El aprovisionamiento de sílex durante la Prehistoria reciente en la comarca del Guadalteba (Málaga): Un análisis desde la arqueometría y la tecnología lítica 9781407316826, 9781407355818

Esta investigación pretende ser una aproximación al estudio de los procesos de producción, distribución y consumo de pro

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El aprovisionamiento de sílex durante la Prehistoria reciente en la comarca del Guadalteba (Málaga): Un análisis desde la arqueometría y la tecnología lítica
 9781407316826, 9781407355818

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Agradecimientos
Índice
Lista de Figuras
Lista de Tablas
Lista de Gráficas
Resumen
Abstract
Capítulo 1: Teoría y Método
Capítulo 2: Historia de la Investigación Sobre la Prehistoria Reciente en el Interior de la Provincia de Málaga
Capítulo 3: Territorio, Geología y Recursos Naturales
Capítulo 4: Materias Primas Silíceas en los Valles del Guadalteba y Turón
Capítulo 5: Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón
Capítulo 6: Análisis de los Resultados Arqueométricos
Capítulo 7: Resultados del Estudio de la Producción Lítica
Conclusiones: Producción, Distribución y Consumo de Productos Líticos
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El aprovisionamiento de sílex durante la Prehistoria reciente en la comarca del Guadalteba (Málaga) Un análisis desde la arqueometría y la tecnología lítica

Serafín Becerra Martín B A R I N T E R NAT I O NA L S E R I E S 2 9 2 0

2019

Published in by BAR Publishing, Oxford BAR International Series El aprovisionamiento de sílex durante la Prehistoria reciente en la comarca del Guadalteba (Málaga) © Serafín Becerra Martín Imagen de la confluencia de los valles Guadalteba y Turón con industria lítica de la zona. Autor: Serafín Becerra. The Author’s moral rights under the UK Copyright, Designs and Patents Act are hereby expressly asserted. All rights reserved. No part of this work may be copied, reproduced, stored, sold, distributed, scanned, saved in any form of digital format or transmitted in any for m digitally, without the written per mission of the Publisher.

ISBN 9781407316826 paperback ISBN 9781407355818 e-format DOI https://doi.org/10.30861/9781407316826 A catalogue record for this book is available from the British Library

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“El concepto de texto definitivo no corresponde sino a la religión o al cansancio” Versiones Homéricas, Obras Completas, I, MC, 1996 Jorge Luis Borges, 1932.

Agradecimientos Todo trabajo científico tiene un autor, pero detrás de todo autor hay una serie de personas sin las que el mismo nunca hubiera llegado a buen puerto. Por tanto, más que una obra individual, la consideramos fruto de un esfuerzo colectivo, siendo deudora de la colaboración de muchas personas. En primer lugar, quiero reconocer y agradecer a los profesores José Ramos y Salvador DomínguezBella, cuya confianza y apoyo me han permitido sacar adelante esta investigación. Pero además de maestros, ellos y sus familias me han acogido como amigo, este acercamiento personal me ha permitido conocer el lado más humano y amable de la ciencia. Al equipo de Guadalteba, mis compañeros y amigos Pedro Cantalejo, María del Mar Espejo y Antonio Aranda, sin los cuales no existiría este trabajo, ya que me brindaron la oportunidad de conocer y comprender el territorio. De ellos he recibido parte de sus conocimientos, consejos y buenos ratos que me han hecho mejorar como investigador. Quisiera destacar a mi compañera Lidia Cabello, juntos hemos compartido la dureza del trabajo de campo y laboratorio. Junto con mis compañeros de Málaga, quiero destacar el apoyo prestado por amigos y compañeros gaditanos del Grupo PAI-HUM440, Antonio Barrena, Diego Fernández, Sergio Almisas y Eduardo Vijande. A Adolfo Moreno, por su asesoramiento en las tareas administrativas, José María Gutiérrez y Cristina Reinoso, por su más que sincera hospitalidad. Mención especial a Ana Doyague por su dedicación en el laboratorio y por ser una estupenda anfitriona. Agradecer al Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Cádiz toda la ayuda material y personal que me han prestado a lo largo de estos años de investigación. A mi compañero José Miguel Morales, por su traducción al inglés del resumen. Tengo que dar las gracias a mis padres, trabajadores que han sacado para adelante a dos hijos, los cuales hemos podido realizarnos como personas por su esfuerzo y dedicación. A mi hermano Juan Carlos, que desde la distancia de casi una década de edad, siempre me ha dado aliento. Por último, quiero reconocer a mi compañera de vida, Rebeca. Ellos han sido y son un pilar fundamental en mi vida, animándome en todo momento a no cesar en el empeño de luchar por lo que creo. A todos y todas mis más profundo reconocimiento.

Índice Lista de Figuras ............................................................................................................................................................... viii Lista de Tablas ................................................................................................................................................................. xiv Lista de Gráficas .............................................................................................................................................................. xv Resumen ........................................................................................................................................................................... xvi Abstract........................................................................................................................................................................... xvii Capítulo 1 Teoría y Método............................................................................................................................................... 1 1.1. Posición teórica ........................................................................................................................................................ 1 1.2. Categorías de análisis ............................................................................................................................................... 2 1.2.1. Formación económico-social ........................................................................................................................... 2 1.2.2. Modo de vida .................................................................................................................................................... 4 1.2.3. Cultura .............................................................................................................................................................. 5 1.3. Objetivos de la investigación ................................................................................................................................... 5 1.4. Metodología y técnicas empleadas en la investigación............................................................................................ 5 1.4.1. Arqueometría: Nociones básicas e interdisciplinariedad.................................................................................. 6 1.4.2. Historia de la investigación de los estudios arqueométricos sobre materias primas líticas ............................. 6 1.4.3. Balance sobre los estudios arqueométricos aplicados a la Prehistoria Reciente en Andalucía ........................ 7 1.4.4. Técnicas en la obtención de datos de los productos arqueológicos ................................................................. 8 a) El registro de superficie: La prospección arqueológica de los valles Guadalteba y Turón ............................... 8 b) El registro estratificado: Excavaciones arqueológicas desarrolladas en los valles del Guadalteba y Turón... 10 1.4.5. Técnicas en la identificación de materias primas líticas................................................................................. 11 1.4.6. Metodología para el análisis del trabajo: El estudio de la industria lítica tallada .......................................... 13 Capítulo 2 Historia de la Investigación Sobre la Prehistoria Reciente en el Interior de la Provincia de Málaga .. 15 2.1. Análisis historiográfico crítico de la producción científica sobre la Prehistoria Reciente ..................................... 15 2.2. Historia de la investigación de los lugares de explotación lítica de la Prehistoria Reciente en la provincia de Málaga ...................................................................................................................................................... 22 Capítulo 3 Territorio, Geología y Recursos Naturales ................................................................................................. 25 3.1. Introducción ........................................................................................................................................................... 25 3.2. Situación geográfica ............................................................................................................................................... 25 3.3. Geología ................................................................................................................................................................. 26 3.3.1. Unidades de las Zonas Externas ..................................................................................................................... 27 3.3.2. Unidades de la Zona Interna........................................................................................................................... 27 3.3.3. Complejo del Campo de Gibraltar.................................................................................................................. 28 3.3.4. Formaciones postorogénicas .......................................................................................................................... 29 3.4. El territorio de los ríos Guadalteba y Turón ........................................................................................................... 29 3.4.1. El Clima.......................................................................................................................................................... 31 3.4.2. Edafología ...................................................................................................................................................... 31 3.4.3. Recursos Bióticos ........................................................................................................................................... 32 3.4.4. Vías de comunicación y pasillos naturales ..................................................................................................... 33 Capítulo 4 Materias Primas Silíceas en los Valles del Guadalteba y Turón ............................................................... 35 4.1. Introducción ........................................................................................................................................................... 35 4.2. El sílex.................................................................................................................................................................... 35 4.3. Formaciones geológicas con sílex en los territorios del Guadalteba y el Turón .................................................... 36 4.3.1. Silicificaciones del Subbético......................................................................................................................... 36 4.3.1.1. Los Madroñales (Almargen, Málaga) ..................................................................................................... 36 4.3.2. Silicificaciones del Penibético ........................................................................................................................ 37 v

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) 4.3.2.1. La Atalaya (Cañete la Real, Málaga) ...................................................................................................... 38 4.3.2.2. Herriza de la Lapa (Cañete la Real, Málaga).......................................................................................... 39 4.3.2.3. Mogea (Cuevas del Becerro, Málaga) .................................................................................................... 40 4.3.2.4. Los Canchos (Serrato, Málaga) .............................................................................................................. 41 4.3.3. Los sílex tipo Turón........................................................................................................................................ 42 4.3.3.1. La Galeota (Ardales, Málaga) ................................................................................................................ 43 4.3.3.2. Castillo del Turón (Ardales, Málaga) ..................................................................................................... 43 4.3.3.3. Herriza del Carnero (Casarabonela, Málaga) ......................................................................................... 45 4.3.4. Silicificaciones del Maláguide........................................................................................................................ 46 4.3.4.1. El Azulejo (Ardales, Málaga) ................................................................................................................. 46 4.3.4.2. Sierra del Valle (Valle de Abdalajís, Málaga) ......................................................................................... 47 Capítulo 5 Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón ....................... 51 5.1. La conformación de la muestra analizada .............................................................................................................. 51 5.2. Registro arqueológico de las sociedades de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón .......... 53 5.2.1 Yacimientos del valle del Turón ...................................................................................................................... 55 5.2.1.1. Abrigo de Gaitanejo (Ardales)................................................................................................................ 55 5.2.1.2. Abrigo de la Cara Sur (Ardales) ............................................................................................................. 56 5.2.1.3. Solana o Camino del Pico de la Cueva (Ardales)................................................................................... 58 5.2.1.4. Abrigo del Parque Ardales (Ardales) ...................................................................................................... 59 5.2.1.5. Ermita de Villaverde (Ardales) ............................................................................................................... 61 5.2.1.6. Depósito Aguas de P.A. (Ardales) .......................................................................................................... 62 5.2.1.7. Parque Ardales (Ardales) ........................................................................................................................ 64 5.2.1.8. El Mirador (Ardales) .............................................................................................................................. 65 5.2.1.9. Puerto de las Atalayas (Ardales)............................................................................................................. 67 5.2.1.10. Cueva de Ardales (Ardales) .................................................................................................................. 68 5.2.1.11. Vivero (Ardales) ................................................................................................................................... 71 5.2.1.12. El Azulejo (Ardales) ............................................................................................................................. 73 5.2.1.13. La Galeota (Ardales) ............................................................................................................................ 74 5.2.1.14. Castillo del Turón (Ardales) ................................................................................................................. 76 5.2.1.15. Olivar de Currito II (Ardales) ............................................................................................................... 77 5.2.1.16. Cortijo San Miguel (Ardales) ............................................................................................................... 79 5.2.1.17. Los Caserones (Ardales)....................................................................................................................... 80 5.2.2. Yacimientos del valle del Guadalteba............................................................................................................. 98 5.2.2.1. Bolinares (Campillos) ............................................................................................................................. 98 5.2.2.2. Las Aguilillas (Campillos) ...................................................................................................................... 99 5.2.2.3. Cueva de Las Palomas (Teba) .............................................................................................................. 102 5.2.2.4. Llano Espada (Teba) ............................................................................................................................. 104 5.2.2.5. Cerro de La Higuera (Teba) .................................................................................................................. 106 5.2.2.6. Abrigo del Cortijo del Tajo (Teba)........................................................................................................ 108 5.2.2.7. Asentamiento de la Lentejuela (Teba) .................................................................................................. 110 5.2.2.8. La Cuevecilla (Teba) .............................................................................................................................111 5.2.2.9. Pilar Sáez (Teba)................................................................................................................................... 113 5.2.2.10. Cº de Las Higueras (Cañete la Real) .................................................................................................. 114 5.2.2.11. Cementerio de Cañete (Cañete la Real) .............................................................................................. 116 5.2.2.12. Serrato II (Cañete la Real) .................................................................................................................. 118 5.2.2.13. Abrigos de La Lozanilla (Cuevas del Becerro) .................................................................................. 119 5.2.2.14. Los Canchos (Cuevas del Becerro) .................................................................................................... 122 5.2.2.15. Pilón del Zorro (Cuevas del Becerro) ................................................................................................. 124 5.2.2.16. Abrigos del Caño (Cuevas del Becerro) ............................................................................................. 125 5.2.2.17. Silos de la Barranca (Cuevas del Becerro) ......................................................................................... 127 5.2.2.18. Tierras Antonio López (Cuevas del Becerro) ..................................................................................... 128 Capítulo 6 Análisis de los Resultados Arqueométricos ............................................................................................... 149 6.1. Introducción ......................................................................................................................................................... 149 6.2. Análisis de materias primas de la industria lítica ................................................................................................. 149 6.2.1. Conjunto de materiales encuadrables entre el VIº y el IVº milenio a.n.e..................................................... 151 6.2.2. Conjunto de materiales pertenecientes al IIIº milenio a.n.e. ........................................................................ 152 6.2.3. Conjunto de materiales de la transición entre el IIIº y el IIº milenio a.n.e. ............................................... 155

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Índice 6.3. Espacios de captación de recursos líticos............................................................................................................. 158 Capítulo 7 Resultados del Estudio de la Producción Lítica ....................................................................................... 159 7.1. Introducción ......................................................................................................................................................... 159 7.2. Análisis de la producción lítica ............................................................................................................................ 159 7.2.1. Bases Naturales (Bn) .................................................................................................................................... 160 7.2.2. Bases Negativas de 1ª Generación (BN1G) ................................................................................................. 160 7.2.2.1. Conjunto de BN1G de los yacimientos del VIº al IVº milenio a.n.e. ................................................... 161 7.2.2.2. Conjunto de BN1G de los yacimientos del IIIº milenio a.n.e. ............................................................ 161 7.2.2.3. Conjunto de BN1G de los yacimientos de la transición del IIIº al IIº milenio a.n.e. ........................... 162 7.2.3. Bases Positivas (BP)..................................................................................................................................... 163 7.2.3.1. Conjunto de BP de los yacimientos del VIº al IVº milenio a.n.e.......................................................... 163 7.2.3.2. Conjunto de BP de los yacimientos del IIIº milenio a.n.e. ................................................................... 164 7.2.3.3. Conjunto de BP de los yacimientos de la transición del IIIº al IIº milenio a.n.e. ................................. 165 7.2.4. Bases Negativas de 2ª Generación (BN2G) ................................................................................................. 166 7.2.4.1. Conjunto de BN2G de los yacimientos del VIº al IVº milenio a.n.e. ................................................... 166 7.2.4.2. Conjunto de BN2G de los yacimientos del IIIº milenio a.n.e. ............................................................. 167 7.2.4.3. Conjunto de BN2G de los yacimientos de la transición del IIIº al IIº milenio a.n.e. ........................... 167 Conclusiones: Producción, Distribución y Consumo de Productos Líticos .............................................................. 169 Bibliografía ..................................................................................................................................................................... 175

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Lista de Figuras Fig. 1. Mapa de situación del territorio de Guadalteba y Turón ........................................................................................ 26 Fig. 2. Mapa geológico de la provincia de Málaga ............................................................................................................ 28 Fig. 3. Mapa geológico donde se inserta el afloramiento de Los Madroñales (punto rojo)............................................... 36 Fig. 4. Lámina Delgada. Bandas de diferentes tonalidades con multitud de inclusiones .................................................. 37 Fig. 5. Lámina Delgada. Zona con acumulación de radiolarios y óxidos .......................................................................... 37 Fig. 6. Lámina Delgada. Detalle de los oolitos y de los rellenos de calcedonia fibrosa .................................................... 37 Fig. 7. Mapa geológico donde se inserta el afloramiento de La Atalaya (punto rojo) ....................................................... 38 Fig. 8. Lámina Delgada. Textura llena de pellets............................................................................................................... 38 Fig. 9. Lámina Delgada. Interfacies de la zona teñida y no teñida con espículas y radiolarios ........................................ 38 Fig. 10. Mapa geológico donde se inserta el afloramiento de la Herriza de la Lapa (punto rojo) ..................................... 39 Fig. 11. Lámina delgada. Aspecto general de parches con los óxidos de hierro................................................................ 39 Fig. 12. Lámina delgada. Detalle de los oolitos ................................................................................................................. 39 Fig. 13. Mapa geológico donde se inserta el afloramiento de la Mogea (punto rojo) ....................................................... 40 Fig. 14. Lámina Delgada. Zona con presencia de oolitos recristalizados .......................................................................... 41 Fig. 15. Tabletas de sílex en el afloramiento de Los Canchos ........................................................................................... 41 Fig. 16. Mapa geológico donde se inserta el afloramiento de Los Canchos (punto rojo) .................................................. 41 Fig. 17. Lámina Delgada. Detalle de romboedros de dolomita muy alterados y radiolarios rellenos de calcedonia ........ 42 Fig. 18. Lámina Delgada. Detalle de nódulos de óxidos y radiolarios .............................................................................. 42 Fig. 19. Radiolarita ............................................................................................................................................................ 42 Fig. 20. Conjunto de sílex del Turón.................................................................................................................................. 43 Fig. 21. Mapa geológico donde se inserta el afloramiento de La Galetota (punto rojo) .................................................... 43 Fig. 22. Lámina Delgada. Detalle de romboedros de dolomita ......................................................................................... 44 Fig. 23. Lámina Delgada. Detalle de espículas rellenas de calcedonia y de una vena de calcita ...................................... 44 Fig. 24. Mapa geológico donde se inserta el afloramiento de Castillo del Turón (punto rojo).......................................... 44 Fig. 25. Sílex tipo Turón con huellas de Phycosiphon....................................................................................................... 45 Fig. 26. Lámina Delgada. Detalle de espícula rellena de calcedonia y de romboedros de dolomita................................. 45 Fig. 27. Lámina Delgada. Filón de calcita, minerales opacos y romboedros de dolomita ................................................ 45 Fig. 28. Lámina Delgada. Detalle de romboedros de dolomita ......................................................................................... 45 Fig. 29. Mapa geológico donde se inserta el afloramiento de El Azulejo (punto rojo) ..................................................... 46 Fig. 30. Detalle de las oxidaciones .................................................................................................................................... 47 Fig. 31. Lámina Delgada. Detalle de romboedros de dolomita e inclusiones de minerales opacos .................................. 47 Fig. 32. Lámina Delgada. Detalle de oxidación arborescente ........................................................................................... 47 Fig. 33. Lámina Delgada. Detalle de mancha alargada rellena de calcedonia ................................................................... 47

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Lista de Figuras Fig. 34. Lámina Delgada. Banda más oscura con inclusiones de fósiles y zonas más claras con presencia de oolitos .... 48 Fig. 35. Lámina Delgada. Detalle de los fantasmas de radiolarios rellenos de cuarzo ...................................................... 48 Fig. 36. Mapa geológico donde se inserta el afloramiento de la Sierra del Valle (punto rojo) .......................................... 48 Fig. 37. Lámina delgada. Aspecto general con microinclusiones, fisura llena de calcita esparítica y espículas en forma de “V” ...................................................................................................................................................................... 49 Fig. 38. Lámina delgada. Radiolarios, fracturas rellenas de calcita y óxidos de hierro .................................................... 49 Fig. 39. Localización de los yacimientos analizados en los valles del Guadalteba y Turón ............................................. 54 Fig. 40. Localización del Abrigo de Gaitanejo .................................................................................................................. 55 Fig. 41. Localización del Abrigo de la Cara Sur ................................................................................................................ 57 Fig. 42. Localización de la Solana o Camino del Pico de la Cueva .................................................................................. 58 Fig. 43. Localización de Abrigo del Parque Ardales ......................................................................................................... 60 Fig. 44. Localización de Ermita de Villaverde .................................................................................................................. 62 Fig. 45. Localización del Depósito de Aguas de Parque Ardales ...................................................................................... 63 Fig. 46. Localización Parque Ardales ................................................................................................................................ 64 Fig. 47. Localización de El Mirador .................................................................................................................................. 66 Fig. 48. Localización de Puerto de las Atalayas ................................................................................................................ 67 Fig. 49. Localización de la Cueva de Ardales .................................................................................................................... 70 Fig. 50. Corte estratigráfico de la zona 2 ........................................................................................................................... 71 Fig. 51. Localización del yacimiento del Vivero ............................................................................................................... 72 Fig. 52. Localización de El Azulejo ................................................................................................................................... 73 Fig. 53. Localización de La Galeota .................................................................................................................................. 75 Fig. 54. Localización de Castillo del Turón ....................................................................................................................... 76 Fig. 55. Localización de Olivar de Currito ........................................................................................................................ 78 Fig. 56. Localización del Cortijo San Miguel .................................................................................................................... 79 Fig. 57. Localización de Los Caserones ............................................................................................................................ 81 Fig. 58. Conjunto de materiales de Abrigo de Gaitanejo: Cerámica decorada (1 y 2); BP-SD en radiolarita (3); BP-I en sílex masivo (4); BP-I en radiolarita (5); BP-H en sílex tipo Turón (6); BP-H en sílex masivo (7); BN2G-D21 en sílex oolítico (8); BN2G-Bec2 en sílex tipo Turón muy patinado (9); BN2G-LD21 en sílex tipo Turón (10); LD11 en radiolarita (11); BN2G-T21 en sílex masivo (12) ........................................................................... 82 Fig. 59. Conjunto de materiales de Abrigo de la Cara Sur: Cerámica decorada (1); BP-SD en sílex masivo (2); BP-I en sílex bandeado (3); BP-I en sílex masivo del Azulejo (4); BN2G-D25 en sílex masivo del Azulejo (5); BN2G-D23 en radiolarita (6) ............................................................................................................................................. 83 Fig. 60. Industria lítica de Solana o Camino del Pico de la Cueva (Ardales): BN1G-PH en sílex masivo (1); BN1G-P en sílex masivo del Azulejo (2); BN1G-POL en oolítico (3); BP-I en sílex bandeado (4); BP-SD en sílex masivo patinado (5); BP-I en sílex masivo (6); BP-I en arenisca compacta (7); BP-C en sílex masivo posible Tipo Turón, termoalterada (8); BP-H en sílex masivo (9-10-12); BP-H en radiolarita (11); BN2G-R21 en sílex Turón (13); BN2G-G11 en sílex masivo del Azulejo (14); BN2G-D25 en sílex oolítico (15); BN2G-D21 en radiolarita (16); BN2G-D23 en sílex masivo del Azulejo (17); BN2G-D23 en sílex tipo Turón (18) ...... 84 Fig. 61. Industria lítica de Abrigo de Parque Ardales: BN1G-P en sílex masivo (1); BN1G-P en radiolarita (2); BP-I en sílex masivo (3); BP-I en arenisca silificada (4); BP-H en sílex masivo (5, 6, 7, 8); BN2G-D21 en radiolarita (9); BN2G-D23 en sílex masivo (10) ............................................................................................................... 85

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) Fig. 62. Conjunto de materiales de Ermita de Villaverde: Cerámica sin decorar (1 y 2); BN1G-POL en radiolarita (3); BP-C en radiolarita (5); BP-I en sílex tipo Turón (4 y 6); BP-H en radiolarita (7); BN2G-D23 en radiolarita (8) ..................................................................................................................................................................... 86 Fig. 63. Conjunto de materiales de Depósito de Aguas de Parque Ardales: Cerámica decorada (1); BN1GPH en sílex Turón (2); BN1G-P en sílex oolítico (3); BN1G-PH en sílex masivo patinado (4); BN1G POL en radiolarita (5); BP-SD en radiolarita (6); BP-I en radiolarita (7); BP-I en sílex oolítico (8); BP-I en sílex masivo del Azulejo (9); BP-C en radiolarita (10); BP-H en sílex oolítico (11); BP-H en sílex masivo (12); BP-H en sílex Turón (13); BN2G-D21 en radiolarita (14); BN2G-D23 en sílex masivo (15); BN2G-LD11 en radiolarita (16); BN2G-LD21 en sílex oolítico (17); BN2G-BT1 en sílex Turón (18) ....................................................................... 87 Fig. 64. Industria lítica de Parque Ardales: BN1G-POL en sílex masivo del Azulejo (1); BN1G DIV en sílex Turón (2); BP-SD en radiolarita (3); BP-C en sílex bandeado (4); BP-I en sílex masivo (5); BP-I en radiolarita (6); BP-H en sílex bandeado (7); BP-H en sílex masivo (8); BN2G-G11 en radiolarita (9); BN2G-G12 en sílex Turón (10); BN2G-DH en sílex oolítico (11); BN2G-D25 en sílex masivo (12); BN2G-LDT11 en sílex Turón (13); BN2G-F21 en sílex masivo (14) ............................................................................................................................... 88 Fig. 65. Industria lítica de El Mirador: BN1G-PH en sílex masivo patinado (1); BN1G-B en sílex bandeado (2); BP-I en sílex masivo de El Azulejo (3); BP-I en sílex oolítico (4); BP-I en radiolarita (5); BP-H en sílex Turón (6); BP-H en sílex masivo de El Azulejo (7); BN2G-D23 en sílex masivo (8) ................................................................. 89 Fig. 66. Industria lítica de Puerto de las Atalayas: BN1G-PH en sílex masivo (1); BN1G-P en sílex masivo patinado (2); BN1G-POL en sílex masivo (3); BN1G-SL en sílex tipo Turón (4); BP-C en radiolarita (5); BP-LDNH en sílex masivo (6); BP-SD en sílex oolítico (7); BP-I en radiolarita (8); BP-I en sílex oolítico (9); BP-H en sílex masivo (10); BP-H en sílex tipo Turón (11); BN2G-D21en sílex oolítico (12); BN2G-D23 en radiolarita (13); BN2G-DH en sílex masivo (14); BN2G-LD11 en radiolarita (15) ......................................................... 90 Fig. 67. Industria lítica de Cueva de Ardales: BP-I en sílex masivo (1); BP-I en sílex oolítico (2 y 5); BP-I en radiolarita (4); BP-H en sílex tipo Turón (3); BP-H en sílex masivo (8); BN2G-G11 en sílex tipo Turón (6); BN2G-LD11 en sílex masivo (7) ....................................................................................................................................... 91 Fig. 68. Industria lítica de Vivero: BN1G-SL en sílex masivo (1); BN1G-POL en sílex tipo Turón (2); BP-I en sílex masivo (3); BP-C en radiolarita (4); BP-SP en sílex masivo (5); BN2G-G11 en radiolarita (6); BN2G-G12 en sílex masivo (7); BN2G-LD22 en sílex tipo Turón (8); BN2G-F11 en sílex tipo Turón muy patinado (9) ................. 92 Fig. 69. Industria lítica de El Azulejo: BN1G-P en sílex masivo (1); BP-SD en sílex masivo (2); BP-C en sílex masivo (3); BP-D en radiolarita (4); BP-I en sílex masivo (5); BP-H en sílex masivo (6-7); BN2G-G22 en radiolarita (8); BN2G-D25 en sílex masivo (9); BN2G-G11 en sílex masivo (10); BN2G-D21 en radiolarita (11); BN2G-D23 en radiolarita (12); BN2G-LD11 en radiolarita (13) ............................................................................. 93 Fig. 70. Industria lítica de La Galeota: Preforma para BN1G-PH (1); BN1G-PH (2) en sílex Turón con tonalidad clara; BP-SD (3); BP-I (4-5-6); BN2G-D21 (7-8) ............................................................................................. 94 Fig. 71. Industria lítica de Castillo del Turón: BN1G-PH (1-2-3) en sílex Turón con diferentes tonalidadades; BP-H (4-5-6); BN2G-R22 (8); BN2G- BN2G-D21 (9); BN2G-T (7) ............................................................................... 95 Fig. 72. Industria lítica de Olivar de Currito: BN1G-PH en sílex Turón (1); BP-I en sílex masivo (2) y sílex Turón (3); BN2G-A1 en sílex Turón (4); BN2G-D23 en sílex Turón (5) y radiolarita (6); BN2G-G12 en lasca de descortezado de sílex masivo (7); BN2G-T21 en sílex masivo (8) .............................................................................. 96 Fig. 73. Industria lítica de Los Caserones: BN1G-P en sílex Turón (1); BN1G-POL en sílex masivo (2); BP-C en sílex Turón (3); BP-I en sílex Turón (4-5); BP-H en sílex Turón (6-7); BN2G-D21 en sílex Turón (8); BN2G-D23 en sílex Turón (9); BN2G-G11 en sílex Turón (10); BN2G-12 en sílex masivo (11) .................................... 97 Fig. 74. Localización de Bolinares .................................................................................................................................... 98 Fig. 75. Localización de la Necrópolis de Las Aguilillas ................................................................................................ 100 Fig. 76. Localización de la Cueva de las Palomas ........................................................................................................... 102 Fig. 77. Localización de Llano Espada ............................................................................................................................ 105 Fig. 78. Localización de Cerro de la Higuera .................................................................................................................. 107 Fig. 79. Localización del Abrigo de Cº del Tajo .............................................................................................................. 109 Fig. 80. Localización de La Lentejuela ............................................................................................................................ 110 x

Lista de Figuras Fig. 81. Localización de La Cuevecilla ........................................................................................................................... 112 Fig. 82. Localización de Pilar Sáez .................................................................................................................................. 113 Fig. 83. Localización de Cortijo de Las Higueras ........................................................................................................... 115 Fig. 84. Localización de Cementerio de Cañete .............................................................................................................. 116 Fig. 85. Localización de Serrato II................................................................................................................................... 119 Fig. 86. Localización de Abrigos de la Lozanilla ............................................................................................................ 120 Fig. 87. Perfil del Sondeo 1 de los abrigos de La Lozanilla ............................................................................................ 121 Fig. 88. Localización de Los Canchos ............................................................................................................................. 123 Fig. 89. Localización de Pilón del Zorro ......................................................................................................................... 125 Fig. 90. Localización de Abrigos del Caño ...................................................................................................................... 126 Fig. 91. Localización de Silos de La Barranca ................................................................................................................ 128 Fig. 92. Localización de Tierras de Antonio López ......................................................................................................... 129 Fig. 93. Conjunto de materiales de Bolinares: Cerámica con restos de almagra (1-2); Cerámica con cordón aplicado (3); BN1G-PH en radiolarita (4); BN1G-PH en sílex tipo Turón (5); BN1G-POL en radiolarita (6); BP-SD en radiolarita (7); BP-C en sílex oolítico (8-9); BP-I en sílex masvo del Azulejo (10); BP-I en sílex bandeado (11); BP-I en sílex tipo Turón (12); BP-LDNH en sílex Turón (13); BP-LDNH en radiolarita (14); BP-H en radiolarita (15); BP-H en sílex masivo (16 a 21); BN2G-R21 en sílex masivo (22); BN2G-R23 en sílex masivo (23); BN2G-G11 en radiolarita (24); BN2G-D21 en radiolarita patinada (25); BN2G-D23 en radiolarita (26); BN2G-LD21 en sílex Turón (27); BN2G-LD22 en radiolarita (28); BN2G-Bec1 en sílex masivo (29); BN2G-T22 en sílex Turón (30) .................................................................................................................. 131 Fig. 94. Industria lítica de la necrópolis de Las Aguilillas: BP-C en arenisca compacta (1); BP-I en sílex oolítico (2); BP-H en arenisca compacta (3); BN2G-G12 en sílex bandeado (4); BN2G-D23 en sílex oolítico (5); BN2G-LD21 en sílex masivo (6); BN2G-R23 en sílex masivo (7); BN2G-Bec2 en sílex Turón (8); BN2G21 en sílex masivo (9); BN2G-F21 en sílex Turón (10); BP-H en sílex oolítico y sílex masivo (11 y 12); Pico en sílex oolítico (13) ........................................................................................................................................................ 132 Fig. 95. Industria lítica de Llano Espada: BP-I en sílex masivo patinado (1); BP-H en radiolarita (2); BN2G-R21 en sílex masivo patinado (3); BN2G-D21 en sílex masivo (4); BN2G-A2 en sílex bandeado (5); BN2G-LD11 en sílex oolítico (6) .................................................................................................................................... 133 Fig. 96. Industria lítica de La Higuera: BN1G-P en sílex bandeado (1); BN1G-POL en sílex masivo patinado (2); BP-C en sílex masivo (3); BP-I en radiolarita (4) y sílex masivo (5); BP-SP en sílex Turón beige (6); BP-H en sílex masivo (7 y 9) y radiolarita (8 y 10); BP-LDNH en sílex oolítico (11); BN2G-D23 en sílex masivo (12); BN2G-D21 en sílex masivo (13); BN2G-Bec7 sílex bandeado (14); BN2G-LD21 en sílex masivo (15) ............. 134 Fig. 97. Industria lítica de Abrigo del Cortijo del Tajo: BN1G-POL en sílex bandeado (1); BN1G-P en sílex masivo (2); BP-C en radiolarita (3); BP-I en radiolarita (4); BN2G-D23 en sílex oolítico (5); BN2G-G12 en sílex masivo patinado (6); BN2G-D21en sílex masivo (7) .............................................................................................. 135 Fig. 98. Industria lítica de La Lentejuela: BN1G-PH en sílex masivo (1); BP-C en radiolarita (2); BP-I en radiolarita negra de Teba (3); BP-I en sílex masivo (4); BP-H en radiolarita (5); BN2G-R21 en sílex bandeado (6); BN2G-D21 en radiolarita (7); BN2G-D23 en sílex poroso (8); BN2G-A2 en sílex bandeado (9); BN2GLDT12 en radiolarita negra de Teba (10)......................................................................................................................... 136 Fig. 99. Industria lítica de La Cuevecilla: BP-C en sílex masivo (1); BP-I en Sílex oolítico (2); BP-I en radiolarita (3); BN2G-R21 en sílex masivo (4); BN2G-G11 en radiolarita (5); BN2G-D21 en sílex oolítico (6); BN2G-D23 en sílex oolítico (7); BN2G-D23 en radiolarita (8); BN2G-F21 en sílex masivo (9) .................................. 137 Fig. 100. Conjunto de materiales de Pilar Sáez: BN1G-P en sílex poroso (1); BN1G-POL en sílex poroso (2); BP-C en sílex masico (3); BP-SP en sílex oolítico (4); BP-I en sílex bandeado (5); BP-I en sílex oolítico (6); BP-H en sílex masivo (7 y 8); BN2G-R11 en sílex Turón (9); BN2G-R21 en sílex masivo (10); BN2G-G11 en sílex masivo (11); BN2G-D21 en sílex masivo (12); BN2G-D23 en sílex oolítico (13); BN2G-Bec2 en sílex masivo (14); BN2G-LD11 en sílex masivo (15); BN2G-DH en radiolarita (17); BN2G-F11 en radiolarita patinada (18); Fragmento de placa de pizarra (16) .......................................................................................................... 138

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) Fig. 101. Conjunto de materiales de Cortijo de las Higueras: Hacha de dolerita (1); BN1G-P en sílex oolítico (2); BN1G-POL en sílex oolítico (3); Fragmento de azuela de silimanita (4); BP-C en sílex oolítico (5); BP-I en sílex poroso (6); BP-I en sílex oolítico (7); BP-H en sílex masivo (8); BN2G-Bec2 en sílex masivo (9); BN2G-D21 en radiolarita (10); BN2G-D23 en radiolarita (11); BN2G-A1 en sílex masivo (12) .................................. 139 Fig. 102. Industria lítica de Cementerio de Cañete: BN1G-PH en sílex masivo (1); BN1G-P en sílex masivo (2); BP-C en sílex masivo (3); BP-I en sílex bandeado (4); BP-H en sílex masivo (5, 6, 8, 10 y 12); BP-H en radiolarita (7 y 11); BP-H en sílex oolítico (9); BN2G-R1 en sílex bandeado (13); BN2G-G11 en radiolarita (14); BN2G-G12 en sílex masivo (15); BN2G-D21 en radiolarita (16); BN2G-B11 en sílex masivo (17); BN2G-Bec2 en sílex oolítico (18); BN2G-DH en sílex Turón (19) y en sílex masivo (20); BNG-LD21 en sílex Turón (21); BN2G-LD22 en sílex masivo (22); BN2G-PD11 en sílex Turón (23); BN2G-TX en sílex Turón (24); BN2G-F11 en sílex masivo (25) y sílex bandeado (26) .......................................................................................... 140 Fig. 103. Industria lítica de Serrato II: BN1G-PH en sílex masivo patinado (1); BN2G-B en sílex Turón (2); BP-C en sílex masivo muy patinado (3); BP-I en sílex (4); BP-H en radiolarita (5); BN2G-G11 frontal largo en radiolarita (6); BN2G-G11 frontal corto en radiolartita verde (7); BN2G-G321 en sílex Turón (8); BN2G-D23 en sílex oolítico (9); BN2G-T21 en sílex Turón (10); BN2G-D21 en sílex oolítico (11)................................................ 141 Fig. 104. Industria lítica de La Lozanilla (Sondeo 1): Niveles 2/4: BP-C en sílex masivo (1); BP-C en radiolarita (2); BP-I en radiolarita (3); BP--I en sílex masivo (4); BP-H en radiolarita (5); BP-H en sílex masivo (6 a 8); BN2G-D23 en sílex oolítico (9); BN2G-G11 en sílex masivo (10); BN2G-TD12 en sílex masivo (11); BN2G-LD11 en sílex Turón (12); BN2G-LD21 en sílex masivo (13); BN2G-LD32 en sílex masivo (14); BN2G-F11 en sílex oolítico (15); Nivel 1: BN2G-LD22 en sílex masivo (16) ............................................................... 142 Fig. 105. Industria lítica de Los Canchos: BN1G-PH en sílex masivo (1) y radiolarita (3); BN1G-U en radiolarita (2); BP-C en radiolarita (6); BP-I en sílex masivo (4) y Turón (5); BP-SP en sílex poroso (7); BP-H en sílex masivo (9, 10 y 11) y sílex Turón (8); BN2G-R22 en radiolarita (12); BN2G-G12 en radiolarita (13); BN2G-D21 en radiolarita (14 y 15); BN2G-A1 en sílex masivo (16); BN2G-LDT11 en radiolarita (17) ..................... 143 Fig. 106. Industria lítica de Pilón del Zorro: BP-SD en radiolarita (1); BP-I en sílex masivo (2); BN2G-R21 en radiolarita (4); BN2G-D21 en radiolarita (5); BN2G-D23 en sílex bandeado (3) ........................................................... 144 Fig. 107. Industria lítica de Abrigos del Caño: Fragmento de azuela de dolerita (1); BN1G-PH en sílex Turón (2); BN1G-P en radiolarita (3); BP-SD en sílex masivo (4); BP-C en sílex masivo (5); BP-I en radiolarita (6) y sílex masivo (7); BP-H en sílex Turón (8); BN2G-G12 en sílex masivo (9); BN2G-G3 en sílex oolítico (10); BN2G-D23 en sílex masivo (11); BN2G-A1 en sílex masivo (12); BN2G-A2 en sílex masivo (13); BN2GLD11 en sílex Turón (14) ................................................................................................................................................. 145 Fig. 108. Conjunto de materiales de los Silos de la Barranca: Fragmentos de cerámica decorada (1 y 2); BP-H en sílex masivo (3); BN2G-D21 en radiolarita (4); BN2G-LD11 en sílex Turón (5); BN2G-LD21 en sílex masivo (6) 146 Fig. 109. Industria lítica de Tierras de Antonio López: BN1G-PH en sílex masivo (1, 4 y 5), radiolarita (2) y sílex Turón (3); BP-H en sílex masivo (6, 7, 8, 9, 10 y 12), sílex oolítico (11) y sílex Turón (13); BN2G-D21 en sílex oolítico (14); BN2G-D25 en sílex masivo (15); BN2G-Bec2 en sílex masivo (16) y oolítico (17); Bec1 en sílex Turón (18); BN2G-LD11 en sílex Turón (19); BN2G-LD11 en sílex masivo (20); BN2G-LD22 en sílex masivo (21); BN2G-LD32 en sílex Turón (22); BN2G-A1 sobre BP-LDNH en sílex masivo (23); BN2G-DH en sílex masivo (24) y oolítico (25); BN2G-F11 en sílex masivo (26); BN2G-F21 en sílex Turón (27) ........................ 147 Fig. 110. Lámina delgada de radiolarita de La Cuevecilla .............................................................................................. 151 Fig. 111. Lámina delgada de sílex oolítico proveniente del Depósito de Aguas ............................................................. 152 Fig. 112. Mapa con los yacimientos del VIº al IVº milenio a.n.e. y unidades geológicas con sílex ............................... 153 Fig. 113. Huellas de Phycosiphon .................................................................................................................................... 154 Fig. 114. Conjunto de sílex de El Azulejo ....................................................................................................................... 154 Fig. 115. Mapa con los yacimientos del IIIº milenio a.n.e. y unidades geológicas con sílex .......................................... 155 Fig. 116. Lámina delgada. Clastos de cuarzo y óxidos de hierro .................................................................................... 156 Fig. 117. Mapa con los yacimientos entre el IIIº y el IIº milenio a.n.e.y unidades geológicas con sílex ........................ 157 Fig. 118. Unidades geológicas con sílex en la comarca del Guadalteba.......................................................................... 158 Fig. 119. Conjunto de BN1G-PH del IVº milenio a.n.e ................................................................................................... 161 xii

Lista de Figuras Fig. 120. Preforma y núcleo para hojas en sílex tipo Turón del IIIº milenio a.n.e .......................................................... 162 Fig. 121. Conjunto de BP-H del Vº milenio a.n.e ............................................................................................................ 164 Fig. 122. Lámina de gran formato de las Galerías Altas (Cueva de Ardales) ................................................................. 165 Fig. 123. Grandes láminas de la Necrópolis de Las Aguilillas ........................................................................................ 165 Fig. 124. Puntas de flecha con retoque plano bifacial de la necrópolis de Morenito y Parque Ardales .......................... 167 Fig. 125. Pico de sílex oolítico de Las Aguilillas ............................................................................................................ 168

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Lista de Tablas Tabla 1. Estudio de síntesis del Abrigo de Gaitanejo......................................................................................................... 56 Tabla 2. Estudio de síntesis del Abrigo de la Cara Sur ...................................................................................................... 57 Tabla 3. Estudio de síntesis de la Solana ........................................................................................................................... 59 Tabla 4. Estudio de síntesis del Abrigo de Parque Ardales ................................................................................................ 61 Tabla 5. Estudio de síntesis de la Fuente de la Ermita de Villaverde ................................................................................ 62 Tabla 6. Estudio de síntesis del Depósito de Aguas de Parque Ardales ............................................................................. 64 Tabla 7. Estudio de síntesis de Parque Ardales .................................................................................................................. 65 Tabla 8. Estudio de síntesis de El Mirador ........................................................................................................................ 67 Tabla 9. Estudio de síntesis de Puerto de las Atalayas ....................................................................................................... 68 Tabla 10. Estudio de síntesis de los productos líticos recuperados hasta 2012 en la Cueva de Ardales............................ 70 Tabla 11. Estudio de síntesis de Vivero.............................................................................................................................. 72 Tabla 12. Estudio de síntesis de El Azulejo ....................................................................................................................... 74 Tabla 13. Estudio de síntesis del Olivar de Currito............................................................................................................ 78 Tabla 14. Estudio de síntesis de Los Caserones ................................................................................................................. 82 Tabla 15. Estudio de síntesis de Bolinares ......................................................................................................................... 99 Tabla 16. Estudio de síntesis de la Necrópolis de Las Aguilillas..................................................................................... 101 Tabla 17. Estudio de síntesis de Llano Espada ................................................................................................................ 106 Tabla 18. Estudio de síntesis de Cerro de La Higuera ..................................................................................................... 108 Tabla 19. Estudio de síntesis del Abrigo del Cortijo del Tajo .......................................................................................... 109 Tabla 20. Estudio de síntesis del asentamiento de La Lentejuela .....................................................................................111 Tabla 21. Estudio de síntesis de La Cuevecilla ................................................................................................................ 113 Tabla 22. Estudio de síntesis de Pilar Sáez ...................................................................................................................... 114 Tabla 23. Estudio de síntesis de Cortijo de Las Higueras ................................................................................................ 116 Tabla 24. Estudio de síntesis de Cementerio de Cañete................................................................................................... 118 Tabla 25. Estudio de síntesis de Serrato II ....................................................................................................................... 119 Tabla 26. Estudio de síntesis de La Lozanilla .................................................................................................................. 122 Tabla 27. Estudio de síntesis de Los Canchos ................................................................................................................. 124 Tabla 28. Estudio de síntesis de Pilón del Zorro .............................................................................................................. 125 Tabla 29. Estudio de síntesis de Abrigos del Caño .......................................................................................................... 127 Tabla 30. Estudio de síntesis de Silos de La Barranca ..................................................................................................... 128 Tabla 31. Estudio de síntesis de Tierras de Antonio López ............................................................................................. 129 Tabla 32. Cómputo general de productos líticos .............................................................................................................. 159

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Lista de Gráficas Gráfica 1. Porcentajes de las series de productos líticos documentados en La Galeota .................................................... 75 Gráfica 2. Porcentajes de las series de productos líticos documentadas en Castillo del Turón ......................................... 77 Gráfica 3. Representación porcentual con las materias primas documentadas en los yacimientos ................................. 149 Gráfica 4. Diagrama de barras con la relación entre materia prima y tecnología ............................................................ 150 Gráfica 5. Representación porcentual con las materias primas empleadas en la configuración de BN1G ...................... 150 Gráfica 6. Representación porcentual con las materias primas documentadas en las BP................................................ 150 Gráfica 7. Representación porcentual con las materias primas documentadas en las BN2G .......................................... 150 Gráfica 8. Representación porcentual con las materias primas documentadas en las ORT ............................................. 151 Gráfica 9. Representación porcentual con las materias primas documentadas los yacimientos del VIº al IVº milenio a.n.e ..................................................................................................................................................................... 151 Gráfica 10. Porcentajes de las materias primas documentadas en los yacimientos del IIIº milenio a.n.e ....................... 153 Gráfica 11. Representación porcentual con las materias primas documentadas en los yacimientos entre el IIIº y el IIº milenio a.n.e ............................................................................................................................................................ 156 Gráfica 12. Representación porcentual de las series tecnológicas documentadas en los yacimientos del VIº al IVº milenio a.n.e .............................................................................................................................................................. 159 Gráfica 13. Representación porcentual de las series tecnológicas documentadas en los yacimientos del IIIº milenio a.n.e ..................................................................................................................................................................... 160 Gráfica 14. Representación porcentual de las series tecnológicas documentadas en los yacimientos entre el IIIº y el IIº milenio a.n.e ......................................................................................................................................................... 160 Gráfica 15. Representación porcentual con los tipos de BN1G documentadas en los yacimientos estudiados .............. 160 Gráfica 16. Representación porcentual con los tipos de BN1G documentadas en los yacimientos del VIº al IVº milenio a.n.e ..................................................................................................................................................................... 161 Gráfica 17. Representación porcentual con los tipos de BN1G documentadas en los yacimientos del IIIº milenio a.n.e ..................................................................................................................................................................... 162 Gráfica 18. Representación porcentual con los tipos de BN1G documentadas en los yacimientos entre el IIIº y el IIº milenio a.n.e ............................................................................................................................................................ 162 Gráfica 19. Representación porcentual con los tipos de BP documentadas en los yacimientos estudiados .................... 163 Gráfica 20. Representación porcentual con los tipos de BP documentadas en los yacimientos del VIº al IVº milenio a.n.e ..................................................................................................................................................................... 163 Gráfica 21. Representación porcentual con los tipos de BP documentadas en los yacimientos del IIIº milenio a.n.e .... 164 Gráfica 22. Representación porcentual con los tipos de BP documentadas en los yacimientos de la transición entre el IIIº y el IIº milenio a.n.e ...................................................................................................................................... 165 Gráfica 23. Representación porcentual con los tipos de BN2G documentadas en los yacimientos estudiados .............. 166 Gráfica 24. Representación porcentual con los tipos de BN2G documentadas en los yacimientos del IIIº milenio a.n.e ..................................................................................................................................................................... 167 Gráfica 25. Representación porcentual con los tipos de BN2G documentadas en los yacimientos de la transición del IIIº al IIº milenio a.n.e ............................................................................................................................... 167

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Resumen La presente investigación pretende ser una aproximación al estudio de los procesos de captación, producción, distribución y consumo de productos líticos por parte de las sociedades de la Prehistoria Reciente en los valles Guadalteba y Turón. Es una investigación centrada en obtener datos de carácter social y económico a través del análisis geoarqueológico de materiales, lo que nos supone avanzar en la comprensión de los procesos de trabajo de estas sociedades. Para la consecución de los objetivos planteados partimos desde una posición teórica materialista, la arqueología social latinoamericana, que nos aporta el sentido de por qué y cómo investigar. Lo que nos lleva a un análisis del medio natural, de gran importancia en nuestro caso ha sido el estudio de las unidades geológicas con sílex, como base de una mejor comprensión de las estructuras socioeconómicas. En una relación interdisciplinar entre arqueología y geología hemos desarrollado una serie de técnicas petrológicas con las que hemos podido caracterizar los sílex obtenidos en los afloramientos del territorio marco de nuestra estudio, así como las materias primas en las que fueron elaborados los productos líticos de más de treinta yacimientos de localidades pertenecientes a la comarca del Guadalteba. Estos datos se han correlacionado con los análisis tecnológicos de la industria lítica, lo que ha permitido reconstruir las estrategias de captación y producción por parte de las sociedades tribales neolíticas a las clasistas iniciales entre el VIº y los inicios del IIº milenio antes de nuestra era. Esta investigación, heredera de una línea de trabajo iniciada en los años ochenta del siglo XX, es un punto de partida desde el que desarrollar nuevos estudios mediante la aplicación de otras técnicas petrológicas y geoquímicas.

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Abstract The following research presents an approach to the study of the processes of lithic production, distribution and consumption carried out by the Late Prehistoric societies in the Guadalteba and Turon valleys. The investigation focuses on obtaining economic and social information through a geological and archaeological analysis of the raw materials, and constitutes a step forward in our understanding of the working processes of these societies.

the environment, as well as social aspects such as ideology, art, gender, etc. Through this materialistic conception of history, we try to understand historical processes (Arteaga, 1992:181). In order to know the archaeological reality of these historical processes we need a system of categories. In this sense, in the context of our materialistic theoretical position, we have taken the following as our main categories: socioeconomic training, lifestyle and culture (Bate, 1998). In this chapter, we delve deeply into the elements of which these categories of analysis are composed.

In pursuing the established objectives, we start from a materialistic theoretical position, which establishes the background for why and how the investigation proceeds. This leads us to an analysis of the environment; we have placed great significance on the study of the geological zones characterised by the presence of flint as a basis for a better understanding of social and economic structures.

Towards our objective of historical reconstruction, we have proposed a relationship between empirical data and theory (Thompson, 1981). This dialogue is marked by ‘historical logic’, establishing a methodology according to the empirical data that is available to us, in order to contrast the objectives and the hypothesis that we have proposed.

Employing an interdisciplinary approach incorporating both archaeology and geology, we have developed a series of petrologic techniques which have allowed us to characterise the flint outcrops of the regions studied, as well as the raw materials used to create the lithic products. We have studied more than thirty archaeological sites in different villages in the Guadalteba region. The data thus obtained have been matched with the technological analysis of the lithic artifacts. This has allowed us to understand the supply of raw materials and the lithic production strategies used by the Neolithic and Chalcolithic societies from the 6th to the beginning of the 2nd millennium BC.

In our methodology, dialectical geoarchaelogy is especially relevant (Arteaga y Hoffmann, 1999; Arteaga et al., 2001; Arteaga, 2006; Arteaga y Schulz, eds., 2008, Arteaga y Roos, 2012). From an interdisciplinary perspective, we have worked with archaeometric techniques of a geological nature. The methodological procedure that we develop starts from the knowledge gained from the geological background. Afterwards, we carry out a petrological and minerological analysis of the raw materials and the archaeological products. In our study of the lithic industry, we have applied the Logical Analytic System (L.A.S.) (Carbonell, 1986, 1990 y 2002; Carbonell, Guilbaud y Mora, 1982 y 1983; Carbonell, Mora y Guilbaud, 1985; Carbonell y Mora, 1986; Carbonell et al., 1995, 1999 y 2000).

This investigation, building on a work strategy introduced in the 1980s, is a starting point from which new studies are developed, through the implementation of a variety of petrological and geochemical techniques. Keywords: Lithic resources, Raw materials, Neolithic, Chalcolithic, Bronze Age, Geoarchaeology, L.A.S., Archeometry, Lithic production.

Thanks to this comparison of archaeological and geological results we can recover the origin and provenance of the stones used between the 6th to the beginning of the 2nd millennium BC. In this way, we can better understand the various strategies of traffic and exchange employed at that time.

Chapter 1: Theory and Methodology Archaeology has as its aim the study of the historical development of societies (Vargas, 1990:4). We need a methodology and a theoretical framework in which to understand aspects of the human groups we study. In this case, we take as our theoretical basis Social Archaeology (Bate, 1998; Gándara, 1993; Ramos, 2012; Tantaleán y Aguilar, comp., 2012; Vargas, 1990).

Chapter 2: History of Research into the Recent Prehistory of the Interior of Málaga In this chapter, we offer a critical review of prior scientific research carried out in the Guadalhorce River basin. The archaeological projects are considered within their historical contexts.

Our research focuses on the reconstruction of the social and economic processes of the societies that occupied the Guadalteba and Turón valleys. However, we also analyse

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) Scientific research in the interior of Málaga has been very extensive in scale and has a long history. Since the 19th century, scientific archaeological work has been carried out in the area of Antequera and Ronda. These earliest studies focused on the cave paintings of the larger caves, such as La Pileta and Ardales, and on the megalithic monuments in Antequera. Since the 1980s, archaeological responsibilities have been controlled by the regional government of Andalusia. From this time on, there was an increase in the number of projects in the region, and other archaeological sites such as ‘Las Aguilillas’ o ‘Morenito’ were excavated. This change also made a significant contribution to the study of the artworks in Ardales Cave. The prosperity of the 1990s was favourable to archaeology, and the scientific work increased in extent. Since the year 2000, archaeological investigation projects have been carrying out very interesting work. One project in particular that stands out is the one that is being carried out in Cueva de Ardales and ‘La Sima de las Palomas’ of Teba.

fauna). Its configuration is determined by the presence of mountainous areas and fertile river valleys. It is important to note the ways of communication found in the area, as they are routes that ease the flow of people and products. Chapter 4: Siliceous Raw Materials in the Guadalteba and Turón Valleys In this section we describe the rocks that were used by the prehistoric societies of the Guadalteba and Turón valleys, with special attention paid to flint. This raw material was the rock most exploited by humans in Prehistory. In our study, we have analysed ten geological sites showing the presence of flint. These sources of raw material may be of primary or secondary origin (Carrion, García y Lozano, 2006: 46-47): Primary outcrops are those in which flint has not suffered any kind of geological transportation.

In this chapter, we also deal with the historiography of the flint mining sites of Late Prehistory in the province of Málaga.

Secondary outcrops have their origin in the sedimentation of flint and have suffered erosion and transportation processes since they were geologically created.

We define the flint mining sites as those spaces where abundant siliceous raw materials appeared and were worked by prehistoric societies. We analyse the works of Enrique Vallespí and his adherents, highlighting José Ramos. At the same time, we present some critiques of his theories, especially that proposed by the University of Granada.

The geological formations of areas with flint were surveyed. The data were processed in the University of Cádiz, under the direction of Salvador Domínguez-Bella. The results are presented in this chapter, including the descriptions of each geological site as well as the types of flint. From the results, we can distinguish different types of flint:

Chapter 3: Territory, Geology and Natural Resources The description of the geological, climatic and biological factors affecting a specific geographical place helps us to identify the potential resources that it offers. A territory need not be defined by definite geographical limits; on the contrary, it is defined by its use and the type of property that a group places on it (Vargas, 1990). This is the place where the human being acts in a dialectical relationship with nature. Our study examines the geographical space that is occupied by the Guadalteba and Turón Valleys, located in the north of Málaga province. The Guadalteba and Turón Valleys, along with the mountains that surround them, are located between the inner and outer parts of the Betic Cordillera, and it is an area of great geological complexity (Dominguez-Bella et al., 2001). This territory has a wide range of abiotic resources (water, soils, geology), as well as biological (flora and

Massive flint has a uniform texture and fine grain, with colours from grey to beige. It may have impurities, such as ferrous minerals or fossils. Turón flint is a type of flint with fine grain and homogeneous texture, with colours from beige to dark grey or black. It has excellent properties for knapping. Oolitic flint, composed of oolites, presents a less homogeneous texture than massive flint. It is normally found in light tones. Flint with bands presents bands due to a higher number of impurities, the presence of oolites or a high content of microfossils, such as radiolaria. Porous flint is a flint with fine grain but with a porous texture and light tones (white, grey, yellowish), due to a solution of preexisting elements. Radiolarite is formed by the accumulation of radiolaria. The colours range from red to green, but there may be other tones.

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Abstract Chapter 5: Archaeological Record of Late Prehistory in the Guadalteba and Turon Valleys

materials that can be assigned to this time. 1785 lithic artifacts have been studied, as there is a vast number of siliceous lithic products in the Turón valley.

When we started our project, we decided to study the archaeological sites where any kind of previous investigation work had already been done.

In considering the transition from the 3rd to the 2nd millennium BC, we have analysed 1480 artifacts, and 60 per cent of them come from the Las Aguilillas necropolis. The most common rocks are massive flint and radiolaria, although there is a high percentage of sandstones.

We quickly noticed that there has been an imbalance in the research done in the two valleys. Whereas there has been extensive and continued scientific work in the Turón valley since the 1980s, the Guadalteba valley has had only occasional investigations, mainly centered in the area of Teba.

The raw materials used by the Late Prehistoric societies of the Guadalteba and Turón valleys came from the primary and secondary outcrops in the nearby area.

This being the case, we decided to ask the ‘Consejería de Cultura’ (Regional Institute for Culture in Andalusia) for permission to undertake superficial prospecting work.

The presence of flint from other areas, such as the Ronda mountain range or the Baetic Cordillera, is not neglected, especially when we refer to large blades such as those in Las Aguilillas, La Bolina or Los Caserones.

We have been able to study all these materials, along with others in the archaeological deposit of Ardales or owned by private owners. This has helped us to compensate for the lack of documentary evidence in some areas of the region under study.

Chapter 7: Results of the Lithic Production Study We have carried out a synthetic analysis of the data obtained from the technological study of the different sites, in an attempt to gain a better understanding of lithic production, distribution and consumption processes.

Finally, we have formed a group of lithic artifacts drawn from thirty-three archaeological sites, and have also examined the lithic artifacts of two other archaeological sites through study of the relevant bibliography.

The total number of lithic products is 5344, which come from thirty-three different archaeological sites.

The record shows intensive occupation of the territory from the 6th millennium BC onward by Neolithic tribal societies. The strengthening of the production economy would lead to the first class-based societies. This process occurred at the same time as a concentration of the population in strategic settlements. At the end of the 3rd millennium BC, the territory became organised hierarchically, with settlements controlling the resources. The elite began to distinguish themselves with different funerary rites.

Between the 6th and 5th millennium BC, we find lithic production systems of knapping with heat treatment for bladelets and blades. This period is characterised by a high percentage of small blades, some of which have traces of use, and which are both raw and retouched. In the Late Neolithic, a technical change appears. Now, we can also document a new system for blade production: the use of pressure knapping based on preforms made from prismatic cores and crests. The first drills and bifacial arrow points also appear.

Chapter 6: Archaeometric Results Analysis In this chapter, we summarise the data revealed in each archaeological site, and attempt to offer a comprehensive overview.

In the 3rd millennium BC, we find products with a highly functional purpose, that appear in archaeological sites with a focus on farming. In this period there is skilled production of large blades made with a pressure knapping technique. At the end of this millennium, the flint knapping specialisation for blades disappears. Some arrow points and standarised sickle flakes are documented in this period.

We have worked with more than 5600 archaeological products, producing a significant collection. From the archaeometric studies carried out on the knapped lithic artifacts we can ascertain that there is a prevailing use of the siliceous raw materials from the nearby areas. The number of archaeological sites that can be classified as Neolithic is the largest, with twenty-two sites that have provided 2125 products for our analysis. In this period, the vast majority are of massive flint and of Jurassic radiolaria from the Betic Cordillera, with tones from beige to grey in the first group, and mainly reddish in the second.

Conclusions: Consumption, Distribution and Production of Lithic Products The archaeological records analysed, belonging to the Neolithic and first class-based societies of the 3rd to 2nd millenium BC, show changes in lithic production and in the distribution of elaborated products, as well as in consumption. We can say that these changes are linked to social transformations.

In the case of the 3rd millennium BC, the record is more limited, as there are only eight archaeological sites with

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) The societies form the 6th and 5th millennia BC procure their raw materials from the nearby areas. There is lithic production according to the new economic necessities which come from the introduction of farming and cattle raising.

high quality raw materials. Alongside this model, we can identify another one, focused on flint knapping, that was restricted to the domestic production of some artifacts. In the transition from the 3rd to the 2nd millennium BC, there is a reorganisation of the territories surrounding the settlements, with the introduction of strategic and coercive control. The production of flint blades in the Turón valley decreases. The social inequality becomes clear in the burials, where it is possible to find prestigious products, such as large oolitic flint blades. By this period, the networks of distribution and exchange are of regional scope.

At the end of the 5th millennium, there is an intensification in farming activities, which seems to lead to a technological transformation, as wider and longer blades are produced. This situation would change in the 3rd millennium, with the skilled production of large blades in areas which offer

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Capítulo 1 Teoría y Método 1.1. Posición teórica

que ocuparon el territorio de los valles Guadalteba y Turón entre el Vº y el IIº milenio antes de nuestra era . Tenemos una “visión global” de la historia, que aunque tiene su base en el conocimiento de la estructura socioeconómica, no se ciñe a ella. Emprendiendo un análisis que va desde la consideración del medio natural hasta los componentes de índole ideológico, sistemas de valores, de género y de reproducción social (Bate, 1998; Estévez et al., 1998; Pérez, 2008; Ramos, 2000a, 2006a, 2006b, 2012; Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004; Vargas, 1990).

Partimos de que el objeto de estudio de la arqueología es el desarrollo histórico de las sociedades (Vargas, 1990: 4), y que para conocer los diferentes aspectos de la reproducción y la producción de los grupos humanos que nos precedieron, precisamos de un corpus metodológico y de unas técnicas con las que recuperar las evidencias materiales de estos procesos. En este sentido, tenemos que tener presente que es imprescindible disponer de un marco teórico, puesto que entendemos que existe una “prioridad de la teoría de la realidad respecto al método de conocimiento” (Bate, F., 1998: 140). Por tanto, consideramos que debemos de tener un compromiso metodológico con un corpus teórico conceptual (Ramos, 2012: 19), conjugando teoría y praxis en el proceso de investigación (Bate, 1998).

En este sentido, la Historia Social nos ofrece un modelo de análisis global, entendiendo el pasado humano no como una agregación de historias, “sino como un conjunto unitario de comportamientos humanos, en los que los diferentes aspectos se interrelacionan” (Thompson, 1981: 70). Dentro de la teoría materialista de la historia, son los factores internos de las sociedades cuando entran en contradicción, los que provocan su transformación (Vargas, 1990: 9). Estas relaciones en el seno de las formaciones sociales son las que producen el cambio, y conforman en el tiempo y en el espacio los procesos que llamamos históricos (Arteaga, 1992: 181). Estos procesos históricos son reales, siendo mal interpretados o falseados por los historiadores, a pesar de lo cual no pueden “cambiar el estatuto ontológico del pasado” (Thompson, 1981: 70).

Puesto que concebimos la producción de conocimiento científico dentro de un contexto social (Chalmers, A.F., 2010: 232), frente al ideal empirista de la ciencia neutra, acudimos a una “filosofía de la ciencia” que tiene en cuenta los valores que rigen las acciones de los científicos (Echeverría, 1999: 324). Considerando que nuestros planteamientos teóricos-metodológicos están directamente relacionados con una serie de supuestos valorativos, epistemológicos, ontológicos y metodológicos que orientan nuestra producción científica (Bate, 1998). Este conjunto de “supuestos valorativos, ontológicos y epistemológicos-metodológicos” que orientan el trabajo del investigador es lo que Manuel Gándara define como posición teórica (Gándara, 1994: 74). En palabras de este autor, “la posición teórica determina en buena medida la manera en que se entiende el por qué hay que investigar, el qué buscamos resolver o lograr, para qué o para quién (área valorativa); en qué consiste lo que estudiamos, qué y cómo creemos que es (área ontológica); y cuál es la manera en que podemos aprender sobre él y lograr lo que nos hemos propuesto (área epistemológicometodológica)” (Gándara, 1994: 74).

Con este compromiso teórico-metodológico aspiramos a trabajar en el estudio del pasado para así poder analizar y comprender mejor nuestro presente (Ramos, 2012); haciendo nuestra “la idea gramsciana de la Historia como instrumento de análisis y comprensión del Presente, como condición de una perspectiva de transformación social, en que el estudio crítico del pasado se transforma en superación de éste” (Fontana, 2001:242). Entendemos la arqueología al servicio de una historia crítica, mediante la cual podemos deslegitimar los argumentos históricos que sostienen las diferentes formas de desigualdad existentes actualmente en nuestra sociedad, favoreciendo la gestación de una sociedad más igualitaria. Por tanto consideramos la historia como una herramienta para el cambio social (Fontana, 1982). Asumimos un papel activo en el marco de la creación de un nuevo proyecto social. Al igual que en los momentos de desconcierto ideológico de finales de los 80 (Fontana, 1992), la situación por la que estamos pasando ahora nos refuerza en la idea de la Historia como análisis del pasado y presente con el fin de plantearnos un futuro mejor. El historiador debe de tener presente que ni la teoría ni el método son el objetivo final, sino las herramientas que utilizamos para favorecer

En la presente investigación hemos asumido la Arqueología Social Latinoamericana (Lumbreras, 1981; Bate, 1998; Gándara, 1993; Ramos, 2012; Tantaleán y Aguilar, comp., 2012; Vargas, 1990), la cual adopta para la teoría y práxis de la arqueología una concepción materialista histórica (Bate, 2012). Consideramos la arqueología como ciencia social e histórica (Bate, 1998; Vargas, 1990) que incide en la reconstrucción socioeconómica, siendo en el caso que nos ocupa el conocimiento de la relación dialéctica existente entre los diferentes aspectos que componen las formaciones socioeconómicas

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) una comprensión crítica del pasado y del presente con el fin de construir una alternativa social (Fontana, 2001).

y leyes generales particulares de cada período histórico (Bate, 1998). Para conocer la realidad arqueológica del proceso histórico necesitamos de un sistema de categorías. En este sentido, en relación con nuestra posición teórica materialista histórica, tenemos como categorías centrales: formación económico-social, modo de vida y cultura. Estas categorías “en su unidad e interrelaciones, expresan los distintos niveles de existencia de la sociedad desde el mayor nivel de esencialidad hasta sus expresiones fenoménicas y singulares, permitiendo conceptualizar a la sociedad como una totalidad concreta” (Bate, 1998: 56).

En los momentos en que vivimos no podemos ser neutrales, como se propone desde posiciones teóricas ancladas en el academicismo y el posmodernismo. Sino que debemos de participar activamente en la eliminación de la idea de “vía única”, entendiendo y pensando el pasado en términos de encrucijada a partir de las cuales se ha ido configurando la situación actual. En la ciencia histórica, y en los estudios de Prehistoria en particular, se formularon discursos que legitimaban la existencia de un modo de producción único y global desde el neolítico, cuya versión final es en la que vivimos, planteando una evolución unilineal de la historia humana hasta el presente (Nocete, 2001). Ante esta concepción evolutiva lineal que parece habernos conducido a un mundo más libre y en ascenso progresivo en cuanto a derechos, contraponemos una realidad de “crisis social”, en la que existe un proyecto social encaminado a la privatización de todos los elementos del estado del bienestar, y que genera una mayor desigualdad social. (Fontana, 1992; 2013).

1.2.1. Formación económico-social Esta categoría de análisis se refiere a la totalidad de los elementos fundamentales que componen la realidad (Vargas, 1990). Aglutina la unidad orgánica de la base material del ser social y las superestructuras (Bate, 1998). Esta abstracción evidencia que la base material y las superestructuras conforman una unidad, aceptando que son en la práctica del ser social, y en concreto, en el seno del modo de producción donde se producen las contradicciones fundamentales (Bate, 1998).

Junto con la comprensión del pasado y del presente, creemos que es imprescindible para la transformación la socialización del conocimiento, favoreciendo de este modo la formación de una mentalidad basada en la colectividad y de un comportamiento más justo y social (Hobsbawm, 2012: 327).

La formación económica-social es una categoría de orden superior a la que se subordinan las categorías de modo de vida y cultura, puesto que estas últimas representan particularidades de los procesos determinados por las propiedades fundamentales explicadas por la abstracción de formación social (Vargas, 1990). Modo de vida y cultura son conceptos que reflejan distintos aspectos de la realidad social, acercándonos en detalle a las formas de existencia de los procesos sociales; lo cual no significa que sean categorías prescindibles en el análisis histórico (Vargas, 1990).

Por último, reseñar que nuestro trabajo parte de una concepción que entiende que las “formaciones sociales son mucho más que adaptación ecológica” (Ramos, 2000b). Los hombres y mujeres no son un sujeto pasivo en la relación con el medio, sino que ha sido mediante una relación dialéctica con el territorio a través del trabajo como han superado los condicionantes ambientales (Nocete, 1989; Estévez et al., 1998; Ramos, 2012).

El ser social “se refiere a la totalidad de las relaciones materiales y objetivas establecidas entre los seres humanos, directamente o mediadas por su relación con los objetos naturales o socialmente producidos, independientemente de cómo sean reflejadas superestructuralmente” (Bate, 1998: 58). Dos son las condiciones básicas que una sociedad necesita para su reproducción: la producción económica de las condiciones materiales de vida y la reproducción biológica de la especie humana (Bate, 1998: 58). Como respuesta a estas necesidades son las relaciones sociales de producción y las relaciones de parentesco o filiación; sobre ellas se dan los procesos que conforman los modos de producción y reproducción (Bate, 1998:58).

1.2. Categorías de análisis Desde una posición materialista, en la formulación de conceptos y categorías de análisis debemos diferenciar entre realidad y conocimiento de la realidad (Bate, 1998: 55). La realidad cuenta con propiedades y relaciones que existen objetivamente, si bien, éstas se conocen en relación con el hombre, ya que los conceptos son una construcción histórica (Gramsci, 2009). Aunque creados por el hombre, estos conceptos se corresponden con hechos reales, objetivan la realidad, y permiten comprender el mundo externo. (Gramsci, 2009). El sistema de conceptos que empleamos para explicar la realidad debe de ser coherente con la teoría (Vargas, 1990), con el fin de organizar durante el proceso de investigación las propiedades y leyes que se dan en el objeto de estudio (Bate, 1998).

El modo de producción es la manera en la que el hombre produce sus medios de vida (Marx y Engels, 1974), es decir, constituye la forma concreta en la que cada sociedad satisface sus necesidades a través de la producción de bienes materiales. Es la base material, o infraestructura, sobre la que se asienta la conducta social, teniendo presente que instancias de la superestructura también se interrelacionan a nivel institucional e ideológico con el modo de producción (Lumbreras, 1981). Esta categoría comprende el conjunto de “procesos económicos básicos de

La arqueología social tiene como objeto de estudio la sociedad en su totalidad, considerando las regularidades 2

Teoría y Método (Bate, 1998: 59). Estos instrumentos conforme avanza el conocimiento sobre sus propiedades se van modificando para generar nuevas formas que desarrollen de una manera más eficiente su capacidad productiva. Esta transformación está mediatizada por las necesidades materiales de las sociedades, por lo que la aplicación de determinados instrumentos de producción en el proceso productivo “representa la forma concreta como el conocimiento, ya sea empírico o científico, se expresa en la materia, evidenciando el grado de desarrollo tecnológico” que ha alcanzado una sociedad determinada (Terradas, 2001: 81).

la sociedad: producción, distribución, cambio y consumo” (Bate, 1998: 58). La conjunción entre relaciones sociales de producción y las fuerzas productivas en el seno del proceso productivo es determinante en la estructura social, puesto que es en esta donde se originan las contradicciones fundamentales de la sociedad (Bate, 1998). Como ya hemos mencionado, dentro de los elementos básicos del modo de producción se sitúa la producción. Mediante el trabajo los seres humanos entran en relación con el medio ambiente, así como se establecen las diferentes relaciones entre los individuos de un grupo poblacional (Terradas, 2001). En esta interacción surge la producción, que es la consecuencia de los diversos procesos de trabajo que una sociedad lleva a cabo para satisfacer las necesidades que garanticen su mantenimiento y reproducción (Bate, 1998).

Productos: Son el resultado de la transformación de los objetos de trabajo, los cuales están encaminados a satisfacer algunas de las necesidades humanas (Bate, 1998: 59). En el seno de una formación económico-social estos productos tienen un valor de uso y de intercambio (Ruiz et al., 1986).

Para la existencia de producción se necesitan un conjunto de elementos materiales denominados fuerzas productivas. Estas son los elementos materiales (fuerza de trabajo, los objetos de trabajo, instrumentos de producción, productos y desechos) que intervienen a través del trabajo en los procesos productivos:

Desechos: son elementos que dejan de ser parte integrante del proceso productivo; productos que tras un determinado uso son desechados, o materias primas que no han sido finalmente introducidos en el mismo (Bate, 1998: 59; Lull, 1988: 64). Cuantitativamente, lo que determina el desarrollo histórico de la sociedad es la medida de las fuerzas productivas. El grado de desarrollo de las mismas se mide por la cantidad media de trabajo empleado por los hombres y mujeres de una determinada sociedad en la producción de los bienes que se generan y consumen para la satisfacción de sus necesidades. Los cambios a nivel tecnológico, bien sea en la creación de nuevo instrumental o en la organización técnica de la producción, suponen un cambio en el desarrollo de las fuerzas productivas, dado que se invierte menos tiempo en la generación de bienes. Si bien, el aumento cuantitativo de las mismas técnicas o de la organización del trabajo no implica una menor inversión de fuerza de trabajo, por lo que no se consideran favorecedores de un desarrollo de las fuerzas productivas puesto que necesita la misma proporción de fuerza de trabajo (Bate, 1998).

Fuerza de trabajo: Es la interacción del ser humano mediante el trabajo en la producción, es decir, la capacidad y energía mediante la cual los hombres y mujeres transformamos los objetos para convertirlos en bienes de consumo. Este proceso significa la acción y coordinación de las capacidades motrices del cuerpo humano y la consciencia que nos permite conocer las propiedades de lo que vamos a transformar, así como la acción que vamos a desempeñar para obtener los resultados previsto con anterioridad (Bate, 1998). Objetos de trabajo: “son todos los objetos o fenómenos sometidos a transformación por la fuerza de trabajo” (Bate, 1998:59). El medio ambiente nos proporciona los objetos de trabajo, pero además se convierte en el “laboratorio” en el que se desarrolla la producción (Marx y Hobsbawm, 2009). Los recursos naturales que se convierten en objeto de trabajo son aquellos que participan del proceso productivo, no considerando como tales aquellas especies vegetales, animales y minerales que, aunque pudieron ser potenciales recursos en determinados momentos históricos, no formaron parte de dicho proceso (Terradas, 2001). También son objeto de trabajo aquellos productos con transformaciones previas incorporados de nuevo a la producción de nuevos bienes de consumo.

Dentro del proceso de producción existe una organización técnica del trabajo, la cual consiste en articular las diferentes actividades laborales destinadas a producir un determinado bien en un mismo proceso. Cuando existen individuos o grupos especializados en la producción de algunos bienes, podemos hablar de división social del trabajo. Por organización social de la producción entendemos “a la naturaleza del conjunto de relaciones sociales que conforman la integración de las unidades básicas de producción en cada sociedad” (Bate, 1998: 60).

Los instrumentos de trabajo: podemos definirlo como el conjunto de elementos que el hombre usa o crea para ser usados con el propósito de aumentar su energía por encima de sus “condiciones biológicas” (Lumbreras, 1981: 73). Estos elementos se interponen entre la fuerza de trabajo simple y los objetos de trabajo con el fin de aumentar exponencialmente “las capacidades y energía de la fuerza de trabajo o efectuar operaciones que sobrepasan sus capacidades naturales de movimiento”

Mientras que la expresión física del proceso productivo son las fuerzas productivas, las relaciones sociales de producción son aquellas relaciones que se establecen entre los humanos durante su participación en dicho proceso (Lumbreras, 1981). Ambos aspectos se relacionan dialécticamente. Las relaciones sociales de producción “se conforman esencialmente sobre la base de las relaciones 3

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) de propiedad objetiva de los agentes de la producción sobre los elementos del proceso productivo” (Bate, 1998: 60). Entendiendo por propiedad, “la capacidad real de los sujetos sociales de disponer, usar o gozar de un bien” (Bate, 1998: 60).

Dentro del ser social incluimos la reproducción biológica de la sociedad, que ha sido denominado como modo de reproducción. La reproducción sería el conjunto de actividades y relaciones que posibilitan la procreación, además del mantenimiento y reposición de la población y la fuerza de trabajo. Es decir, acciones como la alimentación, el aprendizaje socializador, la conservación de la salud, las diversiones, etc. Estas actividades están condicionadas socialmente, y como tal, se organizan a través de instituciones como la familia (Bate, 1998).

La propiedad puede presentarse como condición para la producción, como resultado de esta, de la distribución, o condición para el intercambio y el consumo. Pero lo que define a las relaciones sociales de producción es la propiedad que ejercen determinados hombres y mujeres sobre los diferentes componentes que posibilitan la producción. Cuando esta corresponde a la capacidad real de disponer y usar un bien, hablamos de propiedad objetiva; mientras que por propiedad subjetiva, nos referimos a su expresión institucional y en la psicología social. Ambas formas de propiedad no tienen que corresponderse, siendo la propiedad objetiva la que define las relaciones sociales de producción (Bate, 1998). La disposición social sobre el uso del bien y la capacidad de transmitirlo caracterizan al propietario, el mero uso se refiere a la posesión. Podemos diferenciar tres tipos de propiedad: general o colectiva, particular y singular o privada. La primera de ellas, es cuando todos los miembros integrantes de la sociedad son copropietarios de un elemento. Para considerarse propiedad particular, un grupo social debe ejercerla sobre determinados componentes del proceso productivo, marcando una diferencia con los demás grupos de la sociedad. Por último, si un individuo concreto es propietario de una clase de contenidos del citado proceso se considera que existe propiedad privada, siendo esta una forma propia de las sociedades clasistas. Los miembros de una clase social se identifican como propietarios de determinados bienes en el seno del proceso productivo (Bate, 1998).

La generación de nuevos individuos para la sociedad la consideramos como trabajo, estando la manera en la que hombres y mujeres se relacionan regularizados socialmente (Castro et al, 1996: 37-38). La superestructura “son los sistemas de ideas y reflejos condicionados por la práctica del ser social y las organizaciones o instituciones que, en correspondencia con aquellos, instrumentan normativamente la voluntad social de mantener o transformar las formas de reproducción de la base material de la sociedad” (Bate, 1998: 62). La superestructura está integrada por dos instancias principales, la institucional y la psicología social. La esfera institucional es aquella que engloba las organizaciones sociales que administran y controlan mediante la coerción el sistema de relaciones sociales de producción o de reproducción de una sociedad (Bate, 1998). Por su parte, la psicología social se refiere a la manera en la que los seres humanos reflejan mediante la conciencia y la afectividad la realidad (Bate, 1998). La conciencia se divide en diferentes niveles, como pueden ser la habitual y la reflexiva; así como por formas diferenciadas, mágicofantásticas, matemática, lógica, etc. La manera subjetiva en la que la realidad afecta a las personas es diferente en función de su posición dentro del sistema social. La asociación de reflejos conscientes y afectivos dan lugar a los sistemas de valores (Bate, 1998).

En definitiva, las relaciones sociales de producción están mediatizadas por la posición y la relación que los individuos tienen con los elementos que componen el proceso de producción. La distribución “es la forma de apropiación por parte de los agentes de la producción de los productos” (Bate, 1998: 62). Dentro de las sociedades, es la posición en el sistema de relaciones de producción la que mediatiza la manera en la que se distribuye la riqueza socialmente producida, configurándose en la superestructura diferentes mecanismos de coerción que refuerzan y sancionan el acceso a la riqueza (Bate, 1998).

1.2.2. Modo de vida Es entendido como lo particular de cada formación social, serían “los eslabones intermedios entre el carácter esencial de la formación social y su manifestación fenoménica en la cultura” (Bate, 1998: 65). El modo de vida es la práxis particular de una totalidad; es decir, las diferentes maneras de organización de la actividad humana, los ritmos de estructuración social, etc. en el interior de una formación económico-social, en definitiva, la plasmación objetiva de las leyes generales que rigen a dicha formación (Vargas, 1990). El modo de vida incluye tanto la reproducción económica de la vida material como los aspectos superestructurales (Bate, 1998; Vargas, 1990).

Como intercambio definimos al “proceso de redistribución que permite la obtención de bienes con valores de uso específicos requeridos para el consumo” (Bate, 1998: 62). Este proceso en ocasiones está marcado por una gran carga valorativa, por lo que el intercambio está orientado al establecimiento o consolidación de relaciones sociales (Terradas, 2001: 83).

El conocimiento de un determinado modo de vida viene dado por la comprensión de los recursos naturales o el medio ambiente donde se manifiesta, en el sentido en que son el objeto y medio de trabajo dentro del sistema de

Mediante el consumo se lleva a efecto los valores de uso de los bienes producidos, creándose la necesidad de generar nueva producción (Bate, 1998). 4

Teoría y Método producción. No se basa en un comportamiento adaptativo del ser humano al medio, sino en una relación dialéctica Hombre-Medio, en tanto que el medio influye en las estrategias socio-económicas del ser humano, como este transforma el medio (Vargas, 1990: 64).

• Establecer de manera aproximada cuales fueron los lugares de abastecimiento de dichos recursos minerales. • Definir qué tipos de sílex fueron los utilizados por estas sociedades en la producción de sus diferentes tipos de artefactos.

1.2.3. Cultura

En definitiva, lo que intentamos con esta serie de objetivos es profundizar en el conocimiento, desde el posicionamiento teórico de la Arqueología Social Latinoamericana, de los procesos de transformaciones socio-económicas que provocaron el paso de las formaciones tribales a las clasistas iniciales en la cuenca media del río Guadalhorce.

Consideramos cultura al “conjunto singular de formas fenoménicas que presenta toda sociedad real, como efecto multideterminado por las condiciones concretas de existencia de una formación social” (Bate, 1998: 68). Es decir, las formas fenoménicas que tiene la existencia del ser social, así como de la superestructura, cuyo vínculo se establece en el ámbito de los sistemas de relaciones sociales que integran la formación económico-social (Bate, 1998).

1.4. Metodología y técnicas empleadas en la investigación La metodología empleada está basada en la “Metodología de la Ciencias” (Chalmers, 2000; Echeverría, 1999) con el fin de obtener la información necesaria para la reconstrucción de los procesos de captación, producción, consumo y abandono de los productos líticos durante la prehistoria reciente en los valles del Guadalteba y Turón.

La cultura se presenta a la observación como múltiples manifestaciones sensibles de apariencia caótica. Esta es la información empírica de la que dispone la arqueología, la cual es analizada y ordenada como conjunto material, a través del cual podemos profundizar en el conocimiento de las formaciones sociales (Ramos, 2012). En este sentido, es la teoría la que nos permite dar coherencia al proceso de investigación, permitiéndonos ordenar estas manifestaciones a través de criterios de clasificación (Bate, 1998).

En nuestro objetivo de reconstrucción histórica hemos planteado una relación entre el dato empírico y la teoría (Thompson, 1981). Este dialogo está marcado por la “lógica histórica”, estableciendo una metodología acorde con los datos empíricos de que disponemos con el fin de contrastar los objetivos e hipótesis que nos hemos marcado. Este procedimiento está abierto a la validación o refutación de las hipótesis a través del trabajo empírico, evitando caer en la autoconfirmación (Lakatos, 1989). Es la relación dialéctica de las hipótesis con la determinación objetiva la que nos proporciona el conocimiento histórico (Thompson, 1981).

1.3. Objetivos de la investigación Esta investigación pretende adentrarse en el conocimiento del aprovisionamiento de recursos líticos por parte de las formaciones económico-sociales que habitaron los valles Guadalteba y Turón entre el Vº y el IIº mileno a.n.e. Para ello nos planteamos los siguientes objetivos: • Analizar mediante el estudio de sus aspectos ambientales y geológicos el territorio, entendiendo éste como un producto social donde el ser humano actúa dialécticamente con la naturaleza. • Aplicar, desde la perspectiva interdisciplinar de la geoarqueología (Arteaga, 2006), diferentes técnicas geológicas en la resolución de los problemas arqueológicos. • Caracterizar los afloramientos de sílex del ámbito territorial de esta investigación y de su entorno inmediato a través de las técnicas arqueométricas. • Desarrollar la caracterización petrológica de los productos líticos documentados en yacimientos arqueológicos con cronologías de la Prehistoria Reciente dentro del territorio marco de nuestro estudio.

Especial relevancia tiene dentro de nuestra metodología la geoarqueología dialéctica (Arteaga y Hoffmann, 1999; Arteaga et al., 2001; Arteaga, 2006; Arteaga y Schulz, eds., 2008, Artega y Roos, 2012), la cual es, en coherencia con nuestra posición teórica, “desde y para la Historia” (Artega y Roos, 2012: 366); partiendo desde una postura interdisciplinar en la que se conjugan las diferentes disciplinas científicas en pro de la reconstrucción de los procesos históricos. En nuestro caso concreto, la configuración de nuestra metodología y la elección de las técnicas arqueométricas que desarrollamos están en consonancia con la relación existente entre la teoría y el método. El conjunto de procedimientos parte del análisis de los datos históricos, considerando como unidad mínima de dicho análisis el producto arqueológico (Ruiz et al., 1986). Es a partir de esta unidad como nos acercamos a la comprensión de las actividades socio-económicas, ubicando en su contexto los productos incidimos en el conocimiento del trabajo, la propiedad y la distribución (Ruiz et al., 1986; Ramos, 2012).

Con estos objetivos metodológicos lo que nos proponemos es comprender a través del registro arqueológico y de los resultados de los diferentes análisis arqueométricos, las estrategias de captación, producción, distribución y consumo de las materias primas líticas por las diferentes sociedades prehistóricas en los valles del Guadalteba y Turón. Para ello es preciso: 5

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) 1.4.1. Arqueometría: Nociones básicas e interdisciplinariedad

(Ramos et al., 1998:164). De este modo, pretendemos eludir el eclecticismo propio de nuevos modelos de raigambre ambientalista enmascarados tras un aparato “tecno-científico”, basados en propuestas normativas del Historicismo Cultural (Ramos, Domínguez-Bella y Morata, 1997: 225). Este nuevo neopositivismo se centra en las comparativas de datos obtenidos mediante las técnicas aplicadas, reduciendo los resultados obtenidos de los productos arqueológicos a meras cuantificaciones y caracterizaciones vacías de contenido social.

El término Arqueometría es un tanto ambiguo, su origen está en 1958 con la fundación de la revista Archaeometry, por parte del Research Laboratory for Archaeology and the History of Art de la Universidad de Oxford (Montero, García y López-Romero, 2007: 24). El uso del mismo se circunscribía a los análisis físico-químicos de materiales arqueológicos, evolucionando la aplicación del concepto de la mano de los Congresos Internacionales de Arqueometría; considerándose esta disciplina como la aplicación e interpretación de las técnicas y datos de las ciencias naturales en los estudios arqueológicos. Con la aparición del Journal of Archaeological Science en 1974, se introducen análisis de índole paleoambiental en el marco de los estudios arqueométricos (Montero, García y López-Romero, 2007: 24).

Esta perspectiva “inocente” de la arqueometría suprime la carga teórica (Ramos, Domínguez-Bella, Morata, 1997: 227); sin embargo, bajo esta falsa apariencia de “empirismo aséptico” se presentan planteamientos de carácter adaptativo-ambientalista, que si bien no discuten ya la transformación del medio ambiente por el ser humano, no lo plantean en términos de relación dialéctica en la que las practicas socioeconómicas son un agente activo en la modificación y degradación del medio. (Ramos, Domínguez-Bella, Morata, 1997: 226).

En nuestro caso, trabajamos dentro de la Geoarqueología, considerando ésta como la aplicación de las ciencias geológicas a la Arqueología, con el fin de conocer de una manera crítica el impacto de las distintas formaciones socio-económicas en la transformación del medio ambiente (Arteaga y Roos, 2012: 372). Concretamente nos centramos en estudios de índole geoarqueológico y arqueométrico sobre las materias primas minerales de las industrias líticas generadas por las sociedades que ocuparon los valles del Guadalteba y el Turón entre el Vº y el IIº milenio a.n.e. Nuestra metodología está desarrollada desde una perspectiva social y económica basada en el materialismo histórico; acorde por tanto con nuestra posición teórica. Con ella aspiramos a la comprensión y caracterización de los procesos de trabajo implicados en la producción mediante la contrastación a través del análisis empírico de los productos.

El procedimiento metodológico que nosotros desarrollamos parte del conocimiento del marco geológico, desarrollando también análisis mineralógicos y petrológicos de las materias primas de las posibles áreas fuentes y los productos arqueológicos; la comparativa de muestras geológicas y arqueológicas nos permite aproximarnos a la determinación del origen y procedencia. De esta manera podemos comprender las diferentes estrategias económicas de movilidad. Otorgamos por tanto un enfoque histórico a los estudios arqueométricos (Ramos, 2012). 1.4.2. Historia de la investigación de los estudios arqueométricos sobre materias primas líticas La vinculación que se produce desde el origen como disciplina entre arqueológica y la geología, provocó un interés desde los inicios por los materiales líticos usados por las sociedades prehistóricas. Entre el siglo XVII y la primera mitad del XIX, Gran Bretaña y Francia fueron los países donde se sentaron los principios de la ciencia geológica. A finales del siglo XIX se extienden las excavaciones arqueológicas por el continente europeo, dando lugar al descubrimiento de las grandes explotaciones silíceas de Francia, Bélgica y Polonia (Terradas, 2001: 29). Todos estos estudios tienen una raigambre empirista e idealista, centrándose en los estudios tipológicos para la definición de las culturas. El interés por conocer el tipo y origen de las materias primas líticas ya está presente en la Península Ibérica en trabajos de finales del siglo XIX y principios del XX, como el de los hermanos ingenieros de minas Siret (Siret y Siret, 1890).

Es una línea de trabajo geoarqueológico que se viene realizando en las últimas dos décadas de manera conjunta entre el Departamentos de Ciencias de la Tierra y el área de Prehistoria de la Universidad de Cádiz, en análisis sobre las materias primas geológicas y las industrias líticas prehistóricas en la Banda Atlántica de Cádiz, el Norte de Marruecos y la comarca de Guadalteba (Domínguez-Bella y Morata, 1995; Domínguez-Bella et al,. 2001, 2002a; Ramos et al., 1998; Ramos, coord.., 2008; Ramos, Bernal, Vijande y Cantillo, eds., 2013; Ramos Weniger, Cantalejo y Espejo, coords., 2014; Weniger y Ramos, eds., 2014). Nuestra toma de postura está en coherencia con una praxis interdisciplinar, en la que los procedimientos técnicos están en concordancia con la teoría (Artega y Roos, 2012:372). Pretendemos con ello conocer el territorio de producción por las sociedades prehistóricas, así como las estrategias socio-económicas relacionadas con los recursos líticos. Esto nos acerca a la comprensión del grado de desarrollo de las distintas formaciones socio-económicas, relacionando el conocimiento que estas tenían del medio en el que producían, la capacidad técnica en la producción lítica y en el valor social de los productos elaborados

Durante la década de los treinta del siglo XX, los trabajos de Deflandre en Francia desarrollarán los primeros métodos de caracterización lítica mediante el análisis de los fósiles contenidos en las rocas sedimentarias con el fin de determinar el origen y edad geológica (Mangado, 2005; Terradas, 2001). 6

Teoría y Método Según X. Terradas (2001:27) las propuestas generales a partir de la segunda mitad del siglo XX se podrían agrupar bajo dos escuelas de pensamiento: por un lado la escuela francesa, con una rama derivada de los trabajos de F. Bordes, de corte empirista y culturalista; y otra de carácter estructuralista con origen en las investigaciones de A. Leroi-Gourhan. La otra corriente sería la escuela anglosajona, vinculada a la New Archaeology y sus planteamientos procesual-funcionalistas, con L. R. Binford como creador del modelo. Son modelos que intentan superar el historicismo positivista.

Reuniones de Trabajo sobre Aprovisionamiento de Recursos Líticos (Bernabéu, Orozco y Terradas, eds., 1998; Bosch et al., 1998; Martínez, Morgado y Afonso, coords., 2006; Domínguez-Bella et al., eds., 2010). A partir de estos encuentros se acepta que los campos de actuación de la Arqueometría sobre lítica son los relacionados con los análisis físico-químicos de materiales, así como los de carácter funcional. En los últimos diez años se han potenciado los estudios sobre materias primas líticas, fruto de los mismos son las numerosas publicaciones en revistas de impacto y en foros como el VII Congreso Ibérico de Arqueometría en Madrid (2007) o el Congreso de Burgos en 2011 “Sílex: trazadores litológicos de larga distancia durante la Prehistoria”. Así mismo, desde equipos de investigación se han desarrollado nuevos elementos de difusión, como es el caso de la litoteca de la Universidad de Barcelona, con consulta on-line.

El enfoque funcionalista llevó a la utilización de técnicas de análisis que permitieran la obtención de datos cuantitativos para dar respuesta a los problemas de clasificación arqueológica y explicar el cambio cultural, como fueron los análisis geoquímicos en las materias primas líticas motivados por el interés en los intercambios y redes de interacción regional (Terradas, 2001; Trigger, 1992). Fruto de esta aplicación técnica fue la aparición de la Arqueometría, con publicaciones como Archaeometry o Geoarchaeology. Así mismo, se van constituyendo las primeras litotecas de carácter regional, como la de la Cuenca de Aquitania (Tarriño, 2006). Durante los años setenta se produjo la sistematización de las investigaciones, llevándose a cabo analíticas más complejas de carácter físico-química de los materiales. Conjuntamente, se celebraron los primeros congresos internacionales, como el Simposium Internacional del Sílex (First International Flint Symposium) de 1971 celebrado en Maastrich (Holanda) (Tarriño, 2006).

En la actualidad son muchos los investigadores que están adquiriendo una formación interdisciplinar en el campo de la arqueometría y la geoarqueología, resolviendo, especialmente, cuestiones relacionadas con la distribución y movilidad de productos, las estrategias económicas, etc. Estando hoy en día contemplados este tipo de estudios en todos los proyectos de investigación arqueológica. 1.4.3. Balance sobre los estudios arqueométricos aplicados a la Prehistoria Reciente en Andalucía El estudio del silex ha centrado el interés de los estudios arqueométricos en prehistoria en las últimas décadas. La investigación se ha orientado a la caracterización mineralógica, petrológica y geoquímica de los productos líticos. Se pretendía dar respuesta a la procedencia de las materias primas y las posibles redes de circulación e intercambio de productos.

En la década de los ochenta se realizaron en Francia dos tesis doctorales de gran impacto en la disciplina, son las de A. Masson (1981) y P.Y. Demars (1982). Ambos trabajos significaron la implantación dos modelos metodológicos contrapuestos durante años. El primero potenciaba el uso de las técnicas de carácter microscópico, mientras que el segundo se basaba en descripciones macroscópicas. Es en esta década cuando en España empiezan los primeros trabajos sobre el origen y distribución de materiales líticos en la prehistoria (Estévez et al., 1981; Ramos Millán, 1984; Carrión y Gómez, 1983; etc.).

En paralelo se estaban generando diferentes propuestas teóricas sobre los tipos de explotación de las materias primas, la tecnología o las implicaciones sociales de los productos líticos en la Prehistoria Reciente.

A comienzo de los noventa, los arqueólogos empiezan a poseer una formación en la petrología y las analíticas físico-químicas para el estudio de los productos líticos (por ejemplo Terradas, 1996; Mangado, 2005). A los que se unen geólogos con conocimientos de arqueología e interesados en la resolución de problemas arqueológicos (por ejemplo Domínguez-Bella y Morata, 1995; Tarriño, 2006).

Los principales focos donde se desarrollaron este tipo de estudios fueron las universidades de Sevilla (Vallespí et al., 1988; Polvorinos et al., 2008; Almarza et al., 2008) y Granada (Ramos Millán, 1986, Ramos Millán et al., 1997; Carrión et al., 1998; Carrión, García y Lozano, 2006; Morgado y Lozano, 2014). En esta última, recientemente, se ha profundizado en el conocimiento de los materiales en los que están fabricados objetos de adorno (brazaletes, pulseras, etc.) (Martínez-Sevilla et al., 2016; Pau y Cámara, 2018).

En esta década dará será cuando se empiecen a publicar investigaciones dedicadas a las materias primas líticas derivadas de encuentros como la Reunión Nacional de Geoarqueología, (Barcelona, 1990; Madrid, 1992), la Reunión Nacional de Arqueometría (Granada, 1995; Zaragoza, 1997), o el VI Flint International Simposium (1997). Este tipo de estudios se consolidarán con las

La Universidad de Cadiz en los años 90, inicia, con un enfoque interdisciplinar centrado en las implicaciones economicas y sociales, una serie de estudios geoarqueologico de identificacion y captación de materias primas en torno a la region historica del Estrecho de Gibraltar (Dominguez-Bella y Morata, 1995; Perez et al., 7

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) 1998; Dominguez-Bella, 1999, 2004, 2006; DominguezBella et al., 2010a, 2010b; Ramos, 2008).

2001a; Lozano et al., 2010a y 2010b), ha existido un interés sobre el origen de la metalurgia. Es de destacar, el proyecto de investigación centrado en la localización y caracterización de los recursos minerometalúrgicos de las sociedades prehistóricas en los montes del Maláguide (Rodríguez Vinceiro et al., 1991; Rodríguez y Fernández, 1998; Rodríguez Vinceiro, 2003). Recientemente, se han estudiado los contextos metalútrgicos en las Tierras de Antequera mediante el análisis de los isótopos de plomo (Rodríguez Vinceiro et al., 2018).

En Huelva desde la década de los 90, los estudios se han desarrollado tambien de forma interdisciplinar y con una vision geoarqueologica en el marco del Proyecto Odiel (Nocete, ed., 2004) y Proyecto MIDAS, coordinados desde la Universidad de Huelva por F. Nocete, sobre sociedades de la Prehistoria Reciente desde la perspectiva del materialismo histórico. Este equipo ha desarrollado estudios sobre silicificaciones (Nocete et al., 2005), cerámica (Inácio et al., 2011) y metalurgia (Nocete et al., 2004-2005; Nocete, 2006; Bayona, 2008; Nocete et al., 2011) en el sudoeste de la Península Ibérica. En este último campo son interesantes los datos obtenidos sobre las producciones auríferas (Nocete et al., 2014; Nocete y Nocete, 2015).

1.4.4. Técnicas en la obtención de datos de los productos arqueológicos La praxis de obtención de datos está supeditada a los objetivos planteados, y por ende a la teoría. Nuestro objetivo principal es comprender a través del registro arqueológico las estrategias de captación, producción, distribución y consumo de material lítico por las diferentes sociedades prehistóricas en los valles del Guadalteba y Turón; tomando, como mencionamos con anterioridad, como unidad mínima de dicho análisis el producto arqueológico (Ruiz et al., 1986). Para ello, hemos acudido a dos tipos de fuentes arqueológicas, el registro superficial y el registro estratificado en excavación.

En los ultimos años, nuevas apliaciones técnicas y porpuestas metodológicas y teóricas se están enfocando al análisis de “rocas raras” (Costa Caramé et al., 2011), materiales exóticos y poco frecuentes con un gran papel ideológico en el seno de las sociedades prehistóricas. Los trabajos sobre materias primas exóticas como el cristal de roca (Domínguez-Bella y Morata, 1995; Forteza et al., 2008; Morgado et al., 2016), el marfil (Nocete et al., 2013; Schuhmacher et al., 2013), la variscita, o el ámbar (Domínguez-Bella et al., 2001b; Murillo y Martinón, 2012; Murillo-Barroso, 2016), han aumentado desde hace una década. Con estudios destacados sobre el origen de estos materiales y su importancia como elementos de distinción social en los contextos arqueológicos del IVº y IIIº milenio a.n.e.

La selección de ambos tipos de datos viene determinada por el carácter territorial de nuestra investigación, considerando por nuestra parte el análisis del territorio desde una dimensión social (Ruiz et al., 1986; Nocete, 1989, 2001), rehusando a reducir la obtención de datos a una mera cuantificación y descripción de restos arqueológicos. En la investigación arqueológica ha existido una dicotomía entre registro de superficie y excavación (Gándara, 1981). Desde nuestro punto de vista, la complementariedad de las dos formas de registro nos permite una mejor comprensión de las evidencias materiales de los procesos de producción de las formaciones sociales que habitaron y trabajaron durante la Prehistoria Reciente en el ámbito territorial de nuestro estudio.

La variscita es una de esas “rocas raras” (Costa Caramé et al., 2011) que vienen siendo estudiadas con mayor interés desde hace más tiempo. En Andalucía destacan en este campo los trabajos realizados desde los años 90 del siglo XX en la Universidad de Cádiz por el profesor Domínguez-Bella (Domínguez-Bella y Morata, 1995; Domínguez-Bella, 2004; Domínguez-Bella et al., 2002, 2003), y con posterioridad, los llevados a cabo desde la Universidad de Sevilla en la zona onubense y el sur de Portugal (Linares y Odriozola, 2011; Odriozola y Linares, 2012; Odriozola y García, 2013; Odriozola et al., 2016a y 2016b).

a) El registro de superficie: La prospección arqueológica de los valles Guadalteba y Turón La prospección siempre había jugado un papel secundario en relación con la excavación (Ruiz, 1997). A partir de los años ochenta fue cuando en la Península Ibérica cobró un impulso con nuevos planteamientos metodológicos de la mano de los trabajos de Arturo Ruiz, Francisco Burillo o Enrique Cerrillo entre otros (Ruiz, 1997: 16). En Andalucía, se desarrollaron numerosos programas de prospección sistemática entre 1985 y 1990 (entre otros, Aguayo y Carrilero, 1987; Aguayo, Moreno y Terroba, 1990; Aguayo et al., 1990; Camalich et al., 1987; Martín y Camalich, 1987; Díaz et al., 1991; Espejo y Cantalejo, 1990; Fernández, 1990; Giles et al., 1991; Lizcano et al., 1990; Nocete et al., 1987; Ramos Millán, 1987; Ramos et al., 1990), los cuales se vieron beneficiados de la transferencia de competencias a las autonomías, de los escasos costes económicos que suponían dichas intervenciones y de la

Centros nucleares como Los Millares (Afonso et al., 2011; Lozano et al, 2010c) y Valencina de la Concepción (García et al., eds., 2013; Fernández et al., eds., 2016) son los que cuentan con un mayor volumen de investigación en este campo de estudio. Parece que estos núcleos funcionaron como receptores y redistribuidores de este tipo de productos singulares (Nocete, 2001, 2014), lo que hace que exista una mayor presencia de los mismos en sus respectivos registros arqueológicos. En la provincia de Málaga, junto con los estudios centrados en la caracterización del sílex (Domínguez-Bella et al., 8

Teoría y Método iniciativa de nuevos grupos de investigación con interés en los análisis de carácter regional.

1990; Ramos et al., 1990), poniendo de manifiesto una intensa ocupación histórica. Por su parte, y de una manera casi sincrónica, un equipo de investigación dirigido por el profesor Pedro Aguayo realizó un análisis territorial de la Depresión Natural de Ronda, afectando a la parte alta del valle del Guadalteba (Aguayo, Moreno y Terroba, 1990; Aguayo et al., 1990). A finales de los ochenta y principio de los noventa desde el Servicio de Arqueología de la Diputación Provincial de Málaga se procedió a una prospección sistemática de los términos municipales con motivo de las nuevas leyes urbanísticas (Recio, 1990; Recio, 1997; Recio, 1997-1998). El desarrollo de las energías renovables a partir del año 2008 ha impulsado en la cuenca media del Guadalteba la instalación de parques eólicos, con las consiguientes prospecciones preventivas (Becerra et al., en prensa; Espejo et al., 2013).

En el marco metodológico de la New Archaeology, la prospección empezó a concebirse como la base fundamental de los estudios regionales (Renfrew y Bahn, 1998: 68). Por prospección superficial entendemos la técnica arqueológica de campo consistente en la exploración planificada del terreno con el fin de detectar yacimientos arqueológicos, así como recursos naturales susceptibles de explotación por las sociedades pretéritas. A la hora de abordar este tipo de investigación, debemos de tener en cuenta que los materiales arqueológicos de superficie se ven afectados por profundos procesos postdeposicionales de origen natural o antrópicos (Burillo, 1996). Por tanto, a la hora de valorar los productos arqueológicos recuperados tenemos que tener muy en cuenta los factores que han incidido en la configuración actual de los yacimientos.

Los materiales provenientes de estas intervenciones permanecen depositados en diferentes organismos, como el Centro de Interpretación de la Prehistoria de Ardales, el Museo Histórico de Teba, Parque Guadalteba y el Museo de Histórico de Ronda.

Uno de los calificativos más habituales sobre el registro de superficie es el de descontextualizado, restándole validez a la información que nos puede reportar dichos datos. La ausencia de estratigrafía definida, así como de dataciones, parece menoscabar los estudios con materiales de superficie; si bien, comparaciones tecnomorfológicas entre los registros superficiales y los recuperados en yacimientos estratificados permiten aproximarnos al encuadre cronológico de los primeros (Navazo, 2006). Tenemos que tener en cuenta que muchos yacimientos presentan en superficie materiales muy definitorios a nivel cronocultural; conociendo ejemplos en los que dichos productos nunca han estado soterrados o han sufrido procesos postdeposicionales de carácter natural (erosión de suelos por arroyadas, solifluxión, etc.) que han afectado a los estratos de escasa potencia que los cubrían.

Para la elaboración de la presente investigación planteamos en el marco del Proyecto General de Investigación “Las sociedades prehistóricas (del Paleolítico medio al Neolítico final) en la Cueva de Ardales y Sima de las Palomas de Teba (Málaga). Estudio geoarqueológico, cronológico y medioambiental” dos prospecciones, una dirigida por quien suscribe este trabajo en la cuenca del Guadalteba, y otra en la cuenca del Turón con la dirección de Lidia Cabello Ligero (Cabello, 2017). Metodológicamente, ambas prospecciones están planificadas en función de los objetivos establecidos en el PGI, por ello se plantearon una serie de fases o instancias de trabajo: Selección del área a prospectar: en nuestro caso, el área de trabajo venía determinada por el ámbito territorial elegido para llevar a cabo la presente investigación. Dicha delimitación del territorio no viene establecida simplemente por “fronteras” naturales; nos hemos tenido que circunscribir a divisiones administrativas actuales con el objetivo de agilizar los trabajos, evitando de este modo inconvenientes administrativos de cara a la realización de los mismos. Por tanto, podemos decir que nos hemos acogido a unos límites geográfico-naturales, concretamente a las cuencas fluviales de los ríos Guadalteba y Turón a su paso por los términos municipales de Cuevas del Becerro, Cañete la Real, Almargen, Teba, Campillos y Ardales, todos en la provincia de Málaga.

Otro tipo de crítica que se suele hacer sobre los registros de superficie es el de la metodología empleada en la recogida de las muestras. Todos conocemos la recogida indiscriminada de material arqueológico por parte de aficionados y expoliadores; estas colecciones plantean muchas dudas, si bien, podemos solventar parte de los problemas que acarrean mediante un acercamiento a las personas que han acometido dicha recogida. De esta manera podemos conocer de primera mano, aunque con reservas, el origen de los bienes arqueológicos (Navazo, 2006). También hemos de conocer que las prospecciones llevadas a cabo por investigadores pueden presentar problemas metodológicos; sin embargo, estos casos son los menos, ya que existe desde los años ochenta una preocupación por desarrollar proyectos de prospección rigurosos (Ruiz, 1997).

Documentación: Previamente al trabajo de campo hemos desarrollado una importante labor de documentación, haciendo un análisis pormenorizado de la bibliografía existente sobre la zona de estudio, así como de fuentes de carácter ambiental, geológico y cartográfico. El contacto directo con los habitantes del territorio ha sido muy importante, puesto que como conocedores directos y cercanos del mismo son un agente esencial en nuestra labor de campo.

Las cuencas del Guadalteba y del Turón han sido objeto de prospecciones arqueológicas desde la década de los años 80 del siglo XX. Durante esta década, el valle del río Turón fue prospectado por el equipo de Ardales (Espejo y Cantalejo, 9

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) Trabajo de campo: En función de los trabajos de prospección previos al que nosotros desarrollamos, establecimos como sectores de prospección selectiva los yacimientos descritos en la historiografía y en los planeamientos urbanísticos de los municipios insertos en el ámbito de estudio, con el fin de constatar la adscripción cronológica de los enclaves prehistóricos. Así mismo, las zonas que no habían sido prospectadas fueron objetivo de una prospección intensiva, centrándonos en los entornos fluviales y en los hitos geográficos susceptibles de ocupación durante la Prehistoria, en función de las estrategias de distribución territorial de las sociedades cazadoras-recolectoras y de las tribales comunitarias hasta las clasistas iniciales.

• Los Canchos (Ronda): asentamiento al aire libre neolítico. • Padrastro (Cañete la Real): estación de arte esquemático. • Dólmenes de Santiago I y II (Serrato): estructuras megalíticas. • La Puente (Teba): campamento al aire libre del paleolítico medio. • La Atalaya (Cañete la Real): campamento al aire libre del paleolítico. • Pilar Sáez (Teba): Asentamiento al aire libre de la Prehistoria Reciente. • Cortijo de las Higueras (Cañete la Real): Asentamiento al aire libre de la Prehistoria Reciente. Junto a estos yacimientos inéditos muestreamos otra serie de enclaves arqueológicos, en los cuales procedimos a la recogida selectiva de materiales para contrastar la documentación existente sobre los mismos. Esta nueva recogida ha permitido constatar y ampliar la adscripción cronológica de los mismos.

Realizamos una exploración pedestre superficial del terreno, en la cual medimos la superficie de dispersión de materiales en los yacimientos y tomamos muestras de los distintos tipos de productos arqueológicos. En todo momento tuvimos presente los procesos postdeposicionales que pudieron alterar la distribución superficial de los productos: procesos naturales como la erosión y culturales como el movimiento y la destrucción del registro arqueológico provocado por el laboreo agrícola.

En la cuenca del Turón, con la dirección de Lidia Cabello (Cabello, 2017), llevamos a cabo otra actividad arqueológica de prospección superficial. De esta manera estudiamos de manera selectiva un área de más de 300 km² que abarcaba las cuencas del Guadalteba y Turón.

Los yacimientos localizados fueron georreferenciados utilizando el GPS, contando para nuestra prospección con un GPS móvil para obtener una mejor precisión. En función de la legislación vigente, la información espacial ha tenido como sistema de referencia espacial el ETRS89, y concretamente en nuestra zona de estudio por estar inserta en la provincia de Málaga utilizamos el EPSG 25830. Así mismo, la información obtenida sobre la ubicación de los yacimientos fue introducida en un Sistema de Información Geográfica (SIG) con el fin de configurar una nueva cartografía acorde a las necesidades de la investigación, de la gestión patrimonial y del planeamiento urbanístico municipal; tras su posterior transferencia a los organismos competentes. Se elaboraron fichas en las que se recogía el contexto ambiental del yacimiento documentado, su tamaño, el tipo de materiales que se encuentran, la posible función y cronología, el estado de conservación, el acceso...

Así pues, se ha ampliado el número de yacimientos prehistóricos conocidos en los diferentes municipios. Sin embargo, los límites temporales de ejecución de sendas actividades, la amplitud territorial, la accesibilidad a terrenos susceptibles de ser prospectados, etc. nos lleva a plantear una la necesidad de una nueva prospección. En paralelo a las prospecciones arqueológicas, realizamos un muestreo geoarqueológico en afloramientos de sílex. En concreto se obtuvieron muestras de 30 puntos geológicos, y se elaboraron más de un centenar de láminas delgadas de dichos enclaves muestreados. Los datos obtenidos, que describiremos de manera detallada en el capítulo cuatro, ponen de relieve la existencia de una gran variedad de materias primas susceptibles de utilización por parte de los grupos humanos de la Prehistoria de la zona.

Análisis de los datos: Toda la información obtenida durante el trabajo de campo fue objeto de análisis en el laboratorio, realizando un inventario detallado de los materiales recuperados. En este sentido, las técnicas y análisis del material lítico llevados a cabo en este trabajo forman parte de dicha valoración de datos.

b) El registro estratificado: Excavaciones arqueológicas desarrolladas en los valles del Guadalteba y Turón Junto con los datos obtenidos en las prospecciones, para la presente investigación hemos contado con un conjunto de materiales arqueológicos derivados de excavaciones. La estratigrafía de los yacimientos excavados nos permite complementar crono-culturalmente los resultados obtenidos en la exploración superficial.

Los resultados de esta actividad arqueológica puntual de prospección venían a confirmar la existencia de una ocupación intensa de las tierras del Guadalteba, documentando yacimientos que van desde el Paleolítico a la Prehistoria Reciente.

Tradicionalmente, la excavación ha mantenido un papel preponderante en los trabajo de campo arqueológicos (Renfrew y Bahn, 1998: 94), siendo considerada como el

En este análisis arqueológico del territorio localizamos ocho nuevos enclaves inéditos de cronología prehistórica:

10

Teoría y Método método que permite recabar la mayor información sobre un yacimiento (Ramos, 1980: 60).

los materiales arqueológicos. Esto nos ayuda a determinar la procedencia de las materias primas detectadas en los yacimientos arqueológicos.

Las colecciones analizadas provenientes de registro estratificado derivan de cinco intervenciones arqueológicas, las cuales se han desarrollado en nuestra zona de estudio entre 1986 y 2014 por equipos científicos diferentes (Aguayo, Castaño y Delgado, 2002; Fernández et al., 1996, 1999a; Ramos et al., 1987; Ramos et al., 1999; Ramos Weniger, Cantalejo y Espejo, coords., 2014; Weniger y Ramos, eds., 2014). Las motivaciones que desarrollaron tales trabajos también difieren, encontrándonos excavaciones de urgencia, como reacción al peligro de destrucción que amenazaba al bien patrimonial (Morenito, Aguilillas, Cortijo San Miguel y La Lozanilla); junto a otras de marcado interés científico (Sima de la Palomas y Cueva de Ardales). Esto no quiere decir que las realizadas bajo la figura administrativa y legal de “urgencia” no se llevaran a cabo con la rigurosidad de las de carácter investigativo.

Desde una perspectiva interdisciplinar de la Geoarqueología (Arteaga, 2006), hemos aplicado diferentes técnicas geológicas en la resolución de los problemas arqueológicos, incidiendo de este modo en el conocimiento de las estrategias de captación, producción, distribución y consumo de productos líticos por las sociedades prehistóricas. La primera fase del estudio geoarqueológico es el análisis del territorio de producción de las sociedades prehistóricas con el fin de localizar las materias primas líticas susceptibles de ser explotadas. Para ello llevamos a cabo un estudio bibliográfico del territorio con el fin de comprender la realidad geológica; de esta manera pudimos establecer aquellas unidades geológicas con sílex supceptibles de ser lugares de aprovisionamiento durante la prehistoria. La fuente de información principal fueron los mapas geológicos del IGME a escala 1:10000.

1.4.5. Técnicas en la identificación de materias primas líticas En este apartado pretendemos desarrollar el método seguido en la identificación y recogida de muestras de las materias primas líticas susceptibles de ser objeto de trabajo. Este estudio geoarqueológico ha dispuesto de una metodología de trabajo específica derivada de otras investigaciones de carácter arqueométrico (Demars, 1982; Bressy, 2003; Castañeda y Domínguez-Bella, 2008; Domínguez-Bella et al., 2010a).

También consultamos los catálogos de yacimientos arqueológicos municipales, procediendo a la prospección de los denominados “talleres de sílex”; constatando mediante la aplicación de Sistemas de Información Geográfica, que muchos de estos yacimientos arqueológicos se ubican sobre unidades geológicas con sílex. A la hora de establecer qué afloramientos silíceos debíamos muestrear, tuvimos en cuenta otros criterios que van más allá de la proximidad a los yacimientos estudiados; como ha sido la accesibilidad, la relación con la red hidrográfica, el potencial para ser explotados, etc.

Nuestra línea de investigación geoarqueológica está destinada a determinar las procedencias de las materias primas, incidiendo de esta manera en las estrategias económicas de las sociedades que estudiamos, consiste en:

En una segunda instancia, realizamos una serie de muestreos geoarqueológicos en los afloramientos primarios y en los depósitos secundarios que habíamos determinado, vinculados estos segundos en su mayor parte a terrazas fluviales.

• Determinar los tipos litológicos que encontramos en la zona de estudio. • Documentar posibles actividades de extracción de rocas y minerales usados como materia prima, en el entorno de los yacimientos arqueológicos. • Identificar las posibles fuentes de materias primas líticas usadas en la Prehistoria.

Dentro del área de captación de materia prima, podemos encontrar fuentes de aprovisionamiento de origen primario y secundario: las primeras son aquellas zonas geológicas donde se encuentra la roca susceptible de explotación sin haber sufrido procesos geológicos de transporte; mientras que las de origen secundario son áreas geológicas donde los materiales han sido transportados geológicamente, erosionados y sedimentados fuera de su lugar de origen (Carrión, García y Lozano, 2006).

Para ello, llevamos a cabo la aplicación de técnicas de caracterización petrológica a los materiales arqueológicos y a las muestras geológicas, procediendo según las siguientes fases: 1. Fase de documentación. 2. Prospección geológica. 3. Selección y toma de muestras geológicas y arqueológicas. 4. Caracterización mineralógica y petrológica de los materiales geológicos y arqueológicos. 5. Elaboración de una base de datos petrológica (litoteca).

Estos depósitos geológicos con sílex se pueden diferenciar también en función de su extensión (Carrión et al., 1998:33); encontrándonos afloramientos con coordenadas espaciales limitadas (La Galeota o Castillo del Turón), y otras unidades con una mayor amplitud espacial.

Se han correlacionado los datos obtenidos de los análisis sobre las materias primas geológicas, con los resultados de

El tipo de muestreo para los afloramientos primarios ha sido mediante la recogida de la materia prima que 11

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) presentaba menos alteración en su posición primaria, tras su registro fotográfico y georreferenciado. A nivel de las terrazas la recogida fue superficial, ante el elevado coste de las perforaciones para el muestreo. Las muestras geológicas fueron debidamente recogidas en bolsas de plástico, indicándose el nombre y las coordenadas del lugar muestreado.

caso ha sido una lupa 10x triplete de diámetro 21mm modelo MG7801. Nos ha permitido realizar una primera clasificación rápida y de menor complejidad que otras técnicas. Este tipo de observación se ciñe a los rasgos generales de color, textura, translucidez, contenido en fósiles, etc. del sílex. Para determinar el color de las materias primas minerales, utilizamos la Tabla Munsell Soil Color Charts (1994).

Hemos realizado cartografías mediante S.I.G. que recogen las unidades que contienen sílex. Elaborando una base de datos de puntos de muestreo. Los cuales han sido descritos en fichas propias para afloramientos, siendo las muestras inventariadas para su incorporación a la litoteca del Departamento de Ciencias de la Tierra, de la Universidad de Cádiz. Con toda la información generada se ha creado una base de datos de afloramientos de rocas susceptibles de haber sido usadas en la prehistoria y una base de datos regional de afloramientos.

Mediante la lupa binocular hemos podido observar las variedades de sílex con mayor detenimiento. El estudio mediante la observación a visu y lupa binocular los consideramos insuficientes para una buena caracterización, por lo que hemos empleado la Microscopía Óptica. Esta técnica se basa en la observación de los componentes minerales que configuran las rocas mediante el paso de luz polarizada a su través. Los diferentes minerales pueden dejar pasar la luz a un espesor determinado, para lo cual se elaboran láminas delgadas (aprox. 30 p de espesor) de la roca a estudiar (Domínguez-Bella y Morata, 1995:132).

Para la identificación de las materias primas, tanto de los afloramientos como de los productos líticos arqueológicos se han desarrollado análisis de carácter pretológico, como la clasificación a visu, la observación con lupa binocular, y la Microscopía Óptica mediante Lámina Delgada. Esta última técnica ha sido empleada en todos los afloramientos y en una selección de materias primas detectadas en los yacimientos arqueológicos. Esta metodología está plenamente asentada en los estudios de descripción e identificación de materias primas líticas desde la década de los noventa del siglo XX (Domínguez-Bella y Morata, 1995; Domínguez-Bella, 2012; Ramos Millán et al., 1997; Nocete et al., 2005; Lozano et al., 2010; García-Sanjuán et al., 2016; etc.).

Su estudio se efectúa mediante la visualización con un microscopio de luz transmitida polarizada de dichas láminas delgadas (Pozo et al., 2004). El proceso de elaboración de estas finas láminas de roca es el siguiente: • Cortar con un disco diamantado o extraer mediante taladro la muestra de roca. • Pulir la cara que vamos a pegar a los portaobjetos de vidrio, “porta”, (los cuales han sido previamente esmerilados), para eliminar las estrías del corte y generar una superficie lisa. • Pegar la muestra al “porta” con una mezcla de resinas adecuada e incoloras, y ejercer presión para eliminar las posibles burbujas (estas pueden alterar la visualización). • Cortar finalmente el sobrante y volver a pulir la roca, desgastándola hasta lograr el espesor micrométrico adecuado (unas 30 micras aproximadamente). • Tras comprobar en el microscopio de luz transmitida que el espesor es el adecuado, se procede a pegar un segundo vidrio “cubreobjetos” sobre la muestra con el fin de protegerla.

Los investigadores tenemos que tener en cuenta que este tipo de analíticas presentan una serie de inconvenientes a la hora de llevarlas a cabo, ya que pueden afectar algunas de ellas a la conservación de las muestras. Por ello, hemos intentado minimizar las acciones negativas que pudiéramos ocasionar en los productos arqueológicos, lo que supuso una limitación a la hora de escoger las muestras arqueológicas. Si bien, todos los conjuntos líticos han sido analizados “a visu” y, primando siempre la conservación, escogimos para la elaboración de las láminas delgadas aquellos productos arqueológicos que estaban fragmentados.

En total hemos elaborado 87 láminas delgadas: 42 han sido de material geológico, 32 de estas muestras provienen de afloramientos silíceos y 10 fueron obtenidas en terrazas fluviales. De los yacimientos estudiados en la presente investigación se ha seleccionado una muestra significativa y variada en cuanto a materias primas de productos líticos de 12 enclaves localizados en ambos valles, realizando 45 láminas delgadas.

La dificultad que presentan los análisis de carácter macroscópico es que las características físicas de los sílex (textura, color, inclusiones, etc.) pueden provocar confusión. Este hándicap ha sido en parte resuelto con la caracterización petrológica mediante lámina delgada de una buena muestra de sílex pertenecientes a yacimientos de espacios y cronologías distintas.

La información que esta técnica nos reporta es sobre aspectos como la textura, tamaño de grano, porosidad, mineralogía, presencia de fósiles, relación entre los minerales que la constituyen, grado de alteración de los minerales, etc. (Kempe y Harvey, 1983); características propias que nos permiten comparar los resultados obtenidos entre las muestras geológicas y las arqueológicas.

En base a estos criterios establecidos aplicamos las siguientes técnicas: El análisis a visu es una caracterización de la roca mediante la observación visual con lupa, en nuestro 12

Teoría y Método Una cuestión a tener en cuenta dentro de este estudio es la variedad de los sílex documentados, que viene a dificultar en ocasiones la identificación de las posibles fuentes de materias primas (Linares, Nocete y Sáez, 1998). Por ello, el tipo de caracterización que hemos aplicado debe de completarse en un futuro por técnicas como la Difracción de Rayos X (DRX), la Fluorescencia de Rayos X (FRX), o la espectrometría Raman entre otros. En nuestro caso, por cuestiones de tiempo y financiación no hemos podido realizar este tipo de analíticas.

lectura diacrítica de las industrias líticas (Baena y Cuartero, 2006). Los principios básicos son el conocimiento experimental y la primacia de los criterios tecnológicos y productivos por encima de los morfológicos y funcionales (Baena y Cuartero, 2006: 144). Por su parte, en el mundo anglosajón el esquema metodológico de G. Clark se impuso durante más de cuarenta años (Shea, 2013:152). Este arqueólogo inglés realizó un intento de sistematización en cinco “modos” de la tecnología lítica existente en todos los contienentes. En la última década existe una renovación metodológica de la propuesta de Clark, J. Shea (Shea, 2013) ha propuesto un marco de trabajo para una comprensión global de la variedad tecnológica de la industria lítica. Este investigador propone un esquema basado en nueve modos técnicos principales (modos A-I), con una serie de subdivisiones que no reponden a cambios sustanciales en la organización tecnológica. Su sistematización tipológica pretende seguir criterios tecnológicos, aunque reconoce la definición de tipos según la posible función que pudieron tener algunos productos líticos (Shea, 2013:157).

1.4.6. Metodología para el análisis del trabajo: El estudio de la industria lítica tallada Los productos líticos son una de las evidencias materiales con mayor presencia en el registro arqueológico, tanto por su uso continuado durante la Prehistoria, como por sus características físicas que favorecen la conservación. El estudio de la industria lítica permite reconstruir procesos de trabajo, prácticas sociales y conocer aspectos vinculados con la ideología de las sociedades de la Prehistoria Reciente. Desde mediados del siglo XX diferentes investigadores han intentado establecer una metodología general para el análisis lítico. En Francia, F. Bordes se basó en los criterios formales para establecer una tipología (Bordes, 1961), la frecuencia y representación de determinados productos líticos definían culturas prehistóricas.

En nuestro caso, venimos colaborando en diferentes trabajos de estudio de tecnología lítica en los que la línea metodológica parte de la superación de las perspectivas histórico-culturales (cambios morfológicos) y de la Nueva Arqueología (análisis funcional normativo), profundizando en el análisis de los datos empíricos con el fin de conocer mejor las estrategias económicas y las implicaciones sociales (Ramos et al.,coord, 2014a; Weniger y Ramos, eds., 2014). Acorde con nuestra toma de postura a nivel teórico, aplicamos la “lógica histórica” de E.P. Thompson (1981); es decir, planteamos un método conforme a los materiales históricos. Esta metodología permite contrastar empíricamente hipótesis, eliminando los procedimientos autoconfirmatorios mediante el diálogo entre concepto y dato (Thompson, 1981: 67).

Frente a este modelo, A. Leori-Gourhan (1971), con una fuerte carga de la antropología cultural, desarrolla un tipo de estudio lítico que trata de analizar y comprender el proceso de talla para llevar a cabo una reconstrucción de las cadenas operativas que componen el proceso tecnológico. La mayor aportación es el concepto de “chaîne opératorie”, que intenta explicar todos los procesos que intervienen en la producción lítica, desde la captación de materias primas hasta el abandono (Inizan et al., 1995:14).

En nuestro trabajo hemos aplicado el Sistema Lógico Analítico (S.L.A.) en el estudio de la fabricación de herramientas y de los procesos técnicos (Carbonell, 1986, y 2002; Carbonell, Guilbaud y Mora, 1983; Carbonell, Mora y Guilbaud, 1985; Carbonell et al., 1995, 1999 y 2000). Este sistema de marcado carácter social y económico nos sirve para romper con el empirismo y el subjetivismo de los tradicionales sistemas de clasificación de conjuntos líticos elaborados en la Prehistoria (Carbonell et al., 1999: 299); además de aspirar a la reconstrucción de los procesos técnicos en la producción de productos líticos, profundizando en las estrategias económicas desde la captación de las materias primas, la producción-consumo y el abandono (Pie y Vila, 1992; Terradas, 1998 y 2001; Domínguez-Bella, 1999, 2002 y 2006; Domínguez-Bella et al., 2002, 2004, 2006, 2010, 2013, 2014a y 2014b; Clemente, 2006; Clemente y Pijoan, 2005; Clemente y García, 2008). Consideramos el “producto” como la unidad mínima de análisis, relacionándose con los contextos y “estructuras” donde se documentan para aproximarnos a la determinación de “áreas de actividad” (Ruiz et al., 1986)

En Andalucía, y con mayor incidencia en la Universidad de Granada, se implantó una “escuela estructuralista” en la década de los ochenta del siglo XX. Se desarrollaron trabajos sistemáticos sobre registros arqueológicos estratificados, que pretendían reconstruir las cadenas de produción lítica y analizar los cambios técnicos que se producían en la Prehistoria Reciente (Martínez y Afonso, 1998). En los años noventa, esta “escuela” va a intentar definir nuevos esquemas de trabajo con el modelo de trabajos encadenados (Afonso, 1993; Sánchez Romero, 2000). La arqueología experimental se incorporará a los estudios líticos como herramienta necesaria para comprender los procedimientos de talla. La aplicación de los conocimientos derivados de la experimentación al método estructuralista de cadenas operativas ha dado lugar a una nueva metodología de análisis lítico (Tixier et al., 1980; Pelegrin, 1990; Baena y Cuartero, 2006). En este sentido, un intento de sistematización del estudio tecnológico es la 13

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) La utilización del S.L.A. por nuestra parte no radica en una “moda” por su aplicación en el famoso yacimiento de Atapuerca (Carbonell et al.,, 1995 y 1999; Carbonell et al., 2000), sino que parte de los orígenes teóricos estructuralmaterialista del sistema. Aportando una “visión dialéctica y renovadora al conjugar las perspectivas morfotécnica, morfopotencial y morfofuncional en el análisis de varios modos técnicos en la historia de la tecnología” prehistórica (Ramos et al., 2013a: 346).

- ORT-otros restos de talla: Dentro del estudio de los productos líticos tallados incluimos esta categoría que engloba los debris, desechos, esquirlas, etc. Los diferentes tipos de restos de talla (ESQ-Esquirla, DES-Desecho, GBGolpe de Buril, PA-Plaqueta de avivamiento). - Bases Negativas de Segunda Generación (BN2G): Son aquellos productos líticos que han sufrido modificaciones mediante la técnica del retoque en alguno de sus bordes. Para analizarlas seguimos las características de los retoques según criterios analíticos modo, amplitud, dirección y delineación (Laplace, 1972: 106 y ss). Presentando los productos según los tipos del sistema tipológico de Laplace (Laplace, 1972, 1986-1987 y 1986), y por convencionalismo académico, aportamos los tipos de la Lista-Tipo de Fortea (1973).

Partimos de una diferencia tecnológica entre los objetos líticos no transformados y los que componen los sistemas técnicos de producción (Carbonell et al., 1999: 308): - Bases naturales (Bn): son aquellos objetos que no presentan evidencias de haber formado parte de los soportes explotados o configurados para la elaboración de instrumentos (Carbonell et al., 1999: 308) Si están ausentes de deformación o estigmas se denominan como Bna, existiendo la posibilidad de que no han sido introducidas en el proceso de talla. Cuando se aprecian evidencias de percusión se denominan Bnb, y si presenta fracturas Bnc.

La tipología analítica de Laplace nos permite desarrollar una descripción morfotécnica, que viene explicada por las características tipométricas, morfológicas y funcionales. Es un intento de superar la noción de fósil director, pero tiene cierta carga de subjetivismo. Por su parte, J. Fortea establece una tipología basada en caracteres morfológicos, que no parte de una sucesión cronológica, sino de establecer tipos agrupados desde las formas más simples hacia otras más complejas.

- Bases Negativas de Primera Generación (BN1G)Núcleos: Es toda aquella materia transformada mediante la talla, sufriendo una modificación de su superficie y originando una pérdida de materia a través de la producción de Bases Positivas (BP) (Mora et al., 1992: 178). Las BN1G aportan gran información sobre el Tema Operativo Técnico, ya que conserva los estigmas fruto de la secuencia de talla.

Esta metodología de análisis de la industria lítica nos permite una clasificación rápida y eficaz de los productos en categorías amplias. Así pues, para la consecución de nuestros objetivos de investigación ha sido un método muy efectivo, ya que nos ha permitido estudiar un amplio conjunto lítico. Sin embargo, algunas de las limitaciones que hemos tenido han sido el tiempo y la magnitud de la muestra a analizar. Por tanto, se hace necesario un estudio más exhaustivo de los productos líticos si queremos profundizar en el conocimiento de los sistemas técnicos de producción.

Para comprender el análisis tecnológico se hace necesaria tener presente las correspondientes abreviaturas que recoge los diferentes tipos de BN1G-Núcleos: • • • • • • • •

U = Unipolar. B = Bipolar. CM = Centrípeto multipolar. POL = Poliédrico. P = Prismático. PH = Para Hojas. SL = Sobre lasca. DIV = Diverso.

En definitiva, con este tipo de análisis podemos formularnos preguntas y obtener respuestas sobre los procesos de trabajo de las sociedades prehistóricas. El estudio tecnológico juega un papel muy importante, junto con el análisis de uso de las herramientas (Pié y Vila, 1991; Vila, 1977, 1985 y 1988; Clemente, 2006; Clemente y Terradas, 1993; Clemente y Pijoan, 2005; Clemente y García, 2008), en la reconstrucción de las relaciones sociales de producción y reproducción, así como en el conocimiento del modo de producción y de vida.

- Bases Positivas (BP): Son aquellos fragmentos de materia desprendidos en el proceso de talla. Los tipos que se engloban dentro de la categoría de las BP son: • • • • • •

D = Descortezado. SD = Semidescortezado. I = Interna. C = Cresta. H = Hoja. LDNH = Lasca del desbaste del núcleo para hojas.

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Capítulo 2 Historia de la Investigación Sobre la Prehistoria Reciente en el Interior de la Provincia de Málaga 2.1. Análisis historiográfico crítico de la producción científica sobre la Prehistoria Reciente

1868; Granada en 1877 o Cádiz en 1887). El triunfo del nacionalismo liberal significó a partir de los años treinta del siglo XIX en España la implantación de un nuevo modelo político, el cual será legitimado mediante la construcción de un pasado nacional glorioso (Trigger, 1992). Para ello los estudios históricos son la base de esta nueva construcción ideológica, y en España será la Antigüedad Clásica el pasado que se reivindica, quedando la Prehistoria fuera del curriculum de formación de archiveros, anticuarios y bibliotecarios (Díaz-Andreu, 1993-1994; Díaz-Andreu y Mora, 1995; Beltrán, 2011). Esta exclusión es debida a la vinculación de la Prehistoria con las Ciencias Naturales, siendo los pioneros de la Prehistoria en España profesionales de la geología como Juan Vilanova y Piera, la biología como Antonio Machado y Núñez, o periodistas como Francisco María Tubino (Díaz-Andreu, 1993-1994).

En este capítulo creemos necesario realizar una revisión crítica de la producción científica desarrollada en la cuenca del río Guadalhorce, insertando en su correspondiente marco socio-político todos los trabajos arqueológicos realizados. Considerando las palabras de M. DíazAndreu de que “los textos son hijos de su tiempo” (DíazAndreu, 1993-1994: 191), hemos de ser conscientes de las particularidades personales de cada investigador o investigadora a la hora de analizar su trabajo y su situación dentro del sistema productivo (Ramos, 2005). El desarrollo teórico que viene sufriendo la arqueología desde los años cincuenta del siglo XX ha motivado la ruptura de la “inocencia” positivista, profundizándose en las relación dialéctica entre la ciencia y su contexto social desde una perspectiva histórica (Trigger, 1992). Es una “visión externa” que incide en el contexto histórico y sociológico de cada época (Trigger, 1992), valorando la función social que la historia ha jugado en cada momento histórico (Fontana, 2001).

A Francisco María Tubino podemos considerarlo el primer prehistoriador que trabajó en el medio Guadalhorce, ya que a él debemos la primera exploración de la Cueva de Ardales en la década de los sesenta del siglo XIX. Más divulgador que científico, Tubino se embarcó en la ardua tarea de expandir el conocimiento sobre la Prehistoria en la sociedad española de su época. Su dedicación giró en torno al periodismo vinculado al periódico La Andalucía, la política como diputado provincial por Sevilla, y su afición a la Historia y el Arte (Deamos, 2002). En el campo de la Prehistoria formó parte activa en el debate de los orígenes del Hombre. La teoría de la evolución de Darwin fomentó el cuestionamiento del creacionismo, a lo que se unió el descubrimiento de fósiles humanos y la vinculación de éstos con herramientas de piedra y animales extintos, como el rinoceronte lanudo o el mamut. La obra de Boucher de Perthes “El Hombre antediluviano y sus obras” (1860) cuestionó el marco cronológico establecido por los estudios bíblicos. España, según Tubino, quedó “secuestrada al movimiento científico europeo” (Tubino, 1868:38) en cuanto a los estudios sobre el hombre fósil. El conservadurismo se impuso hasta el Sexenio Revolucionario (Deamos, 2002), momento en el que hombres como Francisco María Tubino, Juan Vilanova y Piera, o Antonio Machado y Núñez, desarrollaron su labor científica sin la presión institucional. Estos investigadores participaron de los ricos debates intelectuales que se estaban dando en Europa, participando activamente en congresos internacionales como los de Londres y Munich en 1868, o el de Copenhague en 1869 (Beltrán, 2011). Como él mismo dice “contribuimos a popularizar la ciencia de Boucher de Perther,.., Worsae,.., Lubbock, Mortiller,..” entre otros (Tubino, 1868: VII).

El territorio de la cuenca media del Guadalhorce viene siendo objeto de estudios históricos desde el siglo XVI, cuando de la mano del Humanismo y del Renacimiento numerosos eruditos se lanzaron a ensalzar en crónicas e historias locales la antigüedad de sus villas. Son trabajos que buscan en los monumentos y ruinas de la Antigüedad Clásica el origen de sus pueblos, apartando de ese modo la presencia musulmana de su genealogía. En Antequera Agustín de Tejada y Páez en 1587 escribirá sus Discursos históricos de Antequera, mencionando la existencia del Dolmen de Menga (Márquez y Fernández, 2009: 69). El primer trabajo sobre la prehistoria en este territorio fue el de Rafael Mitjana en 1847, quien llevó a cabo el primer estudio monográfico sobre el sepulcro de Menga titulado “Memoria sobre el templo druida hallado en las cercanías de la ciudad de Antequera”. El arquitecto malacitano analiza constructivamente el monumento y lo asocia a rituales célticos (Márquez y Fernández, 2009: 71) siguiendo la tradicional vinculación de estas construcciones a las culturas prerromanas en el norte de Europa. En el siglo XIX los estudios sobre el pasado quedarán controlados por la Real Academia de la Historia, creándose la Escuela Superior de Diplomática (1856) para cubrir la demanda de personal de los recién creados museos arqueológicos (por ejemplo el de Córdoba en

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) Es en el contexto del debate sobre el evolucionismo donde se inserta la investigación que lleva a cabo en Ardales. Para Tubino la antropología era la ciencia por excelencia (Tubino, 1868: 5), por ello se dedica a explorar cavidades con el fin de buscar restos que constataran la presencia humana en la Península Ibérica desde el Cuaternario. Uno de sus descubrimientos fue en la “caverna de Canilorias”, la cual se menciona estaba en Alpandeire (Salcedo, 1874: 25), pero si seguimos la toponímia histórica vinculada a Cueva de Ardales creemos debe ser un error de transcripción del manuscrito. Así mismo, mediante un análisis exhaustivo de la toponimia de la zona de Alpandeire y el contacto con personas de la localidad se desecha la idea de que esta pertenezca a la población del valle del Genal, ya que no aparece ninguna cueva, abrigo o accidente geográfico con dicho nombre en la localidad serrana. A esto tenemos que unir que según L. Siret, refiriéndose a Cueva de Ardales, Tubino “recogió aquí huesos de los que la mayoría son humanos. Estaban acompañados por fragmentos de cerámica análogos a los de otras cuevas funerarias del Sur de España” (Siret, 1891-2001:149). Por último, en el Catalogo Geográfico y Geológico de las Cavidades Naturales y Minas Primordiales de España escrito por Gabriel Puig y Larraz (1896) aparecen las Cuevas de Carratraca ubicadas en el término municipal de Ardales, citando que han sido exploradas por Tubino (Puig y Larraz, 1896: 21). Los materiales arqueológicos recogidos por Tubino podrían ser los “huesos humanos petrificados y pedazos de crisoles” que Sebastián de Miñano menciona en el Suplemento al Diccionario Geográfico-Estadístico de España y Portugal (De Miñano, 1829:68).

es objeto de estudio por parte de investigadores como Gómez Moreno (Arquitectura Tartesia. La necrópolis de Antequera; publicada en 1905), el cual analiza de manera conjunta los tres sepulcros y estudia los materiales recuperados, además de mencionar hallazgos en el Cerro de Marimacho, (Márquez y Fernández, 2009: 80-83). En la primera mitad del siglo XX se institucionalizan los estudios de Prehistoria en España; en Cataluña, Pere Bosch Gimpera crea en 1916 la Escuela Catalana de Arqueología, y Hugo Obermaier obtiene la primera cátedra de Historia Primitiva en la Universidad Central de Madrid en 1922. Son los años en los que el Historicismo Cultural se asienta en España de la mano de profesionales con profundos vínculos con el mundo académico alemán y francés (DíazAndreu, 1993-1994; Díaz-Andreu y Mora, 1995; Beltrán, 2011). En la Serranía de Ronda, la Cueva de la Pileta fue descubierta en 1905 por un agricultor de la Sierra de Libar, José Bullón; siendo el militar y ornitólogo W. Verner el que difundió el conocimiento de la misma entre la primavera de 1909 y el otoño de 1910. En marzo de 1912 una misión por parte de H. Breuil y H. Obermaier del recién creado Instituto de Paleontología Humana, institución auspiciada por el Príncipe Alberto I de Mónaco, realizó el primer estudio de arte rupestre paleolítico en el sur de la Península Ibérica. Los estudios desarrollados por el Abate H. Breuil sobre el arte rupestre en España, llevaron en 1918 al prehistoriador francés acompañado de Miguel Such a la visita de diferentes cuevas de la provincia de Málaga. Es entonces cuando se descubre el arte paleolítico de la Cueva de Ardales, que será publicado en L´Anthropologie con el título de “Nouvelles cavernes ornées paléolithiques dans la province de Málaga” (1921), apareciendo posteriormente en El Hombre Fósil (1925) de Hugo Obermaier (Cantalejo y Espejo, 2014).

Antonio Aguilar y Cano en su obra “Apuntes Históricos de la Villa de Campillos”, publicada en 1890, nos menciona la existencia de diferentes restos de época prehistórica. Este erudito describe una serie de túmulos, uno de los cuales se encontraba en el sitio de Rodahuevos, lugar donde en 1995 se excavó una necrópolis de cistas. También cita la presencia en la zona limítrofe del término de Campillos y Teba de dos menhires y un “trilito” (Aguilar, 1890: 8). Esta información es interesante dada la cercanía de estos desaparecidos monumentos a yacimientos de la Prehistoria Reciente como la Cueva de las Palomas o Llano Espada.

Estos descubrimientos tenemos que contextualizarlos en un momento en el que predominaba la concepción difusionista de la cultura, y en el que el abate H. Breuil y H. Obermaier estaban configurando a base de estratigrafía el modelo histórico-cultural. Insertándose en un complejo debate sobre los focos de difusión que transmitieron a la Península Ibérica sus influencias, es decir, entre los que pensaban en una difusión desde el continente africano o desde Europa. Las cuevas de La Pileta, Ardales y el Higuerón provocaron un viraje teórico en Breuil y Obermaier, quienes desde posiciones africanistas derivan en un etnocentrismo europeo en el cual plasman la superioridad del Norte sobre el Sur, legitimando en cierta manera una idea imperialista sobre África. Planteamientos paralelos como los de Miguel Such, Luis Pericot y Bosch Gimpera seguían considerando las conexiones africanas con la Península Ibérica, sin embargo, se impuso el criterio de autoridad de Breuil y Obermaier (Ramos, 2006).

A finales del siglo XIX aparecen en escena profesionales de la arqueología e investigadores de origen extranjero como Émile Cartailhac, Pierre Paris, los hermanos Enrique y Luis Siret, o G. Bonsor. Son estos hombres quienes llevarán el peso de la investigación, si bien nuestro territorio quedará al margen de estas nuevas aportaciones al conocimiento de la prehistoria hispana. Con la llegada del siglo XX, los estudios prehistóricos en la cuenca del Guadalhorce vivirán un breve periodo de apogeo. Entre 1903 y 1905 los hermanos Viera descubrieron el dolmen de Viera o “Cueva Chica” en las cercanías de Menga, así como el más lejano de El Romeral. Este tipo de exploraciones particulares eran frecuentes en una época en la que la búsqueda de tesoros formaba parte del ideario colectivo. De inmediato la necrópolis de Antequera

Las investigaciones prehistóricas desde 1912 estaban dirigidas y controladas por la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas pertenecientes a la Junta para la ampliación de estudios e investigaciones científicas, 16

Historia de la Investigación Sobre la Prehistoria Reciente en el Interior de la Provincia de Málaga la cual desaparecerá con la Guerra Civil. En el marco de esta institución J. Pérez de Barradas y M. Maura Salas llevan a cabo una nueva intervención en La Pileta (1936). En la década de los treinta el matrimonio G. y V. Leisner realizan un profundo estudio de la necrópolis antequerana para su obra Die Megalithgräber der Iberischen Halbinsel (1943), que viene a completar el trabajo de C. de Mergelina (1922) sobre los monumentos y los materiales arqueológicos recogidos en excavaciones.

controlado en las ideas promovido por la Transición Democrática. En estos momentos es cuando se genera en la arqueología española una preocupación por cuestiones relacionadas con la teoría y práctica arqueológica, empiezan a difundirse los postulados de la Arqueología Procesual, especialmente la metodología de trabajo (Chapman, 2010). Será en este período cuando se cree el Área de Prehistoria de la Universidad de Málaga, iniciándose una serie de intervenciones bajo la autorización de la Dirección General de Bellas Artes, organismo responsable de la arqueología en el gobierno central. En el marco de la elaboración de sus tesis doctorales, los profesores Ignacio Marqués Merelo y José Enrique Ferrer Palma llevan a cabo en la provincia de Málaga una revisión y excavación de los sepulcros megalíticos entre 1975 y 1985. Fruto de ello son las excavaciones del sepulcro Chaperas I (Marqués, 1979), la necrópolis de Alcaide (Marqués, 1983), Tajillo del Moro (Ferrer et al., 1980) o El Tardón (Ferrer, Fernández y Marqués, 1987), en la zona de Antequera. Por su parte, en la Serranía de Ronda procedieron al estudio de las necrópolis de las Angosturas (Marqués y Aguado, 1977), Encinas Borrachas (Garrido, Marqués y Villaseca, 1984; Aguado y Marqués, 1996), o los sepulcros del Gigante y la Giganta. La formación adquirida por estos profesores en su etapa estudiantil en Granada bajo la tutela de A. Arribas, se va a ver reflejada en el planteamiento histórico-cultural desde el que abordan el fenómeno megalítico.

Las circunstancias trágicas por las que pasó España entre 1936 y 1939 motivadas por el levantamiento de las tropas militares sublevadas contra el gobierno de la II República, sumieron la investigación prehistórica en el olvido científico. Será Simeón Giménez Reyna quien, en palabras de este mismo autor, “después de nuestra gloriosa guerra de liberación, y al crearse en Málaga la Comisaría Provincial de Excavaciones Arqueológicas” (Giménez Reyna, 1951) retome una serie de trabajos y exploraciones sobre yacimientos prehistóricos de la cuenca del Guadalhorce, como contribución de este investigador del régimen al conocimiento de las “esencias patrias” de la nación. Desde su puesto de comisario provincial y en virtud del “extraordinario interés que para la Patria tiene el conocimiento de nuestra historia y de las culturas de nuestros antepasados” (Giménez Reyna, 1946), visitó y documentó yacimientos en nuestro territorio como la Cueva de Ardales, los Dólmenes de Antequera, o diferentes dólmenes en la Serranía de Ronda. Pero su aportación más relevante fue el descubrimiento y excavación de la Necrópolis de Cuevas Artificiales de Alcaide (Antequera), la cual encuadra en el Bronce Mediterráneo definido por su admirado Santa-Olalla en el marco de una perspectiva orientalista.

En el medio Guadalhorce, el área de Prehistoria, tras el descubrimiento a manos de unos aficionados de restos arqueológicos en la Cueva de las Palomas (Teba), comienza el estudio de esta importante cavidad (Baldomero, 1978). En 1975, con un permiso de la citada Dirección General de Patrimonio Artístico y Cultural, y la financiación del Instituto de Cultura de la Diputación de Málaga y el Patronato de la Cueva de Nerja, se realizaron tres campañas de excavación entre 1975 y 1978 (Ferrer y Marqués, 1978). Estas intervenciones pusieron al descubierto una secuencia enmarcada en criterios normativos de Neolítico y Calcolítico, con una posible fase Epipaleolítica (Ferrer y Marqués, 1978; Baldomero, 1978; Aguado y Baldomero, 1979; Ferrer y Fernández, 1988).

La Guerra Civil y la implantación de la dictadura personalista de Franco supusieron la recentralización del Estado, y la configuración de una ideología nacional dominante. En el campo de la arqueología se creó la Comisaría General de Excavaciones Arqueológicas, de la que dependían las delegaciones provinciales y sus “comisarios”. Esta institución actuaba de forma independiente al mundo académico, el cual se había visto afectado por el exilio de figuras como Bosch Gimpera, y del acceso a los puestos relevantes de la universidad y la investigación de personajes afines al régimen como el falangista Martínez Santa-Olalla.

En paralelo a la investigación, la recién nacida Universidad de Málaga formará a un nutrido grupo de profesionales en arqueología prehistórica, los cuales iniciarán una importante labor de estudio y análisis del territorio de la provincia de Málaga. La participación de estos jóvenes en campañas de excavación y en investigaciones ajenas a la universidad malacitana permitirá ampliar su formación de la mano de profesores como Francisco Jordá, con su intervención en Nerja, o Enrique Vallespí, desde Sevilla; aunque seguirá predominando la formación históricocultural (Ramos, 2006). Estos mismos investigadores, y algunos formados en la Universidad de Granada, se circunscribirán a ámbitos territoriales en función de sus intereses científicos y personales. La provincia de Málaga queda compartimentada a nivel científico, coincidiendo

El hombre fuerte en la arqueología española a partir de la década de los cincuenta será Martín Almagro Basch, quien desde la cátedra de la Universidad Central de Madrid impulsará instituciones como el Instituto Español de Prehistoria en el CSIC. Será a finales de la década de los sesenta cuando la Prehistoria entre en los planes de estudio generales (Díaz-Andreu, 1993-1994), configurando una formación arqueológica dominada por el historicismo cultural y el idealismo. La muerte del dictador Franco en 1975 significó el comienzo del fin del régimen, y el inicio de un aperturismo 17

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) grosso modo con los grandes territorios histórico-naturales (Axarquía, Depresión de Antequera, medio Guadalhorce, Montes de Málaga, litoral occidental, o Serranía de Ronda).

de urgencias para la liberación de solares. Este hecho se agravará con la liberalización el suelo del gobierno de Aznar y la formación de la “burbuja del ladrillo” (1997-2008), el número de actuaciones arqueológicas se multiplicará exponencialmente de la mano de la construcción, configurando un panorama desolador para el patrimonio histórico.

A finales de los setenta y principios de los ochenta del siglo pasado, el centralismo estatal da paso a la España de la Autonomías, en paralelo los estudios prehistóricos se expanden en nuevos centros universitarios. En este contexto, el materialismo histórico se configura como una alternativa crítica en el seno de la teoría arqueológica, la formación clandestina de los últimos años de la dictadura deja paso a la expansión de esta corriente de pensamiento en círculos como el de Barcelona, con profesionales como Vicente Lull y Jordi Estévez, Jaén, con Francisco Nocete y Arturo Ruiz entre otros, y en Sevilla agrupados en torno a Oswaldo Arteaga (Chapman, 2010). Se produce por tanto una renovación generacional y teórica posible en el seno de una “nueva” sociedad democrática gobernada por la “moderna” socialdemocracia; sin embargo, la provincia de Málaga quedará relegada del debate teórico, caracterizándose por el “reciclaje” (Arteaga, 2002) de sus estudios en una mezcla de Historicismo-Cultural y aspectos metodológicos de la Arqueología Procesual en su vertiente espacial.

La producción científica generada relacionada con nuestro ámbito de estudio podemos agruparla en tres espacios geográficos: Serranía de Ronda, Depresión de Antequera, y por último, en la que entraremos en más detalle, valles del Guadalteba y Turón. La elección de estos espacios viene derivada de una vinculación territorial histórica, como áreas nucleares respecto a los valles del Guadalteba y Turón, Depresión de Antequera y Depresión de Ronda. En la Serranía de Ronda, el equipo dirigido por el profesor Pedro Aguayo, de la Universidad de Granada, llevará a cabo un estudio sistemático desde perspectivas materialistas de la Depresión Natural de Ronda, mediante una serie de intervenciones arqueológicas (Aguayo y Carrilero, 1985; Aguayo, Moreno y Terroba, 1987; Aguayo et al., 1988; Aguayo, Lobato y Carrilero, 1987) ponen de manifiesto una importante ocupación prehistórica en la zona. Con más de treinta yacimientos encuadrados en términos normativos entre el Neolítico y el Bronce evidencian una variedad en cuanto a los patrones de asentamientos durante el Neolítico, con asentamientos al aire libre que ponen en producción las tierras circundantes, para a partir del Cobre Pleno desarrollarse un proceso de reducción del número de enclaves y su traslado a zonas de fácil defensa que se prolongará hasta el Bronce (Aguayo, Martínez y Moreno, 1989-1990). Estos trabajos darán paso a estudios sistemáticos sobre el yacimiento de Acinipo (Aguayo, Carrilero y Martínez, 1989), y a otros de carácter esporádico e individualizado en yacimientos del término municipal de Ronda (Aguayo et al., 1991).

La descentralización estatal significó el trasvase de competencias a las Comunidades Autónomas, entre las que se encontró las de Cultura, y por ende las relacionadas con la arqueología en mayo de 1984. Entre las primeras medidas de la Dirección General de Bellas Artes de la Junta de Andalucía estuvo la celebración del congreso en Cuevas de Almanzora “Homenaje a Luis Siret (1934-1984)” (AAVV, 1986), punto de partida de la creación del Modelo Andaluz de Arqueología, materializado con el Decreto de Creación de la Comisión Andaluza de Arqueología como órgano asesor de la política arqueológica de la Junta de Andalucía, el nombramiento de arqueólogos provinciales, y la aprobación del Reglamento de Arqueología Andaluza (Salvatierra, 1994: 5). El apoyo institucional a este modelo de gestión patrimonial se plasmó en importantes dotaciones económicas. La renovación teórica de la arqueología andaluza concibe un modelo que rompe con la concepción positivista decimonónica de la arqueología, evidenciando en la legislación un interés por la investigación, la conservación y la difusión social.

En los últimos años del siglo XX, la labor científica del equipo dirigido por Pedro Aguayo ha estado orientada al estudio de las materias primas en la prehistoria (Aguayo, Moreno y Sierra de Cózar, 1994; Aguayo y Moreno, 1998; Aguayo et al., 2006) y la realización de algunas obras de síntesis (Aguayo, 1997; Aguayo et al., 2003). En este sentido, decir que desde mediados de la década del 2000, diferentes investigadores vinculados a la Universidad de Granada han ocupado este espacio investigativo centrándose en aspectos de la explotación y circulación de materias primas líticas, especialmente el sílex en el Cerro de Malaver (Lozano et al., 2010; Morgado y Lozano, 2011; Morgado y Lozano, 2014) y las herramientas pulimentadas en fibrolita (Aguayo et al., 2006; García et al., 2008; García, 2014). En la actualidad, en la Serranía de Ronda, siguiendo una tradición que viene de los años 80 del siglo XX, se está llevando a cabo proyectos de arqueología experimental en torno al poblado arqueoexperimental de la Finca Algaba (Sánchez et al., 2008). Estas nuevas investigaciones están caracterizadas por una posición ecléctica de base posmoderna.

El Modelo Andaluz de Arqueología supondrá un “boom” en las intervenciones arqueológicas durante los años 80 y principios de los 90 del siglo XX, las cuales serán recogidas en el Anuario Arqueológico Andaluz. Los años 90 del siglo XX están marcados por la evolución del Modelo Arqueológico Andaluz. De la mano de la Exposición Universal de Sevilla de 1992, la Comunidad Autonómica de Andalucía sufre importantes cambios consecuencia de la construcción de nuevas infraestructuras de comunicación (AVE y autovías) y de un aumento del número de nuevas edificaciones. Para dar respuesta a las necesidades del sector de la construcción se realizarán un sin fin de prospecciones de diagnóstico y excavaciones 18

Historia de la Investigación Sobre la Prehistoria Reciente en el Interior de la Provincia de Málaga Junto con la Depresión de Ronda, el otro espacio nuclear es la Depresión de Antequera (Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004), pertenecientes ambos espacios geográficos al corredor intrabético. El territorio que circunda a la ciudad de Antequera ha contado con una larga y amplia producción científica, siendo varios los equipos e investigadores que han desarrollado su labor en dicha área desde inicios de los años ochenta.

En 1985, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía promovió un proyecto de “Reconstrucción arquitectónica y paleoambiental del conjunto monumental de la necrópolis megalítica de Antequera”, dirigido por los profesores de la Universidad de Málaga José Enrique Ferrer e Ignacio Marqués (Ferrer y Marqués, 1993; Ferrer, 1997ª; Ferrer, 1997b). A lo largo de una década se estudia de manera exhaustiva los sistemas constructivos, contextualizando los dólmenes con el Cerro de Marimacho, planteando la posibilidad de que se tratase del asentamiento de los constructores de megalitos (Ferrer, Baldomero y Garrido, 1987). Las influencias del procesualismo funcionalista se hace patente en las nuevas investigaciones sobre la necrópolis antequerana, si bien, los planteamientos del Historicismo-Cultural siguen vigentes.

Vinculados al programa de actividades arqueológicas denominado Plan Provincial de Arqueología del Servicio de Arqueología de Diputación, organismo creado a inicios de la década de los ochenta del siglo XX, con la dirección de Bartolomé Ruíz González, y del que se hizo cargo a partir de 1985 Ángel Recio Ruiz, son investigaciones sobre la Peña de los Enamorados (Moreno y Ramos, 1986), Peñón del Oso (Morales, Márquez y Recio, 1982-1983), o Alameda (Márquez, Fernández y García León, 1999).

En el denominado Campo de Cámara, que se corresponde con en Flysch de Colmenar, en las proximidades de Villanueva de Cauche (Antequera), a partir de 1986 se iniciaron las excavaciones en Cauche el Viejo o Aratispi. Este yacimiento cuenta con una amplia secuencia que arranca en términos normativos de Horizontes Culturales en el Calcolítico, documentando M. Perdiguero la existencia de un enclave que controlaba el paso natural de la Depresión de Antequera con el litoral malagueño (Perdiguero, 1989-1990). Se trata de un hábitat al aire libre similar a Cerro García (Casabermeja) Peña del Hierro (Cútar), o Capellanía (Periana) (Ramos y Cantalejo, 2015). En la cercana Casabermeja, se produce el descubrimiento y estudio de uno de los conjuntos más importantes de arte esquemático de la provincia en las Peñas de Cabrera de la mano de C. Barroso y F. Medina. Las grafías documentadas en los numerosos abrigos excavados en la arenisca son encuadradas en el Bronce Hispánico I (Barroso y Medina, 1982, 1988), tomando los preceptos normativos establecidos en los estudios de iconografía prehistórica de Breuil, Fortea y Acosta.

En la sierra del Torcal, Dimas Martín y Mª Dolores Cámalich inician a comienzos de los ochenta un proyecto de investigación sobre el neolítico en la Comarca de Antequera, para ello realizan una serie de excavaciones en la Cueva del Toro, acompañadas de prospecciones sistemáticas de este complejo serrano (Martín y Camalich, 1987). Desde una formación historicista, ambos investigadores evolucionan hacia una posición teórica próxima al materialismo histórico. La monografía de Cueva del Toro (Martín, Camalich, González, eds., 2004) es un claro ejemplo de la renovación teórica y metodológica que se dio en la arqueología andaluza. Este interesante trabajo interdisciplinar pone de manifiesto la ocupación de los entornos serranos de la provincia de Málaga por sociedades tribales comunitarias desde mediados del VI milenio a.n.e.; evidenciando un hábitat estacional hasta la segunda mitad del II milenio a.n.e. También en el ámbito del Torcal de Antequera, y en las cercanías de la Cueva del Toro, José Luís Sanchidrián y Manuel García León estudian la Sima Hoyo del Tambor (Sanchidrián y García, 1987). Proceden a una recogida de los materiales que encuentran en superficie, y relacionan el yacimiento con la “Cultura de las Cuevas”.

Sobre Casabermeja la última aportación es una excelente obra de historia local dirigida por V. Martínez Enamorado (Martínez, dir., 2015). El capítulo correspondiente a las sociedades prehistóricas corre a cargo de J. Ramos y P. Cantalejo, siendo una contribución bastante interesante, y que supone la primera revisión desde una perspectiva social de la prehistoria de este territorio (Ramos y Cantalejo, 2015).

Dentro del Plan General de Actuaciones Arqueológicas del Área de Prehistoria de la UMA, José Enrique Márquez y Ana Morales llevan a cabo un estudio sistemático de la Sierra de la Camorra (Mollina, Málaga), para ello prospectan la sierra y excavan en la Cueva de la Higuera (Márquez y Morales, 1987; Márquez, 1987). Estas actuaciones arqueológicas constatan la presencia de grupos neolíticos en la zona, los cuales siguiendo criterios historicistas encuadran en la “Cultura de las Cuevas Andaluzas”. Esta ocupación perdura hasta momentos del Cobre Final-Campaniforme, contando también con expresiones gráficas esquemáticas en el Abrigo de los Porqueros. El análisis de los materiales líticos de los yacimientos de la Sierra de la Camorra se encuadra en un intento de sistematización de la producción lítica en las sociedades de la Prehistoria Reciente de la provincia de Málaga (Márquez, 1995-1996).

Las obras de construcción de nuevas infraestructuras públicas en la Hoya de Antequera han provocado que se generen numerosas intervenciones arqueológicas. En este sentido, son de destacar los trabajos desarrollados por Luís E. Rodríguez con la empresa Taller de Investigaciones Arqueológicas, los cuales están sacando a la luz un importante poblamiento prehistórico basado en “campos de silos” a lo largo de toda la vega antequerana (Fernández et al., 2005, 2011, 2014b). En 2004 se inicia una nueva etapa en la gestión patrimonial de los Dólmenes de Antequera dando lugar a un impulso en la investigación del territorio. Se genera un Plan Director 19

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) del Conjunto Arqueológico orientado a la conservación, constituyendo en Antequera un centro de referencia para el estudio de la Prehistoria en Andalucía (Ruiz ed., 2009; Ruiz, dir., 2011). Un año después se inician una serie de trabajos de carácter interdisciplinar por encargo de la Junta de Andalucía; es el estudio geoarqueológico de F. Carrión (Carrión et al., 2009), el geofísico (Peña y Teixidó, 2009), el análisis de las grafías de los dólmenes y Peñas de Cabrera (Bueno et al., 2009; Maura, 2009), etc. Así mismo, se publica la guía oficial del conjunto (Márquez y Fernández, 2009).

de facies de cantera” propugnado por E. Vallespí. Este profesor de la Universidad de Sevilla se convertirá en el valedor de un grupo de jóvenes investigadores formados en la Universidad de Málaga, los cuales se relacionarán con la localidad de Ardales estableciendo una simbiosis entre proyecto científico y proyecto de vida. Pedro Cantalejo, María del Mar Espejo y José Ramos, a los que se sumaran muchos más investigadores, son la base sobre la que se asienta el estudio sobre el poblamiento por parte de las sociedades prehistóricas en la zona de Ardales. Junto con la protección y limpieza de Cueva de Ardales (Ramos et al., 1992; Cantalejo, Espejo y Ramos, 1997), se realizaron tres campañas de prospección (1987, 1988 y 1989) en el valle del río Turón, en el marco del Proyecto de prospección sistemática en el T.M. de Ardales y valle del río Turón (Espejo y Cantalejo, 1990; Espejo et al., 1989; Ramos et al., 1990). Con las direcciones de José Ramos y María del Mar Espejo, y la autorización de la Dirección General de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía, estas intervenciones generaron una importante base documental de las ocupaciones prehistóricas en la comarca. Derivado de estas prospecciones son algunos trabajos sobre la ocupación del territorio por parte de sociedades tribales neolíticas; destacar el estudio de Puerto de las Atalayas (Ramos et al., 1992a), Abrigo de Gaitanejo, Cueva de Ardales y Cueva del Ánfora (Ramos et al., 1992b).

En torno al Conjunto Arqueológico de los Dólmenes de Antequera se genera una sinergia de trabajos arqueológicos orientados a configurar un espacio de investigación dependiente del mismo. Para ello se produce la vinculación con profesores de las universidades de Sevilla, Granada y Málaga entre otras, los cuales desde posiciones claramente posmodernas construyen un discurso teórico y patrimonial de marcado carácter idealista. Los pilares fundamentales de este proyecto de gestión son la inscripción de los monumentos megalíticos antequeranos en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, la difusión a través de los Congresos de Prehistoria de Andalucía, y la construcción de un nuevo concepto territorial denominado “Tierras de Antequera” (Ruiz, dir., 2011). Vinculado a esto último se creó un Proyecto General de Investigación titulado “Sociedades, Territorios y Paisajes en la Prehistoria Reciente de las Tierras de Antequera”, fruto del cual es una prospección superficial del territorio circundante a los dólmenes (García, Wheatley y Costa, 2010).

En paralelo a este análisis territorial, el equipo de Ardales llevó a cabo las excavaciones de urgencia de la necrópolis de Morenito en 1986 (Ramos Muñoz et al., 1987), y de Las Aguilillas en 1994 (Ramos et al., 1999). Ambas necrópolis están vinculadas a sociedades de la Prehistoria Reciente, en concreto Morenito es una necrópolis de cistas del IIº milenio a.n.e., y Las Aguilillas son cuevas artificiales sepulcrales en cuadradas en la transición del IIIº al IIº milenio a.n.e.

El territorio de los valles del Guadalteba y el Turón han estado compartimentado para la investigación en dos espacios o áreas; por un lado, el valle del Turón, y por otro el Guadalteba, el cual también ha sido objeto de una subdivisión, el tramo medio-alto vinculado a Ronda y el medio-bajo a Teba. Nosotros concebimos el territorio de ambos valles en su tramo medio-bajo como una unidad histórico-geográfica, que ha formado parte de un mismo proceso histórico.

José Luís Sanchidrián a título individual publicará investigaciones de las Galerías Altas de Cueva de Ardales (Sanchidrián, Vivas y Fernández, 1989) y de la Sima de los Murciélagos o de la Curra (Sanchidrián, 1984-1985), tras el descubrimiento de ambas cavidades por la Sociedad Excursionista de Málaga a comienzos de la década de 1980 del siglo pasado. Ambos trabajos reflejan la utilización de las cuevas como espacios funerarios a finales del Neolítico.

La parte media-alta del Guadalteba formó parte del territorio prospectado en las campañas de prospección para la Depresión Natural de Ronda (Aguayo, Moreno y Terroba, 1987; Aguayo et al., 1988; Aguayo, Lobato y Carrilero, 1987). No contando con ningún tipo de investigación arqueológica centrada en las etapas de la Prehistoria hasta la década de los años 2000. Por su parte, el tramo medio-bajo de este valle si contó con intervenciones arqueológicas, las ya mencionadas para la Cueva de las Palomas, y un estudio de arte esquemático sobre las pinturas del Tajo del Molino (Morales y Márquez, 1984).

La creación de los nuevos planeamientos urbanísticos de las localidades de valle del Guadalteba motivará una importante labor de prospección de la mano de Ángel Recio Ruíz, arqueólogo de la Diputación de Málaga. Los términos municipales de Cuevas del Becerro, Cañete la Real, Teba y Campillos serán prospectados (Recio, 1990, 1993, 1997-98, 2012, 2014), generando una cuantiosa información sobre las sociedades prehistóricas que se unirá a la ya conocida para el Turón y a la de Almargen (Villaseca, 1990).

Muy diferente es la situación del valle del río Turón, donde desde los años 80 del siglo pasado existe una vinculación entre un equipo de investigación y el territorio. En esa década se descubrió y estudió el taller lítico del Turón (Ramos, Espejo y Cantalejo, 1986), enmarcándolo en el esquema teórico de los “talleres

En el marco de la construcción de la carretera que une Campillos con Ardales, un equipo bajo la dirección de Luis 20

Historia de la Investigación Sobre la Prehistoria Reciente en el Interior de la Provincia de Málaga Efrén Fernández realizó una excavación de urgencia en el Cortijo San Miguel (Ardales), documentando un “campo de silos” de finales del IVº e inicios del IIIº milenio a.n.e. (Fernández et al., 1995-1996, 1997, 1999a). Este mismo equipo realizó también otra intervención de urgencia en la necrópolis de cistas de Rodahuevos (Campillos), adscritas al Bronce (Fernández et al., 1999b). Estas actuaciones, aunque tuvieron el carácter de urgencia, se caracterizan por el rigor científico.

trabajos precedentes esta dicotomía (Martín et al., 19911992), pero será a partir del III Simposio de la Cueva de Nerja cuando se haga patente (Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004). Al equipo constituido por P. Cantalejo, Mª.M. Espejo, J. Ramos y J. Medianero se une R. Maura, que en el contexto de elaboración de su tesis doctoral estudia el arte rupestre esquemático de la Comarca del Guadalteba (Maura, 2003). Este investigador pone de manifiesto una importante colección de estaciones con arte rupestre esquemático en los rebordes montañosos de los valles Guadalteba y Turón.

La zona de Teba contó con un trabajo de síntesis sobre el proceso histórico en la localidad y su territorio realizado por un equipo de investigadores formado por Eduardo García, Virgilio Martínez y Antonio Morgado; este último fue el encargado de trabajar la Prehistoria (García, Martínez y Morgado, 1995). Estos autores serán los encargados de constituir el Museo Histórico de Teba en el año 2000, vinculándose de manera intermitente a la zona con algunas publicaciones (Morgado y Martínez, 2005). En el mismo municipio la profesora Ana Baldomero intervendrá en la necrópolis megalítica de la Lentejuela (Baldomero, Berdugo y Ferrer, 2006; Baldomero y Berdugo, 2010).

La implantación de parques eólicos en la Comarca permitió realizar entre 2008 y 2012 prospecciones arqueológicas y vigilancias de control de movimientos de tierras en los Parques Eólicos La Higuera y Altamira, con la dirección de Mª.M. Espejo, y de Cámara, con nuestra dirección. En el primero de ellos se documentó el interesante yacimiento neolítico de La Higuera (Espejo et al., 2013), mientras que en el de Cámara pudimos corroborar la ocupación del Olivar de Currito como enclave al aire libre de la Prehistoria Reciente (Becerra et al., en prensa). Conjuntamente, desde el Consorcio Guadalteba se creó Red Patrimonio Guadalteba, un organismo de gestión patrimonial que permitió gestar el Centro de Interpretación de la Prehistoria en Ardales, la puesta en valor de la Necrópolis de las Aguilillas entre otros espacios, y favoreció la difusión social del rico patrimonio histórico-natural comarcal. Desgraciadamente, la escasa implicación municipal dio al traste con esta interesante iniciativa.

La creación del Consorcio Guadalteba en 1993 va a significar un impulso en los estudios arqueológicos de la comarca homónima (constituida por Almargen, Ardales, Campillos, Cañete la Real, Carratraca, Cuevas del Becerro, Teba y Sierra de Yeguas). La construcción de la sede de esta entidad supramunicipal, en las proximidades del desaparecido pueblo de Peñarrubia, va a dar lugar a una excavación arqueológica que evidencia una ocupación de época prehistórica (Suarez et al., 1999). Estos hallazgos arqueológicos originarán la apuesta decidida por la creación de una Escuela Taller con un programa para formar auxiliares de arqueología en el año 2000; con la dirección de Francisco Javier Medianero se realizan diferentes actuaciones en el patrimonio comarcal, siendo las de mayor importancia las efectuadas sobre la Plataforma de Peñarrubia (Medianero et al., 2002, 2004, 2005, 2006a y 2006b; Medianero, 2010, 2011).

La apuesta decidida por el patrimonio cultural del consorcio de Guadalteba tenía como una de sus bases la investigación. Entre 2011 y 2013 un equipo hispanoalemán llevó a cabo una Actividad arqueológica puntual en la Sima de las Palomas, en el T.M. de Teba, con la dirección de Gerd-C. Weniger de Neanderthal Museum (Kehl et al., 2013; Weniger et al., 2013; Weniger y Ramos, coords., 2014) y una Actividad arqueológica puntual en la Cueva de Ardales, con la dirección de José Ramos de la Universidad de Cádiz (Ramos et al., coords., 2014). Ambas actuaciones han permitido estudiar una secuencia estratigráfica pleistocena y holocena en Sima de las Palomas y desarrollar diversos sondeos en Cueva de Ardales. El carácter interdisciplinar de ambas intervenciones queda de manifiesto en los numerosos estudios geocronológicos, arqueométricos, arqueobotánicos, arqueozoológicos, etc.

Los años iniciales de la década de los 2000 darán un nuevo impulso a los estudios sobre Cueva de Ardales, con la dirección de María del Mar Espejo se realiza el “Proyecto de documentación gráfica del arte rupestre prehistórico de la Cueva de Ardales”, procediendo a la documentación de todo el registro gráfico de la cavidad, en su mayoría perteneciente a sociedades cazadoras-recolectoras del Paleolítico Superior. También se evidenció la ya conocida ocupación y frecuentación de la cueva por parte de sociedades tribales neolíticas (Cantalejo et al., 2006). En esta monografía el equipo de Ardales ya plasma su preocupación por la reconstrucción social y económica de las sociedades prehistóricas, superando los criterios de una arqueología descriptiva. Esta evolución teórica hacia la posición de la Arqueología Social viene de la mano de la formación del equipo junto al profesor O. Arteaga en el Proyecto Porcuna (Ramos, 2012). Las inquietudes sociopolíticas de los investigadores superan su clara formación historicista, vislumbrándose en

En paralelo, desde el grupo de investigación HUM-440 de la Universidad de Cádiz, dirigido por el profesor J. Ramos, y con una importante vinculación con el territorio de Guadalteba y Turón, ha desarrollado varios proyectos de Arqueometría y de análisis de materias primas. Se trata de los Proyectos: IGCP UNESCO. Project 442: Raw materials of the Neolithic/Aeneolithic polished Stone artefacts: Their Migratino paths in Europe, con la corresponsalía para España y Portugal de Salvador Domínguez-Bella, durante los años 2000 y 2001. Y el proyecto titulado: La implantación de las especies 21

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) de que se trataría de una zona dedicada a la producción sistemática de láminas orientada a satisfacer las necesidades de este tipo de producto por las sociedades de la Prehistoria Reciente andaluza.

domésticas en la Europa Atlántica: sociedades neolíticas y uso de materias primas líticas en la región del Estrecho de Gibraltar. Código: HAR2008-06477-C03-02/HIST (2008-2011), que ha contado con Salvador DomínguezBella como Investigador principal. Estos proyectos han desarrollado varias líneas de investigación centradas en el análisis de las materias primas y los procesos de captación, distribución y consumo de recursos de rocas silíceas para productos líticos tallados y de rocas básicas para instrumentos pulimentados. Esta investigación se inserta en el seno de estos trabajos geoarqueológicos sobre productos líticos, siendo heredera de los estudios que se iniciaron a mediados de los noventa del siglo XX en nuestro territorio de estudio (Domínguez-Bella et al., 2001, 2004).

Con anterioridad a las investigaciones de Enrique Vallespí, desde la Universidad de Málaga se había producido un tímido acercamiento a este tipo de yacimientos, tanto en la zona del Turón (Ruíz y Leiva, 1979) como en la Axarquía (Ferrer, 1984), adscribiéndolos al Paleolítico.

En la actualidad, se está desarrollando el Proyecto General de Investigación “Las sociedades prehistóricas (del Paleolítico medio al Neolítico final) en la Cueva de Ardales y Sima de las Palomas de Teba (Málaga). Estudio geoarqueológico, cronológico y medioambiental”, que junto con las intervenciones en sendas cavidades, se han realizado dos prospecciones, una dirigida por quien suscribe este trabajo en la cuenca del Guadalteba, y otra en la cuenca del Turón con la dirección de Lidia Cabello Ligero.

Pero los estudios sobre los espacios de producción lítica en la provincia de Málaga cobrarán un importante impulso con los trabajos de José Ramos, investigador natural de Málaga y formado en esta universidad, que entra en contacto con el profesor Enrique Vallespí, que impartía docencia en la Universidad de Sevilla. Con José Ramos se inicia lo que algunos autores (Morgado, 2008: 310) han venido a denominar la “Escuela de los Talleres”, llevando a cabo una serie de trabajos en la Axarquía que culminarán en su tesis doctoral (Ramos, 1988). Esta investigación trazará las líneas metodológicas e interpretativas de todos los estudios sobre espacios de explotación silícea en la zona de Ardales, consolidándose a raíz de su nombramiento como profesor titular de la Universidad de Cádiz en la década de los ochenta del siglo XX.

2.2. Historia de la investigación de los lugares de explotación lítica de la Prehistoria Reciente en la provincia de Málaga

En la obra “El poblamiento prehistórico del alto Vélez hasta la Edad del Bronce” (Ramos, 1988) define los diferentes tipos de “talleres” como:

Por lugares de explotación lítica entendemos aquellos espacios donde afloran materias primas silíceas y que fueron objeto de trabajo por parte de las sociedades prehistóricas.

• Pequeños talleres: yacimientos situados en lugares de afloramiento natural de sílex o rocas afines, o en aterrazamientos de los ríos (Ramos, 1988: 81). Se sitúan cercanos a los asentamientos, presentando dimensiones y conjuntos líticos reducidos, respondiendo a un aprovechamiento de la materia prima in situ. • Grandes talleres: yacimientos localizados en lugares de gran afloramiento de materias primas,.., lo cual incide en la gran extensión de la zona de talla (Ramos, 1988: 90). Se caracterizan por una gran abundancia de material lítico, con una gran abundancia de restos de talla.

En la provincia de Málaga, los estudios sobre los lugares de explotación lítica se inician con los trabajos de Enrique Vallespí y Rosario Cabrero en El Moral de Montecorto (Vallespí y Cabrero, 1980-81). En este estudio, de una colección particular, los autores nos presentan una explotación del material lítico en las laderas del cerro de Malaver a “escala industrial” (Vallespí y Cabrero, 198081:49), vinculándola a el foco dolménico de la zona. La cronología que se otorga a este “taller de sílex de facies de cantera” es Calcolítico-Bronce. Por primera vez aparece el concepto “taller” “ en el territorio malacitano, importando desde el nordeste peninsular las líneas de investigación que Salvador Vilaseca había trabajado en Cataluña (Vilaseca, 1953), y que Enrique Vallespí había desarrollado en el Bajo Aragón (Vallespí, 1959).

Los espacios de producción lítica, concretamente los denominados “grandes talleres”, ponían de manifiesto, para este autor, una especialización en la producción de láminas destinadas a redes de intercambio en el ámbito del mundo dolménico (Ramos, 1988:101). En la línea de los trabajos que José Ramos realiza para su tesis doctoral estará toda una producción científica vinculada a su persona y el equipo de investigación que conforma con Emilio Martín, Pedro Cantalejo, María del Mar Espejo y Ángel Recio. Fruto de esta colaboración verán la luz diferentes publicaciones sobre espacios de producción lítica en el valle del Turón y la Axarquía (Martín, 1986-87; Ramos, Espejo y Cantalejo, 1986; Espejo y Cantalejo, 1989-90), así como otros de síntesis regional (Vallespí et al., 1988).

Lo que caracterice a estos “talleres de facies de cantera”, facies definida por la cantidad y dispersión de materia prima, será su vinculación con ambientes de montaña, algo normal si nos atenemos a la génesis de los sílex de las Cordilleras Béticas, y la documentación de una industria de aspecto “campiñoide” destinada a trabajos de desforestación (Vallespí y Cabrero, 1980-81: 60). Una aportación interesante de este trabajo es el planteamiento 22

Historia de la Investigación Sobre la Prehistoria Reciente en el Interior de la Provincia de Málaga En paralelo, desde la Universidad de Málaga se asumirá el concepto “taller”, y se comienza una serie de estudios sobre los espacios de producción lítica (Fernández y Márquez, 1985). En concreto, será José Enrique Márquez Romero el que plantee una alternativa a los trabajos que se venían desarrollando por parte del grupo de Ardales; para ello recurre a un nuevo concepto de “taller” (Márquez, 1988):

hojas prismáticas, y otra Campaniforme-Bronce antiguo, donde parece existir una simplificación tecnológica (Márquez, 1995-1996: 65-66). Si bien, no discernía en cuanto a la influencia del fenómeno megalítico en la producción de láminas durante la Edad del Cobre, sólo que le otorgaba un papel más “simbólico” a estos productos (Fernández y Márquez, 1999-2000). Las críticas más potentes sobre los denominados “talleres” del Calcolítico y Bronce llegarán de la mano de investigadores de la Universidad de Granada. En este sentido, Pedro Aguayo iniciará una serie de estudios sobre el cerro de Malaver, el cual venía siendo considerado como un gran taller desde el trabajo de Enrique Vallespí y Rosario Cabrero (Rudilla, 1981; Espin, 1989-1990), con la idea de desechar el concepto de “taller” (Aguayo y Moreno, 1998). Esta línea de investigación viene marcada por los trabajos de Gabriel Martínez (Martínez et al., 1991), que venía a sentar las bases de la crítica a la denominada “escuela de los talleres” (Morgado, 2008). Entre los aspectos que se criticaban era la visión sincrónica de los yacimientos estudiados, la falta de registro estratificado y el componente historicista de estos estudios. Otro investigador que centrará sus investigaciones en los espacios de producción lítica será A. Morgado, quien, desde planteamientos teóricos influidos por la Teoría del Caos y el Postmodernismo, realizará una tesis doctoral en la que profundizará en la crítica al concepto de “taller” y propondrá un esquema técnico de producción de soportes laminares en la Prehistoria Reciente de la Andalucía Oriental (Morgado, 2008).

El taller lítico será interpretado como un “espacio determinado, que puede coincidir o no con el de otras actividades humanas sincrónicas, donde se puede registrar, mediante la presencia de artefactos líticos relacionados con la talla o el desbaste de materias duras, una actuación antrópica concreta e intencionada, que infiere una posterior aplicación funcional” (Márquez, 1988:35). Ahora frente a un concepto de “taller” basado en la extensión y cantidad de restos derivados de su explotación, se plantea otro fundamentado en las acciones desarrolladas en estos espacios; así tenemos (Márquez, 1988: 38-39): • Talleres de extracción de soportes líticos: aquellos donde la materia prima es abundante y la actividad que predomina es la obtención de soportes líticos (lascas y láminas). Un ejemplo de ello serían Montecorto y Castillo del Turón. • Talleres de transformación de soportes líticos: son espacios donde se desarrolla la transformación de las materias primas, obtenidas con anterioridad fuera del propio taller, en útiles. Una característica de estos emplazamientos sería porcentajes bajos de núcleos, y podrían estar incorporados a los yacimientos, como planteaban apara el abrigo de Los Porqueros (Mollina). • Talleres mixtos: combinarían las actividades desarrolladas en los anteriores.

En la actualidad, los estudios sobre los espacios de explotación de rocas silíceas vienen determinados por la incorporación de los estudios arqueométricos, centrados en el caso de Málaga en la determinación de las principales fuentes de suministro, como son los afloramientos del Turón (Domínguez-Bella et al., 2001; Lozano et al., 2010a) o las sierras de Malaver-Lagarín (Lozano et al., 2010b). Estos estudios han permitido reconsiderar estos espacios como lugares de aprovisionamiento de materias primas silíceas desde la Prehistoria hasta el siglo XIX, presentando una diacronía sus conjuntos, aspecto que no menoscaba la idea de que fueron importantes enclaves de aprovisionamiento y transformación lítica a lo largo del IIIº milenio a.n.e.

Esta propuesta sería matizada con posterioridad (Márquez, 1995-96), primeramente, incorporando las ideas de trabajos que se venían desarrollando en Granada sobre la utilización diacrónica de los espacios de explotación de rocas silíceas hasta épocas históricas (Roncal, Martínez y Morgado, 1996), para después rechazar el concepto de “taller” por el de espacios de suministro (Fernández y Márquez, 1999-2000). Desde la crítica a los registros de superficie se planteaba una cronología del proceso técnico con una fase precampaniforme, donde predominaban las

23

Capítulo 3 Territorio, Geología y Recursos Naturales 3.1. Introducción

ruptura gradual. En este sentido, nos alejamos de posturas teóricas que entienden la relación hombre-medio como una “adaptación biológica” del primero al segundo (Ramos, 2000; Vargas, 1990). Los factores naturales influyen en la producción y la reproducción pero no determinan, ya que no ejercen un predominio sobre otras variables como las relaciones sociales de producción o las fuerzas productivas, tal y como plantea el determinismo geográfico (Quaini, 1985). El nuestro es un discurso alejado de la “inocente” descriptiva ambientalista (Arteaga y Roos, 2012: 365).

Entendemos este capítulo en el marco de la explicación del medio natural como objeto de trabajo; considerando que la mejor manera de comprender el espacio donde se ha desarrollado la relación ser humano-medio natural es a través del análisis de los “fundamentos naturales” (Marx y Engels, 1974: 19). La descripción de los factores geológicos, climáticos, biológicos de un determinado espacio geográfico nos permite conocer cuáles fueron los recursos potenciales que tuvieron las sociedades pretéritas. Por tanto, tomamos la idea del medio natural como “laboratorio”, entendido este como lugar de trabajo y “arsenal”, fuente aprovisionadora de recursos, de las distintas formaciones económico-sociales (Marx y Hobsbawm, 1989: 67); en nuestro caso concreto, de las sociedades prehistóricas que habitaron y trabajaron en los valles del Guadalteba y el Turón entre el Vº y el IIº milenio a.n.e.

En los apartados de este capítulo desglosamos los “fundamentos naturales” del territorio que estudiamos, considerando su análisis como parte integrante de un todo, no como algo separado de la Historia (Quaini, 1985). La comprensión de la base física permitirá acercarnos a las estrategias de captación, producción y distribución desarrolladas por las sociedades tribales comunitarias y clasistas iniciales que ocuparon los valles Guadalteba y Turón entre el Vº y el IIº milenio a.n.e.; aunque tenemos que tener presente la premisa de que el medio natural actual ha sido modificado por el hombre a lo largo de su Historia, creemos que es posible acercarse a la composición “natural” del territorio teniendo en cuenta la capacidad de transformación de cada sociedad en su momento.

En función de nuestra “posición teórica” (Gándara, 1993; Bate, 1998), creemos que es más acorde utilizar el concepto de territorio que el de paisaje para definir el espacio geográfico en el cual una formación económicosocial desarrolla sus modos de vida (Vargas, 1990). El territorio no tiene que estar definido por límites geográficos concretos, sino que viene determinado por el uso y el tipo de propiedad que ejerce un grupo territorial sobre él (Vargas, 1990: 79). Podemos definir en función de los aspectos económicos y políticos un territorio de producción, el cual es el “área de recursos que se articula respecto a un asentamiento como espacio de consumo” (Molinos, Ruiz y Nocete, 1988: 79).

3.2. Situación geográfica El territorio donde se enmarca nuestro estudio se corresponde con el espacio geográfico que ocupan los valles del Guadalteba y del Turón, zona situada al noroeste de la provincia de Málaga. Los límites naturales son la campiña del Guadalquivir al Norte, el valle bajo del Guadalhorce al Sur, las serranías de Ronda y Cádiz al Oeste y la Depresión de Antequera al Este. Es un segmento del extremo occidental del Surco Intrabético, gran corredor natural que une el sur de Andalucía con el Levante peninsular, a través de la vega de Granada, las hoyas de Baza y Guadix, y el Campo de Lorca (Fig. 1).

El territorio es donde el ser humano actúa dialécticamente con la naturaleza, siendo parte integrante de ella y a la vez agente transformador de la misma con el fin de satisfacer sus necesidades de producción y reproducción (Marx y Hobsbawm, 1989). El impacto que una formación económico social tiene sobre un territorio está relacionado con el desarrollo de sus fuerzas productivas (Marx y Engels, 1974); por lo que entendemos que un territorio es una construcción social, un producto histórico fruto de la relación dialéctica del hombre, que actúa en sociedad, con la naturaleza a lo largo de la Historia (Quaini, 1985).

Ambos valles se encuentran cerrados en su curso medio y alto por una serie de elevaciones montañosas. En el caso del valle del Guadalteba por sierras penibéticas como las de Peñarrubia, Teba, Cañete y Colorado en la parte septentrional, con una dirección este-oeste, con la sierra de Carrasco se culmina este arco montañoso. La línea de elevaciones que lo enmarcan por el sur está compuesta por la sierra de los Tercios y los diferentes cerros situados al sur de Serrato, hasta la sierra de Ortegícar; es aquí cuando comienzan las suaves lomas que dividen las cuencas del Guadalteba y Turón. El río Turón por su parte viene delimitado por la sierra de Alcaparaín y las estribaciones de

El conocimiento crítico del medio ambiente parte de la comprensión de las profundas transformaciones que el paisaje ha sufrido desde la prehistoria. Con la práctica de una geoarqueología dialéctica (Arteaga y Hoffmann, 1999; Arteaga et al., 2001; Arteaga, 2006; Arteaga y Schulz, eds., 2008, Artega y Roos, 2012) analizamos el impacto humano sobre el medio en términos de relación de conflicto y de 25

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 1. Mapa de situación del territorio de Guadalteba y Turón.

3.3. Geología

la sierra de las Nieves, así como por la sierra de Aguas. La unión de los ríos está marcada por la barrera que supone el macizo calcáreo de El Chorro y las lomas que los separan de la Depresión de Antequera. En su cuenca baja una serie de colinas de escasa elevación dotan al territorio de una homogeneidad.

El territorio de los valles del Guadalteba y Turón junto con las montañas que los rodean se encuentra en el espacio de contacto entre la zona interna y la zona externa de las Cordilleras Béticas (Fig. 2), por lo que es un área de gran complejidad geológica (Domínguez-Bella et al., 2001; Medianero et al., 2012).

Esta área geográfica no la hemos definido exclusivamente por unas “fronteras” naturales, puesto que supondría una visión distorsionada del proceso histórico. Los accidentes geográficos que mencionamos los entendemos como espacios de explotación, por lo que consideramos que los límites son difusos debido a que el territorio no es una constante atemporal (Castro y González, 1989: 10).

En base a criterios paleogeográficos y tectónicos (estructurales), las Cordilleras Béticas están divididas en tres grandes unidades geológicas, que a su vez se subdividen en diferentes dominios o complejos. Todos ellos formados por unidades alóctonas, es decir, desplazadas de su lugar original (Vera, ed., 2004).

La división administrativa actual de la región que estudiamos engloba parte de los términos municipales de Cuevas del Becerro, Almargen, Serrato, Cañete la Real, Teba, Campillos y Ardales. Este territorio se ha considerado tradicionalmente como un espacio compartimentado, y ha formado parte de las periferias de las comarcas malagueñas de Ronda, Antequera y Valle del Guadalhorce (Cantalejo, 2007). Nosotros preferimos considerarla como un espacio geográfico con una identidad propia fruto de un proceso histórico particular.

Se pueden diferenciar tres zonas formadas con anterioridad a la orogenia alpina: • Una zona al norte, con grandes y medianas elevaciones formadas por materiales del Subbético y del Penibético. • La zona más meridional está formada también por materiales del Subbético interno o Penibético, junto con unidades de la Zona Interna, representadas por 26

Territorio, Geología y Recursos Naturales los complejos Maláguide, Alpujárride y las Unidades Frontales. • En el centro aparecen materiales de las unidades del C. Campo de Gibraltar, es una zona de lomas con depresiones postorogénicas por las que discurren los dos principales ríos, el Turón y el Guadalteba.

por la presencia de calizas dolomíticas del Trías, dolomías brechoides y micríticas del Lías Inferior, calizas oolíticas y pisolíticas del Lías Medio al Dogger, y por una fase del Jurásico Superior de calizas nodulosas y brechoides de color rojo, amarillentas y grisáceas. Secuencia de “capas rojas”: aparecen rellenando las zonas deprimidas. Se compone de materiales que descansan sobre los de edad jurásica, concretamente son margas y margo-calizas con tonalidades rosadas y verdosas; en los términos más bajos aparecen niveles con sílex en bandas y tableados.

3.3.1. Unidades de las Zonas Externas Los materiales de estas unidades se encuentran en la zona septentrional de nuestra área de estudio, situados en un arco que discurre de este a oeste. Los dominios representados son:

3.3.2. Unidades de la Zona Interna Subbético: Todos los materiales que conforman este conjunto pertenecen al Subbético medio y se ubican en una amplia franja que discurre en sentido este-oeste al norte de la actual comarca del Guadalteba (Fig. 2), podemos diferenciar dos conjuntos:

Son los materiales de las unidades que afloran en el relieve de la sierra de Alcaparaín. Están incluidos en este grupo los materiales atribuidos al Bético de Málaga, los materiales alpujárrides de la unidad de Casares y los de la unidad del Capellán.

Triásico de facies Keuper: Tradicionalmente ha sido denominado “Manto de Antequera” o “Trías de Antequera” (Cruz-Sanjulián, 1990; Serrano y Guerra, 2005; Vera, ed., 2004). Se adscriben a los Complejos Caóticos Subbéticos. Afloran ampliamente al norte del Río de la Venta, en una franja que discurre entre la Depresión de Antequera y la zona de unión entre las provincias de Sevilla, Cádiz y Málaga. Se trata de una secuencia de gran complejidad estructural donde aparecen conjuntos de arcillas y areniscas de colores abigarrados, predominantemente rojos, verdes y amarillentos, entre los que se intercalan concentraciones de yeso estratiformes o irregulares. Este tramo suele estar coronado por rocas calizo-dolomíticas grises o amarillentas de aspecto brechoide (Serrano y Guerra, 2005: 23).

Complejo Alpujárride: Constituye un complejo alóctono bajo el Complejo Maláguide. Está formado por una serie con metamorfismo decreciente hacia el techo; aflora sobre las peridotitas de Carratraca en la zona sur y sudeste del término municipal de Ardales. Los materiales que componen este complejo son los gneises bandeados de la sierra de Baños, los micaesquistos y cuarcitas, y las filitas, que en su parte más alta contienen calizas alabeadas. El origen de las rocas metamórficas de este complejo es detrítico, siendo mayor este metamorfismo en la zona próxima a las peridotitas (Cano, 1990). Complejo Maláguide: Tectónicamente es la unidad más alta de la zona interna, superponiéndose a los materiales alpujárrides. Está compuesto por materiales paleozoicos y mesozoicos, posee una potencia de más de mil metros. Al igual que el anterior, aparece en la zona sudeste del valle del río Turón, formando parte de la Sierra de Alcaparaín (Fig. 2). La serie maláguide está compuesta por calizas alabeadas silúricas que se localizan en el piedemonte de la Sierra de Alcaparaín; calcofilitas, esquistos, microconglomerados y grauwacas, escasamente representados al sudoeste de Ardales; las areniscas y margas rojas afloran al SO de Ardales y en las proximidades de la Loma de la Galeota así como en el Puerto del Azulejo; también encontramos dolomías masivas blancas y grises de edad triásica en la cresta del Castillo de Turón. Aparecen pequeños afloramientos de calizas oolíticas y calizas con sílex a lo largo de la carretera que va de Ardales a El Burgo.

Subbético Post Triásico: Esta unidad se encuentra al norte de la Comarca del Guadalteba, en los límites de la provincia de Málaga con la de Sevilla, y aunque fuera del ámbito del territorio de estudio, las incluimos puesto que forma parte de la cuenca del río Guadalteba. Los materiales que componen esta unidad son margas, margo-calizas blancas y rosadas, margo-calizas con sílex y arcillas margosas. Estos materiales que se formaron en el Cretácico Superior y el Terciario aparecen sobre el Trías. Penibético: Se distribuye en nuestra zona de estudio configurando un arco montañoso que engloba en su interior materiales del complejo del Campo de Gibraltar y postorogénicos; así mismo, separa las cuencas del Guadalteba y el Turón en su cabecera. Los relieves que constituyen dicho arco son el conjunto calcáreo de El Chorro (sierra Valle de Abdalajís y Huma), sierra de Ortegícar, cerro de los Tercios, cerro Colorado-Llanos de Carrasco, sierra de Cañete, La Lentejuela, y las sierras de Teba y Peñarrubia (Fig. 2). Los materiales que componen esta unidad podemos diferenciarlos principalmente en dos facies:

Unidades Frontales: Se circunscriben al sudoeste del territorio analizado, concretamente a la Sierra de Alcaparaín en Ardales, y algunos escarpes de la zona (Fig. 2). Se distinguen dos sucesiones: Tipo Nieves y Tipo Pereila. En la base de la secuencia afloran dolomías de tono oscuro de época Triásica, alternándose posteriormente un tramo intercalado calizo-margoso-dolomítico y otro superior de calizas más puras. La serie estratigráfica del Triásico superior de la unidad continúa con un tramo de dolomías

Secuencia caliza: da lugar a los escarpes montañosos. Se trata, como ya hemos mencionado, de una facies marcada 27

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) oscuras y arcillas y otro carbonatado formado por calizas tableadas con nódulos de sílex. El Jurásico se inicia con facies pelágicas compuestas por margocalizas y margas con ammonites, seguidas de calizas y margocalizas con sílex, y de calizas nodulosas rojas, que intercalan localmente potentes niveles de conglomerados y brechas carbonatadas. Hacia el Cretácico inferior, el espesor se reduce, presentando paquetes condensados de margocalizas y calizas con sílex, a veces nodulosas rojas, radiolaritas, margas silíceas o calizas noduloso-brechoides (Martín-Algarra, coord., 2004: 398399).

unidad de margas y calcarenitas de colores rojizos y marrón ladrillo con gran cantidad de niveles finos de areniscas de grano fino. También encontramos areniscas y margas marrones y verdosas superponiéndose al anterior conjunto. Aflora en ambas márgenes de la cola del embalse del Conde del Guadalhorce y en parte de la margen norte de los embalse del Guadalhorce y Guadalteba. Dentro de la Unidad de Algeciras afloran capas de areniscas numídicas intercaladas entre bancos de areniscas micáceas, estas características mixtas hicieron denominar este conjunto como Unidad Infranumídica (Cruz-Sanjulián, 1990: 38 y 39) o Unidad de Bolonia (Martín-Algarra, coord., 2004: 395; Serrano y Guerra, 2005: 49). Existe un predominio de arcillas y arcillas margosas de colores rojos, verdes, morados y rosados con intercalaciones de calizas detríticas y conglomerados. En la parte alta aparecen areniscas micáceas amarillentas y parduzcas. Aparecen en la zona suroeste de la sierra de Ortegícar y en el Cerro de La Higuera y del Conde (Fig. 2).

Esta formación presenta un metamorfismo caracterizado por tramos marmóreos, cuarcitas y calcoesquistos. 3.3.3. Complejo del Campo de Gibraltar Aunque el complejo del Campo de Gibraltar no sólo muestra materiales de características flyschoides (Serrano y Guerra, 2005: 39), en el caso que nos ocupa si podemos decir que todo el conjunto de dicho complejo se engloba dentro del término flyschs.

Manto del Aljibe: Es un gran manto de corrimiento que aflora en posiciones externas perteneciente a las unidades del Numídico. Son Areniscas groseras y areniscas tipo Aljibe que se presentan en bancos bien estratificados. Las areniscas numídicas son de colores blanquecinos a amarillentos, si bien en superficie pueden presentar pátinas

Unidad de tipo Algeciras: Se encuentra inserta dentro del conjunto de unidades tectónicas denominado Mauritánico (Martín-Algarra, coord., 2004: 389). Se compone esta

Fig. 2. Mapa geológico de la provincia de Málaga.

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Territorio, Geología y Recursos Naturales parduzcas o rojizas. Predominan netamente las gravas de cuarzo, aunque en su constitución pueden intervenir feldespatos, micas, óxidos metálicos y otros minerales. Junto a las areniscas encontramos margas y arcillas versicolores. Afloran en las inmediaciones del Cerro de la Grajera así como en la margen izquierda de la cola del embalse del Conde de Guadalhorce. También aparecen en el sector de Cámara Alta, al sur de la Sierra de Teba y Peñarrubia (Fig. 2).

Al Sur de la Sierra de Ortegícar predominan los bloques de tamaño métrico resultantes de deslizamientos. Depósitos aluviales: Se han incluido bajo este símbolo las formaciones aluviales vinculadas directamente con el cauce actual, aunque, en algunas ocasiones, pueden estar incluidas pequeñas superficies que pertenecen a la más baja de las terrazas antiguas (2-3 m). En todos los casos se trata de depósitos detríticos que incluyen desde la fracción arcilla hasta el tamaño grava; en estos últimos los cantos están bien redondeados. Los encontramos ampliamente representados en los principales cauces del Turón, el Guadalteba o el río de la Venta.

Formaciones del tipo Guadalteba-Malaver: Se trata de una formación arcilloso-areniscosa de color ocre y marrón oscuro que presenta klippes sedimentarios u olistolitos de distinta naturaleza y edad. Son discordantes sobre el Penibético y el C. del Campo de Gibraltar. La distribución y naturaleza de los olistolitos no guarda casi ninguna ordenación temporal ni espacial, sino que se distribuyen dentro de la masa arcillosa-areniscosa de forma aleatoria (Martín-Algarra, coord., 2004: 395). Esta formación aparece en la zona central del Valle del Guadalteba (Fig. 2), concretamente en torno al Cerro de la Torre, la margen noroeste del Turón, o la franja que va desde las laderas de la Sierra del Padrastro a la zona de Nina Alta.

Depósitos coluviales y suelos: Predominan los de carácter arcilloso e incluyen fragmentos de los niveles calizos y areniscosos intercalados en las secuencias de las que proceden. Formaciones travertínicas: Son formaciones vinculadas a surgencias de agua subterránea, destacan la plataforma travertínica donde se asienta la localidad de Cuevas del Becerro, La Mesa, o la que se ubica a los pies del Tajo Torró en Teba.

3.3.4. Formaciones postorogénicas 3.4. El territorio de los ríos Guadalteba y Turón Se trata de los materiales no afectados por la tectónica de mantos, incluyen todos los materiales del Mioceno Superior y del Cuaternario.

El territorio de los ríos Guadalteba y Turón representa un ámbito geográfico que dispone de un amplio conjunto de recursos abióticos (agua, suelos, geología), así como bióticos (flora y fauna). Su configuración viene marcada por la presencia de amplios espacios de sierra y los fértiles valles fluviales.

Terrenos del Mioceno: Este conjunto aflora ampliamente en la región del Chorro. Aquí tanto las areniscas como los conglomerados están bien representados, alcanzando potencias de unos 300 m. En la zona de Las Ventanas de Cañete, así como en otros puntos dispersos dentro de la cuenca del Guadalteba, se observan areniscas calcáreas bioclásticas, conglomerados y margas.

Las sierras se caracterizan por su altura, llegando a superar en ocasiones los mil metros, como es el caso de la sierra de Alcaparaín con unos 1200 m.s.n.m, o Colorado en la sierra de Carrasco con 1054 m.s.n.m. Por normal general, la altitud media de estos relieves se sitúa en los 800 metros. Como hemos descrito en el apartado 2.3 de este capítulo, estos relieves están constituidos por materiales como las dolomías y las calizas, rocas sedimentarias de origen marino compuestas a base de carbonato cálcico; esto genera la constitución de formaciones kársticas derivadas de la disolución de estas rocas. Presentan limitaciones naturales para el desarrollo de la cubierta vegetal, debido al predominio de litosoles (Romero et al., 2004: 65), aunque la influencia de la actividad humana ha contribuido también a la actual degradación forestal. Se configura un paisaje de sierras grises con predominio de matorral, siendo su uso más común el cinegético y el ganadero.

Terrenos del Cuaternario: Se puede dividir en varias formaciones: Terrazas aluviales antiguas: Al noroeste de Ardales y en el sector del Castillo de Turón, aparecen terrazas donde predominan los cantos centimétricos; son dignas de mención las terrazas del río Guadalteba con un desarrollo de varios kilómetros. Se encuentran colgadas sobre el cauce actual a una veintena de metros. Presenta una formación aluvial claramente cementada. Conos de deyección: Se trata de acumulaciones de cantos angulosos a subredondeados de materiales heterogéneos y de muy diversa granulometría con matriz arcillo-arenosa. Aparecen en los bordes de relieves importantes, como en la ladera Noroccidental de la Sierra de Alcaparaín o la Sierra de Cañete, relacionados con la actividad torrencial.

Los relieves más importantes son las sierras de Cañete, Alcaparaín, Ortegícar, y el complejo del Desfiladero de los Gaitanes y Sierra Huma. Estas sierras influyen tanto en las condiciones climáticas como en la configuración de las vías de comunicación, que se vertebran en torno a pasos naturales como el denominado Puerto de Málaga. Los espacios serranos circundan los valles aluviales de los

Derrubios de laderas: Están representados por las acumulaciones actuales de pie de monte, constituidas por cantos angulosos, de muy diversa naturaleza y tamaño, poco o nada cementados por una matriz arcillo-arenosa. 29

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) ríos Guadalteba y Turón, principales afluentes del gran río de la provincia de Málaga, el Guadalhorce.

del Guadalteba se caracteriza por la altitud de sus tierras que van desde los 730 m del casco urbano de Cuevas del Becerro a los más de 900 de Colorado (1055 m), Carrasco (957 m) o la Sierra de los Merinos (1306 m). Estos relieves aportan gran cantidad de agua a la cabecera del río, siendo el mes de febrero el mes de mayor aporte de aguas debido al marcado carácter pluvial de dicho cauce. Esta zona del Guadalteba es el paso natural hacia la Serranía de Ronda.

El río Guadalteba es tributario del Guadalhorce por su margen derecha, su cuenca drena todo el sector noroccidental de la provincia de Málaga. El valle del Guadalteba constituye un segmento del Surco Intrabético, el cual pone en contacto, casi sin solución de continuidad el sur del Levante español con el Campo de Gibraltar, formando un corredor natural con sentido este-oeste entre las cordilleras béticas. El Guadalteba es además colector de las aguas del río de Almargen o de la Venta, uniéndose ambos cauces en las cercanías del impresionante Tajo del Molino.

El tramo medio, podemos considerar que es aquel que discurre tras salir del encajonamiento producido por la sierra de Ortegícar y las colinas de la margen derecha del cauce, como son Los Castillejos de Teba o el Cerro Corona. A partir de aquí se abre una vega fluvial que se separa de la cuenca del Turón por pequeñas elevaciones que van perdiendo altura de manera progresiva hasta la zona donde confluyen los valles del Guadalteba y el Turón. Son lomas de materiales arcillosos y margas cretácicosmiocénicos, entre las que destacaremos el Cerro de La Higuera y Cámara Alta. A lo largo de su curso, el río ha formado una serie de terrazas cuaternarias, estando éstas distribuidas desde el curso alto hasta la confluencia de los embalses.

El río de Almargen/La Venta articula un espacioso valle que recoge las aguas de innumerables arroyos, siendo además una importante vía de comunicación entre las tierras del interior de la actual provincia de Málaga con la campiña del Guadalquivir a través del Corbones. La cabecera de este afluente del Guadalteba se caracteriza por haber sido un sistema lacustre, desecado en la actualidad. El manantial de Majavea constituyó un espacio encharcado debido al embalsamiento de las aguas que de él brotaban. Este valle está cerrado por el este por Cerro Gordo y pequeñas ondulaciones, separándolo de la extensa llanura de Antequera.

El curso bajo entra en contacto mediante una serie de arroyos subsidiarios con la amplia llanura de Campillos y Sierra de Yeguas, la cual enlaza sin solución de continuidad con la Depresión de Antequera. Esta zona tiene un marcado carácter endorreico, contando con numerosas lagunas de pequeño tamaño, aunque debió de ser un amplio espacio lacustre en la Prehistoria.

El valle del Guadalteba propiamente dicho, queda enmarcado en su parte norte por el conjunto de relieves calizos de edad jurásica, que aunque no alcanzan gran altitud, se caracterizan por lo abrupto de su topografía; esta línea de sierras va desde la Sierra de Cañete (999) hasta la de Peñarrubia (725), pasando por las de la Lentejuela (730) y la de Teba (750). Esta barrera caliza con orientación esteoeste no es de carácter continuo, sino que deja espacios de tránsito entre el valle del Guadalteba y el de Almargen, de ellos destaca el corredor natural del Cortijo del Tajo. Este valle fluvial tiene un recorrido de unos 42 kilómetros, con un desarrollo transversal variable, que va desde los más de siete kilómetros de la zona llana de Cañete la Real, a los tres debido al encajonamiento en las estribaciones de la sierra de Ortegícar. Desde su formación, el Guadalteba tiene una dirección suroeste-noroeste, aunque tras recibir las aguas del río de Almargen/la Venta, gira en sentido noroeste-suroeste, conformándose numerosos meandros hoy ocultos por las aguas de los embalses. Se produce un encajonamiento final cerca del Desfiladero de los Gaitanes, espacio donde se une con el río Guadalhorce. En su recorrido por los términos municipales de Cuevas del Becerro, Serrato, Cañete la Real, Teba y Campillos, la orografía del valle hace que podamos diferenciar tres zonas en el mismo: la cabecera, la parte central del río, y por último el espacio de confluencia con el Turón y el Guadalhorce.

La confluencia del Guadalteba con el Turón y el Guadalhorce es en la actual zona de los embalses, conformando un lugar de especial interés estratégico en torno a la zona del Desfiladero de los Gaitanes, salida natural de los cursos fluviales hacia la Bahía de Málaga conformando ya un solo río, el Guadalhorce. El río Turón se incorpora al lugar de confluencia de los tres ríos desde el suroeste, su cauce discurre en sentido contrario al mar desde su nacimiento en la cara norte de la Sierra de las Nieves, concretamente en la Sierra de la Hidalga. A lo largo de sus más de 42 kilómetros, este río discurre con una fuerte inclinación. Dentro del término municipal de Ardales, que cruza con dirección SW-NE, configura un valle amplio antes de unirse al Guadalhorce y Guadalteba, en la entrada del Desfiladero de los Gaitanes. Es en esta parte media donde aparecen importantes terrazas cuaternarias con ocupación ininterrumpida desde el Pleistoceno. Su tramo final se caracteriza por un encajonamiento entre los escarpes de conglomerados y areniscas del Mioceno. Por su parte, y aunque apenas forma parte de nuestro territorio de estudio, el Guadalhorce es el curso más importante, siendo por su longitud el río más importante de la provincia. Su nacimiento es en la sierra de San Jorge, en los límites de la provincia de Málaga con la de Granada. Tras salir del encajonamiento en el que se encuentra su

El río Guadalteba nace de la unión de dos cauces de menor entidad, el río de Las Cuevas y el arroyo de Cañamero, se trata de cursos de agua que emanan de las surgencias del acuífero de la sierra de Los Merinos. La cabecera 30

Territorio, Geología y Recursos Naturales a los -3ºC. Por su parte, las estivales alcanzan a medio día valores entre 28ºC y los 34ª, siendo habitual la existencia, en algunos días de verano, del calor riguroso (40º o más). El mes más cálido suele tener 20ºC de media, suele ser julio o agosto.

cabecera, riega la Vega de Antequera en dirección sudoeste, para desviarse hacia el Desfiladero de los Gaitanes donde recoge las aguas del Turón y del Guadalteba. La unión de estos tres ríos origina un espacio de gran valor económico y estratégico para las sociedades de la prehistoria, generando valiosos nichos ecológicos que proporcionan recursos potencialmente explotables, como la caza, el aprovechamiento forestal y ganadero, así como la pesca fluvial.

Todos estos parámetros nos llevan a encuadrar el clima de nuestra zona de estudio, según la clasificación de Köppen, en un clima mediterráneo de verano caluroso (Csa), más concretamente en el de invierno templado-frío (Csa2). Definido por el mismo Köppen como “el clima de los olivos, las higueras, los almendros, los alfóncigos, las vides, el clásico de las costas mediterráneas” (Ídem). Este tipo de clima se extiende por todo el Surco Intrabético, así como en las altiplanicies orientales de Andalucía, denominándose también como mediterráneo subcontinental de inviernos fríos.

3.4.1. El Clima El clima de los valles del Guadalteba y Turón participa de las características comunes de toda la franja norte de la provincia de Málaga, dominada por un clima mediterráneo con una cierta tendencia a la continentalidad y con un acusado déficit de precipitaciones (Marín, 2006; Romero et al., 2004). La temperatura media anual es de unos 15 º, aunque en invierno esta desciende acusadamente dando lugar a heladas y en verano se pueden alcanzar temperaturas de 40º. Las precipitaciones en la cuenca baja se caracterizan por una mayor escasez que en los restantes tramos del territorio, esto se debe a su situación de cubeta entre relieves de mayor altura, siendo el sector más seco de toda la provincia de Málaga junto con el extremo costero oriental. El tramo inferior del curso del Guadalteba registra precipitaciones inferiores a los 400 mm anuales (Ardales, 391,7 mm) mientras que en Teba se alcanzan los 500 mm anuales. La zona alta del río, es decir el tramo que va de Cañete a Cuevas del Becerro llega a los 800 mm anuales. Los meses más húmedos son los invernales, mientras que en verano la zona es afectada por una extrema sequedad. Las Sierras del sur ejercen un efecto barrera que influye en las condiciones climáticas de la mayor parte de la comarca, provocando una disminución del efecto moderador del mar. Así, esta comarca posee un clima de tipo subcontinental, con inviernos rigurosos y veranos muy calurosos. La temperatura media anual se sitúa entre los 15-16ºC, y la precipitación media entre 600 y 700 mm.

3.4.2. Edafología En este apartado hemos dividido los tipos de suelos existentes en el territorio de estudio en función de su potencial agrícola (Cabezudo et al, 2002, Aguilar, 2000a, 200b; Grima y Lozano, 2001). Esta clasificación viene dada por la consideración del suelo como un instrumento de trabajo (Arteaga, 2004), el cual es cuidado y potenciado para una mayor productividad. Terrenos con excelente capacidad agraria: Se corresponde con las terrazas fluviales de los ríos, donde aparecen fluvisoles calcáricos y eútricos y regosoles calcáricos. La formación de estos suelos ha sido sobre materiales aluviales cuaternarios, caracterizándose por una escasa pendiente. La profundidad de los mismos es superior al metro y medio de potencia, llegando incluso al metro de potencia. Generalmente su textura es franco-arcilloarenosa, lo que los dota de un equilibrio. Aunque la pedregosidad por norma general es reducida, en ocasiones se puede dar un mayor porcentaje, lo cual no representa un inconveniente para el uso agrícola. Su uso mayoritario es el cultivo de hortalizas y árboles frutales.

A pesar de la escasez de días con precipitaciones al año, tónica general en casi toda la geografía andaluza, estas son suficientes para resolver el déficit hídrico natural del resto del año. Lo que no evita que, con la ausencia de lluvias en un momento dado, se produzca un balance hídrico negativo, provocando periodos de sequía. El mes más lluvioso es diciembre; prolongándose la estación de lluvias desde octubre hasta abril o mayo en algunos años, en cambio los meses más secos son julio y agosto, durando seis meses en épocas secas (Castillo, 2001).

Terrenos con buena a moderada capacidad agraria: Esta unidad es la más representativa, ocupando amplios espacios de los valles Guadalteba, Turón, y del río La Venta/Almargen. Se caracteriza por su diferente potencialidad, así como por mayores limitaciones que las tierras anteriormente descritas. Los suelos que la componen son regosoles calcáricos, vertisoles eútricos, calcisoles pétricos y háplicos e inclusiones de cambisoles y luvisoles calcáricos. Son suelos formados sobre arcillas, margas, limos, areniscas y calcarenitas de edad secundaria y terciaria. Presentan una pendiente suave, originándose en los sitios de pendiente reducida problemas de drenaje. La pedregosidad es baja, así como la salinidad; sin embargo, en zonas de la llanura de Campillos, dada la presencia de yesos, pueden contener una mayor salinidad. Esta unidad tiene un riesgo de erosión medio-alto, especialmente en las zonas de mayor pendiente, lo que acompañado de su deficiente drenado provocan surcos, deslizamientos y

Las temperaturas medias mensuales son similares al 85% del territorio de Andalucía, y de las regiones más meridionales de las otras penínsulas mediterráneas. En invierno se alcanzan las temperaturas mínimas del año, situándose las nocturnas en una media de entre 3ºC y 9ºC, siendo bastante frecuente las heladas desde finales de otoño a los inicios de la primavera. El mes más frío es enero, en el que las temperaturas extremas pueden llegar 31

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) solifluxión. Los cultivos predominantes son los de secano, mayoritariamente olivar y cereales.

importante conjunto de recursos abióticos (agua, suelo, geología), así mismo vamos a exponer los de carácter biótico (flora, fauna), ya que sobre estos incidieron de manera activa las actividades productivas de los seres humanos que habitaron estas tierras. Este territorio, al igual que la Serranía de Ronda, tuvo durante miles de años un bosque clímax compuesto por una formación arbórea compuesta en mayor proporción por ejemplares de la familia Quercus (encinas y alcornoques). A lo que hay que añadir una vegetación propia en las sierras, caracterizada por la presencia de matorral, y también una flora característica de la ribera de los ríos (Marín, 2006; Rodríguez, 1977; Romero et al., 2004; Romero, 2006).

Terrenos con moderada a marginal capacidad agraria: Esta unidad está formada por las montañas de margocalizas del subbético interno/penibético (capas rojas), así como, por los espacios montañosos del complejo maláguide y alpujárride. Las tierras de moderada capacidad agrícola están determinadas por la pendiente y la erosión, además de por la profundidad útil del suelo. Por su parte, las tierras marginales no son aptas para la agricultura, pero si para el aprovechamiento forestal y ganadero. Esta unidad está compuesta por la asociación de regosoles eútricos y calcáricos y leptosoles eútricos y líticos con inclusiones de cambisoles eútricos y luvisoles crómicos. Son suelos formados sobre margocalizas y margas cretácicoterciarias, en el caso de las capas rojas, y sobre filitas, micaesquistos, grauwacas y calizas paleozoicotriásicas, en el caso del complejo maláguide y alpujárride. Suelen presentar elevadas pendientes, superando el 30%; si bien, existen zonas dentro de las capas rojas donde las pendientes no son tan acusadas. La elevada erosión, derivada de las fuertes pendientes y el uso agrario continuado, hace que los suelos no tengan mucha potencia. La textura es ligera y equilibrada, siendo franco-arenosa o franca respectivamente; Presentan un buen drenaje, con baja pedregosidad y salinidad. Tradicionalmente han sido dedicadas al cultivo de leñosos, como la vid o el almendro.

El poblamiento humano en época prehistórica apenas repercutió en el equilibrio natural con este bosque clímax, sólo a partir del neolítico algunas zonas se verían afectadas por una agricultura incipiente. No será hasta la etapa romana cuando la superficie cultivada aumente de una manera considerable, afectando el equilibrio de la masa forestal. El número de yacimientos de época romana, en comparación con etapas anteriores, es bastante numeroso, lo que nos lleva a considerar una puesta en cultivo de nuevas tierras que provocará la desforestación de muchos espacios vegetales del territorio. Esta destrucción de la masa forestal se verá ralentizada con la desaparición de la civilización romana, pero a partir del siglo XIII se iniciará una continua destrucción del paisaje arbolado. Esta destrucción se deberá a las acciones bélicas que sufre un espacio de frontera, las talas y quemas serán cosa frecuente hasta la conquista castellana en el siglo XV (Martínez, 1997).

Terrenos marginales e improductivas: Son tierras no aptas para ningún tipo de aprovechamiento agrario, aunque sí para el aprovechamiento ganadero en los espacios de mayor desarrollo edáfico. Se encuentran en las sierras calcáreas y dolomíticas como las del complejo del Desfiladero de los Gaitanes, Alcaparaín, Ortegícar, o Carrasco y Los Merinos entre otras. También son los que se extienden por los macizos ultrabásicos, como las peridotitas de Carratraca en las sierras de Alpujata y Aguas. Existe una evidente ausencia de suelo en las sierras calizas, apareciendo en formaciones kársticas como lapiaces y dolinas asociaciones de leptosoles líticos y eútricos con inclusiones de regosoles calcáricos. Por el contrario, en los espacios ocupados por las sierras de rocas ultrabásicas existe un desarrollo edáfico más continuo, aunque igualmente limitado, existiendo asociaciones de leptosoles eútricos, líticos y úmbricos con inclusiones de regosoles eútricos. La pronunciada pendiente y la dureza de las rocas que forman estas sierras, no favorece la existencia de suelos con potencias superiores a los 30 cm, salvo en las formaciones kársticas mencionadas donde se acumulan arcillas. En general la textura es ligera (textura arenosa y arenosa franca), exceptuando los lugares donde aparece la terra rossa, que es pesada. Todo esto origina un drenaje variable, una excesiva pedregosidad, y una nula salinidad. Se observa en ellos una fuerte erosión hídrica.

Con la dominación cristiana del territorio la situación no mejoró, ya que con la llegada de los repobladores, tras los repartimientos, se pondrán nuevas tierras en cultivo; llevándose a cabo un adehesamiento del bosque con la intención de crear nuevos espacios para pastos. Esta reducción progresiva de la masa vegetal ha continuado hasta el presente, quedando reducida a los espacios más agrestes, como la sierra de Ortegícar o la Sierra de Alcaparaín. La acción antrópica continuada durante siglos, unida a condicionantes de carácter natural, como el clima, los suelos, la erosión, etc... ha originado que el matorral sea el elemento principal del paisaje no cultivado, pudiendo considerarse como vegetación climática. A esto tenemos que añadir la incorporación de una masa arbolada compuesta por pinos, en las sierras, y eucaliptos, en los espacios cercanos a los ríos, en la zona de los embalses fruto de programas gubernamentales de repoblación. Este tipo de vegetación, el matorral, juega un importante papel ecológico evitando la desaparición de suelos, aportando nutrientes al mismo, o como cobijo de la fauna silvestre. El matorral surge como una comunidad compuesta por multitud de especies, donde encontramos plantas xerófilas ramificadas desde la base (chaparras,

3.4.3. Recursos Bióticos El territorio de producción que conforman los ríos Guadalteba y Turón cuenta, como hemos visto, con un 32

Territorio, Geología y Recursos Naturales reseñar la importancia histórica que los valles del Turón, especialmente en su cauce bajo, y sobre todo el Guadalteba tuvieron como nodo de comunicaciones.

coscojas, etc...), acebuches, arbustos como las retamas, jaras, aulagas, esparragueras, u otras como el tomillo y el romero. Conjuntamente se encuentran con frecuencia manchas aisladas de acebuches y encinas (Araque y García, 2001). En las zonas más abruptas del paraje de El Chorro aparecen formaciones de sabinas causadas, tanto como especie climática como sustitutiva del encinar (Romero et al., 2004).

El valle del Guadalteba es un corredor natural como bien hemos dicho con anterioridad que hace de puente entre la depresión natural de Ronda y los llanos de Antequera. El acceso hacia la llanura rondeña se hace a través de los pasos que se abren en el arco montañoso de ColoradosLos Merinos, como el del Saltillo (900 m) en término municipal de Cuevas del Becerro, y que fue aprovechado desde la antigüedad por vías como la Cañada Real RondaCórdoba o la actual carretera C-341. También desde la cabecera se puede acceder a las tierras de Setenil y Alcalá del Valle mediante el cordel de Setenil que desde Cuevas del Becerro discurre por Zaharillas hacia la serranía gaditana, paso previo a los llanos de Villamartín. Por su parte la comunicación con la planicie antequerana es más fácil, ya que sólo hay que sortear elevaciones de escasa entidad en el curso bajo del Guadalteba. Desde el río de Almargen/La Venta, al cual se puede acceder por el cañón del Tajo del Molino o por el paso abierto entre la sierra de Teba y la de la Lentejuela, se establece una línea de comunicación tanto con la campiña sevillana, con el Corbones de nexo, como con la bahía de Cádiz por el Guadalete. Esta ruta natural es aprovechada por la actual carretera que une Almargen con Olvera. Por su parte, el Turón comunica el interior de la Sierra de las Nieves con el valle del Guadalhorce a través de pasos naturales como el Puerto de Málaga o el de la Martina.

El matorral convive en el territorio con otro tipo de vegetación silvestre, la de ribera. Esta se circunscribe a la margen de los cauces de los ríos Guadalteba y Turón y afluentes, como el río de Las Cuevas, ya que las especies que componen esta masa vegetal dependen de la acumulación permanente de agua en el suelo. Encontramos a lo largo de los cursos fluviales especies que enraízan en el agua, como los juncos, con otras como las cañas y los diferentes arboles que componen el bosque de ribera. La especie arbórea que predomina es el chopo, la cual también se ha visto reducida de una manera considerable desde principios del siglo XX. Es importante reseñar que en las zonas limítrofes de nuestro territorio de estudio encontramos espacios endorreicos de gran valor ecológico, y que estuvieron presente en la vida de las comunidades que habitaron los valles del Guadalteba y el Turón desde la prehistoria. Las lagunas de Campillos, la zona de encharcamiento de Almargen o la importante Laguna de Fuentepiedra ocuparon un lugar destacado en la obtención de recursos cinegéticos o minerales, como la sal. El conocimiento que tenemos de la fauna vertebrada de la zona nos llega desde el Paleolítico (Ramos y Cantalejo, 2011), esta se mantuvo en buena medida hasta la Edad Media, momento en el que varias especies empiezan a desaparecer, tal es el caso del oso y del lince, y ya más tarde en los siglos XVIII y XIX, el corzo, la cabra montés, el ciervo y el jabalí; el siglo XX será el momento en que desaparezca el lobo y el quebrantahuesos (Marín, 2006; Romero, 2006). La intensa acción del hombre en el territorio desde la Edad Media, provocó que las demás especies se refugiaran en áreas cada vez más agrestes. A finales del siglo XX diferentes especies han recuperado terreno, como es el caso de la cabra montés o el jabalí, fruto de los programas de recuperación de fauna. La fauna fluvial también se ha visto mermada por la contaminación de los cauces fluviales y la construcción de nuevas infraestructuras, como los embalses, además de por la introducción de especies alóctonas como el cangrejo americano.

El Guadalteba y el Turón, junto con el Guadalhorce, son las líneas de comunicación de la costa con el interior malagueño. Esta vía de comunicación histórica que discurre de norte a sur cuenta con tres ramales a la hora de entrar en las tierras de Guadalteba y Turón, cada una con mayor o menor relevancia en diferentes períodos históricos: • El primer lugar de entrada sería el Desfiladero de los Gaitanes, este punto es la salida del Guadalhorce hacia su valle homónimo una vez se ha unido con el Turón y el Guadalteba. Su relevancia como vía de paso queda atestiguada por la presencia de yacimientos en su interior como el Abrigo de Gaitanejo. • El camino que une la barriada de El Chorro con el valle del Turón a través del arroyo Granado hasta el Puerto de las Atalayas. La vía, posiblemente medieval, que discurre por esta zona parece constatar la idea de este camino histórico como unión entre el interior y la costa. • Por último estaría el camino, para nosotros más importante, que a través del conocido Puerto de Málaga pone en contacto el valle del Turón con el arroyo de las Cañas y por ende con el litoral de Málaga. En la actualidad esta vía es ocupada por la carretera que une Ronda y Campillos con Málaga.

3.4.4. Vías de comunicación y pasillos naturales Es de especial importancia en este trabajo la descripción de las vías de comunicación, ya que son las arterias por las que circularon personas y productos desde y hacia nuestro territorio de estudio. Por tanto, tenemos que

33

Capítulo 4 Materias Primas Silíceas en los Valles del Guadalteba y Turón 4.1. Introducción

desprende una parte del mismo. También destaca por su elasticidad, homogeneidad y dureza (Tarriño, 2006).

En este apartado vamos a describir las rocas que emplearon las sociedades prehistóricas en los valles del Guadalteba y el Turón, puesto que es imprescindible conocer los recursos con los que contaron dentro de su territorio de producción.

Los arqueólogos hemos tendido a denominar como sílex a todas aquellas rocas silíceas sedimentarias que se documentaban en los yacimientos; los estudios arqueogeológicos de carácter interdisciplinar ha favorecido que se conozcan mejor este tipo de rocas, diferenciándose en función de los ambientes de formación, componentes silíceos, contenido en impurezas, etc. (Tarriño, 2006). En el presente estudio hemos diferenciado a grosso modo varios tipos de sílex que aparecen en los entornos geológicos que hemos analizado:

Especial atención pondremos en el sílex, ya que esta roca ha sido la materia prima básica que utilizaron los hombres y mujeres de la Prehistoria para producir buena parte de sus instrumentos de trabajo. Para lo cual expondremos de manera sucinta las características naturales de este tipo de roca, así como las principales unidades geológicas con sílex en el territorio de nuestro estudio y los afloramientos silíceos muestreados para el presente trabajo; con el fin de lograr una mejor comprensión de las estrategias de captación y aprovisionamiento de recursos líticos por las sociedades de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y el Turón.

• - Sílex masivo: son aquellos que tienen una textura homogénea y grano fino, con colores que van del gris al beige. Pueden presentar impurezas como minerales ferrosos y fósiles. • - Sílex Turón: Es un sílex de grano fino y textura homogénea, las tonalidades van desde el color beige, pasando del gris oscuro al negro. A simple vista presenta unas características muy definitorias, como son el color, la textura y sus propiedades mecánicas para la talla, así como huellas de Phycosiphon (Rodríguez-Tovar, Morgado y Lozano, 2010a y 2010b; Lozano et al., 2010). Al microscopio presenta cantidades importantes de fósiles y romboedros de dolomita. Es característico de los afloramientos del valle del río Turón. • - Sílex oolítico: tipo compuesto por oolitos, los cuales se forman por precipitaciones de calcita/aragonito en torno a un núcleo de cuarzo u otra impureza, en fondos marinos poco profundos. El tamaño de los oolitos oscila entre 0,1 y 0,5 mm. A visu muestran un aspecto menos homogéneo que el sílex masivo, tienen por lo general tonos claros. • -Sílex bandeado: este tipo presenta bandas, conformadas por un mayor número de impurezas, la presencia de oolitos, o un alto contenido en microfósiles como radiolarios, visibles sin necesidad de microscopio. • - Sílex poroso: son sílex de grano fino pero presentan una textura porosa y tonalidades claras (blanco, gris, amarillento), debida a la disolución de elementos preexistentes. • - Radiolaritas: está formada por la acumulación de radiolarios, protozoos con esqueleto opalino que viven en entornos marinos y se acumulan en zonas de aguas profundas (Tarriño, 1998). Los caparazones de radiolarios son sustituidos por minerales de la sílice. Las tonalidades van desde el rojo al verde, pero puede haber otras coloraciones.

También presentaremos de forma somera otros tipos de rocas susceptibles de ser explotadas en la fabricación de productos. 4.2. El sílex El sílex es una roca sedimentaria compuesta en un porcentaje superior al 50% por minerales de la sílice (SiO2), como el cuarzo α, el ópalo y la moganita. junto con el contenido silíceo aparecen las denominadas “impurezas”, componentes no silíceos, como el carbonato cálcico, los minerales ferrosos, minerales de la arcilla o materia orgánica (Luedtke, 1992; Tarriño, 1998; 2006). Se forma por procesos diagenéticos en la superficie de la Tierra o en sus capas más superficiales; generalmente se produce por cementación o reemplazo; en el primero de los casos los minerales de la sílice rellenan huecos, mientras que en el segundo, sustituyen a materiales anteriores. Este tipo de formación da lugar a nódulos o puede generar capas si el proceso afecta a un estrato completo (Mangado, 2005; Tarriño, 2006). En algunos casos, el sílex se forma por el envejecimiento de barros biosilíceos compuestos por caparazones de organismos (radiolarios, espículas de esponja y diatomeas) constituidos por ópalo amorfo, estas partes inorgánicas se transforman en cuarzo (Tarriño, 2006). Las rocas silíceas de origen sedimentario no detrítico (Tarriño, 2006), denominadas sílex, han sido elegidas a lo largo del tiempo para la elaboración de utillaje por sus condiciones naturales para la talla. La principal característica del sílex es su fractura concoide, es decir cuando golpeamos la roca se generan una serie de ondas que se propagan rompiendo el material, del cual se

En las unidades geológicas que contienen sílex, estos suelen aparecer estratificados, a modo de capas insertas 35

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) entre estratos de otras rocas formadas por envejecimiento, o en forma de nódulos con un origen diagenético por reemplazamiento dentro de rocas encajantes carbonatadas (Mangado, 2005; Sánchez, 2014).

como una importante fuente de materias primas, de la que hemos muestreado el afloramiento denominado Los Madroñales. 4.3.1.1. Los Madroñales (Almargen, Málaga)

Nosotros entendemos que, los puntos geográficos donde aflora el sílex son lugares potencialmente explotados por las sociedades de la Prehistoria como fuente de suministro lítico. Por tanto, aquellos afloramientos donde han podido aprovisionarse de rocas para la confección de productos líticos los consideramos fuentes de materia prima (Carrión, García y Lozano, 2006). Estos lugares de captación de rocas silíceas pueden tener un origen primario o secundario (Carrión, García y Lozano, 2006: 46-47):

a) Ubicación y descripción Este afloramiento se ubica a caballo de los términos municipales de Campillos, Los Corrales, Almargen y El Saucejo, con una de topografía formada por colinas alomadas con pendientes en torno al 8% y 16%, diferentes escorrentías y arroyos surcan estas suaves lomas formando algunos barrancos. Esta última faceta identifica a parte de la zona en la que aparecen los materiales silíceos; los cuales dan nombre al paraje de Los Pedernales. El sílex aflora en abundancia a lo largo de la unidad, apareciendo en forma de cantos y tabletas a lo largo de las diferentes lomas, estando muy alterado por la acción mecánica de los arados y la implantación de la carretera que une Campillos con el Saucejo, así como de varios parques eólicos (Fig. 3).

• Afloramientos primarios: son aquellos donde el sílex no ha sufrido ningún proceso de transporte geológico. • Afloramientos secundarios: tienen su origen en la sedimentación del sílex tras haber sufridos procesos de erosión y transporte desde el lugar de su génesis geológica. Dentro de este tipo se insertan aquellas fuentes de materia prima que se han generado con más de un proceso de transporte y sedimentación, son denominadas de origen secundario resedimentado (Carrión, García y Lozano, 2006: 47).

b) Coordenadas del punto de muestreo X 319669

4.3. Formaciones geológicas con sílex en los territorios del Guadalteba y el Turón

Y 4101825

c) Geología del afloramiento 4.3.1. Silicificaciones del Subbético Los cantos y tabletas de sílex se engloban en margo calizas, calizas margosas y margas de color asalmonado y blanco del Cretácico superior-Luteciense medio pertenecientes al Subbético Triásico de Facies Keuper. Son materiales que descansan encima del Trías, aflorando principalmente en Los Barrancos y en el sector de Roman-Cerro de Quebrantaencinas (Baena, Del Olmo y Cruz-Sanjulián, 1986: 27).

Son afloramientos que se enmarcan en el subbético Post Triásico, están insertos en una unidad de margas, margocalizas blancas y rosadas y arcillas margosas originadas en el Cretácico Superior y el Terciario (Baena, Del Olmo y Cruz-Sanjulián, 1986). Aparecen en una franja que discurre entre las provincias de Málaga y Sevilla, al norte del valle del Guadalteba. Consideramos esta zona

Fig. 3. Mapa geológico donde se inserta el afloramiento de Los Madroñales (punto rojo). Fuente IGME.

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Materias Primas Silíceas en los Valles del Guadalteba y Turón d) Características macroscópicas del sílex muestreado El sílex de esta zona aparece en tabletas y nódulos mezclados con guijarros y cantos de calizas, todo muy alterado por la plantación del un olivar y del laboreo agrícola. “A visu”, los materiales silíceos que hemos reconocido son radiolaritas rojas y verdes, más frecuentes las primeras; también sílex porosos, bandeados, oolíticos, y masivos. Las tonalidades van desde los grises y rosáceos a los de color melado, son menos comunes los de color negro. e) Características microscópicas En el afloramiento encontramos sílex bandeado que presenta gran cantidad de inclusiones de óxido de hierro, así como otras de color grisáceo, de entre 0,1 y 0,2 mm. Las muestras analizadas tienen un contenido alto en carbonatos de grano muy fino, con alguna que otra fractura rellena de calcedonia. Es apreciable las microbandas de sedimentación (Fig. 4).

Fig. 4. Lámina Delgada. Bandas de diferentes tonalidades con multitud de inclusiones. Foto x40 con luz doblemente polarizada (LDP).

Las radiolaritas observadas al microscopio son ricas en sílice, con óxidos de hierro y esferas de calcedonia en la parte del cortex. Algunas zonas presentan una gran acumulación de radiolarios, con venillas y esferas rellenas de calcedonia. Junto a los radiolarios aparecen otros microfósiles como espículas y fragmentos de concha en calcita (Fig. 5). Por último, la muestra de sílex oolítico posee gran cantidad de microfósiles. Los rellenos entre poros son de calcedonia fibrosa, con algunas inclusiones de granos de óxido (Fig. 6). Los fósiles están rellenos de calcita monocristalina y presentan calcita micrítica. Aparece algún que otro cristal de sección hexagonal y naturaleza no determinada. Fig. 5. Lámina Delgada. Zona con acumulación de radiolarios y óxidos. Foto x100 con LDP.

4.3.2. Silicificaciones del Penibético Se sitúan en las sierras calizas del Penibético insertas en algunos bancos de calizas, aparecen nódulos y tabletas en los derrubios de ladera. Podemos diferenciar entre dos tipos de silicificaciones, las pertenecientes al Jurásico y aquellas del Cretácico. Las de edad jurásica están en un tramo que se inicia con niveles de calizas y calizas dolomíticas, seguidas posteriormente de calizas oolíticas crema y blancas, intercaladas hacia el techo con las calizas margosas con sílex del Dogger (Cruz-Sanjulián, 1990). En este caso hemos analizado muestras de varios puntos (La Atalaya, la Mogea y la Herriza de La Lapa). Por otra parte estarían, las margo-calizas con niveles de sílex abundante que aparecen en bandas de edad albo-cenomaniense, pertenecientes al contacto entre el Cretácico inferior y el Cretácico superior (Cruz-Sanjulián, 1990). Las muestras se han recogido en el afloramiento denominado Los Canchos.

Fig. 6. Lámina Delgada. Detalle de los oolitos y de los rellenos de calcedonia fibrosa. Foto x100 con LP.

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) c) Geología del afloramiento

Estas unidades con sílex han sufrido procesos de erosión que han permitido, tras procesos de transporte, que estos sílex y radiolaritas lleguen a las terrazas del Guadalteba.

Los materiales geológicos de la sierra de Cañete la Real se encuadran dentro del Penibético con una secuencia del Jurásico enteramente caliza con niveles margosos y radiolaríticos. Aunque la mayor parte del relieve de la sierra está formado por un potente paquete dolomítico, en la Atalaya, sobre las dolomías, afloran materiales del Lías medio y superior y Dogger inferior, con calizas dolomíticas, calizas oolíticas y calizas margosas con sílex. Existe una presencia importante de microfauna, identificándose especies como Nautiloculina oolithica, Involutina liasica, Thaumatoporella parvovesiculifera y Palaeodasycladus. El Dogger superior aparece representado en el borde occidental de la sierra y al este-noreste. Está formado por calizas margosas y margocalizas con sílex, con intercalaciones de radiolaritas predominando hacia las zonas más altas radiolaritas oscuras con intercalaciones de margo calizas tableadas con sílex en abundancia. (CruzSanjulián, 1990).

4.3.2.1. La Atalaya (Cañete la Real, Málaga) a) Ubicación y descripción Las silicificaciones se localizan en el borde occidental de la sierra de Cañete, la cual constituye la divisoria entre la vertiente atlántica y mediterránea al norte de la provincia de Málaga. El muestreo geológico fue realizado en superficie sobre el material que se encontraba inserto en forma de tabletas en los derrubios de ladera, así como de las inclusiones que evidenciamos en las calizas (Fig. 7). b) Coordenadas del punto de muestreo X 313161

Y 4093893

Fig. 7. Mapa geológico donde se inserta el afloramiento de La Atalaya (punto rojo). Fuente IGME.

Fig. 8. Lámina Delgada. Textura llena de pellets. Foto x25 con LDP.

Fig. 9. Lámina Delgada. Interfacies de la zona teñida y no teñida con espículas y radiolarios. Foto x100 con LP.

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Materias Primas Silíceas en los Valles del Guadalteba y Turón d) Características macroscópicas del sílex muestreado

Por su parte, las radiolaritas analizadas están muy carbonatadas y poseen fragmentos de concha orientados, espículas paralelas y radiolarios, estos últimos rellenos de calcedonia fibrosa y con un tamaño entre 0,3 y 0,1 mm.

La caracterización “a visu” muestra la presencia de sílex masivo en tonalidades grises oscuros y claros, beige, bandeados, sílex oolítico y radiolaritas verdes y rojas. El afloramiento primario aparece a modo de nódulos incluidos dentro del paquete calizo que conforma la sierra.

4.3.2.2. Herriza de la Lapa (Cañete la Real, Málaga) a) Ubicación y descripción:

e) Características microscópicas

Se localiza al sureste de la sierra de Cañete la Real, a la altura del cortijo de la Lapa (sierra de Malandrejo), en las inmediaciones del arroyo de Castilla que vierte hacia el río Guadalteba. El material recogido en superficie aparecía sobre los derrubios de ladera e inserto en la matriz caliza.

El sílex masivo presenta una textura llena de pellets (Fig. 8), con trazas de carbonatos en forma de calcita esparítica y restos de fósiles, posiblemente conchas de moluscos en calcita y otros restos en calcita monocristalina. Los intrapellets son de calcedonia fibrosa y hay presencia de óxidos de hierro, además de alguna fisura rellena de calcedonia. El tamaño de los nódulos tiene aproximadamente 0,2 mm de promedio.

b) Coordenadas del punto de muestreo X 321530

Y 4091360

Fig. 10. Mapa geológico donde se inserta el afloramiento de la Herriza de la Lapa (punto rojo). Fuente IGME.

Fig. 11. Lámina delgada. Aspecto general de parches con los óxidos de hierro. Foto x100 con LP.

Fig. 12. Lámina delgada. Detalle de los oolitos. Foto x 100 con LP.

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) c) Geología del afloramiento

4.3.2.3. Mogea (Cuevas del Becerro, Málaga)

Los materiales geológicos de la zona de muestreo se encuadran dentro del Penibetico. La mayor parte del relieve de la sierra está formado por dolomías, siendo predominante frente a otros materiales como las arcillas areniscosas y las margas arcillosas del flysch del campo de Gibraltar. En la Herriza de la Lapa sobre el paquete dolomítico aparecen calizas, calizas oolíticas y calizas con sílex del Dogger (Cruz-Sanjulián, 1990).

a) Ubicación y descripción Las muestras recogidas de este afloramiento geológico se tomaron en los derrubios de ladera de la Sierra de la Mogea, también denominada en la cartografía como Pilón del Zorro. Se ubica al norte-noroeste del casco urbano de Cuevas del Becerro, sobre la carretera que une Ronda con Campillos. Es un crestón calizo de un kilómetro y medio de longitud, bajo el cual se configuran importantes derrubios de ladera, en los cuales se aprecia la presencia de sílex tableado. Con una altura de unos 850 metros, esta formación es un apéndice de la Sierra de Cañete, separando los términos municipales de Cuevas del Becerro y Cañete la Real.

d) Características macroscópicas del sílex muestreado Macroscópicamente podemos decir que tenemos sílex masivos en tonalidades grises y beige oscuro, sílex oolítico, poroso y radiolaritas rojas. Estos aparecen en nódulos insertos en la roca caliza, así como en forma de tabletas en los derrubios de ladera.

b) Coordenadas del punto de muestreo X 317474

e) Características microscópicas Las radiolaritas rojas analizadas tienen, al igual que algunos de los sílex descritos en el afloramiento de La Atalaya, radiolarios y fisuras rellenas de calcedonia fibrosa, así como multitud de microimpurezas, como restos de fósiles y óxidos (Fig. 11).

Y 4083431

c) Geología del afloramiento Este afloramiento se enmarca dentro de la secuencia de la Sierra de Cañete, perteneciente al Penibético. Las silicificaciones aparecen tras un tramo de dolomías, concretamente en una secuencia de edad jurásica que se inicia con niveles de calizas y calizas dolomíticas, seguidas posteriormente de calizas oolíticas crema y blancas, intercaladas hacia el techo de calizas margosas, donde los niveles con sílex son más abundantes. La parte terminal de este tramo cuenta con calizas recristalizadas. Estos niveles están datados en el Lías superior-Dogger inferior (Fig. 13), encontrándose microfauna de este período como la Nautiloculina oolithica (Cruz-Sanjulián, 1990: 32).

Los sílex oolíticos tienen parches en calcita y los espacios intraporos rellenos de calcedonia. En alguna de las muestras hay algún clasto anguloso de minerales pesados, inclusiones oscuras de opacos, y la posible presencia de granos de estaurolita. Las fisuras aparecen en ocasiones rellenas de calcita esparítica. Al microscopio podemos ver como los oolitos aparecen en n gran numero abarcando toda la muestra (Fig. 12).

Fig. 13. Mapa geológico donde se inserta el afloramiento de la Mogea (punto rojo). Fuente IGME.

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Materias Primas Silíceas en los Valles del Guadalteba y Turón superior dentro del Penibético de la zona. Concretamente en margocalizas con niveles de sílex abundante, en bandas de edad albo-cenomaniense (Fig. 16). Las margas y margocalizas blanquecinas son del Albiense superior, y contienen Rotalipora ticinensis y Biticinella beggiensis.

d) Características macroscópicas del sílex muestreado Podemos diferenciar entre radiolaritas verdes y rojas por un lado, y los sílex de tonalidades grisáceas y oscuras junto con los oolíticos por otro. Todos estos materiales silíceos aparecen en forma de tabletas, las cuales en los derrubios de ladera están muy alteradas debido a la erosión y la acción mecánica de los arados. e) Características microscópicas El sílex oolítico contiene en la muestra analizada multitud de esferas y bastante cantidad de carbonato cálcico. Las zonas intersticiales están recristalizadas en calcedonia, apareciendo también óxidos. Las esferas son los restos de fósiles “fantasma”, en este caso se trata de oolitos recristalizados en calcedonia (Fig. 14). 4.3.2.4. Los Canchos (Serrato, Málaga) a) Ubicación y descripción

Fig. 14. Lámina Delgada. Zona con presencia de oolitos recristalizados. Foto x100 con LP.

El afloramiento que hemos denominado como Los Canchos se ubica en la falda oriental del Cerro de los Tercios (Colorado, 1055 msnm), a los pies del paraje conocido como Piedra de Molino. Los materiales silíceos se distribuyen a lo largo de una franja de algo más de medio kilómetro de longitud y unos cien metros de ancho; apareciendo sílex tableado muy alterado por el laboreo agrícola. b) Coordenadas del punto de muestreo X 320587

Y 4082846

c) Geología del afloramiento Las silicificaciones se encajan en materiales pertenecientes al contacto entre el Cretácico inferior y el Cretácico

Fig. 15. Tabletas de sílex en el afloramiento de Los Canchos.

Fig. 16. Mapa geológico donde se inserta el afloramiento de Los Canchos (punto rojo). Fuente IGME.

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) Por su parte, las margas pizarrosas grises y verdosas del Cenomaniense tienen Planomalina buxtorfi, Rotalipora appenninica, Rotalipora cushumani y Praeglobotruncana stephani (Cruz-Sanjulián, 1990: 25).

Dentro de láminas analizadas también encontramos junto a los radiolarios manchas de óxidos de mayor tamaño en nódulos y también en los intersticiales, así como algunas venillas rellenas de calcedonia (Fig. 18).

d) Características macroscópicas del sílex muestreado

4.3.3. Los sílex tipo Turón

Las características de las muestras recogidas nos evidencia una gran presencia de radiolaritas de diferentes tonalidades, que van del negro-grisáceo al rojo (Fig. 19). Las radiolaritas y sílex del afloramiento están muy deshidratados, presentando un aspecto fracturado. Como ya hemos mencionado, todos estos materiales aparecen en grandes tabletas, las cuales están muy alteradas por l acción antrópica sobre el terreno (Fig. 15).

Son sílex de edad jurásica pertenecientes a la Unidad Frontal de Pereila que se insertan en mélanges pertenecientes a la Formación Numidoide, de edad Aquitano-Burdigaliense, del Complejo del Campo de Gibraltar (Lozano et al., 2010). Este tipo ha sido definido (Dominguez-Bella et al., 2001; Lozano et al., 2010) macroscópicamente por sus características tonalidades, que van del negro al gris, por su grano fino y textura homogénea (Fig. 20), así como por la presencia de trazas fósiles de Phycosiphon y Chondrites (Rodríguez-Tovar et al., 2011a; 2011b).

e) Características microscópicas Las radiolaritas de este afloramiento contienen en algunos casos romboedros de dolomita. En el caso de alguna muestra, los radiolarios están rellenos de calcedonia, y se documentan minerales opacos (Fig. 17).

A nivel microscópico, estos sílex cuentan con restos de microfósiles, como espículas de esponja y radiolarios entre otros, así como abundantes romboedros de dolomita. Aparece en forma de nódulos en afloramientos dispersos a lo largo del valle del río Turón, de ahí la definición del tipo, como los de La Galeota, Castillo del Turón, la Herriza del Carnero, Los Reconcos, Puerto de Los Martínez, Espíldora, El Chorrito y El Pilar (Lozano et al., 2010). Además fuera del valle encontramos Cerro Ardite en la zona de Río Grande (Fernández y Márquez, 1985). En nuestro caso hemos realizado análisis petrográfico de los tres primeros.

Fig. 17. Lámina Delgada. Detalle de romboedros de dolomita muy alterados y radiolarios rellenos de calcedonia. Foto x100 con LDP.

Fig. 18. Lámina Delgada. Detalle de nódulos de óxidos y radiolarios. Foto x40 con LP.

Fig. 19. Radiolarita. Foto con Lupa triplete (10X). MG 7801.

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Materias Primas Silíceas en los Valles del Guadalteba y Turón 4.3.3.1. La Galeota (Ardales, Málaga) a) Ubicación y descripción La Galeota se sitúa en la ladera del cerro homónimo, sobre la actual carretera que une Ardales con Campillos (A-357), a escasa distancia del casco urbano de Ardales. Se trata de un afloramiento donde los bloques de sílex se dispersan en abundancia por una superficie de más de mil metros cuadrados insertos en una matriz poco compacta (Lozano et al., 2010). En el sitio donde aflora el sílex se ha constatado un espacio de producción de productos líticos encuadrable en la Prehistoria Reciente (Cantalejo y Espejo, 1989-1990). Fig. 20. Conjunto de sílex del Turón.

b) Coordenadas del punto de muestreo X 335878

oscuro al negro, presenta buenas condiciones para la talla (Fig. 20). Aparece en nódulos de gran tamaño y poco alterados.

Y 4083514

c) Geología del afloramiento

e) Características microscópicas

El afloramiento es una de las mélanges pertenecientes a la Formación Numidoide, de edad Aquitano-Burdigaliense, del Complejo del Campo de Gibraltar en el Valle del Turón, las cuales contienen bloques de sílex de buena calidad. Estos conglomerados contienen rocas del Mesozoico y del Terciario originarias de la sucesión tipo Pereila, destaca la presencia de calizas grises con sílex del Jurásico (Lozano et al., 2010). La construcción de la carretera A-357 nos permite observar una estratigrafía donde se aprecia el nivel de cantos de microbrechas, donde se insertan los nódulos de sílex, entre una masa de arcillas marrones y otra de margas azuladas (Cano, 1990) (Fig. 21).

Como hemos indicado anteriormente, el sílex del Turón presenta al microscopio una gran cantidad de cristales de dolomita por toda la muestra (Fig. 22). En las láminas delgadas se aprecian manchas de carbonatos y abundancia de espículas y restos de fósiles rellenos de calcedonia (Fig. 23). En ocasiones aparecen clastos de cuarzo monocristalino, venillas de calcita esparítica recristalizada y algunos minerales opacos. 4.3.3.2. Castillo del Turón (Ardales, Málaga) a) Ubicación y descripción

d) Características macroscópicas del sílex muestreado El afloramiento se ubica en el paraje conocido como Loma del Castillo, al sudoeste del casco urbano de Ardales. Los materiales se distribuyen en forma de nódulos y tabletas fracturadas por la parte inferior de la ladera noroeste que baja de la fortaleza del Turón, a una cota de 510 msnm.

El sílex del afloramiento de La Galeota es el denominado tipo “Turón” (Dominguez-Bella et al., 2001; Lozano et al., 2010). Es un sílex de grano fino y textura homogénea, las tonalidades van desde el color beige, pasando del gris

Fig. 21. Mapa geológico donde se inserta el afloramiento de La Galetota (punto rojo). Fuente: IGME y Lozano et al., 2010.

43

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 22. Lámina Delgada. Detalle de romboedros de dolomita. Foto x100 con LP.

Fig. 23. Lámina Delgada. Detalle de espículas rellenas de calcedonia y de una vena de calcita. Foto x100 con LDP.

Fig. 24. Mapa geológico donde se inserta el afloramiento de Castillo del Turón (punto rojo). Fuente: IGME.

d) Características macroscópicas del sílex muestreado

Esta es una de las explotaciones silíceas que se localizan en el tramo medio del río Turón (Lozano et al., 2010:164).

Macroscópicamente son sílex de grano fino, con tonalidades que van desde beige grisáceos hasta el negro. La gama de colores presente en este afloramiento es la misma que en las demás explotaciones de sílex tipo “Turón” (Domínguez-Bella et al, 2001; Lozano et al., 2010). Su buena fractura concoidea le dotan de condiciones para los procesos de talla.

b) Coordenadas del punto de muestreo X 332461

Y 4082596

c) Geología del afloramiento

“A visu” se observa en las muestras la presencia de trazas de Phycosiphon (Fig. 25).

En términos geológicos, el afloramiento aparece como una intercalación de conglomerados dentro de arcillas y margas arcillosas terciarias pertenecientes a la formación Numidoide del Complejo del Campo de Gibraltar (Lozano et al., 2010). Anexo a estos materiales se encuentra una alineación de calizas jurásicas perteneciente al Complejo Maláguide (Cano, 1990) (Fig. 24).

e) Características microscópicas Al igual que en el caso de La Galeota, la muestra de Castillo del Turón contiene una fuerte presencia de dolomita. Tambien aparecen restos de microfósiles, como espículas

44

Materias Primas Silíceas en los Valles del Guadalteba y Turón

Fig. 26. Lámina Delgada. Detalle de espícula rellena de calcedonia y de romboedros de dolomita. Foto x100 con LP.

Fig. 25. Sílex tipo Turón con huellas de Phycosiphon. Foto con lupa triplete (10X). MG 7801.

rellenas en calcedonia, e inclusiones de óxidos de hierro y minerales opacos de morfología alargada (Fig. 26). También encontramos en ocasiones cristales de calcita, alguno de ellos de esparita, de pequeño tamaño y color pardo, así como granos de cuarzo detrítico y recristalizaciones en calcedonia (Fig. 27).

Fig. 27. Lámina Delgada. Filón de calcita, minerales opacos y romboedros de dolomita. Foto x40 con LDP.

4.3.3.3. Herriza del Carnero (Casarabonela, Málaga) a) Ubicación y descripción Se sitúa en una ondulación en las faldas de la Sierra de Alcaparaín, desde esta herriza se domina el río turón. Aparecen los nódulos dispersos por la zona. b) Coordenadas del punto de muestreo X 332235

Y 4078201

c) Geología del afloramiento El afloramiento aparece como una intercalación de conglomerados dentro de arcillas y margas arcillosas terciarias pertenecientes a la formación Numidoide del Complejo del Campo de Gibraltar (Lozano et al., 2010). (Fig. 24).

Fig. 28. Lámina Delgada. Detalle de romboedros de dolomita. Foto x100 con LP.

45

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) d) Características macroscópicas del sílex muestreado

del Desfiladero de los Gaitanes. Sobre este afloramiento se ubica un espacio de producción de elementos de sílex de época prehistórica.

Son sílex de grano fino, con tonalidades que van desde beige grisáceos hasta el negro.

b) Coordenadas del punto de muestreo e) Características microscópicas

X 339656

Al igual que las anteriores, contiene gran cantidad de romboedros de dolomita, algún parche de calcita, e inclusiones de opacos (Fig. 28).

Y 4086067

c) Geología del afloramiento

4.3.4. Silicificaciones del Maláguide Se insertan en un paquete de dolomías y calizas jurásicas datadas en el Dogger, pertenecientes al Complejo Maláguide (Cano, 1990:15). El afloramiento de El Azulejo se sitúa sobre el arroyo del Granado, al este del término municipal de Ardales, mientras que al oeste de la sierra del Valle en la zona del Veredón, el sílex aparece dentro de las calizas en forma de bloques.

Estos afloramientos pertenecen al Complejo Maláguide de las Béticas, concretamente a materiales de época Jurásica. Las silificaciones se insertan en un paquete de dolomías y calizas datadas en el Dogger de unos 30 metros de espesor, situadas bajo los niveles cretácicos (Fig. 29). Se correlacionan con los niveles calcáreos de la zona del Veredón. Es un afloramiento que está tectonizado en su conjunto, lo que hace imprecisa su relación con el resto de la serie (Cano, 1990:15).

4.3.4.1. El Azulejo (Ardales, Málaga)

d) Características macroscópicas del sílex muestreado

a) Ubicación y descripción

“A visu”, los materiales silíceos que aparecen no presentan una gran variedad, siendo en su mayoría sílex masivos de tonalidades que van de los pardos claros con inclusiones minerales a grisáceos, también aparecen sílex bandeados blancos y grises, y ocasionalmente aparecen otros en tonos rojizos o rosáceos.

El afloramiento se ubica al noreste del casco urbano de Ardales, concretamente en las inmediaciones del Puerto del Azulejo. Los materiales aparecen en dos segmentos, en un crestón calcáreo que discurre sudeste-noreste, donde se encuentra el pico del Azulejo (684 m.s.n.m.); y otro punto de afloramiento de menor tamaño ubicado al noreste del primero. Hemos tomado las muestras de cantos y tabletas situados en posición secundaria, concretamente en el derrubio de ladera, por lo que aparecen rodados y alterados.

Como elemento de identificación presenta oxidaciones arborescentes que podemos apreciar macroscópicamente (Fig. 30). Lo que permite definirlo como un tipo concreto, ya que sus características petrológicas sirven como marcadores litológicos.

Estos mismos materiales aparecen en las calizas que conforman las Lomas del Duende.

e) Características microscópicas

El arroyo Granado atraviesa uno de los segmentos de esta unidad geológica con sílex, aportando probablemente material al cauce del río Guadalhorce, tras salir este último

Los sílex masivos de este afloramiento tienen escasa presencia de inclusiones en calcita. Es un sílex bastante homogéneo con una gran cantidad de romboedros de

Fig. 29. Mapa geológico donde se inserta el afloramiento de El Azulejo (punto rojo). Fuente: IGME.

46

Materias Primas Silíceas en los Valles del Guadalteba y Turón

Fig. 31. Lámina Delgada. Detalle de romboedros de dolomita e inclusiones de minerales opacos. Foto x100 con LP.

Fig. 30. Detalle de las oxidaciones. Foto con lupa triplete (10X). MG 7801.

dolomita, y donde también se aprecian algunos minerales opacos (Fig. 31). Estas características microscópicas son similares a los afloramientos del Turón. Al microscopio se constatan las oxidaciones arborescentes que observamos de visu (Fig. 32).

Fig. 32. Lámina Delgada. Detalle de oxidación arborescente. Foto x100 con LDP.

En algunas de las muestras se aprecian unas manchas alargadas, una de ellas de 0,5 mm, rellenas de calcedonia (Fig. 33). Por su parte, el sílex oolítico documentado en El Azulejo cuenta con bandas de tonalidades más oscuras. En algunas muestras toda la superficie está llena de inclusiones, localizándose granos recristalizados en cuarzo monocristalino con extinción ondulante. También aparecen fósiles rellenos en calcita y orientados según la laminación (Fig. 34). Encontramos ejemplares de sílex con una cantidad importante de radiolarios que se muestran como nódulos de pequeño tamaño rellenos de cristales de cuarzo (Fig. 35). Fig. 33. Lámina Delgada. Detalle de mancha alargada rellena de calcedonia. Foto x100 con LDP.

4.3.4.2. Sierra del Valle (Valle de Abdalajís, Málaga) a) Ubicación y descripción

del mismo nombre. El muestreo se realizó recogiendo materiales en posición semiprimaria procedentes de los derrubios de ladera y que aparecen en forma de tabletas muy craqueladas.

La zona de recogida de material se localiza al sureste de la sierra del Valle de Abdalajís, a pocos kilómetros del pueblo 47

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 34. Lámina Delgada. Banda más oscura con inclusiones de fósiles y zonas más claras con presencia de oolitos. Foto x40 con LP.

Fig. 35. Lámina Delgada. Detalle de los fantasmas de radiolarios rellenos de cuarzo. Foto x100 con LDP.

Fig. 36. Mapa geológico donde se inserta el afloramiento de la Sierra del Valle (punto rojo). Fuente: IGME.

secciones estratigráficas del Jurásico y que se sitúan al oeste de la sierra en la zona del Veredón, donde el sílex aparece dentro de las calizas en bloques y con un aspecto craquelado muy similar a las recogidas en el muestreo.

b) Coordenadas del punto de muestreo X 345541

Y 4086864

d) Características macroscópicas del sílex muestreado c) Geología del afloramiento Una primera caracterización realizada con la lupa mostraba sílex masivos en tonalidades negras o grises oscuros y radiolaritas rojas.

Los materiales geológicos de la zona de muestreo se encuadran dentro del Complejo Maláguide de la formación de las Millanas-Viñuelas, intercalándose con las formas tectosedimentarias del Complejo del Águila (Fig. 36). Dentro de la formación Millanas- Viñuelas nos encontramos con silexitas de color blanco en bancos de 10 a 15 m de espesor, dentro de los que aparecen niveles centimétricos de sílex en tonalidades oscurass y verdosas. Aparecen igualmente pequeños afloramientos que representan breves

e) Características microscópicas Al microscopio diferenciamos unos sílex con radiolarios y microinclusiones negras de opacos. En las muestras aparecen fisuras rellenas de calcita esparítica, espículas en forma de V (Fig. 37), y óxidos de hierro (Fig. 38).

48

Materias Primas Silíceas en los Valles del Guadalteba y Turón

Fig. 38. Lámina delgada. Radiolarios, fracturas rellenas de calcita y óxidos de hierro. Foto x100 con LP.

Fig. 37. Lámina delgada. Aspecto general con microinclusiones, fisura llena de calcita esparítica y espículas en forma de “V”. Foto x100 con LDP.

49

Capítulo 5 Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón mientras que en el segundo son actividades esporádicas y centradas en el área de Teba.

5.1. La conformación de la muestra analizada A la hora de desarrollar nuestro trabajo, nos planteamos la necesidad de focalizar nuestro estudio en aquellos yacimientos que contaban con algún tipo de investigación previa. Así pues, tras realizar el preceptivo vaciado bibliográfico, nos dimos cuenta de las limitaciones existentes en el conocimiento actual sobre las sociedades de la Prehistoria Reciente en nuestra zona de estudio. En primer lugar, son escasos los yacimientos que cuentan con excavaciones arqueológicas y dataciones que definan cronológicamente los diferentes enclaves (Aguayo, Castaño y Delgado, 1999; Baldomero y Berdugo, 2010; Fernández et al., 1995-1996; Ferrer y Marqués, 1978; Medianero, 2010; Ramos et al., 1987; Ramos et al., 1995c; Ramos et al., 2014; Weniger y Ramos, 2014) así mismo, una parte importante de los sitios adscritos al ámbito cronológico de nuestro estudio no disponen de un estudio pormenorizado, circunscribiéndose en su mayoría a prospecciones superficiales vinculadas al desarrollo urbanístico.

La situación para desarrollar el estudio de materiales tampoco ha sido fácil, ya que las colecciones de materiales en algunos casos no estaban disponibles por cuestiones administrativas, como es el desmantelamiento del depósito arqueológico del Consorcio Guadalteba. Esto nos llevó a centrarnos en estudiar materiales a los cuales pudiéramos tener un fácil acceso, ya que no hemos dispuesto de ningún tipo de financiación para llevar a cabo la investigación. Ante esta situación, decidimos presentar a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía un permiso de prospección arqueológica superficial con recogida de materiales, definida en el Título I, Artículo 2b del DECRETO 168/2003, de 17 de junio, por el que se aprueba el Reglamento de Actividades Arqueológicas como, “la exploración superficial y sistemática realizada con metodología científica, tanto terrestre como subacuática, dirigida al estudio, investigación o detección de vestigios arqueológicos o paleontológicos.” Dicha actividad, enmarcada dentro del Proyecto General de Investigación: Las sociedades prehistóricas (del Paleolítico medio al Neolítico final) en la Cueva de Ardales y Sima de las

Pudimos comprobar que existe un desequilibrio entre la producción investigadora llevada a cabo en el valle del Turón y el Guadalteba; en el primero existe un trabajo científico continuado desde los años ochenta del siglo XX,

Tabla de síntesis de los yacimientos estudiados

NOMBRE

LOCALIZACIÓN

CRONOLOGÍA RELATIVA

Abrigo de Gaitanejo

Ardales

Neolítico

Abrigo de la Cara Sur

Ardales

Neolítico

Solana

Ardales

Neolítico

Abrigo de Parque Ardales

Ardales

Neolítico

Ermita de Villaverde

Ardales

Neolítico

Depósito de Aguas de Parque Ardales

Ardales

Neolítico

Parque Ardales I

Ardales

Cobre/Bronce

El Mirador

Ardales

Cobre

Puerto de las Atalayas

Ardales

Neolítico 51

TIPO

INVESTIGACIÓN

Prospección/Recogida superficial Prospección/Recogida Hábitat en abrigo superficial Prospección/Recogida Hábitat al aire libre superficial Prospección/Recogida Hábitat en abrigo superficial Prospección/Recogida Hábitat al aire libre superficial Prospección/Recogida Hábitat al aire libre superficial Hábitat al aire libre/ Prospección/Recogida necrópolis superficial Prospección/Recogida Hábitat en altura superficial Prospección/Recogida Hábitat al aire libre superficial Hábitat en abrigo

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) Tabla de síntesis de los yacimientos estudiados cont.

NOMBRE

LOCALIZACIÓN

CRONOLOGÍA RELATIVA

TIPO

INVESTIGACIÓN

Cueva de Ardales

Ardales

Neolítico/Cobre

Hábitat/Necrópolis en cueva

Excavación

Vivero

Ardales

Cobre

Hábitat al aire libre

El Azulejo

Ardales

Cobre

Explotación silícea

La Galeota

Ardales

Cobre

Explotación silícea

Castillo del Turón

Ardales

Cobre

Explotación silícea

Olivar de Currito

Ardales

Cobre

Hábitat al aire libre

Cortijo de San Miguel

Ardales

Neolítico/Cobre

Hábitat al aire libre

Los Caserones

Ardales

Bronce

Necrópolis de cistas

Bolinares

Campillos

Neolítico

Hábitat al aire libre

Las Aguilillas

Campillos

Cobre/Bronce

Necrópolis Cuevas artificiales

Excavación

Cueva de las Palomas

Teba

Neolítico/Bronce

Hábitat en cueva

Excavación

Llano Espada

Teba

Neolítico

Hábitat al aire libre

La Higuera

Teba

Neolítico

Hábitat al aire libre

Abrigo del Cortijo del Tajo

Teba

Neolítico

Hábitat en abrigo

La Lentejuela

Teba

Neolítico/Cobre

Hábitat al aire libre

La Cuevecilla

Teba

Neolítico/Cobre

Hábitat al aire libre

Pilar Sáez

Teba

Neolítico/Cobre

Hábitat al aire libre

Cortijo de las Higueras

Cañete la Real

Neolítico/Cobre

Hábitat al aire libre

Cementerio de Cañete

Cañete la Real

Cobre/Bronce

Hábitat en altura

Excavación

Serrato II

Cañete la Real

Neolítico

Hábitat al aire libre

Prospección/Recogida superficial

Abrigos de la Lozanilla

Cuevas del Becerro

Neolítico/Bronce

Hábitat en abrigo

Excavación

Los Canchos

Cuevas del Becerro

Neolítico

Hábitat al aire libre

Pilón del Zorro

Cuevas del Becerro

Bronce

Hábitat en altura

Abrigos del Caño

Cuevas del Becerro

Neolítico

Hábitat en abrigo/ aire libre

Silos de la Barranca

Cuevas del Becerro

Neolítico

Hábitat al aire libre

Tierras de Antonio López Cuevas del Becerro

Neolítico

Hábitat al aire libre

52

Prospección/Recogida superficial Prospección/Recogida superficial Prospección/Recogida superficial Prospección/Recogida superficial Prospección/Recogida superficial Excavación Prospección/Recogida superficial Prospección/Recogida superficial

Prospección/Recogida superficial Prospección/Recogida superficial Prospección/Recogida superficial Prospección/Recogida superficial Prospección/Recogida superficial Prospección/Recogida superficial Prospección/Recogida superficial

Prospección/Recogida superficial Prospección/Recogida superficial Prospección/Recogida superficial Prospección/Recogida superficial Prospección/Recogida superficial

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón • Productos arqueológicos: se analizan los hallazgos materiales del yacimiento de manera somera, profundizando en el análisis de los productos líticos y materias primas.

Palomas de Teba (Málaga). Estudio geoarqueológico, cronológico y medioambiental, se llevó a cabo entre septiembre de 2015 y mayo de 2016. Los materiales recogidos en la prospección, junto con los que hemos podido estudiar pertenecientes al depósito arqueológico de Ardales y colecciones particulares, vienen a completar el vacío documental existente en algunas zonas del territorio donde se enmarca nuestro trabajo.

Valoración histórico-arqueológica: histórica general del enclave.

interpretación

Yacimientos arqueológicos. Ardales.

Finalmente, hemos conformado una muestra de productos líticos de 33 yacimientos, a los que tenemos que unir dos yacimientos más, de los que hemos realizado el estudio de la industria lítica a través de la bibliografía.

1. Abrigo de Gaitanejo; 2. Abrigo de la Cara Sur; 3. Solana; 4. Abrigo de Parque Ardales; 5. Ermita de Villaverde; 6. Depósito de Aguas de Parque Ardales; 7. Parque Ardales I; 8. El Mirador; 9. Puerto de las Atalayas; 10. Cueva de Ardales; 11. Vivero; 12. El Azulejo; 13. La Galeota; 14. Castillo del Turón; 15. Olivar de Currito; 16. Cortijo de San Miguel; 17. Los Caserones.

5.2. Registro arqueológico de las sociedades de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón

Campillos.

• En este apartado vamos a presentar las fichas de los 35 yacimientos arqueológicos analizados, para ello hemos tomado como referente el modelo creado para la Carta Arqueológica del Norte de Marruecos desarrollado por un equipo de investigación de la Universidad de Cádiz e instituciones marroquíes (Raissouni et al., 2015) y el poblamiento prehistórico de la Banda Atlántica gaditana (Ramos, 2008). En cada ficha sintetizamos unos datos básicos, que son los que a continuación describimos: • Denominación: aparece recogido el nombre con el que denominamos el yacimiento. • Introducción: es una breve historia del enclave, con los trabajos previos que se hayan realizado, otras denominaciones, etc. • Localización y geología: este apartado recoge la situación geográfica, el contexto ambiental y geológico. • Recursos potenciales: se describen los recursos naturales que se disponen en el entorno del yacimiento. • Cronología relativa: atribución cronológica de carácter normativo.

18. Bolinares; 19. Las Aguilillas. Teba. 20. Cueva de las Palomas; 21. Llano Espada; 22. La Higuera; 23. Abrigo del Cortijo del Tajo; 24. La Lentejuela; 25. La Cuevecilla; 26. Pilar Sáez. Cañete la Real. 27. Cortijo de las Higueras; 28. Cementerio de Cañete; 29. Serrato II. Cuevas del Becerro. 30. Abrigos de la Lozanilla; 31. Los Canchos; 32. Pilón del Zorro; 33. Abrigos del Caño; 34. Silos de la Barranca; 35. Tierras de Antonio López.

53

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 39. Localización de los yacimientos analizados en los valles del Guadalteba y Turón.

54

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón 5.2.1 Yacimientos del valle del Turón

En términos geológicos, este abrigo es fruto de la erosión de las calizas jurásica que conforma el Desfiladero. En este enclave el río Guadalhorce se abre paso entre los estratos calizos del jurásico, formando mediante la disolución kárstica, a lo largo de miles de años, un cañón natural de casi 5 km de longitud (Durán, 1996; Romero et al., 2004).

5.2.1.1. Abrigo de Gaitanejo (Ardales) a) Introducción Este yacimiento fue localizado en 1981 durante los trabajos de catalogación sistemática de cavidades que llevó a cabo el Grupo de Exploraciones Subterráneas de la Sociedad Excursionista de Málaga (Ramos et al., 1992). Siendo estudiados sus materiales arqueológicos con motivo de las prospecciones realizadas en el término municipal de Ardales a finales de los años 80 del siglo XX (Espejo, Cantalejo, 1988; Espejo, Cantalejo, 1989; Espejo, Cantalejo, 1991; Espejo et al., 1989; Ramos et al., 1987). Posteriormente, en 1992 se publica un nuevo estudio sobre el abrigo en el marco de un trabajo sobre la cueva de Ardales y el neolítico del entorno (Ramos et al., 1992b).

c) Cronología relativa Neolítico Reciente, segunda mitad del Vº milenio a.n.e. d) Productos arqueológicos Los productos arqueológicos fueron documentados en superficie, se trata de un conjunto no muy numeroso compuesto por un lote de industria lítica, algunos fragmentos cerámicas sin decorar y decoradas con incisiones, así como una sección de pulsera fabricada en piedra caliza (Ramos et al., 1992b). En nuestro caso, de este yacimiento hemos estudiado un total de 18 piezas líticas talladas (Fig. 58).

b) Localización y geología X 341243

Y 4088736

Si nos a tenemos a que se trata de un conjunto lítico proveniente de una recogida material superficial, podemos decir a nivel tecnológico:

El yacimiento arqueológico se encuentra en el interior de un abrigo que se abre en la pared suroeste del primer cañón del Desfiladero de los Gaitanes, junto a la presa del Gaitanejo (Fig. 40). La cavidad se encuentra a unos 25 metros del cauce actual del río Guadalhorce, y tiene unas dimensiones de 4,30 m. de profundidad por unos 5 m. de anchura máxima, y una altura media de 3 m.; el sedimento arqueológico está muy alterado debido al expolio sufrido durante el tiempo que no estuvo protegido (Ramos et al., 1992b).

• Conjunto caracterizado por la ausencia de BN1G, un porcentaje mayoritario de BP-I (66,7%), y una buena representación de retocados (33,3%) (Tabla 1). • Restos de talla de clara adscripción neolítica como las hojas estrechas y las hojitas. • Evidencias de productos derivados de talla a presión, BP-H.

Fig. 40. Localización del Abrigo de Gaitanejo.

55

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) Tabla 1. Estudio de síntesis del Abrigo de Gaitanejo

TIPO BP BN2G TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 3 25 1 16,7 4 22,2

MATERIA PRIMA SÍLEX TURÓN SÍLEX OOLÍTICO N % N % 2 16,7 3 25 2 33,3 1 16,7 4 22,2 4 22,2

• Las BP presentan evidencias de termoalteración y retoques de uso. • En los productos retocados predominan aquellos configurados a partir de retoque abrupto, con ejemplares de láminas de dorso y truncadura propios del Neolítico.

RADIO LARITA N % 4 33,3 2 33,3 6 33,4

TOTAL N 12 6 18

% 66,7 33,3 100

5.2.1.2. Abrigo de la Cara Sur (Ardales) a) Introducción El yacimiento fue localizado entre 1987 y 1988 en el marco de unas prospecciones desarrolladas en el término municipal de Ardales sobre el poblamiento prehistórico (Ramos et al., 1987; Espejo et al., 1989). Es uno de los siete yacimientos neolíticos que se ubican en la zona del Almorchón, denominándose en ocasiones con el nombre genérico de Tajos del Almorchón (Catálogo municipal de yacimientos arqueológicos de Ardales).

La materia prima más empleada en la fabricación de productos es la radiolarita, con 6 ejemplares (33,4%). Los demás tipos representados, cada uno de ellos con 4 ejemplares, son el sílex masivo, el sílex oolítico y el sílex Turón. El predominio de las radiolaritas es tanto en la producción de las BP como de las BN2G.

b) Localización y geología

Planteamos, en función de las características de las materias primas, que llevaron a cabo una estrategia de aprovisionamiento en torno a los cursos fluviales cercanos, en concreto el Guadalhorce a los pies del abrigo, así como de otros puntos geológicos con sílex de territorio del valle del Turón.

X 340264

Y 4087331

Este enclave se sitúa al E del término municipal, a unos siete kilómetros del casco urbano de Ardales (Fig. 41). Ubicado en la ladera sur del Almorchón, con una cota de 450 m.s.n.m., sobre uno de los “andenes” o terrazas, en la que se ha formado por la erosión de las areniscas un abrigo natural o taffoni (Romero et al., 2004).

Del sílex masivo de tonalidad gris empleado en este yacimiento desconocemos su afloramiento, pero en los conglomerados miocénicos de la zona de los embalses aparecen insertos nódulos de sílex de características similares. Aunque tampoco es descartable una procedencia extralocal.

En términos geológicos, la zona se inserta dentro de la serie de cerros de calcarenitas y conglomerados del Mioceno del sector de El Chorro (Cano, 1990: 32). El paisaje se caracteriza por el predominio del matorral, aunque aparecen coníferas de repoblación, y por la escasez y la pobreza de los suelos (Romero et al., 2004).

e) Valoración histórico-arqueológica En definitiva, se trata de un conjunto homogéneo perteneciente al Neolítico Reciente (segunda mitad del Vº milenio a.n.e.), asociado a la ocupación de un abrigo rocoso vinculado con la pesca y el aprovechamiento cinegético de la zona.

c) Cronología relativa Neolítico Reciente, segunda mitad del Vº milenio a.n.e.

Este yacimiento se presenta como el único testimonio de la comarca que conserva restos materiales de las poblaciones neolíticas vinculadas a la pesca, en este caso un punzón elaborado en espina de pescado (Cantalejo, Espejo, Ramos, 2006). Podría tratarse de uno más de los pequeños emplazamientos estacionales vinculados con la aldea agropecuaria del Puerto de las Atalayas (Cantalejo, Espejo, Ramos, 2006; Ramos et al., 1995).

d) Productos arqueológicos El registro material de este yacimiento es muy exiguo, contando con varios fragmentos de cerámica y un total de 5 piezas líticas talladas, así como varios fragmentos de pulimentos. La cerámica es de pastas anaranjadas de buena calidad, las cuales presentan elementos de aprehensión como asas de cinta o de lengüeta, además de decoración a

56

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón

Fig. 41. Localización del Abrigo de la Cara Sur.

base de puntillados, cordones aplicados e incisiones (Fig. 59).

(en conjunto son el 40%) (Tabla 2). Existe un porcentaje superior de sílex masivo en la producción de las BP analizadas, mientras que para la elaboración de productos retocados se emplea en igual número el sílex masivo y la radiolarita.

Puesto que se trata de un conjunto lítico de escasa entidad proveniente de una recogida material superficial, poco podemos decir a nivel tecnológico:

Parece que se evidencia una estrategia de aprovisionamiento en afloramientos cercanos, como el Azulejo, apareciendo en el conjunto tres productos en el tipo de roca que se documenta en dicho enclave geológico.

• Los restos de talla se caracterizan por la presencia de ejemplares de BP-SD y BP-I, siendo estas últimas las más representadas. • Evidencias de talla en el sitio, como atestigua la BPSD. • Aparecen elementos pertenecientes a una tradición previa dentro de los productos retocados o BN2G, como son los denticulados. • Productos relacionados con procesos domésticos vinculados al aprovechamiento ganadero y forestal del Almorchón.

e) Valoración histórico-arqueológica En definitiva, se trata de un conjunto perteneciente al Neolítico Reciente, asociado a la ocupación de abrigos rocosos y zonas anejas al aire libre, en el cual se evidencian procesos de trabajo relacionados con el ámbito doméstico y el aprovechamiento ganadero, forestal y cinegético.

En cuanto a las consideraciones sobre las materias primas, decir que las más empleadas en la fabricación de productos son el sílex masivo, con 3 ejemplares (60%), le siguen el sílex bandeado y la radiolarita, con 1 ejemplar cada tipo

Se trataría por tanto de otro de los asentamientos de la zona del Almorchón vinculados a la aldea del Puerto de las Atalayas.

Tabla 2. Estudio de síntesis del Abrigo de la Cara Sur

TIPO BP BN2G TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 2 66,67 1 50 3 60

MATERIA PRIMA SÍLEX BANDEADO N % 1 33,33 0 0 1 20 57

RADIO LARITA N 0 1 1

% 0 50 20

TO TAL N 3 2 5

% 60 40 100

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) términos geológicos, la zona se inserta dentro de la serie de cerros de calcarenitas y conglomerados del Mioceno del sector de El Chorro (Cano, 1990: 32). Se asienta en una de las llanadas formadas por la degradación de la roca como consecuencia de la acción erosiva de los factores climáticos (Romero et al., 2004), concretamente en una que está sobre un gran cortado, y en la que se acumula un suelo de mayor potencia que en las plataformas aledañas.

Planteamos en función de los productos estudiados una captación de recursos líticos dentro de un entorno inmediato, considerando el afloramiento del Azulejo como el origen de parte de las rocas empleadas en la elaboración de productos. El aprovisionamiento también podría haberse realizado en el cercano arroyo del Granado, que discurre a escasos 800 metros del yacimiento, y que curso arriba pasa cerca de la unidad geológica del Azulejo.

La primitiva vegetación natural de esta zona, muy alterada por la repoblación de coníferas, se caracteriza por el predominio del matorral, así mismo, está marcada por la escasez y pobreza de los suelos, como por la ocupación histórica de la zona como ámbito de pastoreo y aprovechamiento forestal (Romero et al., 2004).

5.2.1.3. Solana o Camino del Pico de la Cueva (Ardales) a) Introducción El yacimiento fue documentado por primera vez en las prospecciones desarrolladas en el término municipal de Ardales a finales de los años 80 (Ramos et al., 1987; Espejo et al., 1989). Forma parte de la serie de pequeños enclaves prehistóricos de la zona del Almorchón. Puede aparecer denominado también como Andenes o Camino del Pico de la Cueva (Cantalejo, Espejo y Ramos, 2006).

c) Cronología relativa Neolítico Inicial, primera mitad del Vº milenio a.n.e. d) Productos arqueológicos Los productos arqueológicos fueron documentados en superficie en las prospecciones realizadas a finales de los años 80 (Ramos et al., 1987; Espejo et al., 1989).

b) Localización y geología X 340031

Y 4087634

El conjunto se compone de un alto porcentaje de cerámicas decoradas (incisas, aplicación de relieves, perforaciones, etc.), industria lítica, así como de algunos fragmentos de pulimentados y un molino en arenisca (Cantalejo, Espejo, Ramos, 2006) (Fig. 60).

Este enclave se sitúa al E del término municipal, a unos siete kilómetros del casco urbano de Ardales (Fig. 42). Ubicado en la ladera del gran cerro de roca arenisca del Almorchón, con una cota de 480 m.s.n.m., a mitad de camino del ascenso desde el Puerto de la Atalaya hasta la cumbre. En

De este yacimiento hemos estudiado un total de 137 piezas líticas talladas de las que podemos decir a nivel tecnológico:

Fig. 42. Localización de la Solana o Camino del Pico de la Cueva.

58

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón • Existe un conjunto de BN1G representativo en el yacimiento, caracterizado por una buena cantidad en conjunto de BN1G-P y BN1G-PH, y un número significativo de BN1G-POL, vinculadas estas últimas al agotamiento de las anteriores. • De las BN1G-PH se extraen hojas estrechas y hojitas mediante la talla a presión, derivadas del desbaste de estos núcleos son las BP-C. • Los restos de talla caracterizados por una presencia mayoritaria de BP-I están en consonancia con las BN1G documentadas. • Existen evidencias de talla en el sitio, como atestiguan las BP-D y BP-SD. • Las evidencias de termoalteración en BP- láminas de cresta y BP-H, ponen de manifiesto el calentamiento previo a la talla de las BN1G para facilitar la extracción de láminas y laminitas. • Aparecen elementos pertenecientes a una tradición previa dentro de los productos retocados o BN2G. Predominando dentro de este grupo muescas y denticulados. • Los productos retocados parecen estar vinculados a procesos de producción agrícola y doméstico (aspecto a constatar mediante estudios de funcionalidad). • Importante presencia de ORT en la muestra, que corrobora procesos de talla en el yacimiento.

e) Valoración histórico-arqueológica Del análisis arqueológico podemos evidenciar la relación de este yacimiento con las primeras comunidades neolíticas que se asientan en este territorio a partir del Vº milenio a.n.e. En este sentido, este enclave se puede relacionar con la fase IV de la Cueva del Toro (Martín, Cámalich y González, eds., 2004). Sin embargo, podemos aseverar que, aún tratándose de una ocupación temporal de estos espacios agrestes, el sitio fue un lugar recurrente como posible descansadero de ganado o base para el desarrollo de actividades cinegéticas y forestales dado el volumen de materiales documentado. 5.2.1.4. Abrigo del Parque Ardales (Ardales) a) Introducción Este yacimiento está en las inmediaciones de la zona recreativa y camping de Parque Ardales, siendo documentado a finales de los años ochenta (Ramos et al., 1987; Espejo et al., 1989). Los materiales aparecen a lo largo de los más de veinte metros de longitud que tiene el abrigo. Aunque en la mayor parte del mismo aflora la roca geológica, en algunos sectores presenta potencia arqueológica.

En cuanto a las consideraciones sobre las materias primas, decir que la más empleada en la fabricación de productos es el sílex masivo, con un total de 55 ejemplares (40,1%). Por su parte, el sílex oolítico, con 29 (21,2%) y las radiolaritas, con 28 (20,4%) son los otros tipos más representados. En sílex Turón contamos con un porcentaje significativo, el 15,3%, de productos (Tabla 3). Así mismo, podemos indicar un empleo de mayoritario de sílex masivo para las BN1G y BP. Mientras que en la elaboración de productos retocados BN2G destacan junto a los sílex masivos las radiolaritas, aunque aparece un número importante de productos de sílex Turón.

b) Localización y geología X 339655

Y 4087929

Se encuentra ubicado al NE del término municipal de Ardales, a unos 7 km del casco urbano, junto a la carretera MA444, y en las proximidades del embalse del Conde de Guadalhorce (Fig. 43). El yacimiento está situado en la zona baja de la cara oeste del cerro del Almorchón, a una altura de unos 40 metros sobre el antiguo cauce del río Turón.

Parece que las estrategias de aprovisionamiento se basaban en la captación en afloramientos cercanos, como pueden ser Azulejo y Lomas del Duende, y entornos inmediatos como los cursos fluviales del Turón y Guadalhorce.

Geológicamente hablando, forma parte de los cerros de calcarenitas y conglomerados del Mioceno del sector de El Chorro (Cano, 1990: 32), su altitud es de unos 380 metros

Tabla 3. Estudio de síntesis de la Solana

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 6 40 28 43,8 9 37,5 12 35,3 55 40,1

SÍLEX TURÓN N 2 6 5 8 21

% 13,3 9,3 20,8 23,5 15,3

MATERIA PRIMA SÍLEX OOLÍTICO N % 1 6,7 21 32,8 2 8,4 5 14,7 29 21,2 59

SÍLEX POROSO N 3 0 0 1 4

% 20 0 0 3 3

RADIO LARITA N 3 9 8 8 28

% 20 14,1 33,3 23,5 20,4

TO TAL N 15 64 24 34 137

% 11 46,7 17,5 24,8 100

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 43. Localización de Abrigo del Parque Ardales.

En el caso del Abrigo de Parque Ardales, las materias primas más empleadas en la fabricación de productos son el sílex masivo, con un total de 2 (55%) y la radiolarita, con 10 (25%); le siguen el sílex oolítico y la arenisca terciaria, con 4 ejemplares cada uno (20% en conjunto) (Tabla 4).

s.n.m. En la actualidad el emplazamiento se encuentra muy alterado por una repoblación de coníferas durante los años 70 del siglo XX. c) Cronología relativa

Mientras que para se emplea el sílex masivo y radiolaritas para las BN1G, existe un predominio de sílex masivo en la producción de las BP analizadas. Al igual que en las BN1G, los productos retocados están elaborados en sílex masivo y radiolarita.

Neolítico Reciente, segunda mitad del Vº milenio a.n.e. d) Productos arqueológicos Los productos arqueológicos fueron documentados en superficie, se trata de un conjunto no muy numeroso compuesto de cerámicas sin decorar y decoradas (incisas, impresiones, etc), y una industria lítica en sílex que cuenta con núcleos, láminas, laminillas (Cantalejo, Espejo, Ramos, 2006) (Fig. 61). En nuestro caso, de este yacimiento hemos estudiado un total de 40 piezas líticas talladas de las que podemos destacar que:

Tenemos que reseñar la presencia de arenisca del Aljibe en las rocas documentadas en el yacimiento, ya que esta materia prima es más común en las fases antiguas de la prehistoria. Estas areniscas las obtendrían de unidades geológicas insertas en el complejo tipo flysh de Campo de Gibraltar que se encuentran en el territorio inmediato.

• Se caracterizan por un exiguo número BN1G. • Los restos de talla caracterizados por una presencia mayoritaria de BP-I. • Evidencias de un escaso proceso de trabajo de talla en el sitio, como atestiguan el reducido número de BN1G, BP-SD y ORT. • Cadena operativa orientada a la obtención de BP-H, como ponen de manifiesto la BP-C y la ORT-Plaqueta de avivamiento. • Las BP presentan evidencias de termoalteración y retoques de uso. • Aparecen elementos pertenecientes a una tradición previa dentro de los productos retocados o BN2G, como son el grupo de muescas y denticulados.

Como en otros yacimientos de la zona, caso de Bolinares, en los conglomerados del ámbito geológico donde se inserta el abrigo aparecen nódulos de sílex susceptibles de ser aprovechados. Hay que decir que las materias primas difieren de las documentadas en los yacimientos de la otra cara del cerro del Almorchón, siendo similares a las que encontramos en el asentamiento de Bolinares. e) Valoración histórico-arqueológica Analizando todos estos aspectos podemos decir que este yacimiento está más relacionado con actividades de producción ganadera y de aprovechamiento forestal que 60

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón Tabla 4. Estudio de síntesis del Abrigo de Parque Ardales

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 1 50 18 54,5 1 50 2 66,7 22 55

MATERIA PRIMA SÍLEX OOLÍTICO ARENISCA SILIFICADA N % N % 0 0 0 0 3 9,2 4 12,1 0 0 0 0 0 0 1 33,3 4 10 4 10

RADIO LARITA N 1 8 1 0 10

% 50 24,2 50 0 25

TOTAL N 2 33 2 3 40

% 5 82,5 5 7,5 100

relieves, perforaciones, etc.), industria lítica en sílex y algún pulimento (Cantalejo, Espejo, Ramos, 2006) (Fig. 62).

con actividades agrarias, si bien puede tratarse de un pequeño emplazamiento estacional vinculado con la aldea agropecuaria del Puerto de las Atalayas.

Los productos líticos tallados analizados han sido 10, escaso conjunto del que podemos destacar como ideas:

Por tanto, forma parte de la red de pequeños asentamientos de las sociedades tribales comunitarias de la segunda mitad del Vº milenio a.n.e. en la zona de El Chorro (Cantalejo, Espejo, Ramos, 2006; Ramos et al., 1995).

• Las BN1G tienen un porcentaje similar al de conjuntos más numerosos en relación al total de productos del yacimiento. • El ejemplar de BN1G-POL se relaciona con el agotamiento de BN1G-P y BN1G-PH. • Los restos de talla se caracterizan por un predominio de las BP-I. • Evidencias de talla a presión en el sitio, como atestiguan las BP-C y BP-H. • Los pseudoretoques en las BP pueden estar relacionados con procesos de trabajo de carácter doméstico o agrícola. • Escasa presencia de productos retocados, BN2G, documentándose un tipo frecuente en los yacimientos de la zona, como son los denticulados.

5.2.1.5. Ermita de Villaverde (Ardales) a) Introducción El lugar es conocido desde antiguo como emplazamiento arqueológico, pero vinculado a una necrópolis altomedieval relacionada con Bobastro. Como yacimiento neolítico se documentó durante las prospecciones realizadas en el término municipal de Ardales a finales de los años 80 (Ramos et al., 1987; Espejo et al., 1989). b) Localización y geología X 341515

En cuanto a las consideraciones sobre las materias primas, decir que las más utilizadas en la fabricación de productos son las radiolaritas, con un total de 5 (50%), y el sílex Turón, con 4 (40%). De manera testimonial aparece el sílex masivo con 1 ejemplar (10%) (Tabla 5).

Y 4086994

El yacimiento se ubica en una zona de cultivo de regadío abancalada junto a la ermita de la Virgen de Villaverde. A los pies del yacimiento discurre el arroyo Granado, afluente del Guadalhorce, encontrándose por tanto en una zona de interesante uso agrícola (Fig. 44). A nivel geológico podemos decir que este lugar es la zona de contacto entre las calizas jurásicas y las areniscas y conglomerados miocénicos, aunque pertenece a las estribaciones del cerro del Almorchón (Cano, 1990).

Los porcentajes son similares en el empleo de sílex Turón y radiolaritas para las BN1G y BP. Sin embargo, en la elaboración del producto retocado BN2G es la radiolarita el material elegido.

Neolítico Inicial, primera mitad del Vº milenio a.n.e.

En función de los tipos de roca presentes, planteamos una estrategia de aprovisionamiento en lugares cercanos, como pueden ser los cauces fluviales del Turón y el arroyo del Granado. La movilidad dentro un territorio de producción, definido en torno al Almorchón, no descarta la captación de recursos líticos en zonas como Lomas del Duende u otros puntos geológicos no documentados.

d) Productos arqueológicos

e) Valoración histórico-arqueológica

Los productos arqueológicos fueron documentados en superficie en las prospecciones realizadas a finales de los años 80 (Ramos et al., 1987; Espejo et al., 1989). El conjunto se compone de cerámicas decoradas (incisas, aplicación de

En definitiva, se trata de un conjunto perteneciente al Neolítico Inicial, asociado a pequeños enclaves al aire libre, en los cuales se evidencian procesos de trabajo relacionados con actividades domésticas y agroganaderas.

c) Cronología relativa

61

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 44. Localización de Ermita de Villaverde.

Tabla 5. Estudio de síntesis de la Fuente de la Ermita de Villaverde

TIPO BN1G BP BN2G TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 0 0 1 14,3 0 0 1 10

MATERIA PRIMA SÍLEX TURÓN N % 1 50 3 42,85 0 0 4 40

RADIO LARITA N % 1 50 3 42,85 1 100 5 50

TO TAL N 2 7 1 10

% 20 70 10 100

de Paraje Natural del Desfiladero de los Gaitanes, como por su carácter de sitio de protección integral dentro el catálogo de yacimientos arqueológicos de Ardales.

Este yacimiento estaría relacionado con actividades de producción ganadera y de aprovechamiento forestal, pudiendo tratarse de un pequeño emplazamiento estacional vinculado con la red de pequeños asentamientos que las sociedades tribales comunitarias del Vº milenio a.n.e. establecieron en la zona de El Chorro (Cantalejo, Espejo, Ramos, 2006; Ramos et al., 1995). Al igual que el Abrigo de Parque Ardales, este enclave podría correlacionarse con la fase IV de Cueva del Toro (Martín, Cámalich y González, eds., 2004).

Aparece en alguna referencia bibliográfica como Llanada de Gaitanejo (Cantalejo, Espejo, Ramos, 2006). b) Localización y geología X 339937

5.2.1.6. Depósito Aguas de P.A. (Ardales) a) Introducción

Y 4088971

Ubicado al NE del término municipal de Ardales, su acceso se realiza por un carril que parte de la carretera de la Presa del Conde de Guadalhorce (Fig. 45); encontrándose el yacimiento arqueológico junto a la barrera que impide el paso al “Caminito del Rey” y el depósito de agua de Parque Ardales. Se sitúa en un rellano, a una cota de 375

El yacimiento fue localizado en 1987 junto con los demás enclaves arqueológicos de la zona del Almorchón (Espejo, Cantalejo, 1991; Ramos et al., 1987; Ramos et al., 1990). En la actualidad el lugar está protegido, tanto por la figura 62

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón m.s.n.m., entre los cerros del conglomerados de la zona, con vistas al Desfiladero de los Gaitanes y al Embalse del Conde de Guadalhorce, este último se corresponde con el antiguo cauce fluvial del Turón (Cantalejo, Espejo, Ramos, 2006).

• Alguna de las BP presentan evidencias de termoalteración y retoques de uso. • En cuanto a los productos retocados o BN2G, decir que aparecen elementos pertenecientes a una tradición previa, como son denticulados y abruptos. • El conjunto de BN2G podría estar vinculado a procesos de trabajo relacionados con el aprovechamiento forestal y cinegético. • Porcentaje significativo de ORT, que vienen a corroborar lo expresado anteriormente en lo que respecta a procesos de talla en el sitio.

En términos geológicos se asienta sobre materiales del Mioceno, concretamente conglomerados y areniscas de origen marino y carácter detrítico. Estos depósitos están vinculados a un paleoestrecho que conectó el Atlántico con el Mediterráneo (Romero et al., 2004). c) Cronología relativa

Las materias primas más recurrentes en la fabricación de productos son el sílex masivo, con un total de 43 (32,6%) y la radiolarita, con 51 (38,6%); le siguen el sílex oolítico, con 27 ejemplares (20,5%) y el sílex Turón, con 11(8,3%) (Tabla 6).

Neolítico Inicial, primera mitad del IVº milenio a.n.e. d) Productos arqueológicos

Se empleó el sílex masivo y tipo Turón para las BN1G en mayor proporción, mientras que el porcentaje de radiolaritas es más elevado en la producción de las BP. Tanto sílex masivos, como radiolaritas y tipo Turón son materias primas locales. A diferencia de BN1G y BP, los productos retocados están elaborados principalmente sobre sílex oolítico, del cual no conocemos su localización.

Los materiales arqueológicos (Fig. 63) se dispersan por la cima de un cerro con pronunciados cortados. La cerámica documentada se caracteriza por pastas de tonalidades marrones sin decoración, las formas que aparecen son paredes rectas, cuencos, etc. (Cantalejo, Espejo, Ramos, 2006). El conjunto de industria lítica analizada asciende a 132 ejemplares, de los que podemos decir:

e) Valoración histórico-arqueológica • Conjunto definido por la presencia de BN1G-P y BN1G-PH configuradas para la producción de BP hojas y hojitas mediante técnica por presión, así como de BN1G-POL vinculadas al agotamiento de las anteriores. • Los restos de talla caracterizados por una presencia mayoritaria de BP-I, las cuales están en consonancia con las BN1G documentadas y las BP-SD y BP-C como espacio de producción lítica.

En definitiva, se trata de un conjunto perteneciente a los momentos de implantación del Neolítico, asociado a la ocupación de espacios forestales, en los cuales se evidencian procesos de trabajo relacionados con el trabajo de recursos forestales y ganaderos. El abastecimiento de rocas para la elaboración de productos líticos debió de circunscribirse al territorio de producción que es el espacio

Fig. 45. Localización del Depósito de Aguas de Parque Ardales.

63

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) Tabla 6. Estudio de síntesis del Depósito de Aguas de Parque Ardales

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 5 38,5 22 33,3 9 29 7 31,8 43 32,6

MATERIA PRIMA SÍLEX TURÓN SÍLEX OOLÍTICO N % N % 4 30,8 2 15,35 3 4,5 12 18,2 3 9,7 12 38,7 1 4,5 1 4,5 11 8,3 27 20,5

TO TAL N 13 66 31 22 132

% 9,8 50 23,5 16,7 100

Se encuentra ubicado al NE dentro del término municipal de Ardales, a unos 7 km del casco urbano junto a la carretera MA444, en el interior de las instalaciones del Camping Parque Ardales, el cual se sitúa en la orilla derecha del embalse del Conde de Guadalhorce (Fig. 46). El yacimiento está situado en un espolón rocoso que domina el antiguo cauce del río Turón, los materiales se dispersan por unos 900 m².

natural de la unión de los ríos Guadalteba, Guadalhorce y Turón. 5.2.1.7. Parque Ardales (Ardales) a) Introducción Este yacimiento fue documentado por primera vez con motivo de las prospecciones realizadas en el término municipal de Ardales a finales de los años 80 del siglo XX (Espejo, Cantalejo, 1989; Espejo, Cantalejo, 1991; Espejo et al., 1989; Ramos et al., 1987).

A nivel geológico podemos decir que, forma parte de los cerros de calcarenitas y conglomerados del Mioceno del sector de El Chorro (Cano, 1990), su altitud es de unos 355 m.s.n.m. En la actualidad el emplazamiento se encuentra muy alterado por una repoblación de coníferas durante los años 70 del siglo XX.

En ese espacio temporal, con motivo de la construcción del camping Parque Ardales se constató un conjunto de materiales de la Prehistoria Reciente, así como una tumba similar a las documentadas en Aguilillas (Espejo et al., 1994).

c) Cronología relativa Calcolítico/Bronce, transición IIIº-IIº milenio a.n.e.

b) Localización y geología X 339129

RADIO LARITA N % 2 15,35 29 44 7 22,6 13 59,2 51 38,6

d) Productos arqueológicos

Y 4088357

De este yacimiento hay publicado un lote de materiales con anterioridad a la presente investigación, los cuales se

Fig. 46. Localización Parque Ardales.

64

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón circunscriben en su mayoría al ajuar funerario de la tumba de Parque Ardales (Espejo et al., 1994; Ramos, Espejo y Catalejo, 2000), los cuales son:

retocados BN2G destacan también estas materias primas, aunque con un número importante de productos de sílex Turón.

• Cerámica: predominan las formas lisas; cuencos, ollas, orzas, platos y fuentes. • Industria lítica: punta foliácea de retoque bifacial y base cóncava. • Pulimentos: hacha de dolerita y conjunto de “ídolos” bitriangulares en esquisto o pizarra. • Metalurgia: dos puntas de palmela. • Otros: malacofauna con una función decorativa/adorno.

e) Valoración histórico-arqueológica Se trata de un asentamiento al aire libre vinculado con la explotación agropecuaria de su entorno inmediato. Su origen parece venir de la situación estratégica del cerro en el que se ubica, el cual controla el último tramo del cauce del río Turón antes de su confluencia con el Guadalteba y el Guadalhorce. Es junto con otros enclaves como el Espolón del Guadalhorce y el Castillón de Gobantes, uno de los puntos de control del territorio en época prehistórica.

En nuestro caso, hemos estudiado un total de 44 piezas líticas talladas pertenecientes al espacio de hábitat del yacimiento, recogidas en superficie en el marco de una prospección selectiva, además de la punta foliácea documentada en la tumba de Parque Ardales (Fig. 64), que ya había sido publicada (Espejo et al., 1994).

Si tomamos Aguilillas como referente, dada la similitud entre los productos arqueológicos obtenidos en Parque Ardales y la excavación de la necrópolis de Cuevas Artificiales de Las Aguilillas; podemos decir que la tumba de Parque Ardales se inserta en un contexto de sistemas colectivos de inhumación de las sociedades tribales que poblaron la región (Espejo et al., 1994; Ramos et al., 1994; Ramos et al., 1995b). Este tipo de enterramientos empiezan a evidenciar diferencias sociales entre los linajes, jugando la ideología un papel coercitivo de legitimación social (Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004).

Teniendo presente que se trata de un conjunto lítico derivado de una recogida selectiva, podemos incidir en cuanto a nivel de análisis tecnológico que: • Conjunto caracterizado por un número escaso de BN1G. • Evidencias de talla en el sitio, como atestiguan las BP-D y BP-SD. • Constatación de la talla a presión para la producción de BP-H. • Los restos de talla se caracterizan por una presencia mayoritaria de BP-I. • Productos retocados o BN2G vinculados a procesos de producción agrícola y doméstico (aspecto a constatar mediante estudios de funcionalidad). • Aparecen elementos pertenecientes a un sustrato tecnológico de sentido doméstico, como son muescas, denticulados, raspadores y abruptos.

5.2.1.8. El Mirador (Ardales) a) Introducción Se conoce desde las prospecciones de los años ochenta del siglo XX (Espejo, Cantalejo, 1988; Espejo, Cantalejo, 1989; Espejo, Cantalejo, 1991; Espejo, et al., 1989; Ramos Muñoz, et al., 1987), sufriendo ya en aquellos años un gran deterioro por la construcción del restaurante El Mirador. Desde su descubrimiento ha estado considerado uno de los asentamientos al aire libre de época calcolítica de la zona, estando vinculado presumiblemente a otros enclaves como Parque Ardales.

Las materias primas más representadas en la fabricación de productos son el sílex masivo, con un total de 15 ejemplares (34,1%) y la radiolarita, con 17 (38,6%); entre los restantes tipos suman 12 productos, siendo el sílex Turón el más numeroso de este grupo, con 6 (13,6%). El sílex oolítico, bandeado y poroso también están presentes (Tabla 7).

b) Localización y geología X 339823

Y 4088587

El yacimiento se extiende en la ladera oeste del Almorchón, en un espolón a una cota de 380 m.s.n.m. en la margen

Existe un empleo mayoritario de sílex masivo y radiolaritas para las BP. Igualmente, en la elaboración de productos Tabla 7. Estudio de síntesis de Parque Ardales

TIPO BN1G BP BN2G TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 1 50 10 35,7 4 28,6 15 34,1

SÍLEX TURÓN N 1 2 3 6

% 50 7,1 21,4 13,6

MATERIA PRIMA SÍLEX OOLITICO RADIO LARITA N % N 0 0 0 3 10,7 11 1 7,1 6 4 9,1 17 65

% 0 39,3 42,9 38,6

SÍLEX POROSO N % 0 0 1 3,6 0 0 1 2,3

SÍLEX BANDEADO N % 0 0 1 3,6 0 0 1 2,3

TOTAL N 2 28 14 44

% 4,6 63,6 31,8 100

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) derecha del cauce del río Turón. Los materiales se encuentran dispersos por un área de unos mil metros cuadrados, la cual se encuentra seccionada por la carretera que une el embalse de Gaitanejo con el del Conde de Guadalhorce (Fig. 47).

• Conjunto caracterizado por un exiguo número BN1G, el cual se circunscribe a 2 ejemplares. • Los restos de talla caracterizados por una presencia mayoritaria de BP-I. • Evidencias de un escaso proceso de trabajo de talla en el sitio, como atestiguan el reducido número de BN1G, BP-SD y ORT. • Cadena operativa orientada a la obtención de BP-H, como ponen de manifiesto el núcleo para hojas y las BP-C. • Las BP presentan evidencias de termoalteración y retoques de uso. • Presencia testimonial de BN2G; el denticulado está en la línea de los productos documentados en yacimientos con una misma cronología. • Conjunto reducido de ORT en la muestra, aunque esta corrobora procesos de talla en el yacimiento.

En términos geológicos, la zona se inserta dentro de las elevaciones de calcarenitas y conglomerados del Mioceno del sector de El Chorro (Cano, 1990: 32). El paisaje se caracteriza por coníferas de repoblación, y por la escasez y la pobreza de los suelos (Romero et al., 2004). c) Cronología relativa Calcolítico, IIIº milenio a.n.e. d) Productos arqueológicos Este yacimiento cuenta con un importante conjunto de materiales arqueológicos, donde destacan por encima de los demás las cerámicas documentadas; las cuales presentan formas destinadas al almacenaje y consumo, como son ollas, cuencos, platos y fuentes de borde engrosado. Estos tipos cerámicos están elaborados en pastas de buena calidad, con superficies espatuladas o alisadas y sin decoración (Ramos, Espejo y Cantalejo, 2000).

En cuanto a las consideraciones sobre las materias primas, decir que las más empleadas son el sílex masivo con un total de 17 (58,6%), y la radiolarita con 9 (31%); también aparecen el sílex oolítico (7%) y el sílex bandeado (3,4%) (Tabla 8). El predominio de el sílex masivo y las radiolaritas nos lleva a plantear que llevaron a cabo estrategias de aprovisionamiento en entornos geológicos cercanos.

En cuanto a la industria lítica, hemos analizado un total de 29 productos, todos derivados de las recogidas superficiales que se han llevado a cabo en el lugar por parte del equipo del Museo de Ardales (Fig. 65).

e) Valoración histórico-arqueológica Es un asentamiento al aire libre del IIIº milenio a.n.e., vinculado con hábitats estables relacionados con el aprovechamiento agrícola y ganadero. En el caso de El Mirador tenemos que destacar su posición estratégica, a medio camino entre las tierras aluviales del valle del Turón y los entornos serranos del Chorro.

Si nos atenemos a que se trata de un conjunto lítico proveniente de una recogida material superficial, podemos decir a nivel tecnológico:

Fig. 47. Localización de El Mirador.

66

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón Tabla 8. Estudio de síntesis de El Mirador

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 1 500 12 57,1 1 100 3 60 17 58,6

MATERIA PRIMA SÍLEX OOLITICO RADIO LARITA N % N % 0 0 0 0 2 9,6 7 33,3 0 0 0 0 0 0 2 40 2 7 9 31

Podemos establecer una relación entre El Mirador y los poblados de la vega fluvial de menor envergadura, caso de Vivero (Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004).

TOTAL N 2 21 1 5 29

% 7 72,4 3,4 17,2 100

Se encuentra ubicado al NE dentro del término municipal de Ardales, a unos 5 km del casco urbano junto a la carretera MA444 (Fig. 48). Situado sobre uno de los cerros de calcarenitas y conglomerados del Mioceno del sector de El Chorro (Cano, 1991: 32), su altitud es de unos 400 m.s.n.m. La zona está dedicada en parte a un cultivo residual de almendro y olivar, la mayor superficie es una vegetación de matorral (Romero et al., 2004).

5.2.1.9. Puerto de las Atalayas (Ardales) a) Introducción Este enclave arqueológico fue localizado a raíz de un proyecto de investigación de 1987, que bajo el título de “Prospección Arqueológica Sistemática en el valle del Turón, término municipal de Ardales (Málaga)” estudió el poblamiento humano de la zona (Espejo, Cantalejo, 1991; Ramos et al., 1987; Ramos et al., 1990). El yacimiento al encontrarse en un terreno privado sólo ha contado con el estudio de los materiales hallados en superficie en la citada prospección (Ramos et al., 1992a).

Desde el Puerto de las Atalayas se controlan dos cauces fluviales, el Turón con su gran ribera fluvial y el arroyo Granado, que vierte sus escasas aguas al Guadalhorce; separando por tanto la línea de aguas de ambos ríos. c) Cronología relativa Neolítico Reciente, segunda mitad del Vº milenio a.n.e.

b) Localización y geología X 339334

SÍLEX BANDEADO N % 1 50 0 0 0 0 0 0 1 3,4

d) Productos arqueológicos

Y 4087099

Los materiales arqueológicos se dispersan por la cima de un cerro en dirección NW-SE, en el talud de la carretera

Fig. 48. Localización de Puerto de las Atalayas.

67

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) Tabla 9. Estudio de síntesis de Puerto de las Atalayas

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 11 28,2 51 29 8 28,6 17 27,9 87 28,6

MATERIA PRIMA SÍLEX OOLITICO SÍLEX TURÓN N % 4 10,3 3 7,7 30 17 16 9,1 5 17,8 4 14,3 8 13,1 5 8,2 47 15,5 28 9,2

se aprecian restos de lo que podrían ser estructuras arqueológicas. El conjunto de productos arqueológicos está compuesto por medio millar de piezas entre cerámicas, industria lítica y pulimentados.

RADIO LARITA N 21 79 11 31 142

% 53,8 44,9 39,3 50,8 46,7

TOTAL N 39 176 28 61 304

% 12,8 57,9 9,2 20,1 100

Al igual que alguno de los conjunto anteriores, las radiolaritas y el sílex masivo son las materias más recurrentes en la elaboración de productos, con 142 (46,7%) y 87 (28,6%) respectivamente. También está presente el tipo Turón con 47 ejemplares (15,5%) y el sílex oolítico, con 28 (9,2%) (Tabla 9).

La cerámica documentada se caracteriza por pastas de tonalidades marrones con un cuidado tratamiento, posee desgrasantes de tamaño fino compuestos por esquisto, mica y en menor medida cuarzo (Ramos et al., 1992a: 36). Los tipos predominantes son ollas, cuencos y vasos de perfil en “S”, con una clara tendencia a las paredes de formas globulares. Predominan los medianos y pequeños tamaños, con elementos de sujeción como mamelones (de lengüeta o simples), asas de cinta y de codo (Ramos et al., 1992a: 37). Las decoraciones son típicas del Neolítico de la provincia de Málaga, apareciendo cerámicas con decoración incisa, a la almagra, y aplicaciones en relieve (Cantalejo, Espejo, Ramos, 2006).

El mayor número de ejemplares dentro de las BN1G y BP están sobre sílex masivo y radiolaritas, sin embargo las BN2G tienen porcentajes más equilibrados. Como venimos indicando, se aprecia un aprovisionamiento en entornos geológicos cercanos, como Lomas del Duende, Azulejo o el Turón. e) Valoración histórico-arqueológica Su importancia radica principalmente en constituir un buen ejemplo de poblamiento de sociedades tribales comunitarias con modo de producción agrícola al aire libre del Vº milenio.

Por su parte, los materiales pulimentados son hachas, azuelas, y moletas de molino (Cantalejo, Espejo, Ramos, 2006). Los productos líticos (Fig. 66) tallados analizados han sido 304, de los que podemos destacar:

La ocupación del yacimiento es sincrónica al de otros pequeños enclaves al aire libre y al documentado en las cuevas en la zona (Martín, Cámalich y González, eds., 2004), actuando como punto neurálgico en torno al cual se desarrolla la ocupación de espacios más agrestes como el Almorchón.

• Porcentualmente la muestra analizada presenta un elevado porcentaje de BP, un moderado número de BN1G y BN2G, y una buena representación de ORT. • Serie de BN1G orientada a la producción de BP-H, con una abundante presencia de BN1G-POL en el conjunto derivado del agotamiento de BN1G-P. • El grupo de lascas, BP-I, y láminas, BP-H, presentan evidencias de termoalteración así como huellas de uso y el denominado “lustre de cereal”. • Evidencias de un escaso proceso de trabajo de talla en el sitio, como atestiguan los elementos de inicio de talla como las BP-D y BP-SD, así como las ORT. • Cadena operativa orientada a la obtención de BP-H, como ponen de manifiesto la BP-C y la ORT-Plaqueta de avivamiento. • Aparecen elementos pertenecientes a una tradición previa dentro de los productos retocados o BN2G, especialmente los raspadores. • Buena serie de BN2G-D, que podemos relacionar con actividades de desforestación y de índole agrícola.

Representaría un ejemplo de los inicios del poblamiento sedentario cada vez más intenso con el avance de la agricultura y la ganadería, y el mantenimiento del aprovechamiento forestal y cinegético (Cantalejo, Espejo, Ramos, 2006; Ramos et al., 1992a). 5.2.1.10. Cueva de Ardales (Ardales) a) Introducción La Cueva de Ardales fue descubierta en 1821, siendo difundida su existencia por eruditos del siglo XIX como Pascual Madoz, que publicó en su Diccionario Geográfico y Estadístico de España y otras posesiones de Ultramar una de las primeras referencias (Madoz 1845). La cavidad fue posteriormente comprada por Trinidad Grund, que la habilitó mediante escaleras para uso turístico (Cantalejo y 68

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón Espejo, 2013). Es por ello que también es conocida como la cueva de Doña Trinidad en parte de la bibliografía.

(Neanderthal Museum), un grupo de numerosos investigadores/as, pertenecientes a 16 instituciones científicas de diferentes nacionalidades, están desarrollando una labor científica de carácter interdisciplinar en el marco de un Proyecto General de Investigación aprobado por la Junta de Andalucía.

Los primeros estudios de carácter científico se desarrollaron a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Sabemos por Luis Siret que el historiador y político Francisco María Tubino y Oliva visitó y exploró la cueva a finales de dicha centuria (Siret, 2001). Pero no será hasta el siglo XX cuando se conozca el potencial arqueológico de dicho yacimiento; de la mano de M. Such, el abate H. Breuil fue el primero que la investigó en 1918 para su trabajo Nouvelles cavernes ornées paléolithiques dans la province de Málaga (Breuil 1921).

b) Localización y geología X 336993

Y 4082560

La Cueva de Ardales se localiza en la margen derecha del curso medio del río Turón, próxima al casco urbano de Ardales, en las estribaciones de la Sierra de la Serrezuela, y en las proximidades de la Sierra de Alcaparaín y el paraje natural del Desfiladero de los Gaitanes (Fig. 49).

Sin embargo, y tras situarse en el panorama científico mundial respecto al arte paleolítico, con el estallido de la Guerra Civil (1936-1939) sirvió de refugio a los hombres y mujeres que huían de las tropas sublevadas a la República. A partir de este momento, la cueva se desprotege y se abandona por parte de los propietarios y la administración, hasta 1985.

La cota a la que se sitúa es de 555 msnm, en la falda norte del Cerro de La Calinoria, formación geológica conformada por dolomías o calizo-dolomías del Triásico con algunas intercalaciones metapelíticas encuadradas en la Unidad de Yunquera, dentro del Complejo Alpujárride (Cano, 1990; Durán y Robledo, 2014).

Durante los años ochenta del siglo XX, de la mano de la Sociedad Excursionista de Málaga (SEM), la Cueva de Ardales empieza a recuperar su importancia arqueológica. Fruto de estas visitas, en 1981, los espeleólogos del Grupo de Exploraciones Subterránea de la SEM topografían y exploran la cavidad, descubriendo nuevas galerías; las denominadas Galerías Altas (Sanchidrián, Vivas y Fernández, 1989; Cantalejo, Espejo y Ramos, 1997) son un tramo de cueva que tuvo su propia boca de acceso, la cual fue obstruida por sedimentos en época Holocénica.

La cavidad tiene un recorrido completo de unos 1.577 m, con una distancia horizontal o proyectada en planta de 1.394 metros. Cuenta con un desnivel máximo de 34,31 m. Presenta numerosas galerías y salas pequeñas (Cantalejo et al. 2006.), pero éstas pueden ser agrupadas en dos conjuntos o zonas diferenciadas, por un lado las galerías bajas, que fueron habilitadas por Trinidad Grund en el siglo XIX y que son las que se visitan en su mayor parte en la actualidad (Cantalejo et al., 1997); y por otro lado las galerías altas, un espacio colgado a más de 14 metros sobre el piso basal.

En 1985 el Ayuntamiento de Ardales se hizo cargo de la protección y recuperación, configurándose un equipo compuesto por María del Mar Espejo, Pedro Cantalejo, José F. Ramos y Juan José Durán que iniciarán una serie de estudios (Espejo y Cantalejo, 1987; AAVV, 1992) que perduraron hasta comienzos de la primera década del siglo XXI.

En la actualidad cuenta con una sola boca de entrada, bajo la cual se sitúa un cono de sedimentos. Si bien, durante la Prehistoria la Cueva de Ardales contaba con otra apertura que daba acceso a las Galerías Altas.

En el año 2002, al equipo original se unirán los investigadores Rafael Maura, Javier Medianero, y Antonio Aranda que, en el transcurso de cinco años llevarán a cabo un estudio sistemático de las representaciones gráficas mediante el uso de elementos digitales (Cantalejo et al. 2006).

La ubicación de la cavidad es estratégica, ya que se sitúa en las inmediaciones del denominado Puerto de Málaga, una de las escasas vías de comunicación natural que unen el interior de la provincia de Málaga con la bahía malacitana. Es un nudo de comunicaciones que pone en relación las comunidades costeras con las serranas, así como las de la Depresión de Antequera con la Serranía de Ronda.

A finales del 2007, la Cueva de Ardales se incorpora a la Red Patrimonio Guadalteba, la cual será desmantelada en 2013. Y es en estos momentos cuando empieza a fraguarse un nuevo tiempo para el yacimiento, que será refrendado con la firma de un convenio entre el Neanderthal Museum, la Universidad de Cádiz y las instituciones locales en 2010. Fruto de esta colaboración ha sido la Actividad Arqueológica Puntual en la Cueva de Ardales (Málaga), desarrollada entre septiembre de 2011 y junio de 2012 (Cantalejo y Espejo, 2013; Ramos et al., 2014).

c) Cronología relativa Neolítico/Calcolítico, Vº- IIIº milenio a.n.e. d) Productos arqueológicos La cueva cuenta con una importante cantidad de productos arqueológicos distribuidos esencialmente en la zona de la entrada de las Galerías Bajas, donde se sitúa un gran cono de sedimentos denominado “Saco”, y en las Galerías Altas.

En la actualidad, con la dirección de José Ramos (Universidad de Cádiz) y de Gerd-Christian Weniger 69

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 49. Localización de la Cueva de Ardales.

En el siglo XIX, parece que se produjo la recogida de parte del material cerámico y óseo que se situaba en las oquedades ubicadas en el lateral de la escalera de bajada (Siret, 2001). Pero será en los años 80 del pasado siglo cuando se lleve a cabo una recuperación sistemática y de carácter científico de los vestigios materiales, poniendo de manifiesto una ocupación postneolítica en las Galerías Bajas, donde aparecían cerámicas y piezas líticas sobre una costra estalagmítica (Ramos et al., 1992b). En este contexto de exploración y limpieza de la cavidad, se descubrieron las Galerías Altas, ámbito en el que se documentó una necrópolis que aprovechaba y acondicionaba nichos naturales para la deposición de cadáveres (Sanchidrián, Vivas y Fernández, 1989).

pitorro y mamelones; algunos vasos presentan decoración a base de incisiones, cordones impresos, puntillados y baño de almagra (Ramos et al., 1992b). También se documentaron elementos óseos de función ideológica y un hacha pulimentada de sillimanita. Estas características proporcionan una cronología relativa que va del Neolítico Medio al Calcolítico (Vº-IIIº milenio a.n.e.). Dentro del conjunto lítico proveniente de la recogida superficial de los años ochenta del siglo XX, encontramos 3 ejemplares de BP-I y 2 de BP-H; para las primeras, las materias primas documentadas son el sílex masivo, el sílex oolítico y la radiolarita, mientras que en las BP-H son el sílex masivo y el oolítico el tipo de roca elegido. Dentro de este conjunto, una de las BP-H fue recuperada en las Galerías Altas en un contexto funerario, se trata de una gran lámina estrecha en sílex masivo probablemente proveniente de la zona de Loja. Junto con estas Bases Positivas, se recuperaron dos productos retocados, un ejemplar de BN2G perteneciente al orden de los simples y otro ejemplar del orden de los abruptos (Laplace, 1972:113) (Tabla 10).

De los productos arqueológicos recuperados de esta primera fase de investigación, hemos estudiado 7 pieza líticas. Pero tenemos que decir para contextualizar las mismas, que el conjunto cerámico de las Galerías Bajas de Cueva de Ardales se caracteriza por: formas como los cuencos, ollas, vasos con gollete y cucharones; elementos de aprehensión como asas de cinta, multiperforadas, asas de

Tabla 10. Estudio de síntesis de los productos líticos recuperados hasta 2012 en la Cueva de Ardales

TIPO BP BN2G TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 4 44,5 1 50 5 45,4

MATERIA PRIMA SÍLEX OOLITICO SÍLEX TURÓN N % N % 1 11,1 2 22,2 1 50 0 0 2 18,2 2 18,2 70

RADIO LARITA N % 2 22,2 0 0 2 18,2

TOTAL N 9 2 11

% 81,8 18,2 100

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón En total, entre los objetos recuperados en los años 80 del siglo XX y los documentados en la campaña de 20112012, hemos analizado de Cueva de Ardales un total de 11 productos líticos con cronologías que van del Vº al IIIº milenio a.n.e. (Fig. 67). e) Valoración histórico-arqueológica La Cueva de Ardales es una de las grandes cavidades de la provincia de Málaga, junto con otras como Nerja (Pellicer, 1963; Jordá et al., 1985) y Pileta (Giménez Reyna, 1946; Cortés y Simón, 2007), que cuenta con una dilatada ocupación. De lugar de frecuente ocupación por sociedades cazadoras recolectoras paleolíticas (Cantalejo et al., 2006), a partir del neolítico se configura como un espacio con una doble funcionalidad, hábitat en la zona de entrada y lugar de enterramiento tanto en espacios próximos a la entrada, como en zonas más profundas y en las Galerías Altas (Sanchidrián, Vivas y Fernández, 1989; Cantalejo et al., en prensa), práctica evidenciada en otras cavidades de la zona (Sanchidrián, 1984-1985; Ramos et al., 1992). Los resultados estratigráficos de la campaña de excavación desarrollada en 2012 han puesto de manifiesto una ocupación holocénica con evidencias de productos arqueológicos cerámicos y líticos de adscripción neolítica y calcolítica. Algo que se ve refrendado por la datación de C14 bajo la primera costra del sondeo de la zona 2 (COL 1636.1.1-Muestra AD-2-11-667: 3885 + 36 – 4310 + 80 cal BP) (Ramos et al., 2014).

Fig. 50. Corte estratigráfico de la zona 2.

Entre el año 2011 y 2012 se desarrolló, como ya hemos indicado, una actividad arqueológica puntual en la cueva; en esta intervención se excavaron una serie de zonas, de las cuales dos aportaron materiales de cronologías postneolíticas, la zona 2 y la zona 4 (Ramos et al., 2014). La zona 2 se sitúa en el cono de sedimentos, concretamente en un tramo seccionado por la construcción de una escalera. De los niveles arqueológicos documentados, a nosotros nos interesa el nivel 2, estrato con una datación radiocarbónica de 3885 BP (Ramos et al., coords., 2014: 44) y en el que se recuperaron dos productos líticos (Fig. 50).

La Cueva de Ardales se enmarca, junto con otras cuevas con yacimientos arqueológicos situados en la zona de las subbéticas centrales de Andalucía (Martín, Cámalich y González, eds., 2004), en un contexto de ocupación de sierras bien comunicadas con los valles próximos. Las sociedades de la prehistoria reciente ocuparon territorios con grandes capacidades económicas, que permitían un modo de producción basado en actividades como la agricultura y la ganadería, complementada con una fuerte presencia de la caza, la recolección y la pesca fluvial.

La zona 4 está ubicada en el tramo final de la escalinata de acceso, en frente de los nichos naturales abierto en la pared de roca, y posiblemente usados como depósitos funerarios durante el Neolítico. Al igual que en la zona 2, existe un estrato con materiales adscritos a la Prehistoria Reciente, en este caso son dos piezas líticas ubicadas en un estrato denominado capa roja (Ramos et al., coords., 2014).

5.2.1.11. Vivero (Ardales) a) Introducción

De esta intervención arqueológica son 4 BP-I, distribuyéndose estas en dos productos por zona. En este caso, las rocas empleadas son el sílex masivo (con 1 producto en cada sondeo, 50%), el sílex oolítico (1 producto en la zona 2, supone un 25%) y la radiolarita (1 producto en la zona 4, es el 25%) (Tabla 10).

También denominado Cruce del Vivero, este yacimiento se documentó durante las prospecciones llevadas a cabo en los años ochenta del siglo XX en el término municipal de Ardales (Ramos et al., 1987). b) Localización y geología

Los rasgos técnicos de las BP evidencian productos derivados de la talla a presión para la obtención de hojas, teniendo estas características propias de las documentadas en contextos del IIIº milenio. La serie de BP-I no nos aporta muchos datos, pero podemos intuir que se trata de productos relacionados con tareas domésticas, de adscripción pospaleolítica.

X 336127

Y 4084547

Se sitúa en la intersección de la carretera que une el casco urbano de Ardales con los embalses en dirección noreste, cruzando la A-357, en la intersección del cruce 71

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 51. Localización del yacimiento del Vivero.

por el cual se accede al vivero forestal de la Confederación Hidrográfica del Sur (Fig. 51). El yacimiento está ubicado sobre una terraza fluvial del río Turón de época cuaternaria (Cano, 1990), a una cota de 350 m.s.n.m., En un área extensa se dispersan los materiales prehistóricos junto con otros de cronologías posteriores.

• Los restos de talla se caracterizan por una presencia mayoritaria de BP-I, las cuales están en consonancia con las BN1G documentadas. • Evidencias de talla en el sitio, como atestiguan las BP-D y BP-SD. • Constatación de talla a presión con las BP-C y BP-H documentadas, aunque en la serie de BN1G no aparecen núcleos relacionados. • Aparecen elementos pertenecientes a una tradición previa dentro de los productos retocados o BN2G, como raspadores y denticulados. • Porcentaje no significativo de ORT en la muestra, pero que viene a refrendar la existencia de procesos de talla en el yacimiento.

c) Cronología relativa Calcolítico, IIIº milenio a.n.e. d) Productos arqueológicos Aunque el yacimiento ha sido estudiado de manera somera con anterioridad (Espejo et al., 1989; Ramos et al., 1987; Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004). En nuestro caso, hemos estudiado un total de 40 piezas líticas talladas (Fig. 68):

En el caso de El Vivero es el sílex tipo Turón, con un total de 17 ejemplares (42,5%) la materia prima más empleada, le siguen el sílex masivo con 12 ejemplares (30%) y las radiolaritas, con 10 ejemplares (25%). El sílex oolítico aparece de una forma testimonial con 1 producto (2,5%) (Tabla 11).

• Conjunto caracterizado por un número no muy elevado de BN1G. Tabla 11. Estudio de síntesis de Vivero

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

SÍLEX MASIVO N 2 6 3 1 12

% 40 30 30 20 30

MATERIA PRIMA SÍLEX TURON RADIO LARITA N % N 2 40 0 8 40 6 5 50 2 2 40 2 17 42,5 10 72

% 0 30 20 40 25

SÍLEX OOLÍTICO N % 1 20 0 0 0 0 0 0 1 2,5

TOTAL N 5 20 10 5 40

% 12,5 50 25 12,5 100

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón Las BN1G-núcleos están en su mayoría sobre sílex masivo y tipo Turón. Estas materias primas junto con las radiolaritas son las que aparecen representadas en el grupo de las BP. Para la elaboración de productos retocados BN2G se emplea mayoritariamente el sílex Turón. Existe una captación de materias primas en entornos inmediatos, como el curso del río Turón, a escasos metros del yacimiento, así como de afloramientos cercanos de La Galeota o Castillo del Turón, los sílex masivos de tonalidad beige del Azulejo, o las radiolaritas verdes y rojas de la zona de Lomas del Duende.

Cantalejo, 1990). En esta primera catalogación es definido como taller lítico dentro de los denominados pequeños talleres (Vallespí y Cabrero, 1980-1981; Vallespí et al., 1988; Ramos, 1997), concretamente como un pequeño taller de extracción y desbastes (Ramos et al., 1995). Nosotros lo planteamos como un espacio de explotación lítica propio del IIIº milenio a.n.e. b) Localización y geología X 339758

e) Valoración histórico-arqueológica Es uno de los asentamientos al aire libre que a partir del III º milenio a.n.e. se distribuyen por el valle del Turón.

Y 4085965

El yacimiento se sitúa en el paraje del Puerto de los Azulejos, a una cota máxima de 470 metros s.n.m., siendo el área de dispersión de los materiales unos 60.700 m².

La implantación de este tipo de enclaves está derivada por la consolidación del modo de producción agropecuario. La intensificación de las actividades agrícolas lleva a la ampliación de la ocupación del espacio agrario dentro del territorio de producción, originando nuevos asentamientos como éste (Ramos et al., 1992; Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004).

La distancia respecto al casco urbano es de unos cinco kilómetros, mientras que apenas si le separan kilómetro y medio de Puerto de las Atalayas y Almorchón (Fig. 52). El arroyo Granado discurre a los pies del Puerto del Azulejo. La zona en la que se enmarca el yacimiento es muy abrupta, configurando los cerros un paisaje de pendientes escarpadas y hondas cañadas.

5.2.1.12. El Azulejo (Ardales)

Geológicamente, El Azulejo está cerca de un afloramiento de calizas blancas con sílex de edad jurásica pertenecientes al Complejo Maláguide. Este cerro es una cresta calcárea rodeada por filitas paleozoicas del Alpujárride y areniscas y metapelitas del Paleozoico dentro del Maláguide (Cano, 1990).

a) Introducción Se documentó en la prospección de 1988 llevada a cabo por el equipo de investigación de Ardales, siendo denominado con el topónimo de la zona Puerto del Azulejo (Espejo y

Fig. 52. Localización de El Azulejo.

73

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) Tabla 12. Estudio de síntesis de El Azulejo

TIPO BN1G BP BN2G TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 6 100 40 88,9 9 64,3 55 84,6

MATERIA PRIMA SÍLEX TURÓN N % 0 0 1 2,2 0 0 1 1,5

RADIO LARITA N % 0 0 4 8,9 5 35,7 9 13,9

TOTAL N 6 45 14 65

% 9,2 69,2 21,6 100

c) Cronología relativa

5.2.1.13. La Galeota (Ardales)

Calcolítico, IIIº milenio.

a) Introducción

d) Productos arqueológicos

El yacimiento es conocido desde los años ochenta del siglo XX, apareciendo recogido en las publicaciones que se realizan en esa época sobre la prehistoria del Valle del Turón (Espejo y Cantalejo, 1988; Espejo et al., 1989; Ramos, Espejo y Cantalejo, 1986; Ramos et al., 1987). Fue fruto de una publicación monográfica derivada del estudio de una colección particular (Espejo y Cantalejo, 1990-91), en dicho trabajo se analizaron un total de 127 piezas adscritas al Calcolítico y Bronce.

En cuanto a la lítica, decir que de este yacimiento hemos estudiado un total de 646 piezas líticas talladas (Fig. 69), así como cuatro bases naturales de sílex y radiolarita (Tabla 12), de lo que podemos destacar como ideas: • Cadena operativa definida por la configuración de núcleos prismáticos, BN1G-P, de cuyo estado de configuración y agotamiento parece derivarse la presencia de los restantes tipos de BN1G. • Esto conlleva una serie numerosa de BP, predominantemente BP-I, con una presencia testimonial de BP-C. • No son muy numerosas las BP-H documentadas, a pesar de que parece que la producción lítica del lugar está orientada a la obtención de este tipo de productos. • Productos retocados, BN2G, característicos de los contextos calcolíticos de la zona, con una importante presencia de raspadores y denticulados dentro del conjunto. • Ausencia de ORT en la muestra analizada, sin embargo, estas sí están presentes en el yacimiento, evidenciando procesos de talla en el sitio.

En trabajos más recientes aparece en el contexto de los estudios sobre el sílex “Tipo Turón” (Domínguez-Bella et al., 2001; Lozano et al., 2010). b) Localización y geología X 336165

Y 4083562

La Galeota se ubica en la ladera del cerro homónimo, sobre la carretera A-357 que une Málaga con Campillos, a un kilómetro del casco urbano de Ardales (Fig. 53). Los materiales se dispersan por una superficie de más de 1000 m², y a una cota de 400 m.s.n.m.

En todas las series el tipo de roca más representada es el sílex masivo proveniente del cercano afloramiento de El Azulejo, de donde parecen provenir también las radiolaritas documentadas. No es extraño la presencia de sílex Turón en un yacimiento del IIIº milenio a.n.e. de la zona de Ardales, ya que los grupos que conformaron el yacimiento tendrían como espacio de producción las tierras aluviales del Turón.

El yacimiento se sitúa sobre una de las mélanges pertenecientes a la Formación Numidoide, de edad Aquitano-Burdigaliense, del Complejo del Campo de Gibraltar en el Valle del Turón, las cuales contienen bloques de sílex de buena calidad. Los nódulos de sílex presentan restos de calizas de edad jurásica similares a las que pertenecen a las Unidades Frontales (Lozano et al., 2010).

e) Valoración histórico-arqueológica En la actualidad, derivado de la construcción de la carretera A-357 podemos observar la estratigrafía geológica del lugar; apreciándose el nivel de cantos de microbrechas, donde se insertan los nódulos de sílex, entre una masa de arcillas marrones y otro de margas azuladas (Cano, 1990).

En definitiva, parece tratarse de un conjunto característico de las primeras fases del IIIº milenio a.n.e., vinculado a la captación y explotación del afloramiento silíceo cercano. 74

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón

Fig. 53. Localización de La Galeota.

c) Cronología relativa

• Cadena operativa que parte de una preconfiguración de los nódulos de sílex para generar crestas a partir de las cuales se inicia la extracción de hojas. • El número elevado de BP-I viene determinado por el desbaste de los núcleos para la preparación de planos de golpeo y crestas a partir de las que se extraerán las hojas mediante la técnica a presión. • Existencia de escasos productos retocados, BN2G, los cuales pertenecen a una tradición previa, como son las raederas, raspadores y denticulados.

Calcolítico, IIIº milenio a.n.e. d) Productos arqueológicos El conjunto de materiales que exponemos del yacimiento de La Galeota es el mismo que se publicó en 1990 (Espejo y Cantalejo, 1990-91), llevando a cabo por nuestra parte una revisión de los mismos. La única materia prima empleada en la configuración y producción de elementos líticos es el sílex tipo Turón (Fig. 70).

La materia prima empleada en la elaboración de productos es el sílex Turón, no documentándose otros tipos de roca. Todo parece indicar que el yacimiento se genera a partir de la explotación de la materia prima que aflora en el sitio. Responde a estrategias de aprovisionamiento de nódulos detectados en superficie, no se evidencian actividades de extracción tipo pozo o trinchera.

A nivel tecnológico podemos decir como síntesis: • Conjunto definido por una serie de BN1G donde destacan los BN1G-PH, así como los tipos relacionados con las distintas fases del proceso de preparación de estos.

En definitiva, se trata de un conjunto encuadrable en el IIIº milenio a.n.e. donde se constata una cadena operativa orientada a la producción estandarizada de hojas a partir de BN1G-PH previamente configuradas. e) Valoración histórico-arqueológica Los autores del trabajo monográfico lo encuadraron en el contexto de “los grandes talleres de facies de cantera del Calcolítico-Bronce” (Espejo y Cantalejo, 1990-91: 38). Tenemos que entender esta adscripción cultural en el marco de los postulados teóricos y metodológicos que, desde los trabajos de Enrique Vallespí (Vallespí y Cabrero, 1980; Vallespí et al., 1988) y de los propios investigadores vinculados a Ardales (Espejo y Cantalejo, 1988; Espejo, et al., 1989; Ramos, Espejo y Cantalejo, 1986), se empezaron

Gráfica 1. Porcentajes de las series de productos líticos documentados en La Galeota.

75

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) Los productos arqueológicos se dispersan en un área de 800 m², por la parte inferior de la ladera noroeste que baja de la fortaleza del Turón, a una cota de 510 m.s.n.m. (Fig. 54). El camino que une la fortaleza con la localidad de Ardales, distante a unos 3 km, divide el yacimiento en dos zonas.

a desarrollar para este tipo de yacimientos prehistóricos en Andalucía. Nosotros no los entendemos en la línea de taller, sino como espacios de captación y explotación de la materia prima, desarrollándose así mismo una intensa producción de productos semielaborados y elaborados dedicados al consumo local y a la distribución a una escala mayor (Lozano et al., 2010).

En términos geológicos, el yacimiento se ubica sobre una intercalación de conglomerados dentro de arcillas y margas arcillosas terciarias pertenecientes a la formación Numidoide del Complejo del Campo de Gibraltar (Lozano et al., 2010). Anexo a estos materiales se encuentra una alineación de calizas jurásicas perteneciente al Complejo Maláguide (Cano, 1990).

5.2.1.14. Castillo del Turón (Ardales) a) Introducción El yacimiento fue detectado en 1982, pero no será hasta 1985 cuando se lleve a cabo su primer estudio por parte de María del Mar Espejo, Pedro Cantalejo y José Ramos. En este primer acercamiento al yacimiento se analizó un conjunto de unas 1330 piezas que vieron la luz en una pequeña monografía (Ramos, Espejo y Cantalejo, 1986). Con posterioridad, el enclave siempre ha estado presente en estudios sobre el sílex “tipo Turón” (Domínguez-Bella et al., 2001; Lozano et al., 2010; Morgado, 2008).

c) Cronología relativa Calcolítico, IIIº milenio a.n.e. d) Productos arqueológicos En el caso del Castillo del Turón, al igual que en el de La Galeota, hemos revisado e integrado los estudios ya realizados (Ramos, Espejo y Cantalejo, 1986; Espejo y Cantalejo, 199091). En ambos casos hay poco que decir sobre las materias primas empleadas en la configuración y producción de elementos líticos, ya que sólo está documentada la presencia de sílex “tipo Turón”, puesto que es esta roca la que da sentido a los citados emplazamientos arqueológicos.

El Castillo del Turón se convirtió en el paradigma de “taller lítico”, junto a La Galeota (Espejo y Cantalejo, 1990-91), en las cuencas del Guadalteba y el Turón (Vallespí et al., 1988). La metodología con la que se estudió tenía como precedente el trabajo del profesor Enrique Vallespí en el cerro de Malaver-Lagarín (Vallespí y Cabrero, 1980).

En este sentido, lo que hemos realizado es una revisión del material publicado sobre el yacimiento (Ramos, Espejo y Cantalejo, 1986) al formato de trabajo de la presente investigación. Del yacimiento Castillo del Turón, como ya hemos mencionado, se publicó el estudio de una colección

b) Localización y geología X 332461

Y 4082596

Fig. 54. Localización de Castillo del Turón.

76

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón alcance (Lozano et al., 2010; Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004). 5.2.1.15. Olivar de Currito II (Ardales) a) Introducción Este yacimiento fue documentado por primera vez con motivo de las prospecciones realizadas en el término municipal de Ardales a finales de los años 80 del siglo XX (Espejo, Cantalejo, 1988; Espejo, Cantalejo, 1989; Espejo, Cantalejo, 1991; Espejo et al., 1989; Ramos et al., 1987). Posteriormente con la construcción de un parque eólico se desarrolló en el mismo una prospección intensiva en 2009, y una vigilancia y control de movimiento de tierra entre mayo del 2011 y enero de 2012 (Becerra et al., inédito).

Gráfica 2. Porcentajes de las series de productos líticos documentadas en Castillo del Turón.

de 1330 productos líticos (Fig. 71), los cuales hemos revisado. A nivel tecnológico podemos decir como síntesis:

b) Localización y geología X 334137

• Es un conjunto definido por la presencia mayoritaria de BN1G-POL, posiblemente vinculadas al agotamiento de BN1G-PH. • Cadena operativa que parte de una preconfiguración de los nódulos de sílex para generar cretas a partir de las cuales se inicia la extracción de hojas. • Los restos de talla están en consonancia con las BN1G documentadas, lo que pone de manifiesto que el yacimiento estuvo destinado a la preparación de núcleos para la obtención de hojas. • Constatación de técnica a presión para la obtención de hojas, con un previo calentamiento de la materia prima a tenor de las evidencias de termoalteración en algunos productos. • Abundancia de BP-I vinculadas al desbaste derivado de la preconfiguración de las BN1G-PH. • Existencia de escasos productos retocados, BN2G, los cuales pertenecen a una tradición previa, como son las raederas, raspadores y denticulados. • Aunque el conjunto analizado presenta características propias del IIIº milenio, no descartamos que en el yacimiento puedan existir productos de cronologías modernas; si bien hemos de indicar que en la muestra analizada no aparecen elementos recientes.

Y 408861

El yacimiento está ubicado a caballo entre los T.T.M.M. de Teba y Ardales (Provincia de Málaga); ocupa los parajes de La Carguilla y Cabeza del Caballo, y es atravesado por la carretera C-341, actualmente en desuso (Fig. 55). El enclave arqueológico, situado a una cota de 482 m.s.n.m., cuenta con una amplia área de dispersión que se circunscribe a casi todo el olivar (70.000 m²), y un área de mayor concentración junto a la margen derecha de la carretera (10.000 m²). En términos geológicos, se sitúa en una terraza aluvial antigua colgada sobre unos materiales arcillosos, con calizas detríticas, areniscas, conglomerados, margas y margo calizas pertenecientes a las unidades infranumídicas del terciario (Cruz-Sanjulián, 1991). Los suelos del entorno están muy degradados por la gran actividad antrópica relacionada con la agricultura. c) Cronología relativa Calcolítico, IIIº milenio a.n.e.

e) Valoración histórico-arqueológica

d) Productos arqueológicos

El yacimiento del Castillo del Turón ha sido tradicionalmente adscrito a los denominados “grandes talleres de facies de cantera” del Calcolítico (Ramos, Espejo y Cantalejo, 1986; Vallespí et al., 1988). Si bien, nosotros lo entendemos como un lugar de captación y producción de productos líticos, en el marco de una explotación controlada de las materias primas silíceas por parte de las sociedades de la Prehistoria Reciente que ocuparon el valle del Turón.

De este yacimiento hemos estudiado un total de 35 piezas líticas talladas (Fig. 72), así como varios fragmentos de pulimentos realizados en dolerita y sillimanita. Si nos a tenemos a que se trata de un conjunto lítico proveniente de una recogida de material superficial selectiva, podemos decir a nivel tecnológico: • Conjunto caracterizado por un número representativo de BN1G, que ponen de manifiesto la existencia de talla orientada a la obtención de hojas, las cuales no aparecen en la muestra. • Los restos de talla cuentan con una presencia mayoritaria de BP-I, derivadas del desbaste de configuración de las

El sílex “tipo Turón” desde estos espacios de producción se integrará en redes de distribución a nivel comarcal, pero además entrará en circuitos de redistribución de largo 77

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 55. Localización de Olivar de Currito.

• • • •

BN1G, pero también parece existir una producción de lascas destinadas a la elaboración de productos retocados. Evidencias de talla en el sitio, como atestiguan las BP-C. Aparecen elementos pertenecientes a una tradición previa dentro de los productos retocados o BN2G, como los raspadores. Los productos líticos parecen estar vinculados a procesos de producción agrícola y doméstico (aspecto a constatar mediante estudios de funcionalidad). Escasa presencia de ORT en la muestra, que sólo viene a corroborar procesos de talla en el yacimiento.

con 5 ejemplares (14,3%) y el sílex oolítico con 3 (8,6%) (Tabla 13). Las materias primas que aparecen en mayor porcentaje en todas las series son el sílex masivo y el sílex Turón. Esta última es la predominante en las BN1G. Se evidencia una estrategia de aprovisionamiento en afloramientos cercanos, como La Galeota o Castillo del Turón, además de las terrazas fluviales del Guadalteba y Turón. e) Valoración histórico-arqueológica

Las materias primas más empleadas en la fabricación de productos son el sílex Turón, con un total de 15 (42,8%), y el sílex masivo con 12 (34,3%); le siguen las radiolaritas

Todo esto nos lleva a considerar al yacimiento prehistórico del Olivar de Currito II como un asentamiento encuadrable

Tabla 13. Estudio de síntesis del Olivar de Currito

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 0 0 5 33,4 6 50 1 33,33 12 34,3

MATERIA PRIMA SÍLEX TURON N % 3 60 6 40 5 41,7 1 33,34 15 42,8

RADIO LARITA N % 1 20 2 13,3 1 8,3 1 33,33 5 14,3 78

SÍLEX OOLÍTICO N % 1 20 2 13,3 0 0 0 0 3 8,6

TOTAL N 5 15 12 3 35

% 14,3 42,8 34,3 8,6 100

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón en la transición del IVº al IIIº milenio antes de Cristo, similar a los materiales del Cortijo de San Miguel (Fernández et al., 1999).

350 m², se corroboró que el asentamiento no se extendía más allá de lo documentado. b) Localización y geología

Ambos son yacimientos que ocupan zonas de gran potencial agrícola y generan un excedente, es un momento en los que las sociedades tribales comunitarias inician un proceso hacia una sociedad clasista inicial. Puede considerarse la posibilidad de que se trate de un emplazamiento tipo “silos”, de comunidades que se mueven dentro de un territorio de producción, estableciendo asentamientos de carácter semiestacional a lo largo del mismo. El medio de vida principal sería la agricultura y la ganadería, aunque con presencia de recursos derivados de la caza y recolección (Aguayo, Martínez y Moreno, 1989-1990; Fernández et al., 1997; Morgado y Martínez, 2005; Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004).

X 336175

Y 4085950

El yacimiento arqueológico se ubica en los terrenos del Cortijo San Miguel, a escasos dos kilómetros y medio del casco urbano de Ardales (Fig. 56). Se sitúa en una suave pendiente, a una cota de 352 m.s.n.m., dentro del conjunto de pequeñas elevaciones de margas y arcillas del Terciario, que dominan la margen derecha del río Turón justo al desembocar en el embalse del Conde de Guadalhorce. Las estructuras negativas se extienden en dirección sureste conforme la pendiente del cerro en el que se excavaron.

5.2.1.16. Cortijo San Miguel (Ardales) a) Introducción

En términos geológicos, la zona en la que se inserta el asentamiento pertenece a la Unidad de tipo Algeciras del Complejo del Campo de Gibraltar, conformada por margas detríticas color ladrillo y calcarenitas de época oligocena (Cano, 1990).

En el marco de una prospección arqueológica de urgencia motivada por la construcción del tramo de carretera A-357 que une Ardales con Campillos, se documentó en 1994 por primera vez este yacimiento (Soto et al., 1999). Antes del comienzo de la citada obra se procedió a la excavación del enclave arqueológico en el tramo afectado, en los meses de abril y mayo de 1995. Esta actuación puso de manifiesto un yacimiento tipo “campo de silos”, del cual se excavó un área de unos 228 m², compuesto por 23 estructuras negativas de planta circular (Fernández et al., 1999; Fernández et al., 1995-1996; Fernández et al., 1997). Mediante sondeos mecánicos, efectuados en el entorno del yacimiento, que abarcaron una superficie de

c) Cronología relativa Neolítico Final /Calcolítico Antiguo, finales del IVº-IIIº milenio a.n.e. d) Productos arqueológicos En el caso particular de Cortijo San Miguel, no hemos podido tener acceso a los materiales arqueológico debido

Fig. 56. Localización del Cortijo San Miguel.

79

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) a que estaban depositados en las dependencias del Consorcio Guadalteba, institución que durante el proceso de investigación del presente trabajo se encontraba en una situación de desmantelamiento institucional. Ante esta casuística, y debido a la importancia del yacimiento a nivel arqueográfico, nos planteamos la necesidad de incorporarlo al catálogo sin poder analizar los productos del enclave.

preconfiguración de núcleos mediante la preparación de frentes de extracción con crestas, aparece un ejemplar de BP-C, estaría orientada a la producción de BP-H mediante la talla a presión. Los productos retocados, BN2G, parecen circunscribirse a un par de elementos, concretamente a un perforador sobre lámina, Bec2 (P1 en la tipología de Fortea), y una punta de retoque cubriente. e) Valoración histórico-arqueológica

En base a las publicaciones que existen sobre el sitio (Fernández et al., 1999; Fernández et al., 1995-1996; Fernández et al., 1997), sabemos que se documentaron 23 estructuras negativas excavadas en el sustrato geológico, las cuales presentaban forma circular con una profundidad en torno al metro y medio, y un diámetro de la boca de 50 cm. Estas estructuras subterráneas estaban colmatadas por un relleno uniforme de matriz arcillosa con clastos de pequeño y mediano tamaño.

El Cortijo de San Miguel es un enclave al aire libre propio de los momentos en los que se está consolidando el modo de producción agropecuario. Puede situarse en el contexto de los asentamientos tipo “campo de silos” propios del Neolítico Final al Calcolítico. Este asentamiento se vincula con una producción agrícola, favorecida por la fertilidad de las tierras del valle del Turón, y con la permanencia de actividades económicas depredadoras como la caza. No podemos descartar la importancia del pastoreo, ya que en el entorno inmediato hay acceso a pastos, tanto en el valle como en las altas sierras cercanas.

El conjunto de los productos arqueológicos se caracteriza por una importante presencia de cerámica, un lote interesante de elementos líticos, algunos fragmentos de pulimentados, molinos y fauna.

Los investigadores que realizaron la excavación proponen el lugar como un asentamiento estacional entre primavera y verano, en el cual la agricultura no tiene un “gran peso en la subsistencia del grupo” (Fernández et al., 1999; Fernández et al., 1995-1996; Fernández et al., 1997).

La cerámica del yacimiento presenta pastas de calidad media, con superficies bruñidas. Las formas más representadas son aquellas destinadas al almacenaje, con ollas globulares, ollas de de cuello vuelto al exterior y ollas de gollete, etc. Son vasos con tendencia a cuerpos globulares en su mayoría, existiendo un escaso porcentaje de cazuelas y cuencos. No aparecen fragmentos con decoración, los elementos de aprehensión usuales son los mamelones, y muchos ejemplares tienen lañas (lo que nos habla de un valor importante de la cerámica para el grupo).

5.2.1.17. Los Caserones (Ardales) a) Introducción Los Caserones es uno más de los yacimientos localizados en los trabajos de prospección desarrollados en los años 80 del siglo XX en Ardales (Ramos et al., 1995a). Detectándose un pequeño enclave al aire libre encuadrable entre el IIIº y el IIº milenio a.n.e. y una necrópolis de cistas, esta última muy deteriorada por las fluctuaciones de las aguas del embalse del Conde de Guadalhorce. La necrópolis contaba con numerosas cistas del IIº milenio a.n.e., siendo similares a las documentadas en Morenito o La Bolina (Ramos et. al., 1987; Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004) en la misma ribera del Turón.

Los elementos pulimentados se ciñen a un par de molinos barquiformes, y un fragmento de hacha realizadas en dolerita. La fauna presente se compone de restos de fauna salvaje, como jabalí y cérvidos, y otros de ámbito doméstico, como bóvidos, ovicápridos y perros. Como ya hemos mencionado, de este yacimiento no hemos desarrollado un estudio directo sobre sus materiales, por lo que no podemos indicar aspectos relacionados con las materias primas empleadas; siendo denominadas las rocas empleadas en la elaboración de la industria lítica con el calificativo genérico de sílex (Fernández et al., 1997: 445).

También aparecen materiales en superficie que datan el yacimiento en otros momentos históricos, desde el Pleistoceno hasta época medieval. b) Localización y geología X 336366

A nivel tecnológico, los investigadores nos indican la existencia de 14 ejemplares de BN1G, de los cuales el grupo mayoritario es el de los BN1G-PH, con evidencias de agotamiento de estos núcleos.

Y 4085531

El yacimiento se sitúa en un meandro de la margen izquierda del Río Turón, a una cota de 338 m.s.n.m., y una distancia de unos 2,5 km del casco urbano (Fig. 57). El emplazamiento arqueológico está sobre una amplia terraza situada en la margen izquierda del río Turón, donde

Las BP documentadas parecen corresponderse en su mayoría con BP-H, láminas y laminitas de sección triangular y trapezoidal sin retoques intencionados en un mayor porcentaje. La cadena operativa, que parte de la 80

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón

Fig. 57. Localización de Los Caserones.

aparecen los restos prehistóricos y se observan evidencias de estructuras murarias de época medieval.

• El escaso número de ORT en el total de productos analizados, sólo vienen a completar lo expresado anteriormente en lo que respecta a procesos de talla en el sitio.

A nivel geológico tenemos que indicar que la terraza fluvial sobre la que se asienta Los Caserones está datada en el Cuaternario (Cano, 1990), habiéndose conformado por el progresivo encaje del río, el cual discurría por este tramo de su curso medio formando meandros. Actualmente, las aguas del embalse han trasformado el terreno, sufriendo la zona arqueológica los avatares de las riadas y crecidas del nivel del pantano.

Las dos grandes láminas documentadas en el ámbito funerario del yacimiento, elementos similares en cuanto a formato a las existentes en la necrópolis de Las Aguilillas (Espejo et al., 1994) y la Bolina (esta última es más estrecha). Ambos ejemplares no presentan evidencias de trabajo, solo melladuras propias de procesos postdeposicionales, por lo que parecen cumplir una función ideológica vinculada a la muerte.

c) Cronología relativa Bronce, IIº milenio a.n.e.

La materia prima que predomina sobre las demás es el sílex Turón, con 87 ejemplares representa el 81,3% del total. Otros tipos presentes son el sílex masivo, el oolítico, la radiolarita y el sílex bandeado (Tabla 14).

d) Productos arqueológicos Hemos estudiado un total de 107 piezas líticas talladas, de las cuales 105 pertenecen al asentamiento (Fig. 73) y 2 a grandes láminas recuperadas de una de las cistas.

En todos los tipos el porcentaje mayor corresponde al sílex del Turón, sin embargo, podemos indicar que en las BP están presentes los mayores porcentajes de los restantes tipos de roca documentadas en el yacimiento.

Podemos decir a modo de síntesis en cuanto al análisis tecnológico:

Se pone de manifiesto una captación de materias primas en el entorno inmediato, como es el caso del sílex Turón que aparece tanto en las terrazas fluviales del citado río, como en afloramientos cercanos como La Galeota o Castillo del Turón.

• Cadena operativa definida por la configuración de núcleos prismáticos, BN1G-P, de cuyo agotamiento parecen derivarse núcleos poliédricos, BN1G-POL. • Esto conlleva una serie numerosa de BP, predominantemente BP-I, con presencia de BP-C destinadas a la configuración de BN1G-P. • El significativo número de BP-H parece estar vinculado a actividades de producción agrícola, si bien, dos de estas pertenecen a un ámbito “ideológico”. • Productos retocados, BN2G, vinculados a una funcionalidad doméstica y agrícola. • Raspadores, muescas, denticulados y abruptos son productos retocados vinculados a una tradición previa.

e) Valoración histórico-arqueológica La necrópolis de cistas, junto con la de Morenito constituye uno de los ejemplos más interesantes de la provincia de Málaga del IIº milenio a.n.e., y guarda relación con otra necrópolis documentadas en la comarca como es la del Cortijo de Rodahuevos (Fernández et al., 1995). 81

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) Tabla 14. Estudio de síntesis de Los Caserones

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 1 33,3 4 5,1 1 6,7 0 0 6 5,6

SÍLEX TURÓN N % 2 66,7 63 80,8 12 80 10 90,9 87 81,3

MATERIA PRIMA SÍLEX OOLITICO N % 0 0 1 1,3 0 0 0 0 1 0,9

Por su parte, el asentamiento al aire libre es un pequeños enclaves agrícolas de la vega fluvial vinculados a un más que probable centro principal situado en la Peña de Ardales,

RADIO LARITA N 0 8 2 1 11

% 0 10,3 13,3 9,1 10,3

SÍLEX BANDEADO N % 0 0 2 2,6 0 0 0 0 2 1,9

TOTAL N 3 78 15 11 107

% 2,8 72,9 14 10,3 100

existiendo una relación dialéctica entre espacios de producción y de acumulación y control coercitivo durante el tránsito del IIIº al IIº milenio a.n.e. (Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004).

Fig. 58. Conjunto de materiales de Abrigo de Gaitanejo: Cerámica decorada (1 y 2); BP-SD en radiolarita (3); BP-I en sílex masivo (4); BP-I en radiolarita (5); BP-H en sílex tipo Turón (6); BP-H en sílex masivo (7); BN2G-D21 en sílex oolítico (8); BN2G-Bec2 en sílex tipo Turón muy patinado (9); BN2G-LD21 en sílex tipo Turón (10); LD11 en radiolarita (11); BN2G-T21 en sílex masivo (12).

82

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón

Fig. 59. Conjunto de materiales de Abrigo de la Cara Sur: Cerámica decorada (1); BP-SD en sílex masivo (2); BP-I en sílex bandeado (3); BP-I en sílex masivo del Azulejo (4); BN2G-D25 en sílex masivo del Azulejo (5); BN2G-D23 en radiolarita (6).

83

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 60. Industria lítica de Solana o Camino del Pico de la Cueva (Ardales): BN1G-PH en sílex masivo (1); BN1G-P en sílex masivo del Azulejo (2); BN1G-POL en oolítico (3); BP-I en sílex bandeado (4); BP-SD en sílex masivo patinado (5); BP-I en sílex masivo (6); BP-I en arenisca compacta (7); BP-C en sílex masivo posible Tipo Turón, termoalterada (8); BP-H en sílex masivo (9-10-12); BP-H en radiolarita (11); BN2G-R21 en sílex Turón (13); BN2G-G11 en sílex masivo del Azulejo (14); BN2G-D25 en sílex oolítico (15); BN2G-D21 en radiolarita (16); BN2G-D23 en sílex masivo del Azulejo (17); BN2G-D23 en sílex tipo Turón (18).

84

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón

Fig. 61. Industria lítica de Abrigo de Parque Ardales: BN1G-P en sílex masivo (1); BN1G-P en radiolarita (2); BP-I en sílex masivo (3); BP-I en arenisca silificada (4); BP-H en sílex masivo (5, 6, 7, 8); BN2G-D21 en radiolarita (9); BN2G-D23 en sílex masivo (10).

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 62. Conjunto de materiales de Ermita de Villaverde: Cerámica sin decorar (1 y 2); BN1G-POL en radiolarita (3); BP-C en radiolarita (5); BP-I en sílex tipo Turón (4 y 6); BP-H en radiolarita (7); BN2G-D23 en radiolarita (8).

86

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón

Fig. 63. Conjunto de materiales de Depósito de Aguas de Parque Ardales: Cerámica decorada (1); BN1G-PH en sílex Turón (2); BN1G-P en sílex oolítico (3); BN1G-PH en sílex masivo patinado (4); BN1G POL en radiolarita (5); BP-SD en radiolarita (6); BP-I en radiolarita (7); BP-I en sílex oolítico (8); BP-I en sílex masivo del Azulejo (9); BP-C en radiolarita (10); BP-H en sílex oolítico (11); BP-H en sílex masivo (12); BP-H en sílex Turón (13); BN2G-D21 en radiolarita (14); BN2G-D23 en sílex masivo (15); BN2G-LD11 en radiolarita (16); BN2G-LD21 en sílex oolítico (17); BN2G-BT1 en sílex Turón (18).

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 64. Industria lítica de Parque Ardales: BN1G-POL en sílex masivo del Azulejo (1); BN1G DIV en sílex Turón (2); BP-SD en radiolarita (3); BP-C en sílex bandeado (4); BP-I en sílex masivo (5); BP-I en radiolarita (6); BP-H en sílex bandeado (7); BP-H en sílex masivo (8); BN2G-G11 en radiolarita (9); BN2G-G12 en sílex Turón (10); BN2G-DH en sílex oolítico (11); BN2G-D25 en sílex masivo (12); BN2G-LDT11 en sílex Turón (13); BN2G-F21 en sílex masivo (14).

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Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón

Fig. 65. Industria lítica de El Mirador: BN1G-PH en sílex masivo patinado (1); BN1G-B en sílex bandeado (2); BP-I en sílex masivo de El Azulejo (3); BP-I en sílex oolítico (4); BP-I en radiolarita (5); BP-H en sílex Turón (6); BP-H en sílex masivo de El Azulejo (7); BN2G-D23 en sílex masivo (8).

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 66. Industria lítica de Puerto de las Atalayas: BN1G-PH en sílex masivo (1); BN1G-P en sílex masivo patinado (2); BN1GPOL en sílex masivo (3); BN1G-SL en sílex tipo Turón (4); BP-C en radiolarita (5); BP-LDNH en sílex masivo (6); BP-SD en sílex oolítico (7); BP-I en radiolarita (8); BP-I en sílex oolítico (9); BP-H en sílex masivo (10); BP-H en sílex tipo Turón (11); BN2GD21en sílex oolítico (12); BN2G-D23 en radiolarita (13); BN2G-DH en sílex masivo (14); BN2G-LD11 en radiolarita (15).

90

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón

Fig. 67. Industria lítica de Cueva de Ardales: BP-I en sílex masivo (1); BP-I en sílex oolítico (2 y 5); BP-I en radiolarita (4); BP-H en sílex tipo Turón (3); BP-H en sílex masivo (8); BN2G-G11 en sílex tipo Turón (6); BN2G-LD11 en sílex masivo (7).

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 68. Industria lítica de Vivero: BN1G-SL en sílex masivo (1); BN1G-POL en sílex tipo Turón (2); BP-I en sílex masivo (3); BP-C en radiolarita (4); BP-SP en sílex masivo (5); BN2G-G11 en radiolarita (6); BN2G-G12 en sílex masivo (7); BN2G-LD22 en sílex tipo Turón (8); BN2G-F11 en sílex tipo Turón muy patinado (9).

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Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón

Fig. 69. Industria lítica de El Azulejo: BN1G-P en sílex masivo (1); BP-SD en sílex masivo (2); BP-C en sílex masivo (3); BP-D en radiolarita (4); BP-I en sílex masivo (5); BP-H en sílex masivo (6-7); BN2G-G22 en radiolarita (8); BN2G-D25 en sílex masivo (9); BN2G-G11 en sílex masivo (10); BN2G-D21 en radiolarita (11); BN2G-D23 en radiolarita (12); BN2G-LD11 en radiolarita (13).

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 70. Industria lítica de La Galeota: Preforma para BN1G-PH (1); BN1G-PH (2) en sílex Turón con tonalidad clara; BPSD (3); BP-I (4-5-6); BN2G-D21 (7-8).

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Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón

Fig. 71. Industria lítica de Castillo del Turón: BN1G-PH (1-2-3) en sílex Turón con diferentes tonalidadades; BP-H (4-5-6); BN2G-R22 (8); BN2G- BN2G-D21 (9); BN2G-T (7).

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 72. Industria lítica de Olivar de Currito: BN1G-PH en sílex Turón (1); BP-I en sílex masivo (2) y sílex Turón (3); BN2G-A1 en sílex Turón (4); BN2G-D23 en sílex Turón (5) y radiolarita (6); BN2G-G12 en lasca de descortezado de sílex masivo (7); BN2G-T21 en sílex masivo (8).

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Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón

Fig. 73. Industria lítica de Los Caserones: BN1G-P en sílex Turón (1); BN1G-POL en sílex masivo (2); BP-C en sílex Turón (3); BP-I en sílex Turón (4-5); BP-H en sílex Turón (6-7); BN2G-D21 en sílex Turón (8); BN2G-D23 en sílex Turón (9); BN2G-G11 en sílex Turón (10); BN2G-12 en sílex masivo (11).

97

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) 5.2.2. Yacimientos del valle del Guadalteba

aunque aparecen coníferas de repoblación, y por la escasez y la pobreza de los suelos (Romero et al., 2004). En su entorno, aparecen numerosos abrigos cuyo origen es la erosión sobre los conglomerados y calcarenitas.

5.2.2.1. Bolinares (Campillos) a) Introducción

c) Cronología relativa El yacimiento fue documentado por primera vez en 1996, durante la prospección que realizó el antiguo Departamento de Arqueología de la Diputación de Málaga en el marco de una prospección superficial en el término municipal de Campillos con motivo de la elaboración de las Normas Subsidiarias de la localidad (Recio, 1997-98).

Neolítico Inicial, primera mitad del Vº milenio a.n.e. d) Productos arqueológicos En este enclave arqueológico hemos recuperado casi 700 objetos, de los cuales 21 se corresponden con fragmentos de cerámica, algunos fragmentos de hueso quemado de pequeñas dimensiones, una pulsera elaborada en concha que presenta decoración a base de puntos y rayas, además del conjunto lítico (Fig. 93).

Este enclave ha sido prospectado de nuevo en el año 2015 durante la actividad arqueológica “Prospección Superficial con recogida de materiales en la cuenca del río Guadalteba”, con expediente 43/15 y dirigida por quien suscribe.

La cerámica está elaborada con pastas de buena calidad, la mayor parte de los fragmentos no están decorados, excepto 3 ejemplares que tienen cordones aplicados, y contienen algunos restos de almagra.

b) Localización y geología X 339417

Y 4092139

En cuanto a la lítica, decir que de este yacimiento hemos estudiado un total de 646 piezas líticas talladas, así como cuatro bases naturales de sílex y radiolarita, de lo que podemos destacar:

La zona arqueológica se encuentra en la parte sur del término municipal de Campillos, en concreto en el espacio de los embalses (Fig. 74). Es una plataforma situada en el cerro Bolinares, a unos 490 m.s.n.m., donde el material se dispersa por un área de 2000 m². El cerro actúa como divisoria entre los embalses del Guadalteba y Guadalhorce.

• Conjunto definido por la presencia de BN1G-P y BN1G-PH configuradas para la producción de BP hojas y hojitas mediante técnica por presión, así como de BN1G-POL vinculadas al agotamiento de las anteriores. Los restos de talla caracterizados por una presencia mayoritaria de BP-I, las cuales están en consonancia con las BN1G documentadas y las BP-SD y BP-C como espacio de producción lítica; las BP-H se vinculan a procesos de

En términos geológicos, la zona se inserta dentro de la serie de cerros de calcarenitas y conglomerados del Mioceno del sector de El Chorro (Cano, 1991: 32). El paisaje se caracteriza por el predominio del matorral,

Fig. 74. Localización de Bolinares.

98

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón Tabla 15. Estudio de síntesis de Bolinares

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 10 55,6 140 65,1 10 45,5 219 56 379 58,7

SÍLEX TURÓN N % 2 11,1 13 6,05 3 13,6 13 3,3 31 4,8

MATERIA PRIMA SÍLEX OOLÍTICO SÍLEX BANDEADO N % N % 1 5,5 0 0 13 6,05 6 2,8 2 9,1 1 4,55 9 2,3 7 1,8 25 3,9 14 2,1

SÍLEX POROSO N % 0 0 7 3,3 1 4,55 11 2,8 19 2,9

RADIO LARITA N 5 36 5 132 178

% 27,8 16,7 22,7 33,8 27,6

TO TAL N % 18 2,8 215 33,3 22 3,4 391 60,5 646 100

producción agrícola y doméstico (aspecto que en el futuro se deberá de constatar mediante estudios de funcionalidad).

Almorchón, o la Higuera, todos yacimientos de un mismo territorio entorno a la confluencia de los ríos.

• En cuanto a los productos retocados o BN2G, decir que aparecen elementos pertenecientes a una tradición previa, como son raederas, raspadores y abruptos. • Abundante presencia de ORT, que vienen a corroborar lo expresado anteriormente en lo que respecta a procesos de talla en el sitio.

5.2.2.2. Las Aguilillas (Campillos) a) Introducción La necrópolis fue descubierta para el ámbito científico en 1991, sin embargo, no será hasta 1994 cuando se proceda a la excavación de la misma mediante una actividad arqueológica de urgencia autorizada por la Junta de Andalucía (Ramos et al., 1999); trabajos que financiará el Ayuntamiento de Ardales y contará con la participación de los miembros del equipo de investigación de la Cueva de Ardales (Pedro Cantalejo y Mª del Mar Espejo), la Universidad de Cádiz (José Ramos y Vicente Castañeda) y la Diputación de Málaga (Ángel Recio).

Las materias primas más empleadas en la fabricación de productos son el sílex masivo y radiolaritas, con un total de 379 (58,7%) y 178 (27,6%) piezas respectivamente; le siguen el sílex Turón, con 31 ejemplares (4,8%), el sílex oolítico, con 25 (3,9%), el sílex poroso, con 19 ejemplares (2,9%) y el sílex bandeado con 14 (2,1%) (Tabla 15). Las BN1G evidencian una captación de materias primas vinculadas a cursos fluviales, ya que algún ejemplar presenta características propias de los cantos de río. Existe un predominio de sílex masivo y radiolaritas en la producción de las BP y de productos retocados BN2G, en este último, los sílex masivo son el 45,5% del total.

Esta intervención arqueológica sacará a la luz una necrópolis compuesta por 7 estructuras funerarias, algunas de las cuales estaban afectadas desde la Guerra Civil, al actuar el cerro de Las Aguilillas como frente militar por las tropas republicanas para la defensa de Málaga (Ramos et al., 1994; 1995c; 1999).

e) Valoración histórico-arqueológica b) Localización y geología Estos asentamientos al aire libre se ubican en las cercanías de los ríos y piedemontes serranos, poniendo en producción el territorio en el que se insertan, constatándose la consolidación del modo de producción agropastoril (Aguayo, Martínez y Moreno, 1989-1990; Morgado y Martínez, 2005; Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004).

X 338135

Y 4090686

El cerro de las Aguilillas está situado entre los ríos Guadalteba y Turón, con una altura de 500 m.s.n.m. (Fig. 75). El lugar tiene un gran valor estratégico por su dominio sobre las tierras circundantes, así como por ser un hito del paisaje en la encrucijada de dos grandes vías naturales, la que comunica los llanos de Antequera y la Serranía de Ronda, y la que une la bahía malacitana con el interior de la provincia .

Estas sociedades tribales tenían como medio de vida principal la agricultura y la ganadería, aunque con una fuerte presencia de recursos derivados de la caza y recolección. En estos momentos, se produce un proceso de semisedentarización, con ocupaciones más largas de los asentamientos (Aguayo, Martínez y Moreno, 1989-1990; Morgado y Martínez, 2005; Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004).

En términos geológicos, la zona se inserta dentro de la serie de cerros de calcarenitas y conglomerados del Mioceno del sector de El Chorro (Cano, 1990: 32). La primitiva vegetación natural de esta zona, muy alterada por la repoblación de coníferas.

Puede tener una vinculación con la ocupación por parte de estas sociedades tribales de otros espacios cercanos como la Cueva de las Palomas, zona de Parque Ardales99

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 75. Localización de la Necrópolis de Las Aguilillas.

y cubierta con grandes losas de caliza. Toda la sepultura queda cubierta por un túmulo que corona el cerro.

c) Cronología relativa Transición del IIIº al IIº milenio a.n.e.

Sector 4: Dentro de esta zona, situada al este del cerro, solo se encuentra una tumba; estructura sin corredor y con una planta ovalada que contenía la antecámara y la cámara separadas por un pequeño canal.

d) Productos arqueológicos Dentro de este espacio funerario se diferenciaron cuatro sectores, en los cuales se excavaron siete estructuras hipogeas de similares características y otra que mezclaba elementos de la tradición megalítica (Ramos et al., 1994; 1995c; 1999).

La cultura material recuperada en las excavaciones se compone de recipientes cerámicos, un importante conjunto de productos líticos, algunos objetos metálicos, elementos de adorno elaborados en malacofauna, así como de un importante registro óseo faunístico y humano (Ramos et al., 1995c).

Sector 1: Se sitúa en la ladera norte del cerro, lo componen las estructuras 1, 2 y 3, que fueron excavadas en la arenisca con picos de piedra, de los que se contabilizaron más de 200 en uno de los nichos. La planta se compone de cámaras circulares, con nichos de diferentes tamaños, y corredor de acceso, el espacio se compartimentaba con el empleo de losas de cierre. En este sector aparecieron dos antropomorfos esquemáticos, uno de ellos ha desaparecido por la acción de algún desaprensivo (Maura, 2003).

La cerámica se caracteriza por pastas de tonos marrones, con superficies bruñidas y buenos acabados en su mayoría; las formas que predominan son los grandes cuencos, las escudillas, vasos carenados y platos y fuentes de borde engrosado. Objetos de metal se documentaron dos punzones de cobre arsenicado, con sección cuadrada en su parte central y circular en los extremos.

Sector 2: Al igual que el anterior, este sector se encuentra en una de las laderas del cerro, concretamente en la que está orientada al sur. Son las estructuras 4 y 5, presentan un modelo parecido, carentes de corredores, con una reducida antecámara y una cámara central en la que se excavaron tres y dos nichos, respectivamente. Las tumbas que se excavaron en este sector no se vieron tan afectadas como las situadas en otras zonas, lo que hizo que fueran las únicas que mantuvieron el depósito funerario prácticamente intacto.

El conjunto lítico está formado por más de un millar de productos, de entre los que cabe destacar, por el momento, la serie de más de doscientos picos recuperados en cámaras y nichos de las diferentes estructuras. Todo indica a que estos son las herramientas con las que se elaboraron las estructuras funerarias (Fig. 94). Por su parte, la fauna representada en el registro incluye especies domésticas, como el perro (especie más frecuente), los bóvidos, ovicápridos y cerdos, además de una fauna silvestre, donde están presentes el ciervo, los lagomorfos, zorros, etc. Mención aparte merece los moluscos hallados, tales como Pecten maximus, Cerastoderma edule y Unio pictorum; todos ellos pueden estar relacionados con una función de adorno personal. La

Sector 3: Se compone de la estructura 6, que está ubicada en una de las cimas del cerro. El diseño de la planta es similar a las otras, presenta corredor, antecámara y cámara; siendo la antecámara de mayor tamaño que la cámara final. Sin embargo, su esquema constructivo difiere de las demás estructuras, ya que está excavada en los conglomerados 100

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón fauna parece satisfacer aspectos ideológicos relacionados con el ritual de enterramiento (Ramos et al., 1995c:162).

Estos porcentajes están relacionados con los publicados sobre las litologías de los picos estudiados con anterioridad: areniscas (casi el 80%), calizas (19%) y sílex (3%) (Ramos et al., 1995c: 160).

Tan solo la tumba 4 permite reconstruir el ritual funerario, con un depósito de restos óseos pertenecientes a 18 individuos, los cuales contaban con elementos de ajuar asociados (Macías, 1995).

La utilización del sílex en los productos analizados parece estar vinculado a la producción de elementos destinados a labores domésticas y agrícolas más que a la configuración de los picos. Esta circunstancia se corrobora cuando observamos que para la fabricación de productos retocados, BN2G, predominan los sílex masivos, radiolaritas y Turón.

En cuanto al análisis de los productos líticos tenemos que apuntar que no hemos diferenciado por sectores el grueso del conjunto, ya que responden a un mismo proyecto constructivo y a un uso compartido del espacio funerario. En el caso de la necrópolis de Las Aguilillas hemos estudiado 879 productos, en los cuales no se han incluido los picos, ya que serán objeto de un estudio pormenorizado en el futuro; si bien, plantearemos algunas ideas sobre los mismos, puesto que guardan una estrecha relación con la serie lítica que hemos analizado:

La elección de las areniscas y de las calizas viene determinada por la composición geológica del terreno donde se insertan las sepulturas, conglomerados y calcarenitas del Mioceno de naturaleza menos compacta que las rocas empleadas en la fabricación de las herramientas de excavación.

• Cadena operativa definida por la configuración de picos para la construcción de las estructuras funerarias. • Las BN1G analizadas en la muestra parecen poner de manifiesto una producción estandarizada de carácter funcional. • La fabricación de picos conlleva una serie numerosa de BP, con un alto índice de BP-I. • Dentro de las Bases Positivas aparecen BP-Hojas obtenidas mediante talla a presión, dentro de las cuales destacan las grandes hojas del ámbito funerario. • Productos retocados, BN2G, vinculados a una funcionalidad doméstica y agrícola, como refrendan el elevado porcentaje de muescas y denticulados, así como la presencia de raspadores y perforadores. • Aparecen dos puntas foliáceas de base cóncava, productos retocados relacionados con el ámbito funerario.

Las estrategias de captación de recursos líticos parecen estar orientadas al aprovisionamiento de estos recursos en un entorno cercano, terrazas fluviales y cerros de areniscas del valle del Guadalteba. e) Valoración histórico-arqueológica En definitiva, se trata de un conjunto marcado por la construcción de las estructuras funerarias, derivado de lo cual es el alto porcentaje de lascas en arenisca, generadas por la configuración de las herramientas con las que realizaron el trabajo de excavación. Junto con los productos originados por el desbaste de los picos, aparece un conjunto característico de los momentos finales del IIIº milenio a.n.e., correspondiéndose con elementos vinculados con procesos de trabajo de carácter doméstico y agrícola. La necrópolis de Las Aguilillas se enmarca en un contexto social en el que la base tribal parece permanecer mediante los enterramientos colectivos, pero en el que empiezan a aparecer sectores con cierta preponderancia dentro de la sociedad. Ahora son las élites las que controlan el poder político y económico. Estos grupos tienen un modo de vida aldeano, destinando parte del excedente agrícola a satisfacer las necesidades ideológicas de representatividad del linaje destacado mediante la adquisición de productos

La materia prima más representada es la arenisca silificada o compacta del Aljibe, con un total de 569 productos (64,8%), le sigue el sílex, con 126 (14,3,%), las calizas, con 80 ejemplares (9,1%) y las radiolaritas y sílex oolíticos, con 45 y 50 productos respectivamente (10,8% en conjunto); reseñar la presencia testimonial de sílex Turón, que con 9 ejemplares representa el 1% del total (Tabla 16).

Tabla 16. Estudio de síntesis de la Necrópolis de Las Aguilillas

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

SÍLEX N 3 99 11 13 126

% 75 12,3 55 27,7 14,3

SÍLEX TURÓN N 0 3 3 3 9

% 0 0,4 15 6,4 1

MATERIA PRIMA SÍLEX OOLITICO RADIO LARITA N % N 0 0 1 47 5,8 33 2 10 4 1 2,1 7 50 5,7 45 101

% 25 4,1 20 14,9 5,1

CALIZA N 0 74 0 6 80

% 0 9,1 0 12,8 9,1

ARENISCA N 0 552 0 17 569

% 0 68,3 0 36,1 64,8

TOTAL N 4 808 20 47 879

% 0,4 92 2,3 5,3 100

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) “singulares”, como las grandes láminas o los objetos de metal (Nocete, 2001; Ramos et al., 1995c).

La constatación de cronologías antiguas para la Cueva de las Palomas, así como para la sima, que se sitúa a escasos metros de la boca de entrada de la cavidad y que conforman ambas el denominado Complejo Kárstico de Las Palomas (Medianero et al., 2011; Medianero et al., 2012), suponen un nuevo acicate para la investigación. En el año 2011 se va a desarrollar una actividad arqueológica puntual en la Sima de Las Palomas dirigida por Gerd-Christian Weniger (Stiftung Neanderthal Museum) y con la codirección de José Ramos (Universidad de Cádiz).

5.2.2.3. Cueva de Las Palomas (Teba) a) Introducción A comienzos de la década de los 70 del siglo XX, tras una serie de intervenciones de carácter no científico, se pone de manifiesto la relevancia arqueológica de este enclave (Baldomero, 1978). Puesto en conocimiento del departamento de Prehistoria de la Universidad de Málaga, se procedió a desarrollar una serie de excavaciones arqueológicas entre 1975 y 1977 con el permiso de la Dirección General de Patrimonio Artístico y Cultural (Ferrer y Marqués, 1978). Derivadas de esta serie de intervenciones son diferentes publicaciones (Aguado y Baldomero, 1979; Ferrer y Fernández, 1988; Ferrer y Melero, 1978) y memorias de licenciatura (Leiva, 1977; Fontao, 1986; Fernández, 1986).

A tenor de los interesantes resultados (Weniger y Ramos, 2014), el equipo hispano-alemán que estudia la sima inició en 2015 nuevos trabajos arqueológicos en el marco de un proyecto general de investigación aprobado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. b) Localización y geología X 332863

Tras esta etapa de investigación, las publicaciones sobre el yacimiento disminuirán, quedando reducidas a síntesis y recopilaciones bibliográficas en estudios territoriales de la zona y la provincia (Cortés et al., 1993; Recio, 1993; Morgado, 1995; Rodríguez y Márquez, 2003).

Y 4094817

La Cueva de las Palomas se sitúa dentro del término municipal de Teba en la parte oriental de la sierra Peñarrubia, sobre el paraje del Tajo del Molino, cortado que separa esta sierra de la de Teba y por el que discurre el río de La Venta. La cavidad se encuentra a 3,5 km del casco urbano de la localidad, accediéndose a la misma desde la carretera C-341 (Fig. 76).

A partir del año 2002, la situación va a cambiar, ya que con el programa de Escuelas Taller del Consorcio Guadalteba se llevará a cabo la limpieza y “puesta en valor” del yacimiento (Medianero, 2003, 2007 a, 2007 b, 2008). Durante estos trabajos se tiene constancia de una ocupación que arranca en el Pleistoceno, algo que apuntaron de manera superficial en las publicaciones anteriores al año 2000 (Ferrer y Fernández, 1987; Morgado, 1995).

El complejo kárstico tiene un desarrollo próximo a los 100 metros de longitud que va desde los 470 hasta los 430 m.s.n.m. (Medianero et al., 2011), punto en el que se precipita más de treinta metros sobre el río de la

Fig. 76. Localización de la Cueva de las Palomas.

102

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón Venta. Este curso fluvial es el principal elemento que genera la discontinuidad en la sierra de Teba-Peñarrubia, erosionando la roca caliza, sus aguas que recorren este estrecho desfiladero vierten al río Guadalteba. La cueva, que actúa como un tubo de desagüe, presenta paredes lisas muy erosionadas, a las que se adhiere algunos tramos de brecha pleistocénica, y techos que no superan los 6 metros. En términos geológicos, la cueva de las palomas se inserta en un relieve kárstico originado sobre las calizas jurásicas del penibético/subbético interno (CruzSanjulián, 1990).

aparece ejemplares de truncadura, raedera y cepillo, así como algún probable geométrico engrosados (Ferrer y Fernández, 1987:9-10). • Calcolítico Antiguo (Nivel II A/B): hay un aumento de formas lisas, con porcentajes mayores de platos y fuentes de bordes salientes, así como de formas de carena baja con borde saliente. Otras formas documentadas son los cuencos semiesféricos, las escudillas ovaladas, apareciendo por primera vez vasos de perfil en “S”. Disminuye el porcentaje de ejemplares cerámicos decorados, pero siguen estando presentes, especialmente las incisas. En la industria lítica sigue aumentando el índice laminar, reduciéndose el porcentaje de retocados, donde siguen destacando denticulados y raspadores, aparece por primera vez algún elemento de hoz (Ferrer y Fernández, 1987:11). • Cobre Pleno (Nivel I B): en el conjunto cerámico se produce una disminución de platos y fuentes de la fase anterior, aumentando el porcentaje de cuencos hemiesféricos, de casquete esférico y escudillas. Las cerámicas decoradas ya no mantienen la tradición neolítica. En este nivel se documenta las primeras evidencias de metalurgia, concretamente una punta de Palmela, y un botón de perforación en “V” (Ferrer y Fernández, 1987:12; Morgado, 1995: 56).

c) Cronología relativa Epipaleolítico-Bronce, con una ocupación anterior durante el Paleolítico. d) Productos arqueológicos Podemos diferenciar el conjunto material de esta cavidad en función del origen de su documentación en productos superficiales y productos estratificados. En nuestro caso, no hemos tenido acceso directo a los materiales, excepto aquellos expuestos en el Museo de Teba, por lo que vamos a realizar una síntesis de los trabajos publicados, así como nos detendremos en el análisis de la industria lítica con el fin de correlacionar los datos obtenidos de los registros superficiales que hemos estudiado.

Las muestras radiocarbónicas obtenidas en el marco de las campañas arqueológicas descritas plantean diferentes problemas, por lo que debemos de ser cautos a la hora de emplearlas, descartándolas como referente cronológico para las fases de ocupación (Rodríguez y Márquez, 2003).

De los datos obtenidos en las intervenciones arqueológicas de la Universidad de Málaga (Aguado y Baldomero, 1979; Ferrer y Fernández, 1987; Ferrer y Melero, 1978) se nos presenta una secuencia estratigráfica en función de los materiales con cuatro fases, tres de ellas de ocupación (Morgado, 1995:54-57):

Por otra parte, los trabajos llevados a cabo en los años 2011-2014 corroboran la ocupación del complejo de Las Palomas en el III milenio a.n.e., como demuestra la datación obtenida de una mandíbula infantil en el estrato 3 de la Sima de las Palomas, al cual se adscriben tres piezas líticas (Weniger y Ramos, 2014). La continuidad de estos estudios en el marco del PGI ya mencionado parece vendrá a corroborar estas cronologías.

• Epipaleolítico (Nivel III): se caracteriza por productos líticos de reducidas dimensiones, donde los raspadores representan el mayor porcentaje, seguidos de muescas y denticulados; también en menor número se documentaron buriles, perforadores y raclette, estando presentes por un ejemplar cada tipo los dorsos abatidos, raederas, láminas de sierra y cepillos. No se documentaron geométricos. Proponen que no se trata de un nivel de ocupación , sino que se formó por “filtraciones esporádicas desde el exterior” (Ferrer y Fernández, 1987:8). • Transición Neolítico-Edad del Cobre (Nivel IIC): presenta cerámicas decoradas a base de cordones aplicados, incisiones, baños de almagra, etc.; así como formas propias del Neolítico. Junto con estos materiales se documentan en menor porcentaje cerámicas calcolíticas como los platos y fuentes de bordes engrosados (Ferrer y Fernández, 1986-87:8; Morgado, 1995:54). En esta fase, el porcentaje laminar es mayor que en la anterior, aunque las lascas sigan teniendo más representación. Sobre estos productos se llevan a cabo modificaciones para configurar elementos retocados, entre los que sobresalen muescas y denticulados, seguidos de raspadores y dorsos abatidos,

En este apartado vamos a desarrollar una aproximación a los materiales líticos publicados (Aguado y Baldomero, 1979; Ferrer y Fernández, 1987), pero sin poder incidir en las materias primas empleadas, ya que se catalogan simplemente como sílex. Del estudio sobre los productos arqueológicos de superficie sabemos que se recogieron (Aguado y Baldomero, 1979: 54): • • • •

2 ejemplares de BN2G-DH. 2 raspadores carenados, G3. 1 trapecio. Punta de flecha con retoque plano.

Por otra parte, está la industria lítica publicada en un trabajo específico (Ferrer y Fernández, 1986-87), esta es adscrita a las diferentes fases cronológicas del yacimiento: 103

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) Epipaleolítico (Nivel III): De este nivel desconocemos el número total de productos líticos, si bien parece ser menor la cantidad documentada respecto a otras fases del yacimiento. Esta fase se caracteriza por:

Cobre Pleno (Nivel I B) Son escasos los restos líticos documentados en esta secuencia, reduciéndose a 19 productos, entre los cuales destacan una raedera denticulada y una lámina de borde abatido.

• Presencia de ejemplares de BN1G-POL. • Destacado predominio de las BP-Lascas sobre las BP-H. • Se documentaron 29 productos retocados, de los cuales el mayor número se trata de BN2G-G, raspadores, (34%); aparecen buriles (7%), perforadores y dorsos abatidos entre otros. • Se menciona la existencia de ORT y BP-SD en el conjunto.

Poco o nada podemos aseverar sobre las materias primas representadas en el conjunto lítico derivado de la excavación de los años ochenta del siglo XX, si bien, a tenor de las piezas del Museo de Teba podemos decir que los sílex masivos y radiolaritas de diversas tonalidades están presentes, así como el característico sílex tipo Turón. Los tipos de rocas documentadas en los materiales del museo están en coherencia con yacimientos como La Cuevecilla o La Lentejuela, descritos en este trabajo.

Al conjunto se le otorga un carácter intrusivo, pero podría tratarse de una ocupación estacional de la cueva durante el Epipaleolítico, realizándose procesos de talla a tenor de los materiales presentados.

En definitiva podemos ver, a pesar de tener datos parciales, conjuntos de diferente adscripción cronológica, pero que evidencian procesos de talla in situ y ponen de manifiesto cambios tecnológicos relacionados con los modos de producción de las sociedades que los realizaron. Podemos plantear que el incremento laminar vendría de la mano de la consolidación de la agricultura, pero estando presentes productos relacionados con una tradición previa, como denticulados y raspadores, destinados a labores domésticas. La captación de las materias primas, si extrapolamos lo que se pone de manifiesto en otros yacimientos de la zona y misma cronología, debe de estar marcada por estrategias de abastecimiento de rocas de entornos inmediatos, existiendo una movilidad en productos que llegan desde el valle del Turón.

Transición Neolítico-Edad del Cobre (Nivel IIC): El conjunto recuperado en este nivel asciende a un total de 172 productos líticos, de los que podemos extraer las siguientes características: • Se documentaron al menos un par de BN1G, uno de ellos se puede encuadrar en el tipo BN1G-POL. • Se atestigua un incremento del porcentaje de BPH, aunque con una mayor representación de las BPLascas. • Dentro de la serie de BP-H, el número de láminas es superior al de laminitas. • En el conjunto de las BP aparecen ejemplares con retoques de uso. • Se contabilizan 42 ejemplares de BN2G dentro del total de la muestra, de los cuales el 47% se corresponden con productos pertenecientes al grupo de los denticulados (D21 y D23). También están presentes perforadores, raspadores, dorsos abatidos, los cuales incrementan respecto a la fase anterior, y buriles entre otros. • Un 29% del conjunto son denominados como desechos.

e) Valoración histórico-arqueológica La Cueva de las Palomas constituye un ejemplo de cavidad natural ocupada como lugar de habitación durante la Prehistoria Reciente; pudiendo diferenciar una época con mayor presencia arqueológica, que se corresponde con la fase de transición del Vº al IVº milenio, momento en el que las sociedades tribales la ocupan como hábitat estacional. A partir del IIIº milenio parece que la actividad en la cueva se reduce a estancias intermitentes relacionadas probablemente con la ganadería, ya que los patrones de asentamiento van a cambiar, estableciéndose comunidades aldeanas en poblados al aire libre. Esta situación se aprecia en la cercana Cueva del Toro (Martín, Cámalich y González, eds., 2004).

Calcolítico Antiguo (Nivel II A/B) En esta fase el conjunto es más numeroso, apreciándose algunos cambios respecto a la etapa anterior: • El porcentaje de BP-H es mayor que en la fase precedente (30% frente al 27%), con una mayor representación de laminitas. • Evidencias de talla in situ como son las BP-SD y BP-D, además de los desechos presentes. • En cuanto a los productos retocados, BN2G, hay que destacar el incremento del número de raspadores y la ausencia de buriles. Esto viene parejo con un descenso de los denticulados y muescas, que siguen siendo el grupo más numeroso en conjunto, también hay un aumento de dorsos abatidos. • Se constata la presencia de perforadores, Bec, y de los primeros elementos de hoz (DH).

No podemos dejar de mencionar las actividades simbólicas desarrolladas en el entorno de la cueva, como son los depósitos funerarios ubicados en pequeñas oquedades anejas, en una de las cuales se documentaron pinturas de carácter esquemático (Morales y Márquez, 1984). 5.2.2.4. Llano Espada (Teba) a) Introducción El yacimiento fue conocido debido a la plantación de olivos en un antiguo campo de cereales, recibiendo el nombre del 104

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón d) Productos arqueológicos

topónimo del lugar, al cual los lugareños denominan “Llano Espá”. Si bien, parece que se conocía con anterioridad la existencia de materiales arqueológicos en la zona. En 2003 fue presentado en el III Congreso del Neolítico en la Península Ibérica (Morgado y Martínez, 2005).

Los materiales publicados con anterioridad a al presente trabajo (Morgado, 2005) nos indican la existencia de un conjunto de cerámicas a mano, un fragmento de pulsera de esquisto, pulimentados, además de un pequeño lote de industria lítica (Morgado y Martínez, 2005: 1047). Sobre las cerámicas decir que, se trata de piezas decoradas con incisiones y cordones, también aparecen impresiones y algunos ejemplos de almagra; los elementos de sustentación son asas de cinta, asas doble y mamelones (Morgado y Martínez, 2005: 1048-1049).

Este enclave ha sido nuevamente prospectado en el año 2015 durante la actividad arqueológica “Prospección Superficial con recogida de materiales en la cuenca del río Guadalteba”, con expediente 43/15 y dirigida por quien suscribe. b) Localización y geología X 332567

De este yacimiento, en nuestro caso, hemos estudiado un total de 19 piezas líticas talladas recogidas en superficie en el marco de una prospección selectiva (Fig. 95). Podemos destacar de este lote de productos líticos:

Y 4095501

Los materiales se dispersan por un área de unos 600 a 700 m², viéndose afectados los sedimentos arqueológicos por los agujeros y el laboreo agrícola contante vinculado a los olivos. Este enclave se encuentra ubicado al este del casco urbano de Teba, a unos 3 km del mismo, al norte de las sierras de Teba y Peñarrubia (Fig. 77).

• Conjunto caracterizado por un número no muy elevado de BN1G, con un predominio de la extracción para lascas. Evidencias de talla en el sitio, como atestiguan las BPSD y ORT-DES; la BP-H documentada se relaciona con procesos de talla a presión.

La zona es una plataforma llana junto a la unión del arroyo del Cañuelo con el río de La Venta, que se sitúa en una cota de 395 m.s.n.m. Son margas del terciario intercaladas con algunos cerros de de areniscas de escasa altura (CruzSanjulián, 1990), en las inmediaciones del desfiladero calcáreo del Tajo del Molino o tajo “Torró”. A través de este último, el río de la Venta cruza hacia el valle del Guadalteba, río del cual es afluente.

• Productos retocados o BN2G vinculados a procesos de producción agrícola y doméstico (aspecto a constatar mediante estudios de funcionalidad). Las materias primas más empleadas en la fabricación de productos son los sílex masivos, con 6 (42,1%) y las radiolaritas, con un total de 6 (31,6%); también están presentes el sílex oolítico, con 3 ejemplares (15,8%), y los bandeados, con 2 (10,5%) (Tabla 17). Hay una correlación entre las materias primas utilizadas en la producción de las

c) Cronología relativa Neolítico Inicial, primera mitad del Vº milenio a.n.e.

Fig. 77. Localización de Llano Espada.

105

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) Tabla 17. Estudio de síntesis de Llano Espada

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 1 33,33 2 40 3 42,9 2 50 8 42,1

MATERIA PRIMA SÍLEX OOLÍTICO SÍLEX BANDEADO N % N N 1 33,34 1 33,33 0 0 0 0 2 28,5 1 14,3 0 0 0 0 3 15,8 2 10,5

BP y las BN1G. Para la elaboración de productos retocados BN2G son los sílex masivo (42,9% del total de productos retocados) los más empleados. Sólo es en las BN2G donde están representados todos los tipos de materias primas documentados en el yacimiento.

RADIO LARITA N 0 3 1 2 6

% 0 60 14,3 50 31,6

TOTAL N 3 5 7 4 19

% 15,8 26,3 36,8 21,1 100

de expediente 81/08. Los trabajos pusieron de manifiesto la existencia de este yacimiento arqueológico de pequeña extensión sobre uno de los cerros en los que se iba a instalar un aerogenerador, los materiales aparecían dispersos evidenciando una ocupación del lugar durante el neolítico (Espejo et al., 2013).

Constatamos una estrategia de aprovisionamiento en afloramientos cercanos, como pueden ser los de la Sierra de Cañete (Herriza de la Lapa), Almargen (Los Madroñales), y de radiolaritas pertenecientes a las unidades geológicas insertas en el complejo tipo flysh de Campo de Gibraltar (radiolaritas negras del Cortijo del Tajo). También aparecen productos relacionados con una captación en entornos fluviales, como el cercano Guadalteba.

b) Localización y geología X 339655

Y 4087929

El yacimiento se sitúa entre los términos municipales de Ardales y Teba, concretamente al sur del término de Teba y al norte del de Ardales, ambos situados en la zona noroccidental de la provincia de Málaga (Fig. 78).

e) Valoración histórico-arqueológica En definitiva, se trata de un conjunto perteneciente al Neolítico Inicial en el que se evidencia procesos de trabajo relacionados con los modos de vida agrícola. Estos asentamientos al aire libre se ubican en las cercanías de los ríos y suaves cerros, poniendo en producción el territorio en el que se insertan, son momentos en los que se están sentado las bases de la consolidación del modo de producción agropastoril (Aguayo, Martínez y Moreno, 1989-1990; Morgado y Martínez, 2005; Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004).

El cerro de La Higuera, de una altitud aproximada de 570 m.s.n.m., forma parte de la Unidad de Tipo Algeciras dentro del Complejo del Campo de Gibraltar, en una formación del terciario de margas, arcillas y margo-calizas (Cruz-Sanjulián, 1990).

Las sociedades tribales que ocuparon el yacimiento mantenían una fuerte presencia de recursos derivados de la caza y recolección en su economía. Son comunidades que se mueven en un amplio territorio de producción, estableciendo asentamientos de carácter estacional a lo largo del mismo.

c) Cronología relativa

Los suelos están muy alterados por la intensa actividad antrópica relacionada con la agricultura de secano. Este cerro forma parte de la cadena de pequeñas elevaciones que separan las cuencas de los ríos Guadalteba y Turón.

Neolítico Inicial, primera mitad del Vº milenio a.n.e. d) Productos arqueológicos El enclave cuenta con una dispersión de materiales arqueológicos en superficie por un área de unos 500 m². En el emplazamiento prehistórico, sin embargo, se han detectado casi trescientos productos arqueológicos (292 objetos), recogidos durante un largo proceso de prospección y búsqueda, realizadas tras las distintas labores agrícolas que seguían desarrollándose en la zona (Espejo et al., 2013).

5.2.2.5. Cerro de La Higuera (Teba) a) Introducción Con motivo de la creación del parque eólico de “ La Higuera”, se realizó una Actividad Arqueológica Preventiva de Control de Movimientos de Tierra bajo la dirección facultativa de Mª del Mar Espejo Herrerías, concedida por la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía en Málaga, con fecha 12/08/08, con número

Las cerámicas presentan formas donde predominan las paredes rectas, documentándose también cuencos 106

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón

Fig. 78. Localización de Cerro de la Higuera.

semiesfericos, ollas globulosas y orzas; perfiles relacionados con formas destinadas al consumo y almacenaje. En la muestra aparecen cerámicas sin decorar y otros ejemplares que sí presentan decoración, como son incisiones, aplicación de cordones, puntillados y digitaciones, parece estar documentada la presencia de almagra. Los elementos de aprehensión presentes son mamelones, asas de cinta, etc. (Espejo et al., 2013).

que en el futuro se deberá de constatar mediante estudios de funcionalidad). • Importante número de BP-H, láminas y laminitas estrechas y de anchura mediana, las cuales presentan evidencias de termoalteración y lustre de cereal. • En cuanto a los productos retocados o BN2G, decir que aparecen elementos pertenecientes a una tradición previa, como abruptos y laminitas de dorso. • Abundante presencia de ORT, que vienen a corroborar procesos de talla en el sitio.

Los productos pulimentos se componen de una azuela y un hacha en diorita, así como de varios fragmentos más, además de restos de molinos de arenisca. Destacar un segmento de pulsera caliza (Espejo et al., 2013). Además se documentó una bolsada de sedimentos arqueológicos en una zanja, la cual contenía material arqueobotánico datado en 5980+ 60 BP. (Espejo et al., 2013: 237).

Las materias primas más empleadas en la fabricación de productos son las radiolaritas, con 91 ejemplares (43,1%), seguidas de los sílex masivos, con 49 (23,2%); también están presentes el sílex Turón, con 16 ejemplares (7,6%), el sílex oolítico, con 33 productos (15,7%) , y el sílex bandeado, con 22 (10,4%) (Tabla 18).

Los productos líticos tallados analizados han sido 211 (Fig. 96), de los que podemos destacar:

Se documenta un uso mayoritario de radiolaritas para las BN1G y BP. Rompiendo con la tónica general de anteriores grupos descritos, para la fabricación de productos retocados BN2G son elegidos en mayor número los sílex masivos.

• Porcentualmente la muestra analizada presenta un elevado porcentaje de BP, un moderado número de BN2G, así como una exigua serie de BN1G y una buena representación de ORT. • Conjunto definido por la presencia de BN1G-P y alguna BN1G-PH, configuradas para la producción de BP hojas y hojitas mediante técnica por presión, así como de BN1G-POL vinculadas al agotamiento de las anteriores. • Los restos de talla caracterizados por una presencia mayoritaria de BP-I, las cuales están en consonancia con las BN1G documentadas y las BP-SD y BP-C como espacio de producción lítica; las BP-H se vinculan a procesos de producción agrícola y doméstico (aspecto

El aprovisionamiento es en afloramientos cercanos, como pueden ser los de Ortegícar, y de radiolaritas pertenecientes a las unidades geológicas insertas en el complejo tipo flysh de Campo de Gibraltar, así como de las vinculadas a las calizas del penibético que bordea el valle del Guadalteba. e) Valoración histórico-arqueológica Todos los datos que nos ofrece el yacimiento hacen encuadrarlo en un Neolítico Inicial, considerando este 107

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) Tabla 18. Estudio de síntesis de Cerro de La Higuera

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 4 25 21 24,4 7 25,9 17 20,7 49 23,2

SÍLEX TURÓN N 0 7 4 5 16

% 0 8,1 14,9 6,1 7,6

MATERIA PRIMA SÍLEX OOLITICO N % 4 25 19 22,1 6 22,2 4 4,9 33 15,7

RADIO LARITA N 6 30 5 50 91

% 37,5 34,9 18,5 61 43,1

SÍLEX BANDEADO N % 2 12,5 9 10,5 5 18,5 6 7,3 22 10,4

TOTAL N 16 86 27 82 211

% 7,6 40,7 12,8 38,9 100

El abrigo se abre en el frente sudeste de la Sierra de la Lentejuela, a unos 300 metros del cortijo que da nombre al yacimiento. Se trata de un abrigo de varios metros de altura y escasa profundidad, que se sitúa en una cota de 600 m.s.n.m. A los pies del cortado, se ubica una ladera en la cual aparecen dispersos los materiales arqueológicos.

yacimiento un asentamiento al aire libre de las comunidades tribales que poblaron la zona hacia el Vº milenio a.n.e. Es un enclave asociado a la puesta en cultivo de las tierras del entorno, evidenciándose procesos de trabajo relacionados con las siega y tareas de índole agrícola y doméstico. Viene a constatar un aprovechamiento agrícola temprano del territorio donde confluyen los valles del Guadalteba y del Turón, con un abastecimiento de agua garantizado y buenas tierras de cultivo.

La sierra de la Lentejuela pertenece al penibético de edad jurásica (Cruz-Sanjulián, 1991), conformando una imponente atalaya natural que domina el valle del Guadalteba, hacia el cual está orientado el abrigo, así como el paso natural de este hacia el valle del río de La Venta, subsidiario del Guadalteba.

La datación de este yacimiento está en concordancia con las obtenidas para la fase IV de Toro (Cámalich y Martín, 2013; Martín, Cámalich, Martín y González, eds., 2004).

c) Cronología relativa 5.2.2.6. Abrigo del Cortijo del Tajo (Teba) Neolítico en sentido amplio, Vº- IVº milenio a.n.e. a) Introducción d) Productos arqueológicos El yacimiento era conocido desde antiguo por los habitantes de la localidad de Teba, siendo documentado en 1991 por el Departamento de Arqueología de la Diputación de Málaga en el marco de una prospección superficial en el término municipal de Teba, en el marco de la elaboración de las Normas Subsidiarias (Recio, Inédito). Con posterioridad el yacimiento es estudiado e incorporado en una obra sobre la arqueología de Teba y su entorno (Morgado, 1995), se establece una cronología neolítica para el mismo (Morgado, 1995:50). Este enclave ha sido nuevamente prospectado en el año 2015 durante la actividad arqueológica “Prospección Superficial con recogida de materiales en la cuenca del río Guadalteba”, con expediente 43/15.

Los materiales publicados con anterioridad a este libro (Recio, inédito; Morgado, 1995) nos indican la existencia de cerámicas a mano, un fragmento de pulimentado, además de una industria lítica de la que se destaca la presencia de núcleos para laminillas y los productos obtenidos de los mismos (Morgado, 1995: 50) (Fig. 97). De este yacimiento, en nuestro caso, hemos estudiado un total de 64 piezas líticas talladas, así como varios fragmentos de pulimentos realizados en dolerita y sillimanita. Del conjunto lítico podemos decir: • Conjunto caracterizado por un número no muy elevado de BN1G-P, así como de un porcentaje mayor de BN1GPOL vinculadas al agotamiento de las anteriores. • Los restos de talla caracterizados por una presencia mayoritaria de BP-I, las cuales están en consonancia con las BN1G documentadas. • Evidencias de talla en el sitio, como atestiguan las BP-D y BP-C; la BP-H documentada se relaciona con BN1GPH y BP-Hojas hojitas descritas en la bibliografía del yacimiento (Morgado, 1995: 50). • Aparecen elementos pertenecientes a una tradición previa dentro de los productos retocados o BN2G.

b) Localización y geología X 326697

Y 4092752

La zona arqueológica se compone de un abrigo, sin sedimento arqueológico debido a los efectos erosivos sobre el cortado rocoso, y una plataforma a los pies de los mismos en la que se dispersa el material arqueológico (Fig.79). 108

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón

Fig. 79. Localización del Abrigo de Cº del Tajo.

Predominando dentro de este grupo muescas y denticulados. • Los productos líticos parecen estar vinculados a procesos de producción agrícola y doméstico (aspecto a constatar mediante estudios de funcionalidad). • Importante presencia de ORT en la muestra, que corrobora procesos de talla en el yacimiento.

BN2G donde están representados todos los tipos de materias primas documentados en el yacimiento.

Las radiolaritas, con un total de 27 (42,2%), y el sílex masivo, con 20 (31,3%) son las rocas más usadas; le siguen el sílex oolítico, con 10 ejemplares (15,6%), y los bandeados y porosos, con 4 (6,2%) y 3 (4,7%) respectivamente (Tabla 19).

e) Valoración histórico-arqueológica

Al igual que en yacimientos de la zona hay una estrategia de aprovisionamiento en afloramientos cercanos, como pueden ser los de la Sierra de Cañete (Herriza de la Lapa) o Almargen (Los Madroñales).

En definitiva, se trata de un conjunto perteneciente al Neolítico en sentido amplio, asociado a la ocupación de abrigos rocosos y zonas anejas al aire libre, en los cuales se evidencian procesos de trabajo relacionados con los modos de vida agrícola.

Existe un empleo predominante de sílex masivo y radiolaritas para las BN1G, mientras que hay un predominio de radiolaritas en la producción de las BP analizadas. Para la elaboración de productos retocados BN2G se emplean mayoritariamente los sílex masivos (40% del total de productos retocados). Solo es en las

Forma parte de la serie de abrigos habitados a lo largo del valle del Guadalteba, como son los de la zona del Almorchón (Cantalejo, Espejo y Ramos, 2006) o los de La Lozanilla (Aguayo, Castaño y Delgado, 2002). Todo

Tabla 19. Estudio de síntesis del Abrigo del Cortijo del Tajo

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 5 41,7 4 18,2 6 40 5 33,3 20 31,3

SÍLEX POROSO N % 1 8,3 0 0 2 13,3 0 0 3 4,7

MATERIA PRIMA SÍLEX OOLÍTICO N % 0 0 5 22,7 2 13,3 3 20 10 15,6 109

SÍLEX BANDEADO N % 1 8,3 1 4,6 2 13,4 0 0 4 6,2

RADIO LARITA N 5 12 3 7 27

% 41,7 54,5 20 46,7 42,2

TO TAL N 12 22 15 15 64

% 18,8 34,4 23,4 23,4 100

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) El enclave arqueológico se sitúa unos 5 km del casco urbano de Teba, en las estribaciones de la Sierra de la Lentejuela (Fig. 80). Es una llanada a los pies del macizo calizo, situándose el yacimiento a una cota de 576 m.s.n.m., a una distancia de unos 50 metros se encuentra uno de los monumentos megalíticos que componen la necrópolis homónima. Los materiales aparecen dispersos por un área de unos 4000 m², desde este espacio más llano del piedemonte se controla toda la vega aluvial del Guadalteba.

parece indicar que es en la ladera donde se llevaría a cabo la vida doméstica, quedando los abrigos como refugio. Las sociedades tribales que ocuparon el yacimiento tenían un modo de producción agroganadero, con una fuerte presencia de recursos derivados de la caza y recolección. Son comunidades que se mueven en un amplio territorio de producción, estableciendo asentamientos de carácter estacional a lo largo del mismo. 5.2.2.7. Asentamiento de la Lentejuela (Teba)

En términos geológicos el yacimiento se enclava sobre arcillas, areniscas y yesos terciarios (Cruz-Sanjulián, 1990) pertenecientes al manto del Aljibe dentro del complejo Campo de Gibraltar, estos materiales geológicos están en contacto con las calizas del penibético, materiales con los cuales parece que elaboraron los ortostatos de los dólmenes.

a) Introducción El yacimiento ha sido prospectado en el año 2015 durante la actividad arqueológica “Prospección Superficial con recogida de materiales en la cuenca del río Guadalteba”, con expediente 43/15 y dirigida por quien suscribe. Si bien, se enmarca en una zona prospectada por el Servicio de Arqueología de la Diputación de Málaga en el año 1991, momento en el que recogen en el catálogo de yacimientos de Teba una necrópolis megalítica (Recio, Inédito). Esta necrópolis será estudiada con mayor profundidad entre 2005 y 2006, año en el que se realiza una excavación, por parte del departamento de Prehistoria de la Universidad de Málaga (Baldomero, Berdugo y Ferrer, 2005; Baldomero y Berdugo, 2010).

c) Cronología relativa Neolítico Reciente, finales del IVº milenio a.n.e. d) Productos arqueológicos Hemos estudiado un total de 70 piezas líticas talladas, también hemos recogido durante nuestra prospección 7 fragmentos amorfos de cerámica a mano sin decoración (Fig. 98). Además, conocemos la existencia de un hacha de diorita de grandes dimensiones ubicada en el museo de Teba.

b) Localización y geología X 325344

Y 4091455

Como hemos mencionado, los productos líticos tallados analizados han sido 70, de lo que podemos destacar:

Fig. 80. Localización de La Lentejuela.

110

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón Tabla 20. Estudio de síntesis del asentamiento de La Lentejuela

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 2 18,2 14 41,1 8 42,1 2 40 26 37,1

SÍLEX POROSO N % 0 0 2 5,9 2 10,5 0 0 4 5,7

MATERIA PRIMA SÍLEX BANDEADO N % 1 9,1 4 11,8 4 21,1 0 0 9 12,9

• Conjunto de BN1G-P y BN1G-PH destinadas a la obtención de BP-H, las BN1G-POL están vinculadas al agotamiento de BN1G-P y BN1G-PH. • Los restos de talla caracterizados por una presencia mayoritaria de BP-I, estas están en consonancia con las BN1G documentadas y son fruto del desbaste de los núcleos para la obtención de BP-H. • Predominio de las muescas y denticulados dentro de los productos retocados, BN2G. • La serie de BN2G parece estar vinculada a una funcionalidad doméstica y agrícola. • Las BP-C y ORT ponen de manifiesto procesos de talla en el yacimiento.

SÍLEX OOLITICO N % 1 9,1 2 5,9 0 0 0 0 3 4,3

RADIO LARITA N 7 12 5 4 28

% 63,6 35,3 26,3 60 40

TOTAL N 11 34 19 6 70

% 15,7 48,6 27,1 8,6 100

funerarias se encuentran los lugares de habitación y producción de las sociedades tribales. 5.2.2.8. La Cuevecilla (Teba) a) Introducción Este enclave arqueológico fue localizado por un vecino de la localidad a comienzos de los años 90 del siglo XX, siendo posteriormente publicado en un trabajo sobre la arqueología de Teba y su entorno (Morgado, 1995). El yacimiento ha sido nuevamente prospectado en el año 2015 durante la actividad arqueológica “Prospección Superficial con recogida de materiales en la cuenca del río Guadalteba”, con expediente 43/15 y dirigida por quien suscribe.

En este yacimiento, las materias primas más empleadas en la fabricación de productos son las radiolaritas, con un total de 28 (40%), seguida de cerca por el sílex masivo, con 26 (37,1%); también aparecen sílex porosos (5,7%), bandeados (12,9) y oolíticos (4,3%) (Tabla 20).

b) Localización y geología

Hay un empleo mayoritario de radiolaritas para las BN1G, que representan el 63,6% dentro de este grupo. Por otra parte, existe un predominio dentro de las BP analizadas de sílex masivo y radiolaritas, esto está en consonancia con los tipos presentes en las BN1G. En relación con la pauta documentada en los grupos descritos anteriormente, en la fabricación de productos retocados predominan los sílex masivos y radiolaritas.

X 329173

Y 4089009

Este enclave se encuentra ubicado al sur del término municipal de Teba a los pies de la sierra de Matagayar, a unos 5 km de su casco urbano (Fig. 81). En las cercanías del yacimiento se sitúa el abrigo de Cueva Rota, el cual cuenta con pinturas esquemáticas (Maura, Cantalejo y Aranda, 2006; Cantalejo, Maura, y Becerra, 2006).

e) Valoración histórico-arqueológica En definitiva, podemos decir que se trata de un conjunto característico de la transición entre el IVº y IIIº milenio a.n.e., vinculados con hábitats al aire libre dedicados a actividades relacionadas con el modo vida agrícola. Con productos retocados, como muescas, denticulados, abruptos y láminas de dorso, orientados a actividades domésticas.

La zona es una plataforma llana de margas y margo-calizas del Cretácico vinculadas a las calizas del penibético (Cruz-Sanjulián, 1990), la cual se sitúa a una cota de 425 m.s.n.m. Los materiales se sitúan sobre una terraza que domina el curso del río Guadalteba, apareciendo dispersados en superficie por un área de unos 6500 m²; actualmente la zona está muy afectada por el laboreo agrícola y el desmonte.

La cercanía, así como la cronología relativa, parece establecer una relación con la necrópolis megalítica de la Lentejuela, pudiendo vincular este asentamiento con el lugar de hábitat de los constructores de los megalitos. Por tanto, al igual que ocurre en otros enclaves como el Cortijo de las Higueras (Cañete la Real), junto a las estructuras

c) Cronología relativa Transición Neolítico Reciente al Cobre, IVº-IIIº milenio a.n.e. 111

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 81. Localización de La Cuevecilla.

• Aparecen elementos pertenecientes a un sustrato tecnológico de sentido doméstico, como son muescas, denticulados, raspadores y abruptos. • Presencia muy escasa de ORT.

d) Productos arqueológicos De este yacimiento hay publicado una serie de materiales con anterioridad (Morgado, 1995: 64 y 65), los cuales son: • Cerámica: predominan las formas lisas; cuencos, ollas, plato de borde engrosado y algunas formas carenadas. • Industria lítica: núcleos prismáticos para la producción de laminitas, serie de láminas y laminitas estrechas, así como de BP-hojas más anchas. Se documentan también productos retocados (BN2G), como geométricos de retoque abrupto y una punta foliácea. • Otros: elementos pulimentados y molinos.

Las materias primas más empleadas en la fabricación de productos son las radiolaritas, con 31 ejemplares (63,3%), seguidas de los sílex oolíticos, con 13 (26,5%); también están presentes el sílex masivo, con 4 ejemplares (8,2%), y el sílex poroso, con 1 (2%) (Tabla 21). La radiolarita es la materia prima predominante para las BN1G y BP, así como para los productos retocados. Esta roca pertenece a las unidades geológicas insertas en el complejo tipo flysh de Campo de Gibraltar y a las calizas del penibético que bordea el valle del Guadalteba.

En nuestro caso, hemos estudiado un total de 48 piezas líticas talladas recogidas en superficie en el marco de una prospección selectiva, además de la punta foliácea ya publicada (Morgado, 1995: 64 y 65) que se encuentra en el actual museo de Teba. De los 49 productos líticos tallados analizados, podemos destacar (Fig. 99):

También aparecen productos relacionados con una captación de nódulos de sílex transportados por el río Guadalteba y depositados a lo largo de su curso.

• Conjunto caracterizado por un número muy elevado de BN1G-POL relacionados con el agotamiento de BN1G-PH. • Evidencias de talla en el sitio, como atestiguan las BPD, BP-SD y ORT-DES. • Constatación de la talla a presión para la producción de BP-H, ausentes estas últimas en el yacimiento. • Los restos de talla caracterizados por una presencia mayoritaria de BP-I, están en consonancia con las BN1G documentadas. • Productos retocados o BN2G vinculados a procesos de producción agrícola y doméstico (aspecto a constatar mediante estudios de funcionalidad).

e) Valoración histórico-arqueológica Estos asentamientos al aire libre se ubican en las cercanías de los ríos y piedemontes serranos, poniendo en producción el territorio en el que se insertan, constatándose la consolidación del modo de producción agropastoril (Aguayo, Martínez y Moreno, 1989-1990; Morgado y Martínez, 2005; Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004). Estas sociedades tribales tenían como medio de vida principal la agricultura y la ganadería, aunque con una fuerte presencia de recursos derivados de la caza y recolección. En estos momentos, se produce un proceso de semisedentarización, 112

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón Tabla 21. Estudio de síntesis de La Cuevecilla

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 1 7,7 1 4,5 2 16,66 0 0 4 8,2

MATERIA PRIMA SÍLEX POROSO SÍLEX OOLÍTICO N % N % 0 0 2 15,4 1 4,5 6 27,3 0 0 4 33,34 0 0 1 50 1 2 13 26,5

con ocupaciones más largas de los asentamientos (Aguayo, Martínez y Moreno, 1989-1990; Morgado y Martínez, 2005; Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004).

RADIO LARITA N 10 14 6 1 31

% 76,9 63,7 50 50 63,3

TO TAL N 13 22 12 2 49

% 26,5 44,9 24,5 4,1 100

de estas suaves colinas, a una distancia de unos 20 metros se sitúa el arroyo de los Codriales.

a) Introducción

Los materiales aparecen dispersos por un área de unos 20.000 m² . En el entorno inmediato diferentes arroyos, como el de la Cerca o el de Pasada Honda, surcan las tierras circundantes al yacimiento.

El yacimiento fue documentado en el año 2015 durante la actividad arqueológica “Prospección Superficial con recogida de materiales en la cuenca del río Guadalteba”, con expediente 43/15.

A nivel geológico podemos decir que el yacimiento se enclava en depósitos aluviales de arcillas pertenecientes al cuaternario (Baena et al., 1986), este tipo de materiales conforman la vega del río de la Venta.

b) Localización y geología

c) Cronología relativa

5.2.2.9. Pilar Sáez (Teba)

X 329416

Y 4096976

Calcolítico, IIIº milenio a.n.e. d) Productos arqueológicos

Se trata de un yacimiento en superficie ubicado en un olivar al norte del casco urbano de Teba, concretamente a unos 2 km de distancia del mismo (Fig. 82). Es una zona llana rodeada de pequeñas ondulaciones, situándose el enclave arqueológico a una cota de 435 m.s.n.m., en una

Derivado de nuestra recogida de materiales, hemos estudiado un total de 186 piezas líticas talladas, así como 7 productos pulimentados (6 fragmentos en cuarcita y ofitas y 1 azuela de anfibolita), restos de fragmentos amorfos de

Fig. 82. Localización de Pilar Sáez.

113

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) cerámica lisa, y 1 fragmento de placa de pizarra perforada (Fig. 100).

tenemos que mencionar la existencia de un producto elaborado en sílex Tipo Turón, materia prima perteneciente a un entorno geológico distante.

En este caso, como ya hemos indicado en líneas superiores, los productos líticos tallados analizados han ascendido a 186, de los que podemos extraer que:

e) Valoración histórico-arqueológica En definitiva, se trata de un conjunto característico de las primeras fases del IIIº milenio a.n.e., correspondiéndose con un hábitats al aire libre vinculado con los modos de vida agrícola, como ponen de relieve productos vinculados con la siega. En estos momentos, se produce un proceso de semisedentarización, con ocupaciones más largas de los asentamientos (Aguayo, Martínez y Moreno, 1989-1990; Morgado y Martínez, 2005; Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004).

• Cadena operativa definida por la configuración de núcleos prismáticos, BN1G-P, y para hojas, BN1G-PH, de cuyo agotamiento parece derivarse la presencia de los núcleos poliédricos, BN1G-POL. • Las BN1G ponen de manifiesto una producción estandarizada de carácter funcional. • Esto conlleva una serie numerosa de BP, predominantemente BP-I, con una destacada presencia de BP-C. • Productos retocados, BN2G, vinculados a una función doméstica y agrícola, como refrendan los elementos de hoz documentados, muescas, denticulados, etc. • La presencia de lustre de cereal en los elementos de hoz parecen corroborar procesos de siega. • El escaso número de ORT en el total de productos analizados, sólo vienen a completar lo ya expresado en lo que respecta a procesos de talla en el sitio.

5.2.2.10. Cº de Las Higueras (Cañete la Real) a) Introducción El yacimiento fue documentado en el año 2015 durante la actividad arqueológica “Prospección Superficial con recogida de materiales en la cuenca del río Guadalteba”, con expediente 43/15 y dirigida por quien suscribe. Si bien, se enmarca en una zona prospectada por el Servicio de Arqueología de la Diputación de Málaga en el año 2003, momento en el que aparecen recogidos en el catálogo yacimientos con materiales prehistóricos cercanos, como la Cima de las Higueras o el dolmen de Las Higueras (números 123 y 125 respectivamente en dicho catálogo).

El sílex masivo es la materia prima con mayor presencia, con un total de 85 (45,7%), le siguen los sílex oolíticos, con 44 (23,7) y radiolaritas (17,2%); en un segundo grupo estarían los sílex porosos y bandeados, con 11 (5,9) y 13 (7%) respectivamente. Reseñar la presencia testimonial de sílex Turón (1 ejemplar, 0,5%) (Tabla 22).

b) Localización y geología

Las BN1G evidencian una captación de materias primas vinculadas a afloramientos cercanos como los Madroñales en la zona de Almargen-Campillos, a unos 7 km de distancia del yacimiento.

X 316880

Y 4100050

Se trata de un yacimiento en superficie ubicado en un olivar al noreste del término municipal de Cañete la Real, concretamente en la zona limítrofe de esta localidad con los términos de Almargen y El Saucejo (Fig. 83). Es una zona llana rodeada de pequeñas ondulaciones, situándose el enclave arqueológico a una cota de 542 m.s.n.m., en una de estas suaves colinas, a una distancia de unos 250 metros, se sitúa el dolmen de las Higueras. Los materiales aparecen dispersos por un área de unos 500m² . En el entorno inmediato diferentes arroyos, como el de la Cerca

Existe un predominio dentro de los sílex utilizados en la producción de las BP analizadas de sílex masivo, oolíticos y radiolaritas. Dentro de las radiolaritas aparecen las de tonalidad negra características de la zona del Cortijo del Tajo en Teba, distante a 4 km. Siguiendo la tónica general de anteriores grupos descritos, para la fabricación de productos retocados BN2G predominan los sílex masivos y oolíticos. Sin embargo, Tabla 22. Estudio de síntesis de Pilar Sáez

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 13 46,4 50 44,2 19 51,4 3 37,5 85 45,7

SÍLEX TURÓN N 0 0 1 0 1

% 0 0 2,7 0 0,5

MATERIA PRIMA SÍLEX POROSO N % 3 10,7 7 6,2 0 0 1 12,5 11 5,9

SÍLEX OOLÍTICO N % 7 25 28 24,8 9 24,3 0 0 44 23,7 114

SÍLEX BANDEADO N % 0 0 11 9,7 2 5,4 0 0 13 7

RADIO LARITA N 5 17 6 4 32

% 17,9 15,1 16,2 50 17,2

TO TAL N 28 113 37 8 186

% 15 60,7 20 4,3 100

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón

Fig. 83. Localización de Cortijo de Las Higueras.

o el de Pasada Honda, surcan las tierras circundantes al yacimiento.

• Productos retocados, BN2G, vinculados a una función doméstica y agrícola, como refrendan los elementos de hoz documentados, muescas, denticulados, etc. • La presencia de lustre de cereal en los elementos de hoz parecen corroborar procesos de siega. • La Base Natural y las ORT, completan lo expresado anteriormente en lo que respecta a procesos de talla en el sitio.

En términos geológicos el yacimiento se enclava sobre arcillas, areniscas y yesos pertenecientes al Triásico de facies Keuper (Baena et al., 1986) intercalados en esta unidad geológica aparecen afloramientos de dolomías, carniolas y calizas dolomíticas, materiales con los cuales parece que elaboraron los ortostatos del dolmen.

Las materias primas más empleadas en la fabricación de productos son las radiolaritas, con un total de 24 (30,8%), y los sílex oolíticos y masivos, con 21 (26,7%) y 20 (25,7%) piezas respectivamente; también aparecen sílex porosos (7,7%), bandeados (3,9) y otros (3,9%). Reseñar la presencia de sílex Turón (1 ejemplar, 1,3%) (Tabla 23).

c) Cronología relativa Neolítico Reciente-Calcolítico, tránsito del IVº al IIIº milenio a.n.e. d) Productos arqueológicos

Existe un empleo mayoritario de sílex oolítico para las BN1G, pero sin predominar de forma clara respecto a las radiolaritas, los masivos y bandeados. Las BN1G evidencian una captación de materias primas vinculadas a afloramientos cercanos como los Madroñales o la Sierra de Cañete, ambos a menos de 8 km del yacimiento.

Fruto de nuestra recogida de materiales, hemos estudiado un total de 79 piezas líticas talladas (Fig. 101), así como 5 productos pulimentados (3 fragmentos y 1 hacha completa de dolerita, además de 1 fragmento de azuela de sillimanita) y los restos de un molino barquiforme en arenisca.

Hay un predominio dentro de los sílex utilizados en la producción de las BP analizadas de sílex masivo, oolíticos y radiolaritas. Siguiendo con la tónica general de los anteriores grupos descritos, para la fabricación de productos retocados BN2G predominan los sílex oolíticos y radiolaritas.

Como hemos mencionado, los productos líticos tallados analizados han sido 79, de lo que podemos destacar: • Conjunto de BN1G-POL destinadas a la obtención de BP-I, vinculadas al agotamiento de BN1G-P y BP-H, estos últimos no aparecen en el registro estudiado. • Las BN1G ponen de manifiesto una producción estandarizada de carácter funcional.

Sin embargo, tenemos que mencionar la existencia de un producto elaborado en sílex Tipo Turón, materia prima perteneciente a un entorno geológico distante.

Los restos de talla caracterizados por una presencia mayoritaria de BP-I, las cuales están en consonancia con las BN1G documentadas y las BP-SD y BP-C como espacio de producción lítica; las BP-H se vinculan a procesos de producción agrícola.

e) Valoración histórico-arqueológica En definitiva, se trata de un conjunto característico de la transición entre el IVº y IIIº milenio a.n.e., son hábitats al 115

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) Tabla 23. Estudio de síntesis de Cortijo de Las Higueras

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 2 20 12 28 3 15 3 60 20 25,7

SÍLEX TURÓN N 0 0 1 0 1

% 0 0 5 0 1,3

MATERIA PRIMA SÍLEX POROSO N % 0 0 5 11,5 1 5 0 0 6 7,7

SÍLEX OOLÍTICO N % 4 40 12 28 5 25 0 0 21 26,7

aire libre vinculados con los modos de vida agrícola, como ponen de relieve productos vinculados con la siega.

SÍLEX BANDEADO N % 2 20 0 0 1 5 0 0 3 3,9

RADIO LARITA N 2 11 9 2 24

% 20 25,5 45 40 30,8

OT ROS N 0 3 0 0 3

% 0 7 0 0 3,9

TO TAL N % 10 12,8 43 55,2 20 25,6 5 6,4 78 100

cuadrícula de 5x5 metros. El sedimento, donde aparecen los materiales prehistóricos en gran cantidad, está muy alterado por procesos postdeposicionales, como son la implantación de sepulturas e instalaciones de canalización de agua pluviales.

Son comunidades que se mueven en un amplio territorio de producción, estableciendo asentamientos de carácter estacional a lo largo del mismo.

Hay que decir que, el cementerio de Cañete la Real se sitúa en las faldas de Cerro Sábora, área arqueológica de gran importancia por sus ocupaciones protohistóricas y medievales, así como por la aparición de materiales de fase prehistórica en superficie.

La cercanía, así como la cronología relativa, parece establecer una relación con el cercano dolmen de Las Higueras. Por tanto, al igual que ocurre en otros enclaves como La Lentejuela, junto a las estructuras funerarias se encuentran los lugares de habitación y producción de las sociedades tribales.

b) Localización y geología

5.2.2.11. Cementerio de Cañete (Cañete la Real)

X 320133

a) Introducción

Y 4090809

El cementerio de Cañete se sitúa en una llanada entre las laderas NW y SE de Cerro Sábora, sin conocer a ciencia cierta cuál debió ser la totalidad del área de ocupación prehistórica. El yacimiento, a una cota de 728 m.s.n.m., domina un amplio territorio del valle del Guadalteba, controlando importantes tierras de gran capacidad agrícola y las sierras del entorno (Fig. 84). A unos 700 metros se

En el año 2013 se llevó a cabo en el cementerio de Cañete la Real una serie de sondeos para localizar la fosa común de los represaliados por el franquismo, constatándose la existencia de material arqueológico de cronología prehistórica. En 2014, se procedió a la excavación arqueológica de la citada fosa, situada en el centro del patio de dicho cementerio, estableciendo una

Fig. 84. Localización de Cementerio de Cañete.

116

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón encuentra el manantial del “Lavadero”, surgencia de agua de la sierra de Cañete.

anfibolita, arenisca silificadas del Aljibe, además de algunas cuarcitas. A esto tenemos que unir la existencia de un molino barquiforme realizado en arenisca.

A nivel geológico, decir que Cerro Sábora es un promontorio de calizas con sílex de edad jurásica perteneciente al penibético o subbético interno (Cruz-Sanjulián, 1990).

En cuanto a los objetos de adorno, decir que han aparecido en el yacimiento algunos ejemplares de malacofauna con perforaciones asociadas a un uso como elemento de adorno. Entre ellos aparece un ejemplar de Cypraea, posiblemente Zonaria pyrum, comúnmente llamada porcelana o caori; también documentamos un ejemplar de glycymeris sp., comúnmente conocida como almendra de mar.

c) Cronología relativa Finales del IIIº, inicios del IIº milenio a.n.e. Aunque cuenta con un pequeño lote de materiales neolíticos, V-IVº milenio a.n.e. d) Productos arqueológicos

El conjunto de productos líticos asciende, como ya hemos mencionado con anterioridad a 422, de los cuales podemos destacar:

El número de materiales prehistóricos recuperados en las tres fases de exhumación de la fosa superan con creces el millar, pero para la presente investigación hemos estudiado con mayor profundidad la industria lítica (422 productos) (Fig. 102), si bien, también hemos analizado de manera somera la cerámica, los pulimentos y algunos objetos de adorno

• Es un conjunto definido por la presencia mayoritaria de BN1G-POL, posiblemente vinculadas al agotamiento de BN1G-P y BN1G-PH. • Los restos de talla están en consonancia con las BN1G documentadas, poniéndose de manifiesto que en el yacimiento se desarrollaron procesos de talla. • Constatación de técnica a presión para la obtención de hojas, con un previo calentamiento de la materia prima a tenor de las evidencias de termoalteración en algunos productos. • Existencia de productos retocados, BN2G, pertenecientes a una tradición previa, como son las raederas, raspadores y denticulados. • Importante presencia dentro de las BN2G de elementos de hoz, algunos de los cuales presentan el característico lustre de cereal. • La presencia de ORT viene a corroborar los procesos de talla en el sitio. • Podemos diferenciar dos series en función de la cronología, una neolítica, definida por hojas estrechas y algunos núcleos prismáticos, y otra perteneciente a la transición del IIIº al IIª milenio a.n.e., con hojas más anchas y la presencia destacada de los elementos de hoz.

La cerámica se caracteriza por su abundante número dentro del registro, se documentan: • Formas de paredes abiertas, con las bases ligeramente convexas o planas, que denominamos platos o fuentes, algunas poseen labios biselados o engrosados al interior, además de poseer algunos ejemplares el labio almendrado. Estos tipos presentan pastas de tonalidades beige y gris, de buena calidad y acabado bruñido o espatulado, no presentan decoración. • El grupo más numeroso, al menos en este primer análisis, son los recipientes con formas semiesféricas, los denominado cuencos. Son ejemplares de pasta compacta y sin decoración, exceptuando algunos fragmentos de campaniforme.Vasos carenados, son formas que presentan una carena baja y superficies bien acabadas. • El último grupo sería el que lo componen formas de paredes entrantes o cerradas y gran volumen, que estarían destinados al almacenaje y preparación de alimentos, como son las orzas y ollas. Presentan pastas más groseras y peores acabados que los tipos descritos anteriormente. • En cuanto a los elementos de aprehensión decir que hemos documentado mamelones, asas de lengüeta, asas perforadas, etc.. Perteneciente a la serie neolítica puede ser un asa pitorro. • Los ejemplares decorados son escasos, circunscribiéndose varios fragmentos de vasos campaniformes, así como un par de fragmentos con puntuaciones y uno con impresiones. • De cerámica son las tres pesas de telar recuperadas en la actividad arqueológica.

La materia prima más empleada en la elaboración de productos es el sílex masivo, con un total de 169 (40%), también con un porcentaje elevado aparecen las radiolaritas (108 ejemplares, 25,6%). En el conjunto están representados el sílex Turón (36 ejemplares, 8,5%), sílex oolítico (70 ejemplares, 16,6%), bandeado (25 ejemplares, 6%) y porosos (14 ejemplares, 3,3%) (Tabla 24). Las rocas usadas en la configuración de BN1G están en consonancia con los restos de talla documentados, así como con las BN2G. Los tipos líticos parecen evidenciar una captación en entornos cercanos, como la Sierra de Cañete, donde aparecen algunos de los tipos representados. No podemos descartar otros espacios como la Sierra de la Atalaya o el cauce del Guadalteba. Destacar la presencia cuantiosa de productos elaborados en sílex del Turón.

Los pulimentos ascienden a más de una veintena, a 13 de los cuales hemos estudiado su litología. Son hachas, azuelas, mazos y percutores realizados en dolerita, 117

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) Tabla 24. Estudio de síntesis de Cementerio de Cañete

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 11 52,4 101 35,8 24 43,6 33 51,7 169 40

SÍLEX TURÓN N 0 27 5 4 36

% 0 9,6 9,1 6,2 8,5

MATERIA PRIMA SÍLEX OOLITICO RADIO LARITA N % N % 2 9,5 4 19 49 17,4 72 25,5 9 16,4 15 27,3 10 15,6 17 26,5 70 16,6 108 25,6

SÍLEX BANDEADO N % 1 4,8 22 7,8 2 3,6 0 0 25 6

TOTAL N 21 282 55 64 422

% 5 66,8 13 15,2 100

urbano de Serrato (Fig. 85). Los materiales arqueológicos se dispersan en una plataforma llana, a una cota de 524 m.s.n.m., sobre el río de Las Cuevas. Los procesos de trabajo agrícola en la zona han puesto en peligro el yacimiento, implantándose cultivos de olivar y usando arado profundo.

e) Valoración histórico-arqueológica Se trata de un asentamiento estratégico en altura, desde el cual se lleva a cabo un control de las tierras fértiles del valle del Guadalteba y de las vías de comunicación que unen las depresiones de Ronda y Antequera. Es un elemento coercitivo dentro del territorio de producción que se extiende a sus pies.

A nivel geológico podemos decir que, el enclave se encuentra en un espacio donde afloran las denominadas arcillas terciarias del flysh del Campo de Gibraltar (CruzSanjulián, 1990).

Este yacimiento sería uno de los poblados estratégicos que surgen a finales del IIIº milenio como consecuencia de un proceso de concentración poblacional en la zona, como son también Cerro Corona, El Mirador o Peña de Ardales (Morgado, 1995; Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004). El proceso jerarquización territorial de esta fase, en la cual hace acto de presencia la cerámica campaniforme y las primeras evidencias de metalurgia, tiene sus paralelos en el Campo de Cámara (Ramos y Cantalejo, 2015), la Serranía de Ronda (Aguayo, Martínez y Moreno, 19891990), la Depresión de Antequera (García et al., 2016) o la Axarquía (Ramos, 1988; Martín y Recio, 2004).

c) Cronología relativa Neolítico Inicial, VIº-Vº milenio a.n.e. d) Productos arqueológicos En total hemos estudiados de este yacimiento 63 productos líticos tallados (Fig. 103), de los que podemos extraer: • Las características que presentan las BN1G nos indican una orientación para la producción de BP hojas y hojitas mediante técnica por presión. • Los restos de talla se caracterizan por una presencia mayoritaria de BP-I, las cuales están en consonancia con las BN1G documentadas; las BP-D, BP-SD y BP-C vienen a constatar procesos de talla en el yacimiento. • Las BP-H que hemos analizado no son muy numerosas, pero morfológicamente se vinculan con láminas y laminillas estrechas, las cuales presentan, en algunos casos, lustre de cereal y huellas de uso. • Los productos retocados o BN2G se caracterizan por no ser un conjunto numeroso, en el cual se documentan denticulados (D), raspadores (G) y una truncadura que evidencian un sustrato de tradición anterior. • Gran abundancia de ORT respecto al total de la muestra, con una mayor presencia de desechos (10 ejemplares, 71,4%) que de esquirlas (4 ejemplares, 28,6%). Lo que viene a corroborar procesos de talla en el yacimiento.

5.2.2.12. Serrato II (Cañete la Real) a) Introducción Se documentó por primera vez durante las prospecciones que el equipo de Ronda, dirigido por Pedro Aguayo, realizó en esta zona próxima a la Depresión Natural de Ronda (Aguayo, Moreno y Terroba, 1987; Aguayo et al., 1988). Siendo con posterioridad inscrito en el catálogo elaborado para el Plan General de Ordenamiento Urbanístico de la localidad de Cañete la Real, llevado a cabo por el Servicio de Arqueología de la Diputación de Málaga (Recio, 2013-14). b) Localización y geología X 323570

SÍLEX POROSO N % 3 14,3 11 3,9 0 0 0 0 14 3,3

Y 4085000

Las radiolaritas rojas y verdes que aparecen en afloramientos próximos al yacimiento son las racas más numerosas, correspondiéndose con el 30,2% del total; documentadas en

Este enclave arqueológico se sitúa en el término municipal de Cañete la Real, a escaso medio kilómetro del casco 118

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón

Fig. 85. Localización de Serrato II.

menor cantidad, aparecen el sílex masivo y oolítico, con un total de 18 (28,6%) y 14 (22,2%) piezas respectivamente.

conjunto encuadrable en una fase antigua del neolítico de la comarca, situándose en un lapso temporal que va del VIº al Vº milenio a.n.e. Los paralelos más cercanos estarían en la fase más antigua de la Lozanilla (Aguayo, Castaño y Delgado, 2002) o el casco urbano de Ronda (Aguayo et al., 2004) entre otros.

También está presente el sílex Turón con 10 ejemplares (15,8%) (Tabla 25). Para las BN1G hay un empleo predominante de sílex oolítico Las BN1G evidencian una captación de materias primas vinculadas a los afloramientos cercanos de la Sierra de Cañete y los Canchos, incorporando sílex del Turón dentro de una movilidad de escala comarcal.

Este yacimiento se presenta como un asentamiento estacional al aire libre de las sociedades tribales comunitarias neolíticas; son pequeños enclaves situados en el entorno de las sierras, en cerros, y zonas de gran potencial agrícola. Este tipo de poblamiento está documentado en la vecina Depresión de Ronda (Aguayo, Moreno y Terroba, 1987; Aguayo et al., 1988; Aguayo, Martínez y Moreno, 1989-1990), y en la parte baja del valle del Guadalteba y Turón (Espejo et al., 2013; Ramos et al., 1995; Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004).

Por su parte, hay un predominio de radiolaritas y sílex masivos (con 11 ejemplares cada uno representan el 66,66 del total de BP), seguido del sílex oolítico (18,2% del total de las BP) y Turón (14,4% del total de BP) en las BP analizadas. Sin embargo, para la fabricación de productos retocados BN2G predominan los sílex oolíticos, seguidos de las radiolaritas y sílex del Turón.

5.2.2.13. Abrigos de La Lozanilla (Cuevas del Becerro)

e) Valoración histórico-arqueológica

a) Introducción

En definitiva, podemos decir que las evidencias materiales de la producción lítica nos indica que se trata de un

En el contexto de una serie de prospecciones dirigidas por el profesor Pedro Aguayo en la Depresión Natural

Tabla 25. Estudio de síntesis de Serrato II

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 1 12,5 11 33,33 1 12,5 5 35,7 18 28,6

SÍLEX TURÓN N % 1 12,5 4 12,14 2 25 3 21,4 10 15,8

MATERIA PRIMA SÍLEX OOLITICO N % 4 50 6 18,2 3 37,5 1 7,14 14 22,2 119

RADIO LARITA N % 2 25 11 33,33 2 25 4 28,62 19 30,2

OT RO N 0 1 0 1 2

% 0 3 0 7,14 3,2

TO TAL N 8 33 8 14 63

% 12,7 52,4 12,7 22,2 100

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) de Ronda (Aguayo, Moreno y Terroba, 1990; Aguayo et al., 1990), se constató la ocupación prehistórica en dicho yacimiento.

c) Cronología relativa

El Departamento de Arqueología de la Diputación de Málaga, en el marco de una prospección realizada en 1989 con motivo de la elaboración de las Normas Subsidiarias de Planeamiento de Cuevas del Becerro lo incorporó al catálogo de la localidad (Recio, 2012).

d) Productos arqueológicos

Neolítico-Bronce, VIº-IIº milenio a.n.e.

La intervención arqueológica consistió en tres sondeos en la zona del Refugio A (sondeo 1: exterior del refugio; sondeo 2: interior; sondeo 3: puerta), el cual presentaba menor grado de alteración (Aguayo, Castaño y Delgado, 2002). En el sondeo 2 los estratos aparecen muy alterados, por lo que es la estratigrafía de los sondeos 1 y 3 la que nos interesa para esta investigación:

Con posterioridad, en el año 1999 se desarrolló una intervención arqueológica de urgencia, motivada por el interés de convertir la zona en cantera; dicha excavación sacó a la luz una ocupación continuada de los abrigos desde el neolítico hasta época moderna (Aguayo, Castaño y Delgado, 2002).

SONDEO 1 (Fig. 87) Nivel 1: capa superficial con una matriz formada por tierra con gran cantidad de componentes orgánicos, es un estrato bastante revuelto con materiales que van desde la prehistoria a la Edad Moderna.

b) Localización y geología X

Y

320714

4084290

Nivel 3: estrato de matriz muy orgánica originado por una acumulación intencionada fruto del uso del espacio como redil. El material aparece revuelto, pero el porcentaje de materiales prehistóricos es mayor que en el nivel anterior.

Se encuentra en el paraje denominado Cerro de La Mesa, ubicado al NE del término municipal de Cuevas del Becerro (Fig. 86). Se trata de una plataforma de travertino, a una altura aproximada de 710 m.s.n.m., que se asienta sobre calizas jurásicas. La génesis de esta formación geológica se sitúa en el Pleistoceno Superior, concretamente entre el 25000 y 14000 BP (Cruz-San Julián, 1981; Rodrigo y Senciales, 2012). Al norte de la mesa, ubicado a los pies de la misma, discurre el río de Las Cuevas. El material arqueológico aparece vinculado a tres abrigos, con orientación norte, que se abren en la brecha travertínica, fruto de la erosión por disolución.

Nivel 2/4: matriz de textura, coloración y compactación uniforme, apreciándose en la parte superior de dicho estrato cierta alteración, que decrece en función de la profundidad. En este nivel solo aparecen materiales de época prehistórica, caracterizándose los diferentes conjuntos por su homogeneidad a mayor profundidad; el porcentaje de productos perteneciente a una cronología concreta varía en función de su cota de deposición, existiendo una presencia mayoritaria de materiales

Fig. 86. Localización de Abrigos de la Lozanilla.

120

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón

Fig. 87. Perfil del Sondeo 1 de los abrigos de La Lozanilla.

encuadrables en los momentos de transición entre el IIº y el III milenio a.n.e. en las cotas superiores que va dejando paso a productos arqueológicos datables en una fase neolítica (Aguayo, Castaño y Delgado, 2002) (Fig. 104).

La cerámica recogida en la intervención arqueológica fue numerosa, presentando a nivel de conjunto las siguientes características: • La serie cerámica pone de manifiesto distintas ocupaciones, pudiéndose definir en base a los tipos cerámicos una fase neolítica, otra calcolítica y una campaniforme. • El conjunto neolítico se documentó en las cotas más bajas del nivel 2/4, caracterizándose por la riqueza de formas y decoración. • Adscritas a la fase más antigua del neolítico aparecen piezas con pastas de gran calidad, decoradas con impresiones de cardium edule, incisiones formando retículas rellenas de almagre, con formas predominantemente globulares. • Pertenecientes, en términos normativos al neolítico medio, serían las cerámicas de pastas beige con decoraciones a base de cordones y guirnaldas aplicadas, incisiones e impresiones. • La mayor parte de los materiales cerámicos se encuadran en la transición del IVº al IIIº milenio a.n.e. • La fase calcolítica se caracteriza por cerámicas de pastas claras con superficies bruñidas o espatuladas y sin decorar en su mayoría, apareciendo algunos ejemplares con incisiones. Hay un predominio de cuencos, aunque aparecen “vasos carenados” y platos de borde engrosado. • La última fase, momentos finales del IIIº milenio a.n.e., se caracteriza por la pervivencia de elementos de la producción anterior, especialmente platos y cuencos. Un cambio en el registro lo supone la presencia de cerámica campaniforme.

Nivel 5: nivel estéril con matriz de tonalidades similares a las del anterior estrato, pero de mayor consistencia y densidad. SONDEO 3 Nivel 10: matriz similar al nivel 1 del sondeo 1, pero de mayor potencia. Aparecen revueltos materiales de distintas épocas. Nivel 11: puede correlacionarse con el nivel 2/4 ya descrito. El volumen de productos arqueológicos de este nivel es significativamente inferior al estrato 2/4, quizás por su ubicación dentro del refugio, el cual fue continuamente limpiado. Nivel 12: presenta idénticas características al nivel 5, estéril en cuanto a materiales arqueológicos. En conclusión, los niveles documentados pueden encuadrarse en dos fases estratigráficas, una “histórica”, correspondiente con los niveles 1 y 3 del sondeo 1 y el nivel10 del sondeo 3, que contiene materiales fechados entre la época moderna y la época romana (Aguayo, Castaño y Delgado, 2002); la siguiente fase, niveles 2/4 del sondeo 1 y 11 del sondeo 3, se trata de una larga ocupación durante la prehistoria, que parece iniciarse en el VIº milenio a.n.e. y perdura hasta los inicios del IIº milenio a.n.e. De la fase prehistórica disponemos de abundante material arqueológico, habiéndose documentado en la excavación restos cerámicos, pulimentados, óseos y líticos de gran interés. En esta ficha vamos a describir de manera somera la cerámica, profundizando posteriormente en el análisis de los productos líticos.

Antes de entrar a analizar los productos líticos tallados, decir que en el yacimiento se ha registrado una importante presencia de elementos pulimentados, como hachas, azuelas, moletas y molinos, para su elaboración se han empleado rocas como la diorita, la anfibolita, la cuarcita o la arenisca. 121

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) El conjunto lítico analizado se compone por productos recuperados en la excavación y por otros derivados de la recogida de material durante la limpieza de los perfiles, este último no podemos adscribirlo a estratos concretos. El total de los productos líticos tallados analizados han sido 251, de los cuales 143 pertenecen al sondeo 1 (Fig. 87), 11 al sondeo 3, y 97 al grupo definido como criba; en conjunto de la serie lítica podemos destacar:

Las rocas usadas en la configuración de BN1G están en consonancia con los restos de talla documentados, así como con las BN2G. Los tipos líticos parecen evidenciar una captación en entornos cercanos, como la Sierra de Cañete, La Mogea o el Viján, donde aparecen algunos de los tipos representados. Existen sílex provenientes de otros entornos geológicos, como el valle Turón y la zona de Malaver en Montecorto, no descartamos la posible presencia de sílex de Loja.

• El tipo más representado son las BP (128 ejemplares, 51%), seguido de las ORT (69 ejemplares, 27,5), BN2G (38 productos, 15,1%) y BN1G (con 16, y el 6,4%) (Fig. 121). • Serie de BN1G caracterizada por la presencia de núcleos prismáticos y para hojas, derivado del agotamiento de estos es el porcentaje elevado de BN1G-POL. Paralelos vinculados a yacimientos como Pilar Sáez. • Parte de las BN1G son núcleos irregulares de apariencia poliédrica destinados a la obtención de lascas de gran tamaño y espesor. Esta es una característica propia de la fase campaniforme. • Los restos de talla están en consonancia con las BN1G documentadas, poniéndose de manifiesto que en el yacimiento se desarrollaron procesos de talla. • Constatación de técnica a presión para la obtención de hojas, con un previo calentamiento de la materia prima a tenor de las evidencias de termoalteración en algunos productos. • Se constata el tránsito de las hojas estrechas neolíticas a hojas medias y anchas del IIIº milenio a.n.e. • Existencia de productos retocados, BN2G, pertenecientes a una tradición previa, como son las raederas, raspadores y denticulados. • Presencia dentro de las BN2G de denticulados y láminas de dorso, algunos de los cuales presentan el característico lustre de cereal y unas particulares estrías posiblemente derivadas de un enmangue. • La presencia de ORT viene a corroborar los procesos de talla en el sitio.

e) Valoración histórico-arqueológica El yacimiento constituye el único conjunto de abrigos excavados en el valle del Guadalteba. Sin embargo, lo exiguo de la extensión excavada (unos 30 metros²), y lo alterada que está la estratigrafía el interior de dichos abrigo, no nos permite apreciar el carácter de estabilidad o estacionalidad de ocupación del asentamiento por parte de las comunidades tribales y clasistas iniciales. Si parece quedar patente la posible compartimentación del espacio, pudiendo considerarse el interior de los abrigos como zona de habitación y estabulación de los animales domésticos, y la zona exterior como zona de producción y transformación de materias primas (Castaño, Pastor y Delgado, 1999). Los materiales recuperados tienen paralelos en el valle del Guadalteba, Cementerio de Cañete, La Cuevecilla (Morgado, 1995) o la Cueva de las Palomas (Aguado y Baldomero, 1979; Ferrer y Marqués, 1978), y el valle del Turón, Puerto de las Atalayas, Mirador o Cueva de Ardales (Ramos et al. 1992a; Ramos et al. 1992b; Ramos et al. 1995). En la zona de Antequera, la Cueva del Toro presenta conjuntos materiales similares (Martín, Cámalich y González, eds., 2004). 5.2.2.14. Los Canchos (Cuevas del Becerro) a) Introducción

La materia prima más empleada en la elaboración de productos es el sílex masivo, con un total de 114 (45,4%), también con un porcentaje elevado aparecen las radiolaritas (87 ejemplares, 34,6%). En el conjunto están representados el sílex Turón (18 ejemplares, 7,2%), sílex oolítico (18 ejemplares, 7,2%), bandeado (25 ejemplares, 6%) y poroso (14 ejemplares, 3,3%) (Tabla 26).

Este enclave fue localizado en el año 2015 durante la actividad arqueológica “Prospección Superficial con recogida de materiales en la cuenca del río Guadalteba”, con expediente 43/15 y dirigida por quien suscribe la presente investigación, en el marco del Proyecto General de Investigación “Las sociedades prehistóricas (del

Tabla 26. Estudio de síntesis de La Lozanilla

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

SÍLEX MASIVO 9 56,25 56 43,75 17 44,7 32 46,4 114 45,4

SÍLEX TURÓN 0 13 4 1 18

0 10,1 10,5 1,4 7,2

SINTESIS LOZANILLA MATERIA PRIMA SÍLEX OOLITICO 2 12,5 8 6,25 5 13,2 3 4,4 18 7,2 122

RADIO LARITA 4 39 12 32 87

25 30,5 31,6 46,4 34,6

SÍLEX POROSO 1 6,25 12 9,4 0 0 1 1,4 14 5,6

TOTAL 16 128 38 69 251

6,4 51 15,1 27,5 100

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón • Se caracteriza por la presencia de BN1G para la producción de BP hojas y hojitas mediante técnica por presión, así como por la presencia de BN1G-U para la obtención de lascas. • Los restos de talla se caracterizan por una presencia mayoritaria de BP-I, las cuales están en consonancia con las BN1G del yacimiento; las BP-H están documentadas en un número significativo respecto al total de BP. • Las BP-H son estrechas y presentan, algunas de ellas, lustre de cereal y huellas de uso; relacionado con este tipo de productos aparecen láminas de cresta y lasca de desbaste de núcleo para hojas, así como una lasca sobrepasada. • Los productos retocados o BN2G, se caracterizan por un conjunto numerosos, dentro del total de este tipo, de denticulados (D); constándose raspadores (G) y una raedera que evidencian un sustrato de tradición anterior. • Gran abundancia de ORT, tanto desechos (DES) como esquirlas (ES), dentro del conjunto analizado. Lo que viene a corroborar procesos de talla en el yacimiento.

Paleolítico medio al Neolítico final) en la Cueva de Ardales y Sima de las Palomas de Teba (Málaga). Estudio geoarqueológico, cronológico y medioambiental”. b) Localización y geología X

Y

320400

4083231

El yacimiento se encuentra en las estribaciones de la Sierra de los Tercios, a caballo entre los términos municipales de Serrato y Cuevas del Becerro, estando a poco más de dos kilómetros del casco urbano de este último (Fig. 88). Los materiales arqueológicos se dispersan en superficie en un área de mayor concentración de 400 metros², en una llanada a una cota de 720 metros s.n.m. y a escaso medio kilómetro del cauce del río de Las Cuevas. A nivel geológico podemos decir que, el enclave se encuentra en un espacio donde afloran las denominadas “capas rojas” de edad cretácica intercaladas entre las calizas jurásicas del Subbético Interno (Cruz-Sanjulián, 1990).

d) Productos arqueológicos

La radiolarita roja que aparece en el afloramiento próximo al yacimiento es la materia prima más empleada, correspondiéndose con el 68,1% del total; documentadas en menor cantidad, aunque con escasa presencia dentro del grupo de ORT, aparecen el sílex masivo y Turón, con un total de 23 (11%) y 19 (9,2%) piezas respectivamente (Tabla 27).

En total se contabilizan 207 productos líticos tallados (Fig. 105), así como 5 fragmentos de cerámica amorfa con pastas locales, un fragmento de pulimento y otro de molino de arenisca. Del conjunto lítico podemos destacar:

Las BN1G evidencian una captación de materias primas vinculadas al afloramiento cercano así como a cursos fluviales, ya que aparecen en algunos ejemplares con características propias de los cantos de río.

c) Cronología relativa Neolítico Inicial, VIº-Vº milenio a.n.e.

Fig. 88. Localización de Los Canchos.

123

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) Tabla 27. Estudio de síntesis de Los Canchos

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

SÍLEX POROSO N % 0 0 5 11,4 0 0 3 2,1 8 3,9

SÍLEX MASIVO N % 2 25 7 15,9 1 7,7 13 9,1 23 11

MATERIA PRIMA SÍLEX TURÓN N 0 9 1 9 19

% 0 20,5 7,7 6,3 9,2

SÍLEX OOLITICO N % 0 0 3 6,8 0 0 4 2,8 7 3,4

Predominio de las radiolaritas (38,6 del total de BP), seguidas del sílex Turón (20,5% del total de las BP) y masivo (15,9% del total de BP) en las BP analizadas. Siguiendo la tónica de todo el conjunto analizado, para la fabricación de productos retocados BN2G predominan las radiolaritas (84,6% del total de productos retocados).

RADIO LARITA N 6 17 11 108 142

N 75 38,6 84,6 75,5 68,2

O TROS N % 0 0 3 6,8 0 0 6 4,2 9 4,3

TOTAL N 8 44 13 143 208

% 3,8 21,2 6,2 68,8 100

recogida de materiales en la cuenca del río Guadalteba”, dirigida por quien suscribe. b) Localización y geología X 317405

No todas las radiolaritas empleadas en la elaboración de productos retocados son del entorno inmediato, algunas provienen de puntos más lejanos como pueden ser la Sierra de Cañete.

Y 4083678

El enclave arqueológico se compone de dos zonas, una que se circunscribe a la cima del cerro de La Mogea, denominada como Pilón del Zorro I, y otra que se sitúa en la ladera de dicho promontorio, conocida como Pilón del Zorro II (Fig. 89). El yacimiento se sitúa al norte del casco urbano de Cuevas del Becerro, a unas cotas comprendidas entre 880 y 800 m.s.n.m.; estando ocupada la zona superior por un recinto amurallado realizado a base de piedra caliza unidas a seco, conservando bastiones y torreones bajo el derrumbe.

e) Valoración histórico-arqueológica En definitiva, podemos decir que se trata de un conjunto encuadrable en el Neolítico Inicial, con características propias de los yacimientos del VIº e inicios del Vº milenio a.n.e., en el que se evidencia procesos de trabajo relacionados con los modos de vida agrícola, así como con el aprovechamiento serrano, además de una captación de recursos líticos del territorio inmediato y próximo. Este yacimiento se presenta como un asentamiento estacional al aire libre situado en las estribaciones de la sierra. Este tipo de poblamiento está documentado en la vecina Depresión de Ronda (Aguayo, Moreno y Terroba, 1987; Aguayo et al., 1988; Aguayo, Martínez y Moreno, 1989-1990), y en la parte baja del valle del Guadalteba y Turón (Espejo et al., 2013; Ramos et al., 1995; Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004).

A nivel geológico, decir que el cerro de la Mogea es un promontorio calizo, concretamente de calizas con sílex de edad jurásica perteneciente al penibético o subbético interno (Cruz-Sanjulián, 1990). c) Cronología relativa Finales del IIIº, inicios del IIº milenio a.n.e., transición del Cobre al Bronce.

5.2.2.15. Pilón del Zorro (Cuevas del Becerro)

d) Productos arqueológicos

a) Introducción

En total de este enclave hemos analizado 19 piezas líticas talladas (Fig. 106), contando en el mismo con 11 fragmentos de cerámica a mano amorfa y una moleta de cuarcita. De la prospección realizada por el servicio de arqueología de la Diputación de Málaga conocemos la existencia de una placa de arquero (Recio, 2012-13). Del análisis de los 19 productos líticos tallados, podemos destacar:

Este enclave fue documentado en la prospección que realizó el equipo dirigido por Pedro Aguayo en el ámbito de la Depresión Natural de Ronda (Aguayo, Moreno y Terroba, 1987; Aguayo et al., 1988). Siendo incorporado por el antiguo Departamento de Arqueología de la Diputación de Málaga en las Normas Subsidiarias de la localidad de Cuevas del Becerro, estableciendo tres zonas de ocupación, dos de las cuales se encuadran en la Prehistoria Reciente, bajo la denominación de Fuente del Zorro (Recio, 2012). El yacimiento ha sido prospectado en el año 2015 durante la actividad arqueológica “Prospección Superficial con

• Es un conjunto definido por la presencia de BN1G-POL con reaprovechamientos, así posiblemente vinculadas al agotamiento de BN1G-Prismáticos. • Los restos de talla se caracterizan por la exclusiva presencia de BP-I, las cuales están en consonancia con 124

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón

Fig. 89. Localización de Pilón del Zorro.

las BN1G documentadas y la BP-SD como espacio de producción lítica. • Los productos retocados o BN2G son escasos, y se tratan de productos pertenecientes a una tradición previa, como son las raederas y denticulados. • La presencia de ORT viene a corroborar los procesos de talla en el sitio. • Es un conjunto lítico de características diferentes en relación con la fase anterior del Calcolítico Pleno.

e) Valoración histórico-arqueológica

La materia prima más empleada en la elaboración de productos es la radiolarita, con un total de 14 (73,7%), también están representados los sílex masivos (2 ejemplares, 10,5%) bandeados (2 ejemplares, 10,5%) y porosos (1 ejemplar, 5,3%) (Tabla 28).

5.2.2.16. Abrigos del Caño (Cuevas del Becerro)

Se trata de un conjunto encuadrable en la transición del III al II milenio asociado a una estructura defensiva vinculada a un control territorial. Todo parece indicar que desde el enclave se llevaba a cabo un control de las vías de comunicación que unen las depresiones de Ronda y Antequera. Es un elemento coercitivo dentro del territorio de producción que se extiende a sus pies.

a) Introducción El yacimiento fue documentado durante la prospección que realizó el equipo que estudiaba la prehistoria de la Depresión Natural de Ronda (Aguayo et al., 1985; Aguayo et al., 1986; Aguayo et al., 1987). Pero sería en el invierno de 1989, cuando el antiguo Departamento de Arqueología de la Diputación de Málaga en el marco de una prospección superficial en el término municipal de Cuevas del Becerro, derivado de la elaboración de las Normas Subsidiarias de la localidad, cuando se realice la catalogación más completa del enclave (Riñones y Recio, Inédito). Una

Las rocas usadas en la configuración de BN1G están en consonancia con los restos de talla documentados, así como con las BN2G. Se trata de una captación de radiolaritas del afloramiento cercano de la Mogea, así como del empleo de sílex de procedencia comarcal, como pueden ser los de la Sierra de Cañete. Tabla 28. Estudio de síntesis de Pilón del Zorro

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 1 20 1 20 0 0 0 0 2 10,5

MATERIA PRIMA SÍLEX BANDEADO N % 0 0 0 0 1 33,3 1 16,6 2 10,5

RADIO LARITA N 4 3 2 5 14 125

N 80 60 66,7 83,4 73,7

SÍLEX POROSO N % 0 0 1 20 0 0 0 0 1 5,3

TOTAL N 5 5 3 6 19

% 26,3 26,3 15,8 31,6 100

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) un hacha pulimentada completa de dolerita (Fig. 107). Como hemos mencionado, los productos líticos tallados analizados han sido 43, de lo que podemos destacar:

revisión de esta primera actividad prospectiva llevada a cabo por Ángel Recio, del Servicio de Arqueología de la Diputación de Málaga, y una reciente publicación definen los Abrigos del Caño como hábitat del neolítico final (Recio, 2015). Este enclave ha sido prospectado de nuevo en el año 2015 durante la actividad arqueológica “Prospección Superficial con recogida de materiales en la cuenca del río Guadalteba”, con expediente 43/15.

• Conjunto definido por la presencia de BN1G-P y BN1G-PH configuradas para la producción de BP hojas y hojitas mediante técnica por presión, así como de BN1G-POL vinculadas al agotamiento de las anteriores. • Los restos de talla caracterizados por una presencia mayoritaria de BP-I, las cuales están en consonancia con las BN1G documentadas y las BP-SD y BP-C como espacio de producción lítica; las BP-H se vinculan a procesos de producción agrícola y doméstico (aspecto que en el futuro se deberá de constatar mediante estudios de funcionalidad). • En cuanto a los productos retocados o BN2G, decir que aparecen elementos pertenecientes a una tradición previa, como son raspadores y abruptos. • Presencia de ORT, que vienen a corroborar lo expresado anteriormente en lo que respecta a procesos de talla en el sitio.

b) Localización y geología X 317730

Y 4083177

La zona arqueológica se compone de tres abrigos, sin registro arqueológico por el continuo uso del espacio, y una plataforma a los pies de los mismos en la que se dispersa el material arqueológico (Fig. 90). Los abrigos se abren en el frente norte de la plataforma travertínica (Cruz-Sanjulián, 1990: 76), sobre la que se sitúa el casco urbano de Cuevas del Becerro. A los pies del talud, se ubica una explanada, a una cota de unos 700 m.s.n.m. aproximadamente, sobre el curso de agua del río de Las Cuevas.

El sílex masivo y el tipo Turón, con un total de 16 (37,2%) y 8 (18,6%) piezas respectivamente, son las materias primas con mayor presencia en el conjunto; le siguen las radiolaritas con 7 ejemplares (16,3%) y el sílex oolítico con 6 (14%) (Tabla 29).

c) Cronología relativa Las BN1G evidencian una captación de materias primas vinculadas a cursos fluviales, ya que algún ejemplar presenta características propias de los cantos de río.

Neolítico Reciente, IVº milenio a.n.e. d) Productos arqueológicos

No existe un predominio dentro de los sílex utilizados en la producción de las BP analizadas, siendo el sílex masivo, el sílex del Turón y las radiolaritas las rocas con

De este yacimiento hemos estudiado un total de 43 piezas líticas talladas, así como 2 fragmentos de pulimentos y

Fig. 90. Localización de Abrigos del Caño.

126

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón Tabla 29. Estudio de síntesis de Abrigos del Caño

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

SÍLEX POROSO N % 0 0 4 14,8 0 0 0 0 4 9,3

SÍLEX MASIVO N % 3 50 6 22,2 4 66,7 3 75 16 37,2

MATERIA PRIMA SÍLEX TURÓN N % 1 16,7 6 22,2 1 16,65 0 0 8 18,6

SÍLEX OOLITICO N % 1 16,7 3 11,1 1 16,65 1 25 6 14

mayor presencia en este conjunto. Para la fabricación de productos retocados BN2G predominan los sílex masivo (66,7% del total de productos retocados).

RADIO LARITA N 1 6 0 0 7

N 16,6 22,2 0 0 16,3

O TROS N 0 2 0 0 2

% 0 7,5 0 0 4,6

TOTAL N 6 27 6 4 43

% 14 62,8 14 9,2 100

más próximas al manantial del Nacimiento y al arroyo del Carrizal se anegarían con facilidad. Además, este espacio se convierte en un lugar dominante del territorio que lo rodea, puesto que a sus pies se sitúa el cauce del río de las Cuevas, iniciándose el valle del Guadalteba.

e) Valoración histórico-arqueológica Es un conjunto homogéneo del Neolítico Reciente asociado a un hábitat al aire libre vinculado a abrigos rocosos del IVº milenio, en el que se evidencia procesos de trabajo relacionados con los modos de vida agrícola.

c) Cronología relativa Neolítico, segunda mitad del Vº milenio a.n.e. d) Productos arqueológicos

Todo parece indicar que es en la plataforma donde se llevaría a cabo la vida doméstica, quedando los abrigos como refugio y lugar de estabulación.

De este yacimiento hemos estudiado un total de 9 piezas líticas talladas (Fig. 108), así como 2 fragmentos de pulimentos y un par de fragmentos cerámicos, uno de los cuales presenta decoración con cordón aplicado y el otro incisiones en el borde. El conjunto de productos líticos tallados es de reducido número, aunque podemos destacar:

5.2.2.17. Silos de la Barranca (Cuevas del Becerro) a) Introducción En el año 2001 un grupo de vecinos de la localidad de Cuevas del Becerro procedieron al vaciado de las estructuras negativas, visibles en el cortado de la parte final de calle San Gregorio, ante la evidencia de ser “silos” de época prehistórica. Una vez realizada esta actividad descontrolada y sin metodología, ni supervisión arqueológica, se le comunicó esta circunstancia a la Escuela Taller de Arqueología del Consorcio Guadalteba, que procedió al cribado de la tierra extraída y a la constatación de la adscripción prehistórica del material exhumado. Junto a esto, se procedió a una revisión de los terrenos en los que estaban excavados los “silos”, poniendo de manifiesto la presencia de restos líticos en superficie. Este enclave ha sido prospectado en el año 2015 durante la actividad arqueológica “Prospección Superficial con recogida de materiales en la cuenca del río Guadalteba”.

• Conjunto definido por la presencia de productos de carácter laminar, como son las BP-Hojas. • Las BP-H se vinculan a procesos de producción agrícola y doméstico (aspecto que en el futuro se deberá de constatar mediante estudios de funcionalidad). • Las BN2G están en relación con las BP analizadas, presentando como soporte para la producción de este tipo productos BP-H. • Presencia residual de ORT, que podría indicar procesos de talla en el sitio. La materia prima más empleada en la fabricación de productos es el sílex masivo, con un total de 7 piezas (77,8%); también están representados el sílex del Turón y las radiolaritas rojas (1 ejemplar, 11,1%). Existe un uso exclusivo de sílex masivo en la producción de las BP analizadas. Para la elaboración de productos retocados BN2G se documentan a partes iguales en la muestra, es decir un ejemplar cada tipo, el sílex masivo, el sílex del Turón y las radiolaritas (Tabla 30).

b) Localización y geología X 318142

Y 4083288

e) Valoración histórico-arqueológica A pesar de que solo son visibles tres estructuras negativas o “silos”; el material que apareció en ellos junto con el que se localizó en los terrenos sobre los mismos, parece evidenciar un asentamiento al aire libre del neolítico final.

Los “silos” aparecen excavados en el travertino, originado por la surgencia de agua del Nacimiento durante el Pleistoceno Superior (Cruz-San Julián, 1981; Rodrigo y Senciales, 2012) (Fig. 91). Debió de ser el lugar más seco de la misma, puesto que todo hace pensar en que las zonas 127

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 91. Localización de Silos de La Barranca.

Este tipo de yacimientos se ubica en las cercanías de los ríos y suaves cerros, poniendo en producción el territorio en el que se insertan, constatándose la consolidación del modo de producción agropastoril (Aguayo, Martínez y Moreno, 1989-1990; Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004).

Depresión Natural de Ronda (Aguayo, Moreno y Terroba, 1987; Aguayo et al., 1988); estos investigadores tuvieron conocimiento de la existencia del mismo. Siendo con posterioridad inscrito en las NNSS de la localidad por el Servicio de Arqueología de la Diputación de Málaga (Recio, 2012).

5.2.2.18. Tierras Antonio López (Cuevas del Becerro)

b) Localización y geología

a) Introducción

X

Y

317359

4081925

En este yacimiento es el propietario de las tierras, Antonio López, el que ha recogido a lo largo de los años el material arqueológico de superficie que aparecía durante las labores agrícolas. En este sentido, nosotros vamos a estudiar la colección particular del propietario, por lo que sabemos que la visión del yacimiento es parcial. Si bien, las particularidades del conjunto analizado, así como el conocimiento del entorno en el que se inscribe el enclave permiten acercarnos a una comprensión histórica del mismo.

Este emplazamiento arqueológico se sitúa al sudoeste del casco urbano de Cuevas del Becerro, en la margen derecha, a unos doscientos metros, del arroyo de La Serrana (Fig. 92). Se dispone en la ladera de la sierra del Castillón, a una cota de 761 metros snm. Los materiales arqueológicos aparecen en un radio de 50 metros, sobre terrenos que en la actualidad se dedican al cultivo del olivo.

Durante las prospecciones que el equipo de Ronda, dirigido por Pedro Aguayo, realizó en esta zona próxima a la

En términos geológicos, el yacimiento se ubica en la zona de contacto entre las margocalizas del terciario de

Tabla 30. Estudio de síntesis de Silos de La Barranca

TIPO BP BN2G ORT TOTAL

SÍLEX MASIVO N % 5 100 1 33,33 1 100 7 77,8

MATERIA PRIMA SÍLEX TURÓN N % 0 0 1 33,34 0 0 1 11,1 128

RADIO LARITA N N 0 0 1 33,33 0 0 1 11,1

TOTAL N 5 3 1 9

% 55,6 33,3 11,1 100

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón

Fig. 92. Localización de Tierras de Antonio López.

las unidades Infranumídicas del Complejo del Campo de Gibraltar, y las calizas nodulosas y oolíticas de edad jurásica del Subbético Interno.

• Conjunto muy definido por la presencia de BN1G para la producción de BP hojas y hojitas mediante técnica por presión. • Los restos de talla se caracterizan por una presencia mayoritaria de BP-H, las cuales están en consonancia con las BN1G documentadas; las BP lascas están presentes en un número testimonial. • En cuanto a los productos retocados o BN2G, decir que es llamativo el importante número de láminas de dorso abatido (LD); también tienen una significativa presencia dentro del conjunto los denticulados (D), tanto en láminas denticuladas y dientes de hoz (D-H). Hay un pequeño número de perforadores (Bc) y algún foliáceo (F).

c) Cronología relativa Neolítico Reciente, IVº milenio a.n.e. d) Productos arqueológicos En total se contabilizan 56 productos líticos tallados y 5 pulimentados, de los cuales dos son azuelas de sillimanita y tres fragmentos de hachas, uno en sillimanita y dos en dolerita (Fig. 109). Del análisis tecnológico podemos decir:

Tabla 31. Estudio de síntesis de Tierras de Antonio López

SÍLEX POROSO

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

N 0 0 2 0 2

MATERIA PRIMA SÍLEX TURÓN

SÍLEX MASIVO

% 0 0 0 3,6

N 4 8 9 0 21

% 44,4 36,4 36 0 37,5

N 4 3 8 0 15

SÍLEX OOLITICO

% 44,4 13,6 32 0 26,8

N 0 6 4 0 10 129

% 0 27,3 16 0 17,8

RADIO LARITA

N 1 2 2 0 5

OTRO

% 11,2 9,1 8 0 8,9

N 0 3 0 0 3

TOTAL

% 0 13,6 0 0 5,4

N 9 22 25 0 56

% 16,1 39,3 44,6 0 100

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) • Algunas BP-H y algunas BN2G de carácter laminar presentan estrías subparalelas, que parecen estar relacionadas con el enmangue de estas piezas, y el denominado lustre de cereal lo que evidencia procesos de trabajo relacionados con la siega. • Ausencia total de ORT en la muestra.

Para la fabricación de productos retocados, BN2G, predominan los sílex masivo (36% del total de productos retocados) y Turón (32% de las BN2G). e) Valoración histórico-arqueológica Es un pequeño enclave al aire libre vinculado al cercano cerro del Castillejo, donde se ha documentado una ocupación del IVº milenio a.n.e., en términos normativos se encuadraría en el Neolítico Reciente (Sánchez et al., 2008; Recio, 2012). Parece constituirse como un espacio de producción agraria en el piedemonte serrano, para el aprovechamiento agrícola de la zona como se evidencia en la presencia de dientes de hoz relacionados con el trabajo de la siega, así como de azuelas y hachas vinculados a la puesta en cultivo.

Las materias primas más empleadas en la fabricación de productos son el sílex masivo y Turón, con un total de 21 (37,5%) y 15 (26,8%) piezas respectivamente (Tabla 31). Existe un empleo de sílex masivo y Turón a partes iguales para las BN1G. Este tipo de productos evidencian una captación de materias primas vinculadas a cursos fluviales, ya que muestran características propias de los cantos de río. Por su parte, hay un predominio de los sílex masivos (36,4% del total de las BP) y oolíticos (27% del total de BP) en las BP analizadas.

130

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón

Fig. 93. Conjunto de materiales de Bolinares: Cerámica con restos de almagra (1-2); Cerámica con cordón aplicado (3); BN1GPH en radiolarita (4); BN1G-PH en sílex tipo Turón (5); BN1G-POL en radiolarita (6); BP-SD en radiolarita (7); BP-C en sílex oolítico (8-9); BP-I en sílex masvo del Azulejo (10); BP-I en sílex bandeado (11); BP-I en sílex tipo Turón (12); BP-LDNH en sílex Turón (13); BP-LDNH en radiolarita (14); BP-H en radiolarita (15); BP-H en sílex masivo (16 a 21); BN2G-R21 en sílex masivo (22); BN2G-R23 en sílex masivo (23); BN2G-G11 en radiolarita (24); BN2G-D21 en radiolarita patinada (25); BN2G-D23 en radiolarita (26); BN2G-LD21 en sílex Turón (27); BN2G-LD22 en radiolarita (28); BN2G-Bec1 en sílex masivo (29); BN2G-T22 en sílex Turón (30).

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 94. Industria lítica de la necrópolis de Las Aguilillas: BP-C en arenisca compacta (1); BP-I en sílex oolítico (2); BP-H en arenisca compacta (3); BN2G-G12 en sílex bandeado (4); BN2G-D23 en sílex oolítico (5); BN2G-LD21 en sílex masivo (6); BN2G-R23 en sílex masivo (7); BN2G-Bec2 en sílex Turón (8); BN2G-21 en sílex masivo (9); BN2G-F21 en sílex Turón (10); BP-H en sílex oolítico y sílex masivo (11 y 12); Pico en sílex oolítico (13).

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Fig. 95. Industria lítica de Llano Espada: BP-I en sílex masivo patinado (1); BP-H en radiolarita (2); BN2G-R21 en sílex masivo patinado (3); BN2G-D21 en sílex masivo (4); BN2G-A2 en sílex bandeado (5); BN2G-LD11 en sílex oolítico (6).

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 96. Industria lítica de La Higuera: BN1G-P en sílex bandeado (1); BN1G-POL en sílex masivo patinado (2); BP-C en sílex masivo (3); BP-I en radiolarita (4) y sílex masivo (5); BP-SP en sílex Turón beige (6); BP-H en sílex masivo (7 y 9) y radiolarita (8 y 10); BP-LDNH en sílex oolítico (11); BN2G-D23 en sílex masivo (12); BN2G-D21 en sílex masivo (13); BN2G-Bec7 sílex bandeado (14); BN2G-LD21 en sílex masivo (15).

134

Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón

Fig. 97. Industria lítica de Abrigo del Cortijo del Tajo: BN1G-POL en sílex bandeado (1); BN1G-P en sílex masivo (2); BP-C en radiolarita (3); BP-I en radiolarita (4); BN2G-D23 en sílex oolítico (5); BN2G-G12 en sílex masivo patinado (6); BN2GD21en sílex masivo (7).

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 98. Industria lítica de La Lentejuela: BN1G-PH en sílex masivo (1); BP-C en radiolarita (2); BP-I en radiolarita negra de Teba (3); BP-I en sílex masivo (4); BP-H en radiolarita (5); BN2G-R21 en sílex bandeado (6); BN2G-D21 en radiolarita (7); BN2G-D23 en sílex poroso (8); BN2G-A2 en sílex bandeado (9); BN2G-LDT12 en radiolarita negra de Teba (10).

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Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón

Fig. 99. Industria lítica de La Cuevecilla: BP-C en sílex masivo (1); BP-I en Sílex oolítico (2); BP-I en radiolarita (3); BN2G-R21 en sílex masivo (4); BN2G-G11 en radiolarita (5); BN2G-D21 en sílex oolítico (6); BN2G-D23 en sílex oolítico (7); BN2G-D23 en radiolarita (8); BN2G-F21 en sílex masivo (9).

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 100. Conjunto de materiales de Pilar Sáez: BN1G-P en sílex poroso (1); BN1G-POL en sílex poroso (2); BP-C en sílex masico (3); BP-SP en sílex oolítico (4); BP-I en sílex bandeado (5); BP-I en sílex oolítico (6); BP-H en sílex masivo (7 y 8); BN2G-R11 en sílex Turón (9); BN2G-R21 en sílex masivo (10); BN2G-G11 en sílex masivo (11); BN2G-D21 en sílex masivo (12); BN2G-D23 en sílex oolítico (13); BN2G-Bec2 en sílex masivo (14); BN2G-LD11 en sílex masivo (15); BN2G-DH en radiolarita (17); BN2G-F11 en radiolarita patinada (18); Fragmento de placa de pizarra (16).

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Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón

Fig. 101. Conjunto de materiales de Cortijo de las Higueras: Hacha de dolerita (1); BN1G-P en sílex oolítico (2); BN1G-POL en sílex oolítico (3); Fragmento de azuela de silimanita (4); BP-C en sílex oolítico (5); BP-I en sílex poroso (6); BP-I en sílex oolítico (7); BP-H en sílex masivo (8); BN2G-Bec2 en sílex masivo (9); BN2G-D21 en radiolarita (10); BN2G-D23 en radiolarita (11); BN2G-A1 en sílex masivo (12).

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 102. Industria lítica de Cementerio de Cañete: BN1G-PH en sílex masivo (1); BN1G-P en sílex masivo (2); BP-C en sílex masivo (3); BP-I en sílex bandeado (4); BP-H en sílex masivo (5, 6, 8, 10 y 12); BP-H en radiolarita (7 y 11); BP-H en sílex oolítico (9); BN2G-R1 en sílex bandeado (13); BN2G-G11 en radiolarita (14); BN2G-G12 en sílex masivo (15); BN2G-D21 en radiolarita (16); BN2G-B11 en sílex masivo (17); BN2G-Bec2 en sílex oolítico (18); BN2G-DH en sílex Turón (19) y en sílex masivo (20); BNG-LD21 en sílex Turón (21); BN2G-LD22 en sílex masivo (22); BN2G-PD11 en sílex Turón (23); BN2G-TX en sílex Turón (24); BN2G-F11 en sílex masivo (25) y sílex bandeado (26).

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Fig. 103. Industria lítica de Serrato II: BN1G-PH en sílex masivo patinado (1); BN2G-B en sílex Turón (2); BP-C en sílex masivo muy patinado (3); BP-I en sílex (4); BP-H en radiolarita (5); BN2G-G11 frontal largo en radiolarita (6); BN2G-G11 frontal corto en radiolartita verde (7); BN2G-G321 en sílex Turón (8); BN2G-D23 en sílex oolítico (9); BN2G-T21 en sílex Turón (10); BN2G-D21 en sílex oolítico (11).

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 104. Industria lítica de La Lozanilla (Sondeo 1): Niveles 2/4: BP-C en sílex masivo (1); BP-C en radiolarita (2); BP-I en radiolarita (3); BP--I en sílex masivo (4); BP-H en radiolarita (5); BP-H en sílex masivo (6 a 8); BN2G-D23 en sílex oolítico (9); BN2G-G11 en sílex masivo (10); BN2G-TD12 en sílex masivo (11); BN2G-LD11 en sílex Turón (12); BN2G-LD21 en sílex masivo (13); BN2G-LD32 en sílex masivo (14); BN2G-F11 en sílex oolítico (15); Nivel 1: BN2G-LD22 en sílex masivo (16).

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Fig. 105. Industria lítica de Los Canchos: BN1G-PH en sílex masivo (1) y radiolarita (3); BN1G-U en radiolarita (2); BP-C en radiolarita (6); BP-I en sílex masivo (4) y Turón (5); BP-SP en sílex poroso (7); BP-H en sílex masivo (9, 10 y 11) y sílex Turón (8); BN2G-R22 en radiolarita (12); BN2G-G12 en radiolarita (13); BN2G-D21 en radiolarita (14 y 15); BN2G-A1 en sílex masivo (16); BN2G-LDT11 en radiolarita (17).

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 106. Industria lítica de Pilón del Zorro: BP-SD en radiolarita (1); BP-I en sílex masivo (2); BN2G-R21 en radiolarita (4); BN2G-D21 en radiolarita (5); BN2G-D23 en sílex bandeado (3).

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Fig. 107. Industria lítica de Abrigos del Caño: Fragmento de azuela de dolerita (1); BN1G-PH en sílex Turón (2); BN1G-P en radiolarita (3); BP-SD en sílex masivo (4); BP-C en sílex masivo (5); BP-I en radiolarita (6) y sílex masivo (7); BP-H en sílex Turón (8); BN2G-G12 en sílex masivo (9); BN2G-G3 en sílex oolítico (10); BN2G-D23 en sílex masivo (11); BN2G-A1 en sílex masivo (12); BN2G-A2 en sílex masivo (13); BN2G-LD11 en sílex Turón (14).

145

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Fig. 108. Conjunto de materiales de los Silos de la Barranca: Fragmentos de cerámica decorada (1 y 2); BP-H en sílex masivo (3); BN2G-D21 en radiolarita (4); BN2G-LD11 en sílex Turón (5); BN2G-LD21 en sílex masivo (6).

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Registro Arqueológico de la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón

Fig. 109. Industria lítica de Tierras de Antonio López: BN1G-PH en sílex masivo (1, 4 y 5), radiolarita (2) y sílex Turón (3); BP-H en sílex masivo (6, 7, 8, 9, 10 y 12), sílex oolítico (11) y sílex Turón (13); BN2G-D21 en sílex oolítico (14); BN2G-D25 en sílex masivo (15); BN2G-Bec2 en sílex masivo (16) y oolítico (17); Bec1 en sílex Turón (18); BN2G-LD11 en sílex Turón (19); BN2G-LD11 en sílex masivo (20); BN2G-LD22 en sílex masivo (21); BN2G-LD32 en sílex Turón (22); BN2G-A1 sobre BPLDNH en sílex masivo (23); BN2G-DH en sílex masivo (24) y oolítico (25); BN2G-F11 en sílex masivo (26); BN2G-F21 en sílex Turón (27).

147

Capítulo 6 Análisis de los Resultados Arqueométricos 6.1. Introducción

6.2. Análisis de materias primas de la industria lítica

En este capítulo vamos a sintetizar los datos expuestos en las fichas de cada yacimiento, intentando obtener una visión global del conjunto, que nos permita entrever las estrategias de aprovisionamiento lítico por parte de las sociedades de la Prehistoria Reciente en los territorios del Guadalteba y Turón.

En esta investigación se ha trabajado con algo más de 5600 productos arqueológicos, que viene a conformar una muestra significativa. De los estudios arqueométricos realizados sobre los productos líticos tallados, podemos comprobar que existe un uso preponderante de las materias primas de naturaleza silícea, algo común en los yacimientos de la Prehistoria Reciente de la zona.

Para ello presentamos los porcentajes generales de las materias primas empleadas en la configuración de productos líticos, así como su relación con los tipos tecnológicos; esto nos permitirá conocer cuáles fueron las rocas explotadas y si existió alguna preferencia en la elección de algún litotipo concreto. Completando este análisis de conjunto, vamos a exponer los datos de una manera diacrónica; para ello hemos dividido los yacimientos en función de su cronología relativa, ya que no disponemos de dataciones absolutas para la mayoría de los enclaves. Los productos arqueológicos que no podíamos encuadrar con seguridad en una fase concreta no los hemos incluido en el análisis diacrónico.

Porcentualmente esta muestra general se nos presenta distorsionada, ya que la alta representación del sílex Turón (32%) se debe al volumen material de un yacimiento concreto, Castillo del Turón; algo similar ocurre con el porcentaje de “otras rocas” (11%), sobredimensionado por el empleo mayoritario de areniscas compactas en la elaboración de picos en Las Aguilillas. Así pues, podemos decir que los porcentajes de los demás litotipos se acercan a la realidad que hemos contemplado en la mayoría de los yacimientos, con los sílex masivos y radiolaritas como rocas predominantes con una importante representación (25% y 20% respectivamente), seguidos de los sílex oolíticos (8%), y en última instancia aparecen los bandeados y porosos (2%) (Gráfica 3).

A grosso modo, se ha establecido una división temporal en tres fases:

A nivel tecnológico y en relación con las materias primas utilizadas, vemos como los porcentajes de sílex Turón son elevados en todas las series excepto en la de ORT, circunstancia que viene motivada por la recogida selectiva de material en los yacimientos de La Galeota y Castillo del Turón (Ramos, Espejo y Cantalejo, 1986; Espejo y Cantalejo, 1989-90). En coherencia con la representatividad que tienen a nivel general, los sílex masivos (con tonalidades que van desde el beige al gris) junto con las radiolaritas (predominan en este tipo de roca las tonalidades rojas, rosáceas y verdes, las de color negro aparecen en menor proporción) cuentan con porcentajes destacados en cada uno de los tipos tecnológicos (Gráfica 4).

• Del VIº al IVº milenio a.n.e. Precisaremos en los comentarios los cambios que se producen en este dilatado espacio de tiempo, ya que en los momentos finales de la fase empiezan a producirse las transformaciones que implican el tránsito de las sociedades tribales comunitarias a las clasistas iniciales; viéndose modificadas las estrategias de aprovisionamiento de recursos líticos. • El IIIº milenio, que se caracteriza por la explotación más intensa de afloramientos silíceos en el valle del Turón. • Tránsito del IIIº al IIº milenio, período en el que aparece la metalurgia. Esta división tiene sus limitaciones e inconvenientes, de lo que somos conscientes, ya que no disponemos del mismo registro documental para las distintas fases, y algunas de ellas están mediatizadas por yacimientos con un volumen de productos muy superior al resto. Así mismo, otra limitación es que gran parte de las adscripciones cronológicas están basadas en registros superficiales. No hemos creído conveniente hacer una segmentación territorial dentro del marco geográfico en el que se ha desarrollado la investigación. Esto es debido a que consideramos los valles del Guadalteba y del Turón como un territorio unitario, como se constata de la ausencia de diferencias sustanciales en los litotipos representados.

Gráfica 3. Representación porcentual con las materias primas documentadas en los yacimientos.

149

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga)

Gráfica 4. Diagrama de barras con la relación entre materia prima y tecnología.

Gráfica 6. Representación porcentual con las materias primas documentadas en las BP.

Gráfica 5. Representación porcentual con las materias primas empleadas en la configuración de BN1G.

Gráfica 7. Representación porcentual con las materias primas documentadas en las BN2G.

La distribución de las litologías en cada una de las series de productos líticos presenta algunas diferencias. En este sentido, dentro de las Bases Negativas de 1ª Generación (BN1G-núcleos) existe una clara superioridad porcentual de los sílex tipo Turón (51%), lo cual viene derivado de la importante presencia de núcleos en el conjunto del Castillo de Turón, como ya hemos indicado anteriormente. Las siguientes litologías con mayor presencia dentro de las BN1G son el sílex masivo (21%) y las radiolaritas (17%), seguidas por los sílex oolíticos (7%), bandeados y porosos (2% cada uno de ellos) (Gráfica 5). La diferencia respecto a la distribución general radica en la ausencia de BN1G realizadas en otros tipos de rocas; circunstancia que podría ser diferente si hubiésemos incluido en el presente estudio los picos de Aguilillas, los cuales a nivel tecnológico se encuadrarían en la serie de BN1G y están elaborados en su mayoría en arenisca compacta.

Los sílex Turón siguen retrocediendo porcentualmente (51% en las BN1G, 37% en las BP y 31% en esta serie), los tipos de roca diferentes al sílex desaparecen, y se ve incrementada la presencia de sílex masivos (del 21% en las BP al 30%), radiolaritas (del 13% al 23%) y sílex oolíticos (8% al 12%) (Gráfica 7). Estos números están acordes con la representatividad que tiene cada uno de los litotipos en los diferentes yacimientos estudiados. La serie compuesta por otros restos de talla (ORT), es la que mejor expresa la distribución de los porcentajes de materias primas empleadas durante la Prehistoria Reciente en los valles del Guadalteba y Turón, a pesar de lo cual tenemos que tener presente que la mayoría de los muestreos han sido de carácter superficial y selectivo, circunstancia que provoca un baja representación de desechos y esquirlas en los conjuntos analizados. A pesar de lo cual, vemos como los porcentajes sufren una importante modificación, viéndose reducido a un porcentaje menor los sílex tipo Turón (7%), e incrementándose de manera destacada los de sílex masivos (40%) y radiolaritas (43%), los demás se mantienen en sus números. La principal casuística que explica esta variación es la ausencia de ORT en las muestras analizadas de Castillo del Turón y La Galeota.

En cuanto a las materias primas representadas en la serie de Bases Positivas (BP), podemos indicar que el porcentaje de los sílex Turón disminuyen respecto a las BN1G (37% frente al 51%), como consecuencia de una importante cantidad de productos en arenisca compacta (18%), concretamente aquellas lascas derivadas de la configuración de los picos de Las Aguilillas. Los demás porcentajes están en coherencia con los de las BN1G, disminuyendo ligeramente el de las radiolaritas (del 17% al 13%) (Gráfica 6).

Las ORT evidencian las particularidades reales de la distribución de las materias primas en los yacimientos estudiados porque estos porcentajes concuerdan con los de la mayoría de enclaves a nivel global, con los sílex masivos en torno al 40% y las radiolaritas entre el 20% y el 40% (Gráfica 8).

Por otra parte, los productos retocados, Bases Negativas de 2ª Generación (BN2G), cuentan con porcentajes más equilibrados entre las rocas utilizadas para su configuración. 150

Análisis de los Resultados Arqueométricos

Gráfica 8. Representación porcentual con las materias primas documentadas en las ORT.

6.2.1. Conjunto de materiales encuadrables entre el VIº y el IVº milenio a.n.e. El número de yacimientos con materiales encuadrables en esta fase es el más numeroso, con 22 emplazamientos, de los que se han analizado 2125 productos a visu, y se han realizado 19 láminas delgadas. En este período, dominan los sílex masivos (39%) y radiolaritas (36%) jurásicas del Penibético, con tonalidades que van del beige al gris en los primeros, y rojizas mayoritariamente en las segundas. Los sílex oolíticos que aparecen son de tonalidades claras y grisáceas; mientras que el característico sílex del Turón se documenta en un porcentaje (9%) claramente inferior al de otras fases, además de tener una distribución temporal desigual, ya que es en los yacimientos más recientes cuando aparece en mayores proporciones. Con porcentajes mucho menos significativos encontramos los sílex bandeados (56%) y sílex porosos (49%), en último lugar aparecen las areniscas terciarias (0,2%) (Gráfica 9).

Fig. 110. Lámina delgada de radiolarita de La Cuevecilla (x25).

transporte hacen que aparezcan en las terrazas cuaternarias situadas a lo largo de curso fluvial del Guadalteba. Los sílex masivos se caracterizan por su homogeneidad, aunque en ocasiones pueden presentar inclusiones de impurezas y fósiles, como espículas, oolitos y radiolarios en pequeñas proporciones. La procedencia de los mismos es de difícil adscripción, documentándose este tipo de rocas en las sierras penibéticas, así como en posición secundaria insertos en los conglomerados del Mioceno de la zona de El Chorro. En la franja que va de Campillos a Almargen hemos constatado la presencia de sílex masivos en unidades del subbético postriásico.

En el análisis de las láminas delgadas al microscopio, las radiolaritas jurásicas del Penibético, presentes en los yacimientos neolíticos, contienen óxidos, micro inclusiones negras y abundantes restos de fósiles, con los radiolarios ocasionalmente formando bandas bien definidas (Fig. 110). Tienen sus afloramientos primarios en la cabecera del río Guadalteba, en las sierras calizas de Cañete la Real, Cuevas del Becerro y Teba. Los procesos de erosión y

Por su parte los sílex oolíticos son frecuentes en la sierra de Cañete y el entorno de El Chorro; al microscopio los oolitos presentan diferentes tamaños, estando rellenos los espacios entre oolitos con cuarzo microcristalino y calcedonia. Aparecen multitud de inclusiones, algunas de minerales opacos y fósiles (Fig. 111). La distribución de los litotipos en las BN1G está en coherencia con lo expuesto para el cómputo total del conjunto, con radiolaritas (38%) y sílex masivos (33%) como las rocas con mayor representación. Los sílex oolíticos (13%) y tipo Turón (10%) aparecen en una segunda posición, mientras que bandeados (4%) y porosos (2%) son los que cuentan con menos productos.

Gráfica 9. Representación porcentual con las materias primas documentadas los yacimientos del VIº al IVº milenio a.n.e.

En la serie de BP el porcentaje de sílex masivo aumenta (del 33% se pasa al 41%) en detrimento del número de 151

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) asentamientos. Las sierras penibéticas de la zona que va de Cuevas del Becerro a Teba son el origen de radiolaritas, sílex masivos, oolíticos y porosos; por su parte los sílex bandeados parecen venir de la zona de Almargen. El sílex tipo Turón estaría vinculado a un aprovechamiento de las terrazas fluviales del rio, ya que existe también un fuerte aprovechamiento de rocas recogidas en entornos fluviales, como las terrazas cuaternarias, a tenor de las características externas que presentan muchos productos de este conjunto (Fig. 112). 6.2.2. Conjunto de materiales pertenecientes al IIIº milenio a.n.e. En el caso del IIIº milenio a.n.e. el registro es más limitado, ya que son 8 los yacimientos con materiales que podemos encuadrar con seguridad en esta fase. Además, el conjunto está mediatizado porque la mayor parte de los enclaves estudiados son del valle del Turón, a lo que tenemos que sumar la gran cantidad de productos líticos analizados de Castillo del Turón.

Fig. 111. Lámina delgada de sílex oolítico proveniente del Depósito de Aguas (x100).

radiolaritas (que disminuye del 38% al 29%). Los demás litotipos se mantienen en porcentajes similares a los de las BN1G.

Los productos líticos pertenecientes al IIIº milenio a.n.e. que hemos estudiado han sido 1785, de los que 1330 pertenecen a Castillo del Turón, lo que supone el 75% del total. Esta particularidad influye en los resultados finales tanto a nivel de distribución de materias primas como de porcentajes de tipos tecnológicos.

Apenas hay cambios en la distribución de materias primas en el global de las BN2G. Sin embargo, si analizamos por grupos tecnológicos, podemos destacar ciertas características propias: • El porcentaje de retocados en sílex tipo Turón se ve incrementado respecto a las demás series. • Los grupos más numerosos (denticulados, raspadores y abruptos) presentan porcentajes acordes con lo ya expresado. • Para las láminas de dorso se emplean en porcentajes similares sílex masivos y tipo Turón, estando este último por encima de las radiolaritas. • Entre los productos con retoque plano no se documentan radiolaritas.

Como venimos mencionando, los porcentajes de las materias primas representadas en el conjunto del IIIº milenio están marcados por el sobredimensionado número de elementos en sílex de tipo Turón, que como hemos explicado en líneas superiores se debe en gran medida a un sólo yacimiento. Así tenemos el sílex Turón con un 81%, seguido de lejos por el sílex masivo (10%), las radiolaritas y los sílex bandeados (3%); también están presentes en pequeñas cantidades el sílex bandeado (1%) y el sílex poroso (1%) (Gráfica 10).

En lo que respecta a otros restos de talla (ORT), podemos decir que los porcentajes de radiolaritas y sílex masivos se incrementan con creces, representando entre ambos tipos de rocas más del 80%. Esto supone un descenso considerable de los sílex oolíticos y Turón (que pasan de porcentajes entorno al 10-15%, al 4% y 6% respectivamente), particularidad que viene derivada, entre otras cosas, por la gran cantidad de este tipo de productos que reporta el yacimiento de Los Canchos.

El sílex Turón es un sílex de grano fino y textura homogénea, con tonalidades que van desde el color beige al negro. Al microscopio presenta inclusiones de calcedonia formando nódulos, así como una gran cantidad de cristales de dolomita. También contiene calcita esparítica y restos de fósiles rellenos de calcedonia, como espículas. Un elemento identificativo de este tipo de sílex son las huellas de Phycosiphon, un fósil del que solo conocemos el rastro que ha dejado en la roca (Rodríguez-Tovar, Morgado y Lozano, 2010) (Fig. 113). Lo interesante de esta materia prima es que aparece en prácticamente la totalidad de los yacimientos estudiados con cronologías entre finales del IVº milenio y finales del IIIº; algo que está intrínsecamente relacionado con las propiedades mecánicas del mismo.

En definitiva, en el período que va del VIº al IVº milenio los litotipos predominantes se corresponden con los sílex masivos y las radiolaritas, especialmente las de tonalidad roja; con una importante presencia de sílex oolíticos, y un incremento hacia los momentos finales de la fase de los sílex tipo Turón. Los sílex bandeados y porosos tienen una representación testimonial dentro del conjunto.

Al igual que en el computo global de esta fase, la distribución de las materias primas en los diferentes tipos tecnológicos está condicionada por los porcentajes de sílex del Turón.

La procedencia de las materias primas es claramente local, con fuentes de suministros situadas en las cercanías de los

152

Análisis de los Resultados Arqueométricos

Fig. 112. Mapa con los yacimientos del VIº al IVº milenio a.n.e. y unidades geológicas con sílex.

más representado, tras el cual se sitúan sílex oolíticos (3%) y radiolaritas (2%). Los porcentajes de sílex porosos, bandeados y masivos están relacionados con el número considerable de estos en el yacimiento de Pilar Sáez. Los porcentajes en el grupo de las BP guardan relación con los de las BN1G, sin embargo podemos decir que en los yacimientos la presencia de sílex tipo Turón, al menos en los situados en las cercanías de los afloramientos, se ve incrementada, como ocurre en el Olivar de Currito. Dentro de los sílex masivos empleados en las BP destacan aquellos pertenecientes al afloramiento de El Azulejo; se trata de sílex con unas tonalidades pardas y con inclusiones minerales de color grisáceo (Fig. 114). En las láminas delgadas, podemos observar que es un sílex

Gráfica 10. Porcentajes de las materias primas documentadas en los yacimientos del IIIº milenio a.n.e..

En la serie de BN1G el 85% se corresponden con el tipo Turón, mientras que el sílex masivo (8%) es el segundo 153

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) de manera considerable; pauta que también se da en las radiolaritas (8%) y sílex oolíticos (5%). El factor que determina este cambio porcentual es el número más reducido de productos retocados en el conjunto del Castillo del Turón, a lo que tenemos que sumar que en los restantes yacimientos la materia prima escogida preferentemente para la configuración de BN2G es el sílex masivo. Denticulados, raspadores, truncaduras, abruptos y buriles son los grupos con mayor presencia dentro de los productos retocados elaborados en sílex Turón; algo que concuerda con los tipos que se documentan tanto en La Galeota (Espejo y Cantalejo, 1990-91) como en Castillo del Turón (Ramos, Espejo y Cantalejo, 1986). Los sílex masivos, radiolaritas y sílex oolíticos también tienen porcentajes destacados dentro del grupo de los denticulados, siendo los dos primeros elegidos además para la configuración de raspadores y láminas de dorso. Al igual que en el análisis general de las materias primas analizadas en esta investigación, el conjunto que más se acerca a los porcentajes reales representados en los yacimientos de esta fase son las ORT. En esta serie podemos ver como se produce una reducción drástica de los sílex tipo Turón, que pasan de porcentajes por encima del 80% a un 16%. Esto no es una casualidad, sino que viene determinada porque en la muestra generada que dio origen a las primeras publicaciones sobre La Galeota (Espejo y Cantalejo, 1990-91) y el Castillo del Turón (Ramos, Espejo y Cantalejo, 1986) estaban excluidos aquellos productos “inclasificables” (Ramos, Espejo y Cantalejo, 1986: 82).

Fig. 113. Huellas de Phycosiphon. Foto con Lupa de triplete (10X). MG 7801.

De este modo, nos encontramos con una serie donde destacan los sílex masivos y las radiolaritas, con 42% y 37% respectivamente, algo que concuerda con lo que ocurre a nivel general en la mayoría de los yacimientos analizados. El sílex tipo Turón tiene una mayor presencia porcentual, lo que podría venir derivado de la explotación de los afloramientos de este tipo de roca de manera intensiva durante el IIIº milenio. Por último, indicar que el porcentaje de sílex porosos (5%) se corresponde con la representatividad que este litotipo tiene en el yacimiento de Pilar Sáez, enclave próximo a las fuentes de suministro lítico situadas al norte de la provincia de Málaga donde los sílex porosos están bien documentados. En síntesis, en el IIIº milenio parecen producirse cambios en cuanto a la explotación de materias primas en el entorno del río Turón, sin embargo, esto no parece ocurrir en los yacimientos más alejados de los afloramientos de este tipo de sílex, caso de Pilar Sáez.

Fig. 114. Conjunto de sílex de El Azulejo.

Los afloramientos de sílex del Turón se constituyen en espacios de explotación lítica orientados a la producción de hojas prismáticas, las cuales no parecen destinarse a un consumo local, ya que este tipo de productos no lo hemos documentado en los yacimientos estudiados, a excepción de una gran lámina estrecha de la Cueva de Ardales que parece ser sílex de la zona granadina. Sin embargo, la

bastante homogéneo con una gran cantidad de romboedros de dolomita, donde también se aprecian algunos minerales opacos, posiblemente óxidos. Algo diferente se presenta la serie de BN2G, ya que en ésta el porcentaje de sílex masivos (20%) se incrementa 154

Análisis de los Resultados Arqueométricos

Fig. 115. Mapa con los yacimientos del IIIº milenio a.n.e. y unidades geológicas con sílex.

6.2.3. Conjunto de materiales de la transición entre el IIIº y el IIº milenio a.n.e.

presencia de este tipo de materia prima si se ha constatado en el contexto de Los Millares (Lozano et al., 2010a; Lozano et al., 2010c) y Valencina de la Concepción (García et al., 2016), grandes centros nucleares receptores y redistribuidores de productos “singulares” (Nocete, 2001; Nocete, 2014).

De la transición entre el IIIº y el IIº milenio hemos analizado un total de 1480 productos, de los que el 60% pertenecen a la necrópolis de Las Aguilillas. Esta circunstancia es la que condiciona especialmente la representación de las areniscas compactas en la serie, como explicaremos más adelante.

Frente a este modelo de explotación lítica está aquel que, al igual que en la fase anterior, recurre a fuentes de aprovisionamiento lítico cercanas a los asentamientos, hecho que constatamos en enclaves como El Mirador, donde hay una relación directa con el afloramiento de El Azulejo, Pilar Sáez con los sílex cretácicos del subbético, o el Olivar de Currito con La Galeota y Castillo del Turón. Las terrazas siguen siendo lugares de aprovisionamiento como se pone de manifiesto en Vivero.

En esta fase, el mayor porcentaje (44%) pertenece al grupo que hemos denominado “otras rocas”, que está compuesto en su mayoría por areniscas compactas del Terciario y en menor medida calizas. Al igual que en los conjuntos ya descritos para el VIº-IVº y el IIIº(a excepción del sílex Turón), los litotipos más comunes son los sílex 155

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) roca está presente en los ajuares de la necrópolis de Las Aguilillas en forma de una gran lámina, haciéndonos dudar del origen local de la misma, ya que no se documentan casos similares en otros yacimientos. Las materias primas empleadas en la producción de elementos retocados, BN2G, refleja ciertas diferencias con las BP, en este caso desaparecen las areniscas, cosa que viene a remarcar el carácter de restos de talla derivados de la configuración de los picos, y se incrementan considerablemente los porcentajes de sílex masivo (36%), radiolaritas (28%), oolíticos (11%), y de manera especial del tipo Turón (22%).

Gráfica 11. Representación porcentual con las materias primas documentadas en los yacimientos entre el IIIº y el IIº milenio a.n.e.

masivos (21%) y las radiolaritas (14%); como venimos describiendo, a estos le siguen los sílex oolíticos (9%) y el tipo Turón (9%). Los sílex bandeados y porosos mantienen sus escasos porcentajes (2% y 1% respectivamente) (Gráfica 11).

La distribución que aparece dentro de las BN2G está en coherencia con la analizada en las BN1G. Eligiéndose materias primas de calidad de la zona para la elaboración de este tipo de productos líticos. Para la configuración de denticulados los sílex utilizados son los masivos y las radiolaritas, con una importante cantidad de ellos en sílex oolítico y Turón. En el caso de raspadores, abruptos y láminas de dorso se mantienen estas materias primas como las más representadas a excepción del sílex oolítico, que sí aparece en la producción de dientes de hoz. Tenemos que reseñar que los sílex porosos no se documentan en la muestra de BN2G, mientras que sí lo están en las series de BN1G y BP.

Dentro de las BN1G hay cambios importantes respecto al cómputo general; así tenemos que la categoría de “otras rocas” no aparece en la serie, los sílex masivos (48%) son los elegidos principalmente para la configuración de BN1G, y que tanto el sílex poroso (9%) como las radiolaritas (26%) ven incrementados sus porcentajes. Los cambios en relación a los porcentajes generales están relacionados con el hecho de que no hemos incluido en este estudio el análisis directo de los picos de Las Aguilillas, quedando reflejada una distribución mucho más acorde con lo que aparecen en los yacimientos de esta cronología, excepto, claro está, en la citada necrópolis de cuevas artificiales.

Los porcentajes de materias primas dentro de las ORT podrían considerarse una síntesis de lo que hemos visto, distribuyéndose de una manera más equilibrada los litotipos representados. En concordancia con lo que venimos expresando, en primer lugar aparecen los sílex masivos (33%), a los que siguen las radiolaritas (29%); fruto del desbaste de las areniscas para fabricar picos es el 16% que aparece en la gráfica inferior. Los sílex del Turón y los oolíticos mantienen sus porcentajes.

La serie de BP está condicionada por el peso que tienen en ella los productos recuperados de la necrópolis de Las Aguilillas. Las areniscas compactas abarcan algo más del 50% de la muestra, mientras que la otra mitad se reparte entre los demás tipos en una proporción similar a lo que venimos expresando (sílex masivos, 18%; radiolaritas, 11%; sílex tipo Turón y oolíticos, 8% cada uno; y sílex bandeados y porosos con 2% y 1% respectivamente). El elevado porcentaje que presentan las areniscas del Aljibe dentro de las BP se corresponde con el numeroso conjunto de BP-I generado por el proceso de desbaste y configuración de picos para la construcción de las estructuras funerarias de la necrópolis. El material geológico en el que están excavadas las tumbas son conglomerados miocénicos (Cano, 1990), y para horadarlos emplearon herramientas elaboradas en su mayor parte en unas areniscas compactas de color amarillento, que al microscopio presentan granos de cuarzo de redondeados hasta subangulosos y con tamaños variables. El cuarzo que parece es mono y policristalino con una cementación rica en óxidos de hierro, que da un color característico a la roca. Junto con las areniscas también emplearon, en menor medida, calizas y sílex oolítico. Este último tipo de

Fig. 116. Lámina delgada. Clastos de cuarzo y óxidos de hierro. Foto con LDP (x100).

156

Análisis de los Resultados Arqueométricos

Fig. 117. Mapa con los yacimientos entre el IIIº y el IIº milenio a.n.e.y unidades geológicas con sílex.

Emplazamientos como Los Caserones o Parque Ardales parecen aprovisionarse de radiolaritas y sílex masivos y oolíticos en las riberas del río Turón y en afloramientos como El Azulejo y Lomas del Duende. En el caso de los sílex tipo Turón, no descartamos que el abastecimiento venga derivado de una recogida de nódulos en la zona de La Galeota o Castillo del Turón además de en las terrazas fluviales.

En síntesis, las estrategias de aprovisionamiento de recursos líticos parecen orientarse a un aprovechamiento de fuentes de suministro cercanas a los asentamientos, algo que ya vimos en el Neolítico, con la salvedad de los sílex tipo Turón y otros tipos destinados especialmente a la elaboración de productos retocados o soportes para grandes láminas. En Las Aguilillas, la utilización del sílex en los productos analizados parece estar vinculado a la producción de elementos destinados a labores domésticas y agrícolas más que a la configuración de los picos, para los que se escoge de manera mayoritaria la arenisca compacta. Las materias primas se obtienen tanto en las terrazas fluviales, como en afloramientos como El Azulejo, y cerros de areniscas de la Unidad del Aljibe en el valle del Guadalteba (Fig. 116).

En los yacimientos de la parte alta del Guadalteba, caso de Cementerio de Cañete y Pilón del Zorro, los tipos líticos parecen provenir de la Sierra de Cañete y la zona de Viján-La Mogea, donde aparecen algunos de los sílex representados. No podemos descartar otros espacios como la Sierra de la Atalaya o el cauce del Guadalteba. Así 157

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) mismo, tenemos que destacar la presencia cuantiosa de productos elaborados en sílex del Turón. • La presencia de sílex de otras comarcas, como la zona de la Serranía de Ronda o la subbética granadina se constata en productos “singulares” como las grandes láminas de ajuares pertenecientes a las sepulturas de Las Aguilillas o La Bolina.



que aparecen a lo largo del valle de dicho río en dirección a El Burgo desde Ardales. Cerros margo-calizos con sílex del Cretácico del Subbético postriásico de la franja que discurre en dirección Este-Oeste entre los límites de la provincia de Málaga y Sevilla. Areniscas terciarias de la Unidad del Aljibe, situadas en grandes conjuntos en la parte baja del Guadalteba y en la zona de Cañete la Real. Nódulos de sílex insertos en los conglomerados miocénicos del sector de El Chorro. Terrazas fluviales cuaternarias con presencia de cantos rodados y bloques de materiales muy diversos, que se ubican en el tramo medio y bajo de los ríos Guadalteba y Turón. Depósitos de ladera y derrubios de ladera a los pies de las sierras calizas, espacios donde aparecen los sílex en posición secundaria.

6.3. Espacios de captación de recursos líticos



Si hacemos un balance de conjunto, sobre las principales áreas de captación de recursos líticos de las sociedades de la Prehistoria Reciente del territorio de los valles del Guadalteba y Turón, observamos que se trata en su mayor parte de materias primas locales, provenientes de afloramientos primarios y secundarios de la zona:



• Sierras calizas del Penibético, con sílex y radiolaritas de varios tipos, que se sitúan a modo de arco cerrando el valle del Guadalteba. • Sierras de calizas y dolomías del Maláguide y las Unidades -Frontales, donde se originan sílex masivos y radiolaritas, se encuentran al sudeste del valle del Turón. • Afloramientos de sílex insertos en el Complejo del Campo de Gibraltar, son los denominados “tipo Turón”

También parece constatarse la presencia de materias primas provenientes de entornos geológicos extracomarcales, como pueden ser los sílex de la zona de Malaver (Montecorto, Málaga) y del subbético granadino (Loja, Granada). En los productos pulimentados parece existir una distribución de productos de procedencia más lejana, como son las silimanitas del Sistema Central y las anfibolitas de OssaMorena (Domínguez-Bella et al., en prensa).



Fig. 118. Unidades geológicas con sílex en la comarca del Guadalteba.

158

Capítulo 7 Resultados del Estudio de la Producción Lítica 7.1. Introducción

• Escasa presencia de Bn-Bases Naturales en la muestra. • Predominio de los restos de talla sobre los productos retocados. • Porcentaje modesto de BN1G-Núcleos. • Cuantiosa serie de BP-Lascas y hojas. • Conjunto de BN2G con características similares a yacimientos cercanos (Cava, 1997; Martín, Camalich y González, 2004; Ramos, 1997). • Escaso registro de ORT-Otros restos de talla en relación a las demás series.

El presente capítulo pretende ser un análisis sintético de los datos obtenidos del estudio tecnológico de los diferentes yacimientos, con ello intentamos acercarnos a una mejor comprensión de los procesos de producción, distribución y consumo de productos líticos durante la Prehistoria Reciente en los territorios del Guadalteba y Turón. Ante la envergadura del registro generado, y puesto que se trataba de tener una visión global de la relación existente entre las materias primas y la tecnología, no hemos llevado a cabo un estudio exhaustivo de las características de los productos analizados; sino que hemos clasificado los principales tipos tecnológicos presentes en cada uno de los yacimientos. Para lo cual hemos utilizado las categorías de análisis del Sistema Lógico Analítico (Carbonell, 1986, 1990, 1992 y 2002; Carbonell, Guilbaud y Mora, 1982 y 1983; Carbonell, Mora y Guilbaud, 1985; Carbonell y Mora, 1986; Carbonell et al., 1992; 1995a, 1995b, 1999 y 2000). Por tanto, entendemos que el estudio que hemos realizado es una aproximación general a la tecnología, que debería verse completado en el futuro con uno de mayor profundizad que recogiera la totalidad de los aspectos morfológicos y descriptivos, así como considerar el uso de las herramientas (Pié y Vila, 1991; Vila, 1977, 1985 y 1988; Clemente, 2006; Clemente y Terradas, 1993; Clemente y Pijoan, 2005; Clemente y García, 2008).

En cuanto a porcentajes se refiere, vemos como la serie con mayor representación es la de BP, con 3400 productos (64%), seguida de la de ORT, con 940 (18%), las BN2G, con 557 elementos retocados (10%), y finalmente las BN1G, con 447 (8%). Estos porcentajes varían en función de la cronología, así tenemos que en los enclaves con cronologías relativas situadas entre el VIº y IVº milenio a.n.e., se han computado un total de 2123 productos líticos en 22 yacimientos. La distribución porcentual es un poco más equilibrada entre BP (42%) y ORT (37%), con una presencia similar de BN1G (8%) y un leve incremento de las BN2G (13%) en relación al cómputo general (Gráfica 12). Estas variaciones porcentuales vienen determinadas en buena medida por la fuerte presencia de BP y escasa representatividad de las ORT en conjuntos concretos de las fases más recientes, como son el caso de Castillo del Turón y Las Aguilillas. Por lo que los porcentajes del período comprendido entre el VIº y IVº milenio reflejan mejor la realidad materiales que nos encontramos en los yacimientos.

En este sentido, la conjugación de análisis de materias primas con el estudio tecnológico nos permite profundizar en las estrategias económicas desde la captación de las materias primas, la producción-consumo y el abandono (Ramos, 1988 y 1997; Terradas, 1995, 1998 y 1999; Domínguez-Bella, 1999, 2002 y 2006; Domínguez-Bella et al., 2002, 2004, 2006, 2010, 2013, 2014a y 2014b). 7.2. Análisis de la producción lítica El cómputo general de productos líticos asciende a 5344 (Tabla 32), pertenecientes a un total de 33 yacimientos, y de los que podemos extraer como ideas generales: Tabla 32. Cómputo general de productos líticos

TIPO BN1G BP BN2G ORT TOTAL

N 447 3400 557 940 5344

Gráfica 12. Representación porcentual de las series tecnológicas documentadas en los yacimientos del VIº al IVº milenio a.n.e.

159

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) 7.2.1. Bases Naturales (Bn)

Por su parte, de los yacimientos del IIIº milenio a.n.e. se han analizado 1741 elementos líticos de 10 yacimientos, entre los que destaca el porcentaje sobredimensionado de BP (75%), motivado por el elevado número de este tipo de productos en el conjunto de Castillo del Turón (con 1038 BP suponen el 79% del total de BP documentadas de esta fase). Los porcentajes que presentan las BN1G (13%) y BN2G (11%) están en consonancia con la distribución general y la fase anterior. Sin embargo, las ORT (1%) apenas aparecen en la muestra como consecuencia de la recogida selectiva que se hizo en los grandes espacios de producción lítica (Ramos, Espejo y Cantalejo, 1986; Espejo y Cantalejo, 1990-91) (Gráfica 13).

Hemos constatado la presencia de Bn-Bases Naturales en 10 de los yacimientos, de los que cuales 3 se corresponden con espacios de explotación lítica (El Azulejo, La Galeota y Castillo del Turón). Tenemos que indicar que el carácter selectivo y superficial de la mayoría de los conjuntos analizados determina el escaso porcentaje de Bn en la muestra. 7.2.2. Bases Negativas de 1ª Generación (BN1G) Se han documentado, como ya hemos indicado, 447 ejemplares de BN1G (8%) del total de productos líticos analizados, existiendo un predominio de los núcleos POLPoliédricos (35%). El siguiente tipo de núcleo con mayor representación son los P-Prismáticos (16%), seguido de los D-Diversos (13%) y PH-Para hojas (12%); una menor representatividad tienen los U-Unipolar (9%) y los CMCentrípeto multipolar (8%). También aparecen en la muestra ejemplares de núcleos SL-SobreLasca (5%) y B-Bipolares (2%) (Gráfica 15).

El conjunto lítico de la transición entre el IIIº y el IIº milenio a.n.e. está formado por un total de 1480 piezas pertenecientes a 8 yacimientos (Tabla 146). La distribución está bastante desequilibrada por el porcentaje elevado de BP (81%), algo, que al igual que en la serie anterior, viene dado por el número de éstas dentro del conjunto de Las Aguilillas (808 ejemplares que significan el 67% del total de BP). Las BN1G mantienen su porcentaje en torno al 10% y descienden levemente las BN2G (7%); el número de ORT (2%) se corresponde en su gran mayoría con las recuperadas en el Cementerio de Cañete (Gráfica 14).

De esta serie podemos extraer como ideas básicas: • Dominio de los núcleos poliédricos. • Importante presencia de núcleos prismáticos y para hojas. • Conjunto de moderada entidad de núcleos diversos. • Presencia de núcleos con un plano de golpeo (U) y centrípetos multipolares considerable. • Representación testimonial de los núcleos sobre lascas (SL) y con dos planos de golpeo (B). Las BN1G están prácticamente presentes en todos los yacimientos, evidenciando diferentes Temas Operativos Técnicos Indirectos (T.O.T.I.), que se corresponden con la preparación de núcleos prismáticos y para hojas de los que se extraen BP-Lascas y láminas, así como con la obtención directa de lascas. Ambos T.O.T.I. conforman una Cadena Operativa Técnica orientada a generar soportes con los que elaborar instrumentos de trabajo.

Gráfica 13. Representación porcentual de las series tecnológicas documentadas en los yacimientos del IIIº milenio a.n.e.

Gráfica 14. Representación porcentual de las series tecnológicas documentadas en los yacimientos entre el IIIº y el IIº milenio a.n.e.

Gráfica 15. Representación porcentual con los tipos de BN1G documentadas en los yacimientos estudiados.

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Resultados del Estudio de la Producción Lítica Los núcleos poliédricos presentan diferentes tamaños y formas, variando estas en función de los planos de golpeo, en algunos casos llegan a ser muy redondeados. En su mayor parte son productos del agotamiento de los núcleos prismáticos y para hojas. La importante presencia de núcleos prismáticos y de núcleos para hojas está en relación con las nuevas necesidades de productos líticos que aparecen en el seno de las sociedades tribales neolíticas, en parte vinculadas con procesos de trabajo relacionados con la agricultura. En el caso de los núcleos prismáticos, estos presentan mayoritariamente forma piramidal, con un plano de golpeo preparado del que se extraen láminas mediante la técnica a presión. Los ejemplares de diversos documentados creemos que están originados por el desbaste de otros tipos de núcleos; al igual que ocurre con los centrípetos multipolares, los cuales parecen corresponderse con fases de configuración de núcleos para hojas.

Fig. 119. Conjunto de BN1G-PH del IVº milenio a.n.e.

junto con núcleos para hojas estrechas. El agotamiento de estos frentes de extracción de hojas estrechas y alargadas originan los núcleos para hojitas estrechas, presentes en enclaves como la Solana, La Higuera o la Cueva de las Palomas (Ferrer y Fernández, 1988). En otras ocasiones, lo que se produce es la preparación de un frente de extracción en cantos de río de mediano y pequeño tamaño, caso documentado en Depósito de Aguas de Parque Ardales.

7.2.2.1. Conjunto de BN1G de los yacimientos del VIº al IVº milenio a.n.e. Dentro de lo que podríamos llamar en términos normativos yacimientos neolíticos, destacan tres tipos de núcleos, las BN1G-POL (35%), las BN1G-P (21%) y las BN1G-PH (18%), los cuales están relacionados entre sí al formar parte de un mismo sistema técnico. Los restantes tipos presentan porcentajes inferiores al 10% (Gráfica 16).

Hacia finales del IVº milenio y en transición con el IIIº aparecen BP-H para hojas más anchas, las cuales se obtienen de núcleos con crestas preparadas para la orientación de la extracción; como se evidencia en Tierras de Antonio López, La Cuevecilla o los Abrigos de la Lozanilla. Esta evolución se ha puesto de manifiesto en el subbético central granadino (Martínez et al., 2006), y en zonas de la actual provincia de Málaga (Cava, 1997; Martín, Camalich y González, eds., 2004).

Entre el VIº y el IVº milenio constatamos una cadena operativa orientada a la producción de hojas, fruto de la cual son los elevados porcentajes de BN1G-P y BN1GPH. En los diferentes yacimientos hemos comprobado cómo se produce una preparación de la materia prima, en ocasiones con un calentamiento previo a tenor de las evidencias de termoalteración de las BP, preconfigurando una forma determinada en la cual se generará un frente de extracción. En Bolinares hemos documentado preformas para núcleos,

En los yacimientos de Guadalteba y Turón encontramos dos estrategias de preparación de los núcleos: por un lado, y parece que en los yacimientos más antiguos, caso de Bolinares, las BN1G son sometidas a la abrasión para la configuración de una plataforma. Por otro lado, en el caso de Tierras de Antonio López, se lleva a cabo la preparación de una plataforma de presión mediante la extracción de BP-Lascas. Estos procesos de preparación de núcleos están bien descritos por Morgado y Pelegrin (Morgado y Pelegrin, 2012: 224). 7.2.2.2. Conjunto de BN1G de los yacimientos del IIIº milenio a.n.e. De los 10 yacimientos encuadrados en el IIIº milenio se han contabilizado 231 BN1G, de los que 188 pertenecen al enclave de Castillo del Turón, lo que supone más del 80% dentro de la serie. En lo que respecta a los tipos, las más representadas son las BN1G-POL (35%), seguidas

Gráfica 16. Representación porcentual con los tipos de BN1G documentadas en los yacimientos del VIº al IVº milenio a.n.e.

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) como determinan las dimensiones de las hojas (Martínez et al., 2006; Morgado, 2008; Morgado, Lozano y Pelegrin, 2011). Este tipo de producción de hojas también se documentó en la provincia de Málaga en la Axarquía (Ramos, 1997) y el cerro de Malaver en Montecorto (Vallespí y Cabrero, 1980-81). La experimentación desarrollada por J. Pelegrin y A. Morgado (Morgado y Pelegrin, 2012; Morgado et al., 2008), y el estudio exhustivo del registro lítico, parece constatar el empleo del sistema de palanca con punzón de cobre para la extracción de láminas de gran formato.

Gráfica 17. Representación porcentual con los tipos de BN1G documentadas en los yacimientos del IIIº milenio a.n.e.

La otra cadena operativa constatada a partir de las BN1G se circunscribe a los asentamientos que, como en el caso de Pilar Sáez o El Mirador, se orientan a una producción de láminas a partir de núcleos prismáticos, pero en similares proporciones aparecen núcleos poliédricos y diversos los cuales pensamos que, más allá de derivarse del agotamiento de las BN1G-P y BN1G-PH, son objeto de extracciones de lascas para la elaboración de productos retocados.

de las BN1G-DIV (17%) y BN1G-CM (13%), lo cual está en correlación con la distribución que aparece en el yacimiento mencionado anteriormente y en Pilar Sáez, a excepción en este último de los núcleos multipolares que no se documentan en su caso. Las BN1G-U, BN1G-P y BN1G-PH presentan un porcentaje similar (9%), mientras que es testimonial la presencia de BN1G-B (2%) (Gráfica 17).

7.2.2.3. Conjunto de BN1G de los yacimientos de la transición del IIIº al IIº milenio a.n.e.

En este conjunto podemos inferir dos cadenas operativas, una orientada a la producción especializada de hojas prismáticas, y otra menos específica destinada a la obtención de lascas de mediano tamaño para la configuración de productos retocados.

En esta última fase hemos analizado 35 BN1G (7,5 del total de los núcleos estudiados). Conforman el conjunto con menor número de ejemplares, en parte porque también es la que cuenta con menos yacimientos, pero también porque apenas se documentan BN1G en la mayoría de enclaves. Indicar que de los 35 núcleos analizados, 21 corresponden a Cementerio de Cañete (60% del total).

La primera de ellas se da en los espacios de explotación y producción lítica del valle del Turón, en nuestro caso particular en los yacimientos de La Galeota y Castillo del Turón (Fig. 120). En estos enclaves, donde aflora en gran cantidad la materia prima, se procede a generar abundantes preformas de núcleos para hojas mediante la configuración de crestas a través del desbaste de la materia prima. Las crestas delimitarán el frente de extracción, así

Porcentualmente los tipos con mayor representación son las BN1G-POL (37%) y las BN1G-P (31%), teniendo una presencia testimonial los restantes tipos, como puede verse en la gráfica inferior (Gráfica 18). De este período podemos extraer pocas conclusiones a tenor de la escasa representatividad de la serie de BN1G.

Gráfica 18. Representación porcentual con los tipos de BN1G documentadas en los yacimientos entre el IIIº y el IIº milenio a.n.e.

Fig. 120. Preforma y núcleo para hojas en sílex tipo Turón del IIIº milenio a.n.e.

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Resultados del Estudio de la Producción Lítica nos ha permitido comprobar que buena parte de la materia prima era obtenida en entornos fluviales en función de las características externas que presentaba el córtex. La presencia considerable de BP-C está asociada a la configuración de frentes de extracción en las BN1G-P y BN1G-PH, destacando en este sentido las láminas de cresta documentadas en diferentes yacimientos. Como ya hemos indicado, en todos los yacimientos la presencia más numerosa se corresponde con las BP-I, las cuales están vinculadas a la configuración de las BN1G-P y BN1G-PH, así como a la continuidad de la talla, asociadas a BN1G-POL y BN1G-DIV.

Gráfica 19. Representación porcentual con los tipos de BP documentadas en los yacimientos estudiados.

El segundo tipo mejor representado es el de las BP-H, obtenidas mediante técnica a presión, se produce una evolución que va desde las pequeñas y estrechas laminillas del VIº-IV milenio a.n.e. hacia productos estandarizados de mayor longitud y anchura en el IIIº milenio a.n.e. Presentan en su mayoría talones lisos o puntiformes, a pareciendo seccionadas de manera intencional a partir de los momentos finales del IVº hasta finales del IIIº milenio a.n.e.

Apuntar el descenso de los núcleos para hojas, que tienen poca presencia en esta fase, y el porcentaje relevante de BN1G-P, de los cuales parecen extraerse hojas menos estandarizadas. Mantenemos la idea de que los altos porcentajes de núcleos poliédricos se deben en parte al agotamiento de núcleos prismáticos. 7.2.3. Bases Positivas (BP) Hemos analizado un total de 3537 ejemplares de BP, que representan el 64% de todo el conjunto de productos líticos estudiados. El mayor porcentaje se corresponde con ejemplares de BP-I (75%), siendo el segundo tipo más representado las BP-H (9%), al que sigue en cuanto a porcentaje se refiere las BP-SD (8%), las BP-C (5%) y las BP-D (3%); la presencia de BP-LDNH y BP-SP es meramente testimonial dentro de la serie con porcentajes inferiores al 1% (Gráfica 19).

Las lascas de desbaste de núcleos para hojas y las BP-SP, sobrepasadas, están relacionadas con la producción de BP-H. 7.2.3.1. Conjunto de BP de los yacimientos del VIº al IVº milenio a.n.e. Como en el cómputo general, dentro de los yacimientos de esta fase el tipo con mayor representación son las BP-I (58%), seguida de las BP-H (21%), BP-C y BP-SD (8% cada una), BP-D (3%), BP-LDNH (2%), y las BP-SP menos del 1% (Gráfica 20).

Podemos indicar como ideas generales: • Modesto porcentaje de BP de inicio de talla (BP-D y BP-SD). • Predominio de BP-I dentro de la serie. • Presencia considerable de BP-Crestas. • Porcentaje significativo de BP-H, láminas y laminitas.

Entre el VIº y la primera mitad del IVº parecen predominar las BP-H estrechas y de escasa longitud, obtenidas por talla a presión tras el calentamiento previo de la materia prima, a tenor de las evidencias de termoalteración que apreciamos en muchas BP-I. Gran parte de estas laminitas y láminas estrechas no sufren modificación, sino que al igual

Antes de desarrollar por fases cronológicas la descripción de esta serie, tenemos que indicar que los porcentajes más elevados en la mayoría de los yacimientos es el de las BP-I; si bien, en el caso que nos ocupa, el exagerado porcentaje viene determinado por el peso que tiene en el conjunto el número de ejemplares recuperados en Castillo del Turón (868 ejemplares) y la necrópolis de Las Aguilillas (808 ejemplares), ya que suponen en conjunto el 60% del total de BP-I. Esto no ocurre en los demás tipos de BP donde la influencia de ambos yacimientos es menor. Los ejemplares de BP-D, aquellos que tienen la totalidad de la cara superior cubierta de cortex, y los de BP-SD, con una parte importante de cortex en su cara dorsal, están relacionados con el desbaste de los núcleos de cara a su utilización. Este tipo de productos nos ha reportado importantes datos sobre las estrategias de captación, ya que

Gráfica 20. Representación porcentual con los tipos de BP documentadas en los yacimientos del VIº al IVº milenio a.n.e.

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) que algunas BP-I, utilizan directamente sus filos cortantes, algo que se ha atestiguado en la cercana Cueva del Toro para sus fases más antiguas (Martín, Cámalich y González, 2004), y ponen de manifiesto los retoques de uso que en ellas aparecen. La producción de estas pequeñas hojas se llevaba a cabo en el yacimiento, en función de las BN1GPH documentadas; siendo utilizadas para la configuración de instrumentos de trabajo, en muchos casos vinculados con la agricultura, ya que presentan el denominado “lustre de cereal”.

de Antonio López, La Cuevecilla y Depósito de Aguas de P.A.; en el primero de ellos es posible distinguir el proceso de reducción del núcleo derivado de la extracción de hojas. 7.2.3.2. Conjunto de BP de los yacimientos del IIIº milenio a.n.e. Del IIIº milenio tenemos un conjunto marcado por el volumen de productos pertenecientes al yacimiento de Castillo del Turón (1038 ejemplares, 79% del total de esta fase), en el que se ordenan los tipos en función de los porcentajes de la siguiente manera: BP-I (80%), BP-SD (9%), BP-C (4%), BP-D (4%), BP-H (3%), BP-LDNH y BP-SP (menos del 1%) (Gráfica 21).

Estas pequeñas hojas se han documentados en la práctica totalidad de los yacimientos de esta fase, algunos con una clara función agrícola, caso de los Silos de Cuevas del Becerro o La Higuera (Fig. 121); enclaves en los que estos productos podrían ir en la línea de pequeñas piezas para hoces neolíticas al presentar estrías subparalelas en el filo contrario en el que aparece el brillo característico producido por la siega de cereal (Clemente y García, 2008).

Si nos fijamos en los porcentajes, tenemos que los productos de inicio de talla, BP-D y BP-SD, sumarían el segundo porcentaje tras las BP-I, productos todos relacionados con el desbaste y preparación de esbozos de las preformas para núcleos de hojas; de estas preformas se extraen en un primer momento las BP-C, marcando el frente de explotación de las que obtienen mediante presión BP-H más anchas y largas que en la fase anterior (Martínez et al., 2006; Morgado, 2008).

El procedimiento técnico de extracción de láminas y laminitas de pequeño tamaño basado en el tratamiento térmico y la talla a presión es común en el Neolítico Inicial, y perdura hasta la primera mitad del IVº milenio a.n.e. (Pelegrin, 2006; Pelegrin y Morgado, 2007; Morgado y Pelegrin, 2012). Para la extracción de este tipo de productos líticos de pequeño porte se utilizaría la presión manual o con muleta corta, y la percusión indirecta sin aplicación térmica para un formato mayor (Morgado y Pelegrin, 2012: 223).

Como decimos, las BP-H producidas en los espacios de explotación sílíceos, casos de La Galeota y Castillo del Turón, parecen estar destinadas a un consumo que transciende lo local, entrando a formar parte de redes de distribución e intercambio de carácter, cuanto menos, regional (Lozano et al., 2010a; García et al., 2016). Un ejemplo de este tipo de productos, aunque en una materia prima extralocal, lo encontramos en el contexto funerario de las Galerías Altas de la Cueva de Ardales, espacio datado en el IIIº milenio a.n.e. (Fig. 122).

En la segunda mitad del IVº milenio a.n.e. se constata un cambio en las dimensiones de las BP-H, ahora se van a producir elementos de mayor longitud y anchura, extraídas mediante presión de BN1G-PH a los que se le han preparado una cresta (Martínez et al., 2006). Son productos más estandarizados y regulares que las pequeñas láminas de momentos anteriores. Este cambio tecnológico se puede apreciar en los conjuntos materiales de Tierras

Frente a este modelo de producción intensiva y especializada, documentamos otro basado en la obtención de BP-H más irregulares y destinadas a un consumo claramente doméstico. En este proceso técnico también se genera una importante cantidad de BP-I y BP-C, como puede comprobarse en Pilar Sáez. Parte de las BP-I sufrirán procesos de modificación para la configuración de productos retocados.

Gráfica 21. Representación porcentual con los tipos de BP documentadas en los yacimientos del IIIº milenio a.n.e.

Fig. 121. Conjunto de BP-H del Vº milenio a.n.e.

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Resultados del Estudio de la Producción Lítica

Gráfica 22. Representación porcentual con los tipos de BP documentadas en los yacimientos de la transición entre el IIIº y el IIº milenio a.n.e.

(TOTD), en el cual mediante el desbaste de bloques alargados de arenisca compacta, caliza o sílex oolítico, se realizan extracciones bifaciales que van generando la forma de un triedro. En el ámbito doméstico, los conjuntos de BP están asociado a espacios de producción lítica, donde se generan lascas internas que parecen estar destinadas a la elaboración de productos retocados y su utilización directa (algunos ejemplares tienen huellas de uso).

Fig. 122. Lámina de gran formato de las Galerías Altas (Cueva de Ardales).

A finales el IIIº milenio, aún se documenta una producción de BP-H basada en núcleos de cresta, este es el caso del Cementerio de Cañete, y orientada a la configuración de productos retocados. Junto a estas láminas destinadas a la elaboración de instrumentos de trabajo, aparecen en contextos funerarios, caso de Las Aguilillas (Fig. 123), Los Caserones y La Bolina, grandes láminas de clara función

7.2.3.3. Conjunto de BP de los yacimientos de la transición del IIIº al IIº milenio a.n.e. En el período comprendido entre los momentos finales del IIIº y los inicios del IIº milenio, nos encontramos con una prominente cantidad de BP, siendo el segundo conjunto más numeroso de este tipo de productos dentro de las fases cronológicas que hemos establecido. En este sentido, como ya venimos mencionando, el grueso de ejemplares pertenece a la necrópolis de Las Aguilillas, concretamente 808 productos (67% del total). Esto, al igual que en el caso del Castillo del Turón, mediatiza los porcentajes, porque sólo de esta necrópolis se han analizado 709 ejemplares de BP-I, lo que supone casi el 75% de las mismas. En parte, compensa esta situación el buen número de BP estudiadas del Cementerio de Cañete. Así pues, tenemos el grupo de BP-I, con el 83% de los elementos de este tipo, a continuación están las BP-SD (7%), seguida de las BP-H (6%), BP-C (3%), y en última lugar las BP-D (1%) (Gráfica 22). Las características que presenta este conjunto viene marcada por la considerable presencia de elementos relacionados con el inicio de talla, BP-D y BP-SD (en conjunto 9%), y la abundante cantidad de BP-I asociadas al proceso de producción de los “picos” de Las Aguilillas, herramientas con las que excavaron las estructuras funerarias (Fig. 125). A nivel tecnológico, este proceso se corresponde con un Tema Operativo Técnico Directo

Fig. 123. Grandes láminas de la Necrópolis de Las Aguilillas.

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) ideológica, ya que no se aprecian huellas de uso en sus bordes. Este tipo de productos puede tener en ocasiones un origen externo, ya que no hemos encontrado espacios de producción de estos elementos líticos.

(44%). Otro tipo destacable dentro de los abruptos son las LD-láminas de dorso, que representan el 10% del total de retocados. Aquellas con retoque profundo (LD21 y LD22) disponen de un porcentaje ligeramente superior a las de retoque marginal (LD11 y LD12), el 58% frente al 42%.

En el caso concreto de las láminas en sílex oolítico de Las Aguilillas, su origen parece estar en la zona de Montecorto, espacio donde se han documentado este tipo de materias primas (Aguayo y Moreno, 1998; Lozano et al., 2010b) y núcleos con más de treinta centímetros de largo. Son grandes láminas con talón diedro agudo extraídas mediante la aplicación de una gran cantidad de fuerza por el sistema de palanca y punzón de cobre.

Bec-perforadores y T-truncaduras cuentan con una representación porcentual similar (2% y 3% respectivamente), destacando en los primeros el tipo Bec2 (92%), y en los segundos las T21(57%). Las PD-puntas de dorso y BTbitruncaduras aparecen de manera testimonial en el registro. Las piezas con retoque plano suponen un 2% dentro del conjunto, y los buriles el 1%.Por su parte, los D-EH (elementos de hoz) son el quinto tipo más representado, con el 5%.

7.2.4. Bases Negativas de 2ª Generación (BN2G) Como ya indicamos anteriormente, el conjunto de productos retocados, BN2G, está formado por un total de 559 ejemplares, que porcentualmente representan el 10% de toda la industria lítica analizada. La distribución de los tipos dentro de esta serie es desigual, existiendo un predominio absoluto del orden de los simples, que engloba a raederas, raspadores y denticulados, respecto al orden de los abruptos, planos y buriles (Laplace, 1972: 113) (Gráfica 23).

En definitiva, como ideas generales de este conjunto podemos decir: • Predominio de muescas y denticulados. • Buenas serie de raspadores y abruptos, elementos propios de una tradición anterior, junto con las raederas. • Número considerable de láminas de dorso, que disminuirá hacia mediados del IIIº milenio. • Presencia de elementos característicos de la Prehistoria Reciente como perforadores y dientes de hoz. • Escasa presencia de foliáceos, en sintonía con el escaso registro de los asentamientos con cronologías entre finales del IVº e inicios del IIº.

El tipo con mayor porcentaje dentro de la serie es el de los D-denticulados (47%), presente en casi la totalidad de los yacimientos y compuesto por D21-Muescas (66%) y D23Denticulados (33%) principalmente. Los G-raspadores son el segundo tipo más representado (14%), documentándose ejemplares de G-11 (63% dentro de este grupo), G12 (29%), y en menor medida G3 (8%).

7.2.4.1. Conjunto de BN2G de los yacimientos del VIº al IVº milenio a.n.e. El cómputo total de productos retocados de esta fase asciende a 273 ejemplares (49% del total de BN2G analizadas), en lo que respecta a la distribución porcentual de los tipos tenemos que decir que hay escasas diferencias respecto al conjunto general.

Perteneciente al orden de los simples también hemos documentados ejemplares del grupo de las R-raederas (3%), siendo las R21 (60%) el cuenta con mayor número de ejemplares. Dentro de las piezas con retoque abrupto es el grupo A-abrupto el que presenta el porcentaje más alto (12%), con una distribución no muy desigual entre A1(56%) y A2

En los yacimientos con cronologías entre el VIº y el IVº milenio, el tipo más representado es el de los denticulados (51%), seguido en este caso de las láminas de dorso (16%), raspadores y abruptos (10%), y a mayor distancia por elementos de hoz (5%), raederas (3%) y perforadores (3%). Los foliáceos y las bitruncaduras tienen porcentajes en torno al 1% (Gráfica 24). Esta fase está caracterizada por la importante presencia de láminas de dorso abatido, alguna de las cuales presentan lustre de cereal en el extremo opuesto al filo modificado. Están representados ejemplares de láminas de dorso con retoque marginal y otras con retoque profundo, siendo las segundas las que cuentan con un porcentaje mayor. La fuerte presencia de BN2G de una tradición paleolítica parecen evidenciar la presencia de un sustrato tecnológico en el territorio, vinculado según algunos autores a procesos relacionados con ambientes forestales y cinegéticos (Cantalejo, Espejo y Ramos, 2006).

Gráfica 23. Representación porcentual con los tipos de BN2G documentadas en los yacimientos estudiados.

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Resultados del Estudio de la Producción Lítica En esta fase parece que hay un descenso de productos retocados respecto a la anterior, sin que por el momento podamos plantear respuestas al respecto. Lo que sí parece evidente es que las láminas de dorso pierden su importancia dentro del conjunto, en favor del grupo de los raspadores, que presentan un ascenso en su porcentaje (del 10% al 22%). Como ya hemos indicado en líneas superiores, se trata de productos de un marcado carácter funcional en yacimientos con una clara orientación agrícola, caso de Olivar de Currito y Pilar Sáez. 7.2.4.3. Conjunto de BN2G de los yacimientos de la transición del IIIº al IIº milenio a.n.e.

Gráfica 24. Representación porcentual con los tipos de BN2G documentadas en los yacimientos del IIIº milenio a.n.e.

De esta última fase son 105 los productos retocados estudiados, siendo la serie con el menor porcentaje (19%), característica en consonancia con la escasa representación que tienen las BN2G en el cómputo total de productos de este período (7%). Al igual que en las fases descritas, los denticulados son el grupo más numeroso, si bien, presentan un descenso del 10% respecto al conjunto del IIIº milenio. Esta circunstancia también se da en el grupo de los raspadores, que descienden del 21% al 10%. Sin embargo, dos grupos son los que aumentan sus porcentajes respecto a la fase anterior, los abruptos (del 11% al 17%) y, de manera significativa, los dientes de hoz (del 4% pasan al 13%). También crece el porcentaje de láminas de dorso (del 2% al 9%) y el de foliáceos (del 1% al 3%), mientras que desciende el de truncaduras (del 7% al 2%) (Gráfica 25).

En los momentos de transición entre el IVº y el IIIº milenio a.n.e. documentamos los primeros perforadores y dientes de hoz definidos, caso de Tierras de Antonio López o Depósito de Aguas de P.A., y elementos foliáceos, por ejemplo en La Cuevecilla. 7.2.4.2. Conjunto de BN2G de los yacimientos del IIIº milenio a.n.e. Se han analizado 181 ejemplares de BN2G de yacimientos del IIIº milenio a.n.e., entre los que destacan, como en las demás fases, los denticulados (48%), a los que tenemos que unir en este caso el elevado porcentaje de raspadores (21%); hecho constatado también en la estratigrafía de la Cueva de Las Palomas (Ferrer y Fernández, 1988) (Gráfica 25). También aparecen con porcentajes considerables abruptos (11%) y truncaduras (7%), en un segundo plano estarían los elementos de hoz (4%) y los restantes tipos. Es significativo el descenso que se produce de dorsos abatidos, pasando del 16% de la fase anterior al 2%. esto se debe en parte a las características de los yacimientos documentados, por un lado, los espacios de explotación y producción lítica, y por otro asentamientos como Pilar Sáez con un utillaje muy funcional formado a base de abruptos y denticulados.

Gráfica 25. Representación porcentual con los tipos de BN2G documentadas en los yacimientos de la transición del IIIº al IIº milenio a.n.e.

Fig. 124. Puntas de flecha con retoque plano bifacial de la necrópolis de Morenito y Parque Ardales.

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El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) En esta serie vemos como los perforadores, ahora sobre lámina, y raspadores presentan aspectos diferentes a las fases anteriores, al igual que los elementos de hoz, que a partir de esta fase va a presentar formas más estandarizadas. Junto al utillaje vinculado con trabajos domésticos y agrícolas, documentamos en esta fase elementos modificados con retoque plano cubriente de carácter bifacial, puntas de flecha, en contextos funerarios (Fig. 124). Estas características concuerdan con lo publicado en otros yacimientos de la provincia de Málaga, como Peñón del Oso (Morales y Márquez, 1982-83) o Aratispi (Perdiguero, 1989-90).

Fig. 125. Pico de sílex oolítico de Las Aguilillas.

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Conclusiones Producción, Distribución y Consumo de Productos Líticos Los registros arqueológicos que hemos analizado pertenecientes a las sociedades tribales neolíticas y clasistas iniciales del IIIº-IIº milenio a.n.e. ponen de manifiesto cambios en la producción lítica, en la distribución de los productos elaborados, así como en el consumo de los mismos, vinculados a las transformaciones que se producen en el seno de estas formaciones sociales.

una ocupación del territorio basada en asentamientos más estables, auqnue se mantiene una amplia movilidad dentro del territorio para la obtención de recursos derivados de la caza y la recolección, la captación de materias primas, o la explotación forestal (Becerra, 2015b; Cantalejo, Espejo y Ramos, 2006). A pesar de estos cambios en los modos de vida, la movilidad territorial será una constante menor que la de los grupos de cazadores-recolectores (Testart, 1982; Vicent, 1991, 1998). En estos momentos, la pertenencia a la comunidad se basará en el parentesco (Vicent García, 1991,1998; Ramos, 2012).

La transición hacia la implantación de la economía de producción está marcada por cambios sociales y económicos fruto de una diversificación en la explotación los recursos naturales (Testart, 1985), esta fase se caracteriza por cambios en la propiedad sobre el objeto de trabajo dentro de un territorio de producción definido (Aguayo et al., 2004; Arteaga, 1992, 2002; Arteaga y Roos, 2009; Bate, 1998; Ramos, 2012; Ramos et al., en prensa).

Del análisis territorial podemos inferir un esquema de poblamiento estructurado en hábitats de tipo semisedentario dentro de un territorio de producción, el cual se vincula en un primer momento a una economía basada en una incipiente ganadería y agricultura que mantiene cierta importancia de la caza y la recolección (Aguayo, Martínez y Moreno, 1989-90; Molina, Cámara y López, 2012; Ramos et al., en prensa).

Los recursos naturales (suelos fértiles, variedad de recursos naturales, cursos fluviales constantes, etc.) del territorio de los ríos Guadalteba y Turón, junto con su situación respecto a zonas donde se han constatado evidencias antiguas de prácticas agroganaderas, como son el litoral malagueño (Aura et al., 2013:57) y las sierras de Antequera (Cámalich y Martín, 2013) hacen de él un territorio propicio para la implantación temprana de la agricultura y la ganadería.

Las nuevas necesidades económicas generadas en el seno de las sociedades del VIº y Vº milenio a.n.e. producen cambios en la producción lítica (Martínez et al. 2006; Ramos et al., 1995). En esta fase, se constata un desarrollo de la técnica por presión para la obtención de hojas de pequeño formato, a la vez que se mantiene un utillaje de tradición paleolítica, como son los denticulados, raspadores y abruptos vinculados a actividades domésticas y de aprovechamiento forestal, como la caza (Cantalejo, Espejo y Ramos, 2006). El aprovisionamiento de recursos líticos se produce en entornos inmediatos a los asentamientos, como son los cauces de los ríos, terrazas y derrubios de ladera.

Las dataciones radiocarbónicas correspondientes a los momentos iniciales del Neolítico se sitúan entre el VIº y la primera mitad del Vº milenio cal. A.N.E. En el yacimiento neolítico del Cerro de La Higuera se documentó la presencia de cereales y leguminosas, como cebada desnuda (Hordeum vulgare var. Nudum), habas (Vicia faba), guisantes (Pisum sativum) y almorta (Lathyrus/ Vicia sp.), con una datación de 5.009 - 4.721 Cal. BC 2σ (Espejo et al., 2015: 237). Del yacimiento Cueva de Las Palomas de Teba tenemos cinco dataciones que se sitúan en el Vº milenio cal. A.N.E., aunque los investigadores que las han publicado recomiendan evitar estas fechas por sus problemas estratigráficos (Rodríguez y Márquez, 2003: 335-336).

El acceso a los recursos líticos sería mediante un modelo de aprovisionamiento compartido (Linares, Nocete y Sáez, 1998:179). Las distintas comunidades que habitan el territorio tendrían acceso a las fuentes de materias primas, no existiendo un control directo por parte de un grupo concreto. El aprovisionamiento se enmarca en el contexto de las diferentes actividades económicas de subsistencia. Este modelo de carece de asentamientos vinculados a la explotación y gestión de los recursos, así como no presenta evidencias de extracción compleja.

Algunos de los conjuntos materiales analizados están en consonancia con las dataciones absolutas y registros estratificados de inicios del Neolítico del entorno, como Cueva del Toro fase IV (Martín et al., eds., 2004; Cámalich y Martín, 2013) y Nerja (García et al. 2011, 2014; Pellicer y Acosta, 1997). Destacar la presencia de cerámicas impresas con concha en Cueva del Ánfora (Becerra, 2015) y los Abrigos de la Lozanilla (Aguayo, Castaño y Delgado, 2002).

Junto con la industria lítica, aparecen otros productos arqueológicos de gran interés. El material más abundante en los yacimientos es la cerámica. En los enclaves neolíticos más antiguos, estas producciones se caracterizan por su gran calidad en cuanto a pastas y decoraciones, con

La presencia de elementos cerámicos de almacenaje y de procesado de alimentos, parecen poner de manifiesto 169

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) vasos con almagra y la superficie bruñida; los elementos decorativos son a base de incisiones, impresiones, digitaciones y cordones aplicados, formando en ocasiones complejos esquemas compositivos. Se documentan en los Abrigos de la Lozanilla, y en la zona de Ardales fragmentos cerámicos con decoración cardial. Por lo general, las formas más representativas son globulares destinadas al consumo o la producción de alimentos, como ollas entrantes, vasos de paredes verticales, vasos globulares con gollete, cucharones, etc. Los elementos de arehensión más recurrentes son las asas de cinta, simples o dobles, asas pitorro, y mamelones (Aguado y Baldomero, 1979; Aguayo, Castaño y Delgado, 2002; Ferrer y Marqués, 1978; Espejo et al., 1989, 2015; Morgado y Martínez, 2005; Ramos et al., 1992a, 1992b). Estas producciones cerámicas se insertan en términos normativos en el Neolítico Andaluz más antiguo (Navarrete, 1976; Acosta, 1987; Pellicer y Acosta, 1986; Martín et al., eds., 2004; García et al., 2014).

existen cavidades con la única función de acoger los difuntos como última morada, como ocurre con Cueva del Ánfora o Cueva del Boquetón (zona del Puerto del Viento). El territorio de producción quedará controlado por los poblados agrícolas, que empiezan a surgir en el IVº milenio a.n.e. y que perviven durante el IIIº milenio a.n.e., A estos enclaves situados en zonas de gran capacidad agrícola, como Cortijo San Miguel, Olivar de Currito o Pilar Sáez, tenemos que unir otros que cuentan con una buena situación estratégica al situarse en zonas que controlan las vías de comunicación, como La Cuevecilla (Teba) en la zona del Guadalteba, o El Mirador en el valle del Turón; se mantiene la ocupación estacional en algunos abrigos y cuevas, caso de la Cueva de Ardales, la Cueva de las Palomas y los Abrigos de la Lozanilla. En estos yacimientos encuadrados normativamente en el Neolítico Final-Cobre Antiguo aparecen las formas cerámicas abiertas, con fuentes y cazuelas carenadas carentes de decoración (Aguado y Baldomero, 1979; Fernández et al., 1996; Morgado y Martínez, 2005; Ramos et al., 1995b; Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004).

No solo encontramos productos vinculados con la producción, también se ha constatado la presencia de objetos de adornos fabricados en materiales como el hueso, las conchas y diferentes tipos de rocas, algunas de las cuales provienen de un marco regional. Pulseras y brazaletes, fabricada en su mayoría en caliza o mármol, hay en lugares como Cueva del Ánfora (Ardales), Bolinares (Campillos), La Higuera, Cueva de las Palomas y Llano Espada (Teba). En el caso de Bolinares, también se ha analizado una pulsera realizada en concha.

La cadena operativa se orienta a la producción de hojas estrechas y alargadas mediante la preparación previa de los núcleos, para lo cual se generan crestas que van a orientar la extracción (Martínez et al., 2006). La extracción de estas hojas provocará el agotamiento de los núcleos, generando hojas cada vez más pequeñas; este aprovechamiento de la materia prima de manera más eficaz va a generar parte del cuantioso número de núcleos poliédricos que documentamos en los yacimientos.

A partir de la segunda mitad del Vº milenio a.n.e. parece se produce una tendencia a la estabilización de los hábitats, iniciándose una transición desde un esquema de poblamiento semisedentario hacia otro basado en formas de vida aldeanas sedentarias con una evidente fijación al territorio.

Es a partir del IVº milenio cuando empezamos a documentar un mayor número de productos en sílex tipo Turón en yacimientos como Tierras de Antonio López, Abrigos de la Lozanilla o Depósito de Aguas, poniendo en evidencia la existencia de procesos de circulación de productos líticos en las sociedades neolíticas. El aumento de la presencia de sílex tipo Turón en yacimientos de finales del Neolítico podría deberse a que se empiezan a explotar los afloramientos de este tipo de materia prima. Se constata para estos momentos el inicio de una explotación más compleja en el subbético granadino (Martínez et al., 2006:246).

Estos asentamientos estables se situarán en las vegas de los valles fluviales, unque van a existir pequeños enclaves de carácter estacional vinculados a estrategias económicas como la ganadería, el aprovechamiento forestal y cinegético (Aguayo, Martínez y Moreno, 1989-1990; Ramos et al., 1995; Aguayo et al., 2004; Cantalejo, Espejo y Ramos, 2006; Sánchez et al., 2008; Becerra, 2015b). Los poblados ubicados en lomas cercanas a los cursos de agua se ven complementados con la ocupación estacional de abrigos y laderas situados a los pies de los escarpes rocosos.

La intensificación de las prácticas agrícolas es el motivo que parece generar una transformación tecnológica, empezando a producirse hojas de mayores dimensiones que las que habíamos constatado en momentos anteriores.

La tierra se convierte en objeto de trabajo y en propiedad comunal (Arteaga y Roos, 2009) dentro de un proceso de tribalización territorial (Ramos, 2012).

En esta línea, F. Nocete plantea la intensificación agrícola desarrollada en el valle el Guadalquivir durante la segunda mitad del IVº milenio a.n.e. como el germen de una demanda de productos laminares. Esta nueva necesidad sería satisfecha por las comunidades ganaderas de las sierras subbéticas (Nocete et al., 2005). Para este investigador, las sierras del valle del Turón serían un segmento de la periferia minera, junto con la zona de

Las cuevas tendrán un carácter multifuncional, articulándose espacios domésticos junto a otros de tipo funerario, con enterramientos y representaciones gráficas esquemáticas (Cabello, Cantalejo y Espejo, 2013). Cueva de Ardales o Cueva de las Palomas (Teba) cumplen este patrón (Cantalejo, Maura y Becerra, 2006); sin embargo, 170

Producción, Distribución y Consumo de Productos Líticos la Serranía de Ronda y Loja, del valle del Guadalquivir (Nocete, 2001).

2012). Los abrigos y cuevas perviven como lugares de hábitat estacional.

Otros auntores consideran que la producción de láminas estandarizadas se enmarca en el contexto de un aumento de la demanda de productos singulares en el IVº milenio a.n.e. Esta nueva situación estaría vinculada a una mayor disponibilidad de exedentes y a unas mejores vías de comunicación y transporte (Costa et al., 2011:254).

En el IIIº milenio a.n.e. aparecen espacios especializados en la explotación y transformación del sílex, destacando el valle del Turón en El Burgo-Ardales (Domínguez-Bella et al., 2001; Lozano et al., 2010a). La estabilidad de los asentamientos según algunos investigadores afectaría a los modelos de captación.

Sin embargo, hay quien plantea que la demanda sería de carácter simbólico, y vendría a satisfacer las necesidades de ajuares derivados de la construcción de megalitos (Márquez, 1995-96; 2000).

Un planteamiento es el que considera que en los lugares donde la materia prima es abundante, las comunidades ejercen un abastecimiento libre, estando regulado el acceso a la misma por las normas sociales propias de cada grupo. Según esta hipótesis, son los grupos cercanos a las fuentes de abastecimiento los que suministran soportes preconfigurados a los grupos sociales de zonas con recursos líticos escasos (Martínez et al., 2006: 296).

En este contexto de consolidación de la economía agropecuaria y la sedentarización aparece la construcción de megalitosEl ritual funerario se convierte en el mecanismo utilizado para neutralizar las contradicciones que empiezan a existir en la sociedad. Actúa por tanto como un mecanismo de control social por la ideología dominante, que tiende a justificar el esfuerzo empleado en movilizar trabajo y recursos para los difuntos, reflejando el papel de estos individuos en el seno de la comunidad (Cámara, 2002).

Por su parte, otros proponen un aprovisionamiento restringido para estas fuentes de materias primas; que se caracterizan por una regularidad en la producción, un control y organización del proceso, así como una orientación al intercambio regional. En definitiva, son espacios donde se constata una explotación sistemática de un determinado tipo de sílex mediante estrategias complejas de extracción (pozos, trincheras, etc.), y dicha materia prima se transforma con la clara intención de generar soportes laminares destinado a una demanda reional (Linares, Nocete y Sáez, 1998:180).

En la cuenca del Guadalteba contamos con varios monumentos megalíticos, como son los de Santiago I y II (Serrato), Dos Hermanas (Cañete la Real) (Becerra, 2015b; Recio, 2013-2014); y una necrópolis en la sierra de la Lentejuela en Teba (Baldomero y Berdugo, 2010). Esta última parece articularse como un espacio central dentro del valle del Guadalteba, pivotando en torno a este yacimiento sepulcros de menor entidad.

Este aprovisionamiento restringido se corresponde también con una circulación restingida, tanto en el tipo de productos como en los participantes de los intercambios (Nocete et al., 2005).

Las manifestaciones gráficas se vinculan también a las prácticas funerarias, configurando una expresión ideológica de los modos de vida y trabajo de las sociedades tribales campesinas (Cabello, Cantalejo y Espejo, 2013; Cantalejo et al., 2013).

Asociada la explotación de estos afloramientos donde abunda la materia prima de calidad surge una especialización en la producción de hojas prismáticas (Martínez et al., 2006; Morgado, 2008; Ramos, 1997; Vallespí y Cabrero, 1980-81). En los yacimientos de La Galeota y Castillo del Turón se van a producir productos laminares de mayores dimensiones que en el Neolítico, proceso que ya hemos descrito y que se sistematizó a partir del yacimiento granadino de Los Gallumbares (Martínez et al., 2006; Morgado, 2008).

Como decíamos, el tránsito del IVº al III milenio a.n.e. se caracterizará por la constitución de hábitat estables que aglutinan a la población y la acumulación de excedentes agrícolas. Es la apropiación de parte de la producción por parte de segmentos del grupo tribal lo que va a motivar que las relaciones sociales sufran transformaciones, estos cambios significarán el tránsito de formas sociales basadas en la igualdad comunitaria a otras de índole política (Ramos, 2012; Becerra, 2015b). En este momento, y como reflejo de estas transformaciones, el territorio se estructurará socialmente durante el IIIº milenio a.n.e. Se documentan aldeas orientadas a la producción agrícola, que serán decisivas para el mantenimiento de la comunidad (Nocete, 2001), junto con poblados en altura con una clara vocación de control político y territorial. Un ejemplo de esta relación de enclaves de vocación agrícola y centro de poder es la que existe entre el poblado de El Castillejo y el yacimiento de Tierras de Antonio López (ambos en Cuevas del Becerro) (Recio,

A. Morgado, que ha estudiado en profundidad las características tecnológicas de esta producción laminar, plantea la existencia de una única cadena operativa para la Cordillera Bética y la Faja Pirítica de Huelva, la cual vendría a definir un “territorio tecnológico homogéneo” (Morgado y Lozano, 2014: 126). Una de las características que definirían este territorio tecnológico serían los talones diedros agudos asociados al empleo de punzones de cobre y la presión por palanca. Para este investigador, la circulación de estos productos estaría dentro de la lógica del “don” en un contexto de intensificación de la interrretroacción social. Los productos no solo tienen un 171

El Aprovisionamiento de Sílex durante la Prehistoria Reciente en la Comarca del Guadalteba (Málaga) componente de prestigio/riqueza social, sino que también se conciben como instrumentos de trabajo (Morgado y Lozano, 2014: 129).

individual dentro de un contexto de competencia personal o de facción en el seno de la comunidad. Y se explica su distribución por medio de intercambios basados en la afinidad cultural, la alianza política y la conectividad espacial de los diferentes grupos (Costa et al., 2011:269). Las redes de circulación estarían regidas por estrategias políticas, y el valor de estos objetos singulares estaría determinado por su papel simbólico (Costa et al., 2011:270; Odriozola y García, 2013: 491).

Existe una relación entre estandarización y especialización (Forenbaher, 1998:60). Los especialistas encargados de desarrollar este tipo de trabajo especializado constituirían un segmento diferenciado dentro de la sociedad. Este grupo social controlaría el conocimiento necesario para desarrollar la capacidad técnica necesaria para producir las grandes láminas (Ramos, 2014-2015) .

Junto a este modelo de producción lítica especializada, vamos a encontrar otro destinado al consumo de útiles en el ámbito doméstico, que perdurará hasta los momentos iniciales del IIº milenio. Son conjuntos formados en su mayoría por lascas, con porcentajes elevados de denticulados, abruptos y truncaduras, los cuales parecen estar relacionados con actividades agrícolas. En las tierras de Antequera, el yacimiento de El Silillo (Fernández et al., 2014) presenta características que podemos asociar, salvando las distancias, a espacios del territorio de los valles del Guadalteba y Turón, como Pilar Sáez u Olivar de Currito.

Para la escuela granadina (Martínez et al., 2006: 296297; Morgado y Pelegrin, 2012: 229) los encargados de desarrollar este tipo de talla especializada sería un artesanado, compuesto por individuos que destacan dentro de la comunidad por su “savoir-faire” (Inizan et al., 1995:15). El uso de una técnica específica para la talla basada en la palanca y el punzón de cobre sería indicativo de la existencia de especialistas en la producción lítica (Morgado et al., 2016: 243). Las hojas que se obtienen de este proceso productivo van a formar parte de una red de redistribución desde centros nucleares, en las sociedades clasistas iniciales (Nocete et al., 2005; Ramos et al., 2009). Núcleos como Valencina de la Concepción y Los Millares serán receptores de productos laminares elaborados en sílex del Turón (Lozano et al., 2010a; Afonso et al., 2011; García Sanjuan et al., 2016: 216; Ramos et al., 2009: 17), donde se consumirán en ocasiones en ámbitos de índole ideológico como las necrópolis. Este tipo de producto singular, junto con el oro, el marfil, el ámbar, los vasos de mármol, etc, actúan como elementos materiales de plasmación de las desigualdades existentes en el seno de la sociedad (Becerra y Vila, 2017; Nocete, 2001; Nocete et al., 2005; Nocete, 2014). La presencia de láminas en sílex Turón en zonas como Portugal y Galicia (Morgado y Pelegrin, 2012: 230; Morgado y Lozano, 2014: 127; RodríguezRellán, Morgado y Lozano, 2015) evidencian que las redes de intercambio/circulación de estos productos superaba la escala regional.

Parece existir un modelo dual en el territorio estudiado; por un lado, un sistema de captación de materias primas en depósitos primarios y secundarios próximos a los asentamientos, y una producción lítica asociada a un consumo doméstico. Y por otro, una explotación de afloramientos con materia prima abundante y de gran calidad, caso de los documentados en el valle del Turón, orientados a la producción de hojas prismáticas destinadas a un circuito de intercambios de escala supraregional. Esta dualidad de la producción lítica es propia de las sociedades no igualitarias (Forenbaher, 1998; Afonso et al., 2011), y viene a corroborar la implantación de formaciones social clasistas iniciales en el territorio de los valles del Guadalteba y Turón en el IIIº milenio a.n.e. En la segunda mitad del IIIº milenio a.n.e. Parece existir una concentración poblacional al abandonarse numerosos asentamientos. El territorio se jerarquiza al concentrarse la población en torno a poblados situados en enclaves estratégicos, lugares donde las élites gobernantes van a controlar el trabajo y la producción generada por los campesinos del llano (Ramos et al., 1995b; García, Martínez y Morgado, 1995; Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004).

Esta producción diferenciada destinada a un segmento restringido de la sociedad no tendría un fuerte impacto en la economía, sino que sería un mecanismo de mantenimiento del sistema político y la desigualdad social (Forenbaher, 1998: 67). Desde una perspectiva materialista histórica, la circulación de bienes “singulares” formaría parte de una estructura tributaria organizada por las relaciones Centro/Periferia, en la cual los productos son un mecanismo de diferenciación social de las élites dominantes (Nocete et al., 2005).

En los momentos finales del IIIº milenio a.n.e. hace acto de presencia la cerámica campaniforme y las primeras evidencias de metalurgia. A partir de ahora, poblados como Cerro Sábora, El Castillejo (Recio, 2012) o Peña de Ardales entre otros, ejercen una coerción territorial, definiendo espacios políticos bajo los que se engloba la población. Los yacimientos de la vega disminuyen en tamaño y en número, quedando reducidos a meras unidades de producción agrícola controladas por estos poblados fortificados, espacios donde se acogerá el excedente y se redistribuye a la población.

Frente a esta postura, otros investigadores ven este tipo de productos como evidencias del prestigio y el estatus de la élite en el seno de una creciente jerarquización social. En en este caso, la demanda vendría motivada por una necesidad de representación identitaria y de posición 172

Producción, Distribución y Consumo de Productos Líticos Las tensiones por el control de los espacios de producción provocará la construcción de defensas, caso de El Castillón y Pilón del Zorro en Cuevas del Becerro, puntos estratégicos de defensa relacionados con vías de comunicación. También, parte de la población se militariza, como se atestigua en la presencia de elementos elaborados en metal y sílex vinculados con la violencia (García, Martínez y Morgado, 1995; Ramos et al., 1999; Recio, 2012, 2013-14). Un proceso similar de coerción ocurre en zonas como la Axarquía y el Flysch del Campo de Cámara (Ramos y Cantalejo, 2015).

trabajo, y se consumirán una buena cantidad de productos líticos (picos y mazas) para su elaboración en el caso de Las Aguilillas. Pero además, junto a los difuntos se depositaran grandes hojas, algunas de las cuales pueden tener un origen alóctono, lo que significaría que a finales del IIIº y comienzos del IIº milenio a.n.e. aún se mantienen redes de distribución de productos líticos a una escala regional. En el IIº milenio a.n.e. aparecen enterramientos en cistas vinculados a los poblados, las cuales acogerán enterramientos individualizados, plasmando la consolidación de la sociedad clasista (Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004; Ramos y Cantalejo, 2015).

En los momentos finales del Calcolítico, las producciones cerámicas se caracterizan por la desaparición de las grandes fuentes de labios engrosados, la incorporación de cuencos de borde entrante y cuencos semiesféricos, grandes recipientes decorados con mamelones, y vasos carenados. En su mayoría son vasos carentes de decoración, con superficies lisas y bruñidas (Sánchez et al., 2008; Ramos, Espejo y Cantalejo, 2004).

En esta fase, la producción lítica especializada en grandes hojas prismáticas desaparece casi por completo (Morgado et al., 2016: 243). Nocete vincula esta desaparición a la descomposición de la red de intercambio que se articulan desde los grandes centros nucleares por la pérdida del caracter de centro político y económico de estos asentamientos (Nocete et al., 2005).

En la transición del IIIº al IIº milenio a.n.e., parece que pierden peso los denticulados en favor de los dientes de hoz, elementos destinados para la siega que adquieren una estandarización en cuanto a sus formas. Otro cambio sustancial es la disminución de los productos elaborados en sílex Turón en los yacimientos más alejados del cauce fluvial de dicho río. Se mantienen los perforadores sobre láminas, aunque con algunas diferencias respecto a los de finales del Neolítico.

Las trasnformaciones sociales y económicas producidas en el tránsito del IIIº al IIº milenio a.n.e. provocaron la sustitución de algunos productos dentro de las redes de intercambio. Este es el caso del marfil o el ámbar que son sustituidos por otros materiales (Costa et al., 2011: 254-255), y presumiblemente del sílex, que pudo perder su relevancia social por la importancia que adquirió la metalurgia en esta fase (Costa et al., 2011: 269).

La consolidación de la sociedad clasista inicial va a acrecentar las desigualdades sociales, erigiéndose una élite que destinará parte de los excedentes a sus enterramientos (Ramos, 2012; Ramos Espejo y Cantalejo, 2000).

En este sentido, podría explicarse la disminución de yacimientos en el Bronce Pleno, bien por la falta de investigación, o como por un probable trasvase en cuanto a importancia poblacional de la zona del Subbético malagueño hacia los montes de Málaga, zona productora de mineral de cobre (Rodríguez, 2003; Rodríguez y Fernández, 1998), como consecuencia de la pérdida de relevancia del sílex respecto a las nuevas producciones metalúrgicas.

El ritual funerario mantendrá en apariencia la pervivencia de las estructuras parentales de carácter tribal, enmascarando la desigualdad existente en la sociedad clasista inicial (Ramos, 2012). En estas sepulturas se invertirán una gran cantidad de

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