El Papa nunca ha sido ni será hereje: historia y doctrina

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SALVADOR ABASCAL

EL PAPA NUNCA HA SIDO NI SERA HEREJE -Historia y Doctrina-

EDITORIAL TRADICION MEXICO. 1979

DEL MISMO AUTOR

La Secta Socialista en México. 2* Edición. Editorial Tradición. México, 1974. La Reconquista Espiritual de Tabasco. Editorial Tra­ dición. México, 1972. Historia del Sinarquismo y de la Colonia María Auxi­ liadora. Serie de más de 30 artículos en la Revista Mañana. México, 1944-1945. Contra Herejes y Cismáticos. Editorial Tradición. Mé­ xico, 1973. En Legitima Defensa y más en defensa del Papado. Editorial Tradición. México, 1973. La Revolución Antimexicana. Tradición. México, 1978. Traducciones :

Jesucristo, Su Vida, Su Doctrina, Su Obra, por Ferdinand Prat, S. J.' 2 tomos. Editorial Jus. México. 3 ediciones. 1946-1956. Agotado: La Teología de San Pablo. Por Ferdinand Prat, S. J. 2 tomos. Editorial Jus. México, 1946. (Agotada). El Papel Social de la Iglesia, por Emile Chénon. Editorial Jus. México, · 1946. (Agotada). Las Aventuras del Barón de Munchhausen. Trad. de la versión francesa de Teófilo Gautier. Edito­ rial Jus. México, 1946. La Iglesia y la Revolución, por Jacques Plóncard d’Assac. La Hoja de Combate. México, 1970. El Credo.* Editorial Tradición. México, 1972. Los Francmasones. Por Jacques Plonóard d’Assac. Edit. Tradición. México, 1973. Judíos y Cristianos. Por Félix Vernet. Editorial Tra­ dición. México, 1973. Los Mandamientos* Editorial Tradición. México, 1973. Los Principios de la Realidad Natural* Editorial Tra­ dición. México, 1975. El Padrenuestro y el Avemaria.* Editorial Tradición. México, 1975.Compendio de la'Suma Teológica de Sto. Tomás de Aquino, por Raphael Stneux, o.p. (De los tres tomos, la traducción de los dos primeros). Tradición. Los Doctores de la Iglesia, por Raphael Sineux, o.p;' (En la Imprenta). * Por Santo Tomás de Aquino.

SALVADOK^ABASCAL

EL PAPA NUNCA HA SIDO NI SERA HEREJE -Historia y Doctrina -

EDITORIAL TRADICION MEXICO, 1979

con donqicilio en Av. Sur 22 Núm. 14' Col. Agrícola Oriental México ' 9, D. F. Tel. 558-22-49

# Edición Sepáembre’ d¿ 1979.—0,000 ejemplares.

NOTA

PRELIMINAR

Muchos artículos he escrito en La Hoja de Combate —10 de ellos publicados primero en Impacto— para demostrar esta verdad: Ningún Papa ha sido ni será hereje. La he sostenido en dos polémicas con furiosos ene­ migos del Papado. He creído conveniente aprovechar todo ese material, pero dándole unidad orgánica, siguiendo un plan pro­ pio, independientemente de la caprichosa trayectoria de las dichas polémicas. Jamás tuvieron en cuenta los adversarios mis refu­ taciones y mis pruebas documentales, a fin de sorpren­ der a los lectores que no leyeran todos mis artículos, que por lo mismo adolecieron de varias reiteraciones, necesarias en aquellas circunstancias para no dejar a nadie en el error. En este libro descargo mi argumentación de esas repeticiones. La descargo también de multitud de referencias a mis contrincantes. Quisiera no mencionarlos por sus nombres para nada: cosa imposible» porque es forzoso citar textualmente sus principales acusaciones contra Paulo VI y otros Papas. Esos nombres desgraciada­ mente pertenecen a la historia de los heterodoxos y cismáticos mexicanos. No los cito a todos, sino a los 5

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dos principales: don Joaquín Sáenz Arriaga, ex-jesüita, y Gloria Riestra: ella y él indignados justamente por las herejías, los sacrilegios, los abusos/de los progre­ sistas; él y ella lanzados luego a la palestra contra Pau­ lo VI por fuerzas ocultas que vieron la oportunidad de provocar el primer cisma en México, y sostenidos a la vez por su propia vanidad, hábilmente alimen­ tada ... Murió el P. Sáenz Arriaga, quizás convertido, pues lo asegura un sacerdote que lo asistió en sus últimos momento y que —agrega este mismo-— para la salva­ ción de aquella alma no creyó prudente ni necesario exigirle una abjuración por escrito, según se me dijo en la Delegación Apostólica en enero de 1978. Yo ten­ go mis dudas. Y como no hay prueba suficiente de ello, yo me atengo a su actuación pública hasta el final d^fámilias en la Capi­ tal, en Mérida, enZacatecas, en Tijuana, en Guadalajara. · Sáenz Arriaga se deslizó poco a poto hacia -el cisma. Sus amistades lo fueton empujando ada rebeldía : era muy fácil criticarlo todo, sin percatarse de que -de­ berían detenerse ante Paulo VI. ' ' Se recordó entonces la teoría galicana y protestante •de qüe en los primeros siglos de la Iglesia hubo varios Papas herejes: ¿Por qué no había de ser el caso de Paulo VI? Febrilmente se buscaron, se rastrearon, se escudriñaron datos favorables a esa tesis. Podían en­ contrarlos suficientes eh los impugnadores de ella, prin­ cipalmente en el 'Cardenal San Roberto Belarmino, Doctor de la Iglesia, principal sostenedor de la abso­ luta inerrancia de los Papas. Naturalmente que sus refutaciones de ese error galicano-protestante serían •omitidas totalmente. Escribió Sáenz Arriaga varios audaces folletos en me­ dio de una gran agitación ^espiritual. Recibió muchas adhesiones, que lo1 animaron a seguir adelante. 13

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NINGUN PAPA HA SIDO NI SERA HEREJE

En el colmo de la excitación, preparado ya su ánimo para arrojar el guante y .creerse el Salvador de la Iglesia, el P. Sáenz Arriaga escribió febrilmente La Nueva Iglesia Montiniana. Su aparición causó un tre­ mendo revuelo. El autor podía estar satisfecho. Desde ese momento, embriagado por el éxito del escándalo, le era ya imposible retroceder públicamente.

A).-»Su excomunión.

El Cardenal-Arzobispo de México, don Miguel Da­ río Miranda, declaró excomulgado a Sáenz Arriaga por sus juicios injuriosos contra Paulo VI. Al instante, como saliendo al quite, se declaró “en comunión con el excomulgado” un antiguo líder ca-, tólico.de la época cristera, René Capistrán Garza, que tenía años de haberse echado en brazos de la Revolu­ ción, pero que de todas maneras era un escritor de gran prestigio por su agudo ingenio, aunque totalmen­ te superficial. ¡Ya no asustaba a nadie el escándalo! Y como los. primeros en darlo habían sido los progresistas, enca­ bezados por Méndez Arceo, se consideraban inocentes Sáenz y los suyos. Apoyado también, aunque sólo en parte, por las fuer­ zas antiprogresistas de Francia, llegó a pensar Sáenz Arriaga que pronto se formaría un movimiento tan poderoso que se lograría el desconocimiento general de Paulo VI como Papa. Gloría Riestra.no podía quedarse en,la penumbra: sentencia entonces que Sáenz Arriaga "¿fice la pura verdad” ¡y asegura que éste, no podía estar excomul­ gado, que porque quien lo había^excomulgado ya lo estaba de antemano por no haber excomulgado al

INTRODUCCION

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P. Porfirio Miranda, s. j., autor de Mar* y la Biblia, cuando poco antes se publicó este libro, modelo y sín­ tesis de la moderna apostasía. Conviene examinar rápidamente este caso. Antes que nada, en descargo del Cardenal Miranda repito lo que a su tiempo afirmé en un artículo de La Hoja de Combate: el Cardenal ciertamente no dio el imprimatur del dicho libro: lo pusieron los jesuítas de la Mala Prensa por una vieja costumbre, en virtud de la absoluta confianza que había merecido la Buena Prensa con Don José Antonio Romero, s.j. (q.e.p.d.). Que una vez enterado del asunto, no haya excomul­ gado el Cardenal al ex-jesúitá Porfirio Miranda, es otro cantar; si por ello pecó, Dios lo sabe. Yo nó lo sé. Podía haberlo excomulgado, péro ho tenía obligación canónica de hacerlo.‘Con la ineludible de desautorizar •el libro herético de Porfirio Miranda sí cumplió el Cardenal, aunque por medió dél P* Brambila. Sin em­ bargo, su tibia conducta en este caso y su lamentable . abstención 'en otros quizá linás graves nó han consti­ tuido, ni de lejos, herejía;·y sus pocas palabras siempre han sido ortodoxas. Pero volvamos a la excomunión del P. Sáenz Arria­ ga. ¿De,qué se quejaron él y Gloria, si,son ellos quie­ nes excomulgan al Papa , y a todos los objspos mexi­ canos? Son Sáenz Arriaga y Gloria quienes no quisieron ya comulgar con el Papa y nuestros Obispos. Y esto ' es excomulgarse a sí mismos. ¿Con quién están eri ‘comunión Gloria y sus pres­ bíteros? Unicamente ellos' éntre sí y con quienes con­ denan al Papa y a los obispos/ Así es qüe én su pleno derecho» estuvo el Cardenal pata declarar ’ que el P. Sáenz Arriaga se 'había 'excomulgado fa "Sí mismo, o sea, que había roto la comuñiórí com Paulo VI ¡i Además, si Gloria y su gente no reconocían a Paulo VI como Papa, ni a los· obispos mexicanos como ca-

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tólicos, ho tenían por qué preocuparse de que éstos declararan ' que Sáenz Arriaga’ se había excomulgado a sí mismo. * Veamos ahora si Sáenz Arriaga dice va pura verdad: veamos si no es ‘hereje por varios' motivos :

B) .—Las 'Herejías de Sáenz Arriaga. Herejía número 1

En Impacto. nymerpf 1454 me lanzó Gloria un va­ leroso . reto. Dijo lo; siguiente: . “Afirma —^bascal— que el-padre Sáen? Zurriaga decía que .‘como Eaulo VI es un pecador no pq§pé Ja le ¡divina y. que. por Jp tanto noes Papa’. Retp^ Lic< Abascal a .demostrar una ¡sola línea donde eL Padre íSáenz haya «(ficho «esta ¡estupidez. Lo que él padre afirmó hastael momento de morir, y io >que afirmamos nosotros, ’ es que Montini no es Papaporque hemos probado que ha,( 'óaído · en la he­ rejía y que está destruyendo la Iglesia; Nunca, ni el padre ni nosotros hemos hablado de ‘pecados’ ‘perso­ nales de Paulo VI quena sean sus herejías que hemos probado, y dé laá cuales nada ha probado en contra Abascál”. ’ '' J“'1’ ¡.Cuánto he sentido que ese doctoral’y . pontifical “nosotros” que, .usa; Gloria quedara en ridículo! ¡ De veras, lo hp sentido mucho f \ No sé si las palabras que entre «comillas me atribuye Gloria las -escribí yo ^exactamente)así en alguna parte, ■porque Gloria no, dice de Rónde las itpmó. Pero ciertamente Sáenz « Arriaga· escribió eso. mismo .aunque con >«otras palabras que su •d^acnni’yi· ’Gloria ha olvidado« lamentablemente.'

INTRODUCCION

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. Según Sáenz Arriaga' el - sostener-* queJ el -"hombre que ocupa laSiUa^de Pedro* es "personalmente infolio ble** es igual a sostener· que-es "personalmente ¿infalible e impecable en todo lo que hace y en-todo ló‘'que>diceff*, (Sede Vacante, p.nl26 y otras-muchas); . < ' En Sede Vacanti, Ipágina * 155, í Sáenz Amaga afir­ ma' categóricamente 'que rla/:sentencia de Jos» "papó^ latras” -reAbascal, 'BalmerónyielGardenaliBillot-H- de, que>fW Papa gota del don de üna\ fe indeficiente** es errónea porque: “De ser así, seguiríase que el Papa;'por el’mero.he­ cho de ser . sucesor de: Pedro, no; sólongozaríadeb.don de wafciindefieieme»,?^ de pna^mpecabilidad abr, soluta,.ya.quelas buenas obras nacen de la fe, así; como las malas -.obras qaeq^e «falta de,fe”- xr., dice . Sáenz · lo siguiente, textual: “Paulo VJ ¡nunca ha, sido bautizado, o fue bautizado perore desvió y perdió la fe. por sus.lecturas,.sus com­ promisos, Ó por susdebilidades humanas.y” ,u Por “lecturas”,, “compromisos” y “debilidades . humanasV'sé puede' entender1 tódó 'lo'ímagmable, aun Jas mayores infamias.1 ' U mi libro Legitim y ¿mässen Defensa. del Papado^dc la Editorial tTrädición^añQíde 1973. ·· · ' Ni San Pedró sd le escapa a* Sáénz Atriaga éon tal de apoyar isü tesis! rTarñbiéni a; él le atribuyó ^debili­ dades Las ipalabfas» i de Cristo a Pedro:» “Y tú,· ya conVertido,! confirmaenildífe a.tus^ hermanos”, segúh \Sáenz/.en S'ede^Vacanté¡ §oh la pruebä de?’que· “después de la oración de Cristo, tuvo (Pedro) sus ¡de*· bilidadesen la ¿misma fe”, u, ' * • Estb ! es absolutamente fabo.: Ld tengo' demostrado-· coh la · autoridad ’dé^Sánto /íómáS 'de Aquirioj y ’ de otros Doctores* dé lä iglesia (Véásfe págs. 66¿68). Pero Sáenz no sólo péc^ba cóhib cálumhiiádór’y he­ reje, ‘sihó; cjúe/llégabá' á\ É íqué algunas personas/ que lo bpúbhiéfon1 ‘cälificäir dé qué" más púedé ser áéñal/decuria Vanidad·'que llega argado'de cierta lócurk'dé orden moral? , \ ? , f El Papa,, según él, no puede ser infalible, ^porque no es impecable'. .esto se treduce su doctrina arriba ·. expuesta.’Pín cambió,, él, Sáenz Árriaga, sí era impeca-, ble,; s¡i.^era,santo,· luego*^ra., absolutamente^infalible,, concluye cualquiera lógicamente. En efecto; en: Sede Vacante; pág.f,7y se califica él 'mismo, como “sacerdote eminente, ppr. suxciencia teológica”^ ;ep la 329xes-5^/ santo^lmß eS'ju&gadQ 'C&m^ anormal^ como locd^i . Deelrdepehde larsalvációh dedaiIglesia^ del mundo: f “Para mi —dice en Sede Vacante, pág. 4^30-^' Jtlan¡óntiñi^'rló^tiritegitimb' '-Papa llyr esta ’ ftfirríitíción l!qúizd 'signifique ^a^sdívációh1 de 'id^gtesia y de^la fé^é^udh^ aM 'f - (Este t^xto. lo^ transcribí. en\ mi libro. En Legitima Defensa, p. 16)? ¡ Érostratísmo religioso!,

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INTRODUCCION '

v.Y noiandámuy lejbsiGloriá Riesfrat'idéiella/'twc^* sóra ' dé\süt maestro! SáenzprestáMepéndieiido^ ahora dasalvación dé laJIglesi¿^L·lla^boπ:¿su.

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·'hayJsacriñcio pGrj decirse> en lengüa ¿ vulgar: /\por todosylos hombres^ en¡4ugatoi de;f'por ?ñuchos?\ ' ‘ Este es otro insigne dispútate ,que Don presaba de esta manera: í .r¡:i ‘•/^^‘El^úttiroidel·verbO< ‘será derramadá’ ciertainen♦GriSto v ¿n ébGénáteulo instituyó tetro verdadero y^real ^acri^ficich, nozpura rédimí^os^^ino para justifiáamos; sa' brificio^'^ hasta la* consumación*de \ - ios siglos) auúque sea>tm> lasxV\

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Ajrñitg^iá hbáÓÍú& idèhWàB^del

' sacrificio de lá Misa con' el sacrificio dèi Cal^árid tjúe Cristo ; ■ anticipó sacráihentálmente el Júeve# < Sahto. “Una· sóW'yi larmísiñaíes/en'Aefett^ eli-Con­ cilio dé · * Trento—la ny el «que · ahora* se ofre4·-

2a

NINGUN PAPA HA SIDO NI SERA’HEREJE·

cecporcl! mihisterxrdé los'■

Arriaga .. ·

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■ Hn>su peE^diqu¿^37^0n¿& delf lo* de? septiembre de atorcabeza* ■ ¿ ·es; posible quesean.sp.cesores despedró?. : < ' c: · . Pero el Concilio Vaticano;T definió*’dogmáticamen­ te esta gran, verdad :

“Si' alguno dijere que l4no es de, institución divina de Cristo mismo,1 es décir^JÍ^ ^W^p divino,1 que el bienaventurado Pèdrò tenga1 fferpetucsi^ùcesorès en· . et primado; sobre la^ Iglesia ' universal,' bj sea el Rórridno.Pontífice nò es sucesor del bienaventurado y. ’*v ?·-, . : · ■ ; ’ *0-1 Ú'*W , . ' "'ti;vj q nn ’ Pedro en el mismo. Primado¿seaanatepia (Denz.

Guaría» herejía^ con anastasia.

En suSede Fadcftte/én'laS'páginás^SS y 4^/ Sáenz Arriaga se declara revolucionario, defensor y'tierno amante7 -^como diría Salmerón— dé lagran. Prosti­ tuta J llamada * Revolución^ Mexicana^ , í · e , i ... i r ,■ , Escribe 'así :en la página’4'33 :’ ’ . ' ' ’.

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“. ; mayor, errpr, de.nuestros gobernantes sería •el asociarse -con-eltcjerp;político; «sería dejarse ador­ mecer por el canto de la sirena del P> Arrupey de Jos ; Méndez ,í\rceo fy de, 4p^s W. improvisado^ caudi­ llos, que quieren-‘montarse en .el caballo’» y-que,: en ,.su; pequenez prebenden epnulai\ Zor gestas del Che Guevara y. de Camilo ‘ Tqrres. El ¿silencio del gobierno ,,. ;eq:esto$ casos* su (aRé^ ’ ’ “Y que no teman los; jefes de Estado el incurrir éñ las excorpuniopes’’ ^[comp.siles; pudieran; importar . un.,coimno]7^:“ni^^ La? impresión «al pueblo, de que estamos .bajo pt nueva . persecución religiosa. iñtxrnfpimid^di:^ ^vqc^ónr en „.toda.eLpaís”.!, . ,„¡ov, ■ • ’ AsÜ es » qüe’>Sáénz -Arriagd/Confiaba >»en?el Régimen Revolucionario, enemigoVdel l.bien común,corruptor de menores y envilecedor de. rnayores^pprsegujdprj de las conciencias con su propia Constitución, rapaz, sub^éíslVd^áutói^de^ódá^desdé lha*Ce más de 'úh’ siglo/-$üés dy tiehä dtJclaräda^la^gü^ äl· Señor de 'tödd^o'ihVifcíbiy y Tó ^Visiblel - »V > r«> ’< · · ihVFerié’fydej^Wa* más ékplíbita' prOfesióta^dé Te re^olueiOnária ,· -en la pág: ’435 i db! Sede^ Vacan te ~ > ái|üí^n'^6^cdr’p. Jí'^soirTós jesuhráá loá que • * dt Mna ^ahéi^:activa/ 'í/é^p’ éficáz^ y* subversiva', ■ es'^än!mt¥öduciendd'y prepäri^ lä' ritieva revolución, que ha de acabar con la 'REVÓLOciON MExiOANAVno

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©f TRODVCGION :. ¡

- o para' i méjütal· las ’ éotfdici^eS'inacionales 1 Sino/ para ,ImndirilTo& eñ da'ésclavitud?delrcóiriunismo*,;;

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ptíH'táAo¿Ro­

dilla,' c‘oíí qúleri ú^edcomulg'a porqué rio 'dice el. “sino la purri Verdád”: ‘ ; a He1 aquí ^unarcl&á't profesiófl'de^/Fe én’ lá ‘Revólucióh ^e&d 3 ·. o EHK^ftdft'ó’delCforiaKo ^rcáMbb^Io'Sig^erifé^ z :«

I iP$F\P9?de¿ser:adm^ U^l¡

;sü. ftrojpio ¿Íjísantes,idé^stüre-

mtegración por el suyo propio” (Heféle-I^clerq, Hutotre des Cánéiles, t I, 2a. Parte, p. 7*16). j. ca?°n ? 3el dbhiciíío 3e óangrés, también de me­ diados del siglo IV, eastiga con anatema a:

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NINGUN PAPA HA SIDO NI ^SERA JHERE JE

f “cualquieiJa de lá. Iglesia^ tiene: re­ uniones »privadas^ y-despráciandoi. a la Iglesia;qúie«T ba^er s^.eUa^ ^erecJj^^McÓMsin ,1a presbicia 8bl?RR{Hutoiré des Cbnciles; tomo citado,

.,, £stc< Canon, -que po^fíá^ihconstaí en.Graciano, xiist. XXX». í Au a los, dsui^ ta^ci^jaos^ > “quepse ,consideraban„ cpmo los,,santos> yplos puros, que para nOimézclarse COn iel resto* ide los »fieles, se jcuníampara celebrar a >{HistoÍKB des&onr rifas* ciuf p. 11035 X,Eh$:41 caso.; exacto denlos f“fieles” sépnzarríaguistas*, \ . Ó!, ’ ?;r i,' · V·. VEn^eanond deh2o/Cpncilio'Ecuménico, celebrado eniGonstantinopia-eniebaño. 3814'encontramos denuevo elTcaso de Gloria :considera como herejes A· los qu£ ■ 1 ^Profesando guardarla fe no dejan dé-'éstáf afi* rI£a^Ó9 áPcíshia y/^-áp'oifeii a los 'obispos legítimos’*; asi como a quienes “profesan una fe ortodoxa pero qqe separándose de los Obispos ‘legítimos tieiien reuniones particulares” tomo n/láfparte, pp. 33-34).r ' r Él canón & que:

de . 390 dice

“Si uú sacerdote> habido >excomulgadó io^castiga­ do por sus superiores, puede quejarse(CQn> los; obispos. 4 vecinos par^i hacer jrpvis^r su-causa iy>rccanciliar£e en seguida con su Obispo. Si no lojhnc^.si, pop;orgullo se separa de la comunión de su. obispo, si ocasiona • un cismad y si ofrece el bajito Sábnficio. pierde Su car­ go é> incurre 6ti 'aii:át€m¿er . H >·■ ·)?.; i



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Y, el .cane» a 4oi herejes>^valdenses -que ssxt'misión. canónica predicaban:’ 1 “Másr;cbriió1 algiirips;: bajo' apárieñeia ide1 piedad —comò' dièé èl Apóstol^ [.. .]UJ2 Tim* 3,^5^ se .arrogan'la àutpr^ de predicar;’Oliando el mismo Apóstol dice : " ¿ Cómo predicarán ^i no jon- envia­ dos? (Rom’ 10/Í5), todos los qué con prohibición o sin inwión;’osaren usurpar’pública ó privadamen' ite el oficio 'de la predicación, sin ..recibir-da autori/dad.de la Sede Apostólica oriel·Obispo católico del : lugar, aéan. i ligados con vínculos., de /excomunión, y si cuanto antes no se arrepintieren; sean« castigados - :con otra pena competente” ;(I^enz 434),. ( ¡El mismo caso de>Sáenz Arringa',, que‘rirt misión y ;aun con prohibición^ pues.estaba excomulgado por su Obispó, predicaba, celebraba 'Misa y confesaba! ., r EL Concilio dp i 75^^ le prohíbe al sacerdote .^xcojnulgadó .y ci^ ’ “Pidiendo la naturaleza y: la > esencia de um juicio -< > que ja sentencia judiciaL nò recaiga sino sobre sub­ ditos, siempre ha estado persuadida la Iglesia y este confirma como muy segura verdad ^que de zpingúxt valor’es la,absolución pronunciada por un sacerdote sobre un penitente sobre el, que^np tenga jurisdicción ordinaria o delegada” (Sesión .XIV. c. . ■;6,;Ench^‘k,.9O2)- ·; \ ¿ ;

^¡ . Jurisdicción ordinaria no. Ja tiene sino el obispo, en vcoxnumón^con et.Papa.f ; . r

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Es lo mismo que ensenaba Santo» Totnás: “Este Sa­ cramento —el eje Ja Penitencia--requiere de toda ^necesidad que su. ministro tenga no·solamente el poder del Orden, sino también el de jurisdicción” (Su­ ma teoL, Supl., m 8,. art. 4 ). ,. ,» \ (

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, ^También' hastá’éórf céhkúras, a dkf^áWsfafeCióti fcÉstigarle con otras penas'o senteñcJak'áHfectlAdaá^ségSn lo exijan u I»’gravedad dé la mlpa/'yala'tteparacidh dcl' esdándáló”; ''".r h r -S · ·

'SéHifejá‘rtt%>es el Gárion'^ív'iiáW^ 2· Gloria y los suyos contestan^^enj'substancia lo si­ guiente: “Con demasiada frecuencia sucede que, los miem­ bros que más santa y estrechamente están unidos con la Iglesia son rechazados y tratados como indignos ?&é estar'en ¡la iglesia, y como ¡separados de el’justó vivé'dé la ’fe (ítbiñ 'l,’ 17 J' y no dé'‘la ÓpiñióA' dé los »hombres”-11 '' ” t v\r.·.t , La 91: “El miedo decima excomunión injusta ho de-·?' 1 l?;bé4m'pédiimoy?ft'tihca el-ctuhp de ■ ' núésfrddéBéti aUrf^^ los hombres .páréce“qüe sbmbVWórMgádò^ de ‘là ‘Tglèàià^b ñtock1 • ' mientras’ permanezcamos! unídos^birilá Ica/ ^dád»a'DiOs,^^^ ;>- ®ia” (Denz:’1441):. -

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NINGUN PAPA HA SIDO NI SERA HEREJE

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¿“Sufrir,

anatema

• - i e· inj usto antes quejafaicionar lawerdad es imi. , ;Ov. taEjaiS^n jtan.Jejos, Ipvantars^cpntra, ja autoridad/. la . . < ' -¡ . La. 9&¿. ■‘Jesús.algunás ^veces sana las heridas jqueinflige la prisa precipitada de los primeros pastpr^s siq .anudamiento >suyoú Jesús .restituye lo que ellos con inconsiderable celo.arreba' ’táriu (DenzfW ’ “ ‘

.··.■ ’.-.'• palabras>de < San Pabló' a. los; GálataaTtjcnen.plcnwwig^ .‘Pero, aún cuando no&otrosi mismos^ oumnángelAdri ciélo os prediense .nn . ·, Evangeüo ’distmlx> $del;quet ¿recibisteis, sea ,anatema^ (Gal. 1, 8)”. (Anti-Tirento del lo. de Sept. d^ l575, coLZ; ■. . ...... . r ^epzarriaguist^^^^¡^ al Papado, sin^q^srftque c^da».Papales Pedro.,y, ¿por, jp tanto in:decaer.^en l^rjie^jíaT| ( u| \ : jCr^en cn, el guisado d,£ ilichre sin Jicbre.. ¿^n) Jpaquíníjnter^ textorde » San Pablo, el ^cnal habla iaUi/ ad alfswdu^mj ¿pues. cra;.4bsolutamen­ te imposible que ni él —ya confirmado encracia—, ni t

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Xt^TRODU GUION

un: ángel delvciff¿¿,*iú Pedro' predicaran’ un Evangelio distinto del de Cristo. Mis contrincantes incurren' en el· mismo delito de los heresiarcas del· siglo XVI, । a ■ los que tanto odianJ En efecto, dicte el ’ artículo1 de Fe' núm. 19 del Book of Common Prayer aprobado por Isabel de Inglate? na,, Ja llamada, ppí .suprema» ironía,; R?in£\ Virgen: ‘^As tibe ChurchofJerusalempAlexandria'and'Antíoch,'have erred ; sq-alsorthe Church of Rome'hath •erred, not ónlyin their I living'-and^mannerofyCere■ monies, but also inhaatterff of/ Faith*’: < ; “Asi como han errado las''iglesias’de jerusalén, Alejandría y ‘Antioquía,vtambién ha errado la' Iglesia de Roma, no · sólo en cuanto a sn forma de ¡vivir y conducir las ceremonias, síno^tanabién en .cuestiones de.Fe“ v.



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¡Con qué facilidad odia ’él hombre lo que antes amó! Porque · en .realidad no ama sino., a sí mismo. Y el más < nefasto de todos. los> egoísmos es el intelectual, que según, Lacordaire; nos. impulsa “ak transformar la verdad en muestro yo, en lugar’ de trarisformamos posouos, mismos^jen la verdad”.. . ¿ Qué, tptraí exphcación, puede tener que ;Glpria, qpe todavía, en 1971 dabalavidapor Paulo VI, abo­ mine de él desde ,1975,j Jia^a llamarlo, “hereje”, Sa­ crilego33 y temalvado33?1 t . . . En Tormenta, sobre, la fgl^ia^ qu,^ yo le imprimí el 15. de febrero de l^Zl^.plpria'men^op^ a VI, sjempre con^gran ^logio, coj^ todo su apa----------- -— ' .................... ‘ '■ · ^