El Estado en el centro de la mundialización. La sociedad civil y el asunto del poder [2ª ed.] 9786071621177

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El Estado en el centro de la mundialización. La sociedad civil y el asunto del poder [2ª ed.]
 9786071621177

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JAIME OSORIO

El Estado en el centro de la mundialización LA SOCIEDAD CML Y EL ASUNTO DEL PODER

D FONDO DE CULTURA ECONÓMICA

Primera edición, 2004 Segunda edició n, 2014 Osorio, Jaime El Estado en el centro de la mundializació n / Jaime Osorio. México : FCE, 2014 289 p ; 21 x 14 cm - (Sección de Obras de Sociología) ISBN 978-607-1 6-2117-7

2• cd. -

1. Globalización 2. Sociología - l. Se r 11. t. LC JZ131 8

Dewey 337. 1O784c

Distribución mundial

Diseño de portada: R/4, Rogelio Rangel Uuslración: © Jaime Osorio D. R. © 2004, Fondo de Cultura Económica Carretera-Picacho Ajusco, 227; 14738 México, D. F. Empresa Certificada ISO 9001 : 2008 Comentarios: editorial@fondodecultur aeconomica.com www.fondodeculturaeconomica.com Tel. (SS) 5227-4672; fax (SS) 5227-4694 Se pro~íbe_la reproduc~ión total ~ parcial de esta obra, sea cual fuere el medio, sin la anuencia por esen io del titular de los derechos.

ISBN 978-607-16-2117-7 Impreso en México • Printed in Mexico

SUMARIO Prólogo a la segunda edición ... .. . . . .. .. .... .... . . . Introducció n: El regreso al Estado y al problema del poder

11 13

Primera parte E STADO, PODER POLITICO Y CLASES SOCIALES

21

I. El Estado co mo cuestión política . . . . . . . . . . . . . . ll. El Estado y la reproducció n societal . . . . . . . . . . . IIl. Política y poder político . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . IV. Las clases sociales en el capitalismo . . . . . . . . . . . .

68 83 100

Anexo: La ruptura entre economía y política en el mundo del capita l. .. .. . . ......... .. . .. . .. . .. . .

125

Segunda parte E STADO Y DEMOCRACIA E N LA MUNDIALIZAC IÓN

V. Mundializació n, imperialism o y Estado-nación .. VI. El Estado en el centro de la mundializa ción . .. . . Vll. Una nueva matriz Estadocént rica .. . ... . . . . . . . . VIII. La democracia en América La tina: neooligarqu izació n del Estado con "coro" electoral. .. ... . .. . IX. La gobernabili dad de la democracia : crítica a un discurso conservado r ..... . .. . . . ... .. • • • • • • · ·

7

143 159

182 197

215

8

SUMARIO

Tercera parte ESTADO, SOCIEDAD CfVIL Y PODER POLITICO

235

X. Las fronteras entre el Estado y la sociedad civil . . . XI. La sociedad civil y el asunto del poder y la revolución ..... .. ..... .............. ... .........

251

Bibliografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Índice de cuadros y gráficas. .... .. . . . .. . .......... . Índice general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

269 283 285

A la memoria de Miguel Enrlquez

-

PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN Oc las tres partes que integran este libro, la primera, conformada por cuatro capítulos y un anexo, es la que ha suf1;do las principales modificaciones. El capítulo I ha sido revisado profundamente a fin de ofrecer una perspectiva del Estado más acorde con las nuevas interpretaciones sobre el tema alcanzadas por mí. El capítulo IV ha sido modificado totalmente, incluyéndose una nueva versión sobre el tema de las clases sociales. Por último, el anexo que cierra esta primera parte también incluye un nuevo texto que destaca las razones y las consecuencias de la ruptura entre economía y política para los saberes modernos. El resto del libro sólo ha tenido correcciones menores; salvo el capítulo x, en donde se han hecho precisiones puntuales sobre las relaciones entre el Estado y la sociedad civil. JAJME ÜSORIO

Tepepan, Ciudad de México, marzo de 2014

11

INTRODUCCIÓN: EL REGRESO AL ESTADO Y AL PROBLEMA DEL PODER Desde las más variadas corrientes teóricas, los temas del Estado y del poder han pasado a ocupar un lugar de preeminencia en los debates de fines del siglo xx y de comienzos del siglo xx1, tanto de la sociología política como de la ciencia política.{jn tales debates tiende a predominar una visión, que -con argumentos va ·a - sostiene que los cambios pr~ iciado3..fil)r I mun 1alizació provocan el debilii:miento, cuando no la esm egrac16n del Estado, la !!_lUtrte am.1.~ad~el ~-~ ~C!~n. particularmente porque se asiste a una creciente ~rdida de s,oberanía, y a una suerte de atomización del poder ~lítico, sea por la emergencia de nuevos centros de poder y/o de diversos nuevos actores (multinacionales, capital fin~o, sociedad civil, ONG, nuevos movimientos sociales, etc~n todos los casos el Estado parece condenado a lugares secundarios en la nueva organización institucional y política. Aquí pretendemos fundamentar tesis ·amelr tintas: el ca italismo requiere de un istema interesta ara reproc!!lcirse y la actua etapa de mun · 1zac1 n reclama del Estado-nación,[anto en el centro como en la periferia del sistema mundial capitalista para operar, convirtiéndolo en un actor fundamental de los cambios que se asisten en materia económica y polític"!J ~amos leio~ de la d~ntegración del Estado-nación, ya que si bien existen procesos que ~ e n ~i;'fflt-;;'.r:ro, son más sustantivos los que apuntan a su((éorganizaci® en aras de robustecerlo, lo que mantendrá los conflictos entre Estados y pone límites, a su vez. a la gestación de un gobierno mundial. . . En este libro se postula que es consustancial al sistema mundial capitalista operar con un;.,rcicio d;Wíual, de la soberanía entre centros y periferias , siendo más plena en los 13

*

INTRODUCCIÓN

14

primeros y más acotada y restringida en las segundas, p_or lo que no es aquí en donde reside la novedad de la mund1alización en la materia. 1 Más que a su reparto o a su dislocación, GJ~ rrt1~ por su parte, se ha centralizado corno nunca, lo que o bliga a las fuerzas que quieren modificar el aclual eslado de cosas a no desentenderse de ~V sino, por el conlrario, a te ner que considerarlo com2 iflllnto nod~ _e~-Sll~uie~ __prgye~o qu«:_.~-~a camin~~tal d irección. Este puntoTe partida exige establecer una discusión que defina _l~12ecificidad delEstado, sus límites y funciones particufares, marcando afstancias con los planteamientos en donde su análisis tiende a ser asumido desde fronteras difusas. Hacemos nuestro así fil planteamiento de Grams e ntre las clases. Pero no es un simple reflejo de la lucha ent,·e éstas. Más bien actúa activamente en eUa dispersando y atom izando a las clases ligadas al trabajo. Es, e n definitiva, una condensación de relaciones sociales que crea fuerza y moldea las correlaciones a favor de los que dominan , desintegrando la fuerza de los dominados. Al operar en un campo de fuerzas contradictorias, el Estado debe con templar s in embargo la fuerza de las clases dominadas, que pueden alcanzar expresión allí. Pero esa expresión es asumida en tanto clases dominadas. Esto quiere decir que el Estado (burgués en cuanto a los intereses que representa) sólo puede expresar posiciones de las clases dominadas en un cuadro que reafirme esa condición, en tanto los intereses de dichas clases se manifestarán en una instancia (la estatal) que no está para incorporar fuerza social cualquiera ni para medir s in impurezas las correlaciones de fuerza entre dominantes v dominados. Muchas a perturas del · Estado son resultado de la luc~a de los dominados, como el derecho a huelga, el sufragio universal, etc., cumpliendo un papel relevante en las f?rmas democráticas que hoy conocemos. Pero no deben olVJdarse

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e apoyo aquí, y en el tema siguiente, en eI apa rta d 0 "Estado y clases

domin adas", en el capítulo

1.

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ESTAl)(), pOD"""' 92

p0LfTICO Y CLASES SOClALE.S

1 "

-alados, por lo que as conquistas" d 1 los limites antes seneotran filtradas por la acció n de d~ °.5 :"'"dos se eocu . d emoc r á t1co. l'b . dadanizactón 1 eral ll'l1. dom»· estatal La ciu · Id d I' · ' Por ~o plo f~rtalece la noción de_igua 1ªd PI? ll1ca requerida eJem • . t 5 no la cuestwna, a es 1garse de las d e' d ¡ , es. por los doIIUJlan d • les gestadas des e a economia v sustenta 1 igualda es ~ \ndividuaJista que a tomiza a la., clases e r. se en una vis16n . . . , n. resentación y accionar. No C'> menos cien trabando su reP . d , . , .. . o a uella visión de la c1uda arna perm t le 1qar posiciones que ql lamo de, por lo menos, alcanzar un mínimo d para e rec 'd d d d . . e condiciones para ejercer la capact a e . cc,.,10 11, corno es. tar alimentado, con trabaj?·. co~ educa~•?n· cu n derecho a la organización y la part1c1pac16n poli11ca , L'tL_- E~ decir, puede convertirse en un detona nte para la 01ga nizac16n y la lucha de los dominados. En cualquier caso, el Estado (capita lis ta) no es ni el fundamental ni el mejor lugar de las clases do m inadas pa. ra acumular fuerzas, lo que supondría concebirlo como una entidad neutra, o bien desconocer la unida d de clase del Estado y suponerlo como entidad desarticulada, lo que haría posible la coexistencia de dobles poderes en su interior, cosa que no ocurre.

LA CENTRALIDAD DEL PODER POLITICO A_ ~erencia del Estado feudal, que presenta una atomiza-

cion del poder político (repartido en distintos feudos, sobe· ranos, ponrfi I ces Y otras autoridades), por lo que éste puede ser alca~zado de manera fragmentada (trinchera a trinchera o • m , feudo a feudo), el Estado capi taJista se ca· . eJor aun, ::enza ~r la centralización que establece en materia de er PD!1tico. Ello es lo que pone límites a la posibilidad de oonqu1Star pa las d minad rce e poder político por parte de los doos. El poder político . . dones que , no se reparte entre las diversas msutu· conionnan el aparato de Estado cap1tahsta. • · MáS bien se despl · estatal, pero concentrándoaza en el ten,·tono

de ac se, en espac e las c qu dos te na supone a ría más c en el Est Aquí s las cuale del pode experien ha n deb de un nu so a la ll social y llámense lucionar pueden do capit

Analiza der desd domina trica. Pe desplieg el pode de acum práctica cultura término los más fuerza

24 Ou blemas.

POLITICA y PODER POLfn co

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Por ida d es. ta e r. n. en o nes od e o es. ho a ecir, y la

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de acuerdo con las circu nstancias de la lucha de el , se, I r· ases , en espacios esta la ?s espec í 1cos. De esta fonna , el control e las clase:-, dominada:-, puedan qu . . . . . destablecer sobre determ 1·dos ten-itonos e tns t1tuc1ones el aparato de Estado no na ' supone alcanzar " parce 1as "d e po d ~r p~lítico (idea que estaría más cerca de la forma de orga rn1.ac16n del poder político en el Estado feudal ). Aquí se c ncuc-ntran algunas de las principales razones por las cuales en todas las expe1·iencias conocidas de disputa del poder políti co e n las sociedades capitalistas, esto es, de experienc ias de revolución,24 siempre las clases dominadas ha n debido generar embriones de un nuevo poder político, de un nuevo Estado, fúera del Estado capitalista (dando paso a la llamada dualidad de poderes), que exprese su fuerza social y las nuevas condensaciones de relaciones de poder, llámense consejo~ de obreros y campesinos o ejércitos revolucionarios. En el futuro estos embriones del nuevo Estado pueden ser otros, pero su condición de exterioridad al Estado capitalista será un proceso ineludible.

L A POLITlCA COMO ACTIVIDAD ESTADOCÉNTRICA

izaobe· uede chee ca· a de idad s do-

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MáS

ndo-

Analizada desde los espacios centrales de ejercicio del poder desde los do minantes, y de asunción del poder desde los dominados la política sólo puede terminar siendo Estadocéntrica. Pero la política no se agota en el espacio estatal y su despliegue y desarrollo son más bien societales. Mantener el poder político o disponerse a alcanzarlo supone procesos de acumulación de fuerzas que abarcan todas las esferas Y prácticas societales, sean económicas, sociales, políticas, culturales, científicas o ideológicas. Sin embargo, en último término, el punto de llegada de toda la fuerza acumulada en los más diversos espacios de la sociedad es el Estado. Si la fuerza acumulada en todos los ámbitos societales antes seOue no de construcción de socialismo, que nos remite ª otros problemas. 24

ER POLÍTICO Y CLASES SOCIALES ESTADO, pOD

94

. ta al poder político (en unas clases Para f se onen · d tras para alcanzarlo) es uerza que se ct· ñala os no 1s. . 2s mantenerlo, .en por di] uirse. · 1 fi · , •ta1ismo ]a poht1ca re ere a as act1vidade 1. . y termina persa . pors •· S1 en e1 cap1 uta y el alcance de I poder po I'I t1co 1as di I . I , . . fi sp a a adas g eva uar la po11-• . das esta de mc1on permite . . clases domma , s1 . las y sus .representac10nes: sectores t d . , acti·v1.. d. oca e es os en esa 1rccc1on O si su desarrollan se orientan . . d . d . . dades que quehacer se reduce a part1c1par e 1 eJerc1c10 e I poder que reaHzan las clases do~!n~te~. ~ ~sde e~ta pers~~ctiva, tiet1ca que se lena vigencia la V1eJa d1stmc1one ent1 e .la, poli d 1 . d ne p nmarca en una estrategia e transtormac,o n e as relacio~es de dominio y de explotación en la sociedad, y la política que en su estrategia sólo busca reformar las relaciones de dominio y explotación vigentes. Hay momentos en que la política de los dom inadores por ejercer y mantener el poder, y de los dominados, por disputar el poder político, pueden coincidir en puntos y terrenos específicos. Sin embargo, estas coincidencias sólo pueden ser coyunturales. En el mediano y largo plazos las diferenciaciones tenderán a presentarse. La pregunta central para esta diferenciación es la siguiente: en el accionar político, ¿para quiénes se está acumulando fuerzas? , ¿para aquellos que ejercen y mantienen el poder o para qu ienes lo disputan?

°

25

Este planteamiento discrepa de manera rad icaJ con la tesis de John olloway anunciada en el ú tulo de su libro Cambiar el mundo sin tomar ti Hod ·da d Aut'u· · P er. El significado de la revo¡11c.1·ó11 ¡wy, Hc r-ra m1enta-Un1vers1 . A',res, 2002. Luego d e más de 300 página~ donde Bue noma de Puebla nos . ' uno espera s, no resp s tas aca badas, por lo menos a lgu nos bal buceos ue ' • • poder.,•' . a 1a sen a interrogante· " . 6 mo cambiamos el mundo sin to mar el · ,c H u be· . o oway nos reponde· " 1 f' 1 mos" (p. 308). Para u .· ª ~na del hbro, como al comienzo, ~~ losa Poder. "comrapod .. n.~ c,~uca de este planteamiento, véase At1ho Borón,

en el ~nsamientoer,t~ anllpoder". Notas sobre un extrav(o teórico polftiCD o In· .. e treo comeniporuneo, pone ncia al Quinto Enc ucntr E temaciona) de llo, La Habana io~omistas sobre Globalización y Problemas del Desan-ozo de 2003). ' u ª• JO aJ 14 de febrero de 2003 (www.re belio n.org, mar·

En los América entre qu en ideas chos co biernos en esos la tesis que lo q definici Un p ción es q que sup entre la socieda da más Sin e desarro zativas, neral a pliación nuevos No o na en s delimit tanto ca la socie 26

Véa Edit la segund 27 No pectos m · . tl· cio s ms tenninan

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POLÍTICA Y PODER POLfTJCO

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"coRo"

ELECTORAL

En los debates de nuestro tiempo existen discrepancias en América Latina (aunque geográficamente es más extenso) entre quienes ven una repolitización de la población, presente en ideas como la "emergencia de la sociedad civil" 0 en hechos como la multiplicación de consultas electorales y de gobiernos emanados de elecciones, y la participación ciudadana en esos eventos, fren te a quienes, por el contrario, enfatizan la tesis de la despolitizació n societal. No es difícil percibir que lo que se hace presente en esta polaridad es una distinta definició n y caracterizació n de la política y del Estado. Un primer problema presente en la idea de la repolitización es que tiende a aproximarse a las tesis del "pluralismo" ,26 que suponen que el poder tiende a repartirse en la sociedad entre las diversas instituciones que emergen en la llamada sociedad civil. Como veremos en las líneas que siguen, nada más alejado de lo que realmente ocurre. Sin embargo, apunta a un asunto del mayor interés: el desarrollo de actividades y la gestación de fórmulas organizativas, desde el campo de los dominados, ajenas por lo general a los te1Titorios institucionale s, propiciando una ampliación del espacio de la política y la incorporación de nuevos sujetos a dicho espacio.27 No obstante, esta tendencia se enfrenta a otra que camina en sentido contrario: a la reconcentraci ón del poder y a delimitacione s cada vez más restringidas de la política en tanto capacidad de incidir en los asuntos fundamentales de la sociedad. Véase de Goran Therbom ·Cómo domina la clase do111i11ante?, Siglo poder"• en Edito res, México, en pai1ic ula r el capítulo 1: "Clase, Estado Y capítulo'· del eliListas", y listaS "Plura la segunda parte. También el apartado 27 en assalvo cuales, las ONG, muchas a ncia nde te ta es n e No considero pectos me nores, no c u estio nan el poder v buscan acomodarse en los espao con lo que · . · · . tlluc cio s ms lcs a fin d e ganar prebendas en ese proces • . 1ona nd º 10· cuesuoná ue q más tenninan legitimando y fortaleciendo el do minio, 26

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ESTADO, PODER

p0L{TJCO Y CLASES SOCIA LES

n de las consu ltas elect 1 mutiplicació . ' d ~ En el carnpo ~a b' o 1ernos entron izado s a partir e elecciones ra}es y de los g . · Latina, es posible que estem.os en prese ncia de en Aménea . dadan ía por asu m 1r en sus manos rzo de 1a c1u 1a . un esfue . •ón de los asunt os pu, 611cos . Pero est . •ó y la dec1s1 . discus1 n las modalidade s impu estas por el eJ·ee e~~~ P~ º s der de los que domin an. Las consu ltas ciudada.~ c1c10 del po do afecta r los centr os reales de poder del nas no han 1ogra . . onde se dec1'den los aspee tos, susta nciales Estado all{ en d · d l'd d • bo sobre e1rom de las sociedades y sus mo· a· 1 a es de re.6 Por ello debe señala rse que as1st1mos a un proproducc1 n. . ¡· · , d ¡ · dictorio: a una societ a izac10 11 e a po [(t1ca que ceso contra . r. z d · . b rgo [oura reverti

r ni a1ectar a ten encw contrasm em a 110 e,· • d ,. ria, que apunta a la reestatalizacz ón e la po1tttca.

Dentro del Estado , las decisiones funda ment ales sobre el curso de las sociedades se tiende n a tomar en espacios muy acotados del poder Ejecutivo, partic ularm ente e n las secretarias e instituciones ligadas al mane jo econó mico (Hacienda, Economía, Comercio, Banca Centr al) y en algun a de las ramas políticas, con la partic ipació n de reduc idos personeros y organismos del poder Legislativo. Allí se encue ntran concentrados los centros de poder reales , junto a las instituciones que monopolizan el uso de la violen cia legítim a. Así, la política del bloque domin ante no sólo se ha reesta talizado, sino que se concentra en territo rios estata les cada vez más reducidos. Las estadísticas muestran una elevad a conce ntraci ón de la _riqueza y el fortalecimiento de reduc idos grupo s económicos _que obtienen las mayores ventajas de las políticas de austendad, de ajuste y de la reinse rción de las economías al mer~ado mundial. Para estos reduc idos grupo s y sectores dommantes, el paso a diversas forma s de gobie rnos (de for· mas autoritarias , · ·1 civi es o m u·1tares a forma s con mayores 0 m_e_nores consultas electorales), o 1~ altern ancia de fuerzas po1iticas de divers0 · •fi do merma en sus s · · signo ideológico ' no han s igni ca· ·. po icione rnos a una ne r .s. Esto permi te afirm ar que astst1

con un

loo tgarquización del ano coro e ectoral L l • Estado latinoameric , ara · as e ecc1on es han servid o mas P

. . ar leg1urn ducir 0 re der E1 . Po 'ón ' n1zac1 ·rse en la ~ e se h Los tri la prim en ){ticas antes s Jomin an confir ma

¡

SO

La noció n cursos so idea de u tacar es s que es im ciones de rales, cor grand es c La hetero y los inte apunt an e más recu dad clasis Pero, a p ción: dar estatal qu ría la dem Pero e algún mo Presen cia rica Lati hª mostr

ct ~ n es d e s1 a est e J·e ~ da. del ales repro-

que ra-

e el muy reenlas neran tuAsí, zavez

de nóde s al res for· res zas ado ·st1·.

no

ara

POLÍTICA y PODER POLtn co

97

. . ar el nuevo Estad o latino ameri cano que para disputar leg1urn . ducir el poder de 1as c 1ases y fracc1on es que lo detentan. 0 re der polític o, a pesar de la multiplicación de la ciudadaE1 · o y de su actlvt . Po 'ón ' del asoc1· arusm · 'dad, más que repar. n1zac1 ,. ·rse en la socie dad, se ha conce ntrado , y más que democrati~ e se ha reolig arquiz ado. Los triunf os e lector ales de Hugo Chávez y Evo Morales, la prime ra d écada del siglo XXI, y las fuerzas sociales y en ){ticas que "mong - eran" en a 1 los acam panan guna medida antes señal ado, pero no lo niega n en tanto tendencia preJomin ante en el resto de la región . Son las excepciones que confir man la regla.

¡

SOCIE DAD CIVIL Y POLfTIC A: ¿EL ADIÓS A LAS CLASES ?

La noció n de socie dad civil es omni presen te en todos los discursos sobre la "nuev a polític a", los "nuevos actores" y la idea de una crecie nte politi zació n social. Lo primero a destacar es su condi ción de caja residu al en donde cabe todo lo que es imagi na ble en el ambig uo terren o de lo social : asociaciones de colon os, ONG, grupo s cívicos, organizaciones culturales, corpo racio nes empre sarial es, organ ismos de iglesia, grand es caden as televi sivas, grupo s informales diversos, etc. La heterogenei dad clasis ta de este maremagnum es enorm e y los intere ses socia les y políti cos que allí se hacen presen tes apunt an en todas direcc iones . Si algo se logra con la noción más recur rente de socie dad civiJ es oculta r su heterogeneidad clasis ta y los contr adicto rios intereses que la atraviesan. Pero, a pesar de ello, se la supon e apunt ando en una dirección: dar cuent a de la gestac ión de un espacio público no estatal que propi ciaría enfre ntar al Estado, lo que favorecería la demo cratiz ación . Pero este espec tro social tan diversificado, que pudo en algún mom ento unir dema ndas, en partic ular frente ª la Presen cia de gobi ernos autor itario s o totalitarios (en América Latin a y en el Este europ eo, particularmente), pronto hª mostr ado las enorm es difere ncias que se cob"1Jªban en su

ESTADO , PODER

pOLfTICO Y CLASES SOCIALES

98

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l

ara asum ir o como un agent d•ficultadeS P e · e de . terior y las . 1 ho más de trans1 orma c1o nes susia m . 6n y mue . n democrauzac~ . plotac ión preva 1ec1en tes. · 1 úvas del donuniody ª se~scursos, la noció n de sociedad e' . oría e 1o .. , d IVJ En 1amaY categoría que pe rm1tm a ar cue 1 ta como una , b'd . nta se presen ·a1 cual no tendn a ca 1 a en cierto s Pa 1 • e1 ·o SOC · 1 'd d del espacl . n o que ese espra. . nOcialcs, a través de la expropiación de trabajo.\, c.k m a nera !:> imultánea, su contraparte, la acumulac ión de mi~eria ) pobreza en otros.~ El tema de los nuevos actores y de las nueva s identidades es utilizado en diversos discursos como justificac ión para el abandono o relegamiento del estudio de las clases. Procesos referidos a género, etnias y credos, por ejemplo, ha btian prer piciado la emergencia de nuevos actores sociales y, a su vez, la gestación de nuevas identidades. Estos nuevos actores y las nuevas_i?entidades habrían alcanzado mayor s ignificación en el anális1S que los referidos al "anacrónico" tem a de las clases. El_problema real no se ubica tanto e n discu tir la emergencia de nuevos actores o de nuevas identidades sino en las derivaciones teóricas y políticas que ubican a los nuevos actores en contraposición a las clases ti No ~be duda de que existen pro~esos referidos a cuesdiones .e género, de etnia y de credo que puede n alcanzar ~be~iones _que rebasan los condicionantes de clase. Pero 1en es cieno que tal e , . es 1enomenos, en sus expresiones 0

1

Para

un lralarniento más li al capitulo v de mi lib F amp O de este Lema re mitimos aJ lector nd Y su conocimiento ~o u ªmentos del análisis social. La realidad social

• Tema que a ~ - : Xochimilco, México, 2001 . la acumulación capitalis ta? en El ca~ital, t. J, cap. xxm, "La ley general de • FCE, México, 1973.

más g l,1 1es e'brecer No la mu doras, de ban ·adas srocrac tos co por st1 desglo religio El p cualqu y sus flejar justifi sos co sele al agreg antes Rea tico re la déc bios p asiste que co dentis ignora hace i Red l~s en ciones ren~i ennm señala trañar

LAS CLASES SOCIALES EN EL CAPITALISMO

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más generaliza das , es~ n estrec hamente ligados a referenl,1s is ta~ ' lo que e nriquece ~us estudio~• má~ que cmpo1es e'brecerlos. . . . No adquie re las m~~ma~ con~olac1ones el problema de la mujer s i no~ rclcnm os a quie nes _laboran en maquiladoras, a recolec toras de f rulas estaciona les, a empleadas de bancos, a ejccu tiv~s de ve ntas, a dueñas de casa de!:>po·adas co n e mpresa rios o co n e mpleados de la baja busrocracia es ta la 1. ·1·o d a s es tas muJeres . pueden vivir elementos comunc~ a su gé nero, pero de manera diferenciada por st1 co11dic ió11 de clase. Y lo mis mo podríamos decir si desglosáramu~ el tema c on relación a cuestiones étnicas 0 religiosas . El problema, e nto nces, no es contraponer de entrada cualquie r nuevo ac tor o múltiples nuevos actores sociales y sus res pec tiva s ide ntidades a las clases. Esto puede reflejar más una d ecis ió n política que pretende encontrar justificacio n es teó rica~. Es más bien e l estudio de procesos concre tos e l que indicará e l peso que deberá asignársele al refe rente c la s is ta, e l que por lo general tenderá a agregar nuevos horizontes de reflexión a temas como los antes señalados . Reapropiarse d e l tema de las clases como recurso heurístico reclam a romper con e l s ilencio y la distorsión. Desde la década de 1960, y por razones que se derivan de los cambios políticos que ha sufrido la academia, en las aulas se asiste a un proceso de estigmatización de los paradigmas que contemplan su estudio. Son varias las generaciones de dentistas sociales que han s ido formados en enfoques que ignoran el tema o que lo dis torsionan de tal manera que se hace irreconocible. Redescubrir las clases sociales implica desechar también l~s enfoques que hic ieron de esta categoría y sus derivaciones (como la luch a de clases), una fórmula omnicomren~iva, capaz de explicarlo to do, que en su contraparte ennmaba no explicando na da. Por ello hay que comenzar señalando que la noción de clases sociales apunta a desentrañar el núcleo articulador de la sociedad moderna (¿pos-

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ESTADo,

PODER POLÍTICO Y CLASES SOCIALES

·ndustrial?) capitalista. No más, pero tan-moderna Y posl "•Po• • • , • co menos. 5 ·a de una expos1c16n La ausencl . s1stemat1ca sobre las e1ases soc1"ales en los trabajos clásicos . no es un b problerna"" ",e. nacido que su tratamiento esta a conternplad nor. Es co d, . b o en el plan de trabajo de Ma~, que que o maca ado, y que los demás clásicos del manosmo no lo ab~rdaron. Todos ellos hicieron análisis de clases en sus estudios. pero no de las clases. Estudios posteriores (como los de _De Giovanni 0 Poulantzas) son parciales y otrns más conocidos e n la academia latinoamericana (como los de Dos Santos o Cueva) presentan deficiencias. 6 . . Son muchos los problemas ligados al estudlO de las clases sociales. Los más elementales podrían s intetizarse en las siguientes preguntas: a) ¿Cuántas clases sociales existen? ¿Po1· qué, en ocasiones, se habla de dos, tres, o más clases? b) ¿En qué se diferencia la teoría de las clases sociales de la teoría de la estratificación? ¿Por qué es inapropiado hablar de clases altas, medias y bajas y es más preciso referirse a burguesía, proletariado, terratenientes, etcétera? e) ¿Las clases sociales son un dato sociológico o sólo existen cuando toman conciencia de su situación e identidad? d) ¿El proletariado se extiende o, por el contrario, asistimos a su extinción? En el transcurso de la exposición se buscará responder a estas interrogantes. Iniciemos de una vez la tarea propuesta.

5

La diferencia entre "completud" y "totalidad" señalada por Morin da buena cuenta d I d"1 · · stanc1a entre explicarlo todo y explicar lo que organi· e za el todo. Véase su lnt d 'ó l

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n a pensamiento complejo, Gedisa, Barce1ona, 1998, p 142 Pararo uccz di • · er f uJ d · · una scus1ón de estos problemas véase el pnm cap• tlaso e Fund~mentos del análisis social, op.cit. referencias de •ta Ob ·at s es s ras, así como de los principales maten e que abordan el tema, se encuentra en la bibliografía al final del libro.

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LAS CLASES SOCIALES EN EL CAPITALISMO

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recurrente las clases sociales tiend En el discurso más · 61e mve · 1de ingresos, con lo cual enseª ser definidas por Ia vana les asimila a las propuestas de la estratificación. Desde esta pasición habrí~ tant¿_~s clases como estratos ( y cortes) decida establecer e l 1nvcs t1 gador. Se puede subdividir cada uno de los estratos I undamcn tales (alto, medio y bajo) en tres subestratos; por e jemplo, en alto-alto, alto-medio y alto-bajo. Si esto se hace con cada estrato principal, ya tendríamos nueve clases o estratos. Y las subdivisiones pueden continuar, creyéndose que d e esta forma se hace más complejo el análisis. Veremos más adelante que existen criterios más estructurales para d e limitar los grandes grupos humanos llamados clases socia les. Un problema más complejo en relación con el número de las clases sociales se puede sintetizar en las siguientes interrogantes: ¿a cuál Marx le hacemos caso: al del Manifiesto comunista que nos habla de dos clases: dominadores y dominados; a l de El capital que señala tres: terratenientes, burgueses y proletarios; al de El 18 brumario de Luis Bonaparte, en que a las clases anteriores se agregan el campesinado y la pequeña burguesía, además de subdivisiones, como burguesía industrial y burguesía comercial? En los tres textos antes mencionados no estamos frente a un autor que se corrige, sino que nos encontramos frente a materiales que se ubican en distintas dimensiones Yespesores de análisis, lo que propicia la reconstrucción de las unidades de estudio de la realidad social. 7 Para decirlo rápidamente, en el Manifiesto tenemos una visión del desenvolvimiento histórico de larga duración, en que se privilegian los elementos centrales de la dinámica societal. Desde esa atalaya, la historia aparece com~ resultado de los enfrentamientos entre dominadores Ydominados. , p ara un desarrollo más amplio Jd tema d e 1os mve · les de análisis d y. ¡·la reconstrucción de los objetos de investigación, véase eI eapftulo n e mi 1• bro Fundamentos del análisis social, op. cit.

I06

ESTADO, PODER POLÍTICO Y CLASES SOClALES

tiva que orienta y define un horizonte gen 1 cuando se lrat:rad Estahi pe~pecs ~uficiente, sin embargo, e h. , . . . de la stona, e claves que explican. un. tipoEl 1ston . Particu. , 1. co dese•·frar 1as 1 ana 1.s1s rnedu!ar la cap1ta 1sta. lar de orgam•zaci·ón social ' el que Marx realiza es societal zación · rgani _ . en El eade esta o les funda socia clases tres presentes hacen se all' . . 'á d · ¡ pita,1 Y 1 menta1es.. las que se desarroUan aprop1 n ose a plusvalía, las que lo hacen por la vía de la renta Y 1as que sobreviven . . por medio del salario. Por último, en El 18 brumano Marx anali za una sociedad capitalista concreta, la francesa, en un momen to histórico particular, unidad en que eme~e una gama d~ ~tases y fracciones que en los niveles antenores no eran v1s1bles, porque ellos no contemplan las hibridaciones producidas por la presencia de diversos modos de producir. Así entonces, en las unidades de análisis antes señaladas los objetos de análisis son distintos po rque se reconstruyen y se hacen más complejos. Llegados a este punto podemos comenzar a considerar los criterios para defirtir las clases sociales. CRITERIOS PARA DEFINIR LAS CLASES SOCIALES Una buena aproximación al conjunto de factores que se deben considerar para determinar las clases se encuentra en esta larga cita: Las clases son grandes grupos de hombres que se diferencian entre sí por el lugar que ocupan en un sistema de producción social históricamente determinado, por las relaciones en que se encuentran con respecto a los medios de producción (relaciones que las leyes refrendan y formulan en su mayor parte), Por el PªJX:l q~e desempeñan en la organización social del trabaj~, Y, consigwentemente, por el modo y la proporción en que percJ· . ben la parte de n·queza soc1•a1 de que d1sponen. 8 1

t 1U, V. I. Lenin Una g a · · · • " n rmcratrva, en Obras Escogidas en tres tomos, · ' Edit ·a1 p on rogreso, Moscú, 1961, p. 228.

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Aquí se encuentran fo rm_ulados los principales criterio~ para determ·mar .socia• les, así como . . . clases para definir a las 1 las diversas clases, racc1ones y_sectores en una sociedad capital isla. Procederemos a anal1 ~~r cada uno de esos elite. s y agregare mos otros. La rev1s1ón se hará de manera des· · no de conjunto, lo agregada, para ·inl~~Lar a 1 r·1~a1 una v1~1ón ue nos dará el teJ1do amplio necesario para distinguir y diferenciar clases , fracciones y sectores en la organización societal capitalista . a) [As clases sociales son grandes grupos de hombres que se diferencian entre sí por el lugar que ocupan en un sistema de producción social históricamente determinado. La emergencia de las clases en la historia de las sociedades humanas supo ne el establecimienlo de una doble relación: la de explotació n y la de dominio. Cada una de estas relaciones tiene su lógica y sus propias determinaciones, por lo que su estudio reclama dar cuenta de sus especificidades. Las relaciones de explotación no terminan de dar cuenta de las de dominio y, a su vez, las de dominio no agotan la explicación de las de explotación. Las diferencias de estas relaciones permiten entender también que no existe una simple línea de continuidad entre unas y otras, si bien para que se reproduzca la explotación es necesaria la existencia de una estructura de dominio. Desde esta perspectiva, la historia de las sociedades de cl~ses es la de grandes conglomerados humanos que se orgaruzan en torno a la doble polarización: explotadores-explotados, dominadores-dominados . Cualquiera que sea la clase, fracción o sector social a la que pertenezcan los sujetos sociales, en último término se encuentran organizados por es_ta doble polarización que atraviesa la estructura societal clasis. , es un· portante , por tanto, . . ta • E n una pnmera aprox1mac1on diluc1'dar las determinaciones estruc turales que ubican a los sujetos en alguna de las polarizaciones anteriores. . . 6 Este elemento que constituye el inicio de la invesugaci n, vez una ·ón • . • s61O alcanza respuesta al final de la mveSUgaci ' ue definen 1a . dad que se ha analizado el conjunto de factores q en la soc1e · . . Posición real de los agrupamientos humanos

ESTADO, PO

108

DER POLITICO Y CLASES SOCIALES

. 'd d que reclama un análisis de esta nat urale . d d . er que cada sistema e pro ucc1ón social gene· . h uma na p · za penn1te v. clases sociales. s·1 1a h.1stona u~ raws~~as tada como una lucha entre expl ota dores y ex. . d . d ser mterpre os, esta . perspectiva se ominadores y omma d 1 plotados, o d e de as part1cularidad e cuenta . decuada para dar s . . . . hace ma esn.,,.. cos sociales en momentos h1stón ,,__desos agrupam· ientos 1 que se apro . 1 case por ejemp P1a . . o, es una fioos. La burguesía• con formas Pro. hace de trabajo ajeno en el cap1ta!tsn10, y lo pías (plusvalía), distintas a como ocu1:e c?n o tras clases que se desarrollan apropiándose de trabaJo aJeno en o tras orga. nizaciones sociohistóricas. Iguales especificidades deben destacarse pa ra las clases explotadas cuando las remitimos a momentos hbtóricos par.

La h1stonc1 a

ticulares. b) Las clases sociales se diferencian entre sí por las relaciones en que se encuentran frente a los medios de producción.

Aquí la principal relación frente ~ los medios de producción es en términos de propiedad, criterio que nos ofrece una primera gran división para determinar las clases en el capitalismo: grupos humanos que son propietarios de medios de producción y grupos humanos que no lo son. e) Las clases sociales se diferencian entres( por el modo en

que perciben la riqueza social.

En las sociedades capitalistas existen cuatro grandes formas _de apropiación de la riqueza social: por plusvalía (ex· presión en . dinero de t rabaJo no remunerado) · por renta·' ' e por salan0 ,· Y por 1as 1orrnas de reproducción mercantil . í una m sunple (producir ercanc a, venderla y con este dinero b. .. adquinr 1os 1enes ne · para volver a producir la cesanos . . mercancía y vivir).9 El abanico inicial d d e os grandes clases comienza a abrirse ofre •é d ci n onos en est e caso la presencia de cuatro • . grandes agru , . . pam1entos hum anos en e 1 cap1tahsmo, segun . la fonna comos e apropian de la riqueza social. • M-D-M es la fónnula em 1 este movimiento. Véase en P e_ada por Marx en El capital para explicar 1973. particular t. r, sección primera, FCE, México,

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q Destaca en este aspecto la capacidad de los conglomera-

los procesos p od . sociales de controla.dr od no controlar r uc. dos a técnica y de dirección para d

. s, esto es, s u capac, eterb . . uvo . ar dtmos d e tra aJO, llem pos de las cadenas producf •vas, d 1·d d ó rnin controles de ca , a , c mo se pro uce, controlar, en definide trabajo o sólo alguna fas e o . . del proceso u·va, el conjunto specLO del mism o o ninguna. ª En este sentido, podemos te ner una gran división entre conglomerado s huma nos que controlan procesos productivos frente a otro~ que no los controlan. Esta variable es pa rti cularmente relevante para delimitar algunas fraccio nes y sectores de la pequeña burguesía, como veremos más ad ela nte. A la_ lu~ de los elem e ntos indicados, mostramos en la página s1gu1ente la estruc tura de las clases en el capitalismo en el cuadro rv. 1. Haciendo una lectura sumaria del cuadro rv.1 tenemos las siguientes clases sociales en el capitalismo: a) Proletariado: clase que no posee medios de producción, percibe la riqueza social bajo la forma de salario y no controla el proceso productivo. Se ubica en el campo de las clases dominadas en el sistema societal. b) _Peq~eña burguesía: e n esta clase confluyen fracciones prop1etan_a s y no propietarias de medios de producción; unas perciben salarios en tanto otras se apropian de riqueza por los mecanismos d e la reproducción mercatil simple; tenemos algunos sectores que controlan el proceso productivo ~~to otros no lo hacen, y unos que se adscriben a las el grueso constiru ciones de las clases dominantes , en tanto yen Parte de las clases dominadas. ( . c) Campesinado : clase que posee medios de producción dtie~). se apropia de riqueza social bajo las formas de la proucdctón mercantil simple, controla a su vez el proceso . Pro uctivO Yse u b.1ca entre las clases dommadas. d d ) Burguesía: clase que se caracteriza por poseer medios e producción, se apropia de riqueza social por medio de la

110

ODER POLÍT1CO Y CLASES SOCIALES ESTADO, p CUADRO IV. I .

!As clases sociales en el capitalis,nO

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don1inado dominad01 dominante dominado ar la ,nag. . d de Ios medios de produccwn que poseen. mtu Este criterio introduce un eleme~to para come'.1zar a di. ferenciar sectores dentro de u~a misma clase social o frac. . Aquí podríamos distinguir grosso modo tres: grande c16 n. d .ó d. s propietarios de medi?s d~ pro ucc1 n; me 1a11os propietarios y pequeños prop1etanos. La magnitud de lo que son grande~, pequeflns o medianos medios de producción es una vanable que ~e modifica con el desarrollo histórico. Lo que podía ser una gran industria en el siglo XIX es posible que a mediados del siglo xx sólo sea una mediana empresa. No existe un pará metro establecido para siempre en esta materia. e) Los sectores de clase se diferencian entre sí por la proporción en que se apropian de la riqueza social. Aquí destaca el problema de la magnitud de la riqueza que es percibida por los diferentes conglomerados humanos. Podríamos señalar que en grandes líneas se pueden distingufr tres grandes divisiones: los que se apropian de una magnitud elevada de riqueza, los que se apropian de una magnitud media y los que perciben una baja riqueza. Para cada clase y fracción el criterio de lo que es alto, medio o bajo ingreso difiere, como también difieren estos montos en distintos momentos históricos, ta l como se señaló en el punto anterior. Es el análisis del conjunto de los criterios señalados lo que nos da una caracterización de las clases en el capitalismo. La percepción de ingresos, por tanto sólo tiene sentido como criteri~ para establecer diferencia~ en tanto se conjuga con l~s vanables iniciales sobre propiedad o no propiedad de medios de producción, formas de apropiación de la riqueza 0 control o no del proceso prod uct1vo. . . . · 1·a]· Analizar sólo o 1ruc

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(lt1~ar ''11 la repmd11cción d ¡ P cap11a/) . . _ B. f manc,cra B mdusirial 8 . - - r , ; : ; , ; ~- -- - - - - - - - - . : : : . : .·,: co:me::'.rc:.'.:1a~l~B~ . a~g~ra~ria --Gra n x x x x burgues ía

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ente el tema del m o nto de los ingresos nos ubicaría en u :oría de la estratificación y no de las clases sociales. na Detengámonos en las fracciones_ y sectores de la burguesía, en tanto nos ofrecen p erspectivas relevantes que pueden orientar el anális is de estos aspectos en otras clases.

Fracciones y sectores de la burguesía La introducción de las nuevas variables hace patente la enorme heterogeneidad que caracteriza al conglomerado social llamado burguesía. Cada nuevo casillero nos pone frente a un agrupamiento humano que desarrolla intereses específicos, que coincide en aspectos centrales con el resto de los agrupamientos sociales de los demás casilleros, pero que también puede di ferir con ellos en otros importantes. No es lo mismo ser dueño de la Volkswagen (que de acuerdo con los criterios anteriores se ubica como gran capital de la burguesía industrial) que ser dueño de una pequeña fábrica de tornillos (pequeño o mediano capital dentro de la burguesía industrial). Cada uno de estos sectores sociales puede dirigirse a mercados sociales distintos y puede reclamar políticas económicas (como subsidios o impuestos) de naturaleza distinta. Esta heterogeneidad permite entender las insuficiencias en los análisis que, debiendo dar cuenta de las frac~iones Y sectores, simplemente se conforman con hablar de 1a bur-

116

ESTADO,

pOOER pOL(TICO Y CLASES SOCIALES

ero leo al desempleo y nuevamente aJ empleo (población fl o. en donde es el desempleo lo que preva} p) ece e b . d . . tante . 0 eros, • alcanzando pos1c10nes e Lra aJo en pe . n . nO(j0 . ., . su eXJstenc1a, ionales (poblacwn mtermLtente). Los Lei· s ocas ceros d y reves b son trabajadores del campo qu~ e manera regular se lan des ciudades o hacia otras economías en b · Usca . zan a las gran de empleo, en tanto que son pob1ac16~ que ~~cede las nece. sidades de mano de obra en sus espac ios ongmarios (pob/a.

ción latente). En el pauperismo, "últimos _d espojos de la su pcrpoblación . relativa" lo llama Marx, se ubican . d otras tres formas de eXIStencia: los trabajadores capacita os para trabajar pero que viven de manera regular y permanente en .e l desempleo·, 1as viudas y huérfanos de obreros, y los Lra b aJadores consumidos y prematuramente agotados por el trabajo: enfermo por el polvo de minas o la contaminación de metales o agro~ químicos, los accidentados que han perdido movilidad O algún brazo o piernas, etcétera. En el mundo del capital estos sectores tienden a sobrevivir por el apoyo de familiares o vecinos también pobres y supernumerarios. Lo estudios sobre la exclusión, cuando se enfocan hacia la población excedente, por lo general no termina n de considerar que esta exclusión no es sino la forma de inclusión de estos sectores en la dinámica de la acumulación capitalista, que sufren esta modalidad de exclusión por estar incluidos en aquella dinámica, y que es ese proceso el que genera una exclusión por inclusión.

Clase en sí y clase para sí

Con independencia de que las clases sociales reconozcan · las re1aciones sociales en las cuales se encuentran inscritas Y qu~ las constituyen como agrupamientos humanos dife· re?ciados, esas relaciones sociales existen, operan y deter· 1a soci·e· les. Desde esa perspectiva, mman a las clases soc1a dad se conforma de diversas clases sociales, clases en s(,

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LAS CLASES SOCIALES EN EL CAPITALISMO

11 7

conjunto de determinaciones difere . d nc1a as que les p0r e.1 . dan vida. cuando estos agrupamientos humanos se recon a sí . rnos y con e llo s u lugar en la sociedad , s us part~n rn1s 1cul . ares . tereses, y reconocen a s u vez a los demás a grupam1entos 1 . 1n 1 . con las cu 1 y a as cases intereses sus sistas, a es mantJe. . . . e1a . antago y conflicto en reses inte e posic10nes n nismo, Lene . 1 ne . · rnos clases socia es que son a hora clases para sí E · sta situab . . ción perm ite a 1as e 1ases socia1es u icar a las pot . 1 enc1a es 1 1 · d . que es necesario neutra1izar, lases aha as, a as cases C y . cuáles son los agrupa mientos humanos con los q ue no po"bl . . .ó t 1 drá haber conc111ac1 n. post e. En definitiva , en ta nocase para sí, las clases socia les están en mejores posiciones para entender y llevar adelante la lucha de clases.

lucha de clases En tanto las clases sociales tienen intereses sociales diferenciados y cada una de ellas lleva a cabo medidas con el fin de conseguir su realización, esto provoca que en la sociedad se produzcan enfrentamientos y conflictos entre clases sociales, fracciones y/o sectores de muy variada naturaleza. La socie?ad, des~e esta perspectiva, es un extenso campo de relaciones sociales en disputa. Pero en un sentido fuerte llamamos lucha de clases a los enfrentamientos entre clases antagónicas, que expresan proyectos de organización de la vida en común radicalmente enfrentados, y que implican que el triunfo de alguno supone la negació n de los intereses de clases contrarios. En las sociedades capitalistas las clases sociales que expr~san ese antagonismo central son la burguesía y el proletan~do. Es la puesta en marcha de los proyectos de organiza[Ctón de la vida en común de la burguesía lo que provoca · ed surcn y desarrollo del proletariado. La suerte soc1·al b'miento e u_n a es el reverso de la suerte social de la otra. La concen~ración de medios de vida y de producción propiciados por ª acumulación capitalista tiene como contracara la desnu-

118

ESTADO, p()

DER POLÍTICO Y CLASES SOCIALES

. do de esos medios; la concentración d 1 roletaria . e dez de P b sía implica el incremento de la rnise .· ri· de la urgue I l . t ta y queza ( lativa) en el seno de pro etanado corno el )a pobreza re ase en general. d. · d Pero es ese conJ·unto de con 1c10nesd.que. an vida al pro. . d mo clase el que crea 1as con 1c1o nes para sust Jetana o co . al d en. dicalmente d1feren te e la burguesía A1 tarun mundo ra . .d · a brutal concentración de los med1?s ~e v1 a y de producción, al consiguiente despojo mayontano de la población en el ~pitalismo, abre )a posibilidad real d~ con~trui r un nuevo orden social en donde nadie sea prop1etano particular de aquellos medios, y su propiedad pueda plantearse como pro. piedad social, común, al fin que será ~ muy pocos a los que habrá que expropiar para que tales fines se puedan lograr (expropiar a los expropiadores). . Son condiciones reales como la anten o r las que llevan a Marx a señalar que la burguesía no sólo desan-olla al proletariado como la clase en la cual deposita los fu ndamentos para su existencia, en tanto creadora de plusvaloc En ese proceso la burguesía genera a su vez a sus propios sepultureros, en tanto el proletariado cuenta con condiciones reales para levantar un proyecto de organización societal que supera y niega lo alcanzado por la bw-guesía-lo que implica una lucha a muerte entre estas clases, en tanto ruptura de las relaciones sociales que las constituyen-, por lo que el triunfo del proletariado implica no sólo la liberación de las cadenas que lo condenan a la expoliación y el dominio, sino también libera a la burguesía en tanto clase explotadora, y así sienta las bases para una historia humana en donde el dominio y la explotación de clases puedan encontrar su fin. La lucha de clases implica diferentes niveles de enfrentamientos. Pero dado que se enfrentan clases con proyectos antagónicos, en el capitalismo la lucha de clases tiendeª asumir en sus fases superiores la dimensión de una verdadera gu · ·1 , con polos sociales claramente diferencia· · . erra civi :_s; ~lluación en donde el resto de las clases sociales se scn~n ª uno u otro bando, o a su desintegración o frac· tura, almeándose 1 gunos de sus componentes en bandos

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LAS CL ASES SOCIALES EN EL CAPITALISMO 11 9

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DIFERENCI AS E NTRE LA TEOIÚA DE LAS CLASES

y LAS TEOR1AS CYE LA ESTRATIFJCACIÓN

Al llegar a este punto pue? e entenderse mejor la radical dis. ncia que sepa ra la teon a de las clases sociales de las teo~-~as de la estra~i_ficación. ~ar~ ~stas últimas son los ingresos la participac10n de los md1V1duos en el mercado el factor ~entra! para determina r los diferentes estratos. En la teoría de las clases sociales no se desecha el asunto del monto de los ingresos. Pero, com o hemos visto, cumple un papel secundario en la definición. También se ponen de ma nifiesto las limitaciones de caracterizar a las clases con criterios de estratificación, como ocurre con las deno minaciones de clase alta, media o baja. Mas en el fondo, la gran diferencia entre estas teorías estriba en que la teoría de las clases liga la presencia de estos agrupamientos sociales con el funcionamiento estructural de la sociedad, de cómo ésta se reproduce materialmente y cómo reproduce aquellos agrupamientos sociales que la caracterizan. Hablar de burguesía -y no de clase alta- es apuntar a que existe un sector d e la sociedad que no sólo percibe ingresos altos, sino que se apropia del trabajo ajeno bajo la fo~ma de plusvalía. Hablar de proletariado -y no de clase baJa- es poner de manifiesto que este sector social se reproduce por la vía de la percepción de un salario, y que esto s~pone una organización societal sustentada en la expropiación de parte del valor producido por este agrupamiento social. Por tanto, la presencia de agrupamientos sociales diferenci~ · dos no es un asunto menor, que simplemente al ude ª 1 ~ e~>1derrnis de una sociedad, sino que expresa las caractenshcas centrales d e su orgamzac1ón. . .

120

ESTADO,

P()DER poúTICO Y CLASES SOCIALES

,EsrAMF,NTOS SOCIALES ,_,1 suJ·etos pertenecen a alguna clase social. Pero e Tuuos 1os . • 1 ºedad se producen agrupamientos socia es de otra n n la soci . .. . Tc..1 a. tu.raleza que alcanzan s1gruficac1ón. C1.I es ~ 1caso de los es. tamerrtos, concebidos aquí como agrupamien . . tos . que devie. nen de la incorporación de 1os suJetos a instituciones que u organización o cohesión pueden reclamar conductas por S . sociales específicas. Los casos m ás importantes en este sen. tido son las fuerzas armadas y las iglesias. Los códigos y normas que rigen la vida militar o religiosa marcan conductas sociales que introducen especificidades a la conducta clasista de los sujetos. Ideas como las del honor, obediencia a las órdenes de un superior, por ejemplo, suponen modalidades de comportamientos sociales específicos de los militares. Si a esta situación se agrega el papel de estas instituciones dentro de un sistema de dominio, tendremos un panorama más amplio para comprender la conducta tendencia! de sus miembros. Las fuerzas armadas son la institución fun. damental (acompañada por las diversas formas que asumen los cuerpos de policía) para proporcionar al Estado su capacidad de coerción y de violencia institucionalizada. La cohesión y obediencia que reclama una institución de esta naturaleza para cumplir con sus objetivos relega a un segundo lugar la pertenencia de clase de sus miembros. Las iglesias, vistas en lo general, desempeñan un papel significativo en un sistema de dominio en tanto educadoras Y generadoras de consenso en tomo a los valores de los sectores dominantes, desde el discw-so religioso. Este discurso, Ysu papel en el dominio, im¡xme reglas de organización y comportamiento a los miembros de estas instituciones que matizan la procedencia clasista. Esto no implica desconocer que apa· recen fractw-as en el seno de estas instituciones, las que contribuyen a mensajes y propuestas educativas d.istintaS- Sin embargo, son los menos cuando se considera la globalidad de los mensajes Yel total del personal de las iglesias.

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LAS CLASES SOCIALES EN EL CAPITALISMO 121

LAS CLASES SOCIALES COMO CATEGORfA ARTICULADORA DE LA REALIDAD SOCIAL

ión de clases sociales cumple un papel relevam . 1 -'- tar el ana-1·. 1s1s socia d esde una perspectiva g1e para bal eru• ... n 1 d. . o . desentranar os 1versos agrupamientos clasistas se para · . ·ón económica hace necesano pregun l arse por 1a orga~uzac1 que produce y reproduce estos agrup~m1entos, al tiempo que s traslada a l campo de la política para interrogarnos no . ºd h cómo las clases se orga ni.zan e mc1 en acia el Estado para alcanzar el poder po lítico, y desde el Estado para imponer y preservar sus int~reses. . Las clases sociales constituyen así una categoría bisagra que liga, desde el campo social, procesos económicos y políticos. Permiten ver entonces a la sociedad como una unidad integrada, donde los problemas planteados y las preguntas específicas son las que determinarán el énfasis en algunos de los campos que hoy se reparten disciplinas sociales diversas. Pero más allá de favorecer una visión global de la realidad social, la noción de clases sociales nos permite desentrañar los núcleos articuladores de la sociedad: las relaciones que los hombres establecen entre sí y con los medios para producir y reproducir sus condiciones de existencia. En estos procesos aparecen entre los diversos agrupamientos humanos relaciones de explotación y de dominio (amén de r~laciones de cooperación y otras, subordinadas a las antenores). Y son las particularidades de estos procesos las que definen la naturaleza de las articulaciones y organizaciones societales. Las clases sociales no constituyen unidades estáticas. T~nto la composición interna de cada una, así como las relaci?nes que establecen con otras, están en permanente movi~ento; siendo las particularidades de los procesos Produc: 0s Y de dominio los factores principales que incid_en en os procesos. Su estudio por lo tanto, obliga a considerar 1a S . ' . ociedad como una unidad en movimiento, que se tranS· 1.,anOC

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ESTADO,

PODER POLÍTICO Y CLASES SOCIALES

sforma a los agrupamientos sociales. A forma y que tran . .den en transfo......_SLJ . ·entos de las e1ases me, vez, los movuru · "'ªt las bases societales. . . Para Marx, los enfrentamientos entre los diversos agru· . t soc,·aies particularmente 1os que se establecen e pam1en os • d . n las polarizaciones explotadores-explota o_s, do~mantes-do. mjnados, constituyen la c!ave para comp1 ende, los grandes movimientos de la histona ..13 Tenemos así e n la noción de clases sociales una herramienta con un enorme potencial heurístico. ¿AVANCE DE LA PROLETARJZACIÓN O FIN DEL PROI ETARIADO?

Después del debate acerca de si el estudio de las clases sociales es relevante en tiempos de nuevos actores e identidades, existe un segundo debate importante que se sintetiza en la interrogante: ¿asistimos a una proletarización que se extiende a nuevas clases o, por el contrario, al fin del proletariado? En la idea de la extensión de la proletarización uno de los elementos considerados es el creciente avance de las formas salariales, como resultado del control del capital de nuevas actividades, particulannente referidas a labores de servicio. Un número elevado de antiguas actividades que se desempeñaban como fonnas de trabajo independiente, realizadas por médicos, abogados, arquitectos, artesanos y por otros segmentos que se reproducían como formas mercatiles simples, ha sido absorbido actualmente por el capital, y ha dado paso a su ejercicio bajo la órbita del trabajo asalariado. A esto se puede agregar el establecimiento de jornadas de trabajo (con tarjetas de control de entradas y salidas) con organizaciones del trabajo (como el agrupamiento del personal en espacios abiertos para favorecer el control) que se asemejan a las modalidades en que se desenvuelven los obreros de la industria. Todo esto lleva a algunos autoresª

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LAS CLASES SOCIALES EN EL CAPITALISMO

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. de que se asiste a una proletarización de nuevas . . • , act1h...,blar d y de los su_1etos socia 1es que a 11 I laboran. vida es ,emos visto · , 1a co nd 1c1 . ·on ' sa 1an·al no es excl .

eorn O l ., us1va etariado , ya que una fracc1on de la pequeña bur del prol . ) ., gue(la asalariada, Justamente tamb1en se reproduce bajo sía odalidad, por lo que se hace necesario distinguir el esa rne de nuevas forma s sa lariales propias de una y otra avanc . . e Sin embargo, parece pertinente rescatar de la formuc1as• . an terior Ia imagen · d e 1a " proIetanzac1 · ·ón " de las con1 60 ~c•·ones laborales de a lgunas actividades, ya que permite dtCI visualizar las nuevas 1·ormas d e control que el capital ejerce obre trabajos diverso~ y, a su vez, entender las razones por slas cuales ciertas f ran ¡as . peq ueno - burguesas tienden a proletarizar sus conductas políticas. No es extraño conocer significativos movimient?s sociales gestados por organizaciones sindicales de médicos y empleados del sector salud, maestros y otros. La distinción entre trabajo productivo e improductivo introduce nuevos períiles a estos problemas. 14 El primero es el que genera plusvalía , por lo que da cuenta de las actividades primarias y secundarias (agrícolas, mineras e industriales), en tanto el segundo refiere a las labores en que la plusvalía cambia de forma y de reparto (comercio, banca, finanzas y servicios en general). Para algunos autores el proletariado es una clase ligada a las labores del trabajo productivo, por lo que todos los sujetos que laboran e n actividades de servicio quedarían excluidos de esa situación de clase. En las variables que caracterizan esta clase no se ha hecho mención al problema del trabajo productivo, en tanto el capital -visto el proceso de r~producción en su conjunto- requiere tanto de proletano5 que produzcan la plusvalía como de otros que permitan · su realización y reparto. De esta forma es necesario ubicar ª ~a~ciones y segmentos de esta clase en el campo de las actividades comerciales, bancarias, educativas, de salud, . . . el Capftu/o VI . ªbord a el tratamiento s1stemát1co de este tema en (/nédUo) S' [ ' ig o XXI Editores, México, 1973. ,. Marx

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ESTADO.PO

DER POL(TICO Y CLASES SOCIALES

iéndolos, en todo caso, d~ las fracciones Pe.5t. salariadas que también se desernpen-an etc., di mgu . . d - 0 burguesas a acuerdo con los cntenos esan-ollados de c quen es1eras, estas en . áginas anteriores. sólo a las per.-~ . -6 de considerar proletano en P · =· . La restncc1 n la base de en está productivo trabajo ñan d 1 . d nas que esempe enc1a a a reducción . es que señalan la ten . las fonn ul ac1on · el ·porcentaje de . d de esta c1ase, e n tanto decrece .relativamente y secunda. pnmana~ es activtda en labora que la población pena desem se que la de . frent e al crecimiento 'óen el sec. 1 nas, n que se ns1 • · de la economía. Pero. en a expa tor terc1ano asiste de este último sector también emergen nuevos con. . . . tingentes proletarios. y sociales, ciencias las Difícilmente se puede encontrar en en particular en la sociología, una cat~go1ia, co~ ~ la de davanantes. anal1t1cas al como ses sociales , que presente tantas 1 quiera cu que eJa com_p más es sólo No las aquí expuestas. 15 refavorece que de las teorías de la estratificación , sino flexiones que van más lejos que el problema de la heterogeneidad social, para permitir una mirada sobre el todo social en tanto unidad compleja. Destrabar los obstáculos que han establecido las teorías que las niegan, así como las que abusan de su recurso, empleándola como receta y no como una propuesta para la reflexión, parece una tarea ineludible en la academia.

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libro de Nicole l.awin-Frenette, op. cit.

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Anexo RUPTURA ENTRE ECONOMÍA Y POLÍTICA EN EL MUNDO DEL CAPITAL LA

amos ca pital a la unidad diferenciada de drelaciones sod . . E l ., L1am 'al de explotacJOn y omm10. n e mun o del capital c~relación de dominio de clases (para diferenciarlo de fort as de opresión o de poder que no son constitutivamente de ~ases: padre/ hijo; profesor/ alumno; hombre/ mujer, médi~/paciente, etc._) es rel~ci~n de explotación ~directa, sobre trabajadores activos, o mdirecta, sobre trabaJadores inactivos) y toda relación de explo tación es, a su vez, relación de dominio de clases.

2 El capital no puede revelarse en el mundo fenoménico como explotación y dominio. Por el contrario, promete la construcción de un mundo de hombres libres e iguales. A pesar de violentar esa promesa, sin embargo debe reconstituirla. Para ello debe conformar la ficción real de un mundo de hombres libres e iguales. Ficción, porque encubre y desvirtúa la esencia de su ser. Real, sin embargo, porque dicho trastocamiento actúa y alcanza consistencia. Opera de manera efectiva. En Pücas palabras el capital necesita presentarse de manera distorsionada , al revés de lo que es. Esto fonna _p~e del Proceso de fetichización del capital, que le posibib,~ crear un "mundo encantado, invertido y puesto de cabeza · Por medio de la fetichización el ser se manifiesta ocultán-

en el 1 Carlos

Marx, El Capital, FCE, México, 1973, vol. III, P· 768·

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ESTADO, POD

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ER POLfTICO Y CLASES SOCIALES

, os interesa develar algunos de los procesos q dose Aqui n r· ., Ue . 'ble sostener aquella icc1o n. hacen pos•

se obs-cure sible, Yd E,n e

3

proceso e y reUn pn·rner paso del capital·en ese d a 1mp · t·1ca 1a i-uptura de su e de manera distorsiona ve1a rs f d , unidad económico-política, co~ ·orman .º estas cliniensiones como esferas autónomas e independien tes , _va 110 co,,w diferencias en el seno de una uni1ad. El desaJTollo de esta tendencia llevará a la conformación e•se pue de Bam ar dem ocrá tico s a regí men es q nías de baja intensidad o de ciud ~e r~q uie ren de ciud ada s? am as mín ima Divers · ) ien t os mo vim t· os soc ia es han logr ado imp orta ntes . nunfos en 1os u, 1tim o s ano s Y mu cha s de sus dem and as bá1. e . Vilas "La reforma d J E ' Cr,ltur. com o cues tión política" Polftica y ¿Qu é tant a dud ada .

ª

stad o e . ' p Ir . ª• nún,. 8• Pnm aver a d 199 7, UAM-Xochimilco, Departamento de o hca e . Mé ura Cult Y . ·

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ESTADO Y DEMOCRACIA EN LA MUND IALlZACIÓN

sicas han sido incor porad as, en diversos paíse s latinoa rnerj. canos , a los cuerp os legales en tanto derec hos que amplían la condi ción ciuda dana. Cuestiones referi das a derec hos huma nos, medio ambien. te, derec hos de puebl os indios, derec hos de las muje res, etc., se encue ntran en esta situac ión. El campo de los derechos ciuda danos se ha ampli ado sin duda. Sin emba r go, esta situació n acont ece en el mism o mom ento en que, por otro lado, se asiste a una tenaz expro piació n de un sinnú mero de otros derec hos que hacen a cuest iones eleme ntales de la . const rucci ón de ciuda danía , como emple os, salad os, segur; dad social , educa ción, etc., al tiemp o que se limita n otros como la capac idad de una mayo r y efectiva pa rticipación e~ el contr ol y la incide ncia en los as untos públi cos. "La segur idad mater ial y la educa ción , así como el acceso a la infon nació n, neces arios para ejerce r la ciuda danía, no nestán garan tizado s a toda la pobla ció n po r la mera existe 17 De orsky. Przew cia de instit ucion es demo crátic as", señal a esta forma, contr ariam ente a la visión de Mars hall, quien consi derab a que se asistí a a una histo ria d e suma torias de 18 derec hos ciuda danos , el cami no hacia la ciuda danización en Amér ica Latin a está marc ado por ascen sos y retrocesos, y todo parec e indic ar que es más lo que se ha perdi do que lo que se ha ganad o en el últim o cuart o d el siglo xx y princi nuevo un pios del XXI en la mater ia. Así "hace mos frente a a mons truo: demo craci as caren tes de una ciuda danía19efectiv ca". políti para ampli os segm entos de la comu nidad Esto nos remit e al hecho de que el proye cto de democracia proce dime ntal y el de demo craci a susta ntiva no reclao man el mism o tipo de ciuda danía . Es claro que el primer . Democ racia sustentable, Paidós , Argen tina, 1998, p. 61 . hrp Citizens Class, en Class" Social and T. S. Marshall, "Citizenship 965 ' York, 1 ~ and Socia./ Development, A. Doubl eday Ancho r Book, Nueva encuentra e Una interes ante exposición sobre el tema d e la ciudad anía se Y ~e~ocra· danía "Ciuda , entini Marm Opazo e Enriqu el artícul o de Juan Jul10-seP15. c_ia. La mirada de las ciencia s sociale s", Metapolítica, núm. t1embr e de 2000, México. " Przeworsky, op. cit., pp. 61-62. 11

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LA DEMO CRAC IA EN AM~RICA LATINA

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. rmars e con un ciuda dano d esmfo rm d Puede confobá . neces idad es s1cas en mate ria de educa ción . . a o, con ' VlVJenda y salud mal cubie rtas, que cada cierto tiem Po sea convocado a consu ltas e Iec tora Ies, para mant eners e aJe·a el resto del t iemp o del debat e y de la toma d e dJec1s1oen d e 1os nes . • · bl , . asunt os pu 1cos, prop1 c1and o una 6 orma partic ular de (des)politizació n. Esta moda lidad de ciuda danía ha sido J'fi 1 d;ad~ ~r al: adan ciud como n regió la en es a~tor gunos d baJa mtenarme nte despo J't· sidad, ciuda dd a nías regul 1 iza . as que son . · . sobrepo 11t1za as e n cierto s aspec tos en 1 rales, para p rnpic iar poste riorm ente sis penod os .electo , mi~ntras otros "hace n" la po lítica. 20 Se fome nta así 1apatía stru cc16n de "mayorías volá tiles", al decir de Torre s Ri ª cin dedonde , en tennin adas fó rmul as políti cas logra n covas '7rn una rar ncent 'd d d . e,• .... , cant1 a . e vo tos en las coyu ntura s electo rale de _refi~ a s, od solver quién es o cupa rán los cargo s en 1 t1vo EJec~ y Legislativo, iniciá ndose poste riorm e ~si P d e~es y desmoviliza ción de esas mayo rías las n ealª esmtegrac1ón se manif iestan muy rápid amen te ~n c~~t r:sd~ r lo gen~ral, des por eUas elegi das, al distan ciarse las nuev as au~onda~daaudantondades d~ las prom esas electo rales Y no conta r la cm ía con · h nmguna erram 1enta para exigi r cuent as 22 Esta capac idad de dista nciar se de las .autor idade s d comp romis os elect orales , e inclu so llevar a cabo me;i ~:

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20 NE I' n muchas de las nueva s _póo iarquías -señala ·O'Don nell- los individuos son ciudad anos e n reIac1 · , · mstllu n con 1a umca ción que funciona de Ia manera prescr it nes. En .el resto eleccio las es, formal s6lo los miemb ros d a po r s~s reglas·vil ' . · d una minor ía. pn _eg1a . . ionalidead" ·olra mstituc plenos", en anos a son ciudad la ona, segundo semestre de 1996 PP. 2s'-2 6. P0Ut1ca, num. 2, Paidós, Barcel , 11 E . . . Ton-es Rivas, "La d • en emocr ac1a latmoa merica na en la i:....-·. Modernización econó nuca u "!5U4 • . l . democ de Es . Centro social rac,a po ftica Y democracia ' ludios Sociol ó . ' México, México, 1993. zi En tono Crític ;~;• El Colegi o de o ressilenci hace . ell señala que "la poliarq uía onn de ternas evas1· · vos aunq ue impor Y'lélS!a cómo si, o, tantes, como, por ejempl que Punto los g O b' n0s iernos respon den y rinden cuenta a los ciudadaN en los Period os " "11 · entre elecci . 4eva s0 c1eda