El libro de los Nombres de la A a la Z
 9788425343254

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El libro de los

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de la A a la Z Antonia Dueñas

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Paz Lorenzo

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©2009,Antonia Dueñas y Paz Lorenzo, por el texto © 7.009, Jupiterimages y Gettyimages, por las imágenes de interior y cubierta

©2009, Random House Mondadori, S.A. Travessera de Gracia,47 4 -9.08021 Barcelona Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, http://www. cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. Printed in Spain - Impreso en España ISBN:978-84-253-4325-4 Maquetación: estucli claris Fotocomposición: Compaginem Depósito legal: T08 . 10-2009 Impreso y encuadernado enArtes Gráficas Toledo, S.A. U. Toledo

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El libro de los

de la A a la Z Antonia Dueñas

·

Paz Lorenzo

Grijalbo SPRJNGDALE PUBLIC LIBRARY

405 S. Pleasant Springdale, AR 72764

Introducción

La elección del nombre propio de un hijo es una de las primeras decisiones a las que se enfrentan todos aquellos que estrenan paternidad. El hecho de que el nombre acompañe a una persona a lo largo de su vida y le imprima carácter y personalidad, lo convierte en un importante atributo personal que requiere, cuando menos, una detenida reflexión por parte de los futuros padres. Pero esta decisión, que puede parecer sencilla y personal, no escapa al influjo de las tendencias imperantes en cada época. Hasta hace pocos años, era muy habitual la repetición de los mismos nombres dentro de una familia. Así, generación tras generación, los hijos llevaban el nombre de los padres, de manera que se perpetuaban los linajes y algunos nombres se convertían en auténticos sellos de identidad de las sagas familiares. La dinámica parece haber dado un giro y ahora parecen preferirse nombres que ,respondan a otro tipo de criterios que poco tengan que ver con la transmisión generacional y, junto con los nombres más clásicos, es normal encontrar en los Registros Civiles de nuestro país otros más originales, curiosos o incluso algo extravagantes.

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Asimismo, es muy frecuente la incorporación de nombres extranjeros en las nuevas generaciones. El constante intercambio internacional ha estrechado los lazos interculturales y ningún país es ajeno a la influencia del resto. Nombres que hasta hace poco sonaban extraños en nuestra lengua, están empezando a formar parte de nuestra realidad, con lo que se amplía considerablemente el abanico de posibilidades. La elección de este tipo de nombre responde, en muchos casos, a criterios de sonoridad u originalidad, pero también hay que tener en cuenta dos fenómenos importantes en este sentido: el de la inmigración y el de la adopción. Los incesantes flujos migratorios entre distintos países han hecho que en todas las poblaciones se asienten auténticas comunidades extranjeras entre las que se mantienen las tradiciones y costumbres. Hoy en día a nadie le extraña encontrar en nuestro país a niños con nombres árabes, japoneses o rusos, puesto que aunque integrados en nuestra sociedad, son muchos los extranjeros que pretender preservar sus raíces. El fenómeno de la adopción también ha contribuido enormemente a la difusión de nombres extranjeros.

La ampliación de países en los que poder hacer efectiva la adopción se ha reflejado en muchos aspectos de la sociedad, y el registro civil es uno de ellos. En función de la edad de los niños adoptados, muchas familias les cambian el nombre una vez están ya aquí por otros que les resulten más afines y se adapten fonéticamente a su lengua; otras familias, sin embargo, hacen exactamente lo contrario y mantienen el nombre original de los pequeños para evitarles conflictos personales añadidos. De este modo, la lista de nombres de procedencia extranjera que se incorporan al registro aumenta progresivamente. Otra de las diferencias que más se han manifestado en los últimos tiempos es la preferencia por los nombres simples en detrimento de los compuestos, tan habituales en otras épocas. La costumbre de poner al hijo los nombres de los dos abuelos o abuelas, dando así lugar a un nombre compuesto, se ha ido perdiendo

en el tiempo y la tendencia actual refleja un alejamiento de esta tradición. Teniendo muy presentes todos estos cambios, en esta obra presentamos una selección de nombres femeninos y masculinos lo suficientemente extensa para incluir tanto los más tradicionales como los de nueva incorporación. Todos ellos van acompañados de una serie de datos interesantes que puede hacer decantar la elección en uno u otro sentido: los días en que se puede celebrar la onomástica, la etimología que permite descubrir su procedencia, los hipocorísticos que se derivan de él, la historia de algún personaje real o mitológico representativo de dicho nombre, así como su traducción a las diferentes lenguas del Estado. Con esta información, la elección del nombre ya solo dependerá de consideraciones personales y subjetivas, como los gustos y preferencias de cada uno.

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1 80 - 1 85

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1 86- 1 89

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ABEL 5 de agosto (Abe/ de Reims, �auto y arzobispo)

28 de diciembre (Abel, hermano de Caín) Etimología:

habel,

Puede proceder del sustantivo asirio

que significa rn�s ,_k c:-1n-iud ..lr, Lmr.l t'nt1\) t'n

lo s amon.'s tdgkos lk l a protagonista.

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