El Nobiliario vero y el pensamiento aristocrático del siglo XV
 9783954879564

Table of contents :
Índice
Introducción
Nobiliario vero. Edición crítica
Nobiliario vero. Edición crítica. Capítulo I
Nobiliario vero. Edición crítica. Capítulo II
Bibliografía
Apéndice

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El Nobiliario vero y el pensamiento aristocrático del siglo xv José Julio Martín Romero

MEDIEVALIA HISPANICA Fundador y director Maxim Kerkhof

Vol. 25 Consejo editorial Vicenç Beltran (“La Sapienza” Università di Roma); Hugo Bizzarri (Université de Fribourg); Patrizia Botta (“La Sapienza” Università di Roma); ­Antonio Cortijo Ocaña (University of California, Santa Barbara); María ­ Teresa ­Echenique Elizondo (Universidad de Valencia); Michael Gerli (University of Virginia); Ángel Gómez Moreno (Universidad Complutense, Madrid); ­Georges Martin (Université Paris-Sorbonne); Regula Rohland de Langbehn (Universidad de Buenos Aires) y Julian Weiss (King’s College, London)

El Nobiliario vero y el pensamiento aristocrático del siglo xv José Julio Martín Romero

Iberoamericana



Vervuert



2019

Este trabajo se enmarca dentro de las actividades del proyecto I+D+i DHuMAR “Digital Humanities, Middle Ages & Renaissance. 1. Poetry 2. Translation” (MINECO, FFI2013-44286-P) y se ha realizado en el seno del equipo de investigación EI_HUM6_2017 (IP: J. J. Martín Romero) de la Universidad de Jaén.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).

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Índice

Introducción ..................................................................................................... 9 1.  Semblanza biográfica del autor .................................................................. 12 1.1.  Primeros años y enfrentamiento con Miguel Lucas ................................... 12 1.2.  La guerra civil castellana .......................................................................... 18 1.3.  La Guerra de Granada .............................................................................. 20 1.4.  Los últimos años: prestigio y relevancia social ......................................... 23 2. El pensamiento nobiliario............................................................................. 27 2.1.  La construcción de un sistema ideológico ................................................. 27 2.2.  La historia de la nobleza desde su origen: una versión interesada ........... 29 2.3.  La importancia del linaje ........................................................................... 30 2.4.  El reparto del poder: los nuevos nobles, los letrados ................................ 34 3. La escritura y el lenguaje............................................................................ 37 3.1.  Rasgos y evolución estilística .................................................................... 37 3.2.  El empleo de auctoritates y la alegoría ...................................................... 39 3.3.  La comparación y su poder probatorio: las leyes divinas ......................... 42 3.4.  La reflexión lingüística .............................................................................. 45 4. Criterios de edición ...................................................................................... 51 Nobiliario vero. Edición crítica ....................................................................... 55 Bibliografía ....................................................................................................... 371 Apéndice ........................................................................................................... 379

A la memoria de mis padres y a mis hermanos

Introducción

El Nobiliario vero se erige como la pieza fundamental del pensamiento linajístico de finales del siglo xv. Con esta obra, Mexía pretendía rechazar la identificación de la nobleza con la concesión regia que derivaba de ideas del jurista italiano Bartolo de Sassoferrato. Se oponía así a las ideas defendidas por Diego de Valera en su Espejo de verdadera nobleza. Frente a lo propuesto por el conquense, Mexía identificó nobleza y linaje: se proponía una nobleza de sangre, interna y esencial, frente a la externa y coyuntural que nacía de la decisión de la Corona. Seguía en este punto a Rodríguez del Padrón, quien hizo lo mismo en su Cadira de Honor, pero lo supera en ambición, pues el Nobiliario vero aspiraba a convertirse en una verdadera suma del saber relativo a la nobleza, hasta el punto de convertirse en «el tratado de afirmación genealógica más importante del reinado de los Católicos» (Gómez Redondo, 2012: I, 475). Su importancia no se limita a su contribución al debate sobre caballería y estatus nobiliario —del que ha sido considerado «el capítulo más importante» (Rodríguez Velasco, 1996a: 266)—, sino más bien porque logró ofrecer todo un sistema de pensamiento que nos permite comprender la cosmovisión de esa época. Para defender sus ideas, Mexía era consciente de que debía insertarlas en una forma de entender el mundo que implicara una manera concreta de ser noble. Por ello, en su obra construyó todo un sistema de conocimientos solidarios sobre una enorme diversidad de temas. Su objetivo era demostrar sus presupuestos enraizándolos en la forma de entender la realidad; con este fin, además de tratar sobre las dignidades, la monarquía o la estructura social, habla también de otras cuestiones, como la astronomía, la geología o la agricultura, sin olvidar razonamientos de tipo matemático; por supuesto, no se

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olvida de la historia y de los libros sagrados. Coincido con Gómez Redondo, que considera la obra como «pieza maestra» del «nuevo orden moral» que se establece en las últimas décadas del siglo xv derivado de los proyectos de expansión territorial y religiosa de los monarcas (2012: I, 475). Efectivamente, pocas obras iluminan mejor la situación de cambio social y político de las últimas décadas del siglo xv. El Nobiliario vero se explica en buena medida no solo como respuesta al bartolismo imperante y a los nuevos ennoblecimientos promovidos por la Corona, sino también como reacción ante la aparición de un nuevo grupo social, los letrados, que empezaban a copar cargos de importancia bajo el mando de los Reyes Católicos. Para ello, Mexía se vio obligado a redefinir conceptos como la caballería, que identificaba con nobleza, para que sobrepasara los límites militares del concepto tradicional. Para lograrlo, este autor hubo de recurrir a sus habilidades retóricas; y dio buena muestra de ellas construyendo un discurso que sustentara esa nueva visión de la nobleza. En ese discurso expuesto en el Nobiliario vero se encuentran consideraciones de tipo lingüístico que revelan la sagacidad del autor para comprender cómo el lenguaje conforma la percepción de la realidad. Esas reflexiones se entretejen en el razonamiento de forma que fuerzan al lector a caer en las redes de la argumentación de Mexía. La obra se conserva en numerosos ejemplares de un incunable impreso en Sevilla por Pedro Brun y Juan Gentil en 1492, así como en tres manuscritos, dos de ellos custodiados en la Biblioteca Universitaria de Salamanca (mss. 2414 y 2428) y otro, en la Biblioteca Nacional de España (ms. 3311). Este último representa la primera redacción, mientras que el incunable es, sin duda, la versión definitiva. Por su parte, los testimonios salmantinos suponen una redacción intermedia (Martín Romero, 2017). Aunque el Nobiliario vero se imprimió una única vez, que tengamos constancia, su éxito resulta indudable. Como se ha indicado, son numerosos los ejemplares que han pervivido hasta hoy; se trata del «incunable menos raro salido de las prensas de la Península» (Haebler, 1904: 195-196); seguramente sus impresores realizaron una tirada importante. También puede explicarse por otros motivos: por su temática hubo de resultar especialmente atractivo para un buen número de señores en una época en la que la nobleza se esforzaba por reunir una biblioteca que fuera seña de su poder (Alvar, 2010: 282283) y, al mismo tiempo, defendiera sus intereses como lo hacía el texto de Mexía. Por tanto, cabe pensar que numerosos ejemplares se custodiaron con esmero en diversas bibliotecas nobiliarias. No se ha señalado suficientemente la trascendencia posterior de esta obra. El carácter heterogéneo del texto explica asimismo su éxito: su parte

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histórica alimentó de datos la historiografía posterior, el tratado de vexilología, asimismo, sirvió de modelo a otros y lo mismo puede decirse de su apartado dedicado a la heráldica. Esta fama extendida en el tiempo también se debe a su ideología; su forma de entender la nobleza como un asunto de sangre pervivirá a lo largo de los siglos. El orgullo de pertenecer a un rancio abolengo nobiliario persistiría, aun cuando se aceptara que el origen pudiera estar en la monarquía; las ideas de Mexía sobre los recién ennoblecidos no se abandonarán ni siquiera aunque se rechazaran sus tesis sobre el origen de la nobleza. Por tanto, su fortuna no se diluyó en el tiempo, sino que fue conocido y citado por numerosos autores a lo largo de siglos: Gonzalo Fernández de Oviedo, en sus Batallas y y quinquagenas; Jerónimo Gudiel, en su Compendio de algunas historias de España (1577); Julián del Castillo, en su Historia de los Reyes Godos (1582); Argote de Molina, en su Nobleza de Andalucía (1588) y en el opúsculo Sucessión y linage de don Juan Manuel que acompañó a su edición de El conde Lucanor (1575); Juan Benito Guardiola, en su Tratado de nobleza, y de los títulos y ditados (1591); Alonso López de Haro, en su Nobiliario genealógico de los reyes y títulos de España (1623); Alonso Núñez de Castro, en su Historia eclesiástica y seglar de la muy noble y muy leal ciudad de Guadalajara (1653); Gaspar Agustín de Lara, en su Obelisco fúnebre (1684); Juan de Ferreras y García, en su Historia de España, parte undécima (1723); José de Avilés y Avilés, en su Ciencia heroica, reducida a las leyes heráldicas del Blasón (1725); Antonio de Moya en su Rasgo heroico: declaración de las empresas, armas y blasones (1756). Incluso en la Francia del siglo xviii aparece recogido en el Méthode pour étudier l’Histoire (1735) del abad Lenglet du Fresnoy. No es arriesgado afirmar que Mexía consiguió que su obra se convirtiera en un texto de referencia sobre la nobleza, pues pocas obras gozaron de tal fortuna posterior. Este enorme éxito de la obra, conservada en tantísimos ejemplares y citada en tantas ocasiones, confirma la pervivencia de ese sistema de pensamiento minuciosamente levantado por el giennense. En definitiva, el Nobiliario vero es, seguramente, la obra que mejor nos explica la forma de entender el mundo en las últimas décadas del siglo xv, un texto que nos ayuda a comprender el pensamiento de esos años de profundo cambio social y político, y cuya influencia a lo largo del tiempo fue bastante mayor de lo pudiera pensarse.

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1.  Semblanza biográfica del autor 1.1.  Primeros años y enfrentamiento con Miguel Lucas Aunque no abundante, contamos con cierta información documental sobre Ferrán Mexía. Estos datos, junto con las menciones cronísticas, nos permiten dibujar un esbozo de la biografía y de la personalidad de este autor. Noble, de cierta importancia en su contexto geográfico, supo sobrevivir a las peligrosas vicisitudes que su más que probable ambición le causó. Su trayectoria vital se vio jalonada por acontecimientos históricos como la Guerra de Sucesión Castellana o la Guerra de Granada, acontecimientos en los que participó activamente. Fue, además, un personaje culto e intelectualmente inquieto, que mantuvo relaciones literarias y compuso diversas obras, entre las que sobresale sin lugar a dudas el tratado que aquí se edita. El Memorial de la casa solar de Messía, aunque es un texto escrito ya en el siglo xvii, incluye una breve semblanza del autor que nos puede iluminar tanto la realidad de Mexía como la forma como pervivió posteriormente su imagen: hijo de Gonzalo Messía de la Cerda y de D.ª Isabel de Narváez, fue caballero de mucha autoridad y valor, prudente, sabio y muy leído, y de muy linda disposición, hermoso y rubio de rostro, de gran fuerza de ánimo y destreza, así en las cosas de la paz como de la guerra. Su persona fue muy estimada de los reyes como de los señores y muy grandes caballeros; fue en tiempo del rey D. Enrique IV y su capitán de trescientas lanzas con que sirvió en las guerras de su tiempo valerosamente; fue Juez Provincial del Obispado de Jaén y del consejo de las hermandades, autor del libro intitulado «Nobiliario Vero», que es de toda erudición y autoridad, y otro llamado «Insigniarios» y de otras obras de consideración (Messía y Messía, 1957: 65).

Fernando de Messía y Messía, autor de este Memorial, nos aporta no solo datos elogiosos esperables en este tipo de obras, sino también interesante información atestiguada documentalmente, como los vínculos familiares de su antecesor, su carácter erudito y su relevancia en su entorno histórico1. Resulta 1 En relación al curioso dato sobre su aspecto físico, ha habido quien incluso lo ha considerado cierto apoyándose en el hecho de que uno de sus antecesores era apodado por su belleza la «doncella Messía» tal como se lee en el Libro de armería de Diego Hernández Mendoza (compuesto poco después de la impresión del Nobiliario vero): «De los Mexías (f.i.) La casa de Mexía es en [este] mesmo / rreyno la qual es byen antigua y tye- / ne vasallos. ¶ Esta días ha que no / es en los del linaje d’ella y la causa es es- / ta. ¶ El postrymero sennor d’ella, que era del / su lynaje se llamava Garçi Díaz

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significativo que se insista en la «erudición y autoridad» de su obra (especialmente del Nobiliario vero), imagen que coincide con la forma como se habla de este texto en escritos posteriores. Sabemos que Ferrán Mexía nació en Jaén en 1424, durante el reinado de Juan II. Un documento con fecha de 10 de abril de 1492 aportado por Toral y Fernández de Peñaranda confirma este punto, pues en él se lee que «siendo preguntado por el pedimento dijo ser de 68 años» (1987: 26). Era miembro de una importante familia del lugar. Ferrán Mexía formaba parte del linaje asentado en Jaén, hijo de Gonzalo Mexía de la Cerda y doña Isabel de Narváez, quienes, además, fueron padres de Rodrigo de Narváez (Toral y Fernández de Peñaranda, 1987: 69). Nuestro autor casó en tres ocasiones, con numerosa descendencia que el Memorial de la casa solar de Messía indica: en primer lugar, con Marina de Vergara, con quien tuvo a Jorge Mexía de la Cerda y a doña Isabel Mexía de Narváez; posteriormente, con doña Marina de Mercado, en quien hubo a Galdín Messía de la Cerda, a doña Leonor Mexía de la Cerda y a doña Catalina Mexía de la Cerda; y, finalmente, con doña María de Luna, matrimonio del que nació Fernán Arias Mexía de la Cerda, así como otros hijos que el Memorial no cita y que, como indica la obra, murieron sin sucesión (Messía y Messía, 1957: 65-82). Nuestro autor contaba treinta años cuando, a la muerte de Juan II, le sucedió en el trono su hijo Enrique —de quien Mexía fue designado «capitán de trescientas lanzas»—. No llegaba a los cuarenta —y estaba ya casado en segundas nupcias con Marina de Mercado— cuando Miguel Lucas fijó su residencia en esta ciudad tras unas complicadas vicisitudes en la corte que lo llevarían a la desobediencia al monarca castellano e incluso a refugiarse en Aragón (Martín Romero, 2010); la resolución de ese conflicto entre

(tachado: Mexía) Me- / sýa que asý se llaman propiamente Mesýas, / el qual fue un valyente cavallero y dizen que / era muy hermoso, tanto que le llamavan la / donzella de Mesýa. ¶ Este casó con una so- / bryna de don Lope de Mendoça harço- / bispo de Santiago, hija de su hermano Pedro / Fernandes de Mendoça que dixeron el Vyejo. ¶ E (f. 149r) ovo d’ella una hija y muryó mançebo, y / la hija heredó la casa (...)». Tomo la cita de Valverde Ogallar, 2001. También repite esta dato Gonzalo Fernández de Oviedo, en sus Batallas y quinquagenas (partiendo del Libro de armería, a juzgar por las coincidencias entre ambos textos): «SERENO. Otro chiste he visto en los libros de armas, que dicen de un cavallero de los Mexías que era tan hermoso, que le llamaban la doncella Mexía. ALCAYDE. Yo he leydo eso, y dice un libro de armas así: «Los Mexías son antiguos hijosdalgo y señores de vasallos. Y un cavallero deste linaxe fue tan hermoso, que le llamaban la doncella Mexía. El qual casó con una sobrina del arzobispo don Lope de Mendoza, hija de Juan Fernández de Mendoza (que dixeron el viexo), y ovo de ella una hija; y él murió y la hija heredó la casa (...)» (Fernández de Oviedo, 2000: II, 49-50).

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el condestable y Enrique IV pasó por el abandono de la corte por parte de Miguel Lucas y su decisión de establecerse en Jaén; este hecho alteraría de forma significativa la vida política de esa ciudad y la dinámica de poder de su oligarquía. La llegada del condestable estaba destinada a causar trastornos entre los miembros más influyentes de la sociedad giennense, quienes verían con recelos la aparición de quien iba a ejercer un poder que limitaba el que ellos ostentaban hasta entonces. No obstante, el recibimiento y los festejos por su enlace fueron majestuosos, y en ellos participaron los grandes nobles tanto de la ciudad como aquellos vinculados familiarmente con los recién desposados. Del clan Mexía, además de los señores de Santa Eufemia y de La Guardia (Gonzalo y Rodrigo, respectivamente)2, también participó Ferrán Mexía; hay que recordar que era pariente de la dama, concretamente primo segundo, pues, como indica Toral y Fernández de Peñaranda (1987: 69), sus abuelos —Fernán Ruiz de Torres y Teresa de Torres, hijos de Pedro Ruiz de Torres y de doña Isabel Méndez de Biedma— eran hermanos. No obstante, no participó en la comitiva, sino organizando un vistoso paso de armas de tipo caballeresco que tuvo lugar días después, el domingo 15 de febrero de 1461, y que se alargó hasta el lunes siguiente, de acuerdo con la Crónica del condestable, durante los suntuosos festejos del enlace: Fernand Mexía, servidor y pariente suyo, con deseo de les servir; y por dar onorable salida a las ya dichas fiestas, ordenó de poner un rencle en la plaça mayor del Arrabal, e tener un paso el dicho domingo, e otro día siguiente. E fizo fazer una puente que atravesava la dicha plaça, e desafió por su carta todos e qualesquier cavalleros e gentiles onbres que por la dicha puente quisiesen pasar, que fiziesen con él çiertas condiçiones, a determinaçión e juizio de çiertos juezes que lo avíen de judgar (Cuevas Mata, Arco Moya y Arco Moya, 2001: 51).

Un acontecimiento de este tipo no se podía dejar pasar sin exhibirse delante de sus importantes parientes y sin hacerse notar ante el notable recién llegado. Con 37 años, Ferrán Mexía ya no podía considerarse joven, de manera que no puede interpretarse como ímpetu juvenil lo que seguramente era 2 La madre de Teresa Torres era doña Guiomar de Carrillo, la hermana de don Gonzalo Messía; se la llama en el Memorial de la casa solar de Messía, doña Guiomar Messía, «que casó en Jaén con Carlos de Torres y Portugal (...) de quien hubo a doña Teresa Carrillo, que casó con don Miguel Lucas, condestable de Castilla, gran privado del rey D. Enrique IV» (Messía y Messía, 1957: 51). La Crónica del condestable presenta a Gonzalo Messía (el mayor) como tío de la desposada, cuando en realidad era su abuelo, padre de su madre Teresa Carrillo. Era Gonzalo Messía (el menor) quien era tío de esta dama.

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una puesta en escena bien estudiada para dar una imagen aristocrática (y caballeresca) de sí mismo; los datos que aporta la citada crónica no dejan lugar a dudas del cuidado con el que se quiso presentar ante la sociedad giennense: El qual salió en un muy gentil cavallo encubertado, y en somo unos paramentos de fino paño azul, todos bordados de lagrimas de Moisén, en arnés de seguir; y en el asiento una manera de cárçel, en que venía la forma de su persona, con una espada metida por los pechos, y las manos atadas con una cadena. Al qual salieron doze cavalleros aventureros, muy bien guarnidos / (39 v.) de guerra, con diversos paramentos e invençiones (Cuevas Mata, Arco Moya y Arco Moya, 2001: 51-52).

El paso de armas duró dos días, en los que Mexía pudo exhibirse ante la mirada de importantes nobles, especialmente los recién desposados3. Aunque ningún noble quiso verse ausente de este importante acontecimiento, al parecer no vieron con buenos ojos este enlace, a juzgar por los comentarios de Diego de Valera en su Memorial de diversas hazañas, en el que se cuenta el rechazo de este matrimonio entre el hijo de un pechero y la heredera de un importante linaje con cuantiosas rentas: «mujer muy rica, el padre de la cual era el mayor hombre que en aquella ciudad había, en cuyos bienes esta sola hija sucedió. Lo cual fizo contra voluntad de todos sus parientes»4. No obstante, había sido decidido por el monarca varios años antes, en 1454, y el matrimonio se celebró cuatro después, en 1458, si bien solo en 1461 se consumó tras las velaciones. Apenas habían pasado unos años desde aquel 12 de junio de 1454 —una jornada de guerra en tierras de Granada— cuando Miguel Lucas fue ennoblecido por Enrique IV (Toral y Fernández de Peñaranda, 1987: 17-18). Aunque con desagrado, hubieron de aceptar ese enlace considerado desigual y que, además, venía a aumentar el poder del recién llegado, lo 3 «Y los dichos dos días, domingo e lunes siguiente, se fizieron entre ellos munchos y diestros encuentros, do fueron asaz lanças quebradas y grandes reveses tomados, estando presentes en los miradores el dicho señor condestable y la señora condesa y las señoras doña Guiomar e doña Juana y el señor obispo de Salamanca y el arçediano de Toledo e todos los otros cavalleros e gentiles onbres e damas que por onorar las dichas bodas e fiestas se avían congregado» (Cuevas Mata, Arco Moya y Arco Moya, 2001: 52). 4 El dato fue comentado ya por Torres Fontes (1971: 95), que aportó la cita sin dar la referencia bibliográfica. Puede encontrarse en Valera (1878: 18 y 1941: 48). Siguiendo al pie de la letra a Diego de Valera, Gonzalo Fernández de Oviedo indica que Teresa Torres era «muger muy rica, el padre de la cual era el prencipal ombre que en aquella ciudad avía, en cuyos bienes esta sola hija sucedió». Si bien cita como fuente a Diego Enríquez del Castillo, «lo cual, según dice el coronista el licenciado Diego Anríquez de Castilla [sic] hizo hacer el rey contra voluntad de sus parientes de la dicha doña Teresa» (Fernández de Oviedo, 2000: 390).

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que para la aristocracia de Jaén suponía una amenaza a su hegemonía. No solo llegaba como condestable de Castilla, sino con otros cargos que implicaban que su autoridad apenas podía ser contrastada en esa tierra, a lo que se unía el poder económico que aumentaba con el matrimonio con Teresa Torres. La tensión fue en aumento a medida que Miguel Lucas iba actuando de manera cada vez más autoritaria. Esto desembocaría en el fallido intento de asesinato del condestable en 1468, en el que participaría Mexía. Unos años antes, en 1465, se sabe que Ferrán Mexía se había casado con la citada María de Luna, hija de uno de los veinticuatro de Córdoba, ciudad donde se celebró el enlace5; para algunos, esto pudo influir en su decisión de participar en la conspiración, como se verá más adelante. No obstante, en 1466 sucedió otro acontecimiento, narrado por Juan de Arquellada en su Sumario de proezas y casos de guerra, en el que se nos dan datos sobre Ferrán Mexía enfrentándose a Fadrique Manrique, precisamente un personaje que la Cronica del condestable vincula también con la citada conspiración. El hecho sucedió a raíz del intento de apoderarse de Baeza por parte de los hermanos Diego de Carvajal y Juan de Mendoza, criados del maestre de Calatrava, Pedro Girón, que había fallecido poco antes. La citada crónica relata que en esa contienda, en la que participó Miguel Lucas a petición de Juan de la Cueva, también se contó, entre otros, con el prior Juan de Valenzuela. Poco después del éxito militar, el prior y sus hombres fueron atacados por los hombres de Alonso, señor de Aguilar, y de don Fadrique Manrique. Pues bien, Ferrán Mexía, entre otros, lograron derrotarlos e incluso el propio Fadrique Manrique cayó herido del caballo, aunque Mexía aseguró su integridad personal y finalmente fue liberado (Cuevas Mata, Arco Moya y Arco Moya, 2001: 259). Quizá esos enemigos externos favorecieron la creciente tensión que iba aumentando en Jaén en esos años, una tensión que encendía el roce entre el carácter autoritario de Miguel Lucas y la oligarquía de la ciudad, que se resistía a ver limitado su poder. La situación fue empeorando a medida que Miguel Lucas afianzaba su autoridad en la ciudad en detrimento de la de los nobles. En 1467 hubo un intento de apoderarse de Jaén por parte del comendador Fernando de Quesada y su pariente, el conde de Cabra. Fernando de Quesada había pertenecido, como Miguel Lucas y como Ferrán Mexía, a la casa del príncipe Enrique. Al futuro monarca, su padre, Juan II, le había concedido el 5 «esta señora era hija del 24 de Córdoba Fernán Arias de Luna, patrón de la casa de los locos, y de doña Beatriz de Montemayor, hija del adelantado Alonso Fernández de Montemayor, de varonía Fernández de Córdova, señor de Montemayor y Alcaudete» (Escritura de dote en Córdoba en 21 de noviembre ante Gonzalo González, citada en Toral y Fernández de Peñaranda, 1987: 92).

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principado de Jaén en 1444, con las importantes rentas económicas derivadas no solo de esta ciudad, sino también de otras como Úbeda, Baeza y Andújar. Quesada era uno de los giennenses más poderosos, de un linaje más ilustre que el de Miguel Lucas, de padre pechero; a pesar de ello, Quesada se vio subordinado al poder omnímodo del condestable de Castilla cuando se asentó en Jaén (Toral y Fernández de Peñaranda, 1987: 83). Aunque este enfrentamiento se cerró con el compromiso de enlace del hijo de Fernando Quesada con la hija de Miguel Lucas, evidencia una fuerte tensión entre la oligarquía de Jaén y la forma de ejercer el poder del condestable6. Todas estas tensiones fueron en aumento y explican el fallido intento de asesinato de Miguel Lucas, que tuvo lugar en 1468 por parte, entre otros, de Ferrán Mexía —el acontecimiento más recordado de la biografía de nuestro autor—, que acabó apresado tras el fracaso de la conspiración. La crónica atribuye esta conjura a la iniciativa del marqués de Villena, punto que ha sido puesto en duda por Toral y Fernández de Peñaranda (1987: 92), que ve más probable que estuviera detrás una cierta afinidad política del conde de Cabra. Unos años atrás, en 1465, Mexía ya había contraído su tercer matrimonio, con doña María de Luna, cuya familia estaba emparentada con la del conde de Cabra; como se ha dicho, este conde, un año antes, apoyado por Fernando de Quesada, ya había intentado apoderarse de Jaén luchando contra el condestable. La crónica narra la conspiración para asesinar al condestable con unos tintes novelescos que quizá hayan favorecido que se recuerde con tanta frecuencia. Los hechos sucedieron en abril de 1468. Se indica la manera como Miguel Lucas, avisado de la conjura, finge cautamente no hacer caso de ella. De esa manera puede solicitar la presencia de Ferrán Mexía como regidor cuando se le presenta un hombre con un caso judicial. Aunque Mexía confía en que aún no se ha descubierto su plan, llama a Juan de Pareja; van sin demasiados hombres, pues, tal como se han informado, al condestable apenas lo acompañan unos pocos. En un primer momento se proponen asesinar allí mismo a Miguel Lucas, pero se retraen al pensar que hay más personas en su compañía de las que en realidad había. La crónica narra la manera relajada y astuta como el condestable saluda a los conspiradores, la forma como los lleva a su terreno (a su propio alcázar) y les pide amablemente que descabalguen y se unan a él. Mexía, confiado, así lo

6 Más adelante en la crónica de Miguel Lucas se justifica el enfrentamiento de Fernando de Quesada con este como resultado de la influencia del conde de Cabra y de Martín Alonso: «Fernando de Quesada, comoquiera que aquellas diferençias avían pasado entre el señor condestable y él, más por induzimiento que le avían fecho el conde de Cabra y Martín Alonso que por voluntad que él oviese de errar al rey, nuestro señor». Por tanto, ya en 1467 Fernando de Quesada había aceptado el predominio del condestable.

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hace, mientras que su compañero en la conjura se limita a fingir hacerlo, pues, en cuanto ve la oportunidad, vuelve a cabalgar y se marcha al galope. Por su parte, Ferrán Mexía ha de darse por prisionero junto con su criado Álvaro Piña, del que se dice que vivía con el marqués de Villena y que fue ajusticiado al día siguiente, tras haber confesado él y su amo toda la conspiración. Por tanto, este fracaso acabó con el encarcelamiento de Mexía, la ejecución de su criado Álvaro de Piña, la huida de otros conspiradores (Diego Narváez, Gonzalo de Baeza, Pedro de Jaén, entre otros que la crónica no nombra), la prisión de sus mujeres y el embargo de sus bienes. Al parecer esperaban ser socorridos por Fadrique Manrique (Cuevas Mata, Arco Moya y Arco Moya, 2001: 304), precisamente quien había sido derrotado un par de años antes por Ferrán Mexía y otros hombres, y a quien nuestro autor aseguró. En cualquier caso, se trata de otro de los enemigos de Miguel Lucas que parece que estuvo detrás de esa conjura. La Crónica del condestable relata las presiones sobre Miguel Lucas para que liberara a Mexía y a las mujeres de los conspiradores, así como para que les devolviera sus bienes. Aunque nada se indica en este texto sobre la liberación del autor del Nobiliario vero, en el Sumario de Arquellada se indica que el 2 de agosto de 1468 se determinó que se designara una persona que durante dos meses se encargara del preso, tras lo cual habría de liberarse. La persona designada fue Juan de Vergara, que se ha identificado con algún hermano (o al menos pariente) de la primera mujer de Mexía, Marina de Vergara, lo que aseguraría que no habría de sufrir daño alguno. Era una concesión a nuestro escritor, que veía su prisión aligerada al estar en poder de un pariente. Siguiendo la hipótesis de que detrás de la conspiración no se hallaba Juan Pacheco, sino el conde de Cabra, Toral y Fernández de Peñaranda (1987: 93) recuerda las capitulaciones matrimoniales del 21 de noviembre de ese año que concertaban el enlace entre la hija del conde, María Carrillo de Córdova, y don Luis de Lucas, el recién nacido hijo del condestable, matrimonio que, según este historiador, determinó el final del enfrentamiento entre Miguel Lucas y este enemigo. 1.2.  La guerra civil castellana En cualquier caso, la liberación tuvo lugar el lunes 24 de diciembre de 1470, atendiendo a los datos que aporta Juan de Arquellada7. La Crónica del 7 Toral y Fernández de Peñaranda considera que se trata de un error por 1468, al considerar que se hubieron de cumplir solo los dos meses de prisión pactados (1987: 93-94). No obstante, Morales Borrero (1997: 64-65) defiende que el texto de Arquellada ofrece una

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condestable indica que, posteriormente, Miguel Lucas prendió a familiares de Mexía (a su hijo, a su hermano Rodrigo de Narváez y a Diego de Narváez) entre otros conspiradores, cuando huían de la prisión de Úbeda, a los que encerró el 28 de febrero de 1471 (Cuevas Mata, Arco Moya y Arco Moya, 2001: 378). El intento de asesinato había quebrantado la situación de esta familia. Toral y Fernández de Peñaranda (1987: 95), sin aportar documentación, considera que, tras todos estos infortunios, abandonaron Jaén para ponerse al servicio de don Álvaro de Estúñiga en tierras extremeñas, idea que repite Morales Borrero (1997: 66). La existencia de numerosos Mexía en Extremadura en esa época pudo influir en estos investigadores. No obstante, el linaje de Mexía era frecuente en esa zona desde mucho antes. Gonzalo Fernández de Oviedo, en sus Batallas y quinquagenas explica, al hablar del linaje de los Mexía: Como su hermano, Arias Mexía heredó (con quien ellos estaban muy mal por respeto de su padre), vinieron a servir al rey don Sancho 4º (que entonces reinaba); y el uno se decía Gonzalo Mexía y el otro Garci Díaz Mexía. Y aún parece que debía ser hermana de esos una señora que en ese mismo tiempo casó con un caballero de los de Prado, que vivió en Estremadura, en Truxillo o Medellín, o por aquella tierra, della quedó generación deste nombre (Fernández de Oviedo, 2000: 58).

Por cierto que Fernández de Oviedo también indica que de «Garci Diaz Mexía, no se save cierto quién sucedió, puesto que se presume que se asentó en Jaén» (2000: 58). Más adelante habla de otros Mexía, como Rui González Mexía, que fue designado maestre de Santiago (cargo que ya había recaído en antecesores suyos) y que hizo comendador mayor a Fernán Ruiz Mexía, «que vivía en Medellín o Trujillo». Este autor indica que en esa zona el linaje de Mexía contaba con numerosos miembros: «E así quedaron desde entonces, e antes, en Estremadura muchos Mexías caballeros» (2000: 59). En cualquier caso, de ser cierta la opinión de Toral y Fernández de Peñaranda, quizá la importancia de ese linaje en las tierras extremeñas pudo llevar a la familia giennense de Mexía a buscar cierto refugio entre los suyos. Por otra parte, quizá este investigador se apoyaba en otro hecho conocido: se sabe que Mexía inicialmente tomó partido por el bando de Juana contra el de Isabel, apoyando al duque de Plasencia, don Álvaro de Estúñiga, hecho que le valió la pérdida de la regiduría de Jaén el 15 de julio de 1475. En esto lo acompañaron otros regidores de esa ciudad que formaban parte del mismo

lectura fiable, pues, por un lado, indica el día de la semana exacto (lunes) de esa fecha, que coincide en 1470 y no en 1468; y, por otro, la narración de Arquellada, que sigue un orden cronológico, lo sitúa tras relatar los hechos de 1470 y justo antes de 1471.

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bando de la Beltraneja. El documento, señalado por Toral y Fernández de Peñaranda (1987: 132), fue exhumado por Morales Borrero; en él se indica que el cargo de regidor de Ferrán Mexía pasaría a Juan de Vergara: Fernán Mexía e el comendador Johan Pareja e Luis de Torres mis vasallos e regidores de la muy noble e leal çibdad de Jahén lo non han guardado nin cumplido así [...] e en menospresçio de las dichas nuestras cartas e mandamientos [...] se han ayuntado e ayuntaron a los dichos caballeros, e les han dado e dan favor e ayuda e consejo para fazer las cosas que por ellos se han fecho e cometido, e fazen e cometen en deserviçio nuestro, en daño de los dichos nuestros reynos e la cosa pública dellos. Por lo qual los dichos Fernán Mexía e comendador Johan de Pareja e Luis de Torres han caído e incurrido en grandes e graves penas çeviles e criminales, e han perdido e deben perder los dichos sus ofiçios de Regimientos, e todos los otros sus bienes muebles e raíçes; lo qual nos así declaramos por la presente. E porque nos entendemos en ellos proveer, nuestra merçed es de les mandar secrestar e poner de manifiesto los dichos ofiçios de Regimiento. E confiando de vos, Diego de Iranço comendador de Montizón e Joahn de Vergara e Íñigo de Peralta que bien e fielmente usaréis del dicho secresto, nuestra merçed e voluntad es que vosotros tengades por nos en secretaçión, en quanto nuestra merçed e voluntad fuere, los dichos ofiçios de Regimiento (Morales Borrero, 1997:70).

Recordemos que Juan de Vergara fue, según el Sumario de Juan de Arquellada, el encargado de guardar bajo pleito homenaje a Ferrán Mexía durante su prisión por parte de Miguel Lucas (Toral y Fernández de Peñaranda, 1987: 93). No obstante, hubo de recuperar ese cargo tras jurar obediencia a la reina. Se sabe que Juan de Pareja lo recuperó poco después, por un documento fechado el 26 de septiembre de 1476 en el que rey Fernando ordenaba que se le restituyera ese cargo (Toral y Fernández de Peñaranda, 1987: 132). 1.3.  La Guerra de Granada No sabemos a ciencia cierta cuándo recuperó ese cargo. Es posible que no fuera tan inmediato como le sucediera a Juan de Pareja, porque en un documento fechado el 4 de septiembre de 1485 se menciona a Ferrán Mexía sin aludir a ese puesto. No obstante, ahí es citado entre otros notables hombres, la mayor parte de Jaén; el documento informa a los Reyes Católicos que «dentro de ocho día estarán en esta ciudad, con otros grandes caballeros de estos reinos, y otras muchas gentes de a caballo, y de a pie, para ir a poner cerco a los castillos de Cambil y Alhabar» (Toral y Fernández de Peñaranda, 1985: 29). Efectivamente, en dicha campaña, la ciudad de Jaén aportó un numeroso grupo de peones que lograron abrir camino a la artillería organizada

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por Francisco Ramírez, pieza fundamental en la conquista de estos castillos (Porras Arboledas, 1982 y 1995: 172); estos hechos tuvieron lugar poco tiempo después de que se firmara el citado documento. Como he comentado, no se indica en dicho documento que Mexía fuese veinticuatro de la ciudad de Jaén, lo que sí se hace con otros nobles allí mencionados; pero quizá eso no implique que no lo fuera. Al parecer, los veinticuatro de Jaén fueron convocados por los reyes para acudir al citado cerco, lo que llevaría a quienes no lo hicieran a perder la veinticuatría, algo que sucedió a algunos de ellos (Cazabán Laguna, 1904: 45-51). Ese año, los Reyes Católicos, que estaban en Jaén, firmaron una cédula real por la que retiraron la veinticuatría (que luego recuperarían tras otro documento alegatorio) a quienes no habían asistido (contra sus órdenes) a la toma de Cambil y Alhabar. La presencia de los monarcas en Jaén en ese momento no dejar de resultar significativa, se trata del mismo año en que se da por finalizada la segunda versión de Nobiliario vero, a 15 de mayo (la citada cédula data del 8 de octubre). Es más, en la primera redacción de su Nobiliario, concluida en 1478, Ferrán se define como regidor; por tanto, hubo de haber recuperado el cargo ya en esa fecha, quizá incluso en 1477, fecha del inicio. Por cierto, el hecho de que en 1484 los reyes aumentaran el número de regidores de doce a veinticuatro8, explica que Mexía, que aparece como regidor en la primera versión de su Nobiliario vero, figure como veinticuatro en la segunda. Precisamente de los años en los que hubo de componer esta obra apenas tenemos datos sobre Ferrán Mexía. Sabemos que empezó a redactarla a finales de abril de 1477 y la concluyó (en su versión definitiva) el 15 de mayo de 1485 (aunque una primera versión de la obra se dio por finalizada el 4 de febrero de 1478). Se han citado un par de documentos de 1476 en los que se recompensa a un tal Ferrán Mexía por haber luchado contra el enemigo portugués (Morales Borrero, 1997: 72-73). El primero de ellos data del 27 de septiembre del citado año y está redactado en Tordesillas por la reina Isabel, que le hace «merçed de la tenençia del dicho castillo e fortaleza del Castil de la Reina». En el segundo documento, de idéntica fecha, se le hace «merçed e donaçión pura e propia [...] del lugar de Cheles e Mirleo». Márquez Villanueva (1969: n. 20) identifica a estos personajes con el autor del Nobiliario vero, mientras que Morales Borrero lo hace con «serias dudas» (Morales Borrero, 1997: 73), aunque considera que bien puede explicar la recuperación de la regiduría. En

8 «1484-23 de marzo.-Real Carta, duplicando el número de doce Regidores que Jaén tenía, y llamándoles Veinticuatros» (Cazabán Laguna, 1904: 55).

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cualquier caso, no es necesario pensar en una valerosa defensa de la causa isabelina por parte de Mexía para explicar esa restitución, pues es conocida la política de «generosidad» —en palabras de Luis Suárez (2007: 383-383)9— estudiada como manera de afianzar las lealtades al asegurar la estabilidad económica (más que el poder territorial) a los levantiscos10. En cualquier caso, en esos años, los Reyes Católicos estaban especialmente dedicados a la Guerra de Granada; de ahí que Jaén —como adecuado centro de operaciones para dicha campaña— fuera uno de los lugares en los que se asentarían en diversas ocasiones, especialmente entre 1485 y 1489. Estos factores han sido considerados motores del desarrollo urbano de esta ciudad11. Existe bastante documentación firmada en Jaén por los monarcas en esos años, si bien, más que una estancia detenida hubieron de ser diversas momentáneas12.   9 Se refiere al tratado de los Reyes Católicos con el duque de Arévalo (10 de abril de 1476), en el que se ofreció al derrotado don Álvaro de Estúñiga un acuerdo nada humillante: «La generosidad de este tratado resulta indudable; importa mucho que precisemos que no se trata de una caso excepcional sino, al contrario, de la norma a aplicar» (Suárez, 2007: 381). Por tanto, la actitud de los monarcas ante los levantiscos en esa época fue claramente conciliadora, lo que explica que Mexía recuperara la veinticuatría una vez vuelto al bando isabelino. 10 «Descubrimos en todos estos acuerdos una línea política muy clara; huyendo de cualquier calificación de castigo o represalia, los tratados se aprovechaban para devolver al realengo aquellas villas que, indebidamente, habían sufrido el traslado a señorío y para recobrar fortalezas indispensables para la garantía del orden interno pero ofreciendo, en todo caso, compensaciones que debían considerarse suficientes, ya que se trataba de conservar la plataforma económica de la nobleza. En otras palabras, tras los acuerdos todos los linajes iban a poder disponer de las mismas rentas aunque quizás no del mismo espacio» (Suárez, 2007: 383). 11 «Se ensancha la vida populosa de la ciudad y progresa su desarrollo urbano, porque aquí se consumen los caudales para las guerras y aquí se centraliza la actividad oficial de la corte en 1485 y 1489. Y como si pareciera profecía preparatoria de aquel desarrollo tan importante el aumento de los doce regidores a veinticuatro representantes del consejo en 9 de octubre de 1484, la municipalidad adquiere una carácter que la equipara con las más prestigiosas ciudades de la monarquía» (Cazabán Laguna, 1904: 71). Véase también Chamocho, 1999. 12  Desde Jaén, los monarcas firmaron diversos documentos, como los aportados por Cazabán Laguna (1904): la cédula «dada en la muy noble e leal cibdad de Jaén, a ocho días de octubre del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo de 1485 años. Yo, el Rey. Yo, la Reina» (47); «1489-3 de junio. -Pragmática, dada en Jaén, sobre los aranceles de los escribanos» (59); «1489-30 de julio.-Real Cédula, dada en Jaén, sobre salario de corregidores y asistentes» (60); «1499-2 de agosto.-Pragmática, dada en Jaén, sobre el servicio de montazgo de ganados que iban a pastar al Reino de Murcia, Obispado de Cartagena y Marquesado de Villena» (ibid.); «1489-24 de mayo-Provisión dada en Jaén,

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Sea como fuere, la presencia de los soberanos en esas tierras y la participación activa de los nobles giennenses (entre los que se contaba Mexía) en dicha guerra es un factor que hay que tener en cuenta a la hora de comprender por qué este se dedicó a redactar esta obra que, no lo olvidemos, dedicó al rey Fernando. Ya en febrero de 1489, Ferrán Mexía vuelve a ser citado como veinticuatro de Jaén en un documento conservado en el Archivo General de Simancas, así como en otro del 25 de noviembre de 149113; en un documento del 7 de septiembre de 1491 es mencionado además como juez ejecutor de la provincia de Jaén (Morales Borrero, 1997: 74-75). Eso implica que hubo de compatibilizar los dos puestos, el de veinticuatro de la ciudad de Jaén y el de juez ejecutor de la Hermandad en esa provincia. 1.4.  Los últimos años: prestigio y relevancia social En 1492 se imprimió su Nobiliario vero, que hubo de gozar de notable éxito y que fue considerado un texto de referencia, a juzgar por el empleo que de él se hizo pronto en otras obras; este éxito hubo de redundar en beneficio de la para que los alguaciles no puedan prender á ninguna persona sin orden del corregidor» (56); «1489-30 de junio.-Pragmática dada en Jaén, mandando que a los que hubiesen plantado en términos realengos o concejiles viñas, huertas, árboles, o hecho casa, se les fijasen maravedís de censo» (ibid.); «1489-Ordenanzas aprobadas en Jaén, que servirían para el veedor de los tintes de Córdoba» (ibid.). A estos hay que añadir los testimonios que ofrecen otras colecciones documentales, como la de Moratalla Collado (2003), del 11 de mayo de 1484, «La Reina al Concejo de Lorca. Ordenando que vayan con el capitán Juan de Benavides a la tala de Baza y le den fe y creencia», documento 270 (502); y, de la misma fecha, «La Reina a Juan de Benavides, su capitán. Ordenando que se unan las ciudades de Murcia y Lorca para la tala de Baza», documento 271 (503); del 24 de mayo de 1489, «Reyes a mosén Juan Cabrero, corregidor de Murcia. Ordenándole que reponga a Murcia en los términos que le han sido ocupados por Abanilla, hasta que se resuelva el pleito existente», documento 372 (690); del 27 de mayo de 1489, «Reyes Ordenando que no se pidiera el empréstito de quinientos mil maravedís a Murcia por la necesidad en que se encontraba la ciudad», documento 373 (692); del 28 de mayo de 1489, «Reyes al concejo de Murcia. Accediendo a su petición de relevarles del servicio de gentes para la guerra de Granada», documento 374 (ibid.); del 19 de agosto de 1489, «Consejo real al corregidor de Murcia. Orden de ir a la villa de Cotillas y prender al escribano Gonzalo de Soria, allí refugiado y amparado por Gómez Carrillo, señor de la dicha villa», documento 384 (706); del 21 de agosto de 1489, «Consejo Real al corregidor de Murcia. Orden de librar la denuncia de Francisco Escarramad contra Gómez Carrillo por haber cogido parte de las rentas de Cotillas que le pertenecían», documento 385 (707); del 22 de agosto de 1489, «Reyes a D. Juan de Acuña, conde de Buendía», documento 386 (709). 13 Archivo General de Simancas, Registro General del Sello, 740, fol. 114, sin día, febrero de 1489, sin lugar (Morales Borrero, 1997: 74).

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reputación de su autor. Mexía, reconocido erudito y poeta, mantuvo relación con importantes nobles, como don Álvaro de Castro (Martín Romero, 2018b) y, como es sabido, también con el madrileño Álvarez Gato, en cuyo cancionero se recogen composiciones del giennense. También aparecen poemas suyos en el Cancionero general de Hernando del Castillo (Pérez Rodríguez, 2004: 307-329). Asimismo, hubo de redactar otras obras actualmente perdidas, como Insigniarios —mencionado por Fernando de Messía y Messía— o De la genealogía de España, citada esta última en la Bibliotheca Hispana de Nicolás Antonio, quien, a su vez, recuerda la alusión de Alejo Vanegas en su De la agonía de la muerte; el texto aparece citado en el Compendio de historias de Jerónimo Gudiel y en el Nobiliario genealógico de algunos linajes y casas de España; por su parte, Esteban de Garibay consideraba que esta obra fue finalizada por el hijo de nuestro autor, Fernando Arias Mexía (Valverde Ogallar, 2001: 257). Por su parte, Sánchez Mariana (1974: 11) también le atribuye un libro sobre los conquistadores de Baeza, parte del cual fue copiado por Jimena Jurado (1654: 117-118). Mexía también fue autor de una Qüistión sobre el valor y la experiencia recientemente descubierta y editada (Martín Romero, 2018a). Resulta evidente que en las últimas décadas del siglo xv Ferrán Mexía gozó de prestigio y de una consideración notable en la sociedad giennense. Esto se evidencia en el hecho de haber sido designado juez ejecutor de la Hermandad y por su cargo de veinticuatro; pero también el destacado papel que desempeñó en las exequias del príncipe don Juan, fallecido en octubre de 1497, revela un marcado protagonismo de nuestro autor en su contexto social: Vinieron luego Fernán Messía, veinticuatro, en un cavallo a la brida todo cubierto de negro, así los paramentos del cavallo como la librea del dicho Fernán Messía, y traía en la mano una vandera teñida la vara, el lienço negro con cordones de soga, y el dicho Fernán Messía otra soga çeñida a la caveza y en la plaza de la Madalena fizo este acto en que dijo Fernán Messía: ¿cavalleros, adónde dexamos al señor de esta seña que es el prínçipe don Juan, nuestro señor? Y le respondieron con grandes alaridos el corregidor y el regimiento y todos los cavalleros que venían junto con él: en paraíso, y así fue el alarido, el llanto en los cavalleros y peones e niños muy grande e de grande dolor. Y viniendo por la calle Alta, fízose este acto en la plaza de San Juan otra vez. Y llegados a la plaza de Santa María en el mercado vajo, hizo el dicho Fernán Messía el dicho acto, y dio con la vandera en el suelo y puesta en el suelo todos a una, el corregidor y el regimiento y cavalleros y escuderos y toda la otra jente de la ciudad y las mugeres de la çiudad que estavan en el mercado alto y las niñas en cavello, fizieron todos un grande llanto, que duró gran pieza e subieron al mercado alto a la puerta el Perdón, e se apearon todos con el mismo llanto y pusieron la vandera a la dicha puerta del Perdón. (...) E así Fernán Messía con la vandera en la mano y el corregidor y el regimiento con él y todas las otras personas entran fasta el cadahalso donde fizo el mismo acto y más

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doloroso, y echó en el suelo la vandera y lloraron todos, y fecho el llanto subieron la vandera en el cadahalso en la caveçera de la tunva en lo alto y encendiose todas las hachas de la çiudad y de las cofradías y candelas, todo en orden y començose la misa (Toral y Fernández de Peñaranda, 1987: 186)

Se trataba de una imponente puesta en escena del dolor por el fallecimiento del príncipe, perfectamente ordenada; como si de una obra teatral se tratara, todo estaba coreografiado al detalle; este despliegue de acciones se añadía a una serie de normativas de duelo, como la prohibición de vestir ropa de color, que no hubiera «comidas, ni fiestas, ni juegos, ni risas, ni cosa de plaçer ni cantares», que los animales no llevaran «çençerra ni esquilón ni caxcavel», que no se tocara «órganos en ninguna iglesia, ni monasterio alguno», la obligatoriedad de mantener la mercancía dentro de las tiendas, de que las mujeres vistieran de luto, de que «los varveros» no afeitaran «a ninguna persona durante los dichos treinta días», o de que no se hiciera «desposorio ni relaçión ninguna, y si alguna criatura naçiere que la vautiçen de noche» (Toral y Fernández de Peñaranda, 1987: 186-187). En este despliegue teatral, destaca la figura de Ferrán Mexía, que aparece singularizado de forma evidente. Es más, también fue designado —junto con el jurado Fernando de Vilches— como mensajero ante los reyes para expresar las condolencias de la ciudad de Jaén: Nos encomendamos en vuestra merçed, no puede ningún scriptura manifestaros tanto quanto sentimos en dolor e en perdida la muerte y falleçimiento del prínçipe nuestro señor, que santa gloria aya, toda esta çiudad e todos los estados della quedamos tan llagados que sienpre en nuestros coraçones permanesçerá que por nuestros pecados lo permitió Dios, y para alivio de nuestro dolor y sentimiento fablar con vuestra merçed nos permitimos a nuestro pariente señor Fernando Messía, veinte y quatro, e Fernando Vilches, jurado, y a vuestra merçed pedimos les dé creençia. Nuestro Señor conserve la muy noble y virtuosa persona de vuestra persona, de Jaén, a diez de noviembre de 97 años (Toral y Fernández de Peñaranda, 1987: 187).

Por otra parte, sabemos que Mexía representó a la ciudad de Jaén, junto con Diego Ferrandes de Ulloa, en las Cortes de Toledo de 1498 para jurar a la reina Isabel de Portugal como princesa de Asturias14. Posteriormente, fue designado para jurar como heredero al príncipe don Miguel, hijo de la princesa Isabel y del príncipe de Portugal. Todo ello da buena muestra del destacado lugar que ocupaba Mexía en la sociedad de Jaén en esos años. El documento, aportado por Morales Borrero, lee:

14 Una copia de este documento puede leerse en Ávila Seoane, 2015: 86-92.

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El Nobiliario vero y el pensamiento aristocrático del siglo xv Por ende nos, el dicho Conçejo [...] damos e otorgamos todo nuestro libre e lleno, complido, bastante poderío igual que lo nos avemos e tenemos, e sigún que mejor e más complidamente lo podemos y devemos dar e otorgar, e de derecho más puede e deve valer, con libre administración, a Fernán Mexía e Alonso Vélez de Mendoça, veinte e quatros desta çibdad [...] para que reçiban por nuestro prínçipe e señor [...] al muy alto, esclareçido prínçipe don Miguel, nieto de los dichos rey don Fernando e reyna doña Ysabel nuestros señores [...] para que dichos nuestros procuradores puedan fazer e fagan, çerca del dicho reçebimiento, el juramento e pleito y homenaje.15

En 1499 renunció a la veinticuatría en favor de su hijo Jorge Mexía mediante un documento del 8 de mayo de ese año; era obligatorio que viviera aún veinte días para que ese traspaso de cargo se hiciera efectivo. Hubo de vivirlos, pues efectivamente su hijo ejerció como veinticuatro de la ciudad, lo que indica que el 28 de mayo de 1499 no había muerto todavía16. Es posible que aún viviera en 1506, si se trata del juez de la Hermandad citado en un documento de esa fecha en el que, además, se indica que actuó como veinticuatro su hijo Jorge17. Más adelante se indican las quejas de los hijosdalgo de Jaén, obligados a pechar, contra los monarcas y contra «Fernán Messía, Juez Executor de la Hermandad» (Toral y Fernández de Peñaranda, 1987: 44). Es cierto que lamentan una situación que comenzó en «los años pasados de noventa y cinco y noventa y seis» y que esta institución sufrió un franco revés en 1498, por lo que posiblemente el documento se refiera a años anteriores. Quizá el hecho de que no se mencione a Ferrán Mexía como muerto pueda indicar que aún estuviera vivo en esas fechas, esto es, unos años después de 1499, momento en que había solicitado que su hijo heredara su veinticuatría. En cualquier caso, como apunta Morales Borrero, lo que sí podemos afirmar es que había muerto para 1528, pues un documento de esa fecha lo da por fallecido. Se trata de un escrito de su hijo el licenciado Jorge Messía en el que se habla del «fin e muerte de Fernán Mexía de Jaén»18. No obstante, no tenemos constancia de la fecha exacta de su fallecimiento. 15 Archivo General de Simancas, Patronato Real, 763, legajo 7, fol. 49, fecha 22 de diciembre de 1498. Apud. Morales Borrero, 1997: 80. 16 Morales Borrero (1997: 80-81) copia parte de este documento. 17 «En la muy noble famosa e muy leal cibdad de Jaén, guarda e defendimiento de los Reinos de Castilla, lunes nueve días del mes de mayo, año del nascimiento de Nuestro Salvador Jesucristo de mil quinientos y seis años, este día en las casas del cabildo de la dicha cibdad estando ayuntados en cabildo según lo han de uso y costumbre los siguientes» (se cita entre otros al «licenciado Jorge Messía», como veinticuatro de dicha ciudad) (Toral y Fernández de Peñaranda, 1987: 43). 18 Archivo General de Simancas, Cámara de Castilla, 194/68, legajo 17, año 1528, carta de Jorge Mexía, con su firma autógrafa (Morales Borrero, 1997: 82).

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2.  El pensamiento nobiliario 2.1.  La construcción de un sistema ideológico El Nobiliario vero se presenta como una verdadera enciclopedia, como una suma de todo lo relativo a la nobleza; de hecho, el gran logro de Mexía frente a los demás autores que trataron estos mismo temas consiste en que el giennense fue capaz de ir más allá de la mera exposición de sus opiniones para construir todo un sistema ideológico. El pensamiento de Mexía aparece desarrollado de manera coherente como un todo unitario, una estructura compleja en que cada parte se apoya y a la vez sostiene a las demás. Por ello, en tanto que su concepto de nobleza afecta a la manera de entender la realidad en su conjunto, el Nobiliario vero ofrece toda una forma de ver el mundo, aquella de la clase dominante del cuatrocientos y, por ello, la que podríamos considerar la cosmovisión generalizada en la época. Mexía parte de una consideración de nobleza derivada del linaje, de la sangre, frente a aquellos autores que —apoyándose en las teorías del jurista italiano Bartolo de Sassoferrato— defendían que se trataba de una mera concesión regia. Es cierto que el rechazo de las tesis bartolistas, defendidas por autores como Diego de Valera y, por tanto, aquellas que se pretendían introducir en el entorno de los monarcas, puede parecer que sitúa al Nobiliario vero fuera de la órbita del pensamiento oficial. No obstante, a pesar de todo, y como revela el propio Diego de Valera, la forma extendida de entender la nobleza no era aquella que proponía el conquense, sino la de Mexía, la que antes había defendido también con ahínco Juan Rodríguez del Padrón y la que sin duda estaba arraigada en la mentalidad de la sociedad cuatrocentista ibérica. Esa forma de entender la nobleza se veía claramente expresada en el refrán que Valera rechazaba en su Espejo de verdadera nobleza: «Puede el rey fazer cavallero, mas no fijodalgo» (Valera, 1959: 100). Aunque Valera negaba esta idea, afirmaba que era la más extendida, si bien únicamente entre el vulgo: «la muchedunbre ruda del pueblo caresciente de letras» (ibid.). Considera que creer ese refrán implicaba «poco saber e ciego conoscimiento de las cosas» (ibid.). Esa insistencia en la falsedad de este dicho no oculta, más bien pone en evidencia, que expresaba la forma generalizada de entender al noble; esto es, lo normal en la época era considerar que el recién ennoblecido carecía de la verdadera nobleza, la que se hereda, la que viene por linaje, al que se daba una importancia que superaba a la de la simple concesión regia, concesión que se contemplaba meramente como el origen de una dinastía noble. Se trata,

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por tanto, de una visión abiertamente opuesta a la defendida por Valera y coincidente con la de Mexía19. El Nobiliario vero se apoya en una idea fundamental: la nobleza no fue creada por la monarquía, sino que se trata de un clase natural distinta, una especie de «raza superior». Esa idea se había visto puesta en tela de juicio a partir de la difusión de una cierta interpretación de las teorías del citado Bartolo de Sassoferrato que despertaron la indignación de la clase nobiliaria. Una de las primeras y más vehementes críticas a este pensamiento se lee en la Cadira de Honor de Juan Rodríguez del Padrón, que expuso las tres supuestas tesis de Bartolo para negarlas rotundamente (Lida de Malkiel, 1978: 70-72). Antes de que Mexía tomara el relevo de Juan Rodríguez del Padrón y compusiera su Nobiliario vero con la misma intención de rechazar a Sassoferrato, Diego de Valera había compuesto su citado Espejo de verdadera nobleza, en el que parecía sancionar la opinión del italiano. La importancia e influencia de Valera convertían su obra en el baluarte del bartolismo, un baluarte que fue contemplado con inquina por autores como Mexía, y ello a pesar de que nunca critica —ni siquiera menciona— al conquense. No obstante, el autor del Nobiliario vero —que conocía esta y otras obras de Diego de Valera, que utilizó como fuente— calla de forma astuta la referencia, para no verse obligado a criticar a un erudito respetado y reconocido (Martín Romero 2014: 174). Por ello el Nobiliario lanza sus dardos contra Bartolo de Sassoferrato, una crítica mucho más inofensiva para su autor, pues el italiano del siglo xiv no representaba ninguna amenaza (Martín Romero 2012a). Por tanto, la defensa de la nobleza de sangre se vincula de forma evidente con la crítica a las tres tesis de Sassoferrato, que Mexía menciona explícitamente, a buen seguro siguiendo el modelo de la Cadira de Honor. Esa crítica es el corazón de la obra, a esa crítica dedica la segunda parte, la central, la más voluminosa de su texto. No obstante, Mexía es consciente de que el rechazo al bartolismo ha de fundamentarse previamente de forma adecuada. Para ello parte de la clasificación y definición de cada tipo de nobleza, que el giennense retoma de la ofrecida por Rodríguez del Padrón. De todas esas clases Mexía recuerda que pretende centrarse en la «nobleza política», si bien logra que todas ellas se interrelacionen con el fin de situar al estatus nobiliario en un plano

19 Una opinión cercana a la de Mexía parece encontrarse en una nota marginal con letra del siglo xvi de un manuscrito del Espejo de la verdadera nobleza, el ms. 12701 de la Biblioteca Nacional de España; en esta nota se defiende la opinión rechazada por Valera en relación al citado refrán: «No es mala opinión, pues la verdad es que el rey no puede hazer hidalgo a quien su padre no lo fue» (f. 13); véanse los comentarios de Pérez de Tudela y Bueso en su prólogo a Fernández de Oviedo, 1983 l, n. 108.

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superior. Habla de nobleza teologal, nobleza natural o moral, nobleza común o vulgar y, finalmente, nobleza política, que, como el mismo Mexía declara, es a la que pretende dedicarse, aunque es evidente su intención de vincularla a todas las demás, especialmente a la teologal. 2.2.  La historia de la nobleza desde su origen: una versión interesada El punto más controvertido de ese primer libro consiste en la explicación del origen de la nobleza política. Si en el segundo pretende rechazar las ideas bartolistas (que no son sino una forma de entender el inicio de la clase nobiliaria), ha de ofrecer previamente una visión alternativa y coherente con sus presupuestos. Es quizá donde mejor se ve la capacidad retórica de Mexía, que logra construir una visión histórica ex profeso que afecta no solo a la nobleza, sino a la misma clase gobernante, esto es, a la monarquía. Necesitaba una argumentación que desvinculara el origen del noble de las decisiones de la Corona. Para ello recurre a otro concepto, el de caballería. La heterogeneidad del concepto de caballero en esa época no ha de confundirnos, Mexía defiende que solo es caballero el noble, mientras que los demás guerreros no nobles serán simplemente jinetes. En este punto puede parecer que coincide con la visión de Valera, que considera la caballería una dignidad, al igual que el giennense. Pero este es capaz de superar el obstáculo retórico que implicaba derivar la nobleza de la dignidad concedida. Para ello parte del concepto de caballero: «Cavallería antiguamente fue llamada la conpañía de los onbres nobles que fueron puestos para defender la tierra» (libro II, capítulo XI), que procede de forma literal de la primera ley de la Segunda Partida alfonsí. La autoridad de Alfonso X es retomada cuando indica la necesidad del linaje en el caballero: La segunda calidad o condiçión es la claridad del linaje, açerca de lo cual en la Segunda Partida, en el título de los cavalleros, ley X, los sabios que conpusieron las Partidas con el rey don Alfonso dizen que los cavalleros sean escogidos que vengan de claro e buen linaje (libro I, capítulo LXIV).

Alfonso X le daba argumentos para considerar caballeros únicamente a los nobles dedicados a la defensa. Una vez determinada la necesidad de nobleza para ser caballero, Mexía continúa no con el origen de la nobleza, sino con el de la caballería. Establece que se originó independientemente de la concesión regia y afirma que los primeros caballeros en la historia fueron los centauros, que, en su visión, no eran seres mitológicos antropozoomórficos sino una raza superior dedicada a la guerra, que logró extender sus usos militares (el uso del caballo)

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entre otros pueblos. De nuevo Alfonso X le ofrece la coartada para continuar con su razonamiento, pues en las Partidas se leía la conocida anécdota de elección de los combatientes, elección que había de apoyarse en una selección natural, la del grupo nobiliario, frente a los demás grupos sociales incapaces de dedicarse a la más noble de las tareas, la guerra. Una vez establecido el vínculo entre guerrero-caballero y nobleza, Mexía había logrado su objetivo: la desvinculación del origen de la caballería de la concesión regia. La habilidad retórica del giennense resulta apabullante, la construcción ideológica, asombrosa: solo los nobles pudieron dedicarse a la guerra, los primeros caballeros fueron los centauros, a imitación de ellos se extendió la caballería. El siguiente paso consistía en explicar cómo se había llegado a la situación en que los gobernantes podían conceder dignidades y, por tanto, convertir a un plebeyo en noble (o al menos origen de una dinastía noble). Para ello explica que la nobleza no solo procedió del ejercicio de la caballería, sino también de las tareas gubernativas. Pero deja claro que, de esos dos orígenes de la nobleza, el primero fue la caballería. Una vez instaurado ese grupo social que constituían los caballeros (esto es, los nobles), se comenzó a elegir (por ellos y de entre ellos) a los príncipes, reyes y demás gobernantes. De esa forma lograba afianzar su tesis: no solo la caballería (es decir, la nobleza) no procedía de la monarquía, sino que la monarquía procedía de la caballería (de la nobleza). Solo posteriormente se inició la costumbre de que los gobernantes pudieran conceder títulos, pero esa concesión ha de entenderse como un hecho de reconocimiento, no de creación (Martín Romero 2015). Es decir, los reyes carecen del poder para crear a un noble, tan solo pueden reconocer la nobleza en un determinado individuo que, una vez ha accedido a alguna dignidad, podrá originar una estirpe noble, pues únicamente mediante el comportamiento constante y el uso continuado de las formas de vida noble se puede depurar esa oscuridad plebeya, depuración que tiene lugar tras cuatro generaciones. De esa manera, Mexía lograba soslayar el obstáculo fundamental, la explicación del origen de la caballería desvinculando ese origen de la concesión regia. Así se oponía abiertamente a las tesis bartolistas (y, por tanto, a las de Diego de Valera). 2.3.  La importancia del linaje Una vez fundamentado ese punto de su discurso, Mexía se propone apuntalarlo retóricamente mediante una clara defensa del linaje. Y en este sentido se muestra especialmente hábil, pues recurre, por un lado, al recuerdo constante del vínculo entre linaje y corona y, por otro, a la importancia que se le concede en la Biblia a la estirpe de la Virgen (y, por tanto, de Jesucristo).

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En primer lugar, tras haber indicado que el origen de los reyes y demás gobernantes era la caballería (esto es, la nobleza) y no al revés, señala que no se puede acceder a la corona si no se posee la dignidad de caballero (o noble). De esa manera indica que no se puede acceder al trono si no se pertenece a la nobleza, idea que nadie rechazaría independientemente de la idea de nobleza que se defienda. La trampa argumentativa radica en que Mexía ha identificado nobleza y caballería. No se trata, como indicó Diego de Valera, de que se tenga tanta más nobleza cuanto más vinculado se esté con los reyes, sino que no se puede ser rey si no se tiene la dignidad de caballero. Sigue con esta idea cuando habla de las cuatro formas de «imperar», esto es, de acceder al trono: 1) tiranía, 2) designación divina, 3) sucesión y 4) elección. Pues bien, Mexía es capaz de definir la inevitable importancia del linaje en las cuatro maneras. En cuanto a la tiranía, indica cómo no se purga hasta la cuarta generación. Es decir, considera que tras la consecución violenta del poder se establece una dinastía válida que, en la cuarta generación, contará con un monarca que ha superado la oscuridad (debida a la violencia) del origen de su estirpe regia. En cuanto a la segunda, la designación divina no es sino la manera como Dios señala a quienes son nobles. No se concibe que Dios escoja para rey a quien no posea las virtudes de nobleza necesarias para todo gobernante. Y, por otra parte, también a partir de esos reyes designados por Dios se establece una estirpe real. La cuarta manera, la elección, solo se entiende si la persona electa es noble, de lo contrario no sería una elección válida. En cuanto a la tercera, la sucesión, es el resultado de las otras tres, que originan siempre una familia real, que procede, o de un miembro noble elegido por Dios o por sus congéneres nobles, o mediante la violencia ejercida fundamentalmente por un noble cuya acción ilegítima requiere cuatro generaciones para purgar el modo cruento de acceder al poder. Como indica Mexía, la sucesión es «aquella de que oy usan todos los reyes cristianos», entre ellos «los de España» (libro I, capítulo LXX), y, en este sentido, el propio dedicatario, Fernando el Católico. Precisamente la alusión directa al dedicatario logra situar la argumentación de Mexía en un punto inatacable, ya que rechazar las tesis del giennense implicaría dudar de la legitimidad del rey: do al punto o paso tan dificultoso considere la magestad serenísima del ilustrísimo e esclareçido prínçipe don Fernando, rey de Castilla e de León, de Aragón e de Çeçilia, cuya consideraçión ha traído grand delectaçión e alegría en mi coraçón, afanado y triste por las dichas adversidades, creyendo que, como el dicho prínçipe e alto rey desçienda e sea desçendido de tan altas e generosas sangres,

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El Nobiliario vero y el pensamiento aristocrático del siglo xv por virtud e nobleza de las cuales partiçipa con toda la alteza e antigua sangre de reales e claros linajes, con todos los más altos, más generosos, más esclareçidos e nobles prínçipes del mundo, como, por parte del propio tronco de su alta e antigua genealogía, desçienda de la muy esclareçida e invictísima sangre de los godos, e, de otra parte, partiçipe con la alteza e nobleza del linaje de la casa real de Françia, e, por otra parte, partiçipe con la alteza e grand nobleza de la real sangre de Inglatierra. E de aquí es de callar, pues los otros reyes d’Espana todos descendieron de aquella real sangre donde él viene e todos fueron como fijos de su alta e real casa de Castilla (libro III, capítulo XXVIII).

El aluvión de alusiones al linaje del rey Fernando viene a apoyar la tesis de Mexía; no deja de ser un elogio que repercute tanto en el monarca como en aquellos que pueden vanagloriarse de pertenecer a un linaje noble. Este fragmento se encuentra en la tercera de las partes de la obra; recordemos que en el primer libro había defendido que la nobleza (la caballería) no tiene su origen en la monarquía, sino al revés. La nobleza no es solo un grupo social para Mexía, sino una naturaleza superior creada por Dios, un grupo natural (una raza) que la Divinidad ha puesto en el mundo para defender y regir a los demás. La nobleza es obra divina, no humana. Y los reyes pueden precisamente serlo por pertenecer a ese grupo natural. Mexía ha logrado su objetivo, infravalorar la importancia del linaje sería disminuir la estima del rey Fernando, a quien se dedica la obra con mención expresa de su ascendencia20. Hábilmente, Mexía ha ido exponiendo su argumentación en diversas etapas, para llevar al lector (que incluía al monarca como dedicatario) al punto clave, la imposibilidad de rechazar sus tesis, un punto de no retorno. Pero para ello había de ser cauto y no rechazar la monarquía como creadora de nobleza. De ahí que en el prólogo hable de las dos «fuentes» que la producen, una, la divinidad y la otra, la monarquía, «de donde fue nasçida, produzida e engendrada esta alta nobleza». El giennense es consciente de que no puede negar que el monarca tiene en esos momentos la potestad de convertir a un plebeyo en noble, pero más adelante se dedica a explicar ese origen de la nobleza anterior a la aparición de los gobernantes. Explicará que solo una vez bien consolidado el grupo de los caballeros (nobles) se procedió a la elección de los gobernantes y que, andando el tiempo, se les dio la potestad de incorporar 20 Ya en el título de esta obra con la correspondiente dedicatoria se evidencia el interés de Mexía por enfatizar el linaje del monarca y, así, la importancia de la estirpe: «endreçado al muy alto, muy esclareçido e muy noble, el rey don Fernando de Castilla, de Aragón, e de Çeçilia, nuestro señor, fijo del muy alto e muy esclareçido don Johán, rey de Aragón, e nieto del muy noble e glorioso señor, el señor rey don Fernando, rey de Aragón».

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nuevas personas a este grupo, esto es, de conferir nobleza. Pero eso no puede desvelarlo desde el prólogo, donde se limita a hacer unas aseveraciones que no causen desagrado al dedicatario. Tiempo tendrá el lector de comprender ese sistema de pensamiento tan minuciosamente levantado por Mexía. Para cuando el receptor llega al mencionado panegírico del tercer libro, se halla ya encerrado en el laberinto retórico del autor y tiene pocas posibilidades de encontrar una salida bartolista. Como he indicado, Mexía no duda en acudir incluso a la Biblia, cuando recuerda la importancia que, en el Libro de Ruth, se da al linaje de la Virgen y aporta citas bíblicas en las que se enumeran sus ascendientes. Su tesis se veía favorecida así por el hecho de que Dios hubiera elegido precisamente como madre a quien pertenecía a un linaje noble: lo cual nos da perfetísima prueva açerca de nuestra entençión e proposito, pues qu’es cierto que aun el poderoso Dios nuestro la humanidad que ovo de tomar quiso que fuese generosa e noble e de real sangre escogida [e] iluminada como lo fue la persona de Nuestra Señora (...) E, tornando a Nuestra Señora gloriosa, es de concluir que d’este linaje decendio la alta nobleza e generosa persona suya e la preçiosa sagrada humanidad de nuestro Redentor noble, alto, generoso e fijodalgo, de parte de su madre desçendida de alto e real linaje e muy noble según qu’es dicho, lo cual no se puede negar salvo por algund infiel, ereje e malvado (libro II, capítulo XII).

En este sentido, se evidencia su deseo de proponer argumentos intocables. El desarrollo retórico de Mexía resulta especialmente hábil, y aquí no duda en aludir al carácter «infiel, ereje e malvado» de quien rechace sus presupuestos. Es más, cualquiera que subestime la importancia del linaje cae en ese error: «E porque algún maliçioso podría dezir que tan luenga relaçión no era menester, respóndese que la semejante relaçión de aqueste glorioso linaje de Nuestra Señora fue e es neçesario, ca, si alguno esto quisiere dezir así, diría que fue superflua la mencion qu’el santo evangelista fizo» (ibid.). De esa manera vincula con lo herético rechazar que el linaje no dé nobleza, y así lo deja claro cuando un poco más adelante pregunta por qué, si no fuera así, se daban tantos detalles en la Biblia sobre el linaje de Cristo y por qué se escogió precisamente a «Nuestra Señora, noble, generosa e gloriosa, deçendida de alto e antiguo linaje, e no solamente de grande e claro linaje, mas real linaje e generaçión» (ibid.). De esta manera, Mexía se aseguraba que el rechazo a sus tesis implicara nada menos que un rechazo al sistema establecido: a la religión, por un parte, y a la monarquía, por la otra. Rebatir al giennense podría considerarse un ataque al rey e incluso una herejía. El sistema de pensamiento se presentaba así como absolutamente cerrado e inexpugnable.

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2.4.  El reparto del poder: los nuevos nobles, los letrados La defensa del linaje por parte de Mexía deriva de un deseo de mantener el statu quo en unos momentos en los que las transformaciones sociales implican un cierto reparto del poder que antes acaparaban las grandes familias nobiliarias. Por un lado, la crítica a los nuevos casos de ennoblecimiento resulta evidente y, en este sentido, sigue las ideas de Rodríguez del Padrón. El rechazo del giennense es explícito: Pues luego injuria faze el prínçipe e gran vituperio a la generosa nobleza en dar el título o calidad d’ella al villano o al obscuro de linaje o al plebeo o al cibdadano defectuoso o sin virtud por vía de amor malvado, desordenado, desonesto, pecador e malo de cualquier manera o calidad que sea (libro II, capítulo XII).

En el caso de Mexía las acerbas palabras contra esos nuevos ennoblecimientos no parecen encubrir al menos uno de sus objetivos: criticar a su enemigo Miguel Lucas de Iranzo, de padre pechero, que logró medrar socialmente durante el reinado de Enrique IV y que se estableció en Jaén, como he indicado. Desarrolló allí una autoridad omnímoda que no fue bien vista por el resto de la élite nobiliaria (entre ellos los Mexía) de la ciudad, que perdía precisamente poder. Eso explica ese intento fracasado de asesinato del condestable por parte de nuestro autor. Y eso también ilumina la crítica a Enrique IV cuando afirma: como aconteçe o aconteçió ayer al prínçipe de los cuatro, el [cuarto], ca pudo ser que dio a onbres o onbre malvados o malvado dignidades o la dicha calidad de nobleza indignamente, sin ningún bueno ni honesto respeto de honestas ni virtuosas costunbres (libro II, capítulo XII).

De nuevo, la inquina hacia Miguel Lucas de Iranzo y el rechazo a su proceso de ennoblecimiento se hace patente y explica la motivación personal de la obra. Pero esa motivación personal no es la única que hubo de mover a Mexía a redactar su texto. Los cambios sociales de los que era testigo iban mucho más allá del caso concreto de Iranzo. Enrique IV había intentado limitar el poder repartiéndolo no solo entre quienes ya lo ostentaban (miembros de antiguos linajes), sino también entre esos nuevos personajes que habían ido creciendo con él o a su sombra. Se trataba de un juego de equilibrio de poder para afianzar la propia autoridad, pero fracasó. Más inteligentes fueron Isabel y Fernando, quienes desde el principio buscaron establecerse como el único poder de sus reinos, castigando la rebeldía al tiempo que la obediencia era

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bien recompensada. En ese sentido, la importancia del linaje iba perdiendo terreno, no tanto por la aparición de nuevos nobles (como había sucedido con Enrique IV), sino por la subordinación de la nobleza a los soberanos. Frente a esto, defender la importancia del linaje implicaba reafirmar el valor de la antigua nobleza y hacerlo apoyándose en la idea de una corona linajística fue un golpe astuto por parte de Mexía. Pero, además de todo esto, se estaba produciendo una transformación del sistema político hacia lo que se ha llamado sistema de corte, apoyado precisamente en una estructura jerárquica en cuya cima están los reyes, con una fuerte e indiscutida autoridad regia que concede favores y cuya gracia hay que ganarse. En esos albores del sistema de corte la aparición de miembros letrados al servicio de la Corona será otro factor que preocupe a la clase nobiliaria. Efectivamente, el hecho de que cargos de cierta importancia comiencen a ser ocupados por letrados, con una formación específica, implicó la aparición de un nuevo grupo con el que compartir el poder; y esto determina buena parte del Nobiliario vero. En este sentido, el giennense está tomando partido frente a las críticas de un sector social, los letrados, que reclaman su lugar en la estructura social y rechazan abiertamente que personas incapaces ocupen puestos para los que no están preparados. Esa situación es la que explica que en estos años cobre aún más fuerza el debate de las armas y las letras, como en la Qüistión entre dos cavalleros (Weiss 1992 y 1995). Por su parte, Juan de Lucena en su De vita felici critica abiertamente la falta de erudición de muchos de quienes ocupan puestos cercanos al gobierno, y no duda en mencionar a los caballeros. También Rodrigo Sánchez de Arévalo había defendido la necesidad de que los gobernantes contaran con letrados y no con militares para determinados cargos (Arévalo 1959: 288). Frente a estas críticas, una vez más, Mexía da buena muestra de su habilidad retórica para lograr sus objetivos: determinar que únicamente los miembros de la nobleza de linaje pueden ocupar cargos de poder. Para ello, vuelve a su argumentación, que identificaba caballería y nobleza, y que asumía que era un grupo naturalmente distinto al resto, el grupo de los mejores, la élite social. Pero al hacer esto se encontraba con un problema, la identificación entre caballero y guerrero. Ya antes había dejado claro que solo el guerrero noble puede ser llamado caballero. Ahora va un paso más allá y redefine el concepto de caballería para que acoja también las virtudes necesarias para todo puesto importante en la sociedad, y no únicamente en lo militar. Parte de una reflexión semántica, pues si la caballería implica la guerra, o «batallar», basta con entender en un sentido amplio estos términos para extender el significado de «caballero». Ya antes que él Alonso de Cartagena

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había hablado de otros tipos de caballería, pero este autor era consciente de que no se trataba de un uso propio, sino traslaticio («por semejança», indica Cartagena). Frente a esta consideración, Mexía lo entiende como el verdadero significado, no como un empleo metafórico. Para este autor, la «caballería» es el luchar cotidiano no solo en el campo de batalla, sino también contra la ignorancia, contra la injusticia, contra la herejía o contra los vicios (propios y ajenos). Siguiendo esta premisa, ofrece una tipología de caballería con cuatro categorías, la última de las cuales es precisamente la de la «caballería temporal» y, la anterior, la de la «caballería celestial» (la angélica, que sirve como modelo a la temporal). Pero son los dos tipos de caballerías situados en primer lugar (justamente para indicar que no es una derivación, sino tipos de caballería en toda justicia) los que le permiten lograr sus objetivos; efectivamente, el primero es el de la caballería de los «oradores de la Santa Madre Iglesia» y el segundo, el de «los letrados». Este segundo tipo acoge nada más y nada menos que los juristas y canonistas, a los teólogos y a los predicadores (estos últimos confundiéndose con el primero de los tipos). Resulta evidente que para Mexía los caballeros no han de limitarse al ejercicio de la guerra, sino que —en tanto que élite natural superior— son los destinados a ocupar todo puesto de importancia en la sociedad: los altos cargos eclesiásticos, los puestos en los que se requiere erudición, sea de derecho (juristas y canonistas) como de teología (teólogos y predicadores). En este sentido Mexía se opone abiertamente a las críticas y comentarios que se leían en Juan de Lucena, Rodrigo Sánchez de Arévalo o en la citada Qüistión entre dos cavalleros. El Nobiliario vero pretende apuntalar a la caballería (la nobleza) como el grupo cuyos miembros han de ocupar todo puesto de importancia en la sociedad. Y así lo expresa abiertamente: «ninguno que no sea generoso no deve ser puesto en los dichos ofiçios reales» (libro I, capítulo C). Y su argumentación resulta tanto más efectiva cuanto que su propio texto demuestra su enorme erudición, su capacidad retórica, sus saberes de latín, de derecho, de filosofía, de ciencias y todo tipo de conocimientos. Ello explica esas muestras de una cierta avaricia intelectual (siempre orientada a defender sus tesis) que convierte al Nobiliario vero en una obra heterogénea en la que es difícil no encontrar material imprescindible para saber cómo se entendía un determinado tema en esos años. Mexía se propone a sí mismo como ejemplo perfecto de caballero, esto es, noble, idóneo para la guerra, pero también para todo cargo que requiera erudición.

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3.  La escritura y el lenguaje 3.1.  Rasgos y evolución estilística El Nobiliario vero fue objeto de un largo proceso de escritura al que Mexía dedicó varios años. El esmero con el que lo redactó se evidencia en los diversos estadios compositivos que revelan los diversos testimonios (Martín Romero, 2017). La prosa de Mexía varía atendiendo al tema o cuestión que trata, así como a sus objetivos. En la introducción y en otros pasajes se caracteriza por la oración larga, por los adornos retóricos y una sintaxis compleja que revelan ese prurito latinizante propio del cuatrocientos. Sin embargo, en la mayoría de la obra tiende a un lenguaje más llano, quizá en busca de una imagen de mayor objetividad debido a un deseo de claridad a la hora de exponer sus argumentos. Bien es cierto que en ocasiones su argumentación es compleja, pero Mexía no dificulta lingüísticamente la intelección del contenido. Es más, el análisis de los diversos estadios redaccionales nos descubre una clara evolución en su voluntad estilística, si bien la obra permanece a lo largo de los años homogénea en lo que se refiere a su orientación ideológica. Las tesis que Mexía pretende demostrar se convierten en los pilares de una construcción textual que las transformaciones estilísticas no hacen sino reforzar. Esta obra se presenta como una summa de todo lo relativo a la nobleza, pero no esconde su motivación fundamental —defender la nobleza de linaje frente a la ideología bartolista que identificaba nobleza y concesión regia— que explica su estructura y buena parte de sus rasgos estilísticos. De hecho, ese interés aparece de forma expresa en el propio texto cuando afirma que, aun cuando parezca desviarse en algún momento, su propósito no es otro que desacreditar a Bartolo de Sassoferrato: puesto que los dichos puntos paresca no [tan] de llano fablar en el prinçipal propósito de contradiçión, sienpre guían e se adereçan en la esençia a la contradiçión de las nonbradas conclusiones, en espeçial a quien discretamente escarvará el seso de los dichos puntos e aun de todo el proçeso (libro II, introducción del V punto).

Este interés persuasivo, retórico, es lo que justifica los citados cambios en su estilo. Inicialmente su prosa tendía más al adorno y su sintaxis resultaba más alambicada, al tiempo que revelaba una mayor vehemencia en sus insultos a Sassoferrato y a sus tesis.

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En las versiones posteriores de su texto decidió ir eliminando ese tono exaltado y los denuestos contra el pensamiento del italiano en favor de una presentación más desapasionada de sus argumentos21. Suprimió además fragmentos de estilo más adornado que persuasivo, como el siguiente, que solo se encuentra en el manuscrito 3311 de la Biblioteca Nacional de España: El Trogo Ponpeo socorre piadosamente con otra púa graçiosa, sentido de la grand inumanidat e cruesa cometida contra la grand generaçión de la fidalguía disiendo: «¡Ó, grand generosidat!, ¿cómmo puede ser que se sufra tan estraña abusión que un onbre cuyo padre non es conosçido en el mundo e su madre aya seído una pobre e baxa muger aya así odiosamente intentado maltraer a ti, esclaresçida noblesa, cuyo linaje los grandes e exçelentes varones, enperadores, reyes e grandes prínçipes mucho e muy mucho preçiaron e se honorificaron, cuya silla imperial e real non pudo ser sin aquella nin ella sin la inperial e real corona e de cavallería e çiençia çircundada de claras e buenas costunbres» (libro II, capítulos II y III/capítulo III).

Es más, en el impreso también se detectan ausencias frente a todos los manuscritos (y no solamente frente al de Madrid), que coinciden en su redacción hinchada y vehemente, lo que demuestra ese interés de Mexía por eliminar lo que no redundara en la persuasión. En ese sentido, quizá con un deseo de dar una imagen más desapasionada, eliminó buena parte de los adjetivos negativos que le dedicaba tanto a Bartolo de Sassoferrato como a sus ideas. Por otra parte, también fue incorporando nuevas auctoritates para reforzar sus tesis. Junto a ese acopio de autoridades diversas, Mexía fue además añadiendo cada vez más citas textuales, que no escaseaban tampoco en las redacciones iniciales, pero que aumentan considerablemente en las posteriores; aporta incluso citas en referencias a fuentes antes meramente citadas e incrementa el peso de las citas en latín, quizá en un intento por demostrar su conocimiento de dicha lengua para de esa manera, reforzar su propia credibilidad y, en consecuencia, la de su libro. En definitiva, el giennense realizó tanto una tarea de amplificatio —fundamentalmente en lo que a la incorporación de auctoritates y citas textuales se refiere—, como un proceso de abbreviatio orientado a depurar su prosa de

21 Como se observa en los siguientes ejemplos en los que se indica entre llaves la lectura del ms. de Madrid omitido en los demás testimonios: «como agraviado de la {M: falsa} tabla primera del escudo {M: falso} de que avemos fecho mençión» (libro II, capítulos II y III / libro II, capítulo II); «la querella injuriosa que la clara nobleza del dicho doctor e de la {M: falsa} tabla» (libro II, capítulos II y III / libro II, capítulo II); «conviene venir a tratar açerca de la segunda tabla del escudo {M: malvado} del dicho doctor çevil» (libro II, segunda conclusión).

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todo lo accesorio, por ello no dudó en eliminar determinados pasajes de estilo elegante, pero que poco aportaban a la argumentación. La versión impresa, por tanto, se corresponde con la última versión, la más cuidada por el autor, la que consideró definitiva. 3.2.  El empleo de auctoritates y la alegoría Mexía se apoya fundamentalmente en el criterio de autoridad para demostrar sus ideas. El prestigio de cada auctoritas determina la verdad de sus palabras y, por tanto, también de las del giennense, que las utiliza cautamente para probar sus tesis. De forma explícita, el autor justifica este modo de actuar: En el proseguimiento de la presente materia no levaremos la horden que se suele tener açerca del disputar las materias, ni se avrá al presente de fundar por prinçipios la intençión de nuestro contradezir esta primera conclusión del famoso doctor, mas solamente tomamos por fundamiento y prinçipios asentar de plano y alegar muchas actoridades de grandes e singulares varones muy sabios y famosos, porque para los letrados asaz basta, que las dichas actoridades les son fundamiento (Inicio del libro II)22.

Dichas autoridades se presentan bajo forma alegórica: se habla de las tres tesis de Sassoferrato como si fueran tres tablas de un escudo contra el que se lanzarán «dardos de contradicción», es decir, argumentos para destrozar retóricamente dichas tesis. En relación a estas tres conclusiones del italiano, Mexía sigue a la Cadira de Honor de Rodríguez del Padrón, que también se dedicó a rechazarlas: [1] «Primera conclusión del Bártulo dize así, qu’el linaje no da la nobleza», [2] «La segunda, que la nobleza sin dignidad no se estiende a la cuarta generaçión» y [3] «La terçera, que más noble es aquel el cual es fecho nuevamente noble que aquel que desçiende de noble y antigua generaçión» (final del libro I). Las auctoritates entran a formar parte de la construcción alegórica, es decir, aparecen como personajes. La idea de reflejar literariamente a los auctores no es exclusiva de Mexía, se ve en otros textos cuatrocentistas que incluso los convierten en dialogantes ficticios para expresar ideas del escritor y no las de esos personajes, como sucede en el diálogo De vita felici, donde Alonso de

22 De hecho, en el capítulo XX del segundo libro, el autor así lo indica: «Asaz es provado por vía de las autoridades, las cuales claramente destruyen las dichas conclusiones de Bártulo».

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Cartagena, el marqués de Santillana y Juan de Mena aparecen para expresar las palabras del autor del texto, Juan de Lucena, que no parece interesado en citar textualmente las obras de estos, sino únicamente en apoyarse en su prestigio para poner en su boca sus propias ideas (Lucena, 2004). Frente a esto, Mexía se limita a ofrecer una imagen vívida de los autores cuyas ideas retoma, en muchas ocasiones, de forma literal. Mexía no utiliza sus auctores como títeres para expresar lo que él quiere que digan, casi nunca son las palabras del giennense las que oímos en boca de las auctoritates, sino las citas de sus obras. Pero no deja de resultar significativo que el de Jaén quisiera presentarlos enfadados, molestos, airados e incluso arrojando flechas o tomando las armas en sus manos para atacar a Sassoferrato, indicando el estado emocional de esos autores: Enrique de Villena «condolido y apiadado» (libro II, comienzo), Boecio, «con gran amor e caridad» (ibid.), Tito Livio «diligentemente e con mucha alegría» (libro II, capítulo II e III), Paulo Longobardo «con gesto alegro e plaziente» (ibid.), Virgilio «muy indignado» (libro II, capítulo IV) y «con ira sañoso» (libro II, capítulo VII), etc. En ocasiones incluso se indican las motivaciones personales de estas autoridades, que cobran vida en el universo de la argumentación; de esta manera, San Isidro acude a atacar a Sassoferrato, «movido a grand dolor e mançilla del vituperio de la fidalguía e nobleza», puesto que él «venía de aquel linaje real de los godos e de los santos» (libro II, capítulo II e III). De esa manera lograba incluirlos en su ficción, como Juan de Lucena, pero esforzándose para que sus lectores supieran que esa licencia poética no invalidaba sus citas textuales, que eran efectivamente extraídas de esos autores. Los presenta, como si de un friso se tratara, de forma natural, dentro de esa alegoría bélica, de ese combate judicial en el que todos quieren rechazar las ideas bartolistas. El prestigio de esas autoridades no se limita al ámbito de la retórica, aunque es el más frecuente, como el caso de Cicerón, al que no solo se designa como «prínçípe de la elocuençia» (libro II, capítulo II), sino que se recuerda su actividad retórica contra César: «lançada la primera con aquel furor e fortaleza con que sostuvo la cosa pública e contrastó al Çésar» (ibid.); o el caso de Alonso de Cartagena, feliz de poder ayudarlo en su propósito, con la misma habilidad persuasiva que demostró en el concilio de Basilea al defender en un conocido discurso la primacía de la monarquía castellana frente a la inglesa23. 23 «él venía a nos favoreçer e ayudar esforçadamente con aquellas armas e çiençia con que sostuvo e defendió la exçelençia e nobleza de los reyes de Castilla en el Conçilio de Basilea, como es dicho; para ayuda de lo cual e aquellas mismas flechas con que vençió a los doctores ingleses e satisfizo a los perlados e maestros del dicho conçilio nos presenta la siguientes flechas» (libro II, capítulo II, segunda conclusión).

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Señala que precisamente extrae de este discurso del obispo esas «flechas» para contradecir a Sassoferrato; así, como es frecuente en Mexía, sus argumentos se sitúan en un lugar inexpugnable, pues atacarlo podría significar atacar esos argumentos en favor de los reyes de Castilla. No obstante, en ocasiones, ese prestigio se vincula con algún otro campo, como el bélico; así sucede cuando presenta a Alfonso VI —cuya reconquista de Toledo es mencionada de forma explícita—, presentado como paladín de la menesterosa nobleza: el cual, con aquel esfuerço e poder que ganó a Toledo, con aquel mismo es movido, sobervio e indignado, solícito e ardid, levantado con su poderosa e franca mano e fortaleza a defender e anparar la gloriosa nobleza, afirmando que a su realeza, estado e dignidad pertenesçe defender e esforçar su justa querella, como aquella que de los reales estrados e altas sillas de la real corona e de cavallería se engendró e nasçió (libro II, conclusión I, capítulo IX).

Aquí no se emplea una obra escrita por el monarca, sino sus propias palabras extraídas de una fuente cronística. En esta ocasión el prestigio al que se recurre no es el retórico, sino el político y bélico (no en vano se indica más de una vez su éxito en Toledo). Y esa autoridad en el ámbito militar condice bien con el carácter militar de la alegoría, una alegoría que se quiere presentar de manera vívida ante los ojos de los lectores y que se vincula claramente con la ficción caballeresca del momento. El duelo dialéctico se ofrece ante los receptores como un combate judicial en el que la justicia ha de determinar la victoria. En ese juicio de Dios dialéctico Sassoferrato terminará sangrando y pidiendo clemencia; así, el jurista italiano aparece reflejado en la ficción alegórica como derrotado y físicamente destruido por una lid en la que defendía injusticia; es una muestra más de la habilidad retórica del giennense, que pretende dar una imagen de Bartolo que mueva los ánimos, que predispusiera al lector a rechazar las tesis de quien se muestra, como el antagonista de héroe caballeresco, derrotado por su mal hacer. Mexía se esfuerza por ofrecer una imagen vívida de ese combate cuyos términos alegóricos (el escudo, las flechas, la sangre, las heridas, la ira y la lucha) aparecen reflejados de forma muy gráfica, como cuando habla de la primera tabla del escudo de Sassoferrato, «cuyas astillas veemos esparzirse e bolar por el aire» (libro II, capítulo II e III), cuando indica que una flecha lanzada por Cicerón «penetró e traspasó la primera tabla del dicho escudo e del costado del doctor llagado salió más sangre» (libro II, capítulo II), o el momento en que habla de «la confisión fecha del famoso doctor lastimado e ferido e desfecha toda la dicha tabla o conclusión» (libro II, capítulo XI). Mexía llega a describir gráficamente en ocasiones cómo cada argumento, cada autoridad, cada prueba

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en contra de las conclusiones de Bartolo —flechas, saetas y púas— van destrozando cada una de las tres tablas (esto es, cada una de las tres conclusiones) del escudo que representa la ideología bartolista; ese escudo termina, como es de esperar, absolutamente destrozado y quien lo embraza —esto es, Sassoferrato—, suplicando piedad y admitiendo haber sostenido falsedad: de las cuales púas e flechas el dicho doctor ferido e lastimado ha confesado e confiesa aver sostenido conclusiones ásperas e perjudicables a la alteza de la alta, generosa nobleza maliçiosamente a los fines ya dichos (libro II, capítulo VII, segunda conclusión).

El recuerdo de tantos combates judiciales en la ficción caballeresca venía a subrayar el valor ético de la propuesta del giennense, que se presentaba de esa forma como un paladín de un monarca que, como un nuevo rey Arturo, defiende justicia y que no era otro que el dedicatario, el rey Fernando. 3.3.  La comparación y su poder probatorio: las leyes divinas Además de esta alegoría (que vertebra todo el segundo libro de la obra), Mexía acude en numerosas ocasiones a la comparación. En ocasiones no se trata de un puro ornamento literario, sino de una manera de entender la realidad que implica la necesaria aceptación de las ideas defendidas por el giennense. Por tanto, no ha de entenderse como un mero recurso literario, no es una simple forma de explicar una idea, sino la constatación de cómo está ordenado el mundo. De ahí que las comparaciones abarquen diversas disciplinas, desde la astronomía a la aritmética, pasando por la geología, la agricultura o la enología. Así, no duda en rechazar la idea de que la nobleza no derive del linaje argumentando que el hecho de que un noble no sea virtuoso no impide que pueda ser llamado igualmente noble, aunque sea malvado. Para ejemplificarlo comenta que es lo mismo que una fruta que, aunque se pudra, no dejará de pertenecer a una determinada clase; de igual manera que nadie dejaría de llamar manzana a una manzana podrida, nadie puede dejar de considerar noble a un noble corrupto (puede dejar de serlo, pero no por ello dejaría de ser noble su linaje): ca una mançana, puesto que por algund caso o de sí misma se pudra o venga a ser podrida o amarga, ni por ende podrá ser por respecto de su corupçión o amargor que no sea produzida de mançano e de aquel natío bueno o malo cual fue cuando fue plantado aquel árbol de do nasçió (libro II, capítulo IV).

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Para Mexía no se trata únicamente de una comparación, sino más bien de una ejemplificación —ese es el término utilizado aquí por él— del funcionamiento de la realidad, esto es, de cómo Dios ha creado el universo; así, intenta conseguir que nadie dude de su argumentación. Su objetivo es demostrar que el universo sigue unas normas y que sus ideas sobre la nobleza coinciden con esas normas naturales. Añade otros ejemplos, como el de las diferencias entre dos cubas de vino de una misma viña, pues, aunque el vino de una de ellas salga malo, no se culpará a la viña: Otrosí infinitas vezes aconteçe que de una viña fazen dos cubas de vino, de la cual viña sienpre en la mayor parte suelen fazer buen vino; acaesçió que un año la una de las cubas fízose el vino malo: ni por vía del estrago del vino dexarán de dezir que aquel vino fue produzido de viña muy buena de la cual sienpre se [solía] fazer buen vino, pero que por solano o por no trasegarse o por trassegarse antes del tienpo o después del tienpo o por otras semejantes cosas se fizo malo. Pero sienpre le diremos que era vino de Luque o de Villa Real o Sant Martín, si de algunos de los tales plantíos es. (ibid.)

Sigue insistiendo en esta idea al añadir un caso más, cuando de una misma cuba de vino sale una parte excelente, mientras que el resto no, pues en ningún caso se negaría su buen origen («pero no daremos culpa o más propiamente razón de injuria al sarmiento ni al madero de la cuba», ibid.). Con todo esto pretende demostrar su opinión: «E así, todo esto deve ser reduzido en su figura a los fijosdalgo, donde sin duda acaesçe la misma manera e forma de las dichas plantas» (ibid.). De igual manera, defiende el giennense, una piedra preciosa, aunque se encuentre envuelta en inmundicia, no deja de pertenecer al «linaje de las piedras preciosas» (libro II, capítulo III): de igual manera, un noble, por mucho que se comporte de forma ignominiosa, no por ello deja de pertenecer a un linaje noble, aunque se le pueda llamar «suzio, malo o mal acostumbrado» (ibid.). Estos ejemplos permiten comprender mejor el pensamiento del autor, la forma de entender la realidad. Para él la nobleza implica un proceso de depuración —a lo largo de las generaciones— de una forma parecida a como se llega a la quintaesencia o al aguardiente: Dizen los alquimistas que del vino se faze el agua ardiente; pero dizen que fasta que siete vegadas es pasada por sus destilaçiones no es agua ardiente; e aun después que por virtud de aquellas siete destilaçiones es fecha agua ardiente común; después de puesta a destilar en aquel vaso de çirculaçión dispuesto e ordenado por tal manera que como vaporando suba a çierto lugar del vaso por virtud del fuego, asimismo por sí pueda desçender e destilar dentro del dicho vaso en el cuerpo d’él

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El Nobiliario vero y el pensamiento aristocrático del siglo xv por los caños braçales dentro al fondón d’él, porque otra [e] otras vegadas suba a destilar e a desçender, e así continuadamente subiendo e desçendiendo fasta que la dicha agua se convierta en quinta esençia (libro II, capítulo X).

En opinión de Mexía, se trata exactamente del mismo proceso de depuración que experimenta el linaje del recién ennoblecido, proceso que explica apoyándose en razones de evolución biológica, volviendo de nuevo a la idea de que está hablando de leyes naturales, esto es, ordenadas por Dios24. Mexía insiste en que su tesis se basa en el razonamiento, en la observación de las leyes naturales (y, por tanto, divinas) y que no es una mera cuestión de opinión. Siguiendo estas directrices, defiende sus ideas en comparaciones de diversa índole. Habla del mar y de cómo el grado de salinidad aumenta cuanto más se aleje de la orilla para explicar que, de igual manera, el nuevo noble no habrá adquirido el grado de nobleza tanto como sus descendientes, siempre y cuando estos hayan seguido el modo de vida aristocrático y, por tanto, se hayan alejado de esa «orilla», entendida como el carácter plebeyo25. No es casualidad que utilice varios ejemplos extraídos de la naturaleza: en tanto que obra de Dios, ha sido ordenada por él y obedece a sus leyes. No aceptar esas leyes implica un desconocimiento de la voluntad divina o incluso un rechazo inaceptable de dicha voluntad. Por tanto, no sorprende que vaya más allá de las leyes naturales de nuestro planeta y hable de ciertas cuestiones de astronomía. Así, comenta que un planeta es «vazío de curso» cuando sale de su órbita (libro II, conclusión tercera, capítulo XIII), pero solo cuando hay una determinada distancia entre ese planeta y aquel otro del que parte («XXV grados o más», ibid.); de igual manera —afirma el autor—, la nobleza adquirida requiere de ciertos grados (esto es, generaciones) para alejarse de sus 24 «el nuevo noble es criado gruesamente e la grosedad de su nutritiva [ha] fecho su materia gruesa por respeto de los manjares gruesos que engendran gruesos humores, como pareçe en todo aquel que es de obscuro linaje; (...) pues, como el que desçendido de alto e claro e antiguo linaje sea nudrido e criado por el contrario e en otra ordenada o reglada observançia açerca de moderada abstinençia o tenplança, asimismo de delicados, sotiles e dirigibles manjares, trae natural e aun hereditariamente más sotiles humores, lo cual es causa de asotalizar el ingenio, a elevar el entendimiento e a purificar e a generar más linpia e más pura sangre» (libro II, conclusión tercera, capítulo XXIX). 25 «Otrosí es de saber que así como [la mar] en el comienço contra nós en la sobre faz es salada, pero en el medio es más salada e en el fin es más salada, bien así el nuevo noble puesto que en su prinçipio sea noble, pero más noble será su nieto o visnieto en el cuarto grado; e más nobles serán los otros subçesores en el otro cuarto grado, qu’es otavo contando del primero ayuso; e así dende a los otros grados, los cuales, puesto que desçenden en generaçión, suben açerca de la nobleza, etc.» (libro II, conclusión tercera, capítulo XXIII).

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inicios, «la dicha planeta de villanía y plebeosidad» (ibid.). Inmediatamente después continúa con las leyes del universo comentando las dos formas de «mudamiento o trasladaçión» (ibid.); en la segunda de ellas, un determinado planeta se llega a otro más grande, que, a su vez, llega a otro aún mayor, ejemplo del proceso de depuración del recién ennoblecido, que se aleja de un determinado planeta —el carácter plebeyo— y se acerca a otro —la nobleza adquirida tras cuatro generaciones—, y ambos al tercer y último planeta —la nobleza que se consigue tras otras cuatro generaciones—. Por tanto, en estos casos, aunque parezca tratarse de alegorías, la intención de este autor va mucho más allá: las leyes naturales que defiende Mexía —y que justifican su visión de la nobleza— son leyes universales, leyes que se aplican a toda la creación divina y, por tanto, no pueden rechazarse. Se apoya incluso en el pensamiento abstracto, cuando acude a la aritmética26. No hay que olvidar que la aritmética (junto a la geometría) se entendía desde el quadrivium relacionada con el orden del universo, la astronomía y la música, esta última vista más allá del arte de los sonidos al entenderse como vínculo entre toda la creación —incluyendo al hombre— y Dios (Martín Romero, 2012c: 241-243). Así, la aritmética responde en la mentalidad de la época al orden divino. En suma, para este autor la comparación no se limita a una manera de expresar una idea, sino de reflejar cómo funcionan las leyes del universo con el objetivo de insertar entre esas leyes la visión racial de la nobleza. Mientras en su obra la citada alegoría bélica puede entenderse como una pura herramienta literaria, su uso del símil es algo distinto, es la constatación del carácter natural (esto es, divino) de sus argumentos. 3.4.  La reflexión lingüística Por otra parte, Mexía da muestras en su libro de una interesante reflexión en torno a los vínculos entre lenguaje y realidad. Así lo demuestra en una serie de consideraciones terminológicas que revelan una profunda atención al valor de la palabra. En primer lugar, buena parte de las autoridades utilizadas por Mexía no repiten exactamente los mismos razonamientos que este autor pretende defender. El giennense los cita porque la forma como estas auctoritates emplean 26 Por ejemplo, cuando afirma: «Esto pareçe en aquello que afirman los arisméticos diziendo que la cuarta [espeçie] del partir es más sotil e más noble de las otras espeçies e más provechosa en la arte del alguarismo, de do se ayuda nuestro propósito, segund es dicho» (libro II, capítulo XXVII).

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un determinado término obliga a comprender ese término exactamente como Mexía lo define. Así sucede, por ejemplo, en el siguiente fragmento, en el que cita a Valerio: Muy fermosamente satisfaze el venerable Valerio a los fijosdalgo, puesto que sean maculados por viçios malos, llámalos «noblezas llenas de negras obscuridades de torpeza», do se concluye que los tales fijos de los nobles no serán en cuanto a la sangre o linaje de villanos; ca [en] dezir «villanos» son agraviados los progenitores inoçentes, pero dezírseles ha nonbre que a ellos solamente perjudique sin ofensa de sus pasados, el cual sería —como es dicho— «ruin» o «malo» o «torpe» o «viçioso», que solamente se entiende de sí mismo e de sus viçios sin virtud, pero no de su linaje (libro II, capítulo V).

La cita de Valerio implica una forma de entender la nobleza que puede ser compatible con la existencia de tachas; con esto Mexía pretende demostrar que la virtud no siempre es nobleza; se trata, por tanto, de una manera de entenderla que coincide con la que el giennense propone. Es un procedimiento frecuente en el Nobiliario vero. Ofrezco otro ejemplo en el que la reflexión lingüística es clara: La terçera es aquella la cual sacada del dicho goldre puso en sus tendales aquellas letras que se leen en el capítulo XIII, en el comienço, que dizen ansí: «De un linaje muy claro, muy alta e linpia sangre fue Príamo, etc.». Aquí es de notar que «alta sangre» no quiere otra cosa dezir salvo «antiguo», d’esta manera: todo aquello que por vía de proçesión o subçesión es sobre nós o pasado de nós está más alto que nós, así como mi padre está más alto que yo e mi abuelo es primero o más alto que mi padre (libro II, tercera conclusión, capítulo I).

La explicación de Mexía del adjetivo «alto» vinculado con la antigüedad le interesa porque le permite defender que un linaje es tanto más elogiado cuanto más antiguo. Obsérvese el evidente cariz lingüístico de la explicación27, eso sí, 27 Incluyo aquí tan solo algún ejemplo más de ese empleo de las autoridades por el sentido de una determinada palabra: «Pareçiendo a esta en el seso, nos presenta otra don Enrique de Villena en el libro primero de la Eneida, en una glosa, diziendo: “aquellos que vienen de noble generaçión o de buen lugar las más vezes siguen las virtudes e buenas costunbres”, pues diziendo “vienen de noble generaçión”, síguese cuando los pasados fueron nobles e los subçesores, como dizen “vienen”, lo son» (libro II, inicio); «Con otra nos promete favoreçer el bienaventurado Boeçio, la cual él puso en el su libro terçero, en la prosa segunda, diziendo así: “Pues en estas cosas e en otras tales se trastorna la entençión de los deseos e actos humanos, así como la nobleza de linaje e favor del pueblo, lo que pareçe tener una claridad, etc.”; pues bien se deve entender,

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obviando cualquier matización histórica del término que pudiera obstaculizar su argumentación (las enormes diferencias entre la nobleza o aristocracia romana y la feudal medieval, por ejemplo). Por tanto, estas autoridades no siempre son utilizadas porque ofrezcan las mismas opiniones defendidas por el de Jaén, sino por el uso específico de un determinado término, un término que es entendido en dichas autoridades (siempre en la interpretación de Mexía) de una manera que conviene a los intereses de este autor28. En segundo lugar, se constata un interés por definir con claridad determinados conceptos, además de «nobleza» o «noble», también otros vinculados con estos («fidalguía», «generoso», «noble», «caballero», «escudero», «príncipe», «emperador» o «rey»), o sus contrarios («plebeo», «villano», etc.). Aunque pueda pensarse que la definición de esos términos es lo esperable en una summa como el Nobiliario vero, lo que distingue a Mexía es la reflexión terminológica que envuelve esas explicaciones; en varias ocasiones va más allá de la mera definición: justifica por qué han de entenderse de esa manera, reflexiona sobre cuál es el origen etimológico, estudia cuáles son los usos propios e impropios de esos términos, analiza si han sufrido algún tipo de «corrupción» y determina con qué palabras se relacionan o proceden, así como sus derivaciones. Por ejemplo, su análisis de la palabra «príncipe» revela una notable perspicacia. Es consciente de que está tratando una cuestión léxica —indica expresamente que habla del «nonbre de prínçipe»— y no solo es capaz de discernir sus diversos significados, sino también de reconocer su valor como hiperónimo: «es más de saber que açerca d’este nonbre de prínçipe, el cual es común a todas las dichas dignidades universalmente» (libro I, capítulo LXXXII). La en cuanto dize “la nobleza del linaje, etc.”, e luego traen “claridad”, que todo linaje desçendiendo por sus escalones de subçesión ennobleçe trayendo claridad de los pasados, la cual claridad es la nobleza, etc.» (libro II, inicio); «E es çierto que aquello lo cual nos trae vergüença, esto es por algund defecto que en nós ovo o ay, pues, como dize el Boeçio que uno podría ser rico e de grand tesoro, pero que será villano o de obscuro linaje, qu’es baxa sangre, de lo cual dize que —teniendo las dichas riquezas— padesçerá vergüença, lo que no faría el desçendido de linaje noble o antiguo» (libro II, segundo punto, introduçión para venir a tratar açerca de ciertos puntos). 28 Aunque con menos frecuencia, también aparecen autoridades cuyas citas defienden los argumentos propuestos por Mexía: «Otrosí dize el Gil Correado en el Regimiento que los nobles son en todo mejores; e dizelo así: “Los nobles de claro linaje son mejores e mejor acostunbrados que los plebeos, porque son de mejor naturaleza, la cual los apareja a ser mejores e de mejor conplisión e mejor acostunbrados que los otros plebeos, ca la su mejor conplisión los apareja a ser mejores en todo, mayormente como tengan buena o mejor criança, de la cual les previene ser más amigables e de mejores talantes e más enseñadores que otros”» (libro II, conclusión segunda, capítulo XXIX).

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agudeza de su análisis resulta evidente: su capacidad para entender la hiperonimia revela una fina comprensión del sistema lingüístico, comprensión que le permite, además, identificar los otros significados, tres tipos específicos de dignidad: 1) los primogénitos de los reyes y emperadores, sin señorío anexo; 2) los primogénitos de los reyes y emperadores, con señorío anexo (el «príncipe de Asturias» en Castilla, o el «príncipe de Gales», en Inglaterra); y 3) aquellos que, sin ser primogénitos de reyes o emperadores, cuentan con un señorío denominado principado (ibid.). En el segundo de los casos narra, además, la particularidad francesa, en la que al príncipe heredero del rey de Francia se le denomina «delfín» (y su señorío, «delfinado»). El cuidadoso análisis de este término por parte de Mexía revela un proceso de reflexión en el que es capaz de entender sutiles matices de tipo lingüístico, como los distintos sentidos y la diversa amplitud de un mismo significante. Su preocupación por estos temas (si bien no inocente y motivada por un interés ideológico preciso) también se evidencia en su análisis de determinadas cuestiones políticas como la preeminencia del emperador frente al rey («çierto es que la dignidad inperial es más onorable»), que defiende apoyándose en cuestiones léxicas: como es mostrado e como pareçe por vía de la dirivaçión, ca enperador quiere dezir mandador e rey, regidor. E, puesto que se quieran los vocablos en seso semejar, pero todavía ay grand diferençia, ca una cosa es mandar, otra es regir; ca el que rige pareçe que puede ser mandado e el que manda tiene superioridad tal que [al] pareçer no puede o deve ser regido por otro, salvo por consejo, mas no por mandamiento, lo cual regidor como es dicho puede o deve ser mandado que rija (libro I, capítulo LXXIV).

De esta manera, para justificar su pensamiento acude a matizaciones semánticas de dos verbos —mandar y regir— vinculados con los dos sustantivos, y ello aunque es consciente de la semejanza y la confusión entre ambas palabras («puesto que se quieran los vocablos en seso semejar», ibid.). Dedica incluso un breve capítulo (el LXXXIV del libro I) a la «interpretación del nombre del rey», esto es, a la correcta manera de entender esta palabra, y vincula el término «rey» con «regidor» y con «reglar», «porque derechamente deve mantener su reino onrando a los buenos e castigando a los malos» (ibid.). Parte, por tanto, de una premisa: el nombre bien entendido y utilizado corresponde a la realidad. También es consciente de la variación diatópica; comenta, por ejemplo, el mal uso (siempre según su opinión) del término «cavallero» en Andalucía: «acostunbran este mismo nonbre corronpello en el Andalucía, ca dizen a los que tienen cavallos por fuerça so çierta contía con çiertas armas “cavalleros

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de contía” o “de premia”» (libro II, introduçión para venir a tratar de çiertos puntos). Mexía considera que es «nonbre corronpido» y propone otra forma para designarlos «onbres a cavallo» (ibid.). Esa insistencia en el empleo impropio del lenguaje se debe a motivos ideológicos; no ha de sorprender, pues buena parte de su argumentación, como ya he comentado, se apoya en la defensa del significado correcto, real, de ciertos términos —con el sustantivo «nobleza» a la cabeza— justificándolo por la forma como eran entendidos por parte de las auctoritates. Ello obliga a Mexía a rechazar de plano el uso (indebido, en su opinión) de algunas palabras o, mejor dicho, la designación incorrecta de ciertas realidades mediante palabras que no les corresponden, como «caballero» para referirse a cualquier combatiente a caballo: «Es otra manera, pero ni esta es propio fablar, antes es corrupto o corronpido» (ibid.); para evitar esto propone la alternativa lingüística que él considera correcta: «onbres a cavallo» o «conbatientes a cavallo». Esa preocupación por la corrección lingüística («para fablar propiamente», ibid.) implica la consideración de que las palabras han de responder a la realidad, por lo que la «corrupción» lingüística implicaba una falsedad y, en consecuencia, una tacha moral. Ese análisis terminológico sirve a su argumentación; le permite, además, establecer el origen de la nobleza vinculándolo con la creación de la caballería —redefine ambos términos, como se ha visto—, así como establecer determinadas jerarquías nobiliarias. Por ejemplo, considera que el recién ennoblecido no puede denominarse «fidalgo», solo el bisnieto de ese recién ennoblecido es verdaderamente «fidalgo», pues para ello han de pasar cuatro generaciones; además, han de pasar otras cuatro hasta que un miembro de ese linaje pueda llamarse «generoso». Esa jerarquía, apoyada en el tiempo, que conviene a su orientación ideológica, implica un rechazo de determinados usos lingüísticos. De igual manera procede con los no nobles; habla de un hiperónimo, «plebeo», —según él vinculado etimológicamente con pueblo—, que engloba por un lado a los «obscuros» (la parte alta de los no nobles, que tienen cierta importancia) y a los «villanos» (que ejercen trabajos viles). Mexía habla de «la diferençia entre aquestos vocablos»; de nuevo, su argumentación política se apoya en consideraciones terminológicas. Como he indicado, considera que «plebeo es dirivado de pueblo» (libro III, capítulo I), y que «villano ovo dirivaçión de “villas”» (ibid.). Aunque tiende a preferir esta explicación («la más derecha derivaçión y la más çierta por las razones dichas», ibid.), también menciona la opinión de San Isidro en relación a la etimología de esta palabra («donde es de notar que aquesta política nobleza, segund el santo Isidro, en sus Etimologías, á su dirivativa de “no vileza”», libro I, capítulo XLVII); acude de nuevo al santo cuando analiza la palabra «noble» como derivada de

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«notable» («asimismo segund el católico, “noble” es dirivado de “notable”, por síncopa», ibid.). Por tanto, el interés por la «dirivaçión» o etimología resulta evidente, aunque la mayoría presenta un carácter fantasioso e incluso no duda en recoger diversas teorías. Así, en el capítulo LXXII del libro I, al hablar de «fidalguía», en relación a otros términos vinculados con él (gentileza, «urbanía», cortesía, linaje, genealogía y generación) dice que «fidalguía quiere dezir guía de fidelidad», pero también menciona a Egidio, que vincula esta palabra con dos personajes romanos, Fidal y Guía, «de grande estado e muy sabios en filosofía moral», quienes «conpusieron libros açerca de la fidalguía e batallas e de industrias naturales»29; también recuerda «aquello que pone el enperador Çisno, el cual dize no era vocablo más propio açerca de la nobleza de fidelidad que fidalguía, dize que en las escrituras e en algunos motes llama a la fidalguía fidelidad»; no olvida que está tratando del sentido de palabras, de cuestiones lingüísticas y concluye que «es de notar cómo todos los presentes nonbres concurren a un respeto», esto es, todos estos términos (fidalguía, gentileza, linaje, etc.) coinciden y no pueden entenderse fuera del concepto de nobleza de sangre que defiende el autor. Además de lo que he comentado, cuando habla de «escudero», recuerda que «se tomó nonbre de escudero del escudo que sienpre traía» (libro III, punto III), pero añade datos que no empañen el resto de semas que —en su opinión— conforman el significado: así, recuerda que los escuderos eran así llamados por la costumbre de llevar escudo por parte de «onbre generoso o fidalgo» (ibid.), logrando así que esos dos rasgos —portar escudo y ser generoso o fidalgo— se conviertan en parte integrante y necesaria del significado de «escudero». En definitiva, en la argumentación de Mexía, la manera de analizar una determinada cuestión raramente olvida la importancia del hecho lingüístico. Resulta evidente el esfuerzo de Mexía por definir con precisión una serie de términos; se debe a que es consciente de que construir un sistema ideológico implica precisamente construir un sistema terminológico, un sistema lingüístico. Parece haber elucubrado sobre la importancia del lenguaje a la hora de entender la realidad. Ofrece así un interesante ejemplo de reflexión sobre la relación entre lenguaje y realidad (o, lo que es más llamativo, entre el lenguaje y la percepción de la realidad).

29 Mexía, inteligentemente, indica que estos personajes y sus discípulos ganaron privilegios para sí y para sus descendientes; esto es, Mexía marca que iniciaron un linaje de «fidalguía».

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En definitiva, el estilo de Mexía revela, por un lado, su prurito como escritor, su búsqueda de reconocimiento como hombre culto, pero fundamentalmente responde (y lo hace cada vez más en cada una de las versiones de la obra) a sus presupuestos ideológicos, unos presupuestos ideológicos que pretende apuntalar en el convulso momento histórico que le tocó vivir. 4.  Criterios de edición Se presenta la primera edición crítica de la obra30. Se ha escogido como texto base el incunable sevillano salido de las prensas de Pedro Brun y Juan Gentil en 1492, pues representa la última redacción de la obra. En el aparato crítico, no obstante, se recogen todas las variantes de tipo léxico y sintáctico del manuscrito 3311 de la Biblioteca Nacional de España (al que me referiré como M), la versión inicial, así como todas las variantes redaccionales mayores de los dos manuscritos conservados en la Biblioteca Universitaria de Salamanca (los ms. 2414 y 2428, S1 y S2 respectivamente en el aparato crítico). Todas las enmiendas han sido señaladas en el texto de forma escrupulosa, de manera que el lector conozca en todo momento cuáles han sido las intervenciones. Las adiciones se marcan entre corchetes: [ ]. Por su parte, las supresiones se indican entre paréntesis angulares: < >. Cuando las correcciones se corresponden con la lectura de otro testimonio, se indica en nota a pie. En cuanto a los criterios de presentación gráfica, las intervenciones van orientadas a presentar un determinado estado de la lengua. Se parte de la grafía del texto base, la del impreso. No se mantienen aquellos usos gráficos que se considera que no responden a una realidad fonológica. De esta manera, se han seguido las siguientes normas: — Se transcribe como v/j cuando representan el valor consonántico y como u/i cuando se trata del valor vocálico: cauallero → cavallero. — v/b: mantenemos el reparto de las grafías v/b tal como aparece en el impreso.

30 Existe una transcripción paleográfica del incunable realizada por Pajares Giménez, en el seno del Hispanic Seminary of Medieval Studies (Mexía, 1992). Asimismo, se leyó una tesis doctoral (Gonzalez-Vazquez, 2013) que editaba el texto apoyándose en el manuscrito 2414 de la Biblioteca Universitaria de Salamanca y cotejando en aparato crítico con el de la Biblioteca Nacional de España y con el incunable (sin atender al otro manuscrito salmantino); este trabajo contiene errores (ofrece variantes que no existen y da por válidas todas las lecturas del manuscrito que toma como base, aunque resulten evidentemente incorrectas).

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El Nobiliario vero y el pensamiento aristocrático del siglo xv — En cuanto a las sibilantes, se respeta el reparto de s/ss que aparece en el impreso, así como los de c/ç y x/j. No obstante, en aquellos casos en los que la grafía ç representa el fonema oclusivo velar sordo se refleja como c. Se mantiene el reparto entre c/z en el texto. — Se transcribe j/g ante e, i tal como aparece en el texto. — En aquellos casos en los que la grafía g aparece ante j con el valor oclusivo o fricativo velar sonoro, se representa como gu+i: fidalgjia → fidalguía. — Se transcribe la qu- con valor /qw/como cu-: quando → cuando, quistion → cuistión, quistor → cuistor. — Se transcribe la y como i con valor vocálico, semivocálico o semiconsonántico, salvo en los casos en los que actualmente se utiliza: fuy → fui, rey → rey. — Se transcribe la i/j como y con valor fricativo palatal sonoro: iuso → yuso, adjutorio → adyutorio, Jocasta → Yocasta. — rr/r: transcribo como rr la vibrante múltiple en interior de palabra y como r al inicio de palabra o tras consonante n o s, así como la vibrante simple. — Mantengo el uso de m/n antes de b/p tal como aparece en el texto. En caso de aparecer con lineta, se sigue el uso mayoritario de cada palabra en el texto. — Transcribo como qu- el grupo ch- cuando representa el fonema oclusivo velar sordo. — Se mantienen los grupos consonánticos de tipo culto solo cuando responden a una distinción fonológica (cabdillo), pero no cuando no es así: theologal → teologal. De igual manera, no mantengo aquellas consonantes dobles que considero que responden más a razones etimológicas que a una distinción fonológica: ecclesiastico → eclesiástico. — No mantenemos la grafía ñ cuando se considera que representa el valor /n/: gaño → gano, reiño → reino. — Se resuelven las abreviaturas sin indicación. — En cuanto a la unión y separación de palabras, seguimos las normas actuales, aunque se marca mediante un apostrofo los casos de fusión por fonética sintáctica: quel → qu’el. — El uso de mayúsculas y minúsculas se ha regularizado siguiendo las normas actuales del español. — En relación al empleo de tildes, se han seguido las normas actuales para ofrecer de forma transparente la acentuación de la época; es decir, no se trata de modernizar la acentuación, sino de ofrecer la acentuación cuatrocentista de cada palabra del texto siguiendo las reglas propuestas actualmente por la Real Academia Española de la Lengua, con la

José Julio Martín Romero

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exceción del uso de la tilde diacrítica para distinguir á (verbo) de a (preposición) y nós/vós (pronombre personal con función de sujeto o forma tónica precedida de presposición) de nos/vos (pronombre personal átono con función de complemento). — Se han seguido esos mismos criterios en relación a la puntuación; las normas actuales se siguen para ofrecer una lectura crítica de la sintaxis y la prosodia del texto, es decir, no se pretende modernizar sino usar las normas actuales para indicar de forma transparente nuestra lectura sintáctica y prosódica31. — No se unifican ni los antropónimos ni los topónimos del texto.

31 Quiero agradecer la inestimable ayuda del profesor Gerardo Jorge Carpena Morales, que se encargó de la preparación gráfica de las figuras que se reproducen en este volumen y, además, me auxilió con enorme paciencia en diversos momentos de complicaciones informáticas; también quiero agradecer la ayuda del profesor Raúl Manchón Gómez, profesor del Área de Filología Latina de la Universidad de Jaén, que con generosidad dedicó tiempo a ayudarme en la edición de los fragmentos latinos del texto; y, por supuesto, a Lorenzo Juan Checa, que me animó y apoyó en este proyecto desde su inicio.

Libro intitulado nobiliario perfetamente copilado e ordenado por el onrado cavallero

Ferrand Mexía, veinticuatro de Jahén, etc.

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Comiença la tabla de los capítulos de la primera parte del libro33

Comienza la tabla del primero tratado la cual contiene cient e34 un capítulos. Capítulo35 I. Trata cómo en los dos primeros fijos de Adán luego el uno se apartó de la nobleza de su Criador e el otro se allegó a aquella. Capítulo II, el cual trata de Noé, de sus fijos e de cómo Sem e Jafet fueron buenos e Cam fue malo. Capítulo III, el cual trata de las edades del mundo. Capítulo IV, el cual trata de las generaçiones e cómo vinieron los fijos de los padres. Capítulo V, el cual trata de las generaçiones de Noé. Capítulo VI, el cual trata del linaje de Cam e de sus fijos. Capítulo VII, el cual trata del linaje de Jafet e sus36 fijos. Capítulo VIII, trata37 de cómo salió Noé del38 arca e ovo un39 fijo que40 se llamó Jónico, que fue sabio. Capítulo IX, trata41 cómo fizieron los linajes de Sem e Jafet. Capítulo X, cómo42 el linaje de Jafet tomó por rey a Suesene. Capítulo XI, cómo se partieron los unos de los otros. Capítulo XII, cómo es ordenado el mundo e cómo es partido en tres partes. Capítulo XIII, del departimiento43 de Europa e dó comiença e acaba. Capítulo XIV, cómo fueron pobladas estas tres partes del mundo e de quién. Capítulo XV, trata44 de quién pobló a Asia. Capítulo XVI, de quién pobló a Caldea. Capítulo XVII, de quién pobló a Lidia. Capítulo XVIII, de quién pobló a Armenia. Capítulo XIX, de quién pobló a Us. 32 La tabla de capítulos no aparece aquí en M, S1 y S2. En M se ha producido un error en la encuadernación de folios que ha trastocado el orden. Seguramente, aparecía en el mismo lugar en que lo hace en S1 y S2, indicado posteriormente. 33 Comiença la tabla de los capítulos de la primera parte del libro] M, S1 y S2: omitido 34 e un] M, S1 y S2: omitido 35 Capítulo] S1: el capítulo 36 sus] S1 y S2: de sus 37 trata] S1 y S2: el cual tracta 38 del] S2: de la 39 un] M y S2: otro // S1: un otro 40 que] S2: quien 41 trata] S1 y S2: el cual 42 cómo] S1 y S2: el cual tracta cómo 43 departimiento] S1 y S2: partimiento 44 trata] S1 y S2: que tracta

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Capítulo XX, trata45 en quién quedó el [lenguaje]46 hebraico. Capítulo XXI, trata47 açerca del linaje de Sem. Capítulo XXII, de48 los que reinaron en Media e en Persia. Capítulo XXIII, de cómo Cam e sus fijos poblaron a Asir[i]a49. Capítulo XXIV, de cómo Cus pobló a Etiopia. Capítulo XXV, de cómo Mes50 pobló a Egipto. Capítulo XXVI, cómo Fuch pobló a Libia51. Capítulo XXVII, cómo Cam pobló a Judea. Capítulo XXVIII52, cómo Jafet e sus fijos e los que d’él desçendieron poblaron a Europa e a sus islas. Capítulo XXIX, por qué la dicha isla ovo este nonbre. Capítulo XXX, cómo Ispán llamó de su nonbre a España53, que se llamava Esperia. Capítulo XXXI, fabla54 de Júpiter e del alto linaje donde vino. Capítulo XXXII, de55 cómo Zoroastes fizo siete pilares de ladrillo e siete de cobre en que puso las siete artes por miedo del diluvio o del fuego56. Capítulo XXXIII, de cómo Abrahán fue el primero que conosçió a Dios en la segunda edad e de sus fijos. Capítulo XXXIV, en que fabla del linaje de Caím e de algunos inventores. Capítulo XXXV, de cómo Jubal sacó la música e de otros instrumentos de cantar y tañer. Capítulo XXXVI, de cómo Túbal Caím falló57 el arte de labrar el fierro e las armas para lidiar58. Capítulo XXXVII, que fabla de los inventores de muchas artes e çiençias.

45 trata] S1 y 2: que tracta 46 Enmiendo atendiendo a las lecturas de M, S1 y S2. 47 trata] S1 y S2: que tracta 48 de] S1 y S2: que tracta de 49 Enmiendo atendiendo a la lectura de M // S1 y S2: África. 50 Mes] M: Cus 51 Libia] S2: Lidia 52 XXVII] Ms.: XXXVII 53 España] S2: Hesperia 54 fabla] S1 y S2: que fabla 55 de] S1 y S2: que fabla de 56 fuego] S1: fueguego 57 falló] S1 y S2: fallollo 58 lidiar] M, S1 y S2: lid

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Capítulo XXXVIII, de cómo Esaú inventó lançar cavallos a [asnas]59. Capítulo XXXIX, de las cosas que Saturno inventó. Capítulo XL, cómo del prinçipio del mundo sienpre ovo unos buenos e nobles e otros malos e villanos. Capítulo XLI, cómo naturalmente deseamos e codiçiamos60 nobleza. Capítulo XLII, cómo es confesada la nobleza e segund las razones dichas e cómo la dubda es confusión del entendimiento. Capítulo XLIII, de la introdución de la dicha materia de nobleza. Capítulo XLIV, el cual trata de la primera manera de nobleza, la cual es teologal. Capítulo XLV, el cual trata de la segunda manera de nobleza, la cual es natural o moral. Capítulo XLVI, el cual trata de la terçera manera de nobleza, la cual es dicha común. Capítulo XLVII, introduçión61 açerca de la dicha intençión o62 propósito de la cual entiende tratar el autor, el cual es fablar de la cuarta manera de nobleza, qu’es la política. Capítulo XLVIII, de cómo se prueva la entençión e propósito del presente libro con el autoridad sacada de la Segunda Partida e otras autoridades e pone la primera difiniçión de nobleza. Capítulo XLIX, trata o demuestra la segunda difiniçión. Capítulo L, de la terçera difiniçión. Capítulo LI, de la cuarta difiniçión. Capítulo LII, de las cuatro condiçiones que convienen a la verdadera nobleza política. Capítulo LIII, de cómo prueva por autoridad cómo la nobleza viene por tres maneras, espeçialmente por antigüedad de linaje. Capítulo LIV, de cómo ovo comienço63 la nobleza, así teologal como política. Capítulo LV, de cómo la nobleza proçedió e ovo comienço de la cavallería o64 de la defensión de la cosa pública. Capítulo LVI, de la segunda manera de donde ovo comienço la nobleza, otrosí de la primera manera del señorear.

59 Enmiendo atendiendo a las lecturas de M, S1 y S2. 60 codiçiamos] M, S1 y S2: apetesçemos 61 introduçión] M: por introduçión 62 o] S1 y S2: y 63 comienço] S2: començado 64 o] S2: et

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Capítulo LVII, de la segunda manera de enseñorear o reinar, la cual fue santa e buena por mandamiento de Dios. Capítulo LVIII, de cómo se prueva que los fidalgos no son en el cuento de los del pueblo. Capítulo LIX, de cómo algunos milites fueron los cuales no fueron escogidos e estos fueron solos los çentauros, otrosí que los prínçipes proçedieron de los cavalleros, otrosí de la elecçión65, pruévalo. Capítulo LX, de cómo los reyes fueron dados a Israel por mandamiento de Dios e de cómo eran ungidos. Capítulo LXI, de cómo sienpre se tovo66 la dicha forma açerca de los otros reyes. Capítulo LXII, de cómo ovo grand diversidad entre los ebreos e los gentiles en el fablar, en el escrevir e en las costunbres. Capítulo LXIII, que fabla de aquellas cuatro calidades o condiçiones que pertenesçen al noble, açerca de lo cual se ponen singulares enxenplos, comiença la primera calidad. Capítulo LXIV, el cual trata de la segunda manera, la cual es claridad del linaje. Capítulo LXV, trata de la terçera manera, la cual es buenas costunbres. Capítulo LXVI, trata de la cuarta manera, la cual es antiguas riquezas. Capítulo LXVII, de cómo son neçesarias las dichas calidades en todo noble, lo cual es introduçión67 para mostrar cuántas maneras son de prinçipado.68 Capítulo LXVIII, de cómo son cuatro maneras de inperar, segund es dicho, e de lo que açerca d’ello se dize e comiença de Nenbrot, el cual començó la violenta. Capítulo LXIX, el cual69 fabla de la segunda, la cual fue por mandado de Dios. Capítulo LXX, que trata de la manera de natural subçesión, qu’es la terçera manera. Capítulo LXXI, que trata de la cuarta, la cual es de la elecçión. Capítulo LXXII, que trata de cómo el prinçipado da nobleza al reinante e de cómo se purga la tiranía en la cuarta generaçión.

65 elecçión] S1 y S2: çión 66 se tovo] S1 y S2: estovo 67 introduçión] S2: introduçido 68 M: Capítulo LXVII, de cómo son nesçesarias las dichas calidades en todo noble, lo cual es introduçión para mostrar cuántas maneras son de prinçipado (ad.). 69 el cual] M: omitido

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Capítulo LXXIII, que trata açerca de los reyes e enperadores e de los nonbres70 que conprehenden de71 so el nonbre del72 prínçipe. Capítulo LXXIV, que trata de dos maneras de dignidades, la una aquella con que los onbres nasçen, la otra la que los reyes dan. Capítulo LXXV, que trata qué dignidad es ser duque e qué preminençia e exçelençia. Capítulo LXXVI, que trata de la dignidad del marqués e de cuáles son sus prerrogativas e exçelençias. Capítulo LXXVII, de la dignidad de conde. Capítulo LXXVIII, que trata de la dignidad del vizconde. Capítulo LXXIX, de73 la dignidad de almirante e de su ofiçio e juridiçión. Capítulo LXXX, que trata de la dignidad e ofiçio del condestable74. Capítulo LXXXI, que trata de la dignidad de la varonía e de cuál es su señorío. Capítulo LXXXII, d’este nonbre de prínçipe e de çiertos señoríos que son llamados prinçipados. Capítulo LXXXIII, cómo prueva lo dicho por autoridad. Capítulo LXXXIV, de la interpetraçión del nonbre del rey. Capítulo LXXXV, de la dignidad de juez. Capítulo LXXXVI, del poderío que han en sus tierras o señoríos75. Capítulo LXXXVII, de otros nonbres de los nobles, así como ricos onbres. Capítulo LXXXVIII, el cual trata de otros nonbres de los nobles, así como infançones o barvasores. Capítulo LXXXIX, que trata de otros nonbres de ofiçios e dignidades, así como juezes e adelantados. Capítulo XC, de las potestades. Capítulo XCI, del alferes mayor del rey. Capítulo XCII, del ofiçio de76 vicario. Capítulo XCIII, del ofiçio de77 cabdillo. Capítulo XCIV, del ofiçio del presidente. Capítulo XCV, del ofiçio de mariscal.

70 nonbres] M: nobles 71 conprehenden de] M, S1 y S2: conprehende 72 del] M: de 73 de] S1 y S2: que tracta de 74 e ofiçio del condestable] S1 y S2: de condestable y de su ofiçio 75 señoríos] M, S1 y S2: señorío 76 de] M: del 77 de] M: del

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Capítulo XCVI, del ofiçio del primipilarii78. Capítulo XCVII, del ofiçio del senescal. Capítulo XCVIII, de cómo todos los sobredichos ofiçios deven fazer sacramento al rey. Capítulo XCIX, de los ofiçios e dignidades de Roma. Capítulo C, de cómo por leyes fue vedado que ninguno que no sea generoso no deve ser puesto en los dichos ofiçios reales e, puesto que lo sean79, no serán nobles fasta la cuarta generaçión. Capítulo CI, que trata por introduçión de los tres80 dardos de contradiçión contra las tres conclusiones del Bártulo. Aquí comiença la contradiçión contra el Bártulo, adereçando

el primero dardo contra la primera tabla o conclusión, mostrando cómo el

Trogo Ponpeo81 lança o presenta la primera púa, síguese el primero capítulo.

Capítulo I82 del segundo tratado. Esclamaçión contra los fidalgos e sabios que no avrán sospecha. Capítulo II e83 iii del segundo tratado. Comiença84 Ovidio, famoso poeta, e contradize la dicha conclusión, otrosí otros grandes sabios. Capítulo IV del segund[o]85 tratado por introduçión. Capítulo V del segundo tratado, en el cual Virgilio, sabio famoso, comiença contradiziendo la dicha conclusión e profiere e lança çiertas flechas, otrosí don Enrique e otros sabios. Capítulo VI del segundo tratado, en el cual Virgilio lança çiertas flechas de contradiçión al dicho escudo del Bártulo86. Capítulo VII, donde Virgilio lança çiertas flechas de contradiçión al dicho escudo del Bártulo.

78 del primipilarii] S2: omitido 79 sean] S1 y S2: sea 80 tres] S2: siete 81 el Trogo Ponpeo] S2: omitido 82  I] M: ii // S1 y S2: dos 83  II e] M: omitido 84 Comiença] M, S1 y S2: do comiença 85 Enmiendo atendiendo a las lecturas de S1 y S2. 86 de contradiçión al dicho escudo del Bártulo] M: contra la dicha tabla falsa de Bártulo contradisiéndolo // S1 y S2: contra la dicha tabla de Bártulo contradisiéndolo

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Capítulo VIII, en el cual faziendo comienço el Valerio Maximo lança çiertas flechas valientes87 contra la dicha tabla88. Capítulo IX, en el cual comiença el rey don Alfonso, el cual lançó con el fuerte arco una mortal flecha contra la dicha tabla. Capítulo X, en el cual [con el]89 dicho arco los sabios que conpusieron las Partidas con el rey don Alfonso lançan90 çiertas flechas contra la dicha tabla contradiziéndola por introduçión. Capítulo XI, el cual trata de las prometidas flechas, segund son puestas en las mismas leyes. Capítulo XII, en el cual se trata de la alta generaçión real e noble de Nuestra Señora, trayéndola por autoridad e enxenplo açerca del favor e ayuda de la gloriosa nobleza, la cual autoridad contradize razonablemente todas tres conclusiones. Fenesçida la primera conclusión del Bártulo comiença la segunda, la cual se contradize por las semejantes propusiçiones que la primera por introduçión. Capítulo I de la segunda tabla o conclusión, en el cual la primera púa91 de contradiçión comiença Jeremías e luego síguense otras grandes e agudas púas92 o autoridades de grandes93 sabios. Capítulo II, en el cual el exçelente Tulio presenta dos viras crueles de contradiçión contra la segunda tabla del escudo94. Capítulo III, en el cual se prueva por enxenplos cómo la nobleza sin dignidad se estiende fasta95 la terçera e cuarta generaçón. Capítulo IV, en el cual se prueva por singulares enxenplos cómo la nobleza sin dignidad se estiende a la terçera e cuarta generaçión, e la dicha conclusión es falsa. Capítulo V, en el cual trata de aquellos que desemejaron a sus padres, pone una difiniçión de fidalguía, trata cómo el fidalgo puede ser malo sin ser villano cuanto a la generaçión, pero que lo será cuanto a las obras96. 87 valientes] M.: omitido 88 tabla] M.: falsa tabla 89 Enmiendo atendiendo a las lecturas de M, S1 y S2. 90 lançan] S1 y S2: lança 91 púa] S2: prueba 92 púas] S2: pruebas 93 grandes] S1 y S2: omitido 94 escudo] M.: dicho escudo 95 fasta] M: a 96 trata de aquellos que desemejaron a sus padres, pone una difiniçión de fidalguía, trata cómo el fidalgo puede ser malo sin ser villano cuanto a la generaçión, pero que lo será cuanto a las obras] M: pone de algunos que eran baxos e sin linage que se fingeron ser

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Capítulo VI, el cual trata açerca de aquello que aconteçió a las dueñas e donzellas de Egipto trayéndolo por enxenplo açerca de la dicha contradiçión. Capítulos VII, en el cual afirma e prueva cómo son llamados nobles solamente aquellos los cuales traen la nobleza de sus pregenitores. Introduçión97 Feneçida e concluida la segunda tabla o conclusión del dicho dotor comiença la terçera y declara la dicha conclusión.98 Capítulo I, en el cual asigna çiertos puntos para la dicha contradiçión, otrosí del dardo prometido. Capítulo II del segundo tratado e terçera conclusión, en el cual el filósofo presenta una valiente flecha, el cual quiere concluir que aquel qu’es alto por linaje solamente es noble, otrosí el reverendo obispo de Burgos, el cual en el Conçilio de [Basilea]99 propuso las cuales autoridades el mismo en este caso presenta e lança vigorosamente. Capítulo III, en el cual [fabla] el dicho reverendo obispo, para lo que se faze la presente introduçión e conclusión de la primera flecha. Capítulo IV, en el cual fabla de la primera consideraçión, la cual es del primero comienço, otrosí lança la segunda flecha. Capítulo V, de la terçera flecha. Capítulo VI, de la cuarta flecha. Capítulo VII, de la quinta flecha. Capítulo VIII, de la sesta flecha. Capítulo IX, de las graçias que se dan al reverendo obispo por el favor e ayuda que ha fecho a la venerable nobleza. Capítulo X, que fabla por vía de conparaçión segund arte o çiençia de alquimia. Capítulo XI, del segundo punto, en el cual afirma cómo por vía santa o teologal ni uno por ser antes que otro no será100 más santo101, como Abrahán o Noé no es tan santo como Nuestro Redentor porque fueron antes.

fijos de omes nobles trayéndolo por enxenplo afirmando que no ay alguno que no desee ser fijo de ome generoso. // S1 y S2: tracta de aquellos que desemejaron a sus padres, pone una difiniçión de fidalguía, tracta cómo el fidalgo puede ser malo sin ser villano cuanto a generaçión 97 Introduçión] M, S1 y S2: omitido 98 conclusión] M, S1 y S2: conclusión. Introduçión 99 Enmiendo atendiendo a la lectura del interior del texto, apoyada por los testimonios manuscritos. 100 será] S1 y S2: sea 101 santo] S2: esto

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Capítulo XII, cómo ni avida consideraçión del terçero punto trae mayor efeto102 açerca de su conclusión, antes por las razones presentes la dicha conclusión es destruida. Capítulo XIII, en el cual se trata de la primera manera de solar conoscido e asigna como son cuatro maneras de solar conosçido103. Capítulo XIV, que fabla de la segunda manera de solar conosçido. Capítulo XV, que fabla de la terçera manera de solar conosçido. Capítulo XVI, que trata cómo allende de las dichas104 autoridades, otrosí puntos asignados se añaden autoridades las cuales corroboran las sobrescriptas sentençias con otros singulares dichos de sabios onbres. Capítulo XVII, que trata de la cuarta manera de solar conosçido, el cual avía de ser antes d’este capítulo105 e errose. Capítulo XVIII, el cual trata cómo muchas vezes aconteçe que los fijos son mejores106 que sus padres e prosigue por vía de enxenplos. Capítulo XIX, cómo se prueva la dicha contradiçión de la dicha terçera conclusión e se reprueva la conclusión del dicho Bártulo. Capítulo XX, en el cual se trata diziendo que ninguna cosa es la cual no sea açerca de algund find e asigna cómo aún açerca de las virtudes sean algunos fines, otrosí trata cuántas maneras son de fin. Capítulo XXI, el cual proçede por modo disputable e pone çiertos argumentos e difine e concluye cómo el nuevo noble no es en grado o en el fin en el cual fuelga. Capítulo XXII, en el cual trata cómo de la bondad e virtud proçeden de las buenas costunbres, otrosí faze un sotil argumento e concluye cómo ningund prinçipio tiene folgança salvo so la107 razón del fin. Capítulo XXIII, cómo cada cosa conviene sobir a sus estados por vía de grados, açerca de lo cual enxenplifica. Capítulo XXIV, el cual trata cómo toda bondad puede emitir bueno [e así]108 todo noble otro por sus grados.

102 efeto] S2: omitido 103 e asigna como son cuatro maneras de solar conosçido] S1 y S2: omitido 104 dichas] S1: dichas cosas de las 105 capítulo] S1 y S2: capítulo puesto 106 mejores] S2: maiores 107 so la] S1 y S2: sola la 108 Enmiendo atendiendo a las lecturas de M, S1 y S2, así como la del epígrafe del capítulo en el interior del texto.

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Capítulo XXV, el cual trata cómo el qu’es bueno desea nobleza, otrosí trata y trae por enxenplo muchos que por se ennobleçer siendo onbres de baxos linajes fingeron ser fijos de onbres nobles y grandes.109 Capítulo XXVI, el cual trata sotilmente cómo caso110 universal es más noble qu’el particular. Capítulo XXVII, en el cual se trata e aprueva con la humana conpusiçión de Nuestro Redentor diziendo que aún proviene nobleza de linaje a Nuestra Señora de parte de los gentiles. Capítulo XXVIII, en el cual prueva e conpara cómo en la antigüedad está o yaze la nobleza al menos allende de la cuarta generaçión. Capítulo XXIX, en el cual prueva por conparaçión la dicha entençión afirmando que aquel que desçiende de alto e antiguo linaje solamente es noble. Capítulo XXX, en el cual prueva cómo todo prinçipio deve pasar a su fin por el medio, e concluye la dicha entençión. Capítulo XXXI, en el cual se trata una quistión diziendo que si los elementos so la su espeçie son111 más nobles o112 so la espeçie de las piedras. Capítulo XXXII, en el cual se prueva cómo el nuevo noble es noble113 cuanto a posesión solamente del acto, pero114 cuanto a115 linaje no, e concluye que los subçesores de la cuarta generaçión ayuso subçediendo en la dignidad serán nobles, pero no los otros. Capítulo XXXIII, en el cual concluye cómo la virtud por sí sola no es nobleza, pero que alguna vez la nobleza es virtud, otrosí que puesto que sea justo governador e defensor no seyendo de claro linaje por virtuoso que sea no es por ende noble, segund se prueva por çiertas conparaçiones. Introduçión para venir a tratar açerca de çiertos puntos que se asignan e añaden faziendo relaçión primero de las sentençias pasadas, otrosí concluyendo por autoridades cómo se destruyen las dichas tres conclusiones del Bártulo, açerca de lo uno poniendo grandes autoridades. Síguese el primero punto, el cual trata de tres maneras de cavallería sin la cavallería tenporal, la cual es la cuarta manera de cavallería, aquella que es de los defensores.

109 otrosí trata y trae por enxenplo muchos que por se ennobleçer siendo onbres de baxos linajes fingeron ser fijos de onbres nobles y grandes] M, S1 y S2: omitido 110 caso] S2: cosa 111 son] S2: et son 112 o] M, S1 y S2: omitido 113 noble] M: nuevo 114 pero] S1 y S2: por 115 a] M, S1 y S2.: al

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Síguese el segundo punto, el cual trata de cuatro maneras del sacramento o religión de los cavalleros. Síguese el terçero punto, el cual trata açerca de dar o tomar orden de cavallería e de la señal que fazían a los cavalleros e por qué traen cadenas de oro o espuelas doradas o collares. Comiença el I párrafo del terçero punto, el cual trata de la señal que fazían a los cavalleros en los braços derechos. Síguese el II párrafo del terçero punto, que trata del sacramento del cavallero, otrosí de otros sacramentos particulares. Síguese el III párrafo, que trata la116 razón por que los cavalleros e no otros traen cadenas o se devía o se usava fazer117. Introduçión del cuarto punto. Síguese el IV punto, el cual contiene dos párrafos; en este primero se trata qué cosa es escudero e de dó tomó este nonbre e por qué e cuántas maneras son de escuderos, otrosí se pone por118 enxenplo de cómo Saúl fizo su escudero a David, otrosí cómo escudero es aquel que agora se dize paje. Síguese el II párrafo, que trata de la segunda manera de escuderos e la condiçión d›ellos e dónde son. Introduçión del V punto. Síguese el V punto, que trata cómo los más nobles deven ser más mesurados e más aperçebidos para guardarse de yerro119. Síguese el VI punto, que trata açerca de cómo se deve perder cavallería. Síguese el VII punto, cómo el espada es la más noble arma de las ofensivas. Síguese el VIII punto, cómo los nobles deven saber cómo han de reuptar. Síguese el IX punto, cuántas maneras son de reupto. Síguese el X punto, cómo deven saber los onbres nobles fazer relaçión de sus linajes e por qué e qué fruto trae. Síguese el XI punto120, cómo los nobles e generosos deven saber qué armas son las de su linaje, otrosí del reino e del rey, otrosí toca todo el blasón.

116 la] S2: de la 117 fazer] S1 y S2: fa 118 por] S1 y S2: omitido 119 yerro] S1 y S2: error 120 cómo deven saber los onbres nobles fazer relaçión de sus linajes e por qué e qué fruto trae. Síguese el XI punto] S2: omitido

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Nobiliario vero Aquí comiença el terçero121 tratado del presente libro, el cual fabla de las armas del linaje, otrosí de las cotas d’armas e de las insignias de las armas, los blasones de las cotas, sus efetos e de las señas o vanderas, cuántas e cuáles formas e fechuras e dónde todo ovo comienço.

Comiença el I capítulo, açerca de cuántas maneras son de armas, e fabla de la primera, síguese la presente introduçión en la cual se asignan cuatro respetos prinçipales por donde la dicha manera no es de valor. El primero respeto. El segundo respeto. El terçero respeto. El cuarto respeto. Capítulo II122, el cual trata de la segunda manera d’armas, la cual es manera aprovada e de nobleza, otrosí cómo en el tinble se deve usar de çierta forma de yelmo e de dónde ovieron comienço los torneos e quién fue el primero que los inventó e123 fizo fazer. Aquí comiença la terçera manera d’armas, la cual es de mayor perfeçión que la segunda, do para venir124 a fablar de la dicha manera faze la siguiente introduçión. Capítulo III125, que trata dónde e por qué fue levantada la primera seña en el mundo, e de dó e por quién fueron inventadas las dichas armas, otrosí con quién fue la batalla e por qué e126 cuando la seña se levantó. Introduçión para venir a dezir por cuántos fines e cuáles fueron falladas las armas. Capítulo IV, en el cual asigna de dó en Israel fueron tomadas las armas e quién las dio e a quién se dieron e qué se guardó en el dar127. Capítulo V, cómo mandó Dios a Muisén e Arón que diesen pendones a los linajes o tribos de Israel, otrosí dó ovieron prinçipio e de quién las çimeras128 e cómo son llamados tinbles e a qué fin fueron primero fallados. Capítulo VI, cómo Julio César diputó cavalleros generosos para ofiçiales d’armas e añadió ende más de lo que fasta él. 121 terçero] S2: cuarto 122 Capítulo II] S1: el II capítulo // S2: el segundo capítulo 123 e] S1 y S2: o 124 venir] S2: vivir 125 III] S2: cuarto 126 e] S2: omitido 127 Capítulo IV, en el cual asigna de dó en Israel fueron tomadas las armas e quién las dio e a quién se dieron e qué se guardó en el dar] S1 y S2: omitido 128 çimeras] S2: quimeras

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Capítulo VII, cómo Carlos Magno enperador añadió e puso la dicha manera o arte [en perfeçión]129, otrosí de los previllejos que dio a los ofiçiales, el cual130 fizó persevantes, faraútes e reyes d’armas. Capítulo VIII, cómo los ofiçiales d’armas deven saber ordenar las armas a los nuevos nobles, de qué linaje deven ser, de [qué]131 condiçión, de qué sabiduría, qué letras han de tener. Capítulo IX, de lo que deven fazer açerca de su ofiçio en las huestes o reales o132 castre[s]133. Introduçión. Capítulo X, el cual trata del fin açerca del cual las armas de134 linaje se dieron a los defensores o milites, otrosí cómo en estos reinos es más corronpida esta arte que en ninguna parte del mundo. Capítulo XI, cómo trata del primero e segundo fin, otrosí cómo la cota d’armas no deve ser traída salvo días señalados. Capítulo XII, cómo las armas fueron significadas açerca de algunas representaçiones bélicas de135 batalla, agora açerca del defender o conbatir, [asimismo]136 representado137 algund acto glorioso o señalado fecho por los nobles, lo cual era costunbre en el tiempo antiguo, açerca de lo cual se ponen grandes enxenplos. Capítulo XIII, cómo se deven traer las armas e de qué figuras o formas e de cuáles cuerpos. Capítulo XIV, cuáles formas o figuras d’armas son más o menos nobles, açerca de lo cual pone enxenplo. Capítulo XV, cómo un cuerpo o figura seyendo por natura por virtud de la representaçión otro cuerpo o figura menos noble será más noble acatado aquello que represente138, açerca de lo cual pone enxenplo. Capítulo XVI, cómo todas las armas de los generosos deven ser ordenadas o proporçionadas139 de dos metales e de cuatro colores o de alguno de otros metales, oro o plata, o de alguno de los colores dichos. 129 Enmiendo atendiendo a las lecturas de M, S1 y S2. 130 cual] S2: omitido 131 Enmiendo atendiendo a las lecturas de M, S1 y S2. 132 o] S2: omitido 133 Enmiendo atendiendo a las lecturas de M, S1 y S2. 134 de] M, S1 y S2: del 135 de] M, S1 y S2: o de 136 Enmiendo atendiendo a las lecturas de M, S1 y S2. 137 representado] M, S1 y S2: representando 138 represente] S1 y S2: representa 139 proporçionadas] S2: perficionadas

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Capítulo XVII, de las cuatro colores naturales e de sus representaçiones. Capítulo XVIII, de las propiedades de los cuatro elementos. Capítulo XIX, de la propiedad de los dos metales de noble[za], que140 son oro e plata. Capítulo XX, en el cual se trata açerca de la representaçión de los colores que han a las piedras; la representaçión del oro e de la plata. Capítulo XXI, fabla de la propiedad de las piedras e de sus virtudes. Capítulo XXII, trata de las virtudes e141 de los colores. Capítulo XXIII, en el cual se prueva cómo el oro es más noble metal. Introduçión para venir a tratar de las cotas d’armas e de las señas, otrosí de otras sotiles conclusiones. Capítulo XXIV, trata quién e cómo se deve traer la cota d’armas, el cual capítulo es partido en çiertos párrafos por que mejor se comprehenda la razón. Párrafo segundo, cómo las armas se pueden ganar. Párrafo terçero, cómo se pueden perder las armas. Párrafo cuarto, trata açerca de la diferençia de las armas del padre al fijo. Párrafo quinto, de las diferençias de los bastardos. Párrafo vi, trata açerca de los colores çiertas opiniones, las cuales se concluyen. Introduçión Capítulo XXV, trata çiertas opiniones, las cuales se difinen poniendo enxenplo, esto es açerca de los cuerpos bivos o no bivos. Capítulo XXVI, trata cómo el agua es conparada la color verde. Capítulo XXVII, cómo el cuento de diez es perfeto e no deve142 pujar d’este cuento los cuerpos de las figuras. Capítulo XXVIII, de cuáles maneras de escudos para las dichas armas e de sus formas, otrosí una contenplaçión provechosa introduçión. Capítulo XXIX, do se muestran las formas de los escudos d’armas. Estas son las formas de las cotas d’armas, las cuales son tres, segund aquí son figuradas. Segund las leyes d’España143 son estas las formas e [quién e cuál]144 las puede145 traer. Estas diez señas segund Françia, Alemaña, Inglatierra, Borgoña146, Bretaña, Ungría.

140 que] S1 y S2: omitido 141 e] S1 y S2: omitido 142 deve] M: deven 143 d’España] S2: de Hesperia 144 Enmiendo atendiendo a las lecturas de M, S1 y S2. 145 puede] S2: puedan 146 Borgoña] S1 y S2: et Borgoña

Aquí1 comiença el prólogo del libro de la nobleza, intitulado e llamado Nobiliario vero, fecho e ordenado e copilado por el onrado cavallero Ferrantd Mexía, veinte cuatro2 de Jaén, endreçado al muy alto, muy3 esclareçido e muy noble, el rey don Fernando de Castilla4, de Aragón e de Çeçilia, nuestro señor, fijo del muy alto e5 muy esclareçido don Johán, Rey de Aragón, e nieto del muy noble e glorioso señor, el señor rey don Fernando, Rey de Aragón6 Prólogo7

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sclareçido prínçipe e alto rey, si la alta nobleza es produzida de dos tan gloriosas fuentes, la una, santa, divina e bienaventurada de infinita profundidad de grand mar, la cual es Dios glorioso, el cual es prinçipio e causa de todas las cosas, el cual las crió todas buenas e nobles, la otra fuente es la silla real, tenporal, de donde fue nasçida, produzida e engendrada esta alta nobleza de quien entendemos tratar; pues, si nasçida e produzida es de los estrados reales, ¿a quién pertenesçe más saber el fundamento e generaçión de la nobleza que al prínçipe, otrosí sus efetos, sus condiçiones, sus propiedades, sus calidades e sus gloriosos fines, con sus ofiçios e dignidades? e, si a prínçipe alguno, a muy alto; e, si a muy alto, a muy virtuoso; e, si a muy virtuoso, a muy noble; e, si a muy noble, a muy justo e onesto; e, si onesto e justo, a aquel el cual es muy amador e zelador de la divinal justiçia8. Pues, si a tal prínçipe pertenesçe, ¿a quién pertenesce más que a vuestra serenidad gloriosa y bienaventurada? Por buena fe, a ninguno, segund se presume.

1 Aquí] S1 y S2: Prólogo. Aquí 2 veinte cuatro] S1 y S2: regidor 3 muy] S1 y S2: e muy 4 Castilla] S1 y S2: Castilla, de León 5 muy alto e] S2: omitido 6 Aquí comiença el prólogo (...) rey de Aragón] M: omitido 7 Prólogo] M, S1 y S2: omitido 8 divinal justiçia] M, S1 y S2: cosa pública e amador de la divinal justiçia

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Pues a vós en el mundo entre todos los altos e poderosos onbres esto conviene más saber, esta muy peque[ñ]uela9 y rústica obra a vós deve ser presentada e ofresçida, ca ¿quién puede o deve mejor saber o investigar las costunbres del fijo que el padre? ¿E quién puede o deve con más amor e afiçión amar la salud e vida del fijo que su madre, nin pertenesçe al fijo recorrer10 en sus adversidades o infortunios a otro ante que el padre? Pues vós, como padre de la dicha nobleza, inqueridor o investigador de las sus altas11 costunbres, fallaréis en la presente escriptura todas sus costunbres, e falladas, la gloriosa corona real de vuestra magestad amallas ha como madre, e, amándolas, amará la nobleza e defendella ha. E assí la onorable nobleza en sus presentes adversidades e contrariedades recórrese a vuestra alta magestad como fijo12 reclamando subsidio e adyutorio quieto e tranquilo, creyendo que vuestra benigna e poderosa mano mejor lo puede fazer que ninguno de los otros prínçipes soberanos del mundo, como aquel en quien son ayuntados virtud, seso, esfuerço e poder. E, porque toda dotrina, segund bueno e onesto bevir o segund virtuosa vida política, es asaz laudable, según muchos sabios antiguos han dicho, luego como es fecha consideraçión açerca del trabajo del escrevir cualquier arte o dotrina que sea, luego en poz d’ello se deve considerar la persona del prínçipe a quien se presenta13 e ofresca, así nos lo muestra el Vegeçio en el prólogo de su primero libro De la caballería. Por tanto, como yo, muy esclareçido e invictíssimo prínçipe, pensé de escrevir la dicha obra, o tratar la presente materia de nobleza, luego consideré la más excelente persona real que en el mundo yo sopiese, e avida açerca de la tal determinaçión larga meditaçión, disputadas las personas reales, sus condiçiones, sus virtudes, sus viçios, sus inclinaçiones e magnifiçençias naturales e adqueridas, e sus grandes e altos fechos, fue la disputa consumida e vençida por parte de vuestras grandes exçelençias, las cuales por ser manifiestas no se espresan —otrosí por no pareçer lisonjero14, lo cual no he en costunbre—, a cuya magestad la presento devotísimamente como fija desconsolada, la cual es fallada de noche a las puertas del tenplo, so cuyas alas la misérrima obra sea anparada e defendida de aquellos los cuales confiesan ser verdaderos enemigos de la dicha nobleza, fija legítima de la silla real alta e soberana.

9 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 10 recorrer] M: recorrerse 11 altas] M: dichas 12 fijo] M, S1y S2: fija 13 presenta] M, S1 y S2: presente 14 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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Introducción, en el fin de la cual á suma la tabla del presente libro primero brevemente15

Considerando o pensando en el comienço o prinçipio de la presente obra, muchas vezes solté la pluma de los dedos de la mano tenblosa e espantada de la grandeza de aquella esençia magnífica de nobleza, e como aconteçe a aquel el cual quiere començar a buscar la fuente del Nilo o de Eufrates o Frisón, cuando considera las luengas y casi infinitas jornadas, los mo[n]tes16, las sierras, los ríos, las mares, entrepuestas entre nós e la dicha fuente, otrosí las guerras, los peligros, los robos, las prisiones, las muertes que en tan luengo camino suelen advenir, tantas cuantas vezes determina la dicha partida, tantas se parte de aquella desmayado o espantado de los tales17 peligros espantables, así yo considerando o pensando el18 comienço en él comedí la luenga e19 insasible fuente de nobleza, asimismo los montes, las sierras e los ríos de mi insufiçiençia e rustiçidad, las mares de los enbidiosos, las guerras de los murmuradores, los peligros de los reprehensores, los robos de los maliçiosos, las prisiones de los groseros, las muertes de los sobervios letrados que con falsas conclusiones sostienen e contradizen sus frívolas opiniones, e de aquí procedía cada ora desanparar el propósito del començar, e así como al Dante enbargava aquel animal de diversas colores, el cual lo lançava del camino e muchas vezes le fizo desquerer lo que quería e proponer de se tornar, así el reçelo de aquel animal de enbidia me lançava del camino propuesto e me fazía retroçeceder. E entonces gozosamente la mano temerosa dexava la pluma; pero, recorrido a la Madre Nuestra, invoqué su ayuda; la cual, como generosa e de real e noble linaje e como madre preçiosa del fijo de Dios, enbió esfuerço entre tandos miedos e fízome ser esforçado, con cuya graçia e bondad es dado comienço inretornable por el cual vengamos al fin deseado; por qu’es agora de saber prinçipalmente cómo este presente libro es llamado Nobiliario vero, el cual es o será partido en tres partes, la primera parte tiene çient capítulos, tracta açerca de la nobleza: lo primero20, si ay nobleza, lo segundo donde ovo comienço e prinçip[i]o21 la nobleza, cuántas maneras son de nobleza, cómo la intinçión o propósito es de no fablar salvo de la nobleza política, cuáles fueron los primeros nobles, cómo fueron escogidos los primeros 15 Introducción, en el fin de la cual (...) libro primero brevemente] M, S1 y S2: omitido M omite todos los epígrafes, no lo indicamos en el aparato crítico a partir de aquí. 16 Enmiendo atendiendo a la lectura de M y S2. 17 tales] M: dichos 18 el] M: el dicho 19 e] M, S1 y S2: omitido 20 lo primero] S2: la primera 21 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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milites, cuáles fueron los primeros reyes, cuáles los primeros prinçipados, cómo eran ungidos los verdaderos reyes, cómo proçedió o proçede la nobleza de los fundadores de las çibdades e de los inventores de las artes; otrosí de cuáles dignidades e ofiçios proçedió e proçede la nobleza, las prerrogativas e çirimonias de los duques, otrosí de los marqueses; de la dignidad de los condes, de los almirantes, de los condestables, de los adelantados, de los mariscales, de los senescales, de los alferes22, de los juezes, e de otros muchos ofiçios e dignidades, de sus previllejos e preeeminençias, e de las diferençias de entre ellos. Suma de la segunda parte brevemente23 La segunda parte trata açerca de la contradiçión o contradiziendo abundantemente aquellas tres conclusiones del Bártulo que pone en el libro De nobilitate24, faziendo figura que las dichas conclusiones son tres tablas de las cuales es fecho un escudo, so el cual el dicho Bártulo quiso ofender a toda nobleza e fidalguía, contra el cual yo he proferido o profiero tres dardos de contradiçión, cada uno d’ellos lançando a cada una de las dichas tablas e después añadiendo çiertas púas, las cuales son grandes autoridades contra25 el26 escudo o conclusiones; e allende d’esto [fíngese]27 cómo algunos o muchos sabios e altos varones, poetas, oradores, profetas e santos profirieron e lançaron çiertas flechas e saetas contra el dicho escudo o sus tablas e28 conclusiones, las cuales flechas son autoridades de grandes e excelentes sabios, como es dicho. Contiene LXII capítulos29, e çiertos puntos e çiertos párrafos, en los cuales trata cuántas maneras son de cavallería, cuáles fueron los primeros cavalleros, con qué çirimonias se arman cavalleros, las maneras del armar cavalleros diversamente por el mundo antiguamente, el sacramento que fazen, cuántas maneras son de cavallero, la señal que deven traer, cómo se deve vestir, por qué es permitido que traya cadenas de oro y espuelas doradas, otrosí cuántas maneras son de solar conoçido30.

22 alferes] M: alfereses 23 Suma de la segunda parte brevemente] S1 y S2: omitido 24 que pone en el libro De nobilitate] M, S1 y S2: omitido 25 contra] S2: con 26 el] M: el dicho 27 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 28 e] M, S1 y S2: de 29 LXII capítulos] S2: omitido 30 en los cuales trata cuántas maneras son de cavallería, (...) y espuelas doradas, otrosí cuántas maneras son de solar conoçido.] M, S1 Y S2: omitido

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Suma de la terçera parte brevemente31 La terçera parte trata açerca del armería; otrosí de las insignias faziendo mençión cuál fue la primera seña en el mundo levantada, de dó ovieron prinçipio las armas e las insignias, quién fue el primero que la puso en canpo e en batalla; otrosí a qué fin e para cuántos fines fueron falladas las dichas armas, cuáles fueron los primeros inventores, cuáles añadieron, cuáles confirmaron e pusieron en perfeçión la32 arte o dotrina de armas, cómo se deven proporçionar, de qué figuras, de qué colores, de qué metales, de qué cuerpos bivos, sensibles, vegetables, no bivos, estantes o no firmes; de cuáles naturas, de cómo se deven dar o por quién, e mediante quién, si se pueden tomar, si se pueden ganar de un cavallero a otro e cómo, o si se pueden perder, quién ordenó o fizo ofiçiales d’armas, la diferençia de entre ellos, cuáles son sus previllejos e dignidad, sus prerrogativas e preeminençias, cuáles han de ser los ofiçiales d’armas, e quién los puede fazer e tener, de qué linaje han de ser, cuál es su religión, e qué sacramento fazen, e qué professión, e qué han de guardar; otrosí trátase açerca del blasón por sus colores e metales, segund es dicho, por elementos, por piedras preçiosas, por virtudes o por planetas, segund más largamente contiene el dicho tratado; otrosí cuántas maneras son de insignias, otrosí de cotas de armas, cómo e quién e cuándo se deven traer las cotas d’armas, quién puede o deve traer seña e de qué figura o forma; e así fenesçe el terçero tratado, e todo el presente libro33.

31 Suma de la terçera parte brevemente] S1 y S2: omitido 32 la] M: la dicha 33 Libro]. S1 y S2 introducen aquí la tabla de capítulos.

Aquí comiença la introducción del dicho libro intitulado e llamado Nobiliario vero, fecho e1 copilado por el onrado cavallero2 Ferantd Mexía de Jahén, XXIV3 de la dicha çibdad de Jahén4, endereçado al muy alto, esclareçido, muy poderoso e muy noble el rey don Fernando, nuestro señor, marido de la muy alta, muy esclareçida e muy noble reina doña Isabel, fija del muy alto e muy esclareçido señor5 el rey don Juan segundo

S

egund es escripto en el primero libro de la ley, Dios puso a Adam en el Paraíso Terrenal, el cual era lugar diputado en que avía de morar Adam e sus generaçiones, ca el lugar de la tierra que es este mundo en el cual bivimos fecho lo avía Dios no para el nobre, mas para las bestias; e como el primero padre pecó e el pecado era vil e nonada6, de cuyas torpezas pertenesçía usar a las bestias e no al onbre, como el hombre usó de la condiçión e desobediençia de las bestias, convino que le fuese dado el lugar de las bestias, e así plugo a Dios que fuésemos desterrados de aquel lugar santo e linpio en el cual avíamos7 de bivir. Pero Dios misericordioso luego ordenó por su infinita bondad cómo, si lo supiésemos mereçer con nuestro trabajo, con nuestra humildad e obediençia e conplimiento de sus mandamientos, ganásemos lugar más noble e más santo e que más semejase a su nobleza e eternidad; donde es agora de notar que Dios bendito e eterno a Adam crió en tanta perfeçión e exçelençia cuanta Dios pudo criallo, segund lo que pudo sofrir la materia de que se formó, el cual por el pecado fue tornado, de exçelente e resplandeçiente, escuro; e de fermoso, feo; e, de perfeto, inperfeto; e, de ligero, pesado, segund afirman nuestros

1 e] S1 y S2: e ordenado 2 cavallero] S1 y S2: omitido 3 xxiv] S1 y S2: regidor 4 de Jahén] S2: omitido 5 señor] S1 y S2: señor, el señor 6 M, S1 y S2: non nada 7 avíamos] M: eternalmente avíamos

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santos dotores. Cierto es que, si no pecara, permaneçiera en su perfeçión e fuera inmortal e toda la vida fuera alegre; pero, como pecó, toda la vida e la de aquellos que d’él desçendieron fue de trabajo, de dolor e de mucha miseria. No obstante esto, criadas todas las cosas, dize Muisén que Dios vido todas las cosas después de fechas e dixo que todas eran más que buenas; ca, como Dios sea bueno, no crió ni pudo criar cosa mala e, si alguna pareçe noçiva e mala, no en respecto de la criaçión ni de Dios, mas en respeto de la desobediençia del pecado cometido, que, cuando Dios las crió, para servitud del onbre las crió, e para su mejoramiento e ayuda, pero, como el onbre desconosçió a Dios e desobedesçió, así las bestias e animalías desconosçieron e desobedesçieron al onbre, e, como le avía[n] de servir e aprovechar, así le espantaron, enojaron, nuzen e dañan; e, si algunos nos obedesçen, sirvan e ayudan, es por el arte con la cual las tratamos, pero no por su voluntad, con la cual entonçes nos obedesçieran; de do se conprehende que, vistas por Dios e confirmadas por buenas, así lo eran, e así se deve creer ca Dios no dixera mentira, pues él es verdad, pero dexó al onbre sano e franco el libre alvedrío mediante el cual pudiese mereçer e desmereçer, allegarse o apartarse a la semejança e nobleza de su Fazedor, que era y es Dios, noble, alto, profundo, sabio, fuerte, eterno, infinito, omnipotente, dulçe, suave, piadoso, santo, espantable, bueno, perfeto e grande, el cual en todos los siglos sea alabado, bendito, loado, onrado, amado, temido, ensalçado e glorificado, por donde devemos notar que aquel que más aína tornó contra su prinçipio e començó a tomar buenas costunbres e partió de la obscuridad de los viçios fue e es noble e más noble que otro pues començó antes que otro. Capítulo I. El cual trata cómo en los dos primeros fijos de Adam luego el uno se apartó de la nobleza de su criador e el otro se llegó a aquella

Después que Adam pecó fue lançado del Paraíso, segund que en el sobre escrito libro se contiene largamente, luego conosçió a Eva; e, conosçida, enpreñose e parió a Caín e con él otra hermana que ovo nonbre Talmana; esto es segund las glosas de los dotores. E luego parió a Abel e con él a otra hermana que ovo nonbre Delbora; do es de saber que, en esta primera generaçión de Adam, en estos dos fijos el uno se començó a apartar de la nobleza de su fazedor, que es Dios, e el otro a se allegar a aquella. Adam, a cabo de çient años de la muerte de Abel, ovo otro fijo, el cual fue llamado Seth; este fue santo e bueno, como lo fue Abel. Así pues subçediendo de generaçión en generaçión los del linaje de Adam después de su muerte e de Seth olvidaron su dotrina e olvidaron la manera del conosçer a Dios, segund se dirá. Donde es de saber que en esta primera edad después de perdida la creençia e conosçimiento de

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Dios, el primero que lo conosçió fue Enoc, açerca de lo cual un estoriador sobre el Leomarte dize estas mismas palabras: «çierto es que por pecados de los onbres que de la generaçión de Adam desçendieron, olvidando a su fazedor Dios, quiso Dios destruir el mundo por aguas e dexar a Noé, fallándolo justo e bueno, para restaurar el mundo, ca este era nieto de Enoc, el cual, en la primera edad de Adam, primero conosçió a Dios, olvidado de todas las otras gentes, el cual fue arrebatado e llevado a Paraíso». Capítulo II. El cual trata de Noé e de sus fijos e, de cómo Sem e Jafet fueron buenos e Cam fue malo Noé fue bueno, al cual Dios reveló el secreto de lo que quería fazer açerca de la destruiçión del mundo; ovo tres fijos: el primero fue Sem; el segundo, Cam; el terçero, Jafet. Sem e Jafet fueron buenos e Cam fue malo, al cual maldixo su padre diziendo: «Maldito sea mi fijo Cam, e su linaje sea siervo de sus hermanos; benditos sean Sem e Jafet, e sea Cam su siervo». Esto es segund maestro Godofredo en su Panteón; segund Muisén en el Génesi, capítulo IX, dixo Noé contra [Cam], cuando despertó e supo lo que fiziera: «Maldito sea Cam, moço siervo de los siervos de sus hermanos; bendito sea el Dios de Sem, e Cam sea su siervo. Ensanche Dios a Jafet en gozo e more en las tiendas de Sem; [Cam] sea su siervo». Así fueron benditos Sem e Jafet. Capítulo III. El cual trata de las edades del mundo Los sabios antiguos partieron los tienpos en siete edades en esta manera: la primera fue desde Adam fasta Noé; la segunda, desde Noé fasta Abraham; la terçera, desde Abraham fasta David; la cuarta, desde la captividad de Babilonia e la destruiçión de Yerusalem; la quinta, desde la captividad de Babilonia fasta la venida de nuestro redentor Dios y onbre Jesucristo; la sesta, dende la venida de Jesucristo fasta el Antecristo; la séptima, desde el Antecristo fasta la fin. Capítulo IV. El cual trata de las generaçiones e cómo vinieron los fijos de los padres

Pues que es sabido cuántas fueron o son las edades, es de saber las generaçiones que ovo en cada una d’ellas, segund se puede fallar por las escrituras de los autores antiguos, donde es maestro Godufredus, en su Panteón en el prínçipio, recogido asimismo de otros que escrivieron acatando cómo vinieron fijos de padres o los mejores onbres de aquellos que desçendieron por liña drecha, así se mostrará adelante; donde es de notar que en la primera edad ovo

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diez linajes: el primero fue Adam; el segundo fue Seth; el terçero fue Enos; el cuarto Canam; el quinto Malad; el sesto, Irach; el sétimo, Enoc; el otavo, Matusalem; el noveno, Lamech; el dezeno, Noé; e cada uno d’estos fue cabeçera de su linaje; e segund la cuenta de los sesenta trasladadores ovo en esta edad dende Adam fasta Noé dos mil e çincuenta e dos años. Capítulo V. El cual trata de las generaçiones de Noé Los linajes de los fijos de Noé fueron todos setenta e dos; de Sem, el fijo mayor, vinieron Elam, Asur, Arfaxat, Lut, Arán. Aram ovo estos fijos: Us, Ul, Geret, Salames, Arnafe, Jecta. Jecta ovo estos fijos: Helmodad, Zalafa, Azorfea, Irén, Aboram y Agododal, y Ebal, Avinal, Saba, Aser, Balán, Joab, Eram, Sosem. Capítulo VI. El cual trata del linaje de Cam e de sus fijos De Cam, el fijo mediano, fueron estos: Cuso, Merseis, Met8, Fuc e Canam. Sus fijos de Cuso fueron Sabas, Ejulas, Sabat, Ram, Notimi, Perosim, Filistín; este Filistín pobló en Grecia aquella provinçia que es dicha Palestina del nombre d’este Filistín, del cual vinieron los filesteos e Caviturey. De Canam salieron Sidón e Engeo9 e Ceteo, Arudeus, Samareo, Amat, contando a Cam entre ellos son treinta linajes que salieron d’él. Pero Filosón y Copín, que vinieron d’ellos, no entran en esta cuenta. Capítulo VII. El cual trata de linaje de Jafet e sus fijos Jafet ovo siete10 fijos, los cuales fueron estos: el primero, Gomer; el segundo, Magog; el terçero, Medeus; el cuarto, Jereus; el quinto, Jobel; el sesto, Mosoquini; el seteno, [Tiras]11. De Gomer nasçieron Asqueneas, Rifat, Tigram; de Jano, Elías, Tarsis, Quetim; de Dami [viniendo]12 Jafet, con ellos en la cuenta son estos quinze linajes. Por qu’es de saber que todos estos linajes vinieron de Sem, Cam e Jafet, fijos de Noé.

8 M: omitido 9 M: omitido 10 M, S1 y S2: seis 11 Mosoquini; el seteno, Tphiras] M: Tiras // S1 y S2: omitido 12 Enmiendo atendiendo la lectura de M, S1 y S2.

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Capítulo VIII. Trata de cómo salió del arca e ovo otro fijo que se llamo Yónico, que fue sabio Después que Noé salió del arca, es de saber cómo ovo otro fijo, el cual se llamó Yónico, bendíxolo e diole una tierra apartada en cabo de Oriente; esto afirma Gerónimo, Eusebio, maestro Pedro e maestro Godufredus; esta tierra dizen que era muy buena. Yónico supo por la merced de Dios el arte de la estrología más acabadamente que ningund onbre en el mundo fasta él. Fue muy sabio e entendido; e los de su linaje eran mesclados con los de Sem. En este tienpo era Nenbrot, nieto de Cam e fijo de Cuso, el cual era como gigante; era onbre muy fuerte e grande, tanto que avía diez cobdos en alto. E como desease señorear e mandar o reinar vénose a Yónico, fijo de Noé, e estovo con él grand tienpo fasta tanto que aprendió d’él e de su sabiduría mucho, espeçialmente de estrología. E cómo Nenbrot se quiso partir, preguntole que cuál de los linajes de los tres fijos de Noé reinaría primero, al cual respondió Yónico que cuatro avían de ser los mayores reinos del mundo, uno en pos de otro: el uno a parte de Oriente e este se començaría en Asiria; e otro a par de Ocçidente en Siçia; el terçero, a setentrión en Asia; el cuarto a par del medio día, que sería Egipto; pero que reinaría primero el linaje de Cam e después de Sem e Jafet en uno; e en cabo reinaría el linaje de Jafet solo. Entonçes dizen que Nenbrot se fue al linaje de Sem e díxoles que alçasen rey entre sí e que, si ellos quisiesen, qu’él reinaría con ellos e sería el rey sobre los otros. Ellos temiendo que los apremiaría e metería en servidumbre no lo quisieron fazer. Estonçes fuese al linaje de Jafet, asimismo no quisieron, ca era muy fuerte onbre e muy atrevido guerrero e muy bravo sin mesura; así como dize Josefo, dize que fazía creer a los onbres que los bienes que avían que por sí mismos les venían e no por Dios; en esto fuese a los del linaje de Cam e reçibiéronlo por rey e reinó entre ellos. Capítulo IX. Trata cómo fizieron los linajes de Sem e Jafet Cuando esto vieron13 los otros linajes de14 Sem e Jafet que los de Cam fizieron rey, los del linaje de Sem fizieron rey a Geotram sobre sí.

13 «esto vieron»: aparece como una sola palabra en el incunable, en S1 y S2. Enmiendo atendiendo a la lectura de M, ya que entiendo que es la que refleja la verdadera sintaxis del texto. 14 M: que

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Capítulo X. Cómo el linaje de Jafet tomó por rey a Suesene [Los]15 de Jafet tomaron por rey suyo a Suesene o Sener16; e del diluvio fasta Nenbrot ovo quinientos y treinta años. Capítulo XI. Cómo se partieron los unos de los otros Dizen que como fue aquella confusión en la fechura de la torre de Babilonia que los unos e los otros se partieron con sus cabdillos por las tierras; do se sigue17 que ya avía cabdillos en aquel tienpo. Eran dozientos e catorze mil onbres los que eran juntos a aquella obra de la torre, segund los sabios afirman. Capítulo XII. Cómo es ordenado el mundo e cómo es partido en tres partes

Es de saber, segund afirma el maestro Godufredus, en el Panteón, diziendo el mundo es todo redondo e la tierra asimismo es redonda, la cual es partida en tres partes por estos nonbres: Asia, África, Europa. Dizen que Asia es tamaña como las otras dos; esta comiença en Oriente e de diestro tiene fasta mediodía; e de todas partes la ençierra el mar Oçéano, qu’es la grand mar que çerca toda la tierra; e de parte de mediodía atravesando por medio de la tierra tiene fasta setentrión, qu’es la parte donde el çierço viene. Capítulo XIII. Del partimiento de Europa e dó comiença e se acaba

Europa comiença en ocçidente, e de siniestro fasta setentrión d’esta parte la çerca la grand mar; de la otra parte toma de setentrión partiendo entre sí e Asia; tiene allí las partes fasta medio de la tierra; e por allí las parte18 a ella e a Asia los montes Trifeos e el grand río que se dize Tanais, que nasçe d’ellos e pasa por los mojones que puso el rey Alexandre, e después por las grandes lagunas que son llamadas Meotidas; e cae en la gran mar que va por medio de la tierra açerca de la çibdad que dizen Teodosa. E aquel mar que va atravesando contra Constantinopla va estrechando gran pieça e ha nonbre el braço de Sant Jorge fasta que se ayunta con este otro mar de Mediodía e la tierra que viene de Oçidente e entra por el estrecho de Gibraltar. Este mar 15 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 16 o Sener] M, S1 y S2: omitido 17 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 18 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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parte a Europa de África; e África19 —qu’es la terçia parte de la tierra— comiença en Oçidente e de diestro tiene fasta mediodía; e d’esta parte tiénela çercada el grand mar que es dicho Mar Muerto20; e de la otra parte toma de medio día partiendo entre sí e Asia fasta en medio de la tierra e fasta el mar que deximos que sale de Oçidente, e d’esta guisa las departe el Nilo, el grand río de Egipto. Capítulo XIV. Cómo fueron pobladas estas tres partes del mundo e de quién

Agora queda de saber cómo estas tres partes fueron pobladas e de quién, donde es de notar que Sem —primero fijo de Noé— e su linaje poblaron a Asia e començaron del río de Eufrates e fueron poblando fasta el mar Oçéano; e entonçes pobló Sem una çibdad en Asia, a la cual puso nonbre Salem —después fue llamada Salima, después Salimata, después Jerusolima, después Jerusalem, como agora es llamada—, en la cual fue el primero rey e obispo que fuese de Dios e llamose Melquisedec, al cual Abraham dio los primeros diezmos que en el mundo se dieron, que es de saber que aquello que Abel ofreçía a Dios no era diezmo[s]21, mas eran premiçias. E Me[l]quisedec presentó a Abraham dones como rey; este Melquisedec ofreçió o presentó a Abraham pan e vino en figura del santo sacrefiçio que avía de ser fecho de pan e vino después en la venida de Nuestro Redentor, por la cual dixo David: «Tu es sacerdos in eternum secundum ordinem Melchisedech»; por lo cual devemos notar —segúnd afirman nuestros santos dotores, en espeçial maestro Pedro, Eusebio e Gerónimo e otros— que nós, los cristianos, de los gentiles ovimos el sacrefiçio e no de los ebreos, segund pareçe por las razones escritas. Capítulo XV. Trata de quién pobló Asia22 Elam, primero fijo de Sem, pobló a Persia; e por ende los que d’él vinieron fueron llamados elamitas, del nonbre d’él; son agora señores de aquella tierra; Asur, el segundo fijo de Sem, pobló otra tierra que por nonbre d’él es dicha Asiria e los moradores d’ella asirianos.

19 e África] M: omitido 20 Mar muerto] M, S1 y S2: océano 21 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 22 Asia] S1 y S2: a Asia

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Capítulo XVI. De quién pobló a Caldea Arfaxat, el terçero, pobló a Caldea; e los que d’él vinieron fueron llamados Arfeteos, estos son los caldeos. Capítulo XVII. De quién pobló a Lidia Lut, el cuarto fijo, pobló a Lidia; e por su nonbre dixeron primeramente a los de aquella tierra ludas, maguer que agora les dizen23 lidas. Capítulo XVIII. De quién pobló Armenia Aram, el quinto, pobló a Aramea24; e los de su linaje ovieron nonbre arameos25; e los griegos les llaman sirios; e por esta razón son dichos arameos26. Este pobló una çibdad que ha nonbre Traconitiden, e esta es entre Asiria e Palestina. Capítulo XIX. De quién pobló a Us Us pobló a tierra de Us, de la cual fue señor el padre de Job; Otius no se sabe qué tierra pobló; Geter pobló la tierra de las Bartanos; Mes [pobló]27 otra tierra, la cual por él fue llamada Mesa, e dízenle Arax; llamáronse meseanos de Mes28. Capítulo XX. Trata en quién quedó el [lenguaje]29 ebraico Sala fue fijo de Arafaxat, e d’este Sala fueron nonbrados antiguamente los solomitas, que son los de India. Ovo un fijo que se llamó Eber; e d’este Eber [ovieron]30 los de su linaje Ebreos. Este fue aquel en quien fincó el [lenguaje]31 primero, segund las estorias en aquella confusión de la torre de Babilonia; de Eber vinieron Jecta, Falet, que quiere dezir departimiento de la torre de Babilonia. 23 dizen] M: digan 24 M, S1 y S2: Armenia 25 M, S1 y S2: armenios 26 M, S1 y S2: armenios 27 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 28 llamáronse meseanos de Mes] M, S1 y S2: omitido 29 Enmiendo atendiendo a la lectura de S1. 30 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 31 Enmiendo atendiendo a la lectura de M y S1.

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Capítulo XXI. Trata açerca del linaje de Sem Otro autor cuenta d’esta manera: Sem engendró a Arfaxat; este, a Sale; [Sale]32 a Eber; Eber, a Falec; de Falec vino Juda, por quien los ebreos fueron llamados judíos; Falec engendró a Ren; Ren, a Saruc; Saruc, a Nacor; Nacor, a Tare; Tare, a Abraham; Abraham, a Isac; Isac, a Jacob; Jacob, a Judas, por quien fueron llamados otrosí judíos. Capítulo XXII. De los que reinaron en Media y en Persia Es de saber que de Sem e d’estos que son dichos vinieron los muchos reyes que reinaron en Media y en Persia e en las partidas de Asia. Capítulo XXIII. De cómo Cam e los fijos poblaron a33 Asiria El segundo fijo de Noé ovo nonbre Cam; él e sus fijos e los que d’ellos desçendieron poblaron todas las tierras que son dende la provinçia de Asiria e de los montes que son dichos Amán e Líbano fasta el mar Oçéano a parte de Oriente; e pusiéronles nonbres de los suyos d’ellos, como quiera que algunos nombres que les ellos pusieron son agora perdidos de todo en todo e algunos son trocados e otros corronpidos de guisa que no se sabe çierto cuáles fueron. Capítulo XXIV. De cómo Cus pobló a Etiopia Cuso pobló a Etiopia e fue señor d’ella; e por ende los de Asia llaman a los de aquella tierra Ecuseos. Capítulo XXV. De cómo Mes pobló a Egipto Merseis —el segundo fijo de Cam— pobló a Egito; e por ende los de aquella tierra son llamados merseos e d’estos no se perdieron los nonbres. Capítulo XXVI. Cómo Fuch pobló a Libia [Fuch]34 —el terçero fijo— pobló una tierra que agora ha nonbre Libia e los moradores d’ella por eso han nonbre fuches, e por eso

32 Enmiendo atendiendo a la lectura de M. 33 a] S1 y S2: en 34 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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dixeron Fuch a un río35 [de]36 Mauritania. Mas Vodimi, fijo de Mesgas, que fue señor después, dende mudó este nonbre, este se llamó Libius, fue fijo de Mersaicu; y de Libius tomó nonbre Libia aquella provinçia37. E después aquella tierra dízese África, de Áfer, un rey que en ella ovo. Capítulo XXVII. Cómo Cam pobló a Judea [Canam],38 el cuarto fijo de Cam, pobló la tierra que agora es llamada Judea; e llamávanla entonçes Canán o Cananea, de su nonbre. Dize Josefet que se llama este [Cananeo] y que de Cananeo se llamó la tierra cananea39. Sabath pobló otra, de donde vinieron los sabatenos. Reu ovo dos fijos; Judas fue el uno; moró en la postrimera parte de Egipto contra Ocçidente; e, [los]40 del linaje de Eber, que avía[n]41 nonbre Ebreos, ovieron el nonbre de Judas e llamáron[les]42 judíos, así que es de saber d’este primero Judas tomaron el nonbre los judíos e no del otro; de Sabath, su hermano, vinieron los sabateos. Los fijos de Canán fueron estos: Sidón, que pobló una çibdad en tierra de Fenis e púsole nonbre Sidón; Amat pobló una çibdad; de su nonbre fue llamada Amatimas e los de Maçedonia la llamaron Esplania, de uno que llamaron así en aquel tienpo; Arudens pobló una isla que ha nonbre ese mismo43; Arateo fizo un castillo; de Ebgeo vinieron los Ebgeos; de Amón, los amoreos; de Gerseo, los gerseos; de Eneo, los eneos; de Çineo, los çineos; de Samoriten, los samoritanos; e d’estos salieron todos los pueblos de los cananeos, de los cuales son los términos de su tierra, así como tiene de Gaza fasta Gerera e desí como va fasta las çinco çibdades de Sodoma que pereçieron. Mas las çibdades e los pueblos d’estos primero —así como cuentan los autores— los judíos los destruyeron, e esto fue por la maldiçión que Noé fizo a Cam cuando lo vio yazer descubierto e se rió d’él.

35 M: rey 36 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 37 este se llamó Libius, fue fijo de Mersaicu; y de Libius tomó nonbre Libia aquella provinçia] M, S1 Y S2: omitido 38 Vanam] M: Tanam // S1 y S2: Canam 39 Dize Josefet que se llama este [Cananeo] y que de Cananeo se llamó la tierra cananea.] M: omitido 40 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 41 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 42 Enmiendo atendiendo a la lectura de M y S1 // S2: los. 43 una isla que ha nonbre ese mismo] M: una isla que ha ese mismo nombre

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Capítulo XXVIII. Cómo Jafet e sus fijos e los [que]44 d’él desçendieron poblaron a Europa e a sus islas Jafet e sus fijos e sus nietos e los que d’ellos desçendieron poblaron a Europa, que son estas islas a par de setentrión; algunas d’ellas ovieron otros nonbres primero que no han agora, que son estas: Estançia, Çelifrufria, Escoçia, Inglaterra, Ibernia, e otros menores; e desí todas las otras tierras que son [aquende]45 del mar Mediterráneo e se ençierra en la ribera de un cabo; e son estas: Mallorcas e Menorca I[v]iça46, Formentera, Córçega, Çerdena, Çeçilia, Mitilén, Veneçia, Creta, qu’es dicha Candia, Fenis, Ponto, Cursa, como van las otras islas [menudas]47 del mar de Greçia fasta las Lagunas Meotidas, como son dichas el lugar que agora es Costantinopla, todos estos términos así como van fasta Gadira, al río Tanais e Amano e Atudón, montes de Çiçia e de Siria, que son en Asia. Gomer, el fijo mayor de Jafet, ovo tres fijos: Eçenes, Errifat, Tergoma. De Eçenes [vienen los]48 de Regia e los samuetas, e d’estos vinieron los de Calabria e los sindios e los de Pulla e los de Laçiun, que es una parte de Italia. D’Errifat fueron los de Palfagonia, que es çerca de Galaçia e después pasaron en Italia; estos poblaron a Veneçia e a Luguria, que es una parte de Lonbardía; otrosí d’estos vinieron los Camilios, que poblaron la otra parte de Lombardía. De Tigrán49, el otro fijo, vinieron los de Asiria. Jano, fijo de Jafet, ovo cuatro fijos, los cuales fueron Elisas, Tarsis, Cetin, Dodán. De Elisas vinieron los griegos, que son dichos Olidos. De Tarsis vinieron los que poblaron a Çeçilia, de quien ha nonbre la çibdad que es arçobispado de aquella tierra, a la qual dizen Tarso. De Çetin, los laçios, que es la cabeça la cual es llamada Chipre e llamávase Çichión. De Dodán vinieron los que poblaron la isla de Rodes. De Gomer vinieron los gomarates, los que agora se dizen gálatas. Magog pobló a Escoçia, los cuales se llamavan magogas, pero los griegos que los llaman çitas; y d’este Magog vinieron los godos e los vándalos e los alanos e los úngaros e los españoles. Aquí es de saber cómo los españoles no vienen (como algunos dizen) del linaje de Esaú, lo cual es falso, pues es çierto que venimos de Jafet e de su linaje, segund pareçe; con

44 Enmiendo atendiendo a S1 y S2. 45 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 46 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 47 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 48 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 49 Tigrán] M, S1 y S2: Targoma (de hecho, el incunable se refiere al que ha sido mencionado anteriormente como «Tergoma»).

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esto concuerdan las glosas de los santos dotores, el maestro Pedro, Gerónimo, maestro Godufredus e los sesenta trasladadores. De Madeus vinieron los de Media e dende tomó nonbre aquella tierra. De Janus vinieron los eladios e los griegos son dichos [jonios]; estos poblaron a Troya e a sus términos. Capítulo XXIX. Por qué la dicha isla ovo este nonbre Es agora de saber Europa por qué ovo este nonbre; açerca de lo cual dize Sant Isidro e Sant Gerónimo en sus glosas dize que el rey Agenor tovo una fija, la cual avía nonbre Europa, [a la cual]50 Júpiter, rey de Creta, robó; e por el nonbre de aquella donzella o infanta, Júpiter llamó a la isla toda Europa, ca Júpiter era señor de la mayor parte de la isla. Capítulo XXX. Cómo Ispán llamó de su nonbre a España, que se llamava Esperia [Asimismo]51 dizen que España que entonçes se llamava Esperia e, después, Ispán, sobrino de Ércoles, fízola llamar de su nonbre, dixéronle España. Dize asimismo que Túbal, el quinto fijo de Jafet, pobló a España, e lo que primero pobló fue a Çeltiberia, la cual dixeron después Carpentania, por cuatro çibdades que en ella avía, las cuales son Panplona, Calahorra, Taraçona e Çaragoça. Es de saber que ya avía avido otros reyes, los cuales fueron tres. Trogo Ponpeo dize que Gerión fue el segundo rey y el primero dize que fue Defalio, el cual vino con la gente de Túbal; este pobló primeramente a España; el segundo fue Gerión griego de [Miçenas], de Euristes, rey de Miçonas, nieto de Perseo52; e el terçero fue Gerión. Capítulo XXXI. Fabla de Júpiter e del alto linaje donde vino Pues que fablamos de Júpiter e cómo este fuese el más soberano rey del mundo en su tienpo e el mayor dios de los dioses de los gentiles, será razón de fablar d’él brevemente; del cual maestro Pedro e maestro Godufredus en sus glosas dizen que fue de las primeras más altas sangres del mundo; donde es de notar —segund estos dizen— que, en el tienpo de los primeros onbres, que 50 Enmiendo atendiendo a la lectura de M // S1 y S2: al cual. 51 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S2 y S2. 52 Trogo Ponpeo dize que Gerión fue el segundo rey y el primero dize que fue Defalio, el cual vino con la gente de Túbal; este pobló primeramente a España; el segundo fue Gerión griego de [Miçenas], de Euristes, rey de Miçonas, nieto de Perseo] M, S1, Y S2: omitido

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se apartó uno de los otros, al cual avían reverençia como a dios; e d’este linaje vinieron los gigantes e dizen que vino uno que se llamó Titano, el cual ovo çiertos fijos en una su hermana que se llamó Çibeles, los cuales se llamaron por estos nonbres: al uno dixeron Çervero, el cual dizen que fue portero de los infiernos; al otro Guigón, que fue tan grande e tan fuerte que matava las vallenas (llamávanle dios del mar por aquello); al otro dixeron a Filegre; al otro Licano, el cual fue el más crudo onbre que fue ante d’él; a53 otro dixeron Efereo; e a otro, Ipato; a otro, Ipreo; a otro, Anteo, el cual fue rey en Libia; este fue aquel que luchó con Ércoles. Ovidio en el su Metamorfoseos dize que a [Titano] e a los gigantes, que la tierra los parió. D’este linaje vino uno el cual se llamó Oçéano e del nonbre d’este tomó nonbre al mar Oçéano, segund dizen los sobredichos doctores. Este Oçéano casó con una su hermana; ovo en ella siete fijas, por estas fueron aquellas siete estrellas dichas pleyas o pléades, a las cuales agora dezimos cabrillas; del linaje d’estos vino una dueña que ovo nonbre Iris, e del nonbre d’esta ovo nonbre el arco del çielo Iris, porque esta se vestía ropas de muchas e diversas colores, tanto que pareçía al arco. Del linaje d’estos prínçipes desçendió Saturno, el cual reinó en Creta; este fue el onbre más sabio de los de su tienpo, en espeçial en arte de las estrellas, e más açerca de la setena planeta e más alta, de la cual dava muy54 çiertos juizios, por esto la llamaron (del55 su nonbre) Saturno; este fue el primero a que los onbres llamaron dios; este ovo estos fijos e fijas: a las fijas llamaron a la una Juno; a la otra, Çeres; a la otra Vesta o Tetis (estas fueron figuradas a las tres estrellas que dezimos astilejos); los fijos fueron llamados así: al uno, Pluto; al otro, Neptuno; al otro, Júpiter; estos fueron de grand fecho. Pluto fue muy cruel e con miedo lo adoraron por Dios; dize Ovidio en su Metamorfoseos que es dios del infierno. Neptuno fue tan sabidor de las aguas, que le llamaron dios de las aguas. Júpiter fue el más exçelente e sabio rey que ovo en el mundo, reinó en Creta e en Greçia e en la mayor parte de Europa (cómo reinó e cómo le acaesçió con su padre, adelante se dirá en el terçero tratado d’este libro). Dize Vergilio en su Eneida por Júpiter que fue dios de los dioses e rey de los onbres.

53 a] M: al 54 muy] M: omitido 55 del] M: de

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Capítulo XXXII. De cómo Zoroastes fizo siete pilares de ladrillo e siete de cobre en que puso las siete artes liberales por miedo del diluvio e del fuego

[En estos]56 linajes de los fijos de Noé de quien es fecha mençión, después de la muerte de Noé, perdiose su dotrina e olvidaron a Dios. Segund los sesenta trasladadores, Menbrot —como es dicho— fue el primero rey en el mundo, el cual reinó sobre el linaje de Cam. Menbrot ovo a Belo que reinó después; e Belo ovo [a Nino]57 en quien començó el reinado duro e señorío grave; e de aquí proçedió su linaje, segund las estorias, lo cual se dexa por que para nuestro propósito basta lo que es arriba escripto. Pero es de saber cómo Cam segund algunas estorias fue llamado Zoroastes, el cual fue grand encantador e por sus artes él falló cómo [avía]58 de venir la fin por fuego e asimismo temiendo que podría venir otro algund diluvio fizo siete pilares de cobre e siete de ladrillo, porque, si fuese fin de fuego, quedase el ladrillo e, si fuese de agua, quedasen los de cobre; en cada uno de los pilares puso una de las siete artes liberales, así en los unos como en los otros, a fin que las dichas artes no se perdiesen; e así fueron falladas de los que después d’él vinieron, do se cree qu’el dicho Zoroastes fue el primero que las ordenó o ayuntó. Allende d’esto dize Paulo [Orosio]59 e Lucas e maestro Godufredus, que a este Zoroastes mató en batalla en Traçia do él reinava a la sazón [Nino]60, su revisnieto. Capítulo XXXIII. De cómo Abraham fue el primero que conosçió a Dios en la segunda edad, e de sus fijos Pues açercándonos61 un poco más a la materia, es de saber que Abraham fue el primero que en la segunda edad conosçió a Dios, como quiera que dize maestro Godufredus en el su Panteón que otros lo conosçieron, pero que lo no osavan dezir como Abraham. Abraham ovo dos fijos: el uno, de Sarra, que se llamó Isac; el otro, de Agar, su sierva, que se [llamó]62 Ismael. Este fue el primero a quien Dios mandó poner nonbre. Isac fue santo e bueno e noble; Ismael fue malo, 56 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 57 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 58 Enmiendo atendiendo a la lectura del M y S2 // S1: anian. 59 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 60 Enmiendo atendiendo a la lectura del M // S1 y S2: Vino. 61 açercándonos] M: açercándonos ya 62 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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el cual idolatró. De Isac vinieron Jacob e Esaú. Jacob ovo doze fijos, algunos d’ellos fueron buenos e otros fueron malos: buenos fueron Judas e Josep; malos fueron Rubén e otros de sus hermanos. Dende Adán fasta Jacob e fasta el nasçimiento de Judas fueron tres mil e ochoçientos63 e setenta e ocho años; e del diluvio, seis çientos e veinte e çinco; e de la confusión de Babilonia, quinientos veinte e çinco; e de cuando reinó Nino en Asiria, dozientos e setenta años. Capítulo XXXIV. En que fabla del linaje de Caín e de algunos inventores

Porque no avemos fablado del linaje de Caín, es de saber que este Caín ovo un fijo, segund dize maestro Godufredus en el Panteón, el cual se llamó Enoc. Este fue el primero que çerco villa o çibdad; fizo una çibdad que se llamó (de su nonbre) Enoquia; e, segund Josefo e maestro Godufredo, a los otros fijos e nietos de Adán cuantos podía aver, traíalos allí e apremiávalos mucho por fuerça; este fizo otras çibdades las cuales çercó de fuertes muros; este nunca otra cosa fizo salvo robar e forçar a los otros cuanto podía; este fue el primero que partió términos en el mundo a los onbres; este fizo sacar pesos e medidas açerca de la carne e de las otras cosas de leche e olio —dizen que esto fazía por llevar d’ellos algunos derechos—; este enseñó a los suyos ser luxuriosos e ladrones e de otras malas costunbres; este ovo un fijo que ovo nonbre Irec e fizo a Maniael e a Matusalén e a Lamec, que fue el seteno que desçendió del linaje de Adán por la liña derecha; este Lamec tomó dos mugeres; a la una dixeron Ada; a la otra, Sella. Ovo setenta fijos; ovo uno que se llamo Gebel; este sacó primeramente tiendas que troxesen los pastores; este partió los ganados por greyes; este ferró primero los ganados; este estremó primero las ovejas de los corderos; este usó primero del trasquilar los ganados; este sacó primero arte como caçase los venados del canpo e de correr monte e de pescar con redes e con otras maneras. Capítulo XXXV. De cómo Júbal sacó la música e otros instrumentos de cantar e [tañer]64 Este Gebel ovo otro hermano que se llamó Júbal; este sacó primeramente la música; fizo çiertos instrumentos con que cantasen e tañesen porque se 63 ochoçientos] M: nueveçientos 64 Enmiendo atendiendo a la lectura de S1 y S2.

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[asolazasen]65 sus pastores e no se enojasen; este fizo dos pilares, uno de mármol e otro de ladrillo, que lo no desfiziese el agua, e el de ladrillo, que lo no desfiziese el fuego: puso en ellos el arte de la música, ca este avía oído dezir Adán profetando cómo avían66 de venir dos fines, la una de agua e la otra de fuego, e así quedó67 esta arte escrita. Capítulo XXXVI. De cómo Tubal Caín falló el arte de68 labrar el fierro e las armas para lid

De Sella ovo Lamec un otro fijo que se [llamó]69 Tubal Caín; este falló primero el arte de labrar fierro e los otros metales; e fizo las primeras armas para lidiar e començó a entallar los metales e fazer en ellos figuras. Dizen que fue d’esta manera: sus hermanos ençendieron tan grandes fuegos en los montes que se fundieron e regalaron los metales, los cuales corrían e tomaron en sí de la parte de yuso las figuras de los lugares do se cuajavan; e cuando Túbal lo alçava vio aquellas señales que pareçían en ellas; a semejança d’ellas sacó entallarlas e pintarlas. Cuando labrava aquellos metales, de los sones que fazían los muchos martillos con que labrava, sacó su hermano Júbal los sones de la música, como es dicho. Estos tovieron una hermana que se llamó Noema; fue la primera que sacó el arte de texer. Lamec fue el primero que sacó arco o ballesta. Capítulo XXXVII. Que fabla de los inventores de muchas artes e çiençias

Pues avemos començado a fablar açerca de los inventores de [las]70 cosas, si quiera por el solaz e plazer de los letores añadiremos aquello que ocurre a la memoria; donde es de notar que, segund dizen Eusebio, Gerónimo e maestro Godufredus, una donzella apareçió en el Lago Ritón, la cual se llamava Numeria; esta peleó con un gigante que se dizia Palete, al cual mató, e, por señal de la tal vitoria, dende en adelante llamose Palas, por otro71 nonbre Ritomante. Esta falló primero el arte del filar lino, seda e lana; esta fue la primera que falló manera de escudo (esto sería en la tierra donde ella 65 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 66 avían] S1 y S2: avía 67 quedó] S1 y S2: om 68 de] S1: del 69 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 70 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 71 Enmiendo atendiendo a la lectura del M, S1 y S2.

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[estava]72 que, como dicho es, Saturno dizen que fue el primero el cual falló escudo que se troxese a cavallo). Açerca de los inventores de las letras dizen algunos que Abraham fue el primero que falló las letras caldaicas o caldeas e Muisén, las ebraicas, como quiera que en Feniçia ya avía letras e dizen que un fijo de Agenor las avía allí73 traído a Greçia; otrosí Isic troxo las latinas. Es de saber que los que pusieron en arte el dicho artefiçio de letras fueron estos: el Donato, el Servio, el Preçiano, el Ruberto, el Oguiçio. Los conponedores de la gramática fueron, de los poetas, Enio, Platonemo, Virgilio; de los oradores, Grato, Catón e Çiçero; de la retórica, Çiçero Tulio, el Ebreardo, Alexander de Villadei, Prelias. Los inventores del arismética primeros fueron Pitágoras, Anitomaco, Apuleyo, Severino, el Secrisospo, Gilberto. Los inventores del estrología74 fueron el Puneto, el Quilaçón, Escarto, Irscheles, Gadado, y Aentovido. Los inventores de la música —como quiera que algunos son dichos— fueron Túbal, Almorebeo, e Ansio Jafero, Pitágoras y el Gregorio. El primero75 que fizo en el mundo [sortija]76 fue Prometeo. Ceres asacó las primeras medidas de pan, asimismo el senbrar, bien que de Saturno es dicho, pero entiéndese en la tierra donde ella77 [estuviese]78. Capítulo XXXVIII. De cómo Esaú inventó lançar cavallos a asnas Esaú fue el primero que echó los asnos a las yeguas, e los cavallos a las asnas, de do vinieron la generaçión de las mulas e machos; en este tienpo dizen que Proglo asacó la primera carreta. Capítulo XXXIX. De las cosas que Saturno inventó Dize el maestro Godufredus que Saturno fue el primero que fizo fazer naves e velas para ellas, aunque ya avía otros navíos, pero no naves; otros dizen que Argón fue el primero. Dizen más el maestro e Gerónimo e Eusebio en las glosa[s]79, que Saturno fue el primero que fizo moneda; otros dizen que Numa 72 Enmiendo atendiendo a la lectura del M, S1 y S2. 73 allí] M: omitido 74 primeros fueron Pitágoras, Anitomaco, Apuleyo, Severino, el Secrisospo, Gilberto. Los inventores del estrología] M: omitido (caso evidente de salto de igual a igual). 75 El primero] S2: Amorero 76 Enmiendo atendiendo a la lectura de M // S1 y S2: sortijas. 77 ella] M: el 78 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 79 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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Ponpilio, de cuyo nonbre tomó «moneda», la cual se avía de llamar «numeda», pero ha se corronpido. Asimismo Saturno fue el primero que fizo usar de mercaduría, segunt estos autores; este fue el primero que fizo sacar a los onbres e tener mugeres conosçidas —lo que fasta entonçes no se usava—, porque oviesen asimismo fijos conosçidos; otrosí fue el primero que fizo senbrar trigo en Italia; fue el primero que troxo escudo sobre cavallo; fue el primero que fue dicho dios, segund más largamente es dicho de suso. Es de saber que Frangio, fijo de Héctor pobló a Francia e Paris, fijo d’Iusebo pobló a París; Turco, fijo de Truilo pobló a Turquía, esto es segund la Estoria Florica. Capítulo XL. Cómo del prinçipio del mundo sienpre ovo unos buenos e nobles, e otros malos e villanos Aviendo consideraçión al fundamiento de las cosas propuestas, es de notar cómo acatando o tomando el prinçipio de la creaçión del mundo, e d’estos primeros padres de quien es fecha mençión, desde Adam sienpre ovo buenos e, junto con ellos, otros malos; de do se afirma aquel dicho del filósofo en el segundo de las Éticas, do dize que las virtudes no nos vienen por natura ni son contranaturales, lo cual pareçe por esto, ca, si fuesen naturales, todos serían virtuosos, e, si fusen contra natura, ninguno sería virtuoso. Esto muestra por natura: las cosas graves e pesadas, así como la piedra o la saeta, puesto que muchas vezes con grand abituaçión o continuaçión la lançen, nunca se abituará a sienpre subir; mas, como con la fuerça de la ballesta puje la saeta o con el vigor o fuerça del braço la piedra sube, como çesa la fortaleza que la faze subir luego es en su abituaçión natural, la cual es adquerir lo baxo; e así es del fuego e de las otras cosas ligeras, que por vía de80 natura adquieren lo alto, puesto que por cualquier arte sean retenidas e forçadas en lugares baxos. Ca de las cosas que vienen por natura, primero vienen las potençias o virtudes e después las oparaçiones. Pero es de notar un paso el cual es que un apetito o deseo natural tiene sienpre nuestra ánima açerca de aquel bien de donde nos vino, el cual sienpre nos renpuxa a la parte mexor, puesto que no obremos de lo que nos enseñan. E pareçe en esto que cuando pecamos o erramos los más claramente veemos que erramos o pecamos; e, cuando así es, pecamos porque queremos, ca bien podríamos no errar o pecar. Este bien que deseamos, ¿cuál será? Es aquella nobleza de Nuestro Fazedor Dios, el cual nos dio ánima inoçente, sinple e linpia con la cual lo conosçiésemos e deseásemos, pues, los buenos, siguiendo la natural nobleza del Fazedor de

80 vía de] M, S1 y S2: su

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todas las cosas, el cual las crió todas buenas; ca es de saber que Dios crio el bien, e el mal no fue criado, pero que fue fallado del diábolo; pues, como la Creaçión pertenesca a solo Dios, es de saber que las cosa o cosas criadas por Dios no pueden ser malas, ca de la bondad infinita no puede proçeder mal; otrosí dize Reimundo: «Natura es buena»; pues, si buena es, no puede [produzir]81 mal; pues que la natura sea buena pareçe claro, porque es criada de Dios, e Dios no puede criar mal ninguno, pues los malos desviándose d’este prinçipio que es Dios perdieron la nobleza e los buenos allegándose a ella fueron nobles, como aquellos que se allegaron a su prinçipio, los otros desviándose de la tal nobleza siguiendo el desconosçimiento de su prinçipio fueron fecho[s]82 obscuros e sin linaje açercándose sienpre a la villanía e obscuridad del pecado e de las malas costunbres, asimismo dándose o metiéndose a viles ofiçios o torpes maneras; los unos llegándose a las virtudes, los otros usando de toda manera de viçios, así fueron los unos nobles e los otros villanos, según pareçe, ca, de los fijos de Adam, Abel fue bueno e noble, Caín fue malo o villano; Set fue bueno o noble; Set ovo un fijo que ovo nonbre Enos, este fue el primero a quien Dios llamó por su nonbre e el primero que fizo oraçión; de sus generaçiones ayuso, Enoc fue bueno o noble; en la segunda edad, Noé fue bueno o noble; de sus fijos, Sem e Jafet fueron buenos, Cam fue malo o villano. Así discurriendo desordenadamente, Nenbrot fue sabio e por sabiduría señoreó sobre los otros; e, puesto que no conosçió a Dios en su idolatría, fue el primero noble políticamente; en la terçera edad, Abraham fue bueno o noble, esto pareçe segund el maestro Godufredo [e]83, Muisén en el Génesi, do dize Dios a Abraham: «Yo bendiré a los que te bendixeren; e maldiré a los que te maldixeren, de tu linaje salirá por quien todas las gentes serán benditas». Abraham ovo dos fijos, Isac e Ismael; Isac fue bueno o noble, Ismael fue malo o villano. Isac ovo dos fijos, el uno se llamó Jacob, el otro Esaú, el cual nasçió primero; Jacob fue bueno o noble acabadamente; Esaú políticamente fue noble, ca fue cavalleroso e batallador, pero no tan santo, ca erró el camino de Dios. Jacob ovo doze fijos: Rubén, Simeón, Leví, Judas, Isacar, Zabulón, Dam, Jusepe, Benjamín, Nebtalín, Gad, Aser. Rubén fue malo o villano, ca ensuzió el lecho de su padre; Judas fue bueno o noble; Benjamín e otros de sus hermanos no fueron buenos; Jusepe fue bueno o noble, e de aquí Muisén fue bueno o noble, el cual fue onbre cavalleroso e muy belicoso e conquistador; él conquistó a Etiopia e ganó a Merçe, la cual era una

81 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 82 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 83 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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çibdad cabeça del reino; Jusué fue bueno o noble, Sansón, Gedeón e otros de los juezes; Çis fue bueno o noble; Saúl fue bueno o noble; esto paresçe por las palabras de Dios e de Samuel en el primero De los Reyes, como diga que Saúl fuese onbre escogido e en Israel no avía mayor ni mejor, segund que adelante más largamente se dirá; Jonatá, su fijo, fue bueno o noble; Isaí fue bueno o noble e otros de su linaje; David, su fijo, fue bueno o noble; Salomón fue bueno o noble; Amón e Absolón fueron malos e villanos en sus obras. Capítulo XLI. Cómo naturalmente deseamos e apeteçemos nobleza Pero es de saber que de aqueste primero e natural prinçipio nos quedó un apetito e deseo cobidiçioso, con el cual deseamos el bien o la virtud o la nobleza. Pero la inquisición de aqueste primero bien que por el pecado perdió natura humana que fazemos es por diversas maneras en lo cual erramos. Mas en fin todos buscamos este bien e todos deseamos ser nobles. E no solamente d’este apetito nos proçede que deseamos ser nobles teologal o santamente, mas aun deseamos a apeteçemos ser nobles políticamente, pero no quiso la razón que lo fuésemos luego como lo quisiésemos con la voluntad, mas que antes queriéndolo con la voluntad e ganándolo con el trabajo de algund meresçimiento de obras virtuosas onestas e justas, bien regiendo e bien defendiendo la cosa pública, continuándolas con muchos actos, perseverando en ellas lleguemos a ser nobles teologal e políticamente de consuno. E entonçes, como [poseedores]84 de las virtudes, meresçeremos ser nobles e, meresçiéndolo, estaremos en el primero grado de aquellos que nos produzen a ser nobles. Pero es de notar que posesión es en dos maneras: la una, que se tiene a ser; otra, que se tiene a no ser. La que se tiene a ser es como cuando el onbre posee las virtudes morales. La posesión que se tiene a no ser es como cuando el onbre posee los viçios e pecados, así como luxuria, sobervia, avariçia o tiranía. Pues luego bien dize que, seyendo poseedores de las virtudes —segund que es dicho—, estamos en el camino de la nobleza, el cual buscamos como a bien, ca es de notar que todo aquello qu’el entendimiento quiere de bien quiere de verdad. E, como dicho es, como deseemos este bien d’esta nobleza, es de saber que cuando nós o nuestro entendimiento desee bien tanto es puesto en mayor nobleza, segund dize Reimundo en el tratado de Dios con tu graçia, porque dize que más se apropinca a la suma e alta bondad o nobleza, la cual es Dios; asimismo es de saber que cuanto el nuestro entendimiento más sube a entender aquella la muy alta nobleza, tanto más es puesto en mayor e mejor nobledad, e, por

84 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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consiguiente, en mayor folgança, de donde proçecede qu’el entendimiento más fuelga afirmando nobleza ser, que con la negaçión de nobleza no ser, pues luego [dévese]85 afirmar nobleza ser e negar nobleza no ser. Capítulo XLII. Cómo86 es confesada la nobleza e segund las razones dichas, e87 la dubda es confusión del entendimiento Ya pareçe por las razones dichas e por las estorias tocadas e la relaçión de los linajes mençionados desde Adam ayuso, asimismo por algunas palabras de Dios, como de los santos e de los88 de quien tomamos dotrina, cómo nobleza es lo cual confesamos por virtud del proçeso sobre escripto, lo cual no es de negar ni dubdar a persona discreta e entendida, ca dubdar no es ál que una flaqueza del seso. Ca el maestro Reimundo en él tratado allegado dize que dubitaçión es acto confuso del entendimiento o es ser con el cual el entendimiento es puesto en confusión e sienpre está en aquella fasta que se inclina a verdadera afirmaçión o a verdadera negaçión; esto pareçe en aquellas palabras de Job en fin del capítulo XXIII, que dize: «Entonçes la vido e ennobleçiola e adereçola, e aun la paz quiso»; pues síguese que aquella que se ennobleçió que de nobleza previno el ennobleçer; en el capítulo XXVIII dize: «Envegesçe con el bien sus días e sus años en las noblezas»; Salamón en el De los cantares dize: «Verná mi enamorado e comerá la fruta de sus noblezas»; adelante dize: «Su paladar dulçuras e todo es noblezas»; en el Libro de Ruth dize Neemí a su nuera: «Bendita seas del señor, fija, mejor fue la tu nobleza postrimera que la primera». David en el capítulo XVII dize: «Fartura de gozos en la tu cara, noblezas ay en la tu diestra siempre». Geremías, Isaías, Samuel, el filósofo, Ovidio e otros infinitos lo afirman, lo cual no deve ser dubda. Capítulo XLIII. De la89 introduçión de la dicha materia de nobleza Pues otorgada es e afirmada la90 nobleza segund es dicho en el anteçedente91 capítulo, antes que toquemos la materia de la92 nobleza será bien o

85 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 86 Cómo] S1 y S2: que fabla de cómo 87 e] S1 y S2: e cómo 88 de los] M: omitido 89 de la] S1 y S2: que tracta por 90 la] S2: la dicha 91 anteçedente] S2: cedente 92 la] M: la dicha

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[dévese]93 primeramente saber qué cosa es nobleza e de dónde ovo prinçipio e de dónde viene su dirivaçión y cuántas maneras son de nobleza94; e, como esto ayamos mostrado, tratarse á por ensenplos e autoridades sustançialmente la materia prinçipal de aquesta nobleza. Capítulo XLIV. El cual trata de la primera manera95 de nobleza, la cual es teologal Es de notar qu’es una manera de nobleza, la cual ovieron los santos; e aquesta alcançó cada uno como más santo fue; do pareçe que sant Juan, e así de los otros santos, como cada uno ovo menor o mayor santidad, así fue mayor o menor noble; açerca de lo cual dize el maestro Reimundo: «La nobleza de la materia sigue la nobleza de la forma»; pues síguese una materia ser más noble que otra, luego síguese tener96 más noble forma97 que otra. Asimismo los profetas fueron nobles; dize en el Libro de los Reyes: «Quien me onrare, yo le onraré, los que me despreçiaren no serán nobles». El rey Saúl fue noble e el rey David e los otros reyes que reinaron por Dios, ca así lo dize Nuestro Rendentor: «Por mí reinan los reyes». Sant Pablo açerca d’esta divinal nobleza dize: «no vós, mas nosotros somos nobles». El maestro de las sentençias Buenaventura e santo Augostín dizen que nobleza sea voluntad e imagen de la divina bondad, açerca de la cual fablaron estos sabios, el Boeçio en el III De consolaçión, Ciçero en el De los ofiçios e en sus Paradoxas, Juan Galense en sus Distinçiones, el Dante en su Comedia, el filósofo en su Ética, libro X, capítulo X, en el fin, fablando del entendimiento especulativo, otrosí açerca de las inteligençias separadas, las cuales dize que biven segund aquesta vida especulativa. Dize luego: «Los onbres tanto son más bienaventurados cuanto son más alongados de la bestialidad e propincuos e çercanos al intelecto o divinidad; e aquesta propincuidad en aquesta vida es propia e verdadera nobleza, en esta e en la otra vida es perpetua e total feliçidad e bienaventurança». Asimismo los otros santos los cuales no curaron de fablar salvo de la nobleça teologal o de santidad, que a ellos no convenía fablar de la nobleza tenporal, mas de la santidad, pero aun algunos no negaron que la antigüedad del linaje fuese la nobleza, segund que adelante se mostrará por sus mismas autoridades, las cuales afirman la nobleza ser un loor del meresçimiento de los progenitores produzido.

93 Enmiendo atendiendo a la lectura del M. 94 y cuántas maneras son de nobleza] M, S1 y S2: omitido 95 primera manera] S1 y S2: cual materia 96 tener] M: que terná // S1 y S2: que 97 forma] S1 y S2: forma será una

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E, concluyendo açerca de la teologal nobleza, es de saber que, puesto que aquesta sea más excelente e más verdadera nobleza, como lo es, puede estar en el onbre más baxo de linaje que sea entre los onbres, e açerca d’esta no es nuestra entençión o propósito de tratar. Capítulo XLV. El cual trata de la segunda manera de nobleza, la cual es natural o98 moral

Es otra manera de nobleza, esta puede ser dicha moral, la cual es una calidad de bien y onesto bivir avida o alcançada por luenga usança fincada en la voluntad; açerca de la cual dize Boeçio, en el prólogo de su libro III: «Quien se alegra por nobleza de generaçión la gloria despierta de aquel qu’es loado, ca la notable igualdad de los mortales afirmada en la su mejor e inmortal parte aquel solo la dexa que vençido de torpes viçios olvida su99 propia virtud». El Tulio en su Invictina dize: «Mayor gloria es100 por mis buenos fechos que por las obras floreçer de mis predeçesores, en tal guisa biviendo que a los mis desçendientes sea enxenplo e prinçipio de nobleza e virtud». Otros muchos fablaron de aquesta nobleza, la cual dize Juan Rodrigues del Padrón —en su Cadira de Onor— que deve más ser dicha moral virtud, e dize que muchos de los filósofos e poetas fablaron d’esta nobleza moral aviendo en ella más confiança que en la claridad de su linaje, como quiera que algunos fueron exçelentes e claros, así como el Boeçio, como él confiesa venir de aquel claro linaje de aquel claro varón Manlio Torcato e [asimismo]101 Çiçero, como fuese onbre generoso; pero estos fablavan como aquellos que querían dar dotrina e enxemplo cómo los onbres fuesen virtuosos alabando a la virtud, pero no negando que aquella no resplandesca más en el estado glorioso e alto de la nobleza o generosidad, segund por ellos es confesado, como por sus mismas palabras se mostrará adelante. E, con tanto, baste lo dicho en esta parte, ca no es esta aquella nobleza de que entendemos de fablar. Capítulo XLVI. El cual trata de la terçera manera de nobleza, la cual es dicha común

Es otra manera de nobleza en cuanto al nonbre, la cual se puede dezir común o vulgar; e d’esta usan aquellos que alguna persona bien dispuesta

98 o] S1 y S2: e 99 su] M: omitido 100 es] M: he 101 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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solamente dizen: «noble persona es fulano o fulana» o «noble joya es esta o aquella», como diga el filósofo en el libro De formis: «Cada forma es más noble que su materia»; asimismo el Reimundo, segund que ya es dicho, en el capítulo XVI De los juezes, dixo Miqueas a un levitano: «Finca comigo e sey a mí obediente saçerdote e darte he çient argenteos e una vestidura noble». El reverendo obispo don Alfonso de Burgos, en el prólogo del libro De Senedud del Tulio, dize qu’el ver es más noble sentido que ninguno de los otros sentidos; Juan Galense en su «novena distinçión», capítulo I, que la mano es más noble mienbro que ninguno de los otros, ca defiende a los otros. El filósofo, en el De sensu y sensato, dize que ver102 es más noble que el oír ni que los otros sentidos; en el noveno de las Éticas, en el fin, dize qu’el ver es causa de la amistad, el cual es más noble que los otros sentidos corporales; en el X libro, capítulo VI, dize qu’el ver es mejor e más noble qu’el oír, e el oír es más noble que los otros103; en el De mineralibus dize qu’el oro es más noble que ninguno de los otros metales; asimismo los alquimistas afirman esto mismo; otrosí los estrólogos dizen qu’el sol es más noble planeta de las104 planetas. E así sea despedida aquesta nobleza qu’es dicha común o vulgar, de la cual no es el propósito. Capítulo XLVII. Que trata por introduçión açerca de la dicha

intençión o propósito de la cual entiende tratar el autor, el cual es fablar de la cuarta manera de nobleza, qu’es la política

Es otra manera de105 nobleza, la cual es dicha política, açerca de la cual es el derecho propósito nuestro de fablar; e, por tanto, agora en este paso conviene dezir de lo prometido, así de su difiniçión como de su dirivaçión e de su esençia, segund que mejor es sentido por la flaqueza de mi ingenio; donde es de notar que aquesta política nobleza, segund el santo Isidro, en sus Etimologías, á su dirivativa de «no vileza», por etimología, asimismo segund el católico, «noble» es dirivado de «notable», por síncopa.

102 ver] M, S1 y S2: el ver 103 e el oír es más noble que los otros] M: omitido 104 las] M: los 105 manera de] M, S1 Y S2: omitido

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Capítulo XLVIII. De cómo se prueva la entençión e propósito del Segunda Partida e otras autoridades, e pone la primera difiniçión de nobleza

presente libro con la106 autoridad sacada de la

Los sabios antiguos que ordenaron las Partidas con el rey don Alfonso el Sabio difinieron aquesta nobleza en la Segunda Partida, ley III del título «De los cavalleros»: «Nobleza es fidalguía que viene a los onbres por linaje». Por ende, deven mucho guardar que la no dañen o mengüen, ca, pues el linaje faze que la ayan los onbres como por herençia, no deve querer el fidalgo ser de tan mala ventura que lo que en los otros començó e heredaron mengüe e se acabe en él; esto sería cuando él mengüase en lo que los otros acresçentaron casando con villana o el villano con fijadalgo. Pero la mayor parte de la fidalguía ganan los onbres por la onra de los padres, que, maguer la madre sea villana e el padre fidalgo, los fijos que d’ellos nasçieren por fidalgos serán avidos, pero no por nobles; e, si nasçiere de fijadalgo e de villano, tovieron qu’era derecho que fuese contado por villano, porque sienpre los onbres el nonbre del padre ponen adelante, para lo cual ay autoridades, que es de notar que en el primero de la ley en el Génesi, capítulo IV, dize Muisén que Adam veyendo qu’el linaje de Caín era malo como él el cual mostrava a los suyos ser malos, mientre Adam bivió castigó a Set e a sus fijos que no casasen con los del linaje de Caín ni se allegasen a ellos; e, allende d’esto, aparto los unos de los otros; e, en tanto que Adam bivió e Set, su fijo, fue guardada esta dotrina, pero, como ellos murieron, allegaron los fijos de Dios a las fijas de Caín, las cuales eran fermosas, e tornáronse malos e tan pecadores que fueron dichos gigantes, por cuyos pecados Dios destruyó el mundo. Otra en el Éxodo, capítulo XXVIII mandó Dios a Muisén que destruyese a los amorreos, a los oteos, a los ferseos, a los cananeos, e a los gebuseos; otrosí mandó qu’el pueblo de Israel no se aconpañase nin allegase a ellos, porque no adorasen como ellos a los ídolos; esto afirmó maestro Pedro Eusebio e sant Gerónimo; otrosí Dios mandó a Muisén —en el LI de la ley— que tirase el mal de en medio d’ellos; esto mismo afirma Titus Libius en su Primera Década en el cuarto libro, en el [primero]107 capítulo fablando cómo los tribunos querían que los plebeos se mesclasen por vía de casamiento con los patriçios, que son los más nobles; e los más nobles, aviéndolo por cosa estraña e muy agra, negáronlo; e dízelo por estas palabras e aun demandavan más, esto era qu’el pueblo criase o escogiese cónsules de los padres e del pueblo, segund su voluntad, las cuales cosas si ellas fueran fechas pareçía a los padres que no solamente su sangre e su linaje sería mesclada con los villanos, antes además d’esto el soberano inperio e señorío sería traspasado de los padres al pueblo. 106 la] S1 y S2: el 107 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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Capítulo XLIX. Trata o demuestra la segunda difiniçión Aquellos que conpusieron los notables e los ordenaron afirmando dizen que noble e generoso es aquel cuyo nonbre e linaje es noble, ninguna diferençia asignando: «Nobilis, id est, ingenus, generosus, preclarus, festinus, venustus et dicitur nobilis quasi notabilis eo quod facile notatur, scilicet cuius nomen et genus cognoscitur» (Catholicon).108 Capítulo L. De la terçera difiniçión Nobleza es, segund la opinión de muchos autores, un loor e meresçimiento de onor desçendido de lexos por los claros progenitores; esto afirma Boeçio en el libro III, prosa VI, diziendo así: «Más [cuán]109 vano sea e cuánto sin provecho el nonbre de la nobleza, ¿quién no lo verá?, la cual si la fama se reduze agena es, porque la nobleza paresçe ser un loor que viene de los meresçimientos de los padres progenitores». En cuanto dize «¿quién no verá cuán vano sea el nonbre de la nobleza?», confiesa Boeçio su santidad respective, en cuanto él tenía su voluntad con Dios; «nil aliud video in nobilitate apetendum nisi quod nobiles quodam [necessitate] constringuntur ne ab antiquorum probitate degenerent etiam Ieronimus et Franciscus»110. Pues bien podemos dezir ¡Ó, qué cosa vana es la nobleza çevil o política!, ca esta no nos faze bienaventurados teologalmente. Fablando que Dios o las casas de Dios no tienen en nada las cosas terrenales o tenporales, e por esto dixo más: «¡cuán vano sea e cuánto sin provecho el nonbre de la nobleza!». En cuanto dize que la nobleza pareçe ser un loor que viene de los meresçimientos de los padres, manifiesta la fidalguía e nobleza política, de la cual él mismo se loó cuando dixo que venía del claro linaje de Maulio Torcato, la nobleza del cual quien verla quisiere fallarla ha en la primera guerra d’entre Cartago e de Roma, refrendada del Polibio e De Belo [Punico]111, otrosí del Titu Libio, en la Primera Década, libro VI, capítulo XVII; otrosí en el libro VII, capítulo V, del Maulio Torcato Titus.

108 Nobilis, id est, ingenus, generosus, preclarus, festinus, venustus et dicitur nobilis quasi notabilis eo quod facile notatur scilicet cuius nomem et genus cognoscitur catholicon] M, S1 Y S2: omitido 109 Enmiendo atendiendo a la lectura de S1 y S2 // M: cuand 110 «Nil aliud video in nobilitate apetendum nisi quod nobiles quodam [necessitate] constringuntur ne ab antiquorum probitate de generent etiam Jeronimus et Franciscus»] M, S1 Y S2: omitido 111 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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Capítulo LI. De la cuarta difiniçión Los sabios que conpusieron las Siete Partidas difinieron la nobleza d’esta manera en la Segunda Partida, título IX, ley III: «Nobleza es cabdillo de linaje e de bondad, e el que la tiene puede ser dicho rico onbre por linaje e onbre conplido por bondad». Duarte, Contra Anriquina, dize en la cuestión de nobleza: «Nobleza quiere dezir virtud de linaje, en cuanto el linaje ovo prinçipio e fundamiento en nobleza, así como efeto en su propia causa efiçiente». E cuando los que son vestidos de ábito d’este nonbre nobleza —que son llamados nobles— han malas obras e malos usos, estos son por obras fijos de vileza e por nonbradía fijos de nobleza, en los cuales se pierde el nonbre de virtud. Capítulo LII. De las cuatro condiçiones que convienen a la verdadera nobleza política112

Afirman algunos oradores que cuatro condiçiones requiere a la perfeta o verdadera nobleza política: la primera, autoridad del prínçipe o del prinçipado; segunda, calidad de claro linaje; terçera, buenas costunbres; cuarta, antiguas riquezas. Capítulo LIII. De cómo prueva por autoridad cómo la nobleza viene por tres maneras, espeçialmente por antigüedad de linaje Los sabios que conpusieron las Siete Partidas dizen así en la Segunda Partida, en el título «De los cavalleros», ley primera açerca del fin: «La nobleza viene por tres maneras, o por linaje o por sabiduría o por buenas costunbres; pero mayormente vienen los nobles del linaje antiguo»; adelante se dirá toda la ley fasta el cabo. Otrosí dize el Aristótil en el libro X de su Ética, capítulo X, difiniendo la propia nobleza: «Nobleza es una propincuidad o çercanía a la vida bienaventurada», pero esta difiniçión declarse ha adelante en el libro segundo en la conclusión terçera, porque aquí más pareçe literalmente difiniçión de nobleza teologal que política. Capítulo LIV. De cómo ovo comienço la nobleza así la113 teologal como política

Pues qu’es dicho e mostrado qué cosa es nobleza política e de dó ovo su dirivaçión e su difiniçión, es de venir a dezir dónde ovo prinçipio o comienço;

112 política] S1 y S2: omitido 113 la] S1 y S2: omitido

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donde devemos notar que la nobleza teologal es más alta e excelente que la política, e la política más onorable que las otras. Ovieron comienço de Nuestro Fazedor, que crió todas las cosas buenas e al onbre noble así exçelente como es dicho en el comienço d’este nuestro libro e tratado primero; e segund aqueste fundamiento por la vía santa e divinal de cómo el onbre fue formado siguiendo a Nuestro Fazedor deviera ser todo onbre santo, justo e bueno, que es la teologal nobleza. Asimismo por la manera política considerando el mismo fundamiento ya dicho, el cual es Dios, e segund la instruiçión del primero padre e de los otros bienaventurados que d’él nasçieron, e el linaje muy alto a cuya semejança fue plasmado e la perfeçión de la materia en cuanto materia, e el Fabricador que conpuso nuestra humanidad e el Redentor que en ella avía de venir e su gloriosa madre seamos generosos e nobles o lo deviera ser todo onbre. Pero, como dicho114 es, por el pecado fue perdida toda la nobleza e convino que después toda criatura racional la ganase con trabajo usando e continuando las virtudes e buenas costunbres e defendiendo la cosa pública e bien rigiéndola. Esto quiso favoreçer e afirma[r]115 Boeçio en el libro III, verso VI, diziendo: «Pues a los mortales crió engendramiento noble, ¿para qué removés el linaje e abuelos?, que, si acatáis vuestros prinçipios e a Dios, vuestro [Fazedor]116, ninguno está fuera del linaje, sino quien cría con [viçios]117 lo malo, desanpara su propio nasçimiento». Mas es de saber que las tales costunbres avían de ser e eran atadas con una coyunda fermosa e muy honesta, la cual avía de ser o era defensión de la patria e sostenimiento e anparo de la comunidad e justo gobernamiento de la cosa pública. Como diga el filósofo en la introduçión de la Política que la vida es en tres maneras: la primera es bivir; la segunda, sufiçiente bivir; la terçera, virtuosa e bienaventuradamente bivir. Dize: «luego es neçesaria congregaçión donde ay multitud de onbres e distinçión de grados e de ofiçios, donde deve aver sabios que enseñen e mejoren la parte inteletual, e prínçipe e fabricadores de leyes virtuosos, que ordenen la humana vida en aquella poliçía, e que ninguno no sea en la çibdad que no se cuente en algund grado de aprovechar a la cosa pública, los unos defendiéndola, los otros mejorándola en ofiçios e artefiçios». Así qu’el filósofo primero dixo o [fabló] 118 en la poliçía de los defensores que de los otros grados e ofiçios, como este ofiçio sea aquel por el cual todos los otros son conservados e defendidos; 114 dicho es por] S1: esto es por // S2: esto es tras 115 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 116 Enmiendo atendiendo a la lectura del M, S1 y S2. 117 Enmiendo atendiendo a la lectura del M y S2 // con viçios] S2: omitido 118 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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asaz graçiosa e sufiçientemente favoresçe el Vegeçio, de re militari, aquesta autoridad diziendo así en el prólogo del segundo libro en el comienço: «Como el arte de cavallería e batallas sea más noble que ninguna otra, la cual guarda e acresçienta la libertad e dignidades e onra e conserva las provinçias e reinos. Ca por ella es conservada cada cosa en su estado, etc.». Capítulo LV. De cómo la nobleza proçedió e ovo comienço de la cavallería o de la defensión de la cosa pública

Nasçe pues de aquesta sentençia que de la virtuosa e generosa defensión de la cosa pública ovo comienço la dicha nobleza çevil e política; e esto en dos maneras, la una defendiendo, la otra señoreando; pero es de notar que primero fue la nobleza adquerida por parte de los defensores; dízelo Palefacto en el De las cosas increíbles —asimismo aquellos estoriadores que conpusieron la general del mundo— cómo los çentauros fueron los primeros milites del mundo o los primeros defensores; ca estos fueron los que primero usaron de la onrada cavallería del cavallo e los que lo domaron, tanto que fue opinión de las gentes vezinas a su tierra de Tesalia, viendo que corríen tanto e los veían a cavallo, cosa muy inusitada, afirmavan que aquellos fuesen medio onbres, medios cavallos; tanto atemoraron a las gentes en sus prinçipios, que no solamente defendieron su tierra, mas ganaron la agena de sus vezindades; fueron por número çiento. Luego los otros pueblos como fueron conosçiendo aquella maravillosa arte siguéronla escogiendo, de los más virtuosos, segund adelante se dirá, uno entre mil; este así escogido fazían defensor cavallero so çierto juramento e religión de guardar e defender e anparar a la cosa pública, e de tomar si menester fuese açerca de aquello la muerte. Dize sant Isidro qu’el primero que inventó la glor[i]osa119 orden de cavallería fue Libero padre e por otro nonbre llamado Baco, dios de los vinos, e dize que aquesta generosa orden de cavallería entonçes que la dio a los más nobles e virtuosos. Léese en las estorias, açerca de lo cual fablan muchos estoriadores, en espeçial el bienaventurado dotor Juan Galense en su «novena distinçión». Dize así conparando a los cavalleros a las manos: «Devida cosa es saber onbre la obra de las manos e el provecho que viene d’ellas: el primero es tener, el segundo apretar, el terçero afloxar, el cuarto tirar, el quinto renpuxar. E porque esto puede fazer la mano, es instrumento más noble que ninguno, como no sea un instrumento, mas muchos, e como naturalmente las manos son ordenadas para tirar e arredrar las cosas noçivas e dañosas del cuerpo, así

119 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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los cavalleros son ordenados para arredrar e apartar el daño e el mal de la cosa pública para defendella e anparalla». E luego, en el capítulo adelante, dize: «Cuando el prínçipe Rómulo ovo edeficado la çibdad de Roma escogió entre todo el pueblo mil defensores o peleadores de los onbres más virtuosos e poderosos. E d’este nonbre e cuento de mil llamolos milites o miles, que quiere dezir cavallero onbre escogido de mil». Titu Libio en su Primera Década, en el libro I, capítulo XX, dize cómo escogió trezientos onbres de armas cavalleros Rómulo para su guarda; otrosí, en el libro nonbrado Belo, escogían de mil onbres escogidos uno para cavallero o defensor; esto afirma el Justino sobre él; Trogo Ponpeo, en el libro I, capítulo XXIX120, dize cómo Tulio Obstilio escogió de los mejores de Albana; dízelo el mismo121 autor por estas palabras: «Ayuntó e escogió aquellos prínçipes de Albana, que les dezían Tulius, Servilius, Quinçius, Gregamos e Turçiçiarius, L[i]os122, todos nobles linajes eran estos de Albania». [En el]123 capítulo XXXVII, dize124: «Servius eligió de los más nobles de la çibdad fasta doze çenturios, síguese rapueses, tayenes, lusieres»; dize un autor griego el cual conpuso las estorias de los godos en griego, dize que los godos escogían para reyes y para obispos los más nobles, a los cuales dize que llamavan Fileatos, que dizen por cavalleros que traen sonbreros por señal y onra de cavallería125. Es de saber así como cavallero es nonbre muy onrado, así es nonbre de grand trabajo, ca dos cosas fazen a onbre se[r]126 cavallero: la una, elecçión; la otra, sacramento. Toda la salud de la comunidad o poliçía es en los cavalleros, los cuales deven ser muy exçelentes así en linaje como en cuerpo e en coraçón. Deve[n]127 ser defendimiento de la república; e no deve ninguno comedir qu’el ofiçio de cavallería es poca cosa, e que todo onbre sea bueno

120 otrosí, en el libro nonbrado Belo, escogían de mil onbres escogidos uno para cavallero o defensor; esto afirma el Justino sobre él; Trogo Ponpeo, en el libro I, capítulo XXIX] M: Otrosí en el dicho libro, cap. XXIX // S1 y S2: Otrosí en el libro nonbrado, cap. XXIX 121 mismo] M: dicho 122 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 123 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 124 dize] M: dize el dicho actor 125 dize un autor griego el cual conpuso las estorias de los godos en griego, dize que los godos escogían para reyes y para obispos los más nobles, a los cuales dize que llamavan Fileatos, que dizen por cavalleros que traen sonbreros por señal y onra de cavallería] M, S1 Y S2: omitido 126 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 127 Enmiendo atendiendo a la lectura de M.

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para ella, que los antiguos no ponían en ella salvo aquel que avía las dichas virtudes e otras grandes bondades e buenas costunbres, ca los cavalleros deven ser escogidos por los prínçipes e grandes señores, e non por opinión, mas por mereçimiento, como se lee en el I libro de la ley, que Dios escogió entre todas las generaçiones del mundo a Noé, el cual fuese su cavallero para que d’él viniesen todos los otros cavalleros que avían de venir para defender su ley; esto fizo Dios porque Noé era bueno e de buenas costunbres e tal que era fuerte e esforçado para conplir los mandamientos de Dios por cuyos mereçimientos le fueron revelados los [secretos]128 de Dios; asimismo escogió a Abraham, otrosí escogió a Muisén, los cuales fueron en la terçera edad los mayores amigos e servidores de Dios; escogió a David, el cual fue otrosí muy amigo de Dios; así que, aviendo dotrina de aquestas obras o 129 elecçiones de Dios deven los prínçipes pareçelle. Ca por natura se deve fazer pues Él fizo a los onbres a su semejança; [en el] 130 segundo libro de la ley, Getro aconsejó a Muisén que estableçiese onbres que le ayudasen a judgar e governar el pueblo, e aviendo este consejo por bueno escogió entre todo el pueblo varones sabidores e cuerdos e entendidos de los mejores e más poderosos, e púsolos por cabdillos del pueblo, a los cuales estableçió estas dignidades; fizo tribunos e çenturiones e quintaginarios e deanes; e así proçedía de una dignidad a otra fasta Muisén, que era prínçipe superior. Açerca de los cual dize maestro Godufredus, en su Panteón, que Muisén dixo estas palabras contra el pueblo de Israel: «No puedo solo los vuestros negoçios sostener, la vuestra carga e vuestras contiendas; dad de vós varones sabios e entendidos, la vida de los cuales sea aprobada en los vuestros tribus, poner e darlos he a vós por cabdillos e juezes»; en el Deutronomini adelante dixo: «Tomé yo de vós y vuestros tribus varones sabios e entendidos e nobles, e fízelos prínçipes a vós de mil e, a otros, de çiento e, a otros, de çincuenta e, a otros, de diez». E eso mismo afirma la Brivia en el libro Éxodo, otrosí en el primero capítulo del Deutronomini, en el primero de los Macabeos, en el capítulo III, otrosí dize que Judas eligió defensores e fizo tribunos y [çenturiones] y ricos onbres y cabdillos etc.131

128 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 129 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 130 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 131 en el primero de los Macabeos, en el capítulo III, otrosí dize que Judas eligió defensores et fizo tribunos y [çenturiones] y ricos onbres y cabdillos, etc.] M, S1, S2: omitido

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Nobiliario vero Capítulo LVI. De la segunda manera de donde ovo comienço la nobleza, otrosí de la primera manera de señorear

La otra manera de donde ovo comienço o prinçipio la nobleza fue el señorear; e açerca d’esta fueron los primeros nobles en 132 la segunda edad Noé e sus fijos, pero estos no señorearon, salvo fueron tenidos en reverençia como padres del mundo. Entre Noé e sus fijos fasta Menbrot, no ovo onbre que señorease. Membrot fue el primero que señoreó, el cual por la sabiduría que ovo mayor sobre todos fue tomado por rey, ca fue más sabio que todos e más excelente e mayor fecho. Como en aquel tienpo toda la más gente era rústica e bárbara, asimismo, como es dicho, luego que Membrot fue tomado por rey fueron en poz d’él juntamente los primeros reyes Jecta e Sehnc, do se sigue que aquestos son los primeros que començaron a sobir en el primero grado o escalón de la nobleza e del reino açerca de los tiranos, como quiera que aún estos no començaron a tiranizar como adelante se dirá. E luego en poz de Membrot, reinó Belo, su fijo; e en poz de Belo vino como ya es dicho, e luego en unos linajes en otros fizieron e tomaron reyes por enxenplo d’estos e así se fue estendiendo la manera del señorear e reinar. Do es de saber que los primeros cuatro renados o prinçipados del mundo fueron, segund es escripto, Babilonia, Greçia, —el reinado de Grecia e Laçedemonia duró fasta quinze años del enperador Otaviano—, e luego en poz d’esto començó Asiria, duró fasta siete años del reinado de Osías e fasta Sardanápolo. Dize Justino sobre el Trogo en el primero Prólogo breve: «Nino, primero rey de los Asirios, puso la costunbre antigua por nueva cobdi[çi]a133 de imperio; e, dando primeramente guerra a sus vezindades, sojudgó los pueblos que eran rudos para defenderse entre los términos de Libia». Otros fueron más antiguos, es a saber, Vesois, rey de Egipto, e Tasis, rey de Siquia, los cuales el uno conquistó a Ponto e el otro a Etiopia. Aquí es de saber, según el Árbol de batallas, en su segunda parte, capítulo XVIII, que señorío e jurediçión vino por ordenança de Dios. Esto afirma un decreto y dize más si alguno diría que en el comienço según pareçe no fue así, segund Membrot y otros, a quien se responde que no obstante aquello Dios dio a los onbres razón, saber e discriçión por do biviesen razonablemente. Ca en todas las cosas fue menester una cabeça sin la cual non ay gobernaçión134.

132 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 133 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 134 Aquí es de saber, según el Árbol de batallas, en su segunda parte, capítulo XVIII, que señorío e jurediçión vino por ordenança de Dios. Esto afirma un decreto y dize

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Capítulo LVII. De la segunda manera de enseñorear o reinar, la cual fue santa e buena por mandamiento de Dios Es otra manera de señorear135, la cual fue santa e buena, ca fue por mandamiento de Dios; después qu’el pueblo de Israel afincó a Samuel profeta que les diese rey, al cual dixo Dios, segund se [lee]136 en el primero de los Reyes —asimismo lo pone maestro Godufredus en su Panteón—: «Cras, en esta misma ora que agora es, enbiaré a ti un onbre del tribo de Benjamín e untarlo has por cabdillo e por rey sobre mi pueblo de Israel». Otrosí dixo Dios a Samuel: «Oye la razón del pueblo e estableçerás rey sobre ellos». Asimismo dixo Samuel al pueblo: «Esto vos manda dezir el señor; este será el drecho que señoreará sobre vosotros e tomarvos ha a vuestros fijos e ponerlos en sus carros e fazellos ha sus cavalleros e ponellos ha sobre mil e sobre çiento, e los otros [metellos]137 ha en la mesnada cavalleril»; de donde se nota que los cavalleros han de ser fechos e escogidos por los prínçipes o por los señores o cabdillos; asimismo fue razón e es manifiesto que en la elecçión de los reyes oviese el singular acatamiento que se ovo, ca de los mejores escogerá e escogían e Dios así pareçe mandallo cuando mandó a Samuel que ungiese a Saúl, lo cual afirman estas palabras escritas en el primero libro De los reyes, capítulo IX (esto mismo dize maestro Godufredus en su Panteón): «Era un onbre bueno del tribo de Benjamín que avía nombre Çis, fijo de Abiel, fijo de Seer, fijos de Beter, fijo de Asfia, onbre de Benjamín, fuerte de fortaleza, el cual tenía un fijo que avía nonbre Saúl, el cual era onbre escogido e muy bueno, [entre]138 todos los fijos de Israel no avía mayor nin mejor, del onbro arriba paresçía sobre todo el pueblo». Pues que en esta dignidad de señorear o reinar aya prinçipio de nobleza manifiéstanlo estas palabras de Samuel en el libro e capítulo de suso mençionado, diziendo así contra Saúl: «No estés triste, que todas serán para ti las mejores cosas e todas las noblezas de Israel e para la casa de tu padre».

más si alguno diría que en el comienço según pareçe no fue así, segund Membrot y otros, a quien se responde que no obstante aquello Dios dio a los onbres razón, saber e discriçión por do biviesen razonablemente. Ca en todas las cosas fue menester una cabeça sin la cual non ay gobernaçión] M, S1 y S2: omitido 135 señorear] M, S1 y S2: señorear o reynar 136 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 137 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 138 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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Capítulo LVIII. De cómo se prueva que los fidalgos no son en el cuento de los del pueblo

Ya pues es sabido cuántas maneras son de nobleza (las cuales, segund es dicho, son cuatro, es teologal, moral, vulgar e política), e dónde ovo prinçipio, e cuál es su difiniçión e su dirivaçión, e cómo los començadores tenporal e políticamente fablando fueron dos linajes de onbres —los unos los çentauros para defender, e los otros los señores o prínçipes por señorear e asimismo para defender—, es de saber cómo los cavalleros o los nobles generosos gentiles onbres o fijosdalgo no son en el cuento de los del pueblo; e pruévase así: Ligurgo, rey de Greçia e Laçedemonia, fue el primero que fizo leyes en el mundo, así se falla en muchas estorias; pero, porque es de mayor autoridad aquesta que otra, es de saber que maestro Françisco Ximenes, en su libro que fizo De natura angelica, en el capítulo LIX, dize cómo Anastasio, cavallero muy noble, era devoto de los santos ángeles; e su santo ángel aparesçió una vez139 e en çierta fabla que le fizo, segund adelante se dirá, díxole así: «Ligurgo, rey e prínçipe legista en Greçia ordenó que los cavalleros morasen fuera de las çibdades en sus castillos o casas fuertes porque pudiesen darse a estudio de buenos libros e de vida virtuosa e fuesen vistos más tarde de los çibdadanos e de las çibdades, por tal que fuesen más onrados e d’ellos con más deseo e reverençia tratados». Así que d’esta autoridad se conprehende aquello que por algunos sabios es dicho, que los cavalleros [o]140 fidalgos no son en el cuento del pueblo, ni el pueblo conprehende a los fijosdalgo. En Françia esta aún oy es la misma costunbre, que todos los nobles no biven en las çibdades villas, mas en sus castillos o casas fuertes, como quiera que en las çibdades tengan casas; esto quiere afirmar Titu Libio en su Primera Década, libro VII, capítulo XVIII, diziendo: «Más nos valdría sofrir cualquier nonbre aun de señorío que oviésemos dos cónsules patriçios e que nos señoreasen en manera de inperio, antes la otra partida de los patriçios no cuenta ni tiene qu’el pueblo puede ser fecho ni criado para ál salvo para servidunbre», de cuyas palabras se toma singular prueva açerca del dicho propósito, es de saber que, porque los nobles moravan en los canpos en sus casas fuertes y no en las villas [nin] en las çibdades, salvo los ofiçiales y los labradores fueron dichos villanos y todas las otras dirivaçiones no han lugar salvo esta, de villa, «plebeo», de pueblo, porque los nobles no moravan en los dichos pueblos141.

139 una vez] M: omitido 140 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 141 es de saber que, porque los nobles moravan en los canpos en sus casas fuertes y no en las villas [nin] en las çibdades, salvo los ofiçiales y los labradores fueron di-

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Asimismo se prueva en esta manera, ca veemos cada día que en los pechos o tributos de los pueblos, puesto que sean de los enperadores o prínçipes, reyes o grandes señores, si por su voluntad no les plaze o plugo de los consentir, por cualque neçesidad o fin provechoso, así como aconteçió a los nobles generosos e fijosdalgo que fueron en ganar el Andaluzía con rey don Fernando e con los otros reyes que se sometieron a tributo porque la tierra se anparase de los moros, como fuese nuevamente ganada e las neçesidades eran muchas e no avía en la tierra las çibdades ni las villas pobladas de labradores nin otra gente salvo los fidalgos, de cuya causa nasçió esta tan grande nobleza de los onbres generosos que quedaron en el [Andalucía] 142 como es dicho, los cuales vinieron de Castilla vieja, de Galizia, de Viscaya, de Asturias, de las montañas de [Álava]143, de [Gipuscua]144, de Navarra, e así de las otras partes, segund que por las corónicas e por espiriençia paresçe en los mismos linajes de los onbres generosos que oy día son. Capítulo LIX. De cómo algunos milites fueron los cuales no fueron

escogidos e estos fueron solos los çentauros; otrosí que los prínçipes proçedieron de los cavalleros; otrosí de la elecçión; pruévalo

Puesto que sea dicho en alguna manera fablado açerca de la elecçión145, çierto es que vinieron los prínçipes de los cavalleros en dos maneras, segund chos villanos y todas las otras dirivaçiones no han lugar salvo esta, de villa, «plebeo», de pueblo, porque los nobles no moravan en los dichos pueblos.] M, S1 y S2: omitido 142 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 143 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 144 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 145 elecçión] M: elecçión, porque para fablar de los primeros defensores o nobles e de los prínçipes, porque en aquel paso non se pudo escusar aquello, fue por amagar e conplir en algún coyuntura con algunos enxenplos, pero no satisfaser con todos los enxenplos buscados; ca es de saber que toda cosa que ome fabla tanto es más satisfatoria e más contenta a los dubdosos de aquella cuantos más e mas fermosos e de mayor actoridad e çertidunbre son los enxenplos, así como es dada mayor fe ant’el juez, cuantos más e más buenos e verdaderos son los testigos conosçidamente del que quiere provar; e, por tanto, açerca de la elecçión de los nobles o cavalleros, de do ellos desçendieron, asimismo de los prínçipes en favor del cual se dirá los presentes enxenplos // S1 y S2: elecçión, porque para fablar de los primeros defensores o nobles e de los prínçipes, porque en aquel paso non se pudo escusar aquello, fue por amagar e conplir en algún coyuntura con algunos enxenplos, pero no satisfaser con todos los enxenplos buscados; ca es de saber que toda cosa que ome fabla tanto es más satisfatoria e más contenta a los dubdosos de aquella cuantos más e mas fermosos e de mayor actoridad e çertidunbre son los enxenplos, así como es dada mayor fe ant’el juez, cuantos más e más buenos e verdaderos son los testigos conosçidamente del que quiere provar; e,

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opinión de algunos: la primera, como es dicho, primero fueron los çentauros que otros nobles, los cuales sin elecçión de prínçipes fueron defensores e cavalleros de sí mismos e del padre Exión; la segunda, ningund prínçipe fue rey sin que primero fuese cavallero o lo deve ser neçesariamente por esto, ca primero que sea rey deve jurar o fazer el sacramento de cavallero, el cual es de bien defender e onesta e justamente governar e mantener en justiçia la cosa pública. Ca en el prinçipio así lo fazían jurar a los que elegían o tomavan por reyes, ca Membrot e los otros así lo fizieron, e aun Dios así lo mandó a Samuel que lo dixese a Saúl, ca avía de ser cabdillo e defensor de su pueblo, segund que adelante se dirá. Asimismo juravan de onrar a los buenos e fazellos146 [bien]147, fielmente guardar la ley de Dios; otrosí, de castigar a los ínprobos e malos, e arredrallos e cortallos o atajallos de la cosa pública; e, como esto avía jurado, tomada orden de cavallería, dávanle poder de regir e mandar como rey con virtud e buenas costunbres, con mesura e justiçia, e non tiranía nin malvadamente, los pueblos e la comunidades, provinçias, reinos o inperios a él encomendados o a sus tribos o linajes, que así començaron los reyes a reinar solamente sobre sus linajes, pero de poco en poco cada uno como más pudo tomó tierra e señorío, como fizo Nino, que fue el primero que tiranizó, ca el señorío o reinado de Menbrot e de Belo, su fijo, no fue salvo por manera de falago, segund el Leomarte e muchos otros autores diziendo que Menbrot, como supiese más que todos los otros e era de más alto coraçón e esfuerço, quisieron que mandase e mandó e ordenó sobre el linaje de Cam, solamente del cual aprendieron e tomaron los otros linajes, como es148 dicho. Belo començó un poco más a mandar, pero mansamente, mas Nino començó a inperar duramente poniendo tributos. Ya es dicho cuáles fueron los primeros prinçipados, asimismo los primeros reyes e los que primero fizieron leyes por do se governasen e rigiesen los pueblos, pero es de saber cómo començó el reinado de Atenas. Eusebio e San Gerónimo dizen que escogeron los de Atenas nueve varones, los más nobles de toda la çibdad, e estableçieron que señorease cada uno su año a la manera de los cónsules de Roma; el primero fue Çicropes; el segundo, Granao; el terçero, Anfiteón. Estableçieron otrosí en Atenas un lugar, el cual llamaron Oriopogo; este era aquel lugar diputado para oír los pleitos e dar los juizios, e tomó ese nonbre de Ares, que dizen en griego por virtud o virtudes. por tanto, açerca de la elecçión de los nobles o cavalleros, de do ellos desçendieron, asimismo de los prínçipes en favor del cual se dirá las presentes razones 146 fazellos] M, S1 y S2: fazelles 147 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 148 es] M, S1 y S2: ya es

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Asimismo dizen maestro Pedro e Lucas que Forreón fue buen rey, el cual dizen que dio primero leyes en Grecia por do se judgasen. E el primero que se asentó a juizio e del nonbre d’este dizen agora «fuero», de Forreo; asimismo el mercado en el cual judgavan, este tovo una hermana que se llamó Isres; esta dizen que mostró senbrar primero en Egipto que fasta entonçes no sabían que era mieses; esta dizen que otrosí les mostró leer griego en Egipto, esto afirma Eusebio; a esta adoraron por diosa los romanos, los cuales le fizieron un tenplo, otros dizen que fue la primera que fizo senbrar; asimismo otros dizen, como ya es dicho, que Ligurgo fue el primero que fizo leyes; otros dizen que Júpiter; pero no niegan que antes no oviese leyes, mas dizen que, como se fazían, se quebrantavan como de suso es dicho. Después que los prínçipes o reyes fueron elegidos, según que es fecha mençión, sienpre eligiendo de los más sabios, de los más149 virtuosos, poderosos150 e onrados, quedó151 el autoridad entera en el criar o elegir cavalleros en los prínçipes o cabdillos. Pero es de notar que dignidad ni orden ni regla no la puede tomar ninguno de sí mismo, antes conviene que otro gela dé e d’aquí se prueba como conviene de neçesidad al rey ser cavallero primero que sea rey, porque al rey pertenesçe fazer o armar cavalleros, pues, como fuese rey e no fuese cavallero, él no podía152 fazer cavallero. Esto muestra la ley onzena en el título «De los cavalleros», que dize así: «Por ende conviene que en la orden de cavallería aya dos personas, uno que la dé, otro que la reçiba». Dize en la Peregrina, en el título de los cavalleros: «Pregunto quién puede armar cavallero etc.; di que ninguno, salvo si lo fuese aquel que faze el cavallero», maguer que en algunas tierras tienen costunbre qu’el rey o el fijo major del rey, maguer no sea cavallero puede fazer cavalleros; esto es segund costunbre, pero segund razón no puede ninguno ser cavallero de mano de aquel que lo no es; el rey o el enperador no deve ser consagrado ni coronado ante que sea cavallero. Dize más, la muger, aunque venga de linaje de reyes o de enperadores, no puede armar cavalleros, etc. Dize más en el capítulo que comiença que son los priville[j]os, etc., ca por ser cavallero puede sobir a dignidad real o imperial, lo que no puede ante que ser cavallero, bien así como el obispo no puede ganar dignidad episcopal ante que sea de misa; en la Segunda Partida, ley XI, que comiença: «Fechos no pueden ser los cavalleros por mano de onbre que cavallero no sea, etc.». Otrosí tovieron por bien los antiguos que muger por onra que oviese (aunque fuese enperatrís o reina por heredamiento), 149 sabios, de los más] S1 y S2: omitido 150 poderosos] M, S1 y S2: de los más poderosos 151 quedó] S1 y S2: quedando 152 podía] M y S1: podría //S2: podrí

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que no podría fazer cavallero por sus manos como quier que podría rogar o mandar a algunos de su reino que los fiziesen a aquellos que oviesen derecho de lo fazer153. Otrosí ninguno puede ser cavallero por aquel que cavallero no sea154. Otrosí el enperador ni el rey no pueden ser consagrados fasta que sean cavalleros, e es razón, pues el día de su consagraçión o coronaçión han o deven fazer cavalleros, pues no siendo cavalleros no podrían dar orden de cavallería como ninguno puede dar lo que no tiene. Agora, pues, es de ver una autoridad del Isaías, en su libro, capítulo X, la cual ministra cómo los cavalleros elegían o fazían rey; e dize ansí: «Levantadvos los cavalleros e ungid rey, que así dixo a mí el Señor»; asimismo cómo el rey, otrosí los cavalleros, deven ser justos; oyamos a Isaías, capítulo XV: « [Ahe]155 para justiçia enregnará156 el rey e cavalleros para juizio se mayorgarán»; que las cosas sobrescritas sean verdad pruévense con las palabras presentes falladas en el fuero antiguo toledano, que fizo el rey don Fernando en el Conçilio de Toledo, en el prohemio do dize: «Los prínçipes deven ser de la fe cristiana y dévenla defender del engaño de los ereges y del tuerto de los judíos; deven ser en juizio muy mansos y muy piadosos; deven ser de buena vida y deven ser de buen seso y deven ser más escasos que gastadores; y no deven tomar ninguna cosa por fuerça de los sus subjetos o súbditos ni de sus pueblos, ni fazelles fazer escrito ni ningund otorgamiento de sus cosas; no solamente deven entendir en su provecho mas en el derecho del su reino y de su tierra, etc.; y todo onbre o prínçipe ante deve ser rey que reçiba el reino; y deve fazer sacramento que guarde esta ley y las otras, y la cunpla en todas 153 Dize en la Peregrina, en el título de los cavalleros: «Pregunto quién puede armar cavallero, etc.; di que ninguno, salvo si lo fuese aquel que faze el cavallero», maguer que en algunas tierras tienen costunbre qu’el rey o el fijo major del rey, maguer no sea cavallero puede fazer cavalleros; esto es segund costunbre, pero segund razón no puede ninguno ser cavallero de mano de aquel que lo no es; el rey o el enperador no deve ser consagrado ni coronado ante que sea cavallero. Dize más, la muger, aunque venga de linaje de reyes o de enperadores, no puede armar cavalleros, etc. Dize más en el capítulo que comiença que son los priville[j]os, etc, ca por ser cavallero puede sobir a dignidad real o imperial, lo que no puede ante que ser cavallero, bien así como el obispo no puede ganar dignidad episcopal ante que sea de misa; en la Segunda Partida, ley XI, que comiença: «Fechos no pueden ser los cavalleros por mano de onbre que cavallero no sea, etc.». Otrosí tovieron por bien los antiguos que muger por onra que oviese (aunque fuese enperatrís o reina por heredamiento), que no podría fazer cavallero por sus manos como quier que podría rogar o mandar a algunos de su reino que los fiziesen a aquellos que oviesen derecho de lo fazer] M, S1 y S2: omitido 154 sea] M, S1 y S2: fuere 155 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 156 Enregnará] S1 y S2: et regnará

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las cosas; y, después que lo prometiere ante los obispos de Dios, en ninguna manera non piense quebrantar el juramento; y deve temer la sentençia que dize Dios “non te perjures, en el mío nonbre, ni ensuziarás el nonbre de Dios en vano, que aquel que lo toma en vano no tiene Dios por sin culpa”»; en otro lugar dize: «Maldito es todo onbre que jura mentira el nonbre de Dios», en esta ley y en este decreto añadimos157. Que los prínçipes elegían los cavalleros ya es mostrado, pues vengan agora las autoridades cómo los unos e los otros, prínçipes e cavalleros, fueron escogidos de los más excelentes, más virtuosos, más sabios e poderosos, no con pequeña razón. Como santo Agostín en el De la çibdad de Dios dize así: «Los romanos fizieron dos tenplos, el uno a la diesa de la virtud, el otro a la diesa de la onor; e en estos adoravan, pero mandaron que ninguno no pasase por el tenplo de la onor si primero no pasase por el tenplo de la virtud». Sant Gregorio açerca d’este paso da a entender que ninguno no deve sobir a la silla de la onor si primero no está en el escaño de las virtudes, ca por çierto muy injustamente fuera ordenado si en los prinçipios no se guardara aquesta derecha orden. E dalo a entender el filósofo en el terçero de las Políticas, do dize: «Los nobles e virtuosos son dignos de reçebir onor»; en el cuarto de las Éticas dize: «Solos los virtuosos son dignos de reçebir onor», do se confiesa que la virtud fue prinçipio de la nobleza; grand sinrazón sería si los virtuosos no fuesen onrados, ca por respeto de la onor los onbres se esfuerçan a ser virtuosos e de otra guisa luego serían remisos e floxos; e por tanto dize muy bien Juvenal en su segunda sátira diziendo: «Si se tira la onor, ¿quién amará las virtudes?». Dize Bernabé, Obispo d’Osma, sobre el Regimiento: «La onra no es buena dentro del alma, mas es buena de fuera, ca es señal de virtud». Abraham escogió çiertos peleadores entre todos, con los cuales desbarató los çinco reyes cuando les quitó a su sobrino; Lot en el de los juezes se lee, capítulo VI, cómo Gedeón esco[g]ió158 trezientos onbres entre todo el pueblo de Israel, con los cuales vençió a sus enemigos; en el primero de los reyes, asimismo el maestro Godufredus en su Panteón, afirma que Saúl escogía e tomava todos los que eran fuertes e buenos e bien dispuestos para batalla, e estos llegávalos a sí e onrávalos, de cuya causa sostuvo la guerra con los Filesteos, que eran muchos e159 sin cuento e fuerte gente. En el libro Numeri léese cómo fabló Dios a Muisén diziéndole: «Venga primero a los de Israel de los medianitas, e después acogerte has para tu pueblo». E luego dize: «Mano a mano —dixo Muisén— 157 que las cosas sobreescritas sean verdad pruévense... en este decreto añadimos.] M, S1 y S2: omitido 158 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 159 e] M: omitido

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armadvos, varones, para la batalla, que pueda la vengança del señor demandar de los medianitas mil varones —dixo Muisén—, sean muy escogidos de cada tribo de Israel, para que sean enbiados para la batalla—. Aduxeron diez mil varones de cada tribo escogidos entre todos». Vegeçio, De re militari, dize que el prínçipe, adelantado o cabdillo es aquel que deve escoger los cavalleros defensores segund costunbre antigua, el cual (Vegeçio dize) aquel que deve escoger o fazer elecçión de los cavalleros deve fuertemente entender e considerar que no solamente de la estatura e de la nobleza, mas aun de la cara e de los ojos e de toda la dispusiçión de mienbros escogían el cavallero; aun más acatavan los antiguos açerca de la elecçión de los cavalleros, que aun avían consideraçión de las tierras o provinçias. En este paso dize el mismo Vegeçio, en el título e capítulo dicho: «Clara cosa es que en todos lugares nasçen onbres virtuosos e valientes e ardides, e otros rústicos, flacos e temerosos; pero unas gentes valen más que no otras para batalla, ca la costelaçión del çielo, la cual vale mucho, no tan solamente ha fortaleza de los cuerpos, mas aun de los coraçones»; los cuales lugares son conprobados por los muy sabios, los cuales dizen que todas las nasçiones que son çerca del sol son secas por exçesiva calor, saben más e tienen menos sangre e por esto no sufren bien las feridas; e los de setentrión son alexados de los ardores del sol e d’esta causa son menos sabios, donde proçede que los cavalleros deven ser escogidos de las generaçiones e regiones más tenpradas. La superioridad que ovo el tribo de Judas e exçelençia meresçió que d’él viniese la nobleza del linaje de los reyes; e, de aquellos, el alto e claro linaje de Nuestra Señora. No fue con pequeña razón ni de balde, que con sus virtudes e esfuerço la ganaron, como dize Muisén en el Éxodo, capítulo XXIII, en la salida de Egipto que estava por él ordenado, que cuando los tribos de Israel oviesen de entrar en la mar que así entrase un tribo en poz de otro como nasçieron para los padres de cada tribo: primero el tribo de Rubén; el segundo, de Simeón; el terçero, de Leví. Pero dize qu’el tribo de Rubén ni de Simeón ni de Leví no usaron entrar, como quiera que Muisén gelo avía mandado e era así ordenado, e dize qu’el tribo de Judas entró primero, por cuyo meresçimiento después desçendieron de aquel tribo de Judas e fueron escogidos los reyes que reinaron en Israel.

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Capítulo LX. De cómo los reyes fueron dados a Israel Dios e de cómo eran ungidos; y cómo Dios

por mandamiento de

mandó que fuesen cabdillos que defendiesen al pueblo de sus

enemigos; y cómo el pueblo es heredad de

Dios segund su palabra160

Agora bien que se á mostrado o es dicho asaz açerca de la elecçión de los cavalleros e de los prínçipes e de reyes, de do proçedió la nobleza, no es dicho cómo fueron dispuestos e elegidos los reyes, fablando propiamente, segund verdad de rey; porque es de notar que, después que el pueblo de Israel demandó rey a Samuel profeta, quexándose que todos los otros linajes o las otras generaçiones tenían reyes, e porque161 ellos no tenían rey162, Samuel quisiera partillos de aquel propósito, pero no pudo; fabló con el señor Dios, e Dios respondiole, segund fallaréis en el primero De los reyes e aun es dicho alguno163 d’ello: «Y dixo: “Diles qu’el fuero les fará el rey o les dará”; e fizo llegar Samuel todos los viejos de Israel en Ramata, e díxoles: “Porque queredes rey, yo vos daré (cual es el fuero del rey) qué vos fará: tomará vuestros fijos e ponerlos ha en sus batallas, y ararle han sus tierras, y segarle han sus mieses, y fara d’ellos cozineros, y farán todo su serviçio, y diesmará vuestro pan y vuestro vino, y darlo ha a sus vasallos, y tomará a vuestros mançebos y vuestras mançebas y vuestras bestias para su labor etc.; llamaredes entonçes al Criador y no vos oirá”; y dixeron: “rey queremos”»164; en fin mandó Dios a Samuel que les estableçiese rey, segund que es dicho, el cual fue Saúl; entonçes dize que tomó Samuel una anpolla de olio bendito e [echolo]165 e derramolo sobre la cabeça de Saúl, e besolo e díxole: «Cata que te ha ungido el Señor sobre el su pueblo e su heredamiento que seas cabdillo, e tú librarás, e defenderás a su pueblo de las manos de sus enemigos que le están enderredor». Aquí es de notar cómo afirma lo que es dicho: lo uno, que primero fue ungido, en lo cual reçibió orden; e luego le dixo que defendiese, do le fizo defensor, que es cavallero, e, después de fecho el sacramento, que fue la unción, fuele dado poder que rigiese e mandase como rey a las condiçiones que de suso son dichas. Asimismo es de notar que el rey deve ser justo regidor, en cuanto Samuel dize que el pueblo era heredamento de Dios e no d’él, ca de lo ageno ninguno tiene poder de usar mal o injustamente, mas cuanto fuere la voluntad de aquel cuya la cosa o heredad fuere; pues, como los pueblos sean de Dios, síguese

160 y cómo Dios mandó (...) es heredad de Dios segund su palabra] S1 y S2: omitido 161 e porque] M: e que porque 162 rey] S1 y S2: reyes, et que ellos non tenían rey 163 M, S1 y S2: algo 164 y dixo: «Diles qu’el fuero... “Rey queremos”»] M, S1 y S2: omitido 165 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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que en cuanto el rey usare bien del pueblo, onesta e justamente usa bien, e fasta esto podrá; pero usar mal no podrá, porque usa mal de aquello que no deve nin puede, pues que los pueblos son de Dios, e al rey no le [fue dado]166 más poder de bien regir e bien governar; e la voluntad de Dios no fue ni es agora qu’el rey use de los súbditos como de cosa suya propia, mas como de cosa encomendada e prestada; e, como el rey traspasa los dichos términos, no rey, mas tirano deve ser dicho, e robador, pues toma e usurpa, maltrae e destruye aquello que no es suyo, contra la voluntad de su dueño, el cual es Dios, glorioso e bendito, el cual sea alabado por sienpre. Por ende, dize bien el rey don Sisnando, en el libro alegado, contra los otros reyes que después d’él vernán diziendo: « [Amonesto]vos, prínçipes, que seades mansos y mesurados, con justiçia y con piedad entre vuestros súbditos, y governedes el pueblo que vos fue dado de Dios con justiçia y con piedad, y que respondades a Cristo del bien que vos dio, así que después que vós estas cosas guardaredes por piedad y con mesura por la graçia de Dios, vós vos allegaréis con vuestros pueblos y vuestros pueblos con vós, y nuestro señor con todos. Ca estonçe será el prínçipe muy bienaventurado contra sus enemigos cuando estuviere bien con sus pueblos». Dize más, que después vernán con [orgullo] y con poderío vinieren contra sus pueblos por braveza o por cobidçia o por avariçia sea descomulgado, etc.167 Pues es declarado cómo los verdaderos reyes eran ungidos por mandamiento de Dios, es de saber que después de la venida de Jesucristo la costunbraron los antiguos de otra manera ungir los reyes cristianos; esto pareçe en la Primera Partida, título IV, ley IX, donde dize: «Sepas que, segund los antiguos, ungen los reyes en la cabeça». Aquí es de saber, segund es dicho, que los reyes eran ungidos en la cabeça segund Samuel lo enseñó, pero, después que Jesucristo vino, como él troxese el santo çebtro de la cruz en el onbro para nos salvar, quisieron los reyes cristianos ser ungidos en el onbro o en la espalda, ca en aquella llevada de la cruz sobre el onbro se amplió la profeçía del Isaías, donde dixo: «Super umerum eius tunc enim fuit sibi data potestas perfecte». E, por tanto, a los reyes cristianos ungen con óleo sagrado en el onbro o en el espalda diestra, porque tienen e están en lugar de Dios para fazer justiçia. E este ungimiento es señal de la carga que tiene[n]168, porque con el amor de Dios puedan mejor sofrir las cargas; así lo dixo Nuestro Señor: «El mi yugo es blando e la mi carga liviana, etc.», en la Peregrina, en capítulo «Unçión».

166 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 167 Por ende, dize bien el rey... descomulgado, etc.] M, S1 y S2: omitido 168 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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Capítulo LXI. De cómo sienpre se tovo la dicha forma açerca de los otros reyes

Asimismo, después que Saúl fue muerto en la batalla que ovo en el monte de Gelboe, fue David elegido o tomado por rey, como quiera que, antes que Saúl muriese, lo avía ungido Samuel por la vía e manera escripta, segund que lo fue Saúl; e aquesta costunbre guardaron en Israel en el ungimiento de todos los reyes que vinieron después de David e de Salamón, así en Israel como en Judá. Capítulo LXII. De cómo ovo gran diversidad entre los ebreos e los gentiles en el fablar, en el escrevir e en las costunbres; otrosí cómo se prueva que sienpre para defensores fueron escogidos de los más onrados y de los mejores169

Diversidad ovo açerca de la manera del fablar e del escrevir entre los gentiles e los ebreos, bien así como la ovo en los170 costunbres, ca los gentiles fablaron muy fermosa e polidamente, e los ebreos no ovieron fermosura en su fablar ni poliçia ninguna. Asimismo los gentiles ovieron mucha virtud en sus costunbres, aviendo sienpre en su error de idolatría grand religión, do quien verlo quisiere lo fallará en el primero [libro]171 del Valerio Máximo; otrosí açerca del zelo amor y defendimiento de la patria; otrosí de la liberalidad de fortaleza, de grandesçimiento, de castidad e de fieldad, lo cual comúnmente o por la mayor parte desfalleçió en los ebreos; asimismo en los nonbres de los cabdillos ovo çiertas diferençias, pero todos adereçaron a un fin, el cual era escoger defensores para defender la cosa pública. Dize Esdras en el Paralipamenon así: «Mosabad e Osia, fijo de Simri, fijo de Amonía, estos que entraron por nonbres mayorales de sus linajes e en las casas de sus padres, creçieron mucho»; de do se comprehende qu’el prinçipio de la nobleza proçedió en el pueblo de Israel de aquestos escogidos e de aquestas cabeçeras, asimismo cómo en cada linaje o tribo tenían sus cabeçeras e sus mayorales, los cuales debaxo de los prínçipes o cabdillos superiores eran mandados. Dize172 adelante el mismo Esdras de los fijos de Simri que fueron al monte de Çehir quinientos onbres, e Palatia e Nahara e Rafaya e Huziel, fijos de Isi, fueron por sus cabeçeras, los cuales mataron lo fincable

169 otrosí se prueva que sienpre (...) mas onrados y de los mejores] S1 y S2: omitido 170 los] M, S1 y S2: las 171 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 172 Dize] M, S1 y S2: E dize

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de Amalec. Asimismo en el capítulo V del Paralipamenon dize: «Aconsejose David con los mayorales de los miles e los çientos e con todo mayor». Otrosí Godufredus en el libro Numeri del Panteón pone estas palabras: «Airado Muisén dixo a los prínçipes de la hueste e a los cabdillos de mil e çiento que avían venido de la batalla: “Porque guardastes las fenbras no engañaron a los fijos de Israel”». Esdras, en el IV capítulo del libro de que es fecha mençión, dize: «los barraganes de David eran Yesabán, fijo de Haramoní, cabeçera de los cuadrilleros, él movía su lança contra tresçientos a los matar en una vez; e, después d’él, Elcazar, fijo de su tío, e Atavamí;» así que se concluye que sienpre entre todas las generaçiones fueron escogidos de los mejores e de los más virtuosos e de los más onrados de los pueblos, e en los pueblos los mayores e los mejores de los linajes. Capítulo LXIII. Que fabla de aquellas cuatro calidades o

condiçiones que pertenesçen al noble, açerca de lo cual pone173 enxenplos singulares174; comiença la primera calidad

Aviendo mostrado cómo los reyes verdaderos fueron elegidos e ungidos para ser avidos por derechos reyes, asimismo cómo ovieron prinçipio los reyes175 que sin mandamiento de Dios començaron, será bien tornar a dezir algo açerca de aquellas cuatro calidades que son neçesarias al verdadero noble. La primera es autoridad del prínçipe o del prinçipado; acerca de aquesta asaz es dicho allí do fablamos de Rómulo, el cual escogía los nobles o cavalleros; asimismo de Ligurgo, de Libero padre, de Muisén, de Saúl, de Gedeón e así de los otros prínçipes, así como Júpiter [Nino]176 e otros; ca es de saber que estos dieron autoridad a los primeros cavalleros, de los cuales desçendieron subçediendo los de su linaje e fueron fechos nobles usando de las dignidades de los cabdilladgos, de los adelantamientos, de los ducados, de los judgados, de los tribunados e de los otros ofiçios onorables, prinçipalmente de la alta e clara orden de cavallería; açerca de lo cual favoreçe el Trogo Ponpeo, en el capítulo CLXXXVI, diziendo177 así: «Estableçió Julio Çésar para guardar e mantener todas las cosas de la cosa pública dos maneras de ofiçios, es a saber, los unos eran senadores e los otros eran cavalleros». Asimismo el mismo autor dize qu’el César escogía e estableçía los cavalleros que

173 pone] S1 y S2: se ponen 174 enxemplos singulares] S1 y S2: singulares enxemplos 175 reyes] M: dichos 176 Enmiendo atendiendo a la lectura de M // S1 y S2: vino. 177 M: omitido

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fuesen fuertes de virtud e fuerça, e valientes; del prinçipado asimismo es tocado asaz, ca Egipto enoblesçió a Tulio Obstilio, bien que açerca d’esto dize el Titu Libio en su Primera Década178 que este Obstilius era nieto de Obstilius; e dízelo por estas palabras en el comienço del capítulo XXIV: «Instituyeron rey uno que llamavan Tulius Obstilius, el cual179 era nieto de [Obstilius]180, que ya en otro tienpo oviera onra de batalla contra los sabinos». Por donde paresçe que Obstilius, rey de Roma, venía de noble generaçión, salvo si este rey de Egipto no fue otro Tilius Obstilius, el cual fue sin linaje. Un orador dize que todo prinçipado da comienço de nobleza al reinante. En el segundo de los Macabeos se lee cómo los prínçipes son llamados nobles; e es razón, pues de la tal nobleza ovo comienço toda la nobleza política del mundo, segund es dicho. Otrosí paresçe claro, pues de las dignidades proçedió la nobleza e pues ser rey o reinar es la más alta dignidad que fue dada en el mundo, como es mostrado e es oy manifiesto, será pues çierto que la tal dignidad nobleza produzirá o será la mayor o la más excelente que en el mundo sea. Asimismo es de saber qu’el Inperio Romano ennobleçió a algunos enperadores e otros algunos reinados, prinçipados e aun consulados, que çesa espresar por no detener la materia, así como fue el reinado de Gerión e el señorío de Variaco e de otros. Capítulo LXIV. El cual trata de la segunda manera, la cual es claridad del181 linaje

La segunda calidad o condiçión es la claridad del linaje, açerca de lo cual en la Segunda Partida, en el título «De los cavalleros», ley X, los sabios que conpusieron las Partidas con el rey don Alfonso dizen que los cavalleros sean escogidos que vengan de claro e buen linaje; el filósofo en el cuarto de las Políticas dize que necesaria es la claridad del linaje. Santo Isidro en sus Etimologías, el Vegeçio, el autor que conpuso el Catolicón con el Boeçio, Duarte en su Anriquina concluyen que noble e generoso por sí es noble aquel que de noble e claro linaje desçiende; en la Terçera Partida, título IX, ley primera, dize qu’el cavallero deve ser generoso e vergonçoso; el filósofo, en el primero de las Éticas, capítulo III, en el fin viniendo en relaçión de arriba, dize otras cosas que inican y deturpan la política feliçidad, así como lege figura e orrible persona e degepçión e vileza de linaje;

178 dize el Titu Libio en su Primera Década] M: el Titu Libio en su Primera Década dize 179 era nieto de Obstilius; e dízelo por estas palabras en el comienço del capítulo XXIV: «Instituyeron rey uno que llamavan Tulius Obstilius, el cual] S2: omitido 180 Enmiendo atendiendo a S1 y S2. 181 del] S1: de

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otrosí, en la Segunda Partida, los sabios que la conpusiero dizen así: «Aquel qu’es guarda mayor del rey ha de ser tal que resplandesca por nobleza e de linaje, e deve ser claro en nobleza e fiel de coraçón». Asimismo dize en otro cabo: «El que administra los mantenimientos del rey ha de ser tal que resplandesca por nobleza e linaje». El Gil Correado, en el Regimiento de prínçipes, dize: «la segunda razón [es]182 que a la nobleza se aconpañan dos cosas —dize—, la primera es onrado e claro linaje, etc.»; açerca de lo cual asigna algunas razones, espeçialmente dize que los claros varones son magnánimos por dos cosas: la primera, porque son ordenados para defendimiento de la tierra; la segunda, porque la primera parte de la fortaleza es la nobleza. Duarte en su Anriquina dize que son magnánimos los nobles e magníficos e gloriosos, a los cuales conviene aver voluntad clara e despierta porque sean endustriadores e enseñoreadores de los otros. El autor que conpuso el Tesoro afirma en el libro II que nobleza de linaje y de señorío ayudan al onbre a ser magnánimo183. Capítulo LXV. Trata de la terçera manera, la cual es buenas costunbres

La terçera calidad o condiçión es buenas costunbres. Léese cómo en Atenas coronavan a los virtuosos que eran de buenas costunbres; e açerca d’esto no conviene istensa o larga prueva, pues es dicho de comienço cómo de los más virtuosos e de los mejores e de mejores costunbres escogieron los prínçipes primeros los primeros defensores nobles; açerca de lo cual dize el filósofo en el cuarto de las Éticas, capítulo III: «No es fáçil cosa sin virtud de grandes fortunas e dignidades sofrirse, etc.». Ligurgo ordenó que todo cavallero fidalgo o generoso no fuese viçioso ni conpañero de ribaldos, ni suzio en su vida ni en su conversaçión, ni mal criado ni disfamado; estas palabras pone el maestro Françisco Ximenes en el libro mençionado en aquella fabla que fizo el santo ángel a Anastasio cavallero generoso. Capítulo LXVI. Trata de la cuarta manera, la cual es antiguas riquezas

La última e postrimera es antiguas riquezas; para esto ay muchas razones, ca el cavallero o noble que rico no fuese pocas vezes se podría escusar de no se 182 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 183 El autor que conpuso el Tesoro afirma en el libro II que nobleza de linaje y de señorío ayudan al onbre a ser magnánimo] M, S1 y S2: omitido

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enbolver en actos baxos o ofiçios desonestos, los cuales amenguarían la onorable orden de cavallería o nobleza. Como el filósofo en el VII libro de la Ética, capítulo IX, dize184 que la pobreza inpide la política feliçidad; en el libro II, capítulo III, dize: «Çierto es que en la bienaventurança política el onbre del todo pobre o miserable no puede ser bienaventurado»; e difíçil es el muy menesteroso obrar ninguna cosa virtuosa, e por enxenplos es mostrado; do fablamos de Rómulo, de Júpiter, de Libero, padre del Julio Çésar, de Muisén e de los otros ebreos e gentiles, que —al tienpo que cavalleros escogían para defensores o para otras dignidades— de los más ricos, de los más poderosos e onrados escogían. Finalmente por mayor provaçión oigamos al dicho filósofo, el cual dize en el su libro nonbrado, libro X e capítulo X: «La feliçidad humana o política ha menester bienes de fortuna e esteriores propiedades, ca las voluntades no son manifiestas cuando el justo no tiene en qué muestre su justedad, ni el liberal su liberalidad ni el fuerte su fortaleza, ca examinada la virtud entonçes es manifestada»; de cuya sentençia se nota seguirse el propósito. Otrosí el Gil Correado en el Regimiento dize que una de dos cosas que más pertenesçe al noble es la riqueza, ca dize: «Prinçipalmente dos cosas fazen al onbre noble, segund el filósofo, síguese, ser claro de antiguo e onrado linaje, e antiguas riquezas». Capítulo LXVII. De cómo son nesçesarias las dichas calidades en todo noble, lo cual es introduçión para mostar cuántas maneras son de prinçipado

De do se concluye por las razones propuestas ser nesçesarias estas cuatro calidades o condiçiones en el qu’era noble; e, pues es asaz dicho açerca d’estas cuatro calidades e es provado asaz sufiçientemente, paresçe muy conviniente cosa dezir e mostrar cuántas maneras son de prinçipado, porque es de notar que son cuatro: la primera es violenta o de grado; la segunda, por mandamiento de Dios; la terçera, por subçesión; la cuarta, por elecçión. Capítulo LXVIII. De cómo son cuatro maneras de inperar, segund es dicho, e de lo que açerca d’ello se dize; e comiença de Membrot, el cual començó la violenta De aquestas cuatro maneras de inperar es razón que proçedamos en su relaçión por la vía qu’ellas mismas proçedieron; según185 esto, devemos 184  Ética, capítulo IX, dize que la pobreza] M y S1: Ética, dize capítulo IX // S2: Ética, dize capítulo primero que 185 según] M, S1 y S3: e según

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començar de la violenta; donde es de notar que aquesta començó Menbrot e Belo, su fijo, e Gectan e Seve, como es dicho, puesto que sus linajes de su grado los tomaron. Pero es de saber que a Membrot por su gran sabiduría lo tomaron los del linaje de Cam (e por su esfuerço e mejor dispusiçión) por rey e por mandador o governador, segund es escrito. E así de los otros que començaron en aquel tienpo que fueron muchos, asimismo Exión, duque e padre de los çentauros, que començaron a señorear en Tesalia, esto afirma Trogo Ponpeo e Leomarte. Capítulo LXIX. El cual fabla de la segunda, la cual fue por mandamiento186 de Dios La segunda es por mandamiento de Dios; esto pareçe en el primero libro De los reyes, capítulo X, como ya avemos dicho, que por mandamiento de Dios ungió Samuel a Saúl, asimismo a David; donde es de saber que aquestos solos de los primeros reyes son los que fueron legítimamente e recta llamados o avidos por reyes, e después todos los que después de David vinieron, los cuales187 sucçedieron derechamente. Capítulo LXX. Que trata de la manera de natural subçesión, que es la terçera manera

La terçera manera es natural subçesión, esta es aquella de la cual usó Salamón e su fijo Roboán, así de los otros reyes de Israel e de Judá, e de aquella de que oy usan todos los reyes cristianos, así como los de España, Françia, Inglatierra, e Ungría, es de notar aquello que se lee en el primero libro De los Macabeos, capítulo III188, que los fijos de los Macabeos189, subçediendo en la nobleza de los padres son dichos nobles. Capítulo LXXI. Que trata de la cuarta, la cual es de la elecçión La cuarta e postrimera es la de la elecçión; esta es aquella de que agora usan los enperadores de Alemaña e algunos otros prínçipes, e grand tienpo usaron esto mismo los reyes de España en el tienpo de los godos, lo cual se

186 mandamiento] S1 y S2: mandado 187 cuales] M, S1 y S2: omitido 188 en el primero libro De los Macabeos, capítulo III] M, S1 y S2: en el terçero De los Macabeos 189 que los fijos de los Macabeos] S1 y S2: omitido

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falla escripto en el Fuero de Toledo, en el proemio, la dicha elecçión deve ser fecha d’esta manera segund él libro alegado, el cual dize: «De aý adelante los reyes deven ser elegidos en la çibdad de Roma o en aquel lugar do el anteçesor murió; e deve ser elegido con consejo de los obispos y de los ricos onbres de la corte y del pueblo; y no deve ser elegido fuera de la çibdad ni de consejo de pocos ni de villanos ni plebeos o del pueblo»190. Capítulo LXXII. Que trata de cómo el prinçipado da nobleza al reinante e de cómo se purga la tiranía en la cuarta generaçión; otrosí qué cosa es fidalguía y dó ovo fundamiento y cuál es su

dirivaçión; y cómo nobleza, gentileza, urbanía, cortesía y fidalguía y genealogía concurren a una cosa191

Agora es de saber que la tiranía se purga e alinpia en cualquiera de aquestas maneras de reinar o prinçipar en la cuarta generaçión del tirano; e paresçe razón, pues el prinçipado o reinado es comienço de nobleza al reinante, segund que ya es dicho, de donde resulta una sentençia o conclusión, de la cual se notan dos cosas: la una, que solo aquel goza de los [previlegios]192 de los fidalgos o nobles al cual dio comienço el prínçipe o prinçipado. Dize Duarte Contra Enriquina, en la cuistión de nobleza, que el linaje real faze distintos linajes en la orden de fidalguía, otrosí la magnifica e los sublima e da no[n]bradía193; açerca de lo cual dize Duarte, en la quistión de nobleza, Contra Anriquina, algunos llaman o llamaron a esta gentileza urbanía que quiere dezir cortesía, el cual nonbre se tomó de una dueña que ovo nonbre así, la cual era de gran linaje e señorío. Dize que ordenó en todo el señorío que ninguno fuese llamado urbano nin usase d’el privillejo si no oviese estas tres condiçiones, síguese, lealtad de coraçón, verdad de boca, fidelidad de obra. Otros le llamarón genealogía, que quiere dezir linaje o generaçión. Dize que proçedió este nonbre de la ley vieja, del cual nonbre ninguno podía usar salvo el que oviese tres cosas, scilicet, prinçipio de generaçión, de prudençia194 sin contradiçión, resenblança de perfeçión; a esta llaman en España fidalguía; dize que por tres razones: la primera, porque fidalguía quiere dezir

190 la dicha elecçión deve ser (...) de pocos ni de villanos ni plebeos o del pueblo.] M, S1 y S2: omitido 191 otrosí qué cosa es fidalguía (...) y genealogía concurren a una cosa] S1 y S2: omitido 192 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 193 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 194 de prudençia] S1 y S2: dependençia

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guía de195 fidelidad, ca bien así196 como el sol es guía de claridad por la cual los onbres son guiados a conosçer las vías derechas, así fidalguía es guía de los fidalgos por do va derechamente a la vida de fidelidad, por tanto fidalguía endereça a fidelidad, en cuanto fidelidad no falla sugepto en que se sustentar, ni casa en que abitar segura salvo en fidalguía. La segunda es allegando a Egidio, el cual dize cómo fueron en las partes de Roma un onbre y una dueña, a él llamavan197 Fidal y a ella198 Guía; e como fuesen de grande estado e muy sabios en filosofía moral, tanto que las cosas fieles de los romanos les eran encomendadas, estos conpusieron libros açerca de la fidalguía e batallas e de industrias naturales, otrosí ganaron previllejos de los enperadores que su linaje sus disçiplos e criados gozasen d’esta fidalguía a memoria e remenbrança d’ellos. La terçera es aquello que pone el enperador Çisno, el cual dize no199 era vocablo más propio açerca de la nobleza de fidelidad que fidalguía, dize que en las escrituras e en algunos motes llama a la fidalguía fidelidad. Pero es de notar cómo todos los presentes nonbres concurren a un respeto, e, en cuanto como dize el dicho autor, no puede fidalguía ser sin gentileza e sin nobleza, ni sin cortesía200 o generaçión. La otra, que solo aquel se puede llamar noble que noble es por sí e de noble e claro linaje e no otro alguno aunque en él estén todas las virtudes teologales, cardinales, morales e intelectuales; asimismo aunque tenga grandes riquezas e grandes fuerças ni todos los otros benefiçios e graçias de natura, no puede propiamente ser dicho noble ni generoso ni gentil onbre ni fidalgo, ca es de saber que en Françia llaman gentilonbre al fidalgo de todos cuatro costados, los cuales en señal de nobleza traen en sus escudos de armas tinbles, segund que más largamente adelante se dirá en la terçera parte d’este libro. E a los tales fijosdalgo en España llamamos o deven ser llamados nobles por linaje. Asimismo adelante se dirá en el terçero tratado d’este libro de cuál manera de yelmos ha de ser el yelmo del tinble, que no ha de ser lechuza ni de bahaña el yelmo del tinble. E, porque no es para aquí, queda para en su lugar. Asimismo es de saber cómo los sabios antiguos usaron de cuatro nonbres açerca de la antigua generaçión o alto linaje, los cuales son nobleza, gentileza, genealogía e fidalguía.

195 guía de] S1 y S2: grande 196 así] M: omitido 197 llamavan] S2: llamaría 198 ella] M: ella llamavan // S1: alla llamavan // S2: alla llamaría 199 no] M: omitido // S1 y S2: que no 200 cortesía] M, S1 y S2: cortesía nin sin genealogía

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Capítulo LXXIII. Que trata açerca de los reyes e enperadores e de los nobles que conprehende so el nonbre del prínçipe; otrosí cómo es electo el enperador y por cuáles prínçipes201

Pues que mostrado es cómo fueron elegidos los cavalleros —asimismo los reyes— e ungidos los verdaderos reyes e cómo ovieron comienço, es de dezir agora dos cosas: la una açerca de los enperadores e reyes; la otra açerca de los nonbres que conprehenden el nonbre de prínçipe; lo cual es de notar que, segund don Enrique de Villena en el libro que conpuso de los [trabajos]202 de Ércoles, a do partió el mundo en doze estados, dize que so el nonbre de prínçipe se entiende enperador, rey, prínçipe, duque, marqués, conde, vizconde, varón, adelantado, cabdillo e cavallero. Açerca de lo cual favoreçe e ayuda el Titu Libio en su Primera Década, libro segundo, capítulo XIV, diziendo a los de Core: «Dieron a los romanos trezientos arrehenes que eran fijos de prínçipes de Core e de Pomiçe, etc.»; de do se sigue el propósito; otrosí en muchas partes el Titu Libio lo pone diziendo «los prínçipes de la çibdad de Roma» o «los prínçipes de la çibdad de Sabina», «de Estruch» o «de Veyen», d’esto está llena la Primera Década y todas tres. E, porque açerca del estado o condiçión de reyes asaz es fablado, como quiera que açerca de los reyes cristianos ay alguna diferençia, que agora consagran o ungen al rey poniéndole olio por el espalda e en la ley vieja ungían por la cabeza; e açerca d’esto basta lo que es escripto. En el antiquísimo fuero toledano, en el conçilio III, fecho en Toledo por los obispos de España por mandado y consejo del rey don Fernando, rey de España y de Françia, segund pareçe en el proemio del dicho libro dize: «Los reyes son dichos reys, porque reinan y el reino es llamado reino por el rey»; ca, así como los reyes son dichos de reinar, así el reino es dicho de los reyes; y, así como el saçerdote es dicho de sacrifiçio, así el rey es dicho de reinar piadosamente; pero aquel no regna piadosamente que no guarda misericordia; pues faziendo derecho el rey deve aver nonbre de rey, ca entre los antiguos dizen tal proverbio: «Rey serás si fizieres derecho e, si derecho no fizieres, no serás rey»; donde es de saber que en el rey deven aver dos virtudes prinçipales, justiçia y verdad, pero el rey más loado es por piedad, ca la justiçia consigo tiene verdad unida, etc. Y así aun pasaremos más adelante açerca de la misma materia a tratar y diremos cómo el rey se deve onrar, temer y amar, etc.203

201 otrosí cómo es electo el enperador y por cuáles prínçipes] S1 y S2: omitido 202 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 203 En el antiquísimo fuero toledano, en el conçilio III, (...) cómo el rey se deve onrar, temer y amar, etc.».] M, S1 y S2: omitido.

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En el XXIV libro de la General del Mundo, en el primero De los reyes, capítulo I, dize: «Deven todos los onbres dar gran onra al rey e poner e firmar en sus coraçones e en sus voluntades que le amen e ayan sienpre miedo, e ninguno deve ser osado de cavalgar su cavallo ni de asentarse en su silla ni de poner su corona ni la traer, ni tomar a traer su vara si no el que gela guarda, e este porque gela tenga presta cada que la quisiere; otrosí no deve servirse de ninguna de sus cosas de que él se sirve». E, porque el enperador después que la tal dignidad ovo prinçipio del mundo es la más exçelente e alta dignidad del mundo, por tanto es de fablar d’ella primero; donde es de notar que los sabios que conpusieron las Siete Partidas, en la Segunda Partida, en el prinçipio, dizen así: «Enperadores e reyes son las más nobles personas que todas las otras en señorío e poder para mantener las tierras, etc.». Luego adelante dize: «Enperador es dignidad más noble e más onrada e sobre todas las otras que los onbres pueden aver, etc.»; dizen más: «Enperador quiere tanto dezir como mandador». Es de saber que a los cónsules llamavan en Roma enperadores; esto pareçe afirmar Titu Libio en su Primera Década en muchas partes, espeçialmente mi mienbro en el su libro II, capítulo XXIV, diziendo estas propias palabras: «Retornaron sus vanderas en las tiendas así como ellos fuesen vençidos, blasfemando, maldiziendo e menospreçiando su enperador». E, pues es dicho aquello que las leyes [asignan]204 e enperadores qué quiere dezir, diremos la manera o costunbre que se tiene en su elecçión o consagraçión; porque es de saber segund verdad qu’el enperador cuando le fazen enperador le coronan tres coronas: una de plata, otra de fierro, otra205 de oro; así lo pone Árbol de batallas en capítulo XV, libro IV y postrimero206. Es más de saber, que de la corona de plata es coronado en una çibdad la cual es llamada Aques; e de la corona de fierro deve ser o es coronado en Milán; e de la corona de oro ha de ser o es coronado en Roma por la mano del Santo Padre; es más de saber, que cuando es electo ya después de reçebidas las dos coronas llámase rey de los romanos e trae las armas del Inperio, las cuales son una águila negra, la cabeça fendida, en un canpo o escudo de oro. Fázese su elecçión por siete prínçipes eclesiásticos e seglares; dónde es de saber que los prínçipes eclesiásticos son: el uno es el Arçobispo de Coloña; el otro es el Arçobispo de Magunçia; e el otro es el Arçobispo de Trever; los prínçipes seglares son: el primero es el Rey de Bohemia; el segundo, el marqués de Miçina; el terçero es el marqués de Brandabure; el cuarto, el conde [palatino]207 de Rin. 204 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 205 otra] M, S1 y S2: e otra 206 así lo pone Árbol de batallas en capítulo XV, libro IV y postrimero] M, S1 y S2: omitido 207 Enmiendo atendiendo a la lectura de M // S1 y S2: platino.

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Es de saber qu’el Enperador deve ser cononbrado, razonando o discriviendo, «cristianísimo», «invictísimo», «serenísimo», «prínçipe», «augusto çésar», «sobre ilustre». Segund opinión de algunos afirmada, solamente de derecho no deve ser salvo un enperador en el mundo. Es de saber cómo el enperador deve ser dicho otrosí «sobre exçelente», así lo afirma Duarte en su Anriquina. Capítulo LXXIV. Que trata de dos maneras de dignidades, la una aquella con que los onbres nasçen, la otra la que los reyes dan Agora pues es más de saber, segunt algunos tienen, que dos maneras son de dignidades: una es aquella con que los onbres nasçen; otra es aquella que los prínçipes dan. Açerca de la primera, çierto es que en cuanto en mayor dignidad cada uno fuere nasçido e cuanto en debdo fuere más çercano a la corona real, tanto es o será más exçelente. Açerca de la segunda, çierto es que la dignidad inperial es más onorable, como quiera que en este paso es de notar, puesto que la real fue primero e es de subçesión como es dicho, después que la inperial fue ordenada es más exçelente e más gloriosa e más onorable, aunque es por la eleçión como es mostrado e como pareçe por vía de la dirivaçión, ca enperador quiere dezir mandador e rey, regidor. E, puesto que208 se quieran los vocablos en seso semejar, pero todavía ay grand diferençia, ca una cosa es mandar, otra es regir; ca el que rige pareçe que puede ser mandado e el que manda tiene superioridad tal que [al]209 pareçer no puede o deve ser regido por otro, salvo por consejo, mas no por mandamiento, lo cual regidor como es dicho puede o deve ser mandado que rija, etc. Así es determinado en el Árbol de batallas, diziendo que la dignidad inperial más exçelente es que la dignidad real; afírmalo en el çiento y noventa y seis diziendo qu’el nonbre de rey es universal al rey y al enperador, y el nonbre de enperador no, etc. El Jacopo, sobre los Triunfos de Petrarca, en el postrimero, açerca de Carlo Magno, dize: «Ante de la coronaçión se scrivía rey de romanos; y, después de la coronaçión, enperador», como si fuese más digno nonbre del enperador qu’el del rey, el cual uso perverso y bárbaro es cosa inçierta de do proçedió etc.210

208 que] M, S1 y S2: que casi 209 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 210 afírmalo en el çiento y noventa y seis diziendo qu’el nonbre de rey es universal al rey y al enperador, y el nonbre de enperador no, etc. El Jacopo, sobre los Triunfos de Petrarca, en el postrimero, açerca de Carlo Magno, dize: «Ante de la coronaçión se scrivía Rey de Romanos; y, después de la coronaçión, enperador», como si fuese

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Otrosí determina Carlos Magno que, entre dos prínçipes iguales açerca de las dignidades e del linaje, deve aver una consideraçión, la cual es que se acate al señorío de los dos e que aquel que mayor o más onorable señorío toviere sea antepuesto al otro; lo cual deve ser dotrina e enxenplo para aquellos que de menores dignidades serán, e de aquellos a los otros, e de los otros a los otros fasta el estado más baxo. Capítulo LXXV. Que trata qué dignidad es ser duque,

e qué preminençia e exçelençia es la suya; otrosí cuáles son sus çirimonias y preminençias y prerrogativas211

Pues es fablado de los enperadores e reyes, açerca de sus comienços e de sus elecçiones e dignidades, e cuál es más exçelente212 e cuáles son sus prerrogativas e exçelençias, queremos proçeder ordenadamente por las otras dignidades que son de yuso de aquellas. E porque la dignidad de duque es la primera e la más venerable, diremos d’ella segund la antigua costunbre e más común en el mundo; donde es de saber que la dignidad del ducado, la cual es dirivada de duco, duçis, que quiere dezir «traer»; esto es qu’el duque es aquel el cual deve traer las huestes, e es o deve ser el cabdillo prinçipal después del rey. El duque deve regir e governar la hueste; e, segund las corónicas antiguas, los duques fueron luego como fueron los reyes, ca en algunas partes a los mayores prínçipes de los defensores después de los reyes llamavan duques, e aún los mismos reyes eran llamados duques. Esto pareçe en el primero libro De los reyes, donde cuando Dios mandó a Samuel que estableçiese rey a Israel, díxole: «Estableçerás a fulano —como ya es dicho— por duque e cabdillo de mi pueblo, el cual será rey que anpare e defienda al pueblo de las manos de sus enemigos». Otrosí Teseo, fijo de Egeo, en el cuento de los reyes de Atenas está, segund paresçe en la segunda parte de la Estoria General del mundo, pero en otras estorias llámase duque de Atenas. Asimismo Exión, el cual no reconosçía superior, señor era del reino de Tesalia, pero llamávase duque. E así de otros muchos prínçipes como paresçía de Palamides, rey de Salamina, el cual se llamó duque cuando le fue encomendada la superioridad. Entre los griegos asimismo Agamenón rey era de Miçenas, pero duque fue llamado en la conquista que los griegos fizieron a Troya, segund se falla del Guido de más digno nonbre del enperador qu’el del rey, el cual uso perverso y bárbaro es cosa inçierta de do proçedió, etc.] M, S1 y S2: omitido 211 es la suya; otrosí cuáles son (...) preminençias y prerrogativas] S1 y S2: omitido 212 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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Colunnis, e del Ditis e Dares en sus corónicas, e del Omero, e de los otros que açerca de aquella conquista fablaron. Otrosí Titu Libio en el primero libro de su Primera Década, duque llama a Rómulo, puesto que era rey e fundador de la dicha çibdad, otrosí a Numa Ponpilio, a Tulio Servius, a Marco Ancus, a Tarquino. Otrosí es de saber que a los cónsules llamavan duques; esto pareçe en muchas e diversas partes de todas las tres Décadas, pero miénbrome que en la primera, en el segundo libro, capítulo XXIV, lo muestra por las siguientes palabras: «No querían solamente no estar armados ni ordenados e no solamente no al mandamiento de su duque que ellos mucho aborresçían». E dexando llevar más adelante los dichos enxenplos, diremos de las çerimonias e preeminençias de la presente dignidad de la cual fablamos. Porque es de saber que duque es la más onorable dignidad que sea en el mundo después de la real, e las çerimonias de aquella son estas. Lo primero es qu’el duque deve o puede traer coronel en la cabeça, el cual difereçe de la corona real d’esta manera: el coronel es estrecho e las flores son menudas e iguales. Esto afirma aquello que fizo el rey don Juan en las cortes de Guadalajara cuando fizo duque de Peñafiel al infante don Fernando, su fijo, ca le puso un coronel o [guirnalda] en la cabeça al dicho infante, la cual era de aljófar y diole por armas nuevamente un castillo y un león y los bastones de Aragón en palo, etc.213 Traen delante sí espada o estoque, pero en diferençia de como lo trae al rey, ca al rey lo deven traer la cruz alta sobre el onbro, pero al duque dévengela traer la punta alta, al contrario de como al rey la traen. Puede el duque traer çebtro en la mano; puede traer porteros de maça ante sí214; puédese asentar en silla real en absençia del rey; deve o puede traer doser rico a las espaldas; deve besar el Evangelio; como el rey, puede oír misa en cortinas en el absençia del rey e, el rey presente, deve el duque estar dentro de las cortinas con él; cuandoquiera qu’el duque viene de camino deve el rey salillo a reçebir y dalle paz en el carrillo. Es aquí de notar una costunbre que açerca de los duques se tiene en Françia e en Inglatierra, la cual es que todo duque puede labrar moneda no reconosçiente superior. Asimismo es de saber que todo aquel duque el cual tiene señorío por el cual no conosçe superior puede oír juicio o riepto sobre traiçión o aleve segund qu’el rey; otrosí dar canpo, absolver o condenpnar sobre el mismo 213 Esto afirma aquello que fizo el rey don Juan en las cortes de Guadalajara cuando fizo duque de Peñafiel al infante don Fernando, su fijo, ca le puso un coronel o [guirnalda] en la cabeça al dicho infante, la cual era de aljófar y diole por armas nuevamente un castillo y un león y los bastones de Aragón en palo, etc.] M, S1 y S2: omitido 214 puede traer porteros de maça ante sí] M: omitido

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caso o batalla, así de sus naturales como de los no naturales. Puede sacar los cavalleros batallantes de la liça en todas las cosas, puede [absolutamente]215 usar cavalleros216 como el rey, puede criar e armar cavalleros e puede fazer nobles e dar armas. Puede traer rey d’armas217 e fazellos. Esto es cuando el duque ha señorío por el cual no conosçe superior en lo tenporal. Los duques que reconosçen superior deven tener farautes e persevantes. E açerca de otras cerimonias e prerrogativas que se podrían dezir no se cura de fazer relaçión por la brevedad e aun porque las tales cerimonias son cosas familiares a toda persona. Otrosí es de saber qu’el duque o cabdillo es más onrado título después del rey que ninguno de los otros, el cual deve ser dicho «clarísimo», afírmalo Duarte en su Anriquina. Otrosí afirman algunos que deven ser dichos «sobre ilustres», «magnífico», «generoso», «noble», «poderoso», «temido de sus enemigos», afírmalo Hugo de Santo Victore en el tratado que intituló Dotrina de Retórica, segund adelante universalmente se dirá fablando de todas las dignidades. Otrosí aun es de saber que los duques antiguamente convenía que fuesen de la [estirpe] real, de la cual opinión son muchos y exçelentes varones, etc.218 Capítulo LXXVI. Que trata de la dignidat de marqués y de cuáles son sus preeminençias219 y exçelençias

Pues feneçida es aquella relaçión prometida açerca de la dignidad de duque, vernemos a tratar de la dignidad de marqués e de sus perrogativas e cerimonias. Por qu’es agora de saber que en este paso diremos más tocando las opiniones de algunos que no determinando, digo en algunos pasos porqu’el proçeso de las mismas cosas dichas e las mismas çirimonias de las dignidades será asaz determinaçión. Antiguamente segund algunos tienen que la dignidad de marqués fue [de mayor]220 reverençia o veneraçión, dizen que por estas razones: la una es que como en los tienpos antiguos la dignidad de duque fuese ofiçio el cual no turase más de cuanto durasen los actos de la guerra o el exérçito o huestes e aquí no avía orden hereditaria, [e]221 la dignidad de marqués sea por subçesión, e marqués 215 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 216 cavalleros] S1 y S2: con ellos 217 Puede traer rey d’armas] M: omitido 218 afírmalo Duarte en su Anriquina. Otrosí afirman algunos que deven ser dichos «sobre ilustres» (...) de la cual opinión son muchos y exçelentes varones, etc.] M, S1 y S2: omitido 219 preeminençias] S1 y S2: prerrogativas 220 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 221 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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quiera dezir señorío el cual comarca con reinos, otrosí con mar, asimismo de marco, el cual es peso, e el peso es justo o cosa que justifica e iguala la medida. Maestro Martín de Córdova en el libro llamado De diversas istorias dize que marqués en latín dizen «marquión»; dize tomó nonbre de çierto señorío en çierta marca de tierra cuya dignidad se usa mucho en otras tierras, speçialmente en Lonbardía, porque aquella tierra es partida por marcas, como dizen la marca de Ancona, el marqués de Montserrate, el marqués de Ferrara, así de otros. Marqueses son dichos los que tienen señorío que rigen en çierta marca de tierra, onde es de saber que una tierra çercana a otra se llama comarca, etc., y, de «marca», «marqués», segund el autor222. E el marqués deve ser así justo e igual açerca de los actos de la justiçia, faziendo en su señorío e tierra sienpre igualdad e justiçia, ca su dirivativa esto quiere significar; algunos quieren dezir que luego que ovo reyes, ovo duques, pero que los tales duques no avían señorío; mas como los reyes fueron faziéndose grandes y poderosos reyes, que entonçes dieron señorío a los duques, los cuales oviesen así ordenada subçesión hereditaria como la avían los marqueses; e, como esto fue, que fue luego la dignidad de duque más excelente; e esto pudo ser como pareçe que rey por vía de prinçipio e de alguna mayor absoluçión açerca del señorío fuese [de]223 mayor exçelençia qu’el224 enperador, pero como los enperadores fueron luego, el enperador fue de mayor dignidad e exçelençia qu’el rey. Pues que es çierto que los enperadores mandaron a los reyes, como pareçe después qu’el Çésar sometió a sí solo el Inperio Romano, bien que antes d’él a los cónsules llamavan enperadores. Asimismo Alixandre pudo ser dicho enperador e monarca. Algunos quieren dezir que los reyes de Babilonia eran dichos como enperadores. Pero no es de olvidar de dezir cómo los cónsules, puesto que eran dichos enperadores, esto era de otros, pero no de sí mismos, cómo lo fue el Julio Çésar. Agora pues viniendo a las çirimonias de marqués, es de notar e saber que, segund la costunbre de Inglatierra, do más e mejor se guardan las presentes çerimonias, tiénese açerca del marqués la siguiente manera: el marqués puede o deve oír misa dentro en cortinas, bien como el duque; asimismo dévenle levar a besar el Evangelio; puédese asentar en silla como el duque; dévenie poner [doser]225 rico a las espaldas; e así çesan las otras çirimonias por causa de brevedad. 222 Maestro Martín de Córdova (...) y, de marca, marqués, segund el autor.] M, S1 y S2: omitido 223 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 224 qu’el] S2: que cualquier 225 Enmiendo atendiendo a la lectura del M //S1: cosser //S2: dosel.

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Pero esto es de saber, que de çiertas çirimonias no deven usar las cuales son estas: la primera, no puede traer çeptro; la segunda, no le pueden traer estoque; el rey no le deve salir a reçebir; no le escrevirán «clarísimo»; non porná coronel en la cabeça ni sobre sus armas; ni terná rey d’armas ni traerá ante sí porteros de maça, etc. Deve ser dicho «sobre ilustre», «claro», «muy magnífico», «noble», «poderoso» y «clarísimo»; esto es, segund las opiniones del Anriquina, en el título «nobleza», y del Hugo de Santo Vítore en el Tratado de dotrina de retórica226. Capítulo LXXVII. De la dignidad de conde Traspasando a tratar de la dignidad o título de conde, es primero de notar que marqués deve ser antepuesto al conde, lo cual se manifiesta por el mismo proçeso presente, consideradas las çerimonias e prerrogativas de las dichas dignidades o títulos. Esto es manifiesto según pareçe por la universal costunbre sabida e observada entre todos los cristianos, ca açerca de la onor sienpre los marqueses son preferidos a los condes, puesto que en la Segunda Partida son primero contados o nonbrados los condes que los marqueses, lo cual reprueva muchas escrituras de los enperadores, las cuales sienpre prefieren o razonan de los marqueses o a los marqueses a los condes, lo cual confirma el papa Pío en una epístola en la cual conçita la Cristianidad contra el turco, diziendo: «Vosotros, enperadores, reyes, duques, marqueses, condes, comunidades, varones, nobles, cavalleros, çibdadanos»227; e allende de aquesto es de saber una prueva clara y manifiesta, la cual es que muchos avemos visto e oído los cuales condes se intitularon marqueses e ninguno de los marqueses dexó el título de marqués por llamarse conde, lo cual devría basta para concluir la dicha opinión. La otra228 dirivaçión de conde desçiende de comes, comitis, que se toma por conpañero; es asimismo de saber qu’el título de conde antiguamente no era salvo, como el señorío del duque, ca los tales no avían tierra o señorío, mas

226 Pero esto es de saber, que de çiertas çirimonias no deven usar las cuales son estas: la primera, no puede traer çeptro; la segunda, no le pueden traer estoque; el rey no le deve salir a reçebir; no le escrevirán «clarísimo»; non porná coronel en la cabeça ni sobre sus armas; ni terná rey d’armas ni traerá ante sí porteros de maça, etc. Deve ser dicho «sobre ilustre», «claro», «muy magnífico», «noble», «poderoso» y «clarísimo»; esto es, segund las opiniones del Anriquina, en el título «nobleza», y del Hugo de Santo Vítore en el Tratado de dotrina de retórica] M, S1 y S2: omitido 227 lo cual confirma el papa Pío en una epístola en la cual conçita la Cristianidad contra el turco, diziendo: «Vosotros, enperadores, reyes, duques, marqueses, condes, comunidades, varones, nobles, cavalleros, çibdadanos»] M, S1 y S2: omitido 228 otra] M, S1 y S2: omitido

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aconpañavan o tenían sienpre conpañía los condes229 a los reyes en todo lugar; açerca de los cuales dize Duarte en su Anriquina que se solían los dichos condes llamar «espectables», pero que en este tienpo llámanse «clarísimos». Es dignidad muy antigua, como pareçe en muchas y en antiguas estorias, ca en las corónicas y estorias de Troya fazen mençión cómo Antenor era conde; en el Paralipamenon fázese mençión de muchos que fueron condes llamados açer[c]a de los ebreos; otrosí faze la misma mençión en los Libros de los Reyes d’Israel. Asimismo se falla la dignidad muchas vezes recontada: el Daniel, en el su primero libro, e muchos de los otros profetas. Hugo de Santo Vítore, en el libro que intituló Dotrina de Retórica, dize que los condes deven ser llamados «poderosos», «nobles», «magníficos», etc.; en las epístolas pueden llamarse asimismo «ínclitos». El Galtero dize que Parminio era conde; este fue en el tienpo de Alixandre el grande, etc.; el dicho autor faze mençión de otros muchos230. Capítulo LXXVIII. Que trata de la dignidad de vizconde Es otra dignidad más baxa que conde, la cual es vizconde, donde es de notar que en Françia usan de la tal dignidad; e su prinçipio fue d’esta manera: como los grandes señores de Françia son muy grandes, e los condes sean grandes, apartaron antiguamente çierta parte de [señorío]231, el cual llamaron vizcondado, e dávanlo a los fijos primeros aquellos que avían de heredar las casas, los cuales estavan en vez de condes, ca así quiere dezir, e los tales en dignidad son menores que los condes. Capítulo LXXIX. De la dignidad del almirante, e de su ofiçio e juridiçión

Ay otras dignidades las cuales son dos, la una es el almirantadgo; la otra, la condestablía. Estas pueden estar en personas sin señorío, los cuales son ofiçios. E açerca de la dignidad del almirante es de saber que, puesto que no tenga señorío ni tierra, tiene en la mar juridiçión de mero misto inperio, el cual es justiçia major en las mares. Es capitán mayor e presidente, esto es, en el señorío donde es el almirantadgo, al cual pertenesçe determinar e sentençiar todos los debates de la mar, e los reyes solamente han de conosçer por apelaçión; en el dicho ofiçio e judgado o dignidad cualquiera que está deve ser dicho «clarísimo»; afírmalo Duarte en

229 condes] M: condes continuamente 230 Es dignidad muy antigua, (...) el dicho autor faze mençión de otros muchos. ] M, S1 y S2: omitido 231 Enmiendo atendiendo a M, S1 y S2.

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su Anriquina, qu’el almirante deve ser dicho «clarísimo». Según Hugo de Santo Vítore, el [al]mirante deve ser dicho «sobre ilustre», «poderoso», «magnífico», «noble» y «claro». Verdad es que los autores no espresan así açerca d’esta dignidad, porque es dignidad no tan antigua como las otras sobredichas, pero acatadas sus prerrogativas y exçelençia [denótase] la dicha forma, la cual es de observar açerca de la dignidad del dicho ofiçio de almirante232. Capítulo LXXX. Que trata de la dignidad e ofiçio de condestable Feneçida la relaçión de la dignidad233, es de saber que la condestablía es asimismo dignidad e ofiçio, el cual asimismo tiene las presentes prerrogativas, las cuales casi son como las del almirante, salvo que son açerca de las huestes de la guerra de la tierra, en el cual tienpo el condestable es sobre todos los grandes e so la su governaçión deve estar toda condiçión de personas durante las huestes o guerras en las cuales el [Rey anda]234; el cual asimismo ha juridiçión de mero misto inperio açerca de las huestes absolutamente. Es de saber que, en el tienpo qu’el pueblo romano inperava, aquel que ministrava la cavallería, después o de yuso del dictador o cónsul, era llamado maestro de los cavalleros, el cual ofiçio era este que agora llamamos condestable; en tienpo de Papirius fue maestro de cavalleros Quinçius Fabius; e en tienpo Quinçius Fabius fue su maestro de los cavalleros Minuçius; el maestro de los cavalleros en el tienpo antiguo era el ofiçio que agora es dicho condestable. Otrosí en el tienpo, el alferes era como agora el condestable; esto pareçe en aquello que se lee en el Génesi, libro primero de la ley, en el cual dize Muisén: «Entonçe Abimalehec, Rey de Gerera, cuando vido qu’el linaje de Abraham creçía, [tornose] con toda su hueste y cavallería, y con Fistol, su alferes que la cabdillava, y vínose para Abraham, etc.»; do pareçe que el alferes en aquel tienpo era como condestable en este tienpo. Asimismo en tienpo de David fue Condestable Joab, do se manifiesta el antigüedad del dicho ofiçio. Otrosí el ofiçio de condestable, segund las Décadas, fue muy [antiguo]; afírmalo el Titus Libius en diversas partes; otrosí en el libro primero de Daniel se faze mençión cómo el condestable puso nonbres estraños a Daniel y a los otros niños, donde pareçe de grand antigüedad. El dicho ofiçio determina Árbol de batallas que al condestable pertenesçe mandar todo lo que la gente de armas ha de fazer; otrosí que sin su liçençia no deven en la hueste fazer ninguna cosa; otrosí que el dicho condestable deve tener las 232 afírmalo Duarte en (...) del dicho ofiçio de almirante.] M, S1 y S2: omitido. 233 la] M, S1 y S2: la dicha 234 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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llaves de las çibdades o villas do el rey estoviere y la hueste; deve tener cargo de poner las guardas y las velas y los otros recabdos de la guerra; otrosí dize que a su ofiçio pertenesçe mandar ver y requerir las medidas del pan y del vino, y de todas las otras cosas vendibles; deve ordenar y poner los preçios segund justiçia y razón y los tienpos; deve punir y castigar los que mal biven y los que mal fazen segund las penas estableçidas; otrosí conviene al condestable vengar las injurias que fueren fechas a los cavalleros de su hueste; deve acatar en los conbates y proveer segund las plaças, villas, fortaleza y segund la gente con quien ha de conbatir e de cuál gente se puede mayor ayudar para la jornada o batalla o conbate; considerar la gente la villa o lugar, la dispusiçión y sus enemigos, dize que condestable es dicho duque y cabdillo de la batalla, etc. Dize más que al condestable pertenesçe fazer justiçia de toda cosa que delante d’él sea demandada. Es [aquí] de notar que d’esta palabra d’este dotor se toma o considera que los condestables pueden traer coroneles, otrosí reçebir las otras çerimonias que fueron constituidas a los duques, sçiliçet condestable es dicho duque y cabdillo de la hueste o batalla, etc.235 Otrosí es de saber cómo en las batallas personales açerca de algund riepto, las cuales se fazen ante el rey, han de estar presentes los condestables; e los pregones se han de fazer segund que en las huestes, e todo el mayor juizio después d’él pertenesçe al condestable. Es de saber qu’el condestable deve ser dicho «clarísimo». D’estos dos ofiçios, es de saber que cuando quiera que en corte o fuera d’ella, fuera de sus ofiçios, qu’el almirante deve ser antepuesto al condestable, segund opinión de algunos236, cuando quiera que açerca del linaje y del estado sea igual237 por estas razones. Cierto es que en las guerras, aquella donde mayor dificultad e peligro oviere será de mayor onor e gloria238, como en la guerra de la mar sea mayor dificultad e peligro, síguese que la gloria e onor, mayor e más venerable será que la guerra de la tierra. Pues, si la gloria y onor es mayor, el lugar del ofiçio más glorioso será. La otra razón es por la diferençia de la mayor asistençia, ca el condestable no tiene juridiçión salvo en guerra, e el almirante tiene así en la guerra como en la paz perpetua239 la juridiçión, luego síguese qu’es más exçelente ofiçio o dignidad la de almirante que del condestable. 235 el maestro de los cavalleros en el tienpo antiguo era el ofiçio que agora es dicho condestable. Otrosí en el tienpo, el alferes era (...) es dicho duque y cabdillo de la hueste o batalla, etc.] M, S1 y S2: omitido 236 segund opinión de algunos] M, S1 y S2: omitido 237 M: igualdat //S1 y S2: igualdad 238 aquella donde mayor dificultad e peligro oviere será de mayor onor e gloria] M: de mayor honor e gloria será aquella donde mayor dificultad e peligro oviere 239 tiene así en la guerra como en la paz perpetua] M: así en la guerra como en la paz tiene perpetua

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Pero açerca de la presente razón yo digo qu’el condestable es glorioso ofiçio, ca es muy antiguo, más que no [el] almirante, segund que pareçe por estorias antiguas las cuales fazen mençión del condestable y no de almirante, segund que es fecha mençión. Otrosí comúnmente son más las huestes por tierra que por mar. Otrosí mayor armada es sienpre por tierra que por mar. Otrosí mayor número de grandes es sienpre en las huestes por tierra, ca pocas vezes por mar van muchos de los grandes y por tierra los más del reino. Otrosí pocas vezes o ningunas faze el almirante juizio açerca del gage de batalla, el condestable muchas y todas las que se ofreçen en el reino. Es de saber qu’el primero que fue condestable en Castilla fue don Alfonso, nieto del rey de Aragón, marqués de Villena y conde de Donja; este fue reinante el rey don Juan primero d’este nonbre, en el año de mil e trezientos e ochenta e dos años. Otros dizen qu’el primero condestable fue el conde don Pedro de Trastámara, el cual fue padre del duque don Fadrique, fue duque de Arjona, el cual fue nieto del rey don Alfonso, que murió sobre Gibraltar. Al condestable pertenesçe mandar asentar y levantar las huestes y reales; otrosí mandar fazer saber, la partida del rey, mandar pregonar; deve dezir «manda el rey y su condestable, etc». Es opinión qu’el condestable, segund las constituçiones de Françia, puede usar de las prerrogativas de la dignidad de duque, no de todas, mas de algunas, espeçialmente dizen que puede traer coronel sobre el escudo d’armas y en la cabeça. Açerca d’esto, como las estorias ni los dichos no fablen, remítome a la antigua costunbre de Françia, do primero fue la dicha dignidad y do mejor son guardadas sus çirimonias; pues, como la dicha dignidad sea más antigua e contenga más altas çirimonias, como pareçe en las cosas de suso escritas, y en la antigüedad esté uno de los mayores fundamientos de nobleza, asimismo en el antigüedad es la mayor onor, lo cual testiguan muchos autores espeçi[a]lmente fablan muchos estatutos entre los canonistas, pues síguese ser más noble y más digno el dicho ofiçio de condestable por las dichas razones que la dignidad e ofiçio de almirante. Pero yo no curo determinar, mas remítome a la más usada costunbre240. Capítulo LXXXI. Que trata de la dignidad de varonía e de cuál es su señorío

Es otra dignidad, la cual es varonía. Esto es cuando el rey faze varón a alguno e le da tierra o villa o fortaleza o otro señorío cualquiera el cual faze varonía. Pero ay algunas villas o señoríos o casa fuerte o fortaleza las cuales 240 Pero açerca de la presente razón... mas remítome a la más usada costunbre] M, S1 y S2: omitido

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ya antiguamente son varonías, puesto que los reyes no las den, pero que fueron dadas por varonías de los prínçipes, los cuales dieron previllejos e perrogativas de varonías, ca de otra guisa no podría ser varonía ni varón. Algunos quieren dezir que todo varón conviene tener villa çercada e juridiçión de mero misto inperio; asimismo dizen que algunos señores de varonías son varones por algunos serviçios, así como algunos condes a los cuales se da preeminençia de varones. Hugo de Santo Vítore dize que el varón señor de varonía o de villa deben dezir o escrevir «noble» o «poderoso» o «egregio varón», etc, o «estrenuo».241 Capítulo LXXXII. D’este nonbre de prínçipe e de çiertos señoríos que son llamados prinçipados

Pues es mostrado aquello que es açerca del varón, es más de saber que açerca d’este nonbre de prínçipe, el cual es común a todas las dichas dignidades universalmente, segund el don Enrique de Villena en el libro nombrado. Esto pareçe como a los cónsules, otrosí a los senadores e a los nobles llamavan en Roma prínçipes, afírmalo el Titus Libius en sus Décadas, espeçialmente en el segundo libro de la Primera Década, en el XXVI capítulo, fablando de la nobleza del linaje fabiano, dize así: «El linaje fabiano fue a sus çibdadanos noble espejo e noble vista e çierto enxenplar de los cuales el prínçipe Quintus Fabius, que tres años avía seído cónsul, etc.»; en el libro terçero, capítulo XIX, dize: «Fue dicho a los romanos que los eque[s] eran242 con grand poder, se aparejavan para batalla, por la cual cosa fue encomendado a los prínçipes que partiesen las provinçias, etc.»; e en toda la Primera e Segunda Década243 faze muy muchas veces mençión el dicho Titus Libius del dicho vocablo so la razón dicha. Pero es de notar que este nonbre es asimismo de dignidad particularmente entendida fuera de enperador e de rey e de los otros que son dichos, esto es en tres maneras. La una como es costunbre en algunos reinos cristianos, los reyes que a sus fijos primos genitos sin tener señorío señalado llámanle prínçipes, así como lo acostunbran oy en Navarra e Aragón e en Portogal: prínçipe de Aragón, de Portogal, de Navarra, etc. La otra es aquella de que usan en Castilla los reyes, los cuales a sus primogénitos llámanlos prínçipes, pero ya les

241 Hugo de Santo Vítore dize que el varón señor de varonía o de villa deben dezir o escrevir «noble» o «poderoso» o «egregio varón», etc, o «estrenuo»] M, S1 y S2: omitido 242 eran] M, S1 y S2: omitido 243  Década] M: Décadas

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tienen señorío determinado e señalado, el cual es dicho prinçipado e al fijo así primogénito es cononbrado «Prínçipe de las [Asturias]244», ca las Asturias de Oviedo e el obispado de Jahén es dicho el prinçipado, entiendiéndose Jahén, Úbeda, Baeça e Andújar. Eso mismo es en Inglatierra, que llaman al prínçipe «Prínçipe de Gales»245. Esto mismo se usava en Françia, pero por un caso maravilloso fue dexado el nonbre de prínçipe e de prinçipado, e fue llamado delfín e delfinado; e fue d’esta manera; dizen que un prínçipe de Françia un día por mal recabdo de su ayo cayó en un estanque en el cual avía un delfín, el cual es un pescado como un gran atún, e como el prínçipe niño cayó, dizen qu’el delfín se puso debaxo del niño y lo sostuvo así fasta qu’el ayo vino; e el rey a las bozes que otros niños davan diziendo que el prinçipe era afogado en el [estanque]246, como el rey e todo el palaçio vinieron, fallaron cómo el delfín lo traía ençima de sí fuera del agua e, como sintió la gente, luego se llegó a la orilla e estovo quedo fasta que al prínçipe le tomaron d’ençima. E aún dizen que muchas vezes se llegava así a la orilla cuando al dicho [prínçipe] 247 oía o veía, e que d’él se dexava cavalgar e muy paso lo traía por el agua asolazando. E lo ál çesa, pues basta lo qu’es dicho para saber cómo fue tomado este nonbre de delfín en Françia. Ca es de saber que, de allí adelante, por el benefiçio del dicho delfín, fue ordenado por el rey e por el reino que se llamase delfín e no prínçipe. La otra manera es aquella cuyo señorío es dicho prinçipado. E a cualquier señor que lo tenga luego toma el nonbre de prínçipe, así como el prínçipe de Taranto, prínçipe de Salerno, prínçipe de Rasono248, que es en Italia, el prínçipe de Almoreca, que es en Alemaña, prínçipe de Antioquía; los cuales no han otra dignidad más exçelente salvo la del nonbre de prinçipado e señorío en que sostituían a sus primogénitos. El prínçipe tal deve ser dicho «sobre ilustre». Hugo en el libro intitulado Dotrina de retórica dize que todo prínçipe o infante sin corona deve ser dicho «sobre exçelente» o «noble», o «magnífico» o «poderoso» o «claro» o «generoso» o «vençedor», etc.249

244 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 245 M: e duque de Alencastre 246 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S3. 247 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S3. 248 prínçipe de Salerno, prínçipe de Rasono] M, S1 y S2: omitido 249 Hugo en el libro intitulado Dotrina de retórica dize que todo prínçipe o infante sin corona deve ser dicho «sobre exçelente» o «noble», o «magnífico» o «poderoso» o «claro» o «generoso» o «vençedor», etc.] M, S1 y S2: omitido

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Capítulo LXXXIII. Cómo prueva lo dicho por autoridad Asimismo es de saber que por mayor afirmaçión de las cosas dichas en la Segunda Partida, título [en blanco]250, ley onzena, los sabios que la conpusieron dizen así: «Prínçipe es dicho enperador e rey e otros algunos que son llamados prínçipes en algunas tierras que son así como nonbres de señoríos que les acostunbran así llamar». Capítulo LXXXIV. De la interpretación del nonbre de rey Otrosí en el capítulo XV dize en la misma partida que vicario de Dios es el rey para mantener sus reinos en paz e en justiçia; e dize qu’el rey tanto quiere dezir como regidor; asimismo que rey quiere dezir reglar, porque derechamente deve mantener su reino onrando a los buenos e castigando a los malos. Capítulo LXXXV. De la dignidad de juez Es de saber que juez es dignidad onorable, paresçe por el mismo nonbre, pero aun ay mayor autoridad por vía d’este exenplo, ca es çierto, segund los dichos sabios afirman en el capítulo XLIII de la dicha partida, que los cuatro señores que judgan a Çerdeña son llamados juezes. Duarte, Contra Anriquina, en la cuestión de fidalguía dize que todo juez el cual ha juridiçión de mero inperio deve ser dicho «clarisimi». Dize más, que dicho251 juez ordinario —el cual252 ha juridiçión del papa o del enperador— deve ser dicho «claro», «magnífico», «noble» o «venerable»; esto afirma Hugo de Santo Vítore en el tratado alegado253. Capítulo LXXXVI. Del poderío que han en sus tierras o señorío Dizen los dichos sabios en la partida nonbrada que todos estos suben o desçienden por vía hereditaria e por ordenada subçesión e han en sus tierras [llenero]254 poderío, segund les fue otorgado o segund la costunbre antigua, pero no pueden legitimar ni fazer ley ni fuero sin consentimiento del

250 M, S1 y S2 tampoco indican de qué título se trata. 251 que dicho] M, S1 y S2: que es dicho 252 el cual] S2: et el que 253 deve ser dicho «claro», «magnífico», «noble» o «venerable»; esto afirma Hugo de Santo Vítore en el tratado alegado.] M, S1 y S2: omitido 254 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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rey o mandado255 o privillejo o consentimiento del pueblo; e deven bien regir a sus súbditos, etc. Pero estos bien pueden armar o fazer cavalleros o dar orden de cavallería, asimismo criar. Capítulo LXXXVII. De otros nonbres de los nobles, así como ricos onbres

Son otros nobles los cuales son llamados por estos nonbres: unos son dichos ricos onbres; estos son en dos maneras: la una se dize cuando son grandes onbres los cuales tienen muchos dineros en los libros del rey, ca se presume que fizieron muchos serviçios a los reyes por lo cual les dieron en los dichos libros grand cantidad o riqueza de dineros, los cuales les conviene que sean onbres nobles; la otra es cuando un cavallero es onbre muy generoso e es virtuoso, cuando viene de alta generaçión e de sangre de todos sus cuatro costados no se mesclando con obscuridad de linaje por vía de casamiento ni de otra manera; esto afirma la Segunda Partida, segund es dicho de suso, en la difiniçión terçera de nobleza, donde declara qu’el tal puede ser dicho noble y rico onbre por linaje; otros son llamados capitanes, pero aquí es de notar que capitán es dicho aquel solamente al cual es encomendada conpaña de çien cavalleros. Son llamados «poderosos», «magníficos», «ilustres», «nobles» y «estrenuos», etc.256 Capítulo LXXXVIII. El cual trata de otros nonbres de los nobles, así como infançones o barvasores

Son otros los cuales son llamados infançones, otros barvasores. Estos puede ser que sean algunos señores de tierra, pero no son así grandes como los conscritos, ca los tales más es su exçelençia açerca del linaje alto o nobleza de generaçión que por grandeza de señorío o riqueza. E estos, si alguna tierra o heredad ternán, no tiene[n]257 otra juridiçión que aquella que por privillejo les fue o fuere por el prínçipe otorgada. Es de saber que infançones son dichos en España aquellos los cuales en Italia dizen capitanes y [guarvasores]; esta sola falla ser la declaraçión de infançón, segund la Segunda Partida, título primero, ley XIII, que lo así afirma. Otrosí en el Regimiento de prínçipes se afirma que infançones

255 mandado] M, S1 y S2: mando 256 Son llamados «poderosos», «magníficos», «ilustres», «nobles» y «estrenuos», etc.] M, S1 y S2: omitido 257 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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no quiere dezir salvo menores infantes en conparaçión de los infantes mayores, es a saber, de los fijos de los reyes; dize Juan Rodrigues del Padrón en su Cadira de Onor que los infantes fijos de los reyes tienen villas y castillos, y los otros nobles a que lla[ma]mos infançones aconteçe no tener salvo alteza de la sangre o linaje y, por ende, son dichos infançones; deven ser llamados «magníficos» o «nobles» o «notables» o «egregios», etc.258 Capítulo LXXXIX. Que trata de otros nonbres de ofiçios e dignidades, así como juezes e adelantados Son otros nonbres de algunas digni[da]des259 las cuales son estas, entre las cuales es el adelantamiento, el cual es juez mayor de aquella tierra de donde es adelantado; algunos tienen señorío; otros no, salvo el judgado. Aquí es de notar que el adelantamiento es dignidad e ofiçio onorable e muy antiguo; esto se prueva por las antiguas estorias por las cuales se falla en diversos lugares este nonbre de adelantado, ca en el tienpo de Muisén fueron ordenados ofiçios de adelantados, los cuales judgavan el pueblo de Israel. Duró en el tienpo de Jusué, de Gedeón e de los otros juezes fasta los reyes, e dende los reyes fasta la venida de Nuestro Redentor glorioso y bendito, en el cual tienpo fueron conplidas todas las profeçías, en la venida del cual fueron destruidas y desfechas todas las dignidades e ofiçios de nobleza e rematados e confondidos. Ca de entonçe acá no ovo jamás rey ni adelantado ni cabdillo ni juez ni profeta ni confidente ni otra dignidad que produzir pueda en su ley nobleza nin alteza de sangre; e es de saber que, como es dicho, en su ley nunca jamás avrá las dichas dignidades ni ofiçio. Ni tanpoco dentro de aquella será prínçipio de nobleza, pues es çierto —segund es provado— que la nobleza no puede ser produzida salvo por estilaçión de las dichas dignidades e ofiçios, e espeçialmente por la venerable orden de cavallería e defensión de la cosa pública, después de la real dignidad, otrosí, por los grados de la çiençia, segund que adelante más conplidamente se dirá. Pues como esta260 caresca entre el linaje çiego de los judíos, [síguese]261 de pura neçesidad confesar que la dicha nobleza falleçerá como falleçe dentro de la ley judaica.

258 Es de saber que infançones son (...) nobles o notables o egregios, etc.] M, S1 y S2: omitido 259 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 260 esta] M, S1 y S2: esto 261  Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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Los adelantados e los juezes de las provinçias deven ser llamados «espectables». Eso mismo deven ser llamados «magníficos», «nobles», «estrenuos», «ilustres» y «notables»; esto es segund Hugo de Santo Vítore en el libro allegado262. Capítulo XC. De las potestades Otras dignidades son las cuales son dichas potestades; estos son aquellos los cuales son juezes de las grandes çibdades o de provinçias. Estos han la juridiçión según ley o fueros del pueblo. Estos deven ser llamados «espectables». «Potestades» llámanse en Italia a los que escogen por regidores de las çibdades e de los grandes castillos. Estos han poder de judgar segund los fueros de la tierra que goviernan. Estos son elegidos y no han más poder de aquel que les es otorgado por el pueblo ni están más tienpo del que les otorgan, etc. Deven llamarles, segund el Hugo, «nobles», «magníficos», «egregios» y «estrenuos»263. Capítulo XCI. Del alferes mayor del rey Es otra dignidad la cual es alferezado, donde es de saber que alferes es uno de los onrados ofiçios del reino. Es de notar que alferes es llamado «prefectus legionum; manipulares etiam dicimus eos qui signa ante regem portant, etc.»264. Él deve ser nesçesariamente de grande e antiguo linaje e noble por generaçión, al cual son devidas çiertas çirimonias; la primera, él deve llevar en batalla vandera265 real del rey o del reino; en la corte deve o puede llevar delante d’él espada; otrosí deve ser de gran linaje, de grand seso e noble por linaje266 otrosí fuerte, fiel e devoto; otrosí su ofiçio es mayor267 después del rey, al cual pertenesçe tener el pendón del rey en la batalla; otrosí guiar la hueste cuando el rey no va ende o no puede o enbíase su poder; él deve tener la seña cada qu’el rey oviese de aver batalla canpal; a él pertenesçe judgar los

262 Eso mismo deven ser llamados «magníficos», «nobles», «estrenuos», «ilustres» y «notables»; esto es segund Hugo de Santo Vítore en el libro allegado] M, S1 y S2: omitido 263 «Potestades» llámanse en Italia a los que escogen por regidores de las çibdades e de los grandes castillos. Estos han poder de judgar segund los fueros de la tierra que goviernan. Estos son elegidos y no han más poder de aquel que les es otorgado por el pueblo ni están más tienpo del que les otorgan, etc. Deven llamarles, segund el Hugo, «nobles», «magníficos», «egregios» y «estrenuos»] M, S1 y S2: omitido 264 manipulares etiam dicimus eos qui signa ante rege portat, etc.] M, y S1 y S2: omitido 265 batalla vandera] M, S1 y S2: la batalla la vandera 266 de grand seso e noble por linaje] M: omitido 267 es mayor] M y S1: es como mayor // S2: es común mayor

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grandes pleitos e castigar a los grandes por mandado del rey, e en señal qu’es mayor que ninguno de la corte traen delante d’él una espada; otrosí es abogado del reino contra cualquier riepto que alguno quisiese, por razón qu’el rey avía perdido villa o castillo268; otrosí deve dar quien razone los pleitos a las dueñas biudas, de los huérfanos fijosdalgo cuando no oviere quien razone por ellos; otrosí a los que fueren reuptados sobre fechos dubdosos que no ovieren abogados. El [alferes]269 deve ser dicho «clarísimo». En el latín dizen al dicho alferes «maestro de cavallería». Las Décadas fazen gran mençión del maestro de cavalleros, puesto que en el dicho lugar no tiene el presente entendimiento; La Peregrina, «in patria potestas», en la quaestio III, dize que el alferes es juez sobre los cavalleros en todas las cosas que acaesçen entre ellos en razón de cavallería o debda, pero no puede condenar a ninguno a muerte ni a perdimiento de mienbro; pero es de saber que esto deviera ser antes que en Castilla viniese la dignidad de condestablía. Deve ser dicho «magnífico», «noble», «poderoso», «ilustre» e «notable», segund Hugo de Santo Víctore; y «clarísimo», segund Anriquina270. Capítulo XCII. Del ofiçio de vicario; otrosí de aquel qu’es dicho potestad271 Es otro ofiçio el cual es dicho vicario, este tal es cuando por adelantado dexan señor; este usa de aquel poder qu’el prínçipe o señor le dexa; deven ser dichos «espectables», «nobles», «magníficos», «estrenuos» y «notables»; esto afirma Hugo de Santo Vítore, asimismo el Anriquina en la cuestión de nobleza272. Capítulo XCIII. Del ofiçio del cabdillo Es otro ofiçio el cual es cabdilladgo. Cabdillo es aquel al cual es encomendada hueste o de cabdillar la gente de la guerra o de alguna provinçia. El que tal cargo tiene ha de entender en fazer los alardes; asimismo en fazer cavalleros nuevos o de premia; asimismo de sacar por ançianía algunos de ser cavalleros de premia, asimismo otros que son venidos a pobreza. 268 villa o castillo] S2: castillo o villa 269 Enmiendo atendiendo a la lectura de M. 270 En el latín dizen al dicho alferes (...) «clarísimo», segund Anriquina.] M, S1 y S2: omitido 271 otrosí de aquel qu’es dicho potestad] S1 y S2: omitido 272 deven ser dichos «espectables», «nobles», «magníficos», «estrenuos» y «notables»; esto afirma Hugo de Santo Vítore, asimismo el Anriquina en la cuestión de nobleza.] M, S1 y S2: omitido.

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Este ofiçio es muy onorable, que con el cabdillo del obispado de Jahén se han de juntar las çibdades del obispado en tienpo de las guerras o rebatos de moros, e [otras]273 prorrogativas que çesan por la brevedad. El conde de Santestevan era274 cabdillo del dicho obispado. Deve ser dicho, segund el Hugo de Santo Vitorie, «muy esforçado», [«valeroso»], «noble», «magnífico», «notable», «estrenuo» y «claro»275. Capítulo XCIV. Del ofiçio del presidente Es otro ofiçio el cual es dicho presidente. Este tal ofiçio es así como almirante o contestable276 o es aquel el cual queda en alguna provinçia representando la persona del rey. Otrosí viene de presidiun, que quiere dezir defendimiento, así qu’es defensor. Deve ser llamado según su estado dignidad y linaje siguiendo la regla d’encima277. Capítulo XCV. Del ofiçio de mariscal Es otra manera de ofiçio el cual es mariscal. El mariscal deve ser onbre noble e generoso. Es aposentador de las huestes e de los reales. Otrosí tiene çierto judgado durante las huestes o batallas generales o particulares o personales. Han de estar presentes con el rey e con el condestable en las lides sobre rieptos que son dichas armas neçesarias, otrosí en las voluntarias. Tienen çiertas prerrogativas, en espeçial han de dar a los mariscales çiertos días de sueldo de la hueste toda. Deve ser dicho «espetable». Otrosí Titu Libiu en su Terçera Década, libro I, capítulo I, dize; «Prefetos son aquellos los cuales tienen todo el cargo de la justiçia de la hueste, que son como los mariscales»278. Es de saber que los primeros mariscales de Castilla fueron dos: el uno fue Ferrand Álvares de Toledo, y el otro fue Pedro Ruis Sarmiento, reinante el rey

273 Enmiendo atendiendo a S1 y S2 (en M abreviado). 274 M: omitido 275 Deve ser dicho, segund el Hugo de Santo Vitorie, «muy esforçado», [«valeroso»], «noble», «magnífico», «notable», «estrenuo» y «claro»] M, S1 y S2: omitido 276 M, S1 y S2: condestable 277 Otrosí viene de presidiun, que quiere dezir defendimiento, así qu’es defensor. Deve ser llamado según su estado dignidad y linaje siguiendo la regla d’encima.] M, S1 y S2: omitido 278 Otrosí Titu Libiu en su Terçera Década, libro I, capítulo I, dize; «Prefetos son aquellos los cuales tienen todo el cargo de la justiçia de la hueste, que son como los mariscales»] S1 y S2: omitido

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don Juan, año de mil e trezientos e ochenta e dos. Deve ser dicho «magnífico», «esforçado», «noble» y «estrenuo», etc.279 Capítulo XCVI. Del ofiçio de primipilarii Es otro el cual es dicho primipilarius; es aquel que lleva la primera seña del señorío o reino. Capítulo XCVII. Del ofiçio de senescal Es otro el cual es dicho senescal; este es mayordomo mayor del rey: « [principes] [agentium] in rebus». Otrosí es dicho el mayordomo280. Capítulo XCVIII. De cómo los281 sobredichos ofiçios deven fazer sacramento al rey

Todos estos los cuales son constituidos en las dignidades e ofiçios sobredichos fazen o deven [fazer] sacramento o jurar al rey en la manera siguiente: deve cada uno ant’el rey fincar las rodillas e poner las manos entre las del rey, e jurar que cada uno en su ofiçio o dignidad guardará su vida e su salud e sus secretos d’él e del reino, su pro e bien; asimismo que, si le fuere demandado, consejo gelo dará bueno e fiel como lo él mejor entenderá. Aquí es de notar una cosa, la cual es que, si uno de aquestos muere e otro subçede, si luego que subçede en el ofiçio o dignidad, puesto que formalmente no jure como [su]282 anteçesor, sí se entiende que ha jurado, puesto que no lo haya jurado, dizen que si bien que todavía ha de jurar. Capítulo XCIX. De los ofiçios e dignidad283 de Roma Pues que avemos fablado de las dignidades e ofiçios familiares de España, queremos agora dezir de otras dignidades e ofiçios muy exçelente[s]284

279 Es de saber que los primeros mariscales (...). Deve ser dicho «magnífico», «esforçado», «noble» y «estrenuo», etc.] M, S1 y S2: omitido 280  [principes] [agentium] in rebus». Otrosí es dicho el mayordomo] M, S1 y S2: omitido 281 los] S1 y S2: todos los 282 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 283 dignidad] S1 y S2: dignidades 284 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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los cuales fueron açerca de los romanos, los cuales concuerdan e difieren en alguna manera con los de suso escritos, porque es de notar que en Roma primeramente ovo reyes; el primero de los cuales fue Rómulo; el segundo, Numa Ponpilio; el terçero, Tulio Obstilio; el cuarto, Ancus o Taçius; el quinto, Tarquino; el sesto, Servius; el seteno, Tarquino el sobervio. En este mismo tienpo en el cual ovo reyes sienpre ovo senadores, ca Rómulo fizo senadores; es de saber que los senadores y los nobles eran dichos patriçios. Dize una ley en La Peregrina, «patria potestas quaestio», que el qu’es escogido para consejo del prínçipe es llamado patriçio, quiere dezir padre del prínçipe, el nonbre del cual es puesto en la corona. Es dicho «padre» por los consejos que da a él y al enperador, los tales son fuera del poder del padre, etc. por exçelençia. Otrosí es otro dicho «magister sacra memorie prinçipes», el cual es el chançiller. Otrosí es otro que dizen «magister sacra Libelorom»; es el que registra las letras del rey. Estos todos salen fuera del poder del poderío del padre285. E en pos de los reyes ovo cónsules; estos eran dos cada año; estos avían poder como enperadores; este nonbre vino dirivado de consejo. En pos d’estos cónsules ovo maestros e luego tribunos; en pos de los tribunos vinieron los diez varones, los cuales avían el poder de los cónsules; e luego otros tribunos que eran en lugar de cónsules. Otrosí fizieron interrey. Tribuno es dirivado de «tribo», que quiere dezir «linaje». Ovo dictadores; en pos d’estos bolvieron a fazer cónsules286. En pos d’estos vinieron los enperadores, los cuales començaron en Julio Çésar, que fue el primero enperador. Después ovo pretores; pretor es dicho el que es juez mayor de la çibdad o de la provinçia; el derecho pretorio es aquel que atienpra e iguala el rigor del derecho común y es sobre los jurisconsultes287. Ovo prefetos; prefeti urbis es dignidad; es muy onrada y es ser el juez mayor de la çibdad que es cabeça del reino; d’esa misma dignidad es el que es prefeti urbis orientis.288 Es otra dignidad que se dize advocato servisti; este razona o defiende en juizio todos los derechos y todas las cosas del rey y lo que le pertenesçe,

285 es de saber que los senadores y los nobles eran dichos patriçios. (...) Estos todos salen fuera del poder del poderío del padre.] M, S1 y S2: omitido 286 en pos d’estos bolvieron a fazer cónsules] S1 y S2: omitido 287 pretor es dicho el que es juez mayor de la çibdad o de la provinçia; el drecho pretorio es aquel que atienpra e iguala el rigor del derecho común y es sobre los jurisconsultes.] M, S1 y S2: omitido 288 prefeti urbis es dignidad; es muy onrada y es ser el juez mayor de la çibdad que es cabeça del reino; d’esa misma dignidad es el que es prefeti urbis orientis] S1 y S2: omitido

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por esta dignidad sale el fijo del poderío del padre289. Ovo çinturiones; ovo adelantados; ovo presidentes; ovo [consejeros]290; ovo mandaderos; ovo privados; ovo legados; ovo cuistores; cuestor es en dos maneras: uno, el recabdador mayor del reino; otro, el que lee las cartas del secreto del rey291; ovo çensores; ovo ediles e prestes fiçiales; ovo estoriógrafos; ovo cabdillos. [Es de saber que el cuestor]292, el prefeto, el cónsul, el procónsul —procónsul quiere dezir «mayoral» o «consejero» (Peregrina, cuestión «curator», cuestión primera en fin, etc.—293), el vicario, el cabdillo, el pretor deven ser dichos «clarísimos»; todos los juezes mayores, así como el prefeto de la çibdad e el maestro de los cavalleros e el cuistor del sacro palaçio, otrosí los senadores, son dichos «sobre ilustres». Capítulo C. De cómo por ley es vedado que ninguno que no sea

generoso no deve ser puesto en los dichos ofiçios reales e, puesto que lo sean, no serán nobles294 fasta la cuarta generaçión;

otrosí cómo deven ser llamados los enperadores, reyes, duques, marqueses, condes, varones, cavalleros, dotores y maestros295

Pues296 avemos dicho la nobleza de las dignidades e de los ofiçios, e los nonbres de los nobles e de los enperadores, de los reyes e prínçipes e dende ayuso, es agora de saber que las tales dignidades fueron comienço e prinçipio de nobleza así como es dicho açerca de los prínçipes e cavalleros. Pero es de saber que cualquier plebeo o onbre de obscuro linaje, bien que sea puesto en cualquiera de las dignidades de yuso de prínçipe, puesto que sería —como es— contra las leyes, como pareçe por ellas mismas, segund es visto en la Segunda Partida, las cuales leyes mandan que los semejables ofiçios no pueden aver salvo personas nobles e generosas, esto expresamente. Titus Libius en la Primera Década, en el seteno libro, capítulo X, dize Geniçius fue el primero que fue cónsul plebeo, el cual fue enbiado contra los hermiçianos y 289 prefeti urbis es dignidad (...) sale el fijo del poderío del padre] M, S1 y S2: omitido 290 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 291 cuestor es en dos maneras: uno, el recabdador mayor del reino; otro, el que lee las cartas del secreto del rey] M, S1 y S2: omitido 292 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 293 (procónsul quiere dezir «mayoral» o «consejero», Peregrina, cuestión «curator», cuestión primera en fin, etc.)] M, S1 y S2: omitido 294 sean, no serán nobles] S1 y S2: sea, no será puesto noble 295 otrosí cómo deven ser llamados (...) dotores y maestros] S1 y S2: omitido 296 Pues] S1 y S2: Pues es dicho

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fue desbaratado e vençido; de lo cual el pueblo, en espeçial los padres, fueron espantados. E dize más, que aquel daño era venido a Roma por permisión de los dioses, porque Roma avía fecho cónsul plebeo, diziendo que dignidad o consulado o cabdilladgo no devía ser dada a onbre plebeo, ca era contra las leyes del enperio romano; e pone que todo el senado dizía las siguientes e materiales palabras: «A la fe —dixeron ellos— fazen e crían cónsules plebeos e mudan los agüeros, así que çierto esto es cosa no ligera». Ellos quisieron fazer que por un onbre del pueblo ellos han echado sus padres e sus onras, e aún se han esforçado contra los dioses; mas çiertamente —dixeron— los dioses han vengado sus dignidades e sus agüeros; la cual cosa pareçe bien en esto, primeramente, porque ellos fueron tenidos o acostados por aquellos que no pueden aver derecho nin liçençia, los romanos [y]297 sus cabdillos fueron vençidos. E esto quisieron los dioses inmortales a fin que de aquí adelante no se fagan elecçiones de ofiçios contra el derecho de las gentes, etc. Así que contra derecho298 es dar dignidad onorable o ofiçio a onbre plebeo o sin linaje; e cuando las tales dignidades o ofiçios oviesen los onbres de obscuro linaje, es çierto que no serán nobles, pero ternán comienço o prinçipio de nobleza para los que d’él vinieren. E [después]299 de la cuarta generaçión sus subçesores, agora permanescan en la dignidad, agora no, es çierto que serán fidalgos, e —si guardaren la vía de los cuatro costados açerca de los casamientos— serán nobles. Así lo dize la misma300 ley, título treinta y uno, en la Segunda Partida, etc. Es agora aquí de saber que, segund algunos altos onbres oradores, como pareçe por sus epístolas, llaman nobles a todos aquellos que son de alta generaçión y sangre, e de antiguo linaje. Otrosí llaman «estren[u]o», «cavallero», «generoso», «magnífico», «glorioso», esto es, al varón de la varonía antigua; y, a los marqueses, duques, condes criados nuevamente nobles, «poderosos», «excelentes» e «ilustres»; esto es fasta la cuarta generaçión; infantes y prínçipes sin corona, «muy poderosos», «sobre exçelentes» y «sobre ilustres»; y, a los reyes o prínçipes coronados reconosçientes al enperador, «ilustrísmos», etc. Ugo de Santo Victorie en un libro llamado Dotrina de retórica dize que al enperador deven escrevir «muy vençedor», «serenísimo», «augusto»; otras palabras le pertenesçen solo, asimismo «gloriosís[i]mo», «exçelentís[i]mo» y «nobilisímo», «fedilísimo»; a los reyes deven dezir «muy eçelso», «muy alto», «muy glorioso», «muy esclareçido», «muy magnífico»; a los duques, «magnífico», «muy generoso», «mucho temido de sus enemigos», «poderoso», «sienpre ilustre», etc.; a los marqueses, «ilustre», «muy 297 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 298 contra derecho] S2: contradicho 299 Enmiendo atendiendo a M, S1 y S2. 300 misma] M: omitido

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claro», «muy magnífico», «poderoso»; al conde se deve dezir «magnífico», «poderoso señor»; a los varones y cavalleros señores de señoríos de villas o de grandes lugares, «magnífico», «egregio» y «poderoso», «noble», «ilustre», etc.; a los cavalleros, «noble», «estreño», «notable» e «esforçado»; a los maestros, «al esclareçiente con claridad d’estudio», «al coronado de letras», «al muy apurado con flores de elocuençia», «al muy escogido cavallero», etc.; a los sabios convienen las siguientes palabras: «sabio», «discreto», «prudente», «claro», «manso» y «digno de alabar»; a los dotores, «magnífico», «egregio», «noble», «estreño». Es agora de saber que es de tener una regla universal y [es la] siguiente, segund el dotor alegado, que deve ser considerada calidad de las personas y sus mereçimientos, es a saber, en la dignidad, en la condiçión, en la orden de la subgeçión, señorío, en la parentela, en la posesión y en el dinero; al letrado, saludar de letras; al onesto, de onestidad; al prudente, de prudençia; al cavallero, de cavallería; al bueno, de bondad; al fuerte, de fortaleza; al virtuoso, de virtudes; de manera que cada una de las dichas palabras sirva y consuene según su lugar conviniente, etc.301 Capítulo CI. Que trata por introduçión de los tres dardos de contradiçión contra las tres conclusiones del Bártulo Pues es mostrado el efeto de las dignidades e de los ofiçios de la defensión, e de aquello que pertenesçe o toca a la alta302 política nobleza, razón pareçe que lançemos un par de dardos vigurosos contra el escudo del reverendo Bártulo, dotor çevil e famoso303, encomendándolo pues304 a aquella preçiosa Reina de los Çielos, 301 Es agora aquí de saber que, segund algunos (...) cada una de las dichas palabras sirva y consuene según su lugar conviniente, etc.] M, S1 y S2: omitido 302 alta] M, S1 y S2: omitido 303 famoso] M: famoso, para contra el cual fuera mucho menester otro mayor braçero porque de lexos o çerca con grand fuerça enbiara el agudo dardo que digo a pasar la fortaleza de tan sabio e grand varon para en esta parte; mas, confiando en la verdat o justa querella por parte de la noblesa, generosidat e fidalguía, la cual da bozes querellosas de aquellos títulos de la nobleza, otrosí de insignis et armis, que esforçándome en la fortaleza de mi contradiçión, lo cual acatando a Bártulo e a su sabiduría e a la reverençia e actoridat que le es dada en el mundo, he miedo e encojo el braço e desamiento el dardo de contradiçión; pero cuando me remiembro de la ofensa que fizo contra la nobleza de los fijosdalgo, inflamado e desentido, non temeroso del peligro, cometo batalla peligros e fiera, acatada la fermosura e la clara e real casa muy gloriosa de la nobleza, vistas las lágrimas como perlas de oriente decorrer e degotar por aquellas fermosas e amorosas fazes fasta en los pechos venir e aun en algunas partes de las faldas de sus preçiosas ropas, non puedo si non aventurar mi vergüença, mi honor e victoria, lo cual encomendando 304 encomendándolo pues] M: omitido

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madre, esposa e fija de Dios, ella que, como noble e generosa desçendida de aquel real linaje claro e glorioso de David, e venida fasta allí de aquel tribo más noble que todos los otros, más esforçado e más bueno e más obidiente, el cual en vergüença e en ofensa de los otros fue el primero que entró por la carrera fecha en la mar, de donde en gualardón de su obediençia e en premio de su esfuerço mereçió (segund el Gerónimo y maestro Pedro e Eusebio) que d’él viniesen los reyes, asimismo que ganase la mayoría e mejoría, así lo da a entender Exdras en el Paralipamenon, diziendo «los fijos de Rubén primogénito de Israel, que era el mayor, pero cuando abiltó la cama de su padre fue dado su mayoradgo a los fijos de Josep, fijo d’Israel, no para se nonbrar por el mayoradgo, que Judas era el mayor de sus hermanos e señor d’ellos, e el mayoradgo de Josep», etc. Pues, confiando e esperando en la misericordia de aquesta prinçesa e señora —de quien fablo con gran fervor e esfuerço— que de su mano me proverná graçia y fortaleza, daremos comienço a la dicha contradiçión de la primera conclusión, porque agora primeramente devemos oír las conclusiones del reverendo Bártulo, famoso dotor, etc. 305 306

305 encomendándolo pues a aquella preçiosa (...) porque agora primeramente devemos oír las conclusiones del reverendo Bártulo, famoso dotor, etc.] S1 y S2: el reverendo Bártulo etc. capítulo I; en el proseguimiento de la presente materia non levaremos la horden que se suele tener hacerca del disputar las materias nin se cura al presente de fundar por prinçipios la entençión de nuestro contradesir esta primera conclusión del famoso doctor, mas solamente tomamos por fundamiento y prinçipios assentar de plano y alegar muchas actoridades de grandes y singulares varones muy sabios y famossos porque para los letrados assas basta que las dichas actoridades le son fundamiento y para los non etrados para quien prinçipal se hordena otrosí basta pues por otros fundamientos menos literales conosçerán y alcançarán la verdat y commquiera que adelante en las otras conclussiones segunda y terçera se tañerán algún poco más los fundamientos y prinçipios que son de las mismas materias, por tanto perdón de los doctores y enseñados que sus virtudes y sabiduría será mejor empleada en enseñar y tolerar que en ásperamente reprehenden y assí de más comienço al nuestro propósito, donde es de notar qu’el dardo proferido tiene çiertas púas con las quales y es fasta el fin 306 daremos comienço a la dicha contradiçión de la primera conclusión, porque agora primeramente devemos oír las conclusiones del reverendo Bártulo, famoso dotor, etc.] M.: con la cual, aunque mi flaco braço no pueda ofender, debaxo de las armas o escudo al dicho doctor, la mano divinal enderesçará el dardo de mi inorançia contra cualque escotadura por la cual entre a las partes de los espíritus vitales del valiente doctor, las cuales feridas como quien injusta querella sostiene e con ella ofende políticamente fablando a Nuestro Redemptor o a su generosa umanidat, asimismo a su madre gloriosa e bendita e a toda fidalguía e nobleza, caerá vençido confesando la verdad segunt que es, e si non lo querrá confesar, luego será desfecho e pasado su escudo fecho de tres conclusiones mortales contra la fidalguía e nobleza por virtud de los dichos dardos e fuerça de las actoridades exçelentes e verdaderas contra sus dichos se lançarán, etc. Pues agora es de oír las conclusiones del dicho doctor, que dizen así

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Conclusión primera307 Primera conclusión del Bártulo dize así, qu’el linaje no da la nobleza. Conclusión segunda308 La segunda, que la nobleza sin dignidad no se estiende a la cuarta generaçión. Conclusión terçera309 La terçera, que más noble es aquel el cual es fecho nuevamente noble que aquel que desçiende de noble y antigua generaçión, las dichas conclusiones pone Bártulo en el libro De nobilitate310. Da fin el autor en el primero libro y comiença el segundo311.

307 Conclusión primera] M: omitido Conclusión segunda] M: omitido // S1 y S2: Conclusión segunda del Bártulo 308  309 Conclusión terçera] M: omitido // S1 y S2: Conclusión terera del Bártulo 310 las dichas conclusiones pone Bártulo en el libro De nobilitate.] M, S1 y S2: omitido 311 Da fin el autor en el primero libro y comiença el segundo.] M, S1 y S2: omitido

Aquí comiença la contradiçión contra el Bártulo; e dereçando el primero dardo contra la primera tabla o conclusión, mostrando cómo el

Trogo Ponpeo lança o presenta la primera púa o flecha, síguese el primero capítulo

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n el proseguimiento de la presente materia no levaremos la horden que se suele tener açerca del disputar las materias, ni se avrá1 al presente de fundar por prinçipios la intençión de nuestro contradezir esta primera conclusión del famoso doctor, mas solamente tomamos por fundamiento y prinçipios asentar de plano y alegar muchas actoridades de grandes e singulares varones muy sabios y famosos, porque para los letrados asaz basta, que las dichas actoridades les son fundamiento; y para los no letrados, para quien prinçipalmente se hordena, otrosí basta, pues por otros fundamientos menos literales conosçerán e alcançarán la verdad, comoquiera que adelante en las otras conclusiones segunda y terçera se tañerá2 algund poco más los fundamientos y prinçipios que son de las mismas materias. Por tanto, inplórase venía y3 perdón de los doctos4 y enseñados5, que sus virtudes y sabiduría será mejor enpleada en enseñar y tolerar que en ásperamente reprehender; y así demos comienço al nuestro propósito6, donde es de notar qu’el dardo proferido tiene çiertas púas con las cuales trava para arrancar de la dicha tabla astillas, así bien como todo dardo tiene orejas o púas con que arranca los

1 avrá] S1 y S2: cura 2 tañera] S1 y S2: tañerán 3 inplórase venía y] S1 y S2: omitido 4 doctos] S1 y S2: doctores 5 enseñados] S2: enseñandos 6 En el proseguimiento de la presente materia (...) comienço al nuestro propósito] M: Pues sabido agora commo el dicho escudo de ofensión el cual trae el Bártulo esgremido de tres tablas duras e muy fuertes para ofender la generosa noblesa contra el cual se profieren tres dardos de contradiçión, el uno de los cuales ya enamentado, ferviente e furiosamente enbía mi flaco braço contra la primera tabla, que es desir qu’el linaje non da la noblesa // S1 y S2: copiado al final del capítulo 101 del libro anterior, vid. nota 305. Las variantes textuales hacen referencia a lo copiado en ese lugar en los manuscritos salmantinos.

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nervios del ferido. La primera es [aquello]7 que dize el Trogo Ponpeo en el su libro, capítulo LXXXVI: «Julio Çésar hordenó dos salas, en la una comían los çibdadanos e plebeos, e en la otra no comían salvo los nobles e ricos onbres fijosdalgo»; por cuyas palabras podemos claramente entender esta primera púa arrancar una fuerte astilla del escudo8 dicho como diziendo «fijosdalgo» se entiende por onbres que vienen de linaje que faze a los onbres nobles. El mismo actor en el mismo libro pone otras palabras que ayudan a estas e favoreçen diziendo así: «porque en África el nonbre de Çipión era avido (segund los fados) por claro e bienaventurado e invençible, llevó el Çésar consigo en sus huestes uno de los del linaje de los Cornelios Çipiones, al cual en oprobrio de su mala vida dezían Salviçio, etc.». Con otra nos promete favoreçer el bienaventurado Boeçio, la cual él puso en el su libro terçero, en la prosa segunda, diziendo así: «Pues en estas cosas e en otras tales se trastorna la entençión de los deseos e actos humanos, así como la nobleza de linaje e favor del pueblo, lo que pareçe tener una claridad, etc.»; pues bien se deve entender, en cuanto dize «la nobleza del linaje, etc.», e luego traen «claridad», que todo linaje desçendiendo por sus escalones de subçesión ennobleçe trayendo claridad de los pasados, la cual claridad es la nobleza, etc. Otra nos presenta el excelente Titus Libius sacada de su Primera Década, libro III, capítulo V, en el prinçipio, començando por las formales palabras: «Cesus Fabius era un mancebo fiero e ardit, al cual los dioses avían dado nobleza de linaje e de grandeza de cuerpo e fuerça victoriosa, a los cuales loores él avía ayuntado muchos nobles fechos, etc.»9 Condolido e apiadado el exçelente sabidor don Enrique de Villena, en una glosa sobre la Eneida, en el primero libro, en el fin, enbíanos una otra púa aguda e valiente que favoreçe así: «generosos quiere dezir nobles e de grand linaje desçendidos. E bien así como los que desçienden de nobles e de grandes linajes o parientes antigos son dichos generosos, así los entendimientos que son bien abituados a la soliçitud e cura de las otras çiençias antiguas aprovadas son dichos generosos e nobles».

7 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 8 escudo] M: falso escudo 9 M, S1] ¡Ó, maravilloso Dios!, ¡cuánto es la presenta flecha o púa valiente e dura; ella sola es sufiçiente para dar vitoria contra el dicho doctor (add). // S2: ¡Ó, maravilloso Dios!, ¡cuánto es la presenta flecha o púa valiente e dura; ella sola es sufiçiente para dar vitoria el dicho doctor

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Bernabé, obispo d’Osma, sobre el Regimiento de los prínçipes, nos enbía otra asaz sufiçiente para destruir o desfazer esta primera tabla del escudo10 antedicho diziendo así: «maguer los onbres baxos pueden aver lugar de no aprender letras, enpero, los fijos de los prínçipes e los fijos de los ricos onbres, quien son los grandes señores, e los fijos de los nobles, mayormente de los prínçipes»; el actoridad es clara, pero todavía es de entender que, diziendo «los fijos de los nobles», ellos lo son e sus padres lo fueron e sus desçendientes lo serán. Segund que de suso es dicho, maestro Godufredus11, en su Panteón, en el libro Numeri, otrosí Muisén en el dicho libro, pone que dixo Balán: «si en la piedra pusieres el nido tuyo e fueres escogido en el linaje de cinquenes, ¿cuándo podrás fincar?, etc.». Otrosí con gran amor e caridad el santo Boeçio ofreçe otra muy fermosa, la cual dize ser así poderosa que no podría bastar la fortaleza del dicho escudo que no la penetrase e frangiese, comoquiera que en el braço no aya tanto vigor que por virtud de su fuerça oviese el dardo de la falsar o trapasar; e agora es de oír a Boeçio en el su libro primero, prosa sesta, donde dize: «Si la alabança faze claridad, aquellos es neçesario ser claros que son loados, por ende la agena claridad no te faze claro si tuya no la tienes»; e, si en la nobleza política es algo de bien, yo pienso ser solo esto: que paresca puesta neçesidad a los nobles que no desemejen de la virtud de sus mayores o progenitores. El Titu Libio, en su Primera Década, en el primero libro, capítulo XXIV, dize: «Este Obstilius no fue solamente semejante a Numa Ponpilio, antes fue más fiero e más cruel que non fue Rómulo, ca de su hedad e su fuerça e la gloria de su abuelo esforçava el su coraçón». Pareçiendo a esta en el seso, nos presenta otra don Enrique de Villena en el libro primero de la Eneida, en una glosa, diziendo: «aquellos que vienen de noble generaçión o de buen lugar las más vezes siguen las virtudes e buenas costunbres», pues diziendo «vienen de noble generaçión», síguese cuando los pasados fueron nobles e los subçesores, como dizen «vienen», lo son. En una ley, en la Segunda Partida dize en la ley xii: «Case el rey su fija con onbre generoso e fermoso e bien acostunbrado e rico; e, si tal non lo pudiese fallar, sea a lo menos bien acostunbrado e rico12; e, si tal no pudiere aver, sea al menos bien acostunbrado13 e generoso».

10 escudo] M: falso escudo 11 Godufredus] M: Gudufre 12 e, si tal non lo pudiese fallar, sea a lo menos bien acostunbrado e rico] M: omitido 13 e rico; e, si tal no pudiere aver, sea al menos bien acostunbrado] S1, S2: omitido

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En el libro Numeri, capítulo CII, Muisén asimismo favoreçe con tales palabras: «Era el onbre de aquel pecado varón Irraclitano, Sanbri, fijo de Salú, cabdillo del linaje del tribo de Simeón; otrosí la muger medianita que murió era14 llamada Cobri, fija de Sur, cabdillo muy noble de los medianitanos». Otrosí Salustio, en su Catilinario15, fablando de Luçio Catalina dize así: «Luçio Catalina fue onbre de los más nobles e generosos de Roma»; al cual llama noble e generoso, puesto qu’él fue de grandes viçios e pecados e disoluçiones, de donde conprehende que una cosa sea noble e generoso, e otra será o es bueno o de buenas costunbres o virtuoso16. Capítulo II e III [del segundo] tratado; comiença Ovidio, famoso poeta, e contradize la dicha conclusión, otrosí otros grandes sabios

Oigamos a Ovidio, excelente poeta, el cual en el su libro intitulado De per ordos, dize así en una epístola de Paris contra Elena: «Yo te ruego que no sufras que la mi esperança sea fecha caduca e instable, ca no te demando yo

14 era] M: ella 15 Catilinario] M, S1 y S2: Catalinario 16 M] ¡Ó, vós, gente sin sospecha!, a aquellos los cuales venís de generosa e alta sangre suplico a vuestra clara fidalguía queráis interponeros açerca del tal debate entre nós, porque ya siento un calor grande el cual otorga la victoria manifiestamente, e siento los benefiçios o sus señales dulçes e favorables, las gloriosas señales del vençer; ya veo partir el águila real con apresuradas alas d’en somo de la mi vandera gritando las nuevas de la victoria. Por çierto, más apriesa arrapará con sus crueles uñas e ligeras alas las tablas del falso escudo del famoso doctor de aquel braço cruel que lo sostiene, que cuando arrapó a Ganímides cuando lo subió al çielo. ¡Ó, vós, nobles! Non es de acatar si aquel cúyo es el escudo ofendió e agravió la grandeza e alteza de vuestra generosidat e noblesa, mas vuestra mesura e cortesía, la cual es de los altos generosos, cuya condiçión es perdonar a los vençidos e derribar a los sobervios, contrastar a los poderosos, lo que non es así de aquellos a quien fallesçe noblesa e linaje, commo los tales son fuertes contra lo flaco, umildes contra lo sobervio, mansos contra lo bravo. E pues ya creo que la espiriençia de la ferida de aqueste primero dardo e el dolor cruel de los nervios que arracarán las púas de junto a la duresa de los huesos, pienso que non querrá provar el esperimento de otras más agudas que se añadirán unas a otras; todavía pertinás el duro doctor, non contento del daño resçebido, lançando piernas al aguijón, obstinado en su porfía commo si fuese omme sin linaje, de cuya condiçión es la porfía e pertinaçia; non la tal es la condiçión generosa de la fidalguía, ca allí do siente la rasón, puesto que por algunt error sostenga alguna opinión, luego commo llega la lumbre de la verdat, çesa la villana de la porfía o pertinaçia, quiere dexarse más grave ferir. Porque visto la rebeldía, el grand poeta Ovidio con gesto agradable añade o presenta una otra púa dispuesta a faser dolor en la llaga del famoso e grand doctor (add.)

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indignamente, pues soy de sangre generosa, ca si buscares nuestra generaçión fallarás a Júpiter e al rey Peleo, puesto que calle los nonbres de nuestros abuelos»; claro paresçe cómo los abuelos o progenitores cuando resplandesçen por sangre generosa e alto linaje traen como por heredamiento en los subçesores la clara nobleza, segund es testigo el autor de las palabras sobreescriptas. En el mismo libro De per ordos, en la epístola rescripta al mismo Paris por Elena, fija de Leda, diziendo así no dando a nuestra vitoria menos favor que la auctoridad antedicha: «Menospresçiaste el linaje de Menolao17 e los nonbres reales de sus abuelos, pero asaz es clara la su casa real de nobleza, aunque [Tántalo]18 e Tindarayo e Peonólope19 no fuesen de su linaje». En una liçión del bienaventurado santo Domingo, en la primera que dize la Sagrada Escritura, pareçe favoreçer y ayudar nuestro propósito cantando alabanças del bendito santo diziendo: «Pues que así es el bienventurado Domingo; fue engendrado de noble y religioso padre, el cual se llamava Juan y fue de una villa que se llamava Caniensis; la generaçión del cual linealmente floreçió sienpre açerca de gran nobleza generosa e de verdadera regla muy generosísima; congruamente fue digno, porque fue conduzido de muy generosa estirpe o linaje y de su nobleza fablamos verdaderamente o de su alto linaje del cual fue nasçido, no es por modo de jactançia: “scientes sacramentum non est personarum [acceptio] apud deum, ut ait apostolus [sive servus] sive [liber] omnes in Cristo unum sumus, etc.”»; las cuales palabras maravillosamente prueva nuestra intinçión20. Titus Libius, en su Primera Década, libro VII, capítulo XIX, otrosí nos presta otra muy provechosa, la cual dize así en el prinçipio del dicho capítulo: «Contra los [Tarquinos]21 proçedieron más duramente, ca, del grand número de los [captivos]22, treçientes e cuarenta e ocho de todos los más nobles quien23 fueron enbiados a Roma, e todos los otros fueron muertos; pero el pueblo no fue más graçioso contra24 aquellos, ca, llevados al mercado, fueron açotados25 e descabeçados, etc.»; do se sigue26 el propósito, ca tan grand numero de 17 Menolao] M, S1 y S2: Menalao 18 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 19 Peonólope] M, S1 y S2: Pelope 20 En una liçión del bienaventurado santo Domingo, en la primera que dize (...); las cuales palabras maravillosamente prueva nuestra intinçión.] M, S1 y S2: omitido 21 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 22 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 23 quien] M, S1 y S2: que 24 contra] S2: omitido 25 ca, llevados al mercado, fueron açotados] M: ca llevados fueron al mercado e açotados 26 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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una çibdad no basta razón que todos fuesen subçesores de dignidades, mas es çierto que eran llamados nobles porque eran fijosdalgo de alto e antiguo linaje e generaçión, lo cual contradize la dicha conclusión del Bártulo, pues es çierto que a estos previno nobleza del alto e claro linaje, segund qu’es dicho. Con asaz favor muy alegre nos otorga vitoria Exdras en el Paralipamenon diziendo así: «los fijos del medio tribo de Manases estovieron en la tierra, estos son los nonbres de los cabeçeras de sus padres: Ofir, Eliel, Asriel, Irmia, Edomia, Isdiel; onbres barraganes de fortaleza e onbres de nonbradía, cabeçeras de las casas de sus padres»; dase aquí a entender que aquestos eran cabdillos que son las27 cabeçeras de sus linajes, que se entiende cuando dize «de sus padres»; así que a estos vino la nobleza de sus linajes, la cual ellos poseían e después dexaron a los que d’ellos vinieron, etc. Diligentemente e con mucha alegría el Titus Libius presenta otra muy estraña, sacada de su Primera Década, libro VII, capítulo V, allí do fabla de Titus Malius, fijo de Luçius Maulius, diziendo cómo el dicho Titus començó a se razonar contra el dictador e dixo: «Sin tu mandamiento, cabdillo señor, yo no querría salir de la ordenança donde estó; mas, si a ti plaze, yo só todo presto demostrar por çierta vitoria aquella bestia salvaje que tan esforçadamente se pone adelante e nos menospreçia delante nuestras vanderas que yo só nasçido de aquel noble linaje que en otro tienpo derribó los gaulos de la [peña Carpentina]28». En este mismo capítulo, ençima, dize: «Luçius dixo aquel29 fue fecho dictador e nonbró por el cónsul Luçius por razón de fazer elecçiones antes que fuesen a la guerra, porque así como cónsul pudiese aver aventaja e la eleçión de los [subçesores]. Mas çierto la nonbradía e nobleza del buen linaje donde sus conpañeros venían o eran salidos no sufrió nin punto que d’él deviesen aver ninguna mala opinión». ¡Ó, cuand maravillosamente es concluida por las sobredichas sentençias la dicha conclusión del famoso30 doctor!31 Pues dime, doctor reverendo, ¿puede 27 las] M, S1 y S2: los (el impreso ofrece ambas formas; mantengo aquí la lectura del impreso). 28 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 29 dixo aquel] M, S1 y S2: dixo que aquel 30 famoso] M: dicho 31 M: El Trogo Ponpeo socorre piadosamente con otra púa graçiosa, sentido de la grand inumanidat e cruesa cometida contra la grand generaçión de la fidalguía disiendo: «¡Ó, grand generosidat!, ¿cómmo puede ser que se sufra tan estraña abusión que un onbre cuyo padre non es conosçido en el mundo e su madre aya seído una pobre e baxa muger aya así odiosamente intentado maltraer a ti, esclaresçida noblesa, cuyo linaje los grandes e exçelentes varones, enperadores, reyes e grandes prínçipes mucho e muy mucho preçiaron e se honorificaron, cuya silla imperial e real non pudo ser sin aquella nin ella sin la inperial e real corona e de cavallería e çiençia çircundada de claras e buenas costunbres?»] (add.)

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ser por ventura que en alguna çelda o botica de las aromáticas de Alexandría, puesto que las caxas fuera lançen de la dicha casa, que grand parte de la buena olor no permanesca grand tienpo en la dicha çelda? Por çierto no. Pues deves saber que doquiera qu’el grande o antiguo linaje aya seído no puede ser que en el predeçesor no quede la nobleza. Esto afirma el Titu Libio en su Primera Década, libro II, capítulo XIII, allí do fabla que los cavalleros se apearon con el dictador, diziendo por estas palabras: «Pusieron delante de sí sus solas tarjas, la cual cosa desque la vieron, los onbres de pie tomaron grand coraçón veyendo que los nobles onbres de la mançebía de Roma se avían venido a estar con ellos prestos a sofrir su parte del peligro, etc.». Otrosí David en el salmo que comiença «Cantad al señor cantar nuevo», en el fin dize: «Para fazer vengança en los gentíos e castigos en los reyes en cadenas e sus nobles en prisiones de fierro». E luego Trogo Ponpeo dize tales palabras en su libro, título CLXXXVI32: «Bruto, cavallero noble, el cual desçendía del noble linaje de Marco Bruto de la parte del padre e de la madre de casal destorile, que era alta e noble casa e generaçión e era asimismo nieto e yerno de Catón, etc.». E luego delante dize el mismo autor: «Así fizieron en Roma la fiesta de los pastores por honor del Çésar, la cual era llamada Lupertalia, que de prinçipio pareçe que fue fiesta de pastores; e muchos fijos de grandes onbres que se dizen los generosos e nobles según la costunbre ivan de acá e de allá desguisados o dessemejados del uso de la tierra, con pieles crudas; e a cada uno que ellos encontraban dávanle en los pies por solaz; e muchas dueñas ivan de grado delante d’ellos por tal que las firiesen, porque este tal tocar o ferir era bueno para fazerles parir ligeramente, por tal que ellas se enpreñasen si no avían fijos, etc.». El bienaventurado santo Isidro, en el libro que escrivió de las cosas d’España fablando de los godos, movido a grand dolor e mançilla del vituperio de la fidalguía e nobleza, él como aquel que venía de aquel generoso linaje real de los godos e de los santos, como agraviado de la tabla33 primera del escudo34 de que avemos fecho mençión, cuyas astillas ya veemos esparzirse e bolar por el aire, quiso enbiar o añadir una virtuosa púa aguda en favor del claro derecho y justa querella de la alta e clara nobleza diziendo así: «Teodosio vino en España e estudo en ella doze años por dexalla paçífica a un su nieto, el cual tomó por muger a una noble señora de Toledo del noble e antiguo linaje de los españoles, por cuyo respecto dio a España los previllejos e

32 clxxxvi] S2: capítulo ochenta y seis 33 la tabla] M: la falsa tabla 34 escudo] M: escudo falso

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preheminençias que los godos tenían, de quien vino aquella santa generaçión de Leanro y d’este Isidro, otrosí Fulgençio, Florentina, Teodosia, Emergillo, quien35 fue nieto e su padre fue duque de Cartagena»; pues acatando que dize una dueña noble36, [síguese]37 que lo era, pues [disiendo]38 del noble linaje e antiguo de España, [síguese]39 que aquel linaje e generaçión noble ennoblesçía a la dicha dueña, lo cual contradize e destruye la dicha conclusión entendida por aquella tabla del escudo mençionado. Pues, como ayamos fablado d’este bienaventurado santo Isidro e de la alta sangre suya, grand razón es que le demos conpanía generosa e santa, donde es de saber que aquel autor que conpuso el Açenario debolas visto la querella injuriosa que la clara nobleza del dicho doctor e de la tabla40 e escudo resçibía presenta çiertas púas muy fuertes para traer en vitoria gloriosa la dicha batalla; el cual autor dize así: «Sant Bernaldo fue nasçido de muy claro e noble linaje; fue varón de grand abstinençia e de muchas virtudes, etc.»; otrosí dize: «El bienaventurado Sant Viçente fue noble de linaje, pero más fue por fe e por religión»; otrosí dize en el mismo libro el mismo autor: «Julián fue obispo de Çena; este fue aquel que albergó a nuestro Redentor; este fue aquel a quien rezan los caminantes; ovo otro Julián que mató a su madre inocentemente; otrosí fue otro Julián natural de Alemaña, fue de41 muy noble e claro linaje42, pero así como fue noble por fe fue enemigo de los preseguidores de la fe de Cristo»43. Paulo Longobardo, el cual fue grand estoriador, con gesto alegre e plaziente nos socorre con otra maravillosa diziendo: « [El]44 bienaventurado Gregorio fue engendrado e desçendido del noble linaje de la liña de los senadores de Roma; su padre ovo nonbre Gordián; fue soberano filósofo en su joventud, e muy grande e rico onbre; él pensó desanparar todas sus cosas, etc.». Otrosí Titus Libius, en el libro IV, capítulo X de la su Primera Década, nos presenta otras muy provechosas al nuestro intento o propósito; la primera es allí donde se fabla contra Emilius, onbre rico el cual quisiera señorear, contra el cual son dichas las presentes palabras: «Más que onbre [era]45 este que 35 quien] M: que 36 dueña noble] M: noble dueña 37 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 38 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 39 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 40 la tabla] M: la falsa tabla 41 de] S2: omitido 42 muy noble e claro linaje] M: muy noble linaje e claro 43 Cristo] M: Jesucristo 44 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 45 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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esto avía [cobdiçiado, que en él non avía] 46 nobleza»; dize luego adelante: «Ca los Claudios e los Castos levantaron [sus]47 coraçones por sus parientes e por razón de sus ofiçios e dignidades, otrosí por razón de las claras famas e nobleza de los linajes de donde ellos venían»; en el capítulo XV dize48: «Muçius Mesius, el cual era un cavallero muy acabado e muy noble por linaje e grande de fechos, etc.»; en el capítulo XVIII dize: «Sobre todas las otras cosas avían llorado e planido los nobles e los fuertes cavalleros así por plaça, etc.». Dize en el mismo Açenario: «Santa Lucía fue de generoso y grand linaje». Sant Ambrosio en favor e ayuda de la fermosa nobleza presenta otra púa bastante de sola su vigor e fuerça destroír e desfazer la dicha primera tabla así diziendo: « [Agnes]49 fue sabia e muy fermosa, la cual seyendo moça un mançebo fijo del pretor de la çibdad se enamoró d’ella, ella viniendo del escuela, pero [Agnes]50 a las palabras del mançebo respondió que tenía un esposo el cual tenía çinco cosas que pertenesçen a esposo: la primera es nobleza de linaje; la segunda, fermosura de cuerpo; la terçera, abundançia de riquezas; la cuarta, fortaleza; la quinta, derechura». El doctor que conpuso el libro mençionado muy ledo nos otorga otra muy provechosa a la nuestra vitoria, el cual dize así: «Dona Blesilla fue madre de santa Paula; fue del linaje de los griegos e de los Çipiones, que en aquel tienpo eran los más onrados e nobles linajes de Roma; e cuéntase en las storias que Rogates fuesse su padre, el cual fue descendido del grand rey Agamenón». Lucano, en el VII libro de las Batallas çeviles, dize en persona de Ponpeyo: «Cornelia, noble muger, por ti, noble por nobleza de tan51 grandes e antiguos abuelos como aquellos de donde vienes, ¿por qué quebrantas a ti, etc.?». Capítulo IV, del segundo tratado por introduçión E pues así copiosamente avemos fecho mençión de los santos generosos e nobles desçendidos de grandes linajes e alta sangre, segund es dicho, las cuales autoridades destruyen e anulan la tabla del escudo del Bártulo, bien será oír al venerable Vergilio, el cual muy indignado viene con un goldre de oro en el cual trae çinco flechas fuertes e agudas e muy vitoriosas, al cual, segund su alta sabiduría e reverençia, diligentemente es de oír con grand atençión.

46 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S2 y S2. 47 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 48 dize] M: dise dise 49 Augostino] M: Agnes // S1 y S2: Agus (enmiendo atendiendo a la lectura de M). 50 Enmiendo atendiendo a M y S1. 51 tan] M: omitido

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Capítulo V del II tratado, en el cual el Virgilio, sabio famoso, comiença contradiziendo la dicha conclusión e profiere e lança çiertas flechas; otrosí don

Enrique e otros sabios

La primera flecha del reverendo Vergilio, la cual presenta en favor de nuestra vitoria, todo el seso de aquella consiste en alabança del Çésar, porque es de notar que toda la Eneida no fue fundada por el Vergelio salvo por mostrar la nobleza e alteza de la generaçión de Eneas, por onorificar e sublimar al Otaviano Augusto; açerca de lo cual es de oír al grand sabio don Enrique de Villena marqués, el cual dize así: «el Çésar dexando a Otaviano por fijo adotivo apoderado en el trono [augustial] del sagrado inperio tranquilo ovo facultad de sobir; ocurriole por reparar esta mengua, sin la cual mejor comutada los otros loores padesçerían eclipsi»; de do se conprehende que Virgilio considerando que al Çésar no falleçiese otra cosa seyendo en la silla inperial salvo la notificaçión del linaje —que por entonçes no era tanto sabido— introduxo la Eneida manifestando qu’el Çésar era desçendido del alto linaje de Anquizes, rey d’Escania, lo cual bastaría para aterrar e desfazer esta primera tabla e las otras todas del escudo ya dicho52. Capítulo VI del segundo tratado, en el cual Virgilio lança çiertas flechas contra la dicha tabla falsa de Bártulo contradiziendo En el libro cuarto pone Virgilio que Dido dixo por Eneas cuando andando a monte les tomó grande agua e se metieron amos53 en una cueva: «Por çierto, agora creo no sea vano aquel dezir por todos afirmado aquel sea del linaje de los dioses, ca el temor faze testimonio o testigo al coraçón en quien es, sea de pequeño e baxo lugar o linaje, mas tanta osadía con discriçión no puede ser sino en coraçón noble e de alta generaçión produzido».54 En poz de aquella enbió otra no de menor virtud e fortaleza escrita en los tendales, como fue sacada del libro seteno, capítulo VIII, diziendo así «Pico

52 M: Pero endurecido el porfiado doctor conviene lançar contra él las flechas proferidas, etc. (add.) // S1 y S2: Pero es endurecido el porfiado doctor conviene lançar contra él las flechas proferidas etc. 53 amos] M, S1 y S2: amos a dos 54 M: ¡Ó, reverendo maestro e grand doctor! ¡Cuántas e cuántas graçias te fago por parte de la alta noblesa generosa, porque tan gloriosamente quisiste dar favor e ayuda con tus divinales armas muy temerosas, las cuales ya veo commo fasen todo temblar al duro doctor de conosçer su pecado! En verdat claramente muestra esta tu flecha cómmo la honorable diesa Minerva te presentó las semejantes armas victoriosas. Pero non enojado ni contento de todo daño meresçido açerca del doctor çevil (add.)

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fue abuelo de Latino», e luego dize «en su palaçio Latino tenía pintadas las imágines de sus progenitores»; e dize en las mismas palabras las figuras o imágenes de los antiguos abuelos por su horden de antiguo çedro en tablas: de Ítalo; del padre Sabino e del senbrador de los sarmientos, teniente de yuso de la imagen de la foz corva; el viejo Saturno; e Junio, cuya imagen avía dos fazes en la entrada del palaçio; e los otros reyes hordenadamente que padesçieron llagas desde el comienço peleando o batallando por la patria suya. Titus Libius nos presenta otra sacada de la su Primera Década, libro IV, capítulo XXIX, las cuales letras dizen: «Eran allí tres tribunos, todos bivos e aperçebidos e onbres nobles de linaje»55. Capítulo VII, donde Virgilio lança çiertas flechas de contradiçión al dicho escudo del Bártulo Por introduçión de la cual flecha es de notar cómo pone Virgilio en el seteno libro, capítulo IX, que Eneas enbió sus mensajeros al rey Latino açerca de sus amistades, los cuales dixeron así contra Latino: «El sol viniente del estremo çielo e oriental parte vee ser grande en el pasado tienpo el nuestro linaje, el cual ovo comienço de Júpiter e Dárdano», el cual salió d’él gozándose mucho aquel aver por abuelo»; porqu’es mucho de notar con cuánta gloria los mensajeros de Eneas se engrandesçían cuando con tanto ardor e afiçión se gloriavan açerca de la alta e clara nobleza del grande e antiguo linaje de Júpiter e de Dárdano e Troilo, de do fueron desçendidos los altos onbres de Frigia, los cuales llegados al rey Latino en sus fermosas palabras querían informar e avisar de la alteza de aquel linaje de donde venían, lo cual valientemente [enllena]56 e satisfaze nuestro propósito. E luego con ira sañoso sin dilaçión fuertemente lançó la otra, la cual los mismos mensajeros dixeron contra Latino diziendo: «El rey troyano Enea, de la soberana gente e sangre de Júpiter e de su linaje, nos enbía a la su casa, etc.». Otra sacada del libro seteno, capítulo XX, dixiendo: «Turno exortava e convocava a las armas; a unos movía membrando la fermosura del cuerpo e juvenil hedad; a otros, desçender de los linajes de los reyes e aver visabuelos grandes, etc.».

55 M: ¡Ó, doctor, cuya vergüença he mansilla!, yo te ruego que, visto cómmo esta cruel flecha te ha así traspasado e penetrado todo el escudo e las tus carnes ya corren sangre, solíçita e diligentemente otorgues la falsedat manifiesta que fesiste contra la noblesa antes que suelte la cuerda del corvo arco el valiente maestro e enbíe otras e otras así crueles flechas que terrescan todo el poder de tu vida con el loor ganado en las leyes çevilles. E él, commo con cara de ira, los ojos movidos en saña, senblante mostrase de lo cual non apiadado, Virgilio lançó la otra dura e cruelmente. 56 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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Notando pues bien las dichas autoridades del reverendo maestro, grande es la sufiçiençia de su vigor e fortaleza para desfazer cualquier fuerça [que]57 las tablas del dicho escudo o las58 conclusiones de su opinión del dicho doctor çevil [toviesen]59. E asaz son bastantes las cosas dichas; pero, por más60 a los dudosos satisfazer, ellos no se enojen de oír, ca yo no puedo cansar ni enojarme de dezir por mejor los apartar de semejantes dudas perjudicables a la alta e generosa nobleza, enperatrís e reina de la fidalguía; a fin de lo cual, Titu Libio, en su Primera Década, libro segundo, capítulo II, dize fablando de Oraçio Clase aquel su grand fecho de la puente: «dos ovo de aquellos de su partida que eran nobles e claros por fe e por su linaje: el uno era Espurius Lucius; el otro, Terminius, etc.». Aquel grand poeta Ovidio en el su Metamorfoseos dize otrosí: «el rey Júpiter e la reina Junio61 seyendo hermanos, porque no fallavan de tan alta sangre e linaje como ellos con quien casasen, casaron amos a dos hermanos en uno». En el mismo libro dize: «Narçiso fue un mançebillo fermoso e demás62 desçendido de altos onbres e de gran generaçión e tanta fue su fermosura, etc.». En el su libro intitulado Pordos en una epístola dize Ipomestra: «Lino, del linaje de Belo el antiguo tú que fincas solo, etc.». El mismo dize que Danao fizo un monesterio en el cual metió o puso Ipomestra con otras muchas dueñas e donzellas e generosas e fijasdalgo; esto mismo fizo Ércoles en Laçecemonia, en el cual monesterio puso a Megera; pero aquí no avían de entrar salvo generosas e nobles fijasdalgo. Capítulo VIII, en el cual faziendo comienço el Valerio Máximo lança çiertas flechas valientes contra la dicha tabla

Partiendo la mano de las cosas del grand maestro Virgilio, asimismo del Ovidio, gran poeta, el virtuoso Valerio Máximo —con grand zelo el cual paresçe tener a la clara nobleza— hanos proferido ayuda de otras algunas flechas fuertemente dispuestas para ferir o lançar dentro de aquel escudo ya dicho, en espeçial contra la presente tabla o conclusión primera; donde es de notar que la primera flecha del dicho Valerio es la siguiente, sacada del título «de enemistad tornada en amistad», en el prólogo del dicho título; la cual dize: «Visto en que forma la virtud de

57 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 58 las] M: omitido 59 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 60 más] M, S1 y S2: más le atormentar e 61 Junio] M: Juno 62 e demás] M, S1 y S2: a demás

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tenplança es ilustrada e ensalçada por onbres nobles, generosos e muy virtuosos, traspasaremos, etc.». Otrosí en el postrimero título «de paçiençia» nos presenta otra diziendo: «cómo la paçiençia no es enojosa, ca a los onbres de menor condiçión dexa entrar fasta las fonduras e secretas abitaçiones [suyas]63 e que, a los que quieren fablar con ella, no açepta64 unas personas más que otras, mas —conbidando a todas igualmente— no estima a los onbres segund sus generosidades preçiando más a aquellos de mayor linaje, mas solo para mientes al que ha el querer de obras virtuosas, donde nasçe que muchas vegadas aquellos que son nasçidos de baxos e pequeños padres suben en soberana dignidad e, por el contrario, los fijos de personas nobles e generosas enbueltas en algund viçio convierten en tiniebras el resplandor que les proçede de sus padres virtuosos e nobles, etc.»65. En el título «de confiança», capítulo XVII66: «No me dexan los prínçipes e nobles fazer tardança recontando comunes de gentes de poco estado e sin linaje, porque me conviene recontar de los onbres generosos e nobles, etc.». Sin tardança ni mayor deliberaçión enbió o lança67 otra, del título iii, «de abstinençia», en el prólogo del dicho título, escripto en sus duros tendales agudos de amas partes diziendo: «Con grand cuidado se deve recontar en qué forma los onbres generosos e virtuosos con consejo loable e derecha razón removieron de sus coraçones la furor e cobdiçia de avariçia e luxuria, etc.». ¡Ó, tú doctor!, si quisieres considerar profundamente con verdadera e derecha intençión el seso o sustançia de la dicha autoridad! E vós, los dubdosos o disciplos del dicho doctor, ¡cómo fallarés concluida e del todo desfecha la miserable68 tabla del escudo escrito, notando que aquellos que de claro linaje son nasçidos, acatando las virtudes de aquellos pasados de do son produzidos, apresuradamente e más aína se convierten a las virtudes, arredrándose de los69 viçios, que los otros onbres!

63 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 64 açepta] M y S1: eçeta 65 M: ¡Ó, maravilloso Dios!, ¡e cuánd clara e resplandesçiente queda la generosa e alta noblesa cuando del cruel dolor de aquesta presente ferida de aquesta mortal e enarbolada flecha el reverendo doctor ha dado tan espantable grito amargoso e triste, veyendo así el coraçón traspasado e la falsa tabla arrancada e desfecha, penetrada así virtuosamente que non es bastante a sostener por lugar sano! Otrosí le querrá lançar este sabio e virtuoso varón, el cual me paresçe que apareja otra tendiendo el arco con todo su poder e fortalesa, amenazando la vida del pertinás e porfioso doctor, al cual sin paçiençia nin caridat arrebatadamente lança disiendo (add.) 66 XVII] S2: sétimo 67 lança] M, S1 y S2: lançó 68 la miserable] M: la inica y miserable 69 los] M: los otros

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E luego metiendo la mano al goldre otro, «de la gratitud», capítulo XII, en el fin, lançó otra por aquel lugar desarmado do fallesçió defensa, escrito en sus tendales: «¡Ó, vós, prínçipes e noble gente estraña!, pues que sois puestos en conviniente lugar, la memoria de gente del pueblo o baxa no vos tira cosa de honestidad». Capítulo IX, en el cual comiença el rey don Alfonso, el cual lançó con el fuerte arco una mortal flecha contra la dicha tabla

Grand consolaçión e dulçor avía agora yo como a un tan virtuoso e sabio varón imaginase, e no quisiera partir la mente70 o voluntad de su favor e ayuda; pero ocurrido el valiente e esclareçido prínçipe rey glorioso Alfonso —del cual se alaba Toledo dixiendo [que]71 de su bienaventurada72 mano fue restaurado o redemido—, el ayuda e favor del cual no es de menospreçiar, mas de açeptar e reçebir con reverençia e veneraçión, amas a dos rodillas fincadas73 en tierra; el cual, con aquel esfuerço e poder que74 ganó a Toledo, con aquel mismo es movido, sobervio e indignado, solícito e ardid, levantado con su poderosa e franca mano e fortaleza a defender e anparar la gloriosa nobleza, afirmando que a su realeza, estado e dignidad pertenesçe defender e esforçar su justa querella, como aquella que de los reales estrados e altas sillas de la real corona e de cavallería se engendró e nasçió; donde furiosamente tomando el arco de contradiçión en sus poderosas manos75, las letras escritas

70 mente] S1 y S2: mano 71 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 72 su bienaventurada] M: su valiente e bienaventurada // S1 y S2: valiente e esclaresçido prínçipe rey gloriosso Alfonso, del cual se alaba Toledo disiendo que de su valiente 73 fincadas] M, S1 y S2: firmadas 74 con aquel esfuerço y poder que] M: con alegre esfuerço e con aquel poder que 75 M y S1: commoquiera que el dicho arco toviese firme e dura su cuerda, pero aun con la grand caridat e amor avida a la alta noblesa, non contento de aquella resiura ni de las bueltas dadas de los otros sabios e grandes varones, puesto el un pie en la una enpulguera junta en el suelo e la otra alta e la otra en la mano derecha, le dio dos bueltas que apenas otro onbre lo podía antes tender; e dadas, puso una fuerte e cruel flecha en la cuerda e entre sus dedos; e con grand odio, pesar e saña lançó por lo descubierto del lado del famoso doctor çevil, el cual no pudiendo sostener la dicha tabla cayó ahinojado con grand grito amargo, afirmando que de su pertinaçia e porfía se quería partir (add.) // S2: commoquiera que el dicho arco toviese firme e dura su cuerda, pero aun con la grand caridat e amor avida a la alta noblesa, non contento de aquella resiura ni de las bueltas dadas de los otros sabios e grandes varones, puesto el un pie en la una enpulguera junta en el suelo e la otra alta e la otra en la mano derecha, le dio dos bueltas que apenas otro onbre lo podía antes tender; e dadas, puso una fuerte e cruel flecha en

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en los tendales de la valiente e cruel flecha son las siguientes, de la misma corónica del exçelente e esclareçido rey, al cual todos los generosos e nobles oigan atenta e solíçitamente con gran reverençia e devoçión: Infantes, pues que vós dezís que las fijas del Çid no son vuestras iguales ni para vuestras mugeres, ¿para qué me pedistes por merçed que vos las demandase por mugeres para vós, etc.? Yo mando a los del Çid que vos metan o pongan culpa cuanto pudieren con razón, e vós trabajad por vos defender, ca yo oiré entramas las partes e vos terné derecho, segund el fuero antiguo de los fijosdalgo d’España; e a lo que dezís que sois fijosdalgo más qu’el Çid, a esto vos respondo e digo cuánto sois engañados e no lo aprendistes bien, ca el Çid Ruy Días es fijo de Diego Laínes e nieto de Laín Calvo, que fue uno de los [jueses]76 escogidos e dados para yusgar e mantener el reino de Castilla, e el otro fue Nuño Rasura, que fue padre de su abuela doña Teresa Nuñes, que fue su muger de Laín Calvo, su abuelo; e d’este Nuño Rasura venimos nós, los reyes de Castilla; e así somos de un linaje de partes de su padre; don Diego Laínes fue casado con su madre, doña Elbira Nuñes, que fue fija del conde don Nuño Álvares, señor de Amaya; e así paréçeme que viene de la más alta sangre que ay en Castilla. E demás qu’el Çid es el más onrado cavallero ni más acabado varón que nunca ovo otro tal en vuestro linaje.

Valerio Máximo lança o presenta otras dos muy maravillosas e muy sufiçientes a concluir la dicha quistión; la primera sacada del título e capítulo «de semejança», que comiença así: «Cornelio Çipión, qu’era onbre mançebo noble77 e de gran linaje, como él abundase en muchos sobrenonbres muy generosos de los de la su gente, que perteneçían a su generaçión, no pudo, etc.»; la segunda, del fin del dicho capítulo, dize así: «No pudieron ayudar al dicho Çipión ni la su [virtuosa]78 vida ni tanta gente generosa que era en79 su linaje, que él no oviese ensuziado de la injuria del nonbre tan menguado e tan vituperioso como era el dicho [Çipión]80 carniçero, etc». Valientemente [ayudan]81 e favoreçen las dichas sentençias del dicho sabio exçelente.

la cuerda e entre sus dedos; e con grand odio, pesar e saña lançó por lo descubierto del lado del famoso doctor çevil, el cual no pudiendo sostener la dicha tabla cuyo ainorado con grand grito amargo, afirmando que de su pertinaçia e porfía se quería partir (add.) 76 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 77 onbre mançebo noble] M: noble ome mançebo 78 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 79 en] M: con 80 Serapión] M: ser Çipión // S1 y S2: omitido 81 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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Capítulo X, en el cual con el dicho arco los sabios que conpusieron las Partidas con el rey don Alfonso lançan çiertas flechas contra la dicha tabla contradiziéndola por introduçión

E luego los sabios que conpusieron las Partidas con el rey don Alfonso, claro, esclareçido e sabio rey de Castilla, presuradamente e cortés tomando el arco de la liberal e [franca]82 mano del rey don Alfonso, al rey don Alfonso le dieron; el cual en nonbre de todos los dichos sabios lançó çiertas saetas enponçonadas83; pero antes84, para contradezir la dicha opinión,

82 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 83 enponçonadas] M: enponçoñadas de fuego de alquitrán involutas y guarnidas, las cuales así poderosamente e con tanta indignaçión fueron lançadas que, tocada malvada del falso escudo, luego fue quemada e el coraçón del dicho doctor çevil partido e quemado, por cuyo dolor furiosamente gritando ovo de confesar aver sostenido la dicha tabla o conclusión malvada e falsamente creyendo dar opinión al mundo que solo el que usase de algunas virtudes o buenas costunbres sin más acuerdo ni inquisiçión de linajes su linaje fuese la virtud, non curando de declarar que la virtud fuese prinçipio de la alta noblesa para adelante en los subçesores, nin que fuese nesçesaria actoridat del prínçipe o del prinçipado, nin la claridat del linaje, segunt es provado, nin las antigas riquesas, mas solamente la virtud e buenas costunbres; de la cual opinión e conclusión él se partía commo aquel que de solo su prinçipio de sí mismo se esforçando, non teniendo parte de la cual travase para se ennoblescer salvo sola la virtud, e que a esta cabsa daría opinión a los otros plebeos o omes sin linaje a se estimar en el somero e flaco prinçipio d’ellos mismos, do // S1: enponçoñadas de fuego de alquitrán involutas y guarnidas, las cuales así poderosamente e con tanta indignaçión fueron lançadas que, toda la tabla malparada del falso escudo, luego fue quemada e el coraçón del dicho doctor çevil partido e quemado, por cuyo dolor furiosamente gritando ovo de confesar aver sostenido la dicha tabla o conclusión, creyendo dar opinión al mundo que solo el que usase de algunas virtudes o buenas costunbres sin más agrado n’inquisiçion de linajes su linaje fuese la virtud, non curando de declarar que la virtud fuese prinçipio de la alta noblesa para adelante en los subçesores, nin que fuese nesçesaria actoridat del prínçipe o del prinçipado, nin la claridat del linaje, segunt es provado, nin las antigas riquesas, mas solamente la virtud e buenas costunbres; de la cual opinión e conclusión él se partía commo aquel que de solo su prinçipio de sí mismo se esforçando, non teniendo parte de la cual travase para se ennoblescer salvo sola la virtud, e que d’esta cabsa daría opinión a los otros plebeos o omes sin linaje a se estimar en el somero e flaco prinçipio d’ellos mismos, do // S2: enponçoñadas de fuego de alquitrán involutas y guarnidas, las cuales así poderosamente e con tanta indignaçión fueron lançadas que, toda la tabla malparada del falso escudo, luego fue quemada e el coraçón del dicho doctor çevil partido e quemado, por cuyo dolor furiosamente gritando ovo de confesar aver sostenido la dicha tabla o conclusión, creyendo dar opinión al mundo que solo el que usase de algunas virtudes o buenas costunbres sin más agrado n’inquisiçion de linajes su linaje fuese la virtud, non curando de declarar que la virtud fuese prinçipio de la alta noblesa para adelante en los subçesores, nin que fuese nesçesaria actoridat del prínçipe o del prinçipado, nin la claridat del linaje, segunt es provado, nin las antigas riquesas, mas solamente la virtud e buenas costunbres; de la cual opinión e conclusión él se partía commo aquel que de solo su prinçipio de sí mismo se esforçando, non teniendo parte de la cual travase para se ennoblescer salvo una virtud, e que d’esta cabsa daría opinión a los otros plebeos o omes sin linaje a se estimar en el somero e flaco prinçipio d’ellos mismos, do 84 pero antes] M, S1 y S2: omitido

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oigamos a Tito Libio, el cual en su Primera Década, libro VI, capítulo XIII, de lleno en lleno lo contradize allí do fabla [de]85 Luçius Scolo; el cual dize las siguientes palabras: «Llamó al consejo a Luçius Sergius, un mançebillo muy despierto, al cual no fallesçía cosa ninguna salvo solamente linaje de fijodalgo o nobleza»; do pareçe que la dicha [opinión] 86 es vana87, ca este era virtuoso, rico e esforçado e bien dispuesto, pero dize que al dicho Luçius falleçía linaje de fidalguía, que es la nobleza. E pues así la primera flecha88 lançada de aquella sabia e poderosa mano del rey don Alfonso, oigamos las letras escritas en los crueles e ponçoñosos tendales de la dicha flecha sacadas del título xxi, «De los cavalleros» en la Segunda Partida, ley primera. Capítulo XI, el cual trata de las prometidas flechas segund son

puestas en las mismas leyes; otrosí cómo fidalguía viene por tres maneras; otrosí cómo, por virtud del privillejo de fidalguía,

el fidalgo puede fazer pleito omenaje, del cual no puede usar el onbre plebeo

Cavallería antiguamente fue llamada la conpañía de los onbres nobles que fueron puestos para defender la tierra; e pusiéronle nonbre «miliçia», etc. Ovo este nonbre de mil, ca antiguamente de mil onbres escogían uno para lo fazer cavallero; los cuales fueron escogidos para cavalleros fueron e son los más onrados de todos los onbres o defensores, etc.89, por estas razones90, antiguamente escogían de los venadores del monte para fazer defensores, que son onbres que sufren mucho trabajo e lazerio, e canteros e pedreros, porque usavan ferir de manos; otrosí carniçeros, porque pareçía que fueran crudos para matar e derramar sangre; e esto se usó gran tiempo, etc. Mas después, porque vieron que estos tales no aviendo vergüença olvidavan todas estas cosas e en lugar de vençer sus enemigos vençíanse ellos, tovieron por bien los sabidores que catasen para esto onbres que naturalmente oviesen en sí vergüença, ca sobre esto dixo Vegeçio —que fabló de la horden de cav[a]llería— que la vergüença vieda al cavallero que no fuya de la batalla, etc. E cataron sobre todas las cosas que fuesen onbres de buen linaje, porque se guardasen de cosa de que pueda

85 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 86 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 87 vana] S1 y S2: una 88 la primera flecha] M, S1 y S2: de la primera flecha vençido 89 etc.] M: omitido 90 M] etc. (add.)

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caer en pena91 de vergüença; e, porque estos fueron escogidos de buenos lugares e de «algo» —que quiere dezir «bien»—, son dichos «fijos de algo». Lucano en el sesto libro de Las batallas çíbdadanas dize: «tremíen92 los coraçones sin linaje covardes, ca los medrosos sienpre piensan lo peor». E en algunas partes son dichos «gentiles onbres»; e ovieron este nonbre de «gentileza», que muestra tanto como nobleza de virtud e bondad, ca los gentiles fueron nobles más que otros93; do es de saber que la nobleza viene por tres maneras, o por linaje o por sabiduría o buenas costunbres, pero mayormente vienen los nobles de linaje antiguo. Estos [atales]94 deven ser escogidos que deçiendan de95 línea derecha de los fijosdalgo de96 padre e de97 abuelos98 fasta el cuarto grado99 que llaman visahuelos, etc. Esto tovieron por bien los antiguos, porque dende aquel tienpo adelante no se pueden acordar los onbres, e porque, cuanto más adelante o de lexos viene la fidalguía, tanto creçe más en su honra fidalguía, etc. En el Anriquina en la quistión «de nobleza» dize: «ansí como en el fuego es conosçida su propiedad de calor en las cosas que son calientes, así fidalguía es conosçida por virtud de linaje de nobleza en los fidalgos, pues bien así como bondad es virtuosa por virtud, así fidalguía es noble por nobleza e nobleza es generosa por fidalguía»; es de saber —segund el dicho autor— cómo, por virtud del previllejo de fidalguía, el fidalgo puede fazer pleito e omenaje, del cual no se puede usar el onbre plebeo o sin linaje o villano. Por tanto —dize— fidelidad nunca es segura de lealtad e verdad salvo en el vínculo del pleito e omenaje; esto es porque todos los otros sacramentos alcançan dispensaçión e remisión de la Santa Iglesia, pero no el pleito omenaje, ca no es absuelto salvo por vía de riepto de batalla o sangre de verdad, de lo cual resulta cómo los fidalgos deven conosçer cómo grand cosa es el sacramento del pleito e omenaje. Dize el dicho autor que los fidalgos son fin de [privaçión]100 en cuanto son privados101 de maldad; dize más, que fidalguía es [prinçipio]102 de fidelidad, e así

91 pena] M: cosa 92 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 93 más que otros] M, S1 y S2: omitido 94 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 95 de] M, S1 y S2: de la 96 de] M: del 97 de] S2: omitido 98 abuelos] S1 y S2: abuelo 99 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 100 prinçipio] M y S1: privaçión // S2: provaçión 101 privados] S2: provados 102 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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es causa efiçiente de toda obra fiel; otrosí es causa material de materias buenas, grandes, potentes, virtuosas e verdaderas, en las cuales son sustentados los fidalgos dotrinados en honesta dotrina; otrosí es causa formal, la cual [da]103 regla de virtuosamente bivir; asimismo es causa final, en la cual los fidalgos han perfeçión e recreaçión; otrosí dize el dicho autor que fidalguía primero entiende en la honor e natura e linaje, que no en valor tenporal. E por tanto fue permitido a los fidalgos que pudiesen fazer rieptos e desafiamientos entre sí, e otras cosas que concurren en fidelidad; otrosí dize que el fidalgo que ha mayor dileçión o amor en valor que en onor es bautismo por el cual viene de fiel a infiel, en cuanto honor es previllejo esençial e natural de fidalguía con el cual nasçen los fijosdalgo e con él mueren e de aquel goza la liña derecha de su natura e linaje. E, por tanto, los fidalgos, por observar aqueste previlegio, dispónense a muertes, lisiones corporales, otrosí perdiçiones de bienes tenporales; e, recobrando honor, no han memoria ni sentimiento de valor en fidalguía; otrosí que infidelidad e villanía tomaron conquista contra fidelidad e fidalguía; e otrosí dize el autor que honor es en natura, la cual es existente e permanente en su bondad, grandeza, duraçión, potestad, virtud e verdad, los cuales son prinçipios de fidalguía e más fidelidad. Por tanto, los fidalgos han mayor e más intenso sentimiento del desonor que no el villano o plebeo, en cuanto el villano más trabaja e más amor tiene con valor que con honor, que, cuando sube en honor, esto es contra su naturaleza; e, por tanto, el villano cuando vee su fortuna de valor en natura de onor no se conosçe e conçibe presunçión e da de sí influençia de extensa perversión. Dize más, esto104 es en cuanto los bienes tenporales siguen105 al valor e como estos sean comunicados açerca de los buenos; pero aquí106 es de notar que açerca del honor no es así, ca el107 honor no es108 comunicado109 salvo çierca de los buenos e virtuosos, de donde se sigue que onor no puede estar en onbre malo e viçioso; e dize más, que el villano vende la honor por valor, en cuanto su honor es valor, e más teme perder valor que honor; e, cuando es satisfecho del valor, no cura de honor; esto dize qu’es por respecto de la mengua e indigençia de linaje e natura de la cual nasçe110.

103 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 104 esto] S1 y S2: esta 105 siguen] S2: segund 106 pero aquí] S1 y S2: para que 107 el] M: la 108 así, ca el honor no es] S1 y S2: omitido 109 comunicado] M, S1 y S2: comunicada 110 nasçe] M, S1 y S2: caresçe

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No obstante la confisión fecha del famoso doctor lastimado e ferido e desfecha toda la dicha tabla o conclusión, es de añadir más flechas, que son los111 autoridades; e, siguiendo a la primera sufiçiente e bastante a la dicha destruición e desfazimiento e por sobreabundar —pues, como dizen, nunca amarga el manjar por mucho açúcar—, e la segunda, siguiendo la112 primera, dize así el dicho rey en el título113 «de los castillos», ley VI: «Dezimos que todo [alcaide]114 que toviere castillo de señor deve ser fijodalgo de buen linaje de padre e115 madre, ca, si lo fuere, vergüença avrá116 de fazer del castillo cosa que le esté mal ni por que sea denostado él e los [que]117 d’él desçendieren, etc.». La terçera en el título mismo, ley v, dize: «cuando el rey quisiere dar castillo a alguno onbre que no [o]viere118 hedad conplida e fuere de buen lugar, que quiere dezir fijodalgo por mereçimiento de su padre e de su linaje». En el título XXIII, «de la guerra», ley IV, dize: «por tres cosas deven los onbres ser tomados por cabdillos; la primera, por linaje, que faze ennobleçer el onbre y ser onrado y tenido en caro, porque le puedan tomar por cabdillo maguer no tenga grand lugar ni sea muy sabidor»119. Titus Libius, en su Primera Década, capítulo X, en la edificaçión del grande altar cuando Hércoles lo120 hordenó, e dize estas mismas palabras: «Por ende quiso que sacreficasen una gruesa121 vaca so un laurel e fiziesen dos familias o conpañas de gentes nobles e altas, que entonçes moravan en aquella tierra, etc.». Otrosí es de saber que en Roma cuarenta años duró que nunca consintieron que onbre plebeo oviese ofiçio de tribunadgo; esto afirma Titus122 en su Primera Década, libro VI, capítulo XIV, e dízelo así: «después de cuarenta e cuatro años acá no ha seído criado ningund plebeo tribuno de cavalleros, etc.».

111 los] M, S1 y S2: las 112 la] M, S1 y S2: a la 113 título] M: título dicho 114 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 115 e] M, S1 y S2: e de 116 avrá] M: omitido 117 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 118 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 119 En el título XXIII, «de la guerra», ley IV, dize: «por tres cosas deven los onbres ser tomados por cabdillos; la primera, por linaje, que faze ennobleçer el onbre y ser onrado y tenido en caro, porque le puedan tomar por cabdillo maguer no tenga grand lugar ni sea muy sabidor»] M, S1 y S2: omitido 120 lo] M, S1 y S2: la 121 gruesa] M, S1 y S2: grand 122 Titus] M, S1 y S2: Titus Libius

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Capítulo XII, en el cual se trata de la alta generaçión real e Nuestra Señora, trayéndola por autoridad e enxenplo açerca del favor e ayuda de la gloriosa nobleza, la cual autoridad noble de

contradize razonablemente todas tres conclusiones

Allende de las flechas enbiadas o lançadas por altas personas dichas, así en dignidades exçelentes como por grados magníficos de los grandes sabios, no es de olvidar aquella autoridad gloriosa que demuestra la esclareçida nobleza de Nuestra Señora, la cual ofendida manda al autor que conpuso e escrivió el Libro de Ruth que diga lo que sabe açerca de su antiguo e claro linaje muy generoso, porque la ofensión fecha por el grand doctor çevil terreçida paresca o al menos no ofusque la claridad de su alta123 e grande nobleza, el cual obediente e solíçito en el fin de su libro gozoso e alegre comiença otrosí segund lo pone [el]124 maestro Godufredus en el su Panteón: «Abraham ovo un fijo que ovo nonbre Isac; Isac ovo a Jacob; Jacob ovo a Judas, el cual fue mayor en la generaçión porque d’él vinieron e desçendieron los reyes; Judas ovo dos fijos en su nuera Tamar, que ovieron nonbres el uno, Fares, e el otro, Zarán; Fares ovo un fijo que ovo nonbre Esrón; Esrón ovo un fijo que ovo nonbre Arán; Arán engendró a Aminadap e fue capdillo o prínçipe del tribo de Judas cuando salieron de Egipto para el desierto; d’este vino Nasón; e, de Nasón, Salmón; Salmón tomó a la fija del rey de Gericó por muger». Aquí es de notar que el evangelista dize que esta con quien casó el dicho Salmón fue Rab, aquella que encubrió los barruntadores de Josué; e ovo en ella un fijo que ovo nonbre Boos; Boos tomó por muger una moabitana del linaje de los gentiles que ovo nonbre Rud; engendró en ella dos fijos que ovieron nonbre el uno Obed e el otro Sin; Obed tomó una muger del tribo de Judas e ovo en ella un fijo el cual ovo nonbre Isaí; Isaí engendró a David. E luego Sant Mateo, conforme con el actor sobredicho, dize: «David engendró a Salamón; Salamón, a Roboán; Roboán, a Abías; Abías, a Asa; Asa, a Josafat125; Josafat126, a Jorán; Jorán, a Osías127; Osías128, a Joatán; Joatán, Acas129; Acas130, a Ezequías; de Ezequías vino Nasón; de Nasón, Amón; de Amón, Josías; de Josías, Jaconías; de Jaconías, Salatiel; de Salatiel, Zorobabel; de Zorobabel, Abiud; de Abiud, Eliaquín; de 123 alta] M, S1 y S2: altesa 124 al] M: el // S1 y S2: el gran 125 Josafat] M, S1 y S2: Josafar 126 Josafat] M, S1 y S2: Josafar 127 Osías] S1 y S2: Obías 128 Osías] S1 y S2: Obías 129 Acas] M: a Acas // S2: a Cas 130 Acas] S2: Cas

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Eliaquín, Jacob; de Jacob, Josep; e Nuestra Señora, su esposa, madre de Dios, Jesucristo, Nuestro Redentor Glorioso. E131 es de saber que entramos eran de un linaje d’esta manera que, puesto que por ley estava que ninguno casase salvo con muger de su tribo ni la muger salvo con el varón del tribo que ella era, entre el linaje de Judas e de Leví avía una liçençia, la cual era que cualquiera de un tribo podía casar con el otro, lo que los otros tribos no avían. Esto fue hordenado para dar onra a estos dos tribos, que eran los más nobles e más onrados, ca del uno vinieron los reyes, del otro, los sacerdotes, ca entramos eran ungidos; lo cual nos da perfetísima prueva açerca de nuestra entençión e propósito, pues qu’es çierto que aún el poderoso Dios nuestro la humanidad que ovo de tomar quiso que fuese generosa e noble e de real sangre escogida [e]132 iluminada como lo fue la persona de Nuestra Señora, la cual fue desçendida de los ungidos, así como de los reyes e de los saçerdotes e perlados, que son las más onradas dignidades que sean en el mundo e así fue sienpre, segund pareçe oy e se lee del tienpo antiguo, ca los reyes o133 obispos eran los más venerables, como pareçe en Melquisedec, que fue rey e obispo de Jerusalem, otrosí Metelo, el cual era cónsul o enperador o134 obispo o saçerdote mayor en Roma. E, tornando a Nuestra Señora gloriosa, es de concluir que d’este linaje deçendió la alta nobleza135 e generosa persona suya e la preçiosa sagrada humanidad de nuestro Redentor noble, alto, generoso e fijodalgo, de parte de su madre desçendida de alto e real linaje e muy noble según qu’es dicho, lo cual no se puede negar salvo por algund infiel, ereje e malvado. E porque algún maliçioso podría dezir que tan luenga relaçión no era menester, respóndese que la semejante relaçión de aqueste glorioso linaje de Nuestra Señora fue e es neçesario, ca, si alguno esto136 quisiere137 dezir así, diría que fue superflua la mençión qu’el santo evangelista fizo, el cual no a lunbre de pajas fizo tan conplida relaçión, la cual nos informa de la alteza de aquesta real e noble generaçión. De donde nos nasçe una pregunta contra el dicho doctor çevil, la cual es que, pues si así es como él dize qu’el linaje no da nobleza138, ¿por qué los santos evangelistas e los santos doctores de la Santa Iglesia con los Santos Padres quisieron ennobleçer la eternal

131 E] M, S1 y S2: ca 132 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 133 o] M, S1 y S2: e 134 o] M, S1 y S2: e 135 nobleza] M, S1 y S2: noble (aunque esta lectura parece más lógica, no enmiendo, ya que la que ofrece el incunable también tiene sentido). 136 esto] M y S2: omitido 137 quisiere] M y S1: quisiesse //S2: quisiesse esto 138 nobleza] M: la noblesa

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generaçión divinal o —más propiamente fablando— onorificar con la alteza e generosidad del linaje noble de Nuestra Señora trayendo su generaçión de Abraham fasta David e dende David fasta Jacob e Joaquín? Otrosí, ¿cuál fue la causa por que la eternal generaçión divinal quiso venir a tomar carne humana antes o más en Nuestra Señora, noble, generosa e gloriosa, deçendida de alto e antiguo139 linaje, e no solamente de grande e claro linaje, mas real linaje e generaçión? A lo cual no pareçe aparejar respuesta, pues no ay otra salvo que así convenía que fuese, ca no era razón de enbolver tanta santa e tan bienaventurada ánima llena de divinidad con humanidad obscura e villana, ca neçesario era a140 tan exçelente huésped fuese dada posada cual convenía o pertenesçía a su exçelençia e dignidad o, al menos, a lo más conforme que a su nobleza se pudiese fallar, la cual buscada no fue otra fallada más digna que aquel vientre virginal de Nuestra Señora gloriosa e bendita, la más linpia, la más pura, la más santa, la más generosa e noble que se pudo fallar por Dios. E pareçe claro que acá tenporalmente un rey cuando ha de casar sienpre busca muger la cual tenga estas virtudes: primera, que sea generosa e de linaje real; luego, que sea onesta; otrosí, que sea virgen; otrosí, que sea casta e141 de buena fama; que sea humilde; que sea fermosa; ca es razón, ca, si no fuese generosa, los fijos serían menoscabados e no iguales a otros fijos de reyes; otrosí, si no toviese las costunbres e virtudes sobredichas, el rey menguaría en su dignidad por el peligro de las malas costunbres e aun podría ser que a[l]142 fijo previniese algund daño que tomaría de la parte de la mala sangre de la madre. Pues, si no fuese fermosa, seguirse ían dos cosas: la primera qu’el rey no la amaría tanto; la segunda, que los fijos no serían tan fermosos. Pues bien así fue neçesario que el rey eternal del çielo, Nuestro Señor Dios, tomase muger la más conforme a su alta divinidad que se pudiese fallar, la cual fue asimismo de linaje de reyes o reina tenporal, porque su fijo eternal tomase forma tenporal entre nós, el cual por ningún otro fijo de rey pudiese ser menospreçiado. Este atal fue Nuestro Redentor bendito cuando143 fue eternalmente engendrado del Padre e conçebido por obra maravillosa del Espíritu Santo en el tenporal vientre de la reina Nuestra Señora, e, bien que santo e Dios era por parte de la divinidad, pero virtuoso e santo fue por parte de su humanidad noble e de tanta fermosura que todos los reyes de la tierra lo deseavan ver144; esto afirma el maestro Françisco Ximenes en su libro De natura angelica.

139 alto e antiguo] M, S1 y S2: antigo e alto 140 a] M, S1 y S2: que a 141 e] M, S1 y S2: omitido 142 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 143 cuando] M, S1y S2: que 144 ver] M, S1 y S2: mucho ver

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Así que Nuestro Señor con razón tomó a Nuestra Señora generosa, virtuosa, santa, buena e fermosa, porqu’el fijo non fuese menoscabado por parte del linaje de su madre, mas el más alto e más noble de la tierra, segund que lo fue aquel de[l]145 cual tomó linaje tenporal para lo juntar con el suyo infinito e eternal. De do se sigue el propósito nuestro e se prueva nuestro intento e contradize la conclusión primera, la cual suena diziendo qu’el linaje no da nobleza146, lo cual es falso, ca los santos doctores, como ya es dicho, por vía de la ennobleçer truxeron el linaje suyo segund que en la dicha relaçión es concluido. Feneçida la primera conclusión del Bártulo, comiença la segunda, la cual se contradize por las semejantes proposiçiones, e, la primera, por introduçión Segunda conclusión

C

e desfecha la tabla de la primera conclusión, segund pareçe por los pasos sobrescritos de las actoridades de los santos, de los reyes e sabios onbres, conviene venir a tratar açerca de la segunda tabla del escudo147 del dicho doctor çevil, contra la cual es de aparejar algunas armas ofensivas, las cuales falsen, penetren e pasen por destruir e desfazer la fuerça o flaqueza de la dicha tabla; do se deve notar que, para su destruiçión o anulaçión, bastava[n]148 o bastan las mismas actoridades suso escriptas sustançialmente; pero, por mayor abondançia, buscarse ha algund adyutorio, favor o ayuda de algunos singulares varones con cuyo149 subsidio más brevemente nuestro [esfuerço]150 e pequeña fuerça favoreçida ponga mano a las armas por ellos dadas contra el dicho escudo e segunda tabla; [para] lo cual, tomando luego la primera seña de la victoria a nuestro dardo segundo prometido, añade o presenta una aguda e biva púa el santo profeta Geremías diziendo así en el capítulo segundo del su libro. oncluida

145 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 146 nobleza] M, S1 y S2: la nobleza 147 escudo] M: escudo malvado 148 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 149 cuyo] M: cuyo suyo 150 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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Capítulo I de la segunda tabla o conclusión, en el cual la primera púa de contradiçión comiença Geremías, e luego síguense otras grandes e agudas púas o actoridades de grandes sabios

«Fue ferido Efraím, su raíz se quebrantó, no farán [más fruto]151, aunque engendraren, mataré sus noblezas de sus vientres e aborreçerlos ha el señor»; de do se sigue152 que sus generaçiones o aquellos que d’ellos [vernían]153 serían nobles, pues dize «las noblezas de sus vientres», no considerando si aquellos subçederían en las dignidades de sus padres. El Trogo Ponpeo nos ofreçe o presenta otra, en [el]154 capítulo CLXXXVIII del su libro diziendo: «Dixo Satalión contra los otros çentauros o varones cómo sería así desonrado el grande e claro linaje de los çentauros desçendidos del grand Exión»; pues claro es que todos los çenta[u]ros155 por número çiento todos no subçedieron en el prinçipado o dignidad de Exión, pero esto no obstante dixo Satalión «desonrado el alto linaje noble de Exión». Otra nos añade el Séneca escripta en la sesta tragedia, capítulo I, diziendo: «En nonbre de Écuba, reina de Troya, invoco a las sonbras, conviene saber, a las ánimas de mis fijos muy generosos e nobles, quiero que me fagan testimonio». Otrosí Andrómaca, título primero, en el cuarto, acto dize: «¡Ó, fijo!, çierta generaçión del grande e noble padre, victoria de los troyanos, una sola esperança de la casa atribulada, subçesor e heredero de la sangre muy generosa e muy antigua, mucho eres semejable a tu padre, etc.». Prosigue, pues, en otra parte diziendo la misma madre: «¡Ó, fijo!, ¿en cuál peligro tan a mala vez se fallara punto de esperança?, ca es de156 un grand cargo peligroso ser onbre generoso e de gran nobleza, etc.». Pues bien dize el Tulio en su Invictiva como es dicho157: «mayor gloria es por mis buenos fechos (etc.) en tal guisa biviendo que a los mis deçendientes sea enxenplo»; es de saber que la virtud de los padres mucho provoca, conmueve e

151 Enmiendo atendiendo a la fuente, ya que el texto que introduzco no aparece ni en los manuscritos ni en el impreso; la fuente no es el Libro de Jeremías, del Antiguo Testamento, como indica Mexía, sino el Libro de Oseas (9: 16). 152 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 153 Enmiendo atendiendo a la lectura del M, S1 y S2. 154 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. Puede objetarse que no es necesaria, pero la enmienda es la forma generalizada como Mexía indica las referencias a lo largo de su obra. 155 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 156 de] M, S1 y S2: omitido 157 A partir de aquí y hasta la nota en que se indica, falta en M, seguramente por pérdida de folios.

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tira a los fijos a ser virtuosos e buenos, e, en cuanto dize «prinçipio de nobleza», contradize de todo en todo a la segunda conclusión o tabla del dicho doctor, como da afirmaçión que a los fijos da [comienço] de nobleza por cuya línea espera que el tal subçesor verná al medio, e, del medio, al fin e perfeçión e nobleza, a cuales grados no es venido, pues dize «prinçipio», ca el prinçipio non es medio ni el medio no es fin, como adelante más expresamente se mostrará, do se dirá qué cosa es prinçipio e qué es medio e qué cosa es fin. E así será sabido cómo la nobleza sin dignidad sienpre proçede e proçediendo se afina e alinpia, la cual traspasa a la terçera e cuarta generaçión, e dende adelante está en mayor perfeçión, etc. Capítulo II, en el cual exçelente Tulio presenta dos viras crueles de contradiçión contra la segunda tabla del falso escudo

En favor del dicho dardo de contradiçión aquel prínçípe de la elocuençia Marco Çiçero Tulio, en el De los ofiçios, nos promete e presenta un par de viras fuertes graçiosa, alegremente, las cuales son así sufiçientes a nuestro favor que solas bastan para contradezir al dicho doctor e para desfazer la dicha tabla; las cuales son labradas de su elocuente, fuerte e sabia mano; donde, lançada la primera con aquel furor e fortaleza con que sostuvo la cosa pública e contrastó al Çésar, penetró e traspasó la primera tabla del dicho escudo e del costado del doctor llagado salió más sangre. En torno de la vira fermosamente talladas se leían las siguientes letras sacadas del cuarto capítulo del dicho libro: «Si alguno de comienço de su hedad tiene causa de fama e nonbradía, o avida de su padre —lo cual pienso que acontesçió a ti, Çiçerón mío—, o por algund caso o fortuna en este los ojos otean de todos e en él acatan qué faze o cómo bive como si estoviese todavía en una luz muy clara». E luego sanudamente lançó la otra, falladas las letras en el cuarto capítulo del dicho libro: «ca esto es peligroso a él (e aun suzio para la fama) cometer por que sea llamado acusador, lo cual aconteçió a Marco Bruto, nasçido de noble e soberano linaje e fijo de aquel que fue en los primeros tienpos sabidor de los derechos çeviles». Otrosí el filósofo nos presenta otra valientemente, sacada de su Ética, libro IX, capítulo VII; las letras de la cual dizen así, fablando açerca de los virtuosos que mueren por fazer virtud e ganar gloria, dize: «pero, si los tales aconteçe morir, síguese gran memoria a ellos, ca los que d’ellos deçienden grand nonbradía, onor e utilidad han», de do se sigue158 el propósito.

158 Enmiendo atendiendo a la lectura de S1 y S2.

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Capítulo III, en el cual se prueva por un [e]xenplo cómo la nobleza sin dignidad se estiende fasta la iii e iv generaçión

Asimismo es de saber cómo la nobleza se estiende sin dignidad fasta la e iv generaçión, e cómo la fidalguía es fixa e inpermutable159. Muisén fue cabdillo e prínçipe mayor del pueblo de Israel, e, cuando murió, en su lugar dexó a Josué, el cual en su vida e después de su vida quedó por cabdillo, e no los fijos de Muisén, ca ellos no subçedieron en la dignidad e cabdilladgo, pero nobles son dichos. Otrosí asaz pareçe favoreçer Job, capítulo XXVII, dónde dize: «¿si aun el que aborreçe juizio será poderoso e si el que es grand justo farás malo?, ¿si es de dezir por rey el qu’e es sin bien o malos por fidalgos?»; non afirmo que todo, así como suena, favorescan estas palabras, mas en cuanto dize o si dirá malos por fidalgos, ca en esta palabra confiesa Job dentro en su santidad la nobleza o fidalguía, ca fidalgo bien que es declarado aun se puede añadir tal interpretaçión en contradiçión de la dicha tabla o conclusión segunda; a la cual reprueva e contradize el mismo vocablo de «fidalgo», como este nonbre segund su dirivaçión o interpretaçión quiere dezir de una parte «heredero» o «suçesor» o «fijo», ca el fijo —en cuanto fijo— hereda e subçede a su padre o a su abuelo o pariente progenitor todo çenso o renta qu’el padre tenga; pero bien puede ser que alguno gelo robe o tome por fuerça, pero ni [esta]160 fuerça es tanta que de derecho aquel çenso o renta no sea de aquel a quien pertenesçe como heredero o subçesor o fijo; e, en cuanto dize «de algo», se entiende «de bien», en cuanto a buenas costunbres e a virtud, que es bien político; pues confesemos que este heredero d’este çenso o d’estas virtudes e buenas costunbres, bien así como le pudieron robar lo suyo, digo su renta, o forçar los sobervios o poderosos, así las pasiones e viçios le robaron el bien e el algo, que son las virtudes e buenas costunbres, las cuales devió o le eran devidas heredar como derecho subçesor e fijo de quien era virtuoso e fidalgo, las virtudes e buenas costunbres çierto es que sienpre le perteneçerán por vía hereditaria e, puesto que le sean robadas (como es dicho) de las pasiones, no por ende perderá el nonbre de heredero o subçesor, así como no puede ser que no sea dicho fijo, puesto que se[a] mal fijo, ca sienpre es fijo. Así lo declara el mismo nombre de «fijodalgo», que quiere dezir «fijo o deçendido de onbre que es o viene de linaje o generaçión de onbres de buenas costunbres e virtudes», de donde ovieron prinçipio los nobles e fijosdalgo.

iii

159 la nobleza se estiende sin dignidad fasta la III e IV generaçión, e cómo la fidalguía es fixa e inpermutable] S1 y S2: omitido 160 Enmiendo atendiendo a la lectura de S1 y S2.

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Açerca de lo cual dize Duarte, Contra Anriquina, en la quistión de nobleza: «La fidalguía es fixa en el onbre generoso de natura e linaje, etc.». Esto afirma una regla de derecho, la cual dize: «el derecho del parentesco qu’es por razón de sangre no se puede quitar por derecho, etc.», regla XXXIII, VII p[arte], primera regla; así que se concluye que todo aquel que fuere fijo o nieto, visnieto o revisnieto, e dende arriba, de onbre o onbres nobles de la cuarta generaçión arriba, como es dicho, aquel que viene de antigua generaçión al cual llamamos noble propiamente, este tal, puesto que no sea por sí virtuoso, no dexa de ser noble por linaje, ca a este no diremos «villano» o «plebeo», ca en el tal vocablo perjudicarse ía el linaje, lo que no conviene, pero dalle hemos nonbre que solamente perjudique a sí solo e dezille hemos «ruin» o «malo» o «viçioso» o «torpe» o «bestial» o «onbre de malas costunbres» o «apasionado». Açerca de lo cual ay ensenplo: çierto es que una piedra preçiosa, puesto que esté en un suzio lugar e viscoso, no por ende dexa de ser piedra preçiosa; o, si por caso estoviese enbuelta o ensuziada de cualque suziedad, ni por ende dexaría ser del linaje de las piedras preçiosas; e así el que desçiende de generaçión noble e antigua, puesto que enbolcado e rebuelto entre viçios e pecados, bien que será dicho «suzio», «malo» o «mal acostunbrado», todavía será dicho «fidalgo» o «noble», esto es por linaje, por la vía susodicha. Esto afirma Titus Libius en su Primera Década, en el libro terçero, capítulo XXII, fablando de Quinçius Fabius, dize: «este seyendo de grand nobleza, pero, como estuviese en el ofiçio de los diez varones, la maliçia de sus conpañeros lo avía mudado del todo, ca más avía querido paresçer a Apius que a sí mismo»; bien que este Fabius fue mudado en malas costunbres, Titus Libius llamolo «noble» (etc.); este fue el primero Quinçius Fabius. Capítulo IV, en el cual se prueva por singulares enxenplos cómo la nobleza sin dignidad se [estiende] a la terçera e cuarta generaçión, e la dicha conclusión es falsa; alléganse leyes y derechos del filósofo; otrosí enxenplifica açerca de las mançanas y de las otras frutas e otrosí de los natíos de los vinos

Otra razón es de notar contra la dicha tabla o conclusión, la cual es esta: si así es que la nobleza sin dignidad no enoblesçe, seguirse ha luego de pura nesçesidad que las fijas no hereden la nobleza del linaje, como nunca heredan la dignidad del padre salvo por caso o por ventura cuando no ay fijo que herede. Esto mismo es oy entre161 los judíos, lo cual pareçe como Muisén non quiso jusgar 161 Hasta aquí y desde la nota en que se había señalado, no aparece en M, seguramente por pérdida de folios.

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el heredamiento de las fijas de Çelofat fasta que ovo otro segundo mandamiento de Dios; así lo pone el dicho Muisén en el libro Numeri; otrosí maestro Godufredus, en su [Panteón]162, en el mismo paso; espeçialmente que por ley e estableçimiento en los reinos de [Aragón]163, de Françia e164 de Inglatierra e en los más reinos del mundo está la dicha ley o costunbre que no subçedan o hereden las fijas los patrimonios de dignidades, de señoríos, de reinos, ni prinçipados ni mayoradgos; açerca de lo cual se lee en la corónica del rey do por cómo Filipo, duque de Valais, eredó el reinado de Françia porque, cuando murió Carlos Magno no dexó fijo varón salvo fija, la cual casó después con el Conde de Urliéns; esto fallarés en dos partes en la dicha corónica165; [antes]166 hereda el varón pariente más propinco, aunque sea fuera de la cuarta generaçión; lo cual, si así fuese como Bártulo dize, las tales fijas señoras generosas serían innobles, lo cual es falso, ca de lo tal se siguiría gran inconveniente e sinrazón que los fijos 167 aquellos solamente que heredan sean nobles, e los otros e las fijas comúnmente no lo puedan ser. Grande sería el agravio que açerca d’este paso el linaje de las mugeres reçebiría, lo cual no es de dezir; ca una mançana, puesto que por algund caso o de sí misma se pudra o venga a ser podrida o amarga, ni por ende podrá ser por respecto de su corupçión o amargor que no sea produzida de mançano e de aquel natío bueno o malo cual fue cuando fue plantado aquel árbol de do nasçió: si es de linaje camuesa o de [peraza]168 o [d’eneldo]169, por podreçión o amargor que tenga (como es dicho) sienpre le diremos mançana, e más camuesas o [peraza]170 o [d’eneldo]171, segund el172 plantío o linaje que fuere; ca el nonbre del linaje jamás lo pierde, pero pierde el nonbre de sí misma entonçes como es corronpida o dañada, diziendo «mala camuesa es esta», o «podrida es», de manera

162 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 163 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 164 e] M: omitido 165 açerca de lo cual se lee en la corónica (...); esto fallarés en dos partes en la dicha corónica] M, S1 y S2: omitido 166 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 167 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 168 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2, que coincide con la forma que aparece poco después en el impreso. 169 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 170 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2, que coincide con la forma que aparece poco después en el impreso. 171 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 172 el] M, S1 y S2: del

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que lo que pierde es el nonbre de sana o dulçe, pero no el del natío o linaje de 173 peraza o camuesa, etc. Otrosí infinitas vezes aconteçe que de una viña fazen dos cubas de vino, de la cual viña sienpre en la mayor parte suelen fazer buen vino; acaesçió que un año la una de las cubas fízose el vino malo: ni por vía del estrago del vino dexarán de dezir que aquel vino fue produzido de viña muy buena de la cual sienpre se [solía]174 fazer buen vino, pero que por solano o por no trasegarse o por trassegarse antes del tienpo o después del tienpo o por otras semejantes cosas se fizo malo. Pero sienpre le diremos que era vino de Luque o de Villa Real o Sant Martín, si de algunos de los tales plantíos es. E aún es más fuerte que algunas vezes una cuba de muy buen vino de Luque singular e, començada, acaesçe bever fasta la terçera parte o más o menos, que es muy fino en todo, ca es fuerte, sabroso, oloroso e suave; e, por caso alguno de los sobrescritos o175 de sí mismo, dáñase faziéndose agrio; por ende podrase dexar de dezir de dos cosas: la una, qu’el vino sienpre es de Luque; la otra, que es de aquella misma cuba e aquel mismo vino que lo primero que se bevió; pero diremos que por algund inconviniente se corronpió, pero no daremos culpa o más propiamente razón de injuria al sarmiento ni al madero de la cuba, ni diremos que aquel vino no es de Luque o Villa Real, según es dicho, mas dezille hemos «agro» o «malo», convirtiendo en [sí]176 mismo el mal e la culpa e177 mal sabor o agrura, que ya ha acontesçido muchas vezes el tal vino después de averse dañado de sí mismo de agro tornarse dulçe e, de malo, bueno. E así, todo esto deve ser reduzido en su figura a los fijosdalgo, donde sin duda acaesçe la misma manera e forma de las dichas plantas; porque agora es de saber que, en cuanto a la fidalguía o nobleza del linaje, no puede ser qu’el fijo no sea fijo de su padre e la fija otrosí; e, de aquella sangre e de aquella materia, ellos de sí mismos o por parte de alguna influençia de las virtudes çelestiales o por inpresión de algund cuerpo supreçeleste, unos ayan seído o sean o puedan ser unos más que otros, más o menos virtuosos, peor o mejor acostunbrados, así como pareçe en Jacob178 e en Esaú, los cuales nasçieron de una sangre e de una materia e de un vientre e de un padre e de una madre e en una ora, pero Jacob fue santo e amigo de Dios e muy virtuoso, e Esaú no tovo tan santas inclinaçiones, pero cuanto al linaje no conviene dezir que el uno es noble e el otro

173 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 174 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 175 o] M, S1 y S2: omitido 176 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 177 e] M, S1 y S2: o 178 Jacob] M: omitido

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innoble, esto es política e179 naturalmente o tenporal; lo que no sería si así fuese como el dicho doctor afirma, ca convernía confessar que ninguna fija es noble, pues ninguna muger (si no por maravilla) hereda la dignidad, el cabdilladgo, el adelantamiento, el tribunadgo, el consulado, la pretoría después del prinçipado, según la costunbre de los antiguos segund es dicho así de las dignidades; donde, para provar esto, es de oír al Trogo Ponpeo que dize así: «Cornelia, fija de Metelo Çipión, de la cual su nobleza e sus costunbres eran linpias, su padre del linaje glorioso e noble, e en su conversaçión honorable, [desplazíale]180 por las grandes çerimonias que Ponpeo quería fazer en sus bodas, porque Cornelia era de tal hedad que más convenía al fijo que al padre, etc.»; pues como diga Trogo que era noble fija de Metelo, síguese que Cornelia era noble, la cual nobleza heredó del linaje generoso donde venía. Destruye esta opinión o conclusión181 del dicho doctor aquellas palabras dichas arriba sacadas de la Segunda Partida, ley segunda, do dize: «Pero mayormente vienen los nobles de linaje antiguo». E en la ley terçera otrosí dize: «Fidalguía es nobleza que viene a los onbres por linaje»; e esto fallarés en otras muchas leyes, en espeçial do dize [qu’el]182 alferes conviene que sea onbre noble por linaje, otrosí los otros ofiçiales prinçipales o mayores del rey, etc. Lo cual çesa por la brevedad, pues en sus lugares es dicho, açerca de lo cual pueden ser aquí traídas aquellas palabras del filósofo escriptas en el primero de las Éticas, las cuales dizen así: «Razonable cosa es de la mejor causa e más noble prevenir causado más exçelente, virtuoso e noble»; pues, como el noble varón es causa del fijo e del nieto, çierto es que de su nobleza se seguirán dos cosas al causado: la una, que sea buena o virtuoso, esto en la mayor parte; la otra, que sea noble neçesariamente cuanto al linaje e generaçión, segund que ya es provado. Capítulo V, en el cual trata de aquellos que desemejaron

a sus padres; pone una difiniçión de fidalguía; trata cómo el fidalgo puede ser malo sin ser villano, no cuanto a generaçión, pero que lo será cuanto a obras

En el título de los que desemejaron de183 la nobleza de sus padres, en el capítulo primero, Valerio añade una otra púa al nuestro dardo en favor nuestro e de

179 e] M: o 180 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 181 opinión o conclusión] M: conclusión o opinión 182 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 183 de] M: a

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la valerosa nobleza diziendo: «¿Cómo recontaremos de algunos fijos que son así como señales nobles llenas de viles e negras suziedades de pereza e maldad?» Muy fermosamente satisfaze el venerable Valerio a los fijosdalgo184, puesto que sean maculados por viçios malos, llámalos «noblezas llenas de negras obscuridades de torpeza», do se concluye que los tales fijos de los nobles no serán en cuanto a la sangre o linaje de villanos; ca [en]185 dezir villanos son agraviados los progenitores inoçentes, pero dezírseles ha nonbre que a ellos solamente perjudique sin ofensa de sus pasados, el cual sería186 —como es dicho— «ruin» o «malo» o «torpe» o «viçioso», que solamente se entiende de sí mismo e de sus viçios sin virtud, pero no de su linaje; e claro paresçe que muchas vezes dezimos fidalgo, pero no se entiende por eso que luego confesamos bueno o onbre de buenas costunbres, mas creamos187 que por ser fidalgo devría o deve ser bueno; e, cuando fablamos de un plebeo innoble o non noble, no otorgamos luego que188 aquel sea malo o viçioso, pero entendemos por aquel nonbre que aquel de quien fablamos es onbre que no viene de generoso linaje por antigüedad. A esto pareçe ayudar o favoreçer Valerio en el título de constançia, capítulo VI, donde dize: «Por lo cual en [relaçión]189 yo contaré de ti, sobrina e hermana de [Quinto]190 Grudio191 e muger de Çipión Emilia, no ya queriendo mesclar a ti con maliçiosa relaçión en los actos graves de los onbres viçiosos como fueste levada por un tribuno a gran confusión suya, etc. Pero tú no digenerando192 de la grande e virtuosa perfeçión de tu linaje, etc.». E luego el dicho Valerio prosigue diziendo: «Tú pero constante así como valerosa dueña, posiste contra tu acusador qu’el dicho [Equiçio]193 no perteneçía al tu linaje, que antes era nasçido de tiniebras e que, así como una fea bestia, avía venido con maliçiosa e vil abdaçia por usurparse el noble linaje de gentes honorables». Valientemente Valerio ha favoreçido aquellas palabras mías, ca esta dueña era generosa, pero enbolcada en viçios

184 d’algo] M: omitido 185 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 186 sería] M, S1 y S2: será 187 creamos] M, S1 y S2: creemos 188 que] M, S1 y S2: omitido 189 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 190 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 191 Aquí se ha debido producir un error de transmisión. El personaje citado es Sempronia, mujer de Escipión Emiliano y hermana de Tiberio y Cayo Graco. En cualquier caso, ya en los manuscritos se constata el error en antroponímico. 192 digenerando] M: disgenerando 193 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2, lectura que confirma la forma como este nombre aparece unas líneas más abajo.

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algunos, la cual fue acusada diziendo que avía besado al dicho Equicio, e ella respondió —como es visto— dando a entender que Equiçio, aunque fuese con alguna bondad o por ventura onra açerca de la fazienda, mas que era nasçido en obscuridad sin linaje o194 nobleza que son tiniebras195, lo cual no pertenesçía a la grandeza de la generaçión donde ella venía, etc. Cornelia e Sergia, puesto que fuesen pecadoras e de maculados viçios, nobles son dichas. Esto confirma Titus Libius en su Primera Década, libro seteno, capítulo XIV, diziendo así: «Fallaron algunas matronas que estavan cogiendo196 e confaçionando [algunas]197 ponçoñas; llevadas al mercado, enforcaron veinte, entre [las]198 cuales fallaron a Cornelia e a Sergia, que eran del linaje de los nobles e nobles, etc.». Pues, como dize «nobles» e «de linaje de nobles», síguese el propósito. Quinto Fabio, fijo de Quinto Fabio Máximo, desapareçió a su padre, por lo cual fue hordenado por Ponpeo 199 Magno que no pudiese usar de su fazienda, la cual era gastada en malos viçios, açerca de lo cual dize Valerio: «la dicha fazienda devía servir a la gente noble e generosa de los Fabianos, etc.». No por ende, puesto que este perdiese las virtudes e buenas costunbres del Quinto Fabio Máximo, perdió la nobleza e fidalguía200 de su antiguo e alto linaje, ca esta nobleza no es otra cosa salvo señal o ojepto al cual sienpre acatemos, teniéndolo delante nuestros ojos, mirando al cual nos menbremos cómo no devemos errar el camino o carrera de las virtudes, la cual señal ganaron nuestros anteçesores defendiendo la cosa pública e governándola e bien regiéndola, garneçiéndola de honestas e justas leyes e buenas costunbres; e aquesto, con abituaçión, uso e continuaçión, así afirmaron al mundo que aquel que es fijodalgo apenas pudiese ser sin virtudes, tanto que ser los onbres nobles o de linaje malos o viçiosos pareçe ser contra natura; açerca de lo cual dize el Valerio, en el título «de los fijos que desemejaron a sus padres», capítulo primero, diziendo: «¿Qué cosa es más fea e [abominable]201 al mundo, que es cosa contra natura que Çipión, fijo del soberano Çipión Africano, que nasçió de202 tanta gloria, desemejase a su padre?, etc.». 194 o] M, S1: e // S2: et 195 tiniebras] M, S1 y S2: las tiniebras 196 cogiendo] M, S1 y S2: cosiendo (no enmiendo, pues la lectura del impreso también tiene sentido). 197 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 198 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 199 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 200 e fidalguía] M: omitido 201 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 202 de] M, S1 y S2: en

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Duarte en el Anriquina pone çiertas opiniones de los sabios antiguos, espeçialmente pone una e dize: «Fidalguía no es otra cosa salvo aquella nobleza que faze remidir al onbre en obras a la natura de mayor valor». Pues es de saber qu’el noble puede ser malo sin poder ser dicho «plebeo», «obscuro» o «villano» en cuanto al linaje, claro es, pero sí en cuanto a las obras o costunbres, viçios o pecados, ca podremos dezir obras fizo de villano; e el qu’es plebeo, obscuro o villano sin linaje generoso puede ser virtuoso e bueno, asimismo es manifiesto que al tal diremos que fizo obras de fidalgo, pero no será llamado noble en cuanto a linaje. Así que, reduziéndolo a menos palabras, es de saber que, al que fuere noble o fidalgo, si es viçioso o malo, dezille emos fidalgo que tiene obras de hoscuro o villano; e al plebeo, obscuro o villano que fuere virtuoso, diremos plebeo, oscuro o villano que tiene obras o virtudes de fidalgo. En la quistión de nobleza, dize Duarte, Contra Anriquina: «Los que son vestidos d’este ábito de nobleza que son llamados nobles que han malas obras e malos usos, estos son por obras fijos de vileza e por nonbradía fijos de nobleza, en los cuales se pierde el nonbre de virtud, etc.», lo cual prueva el intento e propósito. E, porque [aquí]203 usamos de aquestos tres nonbres, «plebeo», «obscuro» e «villano», e porque no son puestos desconsideradamente, adelante en el terçero tratado se dirá d’ellos lo que sentimos, etc. E, açerca de lo sobre escripto, queremos poner enxemplo: çierto es que uno será muy virtuoso e de muy buenas costunbres seyendo onbre plebeo o de obscuro linaje o villano, pero, por virtuoso que sea, en la contribuçión de cualquier reino, provinçia, çibdad, villa o lugar pechará; [e]204, por rico e205 honrado que sea, tanto más pechará; e el que es noble, generoso o fidalgo, agora sea rico o pobre, açerca de la dicha contribuçión no pechará; e, puesto que sea el más viçioso e pecador del mundo, nin por ende pechará, antes las leyes le tienen libertado, do se sigue el propósito. Açerca de las cosas suso escriptas fazen bien aquellas palabras que pone Valerio en el título «De [castidad]», capítulo II, diziendo: «Virginio, que no fue generoso, pero que ovo el coraçón riguroso, noble e virtuoso, por tal que la su casa no fuese criminada, mató a su fija».

203 aqua] M y S1: aquí // S2: aquel 204 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 205 e] M: e por

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Capítulo VI, el cual trata açerca de aquello que aconteçió Egipto, trayéndolo por enxenplo

a las dueñas e donzellas de

açerca de la dicha contradiçión

Es de notar aquí por favor del nuestro dardo e propósito por enxenplo aquello que acaesçió a las dueñas e donzellas de Egipto cuando Faraón e todos los nobles fueron anegados en la mar, cuando el pueblo de Israel salió de Egipto con Muisén, pereçieron todos los onbres generosos de Egipto206, por cuyo respecto [Doluca]207 ovo de dispensar que todas las mugeres generosas e fijasdalgo casasen con los ministrales e ofiçiales; pero es de saber que en la dispensaçión previllejó a las mugeres dueñas e donzellas generosas en tal manera que ninguno de los maridos no pudiese fazer ni disponer cosa alguna de su estado, patrimonio ni façienda, la cual ley aún agora es guardada en los onbres generosos de Egipto. Otrosí dio privillejo que todas las dichas dueñas e donzellas generosas oviesen así sus rentas e heredamientos bien como los avían sus padres o marido a la [condiçión]208 sobredicha, la cual era que los maridos no oviesen nin pudiesen aver lugar de fazer ni disponer de sus heredamientos cosa alguna salvo como a la muger ploguiese. Esto así pone maestro Pedro, Santo Augostín, Eusebio e San Gerónimo, el que lo quisiere buscar fallarlo ha en la segunda parte de la General Estoria o en el fin de la primera, pero [en]209 fin del cuarto libro de la segunda parte o en el 210 catorzeno de la estoria211 lo fallé. Otrosí en el fin del capítulo dize estas palabras: «De aquel tienpo adelante quedó por ley entre los nobles o generosos de Egipto que ninguno d’ellos no pudiese fazer ninguna cosa menos de mandado de su muger», lo cual testigua la subçesión de la nobleza, la cual contradize la dicha conclusión segunda e aun terçera del dicho doctor çevil, segund pareçe e afirma el propuesto de nuestra contradiçión, etc. Titus Libius en la Primera Década en el cuarto libro, capítulo XXI, dize: «No avía ningund maestralgo ni ofiçio que toviesen salvo los patriçios, que eran los nobles, etc.». Adelante dize: «Fueron fechos tribunos con poder consular e todos de los patriçios, que eran de los nobles, etc.», do es de saber que estos eran dichos nobles puesto que no subçediesen en las dignidades, como

206 de Egipto] M: omitido 207 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 208 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 209 el] M y S1: en // S2: en del 210 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 211 de la estoria] M: omitido

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de fecho los fijos de los nobles212 no subçedían en las dichas dignidades de consulados, dictadurías, pretorías ni tribunados ni otros ofiçios ni dignidades, lo cual desfaze e concluye la conclusión213 del dicho doctor. Capítulo VII, en el cual afirma e prueva cómo son llamados nobles solamente aquellos los cuales traen la nobleza de sus progenitores

El filósofo en el segundo De los retóricos llama nobles aquellos que vienen o traen la nobleza de sus progenitores; el Boeçio, segund es dicho, en el terçero De consolaçión, el Titu Libio en todas sus tres Décadas, el Tulio en el De los ofiçios e en las Paradoxas, el Séneca, el Ovidio en su Metamorfoseos e en el de Per ordos, el Virgilio en su Eneida en el libro seteno, Lucano, Leomarte, Trogo Ponpeo, Vegeçio, Leonardo de Areçio, el maestro Reimundo e todos los otros autores, filósofos, poetas, oradores e estoriógrafos antiguos e modernos, e todos los derechos e las leyes —espeçialmente las Partidas— lo afirman. Otrosí Julio Çésar noble era —segund los más de los autores— antes que enperador; asimismo Otaviano e otros infinitos que sería inposible acabar. E açerca de la primera conclusión e segunda asaz basta de las cuales púas e flechas el dicho doctor ferido e lastimado ha confesado e confiesa aver sostenido conclusiones ásperas e perjudicables a la alteza de la alta, generosa nobleza maliçiosamente a los fines ya dichos; e, por tanto, despedida la segunda tabla, vernemos a conbatir la terçera e postrimera tabla, como quiera que214 de su voluntad otorga esto mismo de la terçera; pero no obstante esto, lançaremos el dardo prometido contra la terçera tabla por más largamente satisfazer a los dubdosos o erejes açerca de la dicha opinión.

212 nobles] M: dichos nobles 213 conclusión] M: dicha conclusión 214 que] M: qu’él // S1 y S2: que él (aunque también se trata de una lectura válida, qu’él, no enmiendo, ya que la del impreso tiene sentido).

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Feneçida e concluida la segunda tabla o conclusión del dicho doctor comiença la terçera e declara la dicha conclusión

Comiença la terçera conclusión215 Viniendo a tratar de la terçera tabla o conclusión, las cual es que más noble es aquel el cual es fecho nuevamente noble que aquel que deçiende de noble e antigua generaçión segund lo pone el dicho doctor, lo cual es falso, etc.

A

Introduçión216

cerca de aquesta conclusión terçera son de considerar çiertos puntos. El primero es que217 Bártulo quiso defender de plano aquesta conclusión afirmando qu’el nuevo noble era más noble de linaje por respeto del prinçipio de sí mismo o por respecto de Dios —prinçipio, medio e fin de todas las cosas— o respectando otro fin, queriendo dezir que aquel que prinçipiava a ser noble o dio prinçipio en sí mismo para venir a nobleza e qu’el tal sería más noble en alabança que aquellos los cuales d’él desçienden; e entendiendo este noble no en cuanto a nobleza de linaje, mas solamente por respeto218 de sí mismo e219 por aver mayor mereçimiento açerca de la bondad de sí mismo, segund es dicho, pues dio señal e ojepto a la cual endereçasen la vida virtuosa sus deçendientes e aprendiesen a saber ser buenos, lo [cual]220 se responderá ordenadamente por los puntos proferidos por el modo subsecuente, etc.

215 Feneçida e concluida (...) Comiença la terçera conclusión] M: omitido (como todos los epígrafes del impreso). 216 Introduçión] M: omitido 217 que] M, S1 y S2: que o 218 por respeto] M: por mejor respeto 219 e] M, S1 y S2: o 220 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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Capítulo primero, en el cual asigna çiertos puntos para la dicha

contradiçión, otrosí del dardo prometido, el cual capítulo es muy singular, trata de grandes autoridades declarando qué cosa es alteza e claridad de linaje

Claramente por las autoridades sobre escriptas puede ser conprehendido cómo la conclusión terçera e sus puntos no tiene[n]221 vigor nin fuerça, antes son destruidos e desfechos para los discretos. Pero, por traello a más [llano]222 o palpable, açerca del primero punto es de notar que en respeto de su mismo prinçipio cómo ninguno de sí mismo en sus asçendientes no trae linaje si223 él solo es aquel el cual prinçipió a ser virtuoso e de buenas costunbres e ninguno ante d’él nunca lo fue ni los tovo; e este tal antes podemos dezir224 que dio linaje para aquellos los cuales fuesen después d’él, que no que las troxo de sus pasados; ni de las suyas puede prevenir loor a los anteçesores, como es claro, ca la nobleza de linaje más se dize por la que traemos de nuestros pasados; e esto es propio, ca de nós no sube ninguna nobleza, ni en cuanto aquellos no emitimos alguna nobleza por vía de generaçión, como en tal caso no puede proçeder generaçión, como el mismo vocablo nos declara, ca sirve el dicho vocablo açerca de lo que [engendramos]225 o acerca de cómo fuimos engendrados o de quién; pues, como el fijo no puede engendrar al padre por vía de natura, síguese que si el fijo començó a ser noble, nin este tal comienço emite o enbía parte alguna de su prinçipio, el cual es de nobleza, açerca de la cual pueden ser entendidas aquellas palabras del Reimundo en el título que comiença «Dios con tu graçia», diziendo «la bondad, como quier226 que sea, es227 prinçipiante, porque aquello que es del prinçipio conviene que sea prinçipio, así como el clavo que es de fierro conviene que sea de fierro, etc.». Pues síguese nuestro propósito, que así como el que comiença a ser bueno, el cual es prinçipiante en bondad, este tal emitirá bueno de sí, ¿por qué? Porque será produzido de aquel que fue bueno o tovo bondad, la cual emisión no ha razón ni lugar de sobir del engendrado al engendrante por vía de natural potençia, así como el río por vía de naturaleza no podrá alguna parte de su virtud de corrimiento emitir o prestar a

221 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 222 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 223 si] M: a si 224 podemos dezir] M: podemos de dezir 225 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 226 como quier] M: como quiera 227 es] S1 y S2: omitido

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la fuente de donde ovo comienço o prinçipio, pero podrá a otros muchos arroyos o ríos que de aquel proçederán enbiar, prestar o emitir curso o corrimiento de la virtud natural de su continuidad o de corrimiento, etc. De cuyas sentençias se nota cómo el primero punto presente es falso, asimismo toda la dicha tabla e escudo. Muéstralo la fuerça d’esta presente púa que añade o presenta el Vegeçio, De re militari, en el su libro terçero De la caballería, capítulo segundo, las cuales palabras diziendo228 así: «El cavallero ya elegido no luego de continente se le deve encomendar pendón o insignia, escriptas en los puntos de las señales, ca antes deve ser primero examinado por exerciçio en que se conosca si sea digno o abto e conviniente a tan grande obra, etc.»; de do se conprehende qu’el nuevo noble no puede ser noble de sí mismo, porque no trae linaje de los pasados. Do en favor de nuestro propósito el Vocaçio presta o nos enbía tres flechas agudas e fuertes para mortalmente ferir al dicho doctor [escudado]229 de aquella tabla terçera de su escudo escripto en sus tendales cómo fueron sacadas de aquella epístola con la cual fue presentado el libro suyo intitulado [De caídas]230 de prínçipes, la cual está situada en el comienço del dicho libro, las letras dizen así: «Magina[r]do231 [es]232 onbre de onrado linaje d’esta çibdad de Florençia, el cual es cavallero armado, e el título de su linaje antiguo e muy famoso es en esta çibdad, e de buenas costunbres mucho doctado, etc.». Por çierto, si este famoso filósofo e grand poeta no sintiera cómo la antigüedad e claridad del linaje no era la perfeçión de la nobleza, no se metiera a dar loores de nobleza de antigüedad del233 dicho Maginardo234, mas antes creyendo que uno de los más honorables loores que a ninguno se pueden dar es la claridad del linaje e nobleza produzida de antigua e clara generaçión. E luego lançó la segunda, sacada del goldre del dicho libro, [capítulo]235 VII, cuyas letras materialmente dizen así: «Vi al Rey Minus, que ante todas las cosas el su nasçimiento fue muy claro, así como aquel que era engendrado de aquel grand rey de Creta llamado Asterio e de Europa, fija del rey Agenor»; esto dixo el gran poeta porque Asterio venía de la más alta san-

228 diziendo] M: dizen // S1 y S2: dize 229 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 230 caides] M: De caídas // S1 y S2: Caídas 231 Maginado] M y S1: Maginardo // S2: Manardo 232 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 233 del] M, S1 y S2: al 234 Maginardo] S1 y S2: Maginado 235 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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gre e antigua e noble del mundo236, otrosí Europa e Agenor, su padre, de muy antigua e alta generaçión; pues, como diga «ante todas las cosas», síguese que, entre todos los otros loores que a Minus se podían dar, del que más pertenesçía usar el exçelente filósofo ninguno falló igual de aquel e, por tanto, dixo todas las cosas dexadas, ca[si]237 si dixese todos los otros loores son de posponer al loor de la antigüedad e claridad del linaje; e de fecho lo fizo e aquel antepuso como a loor más exçelente, más digno e más honorable con el cual le [honorificó]238 en el dicho capítulo do fabló de su caída, etc. La terçera es aquella la cual sacada del dicho goldre puso en sus tendales aquellas letras que se leen en el capítulo XIII, en el comienço, que dizen ansí: «De un linaje muy claro, muy alta e linpia sangre fue Príamo, etc.». Aquí es de notar que «alta sangre» no quiere otra cosa dezir salvo «antiguo»239, d’esta manera: todo aquello que por vía de proçesión o subçesión es sobre nós o pasado de nós está más alto que nós, así como mi padre está más alto que yo e mi abuelo es primero o más alto que mi padre; esto es acatante el comienço del tienpo; otrosí más alta está la hedad que corrió dende David fasta nuestro Redentor glorioso que aquella la cual corre dende Nuestro Señor acá, e más alta está la hedad que corrió desde Abraham fasta la trasmigraçión, e más alta aquella que corrió del comienço de Noé fasta Abraham, e más alta está aquella que començó desde el criamiento de Adán fasta Noé que todas las otras que fasta agora son corridas o [pasadas]240, e dende nós adelante sienpre se dirá más baxas; esto es, como es dicho, aviendo consideraçión del comienço; así pues, en cuanto cada [uno]241 trae más antigo comienço o prinçipio de fidalguía, o como cada uno primero començó a ser virtuoso e como cada uno de aquellos de donde venimos tovo comienço de nobleza política, el cual fue por vía de aquellas tres maneras escriptas e fue cavallero defensor, poniéndose a defender e anparar la cosa pública, a bien regilla e governalla, e como cada uno se metió a aprender çiençia e letras, para eso mismo e para fazer iustiçia e para para guardar a cada uno lo suyo, ca estos asimismo e pueden ser dichos defensores, como adelante se dirá, e como cada uno començó primero a tomar las buenas costunbres e a dexar las tiniebras

236 más alta sangre e antigua e noble del mundo] M, S1 y S2: más alta e antiga sangre e noble del mundo 237 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 238 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 239 antiguo] M, S1 y S2: antigua 240 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 241 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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de las malas costunbres, tanto es242 más alto en respeto del tienpo pasado e en [consideraçión]243 del comienço; e esto quiso dezir el dicho poeta cuando dixo «linaje muy alto e muy alta sangre». Dize el dicho autor en el mismo capítulo cómo Príamo ovo otros fijos no legítimos de mugeres muy fijasdalgo de altos e grandes linajes244. En el primero De clemençia pone Séneca, capítulo X, cómo razonando Otaviano con Çaina dixo las siguientes palabras, las cuales favoreçen e ayudan al presente propósito: «Para agora mientes si te enbargó la esperança del reinar, piensa tanta conpaña de onbres famosos que no solamente son notables por sus personas, mas son muy grandes porque desçienden de alta sangre, etc.»; otrosí dixo «claro»; «claro» es otro punto sotil e [fermoso]245, ca es de notar que «claro» es un loor açerca de dos cosas, la una açerca del linaje, la otra açerca de las virtudes. Açerca del linaje es de saber que «claro» no se puede dezir salvo aquel el cual es produzido de onbres nobles o padres los cuales en ninguna memoria ayan mesclado su linaje con otros obscuros e baxos linajes, otrosí con linaje [de]246 bastardería, ni en otra manera si aver se puede; e247 esta es la diferençia de entre «claro» e «generoso», ca el claro es aquel el cual está en aquella tan difíçile observançia que es dicha; esto nos confirma Titus Libius en su Primera Década, libro cuarto, capítulo XXIX, diziendo: «Tres cuestores fueron escogidos de los patriçios e tres del pueblo; los tres patriçios fueron escogidos por varones de claros linajes; el autor fue Quintiliano248, el cual sienpre quería mal a los padres que son los nobles»; el generoso puede ser aquel el cual tan solamente es fijo de onbre el cual sea [fijodalgo]249, puesto que lo aya avido en muger que no sea fijadalgo o puesto que no sea desçendida250 de legítimo matrimonio, ca el ta[l]251 todavía es generoso; e açerca d’esto asaz es dicho ante en el tratado primero, otrosí en la primera conclusión e segunda. La otra, que es açerca de las virtudes, es como cuando alguno es así virtuoso e lleno de bondad que por ninguna manera no faría ni diría cosa torpe, ni 242 es] M, S1 y S2: está 243 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 244 Dize el dicho autor en el mismo capítulo cómo Príamo ovo otros fijos no legítimos de mugeres muy fijasdalgo de altos e grandes linajes] M, S1 y S2: omitido 245 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 246 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 247 e] M, S1 y S2: omitido 248 Quintiliano] M, S1 y S2: yntiliano 249 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 250 desçendida] M, S1 y S2: desçendido 251 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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por ninguna cosa se partiría del linaje glorioso de las virtudes e por obra será en continuaçión de todas las virtudes, ca así lo quiere el filósofo en el primero de las Éticas, segund que ya es dicho. E de aquí proçedió dezir a los reyes «altos» e «esclareçidos», porque estas dos cosas deven resplandeçer en ellos, síguese alteza o antigüedad de linaje, que es la claridad según es dicho, otrosí «claros» por virtudes e buenas costunbres seyendo prudentes, tenprados, justos e fuertes, seyendo llenos de fe, de caridad, otrosí aver buena e razonable esperança, otrosí deven aver otras virtudes e usar d’ellas, así como ser piadosos, mansos, humildes, francos o liberales, magníficos e magnánimos, etc. Titu Libio nos presenta otra muy dura e fuerte sacada de la su Primera Década, libro terçero, capítulo V, fablando de Çesus Fabius diziendo: «Aconpañávanlo los prínçipes de la çibdad, entre los cuales era Titus Quinçius Capitolinus, que tres vezes fuera cónsul, el cual contó muchos e grandes fechos que avían fecho los de su linaje de Çesus Fabius, etc.». Pues como dize «prínçipes», llámalos252 nobles, como es verdad que a los nobles llaman prínçipes; otrosí pareçe que del loor de los de su linaje quiso fundar el dicho Titus prevenir mereçimiento a la venia o perdón al noble mançebo Çesus Fabius. Capítulo II del segundo tratado, en el cual el filósofo presenta una valiente flecha concluyendo que aquel que es alto por linaje solamente es noble; otrosí el el cual en el

Obispo de Burgos presenta otras, Conçilio de Basilea propuso

Pues retornando a nuestro propósito, es de ver al grand filósofo Aristótiles, el cual viene a nos ofreçer e presentar una valiente flecha contra la dicha tabla, el cual con grand saña lançó la flecha253 e [traspasó] 254 e desfizo el dicho255 escudo; las letras escriptas en los duros tendales fállanse en el primero de la Retórica, diziendo ansí: «Nobleza es a la gente o a la çibdad ser antiguamente de su derecho», la cual palabra «de su derecho» quiere tanto dezir como «de su libertad»; pues de notar es que, como el antiguo generoso trae antigüedad, la cual el filósofo en este paso nota por nobleza, síguese que aquel que es produzido de linaje antiguo es noble, e como el nuevo noble no trae antigüedad de linaje, seguirse ha que el tal nuevo noble no será noble por linaje; asimismo si la libertad de antigüedad, como lo dize el grand filósofo, prínçipe de filosofía, 252 llámalos] M y S1: llámales 253 la flecha] M: la dicha flecha 254 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 255 dicho] M, S1 y S2: malvado

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es la nobleza, como el onbre generoso o fijodalgo o noble traigan de antigüedad la dicha libertad e256 franqueza de sus viejos e antiguos abuelos e progenitores, [síguese]257 que, como vengan antiguamente de onbres libres e ellos ayan nasçido en libertad sin contribuçión de ningund tributo, que los tales sean nobles; e, por el contrario, el que es nuevo noble, como venga de onbres no libres, mas tributarios e pecheros, e el tal noble nuevo sea nasçido en tributo o tributario e sin libertad, [síguese]258 qu’el tal no solamente no es igual al noble de antigüedad (como es provado e claro), mas aun por las mismas conclusiones se prueva no ser noble, pues segund el filósofo dize que nobleza es antigüedad de libertad, etc., la cual él no tiene. Esto aprueva clara e manifiestamente aquella contienda de las matronas nobles romanas con Virginia, fija de Aulus Virginius, puesto que ella fuese noble, pero, porque era casada con Voluminus, el cual era plebeo, e, puesto que él fuese cónsul, la cual dignidad de consulado ennobleçía al dicho Voluminus, pero nin su dignidad ni consulado [fue de]259 tanta nobleza nin sus virtudes, que la dicha Virginia no fuese lançada del tenplo, en el cual no podía sacrificar salvo muger noble e casada con onbre patriçio o noble; por cuya ocasión la dicha Virginia hedificó otro tenplo, el cual fue estableçido que ninguna pudiese en él sacrificar salvo dueña que fuese plebea; pero es de notar o saber cómo el dicho tenplo no duró, antes a poco tienpo fue presto puesto en olvidança, do se manifiesta la grand exçelençia de los generosos, ca con las sus viejas e antiguas costunbres permanesçen e permaneçieron260 en su alta devoçión, e los plebeos con sus nuevas e rústicas costunbres déxanse o dexáronse [olvidar]261 la reverençia divinal, segund que pareçe en el enxenplo presente; por do se prueva el propósito nuestro y nuestra intinçión, el cual enxenplo pone el Titus Libius en su Primera Década, libro X, capítulo XVII, en el prinçipio. Açerca de lo cual don Alfonso, reverendo obispo de Burgos, en la propusiçión que fizo en Basilea en favor de la silla de Castilla dize: «La segunda señal de virtud a quien se suele o deve dar honor es la antigüedad del tienpo, ca presúmese que la virtud de la sabiduría es en los antiguos»; alega a Job, que dize en el capítulo XXXII: «Dévese fazer reverençia a la antigüedad»; capítulo IV dize: «Los más antiguos deven ser proferidos en el asentamiento, etc.»;

256 e] M: o 257 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 258 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 259 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 260 permanesçen e permaneçieron] M: permanesçieron e permanesçen 261 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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pues síguese qu’el antiguo noble es más noble, pues por antigüedad [deve]262 ser proferido263 al nuevo noble, etc. E porque [el]264 venerable e çientífico obispo don Alfonso de Cartagena, de quien poco ha fablamos, con alegre cara llena de resp[l]andor265 de çiençia viene a nós diziendo que aun él no es fuera de nobleza por estas razones: la primera, porque dize que, entre el linaje de donde él era desçendido, su linaje era desçendido del más noble tribo de los tribos de Israel, e que aquellos de donde vino fuera de ofiçios viles avían bivido fasta su padre don Pablo, que se convirtió, lleno de çiençia, el cual fue obispo asimismo de Burgos e que después él fue elegido obispo; la segunda, que era asimismo noble por vía de la çiençia; en la cual era introduzido valientemente por razón de aquestas dos cosas. E después, por dezir e sostener verdad, él venía a nos favoreçer e ayudar esforçadamente con aquellas armas e çiençia con que sostuvo e defendió la exçelençia e nobleza de los reyes de Castilla en el Conçilio de Basilea, como es dicho; para ayuda de lo cual e aquellas mismas flechas con que vençió a los doctores ingleses e satisfizo a los perlados e maestros del dicho conçilio nos presenta la siguientes flechas266. Capítulo III, en el cual fabla el dicho reverendo obispo, açerca de lo cual se faze la presente introduçión e conclusión de la primera flecha

«Consideremos que, entre las otras presunçiones e señales, que ay cuatro que me pareçe convenir a nuestro intento, las cuales nos atraen a pensar que son algunos virtuosos e a les fazer gran honor: la primera es nobleza de linaje; la segunda, antigüedad de tienpo; la terçera, alteza de dignidad; la cuarta, memoria de benefiçios». Açerca de la primera asaz es dicho, e aun adelante dezirse ha267 más, pero es de notar que, como dize «nobleza de linaje», dize de aquella nobleza la cual proçede a nós268 de nuestros anteçesores, ca de otra manera no diría «nobleza de linaje», mas diría «nobleza de nós mismos». E, porque açerca d’esto, allende de lo qu’es dicho, adelante se dirá más largamente, por la brevedad dexarse á de presente, etc.

262 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 263 proferido] S2: preferido 264 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 265 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 266 flechas] M y S1: flechas etc. 267 dezirse ha] M, S1 y S2: se dirá 268 proçede a nos] M, S1 y S2: nos proçecede

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Capítulo IV, en el cual fabla de la primera consideraçión, la cual es del primero comienço; otrosí lança la segunda flecha La primera consideraçión es la antigüedad de las sillas reales de Castilla e de Inglatierra por respeto al primero comienço, pues, como de Gerión acá ayan269 pasado dos mil e seisçientos y tres [años]270, e el reino de Inglaterra no sea de tanta antigüedad como es dicho, síguese qu’el reino de Castilla es más noble por vía de la antigüedad, según que en la dicha propusiçión271 se esplica. El Valerio Máximo en el título de las personas disfamadas dize en el capítulo VI en el fin fablando de Marco Emilio: «El acusado no pudo usar de la condiçión que su acusador le otorgava; enpero, por la muy antigua nobleza e memoria de su padre e de su linaje, fue absuelto, etc»; la cual autoridad satisfaze272 muy llena e abundantemente açerca de nuestro propósito. Capítulo V. De la terçera flecha «La segunda consideraçión es considerando la antigüedad d’estos reinos açerca de la regeneraçión, es a saber, el tienpo que estos reinos fomaron la fe católica»; dize: «Bien es manifiesto que la silla real es más antigua, la cual se prueva por escrituras abténticas»; pues como en Castilla fue antes reçebida la fe católica que en Inglaterra luego síguese el propósito açerca d’este paso; déxanse las autoridades del dicho obispo por causa de brevedad. De do se toma açerca de nuestro propósito que, pues es çierto que la antigüedad trae mayor exçelençia e nobleza açerca de lo sobre escripto, así bien será más noble aquel que de antiguo linaje verná desçendido o produzido de noble en noble e de generoso en generoso que aquel el cual nuevamente es criado noble, e así se concluye el propósito e se contradize e reprueva la dicha conclusión o tabla del reverendo Bártulo, etc. Esto paresçe que confiesa Séneca en su primera tragedia donde dize Lico contra [Meguera]273: «Yo, Lico 274, heredero, no poseo antiguamente los reinos por razón de mi padre, por cuanto los mis primeros genitores o anteçesores no fueron nobles ni aun yo no he linaje famoso de

269 ayan] M: aya 270 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 271 propusiçión] M: presunçión 272 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 273 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 274 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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gloria ni alta honor, mas he de mí mismo clara e alta virtud e famosa»; dize más adelante: «Mi nueva nobleza avrá color e pareçerá señoría fiel275 por el noble e claro linaje de Megera, e yo baxo e estraño seré fecho noble alto por tan noble e gloriosa muger»; do se manifiesta la exçelençia e veneraçión de la nobleza por antigüedad açerca del nuevo noble, pues que confiesa que por la nobleza de la alta [generaçión]276 de Meguera dize Lico que seríe277 noble, lo cual no era, etc. Capítulo VI. De la cuarta flecha «La segunda, por respeto del tienpo que començaron a reinar, según se suele considerar en los perlados, ca preçeden aquellos que son ante promovidos acatando el tienpo en que reçibieron la consagraçión v. dist: XVIII § fe ver vern»278. Es279 de notar que, así como aquel que desçiende de antigüedad de linaje primero ovo la promoçión de nobleza, síguese que será más exçelente e280 más digno e más noble, etc. Capítulo VII, el cual trata de la quinta flecha «Fablando más espeçialmente, mi señor el rey considera[da]281 la sangre de sus anteçesores es muy noble, ca no solamente desçiende de los reyes de los godos e de las casas de Castilla e de León, mas aun del linaje de los reyes de España, e más propiamente los reyes d’España desçienden de su casa, etc.». Capítulo VIII. De la sesta flecha «Aunque a todos los onbres pertenesca oír de la amistad, pero mucho más pertenesçe a los fijosdalgo, pues que ellos exçeden en la [onra e pueden e deven exçeder en la]282 virtud, etc.». Esta postrimera flecha fue sacada de la

275 fiel] M: e fiel 276 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 277 seríe] M: sería 278 v. dist: xviii § fe ver vern.] M: v. dists. xviii. ss. fe. ner. verunt // S1: v. dist. XVIII ss. fe. ues verunt // S2: v. dist. diez y ocho ff. se ner verunt 279 Es] M, S1 y S2: Pues redusiéndolo a la parte de nuestro favor, es 280 e] M: omitido 281 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 282 Enmiendo atendiendo a la lectura de M y S1 // S2: onra et deven et pueden esceder en la

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[introduçión]283 qu’el dicho obispo fizo en el título «de amistad» en el Doctrinal de cavalleros, que conpuso al muy estrenuo, ínclito, conde, varón virtuoso e muy esforçado don Diego Gomes de Sandoval, conde que fue de Castro e Conde de Devia. E bien que alguno podría dezir que este así luengo título era al presente escusado, pero, como conosca que sin conparaçión mayor e de mayor reverençia sus virtudes lo merescan, ha sentido mi mano deleite en la dicha reçitaçión, etc. Algunos podrán dezir que ya asaz enxenplos e pruevas son las escriptas por vía de [las]284 cuales ayamos285 entendida286 la fuerça de la nobleza, pero puédeseles responder açerca d’esto aquello que dize Vocaçio en el libro segundo de sus Caídas; a estos tales yo les respondería e respondo que soy bien çierto e seguro que las personas graves, nobles e de buenas costunbres e de buena voluntad se ternían por contentas con solo un enxemplo e prueva de los que he reçitado o escripto; e, cuanto para ellas, no tomaría yo más trabajo; pero muchos otros son allegados a opinión e maliçia que por multitud de autoridades diversas conviene de los convertir; e por tanto, oyan287. Capítulo IX. De las graçias que se dan al reverendo obispo por el favor e ayuda que ha hecho a la venerable nobleza

Por çierto bienaventuradamente el dicho obispo ha favoreçido e ayudado a levantar la alta nobleza fijadalgo, al cual yo rindo infinitas graçias de parte de su alteza e dignidad; e, pues el reverendo perlado así victoriosa e gloriosamente concluyó las flechas, oigamos al Reimundo e a los otros alquimistas, de cuyas conclusiones sacaremos enxenplo, figura o conparaçión, de la cual se fará saeta enponçoñada contra la dicha tabla o conclusión terçera del escudo de288 Bártulo. Capítulo X, que fabla por vía de conparaçión, segund arte o çiençia de alquimia

Dizen los alquimistas que del vino se faze el agua ardiente; pero dizen que fasta que siete vegadas es pasada por sus destilaçiones no es agua ardiente; e

283 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 284 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 285 ayamos] S2: oigamos 286 entendida] M, S1 y S2: entendido 287 oyan] M.: oyan, etc. 288 escudo] M: dicho escudo malvado

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aun después que por virtud de aquellas siete destilaçiones es fecha agua ardiente común; después de puesta a destilar en aquel vaso de çirculaçión dispuesto e ordenado por tal manera que como vaporando suba a çierto lugar del vaso por virtud del fuego, asimismo por sí pueda desçender e destilar dentro del dicho vaso en el cuerpo d’él por los caños braçales dentro al fondón d’él, porque otra [e]289 otras vegadas suba a destilar e a desçender, e así continuadamente subiendo e desçendiendo fasta que la dicha agua se convierta en quinta esençia, ca la mejor agua ardiente común tiene en sí mesclamiento material de los cuatro elementos, por continuados sobimientos e desçendimientos fázese perfeta la quinta esençia, apartada e fuera de toda corrupçión e conpusiçión de los cuatro elementos; e esto se faze por cuanto esto que segundamente es sublimado por tantas destilaçiones es más sotil, e más noble, glorioso e apartado de la corrupçión de los elementos que cuando una vegada sube e desçiende; e ansí fasta mil vezes por continuado sobido e desçendido es purificada, sublimada e adelgazada, que ha tanta alteza de glorificaçión e alcança tanto que se faze conpuesto incorruptible, etc. Aquí es pues de notar que la semejante figura fecha conparaçión del nuestro intento, el cual es que es más noble aquel el cual es produzido de antiguo e generoso linaje qu’el fecho nuevamente noble por esto: ca así bien el noble antiguo de antiguo linaje es pasado por muchas destilaçiones de muchos abuelos, lo cual desfalleçe en el nuevo noble, el cual estando en su segundo grado de destilaçión no es salvo agua ardiente, el cual no es purificado por la conpusiçión del sobir e desçendir de las onras de los elementos (que son la obscuridad o villanía del prinçipio de su linaje, etc.); la cual purificación es clara en el que resplandesçe por antigüedad del linaje; de do se concluye ser falsa la dicha conclusión290 e sin ningund valor e fuerça, que bien así como, cuando la [quinta] esençia es acabada, no le queda sabor ni olor del agua ardiente, antes todo lo ha perdido, así el antiguo noble ha perdido las reliquias de la obscuridad e291 villanía, las cuales aún no son purgadas en el nuevo noble, quedando el mal sabor e el mal olor de las primeras292 costunbres del obscuro e baxo linaje, etc. Para lo cual ay mucha razón, ca vemos cómo por vía de naturaleza nesçesariamente los fijos pareçen en las condiçiones e costunbres a sus padres e a sus abuelos; pues, si natura en la mayor parte nos fuerça que parescamos a nuestros progenitores —esto afirma el filósofo en el dézimo libro, capítulo XIII, diziendo: «Çierto es que los fijos toman grandemente las costunbres de sus 289 otra otras: M otra e otras // S1 y S2: otra o otras 290 conclusión] M, S1 y S2: conclusión del Bártulo 291 e] M: o 292 primeras] M: malas

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padres así como naturales, etc.»—, luego síguese qu’el nuevo noble pareçiendo a sus pasados será con mayor dificultad o más tarde virtuoso e el noble de antigua generaçión acatando las virtudes de los progenitores —agora por la induçión293 de natura, agora por el enxemplo de aquellos— será más fáçilmente virtuoso e294 más perpetuado será en las dichas virtudes, más costante e más firme; e, como más firme e más costante e por razón más virtuoso por las cosas dichas, [síguese]295 que será más noble, segund de suso es dicho. Asimismo es de saber que, tanto como en los actos humanos más nos apropincamos o açercamos al Ser devinal, tanto somos más nobles. Pues, como en Dios o en las cosas çelestiales ay perpetuidad de gloria, de la cual resulta una [altísima]296 alegría, luego çierto es que donde avrá alegría, avrá más nobleza; entiéndese alegría honesta. Pues, como en el noble de antigua generaçión por estar en fin perfeto, segund adelante se dirá, como açerca de la nobleza no ay que desear, estará en alegría de la gloria del antigüedad o de estar en el fin de la nobleza, e el nuevo noble estará fuera de alegría, que es estar en tristeza por estar lexos de la297 antigüedad qu’es la nobleza, como aquel que aún no está salvo en el prinçipio, e aún resta traspasar al medio e al fin; pues, estando en tristeza, no está en alegría, luego menos está en ábito con el cual se apropinca o açerca al Ser divinal o çelestial, como allá no ay tristeza, mas toda delectaçión, gozo, alegría, gloria o plazer; pues luego síguese que no solamente el nuevo noble no es tan noble como el noble de [antigua]298 nobleza, mas aún apenas propriamente puede ser noble ni venir a nobleza con solo el prinçipio de sí mismo. Otrosí, como Dios sea noble, perfetísimo e todas sus cosas fechas en sí muy nobles e Él sea poseedor de todas las cosas e Él, como eterno e infinito, no puede ser poseído salvo administrativamente o contenplativamente, dionos poderío que pudiésemos semejalle en ser poseedores açerca de las virtudes; e como açerca d’ellas fuésemos mayores poseedores, así podríamos alcançar mayor perfeçión e mayor acçión açerca de la dicha posesión de las virtudes; e, como aun en las cosas humanas todo aquel que más luenga posesión demuestra declara en su fecho mayor derecho, así digo que, en cuanto el noble de antigua nobleza por razón e natura es mayor poseedor de las virtudes, el cual se açerca al infinito como a poseedor de todas las cosas poseyendo mayor

293 induçión] S1 y S2: introduçión 294 e] M, S1 y S2: o 295 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 296 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 297 de la] M, S1 y S2: del 298 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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número de virtudes, luego síguese ser mayor noble e más noble el tal299 noble de antigua e alta generaçión, pues, como es dicho, por vía de la antigua posesión qu’el noble nuevo300 no es tan noble, como aún él es nuevo posedor de las virtudes301 seyendo el primero que començó e, como aquel que nuevamente posee una cosa, no sepa usar de las cosas dichas302 como aquel que luengamente las usó; e, como es dicho, el antiguo noble es antiguo posedor, es çierto que por la luenga usança sabrá más303 mejor usar de las dichas virtudes, de do se sigue304 mayor perfeçión, e donde es mayor perfeçión, es neçesario mayor nobleza, e la dicha posesión da mayor derecho açerca de las virtudes, las cuales son e fueron prinçipio de la nobleza305 en todo noble. Capítulo XI del segundo punto, en el cual afirma cómo por vía

santa y teologal ni uno por ser antes que otro no será más santo, como Abraham o

Noé no es tanto santo como nuestro Redentor, porque fueron antes

El segundo punto es según fue asignado en el primero capítulo, el cual es que deve ser considerado el dicho de306 Bártulo por respeto del prinçipio universal, el cual es Dios, [d]el307 cual nos es produzida la308 nobleza como de309 fuente prinçipal de donde nasçieron e emanaron todas las noblezas e bondades; e, si açerca d’este fin fabló Bártulo, dévese considerar e reduzir este punto a la nobleza divinal o teologal, segund que es dicho. E este tal noble no será más noble que aquel que después d’él viniere, así como Noé no es más santo que Jesucristo glorioso, porque fue ante qu’él, por razón que la tal nobleza no proçede de generaçión310 o por linaje de sangre, como la nobleza política de linaje políticamente fablando, mas consiste en la mayor graçia alcançada e en la dispusiçión que fazemos açerca de nós en darnos a santidad,

299 tal] M: dicho 300 noble nuevo] M: dicho nuevo noble 301 las virtudes] M: las dichas virtudes 302 cosas dichas] M, S1 y S2: dichas cosas 303 más] M, S1 y S2: omitido 304 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 305 la nobleza] M: la dicha nobleza 306 de] M y S2: omitido 307 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 308 la] M, S1 y S2: toda 309 de] M, S1 y S2: es de 310 generaçión] M, S1 y S2: género

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así como ayuno311, a oraçión, a abstinençia, a obediençia, a humildad, a caridad, a aver mayor fe312, a continençia, a observançia313, a religión, a paçiençia, a sufrençia, e a toda santa dotrina e a todas las virtudes teologales, conpañeras o hermanas d’estas; cada uno como alcança esta tal santidad es más santo e, como es más santo314, es más noble. Así esta tal nobleza como arriba es difinida no es de generaçión315 ni de sangre o linaje, mas es de graçia o dispusiçión en nós mismos (por baxos onbres que seamos) e por contenplaçión açerca de las cosas divinales e por costançia e santidad, segund qu’es dicho; lo cual concluyendo es de saber qu’el dicho punto no es de nuestro propósito ni atañe a la nuestra política nobleza, etc. Capítulo XII. Cómo, no avida consideraçión del terçero punto,

trae mayor efecto açerca de su conclusión, antes por las razones presentes la dicha conclusión es destruida

El terçero punto acatado no trae más nobleza qu’el primero e segundo, ca el tal punto, cuando así d’él resultase —como resulta— algund bien, no es de nobleza política, mas es de virtud moral, a la cual fezimos parte o manera de otra nobleza, en el título de la cual largamente se trata en el prinçipio d’este libro, en el primero tratado. Do es de notar qu’el mismo Bártulo en el libro De nobilitate316, capítulo primero, libro XII, pone tres maneras de nobleza, síguense317 teologal, natural o moral e318 çevil o política, e319 a esta llamamos propiamente fidalguía; e la dicha nobleza política difiniendo Bártulo, como quiera que la tal difiniçión no es la real fablando generalmente, pero particular, segund qu’es privado por las otras difiniçiones e conclusiones sobrescriptas e por vía de todo el proçeso del presente libro, e porque la presente difiniçión no es perfeta, ca no se estiende a los nobles de clara sangre, mas a la calidad de nueva nobleza, e d’esta causa no se puso entre las difiniçiones reales e generales o universales.

311 ayuno] M, S1: a ayuno // S2: aimo 312 mayor fe] M: amor a fe 313 a observançia] M: omitido 314 e como es más santo] M: omitido 315 generaçión] M: género // S1 y S2: generoso 316 De nobilitate] M, S1 y S2: de dignidat 317 síguense] M, S1 y S2: síguese 318 e] M: omitido 319 e] M, S1 y S2: omitido

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E agora oigamos a320 Bártulo, el cual dize: «Nobleza çevil es una calidad dada por el que tiene el prinçipado por la cual paresçe qu’el que la reçibe es más quisto e amado del prínçipe que los onestos plebeos que comúnmente llamamos pecheros, etc.»; d’esta difiniçión nótanse dos cosas: la primera, que, si así es como Bártulo dize, muchas vezes (o las más) la nobleza o su calidad se daría por los prínçipes a onbres muy indignos de la gloriosa nobleza, como aconteçe o aconteçió ayer al prínçipe de los cuatro, el [cuarto]321, ca pudo ser que dio a onbres o onbre malvados o malvado dignidades o la dicha calidad de nobleza indignamente, sin ningún bueno ni honesto respeto de honestas ni virtuosas costunbres322. Pues, como la nobleza deve ser dada para prínçipio de fidalguía, en la elecçión del nuevo noble, cuando el prínçipe oviere de dar la dicha calidad o nobleza, no amor loco o inhonesto ni vana volundad deve ser acatada, mas dos cosas juntamente, la primera, dignidad açerca de sus virtudes, por mérito de las cuales el prínçipe se mueva a querer; ca tres cosas son neçesarias a todo aquel que ha de fazer alguna cosa sin las cuales no puede ser fecha pequeña cosa323 ni grande: la primera es querer, pues, en queriendo, este tal querer deve ser arreglado açerca de la perfeta eleçión; la segunda es poder; la terçera es saber, la cual subida al lugar del poder e examinada e determinado el poder, el tal poder suba al terçero coloquio del saber, el cual lo arregle e ordene con prudente e alegre deliberaçión, segund sano e virtuoso saber. E entonçes, como el prínçipe consiguiere los dichos términos, todas las cosas serán bien fechas e comunalmente verná a buen fin; e de otra guisa es de creer las tales cosas aver fines peligrosos e dubdosos. E como el prínçipe puesto en su movimiento de querer dar la calidad de la nobleza, segund es dicho, deve queriendo querer examinar las virtudes, las costunbres, la dispu[si]çión324, la inclinaçión de aquel el cual quiere fazer noble nuevamente, e, cuando estas cosas así juntamente se fallasen, entonces reluzen e resplandeçen dos cosas: la liberalidad e franqueza del prínçipe, e la dignidad o calidad325 de la nobleza del326 nuevo noble. Pero, si solamente por el prínçipe no es otra cosa acatada salvo amor desordenado, el error está en la mano e pareçen a los

320 a] M: al 321 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 322 costunbres] M: costunbres, como clara y manifiestamente podríamos provar si la honestidat de la lengua lo sufriese 323 pequeña cosa] M, S1 y S2: cosa pequeña 324 Enmiendo atendiendo a la lectura de M. 325 calidad] S2: claridad 326 del] M, S1 y S2: en el

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ojos del mundo dos cosas otras: la torpedad de la liberalidad del prínçipe, pues (segund el filósofo, en el cuarto de las Éticas) solamente es liberalidad o franqueza aquella que se faze con consejo e elecçión, alegre e prestamente considerando quién da e qué da e a quién da, dónde, cómo e cuándo, etc.; la otra, la indignidad del nuevo noble, como se manifieste en el semejante acto la poca consideraçión e sabiduría e virtud del fazedor e el desmereçimiento del reçebidor; ca la alteza del prinçipio de la nobleza, pues que la señal de la virtud es la327 nobleza, [síguese]328 que no deve ser dada salvo a persona grande329, virtuosa e de buenas costunbres; ca en los comienços así se fazía, como es provado do se fabló de Menbrot, de Jectán330, de Esenbec331, de Saturno, de Júpiter, de Libero padre, de Ligurgo, de Rómulo, de Jacob, de Muisén, de Saúl e de David, e de los otros prínçipes e cabdillos, los cuales sienpre elegían para la nobleza de la cavallería los más virtuosos, más onrados e más poderosos, segund es dicho. Pues luego injuria faze el prínçipe e gran vituperio a la generosa nobleza en dar el título o calidad d’ella al villano o al obscuro de linaje o al plebeo o al çibdadano defectuoso o sin virtud por vía de amor malvado, desordenado, desonesto, pecador e malo de cualquier manera o calidad que sea. Ca, si por cualquier vía d’estas le paresçeríe332 al prínçipe serle el tal en algund mereçimiento, distributivamente dispense con él como de [cantidad]333 de pecunia pequeña o grande [cumpla]334 con él e lo satisfaga, ca lo tal abasta para los tales, e el dicho título de nobleza guárdese para los virtuosos çibdadanos o plebeos, en los cuales reluzirá la nobleza, cuando les fuere dada, como cosa que es señal de su virtud; lo ál no es ál que un manifiesto engaño poner señal de aquello que no ay. Ca es de notar que, así como el que vende vino blanco en Aragón pone un aro de çedaço o un pligo de papel e el que vende tinto pone un ramo verde, si el del vino tinto pusiese el aro de çedaço o el pligo de papel, çierto es que los que fuesen a conprar el vino serían engañados cuando cuidando fallar blanco fallasen tinto, ca entonçes lo dexarían como cosa que no buscavan e avrían 327 la] M: la dicha 328 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 329 grande] M, S1 y S2: grave 330 Jectán] M, S1 y S2: Geotrán 331 Esenbec] M: Sueseve // S1 y S2: Suesene 332 paresçeríe] M, S1 y S2: paresçiere 333 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 334 ampla] M: cumpla // S1 y S2: culpa (enmiendo atendiendo a la lectura de M. A partir de aquí se detecta una laguna en este manuscrito, cuyo folio siguiente comienza con «costunbres en uno de aquestos oficios...»).

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resçebido engaño por causa que la señal era aquella la cual pertenesçía al vino blanco, pues así bien cuando a algund indigno, ímprobo e malvado se diese título de nobleza, el que lo no conosçiese cuidaría que fuese virtuoso —como se presopone qu’el título o calidad e sus previllejos nunca deven ser dados, salvo a persona virtuosa e de buenas costunbres—, pues, cuando le provase e gustase, era nesçesario fallarle sin bondad e sin virtud, segund que es dicho de la señal del vino. E d’aquí proçede blasfemia açerca del prínçipe, porque puso señal de virtud donde ay o donde avía grand iniquidad e maldad, asimismo açerca del nuevo noble que da ocasión que publique e manifieste sus torpedades e maldades los que le provaren, diziendo que fue muy torpe e osado sin virtud sobir en lugar que no le conplía; esto baste açerca del mereçimiento de las virtudes. Otrosí el prínçipe deve acatar e aver consideraçión açerca de los serviçios, los cuales considerados, cuando los fallasen o fallare dignos de gualardón, considere si esta tal persona es virtuosa; si lo es, bien puede e deve entonçes distribuir açerca d’él el título o calidad de nobleza guardando qu’el tal noble posea parte buena de riquezas tenporales porque no se presuma por vía de la pobreza algund vil ofiçio. E, si por ventura toviere algunas grandes virtudes, puesto que en el tal aya algunas malas costunbres, bien puede el prínçipe considerando los serviçios dar el dicho título. Pero, si fuere persona viçiosa e de malas costunbres, careçiendo de virtud, de dispusiçión e de inclinaçión de bondad, tenerse deve la manera dicha, distribuyendo con él açerca de la pecunia, pero no del título ni calidad de nobleza, etc. Por do se concluye la tal difiniçión del dicho doctor no ser perfeta nin sufiçiente. La segunda parte es aquello que dize en el fin de su difiniçión, «más que los honestos plebeos»; esta diferençia que faze en dezir «más amado que los honestos plebeos» pareçe que da a entender que aquel a quien el prínçipe faze noble, al cual ama más que a los honestos plebeos, que no era plebeo; e, si así es, açerca d’esto asaz es dicho; e, si lo es, como se deve confesar, avíase de dezir «más que los otros plebeos»; e, si él así lo dixo, nasçen otras dos cosas d’esta: la una, que basta lo provado e lo que aún adelante se provará; la otra, que d’esta difiniçión no se puede tomar otra honor salvo la que ofreçe o resulta del amor del prínçipe al nuevo noble, por la opinión que da el dicho amor que sea virtud e bondad a los que saben que aquel es amado del prínçipe, e esta honor pareçe que no preçede a otrie salvo a los honestos plebeos, segund lo dize la dicha difiniçión, etc. Pues, bolviendo al efecto del terçero punto presente, afírmase cómo la dicha virtud moral no trae arriba de sí ninguna nobleza, esto es, aquel que començó, como es dicho, pero, para los que d’él vinieren, será algund enxenplo de quien tomen o aprendan los subçesores fijos; e, si los fijos

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usaren de aquellas buenas costunbres, ternán el segundo grado; e, si los nietos usaren de aquellas mismas, fuera por eso de viles ofiçios, viniendo como fijosdalgo por vía d’armas o de grados de çiençia, e los visnietos estas mismas virtudes e buenas335 costunbres en uno de aquestos dos ofiçios, es a saber, el primero, el de la defensión, que es el cavalleril o militar, o por el segundo, que es el de la çiençia, ca estos fueron aquellos de donde los enperadores e reyes, otrosí los cavalleros e los nobles desçendieron, entonçe serán dichos «fidalgos»; pero aún no serán nobles por generaçión o linaje o alteza de sangre, pues que esto es çierto no poder ser sin linaje de antigüedad de fidalguía336, segund es dicho; ca para ser nobles, como dizen, mucho ay que fazer; ca estos sobredichos solo en el cuarto grado han purgado la obscuridad o plebeosidad, que es dezir sin linaje, e, de no ser, ha venido a fidalgo, todavía guardando açerca del casamiento que no intervenga obscuridad o la dicha plebeosidad, mas su igualdad, segund su comienço, o más linaje; donde es de notar que noble será cuando venido en la cuarta generaçión —do es purgada solamente la obscuridad del linaje—, no errando las carreras dichas e los términos escritos e todas las tales çerimonias, en el fin de la otra cuarta generaçión de su visnieto, el prinçipiador o el que dio el comienço de la fidalguía aviendo seído cavallero o defensor de la cosa pública o aviendo avido otra dignidad con la cavallería en que aya mayor veneraçión, así como varonía o dende arriba o alguno de los ofiçios solennes e honorables dignidades, segund que es dicho, o aviendo grado de çiençia, así como liçençiado, doctor o maestro, etc. Así que se concluyen dos cosas: la una, que en el cuarto grado el visnieto será fidalgo; e, del visnieto ayuso, en el otro cuarto grado, el revisnieto será noble a las condiçiones dichas e no de otra manera. Ca por esto se dize generoso, noble de linaje antiguo, ca el visnieto no es linaje antiguo; e esto quiere dezir aquella costunbre antigua que dize337 «fijodalgo de solar conosçido»338; donde es agora de notar o saber cuántas maneras son de solar conosçido, pues es ofreçido caso o es venida ocasión, la cual recuerde la dicha materia de solar conosçido, etc.

335 Como se ha indicado previamente, todo este pásaje (desde el lugar indicado anteriormente) no aparece en M, que continúa desde ese punto directamente con «costunbres en uno de aquestos dos ofiçios». 336 sin linaje de antigüedad de fidalguía] M: sin antigüedat de fidalguía e linaje // S1 y S2: sin antigüedat de fidalguía e linaje 337 dize] M, S1 y S2: dizen 338 conosçido] S1: conosçido, pues es ofresçido conosçido // S2: conosçido, pues es conosçido

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Capítulo XIII, en el cual se trata de la primera manera de solar conosçido e asigna cómo son cuatro maneras de solar conoçido

De solar conosçido son tres maneras, segund común e antigua costunbre en el mundo. La primera es aquella la cual faze relaçión de dónde fueron señores aquel o aquellos de[l]339 apellido340 o linaje del solar, villa o lugar, castillo o casa fuerte, así como los de [Guivara]341, de Lara, de Mendoça, de Guzmán o de Mexía, e así de los otros. Capítulo XIV, que fabla de la segunda manera de solar conoçido La segunda es aquella de la cual usan los cavalleros nobles o fijosdalgo de grande o de pequeño estado, la cual es cuandoquiera que alguna villa, çibdad, castillo o fortaleza se gana, e, ganada, alguno de los dichos fijosdalgo la ganó o fue causa prinçipal que se ganase, ca en cualquier manera o por cualquier d’estas se pudo o puede llamar de aquella villa, castillo o çibdad, la cual avrá por solar conosçido por memoria e onor del dicho acto por él fecho. Porque es de notar que algunos grandes linajes fallamos en España e en Castilla, de los cuales son prinçipales cuatro grandes e antiguos linajes342: el primero es el de los Ponçes de León; e d’estos es el marqués de Calis o Cadis, el señor de Villa Garçía e los parientes d’estos; el segundo es el de Ávila; d’estos son Pedro d’Ávila, Gil Gonzales de Ávila e Gomes de Ávila, Gonçalo de Ávila e sus parientes; el terçero es el de Toledo; d’este es el duque d’Alva, el conde de Oropesa e Garçía Álvares e los otros sus parientes; el cuarto es el de [Córdova]343; d’este son don Alfonso, señor de la Casa de Aguilar, el conde de Cabra, el Alcaide de los Donzeles e Martín Alfonso e los otros de su linaje. Estos cuatro linajes ovieron estos cuatro apellidos por alcuñas e solares conosçidos, porque fueron los que ganaron o fueron causa prinçipal como aquestas nobles344 çibdades se ganasen. Otrosí me ocurre cómo los fijosdalgo los cuales se llaman de Caçres, aquellos que vienen del dicho linaje que aquellos de los cuales vinieron ganaron o fueron causa que se ganase Caçres, e, d’esta [causa], se llaman de Caçres aquellos que de aquel linaje vienen; e d’estos son los cavalleros que d’este apellido biven en Segovia: [Antón] de Caçres, Alfonso de Caçres e Diego de Caçres345. 339 Enmiendo atendiendo a la lectura de M. 340 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 341 gnyvara] M: Guevara // S1: Vegara // Vergara 342 e antiguos linajes] M: omitido 343 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 344 nobles] M, S1 y S2: notables 345 Caçres] M, S1 y S2: Caçres, etc.

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Capítulo XV, que fabla de la terçera manera de solar conosçido Es otro terçero modo o manera de solar del cual usan algunos; esto es, cuando fulano o fulano se llamó346 de Sevilla o de Burgos o de Murçia o de otra villa o çibdad porque nasçió en alguna de aquellas o de otras cualesquier [que]347 sean. Ca este tal apellido no es de nobleza ni resplandeçe por gloria, si por ventura no tiene otro apellido el cual honorifique su linaje o nonbre prinçipalmente; así como acaesçe que Pedro se llama de Mendoça e bive en Toledo, donde bive otro que dizen348 Pedro de Mendoça; el uno, porque vino de Guadalajara, dixéronle Pedro de Mendoça de Guadalajara; e, al otro, Pedro de Mendoza de349 Toledo; esto tal no es sin nobleza. Mas, cuando es fuera d’esto, no es de honor, antes da sospecha350 açerca del obscuro linaje, como quiera que por grand antigüedad algunos son venidos a ser grandes fidalgos o por discurso de tienpo se pierde el prinçipal apellido e se queda el de la çibdad, como acontesçió a don Lope Ruis, al cual no llaman de su alcuña, mas solamente de Baeça, el cual era cabdillo del obispado de Jahén, cavallero muy bienaventurado; otrosí Rodrigo de Narvaes, hermano de mi abuelo, al cual llamavan en muchas partes Rodrigo de Antequera, porque era alcaide de aquella çibdad e cavallero de los bienaventurados que ovo en nuestros tienpos desde el Çid acá, batalloso e victorioso. Otros se llaman de algunas provinçias o reinos; los de las provinçias siguen a lo que es dicho de las çibdades primeramente; ca es de saber que Çipión, porque ganó a Cartago e sojudgó a África al Inperio Romano, se llamó Africano, otrosí el nieto; asimismo Luçio Çipión, porque conquistó a Asia, se llamó Asiano; otrosí Luçius Sergius, porque ganó la batalla en Fidena e vençió a los fidenates, fue llamado Sergius Fidenat; otrosí, porque Marcus Maulius defendió el capitolio de Roma, fue llamado Marcus Maulius Capitolinus; e así otros muchos; otrosí otro Marcus Maulius, porqué mató al gaulo, al cual quitó el collar, fue llamado Torcado, etc. Los de los reinos es de saber que ninguno que generoso sea no [se]351 deve llamar del reino salvo el que fuere pariente del rey e de su sangre derechamente. E así es concluido aquello que toca al solar conosçido.

346 llamó] M, S1 y S2: llama 347 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 348 dizen] M, S1 y S2: se dize 349 de] M: el de 350 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 351 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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Capítulo XVI. Que trata cómo, allende de las dichas tres maneras de solar conoçido, ay otra, el cual es dicho notorio E, porque en los capítulos ante d’este fablamos de los linajes e de cuántas [maneras]352 son de solar conosçido, es agora de saber cómo es otro modo de linaje el cual es dicho notorio; porque es agora de saber que esta cuarta manera que se dize linaje notorio no contiene en sí menor353 grado de nobleza que el dicho solar conosçido; el cual muchas vezes aconteçe a algunos nobles de solar conosçido dexar las armas e el apellido del solar conosçido por usar del notorio, así como acaesçió al cavallero que primero se llamó de Giro[n]354, el cual se llamava don Rodrigo355 Garçía de Çisneros, ca dexó sus propias armas e apellidos del solar conosçido356 por se llamar del notorio, qu’es Giro[n]357. Así qu’es de saber que al dicho cavallero le avino así de cuya causa tomó el dicho linaje: en una batalla la cual el rey don Alfonso ovo con los moros, al rey mataron el cavallo e aquel cavallero de quien fablamos diole su cavallo; e, al tienpo qu’el rey se partió d’él, arrapole o arrebatole tres girones de la sobrevista; e después, por honor de la memoria [gloriosa]358 del dicho acto, troxo tres girones por armas, e el rey diole un castillo e un león que onrasen los tres girones, los cuales traen por armas lo[s] 359 de aquel linaje; del cual son oy prinçipales el maestre de Calatrava e el conde de Urueña; asimismo dende adelante llamose al dicho cavallero de Girón, dexando el primero apellido o alcuña de solar conosçido. Esto mismo conteçió a mi qui[n]to360 o sesto abuelo en la çerca de Algezira, el cual se llamava del linaje de Sarmiento; e, porque estando el rey en el dicho çerco vençió o fue causa de vençer una grand batalla de cavalleros moros, en el cual fecho fizo tanto que por sola su virtud fueron los moros vençidos, cuando vino delante el rey dixo delante todos los grandes que a la ora allí se fallaron: «Cavalleros, esta es barva de cavallero»; de361 allí adelante llamose «de Barva»; e el rey mandó que, en señal e memoria de aquella tan grande e

352 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 353 menor] M: menos 354 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 355 Rodrigo] M: Gonzalo 356 conosçido] M, S1 y S2: omitido 357 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 358 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 359 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 360 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 361 de] M: E de

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onrada vitoria, troxese por armas un castillo de las armas reales, lo cual oy traemos los de aquel linaje, salvo que lo traemos diferente, ca el real es de oro en canpo colorado e nós lo traemos el castillo colorado e el escudo de oro. E así ay otros linajes de aquesta manera que por la brevedad se dexa362; pero es de saber que este linaje notorio non es otra cosa salvo que, puesto que los tales fidalgos no tengan solar conosçido, tienen notorio e sabida la fidalguía; asimismo su apellido por antigüedad es notorio e conosçido así por [noble]363 como aquel que es conosçidamente de solar conosçido. Esto pareçe en el linaje de los Manueles, ca estos el apellido no lo traen de solar conosçido, pero seyendo notorio, es notorio ser de tanta alteza e nobleza qu’es de los más nobles linajes d’España, ca viene del linaje real. Otrosí el linaje de los [Manriques] no es de solar conosçido, mas de linaje notorio, pero es de los más nobles e grandes linajes d’España, ca el tal linaje su prinçipio dizen que364 fue en Alemaña, [en el]365 cual inperio o provinçia dizen «o Maurric»366 por rico onbre que dezimos en España o entendemos por grand señor o por varón de varonía, el cual tiene grand contía de dineros en los libros del rey o al menos por onbre noble e generoso por linaje e sangre alto, etc. Aquí es de notar que, puesto que la presente opinión es puesta aquí, es otra más evidente; ca es de saber qu’el linaje de los Manriques fue deçendido e tomado del conde don Manrique367, el cual era del linaje de Lara; e la primera persona que se llamó del dicho linaje fue una fija del conde don Manrique, la cual se llamó doña Mofalda Manrique368; e el onbre que así se llamó primero fue don Gil Manrique; e así el linaje que primero se llamava369 de Lara llamose Manrique, del cual su raís e fundamiento fue e370 es el dicho linaje del solar371 de Lara372.

362 que por la brevedad se dexa] M: omitido 363 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 364 dizen que] M: omitido 365 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 366 dizen Maurric] M: dizen Manric // S1 y S2: o Mansur 367 conde don Manrique] M: don Manrique, conde 368 una fija del conde don Manrique, la cual se llamó doña Mofalda Manrique] M: doña Mofalda, fija de la de don Manrique, que se llamó doña Mofalda Manrique 369 llamava] M: llamó 370 fue e] M: omitido 371 del solar] M: omitido 372 Aquí es de notar que, puesto que (...) de Lara llamose Manrique, del cual su raís e fundamiento fue e es el dicho linaje del solar de Lara] M: al margen // S1 y S2: omitido

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Asimismo el linaje de la Çerda es linaje notorio, ca se llamó de aquel infant don Fernando de la Çerda, el cual linaje es notorio, exçelente, claro e grand linaje de los más de España; e así de otros muchos como el de los Rasures, ca asimismo es linaje grande y claro; otrosí de los Cuellos, que en Portogal es grande e claro linaje; otrosí porque Marcus Valerius Publícola ovo en ayuda un cuervo cuando se conbatió con el gaulo llamose Marcus Valerius Cuervo, dexando su prinçipal e primero apellido, puesto qu’el dicho Marcus fuese onbre generoso, el cual se llamava Publícola; esto pone el Titu Libiu en su Primera Década, libro VII, capítulo XII; e otros que çesan por no detener la materia, etc. Capítulo XVII. Que trata cómo allende de las dichas autoridades, otrosí puntos asignados, se añaden autoridades las cuales corroboran las sobre escriptas sentençias con otros singulares dichos de sabios onbres373

Pues concluidos los puntos asignados en la dicha conclusión de Bártulo, queda que por algunas autoridades se esfuerçe e corrobore la parte d’este nuestro dardo terçero de contradiçión; para la cual ayuda el Aristótil presenta una flecha toda dorada e esmaltada, pero muy enponçoñada para contra la dicha tabla, diziendo que, como esté desfecha con esta amorosa e dulçe flecha, el dicho doctor verná en la confesión de la verdad de la justa querella de la venerable e gloriosa nobleza; en el segundo de los Retóricos fallada la graçiosa flecha, las letras de sus tendales son las siguientes: «Grande es la diferençia de los que ayer començaron a poseer la nobleza a los que de grand tienpo antiguo la poseyeron, etc.». Otra del Titu Libio en el II capítulo de la su Primera Década diziendo: «No quiero blasfemar ni reprehender ni afrontar a algunos, ca la antigüedad e las gentes usan de tal estilo que, mesclando las cosas divinales a las humanales, ellos quisieran los començamientos d’esta çibdad fazerlos más antiguos374 en tanto que como ellos dizen que los dioses fueron autores e fazedores [d’ellos]375, etc.»; pues luego çierto es seguirse el propósito el cual es afirmar ser más exçelente el antigüedad del linaje o nobleza por vía de generaçión que la novedad de la nobleza del nuevo noble, como el tal no traiga nin consiga antigüedad de generaçión la cual es nobleza, etc. En el terçero capítulo dize: «Eneas e 376 [Antenor], que por derecho de esse antiguo linaje de donde ellos desçendían, etc.». 373 Dichos de sabios onbres] S1 y S2: enxemplos 374 fazerlos más antiguos] M: faserlas más antigas 375 dellas] S1: della // S2: deella 376 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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Dize el Trogo Ponpeo en el título CLXXXVI: «Nastro, un cavallero de [Mode]377, la cual agora es dicha Girona, el cual era de gran linaje, ca era sobrino del conde viejo de Mode, etc.». Asimismo Leomarte en el capítulo CXXVII escrive fablando de Egeal, muger de Diomedes, cómo fablando con Néstor le dixo las siguientes palabras: «rey Néstor, todas estas cosas que vós a mí dezides o avéis fablado cargaron a mí para yo guardar aquello que devía, catando el prez de la lealtad de la muy antigua, linpia y clara sangre de la mi generaçión, etc.». Así que la nonbrada reina Egeal da a entender cómo la antigüedad del linaje o nobleza es de mayor alteza, pues ella de la antigüedad se loava, la cual la observava de mengua y error, segund adelante ella lo dize, etc.378 El mismo autor Trogo379 en el libro de Çiro, capítulo XXIX, dize ansí: «Astiages ovo una fija; el cual soñó una noche que del vientre de aquella saldría un sarmiento, las ramas del cual e fojas cobrían a toda Asia; denunçió el rey este sueño a sus sabios, los cuales dixeron que avría un nieto que señoreasse a toda Asia e lo echaría fuera de su reino; e por ende casó su fija con un onbre de baxo estado e380 linaje llamado Canbieses381 persiano porque su nieto no fuese fijo de onbre generoso e382 grand onbre ni porque la nobleza paternal e maternal no inflamasen el coraçón del nieto». Es de saber que la infanta casada conçibió e el rey mandó matar la criatura, pero en fin siguiose como le fue profetizado o adevinado, etc. En el título «De los cavalleros», en la383 ley segunda, dixeron los sabios con el rey don Alfonso: «los nobles vienen por linaje antiguo, etc.». El filósofo en el primero de las Éticas, capítulo III, en el fin dize: «a la política [feliçidad]384 sienpre se puede ayuntar a aquella en quien más bienes avrá385, etc.; ca sobreabundançia e sobreexçelençia de los bienes fazen las cosas ser más elegibles e más deseadas, etc.»; pues, diziendo «sienpre se puede ayuntar a do más

377 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 378 Asimismo Leomarte en el capítulo CXXVII escrive fablando de Egeal, muger de Diomedes, cómo fablando con Néstor le dixo (...) y error segund adelante ella lo dize, etc.] M, S1 y S2: omitido 379 Trogo] M, S1 y S2: omitido (Mexía se ha visto obligado a repetir el nombre al que hace referencia, ya que entre la primera mención a Trogo Pompeyo y esta otra ha insertado, como se indica en la nota anterior, una referencia a otro autor). 380 estado e] M, S1 y S2: omitido 381 Canbieses] M, S1 y S2: Cambises 382 e] M: nin 383 en la] M: omitido 384 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 385 avrá] M: avía

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bienes avrá», da entender o puédese aplicar que bueno es començar a ser bueno e a este bueno que començó podemos ayuntar un fijo bueno e a este, otro bueno e, a este, otro. Pues, ayuntado estos a aquel prinçipio por la costunbre mayor e por los enxenplos de tantos, mejor sabrá ser bueno al terçero qu’el segundo grado, e al quinto que al terçero; e más confirmada estará en aquel la bondad e las costunbres que en el segundo; e, si alguno oviere de ser más noble cuanto al linaje, más noble será el quinto qu’el primero, porqu’el quinto ya trae generaçión de donde toma raízes la nobleza, lo cual el primero no tiene, como veemos en las plantas, que un árbol que será386 de llevar fruto arránquenlo e pónganlo en otro lugar, ese año no llevará fruto e, si otro por ventura lieva, no será tal como el terçero año, ni el del terçero como el del cuarto, ni el del cuarto como del quinto, e así fasta que tiene el dicho árbol afirmadas sus raí[z]es387 donde no fue criado; ca aquello quiso dezir la Sagrada Escritura cuando fabló de la verga que salió de la raís de Yese o de la flor que proçedió de la dicha verga, ca allí tomose por fundamento la raís para dar loor a la Reina de los Çielos gloriosa, de la cual raís fablaron para endereçar el loor, pues del tal loor proçedió la nobleza, etc. E tornando al propósito o388 conparaçión que avemos, el389 árbol de que fablamos, es de saber que así pues aquel que comiença, el cual es arrancado de su propia tierra —que es de las costunbres de sus abuelos y padre—, no es o no será tan firme ni tan fiel en los ábitos de la virtud como el segundo, ni el segundo como el terçero, ni el terçero como el cuarto. Açerca de lo cual el filósofo390 dize en el segundo de las Éticas, capítulo primero: «Gran fuerça tiene sobre nosotros la costunbre e tarde podemos lançar e aborreçer lo acostunbrado». Pues síguese el propósito, qu’el nuevo noble no podrá olvidar la poderosa costunbre de la obscuridad o baxeza de linaje e de las costunbres baxas de que aquellos de donde desçiende usaron; e aún él no es del todo abituado ni confirmado así como aquel que lo trae de antigua generaçión. Pone Titu Libio en su Primera Década, libro segundo, capítulo XXVI, que los Estruques por injuria reprehendían de nuevo linaje a los de Roma; e dízelo por estas palabras: «E demás los dichos enemigos reprehendían la novedad del linaje e de la nasçión de los de Roma, ayuntando muchas de cosas así falsas como verdaderas a ello, en manera de denuesto, etc.»; lo cual engrandeçe e satisfaze nuestro propósito. 386 será] M, S1 y S2: sea 387 raí[z]es: M y S1: raíses // S2: raíces 388 o] S1 y S2: et 389 el] M, S1 y S2: al 390 el filósofo] M: omitido

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E en cuanto dize que la sobreabundançia e sobreexçelençia faze las cosas más elegibles e más deseadas, etc., afirma que [o]391 podemos dezir que quiere afirmar esto: Bueno es que yo faga prinçipio e loable cosa es, pues en todo mi linaje ninguno començó a sobir por la gloriosa escala de nobleza; e bueno es aquel que subió el primero escalón; pero fagamos así, ayuntemos a este bueno otro bueno, como quiera que casi es dicho arriba, mejor es en cuanto se puede ayuntar otro que subiese el segundo escalón, e a este ayuntemos otro bueno que suba al392 otro escalón, e así por su proçesión, çierto es que tal proçesión pues sufre ayuntamiento el cual en las cosas políticas o en la política filiçidad se puede fazer e faziéndole causa mayor perfeçión, luego síguese el propósito: aquel fidalgo bueno es; pero, ayuntando a la fidalguía graçias corporales, mejor es; e, a las graçias, riquezas, mejor es; e, a las riquezas ayuntando antigüedad de linaje (al cual dezimos fidalgo de cuatro costados e de solar conosçido e de cota de armas, el cual es noble) mejor es. E, en cuanto a nobleza, no se puede más ayuntar, salvo por respeto de señorío e dignidad, que entonçes, cuanto más exçelente e grande el inperio, el reino, el prinçipado, el señorío o dignidad393, tal será el tal394 preferido al otro, segund es dicho. E en esta parte se concluye açerca de la nobleza que aquel es más noble o menos noble cuanto de más lexos e de más alta dignidad o señorío trae su linaje o cuanto más pariente será o más allegado a la sangre real, tomando que la diferençia sea de grande a pequeño, o de alto a baxo, o de mucho a poco, o de más baxo linaye traiga su generaçión o de mediana, así que así es cada uno grand noble o mediano o menor noble, etc. Capítulo XVIII, el cual trata cómo muchas vezes aconteçe que los fijos son mejores que sus padres; e prosigue por vía de ensenplo y comiença en una autoridad del [Boeçio]395 Es agora de saber que algunos han querido asirse o abraçarse a una rama de aquel santo tronco Boeçio, la cual es una autoridad qu’él pone en el su libro De consolaçión en la prosa x, que dize así: «Ca en ninguna manera podrá estar la

391 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 392 al] M, S1 y S2: el 393 dignidad] M: dignidat que será entonçes (este manuscrito tacha lo siguiente: quanto más exçelente e grande). 394 tal, será el tal] M: el tal será // S1 y S2: será alta, será 395 Ensenplo y comiença en una autoridad del [Boeçio]] S1 y S2: enxemplos

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natura de alguna cosa mejor que su prinçipio, porque aquello que sea [prinçipio]396 de todas cosas, eso tan bien aya concluido con verdadera razón ser de su sustançia soberano bien, etc.». La tal conclusión no se puede negar, dexando la tal autoridad estar en aquella natura de fin açerca del cual Boeçio fabló, ca él fablava del prinçipio que dio prinçipio a todas las cosas, el cual es Dios397, ca como él sea universal prinçipio de todas las cosas, luego398 de su sustançia está concluido el tal prinçipio ser soberano bien. E así es de notar que ninguna cosa de las criadas será tal como su prinçipio, que fue e es Dios glorioso399. E, si fuera de Dios Boeçio quiso fablar, es de entenderse así que ninguna cosa que ovo prinçipio de otra no será aquella mejor que aquella de que ovo comienço o nasçimiento, pero baste poder ser tan buena. Pues, como diga el Bártulo qu’el nuevo noble es más noble, ya en este paso no ayuda la autoridad, la cual dexa liçençia que pueda ser tan bueno, bien que en esta parte pueda errar la dicha autoridad, como pareçe claro fablando açerca de las cosas terrenales o naturales, como veemos por enxenplos muy familiares; ca es de notar que Tare, padre de Abraham, idolatre fue e malo en cuanto adorava los ídolos e los creía, pero fue prinçipio de Abraham, el cual fue uno de los santos e amigos de Dios más escogido, el cual meresçió que fuese dicho Dios de Abraham por exçelençia: pues claro es que Abraham sin [conparaçión]400 fue mejor401 que su padre, el cual fue el dicho Tare402, etc. Otrosí el padre del ladrón que se salvó fue malo e ladrón, pero fue prinçipio de su fijo, puesto que fue ladrón, fue bueno por fe, por mérito o virtud de la cual él fue403 primero que fue a Paraíso. Asimismo su padre de Sant Françisco fue un mercader cobdiçioso: fue malo, pero prinçipio fue de Sant Françisco, mas —puesto que fue prinçipio o comienço— mejor fue que su prinçipio, que fue su padre. Esto mismo fue del enperador Çésar, ca, comoquiera que Luçio, su padre, fuese bueno, mejor fue su fijo Julio. Otrosí el padre de Trajano fue un labrador o escudero que por pobreza labrava: prinçipio fue de Trajano; pero, aunque fue su prinçipio, mejor fue Trajano qu’él, puesto que fue prinçipio.

396 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 397 Dios] M: Dios glorioso 398 luego] M: omitido 399 glorioso] M: omitido 400 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 401 fue mejor] M: mejor fue 402 padre, el cual fue el dicho Tare] M, S1 y S2: prinçipio, el cual fue Tare, su padre 403 él fue] M, S1 y S2: fue el (mantengo la lectura del impreso porque tiene sentido, a pesar de que la sintaxis actual coincide más con la de los manuscritos).

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E así de otros infinitos que sus padres404, que fueron prinçipios, fueron malos e malvados, que sus fijos fueron mejores que ellos. Otrosí Acaz fue prinçipio de Ezequías, el cual fue malo, pero Ezequías —tanto y tan amigo de Dios— mejor que él fue sin dubda, según se lee en el Libro405 de los Reyes, etc. E agora concluyendo, es de saber qu’el bienaventurado Boeçio no fablava del prinçipio particular e tenporal, mas del prinçipio universal e eternal, el [cual] es Dios, qu’es mejor sin conparaçión que ninguna cosa criada ni se puede criar, como Él sea causa e comienço406 de todas, el cual sea alabado e bendito, etc. Capítulo XIX. Cómo se prueva la dicha contradiçión de la dicha Bártulo

terçera conclusión e se reprueva la conclusión del dicho

Otra autoridad del mismo Boeçio contra la dicha conclusión, la cual pone en el su libro terçero, prosa IX, diziendo así: «Añadamos, pues, a la sufiçiençia e poderío la reverençia, porque judguemos estos tres ser una cosa, etc.; que judgarás —dixo ella— ser escuro e no noble o muy claro por onra, etc.; ¿lo que es muy poderoso, lo que es otorgado ser muy digno de onra ménguale por ventura claridad?, etc.». Así que d’esta postrimera palabra tomando su efecto, conprehéndese que a los muy onrados, a los muy ricos e a los mereçedores de dignidades e de onra puédeles falleçer claridad, que es el linaje que resplandeçe por nobleza. Esto se muestra claramente por la presente autoridad, ca es de saber cómo los nobles o generosos onbres de Roma dexaron de traer anillos e collares, porque fizieron hedile curile a Gayus Genius Flaminus, fijo de un notario, el cual era plebeo; e, puesto qu’el dicho ofiçio fuese noble ofiçio, pero ni esto bastó que los407 nobles no fuesen tristes aviendo en menospreçio la nueva408 nobleza de Flaminus. Esto testigua Titus Libius en su libro XI de su Primera Década, capítulo postrimero en el fin. Así que el nuevo noble esto le falleçerá e, falleçiéndole esta claridad, falléçele ser noble, como quiera que tenga la dignidad e el mereçimiento e el acto de ennobleçerse açerca del prínçipe; lo cual es manifiesto açerca del noble de antigua generaçión.

404 que sus padres] M: que sus padres que sus padres 405 Libro] M, S1 y S2: omitido 406 causa e comienço] M: comienço e cabsa 407 los] M: los dichos 408 nueva] M: dicha nueva

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Nobiliario vero

Açerca de lo cual dize el maestro Reimundo: «cada una cosa es neçesario409 subir por sus grados». Pues luego el que ha de sobir a ser noble conviene que suba el escalón de mereçimiento por virtudes e, dende, al reçibimiento del prínçipe; e, dende, a tener sufiçiente estado e manera; e, dende, a la perseverança de las buenas costunbres; e, dende, a la observançia; e, dende, a la orden de cavallería o al grado de doctor o maestro, segund la regla o constituçión de entre los juristas e canonistas o los teólogos, o bien liçençiado o presentado, etc.; ca en las dichas çiençias son diversos los grados, de lo cual no es neçesario fablar, ca es modo familiar açerca de los letrados, etc. «Los ricos —dize Visión deleitable en la quistión primera que [comiença]410 “mucho estudio, etc.ˮ411— son intenperados comúnmente los ricos açerca de sus comeres e vestir, e non en otra virtud ni bien alguno. Pero esto se entiende de los ricos que son innobles o no nobles412 e vinieron a las riquezas por açidente, e no se entiende de aquellos que con linaje e virtud413 las han avido, etc.» Todas estas palabras literalmente son del mismo autor. Otra autoridad singular pone el grand Virgilio, la cual se lee en su Eneida, en una glosa del sabio don Enrique de Villena sobre la dicha Eneida, diziendo: «Grand razón pareçe que tuvo el linaje de Nino de se preçiar de aquel escudo preçioso e glorioso, vençedor del rey Avançi, e por la grandeza e antigüedad d’este linaje de Ulixes fue tenido en grand veneraçión. Avançi fue hijo de Nino primero, hermano de Nino el segundo, que fue fijo e marido de Semír[a]mis414. Este Avançi fue cavallero muy victorioso e lançó a Çelio, rey de Creta, [de]415 su reino. Algunos dizen que fue Júpiter este Avançi. Avançi engendró a Belo; Belo engendró a Dido e a Ana e a Carisio; Carisio engendró a Laerte; Laerte, a Ulixes». Es de saber que el dicho escudo fue del rey Avançi, revisahuelo de Ulixes, e teníalo en grand reputaçión por ello, el cual avía de estar en poder del dicho linaje de Avançi, e así estovo fasta que vino a poder de Ulixes por subçesión derecha, del cual —segund el Virgilio dize— lo ganó Eneas en la batalla de Troya.

409 neçesario] M: nesçesaria 410 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 411 etc.] M: omitido 412 nobles] M: nobles de linaje 413 virtud] M, S1 y S2: virtudes 414 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 415 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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Capítulo XX, en el cual se trata diziendo que ninguna cosa es la cual no sea416 açerca de algund fin e asigna cómo aun açerca de las

virtudes sean algunos fines; otrosí trata cuántas maneras son de fin

Asaz es provado por vía de las autoridades, las cuales claramente destruyen las dichas conclusiones de417 Bártulo; por que418 agora es de saber que ninguna cosa de las fechas ni ordenadas careçe de fin. Ca la su ordenaçión convino que fuese so algund fin, ¿quién419 dubda que açerca de las buenas costunbres oviese algund fin o açerca de la virtud? Çierto es que de neçesidad está tener alguno, e aun no soalmente uno, antes pareçe tener dos fines: el uno es açerca de Dios, que es la beatitud, esto es teologalmente; el otro es açerca de la honor, el cual es el gualardón de la virtud, segund el filósofo, del cual honor resulta la nobleza, que es la señal de la virtud. Pues agora es de saber que fin es en tres maneras: en una se toma por perfeçión de la cosa; e otra, por terminaçión; e otra, por privaçión de la cosa. El fin que se toma por perfeçión de la cosa es cuando cada un ser alcança su propio fin; e así bien se dize que fin se toma por perfeçión de la cosa, porque cuando cualquier ser alcança su fin es en folgança; porque el fin es postrimera forma, ca primero está allí el prinçipio e el medio que aí sea el fin. Así que es postrimera forma, la cual es folgança de las primeras. Fin de privaçion420 es como cuando alguna cosa es privada421 de su ser, ca entonçes dezimos que aquella cosa están en fin. Otrosí fin de privaçión422 es como cuando los seres naturales e corporales son privados423 de aquel fin al cual son criados, porque todos los seres corporales son criados para servir al onbre o son424 o fueron criados porque por el onbre alcançasen a Dios, porque el onbre es medio por el cual los seres corporales van al fin al cual son criados, [síguese]425 a Dios, porque todos los seres corporales en servir a los onbres sirven a Dios o lo alcançan.

416 sea] S1 y S2: será 417 de] M: falsas del 418 por que] M, S1 y S2: E puesto que el propósito del presente libro non era de disputar açerca d’esta materia, ella misma ha traído manera de disputaçión, por que 419 ¿quién] M, S1 y S2: Pues, ¿quién 420 privaçión] S2: probación 421 privada] S2: probada 422 privaçión] S2: aprobación 423 privados] S2: probados 424 o son] M: omitido 425 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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Nobiliario vero

Dize Reimundo en el título de «Dios con tu graçia»: «Fin es de tres maneras, una es fin de terminaçión; otra, de privaçión; otra, de perfeçión. Fin de privaçión es que acata a ser, porque tal bien es grande, durante e potente, etc. Es otro fin de privaçión que acata a no ser, e el tal [fin]426 es malo e pequeño. La fin que acata a ser es así como cuando el pan es privado de su ser —conviene a saber del ser del pan— e acata el ser del onbre, porque se muda en carne e en sangre del onbre; porque el pan en mayor nobledad es puesto cuando es en el ser del onbre o cuando es comido del onbre que cuando es en ser del pan. Porque, cuando es comido del onbre o es en ser del onbre, alcança la fin a la cual es criado, porque es criado para servir al onbre, lo que no es cuando es en ser del pan. Por ende, el ser es en mayor nobledad cuando alcança el fin al cual fue criado, que cuando es fuera del tal fin; así, es de saber que en mayor nobledad es el pan cuando es comido del onbre (porqu’está en su fin o alcança su fin al cual fue criado), que no es en ser del pan, que entonçes no alcança su fin». Son otros fines de privaçión, pero esto çesa por la brevedad, asimismo pues es asaz dicho açerca del fin de perfeçión lo ál çesa; pero es de saber que, cuando los seres corporales de los cuales avemos fablado sirven al onbre que no sirve427 a Dios, como es el onbre pecador o que está en pecado mortal, entonçes están privados del fin al cual fueron criados. Esto pareçe porque desvía el medio; pues, desviándose del medio, síguese428 la desviaçión del prinçipio e del medio, porque ellos por el onbre sirven a Dios, cuando es pecador nin aun a sus cosas, por consiguiente careçe del fin. Fin de terminaçión corporal es cuando el ser corporal es terminado en el su propio acto, como el onbre en engendrar e el ojo en ver e el oído en oír; asimismo, fin de terminaçión coporal es cuando el todo es terminado en sus partes e las partes, en su todo, etc. Pues esto reduzido al nuestro intento, es de saber cómo el nuevo noble está en fin privado, ca es fuera del fin; asimismo no está en fin perfeto, como aún el tal noble no está salvo en el prinçipio, del cual conviene pasar al medio e, del medio, al fin de la nobleza, en el cual cuando será folgará, lo cual adelante más istensamente se dirá. Esto se prueva así, çierto es que —segund la ordenaçión o çirculaçión de aquel çielo429 en el cual andan cada uno de430 los signos— cada un signo 426 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 427 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 428 síguese] M: sigue 429 çielo] M, S1 y S2: polo 430 cada uno de] M: omitido

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tiene señalado un mes, donde es de saber qu’el dicho signo no es de aquel mes que comiença, salvo de aquel en que acaba. Pues así bien, la dicha nobleza no es de aquel qu’es prinçipio, antes el dicho efeto [o]431 ser432 de nobleza está en aquellos que serán postrimeros e no de los primeros, segund qu’es dicho de los signos, ca no son nonbrados de aquellos meses do son o fueron sus comienços, mas de aquellos en los cuales acaban o feneçen, segund que es dicho; de do se sigue el propósito, el cual es que es más noble aquel el cual es produzido de antiguos abuelos, que son postrimeros, que no aquel el cual es prinçipio o comienço de sí mismo, como sea primero e, seyendo primero, no será de la433 nobleza, la cual ha de ser contada en los postrimeros del octavo grado, segund que es dicho, como el signo se cuenta del fin del mes434 e no del prinçipio. Capítulo XXI, el cual proçede por modo disputable e pone çiertos argumentos e difine e concluye cómo el nuevo noble no es en grado o en el fin en el cual fuelga

Ya pues pareçe que la misma materia nos fuerça que pasemos los términos de nuestro propósito, el cual era desviarnos de la manera del disputar, no como formada disputaçión, mas como quien quiere preguntar si por ventura aquel ser en el cual es visto mayor apetito al ser estraño que al su propio ser sería más noble que aquel el cual su mismo ser apeteçiese; claro es que aquel ser el cual otro ser desea algo le desfalleçe; pues, desfalleçiéndole, acerca de aquel es alguna inperfeçión; e luego aquel ser que desea más perfecto será; e, pues que lo desea, ámalo; amándolo, búscalo; buscándolo, viniendo en el tal ser, folgará; de do se sigue de neçesidad que [el]435 primero ser suyo aborresca; aborreçiéndolo, lo desame; desamándolo, lo fuya como cosa que aborresçe. De do se concluye qu’el nuevo noble está en su primero ser o436 está en ser437 en el cual no fuelga438; ca, si folgase, no desearía o apeteçería otro ser; pues, como todo nuevo noble desee venir o ser venido de grandes varones o desçendido de alto e claro linaje, [síguese]439 que ama más el segundo 431 Enmiendo atendiendo a la lectura de M. 432 ser] S1 y S2: e ser 433 la] M: la dicha 434 mes] M: mes, como es dicho 435 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 436 o] S1 y S2: omitido 437 ser] M: el ser 438 fuelga] S2: folga 439 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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estado —que es el antiguo linaje—, que no el primero —que es la novedad de su nobleza—; pues, amando el tal estado, buscallo [ha]440, y441, buscándolo, cuando en él esté venido por sus grados, folgará. Pues síguese que aborreçerá su primero estado como a estado inperfeto e amará el segundo estado como a estado perfeto e acabado en el cual todo noble fuelga como en su fin deseado; esto fablando tenporal e políticamente, segund que es nuestro propósito, etc. Otrosí, puesto que el prinçipio sea en sí grand cosa, otrosí noble, pero, como el dicho prinçipio no tenga en sí perfeçión, antes desfalleçimiento, ca falleçe en él el medio e el fin, e, puesto qu’el filósofo en el primero de su Ética dize qu’el prinçipio aunqu’es pequeño en cantidad, pero qu’es grande en virtud, otrosí el Reimundo, en el tratado de «Dios con tu graçia», que el prinçipio sea tanto como la meitad de la cosa aquella de que es el comienço, nin por esto se puede negar la inperfeçión. Ca nin la grand parte de la virtud —nin ser otrosí la meitad de la cosa que es de aquello que es— da442 ser sin falleçimiento443, lo cual el fin no faze, antes en el dicho fin está o yaze la perfeçión, e allí es puesta el alabança, como en ser en el cual no ay desfalleçimiento. E, por tanto, el començar no es tan noble como el acabar o el prinçipio como el fin de la cosa; e otrosí el nuevo noble [no es tan noble]444 como el antiguo noble, segund nuestra contradiçión. Otrosí es de saber que, segund el filósofo, la benivolençia es el prinçipio e puerta del amistad; pues, segund esto, ella deve ser mejor e más noble que el amiçiçia, como sea comienço, lo cual es falso; ca el dicho filósofo en el noveno de las Éticas dize en el capítulo V que la benivolençia445 es vana, remisa e ocçiosa; pues, como la amistad es el medio e el fin de la virtud de amistad, en la cual consiste amar e ser amado, e la benivolençia no inporta salvo amar, lo cual no conduze perfeçión, antes desfalleçimiento; e en la amiçiçia yaze toda la perfeçión, segund el dicho filósofo, luego es claro el amistad ser más noble que la benivolençia, puesto que sea prinçipio de la amistad446, de do se447 sigue448 el propósito, el cual es ser más noble el antiguo noble que aquel el cual es fecho nuevamente noble.

440 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 441 y] M, S1 y S2: omitido 442 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 443 falleçimiento] M, S1 y S2: desfallesçimiento 444 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 445 la benivolençia] M: la dicha benivolençia 446 la amistad] M: la dicha amistad 447 se] S1 y S2: omitido 448 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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Capítulo XXII, en el cual trata cómo de la bondad e virtud proçeden las buenas costunbres; otrosí faze un sotil argumento e concluye cómo ningund prinçipio tiene folgança salvo sola razón del fin

Asimismo es dicho cómo de la bondad proçede virtud o, de la virtud, bondad; e, de la una o449 de la otra —o de amas a dos—, las buenas costunbres; e, de las buenas costunbres con las condiçiones dichas, la nobleza. Pues fágamos así: pongamos una razón de la parte del prinçipio e otra, de la parte del fin; de la parte del prinçipio digo que nobleza es pequeña en cuanto el prinçipio de sí mismo no tiene folgança salvo so la razón del fin; de la parte del fin digo que nobleza es grande por dos maneras: la primera se dize grande en cuanto se450 sigue451 de ella grand fin, así como paresçe cada día, porqu’el gran ser por grandeza alcança su fin; la segunda es porque la nobleza es grande en cuanto tiene en sí nobilitaçión, nobilitable e nobilitar, etc. Otrosí dize el Eclesiastés: «mejor es la fin de la cosa que su comienço». Pues luego, como el nuevo noble sea comienço e el antiguo noble [tenga]452 la parte del fin, síguese qu’el onbre noble generoso es más noble qu’el nuevo noble, como tenga la parte del prinçipio, lo cual concluye el dicho propósito. Capítulo XXIII. Cómo cada cosa conviene sobir a sus estados

por vía de grados, açerca de lo cual enxenplifica con ley vieja y ley de graçia, do es y fue toda perfeçión

Es de saber que cada una cosa es neçesario sobir por sus grados açerca de su perfeçión, ca no es ninguna que de golpe pueda venir en su postrimera e acabada fin. Esto pareçe açerca del alquimia e de los metales —segund el [Reimundo]453 en el Arte breve, otrosí maestro Arnao—, ca la tierra es madre de los elementos, la cual ha ayuntamiento con el sol; e, por vía del ayuntamiento o influençia, conçibe la materia o simiente que es el argén bivo o mercurio; e, conçebido, enpréñase; e después nasçe del tal parto el oro, e luego síguese el nudrimiento. Pues es de notar que, bien así como son neçesarias estas çinco cosas para el ser del oro, síguese ayuntamiento o influençia e conçebimiento [e

449 o] M, S1 y S2: e 450 se] S1: se dize sigue 451 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 452 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 453 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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enpreñamiento e nasçimiento; e del nasçimiento se sigue el nudrimiento]454, así pues es neçesario al onbre de obscuro y baxo linaje que suba por sus grados a ser perfetamente noble455; ca primero conviene sobir al estado de las virtudes e [buenas]456 constunbres; el segundo, al autoridad del prínçipe o del prinçipado; el terçero, a la sufiçiencia; el cuarto, a la orden de cavallería o a los grados de la çiençia; el quinto, a la perseverançia. e de los dichos çinco grados previene457 el nudrimiento, el cual es qu’el fijo use así de las costunbres e del ofiçio de cavallería, e, después, el nieto e, después, el visnieto, en el cual es purgada solamente la obscuridad e vileza del linaje. Por afirmaçión de lo cual es de saber que nuestro soberano Dios todopoderoso aun en las cosas fechas por Él no quiso que se fieziese[n]458 sin sus grados ordenadamente, al cual no fallesçía çiençia para ordenar ni poder para fazer; pero mandó a Abraham çircunçidar e a sus desçendientes; otrosí dio la ley a Muisén tres vezes, ca le dio los mandamientos, pero aquella ley (espeçialmente los mandamientos çirimoniales) fueron dados en figura de aquello que avía de advenir en otro tienpo. Esto era por la inperfeçión de los tales459 mandamientos, ca, como la dicha ley e los mandamientos çirimoniales fuesen figura de lo advenidero, como aquello que figuravan vino, çesó la dicha ley e los tales mandamientos, de do se prueva nuestro propósito; ca Dios aun la ley no quiso dalla salvo que viniese o subiese por sus grados de purificaçión, segund qu’es claro en la santa ley cristiana, linpia e purgada de todas las çerimonias inmundas, las cuales observavan [en la primera grada]460 o en el primero grado, do fue puesta cuando fue dada a Muisén, la cual en el dicho grado tovo prinçipio de nobleza e, en el segundo grado, el cual fue Jesucristo, es o fue en el fin y perfeçión de la alta nobleza. Otrosí çierto es que a Muisén dio Dios los diez mandamientos de la ley primeramente el día primero de palabra —esto afirma maestro Pedro en este paso—; e el segundo día gelos dio Dios los dichos diez mandamientos en las tablas escriptos con su propio dedo de Dios; pero, cuando Muisén deçendió del monte e falló en el error del bezerro al pueblo, quebrantó las dichas tablas

454 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 455 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 456 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 457 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 458 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 459 tales] M: dichos 460 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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d’esmeralda; e después Dios tornó e dio los461 primeros462 mandamientos en otras segundas tablas de rubí al dicho Muisén. Así que Dios —no contento del primero grado ni del segundo— quiso que fuese sobido la dicha ley al terçero de las segundas tablas e a la ley463, segund464 es dicho465, e, del terçero, al cuarto, que fue Jesucristo, do quedó toda la ley linpia e exçelente e purgada, segund que es dicho, de do se sigue el propósito. Eso mismo es de saber que, cuando en el monte Oreb Dios mandó a Muisén que fuesse a fablar a Faraón, el cual se escusava, díxole Dios: «¿Qué tienes en la mano?»; respondió Muisén: «Mi palo»; dixo Dios: «Lánçalo en tierra»; e Muisén lançolo. Fízogelo otra vez lançar en tierra, e así, lançado la segunda vez, tornose culebro. Pues agora es de notar que a Dios no falleçía poder ni çiençia, como es dicho, pero no quiso que fasta dos vezes lançado e dos vezes tomado el palo fuese convertido en otra materia, la cual era el culebro, de do se sigue466 el propósito nuestro.467 Otrosí así como468 la ley vieja no podía hordenar sufiçientemente para fazer los onbres buenos, puesto que la observasen, pues que no era ordenada la dicha ley sufiçientemente salvo para las obras foranas, así como del omiçidio o de sinple [fornicaçión]469, ca aquí no era vedado expresamente salvo solamente a las cosas de fuera, pues cosa neçesaria era para la perfeçión del pueblo que la ley470 pasase e fuese dada otra ley más perfecta por la cual fuesen las personas ordenadas açerca de las obras de dentro, así como es agora la ley de Cristo, en la 471 cual las obras de los pecadores de dentro son vedadas, segund se lee en el Santo Evangelio por San Mateo, así pues en el prinçipio de la nobleza dada al nuevo noble por el prínçipe no consiste salvo la obra de sí mismo, la cual es la obra de fuera, la cual está sin perfeçión; e, por causa de su inperfeçión, conviene pasar a la generaçión en el cuarto grado, lo cual ordenará las obras de dentro, las cuales son la purificaçión que por medio de la

461 dio los] S2: dioles 462 primeros] M: dichos 463 la ley] M: la dicha ley 464 segunda] S1 y S2: segunda 465 dicho] S2: dicha 466 Enmiendo atendiendo a la lectura de M. 467 Eso mismo es de saber que, cuando en el monte Oreb Dios mandó a Muisén que fuesse a fablar a Faraón, el cual se escusava, (...) el palo fuese convertido en otra materia, la cual era el culebro, de do se sigue [sigue] el propósito nuestro] S1 y S2: omitido 468 así como] M: así mismo 469 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 470 la ley] M: la dicha ley 471 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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generaçión se faze; en el cual grado subçediendo en la dignidad es noble; e, los suçesores sin dignidad, en el segundo estado, el cual es octavo grado de generaçión, segund adelante se dirá; lo cual afirma una ley en la Segunda Partida, ley vi, en el terçero, «de los adalides», diziendo: «Dixeron los sabios antiguos las cosas que han de ir a bien han de sobir de un grado en otro, así como de buen peón a almocadén y, de buen almogávar de cavallo, a adalid, etc.».472 De do se concluye ser neçesarios los dichos grados por virtud de los cuales el antiguo noble es propiamente noble e más noble sin conparaçión qu’el noble fecho nuevamente por el prínçipe de onbre plebeo o pechero o villano. Otrosí no sin gran causa mandó Muisén e fizo ley açerca d’ello al pueblo de Israel diziendo que toda muger qu’esté con el corronpimiento de su flor e algún varón se llega a ella será no linpio fasta las bísperas; otrosí todo aquel que entre sueños lançara la simiente (dize Muisén) lavará con agua su cuerpo et no será linpio fasta la ora de las bísperas. Pues bien así como los tales non pueden ser linpios fasta la ora de bísperas, que es la sesta ora del día, así el plebeo o pechero o villano no se473 puede ser linpio ni purgado por vía del prinçipio de su nobleza fasta el cuarto grado, en el cual es fidalgo, en el cual grado es alinpiado de la vileza del linaje, e luego traspasando al otro cuarto grado sus desçendentes serán nobles por generaçión e antigüedad de linaje. Otrosí es de saber que así como [la mar]474 en el comienço contra nós en la sobre faz es salada, pero en el medio es más salada e en el fin es más salada, bien así el nuevo noble puesto que en su prinçipio sea noble, pero más noble será su nieto o visnieto en el cuarto grado; e más nobles serán los otros subçesores en el otro cuarto grado, qu’es otavo contando del primero475 ayuso; e así dende a los otros476 grados, los cuales, puesto que desçenden en generaçión, suben açerca de la nobleza, etc. Otro[sí]477 es de saber, segund los estrólogos dizen, que vazío de curso dizen o es dicha la planeta cuando se parte una planeta de cualquier de las otras de su opósito o de su acatamiento478 otro e no se llega a ninguna otra planeta mientra dura en aquel signo; e no es dicho vazío479 de curso [fasta]480 472 lo cual afirma una ley en la Segunda Partida (...) así como de buen peón a almocadén y, de buen almogávar de cavallo, a adalid etc.] M, S1 y S2: omitido 473 se] M, S1 y S2: omitido 474 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 475 primero] M, S1 y S2: primero noble 476 otros] M: omitido 477 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 478 acatamiento] M: catamiento 479 vazío] S2: vación 480 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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que aya entre la planeta que se parte e la otra de quien se parte XXV grados o más. Pues bien así el nuevo noble, puesto que la plebeosidad, la cual es planeta allegada a otra planeta más noble, la cual es fidalguía durante el signo del primero grado, que es el prinçipio ganado por méritos de virtudes, no es dicho vazío de la obscuridad481 fasta que la dicha planeta de villanía o plebeosidad esté [olvidada]482 e apartada cuatro grados por virtud de la trasguesión de la fidalguía483, la cual será en los cuatro grados, que es la cuarta generaçión. Otrosí mudamiento o trasladaçión484 es en dos maneras: primera485 es cuando se parte la planeta ligera de la pesada, etc.; la segunda es cuando se llega una planeta ligera a otra más pesada que ella e la segunda llégase a otra, entonçes traslada e muda la fuerça de aquella planeta ligera que se llegó a ella a la otra planeta a quien ella se llegó. Así pues es de notar que la novedad del nuevo noble es aquella planeta ligera, la cual se llega a otra planeta más pesada o grave que ella, la cual es la segunda planeta, la cual es la fidalguía en la cuarta generaçión; e esta segunda planeta llégase a otra, la cual es la nobleza cuando es en el otro cuarto grado, la cual fidalguía como es allegada a la dicha nobleza taslada e muda entonçes toda la virtud e fuerça de buenas costunbres en la terçera planeta, que es la nobleza con rayos e resplandor de antigüedad. Dize más, que ayuntar es dicho cuando se llegan a una planeta dos planetas o más, ca entonçes aquella planeta a quien se llegan ayunta486 la lunbre d’ellas e reçíbela en sí e toma la fuerça d’ellas. Así bien cuando el mérito de las buenas costunbres —que es el fundamiento del nuevo noble— es ayuntado a la fidalguía, venido en el cuarto grado, otrosí a la nobleza en el otro quarto grado, entonçes en las dichas costunbres relunbran e resplandeçen fidalguía e nobleza con toda su lunbre de honor, e dan todas sus gloriosas e grandes fuerças al comienço de la generaçión e linaje con claridad e alabança de antigüedad, etc.; de lo cual se sigue el propósito. E tornando al propio filo del propósito, dize esto mismo entendiéndose açerca de la sabiduría, que por esta manera es fijodalgo o noble en la cuarta

481 la obscuridad] M: la dicha obscuridat 482 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 483 la fidalguía] M: la dicha fidalguía 484 trasladaçión] M, S1 y S2: traslaçión 485 primera] M, S1 y S2: la primera (a pesar de que la correlación haría pensar en la necesidad del artículo, la lectura del impreso no ha de considerarse obligatoriamente errónea, por lo que la mantengo). 486 ayunta] M, S1 y S2: ayuntan

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generaçión como el cavallero; así lo afirma el filósofo en el sesto de las Éticas, capítulo VI, diziendo: «La sabiduría es ábito más dino e más noble que los onbres pueden aver, etc.». Otrosí la hordenaçión antigua está —segund se nota en la Segunda Partida, en el fin en el título «de los estudiantes»— qu’el doctor tiene previllejos de cavallero e el maestro, de conde; este mismo previllejo tiene el maestro que tiene veinte años la cátreda de leyes de derecho; e cada qu’el dicho maestro pareçiere ant’el juez, se deve el juez levantar e asentallo consigo; e, si no lo fiziere, pechará tres libras de oro al maestro. Capítulo XXIV, el cual trata cómo toda bondad puede emitir bueno e así todo noble otro por sus grados

Por çierto aquella difiniçión de bondad paresçería falsa la cual dize bondad es un ser por razón; esto sería cuando aquel que es noble no pudiese enbiar nobleza fasta la terçera e cuarta generaçión, ca aquella potençia es buena que trasmite su semejança fuera de sí, en la cual semejança muchas semejanças están en la potençia; porque, si muchas semejanzas no estoviesen en potençia, la bondad no sería la razón por que produxese bien, e aquesto es contra la difiniçión de bondad; cuando dize bondad es un ser por razón, el cual lo bueno faze bueno, pues, como bondad produze bien, síguese que aquel que ovo mereçimiento de ser noble fue por bondad e fue bueno, pues, como bueno fue, pudo produzir bueno; e, como pudo produzir bueno, produxo noble por vía de los grados sobre escriptos, etc. Capítulo XXV, el cual trata cómo el qu’es bueno desea nobleza; otrosí trata y trae por enxemplo muchos que por se fazer nobles o fijosdalgo siendo onbres de baxos linajes fingeron ser fijos de onbres nobles y grandes487

Bondad es prinçipio universal en cuanto lo qu’es bueno es por bondad, porque fuera del género de la bondad ninguna cosa podría ser buena, como fuera del género del color no sería ninguna cosa colorada. El que es bueno, el cual por bondad vino a nobleza —o, más propiamente, a prinçipio de nobleza—, seyendo bueno, ¿qué es lo que codiçia488 e desea? Ser causa de la verdadera nobleza, la cual es antigüedad de claridad de linaje. Pues, si ser bueno es codiçiar489 o desear nobleza, fuera está de su fin; ca, si al nuevo 487 y grandes] S1 y S2: omitido 488 codiçia] M, S1 y S2: apetesçe 489 codiçiar] M, S1 y S2: apeteçer

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noble produzido de obscuro e vil linaje le fuese dado tormento por el cual oviese de490 dezir verdad e le fuese preguntado si le plazería ser produzido o desçendido de claro e antiguo linaje, conosçida e manifiestamente çierto es que el tal confesaría desear e querer ser491 desçendido de altos e grandes parientes e de antigua generaçión. Esto pareçe como muchas vezes acontesçió a onbres de obscuro e villano492 linaje los cuales fingieron493 ser fijos de onbres generosos e nobles no lo siendo, entre los cuales, segund cuenta el Valerio, fueron Erófilo, el cual fing[i]ó ser fijo de aquel el cual edificó aquella çibdad llamada Colonia, por vía de lo cual fue resçebido por governador de la dicha çibdad, e este desconosçiéndose quiso egualarse al Çésar antes que fuese enperador; otrosí dixo que era fijo de Sertorio; otro con el poder e favor [de Sila]494 dezía ser495 fijo de Gneyo Astidio, el cual lançó al fijo natural de la casa del padre, pero por el Çésar después fue desposeído e muerto por justiçia; otro [bárvaro]496, porque pareçía a Ariates, rey de Capadoçia, afirmó ser su fijo; e, muerto Ariates, quiso sobir en la silla real; otros dizen que porque le pareçía después de muerto dixo qu’él era Arietes; pero en el fin (como quisiese sobir locamente más alto de lo que497 cunplía) fue descabeçado. Otros infinitos se dirían, que aún ayer quiso dar uno a entender qu’era fijo del rey don Juan498; otro onbre plebeo de Ávila el otro día se dixo averse fallado fijo de Pedro de Ávila; e así faríamos luengo proçeso, pero çesa por la brevedad. Pues luego es de otorgar que el tal está fuera de su fin; es de saber, segund es dicho, que fin es folgança en el cual el prinçipio fuelga, por esto, porque aquellas cosas que son ser por el prinçipio son conservadas por el fin, porque los prinçipios cuando son privados de su fin son vazíos, porque son [sin]499 folgança; pues síguese que aquellos que son delante por el fin son conservados. E no es sin razón que naturalmente nos viene desear o codiçiar500 la nobleza, como ya es dicho, aviendo acatamiento a Nuestro Señor, el cual

490 de] M, S1 y S2: a 491 ser] M: omitido 492 villano] M, S1 y S2: baxo 493 fingieron] M, S1 y S2: se fingeron 494 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 495 dezía ser] M, S1 y S2: se fizo 496 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 497 que] M, S1 y S2: que le 498 rey don Juan] M: conde de Trastámara 499 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 500 codiçiar] M, S1 y S2: apeteçer

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es prinçipio, medio e fin de todas las cosas criadas; pues codiçiando501 el tal prinçipio el linaje humano fue apartado por la torpeza del pecado. Retornando al tal prinçipio, aun espiritualmente fablando no podemos ser nobles teologalmente salvo subiendo por çiertos grados: el primero es arrepentimiento del conosçimiento del pecado; el segundo es contriçión e502 dolor o atormentamiento o quebrantamiento que el coraçón faze açerca de la memoria de los pecados; el terçero, penitençia; el cuarto, satisfaçión; el quinto, perseverançia, en el cual grado estando estamos en graçia, e entonçes podemos ser dichos nobles teologal o santamente propiamente, como es dicho. Pues, como estos grados son neçesarios açerca de la tal nobleza, así açerca de la nobleza política son menester los grados sobredichos, sin los cuales ninguno propiamente es noble. Esto se afirma así como es çierto que los patriçios que son el senado romano e los cónsules e los nobles de linaje de Roma contradizían a los plebeos que demandavan que un plebeo fuese cónsul e el otro patriçio, diziendo los patriçios503 o nobles que los plebeos eran personas indinas para sobir e ministrar en la dignidad del504 consulado, ca afirmavan que los plebeos no avían agüeros ni dignidad açerca de los sacrefiçios de los dioses; pues, como en este tienpo Sergius e Luçius eran en el ofiçio e dignidad de consulado, la cual era una de las nobles dignidades del mundo, çierto es que devieran ser más nobles que Apius Claudius e que Quinçius Fabius e que Publio Cornelio Çipión e que Luçius Maulius Capituli[n]us e que Camilius e que Valerius Maximus e que Çesón e que Marcus [Cuervo] e otros patriçios e nobles, segund la conclusión del dicho doctor; pero la verdad está en contrario, segund pareçe por todo el proçeso de la Primera e Segunda Décadas, de do resulta ser concluida la dicha conclusión terçera; esto nota el Titus Libius en su Primera Década, libro VII, capítulo XVI; otrosí es asaz sufiçiente prueva aquella qu’el mismo505 autor pone en la dicha Década fablando en aquel debate de aquella donzella plebea, la cual era demandada de un noble e de otro plebeo, açerca de lo cual fue sentençiado que fuese dada al noble e así se fizo (esto se fallará en el libro cuarto, capítulo VI de la dicha Década). E, bolviendo a la difiniçión del fin, el cual es folgança del prinçipio o qué es: por esto, porque ninguna cosa es más semejable a Dios qu’el fin, porque, como Él sea infinito, es folgança; semejantemente el fin es ser en el cual todos 501 codiçiando] M, S1 y S2: apeteçiendo 502 e] M: o 503 los patriçios] M: los dichos patriçios 504 del] M: de 505 mismo] M: dicho

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los seres fuelgan; así que fin es folgança del prinçipio en cuanto allende del fin no es folgança ninguna. Otrosí es manifiesto que la vieja ley —en cuanto fue dada por Dios— fue buena, pero en cuanto el506 fin que es de considerar era inperfeta, ca, si inperfeta no fuera, no çesara, antes permaneçiera; pero, como ninguna cosa inperfeta puede ser perdurable, así porque sus çerimonias eran inperfetas, otrosí la dicha ley era inperfeta, çesó e çesaron sus çerimonias ante la ley nueva como cosa inperfeta ante aquella que toda era e507 es llena de perfeçión e de sufiçiençia. Todo esto puesto que por Dios fuese ordenado; así pues, puesto que el prínçipe dé el prinçipio de nobleza al nuevo noble, es çierto que la nobleza508 como ley primera no está en perfeçión ni sus çerimonias son perfetas fasta la venida de la segunda ley, qu’es el segundo estado del cuarto grado si subçede en dignidad o al otavo grado sin dignidad; entonçes la nobleza509 trae las çerimonias perfetas e ella es perfeta, segund adelante se dirá más istensamente, ca Dios no quisó que del primero ordenamiento açerca de la ley fuese luego en perfeçión fasta el segundo ordenamiento de la segunda ley, segund que verdad es, la cual fue e es en perfeçión e como cosa perfeta será perdurable, segund que en otro capítulo ante d’este es dicho. E, puesto caso que açerca de la materia de nuestro propósito no era tan510 neçesaria511 la presente especulaçión, pero nin tanto la dicha razón nos desvía que no faga asaz a nuestro propósito; en espeçial me aguijona la duda de aquellos que açerca de la venerable nobleza están sospechosos; e, de la tal dubda, nasçe causa (asaz para mí delectable) açerca del trabajo, inquiriendo e buscando las más sufiçientes razones que yo pueda, las cuales desarraiguen toda dubda a los sospechosos. Por tanto, si a ellos pareçerá estender más la materia de lo que ellos querrían, ayan paçiençia, pues los nobles e generosos la han avido tan luengamente; de la cual dilaçión la gloriosa nobleza es querellosa; e, porque d’esta desimulaçión ante ella por lo que le devo pueda ser alinpiado, no puedo cansar ni del trabajo enojarme.

506 el] M, S1 y S2: al 507 era e] M: era llena e 508 la nobleza] M: la dicha nobleza 509 la nobleza] M: la dicha nobleza 510 tan] M, S1 y S2: tanto 511 neçesaria] S1 y S2: nesçessario

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Capítulo XXVI, el cual trata sotilmente cómo caso universal es

más noble qu’el particular; otrosí concluye qu’el antiguo es más noble; y pruévalo muy sufiçientemente por bivas razones

No es de olvidar aquel deseo tocado açerca de la nobleza, el cual deseo [veo]512 muy bivo e cobdiçioso en toda criatura raçional, así onbre como muger; claro es que cuandoquier513 qu’el ser es mayor e más noble, tanto ha más e mayor apetito, al cual es sometido el menor; e así como veemos que la luz del fuego común es sometida a la luz del fuego çeleste influida en la tierra con movimiento del sol e, porque la materia general es ser de sí más noble que la materia particular, por ende ha más perfeto apetito e más noble que la materia particular, el apetito del cual se conviene seguir otro, etc., así pues se manifiesta mayor el apetito de la nobleza, como no es ninguno de obscuro o baxo linaje por rico que sea que en su estrecha conçiençia no desee ante ser generoso o noble de antiguos e grandes parientes produzido que poseer la riqueza514, esto es, en su estrecha conçiençia. Pues, si así es, claro paresçe qu’el apetito de la nobleza es mayor; e, seyendo mayor, es más noble; e, seyendo más noble, solamente es perfeta nobleza aquella del cual desçiende de claro e antiguo linaje, segund que de suso es dicho, etc. Otrosí el filósofo en el XI515 libro, capítulo VI, dize así: «Toda cosa que es en acto es más noble que aquella que es en potençia». Pues, como la nueva nobleza del nuevo noble esté en potençia açerca del antigüedad del tienpo, otrosí açerca de la generaçión, e el antiguo noble ya por razón del tienpo e de la generaçión es reduzido o es traspasado de potençia en acto, por parte del proçeso del tienpo, otrosí de la operaçión e generaçión e antigüedad, lo cual es el acto, síguese qu’el antiguo noble es más noble sin conparaçión —segund es aquella opinión e verdad que afirmamos e defendemos, segund es visto—, e la conclusión del dicho doctor es falsa como es provado e entendemos provar. Asimismo, toda cosa cuanto es delectable516, tanto es más noble, e todo aquello que con mayor dificultad es alcançado es de mayor memoria e de mayor delectaçión; pues, como venir en el acto nuevo de la nobleza es cosa fáçile e ligero de alcançar e el antigüedad del generoso noble do yaze la verdadera nobleza política sea con gran dificultad e trabajo e con proçeso del tienpo,

512 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 513 cuandoquier] M: cuanto quier // S1 y S2: cuanto quiere 514 la riqueza] M: la dicha riqueza 515 xi] M y S1: ix // S2: 9 516 delectable] M, S1 y S2: más delectable

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[síguese]517 qu’el noble desçendido de antiguo e claro linaje será más noble, más excelente sin conparaçión. Otrosí, como en la antigüedad del linaje e alteza sea mayor e más alta delectaçión, como paresçe que todo onbre desea ser muy generoso e el deseo no[s]518 manifiesta la grandeza de la dicha delectaçión ser mayor en el antigua nobleza, síguese luego ser de mayor nobleza el noble generoso e antiguo, segund es dicho, pues la delectaçión es mayor en la antigüedad519 que en la novedad del nuevo noble, otrosí de mayor memoria. Capítulo XXVII, en el cual se trata e aprueva con la humana conpusiçión de Nuestro Redentor, diziendo que aun previene nobleza de linaje a Nuestra Señora de parte de los gentiles Mirando520 la duda que açerca de muchos plebeos o obscuros he sentido521 e algunos pocos generosos sin çiençia,522 me soy metido a mayores cosas que soy bastante a sostener, pero, con grand fe e esperança de aquel Nuestro Redentor, como de aquel que es más generoso, mas fijodalgo e más noble, cuyo linaje açerca de su humana conpusiçión fue desçendido por escalones de oro e de plata: de una parte, de Judas, el más noble o virtuoso de los fijos de Israel, segund523 es dicho, cuyos mereçimientos engendraron reyes proprios e verdaderos santos e bienaventurados; e, de la otra parte, de aquella virtuosa e generosa Ruth, natural de Moabia, engendrada e venida de sangre noble de los gentiles; aquestas palabras de algunos no son de aver sospecha, que clara e manifiestamente se pueden provar estas dos cosas: la una, 517 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 518 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 519 antigüedad] M: dicha antigüedat 520 Mirando] M: Mucho me he escusado del modo del disputar açerca de la dicha noblesa por muchas razones, espeçialmente por el defecto de mi entendimiento e la poca o más propiamente ninguna çiençia, pero en fin non me he podido escusar de non me llegar algo a ella comoquiera que sin prinçipios e arte cual para la dicha disputaçión convenía, por cabsa de la grand importunidat de la pertinaçia del famoso doctor, asimesmo catando // Mucho me he escussado del modo del disputar açerca de la dicha noblesa por muchas razones, espeçialmente por el defecto de mi entendimiento e la poca o más propiamente ninguna çiençia, pero en fin non me he podido escussar de non me llegar algo a ella comoquiera que sin prinçipios e arte cual para la dicha disputaçión convenía, por cabssa de la grand inportunidat de la pertinación del famosso doctor, asimesmo catando (ad.) 521 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 522 M, S1 y S2: por cuya cabsa (ad.) 523 segund] M: segunt que

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que la humanidad de Nuestro Redentor tomada de su gloriosa madre desçendió del real linaje de David, así como es dicho; la otra, que Nuestra Señora vino del linaje de los gentiles por parte d’esta dueña muy virtuosa, la cual fue Ruth, como se lee en libro intitulado De Ruth, en el postrimero capítulo. Pero aquí es aún de notar que ayuda e favor fue —tenporal o humanamente fablando— a la nobleza de Nuestra Señora la nobleza que le alcançó de la sangre de los gentiles, como sea çierto que —bien que Nuestra Señora fue desçendida de la santidad de la sangre e generosidad real de David por parte de fe e de ley santa de la parte de Israel—, por parte d’esta santa e virtuosa dueña fue noble açerca de la política nobleza. Ca es de saber que los gentiles en costunbres e virtudes —fuera del conosçimiento de Dios— fueron la más noble generaçión del mundo; e los gentiles fueron aquellos por quien dixo Dios a Muisén que lo estableçería sobre mejor gente que aquella, diziendo así en el Deutronomini, capítulo XXIII, dize Muisén: «Díxome Dios “con de cabo yo veo que este pueblo es duro de çervís e de coraçón; déxame que los quebrante e que los destruya; e desfaré sus nonbres de so el çielo e ponerte he a ti e estableçerte he sobre otra gente mayor e mejor e mucho más fuerte que no ellos”»; de do se nota que otra mejor generaçión cuanto a virtud e fortaleza avía que los judíos, la cual era los gentiles, comoquiera que los judíos cuanto a ley eran mejores. Pero es de saber qu’el pueblo de quien fablamos, puesto que Dios fiziese por ellos tantas maravillas como Muisén recuenta en el Deutronomini, en fin de sus días sienpre este incrédulo pueblo duro e rebelde idolatró en lo más del tienpo, e las tales reliquias de idolatría nunca salieron de entre el seno de aqueste linaje; dízelo Muisén en el dicho libro acusándolos de ingratitud e rebelión; otrosí maestro Gudufredus en el su Panteón, capítulo XXIV del Deutronomini524 dize: «Moviéronlo a saña en los dioses agenos e en los vedamientos sacreficaron a demonios e no a Dios, etc.». Pues çierto es que los gentiles ovieron estas exçelençias allende de la nobleza e virtud: lo primero, que por ellos dixo Dios a Muisén que lo estableçería sobre mejor gente; lo segundo, que por ellos dixo Nuestro Redentor —pónelo Sant Mateo en su Evangelio—: «Algunos son malos que serán buenos e algunos son buenos que serán malos, etc.»; esto es que los gentiles eran malos en cuanto estavan çiegos, ca no conosçían a Dios, e estos lo conosçerían e serían buenos, e los [judíos]525 (que eran buenos) serían malos, los cuales no reçebirían

524 Deutronomini] M: Utronomini (probablemente por confusión de la primera sílaba con la preposición). 525 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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a su fijo bendito e serían malos e çiegos, e agora están en aquella maldiçión que les dixo Muisén en el libro nonbrado diziendo que en luz palparían tiniebras; otrosí por los gentiles dixo Nuestro Redentor —pónelo Sant Mateo en su Evangelio—: «Ovejas he yo que no son d’este corral e conviene traellas e oirán la mi boz e farase un corral e un pastor». Otrosí Sant Johán dixo por los gentiles que lo reçibieron puesto que a ellos no fue prometido e que aquellos que eran suyos no lo reçibieron, estos fueron los judíos; e los que lo526 reçibieron (que fueron los gentiles) dioles poder que fuesen fijos de Dios, etc. E aún es más de saber que, fuera de las vestimentas —las cuales fueron fechas por mandado de Dios—, todas las otras cosas las avemos nós los cristianos de los gentiles, así como las çerimonias de la veneraçión e honor e reverençia de los tenplos; ca es de saber qu’el primero que fizo tenplo o casa de oraçión fue Melquisedec, el cual fue rey e obispo de Jerusalem; otrosí Sem, el primero fijo de Noé, fizo sacrefiçio de pan e vino; e, después del dicho Sem, fizo este mismo sacrifiçio Melquisedec; e aun dizen algunos santos dotores que este Sem se mudó el nonbre e fue este mismo Melquisedec; otrosí dizen que Job, señor de la tierra de Us, usava fazer este sacrifiçio527, por do se prueva lo sobredicho528; otrosí, el modo del santo sacrefiçio, los obispos, los primados; esto afirman529 el maestro Pedro, Eusebio, Gerónimo e todos los otros santos dotores, los cuales dizen que Getro era primado e mayor sobre todos los otros obispos. Otrosí ovimos el martílogo530 cual lo tiene oy la iglesia —al cual Ovidio dize nefastos—, que trata de los días de las fiestas o de los días feriados, otrosí las calendas mares, mayas, otros calendas de los otros meses del año, e las nonas e los idos, todas las otras cosas del plazer e alegría531, así como los arcos aquellos que usan en Castilla espeçialmente fazia la frontera de Navarra con que cantan las moças, otrosí los cav[all]illos532 e los otros instrumentos de las alegrías de la fiesta de Sant Juan, de Sant Pedro, de533

526 lo] M: los 527 este sacrifiçio] este dicho sacrifiçio 528 ca es de saber qu’el primero que fizo tenplo o casa de oraçión fue Melquisedec, el cual fue rey e obispo de Jerusalem; otrosí Sem, el primero fijo de Noé, fizo sacrefiçio de pan e vino; e, después del dicho Sem, fizo este mismo sacrifiçio Melquisedec; e aun dizen algunos santos dotores que este Sem se mudó el nonbre e fue este mismo Melquisedec; otrosí dizen que Job, señor de la tierra de Us, usava fazer este sacrifiçio, por do se prueva lo sobredicho] S1 y S2: omitido 529 afirman] M, S1 y S2: afirma 530 martílogo] M, S1 y S2: martilogio 531 e alegría] M: omitido 532 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 533 de] M: e de

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Santiago, que dizen de los arcos, otrosí la pila; esto afirman nuestros autores, espeçialmente534 maestro Juan el Inglés e el fraile, esponiendo al Ovidio en su Metamorfoseos. Aún es de saber que los gentiles fueron sienpre535 más devotos e onbres de mayor reverençia e obediençia açerca de Dios; que, puesto que oravan a los dioses, cuidavan que aquello536 era lo que devían fazer; e pareçe claro, ca ellos con devoçión sacrificavan sus fijos e fijas e a sí mismos; e d’estos ovo infinitos e de los ebreos no ninguno; e, si alguno ovo, fue Abraham, que sacreficó a537 Isac porque gelo mandó Dios, y Gepté, a su fija cuando vençió a los canonitas538, pero no otro jamás. Otrosí los gentiles tovieron aún más, que fue fortaleza539, de la cual Dios los alabó segund que es dicho; esto paresçe en la perseverançia e firmeza e grand fortaleza que ovieron, lo uno, en aver fe, por la cual reçibieron al Mexías, fijo de Dios, prometido en la ley; lo otro, que, como lo reçibieron, perpetualmente permanesçieron en la ley de Cristo; lo otro, que tomavan martirio gloriosamente por el redentor Dios e onbre, Jesucristo bendito, de lo cual nunca se partieron ni partirán. E esto baste, comoquiera que algunos enxenplos se [pornán]540 brevemente, porque aun para virtuosa dotrina serán aprovechables. Pero no es de dexar ni olvidar aquellas palabras que Muisén pone en el Éxodo —cuando el pueblo fizo el bezerro— que le dixo Dios: «Déxame ensañar contra Israel, tenderé mi mano e destroíllos he por el yerro que fizieron e fazerte he señor de otras gentes mayores que estas que mandes por mí». Otrosí esto mismo afirma maestro Gudufredus en el su Panteón, capítulo VII del Éxodo; en el Deutronomini dize Muisén, capítulo XXIII, «desde el día que salistes de Egipto fasta que venistes a este lugar sienpre fuestes rebeldes e contra Dios»; en otro lugar dize: «Sienpre fuestes rebeldes e contra Dios desde el día que vos conosçí». En el Panteón, capítulo XII, dize Muisén: «Oíd, rebeldes e descreídos, cómo no vos podremos d’esta peña agua sacar, etc.». En el dicho libro, capítulo X, dize Muisén que dixo Dios: «¿Fasta cuándo me maltrae este pueblo?, etc.; yo pues ferirlos he de pestilençia e destroírlos he, e a ti fazerte he cabdillo sobre muy grand gente e más fuerte que esta».

534 espeçialmente] M, S1 y S2: espeçial 535 fueron sienpre] M, S1 y S2: sienpre fueron 536 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 537 Abraham que sacreficó a] M: omitido 538 y Gepté a su fija cuando vençió a los canonitas] M, S1 y S2: omitido 539 fortaleza] M, S1 y S2: la fortaleza 540 provan] M y S1: pornán // S2: pondrán

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E que los gentiles sean más virtuosos, ay asaz541 grandes pruevas; allende de las cosas dichas, aún se puede provar así: çierto es que los gentiles no conosçiendo a Dios conosçían que sola la virtud era así de onrar e de preçiar, que, luego como se les ofreçía lugar o caso en que pudiesen mostrar acto de alguna virtud, luego eran infinitos que se disponían al dicho acto, como aconteçió a muchos que se ofreçieron a muerte voluntariosa e graçiosamente por obrar virtud, así como muchos los cuales por zelo de la patria se dieron a crueles muertes, así como Turçio, el cual por la salud de Roma se lançó en la sima profunda, aquellos dos filenos, los cuales por ensanchar los términos de su patria quisieron ser los mojones de los dichos términos, e otros infinitos; otrosí Judic ofreçiose a muerte por libertar a su çibdad. Açerca de la castidad consideremos a Lucreçia; otrosí a Supliçia, la cual fue escogida entre otras vírgenes, e ella de su propia voluntad quiso ser sacreficada al Dios de la castidad; pues aquel acto glorioso e casto de Çipión en Cartagena, el de Alixandre con las fijas de Darío e su muger, otrosí las dueñas teotónicas, las cuales se [enforcaron]542 por no ser corronpidas, e otras muchas que por la brevedad se dexan; pero no es de olvidar a Ispola, la cual se lançó en la mar por conservar la linpieza de su castidad. Pues açerca de la veneraçión de los dioses e de la religión, ¿quién diría cuántos e cuántas por no traspasar la dicha religión se dexaron morir e martirizar543? Don Enrique de Villena en una de sus glosas sobre la Eneida, en el libro primero, dize: «Los religiosos del tenplo de Apolo fazían la más estrecha e castigada vida de todo el saçerdoçio, tanto que dize Gervasio en su Corónica que a estos castravan luego como eran en la religión e no les consentían comer carne ni bever vino; a estos religiosos castrados llamavan galates, etc.»; otros, que por la fieldad de los amigos, segund que fizo Vulnio, el cual quiso morir e murió por la grand amistad que ovo a Lúculo544, asimismo Preconio, etc.; otros, por la verdad; otros, por la conservaçión de la justiçia, así como Tarundo, Frandivodio545 e Camilo546; otros, por la obediençia, cuya reve[re]nçia547 fue grande en [Póstumo]548 cónsul; e así açerca de todas las virtudes otras; de donde proçedió que, como oviesen coraçones así llenos de virtud e tan estrecha observançia açerca de su religión

541 ay asaz] M: asas ay 542 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 543 martirizar] M, S1 y S2: matar 544 Lúculo] M: Báculo // S1: Alúculo // S2: Álvaro 545 Frandivodio] M: Frandinodro // S1 y S2: Frandinodio 546 Camilo] S1 y S2: Camidio 547 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 548 Postimo] M: Póstumo // S1: Empóstumo // S2: en Postumio

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çiegamente, luego como fueron alunbrados en la venida de Nuestro Redentor, puesto que fue dado a Israel como a pueblo santo —pero cerró los ojos como duro de çervís e rebelde de coraçón, segund que en muchas partes es leído en el Viejo Testamento dichas de la boca de Dios, asimismo549 de los santos profetas—, e550 este otro pueblo gentil quitando el velo de los ojos reçibieron al Salvador prometido no a ellos mas a Israel, comoquiera que Adán fue prometido en nonbre de todas las generaçiones del mundo, lo [cual]551 se prueva por la Santa Escriptura. Lo primero pareçe en aquello que se lee sobre el Génesi cuando el ángel mandó a Adán que se llegase a su muger, ca supiese que d’él desçendería o él avría un fijo del cual vernía aquel que redimiría el mundo e lo alinpiaría del pecado qu’él cometiera; otrosí la razón está de sí misma provada, pues Adán fue tan santa persona, a quien dizen los santos dotores que todos los secretos de la redençión Nuestro Señor o sus santos ángeles por su mandado revelaron; así lo afirma maestro Françisco Ximenes en su libro De natura angelica. Asimismo fue revelado a Noé; esto pareçe en las palabras que dixo Lamehec e aun al mismo Lamehec cuando dixo al nasçimiento de Noé: «Este nos consolará, etc.». Otrosí después del diluvio aún lo prometió Dios a Noé, lo cual paresçe en el dicho libro allí do fabla cómo Dios resçibió los mansos e552 suaves e devotos sacrefiçios de Noé; a estos lo prometió como a padres del mundo universalmente; después lo prometió a Abraham más espeçialmente; después, a Isaac; después, a Jacob; después, a Muisén; pero a estos prometió que vernía en el pueblo de Israel, etc. Así pues de aquel linaje virtuoso, tierno e dulçe en el reçebimiento de Nuestro Redentor, segund pareçe oy días553, quiso tomar alguna partezilla en su santísima e beatísima [humanidad]554, la cual Él tomó de las más linpias, de las más puras e santas555 sangres de nuestra Señora gloriosa e bienaventurada, con la cual partezilla aún fue ayudado a ennobleçer su sangre e real linaje; lo cual aún es de considerar no flacamente cómo el poderoso Criador e prinçipio de todas las cosas quiso real e antiguo linaje en el cual la su santa infinita e eternal generaçión divinal enbolviese e ençerrase; lo cual si consideran los que sostienen la dicha conclusión del Bártulo conosçerán su abominable error e, conosçido, afirmarse han açerca del favor d’esta mi contradiçión.

549 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 550 e] M: omitido 551 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 552 e] M: omitido 553 oy días] M, S1 y S2: oy día 554 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 555 e santas] M: e santas e santas

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Capítulo XXVIII, en el cual prueva e conpara cómo en la antigüedad está o yaze la nobleza al menos allende de la cuarta generaçión

Pues dexando de más fablar açerca de las otras generaçiones ni de la çeguedad o desconoçimientos de Israel, es de [pasar]556 al propósito, el cual es provar cómo en la antigüedad del linaje está o yaze la nobleza, o al menos allende de la cuarta generaçión. E digo que, si así como el agua del mercurio es la quinta sustançia escondida, la cual por la suma bondad ayudante es traída a acto por magisterio, etc., la cual agua una vez purificada es linpia e, segunda vez, es557 más linpia e, terçera vez, más linpia, fasta en la cuarta vegada retificada no es dicha salvo agua, e, después de la cuarta vegada, es dicha mercurio o argén bivo, pues bien así a las dichas condiçiones fasta la cuarta generaçión ninguno puede ser dicho fijodalgo, etc. Esto pareçe en aquello que afirman los arisméticos diziendo que la cuarta [espeçie]558 del partir es más sotil e más noble de las otras espeçies e más provechosa en la arte del alguarismo, de do se ayuda nuestro propósito, segund es dicho. Capítulo XXIX, en el cual prueva por conparaçión la dicha entençión afirmando qu’el que desçiende de alto e antiguo linaje solamente es noble

Otrosí es de notar que toda cosa sotil es más digna e más noble que lo grueso; e lo ralo559, más que lo espeso; esto pareçe así que lo sotil sube al çielo vaporizando e del çielo desçiende e cae espesado. Bien así, pues, es neçesario açerca del nuevo noble o de aquel560 que noble es e de antiguo linaje desçiende; ca el nuevo noble561 es criado gruesamente e la grosedad de su nutritiva [ha]562 fecho su materia gruesa por respeto de los manjares gruesos que engendran gruesos humores, como pareçe en todo aquel que es de obscuro linaje; ca un563 gañán por564 respeto de los gruesos manjares es en gruesa natura e

556 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 557 es] M: omitido 558 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 559 ralo] S2: raro 560 o de aquel] M: o de aquel o de aquel 561 noble] M: omitido 562 Enmiendo atendiendo a la lectura de M. 563 un] S1 y S2: aún 564 por] S2: omitido

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conplisión rústica e grosera conpusiçión convertido; e la tal gruesa materia trae e engendra gruesas las virtudes del ánima e del entendimiento, como naturalmente es visto açerca de los bárvaros, de los labradores, de los pastores, de los silvestres e de los otros de la tal condiçión; pues, como el que565 desçendido de alto e claro e antiguo linaje sea nudrido e criado por el contrario e en otra ordenada o reglada observançia açerca de moderada abstinençia o tenplança, asimismo de566 delicados, sotiles e dirigibles567 manjares, trae natural e aun hereditariamente más sotiles humores, lo cual es causa de asotalizar el ingenio, a elevar el entendimiento e a purificar e a generar más linpia e más pura sangre. Esto afirma el Gil Correado en su Regimiento diziendo que los nobles son más sotiles e más sabidores que los plebeos, el cual568 asigna çiertas razones que por la brevedad çesan; de lo cual resulta mayor perfeçión en la gentileza de su condiçión e de sus virtudes e costunbres; e, aun allende d’esto, faze tanto la fuerça e virtud de aquesta materia que engendra a los tales nobles en más fermosa conpusiçión de personas, como veemos que comúnmente a propria natura de más perfeta porporçión son organizados e de mayor fermosura los generosos onbres e las generosas mugeres que la otra condiçión de gente açerca de los cuales avemos fablado, a569 do es manifiesta mayor dignidad e mayor nobleza. Dize el fraile otrosí —léese en la General mayor, en la segunda parte, en el libro XVI570 capítulo XXXVI— que eran unas gentes cuya tierra [llevavan]571 muchos fongos e las gentes comíanlos mucho; e dize Ovidio en el Metamorfoseos que se tornaron fongo572; e sobre esta palabra dize el fraile que de la grand continuaçión de comer fongos se tornaron de color de los dichos fongos; e dize más, que, de la astrosa vianda, astrosa pareçiençia se faze; e de aquí dixeron que se tornaron fongos, etc. Otrosí viniendo a la difiniçión del filósofo en el libro primero escripta, la cual dize que propia e verdadera nobleza es una propinquedad o çercanía cuandoquiera que nós, los onbres, nos queremos allegar a semejar en cuanto podemos a las operaçiones intelectuales, las cuales dizen que son de las inteligençias separadas; pues, como la gente plebea bive —según el dicho— más rústicamente, más

565 que] M que es 566 de] M: omitido 567 dirigibles] S1: digibles // S2: digibles 568 el cual] M: e 569 a] M: omitido 570 xvi] S2: 17 571 levañ] M: llevavan // S1 y S2: levava 572 fongo] M, S1 y S2: fongos

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alongada será de la vida intelectual, la cual çercanía es la nobleza573; e, como es dicho574 de575 los generosos, como bivan más primamente segund la intelectuidad e virtud, síguese que biven más çercanos o más propincos al intelecto, e, como más propincos576 sean577, el noble de antigua generaçión más578 noble e más bienaventurado será políticamente fablando segund579 la difiniçión del filósofo580. Otrosí en el libro IX, capítulo VIII, dize el dicho filósofo que las cosas cuanto más nobles son se quieren más comunicar o ser más comunicadas; pues, como la novedad del nuevo noble o la nueva nobleza es de sí misma de condiçión por respeto del poco tienpo pasado ser poco comunicada e aún el nuevo noble se enpacha e se corre de fablar en su nuevo prinçipio, es neçesario ser poco comunicada; e, por el contrario, el noble de antigua generaçión e nobleza (por respeto del tienpo mucho581 pasado e por la gloria de la antigua nobleza e por alabança e estima que de la antigüedad582 se alcança) sueltamente e sin enpacho quiere fablar en su alta generaçión e nobleza; e, con la gloriaçión de sí mismo por parte del antiguo linaje, ha lugar, ayudante el tienpo luengamente pasado, de comunicarse más familiarmente583, más larga584 e585 istensamente; por do se prueva ser más noble o mayor nobleza la antigua nobleza del antiguo noble que aquella de aquel el cual es criado nuevamente noble, etc. Otrosí dize el Gil Correado en el Regimiento que los nobles son en todo mejores; e dízelo así: «Los nobles de claro linaje son mejores e mejor acostunbrados que los plebeos, porque son de mejor naturaleza, la cual los apareja a ser mejores e de mejor conplisión e mejor acostunbrados que los otros plebeos, ca la su mejor conplisión los apareja a ser mejores en todo, mayormente como tengan buena o mejor criança, de la cual les previene ser más amigables e de mejores talantes e más enseñadores que otros586». Esto pareçe como donde son los nobles no reçiben los onbres desaguisado ni tuerto, ca suelen dezir

573 la nobleza] M: la dicha nobleza 574 e, como es dicho] S2: e como e lo propio 575 de] S1 y S2: que 576 al intelecto, e, como más propincos] S1 y S2: omitido 577 sean] M, S1 y S2: serán 578 más] S2: mas más 579 segund] S1 y S2: omitido 580 filósofo] M: dicho filósofo 581 mucho] S2: omitido 582 la antigüedad] M: la dicha antigüedat 583 familiarmente] M: familiar // S2: temeralmente 584 larga] S1 y S2: largamente 585 e] M, S1 y S2: e más 586 otros] M: otros dise // S1 y S2: otro dise

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los onbres puestos en peligro o neçesidad «¿Ay [aquí]587 algún fidalgo?»; por donde se da a entender cómo los nobles son más exçelentes. Dize más, que en los nobles ay más mesura e que no ay tanta maliçia, etc. Antonio, arçobispo de Florençia, en la su primera parte de su Antonina fablando de Isaías dize: «Fuit nobilis genere quia se semine region, ita ut urba nam eloquentiam servat in suo perfectissimo sermone nil rusticitatis hominis ad mixtum et hausitatum, etc.»588. Otrosí es de saber, segund un prinçipio de arismética, que 589 cada una de aquellas nueve letras de cuento puestas por sí mismas en su cabo no dize más de lo que vale: si es uno, dize uno; e si es dos, dize dos; e así fasta la otava e novena letra; pero, si aquel uno quisieremos fazer diez, conviene que le pongamos una O, qu’es çifra la cual lieva la letra primera al grado de dezena, e así la dicha unidad es dezena; e, la dezena, çentena; e, la çentena, millar; e, si pusiéremos la letra que faze dos e delante d’ella la çifra, faze xx, porque está en el segundo grado; e, así, de grado en grado, fasta la otava o novena letra590; ca la multiplicaçión es tan alta en los dichos grados en los cuales dizen las dichas letras muchos cuentos por estar en el otavo e noveno grados, de los cuales grados no pueden pujar. Pues así al propósito nuestro, como el nuevo noble esté en unidad, que es el primero grado, que con la nueva591 nobleza esté en grado de dezena, la cual es çifra, e el noble de antigua generaçión esté en el noveno grado de generaçión, qu’es la novena letra dicha, la cual está en el postrimero grado de generosidad antigua, la cual faze el mayor e más perfeto número de nobleza fasta el segundo, que lo faze la letra592 [novena]593 en la dicha arte; do se sigue ser mayor perfeçión la del noble por antigüedad de linaje noble, qu’el nuevo noble, segund qu’es dicho, pues por virtud de los grados de nobleza está en más alta multiplicaçión inconparable, a los cuales grados conviene sobir el nuevo noble, así como a la unidad en dezena mediante la çifra puesta [delante]594; [de] la dezena [en]595, çentena; e, de la çentena a millar, el cual es perfeçión de cuento. 587 Ay aqua] M: ay aquí // S1 y S2: aya que 588 Antonio, arçobispo de Florençia, (...) hominis ad mixtum et baustatum etc.»] M, S1 y S2: omitido 589 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 590 e, así, de grado en grado, fasta la otava o novena letra] M: in marg. 591 la nueva] M: la dicha nueva 592 letra] M: dicha letra 593 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 594 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 595 la dezena] M, S1 y S2: e de la desena en

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Así el nuevo noble, allende del terçero cuento, que es en la cuarta generaçión, es fidalgo; e596 otrosí, como (allende de la cuarta e quinta letra) en la octava e novena está la letra o el cuento en la mayor suma o perfeçión del número, así el nuevo noble venido al cuarto grado —que es fidalgo— cuando llega su generaçión al otro cuarto grado (que es el octavo) está en la alta e perfeta suma de nobleza, segund es dicho, fasta él; e entonçes la generaçión597 es noble e es dicho598 antiguo linaje, de cuya antigüedad es engendrada, nasçida e criada nobleza, e antes no. Esto es açerca de aquellos los cuales no subçeden en dignidad, ca los subçedientes en dignidad en el cuarto grado son nobles. De do se sigue nuestro prinçipal propósito, etc., el cual es afirmar que aquel que es de antiguo linaje desçendido, este es propriamente noble, e contradezir que el [nuevo]599 noble es más noble, lo cual es falso por las conclusiones dichas, las cuales destruyen la presente600 tabla del famoso doctor çevil e su conclusión terçera, etc. Capítulo XXX, en el cual prueva cómo todo prinçipio deve pasar a su fin por el medio, e concluye la dicha entençión Es de notar otra conclusión açerca de la virtud o bondad, la cual es medio de conjunçión, el cual medio así es çercano al prinçipio como al fin, porque todo prinçipio deve pasar a su fin con el medio; pues, por la privaçión601 del medio, síguese la privaçión del prinçipio e del fin; porque, sin medio, el prinçipio e el fin602 no podría603 fazer conjunçión. Luego pareçe claro que, como el nuevo noble no tenga salvo prinçipio de la dicha nobleza, pues, como el tal acto sea prinçipio al cual para venir al fin convenga pasar por el medio, luego conósçese manifiestamente la inperfeçión. Pues fagamos agora una tal distinçión e digamos604 así qu’el acto reçebido por el prínçipe es el prinçipio, como es verdad, ¿el medio cuál será? El medio605

596 e] M, S1 y S2: omitido 597 la generaçión] M: la dicha generaçión 598 dicho] M y S2: dicha 599 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 600 presente] M: dicha 601 privaçión] S2: probación 602 porque, sin medio, el prinçipio e el fin] S2: omitido 603 podría] M: podrían // S2: pueda 604 digamos] S1 y S2: fagamos 605 El medio] M: omitido

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es aquellos grados los cuales en su linaje606 desçendiente607 llegan al subçesor fasta la cuarta generaçión; pues el fin, ¿cuál será? Los otros cuatro grados [que desçienden en su línea fasta el otro quarto grado]608 qu’es609 revisahuelo; ca en el primero cuarto grado es purgada la obscuridad o villanía del linaje (e entonçes es dicho generoso o fidalgo) e en el segundo cuarto grado es del todo linpia la fidalguía e generosidad, la cual entonçes sube al estado del grado del antigüedad e claridad del linaje a que llamamos nobleza, lo cual han difinido las autoridades sobre escritas. Capítulo XXXI, en el cual se trata una quistión diziendo que si los elementos so la su speçie son más nobles que so la espeçie de las piedras

Muévese una quistión entre los filósofos, la cual es si los cuerpos de los elementos sean más nobles estantes solamente so su speçie sinple de sí610 o si son más nobles so la espeçie de las piedras. Esta nobleza o es considerada a su respeto solamente, e así son más nobles estantes so la su speçie cuanto a sí mismos, pero, si son consideradas a respeto del fin, son mayores so la su speçie de las piedras que en sí mismos, por eso que mayores son en el fin. Pues, como la novedad de la nobleza acate el fin —qu’es antigüedad de linaje e a su linpieza por vía de sus grados— e no solamente a la sola bondad de sí misma, como sea el fin mayor e más digno, conviene que sea por este respeto más noble la antigüedad e claridad del linaje, qu’es el fin a quien acata el prinçipio del nuevo noble, etc. Capítulo XXXII, en el cual se prueva cómo el nuevo noble es

noble cuanto en posesión solamente del acto, pero cuanto a linaje no; e concluye que los subçesores de la cuarta generaçión ayuso subçediendo en la dignidad serán nobles, pero los otros no

Pues, ¿para qué tardamos en venir a conclusión? Claro es [e]611 muy manifiestamente pareçe cómo el dicho escudo de las tres tablas o conclusiones del Bártulo —el cual a pedaços llevado— es fecho çeniza e polvo con sus tablas

606 linaje] M, S1 y S2: línea 607 desçendiente] M: desçendientes 608 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 609 qu’es] M, S1 y S2: qu’es el 610 de sí] M: omitido 611 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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por los fuertes golpes de los tres dardos prometidos e con las púas [añadidas]612 de los gloriosos santos, sabios, cavalleros e prínçipes, e con las flechas e saetas muy fuertes de los mismos, segund es visto en el proçeso; por virtud de lo cual (e con ayuda e favor de sus autoridades), conclúyense dos cosas: la una, que ninguno no es propiamente noble613 salvo614 aquel que es venido de claro, alto e antiguo linaje generoso; la otra, que fijodalgo o generoso no es aquel el cual es fecho nuevamente noble por el prínçipe seyendo de obscuro e baxo linaje, comoquiera que es noble en cuanto a posesión del acto, otrosí de dignidad, previllegios e preminençias de noble, e en cuanto a la onor de presente, e en cuanto es comienço o prinçipio para los que d’él vernán e guardadas las condiçiones ante dichas. Aún pareçe ayudar Isaías, capítulo XV, diziendo: «No será llamado el vil noble, ni el escaso, franco; ca el vil vilezas fablará e su coraçón engañará; el noble noblezas aconsejará e él ennobleçerse ha, etc.». Es pues de saber que, si fuere onbre sin dignidad, de la cuarta generaçión adelante serán propios fidalgos e no nobles [fasta]615 el otro cuarto grado, que es el otavo, como es dicho; e, si fuere onbre a quien el rey diere dignidad con la nobleza, el que subçediere en la dignidad será como el padre e subçederá en la nobleza, pero no los otros fijos sin la dignidad; e616 estos617 no serán propios nobles, pero gozarán de los previllejos, ca ternán un grado más qu’el padre; e, en cuanto al gozar de los previllejos, los que tovieren dignidad e los que la no tovieren, los unos e los otros, todos gozarán, ca açerca d’aquello todo es una cosa; mas aquí es de notar que los subçesores de la dignidad cómo vernán o traspasen a la cuarta generaçión serán propiamente nobles e los que no subçedieren en la dignidad en la dicha cuarta generaçión verdaderamente fidalgos. Capítulo XXXIII, en el cual concluye cómo la virtud por sí sola no es nobleza, pero que alguna vez la nobleza es virtud; otrosí que, puesto que sea justo governador e defensor, no seyendo de claro linaje por virtuoso que sea no es por ende noble, segund se prueva por çiertas conparaçiones

Allende de las cosas dichas, por mayor declaraçión del proçeso de la generosa nobleza es de saber, segund algunos sabidores han escripto estrechando o

612 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 613 propiamente noble] M, S1 y S2: noble propiamente 614 salvo] S2: salvo 615 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 616 e] M: omitido 617 estos] S1 y S2: qu’estos

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delgazando más aquesta materia, por qué algunos han querido sostener çiertas diversidades, unos diziendo que la virtud es nobleza, otros, que la nobleza es virtud, otros, de otra manera; porque es de notar que la más derecha e verdadera conclusión es esta, que la virtud por sí sola no es nobleza, pero que alguna vez 618 la nobleza es virtud. Açerca de lo cual el Dante dize que la nobleza es virtud e que la virtud puede estar en persona virtuosa; de donde se conprehende que la nobleza no es pura virtud, mas es señal de virtud e, por exçelençia, en razón de sus prinçipios e de cómo ha de ser e estar segund razón en persona virtuosa, piadosamente se puede llamar virtud, puesto que de derecho619 no lo sea. Otrosí es de saber que, propriamente fablando, cuando los cavalleros nobles en defensión, anparo e buen governamiento de la cosa pública usan o son abituados açerca del justo e honesto bien de la república, entonçes son dichos o con verdad llamados propios e verdaderos nobles. Pero es de notar que, puesto que use del justo e honesto bien de la cosa pública, bien rigiendo e bien governando, aquel o aquellos que no fueren nobles de linaje claro e antigua generaçión de linpia sangre, aunque tenga la virtud, no terná la nobleza; e, puesto que tenga el meresçimiento, no tiene el benefiçio; como aconteçe que un fijodalgo será esforçado e valiente e trabajará en defensión de la comunidad e aun en anparo suyo avrá vençido batallas, este tal terná mereçimiento para ser cavallero, pero no lo será fasta qu’el prínçipe o cabdillo o otro cavallero por la orden o manera e çerimonias ser[á]620 ordenado e armado cavallero. Otrosí manifiesto es que un estudiante avrá adquerido e alcançado por grand antigüedad de tienpo e de estudio çiençia tan grand que todas o mucha parte d’ellas aya alcançado, así en la teología como en la filosofía natural e moral e metafísica e otras muchas, tanto que podrá ser más sabio que los otros maestros que le enseñaron; este tal estudiante, puesto que tiene el mereçimiento, la dispusiçión e çiençia, ¿sí será llamado dotor o liçençiado o maestro ni otro ninguno de los otros grados más baxos? Digo que no, ca antes le 621 converná sobir por sus grados, una vez teniendo la abil[i]dad622, dispusiçión e méritos, e luego subiendo a grado de bachiller, después a liçençiado, después a doctor, después a maestro, comoquier que açerca d’estos grados ay çierta diferencia entre los juristas e canonistas, pero es de saber que en cada un grado avrá sus çiertas çirimonias. 618 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 619 de derecho] M: de derecho en derecho // S1 y S2: de derecho en dicho 620 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 621 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 622 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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Asimismo un almogávar sabrá toda la tierra de los enemigos, todos los puertos, los pasos, las veredas, las sierras e los llanos, los montes e los rasos, pero este tal no será llamado ni avido por adalit fasta que por mano del prínçipe o capitán general sea fecho çirimonialmente e alçado por adalid, subiendo por sus grados, ca primero será almogávar e avrá dispusiçión e abilidad, después guía, después almocadén e después adalid, en el cual grado subido solamente puede jusgar e sentençiar, absolver e condennar açerca de los debates de las cavalgadas, pero en los otros grados no, ni en alguno d’ellos; asimismo en este grado de adalid sienpre irá adelante e mandará a los otros; e a este da el rey o cabdillo seña cuando es fecho adalid e no a los otros, ni a ninguno d’ellos; mas podrá ser que avrá otro que sepa mejor la tierra e los fechos de la guerra e terná mejor dispusiçión e abilidad e mereçimiento. E así es de aquel que es virtuoso e de buenas costunbres que, puesto que tenga el mereçimiento, no tiene el benefiçio, el cual ha de sobir por sus grados; ca, para ser noble —teniendo las virtudes e buenas costunbres—, conviene que tenga estado o manera por la cual sea reservado o escusado de ofiçio vil o623 no conviniente, e no solamente ofiçio de manos, pero aun mercader no ha de ser e, si lo es, por el mismo caso no es cavallero, cuanto más noble. E d’esta causa conviene ante todas cosas tener algund estado, renta o fazienda, porque se presupone qu’el que tal fuere por virtud de la fazienda no se metió o se mete en vileza o ofiçio baxo e torpe; entonçe, cuando tal será, podrá por mano del prínçipe o del cabdillo o de otro cavallero ser ordenado o armado cavallero; e, después que fuere cavallero, manteniendo sienpre onra e cavallería, otrosí los que d’él vinieren en el cuarto grado, serán los tales fidalgos, que es el terçero grado, después de la cuarta generaçión que se cuenta en el visnieto o revisnieto; de allí adelante, sin mescla de obscuridad o vil linaje, subirá en el terçero grado, qu’es la nobleza; e entonçes ya traerán antigüedad de linaje, el cual faze noble a aquel que lo tiene. Açerca de lo cual Vocaçio, en la epístola con la cual presentó aquel libro que intituló Caídas de los prínçipes, dize: «Sicanbro, el cual atrebido mucho en gran nobleza de su linaje se atrevió delante todos los otros a se desenfrenar de buenas costunbres»; en el VIII capítulo del dicho libro dize: «Yocasta fue dueña de muy grande e claro linaje; e luego en la flor de su joventud fue ayuntada por casamiento al rey Layo, etc.». Otrosí Séneca en su libro De cavallería dize: «La conpañía de los cavalleros deve floreçer por renta, por linaje, por letras, por fermosura e por virtud». Los nobles e los

623 o] M, S1 y S2: e

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cavalleros deven ser firmes en las cosas virtuosas, en espeçial en los fechos de la defensión de la cosa pública; así lo da a entender Séneca en el mismo libro diziendo: «Los cavalleros nobles miran en derredor todas las cosas e no parten d’ellas mano fasta que sean perfetas». Esto mismo afirma Duarte en su Anriquina diziendo: «Fidelidad, qu’es madre de fidalguía, es una virtud que por fuerça de buena naturaleza faze a los onbres tener e mantener lo que prometen con todas sus fuerças, e, cuando no han libertad para dar fin a lo que debdo natural les obliga, quedan en vergüença, la cual es una calidad pasiva, etc.». Dize más Séneca, que los cavalleros nobles deven ser instruidos por letras, así lo da a entender el mismo en el libro De las artes liberales, en el octavo capítulo, diziendo: «Son siete artes famosas, segund dizen los filósofos, e llámanlas artes liberales porque los fijos de los nobles las deven aprender, porque son ellos más libres en su vida e en su estado, ca no tienen catividad de otros suzios o baxos ofiçios, salvo el estudio de las dichas artes»; ca los otros todos son captivados por otros menesteres de ofiçios, por la neçesidad de los cuales no pueden aprender o darse al estudio de las tales çiençias, nin a los fijos de los nobles conviene mesclarse en otros ofiçios, salvo en aquel que enseña e instruye a los tales en la clara arte que nos endereça a las cosas del defendimiento de la cosa pública, asimismo a bien la regir e governar e a honesta e virtuosamente vivir. E, para esforçar lo que de suso es dicho, es de ver un enxenplo muy624 familiar que los antiguos ordenaron o estableçieron en las órdenes de Santiago, de625 Calatrava e de626 Alcántara e en la orden del maestre de Rodas, que es de Sant Juan; donde es de saber que, consideradas las cosas dichas, porque el cavallero o cavalleros de las órdenes627 do fablamos628 no se metiese a los menesteres baxos, como es dicho, ni a otras cosas viles, porque algunos cavalleros avría nobles por linaje que no ternían para mantener la orden de cavallería (ca es de saber que en el comienço esta era la costunbre, que no se reçebía onbre en ninguna de las órdenes629 salvo que fuese noble o al menos fidalgo) e, cuando el tal onbre generoso no tenía estado, renta o fazienda, estableçieron que se le diesen ordinariamente diez mil maravedís cada año de las rentas del maestre para con que mantoviese la orden de cavallería.

624 muy] M: omitido 625 de] M: e de 626 de] M: omitido 627 las órdenes] M: las dichas órdenes 628 do fablamos] M: omitido // S1 y S2: de que fablamos 629 las órdenes] M: las dichas órdenes

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Porque se deve notar que ninguno no puede de derecho ser cavallero si al menos no tiene renta, çenso, fazienda630 que le rinda631 diez mil maravedís, ca de otra manera sospéchase que no podrá mantener la honorable orden de cavallería. Pero es de saber que, si alguno digno de ser cavallero por linaje o generosidad, puesto que no tenga los dichos diez mil maravedís de sus propios o renta, si algund señor gelos da, bien puede ser cavallero, pero no de otra manera. E aun el prínçipe o cavallero que faze cavallero al que no tiene los diez mil maravedís de renta ni bive con señor que gelos dé yerra a sí e a la alta orden de cavallería, la cual no deve ser dada salvo a onbre linpio e onrado; e el que esta renta no tiene o çerca d’ella poco más o menos ni bive con ninguno para la tener no puede ser onrado ni632 usar de los fines a que fue ordenada la cavallería gloriosa e venerable, etc. E así se sigue633 que, no podiendo usar del dicho fin, no puede ser cavallero, etc. Açerca de aqueste paso recuenta [maestro]634 Françisco Ximenes, en su libro De natura angelica, capítulo LIX, que fablando un ángel con Anastasio, cavallero noble e generoso, que le dixo entre otras tres635 cosas: «Quiero revelarte un secreto, sabe que en la otra vida son los cavalleros más fuertemente punidos que los otros onbres populares e más terriblemente atormentados; e razón es —dize el dicho doctor—, pues Dios los ha fecho onbres generosos e onrados636 e comúnmente más sabios e más ricos que los otros onbres, e son más sin piedad e sin limosna, más locos, más dados a vilezas e a locuras637 e han en sí [menos]638 de639 bondad». Mas a los cavalleros e a los otros onbres poderosos ha dado Dios rentas porque no les cunpla entender en tales trabajos, porque toda su vida sea entendida en estudio de virtud e de640 bondad641 e en defensión de la cosa pública, para lo cual son estableçidos.

630 fazienda] M, S1 y S2: o fazienda 631 rinda] S2: ayuda 632 ni] M, S1 y S2: nin puede onrar nin 633 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 634 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 635 tres] M, S1 y S2: omitido 636 generosos e onrados] M: onrados e generosos 637 más locos, más dados a vilezas e a locuras] M: omitido 638 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 639 de] S1 y S2: omitido 640 de] S1 y S2: omitido 641 estudio de virtud e de bondad] M: ofiçio de virtud e en estudio de bondat.

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Introduçión para venir a tratar açerca de çiertos puntos que se asignan e añaden, faziendo relaçión primero de las sentençias pasadas, otrosí concluyendo por autoridades cómo se dest[r]uyen las dichas tres conclusiones del Bártulo, açerca de lo uno poniendo grandes autoridades

Agora pues aún es de añadir otros çiertos puntos allende de aver sabido que ay nobleza e cuántas maneras son de nobleza e de dónde ovo comienço e prinçipio la nobleza, cómo fueron elegidos los cavalleros e defensores e de quién, e dó ovieron comienço los primeros reyes e cuáles fueron las dignidades, de dónde proçedió la nobleza, cuándo642 e cuál ha de ser noble, e cómo suben e deçienden los grados, e en cuál grado es fidalgo el que es criado noble nuevamente e en cuál grado su generaçión es noble, ca sin dubda es muy bien o buena cosa saber e aun neçesaria a todo noble o fijodalgo o generoso saber quién es e dónde deçiende. Ca esto nos ensena o a ello643 nos induze el exçelente e sabio varón Leonardo de Areçio en un libro que enbió al rey don Johán644; e segund que lo fallé intitulado del dicho filósofo al señor rey, las palabras materialmente645 dezían así: «Neçesario es a todo noble646 saber la generaçión, los actos e obras d’ella, ca no es cosa que más obligue al subçesor al bien bivir e bien obrar que la buena fama de sus progenitores, ca sería torpe e vergoñosa cosa açebtar el patrimonio e renusçiar las virtudes»; el cual dicho valiente y fermosamente favoreçe e ayuda a toda la opinión de nuestro prinçipal propósito. E, pasando a los puntos asignados, vernemos a tratar del primero, el cual fablará de cuántas maneras son de miliçia o cavallería e cuál es el sacramento del cavallero e cuántas maneras son de escudero e cuál es el escudero; e de aquí pasaremos a los otros puntos, los cuales tratarán de las cosas tocantes a cavalleros e fijosdalgo de lo cual no se trató antes por no rasgar la materia de la nobleza de que se ha tratado. Pero antes aún añadiremos algunas flechas, las cuales lançan algunos famosos varones contra el dicho escudo favoreçiendo todo el intento del presente libro, el cual es afirmar que ay nobleza, lo cual han provado las autoridades del primero tratado, asimismo lo prueva el Dante en el segundo capítulo [diziendo]647: «¡Ó

642 cuándo] M: omitido 643 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 644 M, S1: 2º (add.)// S2: el 2º (add.) 645 materialmente] S1 y S2: materialesmente 646 todo noble] M: todos los nobles 647 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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inteligençia, que escreviste lo que yo vi, aquí se pareçe648 la tu nobleza»; David, en el capítulo CLXIX, que comiença «cantad, etc.», dize: «Para fazer d’ellos el derecho qu’es escrito, nobleza es a todos sus buenos, etc.»; Séneca en su dotrina dozena dize: «La nobleza del onbre es el coraçón alto e fijodalgo»; en la onzena dize: «Linpieza del coraçón es la linpieza e nobleza del sentido, etc.»; el filósofo, en el dezeno de la Ética, Job, Salamón en sus Proverbios, Sant Gregorio, Sant Augostín, Muisén, los profetas, todos los autores, santos, filósofos e estoriadores con todos los poetas. Confesada la nobleza ovo fundamiento e prinçipio de la nobleza divinal, como ya es dicho, otrosí de los reyes e de los defensores o milites, pues que la nobleza política venga por alteza de género, e el tal género o linaje emita nobleza afírmalo el papa Pío en una epístola que enbió a todos los prínçipes cristianos diziendo: «Felipo, de noble e claro linaje nasçido duque de Borgoña, etc.». Vocaçio en el capítulo XIII dize: «Las nueras de Príamo fueron todas de noble sangre, etc.»; en el capítulo XIV dize: «¿Quién es aquel que ensoberveçe por ser generoso fijodalgo, fuerte e fermoso, si viere o leyere o considerare a Héctor, a París, a Troilus e a Diofebus, etc.?». Que la nobleza traspase a la terçera e cuarta generaçión afírmalo649 Vocaçio en el terçero capítulo diziendo en sus Caídas: «Mandó Minus que cada año [levasen a la]650 su çibdad de Creta moços nobles de linaje resplandeçientes e reales651»; pues çierto es que aquellos no subçedían en las dignidades de sus progenitores, pero nobles eran e son llamados por el dicho poeta. Otrosí se afirma la dicha verdad por las presentes palabras del santo Muisén, las cuales pone en el libro Deutronomini652, [capítulo CLXXXIV],653 diziendo a los fijos de Israel: «Los fijos que nasçieren de los de Edón e de Egipto después de la terçera generaçión, métanlos en la iglesia de Dios en la conpaña del Señor, etc.». Numeri en el [capítulo CLXXXVI]654 dize: «Ningund onbre que sea fecho655 e nasçido en forniçio de putería no entre en la iglesia de Dios fasta las diez generaçiones». Otrosí fablando Dios en el capítulo XII656 del dicho libro dize: «Yo soy el vuestro señor, Dios çeloso, que

648 pareçe] M, S1 y S2: paresçerá 649 la terçera e cuarta generaçión afírmalo] S1 y S2: omitido 650 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 651 resplandeçientes e reales] M, S1 y S2: resplandesçiente e real 652 Deutronomini] S1: Utronomini // S2: último nomini 653 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 654 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 655 M: en pecado (ad.) 656 capítulo XII] M: XI capítulo // capítulo XI

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requiero el pecado e la maldad de los padres a los fijos fasta en la terçera e cuarta generaçión». Porque es de creer e saber que todas las dichas palabras contradizen al dicho de Bártulo, el cual es que la nobleza no se estiende a la terçera ni cuarta generaçión; lo cual es falso por las palabras primeras de Muisén, como Muisén diga que los fijos de los de Edón e de los de Egipto no entren en la iglesia de Dios fasta la terçera generaçión; pues, si el santo Muisén lleno de Espíritu Santo no sintiera657 que mayor nobleza o linpieza no658 avía en los visnietos que en los padres, mandara al revez, diziendo que los padres entrasen e los fijos e los nietos, pero que dende adelante no entrasen; e este tal mandamiento favoreçiera el dicho Bártulo, e entonçes pareçiera más nobleza en los nuevos nobles que en los antiguos, o en los començadores o en los padres que en los visnietos; pero, como creyese e supiese que más pureza e linpieza era en la cuarta generaçión, porque ya las máculas o las malas costunbres de los padres serían purgadas en los visnietos e, por vía de la dicha purificaçión, fuesen más dignos, mandó que en la cuarta generaçión fuesen metidos en el tenplo o casa de Dios como onbres más nobles. Esto se prueva más estrechamente por las segundas palabras del659 santo660 profeta e fazen más por nuestra contradiçión destruyendo la conclusión del661 doctor, ca Muisén sabiendo que los tales fijos eran más maculados mandó que se estendiese más adelante la662 purificaçión fasta las diez generaçiones. Las mismas palabras esto notifican dichas por la boca de Dios, qu’es de notar que, como Dios conosca la maldad e el pecado, dixo que lo requeriría fasta en la cuarta generaçión, esto es por la parte del pecado que aquellos traen fasta la cuarta generaçión, pero no dixo que lo demandaría después de la cuarta generaçión, porque ya de allí adelante seríen purgados de la663 manzilla o maldad escrita664; e así pareçe destruirse la conclusión de Bártulo, et[c]. Esta esplanaçión afirman Orígines e los otros autores, bien que sin esta ponen otras maestro Pedro, Sant Augostín e otros; otrosí dize maestro Gudufredus en el Panteón, en el Detruonomini, capítulo XVIII, que mandó Muisén al pueblo de Israel que todo aquel que fuese ensuziado del sueño de la noche fuese

657 sintiera] S2: fiziera 658 no] M: omitido 659 del] M: del dicho // S2: dicho 660 santo] S2: omitido 661 del] M: del dicho 662 la] M: la dicha 663 la] M: la dicha 664 escrita] M, S1 y S2: omitido

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lançado o saliese de las alvergadas e no tornase fasta la tarde, que fuese lavado con agua e que, después del sol puesto, entrase; pues bien así el onbre plebeo ensuziado de la vileza de sangre de villanía, qu’es [la]665 noche, la cual es la tiniebra de su vil linaje, conviene que salga de las alvergadas do mora666, las cuales son las costunbres de sus padres, e se lave en el agua, que son la linpieza de las virtudes, e tornará en la tarde, la cual es la orden de cavallería o grados de çiençia; e667 entonçes entrarán en las alvergadas de fidalguía sus desçendientes después de puesto el sol de su obscuridad, que, así como puesto el sol todas las cosas fuelgan e descansan, así el onbre plebeo e obscuro e sin linaje en la noche de olvidança de su prinçipio que es en la cuarta generaçión descansa delectándose açerca de la membrança de ser alongado de su baxo e obscuro comienço. Pues que sean más exçelentes e más nobles aquellos que desçienden de antiguo linaje e alta generaçión que aquellos que nuevamente son fechos nobles668 seyendo de vil linaje afírmalo el Boeçio en el libro segundo De consolaçión, prosa vi, diziendo: «A un[o] sobra el tesoro —esto es fablando açerca de los plebeos—, mas es avergonçado por de baxa sangre, a otro faze la nobleza del linaje manifesto, mas ençerrado con mengua de la cosa familiar, etc.». E es çierto que aquello lo cual nos trae vergüença, esto es por algund defecto que en nós ovo o ay, pues, como dize el Boeçio que uno podría ser rico e669 de grand tesoro, pero que será villano o de obscuro linaje, qu’es baxa sangre, de lo cual dize que —teniendo las dichas riquezas— padesçerá vergüença, lo que no faría el desçendido de linaje noble o antiguo; asimismo ay algunos que son de noble linaje conosçidamente, pero, como careçen de las cosas nesçesarias a la casa familiar, bive encogido y ençerrado. Aquí es de enxerir una notable costunbre, la cual se tiene en Alemaña, la cual670 favoresçe e ayuda mucho a nuestro propósito, e es así: De çierto tienpo a çierto tienpo fázese un conbite en el cual se ayuntan todos los nobles de la çibdad donde el conbite se faze o ordena; e allí vienen çiertas matronas generosas. Estos671 nobles después de consumida la fiesta del comer, todos quedan sobre la tabla o mesa, en espeçial los de mayor autoridad, e dizen cómo será conveniente cosa entender açerca de la nobleza e fidalguía; acuerdan todos que bueno será, los cuales de costituçión o ordenança

665 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 666 mora] M: moran 667 e] M, S1 y S2: omitido 668 fechos nobles] M: nobles fechos 669 e] M: o 670 la cual] M: que 671 estos] M: e estos

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tienen que a la sazón han de tener allí672 un pintor, al cual mandan que luego pinte las armas de todos aquellos que allí están; e, pintadas, dan un escudo pequeño de aquellos a un ofiçial d’armas, el673 cual enplaza con aquel escudo o con cualquier de los otros e, con otro, a otro e, otro, a otro, así a todos los generosos o nobles onbres de la provinçia e tierra; e, enplazados, vienen, e venidos —que ninguno no se escusa sin justa e grand causa— e como son juntos, ayúntanse en un lugar dispuesto para tal acto. E luego el onbre más reverendo e de mayor autoridad propone açerca de aquello en que deven fablar e proveer en el fecho de la nobleza; e, propuesto, acontesçe que fallan a fulano o a fulano que açerca de la cavallería e nobleza erraron o alguno erró forçando o deseredando algún huérfano o biuda o donzella o dueña, o fizo contra la cosa pública o contra orden de cavallería e nobleza tal o tal delicto; entonçes dízenle que salga del conçilio o consejo o ayuntamiento, porque quieren fablar d’él o d’ellos; como es salido, fázese conplida relaçión del yerro o yerros; e, como es entendido en su fecho, mándanle llamar, al cual informan e castigan, segund su costunbre; asimismo danle otra pena allende de aquella que le fue dada, la cual es esta: acostunbran en çiertos tienpos del año fazer çiertos torneos, en los cuales todos aquellos nobles concurren; e, como son ayuntados en el lugar del torneo, vienen dos de aquellas más onradas matronas, las cuales llaman a çiertos cavalleros ançianos, e dízenles674: «Id a fulano o675 fulano e lançadlo o lançadlos del torneo; e tomad este palo e dad[le]676 veinte palos»; e, si son dos o más, cada, veinte palos; es de saber que, si es el primero yerro, como es dicho, danle677 con aquel bastón que las dueñas dieron e, por el segundo, cuarenta palos e, por el terçero, lánçanlo fuera de la cavallería e nobleza o desgrádanlo. E luego, como son fuera de la plaça del dicho torneo o es fuera, dízenle: « [Esto]678 se faze por çiertos yerros o por tales delictos que fezistes o cometistes contra cavallería e nobleza». E así fuera [lánçanlo]679 del torneo; e, como es fuera echado, van aquellas matronas e los cavalleros ançianos e toman al cavallero por las riendas del cavallo680 e buélvenlo al torneo; e dízenle

672 allí] M: omitido 673 el] M: al 674 dízenles] M: dízenle 675 o] M: e a 676 dad] M: dadle // S1 y S2: dalde 677 como es dicho, danle] M, S1 y S2: danle, como es dicho 678 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 679 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 680 por las riendas del cavallo] M: omitido

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e amonéstanle que de allí adelante use bien de la cavallería e nobleza segund donde viene e se emiende, e, que si así no lo faze, que él será fuera lançado de la alta nobleza e cavallería vergonçosamente. Esto es en los dos primeros yerros, ca en el terçero no ay remedio salvo degradalle e fuera lançalle del cuento de los cavalleros e nobles; e dende en adelante no goza de ningund previlegio de nobleza nin de cavallería, e es para sienpre abilitado681 e desterrado, etc. Agora [pues]682, concluyendo por venir a los puntos asignados, es de saber que toda planta tiene apetito para vegetar; e la vegetaçión es por aquesto, porque el árbol faga fructo; e, faziendo esto, la planta alcança su fin para el cual la crió Dios; porque el apetito que la planta tiene es por fazer fojas e flores e, después, fruto. Así después, toda criatura fue criada para nobleza, pues aquel que comiença a ser virtuoso683 o a usar de buenas costumbres comiença a desear684 la dicha nobleza e lança fojas, las cuales son las buenas costunbres, [de las cuales costunbres]685 e apetito proçeden las flores, que son los nietos, e, de las flores, proçedió o proçede el fruto, el cual está en el fin al cual la planta se crio, e el tal fruto son los visnietos, los cuales ya están en el fin de la nobleza, que es el fruto desçendido del árbol de las buenas costunbres. Esto es en aquellos que proçeden del noble de dignidad nuevamente criado subçediendo en la dicha dignidad, ca el que no subçede en la dignidad no viene al fruto de la nobleza, pero viene al fruto de la fidalguía, segund que es dicho; e agora vengamos al primero punto, segund que es prometido, etc. Síguese el primero punto, el cual trata de tres maneras

de cavallería sin la cavallería tenporal, la cual es la cuarta manera de cavallería, aquella que es de los defensores

Es de saber que son cuatro maneras de cavallería o miliçia, la una, aquella de la cual usan los oradores de la santa madre Iglesia, los cuales sienpre están en batalla orando por la conservaçión e acreçentamiento de la fe católica e sostenimiento de la santa Iglesia e de toda la religión cristiana; en esta cavallería e miliçia están todos aquellos que contradizen e repunan todas las tentaçiones humanas e tenporales; açerca de lo cual dize Job, capítulo VII, «Cavallería o miliçia es la vida de los onbres sobre la tierra, etc.».

681 abilitado] M y S1: aviltado (mantengo la forma del impreso porque, aunque rara, se documenta con el mismo sentido). 682 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 683 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 684 desear] M, S1 y S2: apeteçer 685 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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Es otra manera de cavallería, aquella de la cual usan los letrados por vía de estudio; esto es cuando los juristas o canonistas batallan estudiando por defender a los justos o aquellos que demandan por vía de derecho conservaçión de su justiçia; e de aquesta cavallería otrosí son los letrados filósofos, los cuales trabajan por dar o dexar dotrina a los otros como bivan virtuosamente; açerca d’esta cavallería dize el Valerio Máximo en el título De paçiençia, capítulo V: «Es otra cavallería de cavalleros fuertes e muy paçientes, la cual es [doctada]686 de paçiencia; e esta es la filosofía maestra de dotrina moral que deve ser tenida en tan gran honor como las cosas divinales, la cual filosofía como es reçebida en los coraçones de los onbres, echando de sí toda desonestidad e superflua afliçión, refirma 687 todo el coraçón con firme fortaleza virtuosa e faze el coraçón poderoso para sostener todo pavor e dolor, etc.». Asimismo son de aquesta miliçia los teólogos, que batallan en estudio por arrancar las dudas e errores de los inorantes688; otrosí son de aquesta miliçia los virtuosos o santos predicadores que por batalla continua de su predicaçión trabajan por induzir en bondad e provocar a dotrina e buenas costunbres a los pecadores e a los partir e arredrar de los pecados. E aún es otra miliçia o cavallería, la cual es çelestial de los santos ángeles, pero, como esta sea muy alta, como indigno e rústico dexo de fablar de aquella como de cosa de tanta santidad e exçelençia; pero es de saber que de aquesta alta e santa cavallería çelestial fue ordenada toda la nuestra cavallería tenporal, como es çierto que todas estas nuestras cosas inferiores fueron ordenadas por el enxenplo e ordenaçión de las altas e superiores; ca, segund los santos teólogos, las santas gerarquías de los santos ángeles ordenadas están por orden de una divinal cavallería, ca así tienen cabdillos e legiones que exerçen e mandan, ca dizen qu’el bienaventurado Sant Grabiel cabdillo de la orden de los serafines es689, el bienaventurado Sant Micael es cabdillo de los prinçipados e el bienaventurado Sant Rafael es asimismo cabdillo de los ángeles; esto afirmó690 maestro Françisco Ximenes en su691 Natura Angelica; asimismo se prueva la dicha cavallería e las [tales]692 ligiones en aquello que dixo Nuestro Redentor a Sant Pedro: «¿Piensas tú que no puedo rogar al mi Padre

686 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 687 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 688 inorantes] M, S1 y S2: inorantes e mal creyentes 689 Sant Grabiel cabdillo de la orden de los serafines es] M: San Gabriel es cabdillo de la horden de los serafines 690 afirmó] M, S1 y S2: afirma 691 en su] M, S1 y S2: en el su 692 tales] M: dichas // S1 y S2: tales

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e enbiarme ha doze ligiones de ángeles para que me ayuden?693 Mas, ¿cómo se conplirán las escrituras, etc.?». Otrosí la Santa Iglesia en muchas partes fabla del [exérçito]694 e cavallería de los santos ángeles diziendo «conlaudemos o alabemos los cavalleros del çielo, etc.».695 Es otra la cavallería o miliçia tenporal, aquella de la cual entendemos cuando fablamos de la orden de cavallería e de los defensores, segund que ha seído el propósito e intento del presente libro. Pero, ante que se diga cuántas maneras son de cavalleros696, es bien de saber que, aun allende de cavallero e de milite, ay otro nonbre de cavallero, el cual desçendió de Rómulo, el cual es «querite», de Quirino, el cual ovo Rómulo697 por sobrenonbre; e, porque en Roma él fue el primero que fizo milites o cavalleros, pusieron de su sobrenonbre698 a los cavalleros «querites», etc.; de aquesto fazen mençión los jurisconsueltos, etc. Titu Libio en su Primera Década, en el primero libro, capítulo XIX, fabla más istenso, el cual dize que «querite» quiere dezir «cavallero romano»; esto quiero699 dezir que fue por razón de una conpaña de cavalleros qu’el dicho Rómulus ordenó o escogió a la cual llamó «conpaña de los quirites»; estos fueron los primeros cavalleros o defensores del pueblo romano, etc. Otrosí tienen algunos dotores o estoriales qu’el rey Belo fue el primero do ovieron comienço los cavalleros, ca él escogió e fizo (de mil onbres escogidos) un cavallero; esto afirma el Justino sobre Trogo Ponpeo; otros tienen que Libero padre; otros, que Saturno; otros, que Júpiter; otros, que Lirgurgo; la opinión de Belo pareçe tener el Árbol de batallas; otros, que Exión, señor de Traçia, y esta es la más aprovada, etc.700 Agora pues es de saber que son dos maneras de cavalleros: unos son aquellos que propiamente son o deven ser dichos cavalleros, los cuales son los que çerimonialmente reçibieron la orden de cavallería; otros son aquellos que so este nonbre de cavallero701 son entendidos vulgarmente por circunstançia, pero no por perfeçión; estos son los cavalleros que dezimos e entendemos cuando nonbramos los conbatientes de una hueste, a los que les dezimos «son 693 me ayuden] M: ayuden a mí 694 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 695 diziendo «conlaudemos o alabemos los cavalleros del çielo etc.»] M, S1 y S2: omitido 696 son de cavalleros] M: de cavalleros son 697 Rómulo] M: el dicho Rómulo 698 sobrenonbre] M: nonbre 699 quiero] M, S1 y S2: quiere 700 Otrosí tienen algunos dotores o estoriales qu’el rey Belo fue el primero do ovieron comienço los cavalleros, ca él (...) Exión, señor de Traçia, y esta es la más aprovada, etc.] M, S1 y S2: omitido 701 cavallero] M: cavalleros

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diez mil cavalleros», esto es porque andan a cavallo e no por otra cerimonia que aya açerca d’ellos. Aquí es de notar que en este paso [el]702 onbre a cavallo (al cual es dicho por vía de corrupçión «cavallero») toman el nonbre del cavallo tan solamente, pero en la persona del cavallero de linaje çerimonialmente armado no, antes el cavallo toma el nobre del cavallero. Esto pareçe así: si el onbre plebeo no seyendo cavallero armado o el onbre a cavallo cuando [va]703 en una mula o a pie, si le [llamarán]704 «cavallero», digo que no; pues, cuando fuere a cavallo, digámosle «onbre a cavallo» e no «cavallero»; otrosí el qu’es cavallero çirimonialmente seyendo generoso [n]o plebeo, si va en una mula o a pie o en un carro, si le diremos «cavallero», digo que sí, ca aquel vocablo es la vocaçión de la religión e, durmiendo o velando, o estando o andando, o asentado o levantado, todavía es cavallero, como el saçerdote todavía es onbre sagrado comoquier que no diga misa o no esté en la iglesia ni en el altar. Es otra manera, pero ni esta es propio fablar, antes es corrupto o corronpido, ca para fablar propiamente devemos dezir «diez mil de cavallo o mil conbatientes a cavallo o más o menos»; otrosí «mil onbres d’armas a cavallo o más o menos», o devemos dezir «mil lanças o más o menos»; de cuyo vocablo se usa en España o en Castilla después que los blancos vinieron a ella cuando vino el prínçipe de Gales e el duque de Alencaste, etc. Otrosí 705 acostunbran este mismo nonbre corronpello en el Andalucía, ca dizen a los que tienen cavallos por fuerça so çierta contía con çiertas armas «cavalleros de contía» o «de premia»; esto asimismo es nonbre corronpido, ca deven ser dichos «onbres a cavallo». Titus Libius en su Primera Década fabla d’esta manera de cavalleros o conbatientes en el su primero libro, capítulo XXXVII, do fabla de las clases; e dízelo de esta manera: «En cada una clase puso el rey Servius diversas çinturias, la cual cosa él pensó ser muy aprovechable, de aquellos que fallava que podían aver en caudal çient mil dineros o más, de los cuales él fallo ochenta çinturios, a los cuales mandó que oviesen armas —es a saber yelmos, escudos e [arnés]706 de piernas e lorigones—, que 702 es] M: el dicho // S1 y S2: el (la correlación entre caballero sin ceremonia y ceremonialmente armado condice mejor con la propuesta sintáctica de los manuscritos que considera «onbre a cavallo» como sujeto, aunque en singular, del verbo «toman»; es probable que en el proceso de transmisión impresa, ante esta falta de concordancia, consideraran que se trataba de oraciones independientes y, por ello, transformaron en verbo el artículo inicial). 703 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 704 llamaron] M: llamarán // S1 y S2: llamara 705 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 706 armas] M: arnés // S1 y S2: arneses

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todas estas fuesen de aranbre; estos avían de tener lanças; otrosí ordenó que los que esta contía no toviesen toviesen çierta parte de armas sin cavallos; otrosí aquellos que aun menos que aquestos segundos toviesen toviesen otra menor parte de las dichas armas», como aún agora se acostunbra, que los que tienen contía de veinte mil maravedís en el Andaluzía tienen cavallos e armas de la gineta; e los que no llegan a la contía707 tienen las dichas armas e no tienen cavallo; e los que menos que aquestos tienen han de tener ballestas708; e otros que menos que aquestos ternán son conpremidos a tener una lança e un escudo; las cuales contías, segund el dicho Titu Libio, son llamadas clases, de donde pareçe que esta costunbre de agora fue tomada. Asimismo aún ay otros que son llamados cavalleros, los cuales son los cavalleros que dezimos cavalleros pardos; estos, puesto que tengan çiertos privillejos o esençiones, pero no de alguna exçelençia, porque pocos d’ellos guardan aquello que conviene a cavallero, mas, solamente por gozar de aquella esençión, fázenlos cavalleros por vía de aquella çerimonia; [e, si]709 el tal sirve con cavallo e armas, goza de la esençión en cuanto a las monedas e pedidos, pero no más, nin tiene otra perrogativa; e, si no sirve o no tiene cavallo710 e armas, no tanpoco goza del previllejo ni franqueza. Pues de notar es711 que, propiamente fablando, ningunos o ninguno deve ser dicho ni entendido so este nonbre de cavallero salvo el generoso o otra persona onrada, ábile e dispuesta para ser cavallero, e cuando çerimonialmente fuere armado o fecho cavallero por mano del prínçipe o cabdillo o otro cavallero. Ca es aquí de notar una cosa la cual no es muy familiar a todos, antes entiendo que a pocos sabida, esto es que en el tienpo antiguo ningunos otros peleavan a [cavallo]712 salvo los escogidos para cavalleros defensores, segund es dicho; e aún es más de saber que en los prinçipios no peleavan otros onbres fasta que se fue estendiendo más la costunbre del pelear; esto pareçe açerca de los çentauros, otrosí713 açerca de aquella batalla de entre Saturno e Júpiter —ca no se faze mençión de gente de pie— e así de otras batallas, así como de Belo714 Nino e Zoroastes. E, si por ventura entre los

707 la contía] M: la dicha contía 708 ballestas] M: ballestas e los pertrechos o adereços de aquella // S1 y S2: ballesta e los pertrechos o adereços de aquella 709 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 710 cavallo] M: el dicho cavallo 711 de notar es] M: es de notar // S2: de notar 712 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 713 otrosí] M: omitido 714 Belo] M, S1 y S2: omitido

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romanos, otrosí Alexandre, Darío, Xerxes, Nino, Aníbal, Julio Çésar, Ponpeo e otros los cuales allegaron innumerables copias de gentes a cavallo se faze mençión de nonbre de cavalleros —lo cual paresçe cosa difíçile si todos aquellos oviesen [de]715 ser çerimonialmente armados cavalleros—, es en el semejante caso de notar que allí asimismo se usa de vocablo corronpido, todavía creyendo sin dubda que los onbres singulares e los escogidos o diputados para la716 defensión solamente eran llamados «cavalleros» seyendo armados e fechos cavalleros çirimonialmente, e los otros solamente eran llamados «cavalleros» en respeto de los cavallos en que cavalgavan o de los cavalleros ordenados o religiosos en quien fue observada la forma sobre escripta. E, aunque717 adelante se dirá en el segund punto, porque es agora de saber que los tales cavalleros de premia (otrosí aquellos que çerimonialmente no son fechos o armados cavalleros por mano del prínçipe o de otro que718 cavallero sea) no son ni deven ser avidos por cavalleros719 ni así llamados nin dichos, mas «onbres a cavallo» o «conbatientes de720 cavallo» o «onbre721 d’armas»; es de saber que antiguamente así se llamavan los defensores; esto pareçe en el libro cuarto de la ley, capítulo XX, do dize: «Muisén toda la conpaña de su hueste de los onbres conbatientes e lidiadores que fueron contados de su linaje de Adam722, etc.».723 E aún esta era la costumbre antes que la gineta tanto se usase, ca estos tales son propios nonbres para los dichos cavalleros de premia o de los otros que no tienen la religión militar, pues el nonbre724 de cavallero no pertenesçe a otro ninguno salvo aquel725 el cual çerimonialmente reçibió orden de cavallería seyendo generoso o al menos onbre de onrado linaje e de parientes onrado, 726 seyendo ábile e bien dispuesto e teniendo riqueza con que pueda

715 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 716 la] M: la dicha 717 aunque] S1 y S2: aun 718 que] S1 y S2: omitido 719 por cavalleros] S2: por cavalleros por cavalleros 720 de] M: a 721 onbre] M: onbres 722 Adam] M: Dam 723 es de saber que antiguamente así se llamavan los defensores; esto pareçe en el libro cuarto de la ley, capítulo XX, do dize: «Muisén toda la conpaña de su hueste de los onbres conbatientes e lidiadores que fueron contados de su linaje de Adam, etc.»] S1 y S2: omitido 724 nonbre] M: dicho nonbre // S1 y S2: nombre militar 725 aquel] M: a aquel 726 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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sostener la orden727, el cual no deve ser mercader ni ofiçial al menos; açerca d’esto asaz es dicho e aún adelante se dirá728. Determina Árbol de batallas que los cavalleros no deven en cosa tanto pensar ni trabajar como en se fazer ábiles en las armas; dize más, que el cavallero que faze contra el mandamiento del rey o de su señor o capitán deva aver pena capital de derecho.729 Síguese el II punto, el cual trata de cuatro maneras del sacramento o religión de los cavalleros

Cuatro maneras son açerca del sacramento o religión de los cavalleros solepnemente o çirimonialmente: una, segund costunbre de Alemaña; otra, cuando el prínçipe, cabdillo o cavallero en día de batalla o conbate en el canpo; otro, cuando dan a algund onbre generoso alguno de los ábitos de [Santiago]730, Calatrava, Alcántara, Montesa o Sant Juan; otra, cuando solepnemente da el prínçipe en su palaçio o en iglesia731 o otro cavallero orden de cavallería a algund onbre noble o generoso. La primera dizen que en Alemaña se usa fazer así: el prínçipe, cabdillo o cavallero de Alemaña, estando el que ha de reçebir la orden de cavallería de rodillas delante d’él o omillado —esto según la dignidad de aquel que faze el cavallero— e, estando así, dale en las espaldas tres golpes con la espada desnuda; e dízele en su lengua tres vezes: «Mejor es ser cavallero que escudero»; esto consumido, es fecho dende en adelante cavallero, etc. La segunda es cuandoquiera que algund prínçipe o cabdillo quiere dar batalla o conbate 732, después de la batalla o conbate, cuando alguno ha fecho alguna cosa señalada, viene [el]733 que ha de ser cavallero ante el prínçipe o cabdillo o cavallero, e dize: «Señor, yo soy deseoso de aver orden de cavallería; e, porque yo734 pienso, segund la dispusiçión del tienpo, que en

727 la orden] M: la dicha orden 728 dirá] S2: dirá adelante 729 Determina Árbol de batallas que los cavalleros no deven en cosa tanto pensar ni trabajar como en se fazer ábiles en las armas; dize más, que el cavallero que faze contra el mandamiento del rey o de su señor o capitán deva aver pena capital de derecho.] M, S1 y S2: omitido 730 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 731 en iglesia] M, S1 y S2: en la iglesia 732 o] M: e // S1: cuando alguno o 733 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 734 yo] M, S1 y S2: oy

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esta batalla vos serviré tanto que yo moriré o el día de oy yo735 mostraré que en mí es bien enpleada la orden de cavallería736 muy alta, por tanto, suplico737 a vuestra alteza —o “a vuestra merçed” o “vos ruego”, segund el estado de aquel a quien ruega— que vos plega de me fazer cavallero; e en esto reçebiré onra o merçed que de vuestra mano queráis fazerme cavallero». O, si después de la batalla o conbate, deve dezir que por dos cosas: la primera, por la alta onor que es en la religión de cavallería; la otra, por memoria de la peligrosa e738 dubdosa batalla o conbate, etc. El cabdillo entonçes o prínçipe o cavallero cuando querrá dar la dicha orden dirá: «Vós, fulano, ¿queréis ser cavallero?»; el dirá: «Sí». Luego el prínçipe o cabdillo sacará el espada e darle ha tres golpes por çima de la cabeça pequeños, e dirá: «Dios vos faga buen cavallero»; e luego bolverá su espada a la vaina. E, si es prínçipe, dévele poner el braço ençima e, si de tal estado, abraçallo; e el cavallero nuevo dévele besar la mano; e así es fecho cavallero. E, si fuere grand señor o cabdillo e el tal cavallero nuevo fuere onbre noble e generoso, al tal dévele abraçar e dar paz en el carillo o en la boca, si fuere onbre de manera; e, si el cavallero nuevo fuere de poca manera (aunque sea generoso), dévele besar la mano; e, el señor o cabdillo, a él abraçalle. E de aquí deve quedar a discreçión, segund la dignidad739 del cabdillo dador de la orden de cavallería e de aquel que la reçibe, de manera que a todo generoso, si el que da la dicha orden no fuere gran prínçipe o duque, todavía le deve dar paz en la boca o740 en el carrillo e abraçallo o echalle el braço ençima; e así, desçendiendo por estas cuatro çerimonias, cada una faziendo segund el estado, condiçión o nobleza del cavallero nuevo, otrosí de aquel que741 faze cavallero. D’esta manera o çerimonia usó el bienaventurado Çid Ruy Días, ca él no quiso ser cavallero fasta que fuese ganada Coínbra; el cual luego que fue ganada Coínbra742 suplicó [al]743 rey don Fernando que le fiziese cavallero; el cual en la mesquita mayor —que se dixo Santa María después— lo fizo cavallero çerimonialmente d’esta manera, según la corónica del bien-

735 yo] M y S2: omitido 736 la orden de cavallería] M: la dicha orden 737 suplico] M, S1 y S2: yo suplico 738 e] M: o 739 dignidad] M, S1 y S2: dignidat et estado 740 o] M: e 741 que] M, S1 y S2: que le 742 Coínbra] M, S1 y S2: omitido 743 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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aventurado rey dize: «El rey don Fernando çinéndole el espada a Rodrigo de Bivar diole paz en la boca, pero no le dio pescoçada». Dize más, después que Rodrigo de Bivar fue cavallero, delante del altar fizo cavalleros de su mano a nueveçientos cavalleros. La terçera es cuando alguno de los maestros744 de Santiago, de Calatrava, de Alcántara, de Montesa o de Rodas, o sus priores, dan algund onbre generoso cualquier de los ábitos de las dichas órdenes, segund sus difiniçiones, constituçiones e estableçimientos, ca açerca d’esto no conviene más espresar. La cuarta manera es aquella que antiguamente [usavan]745 los antiguos, la cual se fazía más solepnemente, en la cual se tenía esta manera: la noche ante del día qu’el cavallero nuevo avía de reçebir orden de cavallería, el que avía de ser cavallero con su padrino e con aquellos parientes e amigos cavalleros que le querían onrar ívanse746 a tener vigilia a una iglesia cuya vocaçión fuese de Nuestra Señor[a]747 o de Santiago o Sant748 Jorge; e, teniendo749 la vegilia, en amenesçiendo, armávase de todas sus armas e dezíanle una misa; e, dicha, venía el que le avía de fazer cavallero; e, teniendo la manera que ya es escrito750, guardando todas aquellas cosas, era fecho cavallero, salvo que se fazían estas çirimonias: lo primero, teníanle paños blancos e el cavallero novel después de desarmado vestíase aquellos paños e cobríase un manto blanco de [cavallero]751 con puntas, con un botón al onbro; e pero, un cavallero, estando el cavallero nuevo armado, calçávale las espuelas doradas; asimismo el dicho padrino çeníale la espada, la cual avía de ser de guarniçión dorada; e el prínçipe o cabdillo o señor o cavallero dávale tres golpes pequeños sobre la cabeça diziendo: «En el nonbre de Dios, Dios vos faga buen cavallero», segund es dicho, (aunque, segund la Segunda Partida dize, palmada ha de ser e [ponelle]752 la espada en la mano); e, esto fecho, después de aquel a que dava la orden de la cavallería, todos los cavalleros que allí estavan davan paz al cavallero nuevo; e dende con mucha onra llevávanlo a su posada e çelebravan fiesta aquel día. E [así]753 era fecho o deve ser fecho el cavallero cuando 744 maestros] M, S1 y S2: maestres 745 Enmiendo atendiendo a la lectura de M. 746 ívanse] M: ívase 747 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 748 Sant] M, S1 y S2: de Sant 749 teniendo] M y S2: tenida 750 escrito] M: dicha // S1: escripta // S2: puesta 751 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 752 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 753 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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solepnemente se á de fazer. Esta manera se tiene o deve tener cuando en el palaçio del rey la dicha çerimonia se faze, etc. Es de saber que, según las leyes d’estos reinos, el cavallero deve ser armado d’esta manera brevemente fablando: un día antes que lo armen ha de tener vigilia desde el medio día; e dévenle los escuderos lavar754 la cabeça e vañar755 e echarlo en buena cama, etc.; e756, esto fecho, dévenle llevar757 a la iglesia a velar, etc.; deve mientra pudiere tener las rodillas fincadas e, si todavía no pudiere tenerlas fincadas758, deve estar en pie; pasada la vegila, oirá misa; e, acabada, verná el que lo oviere de armar cavallero e preguntalle ha si quiere reçebir orden de cavallería; él responderá que sí; después preguntarle á que si la manterná según deve; esto fecho, calçarle ha las espuelas o mandallo ha a otro cavallero, etc.; después dévele çenir el espada sobre la vestidura un poco apretada al cuerpo en señal que aya en sí las cuatro virtudes cardinales, etc.; algunas vegadas pueden ser armados los cavalleros de todas armas, la cabeça descubierta; e el que le arma759 saque la espada e póngagela en la mano diestra e fágale jurar tres cosas: la primera, que por la fe no evitará la muerte; la segunda, por el señor natural; la terçera, por la tierra; e dele una palmada en el carrillo en señal de correçión diziendo: «Dios vos esfuerçe a conplir lo que prometistes e jurastes»; e luego el que lo armó e los otros cavalleros dévenle dar paz en señal de amistança760; e aún todo aquel año a dondequier que761 anduviere762 le deven los otros cavalleros dar paz, etc.; después qu’el763 cavallero fuere así armado764, desçínele765 el espada el señor natural de la tierra o otro cavallero onrado, este tal es dicho padrino del cavallero nuevo.

754 lavar] M: vañar 755 vañar] M: lavarlo 756 e] M: omitido 757 dévenle llevar] M: deven levarle 758 e, si todavía no pudiere tenerlas fincadas] M: omitido 759 arma] M, S1 y S2: armare 760 amistança] S1 y S2: amistad 761 que] M: que él 762 anduviere] M: andudiere 763 deven los otros cavalleros dar paz etc.; después qu’el] S2: omitido 764 así armado] M: el cavallero armado 765 desçínele] S2: desármale

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Síguese el III punto, el cual trata açerca de dar o tomar la orden de cavallería e de la señal que fazían a los cavalleros e por qué traen cadenas de oro o espuelas doradas o collares

Introduçión Sabidas cuántas maneras son de cavalleros e cuántas formas se tienen açerca de766 dar o tomar la orden767 de cavallería768, será bien dezir cuál es el sacramento que faze o deve fazer, asimismo cuál era la señal que traían los cavalleros, otrosí por qué los cavalleros podían o devían traer cadenas o collares de oro o espuelas o769 las guarniçiones de las espadas doradas e no ninguno otro de los otros onbres defensores o770 conbatientes; e así concluiremos el terçero punto, partiéndolo en tres párrafos porque mejor se conprehenda cada una de las cosas to[ca]das771 en el dicho punto, etc. Comiença el primero párrafo del terçero punto, el cual trata de la señal que fazían a los cavalleros en los braços derechos

Usavan en el tienpo antiguo o antiguamente que, cuando fazían cavallero o cavalleros nuevamente, fazían dos cosas por razón que los cavalleros fuesen señalados e otrosí acordados açerca de aquellas cosas que devían fazer o eran tenidos: la primera cosa que a los cavalleros noveles772 fazían773 era que les fazían una çierta señal a cada un cavallero en el braço diestro con un fierro caliente, de manera que la dicha señal ninguno otro onbre que cavallero no fuese no la podía nin devía traer sin gran774 pena; la segunda era que fazían escrevir el nonbre del cavallero novel e el linaje de donde venía e el lugar, villa o çibdad donde el dicho cavallero novel era natural e la provinçia en el libro donde estavan escritos los nonbres de los cavalleros; e775 esto776 fazían los antiguos porque, si por ventura errasen en las cosas del sacramento e

766 de] M: del 767 la orden] M: la dicha orden 768 de cavallería] M, S1 y S2: omitido 769 o] M, S1 y S2: e 770 o] M: e 771 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 772 noveles] S1 y S2: nobles 773 fazían] M, S1 y S2: se les fasía 774 gran] M, S1 y S2: grave 775 e] M y S2: omitido 776 esto] S1 y S2: estos

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religión, fuesen conosçidos, así para los corregir o reprehender, como para los disçiplinar e castigar, en espeçial cuando fazían error contra el bien de la cosa pública; es777 de saber que, cuando algund yerro grave se fazía contra la re militar o contra la patria o república, no solamente castigavan al tal cavallero, mas aun lo raían778 del dicho libro; e de aquesto se quexava el bienaventurado Boeçio en el su libro De consolaçión como le oviesen raído del libro como a malfechor, nunca aviendo errado, mas sienpre pugnado e trabajado por ensalçar e conservar la cosa pública. Aquí es una cosa de notar, que de aqueste modo de escrevir en aquel libro los nonbres de los779 cavalleros nasçió780 aquel vocablo que muchos inoran, el cual es dezir a los del senado «padres conscriptos», que quiere dezir cavalleros governadores e defensores de la comunidad o tierra o inperio, los cuales están escriptos en el libro por exçelençia; ca, como los padres crían e guardan a sus fijos con amor e zelo, así los governadores, los prínçipes, los juezes, los regidores deven criar e guardar el bien público781 sin tiranía, sin luxuria, sin sobervia, sin maliçia, justa e derechamente, con amor e con zelo de dulçe caridad e, si menester será, morir por ello, como fizo el santo Boeçio, padre fiel de la cosa pública conscripto782, etc. Síguese el ii párrafo del terçero punto, que trata del sacramento del cavallero, otrosí de otros sacramentos particulares Açerca del sacramento o juramento que antiguamente fazían los cavalleros, es de saber que se tenía açerca d’esto esta manera: el bienaventurado dotor Juan Galense pone en la otava distinçión, capítulo III, diziendo así a la propia letra: El juramento de cavallería se solía fazer de muchas maneras: una es que los cavalleros mismos fazían juramento783 los unos a los otros que ninguno no bolviese la cara ni fuyese por miedo, nin mudase del ordenamiento fecho entre ellos ni del lugar do le fuese mandado estar; pero los cavalleros nuevos deven jurar por Dios e por Santa María e por Jesucristo, su fijo, e por el Espíritu Santo e por la magestad e784 figura del prínçipe, la cual es de nuestro señor Dios, que

777 es] M, S1 y S2: ca es 778 raían] M: rayavan 779 los] M: los dichos 780 nasçió] S2: nasció nasció 781 público] M, S1 y S2: público sin cobdiçia 782 conscripto] M: padre conscripto 783 juramento] M: jurar 784 e] M: o

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ellos lealmente farán todo lo qu’el prínçipe les mandará; e, cuando alguno es puesto en grado de prinçipado legítimamente, así como a Dios le deve ser prometida la lealtad e lo deve onbre diligentemente servir e amar; asimismo deve jurar que en ningund tienpo no dexará la [cavallería]785 ni fuirá la muerte por honor de aquella; e, el juramento fecho, dévenle çenir la espada e calçar dos espuelas; e de allí han los previllejos de los cavalleros. E los cavalleros son en gran peligro si no son tales como deven, a los cuales conviene mantener fe e lealtad; e son tenidos a la iglesia, que es de saber que, cuando a alguno faze786 cavallero, va solepnemente a la iglesia e ofreçe la espada sobre el altar en testimonio que le obliga e ofreçe, a sí mismo que servirá con el cuerpo e con la espada a Dios lealmente e con devoçión, etc. Otros sacramentos ay, pero todos se reduzen a este; pero ay algunos que son particulares, mas este solo es general. E podría alguno dezir: «Pues yo agora só cavallero, pero al tienpo de la solepnidad de cuando me fizieron cavallero no fize juramento alguno»; al cual responde787 que, puesto que agora no se faze o algund cavallero no faga el dicho juramento, lo faze, ca ante puesto está que, como ha reçebido o reçibe cavallería, la reçibe con las condiçiones del juramento788, el cual va incluso en las çerimonias e solepnidad del noble acto de la dicha orden; ca, así como agora no son expresados los previllejos, preeminençias e prerrogativas que se dan al cavallero en la presente789 solepnidad e goza el nuevo cavallero e todos los cavalleros así ordenados, lo cual sin lo expresar son entendidos, así en reçibiendo la dicha solepnidad e orden de cavallería táçitamente es entendido ser fecho el tal790 juramento, como de su grado son reçebidas e con él fechas las militares çerimonias; ca con tal condiçión se presupone que se da la dicha miliçia, así qu’el tal juramento pertenesçe a la solepnidad del militar acto, so el cual está la defensión de la cosa pública de la patria, prinçipalmente qu’el cavallero morirá por la fe católica todo tienpo que caso se ofreçerá, al791 serviçio de rey, la lealtad, el anparo de los huérfanos, de las biudas, de las dueñas e donzellas que reçiben tuerto, que manterná justiçia, que bivirán virtuosa e onestamente792.

785 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 786 faze] M: fasen 787 responde] M, S1 y S2: se responde 788 juramento] M: dicho juramento 789 presente] M: dicha 790 tal] M: dicho 791 al] M, S1 y S2: el 792 virtuosa e onestamente] M: virtuosamente e onesta // S2: virtuosamente y onestamente

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Dize el dicho dotor, en el capítulo VI de la dicha distinçión: «El derecho de los cavalleros es solepnidad de fecho e de pelea e ligadura e abenençia contra los enemigos». Es de saber que orden de cavallería es religión santa e aprovada, de la cual deven usar los cristianos como de orden muy provechosa e nesçesaria. Esto pareçe en lo que Sant Juan predicava contra los cavalleros, diziendo a los cavalleros que no sacasen ni forçasen ni tomasen por amenazas a ninguno cosa alguna nin a ninguno fiziesen calona; e que se toviesen por contentos e por pagados de su sueldo, el cual no vedó que usasen de la793 cavallería; la cual dize Juan Galense que es aquella orden la cual todas las cosas conserva e guarda; de la misma dize Vegeçio en el prólogo del terçero: «El arte de la cavallería e batallas es más noble que otra alguna, etc.». [Determina] el Árbol de batallas que las cosas que conviene primero al cavallero para ser buen cavallero —conviene entender, en la conservaçión del sacramento y de aquel que fazen a su señor— es a saber: obedesçer y guardar sus mandamientos, defender sus tierras; y dize por çierto no es verdadero cavallero, segund derecho, el que por duda de la muerte o de cosa que venirle pueda dexa de defender la tierra; ca así deven ser los cavalleros obedientes a aquellos que son ordenados por sus señores o por sus capitanes, ca el que no es obediente no es buen cavallero. Otrosí es de saber que, segund derecho çebil y canónico, el sacramento de fieldad contiene seis cosas —estas mismas aprueva Árbol de batallas—: la primera, qu’el vasallo o cavallero jure que no consentirá fazer cosa de daño contra la persona de su señor; la segunda, que no descobrirá su secreto; la terçera, que no será contra justiçia; la cuarta, que no será en su daño de sus bienes; la quinta, que conplirá sus mandamientos; la sesta, que toda cosa que pensara que a su señor [cumpla] o le plaze lo fará y porná en obra, etc.794 Ya795 es dicho açerca de los otros sacramentos particulares, los cuales no pertenesçen al cavallero en cuanto a la solepnidad del acto o reçibimiento de la cavallería, mas a otras cosas más particulares, así como el796 juramento que toman a toda persona açerca de la bivienda del prínçipe, que jura el cavallero —o el que non lo es— que servirá con tantos onbres de armas o con tantos ginetes o con tanta lanças, o que no se partirá de tal provinçia o de tal sitio o real fasta qu’el prínçipe o su capitán general lo mande, o que fará guerra tantos años, o que terná paz o guerra cuanto el prínçipe mandare, o que no se partirá d’él tantos años. 793 la] M: la dicha 794  [Determina] el Árbol de batallas (...) lo fará y porná en obra, etc.] M, S1 y S2: omitido 795 Ya] S2: E ya 796 el] M, S1 y S2: del

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Esto pareçe que fue usado antiguamente entre los romanos, los cuales cuando avían neçesidad de guerra, como venía el tienpo de las elecçiones, como eran nonbrados cónsules o dictador, fazían venir a escrevirse los cavalleros; e, como eran escriptos, luego juravan las dichas cosas e toda la salud de la cosa pública con la obediençia de los cabdillos. Aun açerca de la militar797 religión fueron fechas çiertas leyes; el primero que fizo la dicha ley fue Luçius Papirius, pero antes d’él mató Titus Maulius Torcatus a su fijo Titus Maulius porque se conbatió con un gaulo sin su mandamiento; otrosí quisiera fazer Papirius a Quintus798 Fabius, si el senado e el pueblo e los cavalleros no rogaran por el Quintus799 Fabius. Así qu’el dicho juramento se fazía luego como la [nueva]800 hueste de cavalleros era ordenada; d’este juramento son llenas todas tres Décadas e todos sus libros; e, por ser la cosa tan familiar, çesa contarse por sus capítulos o lugares. Pero es de saber que, como el cavallero era una vez escripto para la guerra801, jamás lo podían quitar salvo por la voluntad del dicho cavallero escrito; esto afirma e atestigua el Titus Libius802 diziendo así en el otavo de la Primera Década, capítulo [postrero]803, faza el fin: «Fue fecha una ley santa, cavallerosa, qu’el nonbre de ningund cavallero no fuese desfecho salvo por su voluntad»; que quiere dezir que, después que un cavallero era escripto para un hueste, ninguno no lo podía quitar del escrito nin mudar contra su voluntad. Esto mismo es cuando alguno que cavallero sea o que non lo sea bive de nuevo con otro algund señor que faze estos mismo juramentos; esto paresçe en aquello que dize Josefo, otrosí en la primera parte de la General mayor, libro XI, en el fin, dize que Getro preguntó a Muisén que si quería bivir con él e Muisén respondió que sí, que entonçes Muisén le juró que biviría con él o moraría, e lo serviría; otrosí dize que el obispo 804 [Getro]805 le prometió que le faría mucho algo e mucho bien. Otrosí jura el cavallero o onbre d’armas que no furtará lanças de sueldo, salvo que servirá o que sirve con las çiertas lanças qu’es obligado e con aquellas que tiene suyas propias, otrosí cuando jura que seguirá a tal cabdillo o capitán.

797 militar] M: dicha // S1 y S2: omitido 798 Quintus] S2: Quenacius 799 el Quintus] M: el dicho Quintus // S2: Quenacius 800 Enmiendo atendiendo a la lectura de M (aunque aquí aparece abreviado), S1 y S2. 801 la guerra] M: la dicha guerra 802 el Titus Libius] M: el dicho Titus Libius 803 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 804 obispo ] S2: omitido 805 Enmiendo atendiendo a la lectura de M y S2.

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Así qu’es de concluir que los tales juramentos o sacramentos particulares no son esençialmente de la orden de cavallería, ca los tales sacramentos son açidentales e fázense segund el tienpo e casos, e generalmente cavalleros e no cavalleros e todos los honbres d’armas. E así se despiden los sacramentos por pasar a tratar del terçero párrafo asignado en el dicho punto terçero, etc. Síguese el III párrafo, que trata la razón por que los cavalleros e no otros traen cadenas o se devía o se usava fazer

Pasando [al]806 terçero párrafo, es de saber que no ovo pequeña razón en el tienpo antiguo açerca de aquella exçelençia de los cavalleros, la cual era que ellos solos e no otros pudiesen traer cadenas, collares, espuelas, espadas, frenos e vandas doradas de807 oro; ca es de saber que, así como los cavalleros por defendimiento de la cosa pública metían a peligro de muerte sus personas, otrosí [a]808 tantos trabajos corporales, e como los cavalleros eran exçelentes, generosos e nobles más que otros, e como eran809 escogidos de los más onrados e de mejores costunbres segund es mostrado e de fecho, deve así ser; así lo dize Vegeçio, De re militari, en el primero libro en la rúbrica sesta diziendo: «El cavallero al cual es encomendada la defensión de la cosa pública e de las provinçias deve [sobrepujar]810 a todos los otros, si fazerse puede, en linaje e en costunbres»; e dize adelante: «Nós veemos por espiriençia e por uso que muchas muertes son venidas o fechas por los enemigos en tanto que por opinión o voluntad e no por razón son escogidos cavalleros los cuales sean sin ningunas virtudes e sin criança e buenas costunbres; porque conviene que los cavalleros —dize Vegeçio— sean escogidos por grandes e sabios onbres, los cuales sean avisados e ayan soberana diligençia». Pues, como ellos sean nobles e escogidos e señalados, razón fue que fuesen señalados e onorif[i]cados811 por la cosa más noble que sea açerca de los metales; pues, como el oro fuese el más noble metal e como la señal del braço diestro, según es dicho, todos tienpos no podía ser señal al cavallero, convino que se buscase cosa por la cual se conosçiese, la cual fue qu’el cavallero troxese espuelas doradas e espada guarnida de oro o dorada, otrosí cadena o

806 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 807 de] M, S1 y S2: e de 808 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 809 eran] M, S1 y S2: ellos eran 810 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 811 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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collar y anillo812 de oro. E esto era más usado en tienpo de guerra que, puesto que los cavalleros troxesen mantos de puntas e con el botón en el813 onbro, la cual era señal de cavallero, las más de las vezes en el tienpo de las batallas o de las armas escusávasse el manto814, e d’esta causa traían la cadena al cuello o collar; esto pareçe en Vírido Gálico cuando ovo la batalla con Titus Maulius, ca, como fue vençido por el dicho Titus, llevó d’él los despojos opimos, otrosí un collar que traía al cuello el Gálico o Gaulo, de cuya causa después se llamó815 Titus Maulius Torcuatus, que quiere dezir collar; de la cual batalla faze mençión Polibio, De belo púnico, en el libro III en el fin, otrosí Titu Libio en la Primera Década, etc. Otrosí Titu Libio en su Primera Década, libro VII, capítulo XVII, do faze mençión de816 cómo Titus Maulius, requerido de un prínçipe gaulo de batalla, lo vençió e lo mató e le quitó un collar de oro que traía, según es dicho; esto mismo pone el Titu Libio en libro VII, capítulo V, diziendo qu’el nonbrado817 Maulius mató a un prínçipe gaulo, al cual mató818 e le quitó un collar sangrentado, e los que le levavan cantavan diziendo «torques», que dizen en lengua latina o romana por collar; e de allí se [llamó]819 Maulio Torcato; o por ventura fue todo un caso e los estoriadores erraron el tienpo, e aun Titus Libius así lo quiere creer. Otrosí las espuelas doradas eran usadas porque, como el cavallero no toviese en el tienpo820 de las batallas manto ni otra señal por do fuese conosçido e algunos avría que no podrían traer collares o cadenas, pero podrían traer espuelas sobredoradas, que no son de tanto preçio. En el ordenamiento de Burgos fecho por el rey don Juan dize: «Los cavalleros deven ser mucho onrados por tres razones: la una, por razón821 de su linaje; la segunda, por su bondad; la terçera, por la onra822 que d’ellos viene; e por ende los reyes los deven mucho onrar, por lo cual los reyes antepasados ordenaron en sus leyes cómo fuesen onrados entre los onbres que no eran cavalleros en sus reinos en el traer de sus823 paños e de sus armas e de 812 y anillo] M: omitido 813 en el] M, S1 y S2: al 814 el manto] M: el dicho manto 815 después se llamó] M: se llamó después 816 de] M: omitido 817 nombrado] M: dicho 818 al cual mató] M: omitido 819 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 820 el tienpo] M: el dicho tienpo 821 razón] M, S1 y S2: nobleza 822 onra] M, S1 y S2: pro 823 sus] M: los

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sus cavalgaduras; por ende ordenamos e mandamos que todos los cavalleros çirimonialmente armados que puedan traer paños de oro o dorado en las vestiduras e824 en las divisas e825 en las vandas e en las sillas, en los frenos e en las armas, otrosí cadenas o collares de oro al cuello; e eso mismo mandamos que se guarde en los dotores e en los oidores de nuestra abdiençia; e, porque los cavalleros deven ser esmerados entre los escuderos, ordenamos e mandamos que ningund escudero no826 traiga paños de oro ni [adobos]827 de oro en los paños ni en las vandas nin en las sillas ni en las divisas ni en las armas, salvo en la orladura de los baçinetes e de los quixotes e de los frenos e petrales que puedan traer dorados; pero mandamos que los de la gineta del Andaluzía que puedan traer dorado en las espuelas e828 en las espadas e en las sillas829 e en los frenos e en las aljubas ginetas, pero que no traigan oro en las vandas nin en los paños nin en otra cosa alguna, etc.». Otrosí es de notar açerca de los cavalleros aquello que pone Sant Viçente en uno de sus sermones diziendo así: «Una quistión que me es fecha por los cavalleros diziendo que cómo podrán fazer para salvar sus ánimas en tienpo de paz e de guerra respondo: en tienpo de paz los cavalleros no han a ganar por las manos e no han a batallar, que, así como los clérigos que no han de trabajar por las manos alaban a Dios, así los cavalleros en tienpo de paz deven dezir el ofiçio así como un clérigo dize maitines en un breviario». E aquí pone dicho santo largamente la [regla]830, pero déxase por la brevedad, e dezirse á alguna parte, ca dize la forma como se deven dezir e rezar todas las oras e en el fin de cada salmo una avemaría e gloria Patri; e, cuando así las oras no pudieren rezar, dévense rezar tantos pasternostres por cada una de las oras o dezir las oras de la cruz o los siete salmos, pero al menos tantas vezes el pasternóster con el avemaría e831 con el credo, así maitines, prima, terçia, nona, bísperas e conpletas; aquí es de notar que por los maitines deven ser dichos viente e çinco paternostres y, por prima, doze y, por terçia, doze y, por sesta, çinco y, por nona, çinco y, por bísperas, doze y, por conpletas, çinco, etc.832 E833 dévese dar el cavallero a servir a Dios, el cual le dio renta en que 824 e] M: omitido 825 e] M: omitido 826 no] M: omitido 827 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 828 en las espuelas e] M, S1 y S2: omitido 829 sillas e] M, S1 y S2: sillas e en las espuelas e 830 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 831 e] M, S1 y S2: omitido 832 aquí es de notar que por (...) y, por conpletas, çinco, etc.] M, S1 y S2: omitido 833 E] M, S1 y S2: e dise

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biva —dize— en persona del cavallero. E, cuando aya fecho aquello, ¿qué fará? Dize deve ir a oír misa e fincar las rodillas en tierra e oya su misa, el cual no deve fablar ni dezir nada; después834 puede el cavallero —dize—835 ir a caçar o a deportarse o a correr sus cavallos sin pecado por no estar oçioso. E, si el cavallero sopiere de alguna biuda o pobre onbre o huérfano que son corridos, anpárelos, ca deven836 anparar los menesterosos e defendellos; otrosí en tienpo de paz —dize— el cavallero no deve tener tantos escuderos que no les pueda dar soldada; si ha de tener ocho, tenga cuatro; sienpre los deve castigar que no digan nin fagan mal a ninguno e fagan obras por que tomen d’ellos exenplo; no deven tener muchos [cavallos]837 por vanidad, que mejor es tener çinco florines para hedeficar un palaçio en paraíso; no deve mantener el suyo contra justiçia, ca, si lo faze, daña su ánima. Açerca de lo cual dize Sant Pablo: «Fagamos vida quieta, folgada838, tranquila839, con piedad y con castidad», Primo ad Timotheum840; dize más el dicho santo: «Muchos ay que van a las puterías e a monesterios e a monjas e a otras partes, lo cual es malo e contra el sacramento del cavallero». Otrosí dize: «Deven los cavalleros ser ordenados en tienpo de guerra, esto es que la buena vida que han tenido en tienpo [de pas que la tengan en tienpo]841 de guerra, que es más neçesidad; e aún en tienpo de paz deven comulgar e confesar en los domingos; ca tres condiçiones de personas son que deven ser más devotas que otras, sciliçet: clérigos842, marineros e cavalleros; más valdría —dize843— matar onbres, que844 el clérigo dezir845 misa en pecado. Los cavalleros en tienpo de guerra deven ser más devotos e leales al rey e con fieldad; no deven tener guerra con los cristianos; no deven fazer guerra por altivez, mas por justa querella; e aun la querella o su846 causa sienpre el cavallero la deve más justificar, ca, cuando va a la batalla sin pecado, va esforçado con coraçón de león, mas, cuando va con pecado, va con grand miedo, etc.».

834 después] M: después dise 835 dize] M: omitido 836 deven] M, S1 y S2: deve 837 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 838 quieta, folgada] S1: quieta, folgante // S2: questa folgante 839 tranquila] M: e tranquila // S1 y S2: omitido 840 con piedad y con castidad, Primo ad Timotheum] S1 y S2: omitido 841 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 842 clérigos] S2: dichos 843 dize] M: omitido 844 que] M: dize que 845 clérigo dezir] S2: dicho deve oír 846 su] M: omitido

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Pues es fecha mençión de aquello que las leyes fablan, otrosí de algunas opiniones de los antiguos, es otrosí de ver aquello que Duarte, Contra Anriquina, dize en este paso en la quistión de la cavallería, el cual dize: «Son tres maneras de cavalleros, es a saber: unos que pujan por fidalguía de natura e linaje a la orden de cavallería; son otros asimismo, puesto que no sean fidalgos, pujan por méritos de buena fortuna e por abundançia tenporal, otrosí porque en guerras o conquistas apruevan bien o porque fazen muchos serviçios al prínçipe; otros son aquellos que por voluntad del prínçipe solamente, sin otros méritos, sin otra fidalguía suben a la orden847 de cavallería». Dize más: «Aquellos los cuales suben a la orden de cavallería por los grados del escala de fidalguía, estos son rectos e derechos cavalleros, en cuanto suben por los grados de la escala de provaçión», la cual dize que tiene seis grados: el primero es linaje conosçido; el segundo, esençión e libertad de linaje; el terçero, meresçimiento de linaje en persona e fidelidad, lealtad e verdad; el cuarto es virtud natural e moral e corporal; el quinto, autoridad de fazer pleito 848 omenaje; el sesto, mérito de virtudes, de bondad, grandeza, potestad, discriçión, prudençia militar, esfuerço e fortaleza corporal. La segunda es cavallería graçiosa e merçenaria, la cual no sube derechamente por la dicha escala, mas por la escala de fortuna e méritos de bienes tenporales; dize que cavallería de fortuna no es igual de cavallería de natura: como fortuna no es sienpre una, antes es mutable e no estable, bien así cavallería849 es mudable de onor cuando se muda la buena fortuna e valor; dize más, que así es de fazer cavallero al villano como fazer del milano girifalte. La terçera es aquella la cual es por voluntad e conplazençia desordenada del prínçipe, la cual dize que es cuando fazen cavallero al infiel o al onbre vil o indigno; dize más: «Detestable cosa es fazer cavallero al que tiene ofiçio o uso el cual es contra el estado de la cavallería». Determina el Árbol de batallas que orden de cavallería no deve ser dada a onbre de ofiçio ni a mercader850. Dize más, que fidalguía es fundamiento de cavallería, la cual fidalguía es aquella alquimia moral que dize [Morieno]851, la cual los sabios varones famosos alcançaron por natura e linaje852 esmerada, otrosí por virtudes adqueridas e por grandes e buenas costunbres potentes, virtuosas,

847 la orden] M: la dicha orden 848 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 849 cavallería] M: la dicha cavallería // S1 y S2: la cavallería 850 Determina el Árbol de batallas que orden de cavallería no deve ser dada a onbre de ofiçio ni a mercader] M, S1 y S2: omitido 851 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 852 linaje] M, S1 y S2: línea

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verdaderas e morales, las cuales produxeron naturas e linajes espeçificados en natura humana, porque diferençia fuese conservada en diferentes linajes. Dize más, que, cuando quiera que cavallería es fundada sobre fidalguía, es su onor e valor e, cuando por el contrario, abaxa en vituperio e desonor. Dize más, que muy peligrosa cosa es a los prínçipes dar orden de cavallería a los villanos; açerca de lo cual podrían ser traídas muchas pruevas, las cuales se dexan por la brevedad. Ca es de notar que, bien así como natura es mejor qu’el artefiçio, lo cual no se puede negar, pues es çierto que tanto el artefiçio es más laudable e es en mayor perfeçión cuanto más resenbla o sigue la perfeçión de natura; bien así como un pintor cuando quiera que pinta un cuerpo de animal bivo, otro853 vegetable o raçional —así como un león o un854 águila o un árbol o flor o un onbre o muger—, entonçes es dicho pintor perfeto cuando cada un cuerpo de los dichos animales raçional o sensual o vegetal resenbla o semeja más a la figura855 en su esençia e calidad e espeçie, pues, bien así, el fidalgo sigue las cosas de natura açerca de la alta orden de cavallería e el plebeo sigue las del artefiçio; e, como de aquí se sigua, segund es dicho, que natura es mejor qu’el artefiçio, tanbién se sigue que seyendo mejor e en mayor856 perfeçión sea en mayor857 nobleza; Es asimismo de saber que, segund [natura],858 puesto qu’el niño açerca de su edad esté en perfeçión cuando es en infançia; e,859 cuando es en pueriçia, es más perfeçión, esto para ser onbre; e, cuando traspasa a la adoleçençia, está en mayor perfeçión; e, cuando es en joventud, en mayor; e, cuando es en senectud, es en mayor perfeçión, ca entonçes está de860 cuarenta e çinco fasta en çincuenta e çinco años, do es la madureza del onbre, ca la mançana cuando es madura es mejor e más perfeta; así lo afirma el Tulio en el De Senectute. Pues, tornando al propósito, digo que así el nuevo noble no está en tanta perfeçión como su fijo, ni su fijo como el nieto, nin el nieto como el visnieto, como el tal ya esté en edad perfeta e madura cuando es fuera de la cuarta generaçión, la cual es la senectud; esto afirma don Bernabé, obispo de Osma, sobre el Regimiento de prínçipes diziendo: «En las cosas de nasçimiento sienpre lo primero es menguado en conparaçión de lo segundo, e lo segundo es sienpre

853 otro] M: o otro 854 un] M: omitido 855 la figura] M: la dicha figura 856 mayor] S1 y S2: mayor nobleza 857 mayor] S1: mayo 858 Enmiendo atendiendo a la lectura de M. 859 cuando es en infançia e] M: omitido 860 de] M: desde en

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más conplido que lo primero, ca natura va sienpre de cosa menguada a cosa conplida, así como pareçe en el moço o niño, que es menguado en [conparaçión]861 del onbre perfeto o de sí mismo cuando es en estado conplido; esto mismo es en todas las otras cosas naturales o que han nasçimiento», libro II, capítulo V del Regimiento.862 Otrosí es de saber e notar que, bien así como entre los animales sensibles son algunos los cuales son siervos de los otros, e, los otros, señores e superiores entre ellos, así como el león es señor e superior, ca algunos animales les sirven, así como los adifes; otrosí el águila es superior entre las otras aves; e así es entre los pescados, ca la vallena dizen los naturales que es superior, a la cual sigue el espadarte; otrosí son animales de baxa condiçión e de grand sojuçión, así como los asnos e otras tales, ay otros que son de pequeño serviçio, como los perros, pero guardan la casa ladrando, así pues es de saber que los nobles e los cavalleros son conparados a los leones e a las águilas, otrosí a las vallenas; los canes son conparados a los escuderos mal acostunbrados que sirven poco a la república, pero en algunas cosas neçesarias sirven e ayudan con palabras e algunas vezes con armas a la defensión863; los plebeos o onbres sin linaje o villanos son como los asnos, ca el dicho animal es muy sujepto e puesto sienpre en servitud, lo cual no es el noble o el fidalgo, ca él nunca sierve salvo al rey o prínçipe o a grand señor, pero el plebeo muchas vezes sirve a otros que tienen menos qu’él. Açerca de lo cual dize el mismo864 autor: «Fidalguía tiene ley que ningund fidalgo no sirva a poquedad nin a menoría, que son contrarias de grandeza e mayoridad», ca dize que poquedad es instrumento con el cual vilanía es en sujepçión, e prinçipio de generoso onor y mayoridad y grandeza son instrumentos por los cuales pujan por méritos de buenos e grandes serviçios en la multiplicaçión e perfeçión de onor, etc. Otrosí es de saber que los plebeos nunca enseña[n]865, ca866 ni dotrina[n]867 ni instruyen a sus fijos nin a sus desçendientes en las dichas buenas costunbres, lo cual en la mayor parte todos los nobles e fijosdalgo dotrinan e enseñan a sus fijos e a sus nietos, e no solo a estos, mas a todos sus familiares. Açerca

861 Enmiendo atendiendo a la lectura de M. 862 Es asimismo de saber que, segund [natura], puesto qu’el niño açerca de su edad esté en perfeçión cuando es en infançia; (...) esto mismo es en todas las otras cosas naturales o que han nasçimiento», libro II, capítulo V del Regimiento] S1 y S2: omitido 863 la defensión] M: la dicha defensión 864 mismo] M: dicho 865 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 866 ca] M, S1 y S2: omitido 867 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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de lo cual dize el dicho autor: «Por gloria los generosos se glorifican e deleitan en enseñar e dotrinar a sus fijos e generaçión los prinçipios de fidalguía e buenas costunbres e virtudes e los ofiçios onorables e valerosos que correspondan no solamente a la persona, mas a su natura e linaje, etc.». Introduçión del cuarto [punto] Despedidos los tres párrafos o concluidos, vernemos a tratar del cuarto punto, el cual tratará açerca del nonbre de escudero e cuántas maneras son de escuderos e de dónde se tomó el nonbre de escudero868; el cual cuarto punto partiremos en dos párrafos; e, como esto sea mostrado, será en fin puesto el siguiente IV punto asignado. Síguese el IV punto, el cual contiene dos párrafos; en este primero se trata qué cosa es escudero e de dó tomó este nonbre e por qué e cuántas maneras son de escuderos; otrosí pone ensenplo

de cómo

Saúl fizo su escudero a David; otrosí cómo escudero es aquel que agora se dize paje

Escudero es un nonbre del cual usan dos condiçiones de gente, la una es los fidalgos que andan a cavallo, pero es de saber que algunos quisieron dezir que este nonbre de escudero no quería otra cosa dezir salvo onbre que traía escudo a cavallo e que, açerca d’esto, es pequeña o ninguna la diferençia entre cavallero e escudero; lo cual no es verdad, ca, si así fuese, seguirse ían dos cosas: la una, que cualquiera que troxese escudo se diría escudero, lo cual es falso, ca no solamente no se llamaría escudero, mas antes se injuriaría si gelo llamasen seyendo cavallero; la otra, que, como en este tienpo por respeto que los onbres d’armas cavalleros andan mucho armados, lo que en aquel tienpo no se fazía e d’esta causa traían escudos e agora no se han menester, puesto que algunos traen tarjas, luego se siguiría o se sigue869 que no [ay]870 ningún escudero, lo cual [la]871 verdadera espiriençia lo niega, como veemos a muchos llamarse escuderos, no por ál que por fidalgos872, ca diziendo «escudero» luego entendemos onbre fidalgo el cual viene de linaje que troxo escudo o que fue su padre cavallero.

868 el nonbre de escudero] M, S1 y S2: el dicho nonbre 869 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 870 hand] M y S1: ay // S2: ayan 871 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 872 por fidalgos] M, S1 y S2: por ser fidalgos

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Porque es de notar que este nonbre escudero se tomó de traer escudo, pero no como dizen ellos nin como lo entienden los muchos o todos los más de los que yo he oído fablar açerca d’esto; mas es de saber que se tomó de una costunbre antigua, la cual era esta: en los tienpos lexos de nós usavan los onbres generosos e fijosdalgo que ivan çercanos a la edad de ser onbres —por generosos que fuesen e por sufiçiente estado o manera que toviesen— de irse desconosçidamente a las cortes de los grandes e altos prínçipes e grandes señores; e, doquiera que oían de algún famoso cavallero en fechos de armas, ívanse do el tal cavallero o cavalleros estoviesen e trabajavan por se llegar a semejantes onbres, [al]873 cual el fijodalgo servía solíçita e fielmente, al cual traía por camino el escudo. E dizen más del escudo por esto, ca devemos notar que en aquel tienpo los cavalleros sienpre traían por camino los yelmos puestos en la cabeça —esto era por no ser conosçidos mientra andavan en fechos d’armas o cavallería—, otrosí la lança en la mano por usar la mano e exerçer el braço; e así el tal fijodalgo el más del tienpo nunca traía salvo el escudo, fueras ende si se ofreçiese batalla o peligro por el cual oviese de [tomar]874 el escudo875. E d’esta causa se tomó nonbre de escudero del escudo que sienpre traía; e, porque [al]876 tal ofiçio nunca se metía salvo onbre generoso o fijodalgo, entiéndese que todo escudero es fidalgo. E así no del yelmo ni de la lança el escudero tomó nonbre, porque pocas vezes traían el yelmo e lança, mas del escudo que continuamente traían877; ca, si por respeto de la exçelençia del mienbro o parte a que sirven las armas878 se oviese de considerar, çierto es que más exçelente es la lança que el escudo; esto pareçe por dos cosas: la una, por la diferençia que es en dar golpe o reçebillo, o de ferir o de sofrir el golpe o ferida; la otra, por la exçelençia e879 ventaja que tiene el braço derecho al isquierdo, ca sin duda más noble e más exçelente parte es la derecha que la isquierda; otrosí más noble parte es la cabeça qu’el braço derecho, como es claro e se prueva, ca sin el braço todo onbre —mediante Dios—, segund natura y razón, puede bivir, pero sin la cabeça, sigún razón e natura, no quiso Dios que ninguna criatura biviese, cuanto más que las virtudes intelectuales —el entendimiento, el seso, la inteligençia, la memoria e todas las otras virtudes—

873 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 874 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 875 el escudo] M: el dicho escudo 876 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 877 traían] M, S1 y S2: traía 878 las armas] M: las dichas armas 879 e] M: o

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son asentadas la cabeça, lo que no es en ninguna de las otras partes corporales; otrosí todo el afermoseamiento de la criatura es en la cabeça, etc.; todos los otros mienbro[s]880 sirven a la cabeça. Así que, [si]881 por honor se oviera de tomar el nonbre, considerando aquello que sirve cada una de las tales882 armas de do proçede honor a estas armas, del yelmo se deviera tomar como de arma más noble e más honrada, pues sirve a la más noble e onrada parte. Mas no fue esta la consideraçión, salvo la sobrescripta, que fue de traer continuamente el escudo883 por las razones dichas; e por ende fue llamado escudero, al cual agora nós llamamos paje de la lança; salvo que en aquel tienpo eran los escuderos casi cuando querían ser onbres e entonçes bivían tanto tienpo que podían bien aprender el ofiçio e costunbres de cavallero con el tal famoso cavallero, a fin de dos cosas: la una, porque aprendiese o pudiese aprender en aquel tienpo las cosas neçesarias a cavallero o pertenesçía a cavallería; la otra, porque este tienpo passado fuese cavallero de la mano de aquel famoso cavallero, lo cual avía por buen [indiçio]884, otrosí por onra reçebir orden de cavallería de mano de muy buen cavallero. E885 así que se concluye que escudero no quiere dezir ál salvo fijodalgo el cual trae escudo al cavallero. Pero es de saber que en aquel tienpo era costunbre muy guardada, la cual era886 que los escuderos fasta que reçebían orden de cavallería jamás por cosa del mundo no meterían o pusieran mano contra algund cavallero, aunque por ello sopiesen887 morir; ca, si algund escudero ponía mano en algún cavallero, después el tal escudero no podía resçebir orden de cavallería. E, por tanto, era guardada la dicha costunbre muy estrechamente. En el primero de los Reyes se lee cómo Saúl, primero rey de Israel, tomó a David cuando su padre le enbió con el presente reconosçiéndolo por rey, e lo fizo su escudero, que se entiende que para que le troxese el escudo, que entonçes David era muy mozo, bien que dende a poco peleó con Golías; [Isaí]888 entonçes gelo dio e quedó David por escudero de Saúl, etc. E así fenesçe el primero párrafo del cuarto [punto]889, etc. 880 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 881 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 882 tales] M: dichas 883 el escudo] M: el dicho escudo 884 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 885 E] M: omitido 886 la cual era] M: omitido 887 sopiesen] M: supiese 888 e] S1: Isaí // S1: e así // S2: ca así 889 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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Síguese el II párrafo, que trata de la segunda manera de escuderos e la condiçión d’ellos e de dónde son El primero párrafo concluido, viniendo a tratar del segundo, es de saber que ay otra manera de escuderos, los cuales asimismo son fidalgo, esto es así; manifiesto es que son cuatro partes o provinçias en estos reinos, en las cuales los fijosdalgo andan a pie e así a pie traen escudos; estos son: la primera, en el reino de Galiçia; la otra, en [Asturias]890; la otra, en Vizcaya891; la otra, en Álava. En estas tierras llaman escuderos a los fijosdalgo, la razón es esta: como la tierra de Galizia sea montañosa —asimismo Asturias e Viscaya son fragosas—, non pueden fáçilmente andar892 a cavallo, es difíçile e grave; e d’esta causa no usan del dicho animal salvo pocos; e de aquí proçede893 todos894 fijosdalgo andar a pie, los cuales traen sienpre escudos, ca son gentes de grandes vandos e enemistades. Por respeto del traer de los escudos, porque los que los traen son los fijosdalgo, son dichos escuderos, ca los labradores o villanos no se meten en los tales bolliçios e contiendas. E, por esto, cuando en Galizia dizen escudero, luego se entiende fidalgo, porque ellos traen escudos e no los otros. E aún es de saber que, cuando son grandes fidalgos o son de alguna manera, traen mançebos fidalgos que les traen el escudo e algunas vezes la lança; ca es de saber que los gallegos son895 la gente del mundo que mejor sabe pelear con escudo e con lança. E esto baste açerca de los escuderos, porque vengamos a los puntos asignados, etc. Introduçión del V punto Porque aún el dicho escudo de las tres tablas del Bártulo, si en él ay alguna partezilla sin ferida, sienpre en los puntos prometidos aún fallamos flechas, las cuales por aquellos lugares sin ferida se metan e punçan doloriosamente896, todavía el letor deve notar que, puesto que los dichos puntos paresca897 no [tan]898 de llano fablar en el prinçipal propósito de contradiçión,

890 Enmiendo atendiendo a la lectura de M. 891 la otra, en [Asturias] ; la otra, en Vizcaya] S1 y S2: omitido 892 andar] M: e andar 893 proçede] S1 y S2: proçeden 894 todos] M, S1 y S2: todos los 895 son] M: es 896 doloriosamente] M, S1 y S2: doloridamente 897 paresca] S2: parescía 898 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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sienpre guían e se adereçan en la esençia a la contradiçión de las nonbradas899 conclusiones, en espeçial a quien discretamente escarvará el seso de los dichos puntos e aun de todo el proçeso900. Síguese el V punto, que trata cómo los más nobles deven ser más mesurados e más aperçebidos para guardarse de yerro

En la Setena Partida, título veinte ocho, dize así: «Los onbres cuanto901 son de mayor902 linaje e de más noble sangre, tanto son o deven ser más mesurados e más aperçebidos para guardarse de yerro, ca los onbres del mundo a quien más conviene ser apuestos en sus903 palabras e en sus904 fechos son ellos; e, cuanto de mejor lugar o linaje vienen, tanto peor les están los yerros». Síguese el VI punto, que trata açerca de cómo se deve perder la cavallería

Pues que avemos fablado de las cosas que pertenesçen a cavallero, razón es que se diga cómo pierde orden de cavallería; porque agora es de notar e saber que en la Segunda Partida, ley XXV, ponen los sabios que conpusieron las Siete Partidas diziendo así: «Perder los cavalleros orden de cavallería es la mayor abiltança que pueden reçebir»; e esto puede ser por dos maneras: la primera, cuando les quitan solamente orden de cavallería e no les dan otra pena en los cuerpos; la segunda, cuando fazen yerros por que meresçen muerte, ca entonçes ante le deven tirar la orden de cavallería que los maten. E puédengela tirar por estas cosas: cuando el cavallero estando en la guerra jugase o malmetiese las armas o el cavallo, o diese a malas mugeres, o las enpeñase en taverna, o furtase o fiziese furtar a sus conpañeros las suyas, o fiziese cavallero a onbre que no pudiese ni deviese fazer, o si él mismo usase públicamente de mercadería o obrase de algund menester vil por sus manos. La segunda razón por que deven ser degradados antes que los maten son estas905: cuando el cavallero fuyese de la batalla, o desanparase a su señor o castillo o villa que toviese, o si lo viese prender o matar e no lo socorriese,

899 nombradas] M: dichas 900 proçeso] M: proçeso, etc. 901 cuantos] M: cuanto // S1 y S2: cuando 902 mayor] M, S1 y S2: mejor 903 sus] M: las 904 sus] M: los 905 son estas] M: es por esto

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o le no diese el cavallo si le oviesen muerto el suyo, o no lo sacase de prisión pudiéndolo fazer. E, maguer justiçia sea de tomar muerte por estas razones o por otras que sean aleve o traiçión, pero antes le deven degradar e desfazer que lo maten; e dévese fazer d’esta manera: el rey mande a un escudero que le calçe las espuelas e le çinga el espada, e córtele entonçes con un cuchillo por las espaldas las correas del espada; asimismo corte las correas de las espuelas por detrás teniéndolas calçadas; e, esto fecho, no es cavallero nin deve aver onor ni previllejos de cavallería, nin deve ser reçebido en ofiçio de rey ni de906 algund conçejo. Síguese el VII punto. Cómo el espada es la más noble arma de las ofensivas

Todo noble cavallero deve saber que [la espada]907 es la más noble arma ofensiva que los cavalleros han por tres cosas: la una, porque en ella reçiben orden de cavallería; la segunda, porque la han de traer sienpre consigo, ca así fue estableçido por los antiguos; la terçera, porque significa las cuatro virtudes cardinales, síguese justiçia, prudençia, tenprança, fortaleza, como es dicho [en]908 la ley cuarta, etc. Síguese el VIII punto. Cómo los nobles deven saber cómo han de reuptar

Los nobles cavalleros fijosdalgo deven saber cómo han de reuptar e desafiar e por qué e a quién e delante quién, lo cual se trata en la VII Partida, título XI, ley segunda. Pero es de saber que no puede reuptar salvo el que fuere fijodalgo e no otro alguno; pues, como el nuevo noble no sea generoso ni fijodalgo, síguese que no puede reuptar; pues, no pudiendo reuptar, no es de tanta exçelençia nin valor como el del antiguo linaje claro desçendido. Es de saber que por dos cosas solamente puede ser fecho reupto: la una es caso de traiçión; la otra es caso de aleve. Otrosí es de notar que, así como la traiçión traspasa fasta en la cuarta generaçión, bien así la nobleza traspasa fasta en909 la terçera e en910 la cuarta

906 de] M: en 907 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 908 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 909 en] S1 y S2: omitido 910 en] S1 y S2: omitido

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generaçión911 e dende en adelante es más linpia e de mayor exçelençia e nobleza, como es provado. Síguese el IX punto. Cuántas maneras son de reupto Es de saber a los nobles e fijosdalgo e a los cavalleros cómo son dos maneras de reupto e batalla: la primera es aquella que se faze entre los nobles generosos o fijosdalgo, la cual se faze a cavallo e a la brida, según el fuero e costunbre de los antiguos nobles o generosos onbres d’España; la segunda es aquella que se faze entre los plebeos o onbres sin linaje, esta se faze a pie, asimismo de antiguo fuero e costunbre d’España, etc. Síguese el X punto. Cómo deven saber los onbres nobles fazer relaçión de sus linajes e por qué e qué fruto trae

Todo onbre noble generoso o fijodalgo deve saber fazer relaçión de aquel linaje donde desçiende, al menos fasta su cuarto abuelo; e el qu’esto no sabe es de reprovar e tachar como aquel que no sabe dar razón de quién es; ca podría venir en parte donde fiziesen justas e torneos —en los cuales no suelen consentir entrar salvo a los onbres generosos e nobles conosçidos de cuatro costados—, el cual no sabiendo mostrar la claridad de su linaje, sería desechado e fuera lançado vituperablemente de los actos nobles de cavallería; o podría por ventura sobrevenir caso que fuera de su reino ocurriese esto mismo o algund trançe o armas retretas do le convernía mostrar su generosidad o fidalguía, etc. Síguese el XI punto. Cómo los nobles e generosos deven saber qué armas son las de su linaje, otrosí del reino e del rey; otrosí toca todo el blasón

Todo noble generoso o fijodalgo deve saber por las mismas razones cuáles son las armas de su linaje, asimismo las del rey o reino cúyo es natural o vasallo; e, sabidas verdaderamente, sabellas blasonar; donde es de notar qu’el cavallero gentilonbre o generoso que esto [sabrá]912 es prudente e discreto e aperçebido como aquel que reçela e teme e ama su onra, e aborreçe aquello que le puede 913 traer vergüença.

911 bien así la nobleza traspasa fasta en la terçera e en la cuarta generaçión] M: marg. 912 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 913 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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Ca en este paso deve saber e conosçer, destinguir e razonar lo que pertenesçe al efecto de [los]914 cuerpos bivos e915 no bivos, los estantes o no firmes, los sentibles, los vegetables, los raçionales, las cuatro colores, sus virtudes, sus calidades, de los elementos, de las piedras, de las planetas e de los otros cuerpos supraçelestes la mayor o menor nobleza, otrosí de los metales con todas sus diferençias e sus respetos, así de lo que representan como de sí mismos e de sus significaçiones, porque, esto sabido, sepa en cualquier plaça demostrar discretamente cómo fue digno de la onor de la clara orden de cavallería o de la fidalguía o nobleza en él produzida, etc. Da fin el autor en el segundo libro y comiença el terçero

914 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 915 e] M, S1 y S2: o

Aquí comiença el terçero tratado del presente libro, el cual fabla de las armas del linaje, otrosí de las cotas d’armas o1 de las insignias de las armas, los blasones de las cotas, sus efectos, e de las señales vanderas2, cuántas e cuáles formas e fechuras, e [dónde]3 todo ovo comienço

F

Terçero libro

ya el primero e el segundo tratados en los cuales es tratado el prinçipio de la nobleza, otrosí de la contradiçión fecha al dicho doctor çevil e famoso açerca de aquellas tres conclusiones perjudicables a la nobleza e fidalguía, pareçe conviniente cosa e muy neçesaria fablar açerca de las insignias e de las armas, pues son cosas las cuales nasçen e nasçieron del seno de la raíz de la gloriosa nobleza, e lo uno por atañer a la nobleza, lo otro por la indavertençia e poca cura de los fijosdalgo açerca de las semejables cosas, de las cuales se devría aver espeçial soliçitud e cuidado como de cosas tan honorables nesçesarias e provechosas. Por tanto, fablarse ha brevemente cuanto la materia lo sufra açerca de las dichas dos partes resçitadas, en espeçial cuántas maneras son de las armas, cuáles sus exçelençias, sus efectos, sus diferençias e divisiones, e finalmente de todas aquellas cosas que a las armas4 pertenesçen, e quién fue el primero inventor e a cuál fin fueron ordenadas e de cuáles prínçipes e cómo se han de traer, e en cuántas maneras, e quién las puede5 dar e de quién deven ser ordenadas e arregladas, e de cuáles metales e de qué colores, en qué forma son más o menos exçelentes e nobles. E como esto será mostrado so çiertos artículos será concluido e acabado del todo el presente tratado terçero del libro de la alta nobleza e generosa orden de cavallería e gloriosa, etc. enesçidos

1 o] S1 y S2: om 2 señales vanderas] S1 y S2: señas o vanderas 3 Enmiendo atendiendo a la lectura de S1 y S2. 4 las armas] M: las dichas armas 5 puede] S1 y S2: pueden

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Comiença el primero capítulo açerca de cuántas maneras [Síguese] la presente introduçión, en la cual se asignan cuatro respetos son d’armas, e fabla de la primera.

prinçipales por donde6 la dicha manera no es de valor

Tres maneras d’armas son aquellas de las cuales usan los onbres políticamente: la primera es baxa o plebea; la segunda, de fidalgos solamente generosos; la terçera, de generosos nobles. La primera es aquella de que usan en muchas partes la gente plebea o de obscuro linaje, mayormente los ofiçiales, la cual no es de alguna nobleza por algunos respetos: el primero, porque nunca ovieron autoridad de algund prínçipe; el segundo, porque no ovo razón de algund meresçimiento; lo terçero, porque no es guardada la orden que conviene segund que pertenesçe al efecto de las armas; el cuarto, porque las toman de sí mismos, la cual manera es que cada ofiçial o muchos de los ofiçiales cada uno faze pintar el escudo del color cualquiera no acatando si ha de ser color o metal ni faziendo distinçión ni división entre los colores e metales, más 7 [exarrutamente] color sobre color e metal sobre metal pintan a su plazer en el dicho escudo d’armas los instrumentos de los ofiçios de que son ofiçiales: el çapatero poniendo en el escudo amarillo una forma de plata o una cuchilla o un calçador o todo juntamente; el carpentero otrosí en un escudo blanco aconteçe poner una regla o cartabón de amarillo o una juntera o una açuela o todo junto; e el pedrero o cantero en un escudo de goles un nivel o regla o todo junto de azul; e así de los8 diversos ofiçiales, considerándolos por el enxenplo d’estos, e algunos labradores ponen9 en el escudo de verde un arado o un yugo o amas a dos cosas juntas de negro o de otra color, así que esta manera no es de valor nin es ni deve ser contada nin avida por manera d’armas nin ellas son armas. E con tanto despedida de aquesta primera manera pasaremos a la segunda, porque se concluye e dezimos así que la tal manera antes muestra la obscuridad o baxeza de linaje que fidalguía e nobleza alguna, por las cosas dichas e por las siguientes.

6 donde] S1: done 7 exsorrutamente] S1: esarrutamente // S2: es acutamente 8 los] M: todos los // S1 y S2: los otros 9 ponen] S1 y S2: ponen e

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Es10 de ver una cosa, la cual es fablar de la diferençia d’entre aquestos vocablos, síguense11 «plebeo», «obscuro» o «villano»; porqu’es agora de saber que «plebeo» es dirivado de pueblo, pero [aquí] es de notar que segund esto todos los onbres somos plebeos, mas no á de ser así considerado, mas aquello que ya es dicho en el primero libro, allí donde es dicho que los fijosdalgo no son en el cuento de los del pueblo, ca, como es dicho, segund es alegado la constituçión de Ligurgo —otrosí la costunbre de Françia—, los onbres fidalgos no bivían en los pueblos; esto otrosí afirma maestro Françisco Ximénes en su libro De natura angelica y dize que esto fazían porque los pueblos han de ser defendidos de los fidalgos, y d’esta causa avían de bivir en los canpos en sus castillos y casas fuertes. Así que de aquí proçedió llamar a los que moravan en los pueblos «plebeos». Estos son los mercaderes, los ofiçiales y los labradores, y la otra gente tal. «Obscuro» es entendido aquel o aquellos que no son conosçidamente mercaderes ni ofiçiales ni fidalgos, mas aquellos que son venidos a ser ricos, los cuales llamamos onbres onrados, çibdadanos que ya no usan con sus propias manos de la baxeza de las dichas cosas. «Villano» propiamente es dicho aquel que usa o ministra algund vil ofiçio, por sus propias manos, así como pregonero, sayón o linpiador de suzios lugares, o que tiran el bol o la xavega, los que sacan las bestias muertas que dizen de la palanca. En fin todos aquellos que se alquilan para cualquier ministerio corporal, agora para cavar, agora para segar, agora para otro cualquier ofiçio vil; asimismo lo son los aguadores y açacanes y todos los jornaleros, así que estos solamente pueden o deven ser dichos villanos y no otros; esto afirma e asigna don Enrique de Villena en sus Trabajos de Hércules, en la división que fizo de los estados del mundo. Es de saber que villano ovo dirivaçión de «villas», porque las dichas personas moravan en las villas. Esta es la más derecha derivaçión y la más çierta por las razones dichas. Pero otra dirivaçión pone el santo Isidro12, la cual es de «vileza» por etimología, lo cual baste açerca de los dichos vocablos por tornar a los13 respectos asignados, de cuya causa las14 armas no son de valor ni de nobleza, etc.15

10 Es] M: Pero aquí (este manuscrito aparece escrito al margen a partir de aquí hasta el punto que indico en nota a pie). 11 síguense] M: síguese 12 Isidro] M: Isidoro en sus Etimologías 13 los] M: los dichos 14 las] M: las dichas 15 Es de ver una cosa, la cual es fablar de la diferençia (...) Pero otra dirivaçión pone el santo Isidro, la cual es de «vileza» por etimología, lo cual baste açerca de los dichos

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El primero respeto El primero respeto porque las tales armas no son armas es porque no ovieron (como dicho es) autoridad del prínçipe, la cual es neçesaria (16esto afirma Bártulo, o quiere afirmar, en el de Insinis et armis, allí donde dize qu’el enperador Carlos Magno17 le conçedió las armas, síguese, un león colorado en canpo de oro, etc. ); la cual fallesçiendo, no ay razón nin poderío para las traer, e el tal será fuera echado o deve ser lançado o despreçiado en cualquier acto de aquellos que arriba son dichos, como convenga de neçesidad en tal caso la autoridad del prínçipe o prinçipado. El II respeto El segundo respeto porque las tales armas no son armas de nobleza es porque cualquiera a quien se aya de dar autoridad de traer las dichas armas conviene que sea defensor cavallero o que venga de linaje de defensores, otrosí zelador e amador de la cosa pública, e çerca de la tal defensión aya seído mereçedor de tal gualardón o premio; e, cuando evidentemente sea visto mereçedor de tal galardón e el acto de su meresçimiento manifiesto18, entonçe el prínçipe avrá razón de le fazer noble o dalle previllejo de fidalguía e señales de aquella nobleza por do sea conosçido de allí adelante el linaje que d’él desçendiere; otrosí que sea en alguno de los grados de çiençia, segund que es dicho en el segundo libro, ca el enperador Carlos Magno19 así dio armas e previllejo de nobleza al famoso dotor Bártulo, ca le dio por armas —segund él dize en el De insines et armis— un león bermejo [con] dos colas en canpo de oro, etc.20 El III respeto El terçero respeto porque las dichas armas no son de valor es porque los que ordenaron o inventaron la orden de las armas o insignias pusieron regla por la cual no errasen los onbres generosos, la cual es que deve ser guardado

vocablos por tornar a los respectos asignados, de cuya causa las armas no son de valor ni de nobleza, etc.] M.: al margen. // S1 y S2: omitido 16 esto afirma Bártulo... canpo de oro, etc.] M: al margen // S1 y S2: omitido 17 Magno] M: Cuarto 18 manifiesto] M, S1 y S2: conoscido e manifiesto 19 Magno] M: cuarto 20 otrosí que sea... en canpo de oro, etc.] M: al margen // S1 y S2: omitido.

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un prinçipal prinçipio del cual nos devemos guardar, que es que en las21 armas no usemos poner color sobre color ni metal sobre metal, segund adelante se dirá o expresará, guardando22 la presente regla, la cual es que dentro de la materia (que es el escudo), la forma (qu’es lo que dentro del23 escudo yaze, agora sea animal sensibile, agora cuerpo bivo no sensible, agora cuerpo bivo estante, agora partes de cuerpo bivo sensible o no sensible) conviene todavía que, si la materia fuere de color, que la forma sea de metal, e así por el contrario: si la materia (qu’es el escudo) fuere de metal, la forma sea de color, sienpre la tal observançia aviendo en mientes avisadamente. El IV respeto El cuarto respeto porque no han exçelençia ni valor alguna (antes vituperio24) es porque de sí mismos fueron tomadas e sin consejo e deliberaçión discreta. Lo uno no las podiendo tomar sin ser dadas del prínçipe, lo25 cual afirma el famoso dotor çevil en el tratado alegado donde dize que disputar el autoridad del prínçipe es sacrilejo, los cuales derechos dize que defienden que sin autoridad del prinçipe o del juez no se traigan, etc. Pero el dicho doctor casi en duda dize que cada uno de su propia autoridad puede tomar armas, lo cual —fablando con paz y con26 reverençia del dicho doctor— se niega por las razones dichas y por las siguientes, las cuales él asigna en el De insignis et armis: lo primero, dize que tomar armas por conçesión del prínçipe es cosa de mayor nobleza, así como el testamento qu’es fecho delante del prínçipe; lo segundo, porque aquel que las trae por conçesión del prínçipe no puede por otro ser defendido que las no traiga; lo terçero, porque si dos tomasen unas mesmas armas y se no pudiese verificar ni pareçer cuál d’ellos primero las tomó, sería preferido aquel a quien fueron conçedidas o dadas por el prínçipe; lo cuarto, porque si en batalla fuesen o en otro lugar o fuese quistión cuál iría delante, preçederán aquellas de aquel a quien las otorgó o dio el prínçipe. Esto es de entender de aquellos los cuales son iguales en estado y dignidad, ca en los diferentes deven preçeder como cada uno

21 las] M: las dichas 22 guardando] S1 y S2: e guardando 23 del] M: del dicho 24 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 25 Desde aquí hasta donde se indica en nota a pie aparece en M escrito al margen. Desde aquí y hasta donde se indica está omitido en S1 y S2. 26 con] M: omitido

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toviere mayor dignidad o mayor27 ofiçio o mayor estado, mayor nobleza. Y lo qu’el dicho dotor dize que, pues las armas fueron para solo conosçimiento de los onbres y que pues este fue el fin, que de sí28 bien puede cada uno por ser conosçido tomar armas como le pluguiere, como cada uno puede tomar el nonbre que quisiere, lo cual se niega y se provará adelante en el proçeso del presente libro; pero aún es de saber qu’el dicho conosçimiento solamente era açerca de los nobles y de los cavalleros o defensores, ca a los otros non pertenesçía como a aquellos por razón de las armas, espeçialmente por los yelmos, como es dicho y adelante istensamente se dirá en su lugar; pues como los que defensores no fuesen no se armavan ni peleavan antiguamente ni menos traían yelmos, síguese a los tales no pertenescer ni convenir armas o insinias, como es verdad, de do resulta la negaçión ser firme, otrosí la contradiçión verdadera y la propusiçión del dicho dotor no ser valedera. Esto afirman las leyes de las Partidas y todos los otros autores que dizen que a los cavalleros [dieron] insinias o sobreseñales, las cuales traían sobre los yelmos o29 en los escudos y sobrevistas, en los pendones y paramentos, como adelante se dirá. Esto demuestra la forma en la cual las armas están o se ponen, ca las dichas armas se ponen en escudo, porqu’el cavallero es aquel a quien perteneçe traer escudo y aquello representa la forma de las dichas armas, otrosí30 en la seña o pendón o en los paramentos. Afírmalo Honorat Bonet en el su libro Árbol de batallas, en el capítulo VIII. III. L. IV.31 Pues como los plebeos, ruanos o mercaderes no usen del dicho ofiçio de cavallería ni de la defensión, síguese no les pertenesçer las dichas señales, lo cual non se puede negar, pues careçen del fin por el cual fueron las armas. Y así se concluye32 dos cosas: la una, que ninguno puede tomar armas sin autoridad del prínçipe; la otra, que solos los fidalgos y nobles o cavalleros o defensores o onbres constituidos en grados de çiençia pueden traer armas o [insinias] y no otros ningunos populares ni çibdadanos, esto es, con autoridad del prínçipe, según es dicho, esto es, cuando se dan nuevamente al nuevo noble.33 Lo otro, desordenando la regla de la nobleza de su conpusiçión, 27 mayor] M: omitido 28 de sí] M: ansí 29 o] M: y 30 otrosí]: asimismo 31 Afírmalo Honorat Bonet en el su libro Árbol de batallas, en el capítulo VIII. III. L. IV.] M: omitido 32 concluye] M: concluyen 33 lo cual afirma el famoso dotor çevil en el tratado alegado (...) con autoridad del prínçipe, según es dicho, esto es, cuando se dan nuevamente al nuevo noble.] M: al margen // S1 y S2: omitido

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[con]tradiziendo34 las unas cosas a las otras por la diversidad de las calidades y respetos, e la poca conformidad de entre las cosas mismas, que, seyendo muchas e diversas en sus naturas, no pueden aver igualdad e concordia, la cual es neçesaria açerca de las cosas convenientes a las propias armas que son, como es dicho, la señal de la nobleza. Capítulo II. El cual trata de la segunda manera d’armas, la cual Otrosí cómo en el tinple se deve

es manera aprovada e de nobleza.

usar de çierta forma de yelmo e de dónde ovieron comienço los torneos e quién fue el primero que los inventó o fizo fazer

Concluida la primera manera de las armas35 es de venir o traspasar a la segunda manera, la cual es la siguiente. Es de saber que en Alemaña, donde más solíçitamente estas cosas de nobleza se guardan, otrosí en Françia, en Inglatierra, en Borgoña e en Bretaña, acostunbran o36 usan de aquesta segunda e terçera [manera]37 d’armas; d’esta segunda38 han por costunbre, o por ventura por fuero o ley, que aquel que no es noble por linaje o de antigua sangre conosçidamente, puesto que sea fijodalgo, no seyendo de cuatro costados no trae en sus armas tinble, salvo su escudo ornado39 con la manera o figura de sus armas forro o linpio sin tinble, por diferençia de los nobles a los cuales llamamos fijosdalgo de cuatro costados o nobles, e40 ellos dizen gentilonbre de cota d’armas; pero, no obstante esto, los dichos fidalgos pueden reuptar e desafiar como onbres generosos; e açerca d’esta segunda manera d’armas baste lo que es dicho, pero es de notar que en el tinble41 no deve ser puesto el yelmo otro salvo de barras42, aquellos mismos de que usan43 traer en los torneos. E porque 44 adelante se dirá dó ovieron comienço los dichos tinbles e pues es tocado el nonbre de torneo, queremos dezir dónde ovieron comienço los torneos45 y quién los començó, porque es de saber, según pone el maestro

34 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 35 de las armas] M: d’armas 36 o] S1 y S2: et 37 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 38 segunda] M, S1 y S2: segunda manera 39 ornado] S1 y S2: hordenado 40 e] S1 y S2: o 41 el tinble] M: el dicho tinble 42 barras] M, S1 y S2: rallo de 43 usan] S1 y S2: se hussa 44 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 45 los torneos] M: los dichos torneos

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otrosí46 Eusebio e Gerónimo e Orosio, e afirman otrosí en la segunda parte de la General Mayor, en el capítulo XXXIV léese que, cuando Ércoles se bolvió a Greçia, que fue al monte Olinpo de Roma, donde fiziera su tío Polopio sus juegos e fiestas; e, como ya fuesen olvidados, Ércoles, por onra de Júpiter e por onra47 de su tío, renovó los dichos juegos; e dizen que entonces ya començavan los onbres a usar [cavallos]48 los que los podían aver, lo que en aquella tierra aún49 no se sabía fasta aquella sazón, lo cual avía[n]50 aprendido 51 de los çentaurios de Tesalia, que lo usaron primero o començaron luengo tienpo antes o primero que otros onbres, dizen que por la contienda que ovieron con Ércoles. Entonçes fizo allí52 Ércoles ordenar e ordenó torneo a cavallo e a pie; otrosí ordenó que los de aquella tierra sienpre viniesen allí a fazer aquella fiesta; esto se usó mucho. Otrosí es de saber que d’esta manera o costunbre de tornear que entonçes Ércoles fizo se tomó o sacó fazer los torneos d’estos, los cuales en estos nuestros tienpos se usan en las grandes fiestas que fazen o ordenan los prínçipes o grandes señores. Afírmalo Diodoro, el cual dize que çerca el río llamado Alfeo ordenó Ércules la fiesta sacrada que se llamó Olinpia, en la cual fizo ayuntar todos los onbres claros o nobles para fazer aquel torneo que se llamó palestra a cavallo, açerca de lo cual dize: Unde iuxta eum loca maximo deorum sacrata Olimpia ab eo appellantur, cum equorum certamen palestranque instituisset modo certaminum statuto urbes ˂propinquos> [propinquas] ad deorum spectaculo exiuit, [et] gloria famaque Erculis expectatione certaminum olimpicorum vulgata grecorum omnium qui clari essent eo concursus fuit plurimis quoque variis ex urbibus Herculis amiciciam secutis [cum] singuli eius virtutem bellicamque disciplinam ad mirarentur (Diodorus l.v. etc.)53

Otrosí esto mismo fue invençión o comienço de donde se tomó lidiar los cavalleros o nobles e fijosdalgo a cavallo e a pie, uno por otro, dos por dos, o

46 Sic tanto en los manuscritos como en el impreso. Cabe pensar que falta el nombre del maestro al que se refiere antes de «Eusebio». 47 por onra] M, S1 y S2: omitido 48 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 49 aún] M: omitido 50 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 51 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 52 allí] M: allí el dicho 53 Afírmalo Diodoro, el cual dize (...) disciplinam ad mirarentur Diodorus l.v. etc.] M, S1 y S2: omitido

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diez por diez o çinco por çinco54, etc. D’esta manera del tornear usó después Eneas, cuando llegó al burgo qu’es dicho Entade, do era el tenplo55 de Apolo. Pónelo Vergilio en su Eneida en el libro terçero diziendo: «Fizo fazer Eneas torneos e aquellos juegos que son llamados el uno palestra e el otro56 el disto, el57 terçero el çeste. El que vençía en el dicho torneo o juego ganava estas siguientes joyas, las cuales puso entonçes Eneas58 para el vençedor: una capellina e un escudo e una espada». E quien esto ver quisiere vea la Eneida del Vergilio59, que allí lo fallará istensamente en el libro reçitado. Esto se usó después en Roma, ca es de saber que, después de poblada Roma, el primero que fizo e ordenó torneo a pie o lid de uno por otro fue Marco Druçio; esto fue queriendo onrar a su padre, este fue el juego que en Roma se dixo de las espadas. Es de saber que la lid60 era así, qu’el uno convenía morir o ser vençedor. Esto afirma el Valerio Máximo en el título de los estatutos, capítulo XXVIII61; otrosí en el capítulo XXIX afirma cómo Marco estauró62, [falló]63 o ordenó el dicho torneo o lid o batalla a cavallo o que cavalleros se conbatiesen, la cual batalla asimismo tenía de condiçión de conbatirse los cavalleros fasta la muerte. E el dicho Marco ofreçía çiertas joyas e donas a los vençedores, las cuales batallas64 se fazían por solaz del pueblo antiguamente. D’esta manera otrosí de torneos usó Çipión en Cartajena. Dize Valerio65 que en toda Italia ni en Roma en este tienpo no avía estatua de oro, pero qu’el primero que la fizo fue Actilio66 por reverençia de su padre, el cual fizo estatua de oro de un onbre sobre un cavallo67, etc.

54 çinco por çinco] M, S1 y S2: çiento por çiento 55 tenplo] S1 y S2: tiempo 56 otro] S2: otro juego 57 el] M: e el 58 entonçes Eneas] M: Eneas entonçes 59 Vergilio] M: dicho Virgilio 60 lid] M: dicha lid 61 XXVIII] S2: cº veinte i uno 62 estauró] S2: stabio 63 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 64 batallas] S2: omitido 65 Valerio] M: el dicho Valerio 66 fue Actilio] S1 y S2: Atilio fue 67 cavallo] S1 y S2: omitido

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Aquí comiença la terçera manera d’armas, la cual es de mayor

perfeçión que la segunda, do para venir a fablar de la dicha manera faze la siguiente introduçión

Agora es de saber primeramente qué cosa son armas e dónde ovieron prinçipio o comienço, e a qué fin fueron tomadas e —como después dezirse á— cómo han de ser traídas e, en la orden d’ellas, qué cosas se han de guardar; e cómo ha de ser fecho el blasón d’ellas, así por elementos como por pedrería, e açerca de las virtudes d’ellos, otrosí por los metales, por los planetas, e de los colores e de las virtudes que significan; por vía de lo cual todo fijodalgo [sabrá]68 conosçer la falsedad e corrupçión o inperfeçión de cualesquier armas, asimismo [sus]69 exçelençias e perfeçión, etc. Capítulo III. Que trata dónde e por qué fue levantada la primera seña en el mundo e de dó e por quién fueron inventadas las dichas armas; otrosí con quién fue la batalla e por qué cuando la seña se levantó

Todos los sabios antiguos afirman qu’el primero70 que puso señal o la troxo en vandera fue Júpiter, fijo de Saturno; en espeçial lo afirma Leomarte en el comienço de su libro diziendo que Júpiter andando fuyendo de su padre Saturno, porqu’el dicho su71 padre lo quería matar porque fallava por sus artes e çiençia que uno de sus fijos lo avía de lançar del reino, e d’esta causa tres vezes antes que Júpiter nasçiese su madre avía parido tres [fijos]72 e a todos los avía muerto; pero el cuarto fue73 Júpiter, o Jobe, por astuçia e industria de74 la madre (unos dizen que se llamava Rea; otros dizen que se llamó Epes; esto afirma Ovidio en un verso diziendo: «de la simiente del rey Saturno e de la reina Epes fueron criados la diesa Juno e la diesa Çeres, las cuales fueron hermanas de Júpiter de padre e de madre»; esto afirma maestro Juan el Inglés e el fraile, etc. Pero llamose75 del uno d’estos nonbres o76 por ventura usó de amos a dos, que dos vezes casó Saturno; e por ventura en verdad la madre de Júpiter fue así llamada). A este Júpiter dio su madre a criar en unas montañas,

68 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 69 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 70 primero] S1 y S2: antiguo primero 71 su] S1 y S2: omitido 72 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 73 pero el cuarto fue] M: pero el cuarto que fue // S2: pero el fº qº fue 74 de] S1 y S2: que ovo de 75 llamose] S1 y S2: llamase 76 o] S1 y S2: e

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en las cuales, él llegado a quinze años poco más o menos, él llegava a sí los otros mançebos; él era así [atrativo]77 e graçioso que todos se pagavan mucho d’él. E la fama de aquesto78 ovo de llegar o prevenir al padre Saturno; e él luego sintió cómo avía seído engañado e trabajó por lo traer a sí; pero el prínçipe Júpiter avisado de su madre, la cual se fue para él, sienpre se apartando79 del padre. E Saturno indignado juntó gentes e fue a buscallo; Júpiter otrosí juntó grand gente, los cuales ovieron batalla. Do es de notar que al tienpo que Júpiter sopo que la batalla no se podía escusar fizo poner un paño colorado bermejo en una vara o asta de lança en señal de la sangre qu’el padre avía vertido de los hijos e que, aquella vengando e a sí mismo defendiendo, él aceptaba alegremente la batalla. Algunos dizen que aquella seña fue de un ramo de oliva, otros dizen que aquesta seña fue ramo de laurel, pero la primera manera he yo más80 aprovable y razonable. Donde de es de notar que a la hora que las batallas de Saturno e de Júpiter su fijo [querían]81 mover las unas contras las otras, una águila del çielo vino en grand curso e púsose ençima de la dicha seña o vandera; e, estando dubdando açerca de la señal o agüero, partió con fuertes alas apresuradas contra las batallas de Saturno. E luego Júpiter, esforçando sus gentes, començó a dezir que los dioses enbiavan aquella señal, la cual les mandava que bivamente cometiesen a sus contrarios, que la águila les prometía victoria. Algunos quieren dezir que la dicha batalla fizo Júpiter contra los çentauros; e esto pudo ser, que los çentauros82 viniesen a ayudar a Saturno e, por ser ellos tan fuertes cavalleros, algunos estoriales dixeron que avía seído con los çentauros; e lo uno e lo otro puede caber seyendo juntos el rey Saturno e los centauros. Otros algunos quieren dezir que la dicha batalla fue con Troyus, rey de Troya, en la cual fue levantada la primera seña por este Júpiter cuando tomó a Ganímedes. Pero esto creo yo que fue así, qu’el dicho Júpiter levando el águila pintada ya en la seña o vandera cuando vençió a Troyus por esto, que Júpiter la primera batalla que ovo con Saturno su padre la ovo antes que con otro alguno. O por ventura este Troyus vino por ayudar a Saturno e fue en la batalla; e, por ser él tan grand rey, algund autor quiso dezir que con el dicho Troyus fue la dicha batalla, e aún porque sabría83 Troyus que Júpiter le quería

77 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 78 aquesto] S1 y S2: aqueste 79 apartando] S1 y S2: apartó 80 más] S1 y S2: por 81 Enmiendo atendiendo a la lectura de S1 y S2. 82 los çentauros] M: los dichos çentauros 83 sabría] M, S1 y S2: sabía

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mal porque le avía demandado su fijo Ganímedes e no gelo avía querido dar; e cómo él supiese el odio que le avía, ayudó84 a su padre contra él e fueron desbaratados; e tomó a Ganímedes, que era moço muy fermoso; e de aquí tomaron los poetas que Júpiter en figura de águila avía arebatado85 e levado a Ganímedes al çielo, por el águila que avía traído pintada en la seña o vandera, o porque de fecho vino la dicha águila a fazer el dicho agüero o señal, segund es escrito, etc. Como quiera que ello sea, esta86 fue la primera señal o insignia que en el mundo fue levantada ni vista. E de aquí adelante Júpiter87 aviendo vençido a su padre, el cual fue88 a Italia, a tierra de Toscana (que en latín dize Lasçium, que dize en nuestra lengua «escondimiento»), sienpre troxo en sus señas e vanderas la dicha águila por armas; e de aquí tomaron los otros príncipes traer en sus señas e vanderas otras figuras diversamente, segund adelante se dirá; lo cual afirma el Trogo Ponpeo, capítulo III89; Fulgençio afirma que después truxo por armas un toro blanco por razón del robo de Europa, el cual fizo en forma de toro blanco, etc.90 Así que se deve notar que esta fue la primera manera d’armas e la primera invençión d’ellas. Después Libero padre fue grand acreçentador de las cosas que onraron a la cavallería, después Ligurgo e Alexander e otros poderosos prínçipes, etc. Pues avemos fecho mençión de la primera insignia e armas, razón es que digamos de los primeros instrumentos bélicos o de batalla, porqu’es agora de saber que los espartanes —o laçedemones91, que por otro nombre se dixeron— fueron aquellos los cuales primero usaron o inventaron los dichos instrumentos, los cuales fueron tronpetas, añafiles e tanborines, a fin de alegría e inçitar o levantar los [coraçones]92 de los cavalleros a esfuerço e a los partir de los pensamientos que los podían enflaqueçer, con los cuales instrumentos musicales fazían aquel son semejante del movimiento que fazían aquellos que se combatían, e aun el dicho son dizen que paresçía a la manera en que avían de ferir e de conbatir, con el cual son ençendían la sangre e el

84 ayudó] S1 y S2: avido 85 arebatado] M, S1 y S2: arrapado 86 esta] S1 y S2: esto 87 Júpiter] M: el dicho Júpiter 88 fue] M, S1 y S2: se fue 89 segund adelante se dirá; lo cual afirma el Trogo Ponpeo, capítulo III] M.: omitido 90 Fulgençio afirma que después truxo por armas un toro blanco por razón del robo de Europa, el cual fizo en forma de toro blanco, etc.] M, S1 y S2: omitido 91 laçedemones] S1 y S2: çedemones 92 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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coraçón de los conbatientes; e dizen93 que aun94 d’esta causa fueron muchas vezes vençedores, etc. Otrosí dizen que fizieron a sus cavalleros vestir de95 sobrevistas bermejas a fin que no pareçiese la sangre de las feridas, porque los enemigos no se alegrasen ni se esforçasen cuando viesen feridos e ensangrentados los dichos conbatientes, etc. Esto afirma el Valerio Máximo y otros autores.96 Introduçión para venir a dezir por cuántos fines e cuáles fueron falladas las armas

Algunos han querido cuistionear açerca de cuál de aquestos fines fueron tomadas las armas: o çerca del buen agüero, predigio o señal, o por ventura por otro significado alguno onoroso en fecho de cavallería, o por ser los onbres conosçidos [o]97 por señal de nobleza (los cuales98 cuatro fines prinçipales, es a saber: o99 por ser los cavalleros o defensores conosçidos, o por el buen agüero o señal, o por señal de nobleza, o por100 representaçión de algund acto glorioso)101. Pero dexando agora de disputar la presente quistión, digo que Júpiter, primero inventor de aquellas, por fin de buen agüero troxo el águila en sus señas e vanderas, e allí en las otras [cosas]102 e en escudo por armas, etc. Capítulo cuarto, en el cual asigna de dó en Israel fueron tomadas las armas e quién las dio e a quién se dieron e qué se

[guardó]103 en el dar

Asimismo es de notar que después de estos, las dichas señales o armas se tomaron de aquella profeçía de Jacob, capítulo LIX104; el cual, como prínçipe 93 dizen] M: aun dizen 94 aun] M: omitido 95 de] S1 y S2: omitido 96 Esto afirma el Valerio Máximo y otros autores] M: omitido 97 Enmiendo atendiendo a la lectura de S1 y S2. 98 cuales] S1 y S2: omitido 99 o] S1 y S2: omitido 100 por] S2: omitido 101 por señal de nobleza; los cuales cuatro fines prinçipales, es a saber: o por ser los cavalleros o defensores conosçidos, o por el buen agüero o señal, o por señal de nobleza, o por representaçión de algund acto glorioso] M: omitido. 102 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 103 Enmiendo atendiendo a la lectura de S1 y S2. 104 M, S1 y S2: LXII

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de sus fijos e padre del pueblo de Israel, les dio armas o razón o invençión de donde las tomasen considerando la condiçión e calidad de cada uno e no el amor o desamor que les avía o105 devía aver nin las figuras de cómo las ellos escogeran o demandaran; el cual en modo profético començó en fin de sus días a dezir contra sus fijos: «Tú, Rubén, el mi106 primero fijo, tú, mi fortaleza e mi fuerça107, començamiento108 de mi dolor, tú, primero [en dones]109 e mayor en mi mandamiento, así eres esparzido como agua, etc.»; de do se conprehende que [a]110 Rubén e [a]111 su tribu dio Jacob razón de 112 donde troxese por armas unas ondas de agua en un escudo, e que las tales armas se pudieron traer; así veemos que aún en estos nuestros tienpos algunos linajes traen otras tales ondas por armas. Luego adelante prosiguiendo el proçeso de sus fijos dixo: «Simeón e Leví, vasos de maldad e de saña, etc.»; dixo «vasos de maldad»113 porque estos dos linajes ordenaron e dieron la muerte de Nuestro Redentor, por lo cual dixo el fin de la profeçía: «Esparzirlos he en Jacob e dearramarlos he en Israel». Los del tribo de Simeón fueron chançilleres e los del tribo114 de Leví fueron saçerdotes; estos amos a dos fueron concordes, como es dicho, en la muerte de nuestro Señor Glorioso. Conprehéndese de aquesta profeçía —siguiendo la natura de las calidades d’estos dos— que sus señas o armas fueron d’ellos115 y de los que d’ellos desçendieron en un escudo dos copas, etc. Contra Judas dixo: «Judas, loarte an tus hermanos e será la tu mano en la çervís de tus enemigos; adorarte han los fijos de tu padre; Judas, cabdillo del león, mi fijo, sobiste a la presa e posástete e folgaste como león, etc.»; este Judas ovo el mejor significado e el más noble, porque este era el más noble de sus hermanos e el más noble116 e el mayor tribo o de los mayores. E que fue más noble muéstranlo muchas cosas: la primera, que Judas fue el primero que entró en la mar en poz de Muisén; la segunda, que después (segund cuenta Muisén en el libero Numeri, capítulo XL), después de consagrado el altar segund 105 avía o] S1 y S2: omitido 106 mi] S2: omitido 107 mi fortaleza e mi fuerça] M: mi fuerça e fortalesa 108 començamiento] S1 y S2: y començamiento 109 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 110 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 111 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 112 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 113 de saña, etc.»; dixo «vasos de maldad»] M: omitido 114 e los del] S1 y S2: y los del y los del 115 d’ellos] S1 y S2: d’ellas 116 e el más noble] S1 y S2: omitido

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lo avía Dios mandado, el primero que ofreçió e fizo oblaçión fue Judas, como es dicho. Así que, como este fuese tan noble, convino dalle el significado e figura más noble, la cual fue el león, que es el más real e más noble animal del mundo, como adelante se dirá; donde es de saber qu’el tribo del dicho Judas truxo en sus vanderas la figura o imagen del león, lo cual atestiguan117 el reverendo don Pablo, Obispo de Burgos, en el [su]118 Escrutinio, en el capítulo X diziendo: «Illa enim tribus portabat in vexillo suo leonem»119. «Zabulón morará en la orilla de la mar, allí do están las naves e terná fasta Sidón, etc.»; do es de saber que aqueste fue dado por significado o señal una nave, la cual su tribo pudo traer por armas, señales o insignias, etc. «Isacar, asno fuerte que yaze acostado entre los términos, etc.»; cuya insignia o armas de su tribo fue un asno; y que la tal insignia se deva creer asaz pareçe exçelente testigo Valturri, en el X libro y alegado, el cual dize que por el fruto o provecho del cavallo ni mal se sintió, Mars ovo el cavallo por más noble animal y como fuese abto para vitoria y fue puesto en seña y escudo de armas, etc.; y así del asno o de otro animal sensible, etc.120 «Dam jusgará a su pueblo, así como los otros linajes de Israel; sea Dam culebro en la carrera, etc.»; Dam fue dado el culebro y traído por arma121 los de su tribo. No es duda en el comienço de las cosas el dicho culebro o drago traerse por armas y en vandera, así lo afirmó el elegante Valturri en el libro X del Género de los ornamentos; esto mismo fizo Ércoles cuando mató la Idra, segund el dicho autor en el libro alegado, en el capítulo que comiença «Draco, etc.». A Gad fue dado por armas un onbre armado sobre un cavallo, la espada en la mano, ca tal fue el su significado, segund el entendimiento de las palabras de la profeçía de su padre, la cual dize: «Gad guarnido lidiará ant’él y él será guarnido en la casa y los lançará a Diodro, etc.».122

117 atestiguan] S1 y S2: testigua 118 Enmiendo atendiendo a la lectura de S1 y S2. 119 donde es de saber qu’el tribo del dicho Judas truxo en sus vanderas la figura o imagen del león, lo cual atestiguan el reverendo don Pablo, Obispo de Burgos, en el [su] Escrutinio, en el capítulo X diziendo: Illa enim tribus portabat in vexillo suo leonem] M: omitido. 120 y que la tal insignia se deva creer asaz pareçe exçelente testigo Valturri, en el X libro y alegado, el cual dize que por el fruto o provecho del cavallo ni mal se sintió, Mars ovo el cavallo por más noble animal y como fuese abto para vitoria y fue puesto en seña y escudo de armas, etc.; y así del asno o de otro animal sensible, etc.] M, S1 y S2: omitido. 121 arma] S1 y S2: armas 122 No es duda en el comienço de las cosas (...) y los lançará a Diodro, etc.»] M, S1 y S2: omitido

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«Aser, será grueso el su pan». Este ovo significado para que por armas truxese un faz de mies con sus espigas, otrosí todos123 los de aquel124 tribo. E d’esto no es de dubdar, que oy algunos linajes generosos traen armas casi125 d’esta manera, ca el linaje de los Fajardos traen tres espigas de trigo en una como isla en el escudo; otrosí el visconde de Altamira don Juan de Bivero trae otras tres espigas que quieren pareçer a estas. Esto pareçe en sus comienços traer por insignias e armas los prínçipes romanos, los cuales traían en escudos y en vanderas un manojo de feno o de mies con sus spigas, o, si muchas vanderas, en cada una un manojo; afírmalo Valturri en el libro X De ornamentorum generarum, en el capítulo «Porro»126. Dixo contra Neptalín: «Neptalín, çiervo ligero e dador de palabras fermosas, ramo cargado, fijo acreçedor, etc.»; a este fue significado el çiervo, el cual e el tribo suyo troxeron por armas. Contra Joseph dixo: «Joseph, fijo acreçedor, etc.; conbatiéronlo e tiráronle con arco saetas, etc.»; a Joseph fue significado el arco e dos flechas, del cual usó el tribo [d]e127 Joseph. Contra Benjamín dixo: «Benjamín, lobo robador, en la mañana128 robará la presa, en la noche [partirá]129 los despojos»; a este fue dado por significado por armas un lobo, el cual troxo él e el130 su tribo dende en adelante, etc. Ca después sabemos ser traídos los dichos lobos en armas y en vanderas [por] algunos duques romanos por onor y reverençia del fruto y benefiçio que reçibieron los fijos de Mars, cuando lançados en la selva fueron criados de la loba, segund afirma el Leomarte y Valturri en el X libro allegado; otros algunos dizen que por onor y gloria de la victoria que ovo Isis y su fijo de Tifone en ayuda de quien vino Ostriden en forma de lobo, en el cual adyutorio vençido y muerto Tifone, dieron y fizieron grand onor al dicho animal y la cual dedicaron con grand reverençia y lo troxeron en armas y en vanderas131.

123 todos] S1 y S2: omitido 124 de aquel] S1 y S2: del 125 casi] M: omitido 126 Esto pareçe en sus comienços traer por insignias e armas (...) De ornamentorum generarum, en el capítulo «Porro».] M, S1 y S2: omitido. 127 Enmiendo atendiendo a la lectura de S1 y S2. 128 mañana] S1 y S2: manera 129 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 130 el] M, S1 y S2: omitido 131 Ca después sabemos ser traídos (...) y lo troxeron en armas y en vanderas.] M, S1 y S2: omitido

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Capítulo V. Como mandó Dios a Muisén y Arón que diesen pendones a los linajes o tribus de Israel, otrosí dó ovieron prinçipio e de quién las çimeras, e cómo son llamados tinbles e a qué fin fueron primero fallados

Después el tienpo discurriendo fasta en el tienpo de Muisén, en el cual tienpo Dios mandó al dicho Muisén diziendo así, fablando Nuestro Señor a Muisén e a Arón, díxoles: «Cada uno de los tribos por sus conpañas e por las casas132 de sus parientes tomen y ayan señas e pendones»; donde es de notar que, pues Dios les mandava tomar señas o pendones, armas o señales, tenían ya para poner en los pendones133, etc. Después Rómulo dizen algunos que a sus cavalleros fizo dar o dio134 señales por las cuales fuesen conosçidos en las batallas. Poncius, enperador de los samuites, fizo escoger entre todos los onbres de sus huestes quinze mil cavalleros de los nobles, a los cuales fizo fazer escudos pintados de oro e de plata e sobreseñales muy ricas e resplandeçientes; asimismo les dio yelmos con çimeras, a lo que agora dezimos tinbles muy altas e de diversas figuras; esto fizo porque fuesen conosçidos estos, la cual conpaña era llamada «linçea». Estos135 fueron los primeros que inventaron o de quien se tomó esta manera de traer los onbres generosos tinbles sobre las armas, porque es de saber que todos estos quinze mil onbres todos eran nobles de linaje alto e claro, ca así fueron escogidos entre sesenta mil cavalleros samuites e estruques; esto afirma Titus Libius en su Primera Década, en el libro X, capítulo XXVII, el cual lo dize por estas palabras: «El enperador de los samuites fizo llamar los más nobles de linaje e de fecho de sus gentes, e púsolos çerca del santuario, etc.»; dize adelante: «Los mayores de los samuites fueron costreñidos por manera de juramento del enperador, que tomó a diez d’ellos para que escogiesen uno, e aquel, otro; así fasta quinze mil». Estos así escogidos fueron llamados «conpaña linçea» por razón como cobertura de lienço o de una tela, porque la gran nobleza escogida de los samuites era allí toda so cobertura, la cual era legión consagrada que por juramento se avía fecho. A estos dieron armas muy notables e les dieron yelmos que tenían çimeras porque fuesen conosçidos entre los otros.

132 casas] S1 y S2: cosas 133 en los pendones]: M: en los dichos pendones 134 o dio] S1 y S2: omitido 135 Estos] S1 y S2: E estos

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Nobiliario vero Capítulo VI. Cómo Julio Çésar disputó cavalleros generosos para ofiçiales de armas e añadió ende más de lo que fasta él

Después d’esto fasta el tienpo de Julio Çésar continuaron e usaron estas sobredichas señales e armas, pero el Julio Çésar creçió mucho açerca de aquesta nobleza d’armas, ca d’él en adelante fue mejor e más ordenadamente usada; bien que, segund nota el Titu Libio en el onzeno capítulo de su Primera Década, dize cómo Rómulo en reverençia e memoria de los doze buitres que le apareçieron en sus agüeros —otrosí en memoria del buen agüero que fizieron al rey Anquises e a Eneas, su fijo, los doze çisnes cuando navegavan contra Italia (segund lo escrive Vergilio en el primero de su Eneida)136—, ordenó doze cavalleros o sergentes d’armas que andoviesen delante d’él. Estos fueron los doze cavalleros que después ordenó el Julio Çésar que fuesen ofiçiales d’armas, que agora dezimos persevantes, farautes e reyes d’armas; ca Julio Çésar diputó doze cavalleros viejos generosos, los cuales137 no troxesen armas ofensivas; estos [cavalleros] avían seguido luengamente en la guerra138. Asimismo dio una çibdad que se llamó Vitervo, la cual se diriva de «veteravos», que dezían a los tales viejos139. Él ordenó que fuesen seguros en todas las guerras, el cual seguro fizo dar e dieron todos los prínçipes del mundo. Ordenó que troxesen escroçones, como agora los traen los reyes d’armas; asimismo fizo usar que los onbres generosos e nobles troxesen en sus sobreñales o sobrevistas çiertas señales o figuras o armas por las cuales fuesen conosçidos en sus buenos fechos, como no pudiesen ser conosçidos con los yelmos que traían en las batallas; esto afirma el Titu Libio allí do fabla de [la]140 batalla que ovieron los romanos con los samutes, diziendo cómo sobre los yelmos traían çimeras, las cuales fueron llamadas tinbles, segund es dicho en el capítulo ante d’este más istensamente, etc. Asimismo las mismas armas traían en los escudos; e otros, en los pendones de sobre los

136 otrosí en memoria del buen agüero que fizieron al rey Anquises e a Eneas, su fijo, los doze çisnes cuando navegavan contra Italia (segund lo escrive Vergilio en el primero de su Eneida)] M: omitido 137 generosos, los cuales] M: los cuales eran generosos que // S1 y S2: generosos viejos, los cuales 138 covalleros avían seguido luengamente en la guerra] M y S1: cavalleros avían estado y avían usado luengamente la guerra // S2: cavalleros avía estado y avían usado luengamente la guerra 139 Asimismo dio una çibdad que se llamó Viervo, la cual se diriva de «veteravos», que dezían a los tales viejos.] M: omitido // S1 y S2: asimismo dio una ciudad que se llama Vitermo en qu’estuviesen, la cual se dirá de Vitermos que desían a los tales vieios 140 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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yelmos; e otros, en los paramentos de los cavallos. El dicho enperador dio a los doze cavalleros de quien avemos fecho mençión çiertos premios con el ofiçio141, etc.142 Algunos han querido dubdar143de la antigüedad de las armas144, a los cuales las cosas sobreescriptas deven satisfazer, segund se prueva; pero, por145 más contentar se les mostrará por pruevas asaz sufiçientes e familiares. Y digo así que las armas ovieron fundamento segund es dicho allí do se fabló146 del águila y de la147 vandera de Júpiter y la invençión que dio Jacob y de los pendones que Dios mandó a Muisén y de las sobreñales de Teseo y del escudo de Anquino y del escudo de Ércules, segund do148 pareçe por las alegaçiones co[n]tadas149 en sus lugares, como es visto. Mas150 aún allende d’esto es de saber y notar que para destruir la semejable opinión es sufiçiente prueva y son los151 siguientes. La primera, aquella152 que pone Titus Libius en [su]153 Segunda Década, donde dize que, fecho el desbarato de Canas154 por Aníbal, enbió a Cartago tres moyos de anillos o sortijas, esto era solamente de los nobles; es155 çierto que los dichos anillos156 no eran salvo para sellar y, por ende, los traían los nobles y no otros; pues claro es que señal alguna traían en ellos, a las cuales después llamaron arma157. La segunda, que Octaviano sellava con la cabeça de Alixandre. La terçera, qu’el rey Banba traía158 por armas una barçina159 como suelo160 de confitero por

141 el ofiçio] M: el dicho ofiçio 142 A partir de aquí hasta el final de este capítulo, omitido en M. 143 dubdar] S1: desir // S2: dezir 144 de las armas] S1 y S2: omitido 145 pero, por] S1: pero por los // S2: pero los 146 fabló] S1 y S2: falló 147 la] S1 y S2: omitido 148 do] S1 y S2: omitido 149 Enmiendo atendiendo a la lectura de S1 y S2. 150 Mas] S1 y S2: Et mas 151 los] S1 y S2: las 152 aquella] S1 y S2: águila 153 Enmiendo atendiendo a la lectura de S1 y S2. 154 de Canas] S1 y S2: d’armas 155 es] S1 y S2: et es 156 anillos] S1 y S2: anillos o sortijas esto hera solamente de los nobles et es cierto que los dicho anillos 157 arma] S1 y S2: armas 158 traía] S2: tenía 159 barçina] S1: unibaçín // S2: un bacín 160 como suelo] S1 y S2: consuelo

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armas y en ella161 dos caracoles en el canto baxo; e las cuales armas son oy notorias en muchos lugares de Toledo, espeçialmente en los muros de la çibdad, los cuales fizo de nuevo o renovó otrosí en torres y en algunas cosas antiguas y edificios viejos, otrosí en aquella casa que fue de los enperadores que se dizían de Galiana y agora son de la moneda; otrosí en yelma sobre la puerta del castillo está esculpido o talado en una piedra un escudo y dentro d’él en medio una gran llave como de aquellas que ponen a San Pedro, el cual edefiçio fue antes que los moros ganasen a España, según se cree. Por do pareçe que armas fueron antiguamente y así lo afirman las leyes de la Segunda Partida, por las palabras de suso escriptas en el [presente] capítulo, diziendo: «Antiguamente traían armas los cavalleros en los escudos, en los pendones de sobre los yelmos, etc.», que ya es dicho, do se concluye ser verdad las armas ser insinia antigua de mil años atrás, puesto que las leyes no lo espresen. Otrosí algunos que han visto la Estoria Teotónica dizen que en la nonbrada estoria fabla de la antigüedad de las armas y de sus fundamientos, así del Julio como del Carlos Magno; espeçialmente lo oí al nunçio de cavallería. Otrosí dizen mucho que Héctor en las batallas de Troya traía un león [colorado] en el escudo de oro o en canpo de oro; allende de sus corónicas allégalo el bachiller de Palma en un libro endreçado al rey y reina, nuestros señores, intitulado Restauraçión divinal. Otrosí alega armas del Bártulo, de do se sigue el propósito, etc. Otrosí el Leomarte afirmando la antigüedad de las armas dize en el capítulo IX de su libro fablando del águila de Júpiter: «Y esta fue la primera señal que dizen armas que en vandera o pendón fuese puesto, etc.»; lo cual nos manifiesta y declara las armas ser antiguamente, otrosí el Guido de Columiis en su Estoria. El Ditis y Dares dize en el libro catorzeno que Héctor traía en la batalla primera que [ovieron] los griego[s] y los troyanos un escudo, el canpo de oro, en él tres leones colorados. Esto mismo afirma en el libro quinzeno cuando fabla de cómo Héctor ordenó las batallas aviendo los griegos tomado tierra. Otrosí San Basilio en un su libro dize fablando del emperador Juliano apóstata cómo Mercurio, un cavallero de Çesarea, el cual avía grand tienpo que fuera muerto, sobr’el sepulcro d’él estava un su escudo con sus armas y su lança y su seña, lo cual dize que acostunbravan antiguamente. Otrosí afirma Virgilio en su Eneida cómo Eneas fue el primero que puso escudo, seña, vandera y armas sobre sepoltura; esto es en el Monte Miçeno en la muerte de un cavallero que se dizía Miçeno, segund adelante se dirá.

161 ella] S1 y S2: ellas

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Y por mayor aprovaçión oigamos a Valerio Máximo en el libro VI, título de castidad, capítulo XI, el cual afirma aver armas en el tienpo de Gayo Mario y de Lectorio Sergio; el dicho Valerio dízelo por estas palabras: «Las señales sagradas de la sagrada águila, que era pintada en las vanderas que ivan delante la cavallería romana». El mismo autor, en el libro otavo, en el título de cobdiçia de gloria y onor, en el segundo capítulo, en el fin, dize, açerca de Silla, que fue muy cobdiçioso de gloria: «Silla, cobdiçioso de onor, a sí solo se atribuyó toda aquella victoria, en memoria de la cual fizo enprentar y cavar en el anillo con que sellava sus cartas y toda la dicha victoria»162. Capítulo VII. Cómo Carlos Magno, enperador, añadió

y puso la dicha manera o arte en perfeçión; otrosí de los previllejos que dio a los ofiçiales, el cual fizo persevantes, farautes163 y reyes d’armas

Así pues corriendo el tienpo vino fasta Carlos Magno, el cual acreçentó e puso en perfeçión el sobreescripto ofiçio, ca ordenó y diputó doze cavalleros viejos, generosos, onrados e de buenas costunbres e de grand verdad, los cuales fizo y se llamaron ofiçiales d’armas; e ordenó previllejos açerca de su ofiçio: lo primero, que troxesen escudo o [escroçón]164 con las armas del inperio en el pecho, el cual es en el escudo de oro una águila la cabeça partida; otrosí ordenó que les diesen de comer para cuatro servidores a cavallo; algunos son de opinión que aquesta costunbre fue guardada dende165 Julio Çésar, e que lo tal él lo ordenase; pero baste que el dicho Carlos Magno añadió e acreçentó mucho. Asimismo ordenó tres maneras de cota d’armas: la primera se llama tinicla; la segunda, plaquén; la terçera, cota d’armas, comoquiera que açerca d’ellas es pequeña la diferençia. Otrosí ordenó siete maneras de señas, como adelante se dirá. Ordenó cómo todos los prínçipes toviesen reyes d’armas, otrosí todos los no reconosçientes superior en lo tenporal, así como el duque de Borgoña, el166 duque de Mielán e otros; e los otros, farautes e persevantes, 162 en los muros de la çibdad, los cuales fizo de nuevo (...) açerca de Silla, que fue muy cobdiçioso de gloria: «Silla, cobdiçioso de onor, a sí solo se atribuyó toda aquella victoria, en memoria de la cual fizo enprentar y cavar en el anillo con que sellava sus cartas y toda la dicha victoria»] S1 y S2: omitido 163 farautes] S1 y S2: omitido 164 Enmiendo atendiendo a la lectura de M y S1, que es la que ha aparecido también previamente en el impreso // S2: escorzón. 165 dende] M: desde 166 el] M, S1 y S2: e el

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comoquiera que algunos duques sujeptos a otros reyes es visto traer reyes d’armas, ca el duque de Medina tiénelo. Otrosí ordenó el dicho enperador que los tales ofiçiales fuesen siguros por toda parte, e los tales que no pagasen tributos ni pasaje. Ordenó que con los tales ofiçiales se determinasen los debates entre167 los cavalleros tocantes a fecho d’armas o de guerra. Ordenó que oviesen en la guerra un día de sueldo; es de saber que un rey de armas ha de aver dos tanto que un faraute, e un faraute tanto como dos persevantes. Ordenó otrosí que en toda çibdad o villa que entra168 el prínçipe o cabdillo oviese en gualardón de su trabajo sienpre çiertos heredamientos, en espeçial unas casas e çiertas coronas de moneda. Ordenó que en çiertas fiestas oviesen çiertos benefiçios. Ordenó que en la guerra no troxesen armas ofensivas. Ganó siguro de todos los prínçipes del mundo, porque por do quiera que fuesen, en guerra o en paz, pudiesen ir o venir con cualqui[e]r169 razón que fuesen170 sin enojo e sin mal suyo alguno. Estos han facultad de aplazar batalla entre reyes, prínçipes o señores o cavalleros o gentiles onbres. Ordenó que los tales ofiçiales fuesen obligados en todo tienpo a cualquier cavallero o gentilonbre, seyendo generosos, cada cuando de alguno d’ellos fuese menester açerca de algund fecho de armas, el cual rey d’armas, faraute o persevante irá a gajes del gentilonbre o cavallero generoso, si el tal171 cavallero o gentilonbre toviere172 manera, caudal o estado; e, si por ventura los tales gentiles onbres tovieren poco, darles han solamente la misión de cada día; e, si por ventura el tal gentil onbre toviera tan poco que la misión173 no podrá dar, el ofiçial de armas es tenido de ir a su costa o despensa. Asimismo ordenó que oviese farautes; es de saber que los farautes no son de tanta exçelençia ni han tantas perrogativas ni preemiençias como los reyes d’armas, ni son de tanta dignidad ni onor. Estos el escudo de las armas del señor cuyo fuere o del rey o del reino o del prínçipe o prinçipado halo de traer en el lado derecho, segund que lo trae el rey de armas; pero aquí es de notar qu’el faraute no ha de traer corona en el escudo d’armas, salvo el escudo raso. Asimismo es de saber qu’el faraute y rey de armas faze[n]174 sacramento e religión por el cual fazen profesión de guardar secreto e verdad; muy

167 entre] S1 y S2: d’entre 168 entra] S1 y S2: entrase 169 Enmiendo atendiendo a la lectura de S1 y S2. 170 fuesen] M, S1 y S2: fuese 171 tal] M: omitido 172 toviere] S2: tuviesse 173 misión] M, S1 y S2: dicha misión 174 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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solepnemente es fecho el tal sacramento al rey o prínçipe o al reino o prinçipado; asimismo es entendido qu’el tal juramento açerca del secreto e verdad se estiende en todo fecho que de los tales ofiçiales d’armas se confíe; otrosí, que guardará toda justiçia e derecho a todo cavallero o persona; el cual por ninguna manera descobriría175 ninguno de los secretos que le176 serán revelados ni el verá ni sentirá; açerca lo cual es una quistión, la cual es esta: aconteçe177 que dos cavalleros debaten; el uno es señor del faraute o rey d’armas; el faraute vee que aquel cavallero adversario de su señor tiene çient onbres d’armas para prender o matar a su señor, el cual engaño non le es al ofiçial, d’armas rey o faraute encubierto; el cual buelto a do el cavallero su señor está, dize que si el tal faraute o rey d’armas revelare178 el secreto del engaño, segund que179 es dicho, a su señor; dize que no; e es verdad, qu’el tal ofiçio de armas180 no puede ni deve revelar el tal secreto, ca tiene fecho sacramento que lo no revelará; pero dizen que deve fazer así, ir ante su señor y dezille: «Señor, yo no quiero ser ofiçial d’armas, mas quiero otra más alta y más estrecha orden, la cual es la cavallería; e quiero que me fagáis cavallero». Entonçes humilmente deve suplicar e el señor prínçipe o rey dévele181 cumplir e luego fazello o armallo cavallero çerimonialmente, al cual deve dar paz e çeñir el espada, segund es dicho en su lugar; e esto fecho dezille á: «Agora sois cavallero, Dios vos faga buen cavallero». Entonçes el cavallero nuevo bésele la mano a su señor, el cual no es ya rey d’armas ni faraute, entonçes dirá: «Pues182 ya agora soy cavallero e no soy rey d’armas ni faraute, antes —graçias a Nuestro Señor183 e a vós, que por vuestra gran mesura e nobleza me fezistes cavallero— soy184 cavallero; e, como cavallero y por virtud del sacramento que agora de nuevo fize en la çirimonia de cavallería —el cual preçede185 a todos los otros sacramentos186—, como vuestro vasallo y cavallero187, vos digo que fulano cavallero, vuestro adversario, vos

175 descobriría] S1 y S2: descubrirá 176 le] S1 y S2: lo 177 aconteçe] S1 y S2: aconteçen 178 revelare] S1 y S2: revelara 179 que] S1 y S2: omitido 180 no; e es verdad, qu’el tal ofiçio de armas] S1 y S2: omitido 181 dévele] M, S1 y S2: dévelo 182 Pues] M: señor, pues // S1 y S2: Pues, señor 183 Señor] M, S1 y S2: Señor Dios 184 soy] S2: otrosí soy 185 preçede] S1 y S2: pare do 186 sacramentos] S1 y S2: omitido 187 y por virtud del sacramento que agora de nuevo fize en la çirimonia de cavallería —el cual preçede a todos los otros sacramentos—, como vuestro vasallo y cavallero] M: omitido

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tiene ordenado o conçertado tal arte o engaño, por el cual vos pueda188 prender o matar». En esta manera no caerá en pena, antes le es permiso como cosa líçita e onesta por dos cosas: la una, que por la mutaçión de la religión permisa es fuera del primero sacramento en aquella parte; la otra, por la honestidad de la [cosa]189, como sea todo fijodalgo muy obligado de conservar e guardar la vida de su señor, en espeçial endereçando a lo matar por arte o por engaño en caso de [avenimiento]190 de batalla personal, qu’es más onesto caso, como digan los juristas que aquel que quebranta la fe, la fe se le deve quebrantar; otrosí el Tulio en el su libro terçero, de los ofiçios, da a entender que, a los tales quebrantadores o con los enemigos manifiestos de la cosa pública, no es perjurar no conplir lo que por salvar la vida se faze o promete; pero no con otra condiçión de personas e cuanto más que en el presente caso es todo onesto por la forma singular que se puede tener, etc. Otrosí ordenó el dicho enperador que oviese otra natura e191 manera de ofiçiales d’armas, que se llaman persevantes; estos no pueden nin deven192 traer escudo con corona; han[lo]193 de traer en el lado isquierdo e no en el derecho, como los farautes; estos son más bajos ofiçiales194 que los farautes; estos no tienen profesión e pueden cuando quisieren dexar el ofiçio, lo que no puede el faraute nin rey d’armas, salvo, como es dicho, a mayor orden, ca es de saber qu’el primero grado del ofiçio d’armas es195 persevante e el segundo es el faraute e el terçero e postrimero es el rey d’armas, etc.

188 pueda] S1 y S2: podrá 189 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 190 Enmiendo atendiendo a la lectura de M y S1 // S2: venimiento. 191 e] M, S1 y S2: o 192 pueden ni deven] S1 y S2: deven ni pueden 193 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 194 ofiçiales] S1 y S2: ofiçiales d’armas que se llaman persevantes; estos non deven ni pueden traer escudo con corona, anlo de traer en el lado isquierdo e non en el derecho como los farautes, estos son más baxos ofiçiales 195 es] M, S1 y S2: es el

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Capítulo VIII. Cómo los ofiçiales d’armas deven saber ordenar las armas a los nuevos nobles, de qué linaje deven ser, de qué condiçión, de qué sabiduría, qué letras han de tener El rey d’armas o faraute ha de ser noble en sangre o [al] 196 menos fijodalgo o muy generoso; otrosí cuerdo e de buen seso; ha de ser sabio e discreto; ha de ser universal en las lenguas o lenguajes; ha de ser gramático e lógico; al menos deve ser onbre por natura muy verdadero, ca no sería razón que aquel de quien fían sus fechos e sus negoçios los prínçipes e los cavalleros e los otros onbres nobles e fijosdalgo fuese onbre sin verdad, ca sería grand inconveniente; otrosí deve ser onbre que aya leído muchas corónicas, ca por aquí avrá grande aviso açerca de los fechos de su fermoso ofiçio. Ha de saber la forma e manera como se faze el noble nuevamente o se da título de nobleza, agora duque, marqués, conde197 o varón; otrosí cómo al tal noble se le deven dar e proporçionar las armas e escudo qu’el prínçipe da; ha de saber el arte o manera toda de las armas; conosçer la propiedad de las animalias e198 sus calidades, así de las terrestes como voláticas199, e sus condiçiones e virtudes; otrosí de los árboles, de las plantas, de las yervas; otrosí de los cuerpos estantes, de los no estantes o no firmes; la exçelençia de los200 colores, la nobleza de los metales, de las virtudes e graçia de las piedras, de los elementos, e de todas estas cosas sus significados, sus divisiones, sus distinçiones, sus concordanças e sus desacordanças; las cuales cosas sabidas sabrán conosçer los escudos de armas en su perfeçión o falsedad en parte o en todo, lo que conviene aquel el cual es legítimo o al201 bastardo o al heredero primogénito de la [casa]202 o del título, de la dignidad o del reino o prinçipado; otrosí a los que no subçeden o heredan las dichas casas o títulos; otrosí cuáles diferençias son las que conviene a los no legítimos açerca de los escudos d’armas; otrosí cómo pueden o son ganadas las armas, agora ganando el título o dignidad, agora por batalla. E entonçes cuando el dicho ofiçial de armas será tal que todas estas cosas tenga será digno del muy generoso ofiçio d’armas o al menos en la mayor parte.

196 Enmiendo atendiendo a la lectura de M y S1 // S2: alo. 197 conde] S1 y S2: o conde 198 e] S1 y S2: o 199 voláticas] M, S1: volatilias // S2: bolatilias (aunque no he logrado documentar la voz del incunable, no me decido a considerarla errata, por lo que prefiero mantenerla). 200 los] S1 y S2: las 201 al] M: omitido 202 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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Capítulo IX. De lo que deven fazer açerca de su ofiçio en las huestes o reales o castres

Tienen los reyes d’armas e los farautes e los203 persevantes de fazer saber a todos los cavalleros de la hueste el día de la batalla o conbate, eso es —segund se usa en Françia e en Alemaña, donde estas cosas más primamente204 se tratan, otrosí en Inglatierra— algunas vezes solepnemente205 pregonando el día e la ora de la batalla con tronpetas, otrosí206 el conbate algunas vezes sin la dicha solepnidad; pero207 en los tales días los208 ofiçiales d’armas deven levar vestidas las cotas d’armas reales; otrosí deven de neçesidad estar ante la vandera real o inperial; otrosí es de saber que al tienpo de la batalla deven ponerse en el mejor e más dispuesto lugar del canpo donde pueden mejor mirar e ver los actos de la batalla. Como es dicho, los pregones, los requerimientos, los enplazamientos de las batallas e de la guerra, de las entregas de las villas, de las çibdades, otrosí de los canpos e rayas asignados a los cavalleros que se conbaten faziendo armas nesçesarias o voluntarias, todas estas cosas e las otras que a estas pareçen deven saber209 con todos los210 actos e solepnidades neçesarios a los bélicos fechos. Introduçión Pues es tratado asaz largamente qué cosa es armas o insignias, e dónde ovieron comienço e prinçipio, e quién las inventó e quién fue el primero que puso seña o vandera, e quién añadió e acreçentó, e quién confirmó la dicha manera d’armas, el cual fue Carlos Magno, queda de saber de cuántas calidades o figuras se proporcionan e ordenan los escudos de las armas, e de qué formas las deven traer o se traen, etc.

203 los] M: omitido 204 primamente] S1 y S2: primeramente 205 solepnemente] S1: omitido // S2: según 206 otrosí] S1 y S2: otrosí en Inglaterra algunas vezes solepnemente pregonando el día y la ora de la batalla con trompetas; otrosí 207 pero] S2: por 208 los] M: los dichos 209 saber] M, S1 y S2: omitido 210 los] M, S1 y S2: omitido

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Capítulo X. El cual trata del fin açerca del cual las armas del linaje se dieron a los defensores o milites211

Arriba es dicho cómo Rómulo e después Julio Çésar dieron las dichas señales después de lo qu’es dicho de Jacob en el libro e capítulo recontado, otrosí el mandamiento que fizo Dios a Muisén; de dónde se conprehende que las tales señales a uno212 de [tres]213 fines fueron o por ventura por todos [tres]214. El primero es que fueron dadas o permitidas por señal por la cual se conosçiese el onbre generoso o cavallero en las batallas, por razón que los yelmos e armas no dexavan conosçer al cavallero, e aún paresçe poderse entender que por vía e respeto de las tales señales el prínçipe o cabdillo viendo al cavallero conosçía quién era e, conosçido, o lo llamava o lo enbiava o lo esforçava o lo amenaçava o lo retraía o amonestava por su propio nonbre, el cual era conosçido e sabido por las sobreseñales o sobrevistas; el dicho fin afirma Titus Libius en su Primera Década, libro I, capítulo XXVII, diziendo: «Ponçius, enperador de los samuetes, escogió XVI mil cavalleros de los más generosos, y llamolos conpaña linçea, la cual era legión consagrada; a estos dio armas nobilísimas y resplandeçientes, dioles yelmos con çimeras porque fuesen conoçidos» y «legio ea linteata [ab] integumento [consepti], quo sacrata nobilitas erat, appellata est, [his] arma insignia data et [cristate] galee ut inter ceteros eminerent» (Titus Libius, libro X, capítulo IV)215. El segundo es que se dieron o más propiamente se tomaron en reverençia del buen agüero que ovo Júpiter, segund qu’es dicho; e aun podía ser que otros algunos fueron aquellos los cuales usaron del dicho fin, así como Marco Valerio [Cuervo]216 segund es fecha mençión e adelante se dirá; 211 milites] S1 y S2: milites; otrosí cómo en dos regnos es más corronpida est’arte que en ninguna parte del mundo 212 a uno] S1 y S2: aun 213 Enmiendo atendiendo a la lectura de M. 214 Enmiendo atendiendo a la lectura de M. 215 el dicho fin afirma Titus Libius en su Primera Década, libro I, capítulo XXVII, diziendo: «Ponçius, enperador de los samuetes, escogió XVI mil cavalleros de los más generosos, y llamolos conpaña linçea, la cual era legión consagrada; a estos dio armas nobilísimas y resplandeçientes, dioles yelmos con çimeras porque fuesen conoçidos» y «legio ea linteata integumento [consepti], quo sacrata nobilitas erat, appellata est, [his] arma insignia data et [cristate] galee ut inter çeteros eminerent» (Titus Libius, libro X, capítulo IV)] M, S1 y S2: omitido (nótese cómo la referencia dada inicialmente de la obra de Tito Libio no coincide con la se da al final de la cita en latín). 216 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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otrosí Lucio Silla, que por el buen agüero que ovo de la sierpe que le apareçió en su sacrefiçio, la cual fue señal de su prosperidad, fízola pintar e traíala por armas; esto mismo fizo Deodaro217 rey, que fizo pintar una águila porque le apareçió sobre el sobrado del palaçio, lo cual fue causa que no muriese, ca, como él saliese fuera de la218 casa, cayó el219 palaçio, e de allí adelante la troxo pintada en sus vanderas; e así de otros; otrosí los de Polonia, como demandasen ayuda a los de Epidauro, los cuales por escarnio les respondieron que tomasen ante220 un río que pasava por çerca los muros, los dichos polonios tomando la respuesta por buena señal ordenaron al suso escrito el río221 por capitán; e, como vençiesen a sus enemigos, atribuendo el dicho río la victoria, fiziéronle sacrefiçios como a Dios e ordenaron que sienpre fuese su capitán en todas las batallas, al cual pintavan e levavan en sus vanderas, etc. El terçero fin es en señal de fidalguía e nobleza, la cual insignia o señal no podía o no devía traer otro onbre que generoso no fuese; afírmalo el dotor Onorat Bonet en el Árbol de batallas, diziendo: «veamos de las armas e vanderas o pendones que los [cavalleros] y nobles acostunbran a traer y pintar en sus escudos y paramentes», capítulo LXIII. Aun se prueba claramente con el título XIII, segundo párrafo, capítulos LXII y XII, que comiença: «señales conosçidas pusieron antiguamente que troxesen los grandes y nobles onbres, mayormente en la guerra, por razón del acabdillamento, que no solo se faze por palabra, mas aún por señales, las cuales se ponen sobre las armaduras que traen sobre sí o sobre sus cavallos, señales insignias porque fuesen conosçidos, y otros sobre las cabeças, así como en los yelmos y capellinas porque más çiertamente los pudiesen conosçer en las grandes priesas y lides»222; de lo cual oy es la misma costunbre quedada espeçialmente en

217 Deodaro] M, S1 y S2: de otro (con signo de abreviatura) 218 la] M , S1 y S2: la dicha 219 el] M: el dicho 220 ante] S1 y S2: omitido 221 suso escrito el río] M: dicho río 222 Afírmalo el dotor Onorat Bonet en el Árbol de batallas, diziendo: «veamos de las armas e vanderas o pendones que los [cavalleros] y nobles acostunbran a traer y pintar en sus escudos y paramentes», capítulo LXIII. Aun se prueba claramente con el título xiii, segundo párrafo, capítulos LXII y XII, que comiença: «señales conosçidas pusieron antiguamente que troxesen los grandes y nobles onbres, mayormente en la guerra, por razón del acabdillamento, que no solo se faze por palabra, mas aún por señales, las cuales se ponen sobre las armaduras que traen sobre sí o sobre sus cavallos, señales insignias porque fuesen conosçidos, y otros sobre las cabeças, así como en los yelmos y capellinas porque más çiertamente los pudiesen conosçer en las grandes priesas y lides»] M, S1 y S2: omitido

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Alemaña, en Françia e en Inglatierra e, fuera d’estos nuestros reinos223, otrosí en Aragón e en Cataluña; en los cuales solamente es venida esta manera de nobleza en gran224 corrupçión y obscuridad por dos cosas: la una, por la remisión y floxeza de los onbres generosos que por vía de cobdiçia se son enbolcados en obscuridad de linaje, por do es venida ocasión o causa de perdiçión en la fidalguía e en sus exçelencias; la otra, por la grand sobervia que oy es en el obscuro e baxo linaje queriéndose asir de los pinpollos más altos del árbol de nobleza sin primero sobir225 en el tronco e, del tronco, a las ramas ordenadamente e después, a los226 pinpollos o jumas, antes227 de golpe228 e de un salto queriendo fazer la dicha sobida quebrantan los pinpollos e de allí dan en las ramas quebrantadas fasta el tronco; por do se manifiesta la dicha destruición escrita; el terçero es la nigligençia o poca cura de los prínçipes o señores, los cuales dexan quemar e fazer çeniza la alta nobleza e fidalguía, por obra de lo cual podrían ser dichos tiranos, como229 la prinçipal obra —después de bien regir e bien governar la cosa pública e bien defendella— que deve o devría fazer es onorificar la cavallería e ensalçalla, pues es aquella sin la cual no puede ser fecho230 rey o enperador, e la generosa nobleza, fija legítima de la real corona, etc. Capítulo XI. Cómo trata del primero y segundo fin; otrosí

cómo la cota d’armas no deve ser traída salvo días señalados

Viniendo a tratar del primero fin, es de saber qu’el Bártulo dize o quiere dezir en el tratado De insigniis et armis231 que por ser conosçidos se dieron las tales armas a los cavalleros; esto mismo afirman los sabios que conpusieron las Partidas diziendo que por ser conosçidos los cavalleros fueron ordenadas las armas o señales, las cuales sobreseñales traían sobre las armas —aquello es lo que agora llamamos cota d’armas—, otros232 las traían en los yelmos e otros,

223 nuestros reinos] M: reinos nuestros 224 gran] M: omitido // S1 y S2: grande 225 sobir] M, S1: querer sobir // S2: volver querer sobir 226 los] M: los dichos 227 antes] S2: ante 228 golpe] S1 y S2: un golpe 229 como] S1 y S2: omitido 230 fecho] M, S1 y S2: dicho (la diferencia resulta sustancial; cabe preguntarse si se trata de un error textual o de un cambio deliberado frente a las frases de redacción iniciales que representan los manuscritos). 231 en el tratado De insigniis et armis] M: omitido 232 otros] S1: otras

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en las lanças, e aun otros sobre los cavallos en los paramentos. Aquí es de saber una cosa, la cual es que la cota d’armas nunca deve ser puesta salvo cuando fueren cuatro casos233. El uno es cuando el rey manda pregonar batalla, ca entonçes por todo cavallero o gentilonbre el cual es fidalgo de cuatro costados deve o puede ser tomada aquel día; e ante no, por algunas razones, segund la costunbre de Françia, pero basta una, la cual es que no deve el cavallero en cada fecho d’armas poner o traer la cota d’armas, pues en ella trae la señal de nobleza, la cual podría por caso o desastre peligrar, lo cual no conviene salvo en día señalado, segund es dicho. El segundo es día de conbate. El terçero es en días de torneo. El cuarto es en día de liça o en trançe, o batallas234 de armas voluntarias personales de entre dos cavalleros o dende arriba, agora sea en forma de repto, agora por vía de enemistad o mal grado que un cavallero aya con otro, etc. Pero, considerando dos cosas, buelto al prinçipal propósito, del primero fin digo que tanta razón pareçe traer que las dichas armas o señal de nobleza se diesen en señal de nobleza235, que es el fin terçero236, como por el dicho conosçimiento, que es el primero fin asignado; por esta razón çierto es que Jacob no curó de dar señales o figuras a sus fijos, por las cuales solamente fuesen conosçidos, mas aún gelos237 dio aviendo respeto al significado de cada figura e animal que dava, allegando de238 cada figura239 a lo más propio de la calidad e condiçión del fijo a quien la dava, lo cual es escrito en el Viejo Testamento, lo cual afirman todos los santos dotores; conósçese en aquello que dixo Isaía cuando dixo: «El lobo e el cordero e el león pardo morarán en uno, etc.»; otrosí Ezequiel dize que vido aquella visión que tenía fazes de león e de águila e de bezerro e de onbre; otrosí Daniel dize cómo en su visión vido una bestia como león, otrosí otra como águila e otra como oso, el cual tenía tres órdenes de dientes240; otrosí vido otra que tenía diez cuernos; e así otras que çesan por la brevedad. Ca, si para solo241 el conosçimiento242 se diera, cualquiera bastava o bastara243 no acatando otro respeto alguno, lo cual él no fizo, antes a cada uno dio las dichas señales segund su condiçión e calidad o como cada uno avía 233 casos] S1 y S2: cosas 234 o batallas] S1 y S2: o en día de batalla 235 se diesen en señal de nobleza] S1 y S2: omitido 236 el fin terçero] M: el segundo fin 237 aún gelos] M, S1: aún gelas // S2: aunque 238 de] M: omitido 239 e animal que dava, allegando de cada figura] S1 y S2: omitido 240 dientes] M, S1 y S2: dientes, etc. 241 solo] M, S1 y S2: omitido 242 conosçimiento] M: conosçimiento solo 243 bastara] S1 y S2: bastaría

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más de nobleza o de244 virtud. Ca es de saber que245 Judas, como fuese el mejor e el más virtuoso e noble246 e después lo fue de los otros tribos, el tribo suyo diole por señal el león, de quien dixo que fuese cabdillo, cuya figura es más noble animal del mundo, esto considerando la condiçión, la calidad e la nobleza de Judas de presente; asimismo aquello de que247 su generaçión avía de venir, donde vino David e, de David, Nuestra Señora gloriosa e bendita, segund es dicho, e, de Nuestra Señora, la sagrada e preçiosa humanidad de Nuestro Redentor, Dios e onbre, por quien se dixeron las palabras siguientes: «Vençió el león del tribo de Juda»; donde pareçe que se toma qu’el tribo de Judas traía por armas el león, e por señales o248 en señal o vandera, e como quien quiso dezir «vençió la insignia o vandera o pendón aquella en la cual andava pintado el león» fueron escritas las dichas palabras; así lo afirma el obispo don Pablo en el su libro intitulado [Escrutinio Escripturarum]249, diziendo así: «El tribo de Juda seyendo prinçipal en Israel traía en su vandera al león»250. E agora dexando de disputar açerca de aquestos dos fines, seyendo el uno o el otro es pequeño el inconveniente o quier sea251 por todos252; que çierto es que, si por el primero es, en el terçero o postrimero253 es quedada la perfeçión; lo cual pareçe en la costunbre que en el tienpo presente es observada, la cual es que no por señal en que sea conosçido el cavallero, mas por señal de nobleza se da, no repunando del todo el primero fin ni el segundo, antes igualando los dos254. Es de afirmar que por todos255 es venido en la orden de nuestra edad, como oy vemos, ca sienpre han venido todas las cosas a mayor perfeçión e polideza, pero es de saber que, de dos fines o de muchos, aquel que trasçende a los otros es más exçelente e más noble; pónelo el filósofo en el primero de la Ética, etc.

244 o de] M: e 245 que] M, S1 y S2: que a 246 el más virtuoso e noble] S1 y S2: el más noble e virtuoso 247 de que] M, S1 y S2: que de 248 o] M, S1 y S2: e 249 Enmiendo atendiendo a la lectura de S1 y S2. 250 así lo afirma el obispo Pablo en el su libro intitulado [Escrutinio Escripturarum], diziendo así: «El tribo de Juda seyendo prinçipal en Israel traía en su vandera al león»] M: omitido 251 quier sea ] S2: querer sea 252 todos] M: entramos 253 terçero o postrimero] M: postrimero o terçero 254 dos] S1 y S2: omitido 255 todos] M: amos a dos

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Nobiliario vero Capítulo XII. Cómo las armas fueron significadas açerca

de algunas representaçiones bélicas o de batalla, agora açerca del defender o conbatir, asimismo representando algúnd acto

glorioso o señalado fecho por los nobles, lo cual era costunbre

en el tienpo antiguo, açerca de lo cual se ponen grandes enxenplos

En este paso es de notar una cosa muy fermosa de saber a los onbres256 nobles e fijosdalgo, ca es de saber que las armas todas en sus figuras o maneras o formas diversas, espeçialmente açerca de las no bivas, fueron a representaçión de algund fecho d’armas; e, bien como en los dichos fechos sean grandes diversidades, otrosí para los257 mismos fechos e en la guerra, agora para defender, agora para conbatir, convengan diversos artefiçios e cosas; así fueron en sus respetos tomadas diversas formas258; donde es de saber que los bastones así como los de Aragón representan paliçada entrada, forçada o259 ganada o defendida. Las cadenas de Navarra representan aquellas qu’el Miramamolín tenía en torno de sí260 cuando fue vençido en el puerto Muladar. Las quinas de Portugal significan el vençimiento de aquellos çinco reyes que vençió el rey don seteno de Portugal261, primero rey de Portugal, que se llamó la batalla de Orique; vençida, enbió a suplicar al Santo Padre que le otorgase dos cosas: la primera, que se llamase rey; la segunda, que le conçediese los çinco escudos azules con los XXX dineros blancos o de plata, de çinco en çinco, en los dichos escudos, segund oy los traen los reyes de Portugal, en reverençia de la Santa Cruz y de los dineros por que el Redentor fue vendido, etc.262 Otrosí las vandas o vanda263 representa264 postura o arrimo de vanco pinjado o cosa que a esta paresca, significando algund glorioso acto que con el tal artefiçio se cometió e acabó onorablemente.

256 onbres] S1 y S2: omitido 257 para los] M: para en los 258 formas] M, S1 y S2: formas y maneras d’armas 259 o] M: omitido 260 de sí] M: omitido 261 Probable error de transmisión. El texto se refiere a Alfonso Enríquez, quien, tras la batalla de Ourique fue proclamado primer rey de Portugal, lo que Alfonso VII (quizá el «seteno» del texto) aceptó por motivos políticos, normalmente se piensa que por sus aspiraciones a ser coronado emperador. 262 Las quinas de Portugal significan (...) de los dineros por que el Redentor fue vendido, etc.] M, S1 y S2: omitido 263 las vandas o vanda] S1 y S2: la vanda o vandas 264 representa] M: representan

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Faxa o barra representa victoria de batalla o trançe de entre un cavallero e otro; representa el canpo señalado, rayado o amojonado, dentro del cual fue la batalla o fueron fechas las armas o se alcançó la victoria. Parte de muro o torre o castillo o almena representa o ser ganado o ser defendido en alguna de aquestas maneras, por fortaleza o virtud personal o por poderío, así como podría acontesçer a un gran señor con su gente e a un gentilonbre, el cual fue el primero de la entrada, o otro que diese industria como la dicha parte se ganase e se tomase, seyendo él aquel el cual en todo más oviese fecho. Troços de fustes suelen algunos traer; estas tales armas representan escala significando la sobida peligrosa e onorable, seyendo aquel el cual primeramente subió o entró el muro o quebrantó la dicha escala o la quemó o la tomó, de cuya causa fue defendida la villa o çibdad o fortaleza, agora seyendo causa de [la]265 ganar o de la defender. Esto mismo es açerca de las cosas de la mar, así como governallos, entenas, velas, remos o las mismas fustas; todo lo tal trae significado victorioso e onorable. Asimismo es de aquellos que traen animales fieros, ca representan un266 vençimiento o fecho fazañoso, de lo cual era costunbre antiguamente —segund adelante se dirá— de los nobles gentiles; açerca de lo cual ay diversos e muchos enxenplos e pareçe en esto; ca es de saber que Ércoles traía el [cuero]267 de León guarnido con sus colmillos e las uñas de oro; otrosí Jasón, el Vellocino Dorado; Palefato afirma qu’el dicho Velleçino de oro traía Oetes, padre de [Medea], etc. (Caída, i §)268; Aventino, el escudo de la Idra [e]269 çient culebras; Teseo, el Minotauro; Ulixes, el Paladión; Atalante, la cabeça del puerco de Calidonia; Perseo, la cabeça serpentina270 de Medusa Gorgón; Dídimo afirma qu’el dicho Perseo troxo en su escudo por armas la cabeza de Medusa Gorgón, etc. (Caída, i §)271; Palas por el vençimiento del gigante Palete se llamo Palas, ca se solía llamar Tritonia Inumeria por la laguna272 de Tritone, 265 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 266 un] M, S2 y S2: su 267 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 268 Palefato afirma qu’el dicho Velleçino de oro traía Oetes, padre de [Medea], etc. (Caída, I §)] M, S2 y S2: omitido 269 o] M: e (enmiendo atendiendo a la lectura de M, enmienda que la referencia virgiliana corrobora) // S2: a 270 serpentina] S2: ser pintura 271 Didimo afirma qu’el dicho Perseo troxo en su escudo por armas la cabeza de Medusa Gorgón, etc. (Caída, I §)] M, S1 y S2: omitido 272 laguna] S2: alguna

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otrosí en memoria del vençimiento lo pintó e troxo273 por señal e por armas; Mercurio, la cabeza de Argos, de lo cual adelante se dirá, etc.; otrosí Apolo, el cuero e cabeça de la serpiente Fitond; otrosí Eneas troxo el escudo que ganó de Ulixes en la batalla de Troya, el cual avía seído del rey Avanci, el cual sienpre fue guardado por sus abuelos de Ulixes fasta entonçes —segund dize Virgilio en su Eneida—, el cual escudo fue así guardado en veneraçión como cosa divinal, segund es dicho; otrosí dizen que Tántalo274 tomó en el canpo a Ganímedes por fuerça por fazer serviçio a su padre Júpiter, e que d’esta causa nasçió grand guerra [entre]275 Tántalo e Trous; e dizen que este Tántalo, fijo de Júpiter, llevava la seña de su padre, la cual era el águila276, e277 d’esta causa se dixo qu’el águila arrebató278 a Ganímedes; otros dizen que el mismo Júpiter lo tomó, etc.; esto se lee en la General del mundo, en la segunda parte, libro XVI, capítulo IV; Don Enrique en las glosas de la Eneida dize que Júpiter en su vandera o pendón traía pintada el águila, etc.; dalo a entender el dicho autor por las siguientes palabras diziendo: «Ganímedes, fijo de Julio, rey de Troya, fue muy fermoso mançebo, el279 cual fingen los poetas que Júpiter tomando forma de águila lo arrebató en sus uñas del val de Yuda e se lo subió al çielo e lo fizo su copero e lo puso en el signo de Acario, queriendo dezir que Júpiter con armas avía ido a Troya e lo avía tomado280, leva[n]do281 en su seña o pendón una águila». Aun afirma Fulgençio que Júpiter truxo por armas un toro blanco, esto es en señal del robo que fizo de Uropa, fija de Agenor, en figura de toro, signas que más largamente está escrito (Godufredus in Theogonia, «de Europa Thetio filia», y. §. alia. i.: «altera fuit Agenor phoenicum regis filia que jone in forma vituli rapitur et in creta trasfertur ut patet Ovidius lib. III. Metamorfoseos splicavit»)282. Otrosí el Vergilio en su Eneida, libro VI, capítulo XXII, dize: «El fermoso Abentino traía en el escudo patrinal283 pintadas çient culebras»; eso mismo dize traía en otra manera una víbora, si quier Idra.

273 troxo] M: e lo 274 Tántalo] S1 y S2: tanto lo 275 Enmiendo atendiendo a la lectura de M. 276 e que d’esta causa nasçió grand guerra [entre] Tántalo e Trous; e dizen que este Tántalo, fijo de Júpiter, llevava la seña de su padre, la cual era el águila] S1: omitido // S2: lo tomó 277 e] S1 y S2: e que 278 arrebató] S1 y S2: arrapó 279 el] S1 y S2: del 280 tomado] M, S1 y S2: tomado o tomó 281 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 282 Aun afirma Fulgençio (...) splicavit»)] M, S1 y S2: omitido 283 patrinal] M, S1 y S2: paternal

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Por donde se prueva la dicha intençión, la cual es que las armas otrosí se començaron o inventaron en memoria de los fechos fazañosos, segund estos de quien fablamos; esto afirma el maestro Pedro, Gerónimo e Paulo Orosio, diziendo: «En el tienpo antiguo usavan los nobles que cuando alguno fazía cualque grand fecho luego traía la señal de aquel»; afirman esto mismo los escritos de los gentiles con los dichos autores; léese en el libro XV de la Estoria Mayor, en el capítulo VI: «e dizen que d’esta causa Ércoles traía el cuero del león e algunas vezes troxo el del puerco de Arcadia antes que matase al león, ca después sienpre troxo el cuero del león de la selva Nemea»; así que es de saber que el dicho animal por ser de fecho tan santo como es la gloriosa paz fue de tanta exçelençia que en los comienços antiguos fue digno de traer en armas y en vanderas284. Algunos dizen que Teseo cuando robó a Elena que llevava sobre las armas la señal del águila, otrosí en su vandera, ca es de saber qu’el águila era tenida por ave de Júpiter. Otrosí Marcus Valerio Publícola, porque cuando se conbatió con el Gaulo al comienço de la batalla vino un cuervo bolando por el aire e asentose en medio de entre el cavallero romano e el gaulo; e de allí vínose asentar sobre la cabeça en el yelmo del cavallero romano; e, como el dicho Marco lo sintiese, fizo oraçión a los dioses e al cuervo que la dicha señal fuese buen agüero de la dicha batalla, en la cual le quisiesen ayudar e dar vitoria; e, como ovo acabado285 la oraçión, el dicho cuervo partió contra el gaulo e con las manos y las uñas e con el pico dava al gaulo en los ojos; de manera que, por el buen indiçio o agüero, el romano se esforçó tanto que mató286 al gaulo y lo vençió287; e de allí se siguieron dos cosas: la una, qu’el dicho Marcus se llamó de allí adelante Marco Valerio Cuervo; e la otra, qu’el dicho cuervo troxo por armas e288 en vandera; esto afirma Titus Libius en su Primera Década, libro VII, capítulo XII289, etc. E allegándonos más a nuestras edades, es de saber cómo el rey de Navarra e el reino traen las cadenas por armas representando la victoria que ovieron el rey don Alfonso de Castilla e el rey de Aragón e el rey de Navarra de aquella batalla que se dize de las Navas o Puerto290 Muladar, por qu’el Miramemolín tenía 284 así que es de saber que el dicho animal por ser de fecho tan santo como es la gloriosa paz fue de tanta exçelençia que en los comienços antiguos fue digno de traer en armas y en vanderas.] M, S1 y S2: omitido 285 acabado] M: acabada 286 mató] M: vençió 287 vençió] M: mató 288 e] S1 y S2: omitido 289 capítulo XII] M: capítulo XII, do lo fallará quien verlo quisiere // S1: cº vii, do lo fallará quien verlo quisiere // S2: cap. 7º, do lo fallará quien verlo quisiere 290 Puerto] S1 y S2: Puerto de

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fecho un corral de cadenas dentro del cual él estava; e el rey de Navarra dize que después de aquella batalla, al tienpo del partir la dicha291 presa, fue fecha partiçión d’esta manera: al rey d’Aragón se dio el despojo; el rey de Castilla no quiso salvo la onor que del fecho se le [siguió]292; el rey de Navarra no quiso salvo consentimiento qu’él solo pudiese traer las dichas cadenas por armas en representaçión de la dicha vitoria e de las cadenas tomadas al dicho Miramamolín, las cuales traen el rey y el reino 293 de Navarra oy294. El rey de Portugal don Alfonso primero —en representaçión de la famosa batalla del Canpo de Orique que ovo con çinco reyes— truxo los çinco escudos con las quinas, segund de suso es dicho, etc.295 Don Alfonso Pérez de Guzmán el bueno troxo —e agora las traen296 el duque de Medina e los de su linaje, e don297 Álvar Pérez de Guzmán— las cabeças de sierpe en las calderas, representando la victoria e muerte que fizo a la sierpe, la cual mató o ayudó a matar al león en África en tierra de Fez, sea verdad que otro semejante fecho acaesçió a un otro cavallero que se llamó Fernand Sianches de Valboa, el cual león sienpre le aguardó en reconoçimiento del benefiçio; él olvidado de meter en la nao —en que entró el dicho cavallero— el león, siguiéndolo por la mar nadando afogose298. Otrosí aquellas tres faxas de goles o de colorado que traen los del linaje de Córdova, así como don Alfonso, señor de la casa de Aguilar, y el conde de Cabra299 e los otros cavalleros de quien es fecha mençión, lo cual representa la causa prinçipal de la tomada de Córdova, otrosí las feridas e sangre vertida e aquel acto glorioso que entonçes obró el rey don Fernando cuando300 un cavallero de aquellos, el más prinçipal, saliendo ferido, el rey llegó a él e la razón que entre ellos pasó no la sé, pero el rey mojada la mano de la sangre301 291 dicha] M: omitido 292 Enmiendo atendiendo a la lectura de S1 y S2. 293 Enmiendo atendiendo a la lectura de M. 294  de Navarra oy] S1 y S2: hoy día en Navarra 295 El rey de Portugal don Alfonso primero —en representaçión de la famosa batalla del Canpo de Orique que ovo con çinco reyes— truxo los çinco escudos con las quinas, segund de suso es dicho, etc.] M, S1 y S2: omitido 296 traen] S1 y S2: trae 297 don] S1 y S2: aun 298 sea verdad que otro semejante fecho acaesçió a un otro cavallero que se llamó Fernand Sianches de Valboa, el cual león sienpre le aguardó en reconoçimiento del benefiçio; él olvidado de meter en la nao —en que entró el dicho cavallero— el león, siguiéndolo por la mar nadando afogose] M, S1 y S2: omitido 299 y el conde de Cabra] M: omitido 300 cuando] S1 y S2: que 301 de la sangre] M, S1 y S2: de la dicha sangre

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pasola por el escudo del dicho cavallero e no tiñó salvo con los tres dedos; e d’esta causa dende entonçes traen aquellas tres faxas bermejas en un escudo de oro, segund que las oy traen, etc. Capítulo XIII. Cómo se deven traer las armas e de qué figuras o formas e de cuáles cuerpos

Sabido es cuáles fueron los fines por cuyo respecto302 las dichas armas o insignias fueron falladas o dadas de los prínçipes, asimismo cuáles303 fueron los primeros prínçipes que las dieron304, asimismo aquello que representan los cuerpos bivos o no bivos e sus significados; agora queda de dezir cómo han de ser traídas e la forma que açerca d’ellas deve ser guardada. Donde es de notar que en una de cuatro maneras deven ser las armas traídas o tomadas de la autoridad del prínçipe: la primera es que las armas han de ser o figura de cuerpo de animal bivo sensible; la segunda, de cuerpo bivo no sensible; la terçera, de cuerpo estante no bivo nin sensible; la cuarta, de partes de cuerpo305 bivo sensible o no sensible o de cuerpo estante no bivo ni sensible. Si de cuerpo bivo sensibile, será un león o un306 águila o un [cavallo]307 o una serpiente, enxenplo 308 como fue dado a Judas el León e a Isacar el asno y el309 culebro Adam310 e a Neptalín el çiervo, etc. Si de cuerpo bivo no sensible, el cual es cualquiera planta o yerva, árbol o foja o flor; esto es como a Aser, al cual fue dado el faz de la mies, a Zabulón, la [nave]311, a Josep, el arco, etc.; otrosí como las flores de lis de Françia, etc. Si de cuerpo estante no312 bivo ni sensible, es así como un castillo, segund lo traen los reyes de Castilla, o torre, segund el linaje de Torres, que son çinco torres de oro en [canpo]313 colorado. 302 cuyo respecto] S1 y S2: cuyos respectos 303 cuales] S1: que las 304 asimismo cuáles fueron los primeros prínçipes que las dieron] S2: que las traxeron los primeros príncipes que las dieron 305 cuerpo] S1 y S2: cuerpo estante non bivo nin sensible, pero 306 o un] M: una // S2: aun 307 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 308 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 309 asno y el] M: omitido 310 Adam] M: omitido 311 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2, así como por coherencia con lo que el propio autor había afirmado anteriormente sobre este personaje y los símbolos de sus armas. 312 no] M y S1: nin // S2: non 313 Enmiendo atendiendo a la lectura de S1 y S2.

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Si de partes, es como las armas de Hércoles, que traía el cuero de314 león (en la primera tragedia, en el acto terçero, fablando Teseo con Anfitrión dize: «el fuerte Hércoles poniendo el escudo con la su mano siniestra delante del rostro del [cançervero]315, en el cual escudo estava o traía la piel del león que316 Hércoles avía muerto e vençido con su mano victoriosa»); o el velloçino dorado que traía Jasón; o317 la cabeça serpentina318 de Medusa o Gorgón que traía Perseo llena de culebras; o el basilisco que traía Murro después que lo mató en Libia; otrosí la cabeça de Argos, pastor de Juno que mató Mercurio; la cabeça de Fitón que traía Apolo, e el cuero, etc. —es de saber que Apolo mató la serpiente que se dezía Fitón en el monte Parnaso, porque quería matar319 a su madre, Latona; la cual desolló e puso el cuero en su escudo, algunos dizen que en la mesa en que davan respuestas, pero puede ser que fizo el320 escudo mesa; pónelo Lucano en el VI libro—; o dos cabeças, o más o menos, de león o de lobo o de otro animal; o los braços o ma[nos]321 o las [ancas]322, etc.323; o los medios cuerpos de una324 honça contra la cabeça o contra los pies; e así de los otros mienbros o [partes]325. Es de saber que cualquiera de las figuras (otrosí de las partes) deven ser puestas en manera que su propia natura demuestre sienpre bivir, guardando que en su estar no demuestre ser muerta, mas antes ser biva, así será o representará más nobleza. Otrosí se nota326 que la cabeça es el327 más noble mienbro; e, de los otros, los braços; e, de los braços328, el derecho más qu’el isquierdo; e así de las piernas o pies, etc.; donde es de guardar a todo aquel a quien armas ayan de dar que las tales figuras no sean puestas sin guardar una cosa, ca es de saber que la329 no guardando serían falsas: esto es que, si la figura fuere de metal, sea el escudo de color; e, si la figura fuere de color, el escudo sea de metal. 314 de] M, S1 y S2: del 315 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 316 que] M, S1 y S2: puesta que 317 o] M: e 318 serpentina] S1: ser pintina // S2: ser pintura 319 matar] S1 y S2: omitido 320 el] M, S1 y S2: del 321 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 322 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S2 y S2. 323 etc.] M: de otros, etc. // S1 y S2: de otro 324 una] S1 y S2: omitido 325 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 326 nota] M: note 327 el] M: omitido 328 de los braços] M: dellos 329 la] M: lo

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E, porque disputar la nobleza de entre los escudos de armas o las figuras segund la330 propiedad de la figura e de331 su calidad, asimismo de los colores e332 por sus virtudes, por sus exçelençias, por los elementos, por las planetas, por los metales, por las piedras sería nuestro proçeso difuso, lato e más largo, lo cual no es la intinçión o propósito, por tanto dexarse á la disputa e disçernençia remitida a otros lugares, do las fallará quien buscar e trabajar quisiere333 por partes alquímicas, estrológicas e filosóficas; pero solamente diremos o razonaremos de aquello que solamente converná para instruir a los nuevos [cavalleros]334 o infantes por edad, por razón de lo cual aún no avrán venido a entender açerca de aquesta çiençia de cuya materia e esençia trata el presente libro, etc. Aquí es de notar una cosa, que algunos han querido afirmar que las armas deven ser proporçionadas solamente de los cuerpos sobredichos e el cuerpo de animal raçional en la presente proporçión no deve ser puesto, ca el onbre deve ser servido de todos los cuerpos [de] animales335, ca así lo mandó Dios e que d’esta causa no deve la forma humana servir336 en la dicha proporçión ni en el dicho acto; a esta razón ayudan todas las maneras de los prinçipios de las armas, como pareçe en Júpiter, en Alixandro, en Jacob, en Julio César, en Carlos Magno e en todos los otros que fueron inventores337 de las armas, los cuales nunca quisieron tomar salvo de los dichos cuerpos, puesto que tovieron actos muy338 gloriosos de que pudieran fazer la dicha proporçión de forma humana. Pero, no obstante esto, yo vi a dos alemanes traer la dicha forma, ca el uno traía una cabeça de una donzella con el cuello fasta los onbros e otro traía la misma forma de un turco de los onbros arriba; asimismo otro que traía dos braços de forma humana339; otrosí el linaje de Bonifaz trae tres caras y sus cabeças; otrosí340 Çaragoça trae tres cabeças de negros con sendos veletes de lienço atadas por las fre[n]tes341 en un escudo, etc.342 Mas yo fuera d’estos343

330 la] M: su 331 de] M, S1 y S2: omitido 332 e] M, S1 y S2: omitido 333 quisiere] S1 y S2: omitido 334 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 335 e animales]: M: de animales // S1 y S2: animales 336 servir] M: omitido 337 que fueron inventores] M: omitido 338 muy] S1 y S2: omitido 339 asimismo otro que traía dos braços de forma humana] M: omitido 340 otrosí] M: asy mismo 341 fre[n]tes] M, S1 y S2: fruentes 342 M: otrosí yo vi otro que traía dos braços de forma umana (add.) 343 d’estos] M: d’estos reinos

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nunca vi ni oí que onbre viese otro, comoquiera que yo trabajé en ello mucho catando todas las armas de los estrangeros que son pintadas en Toledo, en Córdova, en Sevilla e en otras partes. Aquí es de saber que los cuerpos supraçelestes pueden ser tomados344 para la dicha proporçión, pero no las inteligencias separadas, ca si alguno la deviera traer345 fuera Jacob por la grand lid que ovo en la lucha con el santo ángel. Pero es de saber, segund opinión de algunos, que los dichos cuerpos çelestiales son más nobles e de más noble materia que los onbres; mas, puesto que ello346 así sea en su creaçión, después del loor e alabança de Dios fueron ordenados para servir e aprovechar al onbre, do se salva la dicha propusiçión e, comoquiera347 qu’el onbre no sea tan excelente o de tan pura materia cuanto a la materia, fue para que fuese servido de todas las otras cosas; e así razonablemente tienen aquellos que afirman qu’el onbre o figura humana no deve servir en el dicho acto, puesto que los cuerpos çelestiales puedan o devan348 servir en la dicha proporçión de armas como se usa comúnmente, ca es un natural prinçipio, el cual dize que todas las cosas terrenales349 pueden venir en usofruto salvo el onbre. Capítulo XIV. Cuáles formas o figuras d’armas son más o menos nobles, açerca de lo cual pone enxenplo Porque agora es de saber que las armas tanto son unas más exçelentes e más nobles que otras, cuanto aquella figura de que fueren las armas fuere350 más noble351 que las otras352 de cualquiera de las figuras; así bien como si un cavallero trae un escudo blanco e en aquel un lobo prieto y otro cavallero trae un león de oro en escudo353 de goles o bermejo; ca, en cuanto a los animales, más noble animal es el león que el lobo, ca es más noble en natura354 e en su condiçión e calidad.

344 tomados] S1 y S2: tomadas 345 traer] S1 y S2: de traer 346 ello] S1 y S2: omitido 347 comoquiera] S1 y S2: como 348 o devan] S1 y S2: omitido 349 terrenales] M, S1 y S2: terrenas 350 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 351 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 352 las otras] M, S1 y S2: la otra 353 escudo] M, S1 y S2: un escudo 354 natura] M, S1 y S2: su natura

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Pero de aquí nasçe otra quistión o igualdad, que, puesto qu’el león en cuanto animal es más noble qu’el lobo, el escudo del lobo o canpo en cuanto canpo es más noble, como sea metal el cual representa lo blanco, e lo blanco, claridad, e la claridad, folganza e [gloria]355, otrosí la claridad, luz, e la luz, vida; e, por el contrario, lo negro, escuro, e356 lo escuro, tiniebra; la tiniebra357, muerte, pena e infierno. Así qu’el escudo blanco (en cuanto la dicha representación) es más noble que no el escudo de goles o bermejo, en cuanto es color. Pero tanbién como el color bermejo representa el fuego, e d’esta representaçión se sigue otra: el cual fuego representa el oro, qu’es más358 noble metal: el oro representa el sol, que es la más noble planeta; el sol es claridad. Esto afirma Reimundo en el libro que comiença «dixo el sabio Salamón», en el capítulo e 359 remedio IX, diziendo: «Manifiesto es que, de las cosas360 que en este mundo son, algunas361 d’ellas representan çelestial gloria de Dios e otras demuestran el estado tenebroso del infierno, ca362 el sol e Júpiter e el oro e las otras cosas que alegran363 e consuelan por razón de claridad e de su luz representan e demuestran la grand gloria de Dios; e Saturno, que es negro, e la luna maculosa e negra, e las cárçeles e las cuevas escuras e negras representan o demuestran las condiçiones orribles del infierno; e d’esta causa los demonios aborreçen la claridad e las cosas de Dios». Otrosí es de saber que la claridad representa día, e la tiniebra, noche. Otrosí dize maestro Juan el364 Inglés sobre un verso del Ovidio en el Metamorfoseos, allí do fabla de cómo las moras se tornaron de blancas prietas con las sangre de Píramo, que lo blanco significa la365 vida e lo negro, la muerte, etc.; como sea el dicho fuego el más noble elemento considerado el tal respeto; e así, de una representaçión en otra e de un respecto en otro, muchas vezes la dicha exçelençia e nobleça prevarica e varía el favor e adyutorio suyo por la diversidad de las representaçiones e respetos de las figuras, de los metales e de los colores, otrosí de los elementos, de los planetas e de las piedras e sus diversas virtudes, asimismo de los animales; lo cual difinido y reduzido a menos palabras, digo que 355 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 356 e] M, S1 y S2: omitido 357 la tiniebra] S1 y S2: omitido 358 más] M, S1 y S2: el más 359 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 360 cosas] S1 y S2: omitido 361 algunas] M, S1 y S2: que algunas 362 ca] S1 y S2: e a 363 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 364 el] S1 y S2: omitido 365 la] S1 y S2: a la

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cualesquier armas así serán mas nobles cuanto aquellas figuras366 de que fueren367 e aquellos colores e aquellos metales fueren de los más nobles o de los menos nobles, cada una cosa segund su natura: de los animales, de los cuerpos bivos o no bivos, estantes o no estantes, sensibles o no sensibles, otrosí las partes, las delanteras, las çagueras, las diestras o siniestras, los elementos, las piedras e las planetas e368 plantas369 e todas las otras cosas, segund que es dicho, ca en la dicha o semejable consideraçión o disçernençia prudente o discretamente fecha se fallará o alcançará mayor nobleza, tomando de370 cada un cuerpo segund es dicho sus más respetos e mejores e más representaçiones, ca es de saber que aquello do más exçelençias e más altas representaçiones e más trasçendentes fines avrá, más e mayor nobleza terná. Pero es de saber expresando más la materia que un león bivo [traído]371 por armas e otro muerto, más noble es el vivo que no el muerto; e así de los otros animales en sus mismas naturas, ca el uno muestra perfeçión e el otro corrupçión372. Capítulo XV. Cómo un cuerpo o figura, seyendo por natura

de la virtud de la representaçión otro cuerpo o figura menos noble, será más noble acatado373 aquello que representa, açerca de lo cual pone enxemplo

Es de saber que un animal sensible es más noble que ninguna [planta]374 en respeto de su naturaleza, así como un águila o un león es más noble que un madero a su propia natura; pero fagamos del madero una cruz: por respeto del madero así fecho cruz, la cual respresenta nuestra salvaçión fecha en la santa e gloriosa cruz, más exçelente e más noble será aquel palo fecho cruz e así de las otras cosas. E porque como es dicho375 aquí no somos a disputar, ca de una quistión nasçen muchas e non son las tales sotilezas de

366 figuras] S1 y S2: figuras virtudes 367 fueren] S1 y S2: fueron 368 planetas e] S2: omitido 369 e plantas] S1: omitido 370 de] S1: de cada un animal, de cada un metal e de // S2: de cada animal, de cada un metal e de (todo hace pensar que esa lectura también era la que ofrecía M, cuyo texto no se lee debido al mal estado del códice, estropeado por un agujero. En tanto que tiene sentido, mantenemos la lectura del incunable). 371 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 372 M, S1 y S2: etc. 373 acatado] S1 y S2: acatando 374 Emiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 375 como es dicho] M: como dicho es

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nuestro propósito, ca son para los más376 letrados, ca yo rudo soy377, que solamente aquí378 se fabla para los infantes por edad e para los cavalleros nuevos solamente que sepan bien entender379 las armas e380 conosçer sus defectos e falsedad e sentir el381 blasón llanamente; ca no buscamos aquí la fermosura del disputar, mas solamente aquello que puede mucho aprovechar. E con tanto çesan todas las quistiones que açerca de la presente materia convenían ser disçernidas e desmenbradas. Pero notemos382 que todo animal bivo sensible o no bivo ni sensible o383 cuerpo estante ni bivo ni sentible384 nin las partes, todavía conviene ser puestas cualquiera figura en la mayor perfeçión de esençia385 e de su propiedad e natura386: las387 cosas feroçes, en su mayor feroçidad sienpre acatado su más propio o perfecto acto; otrosí las domésticas e mansas388, en su mayor mansedad; las estantes, en su mayor estabilidad; las ligeras, en su mayor ligereza o veloçidad. Otrosí es de saber que todo animal deve ser puesto acatante en la parte siniestra de como nós acatamos e de la diestra del escudo, segund que está la figura sienpre contra adelante. Otrosí deve estar andante, corriente, saltante, pasante; e en el tal acto sienpre la mano o braço derecho faziendo prinçipio al movimiento del acto en que está puesto o para andar o correr o bolar o saltar o 389 [arranpar] o tomar o caçar, puesta cualquier figura en su mayor perfecçión de esençia e de su propiedad e natura segund es dicho: las figuras feroçes, en su mayor feroçidad; e las390 estantes, en su mayor estabilidad; las domésticas, en su mayor domestiçidad e mansuedad; las ligeras, en su mayor ligereza e veloçidad; e así de los otros, etc.; el león, rapante; el cavallo, corriente; la onça, saltante; el lobo, caçante, cevado o armado; el raposo, 376 más] M: omitido 377 rudo soy] M: rudo soy e sin letras // S1 y S2: rudo e sin letras soy 378 aquí] S1 y S2: así 379 M presenta un agujero que convierte en ilegible esta palabra, así como muchas otras de las que vienen a continuación. Es posible que se utilizara otro verbo, ya que este mismo se emplea inmediatamente después. 380 e] M: e entender d’ellas 381 conosçer sus defectos e falsedad e sentir el] S1 y S2: omitido 382 notemos] S1 y S2: non tenemos 383 o] S1 y S2: omitido 384 sentible] S1 y S2: sensible 385 esençia] S1 y S2: çiençia 386 e natura] S1 y S2: naturales 387 las] S1 y S2: omitido 388 e mansas] S1 y S2: opiniones e más 389 ] M, S1 y S2: arrapar 390 e las] S1 y S2: omitido

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asechante; el elefante, andante; el puerco, freçante, andante, armado; el oso, levantante e amenazante, armado; el águila camina[nte]391, bolante, arrapante o caçante; e así de las otras de su natura; la paloma andante, benigna e mansa; e así de las otras de su natura; el castillo, estante, torreado, firmante; la torre, alta, derecha, estante, firme; el muro, fuerte, otrosí firme e alto; así de las otras figuras segund la regla dicha. Capítulo XVI. Cómo todas las armas de los generosos deven ser ordenadas o proporçionadas de dos metales o de cuatro colores o de alguno de otros metales

—oro o plata— o de alguno de los

colores dichos

Es de saber que, para proporçionar armas a cualquier nuevo noble e para las armas de todos los fijosdalgo que las traen, allende de las figuras dichas son menester otras dos: la primera de las cuales es que sepamos cómo armas de generoso no pueden proporçionarse sin dos metales, conviene a392 saber, oro e plata; de aquestos dos —e de todos los otros— es más noble el oro, porque representa el sol; esto pareçe por estas palabras de los maestros que fablaron açerca del alquimia, espeçialmente el maestro Reimundo en el Arte breve, otrosí maestro Arnao de Vilanova, etc. Dizen así: «Dios ordenó por las influençias de las siete planetas e dispuso e ordenó siete metales en las entrañas de la tierra: por Saturno ordenó el plomo; e, porqu’el plomo tiene las propiedades del Saturno, es llamado Saturno, etc.; por Júpiter dispuso el estaño; e, porque’el estaño tiene las propiedades del Júpiter, es llamado Júpiter; por Mars ordenó el fierro; e, porqu’el fierro tiene las propiedades de[l]393 Mars, es dicho Mars; por el sol, qu’es la más noble planeta de todas, dipuso e ordenó el oro; e, porque tiene las propiedades d’él, es llamado sol; por Mercurio dispuso el azogue; e, porque tiene sus propiedades, es llamado mercurio; por Venus dispuso e ordenó el cobre; e, porqu’el cobre tiene sus propiedades, es dicho Venus; por la luna ordenó e dispuso la plata; e, porque la plata tiene las propiedades de la luna, es llamada luna, etc.». Así que por aquí se prueva cómo el oro es el más noble metal, pues representa la más noble planeta; e, después del oro, la plata es el más noble metal de los otros metales porque representa la luna.

391 camina] M: canina 392 a] S1 y S2: omitido 393 Enmiendo atendiendo a la lectura de M y por coherencia con el resto del fragmento, donde en expresiones paralelas siempre se utiliza el artículo determinado.

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Capítulo XVII. De los cuatro colores naturales394 e de sus395 representaçiones

La segunda cosa es de saber cómo para la dicha proporçión ser fecha conviene a saber que son cuatro colores naturales396: el primero es azul, el segundo es verde, el terçero es negro, el cuarto es colorado; es otra397 color que se dize púrpura, algunos quieren contalla por quinta color, pero no es propia color natural salvo es contada so la color del398 goles399; afírmalo Bártulo400 en el tratado De Insignis et armis diziendo: «la siguiente color es más noble, conviene a401 saber púrpura402 o colorado, etc.». Otrosí es de saber que por estas razones no es color por sí: la una403, porque no404 tiene [representaçión] de elemento; la otra, porque no tiene representaçión de piedra preçiosa; la otra, porque no representa virtud, salvo aquellas que representa405 el color del goles. Pues luego síguese que la dicha color de púrpura se cuenta o deve ser contada so el color de colorado o goles406. Otrosí el dotor Onorat Bonet en el Árbol de Batallas, en el libro IV, capítulo LXXXIX, afirma que el color de púrpura es de entender por colorado; esto es como en el presente o nonbrado capítulo dize y comiença así: «el segundo color es púrpura, el cual representa el fuego, que es el más luziente después del sol, etc.». Otrosí aun lo confirma diziendo en el fin del capítulo: «Segund las leyes antiguas ninguna otra persona no podrá traer el dicho color salvo los prínçipes»; y, como el color de que fablamos es aquel que los prínçipes vestían, es a saber, colorado, luego síguese que púrpura y bermejo es todo un color, lo cual no se puede negar407. Otrosí es de saber cómo el presente propósito se prueba por un exenplo familiar y natural, el cual es este: çierto es qu’el bermellón cuando es en piedra es de color de morado o purpúreo, esto mismo es cuando molida408, pero como es 394 naturales] S1 y S2: natales 395 sus] S1: sus que 396 naturales] S1 y S2: natales 397 es otra] M y S1: es otro // S2: essotro 398 del] M: de 399 goles] M.: goles, o al menos, devería 400 Bártulo] S1 y S2: el Bártulo 401 a] S1: omitido 402 púrpura] S1 y S2: purpúreo 403 la una] S1 y S2: lo uno 404 no] S1 y S2: omitido 405 representa] S1 y S2: representan 406 goles] S1 y S2: goles, etc. 407 negar] S1 y S2: negar, etc. 408 molida] S1 y S2: molido

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desfecho luego como es para escrevir sin otra medeçina es tornado colorado o goles, etc409. Eso mismo afirma el Boeçio, De consolaçión, en el II libro, verso v, diziendo: «los velleçinos luzios de los seres tener410 con tirio venino», sobre la411 cual dize una glosa del Rodrigo de412 Arroyal: «Venino dize por la sangre de un animal llamado astrotirión, que se cría en conchas, y porque se fallan muchos en la ribera de la mar Tirio413; con la cual sangre se tine la seda para fazer la púrpura»; en el libro III, dize en el verso IV: «aunqu’el414 sobervio Nero de cruel luxuria se adornase de ostrotirio»; dize la glosa: «Entiéndese por la púrpura que es tenida bermeja con la sangre d’este animal, segund es dicho, etc.». El Seneca, en la segunda tragedia, en el xi acto, dize fablando de Tiestis: «en la mar de Tiria es un animal, el cual cortado con fierro lança la sangre de color de grana con la cual se tiene la púrpura415»; de do resulta ser provado nuestro intento e propósito. Esto mismo afirma Muisén en el Éxodo, capítulo XVI, dizien[do]416: «Púrpura e tinto bermejo e viso y lanas, X417»; dize adelante: «dieron el que ovo jaçintos o púrpura o paño bermejo418». Otrosí dize Abenmesne, filósofo419 natural y físico, en un tratado que fizo de las sangrías: «faze sangre semejante a púrpura bermeja y espesa, la cual es malenconía, etc.». En el libro III, el Boeçio, en el verso VIII: «el cual420 de bermeja421 púrpura y aunque ribas422 traigan423, etc.». Do remanaçe ser superabundantemente provada nuestra opinión, la cual es qu’el color purpúreo es contado por las razones dichas so el color del goles424, ca de aquesta425 color púrpura no se faze mençión salvo en España.

409 etc.] S1 y S2: omitido 410 tener] S1 y S2: tiñir 411 la] S1 y S2: lo 412 de] S1 y S2: del 413 de la mar Tirio] S1 y S2: del covartirio 414 Aunqu’el] S1 y S2: aunque 415 púrpura] S1 y S2: púrpura, etc. 416 Enmiendo atendiendo a la lectura de S1 y S2. 417 x] S1 y S2: et 418 bermejo] S1 y S2: bermejo, etc. 419 filósofo] S1 y S2: ferrando 420 el cual] S1 y S2: omitido 421 bermeja] S1 y S2: bermejura 422 ribas] S1 y S2: riberas 423 traigan] S1 y S2: traiga 424 afírmalo Bártulo en el tratado De Insignis et armis diziendo (...) por las razones dichas so el color del goles.] M: omitido 425 de aquesta] S1 y S2: d’esta

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Es de notar que cada uno de aquestos colores es cada uno más noble cuanto tiene426 más noble representaçión o respecto, así çerca de sus elementos a427 que han acatamiento o respeto como açerca de la virtud de las piedras a que acatan o representan, ca es de saber qu’el color azul, qu’es dicho blao, representa aire, el color bermejo o goles representa el fuego, el color verde es dicho [sinoble]428, el cual color representa el agua, el color negro es dicho [sable]429, el cual representa la tierra. Así que en el acatamiento de las calidades naturales y de las representadas cada uno de los dichos colores son más o menos nobles, etc. Capítulo XVIII. De las propiedades de los cuatro elementos La propiedad del aire segund los maestros del alquimia mençionados en el libro reçitado, espeçialmente Odoardo, rey de Inglaterra, el cual dize que la propiedad del aire es augmentar, bivificar, endulçeder, el cual faze fluere las partes discontinuadas o sotilmente apartadas, etc. La propiedad del fuego es escalentar, desecar e tenier430. La propiedad del agua es resider mucho, restrinir, disolver e lavar. La propiedad de la tierra es mucho seca, congela e fixa. Dize más el Reimundo en el dicho libro: el efecto del fuego es que regala todo metal e lo apura e lo afina; el efeto del agua es que lava toda suziedad; el efeto del aire es ser vida de todo biviente; el efeto de la tierra es ser sostenimiento de todo cuerpo e criar toda planta. Dize Mastro Viçente en uno de sus sermones: «Cuatro [monumentos]431 son, en uno de los cuales es neçesario qu’el cuerpo del onbre sea sepultado»; e dize así: «el primero es la tierra, qu’es monumento común; el segundo es el agua, monumento más noble; el terçero, el aire, monumento más noble qu’el agua; el cuarto es el fuego, monumiento más noble que todos, etc.». Que sea más noble el dicho fuego pareçe claro por las cosas dichas e aún se prueva que dize el bienaventurado autor en uno de sus sermones diziendo las siguientes palabras: «por los pecados de los onbres los elementos se infecçionan e corronpen, pero el fuego no se corronpe ni se infecçiona, porque es más puro e más noble elemento». E dize que por esto, porque432 en los postrimeros días será la fin por fuego,

426 tiene] S1 y S2: tiene cada uno 427 a] S1 y S2: o 428 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 429 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 430 tenier] M, S1 y S2: teñir 431 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 432 porque] S1 y S: que

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etc.; de do se sigue el propósito, así que de las presentes sentençias se puede considerar la mayor nobleza açerca de los elementos. E de aquí pasaremos a las virtudes de las piedras; pero aún queda de433 dezir cómo cada un elemento tiene en su favor e ayuda una planeta d’esta manera: Saturno tiene a la tierra; Mercurio, al agua; Júpiter, al aire; el Sol, al fuego; otrosí la propiedad del agua es ser fría y úmida; la propiedad del aire es ser caliente e úmido; la propiedad del fuego es ser caliente e seco; la propiedad de la tierra es ser fría e seca, etc. Capítulo XIX. De la propiedad de los dos metales de nobleza, que son oro e plata

La propiedad del sol es vida, gozo e alegría e vida de los onbres e mugeres, mayormente de los nobles e reyes o prínçipes. La propiedad de la luna es movimiento de creçimiento e menguamento, [e mostramiento]434 de todos los movimientos. Capítulo XX. En el cual se trata açerca de la representaçión de los colores que han a las piedras

Otrosí es de aver consideraçión neçesaria açerca435 de las piedras, açerca de las cuales ay otros diversos acatamientos e respetos los cuales fazen las dichas colores más o menos nobles. Porque es de saber qu’el color azul representa la piedra preçiosa que se dize turqueza o çafir. El color bermejo o púrpura436 significa o representa otra piedra preçiosa que se dize rubí. El color verde significa o representa otra piedra preçiosa que es dicha esmeralda. El color negro significa o representa otra piedra437 qu’es dicha [carboncol]438 o diamante o corvelina439; pero es de saber que la real representaçión es la piedra preçiosa que se llama Morión de la India, la cual —segund Plinio— es toda muy negra, el cual dize: «morion [Indica] quae nigerrimo colore [translucet] [vocatur] [pramniom] Grecis»440. 433 de] S1 y S2: por 434 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 435 açerca] S1 y S2: çerca 436 o púrpura] M, S1 y S2: omitido 437 piedra] M, S1 y S2: piedra preçiosa 438 Restituyo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 439 corvelina] M, S1 y S2: cornelina 440 pero es de saber que la real representaçión es la piedra preçiosa que se llama Morión de la India, la cual —segund Plinio— es toda muy negra, el cual dize: «morion [Indica] quae nigerrimo colore [translucet] [vocatur] [pramniom] Grecis»] M, S1 y S2: omitido 441 çerca] S1 y S2: açerca 442 virtudes] S1: virtudes e çetare //S2: et caetera 443 toda] S1 y S2: a toda 444 venir] S1: venir las cossas 445 ponçoñas] M, S1 y S2: ponçoña 446 otrosí, que la vista del basilisco no le enpeçerá] S1: omitido 447 otrosí, que la vista del basilisco no le enpeçerá a quien lo troxere; otrosí pestilençia ni epilençia no le daña] S2: empezerá ni de aspio 448 de] S1 y S2: et de

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dideza, alegría o victoria. El color verde representa o significa esperança. El color negro representa o significa449 firmeza, obediençia450, onestidad o mesura, etc. E así ayamos puesto en fin el blasón de las dichas armas venerable señal de la alta nobleza, todavía aviendo por fundamiento que açerca del proporçionar o ordenar de las armas no conviene poner color sobre color ni metal sobre metal, segund es dicho, ca lo tal sería falso y451 error muy452 reprovable e odioso a la generosa orden de las armas, la cual no consiente la tal falsedad, etc.; comoquiera que de algunos fue opinión, segund adelante se dirá, cómo el color puede ser puesto sobre color enxenplificando con el linaje de los Mendoças, e metal sobre metal enxenplificando con las armas de Jerusalem o del duque [don]453 Gudufre de Bullón; lo cual se contradirá e negará afirmando que la tal conclusión es falsa por sus mismas alegaçiones, esto es segund verdad, otrosí segund opinión común de todos los reyes de armas e ofiçiales. E así por agora çesa fasta su lugar, etc. Capítulo XXIII. En454 el cual se prueva cómo el oro es más noble metal

Es de saber qu’el oro es el455 más exçelente metal de todos los metales, segund es dicho; lo cual pareçe por estas palabras, las cuales pone el Plinio, diziendo: «el oro es prínçipe e rey de los456 cuerpos minerales, el cual faze mudar de una substançia en otra e bolar los otros cuerpos; asimismo es más noble porque representa el sol, que es el457 más noble planeta de los458 planetas»; e459 dize más: «luego460 después del oro el más noble metal es la plata açerca de sus propiedades, asimismo en respeto de lo que representa, que es la luna, la cual es más noble que ninguno de los otros461 planetas, etc».

449 esperança. El color negro representa o significa] S1 y S2: omitido 450 obediençia] M: omitido 451 y] S1 y S2: omitido 452 muy] S1 y S2: e muy 453 de] M: don // S1 y S2: omitido 454 en] S1: omitido 455 el] M: omitido 456 los] S1 y S2: todos los 457 el] S1 y S2: la 458 los] S1 y S2: las 459 e] S1 y S2: omitido 460 luego] M, S1 y S2: e luego 461 los otros] S1 y S2: las otras

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Introduçión para venir a tratar de las cotas de armas e de las señas, otrosí de otras sotiles conclusiones Agora, pues es concluido el proçeso del blasón açerca de los metales e exçelençias, otrosí de los colores, de sus respectos e representaçiones, de los elementos e sus propiedades e efetos, de las planetas e sus influençias, de las piedras, sus virtudes, vernemos a tratar de las cotas de armas, de las insignias e vanderas segund el fuero o costunbre d’España462; otrosí, açerca de las costunbres463 de Alemaña e Françia, e las diferençias d’ellas; otrosí, quién e cómo las pueden o deven traer; otrosí, cómo se pueden ganar o perder las armas; la diferençia464 de los bastardos a los legítimos; de los herederos465 de las casas e de los que no las heredan; cómo ovieron lugar las armas de Jerusalem estando metal sobre metal; cómo se destruye lo alegado de las armas de Mendoça; la diferençia de los veros a los armiños; cómo o cuándo se deven466 dezir veros e cuándo verados; otrosí de aquello que algunos que quisieron dezir que las arma[s]467 de cuerpos bivos eran propias468 armas e otros passos; lo cual se partirá por çiertos párrafos porque más sanamente se fable açerca de lo sobre escrito469. Capítulo XXIV. Trata quién y cómo se deve traer la cota d’armas, el cual capítulo es partido en çiertos párrafos porque mejor se conprehenda la razón

Cota d’armas deve traer el prínçipe e todos los cavalleros ançianos, aquellos los cuales son más para consejo que para armas; otrosí los ofiçiales d’armas. Tinicla deven traer aquellos los cuales son los mayores de la hueste que son en dispusiçion de conbatir. [Plaquén]470 deven traer todos los otros, los cuales son nobles o fijosdalgo dignos de traer la cota471 d’armas, segund arriba es dicho, etc.

462 d’España] S1 y S2: d’España, otrosí açerca de la costunbre d’España 463 las costunbres] S1 y S2: la costunbre 464 la diferençia] M: las diferençias 465 de los herederos] S1: de los herederos de los herederos 466 deven] S1 y S2: deve 467 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S2 y S2. 468 propias] S1 y S2: propios 469 escrito] S1 y S2: escrito, etc. 470 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S2 y S2. 471 cota] M: dicha cota

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Nobiliario vero Párrafo segundo472. Cómo las armas se pueden ganar

Es de saber que las armas se pueden ganar en una de dos maneras: una si las armas son de linaje, o si son de dignidad; si de dignidad, no pueden ganarse si no se ganase la dignidad, pues qu’es çierto que las tales armas no se traen salvo por la dignidad, así lo afirma el Bártulo en el título De insignis et armis, lo cual pareçe por grand ispirençia, etc. Esto mismo afirma Onorad Bonet en el Árbol de batallas, en el capítulo LXXXIII, libro III473, diziendo que las armas de dignidad no puede ninguno traer salvo el señor de la dignidad, y, si alguno las traxere, deve ser punido; otrosí dize que los desçendientes de dignidad deven traer diferençia en las armas; así que a qui trae armas de dignidad ni474 seyendo señor de la dignidad concluye que deve aver pena de falsario, etc.475 Párrafo III. Cómo se pueden perder las armas Las armas del linaje se pueden perder en semejante guisa. Si por ventura algund cavallero gentil onbre sin ser476 muerto o preso477 en batalla perdió vandera con sus armas o sin478 quedar en el canpo. Otrosí cota d’armas nunca se puede479 partir del cavallero, salvo por muerte o prisión o quedando el cavallero en el canpo. La segunda, todo cavallero o gentil onbre, noble o fijodalgo pierde las armas si fuye de la batalla, no fuyendo su rey o prínçipe o señor o capitán general; otrosí480 es de saber que las armas se pierden cuando el fijodalgo o noble pierde la nobleza o fidalguía o la orden de cavallería, segund que ya es dicho; esto afirma Bártulo en el De insignis et armis, allí do allega la ley «Quod numerum», diziendo: «Si las primeras señales son nuestras, sin nuestro mereçimiento e fecho no nos pueden ser quitadas, etc.», do se sigue que por fecho alguno se pueden perder las dichas armas, etc.481 472 Párrafo segundo] S1 y S2: Davifico segunt 473 iii] S1: IIIJ // S2: 4 474 ni] S1: non // S2: no 475 Esto mismo afirma Onorad Bonet (...) ni seyendo señor de la dignidad concluye que deve aver pena de falsario, etc.] M: omitido 476 sin ser] S2: sin ser sin ser 477 muerto o preso] M: preso o muerto 478 sin] M: omitido 479 puede] S1 y S2: deve 480 otrosí] S1 y S2: otra 481 esto afirma Bártulo en el De insignis et armis, allí do allega la ley «Quod numerum», diziendo: «Si las primeras señales son nuestras, sin nuestro mereçimiento e fecho no nos pueden ser quitadas, etc.», do se sigue que por fecho alguno se pueden perder las dichas armas, etc.] M: omitido

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En otra manera se pierden las armas: cuandoquiera que dos cavalleros por482 querella de aleve o traiçión483 se conbaten e el uno conosçiese por miedo de la muerte lo que le fuese contradicho o se desdixese o se otorgase por vençido, ca entonçes el vençedor con liçençia y conçesión del prínçipe484 puede traer las armas, como por espirençia sabemos que las armas de Biedma —aquellas ocho calderas sin el bastón en canpo de oro— fueron así ganadas485 e otras muchas, etc.; e aún se podrían poner otros muchos enxenplos familiares açerca d’estos nuestros reinos, los cuales çesan por no recordar lo que el tienpo á puesto en inorançia e olvido, de lo cual se podrían algunos sentir, pero la ley que lo tal permita yo no digo que la aya visto.486 Párrafo IV. Trata açerca de la diferençia de las armas del padre al fijo

Es de saber que la diferençia que ha de traer487 el fijo legítimo de su padre es un lanbeo sobre las armas o bordadura o perfil o virol o en el escudo una rosa o cruzeta o ave o rodete o semejables cosas, etc. Párrafo V. De las diferençias de los bastardos Los que no son legítimos segund costunbre de Alemaña o Françia deven traer en sus armas tal diferençia o en una de dos maneras: o en el cuarto del escudo traer solamente las armas del linaje e488 los otros tres cuartos vazíos; la otra, trayendo en el escudo vanda o reversa o velín que ronpa las armas, etc. Párrafo VI. Trata açerca de las489 colores çiertas opiniones, las cuales se concluyen

Algunos han querido dezir que son siete colores, lo cual no ha lugar. E, açerca d’esto, como toda la común opinión de los ofiçiales d’armas esté en contrario ni fasta oy fallé escrito ni oí de tal razón, por tanto, pasarse ha ade-

482 por] M: por cualquier // S1 y S2: por cualquier que 483 de aleve o traiçión] M, S1 y S2: omitido 484 con liçençia y conçesión del prínçipe] M, S1 y S2: omitido 485 así ganadas] S1 y S2: asinadas 486 e aún se podrían poner otros muchos enxenplos (...) pero la ley que lo tal permita yo no digo que la aya visto.] M: omitido 487 traer] S1 y S2: tener 488 e] S1 y S2: omitido 489 las] S1 y S2: los

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lante, pues para la tal conclusión no es menester fuerça más de la universal regla e costunbre, la cual tienen todas las armas del mundo, en las cuales no se usa nin se vee usar salvo de los dichos cuatro colores naturales. Asimismo algunos quisieron afirmar que podría490 o puede sofrir[se]491 el dicho error de color sobre color e metal sobre metal, lo cual es falso e se contradize; e492 açerca del metal sobre metal enxenplifican con las armas de Jerusalem diziendo que es una cruz d’oro sobre un escudo de plata, lo cual es verdad; pero a los tales fablando con su paz respóndese que las armas de Jerusalem ovieron preminençia e graçia por la su alta representaçión que faze la cruz, la cual representa la gloriosa victoria e la santa pasión e muerte de nuestro Redentor glorioso; e493 la venerable dignidad de la cruz quiso el ilustre duque de Bullón que fuese fuera de la regla de las otras armas humanales por exçelençia, mas no por razón o derecho o regla de la proporçión común de las armas. Otrosí es de saber que la Santa Cruz son las armas de Jesucristo, Nuestro Salvador, lo cual afirma un santo dotor en la dedicaçión de la Iglesia, diziendo: «las cruzes son pintadas en el iglesia por el espanto que de la dicha cruz ha el diablo, otrosí porque es vandera o insignia de Jesucristo». E, con tanto, no ha lugar la dicha alegaçión; otrosí, por la grand dignidad e veneraçión de la çibdad e del Santo Tenplo, el cual fue mandado fazer por Dios; las cuales cosas no son pequeñas, antes muy altas e dignas para dar el tal previllejo a las dichas armas e para las preservar del dicho error. Ca çierto es que494, segund natura, todos nasçemos so la culpa de aquel pecado original de nuestro padre Adam, pero nuestro sumo 495 Dios quiso que la gloriosa persona de Nuestra Señora Santa María, su madre, fuese perservada e guardada del dicho general error por aquello que se avía de seguir, lo cual era su eternal fijo, Dios e onbre, Jesucristo, el cual asimismo fue perservado en su engendramiento, otrosí en su nasçimiento, de la496 común natural497 costunbre de los puros onbres. Pues así bien fue gran razón que las dichas armas de Jerusalem fuesen como fueron fuera de la común e general e regular

490 podrá] S2: podría 491 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 492 e] S1 y S2: omitido 493 e] S1 y S2: omitido 494 que] M: omitido 495 sumo : M, S1 y S2: bienaventurado 496 de la] S1 y S2: del 497 natural] S1 y S2: e natural

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costunbre entre las otras armas por la gloriosa e altís[i]ma498 representaçión que la499 Santa Cruz faze, segund es dicho, seyendo armas como son de la500 Santa Casa e Çibdad, de do resulta que sería cosa de reír si alguno alegase que como Nuestra Señora fue perservada del antiguo501 pecado o culpa, que así podría o lo es otra muger cualquiera pecadora; otrosí que, como Nuestro Redentor fue engendrado e nasçido acatada la admiraçión e gran maravilla obrada en su engendramiento e nasçimiento, que así lo podría ser otro cualquiera pecador, lo cual no solamente sería maravilla, pero Dios no lo faría ni se podría fazer pues Dios ni en Dios puede aver salvo tres personas502 distintas e una esençia, sciliçet Padre, Fijo503 e Espíritu Santo, de do se sigue el propósito, otrosí la inposiblidad. E viniendo a la segunda alegaçión açerca504 del color sobre color que se fizo de las armas de Mendoça, diziendo que traen una vanda colorada de goles en un escudo verde, respóndese que en el presente caso las armas mismas alegadas contradizen la dicha alegaçión, como pareçe que las tales armas pudieron ser erradas, aunque, segund la sufiçiençia e nobleza de aquellos primeros, dévese creer que más por la poca cura e soliçitud de los que después vinieron se siguió la corrupçión, como en muchas armas de onbres muy generosos pareçen grandes errores, no por el error de su prinçipio, mas por la indavertençia e poco cuidado de aquellos que después vinieron. Pero, dexando agora si por ventura el error fue de los primeros o por la nigligençia de los que después subçedieron en las casas e armas, ca es çierto e manifiesto claramente que las dichas armas las traen derechas e perfetas oy sin el505 tal506 error, agora porque las ellos solían traer así o porque —conosçido el tal error— las emendaron e traen en perfeçión por razón o virtud de aquellos viroles de oro sobre que la vanda507 está asentada e quietada, e los dichos viroles o perfiles yazen sobre el canpo verde del escudo, lo cual faze perfetas las armas508 e de grand nobleza, segund derecha,

498 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 499 la] M: la dicha 500 la] M: la dicha 501 alegase que como Nuestra Señora fue perservada del antiguo] M: alegase que como Nuestra Señora fue perservada del dicho antigo // S2: omitido 502 personas] M, S2 y S2: presonas 503 Fijo] M, S1: e Fijo // S2: y fijo 504 açerca] M: omitido 505 sin el] S2: sube 506 tal] M: dicho 507 la vanda] M: la dicha vanda 508 armas] M: dichas armas

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verdadera e propia509 regla e natura de armería, las cuales armas traen el duque del infantadgo e el cardenal e sus parientes, otrosí el conde de Castro don Ruiz Días de Mendoça e sus fijos con la dicha emienda, lo cual contradize la conclusión sobre escripta o propuesta, [destruyendo]510 aquella opinión la cual dize que se sufre color sobre color, lo cual es falso. Esto afirman todos los reyes d’armas e ofiçiales e se tiene por común regla. Pero es de notar açerca de los colores, puesto que como es dicho basta la común regla, mas por no dexar duda a los que inoran la presente arte, es de saber que los que lo afirman fundarse han por dos cosas qu’el Bártulo pone en el De insignis et armis: la una es que quiso fazer color la color del oro; la otra, que fiso o quiso asomar511 que fuese otra512 color lo purpúreo; y así es513, otrosí contando la color de la plata por color blanco, tiene514 verdad, ca son515 cuatro colores naturales, síguense516: colorado, azul, verde y negro; y, juntado517 con ellos el color purpúreo, otrosí la plata o blanco y lo amarillo, fazen siete colores, lo cual no ha lugar por esto: porque es de saber qu’el518 purpúreo es contado so el color bermejo, segund Bártulo519 afirma en el dicho tratado520; otrosí lo blanco es contado por metal y no por color, ca representa plata, lo amarillo representa el oro521, de do proçede ser verdad no ser más de cuatro colores naturales y dos metales; el cual color es contado por metal522, de do se propoçionan todas las armas y niéganse los dichos siete colores523 como pareçe524.525

509 propia] S1 y S2: omitido 510 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 511 asomar] S1 y S2: asonar 512 otra] S1 y S2: otro 513 y así es] S1 y S2: y si así es 514 tiene] S1 y S2: tienen 515 ca son] S1 y S2: en ser 516 síguense] S1 y S2: síguesse 517 juntado] S1 y S2: juntando 518 qu’el] S1 y S2: que lo 519 Bártulo] S1 y S2: el Bártulo 520 tratado] S1 y S2: tractado del Bártulo 521 oro] S1 y S2: oro, el cual color es contado por metal 522 el cual color es contado por metal] S1 y S2: omitido 523 colores] S1 y S2: colores dichos 524 pareçe] S1 y S2: pareçe, etc. 525 Pero es de notar açerca de los colores, puesto que como es dicho (...), de do se propoçionan todas las armas y niéganse los dichos siete colores como pareçe.] M: omitido

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Introduçión526 Es de saber que veros son cuandoquiera que son blancos e negros, asimismo los armiños, e entonçes son propios veros; e, cuando son de otras colores, es de saber que deven ser dicho[s] «verado» o «armiñado», segund que en la forma de los escudos adelante se mostrará. Capítulo XXV. Trata çiertas opiniones las cuales se difinen

poniendo ensenplo, esto es, açerca de los cuerpos bivos o no bivos

Otrosí es de saber cómo algunos quisieron dezir que las armas de cuerpos bivos eran más propias armas e las que eran no bivas que no eran verdaderas armas; otrosí527 dizen que no así, mas que las armas no bivas no eran de tanta exçelençia e nobleza como las bivas. E, respondiendo a los primeros espeçialmente, digo que la dicha propusiçión no ha lugar, como pareçe por evidente espirençia en las armas de muchos e nobles prínçipes que en sus armas no traen cuerpos bivos, entre los cuales son los mayores del mundo; el primero, el enperador de Constantinopla, cuyo inperio trae por armas jaqueles blancos y azules; y dizen algunos que son estas mismas armas que traen los duques d’Alva o el linaje de Toledo, ca el dicho linaje dizen que desçendió de un fijo de un enperador, el cual se llamó don Illán, del cual vino otro528 cavallero que se llamó don [Estevan]529 Illán, un onbre poderoso en Toledo, del cual faze mençión la corónica del rey don Alfonso, fijo del rey don Fernando, el cual metió al rey y a don Manrique en Toledo, etc. El segundo es el rey e el reino de Françia, que traen tres flores de lis; otrosí el rey e el reino de Castilla; el rey e el reino de Aragón; el rey e el reino de Portugal; el rey e reino de Navarra; asimismo las armas de Jerusalem, el duque e ducado de Bullón; el rey y el reino de Mexía; las armas de la Santa Iglesia de Roma e de530 otros grandes e altos linajes, así como el linaje de Lara, el linaje de Guzmán, el linaje de Mendoça, el531 Çid Ruy Días, el linaje de Velasco, el linaje de Manrique, el linaje de Pimentel, el linaje de Estúniga532, el linaje de Sotomayor, el linaje de Guivara, el linaje de la Çerda, el linaje de los Ponçes, 526 Introduçión] S1 y S2: como los veros son dichos veros; otrosí como e cuando son dichos verados 527 otrosí] S1 y S2: otros 528 otro] M, S1 y S2: el 529 Esteña] M: Estevan // S1 y S2: omitido 530 de] S1 y S2: omitido 531 el] M, S1 y S2: del 532 de Estúniga] S1: D’Estúñiga // S2: Zúñiga

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el linaje de Ferrera, el linaje de Sandoval, el linaje de Córdova, el linaje de Toledo, el linaje de Mexía —segund es dicho—, el linaje de Carrillo, el linaje de Figueroa, el linaje de Sarmiento, el linaje de Girón, el linaje de Pacheco, el linaje de Cuña533, el linaje de Padilla, el linaje de Torres, el linaje de Narbaes e otros muy grandes e altos linajes534 que se dexan535, pues basta lo dicho, asimismo por causa de brevedad. Otrosí es claro que no son ni fueron menos exçelentes las armas no bivas que las bivas. Pero es de saber que toda la exçelençia de entre ellas será segund la mayor nobleza de sus cuerpos o figuras, segund su significados, respetos e representaçiones, segund es dicho. Capítulo XXVI. Trata536 cómo el agua es conparada la537 color verde Algunos quisieron dezir qu’el color verde no se podía conparar al agua, lo cual no ha lugar, antes de538 común opinión es conparada al agua. Esto pareçe por la afirmaçión que açerca d’esto fazen los dichos alquimistas, segund que es de suso escripto. Es testigo el Guarino en su libro de vocablos: «Tractum est a glauco qui dicitur deus maris: nam color maris viridis et subniger est, etc.».539 Capítulo XXVII. Cómo540 el cuento de diez541 es perfeto e no deve pujar 542 d’este cuento los cuerpos de las figuras y cómo el cuento par es menos noble qu’el cuento non, y pruévalo543 Muchos que primeramente fablaron açerca del cuento de los cuerpos o figuras dizen544 qu’el mayor cuento de los cuerpos sobredichos no deven pujar a más de diez, ca este segund arismética es el segundo cuento perfeto545. Ca es de saber que son cuatro cuentos perfectos: el primero es uno; el segundo es diez; el 533 de de Cuña] M.: de Cuña // S1 y S2: D’Acuña 534 muy grandes e altos] M: muy altos e grandes 535 dexan] S1: dexo // S2: dijo 536 trata] S1 y S2: que tracta cómo el agua 537 la] S1 y S2: a la 538 de] S1 y S2: es de 539 Es testigo el Guarino en su libro de vocablos: Tractum est a glauco qui dicitur deus maris: nam color maris viridis et subniger est etc.] M, S1 y S2: omitido 540 cómo] S1 y S2: que tracta cómo 541 diez] S1: dies // S2: Dios 542 Enmiendo atendiendo a la lectura de S1 y S2. 543 y cómo el cuento par es menos noble qu’el cuento non, y pruévalo] S1 y S2: omitido 544 dizen] M: dize 545 perfeto] S1 y S2: omitido

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terçero es çiento; el cuarto es mil. Pero como del cuento de546 mil sería inposible usar, como en un escudo no podrían caber mil cuerpos de ninguna547 figura ni tanpoco ninguno se pornía a contar mil cuerpos, asimismo [çiento]548 sería cuento difuso para la dicha proporçión d’armas por causa de la multitud, otrosí sería cuenta enojosa549, pues, como ningund de los otros cuentos fasta diez es cuento tan perfeto, scilicet que diez es cuento perfeto e 550 más laudable e sufiçiente e ordenado fasta do deven llegar o sobir los cuerpos o figuras para fazer proporçión de escudo d’armas; dize el maestro en el cuarto de sus sentençias: «Diez es nonbre perfeto y conplido, etc.».551 Pero es de notar que uno e tres son cuentos perfetíssimos e laudables552 para la orden del dicho escudo d’armas, porque uno significa o representa unidad, qu’es prinçipio o fundamiento de todos los cuentos, el cual representa un solo Dios; e tres representan553 las Tres Personas de la Trenidad en unidad. Es de saber que a554 Abraham tres ángeles le apareçieron, e a uno adoró555; otrosí Abraham556 tres medidas de farina tomó para les fazer pan; otrosí Abraham troxo un bezerro. Así que se concluye557 el cuento de uno e de tres es más o son más nobles por las razones dichas. Otrosí la ostia tres partes se faze al consumir; otrosí el canto que fue oído a los ángeles, tres vezes dezían «Santus, santus, santus»; tres vezes son tres gerarquías de ángeles; tres reyes vinieron ant’el558 Redentor; tres559 presentes le ofreçieron, etc.560 546 de] S1 y S2: del 547 ninguna] M: una 548 Enmiendo atendiendo a la lectura de los manuscritos, que tiene más sentido que la ofrecida por el incunable, aunque su lectura también tiene sentido, el autor intenta demostrar que el mayor «cuento» perfecto que conviene a las armas es diez, por lo que se esfuerza por eliminar los otros dos números mayores, mil y cien respectivamente. Después va a defender el «uno» y el «tres» como los más perfectos. // S1 y S2: cº 549 cuenta enojosa] M, S1 y S2: cuento enojoso 550 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 551 dize el maestro en el cuarto de sus sentençias: «Diez es nonbre perfeto y conplido, etc.»] M: omitido 552 laudables] M, S1 y S2: más laudables 553 tres representan] S1 y S2: repressenta 554 a] S1 y S2: omitido 555 e a uno adoró] M: omitido // S1 y S2: aun adoro 556 otrosí Abraham] M: e 557 concluye] M, S1 y S2: concluye que 558 ant’el] S1: delant’el // S2: delante el 559 tres] S1 y S2: e tres 560 Otrosí la ostia tres partes se faze al consumir; otrosí el canto que fue oído a los ángeles, tres vezes dezían «Santus, santus, santus»; tres vezes son tres gerarquías de ángeles; tres reyes vinieron ant’el Redentor; tres presentes le ofreçieron, etc.] M: omitido

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E, puesto que, çerca561 de la multitud del cuento, X562 es más noble que tres y el cuento de çiento más noble que diez, el cuento de mil más noble qu’el que cuento de çiento, pero, para la proporçión de las armas, más noble es el cuento de uno o de tres o de çinco —e así fasta diez— que los otros. Es de saber qu’el cuento de çinco es perfetísimo. Esto pareçe cómo los mandamientos que Dios dio a Muisén en las tablas puso en [la un tabla v y en la otra otros V]563. [Engañose, que en una tabla puso 3, que tocan a Dios y en otra 7, que tocan al próximo]564. Otrosí el cuento de [VII]565 demuestra grand perfeçión, porque muchas cosas de las divinales e singulares fueron ordenadas e puestas so este cuento de [VII]566. Esto pareçe cómo Dios creó el mundo e las criaturas so la influençia de siete planetas. Otrosí holgó el seteno día. Dizen567 que el mundo no durará salvo fasta en fin de las sietes edades. Sant Juan en el Apocalipsi vido siete candeleros. Otrosí, siete días estovo Muisén cubierto de niebla en Sinaí cuando de en medio de la escureza lo llamó Dios e le dio la ley. VII dones son los del Espíritu Santo. VII palabras dixo Nuestro Redentor en la cruz. Siete días estovo María, hermana de Muisén, por mandado de Dios apartada o fuera de la hueste. Setenta almas metió Jacob en Egipto. Siete generaçiones dixo Muisén a Israel que destruiría en la tierra de promisión. Siete son las climas. Siete son las artes liberales. En el Apocalipsi todas las más cosas se mostraron por el cuento de siete, etc.568 E çesa lo ál que d’este cuento se podría dezir por la brevedad.

561 çerca] M, S1 y S2: açerca 562 cuento, X] M, S1 y S2: cuento de dies 563 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2, pues tiene más lógica como prueba del valor del número cinco. 564 Enmiendo atendiendo a la lectura que aparece al margen en S1 y en el cuerpo del texto en S2. 565 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2; de nuevo parece haber existido un error de lectura, pues está hablando del número siete, y no del número uno. La lectura del impreso no tiene sentido, rompe con la coherencia textual que pretende demostrar la importancia del número cinco. La anotación marginal de S1 fue copiada en el cuerpo del texto en S2, pero en ambos casos se sigue la lectura que también aparece en M. El impreso parece haberse hecho eco de esa corrección, que incorporó sin haberse dado cuenta del error de coherencia textual que provocaba. 566 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2; el mismo error indicado en la nota anterior. 567 Dizen] M, S1 y S2: otrosí dizen 568 Siete son las climas. Siete son las artes liberales. En el Apocalipsi todas las más cosas se mostraron por el cuento de siete, etc.] M: omitido

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Pero es de notar qu’el cuento non es569 cuento570 más noble qu’el cuento par . Esto572 se prueva por la Unidad e Trenidad, segund es dicho. Otrosí aún se prueva porque los naturales fallaron que las píldoras que se dan para la salud, estas sean tomadas en cuento de nones. Otrosí es de saber que en todo el proçeso de la misa non se fazen signos o cruçes salvo nones, esto es una o tres o çinco. Otrosí, como es dicho, tres partes se faze la ostia sagrada, etc. Tres573 vezes dizían los ángeles «Santus, santus, santus, etc». La574 Santa Iglesia en la missa nueve quirios dize. Nueve meses anda la criatura en el vientre, etc. Siete salmos fizo David de la penitençia. La575 ley de la Segunda Partida dize que, cuando ovieren576 fazer tutores en el reino, sean uno o tres o çinco, etc. Eso mismo son nueve çielos y son577 nueve coros de ángeles y son tres gerearquías. A578 Nuestra Señora un ángel fue inbiado en la salutaçión, etc. Otrosí es de saber que Dios mandó a Muisén que fuesen treze vergas las579 que pusiesen580 en el tabernáculo del testimonio581 cuando floreçió la verga de Arón, Numeri, veinte e siete582, etc.583. Así pues, tornando al cuento de diez, digo qu’es perfeto, lo cual paresçe en esto, ca es de saber que Dios no dio en las tablas a Muisén salvo X mandamientos. Otrosí David no puso en el salterio más de diez cuerdas. Otrosí584 dizen que después de la fin585 será allegada otra orden a las IX órdenes de los ángeles, que serán diez. Alegan en el caso aquello que dixo Jesucristo de la 571

569 non es] M: nones es 570 cuento] M, S1 y S2: omitido 571 par] S1 y S2: por 572 Esto] S1 y S2: este 573 Tres] S1 y S2: tres otrosí 574 La] S2 y S2: Otrosí la 575 la] S1 y S2: y la 576 ovieren] S1 y S2: os vieren 577 son] S1 y S2: omitido 578 A] S1 y S2: Aún a 579 vergas las] S1 y S2: las vergas 580 pusiesen] S1: pussiesse 581 testimonio] S1 y S2: testamento 582 veinte e siete] S1: c.º 7 // S2: cap. 7 583 Otrosí es de saber que en todo el proçeso de la misa non se fazen signos o cruçes salvo nones, esto es una o tres o çinco. (...) Otrosí es de saber que Dios mandó a Muisén que fuesen treze vergas las que pusiesen en el tabernáculo del testimonio cuando floreçió la verga de Arón. Numeri, veinte e siete, etc.] M: omitido 584 Otrosí] S1 y S2: Otrosí David 585 dizen que después de la fin] M, S1 y S2: después de la fin dizen que

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décima drama586. Otrosí diez vezes tentaron o tentó el pueblo de Israel en el desierto a Dios durantes los cuarenta años que no entraron en la587 tierra de promisión. Diez plagas fueron las que se dieron en Egipto. Diez fueron los leprosos que vinieron a Jesucristo, Nuestro Redentor. Otrosí la diezma parte de los frutos mandó Dios que se588 diesen. Et dexando agora esto, es de concluir cómo arriba d’este cuento de X no deven ser los dichos cuerpos o figuras fablando propiamente. Pero, cuando quiera que d’este cuento los cuerpos589 pasaren, deve ser dicho «senbrado». Asimismo es de saber que algunos quieren sostener que un escudo de plata o de oro o de goles o de otro cualquier de los colores naturales sin otro cuerpo alguno faze perfeçión de armas; algunos lo contradizen; pero no he sabido la razón que los unos ni los otros asignan, salvo que los primeros alegan armas de çiertos linajes, espeçialmente las armas del linaje de Meneses e las armas del linaje de Bivar o del Çid Ruy Días: las unas son un escudo de oro solo sin cuerpo alguno o figura; las otras dizen que son un escudo verde sin cuerpo o figura alguna, comoquiera que açerca de estas del Çid o de Bivar he oído dezir que eran o son estas que agora traen los del linaje de Mendoça, segund qu’es dicho; esto afirma Gómez Manrique en un tratado que fizo metrificado en tienpo de la muerte del marqués de Santillana fablando de las armas del bienaventurado marqués, diziendo «un canpo verde e una vanda de carmesí, segund el Çid la traía». Pero, agora las traiga o no, digo que los dichos escudos así asignados, que no son armas; e si los dichos linajes las traen es de saber que lo yerran por las siguientes razones. La primera, digo que, bien así como para organizaçión o conpusiçión humana es neçesario cuerpo e ánima, ca es çierto590 que, cuando el cuerpo es sin ánima591, el onbre no es animal raçional, porque al cuerpo592 fallesçe ánima e falleçiéndole no es onbre, mas es dicho cadáver, así pues el escudo —el cual 593 es cuerpo—, como dentro de sí no tenga cualque cuerpo o figura, que es el ánima del dicho escudo594, síguese el

586 drama] S1 y S2: ora tu 587 la] M, S1 y S2: omitido 588 se] M, S1 y S2: se le 589 cuerpos] M: dichos cuerpos 590 es çierto] S1 y S2: çierto es 591 ánima] S1 y S2: alma 592 al cuerpo] M: al dicho cuerpo 593 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 594 escudo] S1 y S2: cuerpo

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escudo595 de un solo color596 no ser armas, mas cadáver, como sea cuerpo sin ánima, como es dicho. Otrosí es de saber que toda cosa para alcançar modo o manera de perfeçión conviene ser conpuesta de materia e forma, ca así el onbre o cualquier animal es en conpusiçión perfeta; esto es porqu’el cuerpo es la materia e el ánima raçional o sensual es la forma. Pues, como el escudo597 sea la materia e como dentro de sí no tenga nada598 e que le fallesçe la forma (la cual fallesçiendo, fallesçe a la dicha conpostura la599 parte [mejor]600), pues —como doquiera que para conpostura de la cosa fallesçe lo mejor— síguese estar en desfallesçimiento e en inperfeçión, de do se sigue el propósito; que esto sea verdad afírmalo el Reimundo601 diziendo, segund602 que es dicho, que la nobleza de la materia sienpre sigue la nobleza de la forma, etc. Otrosí çierto es que Nuestro Redentor mandó603 que toda criatura humana para salvarse convenía que reçibiese agua de bautismo o oviésemos de ser linpiados mediante el agua, pues como los moros se vañen604 e laven en agua material, síguese que se salvarán605. Aquí606 responde que, puesto que el moro se lave607, con el cual lavar no está ni consigue salvo solamente la materia, e, como ál non se siga, será condepnado; ca es neçesario a la materia608 ayuntar la forma, la cual nos fue mostrada en el Jordán cuando Nuestro Redentor reçibió el agua de lavamiento609 del Espíritu Santo, diziendo San Juan: «En el nombre del Padre, e del Fijo e del Espíritu Santo», do, abierto el çielo, fue dicho: «Aquí es mi610 fijo muy amado, etc.», así aquí fue ayuntada la forma a la materia; ca es de saber qu’el bautismo de agua material muerto es cuerpo sin alma e no puede guareçer ni alinpiar el pecado ni salvar; esto afirma San

595 escudo] M: dicho escudo 596 solo color] S1 y S2: color solo 597 el escudo] M, S1 y S2: el dicho escudo 598 nada] S1 y S2: nada .ʃ. 599 la] S2: a 600 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 601 Reimundo] S2: Rey mando 602 segund] S1 y S2: omitido 603 mandó] S1: que mandó // S2: que mandó que mandó 604 vañen] S1 y S2: bañan 605 salvarán] S1: labarán (al margen) 606 Aquí] S1 y S2: A que se 607 lave] S1: se salve con el agua (al margen: lave) // S2: se lave con el agua 608 materia] M, S1 y S2: dicha materia 609 lavamiento] M: babtismo 610 mi] M: el mi

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Vicente en uno de sus sermones, el cual dize: «Si quisieres611 fazer sacramento, ayunta la forma a la materia». Pues agora tornando a nuestro propósito, todo cavallero [o]612 plebeo que armas quisiere traer ayunte a la materia —qu’es el escudo— la forma613 —qu’es cuerpo o figura alguna— e luego traerá las armas d’esta manera, segund qu’es614 dicho en los anteçedentes capítulos, si el escudo fuere de metal, el cuerpo o figura sea de color; e, si el escudo fuera615 de color, sea la figura o el cuerpo de metal. E entonçes la conpusiçión de las armas será perfeta segund el cuerpo ayuntado al ánima, ca entonçes es dicho onbre perfeto segund616 el ayuntamiento de la forma a la materia, segund es dicho; e luego la conpostura será perfeta e de otra manera no. E así digo, por las mismas razones, el escudo solo sin figura o cuerpo no fazer armas, ca en el dicho escudo no ay distinçión nin división de colores nin de esençias, lo cual 617 es neçesario, segund es provado618. Pero digo que, si en el escudo619 oviere distinçión o división seyendo la meitad de goles o colorado, e la otra meidad de oro o de plata, por virtud de la tal distinçión, la presente diferençia faze corporalidad, la cual faze infusión de ánima que da ser e perfeçión al dicho escudo, representante perfetas armas. Esto mismo es cuando el escudo es frangido o quarteado de las dichas colores e metales, ca asimismo faze perfeta representaçión de armas. Otrosí aun se puede provar así en aquella visión que Muisén vido en el monte Oreb cuando vido aquella flama de fuego en la çarça en medio620 de la cual le621 fabló Dios, donde, en el Éxodo, capítulo VII, dize: «estando un día Muisén en el desierto vino a Oreb, monte de Dios, e apareçiole Dios en semejança de fuego en medio de una çarça que ardía a grandes llamas e no se quemava, etc.». Pues reduzido a nuestro intento es de notar que, así como puesto que si Dios quisiera pudiera mostrarse a Muisén fuera de otra cosa, segund que su infinito saber supiera 622 e pudiera, pero quiso mostrarse en forma de fuego dentro de aquella çarça o mata, que fue la materia, faziendo de la

611 M, S1 y S2.: quieres 612 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 613 forma] S1 y S2: forma ha 614 qu’es] S1 y S2: es 615 fuera] M, S1 y S2: fuere 616 segund] S1 y S2: el segund 617 Enmiendo atendiendo a la lectura de S1 y S2. 618 lo cual es neçesario, segund es provado] M: omitido 619 el escudo] M: el dicho escudo 620 en medio] S1: omitido 621 vido aquella flama de fuego en la çarça en medio de la cual le] S2: omitido 622 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

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dicha visión semejante figura: la çarça es el escudo, el cual es la materia, e la flama es la forma, la cual estava en medio de la mata de la çarça. Otrosí podemos dezir que la çarça fuese el cuerpo e la flama era el ánima623, de donde se conprehende que, así como dentro de la mata de la çarça fue conviniente cosa para fablar Dios con624 Muisén que estoviese la flama del fuego, así es neçesario o conviniente cosa para perfeta proporçión de armas que dentro del escudo de oro o de plata o de otra alguna de las colores naturales teniendo la regla sobredicha, que es la materia esté dentro la forma, que es el cuerpo de alguno de los625 animales o figuras o de los cuerpos dichos, lo cual fará armas o escudo de armas perfetas, segund es escripto626. Esto mismo es del arca del Testamento, ca la dicha arca o escudo que se puede dezir que es la materia dentro de la cual estava la graçia de Dios o su divinidad, que era la forma la cual adorava el pueblo de Israel. Esto mismo es del sacramento santo de la Eucaristía, ca la ostia627 es escudo o materia, e la divinidad del fijo de Dios es la forma, la cual dentro de la ostia —por quien es entendido el escudo— da fermosura e perfeçión al escudo628 —que es la ostia, dentro de la cual es Dios—; e del dicho ayuntamiento de la forma a la materia resulta ser Dios e onbre, digna e verdaderamente adorado cuerpo çierto e verdadero, muy santo de Nuestro Redentor Jesucristo, el cual creemos e adoramos, lo cual no se puede negar; do, para la visibilidad en la cual al Nuestro629 Redentor adoramos, como sea neçesario el dicho ayuntamiento630 en631 la forma a la materia, la cual es la divinidad infusa dentro de la materia del pan, que es la ostia, así es neçesario a la materia632 del escudo ayuntar la forma de cualque figura o animal, segund es dicho. De do se concluye por las dichas razones ser neçesario para las armas633 dos cosas como es escripto634: la una, escudo, el cual es la materia; la otra, forma, la cual esté dentro del escudo635; e así será dicho escudo d’armas e sin ella será dicho solamente escudo de nada o sin armas.

623 ánima] M, S1 y S2: alma 624 con] M: con con 625 alguno de los] S1 y S2: algunos 626 escripto] M: dicho 627 ostia] M: dicha ostia 628 escudo] M: dicho escudo 629 Nuestro] M: dicho Nuestro 630 adoramos, como sea neçesario el dicho ayuntamiento] S2: omitido 631 en] S1 y S2: de 632 materia] M: dicha materia 633 armas] M: dichas armas 634 escripto] M: dicho 635 escudo] M: dicho escudo

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Aún se puede añadir otra muy sufiçiente razón, la cual es esta: como es claro que agora las armas636 se traigan o por ser conosçidos o por otro fin de los sobrescritos, es çierto que muchos traen o es neçesario traer escudo de oro o de plata o de cualquier de los otros colores637, pues, cuando así fuese e muchos troxesen como de neçesidad638 convernía traer un escudo de oro, ¿cómo sabrían o cómo se conosçería cúyo fuese el dicho escudo o armas? Do resulta caresçer el tal639 escudo del fin por el cual fueron las armas640, e las diferençias que ordenó Carlos Magno açerca de los bastardos o de los primos genitos fueran en vano e caresçieran de fin, lo cual es falso, ca antes veemos en Françia usar de las diferençias dichas universalmente. E aún se seguiría un grand inconveniente del dicho vazío escudo, como entre muchos que troxesen el escudo641 de oro o de plata, cuando uno fuese bastardo, convernía o paresçería que la dicha diferençia fuese confusión, como no sabrían cúya fuese la señal de la bastardería cuando el bastardo642 no fuese conosçido; e así de otros grandes inconvenientes. Otrosí, como es provado, todas las armas de los generosos fueron a representaçión de algund acto glorioso de batalla o por otra contingençia, para lo cual fue e es neçesario demostraçión de la dicha forma dentro de la materia. Pues, como en el escudo solo sin cualque cuerpo o figura de los dichos no faze demostraçión de cuerpo o figura, que es la forma, síguese no fazer representaçión de acto glorioso, ca dentro del escudo643 no ay cosa que represente el dicho fin, lo cual concluye el tal escudo no644 fazer, segund verdad, armas propias perfetas ni verdaderas armas. Otrosí çierto es que a Costantino fuele dado645 señal la cual troxese por armas e en vandera como la traía; esta fue la santa señal de la cruz colorada en un escudo blanco, la cual le fue mostrada del çielo por un ángel. Esta misma dizen que traía Sant Jorge en su escudo; esto afirman las corónicas, espeçialmente aquella que fabla de aquella batalla que ovo el prínçipe de Gales con el rey don Enrique, ca dize qu’el dicho prínçipe traía los escudos y las sobreñales blancas

636 armas] M: dichas armas 637 otros colores] S1 y S2: colores otros 638 neçesidad] S1 y S2: neçessario 639 tal] M: dicho 640 armas] M: dichas armas 641 escudo] M: dicho escudo 642 bastardo] M: dicho bastardo 643 escudo] M: dicho escudo 644 no] S1 y S2: o no 645 dado] M, S1 y S2: dada

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y en ellas cruzes bermejas por Sant Jorge, etc.646 Esta dizen que traía Gales647. Esta dizen que veen muchas vezes traer648 a649 Santiago en algunas batallas650 que se han contra los moros, do es visto. Esta dizen que traían los santos ángeles e San Micael cuando vençieron la primera batalla después de su criaçión contra Luçifer e sus sacaçes. Esta dizen que traía651 en una seña Nuestro Redentor cuando quebrantó los infiernos; esto652 afirma el Dante, allí donde dize: «cuando653 vi venir un poderoso Cristo como signo654 de Victoria, etc.» (esto dizía Virgilio al dicho autor655, capítulo IV, de la su Comedia).656 Otrosí es manifiesto qu’el enemigo del humanal linaje en forma de serpente çeñida o rodeada en el tronco del árbol de la vida se demostró a Eva, nuestra madre, cuando la engañó; así qu’el dicho árbol era la materia, que es el escudo, e la serpiente657 fue la forma; la cual división de armas convino e fue razón que troxese nuestro padre Adam en memoria del fuerte e mortal peligro en que fue natura humana; de do se sigue el propósito, etc. Esto afirma el Bártulo en el tratado De insignis et armis allí do faze devisión de las armas cuando en el dicho escudo no ay cuerpo658, el cual dize que sean ameitados de color y metal o a cuartos o a líneas pendientes o atravesadas, aviendo distinçión y división açerca de algunas colores, lo cual no se puede negar, etc.659, do660 se sigue el propósito, etc. 646 esto afirman las corónicas, espeçialmente aquella que fabla de aquella batalla que ovo el prínçipe de Gales con el rey don Enrique, ca dize qu’el dicho prínçipe traía los escudos y las sobreñales blancas y en ellas cruzes bermejas por Sant Jorge, etc.] M: escrito al margen 647 Esta dizen que traía Gales] M: Esta dizen que traía Galas // S1 y S2: omitido 648 traer] S1 y S2: omitido 649 a] S1 y S2: a señor 650 batallas] S1 y S2: batallas traer 651 traía] S1 y S2: traían 652 esto] S1: esta 653 cuando] M: omitido 654 como signo] S1 y S2: consigo 655 autor] S1 y S2: autor, etc. 656 esto afirma el Dante, allí donde dize: «cuando vi venir un poderoso Cristo como signo de Victoria, etc.» (esto dizía Virgilio al dicho autor, capítulo IV, de la su Comedia)] M: escrito al margen 657 serpiente] M: dicha serpiente 658 cuerpo] S1 y S2: campo 659 Esto afirma el Bártulo en el tratado De insignis et armis allí do faze devisión de las armas cuando en el dicho escudo no ay cuerpo, el cual dize que sean ameitados de color y metal o a cuartos o a líneas pendientes o atravesadas, aviendo distinçión y división açerca de algunas colores, lo cual no se puede negar, etc. Do se sigue el propósito, etc.] M: escrito al margen 660 do] M, S1 y S2: de do

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Capítulo XXVIII. De cuáles maneras de escudos para las dichas armas e de sus formas, otrosí una contenplaçión provechosa, introduçión

Agora diremos cuáles e661 cuántas maneras son de escudo aquellos en los cuales traen armas los fijosdalgo. Donde es de saber que en Françia usan que ninguno salvo aquel que es primogénito heredero de la casa trae las armas sin diferençia; asimismo todo bastardo o borde no legítimo no le consentirían traer sin diferençia las dichas armas. Pero es de saber que son siete maneras de fijos. Los primeros son aquellos que son662 legítimos naturales nasçidos de legítimo matrimonio. Otros son legítimos y no naturales, estos son los adoctivos. Aquestas dos maneras de fijos pueden traer derechas las armas del padre o de la casa o663 patrimonio que heredan. Los terçeros son naturales e no legítimos, ca no son de legítimo matrimonio, mas son de muger soltera, la cual es tenida por mançeba en casa, asimismo el padre no es ligado por vía de matrimonio o casamiento de otra muger. Los cuartos son los adulterinos, aquellos que son nasçidos en adulterio de entre casado e casada; estos tales son dichos bordes. Los quintos son dichos inçestuosos, porque son nasçidos entre parientes fasta en el cuarto grado (agora por debdo natural o de afinidad), otrosí aquellos que son nasçidos de exçeso de religiosos. Los sestos son manzeres, estos son aquellos los cuales son fijos de las mugeres que están en lugar público. Los setenos son espurios, son aquellos los cuales nasçen de mugeres así como las que se dizen rameras que, puesto que no están en lugar público, ayúntanse a muchos varones [confusamente]664. Es más de saber, que los que nasçen de otras malas maneras de fuera del terçero modo, los cuales son dichos naturales, así como de [adulterio]665 e de inçestuo o de otro mal ayuntamiento, dize una ley que a los tales los parientes de partes del padre no son tenudos de los criar, mas aquellos que suben por la línea derecha de parte666 de la madre, etc. Otrosí es de notar que los fijos los cuales no son de667 legítimo matrimonio del terçero grado de los naturales ayuso, así como de los adulterinos abaxo, 661 cuáles e] M: omitido 662 son] S1: son siete maneras de fijos los primeros son aquellos que son // son siete maneras de fijos los primeros que son aquellos que son 663 o] S1 y S2: o del 664 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 665 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S y S2. 666 de parte] M: de partes // S1 y S2: de la parte 667 de] S1 y S2: de linaje

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otrosí inçestuosos, mançeres e espurios, no pueden subçeder en las dignidades o onras de los padres ni de los abuelos, nin subçederán en los patrimonios o mayoradgos d’ellos ni de los otros parientes d’ellos; açerca de lo cual dize una ley que, si el tal fijo adulterino, manzer o espurio fuere elegido en alguna dignidad o onra, la deve perder. Pero es de saber que, si alguno toviese mançeba o criada en su casa e fuera del matrimonio oviese fijos e después avidos los fijos ayuntado668 con ella en matrimonio, los dichos fijos son por ende legítimos. La fija natural no legítima cuandoquier que casa con alguno de los que tienen ofiçios mayores en la çibdad o en el reino o con el juez mayor de la çibdad como son en el ayuntamiento del matrimonio es fecha legítima. Pues tornando agora al propósito nuestro de las armas o diferençias de los bastardos a los legítimos, digo669 que670 todavía es neçesaria671 la dicha diferençia en los escudos de armas. Pero, como en esta nuestra España no sea la gente así polida e primera672 açerca de la dicha nobleza, ni se estima tanto ni se onra la generosa sangre ni se guardan sus preeminençias como en los673 reinos sobres escriptos, es del todo [corronpida]674, no aviendo quien se duela d’esta alta nobleza, gloriosa espeçialmente si es aconpañada de virtudes; mas, del todo despreçiada, no ay acatamiento a las costunbres virtuosas o linpieza de linaje, mas solamente aquello do ay invençiún de rapiña, de avariçia e de luxuria; açerca d’esto ay elecçión de personas, para que alinpien las carreras del robar, del aver o de allegar el dinero, de acreçentar o adelantar las rentas, de amenguar las costas, de allegar o añadir a unos tributos, otros; a unos robos, otros; a [unas]675 arrapinas676, otras; a unos tesoros, otros; a unos señoríos, otros; a unas luxurias, otras; a unas torpezas, otras677; aquí es el elegir, aquí es el llamar, aquí es el bonificar e el onorificar, aquí es Dios, no en ál; aquí es la devoçión, el contenplar, el adorar devotísimamente; a donde ay dotrina, a do ay enxenplo, a do ay virtud e honestad, a do ay enxenplo santo, a do ay exortaçión de devoçión, de amor e caridad a Dios e al próximo, do ay piadad açerca de los mesquinos e de otras algunas buenas costunbres no ay elecçión, no ay amor, no ay buena cara nin plazer; no ay caridad ni 668 ayuntado] S1 y S2: ayuntando 669 digo] S2: dixo 670 que] S1 y S2: omitido 671 neçesaria] M: nesçesario 672 primera] S1 y S2: prima 673 los] M: los dichos 674 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 675 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 676 arrapinas] S2: omitido 677 otras] M: otras, etc.

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recogimiento allí do se presume o reprehensión de los viçios, acusaçión678 de los torpes fechos, ni reprehensión de los desaguisados e injustiçias, ni allí do ay alguna santa, justa e onesta intençión, ni modestia o tenperança. ¡Ó, pues, mesquina nobleza e virtud!, agora veo cuánto en vano ha seído mi trabajo por te sacar a luz de entre las manos de los onbres obscuros e torpes que te han cuidado entenebreçer e aterrar por diversas maneras. Otrosí has estado a punto de ser destruida de la cruel e tirana mano de los malos o desconoçidos prínçipes e de los torpes e indignos señores, lo[s]679 cuales, como te no onran, te680 aborresçen; confiesan ser tiranos e non reyes, robadores e non regidores, forçadores e no defensores de la cosa pública. Pues es de saber, alta nobleza, que contiguo se defiende e con los otros se destruye; contigo enriqueçe e con los otros se roba e aflige con infinitas e diversas maneras de maldad681, con astuçias robadoras de682 mal linaje. E683 pues tú, ¡nobleza e fidalguía!, perdona a mí684 mi loco atrevimiento, si [puse]685 la lengua de aquí del suelo de mi poca sabiduría en el çielo de tu alteza e grandeza; pero la caridad e amor que me mienbra como de señora e madre, dio al deseo686 fuerça de atrevimiento con el cual fasta aquí soy [llegado]687; do al punto o paso tan dificultoso considere la magestad serenísima del ilustrísimo e esclareçido prínçipe don Fernando, rey de Castilla e688 de León, de Aragón e de Çeçilia, cuya consideraçión ha traído grand delectaçión e alegría en mi coraçón, afanado y triste por las dichas adversidades, creyendo que, como el dicho prínçipe e alto rey desçienda e sea desçendido de tan altas e generosas sangres, por virtud e nobleza de las cuales partiçipa689 con toda la alteza e antigua sangre de reales e claros linajes, con todos los más altos, más generosos, más esclareçidos e nobles prínçipes del mundo, como, por parte del propio tronco de su alta e antigua genealogía, desçienda de la muy esclareçida e invictísima sangre de los godos, e, de otra parte, partiçipe con la alteza e nobleza del linaje de la casa real de Françia, e, por otra parte, partiçipe

678 acusaçión] M, S1 y S2: nin acusaçión 679 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 680 te] S1 y S2: e te 681 de maldad] S1: de mal // S2: et de mal 682 de] S1 y S2: e de 683 e] M, S1 y S2: O 684 mí] S1 y S2: omitido 685 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 686 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 687 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 688 e] M: omitido 689 partiçipa] S1 y S2: partiçipaçión

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con la alteza e grand nobleza de la real sangre de Inglatierra. E de aquí es de callar, pues los otros reyes d’España todos desçendieron de aquella real sangre donde él viene e todos fueron como fijos de su alta e real casa de Castilla; de la cual consideraçión690 resultan dos cosas: la primera es conclusión la cual atierra e destruye la dicha conclusión terçera e postrimera del Bártulo, [como el dicho prínçipe]691, por ser de tanta antigüedad e de tan altas e tan antiguas sangres desçendido, es muy soberanamente noble e más noble que otro prínçipe; la segunda, que aquesta nobleza de quien fablamos agora en este fallará estrado alto e quieto en el cual folgará e descansará de las persecuçiones e adversidades sofridas, acatada la alteza e perfeçión de sus virtudes, el zelo, el administraçión de justiçia, lo cual representa ante mí esperança muy bienaventurada, con la cual a ti, gloriosa nobleza, demando albriçias de la tu alta e soberana feliçidad. Capítulo XXIX, do se muestran las formas de los escudos d’armas Todo noble o fijodalgo ha de traer sus armas en una d’estas maneras, segund que paresçe por estas formas d’estos presentes escudos, ca o se deven traer de un linaje o de dos o de tres, e no más; ca fasta esta forma o manera los linajes se pueden igualar e de más no. Si de un linaje, hase de traer d’esta manera, considerando que presente castillo puede692 ser eso mismo cuerpo o figura sensible o vegetable, o no vegetable nin sensible: sensible, así como león o otro animal o ave; vegetable, así como árbol o foja o flor o parte del dicho árbol; si693 cuerpo ni sensible ni vegetable, o torre o castillo o peña o semejantes, o más o menos faxas o vanda o vandas o bastones otras694 cualesquier figuras, muchas o pocas fasta diez, [seyendo]695 de un color o de un metal. E696 esto mismo deve ser entendido en cualquier de los otros escudos siguientes prosuponiendo que el escudo de cuarteles es dos escudos, en el cual representa dos linajes, e el terçero que es de manera trina es un escudo en el cual yazen tres escudos, el cual escudo trino representa tres linajes, e así de los otros.

690 consideraçión] S1 y S2: considerando 691 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 692 presente castillo puede] M, S1 y S2: las presentes faxas pueden 693 si] S1 y S2: sin 694 otras] M, S1 y S2: o otras (no enmiendo, porque puede entenderse una «o» embebida). 695 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 696 E] S1 y S2: omitido

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El cual primero escudo es [el]697 siguiente: [figura 1]. Si por ventura se han de traer de dos linajes hanse de traer698 en esta segunda manera, que se dize cuartele, el cual699 se pinta así:700 [figura 2]. E si por ventura se quisieren701 traer tres linajes, hanse de traer en esta terçera702 manera, que es llamada trina, la cual703 es la siguiente: [figura 3]. Otrosí cuandoquiera que alguno quisier mesclar dos linajes, puede pintarlos704 d’esta cuarta manera, la cual es llamada705 palo: [figura 4]. Otrosí para mesclar dos linajes puédese pintar d’esta quinta manera de escudo, el cual se llama a frange: [figura 5]. Otrosí el que quisiere traer armas de un linaje puédelas traer d’esta sesta manera706 trayendo en un escudo çinco cuerpos o figuras, agora sensibiles, agora vegetables, así como çinco leones707 o çinco torres o çinco flores, e así de las otras; píntase708 así: [figura 6] Llámase el sautur709.

Figura 1

Figura 2

Figura 3

Figura 4

Figura 5

Figura 6

Otrosí es otra manera de armas, qu’es la setena para traer, la cual se llama710 roquete [figura 7]; e711 esta asimismo es de entender que estos tres cuerpos pueden ser otros cualesquier cuerpos o figuras. Es otra manera de escudo de armas712, la cual es la otava, llámase a vande, es la siguiente713 [figura 8]. Es otra

697 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 698 de dos linajes hanse de traer] S1 y S2: omitido 699 cual] S1 y S2: omitido 700 así] M: d’esta manera 701 quisieren] M, S1 y S2: quieren 702 terçera] M: omitido 703 la cual] S1 y S2: que 704 pintarlos] M: juntarlos 705 es llamada] M: se dise 706 manera] S1 y S2: forma 707 leones] M, S1 y S2: leones o çinco estrellas 708 píntase] S1 y S2: et píntase 709 Llámase el sautur] M, S1 y S2: omitido. 710 llama] S1 y S2: llamó 711 e] S1 y S2: omitido 712 escudo de armas] S1 y S2: d’armas d’escudo 713 la siguiente] M: esta

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manera de escudo, la cual es la novena, es para mesclar dos [linajes]714; llámase haute o emantele; esto es porque se considera vestida la cota d’armas e vestida junta las dos alas de la dicha cota de armas contra adelante, do en cada una ala demuestra parte de las unas armas, e descubierto de la delantera, las otras armas del715 otro linaje; píntase en la siguiente forma: [figura 9]. Es otra manera d’armas para traer un716 linaje, qu’es llamado faxa o barras; esto es cuando es tanto el color como el metal e717 el metal como el color; es la siguiente718: [figura 10]. Es otra manera d’armas para mesclar dos linajes; deve ser así pintada719: un escudo grande en el cual estén720 armas de un linaje e dentro de aquel meter otro pequeño escudo con otras armas; esta forma se llama de721 dos escudos; pero es de acatar qu’el escudo sea tan grande que paresca escudo e no orla, cuya forma es la siguiente: [figura 11]. Es otra manera de escudo d’armas, la cual es otra manera de vanda, las cuales armas han d’estar en los escudos722 de la vanda; píntanse723 d’esta manera: [figura 12].

Figura 7

Figura 8

Figura 9

Figura 10

Figura 11

Figura 12

Es otra manera d’armas, la cual es la que se sigue: esta asimismo724 se dize vanda, píntase así d’esta forma725: [figura 13]. Es otra manera de armas, la cual se llama bastone726, es la siguiente727: [figura 14]. 714 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 715 del] M: de 716 un] S1 y S2: otro 717 e] S1 y S2: o 718 la siguiente] M: esta 719 deve ser así pintada] M: dévese así pintar 720 estén] S1 y S2: están 721 de] M: omitido 722 escudos] M, S1 y S2: escuditos 723 píntase] M: e píntase 724 asimismo] S2: omitido 725 así d’esta forma] M: así // S1 y S2: de esta manera 726 bastone] S1 y S2: bastones 727 es la siguiente] M: píntase d’esta manera

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Es otra manera de armas, llámase a vande, píntase así: [figura 15]. Es otra manera de armas de escudo728, la cual es dicha jaquelado729: [figura 16]. Es otra manera de armas que asimismo es [dicha]730 jaquelado de punta, la cual se pinta d’esta forma: [figura 17]. Es otra manera d’armas, la cual se pinta d’esta forma: [figura 18]. Es otra manera de armas, la cual se pinta d’esta forma: [figura 19]. Es otra manera de armas, la cual se pinta d’esta forma731: [figura 20]. Es otra manera de armas la cual se pinta d’esta forma que arriba [e]stá732: [figura 21]. Es otra manera d’armas la cual se pinta d’esta manera siguente733: [figura 22]. Es otra manera de armas la cual se pinta734 d’esta forma735: [figura 23]. Es otra manera de armas la cual se dize veros; esto es cuando son blancos e negros, segund que de suso es dicho; píntase d’esta forma siguiente: [figura 24].

Figura 13

Figura 14

Figura 15

Figura 16

Figura 17

Figura 18

Figura 19

Figura 20

Figura 21

Figura 22

Figura 23

Figura 24

Es otra manera de armas, la cual es dicha verado736, esto es cuando son de otras colores que no son blancos ni negros; píntase d’esta forma: [figura 25]. Es otra manera737 d’armas, la cual otrosí es dicha738 verado739, píntase d’esta 728 armas de escudo] M, S1 y S2: escudo de armas 729 jaquelado] M: jaquelado es esta 730 Enmiendo atendiendo a la lectura de M. 731 d’esta forma] M: asy 732 que arriba [e]stá] M, S1 y S2: omitido 733 d’esta manera siguente] S1: así // S2: d’esta forma 734 Es otra manera d’armas la cual se pinta d’esta manera siguente. Es otra manera de armas la cual se pinta] M: omitido 735 de esta forma] M: omitido // S1 y S2: así 736 verado] M: omitido 737 manera] M, S1 y S2: forma 738 dicha] S1 y S2: dicho 739 verado] M: verado verado

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forma siguiente740: [figura 26]741. Es otra manera d’armas, la cual se llama742 d’armíneos; esto asimismo se entiende cuando son de colores blanco e negro; e, cuando son de otras colores, llámase armineado; píntase d’esta forFigura 25 Figura 26 Figura 27 ma743: [figuras 27 y 28]. Es otra manera d’armas, la cual se dize girone o de girones; píntase d’esta forma siguiente744: [figura 29]. Es otra manera de armas, la cual se dize de flamas o de fuego; píntase d’esta manera: [figura 30]. Es otra manera de armas, la cual se pinta Figura 28 Figura 29 Figura 30 d’esta forma siguiente745 [figura 31]. Es otra manera d’armas, píntase ansí: [figura 32]746. Las formas de los escudos como lo bastardos traen las armas son estas747: la primera se pinta d’esta forma: [figura 33]; la segunda748 se pinta Figura 31 Figura 32 Figura 33 d’esta forma749; la terçera 750 se pinta d’esta forma . 751Agora es de saber qu’el primero que puso escudo y yelmo e las armas sobre sepoltura fue Eneas; e esto fue cuando Miçeno murió, el cual fue 740 píntase d’esta forma siguiente] M: es esta // S1 y S2: píntase d’esta forma 741 La figura no se corresponde con el verado. 742 se llama] S1 y S2: sema 743 d’esta forma] M: asy 744 d’esta forma siguiente] M: así // S1 y S2: d’esta forma 745 la cual se pinta d’esta forma siguiente] M, S1 y S2: píntase así 746 Como puede observarse, se trata de la misma figura que la anterior. 747 estas] M, S1 y S2: las siguientes 748 No aparecen ni la segunda ni la tercera manera de mostrar la bastardía en los escudos. Seguramente se encuentran entre los que aparecen al margen en los párrafos siguientes y que se reproducen en el apéndice. 749 se pinta d’esta forma] M, S1 y S2: píntase así 750 se pinta d’esta forma] M: píntase así // S1 y S2: píntase d’esta forma 751 A partir de aquí aparecen reproducidos en el margen algunos escudos sobre los que no habla Mexía, aunque seguramente entre ellos se encuentran aquellas formas propias de los bastardos, como se indicó previamente. Estos escudos pueden verse en el apéndice [figuras 34-47].

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enterrado en el canpo o monte Miçeno, de cuyo nonbre el752 dicho monte o campo tomó nonbre753. En este canpo, sobre la754 dicha sepoltura de Miçeno755, Eneas fizo poner su escudo e su yelmo e su espada, etc. —esto afirma Virgilio en su Eneida, libro VI, capítulo VI—; e de aquí ovieron comienço las armas ponerse sobre las sepolturas e las vanderas, etc. Otrosí es de saber cómo Rómulo fue el primero que entre los prínçipes e cavalleros romanos puso armas en los tenplos, ca este en memoria del vençimiento del rey Titus de Sabina; esto afirma Titus Libius en su libro primero de su Década, capítulo XIV; e pónelo d’esta manera: «Acordó de fazer un arca [como ataut]756 asaz convenible, en la cual puso las armas e los despojos del rey que matara; e fízolas levar e poner en el Capitolio, e allí las colgó de un robre que allí estava, al cual los pastores tenían por santo». A estas llama [Polibio]757 —De belo punico, en el su libro en el cual fabla de la758 primera e segunda guerra de entre Cartago e Roma, en el fin de todo el dicho libro— «despojos ópimos»759. Estos fueron los primeros; los segundos, los de Cornelio Coso; los terçeros760, los de Marco Marçelo, que entiendo que fue dicho Torcato, comoquiera que Titus Libius dize que Titus Maulius, que de allí se llamó Torcato761. Es aquí de notar una cosa, la cual es que açerca del traer o pintar las dichas armas se deven considerar çi[e]rtas762 cosas; la primera, si se traen763 en cota d’armas, que las más nobles comiençen764 en el lado derecho del que las trae, y los animales o aves sienpre acaten765 la parte derecha del trayente y la isquierda

752 el] S2: es 753 de cuyo nonbre el dicho monte o campo tomó nonbre] M: de cuyo nonbre el campo y el dicho monte tomó nonbre (al margen) 754 la] S1 y S2: omitido 755 En este canpo, sobre la dicha sepoltura de Miçeno] M: escrito al margen. 756 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2 (los manuscritos salmantinos leen «ataúd»). 757 Enmiendo atendiendo a la lectura de M y S1. 758  [Polibio] —De belo punico, en el su libro en el cual fabla de la] S2: por 759 ópimos] M: e pimos 760 los segundos, los de Cornelio Coso; los terçeros] S1 y S2: omitido 761 A partir de aquí hasta el final del capítulo aparece al margen en M, con las variantes que indico. 762 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 763 si se traen] S1: si será // S2: si serán 764 comiençen] S1 y S2: comienza 765 acaten] S1 y S2: acatan

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del mirante766; si las767 trae en vandera, el animal acate al asta de la dicha seña; si las trae en tronpetas, puesta la tronpeta en la boca del ofiçial, el dicho animal o cuerpo otro768, el animal o ave acate contra delante y el cuerpo del castillo o torre entonçes esté derecho en el acto más conforme a su natura estante el asta de la tronpeta ençima de los dichos cuerpos; si se traen en paramentos de cavallo de cada costado, los animales acatante[s]769 la cabeça del cavallo; si770 fueren caras, estas sienpre estén771 acatantes derechas contra nós; y, si medias, acaten772 contra la parte diestra de do están pintadas; si se traen en cobertor por las çenefas que penden acaten contra la parte diestra y contra la cabeça773 de la dicha774 cama; las que estovieren en medio de la cama acaten contra la parte diestra de la persona acostada o echada; si fuere torre o castillo, estén derechos como suelen estar en su mejor acto; esto mismo se guarde en los resposteros, considerando los lançados sobre el azémila; si775 se pone[n]776 en pared, acaten777 la parte delantera778 a779 la parte diestra de la dicha [pared]780 y a la siniestra del acatante; si en el çielo o techo781, otrosí acatante782 la parte siniestra del mirante; si la pusieren783 [en tierra]784 acatante785 su parte diestra como si alguno estoviese allí e a la siniestra del acatante; si en tunba o luzillo, las dichas armas de786 animales acaten a los pies del dicho787 luzillo contra el altar o contra oriente, y así las dichas armas estarán puestas en su perfeçión. Pero es de notar que, en las

766 del mirante] S1: del aminante // S2: de la minante 767 las] S2: la 768 cuerpo otro] M: otro cuerpo otrosí 769 acatante] M, S1 y S2: acaten 770 si] S1 y S2: e si 771 están] S1 y S2: estén 772 acaten] S1 y S2: omitido 773 cabeça] M y S1: cabeçera 774 dicha] M: omitido 775 si] S1 y S2: e si 776 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 777 acaten] M: acaten a // S1 y S2: acata 778 delantera] S1 y S2: delantera del entrar 779 a] M: o a 780 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 781 çielo o techo] M, S1 y S2: techo o çielo 782 acatante] M, S1 y S2: acaten 783 la pusieren] M: se posieren 784 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 785 acatante] M, S1 y S2: acaten 786 de] S1 y S2: omitido 787 dicho] M: omitido

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cotas d’armas, [las armas]788 que están en las espaldas otrosí acaten789 al costado derecho del790 que las trae791, otrosí al diestro del acatante, etc. Otrosí792 es de saber que ninguno deve nin puede poner sus armas en cosa ajena o en lugar ageno, etc.793 sin plazer de su dueño. Estas son las formas de las cotas d’armas, las cuales son tres, segund aquí son794 figuradas

Fenesçida la razón de las armas, es a dezir de las cotas e de las insinias o vanderas, por795 las formas, las cuales son las siguientes; e ponerse han las formas de las cotas d’armas primero, puesto que, segund cada día las vemos a los ofiçiales d’armas, no eran796 tanto neçesarias; pero de saber es797 que son tres maneras; la una es cota de armas la cual tiene tal façión. Segund las leyes d’España son estas las formas e quién e cuál798 las puede799 traer800: [figura 48] Es otra manera de801 cota d’armas que802 se803 dice tinicla, la cual804 tiene tal façión: [figura 49] Es otra manera de805 cota d’armas, la cual se dize plaque[n]806, cuya façión es la siguiente807: [figura 50]

Figura 48

Figura 49

Figura 50

788 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 789 acaten] M: deven acatar 790 del] S1 y S2: de los 791 traen] S1 y S2: trae 792 Otrosí] M: eso mismo 793 etc.] M y S2: omitido 794 aquí son] S1 y S2: son aquí 795 por] M, S1 y S2: e pornemos 796 no eran] S1: non nos eran // S2: no nos serán 797 de saber es] M, S1 y S2: es de saber 798 cuál] S1 y S2: cuáles 799 puede] S1 y S2: pueden 800 Segund las leyes d’España son estas las formas e quién e cuál las puede traer] M: omitido 801 manera de] M: omitido 802 que] M: la cual 803 se] S1 y S2: omitido 804 la cual] M: omitido 805 manera de] M: omitido 806 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 807 cuya façión es la siguiente] M: es de tal façion

Ferrán Mexía

Estas diez señas segund Françia, Alemania, Inglatierra, Borgoña, Bretaña e Ungría808. Es de saber, segund lo pusieron809 los sabios que conpusieron las Partidas, que son çinco maneras de señas; do, segund dizen, la primera es la que traen los enperadores y reyes; e açerca de lo cual dizen los sabios así: «es un manera de insignia o seña, la cual es llamada vandera». Esta ha de ser cuadrada e sin farpas; algunos dizen que se dize «estandarte»; no le810 deve traer otro salvo rey o enperador; esta es de tal figura: [figura 51]. Es otra manera de seña que se dize cabdal; esta es cuadrada e con farpas; d’esta no deve usar salvo aquel que fuere señor de çient [cavalleros]811 que sean sus vasallos o dende [arriba]812; asimismo tal seña como está puede traer villa o çibdad; esto porque se entiende qu’el rey es cabdillo e la seña es suya; esta misma seña puede traer cualquier813 de los conventos de órdenes de Santiago, de814 Calatrava e Alcántara; su figura es esta siguiente815: [figura 52]. Es otra manera de seña que se llama pendón posentador, el cual es ancho contra el asta e agudo contra el cabo; esta seña llevan los mariscales del rey cuando van aposentar los reales; asimismo tal seña pueden traer las órdenes e los maestres de cavallería; asimismo los que ovieren çien cavalleros e dende ayuso816 fasta çincuenta; es la817 forma siguiente: [figura 53] Es otra manera de seña, la cual ordenaron los antiguos que troxesen los que toviesen de çien cavalleros ayuso fasta diez, la cual es cuadrada, más luenga que ancha, el terçio el asta ayusso sin harpas a la cual llama banera818; su figura es la siguiente819: [figura 54]

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Figura 51

Figura 52

Figura 53

Figura 54

808 Estas diez señas segund Françia, Alemania, Inglatierra, Borgoña, Bretaña e Ungría] M: omitido 809 pusieron] M: conpusieron 810 le] M, S1 y S2: la 811 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 812 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 813 cualquier] M: repetido 814 de] S1 y S2: e 815 siguiente] M: omitido 816 ayuso] S2: arriba yuso 817 es la] M: es de la // S1 y S2: es en la 818 banera]: M, S1 y S2: bavera 819 la siguiente] M: esta

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Es otra manera de seña, la cual es luenga e partida en dos ramos; esta han de traer los ofiçiales mayores del rey; esta misma pueden traer los que tienen diez cavalleros e dende ayuso fasta çinco; pero esta ha de ser más pequeña que la de los ofiçiales mayores del rey; es de saber que los adalides pueden traer las señas de las villas la sobredicha seña de la siguiente figura, entiéndese de los dichos ofiçiales, así que los adalides traerán820 las señas [de las] villas821 cuando los conçejos fueren con él; es de saber que el rey da seña al adalid; otrosí el almocadén no puede llevar seña [salvo la]822 que le dieren cuando le fizieren almocadén; otrosí el almogávar non puede traer seña ninguna. La figura de la dicha seña es esta forma823: [figura 55]. Estas diez señas siguientes son segund la común manera o más usada en el mundo espeçialmente en Alemaña, en Françia, en Inglatierra, en Ungría, e entre todos los cristianos; de824 alguna d’ellas se pornán los nonbres e de algunas son inorados los nonbres por mí; pero paresçe por la ispiriençia cómo los cavalleros estrangeros dichos usan de aquellas. La primera es dicha vandera real, su figura es la siguiente, la cual ha de ser más luenga que ancha e sin farpas dos tanto825: [figura 56]. La segunda forma de seña se llama pendón, el cual es la terçia parte más luengo que ancho, el cabo d’él es redondo; su figura es la que se sigue826: [figura 57]. La terçera manera de seña es dicha palón; es más luenga que ancha e con farpas el cuarto827; su figura y forma828 es la siguiente: [figura 58]. La cuarta manera de seña es llamada gui[t]ón829, la cual traen los enperadores e reyes en paz e en

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Figura 55

Figura 56

Figura 57

Figura 58

820 traerán] S1 y S2: traen 821 la sobredicha seña de la siguiente figura, entiéndese de los dichos ofiçiales, así que los adalides traerán las señas [de las] villas] M: omitido 822 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 823 esta forma] M, S1 y S2: la siguiente, etc. 824 de] S1 y S2: omitido 825 tanto] S1 y S2: tanto, etc. 826 que se sigue] M, S1 y S2: siguiente 827 ancha e con farpas el cuarto] M: ancha el cuarto e con farpas 828 y forma] M: omitido 829 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2.

Ferrán Mexía

guerra delante sí, porque sienpre se sepa830 o se vea dónde están; esta asimismo pueden traer los capitanes generales en absençia de los dichos prínçipes; la forma o figura d’ella es la siguiente, la cual es pequeña e cuadrada: [figura 59]. Es otra manera de seña, quinta, la cual es llamada gánpola831; es partida por medio fasta çerca de la meitad; esta traen los cavalleros o capitanes de poca gente e aun usan la dicha seña poner los cavalleros en los tenplos sobre las sepolturas; su figura832 es la siguente833: [figura 60]. La sesta forma de seña presente es llamada estandarte; este es luengo con dos colas, partido fasta más de la meitad, las dichas colas derechas, sesgadas834, las puntas delgadas, la cual seña traen los cavalleros de dignidad o de estado e los grandes capitanes, el cual es dicho estandarte, cuya figura es la siguente835: [figura 61]. Es otra manera de seña, vii836, la cual es llamada confalón, la cual traen los grandes señores e aun los prínçipes en las batallas sienpre descogidos o tendidos porque las vanderas reales no se despleguen, ca las dichas vanderas nunca se deven desplegar salvo en vista de los enemigos o día çierto837 de batalla, e aun los otros grandes señores sin ser prínçipes traen las sobredichas gánpolas838 en las batallas sienpre desplegadas e por los caminos por non839 desplegar los estandartes o confalones, que son más prinçipales señas; la figura e forma del dicho confalón es la siguiente: [figura 62]. La VIII manera de seña otrosí es dicha vandera840, cuya figura es la siguiente, de la cual ninguno deve usar salvo aquel que desçiende de casa de varonía; ha de ser cuadrada e con una cola sobre lo alto de la meitad arriba, la dicha cola ha de ser tan luenga como es el cuerpo de la vandera; su figura es esta: 830 sepa] S1 y S2: sepan 831 gánpola] S1 y S2: guímpola 832 figura] S1 y S2: figura e forma 833 siguente] S1 y S2: siguiente, etc. 834 sesgadas] M, S1 y S2: sesgas 835 la siguente] M: esta vii] M: setena // S1 y S2: se trae 836  837 día çierto] S1 y S2: días çiertos 838 gánpolas] S1 y S2: guímpolas 839 non] S1 y S2: non los 840 otrosí es dicha vandera] S1 y S2: es dicha vandera otrosí

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Figura 59

Figura 60

Figura 61

Figura 62

Nobiliario vero

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[figura 63]. Es otra manera de seña, la cual es la novena, cuya figura es la siguente841: [figura 64]. Es otra manera de seña la cual es la842 dezena843 cuya figura es la siguente, cuyo nonbre es por mí inorado: [figura 65].

Figura 63

Figura 64

Figura 65

Es de saber que en los primeros tienpos usaron çiertas maneras de insinias, es a saber, la primera fue el águila, que puso en vandera Júpiter, en Egipto pusieron un lobo, otros pusieron un puerco, otros un drago, otros un cavallo, otros un manojo de mies o de feno; a la cual insinia llamaron «manípulos» y al que la traía «manipularius»; açerca del águila Valturri, libro X: «aquilam ei in auspicium [advolasse] quam victor bono om[i]ne acceptam tutele subiugaverit, [sacra] vero historia antea etiam consedis[s]e illi aquilam in capite atque [illi]844 regnum pretendis[s]e testatur aquilam»; autore [Diodoro], açerca de los lobos, el dicho autor: «Lupi efigiem inter signa militaria exstitis[s]e p[ro]ut qu[od] eiusmodi animalis lacte Marti, id est pueri nutriti sunt»; açerca de los puercos: «aprique confecto bello inter quos pax fieret cesa porca fedus solerent firmare, etc.». Açerca del dragón: «draco etiam aliquando signum fuit ex quo [Phitonem] serpentem Apollo sagitis interemit, etc.». Açerca del cavallo: «de equorum quoque signo nichil preclarum nichil exploratum satis habeo nisi quod per huius animantis fortas[s]e [speciem] cum bellis intersit plurimumque valeat, etc.». Açerca del Minotauro: «Minotauro natura duplici ut qui usque ad humeros taurus [cetera] homo [sit] [propinde] qui non minus varia et oculta esse debent consilia [du]cum qua[m] fui[t] [domicilium] [quondam] eius [laborinthus], etc.».

841 esta. Es otra manera de seña, la cual es la novena, cuya figura es la siguente] M: esta. La novena es otra manera de seña cuya figura es tal // S1: la novena etcetera. Es otra manera de seña cuya figura es la siguiente // S2: la novena etcetera. Es otra manera de seña cuya figura es la sigui842 la cual es la] M, S1 y S2: omitido 843 dezena] S1 y S2: omitido 844 Enmiendo atendiendo a la fuente.

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Açerca de los manojos de mies: «porro sub Romulo pauper adhuc romanus exercitus hostis feni manipulos illigabat et hos pro signis gerebat»; Ovidius, «in faustis illa quidem fena federat reverencia feno, etc.»; Guarinus, «manipulus dic[itur] societas ducentorum militum quia [antiqua] signa essent, manipulos id est fa[s]ciculos stipule vel alicuius herbe sibi pro signis [faciebant] vel quia olim bellum manibus incipiebant, etc.»845. El presente libro llamado Nobiliario vero es el oreginal846. Es así llamado por dos cosas: la una, porque trata de la alta nobleza e porque en él es fallada toda toda la raís e esençia de fidalguía e nobleza e de todas [sus]847 maneras, así de nobleza teologal como de nobleza moral, otrosí de la manera de nobleza común; otrosí de la nobleza política e de género. Es dicho848 Nobiliario como libro o escritura donde yazen las raízes e fundamiento de la alta nobleza e fidalguía. Vero, que quiere dezir849 «verdadero», porque las autoridades que en sí contiene con las cuales se prueva la dicha nobleza e intençión son verdaderas e çiertas, las cuales yo por mi mano saqué850 de los volúmenes e libros de los autores alegados e busqué por diversos tratados e conpendios con asaz dificultad e trabajo851. Començose en el año de mil e cuatroçientos e setenta e siete años, en el fin del mes de abril. Acabose de escrevir e de corregir a xv días del mes de mayo, año del señor de mil e cuatroçientos e ochenta e çinco años, etc.852 845 Es de saber que en los primeros tienpos usaron çiertas maneras de insinias, es a saber, la primera fue el águila, (...) vel quia olim bellum manibus incipiebant, etc.»] M, S1 y S2: omitido 846 el oreginal] M: sacado scripto e trasladado del original 847 Enmiendo atendiendo a la lectura de M, S1 y S2. 848 dicho] S1: dicho es dicho 849 que quiere decir] S1 y S2: omitido 850 las cuales yo por mi mano saqué] M: las cuales fueron por Ferrand Mexía, de Jaén, regidor de la dicha çibdat, sacadas // S1 y S2: sacadas 851 e busqué por diversos tratados e conpendios con asaz dificultad e trabajo] M: e buscados por él por diversos tratados e conpendios con asaz dificultad e trabajo // S1 y S2: omitido 852 Començose en el año de mil e cuatroçientos e setenta e siete años, en el fin del mes de abril. Acabose de escrevir e de corregir a xv días del mes de mayo, año del señor de mil e cuatroçientos e ochenta e çinco años, etc.] M: el cual dicho original se començó en el año de mil e cuatroçientos e setenta e siete años, en fin del mes de abril; acabose de escrevir e de corregir cuatro días de febrero, del año del Señor de mil e cuatroçientos e setenta e ocho años, en la villa de Arjona. Sea Nuestro Señor Dios Jesucristo e su Gloriosa Madre por ello alavados e benditos eternalmente por sienpre jamás. Amen. Este libro se escrivió en la villa de Astudillo, villa del magnífico señor don Álvaro de Mendoça, conde de Castro e señor de la dicha villa, en diez días de julio, año del señor de MCCCC LXXIX años. Quis escribsit escribat et senper cum

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A Dio graçias853 Acabose la presente obra sábado, XXX de junio, año de la Incarnaçión de mil y CCCC XCII años, en la muy noble y leal çibdad de Sevilla inpresa por los onrados varones maestros Pedro Brun, Juan Gentil, fiel e verdaderamente corregida, etc. 854

domino bivat. // S1: Començosse en el año de mil e cuatrocientos e setenta e siete años en fin del mes de abril; acabose de escrevir cuatro días del mes de febrero del año del señor de mil e cuatroçientos e setenta e ocho años en la villa de Arjona. Sea Nuestro Señor Jesucristo e su Gloriosa Madre por ello alabados e bendecidos eternalmente por siempre jamás. Amén. // S2: Començose en el año de mil y cuatrocientos y sesenta y siete años en fin del mes de abril; acabose de escrivir, cuatro días del mes de febrero del año de mil y cuatrocientos y sesenta y ocho años en la villa de Arjona. Sea nuestro Señor Jesucristo y su Gloriosa Madre por ello alabados y venditos eternalmente por siempre jamás. Amén 853 A Dio graçias] M, S1 y S2: omitido 854 Como es lógico, este colofón solo aparece en el incunable.

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Apéndice

Escudos que aparecen reproducidos al margen

Figura 34

Figura 35

Figura 36

Figura 37

Figura 38

Figura 39

Figura 40

Figura 41

Figura 42

Figura 43

Figura 44

Figura 45

Figura 46

Figura 47