El hombre: lo real y lo irreal
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XAVIER ZUBIRI Naturaleza, Historia, Dfos {l." ed., 1944 en Editora Nacional; 9.11 edición

en Alianza Ed., 1987)

Sobre la esencia (l." ed., 1962 en Moneda y Crédito; 5." edición en Alianza

Ed., 1985)

Cinco lecciones de filosofía (l.11 ed., 1963 en Soc. de Estudios y Publicacio­

nes; 6." ed., en Alianza Ed., 1988)

Inteligencia sentient�ntellgenc/a y realidad {1980/1991) Inteligencia y lagos (1982) Inteligencia y razón (1983) El hombre y Dios (1984) Sobre el hombre (1986) Estructura dinámica de la reolfdad (1989) Sobre el sentimiento y la volición (1992) El problema filosófico de la historia de las religiones (1993) Los problemas fundamenta/es de la metafísica occidental (1994) Espacio. Tiempo. Materia (1996) El problema teologal del hombre: Cristlonfsmo (1997) El hombre y la verdad (1999) Primeros escritos (1921-1926), (1999) Sobre la realidad (2001) Sobre el problema de la filosofla y otros escritos (1932-1944) (2003) •

Xavier Zubiri

El hombre: lo real y lo irreal

Alianza Editorial Fundación Xavier Zubiri

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PRESENTACIÓN Entre los meses de febrero y marzo de 1967 Zubiri impar­ tió un curso oral de seis sesiones sobre el tema «El hombre: lo real y lo irreal" que, como en tantas otras ocasiones, fue gra­ bado en cintas magnetofónicas de la época y posteriormente transcrito1• El texto que resultó de las correcciones y anotaciones que Zubiri introdujo en la transcripción de la grabación constituye el texto básico que recoge este libro. El curso oral de 1967 «El hombre: lo real y lo irreal", que ahora se publica, pertenece a una época en que Zubiri se en­ contraba profundamente afectado por las reacciones que había suscitado años antes su obra Sobre la esencia (1962). Como es sabido, ciertos sectores de la intelectualidad española, y muy concretamente algunos de los propios discípulos de Zubi­ ri, se sintieron decepcionados. De ahí que durante los años que siguieron a esa obra, crucial tanto para la percepción pública de su filosofía como para la posición que adoptaron algunos in­ tegrantes del grupo de sus primeros discípulos, Zubiri impar1 Las sesiones tuvieron lugar los días 9, 16 y 23 de febrero y 2, 9 y 16 de marzo de 1967.

tiera varios cursos referidos al hombre y a la realidad2; cursos que, al parecer, pretendían ir completando y precisando el sentido de algunas cuestiones fundamentales, explícitamente planteadas o sólo latentes, en la obra de 1962 que tanto des­ concierto había provocado. Dos asuntos resultaban especialmente decisivos en el am­ biente de la época: 1) faltaba explicitar la gnoseología subya­ cente a Sobre la esencia (en un contexto marcado por un es­ trecho epistemologícismo) y 2) su concepción de la realidad parecía ser excesivamente estática (en un momento histórico en el que predominaban visiones dinámicas y hasta destinadas a una praxis revolucionaria). Con respecto al primer aspecto, algunos creyeron que Zu­ biri había recaído en una metafísica dogmática y escolástica, en vez de abrir nuevos horizontes a la tarea filosófica, como si la uteoría del conocimiento)), hegemónica por entonces, fuera la única versión posible de una filosofía con capacidad crítica. Y, con respecto a la segunda cuestión, daba la sensación de que la metafísica de Zubiri representaba una forma de pensamien­ to inoperante y, en definitiva, estéril, para las urgentes exi­ gencias sociales que los tiempos requerían. Sin embargo, lo bien cierto es que el curso de 1968 sobre «Estructura dinámica de la realidad« abrió ya los ojos a muchos y de hecho sirvió para impulsar un rico desarrollo de la filosofía zubiriana en sen- . tido dinamicista, como lo han mostrado con creces las obras de Ellacuria, Laín Entralgo y Diego Gracia, en diversos campos de estudio, como la Historia, la Antropología y la Bioética. Las reacciones que suscitó Sobre la esencia provocaron en Zubiri un cierto desánimo, porque se sintió «incomprendido«. Y 2

•tEl hombre como realidad

y la verdad11,

personal•1, uEI origen del hombre", "El hombre �•Sobre la realldad", uEstructura dinámica de la realidadu, etc.

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precisamente durante esos años de incomprensión y soledad fi­ losóficas es cuando Zubiri imparte este curso, en el que, a mi juicio, se exponen ya algunos asuntos ineludibles para com­ prender de forma más acabada ciertos aspectos gnoseológicos fundamentales, esenciales para superar falsas interpretacio­ nes y para reconstruir el rico dinamismo intelectivo en la con­ cepción zubiriana de la inteligencia. Como cuentan algunos de los que vivieron de cerca la si­ tuación que padeció Zubiri durante aquellos años3, sólo pudo superar la incomprensión de ciertos medios intelectuales, re­ cobrar el ánimo y preparar algunas de sus últimas publicacio­ nes gracias al ambiente que se creó en el Seminario nacido en diciembre de 1971. El Seminario se convirtió en un centro de trabajo filosófico, en una «escuela de filosofía»4, en la que se fueron tratando asuntos de gran calado, como los antropoló­ gicos, a los que alude Diego Gracia, debido a su trascendencia para los debates sobre el estatuto del embrión, y que tanto pre­ ocuparon a Zubiri hasta los últimos momentos de su vida. No obstante, el primer aspecto en el que era necesario profundizar era la vertiente gnoseológica de la metafísica zu­ biriana. Lo requerían tanto el contexto filosófico general de la época como las propias formulaciones zubirianas. Esta linea de reflexión es la que conduciría al final a la publicación de Inte­ ligencia sentiente, como una propuesta verdaderamente in­ novadora, situada más allá de las perspectivas escolásticas, 3 Diego Gracia, uEl Seminario "Xavler Zubiri" de Madridn y Alfonso López Quintás, 1•El origen del Seminario "Xavier Zubiri",., en: Juan Antonio Nicolás y áscar Barroso (eds.), Balance y perspectivas de la fflosoffa de X. Zubiri, Co­ mares, Granada, 2004, pp. 745-753 y pp. 45-50, respectivamente. q Diego Gracia, uEJ Seminario 'Xavier Zubiri' de Madrid"; en: Juan Antonio Nlcolás y áscar Barroso (eds.), Balance y perspectivas de la fllosoffa de X. Zu­ biri, Comares, Granada, 2004, pp. 745-753.

kantianas, fenomenológicas, marxistas, analítico-lingüísticas y hermenéuticas, preponderantes en el mundo filosófico de la época. Ahora bien, para comprender el significado innovador de la propuesta zubiriana era necesario esclarecer adecuada­ mente su concepción de la inteligencia y, en ese sentido, al­ gunos asuntos de los que trata el curso de

1967 constituyen

aportaciones ineludibles, empezando por el tema central del curso, es decir, el de ulo irrealn. Aunque pueda resultar algo raro, Zubiri considera que la idea de irrealidad es un tema «archimayor« en la Filosofía, puesto que el hombre vive sumergido en irrealidades y flotan­ do entre ellas. En la vida del hombre lo irreal ocupa un volu­ men realmente fabuloso, ya que la vida humana se compone de irrealidades. Por eso seria necesario hablar también de una «filosofía de la irrealidad» en la aportación zubiriana y comple­ mentar su caracterización del hombre como «animal de reali­ dades» con la de «animal de irrealidades», por cuanto el rodeo por la irrealidad es ineludible para vivir humanamente.

Ésta se­

ria una fórmula que sustentarla en el marco zubiriano las de ccanimal simbólico)) o j . Ahora bien, esto, que nos parece una disquisición, lo es sólo para la metafísica europea. Esa es la situación real y po­ sitiva de algunos vedantines, en el Vedanta. En el Vedanta -por lo menos en la interpretación de Shánk