El recurso preventivo 8493961825, 9788493961824

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Índice
Presentación
Capítulo 1. Introducción a la figura del recurso preventivo
1.1. La figura del recurso preventivo
1.1.1. ¿Qué es el recurso preventivo?
1.1.2. ¿Qué función desempeña el recurso preventivo?
1.1.3. ¿Quién puede ser recurso preventivo?
1.1.4. ¿Qué condiciones deben cumplir los recursos preventivos?
Capítulo 2. Condiciones para la asignación del recurso preventivo
2.1. El puesto de trabajo como factor del recurso preventivo
2.2. La actividad como factor del recurso preventivo
2.2.1. Acitividad considerada peligrosa en la normativa
2.2.1.1. Actividades peligrosas en la normativa de prevención de riesgos laborales
2.2.1.2. Actividad considerada peligrosa por algún Reglamento de Industria conforme a la Ley 21/1992, Ley de Industria
2.2.2. Actividad considerada peligrosa en aplicación de los criterios de la Inspección de Trabajo y de la Seguridad Social
2.2.3. Actividad considerada peligrosa según el análisis de riesgos elaborado por el servicio de prevención
2.3. La formación como factor del recurso preventivo
2.3.1. Formación del recurso preventivo en el área técnica
2.3.2. Formación del recurso preventivo en el área preventiva
Capítulo 3. Designación del recurso preventivo
3.1. Designación del recurso preventivo
3.1.1. Necesidad de designar al recurso preventivo
3.1.2. Figuras para elegir como recurso preventivo
3.1.3. Qué figura elegir entre las que se pueden ser recurso preventivo
3.1.3.1. Influencia de la formación
3.1.3.2. Influencia del lugar de trabajo
3.1.3.3. Influencia de la necesidad de presencia física del recurso preventivo
3.2. Designación del recurso preventivo en las obras de construcción
3.3. El recurso preventivo y el coordinador de actividades preventivas
3.4. Interés de nombrar el recurso preventivo más adecuado
3.4.1. Exigencia legal
3.4.2. Factor social
3.5. Forma de designar el recurso preventivo
3.6. Número de recursos preventivos que se deben designar
3.7. Posibilidad de cambiar la persona nombrada como recurso preventivo
3.8. Obligación de aceptar la designación como recurso preventivo
3.9. Garantías de los recursos preventivos
Capítulo 4. Desarrollo de la función del recurso preventivo
4.1. Función del recurso preventivo
4.2. Documentos de trabajo
4.3. Actuaciones del recurso preventivo
4.3.1. Actuaciones previas al inicio del trabajo
4.3.2. Actuaciones durante la ejecución del proceso de trabajo
4.3.3. Actuaciones al finalizar la ejecución del proceso de trabajo
4.4. Papel del órgano preventivo de la empresa en el desarrollo de la función del recurso preventivo
4.4.1. Fase previa al ejercicio de la función del recurso preventivo
4.4.2. Fase en la que se está desarrollando el trabajo para el que se asignó la presencia del recurso preventivo
4.5. Información, consulta y participación de los delegados de prevención
4.6. Tratamientos de las desviaciones respecto de las condiciones previstas
4.6.1. Desviaciones respecto de lo establecido
4.6.2. Facultades del recurso preventivo ante las desviaciones
4.6.3. Paralización del proceso de trabajo
4.6.4. Reinicio de los trabajos
4.7. El deber de información al empresario
4.7.1. Información al mando
4.7.2. Información al órgano preventivo de la empresa
4.8. Presencia del recurso preventivo
4.8.1. Concepto de presencia del recurso preventivo
4.8.1.1. Centro de trabajo
4.8.1.2. Lugar de trabajo
4.8.1.3. Puesto de trabajo
4.8.1.4. Tarea
4.8.1.5. Operación
4.8.2. Misión de la presencia del recurso preventivo
4.8.3. Presencia del recurso preventivo en el centro de trabajo
4.8.4. Presencia del recurso preventivo en el lugar de trabajo
4.8.5. Presencia del recurso preventivo en el puesto
4.8.5. Presencia del recurso preventivo en el puesto de trabajo
4.8.5.1. Presencia del recurso preventivo en instalaciones propias
4.8.5.2. Presencia del recurso preventivo en instalaciones de clientes
4.8.5.3. Presencia del recurso preventivo en las obras de construcción
4.8.6. Necesidad de designar más de un recurso preventivo
Capítulo 5. Obligaciones y responsabilidades relacionadas con el recurso preventivo
5.1. Obligaciones vinculadas al recurso preventivo
5.1.1. Obligaciones del órgano preventivo de la empresa
5.1.2. Obligaciones del empresario
5.1.3. Obligaciones del designado como recurso preventivo
5.2. Derechos de los obligados por la función del recurso preventivo
5.2.1. Derechos del órganoo preventivo de la empresa
5.2.2. Derechos del empresario
5.2.3. Derechos del designado como recurso preventivo
5.3. Consecuencias del incumplimiento de obligaciones. Responsabilidades
5.3.1. Incumplimientos de obligaciones por parte del órgano preventivo de la empresa
5.3.2. Incumplimiento por parte del empresario
5.3.3. Incumplimientos por parte del designado como recurso preventivo
5.4. Consecuencias de los incumplimientos de quienes están vinculados a la figura del recurso preventivo
5.4.1. Consecuencias para el órgano preventivo de la empresa
5.4.2. Consecuencias para el empresario
5.4.3. Consecuencias para el trabajador designado como recurso preventivo
Apéndice legislativo

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EL RECURSO PREVENTIVO Obligaciones del Empresario. Derechos y Obligaciones del Designado como Recurso Preventivo

AGUSTÍN GONZÁLEZ RUIZ

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EL RECURSO PREVENTIVO. Obligaciones del Empresario. Derechos y Obligaciones del Designado como Recurso Preventivo

Autor: Agustín González Ruiz

Edita: © FUNDACIÓN CONFEMETAL Príncipe de Vergara, 74 – 28006 Madrid Tel.: 91 782 36 30. Fax: 91 563 17 41 [email protected] www.fundacionconfemetal.com

ISBN: 978-84-939618-2-4 Depósito Legal: M-9790-2012 Maquetación e Impresión: GRÁFICAS MARCAR, S.A. Ulises, 95 - 28043 Madrid Impreso en España – Printed in Spain

QUEDA PROHIBIDA TODA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL DE LA OBRA POR CUALQUIER MEDIO O PROCEDIMIENTO SIN AUTORIZACIÓN PREVIA.

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ÍNDICE Presentación ........................................................................

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CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN A LA FIGURA DEL RECURSO PREVENTIVO ....

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1.1. La figura del recurso preventivo .....................................

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1.1.1. 1.1.2. 1.1.3. 1.1.4.

¿Qué es el recurso preventivo? .......................... ¿Qué función desempeña el recurso preventivo? ¿Quién puede ser recurso preventivo? ................ ¿Qué condiciones deben cumplir los recursos preventivos? .....................................................

22 23 25 28

CAPÍTULO 2. CONDICIONES PARA LA ASIGNACIÓN DEL RECURSO PREVENTIVO .........................................................................

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2.1. El puesto de trabajo como factor del recurso preventivo .. 2.2. La acitivad como factor del recurso preventivo ................

33 39

2.2.1. Actividad considerada peligrosa en la normativa .

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2.2.1.1. Actividades peligrosas en la normativa de prevención de riesgos laborales ...... 2.2.1.2. Actividad considerada peligrosa por algún Reglamento de Industria conforme a la Ley 21/1992, Ley de Industria .................................. 2.2.2. Actividad considerada peligrosa en aplicación de los criterios de la Inspección de Trabajo y de la Seguridad Social ...............................................

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2.2.3. Actividad considerada peligrosa según el análisis de riesgos elaborado por el servicio de prevención

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Ejemplos de actividades peligrosas y consideraciones sobre los riesgos a tener en cuenta en la asignación de recurso preventivo

53

2.3. La formación como factor del recurso preventivo ............

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2.3.1. Formación del recurso preventivo en el área técnica ............................................................. 2.3.2. Formación del recurso preventivo en el área preventiva .........................................................

68 70

CAPÍTULO 3. DESIGNACIÓN DEL RECURSO PREVENTIVO ...........................

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3.1. Designación del recurso preventivo ................................

77

3.1.1. Necesidad de designar al recurso preventivo ...... 3.1.2. Figuras para elegir como recurso preventivo ....... 3.1.3. Qué figura elegir entre las que pueden ser recurso preventivo ...........................................................

78 78

3.1.3.1. Influencia de la formación .................... 3.1.3.2. Influencia del lugar de trabajo .............. 3.1.3.3. Influencia de la necesidad de presencia física del recurso preventivo ................

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3.2. Designación del recurso preventivo en las obras de construcción ................................................................. 3.3. El recurso preventivo y el coordinador de actividades preventivas ................................................................... 3.4. Interés de nombras el recurso preventivo más adecuado

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3.4.1. Exigencia legal .................................................... 3.4.2. Factor social .......................................................

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3.5. Forma de designar el recurso preventivo ........................ 3.6. Número de recursos preventivos que se deben designar . 3.7. Posibilidad de cambiar la persona nombrada como recurso preventivo ......................................................... 3.8. Obligación de aceptar la designación como recurso preventivo ..................................................................... 3.9. Garantías de los recursos preventivos ............................

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CAPÍTULO 4. DESARROLLO DE LA FUNCIÓN DEL RECURSO PREVENTIVO ...

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4.1. Función del recurso preventivo ....................................... 4.2. Documentos de trabajo ................................................. 4.3. Actuaciones del recurso preventitvo ...............................

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4.3.1. Actuaciones previas al inicio del trabajo ............. 4.3.2. Actuaciones durante la ejecución del proceso de trabajo ............................................................. 4.3.3. Actuaciones al finalizar la ejecución del proceso de trabajo..........................................................

116

4.4. Papel del órgano preventivo de la empreas, en el desarrolo de la función del recurso preventivo ................ 4.4.1. Fase previa al ejercicio de la función del recurso preventivo ......................................................... 4.4.2. Fase en la que se está desarrollando el trabajo para el que se asignó la presencia del recurso preventivo .........................................................

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4.5. Información, consulta y participación de los delegados de prevención .................................................................... 4.6. Tratamiento de las desviaciones respecto de las condiciones previstas ....................................................

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4.6.1. Desviaciones respecto de lo establecido ............ 4.6.2. Facultades del recurso preventivo ante las desviaciones ..................................................... 4.6.3. Paralización del proceso de trabajo .................... 4.6.4. Reinicio de los trabajos .....................................

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4.7. El deber de información al empresario ...........................

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4.7.1. Información al mando ........................................ 4.7.2. Información al órgano preventivo de la empresa .

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4.8. Presencia del recurso preventivo ....................................

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4.8.1. Concepto de presencia del recurso preventivo ....

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Centro de trabajo ................................ Lugar de trabajo .................................. Puesto de trabajo ................................ Tarea .................................................. Operación ...........................................

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4.8.2. Misión de la presencia del recurso preventivo ..... 4.8.3. Presencia del recurso preventivo en el centro de trabajo ............................................................. 4.8.4. Presencia del recurso preventivo en el lugar de trabajo ............................................................. 4.8.5. Presencia del recurso preventivo en el puesto de trabajo .............................................................

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4.8.1.1. 4.8.1.2. 4.8.1.3. 4.8.1.4. 4.8.1.5.

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4.8.5.1. Presencia del recurso preventivo en instalaciones propias .......................... 4.8.5.2. Presencia del recurso preventivo en instalaciones de clientes ..................... 4.8.5.3. Presencia del recurso preventivo en las obras de construcción .........................

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4.8.6. Necesidad de designar más de un recurso preventivo .........................................................

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CAPÍTULO 5. OBLIGACIONES Y RESPONSABILIDADES RELACIONADAS CON EL RECURSO PREVENTIVO ............................................

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5.1. Obligaciones vinculadas al recurso preventivo .................

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5.1.1. Obligaciones del órgano preventivo de la empresa ........................................................... 5.1.2. Obligaciones del empresario .............................. 5.1.3. Obligaciones del designado como recurso preventivo .........................................................

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5.2. Derechos de los obligados por la función del recurso preventivo .....................................................................

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5.2.1. Derechos del órgano preventivo de la empresa ... 5.2.2. Derechos del empresario ................................... 5.2.3. Derechos del designado como recurso preventivo

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5.3. Consecuencias de los incumplimientos de obligaciones. Responsabilidades ........................................................

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5.3.1. Incumplimientos de obligaciones por parte del órgano preventivo de la empresa .......................

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5.3.2. Incumplimientos por parte del empresario .......... 5.3.3. Incumplimientos por parte del designado como recurso preventivo ............................................. 5.4. Consecuencias de los incumplimientos de quienes están vinculados a la figura del recurso preventivo ................... 5.4.1. Consecuencias para el órgano preventivo de la empresa ........................................................... 5.4.2. Consecuencias para el empresario .................... 5.4.3. Consecuencias para el trabajador designado como recurso preventivo ...................................

APÉNDICE LEGISLATIVO ........................................................

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PRESENTACIÓN

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Presentación

La figura del recurso preventivo, viene a dar respuesta a una de las cuestiones más destacadas en la prevención de los riegos laborales como es la integración de la prevención en el proceso productivo. La presencia del recurso preventivo, que abre la Ley a la participación de los propios trabajadores que intervienen en el trabajo como elementos de control de las acciones preventivas establecidas, genera una dinámica de participación que revoluciona la figura de los trabajadores como sujetos pasivos de la prevención. La integración de la actividad preventiva en la empresa, que recoge el artículo 1 del RD 39/1997, da un paso más con el nuevo artículo 32 bis de la Ley 31/95, que fue introducido por la Ley 54/2003, estableciendo un mandato expreso y específico del control de las circunstancias más críticas, desde el punto de vista de los riesgos, que se presentan en el desarrollo de los trabajos. Para el Empresario este mandato específico, que no nuevo, viene a significar otra formalidad en el control de los riesgos, control al que venía obligado para lograr la seguridad y salud de sus trabajadores en el artículo 14 de la Ley 31/1995. Esta formalidad en el control de los riesgos laborales, obliga al empresario a tener una adecuada diligencia a la hora de determinar cuales son las operaciones que desde el punto de vista de los riesgos laborales merecen un control especial y a elegir a la persona adecuada para la realización de dicho control, persona que recibe el nombre de “Recurso preventivo” Respecto de los trabajadores, el mandato legal parte de la designación para la realización de los controles específicos como figura de recurso preventivo. Se trata de una actuación dirigida tanto a los elementos del trabajo que hay que controlar, como a las medidas preventivas que se deben aplicar para su control. Esta obra trata de aportar la información y los criterios para que el empresario realice la designación del recurso preventivo de forma adecuada y para 13

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que los trabajadores designados desarrollen su labor como recurso preventivo de forma que se cubran los objetivos de velar por la seguridad y salud de los que intervienen en el proceso de trabajo, en particular cuando las condiciones son especialmente criticas con relación a los riesgos.

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CAPÍTULO 1 INTRODUCCIÓN A LA FIGURA DEL RECURSO PREVENTIVO

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Introducción a la Figura del Recurso Preventivo

1.1. LA FIGURA DEL RECURSO PREVENTIVO La figura del recurso preventivo se presenta en la Ley 54/2003, de 12 de diciembre, de reforma del marco normativo de la prevención de riesgos laborales (BOE número 298 de 13 de diciembre). En esta ley destaca como aspecto fundamental la integración de la prevención en la empresa y se establece “el recurso preventivo” como uno de los medios imprescindibles para integrar dicha prevención en los procesos productivos. En la exposición de motivos de la propia ley se afirma el carácter integrador del recurso preventivo al indicar:

…/… La necesaria integración de la prevención en el proceso productivo y en la línea jerárquica de la empresa, si bien es descrita en la exposición de motivos de la propia Ley 31/1995 y está reflejada entre los principios generales de la acción preventiva en el párrafo g) del artículo 15.1 y como obligación asociada a la propia actividad productiva en el artículo 16.2, debe ser destacada y resaltada en la ley como aquello que permite asegurar el control de los riesgos, la eficacia de las medidas preventivas y la detección de deficiencias que dan lugar a nuevos riesgos. Esta integración de la prevención que se detalla en los artículos 1 y 2 del Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, Reglamento de los Servicios de Prevención, se enuncia ahora como la primera obligación de la empresa y como la primera actividad de asesoramiento y apoyo que debe facilitarle un servicio de prevención, todo ello para asegurar la integración y evitar cumplimientos meramente formales y no eficientes de la normativa. …/… Finalmente, se incorpora un nuevo artículo y una nueva disposición adicional a la Ley 31/1995 para disponer que la presencia en el centro de trabajo de los recursos preventivos del empresario, cualquiera que sea la modalidad de organización de dichos recursos, será necesaria en determinados supuestos y situaciones de especial 17

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riesgo y peligrosidad, debiendo permanecer tales recursos preventivos en el centro de trabajo durante el tiempo en que se mantenga la situación que determine su presencia. Entre los supuestos que determinan la necesidad de presencia de los recursos preventivos se incluyen aquellos en que los riesgos pueden verse agravados o modificados durante el desarrollo de los procesos o actividades, por la concurrencia de operaciones diversas que se desarrollan sucesiva o simultáneamente y que hagan preciso un control específico de la correcta aplicación de los métodos de trabajo. La ley no se refiere, por tanto, a cualesquiera supuestos de concurrencia de operaciones sucesivas o simultáneas, sino solamente a aquellos que, además, hacen preciso un control específico de cómo se aplican los métodos de trabajo, dado que una aplicación inadecuada de tales métodos podría dar lugar a ese agravamiento o modificación del riesgo. Ello se pretende realizar a través de la presencia de los recursos preventivos, que servirán para garantizar el estricto cumplimiento de los métodos de trabajo y, por tanto, el control del riesgo. La ley quiere referirse aquí a actividades tales como las obras de construcción o la construcción naval, en las que la investigación de accidentes ha demostrado que un gran número de estos tiene su origen precisamente en el agravamiento o modificación de los riesgos en esas circunstancias, lo que se pretende evitar mediante esta medida. Habida cuenta de sus particulares características, se establece una regulación concreta para la presencia de los recursos preventivos en las obras de construcción. En todo caso, debe señalarse que la integración de la prevención de riesgos laborales en la empresa se ajustará a lo establecido en los artículos 36 y 39 de la Ley 31/1995 sobre competencias y facultades de los delegados de prevención y del Comité de Seguridad y Salud. …/… (Apartado V de la exposición de motivos de la Ley 54/2003, de 12 de diciembre)

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Introducción a la Figura del Recurso Preventivo

Es en el articulado de la Ley 54/2003 donde se hace referencia de forma específica a la nueva figura del recurso preventivo, dentro de las modificaciones que hace a la Ley 31/1995 en su artículo segundo punto tres, en los siguientes términos:

Artículo cuarto. Organización de recursos para las actividades preventivas. Los artículos de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales que se relacionan a continuación quedan modificados en los siguientes términos: …/…

Tres. Se añade, dentro del Capítulo IV, un nuevo artículo 32 bis con la siguiente redacción: Artículo 32 bis. Presencia de los recursos preventivos. 1. La presencia en el centro de trabajo de los recursos preventivos, cualquiera que sea la modalidad de organización de dichos recursos, será necesaria en los siguientes casos: a) Cuando los riesgos puedan verse agravados o modificados en el desarrollo del proceso o la actividad, por la concurrencia de operaciones diversas que se desarrollan sucesiva o simultáneamente y que hagan preciso el control de la correcta aplicación de los métodos de trabajo. b) Cuando se realicen actividades o procesos que reglamentariamente sean considerados como peligrosos o con riesgos especiales. c) Cuando la necesidad de dicha presencia sea requerida por la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, si las circunstancias del caso así lo exigieran debido a las condiciones de trabajo detectadas. 2. Se consideran recursos preventivos, a los que el empresario podrá asignar la presencia, los siguientes:

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a) Uno o varios trabajadores designados de la empresa. b) Uno o varios miembros del servicio de prevención propio de la empresa. c) Uno o varios miembros del o los servicios de prevención ajenos concertados por la empresa. Cuando la presencia sea realizada por diferentes recursos preventivos estos deberán colaborar entre sí. 3. Los recursos preventivos a que se refiere el apartado anterior deberán tener la capacidad suficiente, disponer de los medios necesarios y ser suficientes en número para vigilar el cumplimiento de las actividades preventivas, debiendo permanecer en el centro de trabajo durante el tiempo en que se mantenga la situación que determine su presencia. 4. No obstante lo señalado en los apartados anteriores, el empresario podrá asignar la presencia de forma expresa a uno o varios trabajadores de la empresa que, sin formar parte del servicio de prevención propio ni ser trabajadores designados, reúnan los conocimientos, la cualificación y la experiencia necesarios en las actividades o procesos a que se refiere el apartado 1 y cuenten con la formación preventiva correspondiente, como mínimo, a las funciones del nivel básico. En este supuesto, tales trabajadores deberán mantener la necesaria colaboración con los recursos preventivos del empresario. (Ley 54/2003)

Es en este nuevo artículo 32 bis de la Ley 31/1995 donde aparece “el recurso preventivo” como nueva figura de la actividad preventiva. Este artículo constituye así la fuente principal de la que se han de extraer las características de dicho recurso, por lo que será mencionado a lo largo de este libro en muchas ocasiones.

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Introducción a la Figura del Recurso Preventivo

En el último párrafo del artículo 32 bis de la Ley 31/1995, se muestra la verdadera forma de integrar la prevención en el proceso productivo, al considerar la posibilidad de nombrar la figura del recurso preventivo entre personas que participan activamente en el propio proceso de trabajo. Las personas designadas deberán contar con experiencia suficiente en el proceso que deben controlar y con una formación mínima en prevención —que se establece en el propio artículo—, de técnico en prevención de riesgos laborales de nivel básico. Dicha preparación les permitirá interpretar sin ninguna duda las medidas preventivas previstas para el desarrollo de la actividad, así como detectar las posibles desviaciones que puedan ir surgiendo durante el trabajo, aspecto destacado de su función. A partir del contenido del artículo 32 bis indicado, junto con la finalidad prevista para el recurso preventivo (expresada en su exposición de motivos por la Ley 54/2003), se pueden responder algunas preguntas básicas fundamentales para entender esta figura y el desarrollo de su función. Dichas preguntas básicas son: 1. 2. 3. 4.

¿Qué es el recurso preventivo? ¿Qué función desempeña el recurso preventivo? ¿Quién puede ser recurso preventivo? ¿Qué condiciones deben cumplir los recursos preventivos?

Trataremos en esta obra de dar respuesta a cada una de estas preguntas, como paso previo al análisis de los aspectos más destacados que caracterizan a esta importante figura preventiva.

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1.1.1.

¿Qué es el recurso preventivo?

…/… Párrafo g) del artículo 15.1 y como obligación asociada a la propia actividad productiva en el artículo 16.2, debe ser destacada y resaltada en la ley como aquello que permite asegurar el control de los riesgos, la eficacia de las medidas preventivas y la detección de deficiencias que dan lugar a nuevos riesgos. …/… Finalmente, se incorpora un nuevo artículo y una nueva disposición adicional a la Ley 31/1995 para disponer que la presencia en el centro de trabajo de los recursos preventivos del empresario, cualquiera que sea la modalidad de organización de dichos recursos, será necesaria en determinados supuestos y situaciones de especial riesgo y peligrosidad, debiendo permanecer tales recursos preventivos en el centro de trabajo durante el tiempo en que se mantenga la situación que determine su presencia. Punto V de la exposición de motivos de la Ley 54/2003

1. La presencia en el centro de trabajo de los recursos preventivos, cualquiera que sea la modalidad de organización de dichos recursos, será necesaria en los siguientes casos: a) Cuando los riesgos puedan verse agravados o modificados en el desarrollo del proceso o la actividad, por la concurrencia de operaciones diversas que se desarrollan sucesiva o simultáneamente y que hagan preciso el control de la correcta aplicación de los métodos de trabajo. …/… Artículo 32 bis de la Ley 31/1995

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Introducción a la Figura del Recurso Preventivo

De la lectura de los textos indicados cabe concluir que:

El recurso preventivo es la figura que se encuentra presente durante la ejecución de un proceso de trabajo, para controlar las condiciones en que se realiza y vigilar que estas no varían a lo largo del mismo hasta el punto de que puedan incrementar de forma significativa los riesgos previstos en la evaluación de riesgos o en el plan de seguridad, en el caso de obras, o que se originen nuevos riesgos no tenidos en cuenta previamente.

Según esta conclusión, el recurso preventivo es una persona que controla la ejecución de un proceso desde el punto de vista de la seguridad y salud de los trabajadores que lo realizan, velando por que las condiciones establecidas se cumplan y no varíen a lo largo del proceso en el que ha sido asignado.

1.1.2.

¿Qué función desempeña el recurso preventivo?

Siguiendo con los razonamientos basados en los aspectos normativos indicados en el punto anterior, la función del recurso preventivo es de control. Para ello, el trabajador designado como recurso preventivo debe comprobar: — Antes del inicio del proceso de trabajo, en aquellos casos en que está asignado, que las condiciones para el desarrollo de la tarea son las previamente establecidas para el puesto de trabajo: las características del espacio de trabajo, los medios de trabajo que está previsto emplear, los materiales, las personas que han de inter venir (con especial atención a su número, formación técnica y preventiva y su aptitud física) y en par ticular las medidas preventivas, tanto de carácter colectivo como los equipos de protección individual (EPI) que se han de usar en el 23

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El Recurso Preventivo

desarrollo de la tarea. Además, estas condiciones han de permanecer a lo largo del proceso, manteniendo bajo control los riesgos determinados en la evaluación de riesgos, según lo previsto. — Durante la ejecución de la tarea, que las condiciones de seguridad se ajustan a lo previsto. — Al finalizar el trabajo, que las condiciones en que queda el área de trabajo son de seguridad.

Como se puede apreciar, el recurso preventivo no tiene funciones de servicio de prevención. Pretende verificar y controlar las condiciones en las que se desarrolla la tarea, en especial las de seguridad, previamente establecidas. En aquellos supuestos en los que a lo largo del desarrollo de la tarea las condiciones varían, el recurso preventivo únicamente debe proporcionar las instrucciones precisas para que se vuelva a la condición prevista. Cuando lo estime oportuno, solicitará el asesoramiento del servicio de prevención. En el desarrollo de su función, el recurso preventivo tiene facultades para paralizar la actividad productiva cuando las condiciones de trabajo se desvían de lo previsto y aumentan notablemente los riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores o de terceros. Ahora bien, la obligación del recurso preventivo de detener el proceso productivo que sufra dichas desviaciones, se ha de completar recabando la par ticipación del ser vicio de prevención cuando las condiciones no puedan volver a las premisas contempladas en la evaluación de riesgos o en el plan de seguridad, en el caso de las obras de construcción. Su competencia no es establecer nuevas condiciones de seguridad ante las desviaciones de lo previsto (salvo que se trate de pequeños ajustes asumibles por su formación cer tificada en materia de prevención de 24

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Introducción a la Figura del Recurso Preventivo

riesgos laborales), sino instar a que los órganos especializados establezcan las condiciones de seguridad que requieran las nuevas circunstancias del trabajo y que se mantengan bajo control los riesgos existentes.

1.1.3.

¿Quién puede ser recurso preventivo?

./… 2. Se consideran recursos preventivos, a los que el empresario podrá asignar la presencia, los siguientes: a) Uno o varios trabajadores designados de la empresa. b) Uno o varios miembros del servicio de prevención propio de la empresa. c) Uno o varios miembros del o los servicios de prevención ajenos concertados por la empresa. Cuando la presencia sea realizada por diferentes recursos preventivos estos deberán colaborar entre sí. …/…

4. No obstante lo señalado en los apartados anteriores, el empresario podrá asignar la presencia de forma expresa a uno o varios trabajadores de la empresa que, sin formar parte del servicio de prevención propio ni ser trabajadores designados, reúnan los conocimientos, la cualificación y la experiencia necesarios en las actividades o procesos a que se refiere el apartado 1 y cuenten con la formación preventiva correspondiente, como mínimo, a las funciones del nivel básico. En este supuesto, tales trabajadores deberán mantener la necesaria colaboración con los recursos preventivos del empresario. Artículo 32 bis de la Ley 31/1995

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Según establece la ley, los recursos preventivos (designados como tales por el empresario) podrán ser algunos de los siguientes: — Uno o varios trabajadores designados que pertenezcan a la organización preventiva de la empresa. — Uno o varios miembros del servicio de prevención propio de la empresa. — Uno o varios miembros del servicio de prevención ajeno concertado por la empresa. Atendiendo a este artículo, existe además la posibilidad de designar a más de una persona como recurso preventivo, si bien en este caso deberán colaborar entre sí. Hay que resaltar, por su relevante papel para la integración de la prevención en la empresa, la posibilidad de designar como recurso preventivo a trabajadores especialistas del proceso de trabajo, elegidos conforme al apartado 4 del artículo 32 bis. Según este apartado, pueden ser nombrados recurso preventivo: — Uno o varios trabajadores de la empresa que, aunque no formen parte del servicio de prevención propio ni sean trabajadores designados pertenecientes al órgano preventivo de la empresa, reúnan los conocimientos, la cualificación y la experiencia necesarios en las actividades o procesos para los que han de actuar como recurso preventivo; asimismo, han de poseer la formación preventiva correspondiente, como mínimo, a las funciones del nivel básico. El citado artículo establece que: “En este supuesto, tales trabajadores deberán mantener la necesaria colaboración con los recursos preventivos del empresario”. Esta afirmación revela que no se trata de trabajadores con función de iniciativa preventiva, sino supeditados a lo que 26

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en materia de prevención establezca la organización preventiva de la empresa, los trabajadores designados o los servicios de prevención, normalmente a través de las evaluaciones de riesgo o de los planes de prevención en trabajos de construcción. Respecto a los conocimientos y la experiencia exigibles en el proceso que se trata de controlar, es necesario contar con una experiencia mínima de dos años en la actividad, de forma análoga a los dos años requeridos para la consideración de los trabajadores cualificados en el RD 614/2001. Esta figura de trabajador con experiencia proporciona grandes ventajas al empresario, pues le permite cumplir con sus obligaciones de nombrar el recurso preventivo sin necesidad de un elemento extraño a la propia producción. Asimismo, se optimiza de este modo la gestión de esta tarea, puesto que el recurso preventivo no requiere dedicación exclusiva a la función y puede simultanearla con la propia función productiva o de control productivo, según la organización de la empresa. Entre las diferentes personas que pueden ser elegidas recurso preventivo figurarían, por tanto, aquellos trabajadores del propio proceso con una experiencia de dos años en el mismo y con una formación en prevención de riesgos laborales como técnico de nivel básico (cincuenta horas) conforme al RD 39/1997. En el caso de las empresas que trabajan en obras de construcción, el actual convenio de los sectores del metal y de la construcción establece que la formación como técnico de nivel básico en prevención de riesgos laborales ha de ser de sesenta horas.

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1.1.4.

¿Qué condiciones deben cumplir los recursos preventivos?

3. Los recursos preventivos a que se refiere el apartado anterior deberán tener la capacidad suficiente, disponer de los medios necesarios y ser suficientes en número para vigilar el cumplimiento de las actividades preventivas, debiendo permanecer en el centro de trabajo durante el tiempo en que se mantenga la situación que determine su presencia. Art. 32 bis.3, de la Ley 31/1995

Los recursos preventivos, según se deduce de la lectura del apartado 3 del artículo 32 bis de la Ley 31/1995, deberán: a) poseer la capacidad suficiente, b) disponer de los medios necesarios, c) ser suficientes en número para vigilar que se cumplen las actividades preventivas, y d) permanecer en el centro de trabajo durante el tiempo que dure la situación que determine su presencia. Las condiciones antes expuestas se pueden concretar de la siguiente manera: — Tener la capacidad suficiente: el concepto de capacidad debe asociarse tanto a los conocimientos en prevención de riesgos laborales como a los conocimientos técnicos del proceso productivo para el que se designa dicho recurso. Los conocimientos en materia de prevención exigen que se trate de: trabajadores pertenecientes al órgano preventivo de la empresa (trabajadores designados o técnicos de servicios de prevención) o bien, en el caso de trabajadores de proceso, formación específica como técnico de prevención de riesgos laborales de nivel básico. 28

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En cuanto a los cocimientos técnicos, los trabajadores del área productiva que sean designados como recurso preventivo deben ser expertos en el proceso, es decir, han de conocerlo en profundidad y tener experiencia en su desarrollo. — Disponer de los medios necesarios: dichos medios son aquellos que permitan realizar las comprobaciones establecidas para evaluar las condiciones de trabajo, especialmente los equipos para las mediciones (bombas, sonómetros, acelerómetros, etc.), medios de comunicación (emisoras, teléfonos móviles, etc.) y los equipos de protección individual. — Suficiente en número: según contempla la ley, la expresión ser suficiente en número implica la posibilidad de que sea necesario designar a más de una persona como recurso preventivo. La necesidad de nombrar más de un trabajador como recurso preventivo, puede deberse a la complejidad y amplitud de los trabajos, que impiden a una sola persona controlar aspectos de la coordinación del proceso en atención a la seguridad de los trabajadores, o bien a la existencia de diversos turnos de trabajo o simultaneidad de trabajos que tienen asignada la presencia del recurso preventivo. No hay que confundir la labor del recurso preventivo con la correspondiente a la coordinación de actividades preventivas del RD 171/2004, cuando intervienen varias empresas en el proceso productivo o cerca del lugar donde se realizan diversos procesos productivos. — Permanecer en el centro: finalmente, la obligación de que el recurso preventivo deba permanecer en el centro de trabajo durante el tiempo que dure la situación que determine su presencia debe considerarse de forma restrictiva. Es decir, se ha de entender como presencia física, no en el centro, sino en el lugar en el que se desarrolla el proceso mientras se estén realizando las actuaciones que puedan alterar las condiciones de trabajo con un aumento notable del riesgo para la seguridad y salud de 29

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los trabajadores. En el resto de fases del proceso, el recurso preventivo deberá mantenerse expectante, es decir, en el centro de trabajo. En los próximos capítulos, a partir de estos conceptos básicos, se irán desarrollando los diferentes aspectos que caracterizan a la figura del recurso preventivo y se concretarán todos los detalles que sobre ella puedan interesar a empresarios y a trabajadores.

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CAPÍTULO 2 CONDICIONES PARA LA ASIGNACIÓN DEL RECURSO PREVENTIVO

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2.1. EL PUESTO DE TRABAJO COMO FACTOR DEL RECURSO PREVENTIVO La influencia del recurso preventivo sobre la salud del trabajador no viene determinada por una actividad, un proceso o una tarea concretos, sino por el puesto de trabajo en su conjunto, pues este es el ámbito donde se reúnen todos los factores que aportan las circunstancias de riesgo que lo hacen necesario. La asignación del recurso preventivo requiere descubrir y valorar las situaciones de riesgo que aportan los elementos del puesto de trabajo. Algunas de las circunstancias que permiten descubrir dichos riesgos son: — Lugar donde se desarrolla el trabajo: hay que analizar si alguna condición física o ambiental puede alterar las condiciones de trabajo o entrañar un impor tante riesgo para el trabajador. Por ejemplo, en espacios confinados, los trabajos en altura en determinadas condiciones, las condiciones ambientales extremas por frío o calor, lluvia, fuer tes vientos, iluminación deficiente, etc. — Instalaciones: se han de considerar aquellas circunstancias que pueden afectar a la seguridad del trabajo, tanto en el uso de la instalación como la presencia de esta en el entorno donde se realiza el trabajo. Hay que considerar de manera preferente los reglamentos de Industria que regulan las actividades consideradas peligrosas. — Equipos utilizados en el trabajo: hay que valorar su estado físico o las condiciones de riesgo que suponga su utilización. Por ejemplo, las grúas móviles, las máquinas manuales usadas en determinadas circunstancias, los equipos que generan calor por combustión, etc. Hay que considerar, asimismo, los riesgos debidos a equipos que se operan en la proximidad, si bien cuando estos 33

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supongan un riesgo notable para terceros, deberá ser el responsable del equipo quien decida sobre la necesidad de asignar el recurso preventivo. — Materiales empleados: los materiales que se utilicen pueden ser determinantes para asignar el recurso preventivo, bien sea por su carácter de peligrosos o tóxicos, por ser inestables, de gran peso, inflamables, etc., cuando las características pueden variar durante el proceso de trabajo o se puede ver alterado el sistema preventivo establecido para controlar su peligrosidad. — Proceso de trabajo: se debe tener en cuenta su complejidad o las dificultades para llevarlo a cabo por las condiciones en las que se realiza, o cuando se requiere una estrecha colaboración entre los trabajadores, en especial si la seguridad depende de ella. Por lo general, en los procedimientos de trabajo o en las instrucciones, cuando están por escrito, conviene describir en detalle las operaciones, adver tencias, referencias a utillaje específico, etc. — Organización: la organización del trabajo es también impor tante para asignar los recursos preventivos; es deseable que el trabajador designado para realizar esta función per tenezca a la propia estructura del trabajo. Hay varios elementos en los que profundizar para la asignación del recurso preventivo, entre ellos: super visiones, colaboraciones, actividades simultáneas, autonomía, etc. No se debe olvidar el carácter urgente de las actuaciones, que puede ocasionar olvidos e improvisaciones para ganar tiempo. — Trabajadores: en cuanto a los trabajadores que intervienen en el proceso, se debe valorar su grado de especialización, experiencia, formación, hábitos de trabajo, etc.

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Para el análisis de los elementos indicados del puesto de trabajo, cabría considerar las siguientes variables, a modo de guía: a) En primer lugar, conviene encuadrar la actividad a la que se dedica la empresa:

1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8.

Diseño. Fabricación. Suministro. Montaje. Almacenamiento. Distribución. Transporte. Servicio: gestión, mantenimiento, limpieza, seguridad, etc.

Este primer paso permite descubrir el grado de control que se puede ejercer durante el desarrollo de la actividad. Cuanto más fácil sea dicho control, menos necesario será el recurso preventivo. Con relación a los elementos del puesto conviene tener en cuenta lo siguiente: b) Respecto del lugar en que se realiza la actividad, se pueden considerar los siguientes factores: 1. Características del espacio de trabajo: — Localización: • Elevado • Bajo rasante • Confinado — Amplitud. El espacio permite: • Adoptar posturas no forzadas • Realizar sin obstáculos las operaciones 35

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• Manejar de forma correcta equipos y materiales — Adecuación del espacio de trabajo: • Resistente • Estable • Suelos y paredes adecuados al proceso que se desarrolla 2. Condiciones del espacio de trabajo: — En buen estado — Adecuadas condiciones ambientales: ventilación, frío, calor, corrientes de aire, etc. c)

En relación con las instalaciones, cabe valorar: — Proximidad: estudiar la influencia que esta pueda tener sobre el riesgo. — Utilización: analizar qué riesgos entraña el uso de las instalaciones en las condiciones en las que está previsto emplearlas. Las instalaciones más habituales son: — Instalaciones de potencia: eléctrica, neumática, hidráulica y térmica. — Instalaciones de servicio: agua, vapor y aire. Al analizar las instalaciones, junto a los riesgos debidos a la energía que ofrecen, hay que considerar la disfunción que para el resto del proceso puede conllevar una posible incidencia sobre la instalación.

d) Con relación a los equipos utilizados en el trabajo, hay que prestar atención a: — Herramientas manuales. — Equipos de proceso: • Máquinas: máquinas herramientas y máquinas portátiles. 36

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• Soldadura: por arco, por resistencia, por inducción y oxiacetilénica. — Equipos de elevación, manutención y transporte: • Equipos fijos de elevación y manutención. Grúas y polipastos. • Equipos móviles de elevación y manutención. Carretillas, plataformas, tractores, etc. — Equipos para trabajar en altura: • Escaleras. • Andamios. • Plataformas. Además, para cada equipo hay que tener en cuenta: — — — — —

Dificultades para su utilización en el lugar de trabajo. Que se encuentre en buen estado. Facilidad de deterioro. Facilidad de mantenimiento. Fuentes de energía: eléctrica, neumática, térmica.

e) En relación con los materiales empleados, se debe considerar: — Características físicas: pesados, voluminosos, inestables, punzantes, cor tantes, abrasivos, calientes, fríos, radiactivos. — Características químicas: • Características fisicoquímicas: explosivos, extremadamente inflamables, fácilmente inflamables, inflamables y comburentes. • Características toxicológicas: muy tóxicos, tóxicos, nocivos, corrosivos, irritantes y sensibilizantes. • Características biológicas: a tener en cuenta cuando los materiales o productos con los que se trabaja albergan seres vivos que pueden penetrar en el cuerpo humano y ocasionar trastornos como infecciones, alergias y parásitos. 37

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Los contaminantes biológicos pueden presentarse en forma de virus, bacterias o parásitos. f)

En relación con los procesos de trabajo, hay que considerar aspectos como: — Precisión al ejecutar cada una de las operaciones. — Importancia del mantenimiento de las secuencias desde la perspectiva de la seguridad. — Necesidad de colaboración de varios trabajadores al llevar a cabo las operaciones. — Participación de diferentes especialidades durante la realización del proceso. — Etc.

g)

Respecto de la organización del trabajo, hay que considerar: — Estructura: jefe de producto, supervisores, especialistas, personal auxiliar. — Iniciativa e independencia: trabajos en solitario, trabajos en colaboración, tipo de supervisión, posibilidad de interrumpir el trabajo, sistemas de comunicación, dependencia para la disponibilidad de medios. Dentro de la organización del trabajo, hay que valorar la parte de esta que se dedica a tareas preventivas. Formalmente, detrás de cada trabajo aparece la organización que en materia de prevención ha desarrollado el empresario, es decir: — Prevención asumida directamente por el empresario. — Designación de trabajadores. — Servicio de prevención propio, incluida la modalidad de servicio de prevención mancomunado. — Servicio de prevención ajeno. 38

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Esta organización preventiva contribuye, antes de que se realice el trabajo, con labores como la evaluación de riesgos, el estudio y los planes de la seguridad (en el caso de obras), las instrucciones de seguridad, la vigilancia de la salud... Dentro de la organización preventiva del trabajo hay que considerar, durante la realización de la actividad, la existencia de: — Coordinador de actividades empresariales. — Coordinador de seguridad durante la ejecución de la obra. — Recursos preventivos. Asimismo, mientras se lleva a cabo el trabajo se puede contar con inspecciones de seguridad basadas en listas de chequeo que igualmente pueden servir al recurso preventivo. h) Respecto de los trabajadores que intervienen en el trabajo se debe considerar: — Especialidad. — Nivel de información. — Nivel de formación: en la especialidad profesional, en prevención de riesgos laborales.

2.2. LA ACTIVIDAD COMO FACTOR DEL RECURSO PREVENTIVO El recurso preventivo persigue mediante su desarrollo mantener bajo control los riesgos que se producen mientras se realiza el trabajo dentro de las condiciones preestablecidas. En este sentido, la actividad constituye un factor fundamental de la generación de riesgos, por lo que su naturaleza será determinante para asignar el recurso preventivo.

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Respecto de la naturaleza de la actividad, la variable que se ha de analizar es si se trata o no de una actividad peligrosa.

Se entiende como actividad peligrosa aquella que encierra un potencial de daño significativo, ya sea para las personas, flora, fauna, medio ambiente o los bienes.

Hay una serie de elementos objetivos que permiten calificar como peligrosa la actividad. Cabe destacar entre ellos, por ser una referencia legal, los siguientes: 1. Actividad considerada peligrosa en la normativa. 2. Actividad que es considerada peligrosa según los criterios de la inspección de trabajo y de la seguridad social. 3. Actividad que es considerada peligrosa según el análisis de riesgos elaborado por el servicio de prevención.

2.2.1.

Acitividad considerada peligrosa en la normativa

La normativa en la que de manera directa se hace referencia a actividades peligrosas es: — La normativa de prevención de riesgos laborales. — La normativa de Industria.

2.2.1.1.

Actividades peligrosas en la normativa de prevención de riesgos laborales

Un recorrido por la normativa de prevención de riesgos laborales nos permite conocer las actividades consideradas a priori peligrosas:

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a) Actividad considerada peligrosa según el Anexo I del RD 39/1997. ANEXO I

a) Trabajos con exposición a radiaciones ionizantes en zonas controladas según Real Decreto 53/1992, de 24 de enero, sobre protección sanitaria contra radiaciones ionizantes. b) Trabajos con exposición a agentes tóxicos y muy tóxicos, y en particular a agentes cancerígenos, mutagénicos o tóxicos para la reproducción, de primera y segunda categoría, según Real Decreto 363/1995, de 10 de enero, que aprueba el Reglamento sobre notificación de sustancias nuevas y clasificación, envasado y etiquetado de sustancias peligrosas, así como Real Decreto 1078/1993, de 2 de julio, sobre clasificación, envasado y etiquetado de preparados peligrosos y las normas de desarrollo y adaptación al progreso de ambos. c) Actividades en que intervienen productos químicos de alto riesgo y son objeto de la aplicación del Real Decreto 886/1988, de 15 de julio, y sus modificaciones, sobre prevención de accidentes mayores en determinadas actividades industriales. d) Trabajos con exposición a agentes biológicos de los grupos 3 y 4, según la Directiva 90/679/CEE y sus modificaciones, sobre protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados a agentes biológicos durante el trabajo. e) Actividades de fabricación, manipulación y utilización de explosivos, incluidos los artículos pirotécnicos y otros objetos o instrumentos que contengan explosivos. f) Trabajos propios de minería a cielo abierto y de interior, y sondeos en superficie terrestre o en plataformas marinas. g) Actividades en inmersión bajo el agua. h) Actividades en obras de construcción, excavación, movimientos de tierras y túneles, con riesgo de caída de altura o sepultamiento. i) Actividades en la industria siderúrgica y en la construcción naval. 41

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j)

Producción de gases comprimidos, licuados o disueltos o utilización significativa de los mismos. k) Trabajos que produzcan concentraciones elevadas de polvo silíceo. l) Trabajos con riesgos eléctricos en alta tensión. b) Actividad considerada peligrosa en aplicación del artículo 32 bis de la Ley 54/2003.

Artículo 32 bis. Presencia de los recursos preventivos. 1. La presencia en el centro de trabajo de los recursos preventivos, cualquiera que sea la modalidad de organización de dichos recursos, será necesaria en los siguientes casos: a) Cuando los riesgos puedan verse agravados o modificados en el desarrollo del proceso o la actividad, por la concurrencia de operaciones diversas que se desarrollan sucesiva o simultáneamente y que hagan preciso el control de la correcta aplicación de los métodos de trabajo. b) Cuando se realicen actividades o procesos que reglamentariamente sean considerados como peligrosos o con riesgos especiales. …/… c)

Actividad considerada peligrosa en aplicación del artículo 13 del RD 171/2004.

Artículo 13. Designación de una o más personas encargadas de la coordinación de las actividades preventivas. 1. La designación de una o más personas encargadas de la coordinación de las actividades preventivas se considerará medio de coordinación preferente cuando concurran dos o más de las siguientes condiciones: a) Cuando en el centro de trabajo se realicen, por una de las empresas concurrentes, actividades o procesos reglamentariamente considerados como peligrosos o con riesgos 42

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especiales, que puedan afectar a la seguridad y salud de los trabajadores de las demás empresas presentes. b) Cuando exista una especial dificultad para controlar las interacciones de las diferentes actividades desarrolladas en el centro de trabajo que puedan generar riesgos calificados como graves o muy graves. c) Cuando exista una especial dificultad para evitar que se desarrollen en el centro de trabajo, sucesiva o simultáneamente, actividades incompatibles entre sí desde la perspectiva de la seguridad y la salud de los trabajadores. d) Cuando exista una especial complejidad para la coordinación de las actividades preventivas como consecuencia del número de empresas y trabajadores concurrentes, del tipo de actividades desarrolladas y de las características del centro de trabajo. d) Actividad considerada peligrosa en aplicación del Anexo II del RD 1627/1997. ANEXO II.

Relación no exhaustiva de los trabajos que implican riesgos especiales para la seguridad y la salud de los trabajadores. 1. Trabajos con riesgos especialmente graves de sepultamiento, hundimiento o caída de altura, por las particulares características de la actividad desarrollada, los procedimientos aplicados, o el entorno del puesto de trabajo. 2. Trabajos en los que la exposición a agentes químicos o biológicos suponga un riesgo de especial gravedad, o para los que la vigilancia específica de la salud de los trabajadores sea legalmente exigible. 3. Trabajos con exposición a radiaciones ionizantes para los que la normativa específica obliga a la delimitación de zonas controladas o vigiladas. 4. Trabajos en la proximidad de líneas eléctricas de alta tensión. 43

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5. Trabajos que expongan a riesgo de ahogamiento por inmersión. 6. Obras de excavación de túneles, pozos y otros trabajos que supongan movimientos de tierra subterráneos. 7. Trabajos realizados en inmersión con equipo subacuático. 8. Trabajos realizados en cajones de aire comprimido. 9. Trabajos que impliquen el uso de explosivos. 10.Trabajos que requieran montar o desmontar elementos prefabricados pesados.

2.2.1.2.

Actividad considerada peligrosa por algún Reglamento de Industria conforme a la Ley 21/1992, Ley de Industria

CAPÍTULO I. SEGURIDAD INDUSTRIAL.

Artículo 9. Objeto de la seguridad. 1. La seguridad industrial tiene por objeto la prevención y limitación de riesgos, así como la protección contra accidentes y siniestros capaces de producir daños o perjuicios a las personas, flora, fauna, bienes o al medio ambiente, derivados de la actividad industrial o de la utilización, funcionamiento y mantenimiento de las instalaciones o equipos y de la producción, uso o consumo, almacenamiento o desecho de los productos industriales. 2. Las actividades de prevención y protección tendrán como finalidad limitar las causas que originen los riesgos, así como establecer los controles que permitan detectar o contribuir a evitar aquellas circunstancias que pudieran dar lugar a la aparición de riesgos y mitigar las consecuencias de posibles accidentes. 3. Tendrán la consideración de riesgos relacionados con la seguridad industrial los que puedan producir lesiones o daños a personas, flora, fauna, bienes o al medio ambiente, y en particular los incendios, explosiones y otros hechos susceptibles de producir quemaduras, intoxicaciones, envenenamiento o asfixia, electrocución, riesgos de contaminación producida por instalaciones industriales,

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perturbaciones electromagnéticas o acústicas y radiación, así como cualquier otro que pudiera preverse en la normativa internacional aplicable sobre seguridad. 4. Las actividades relacionadas con la seguridad e higiene en el trabajo se regirán por lo dispuesto en su normativa específica. Artículo 10. Prevención y limitación de riesgos. 1. Las instalaciones, equipos, actividades y productos industriales, así como su utilización y funcionamiento deberán ajustarse a los requisitos legales y reglamentarios de seguridad. 2. En los supuestos en que, a través de la correspondiente inspección, se apreciaran defectos o deficiencias que impliquen un riesgo grave e inminente de daños a las personas, flora, fauna, bienes o al medio ambiente, la Administración competente podrá acordar la paralización temporal de la actividad, total o parcial, requiriendo a los responsables para que corrijan las deficiencias o ajusten su funcionamiento a las normas reguladoras, sin perjuicio de las sanciones que pudieran imponerse por la infracción cometida y de las medidas previstas en la legislación laboral. 3. Las Administraciones Públicas, en el ámbito de sus respectivas competencias, podrán acordar la retirada de los productos industriales que no cumplan las condiciones reglamentarias, disponiendo que se corrijan los defectos en un plazo determinado. Si ello no fuera posible y en función de la gravedad de los riesgos, se podrá determinar su destrucción sin derecho a indemnización, sin perjuicio de las sanciones que sean procedentes. Artículo 11. Instalaciones y actividades peligrosas y contaminantes. Las instalaciones industriales de alto riesgo potencial, contaminantes o nocivas para las personas, flora, fauna, bienes y medio ambiente que reglamentariamente se determinen deberán adecuar su actividad y la prevención de los riesgos a lo que establezcan los correspondientes planes de seguridad que habrán de someterse a la aprobación y revisión periódica de la Administración competente. En el supuesto de zonas de elevada densidad industrial, los planes deberán considerar el conjunto de las industrias, sus instalaciones y procesos productivos.

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Artículo 12. Reglamentos de Seguridad. 1. Los Reglamentos de Seguridad establecerán: a) Las instalaciones, actividades, equipos o productos sujetos a los mismos. b) Las condiciones técnicas o requisitos de seguridad que según su objeto deben reunir las instalaciones, los equipos, los procesos, los productos industriales y su utilización, así como los procedimientos técnicos de evaluación de su conformidad con las referidas condiciones o requisitos. c) Las medidas que los titulares deban adoptar para la prevención, limitación y cobertura de los riesgos derivados de la actividad de las instalaciones o de la utilización de los productos; incluyendo, en su caso, estudios de impacto ambiental. d) Las condiciones de equipamiento, capacidad técnica y, en su caso, el régimen de comunicación o declaración responsable sobre el cumplimiento de dichas condiciones exigidas a las personas o empresas que intervengan en el proyecto, dirección de obra, ejecución, montaje, conservación y mantenimiento de instalaciones y productos industriales. e) Cuando exista un riesgo directo y concreto para la salud o para la seguridad del destinatario o de un tercero, la exigencia de suscribir seguros de responsabilidad civil profesional por parte de las personas o empresas que intervengan en el proyecto, dirección de obra, ejecución, montaje, conservación y mantenimiento de instalaciones y productos industriales. La garantía exigida deberá ser proporcionada a la naturaleza y alcance del riesgo cubierto. 2. Las instalaciones, equipos y productos industriales deberán estar construidos o fabricados de acuerdo con lo que prevea la correspondiente reglamentación, que podrá establecer la obligación de comprobar su funcionamiento y estado de conservación o mantenimiento mediante inspecciones periódicas. 3. Los Reglamentos de Seguridad podrán condicionar el funcionamiento de determinadas instalaciones y la utilización de determinados productos a que se acredite el cumplimiento de las normas reglamentarias, en los términos que las mismas establezcan. 4. Los Reglamentos de Seguridad podrán disponer, como requisito de la fabricación de un producto o de su comercialización, la previa homologación de su prototipo, así como las excepciones de carácter temporal a dicho requisito. 46

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5. Los Reglamentos de Seguridad Industrial de ámbito estatal se aprobarán por el Gobierno de la Nación, sin perjuicio de que las Comunidades Autónomas, con competencia legislativa sobre industria, puedan introducir requisitos adicionales sobre las mismas materias cuando se trate de instalaciones radicadas en su territorio.

Como se observa por lo recogido de la Ley de Industria, los reglamentos persiguen controlar las instalaciones y actividades especialmente peligrosas en cuanto a su riesgo industrial. En actividades o trabajos realizados sobre instalaciones que cuentan con reglamento de Industria, se puede suponer que estamos ante una situación potencialmente peligrosa y que demanda un análisis sobre la necesidad de emplear un recurso preventivo. De la normativa del Ministerio de Industria que regula la seguridad industrial mediante reglamentos se puede destacar: — Legislación sobre productos • Aerosoles. • Aparatos elevadores: * Aparatos que utilizan gas como combustible. * Aparatos y sistemas de protección para uso en atmósferas potencialmente explosivas. • Compatibilidad electromagnética. • Equipos a presión. • Seguridad en las máquinas. — Legislación sobre instalaciones • Centrales eléctricas, subestaciones y centros de transformación.

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• Gases combustibles: * Reglamento de distribución y utilización de combustibles gaseosos. * General. * Gases licuados del petróleo. Plantas de llenado y trasvase. • Líneas eléctricas de alta tensión. • Reglamento electrotécnico para baja tensión. — Complementaria • • • • •

Código técnico de la edificación. Instalaciones térmicas en los edificios. Prevención de accidentes mayores. Seguridad general de los productos. Servicio público de gases combustibles.

Conocer la normativa indicada contribuye de forma decisiva a establecer el criterio adecuado con el que determinar lo peligroso de una actividad y los elementos que hay que tener en cuenta para el control de los riesgos que produce.

2.2.2.

Actividad considerada peligrosa en aplicación de los criterios de la Inspección de Trabajo y de la Seguridad Social

Por su parte, la Dirección General de la Inspección de Trabajo y de la Seguridad Social elaboró en principio el Criterio Técnico CT 39/2004 Criterio técnico sobre la presencia de recursos preventivos a requerimiento de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, como ayuda para los inspectores de trabajo a la hora de plantear la necesidad de asignar un recurso preventivo.

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Se cita a continuación una breve parte de dicho texto, ya derogado por el CT 83/2010, en el que se expone el criterio recomendado a los inspectores de trabajo. CT 39/2004 PRIMERO. ACTUACIÓN INSPECTORA QUE PUEDE DAR LUGAR A REQUERIMIENTO SOBRE LA PRESENCIA DE RECURSOS PREVENTIVOS 1. La Inspección de Trabajo y Seguridad Social podrá requerir la presencia de recursos preventivos en el centro de trabajo, al amparo de lo previsto en el art. 32 bis. 1 c) de la Ley 31/1995, de Prevención de Riesgos Laborales, en su redacción establecida por la Ley 54/2003, de 12 de diciembre, de Reforma del Marco Normativo de la Prevención de Riesgos Laborales, cuando, practicada una visita de Inspección, y a la vista de toda la información recabada sobre las medidas adoptadas en materia de organización de recursos para las actividades preventivas en el centro de trabajo, y teniendo en cuenta las circunstancias de cada caso, considere que: — Bien las medidas adoptadas por el empresario no garantizan un grado suficiente de protección de la salud y seguridad de los trabajadores para el adecuado cumplimiento del deber de protección, al que se refiere el artículo 14.2 de la Ley 31/1995, — o bien no existen los medios adecuados para garantizar la eficacia de las medidas preventivas previstas, — o bien estas medidas no son las adecuadas para llevar a cabo una aplicación coherente y responsable de los principios de acción preventiva establecidos en el artículo 15 de la citada ley. 2. A efectos de la determinación de la necesidad de dicha presencia, la Inspección de Trabajo y Seguridad Social examinará especialmente todos aquellos procesos, actividades, operaciones, o trabajos con equipos o productos que puedan originar riesgos graves o riesgos graves e inminentes para la seguridad y salud de los trabajadores que los desarrollen o utilicen, bien por su propia naturaleza peligrosa, su especial complejidad o por las interacciones de diferentes actividades desarrolladas de forma concurrente, y que, en consecuencia, exijan una mayor supervisión, vigilancia o control de las mismas a cargo de la organización preventiva de la empresa.

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3. A título meramente indicativo, se acompaña una relación de trabajos, operaciones y procesos en los que, a la vista de las circunstancias de cada caso, la Inspección de Trabajo y Seguridad Social podrá requerir la presencia de recursos preventivos en el centro de trabajo durante la ejecución de los mismos. Además de dichos supuestos, la presencia de recursos preventivos podrá ser requerida en supuestos y actividades análogos en los que se den unas circunstancias de riesgos similares, o cuando por la concurrencia de operaciones diversas se produzcan interacciones que puedan agravar o modificar los riesgos, tanto por el número de empresas y trabajadores concurrentes, como por el tipo de actividades desarrolladas y por las características del centro de trabajo. También podrá requerirse la presencia de recursos preventivos en el caso de trabajos realizados por menores de 18 años, o por trabajadores especialmente sensibles, o por trabajadores de reciente incorporación durante la fase inicial de adiestramiento, tanto sean trabajadores propios de la empresa como trabajadores cedidos por ETT, en atención a que por las características de dichos trabajadores o por su falta de experiencia en el puesto de trabajo a desempeñar puedan verse agravados los riesgos específicos de la actividad desarrollada y poner en peligro la seguridad y salud de estos trabajadores o de terceros. …/…

El criterio técnico indicado relacionaba aquellas actividades y tareas que requerían un recurso preventivo, si bien sugería a los inspectores la conveniencia de valorar las circunstancias en las que se desarrolla la tarea para decidir sobre la asignación del recurso preventivo. El CT 83/2010 matizó posteriormente el principio aplicable por los inspectores de trabajo, pues estableció un criterio técnico más abierto que requiere concretar las circunstancias para determinar la asignación del recurso preventivo.

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Cuando la necesidad de dicha presencia sea requerida por la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, si las circunstancias del caso así lo exigieran debido a las condiciones de trabajo detectadas. La Inspección de Trabajo y Seguridad Social podrá requerir la presencia de recursos preventivos en el centro de trabajo cuando, practicada una visita de Inspección y a la vista de toda la información recabada, considere que las medidas preventivas que haya adoptado el empresario en una actividad, proceso u operación son insuficientes o inadecuadas para una aplicación coherente y responsable de los principios de acción preventiva establecidos en el artículo 15 de la LPRL, y dichas medidas no se puedan adoptar de forma inmediata. En este caso, se puede requerir a la empresa para que de forma temporal esté presente un recurso preventivo en dichas actividades, en tanto en cuanto dicha empresa subsane las medidas preventivas en el tiempo que se le haya dado para ello, siempre y cuando no exista un riesgo grave e inminente para los trabajadores en cuyo caso procedería, en su caso, la paralización de trabajos. También podrá requerir la presencia cuando se trate de actividades esporádicas o excepcionales y se considere que no hay un control absoluto de todos los riesgos, pero teniendo siempre en cuenta que, como se ha dicho anteriormente, la designación de un recurso preventivo no puede tomarse como una medida alternativa de carácter permanente en sustitución de la obligación empresarial de adoptar medidas de prevención y protección que sean adecuadas en cada caso.

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También podrá requerirse la presencia de recursos preventivos, en el caso de trabajos realizados por menores de 18 años, por trabajadores especialmente sensibles o por trabajadores de reciente incorporación durante la fase inicial de adiestramiento, tanto sean trabajadores propios de la empresa como trabajadores cedidos por ETT, debido a que, por las características de dichos trabajadores o por su falta de experiencia en el puesto de trabajo a desempeñar, puedan verse agravados los riesgos específicos de la actividad que desarrollan y poner en peligro la seguridad y salud de estos trabajadores o de terceros, si bien también en estos casos habrá que estar a las circunstancias del caso concreto que deberán ser valoradas en todo caso por el Inspector a la hora de exigir la presencia de un recurso preventivo. En todo caso, el requerimiento será obligado cuando exista normativa específica aplicable a la actividad de la empresa, que establezca obligaciones de igual o similar naturaleza a las analizadas en este Criterio Técnico. El requerimiento deberá realizarse cumpliendo las exigencias del art. 43 de la LPRL. En dicho requerimiento se especificarán los trabajos u operaciones y situaciones de riesgo concretas que justifican el mismo, así como la exigencia de modificar, en su caso, la evaluación de riesgos, si esta no contemplara la situación de riesgo detectada, y la planificación de la actividad preventiva, si no recogiera la necesidad de la presencia del recurso preventivo (art. 22 bis n.° 2 último párrafo del RD 39/1997).

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2.2.3.

Actividad considerada peligrosa según el análisis de riesgos elaborado por el servicio de prevención

Se podrá definir de una manera más objetiva la necesidad de asignar el recurso preventivo si es el servicio de prevención el que determina el peligro de una actividad. Gracias a este procedimiento, el propio servicio de prevención es el que ha de indicar las tareas que se han de controlar por el recurso preventivo, para las que habrá establecido las medidas de control del riesgo a partir de su evaluación o del plan de seguridad en el caso de obras. A continuación, y como simple referencia, se presentan algunos ejemplos de actividades peligrosas y consideraciones sobre los riesgos valorables a la hora de asignar el recurso preventivo.

EJEMPLOS DE ACTIVIDADES PELIGROSAS Y CONSIDERACIONES SOBRE LOS RIESGOS VALORABLES AL ASIGNAR EL RECURSO PREVENTIVO 1. TRABAJOS EN ALTURA

1.1. Condición que requiere un análisis sobre la necesidad de la presencia de recurso preventivo — —

—

Trabajos con riesgo de caída desde una altura de trabajo superior a 6 m. Trabajos con riesgo de caída siendo la altura inferior a 6 m y superior a 2 m, en la que no se pueda asegurar totalmente la protección del trabajador y sea necesario utilizar equipos de protección individual contra riesgo de caída de altura. Trabajos de montaje y desmontaje de redes de seguridad.

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—

Trabajos de montaje, desmontaje y transformación de elementos para trabajo en altura (andamios, plataformas, etc.).

1.2. Riesgos a tener en cuenta en el análisis de la condición que marca la necesidad de la presencia de recurso preventivo — —

Riesgo de caída a distinto nivel. Caídas de objetos o herramientas.

2. RIESGO ELÉCTRICO

2.1. Condición que requiere un análisis sobre la necesidad de la presencia de recurso preventivo — — — — —

Trabajos en subestaciones y centros de transformación. Trabajos sobre instalaciones en tensión. Trabajos de supresión y reposición de la tensión en instalaciones (alta y media tensión). Trabajos en proximidad de elementos en tensión. Acceso a recintos de servicio y envolventes de material eléctrico.

2.2. Riesgos a tener en cuenta en el análisis de la condición que marca la necesidad de la presencia de recurso preventivo —

— — —

Choque eléctrico por contacto con elementos en tensión (contacto eléctrico directo) o con masas puestas accidentalmente en tensión (contacto eléctrico indirecto). Quemaduras por choque eléctrico, o por arco eléctrico. Caídas o golpes como consecuencia de choque o arco eléctrico. Incendios o explosiones.

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3. TRABAJOS CON PRODUCTOS QUÍMICOS

3.1. Condición que requiere un análisis sobre la necesidad de la presencia del recurso preventivo — — — —

— —

Limpieza con disolventes base petróleo. Trabajos en los que exista riesgo de liberación de fibras de amianto al ambiente de trabajo. Trabajos en tanques de combustible. Operaciones de exposición a productos cancerígenos o mutagénicos en circunstancias no habituales de trabajo que pueden exigir su vigilancia y control debido a la complejidad del proceso. Trabajos con nitrógeno líquido. Llenado, vaciado y limpieza de cubas que contienen productos peligrosos.

3.2. Riesgos a tener en cuenta en el análisis de la condición que marca la necesidad de la presencia del recurso preventivo — — — —

Exposición a contaminantes químicos. Contacto con sustancias químicas. Riesgo de incendio. Riesgo de explosión.

4. OPERACIONES DE MANIPULACIÓN, ALMACENAJE Y TRANSPORTE DE MERCANCÍA PELIGROSA

4.1. Condición que requiere un análisis sobre la necesidad de la presencia de recurso preventivo —

Actuaciones generales ante la eventualidad de un accidente, incidente o emergencia donde se encuentren implicadas mercancías peligrosas.

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4.2. Riesgos a tener en cuenta en el análisis de la condición que marca la necesidad de la presencia de recurso preventivo — — — — — — — —

Riesgo Riesgo Riesgo Riesgo Riesgo Riesgo Riesgo Riesgo

de de de de de de de de

exposición a sustancias nocivas. contacto con sustancias químicas. exposición a contaminantes químicos. exposición a contaminantes biológicos. exposición a radiaciones ionizantes. exposición a radiaciones no ionizantes. incendio. explosión.

5. EXPOSICIÓN A CONTAMINANTES BIOLÓGICOS

5.1. Condición que requiere un análisis sobre la necesidad de la presencia del recurso preventivo. — — — — —

Operaciones de mantenimiento que requieren limpieza de restos de animales muertos. Operaciones de mantenimiento en reservorios, sistemas de agua residuales, etc. Manipulación de fluidos de corte en descomposición. Limpieza de las áreas afectadas por exposición a agentes biológicos. Operaciones para resolver incidentes en el transporte de muestras o mercancía identificada con riesgo biológico.

5.2. Riesgos a tener en cuenta en el análisis de la condición que marca la necesidad de la presencia de recurso preventivo —

Las condiciones de trabajo indicadas en el punto anterior pueden ser el origen de la exposición a agentes biológicos.

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6. RADIACIONES IONIZANTES

6.1. Condición que requiere un análisis sobre la necesidad de la presencia del recurso preventivo —

Trabajos de inspección por equipos de rayos X y gamma: radiografía y gammagrafía industrial.

6.2. Riesgos a tener en cuenta en el análisis de la condición que marca la necesidad de la presencia del recurso preventivo —

Exposición a radiaciones ionizantes.

7. TRABAJOS EN PRESENCIA DE ATMÓSFERAS EXPLOSIVAS

7.1. Condición que requiere un análisis sobre la necesidad de la presencia de recurso preventivo — —

—

Cuando así lo disponga el documento de protección contra explosiones. Trabajos en presencia de atmósferas explosivas en los que existan variables que incrementan el riesgo, como son: • Cuando por necesidades productivas las operaciones no se realicen según el procedimiento de trabajo o el manual. • El trabajo se asigna a trabajadores que habitualmente no lo realizan. • Cuando en el mismo lugar de trabajo coincidan trabajadores de distintos puestos de trabajo o pertenecientes a diferentes empresas, que aporten equipos de trabajo peligrosos, o que puedan producir interacciones con otras operaciones. La realización de trabajos en caliente.

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Ejemplo de lugares donde puede haber presencia de atmósfera explosiva: — — — — — — —

—

— — — — —

Tanques de combustible. Cabinas de mezclas. Cabinas de pintura. Hornos de secado. Lugares donde se realizan tratamientos superficiales por plasma o metalizados. Lugares donde se realizan operaciones de limpieza con disolventes (cubas, cabinas de limpieza, etc.). Instalaciones que contienen productos inflamables (instalación de soltrol, calderas, parque de combustible, etc.). Depósitos de combustible de almacenamiento o que dan servicio a los distintos edificios de bancos de pruebas. Almacenes de productos inflamables. Locales destinados a la carga de baterías. Lugares o locales donde se realiza la carga y descarga de combustible. Gasolineras o lugares donde se realice el repostaje de vehículos. Talleres de reparación.

7.2. Riesgos a tener en cuenta en el análisis de la condición que marca la necesidad de la presencia de recurso preventivo — —

Riesgo de incendio. Riesgo de explosión.

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8. TRABAJOS EN TANQUES DE COMBUSTIBLE

8.1. Condición que requiere un análisis sobre la necesidad de la presencia de recurso preventivo —

Respecto de las condiciones de trabajo en actividades realizadas en tanques de combustibles, y que requieren la presencia de recurso preventivo, se encuentran las consideraciones de espacio confinado.

8.2. Riesgos a tener en cuenta en el análisis de la condición que marca la necesidad de la presencia de recurso preventivo — — — — —

Riesgo de incendio. Riesgo de explosión. Atmósfera deficiente en oxígeno. Exposición a agentes químicos. Trabajos en altura.

9. TRABAJO CON INSTALACIONES Y EQUIPOS A PRESIÓN

9.1. Condición que requiere un análisis sobre la necesidad de la presencia de recurso preventivo — —

Operaciones con equipos o instalaciones a presión que utilicen fluidos del Grupo I. Operaciones con equipos o instalaciones a presión que utilicen fluidos del Grupo II y de Categoría III y IV.

FLUIDOS —

Fluidos Grupo I • Explosivos E. • Extremadamente inflamables F+. • Fácilmente inflamables F. 59

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— —

• Inflamables (cuando la temperatura máxima admisible se sitúa a una T> que el punto de inflamación). • Muy Tóxicos T+. • Tóxicos T. • Comburentes O. Fluidos Grupo II: • Resto de fluidos no contemplados en el Grupo I. Ejemplos: à Xn àGrupo II. • Skydroll LD4 • Oxígeno à O àGrupo I. • Nitrógeno à Gas Inerte àNo clasificado à Grupo II. • Acetileno à F+ àGrupo I. • Hidrógeno à F+ -àGrupo I.

CATEGORÍA CATEGORÍA III y IV: Gases (comprimidos, licuados o disueltos a presión), vapores y líquidos cuya presión de vapor sea superior en más de 0,5 bar a la presión atmosférica normal, a la temperatura máxima admisible. — Equipos: Si V200 bar ~2800 psi. — Tuberías: Si DN>250 y PSxDN>5000 bar. En el caso de que el volumen de fluido presurizado sea superior a 1 litro, se deberá solicitar asesoramiento al servicio de prevención. Para determinar las categorías, es necesario conocer: — Tipo de equipo a presión (por ejemplo, recipiente, tubería, generador de vapor, accesorios, conjuntos, etc.). — Estado del fluido que se ha de contener: por ejemplo, líquido, gas. — Tipo de fluido (grupo I o grupo II). — Presión máxima admisible (PS). — Volumen (V) en litros. — Diámetro nominal (DN) para tuberías y accesorios.

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9.2. Riesgos a tener en cuenta en el análisis de la condición que marca la necesidad de la presencia de recurso preventivo — —

— — — —

Riesgo de incendio. Riesgo de explosión, tanto como consecuencia de la rotura de la instalación o equipo a presión, como por posibles escapes de fluidos inflamables. Atrapamientos y golpes. Proyección de fragmentos y partículas. Exposición a contaminantes químicos. Proyección de fluidos a alta presión.

10. TRABAJO CON MÁQUINAS

10.1. Condición que requiere un análisis sobre la necesidad de la presencia de recurso preventivo —

—

En las actividades o procesos en los que se usa cualquier tipo de máquina, podrá requerirse la presencia del recurso preventivo siempre que se den circunstancias en las que los peligros naturales que presenta la máquina se puedan ver agravados por operaciones que circunstancialmente eliminen las protecciones o si los materiales empleados suponen una especial peligrosidad. Es importante destacar que no será necesaria la presencia del recurso preventivo si las máquinas disponen de marcado CE, declaración de conformidad y van a emplearse conforme al uso previsto por el fabricante.

10.2. Riesgos a considerar en el análisis de la condición que marca la necesidad de la presencia de recurso preventivo —

Riesgos mecánicos: atrapamiento, cizallamiento, corte o seccionamiento, enganche, arrastre, impacto, punzonamiento, etc. 61

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— —

Riesgo eléctrico. Riesgos producidos por materiales o sustancias.

11. TRABAJOS CON EQUIPOS DE ELEVACIÓN

11.1. Condición que requiere un análisis sobre la necesidad de la presencia de recurso preventivo —

— —

Empleo de equipos de elevación de cargas, mientras hay trabajadores que desarrollan sus tareas en la proximidad de la carga izada. Falta de visibilidad del operador del equipo de elevación de cargas en el recorrido completo de la carga. Manipulación y transporte de cargas muy voluminosas, o cuyo contenido sea peligroso.

11.2. Riesgos a considerar en el análisis de la condición que marca la necesidad de la presencia de recurso preventivo — — —

Riesgo de caídas de objetos desprendidos. Riesgo de atrapamiento por o entre objetos. Riesgo de atropello y golpes con vehículos.

12. OPERACIONES CON GRÚAS MÓVILES

12.1. Condición que requiere un análisis sobre la necesidad de la presencia de recurso preventivo —

Movimiento de grandes pesos o volúmenes con un deficiente grado de visibilidad del brazo de la grúa en todo su recorrido.

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12.2. Riesgos a considerar durante el análisis de la condición que marca lanecesidad de la presencia de recurso preventivo — — — —

Riesgo Riesgo Riesgo Riesgo

de atropello y golpes con vehículos. de caída a distinto nivel. de atrapamientos por o entre objetos. por vuelco de equipos.

13. CARRETILLAS AUTOMOTORAS DE MANUTENCIÓN CON CONDUCTOR A BORDO

13.1. Condición que requiere un análisis sobre la necesidad de la presencia del recurso preventivo — —

—

—

Conducción en condiciones de visibilidad insuficiente. Conducción en espacios limitados donde concurren o pueden concurrir con la carretilla otra maquinaria automotora o trabajadores a pie. Uso de carretillas elevadoras con cestas para subir personas en operaciones de comprobación, retirada o almacenamiento ocasional de materiales. Manipulación y transporte de mercancías peligrosas.

13.2. Riesgos a considerar en el análisis de la condición que marca la necesidad de la presencia de recurso preventivo — — — —

Riesgo Riesgo Riesgo Riesgo

de de de de

atropello y golpes con vehículos. atrapamiento por o entre objetos. caídas a distinto nivel. caídas de objetos en manipulación.

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14. TRABAJOS EN LA VÍA PÚBLICA

14.1. Condición que requiere un análisis sobre la necesidad de la presencia de recurso preventivo —

—

Diversas operaciones coinciden simultáneamente en un espacio limitado, circunstancia que se agrava cuando existen trabajadores a pie en la misma área. Se realizan operaciones en condiciones de visibilidad insuficiente.

14.2. Riesgos a considerar en el análisis de la condición que marca la necesidad de la presencia de recurso preventivo — — — — —

Riesgo Riesgo Riesgo Riesgo Riesgo

de de de de de

atropellos o golpes con vehículos. atrapamiento por o entre objetos. caídas de objetos desprendidos. caídas de objetos en manipulación. caídas a distinto nivel.

15. TRABAJOS EN CÁMARAS FRIGORÍFICAS

15.1. Condición que requiere un análisis sobre la necesidad de la presencia de recurso preventivo — —

La realización de trabajos de larga duración. La realización de trabajos en solitario.

15.2. Riesgos a considerar en el análisis de la condición que marca la necesidad de la presencia de recurso preventivo —

Riesgo de estrés térmico por baja temperatura.

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2.3. LA FORMACIÓN COMO FACTOR DEL RECURSO PREVENTIVO Una vez asignado el recurso preventivo a un proceso o a una operación de trabajo, y tras establecer el modo de designar a la persona o personas que han de realizar esta función, hay que conocer en profundidad su desarrollo, cuyos aspectos más importantes se analizan en este apartado. La formación es, sin duda, uno de los elementos clave de la persona que vaya a realizar la función de recurso preventivo. Esta ha de contemplar dos aspectos: — Formación técnica productiva, relativa al proceso de trabajo en el que va a desarrollar su función. — Formación en materia de prevención de riesgos laborales, que le permita valorar adecuadamente las condiciones de trabajo y los riesgos que estas suponen para los trabajadores que llevan a cabo el proceso o para terceros que, situados en su proximidad, puedan verse afectados por tales riesgos durante la realización del trabajo.

La Ley 31/1995 (LPRL), en el propio artículo 32 bis, recoge la necesidad de esta formación. La formación en el aspecto técnico se contempla de manera implícita en su punto 1, apartados a) y b): 1. La presencia en el centro de trabajo de los recursos preventivos, cualquiera que sea la modalidad de organización de dichos recursos, será necesaria en los siguientes casos: a) Cuando los riesgos puedan verse agravados o modificados en el desarrollo del proceso o la actividad, por la concurrencia de operaciones diversas que se desarrollan sucesiva o simultáneamente y que hagan preciso el control de la correcta aplicación de los métodos de trabajo. 65

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b) Cuando se realicen actividades o procesos que reglamentariamente sean considerados como peligrosos o con riesgos especiales. …/… (Art. 32 bis Ley 31/1995 PRL)

La formación técnica es la que ha de permitir al recurso preventivo seguir el proceso y conocer los métodos de trabajo desarrollados, así como comprender la peligrosidad de las operaciones que se llevan a cabo. Por otro lado, en el punto 4 de este mismo artículo se contempla:

No obstante lo señalado en los apartados anteriores, el empresario podrá asignar la presencia de forma expresa a uno o varios trabajadores de la empresa que, sin formar parte del servicio de prevención propio ni ser trabajadores designados, reúnan los conocimientos, la cualificación y la experiencia necesarios en las actividades o procesos a que se refiere el apartado 1 y cuenten con la formación preventiva correspondiente, como mínimo, a las funciones del nivel básico. En este supuesto, tales trabajadores deberán mantener la necesaria colaboración con los recursos preventivos del empresario. (Art. 32 bis Ley 31/1995 PRL)

Como se puede comprobar, es en este punto donde se subraya explícitamente la necesidad de formación técnica en el proceso para los trabajadores del área productiva que pudieran ser designados como recurso preventivo.

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Respecto a la formación en materia de prevención de riesgos laborales, las exigencias legales se desarrollan de manera implícita en el punto 2, que establece quiénes pueden ser recurso preventivo: …/…

Se consideran recursos preventivos, a los que el empresario podrá asignar la presencia, los siguientes: — Uno o varios trabajadores designados de la empresa. — Uno o varios miembros del servicio de prevención propio de la empresa. — Uno o varios miembros del o los servicios de prevención ajenos concertados por la empresa. Cuando la presencia sea realizada por diferentes recursos preventivos estos deberán colaborar entre sí. (Art. 32 bis Ley 31/1995 PRL)

Es decir, se trata de técnicos de prevención de riesgos laborales. La ley parece admitir, como trabajador designado o miembro de un servicio de prevención, técnicos de los tres niveles, es decir, superior, medio o básico. Sin embargo, la necesidad de tener que interpretar los procesos de trabajo para valorar adecuadamente las condiciones y los riesgos que se presentan durante su desarrollo hace aconsejable elegir técnicos de nivel superior, y preferiblemente de la especialidad a la que pertenecen los riesgos que hacen necesario el recurso preventivo. No obstante, se puede también admitir la formación como técnico de nivel medio, cuando este pertenece al servicio de prevención de la empresa que desarrolla el trabajo, dada su familiaridad con los procesos al haber participado en la evaluación de los riesgos. El punto 4 del citado artículo refuerza este planteamiento al contemplar de manera explícita que la formación mínima como técnico de nivel 67

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básico es válida cuando la persona elegida como recurso preventivo no pertenece a una organización preventiva y su competencia está basada en su formación técnica sobre el proceso.

…/… No obstante lo señalado en los apartados anteriores, el empresario podrá asignar la presencia de forma expresa a uno o varios trabajadores de la empresa que, sin formar parte del servicio de prevención propio ni ser trabajadores designados, reúnan los conocimientos, la cualificación y la experiencia necesarios en las actividades o procesos a que se refiere el apartado 1 y cuenten con la formación preventiva correspondiente, como mínimo, a las funciones del nivel básico. En este supuesto, tales trabajadores deberán mantener la necesaria colaboración con los recursos preventivos del empresario. (Art. 32 bis Ley 31/1995 PRL)

2.3.1.

Formación del recurso preventivo en el área técnica

Cuando se hace referencia a los conocimientos técnicos de los procesos de trabajo, conviene recordar que estos recogen el orden según el cual se han de realizar las diferentes operaciones que en el ámbito productivo conducen hacia el objetivo previsto. A partir del proceso de trabajo se puede conocer: — Especialidades técnicas que intervienen: montadores, maquinistas, soldadores, pintores, etc. — Las exigencias específicas del lugar donde se realiza: condiciones ambientales, espacios mínimos, características estructurales, incompatibilidad de actividades simultáneas, etc.

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— Las instalaciones necesarias para efectuar los trabajos: electricidad, presión, vapor, agua, etc. — Los equipos con los que se trabaja: máquinas, útiles, herramientas, medios auxiliares, etc. — Los materiales con los que se trabaja: características físicas, químicas o biológicas. — Residuos que se generan: características físicas, químicas o biológicas. Todo ello relacionado de forma directa con los aspectos puramente técnicos del proceso de trabajo. La integración de la prevención en los procesos de trabajo hace que en ellos se incluyan no solo los aspectos técnicos, sino también las medidas preventivas necesarias para cada operación, ya sea mediante llamadas de atención sobre la peligrosidad de materiales, equipos o condiciones, o indicando los medios de protección colectiva o individual exigidos para llevarla a efecto. Aquí, y en atención al tema que se desarrolla en esta obra, cabe incluir también en los procesos productivos la necesidad del recurso preventivo, al igual que se incluyen puntos de verificación o control de calidad para garantizar el resultado desde el punto de vista productivo. Al determinar la formación técnica exigible al recurso preventivo que interviene en un determinado proceso de trabajo, hay que tener en cuenta los siguientes aspectos: — — — — — —

Riesgos genéricos de las especialidades técnicas que intervienen. Exigencias específicas del lugar donde se realiza. Instalaciones necesarias para realizar los trabajos. Equipos con los que se trabaja. Materiales con los que se trabaja. Residuos que se generan.

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La formación técnica tiene dos fuentes, una académica (formación técnica universitaria y formación técnica profesional) y otra laboral (experiencia práctica en los procesos de trabajo, que como mínimo debe ser de dos años).

2.3.2.

Formación del recurso preventivo en el área preventiva

La formación preventiva necesaria en esta materia ha de ser de técnico en prevención de riesgos laborales y ha de corresponder como mínimo a: — Técnico en prevención de riesgos laborales de nivel intermedio o superior, cuando el recurso preventivo pertenece a un órgano preventivo (trabajador designado o servicio de prevención). — Técnico en prevención de riesgos laborales de nivel básico, cuando el recurso preventivo procede del área productiva (diseño, oficina técnica, control, mando intermedio o trabajador directo). El programa para la formación de técnico en prevención de riesgos laborales de nivel intermedio desarrollado en el RD 39/1997 dejó de impartirse al aparecer la nueva titulación profesional de técnico superior en prevención de riesgos profesionales. Esta nueva titulación ha sustituido a los técnicos de nivel intermedio. El amplio contenido formativo de estos técnicos que provienen de la formación profesional les hace firmes candidatos a esta figura cuando se recurre a técnicos preventivos y no a técnicos o trabajadores productivos. La única desventaja es la necesidad de depender de un técnico competente, es decir, de un técnico titulado universitario en el área productiva del proceso al que se aplica, o contar con un técnico en PRL de nivel superior. Por último, el programa de formación para técnicos en prevención de riesgos laborales de nivel básico se fundamenta actualmente en diversas fuentes, como son: 70

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Anexo IV apartado A) del RD 39/1997

Anexo IV: Contenido mínimo del programa de formación, para el desempeño de las funciones de nivel básico a) Contenido mínimo del programa de formación, para el desempeño de las funciones de nivel básico — Conceptos básicos sobre seguridad y salud en el trabajo. • El Trabajo y la Salud: los riesgos profesionales. Factores de riesgo. • Daños derivados de trabajo. Los Accidentes de Trabajo y las Enfermedades profesionales. Otras patologías derivadas del trabajo. — Marco normativo básico en materia de Prevención de Riesgos Laborales. Derechos y deberes básicos en esta materia. • Total horas: 10 — Riesgos generales y su prevención. • Riesgos ligados a las condiciones de Seguridad. • Riesgos ligados al medio-ambiente de trabajo. • La carga de trabajo, la fatiga y la insatisfacción laboral. • Sistemas elementales de control de riesgos. Protección colectiva e individual. • Planes de emergencia y evacuación. • El control de la salud de los trabajadores. • Total horas: 25 — Riesgos específicos y su prevención en el sector correspondiente a la actividad de la empresa. • Total horas: 5 — Elementos básicos de gestión de la prevención de riesgos. • Organismos públicos relacionados con la Seguridad y Salud en el Trabajo. • Organización del trabajo preventivo: “rutinas” básicas. • Documentación: recogida, elaboración y archivo. • Total horas: 5 — Primeros auxilios. • Total horas: 5

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La formación exigida para técnicos de nivel básico se ha de corresponder, por tanto, con este apartado A), con un total de 50 horas de preparación, ya que la actividad se va a desarrollar bajo condiciones de trabajo peligrosas a causa del propio proceso, y es necesario en este caso considerar una parte específica acorde con la actividad desarrollada. A esta fuente primera del programa de formación para técnicos en prevención de riesgos laborales de nivel básico se ha venido a sumar el programa recogido en el “Acuerdo estatal del sector del metal sobre formación y promoción de la seguridad y salud en el trabajo”, aplicable a empresas del sector del metal que trabajan en obras de construcción: Contenido formativo para el nivel básico de prevención de las actividades del metal en la construcción

— El contenido formativo para el nivel básico de prevención de las actividades del metal en la construcción, cuyo módulo tendrá una duración mínima de 60 horas, se esquematiza de la siguiente forma: a) Conceptos básicos sobre seguridad y salud. • El trabajo y la salud. Los riesgos profesionales. Factores de riesgo. • Daños derivados del trabajo. Los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales. Otras patologías derivadas del trabajo. • Marco normativo básico en materia de Prevención de Riesgos Laborales. Deberes y obligaciones básicos en esta materia. b) Riesgos generales y su prevención. • Riesgos ligados a las condiciones de seguridad. • Riesgos ligados al medio ambiente del trabajo. 72

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• La carga del trabajo, la fatiga y la insatisfacción laboral. • Sistemas elementales de control de riesgos. Medios de protección colectiva y equipos de protección individual. • Planes de emergencia y evacuación. • El control de la salud de los trabajadores. c) Riesgos específicos y su prevención en el sector de la construcción. • Diferentes fases de obra y sus protecciones correspondientes (redes, barandillas, andamios, plataformas de trabajo, escaleras, etc.). • Implantación de obra. Locales higiénico-sanitarios, instalaciones provisionales, etc. d) Elementos básicos de gestión de la prevención de riesgos. • Organismos públicos relacionados con la seguridad y salud en el trabajo. • Organización preventiva del trabajo: “rutinas” básicas. • Documentación: recogida, elaboración y archivo. • Representación de los trabajadores. Derechos y obligaciones (delegados de prevención, comité de seguridad y salud, trabajadores designados, etc.). e) Primeros auxilios. • Procedimientos generales. • Plan de actuación.

Tambien en el IV Convenio General del Sector de la Construcción, se recoge este programa para la formación de técnicos en prevención de iresgos laborales de nivel básico con una duración de 60 horas.

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Como ya se ha indicado, para ser recurso preventivo, además de la formación recogida en estos programas de técnico en prevención de riesgos laborales de nivel básico, se requiere experiencia en la actividad para la que se va a actuar como tal.

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CAPÍTULO 3 DESIGNACIÓN DEL RECURSO PREVENTIVO

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3.1. DESIGNACIÓN DEL RECURSO PREVENTIVO Antes de profundizar en este apartado conviene aclarar dos conceptos con frecuencia empleados como sinónimos, pero que realmente se refieren a dos aspectos distintos. Por un lado, la asignación del recurso preventivo, que establece en qué proceso y, dentro de estos, en qué operaciones se debe realizar una labor de control preventivo. Según la Ley 31/1995, en su artículo 32 bis, los encargados de hacer la asignación del recurso preventivo son los órganos preventivos de la empresa, es decir, el servicio de prevención o trabajador designado en su caso, tras analizar los procesos de trabajo y las condiciones en las que estos se desarrollan y, de manera excepcional, el coordinador de seguridad en obras de construcción. Por otro lado, la designación del recurso preventivo, en la que se nombra la persona que debe realizar esa labor de control preventivo. En cuanto a la designación, es el empresario el encargado de realizarla, y deberá elegir entre las diferentes figuras que legalmente pueden desarrollar esta función. La designación del recurso preventivo sugiere contestar a las siguientes preguntas: — ¿Cuándo surge la necesidad de designar al recurso preventivo? — ¿Quién puede ser recurso preventivo? — ¿Entre las figuras que pueden ser recurso preventivo, cuál puede resultar más conveniente? — ¿Cómo se designa al recurso preventivo? A continuación se procura responder a cada una de estas preguntas.

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3.1.1.

Necesidad de designar al recurso preventivo

Como se ha indicado, la designación del recurso preventivo es la acción de nombrar a la persona encargada de realizar el control preventivo mientras se llevan a cabo las tareas para las cuales se asigna. Según este principio, la necesidad de designar el recurso preventivo surge desde el momento en el que se “asigna” la función a las tareas de un determinado proceso de trabajo. En el Capítulo 1, se han tratado los motivos para la asignación y se han mostrado ejemplos de las condiciones que hacen necesario asignar el recurso preventivo.

3.1.2.

Figuras para elegir como recurso preventivo

Como se ha visto en el Capítulo 1, en el artículo 32 bis de la Ley 31/1995 se detallan las posibles figuras entre las que se puede elegir al recurso preventivo. Artículo 32 bis. Presencia de los recursos preventivos.

1. …/… 2. Se consideran recursos preventivos, a los que el empresario podrá asignar la presencia, los siguientes: a) Uno o varios trabajadores designados de la empresa. b) Uno o varios miembros del servicio de prevención propio de la empresa. c) Uno o varios miembros del o los servicios de prevención ajenos concertados por la empresa. Cuando la presencia sea realizada por diferentes recursos preventivos estos deberán colaborar entre sí. …/… 3. No obstante lo señalado en los apartados anteriores, el empresario podrá asignar la presencia de forma expresa a uno o varios trabajadores de la empresa que, sin formar parte del ser vicio de 78

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prevención propio ni ser trabajadores designados, reúnan los conocimientos, la cualificación y la experiencia necesarios en las actividades o procesos a que se refiere el apartado 1 y cuenten con la formación preventiva correspondiente, como mínimo, a las funciones del nivel básico. En este supuesto, tales trabajadores deberán mantener la necesaria colaboración con los recursos preventivos del empresario.

Según este artículo, pueden ser recurso preventivo: — Miembros del órgano preventivo de la empresa: • El propio empresario (empresas de hasta diez trabajadores). • Trabajador designado. • Miembro del servicio de prevención propio (incluye a los servicios de prevención mancomunados). • Miembro de un servicio de prevención ajeno. — Miembros de la estructura productiva: • Trabajador de la empresa que reúna los conocimientos, la cualificación y la experiencia necesarios en las actividades o procesos que debe controlar preventivamente, y cuente con la formación preventiva correspondiente, como mínimo, a las funciones de técnico en prevención de riesgos laborales de nivel básico.

3.1.3.

Qué figura elegir entre las que se pueden ser recurso preventivo

La respuesta a esta pregunta aconseja un análisis de las diferentes alternativas que ofrece el artículo 32 bis de la Ley 31/1995.

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Teniendo en cuenta que la designación es una elección empresarial, la pregunta “¿Quién interesa al empresario y quién a los trabajadores, de los posibles candidatos que establece la ley, que sea designado recurso preventivo?” parece plantear dos intereses distintos, según se trate del interés de los trabajadores —que han de ver incrementada su seguridad por la presencia de esta figura— o del interés del empresario, ya sea económico o estratégico. Sin embargo, este hecho no debe ser así. El interés del recurso preventivo en ambos casos es el común, la seguridad y salud de los trabajadores que intervienen en el proceso de trabajo o de aquellas personas que pudieran verse afectadas por el mismo. No obstante, mientras que para los trabajadores el principal objetivo es la seguridad del trabajador o de las personas que se pudieran ver afectadas por los riesgos del trabajo, para el empresario se ha de considerar “además” la componente de la competencia empresarial en el mercado, frente a otras empresas del sector, lo que exige evaluar los costes del recurso preventivo; máxime si se tiene en cuenta que se trata de una nueva figura añadida al proceso sin que aparentemente tenga un aporte productivo, lo que encarece el desarrollo del proceso. De nada serviría un modelo de recurso preventivo altamente eficaz, si sus costes merman la competitividad económica del empresario. Una buena combinación de la eficacia y sus costes, es decir, una buena eficiencia, es el objetivo que debe cubrir el empresario al designar el recurso preventivo entre las posibles alternativas legales. Si se logra adecuadamente este objetivo, se podrá satisfacer el interés común de controlar los riesgos para los trabajadores que intervienen y para los posibles afectados durante el desarrollo de los trabajos, y preservar los intereses económicos de competencia para la empresa. La eficiencia se puede analizar mediante las variables fundamentales de las que participa el recurso preventivo y que van a condicionar decisivamente su designación: — Formación. 80

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— Lugar donde se realiza el trabajo. — Necesidad de presencia.

3.1.3.1.

Influencia de la formación

La formación del elegido es determinante al designar al recurso preventivo. Como se ha indicado en el Capítulo 1, la formación del recurso preventivo hay que considerarla desde dos perspectivas: la productiva y la preventiva. Desde la perspectiva productiva, los trabajadores responsables del proceso de trabajo (desde los encargados del diseño, la elaboración de los procesos o el control, hasta los propios trabajadores que intervienen en su desarrollo, incluidos sus mandos intermedios) son los que técnicamente conocen mejor el proceso que requiere de la presencia del recurso preventivo. En esta parte técnica de la formación, entre los técnicos que pueden integrar los órganos preventivos son los técnicos superiores en prevención de riesgos laborales, de la especialidad correspondiente a los riesgos que se pretenden controlar, los que poseen mejor formación de base, que les permite, sin ser especialistas en el proceso de trabajo, analizarlo y establecer las medidas de control. Los técnicos en prevención de riesgos laborales pertenecientes a los órganos preventivos desarrollan mejor su labor cuanto más próximos hayan estado con anterioridad al proceso de trabajo que se pretende controlar. Es decir, serán preferibles los técnicos del servicio de prevención de la empresa, ya sea propio o ajeno, que hayan realizado las evaluaciones de riesgo o los planes preventivos del proceso a controlar en las obras de construcción.

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Por su parte, desde la perspectiva preventiva, la formación que se requiere está muy vinculada a los conocimientos del seleccionado sobre el proceso de trabajo a controlar. Así, para los especialistas en el proceso la ley considera suficiente una formación preventiva general como técnico en prevención de riesgos laborales de nivel básico, mientras que para el resto de los casos será preferible un técnico en prevención de riesgos laborales de nivel superior, pues su formación de base les debe permitir interpretar correctamente todas las fases del proceso. También se debe tener en cuenta a los técnicos en prevención de riesgos laborales de nivel intermedio, que proceden del área productiva y generalmente son trabajadores con amplia experiencia en los procesos. Por último, se puede considerar a los técnicos procedentes de formación profesional como técnicos superiores en prevención de riesgos profesionales, si bien han de actuar bajo las órdenes de un técnico competente titulado.

3.1.3.2.

Influencia del lugar de trabajo

Otra de las variables que se debe tener en cuenta al designar el recurso preventivo es el emplazamiento del lugar donde se realiza el trabajo. En este sentido, es conveniente considerar la proximidad o lejanía respecto de la base de la empresa donde se hallan las personas que podrían ser designadas recurso preventivo. La opción de designar personal propio como recurso preventivo es preferible a contratarlo a una empresa externa, cuando el lugar de trabajo es el propio centro de la empresa o se encuentra próximo a esta, de forma que resulta fácil el acceso de los recursos propios: — Personas del órgano preventivo de la empresa: trabajadores designados o servicio de prevención, cuando se tiende a elegir un miembro del órgano preventivo. 82

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— Personas del área productiva: trabajadores de la oficina técnica o de control, cuando se tiende a elegir a este tipo de trabajadores. Por el contrario, si el centro de trabajo se halla alejado de la base, hay que barajar la posibilidad de contratar un técnico en prevención de riesgos laborales local, cuando la opción del empresario es utilizar como recurso preventivo técnicos de prevención. En este caso hay que valorar además, como variable fundamental para la contratación, la necesidad de que el recurso preventivo esté presente físicamente, por lo que es más aconsejable esta contratación local cuanto menor es el tiempo de presencia requerido para que el recurso preventivo ejerza sus tareas.

3.1.3.3.

Influencia de la necesidad de presencia física del recurso preventivo

A este respecto, es la propia ley la que marca la necesidad de que el recurso preventivo esté presente físicamente en el lugar de trabajo. Artículo 32 bis. Presencia de los recursos preventivos. 1. La presencia en el centro de trabajo de los recursos preventivos, cualquiera que sea la modalidad de organización de dichos recursos, será necesaria en los siguientes casos: — Cuando los riesgos puedan verse agravados o modificados en el desarrollo del proceso o la actividad, por la concurrencia de operaciones diversas que se desarrollan sucesiva o simultáneamente y que hagan preciso el control de la correcta aplicación de los métodos de trabajo. — Cuando se realicen actividades o procesos que reglamentariamente sean considerados como peligrosos o con riesgos especiales. — Cuando la necesidad de dicha presencia sea requerida por la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, si las circunstancias del caso así lo exigieran debido a las condiciones de trabajo detectadas. 83

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2 …/… Los recursos preventivos a que se refiere el apartado anterior deberán tener la capacidad suficiente, disponer de los medios necesarios y ser suficientes en número para vigilar el cumplimiento de las actividades preventivas, debiendo permanecer en el centro de trabajo durante el tiempo en que se mantenga la situación que determine su presencia. (Ley 31/1995 PRL)

Atendiendo a este artículo, no es necesaria la presencia permanente del recurso preventivo en el lugar de trabajo durante todo el proceso, sino solo cuando las condiciones para la seguridad y salud de los trabajadores puedan variar respecto de lo establecido para su realización, de forma que se alteren significativamente los riesgos previstos, recogidos en la evaluación de riesgos o en el plan de seguridad en el caso de las obras de construcción. Por este motivo resulta necesario que, tanto las evaluaciones de riesgo como los planes de seguridad en las obras de construcción, contemplen la posibilidad de asignar el recurso preventivo a aquellas operaciones que demanden su presencia y expliquen el tipo de control que debe realizar durante su desarrollo. Cuantificar el tiempo durante el que el recurso preventivo ha de permanecer en el lugar de trabajo resulta una variable determinante al elegir quién va a desempeñar este papel, pues una mayor presencia necesaria de los recursos preventivos en los procesos de trabajo vinculará a la persona designada más estrechamente al puesto en el que se desarrollan tales procesos. La decisión de nombrar como recurso preventivo a uno de los trabajadores integrados en el proceso resta importancia al factor tiempo de pre84

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sencia, puesto que el trabajador, independientemente de su función como recurso preventivo, ha de permanecer en el centro de trabajo de forma continuada, lo que evita esperas y los consiguientes retrasos en la entrega de los trabajos. En suma, una vez “asignada” la necesidad del recurso preventivo, para decidir la persona que ha de ocupar el puesto se ha de valorar: — Respecto de la formación: • Complejidad técnica de las operaciones que requieren del recurso preventivo. • Disponibilidad de personas del área productiva con la formación adecuada en materia de prevención de riesgos laborales. • Posibilidad de dar formación preventiva de manera inmediata a personas del área productiva. — Respecto del lugar donde se requiere la presencia: • Si es en el centro de trabajo sede de la empresa. • Si es fuera del centro de trabajo sede de la empresa: * La proximidad al centro de la empresa. * La lejanía del centro de la empresa. • La dispersión de la necesidad: * Si es un solo proceso el que lo requiere. * Si son varios procesos los que lo requieren: * Se trata de procesos iguales. * Se trata de procesos distintos. — Respecto de la presencia: • El tiempo de presencia: * Permanente o casi permanente. * Esporádica.

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— Respecto del área a la que pertenece la persona designable como recurso preventivo: • Productiva: oficina técnica, departamento de control, mandos o trabajadores que realizan el trabajo. • Preventiva: * Propia: – Trabajadores designados. – Servicio de prevención propio * Ajena: – Servicio de prevención ajeno.

Un miembro de un servicio de prevención mancomunado, aunque formalmente se trate de un servicio de prevención propio, se comporta, a los efectos de su designación como recurso preventivo, como un servicio de prevención ajeno al compartirse con diferentes empresas. Gracias al análisis conjunto de estas variables el empresario podrá elegir de un modo eficiente el recurso preventivo. En general, cuanto más próxima sea la persona al proceso productivo para el que se requiere el recurso preventivo, más eficiente será la elección y, máximae cuando se nombre a uno de los trabajadores que intervienen directamente en el proceso.

3.2. DESIGNACIÓN DEL RECURSO PREVENTIVO EN LAS OBRAS DE CONSTRUCCIÓN En el caso en el que el recurso preventivo sea requerido mientras se ejecuta una obra de construcción, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, en su disposición adicional decimocuarta, contempla lo siguiente para su designación: 86

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Disposición adicional decimocuarta. Presencia de recursos preventivos en las obras de construcción. 1. Lo dispuesto en el artículo 32 bis de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales será de aplicación en las obras de construcción reguladas por el Real Decreto 1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en las obras de construcción, con las siguientes especialidades: a) La preceptiva presencia de recursos preventivos se aplicará a cada contratista. b) En el supuesto previsto en el apartado 1, párrafo a), del artículo 32 bis, la presencia de los recursos preventivos de cada contratista será necesaria cuando, durante la obra, se desarrollen trabajos con riesgos especiales, tal y como se definen en el citado real decreto. c) La preceptiva presencia de recursos preventivos tendrá como objeto vigilar el cumplimiento de las medidas incluidas en el plan de seguridad y salud en el trabajo y comprobar la eficacia de estas. 2. Lo dispuesto en el apartado anterior se entiende sin perjuicio de las obligaciones del coordinador en materia de seguridad y salud durante la ejecución de la obra. (Ley 54/2003)

Como se deduce del contenido del punto 2 de esta disposición adicional decimocuar ta, las funciones del coordinador de seguridad y salud en ejecución de obra y del recurso preventivo son claramente distintas. Mientras que el ámbito de actuación del coordinador de seguridad en ejecución de obra abarca toda esta y tiene competencia sobre todas las empresas, el del recurso preventivo se limita a aquellos procesos y operaciones para los que ha sido asignado y solo en el marco de una empresa.

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En principio, no hay inconveniente en que el coordinador actúe como recurso preventivo mientras esta función sea compatible con las que derivan de la propia de coordinación que establece el RD 1627/1997 para esta figura.

3.3. EL RECURSO PREVENTIVO Y EL COORDINADOR DE ACTIVIDADES PREVENTIVAS No hay que confundir la figura del recurso preventivo con la del coordinador de actividades preventivas contemplado en el RD 171/2004. La figura del coordinador de actividades preventivas es aplicable a cualquier tarea en la que actúen simultáneamente en un mismo lugar diferentes empresas. Asimismo, su designación no está directamente vinculada a la peligrosidad de las operaciones, sino a la influencia que la actividad de otra empresa puede tener sobre la peligrosidad de una operación. Al igual que ocurre con los coordinadores de seguridad en ejecución de obra, es factible que el coordinador de actividades preventivas desarrolle funciones de recurso preventivo, si bien, como en el caso de los coordinadores de seguridad en obra, a condición de que realice ambas funciones sin detrimento de ninguna de ellas. El propio RD 171/2004 contempla la posibilidad de que el coordinador de actividades preventivas efectúe las funciones del recurso preventivo.

Artículo 13. Designación de una o más personas encargadas de la coordinación de las actividades preventivas. …/… 4. Cuando los recursos preventivos de la empresa a la que pertenezcan deban estar presentes en el centro de trabajo, la persona o las personas a las que se asigne el cumplimiento de lo previsto en el 88

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artículo 32 bis de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, podrán ser igualmente encargadas de la coordinación de actividades preventivas. Lo dispuesto en el párrafo anterior sólo será de aplicación cuando se trate de las personas previstas en los párrafos a) a d) del apartado anterior y siempre que ello sea compatible con el cumplimiento de la totalidad de las funciones que tuviera encomendadas. (RD 171/2004)

La libertad de presencia que se ofrece a los coordinadores de seguridad en ejecución de obra (RD 1627/1997) y a los coordinadores de actividades preventivas (RD 171/2004), respecto del recurso preventivo, aconseja estudiar detenidamente si conviene que estas figuras ejerzan dicha función.

3.4. INTERÉS DE NOMBRAR EL RECURSO PREVENTIVO MÁS ADECUADO El interés para nombrar el recurso preventivo más adecuado se puede plantear desde una doble perspectiva: — La exigencia legal. — El factor social.

3.4.1.

Exigencia legal

En lo referente a la exigencia legal, como se viene indicando, el recurso preventivo es una figura clave para integrar la prevención en la fase productiva de la empresa. La Ley 54/2003, que modifica la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, destaca en su exposición de motivos la importancia de integrar la prevención de los riesgos laborales en la gestión de la empresa. Este hecho justifica que parte del desarrollo de

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aquella ley se dedique a la modificación del Real Decreto Legislativo 5/2000, de 4 de agosto, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social (LISOS), a fin de establecer las responsabilidades derivadas del incumplimiento del deber de nombrar el recurso preventivo como parte sustancial al integrar la prevención en la empresa. Así, la Ley 54/2003 introduce las siguientes modificaciones de la LISOS:

Artículo décimo. Infracciones graves en materia de Prevención de Riesgos Laborales. Los apartados del artículo 12 de la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social que se relacionan a continuación quedan modificados en los términos siguientes: …/… Cuatro. El apartado 15 queda redactado de la manera siguiente: 15. a) No designar a uno o varios trabajadores para ocuparse de las actividades de protección y prevención en la empresa o no organizar o concertar un servicio de prevención cuando ello sea preceptivo, o no dotar a los recursos preventivos de los medios que sean necesarios para el desarrollo de las actividades preventivas. b) La falta de presencia de los recursos preventivos cuando ello sea preceptivo o el incumplimiento de las obligaciones derivadas de su presencia. …/… Artículo undécimo. Infracciones muy graves en materia de Prevención de Riesgos Laborales.

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Los apartados del artículo 13 de la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social que se relacionan a continuación quedan modificados en los términos siguientes: Uno. El apartado 8 queda redactado de la siguiente forma: 8. a) No adoptar el promotor o el empresario titular del centro de trabajo, las medidas necesarias para garantizar que aquellos otros que desarrollen actividades en el mismo reciban la información y las instrucciones adecuadas, en la forma y con el contenido y alcance establecidos en la normativa de Prevención de Riesgos Laborales, sobre los riesgos y las medidas de protección, prevención y emergencia cuando se trate de actividades reglamentariamente consideradas como peligrosas o con riesgos especiales. b) La falta de presencia de los recursos preventivos cuando ello sea preceptivo o el incumplimiento de las obligaciones derivadas de su presencia, cuando se trate de actividades reglamentariamente consideradas como peligrosas o con riesgos especiales. …/… (Ley 54/2003)

Según estas modificaciones de la LISOS, cabe imponer una infracción grave o muy grave, dependiendo de las circunstancias, ante la falta de designación o la ausencia de los recursos preventivos en aquellos casos en los que resulten preceptivos. El alcance de las infracciones graves y muy graves que contempla el Real Decreto Legislativo 5/2000 es el siguiente:

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Artículo 40. Cuantía de las sanciones. …/…

2. Las infracciones en materia de Prevención de Riesgos Laborales se sancionarán: a) Las leves, en su grado mínimo, con multa de 40 a 405 euros; en su grado medio, de 406 a 815 euros; y en su grado máximo, de 816 a 2.045 euros. b) Las graves con multa, en su grado mínimo, de 2.046 a 8.195 euros; en su grado medio, de 8.196 a 20.490 euros; y en su grado máximo, de 20.491 a 40.985 euros. c) Las muy graves con multa, en su grado mínimo, de 40.986 a 163.955 euros; en su grado medio, de 163.956 a 409.890 euros; y en su grado máximo, de 409.891 a 819.780 euros. Las sanciones impuestas por infracciones muy graves, una vez firmes, se harán públicas en la forma que se determine reglamentariamente. Las infracciones, por faltas graves y muy graves de las entidades especializadas que actúen como servicios de prevención ajenos a las empresas, de las personas o entidades que desarrollen la actividad de auditoría del sistema de prevención de las empresas y de las entidades acreditadas para desarrollar o certificar la formación en materia de Prevención de Riesgos Laborales, podrán dar lugar, además de a las multas previstas en este artículo, a la cancelación de la acreditación otorgada por la autoridad laboral.

La elevada cuantía de las infracciones relacionadas con el recurso preventivo puede suponer un fuerte desequilibrio en la cuenta de resultados de una empresa, por lo que el empresario ha de considerar este asunto como un elemento clave de su gestión. La respuesta a la obligación de nombrar el recurso preventivo, lejos de obedecer a una opción formal, exige un cumplimiento objetivo y real de dicho deber. Las condiciones para ello se reflejan igualmente dentro del artículo 32 bis) de la Ley 31/95, ya ampliamente tratado en su apartado, que establece: 92

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Artículo 32 bis. Presencia de los recursos preventivos. 1. …/…

3. Los recursos preventivos a que se refiere el apartado anterior deberán tener la capacidad suficiente, disponer de los medios necesarios y ser suficientes en número para vigilar el cumplimiento de las actividades preventivas, debiendo permanecer en el centro de trabajo durante el tiempo en que se mantenga la situación que determine su presencia. …/…

(Art. 32 bis de la Ley 31/1995)

Muchas de las operaciones que exigen la presencia de los recursos preventivos se desarrollan en las obras de construcción, motivo por el que la citada Ley 54/2003 introduce, en la Ley 31/1995 LPRL, una nueva disposición adicional, la decimocuarta, que expone este asunto. Disposición adicional decimocuarta. Presencia de recursos preventivos en las obras de construcción. 1. Lo dispuesto en el artículo 32 bis de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales será de aplicación en las obras de construcción reguladas por el Real Decreto 1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en las obras de construcción, con las siguientes especialidades: a) La preceptiva presencia de recursos preventivos se aplicará a cada contratista. b) En el supuesto previsto en el apartado 1, párrafo a, del artículo 32 bis, la presencia de los recursos preventivos de cada con93

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tratista será necesaria cuando, durante la obra, se desarrollen trabajos con riesgos especiales, tal y como se definen en el citado Real Decreto. c) La preceptiva presencia de recursos preventivos tendrá como objeto vigilar el cumplimiento de las medidas incluidas en el plan de seguridad y salud en el trabajo y comprobar la eficacia de estas. 2. Lo dispuesto en el apartado anterior se entiende sin perjuicio de las obligaciones del coordinador en materia de seguridad y salud durante la ejecución de la obra.

Según cabe concluir de dicha disposición adicional en su punto 1, apartado c), el recurso preventivo debe estar recogido en el plan de seguridad de la obra y asimismo han de figurar en él las operaciones que requieren su intervención para controlar que se realizan mediante las medidas de seguridad propuestas.

3.4.2.

Factor social

En cuanto a la segunda motivación para nombrar el recurso preventivo, el argumento social, hay que recordar que su objetivo no es otro que velar más intensamente por la seguridad y salud de los trabajadores en aquellas circunstancias en las que se pueden modificar las condiciones de trabajo previstas, de modo que aumenten los riesgos existentes o aparezcan nuevos riesgos no contemplados en las medidas preventivas de control. Muchos de los accidentes laborales atribuidos a actuaciones arriesgadas o imprudentes de los trabajadores que los sufren, están realmente relacionados con improvisaciones por falta de los medios adecuados establecidos o son fruto de modificaciones en las condiciones del trabajo previstas, lo que conduce en ocasiones al trabajador a actuar de forma celosa y arriesgada para lograr el objetivo productivo, basándose en una falsa experiencia o acuciado por el apremio para terminar. 94

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Por este motivo, el empresario y los trabajadores, independientemente del carácter legal de la obligación, han de evitar dichas improvisaciones y eliminar así posibles accidentes, objetivo al que contribuye de forma decisiva la figura del recurso preventivo. El recurso preventivo constituye, por tanto, un medio más del que no se debe prescindir por par te de quienes tienen que dirigir los trabajos cuyos riesgos estén sometidos a posibles alteraciones, así como para todos aquellos con presencia en el lugar de trabajo y que conozcan el cambio de las condiciones. Y ello no solo por las responsabilidades en las que incurre la empresa, en caso de no incorporarlo, sino por las responsabilidades personales que adquieren los implicados en la materia, que pueden constituir penalmente un delito contra los derechos de los trabajadores recogido en el Título XV del Código Penal. Estos argumentos de carácter social se ven reforzados por el interés de evitar en lo posible el sufrimiento de las personas, comenzando por el accidentado, su familia y los propios compañeros.

3.5. FORMA DE DESIGNAR EL RECURSO PREVENTIVO El recurso preventivo, además de su papel clave en el control de los procesos en su parte preventiva, tiene un carácter formal, vinculado a la necesidad de demostrar que, tras asignarse a una tarea o un proceso concretos, se hizo la correspondiente designación de la persona, recurso preventivo, encargada de dicho control. Para ello es conveniente dejar constancia escrita de tal designación. El documento para la designación conviene que no sea genérico y que permita: — Dejar constancia del proceso que requiere el recurso preventivo y los motivos por los que es necesario. 95

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— Poder demostrar formalmente que se ha nombrado el recurso preventivo, ante: • La Inspección de Trabajo. • El coordinador de seguridad y salud durante la ejecución de la obra, en caso de trabajos de construcción. • Los delegados de prevención. • El contratista principal en caso de subcontratación. • Los propios trabajadores que intervienen en el proceso que lo requiere. — Comunicar al elegido que ha sido designado como recurso preventivo para el proceso en cuestión y transmitirle las obligaciones que debe cumplir. — Comunicar a las empresas que se puedan ver afectadas por las decisiones del recurso preventivo, quién es la persona designada y la forma de contactar con ella. El documento de designación ha de ser sencillo y contener los aspectos que permitan cumplir con los objetivos marcados en las razones expuestas anteriormente. Es muy importante, debido a la responsabilidad que implica la función de recurso preventivo, que el nombramiento de esta figura no se considere vacío de contenido tratando de dar respuesta únicamente formal al mismo. Una elección inadecuada por parte del empresario o un incumplimiento de sus obligaciones por el designado, además de las responsabilidades administrativas que contempla el Texto Refundido de la Ley de Infracciones y Sanciones en el Orden Social, puede acarrear responsabilidades de carácter civil, en forma de indemnizaciones; de carácter social, en forma de recargo de prestaciones en caso de accidente; o de carácter penal, que afecta directamente a las personas imputadas y condenadas por un delito contra los derechos de los trabajadores.

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3.6. NÚMERO DE RECURSOS PREVENTIVOS QUE SE DEBEN DESIGNAR Artículo 32 bis. Presencia de los recursos preventivos. 5. … 6. … 7. Los recursos preventivos a que se refiere el apartado anterior deberán tener la capacidad suficiente, disponer de los medios necesarios y ser suficientes en número para vigilar el cumplimiento de las actividades preventivas, debiendo permanecer en el centro de trabajo durante el tiempo en que se mantenga la situación que determine su presencia. 8. No obstante lo señalado en los apartados anteriores, el empresario podrá asignar la presencia de forma expresa a uno o varios trabajadores de la empresa que, sin formar parte del servicio de prevención propio ni ser trabajadores designados, reúnan los conocimientos, la cualificación y la experiencia necesarios en las actividades o procesos a que se refiere el apartado 1 y cuenten con la formación preventiva correspondiente, como mínimo, a las funciones del nivel básico. En este supuesto, tales trabajadores deberán mantener la necesaria colaboración con los recursos preventivos del empresario. (Ley 31/1995)

Como se observa en el artículo 32 bis de la Ley 31/1995, se contempla la posibilidad de que sea necesario más de un recurso preventivo para controlar las operaciones de un proceso de trabajo. Estos son los motivos fundamentales para nombrar más de un recurso preventivo: 1. Por motivos de presencia: a) Cuando una sola persona no pueda controlar todos los aspectos

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de las operaciones para las que ha sido asignado el recurso preventivo. En este caso habrá que designar tantos recursos preventivos como sea necesario para mantener el control de estas operaciones. Resulta fundamental, en este sentido, una adecuada comunicación entre los designados, lo que obliga a contar con los medios que la hagan posible. b) Cuando el proceso se realice en varios turnos de trabajo seguidos, supuesto en el que se deben nombrar los recursos que, conforme con el punto a), resulten necesarios para cada turno. 2. Por razones de especialidad técnica. Un segundo motivo para nombrar más de un recurso preventivo es que la actividad que se ha de controlar exija una especialización que permita conocer en todo momento el estado y las circunstancias del trabajo. Es el caso de aquellos trabajos que requieren una alta especialización: trabajos con equipos que utilizan fuentes radiactivas, trabajos sobre instalaciones eléctricas, especialistas en riesgos químicos o biológicos específicos, etc. Estos motivos han de evaluarse conjuntamente para determinar la necesidad de nombrar varios recursos preventivos.

3.7. POSIBILIDAD DE CAMBIAR LA PERSONA NOMBRADA COMO RECURSO PREVENTIVO El número y las personas designadas como recurso preventivo están sujetos a posibles cambios, de modo que se pueden sustituir, aumentar o disminuir en cualquier fase del proceso siempre que la alteración mantenga bajo control las circunstancias que decidieron su nombramiento. Cualquier cambio del recurso preventivo de esta naturaleza requiere que el nuevo nombramiento quede igualmente registrado. Se recomienda, a este respecto, cumplimentar un nuevo formato de nombramiento en 98

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el que se reflejen los motivos del cambio y las instrucciones procedentes en su caso para los nuevos recursos.

3.8. OBLIGACIÓN DE ACEPTAR LA DESIGNACIÓN COMO RECURSO PREVENTIVO Si el trabajador designado como recurso preventivo pertenece al órgano preventivo de la empresa, es decir, al servicio de prevención, o se trata de un trabajador designado, ha de asumir dicho papel obligatoriamente, pues se trata en suma de una de las funciones que la ley atribuye a estos organismos. La duda se plantea cuando el trabajador designado como recurso preventivo pertenece al área productiva, es decir, a la parte técnica de preparación de procesos, a los órganos de verificación y control o está integrado de forma directa en el desarrollo del proceso. En ambos casos se ha de partir de la premisa de que el trabajador designado atesora la formación técnica y preventiva exigida, es decir, es un amplio conocedor del proceso y de las técnicas con las que se desarrolla y tiene una formación mínima como técnico en prevención de riesgos laborales de nivel básico. La designación en estos casos entra dentro del ámbito del derecho de “ius variandi” que tiene el empresario para organizar su estructura productiva. En el primero de los casos, es decir, si la persona designada pertenece a la organización preventiva de la empresa, ha de asumir dicha función pues entre sus obligaciones figura implícitamente verificar y controlar los factores o elementos del proceso productivo generadores de riesgos. En el segundo de los casos, cuando el trabajador designado como recurso preventivo forma parte directa del desarrollo del proceso, basta 99

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con que tenga una labor de mando para que deba aceptar sin objeción la tarea encomendada, pues entre estas tareas se halla el control preventivo del puesto de trabajo en todos sus elementos, lo que supone integrar la prevención en el proceso productivo según indica el artículo 1 del RD 39/1997. Si el trabajador designado como recurso preventivo no tiene el mencionado papel de mando, el empresario, en aplicación del ius variandi con que cuenta para organizar su producción, podrá hacer que el trabajador acepte la función de recurso preventivo, siempre y cuando las actuaciones contempladas en la evaluación de riesgos o en el plan de seguridad encajen dentro de las funciones propias de la especialidad y categoría del trabajador designado. En caso contrario, podrán considerarse como nuevas funciones de su puesto de trabajo. Es muy importante que la figura del recurso preventivo esté explícitamente recogida en el plan de prevención de la empresa. En él se deberán especificar las condiciones que ha de cumplir el trabajador para poder ser designado y el modo de incorporar dicho recurso a la estructura productiva.

3.9. GARANTÍAS DE LOS RECURSOS PREVENTIVOS Conviene hacer, a este respecto, una distinción según el órgano de procedencia dentro de la empresa. En el caso de que esta figura sea elegida entre trabajadores pertenecientes al órgano preventivo de la empresa, bien sea el servicio de prevención o trabajadores designados, dispone de las garantías que establece el artículo 30.4 de la Ley 31/1995 (LPRL).

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Artículo 30. Protección y prevención de riesgos profesionales. …/…

4. Los trabajadores designados no podrán sufrir ningún perjuicio derivado de sus actividades de protección y prevención de los riesgos profesionales en la empresa. En ejercicio de esta función, dichos trabajadores gozarán, en particular, de las garantías que para los representantes de los trabajadores establecen las letras a), b) y c) del artículo 68 y el apartado 4 del artículo 56 del texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores. Esta garantía alcanzará también a los trabajadores integrantes del servicio de prevención, cuando la empresa decida constituirlo de acuerdo con lo dispuesto en el artículo siguiente. Los trabajadores a que se refieren los párrafos anteriores deberán guardar sigilo profesional sobre la información relativa a la empresa a la que tuvieran acceso como consecuencia del desempeño de sus funciones. …/… (Ley 31/1995)

Artículo 68. Garantías. Los miembros del comité de empresa y los delegados de personal, como representantes legales de los trabajadores, tendrán, a salvo de lo que se disponga en los convenios colectivos, las siguientes garantías: a) Apertura de expediente contradictorio en el supuesto de sanciones por faltas graves o muy graves, en el que serán oídos, aparte del interesado, el comité de empresa o restantes delegados de personal. b) Prioridad de permanencia en la empresa o centro de trabajo respecto de los demás trabajadores, en los supuestos de suspensión o extinción por causas tecnológicas o económicas.

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c) No ser despedido ni sancionado durante el ejercicio de sus funciones ni dentro del año siguiente a la expiración de su mandato, salvo en caso de que ésta se produzca por revocación o dimisión, siempre que el despido o sanción se base en la acción del trabajador en el ejercicio de su representación, sin perjuicio, por tanto, de lo establecido en el artículo 54. Asimismo no podrá ser discriminado en su promoción económica o profesional en razón, precisamente, del desempeño de su representación. d) … Artículo 56. Despido improcedente. 4. Si el despedido fuera un representante legal de los trabajadores o un delegado sindical, la opción corresponderá siempre a éste. De no efectuar la opción, se entenderá que lo hace por la readmisión. Cuando la opción, expresa o presunta, sea en favor de la readmisión, ésta será obligada. (Real Decreto Legislativo 1/1995, de 24 de marzo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores.)

Si se trata de trabajadores procedentes del propio proceso productivo, sus garantías están vinculadas a las instrucciones recibidas para realizar su función. De este modo, solo se puede obligar a la actuación del trabajador designado como recurso preventivo en todo aquello que no exceda de las instrucciones recibidas para llevarlo a cabo, motivo por el que resulta fundamental plasmar estas instrucciones por escrito y previamente al desarrollo de su tarea. Por otro lado, la Directiva del Consejo 89/391/CEE, referente a la aplicación de medidas para promover la mejora de la seguridad y salud de los trabajadores en el trabajo, establece en su artículo 7 apartado 2.º que:

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Los trabajadores designados no podrán sufrir un perjuicio derivado de sus actividades de protección y de sus actividades de prevención de los riesgos profesionales.

Por tanto, el recurso preventivo, configurado como trabajador propio, debe gozar de dicha protección legal. Este criterio es el que recoge la sentencia número 463/2003 de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Cantabria.

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4.1. FUNCIÓN DEL RECURSO PREVENTIVO Una vez analizada la función del recurso preventivo en el Capítulo 1, a partir del artículo 32 bis de la Ley 31/1995, cabe estudiar más detenidamente las funciones que asigna a esta figura el artículo 22 bis del RD 39/1997.

Artículo 22 bis. Presencia de los recursos preventivos. …/… La presencia es una medida preventiva complementaria que tiene como finalidad vigilar el cumplimiento de las actividades preventivas en relación con los riesgos derivados de la situación que determine su necesidad para conseguir un adecuado control de dichos riesgos. Dicha vigilancia incluirá la comprobación de la eficacia de las actividades preventivas previstas en la planificación, así como de la adecuación de tales actividades a los riesgos que pretenden prevenirse o a la aparición de riesgos no previstos y derivados de la situación que determina la necesidad de la presencia de los recursos preventivos. …/… (RD 39/1997)

El recurso preventivo es, por tanto, una medida complementaria a las actuaciones previstas y establecidas a este respecto como necesarias para ocntrolar los riesgos durante el trabajo, es decir, recogidas en la evaluación de riesgos o en el plan de seguridad para obras de construcción. La evaluación de riesgos o el plan de seguridad es donde se precisan los riesgos derivados de una actividad y donde se fijan las medidas preventivas exigidas para combatirlos. Debe ser, pues, aquí donde se prevean además las posibles incidencias que puedan modificarlos o agravarlos. 107

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Asimismo, se ha de incluir como actividad preventiva complementaria la asignación del recurso preventivo para vigilar que se ejecutan las medidas preventivas previstas y controlar así los riesgos especialmente graves del proceso, o que sin ser graves puedan llegar a serlo por la forma en que se desarrollan los procesos; eso sí, siempre considerando las circunstancias laborales que puedan originar nuevos riesgos. El párrafo segundo de este artículo 22 bis presenta una aparente contradicción con el primero, pues menciona una función que es claramente una medida preventiva concreta de vigilancia del cumplimiento de las acciones preventivas establecidas, mientras que en el segundo párrafo parece que se le atribuye al recurso preventivo la evaluación de los riesgos, al encomendarle que las medidas preventivas previstas contra estos sean las adecuadas. Dichas medidas las deberá establecer, previo el estudio de las condiciones de trabajo en su conjunto, el órgano preventivo de la empresa (servicio de prevención o trabajador designado en su caso). Este requisito de comprobación de la eficacia de las medidas significaría en la práctica que el recurso preventivo debería supervisar la labor que desarrolla el órgano preventivo de la empresa, algo en ningún caso razonable, salvo que sean errores fácilmente apreciables en el conjunto, en cuyo caso esta labor corresponde a todos los trabajadores que intervienen en el trabajo y no solo a la figura del recurso preventivo. Del mismo modo cabe tratar el supuesto en el que se pide que el recurso preventivo verifique que las actividades preventivas establecidas sean las adecuadas, con vistas a nuevos riesgos no previstos y causados por alteraciones en las condiciones de trabajo, posibilidad que motivó la presencia de los recursos preventivos. La formación mínima exigida al recurso preventivo como técnico de prevención de riesgos laborales de nivel básico persigue que pueda entender con claridad las medidas preventivas previstas por la evaluación de riesgos o el plan de seguridad, en el contexto del proceso productivo, y que pueda apreciar si estas medidas se alteran o no durante 108

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la realización del trabajo o si surgen condiciones de riesgo imprevistas. En ningún caso, sin embargo, figura entre sus competencias valorar dichas medidas, tarea que corresponde siempre a la organización preventiva de la empresa, servicio de prevención o trabajador designado. El apartado 5 del propio artículo 22 bis confirma esta interpretación al establecer:

5. Cuando, como resultado de la vigilancia, se observe un deficiente cumplimiento de las actividades preventivas, las personas a las que se asigne la presencia: a) Harán las indicaciones necesarias para el correcto e inmediato cumplimiento de las actividades preventivas. b) Deberán poner tales circunstancias en conocimiento del empresario para que este adopte las medidas necesarias para corregir las deficiencias observadas si estas no hubieran sido aún subsanadas. (RD 39/1997)

El recurso preventivo debe velar por el cumplimiento correcto de las medidas previstas, o informar al empresario si aparecen riesgos para los que no hay medidas previstas. Asimismo, la persona designada como recurso preventivo puede advertir de la efectividad de las medidas establecidas, pero en ningún caso se contempla que ella determine nuevas medidas preventivas distintas a las establecidas para controlar los riesgos o que informe al empresario cuando no existan estas medidas. Como se ha señalado, las funciones del recurso preventivo como técnico en prevención de riesgos laborales no son distintas de las que le atribuye su capacitación como técnico de nivel básico, que según el RD 39/1997 son:

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Artículo 35. Funciones de nivel básico. 1. Integran el nivel básico de la actividad preventiva las funciones siguientes: a) Promover los comportamientos seguros y la correcta utilización de los equipos de trabajo y protección, y fomentar el interés y cooperación de los trabajadores en una acción preventiva integrada. b) Promover, en particular, las actuaciones preventivas básicas, tales como el orden, la limpieza, la señalización y el mantenimiento general, y efectuar su seguimiento y control. c) Realizar evaluaciones elementales de riesgos y, en su caso, establecer medidas preventivas del mismo carácter compatibles con su grado de formación. d) Colaborar en la evaluación y el control de los riesgos generales y específicos de la empresa, efectuando visitas al efecto, atención a quejas y sugerencias, registro de datos, y cuantas funciones análogas sean necesarias. e) Actuar en caso de emergencia y primeros auxilios gestionando las primeras intervenciones al efecto. f) Cooperar con los servicios de prevención, en su caso. (RD 39/1997)

La única evaluación de riesgos que pueden realizar los técnicos en prevención de riesgos laborales de nivel básico se limita a casos elementales, muy lejos de aquellos que requieren la asignación del recurso preventivo.

4.2. DOCUMENTOS DE TRABAJO Como se ha venido subrayando, la función del recurso preventivo no obedece a la iniciativa del designado, sino a la necesidad de controlar las actividades preventivas establecidas por el órgano competente de la empresa en las evaluaciones de riesgos o en los planes de seguridad. 110

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La formación y la información son los principales elementos de apoyo para el trabajador designado como recurso preventivo, teniendo en cuenta que su labor está predeterminada y debe seguirla fielmente. Estos son los papeles que desempeñan dichos elementos de apoyo en el desarrollo de la función del recurso preventivo: — La formación es el elemento que necesita para comprender con claridad los diferentes aspectos que componen su función y le proporciona la capacidad suficiente para abordar las acciones que debe realizar durante su labor. — La información abarca todos los elementos que ha de tener en cuenta el recurso preventivo en sus actuaciones: desde las instrucciones recibidas hasta aquello que contribuye a establecer el criterio necesario en su actuación, es decir, acciones de vigilancia y comprobación, instrucciones o decisiones según la marcha del proceso cuyas condiciones de seguridad está controlando. El alcance de estos elementos de apoyo, en lo referente a la formación, ya se ha tratado en el Capítulo 2. En lo que respecta a la información, es posible que sea necesario demostrar que se ha recibido, así como el alcance de su contenido. Es, por tanto, aconsejable que la información conste por escrito, lo que le da carácter de documento de trabajo para el recurso preventivo. La información al trabajador que asume el papel de recurso preventivo debe partir del empresario que le nombra y se ha de reflejar en primer lugar en el documento en el que figura su designación. No es necesario que este documento tenga un formato especial, basta una simple descripción en la que firme como enterado el trabajador designado. En dicha descripción debe figurar, al menos, el proceso de trabajo en el que ha de intervenir y las operaciones que requieren su presencia.

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Dado que la designación como recurso preventivo exige formación técnica y en materia de prevención de riesgos laborales demostrable, conviene que el empresario, antes de su elección, se asegure de que el trabajador que se va a designar cuenta con los documentos acreditativos de la formación requerida. La evaluación de riesgos o el plan de seguridad en el caso de obras de construcción son documentos informativos fundamentales. Dentro de estos, cabe destacar las medidas preventivas establecidas, tanto colectivas como individuales, ya sean aplicables al recurso preventivo o al resto de los trabajadores que intervienen en el proceso. Asimismo, en la evaluación de riesgos o en el plan de seguridad de obras de construcción debe recogerse la necesidad de la presencia que determina la asignación del recurso preventivo a un proceso o tarea concretos. Dentro de la evaluación de riesgos o, en su caso, en el plan de seguridad, y como una medida preventiva más, han de figurar las instrucciones para realizar la función de recurso preventivo. Estas instrucciones son otro elemento fundamental que puede recogerse explícitamente en la propia evaluación de riesgos o en el plan de seguridad, o bien remitir al documento en el que aparecen como fuente de información aparte. Generalmente, las instrucciones que se dan al recurso preventivo para que desarrolle su función se refieren a aspectos relacionados con elementos del puesto de trabajo. Según el elemento aludido, se deben valorar los siguientes detalles: — Instalaciones: el recurso preventivo ha de tener acceso a los documentos básicos de la instalación (riesgos y medidas preventivas y, en el caso de tener que utilizarlas, modos de uso y precauciones). — Equipos: ha de poder acceder a las características del equipo, normalmente a través del manual del usuario. — Productos: necesita conocer las características de los productos y tener acceso a las fichas de seguridad. 112

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— Secuencia de operaciones: tiene que disponer del proceso o instrucción de trabajo. — Trabajadores: debe conocer la especialidad y cualificación profesional de los trabajadores que han de intervenir en el proceso. — Organización: el recurso preventivo debe conocer el número y las características de las personas implicadas en el proceso, así como el momento, es decir, las operaciones sobre las que tiene que prestar atención en el desarrollo de su tarea. Estos detalles deben figurar en el proceso o en las instrucciones de trabajo entregadas. — Asimismo, dentro de la organización se debe considerar: • Compatibilidad y prioridad en la ejecución de operaciones cuando el proceso a controlar pueda afectar a otros procesos simultáneos o se vea afectado por estos. En este caso es posible que intervengan otros recursos preventivos, con la necesaria coordinación entre ellos. • Coordinación de actividades empresariales, en el supuesto de que más de una empresa actúe en el mismo lugar; este hecho puede ocasionar que actúen recursos preventivos de otras empresas implicados en otros procesos con los que habrá que establecer la oportuna coordinación para evitar incidencias. • Coordinador de seguridad, en el caso de obras de construcción. En ellas, aparte de las instrucciones del plan de seguridad de la obra sobre recursos preventivos, hay que tener en cuenta las posibles indicaciones del coordinador de seguridad sobre el proceso en cuestión y el necesario trabajo conjunto con este. En suma, los documentos de trabajo informativos para el trabajador designado como recurso preventivo son: — El documento de designación, complementado con: acreditación de la formación en PRL y de la formación técnica necesaria. — Evaluación de riesgos. — Plan de seguridad, en el caso de obras de construcción. 113

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En ambos casos, las medidas de protección, en especial: • Las colectivas. • Las individuales (equipos de protección individual, EPI): tanto del recurso preventivo como del resto de los trabajadores que intervienen. — Instrucciones para el recurso preventivo relativas a: • Instalaciones (especificaciones, instrucciones de funcionamiento). • Equipos (manuales, instrucciones de funcionamiento). • Materiales (fichas de seguridad). • Procesos (procesos o instrucciones de trabajo). • Trabajadores que intervienen (exigencias de perfil profesional). • Información sobre otros trabajadores que intervienen como: * Otros recursos preventivos. * Coordinador de actividades preventivas (instrucciones para la coordinación, actas de reuniones, etc.). * Coordinador de seguridad en ejecución de la obra (instrucciones para la coordinación, actas de reuniones, etc.). Junto con esta documentación, hay que explicar el sistema de comunicación establecido para que el recurso preventivo pueda contactar con los órganos competentes de la empresa, ya sea el servicio de prevención o el trabajador designado. No obstante, no siempre será necesario disponer de toda la documentación indicada, bastará con aquella que permita al recurso preventivo realizar con seguridad su función de vigilancia y control.

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4.3. ACTUACIONES DEL RECURSO PREVENTIVO El recurso preventivo ha de desarrollar su función siempre de forma directa, mediante actuaciones de carácter eminentemente práctico dirigidas a operaciones concretas del trabajo y siguiendo su evolución. Como se ha señalado, el recurso preventivo actúa para vigilar el cumplimiento de las actividades preventivas establecidas en la evaluación de riesgos o en el plan de seguridad, cuya puesta en marcha se concreta como una medida preventiva más dentro del plan de acciones preventivas. Las medidas preventivas sobre las que tiene que prestar atención el recurso preventivo requieren conocer: 1. En qué proceso de trabajo va a actuar. 2. Qué operación, situación o condición del proceso de trabajo motiva y requiere su presencia. 3. Los riesgos especiales o el agravamiento que estos puedan sufrir como consecuencia de: — Las operaciones del propio proceso. — Las actuaciones precedentes realizadas en otro proceso. — Las actuaciones precedentes desarrolladas por otra empresa que actúa en el mismo lugar de trabajo. — Las actuaciones simultáneas de otro proceso de trabajo que se realiza en el mismo lugar. — Las actuaciones simultáneas de otras empresas que desarrollan su trabajo en el mismo lugar. 4. Qué riesgos derivan de tal operación, situación o condición. 5. Qué acciones concretas son las encaminadas al control de los riesgos derivados de la operación, situación o condición. 6. Cómo ha de llevar a cabo la vigilancia que se le pide. 7. Con qué elementos de ayuda cuenta para realizar la vigilancia. 115

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Toda esta información puede recogerse en un documento elaborado por el órgano preventivo de la empresa (servicio de prevención o trabajador designado) y contemplado en la planificación de la acción preventiva, como instrucción para desarrollar la función del recurso preventivo. Al elaborar las instrucciones para el recurso preventivo, es recomendable disponer de una lista de chequeo para controlar los detalles más importantes. Una vez planteadas las actuaciones del recurso preventivo, estas se desarrollan en diferentes etapas: 1. Actuaciones previas al inicio del trabajo para el que fue asignada la presencia del recurso preventivo. 2. Actuaciones durante la ejecución del trabajo para el que fue asignada la presencia del recurso preventivo. 3. Actuaciones posteriores a la ejecución del trabajo para el que fue asignada la presencia del recurso preventivo.

4.3.1.

Actuaciones previas al inicio del trabajo

El trabajador designado como recurso preventivo ha de efectuar unas actuaciones básicas cuyo fin es comprobar que las condiciones del puesto de trabajo que debe controlar cumplen con las características previstas para realizarlo adecuadamente y no se producen improvisaciones durante su desarrollo. Estas actuaciones se pueden agrupar de la siguiente manera: — Respecto de la documentación: ha de disponer de los documentos donde figura la necesidad del recurso preventivo, así como del resto de documentos que se citen al respecto. — Respecto del puesto de trabajo: Lugar: 116

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• Orden y limpieza. • Iluminación. • Determinar, acordonar y señalizar, si procede, las zonas de trabajo. • Atención a la estabilidad y solidez del punto de trabajo, especialmente los espacios para personas, equipos y materiales. • Respecto de las cargas: Identificación de los desplazamientos, en particular los de cargas elevadas, zonas de influencia del movimiento de cargas de gran peso o volumen, etc. • Medidas de protección colectiva, en especial, barandillas, cubrehuecos, redes, distancias a elementos peligrosos, etc. • Condiciones ambientales (calor, frío, viento, lluvia, tormenta eléctrica, etc.). • Contaminación química. • Ruido. • Vibraciones. • Atmósferas explosivas. …/… — Instalaciones: • Disponibilidad y estado de las instalaciones necesarias para realizar el trabajo: eléctrica, presión, transporte elevado… • Proximidad de instalaciones peligrosas: * Líneas eléctricas, en especial de alta tensión. * Productos químicos peligrosos (almacenamiento, líneas de distribución, etc.). * Transporte elevado. — Equipos: • Disponibilidad y estado de los equipos de trabajo necesarios, 117

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en particular utillaje y medios de uso colectivo: eslingas, escaleras, etc. En cuanto al estado de los equipos, en general hay que comprobar que no presentan daños que los invaliden o que aumenten los riesgos en forma de golpes, deformaciones y desgastes. Con respecto a las máquinas, se debe comprobar que disponen del marcado CE o certificado de adecuación al RD 1215/1997 Anexo I, y que se puede consultar el manual de instrucciones. En los supuestos en que los equipos de trabajo dispongan de puntos de anclaje para EPI contra caída de altura, comprobar que están identificados y cuentan con la correspondiente certificación del fabricante. Respecto a los equipos móviles, se ha de comprobar el estado de: * * * * * *

Sistemas de inmovilización. Sistema de estabilidad. Frenos. Protección contra caída de altura. Latiguillos de los sistemas hidráulicos o neumáticos. Señalización acústica y luminosa.

• Asimismo, es fundamental comprobar que se dispone de los equipos adecuados para medir las condiciones de trabajo según las especificaciones previamente establecidas. • En caso de que sea necesario sustituir los equipos especificados para el proceso de trabajo por otros equivalentes, el servicio de prevención deberá valorar y autorizar el cambio. — Materiales: • Disponibilidad y estado de los materiales necesarios para el trabajo. 118

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• Lugar y condición de almacenamiento. • Características de peligrosidad: peso, volumen, estabilidad; tóxico; inflamable, explosivo. • Disponibilidad de instrucciones de utilización y manipulación. • Disponibilidad de las fichas de seguridad de los productos químicos peligrosos. • La sustitución de materiales por otros equivalentes ha de ser autorizada por el responsable del proceso de trabajo y evaluada por el servicio de prevención. — Proceso de trabajo: • Disponibilidad por escrito del proceso de trabajo, en el que se indiquen las operaciones que requieren la presencia del recurso preventivo y las medidas específicas para el control de riesgos. • Instrucciones para el recurso preventivo sobre el modo de controlar las operaciones para las que se ha asignado su presencia. • La alteración de la secuencia en las operaciones o en el modo de realizarlas ha de ser autorizada por el responsable del proceso de trabajo y evaluada por el ser vicio de prevención. — Organización: • Disponibilidad de los trabajadores previstos para realizar la operación. • Instrucciones para actuar en caso de emergencia. • Coordinación de las actividades preventivas respecto a otros empresarios, al titular de la instalación, a otras áreas de la compañía, permisos, etc. • En caso de obras de construcción, información sobre el coordinador de seguridad de la obra.

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— Trabajador: • Con relación a todos los trabajadores que intervienen en el proceso: * * * * *

Especialidades técnicas. Conocimientos necesarios. Estado físico compatible con la operación a realizar. Formación en PRL. Conocimientos de los riesgos del proceso y de las medidas de control sobre los mismos. * Disponibilidad de EPI en buen estado. * Ropa adecuada a la operación. Para hacer un seguimiento de estas actuaciones previas, es muy conveniente disponer de una lista de chequeo que facilite esta labor.

4.3.2.

Actuaciones durante la ejecución del proceso de trabajo

Las comprobaciones que se han de realizar mientras se ejecuta el trabajo persiguen garantizar el adecuado desarrollo de las operaciones desde el punto de vista de la seguridad; para ello, se han de controlar los aspectos reflejados en la evaluación de riesgos del plan de seguridad o en las instrucciones específicas contenidas en ellos a fin de evitar desviaciones negativas para la seguridad. Las actuaciones estarán relacionadas con los mismos elementos que las actuaciones previas. — Respecto de la documentación: • Mantener localizados y a mano todos los documentos que han de utilizarse y que han sido comprobados previamente. 120

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— Respecto del puesto de trabajo: • Que el lugar, las instalaciones, los equipos, materiales, la organización y los trabajadores mantienen las características verificadas antes de iniciar los trabajos, poniendo especial atención a: • Elementos estructurales y de control del espacio. * Circunstancias ajenas al propio proceso de trabajo (influencia de factores pertenecientes a la labor desarrollada previa o simultáneamente con la tarea que está bajo control). * Posibles deterioros derivados del uso normal de los equipos o instalaciones. * Alteraciones del orden o de la limpieza durante las operaciones. * Modificaciones de las condiciones ambientales, en particular debido al empleo de técnicas o productos contaminantes; en su caso, habrá que recurrir a las mediciones previamente establecidas. — Respecto de la secuencia del proceso • Modificación de la secuencia de las operaciones — Respecto de la coordinación con otros recursos preventivos y coordinadores de actividades preventivas, hay que evaluar: • Que se mantienen operativos y disponibles los sistemas de comunicación establecidos. • Que permanecen localizados los coordinadores y otros posibles recursos preventivos con los que se ha de realizar alguna comunicación. • Que se han llevado a efecto las reuniones de coordinación establecidas.

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• Que se vienen registrando las comunicaciones y reuniones de coordinación. En esta fase es especialmente importante la posibilidad de que el recurso preventivo solicite asesoramiento al servicio de prevención o al trabajador designado cuando, a su criterio, se presentan desviaciones que agravan los riesgos o han surgido nuevos riesgos no contemplados previamente; en tal caso, se podrá recurrir a la paralización del trabajo si el recurso preventivo considera tales riesgos como graves e inminentes. El recurso preventivo deberá comunicar al empresario, a través de su estructura de mandos, tanto la petición de asesoramiento como, si fuera necesario, la paralización de los trabajos. A este respecto, es conveniente dejar constancia por escrito, tan pronto como sea posible, de la solicitud de asesoramiento, la paralización y la información al empresario, si bien se podrán comunicar en principio por teléfono.

4.3.3.

Actuaciones al finalizar la ejecución del proceso de trabajo

En esta fase, las actuaciones del recurso preventivo deben procurar que el área de trabajo, los materiales, las instalaciones y los equipos queden en condiciones de poder seguir con la tarea, sin que esta se vea alterada respecto de lo previsto por el trabajo efectuado hasta el momento. En este sentido, corresponde al recurso preventivo: — Comprobar el orden y la limpieza, solicitando la retirada de los residuos, la eliminación del acordonamiento y la señalización específica de la tarea realizada. — Solicitar la devolución de los equipos, útiles, materiales, etc., a su lugar de almacenamiento. 122

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— Informar al empresario, a través de su cadena de mandos, de los posibles deterioros ocasionados a las instalaciones, equipos y materiales sobrantes, así como de las incidencias habidas y resueltas durante la realización de los trabajos. — Informar del término de la tarea a: • Los coordinadores de actividades preventivas. • Los recursos preventivos que intervienen en otros procesos y que estaban afectados por la realización de los trabajos controlados.

4.4. PAPEL DEL ÓRGANO PREVENTIVO DE LA EMPRESA EN EL DESARROLLO DE LA FUNCIÓN DEL RECURSO PREVENTIVO El papel del órgano preventivo de la empresa (es decir, los trabajadores designados para tareas preventivas y/o el servicio de prevención) se desarrolla en dos fases distintas: — Fase previa al ejercicio de la función del recurso preventivo. — Fase en la que se está desarrollando el trabajo para el que se asignó la presencia del recurso preventivo.

4.4.1.

Fase previa al ejercicio de la función del recurso preventivo

El recurso preventivo tiene un papel de vigilancia de las actuaciones previstas que controlan los riesgos durante la ejecución del trabajo para el que ha sido asignado, por lo que ha de comprobar que no se producen alteraciones que agraven dichos riesgos o que aparezcan otros nuevos que resulten significativos (graves, muy graves o inminentes).

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Los órganos de prevención de la empresa serán quienes determinen la necesidad de asignar recurso preventivo a una tarea concreta, así como las medidas concretas que este ha de controlar, para lo cual deben facilitarle las herramientas que garanticen dicho control. Las actuaciones del recurso preventivo deben incluirse entre las acciones preventivas que realiza el órgano competente derivadas de la evaluación de riesgos o incluidas en el plan de seguridad, en el caso de las obras. La necesaria planificación de dichas actuaciones ha de señalar al responsable de su puesta en marcha, en este caso el recurso preventivo, y el momento en que se ha de producir su intervención, aspectos que resultan fundamentales. Los órganos de prevención de la empresa también son los encargados de elaborar las instrucciones que ha de seguir el recurso preventivo. Un medio sencillo para transmitirlas es a través de fichas de seguridad, formatos de verificación, listas de chequeo, etc. Es muy conveniente que los órganos de prevención de la empresa informen y aclaren al recurso preventivo acerca del objeto y alcance de la labor encomendada, y le proporcionen las recomendaciones y vías de comunicación a seguir con tales órganos si se produjera alguna alteración o incidencia significativa durante el trabajo.

4.4.2.

Fase en la que se está desarrollando el trabajo para el que se asignó la presencia del recurso preventivo

Superada la primera fase, en la que se valoran los riesgos, se asigna el recurso preventivo y se dan las instrucciones para que el designado realice su función con garantías, el papel del órgano preventivo de la empresa en la segunda fase, durante la ejecución de los trabajos para los que se asignó recurso preventivo, depende en gran medida de este, a partir de sus peticiones de asesoramiento y de las comunicaciones sobre incidencias o la aparición de riesgos no previstos. 124

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Por lo indicado, es especialmente importante la fluidez en la comunicación entre el recurso preventivo y el servicio de prevención o el trabajador designado cuando resulte necesario (aclaraciones a las instrucciones recibidas, información sobre alteraciones de los riesgos previstos, aparición de nuevos riesgos…), toda vez que son los órganos de prevención los que deben establecer las medidas preventivas para el control de los nuevos riesgos, ya que el recurso preventivo no tiene el papel del técnico de prevención que ha de evaluarlos y determinar las acciones necesarias para su control. El recurso preventivo puede asumir el papel de valorar los riesgos cuando estos son muy aparentes y de escasa importancia, caso en el que puede actuar como técnico en prevención de riesgos laborales de nivel básico y siempre que lo comunique posteriormente al órgano preventivo. De igual forma debe actuar el trabajador que, perteneciendo a la organización productiva y como técnico en prevención de riesgos laborales de nivel superior, haya sido designado como recurso preventivo. En este caso, sus conocimientos le permiten una actuación más ágil y rápida, pero deberá informar de las decisiones adoptadas al órgano preventivo de la empresa y al empresario a través de su estructura de mandos. Sin embargo, cuando el recurso preventivo es un miembro del órgano competente de la empresa, es él mismo quien debe realizar la evaluación de riesgos por las alteraciones de los que estaban previstos o los nuevos que pudieran aparecer.

4.5. INFORMACIÓN, CONSULTA Y PARTICIPACIÓN DE LOS DELEGADOS DE PREVENCIÓN Al estar establecida la asignación y las funciones específicas del recurso preventivo en el marco de la evaluación de riesgos o del plan de seguridad, los Delegados de prevención tienen reconocido el derecho de 125

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información, consulta y participación que se les atribuye en la elaboración de estos instrumentos, e igual ocurre respecto a la ejecución de las funciones del recurso preventivo, considerada como una actividad preventiva más.

4.6. TRATAMIENTO DE LAS DESVIACIONES RESPECTO DE LAS CONDICIONES PREVISTAS El concepto de vigilancia que conlleva la función del recurso preventivo no supone una mera verificación y denuncia al empresario cuando las cosas no se desenvuelven según lo previsto, sino que requiere un papel activo de control por parte de quien ejerce esta función. Así, es él quien debe instar a los implicados en el proceso productivo, a los participantes en la ejecución y a terceros cuya actividad en el lugar influya en las condiciones en que aquel se desarrolla, para que actúen según lo previsto, y quien debe derivar hacia los servicios de prevención o los trabajadores designados de la organización preventiva de la empresa aquellas circunstancias que agraven los riesgos previstos o den lugar a otros nuevos. Para conseguir estos objetivos, es fundamental contar con los documentos y las herramientas precisos.

4.6.1.

Desviaciones respecto de lo establecido

Se consideran desviaciones respecto de lo establecido a las alteraciones de las condiciones del puesto de trabajo que se producen durante la ejecución de las tareas, que dan lugar a la generación de nuevos riesgos o agravan los determinados inicialmente y para los que se han establecido, por parte de los órganos preventivos de la empresa, las medidas de control apropiadas. A este respecto, se han de valorar sobre todo las desviaciones significativas, es decir, las que realmente agravan los riesgos previstos o 126

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introducen nuevos riesgos graves, que exigen la valoración y adopción de nuevas medidas preventivas para su control. Como ejemplo, se pueden considerar como posibles desviaciones respecto de lo establecido:

a) Con relación al lugar: — Modificación sensible del espacio de trabajo (reducción del espacio, generación de desniveles no previstos, necesidad de eliminar protecciones colectivas, etc.). — Modificación de las condiciones atmosféricas (fuerte viento, lluvia, tormenta eléctrica, etc.), cuando influyen en la tarea que se realiza, como movimiento elevado de cargas, trabajos sobre instalaciones eléctricas o en su proximidad, operaciones de precisión en el montaje de grandes piezas, trabajos en pozos o zanjas, etc. — Modificación de las condiciones de orden y limpieza (creación de obstáculos, derrames de productos, encharcamientos, etc.). — Modificación de las condiciones ambientales (presencia de contaminantes químicos, exceso de ruido que impide la comunicación entre los trabajadores que coordinan sus actuaciones, etc.). — Modificación de las características estructurales y de estabilidad, como la aparición de deformaciones, ya sean producidas por golpes o debidas a las cargas estáticas o vibraciones, aparición de grietas, etc.

b) Con relación a las instalaciones, ya sean las utilizadas o que se encuentran presentes en el puesto de trabajo: — Modificación de las variables (presión, caudal, interrupción de los suministros, etc.).

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— Alteraciones en el suministro (interrupción, disminución, incremento desproporcionado, etc.). — Dificultades en la regulación del suministro.

c)

Con relación a los equipos: — — — — — — — —

Desgastes prematuros. Roturas. Deformaciones. Dificultades según el uso previsto (problemas con el espacio, la carga, acoplamiento de los útiles, etc.). Aumento sensible de las vibraciones o del ruido producido. Dificultades en la regulación. Dificultades de mantener los elementos de protección. Incremento en la generación de contaminantes.

d) Con relación a los materiales: — Presentación en forma diferente a la prevista (mayor peso o volumen que supone mayor dificultad de manipulación, diferente estado: previsto líquido y se presenta en estado sólido, prevista una concentración y viene con otra, etc.). — Alteración de sus características físicas (cambio de coloración, deformaciones, generación de calor o frío, etc.). — Manifestaciones no previstas durante la utilización (emanación de gases, pérdida de consistencia, etc.).

e) Con relación a los procesos: — Modificación en las técnicas de trabajo que impliquen el empleo de nuevos equipos o instalaciones. — Alteración del orden de realización de las operaciones.

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f)

Con relación a la organización: — Alteración del número de trabajadores. — Cambio de trabajadores. — Inclusión de turnos de noche, prolongación de jornada.

g) Con relación a los trabajadores: — Absentismo provocado por el trabajo.

h) Con relación a la coordinación: — Pérdida o dificultad en la comunicación. — Falta de seguimiento de las instrucciones o de los acuerdos establecidos.

4.6.2.

Facultades del recurso preventivo ante las desviaciones

Si bien las facultades ante posibles desviaciones no vienen contempladas explícitamente en ninguno de los documentos legales que se refieren a la figura del recurso preventivo, un análisis de estos documentos permite determinarlas. Así, en el RD 39/1997, en su artículo 22 bis, dedicado a la presencia de los recursos preventivos, se contempla:

…/…

5. Cuando, como resultado de la vigilancia, se observe un deficiente cumplimiento de las actividades preventivas, las personas a las que se asigne la presencia: Harán las indicaciones necesarias para el correcto e inmediato cumplimiento de las actividades preventivas. 129

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Deberán poner tales circunstancias en conocimiento del empresario para que este adopte las medidas necesarias para corregir las deficiencias observadas si estas no hubieran sido aún subsanadas. 6. Cuando, como resultado de la vigilancia, se observe ausencia, insuficiencia o falta de adecuación de las medidas preventivas, las personas a las que se asigne la presencia deberán poner tales circunstancias en conocimiento del empresario, que procederá de manera inmediata a la adopción de las medidas necesarias para corregir las deficiencias y a la modificación de la planificación de la actividad preventiva y, en su caso, de la evaluación de riesgos laborales. …/… 9. Cuando existan empresas concurrentes en el centro de trabajo que realicen las operaciones concurrentes a las que se refiere el apartado 1.a de este artículo, o actividades o procesos peligrosos o con riesgos especiales, a los que se refiere el apartado 1.b, la obligación de designar recursos preventivos para su presencia en el centro de trabajo recaerá sobre la empresa o empresas que realicen dichas operaciones o actividades, en cuyo caso y cuando sean varios dichos recursos preventivos deberán colaborar entre sí y con el resto de los recursos preventivos y persona o personas encargadas de la coordinación de las actividades preventivas del empresario titular o principal del centro de trabajo. (RD 39/1997)

Como se puede observar, el apartado 5 del artículo 22 bis del RD 39/1997 contempla la facultad del recurso preventivo para impartir instrucciones. Además, atendiendo al apartado 9 de este mismo artículo, se subraya la necesidad de colaboración entre recursos preventivos de diferentes empresas que actúan en el mismo lugar, lo que permite deducir la facultad del recurso preventivo de intercambiar comunicaciones con otros recursos para coordinar sus actuaciones.

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Por lo que se refiere al punto 6 de este mismo artículo, se menciona la obligación de informar al empresario de las desviaciones ocurridas durante el proceso, si bien es el propio recurso preventivo quien decide si un cambio en las circunstancias del proceso agrava los riesgos o propicia la aparición de nuevos riesgos graves, por lo que esta obligación también se podría considerar como facultad. Por su parte, en el punto 4 del artículo 32 bis de la Ley 31/1995 (LPRL), que introduce como posible recurso preventivo la figura de un trabajador especializado en el proceso, se indica que estos trabajadores han de mantener una necesaria colaboración con los órganos preventivos establecidos por el empresario, es decir, con los servicios de prevención o con los trabajadores designados.

Artículo 32 bis. Presencia de los recursos preventivos. …/…

4. No obstante lo señalado en los apartados anteriores, el empresario podrá asignar la presencia de forma expresa a uno o varios trabajadores de la empresa que, sin formar parte del servicio de prevención propio ni ser trabajadores designados, reúnan los conocimientos, la cualificación y la experiencia necesarios en las actividades o procesos a que se refiere el apartado 1 y cuenten con la formación preventiva correspondiente, como mínimo, a las funciones del nivel básico. En este supuesto, tales trabajadores deberán mantener la necesaria colaboración con los recursos preventivos del empresario. (Ley 31/1995)

De lo que cabe deducir que el recurso preventivo tiene la facultad de recurrir a los servicios de prevención o a los trabajadores designados cuando lo estime oportuno en el desarrollo de su función. 131

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Según lo indicado, las facultades de los recursos preventivos en relación con el desarrollo de su actividad serían las siguientes: — Vigilar, inspeccionar, medir o comprobar todas las operaciones que componen el proceso de trabajo para el cual ha sido designado. — Impartir las instrucciones necesarias a cualquiera de las personas que intervienen de forma directa en el proceso para el que ha sido designado el recurso preventivo o que de algún modo participan en él, con independencia de la calificación profesional o jerárquica que ostenten, para que, inmediatamente, se corrijan las desviaciones que se estén produciendo y se cumplan de nuevo las medidas preventivas establecidas. — Solicitar asesoramiento y colaboración de los medios preventivos adoptados en la empresa, ya sean servicios de prevención o trabajadores designados. — Instar a la comunicación y colaboración con los recursos preventivos de otras empresas que actúan en el mismo lugar. En todo caso, el recurso preventivo debe trasladar al empresario las actuaciones llevadas a cabo en el ejercicio de estas facultades. Es importante resaltar que el recurso preventivo no tiene un poder coercitivo, es decir, no puede obligar a nadie a actuar según sus indicaciones. Esta facultad solo corresponde al empresario, motivo por el que el recurso preventivo debe informarle de manera inmediata cuando las propuestas no sean atendidas y, en todo caso, cuando la política de coordinación dentro de la empresa así lo establezca.

4.6.3.

Paralización del proceso de trabajo

Entre las facultades del recurso preventivo no figura paralizar los trabajos cuando hay desviaciones respecto de las condiciones previstas. No obstante, y dado el conocimiento profundo que tiene de los posibles riesgos en el desarrollo del proceso, cuando las desviaciones agraven 132

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los riesgos o aparezcan nuevas situaciones calificables de riesgo grave e inminente, el recurso preventivo tiene no solo la facultad sino el deber de paralizar el trabajo informando de manera inmediata al empresario y al servicio de prevención o al trabajador designado. Ellos serán los únicos que, descartada tal calificación del riesgo o establecidas las medidas preventivas necesarias, pueden decidir la vuelta al trabajo. Por tanto, el recurso preventivo puede paralizar los trabajos cuando, en el ejercicio de su función, estime que las circunstancias que se presentan en el proceso constituyen un riesgo grave e inminente. La Ley 31/1995 (LPRL) establece la siguiente definición de riesgo grave e inminente:

Se entenderá como “riesgo laboral grave e inminente” aquel que resulte probable racionalmente que se materialice en un futuro inmediato y pueda suponer un daño grave para la salud de los trabajadores. En el caso de exposición a agentes susceptibles de causar daños graves a la salud de los trabajadores, se considerará que existe un riesgo grave e inminente cuando sea probable racionalmente que se materialice en un futuro inmediato una exposición a dichos agentes de la que puedan derivarse daños graves para la salud, aun cuando estos no se manifiesten de forma inmediata. (Ley 31/1995)

Según esta definición, son dos las variables que hay que analizar respecto del riesgo para que pueda considerarse grave e inminente: — Que haya una probabilidad razonable de que en un futuro inmediato se produzca un daño para la seguridad y salud de los trabajadores. — Que el daño que probablemente se va a producir sea grave.

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Teniendo en cuenta la repercusión que supone paralizar los trabajos, la Ley 31/1995 establece las siguientes indicaciones acerca del riesgo grave e inminente:

Artículo 21. Riesgo grave e inminente. 1. Cuando los trabajadores estén o puedan estar expuestos a un riesgo grave e inminente con ocasión de su trabajo, el empresario estará obligado a: a) Informar lo antes posible a todos los trabajadores afectados acerca de la existencia de dicho riesgo y de las medidas adoptadas o que, en su caso, deban adoptarse en materia de protección. b) Adoptar las medidas y dar las instrucciones necesarias para que, en caso de peligro grave, inminente e inevitable, los trabajadores puedan interrumpir su actividad y, si fuera necesario, abandonar de inmediato el lugar de trabajo. En este supuesto no podrá exigirse a los trabajadores que reanuden su actividad mientras persista el peligro, salvo excepción debidamente justificada por razones de seguridad y determinada reglamentariamente. c) Disponer lo necesario para que el trabajador que no pudiera ponerse en contacto con su superior jerárquico, ante una situación de peligro grave e inminente para su seguridad, la de otros trabajadores o la de terceros a la empresa, esté en condiciones, habida cuenta de sus conocimientos y de los medios técnicos puestos a su disposición, de adoptar las medidas necesarias para evitar las consecuencias de dicho peligro. 2. De acuerdo con lo previsto en el apartado 1 del artículo 14 de la presente ley, el trabajador tendrá derecho a interrumpir su actividad y abandonar el lugar de trabajo, en caso necesario, cuando considere que dicha actividad entraña un riesgo grave e inminente para su vida o su salud. 3. Cuando en el caso a que se refiere el apartado 1 de este artículo el empresario no adopte o no permita la adopción de las medidas necesarias para garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores, los representantes legales de estos podrán acordar, por mayoría de sus miembros, la paralización de la actividad de los trabajadores afectados por dicho riesgo. Tal acuerdo será comunicado de 134

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inmediato a la empresa y a la autoridad laboral, la cual, en el plazo de veinticuatro horas, anulará o ratificará la paralización acordada. El acuerdo a que se refiere el párrafo anterior podrá ser adoptado por decisión mayoritaria de los Delegados de Prevención cuando no resulte posible reunir con la urgencia requerida al órgano de representación del personal. 4. Los trabajadores o sus representantes no podrán sufrir perjuicio alguno derivado de la adopción de las medidas a que se refieren los apartados anteriores, a menos que hubieran obrado de mala fe o cometido negligencia grave. (Ley 31/1995)

4.6.4.

Reinicio de los trabajos

Como se ha visto en el punto anterior, una de las consecuencias más importantes que pueden derivar de las actuaciones del recurso preventivo es la paralización de los trabajos si estima que las condiciones pueden provocar un riesgo grave e inminente. En este caso, la actuación preferente del recurso preventivo será comunicar este hecho de manera inmediata al empresario y al servicio de prevención. Tomada esta decisión, corresponde exclusivamente al órgano preventivo de la empresa valorar con exactitud la situación y determinar en su caso las acciones preventivas para controlarla, de modo que pueda reanudarse el trabajo cuando las medidas establecidas, ya sean definitivas o coyunturales, hayan sido adoptadas. A partir de este punto, vuelve a ser efectivo el papel del recurso preventivo en el desempeño de sus funciones y en el ejercicio de sus facultades.

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4.7. EL DEBER DE INFORMACIÓN AL EMPRESARIO 4.7.1.

Información al mando

Es obligación del recurso preventivo, más que una facultad, informar al empresario cuando hay incidencias que afecten a la seguridad y salud de los trabajadores durante el proceso de trabajo que ha de controlar. El mando es el representante del empresario por delegación de este, por lo que a través de él se podrá comunicar al empresario las incidencias que se produzcan de la manera más rápida e inmediata. Sin embargo, antes de comenzar el trabajo que exige la presencia del recurso preventivo, hay que precisar a quién se debe informar de las posibles incidencias que agraven los riesgos o introduzcan otros nuevos no considerados, así como los medios para transmitir la información. Asimismo, en el ejercicio de sus facultades, el recurso preventivo puede informar al servicio de prevención o al trabajador designado (trasladando así la información al órgano competente de la empresa) acerca de los problemas que puedan provocar las incidencias en la seguridad y salud de los trabajadores. Cabe considerar como mando al superior jerárquico o funcional, según haya establecido el empresario. En el caso de que se designe como recurso preventivo al mando que dirige el proceso, se eliminará el posible conflicto de intereses productivos-preventivos. El sistema de información puede ser cualquiera que permita al empresario, rápidamente y sin lugar a dudas, conocer las circunstancias que se están produciendo durante el trabajo para que adopte las medidas oportunas. No obstante, es conveniente recopilar por escrito las anotaciones que den constancia de la información transmitida y del destinatario de esta.

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La información se ha de transmitir de manera clara y concreta, y debe proporcionar los siguientes datos: etapa del proceso en la que se está produciendo la incidencia, elemento del puesto afectado por la misma (el lugar, las instalaciones, los equipos, los materiales, la organización o los trabajadores) y modo en que el elemento se está viendo afectado (insuficiente, rotura, desgaste, transformación, dificultades de operación, enfermedad, etc.). Para agilizar este proceso informativo, es oportuno disponer de un formato elaborado por el servicio de prevención, en el que se subrayen para cada caso las variables fundamentales de la incidencia.

4.7.2.

Información al órgano preventivo de la empresa

A la hora de analizar la necesidad de que el recurso preventivo informe al órgano preventivo de la empresa, es decir, al servicio de prevención o al trabajador designado, es conveniente conocer la misión que la ley establece para este órgano. La Ley 31/1995 establece:

Artículo 30. Protección y prevención de riesgos profesionales. 1. En cumplimiento del deber de prevención de riesgos profesionales, el empresario designará uno o varios trabajadores para ocuparse de dicha actividad, constituirá un servicio de prevención o concertará dicho servicio con una entidad especializada ajena a la empresa. 2. Los trabajadores designados deberán tener la capacidad necesaria, disponer del tiempo y de los medios precisos y ser suficientes en número, teniendo en cuenta el tamaño de la empresa, así como los riesgos a que están expuestos los trabajadores y su distribución en la misma, con el alcance que se determine en las disposiciones a que se refiere la letra e del apartado 1 del artículo 6 de la presente ley. Los trabajadores a que se refiere el párrafo anterior colaborarán entre sí y, en su caso, con los servicios de prevención. (Ley 31/1995) 137

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El artículo 30 de la Ley 31/1995 asigna la competencia en materia de prevención a los servicios especializados o a los trabajadores designados. Por otro lado, y en referencia concreta a los servicios de prevención, el artículo 31 de la misma ley contempla:

Artículo 31. Servicios de prevención. …/…

2. Se entenderá como servicio de prevención el conjunto de medios humanos y materiales necesarios para realizar las actividades preventivas a fin de garantizar la adecuada protección de la seguridad y la salud de los trabajadores, asesorando y asistiendo para ello al empresario, a los trabajadores y a sus representantes y a los órganos de representación especializados. Para el ejercicio de sus funciones, el empresario deberá facilitar a dicho servicio el acceso a la información y documentación a que se refiere el apartado 3 del artículo anterior. 3. Los servicios de prevención deberán estar en condiciones de proporcionar a la empresa el asesoramiento y apoyo que precise en función de los tipos de riesgo en ella existentes y en lo referente a: a) El diseño, implantación y aplicación de un plan de Prevención de Riesgos Laborales que permita la integración de la prevención en la empresa. b) La evaluación de los factores de riesgo que puedan afectar a la seguridad y la salud de los trabajadores en los términos previstos en el artículo 16 de esta ley. c) La planificación de la actividad preventiva y la determinación de las prioridades en la adopción de las medidas preventivas y la vigilancia de su eficacia. d) La información y formación de los trabajadores, en los términos previstos en los artículos 18 y 19 de esta ley. e) La prestación de los primeros auxilios y planes de emergencia. f) La vigilancia de la salud de los trabajadores en relación con los riesgos derivados del trabajo.

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Si la empresa no llevara a cabo las actividades preventivas con recursos propios, la asunción de las funciones respecto de las materias descritas en este apartado sólo podrá hacerse por un servicio de prevención ajeno. Lo anterior se entenderá sin perjuicio de cualquiera otra atribución legal o reglamentaria de competencia a otras entidades u organismos respecto de las materias indicadas. 4. El servicio de prevención tendrá carácter interdisciplinario, debiendo sus medios ser apropiados para cumplir sus funciones. Para ello, la formación, especialidad, capacitación, dedicación y número de componentes de estos servicios, así como sus recursos técnicos, deberán ser suficientes y adecuados a las actividades preventivas a desarrollar, en función de las siguientes circunstancias: a) Tamaño de la empresa. b) Tipos de riesgo a los que puedan encontrarse expuestos los trabajadores. c) Distribución de riesgos en la empresa. …/…

La lectura de estos artículos deja claro que la evaluación de los riesgos corresponde a los servicios de prevención o a los trabajadores designados, es decir, a la organización preventiva de la empresa. Por su parte, dicha evaluación implica, aparte de identificar y valorar los riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores, determinar las medidas preventivas para controlarlos y, lógicamente, un análisis posterior para comprobar que dichas medidas son adecuadas y eficaces para combatirlos. Asimismo, se contempla claramente el papel asesor que tiene el órgano de prevención de la empresa, tanto para el empresario como para los trabajadores y sus representantes. El RD 39/1997 establece, en su artículo 10, las modalidades del órgano de prevención que puede adoptar el empresario para desarrollar la actividad preventiva en la empresa: 139

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Artículo 10. Modalidades. 1. La organización de los recursos necesarios para el desarrollo de las actividades preventivas se realizará por el empresario con arreglo a alguna de las modalidades siguientes: a) Asumiendo personalmente tal actividad. b) Designando a uno o varios trabajadores para llevarla a cabo. c) Constituyendo un servicio de prevención propio. d) Recurriendo a un servicio de prevención ajeno. (RD 39/1997)

Queda claro, por tanto, que corresponde al órgano preventivo de la empresa —los servicios de prevención o los trabajadores designados—, y no al recurso preventivo, el control de las condiciones de trabajo mediante la evaluación de riesgos o los planes de seguridad y la determinación de las medidas preventivas oportunas. De ahí que el recurso preventivo tenga que recurrir al órgano preventivo de la empresa ante una situación que requiera valorar el riesgo o determinar la eficacia de una medida preventiva. La propia ley, en su artículo 32 bis, indica que el recurso preventivo, a la hora de valorar los riesgos y determinar la adecuación de las medidas preventivas establecidas, ha de colaborar con el servicio de prevención en los casos en los que no pertenezca a los órganos preventivos de la empresa, es decir, cuando no forme parte del servicio de prevención o no sea un trabajador designado. Como ya se ha señalado, entre las facultades del recurso preventivo figura informar a los servicios de prevención y solicitar su colaboración cuando lo estime necesario. Debe entablar dichos contactos con el órgano preventivo de la empresa en cuanto dude de la adecuación o de la eficacia de las medidas establecidas para combatir los riesgos que se 140

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presentan durante el trabajo, o bien cuando surjan riesgos no contemplados previamente. Hay que resaltar que el recurso preventivo debe cursar la solicitud de colaboración una vez le surjan dichas dudas (que no certeza, pues esta supone una valoración que no entra en el ámbito de sus funciones). Al solicitar la colaboración de los servicios competentes, el recurso preventivo debe proporcionar una información análoga a la que se debería suministrar a los mandos, es decir: — Una información clara y concreta sobre la etapa del proceso en la que se esté produciendo una incidencia, el elemento del puesto afectado (el lugar, las instalaciones, los equipos, los materiales, la organización o los trabajadores) y el modo en que le afecta dicha incidencia (insuficiente, rotura, desgaste, transformación, dificultades de operación, enfermedad, etc.). Para facilitar que el recurso preventivo transmita la información con todos sus aspectos relevantes, sería conveniente que el propio órgano preventivo de la empresa proporcionara un formato establecido en el que se resalten, para cada caso, las variables fundamentales en la incidencia. Asimismo, es recomendable que, antes de que se inicien los trabajos y una vez designado el recurso preventivo, se establezca el modo de transmitir la información y de solicitar colaboración, si bien en todos los casos es conveniente que consten por escrito todos estos detalles.

4.8. PRESENCIA DEL RECURSO PREVENTIVO 4.8.1.

Concepto de presencia del recurso preventivo

Este concepto referido a la actuación del recurso preventivo puede generar dudas cuando se interpreta literalmente lo que recogen los 141

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textos legales acerca de ella. Por ejemplo, el ar tículo 32 bis de la Ley 31/1995, en el punto 1, habla de la presencia del recurso preventivo en el centro de trabajo y del mismo modo lo menciona en el punto 3 de dicho ar tículo.

Artículo 32 bis. Presencia de los recursos preventivos. 1. La presencia en el centro de trabajo de los recursos preventivos, cualquiera que sea la modalidad de organización de dichos recursos, será necesaria en los siguientes casos: a) Cuando los riesgos puedan verse agravados o modificados en el desarrollo del proceso o la actividad, por la concurrencia de operaciones diversas que se desarrollan sucesiva o simultáneamente y que hagan preciso el control de la correcta aplicación de los métodos de trabajo. b) Cuando se realicen actividades o procesos que reglamentariamente sean considerados como peligrosos o con riesgos especiales. c) Cuando la necesidad de dicha presencia sea requerida por la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, si las circunstancias del caso así lo exigieran debido a las condiciones de trabajo detectadas. 2. Se consideran recursos preventivos, a los que el empresario podrá asignar la presencia, los siguientes: a) Uno o varios trabajadores designados de la empresa. b) Uno o varios miembros del servicio de prevención propio de la empresa. c) Uno o varios miembros del o los servicios de prevención ajenos concertados por la empresa. Cuando la presencia sea realizada por diferentes recursos preventivos estos deberán colaborar entre sí. 3. Los recursos preventivos a que se refiere el apartado anterior deberán tener la capacidad suficiente, disponer de los medios necesarios y ser suficientes en número para vigilar el cumplimiento de las actividades preventivas, debiendo permanecer en el centro de trabajo durante el tiempo en que se mantenga la situación que determine su presencia.

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4. No obstante lo señalado en los apartados anteriores, el empresario podrá asignar la presencia de forma expresa a uno o varios trabajadores de la empresa que, sin formar parte del servicio de prevención propio ni ser trabajadores designados, reúnan los conocimientos, la cualificación y la experiencia necesarios en las actividades o procesos a que se refiere el apartado 1 y cuenten con la formación preventiva correspondiente, como mínimo, a las funciones del nivel básico. En este supuesto, tales trabajadores deberán mantener la necesaria colaboración con los recursos preventivos del empresario. (Ley 31/1995)

Ahora bien, el concepto de presencia que supone la ley al referirse al recurso preventivo debe entenderse como estancia física, no ya en el centro de trabajo sino en el puesto de trabajo donde se desarrolla el proceso para el que ha sido asignado. Esta interpretación es la única compatible con la función de vigilar las actuaciones, aunque haya diversos puntos de la normativa en los que parezca suficiente estar simplemente en el centro de trabajo. Para aclarar este concepto, conviene repasar otros términos que se prestan a confusión, como son: — — — —

Centro de trabajo. Lugar de trabajo. Puesto de trabajo. Tarea.

4.8.1.1.

Centro de trabajo

El concepto de centro de trabajo se puede extraer del Estatuto de los Trabajadores:

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A efectos de esta ley se considera centro de trabajo la unidad productiva con organización específica, que sea dada de alta, como tal, ante la autoridad laboral. (Real Decreto Legislativo 1/1995, de 24 de marzo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores)

Esta definición alude al centro de trabajo como una unidad administrativa, que el empresario da de alta ante la Administración para realizar una función productiva. Forman par te de ella el espacio físico que ocupa y los recursos que la componen. Corresponde al empresario establecer dichos recursos y definir la organización adecuada para alcanzar los objetivos propuestos al constituir el centro de trabajo. Por tanto, de acuerdo con la definición del Estatuto de los Trabajadores, es imprescindible, para que un espacio pueda considerarse como lugar de trabajo, que haya sido dado de alta como tal por el empresario ante la autoridad laboral. Los deberes y derechos vinculados al contrato de trabajo entre el empresario y el trabajador derivan, precisamente, del centro de trabajo, y desde esta perspectiva se debe contemplar en el área de la prevención de riesgos laborales.

4.8.1.2.

Lugar de trabajo

El concepto de lugar de trabajo en el ámbito de la prevención de riesgos laborales se ha de ilustrar mediante el Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, que contempla:

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1. A efectos del presente Real Decreto se entenderá por lugares de trabajo las áreas del centro de trabajo, edificadas o no, en las que los trabajadores deban permanecer o a las que puedan acceder en razón de su trabajo. (Real Decreto 486/1997)

Se define, por tanto, el lugar de trabajo como el ámbito físico de un centro de trabajo al que puede acceder el trabajador, no ya para realizar una tarea, sino simplemente como presencia física por motivos propios de la relación contractual entre él y el empresario. Hay que resaltar, además, que el lugar de trabajo no supone un centro de trabajo concreto en los términos antes señalados. Según dicho real decreto, el lugar de trabajo abarca el ámbito del espacio físico de las obligaciones que asume el empresario para preservar la seguridad y salud de los trabajadores. Este espacio físico establecido por el empresario, concretado en un centro de trabajo, ha de satisfacer las exigencias necesarias para que la seguridad y salud de los trabajadores estén garantizadas partiendo de la mera permanencia en él. Por otra parte, hay lugares que exigen la presencia física del trabajador por motivos contractuales y que, al no estar bajo el control del empresario, no se consideran lugares de trabajo propiamente dichos. Se trata, fundamentalmente, de los lugares que recorre el trabajador desde su domicilio hasta el centro de trabajo (lugares “in itínere”) y de los lugares públicos que atraviesa el trabajador en su desplazamiento entre centros de trabajo (lugares de desplazamiento “in misión”). 4.8.1.3.

Puesto de trabajo

No se dispone para este concepto de una definición tan clara y concreta en la normativa legal como en los casos del centro y del lugar de 145

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trabajo. Por este motivo, hay que remitirse a conceptos que aparecen en documentos elaborados por organismos de prestigio en materia de prevención de riesgos laborales. Teniendo en cuenta este principio, se mencionan a continuación algunas expresiones y/o definiciones que pueden aclarar el significado de puesto de trabajo.

La evaluación de un puesto tiene en cuenta el equipo, el mobiliario, y otros instrumentos auxiliares de trabajo, así como su disposición y dimensiones. La disposición del puesto de trabajo depende de la amplitud del área donde se realiza el trabajo y del equipo disponible, por lo tanto, no pueden darse criterios específicos de evaluación para cada posibilidad. La clasificación del espacio de trabajo está en función de que las medidas o disposiciones técnicas permitan una postura de trabajo apropiada y correcta, que no impida realizar movimientos, y en función de la evaluación general de la zona de trabajo. Esta evaluación general se complementa con el análisis de la actividad física, el levantamiento de pesos y los movimientos y posturas de trabajo. (NTP 387: Evaluación de las condiciones de trabajo: método del análisis ergonómico del puesto de trabajo)

Por su parte, la Organización Internacional del Trabajo define el puesto de trabajo como:

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El lugar que un trabajador ocupa cuando desempeña una tarea. Puede estar ocupado todo el tiempo o ser uno de los varios lugares en que se efectúa el trabajo. Algunos ejemplos de puestos de trabajo son las cabinas o mesas de trabajo desde las que se manejan máquinas, se ensamblan piezas o se efectúan inspecciones; una mesa de trabajo desde la que se maneja un ordenador; una consola de control; etc. Es importante que el puesto de trabajo esté bien diseñado para evitar enfermedades relacionadas con condiciones laborales deficientes, así como para asegurar que el trabajo sea productivo. Hay que diseñar todo puesto de trabajo teniendo en cuenta al trabajador y la tarea que va a realizar a fin de que ésta se lleve a cabo cómodamente, sin problemas y eficientemente. Si el puesto de trabajo está diseñado adecuadamente, el trabajador podrá mantener una postura corporal correcta y cómoda, lo cual es importante porque una postura laboral incómoda puede ocasionar múltiples problemas, entre otros: — Lesiones en la espalda. — Aparición o agravación de una LER [lesión por esfuerzo repetitivo]. — Problemas de circulación en las piernas.

La propia OIT, respecto a los presupuestos básicos de la ergonomía, habla del puesto de trabajo del siguiente modo:

Se denomina puesto de trabajo a la parte del área de producción establecida a cada obrero (o brigada) y dotada de los medios de trabajo necesarios para el cumplimiento de una determinada parte del proceso de producción.

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Se identifica también el puesto de trabajo con el siguiente concepto:

Célula fundamental del proceso productivo compuesto por tres elementos: fuerza de trabajo (FT), medios de trabajo (MT) y objetivos de trabajo (OT).

A partir de las ideas expuestas, cabe definir el puesto de trabajo como:

El espacio físico del lugar de trabajo que ocupa el trabajador dotado de los medios necesarios para la realización de una tarea.

El puesto de trabajo se compone de estos elementos: — — — — — — —

Espacio de trabajo. Instalaciones. Equipos. Materiales. Objetivo (instrucciones o proceso). Organización. Trabajador.

Cada uno de ellos puede desempeñar un papel activo o pasivo, es decir, pueden formar par te directa en la ejecución de la tarea o simplemente hallarse en el lugar mientras se realiza alguna labor y condicionarla o afectarla mediante su presencia; este sería el caso de una instalación eléctrica de alta tensión próxima al lugar donde se realiza el trabajo.

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4.8.1.4.

Tarea

El concepto de tarea, asociada a un puesto de trabajo y en relación con el recurso preventivo, alberga la suficiente importancia como para definirlo de alguno de estos modos:

Una unidad de trabajo organizada discretamente (que se puede asignar a un puesto de trabajo u otro), con un principio y un fin claramente definidos, realizada por un individuo para conseguir las metas de un puesto de trabajo. Acto o secuencia de actos agrupados en el tiempo, destinados a contribuir a un resultado final específico, para el alcance de un objetivo.

De modo que cabría definirla como:

El conjunto de operaciones que ha de realizar el trabajador para cumplir los objetivos que le ha marcado el empresario.

4.8.1.5.

Operación

Por su parte, la operación es:

La acción elemental que realiza el trabajador en el desarrollo de su tarea.

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Al ejecutar una operación, pueden intervenir todos los elementos del puesto de trabajo o solo alguno de ellos. Durante la realización de las operaciones es cuando suelen aparecer los riesgos que afectan a cualquiera de los elementos del puesto, por lo que la operación es la componente del trabajo a la que debe atender preferentemente el recurso preventivo.

4.8.2.

Misión de la presencia del recurso preventivo

El motivo de la presencia del recurso preventivo se encuentra recogido de forma explícita en el punto 4 del artículo 22 bis del RD 39/1997:

Artículo 22 bis. Presencia de los recursos preventivos. …/… 4. La presencia es una medida preventiva complementaria que tiene como finalidad vigilar el cumplimiento de las actividades preventivas en relación con los riesgos derivados de la situación que determine su necesidad para conseguir un adecuado control de dichos riesgos. Dicha vigilancia incluirá la comprobación de la eficacia de las actividades preventivas previstas en la planificación, así como de la adecuación de tales actividades a los riesgos que pretenden prevenirse o a la aparición de riesgos no previstos y derivados de la situación que determina la necesidad de la presencia de los recursos preventivos. (RD 39/1997)

Según este artículo, la presencia del recurso preventivo tiene como misión vigilar el cumplimiento de las medidas preventivas fijadas para un adecuado control de los riesgos derivados de la situación para la que ha sido asignado. Por lo tanto, la vigilancia que debe realizar el recurso 150

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preventivo durante la realización del trabajo persigue comprobar que las acciones preventivas para el control de los riesgos se están aplicando según lo establecido. Asimismo, el recurso preventivo ha de constatar que no se están alterando las condiciones de trabajo previstas, de forma que los riesgos recogidos en la evaluación previa o en el plan de seguridad no se agravan y no surgen nuevos riesgos significativos que no hayan sido considerados inicialmente. Una vez establecidas la necesidad y la función del recurso preventivo, resulta fundamental su presencia física en el puesto de trabajo durante la realización de las tareas que motivan dicha presencia. Gracias a ello, podrá comprobar, antes de que comience el trabajo, que las medidas preventivas establecidas en la evaluación de riesgos o en el plan de seguridad han sido adoptadas y podrá vigilar que estas se siguen adoptando a medida que avanza el trabajo, de modo que no se producen alteraciones en las condiciones del puesto de trabajo ni en el desarrollo de la tarea que agraven los riesgos predeterminados o hagan surgir nuevos riesgos.

4.8.3.

Presencia del recurso preventivo en el centro de trabajo

A partir de lo expuesto, se puede concluir que, para que el recurso preventivo realice su misión de vigilancia, no es suficiente su simple presencia en el centro de trabajo, puesto que, según el concepto indicado de centro de trabajo, este tiene un ámbito administrativo y como tal se pueden reunir en él posiciones muy alejadas del lugar en el que se están efectuando las tareas que determinaron su asignación, lo que impide vigilar su desarrollo y dificulta cumplir la misión encomendada.

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4.8.4.

Presencia del recurso preventivo en el lugar de trabajo

Al igual que ocurre con el centro de trabajo, si se considera la definición que expone el RD 486/1997, el lugar de trabajo puede ser un espacio físico distinto de aquel en el que se esté realizando la operación que ha de vigilar el recurso preventivo. Por tanto, tampoco es válida simplemente la presencia del recurso preventivo en el lugar de trabajo para desarrollar su función, puesto que la definición recogida en dicho real decreto contempla que este puede abarcar asimismo puntos muy alejados del sitio donde se realiza la tarea.

4.8.5.

Presencia del recurso preventivo en el puesto de trabajo

El puesto de trabajo es, como ya se ha señalado, el espacio físico del lugar de trabajo que ocupa el trabajador, y ha de contener los medios necesarios para que se pueda efectuar una tarea. Es decir, es el punto donde se deben realizar las operaciones del proceso de trabajo y, por tanto, aquellas que el recurso preventivo ha de vigilar cuando sea asignado. De este modo, la presencia del recurso preventivo en el centro de trabajo que establece la ley debe entenderse como presencia física en el puesto de trabajo donde se desarrolla la actividad que motivó su asignación. Es este el único lugar donde puede efectuar su función. Si bien la función del recurso preventivo en el puesto de trabajo está claramente establecida, hay que considerar distintos escenarios en los que se puede hallar el puesto de trabajo y que pueden condicionar la labor del recurso preventivo. Estos escenarios son: — Que los puestos de trabajo estén dentro de instalaciones pertenecientes a la empresa que desarrolla el proceso. 152

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— Que los puestos de trabajo se encuentren en instalaciones de clientes, situaciones habituales en: • Operaciones de mantenimiento o montaje. • Obras de construcción. 4.8.5.1.

Presencia del recurso preventivo en instalaciones propias

Si el recurso preventivo ha sido asignado para vigilar procesos que se desarrollan en recintos de la propia empresa (algo frecuente en el caso de fábricas o talleres) y son los trabajadores de la propia empresa los posibles afectados por el desarrollo del proceso, el grado de libertad del recurso preventivo será el máximo posible, y es el órgano preventivo de la empresa, con la participación de la función productiva, el que podrá y deberá definirlo previamente. En estos casos, el órgano preventivo, al establecer la necesidad del recurso preventivo, habrá valorado todo el entorno productivo que se puede ver afectado, deberá fijar asimismo las acciones simultáneas que resulten incompatibles y marcará la secuencia de actuaciones sucesivas, ya sean estas de trabajos realizados por la propia empresa o por empresas contratadas, con el fin de minimizar los riesgos. Además, en el caso de actuaciones en instalaciones propias, el asesoramiento que el recurso preventivo necesita del órgano competente de la empresa será por lo general más próximo y accesible. 4.8.5.2.

Presencia del recurso preventivo en instalaciones de clientes

En el caso de que una empresa actúe en instalaciones de un cliente, se suelen producir las siguientes circunstancias: — Que coincidan trabajadores pertenecientes a diferentes empresas en el lugar de trabajo, por lo que se han de coordinar las actividades preventivas con arreglo a lo indicado en el RD 171/2004, de coordinación de actividades empresariales. 153

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— El empresario titular del centro es quien marca la incompatibilidad entre actuaciones y fija las prioridades y condiciones para realizar las sucesivas tareas. — El recurso preventivo no recibirá un asesoramiento inmediato por parte del órgano preventivo de su empresa. La función del recurso preventivo, aun siendo la misma en cualquier caso, en esta situación se ve condicionada por estos tres aspectos: — Las instrucciones del empresario titular del centro en el que va a desarrollar su labor. — La necesaria coordinación de actividades preventivas (RD 171/2004). — Las posibles dificultades para recibir asesoramiento del servicio de prevención. En este supuesto, ha de ser mayor tanto la autonomía del recurso preventivo como la posición del trabajador nombrado como recurso preventivo dentro de la estructura organizativa de la empresa. Más alto deberá ser, asimismo, su grado de conocimientos de todo el proceso y en materia de prevención de riesgos laborales; es decir, la formación como técnico de nivel básico en prevención de riesgos laborales debería complementarse con una formación preventiva específica sobre el proceso que ha de controlar. En los casos en que se nombra un coordinador de actividades preventivas (ya sea por parte del empresario titular, por el empresario principal en su caso o por la propia empresa), el recurso preventivo deberá conocer este nombramiento y mantener relación con el o con los coordinadores para planificar su actuación y valorar todos los aspectos que influyan en ella.

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4.8.5.3.

Presencia del recurso preventivo en las obras de construcción

Los trabajos en obras de construcción son un escenario habitual en el que se desarrolla la función de recurso preventivo y suponen un caso concreto de actividad en instalaciones del cliente en el que actúa la figura del coordinador de seguridad y salud en ejecución de la obra, además de: — Las instrucciones del empresario titular del centro en el que se desarrolla la actuación o del contratista principal en su caso. — La necesaria coordinación de actividades preventivas (RD 171/2004). — Las posibles dificultades para recibir asesoramiento del servicio de prevención. El coordinador de seguridad y salud en ejecución de la obra es quien ha de transmitir las instrucciones del promotor, según establece la disposición adicional primera del RD 171/2004, y es además el encargado de guiar la coordinación de las actividades preventivas, según el artículo 9 punto d) del RD 1627/1997. Por esta razón, desempeña un papel relevante también en relación con el recurso preventivo, quien le deberá informar de cualquier incidente que altere las acciones preventivas establecidas en el plan de seguridad de la obra; asimismo, el recurso preventivo ha de atender las indicaciones e instrucciones sobre prevención que le transmita el coordinador de seguridad. La labor del recurso preventivo en las obras de construcción es más compleja por los cambios constantes que hay en los puestos de trabajo a medida que avanza la obra. El apoyo de los servicios de prevención es, por este motivo, más necesario y se deberán establecer claramente desde el principio los medios para transmitir la información. En principio, no hay ningún inconveniente en que el papel de recurso preventivo lo asuma el coordinador de seguridad en ejecución de la obra, 155

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siempre que esta doble responsabilidad no implique una menor atención en el ejercicio de sus otras funciones.

4.8.6.

Necesidad de designar más de un recurso preventivo

El motivo por el que es necesario en ocasiones designar más de un recurso preventivo reside en la imposibilidad de que un solo trabajador elegido para esta función pueda controlar todos los detalles de las operaciones que componen la tarea a vigilar, o en el hecho de que tengan lugar diferentes operaciones simultáneamente, de manera que un solo recurso preventivo no pueda vigilar todas a la vez. En estos casos, hay que designar tantos recursos preventivos como sea necesario, a fin de vigilar la operación u operaciones para las que son asignados. Cuando es necesario elegir más de un recurso preventivo, estos deberán coordinarse entre sí mediante un sistema de comunicación que les permita estar en contacto permanente durante la ejecución de los trabajos que han de vigilar. Dicha coordinación debe abarcar también a su servicio de prevención, a otros trabajadores designados como recursos preventivos de tareas que pueden verse afectadas por el trabajo a controlar y, en especial, a los coordinadores de seguridad en las obras de construcción. Cada uno de los recursos preventivos designados para controlar una tarea posee las mismas funciones y facultades respecto de las fases o condiciones que han de vigilar.

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5.1. OBLIGACIONES VINCULADAS AL RECURSO PREVENTIVO El papel del recurso preventivo es fundamental para preservar la seguridad y salud de los trabajadores ante situaciones cambiantes que puedan alterar los riesgos previstos durante el trabajo y para los cuales se han establecido medidas preventivas concretas que pueden tornarse ineficaces a causa de tales alteraciones. Por este motivo, la ley prevé, con relación a esta figura, una serie de obligaciones cuyo incumplimiento puede derivar en responsabilidades de carácter penal que pueden llegar al ámbito de las personas. Dicha responsabilidad puede alcanzar tanto al trabajador designado recurso preventivo como al empresario y a su cadena de mando o al órgano preventivo de la empresa. Para definir el alcance de las posibles responsabilidades es conveniente conocer las obligaciones que implica la designación del recurso preventivo y a quién corresponde su cumplimiento.

5.1.1.

Obligaciones del órgano preventivo de la empresa

El órgano de prevención de la empresa (trabajador designado o servicio de prevención) tiene las siguientes obligaciones con relación al recurso preventivo: 1. Realizar el estudio de evaluación de riesgos de los trabajos, concretar las operaciones en las que pueden alterarse las condiciones de trabajo —de forma que los riesgos estudiados se agraven o puedan dar lugar a nuevos riesgos significativos para la salud de los trabajadores que intervienen en el proceso o de terceros próximos durante tales operaciones— y asignar la presencia del recurso preventivo en tales operaciones.

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2. Establecer las medidas preventivas necesarias para controlar las situaciones de riesgo y elaborar las instrucciones opor tunas para que el designado como recurso preventivo pueda realizar su función de vigilancia y control de dichas medidas; estas se deberán incluir en la planificación de las acciones preventivas. 3. Atender las peticiones de asesoramiento por parte del recurso preventivo durante el desarrollo de su función.

5.1.2.

Obligaciones del empresario

Una vez asignada por el órgano preventivo de la empresa la presencia del recurso preventivo a determinados procesos u operaciones, corresponde al empresario, como obligación principal, designar a la persona que ha de cumplir dicha función. La designación del recurso preventivo por parte del empresario ha de ser diligente, es decir, debe basarse en las características que, según la ley, tiene que reunir el designado: 1. Ser técnico en prevención de riesgos laborales. Esta condición la cumplen: — Los técnicos pertenecientes al órgano preventivo de la empresa: trabajador designado y servicio de prevención. — Los trabajadores que, sin pertenecer al órgano preventivo de la empresa, tengan acreditación mínima como técnicos de nivel básico en prevención de riesgos laborales. 2. Tener conocimientos suficientes: — Sobre las diferentes técnicas que se emplean en el proceso que tiene asignada la presencia del recurso preventivo.

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— En prevención de riesgos laborales, sobre los riesgos específicos que se presenten durante el trabajo en el que desarrolla su función y las medidas preventivas para su control. 3. Que para el proceso o la tarea para los que se le designa, se encuentre asignada la presencia en la evaluación de riesgos o en el plan de seguridad. 4. Que cuente con las instrucciones oportunas para el desarrollo de su función. 5. Que cuente con los medios necesarios para poder realizar su labor. 6. Que posea información sobre la existencia de otros recursos preventivos, coordinadores de actividades preventivas o coordinador de seguridad, en caso de obras de construcción, con los que se tenga que coordinar para realizar su función. 7. Que se encuentre a su disposición la documentación relacionada con las tareas que ha de efectuar. 8. Contar con la capacidad física y psíquica necesaria para poder desarrollar su función. Por tanto, es obligación del empresario que designa al recurso preventivo comprobar que el trabajador elegido cumple con las condiciones indicadas. Para ello, el empresario puede delegar en su cadena de mando, pero siempre que se disponga de un procedimiento para la designación del recurso preventivo reflejado en el plan de prevención de la empresa y en el que para mayor facilidad se recojan todos estos aspectos, en una ficha de chequeo.

5.1.3.

Obligaciones del designado como recurso preventivo

Las obligaciones del recurso preventivo se pueden dividir en dos fases: — Fase de designación. — Fase de desarrollo de la función. 161

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En la fase de la designación, el elegido está obligado a: 1. Poner en conocimiento del empresario si alguna causa, de carácter personal, física o psíquica, le impide realizar eficazmente la función de recurso preventivo para el trabajo que tiene asignada su presencia. 2. Poner en conocimiento del empresario si carece de la formación preventiva, como mínimo, de técnico en prevención de nivel básico o si carece de los conocimientos técnicos necesarios sobre el proceso o la tarea que tiene que vigilar. 3. Aceptar la designación, cuando se cumplan todas las condiciones para ello. En la fase de desarrollo de la función, el elegido está obligado a: 1. Estudiar con detenimiento el alcance de su actuación, para lo que se valdrá de las evaluaciones de riesgo, los planes de seguridad y cualquier otra información relacionada con la tarea que ha de desarrollar. 2. Solicitar al órgano preventivo de la empresa las aclaraciones que le permitan tener una visión clara e inequívoca sobre la situación que deberá controlar. 3. Solicitar, en el supuesto de que no posea información al respecto, el sistema de comunicación para realizar las consultas sobre los aspectos que pudieran surgir durante el desarrollo de su función. 4. Solicitar, en el caso de que no los conozca, información sobre la existencia de otros recursos preventivos, coordinadores de actividades preventivas o coordinador de seguridad en obras de construcción, con los que tenga que coordinar su actuación mientras desarrolla su labor, y llevar a efecto dicha coordinación en tal caso. 5. Estar presente en el puesto de trabajo durante el tiempo en el que se desarrollan las tareas para las cuales ha sido asignada su función. 6. Comprobar que se han realizado las acciones preventivas establecidas previas a la tarea que debe controlar. 162

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7. Comprobar que se van realizando las acciones preventivas previstas mientras se ejecutan los trabajos que ha de controlar. 8. Vigilar que las condiciones de trabajo previstas no se modifican durante la realización de la tarea, de forma que se incrementen los riesgos previamente establecidos, o que no aparecen nuevos riesgos calificables como graves. 9. Impartir instrucciones para que se cumplan las acciones preventivas previstas. 10. Solicitar la intervención de la organización preventiva de su empresa cuando, durante la realización de la tarea, se incrementen los riesgos previamente establecidos o aparezcan nuevos riesgos calificables como graves. 11. Paralizar los trabajos e informar a la organización preventiva de su empresa y al empresario cuando, durante la realización de la tarea, se agraven significativamente los riesgos previamente establecidos o aparezcan nuevos riesgos calificables como graves que requieran denuevasmedidas preventivas, o se den situaciones de riesgo grave e inminente. 12. Informar al empresario de las incidencias que se producen durante los trabajos para los que ha sido designado.

5.2. DERECHOS DE LOS OBLIGADOS POR LA FUNCIÓN DEL RECURSO PREVENTIVO Antes de analizar las responsabilidades de los obligados, conviene conocer los derechos con los que cuentan en el cumplimiento de sus obligaciones.

5.2.1.

Derechos del órganoo preventivo de la empresa

Los trabajadores per tenecientes al órgano preventivo de la empresa tienen los derechos que les confieren el ar tículo 30 de la Ley 31/1995. 163

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Artículo 30. Protección y prevención de riesgos profesionales. 1. En cumplimiento del deber de prevención de riesgos profesionales, el empresario designará uno o varios trabajadores para ocuparse de dicha actividad, constituirá un servicio de prevención o concertará dicho servicio con una entidad especializada ajena a la empresa. 2. Los trabajadores designados deberán tener la capacidad necesaria, disponer del tiempo y de los medios precisos y ser suficientes en número, teniendo en cuenta el tamaño de la empresa, así como los riesgos a que están expuestos los trabajadores y su distribución en la misma, con el alcance que se determine en las disposiciones a que se refiere la letra e del apartado 1 del artículo 6 de la presente ley. Los trabajadores a que se refiere el párrafo anterior colaborarán entre sí y, en su caso, con los servicios de prevención. 3. Para la realización de la actividad de prevención, el empresario deberá facilitar a los trabajadores designados el acceso a la información y documentación a que se refieren los artículos 18 y 23 de la presente ley. 4. Los trabajadores designados no podrán sufrir ningún perjuicio derivado de sus actividades de protección y prevención de los riesgos profesionales en la empresa. En ejercicio de esta función, dichos trabajadores gozarán, en particular, de las garantías que para los representantes de los trabajadores establecen las letras a), b) y c) del artículo 68 y el apartado 4 del artículo 56 del texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores. Esta garantía alcanzará también a los trabajadores integrantes del servicio de prevención, cuando la empresa decida constituirlo de acuerdo con lo dispuesto en el artículo siguiente. Los trabajadores a que se refieren los párrafos anteriores deberán guardar sigilo profesional sobre la información relativa a la empresa a la que tuvieran acceso como consecuencia del desempeño de sus funciones. 5. En las empresas de hasta diez trabajadores, el empresario podrá asumir personalmente las funciones señaladas en el apartado 1, siempre que desarrolle de forma habitual su actividad en el centro de trabajo y tenga la capacidad necesaria, en función de los riesgos a que estén expuestos los trabajadores y la peligrosidad de las actividades, con el alcance que se determine en las disposiciones a que se refiere el artículo 6.1.e de esta ley. …/… (Ley 31/1995)

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Según este artículo, los miembros del órgano preventivo de la empresa: — Deben disponer de tiempo suficiente. — Han de contar con los medios adecuados para desarrollar su función. — Deben tener acceso a la información necesaria para ejercer su labor. En el supuesto de que les falte alguno de estos requisitos para el ejercicio de su función, han de comunicarlo al empresario.

5.2.2.

Derechos del empresario

El derecho fundamental del empresario, en este caso, es organizar su empresa, de modo que pueda elegir, para el desarrollo de las diferentes funciones, a las personas que estime convenientes, siempre que la labor encomendada se ajuste a las capacidades y funciones del puesto de trabajo para el que han sido contratadas.

5.2.3.

Derechos del designado como recurso preventivo

Son derechos fundamentales del trabajador designado como recurso preventivo: 1. Poder pedir a su empresario que se cumplan todos los requisitos y condiciones exigibles para poder ser designado recurso preventivo. 2. Poder solicitar al empresario que haga cumplir las condiciones y actuaciones preventivas previstas para el desarrollo del trabajo en el que va a actuar como recurso preventivo, en caso de que los encargados de realizarlas no lo hicieran. 3. Poder solicitar el asesoramiento del órgano preventivo de la empresa, para el desempeño de su función, tanto antes del comienzo de esta como cuando esté en fase de desarrollo. 165

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El derecho a paralizar el trabajo cuando considera que se dan condiciones de riesgo grave e inminente no se fundamenta en su papel como recurso preventivo, sino en el derecho que tiene como trabajador ante esta situación. Junto a los derechos con los que cuenta el recurso preventivo, se encuentran las garantías de no sufrir perjuicio por ejercer su función. Al referirse a estas, hay que distinguir entre trabajadores que pertenecen al órgano preventivo de la empresa o al área productiva. 1. Si se trata de trabajadores pertenecientes al órgano preventivo de la empresa (servicio de prevención o trabajadores designados), cuentan con las garantías que establece el artículo 30..4 de la Ley 31/1995 (LPRL). 2. Cuando se trata de trabajadores que pertenecen al propio proceso productivo, sus garantías están vinculadas a las instrucciones recibidas para llevar a cabo su función, de manera que no se puede condicionar la actuación del trabajador designado como recurso preventivo fuera de las instrucciones recibidas para llevarla a cabo. Por este motivo, resulta fundamental contar con estas instrucciones por escrito y previamente al desarrollo de su función. Por otro lado, de forma general, la Directiva del Consejo 89/391/CEE, relativa a la aplicación de medidas para promover la mejora de la seguridad y salud de los trabajadores en el trabajo, establece en su artículo 7 apartado 2.º que:

Los trabajadores designados no podrán sufrir un perjuicio derivado de sus actividades de protección y de sus actividades de prevención de los riesgos profesionales.

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5.3. CONSECUENCIAS DEL INCUMPLIMIENTO DE OBLIGACIONES. RESPONSABILIDADES Las responsabilidades que corresponden a los que intervienen en el desarrollo de la función del recurso preventivo derivan de los incumplimientos de sus respectivas obligaciones, cuando estos incumplimientos fueran el origen de daños. A continuación se indican los incumplimientos principales que pueden darse por parte de los que intervienen en la presencia del recurso preventivo.

5.3.1.

Incumplimientos de obligaciones por parte del órgano preventivo de la empresa

Los incumplimientos por parte del órgano preventivo de la empresa, en relación con la figura del recurso preventivo, son: — No asignar el recurso preventivo a procesos u operaciones que presentan las condiciones que requieren su presencia. — No reflejar la necesidad del recurso preventivo en las evaluaciones de riesgo, en los planes de seguridad o en la planificación de acciones preventivas. — No determinar las instrucciones para que el designado como recurso preventivo pueda desarrollar correctamente su labor. — No atender a las peticiones de asesoramiento demandadas por el designado como recurso preventivo. — No impartir las instrucciones correspondientes para la vuelta al trabajo en aquellos casos en que fue paralizado tras considerar que presentaba un riesgo grave e inminente.

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5.3.2.

Incumplimiento por parte del empresario

Por su parte, el empresario incurre en un incumplimiento de sus obligaciones respecto al recurso preventivo por estos motivos: — La falta de diligencia al elegir a la persona designada como recurso preventivo, es decir, no comprobar todos los requisitos que debe cumplir antes de su nombramiento. — No realizar el nombramiento formal del trabajador designado. — No atender y corregir las incidencias de las que sea informado por el recurso preventivo durante el desarrollo de su labor que modifican las condiciones de trabajo y los riesgos previstos.

5.3.3.

Incumplimientos por parte del designado como recurso preventivo

El incumplimiento de obligaciones por parte del recurso preventivo es la causa de su responsabilidad y puede estar relacionado: — Con las condiciones para la designación. — Con el desempeño de la función. Los incumplimientos referentes a las condiciones para su designación están relacionados con la comunicación al empresario de aquellas condiciones personales de su salud, conocidas por él, que le impiden o limitan el desarrollo correcto de su función, como son: — Limitaciones personales físicas o psíquicas, cuando se debe a estados de incapacidad temporal o cuya aptitud en este sentido no puede ser determinada por los reconocimientos de vigilancia de la salud. — Falta de formación preventiva con relación a los riesgos que van a surgir durante el proceso para el que ha sido designado. — Falta de los conocimientos técnicos suficientes sobre el proceso que ha de controlar. 168

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Por otro lado, los incumplimientos durante el desarrollo de la función están directamente relacionados con la actitud y diligencia durante su trabajo, lo que puede dar lugar a: — Actos de indisciplina. Entre ellos, no estar presente en el puesto de trabajo cuando corresponde o ausentarse de él antes de que termine su labor, no realizar los controles debidos, no seguir las instrucciones recibidas, no realizar las acciones de coordinación establecidas, etc. — Actos de imprudencia, como no prestar la atención debida, no impartir las instrucciones adecuadas o no informar a la organización preventiva del empresario, ni al empresario, de las desviaciones producidas durante el trabajo y que agravan los riesgos o generan nuevos riesgos no tenidos en cuenta. En todo caso, las responsabilidades por incumplimientos del recurso preventivo se han de determinar a partir del cumplimiento por parte del empresario de las obligaciones que le corresponden.

5.4. CONSECUENCIAS DE LOS INCUMPLIMIENTOS DE QUIENES ESTÁN VINCULADOS A LA FIGURA DEL RECURSO PREVENTIVO Una vez designado el recurso preventivo, el incumplimiento de sus obligaciones puede conllevar responsabilidades cuyas repercusiones pueden recaer tanto sobre el empresario como sobre el propio trabajador designado.

5.4.1.

Consecuencias para el órgano preventivo de la empresa

Las consecuencias para los miembros del órgano preventivo de la empresa (trabajadores designados o servicio de prevención) son las 169

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relativas a los incumplimientos profesionales y están directamente relacionadas con los daños que se producen por tales incumplimientos. Dentro de las consecuencias se encuentran: — Indemnizaciones. — Limitaciones para el ejercicio profesional. — Consecuencias penales.

5.4.2.

Consecuencias para el empresario

Las consecuencias para el empresario se traducirán, en general, en indemnizaciones y sanciones, si bien pueden tener repercusión asimismo en la vía penal.

1. Indemnizaciones Las indemnizaciones se encuentran dentro del orden civil y tienen su origen en los daños causados, ya sea a los propios trabajadores que intervienen en el proceso como a terceros, siempre que el motivo sean incumplimientos del empresario en sus obligaciones respecto al recurso preventivo. El fundamento jurídico para estas indemnizaciones se encuentra en el artículo 1902 del Código Civil.

Artículo 1902. El que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado. Código Civil

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Además de las indemnizaciones que tienen relación directa con los incumplimientos del empresario, este debe responder también en el caso de un incumplimiento del designado como recurso preventivo que dé lugar a daños. Estas indemnizaciones tienen su fundamento jurídico en el artículo 1903 del Código Civil en relación con el artículo 1902 del mismo texto legal.

Artículo 1903. …/…

Lo son igualmente los dueños o directores de un establecimiento y empresa respecto de los perjuicios causados por sus dependientes en el servicio de los ramos en que los tuvieran empleados, o con ocasión de sus funciones. …/…

La responsabilidad de que trata este artículo cesará cuando las personas en él mencionadas prueben que emplearon toda la diligencia de un buen padre de familia para prevenir el daño. Código Civil

Respecto a la responsabilidad de los daños causados por el recurso preventivo en el ejercicio de sus funciones, que recae sobre el empresario por aplicación del artículo 1903 del Código Civil, se da la posibilidad de que este, en aplicación de artículo 1904, pueda reclamar al trabajador que haya incumplido con sus obligaciones.

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Artículo 1904. El que paga el daño causado por sus dependientes puede repetir de estos lo que hubiese satisfecho. …/… Código Civil

2. Sanciones Las sanciones que proceden del orden administrativo recaen en todo caso sobre el empresario y se basan en las infracciones de la LPRL y de sus reales decretos de desarrollo, con independencia de las consecuencias que supongan tales incumplimientos. Su fundamento jurídico está en el Real Decreto Legislativo 5/2000, de 4 de agosto, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social. Dentro de este real decreto, está calificada como INFRACCIÓN GRAVE:

Art. 12.15 b) La falta de presencia de los recursos preventivos cuando ello sea preceptivo o el incumplimiento de las obligaciones derivadas de su presencia. Real Decreto Legislativo 5/2000

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Y como INFRACCIÓN MUY GRAVE:

Art. 13.8 b) La falta de presencia de los recursos preventivos cuando ello sea preceptivo o el incumplimiento de las obligaciones derivadas de su presencia, cuando se trate de actividades reglamentariamente consideradas como peligrosas o con riesgos especiales. Real Decreto Legislativo 5/2000

La cuantía de las infracciones se recoge en el artículo 40 del Real Decreto Legislativo 5/2000,

Artículo 40. Cuantía de las sanciones. Las infracciones en materia de prevención de riesgos laborales se sancionaran: a) Las leves, en su grado mínimo, con multa de 40 a 405 euros; en su grado medio, de 406 a 815 euros; y en su grado máximo, de 816 a 2.045 euros. b) Las graves con multa, en su grado mínimo, de 2.046 a 8.195 euros; en su grado medio, de 8.196 a 20.490 euros; y en su grado máximo, de 20.491 a 40.985 euros. c) Las muy graves con multa, en su grado mínimo, de 40.986 a 163.955 euros; en su grado medio, de 163.956 a 409.890 euros; y en su grado máximo, de 409.891 a 819.780 euros. Las sanciones impuestas por infracciones muy graves, una vez firmes, se harán públicas en la forma que se determine reglamentariamente. Las infracciones, por faltas graves y muy graves de las entidades especializadas que actúen como servicios de prevención ajenos a las empresas, de las personas o entidades que desarrollen la actividad de auditoría del sistema de prevención de las empresas y de las entidades acreditadas para desarrollar o certificar la formación en materia de

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prevención de riesgos laborales, podrán dar lugar, además de a las multas previstas en este artículo, a la cancelación de la acreditación otorgada por la autoridad laboral. 3. Las sanciones en materia de Seguridad Social cuando se deriven de actas de infracción y liquidación que se refieran a los mismos hechos y se practiquen simultáneamente, se reducirán automáticamente al 50 % de su cuantía si el sujeto infractor manifiesta su conformidad con la liquidación practicada, ingresando su importe en el plazo procedente. Real Decreto Legislativo 5/2000, de 4 de agosto, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social.

Es importante resaltar el alto valor que pueden alcanzar las sanciones por infracción grave o muy grave según el grado. Para determinar el grado de la infracción, el propio R.D.L 5/2000 establece los siguientes criterios Artículo 39. Criterios de graduación de las sanciones. 1. Las sanciones por las infracciones tipificadas en los artículos anteriores podrán imponerse en los grados de mínimo, medio y máximo, atendiendo a los criterios establecidos en los apartados siguientes. 2. Calificadas las infracciones, en la forma dispuesta por esta Ley, las sanciones se graduarán en atención a la negligencia e intencionalidad del sujeto infractor, fraude o connivencia, incumplimiento de las advertencias previas y requerimientos de la Inspección, cifra de negocios de la empresa, número de trabajadores o de beneficiarios afectados en su caso, perjuicio causado y cantidad defraudada, como circunstancias que puedan agravar o atenuar la graduación a aplicar a la infracción cometida. 3. En las sanciones por infracciones en materia de prevención de riesgos laborales, a efectos de su graduación, se tendrán en cuenta los siguientes criterios: a) La peligrosidad de las actividades desarrolladas en la empresa o centro de trabajo. 174

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b) El carácter permanente o transitorio de los riesgos inherentes a dichas actividades. c) La gravedad de los daños producidos o que hubieran podido producirse por la ausencia o deficiencia de las medidas preventivas necesarias. d) El número de trabajadores afectados. e) Las medidas de protección individual o colectiva adoptadas por el empresario y las instrucciones impartidas por éste en orden a la prevención de los riesgos. f) El incumplimiento de las advertencias o requerimientos previos a que se refiere el artículo 43 de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales. g) La inobservancia de las propuestas realizadas por los servicios de prevención, los delegados de prevención o el comité de seguridad y salud de la empresa para la corrección de las deficiencias legales existentes. h) La conducta general seguida por el empresario en orden a la estricta observancia de las normas en materia de prevención de riesgos laborales. Las infracciones en materia de sociedades cooperativas se graduarán, a efectos de su correspondiente sanción, atendiendo al número de socios afectados, repercusión social, malicia o falsedad y capacidad económica de la cooperativa. Los criterios de graduación recogidos en los números anteriores no podrán utilizarse para agravar o atenuar la infracción cuando estén contenidos en la descripción de la conducta infractora o formen parte del propio ilícito administrativo. El acta de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social que inicie el expediente sancionador y la resolución administrativa que recaiga, deberán explicitar los criterios de graduación de la sanción tenidos en cuenta, de entre los señalados en los anteriores apartados de este artículo. Cuando no se considere relevante a estos efectos ninguna de las circunstancias enumeradas en dichos apartados, la sanción se impondrá en el grado mínimo en su tramo inferior. Se sancionará en el máximo de la calificación que corresponda toda infracción que consista en la persistencia continuada de su comisión. Real Decreto Legislativo 5/2000,

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2.1. Recargo de prestaciones Se incluye el recargo de prestaciones dentro del apartado de sanciones, si bien no es pacífico si esta consecuencia es una indemnización o una sanción. Las consecuencias del recargo de prestaciones están relacionadas con la Seguridad Social. En el supuesto de que los incumplimientos del recurso preventivo supongan una falta de medidas preventivas que provoquen un accidente con daño a las personas, la legislación impone al empresario un recargo en las prestaciones de la Seguridad Social; este recargo es independiente y compatible con el resto de responsabilidades.

Artículo 123 Todas las prestaciones económicas que tengan su causa en accidente de trabajo o enfermedad profesional se aumentarán, según la gravedad de la falta, de un 30 a un 50 por cien, cuando la lesión se produzca por máquinas, artefactos o en instalaciones , centros o lugares de trabajo que carezcan de dispositivos de precaución reglamentarios , los tengan inutilizados o en malas condiciones, o cuando no se hayan observado las medidas generales o particulares de seguridad o higiene en el trabajo, o las elementales de salubridad o las de adecuación personal a cada trabajo, habida cuenta de sus características y de la edad, sexo y demás condiciones del trabajador. La responsabilidad del pago del recargo establecido en el apartado anterior recaerá directamente sobre el empresario infractor y no podrá ser objeto de seguro alguno, siendo nulo de pleno derecho cualquier pacto o contrato que se realice para cubrirla, compensarla o transmitirla. La responsabilidad que regula esta artículo es independiente y compatible con las de todo orden, incluso penal, que pueda derivarse de la infracción. Ley General de la Seguridad Social (Real Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio)

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3. Responsabilidades penales Por lo general, las responsabilidades penales del empresario, que derivan de las actuaciones relativas a los recursos preventivos, están relacionadas con los delitos contra los derechos de los trabajadores, en particular de los artículos 316 y 317 del Código Penal.

Artículo 316. Los que con infracción de las normas de Prevención de Riesgos Laborales y estando legalmente obligados, no faciliten los medios necesarios para que los trabajadores desempeñen su actividad con las medidas de seguridad e higiene adecuadas, de forma que pongan así en peligro grave su vida, salud o integridad física, serán castigados con las penas de prisión de seis meses a tres años y multa de seis a doce meses. Artículo 317. Cuando el delito a que se refiere el artículo anterior se cometa por imprudencia grave, será castigado con la pena inferior en grado. Código Penal

5.4.3.

Consecuencias para el trabajador designado como recurso preventivo

Las consecuencias que tiene para el trabajador designado como recurso preventivo el incumplimiento de sus obligaciones se pueden materializar en forma de: — Sanciones disciplinarias por parte del empresario. — Indemnizaciones. — Responsabilidades penales.

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1. Sanciones disciplinarias por parte del empresario La sanción más grave que el empresario puede imponer al designado como recurso preventivo es el despido procedente. Su fundamento jurídico se encuentra en el ámbito del contrato de trabajo, puesto que el incumplimiento por parte de los trabajadores de los aspectos relacionados con la prevención de riesgos laborales implica un incumplimiento laboral, según establece el artículo 29 de la LPRL.

Artículo 29. Obligaciones de los trabajadores en materia de prevención de riesgos. …/…

3. El incumplimiento por los trabajadores de las obligaciones en materia de prevención de riesgos a que se refieren los apartados anteriores tendrá la consideración de incumplimiento laboral a los efectos previstos en el artículo 58.1 del Estatuto de los Trabajadores o de falta, en su caso, conforme a lo establecido en la correspondiente normativa sobre régimen disciplinario de los funcionarios públicos o del personal estatutario al servicio de las Administraciones públicas. Lo dispuesto en este apartado será igualmente aplicable a los socios de las cooperativas cuya actividad consista en la prestación de su trabajo, con las precisiones que se establezcan en sus Reglamentos de Régimen Interno. Ley 31/1995 PRL

Al tratarse como incumplimiento laboral, cabe la sanción por el empresario, en principio conforme a los reglamentos disciplinarios de la empresa o del sector empresarial en su defecto. Esta sanción podría llegar al despido del trabajador según las circunstancias y la gravedad del incumplimiento. 178

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2. Indemnizaciones Por lo general, las indemnizaciones correrán a cargo del empresario en aplicación del artículo 1903 del Código Civil, si bien el empresario puede reclamar dicha indemnización al trabajador que haya incumplido con sus obligaciones, conforme al artículo 1904 del Código Civil. Ello sin perjuicio de que se produzca una acción directa del perjudicado contra el trabajador que incumplió y dio lugar a los daños que motivan la indemnización, con fundamento jurídico en el artículo 1902 del Código Civil.

3. Responsabilidades penales Entre las consecuencias más preocupantes para el trabajador designado recurso preventivo figuran sin duda las de carácter penal. Las responsabilidades en el orden penal tienen su base jurídica en los artículos que se relacionan a continuación: LOS DELITOS CONTRA LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES

Artículo 316. Los que con infracción de las normas de Prevención de Riesgos Laborales y estando legalmente obligados, no faciliten los medios necesarios para que los trabajadores desempeñen su actividad con las medidas de seguridad e higiene adecuadas, de forma que pongan así en peligro grave su vida, salud o integridad física, serán castigados con las penas de prisión de seis meses a tres años y multa de seis a doce meses. Artículo 317. Cuando el delito a que se refiere el artículo anterior se cometa por imprudencia grave, será castigado con la pena inferior en grado. 179

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Artículo 318. Cuando los hechos previstos en los artículos de este título se atribuyeran a personas jurídicas, se impondrá la pena señalada a los administradores o encargados del servicio que hayan sido responsables de los mismos y a quienes, conociéndolos y pudiendo remediarlo, no hubieran adoptado medidas para ello. En estos supuestos la autoridad judicial podrá decretar, además, alguna o algunas de las medidas previstas en el artículo 129 de este Código.

En estos supuestos, no es necesario que el incumplimiento del trabajador designado como recurso preventivo haya causado daños físicos a los trabajadores que se encuentran realizando la tarea para la que ha sido designado, basta simplemente con que su actuación, o la falta de ella, les haya puesto en una situación de riesgo grave. Este tipo de delitos reciben el nombre de delitos de riesgo. Junto a estos delitos de riesgo, en los que no se han producido daños a las personas, existen otros delitos causados por los incumplimientos de las obligaciones del recurso preventivo con resultado de lesiones o, incluso, la muerte de personas. Los fundamentos jurídicos para la imposición de estas consecuencias se hallan en los siguientes artículos del Código Penal, según los efectos producidos:

— Resultado de muerte: • Considerado como delito: Art. 142.1. Imprudencia grave Art. 142.3. Imprudencia profesional • Considerado como falta: Art. 621. Imprudencia leve

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— Resultado de lesiones: Art. 152.1. Imprudencia grave. Art. 152.3. Imprudencia profesional. • Cuando las lesiones son al feto: Art. 146. Aborto. Arts. 157; 158. Lesiones.

Las consecuencias de la responsabilidad penal que contemplan los artículos del Código Penal citados pueden ser de privación de libertad y/o multa. La responsabilidad penal presentada en estos términos puede parecer alarmista, pero no se debe olvidar que el recurso preventivo puede evitarla simplemente cumpliendo con sus obligaciones en el desarrollo de su función. A este respecto, hay que subrayar que estas mismas responsabilidades son las que afectan al mando, puesto que entre sus obligaciones figura velar por la seguridad y salud de los trabajadores que de él dependen, sobre todo en lo referente a la prevención de riesgos laborales. Por este motivo, no le aporta mayor cuota de responsabilidad el hecho de ser nombrado recurso preventivo.

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Apéndice Legislativo

Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales (actualizada a septiembre de 2011). Real Decreto 1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen disposiciones mínimas de seguridad y de salud en las obras de construcción (actualizado a septiembre de 2011). Criterio técnico CT 83/2010 sobre la presencia de los recursos preventivos en la empresa, centros y lugares de trabajo (Dirección General de la Inspección de Trabajo y de la Seguridad Social).

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