidad de la dama de dar jaque y crear ataques dobles compensará las dos torres. Bronstein dijo que las dos torres eran superiores a la dama, "pero sólo si están activamente situadas y pueden coordinar sus acciones". Purdy dijo que las torres ganan a una dama en un final, pero que son más o menos equivalentes en fases anteriores de la partida. También dijo que una dama vale generalmente un peón más, si el rey enemigo está expuesto. Fischer no dijo nada concreto, pero sus partidas hablaron por él. Lo cierto es que entregó repetidamente las torres. El ejemplo más conocido es su victoria sobre Portisch, en Santa Monica 1966, cuando el número de peones era el mismo, pero la superior coordinación de sus fuerzas (dama y caballo contra dos torres y alfil) hicieron que su victoria pareciese fácil. En realidad, su juego parece indicar que, después de todo, los hombres sabios del siglo XIX tenían razón. Sin la complicación de las piezas menores, el mejor ejemplo de las partidas de Fischer fue éste: Fischer - BiJek La Habana 1965 (Ver diagrama 260.) Fischer (según se dice) invirtió un minuto en su jugada siguiente:

DAMA CONTRA PIEZAS

Juegan blancas

1 l:t xg7! 'V/Jixg7 2 ~ xg7 ~xg7 3 'iVf4 ~ ac8 4 hS! Las blancas tienen un peón extra y añadirán un segundo cuando su dama llegue a g6. Pero sus peones f están doblados y parecen inútiles. No obstante, el desenlace de esta partida nunca pareció dudoso. 4 ... eS 5 'iVg4+ ~f7 6 'iVg6+ ~e7 7 dxeS ~ xcS 8 '\Wxb6 ~ gS 9 b3 eS 10 ~b2 ~ f7 11 a4 ~e6? 12 'iVh8! ~ e7 13 b6 ~f7 14 'iVb7+ ~f8 15 'iVd3 ~f7 16 h7 ~ bS 17 'iVdS+ ~e618 f4! La amenaza 19 f5 gana. La hábil utilización de la dama permitió a las blancas ejecutar un pequeño milagro, transformando los peones doblados en pasados y unidos, lo que forzó la rendición de su rival tras 18 ... fS 19 fxeS ~xh7 20 'iVd7+ ~ e7 21 'V/JixfS+ ~e8 22 f4 ~d8 23 e6. Cuando se entra en un desequilibrio material de '\W vs .l:t .l:t, se está cruzando un punto sin retorno que acarrea mayor riesgo de lo que muchos jugadores creen. El jugador con las torres tendrá posibilidades de ganar si puede doblarlas contra objetivos determinados (diagrama 67), o si puede coordinarlas con otras piezas, como dijo Bronstein. El jugador con la dama puede

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ganar, si consigue avanzar un peón con posibilidades de promoción, o bien organizar algún ataque contra el rey con otras piezas. Si no existe ninguna de estas condiciones, las torres, generalmente, deben poder hacer tablas, siempre y cuando se encuentren coordinadas. Pero pueden perder, si se embarcan en una caza de peones. Una vez más, en el desequilibrio relacionado con la dama es fácil de sobreestimar o de subestimar las posibilidades propias, sobre todo evaluando de forma deficiente los peones. Thipsay - Miles Calcuta 1994

Juegan negras

Las negras están ligeramente peor, después de 1 ... tL'lxe4 2 ~xe4 c6 3 ~fel. En lugar de intentar 1 ... c6!, que deja las cosas relativamente igualadas, prefirieron lanzarse. 1. .. 'V/j¡d2!? 2 ~d2 tL'lxe43 .l:txd2 tL'lxd2 4 'iVxb7 tL'lxfi 5 ~xfi eS Al sacrificar la dama, las negras evaluaron malla coordinación de sus torres después de 5 ... ~ ab8, que sería excelente en

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

caso de 6 W/xa7 caso de 6 ~c6!

~x b2, ~e7

pero muy mala en 7 b3, amenazando

~c5.

6 g3 g6 7 ~a6 ~g7 8 b3 h5 9 h4 ~ e5! 10 ~a5 ~ f511 c4 ~ e812 f4! Mucho mejor que 12 ~xa7 ~e3! 13 ~b8 .l: ef3 14 a4 ~ xf2+, y las torres negras operan conjuntamente. Las blancas estarían justificadas en jugar ahora a ganar. Pero dejan pasar las ocasiones de avanzar sus peones del flanco de dama, mostrando así sus deseos de hacer tablas. 12 .•. ~ e713 ~d8 .l: e6 14 ~a5 a6 15 ~d8 tt c616 ~e7 ~ ff617 ~e5 ~h7 18 ~e7 tt cd619~f2~g720~e5 ~ d2+? Pero las negras buscan el punto entero, pues de otro modo se habrían inclinado por 20 ... ~c6. 21 c;t>f3 ~xa2 22 'iYxeS aS 23 ~d4 ~ c2 24 ~d3 ~ c125 ~d2 ~ bl26 WHc3! lt d1 27 eS

27 ••• lt d7 28 ~e4 ~b7 29 c6 ~ e7+ 30 ~d4 ~h7 31 ~eS 1:.tf5+ 32 ~b6 ~ e6 33 ~ a7 ~ff6 34 ~b7 ~ e7+ 35 c7 ~ d6 36 ~eS ~ dd7 37 ~b8 Las negras se rindieron. Hay varios mecanismos básicos que desembocan en una relación material de dama contra dos torres, como cuando las torres se doblan, atacando un peón protegido por la dama y lo capturan. Así sucede, por ejemplo, en la posición del diagrama 260. Pero naturalmente, hay otras rutas menos habituales y más tácticas. Listengarten - Tal Jarkov 1953

Juegan negras 262

Al desconectar sus torres, las negras concedieron a su oponente dos métodos ganadores: avanzar el peón e o capturar el peón a (después de lo cual, los peones pasados y unidos ganan a placer). La supervivencia de las negras depende ahora de volver a conectar sus torres, antes de que las blancas lleven su rey al flanco de dama.

1 •.• ~xd2 2 ~xc8+ ? Las blancas aspiran a más que la igualdad (que concedía 2 lZ'l bxd2) y pensaron que podrían explotar la columna e y el alfil malo contrario, después de 2 ... lZ'lxc8 3 lZ'l bxd2 y 4 ~cl. 2 .•• ~e7! Ahora ven que 3 ~ xh8 ~xa2 sería claramente favorable a las negras.

DAMA CONTRA PI EZAS

3 liJbxd2 l:t xc8 De modo que son las negras quien disfrutan de la columna e, y además incrementaron su ventaja después de 4 l:ta1 ~ b5 5 liJf1 liJd7 6 liJe3 liJb8! 7 h3 ~ e2 8 l:t el? ~xf3 9 gxf3 l:t c3, Yganaron en 20 jugadas. Lo que contribuía a la ventaja negra en la línea 3 l:t xh8 ~xa2 era la presencia de dos pares de piezas menores. Éste es un punto crucial sobre el que nunca podrá enfatizarse lo bastante. Las piezas extra normalmente ayudan más a la dama que a las torres. El informe de Kaufman descubrió que la afirmación de las tablas numéricas, en el sentido de que ~+ t!, fuese equivalente a l:t l:t "sólo es cierto cuando no hay piezas menores en el tablero. Con dos o más piezas menores por bando, la dama no necesita ningún peón extra para igualar a las torres".

185

1 l:t xg7+! '&xg7 2 l:t g4 ~xg4 3 '&xg4+ 4 h6! Las blancas acabarán perdiendo este peón. Pero la perspectiva a corto plazo de un mate en g7 o de un jaque sobre la diagonal d4-h8 le permitirá crear otras amenazas relacionadas con el caballo. 4 oo. l:t e7 5 liJd4 liJf6 6 'iWg5 ..td7 7 b4 liJg8 8 ~f5! El alfil negro es malo porque, una vez más, se trata de "lo que desaparece... ". Al cambiar alfiles, las blancas abren las casillas de su color, como f5 y e6, para su caballo. 8 oo. l:t f6 9 ..txd7 l:t xd710 liJf5 La dama llega ahora a la gran diagonal. La amenaza inmediata es 11 ~g7+ . 10 oo. l:tg611 '&e3 l:tf712 '&d4+ l:tff6 ~h8

Short - Gulko Hastings 1988-1989

Juegan blancas Short, que había luchado antes contra dos torres (posición del diagrama 234), aprovechó la oportunidad de jugar

Aquí las blancas jugaron 13 '&xd5? l:t g514 g4 l:txg415 ~d7? liJxh616liJxh6 l:tg1+ 17 ~b2 l:txh618 ~xb7, y ganaron, avanzando debidamente sus peones. Pero una dama y un caballo que operen conjuntamente deben ganar más rápido que eso, y mantener su fuerte posición con 13 g4! lo habría conseguido (13 ... l:t g5 14 liJe7) . El corolario para el jugador con las torres es que debería buscar el modo de

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

cambiar piezas menores. Una ilustración de este tema la tenemos en una subvariante de la Defensa Tarrasch: 1 d4 d5 2 e4 e6 3 tDf3 eS 4 exd5 exd5 5 tDc3 tDe6 6 g3 tDf6 7 .ig2 .ie7 8 O-OO-O 9 .ig5 e410 tDe5 ~ e611 tDxc6 bxc612 b3 ~a513 tDa4 %Hd814 e3 eS 15 tDxeS .ixeS 16 dxeS 'tlVxeS

En la partida Yusupov-Marjanovie, Subotica 1987, las blancas ejecutaron un sacrificio de dama: 17 bxe4 dxe4 18 .ixa8 l:1xdl19 l:1fxdl, amenazando 20 l:1 d8+. Pero después de 19 ... tDd7!, las piezas menores negras aportaron suficiente contrajuego para hacer tablas (20 .if4 g5 21 .id6 ~f5). Más tarde, en el mismo torneo, las blancas mejoraron el juego en la partida Chernin-Marjanovie: 17 .ixf6! gxf6 18 bxe4 dxe4 19 .ixa8 l:1 xdl 20 l:1 fxdl Al eliminar un par de piezas menores, las blancas se beneficiaron de dos formas. Ahora pueden cambiar más fácilmente el último par, y además disponen de debilidades que atacar en el enroque negro. 20 ••. 'iYa3 21 l:1 ac1 h5 22 h4 'iYxa2 23 .id5! .ixd5 24 l:1 xd5 El cambio de alfiles condena ambos peones del flanco de dama, ya que las to-

rres pueden doblarse contra los dos. La dama está indefensa contra esta simple estrategia y sólo puede intentar buscar contrajuego en otra parte. Aunque las negras ganen un peón en el flanco de rey, el final está perdido, porque las blancas pueden apuntar a un nuevo objetivo: f6, y liquidar a un final de peones con uno de ventaja: 24 ... a5 25 l:1 e5 a4 26 l:11xe4 ~g7 27 l:1 b4 ~a3 28 l:15e4 'iYal+ 29 ~g2 a3 30 l:1 e5 'tlVd131 l:1 a5 'iYd6 32 l:t e4 ~d7 33 e4 't:\Yd3 34 l:1 ca4 ~e2 35 l:1 xa3 ~xe4+ 36 l:1f3

267

Una vez más, la estructura de peones decide. Si sus peones pudiesen defenderse unos a otros, las negras podrían ofrecer alguna resistencia. Pero aquí las blancas pueden tomarse su tiempo para doblar torres contra f6 . 36 •.. ~g6 37 l:1 a6 ~d4 38 l:1 f4 ~d5+ 39 ~ h2 ~d8 40 l:1e6 ~e7 41 l:1a6 ~d8 42 l:1axf6+ ~xf6 43 l:1xf6+ ~xf6 44 ~h3 ~f5 45 f3 f6 46 ~g2 g6 47 g4 Las negras se rindieron. Añadir otro material ayuda tanto a la dama que Kaufman aseguró que si comienzas una partida con un jugador reti-

DAMA CONTRA PIEZAS

rando su dama y las otras dos torres, la dama tendría una gran ventaja. (Staunton y Sarratt seguramente estarían de acuerdo.) Esto es algo que el lector puede comprobar por sí mismo. Uno de los escasos ejemplos de la teoría de aperturas es éste: 1 e4 eS 2 lLlf3 d6 3 d4 cxd4 4 lLlxd4 lLlf6 5 lLlc3 g6 6 ~e3 ~ g7 7 f3 O-O8 ~d2 lLlc6 9 0-0-0 d5 10 lLl xc6 bxc6 11 exd5 cxd5 12 lLlxd5 lLlxd5 13 ~xd5 ~c7 Cuando se jugó por primera vez 14 'iVc5 'iVb7, a comienzos de los cincuenta, las negras resistieron. De modo que las blancas comenzaron a experimentar con: 14 ~xa8 A f5 15 ~xf8+ 'it>xf8 16 l:t d2

187

ción en la base de datos arroja el balance de 10 partidas ganadas por las blancas, 27 por las negras y 8 tablas. Esto es algo decepcionante, porque los jugadores más fuertes hace tiempo que abandonaron 14 ~xa8? Por ejemplo: 16 ••• h517 ~e2 ~b8 O bien 17 ... 'it>g8 18 h3? 'lWb8 19 c4 .tc3, y las negras ganan, como en una partida de 1956. 18 b3 ~c319 l:td5 ~ e6 20 l:td3 'iVb4 Ahora, después de 21 'it>b1? .tf5 22 l:td8+ 'it>g7 23 l:thdl 1Lf6! Y ... ~c3, ganaron las negras, como en la partida StoliarBeilin, Leningrado 1955. Es mejor 21 'it>d1 aS 22 a4 Axb3! 23 l:t xc3! 'iVxc3 24 ~ h6+ 'it>g8 25 cxb3 ~xb3+ 26 'it>e1 ~xa4 27 'it>f2 ~b4 28 .te3, y las blancas, con l:t+ A.t vs ~+ t!, t!, consiguieron hacer tablas en la partida Shkrovina-Estrin, Correspondencia 1958. CAMBIOS

Esta posición se convirtió en un centro de atención teórica hacia 1955, porque si las blancas están mejor -como indican las evaluaciones materiales-, entonces 9 ... d5 es dudoso y el Dragón quedaría muy afectado. Las mayores autoridades teóricas de Occidente, Max Euwe y Ludek Pachman, concluyeron que las blancas tenían ventaja con 16 l:td2. Pero cuando su evaluación fue puesta a prueba en el tablero, los resultados fueron favorables a las negras. Una comproba-

No hay mejor desequilibrio que el de dama contra piezas para ilustrar la conclusión de Kaufman acerca de los cambios, es decir, que "cada cambio «igual» puede favorecer a uno u otro bando, a veces en un grado considerable". Los cambios perjudican en general al bando de la dama, como hemos visto en el diagrama 266. Pero hay excepciones, basadas en la disponibilidad de objetivos y en el grado de cooperación de las piezas. La dama, por ejemplo, puede ganar peones tras los cambios. Los objetivos se vuelven más vulnerables al haber menos defensores en el tablero.

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

Bareev - Ivanchuk Wijk aan Zee 2003

Los peones comienzan a caer. En sus notas, Bareev citaba 5 ... h6 6 Wixa7 ~ g6 7 ~c5 l:t e4 8 f3, como una línea ganadora tipo. La tentativa de las negras por liquidar todos los peones del flanco de dama, con 6 ... l:te1+ 7 ~h2 %:te2, falla por 8 ~c5 ~ g6 9 ~xb4 ttJxa2 10 Wixb5 . 5 ... a6 6 f4! Las piezas negras están descoordinadas y no tienen buena defensa de f7 ni contra g2-g4. 6 ••• ttJe2+ 7 ~h2 Las negras se rindieron. 269

Juegan blancas Las negras acaban de capturar la dama en h5 y, teóricamente, disponen de amplia compensación. Con un alfil en g6, podrán defender a su rey, quizá creando una fortaleza en su enroque. Parece improbable que las blancas puedan ganar en el flanco de dama, porque para ello tendrían que capturar los tres peones enemigos, conservando el propio. Con todo: 1 l:t e1 Amenaza ~ b5 , asegurando un cambio de torres. La inmediata 1 ~ b5 %:t ed8 2 ~g5 permite 2 ... l:td5 3 Wixe7 l:t xb5 4 ~xa7 l:t a5, que las blancas calificaron de " =" en Informator. En lenguaje de símbolos, esto significa que las negras deberían hacer tablas, no que tengan posibilidades de ganar, y mucho menos que sus posibilidades sean equivalentes a las de las blancas. 1 ... ttJd5 Las blancas tendrían mejores perspectivas de victoria en caso de 1 ... ~g6 2 ~b5 ttJf5 3 l:t xe8+ l:t xe8 4 Wic7 y 'ilxa7. 2 : xeS+ l:t xeS 3 ~ c4 ttJc3 4 ~c7 b5 5 ~b3

Otra excepción se produce cuando hay un conflicto con el principio de cooperación: los cambios ayudan a la dama cuando su oponente necesita material de apoyo para hacer que su ventaja funcione. Psajis - Sveshnikov Kislovodsk 1982

Juegan negras En esta posición, las negras tienen un tiempo o dos de ventaja, con relación a las posiciones normales con peón central aislado en el medio juego. En lugar de permitir que las blancas organicen sus fuerzas

DAMA CONTRA PIEZAS

con ~ g5 ó lbc5 , decidieron sacrificar su dama en cl. loo.lbxd4! Pero no 1 ... lbcb4? 2 axb4 't{Vxc1 , porque las blancas responden 3 lbc5!. 2 'a'xd4 ~xc1 Las negras han ganado (momentáneamente) un peón, ya que 3 Jl xc1?? está fuera de cuestión. Las blancas pueden aceptar el sacrificio de dama con 3 lbeg5, pero 3 ... ~ xg5 4 ~ xh7+ ~xh7 5 Jlaxc1 ~ xc1 debe ser una línea ganadora para las negras (~vs Jl + ~~). 3 lbd6! '*Vxel+ 4 lbxe1 Jlxd6 5 ~c2 ~f6 6 ~d3 g6 7 Jlb1

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11 ~ xc6 lbxbl12 ~ xb7 haría tablas, gracias a los alfiles de diferente color. Por consiguiente, las negras deberían responder a ~ e4 con una jugada lenta como 9 ... Jl c4. 9 ... Jlcd610 g3lbb61l ~e3 ~g7 El tiempo de nuevo vuelve a estar de lado de las negras. Aun cuando una dama cuente con la ayuda de una o dos piezas menores, a menudo llega un momento en que han alcanzado buenas casillas y no pueden mejorar su posición (12 ~ e4 lbc4). Pero su oponente cuenta con un ejército y cada jugada significa progreso. U b3 lbd5 13 '*Vd2 ~c3 14 ~e2 lbf6! Esto amenaza ... ~ xe1 , impidiendo ~e4-g2, y preparando la invasión de una torre por d2. Las blancas lucharon durante otras 15 jugadas, pero el resultado estaba previsto. 15 ~ c2 Jld216 '*Ve3lbd517 ~g5 f6 18 'Wig4 ~d419lbd3 eS 20 l:1c1 ~c8 21 ~e4 lbc3 22 ~c6 ~ f5 23 lbxe5!? ~ xf2+ 24 ~hl Jlxc2 25 ~c7+ Jld7! 26 '*Vxd7+ ~ xd7 27 Jl xc2 fxe5 28 Jl xf2 aS 29 Jl d2 ~e6

Las blancas se rindieron. Las negras tienen torre, alfil y peón por la dama, pero eso no cuenta toda la historia. "Las negras controlan todo el tablero", escribió Sveshnikov. Sin embargo, ese control requiere la presencia de mucho material. Si, por ejemplo, cambian torres, el potencial para una invasión de la segunda fila desaparece. Un cambio de piezas menores, en particular de alfiles, también perjudicaría a las negras. 7 ... Jldc6 8 ~d2 Jld8 9 ~d3? Esto previene la amenaza 9 ... lbc3 , pero 9 ~ e4! serviría mejor a ese propósito. En tal caso 9 ... lb c3? 10 ~xd8+ ~ xd8

Pero la premisa básica es que los cambios tienden a oscurecer el valor de la dama, disminuyendo su capacidad para trabajar con otras piezas. Esto es especialmente importante cuando ha ganado la dama por compensación insuficiente (diagrama 269). Mantener otro material sobre el tablero le permitirá impedir que su oponente coordine sus efectivos. He aquí un ejemplo típico.

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

Kasparov - Karpov Linares 2001

Juegan blancas

Las blancas acaban de capturar la dama en c7. Pero no parece que puedan progresar rápidamente, debido a que sus planes ganadores se limitan a avanzar su peón pasado y crear algún objetivo en el flanco de rey. Las negras siempre pueden disponer un nuevo bloqueador para el peón h. Por ejemplo: 1 !l hS ~xhS 2 ~xhS ..td63 c3 liJe6 y ... !l d7-d8. 1 !lfS! Las blancas razonan que, con el tiempo, podrán penetrar en el flanco de rey con sus piezas pesadas. Pero este plan tiene éxito sólo si los caballos negros se mantienen fuera de juego. La torre se necesita en la quinta fila para impedir ... liJeS, pero ahora impide también ... liJe6 (debido a ~xe6) .

1... !l d7 2 c3! Otra jugada restrictiva, que previene trucos en la primera fila (2 ~e3 !lxh4!) y reduce la efectividad de ... liJ d8-e6 y ... .tf6. 2 ••. f6? Las negras estaban desesperadas por organizar una defensa con ... liJ d8-f7, pero

esto es demasiado debilitador. Debían haber intentado 2 ... !l h6. 3 !l gl! Las blancas penetran en el flanco de rey, ya que 3 ... !lxh4 falla, por 4 !lxcS ..txcS S ~e6!. Entre sus amenazas se encuentra 4 l:t hS , y si 4 ... f6! 14 ~xd6+ \t>g7 Las blancas se rindieron. Por último, cuando un jugador tiene ventaja material, pero pocos peones (o ninguno), el desenlace depende de la vulnerabilidad del rey. Si es el jugador con la dama el que tiene ventaja, deberá pensar en buscar el mate y evitar las fortalezas del rival , yeso normalmente significa cambios. Bronstein - Panno Petrópolis 1973 (Ver diagrama 276.) Un cambio de torres acabaría con las posibilidades de las blancas, porque las negras pueden crear una fortaleza. Las blancas deberían descartar también un sacrificio de calid ad (torre por alfi l y

Juegan blancas

peón), porque eso no conseguiría más que tablas. Tras un considerable maniobreo, las blancas encontraron una idea ganadora: llevar la torre a h8, desde donde amenazará con desviar al rey a una red de mate, con :h7+. Las negras pueden impedir esa idea con ... tOf8, pero entonces las blancas atacan el caballo con dama y torre, mientras que su rey llega a g5 y h6. 1 :a8 :e7 2 \t>f2 \t>e7 3 \'WeS \t>f7 4 : h8 tt e2+ 5 \t>e3 tOrs 6 ~dS+ tOe6 7 WHeS tOt'S 8 \t>f4 : eS Aquí, la combinación basada en el ataque doble, 9 : xh5 gxh5? 10 ~xf5+ y 11 ~xc8, se refuta con 9 ... tOe6+. 9 \t>g3 : d8 La torre se necesita en la octava fila, para defender al caballo. A 9 ... : c4, las blancas ganan con 10 ~d5+ .te611 ~d8!. 10 ~e7+ J::td711 'il'e4+ .te6 U ~b4! :e713 \t>h4! J::te814 \t>gS .tfS (Ver diagrama 277.) 15 \t>h6! La amenaza ~b2-g7 + decide. Las negras se rindieron después de 15 oo. J::t e7 16 ~b3+ tt e6 17 lWb2!.

DAMA CONTRA PIEZAS

193

Pocos jugadores tienen buena experiencia en estos desequilibrios, con cualquiera de los bandos. La lucha entre dama y piezas es demasiado rara. El siguiente capítulo se ocupa de desequilibrios que todo el mundo ha jugado en muchas ocasiones, pero cuyo preciso manejo no es menos difícil.

277

194

Capítulo 9

Alfiles contra caballos y contra peones

Se han escrito libros enteros sobre la lucha ~ vs ttJ. Este capítulo se centrará en un grupo selecto de cuestiones prácticas, como cuándo debe cambiarse un alfil por un caballo y cómo evaluar los alfiles malos, los alfiles de diferente color y la pareja de alfiles, al realizar transacciones. Estos temas sólo se hicieron pertinentes hace unos cinco siglos, cuando se adoptaron las nuevas reglas del ajedrez. Entonces se realizó un notable descubrimiento, a saber, que el alfil era más o menos equivalente al caballo. Ha habido casos de piezas de igual valor en otras variantes del ajedrez, pero ninguna era conocida en los precedentes del ajedrez "occidental". La idea de que el alfil era igual al caballo parece haberse apreciado rápidamente. La partida más antigua que se conoce del ajedrez moderno (o con las reglas modernas), data de 1485, y comenzó así: 1 e4 dS 2 exdS 'iYxdS 3 ttJc3 ~d8 4 ttJf3 ttJf6 5 ~c4 ~g4 6 h3 (Ver diagrama 278.) Ambos jugadores omltleron 6 el tipo de combinación que Greco popularizaría más de un siglo des~xf7+,

pués. Pero lo más significativo es que tanto blancas como negras parecían entender la relativa igualdad de las piezas menores. Las blancas invitan a cambiar con su última jugada, y las negras, así lo hicieron, 6 .. . ~xf3 7 ~xf3. (Después de que las negras se equivocaran, con 7 ... e6? 8 ~xb7, la técnica ganadora de las blancas pasó por cambiar un alfil por un caballo.) Desde entonces, hay tres puntos de vista que han pugnado por imponerse. Algunos jugadores asumían que el alfil es la pieza más fuerte, debido a su mayor radio de acción. Otros preferían el caballo, por su capacidad de salto y porque el alfil se ve

ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES

limitado a moverse por casillas de un solo color. Staunton, por ejemplo, afirmaba que se había demostrado "matemáticamente" que el alfil era más valioso. Pero La Bourdonnais escribió: "Normalmente, un alfil, con peones en el tablero, no es tan bueno como un caballo, con el mismo número de peones, porque el alfil no tiene la cualidad del caballo de atacar peones en casillas de cualquier color. ' Steinitz consideraba que el alfil era tan superior que la diferencia entre ambos equivalía a la "pequeña calidad". Pero en 1897, uno de los más fuertes jugadores norteamericanos, Emil Kemeny insistía en que "como regla, un caballo es más valioso en el final que un alfil". Según el tercer punto de vista, ambas piezas eran, más o menos, de igual valor. Esto se basaba en el sofisticado argumento de que cualquier generalización acerca de alfiles y caballos tendría excepciones. Según este punto de vista, las excepciones se equilibraban, pues había tantas que afirmaban que el alfil era superior al caballo, como las que afirmaban que éste era superior al alfil. Sarratt, en Treatise on the Came of Chess, identificó "11 casos particulares" de la clara superioridad del caballo, comparados con 12 casos típicos de lo contrario. Hasta Mijail Chigorin, a quien a menudo se identifica como el decano de los partidarios del caballo, sostenía esta posición intermedia. En su comentario sobre El sentido común en ajedrez, Chigorin decía: "Al citar a los dos alfiles, Lasker, por supuesto, dice que dos alfiles superan en fuerza a dos caballos( .. .) (Pero) ni los alfiles ni los caballos tienen, estrictamente hablando, ventaja los unos sobre los otros ..." Para Chigorin, la mejor pieza era

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aquella que mejor le permitía atacar. A veces, esa pieza era un alfil y, a veces, un caballo. de Riviere - Chigorin París 1883 l ltJf3 dS 2 d4 ltJf6 3 e3 .tg4 4 ~e2 ltJbd7 S c4 e6 6 ltJc3 c6 7 a3 ~ d6 8 eS? El ataque en el flanco de dama, con c4c5 y b2-b4, había sido popularizado antes por Zukertort, y Chigorin contribuyó a desacreditarlo. Otra victoria del maestro ruso, contra Solovtsov (match 1893) discurrió así: 1 d4 d5 2 ltJf3 ltJf6 3 e3 c6 4 c4 e6 5 ltJc3 ~ d6 6 c5 .tc7 7 b4 ltJbd7 8 ~e2 e5 9 ~ b2 V!!ie7 10 a4 O-O 11 b5 l:.e8 12 O-O ~ aS 13 l:!.e1 e4 14 ltJd2 ltJf8 15 ltJ b3. Una idea temática entonces era 15 ... il-xc3, que deja a las blancas con un alfil malo. Pero eso habría privado a Chigorin de las posibilidades de ataque que le brindaba 15 ... il-c7! 16 aS .tb8 17 bxc6 bxc6 18 a6 V!!ic7, ganando en última instancia. Cuando podía atacar con los alfiles, Chigorin prefería éstos a los caballos. 8 ... jLc7 9 b4 O-O 10 O-O

Aquí es bueno para una ligera ventaja 10 ... e5 11 dxe5 ltJxe5 12 ltJxe5 ~ xe5!

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

13 ~ b2 d4, pero Chigorin toma una decisión típica. 10 ••• ~xf3!? 11 ~xf3 eS Ahora, 12 dxe5 tDxe5 13 ~e2 Wf/e7 sería un buen esquema de ataque para las negras. U g3? e4 13 ~ g2 tD e8 14 a4 fS 15 f4 '+Wf6!? Pocos contemporáneos suyos se habrían abstenido de capturar al paso, seguido, tal vez, de ... g6, ... tDdf6 y ... tDg7-e6-g5. Chigorin deposita sus esperanzas en la superioridad de los caballos en un centro cerrado, y en la apertura de las columnas g oh. 16 ~b2 Wf/h6 17 '+Wb3 tDef6 18 tDe2 '+WhS 19 1:He1 a6 20 aS?? Quizá de Riviere sólo vio la línea táctica 20 b5 axb5 21 axb5 l::txa1 22 1:[ xa1?? '+Wxe2, pero al cerrar el flanco de dama comete un suicidio posicional. 20 •.. h6 21 tD c3 gS 22 ~d1 Wf/g6 23 ~ c1 1:[ 17 24 1:[ a2 tDf8 2S ~h1 tDe6 26 ~h3 1:[ g7 27 1:[ f2 g4 28 ~ f1 ~ 17 29 1:[ g2 hS 30 ~gl 1:[ h8 31 tD e2 h4 32 gxh4 1:[ xh4 33tDg3 1:[ gh7 34 1:[ 1e2tDhS 3StDxh5 '+WxhS 36 1:[ ef2tDgS! 37 ~h1tDf3 Las blancas se rindieron, en vista de 38 Wf/e2 g3!. Ese tercer punto de vista es importante, y no sólo porque evalúa como iguales alfiles y caballos, sino porque enfatiza en las excepciones. Los desequilibrios ~ vs tD abundan en excepciones. Quizá esto se deba a que nuestro conocimiento del juego ha evolucionado lo suficiente como para incorporar las excepciones a las reglas. Como dijo Petrosian, los buenos jugadores conocen todos los principios y reglas generales, pero sólo los jugadores más fuertes conocen las excepciones. Hay un tercer grupo "a los que llamamos genios",

añadió. Estos jugadores formulan nuevos principios que consolidan las excepciones en los viejos principios. Eso se ha vuelto el nuevo canon del ajedrez y el ciclo comienza de nuevo. Por esta razón, escribió Petrosian, es por lo que "el ajedrez es inagotable". LA CONCEPCIÓN MODERNA

Hoy día, los grandes maestros tienden a estar de acuerdo en que las piezas menores son aproximadamente iguales, pero al mismo tiempo creen que hay más excepciones en que el alfil es superior que al revés. Seguramente no van tan lejos como Fischer, quien dijo que la lucha entre ~ vs tD concede al primero "medio punto de ventaja". Pero maniobran de forma rutinaria un caballo para capturar un alfil, en la primera fase de una partida. Kasparov, por ejemplo, invirtió dos jugadas, 13 tD h4 y 14 tDg6, para capturar un alfil en f8, en la tercera partida de su match con Short. Intuía que eso le daría ventaja, aunque no hubiese cambios de peones. La moraleja es, como dijo Tarrasch, que "el futuro es de aquel que tiene los alfiles". Los alfiles mejorarán su actividad a medida que el tablero se va despejando de tráfico. (Tarrasch añadió su propia excepción: la "única" vez en que un caballo es superior es cuando está situado en una casilla central, es decir, entre la cuarta y la sexta fi las, protegido por un peón.) Réti, en Los grandes maestros del tablero , dijo que los cambios de peones no sólo favorecen al alfil, sino que también disminuyen el valor del caballo. Esto es evidente cuando el caballo necesita apoyo para instalarse en un puesto avanzado.

ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES

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Jalifman - Sherbakov Campeonato de Rusia 1995

Juegan negras Las negras acaban de cambiar su alfil de casillas oscuras por un caballo en e3. Es hora de que elijan su estrategia de medio juego. 1 .•• tDe6 La inmediata 1 ... fS concede a las blancas demasiado juego central, después de 2 exfS ~ xfS 3 f4!. En su lugar, las negras tratan de jugar 2 ... tDed4 y 3 ... fS. Entonces, el fuerte caballo blanco sería ignorado por las piezas negras, como escribió Jalifman. 2 tDb6! l:tbS 3 tDxc8! Las blancas siguen una regla no escrita, pero muy útil: una fuerte casilla (d4) rara vez compensa la diferencia entre alfiles y caballos. 3 ... l:t xc8 4 l:tac1 ~h4 Cambiar damas (4 ... ~gS) facilitaría a las negras sus problemas inmediatos. Pero en el final , un fuerte caballo centralizado se devalúa, como vimos en los diagramas 11 y 12, Y las blancas tendrían una ventaja sustancial sin damas. Siguió: 5 g3 ~hs 6 ~ g2 l:th6 7 h3 l:tf6 S ~e2 WNh6 9 ~ c3 tDed4l0 WNe3 ~hsll f4

Después de 11 ... l:te612 WNf2, las blancas proseguirían con su ataque a la bayoneta en el flanco de rey. Las negras acortaron la partida al privarse de su punto fuerte: 11 ... exf4? 12 gxf4 ~c5 Las negras no tienen compensación por los alfiles, ni tampoco contrajuego. 13 ~hll:th6l4 fs! El caballo de d4 resulta estar atrapado yeso cuesta inmediatamente la partida a las negras. 14 ... l:t eS 15 ~ al f6 16 WNd3 Las negras se rindieron. Conseguir los dos alfiles a menudo cuesta tiempo. Pero ¿Vale la pena invertir material? Hay, por supuesto, ocasiones en que sí lo vale. Los maestros consideraban que éstas eran raras excepciones (como hacen normalmente los ordenadores) . Pero los jugadores contemporáneos creen que las excepciones no son raras y este punto de vista ha pasado a formar parte de la intuición del maestro.

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJ EDREZ

Shirov - Kasparov Dortmund 1992

Ambos pueden tener razón. Si un humano se siente tan seguro de su visión táctica como un ordenador, puede jugar, de forma instantánea, 1 ~ xf6. Si, por otro lado, una máquina puede rescatar de su memoria los pasados errores en la forma en que los humanos los cometen, podría descartar una jugada como esa, que entrega la pareja de alfiles " por una frus lería". ALFIL X CABALLO

Juegan blancas

Las blancas normalmente continúan con su plan del flanco de dama, llLlb3. 1 ~ xf6

"Francamente hablando, esta decisión me asombró," escribió Kasparov. Confesó que aunque esta jugada gana un peón, ni siquiera la había considerado. 1 ... ~xf6 2 ~xd6 ~xd6 3 n xd6 lLle5 Las blancas acabaron perdiendo, después de 4 f4 lLlg4 S eS lLlf2 6 n gl ~ fS+ 7 ~c1 b4 8 lLla4 f6! , y Kasparov criticó duramente 1 ~ xf6. "El valor del alfil de casillas negras en la India de Reyes demasiado grande (sobre todo, si las blancas han enrocado largo) para cambiarlo por una fruslería ", explicó en New in Chess. Pero esto se basa en la creencia humana de que los desequilibrios que se originan por la cesión del par de alfiles pueden ser demasiado arriesgados, cuando se abre el centro. Después de 4 cxbS axbS S lLld3 lLlxd3 6 ~ xd3 b4 7 lLle2 ~ e6 8 lLlc1 nec8, un ordenador daría ventaja a las blancas, por mucho que Kasparov prefiera las negras.

Sabemos que ~ xlLl a menudo se juega por razones puramente posicionales, antes que materiales. También sabemos que a menudo ese cambio tiene éxito. De modo que en casi cada partida nos enfrentamos a esta cuestión: ¿en qué condiciones está justificado el cambio ~ xlLl? E l beneficio habitual más corriente del cambio ~ xlLl es doblar los peones enemigos. Esto puede hacerse para crear una mayoría de peones en un flanco (como, por ejemplo, 4 ~ xc6 en la Ruy López), para infligir al oponente objetivos atacables ( ... i. xc3+ en las Defensas Nimzoindia e India de Dama, y en la Variante Winawer de la Francesa) o para dejar a los peones contrarios estáticos e incapaces de modificar la estructura en el centro (7 ... ~ xc3 en la Apertura Cuatro Caballos, o 3 ~ xf6 en algunas líneas de la Trompowsky). Poder modificar la estructura de peones es un e lemento importante en la evaluación, como hemos visto en los diagramas 208 y 210. A menudo, la captura alfi l por caballo es un requerimiento de la posición que permite un cambio favorable.

ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES

Gheorgescu - Stein Bucarest 1961

Juegan negras

Los dos alfiles negros tienen futuro, pero no mucho presente, si deben defender su peón de d6 con 1 ... ~ e8 ó 1 ... ~ f8. 1 oo. ~ xc3! 2 ~xc3 eS! Las negras quieren destruir el flanco de rey contrario, con ... exf4 y ... tZJeS. Sin ... ~ xc3 , el avance de peón ... eS habría convertido al alfil de casillas negras en una pieza lamentable y entregado la casilla dS al caballo blanco. 3 fxeS tZJ xeS! 4 l:t xd6? Es más seguro 4 ~xc7+ rJ;;xc7 S tZJd4, aunque las negras tienen mucho juego tras S ... ~ g4. 4 oo. ~xc3 S bxc3 hxgS Los peones blancos son un caos, y el primer jugador acabó perdiendo tras 6 %:ldS nde8 7 hxgS l:t xhl+ 8 ~ xhl ~ e6 9 %:ldl nh810 tZJd4 ,U h3. El flanco de rey se desmoronó debido al avance ... eS, que sólo tuvo sentido tras la captura ... ~ xc3. Pero, como antes se ha observado, ningún desequilibrio desafía a las generalizaciones de la forma en que lo hace la captura ~ xtZJ. A veces, doblar los peones

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enemigos es compensación suficiente, y a veces es, simplemente, un error. Hasta en la época de Morphy se apreciaba que la captura ~ x tZJ era correcta, con independencia de si se doblaban o no peones, pues aseguraba una fuerte casilla central para una dama o un caballo. Se ha sabido, por ejemplo, desde hace mucho que la mejor respuesta a 1 e4 eS 2 tZJf3 tZJ c6 3 ~ bS d6 4 d4 exd4 S ~xd4 ~ d7 es 6 ~ xc6, y que la mejor forma de tratar 1 e4 eS 2 tZJf3 d6 3 d4 exd4 4 ~xd4 tZJf6 es S iLbS. Aun en una apertura moderna como la Defensa Siciliana, hay una forma sólida de evitar las líneas principales de 1 e4 eS 2 tZJf3 d6 3 d4 cxd4 4 tZJxd4, jugando 4 'iWxd4 tZJc6 S ~ bS ~d7 6 ~ xc6, y mantener d4 como puesto avanzado. De modo que ¿adónde nos lleva esto? ¿Hay alguna nueva regla que dé sentido a las excepciones, según el criterio de Petrosian? Iosif Dorfman, en The Method in Chess, proponía ésta: "El cambio de un alfil por un caballo sólo puede justificarse cuando se fija la estructura de peones." Indicaba como ejemplo 1 d4 tZJ f6 2 tZJf3 eS 3 dS bS 4 ~gS ~b7

Aquí, S ~ xf6 es lo mejor y se justifica por la debilidad del rey negro después de

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

5 ... gxf6, y la inflexibilidad de sus peones, tras 5 ... exf6. Pero la regla de Dorfman es demasiado estricta. Necesita, como mínimo, ampliarse más allá de las estructuras "fijas" de peones, e incluir otras fluidas, pero favorables. Por ejemplo: una de las propias partidas de Dorfman se desarrolló así: 1 tDf3 dS 2 c4 c6 3 b3 .ig4 4 e3, y ahora jugó 4 eS S h3 .ixf3. Las negras debieron entregar el alfil una vez que se habían apoderado del centro con su peón e. Esto también sucede en el Ataque Torre con 1 d4 tDf6 2 tDf3 e6 3 ~ gS h6, y ahora 4 .ixf6 ~xf6 S e4. El centro no está precisamente fijado, pero es favorable a las blancas. Cuando una estructura de peones no es favorable ni desfavorable, el cambio .ixtD puede seguir siendo beneficioso si crea presión sobre casillas del color opuesto al alfil. Por ejemplo, en los ochenta se hizo cada vez más popular para las blancas asegurarse el control de las casillas de su color en el centro, e4 y d5, cambiando el alfil de casillas negras, ~g5xf6, en las aperturas cerradas, como en la Catalana, la Tarrasch y la anti-Tartakower en el Gambito de Dama Rehusado, la Inglesa, la India de Rey, el Gambito Blumenfled, etc. En algunos casos, como cuando ambos jugadores han fianchettado sus alfiles de casillas blancas (por ejemplo: 1 d4 tDf6 2 tDf3 e6 3 g3 bS 4 ~gS), hay un objetivo de cambios a largo plazo para entrar en un final favorable de 't\Y+tD vs ~+.i, como, digamos, después de 4 ~ b7 S tDbd2 .ie7 6 ~ g2 O-O 7 O-O, seguido de ~ xf6 y tDelo Pero hay otras excepciones que no encajan en esta regla ampliada. Por ejemplo: en la Variante Burn de la Francesa, 1 e4 e6 2 d4 dS 3 tDc3 tDf6 4 ~ gS dxe4 S tDxe4 i..e7, las blancas juegan rutinaria mente 6 000

000

~ xf6, para evitar mayores simplificaciones de la posición (6 tDxf6+ .ixf6 7 ~ xf6) , o la retirada del caballo. La compensación de las blancas radica en su superior centro y el caballo bien situado. Las excepciones tienen poco que ver con la estructura de peones que resulta en aperturas cerradas como 1 tDf3 dS 2 b3 tDf6 3 ~b2 ~ g4 4 e3 e6 S h3 .ixf3 6 ~xf3 ~ e7 y 1 tDf3 dS 2 g3 tDf6 3 ~g2 c6 4 O-O ~ g4 S d3 tD bd7 6 tDbd2 e6 7 h3 ~ xf3 8 tDxf3 ~ e7. Lo que ayuda a justificar el cambio ~ xtD es una cuestión de tiempo: las negras ganan una jugada evitando un a retirada tras h3 (aunque los tiempos no importen demasiado en las aperturas cerradas). Esto refuerza otra generalización sugerida por Kaufman. Basándose en el informe sobre su base de datos, descubrió que los dos alfiles valian, por igual, un tiempo. De modo que si tiene usted que decidir entre perder un tiempo retirando un alfil o cambiarlo, se enfrenta "a una difícil decisión", escribió en Chess Life. También hay numerosos casos de lo contrario, cuando tiene sentido perder un tiempo en evitar ~ xtD por parte de su oponente (que se aseguraría así del control de una casilla clave). Después de 1 f4 dS 2 tDf3 eS 3 e3, Steinitz recomendaba 3 a6, porque entendía que la natural 3 ... tDc6 se castigaría con 4 ~ b5! , seguido de ~ xc6 y tDe5. Una versión moderna es 1 tDf3 tDf6 2 c4 b6 3 d3 eS 4 e4 d6, y en la partida Malajov-Po Nikolic (Selfoss 2003), las blancas invirtieron un tiempo en S h3, para evitar ... ~g4xf3! y ... tDc6-d4. Pero aquí hay de nuevo numerosas excepciones, en las que a2-a3 ó h2-h3 para prevenir una clavada son sólo un error de principiante, una pérdida de tiempo. Tal y como son ahora las cosas, hay más excep000

ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES

ciones que reglas. Quizá el siglo XXl nos ofrezca mejores directrices que asimilen todas las excepciones y las "tough calls". EL EQUILffiruO DESEQUILffiRADO Algo que podemos afirmar con seguridad es que cuando cada bando tiene las mismas piezas menores, la captura ~ xlD desequilibra la posición con el menor costo material. Acentúa el antagonismo de las piezas restantes y dificulta nuevos cambios de piezas.

Ivkov - Tinunan Bled!Portoroz 1979

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que se dejaron llevar por el pánico y jugaron 2 1:. xd8, perdiendo tras 2 ... ~ xg2 3 1:.d7 ~h3 4 1:.c6 ~g7. Veamos qué tenían in mente las negras: 2 ~ xf3 1:.ac8 Las negras amenazan 3 ... lDd4 4 1:. xc8 lDxf3+, u otro cambio favorable de torres, como 3 e3 1:.xd1+ 4 1:.xd1 1:.c3, o bien 3 ... 1:.xc14 1:.xc1 1:.d2. 3 l::txc8 1:.xd1+ 4 ~g2 1:.a1 5 :tc3 lDd4

"El alfil es más fuerte, pero el caballo es más astuto", dice el aforismo ruso (6 3 lDb5). Las negras puede combatir la táctica (6 ~ d5, con idea de 6 ... lDb5 7 1:.f3+) con táctica, 6 ... 1:.g1 +! 7 ~h3 e6 8 ~c4 h5, y un posible ataque de mate ( ... g5-g4+). Retrospectivamente, puede decirse que 1 ... ~xf3 era la única forma de llevar el caballo negro a d4, o de activar ambas torres. Pero lo que hizo que su estrategia funcionase se basó en prolongar la lucha sin permitir simplificaciones. Ése fue también el pensamiento de las blancas en la siguiente partida. Azmajparashvili - Yurtaev Pavlodar 1982

Juegan negras

Las blancas querían cambiar piezas, al parecer disponiéndose a proponer tablas. Unas tablas, por cierto, que parecen el desenlace más lógico, pues las negras no pueden oponer torres (1 ... 1:.ac8?? 2 :txc8 1:. xc8 3 1:. xd5) y, por otro lado, no conseguirían gran cosa con 1 ... ~e4 2 lDd2, ni con 1 ... ~ b3 2 1:.xd8 :txd8 3 ~f1. 1 ... ~ xf3! Las blancas quedaron tan sorprendidas

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Juegan blancas

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PI EZAS EN AJEDREZ

La respuesta natural a la última jugada negra, ... tDc6, sería 1 tDdS ~e6 2 ncl. Pero eso permitiría 2 ... tDb4! (3 l:txc8? l:txc8 4 tDxb4 l:tc1+ y mate). Cuando nos encontramos con una sorpresa táctica de este tipo, hay una tentación muy fuerte a desconfiar de la posición y tratar de hacer tablas cambiando todas las piezas menores (1 tDxc6 ~ xc6 2 ~ xc6). 1 .ixe6! "Una decisión así honra a cualquier jugador de ajedrez", escribió Shajmaty URSS. 1 ... .ixe6 2 l:t el .id7 Las negras efectúan sus jugadas siguientes como si estuviesen dentro de un perímetro de tablas. Pero lo cierto es que se deslizan en un final en el que las blancas contarán con el peón pasado distante, que puede considerarse una ventaja decisiva. En lugar de la textual, debían haber controlado la columna e con 2 ... .i e4 3 1:txc8 l:1xc8 4 f3 l:tc1+ 5 -.t;t2 .if5 y encontrar la forma de emplear su alfil. Por ejemplo, si 6 tDd5 -.t;f8 7 a4, pueden seguir con 7 .. . .ie6! 8 axbS l:tc5. (Aunque las blancas pueden conservar ventaja con 6 e4 .ie67 l:1c2 l:th1 8 h4 h6 9 l:tc7.) 3 l:tde2! e6 Las negras necesitan jugar en el flanco de rey y 3 ... g5 habría sido un buen comienzo. 4 c;t>f1 c;t>f6 S -.t;e1 dS 6 l:t xe8 l:t xe8 7 l:t xc8 ~ xc8 8 c;t>d2 (Ver diagrama 287.) El rey blanco llegará a b4, después de lo cual, como mínimo puede crear un peón pasado. Las blancas ganaron tras 8 ••. .id7 9 c;t>c3 c;t>eS 10 tDc2 -.t;d6 11 c;t>b4 c;t>e6 12 tDd4+ c;t>b6 13 f4 f6 14 a4. En los dos últimos ejemplos, cada jugador tenía un alfil. Pero en años recientes

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ha habido muchos casos en que un gran maestro se desprenda de uno de sus dos alfiles (aunque sea el mejor de ambos) con el único propósito de desequilibrar la posición. Desde luego, Tarrasch se quedaría horrorizado al ver jugadas como 11 ... .ixd4 en la siguiente partida. Psajis - Chandler Hastings 1988 1 e4 e6 2 d4 dS 3 tDe3 tDf6 4 eS tDfd7 S f4 eS 6 tDf3 tDe6 7 .ie3 exd4 8 tDxd4 .ieS 9 ~d2 O-O 10 0-0-0 a6 11 c;t>b1

Aquí, 11 ... tDxd4 12 .ixd4 bS 13 't!Ve3 asegura virtualmente otro cambio de pie-

ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEON ES

zas menores, que favorecería ligeramente a las blancas. 11 ... ~xd4!? U ..txd4 b513 ~f2 Las negras pueden obtener mejor juego, activando su alfil malo con 13 ~e3 b4 14 lLla4 lLlxd4 y .. .'~a5 , seguido de ... ~ b7c6. 13 ..• ~e7 14 g4 ..t b7 15 ..t g2 lIac8 16 lIhe1 lIfd8 Las negras tienen un buen plan, a base de .. .lLlc5 y ... b4. En la partida pudieron sacrificar correctamente un peón con 17 lLle2 lLlc5 18 lLl g3 lLl e4 19 ~e2 lLla5!, a fin de llegar a una posición con caballo bueno contra alfil malo, después de 20 lLlxe4 dxe4 21 II xd8+ ~xd8 22 lI d1 ~e7 23 ~x e4 ~x e4 24 ~xe4 lLlc4. ALFILES MALOS Ejemplos como el anterior nos enseñan cómo es un alfil malo. Pero ¿cómo se cuantifica la diferencia entre un alfil malo y uno bueno? Sabemos que podría (o no) ser suficiente para decidir el resultado en un final con material igualado. En el medio juego, el mejor alfil puede valer un peón, o incluso más. Uno de los sacrificios estándar de peón, en el último medio siglo, surge en posiciones como ésta: Wade - Smyslov La Habana 1965

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... c6), habrán ganado la batalla de la apertura. 10 ••• exd4 11 ~xd4 c6 Las negras tienen mucho juego y ganaron el duelo táctico, después de U dxc6 bxc6 13 O-O lLld5 14 ~c4 lLlf4! 15 ~xc6 ..tx c3! 16 ~ f3 ~x b2 17 ~xa8 ~x a1 18 lIxa1 ~b6, amenazando 19 ... ..tb7. Sacrificios como 9 ... lLld4 son correctos cuando cumplen estas dos condiciones: (a) los peones contrarios están fijados en un color, y (b) cuando el rival debe entregar su alfil bueno por un caballo. El resultado es que el sacrificador obtiene la pareja de alfiles y su oponente queda con un alfil malo. Los dos factores juntos valen un peón. (Esto ha sido confirmado por el estudio de Kaufman.) Pero incluso cuando no se cumple la condición (b) Y la pareja de alfiles no forma parte de la compensación, el sacrificio puede ser fundado, simplemente a causa de un alfil malo.

1 e4 lLlf6 2 lLlc3 d6 3 d4 g6 4 ~ e2 it..g7 5 h4 h5 6 lLlh3 lLlc6 7 lLlg5 O-O 8 ~ e3 eS 9 d5 (Ver diagrama 289.)

Sadler - Bologan Enghien-les-Bains 1999

9 ... lLld4! 10 ..txd4 Si se permite a las negras fortificar el caballo con ... c5 (o atacar el centro con

1 d4 lLlf6 2 c4 lLlc6 3 lLlf3 e6 4 a3 d6 5 lLlc3 g6 6 e4 ~ g7 7 h3 O-O 8 ~e3 lIe8 9 ~ d3 lLld7 10 it..e2 eS 11 d5

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

1l ..• tDd4! El sacrificio evita una mala posición (11 ... tDe7 12 g4!) y, al mismo tiempo, reporta un excelente juego por casillas negras. U tDxd4 exd4 13 .1l.. xd4 ~xd4 14 ~xd4tDc515 l:td1 ~g5 Las negras tienen compensación gracias a su dominio de las casillas de su color y al mal alfil blanco (16 O-O? .1l..xh3, 16 g3 tDb3 17 ~d3 f5, o bien 16 iLf3 f5 17 O-O f4!). Pero los malos alfiles no son tan malos como su reputación. Steinitz y Tarrasch los denunciaron y, de forma implícita, vinieron a decir que un alfil malo bastaba para perder una partida. Pero a fines del siglo xx, la imagen de los alfiles malos ha mejorado mucho, debido a su capacidad de defender peones (como en el diagrama 112). Esto sirve de ilustración al epigrama de Mihai Suba, "los alfiles malos defienden peones buenos". Una percepción, en realidad, muy antigua. La regla de Philidor, citada a propósito del diagrama 190, era que los peones debían situarse en casillas de color opuesto a su alfil, cuando tiene ataque o peones pasados. Pero Philidor añadió (¿se imagina qué?) una excepción: "En

algunas situaciones es preciso, a efectos defensivos, situar los peones en casillas del mismo color que el alfil". Los alfiles malos son un hecho de la vida. Por ejemplo: para las negras, en la Siciliana Sveshnikov (su alfil de casillas oscuras) y en la Defensa Francesa, tras e5xf6, su alfil de casillas blancas. En ambos casos, el alfil asume, sin embargo, la importante tarea de proteger los peones de d6 y e6, respectivamente, que son la piedra angular de los puntos fuertes de las negras (e5yd5). Una implicación para el jugador de torneo debería grabarse a fuego: siempre que surge la posibilidad de cambiar un alfil contrario, recuerde que el valor de las piezas depende de los objetivos, no sólo de su movilidad. Un alfil malo puede ser la clave de las defensas enemigas y debería ser eliminado, como cuando Fischer jugó 22 tDxd7+!! contra Petrosian, en su match final de Candidatos (1971). Esto tiene mucho sentido en posiciones similares. Short - TIrnman

Reykjavik 1987

Juegan blancas

ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES

1 ••• 0,17 Las negras declaran su intención de cambiar el caballo de e5. Aunque quedarían con un peón de menos, tienen buenas razones para creer que sólo estarían un poco peor tras 2 0,xf7 l:t xf7 3 j¿xe6 l:t e7 4 l:te2 l:tde8. 20,xd7! Pero aunque el material está igualado, las blancas también tienen razones para creer que este cambio es mucho mejor. Porque con él sus dos alfiles serán más fuertes: el de casillas negras dispondrá de una excelente diagonal (h2-b8) y el otro disfrutará de dos objetivos reales a la vista. 2 ... 'tWxd7 3 ~f4! gS No, por supuesto, 3 ... :t xf4 4 j¿xe6. 4 l:te2! l:teS S ~h2 gxb4? Los jugadores estuvieron de acuerdo después en que las negras debían haber apartado a su rey de la diagonal candente, con 5 ... b6 y 6 ... ~b7. 6 'tWxh4 0,gS 7 ~g4 'Wig7 Ahora 8 l:t b5, amenazando 1: xd5, es fuerte, pero también lo es presionar sobre e6. S l: be1 b6 9 'tWbS 't\Yd7 10 f4! 0,e4 11 l: xe4 dxe4 12 dS Las negras se rindieron después de 12 •.. 0, dS 13 'tWeS l:tfS 14 dxe6! 'tWd2 lS 't\Yxe4 l:tdS16 e7+ ~c717 fS+. Petrosian apreció el valor defensivo de un alfil malo, mucho antes de su partida con Fischer. Explicó su pensamiento, al comentar uno de sus mejores finales.

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quedarse con un feo alfil, mientras que su caballo dispondría de casillas como e4, f5 Y h6. "Pero un examen más minucioso", le permitió ver que las negras jugarían, eventualmente, ... l:t xd1 + y ... l:t d8, lo que obligaría a las blancas a elegir entre ceder la columna d, o permitir el cambio del segundo par de torres. "Si optan por esta última posibilidad, el rey negro se sitúa en e6 y ofrecerá una posición inexpugnable, en la que su alfil «malo» jugaría un importante papeL" 1 ~ cS! l:t xd1+ 2 l:t xd1 j¿ xcS 3 0, xc5

Petrosian - Bannik Campeonato de la URSS 1958 (Ver diagrama 292.) Petrosian dijo que estuvo tentado de jugar 1 j¿xb6+, porque las negras deben

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

Gracias al cambio de alfiles, el caballo puede explotar los agujeros de c5 y h6, Y amenazar al peón f. Las negras resistieron durante casi 50 jugadas, pero la tendencia del juego resultó evidente después de 3 ... .l:t eS 4 tD e4 l:t e6 S g4! aS 6 l:t d3 tD d7 7 ~c2 b6 (con idea de 8 ... tDc5) S .l:t f3! ~dS 9 a3 eS (de otro modo, 10 b4 Y c4c5) 10 ~c3 ~e711 .l:td3 .l:tc6 U .l:t dS tD f8 13 tDg3 tDe6 14 tDfS+. "Los malos alfiles defienden peones buenos" ayuda también a explicar por qué la receta posicional del diagrama 283 a menudo falla. Cuando un jugador opta por jL, xtD, y luego sitúa sus peones en las casillas del alfil desaparecido, la nueva estructura de peones puede caer bajo una fuerte presión, porque carece de una protección crucial, a saber, la del alfil que acaban de ceder. Morozevich - Nikolic Wijk aan Zee 2000

~ xd4? ! exd4, incluso algunas posibilidades de obtener ventaja). 2 ... jL,xb4 Este alfil es algo malo, pero ejecuta "importantes funciones defensivas", como explicaron las blancas. Si las negras hubiesen respondido a la amenaza inicial tD a6 con 2 ... .l:t bd8, tendrían problemas para defender el peón e, después de 3 "+Wc4! (3 ... c5 4 tDd5 ; 3 ... .l:teS 4 jL, xb6). 3 cxb4 eS Las negras asumen que los sólidos peones que protegen al caballo de d4 compensarán de otros problemas en su sector del tablero. 4 .l:t ac1 ~c6 Para evitar 4 ... l:t a8 5 'iWb5. S ~a2 ~hS 6 .l:tdS Las negras no tienen la posibilidad de jugar 6 ... tD d4, porque perderían el peón c. Como su alfil de casillas negras ha desaparecido, su estructura de peones se derrumbará tras el avance a4-a5. Las negras se rindieron 12 jugadas después de 6 ••• l:taS 7 aS tDc7 S .l:t dd1 ~xe4 9 W1f7 tDe6 10 axb6.

ALmLES DE DDERENTECOLOR En finales, es notorio el poder tablista de los alfiles de distinto color. Un alfil de cada bando disfruta de una soberbia capacidad de restricción y bloqueo a distancia. Nonn - Van der Sterren Salónica 1988 (Ver diagrama 295.) Juegan blancas

1 b4 axb4 2 tDxb4! Después de 2 cxb4 tDd4, las negras tienen menos problemas (y después de 3

Con 1 ... a5! , las negras ganaban fácilmente. Por ejemplo: 2 ~ d5+ ~e7 3 ~ e4 ~ e8 4 ~c3 a4 5 ~b4 ~d6 6 ~ c2 ~d5 , ó 6 ~c4 jL,c6.

ALFI LES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEON ES

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Svidler - Sakaev San Petersburgo 1996

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Juegan negras 296

1 ... .ag4? 2 '\t>cS ~ xf3?? 3 ~ xf3 ~ xh4 Las negras tendrán, al menos temporalmente, tres peones de ventaja. Sin embargo, no tienen posibilidades de ganar, debido a los alfiles de diferente color. La partida llegó a punto muerto tras 4 '\t>b6 .axgS 5 '\t>xa6 '\t>f6 6 '\t>bS '\t>eS 7 '\t>c4 '\t>f4 8 .2.c6 .ad8 9 .ae8! '\t>fS 10 '\t>d3. Tablas. Pero en el medio juego, los alfiles de diferente color incrementan normalmente las posibilidades de éxito del atacante, en particular cuando se trata de un ataque al enroque. Las principales razones son dos: (a) el defensor no puede utilizar su alfil para proteger las casillas atacadas por el alfil opuesto, y (b) el defensor no puede aliviar la presión cambiando alfiles. La consecuencia de (a) es que el jugador con la iniciativa tiene, a todos los efectos, una pieza de ventaja. Algo especialmente cIaro cuando hay damas y torres sobre el tablero para alimentar el ataque, pero no caballos que puedan colaborar en la defensa.

Juegan blancas Las blancas controlan las casillas negras, y éstas las blancas. Pero las blancas tienen un objetivo, g7, y su ataque debería tener éxito, si ejecutan un plan metódico, como 'iYe3, f2-f4 y : f3 -g3. 1 .ad4! Primero, deben preocuparse por mantener al alfil enemigo fuera de juego, ya que, con 1 f4 d4! , este sacrificio de peón estaría justificado para hacer mejor al alfil negro y crear potenciales amenazas sobre g2.

1 ... ~h4 2 f4 lH73 'iYe3 'fIje7? Las negras no aprecian que este tipo de defensa es inoperante. Su alfil malo protege un buen peón, pero no juega ningún papel en los acontecimientos del flanco de rey. Eso significa que otras piezas deberían compensar la deficiencia del alfil atacando casillas negras. Por ejemplo: 3 .. . ~h6!, para responder a 1:tf3-g3 con ... ~xf4 . 4 :f3 h6 5 :g3 '\t>h7 6 h3 .ad7 7 '\t>h2 ~e8 8 Wie2 La dama debe alcanzar g6, donde ame-

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

nazará ~xh6, tanto si el rey se halla en h8 como en g8. 8 oo. ~g8 9 'iYg4 ~d7 La única forma en que las negras pueden ofrecer resistencia es con oo.e5. Por ejemplo: 10 ~g6 e5! 11 ~ xe5 ~c6. 10 ~ e5! :e7

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Juegan blancas

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11 ~f6! :17 U

~g6

Ahora las blancas pueden responder a 12 oo. e5 con 13 fxe5 (13 oo. ~f8? 14 e6! , ganando). El resto fue como sigue: 12 ••• ~f8 13 ~ e5 ~g8 14 ~xh6 VJlie7 15 l:tg4 ~ b5 16 ~g6 ~ e817 :g5 (amenaza l:t h5) 17 ... : xf4 18 ~xg7+ ~xg7 19 : xg7+ ~f8 20 : xb7 : a4, y las negras se rindieron. Una vez que el jugador aprecia la naturaleza inexorable de un ataque basado en alfiles de diferente color, puede tomar decisiones coherentes en posiciones como ésta: Speelman - HaznedarogIu Plovdiv 2003 (Ver diagrama 298.) Las blancas disponen de planes razonables, relacionados con ~b2 y g3-g4. Pe-

ro apreciaron la debilidad de las casillas blancas de su oponente y que la pieza que mejor las defiende es el caballo. 1 ~ xh6! ~ xh6 2 :e6 Las blancas ejercen un férreo control de la columna e (2 oo. : e8 3 il,e4 f5? 4 ~ xf5 , o bien 3 oo. : xe6? 4 dxe6+ ~xe6 5 ~ d5). Esto significa que tienen las manos libres para atacar g6, la casilla blanca más vulnerable. 2 ••• ~ g7 El alfil tiene una maravillosa diagonal en h6, pero ningún objetivo. El alfil blanco es ligeramente malo, pero tiene un objetivo. Veredicto: las blancas son el único bando con serias posibilidades de ganar. 3 g4 : h8 Era mejor 3 oo. h4, pero las blancas prosiguen la presión con 4 ~ e4 :g8 5 ~d3 ~f8 6 ~f3 ~g7? (6 oo' ~e7) 7 g5 f5 8 ~xf5 , o bien 7 oo, ~d8 8 ~g4. 4 ~e4 f5 5 gxf5 g5 6 f6! ~ xf6 7 : xf6+ Las negras se rindieron. LOS DOS ALFILES Steinitz dijo que dos alfiles eran "considerablemente más fuertes que dos caballos".

ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES

Capablanca dijo que dos alfiles eran "casi siempre" mejores que dos caballos. Pero esta información, que se cita una y otra vez, no es especialmente útil para el jugador de torneo, porque la relación ~~ vs lblb no se produce con mucha frecuencia. En su base de datos, Timoshchenko encontró que la lucha ~~ vs ~ +lb se producía doce veces más que el enfrentamiento 1l..~ vs lb lb , con cuatro peones por bando, y ocho veces más con seis peones por bando. Los dos alfiles es el desequilibrio más controvertido relacionado con los alfiles. Steinitz consideraba que en la lucha ~~ vs ~+lb, el bando de los alfiles sólo estaba ligeramente superior que en la lucha ~ vs lb. Gufeld y Kalinichenko, sin embargo, escribieron: "La fuerza del par de alfiles está cercana a la de alfil, caballo y peón." En otras palabras, los dos alfiles valen un peón extra. Algunas tablas respaldan esa afirmación, concediendo 2 puntos a cada pieza menor, pero 5 puntos a la pareja de alfiles. El punto de vista más fiable es algo más conservador. Comienza a partir de la premisa de que un solo alfil no es mucho mejor que un solo caballo. "Una vez que un jugador ya no tiene sus dos alfiles, caballos y alfiles prácticamente se igualan", escribió Purdy. El estudio de Kaufman sobre su base de datos llegó a la misma conclusión: "El equipo alfil Ycaballo, como en posiciones en que las piezas menores respectivas son ~ +lb vs lblb o ~ vs lb, son de valor equivalente." Pero, añadía Kaufman, un par de alfiles vale, en general, medio peón más. La anterior base de datos de Timoshchenko ofrecía evidencias de esto, pues descubrió que la pareja de alfiles conseguía, al menos, el 62% de la puntuación contra alfil y caba-

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110, cuando cada bando tenia al menos dos peones. ¿Qué significa esto para el jugador práctico? Hemos visto en los diagramas 211 y 247 que conseguir la pareja de alfiles puede justificar sacrificios de calidad y de dama. ¿En qué circunstancias justifican los alfiles un sacrificio de peón? La respuesta depende de diversas variables, entre las que destacan tres. Al sopesar un sacrificio de peón para lograr la pareja de alfiles, usted o su oponente deberían preguntarse: (a) ¿Cuál de los alfiles, en su caso, será malo? (b) ¿Qué peones están fijados?, y (c) ¿Cuáles son los cambios previsibles? Es raro que las respuestas a estas preguntas favorezcan todas a un mismo bando, y el jugador de torneo debe determinar si una anula a las otras o se neutralizan. Tomemos, por ejemplo, el punto de partida del Gambito Marshall en la Ruy López (1 e4 eS 2 lbf3 lbc6 3 ~bS a6 4 ~a4 lbf6 S O-O ~ e7 6 1:1e1 bS 7 ~b3 O-O 8 c3 dS 9 exdS lbxdS 10 lbxeS lbxeS 11 1:1 xeS c6). Una de las continuaciones menos usuales, pero sólida es 12 ~xdS cxdS 13 d4 ~d6.

Juegan blancas

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

Las blancas conservan su peón extra durante un futuro previsible, a cambio de entregar el par de alfiles a las negras. Pero hay otros factores clave, que se basan en las dos primeras preguntas: el alfil blanco es malo (ventaja para las negras) y la estructura de peones está fijada (ventaja para las blancas). Dorfman declaró que los dos alfiles no constituyen, en absoluto, una ventaja cuando la estructura de peones está fijada, y aquí los únicos cambios que van a producirse son a2-a4xb5, por parte de las blancas, y ... b4xc3, por parte de las negras. No obstante, la experiencia demuestra que los dos alfiles son una buena compensación. El alfil malo de las blancas es más significativo que la fijación de los peones. (El alfil negro de casillas claras es técnicamente malo, pero puede resultar devastador si logra acceder a las casillas blancas del flanco de rey, donde el mal alfil enemigo no juega ningún papel. Las blancas se arriesgan a perder después de, digamos, 14 1:.e11Wh415 g3 ~h316 ~e3 .tg417 ~d3 f5 18 f4 l:t ae8.) La tercera pregunta es pertinente porque las blancas tendrán ventaja posicional si pueden cambiar alfiles y conseguir un caballo bueno contra alfil malo. Una línea clave, por ejemplo, es ésta: 14 1:. e3 ~h4 15 h31Wf416 1:.e5 ~f617 1:.e1 ~g6181Wf3 ~ e6, y ahora 19 iLf4!? ~ xf4 20 1Wxf4 .txh3 devuelve el peón por un final favorable tras 21 ~g3. Supongamos ahora que las blancas siguen en cambio con otro esquema del Marshall, U d4 iLd6 13 1:. el ~h4 14 g3 1Wh3 15 .te3 ~g4 16 ~d3 . Las negras pueden jugar la idea de Geller, 16 tZ:lxe3 17 1:. xe3 cS. Las negras de nuevo tienen la pareja de alfiles, y esta vez ninguno de los jugadores tiene un alfil malo. El alfil blanco pueoo'

de proteger su enroque por ~ g2-d5. Pero el alfil negro de casillas oscuras lo supera, porque cuenta con un objetivo, d4, después de .. ..tc7-b6, gracias al fluido centro. El jurado sigue deliberando acerca de la idea de Geller, pero hay evidencia de que las negras tienen compensación. ENTREGAR LA PAREJA DE ALFILES Una cuestión relacionada es: si no se sacrifica un peón, ¿qué sucede cuando usted o su oponente entrega la pareja de alfiles? Hay, de nuevo, numerosas consideraciones. Pero una cuestión a tener presente es si puede forzar el cambio de uno de los alfiles enemigos. García Palermo - Knaak Camagüey 1987

300

Juegan blancas

A esta posición se llegó poco después de que las negras situasen un caballo en e4, forzando el cambio iL xe4. El resultado parece igualado. Las blancas tienen más espacio pero las negras cuentan con los dos alfiles. La posición negra es un poco

ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES

porosa, pero después de ...~d7 , ... : e8, sus fuerzas quedarán bien coordinadas. Sin embargo, con jugadas rutinarias por ambas partes, las blancas pudieron obtener una ligera pero clara ventaja: 1 .: f3! ~ d7 2 b3 rJ;; h8 3 h3 : e8 4 ttJc2! Esto ilustra un tema recurrente: gracias a la estructura de peones, algunas diagonales son demasiado valiosas para que las domine un solo jugador. Por ejemplo, en la línea principal de la Caro-Kann , con ... ~ f5 , hay consenso general en cuanto a que la única posibilidad de lograr ventaja para las blancas pasa por cambiar alfiles con ~ d3 . La diagonal c2-h7 es demasiado valiosa para permitir que quede en manos de las negras. En esta posición, la gran diagonal de casillas negras sobresale, y las blancas pelearán por ella con ~ d4. Aunque las negras no hubiesen jugado ... rJ;;h8, estarían obligadas a cambiar alfiles, porque tampoco pueden permitir que el alfil contrario se apodere de la gran diagonal (respondiendo, por ejemplo, a ~ d4 con ... ~f8). 4 ~ c6 5 : g3 1:[ e6 6 ~ d4 : g6 7 :xg6 hxg6 8 : e1 ~ e4 Las negras se han aferrado a la columna e y han mejorado la posición de su rey. Sin embargo, su posición ha empeorado desde la del diagrama anterior. 9 ~ xg7+ rJ;;xg7 10 ttJd4 ~d7 Ahora son las negras quienes quieren cambiar piezas menores, y descartan 10 ... a6, por 11 ttJf3! y ttJg5. Siguió: 11 ttJb5 a6 12 ttJ c3 ~ c6 13 ~d4+ ~h7 14 : xe8 ~xe8 15 ~f2 (Ver diagrama 301.)

211

30/

Esto significa que los dos alfiles se han sobrevalorado en medios juegos en los que sólo hay una buena diagonal, porque el otro jugador puede convertir la desfavorable posición de ~ +ttJ vs ~~ en otra equilibrada de ttJ vs ~ . Skembris - Chuchelov Cappelle-la-Grande 1999

000

El alfil negro tiene un buen radio de acción, pero las blancas tienen mejores perspectivas de victoria, baranjando ideas como g2-g4 y un oportuno ttJd5.

Juegan blancas 1 ~ xf6! ~ xf6 2 ttJd4 La primera jugada blanca sólo tiene sentido si es seguida por la segunda. Las negras no pueden entregar la gran diagonal, yeso significa que quedarán peor en

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

un medio juego de ~ vs liJ. (Pero si las negras pudiesen evitar el cambio de alfiles -por ejemplo: si se hubiese jugado antes ... a6 y ... l:t ac8, y aquí pudiesen responder 2 ... ~e8-, entonces estarían mejor.) 2 •.• ~ xg2 3 c;f;txg2 a6 4 .u d3 Las blancas disfrutarán de una duradera ventaja en el final de liJ vs ~, con torres (4 ... ~b7+ 5 ~f3) , o en el medio juego con piezas pesadas (4 ... ~ xd4) , a causa del peón débil. 303

TRÁFICO Los cambios de peones, por supuesto, modificarán el valor de alfiles y caballos. Timoshchenko llegó a la conclusión de que el valor de los caballos decrece entre un 3 y un 5% , tras el cambio de cada par de peones. Kaufman incluso llegó más lejos y concluyó que los dos alfiles valían menos de medio peón, cuando se hubiese cambiado menos de la mitad de los 16 peones, pero más de medio peón, cuando la mayoría de los peones se hubiesen cambiado. Sin embargo, las conclusiones derivadas de bases de datos deben tomarse con cierto distanciamiento, cuando los alfiles tienen objetivos o cuando los peones son móviles.

Juegan blancas

l:t xc8 y dejan al caballo sin juego en caso de 2 ... liJb8 3 ~h3 l:l a14 b5! (no 4 l:txb8 ~ c3).

3 c;f;te2 ~ gl 4 ~ c3+ f6 S h4 c;f;th6 6 l:txb8 liJxb8 7 ~ c8 b6 8 ~ d2+ c;f;tg7 9 ~ e3!

lllescas - Lékó León 1993 (Ver diagrama 303.) A pesar de la presencia de 12 de los 16 peones, las blancas tienen una importante ventaja y esto se pondrá de manifiesto si se cambian torres. El futuro pertenece realmente al par de alfiles. 1 ~d7! c;f;tg7 2 l:tc8! l:tb8 Las negras pierden el peón b tras 2 ...

Una vez cambiados los alfiles, las negras deben perder el peón b. El resto fue como sigue: 9 ... ~ xe3 10 c;f;txe3 c;f;tf711 g4 c;f;te8 U gxhS gxhS 13 c;f;td4 bS (las negras no pueden defender a la vez el peón b y el h, en vista de c;f;tc4-b5 y ~f5-g6+) 14 f4 c;f;tf7 15 ~b7 c;f;tf8 16 fS! ~f7 17 ~ c6 liJa6 18 ~ xbS! , y las negras se rindieron (por-

ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES

que si 18 ... tZ:lx b4, 19 llo.)

~c3

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atrapa el caba-

CAMBIOS En un desequilibrio de alfiles, hay dos directrices a tener presentes a la hora de decidir si cambiar piezas: (a) La ventaja de AA vs A+tZ:l es significativa y si se magnifica al cambiar piezas pesadas. (Esto quedó ilustrado por el ejemplo anterior, y antes ya en la posición del diagrama 152.) (b) La ventaja de A vs tZ:l es relativamente pequeña. Esto significa que un cambio de torres, si tiene usted l:l+A vs l:l +tZ:l, o de alfiles cuando tiene A~ vs ~+tZ:l probablemente sea malo, y hasta puede ser muy malo. Un corolario es que si se ha producido un cambio de alfiles en la partida, puede que no importe mucho el cambio tZ:lxA. Los aficionados a menudo tienen problemas con el punto (b). Puede parecerles que la ventaja de un alfil sobre un caballo es mayor cuando no hay piezas pesadas en el tablero. Cierto que hay ocasiones en las que la diferencia en piezas menores es crucial. En el final, "Un alfil con un peón pasado es bastante más fuerte que un caballo", escribieron Portisch y Sarkozy. Pero, añadieron, "esta superioridad aún es más acusada si cada jugador cuenta con una torre". Cambiar damas también es una decisión capital. GeUer - Flohr Campeonato de la URSS 1954 (Ver diagrama 305.) 1~c3

En estas posiciones, el jugador con el

Juegan blancas alfil está encantado de poder cambiar damas y.. . 1 ... ~xc3?? ...su oponente debería evitarlos. Este cambio constituye una decisión desastrosa, porque las negras no pueden avanzar sus peones del flanco de dama ni cambiar el peón a. Con 1 ... ~b 1+, las negras tendrían una posición igualada. 2 l:l xc3 tZ:le6 3 eS b6 4 l:l c6 l:t b8 S ~ fi! Las blancas disponen de un plan ganador, a base de f2-f4 y ~f2-e3, pero antes deben impedir ... b5. S ••• ~f8 6 f4 gS Las negras omiten la novena jugada blanca y acortan la partida en varias jugadas. 7 ~ c4! gxf4 8 gxf4 tZ:lxf4 9 l:H6 (Ver diagrama 306.) 9 ... tZ:lg6 O bien 9 ... tZ:lh3+ 10 ~g2 tZ:lg5 11 h4 l:tc8 12 lH4! y ganan. 10 l:txt7+ ~e811 e6 La principal amenaza es 12 ~ b5+ ~d8 13 l:t d7+ ~c8 14 ~a6+ . 11 ••• tZ:le7 U l:t xh7 ~d8 13 A a6! Las negras se rindieron, en vista de 13

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

... .l:ta814 .l:t h8+ y 13 15 ~ b5!.

oO,

ttJc614 .l:t d7+ ~e8

Quizá el endoso más contundente a favor de los alfiles fuese la afirmación de Tarrasch de que una torre y dos alfiles "no son inferiores" a dos torres y un caballo. Eso sugiere que dos alfiles valen más que un peón. Pero cuando los grandes maestros modernos tienen la posibilidad de obtener el desequilibrio citado por Tarrasch, tienden a preferir que la compensación por la calidad sea más concreta. Svidler - Adams Elistá 1998

(Ver diagrama 307.) Las blancas podrían simplificar con 1 ttJxc8 .l:t axc8 2 d4, Yobtener la compensación "Tarrasch" más un peón. Spielmann consideraba que ~~ +.l:t + t!, era equivalente a .l:t .l:t +ttJ . La base de datos de Kaufman lo confirmó, pero descubrió que si se cambiaba un par de torres, el segundo jugador estaba ligeramente mejor. (Pues su redundancia se ha reducido.)

Juegan blancas

Pero las blancas intuían que 1 ttJxc8 y 2 d4 ofrecía "alguna compensación", pero prefirieron: 1 ttJe4 ttJ g4 Evaluaron que 1 ~f5 2 ttJxg5 ..txd3 3 ttJf3 ~ c4! conducía a la igualdad , y habían planeado 2 f3 g4 3 ~f4 gxf3 4 WVxf3 ttJg4 5 ttJd6 .ie6 6 .l:t el. 2 ~xgS ..tfS 3 A f4 .l:tad8 4 ~e2 .l:t fe8 S .l:tel Las blancas tienen dos peones por la calidad, una forma de compensación más sólida de la que tendrían en caso de 1 ttJxc8. S ... ~g¡ 6 f3 ttJeS 7 ~ c2 eS! Las negras propusieron tablas. Las blancas, por consejo de su capitán de equipo, las rehusaron, pero admitieron que la oferta estaba "absolutamente justificada". oO,

EL DEBATE SOBRE LA DAMA

Otro motivo de debate es la lucha ~+ttJ vs 'W+~. Capablanca dijo que dama y caballo "a menudo superan a dama y un buen alfil" . Dorfrnan aún fue más contundente: "Habitualmente, dama y caballo dominan a dama y alfil." Pero otros fuertes

ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES

215

jugadores tienen dudas acerca de cuán a menudo es "a menudo" y de cuán habitual es "habitualmente".

dancia, ya que ambas piezas utilizan diagonales. Cuando el alfil es malo, la superioridad del caballo va en aumento.

Anand - Kamsky Match de Candidatos FIDE 1994 5." partida

Reshevsky - Unzicker Santa Momca 1966

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308

Juegan negras Juegan blancas Las blancas jugaron 1 ~d3 Ypropusieron tablas. Karpov manifestó su asombro por esta decisión, en vista de lo que calificó de "ventaja estratégica clásica" de las blancas. En operaciones de corto alcance, con peones en un solo flanco, ~+ttJ se coordinan, naturalmente, mejor que ~+ .t . Aunque aquí haya peones en ambos flancos, la presencia de damas ayuda al caballo. Si el jugador con el alfil contase con un peón pasado distante, lo normal sería que ganase en posiciones con material equilibrado, pero sin damas, escribieron Portisch y Sarkozy. Pero con damas en el tablero, el caballo puede tratar de bloquear el peón en una casilla no controlada por el alfil, mientras la dama busca contrajuego en otra parte. Además, dama y alfil sufren de red un-

Una jugada después del control, las blancas propusieron tablas. Las negras las aceptaron, pero después no podían explicar su decisión, pues lo cierto es que tienen excelentes posibilidades de ganar, después de 1 ... 1:[ xa7 2 't!fxa7 't!fb3 3 ~a8+ ~h7 4 't!fxe4 'iVxc3, e incluso pueden proponer un cambio de damas con 5 ~e2 ~e3+ (6 ~xe3 ttJxe3 7 ~f2 ttJg4+, o bien 6 ~f1 ~h3+ 7 ~e1 b4). No obstante, la superioridad del dúo se ha exagerado considerablemente. Cuando los peones son flexibles y el alfil no es malo, la ventaja es pequeña. Kaufman dijo que la diferencia era "trivial", según el informe de su base de datos. Timoshchenko pensaba, en cambio, que la superioridad de ~+ttJ era mayor, concediéndole un 58% de posibilidades de victoria (cuando hay siete peones por bando, ~+ttJ

216

EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

sin otras piezas). Este porcentaje desciende al 54% , con seis peones por bando, y se mantiene entre un 49 y un 51,5%, con menos de seis peones por bando. En otras palabras: una diferencia trivial. Aun con numerosos peones, la mejor defensa para un jugador con ~+ttJ contra ~+-t, puede ser proponer un cambio de damas. Tal - Botvinnik Match por el Campeonato Mundial 1961 2. 3 partida

3/0

Juegan blancas

Las blancas tienen una mayoría en el flanco de dama, algo que debería beneficiarles en caso de cambio de damas, por las razones que Portisch y Sarkozy mencionaron. Sin embargo, 1 a4 'lWc3! permite a las negras defenderse (2 'Wxc3 ttJxc3 3 a5 ~e7 4 b5 ~d6 ! ) . 1 a3 ~c3 2 ~g5 'Wf6 Ambos jugadores creían que el final de ttJ vs ~, sin damas, sería más fácil para las negras. La textual, sin embargo, es mala, pero sólo porque 2 ... f6! podría haber hecho tablas más rápidamente, después de 3 'lWxg6 ~xa3. 3 'lWg3 '*Wf4 4 ~d3 ~c1 5 a4 ~g8?

Las negras dejan escapar otra oportunidad, con 5 ... ~c3!. Por ejemplo: 6 'Wa6 Wic7 7 ~b5 ttJ c3 8 ~a6 ttJd5 9 b5?? ttJb4. 6 aS ~e1 7 Wid4 Las blancas pueden crear un peón pasado que gana, puesto que el caballo no puede bloquearlo. 7 oo. a6 8 b5! axb5 9 a6 ~a5 10 a7! Un cambio de damas -o de piezas menores- sería fatal. Observe que las negras nunca han tenido ocasión de bloquear. Las blancas evitaron, con buen criterio, 10 ~a7 ttJc7 11 ~b8+ ~ h7 12 a7 b4 13 Wixc7 Wixc714 a8Wi b3, que debería hacer tablas. La partida finalizó con 10 ... b4 11 ..tc4 f6? U ~b5 b3? 13 Wia4!, y las negras se rindieron, pero 11 ... Wia3 12 ~ xd5 exd5 13 W!lb6 y W!lb8+ también perdía. El temor a finalizar con dama y alfil contra dama y caballo no está muy justificado. Pero como muchos otros temores, no desaparecerá por las buenas. Los jugadores a menudo cometen un suicidio posicional, como entregar su alfil malo, para evitar esa confrontación. Suba - Smyslov Las Palmas 1982

3JJ

Juegan negras

ALFI LES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES

Las blancas no pueden penetrar con su dama ni forzar un cambio de damas. Las negras deberían buscar un cambio de alfiles y, de no lograrlo, tratar de restringir al otro alfil blanco. 1 ... eS! No 1 ... d5? 2 cxd5 ~ xd5 3 c4 Y ~ b2, y este alfil (y el rey negro) se convierten en un factor. 2 ~ c1 ~f8 3 'i\Ye2 'i\Yc6 4 'i\Yc2?! Las blancas no aprecian que han caído en una posición perdida. Deberían abrir líneas con h2-h3 y g2-g4. 4 ... ds 5 ~f3 'i\Yd7 6 cxds ~ xds 7 ~ e2 Durante el resto de la partida, las blancas están aterrorizadas por la reducción del juego a una lucha 'i\Y +ttJ vs 'i\Y+ ~ . Están peor después de 7 ~ xd5 'i\Yxd5 8 ~g1 ttJe6, pero ni mucho menos perdidas. 7 ... ttJe6 8 ~e3 ~e7 9 'i\Yd2 'i\Yc610 ~f1 c4! lld4?

3/2

Las blancas perdían, en cualquier caso, el control de e4, pero era el momento de replicar con 11 dxc4 ~ xc4 12 ~ xc4 'i\Yxc4 13 ~g1 Y ~ d4-e5. 11 ... aS 12 'i\Y b2 ttJ c7 13 ~ el ttJ bs 14 'i\Yc2 ~f6 15 ~gl ~e4 Las negras estaban progresando gra-

217

dualmente y, aunque ganaron debido a un grave error, su ventaja era evidente después de 16 ~f2 ~f717 ~d2 ttJd618 'i\Yh4 h619 ~hs+ ~g8 20 ~g6 ~ds 21 jt,e1 ~f7 22 ~g3 ~e4! 23 'i\Yh4 ~h7 24 jt,f2 ~ds . VALORES DEL PEÓN El desequilibrio alfil contra caballo hasta aquí tratado normalmente se producía por medio de cambios. Hay un desequilibrio relacionado -pieza contra peones- que normalmente resulta de sacrificios. Antes de considerar la lucha pieza contra peones, vale la pena examinar cómo un peón cambia de valor durante el curso de una partida. Sabemos que un peón disminuye su valor en relación con una pieza menor, a medida que avanza la partida. Y sabemos que una pieza es normalmente superior a tres peones en la apertura y el medio juego, pero a menudo peor en el final. Un peón también cambia su valor en relación con otros peones. En el final un peón es un peón es un peón. Pero cada peón inicia su vida en diferentes circunstancias. Así, por ejemplo, su columna determina gran parte de su futuro. Algunos son más valiosos que otros -al menos durante las 20 primeras jugadas-, porque están más cerca del centro. La tabla de valores de Lasker para el cambio en la apertura comienza situando el "valor de la primera jugada" -es decir, las blancas- en una unidad. Sigue así: Peón de torre = 0,5 unidades Peón de caballo = 11/4 Peón de alfil = 1112 Peón central = 2 Esto sorprende a los jugadores modernos, por pintoresco. ¿Es que un peón central vale cuatro veces un peón de torre?

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

Un test indirecto de la tabla de Lasker pudimos ver en el match benéfico entre Kasparov y el aficionado británico Terence Chapman. En todas las partidas Kasparov entregó dos peones, pero la identidad de los peones cambiaba en cada partida, yeso ayudó a influir sobre el resultado. En la primera partida, Kasparov llevaba negras (es decir, -1 según Lasker) y jugó sin los dos peones de torre (otro -1). Eso hace un total de -2. Ganó. En la segunda partida, Kasparov jugó sin su peón a (-0,5) Ysu peón d (-2). Pero llevaba blancas (+1), de modo que asumía un total de -1,5. Hizo tablas, gracias a la capacidad de las negras de ocultar su rey detrás de un muro de peones en el flanco de dama. En la tercera partida, Kasparov de nuevo llevaba negras y jugó sin sus peones a y b, lo que significaba un déficit general de 2,75 unidades, la mayor entrega del match, según el baremo Lasker. Perdió. En la cuarta partida, Kasparov jugó con blancas, sin sus peones a y e, otro déficit relativamente pequeño (1 ,5) y ganó. Kaufman puso a prueba la tabla Lasker de otra forma, según informaba en enero de 2003 en Chess Life. Utilizó 25 versiones de fuertes programas de ordenador para jugar matches de 50 partidas y ver qué sucedería si una partida comenzase con peones faltan tes. Concluyó que Lasker había sobrevalorado excesivamente el valor de los peones centrales y subestimado " un tanto' el valor de los peones de torre, pero que, por lo general, su apreciación era correcta. En algún momento del medio juego, hacia la jugada 25, un peón resulta mucho más importante que su columna. Aquí aún tenemos menos elementos de guía que la

tabla de Lasker. En general, peones pasados y/o protegidos deberían mejorar su valor cada vez que juegan. Hemos visto ejemplos, como en los diagramas 230 y 259, en los que un peón pasado avanzado compensa de sobra un déficit material. Gufeld propuso una regla general, en el sentido de que un peón situado en la segunda o tercera fila aumenta su valor en un 50% por cada fila adicional. Esto parece excesivo, porque el peón equivaldría entonces a una pieza menor en sexta y a una torre en séptima. Chistiakov, en Shajmaty URSS (diciembre 1988) citó un "aforismo de Rubinstein": "Un peón que haya alcanzado su sexta casilla desempeña el papel de una pieza." Pero no hay ningún análisis sólido acerca de cómo cambian de valor los peones y tendremos que dejarlo así.

PIEZA CONTRA PEONES Un alfil realmente malo ha sido descrito sarcásticamente como un "peón grande". Sin embargo, hay pocos casos en que un gran maestro entre un alfil malo por dos peones, y menos aún de que tal entrega tenga éxito. Las piezas menores son, sencillamente, mucho más fuertes que los peones hasta el final. ¿Hasta qué punto lo son? Escuchemos a los hombres sabios. La Bourdonnais dijo que un alfil "valía al menos tres peones". Steinitz dijo que un caballo "sólo es, en general, algo más fuerte que tres peones", pero un alfil es "mucho mejor que tres peones". Bronstein dijo que un caballo equivalía a tres peones, pero que un alfil equivalía cuatro. Sarratt aconsejó no sacrificar pieza por

ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES

tres peones antes del final , a menos que el sacrificio cumpliese una de estas dos condiciones: impedir el enroque o arruinar la estructura enemiga de peones. Spielmann dijo que sacrificar una pieza por tres peones en el medio juego sólo tenía sentido si existía alguna posibilidad de ataque. En posiciones defensivas, "suele suceder que ni siquiera cuatro peones constituyen compensación suficiente por la pieza". Puede que recordase la 22.a partida del match Alekhine-Capablanca, en la que, después de 54 jugadas, el único material que quedaba en el tablero era una torre blanca y cuatro peones aislados, contra torre y caballo negros. Las negras consiguieron evitar el cambio de torres, ganaron los cuatro peones e incluso jugaron a ganar durante 12 movimientos, antes de aceptar las tablas. Desde los tiempos de Spielmann, ha surgido un nuevo punto de vista que enfatiza en la diferencia de dos tipos de sacrificio de pieza. Uno se basa, sobre todo, en la compensación material (tres peones, al menos). El otro tipo de sacrificio se basa, sobre todo, en amenazas, presión e iniciativa. Como este último trata más de cálculo que de valor de las piezas, nos concentraremos en la primera categoría los sacrificios que apuntan hacia el final. En el final básico, un caballo normalmente hace tablas contra dos peones, y a menudo pierde contra tres peones aislados (sin otro material). Fine no parece tener razón cuando afirma que al caballo le cuesta más luchar contra tres peones unidos que contra tres peones aislados. El rey y el caballo no puede coordinarse bien contra objetivos distantes y, como dijo Averbaj , las tablas sólo son posibles "si los peones no están muy separados".

219

SvidJer - Anand Dos Hermanas 1999

3/ 3

Juegan blancas Fine escribió que cuando los peones están aislados, el rey defensor puede, normalmente, ocuparse de uno de ellos, mientras que el caballo debe ocuparse de los otros dos. Aquí las blancas no pueden avanzar los peones del flanco de rey, sin ayuda del monarca y éste no puede alejarse del peón negro. Al ver que 1 ~xd4 permite 1 tiJb5+, las blancas propusieron tablas. Pero más tarde descubrieron que 2 ~c5 tiJ xa7 3 ~b6 tiJc8+ 4 ~c7! ganaba, debido al truco 4 tiJe7 5 h7 ~g7 6 f6+!. Las negras pierden también después de 4 oo, tiJa7 5 ~d7 tiJb5, porque su caballo está en un Tesuji, 6 h7 ~g7 7 f6+ ~xh7 8 f7 ~g7 9 ~e7. Un alfil puede defenderse mucho mejor de los peones, ya sean aislados o unidos. Incluso puede protagonizar hazañas casi mágicas al parar una masa de pones contrarios, porque puede trazar una línea inexpugnable por todo el tablero. La siguiente posición se produjo en una variante muy candente del Gambito 000

000

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

de Dama Rehusado, que se consideraba favorable a las blancas. Si las negras deciden refugiarse en un final, los peones del flanco de rey parecen superar al alfil extra. Azmajparashvili - Shirov Madrid 1996

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Juegan negras

1 ... ~b7! Pero esta mejora se basa en la seguridad de que los peones pueden ser contenidos antes de que alcancen la linea de casillas blancas f5 , g6 Yh7. 2 ~xb7+ ~xb7 3 l:[e7+ l:td7 4 ~ xb8 'tt>xb85 l:t xd7 Aunque 5 l:te5 ganase un tercer peón, las blancas siguen un principio correcto: los peones se vuelven más peligrosos una vez que se cambien las torres. 5 •.. ~d7 6 'tt>g2 'tt>c7 7 'tt>f3 Los peones no pueden llegar lejos sin el apoyo de su rey (7 h5 'tt>d6 8 h6 ~ f5 9 g4 ~ h7 10 f4 'tt>e6 11 g5 'tt>f5). 7 ... ~d68 ~f4 (Ver diagrama 315.)

8 ... ~ c6! "Una jugada así debe encontrarse en

casa, si juegas la Variante Botvinnik", escribió Shirov. Las blancas ganarían después de 8 ... 'tt>e6? 9 'tt>g5 ~c6 10 f4!. Por ejemplo: 10 ... ~ e4 11 g4 ~ h7 (de otro modo, 12 f5+ encierra al alfil) 12 h5 , seguido de ~h6. 9 ~g5 ~f3! Esto impide f2-f4-f5 y establece una barrera infranqueable en las casillas blancas. 10 'tt>f5 ~d5 11 g4 'tt>d6 12 h5 'tt>d5 13 'tt>f4 ~ d1

3/ 6

Las blancas concedieron las tablas después de repetir jugadas, 14 ~g5 ~ f3 15 'tt>f4 ~dl, pues si 15 h6 ~e416 f4 ~h7! , su rey no puede llegar a h6.

ALFILES CONTRA CABALLOS Y CONTRA PEONES

La teoría del final ha evolucionado en el último siglo y aunque no tanto como en siglos anteriores, de todos modos de forma considerable. Al comparar las piezas menores, Spielmann escribió: "Un alfil está mucho mejor preparado para la lucha contra peones pasados, tanto que a menudo puede luchar con éxito contra tres peones pasados. Recuerdo tres ejemplos modernos de final en que. un alfil se impusiese a tres buenos peones." Pero desde los días de Spielmann, se han producido docenas de ejemplos así. Cuando el bando del alfil puede atacar peones con su rey, normalmente goza de buenas posibilidades de victoria. Krizsany - Parkanyi

Karkany 1998

221

Esto pierde, porque las blancas pueden atacar al peón d, mientras que el rey contrario se ocupa del alfil. Lo correcto era 4 ... g4 5 g5 f5 6 ~g2 (6 h4 f4) 6 ... g3 7 b3 f48 'ot>g4 d4 Y ... c3 , que hace tablas. 5 g7 f5 6 f6 g4 7 e6 g3 8 ~ h3 Y las blancas ganaron, porque una vez que ambos coronen, 8 ... gS 9 xd6 f4 10 e5 1311 d6 g212 d7 gl~ 13 d8~+ h5, pueden seguir con 14 'iVh8+ gS15 'Wig7+.

SACRIFICIOS Y CAMBIOS A pesar de los dos últimos ejemplos, los peones no pueden subestimarse. Pueden explotar su superioridad numérica con esa técnica del final: la superioridad zonal. Si el rey enemigo está comprometido en detener peones en un flanco, su pieza menor a menudo pierde la batalla contra rey y peones en el otro. Geller - Kopylov Campeonato de la URSS 1951

317

Juegan blancas 1 f3 e7 14 h7, o bien 13 oo.lLle6+ 14 cJo>g8. Cuando se trata del sacrificio de una pieza por peones, otro principio que conviene tener presente es "lo que desaparece...". A menudo un jugador es reticente a desprenderse de una pieza bien situada

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

por tres peones, sencillamente porque la pieza parece demasiado valiosa. Lo que no tiene en cuenta es que la pieza sacrificada no es tan importante como las piezas que quedan en el tablero. En el siguiente ejemplo, las blancas sacrifican el mejor de sus alfiles. Pero sigue una secuencia de jugadas semiforzosas en las que también consiguen cambiar sus dos caballos por dos alfiles. El resultado es que quedan con un alfil en lucha con dos caballos negros, yeso les favorece. Keres - Olafsson Bled 1961

Juegan blancas 1 ~xe6! Éste es el tipo de sacrificio que las negras evitaron al jugar ... ~g8 en la partida Porreca-Bronstein (diagrama 38). 1 ••• fxe6 2 ttJxe6 'fj¡e7 Otras jugadas de dama permiten ttJc7+ y ttJxa8, después de lo cual torre y dos peones son mejores que las dos piezas menores. 3 ttJfS! Kaufman descubrió que el jugador con

una pieza extra contra tres peones tendría ventaja ganadora si conserva los dos alfiles. Sólo se encontraría en ligera desventaja si la diferencia fuese de cuatro peones, añadió. Aquí, las negras tienen los alfiles en el final de pieza contra tres peones que sigue. Pero no pueden conservar los alfiles. 3 ... ~ xfS 4 ttJ xg7+ d7). Esto se puso a prueba, por ejemplo, en la partida Kramnik-Shirov, Linares 2000. Las blancas consolidaron lentamente su ventaja tras 22 ~ e2 O-O 23 'iVxd5 exd5 24 lDa5 ~ fe8 25 ~f3 ~ ac8 26 ~ dI. Esto nos devuelve al desequilibrio con que comenzamos en los dos primeros diagramas del libro: torre contra piezas menores.

228

Capítulo 10

Torre contra piezas menores

Este desequilibrio normalmente se produce cuando un bando entrega alfil y caballo por una torre y peón (o peones). Las liquidaciones en que dos alfiles o dos caballos se entregan son relativamente raras, como lo son los casos en que el jugador que inicia el desequilibrio sea el que entrega la torre, antes que las piezas. La iniciativa juega un mayor papel que en otros desequilibrios. En general, es el jugador con la iniciativa el que protagoniza la liquidación, y su ventaja a menudo se hace decisiva, si después de ejecutada dicha liquidación, conserva la iniciativa.

Kramnik - Zhang Wijk aan Zee 2004 (Ver diagrama 329.) lltJbS! ~ xbS De otro modo, 2 l:l xd8+ Y 3 ~ xe5 gana un peón. 2 ~ xeS! ~xeS 3 l:t xdS+ ii.eS 4 \'Wxb6 Las blancas han entregado alfil y caballo por torre y dos peones. Están mejor, pero la dimensión de su ventaja no está clara, porque todos los peones (menos uno) del flanco de rey y el otro pronto serán blo-

Juegan blancas

queados por los caballos conectados. Pero su superioridad de puso de manifiesto tras: 4 ... Wie7 5 l:l eS ltJfd7 6 ~c7 ~f8 7 g3 Para ganar, las blancas deben crear suficientes debilidades (por ejemplo, con ~h3) para que sus piezas pesadas puedan explotarlas, o bien proponer un cambio de damas en condiciones óptimas, como cuando las piezas menores no pueden bloquear el peón c. 7 ... ltJe6 S ~c6 g6 9 ~h3! Con idea de ii. xe6 y c4-c5. 9 •.. fS 10 ~ g2 ~g7 11 ~ dS ltJecS 12 ~aS ~f7

TORRE CONTRA PIEZAS MENORES

229

Aqui, 13 ~xf7 ~xf7 14 ~d5+ ó 13 'iVf6 14 ~d4 habrían ganado rápidamente. Las blancas jugaron 13 'Wa1+ ~f6 14 ~a7?, y ganaron sólo con grandes dificultades. ~a1

Una torre rara vez es suficiente compensación por dos piezas. Necesita algo más en el canje, y es posible que, de nuevo, el punto de compensación esté fijado en un peón y medio. La opinión del siglo XIX, de que un jugador debía contar con dos peones y torre como adecuada compensación por dos piezas, ha dado paso a esta fórmula moderna , tal y como pensaban Tarrasch, Spielmann y otros. Lo que esto significa para el jugador práctico es: (a) Entregar las piezas por torre y un peón es generalmente malo en la apertura, pero más o menos equilibrado en el final. (Esto encaja en la teoría de Purdy de que las piezas menores pierden medio punto de valor, en el proceso de la apertura al final.) (b) Dos peones ofrecen excelentes posibilidades de victoria, si este bando puede cambiar damas. Esto puede ilustrarse con una línea de la Variante Vienesa del Gambito de Dama Rehusado, que tuvo un breve momento de popularidad en los años ochenta: 1 d4 d5 2 e4 e6 3 ttJc3 ttJf6 4 ttJ f3 dxe4 5 e4 ~b4 6 ~g5 c5 7 ~x e4 exd4 8 ttJxd4 ttJ bd79 O-O ~ xc3 10 bxc3 'iYa5 11 ~ h4 O-O12 l:l e1 (Ver diagrama 330.) 12 oo. 'il'c5? Una tentativa por mejorar la jugada 12 ... ttJe5. 13 ~ xe6! fxe6 14 ttJxe6 'iYh5? Las negras deberían jugar 14 ... ~xc3,

invitando a entrar en un final en el que las blancas sólo tienen un peón extra (15 l:t el 'iYe5 16 ~b3 l:lf7 17 ttJd8 'il'h5). La textual permite a las blancas una versión del caso (b). 15 ~xf6 ~xdl16 l:taxd1 gxf6 O bien 16 ... 1:[ xf6 17 ttJc7 l:l b8 18 e5!. 17 ttJxf8 ~xf8 Las blancas no sólo tienen un mayoría móvil en el flanco de rey, sino que pueden activar sus torres antes de que las negras coordinen sus piezas. La tendencia pronto quedó clara en la partida Yermolinsky-Baburin, Sverdlovsk 1987: 18 l:t e3! b6 19 l:t h3 ~g7 20 l:t hd3 ttJc5 21 l:t d8 ~b7 22 f3! ~g6 23 ~t2 l:t e8 24 g4 ttJ a425 l:t xe8 ~xc8 26 l:t d6! ~r7 27 1:. e6

33/

230

EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

27 ••• ~ e6 28 1:[ c7+ 'ittg6 29 a3 bS 30 'itte3 aS 31 h4 ~f7 32 'ittd4 liJb2 33 hS+ 'ittg7 34 l:t b7 a4 35 : xbS liJc4 36 l:t b4 liJeS 37 'itte3 ~b3 38 l:tb7+ 'ittg8 39 'ittf4 h6 40 'ittfS liJxf3 41 'ittxf6 Las negras se rindieron. Pero dos peones pueden no bastar si el juego se encuentra en un intenso medio juego. La lucha que sigue muestra cómo un gran jugador puede no evaluar bien el desequilibrio: Gligoric - Psajis Sarajevo 1986

abierta y tendrán buenas posibilidades de ganar el peón a en el final. Pero antes hay que combatir en un medio juego y ahí es donde entra en acción la iniciativa. Las blancas podrían detentar la iniciativa si sus torres tuviesen un punto importante de penetración. Pero después de 4 ... liJd7 5 l:tSc2 (5 l:tc6? liJe5) 4 ..• 'iWb3 6 ~ g2 liJeS, se vieron obligadas a retroceder, y las negras ganaron en el flanco de rey, con 7 l:t c3 ~b6 8 'i;Ye2 aS 9 h3 h4! 10 gxh4 ~ h6 11 l:t d1 ~f4. Entregar las piezas crea una aguda situación que a menudo ofrece mayores posibilidades de ganar a ambos jugadores que otros desequilibrios. Puede tratarse de la opción pragmática de un jugador que, de no ser así, quedaría en posición ligeramente inferior. Petrosian - Tal Campeonato de la URSS por equipos 1964

Juegan bLancas 1 liJxc5? dxc5 2 ~ xb8 ~xb8 3 l:t xc5 liJd6 El valor teórico es un mal consejero en los medios juegos con torre contra piezas. Algunos ordenadores incluso consideran que después de 4 ~c2 liJb5 5 ~ e2 liJd4 6 ~d1liJd7 7 l:tc1 ~b4 Y de 4 ~b4 liJd7 5 't!Yxb8 l:txb8 6 r1c7 liJe5, la posición es favorable a las blancas, lo que hace que uno se pregunte acerca de la inteligencia artificial. 4 l:tec1 Las blancas controlan una columna

Juegan negras Las blancas comienzan a disponer de pequeñas amenazas, como 1 e4 ó 1liJc7. 1 •.• liJxe3!

TORRE CONTRA PIEZAS MENORES

En lugar de permitir ser presionadas durante otras 40 jugadas (después de 1 oo. a62 l:iJc7 l:t ad8 3 l:iJxd5), las negras crean circunstancias dinámicas en las que todo puede suceder. Si obtienen dos peones (2 fxe3? ~xe3+ 3 'it>f1 ~ xc14 l:txc1 l:tac8), lograrán ventaja. 2 ~ xb7! l:iJ xdl 3 1:1 xdl J::t ad8 4 l:iJc3! Las negras también tienen buenas perspectivas de ganar, después de 4 l:t xd8 J::t xd8 5 'it>f1 l:t d2. 4 _ l:txdl+ Sl:iJxdll:tdS 6 Af3 l:td2 7 c;t>fl Lo mejor es 7 ... ~ xf2! 8 ~ c3 l:t c2 9 ~ e4 l:tc110 'it>xf2 l:t xd1 , con posibilidades equivalentes. Pero incluso después de lo que sucedió en la partida, 7 ••. aS 8 ~e2 eS 9 a4 ~ d4, las negras quedaron mejor de lo que habrían estado de no haber jugado 1 ... l:iJxe3. La partida finalizó en tablas. DOS CONTRA UNA Si la diferencia es de un peón, la ventaja numérica de las piezas entra en juego. Cuando las dos piezas cooperan contra un objetivo defendido por la torre, pueden invertir el desequilibrio. Sutovsky - Zagorskis Olimpiada 2002 (Ver diagrama 334.)

231

334

Juegan blancas 5 ••• ~t7+ 6 c4 l:txb7 7 ~ dS! Las blancas preparan la decisiva ~b6, que las negras deben impedir. Por ejemplo: 7 ... ~h5 8 '+Wb6 ~d1+ , tablas. Pero 8 '+.!i'd2 y ~ xb7+ conduce a un final de peones favorable a las blancas. Por ejemplo: 8 ... e4 9 c5 ~h7 10 a4 cj;a7 11 ~ xb7 ~xb7 12 ~d4. 7 ••• 'iVd7? 8 ~b6! cj;b8 9 '+Wxa6 e4 10 ~xb7+ Las piezas tienen , generalmente, muchas más oportunidades de invertir el desequilibrio. Pero si no operan de forma eficaz, la torre puede forzar acontecimientos. Por ejemplo, cuando dos caballos se ven reducidos a protegerse mutuamente, ambos son vulnerables a una liquidación, a base de la captura torre x pieza.

1 ~t1!

Después de esto, las negras no pueden evitar simplificaciones, a base de ~g2 y l:iJxb7. Sus posibilidades de supervivencia radican en que puedan Jimjtar sus pérdidas a un peón. 1... l:tc6 2 b4 fS 3 ~ g2 J::t b6 4 'it>b3 eS 5 l:iJxb7! Las negras amenazaban cerrar la diagonal con 5 ... e4.

Keres - Szabo Torneo de Candidatos 1953 (Ver diagrama 335.) Antes, en el medio juego de una Siciliana, las negras entregaron sus dos caballos por torre y dos peones. Las blancas dejaron escapar oportunidades de un ataque al

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

336

Juegan blancas

enroque y su rival forzó, correctamente, un final , aunque eso significase doblar peones y ceder un segundo peón. La posición parece estar ganada para las negras, que amenazan ... b3 l:t h3! 23 ll'l f6+ 'it>d4 24 ll'lxh7 l:t xd3+ 25 'it>c2 a4 26 ~ e7 l:t c3+ 27 'it>bl l:t c7. Examinemos ahora el punto de vista de las piezas. Taimanov - Sherbakov Campeonato de la URSS 1955

Ahora, 7 ~ xg5 pierde por 7 ... l:tg6, lo mismo que dos jugadas antes. 7 ~ d8 l:txe4 Puesto que 8 ~xa5 pierde, por 8 ... l:te5, el juego prosiguió así: 8 'it>t2 l:t d4 9 ll'le3 l:t d3 10 ~xa5 l:t xb3 11 'it>e2 'it>e6! 12 h3 h5 13 ~d8 d5 14 'it>d2 d415 ll'lc2 l:txh316 ~x g5 'it>f517 ile7 b3 18 ll'lxd4+ 'it>e4

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Juegan blancas Las blancas pueden forzar acontecimientos con 1 ll'lxf6 ll'lxf6 2 ~e3, amenazando ~b6 y ~d4. Pero después de 2 ... l:txe6 3 ~ b6 l:te5!, no tienen nada mejor que tablas por repetición de jugadas (4 ~ d4 l:te6 5 ~ b6 l:te5). La posición blanca parece demasiado buena para eso, de modo que: 1 l:txf6? ll'lxf6 2 ~ h6+ 'it>h8 3 ll'lxf6 : xe64 ll'ld5 A primera vista, esto parecía favorable a las blancas. Por ejemplo: 4 ... l:t xe4 5 'it>f2, pero las negras pueden atacar el flanco de dama con 5 ... : d4. Sin embargo, encontraron un mejor plan: crear un peón pasado en cada flanco. 4 ••• g5! 5 ~f8 g8 6 ~e7 'it>f7

En este tipo de final, las piezas normalmente tienen posibilidades de tablas, sacrificando una de las piezas por el peón más peligroso. Pero el final puede ser muy difícil. Aquí, por ejemplo, las blancas dejaron escapar unas tablas de libro (19 ll'lxb3! l:t xb3 20 'it>e2). Después de 19 ll'lb5? h420 ll'lc3+ 'it>d4 21 ll'lb5+ 'it>c4 22 ll'la3+ 'it>d5 23 aS, las negras ganarían fácilmente con 23 ... l:t h2+ Y 24 ... h3. Pero cometieron un grave error, al repetir el de la famosa partida entre los dos Lasker de Nueva York 1924, al quedarse con un solo peón: 23 ... b2?? 24 ilxh4! l:t xh4 25 'it>c3. (d) Cuando la torre tiene columnas abiertas. Ésta es otra preocupación prioritaria, al decidirse por el trueque piezas por torre. La torre necesita tener acceso al me-

TORRE CONTRA PIEZAS MENORES

nos a una columna, con una vía de penetración , en la primera o segunda filas contrarias, a fin de poder alcanzar objetivos.

Hort - Hübner Bundesliga 1981 1 e4 eS 2 ltJf3 d6 3 -tb5+ jL,d7 4 jL,xd7+ W'xd7 5 O-O ltJc6 6 c3 ltJf6 7 ~e2 e6 8 d4 cxd49 cxd4 d510 eS ltJe411 ltJbd2 ltJ xd2 U -txd2 -te7 13 1:[ ael O-O 14 1:[ c2 1:[ acS 15 1:[ fel a6 16 h4?

245

1:[ c2 26 ~c3 g5!) , o avanzado el medio juego (24 ~g5 'Wb1+ 25 ~h2 'Wxb2). 22 ... ~g8? 23 b4 1:[cS! 24 -te3 ~d1+ 25 ~h2 ~h5! 26 g3 1:[c3 27 a4 1:[ b3 La torre se impone, porque 28 -td2 pierde, por 28 g5!. Las negras ganaron después de 28 ~g2 1:[ xb4 29 aS 1:[ b1. Si, de todos modos, la torre dispone de numerosas columnas -pero ninguna forma de alcanzar objetivos-, la tendencia se inclina a favor de las piezas, que pueden realizar una notable labor quitando a la torre puntos de penetración. Como el rey a menudo se suma a la lucha contra la torre, el resultado es que no son sólo dos piezas las que combaten contra la torre, sino tres. oo.

mescas - Speelman Linares 1992

16 ... jL, xh4! Aunque sus piezas menores son excelentes, las negras las entregan. A cambio sólo pueden conseguir un peón y ni siquiera forzar un final. Pero la única columna abierta marca toda la diferencia. 171:[xc6 Las negras conservan un segundo peón, en caso de 17 ltJxb4 ltJxd4 18 ~d3 ltJxc2 19 l:txc2 l:txc2 20 ~xc2 l:tc8. El factor decisivo entonces es que las blancas no consiguen sellar la columna c (21 -tc3? ~d8! 22 ltJf3 d4). 17 ... l:t xc6 18 ltJxh4 l:t xcI+ 19 -txel ~a4 20 ~g4 ~h8 21 a3 ~c2 22 ~f4 Ahora, 22 1:[c8! 23 -te3 ~e4 habría ganado el final (24 'Wxe4 dxe4 25 jL,d2 oo .

Juegan blancas

Las piezas pesadas negras parecen compensar la diferencia material, pero es sólo una ilusión. l ltJc3! ~d4+ Las piezas mayores quedan descolocadas tras 1 ~f5 2 ~g2 ~d3 3 ~d1! 1:[e3 oo.

4~f2.

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

2 ~xd4exd4 La torre ocupa ya un punto de penetración en D, y las blancas deben tener mucho cuidado si no quieren que alcance otros. Por ejemplo: 3 llJdl l:t d3! 4 llJf2 l:td3 5 ~cl l:ta2 6 llJd3 rJ¡;f7 7 h3 ~e6. 3 llJb5! Las piezas pueden encerrar a la torre en caso de 3 ... l:td3 4 ~f1 l:td2 5 ~ xd4, ya que 5 ... a6 se replica con 6 ~el. 3 ••. d34 ~c1 No 3 ~c3? a64 llJd4 d2 5 ~ xd2 l:td3. 4 ••• a6 5 llJc3! La torre tiene cuatro columnas disponibles, pero el alfil cierra una de ellas, el caballo cierra una segunda y el rey blanco y las piezas se aseguran de que las columnas e y f permanezcan impenetrables. Son tres piezas contra una, puesto que el rey negro no puede ayudar a su torre a penetrar. Las blancas se tomaron su tiempo para ganar el peón d, 5 .•• l:t f6 6 h4 ~f7 7 ~f4 l:t c6 8 ~d2 ~e6 9 ~t2 ~e5 10 ~e3 l:t g6 11 ~ e1 ~f5 12 ~xd3, y completar el proceso técnico. EMPLEO DE LOS CRITERIOS Estos criterios -que se alcance un final , el grado de coordinación entre las piezas, qué bando ejerce la iniciativa y si hay columnas abiertas y peones en ambos flancos- deberían emplearse para evaluar casi todas las transacciones de piezas por torre. Estos factores normalmente tienen más influencia sobre quién está mejor que el número de peones que entran en la operación. Un buen modelo es la Variante Dilworth de la Ruy López, después de 1 e4 e5 2 llJf3 llJc6 3 ~b5 a6 4 j¿a4 llJf6 5 O-O llJxe4 6 d4 b5 7 ~b3 d5 8 dxe5 ~e6 9 c3

~c5 10 llJbd2 O-O 11 ~ c2 llJxt2 12 1: xt2 f6. Una de las viejas líneas principales sigue así: 13 exf6 ~ xf2+ 14 ~xf2 ~xf6 15 llJf1 llJe516 ~gl llJxf3+ 17 gxf3 ~xf3 18 ~xf3 l:txf3

Las negras tienen torre y dos peones por las dos piezas menores, pero carecen de perspectivas inmediatas de crear un peón pasado. Lo que hace que la posición sea favorable a las negras es que cumple la mayoría de las condiciones ideales: Han llegado a un final . Hay columnas abiertas para sus torres y peones en ambos flancos. Su oponente tiene un alfil de casillas negras muy bueno, pero sus piezas no están especialmente bien coordinadas. Y gracias a la debilidad de la segunda fila, las negras tienen buenas posibilidades de conservar la iniciativa. Cuando esta variante comenzó a aparecer en el ajedrez magistral, las blancas cambiaban torres y bloqueaban los peones. Pero desde entonces las negras han comenzado a obtener muy buenos resultados, ganando casi la mitad de las partidas y haciendo tablas el resto. La vulnerabilidad del rey blanco, ante .. .~ e6 y ... l:te8-e6, ayudó a inclinar los resultados del lado negro. Un ejemplo instructivo lo constituye

TORRE CONTRA PIEZAS MENORES

la partida García-Bartis, Mar del Plata 1975, que siguió así: 19 ~ e3 ~h3 20 ~ c5 ne8 21 tDg3 hS Era mejor 21 ... g6 Y22 ... h5, Y la ventaja negra es clara. 22 tDxhS Invertir el desequilibrio (22 ~g6 ! ne5 23 ~xh5 n xg3+ 24 hxg3 n xh5) ofrece buenas posibilidades de tablas, gracias a los alfiles de diferente color. Lo cierto es que varias tablas (después de 18 ... l::txf3) se han derivado de que las blancas devolviesen la pieza para alcanzar un final de torre y alfiles de distinto color. 22 ___ ne2 23 ~ b3 c6 Las torres deben ganar ahora peones (24 n b1 l::txb2!). 24 tDg3 n xb2 25 ~ d4 aS También era bueno 25 ... nd3, amenazando 26 ... 11 dd2. 26 ne1 a4 27 ~ d1

27 ___ 1:. b1! Si las blancas cambian torres (28 ~xf3 .l:I xe1 +), no tienen con qué proteger su peón a, ni frenar al negro. Pero no disponen de jugadas útiles. 27 tDhl l:t fS 28 tDg3 .l:If3 29 tDh1 b4! 30 ~xf3 n xe1 + 31 c;t>f2 .l:I al 32 cxb4 .l:Ixa2+

247

El peón a ganó rápidamente (33 c;t>g3 .l:I d2 34 ~e3 .l:Id3 35 ~c5 a3). Una segunda situación se produce inmediatamente al salir de una línea teórica de la Defensa Petrov, que comienza con 1 e4 eS 2 tDf3 tDf6 3 d4 tDxe4 4 ~d3 dS 5 tDxeS ~d6 6 O-O O-O 7 c4 ~ xeS 8 dxeS tDc6. Desde los años ochenta, la mejor línea de juego para ambos bandos se considera 9 cxdS ~xdS 10 ~c2 tDb4 11 ~xe4 tDxc2 12 ~xdS ~fS 13 g4! ~x g4 14 ~ e4 tDxa11S ~f4 fS16 ~ dS+ c;t>h817 .l:I c1 c6 18 ~g2 n fd8 19 tDd2

Las blancas tienen calidad y peón menos, pero el caballo negro está encerrado, de modo que es previsible que queden con alfil y caballo contra torre y uno o dos peones. Algunos de los mejores jugadores del mundo han buscado mejoras para ambos bandos. Anand entró una vez en el final de piezas menores, con peón de ventaja, contra Kasparov (19 ... .l:I xd2 20 ~x d2 1:. d8 21 ~c3 .l:Id1+ 22 nxd1 ~xd1) y consiguió rescatar a su caballo y hacer tablas, con 23 f4 tDc2 24 c;t>f2 c;t>g8 25 a4 aS 26 ~xa5 tDd4. 19 ___ h6 20 h4 n d3! Las blancas consolidan y mantienen

248

EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJ EDREZ

una significativa ventaja, después de 20 ... ~d4 21 ~ e3 ~b4 22 b3, o de 22 ~xa1 f4 23 ~c5 ~xb2 24 ttJb3. 21 ~f1!

La idea de las negras es contraatacar después de 21 ~ xa1, con 21 ... g5! 22 hxg5 hxg5 23 ~ xg5 1:[ g8 24 ~ f6+ 'ifth7, a lo que puede seguir 25 ttJf1 f4 26 'ifth2 ~g6!. 21 ... ~ d4 22 ~e3 ~ d5 23 ~ xal ~ xe5 24 ttJc4 Las negras tienen torre y dos peones por las piezas, pero los alfiles blancos son fuertes. Por ejemplo: 24 ... ~e4 25 ~ d3 .l:.e6 26 f4 ~d8 27 ~ c2 y ttJe5, como indicóTirnman. Su victoria sobre Yusupov, en su match de Candidatos de 1992, siguió así: 24 ..• ~ d5 25 ~g2 ~ b5 26 : el, y cuando las negras entregaron un peón para eliminar torres del tablero, quedaron perdidas, 26 ...

cado es tan importante que el desequilibrio no suele durar mucho pues, o bien el ataque prevalece o su oponente devuelve una de las calidades u otro material. El ejemplo más conocido de sacrificio de la doble calidad a largo plazo se planteó en la partida Lilienthal-Ragozin, Moscú 1935, en la que las negras obtuvieron dos peones pasados y unidos a modo de compensación. Las blancas devolvieron una calidad cuando los peones alcanzaron su sexta casilla y se rindieron cuando llegaron a la séptima. Si la ventaja de una doble calidad se prolonga hasta el final normalmente resulta decisiva. La poca experiencia práctica que existe con este desequilibrio material sugiere que el jugador con las piezas menores necesita, al menos, dos peones extra para poder resistir.

1:[ d8 27 ~xa7 ~ dl28 : xdl ~ xd129 ~d4

f4 30 ~e4. La tentativa por mejorar las posibilidades negras, con 24 ... ~e6 , falló , después de 25 f4! ~f3 26 ttJe5. Esto es típico de las posiciones de torre contra piezas, a saber, que las piezas tienen más recursos y el jugador que las posee debe pensar más que su oponente. Aunque la teórica línea divisoria esté fijada en un peón y medio, muchos jugadores preferirían las blancas.

Kotov - Najdorf Torneo de Candidatos 1953

IRREGULARES

Hay algunos otros desequilibrios relacionados con torres y piezas que no son fácilmente encasillables y que, por esta razón, han sido en general ignorados por los teóricos. El primero de ellos es la doble calidad, que normalmente se produce hacia el final del medio juego, mediante dos sacrificios separados. La cantidad de material sacrifi-

363

Juegan blancas 1 ~ xd6+! 'iftxd6 2 ttJxf5+ 'iftc6 Najdorf, en su libro del torneo (de dos volúmenes), dijo que lo correcto era 2 ... 'ifte6! , después de lo cual las negras tenían

TORRE CONTRA PIEZAS MENORES

"algunas posibilidades", como, por ejemplo, en caso de 3 ttJd4+ rJ;;;f7 4 ttJxe4 l:t xb2+ 5 rJ;;;f3 h5. 3 ttJxe4 l:txb2+ 4 rJ;;;f3 l:tb4 S ttJfg3 l:taa46 hS l:ta3+ Pero Bronstein, en su libro El ajedrez de torneo , indica que el principal obstáculo de las negras era decidir a qué debían jugar. "El principal problema de Najdorf es que no sabe si jugar a ganar o pensar en cómo salvar la partida", escribió. 7 rJ;;;g4 coitd7 8 g6 Las blancas evitaron 8 ttJf6+ y 9 ttJxh7, porque las torres pueden volverse peligrosas. Una línea es 8 ... rJ;;;e6 9 ttJxh7 l:taa410 ttJe2 l:t b2. Sin embargo, 10 ttJf8+ y 11 ttJg6 ofrecía posibilidades de ganar. Es mejor 8 ... rJ;;;c6! 9 ttJxh7 l:taa410 ttJe2 l:te411 rJ;;;f3 l:te7! 12 g6 l:ta3+. 8 .•• hxg6 9 hxg6 rJ;;;e7 10 ttJfS+ rJ;;;e6! No 10 ... rJ;;;f8 11 g7+ rJ;;;f7 12 ttJ4d6+ rJ;;;g8 13 ttJe8! , y las blancas ganan. 11 ttJg7+ rJ;;;e7 U ttJfS+ rJ;;;e6

364

El juego siguió ahora con 13 g7 l:t a8 14 ttJeg3 l:tg815 ttJh5 l:txf4+! 16 rJ;;;xf4 l:txg7 17 ttJhxg7+, y Kotov rechazó reiteradamente las propuestas de tablas de las negras, afirmando que análisis soviéticos (no publicados) demostraban que dos caballos

249

podían dar mate a un rey solitario. Najdorf no estaba muy contento. Otro raro desequilibrio es dos torres contra tres piezas menores. Como en el caso de torre contra dos piezas menores, muchos jugadores prefieren jugar con las piezas ligeras, porque sienten que tienen una ventaja natural. Pero no está claro que sea así, y desde luego no hay pruebas. En el torneo de Nottingham 1936,Alekhine entró en una línea forzada contra Capablanca, que pensaba le dejaría con la ventaja de la doble calidad, a cambio de un peón. Pero no había calculado bien y Capablanca quedó con una tercera pieza menor. Aunque Alekhine consiguió eliminar damas, sus torres no fueron rival suficiente para los dos alfiles, un caballo y peón de Capablanca. Esto llevó a pensar a algunos jugadores que tres piezas dominan, de forma natural, a dos torres, con independencia de los peones extra. Sin embargo, Steinitz había dicho que dos alfiles y un caballo sólo eran ligeramente superiores a dos torres. El informe de Kaufrnan sobre bases de datos reveló que había encontrado evidencias para apoyar esa opinión, pero dijo que la superioridad de las piezas sólo era patente en el caso de que entre ellas se contasen los dos alfiles. Si las piezas eran dos caballos y alfil, entonces no había ventaja apreciable. Los peones extra pueden inclinar la balanza en uno u otro sentido, pero el elemento crucial es qué bando puede organizar mejor sus piezas. He aquí un ejemplo del medio juego. Dvoiris - JaJifman Sirnferopol1988 1 e4 eS 2 ttJf3 d6 3 d4 exd4 4 ttJxd4 ttJf6 S ttJc3 ttJe6 6 ~ gS e6 7 "iYd2 a6 80-0-0 h6

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EL VERDADERO VALOR DE LAS PIEZAS EN AJEDREZ

9 .ie3 tDxd4 10 .ixd4 bS 11 f4 .ie7 12 .id3 b413tDa4 !! b814 eS dxeS15 .i xeS ~ d7! 16 fS! .i xa4 17 fxe6 O-O 18 exf7+ !!xf7? Las negras descartaron 18 ... ~ h8 19 .i xb8 'tIYxb8, debido a 20 ~ g6 , que favorecería a las blancas, de no ser por 20 ... tDe4! , con la decisiva amenaza 21 ... .ig5. 19 .ixb8 'tj'xb8 20 .ic4 'tj'e7 21 ~ xf7+ ~xf7 22 !!he1 .if8 23 g3 aS

Como consecuencia del cálculo erróneo de las negras, sus tres piezas menores deben luchar contra las dos torres y un peón. La tabla indica que las blancas están mucho mejor, pero esto sólo es cierto cuando las negras no consiguen coordinar bien sus piezas. 24 't!r'e2 .id7 25 'iYeS! 'iYa7? E l cambio de damas mejoraría las perspectivas de los peones blancos en el ala de dama, pero ahora las piezas mayores invaden. 26 !!d4! a427 !!c4 ~g8 28 !!c7 't!r't2 29 'iYe2 'iYb6? A pesar de la posición mejorada de la torre dama blanca, las negras deberían cambiar. 30 't!r'c4+ ~h8 31 'iYf7!

La posición no ha cambiado en esencia: el mismo material y, virtualmente, la misma estructura de peones, desde el diagrama anterior. Pero gracias a la progresión de sus piezas pesadas, las blancas tienen la posición ganada. Por ejemplo: 31 ... '+J!ixc7 32 1Wxf8+ ~h7 33 !!e7 tDh5 34 Wif7 b3 35 axb3 axb3 36 W/xb3. 31 •.• 't!r'd6 32 !!a7 ~ c6 33 !!d1 WicS 34 !!c7 La amenaza 35 !! xc6 condujo al Zugzwang: 34 ..• tDh7 35 !!c8! a3 36 ~b1 b3 37 axb3 a2+ 38 ~xa2 Wixc2 39 !!d7!, y las negras se rindieron. Otro equilibro, todavía más raro, se produjo en la siguiente partida: Smyslov - Bronstein Campeonato de la URSS 1951 (Ver diagrama 367.) 1 .1Lc3! Ahora pueden producirse tres distintos desequilibrios: (a) Con 1 ... .ixc3 2tDxc3 .ic4, las negras conservan tres peones por pieza y tienen "posibilidades prácticas de organizar una defensa", escribió Smyslov.

TORR E CONTRA PIEZAS MENORES

Juegan blancas

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6 'it> xeZ 'it>d7 7 l::t dI!

(b) Con 1 ... ~xa2 2 : xb2lLlxb2 3 ~xh8 f6 , las negras quedan, momentáneamente, con cuatro peones por dos piezas menores. Pero aunque el alfil de h8 sobreviva, quedará fuera de juego, mientras que las negras pueden avanzar sus peones del flanco de dama. Esto convenció, por lo visto, a las negras para decidirse por: 1 ... ~ xa2? Z l::txbZlLlxbZ (Ver diagrama 368.) 369

3 ~ xbZ! Pero evaluaron mal el tercer desequilibrio posible, de tres piezas menores contra torre y cuatro peones. Las piezas blancas entran rápidamente en acción. Por ejemplo: 3 ... f6 4 eS fxeS S ~ xb7. 3 ... l::tg8 4 'it>f2 ~ c4 S lLlf3 ~ xeZ Esto produce mala impresión, pero S ... bS 6 lLld2 habría forzado el cambio en cualquier caso.

7 ... aS 8 lLleS+ 'it>c7 También era malo 8 ... 'it>e8 9 lLlc4 bS 10 eS, lo mismo que 8 ... 'it>e6 9 fS+ gxfS 10 exfS+ 'it>xf5 11 g4+. 9 lLlxf7 Las piezas blancas tienen más peso que el ejército de peones enemigos, y ganaron después de 9 ..• a410 eS a3 11 ~a1 l::t ge8 U lLlgS! l::ta513lLle6+ 'it>d714 ~dS a21S g4!.

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