Economia Autogestionaria. Las bases del desarrollo económico de la sociedad libertaria [1 ed.]
 8486864046, 9788486864040

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Abraham Guillén

ECONOMIA AUTOGESTIONARIA las bases del desarrollo económico de la sociedad libertaria

A u to r: I.d ita :

A b ra h a m G u ille n F u n d a c ió n d e l s tu d io s li b e r t a r i o s A n s e lm o I o r e n / o I 'a s c o d c A lb e r to P a la c io s 2 —28021 M ad rid

D is trib u c ió n en lo d o el m u n d o : 1 d ic io n e s M a d re li e r r a l i n o . 6 1 1-3S -0S P a r q u e V o sa 12 —2S'J.'>3 M ó sto lc s . M a d rid D ia g ra m a c ió n : l'e d r o B cn a y a s M a n z a n a r e s C u b ie rta : 1 .n riq u e 1 o p e v M a rín I’rim c ra e d ic ió n fe b r e r o l'/X ).

Depósito Legal: M-9182-1990 I.S.B.N.: 84-86864-04-6 Printed in Spain - Impreso en España Artes Gráficas COF AS, S. A. Pol. Ind. Callfersa, nave 8 Fuenlabrada (Madrid)

INTRODUCCION A LA ECONOM IA

Modos de producción y evolución económica Los pueblos primitivos, reducidos a una economía de subsistencia coti­ diana sin ser capaces de producir un excedente económico, no conocieron la economía de mercado, teniendo que vivir de la producción inmediata, de la cual podía hacerse un exiguo ahorro: pequeñas cantidades de frutos secos o semillas comestibles, condenando a las comunidades primitivas a vivir al mí­ nimo fie subsistencia. H asta no conseguir una producción para todos y lograr un pequeño exce­ dente económico, que haga la reproducción del capital social con más incre­ mento que el aumento de la población, las sociedades primitivas se estanca­ ron durante muchos milenios entre el paleolítico y el neolítico, en que las fuerzas productivas del hombre permanecieron estancadas, com ando sola­ m ente con su fuerza muscular y rudimentarios instrumentos de piedra, hueso y otros rraleriales primarios. D urante casi un millón de años, el hombre ha recorrido varias edades en su progreso: paleolítico, mesolílico, neolítico, eneolítico (cobre, y piedra) e dad del bronce, y edad del hierro. Sabemos, aproximadamente, que el p a ­ leolítico terminó unos 8.000 años (a. J.C.); que el mcsoiítico concluyó unos 4.000 años (a J. C.), en Mcsopotamia, Siria, Palestina, y Egipto; que el mesolílico, con la utilización de la piedra pulimentada y el cobre, acabó, en el co­ mienzo de la edad de bronce, unos 3.000 años (a J. C.), en el M edio Oriente; y que p ara llegar a la edad de hierro, 1.400 años (a J. C.), hicieron falta unos 1.600 años. Por lanío, ¡que lento es el progreso humano! Digamos, que, desde la aparición de los primeros hominídeos erectos en el plcistoceno medio o inferior, pueden haber pasado uno y medio o dos mi­ llones de años. Por eso, si la existencia del hombre histórico comenzó en el neolítico o la edad de bronce, apenas ello representa el uno por ciento del tiempo transcurrido entre el salvajismo y la barbarie, hasta la aparición del

"homo sapiens", que comienza a ser realmente hombre equipado con he rra ­ mientas y armas de bronce y hierro. Se diría que ahora avanzamos más en un año que en la Antigüedad y la E d a d Media durante un siglo: he ahí la acele­ ración del progreso económico y tecnológico en nuestro tiempo histórico. A unque parezca increíble, domesticando unos treinta siglos a. J. C. al ca­ ballo, no fue este debidamente arnesado hasta que se fabricó el collerón de espalda, diez siglos después de nuestra era, quizá porque en esos tiempos el trabajo del hombre, como esclavo o siervo, era más importante que el reali­ zado por los animales de tiro, cuya energía se perdía, sus tres cuartas partes, teniendo mal enjaezados a los asnos, mulos y caballos. En este orden de ideas, la civilización esclavista romana fue poco creativa: tenía un gran p ro ­ greso en matemáticas, física y geometría, heredado de los griegos, pero no lo utilizó para producir maquinaria porque le sobraban esclavos. E n igual m e ­ dida, el despotismo burocrático de los principes asiáticos congeló el progre­ so, durante muchos siglos, porque reducían a sus súbditos al mínimo de sub­ sistencia, no dejándoles cxccdcnlc económico para inversión a fin de ampliar su capital productivo. Igualmente el Estado faraónico o incaico detuvieron el progreso económico y tecnológico con su excesivo parasitismo burocrático, cosa que sucede también en nuestra época con el Estado —providencia, cu­ yos déficit presupuestarios determinan la inflación creciente o galopante. E n el curso de la historia, los grandes cambios económicos, políticos y so­ ciales se han producido en función de las revoluciones tecnológicas más que de las ideológicas, pues lo subjetivo, como un acto de voluntad, no puede cambiar nada si no está dado objetivamente. H acia el IV milenio (a.J.C.) el hombre ya estaba formado anatómicamen­ te, pero pa ra ser un verdadero "homo sapiens" tenía que comenzar a dom i­ nar la naturaleza m ejorando su equipo de producción: azada, hoz, mortero primitivo, mayal sin articular, berbiquí de ballesta, alfarería a mano, huso de hilar, telar primitivo, herramientas y armas de cobre, moldeo de metal por vaciado, trabajo de la plata y del plomo. Se diría, pues, que el hombre deja así de ser animal cuando fábrica objetos para dominar la naturaleza y crear­ se, a la vez, su propia naturaleza cambiante, gracias a su "praxis" o unidad de su pensamiento y acción. A partir del III milenio (a. J.C.), el hombre, con una agricultura rudim en­ taria comienza a construir aldeas; deja de ser nómada contando con una economía más poderosa; dispone de arado que aumenta la productividad va­ rias veces más que la azada para procurarse alimentos más abundantes. Aparece, en ese tiempo, el vehículo de ruedas para el transporte y los ejérci­ tos; se inventa la rueda de alfarero que multiplica el uso de toda clase de re­ cipientes y artículos domésticos; surca las riberas de los mares y de los ríos el barco de vela, medio de transporte a grande distancia, lo cual promueve el comercio entre las incipientes naciones; se mezclan en debidas proporciones el estaño y el cobre para formar el bronce: metal cuyas formas múltiples son obtenidas por el método de la cera perdida; el fuelle, inyectando oxígeno a la

fragua, funde fácilmente el bronce para obtener toda clase de herramientas y armas. Se dispone así tic un equipo de capital que construirá las primitivas ciudades, las pirámides y templos para convertir al bárb aro en ciudadano o miembro de comunidades nacionales. Es, por tanto, el progreso tecnológico lo que hará posible una división social del trabajo, y con ello, una sociedad diferente de las del paleolítico y el mcsolítico, si es que, en esa época, los hombres pudieron constituir algún tipo de sociedad relativamente sedenta­ ria, sin una agricultura dotada de arado, animales domésticos y herramientas de bronce. Al comienzo del II milenio, las primitivas civilizaciones del Asia M eno r y de Egipto, contaban con herramientas perfeccionadas para realizar diversas artesanías, con balanzas para pesas y medidas, lo cual implica el comienzo del intercambio de distintos valores de uso por un valor principal de cambio: metales preciosos, corderos, etc. La rueda de rayos, más ligera que la primi­ tiva rueda, constituye un medio de transporte y, sobre todo, el carro de gue­ rra: 18 siglos antes de nuestra era; pero, de todos los descubrimientos del II milenio, el hierro, metal democrático, constituye la causa de la primera gran revolución tecnológica, aportando más y mejores herramientas y armas con menos costo que las hechas de metales no ferrosos. Luego, al comienzo de la E dad de Hierro en el M edio Oriente, aunque se inició unos siglos después en Europa, el progreso tecnológico comenzó a acelerar el tiempo histórico: fundiciones de hierro por todas partes; a p a re ­ cieron el malacate, la polca, el metate rotativo, las tijeras de esquilar, la prensa de viga y el molino movido por animales; los animales de tiro como fuente de energía no humana; las primitivas grúas; el arado pesado y el yun­ que para la fabricación de clavos; diversa cantidad de herramientas; la trefi­ lación de alambres; la noria de odres movida por animales; el tornillo de Arquímedes; ¡a bomba de impulsión; el cepillo de carpintero; la prensa de hu­ so, la cabría con aparejo y el arnés chino. T odo ello, entre la Edad de H ierro y el comienzo de nuestra era, abarca un período de gran progreso tecnológi­ co realizado en curso de unos 14 siglos. Ello demuestra que el progreso es lento en la historia del hombre; y que por eso no puede permitirse avanzar subjetivam ente más de lo que lo permitan, ob ¡divamente, el desarrollo de las fuerzas productivas, que son fuerzas históricas, sociales y económicas con otro nombre. Quizá el lento progreso, en el mundo antiguo se debiera no tanto a la fal­ la de conocimientos científicos como al hecho de que el basamento de las ci­ vilizaciones antiguas residía en la esclavitud, que no creaba condiciones apropiadas para sustituir al hombre por las máquinas, ya que los amos eran felices con la explotación de sus esclavos: riqueza para unos y miseria y o p re ­ sión para otros. En este orden de ideas, se diría que la libertad económica y política, en una civilización, crca las mejores condiciones, objetivas y subjeti­ vas, para un progreso económico y tecnológico acelerado, siempre que éste sea en beneficio de toda la humanidad y no de unos pocos opresores y explo­ tadores del hombre esclavo, siervo o asalariado.

D urante la E d a d M edia, mejorando la condición humana, sustituyendo al esclavo por el siervo, se crean mejores condiciones para el progreso tecnoló­ gico que durante el Imperio Romano, basado en la economía esclavista, ya inapropiada para permitir el desarrollo económico y tecnológico de Roma. E n este sentido, se diría que no tucron, viniendo del experior, los bárbaros los que vencieron a Roma, sino un ejército interior en contra de ella: sus mi­ llones de esclavos, que se fueron haciendo cristianos, recibiendo a los bárb a ­ ros invasores más bien como libertadores, ya que sus amos eran los romanos. Los grandes imperios, frecuentemente, son destruidos por sus contradic­ ciones internas: falta de libertad, gobiernos despóticos o burocráticos, creci­ miento económico ccro, subdcsarrollo político cultural y social, desprestigio de sus clases dominantes, Estado caro y malo sobre la Sociedad oprimida y explotada. Así las cosas, no hacen falta poderosos ejércitos para derrotar a los grandes imperios, sino conflictos, antagonismos internos que los autodestruyen, económica, política social y moralmcntc, como a la vieja Roma, por no citar a otros imperios fenecidos por idénticas causas de autodcstrucción. Y ahora le toca el turno al régimen capitalista en el reloj de la historia. H aciendo referencia al progreso tecnológico como determinante de los /nodos de producción decía Marx: "el molino de viento os dará la sociedad feudal; el molino de vapor, la sociedad capitalista". Ello demuestra que los modos de producción que han pasado por la historia humana, en cierto mo­ do, dependen del desarrollo económico y tecnológico que los determine o justifique históricamente. Así, pues, una revolución ideológica o política, si no crea más progreso o bienestar que la que le ha precedido, no tiene asegurado el futuro, sino que podría volver al pasado: ser derrotada por una guerra, que venga del exte­ rior, o por una rebelión interior. En este sentido, pudiera hablarse de que el "socialismo soviético" estaría cuestionado políticamente si su agricultura es menos productiva que la norteamericana y si sus fuerzas productivas' son más lentas de desarrollo que las del Japón: país con 377.000 km" y 12-4 mi­ llones de habitantes, contra 22.402.000 km“ y 282 millones de habitantes la URSS. T odo ello sería posible porque la burocracia soviética —como dicen los chinos— absorbe el 40% de la renta soviética, restando mucho excedente económico a la inversión, con mucho consumo improductivo. En este orden de ideas, la burocracia y tecnocracia soviéticas serían más reaccionarias, d e ­ tendrían más el progreso económico y tecnológico en la URSS, con sus exce­ sivas rentas parasitarias, que la frugal burguesía japonesa ¿Quién, es, pues, aquí el revolucionario o el conservador, el burgués japones o el burócrata so­ viético? En nuestra época, la competencia tecnológica que se haccn los ja p o n e ­ ses y norteamericanos, seguida de los europeos para no perder margen de competencia comercial en el mercado mundial, reconvierte sus industrias a muy corlo plazo, a fin de que las máquinas cefalizadas aporten una p roduc­ ción masificada, automatizada, a bajo costo de producción. Así las cosas, fá­

bricas, que serian inmejorables en países atrasados, son lanzadas a la chata­ rra en Estados Unidos, Japón y Eu rop a occidental, para ser re-equipadas con máquinas programadas electrónicamente, único medio de que aumente varias veces la productividad por obrero respecto de máquinas simples o no automatizadas, que exigen el empleo de mucha mano de obra. E n la Unión Soviética, por ejemplo, 110 habiendo competencia en un mercado libre, se conservan las peores y las mejores empresas, ya que el E s ­ tado-patrón, con sus compensaciones financieras, mantiene lo malo y lo b u e ­ no en las industrias, la agricultura y los servicios. D e seguir así las cosas, si los soviéticos no reconvierten tecnológicamente sus equipos de producción a nivel o al mismo tiempo que los norteamericanos, los japoneses y los euro­ peos occidentales, perderán compctitividad en el mercado mundial y con ello las suficientes divisas para pagar sus productos y tecnologías de im por­ tación. En suma, si la revolución política soviética se constituye en un freno para el desarrollo económico, científico-tecnológico en la producción, la ideología estará en contra de la economía y del progreso del país. Por tanto, una revolución que no mantenga sus niveles de competencia internacional, que no aumente sus fuerzas productivas tanto como los países más avanza­ dos, a la larga o la corla, es una revolución conservadora o, por mejor decir, contrarrevolucionaria, aunque se diga "comunista", como sucede en países del Este eselerosados en el totalitarismo político y en el capitalismo de E sta ­ do, que no es socialismo. En una economía autorregulada y aulogcslionada, tiene que regir la compctcncia económica como lev de arm onía, a fin de que se cumpla la ley M valor-traba jo y la lev de la cooperación de equivalente de intercambio entre todos los bienes y servicios que concurran al mercado, sin quitar a nadie más de lo que aporte, situando en igualdad de condiciones a lodo el mundo, en un socialismo aulogestionario. Es un gran error, como creen los ideólogos del modelo soviético (Eslc) 0 del Estado-providencia (Oeste), que el m ercado supone como categoría eco­ nómica, necesariamente, el capitalismo. La verdad histórica es que el m erca­ do es anterior y será posterior al capitalismo; existió en los regímenes csclavisla y fedual; se desarrolló con la economía mercantil capitalista; pero si ahora hubiese una economía de cooperación o de autogestión, compitiendo las empresas autogestoras en el mercado sin caoilalistas ni especuladores, funcionaría autoreguladamcnte en beneficio de los trabajadores y de los con­ sumidores; habría así la "mano invisible'' de A dam Smilh, que autorregularía la producción, el cambio, la circulación y el consumo, obligando a todos los competidores colectivos a producir más y mejor, a invertir más capital para su reproducción ampliada, a fin de no perder la competencia en el mercado nacional o internacional. U na sociedad sin competencia es una sociedad sin incentivos, sin coacción social para obligar a todos a no perder la carrera del progreso económico, científico y tecnológico que, en las industrias ligeras so­ viéticas, puede ser desastroso, desalojando del m ercado mundial sus p ro du c­

tos o mercancías por los de origen japones, europeo o norteamericano, de mejor calidad y más bajo costo de producción. La economía autogestionaria debe auto-organizar la sociedad para que sea competitiva entre todas sus ramas de producción cooperativa, en los lu­ gares de producción, mediante la democracia directa de los consejos de em ­ presa, elegidos por sufragio directo y secreto. E n razón del avance tecnológi­ co, de la informática, de la ciencia como factor inmediato de producción, la economía autogestionaria no debe aislarse del mercado mundial; y ser com­ petitiva en él para ganar divisas que permitan pagar las importaciones esen­ ciales o tecnológicas sin las cuales una economía nacional se aisla de la eco­ nomía mundial, cayendo en el atraso económico y tecnológico. U n a economía nacional o social puede ser cualquier cosa menos ideoló­ gica: tiene que ser lógica, objetiva, racional, a fin de que los protagonistas del proceso económico no tomen los deseos por realidades, pues ello impli­ caría grandes desequilibrios, determinantes de crisis estructurales, crisis de subconsumo (colas" y cartillas de racionamiento) y crisis de dcsproporcionalidad entre agricultura e industria, como sucede en la URSS. U n sistema económico no se inventa imaginativamente, sino que es p ro ­ ducto del desarrollo de las fuerzas productivas, de las tecnologías, de las re­ laciones sociales, del dominio del hombre sobre la naturaleza, de su papel activo o pasivo en la sociedad, del protagonismo del trabajo asociado o del capital privado, de la participación de todos o de la dominación de unos p o ­ cos. Pero, en definitiva, con una ideología o con otra, lo que cuenta económi­ camente son: cuáles son las estructuras sociales; qué grado de participación tienen los trabajadores en sus empresas y en el excedente económico p ro d u ­ cido en ellas; qué desarrollo económico han alcanzado la industria, la agri­ cultura y los servicios sociales; qué margen de compctitividad tiene una eco­ nomía nacional a nivel internacional; qué o cómo se reparte la renta nacional o social sin demasiado parasitismo burocrático o burgués; qué formas políti­ cas existen en la superestructura: si la democracia es directa (autogestionaria) o indirecta (elitista), si es autoritaria o libertaria. La planificación de una economía, queriendo ser la mejor de todas, no sustituye, a una economía aulorrcgulada mediante un mercado autogestionario; en suma, en una buena economía, sobran las ideologías y las élites del Poder, tanto en el Este como en el Oeste.

LOS M O DO S DE PRODUCCION El motor de la historia de la humanidad ha sido la lucha de clases, una vez instaurada la propiedad privada; puesto que supone desposesión de m e ­ dios de producción para unos y apropiación de los productos del trabajo aje­ no por otros, bajo el sistema de explotación del hombre por el hombre, fuera de la propiedad familiar o de la comunidad primitiva, en que los hombres to­ davía no están diferenciados en clases dominantes y dominadas.

E n este sentido, la evolución histórica de los modos de producción que han pasado por la historia, según su clasificación socio-económica, serían los siguientes: 1.— C om unidad prim itiva.— Correspondiente al salvajismo inferior, m e­ dio y superior, vinculado a la economía de recolección de frutos naturales, al descubrimiento del fuego y a las técnicas de la pesca, la caza, el arco, la fle­ cha y la fabricación de cerámica. Durante este largo período de la hum ani­ dad entre el paleolítico inferior y el neolítico, no existe la propiedad privada ni familia monogámica, ni clases sociales, ni Estado, ni economía mercantil, ni dinero, sino una comunidad libertaria auto-organizada. 2 .— M odo de producción antiguo.— C om prende la civilización grcco-latina en sus primeros tiempos, en que la ciudad forma un todo con el campo, habiendo propiedad privada familiar y "ager publicus", creando así una re p ú ­ blica o m onarquía de pequeños y medianos propietarios. Posteriormente, el desarrollo de la economía monetaria en las ciudades crea la base p ara la hi­ poteca de la propiedad familiar y con ello de la esclavitud por deudas. C uan­ do Roma, por ejemplo, sale de su ciudad y conquista Italia y luego el mundo conocido, con sus guerras de conquistas, cambia así el modo de producción antiguo por el csclavismo. 3 . — M odo de producción esclavista.— E n el mundo antiguo el csclavismo fue un régimen de producción propio de las civilizaciones mediterráneas: Roma, Grecia y Cartago. Aquí surge la dialéctica hegelina del amo y el es­ clavo: uno es libre porque el otro no lo es; uno está dcsalicnado porque el otro depende (absolutamente) de su amo. Sin embargo, al no superar la ca­ tegoría de esclavitud el mundo antiguo, la Rom a imperial, se descompuso económica, política, social c históricamente, ante el proletariado interior, en rebelión, y la presión exterior en acción: los escitas y los germanos. 4 .— M o d o de producción asiático.— No tiene este modo de producción paralelismo con la comunidad primitiva, el mundo antiguo greco-latino y el csclavismo. Para Marx, el modo de producción asiático está vinculado a las culturas sedentarias, a los grandes trabajos hidráulicos en los valles del G a n ­ ges, el Nilo, el Eufrates y el Tigris, el Río Amarillo, las civilizaciones d e p e n ­ dientes del riego: la desecación, y la lucha contra las inundaciones. "En la mayor parte de de las formas de base asiática, la unidad agrupadora que se sitúa por encima de todas esas pequeñas comunidades, aparece como la pripictaria superior o como la única propietaria, y las verdaderas comunidades, por consiguiente, como poseedores hereditarios" (1). A q uí la tierra está da ­ da en usufruto al campesino, a la comunidad rural, pero el Estado se lleva el cxccdcntc económico principal, incluso superior al 50% de la renta de la tie­ rra, para financiar o abastecer a una frondosa burocracia estatista: elase d o ­ minante, enquistada en las comunidades rurales. Marx clasificó el modo de producción asiático como régimen de "esclavitud general'', ya que el esclavo 1

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no d epende del amo individual, como en el mundo greco-latino, sino del amo invisible: el Estado burocrático, más parecido al modelo soviético bajo Stalin que a otro modelo de producción. 5 .— M o d o d c producción germ ánico.— Basado en la propiedad comunal, sin "ager públicus" en el senildo romano, sin goce directo de la comunidad rural en el espacio colectivo: bosque, caza, pesca, recogida de leña, miel etc. La propiedad individual y la comunal son cocxistcntes, complementarias. Pero al convertirse en conquistadores del Imperio romano, los germanos se convirtieron en señores feudales, dueños de vidas y haciendas, de siervos desposeídos, adheridos a la tierra de sus señores. 6. — M odo de producción f cudal. — La propiedad de la tierra es un con­ dominio entre el rey, el señor y el sievo; aunque realmente el verdadero p ro ­ pietario es el señor feudal. Lo característico del feudalismo es que no debe haber "ningún señor sin tierra ni ningún siervo sin señor". Las comunidades aldeanas medievales están sometidas a su señor, pagando por el uso de la tierra impuestos en dinero, en especie o en días gratuitos de trabajo semanal en las tierras de propiedad directa del señor. Los siervos pagan diezmos a la Iglesia. También los vasallos del señor tienen pequeños "feudos". E n suma, para sostener económicamente al señor, sus vasallos y el clero, así como los tributos que el rey pueda pedirles, el siervo retiene para sí del producto de su trabajo el ingreso mínimo, como en el caso de los siervos bajo el m odo de producción asiático, Sin embargo, entre estos dos modos de producción hay una notable diferencia, los mandarines, rajas y pachás asiáticos son altos fun­ cionarios de un Estado centralizado, mientras que los condes, duques, b a ro ­ nes y marqueses feudales europeos son reyezuelos en un Estado no bu rocrá­ tico, descentralizado. Para Marx, en el modo de producción asiático "una parte del trabajo excedente de la comunidad inferior, pertenece a la comuni­ dad superior, que termina por existir en tanto que persona; y este trabajo se traduce a la vez en el tributo y en las obras comunes destinadas a glorificar la unidad, es decir a glorificar sea el déspota de carne y hueso, sea al dios que es el representante imaginario de la tribu" (1) Esa U nidad debe ser puesta en mayúscula, pero no es otra cosa que el Estado burocrático ¿no tiene cierta similitud este régimen, aunque en distintos tiempos históricos, con el sistema de los koljoses stalinianos y su colectivización forzosa de la tierra? E n suma: suya es la tierra en usufruto, pero yo me quedo con su plusproducto; no es algo nuevo, sino tan viejo como el despotismo asiático vigente en la URSS bajo el poder omnímodo de la "Normanklatura" nco-slalinisla. 7 .— M o d o de producción capitalista.— Creado sobre las ruinas del fedualismo, con la separación del capital privado y del trabajo asalariado y con la economía en dinero, la circulación de los productos del trabajo humano como mercancías y la constitución de dos grandes clases antagónicas: b ur­ gueses y proletarios. Las características del capitalismo son: la mercancía, el 1

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dinero, el salario, el interés, los precios en lodo y por lodo, la plusvalía, la inmediatez de la ganancia privada, la traducción de todo \a lo r (hasta los va­ lores espirituales) en valores mercantiles o de cambio, en una economía en que el capital privado o de Estado explota el trabajo asalariado enajenado De acuerdo con la clasificación marxista de los modos de producción he ­ mos enum erado siete. Sin embargo, a menos que 110 fuera un régimen de transición el capitalismo de Estado (en el Este), hay que añadir un modo más de producción: el capitalismo de Estado o socialismo burocrático. No obstante, el capitalismo de Estado, basado en la "nacionalización de la tie­ rra” y la "nacionalización de las industrias y los servicios públicos", es pareci­ do al modo de producción asiático, que Plejanov consideraba se podría re­ producir en Rusia, siempre que las comunidades campesinas y de obreros industriales no avanzaran hacía formas de democracia directa, con socialis­ mo de autogestión y propiedad social. Lcnin, durante el Congreso del Partido Socialdcmócrala ruso, celebrado en Stokolmo en 1905, lanzó la consigna de "nacionalización de la tierra1''; p e ­ ro, luego de la Revolución de 1917, ya en el poder, cuando nacionalizó la tie­ rra tuvo el presentimiento tic que ello podría, en cierto modo, "restaurar el modo de producción asiático"; "restauración —d e c ía — de nuestro antiguo ordán scmiasiático en Rusia"; "retorno a la Aziatcliina" (servidumbre). Y en el fondo, cuando un koljosiano entrega su producción a precios fijados por el Estado, con "entregas" obligatorias de productos por hectáreas cultivadas, siendo que los precios a los cunsumidorcs son bastante más elevados que los precios pagados a los koljosianos, tesela que el campesino soviético, con un sistema de propiedad estatal, entrega buena parte de su excedente económi­ co al Estado, como lo hacen o lo hicieron los campesinos asiáticos bajo un Estado burocrático. Es explicable, pues, que los stalinistas y sus sucesores no hayan cinericio abrir una polémica sobre el modo de producción asiático por­ tille, en esc sentido, se descubriría que el sovielismo está más cerca del Esta­ do mandarín, faraónico o de los incas que del verdadero socialismo, basado en la democracia directa de las comunidades libertarias españolas de 1936­ 39 y no en la propiedad estatal soviética. El lema sobre el modo de producción asiático 110 está cerrado. No lué tampoco su iniciador Marx, sino economistas y sociólogos clásicos como Ri­ chard Jones, John Suarl Mili, A dam Smith, Francois Bcrnicr, C. Fostcr, Stamford Rafflcs y otros.Estos estimaban que el régimen de producción asiático no coincidía económica, sociológica y políticamente, con el feudalis­ mo europeo. "El despotismo oriental', "la sociedad oriental ', el sistema asiá­ tico" se basaba en un Estado burocrático despótico que, para mantener las obras hidráulicas, grandes trabajos públicos y el boato de las cortes, entrega­ ba la tierra en usufructo a la com unidades aldeanas', pero a condición de qui­ tarles la mayor parte de su ingreso bruto o de la renta de la tierra. De esta manera, 110 acumulando capital, los aldeanos, la comunidad, se eterniza así sin poder pasar a otro modo de producción más progresivo, más creador de

fuerzas productivas. Sólo la llegada de los colonizadores europeos al Asia, con su producción en masa y su comercio competitivo, rompieron poco a po­ co, el congelado modo de producción asiático, especialmente en China, pero 110 del todo en la India, Pakistán y otros países donde ha qu edado larvado en dominios de los "rajás" y otros déspotas. La Rusia zarista, la China de los mandarines, han roto con su pasado; pe­ ro al organizar su economía, aunque pareciera que lo es sobre un nuevo m o­ do de producción, crean con el Estado burocrático una producción indus­ trial estatista en las ciudades, y una producción agrícola controlada por koljoses o sovjoses, donde el Estado nombra a los directores, pero en ambos casos, en China o la URSS, el precio de los productos agropecuarios los fija el Estado, obteniendo una plusvalía entre el precio de referencia en el koljós o el sovjós, y el precio a los consumidores, en las ciudades. Ello fue muy del estilo de Slalin para formar la acumulación de capital socialista a expensas de los campesinos, principalmente. El problema básico para una sociedad socialista no es que la propiedad privada desaparezca como el principio y el fin de lodos los males sociales, si­ no lo importante reside en que la propiedad se convierta en propiedad social auiogeslionada por los productores directos, obreros y agricultores. Así és­ tos pueden controlar su excedente económico, sin que la burocracia estatista actúe de mediadora entre el escalón inferior (comunidad rural o industrial) y el escalón superior (Estado administrador de las cosas y de los hombres), pero con desigualdad económica entre ellos. La cuestión principal es, una vez derrocada una clase dominante: ¿quién controla los medios de producción y de cambio y el excedente económico producido por los trabajadores? El despotismo asiático entregaba la propie­ dad de la tierra, pero se quedaba con el excedente económico producido por las comunidades productivas. A éstas le interesaba muy poco que su propie­ dad fuera comunal, individual o colectiva, lo importante para ellas era que una buena parte de su producido no se les escapara, ya que así se produce un fenómeno de servidumbre o de alineación colectiva: vivir como siervo ba ­ jo un despotismo burocrático, tanto en otros tiempos como ahora bajo el es­ tatismo de tipo soviético congelado en el capitalismo de Estado. El despotismo asiático fue posible porque los campesinos constituyen p e ­ queñas comunidades, aisladas unas de las otras, siendo así fácilmente bati­ das por los ejércitos represivos al sevicio del Estado burocrático. La rebelión contra este Estado debe partir de las ciudades donde las poblaciones con­ centradas, en un momento de crisis social, económica y política, pueden d e ­ safiar al poder de la burocracia con una acción revolucionaria que conduzca a la liberación del pueblo. Por supuesto que, en ese movimiento, para lograr su emancipación estarán los campesinos, a fin de poder convetir el despotis­ mo burocrático, que los expolia, en socialismo de autogestión con libertad e igualdad para lodos los hombres sin distinción de clases sociales. "No hay nada contradictorio, por ejemplo, como en el caso de la mayor

parle de las formas asiáticas a que la unidad centraliza dora que las dirige ha­ ga figura de propietario supremo o único, las comunas rurales aparecen así como simples poseedores hereditarios. La unidad (digamos nosotros, el Estado burocrático) siendo el verdadero propietario, la esencia de la propiedad comuna!, puede aparecer como un fenómeno distinto erigiéndose por encima de numerosas comunas particula­ res, y entonces el individuo aislado está de hecho sin propiedad. E n otras p a ­ labras, la propiedad —es decir el comportamiento del individuo frente a las condiciones de trabajo y de la reproducción que parecen pertenecerle obje­ tivamente en tanto que naturaleza no orgánica hacen cuerpo con su subjeti­ v id a d —, es dada al individuo por la voluntad de la U nidad (E m u ló ) total r e ­ alizada en la persona del déspota, padre de diversas comunas que le conce­ de al individuo (la propiedad) por medio de tal comuna particular. Desde entonces, el sobrcproducto (cxccücntceconóm ico) lcgalmcnte fijado gracias a la apropiación real por el trabajo, pertenece automáticamente a esta U ni­ dad suprema (1). E n suma, de lo que se trata no es de quién es la propiedad si del indivi­ duo o del Estado, de la U nidad suprema, (Estado) sino de quién es el exce­ dente producido por el trabajo humano (capitalismo, feudalismo, etc.) o del trabajo estatal (socialismo burocrático). Stalin, con la colectivización forzo­ sa, se parece así más a un Faraón que a Carlos Marx; ¿pero hablaba en despotismo asiático sin saberlo, confundiendo socialismo con capitalismo de Estado?.

LA COMUNIDAD PRIMITIVA La producción no tiene en cuenta los mismos factores que la distribu­ ción: la producción sólo parte de la Naturaleza, del trabajo y el capital, cate­ gorías reales, que están en el devenir, como puede apreciarse en el cuadro si­ guiente: C U A D R O D E C A T E G O R IA S D E L PR O C E S O E C O N O M IC O

E n el d e v e n ir histórico NATURALEZA T R A B A JO C A PIT A L

Espontánea Simple I lerramicnta Simple

Modificada Mecanizado Máquina M otor

D ominada Automatizado Fábrica automatizada

En la com unidadprim ititiva, la naturaleza se presentaba ante el hombre paleolítico como algo espontáneo: el capital y el trabajo del hombre, cnlon1

M arx , C. ( ir ü n d is s e ... " F o rm a s p rc c a p ila lisla s " .

ccs, tenían poca capacidad de producción; el capital del hombre era un palo maza o una piedra, en el paleolítico inferior. El hombre se agrupaba en hordas salvajes; muchas de las cuales p erece­ rían devoradas por las fieras o morían de hambre. Con malas armas y una piedra toscamente tallada, no se podía extraer económicamente mucho de la naturaleza. Ilabía que recoger bayas y frutos secos, tarea principal de las mujeres; ello constituía así una primitiva división del trabajo en que la mujer era más importante económicamente que el hombre, dando ello lugar socio­ lógicamente al matriarcado. Con el descubrimiento del fuego, producido en los bosques por rayos, luego obtenido por frotamiento, el hombre incorporó a su economía una energía formidable que le permitiría, calentarse, tener un hogar, cocer los pescados, raíces feculentas, verduras, ele. Por otra parte, el fuego permitió al hombre fundir metales nativos, lo cual dió lugar a la edad de bronce, hacia los siglos X X X -X X V antes de nuestra era. Ello proporcionó mejores armas y herramientas para la agricultura primitiva, creando así pequeños poblados y un aumento de la población con la mayor producción social. El lenguaje, como producto social, se desarrolló al mismo ritmo que la economía: el lenguaje es un producto de la praxlsy no un don de los dioses; 110 lo han creado los filólogos ni los gramáticos, sino el hombre que fabrica objetos; pues cada uno de ellos es una nuc\Mpalabra que se va adicionando al acervo linguílico; con su producción material, los hombres crean lanbicn como reflejo su producción intelectual, cultura, arte y ciencia. Al final de la edad de bronce, el hombre vivía en comunidades más esta­ bles, mejor abastecidas, con una creciente división social del trabajo entre los hombres con distintos trabajos. Con la edad de hierro, unos 14 siglos antes de nuestra era, se desarrollé la agricultura con el hacha y el arado de hierro; y la ganadería, con la domesti­ cación de los animales; así se formaron "gens" familiares, a m anera de los vi­ llorrios campesinos atrasados de nuestros días. La familia era matriarcal: to­ dos los hijos nacidos de la misma mujer eran hermanos y llevaban su apelli­ do. En la prom iscuidad o familia primitiva, la mujer era el más firme sostén económico: los hombres entonces aportaban menos producción, con la caza y la pesca, que las mujeres con la industria y la agricultura. La comunidad primitiva residía, por consiguiente, en la propiedad común, la familia com u­ nitaria, la cooperación simple del trabajo, la distribución igualitaria de las ri­ quezas poseídas, la solidaridad de la "gens", la vida libre (sin opresión ni ex­ plotación del hombre por el hombre), la existencia del Estado no era necesa­ ria por no haber clases sociales oprimidas u opresoras, en un comunismo libertario primitivo. Con el desarrollo de la economía humana, impulsada por los instrumen­ tos de producción de hierro, se desarrolló económicamente la agricultura y la ganadería: nacieron así las "gens" y las "tribus". Estas poblaciones primiti­ vas tenían necesidad de productos agrícolas, de armas y otros artículos pro-

(.lucidos en las culturas sedentarias. Asi surgió el intercambio de trueque y, con ello la creación de nuevos oficios: el herrero, el fundidor, el carpintero, etc. El intercambio de estos servicios tomo la forma do trueque y, posterior­ mente, de dinero: Lidia, Egipto, Asiria, Persia, Roma conocieron la econo­ mía mercantil, pero la mercancía en forma de dinero no fue la base de su economía; pues de haberlo sido hubiera llegado el capitalismo antes que el feudalismo, al disolverse el csclavismo con la caída del Imperio Romano. Con las saciedades sedentarias, el hombre vuelve a la agricultura y despla­ za de la industria a la mujer: el matriarcado da así paso al patriarcado En adelante, los hijos lomarán el apellido del padre. El puesto económico del hombre en la sociedad sedentaria es superior a la mujer. La com unidad gen­ tilicia primitiva se transforma en comunidad rural. Aparece entonces la pro­ piedad privada. La tierra, la casa, los instrumentos de producción son pro­ piedad de la familia, como lo son todavía en pueblos de agricultura primitiva de subsistencia en Asia, Africa y América Latina. Los cautivos o prisioneros de guerras fueron convertidos en esclavos, lo cual añadió fuerzas productivas y creó otra nueva división del trabajo: los amos se convirtieron en Estado (Poder represivo) para mantener la estructu­ ra de clases. Así, pues, pasando de la naturaleza espontánea a la naturaleza transformada, de la caza y la pesca, a las culturas sedentarias, se operó un gran cambio social en la sociedad primitiva. Con mejores instrumentos de producción, el trabajo primitivo en común dió paso al trabajo familiar indivi­ dualizado (sobre la base de la propiedad privada); así la comunidad primiti­ va se convirtió en una sociedad dividida en clases: por eso a lo largo de la historia, la familia, las clases, el Estado y la propiedad han evolucionado, a grandes rasgos, en la forma siguiente: EV OLUCION I)E LA PROPIEDAD, LAS CLASES, I A FAMILIA Y EL ESTADO Familia P R O P IE D A D promiscua COMUN No hay No hay clases Estado (matriarcado) (Comunidad primitiva) PR O T IE D A D F R IV A D A (csclavismo, feudalismo, capitalismo) P R O P IE D A D U N IV E R S A L (com u 11ismo a n á rq u ico)

I lay clases

Hay Estado

Familia monogámica (patriarcado)

No hay clases

No hay Estado

Comunidad social

E n el anterior cuadro, sobre las categorías socio-económicas, hemos visto

que la naturaleza espontánea domina al hombre y lo condena a seguirla. E s­ ta contradicción, entre el hom bre y la naturaleza, se opuso a la continuidad del com unism o prim itivo que estaba dado por la debilidad del individuo ais­ lado frente a la naturaleza. Pero ésta controlada por el hombre, mediante la energía atómica y la automatización del trabajo, debe conducir nuevamente al comunismo en un plano más elevado: el soáalism olibcrtario. La negación de la propiedad privada o estatal encontraría su final en la socialización do los medios de producción y de cambio creados por el capitalismo, en cuyo cúmulo de riquezas acumuladas históricamente subyaccn, el trabajo esclavis­ ta del mundo antiguo y el trabajo servil de la E d ad Media feudal. Dialéctica­ mente, al negar la propiedad privada, en un régimen autogestionario tendría que afirmarse la propiedad en común; es decir, habría una doble negación conducente al régimen de la com unidad primitiva-, pero esta vez con una economía de abundancia, gracias a que los medios de producción disponi­ bles ahora permiten la automatización del trabajo y el control de la naturale­ za por el hombre, para lograr su dcsalienación del capital privado o del E s­ tado, en un socialismo libertario. El hombre ha realizado un lento progreso desde la época cuaternaria, en que apareció sobre la tierra, pasando del animal bípedo hasta el hombre astronaútico que se ha liberado de la gravedad terrestre, volando por el espa­ cio sideral, pero el hombre durante un 1.000.000 de años, más o menos, 110 se ha liberado de su animalidad primitiva: sigue siendo un animal de presa; pues defiende su territorio local, regional, nacional o imperial, provocando guerras. Así transforma su progreso económico y tecnológico en retroceso: hambre, genocidios y calamidades. El hecho, por ejemplo, de que sea posible una catástrofe nuclear, tan só­ lo porque la tribu de los rusos o de los yanquis se disputan el dominio del mundo, indicaría que, a parte de otras contradicciones violentas no supera­ das, el hombre no tiene así asegurado su futuro, a pesar de su progreso cien­ tífico y tecnológico, ya que le falla asimilarlo con un paralelo progreso cultu­ ral, filosófico, político, social y moral. Unicamente así se plantearía la unidad del mundo sin imperialismos, hegemonismos, racismos y lucha de clases, p a ­ ra hacer del mundo un solo país, acabando con la guerra entre las naciones. Pero sin una democracia universal asociativa y federativa, no habrá paz social y sin esta habría conflictos, violencia, posibilidad de autodestrucción del hombre: raro bípedo dotado de un gran cerebro, pero que sin un asociacionismo autogestionario universal, iría hacia el caos del cual, como un mila­ gro, ha salido para ganar la tierra ¿o para retornar al gran vacío con su autodestrucción nuclear en una última guerra..?

EL CAPITALISMO EN SU DEVENIR Entre la prosperidad y la depresión, subordinado el ciclo ascendente o

deprimente, el capitalismo norteamericano ha ido transformando sus catego­ rías económicas en sus contrarios: la competencia en monopolio, el liberalis­ mo económico en dirigismo. A l concentrarse y ccntralizarcc el capital privado desarrolla una dalSctica que lo transform ará en su contrario: el socialismo. El capitalismo, altamente concentrado, lleva, como devenir inmediato, el socia­ lismo; pues sólo tiene dos clases en presencia: el proletariado y la burgesía; la solución de ese antagonismo se resuelve únicamente con el socialismo. Al contrario, en los países subdcsarrollados, donde hay más clases que el prole­ tariado y la burguesía, la instauración inmediata del socialismo pasa por una lenta transformación de sus diversas clases sociales. Sin dejarnos llevar por los mitos de la técnica como condición para el so­ cialismo, creemos que la cantidad de fuerzas productivas cuenta objetiva­ mente para su implantación. En este orden de ideas, es muy posible que los Estados Unidos estén más cerca del socialismo, con su base económica avanzada, que la China con su base económica atrasada. Es evidente que la técnica no lo decide lodo, pues el hombre es un ser activo, mientras que la técnica es un elemento pasivo. No obstante, la instauración del socialism o no puede hacerse inm ediatam ente con una infraestructura económ ica atrasada. D e ahí la necesidad de crear fuerzas productivas, aceleradamente, por m e­ dio de la acumulación socialista, sobre lodo, en países, económica y técnica­ mente atrasados, como los afro-asiáticos y latinoamericanos; pero sin que la acumulación de capital social excluya la democracia directa de los trabaja­ dores en un socialismo no autoritario sino libertario. E n muchos países subdcsarrollados hay gobiernos "socialistas": la supe­ restructura política es avanzada y la infraestructura económica atrasada. En Estados Unidos hay un gobierno capitalista reaccionario: su política es con­ servadora, pero la economía es revolucionaria, en cuanto a sus posibilidades sociales y tecnológicas. Tales contradicciones deben ser resueltas, dialéctica­ mente, por medio de la lucha revolucionaria. Es explicable, por consiguiente, que el gobierno soviético tienda a ser conservador, debido al atraso econó­ mico en que se encontraba Rusia, mientras que en Occidente los gobiernos burgueses tienden hacía posturas socializantes (econom ía dirigida, nacionali­ zación de sectores económicos básicos, empresas mixtas, control del comer­ cio exterior etc.). El socialismo no es una categoría subjetiva del espíritu, si­ no una categoría histórica derivada objetivamente del capitalismo; es su ne­ cesario devenir dialéctico; pero sin caer en el capitalismo de Estado soviético. Las crisis económicas cíclicas, la desocupación permanente, las guerras revolucionarias, la lucha entre los países subdcsarrollados e imperialistas, la contradicción entre Oriente y Occidente, indican que estamos en el um ­ bral de la sociedad socialista. El triunfo del socialismo libertario requiere la instauración de una sociedad aulogestora liberada del Estado. Por tanto, Occidente, que tiene más contradicciones activas que Oriente, puede ser el factor histórico y político decisivo para la instauración del socialismo, cu­

yo monopolio no lo tiene la sociedad soviética que, a decir verdad, eslá en transición, del capitalismo de Estado al socialismo aulogestionario, como pedia la voz de los trabajadores, en las empresas soviéticas, en sus huelgas de 19S9. Las fuerzas históricas revolucionarias están presionando mas en Occi­ dente que en Oriente. Como la infraestructura económica burguesa priva al hombre de su derecho al trabajo (cuando llegan las crisis), cosa que 110 suce­ de tanto en el mundo soviético, la gran batalla del cambio socio-económico tiene que darse más en el escenario capitalista; en el Tercer Mundo, en E u ­ ropa occidental y en Estados Unidos. El hombre soviético está congelado políticamente por falla de información veraz, mientras que la sociedad b u r­ guesa carece de estabilización, en gran medida, porque el sistema capitalista de necesidades y de propiedad privada, determina las huelgas, las crisis eco­ nómicas cíclicas, la desocupación obrera, las guerras generales y marginales, las luchas revolucionarias de liberación nacional. La Unión Soviética, con menor poderío económico que los países capilalislas en con junio, no puede exportar su revolución direciamenle, por temor a la guerra de represalias nucleares. En esie orden de ideas, la "coexistencia" está impuesta por la debilidad nacional de la URSS para enfrentarse direc­ tamente con Occidente. Podría haber opiado el Kremlin por la estrategia in­ directa de la guerra revolucionaria contra el capitalismo occidental, pero las pequeñas guerras conducirían a una guerra grande, si son alimentadas logísticaniente por los soviéticos. Luego la lucha por el socialismo se desplaza a los países semi-coloniales, a los países dependientes ele 1 hegemonismo sovié­ tico y al interior de las grandes potencias capitalistas, en los años decisivos de finales del siglo XX, que irá disminuyendo el papel dirigente de los sovié­ ticos. El teatro de operaciones de la revolución socialista tiene su prólogo, pues, en los países subdesarrollados y su epílogo en los países capitalistas avanzados, en las últimas décadas del siglo XX y comienzos del siglo XXI, para cerrar así el ciclo del capitalismo como modo histórico de producción, consumo, cambio y distribución de la riqueza. D entro de una latente depresión económica, el capitalismo norteameri­ cano ha desarrollado en zigzag sus fuerzas productivas, entre dos guerras mundiales: su credimiento económico se ha realizado, 110 como bienes de producción, sino como imperialismo económico en forma de maquinaria de guerra. Así, dialécticamente, lodo progreso del capitalismo norteamericano es, en realidad, retrogresivo; pues el modo capitalista de producción es inca­ paz de digerir su propio progreso económico y tecnológico, mientras no se transforme en socialismo. Así, pues, si 110 hay revolución socialista habrá guerra imperialista. Tal es el dilema de los años decisivos del siglo XX y el siglo XXI. Durante la gran depresión de 1929-33, se detuvo el crecimiento de las fuerzas productivas, casi al 50% de su capacidad real de producción, desa­ provechando en E E .U U . la capacidad de trabajo de unos 15 millones de tra ­

bajadores, hacia 1933. Luego, bajo el espejismo del rearme, se repuso el ci­ elo económico depresivo, mediante inversiones improductivas en arm am en­ tos , que tienen la mala virtud de estimular la econom ía de escasez, sin la cual no puede marchar la maquinaria explotadora del capitalismo. Así para que 200 familias sean muy ricas, en cada país, la mayoría de la población tie­ ne que ser pobre, en este mundo injusto del capitalismo. La deuda pública del gobierno norteamericano —que representa casi la mitad del valor de la renta nacional —, ha crecido hasta límites insospecha­ dos. Muchos billones de dólares de deuda pública norteamericana son la única riqueza en común del pueblo estadounidense; pues esa deuda la tiene que pagar el pueblo trabajador en forma de impuestos y de inflación siste­ mática, crónica. E n Estados Unidos las deudas, públicas y privadas, marchan paralelamente con la inflacción monetaria y el aumento de la deuda fiscal y de una deuda externa de unos 600.000 millones de dólares, en 1989. Gracias a la inflación persistente, las inversiones en la producción de a r­ mamentos (para tiempo de paz), los subsidios a la limitación de superficies de siembra de granos (financiación de la ociosidad), la explotación de los países subdesarrollados y la degradación de los salarios en USA para au­ mentar la lasa de plusvalía del capital), el Tio Sam va acumulando, lenta­ mente, una crisis económica que tiende a ser crónica destruyendo riquezas y desocupando masas humanas para crear una economía de escasez. El capitalismo norteamericano, en su dialéctica, tiene un devenir revolu­ cionario, ya que no cederá su puesto dirigente, dentro y fuera de los Estados Unidos, sin combatir bélicamente: el yanqui, a pesar de la "coexistencia paci­ fica", es el gendarme de Occidente y una amenaza para el Oriente. La histo­ ria de la humanidad, mientras sea un reflejo de la lucha entre los impelios, aun con todo el progreso tecnológico acumulado, es una manifestación de la barbarie, teniendo en Wall Street su becerro de oro, y en el Kremlin, a M ar­ te. Así es más improblable la paz que la guerra en un mundo de antagonis­ mos entre las clases sociales y entre las potencias mundiales. El hecho de que el hombre y las naciones no sean capaces de asimilar la energía atómica con el capitalismo imperialista y el hegemonismo soviético, indicaría que nuestro mundo está ya maduro para el autogobierno libertario, a fin de que la humanidad pueda utilizar todas sus fuerzas productivas libe­ rándose, finalmente de la lucha de clases, la guerra entre las burguesías na­ cionales (guerras imperialistas) y las crisis económicas (provocadas por la alineación del hombre, derivada de la mercancía ,de la plusvalía y de la p ro ­ piedad capitalista). Los pueblos quieren ser libres, sin alineaciones ni con­ tradicciones, propias del capitalismo privado (Occidente) o del capitalismo de Estado (Oriente). La burgesía norteamericana —por más que quiera la "coexistencia", el Kremlin —, tiene que devenir confrontación con el Tercer M undo y con R u ­ sia. La guerra no reside en el mal por el mal mismo, sino en el imperialismo y en el hegemonismo. H e ahí lo que ocultan los burgueses y los burócratas.

E n razón de su dialéctica, el capitalismo yanciui es el mismo y otra cosa diferente, a cada momento de su historia; pero sus límites de evolución están próximos. Así, pues, su evolución detenida (crisis) tendrá que transformarse, dialécticamente, en revolución de sus masas asalariadas dentro y fuera de USA. H asta 1934, el capitalismo norteamericano estaba regido por la com pe­ tencia, el patrón-oro, la no intervención del Estado en la vida económica y la ley de la oferta y la demanda; pero, actualmente está en la economía dirigi­ da. Por ejemplo, los agricultores reciben "subsidios" (siempre que cultiven menos acres de trigo, maíz y productos agrícolas depresivos; los industriales cuentan con las inversiones multimillonarias de los programas de la defensa nacional, para salvar la industria pesada de la crisis de mercados; los bancos norteamericanos están dirigidos por el sistema de la Reserva Federal (para poner el dólar al servicio de los ''trusts"). Ahora el capitalismo liberal de los siglos XVIII, XIX y el de las tres primeras décadas del siglo XX, es imposi­ ble su restauración Estos cambios cualitativos del capitalismo, en razón de elementos cuanti­ tativos económicos, aproximan el capitalismo a un período revolucionario, a una situación de guerras marginales, de guerras imperialistas; o lo uno o lo otro; o las dos cosas a la vez; lo que hace inevitable la llegada de una socie­ dad socialista a escala planetaria. El capitalismo ha pasado ya varias fases histórico-cconómicas y, por tan­ to, se acerca al socialismo. Pues, en tanto que categoría histórica, el capita­ lismo ha evidenciado cambios cualitativos: a) capital mercantil, durante los siglos XV y XVI; b) capital m anufacturero, en los siglos XVII, XVIII y la primera mitad del siglo XIX; c) capital financiero im perialista, en el siglo XX. El átomo y la automatización del trabajo descubiertos en el capitalismo, son una energía y un medio de producción propios del socialismo, no para el capitalismo; puesto que éste no puede absorber estas fuerzas productivas sin entrar en una crisis económica que lo abarque lodo, en guerras mundiales de destrucción colosal y en una desocupación masiva de trabajadores. El imperialismo económico (capitalismo a la escala universal) si bien lle­ va el neo-coloniaje —bajo diversas fo rm a s— a los países subdcsarrollados, destruye económicamente, con la produción en masa, las viejas industrias y el artesanado de estos países. Sin imperialismo económico no habría habido revolución china, pues las viejas castas chinas habrían permanecido intactas sin la competencia económica de las mercancías y de las inversiones de capi­ tales de Occidente. El imperialismo económico, con su penetración económica, destruye el artesanado y la industria artesanal en países como México, Perú, Brasil o la India; consecuentemente crea así condiciones objetivas para cambios socia­ les en los países semicoloniales o dependientes, cargados de deudas externas y manipulados por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La dinámica del capitalismo se inspira en la ley de los gases: tiende a ocupar siempre un espacio mayor para no perecer por cristalización. E n este sentido, la ley inmamcnle del capitalismo reside en procurar dem anda p e r ­ manente para las mercancías c inversiones sobrantes para colocarlas en los países subdcsarrollados, a fin de obtener beneficios, fuentes de materias pri­ mas y de energía, mercados para sus productos manulaclurados. La interde­ pendencia entre países desarrollados y países subdcsarrollados constituye una contradicción, un motor revolucionario de nuestro tiempo. La contra­ dicción principal no reside ya entre la URSS y la USA, sino entre la CEE, U SA y Japón y los países subdcsarrollados: ello constituirá el destino revolu­ cionario de los finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI

DIALECTICA C A P IT A L -T R A B A JO En la dialéctica de la historia, el capitalismo es un régimen de transición a una fase superior de la civilización en que no prevalecerá la lucha de cla­ ses, la propiedad de la tierra ni del capital. E n su devenir dialéctico, el capita­ lismo lleva en sí el socialismo, a fin de superar alineaciones y contradicciones inherentes a la propiedad privada, los antagonismos nacionales, la lucha de clases y el Estado de clase, cuya superación sería posible en una economía de gestión del capital por el trabajo asociado (autogcslionando la empresa por los trabajadores). E n antagonismo capitalista entre trabajo asalariado y capital privado, crea las contradicciones de clac entre el obrero y el empresario. El proleta­ rio (desposeído de sus medios de producción) se opone al patrón (propieta­ rio de esos medios, pero no productor). Bajo el régimen de propiedad priva­ da o estatal de la tierra y el capital, surge la contradicción entre obreros y patrones, entre terratenientes y arrendatarios, entre capital apropiado y tra­ bajo asalariado. Estas contradicciones están en la infraestructura del sistema económico. Para mantenerlas históricamente los explotadores y opresores crean un Estado de elase, destinado a defender o perpetuar sus privilegios económicos y políticos, ya sea con capitalismo privado o de Estado. Necesariamente, el pueblo trabajador, (para liberarse de la explotación y de la opresión), tiene que crear el autogobierno, socializar los medios de producción y de cambio, auto-organizar una sociedad en que prevalezca el interés general y no el particular, a fin de acabar con la explotación del hom­ bre por el hombre, para dcsaüernarlo (liberarlo) del fetichismo de la riqueza, bajo la forma de mercancía que incluye la plusvalía usurpada por la burgue­ sía o la burocracia al trabajador asalariado. U n proletario es un no-propietario respecto de un propietario. Pero si sólo acabamos con la propiedad privada no hemos resucito la contradicción entre obrero y capitalista sin autogestión de la producción por los produclo-

res dirccios. Al negar un termino de esta contradición tenemos, necesaria­ mente, que negar al otro, esto es, realizamos una doble negación, pero a condición de que desaparezca el patrón privado y el Estado-patrón. En ra­ zón de esta dialéctica, al emanciparse el obrero como clase debe emancipar a todas las demás clases oprimidas, creando una sociedad sin clases, cosa que 110 lu/.o la burguesía al derrocar ci poder de la aristocracia feudal ni tampoco lo ha hecho la burocracia soviética con capitalismo de Estado. El obrero, no puede liberarse a sí mismo sin emancipar, a su vez, a todas las de ­ más clases. Pues al convertir en propiedad estatal la propiedad privada, el proletariado 110 suprime la renta de la tierra ni la plusvalía, si la burocracia totalitaria ocupa ei lugar de la burguesía como beneficiaria de la plusvalía de Estado. Al abolir las categorías económicas, que hacen a las clases sociales, debe ser suprimido el Estado de clase (el Estado burgués o el Estado burocráti­ co), para evitar que el capitalismo privado sea sustituido por el capitalismo de Estado. La autogestión de empresas por medio de federaciones de indus­ tria, articuladas en un consejo económico central, y los comités de autode­ fensa cíe la revolución social, deben socializar el Estado burgués, para §0 permitir el retorno al pasado, no dejando que el capitalismo de Estado susti­ tuya al capitalismo privado, ni la burocracia a la burguesía, ni el totalitarismo del partido-único al pluralismo político burgués, ya que así iríamos de mal en peor. Las com unidades libertarias demostraron, como colectividades rurales y federaciones de industria en la revolución española (1936-39), la mejor m a­ nera de organizar una economía auiogeslionada sin prevalencia de la buro­ cracia sobre los trabajadores urbanos y rurales, auto-organizados libremen­ te. Debe procurarse la gestión directa de los productores en la dirección de !a economía, a fin de evitar que la burocracia se constituya en una "nueva clase” dominante. En la URSS, se proclamó lo "nuevo sin desarmonías", pero el Estado pa ­ trón se mantiene como el absoluto hegeliano, lo cual prueba que hay nuevas contradicciones en el modelo de sociedad soviética, que la burocracia diri­ gente no las quiere revelar o no se da cuenta de ellas, dejándose llevar por la alineación política y los mitos de la técnica (base económica del comunis­ mo), mientras se subestiman los factores humanos, frenando así el Estado la participación de las masas en la gestión de la economía, la administración, la cultura, la política interior y exterior y la autodefensa del régimen sin con­ fiarlo todo a la KGB y al ejército separado de la sociedad civil. El modelo soviético, con su hegemonismo hacia afuera y su capitalismo de Estado hacia adentro, invadiendo el Afganistán, Hungría y Checoslova­ quia, imponiendo la dictadura burocrática contra la voluntad de todo un pueblo, no puede ser el camino hacia el socialismo y, menos aún, al comunis­ mo, ya que el obrero soviético es una clase oprimida y explotada. En la Unión Soviética, la dialéctica capital-trabajo crea un antagonismo

como bajo el capitalismo privado, sólo que, en la sociedad sov iética, la lucha de clases no se manifiesta abiertamente por que el "Estado de todo el pu e­ blo", no es del pueblo, sino un instrumento de dominación de la burocracia sobre el proletariado, Así, pues, la cuestión esencial, en Oriente o en Occi­ dente, reside no en que clase de Estado nos domina, sino cómo nos liberare­ mos de su explotación y opresión mediante la democracia directa, ejercida por el pueblo amo-organizado en su propio interés, sin burguesías ni buro ­ cracias dominantes, excluidas por la propiedad social en una comunidad li­ bertaria, donde la libertad sea posible mediante igualdad entre los hombres.

ALIENACION, "PRAXIS" Y LIBERACION La economía política es, con la filosofía, la más alienada de las formas del saber humano. Bajo el imperio de las clases sociales antagónicas \ de la ex­ plotación del hombre por el hombre, la economía capitalista está mistificada, pues sigue las determinaciones egoístas de las clases, las naciones y la p ro ­ piedad privada o estatal. En razón de esta dialéctica, la finalidad de la eco­ nomía de clase es Ta perpetuación de la explotación del hombre por el hom ­ bre. El producto o la renta de un país, por ejemplo, no es una riqueza en be­ neficio de toda su población, sino más bien rentas para los capitalistas, los burócratas o los latifundistas. En el capitalismo se persigue la obtención tic plusvalía con desprecio de lo humano, del derecho del trabajador al pro du c­ to de su trabajo. Así, pues, la economía de clase es un scudo-eiencia que jus­ tifica la explotación y opresión popular por una pequeña minoría privilegia­ da, que succiona plusvalía. La economía burguesa (como la esclavista, la feu­ dal y la burocrática) legítima, como falsa ciencia, la explotación del pueblo en beneficio de una reducida "élite": oligarquía, plutocrática, burocracia, tecnocracia, población improductiva. Bajo el régimen esclavista el amo tenía derecho de usar y abusar del es­ clavo como si se tratara de un animal doméstico. Con el capitalismo, la p ro ­ piedad del capital es el derecho de expoliar al obrero, de cerrar fábricas creando desocupación si no hay ganancias para el capitalista, de alienar al obrero en su salario, de formar "cárteles", "trusts" y "pools", anteponiendo el interés particular al interés general de la sociedad. En la sociedad burguesa o burocrática, bajo la dictadura del capital pri­ vado o de Estado sobre el trabajo asalariado, el capital tiene como finalidad alienar al obrero en el patrón; hacer así del hombre desposeído una m ercan­ cía mediante la venta de su fuerza de trabajo. De esta manera, el capital, que es hijo del trabajo o trabajo pasado, se presenta como enemigo del trabajo (vivo) asalariado, ya que el obrero no es dueño de sus instrumentos de p ro ­ ducción. Con el csclavismo, el feudalismo, el capitalismo y el socialismo de E sta­

do, las formas cambiantes de la propiedad de la tierra y del capital crean di­ ferentes clases sociales, distintos modos de producción, pero todos ellos b a ­ sados en la explotación del hombre por el hombre. Tanto en el mundo anti­ guo como en el mundo moderno, con csclavismo, feudalismo o capitalismo privado o de Estado, la propiedad privada o pública alienan a los hombres por medio de la riqueza usurpada al trabajador. La tierra, los instrumentos de producción, el suelo, el capital, el trabajo y su producto, no tienen la cul­ pa de esta alienación, de presentarse como renta, plusvalía, salario o m er­ cancía-, pues ello depende de las relaciones sociales de producción, de la propiedad privada o estatal, del modo de producción, del grado de desarro­ llo de las fuerzas productivas, de la no participación del trabajador en la em ­ presa. La esclavitud, por ejemplo, no podría imponerse en nuestra época con la electrificación y el maqumismo, sino con el retorno a una sociedad infradcsarrollada, que tuviera los mismos niveles de productividad y de técni­ cas que rigieron en las sociedades esclavistas del M undo Antiguo y del N u e­ vo M undo antes de ser abolida la esclavitud por las revoluciones americanas. A mediados del siglo XIX era necesaria la esclavitud en Estados Unidos, cuando los cultivos de algodón, el tabaco y la caña de azúcar no estaban m e­ canizados. Ahora cada obrero norteamericano, dispone de más de 200 caba­ llos mecánicos por día, que le dan una productividad enorme, propia ya de una sociedad más igualitaria. La sociedad va rebasando la escasez económi­ ca propia del capitalismo: pide, pues, la instauración del socialismo de auto­ gestión. Las fuerzas productivas avanzadas en Estados Unidos y su gobierno políticamente conservador, crean una dialéctica conflictiva. El capitalismo se mantendrá, en Norteamérica, mientras recurra a la guerra imperialista, ex­ porte hacía afuera el imperialismo para evitar el socialismo hacía adentro; pero los trabajadores estadounidenses tendrán -un día- que derrocar a sus capitalistas, para no tener que morir en masa en los campos de batalla como en Vietnan, Corea y otros frentes, o quedarse sin trabajo en grandes crisis económicas como las de 1929-33. El desarrollo de las fuerzas productivas, en el curso de la historia, indica que, cuando éstas están constreñidas por conveniencias de las clases privile­ giadas, la dcsalicnación del pueblo trabajador pasa, necesariamente, por la revolución. En estas situaciones críticas, la violencia se inserta como el con­ tenido de la historia para resolver, en los hechos, lo que ya está dado históri­ camente como necesidad de cambio revolucionario para la civilización. Pero la revolución social por sí misma no resuelve lodo: no conduce, des­ de el caos, las crisis, las guerras y la desocupación en masa, a un o rden arm ó­ nico, al socialismo aulogeslionario, tan sólo porque haya sido suprimida la propiedad privada. Pues pudiera suceder que —creyendo que se está en el socialismo, confundido con capitalismo de Estado, a propósito de instaurar la dictadura del proletariado — , se implante la dictadura de la burocracia : nueva forma del despotismo a menos que no se instauren formas de dem o­ cracia directa, de autogobierno libertario.

U n investigador sincero, que tenga más respeto por la verdad que por cualquier ideología, debe llevar el análisis hasta sus últimas consecuencias en las contradicciones dialécticas, sin pararse en consideraciones doctrinales o dogmáticas. El interés popular está por encima de todos los intereses secta­ rios, particularismos, grupos, clanes o partidos. Marx (comentando la actitud honesta y sincera de Diavid Ricardo, que como burgués revelaba contradic­ ciones en la economía buergucsa, pues fue el que mejor desarrolló la ley del valor-trabajo) d e c ía :" quien subordina la objetividad científica a propósitos extraños" (...)" es un hombre que trata de acomodar la ciencia a un punto de vista que no deriva de su propio interés aunque fuera erróneo, sino de inte­ reses extraños, ajenos y bastardos (a éste hombre) yo, le llamo vil", (1). El socialismo, mistificado (burocrático), se ha desprestigiado en estos úl­ timos años. Marx probó con el análisis del modo de producción asiático, que el E stado burocrático se podría reproducir como falso socialismo, y ello se ha dado en la URSS bajo el stalinismo y Cía. Slalin se opuso a que se investigara , más a fondo, el m odo de producción asiático, basauo en la propiedad comunal, pero con apropiación estatal del excedente económico, quizá porque pareciera lo que Plejanov temía: un re­ torno de Rusia —luego de nacionalizar la tie rra — a un despotismo asiático, que se va concretando luego de varias décadas de socialismo estatal, opuesto a la autogestión, en la URSS congelada socio-cconómicamcnic en el capita­ lismo de Estado, que rechazan sus obreros y campesinos En este sentido, Bakunin criticó a Marx, no tanto por su doctrina econó­ mica y su concepción materialista de la historia —que la c o m p a rtía — como por su teoría del Estado que implicaba, a la larga, el gobierno de una mino­ ría burocrática explotadora y opresora de los trabajadores, cosa que ha suce­ dido en los regímenes marxistas-leninistas. El stalinismo —como expresión del burocratismo soviético— ha desarro­ llado el capitalismo de Estado: nuevo despotismo asiático. Sin embargo, el humanismo de Marx, más ailá del Estado-patrón de tipo staliano, ha plan­ teado la dcsaücnación del obrero, la creación del hombre integral, el socialis­ mo universal, el 'E stad o barato" de la Comuna de Paría (17S1), un poder po ­ pular autogestor ejecutivo y legislativo al mismo tiempo, que no tiene ningún parecido con el socialismo burocrático. Así, pués, ¿en qué medida el sovietismo es socialismo? ¿Es, a la luz del marxismo, un país socialista la Unión Soviética? A un siglo de la muerte de Bakunin y Marx, su polémica no pierde vali­ dez, pues sus doctrinas no se concillan: Bakunin es la acción revolucionaria y Marx, un pensamiento neo-burgués. La democracia directa, que es socialis­ mo libertario, es posible, en nuestra época, con la automatización del traba­ jo, la energía atómica, la gran producti.idad del trabajo, el avance de la cien­ cia y de las técnicas, que han hecho real ahora lo que pareciera utópico en el siglo de Marx y Bakunin. 1

C ita d o p o r C. M arx , e n T M W , II p a r le 1. 312.

El problema para nosotros no es perdernos en discursiones escolásticas, en bizanlinismos, sino en explicar nuestro tiempo, sin respeto ideológico o mítico por nada ni por nadie. El siglo XX nunca debe ser explicado por el si­ glo XIX, sino por los filósofos, los científicos, los economistas, los políticos, los sociólogos, los intelectuales, los sabios, los literatos y los artistas libera­ dos de las ideologías del siglo XIX, todavía vigentes en el siglo X X y con de ­ masiada determinación del pasado sobre el presente y el futuro inmediato. Si la política de nuestro tiempo está en el siglo XIX, a causa del dogm a­ tismo de las ideologías que no dejan ver las realidades, mientras la ciencia y las tecnologías modernas han alcanzado los niveles de la cibernética, la e n er­ gía atómica, la astronáutica, la mundialización de la economía y de la infor­ mación, una rara dialéctica, entre el pensamiento atrasado y unas tecnolo­ gías avanzadas, tiene que crear falsas filosofías, políticas, ideologías y doctri­ nas, tanto en el Este como en el Oeste. lie m o s recorrido muchos siglos desde el "pitecanthopus ereetus", desde el pleistocenio medio de Java hasta el hombre cibernético; pero, ¿para qué serviría tanto progreso alcanzado si un día lodo podría retroceder a la época de las cavernas por convertir el átomo en las bombas atómicas que destruyan la civilización moderna, si 110 somos capaces de superar el capitalismo con el socialismo libertario? O asimilamos la mundialización de la economía y de la civilización con un mundo planetario federativo (sin guerras ni luchas de clases, sin crisis económicas, guerras locales y mundiales, revoluciones y conlrarcvolucioncs sociales), o entraremos en un período de luchas entre las naciones y las cla­ ses sociales antagónicas, lo cual conduciría a la caída del "homo sapiens". Si una ciencia alineada, incontrolada, puede hacer sallar lodo con la bonba atómica; si la economía de relativa abundancia ha de conducir a las crisis económicas y a la miseria social por 110 poner en armonía los recursos natu­ rales y los recursos humanos; si, en fin, lodo progreso ha de transformarse en retroceso, debido a que los egoísmos de clase provocan las revoluciones san­ grientas y los egoísmos mundiales las guerras generales y locales; si lodos d e ­ bemos estar contra todos: ¿para qué el hombre se llama racional? En defini­ tiva, si la ciencia no es empleada para salvar al hombre, sino para destruirlo: ¡qué ilógica es nuestra época! Ello sucede porque la alienación del nom bre reside en la escisión en clases antagónicas o en bloques (agresivos) imperia­ listas o hcgcmonislas; por eso sin superación de la alienación del hombre, no habrá paz ni progreso en la tierra. Ahora bien, la dcsalienación pasa, ne­ cesariamente, por el socialismo de autogestión. Hay, pues, que elegir entre la autodeslrucción del hombre o su liberación. I le ahí la alternativa de nuestra época de capitalismo monopolista, hegemonista o imperialista, que ya ha creado técnicas para ser transformado en una sociedad libertaria universal, federal y auiogestionaria, sin distinción de clases ni de razas.

LA TERCERA REVOLUCION INDUSTRIAL En. el siglo XIX comenzó a desarrollarse progresivamente la prim era re-

votación industrial vinculada o determinada por el empleo de la máquina de vapor, la producción de hierro y acero en grandes empresas siderúrgicas, la construcción de ferrocarriles por todo el mundo, el empleo de telares mecá­ nicos en la industria textil y la fábrica con fuerza motriz central transmitida a las máquinas por muchas polcas de transmisión. Por otro lado, paralelamen­ te, se desarrolló el capital financiero con los Bancos y las Bolsas de Valores para movilizar el ahorro hacia inversiones en sociedades anónim as que emi­ tían acciones y obligaciones por cuyo mecanismo, en gran parte, fueron crea­ das grandes empresas industriales, mercantiles y financieras. Al final del siglo XIX, comenzaron a constituirse, en Estados Unidos principalmente, poderosas empresas integradas horizontal o vcrticalmcntc monopolizando la producción de materias primas o de productos m anufac­ turados. En 1901, por ejemplo, se constituyó la United States Steel Corpora­ tion, el mayor ''trust" del acero en c! mundo, agrupando 19 Altos Hornos, mi­ nas de hierro, barcos de transporte de este mineral, líneas férreas para su transporte terrestre y, como nexo de ese "trust” siderúrgico gigantesco, para su financiación, la banca Morgan. En las primeras décadas del siglo X X , con la invención del m otor de ex­ plosión y del m otor eléctrico, la construcción de grandes centrales hidro y termoeléctricas, sin por ello no utilizar la máquina de vapor, comenzo, sin embargo, la segunda revolución industrial bajo el signo de la electricidad en las fábricas y talleres, del tractor y la cosechadora en la agricultura, pasando enormes masas de población rural a las ciudades industriales con varios mi­ llones de habitantes. En este sentido, entre las dos guerras mundiales del si­ glo XX, se completó la segunda revolución industrial, desapareciendo la m a ­ quina de vapor en los primeros años de posguerra, hacia el período de 1945­ 1950. Sin embargo un gran acontecimiento anunció, en ese mismo período y posterior, el comienzo de la tercera revolución industrial, la utilización de la energía atómica, el advenimiento de la cibcrmclica y de la época espacial, en 1957, comenzando así la producción industrial integrada por ordenadores en cadenas de producción automatizadas, sobre todo, en las industrias de punta: petroquímicas, farmacopea, telecomunicaciones, electrónica, biotec­ nologías, metalografía de nuevos materiales, producción de semiconductores y circuitos integrados, fabricación de armamentos sofisticados tales como submarinos y portaviones nucleares, misiles de corto, medio y largo alcance, armas inteligentes doladas de cerebros electrónicos capaces de buscar su objetivo y, además, otros logros de la tercera revolución industrial como la "revolución verde'' en la agricultura. Todo ello advino, principalmente, en Estados Unidos y Japón y, en menor medida, en Europa. Japón, sobre lodo, en el plazo de los últimos treinta años del siglo XX, pasó de la segunda revo­ lución industrial a ocupar un puesto similar al de Estados Unidos en la ter­ cera revolución industrial. 1 lacia 1984, Ja p ó n ya ocupaba el primer puesto mundial en metalografía,

robólica y fabricación de semiconductores electrónicos, mientras que Esta­ dos U nidos se mantenía en primer lugar en los sectores siguientes: informáti­ ca, telecomunicaciones, biotecnologías, electrónica, ingeniería y fabricación de máquinas cibernéticas controladas por ordenadores. Europa, ([lie fue el alma de la primera y la segunda revolución industrial con el aporte de sus técnicas, se ha quedado atrasada respecto del Japón y Estados Unidos: A le­ mania mantiene el puesto 3 en las industrias de punta, Suecia el -4, G ran B re­ taña el 5 y Francia más bien el 6. Así las cosas, es explicable que en 19S7 la balanza tecnológica de E uropa acusó un déficit p o r valor de 15.000 m illo­ nes de dólares, que sólo era de 1.500 m illones en 1979, pero que podría llegar a unos 30.000 m illones en 1992. Por ejemplo, en la fabricación de automóviles Eu rop a ocidenlal tiene muy baja productividad respecto del Japón y Estados Unidos, por no citar otras industrias de vanguardia. En este último país, la empresa Chrysler es un prodigio de producción automatizada: entran por las puertas traseras de sus fábricas, diariamente, 50 millones de piezas y salen por las puertas delan­ teras 10.000 automóviles, o sea, 1 cada 5,7 segundos. Pero la autom atización de cadenas de producción requiere ser aplicada a empresas gigantescas como las multinacionales norteamericanas y ja p o n e ­ sas. La Europa de los Estados-Nación, aun dentro del mercado cumún euro­ peo, no produce la misma concentración de capitales que en Japón y USA, que ocupan el primer puesto de las multinacionales de todo tipo. La C om u­ nidad Económica Europea (CE E) es un gran mercado, pero no una sola na­ ción como Estados Unidos y Japón, donde las empresas se integran amplia­ mente dentro de una misma frontera y con una misma moneda, mientras que la C E E pareciera no poder.superar el Estado-Nación como no fue capaz de hacerlo, con la Ciudad-Estado, la Grecia clásica, siendo así colonizada por los romanos que habían pasado de la Ciudad-Estado al Estado-Nación. Sólo, pues, un mundo federado, automatizado y autogestionado puede asimilar el progreso sm crisis y sin guerras. Las empresas europeas de la C EE, de espaldas las unas a las otras en los confines de las viejas íronteras, incluso no absorben todos los capitales produccidos dentro de ellas, habiendo ido miles de millones de euro-dólares a las empresas norteamericanas y al Tesoro norteamericano. Y es que en la época de las Naciones-Continente, com o la URS S , U S A y China, mantener el particularismo constituye un anacronismo. En este final del siglo XX, cuan­ do un satélite artificial da la vuelta a la tierra en una hora es paradójico que Europa occidental mantenga las viejas fronteras de la época del caballo. P a­ ra que E uropa occidental, primer exportador mundial, sea una primerísima potencia económica, tecnológica, cultural y de defensa, tiene que borrar sus microfronteras con el socialismo y con una misma moneda y una misma fron­ tera continental. Sólo así ella podrá hablar de igual a igual ante la URSS y USA, dejando de hacer la política del asno de Buridán, vacilando entre la "finlandización" ante la primera y la inmovilización bajo el "paraguas nuclear" del segundo.

No hacemos la apología del gigantismo económico porque sí, sino que pensamos, por otra parte, que en la sociedad industrial avanzada debe haber un paralelo progreso político, social y cultural con su progreso económico y tecnológico. E n este sentido, es paradójico que estemos inmersos en una gran revolución científico-tecnológica; pero, contradictoriamente, nos hemos estancado en un conservadurismo político semánticamente de derecha o de izquierda, pero objetivamente sin muchas diferencias notables. Hay, pues, que poner en concordancia la política y la economía sobre lodo en E uro pa occidental balkanizada en el Eslado-Nación, pues umUa puede ser todo y di­ vidida, nada; incapaz así de alcanzar, plenamente, la tercera revolución in­ dustrial, que es el gran desafío de comienzos del siglo XXI, no sólo para E u ­ ropa, sino para los países del T ercer M undo, congelados en la segunda revo­ lución industrial, sin poder alcanzar la tercera agotados por una pesada deuda externa endosada por el imperialismo económico.

BIBLIOGRAFIA

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LEWIS 11. Morgan. 1 a so c ie d a d p rim itiv a . U n a o b ra fu n d a m e n ta l s o b re s o c io lo g ía , y d el o rig e n d e la fa m ilia , d e la p ro p ie d a d p riv a d a y el I \sta d o .

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M A R X , Carlos. F u n d a m e n to s d e una c rític a de la e c o n o m ía p o lític a . P a ra e x p lic a rse los m o d o s d e p ro d u c ­ ció n d e b e s e r le ido, c o n e sp e c ia l a te n c ió n , e l c a p ítu lo titu la d o : " F o rm a s p re c a p ita lis ta s d e la p ro d u c c ió n y tip o s d e p ro p ie d a d " . P a ra a c la r a r e l m o d o d e p ro d u c c ió n a s iá tic o , e l te m a “S u c e ­ sió n d e fo r m a s e c o n ó m ic a s d e la s o c ie d a d " , h a y q u e ir a lo s " G ru n d is s c " . to m o II

EN G ELS, Federico. O rig e n de la fam ilia, de la p ro p ie d a d p riv a d a v del F s l a d o . S e tr a ta d e u n a o b r a s o c io ló g i­ ca, si b ie n e s u n a s ín te s is d e la s o c ie d a d p rim itiv a , d e F c w is 11 M o rg a n ; a u n q u e F 'ngels a d ic io n a f a c to r e s s o c ia le s y e c o n ó m ic o s n u e v o s y u n a v isió n d ia lé c tic a d e l p ro c e s o h is tó ric o d e la h u m a ­ n id a d .

LENIN, V. I. Fl d c n rro llo del c a p ita lism o en R u sia (1 8 9 9 ) y C a n a a los tr a b a ja d o r e s de P c te r s h u r y n . I n d iclv « a b ajo s 1 .en in , a b o r d a p ro b le m a s re la c io n a d o s c o n e l m o d o d e p ro d u c c ió n a siá tic o , q u e c o n c ie r n e n , e n c ie rto m o d o , m á s al s ta lin is m o q u e a l s o c ia lis m o , p a ra d ó jic a m e n te .

G O D E L IE R , M S o b re el m o d o d e p ro d u c c ió n a s iá tic o . C o n tie n e u n a b re v e a p o rta c ió n d e l a u to r, co n \ a ria d a d o c u m e n ta c ió n , s o b re e s te te m a , tr a ta d o p o r M arx , p e ro re h u id o tr a ta r lo p o r los id e ó lo ­ g o s s o v ié tic o s.

Cl IESNAUX, Jean. I I m o d o d e p ro d u c c ió n a s iá tic o . U n m a n u a l, e n co le cc ió n 70, d e IE ditorial ( ir ija lb o : e s un lib ro p o lé m ic o , sin g ra n v a lo r c ie n tífic o ; p e ro re v e la la p o sic ió n ofic ia l d el m a rx is m o s o v ié tic o s o b re e s te te m a ; H á la s e d e p o le m iz a r co n W iitfó g c l, un n ia rx isla a le m á n q u e in te n ta c o m p le ta r la o b ra d e M arx s o b re cl m o d o d e p ro d u c c ió n a siá tic o ; p e r o in d ic a n d o q u e cl s o c ia lis m o so v ié tic o e s d e s p o tis m o a siá tic o y n o so cia lism o .

W IT T F O G E L Karl. A. D e s p o tis m o o r ie n ta l. O b ra d e in v e stig a c ió n h is tó ric a s o b re el m o d o d e p ro d u c c ió n a s iá ti­ co. Su p la n te o e s q u e el s ta lin is m o y cl m a o is m o re p ro d u c e n , co n o tr a p o lític a , el tra d ic io n a l d e s p o tis m o a siá tic o , p ro p io d e un F .stad o b u ro c rá tic o , h o y c o m o a y er, p e ro e n d is tin ta s é p o c a s y c o n d is tin to s p e rs o n a je s .

C IIIL D E , Gordon. ¿ Q u e s u c e d ió en la h is to ria ? y M an m a k e s h im sc l.f. D o s lib ro s p a ra c o n o c e r e l m u n d o a n ­ tig u o , e s p e c ia lm e n te e n la p r e h is to ria co n su s c a m b io s c u a n tita tiv o s y c u a lita tiv o s , e n s o c ie d a ­ d e s p rim itiv a s d e le n to c a m b io e c o n ó m ic o , p o lític o y te c n o ló g ic o .

P A R E T O , Vilfrcdo. F o r m a v e q u i l i b r a s o c ia le s . E x tra c to d e l T r a t a d o d e S o c io lo g ía G e n e r a l. E s u n a s ín te s is s o b r e las c a u s a s q u e m o tiv a n lo s g ra n d e s e q u ilib rio s o d e s e q u ilib r io s s o c io -e c o n ó m ic o s e n la h is to ria , r e s a lta n d o el p a p e l d e las c la se s so c ia le s y d e la s "élites" d e l P o d e r; e x p o n e u n a s o c io ­ lo g ía d e s ig n o m a te m á tic o , u n ta n to a b s tr a c ta e n su m é to d o ; p e r o im p o r ta n te p o r su in te n to e n a b a r c a r la to ta lid a d d e l p ro c e s o h u m a n o h is tó ric o y so cio ló g ico .

S C I IU M P E T E R , Joscph. C a p ita lis m o s o c ia lis m o y d e m o c ra c ia . L ib ro fu n d a m e n ta l e n la e c o n o m ía m o d e rn a . Se p la n te a e s ta s in te rr o g a n te s : ¿ P u e d e s o b re v iv ir e l c a p ita lis m o ? ¿ P u e d e fu n c io n a r el s o c ia lis m o ? I f e a h í, e n c ie rto m o d o , e l a n ta g o n is m o e n tr e el O e s te y el E s te , e n tr e e l m o d e lo s o v ié tic o y el " a m c ric a n w a y o f life", sin e m b a rg o e s te lib r o p r o p o n e m á s u n c a p ita lis m o d e tc c n ó c r a la s q u e u n s o c ia lis m o v e rd a d e r o .

S C IIM O L L E R , Gustav. P rin c ip io s tic e c o n o m ía p o lític a . O b ra e n c u a tro lo m o s: u n a s o c io e c o n ó m ic a , c o n g ra n a p o r te d e m a te ria le s h is tó ric o -e c o n ó m ic o s, p a ra c o n o c e r la h is to ria d e l c a p ita lism o .

W E B E R , Adolfo. In tr o d u c c ió n al e s tu d io d e la e c o n o m ía p o lític a .

A p o r ta d a to s h is tó ric o -e c o n ó m ic o s d e

g ra n v a lo r p a ra u n c o n o c im ie n to d e l d e s a rr o llo d e las fu e rz a s e c o n ó m ic a s , q u e s o n fu e rz a s h is ­ tó ric a s c o n o tr o n o m b re .

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K R O P O T K IN , Pedro. I a prnn re v o lu c ió n F ra n c e sa . E d il. P ro y e c c ió n . B u e n o s A ire s 194-1. I m p o r ta n te o b ra p a ra c o n o c e r el p a s o d e l P o d e r d e la a ris to c ra c ia y el c le ro al p u e b lo c o m o s u je to a c tiv o d o la h is to ­ ria , e n el p u n to c u lm in a n te d e la R e v o lu c ió n , e x p lic a n d o lu e g o la s c a u s a s d e su d e te r io r o y la c o n s titu c ió n d e l E s ta d o b u rg u é s , u n a v e z d e s tr u id a la d e m o c ra c ia d ire c ta , el A u to p o d e r d e las m a s a s p o p u la re s .

CAPITULO I DIALECTICA DE LAS CATEGORIAS DEL PENSAMIENTO ECONOMICO

Formas de propiedad, clases sociales y modos de producción Las categorías económ icas tienen una gran significación en la historia, en la aparición y desaparición de los modos de producción, las formas de E sta­ do, las clases sociales, el desarrollo de un tipo de sociedad determ inada y, en momentos críticos, explican los antagonismos violentos, las crisis de los siste­ ma, el desorden social y, como consecuencia de ello, el estallido de revolu­ ciones sociales, a fin de cambiar un modo de producción anacrónico por otro nías concordante con el desarrollo de las fuerzas productivas y las nue­ vas relaciones sociales. Por ejemplo, la transformación de la economía de consumo directo, con escaso aporte de mercancías al mercado, cuando llegó la economía en dine­ ro desenvolvió la ley del valor de cambio de los productos transformados en mercancías, desarrollando así la civilización urbana a expensas de la rural. Así las cosas, saliendo de la E dad Media, se crearon las ciudades y con ellas emergió la burguesía como nueva clase (industrial, mercantil y financiera), cada vez más poderosa que la aristocracia feudal, a partir de las guerras reli­ giosas de la Reforma, de la Revolución Inglesa de 1648 y de la Revolución Francesa de 1789-93, en que la burguesía desplazó del poder a la nobleza feudal, estableciendo el capitalismo como m odo de producción dominante. Al ir pasando por la forma dinero, en el mercado, toda una serie de pro ­ ductos, que antes se consumían directamente y locamente, se fue constitu­ yendo la economía nacional y con ella el Estado (nacional), burgués. E n este orden de ideas, lo económico desarrolló lo político. A su vez, una economía predominante basada en el valor de cambio tenía que producir un derecho mercantil, político, civil y penal distinto de la vieja sociedad esclavista o feu­

dal. Por otra parte, la burguesía, clase liberal, a partir del Renacimiento y de la Reforma, en que se encumbra en el Poder, crea una filosofía separada de la teología, pues el gran cambio económico y social tiene que hacerse a ex­ pensas del clero y de la aristocracia, derrocando la m onarquía absoluta, ahorcando o guillotinando a monarcas como Carlos I, de Inglaterra y Luis XVI, de Francia. La mercancía generalizada, en forma dinero, y el desarrollo de la indus­ tria que fabricaba las armas de fuego, constituyeron el poder de la burguesía, ya que los señores feudales, atrincherados en sus castillos campestres, se fue­ ron quedando aislados de las ciudades donde se fabricaban los cañones que rom perían sus puertas y murallas. E n este sentido, el advenimiento de una nueva clase con nuevas doctrinas económicas y políticas —hasta que 110 haya un socialismo autogestionario universal que supere a todas las clases —, resi­ de en el hecho de que la nueva clase controle la propiedad privada o estatal por medio de un Poder de clase, del cual se excluye a las clases desposeídas de esa propiedad que asalaria al pueblo trabajador como productor de plus­ valía. Los cambios de la infraectructura económica determinan, en cierto m o­ do, las transformaciones en la superestructura política, en el devenir dialccico de la historia, Por ejemplo, cuando no hay alternativas para salir de una crisis económica y social, porque la clase dominante interfiere con sus egoís­ mos el desarrollo de las fuerzas productivas, se crean condiciones revolucio­ narias para que el pueblo la desplace del poder porque frena con sus intere­ ses privados el desenvolvimiento económico, tecnológico y cultural de la so­ ciedad. Entre los países como entre las clases, cuando no es posible el progreso — cuando cada año que viene es peor que el que se va, cuando otros países prosperan económicamente y otros retroceden como en el caso, por ejem ­ plo, de Japón en avance y U SA en retroceso —, es que algo tiene que cam­ biar superando las viejas estructuras económicas y sociales que impiden el desarrollo tecnológico y el crecimiento económico. En este orden de ideas, la vieja Europa, que casi no reproduce su población, pues va teniendo más viejos que niños, es porque algo falla económica, política y socialmente en el sistema vigente: burgués obsoleto. La cantidad de contradicciones económicas y sociales, cuando se juntan sus determinaciones negativas, transforma las fuerzas económicas en fuerzas históricas revolucionarias propendiendo a un cambio inaplazable, aunque a ello se opongan viejas ideologías, religiones, morales, estamentos jurídicos, fuerzas policiales y militares represivas. Cuando una nación o una clase han dejado de ser un Poder real oponiéndose al cambio revolucionario, su suerte está hcchada en la historia como en la revolución Francesa de 17S9-93; en Rusia, en 1917; en España, en 1936-39. U n sistema económico viciado en que aumenta la inflación, disminuye el ahorro y la inversión, las clases parasitarias derrochan el excedente cconómi-

co, un Estado caro y malo aumenta los impuestos y el déficit público, en que aumentan las deudas con el extranjero sin poderlas pagar —cuando las arcas del banco central se quedan sin divisas, cuando aumenta la desocupación hasta constituir un ejercito de parados, cuando lo que produce el impuesto, por ser excesivo, impide que se siga produciendo, cuando lodo esto y otras cosas negativas sucede —, es que la hora de la revolución social ha llegado. Se dirá que las conciencias se han soliviantado, que el pueblo se ha rebelado, pero la realidad es que la sociedad no p uede caer en una crisis total ya que, para no llegar a ese extremo, ella, como si tuviera una voluntad colectiva, se lanza al cambio de régimen económico, político y social por la vía de la revo­ lución, necesariamente. U n a sociedad no puede seguir perdiendo sus tuerzas productivas hasta un total agotamiento: la humanidad, si desperdicia económicamente lo que ha creado, dejando a millones de obreros sin trabajo tan sólo p orqu e los in­ tereses de las clases dominantes se oponen al interés general de los pueblos, cae en una crisis total de la cual, necesariamente, surge la revolución liberta­ ria. E n tales situaciones —ya sea en régimen de democracia burguesa o de socialismo de E s t a d o — se crean condiciones objetivas y subjetivas revolucio­ naria. Y si la revolución no es posible, porque las clases dominadas no se re ­ belan debido a sus malos dirigentes, entonces lo que no haga la Revolución puede hacerlo el aumento de la mortalidad de la población, como está suce­ diendo en muchos países del Tercer Mundo.

DIALECTICA DE LAS CATEGORIAS S O C IO E C O N O M IC A S Las formas sociales responden a las categorías económicas que les sirven de base estructural: la esclavitud es el contenido substancial de la Antigüe­ dad; la servidumbre, de la E d a d Media; el trabajo asalariado, de la sociedad capitalista; el capital socializado supone el socialismo de autogestión que de­ saliena al trabajador del patrón privado y del Estado-patrón. E n la com una libertaria en que la industria (obrero), la agricultura (cam­ pesino), la técnica y la ciencia (el intelectual) y la autodefensa (milicia) 110 están separados sino juntos en la misma Comuna —sin que el intercambio de sus servicios y bienes tomen la forma de mercancías —, hay socialismo li­ bertario. Si separamos estos sectores económicos, bajo una división burocática del trabajo o forma de propiedad individual o estatal, los intercambios de bienes y servicios, necesariamente tendrían la forma de mercancías y, obligadamente, pasar por la forma dinero. La desalienación del obrero tiene que realizarse, no en el koljós, en el sovjó s o en la em presa nacionalizada (capitalismo de Estado), sino en la economía libertaria, basada en que los productores, libremente asociados, constituyan empresas de autogestión o

sociedades de derecho público que dirigen la producción, el consumo y la distribución, teniendo en cuenta los intereses de la Sociedad, no los del indi­ viduo, de una corporación privilegiada o del Estado propietario de todo y de todos. Cada época tiene sus categorías económicas: no son eternas sino históri­ cas; perecederas, a pesar de los economistas burgueses o tccnócratas del E s ­ te y del Oeste; pues éstas determinan los grandes sistemas económicos y so­ ciales de la humanidad. Estas categorías podrían ser enunciados, con su ca­ racterización historico-socioctonómica, en la forma siguiente: C U A D R O H IS T O R IC O D E C A T E G O R IA S E C O N O M IC A S, SO CIA LES Y POLITICAS: M odos de producción: Clases principales: Sub-clascs o Interclases Plebeyos —Clientes Amos —Esclavos Esclavismo Jerarquías — Siervos Proletariado —Artesa Despotismo Asiático nos Feudalismo Burócratas Señores —Siervos Oficiales —M aestros Campesinos —T e rra te ­ Burgueses —Obreros Capitalismo nientes Burócratas —O breros T ccnócratas —Koljo­ Socialismo de estado*-1^ sianos No hay clases No hay clases Comunismo Libertario (]) Es un régimen de transición (¿al comunismo?), pero ello puede ser imposible, si la burocracia y la tecnocracia se constituyen en casta dominan­ te. E n el socialismo de Estado, la burocracia es más bien una casta que una clase, y tiende a crear un modo de producción estatista con sus correspon­ dientes clases dominantes y dominadas. Vemos, pues, que a cada modo de producción corresponden estructuras de clases correspondientes. Históricamente, cuando la producción y la dis­ tribución de un sistema se transforman, su orden de clases queda, a su vez, cambiado social y económicamente. Por ejemplo, la esclavitud apareció cuando el hombre podía producir más de lo necesario para su mínimo sus­ tento diario, es decir, cuando tuvo un excedente económ ico. un fondo de re­ serva, un capital, para alimentar al esclavo y hacerlo trabajar obteniendo asi un beneficio económico, un tiempo de ocio para el amo que era, a su vez, de sometimiento para el esclavo. Las culturas del bronce que establecieron la esclavitud, tenían una eco­ nomía de reserva de la cual habían carecido los hombres del paleolítico, alie­ nados por la naturaleza, diariamente en busca de su sustento, cazando, pes­ cando, recogiendo frutos naturales. La economía sedentaria agro-artesana dio base a la utilización de la mano de obra esclava procurada por prisionc-

ros hechos en las guerras de conquista. La alienación del esclavo constituía asi la dcsalicnación del amo que podía ser feliz p orque cl esclavo era infeliz. La parte de sobretrabajo o piuslrabajo que debaja cl esclavo, luego de p ro ­ ducir para su sustento, se la apropiaba cl amo, liberándose así del trabajo para ejercer cl poder del Estado contra aquél. Los filósofos griegos fueron partidiarios del esclavismo porque p e rte n e ­ cían a una división del trabajo que los incluía en las clases opresoras y explo­ tadoras. E n Grecia, unos eran libres porque otros eran esclavos; lo hum ano y lo inhumano surguían así lo uno de lo otro, cuando no hay socialismo, cuan­ do cl hombre no es libre o pertenece a otro hombre, cuando la sociedad no es libertaria sino sometida al Estado autoritario. El paso del esclavismo al feudalismo se operó históricamente como cam ­ bio en cl m odo de producción, cuando la productividad del trabajo se elevó a mayores niveles que los de la sociedad antigua; cuando cl molino hidráuli­ co sustituyó al molino de mano accionado por esclavos; cuando las ciudades grcco-latinas, basadas en el trabajo esclavista, fueron despoblándose en b e ­ neficio del campo. Así, cuando cl feudalismo deshizo la economía urbana, se llevó los oficios al borde de los castillos, arruinando la cultura de las ciuda­ des antiguas grcco-latinas, pero transformando cl trabajo esclavista en traba­ jo servil. El cristianism o —como ideal anticsclavista— surguió de la desintegra­ ción social, moral y económica del mundo antiguo: exactamente ahora el so­ cialismo es cl paso histórico necesario sobre un capitalismo anacrónico — tan inoperante como cl esclavismo frente al feudalismo, como cl feudalismo ante cl capitalismo —, pues los modos de producción no cambian hasta que su progreso se transforma en retroceso, haciendo entonces la revolución lo que no puede hacer la evolución socio-cconómica detenida. A hora bien, después de tantas "revoluciones socialistas", hechas luego de la segunda guerra mundial, cl m odo de producción soviético no ha cambiado las cosas más que en la forma, pero no en cl fondo, ya que el obrero sigue siendo asalariado, sin participación en la empresa estatal lo mismo que en la empresa privada, puesto que, en ninguna de las dos, tiene participación: ni en su gestión, ni en la distribución del excedente económico. Y es que un modo de producción no cambia sustancialmcnte cuando se confunde, como en cl Este, la revolución estatal con la revolución social: una, sólo cambia, co­ mo en el primer caso, la clase dominante en cl Poder; otra, cambia la in­ fraestructura económica, tecnológica y social y la superestructura política y jurídica, colocando al pueblo —mediante la democracia d ire c ta — como cl protagonista de la política y de la historia: sin Partido único, sin E stad o-Pa­ trón, sin KGB, sin planificación centralizada. Sólo, pues, cambiaría cl modo de producción de capitalismo privado o de Estado a socialismo de autoges­ tión, sin burguesías monopolistas y sin burocracias totalitarias, instaurando

una sociedad libertaria, que definitivamente supere el capitalismo

ANTAGONISMOS: CAPITALISMO Y SOCIALISMO El modo de producción feudal duró unos diez siglos. Las clases durante el feudalismo se quedaron petrificadas: el mundo parecía estático; la Iglesia y la nobleza eran la clase dominante; lodo parecía eterno bajo el poder espi­ ritual y material de los clérigos y los señores. Pero la burguesía, las c orpo ra ­ ciones y los siervos derrocaron el poder de los señores feudales, justamente porque la historia se planteaba lo que puede resolver: convertir a los b urgue­ ses en clase dominante; a las oficiales y aprendices, en obreros y empresarios libres; a los siervos, en propietarios de las tierras, como sucedió en la Revo­ lución Francesa de 1789-93. La transformación del aprendiz y el oficial en obrero, bajo el sistema del trabajo asalariado, requirió un progreso económico y tecnológico realizado en tiempos de la alta E d a d Media, en las ciudades libres, no sometidas a la férula de los señores. El desarrollo de la producción m anufacturera, la utili­ zación de la fuerza idráulica, la ampliación del comercio nacional e interna­ cional, la circulación de las mercancías y la creación de la economía en dine­ ro, crearon relaciones de producción tcndcncialmcntc favorables al modo capitalista de producción y desfavorables al modo feudal. La ley de la cantidad que transforma la calidad, avanzando hacía cambios capitalistas, transformó, de buen grado o por la fuerza, el feudalismo en ca­ pitalismo. Como ningún nuevo régimen se establece por generación espontá­ nea o por convicción de las clases dominantes para su autodisolución, resulta que, en la historia, las ideas que no se arman nunca triu n fa /; por más herm o­ sas que éstas fueren etica, jurídica, económica, política y socialmcntc. La burguesía se entronizó en el Poder mediante las revoluciones euro­ peas que crearon formas económicas, sociales y jurídicas apropiadas para el desarrollo capitalista. En adelante, el capitalista no tendría contra él el freno de los gremios o de ios señores; pues el obrero era libre de vender por un sa­ lario su fuerza de trabajo. Al abolir el régimen de los gremios, Turgot abría así perspectivas sociales, jurídicas y económicas para el capitalismo: el o bre­ ro, temporalmente, podía venderse, alquilar su fuerza de trabajo, dejar un sobrelrabajo (plusvalía) en beneficio de su patrón, sin lo cual no podría exis­ tir el capitalismo, régimen de explotación del trabajo ajeno no pagado. Pero este sistema económico, en el siglo XX, hace ya de freno al desarro ­ llo de las fuerzas productivas, creadas por él mismo. Consecuentemente, se impone la instauración del socialismo; pues ya hay riqueza suficiente como para realizar el paso histórico necesario hacia una sociedad sin clases en una sociedad libertaria. Consecuentemente, para que triunfe lo humano hay que recurrir a la vio­ lencia revolucionaria para suprimir las clases, los antagonismos sociales, las guerras nacionales, lodos los conflictos derivados de una sociedad conlradic-

loria en que unos son oprimidos y otros opresores, unos explotados y otros explotadores. Como la sociedad no socialista es antagónica, dividida en cla­ ses, para resolver este confliclo hay que haccr la revolución social em plean­ do la violencia como instrumento de liberación del pueblo trabajador. El revolucionario —que es altruista por vocación, convicción y tem p era­ m e n to — tiene que darse a los demás; salvar al pueblo y a la sociedad que clama justicia; pero tiene que haccr uso de la acción (violencia), de lo inhu­ mano, justamente para que triunfe lo humano. El revolucionario no es re s­ ponsable de que tenga que resolver un confliclo heredado de clases; pues ello proviene, dialécticamente, de la injusta estructura de clases de la socie­ dad dividida en opresores y oprimidos, en patrones y obreros. Las categorías bien y m a l —en tal c a so — son contenidos antagónicos. Así las cosas, el revolucionario para salvar a los más esta obligado a perjudi­ car a los menos: las minorías privilegiadas que intentan parar el progreso socio-económico en beneficio de todos, sólo por salvar sus intereses sórdidos mediante una economía de escasez permanente, para que suban los precios y bajen los salarios a fin de mantener un régimen social antágonico, injusio y amoral. El revolucionario —que lo es de v e r d a d — sabe que cumple una misión histórica para emancipar a la humanidad. Nada ni nadie debe arredrarlo en el cumplimiento de su deber para redimir a las masas oprimidas. Las revolu­ ciones sociales desde el csclavismo al feudalismo, desde el feudalismo al ca­ pitalismo y desde el capitalismo al socialismo, se han hecho —histórica y n e ­ cesariam ente— por "la violencia como partera de la historia"; jamás con la "coexistencia pacífica" entre lo que tiene que caer y lo que le va a suceder; pues la necesidad histórica enseña que no se debe ser reformista en épocas de tensión histórica; hay que ser revolucionario.

DIALECTICA DE LAS FUERZAS PRODUCTIVAS Los comunistas occidentales obsecuentes con el P.C.U.S. no perciben con agudeza revolucionaria, que vivimos en una época revolucionaria no convergente con los privilegios de la burocracia rusa. Las fuerzas históricas exigen, sin pérdida de tiempo, un socialismo libertario a escala planetaria, para poder dirigir el progreso atómico, la automatización del trabajo, la mundialización de la economía y la producción social sin la cual el capitalis­ mo puede degradarse al infinito, produciendo millones de muertos con las guerras entre las burguesías nacionales o entre las burocracias del Este y las burguesías del Oeste. Y las crisis económicas podrían ser tan mortíferas como las guerras, sin superarlas con la Revolución Socialista, autogestionaria y libertaria. E n este orden de ideas, dice Engels:... "las últimas causas de lodos los cambios sociales y de todas las revoluciones políticas no deben ir a buscarse

en la cabeza de los hombres ni en la idea que ellos se form en de la verdad eterna ni de la eterna justicia, sino en las transformaciones operadas en cl régimen de producción c intercambio; dicho en otros términos, han de ir a buscarse, no en la filosofía, sino en la economía de la época de que se trate. C uando arraiga en los hombres la conciencia de que las instituciones socia­ les vigentes son irracionales c injustas, de que la razón se ha tornado en sin­ razón y la bendición en plaga, ello no es más que un indicio de que en los métodos de producción y formas de intercambio se han operado, callada­ mente, transformaciones con las que ya no concuerda cl orden social, corta­ do por cl patrón de condiciones económicas diferentes. Con lo cual, dicho se está que en las nuevas condiciones de la producción tiene que contenerse ya — más o menos desarrollados— los medios o elementos necesarios para p o ­ ner término a los males descubiertos. Y esos medios no han de sacarse de la cabeza de nadie, sino que es la cabeza la que tiene que descubrirlos en los hechos materiales de la producción, tal y como los ofrece la realidad" (1). E l marxismo revolucionario es opuesto al oportunismo político practica­ do, por los soviéticos, obsesionados por llegar a un acuerdo de convivencia internacional con los capitalistas occidentales, supeditando los partidos co­ munistas de Occidente a las convivencias nacionalistas de la política exterior soviética, en busca de un acuerdo permanente con los Estados Unidos. Tal política es chovinista, opuesta al marxismo no adulterado que plantea, como uno de sus objetivos fundamentales, que cl socialismo no es posible sin la propiedad social. La incomprensión o revisión del marxismo ha llevado a los soviéticos a un narcisismo político: creen estar en cl socialismo cuando se han estancado (por mantener los intereses de la burocracia) en cl capitalismo de Estado, en un inmovilismo político tras cl cual se esconden los privilegios de clase de la "Nomcnklalura", nueva oligarqía rusa opuesta al socialismo autogestionario.

ECONOMIA: DEFINICIONES Y CONTRADICCIONES L a economía política, a pesar de los miles de libros que se han editado sobre esta materia, no ha encontrado definiciones exactas sobre su objeto y método, justamente porque sus leyes y categorías no son eternas sino transi­ torias, históricas, mientras la humanidad esté dividida en clases sociales an­ tagónicas, en naciones rivales, y la base de la sociedad esté constituida por la propiedad privada o estatal de la tierra y del capital, en beneficio de oligar­ quías o de burocracias, que oprimen al pueblo trabajador. Se ha definido a la economía política como la ciencia que estudia la ri­ queza; pero ello no dicc nada; pues tal definición es muy genérica, un tanto abstracta; ya que oculta las contradicciones mediante cl razonamiento abs­ tracto. E n cl fondo de las cosas, analíticamente, aparecen las contradiccio­ 1

E n g c ls , I ' A n li-D O h rin g . p . 272.

nes tanto en el mundo físico como en la sociedad, cuando ésta está dividida en clases sociales antagónicas en cuyo conflicto base reside la apropiación privada de la riqueza y la desposesión de los trabajadores. La evolución de la economía feudal hacia la economía capitalista —des­ de la alta E d a d M edia pasando por el Renacimiento y la R e f o r m a — creó condiciones sociales, económicas y políticas para el desarrollo del capitalis­ mo, como modo dominante de producción, que habría de quedar instaurado después de la Revolución Inglesa de 1648, de la Revolución Francesa de 1789-93 y de las Revoluciones europeas de 1848. Bajo el régimen de los gremios, la Economía política se fue constituyen­ do, empírica o prácticamente, sin elaborar difiniciones y leyes, que habrían de ser enunciadas más tarde, cuando el capitalismo sustituyera al feudalismo como modo de producción, creando nuevas relaciones jurídicas, nuevas cla­ ses, nuevas formas de Estado; pues la infraestructura económica de una so­ ciedad determina sus formas jurídicas y políticas o la superestructura que le es correspondiente. El descubrimiento de América, los viajes de navegación interoceánicos, crearon las bases del comercio mundial, con más amplitud que durante las civilizaciones mediterráneas de la Antigüedad. El oro y la plata de America determinaron en Eu rop a la revolución industrial de alza de los precios. El aumento de la circulación del oro y de la plata, aceleró la acumulación de bienes (bajo forma de mercancías), al par que se proletarizaban amplias ca­ pas de siervos, de aprendices y oficiales, que se fueron convirticndo en obre­ ros asalariados. El capitalismo, al am paro de su estructura económica y social se impuso, lentamente dentro del feudalismo, como nuevo régimen de producción, más propio de la economía urbana que rural. A la caída del régimen feudal, las leyes económicas, que lo determinaron, no eran válidas ya para el capitalismo. Por eso las leyes económicas no son eternas (como las del universo), sino perecederas transitorias: su validez ob­ jetiva e histórica se limita a la sociedad en la cual se han desarrollado o im­ puesto; pero más allá de ella son historia de la economía política en cuanto a su evolución y transformación. La ley de la competencia mercantil, ley fundamental de la economía bu r­ guesa liberal, no tendría validez en el comunismo autogestionario. Con p ro ­ piedad universal las leyes de la economía capitalista, salvo la ley del valor de cambio (en forma parcial), no rigen del mismo modo que en la economía co­ munitaria donde comienza a ser superada la economía mercantil, basada en el dinero, ia mercancía y la desigualdad económica entre los hombres. Como la economía política es una ciencia que está en el devenir: sus le­ yes. categorías y determinaciones no son eternas, sino históricas. Los econo­ mistas burgueses consideran el capitalismo en tanto que régimen im perece­ dero, eterno o definitivo; no pueden asi definir la economía política que es —según la dinámica de sus categorías— una ciencia histórica, dependiente

de los modos de producción transitorios que pasan por la historia de la h u­ manidad. H em os visto, en el cuadro de las categorías de los modos de p r o ­ ducción, el paralelismo existente entre ellos y las clases sociales que les son correspondientes, para esbozar así una socio-economía. La acción del dcvenirhistórico, que transforma una sociedad en otra, crea una nueva síntesis, que las contiene y supera en una fase socio-económica más elevada. Tal es el movimiento dialéctico de las categorías aconómicas, de las contradicciones sociales en la dinámica de la historia, en que todo p a ­ rece tomar planos de mayor perfección, incluso el E stado soviético y su b u ­ rocracia, que se presentan antidialécticamente como la identidad consigo mismo, sin devenir ni contradicciones, pero la URSS no es siempre la misma desde Lcnin a Gorvachov. E l movimiento dialéctico de las categorías económicas (que ha escapado al entendimiento de la mayoría de los sociólogos, los políticos y los econo­ mistas), ha creado definiciones abstrusas de la economía política precisa­ mente porque éstos quieren ocultar el carácter transitorio de la sociedad burguesa o burocrática, ocultando la plusvalía (trabajo ajeno no pagado) so­ bre el cual reside el modo capitalista de producción, (privado o de Estado). E n sus orígenes la economía política recibió su nombre del economista francés, Antonio de Montchretien que, hacia 1616, escribió una obra titula­ da: Tratado de econom ía política, una primera definición y programación de esta materia. 1 A tenor con la inflación de los precios y de la revolución industrial eu ro ­ pea, que siguió al descubrimiento de América, el italiano Antonio Scrra, an­ ticipándose a Montchrétien, trató temas de economía política en su obra: De las causas que pueden hacer abundar el oro y la plata en los reinos en que no h a y m in a s; en función de cuatro factores: la calidad de la población, el co­ mercio y la política del soberano, según este autor. Hacia 1758, el doctor Quesnay, medico de Luis XV, creó un círculo de estudios económicos: sus miembros se nominaban economistas. Con una vi­ sión amplia de la política económica, a cerca de la composición y distribu­ ción de la renta nacional, Quesnay publicó un famoso libro: E l cuadro econó­ mico-, todavía éste es un estudio modelo en materia de distribución y p ro ­ ducción de la renta nacional; pues aparecen la población productiva c improductiva dialécticamente contradictorias. La ciencia económica se constituyó, teóricamente, con la aparición del li­ bro de A dam Smith: Investigación sobre la naturaleza y las causas de la rique­ za de las naciones. Esta obra definió la economía política como ciencia: le aportó su base teórica fundamental. Con razón se ha considerado a Smith el "padre de la economía política", al definirla como la ciencia de la producción el cam bio, la distribución y el consum o. ' Com pletando el pensamiento de Smith, David Ricardo (1772-1823) p u ­ blicó un importante libro: Principios de econom ía política. Esta obra comple­ ta el ciclo de la economía burguesa con el aporte de la teoría de la renta de

la tierra y ampliación de la ley del valor-trabajo de los productos, tomados como base del valor económico cl tiempo de trabajo medio social exigido p a ­ ra producir una mercancía. Se ha definido la economía política como la ciencia que trata de la p r o ­ ducción, repartición y consumo de los bienes, al decir de Jcan Batiste Say (1767-1832). Como esta trilogía de valores o categorías era insuficiente, se le añadió una tercera: la circulación de las riquezas. E n la economía capitalista, los productos son en utilidad similares a los de las sociedades esclavista y feudal; pero difieren, en gran medida, de esas sociedades en que ahora casi todos los bienes y servicios son mercancías. U n a mesa es ahora como en la sociedad esclavista, una mesa; pero ahora tie­ ne que pasar en gran parte por la forma dinero, mientras que en la Grecia de Pcriclcs, posiblemente era un artículo de consumo directo, fabricado por los esclavos para su amo, no tanto para intercambio como mercancía, no pasan­ do así, necesariamente, por la forma dinero. El objeto de la economía política es tratar las leyes que rigen la produc­ ción, cl consum o, la distribución y el cam bio de los productos del trabajo hu­ mano; pero en un régimen basado en la propiedad privada o estatal de los medios de producción, en la producción para cl mercado. Ello es válido sólo para cl capitalismo privado o de Estado, no para cl comunismo libertario, donde no todos los bienes y servicios son mercancías pasando por la forma dinero y conteniendo plusvalía,condiciones del capitalismo, pero no de una sociedad libertaria

DINAMICA DE LAS CATEGORIAS D e las indicadas categorías de la economía política burguesa dos son de cantidad de bienes; dos de limitación de los mismos, en función de las clases sociales, es decir, de la cantidad de dinero que cada clase reciba, para desi­ gualmente retirar bienes y servicios en cl mercado. H e aquí un cuadro eco­ nómico de las categorías de la economía burguesa, de sus contradicciones y limitaciones. C A T E G O R IA S CU A N T IT A TIV A S Y C U A LIT A T IV A S D E L PR O C E S O E C O N O M IC O De Cantidad: D e Limitación: P R O D U C C IO N CAM BIO C O N SU M O D IST R IB U C IO N D IN E R O CLASES (para la distribución desigual (división del trabajo: de la riqueza) manual, intelectual)

La producción es relación entre cl hombre y la naturaleza. El hombre es

un ser de necesidades fuera de el, en el mundo exterior, en otro. Ello consti­ tuye el secreto de la alienación económica, de la contradicción entre el hom ­ bre y la naturaleza, que deberá ser superada con la economía social de auto­ gestión basada en la propiedad social. Sólo el trabajo puede satisfacer las necesidades humanas mediante la modificación de la naturaleza por los hombres a fin de obtener los productos primarios suministrados por ella, que deben ser transformados hasta ser ca­ paces de satisfacer necesidades humanas. El trabajo humano, ejercido sobre el objeto bruto, es algo ineludible para el sujeto, si quiere satisfacer sus nece­ sidades: un hombre puede haccr cualquier cosa, menos dejar de producir bienes para asegurar su vida y continuarla. En la acción del hombre contra la naturaleza, el trabajo (aspecto objetivo) produce un reflejo subjetivo en su conciencia: como el hombre trabaja y produce así piensa; como transforma a la Naturaleza así cambia su propia naturaleza, mediante energía mecánica abundante, una alta productividad del trabajo (cibernética o ccfalización de las máquinas), una sociedad que ponga la riqueza en com ún autogestionariamcnlc, a fin de superar las alienaciones y contradicciones inherentes al capi­ talismo privado o de Estado; el hombre así se hace libre. El movimiento de las categorías producción, consum o, cam bio y distribu­ ción significa cuatro fases de la actividad económica del hombre. E n las ca­ tegorías de cantidad: producción y consum o, la primera aparece como el punto inicial; la segunda, como punió final; la distribución y el cam bio se si­ túan en el centro de esos puntos, limitando las cantidades que debe consum ir cada clase social, según los ingresos monetarios (cambio), que fijan el desi­ gual nivel de bienes y servicios: distribución ente ricos y pobres. E n una so­ ciedad dividida en clases, que tenga como base la propiedad privada o esta­ tal y la desigualdad entre los hombres, estos en tanto que productores fabri­ can objetos; pero como consumidores desiguales tienen acceso a un limitado número de ellos; o sea, no consumen en razón de sus necesidades fisiológi­ cas, sino de sus ingresos monetarios: sueldos, salarios, rentas, intereses, ga­ nancias, etcétera, lo cual es peculiar del capitalismo. La categoría producción, aunque parezca un concepto general económi­ co, tiene, en una economía individualista o cstatista, un contenido de clase; pues sólo son productores los desposeídos; los esclavos lo eran en el mundo antiguo; los siervos, maestros y oficiales, en el feudalismo; los obreros y los campesinos, en el capitalismo privado o de Estado; pues la producción, en una sociedad dividida en clases, es siempre el objeto de las clases económi­ camente débiles o asalariadas, de los proletarios o desposeídos; y el gran consumo, sin producir, es para los privilegiados: burgueses o burócratas. La distribución (que no añade cantidad de bienes) es la ocupación de los comerciantes que suelen cargar, en algunos países, hasta el 50% más sobre el costo de producción de las mercancías, constituyéndose así los m ercade­ res en una clase parasitaria, inerciante del desarrollo económico, participan­ te de la plusvalía.

E l cam bio (que tampoco produce bienes materiales) es facilitado por los empleados bancarios, las comunicaciones y los transportes. Sólo la forma di­ nero, la mercancía y la propiedad privada, dan al cam bio una estructura que, en cierto modo, limita la producción; pues con capitalismo privado o de E s ­ tado se consume en razón directa del dinero que cada clase posee. Los que no trabajan y controlan la riqueza, no tienen limitación en su consumo, mien­ tras que los obreros y los campesinos no pueden consumir en razón de sus necesidades, porque el cam bio (su salario, poco dinero) determina su escasa participación en el reparto (distribución de bienes). El co nsum o queda escindido de la producción por la limitación que esta­ blece el cambio: disponibilidades monetarias desiguales de cada clase; en definitiva, esto determina que cada clase social sea desigual como consumi­ dora: distribución diferencial o de clase, dando más dinero a la burguesía y a la burocracia que a los obreros y campesinos. Bajo el modo capitalista de producción, la distribución indica en que p ro ­ porción el individuo participa en el reparto de la riqueza social. Ello prueba que, en toda sociedad de clase o de consumo desigual, la forma m oneda y la m crcanncía no pueden ser abolidas, ya que justifican la existencia de una población improductiva; en el capitalismo, en forma de burguesía o aristo­ cracia; en el capitalismo de Estado, en tanto que burocracia supernum era­ ria: ("Nomcnklatura" política, militar, sindical y tecnocracia). La propiedad estatal o cooperativa (koljoses) no se presta al desarrollo de una autentica economía socialista, cuyos primeros pasos firmes son d a ­ dos, en cambio, mediante la autogestión donde, por lin, comienza una nueva sociedad libertaria, no sometida a la alienación económica derivada del feti­ chismo de la mercancía, del capitalismo privado o de Estado. Mientras exista la m ercancía fijará, por medio de la m oneda, el límite de la cantidad de bienes y de servicios a consumir por cada clase social o por cada corporación, tanto con capitalismo privado como de Estado; pero más desigualmente el reparto con el primero que con el segundo. Ello implica, necesariamente, la existencia del Estado como aparato re ­ presor, para imponer un reparto desigual económico en razón de la cantidad de dinero asignado a cada uno de tos niveles sociales de vida. La URSS no escapa a esta dialéctica de los antagonismos de clase, mientras no pase a for­ mas autogestoras socialistas de producción, consumo, cambio y distribución: no sometidas ya a la alienación económ ica, al mundo mágico de la m ercan­ cía, que hace de la sociedad soviética, no una sociedad socialista, sino un ca­ pitalismo de Estado. Por la producción, los soviéticos parecieran socialistas, ya que no existe la propiedad privada sino la estatal, pero por la distribución, habiendo grandes diferencias de consumo entre obreros y burócratas, resul­ ta evidente que la URSS, en materia de reparto, no es un país socialista. La producción es social en el capitalismo, pero su apropiación es priva­ da. Los 750.000 obreros y empleados de General M otors trabajan cooperati­ va y solidariamente, no individualmente; pero a la hora del reparto del p ro ­

duelo del trabajo los capitalistas, sin trabajar, se llevan la parte del león. En la URSS, la burocracia y la tecnocracia retiran del consumo demasiada p a r ­ te; en consecuencia, es necesaria la existencia de un Estado fuerte (dictadu­ ra del proletariado o ¿contra cl proletariado?), para imponer grandes dife­ rencias de ingreso entre las altas jerarquías burocráticas del régimen y el ba ­ jo pueblo desposeído por cl Estado-patrón de sus medios de producción. E n Inglaterra —según las leyes impositivas vigentes— no hay ningún in­ glés que, sin hacer fraude contable al Fisco, gane como promedio más de 10 veces que cl mejor pagado de sus obreros. En este orden de ideas, en Suecia hay posiblemente más igualdad económica que en la URSS. El socialismo debe instaurarse para que la producción crezca al princi­ pio, por lo menos, un 10% por año; pero en base a elevar la tasa de pobla­ ción productiva al 60%; en la URSS sólo lo hace menos del 47%, cl 46% en Inglaterra, cl 43% en Alemania, cl 47% en Estados Unidos, cl 42% en F ra n ­ cia y alrededor del 30% de su población en los países latinoamericanos. La ociosidad, con tan bajo nivel de ocupación, es la mayor calamidad: un mal del capitalismo, del burocratismo, pero no del socialismo autogestionario que con la propiedad social sería capaz de mantener la plena ocupación de los trabajadores. U na de las mayores ventajas del socialismo autogestionario sobre el capi­ talismo privado o de E stado consistiría en que puede elevar la lasa ele pobla­ ción productiva a su máximo nivel, aunque hubiera escasez de capital. E n cl régimen comunitario de bienes pueden ser empleados lodos los hombres y todas las mujeres en edad productiva; pues termina con la comunidad autogestionaria la explotación del hombre por el hombre; toda elase y lodo privi­ legio. Al convertir en población productiva los capitalistas, los terratenien­ tes, la burocracia supernumeraria y las fuerzas armadas, la producción agrí­ cola c industrial y los servicios sociales se expanden a un ritmo superior al incremento de la producción conseguido en los países capitalistas adelanta­ dos y en los países de socialismo burocrático. Bajo cl parasitismo de las oligarquías terratenientes, de la gran burguesía industrial, del imperialismo económico, o de las altas burocracias, los países subdcsarrollados consiguen emplear en su agricultura, industrial y servicios, poco más del 30% de su población activa. I lay, pues, que distinguir, al anali­ zar la categoría producción, la producción en general de un país, las ramas concretas de la producción, los servicios inflados, la totalidad de la p roduc­ ción, para deducir así de la población productiva la población improductiva, a fin de no engañarse con cl crecimiento del producto bruto nacional, que incluye las rentas, beneficios o ingresos de la población parasitaria, según el modelo capitalista. Lo que caracteriza como modos de producción al esclavismo, el feudalis­ mo, cl capitalismo y cl socialismo no es la producción, en sí, sino cl reparto de ella: su distribución social. En este orden de ideas, cl esclavo, cl sieiro y el obrero, dentro del sistema en que producen, rccibcn alimentos y ropas, lie-

rras feudales o salarios, ingresos que sólo les permiten un nivel de vida como esclavos, siervos u obreros, mientras el a m o , el señor, el burgués o el burócra­ ta, teniendo el poder económico les faculta, discrccionalmcnlc, para repartir desigualmente la renta nacional. Así, pues, en la distribución los hombres, divididos en clases, se han permitido toda clase de actos arbitrarios, inequi­ tativos, incluso en el socialismo soviético, que es por eso un capitalismo con nombre de socialismo. El csclavismo, el feudalismo, el capitalismo, cada uno relativamente a su tiempo, sabía organizar la producción, en su período de ascenso, de explendor; pero realizaban, injusta y desigualmente, la distribución de los bie­ nes y servicios producidos, creando así contradicciones sociales para su des­ trucción política c histórica. Dialécticamente, al acercarse a su punto de declive, un modo de prod uc­ ción contradictorio (basado en la propiedad privada o estatal y en las clases antagónicas), involucra antagonismos, crisis de estructuras, luchas sociales, guerras, que paralizan económicamente su proceso de desarrollo. El divor­ cio entre la producción social y su apropiación individual o estatal constitu­ ye, en nuestra época de transición, el mayor factor revolucionario, opuesto a la "coexistencia pacífica entre las clases" y entre países imperialistas y neocoloniales, como dialéctica revolucionaria. Las contradicciones existentes entre la producción y la distribución, entre la riqueza producida y su reparto inequitativo entre burgueses y proletarios, constituyen, como motor revolucionario de la historia la lucha de clases o la guerra revolucionaria, cuando la crisis económica y social alcanza sus puntos culminantes. Si se sabe armonizar lo objetivo (fuerzas productivas en crisis, que buscan romper su envoltura capitalista); y lo subjetivo, (creación de una acción popular que mueva a las grandes mayorías hacia la Revolución), la to­ ma del Poder por el pueblo trabajador es objetivo fácil de conseguir, sobre todo, en regiones con crisis crónicas: América Latina, Africa, Asia y ciertas regiones subdcsarrolladas de E uro pa como Grecia, España, Portugal, Italia y otros países ''Cuando las condiciones sociales, que responden a un grado determ ina­ do de la producción, se hallan en vías de formación, o cuando están en tran­ ce de desaparecer, se manifiestan, naturalmente, perturbaciones en la p ro ­ ducción, aunque en distintos grados y con efectos diferentes". (1) Dialéctica­ mente, lo objetivo crea como reflejo lo subjetivo: si la economía dinámicamente es revolucionaria, la política no puede ser conformista en la dirección político-sindical de las clases oprimidas que tienen que sacudirse un régimen anacrónico, abatible por la acción revolucionaria. El sindicalismo burocrático (contemporizador) y el "comunismo" soviéti­ co se constituyen en los mejores sostenes políticos del capitalismo, en épocas de crisis, mediante la utopía de los contratos colectivos de trabajo, los fren­ 1

M arx , C. C rític a d e la e c o n o m ía p o lític a

tes populares electorales o consignas como la "ocupación de las fábricas", sin tomar el Poder para resolver definitivamente la crisis. No es revolucionario agitar "slogans" como ¡"Qué pagen la crisis los ricos"! Ello supone admitir la continuidad histórica del capitalismo, falseando la realidad, no disponiéndo­ se a elaborar un plan económico, social y político que haga marchar aulogcslonadamcnte la producción sin burgueses ni burócratas. Lo serio es decir al pueblo que no hay solución alguna sin la toma del Poder político como autopoder popular. No hay que ser reformista como las burocracias políticas y sindicales; hay que ser revolucionario en el pensamiento y en la acción, con una praxis revolucionaria (unidad de pensamiento y acción), realizando la desprofesionalización de la política mediante el Autogobierno económico, político y social, no por arriba sino por abajo, como democracia directa. La crisis económica, en el Oeste y en el Este, no se soluciona con paliati­ vos neoliberales, social-dcmócratas o con el modelo soviético ya fracasado en Polonia y otros países del Este. La crisis reside en la infraestructura de una sociedad antagónica, que se ha dcseslabilizado económica, política y socialmenle. El O este y el Este no pueden digerir ya —sin crisis económicas y sin g u e rra s— su propio progreso económico y tecnológico; pues lodo pro­ greso se torna ya en retroceso con un rearme insoportable c incontrolado. La energía atómica es una energía diabólica como bomba atómica; amenaza con destruir a la humanidad mientras existan las clases, las fronteras nacio­ nales, el imperialismo y el hegemonismo. El mundo actual está enfermo de gravedad: sufre la agonía de la muerte lenta; pero los pueblos no se atreven ahora a abreviarle, revolucionariamente, el tránsito; pues los "comunistas" se han hecho hegemonistas; los sindicalistas (burócratas), dóciles instrumentos del Estado; los imperialistas, capitalistas multinacionales. La crisis del capi­ talismo es más honda que la explicación demagógica que le dan algunos diri­ gentes con palabras de izquierda y práctica de derecha, particularmente los social-dcmócratas y dcmo-libcralcs. Hay que cambiar la forma de distribución de la riqueza, para que pueda m archar —sin crisis— la producción. Si la distribución cambia tiene que transformarse, a su vez, la estructura y el ritmo de la producción. Por ejem ­ plo, la concentración del capital industrial ha llevado la población del campo a la ciudad, como tendencia histórica del capitalismo privado o del Estado. Al contrario, la autogestión crearía las agrovillas del fururo que resolverían las contradicciones existentes entre la ciudad y el campo: serán resueltas por medio del socialismo de autogestión o un régimen político autogestionario, basado en la democracia directa del pueblo trabajador auio-organizado en su propio interés, sin líderes providenciales de izquierda o de derecha. Para suncrar la crisis económica, las luchas de clases, las guerras revolu­ cionarias, marginales o universales, a causa de una sociedad contradictoria, hay que instaurar una economía autogestionaria, federal y mundial, con d e ­ sarrollo proporcionado entre lodos los países o regiones del mundo, entre todas las ramas de la producción y de los servicios.

Tenemos que crcar la empresa de participación de los productores direc­ tos sin exploradores ni explotados, sin que los que unos ganen otros lo pier­ dan, debido a que la propiedad no es social sino estatal o particular, usando y abusando del trabajador asalariado. Así, pues, para que haya justicia social no debe haber empresarios (capitalistas) ni burocracias totalitarias enquistadas en cl Estado-patrón, sino una sociedad libertaria sin distinción de clases, castas, o razas o estamentos del privilegio, sin particularismo, imperialismo o hegemonismo. Hay que procurar la más amplia participación democrática del pueblo trabajador en cl A utogobierno de lodos, desde abajo hacia arriba, y 110 desde arriba para abajo. Sólo cl Autogobierno, teniendo como basamento la de ­ mocracia asociativa del trabajador con sus medios de producción, garantiza cl fin de la explotación de un hombre por otro, aboliendo las clases privile­ giadas: burguesías, oligarquías, burocracias, tecnocracias. El socialismo participacionisla no licnc nada en común con cl modelo soviético de capitalismo de E stado o socialismo administrativo, sino con la democracia directa de la C om una de París (1871), las colectividades liberta­ rias de la Revolución E sp a ñ o la (1036-39), y con otros modelos de A utogobier no, que constituyen no una meta ya alcanzada, sino cl comienzo de un proce­ so de realización del socialismo, que deberá abarcar un período histórico de gran alcance. Sólo así superaremos las doctrinas económicas y políticas, que no resuelven la lucha de clases, como cl modelo soviético, las doctrinas de J. M. Kcyncs o de Friedman. Para superar las contradicciones económicas y sociales de nuestra antagónica estructura económica no sirve ni cl modelo de Stalin, ni cl de Kcyncs, ni cl de Friedman, formas ya obsoletas de nco-capitalismo; pues la verdadera solución reside en cl socialismo de autogestión, que no es un paraíso, sino cl gran sallo hacia adelante y cl fin de la alienación del hombre.

PROPIEDAD, LIBERTAD Y ALIENACION La propiedad en términos dialéticos, es ella misma y otra cosa diferente en cl devenir histórico: propiedad común (comunidad primitiva); propiedad del "palcr familiac" (Roma, Grecia, etc); propiedad feudal; propiedad capi­ talista (directa, anónima, ctc); propiedad cooperaría (cooperativas);propie­ dad estatal (capitalismo de Estado, tanto en cl Este como en cl Oeste); p ro ­ piedad socialista (de la Sociedad y no del Estado); propiedad comunista (negación de toda propiedad, o propiedad universal como opuesta a propie­ dad, cooperativa o nacional, ctc.). E n la dialéctica de la historia nada pe rm a ­ nece igual a si mismo; lodo cambia, se transforma y modifica, tanto las cosas, los seres, las instituciones, las civilizaciones, las naciones, las categorías del pensamiento en función de que cl hombre cambia la Naturaleza —la exterior

a e l — para cambiar, a su vez la interior de el o su propia naturaleza humana. P ara Proudhon, la propiedad privada es producto del robo, de la pobreza social, de la escasez de bienes; pues nadie pretendería apropiarse una cosa o bien que fuera abundante; luego en el reino de la necesidad reside como antimonía la propiedad privada. U n país industrializado, con elevada productividad, aunque entrara des­ pués en la revolución socialista que un país subdcsarrollado, quizá pudiera establecer, inmediatamente, el socialismo, habiendo superado la escasez apremiante de bienes. El reino de la libertad no es posible sin ninguna limi­ tación a la voluntad humana; la necesidad económica impondría el raciona­ miento; una remuneración con arreglo a la cantidad y calidad de trabajo de cada uno; lo cual se opone la equidad económica entre los hombres, a menos que estos tengan una educación igualitarista, por convicción de conciencia y voluntad, por conciencia revolucionaria. Sin dejarse em brujar por el idealismo, Marx plantea el problema de la propiedad, del proletariado y de la injusticia social en estos términos: "La propiedad privada, en tanto que propiedad privada, es forzada a mantenerse a sí misma manteniendo la existencia de su antítesis: el proletariado. E ste es el aspecto positivo de la antinomia, la propiedad privada satisfecha de si mis­ ma.. "Por el contrario, el proletariado, en tanto que el proletariado está obli­ gado a abolirsc a si mismo y, por consiguiente, abolir la antítesis que lo hace proletariado: la propiedad privada. H e ahí el aspecto negativo de la antino­ mia, la inquietud de la propiedad privada que se disuelve ella misma. "La clase poseyente y la clase proletaria son dos caras del proceso por el cual el hombre se convierte en un ser extraño a sí mismo, es decir alienado. La primera se completa en su deshumanización sintiéndose establecida sóli­ damente, siendo ésta alienación como su propia potencia, poseyendo en ella la apariencia ilusoria de una existencia humana; la segunda, al contrario, se siente aniquilada en esa alienación, descubriéndose en ella su impotencia y la realidad de una existencia inhumana" (1). Así, pues, la propiedad es el otro polo de una entidad contradictoria b a ­ sada en el hombre desposeído (proletario). Por consiguiente, el proletaria­ do, en tanto que proletariado, está obligado a abolirsc a sí mismo aboliendo la antítesis que lo hace proletario: la propiedad privada o estatal. Sólo con la socialización de la propiedad se supera la alienación del proletariado en la sociedad libertaria. Y por eso, todo reformismo es ilusorio. H ay que aclarar que la propiedad estatal no es la propiedad socialista, no siendo así posible, negativamente, la abolición del proletariado, como suce­ de con el capitalismo de Estado soviético. D e ahí que, no siempre, con la su­ presión de la burguesía sea posible e ntrar en la sociedad socialista, si la p ro ­ piedad privada es sustituida por la propiedad estatal y la burguesía por la

burocracia. La dcsalicnación del obrero sólo es posible con la economía so­ cialista con la democracia directa de los Consejos Obreros, sin mediaciones parasitarias de la burguesía, de la burocracia y de la tecnocracia, como en las colectividades libertarias españolas creadas durante la Revolución Española de 1936-39. La propiedad estatista continua creando proletarios, ya que éstos siguen siendo asalariados, no dueños de sus medios de producción, del capital y de la tierra. El "socialismo de Estado" no suprime el asalariado: lo prolonga con el capitalismo de Estado, ocultando la lucha de clases como sucede en la URSS y en las democracias populares". El salario es la categoría dominante en el Este. La liberación del proletariado, su dcsalicnación del capital, no es posible sin la abolición del propio proletariado. E n este sentido, la "dictadu­ ra del proletariado", sin existencia de la burguesía no tiene justificación co­ mo poder de clase: ¿Contra quien?. Si la burguesía ha sido derrocada, hace más de 70 años en la URSS, la dictadura del proletariado debe ser sobre el proletariado, para mantenerlo en su condición salarial, percibiendo ingresos más bajos, en la URSS, que incluso en los países capitalistas occidentales in­ dustrializados. Ello explicaría que la beneficiaría de la "dictadura del prole­ tariado" sea la burocracia soviética, nueva clase dominante. La experiencia soviética no es socialista. El proletariado no ha sido aboli­ do por la propiedad estatista; sigue siendo, en sustancia, el mismo proleta­ riado de la época capitalista; no tiene el autopoder concreto en sus manos para abolirse como tal proletariado, sin cuya condición no se puede realizar el socialismo. E n la URSS, la propiedad privada, salvo la personal y pequeñas parcelas en los koljoses, etc., ha sido abolida; pero subsiste la propiedad estatal que significa, en su polo contrario, la dcsposcción de los trabajadores. Por tanto ésta no hará posible la abolicion del proletariado y el triunfo del socialismo, sin derrocar el régimen de propiedad estatal mediante una revolución anticstatista, anarquista, por una acción masiva de toda la Sociedad oprimida contra el Estado opresor y explotador, a fin de instaurar un socialismo basa­ do en la propiedad social y en la democracia directa. El fra c a so d e la Revolución Rusa no significa inactualidad de las tesis fun­ damentales sobre el socialismo, por la sencilla razón de que el sovictismo no ha ensayado, ni poco ni mucho, el comunismo en la sociedad soviética. P r e ­ cisamente, en razón de ello, un socialismo aulogestionario debe reivindicar el pensamiento revolucionario de los clásicos del socialismo libertario. U n a síntesis de democracia directa y de economía auto-gestionaria p u e ­ de dar una doctrina coherente, económica, política, filosófica, social y revo­ lucionariamente, para cchar del poder a la burgesía y la burocracia. Pues el capitalismo privado se sirve del Estado para m antener la seguridad de los propietarios contra los proletarios. El capitalismo de Estado es la dictadura de la burocracia; pero, en realidad, contra el proletariado, afirmando la p ro ­ piedad estatal contra la propiedad social que debe ser gestionada directa­ mente por los trabajadores.

Las formas de propiedad cuando no se Iratc de propiedad social, son maneras opresivas de extorsionar cl trabajo ajeno por medio del Estado, que se hace propietario como derecho de usar y de abusar del proletario y de percibir la plusvalía. " Las condiciones burgesas actuales de la propiedad son "mantenidas" por cl poder del Estado, que la burgesía ha organizado para proteger las condiciones de su propiedad. Los proletarios deben, por tanto, derrocar la potencia política en manos de la burgesía. Y ellos deben convertirse en p o ­ tencia revolucionaria" (1). "Será preciso repetir los argumentos irresistibles del socialismo —prosi­ gue M a r x — esos argumentos que ningún economista burgués ha logrado ja­ más destruir. ¿Q ue es la propiedad, que es cl capital, bajo sus formas actua­ les? Pues son p ara cl capitalista, cl poder y cl dcrccho, garantizado y protegi­ do por cl Estado, para vivir sin trabajar; y como ni la propiedad ni cl capital producen absolutamente nada, cuando no son fecundados por cl trabajo de otro, por explotar cl trabajo de aquéllos que, por no tener propiedad ni capi­ tales, se ven forzados a vender sus fuerza de trabajo a los afortunados de la una o de los o tro s " . La supresión del autogobierno sería cacr en un régimen anómico —de ­ sorganización permanente —, lo cual justificaría la vuelta al viejo régimen, cuando la sociedad hubiera perdido fuerzas productivas, nivel de vida, volu­ men de producción, ctc. U n socialismo con menos nivel de vida, que el capi­ talismo está condenado a pcrcccr, no se justifica históricamente: el "comu­ nismo en la miseria" no supera cl capitalismo de Estado como en Rumania bajo Ccauccsco. Cuando decimos que la propiedad privada puede ser abolida, lo afirma­ mos en cl sentido de que la propiedad autogestionaria, unida a formas desa­ rrolladas de automatización del trabajo, crca más fuerzas productivas que cl capitalismo. Sabido es que la micropropicdad (minifundio), la macropropicdad (latifundio) y cl monopolio capitalista (privado o de Estado en beneficio de la burguesía o de la burocracia) crean menos fuerzas productivas que la propiedad social; pues ésta facilita la integración de la riqueza para que p e ­ netre, en lodos los dominios de la producción, la automatización del trabajo manual c intelectual, superando la división del trabajo propia de las clases sociales. La masa de inversión será más elevada en una economía socialista que con capitalismo privado, explotación rural scmi-artcsanal o con propiedad directa de los tra b a ja d o re s :"... los instrumenos de trabajo, así como la tierra, serán propiedad de la comunidad, no pudiendo ser utilizados sino por los trabajadores, y, éstos, agrupados en asociaciones industriales y agrícolas, se­ rán renumerados según su trabajo" (2). N ada es utópico en estas palabras, sino expresión realista del socialismo 1

M a rx , C C rític a d e la c c o n o m ,.. p o liu iu .

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B a k u n in , M . P r o g ra m a d e la A lia n z a In te rn a c io n a l d e la D e m o c ra c ia S o c ia lisla.

de autogestión, indicando que el reparto se hará con arreglo a trabajo. No hay mucha difcncia aquí con las formas autogestoras españolas de 1936-39, en la industria y la agricultura de España en poder de los a nar­ quistas. El socialimo totalitario, para beneficio de una "élite" burocrática, articu­ lado rígidamente en una planificación centralizada, reduciendo las cosas y los hombres a meras cifras en el Plan Económico, persiguiendo objetivos cuantitativos, ha olvidado al hombre y su albedrío, su capacidad creativa, su imaginación, su fantasía, sin la cual muere de hastío, en una sociedad de con­ sumo programada bajo dictaduras nco-stalinistas. Bakunin conocía los valores humanos, sin dejarse alienar por el utopismo. El gran revolucionario ruso tenía una concepción integral del hombre, cuando dice: "Las tres grandes causas de la inmoralidad humana son: la desigualdad, tanto política como económica y social; la ignorancia que es el resultado na ­ tural de la anterior; y, finalmente, la consecuencia necesaria de ambas, que es la esclavitud'1. El desarrollo económico —desarrollo material sin paralelo dcscnvolivimicnto de la moral social, la cultura colectiva, el urbanismo estético —, con­ duce a la sociedad de consumo programado, en que el sujeto humano es un animal despolitizado. E n ese mundo de la burguesía o de la burocracia, el hombre —arreado como una p ia ra — se siente angustiado y alienado; apa­ rentem ente está en la sociedad pero vive en una inmensa soledad; puesto que, en el transmundo de su vida cotidiana, el hombre sin alternativas siente su conciencia desdichada. E n la negación de lodos los falsos valores burgue­ ses o burocráticos, el hombre alienado encontrará su afirmación; pues toda negación es afirmación, en buena dialéctica; y la negación del capitalismo no es el socialismo burocrático, sino el socialismo libertario. En gran error de las revoluciones, basadas en el "culto de la personali­ dad" del líder que encarna el Estado absoluto, como un Dios viviente, cá d e ­ rribar a un mal gobierno de la burgesía para poner el gobierno de la b u ro ­ cracia, más totalitaria que la burgesía y no más igualitaria que ésta. La desaliciiación del hom bre, prometida por el socialismo, no la puede realizar el socialismo burocrático. Sparta era, con las leyes de Licurgo, un E stado totalitario; se basaba en la esclavitud de los ilotas que, para hacerlos trabajar, tenían que ser vigilados permanentemente por hombres libres, que no lo eran plenamente libres, al tener que vigilar a sus esclavos. La dialéctica del amo y del esclavo crea una dependencia en que ninguno de los dos es realmente libre. Por tanto, ningún hombre puede ser plena­ mente libre, en ningún régimen político, más que en la medida que todos los hombres sean libres.

CATEGORIAS Y ESTRUCTURAS E n el mecanismo de las categorías económicas de cantidad y limitación, la producción, el consumo, el cambio y la distribución no son distintas entre

sí, sino modos diferentes de evolución; diferencias de sistemas; momentos históricos de la economía; categorías que en su movimiento, crean paralela­ mente conceptos reflejos en el pensamiento político, filosófico, artístico, reli­ gioso y jurídico. E n cierto modo, lo que ignoran los filósofos profecionales — siempre alejados de la práctica del tra b a jo — es que las categorías de la economía en cierto modo determinan las categorías del pensamiento, que no es puro ni abstracto como creen los filósofos c ideólogos. Marx —que expresó los conocimientos económicos, filósoficos y socioló­ gicos de su tiempo — subrayaba la enorme importancia de las categorías eco­ nómicas: "la producción, la distribución, el cambio y el consumo —decía — form an un silogismo, según las reglas: la producción es la generalidad; la dis­ tribución y el cambio son la particularidad; el consumo es la individualidad, que expresa la conclusión". T odo productor, en el acto mismo de la producción, es ya consumidor: producir es consumir los medios de producción que se hayan utilizado o que se estén empleando. A hora bien, no lodo el consumo es cualitativamente idéntico. El consum o de la aristocracia, de la burgesía, de la burocracia, de la población ociosa, es consumo improductivo; igualmente, la producción de artículos de lujo y de armamentos. En algunos países, los grupos capitalistas, terratenientes, burocráticos o improductivos, absorben más del 40% de la renta bruta nacional, lo cual produce entropía económica, (degradación ecónomica o dcscapitalización), que no permite ampliar el capital gastado. Ello genera entropía económica tcndcncial, que hace inevitable la revolución del cambio, para abolir una estructura de clases anacrónicas; para crear un nuevo modo de producción: el socialismo de autogestión determinado por la propiedad social en lo económico, y por la democracia directa, en la política. Los ideólogos dogm áticos no familiarizados con el movimiento dialécti­ co de las categorías económicas, ignoran que la producción es, inmediata­ mente, consumo y viceversa. Si este proceso se detiene, se produce la crisis económica, debido a que las categorías producción y consumo se interfieren u oponen por problemas de clases antagónicas y de reparto desigual de la renta social. Lógicamente, la producción es la mediación del consumo, cuyos materiales crea y sin los cuales no tendría objeto. Sin producción no puede haber consumo, pero sin consumo no hay producción. Sin necesidades no hay incentivos para la producción. El consumo produce la necesidad pero ésta, en Oriente u Ocidcntc, está limitada por el desigual ingreso monetario entre los trabajadores y los burgueses o burócratas. Si se produce mucho y el ingreso monetario es bajo, no se consume lo producido, a causa de que la burguesía o la burocracia limitan las necesidades de los obreros, para que los privilegiados puedan gozar de mayores ingresos destinados a gastos de lujo, tanto en la zona del dólar como en la del rublo. El trabajo crea las necesidades, pero éstas son limitadas a la escala de las clases. La crisis económica es, así, consecuencia del divorcio entre las nece­ sidades de la sociedad y la capacidad de producción para satisfacerlas. Al

aumentar la productividad del traba jo más halla del volumen de satisfacción de las necesidades de los privilegiados se produce la crisis debido, en parte, al subconsumo de las masas asalariadas, deprimidas en su nivel de vida por la burguesía o la burocracia. Cuando la capacidad de producción de un m o­ do de producción es superior a la satisfacción de sus necesidades de la clase privilegiada, la revolución social es inevitable para liberar con ella de sus a ta­ duras a las fuerzas productivas. Como la necesidad material está determ ina­ da por cl ingreso monetario de cada elase, es dccir por la propiedad y la des­ posesión, se infiere de ello que cl régimen de trabajo está dominado por cl régimen de la propiedad estatal o privada con lo que vastas masas populares pierden su trabajo o están sometidas al subconsumo. En países donde la producción es muy grande, pero sin consumo paralelo (para m antener cl capitalismo sin entrar en cl socialismo, como sucede en Estados Unidos), las crisis de sobrc-producción relativa (países industria­ les), exigen históricamente una revolución social. Ello es necesario para p o ­ ner en concordancia cl modo de producción: las relaciones sociales y las fuerzas productivas; pero todo ello por un acto revolucionario, haciendo que cl pueblo sea cl protagonista del cambio mediante la democracia directa. Hay que modificar cl régimen de distribución para abrir perspectivas ili­ mitadas a la producción; pues que toda producción, menos cl ahorro para inversión, tiene que resolverse en cl consumo. Si un país baja su nivel de vida por causa de la crisis económica no necesita así más fabricas, sino menos. E n cierto modo, la producción determina cl volumen del consumo, pero con propiedad privada cl dinero lo determina desigualmente. El hambre es ham bre en lodos los tiempos, pero la manera de zatisfaccrlo es distinta para un esquimal (que come carne cruda con cuchillo), que p a ­ ra un brasileño (que se alimenta principalmente de legumbres), o para un norteamericano (que consume alimentos enlatados o refrigerados). U n yan­ qui, en su vida cotidiana, es distinto de un brasileño, no tanto por cl medio geográfico, sino porque los objetos (bienes) modifican cl comportamiento de los sujetos. Entre cl sujeto y los objetos hay interación. Así, pues, la existen­ cia modifica cl estado de conciencia. Por ejemplo, un yanqui no es un brasi­ leño, no por cl espíritu, sino por la praxis (relación sujeto y objeto que crca una vida cotidiana diferente para uno y otro) La dialéctica económica enseña que la producción no sólo produce un objeto para el sujeto, sino un sujeto para cl objeto. La producción y el consu­ mo constituyen dos polos económicos: cada uno se transforma en su contra­ rio o es intcrdcpcndicntc de su contrario, para que pueda continuar cl p ro ­ ceso económico. Cada uno de estos dos actos —producción y consumo — crca su contrario; pero en una economía de clases antagónicas no hay correspondencia entre ía producción y cl consumo; ambos se divorcian, se desarmonizan; no aumentan o disminuyen proporcionalmcntc. Así, pues, la producción y cl consumo desarmonizados producen las crisis económicas cí­ clicas y con ello las condiciones políticas, sociales y económicas para cl adve­ nimiento del cambio socio-económico revolucionario.

La producción y el consum o se desarmonizan porque la sociedad está dividida en clases; porque la propiedad privada o estatal asigna a unos sin trabajar más que a otros trabajando; porque el mercado de los pobres (que es el más grande), tiene tendencia a consumir menos, a medida que el obre­ ro produce más; porque los productos de su trabajo se transforman en m e r­ cancías; tienen así, necesariamente, que pasar por el cambio, que reparte de ­ sigualmente lo distribuido según la capacidad de compra de cada clase, en razón de su ingreso monetario: (sueldos, salarios, pensiones, rentas intere­ ses, ganancias del capital, etc.). El cam bio, sin igualdad social, supone la propiedad privada o estatal y la moneda como sistema de reparto; determina el intercambio desigual entre pobres y ricos, entre la ciudad y el campo; entre países pobres y ricos. E n el período paleolítico, durante muchos siglos el cambio no revestía la forma de mercancía o de dinero, pues la base de aquella sociedad no era la propiedad privada. E n la comunidad primitiva no había, ni familia monogámica, ni p ro ­ piedad privada n. Estado. Justamente porque cada m odo de producción tie­ ne sus correspondientes relaciones sociales y sus formas de Estado o caren­ cia de este en una sociedad auto-organizada sin clases antagónicas. Mientras un régimen de distribución permite necesidades crecientes la producción y el consumo no se desarmonizan: el cambio fluye; no se detiene. Y es que en la distribución desigual entra la renta de la tierra, la plusvalía, los sueldos y salarios, los intereses del capital, las ganancias, las jubilaciones, los alquileres, los impuestos, lodo lo que da derecho a retirar producción por medio del cambio para llegar al consumo en una sociedad mercantil y de clases de consumo desigual, de la cual no se ha liberado la Unión Soviética. Si la riqueza fuera puesta en común —prescindiendo de las burguesías occidentales o de las burocracias orientales, de toda clase parasitaria, entre­ gando la gestión de la economía a los productores directos, desprofesionali­ zando la política y aboliendo las clases antagónicas— se crearía así el socia­ lismo de autogestión, que aboliría las rentas parasitarias. Esas rentas inverti­ das útilmente —cosa que no se ha hecho en el csclavismo, el feudalismo, el capitalismo o bajo el despotismo asiático —, permitirían que la economía con el socialismo experimentara un crecimiento acelerado en beneficio de los trabajadores y los consumidores: libres, por fin, de la explotación del hom ­ bre por el hombre. La economía libertaria constituyó en el alba de la humanidad, un modo de producción que duró muchos siglos, practicando una especie de comunism oprim itivo, pero con mucha escasez de bienes, teniendo que dedicar, casi loda la jornada, a la busca de alimentos y vestidos (pieles), teniendo así poco tiempo de ocio para ser libres, cultos y científicos. U n "socialismo en la mise­ ria" —ayer como h o y — no tiene sentido político, social, económico e históri­ co. Por eso en el mundo antiguo, la constitución de la propiedad privada en las sociedades agrícolas sedentarias, creó más fuerzas productivas que el co­ munismo primitivo, sustituyéndolo, con ventaja económica, y de ahí sus nc-

cesidad histórica, pero ahora la revolución cicntifieo-tecnológica constituye la base de una sociedad socialista. i Sin embargo, la propiedad privada o estatal en una época como la nues­ tra —cuando el hombre contrata, en cierto modo, a la naturaleza —, ya no tienen sentido social, económico y político: deben ser sustituidas por una co­ munidad de bienes al servicio de libres trabajadores y consumidores, autoorganizados como productores directos, sin mediación de clases dominantes o parasitarias, ya se trate de las burguesías del Oeste o de las burocracias (scudo-socialistas) del Este. Cuando el hombre ha llegado a la Luna, controla la enegía nuclear, cuen­ ta con un cerebro desarrollado acompañado por ordenadores electrónicos, cuando la economía y el mercado son mundiales, cuando un obrero de hoy es capaz de producir varias veces más que uno de ayer con malos equipos de producción, ha llegado la hora de transformar la actual sociedad de domina­ ción en socialismo de autogestión. D e seguir destinando la mayor parte de la investigación científica a la producción de nuevos y más destructivos armamentos, en vez de aumentar la productividad del trabajo útil, la ciencia y la técnica se convertirán en la m a ­ yor amenaza para el progreso humano. Ello sucede porque el hegemonismo o el imperialismo aspiran a la dominación del mundo en beneficio de su na­ ción pero en contra de las demás. Esc antagonismo imperialista, inexorable­ mente, si los pueblos no saben luchar por la paz, conduciría a una guerra universal, de la cual sólo puede quedar en polvo la civilización, preparad a ya para el socialismo, pero anquilosada todavía en el capitalismo. Al comienzo de la década de los 90 somos en el mundo más de 5.000 mi­ llones de abitantes ¿Es posible que tantos cientos de millones de seres h u­ manos sean pasivos ante los problemas de la guerra y de la paz, de la desocu­ pación en masa, de la manipulación de las conciencias por la publicidad de la sociedad de consumo y ante las mascaradas de la clase política que se tur­ na en el Poder, no para que estemos cada vez mejor sino peor? La economía, la política, la gestión de las empresas y los gobiernos no han de ser la especialidad de unos cuantos tccnócratas o burócratas, en el Oeste y en el Este, sino tarca y compromiso de todo el pueblo, con d em o cra­ cia directa, ejercida todos los días y a todas las horas. En la era de la electró­ nica, la democracia no debe ser delegada sino realizada por todo el pueblo mediante una sociedad auto-organizada, que recupere del E stado lodos los poderes que éste le ha usurpado. Pues, sin autogestión no hay emancipación del pueblo por el pueblo mismo. H e ahí un axioma político

DIALECTICA: HEGELIANISMO Y MARXISMO E n la filosofía hegeliana están dados idealmente los mecanismos que es­ tructura objetivamente el materialismo histórico elaborado por Marx a partir de Hcgcl. No obstante, la diferencia entre Marx y Hegel reside en que el pri­

mero coloca cl epicentro del devenir en las fuerzas económicas y en las lu­ chas sociales, mientras que cl segundo considera cl movimiento histórico co­ mo momentos diferentes de la ¡dea. Para Hcgcl —según Marx —, "lo verdadero es la idea y \anaturaleza sólo es otra forma del otro ser de la idea". En realidad es cl hombre transforman­ do la naturaleza con su trabajo y sus técnicas cl gran demiurgo de toda la creación, o sea, que en cl devenir dialéctico cl hombre se va haciendo a sí mismo en la medida que va haciendo diferente al mundo, no por un acto es­ piritual de la idea, sino más bien con sus técnicas y su trabajo. H e ahí algo que no parecen haber entendido los filósofos y, sobre todo, los teólogos en la creación y evolución del mundo y su creador: cl hombre que fabrica objetos, y en fabricando estos se fabrica a sí mismo. En el proceso de conocer, Hcgcl, a pesar de su idealismo, tiene clara n o­ ción de la ley de la cantidad que cam bia la calidad y vice-versa, en base a los cambios de gradualidad. "Lo positivo en Hcgcl —según M a rx — en su lógica especulativa, es que los conceptos determ inados, las formas fijas del pensa­ miento universal, en su dependencia frente a la naturaleza y al espíritu, son resultado necesario de la alienación general de la esencia humana y, por consiguiente, también del pensamiento humano, que Hcgcl ha presentado y agrupado como momentos del proceso de abslración. Por ejemplo, en H c ­ gcl, cl ser superado es la esencia, la esencia superada es cl concepto, cl con­ cepto superado es... la idea absoluta.. Pero entonces Lque es la idea absoluta? Superar su propio ser de nuevo, si no quiere volver a recorrer de nuevo, des­ de el comienzo, lodo cl acto de abstracción, si no quiere convenir en ser una totalidad de abstracciones que se abarca a sí misma. Pero la abstracción que se com prende a sí misma como abstracción se sabe no ser nada: debe aban­ donarse —abandonar la abstracción— y llegar así a una entidad que es su exacto opuesto: la naturaleza. D e esc modo, toda la lógica es la dem ostra­ ción de que cl pensamiento abstracto no es nada en sí; que la idea absoluta no es nada en sí; que sólo la naturaleza es, algo (1). Pero si pasamos de lo abstracto a lo concreto, si reemplazamos la idea por 1a sociedad aparecen las luchas de clases, los antagonismos entre las n a ­ ciones y así, en cl devenir histórico y cconómico-social, surgen las guerras, las revoluciones, los conflictos de lodo tipo, en los cuales la historia por sí no es su causa eficiente, sino el hombre haciéndose realidad política, tendiendo a superar su alienación a condición de superar todo lo que se opone a su li­ beración. Volviendo a la dialéctica de Hcráclilo, Hcgcl ha querido dar una explica­ ción total del mundo, pero un pancosmismo, sin referencia al trabajo del hombre y a sus técnicas como motor de la historia, es muy insuficiente como filosofía. No obstante, la lógica dialéctica de Hcgcl revela la dinámica del ser y cl mundo, su interacción en cl devenir. 1

M arx . C. M a n u s c rito s e c o n ó m ic o s v filo só fic o s C184~n.

"Todo nacim iento y muerte —afirma Hcgcl —, en lugar de ser una gradualidad progresiva, son también una interrupción de ella, y una salida des­ de la variación cuantitativa hacia la cualitativa. "Ningún salto se da en la naturaleza, se dice; y la representación ordinaria, cuando debe concebir un nacer y un perecer, cree, como se acordó, haberlo comprendido al representárselo como un aparecer o desaparecer gradual. Pero se ha mostrado que las variaciones del ser en general no son sólo el transpasar de una magnitud a otra magnitud, sino un transpaso de lo cualita­ tivo y vicc-versa, un devenir otro, que es un interrumpirse de lo gradual, y el surgir de otro cualitativo, frente a la existencia anlcccdcntc(...). "Como base de la gradualidad del nacimiento sC halla la representación de que lo que nace está presente en lorm a sensible o en general en forma re­ al, y que sólo debido a su pequeñez no es todavía perceptible; de igual mo­ do, en la gradualidad del desaparecer se halla la representación de que el no ser y el otro, que se introduce en su lugar, están igualmente presentes, aun ­ que no sean todavía obseirables, y están sin duda, presentes no en el sentido de que lo otro está contenido en sí en lo otro presente, sino que está presente en él como existencia, aunque no es observable. Con esto se elimina al nacer y al perecer en general; o sea, lo en sí, lo interior en que algo está antes de su existencia, se cambia en una pequeñez de la existencia anterior, y la diferen­ cia esencial, o diferencia de conceptos se cambia en una diferencia exterior, de pura magnitud" (1). H e ahí expuesta la ley de la cantidad que cambia la calidad de las cosas, un tanto abstractas o filosóficas, pero que puede ser también aplicada al p ro ­ ceso histórico, económico y social del hombre, aunque ello es más complejo en cuanto a su cxplicitación. Sin embargo, esta dialéctica enriquecida y apli­ cada, en ese sentido , podría dar una filosofía de la historia, a fin de adelan­ tarse a los acontecimientos, sin ser profeta, sino siendo un científico o un fi­ lósofo, que una el conocimiento práctico y el teórico. "Las leyes y las constituciones —dice H c g c l— se vuelven algo diferentes cuando el territorio del Estado y el número de sus ciudadanos se aniplian. El Estado tiene una medida de su magnitud, y al ser impulsado más allá de ésta, por falta de firmeza se quiebra en sí misma bajo la misma constitución, la que en condiciones algo diferentes había constituido su felicidad y fuerza (2). E n nuestra época, a fuerza de abusar del análisis cuantitativo de las com ­ putadoras sin poner en paralelo sus implicancias cualitativas, no pragmáticas sino más bien dialécticas, no se tiene el sentido de lo que sucederá a corlo, mediano y largo plazo, viviendo así de la precariedad del presente, pero sin conocer sus antecedentes de pasado y sus proyecciones de futuro. D e esta manera, el periodismo, la política nacional c internacional se repiten plconáslicamcnlc como si los árboles no les dejaran ver el bosque. 1 2

llc g c l, G .W . I 1 a c ien cia d e la lógica. T o m o I. E d il. I l a r h c l l e . Hs. A ire s . 1956. I Icg cl. G . W . I'. O b r. c il. T o m o I, p p . -47-4-73 y -483.

H ay demasiadas contradicciones o antagonism os en nuestro mundo que no se tienen en cuenta para un pensamiento coherente de la política, de la sociedad y de la perspectiva histórica. Pensamos, por ejemplo, con un senti­ do volunlarista, que el futuro siempre será mejor debido a la ley del progreso económ ico y tecnológico, pero no nos damos cuenta de que, si las mismas causas producen los mismos efectos, vamos hacia crisis económicas, sociales políticas y bélicas no inferiores a las del pasado o, quizá más grandes, ya que el mundo se va haciendo planetario. Y por tanto, según Hcgcl, "las leyes y las constituciones" de los pueblos devienen inoperativas, anacrónicas, y, en con­ secuencia, habrá tensiones, revoluciones, guerras, que tiendan a superar re­ laciones sociales y económicas, formas políticas y jurídicas obsoletas, m e­ diante el cambio revolucionario. Ni ayer ni hoy, ni quizá mañana, sin suprimir esas contradicciones, no ha­ brá armonía entre las naciones mientras el mundo no sea un sólo país. E l im ­ perialismo, por un lado, y el hegem onism q por el otro, quieren dar unidad al mundo, pero como ninguno de los dos es lo universal, sino lo nacional que­ riendo monopolizar lo mundial, necesariamente tiene que haber un choque para resolver esa contradicción, aunque ello suponga el estallido de una gran conflagración universal, incluso con el empleo de las armas de destrucción masiva. D e nada serviría rezar en el Vaticano por la paz y haccr declaracio­ nes pacifistas en Moscú o Washington, si las m ultinacionales económ icas y f i ­ nancieras yanquis y las m ultinacionales ideológicas soviéticas — día a día — entran en contradicción por todo el mundo. El resultado —quiérase o 110 — será la confrontación entre las dos grandes potencias, pues en ello está puesta la posible unidad del mundo a escala planetaria, lo cual es muy am o­ ral y muy sangriento, pero es que las fuerzas históricas sólo se plantean lo que pueden resolver, si el hombre, para bien, no actúa sobre ellas. Si la economía mundial se desliza hacia la depresión, si la población en los países pobres aumenta y en los países ricos disminuye, si la desocupación crea millones de hombres sin trabajo, si se aumentan las fronteras y se multi­ plican las monedas en un mundo ya planetario, si en unas naciones hay de­ mocracia y en otras dictadura, si las ciudades explotan al campo con una r e ­ lación de intercambio desigual, cosa que también hacen las "grandes" con las pequeñas potencias, si todos csios antagonismos existen, sin duda es necesa­ rio que se produzca un cam bio cualitativo a partir de que la cantidad de contradicciones se vayan haciendo insoportables. H e ahí un ejemplo concre­ to de dialéctica de la historia contemporánea, en cierto modo partiendo de la dialéctica abstracta de Hcgcl, pero muy concreta en nuestro tiempo en que ha habido más de 150 conflictos después de la terminación de la segun­ da guerra mundial de 1939-45. A ho ra bien, en la dialéctica abstracta la concatenación de las contradic­ ciones, cadena indefinida de causas y efectos correspondientes, p a r a d e ra

crcar un mundo muy contradictorio sin posibilidad de superar la alienación del hombre: nuevo P rometeo encadenado. Ello le crca una conciencia desdi­ chada, aún por encima del trabajo asalariado o alienado y de las clases socia­ les de una cpoca, ya que la desalicnación no ha sido posible con socialismo administrativo, ni en la URSS ni en los países que han copiado su modelo de desarrollo económico, político y social. Quiere decir que sustituir un régimen capitalista privado por otro de E s ­ tado, una economía de mercado libre por otra centralmente planificada, un Estado burgués por otro burocrático, una burguesía liberal por una burocracracia totalitaria, ni en Rusia ni en ninguna otra parte emancipa al hombre alienado. Al contrario, cuanto más absoluto sea cl pod er del Estado, aún in­ dependiente de su cpoca y régimen económico, menos libre es cl hombre y, por tanto, menos feliz, ya que sin autogestión en la política, la economía, la justicia, la información, la ciencia, las empresas, los gobiernos y en todos los dominios políticos y sociales de la vida, no hay desalicnación del hombre. Si en la cadena de contradicciones las que son superadas crcan otras del mismo contenido, pero con otras formas, entonces el mundo estaría conde­ nado a un futuro siempre peor, aunque experimentara un gran progreso eco­ nómico y tecnológico, lo cual sería el colmo de las contradicciones. No ha ­ bría así esperanza de redención hum ana, siendo cl hombre una especie de nuevo Sísifo. H a de haber, sin embargo, liberación del hombre, pero no en lo prometido por todas las ideologías o religiones, sino por colocarlo en cl cen­ tro del mundo que cl ha creado, sin que haya clases dominantes, ni p ropie­ dad privada o estatal, ni conductores providenciales, ni élites del Poder, sino instituciones de democracia directa, amplia participación del pueblo en lodo sin delegar sus responsabilidades en nadie, siendo asi cl verdadero sujeto del nuevo régimen libertario y autogestionario. Si en la segunda guerra mundial Alemania, bajo cl nazismo, fue el otro polo de la contradicción de las democracias burguesas y si en la supuesta tercera guerra mundial lo fuera Rusia, con su hegemonismo, cl hombre h a ­ bría pasado de un antagonismo a otro de lo mismo, siendo así su porvenir in­ cierto en cuanto a que es incapaz de superar lo inhumano en la historia. Ello sucedería porque somos incapaces (a la hora de navegar hacia nuestro siste­ ma planetario o de llegar con satélites sondas hacia las galaxias) de consti­ tuir, en la Tierra, un socialismo autogestionario universal, (basado en un fe­ deralismo económico administrativo y político, que haga de nuestro mundo un solo naís, única manera de abolir las guerras locales y universales, así co­ mo las depresiones económicas, políticas sociales, cl desarrollo desigual de país a país y las desigualdades de hombre a hombre); se acabarían las gue­ rras mundiales y las revoluciones sociales, ya que mediante cl socialismo de autogestión, a escala planetaria, cl hombre habría conseguido, por fin, su dcsalicnación, imposible de conseguir con cualquier régimen que, en sí, lleve contradicciones y alienaciones.

LENGUAJE Y ALIENACION P ara Hcgcl, el lenguaje es el paso de lo singular a lo universal: el ser se aliena cspirilualm cntc por m edio del discurso, de la magia de la palabra, que no es un p roduelo individual sino social. El Y o que se explica, como concien­ cia de sí, es una individualidad p ara oíros, por m edio de la Religión, de la M oral, de la Política, del A rle, el D erecho, etc. Sin el lenguaje, la religión no p ued e p resentarse como revelación divina. A ntes de la propiedad privada, de la m onogam ia, del E stado y de las clases sociales antagónicas, la aliena­ ción del hom bre era sólo en la N aturaleza, pero no en la Sociedad, m ediante las mistificaciones de la política, de la religión, de los m itos en que la aliena­ ción del ser hum ano se objetiviza com o conciencia de sí en el Yo universal: (divinidad, doctrina redentora, verdad infalible, sacerdotes o líderes infali­ bles, providenciales). El Yo se aliena en la redención divina (por la idea religiosa) o por la idea política ("paraíso soviético'1); p ara el caso es lo mismo: alienación del ser hu­ m ano (com o devoción por su redención en el ciclo) o con entrega de su li­ bertad y espíritu de crítica (obediencia política ciega al líder de turno en el K rem lin). En am bos casos, la alienación puede estar puesta en la religión co­ m o en la política; pero el ser hum ano no está por ello m enos alienado en el líder o en la doctrina ele la revolución social, siem pre que la redención sea efectiva, conducente al socialismo, luego de destruir el capitalism o; pero si se sustituye el capitalism o privado por el capitalism o de Estado, si la bu ro ­ cracia sucede a la burguesía sin liberación de las masas asalariadas, hay, pues,ilusión política, en la U RSS, tan perniciosa com o la entrega de la per­ sonalidad del cuerpo y el alma a los mitos de la religión. El E stado es la expresión de la "conciencia noble'': a él debe ser sacrifica­ do el libre albedrío, —según los soviéticos —, para ser red.m ido el obrero de la explotación del hom bre por el hom bre: la ideología soviética pide así la entrega total de la personalidad al E stado y al Partido sin espíritu de crítica. E n este sentido, tanto daría entregarse a la ciega obediencia de la religión co­ m o a ¡a de ¡a política. A s í el ser h um ano se aliena p o r pre ferir la f e a la razó n , la conducción providencial del líder a la dem ocracia directa del pueblo autoorganizado y el capitalism o de E stado al socialismo de autogestión, cuando lo creído es antepuesto a lo vivido y pensado objetivam ente. Sobre los problem as del lenguaje y la alienación del ser hum ano, llc g cl se expresa en estos términos: "El Yo que se explica es aprendido, es una conlagiación en el curso de la cual ha pasado inm ediatam ente a la unidad con los cuales el está, y es conciencia de sí universal. Q ue él sea aprendida y en su devenir expira inm ediatam ente. E ste ser-otro suyo es retom ado en sí mismo, y precisam ente tal es su ser, com o conciencia de sí"... H cgcl quiere significar, con este lenguaje abstracto, que el ser alienado está com o ido de sí, con anulación de la conciencia de sí, como si el propio saber de sí se hu-

bicra convertido en el saber universal. La obediencia indiscutida, la fé ciega, ya sea en el Eslaclo absoluto o en el Saber absoluto (Dios o el E stado), indu­ cen al ser hum ano a la alienación por la mística del lenguaje, por la renuncia del ser hum ano a su libre albedrío, por d ejar a otro lo que a uno le pertenece o debe hacerlo sin delegarlo en políticos profesionales que siem pre prom e­ ten clcctoralm cntc lo que luego no cum plen políticam ente. E l E stad o —ese universal a b stra c to — juega entre los soviéticos el mismo papel que jugaba la Divinidad anic el creyente p o r m edio de la religión. E n el prim er caso, la mediación para la alienación política del ser hum ano se re ­ aliza m ediante el Partido único y sus líderes máximos; en el segundo, los sa­ cerdotes hacen de m ediadores entre la Divinidad y el Pueblo, para su aliena­ ción mística. E n la URSS no se perm ite al individuo discutir o disentir con la política del líder, o sea, adism inuir su poder absoluto. El "Estado es así el poder deci­ sivo" (el burócrata es su m ediación) y debe ser obedecido con "obediencia de cadáver", com o diría Ignacio de Loyola. E n ese sentido, decía Ilegel: "el he­ roísm o del servicio silencioso deviene el heroísm o de la adulación, cuando el ciudadano no tiene derechos políticos frente ai Estado". En esta situación, la alienación p o r la política puede ser tan total com o la alienación po r la reli­ gión en los estados m ísticos del alm a, en el culto de las ideologías tatalilarias. La alienación en el Estado absoluto, en el líder infalible, es ahora más total que por la religión, (que se va haciendo una política, una m oral), m ien­ tras que la ideología soviética es ya (con el culto del E stado absoluto, la infa­ libilidad del líder y el ap arato del Partido), un sustituto de Dios, del P apa y la Iglesia de otros tiem pos, en que la religión lo era todo, lo decía todo y lo sabía lodo. Si desentrañam os las palabras, desm ilificando la política, vere­ mos que la ideología soviética tiene más de idealismo volunlarista que de m aterialism o histórico o dialéctico. Stalin estaba más cerca del P oder ilimi­ tado de los Faraones o de Luis X IV ("el E stado soy yo") que del socialismo en libertad, de la dem ocracia directa de los consejos obreros de fábrica, donde debe com enzar el socialismo y no por la constitución de un E stado absoluto, propietario de lodo y de todos, com o en la URSS. La alienación del i/idividuo p o r el Estado aniquila al ser p o r sí en el ser p a ­ ra otro, según se ha podido ver en el universo (conccnlracionario) de los to­ talitarism os del siglo XX (nazi-fascism os). P or eso la dcsalicnación del hom ­ bre debe realizarse por la autogestión, que constituya al pueblo en dueño de sus destinos en la em presa de propiedad social. Las ideologías determ inan ahora más que las religiones la alienación del hom bre, particularm ente del obrero. El lenguaje de las ideologías está im­ pregnado de idealismo sem ántico: no se instaura el socialismo con la caída de la burguesía, p ero se lo dom ina así con capitalism o de E stado, para ofre­ cer a las masas populares un E dén en la tierra, que no podrá alcanzarse con el socialism o en un sólo país, con la burocracia y la tecnocracia en el puesto de la burguesía. T odo ello indicaría que no se resuelven las contradicciones

objetivas en presencia, p ero se les cam bia cl nom bre, para alienar a las m a­ sas populares por m edio del lenguaje, del idealismo sem ántico, tanto en O riente com o en O ccidente. "El lenguaje de la alabanza es cl espíritu que, en cl poder abstracto de sí mismo, le confiere cl m om ento del otro extrem o, el scr-por-sí que quiere y decide la existencia y la conciencia de sí; en otros térm inos, esta conciencia tic sí singular y efectiva viene a saberse ella misma la certitud de sí como cl poder; ella es cl hogar de sí (mismo), en cl cual, por la alienación de la certi­ tud interior, los puntos múltiples se han fusionado. P ero puesto que este es­ píritu, propio del p o d er del E stado, consiste en tener su afectividad y su ali­ m ento en la ofrenda de la operación y del pensam iento de la conciencia no­ ble (obediente, aduladora del poder), así cl P oder es la independencia devenida extraña a sí misma; la conciencia noble, cl extrem o del scr-por-sí, rccibc cl extrem o de la universalidad efectiva a cam bio de la universalidad del pensam iento que ella se ha alienado, cl poder del E stado es transm itido a la conciencia noble. E s en ella que la fuerza del E stado deviene v erdadera­ m ente activa" (1). La alienación política del individuo en cl poder del E stado (socialismo prom etido y no realizado), oculta detrás de las ideologías, crca un lenguaje de falsa redención de las masas, sobretodo en la ideología m arxista-leninista. A sí las clases sociales siguen existiendo con otro nom bre o sin él, como sucede en la URSS; la propiedad pública no es la propiedad socialista; la ri­ queza se reparte, bajo cl im perio de la burocracia, con tanta desigualdad co­ m o entre obreros y burgueses, en O ccidente. L a realidad, los mitos, los puros conceptos, los universales, la alienación de la criatura hum ana tiene lugar en cl lenguaje, en cl nom inalism o o cl idealism o sem ántico E n nuestra época, éste adquiere todos los disfrace ideológicos de la política, presentando como socialismo cl capitalism o de E stado, la dem ocracia política p o r cl régim en parlam entario de la burguesía y de las clases medias, donde está ausente cl "demos" ya que no participa en nada directam ente: em presas, adm inistración, educación, inform ación, ju sti­ cia, fuerzas arm adas (sin autodefensa), acceso a la ciencia en las U niversida­ des y al dom inio de las técnicas en las em presas: todo ello m onopolio de b u r­ gueses, de burócratas o de tccnócratas. Y com o cl hom bre desposeído de sus m edios de producción y de cambio, en la econom ía, y de sus derechos políticos efectivos, no habiendo dem ocra­ cia directa, siente frustración en la inm ediatidad de su vida desdichada, piensa, si es religioso, en la ciudad de dios, y si es político, en la ciudad te­ rrestre, prom etida por los ideológos soviéticos, que hablan del advenim iento del "comunismo" com o un paraíso posible en la tierra. E n este o rden de ideas, la alienación en cl líder providencial (político o religioso), con renuncia a vivir ahora p ara ser feliz después, tiene colocada una venda en los ojos de 1

1 legel, G . W. !•'. rcn o m cn o lo g fa del esofritu. p. 72.

la criatura hum ana que no es capaz de ser libre y feliz por sí sino por m edia­ ción de otro, lo cual niega su propia personalidad, su protagonism o histórico en libertad. E n tales condiciones de obnuvilación del espíritu es imposible la em ancipación del hom bre por el hom bre mismo, o m ejor aún, del p roletaria­ do por el proletariado mismo, pues a él van dirigidas las ideologías de reden­ ción sem ántica, pero no práctica, m ientras el oprim ido no tom e directam en­ te, com o cosa suya y de los que están en sus mismas condiciones de opresión, la tarca de su em ancipación com o protagonistas directos de la historia y de la política. E l fracaso de la ciudad de dios, en el ciclo, y de los paraísos sociales aquí en la tierra, no depende de factores ideológicos o espirituales, místicos, alie­ nantes, sino de la relación en que actúa el capital-trabajo, am bos ahora sepa­ rados por m ediación de la burguesía o de la burocracia, lo cual convierte al proletario en objeto y no en sujeto, ya que tiene que venderse com o fuerza de trab ajo asalariada. A sí las cosas, el producto del trabajo es para el dueño del capital, tanto da que lo sea p ara el capitalista privado como para el E sta­ do-patrón, lo cual determ ina la dependencia del obrero, su falta de libertad com o ser hum ano y la pérdida de su derecho más im portante: el derecho al trabajo y al p roducto de su trabajo. P or ello, la producción del trabajador, m ientras no sea gestionada m ediante la autogestión de los m edios de p ro ­ ducción y de cam bio, conduce, con el dom inio de las burguesías o de las b u ­ rocracias, a la alienación del obrero en su trabajo. Ello tanto con unas como con otras, aunque éstas hablen de "democracia" o de "comunismo”: m eras palabras bacías, m ientras el pueblo no ejerza el autogobierno económico, político y social, la justicia, la inform ación, la autodefensa y la justicia p o p u ­ lar; en una palabra, la dem ocracia directa popular ejercida diariam ente y no delegada parlam entariam ente. Sólo con la dem ocracia directa, haciendo participar al pueblo com o auto­ gobierno sin m ediación de una clase política profesional, el lenguaje político y la realidad social estarían en concordancia lógica, sintáctica y etimológica, estando de acuerdo los conceptos y los objetos p o r ellos significados. Las palabras constituyen los elem entos p ara com poner los m ensajes de la com unicación en tre los hom bres, p ero si se cam bian los contenidos dejando las puras form as verbales, el m ensaje puede ser m anipulado en el sentido ideológico deseado por una clase política usufructuaria del P oder político. E n su 1984, Orwcll, con gran visión del idealismo sem ántico com o políti­ ca del G ran H erm ano o del L íd er providencial, describe una escena en que el gran sem ántico Syme, cread o r de un "Nuevo D iccionario" explica a W iston toda una política de la m anipulación del lenguaje. Syme afirm a, en sem ánti­ co político, que reduciendo el núm ero de conceptos se puede elim inar defi­ nitivam ente ciertas cuestiones sociales y políticas indeseables o peligrosas, ya que no se las p odría pensar si se hace una depuración apropiada del vocabu­ lario. Llegamos, pues, así a la querella (m edieval) de los universales en el

sentido de que una cosa no existe si no tiene nom bre. l i e ahí la alienación p o r el lenguaje: los "slogans”, la publicidad masiva de la "sociedad de consu­ mo", las frases hechas de las ideologías que no concucruan con la realidad, los conceptos éticos y culturales alienantes, a fin de m anipular los cerebros según los deseos de las m inorías privilegiadas y dom inantes. E n este aspecto psicológico-polílico, los hom bres m anipulados com pran una m ercancía (pu­ blicidad económ ica) o se inclinan hacia una ideología (publicidad política), pero todo ello sin conocim iento de causa. E n nuestra época, tanto en O riente com o en O ccidente, la dem ocracia... "popular" o "representativa”, el "socialismo" y ”cl comunismo", han quedado com o m eras palabras vacías, universales abstractos, ya que han perdido sus significado, sus contenidos auténticos. El pueblo trabajador com prueba, en la experiencia de su vida cotidiana, la contradicción del lenguaje político con su realidad social y económ ica, con su falta de participación econom ica, p o ­ lítica y social en el poder, sin la cual no puede haber dem ocracia, de la clase que sea, y m enos aún socialismo o comunismo. Los profesionales de la política, las burocracias y las tecnocracias, las oligarquías financieras y políticas, a fin de m antenerse en el poder, ya sea a la derecha o a la izquierda, tienden a m onopolizar la inform ación, la ciencia, la cultura, la riqueza privada o pública. P ara ello necesitan m anipular las conductas de los seres hum anos económ icam ente débiles, desprovistos de tí­ tulos de propiedad o de títulos universitarios. D e esta m anera, el poder eco­ nóm ico (plutocracias) y el saber tecno-burocrálico (oligarquías políticas), con distinto lenguaje, crean, en realidad, el mismo gobierno de clases privile­ giadas, opresoras y explotadoras del pueblo trabajador, tanto a derecha co­ mo a izquierda. E l Estado, con las burocracias o las tecnocracias, en el Este, o con las burguesías, en el O este, va absorbiendo todos los poderes que quita a la So­ ciedad, lo cual no es muy dem ocrático, ya que las "élites” del Poder, por sus propios intereses de clase, por q u erer m onopolizar el E stado, son contrarias a la dem ocracia directa, que de estar vigente desprofesionalizaría la política, haciendo protagonista de ella a todo el pueblo. C uando una m inoría se aferra al Poder, sea como dcm o-Iibcral, socialdcm ocráta, dcm o-crisliana, socialista o com unista, busca su legitimación p e r­ m anente ante el pueblo dcsinform ando, m ediante el m onopolio de la radio, la prensa, la televisión, el cinc, la cultura, las universidades, las escuelas, el d ep o rte, las fuerzas arm adas, la policía, los jueces, la religión, en suma, lodos los p o deres de m anipulación y de represión de las m asas a fin de no perder el p o d er suprem o: E stado de clase de los que no trabajan nada y consum en m ucho como clases parasitarias. E l lenguaje, herram ienta política, no es una copia de la realidad; no ex­ presa la estructura social, sino la superestructurapolítica sin contradicciones visibles, tratan d o de borrarlas o de ocultaras o de no referirse a ellas, en el

sentido indicado por Syme, a fin de que cl Gran H erm ano sea adorado y obedecido más que un Dios, aunque sea hom bre. E n este orden de ideas, la alienación política, la m anipulación grosera del pueblo, se transform a en ideologías, en "socialismos religiosos", que se han quedado com o m eras fo r­ mas verbales sin ningún contenido real. C uando cl lenguaje es usado como instrum ento de dom inación de clase, expresión de la ideología dom inante, legitim ación del G obierno sobre la Sociedad o com o "slogans" o consignas del P artid o único, no existe más verdad que la oficial. E n tal caso, las pala­ bras nunca estarán de acuerdo con los hechos. Así, pues, la desalicnación pasa, necesariam ente, p o r la revolución popular, por cl socialismo de au to ­ gestión, com o liberación v erdadera de las masas populares. F ren te al G ranH crm ano y su M inisterio de la Verdad, que depuran las bi­ bliotecas de libros que entren en contradicción con su totalitarism o político y su Saber A bsoluto, la Inquisición puede pasar por dem ocracia o por un ré ­ gimen de relativo libre albedrío, pudiendo escribirse aún obras como D on Quijote, de C ervantes, o L o s Sueños, de Q ucvcdo, quizá más condenables a un "auto de fe", en su época, que las obras de Pastcrnak, Doctor Jivago y M i herm an ó la vida, más conocidas en cl extranjero que en la URSS. C uando cl E stado, m ediante un P artido único, tom a cl Poder total, bajo cl "slogan" de la "dictadura del proletariado" o del "E stado de lodo cl pueblo", la Sociedad q u eda inerm e y pasiva, callando y trabajando, acudiendo a las m anifestaciones p ara las cuales sea convocada, pues su finalidad es cum plir los planes quinquenales program ados por la burocracia sin participación al­ guna del pueblo. C uando una oligarquía política robotiza a los seres hum a­ nos, m ediante dcsinform ación program ada en los libros, la radio, la prensa y la televisión, usando sistemas políticos, culturales y educacionales para con­ vertir al hom bre en un ser obediente, una m inoría activa y revolucionaria d e ­ be desobedecer; elegir la libertad; recurrir a la acción m ediante las estrate­ gias de la g uerra revolucionaria, hasta que la m inoría activa revolucionaria arrastre contra los tiranos a la m ayoría pasiva. C uando la opresión es inso­ portable la revolución es inevitable para recu p erar las libertades esenciales y los derechos hum anos: la dem ocracia directa, en la revolución, com ienza siendo autodefensa que, finalm ente, hace posible la autogestión, no delegan­ do nunca más sus derechos al pueblo trabajador, a fin de que la política no siga siendo cl arte de engañar al pueblo. Los conceptos éticos, políticos, culturales, filosóficos, religiosos, ju ríd i­ cos, sociales están m anipulados, com o lenguaje alienante, para que cl pueblo no tenga nunca la capacidad de elegir, de autogobernarse, aceptando pasiva­ m ente cl gobierno de turno, siem pre contra cl pueblo y no del pueblo , con la derecha burguesa o con la izquierda p equeña burguesa en cl P oder turnante de las clases dom inantes H ay que pensar, percibir la realidad, conocer cl m undo y la sociedad m e­ diante un lenguaje objetivo, depu rad o de mitos, ideologías, "slogans" y frases

hechas, a fin de que el pueblo sea libre p orque sabe ser culto, sin diferencias entre trab ajo m anual e intelectual, poniendo el saber al servicio del A utopod er popular, basado en una econom ía libertaria.

BIBLIOGRAFIA C A Z E N E U V E , J. D i* ¡rra n d cs n o lio n s d e la s o cio lo y ie. E d itio n s d u S cu il C o llc lio n s P o in ls , N o . 75. P a rís , 1976. U n lib r o s in té tic o y a n a lític o d e la s g ra n d e s c o rrie n te s d e l p e n s a m ie n to s o c io ló g ic o . P la n ­ te a im p o ta n te s c u e s tio n e s s o b re la o rg a n iz a c ió n so cia l, tip o lo g ía y f e n o m e n o lo g ía d e la s c ivili­ z a c io n e s , e l fu n c io n a m ie n to d e la s s o c ie d a d e s , te o r ía s d e la e s tra tific a c ió n so cia l, la m o v ilid a d d e ¡as c la se s y s u s lu c h a s. A l p la n te a r las lu c h a s d e c la se s J c a n C a z c n c u v e s e e x p re sa , e n c u a n to a su fin a lid a d , co n e s ta s s u p o sic io n e s: "...es p re v is ib le q u e , e n u n a e ta p a m á s le ja n a , las lu c h a s d e c la se s y m ism o su s d is tin c io n e s d e s a p a re c e rá n . S e g ú n M arx , la s o c ie d a d sin c la se s q u e el d e s e a b a 110 d e b ía s u ­ p r im ir in m e d ia ta m e n te la s c a te g o r ía s p ro f e s io n a le s , p u e s e s ta s n o p o d r ía n s e r a b o lid a s m á s q u e e n u n a s o c ie d a d d o n d e lo s tr a b a jo s y lo s b ie n e s s e r ía n , e n fin , d is trib u id o s , n o s e g ú n su s a p titu d e s , s in o s e g ú n s u s n e c e s id a d e s " . ( O b r . cit. p. 2 12.)

C E N T R E D 'E T U D E S E T D E R E C H E R C H E S M A RX ISTES. E d itio n s S o c ia le s. P a rís , 1973. U n lib r o d e te x to s e sc o g id o s d e M a rx y E n g e ls s o b r e la s f o r ­ m a s s o c io -e c o n ó m ic a s q u e p re c e d ie r o n a ¡a p ro d u c c ió n c a p ita lis ta , la h is to ria d e los a n tig u o s g e rm a n o s y la é p o c a d e lo s fra n c o s

C E N T R E D 'E E T U D E S E T R E C H E R C H E S M A RX ISTES. L ib ro in te g ra d o p o r d iv e rs o s a u to r e s b a jo el títu lo S u r le m o d c d e p m d u tio n a sin liq u e . E n t r e o tr o s tr a b a jo s in c lu id o s c a u c c ita r lo s s ig u ie n te s : 'L a n o c ió n d e l m o d o d e p ro d u c c ió n a s iá tic o y lo s e s q u e m a s m a rx is ta s d e la e v o lu c ió n d e las s o c ie d a d e s", p o r M a u r ic io G o d c lie r; " P r o to h is to ria m e d ite r r á n e a y m o d o d e p ro d u c c ió n a siá tic o ", p o r P ic r r c B o ite a u ; "B iz an c io y el m o d o d e p r o d u c c ió n a siá tic o " p o r I le lc n c A n to n ia b is -B ib ic o u ; "L a fo rm a c ió n so cia l a siá tic a e n la p e rs p e c tiv a d e la filo s o fía o r ie n ta l a n tig u a ", p o r I o n B a n u .

H E G E L , G .W . F. L a fc n o m c n o lo g ie d 'E s p r it. A u b ie r. E d itio n s M o n ta g n e , P a rís 1940. S o b re le n g u a je c o m o e fe c tiv id a d d e la c x tra n c a c ió n d e la c u ltu ra p a ra h a b la r c o n las p r o p ia s p a la b ra s d e H c g c l, e n el s e n tid o d e l p a s o d e lo s in g u la r a lo u n iv e rs a l, a la a lie n a c ió n e s p ir itu a l. "E l le n g u a je —d ic e I I c g c l — q u e d a a la riq u e z a la c o n c ie n c ia d e su e s e n c ia lid a d , y a s í s e a p o d e r a d e e lla , e s ig u a lm e n ­ te el le n g u a je d e la a d u la c ió n , d e la in n o b le a d u la c ió n ". E s im p o r ta n te le e r el s u b títu lo ( b ) s o ­ b r e "el le n g u a je d e l d e s g a rr a m ie n to " , ( O b r . C it. to m o II, p a g . 7 6).

LA PA SSA D E , g. C la v e s d e la s o c io lo g ía . E d ic io n e s d e b o lsillo . E d ito ria l L A IA . B a rc e lo n a , 1974. E n t r e los te m a s tr a ta d o s s o n d e d e s ta c a r, e n tr e o tro s , un a n á lisis d e la b u ro c ra c ia , m o d o s d e p ro d u c c ió n e n la s o c ie d a d y s u s c o n tra d ic c io n e s so c ia le s, c la se s so c ia le s y lu c h a s d e c la se s, el E s ta d o y la R e v o lu c ió n , id e o lo g ía s, c o m u n ic a c io n e s y c o n tra c u ltu ra s .

K R O P O T K IN , P. E l a p o y o m u tu o . E d ito ria l A m e ric a le e . B u e n o s A ire s , 1946. D e s p u é s d e u n e s tu d io a m p lio s o b re el a p o y o m u tu o e n tr e lo s h o m b re s y lo s a n im a le s , K ro p o tk in , e n los a p é n d ic e s d e su li­ b ro , tr a ta lo s o r íg e n e s d e la fa m ilia , p a r tie n d o d e in v e stig a c io n e s d e B a c h o fc n , M o rg a n , M a c L c n a n , P o s t, K o v a le v s k i, W c s tc rm a rc k y D u rc k h e im y o tro s . S u b ra y a K ro p o tk in la a g ric u ltu ra d e tip o c o m u n ita rio , e n tr e lo s e sla v o s , la " z ad ru g a" y e l " a rtc il", c o m o m o d e lo s d e p ro d u c c ió n .

L E F E B V R E , H. L ó g ic a fo rm a l v lógica d ia lé c tic a . S ig lo X X I E d ito re s . M éx ic o , 1980. E s te filó s o fo m a rx is ta , in c lin a d o al s o c ia lis m o d e a u to g e s tió n , d e s p u é s d e h a b e r r o to c o n e l P a rtid o c o m u n is ta fra n c é s, a b o g a p o r f o r m a s d e d e m o c ra c ia s d ire c ta . Y e n el lib ro , q u e re s e ñ a m o s , e s d e d e s ta c a r ( p a ra d e s p e ja r el id e a lism o s e m á n tic o ) lógica e id e o lo g ía ; m o v im ie n to y p e n s a m ie n to ; v e rd a d y e rro r ; a b s o lu to y re la tiv o ; d e sc o n o c id o y c o n o c id o ; in te lig e n c ia ( e n te n d im ie n to ) ; ra z ó n , in m e d ia to y m e d ia to , a n á lisis y s ín te s is ; in d u c c ió n c d e d u c c ió n ; y s o b re to d o , lógica y le n g u a je .

"E l a n á lisis d ia lé c tic o —d ic e L c f c b v r c — p re s u p o n e la fo rm a lógica, q u e p e r m ite p o n e r e n e v id e n c ia la s c o n tra d ic c io n e s y su " je ra rq u ía " (c o n tra d ic c io n e s e s e n c ia le s o s u b o rd in a d a s , a s ­ p e c to p rin c ip a l d e la c o n tra d ic c ió n ) , e n el s e n tid o in d ic a d o p o r M a o . "E l a n á lisis d ia lé c tic o — p ro s ig u e — d e sv e la , d is o c ia la s c o n tra d ic c io n e s e n m a r a ñ a d a s e n el m u n d o d e su u n id a d , in c lu ­ s o a la s q u e se in je r ta n s o b re la ló g ica y la d ia lé ctica ". A s í e n la ló gica d e l d e v e n ir to d o tie n d e a n a c e r, d e s a r r o lla r s e y p e re c e r, in c lu so lo s m o d o s d e p ro d u c c ió n y la s c la se s s o c ia le s q u e le s o n c o r r e s p o n d ie n te s h is tó ric a m e n te .

M A N D E L , E. T r - : ! c d ' e .- r n o " : e m a rx is te . (I V to m o s ). R c n é J u llia rd P a rís , 1962. E n c o n ju n to e s ta o b ra e s im p o r ta n te p a ra el e s tu d io d e las c a te g o r ía s e c o n ó m ic a s , s u s c o n tra d ic c io n e s , ta n to e n O r ie n te c o m o e n O c c id e n te , c o n b u rg u e s ía s o co n b u ro c ra c ia s e n el P o d e r. E l IV lo m o h a c e un a n á lisis o b je tiv o d e la s o c ie d a d s o v ié tic a y s u s c o n tra d ic c io n e s e c o n ó m ic a s y s o c ia le s d e s d e el p u n to d e v is ta d e u n m a rx is la , sin lim ita c io n e s id e o ló g ic a s o ¡d e a s p re c o n c e b id a s . E n s u m a , u n a o b ra im p o r ta n te p a ra el c o n o c im ie n to d e l c a p ita lis m o m o d e r n o y el s o c ia lis m o d e E s ta d o .

M A R X , C. V nlks.-iusonhe (d e E l C a p ita l ). A c e rc a d e lo s m o d o s d e p ro d u c c ió n y d e su s c la se s d o m i­ n a n te s , M arx , e n e sa e d ic ió n a le m a n a d e F l C a p ita l d ice: "El p o d e r d e q u e d is p o n ía n los re y e s a s iá tic o s y e g ip c io s, lo s te ó c ra ta s c tru s c o s , e tc ., h a s id o tra n s fe rid o , e n la s o c ie d a d m o d e rn a , a m a n o s d e l c a p ita lis ta , ta n to in d iv id u a l c o m o c o le c tiv o (s o c ie d a d p o r a cc io n e s". M C a p ita l. I (1867. V . A . 1, p p . 349-350. T a lla ría a d ic io n a r a e s ta c o n c e p c ió n d e M arx , s o b re la tra n s fe re n c ia d e lo s p o d e r e s d e los d irig e n te s d e l m u n d o a n tig u o a lo s c a p ita lis ta s , el p o d e r a d q u irid o p o r los b u r ó c r a ta s e n el ré g i­ m e n s o v ié tic o y C ía ., q u e n o h a n re a liz a d o el so c ia lis m o , y m e n o s a ú n el c o m u n is m o , s in o el c a ­ p ita lis m o d e E s ta d o in te g ra l.

P IR E N N E , J. C m lr /n r io n e s A n te n a s . B ib lio te c a U n iv e rs a l C a r a lt. B a r c e lo n a 1967. E s te h is to r ia d o r a p o r ta m a te ria le s im p o r ta n te s s o b re la c iv iliz a ció n s u m e r ia , B a b iló n ic a , E g c a , G rie g a , e l m e d io ru r a l y u r b a n o , la in f r a e s tr u c tu r a e c o n ó m ic a y la s u p e r e s tr u c tu r a p o lític a , p u d ie n d o c a p t a r lo e se n c ia l d e lo s m o d o s d e p ro d u c c ió n y las fo r m a s d e e sa s c iv iliz a cio n e s.

P E T E R S E N , W. I n p o b la c ió n

I !n a n á lisis n rtn n l E s d e s u b r a y a r e n e s te lib r o la s re la c io n e s e n tr e p r o d u c ­

c ió n , p o b la c ió n y su d e n s id a d e n k iló m e tro s c u a d r a d o s p o r h a b ita n te . E s p e c ia lm e n te r e c o m e n ­ d a m o s la le c tu ra d e l c a p ítu lo s o b re "L a p o b la c ió n d e las s o c ie d a d e s p rim itiv a s" . E n e s te s e n ti­ d o , e l a u t o r in s e r ta u n c u a d r o m u y im p o r ta n te e n la p a g . 295, in d ic a n d o q u e , p o r e je m p lo , los p u e b lo s c a z a d o re s y p e s c a d o re s d e l A rtic o n e c e s ita n , m á s o m e n o s, 75-200 m illa s c u a d r a d a s p a ­ ra a lim e n ta r a u n h a b ita n te , c o n tra 4,5 h a b ita n te s , lo s p u e b lo s p e s c a d o re s d e N o rte a m é ric a y P o lin e s ia . Y n o s o tro s a ñ a d iría m o s q u e , a c tu a lm e n te , h a y h a s ta 164 h a b ita n te s p o r k iló m e tro c u a d r a d o e n la C F E ; p e r o 323 e n B élg ica , 248 e n A le m a n ia o c c id e n ta l, 346 e n I I o la n d a y 230 en G r a n B re ta ñ a ; p e r o e n e l J a p ó n la d e n s id a d d e h a b ita n te s p o r k iló m e tro c u a d r a d o , e s d e 312. E llo in d ic a ría d if e r e n te d e s a r r o llo e c o n ó m ic o y te c n o ló g ic o e n tr e e s to s p a ís e s s u b d e s a rro lla d o s d e l A rtic o , c e n tr o d e A u s tra lia , z o n a s d e s é rtic a s a fric a n a s y a siá tic a s, y la g ra n c u e n c a d c lA m a z o n a s , y lo s p a ís e s in d u s tria liz a d o s .

R A T Z E L , E. A n ih ro p o p e o p rn p h y . P r im e ra e d ic ió n a le m a n a d e 1891. E s te d e s ta c a d o g e o p o lític o a p o r t a ­ b a , e n su tie m p o , u n d e ta lla d o c u a d r o s o b re d e s a r r o llo e c o n ó m ic o , e s p a c io y p o b la c ió n . E n las p p . 264-5, lo m o II, in s e r ta d a to s m u y im p o r ta n te s . S e g ú n él u n e s q u im a l n e c e s ita m u c h o e s p a ­ c io p a r a p r o c u r a r s e su s u s te n to : n o h a y m ás d e 0,005 e s q u im a le s p o r m illa c u a d r a d a , m á s o m e ­ n o s q u e e n el p a le o lític o in fe rio r, y h a y 2 a 5 h a b ita n te s p o r k iló m e tro c u a d r a d o e n las trib u s d e p a s to r e s n ó m a d a s . E n la P a ta g o n ía a rg e n tin a , e n e l te r r i to r io d e S a n ta C ru z , a c tu a lm e n te , h a y m e n o s p o b la c ió n p o r k iló m e tro c u a d r a d o q u e e n e l E g ip to d e R a m s e s II.

P R O U D H O N , P. J. S is te m a s d e las c o n tra d ic c io n e s e c o n ó m ic a s . E d ito ria l A m c ric a le e . B u e n o s A ire s , 1945.

P r o u d h o n im p rim e a la s c a te g o r ía s e c o n ó m ic a s u n m o v im ie n to d ia lé c tic o c o n te n d e n c ia a d e v e ­ n ir o t r a c o sa : la c o m p e te n c ia m e rc a n til e n m o n o p o lio . P e r o cl m o n o p o lio p u e d e s e r lo a e sc a la d e u n pai's, c o m o m u c h o s m o n o p o lio s d e E s ta d o , p e r o e n c l m e rc a d o m u n d ia l, la s m e rc a n c ía s d e u n m e rc a d o n a c io n a l v u e lv e n a la c o m p e te n c ia , e n tr e las n a c io n e s , p o r c l d o m in io d e l m e r ­ cado. E n cl m o v im ie n to d e la s c a te g o r ía s e c o n ó m ic a s e s m u y o rig in a l e s te p e n s a m ie n to d e P r o u d h o n : "S ay le n ía ra z ó n al d e c ir q u e la s riq u e z a s n a tu ra le s c o m u n e s n o se d is trib u ía n , e n cl s e n tid o e c o n ó m ic o d e la p a la b r a , y q u e si s u c e d ie s e lo m is m o c o n to d o s lo s p r o d u c to s d e la n a ­ tu ra le z a y d e l tr a b a jo , cl v a lo r v e n a l s e r ía n u lo , la s c o n c e c u e n c ia s q u e se d e s p r e n d e n d c s a p a rc c c r c ía n co n .» ic . ¿1826.) S o b re el v a lo r - tr a b a jo el filó s o fo y e c o n o m is ta fra n c é s dice: " P u e s to q u e e s c ie rto q u e n u e s tr a s fa c u lta d e s físic a s y m o ra le s s o n n u e s tr a s o la riq u e z a o r i­ g in a ria , q u e el e m p le o d e e s ta s fa c u lta d e s , u n tr a b a jo c u a lq u ie ra , e s n u e s tr o s o lo te s o r o p r im iti­ v o , y q u e e s d e e s te e m p le o q u e n a c e n to d a s las c o sa s q u e lla m a m o s b ie n e s (. . .) e s c ie rto a s i­ m is m o q u e to d o s e s to s b ie n e s n o h a c e n m ás q u e r e p r e s e n ta r el tr a b a jo q u e le s h a d a d o n a c i­ m ie n to y q u e si e llo s tie n e n u n v a lo r, o m is m o d o s d is tin to s , e llo s n o p u e d e n o b te n e r e s te v a lo r m á s q u e d e l tr a b a jo q u e e llo s re p re s e n ta n " . ( O b r . c i t . , IV y V p a rte s ) . C o m o n a d a e s re g a la d o , o d a m u y p o c o la n a tu ra le z a , e s ló g ico q u e el c o n te n id o e c o n ó m ic o d e la riq u e z a e s té c o n s titu id o p o r e l tr a b a jo c o m o f u e n te d e p ro d u c c ió n d e b ie n e s, a u n q u e la r i ­ q u e z a fe tic h iz a d a en las m e rc a n c ía s se d is fra c e c o n los o ro p e le s d e l d in e r o y n o co n e l d e l t r a ­ b a jo c re a d o r . •

FRA N K LIN , C. T h e w o rk s o f B e n ia in in F r a n H in . . . E d ite d b y S p a rk s , 1836. E l c é le b re p o lític o y s a b io n o r ­ te a m e r ic a n o , s o b re el tr a b a jo c o m o fu e n te d e l v a lo r e c o n ó m ic o e x p re sa : "C o m o el c o m e rc io e n g e n e ra l n o e s o tr a c o sa q u e u n c a m b io d e tr a b a jo c o n tra tr a b a jo , e s p o r e l tr a b a jo q u e e s e s ti­ m a d o m á s e x a c ta m e n te el v a lo r d e to d a s las co sas" O b r. cit. T o m o II, p. 267) E n c a m b io , e n lo s lis ta d o s U n id o s d el sig lo X X , el d ó la r, co n su s m is tific a d o s m e c a n is m o s m o n e ta rio s , fin a n c ie ro s y su p o s ic ió n c e n tra l e n el F M I, e lu d e e n lo s in te rc a m b io s la ley d e l v a ­ lo r- tr a b a jo , p a r a b e n e fic ia rs e a c o sta d e o tro s p a íse s .

LO C K E , J. T h e w o rk s of.T ohn I o cke. I Ia c ie n d o un a n á lisis e c o n ó m ic o d el v a lo r d e las c o sa s a firm a : . . q u e el tr a b a jo fo rm a c o n m u c h o la m a y o r p a r te d e l v a lo r d e las c o sa s d e q u e d is f r u ta ­ m o s e n e s te m u n d o , y q u e la tie rr a q u e p ro d u c e los m a te ria le s a p e n a s d e b e d e s e r e s tim a d a , si a c a s o , to d o lo m á s, c o m o u n a p e q u e ñ a p a r te d e a q u e l; ta n p e q u e ñ a , q u e a u n q u e e n tr e n o s o ­ tro s , la tie rr a n o se d e ja a b a n d o n a d a a la n a tu ra le z a , q u e n o tie n e m e jo ra s ni p a s to s , c u ltiv o o p la n ta c ió n , e s lla m a d a , y v e r d a d e r a m e n te lo es, in ú til, y v e re m o s q u e los b e n e fic io s d e e lla lle ­ g a n a p o c o m e n o s q u e n a d a . E s el tr a b a jo el q u e c o n fie re la m a y o r p a r te d e l v a lo r a la tie rr a . A él le d e b e m o s la m a y o r p a r te d e to d o s su s p ro d u c to s ú tile s ”. ( O b r. cit. V o l 5, p p . 362-63).

A l c o b r a r s o b re la (¡e rra u n a r e n ta d e p ro p ie d a d , n o p o n ie n d o e n e lla ni tr a b a jo ni c a p ita l, se o b tie n e u n b e n e fic io p a ra s ita r io . E n igual m e d id a , u n a r e n ta p o r in te ré s d e l c a p ita l- d in c ro , q u e sin tr a b a jo p r o d u c e d in e ro , re s ta riq u e z a p a r a c o n s u m o im p r o d u c tiv o . Si to d a s la s r e n ta s p a r a s ita r ia s fu e ra n c o n fis c a d a s e n u n a so c ie d a d d e m o c rá tic a a u to g e s tio n a ria , y fu e ra n in v e rti­ d a s ú tilm e n te , cl c rc c im ic n to e c o n ó m ic o s e r ía in fin ita m e n te m a y o r q u e b a jo u n c a p ita lis m o p r i ­ v a d o o d e E s ta d o . A s í, co n ig u a ld a d y lib e rta d , co n tr a b a jo y b ie n e s ta r p a r a lo d o s , sin d is ip a r la p lu s v a lía las c la se s p riv ile g ia d a s, h a b ría v e r d a d e r a d e m o c ra c ia e c o n ó m ic a y p o lític a , m u c h o p r o g r e s o e c o n ó m ic o y te c n o ló g ic o .

PE TT Y , W. T h e e c o n o m i r w ril in p s o f sir W illinm P c ttv . T u e un p r e c u s o r d e la te o r ía d e l v a lo r - tr a b a jo , a n te s d e q u e la d e fin ie ra y la s is te m a tiz a ra A d a m S m ith . P e tty , a c e rc a d e q u e cl tr a b a jo e n c ie ­ rr a cl v a lo r d e los b ie n e s, dice: . . . " si 100 h o m b re s tr a b a ja n 10 a ñ o s e n c l trig o y cl m is m o n ú m e ro d e h o m b re s tr a b a ja cl m is m o tie m p o e n e x tr a e r p ia la , d ig o q u e cl p ro d u c to n e to ín te g r o d e la p la ta e s cl p re c io d e l p r o d u c to n e to ín te g r o d e l trig o , y las p a r te s e q u iv a le n te s d e la u n a so n los p re c io s d e la s p a rte s e q u iv a le n te s d e l o tro " . ( O b r. cit. V o l. I, p. 43). l i e a h í u n e je m p lo e lo c u e n te d e la ley d el v a lo r d e c a m b io d e las c o sa s en b a se a la m o n c d a -m c rc a n c ía ; p e r o q u e a c tu a lm e n te co n las m o n e d a s fu e ra d el o ro , la p la ta y el p a tr ó n - o r o , n o se c u m p le , e n cl E s te , co n las m o n e d a s d e s v in c u la d a s d e l v a lo r sin lib re m e rc a d o y c o n p rp ie d a d e s ta ta l; ni e n cl O e s te , co n u n d ó la r m o n e d a —re s e r v a — u n iv e rs a l in c o n v e rtib le e n o r o y c o n la p ro p ie d a d p riv a d a y a n ó n im a c o n tro la d a p o r lo s m o n o p o lio s o las e m p re s a s m u ltin a c io n a le s , q u e c o n tro la n cl c o m e rc io , la in d u s tria y las fin a n z a s.

SMITH, A. In v e s tig a c io n e s s o b re la n a tu ra le z a d e la riq u c 7 a d e las n a c io n e s. (1776.^ E n e s ta fa m o s a o b ra , m á s b ie n c o n o c id a c o m o I n riq u e z a d e Iris n a c io n e s . A d a m S m ith fu n d a m e n ta la e c o n o ­ m ía p o lític a c o m o c ie n cia p o lític a y d e fin e , m e jo r q u e su s p rc c u s o r c s , la te o r ía d e l v a lo r - tr a b a ­ jo , e x p re s á n d o s e e n e s to s té rm in o s : " C o n s id e ro al tr a b a jo c o m o la fu e n te d e to d o v a lo r, y su c a n tid a d re la tiv a c o m o la m e d id a q u e re g u la , casi e x c lu siv a m e n te , cl v a lo r re la tiv o d e las m e rc a n c ía s " ( O b r . c it) S m ith c o n s id e ra q u e cl c a p ita l e s d e n a tu ra le z a p e re c e d e ra y q u e se n e c e s ita n g ra n d e s e s ­ fu e rz o s p a ra r e c o n s titu irlo o s o s te n e r lo m e d ia n te cl tr a b a jo e n c a rn a d o en u n n u e v o v a lo r. P e ro n o to d o s lo s tr a b a jo s p ro d u c e n b ie n e s, s in o s e rv ic io s, d o n d e cl tr a b a jo n o se m a te ria liz a y d e s a ­ p a re c e . A s í, c u a n to m á s a u m e n te cl tr a b a jo e s té ril, m e n o s se p o d r á re p r o d u c ir o a m p lia r cl c a ­ p ita l to ta l, c o m o e n n u e s tr o s d ía s c o n cl d e s m e d id o a u m e n to d e la c la se m e d ia d e los " te rc ia ­ rios", lo c u a l c o n d u c e a la c risis e c o n ó m ic a d e a g o ta m ie n to d el s iste m a c a p ita lista .

R IC A R D O , D. P rin c ip ie s o f p c lln c a l c .,.n o n v . a n d tax.ili n ^1817). S ig u ie n d o la s lín e a s te ó ric a s d e la e c o ­ n o m ía p o lític a , q u e h a b ía tra z a d o A d a m S m ith , D a v id R ic a rd o , e n c u a n to a la te o r ía d e l v a lo rtr a b a jo , dice: "E l v a lo r d e u n b ie n , o la c a n tid a d d e c u a lq u ie r o tr o p o r cl c u al h a d e c a m b ia rs e , d e p e n d e d e la c a n tid a d re la tiv a d e tr a b a jo q u e es n e c e s a rio p a ra su p ro d u c c ió n " . ( O b r. cit. p. 9). ” . . al e s tim a r cl v a lo r d e c a m b io d e u n a s m e d ia s, e n c o n tra m o s q u e su v a lo r, c o m p a ra d o co n cl d e las o tr a s c o sa s, d e p e n d e d e la c a n tid a d to ta l d e tr a b a jo n e c e s a rio p a r a fa b ric a rla s y lle v a rla s al m e rc a d o . E n p r im e r lu g a r, cl tr a b a jo n e c e s a r io p a ra la b r a r la tie rr a e n q u e se c u ltiv a cl a lg o d ó n ; e n s e g u n d o te rm in o , cl tr a b a jo d e tr a n s p o r ta r lo al p a ís en q u e h a n d e f a b ric a rs e las m e d ia s, tr a b a jo q u e in c lu y e u n a p a r te d e l e m p le a d o e n h a c e r cl b a rc o e n cl q u e se tr a n s p o r ta , y q u e se c a rg a e n cl fle te d e las m e rc a n c ía s ; e n te r c e r te rm in o , cl d e lo s h ila d o re s y te je d o re s ; en c u a r to lu g a r, p a r te d e l tr a b a jo d e l in g e n ie ro , h e r r e r o y c a r p in tc r o q u c c o n s tr u y e n los e d ific io s y m a q u in a ria s , c o n cu y a a y u d a se h a ce n ias m e d ia s; en q u in to lu g a r, cl d el c o m e rc ia n te al m e n ú d e o y cl d e m u c h o s o tr o s q u e re s u lta in n e c e s a rio e n u m e ra r. l a s u m a to ta l d e e s ta s d iv e rs a s c la ­ ses d e tr a b a jo d e te rm in a la c a n tid a d d e o tr a s c o sa s p o r las q u e e s ta s m e d ia s se c a m b ia rá n

m ie n tra s q u e !a m ism a c o n sid e ra c ió n , d e la s d iv e rs a s c a n tid a d e s d e tr a b a jo q u e se h a n e m p le a ­ d o e n e s ta s o tra s c o sa s, re g irá ig u a lm e n te la p a r te d e e lla s q u e h a b r á d e d a rs e p o r la s m e d ia s". ( O b r. cit. p. 17). R ic a r d o e x p o n e a s í la te o r ía d e l c o s to d e p ro d u c c ió n e n ra z ó n d e l v a lo r - t r a b a jo d e las m e r ­ c a n c ía s , p e r o e llo e ra tr a n s p a r e n te d e n l ro d e u n a e c o n o m ía d e lib re c o m p e te n c ia y co n u n s is te ­ m a m o n e ta rio , c u m p lie n d o e n s í m ism o la ley d e l v a lo r, p o r s e r la m o n e d a u n a m e rc a n c ía m ás,

110 m u ltip lic a b le a v o lu n ta d c o m o p a p e l-m o n e d a in fla c io n a rio . P o r o tra p a r te , R ic a rd o , c o m o e x ce p c ió n a la ley d e l v a lo r - tr a b a jo , a d m ite q u e "las m e r c a n ­ c ía s d e riv a n su v a lo r d e c a m b io d e d o s fu e n te s : d e su e sc a se z y d e la c a n tid a d d e tr a b a jo n e c e s a ­ rio p a r a o b te n e rla s " . " H a y —a ñ a d e — a lg u n a s m e rc a n c ía s c u y o v a lo r d e c a m b io e s tá d e te r m in a ­ d o e x c lu siv a m e n te p o r su escasez".

M A R X , C. T: l C n p iln l (18G7) . D e s a r r o lla n d o m á s a m p lia m e n te la te o r ía d e l v a lo r - tr a b a jo d e A d a m S m ith y R ic a rd o , M a rx d e d ic a m u c h a s p á g in a s in ic ia le s d e I 7I C a p ita l al a n á lisis d e la m e r c a n ­ c ía , a la fo rm a d e l v a lo r re la tiv o y c q u iv a lc n c ia l, a su c o n te n id o e n tr a b a jo s o c ia lm e n te n e c e s a ­ rio c o m o m e d id a o p re c io d e las m e rc a n c ía s h a s ta lle g a r a la fo rm a m o n e d a . "A l v a lo r d e u s o d e las m e rc a n c ía s —d ice — u n a v e z p u e s to d e la d o , 110 le re s ta m á s q u e u n a c u a lid a d , la d e s e r p ro d u c to d e l tr a b a jo ”. ( O b r. cit. I.b . I., c p t. I). "01 tie m p o s o c ia lm e n te n e c e s a rio p a ra la p ro d u c c ió n d e las m e rc a n c ía s e s lo q u e exige to d o tr a b a jo , e je c u ta d o c o n el g ra d o m e d io d e h a b ilid a d e in te n s id a d y en c o n d ic io n e s q u e , re s p e c to al m e d io so cia l d a d o , s o n n o rm a le s ". ( O b r. cit. t .b. I. c p t. I). "I 'I v a lo r d e u n a m e rc a n c ía e s el v a lo r d e o tr a m e rc a n c ía , en la m ism a re la c ió n q u e el tie m ­ p o d e tr a b a jo n e c e s a r io p a ra la p ro d u c c ió n d e u n a e s el tie m p o d e tr a b a jo n e c e s a r io p a r a la p ro d u c c ió n d e la o tra " . ( O b r. cit. L b . I., c ap . I). M a r x d ic e " tie m n o s o c ia lm e n te n e c e s a rio " , p o r q u e si u n a e m p re s a g a sta m á s d e l tie m p o m e d io p a r a p ro d u c ir u n a m e rc a n c ía , 110 p o r e s o e lla v a ld rá m á s, s in o q u e p e r d e r ía n iv e l d e c o m p e te n c ia m e rc a n til. II 11 e se s e n tid o , el m e rc a d o a ju s ta las m e rc a n c ía s a la le y d e l v a lo r; p e r o n o h a b ie n d o m o n o p o lio s ni d irig id n o s e n lu e c o n o m ía d e u n p a ís. F u e M a rx el te ó ric o d e la ley d e l v a lo r d e c a m b io en fu n c ió n d e l tr a b a jo so cia l p ro m e d io c o n te n id o e n las m e rc a n c ía s ; p e ro e n la U R S S , p a ra d ó jic a m e n te , n o se re s p e ta la ley d e l v a lo rtr a b a jo , y a q u e n o rige u n " so cia lism o d e m e rc a d o " , co n e c o n o m ía a u to g e s tio n a ria , s in o u n s is ­ te m a d e p la n ific a c ió n c e n tra liz a d a , d o g m á tic a m e n te o p u e s ta a la ley o b je tiv a e c o n ó m ic a in d ic a ­ d a , q u e c o n s titu y e la e se n c ia d e la d o c trin a m a rx is ta . Y si un p a ís d ic h o s o c ia lis ta ig n o ra la ley d e l v a lo r - t r a b a jo s e r á p o r q u e lo s tr a b a ja d o r e s n o fig u ra n en n a d a y la b u ro c ra c ia p o lític a to ta li­ ta ria d e c id e e n lo d o , tra n s f ir ie n d o al C s la d o -p a tr ó n la p lu s v a lía e x to rs io n a d a a los o b r e r o s a sa la ria u o s p o r m e d io d e la p ro p ie d a d c s ta ta liz a d a . P o r e so , to d o d e lito c o n tra el lis ta d o sovic:tic o h a e s ta d o c a s tig a d o co n la p e n a d e m u e rte .

PRO UD 1 ION, P-J. S is te m a d e las c o n tra d ic c io n e s e c o n ó m ic a s (18-46'). C sic lib ro , el m á s im p o r ta n te d e P r o u d h o n e n e c o n o m ía p o lític a llev a p o r s u b títu lo F ilo so fía d e la m ise ria . D e a h í q u e M arx , en su p o lc: m ica c o n P r o u d h o n , e s c rib ie ra M ise ria d e la filo so fía . A l t r a t a r la te o r ía d el v a lo r e c o n ó m ic o d e las c o sa s, P r o u d h o n e x p re sa : "III tr a b a jo —s e g ú n la b e lla e x p re s ió n d e l s e ñ o r W a l r a s — e s u n a g u e r r a d e c la r a d a c o n tra la p a rs im o n ia d e la n a tu ra le z a : e n g e n d r a a la v ez la s o c ie d a d y la riq u e z a ". ( O b r. cit. c ap . I). "T ocio p r o d u c to e s un s ig n o re p r e s e n ta tiv o d e l tr a b a jo . T o d o p r o d u c to , p o r c o n se c u e n c ia , p u e d e s e r c a n b ia d o p o r o tro , y a h í e s tá la p rá c tic a u n iv e rs a l q u e lo a c r e d ita . P e r o s u p rím a s e el tr a b a jo , y n o q u e d a n s in o c o sa s m ás o m e n o s ú tile s, q u e n o e s ta n d o re v e s tid a s d e n in g ú n c a r á c ­ t e r e c o n ó m ic o , d e n in g ú n s ig n o h u m a n o , s o n in c o n m e n s u r a b le s e n tr e sí; e s d e c ir, ló g ic a m e n te in c a p a c e s d e c am b io " . ( O b r . cit. c ap . I). "1.a p ro p o s ic ió n , e l tr a b a jo es el p rin c ip io d e la p r o p o r c io n a lid a d d e los v a lo re s , n o e s s ó lo v e r d a d e r a , p o r q u e re s u lta d e u n irr e f ra g a b le a n á lisis , s in o q u e ta m b ié n es e l o b je to d e l p r o g r e ­ so , la c o n d ic ió n y la fo r m a d e l b ie n e s ta r so cia l, el p rin c ip io y el fin d e la e c o n o m ía p o lític a , d e

e sta p ro p o s ic ió n y d e su s c o lo ra rlo s , lo d o p ro d u c to v a le lo q u e c u e s ta d e tr a b a jo , y lo s p r o d u c ­ to s se c o m p ra n co n p ro d u c to s , se d e d u c e e l d o g m a d e la ig u a ld a d d e la s c o n d ic io n e s ”. " D o n d e n o e s te s o c ia liz a d o el tr a b a jo , e s d e c ir d o n d e n o e s te d e te r m in a d o s in té tic a m e n te el v a lo r, h a y p e r tu r b a c ió n y d e s le a lta d e n los c am b io s, g u e rra d e a stu c ia s y d e e m b o s c a d a s , im p c d im ic n to p a ra la p ro d u c c ió n , la c irc u la c ió n y el c o n su m o , tr a b a jo im p ro d u c tiv o , fa lta d e g a­ r a n tía s , d e s p o jo , in s o lid a rid a d , in d ig e n c ia y lu jo , p e r o al m is m o tie m p o e s f u e r z o d e l g e n io s o ­ cial p a r a c o n q u is ta r la ju s tic ia , y te n d e n c ia c o n s ta n te a la a so c ia c ió n y e l o rd e n . L a e c o n o m ía p o lític a n o e s o tra c o sa q u e la h is to ria d e esa g ra n lu c h a . P o r o tra p a r te , e n e fe c to , la e c o n o m ía p o lític a , e n c u a n to c o n sa g ra y p r e te n d e e te r n iz a r la s a n o m a lía s d e l v a lo r y la s p r e r r o g a tiv a s d e l e g o sim o , es v e r d a d e r a m e n te la te o ría d e la d e sg ra c ia y la o rg a n iz a c ió n d e la m is e ria ; p e r o e n c u a n to e x p o n e lo s m e d io s in v e n ta d o s p o r la civ iliz a ció n p a ra v e n c e r el p a u p e r is m o , p o r m ás q u e e so s m e d io s h a y a n re d u n d a d o c o n s ta n te m e n te e n e x clu siv o p ro v e c h o d e l m o n o p o lio , la e c o n o m ía p o lític a e s el p re á m b u lo d e la o rg a n iz a c ió n d e la riq u e z a ". (O b r.C it. c ap . I). P r o u d h o n , a d ife re n c ia d e M arx , h a b la d e la so c ia liz a c ió n d e l tr a b a jo , n o d e su n a c io n a liz a ­ c ió n p o r el E s ta d o c o m o e n el m o d e lo s o v ié tic o , q u e se d ic e m a rx is ta , s u p o n e s e g ú n a q u e l una a lte rn a tiv a , n o d e s o c ia lis m o b u ro c rá tic o , s in o a u to g e s tio n a rio , p a r a te r m in a r c o n la in ju s tic ia so cia l y la d e sig u a ld a d e c o n ó m ic a y d e c o n d ic io n e s e n tr e lo s h o m b re s . E n e se s e n tid o , P r o u d ­ h o n n o es ta n u to p is ta c o m o lo s u p o n e M arx , a u n q u e s e a m e n o s e c o n o m is ta y m á s so c ia lista q u e é ste , n o h a c ie n d o al E s ta d o - p a tr ó n p r o p ie ta r io d e to d o y, p o r ta n to , d e to d o s e n u n c a p ita ­ lism o d e E s ta d o b u ro c rá tic o .

STALTN, J. V. P r o b le m a s e c o n ó m ic o s d e l s o c ia lis m o en la U R S S (1 9 5 2 ). E n las p o s tr im e r ía s d e su p o d e r o m n ím o d o , S ta lin p la n te ó u n a s e rie d e p ro b le m a s d e la e c o n o m ía s o v ié tic a . Y , r e s p e c to a la in ­ c id e n c ia d e la ley d e l v a lo r, e x p re sa : "E n n u e s tr o p a ís —d ic e S ta lin — la ley d e l v a lo r e x tie n d e su a cc ió n , s o b re to d o , a la c irc u la ­ c ión d e las m e rc a n c ía s , al in te rc a m b io d e m e rc a n c ía s m e d ia n te la c o m p ra -v e n ia , al in te rc a m b io , p ric ip a lm e n te d e las m e rc a n c ía s d e c o n s u m o p e rs o n a l. A q u í, e n e s ta e s f e r a , la ley d e l v a lo r s i­ g u e d e s e m p e ñ a n d o , n a tu r a lm e n te e n c ie rto s lím ite s , el p a p e l d e re g u la d o r. " P e ro la ley d e l v a lo r —p r o s ig u e — n o q u e d a lim ita d a a la e s f e r a d e la c irc u la c ió n d e m e r ­ c a n c ía s . Se e x tie n d e ta m b ié n a la p ro d u c c ió n . C ie rto e s q u e e n n u e s tr a p ro d u c c ió n s o c ia lis ta la ley d e l v a lo r 110 d e s e m p e ñ a u n p a p e l re g u la d o r; p e ro , co n to d o e s to , a c tú a s o b re la p ro d u c c ió n , c o sa q u e d e b e s e r te n id a e n c u e n ta al d irig ir e sta . L a re a lid a d e s q u e los p ro d u c to s d e s tin a d o s al c o n s u m o , n e c e s a rio s p a ra c u b rir lo s g a s to s d e la fu e rz a d e tr a b a jo e n el p ro c e s o d e p r o d u c ­ ció n , se p ro d u c e n y se re a liz a n en n u e s tr o p a ís c o m o m e rc a n c ía s s o m e tid a s a la ley d e l v a lo r". ( O b r. cit. P á r r a f o in c lu id o en el s u b títu lo : ”3. L a ley d e l v a lo r e n el so cia lism o ") L a re a lid a d e s q u e p a ra q u e el E s ta d o to ta l y e l P a rtid o ú n ic o d e c id a n to d o , e c o n ó m ic a ­ m e n te , p o r m e d io d e la p la n ific a c ió n c e n tra liz a d a (sin d a r n in g u n a p a rtic ip a c ió n a los t r a b a ja ­ d o re s en la g e stió n d ire c ta d e su s e m p re s a s , ni a lo s c o n s u m id o re s m e d ia n te un s o c ia lis m o de m e rc a d o ), h a y q u e ig n o ra r la ley d el v a lo r y el m e rc a d o , a fin d e q u e la b u ro c ra c ia te n g a to d o el P o d e r. E n e s te o rd e n d e id e a s, se tra ta m á s d e in s titu ir u n n e o -d e s p o tis m o a siá tic o q u e u n s o ­ c ia lism o a u té n tic o y, p o r ta n to , el p o d e r e c o n ó m ic o d e b e p e r te n e c e r a los n u e v o s m a n d a rin e s o s á tr a p a s y 110 al p u e b lo tr a b a ja d o r . Si tra n s firie r a el E s ta d o su p ro p ie d a d d e lo s m e d io s d e p r o ­ d u c c ió n y d e c a m b io a la S o c ie d a d , el p o d e r d el e jé rc ito p e rte n e c e r ía , e n b u e n a m e d id a , a la a u ­ to d e fe n s a , a la g e stió n d e las e m p re s a s e s ta ta le s , a la a u to g e s tió n d e lo s o b re ro s , a s í el s o c ia lis ­ m o y la lib e rta d s u rg iría n in m e d ia ta m e n te , s u p e r a n d o la d ic ta d u ra d e la b u ro c ra c ia , q u e sigue s ie n d o la m ism a c o m o c o n te n id o y fo rm a d e l s iste m a , c o n S ta lin o sin el, b a jo un P o d e r a lie n a n ­ te y a lie n a d o .

A N O N IM O . M a n u a l d e e c o n o m ía P o lític a . E d il. G rija lb o . M éx ic o , 1956. L u e g o d e m u c h o s a ñ o s d e ré g i­ m e n s o v ié tic o n o se c o n ta b a co n un m a n u a l o fic ia l d e e c o n o m ía p o lític a . D e a h í q u e S ta lin , en 1952, tr a ta s e d e d e f in ir u n a c ie n cia e c o n ó m ic a o fic ia l e n P r o b le m a s e m n ó m i m s dpi s o c ia li s m o e n la L R SS. Y , e n 1956, lu e g o d e la m u e rte d e S ta lin , e n 1953, p o r fin , la A c a d e m ia d e C ie n cia s

d e la U R S S , su In s titu to d e E c o n o m ía P o lític a , se d e c id ió a e d ita r cl M a n u a l d e E c o n o m ía P o ­ lític a q u e . e n re la c ió n a la ley d e l v a lo r e c o n ó m ic o , d ice: "E n la e c o n o m ía so c ia lista , la m e rc a n c ía tie n e u n v a lo r d e uso , c re a d o p o r c l tr a b a jo c o n ­ c re to , y u n v a lo r, c re a d o p o r cl tr a b a jo a b s tr a c to . E n la so c ie d a d so c ia lis ta 110 m e d ia c o n tr a d ic ­ c ió n e n tr e cl tr a b a jo p riv a d o y cl tr a b a jo so cial. E l tr a b a jo so c ia lis ta o b s te n ta un c a r á c te r d ire c ­ ta m e n te so cial. E n la e c o n o m ía so c ia lis ta tie n e m u c h ís im a im p o r ta n c ia la c re a c ió n d e v a lo re s d e u s o y cl m e jo ra m ie n to d e la c alid a d d e la p ro d u c c ió n . A l p r o p io tie m p o , d is m in u y e s is te m á ­ tic a m e n te cl v a lo r d e las m e rc a n c ía s , m e d ia n te la re d u c c ió n p la n ific a d a d e l tie m p o s o c ia lm c n tc n e c e s a r io in v e rtid o e n su p ro d u c c ió n ". ( O b r. cil. ). R e s u m e n d e l c a p ítu lo X X X I. R e a lm e n te 110 es d e c ir n a d a y q u e r e r lo d e c ir lo d o c o n un le n g u a je e s c o lá stic o m á s m c la fís ic o q u e e c o n ó m ic o : p u ra s e m á n tic a d e c o n c e p to s y v o lu n ta ris m o id e o ló g ic o . L a b u ro c ra c ia q u e d e te n ta cl I’o d c r a b s o lu to , co n e s te le n g u a je , p a sa p o r so c ia lis ta c u a n d o es, re a lm e n te , u n a " b u rg u e s ía ro ja ". I 'a r a c o n s e r v a r su p o d e r to ta lita rio , la "clite d e l P o d e r e n la U R S S h a c o n v e r tid o c l m a rx is ­ m o e n u n a id e o lo g ía d e E s ta d o , d e tal s u e r te q u e cl le n g u a je p o lític o e s te a la iz q u ie rd a y la e s ­ tr u c tu r a s o c io -e c o n ó m ic a a la d e re c h a , re v e la n d o lo d o e llo las p a r a d o ja s d e l s iste m a s o v ié tic o . D e c ir, p o r e je m p lo , q u e "en la s o c ie d a d so c ia lis ta 110 m e d ia c o n tra d ic c ió n e n tr e cl tr a b a jo p r iv a d o y cl tr a b a jo so cial" e s u n a v e rd a d a p a r e n te ; p u e s to q u e n o hay p ro p ie d a d p riv a d a ; p e ro c o m o en la U R S S la p ro p ie d a d 110 e s so cia l s in o e s ta ta l, h a y c o n tra d ic c ió n e n tr e tr a b a jo so cia l y tr a b a jo p a ra cl E s ta d o , o m e jo r d ic h o , e n tr e e x c e d e n te e c o n ó m ic o s o c ia liz a d o y p lu s v a lía d e E s ­ ta d o ; y, c o n s e c u e n te m e n te , e n tre o b r e r o s y k o ljo s ia n o s, p o r u n la d o , y b u ro c ra c ia y te c n o c ra c ia , q u e d irig e las e m p re s a s y el E s ta d o , p o r cl o tro . A f ir m a r q u e "en la e c o n o m ía so c ia lis ta tie n e m u c h ísim a im p o rta n c ia la c re a c ió n d e v a lo re s d e u so ", n o c o n d ic e co n cl g ra n d e s a rr o llo d e l c o m p le jo m ilita r-in d u s tria l, ta n to q u e los g a sto s d e d e fe n s a d e la U R S S re p r e s e n ta n m á s d e l 1 5 % d e l p r o d u c to in te r n o b r u to , E llo s ig n ific a q u e la e c o n o m ía d e p a z e s s a c rific a d a a la e c o n o m ía d e g u e rra , d a n d o lu g a r a u n a g ra n e sc a se z d e b ie n e s p a r a la p o b la c ió n civil c o n s u m id o ra , q u e fo rm a in te rm in a b le s "colas" a la p u e r ta d e los a lm a c e n e s d el E s ta d o . E n e s te s e n tid o , la g c rc n to c ra c ia q u e d e te n ta cl P o d e r e n la U R S S , u n a m in o r ía q u e c o n tro la cl p o d e r d e d e c isió n e n las e m p re s a s , los se rv ic io s s o c ia le s y p ú b lic o s, cl a p a r a t o d el P a rtid o , d e l E s ta d o , la P o lic ía y cl E jé r c ito , n e c e s ita u n a id e o lo g ía fa ls a m e n te s o c ia ­ lista p a r a m a n te n e r s e c o m o n u e v a ela se d irig e n te , e je rc ie n d o n o la d ic ta d u ra d e l p r o le ta r ia d o , s in o d e la d ic ta d u ra d e la b u ro c ra c ia s o b re cl p u e b lo tr a b a ja d o r ( a s a la r ia d o ) p o r c l E s ta d o .

CAPITULO V TEORIA MARGINALISTA DEL VALOR ECONOMICO Psicologismo, capitalismo

y alienación

Los fundadores de la ciencia económica clásica estimaron que la fuente de toda riqueza era el trabajo. En esta linca teórica figuraron John Lockc (1632-1704), filósofo y economista; el "padre de la economía política", Adam Smith, (1723-1790); y David Ricardo (1772-1823) que completó —teórica­ m e n te — la ciencia económica con sus "Principios de economía política y ta­ sación", donde expuso la teoría de la renta de la tierra y completó la ley del valor-lrab;ijo como medida de la riqueza producida por el trabajo humano. Evidentemente lo que distingue a una civilización de otra, a un m odo de producción de otro, es la productividad del traba jo hum ano, es decir, el domi­ nio del hombre sobre la naturaleza, de la cual extrae más o menos riquezas en razón de la mayor o menor productividad de su trabajo. La riqueza humana reside en la capacidad de producción del hombre p a ­ ra transformar la materia bruta de la naturaleza a fin de satisfacer sus necesi­ dades materiales. Pero en cada época la riqueza es mayor o menor según la productividad del trabajo. Si, por ejemplo, un obrero norteamericano tiene a su disposición 200 II. P., como energía mecánica productiva, mientras un bo ­ liviano sólo cuenta con 2. ó 3 II. P., ello indica que el norteamericano es va­ rias vcccs más rico que el boliviano —no en razón de las reservas de oro nor­ team erican o— sino en función de la productividad de su trabajo tecnificado. Por ejemplo, un agricultor norteamericano, con su alta mecanización del tra­ bajo, produce más de 50 toneladas de trigo por obrero-año, contra 20-30 ve­ ces menos obrero-año en la agricultura de subsistencia en países subclesarrollados. Consecuentemente, la riqueza h um ana es productividad del trabajo:

capacidad de producción del hombre, combinando sus técnicas, sus múscu­ los y su cerebro. E n este orden de ideas, los economistas clásicos, fundadores de la ciencia económica, creían que la riqueza, no es en sí el dinero, sino producto del tra ­ bajo humano. John Lockc dicc, al respecto, lo siguiente: "el trabajo form a con mucho la mayor parte del valor de las cosas de que disfrutamos c-n este mundo” (1). Para A dam Smith, John Locke y David Ricardo, la riqueza es producto del trabajo. El capital es trabajo pasado según Ricardo. Estos "tres grandes" de la economía política clásica a pesar de su posición de elase, como burgue­ ses, aportaron los elementos teóricos para explicar la explotación capitalista, que más tarde Marx desentrañaría denunciando que la plusvalía estaba con­ tenida en el trabajo asalariado no pagado por las empresas capitalistas. " El proceso del trabajo —dicc M a rx — puede continuar más allá del tiempo necesario para reproducir c incorporar en el producto un mero equi­ valente de valor de la fuerza de trabajo. Por tanto, la acción de ésta no sólo reproduce su propio valor, sino que produce un valor adicional. Este exce­ dente de valor (plusvalía) es la diferencia entre el valor del producto y el va­ lor de los elementos, consumidos en la formación de ese producto, en otras palabras, de los medios de producción y de la fuerza del trabajo" (2). La teoría del valor-trabajo revela, pues, la explotación capitalista, mien­ tras que trata de ocultarla, sibilianamente, la teoría marginalista del valor: un psicologismo económico a gusto de economistas burgueses entre los cuales se destacaron Carlos M cngcr (1840-1921), Augusto Walras (1834-1910) y W. S. Jcvons (1835-1SS2). Confundiendo, en cierto modo, la economía con la psicología, Mcngcr, Jcvons y Walras, trataron de desmentir la teoría del va­ lor-trabajo que, revela la explotación capitalista demostrando que el capital es trabajo pasado acumulado; que las necesidades del hombre, si decrecen marginalmcntc no es por pura apreciación subjetiva, sino por la creciente productividad del trabajo humano, aun en la "sociedad de consumo" poste­ rior a la segunda guerra mundial. Los economistas de la escuela marginalista, Mcngcr, Walras, W. S. J c ­ vons y otros intentaron demostrar que los bienes no tienen un valor en rela­ ción con el trabajo materializado en ellos, sino en razón de su descabilidad: utilidad subjetiva de las cosas; orden de necesidades más imperiosas para el sujeto; puesto que unas necesidades hay que satisfacerlas con prioridad a otras, menos acuciantes o menos deseables. Así, pues, los marginalistas, razonan como psicólogos más que como eco­ nomistas, y para anular la teoría del valor-trabajo con apariencia tic sentido común, dicen: el agua sirve por orden de necesidades, para beber, condi­ mentar, lavarse, regar, fuerza motriz y otros usos que tienen una utilidad d e­ creciente. 1 2

T h e w o rk s o f J o h n I o c k c. V o l. 5, p p . 362-365. 1:1 C a p ita l. P ie . 3. C ap . 8.

Si cl agua fuera lan escasa como cl alcohol tendría cl mismo valor, pero vale menos p orque es más abundante. Sin embargo, en cl desierto de Sahara, cl agua tiene más valor que el alcohol, porque es más útil, más deseable que este. A h o ra bien ¿quc.cs lo que hace que una cosa sea más abundante que otra? Simplemente, cl menor esfuerzo para obtenerla de la naturaleza, o sea, que exija un mínimo de gasto de fuerza de trabajo. Por eso, Adam Smith, so­ bre cl trabajo y la riqueza, aclara: "El hom bre será rico o pobre de acuerdo con la cantidad de trabajo que pueda comandar o comprar. Por tanto, cl valor de cualquier mercancía, para la persona que la posee y no intenta usarla o consumirla, sino cambiarla por otra, es igual a la cantidad de trabajo que con ella puede comandar o com­ prar" (1). David Ricardo, más preciso, sostiene así la teoría del valor trabajo: "...las mercancías —d ic e — derivan su valor de cambio de dos fuentes: de su esca­ sez y de su cantidad de trabajo necesario para obtenerlas". En sus Principios de econom ía política y tasación, —añade estas palabras —: "El valor es un bien, o la cantidad de cualquier otro por cl cual ha de cambiarse, depende de la cantidad relativa de trabajo que es necesario para su producción". En este orden de ideas, Ricardo considera que cl valor de la riqueza o del capital va implícito, no sólo en el trabajo vivo del obrero, que se presenta como actividad muscular c intelectual, sino, además, en cl traba jo pasado (capital), herramientas, materias primas, edificios y otros factores del capital fijo. _ Carlos Marx amplía la teoría del valor-trabajo de A dam Smith y David Ricardo, afirmando estos conceptos: "El valor de una mercancía está determinado por la cantidad de trabajo que contiene, pero las condiciones sociales limitan esa cantidad. Si cl tiempo de trabajo socialmcntc necesario para producir una mercancía cualquiera cambia —y una cantidad determinada de algodón représenla, después de una mala cosecha, más trabajo que después de una buena —, quedan afecta­ das todas las mercancías existentes de la misma clase, p orque son, por decir­ lo así, sólo individuos de la misma especie, y su valor, en un momento deter­ minado, se mide por cl trabajo socialmcntc necesario, esto es, por el trabajo necesario para su producción, en las condiciones sociales entonces existen­ tes. "Las diversas proporciones en diferentes clases de trabajo se reduce a la unidad de medida de trabajo simple, se establecen a través de un proceso so­ cial que obra a espalda de los productores y éste les mueve a pensar que son fruto de la costumbre" (2). Así, pues, cl proceso económico se desarrolla, pricipalmcntc en razón de la ley del valor económico de las cosas, que es decreciente en función de su mayor abundancia o sea del aumento de la productividad del trabajo. 1

S m i lh , A . I a riq iic ’/ a d e las il a c io n e s . Ll. I., c ap . 5.

2

M arx , C. r i C a p ila l. P ie . 3. C ap . 8.

La abundancia de un produelo o artículo, el proporcionarse un servicio social o público no depende, en cuanto a su utilidad mayor o menor, de que yo lo desee más o menos vivamente, sino de la productividad del trabajo so­ cial, que varia sensiblemente de un país a olro en razón de la cantidad de ca­ pital empleado por trabajador ocupado. Con una caña de pescar, por ejem ­ plo, yo puedo aspirar a capturar, en una jornada, uno, dos, tres o poco más kilos de pescado; pero con una gran red de arrastre y un buque pesquero arrastrero pescaría varias toneladas de pescado por día. Y con un buquefactoría pesquera —que lleva en su vientre un par de buques arrastreros, co­ mo hacen las grandes potencias pesqueras —, podría pescar, en lodos los mares, varios miles de toneladas de pescado y luego refrigerarlo, conservar­ lo, cnfiletarlo, extrayendo lodos sus derivados de aceites y vitaminas. Subiendo, pues, la composición orgánica del capital constante por trab a­ jador, ayudado el trabajo vivo (capital variable) con una gran cantidad de trabajo pasado (o capital acumulado), la productividad del pescador, el mi­ nero, el agricultor, el albañil, el obrero industrial, ele., puede aumentar con­ tinuamente hasta alcanzar una econom ía de abundancia, en que los bienes y scr\ icios sean consumidos sin necesidad de revestir la forma de precios co­ mo mercancías, pues la productividad del trabajo automatizado rebasa el ca­ pitalismo privado o de Estado, a las burguesías y las burocracias como clases dominantes, que para existir como tales se oponen al socialismo libertario y a que el obrero deje de ser productor de plusvalía. A fin de que la abundancia económica no se alcance nunca en el mundo, las clases explotadoras necesitan eternizar la econom ía de relativa escasez, agudizando las contradicciones económicas entre capital y trabajo, entre países pobres y ricos, entre trabajo manual e intelectual, entre la ciudad y el campo, entre clases sociales antagónicas, a fin de que estallen las crisis eco­ nómicas y las guerras marginales, nacionales o mundiales, para destruir y re­ construir cayendo en un círculo económ ico vicioso. T odo ello continuará mientras los trabajadores no sustituyan la economía burguesa y el socialismo administrativo por la democracia asociativa de autogestión, que supere las contradicciones inmanentes en modos de producción basados en el antago­ nismo entre el capital y el trabajo: éste, asalariado; aquél, monopolio de los no productores y perceptores de la plusvalía privada o de Estado.

LA DESUTILIDAD MARGINAL. La naturaleza no presta nada sin esfuerzo, ni trabajo, ni pena: da poco o nada gratuito. El agua por más abundante que sea, 110 llega hasta el consu­ midor urbano sin invertir trabajo y capital para procurársela. Cuando se abre un grifo, donde fluye el agua, es el trabajo humano el que la ha conduci­ do hasta los hogares cavando zanjas, soldando tubos y fabricando o p rod u­ ciendo su metal; haciendo todas las operaciones laborales propias de la po-

tabilización y condución de aguas. Por otra parte, si alguien está lejos de un río y siente sed tiene que tomarse la pena de ir a beber, lo cual supone hacer un esfuerzo en satisfacer esa necesidad, tiempo que podría dedicar a otra cosa. Así, pues, la Naturaleza no regala nada: los frutos salvajes, aún gratui­ tos, deben ser recogidos para ser consumidos, lo que representa un trabajo invertido en su recolección. Si las técnicas y el trabajo permitieran haccr múltiples y grandes canales, desde el M editerráneo hasta el Sahara, el agua sería más abundante en esa región; y ésta valdría menos que si es escasa; pero no dejaría de ser producto del trabajo humano llevarla hasta el desierto. Consecuentemente, no hay abundancia de bienes y servicios sin una elevada productividad del trabajo, que crce una econom ía de abundancia, capaz de rebasar la propiedad priva­ da, las clases sociales, el racionamiento por dinero, los salarios, las mercan­ cías y los precios. Para superar la escasez, hay que dotar al trabajo humano de mucha ener­ gía mecánica extraída de la Naturaleza: ese es el único medio de aumentar la productividad del trabajo hasta un nivel tan elevado que cada uno aporte a la economía social según su capacidad y rcciba según su necesidad, una eco­ nomía autogestionaria basada en la igualdad y la libertad para lodos los hombres. La abundancia de bienes y servicios, cuando todos trabajen (sin privile­ gios para nadie) puede procurar abastecimientos sin restricción, hoy racio­ nados bajo forma de salarios, rentas, intereses, ganancias, impuestos, tanto en el Oeste como en el Este, mediante un reparto económico desigual a cada elase social. La desutilidad de un bien no es algo subjetivo sino objetivo: depende del grado de productividad del trabajo; no del estado psicológico del hombre, si­ no de su progreso económico y tecnológico; no de sus deseos, sino de lo pro ­ ducción real de que disponga el mercado, de la oferta de bienes. DESUT1L1DAD M A R G IN A L D E U N A L IBRA D E A LIM EN TO S. (En el caso de un hombre hambriento)

Si Si Si Si Si Si

dispones de 1 libra de alimento tiene dispones de 2 libras de alimento tiene dispones de 3 libras de alimentos tiene dispones de 4 libras de alimentos tiene dispones de 10 libras de alimentos tiene dispones de "N" libras de alimentos tiene

mucha utilidad gran utilidad menos utilidad poca utilidad ínfima utilidad cero utilidad (como necesidad)

Este ejemplo indicaría que el valor m arginal de las cosas está en razón in­ versa de su abundancia, o sea, que la utilidad m arginal aum enta con la escasez

y dccrccc con la abundancia. Ello constituye una variante de la ley de la o f cria 3’ la dem anda. Pero en buena lógica aconóm iea, la abundancia no se puede

producir voluntariamente sin aum entar la productividad del trabajo. Para que nuestro ham briento dejara de serlo, p o seyendo 10 o m ás libras de alimento, tendría que producirlas con trabajo, a m enos que los partidarios de la teoría marginalista del valor no consigieran de Jchova el "maná" llovido del cielo; p e ­ ro eso entra en cl reino de los milagros 3’nosotros estam os razonando económ i­ cam ente en razón de la productividad del traba jo hum ano y de su ca pita! p ro ­ ductivo disponible. Los marginalistas crccn que cl valor de las cosas más bien es subjetivo ¡Cómo si estuviera en la voluntad del hombre "multiplicar los panes y los p e ­ ces" sin realizar un penoso trabajo para procurárselos! A menos que Mcnger, Walras, Jcvons, Wiescr, Bóhn-Bawcrk y otros marginalistas no'realicen cl milagro de Cristo —con la multiplicación de los panes y los p c c c s— el marginalismo sería un subjetivismo, 110 propio de la economía sino de la psi­ cología. Por tanto, la teoría de la "utilidad decreciente de las cosas" costituyc una argucia psicológica contra la lógica del valor-traba jo como medida real de todos los bienes económicos. Es ilógico que un consumidor pague por cada unidad ofrecida de peras, — digamos un kilogramo— cl precio que para él vale la última unidad o kilo consumido, es decir de incremento marginal. Mas allá de su hartazgo no p a ­ gará nada por cada kilogramo de peras ofrecidas; pero con ello no anulamos la teoría del valor-trabajo. Así, por ejemplo, una persona obtiene ingresos determinados por la cantidad y la calidad de su trabajo en la Unión Soviéti­ ca, o por rentas, dividendos, intereses, ctc. en cl Occidente capitalista. De cualquier manera, para que 1111 traje tenga poco valor para su consumo, ello no depende de la conciencia o de su voluntad, sino de la capacidad de p ro ­ ducción de la industria textil y de confección, de la productividad del traba jo en dicha industria. Para proporcionar 10 trajes, 10 pares de zapatos o 200 ki­ los de carne de vaca para cada consumidor, haría falla una capacidad p ro ­ ductiva propias de las sociedadabundatista. La sociedad capitalista eterniza, sin embargo, la escasez, de cuyo concepto los teóricos de la e s c u d a marginalista extraen sus disquisiciones psico-cconómicas —no lógicas— ajenas a las leyes de la econom ía objetiva. El marginalismo intenta psicológicamente, fun­ damentar una teoría subjetiva del valor por encima del valor de los bienes, en términos de esfuerzo, de trabajo presente (obrero vivo) y del trabajo p a ­ sado (capital). Frente a la lógica del valor-trabajo, W. S. Jcvons (Inglaterra), Mcngcr (Austria) y Walras (Suiza) elaboraron la teoría de la utilidad marginal de las cosas (mercancías). W. S. Jcvons trazó curvase integrales para dem ostrar m a ­ tem áticam ente que cl grado fin a l de utilidad de una cosa está en razón inversa de su abundancia o satisfacción decreciente: cuando cl sujeto ya no tiene ne­ cesidad de ella, pasado un cierto límite de satisfacción. No negamos ese he­ cho fisiológico, sino cl querer dar valor económico a las cosas fuera del es­ fuerzo de trabajo que cuesta producirlas.

Yo, por ejemplo, deseo caviar, pero si soy un obrero, jamás podré p rocu­ rármelo: mi consumo está limitado por mi salario, por un tiempo de trabajo p ara sustentarme o subsistir yo y mi familia. Las curvas de utilidad decreciente (marginalismo) no son para mi dcscabilidad, sino imposibilidad para alcanzar determinados artículos de consumo reservados a unos pocos privilegiados de la burguesía, en el Oeste, y de la "Nomcnklatura", en el Este. Así, pues, como la sociedad actual está constituida bajo la dominación de la burguesía o de la burocracia, en estamentos sociales o clases con distintos niveles de consum o desigual, no es posible llegar a un sistema económico de saturación de valores de uso, capaces de superar el precio y el valor venal de los bienes y servicios, precisamente porque esta política no está en interés de las clases dominantes, con capitalismo privado o de Estado. Sin una economía autogestionaria, sin propiedad social de los medios de producción, sin gestión directa de las empresas por los propios productores directos, sin un mercado autogestionario, sin una profunda revolución cientí­ fico-tecnológica que supere la división del trabajo determinante de la socie­ dad de clases, no hay posibilidad de emancipación de los trabajadores, en la medida que éstos sean asalariados por un patrón privado o por el Estado, usufructuarios de la plusvalía extorsionada a ellos.

E C ONOM ISM O Y PSICOLOGISMO Para que la utilidad de un producto decrezca, es necesario que el trabajo humano rinda más en menos tiempo, cosa que no tienen en cuenta los marginalistas. Es evidente que si estoy sediento el 1. jarro de agua apagará mi sed; el 2. lo destinaré a cocer mis alimentos; el 3. para lavarme c higienizarme; el 4. para dar de beber a mis animales; el 5. para regar mis plantas; el 6. para lavar el piso de mi casa; el 7. (si no tengo usos para él) carecerá de utilidad para mi. T odo esto es exacto; pero, en fin de cuentas, se olvida a quien me trae los baldés de agua: ¿son prioridades de mi trabajo destinar más horas a traer agua que a cultivar plantas, cortar leña o barrer mi casa? H e ahí una prueba del valor-trabajo que puede determinar mis opciones en función de la prioridad de mis necesidades La abundancia desm edida de una cosa no resuelve los problemas de las necesidades humanas, si ello significa escasez acuciante de otras muchas co­ sas esenciales. Por ejemplo, en tiempo de guerra lo que abunda son los ar­ mamentos, pero suelen escasear los alimentos y las materias primas esencia­ les, los artículos de gran consumo de la época de paz, lo cual supone una cri­ sis de su b c o n su m o en los artículos no militares. Yo puedo desear un objeto en razón de dosis más o menos útiles para mi. Por ejemplo: a la 1. dosis le doy el valor de 10; a la 2. el de 8; a la 3. el de 6 a la 4. el de 4; a la 5. el de 2. Esta utilidad decreciente puede ser aplicada a

cualquier objeto: traje, alimentos, artículos para el hogar, etc. En este senti­ do, si tengo a mi disposición la heladera le doy el valor de 10; pero si tengo 10 heladeras ya no tienen las 9 restantes casi ningún valor de uso p ara mi. Sin embargo las 10 heladeras representan —antes que mis deseos de alimentos fríos— muchas horas de trabajo industrial, contenidas en su chapa, motor, serpentín y estructura metálica. E n fin, la heladera no es un elemento subje­ tivo, sino algo objetivo, producto del trabajo humano, cuya abundancia o es­ casez está determinada por el grado de productividad del trabajo, no por la voluntad del consumidor, de su subjetividad o desestabilidad, que tome el deseo por la realidad. C uando llegue la sociedad autom atizada y autogestionada es indudable que la abundancia de bienes y servicios habrá rebasado —en algún t i e m p o la gradación de los precios o del valor de cambio de las mercancías; pues la productividad del trabajo habrá alcanzado tal nivel que la economía humana disfrutará de abundancia de bienes. En consecuencia, no regirán los precios, ni los productos del trabajo humano revestirán la forma de mercancías, dine­ ro, salario, plusvalía, rentas parasitarias, beneficios, intereses, etcétera; pero esc paraíso no es todavía para ser vivido, sino más bien prometido c iniciado con el socialismo aulogestionario, no como final, sino como comienzo de la sociedad libertaria. Mientras el trabajo del obrero esté asalariado, mientras pertenezca a "otro", no será éste dueño de su "yo": su conciencia se sentirá desdichada; y sólo será dcsalicnada en una sociedad auto-organizada, donde la propiedad social niegue el dominio del capital individual sobre el hombre desposeído: obrero asalariado, cuya desalienación será posible mediante la autogestión de los medios de producción y de cambio, en una sociedad libertaria. "Si el producto del trabajo no pertenece al obrero, si lo enfrenta como un po der extraño, esto sólo puede ocurrir porque pertenece a otro hombre que no es obrero. Si la actividad del obrero constituye un tormento para él, para otro debe significar deleite o la alegría de su vida. Ni los dioses ni la natura­ leza, sino el hombre mismo puede ser este poder ajeno por encima del hom ­ bre" (1). El trabajador alienado debido a que es desposeído de sus medios de p ro ­ ducción está lejos de elegir de acuerdo con la teoría marginalista, según la cual un obrero es libre de trabajar, por ejemplo, 8 horas de jornada, pero no 9, porque esa última hora le causa pena y se decide por más tiempo de ocio. Sin embargo, en la sociedad de consumo lo corriente es que el asalariado, haga doble jornada para pagar la heladera, el automóvil, el Iavarropas, el te­ levisor, la vivienda y toda una serie de objetos que condicionan la vida del sujeto. El orden de necesidad cambia con ¡os sistem as económ icos. Por ejemplo, en una econom ía dom estica (primitiva, de subsistencia, cerrada) los prod uc­

tos del trabajo familiar no pasan, sino en pequeñísimas proporciones por la forma mercancía o valor venal (dinero), si no son valores económicos pre fe ­ rentemente de uso y no de cambio. Muchos países, económica y tecnológica­ mente atrasados, con poco desarrollo de su economía mercantil, especial­ mente en el campo, tienen un orden de necesidades muy frugales, alcanzan­ do abundancia con lo que sería extrema escasez en E u ropa occidental, Norteamérica, Japón o en países industrializados. E n cambio una econom ía urbana, mcrcantilizada en la agricultura, la in­ dustria y los servicios, casi lodos los bienes y servicios pasan por la forma di­ nero y precio, siendo casi lodos los valores económicos no valores de consu­ mo inmediato para el que los produce, sino valores de cambio para quienes los venden como mercancía.

MARGINALISMO Y CAPITALISMO Tara la cscucla marginalista, los precios se producen como resultado de ajustes individuales de ofertas y demandas. El valor económico no depende de la cantidad de trabajo medio necesario que contenga la mercancía, sino de la oferta y dem anda de bienes; para que las necesidades se satisfagan mu­ cho o poco: si la demanda aumenta crece la utilidad de los bienes; al contra­ rio, ésta disminuye si se incrementa la oferta. Pues el consumidor tiene una canlidad de unidades m ondarias, de tal suerte que para él la última moneda gastada en alimentos tenga la misma utilidad marginal que la última moneda invertida en la com pra de un traje. Bajo una economía de inflacción perm anente (con grandes monopolios industriales, comerciales y financieros), los prccios no dependen de las p re ­ ferencias de los sujetos consumidores, sino del grado de monopolio ejercido, sobre el mercado, por los grandes negocios capitalistas o por los controles, los subsidios y los tipos de cambio que les otorgue el Estado. Para los marginalistas la utilidad determina la demanda y el costo de pro­ ducción, lá oferta. T odo es problema de prccios:precio del trabajo (salario); precio del factor capital (interés); precio del factor natural (renta de la tie­ rra); precio de las materias primas. Pero en nuestra época , casi ningún p re ­ cio final eslá en razón del costo verdadero, original o de fábrica, sino en fun­ ción de monopolios: petróleo, alimentos, medicamentos, textiles sintéticos, productos básicos, ele., ampliamente monopolizados o carlclizados, cuyos precios son prefijados por los capitalistas consorciados para eludir la ley de la oferta y la demanda. Los marginalistas estiman que la oferta de capital depende del tipo de in­ terés, que aumenta o disminuye la propensión a ahorrar: más con un 6% que con un 5%. Pues el ahorrista, el que acumula capital, se priva de consumir, se abstiene de algo para formar o acumular su capital. Sin embargo, con in­ fla ció n acelerada, el tipo de interés no estimula frecuentemente la acumula­

ción del capital, sino tomar deudas a largo plazo, esperando a que la m oneda se deteriore, cosa que haccn muchos empresarios, ya que ellos aumentan sus precios en cl mercado, pero no sube al mismo tiempo la tasa de interés. Así, paradójicamente, cl Upo de interés es alto con deflación monetaria (crisis de 1929-33) y es bajo (con inflación del 50 al 100%, en un año), como en m u­ chos países latinoamericanos, donde cl interés al 50% por mes es barato o regalado con una inflación del 1.000 x 100, como la registrada en Nicaragua, Argentina, Perú y Brasil entre 1987-88-89. La acum ulación de capital no está en función de la abstinencia como su­ ponen los marginalistas, sino de la mayor o m enor explotación del trabajo del obrero, de la relación de intercambio favorable para los paísc's industria­ lizados y desfavorable para los países subdcsarrollados, de la exportación de capital desde países industrializados a países atrasados, radicando empresas extranjeras en forma de monopolios con grandes exenciones arancelarias. La teoría de la abstinencia, "propensión a acumular capital privándose de consumir, es una verdad aparente. Marx, refutando al economista N.W. Sé­ nior, decía, al respecto, lo siguiente: . . Sénior ha hecho, por ejemplo, del capital como si se tratara del tra­ bajo, una fuente de producción sai generis, una fuente de valor; puesto que cl capitalista, él también, hace un sacrificio, cl sacrificio de la "abstinencia''; pues, en lugar de consumir directamente su producto, él se enriquece. U na cosa negativa no crca nada. Si, por ejemplo, cl trabajo procurara placer al obrero igualmente que la "abstinencia" al avaro de Sénior, el producto no perdería nada de su valor. Sólo cl trabajo productivo, él solo, es la sustancia de los productos en tanto que valor. Es por eso que a intensidad igual, cl tiempo de trabajo es la medida de los valores". El capitalista se abstiene de consumir, de comerse su plusvalía total, no porque quisiera sino porque no debe dejar de invertir un mínimo de capital para tener modernizada su empresa, so pena de pcrcccr ante la competencia comercial, en cl mercado, ante otras empresas con más alto nivel de p roduc­ tividad y, por tanto, de tecnología más avanzada. Si fuera válida la teoría de la abstinencia como base de la formación o acumulación del capital, cl obrero también podría llegar, si subsiste unos cuantos años con menos del nivel vital, a acumular una cierta suma de capi­ tal para convertirse, a su vez, en capitalista. Sin embargo ello, no es cierto. Por más abstinencia que haga un obrero jamás llegará a convertirse en em ­ presario, sobre lodo en un país industrializado, donde para entrar en la gran industria haccn falta millones o miles de millones de dólares. Por ejemplo, un obrero siderúrgico en Europa, Japón y Estados Unidos, no llegaría a ju n ­ tar con sus ahorros, los miles de millones de dólares para formar un grupo siderúrgico a nivel nacional o internacional. Tam poco los artesanos, ni los pequeños capitalistas llegan a la industria grande: petroquímica, automotores, aparatos cicctro-domcsticos, caucho, maquinaria pesada, equipos de producción, medicamentos, alimentación

ctc., donde están las empresas multinacionales, para aplastar a las pequeñas empresas artesanales con una competencia aniquiladora de los pequeños ne­ gocios, en un mercado monopolizado por los "big bussines". L a sociedad de consumo —sin socialismo— debido a su estructura anta­ gónica de clases, a que se controla el sobrante económ ico y se gasta con un criterio burgués, no podrá producir la abundancia económica. En esc senti­ do, no tiene viabilidad una econom ía de costos m arginales decrecientes hasta crca ru n a econom ía autogestionaria de abundancia; p u es la última unidad pro ­ ducida, si no es necesaria no debe ser producida, sino m ás bien evitada, a fin de que los precios al consum idor, estén equilibrados p o r estar bien abastecido el m ercado, sin exceso de cosas inútiles y fa lla de cosas útiles, program ándolas ram as de producción y de servicios en un C onsejo Superior Económ ico, de m odo que unas no se adelanten y otras se atrasen. El costo m arginal en una economía capitalista resulta de agregar al costo total resultante de la producción programada una unidad más; pero esa uni­ dad será producida o algunas más, si no baja el precio tanto que la pro du c­ ción adicional no produzca ganancia a los usu fru ctu a rio s de la plusvalía. La abundancia, los costos decrecientes y los consumos crecientes, con expan­ sión económica permanente, con plena ocupación, sólo son posibles en el so­ cialismo de autogestión, imposibles en el capitalismo de monopolio y en un capitalismo de Estado. Bajo el capitalismo de Estado, el sistema de precios se rige, en cierto mo­ do, por un neo-capitalismo: si la oferta de un producto aumenta y su dem an­ da disminuye se desalienta su producción; así no se rebaja el precio contro­ lado por el Estado; pues si este baja disminuye la plusvalía de Estado. Como la ley del valor de cambio es controlada en las economías de Estado, los p re ­ cios se rigen al absurdo o, si se quiere, por el sistema de prueba y el error. D e esta m anera los precios, un poco al acaso, se prueba su verdad o false­ dad, no pudiendo eludir la ley del valor. ¿No sería mejor en vez de la ley de los precios políticos, dejar t i mercado aulogestionario que forme los precios en función de la cantidad y la calidad de los bienes y servicios ofrecidos en beneficio de los consumidores satisfechos? El equilibrio de un mercado —sin escasez ni excedentes— como lo p ro ­ graman los burócratas es una aberración; no es posible conseguirlo, ya que la economía y la tecnología, con el aumento de la productividad del trabajo, constituyen una economía dinámica, no controlable. Regir los costos genera­ les de producción industrial por el costo medio de producción (compensan­ do la producción marginal con subvenciones de la producción de alta pro ­ ductividad conduce a conservar lo malo al lado de lo bueno, sin dejar que el mercado vaya depurando la industria y adaptándola a las necesidades socia­ les). Las fábricas marginales —de más baja productividad— podrían inte­ grarse, rccquiparsc, modernizarse con crédito social, para ponerse a nivel de productividad, calidad y compctitividad; y algunas empresas obsoletas, cier­ tamente, deberían desaparecer. Pues en buena dialéctiva, todo nace, crccc y perece, para alcanzar niveles de más perfección.

U n a econom ía cstatista produce grandes dislorsioncs: deriva mano de obra campesina a las ciudades como la economía individualista, en vez de borrar la diferencia de desarrollo entre la ciudad y el campo. Por otra parte, separa el trabajo manual del trabajo intelectual (dando mucha renumeración a este y poca a aquél); eterniza la división del trabajo de tipo capitalista sin llegar plenamente la revolución científica a las universidades, las escuelas técnicas, los centros culturales y en las empresas. Bajo una estructura de cla­ ses antagónicas, deriva mano de obra y capitales hacia industrias propias de la sociedad de consum o burgués: automóviles, residencias, hoteles lujosos, jo ­ yas, para separar a la tecnocracia de la clase obrera y los campesinos por medio de un consumo desigual, de grandes desigualdades entre los sueldos de trabajadores manuales c intelectuales. Así en u 11a sociedad de rentas personales desiguales, se opera una transfe­ rencia de recursos, de capital e inversiones hacia la producción de lujo, cuando suben los ingresos de los burgueses o de los burócratas más que los de los obreros. Y entre países subdcsarrollados c industrializados los niveles de consumo por habitante son enormes: un automóvil tiene poca significación para un norteamericano, ya que hay 691 unidades por 1.000 habitantes en Estados Unidos, contra 79 en México, 76 Colombia, 49 Ecuador, 46 Perú y 19 en P a ­ raguay. Así, pues, para llegar a la cantidad de automóviles por 1.000 habitan­ tes en América Latina que hay en Estados Unidos, tendría que desarrollarse mucho la productividad del trabajo, la industrialización, mediante la instala­ ción de grandes fábricas como General M otors Company, Ford y Chrysler, que no caben en micro-naciones como las del Caribe, Ccntroamérica y aún las más grandes como México, Brasil, Argentina, Colombia, Venezuela y P e ­ rú, subdesarrolladas económica y tecnológicamente. E n este orden de ideas, la desutilidad marginal de un automóvil es mayor en Estados Unidos que en América Latina, pero la abundancia de esta m á­ quina no depende sólo de la dcscabilidad subjetiva de un latinoamericano, sino de su capacidad real objetiva de crear un gran mercado continental uni­ ficado que instale fábricas de grandes dimensiones con alta productividad del trabajo cada vez más automatizado.

NECESIDADES Y REALIDADES La relación tecnológica entre el hombre y la Naturaleza constituye, en ca­ da momento de la historia, las formas de la división del trabajo, la estructura de clases, el grado de desarrollo de las fuerzas productivas, los modos cultu­ rales, políticos, filosóficos, artísticos y religiosos de las sociedades. C om o el hom bre trabaja así piensa com o expresión de su "praxis" : trabajo y pensa­ miento, técnica y cultura, economía y política, práctica y teoría. E l sistem a de necesidades de las sociedades no libres —basadas en la pro ­

piedad privada de los medios de producción y de cambio, en la explotación del hombre por cl h o m b re — queda limitada a la defensa de la propiedad in­ dividual, a los intereses de las clases explotadoras, en cada período de la his­ toria humana, en que la lucha de clases constituye su devenir histórico hacia una sociedad libertaria auto-organizada: sin clases ni Estado opresor y m an­ tenedor de ellas por medio de la represión permanente. Bajo cl esclavismo, el feu d a lism q cl capitalism o (privado o de Estado), no se puede producir abundancia absoluta de bienes, ya que ello iría en con­ tra del sistema de producción basado en la propiedad privada o estatal, en la explotación del trabajo ajeno. Si todo cl mundo tuviera lo que desea, nadie se dejaría explotar por otro, ello evidencia que, en cl fondo, la escasez eco­ nómica reside en la propiedad privada de la tierra y del capital, en la despo­ sesión del trabajador de sus medios de producción por cl capitalista o por cl Estado-patrón. La necesidad del sujeto humano se objetiva en cl objeto útil por media­ ción del trabajo: pero si es muy escasa la productividad del trabajo la distri­ bución de bienes escasos constituye una sociedad de clases antagónicas, con un reparto muy desigual de la producción, bajo cl capitalismo privado o de Estado, tanto uno como otro Por encima del psico-cconomismo de los marginalistas, eludiendo la ley del valor trabajo, afirmamos que cl sistema de necesidades, con régimen de propiedad privada o estatal, no depende del espíritu sino de las necesidades de las oligarquías, de las burguesías y de las burocracias totalitarias. En cl esclavismo, cl feudalismo y el capitalismo no se ha tenido en cuenta las nece­ sidades de toda la sociedad, sino principalmente las de la clase dominante, que eterniza la escasez por abajo, para gozar de la abundancia, por arriba, pues la abundancia económica para todos acaba con las clases, con la p ro ­ piedad privada y con cl Estado. E n cl modo de produción capitalista, las necesidades están determinadas por el precio de los bienes y servicios, los ingresos populares (limitados), las necesidades de acumulación de capital privado realizado a expensas de re­ ducir los salarios: si éstos suben aquél disminuye o viceversa. H e ahí la gran contradicción entre trabajo asalariado y capital usurpado, lo cual constituye la sociedad de clases antagónicas: la violencia en la historia que deberá ser superada en una sociedad libertaria basada en la propiedad social autogestionada. Los economistas de las escuelas marginalistas —psicologizando la E c o­ nomía Política— han tratado de eludir la teoría económica del valor trabajo, expuesta por Adam Smith, Ricardo, Marx y otros, donde aparece el capital como hijo del trabajo —como trabajo acumulado —, lo que pone al descu­ bierto la explotación capitalista, profundizando la teoría del valor-trabajo hasta llegar a la plusvalía (trabajo no pagado). El marginalismo plantea la ley del valor económico como algo subjetivo: yo puedo querer o desear tal o cual cosa; ello tiene para mi un valor dccrc-

cicntc a medida que voy saturando mis necesidades. Sin embargo, mi espíri­ tu no puede producir las cosas a partir de la nada; pues ello sólo es facultad de los dioses; pero no de los hombres que para satisfacer sus necesidades no tienen un "maná" gratuito, sino sólo lo que les procura su trabajo, más o m e­ nos productivo, más o menos tccnificado, según el desarrollo de las fuerzas productivas en cada época de la historia. Tara alcanzar un grado de saturación de las necesidades humanas en ré­ gimen de abundancia absoluta, de modo que desapareciera el valor de cam ­ bio en bienes y servicios, habría que automatizar el trabajo, elevando la p ro ­ ductividad varias veces más que en la actualidad. Ello no entra en la mecáni­ ca del capitalismo, aferrado al principio de la escasez de bienes y servicios para mantener una sociedad de clases, de modo que la economía política sea una ciencia de administración de recursos escasos, por más maquimzada que sea la producción p ara aumentar la clase media "terciaria" y "cuaternaria". La autom atización deliraba jo , en gran escala, se realizará con una econo­ mía autogestionaria; pues bajo el capitalismo, la automatización produce monopolios industriales que artificialmente elevan los precios de las cosas; con ello se opone el capitalismo a una economía de abundancia; pues su au­ tomatización del trabajo produce paro tecnológico; pero ello no sería así en una sociedad autogestionada económica, social y políticamente, en que la automatización del trabajo no produzca desocupación, en que trabajemos todos mejor cada año que pasa, y tengamos más y más ocio. El sistema de las necesidades humanas no es sólo un problema de querer ésto o aquéllo, sino de poder producirlo con la técnica, el capital y el trabajo combinados, no antagonizados. Todos los seres humanos tienen necesidades, pero estas dependen de la Naturaleza y del trabajo para satisfacerlas. Ello crca una contradicción entre ésta y el hombre, contradicción que podrá su­ perarse con la automatización del trabajo, base técnica del socialismo de au­ togestión, donde será superada la alienación económica del obrero por el ca­ pital privado o de Estado: instrumentos, respectivamente, de dominación del hombre asalariado. La escasez de bienes no es una cuestión psicológica sino económica. Sólo el trabajo puede producir el capital, los bienes de consumo y los servicios p a ­ ra satisfacer necesidades humanas, ya que la Naturaleza es pródiga con el hombre, pero sólo dominándola con las técnicas y el trabajo: m ediación ne­ cesaria para producir objetos útiles. El trabajo se objetiva en la Naturaleza, así éste de potencia subjetiva deviene creación objetiva; pero bajo la propie­ dad privada o estatal, el trabajo se aliena, desposeído de sus medios de pro­ ducción. Por eso, sólo el trabajo asociado con sus medios de producción su­ pera la licuación, en una sociedad libertaria auto-organizada. La sociedad burguesa es extremadamente contradictoria: reside en una mala división del trabajo, en un sistema económico antagónico, en la ap ro­ piación por el burgués de la plusvalía. E n el capitalismo, la satisfacción de las necesidades individuales se efectúa por medio de un equivalente de tra­

bajo social abstracto (moneda), lo cual lleva implícito la alienación económ i­ ca de los sujetos por los objetos mcrcanlilizados. D entro de este sistema cuentan más la satisfacción de las necesidades de las clases privilegiadas que las de toda la sociedad. Así las cosas, el predominio de los intereses priva­ dos, los conflictos sociales, las rivalidades de clase, los conflictos individuales — en el capitalismo privado o de E s ta d o — determinan la alienación econó­ mica (inherente al capital o puesto al trabajo, a la propiedad privada o esta­ tal de los medios de producción), al dominio del Estado sobre la Sociedad, al trabajo asalariado. Toda esa cadena de contradicciones tiene, necesaria­ mente, que producir un creciente desorden que se resuelve cambiando el modo capitalista de producción por el socialismo de autogestión. Y no queremos caer en el fetichismo ideológico de que el socialismo de autogestión sea la utopía de Tomás M oro o el falansterio de Fouricr. No. El socialismo de autogestión, que es el comienzo real del socialismo libertario, en su T‘ etapa tendrá contradicciones de otro orden que en el capitalismo privado o en el socialismo de Estado; pero no tan antagónicas entre los esta­ mentos residuales, precisamente porque éstos irán desapareciendo, cuando el capital, la técnica y el trabajo estén socializados en la empresa autogestio­ naria basada en la propiedad social (no privada ni estatal), pues con estas dos no es posible rebasar, histórica, jurídica y económicamente, al capitalis­ mo.

EL SUBJETIVISMO DE LA UTILIDAD FINAL Los economistas de la escuela marginalista han encubierto más que reve­ lado la teoría del valor económico de las cosas intercambiables o capaces do satisfacer necesidades humanas, según su grado de intensidad necesaria. E n ­ tre los clásicos del marginalismo figuran destacadamente N.W Sénior, Lauderdale, Jcvons, A. Marshall, II. J. Davenport, E. Bóhm-Bawcrt, C. Menger, Wicscr, Walras y V. Párelo; entre los modernos'. Irving Fisher, J. B. Clark, Pallen, Carvcr, Fcltcr y otros; pues incluso J. M. Kcyncs inpregna su doctri­ na del sujcctivismo de la "utilidad marginal del capital'', de la "propensión a consumir", así como otros conceptos más propios de la psicología que de la economía. Si bien en nuestra época, ya no se comporta la economía (por estar muy en el devenir histórico, como en tiempos de los clásicos del pensamiento económico), como en los períodos del mercantilismo y el liberalismo, aun­ que más en el sentido de éste que en aquél. Actualmente, bajo el imperio de la econom ía dirigida, en los países de economía de mercado, capital con­ centrado y monopólico y en los países de economía centralmente planificada (sin la existencia del mercado), ya no se respeta la ley del valor de cambio debido a la intervención económica del Estado y a la fijación de precios de monopolio, ya sea bajo el modelo soviético o bajo el modelo de capitalismo

multinacional, concentrado o cartclizado para los principales productos pri­ marios o de gran consumo. E n este orden de ideas, las monedas son muy variables de un año para otro porque la / /;/¡ación m o ndaria les quila a unos lo que les da a oíros, pa­ sando gratuitamente rentas, desde los trabajadores a los burgueses o b u ró ­ cratas y desde los consumidores a los especuladores que controlan determ i­ nados mercados, en forma monopólica total o parcial. Sólo sería respetada la ley del valor-trabajo, como intercambio justo e n ­ tre trabajadores asociados con sus medios de producción en una economía autogestionaria: única que puede acabar con el desequilibrio económico, las depresiones o rcccsioncs, la inflación monetaria, la injusticia social basada en la desigualdad económica entre los hombres, la desocupación en masa de trabajadores, superando para ello la propiedad individual o estatal con la propiedad social. Así se colocaría cl derecho al trabajo por encima del d ere­ cho de propiedad, aboliendo las rentas parasitarias de lodo tipo c invinién­ dolas, productivamente en beneficio de toda la sociedad sin que haya abun­ dancia económica para unos y miseria para cl pueblo trabajador. Mientras las clases dominantes sean usufructuarias del excedente econó­ m ico, que ellas no han producido sino extorsionado a los trabajadores asala­ riados, la teoría económica de clases privilegiadas tratará de ocultar los se­ cretos de la plusvalía sustraída a los trabajadores. Así las cosas, cl subjetivis­ mo económico impregnado de idealismo semántico, se presentará como una ciencia de lo general, cuando se trataría de una política particular de las cla­ ses dominantes explotadoras y opresoras, en cl Oeste y en el Este, con "de­ mocracia" o con "socialismo"... En este sentido, la economía es la más aliena­ da de todas las ciencias, ya que es más importante lo que oculta que lo que revela al conocimiento humano, quizá porque los economistas —buenos tecnó c ra ta s— sirven al capital privado o al capital del Estado. Y como los eco­ nomistas pertenecen a la división del trabajo de los burgueses o de los teenoburócratas, que perciben la plusvalía, se asocian con ellos en su disfrute, ela­ borando doctrinas económicas en que siempre prometen al pueblo lo que nunca cumplen. Por consiguiente, mientras cl pueblo no se constituya en consejos autogestores de la producción, la distribución, la circulación y cl cambio de los bienes y servicios producidos, éste seguirá siendo el burro que cargue con las rentas parasitarias de los "terciarios", los burgueses, los tecnoburocrátas,los dirigentes de izquierda o de derecha. Y así, a lo sumo, lo úni­ co que puede cam biar para el burro es el ronzal o la albarda, pero éste segui­ rá llevando sobre sus costillas, sin disfrutarlo, cl consumo improductivo de sus diferentes amos. E n este orden de ideas, mistificando la realidad económica, la escuela marginalista de economía política ha psicologizado la ley del valor económi­ co de las cosas con conceptos un tanto esotéricos: grado fin a l de utilidad de un bien, según Jcvons: ofelimidad o satisfacción obtenida por un individuo del goce de una cosa, según Vilfredo Párelo; intensidad de la última ncccsi-

dad satisfecha, según Walras. En suma: jugar con los conceptos de utilidad, escasez, cantidad o saciedad de las cosas económicas, más en función psicológico-fisiológica que de la cantidad y calidad del trabajo para procurárselas penosamente —tr a b a ja n d o — no deseándolas, estando éstas en el limbo de la ofelimidad o de un voluntarismo económico. La situación para un pobre y un rico, o mejor dicho, para un capitalista y un obrero, aunque con muy parecida fisiología, su orden de necesidades es muy distinto, ya que uno tiene el capital y otro sólo vende su trabajo; pero es el poseedor del capital el que domina y aliena al trabajador asalariado; pues su situación económica realmente es muy distinta: uno produce la plusvalía; otro la distribuye y la disfruta; uno, puede estar satisfecho con la adquisición de un "Rolls-Roicc" o de un aeroplano; otro, en algunos países, no llega su ofelimidad a una simple bicicleta; uno, es casi indiferente al consumo de pan; otro encuentra en el pan su alimento fundamental de la dieta alimenti­ cia diaria. Por consiguiente, si lodos los hombres no están en igualdad de condiciones, de oportunidades, de preparación cultural, científica y tecnoló­ gica, de gestionar la economía, la administración, la información, la política, la justicia, la defensa y la totalidad del proceso económico, político y social; así unos mandan y otros, obedecen; unos son ricos; otros, pobres; unos en­ cuentran su ofelimidad en los consumos de lujo; otros, en consumos popula­ res de primera necesidad. Por tanto, la teoría marginalista de los valores económicos es eminentemente favorable a los intereses de clase de la bu r­ guesía y de la tecnocracia, de los empresarios y de los directores de em pre­ sas, en el sentido de las doctrinas de Schumpeter, Galbraith, Keynes y otros. Pero, en cierto modo, para adm inistrarla plusvalía producida por los tra­ bajadores, sea con la burguesía monopolista o con la burocracia totalitaria, coinciden las doctrinas de los neo-liberales: Friedman, Mises y Ilayet; las de los dirigentes tecno-burócratas: Keynes, Schumpeter y Galbraith; y las de los burócratas soviéticos: Prcobrazhcnski, Bujarin, Strumilin y Libcrman. Todos ellos, aunque diferentes en ideologías, están de acuerdo en que unos produz­ can el excedente económ ico, como productores directos, pero sin acceder a la gestión directa del capital, de las empresas autogestionadas. Y volviendo a la doctrina marginalista —que ha tratado de disminuir el papel del trabajo en el proceso de valoración de la produ cción — nos parece poco real afirmar que en los bienes y servicios producidos, el valor está d e ­ terminado por el menor uso o empleo útil que de ellos se haga, por la menor satisfacción que ellos producen a los consumidores. En una sociedad auto­ gestionaria —teniendo como basamento la propiedad social, y una cierta igualdad entre los hombres —, la utilidad marginal o menor de una cosa no se alcanzaría, fácilmente, en un mercado socialista, no regulado por los m e­ canismos económicos del capitalismo privado o del capitalismo de Estado propios de las burguesías (nacionales o multinacionales) o de las burocracias totalitarias. Si todo el mundo tuviera derecho al trabajo y a consumir en di­ versidad de bienes y servicios ofertados, en un mercado no especulativo so­

cializado, la oferta y la dem anda se equilibrarían; las crisis de sobreproduc­ ción relativa (propias de una sociedad de clases desiguales económicamente) no se producirían; así como las crisis de realización o de falta de mercados, ya que una economía integrada en federaciones de industrias y de ramas de producción, no produciría ni en exceso ni en defecto de todo, procurando que unas ramas de producción o de servicios no se desarrollen mucho y otras, poco, para evitar las crisis económicas cíclicas En un m ercado autogcslionario, con propiedad social de los medios de producción y de cambio, la libre competencia de los grupos colectivos de productores intercambiarían sus bienes y servicios respetando la ley del va­ lor de cambio, pudiendo ser cambiado o reemplazado cada producto por otro de igual valor. Así no se producirían situaciones paradójicas como en países de régimen soviético en que el Estado dicta que lo que vale poco ten­ ga más precio o a la inversa, si ello conviene a la política de la burocracia to­ talitaria. En ese sentido, si paga poco el Estado los productos agropecuarios, para no subir el Estado-patrón tanto el salario a los obreros que trabajan en sus empresas industriales, se hacen así transferencias gratuitas de ingreso de los sectores de la población rural a los de la población urbana. Ello determi­ na una aguda contradicción entre la ciudad y el campo, rigiéndose por térmi­ nos de intercambio inequitativo. Y si un país o una sociedad se dice socialis­ ta en ella todos los hombres deben estar en igualdad de condiciones. De otra manera el socialismo será de palabra, pero no en los hechos; será la política de los tccnócratas, de los burócratas, o de los timócratas del pueblo, mani­ pulado por la ideología del partido único por medio del monopolio de los medios de comunicación de masas: prensa, radio, televisión, cine, cultura, li­ bros y universidades.

BIBLIOGRAFIA

B O IIM -B A W E R T , E. (1S51-1914). T h e a u s tria n e ro n o in is ts . n n n a ls o f 1lie A m e ric a n A c n d cm v o f p o litirn l a n d S o rin l S ricn c c . 12&L.E1 a u to r d e C a n ila l c I n te r é s . su o b ra m á s fa m o s a , c o n s id e ra q u e la d o c trin a d e la u tilid a d m a rg in a l e n c ie rra cl s e c r e to d e to d o s lo s p ro b le m a s e c o n ó m ic o s . Y , al re s p e c to , se e x p re sa en e s to s té rm in o s : "L a id e a d e la u tilid a d fin a l e s cl ¡A b re te , S é s a m o !, la fó rm u la d e la c la v e d e lo d o s los f e n ó ­ m e n o s m á s c o m p lic a d o s d e la v id a e c o n ó m ic a y p e r m ite d e s e n tr a ñ a r los p ro b le m a s m á s in e x tri­ c a b le s d e la c ie n c ia ”. ( O b r. cit.). P r e te n d e r q u e la d e s u tilid a d m a rg in a l d e un b ie n o se rv ic io explica to d a s las c a u s a s y e fe c ­ to s d e la c ie n cia e c o n ó m ic a e s c o n fu n d ir la p s ic o lo g ía c o n la e c o n o m ía y cl s u b je tiv is m o c o n cl o b je tiv is m o .

B U FFO N , G. L. (1707-17SS). F s sa i d ’ a rillim c liq u c m n rn l. F n e s ta o b ra Ilu f fo n , a u n q u e n a tu ra lis ta m ás q u e e c o n o m is ta , se d a c u e n ta , sin e x p lic a r la lu c h a d e c la se s o la d e sig u a ld a d e n tr e los h o m b re s c o m o M a rx o R o u s s e a u , q u e n o tie n e cl m is m o v a lo r fin a l cl d in e r o d el p o b r e q u e cl d e l rico: ..."el e s c u d o d e l p o b r e —d ic e — d e s tin a d o a p a g a r lo s o b je to s d e p rim e r a n e c e s id a d y cl e s ­ c u d o q u e c o m p le ta cl s a c o d e u n b o ls ista so n , a lo s o jo s d e u n m a te m á tic o , d o s u n id a d e s d el m is m o o r d e n , p e r o a n te lo s d e la m o ra l cl u n o v a le un lu is, cl o tr o n o v a le un c h av o " (o b r . c il.) E v id e n te m e n te , p a ra u n m u ltim illo n a rio n o rte a m e ric a n o u n m illó n d e d ó la re s p u e d e s e r u n a c ifra irris o ria , p e r o p a ra u n o d e su s o b r e r o s o e m p le a d o s u n a c ifra in a lc a n z a b le , in c lu so s u ­ m a n d o to d o s su s s a la rio s o s u e ld o s d e u n a v id a d e tr a b a jo . P o r ta n to , cl d in e ro e n m a n o s d e un p o b re tie n e v a lo r e n fo rm a d e m o n e d ita s d e e sc a so p o d e r d e c o m p ra ; c l d in e ro , e n las c a ja s d e u n e m p re s a rio , p r e s ta m is ta o b a n q u e r o , e s sin d u d a , d in e ro h o m o g é n e o , p e r o m a l r e p a r tid o soc ia lm c n tc . A sí, p u e s , e n u n a e c o n o m ía a u to g e s tio n a ria , q u e p r o c u r e la ig u a ld a d e n tr e los h o m ­ b re s , n o s ó lo e c o n ó m ic a s in o ta m b ié n d e o p o r tu n id a d e s ig u a le s p a ra to d o s e llo s, cl d in e r o d e ja ­ r ía d e s e r cl sig n o d el p o d e r o m n ím o d o d e u n o s y e l d e la p o b re z a p a ra o tro s

SEN IO R , N. W. (1790-1804). P o litira l c ro n o m v . i ¿ te e c o n o m is ta fu e u n o d e los te ó ric o s d e la u tilid a d d e c r e c ie n te , en cl s e n tid o d e q u e la o f e r ta d e un b ie n e s ta b a c o n d ic io n a d a p o r la d ific u lta d d e in c re m e n ta r la , o sea , p o r el c o s to a d ic io n a l d e a u m e n ta r o p ro d u c ir u n a c a n tid a d a d ic io n a l. " R a r a v ez d o s a rtíc u lo s d e la m ism a e la se p ro d u c e n cl d o b le d e p la c e r q u e u n o —a firm a S é ­ n i o r —, y d ie z p r o d u c e n , a ú n m e n o s, cin co v e c e s m á s p la c e r q u e d o s. P o r lo ta n to , e s p ro b a b le q u e cl n ú m e ro d e q u ie n e s e s tá n p ro v is to s d e u n a r tíc u lo y 110 d e s e a n , o a p e n a s d e s e a n , a u m e n ­ t a r su p ro v is ió n , s e a ta n to m ás g ra n d e c u a n to m a y o r e s su g ra d o d e a b u n d a n c ia , y p a ra e llo s la o f e r ta a d ic io n a l p ie rd e to d o , o casi to d a su u tilid a d . Y e s p r o b a b le q u e cl n ú m e ro d e los q u e lo d e s e a n , cl g ra d o e n q u e lo d e s e a n , a u m e n te en p ro p o r c ió n a su esc a se z ; y su u tilid a d , o, en o tr a s p a la b ra s , cl p la c e r q u e p ro d u c e la p o s e s ió n d e d e te rm in a d a c a n tid a d d e él, a u m e n ta en p ro p o rc ió n " . ( O b r. cil. pp. 11-12). C ie rta m e n te , la u tilid a d , la c a n tid a d , la e sc a se z y la sa c ie d a d d e un b ie n o s e rv ic io so n c o n ­ c e p to s q u e in flu y e n e n cl v a lo r e c o n ó m ic o d e las m e rc a n c ía s , p e r o es q u e s u b je tiv a m e n te , p o r u n a c to d e v o lu n ta d , n a d ie p u e d e a u m e n ta r ta n to lo s b ie n e s y se rv ic io s h a s ta q u e se p ro d u z c a la s a c ie d a d d e n u e s tr a s sa tisfa c c io n e s . IZ1 v a lo r v e n a l se a n u la co n la a b u n d a n c ia d e lo d o , p e r o es q u e s ó lo u n a s o c ie d a d a u to -o rg a m z a d a , co n a u to m a tiz a c ió n d e su tr a b a jo , c o n u n a m o ra l e c o ­ n ó m ic a d e n e c e s id a d e s fru g a le s , sin d e rro c h e s c o m o lo s d e la " s o c ie d a d d e c o n su m o ", p u e d e s u ­ p e r a r la e c o n o m ía m e rc a n til d e c a p ita lis m o p riv a d o o d e E s ta d o .

D A V E N P O R T , II. J. (1861-1931). T h e r m n n m y o f 1he mtor el t r a b a j o a s a l a r i a d o . Si la r e c o n v e r s i ó n in d u s tr i a l c a p it a li s t a se h a c e a c o s t a d e la d e s o c u p a ­ ció n d e m u c h o s m illo n e s d e t r a b a j a d o r e s la n z a d o s a la m is e ria , lo c u a l c o n s ­ titu y e u n o d e los g r a n d e s m a le s d e l c a p ita lis m o , e s to s u c e d e p o r q u e si los t r a b a j a d o r e s e s t u v ie r a n l o d o s o c u p a d o s y t r a b a j a r a n c a d a v e z m e j o r , co n m e j o r e s m á q u i n a s y m á s e l e v a d a p r o d u c t i v i d a d , el c a p it a li s m o lle g a ría I ¡una e c o n o m í a d e a b u n d a n c i a y se s u p e r a r í a c o m o s i s te m a e c o n ó m i c o d e a d m i ­ n is tra c i ó n d e r e c u r s o s e scas o s. A s í las co sas, el p r o g r e s o te c n o ló g ic o , e c o n ó ­ m i c o y c ie n t íl ic o d c n l r o d e l c a p ita lis m o , es im p o s i b le sin d e s o c u p a c i ó n en m a s a , sin g a s t o s i m p r o d u c t i v o s e n el c o m p l e j o m ilita r in d u s tria l, sin E s t a d o c a r o y m a lo , sin a u m e n t o d e s m e d i d o d e la b u r o c r a c i a , la t e c n o c r a c i a y las cla s e s m e d i a s p a r a s i t a r i a s q u e , h a b l a n d o e n n o m b r e d e l p u e b lo , g o b i e r n a n p a r a la b u r g u e s í a y la clas e m e d ia . P o r eso, e n d e t e r m i n a d o s m o m e n t o s , 110 h a y q u é s e r r e f o r m i s t a sin o r e v o l u c io n a r io , n o c o n f o r m á n d o s e c o n v o t a r sino a c t u a r p a r a d e r r o c a r u n s i s te m a i n h u m a n o , in j u s t o y a n a c r ó n i c o : el c a p it a li s ­ m o.

P E R P E C T I V A S D E LA S C L A S E S L a lucha de clases es t a n v ie ja c o m o la a p a r i c i ó n d e la p r o p i e d a d p r i v a d a e n la h is to ria d e la h u m a n i d a d . B a jo el c a p ita lis m o , la l u c h a d e c lases tie n d e a p o l a r i z a r s e en d o s P a n d e s f r e n t e s a n ta g ó n i c o s : la b u r g u e s í a y el p r o l e t a ­ ri a d o . A m e d i d a q u e las c lases s o c ia le s q u e d a n r e d u c i d a s a d o s ú n ic a s c la ­ ses, el c a p it a li s m o se a c e r c a a su d e s e n l a c e h is tó ric o , a su s u p e r a c i ó n e n el so c ia lism o , n o d e E s t a d o , sin o lib e rta rio , a u t o g e s t i o n a r i o y f e d e r a ti v o . L a b u r g u e s í a p a r a su b s istir ti e n e q u e a c u m u l a r y c o n c e n t r a r el c a p it a l e x ­ p l o t a r al o b r e r o a u m e n t a n d o la c u o t a d e p lu sv alía. "L a c o n d ic i ó n d e e x i s t e n ­ cia d e l c a p ita l — co nfo d e c í a M a r x y E n g c l s — es el t r a b a j o a s a l a r i a d o . E l a s a l a r i a d o r e p o s a e x c lu s iv a m e n te s o b r e la c o m p e t e n c i a d e lo s o b r e r o s e n t r e sí. E l p r o g r e s o d e la in d u s tri a , del c u a l la b u r g u e s í a e s el a g e n t e in v o l u n ta r io y p a siv o , r e e m p l a z a el a is la m ie n t o d e los o b r e r o s , r e s u l t a d o d e la c o m p e t e n ­ cia p o r su U n i ó n r e v o l u c io n a r ia m e d i a n t e la a s o c ia c ió n . A sí, p u e s , el d e s e n ­ v o lv im ie n to d e la g r a n i n d u s tr i a r e m u e v e va jo los p ie s d e la b u r g u e s ía , el ter r e n o m i s m o s o b r e el c u a l e lla h a b ía e s t a b l e c i d o un s i s te m a d e p r o d u c c i ó n y

a p r o p i a c i ó n . E n e s te s e n t id o , la b u r g u e s í a c r c a a su s p r o p i o s e n t e r r a d o r e s . S u c a í d a y la v ic t o r i a d e l p r o l e t a r i a d o s o n ig u a l m e n t e inevitable". (1). L a p r o p i e d a d cap ita lista , d e v i n i e n d o d e p r i v a d a e n a n ó n i m a y d e r é g i m e n d e lib re c o m p e t e n c i a e n c r e a c i ó n d e m o n o p o l io s , se a p r o x i m a a su n e g a c i ó n h is tó ric a . L a s m i s m a s a r m a s q u e e m p l e a r a la b u r g u e s í a c o n t r a la a r i s to c r a c ia fe u d a l p a r a e li m i n a rl a se v u e lv e n a h o r a c o n t r a ella, y a q u e el p u e b l o t r a b a j a ­ d o r h a a u m e n t a d o m u c h o e n n ú m e r o y el c a p it a l s e h a c o n c e n t r a d o en "pools", "carteles" y "trusts". E n e sto s o rg a n i s m o s só lo h a c e fa lta , ya, c a m b i a r al c o n s e j o d e a d m i n i s t r a c i ó n c a p it a li s t a p o r el c o n s e j o a u t o g e s t o r o b r e r o , p a ­ r a a u t o g e s t i o n a r las e m p r e s a s e n b a s e a la d e m o c r a c i a d i r e c ta , al t r a b a j o li­ b r e a s o c i a d o c o n sus m e d i o s d e p r o d u c c i ó n y d e c a m b i o , e n u n so c ia lis m o li­ bertario. E s u n h e c h o h is tó ric o , b i e n s a b i d o , q u e c o n el d e s a r r o l l o d e l c a p it a li s m o se d e s e n v u e l v e p a r a l e l a m e n t e la p r o l c t i z a c i ó n d e g r a n d e s m a s a d e la p o b l a ­ c ió n e c o n ó m i c a m e n t e déb il. M iles d e t r a b a j a d o r e s a s a l a r i a d o s s o n c o n c e n ­ t r a d o s a h o r a e n u n a so la e m p r e s a c o m o n o tu v ie ra igual e n n ú m e r o p a r a e d i ­ f ic a r las p i r á m i d e s d e los F a r a o n e s . B a s t a r í a q u e el p r o l e t a r i a d o d e las g r a n ­ d e s f a b r i c a s c in s titu c io n e s f u e r a m o v iliz a d o r e v o l u c i o n a r i a m e n t e , p a r a q u e s u r g ie s e el e j é r c i t o p o p u l a r q u e d e r r o c a r á a la b u r g u e s ía : c a d a a ñ o co n m e ­ n o s m i e m b r o s , p e r o s i e m p r e co n fa m ilia s m á s ricas, c o m o le s u c e d i ó a la a r i s t o c r a c i a esc la v ista d e l m u n d o a n tig u o . L a e n o r m e m a s a a s a l a r i a d a d e la s o c i e d a d b u r g u e s a se a c e r c a a lu c h a s r e v o l u c i o n a r i a s d ecisivas, 110 só lo d e c a r á r a c t e r h u e lg u is ta . E l a s a l a r i a d o d e ­ b e c r e a r , c o m o g a r a n t í a d e su li b e r t a d e c o n ó m i c a , el a u t o g o b i e r n o p o lí ti c o y la g e s t ió n d i r e c t a d e sus e m p r e s a s . E s ya p o s i b le q u e el p r o l e t a r i a d o , c o m o c la s e re v o l u c io n a r ia , se a p r e s t e c o m o l i b e r a d o r d e las d e m á s c la s e s o p r i m i ­ d a s c o m o r e p r e s e n t a n t e del i n t e ré s d e Lodos y d e la li b e r a c i ó n d e to d o s . D e lo c o n t r a r i o , el p r o l e t a r i a d o (si n o es re v o l u c io n a r io c o n s t i t u y é n d o s e e n clas e d ir i g e n t e a s u m i e n d o la g e s tió n d e las e c o n o m í a s n a c io n a le s , d e las e m p r e s a s d e p r o p i e d a d social y d e los a u t o g o b i e r n o s lo cale s, r e g i o n a le s y n a c io n a le s ) n o s e r á l i b e r a d o d e su c o n d ic i ó n d e a s a l a r i a d o , ni c o n g o b i e r n o s s c u d o - d e m o c r á l i c o s , ni c o n d i c t a d u r a s b u r o c r á t i c a s f a l s a m e n t e c o m u n i s t a s . E l cam bio de clases n o d e b e h a c e r s e s u s t i t u y e n d o a las o p r e s o r a s y e x p l o ­ t a d o r a s p o r las o p r i m i d a s y e x p lo t a d a s , s e g ú n el m o d e l o d e d i c t a d u r a b u r o ­ c r á t i c a so v iética, p o r q u e el h o m b r e a s a l a r i a d o s e g u i r ía lo m i s m o c o n u n sis­ t e m a o c o n o tr o , ya q u e a m b o s tie n e n en c o m ú n u n a c las e d ir i g e n t e n o p r o ­ d u c t o r a q u e , u s a n d o y a b u s a n d o d e l p o d e r p o lítico , d e la p r o p i e d a d p r i v a d a o e sta ta l, e x p lo t a n y o p r i m e n a los o b r e r o s a s a l a r i a d o s , ta n a s a l a r i a d o s b a j o la b u r o c r a c i a s o v iética c o m o b a j o las b u r g u e s ía s o c c id e n ta le s , p u e s a m b a s les u s u r p a n el e x c e d e n t e d e su t r a b a j o (p lu sv a lía ). Si el p r o l e t a r i a d o d e b e abolir todas las clases, e n el s e n t i d o d e su m isió n h i s tó r i c a s e g ú n M a r x , tiene, q u e a b o li r s e a sí m i s m o c o m o tal proletariado,

e r a n d o un com unitario , u n h o m b r e lib re y n o e s c i n d i d o e n clases, u n a u to g e s t o r d i r e c t o d e los m e d i o s d e p r o d u c c i ó n c a m b i o y c o n s u m o , un a u to lib c r a d o , u n h o m b r e lib re c o m o e s p e c i e y s u p e r a d o c o m o elase, c u b a s e a la p r o ­ p i e d a d social, la d e m o c r a c i a d ir e c ta , el a u t o g o b i e r n o y el f e d e r a l i s m o c o m o c o n d i c i ó n d e u n v e r d a d e r o s o c ia lism o q u e p u e d e c o m e n z a r a la e s c a l a n a c i o ­ nal, p e r o q u e n o t r i u n f a r í a c o m o nueva civilización, c o m o nuevo m odo ¡rodueción, sin s e r i n s t a u r a d o in l e r n a c i o n a l m c n l c . E ll o es p o s i b le en n u e s t r a é p o c a ; n o es lina u t o p í a ya q u e vivim os e n u n a e c o n o m í a p l a n e t a r i a q u e p a r a a s e g u r a r la p a z y la p r o s p e r i d a d p a r a t o d o s los h o m b r e s y t o d a s las n a c io n e s , ti e n e q u e hacer del m undo un solo jxiis c o m p r e n d i é n d o l a s a t o ­ d a s f e d e r a t i v a m e n t e , c o m o u n i d a d d e lo p a r t i c u l a r e n lo g e n e r a l , p e r o sin q u e p iiírd a c a d a p u e b l o su id e n t i d a d e s en cial, su a u t o g o b i e r n o y a u t o d e t e r ­ m i n a c ió n m e d i a n t e un c o h e r e n t e f e d e r a l i s m o p a r a e v ita r el p a r t ic u l a r is m o .

de

E M A N C IPA C IO N D E L O B R E R O L a p a r t i c i p a c i ó n d e c r e c i e n t e d e l o b r e r o e n el p r o d u c t o c r e a d o p o r su tr a b a j o , a n u n c i a d a p o r R o d b c r t u s , d e r i v a d e l h e c h o e v id e n t e d e q u e a m e d i ­ d a (pie a u m e n t a la p r o d u c t i v i d a d d el t r a b a j o e n la s o c i e d a d c a p ita lis ta , los s a l a r io s ^ d c los o b r e r o s n o se i n c r e m e n t a n p r o p o r c i o n a l m e n l c . c n c u a n t o al r e p a r t o e q u it a ti v o d e la r e n t a b r u t a n a c io n a l. E n los E s t a d o s U n i d o s y e n la U R S S , p o r e j e m p l o , p a r t e d e la p r o d u c t i v i d a d es d e s t i n a d a a f i n a n c i a r las e c o n o m í a s tic g u e r r a p a r a t i e m p o d e p az, c o n s u m o s d e lu jo s p a r a la e las e p riv ile g ia d a , s u b s id io s a la o c io s id a d p o r m e d i o d e "prccioposición e n ­ tre salario y beneficio, entre beneficio y renta, el pu n to de partida de sus investigaciones. Este antagonismo, inseparable, en efecto, de la existencia mism a de clases de las cuales la sociedad burguesa se com pone, él (R icardo) lo formula, ingenuamente, como su ley natural, inmutable de la sociedad hum an a. P ero ello se ría alcanzar el límite que la ciencia burguesa jam ás alcanza­ rá". (O b r. c i t.Jjj Marx, en consecuencia, no se atribuye el descubrim iento de la lucha de clasci^como el m o ­ to r de la historia, p on ien d o a Ricardo y a varios histor iado res bur gueses franceses, com o a sus p r c c u so r c s .’

M A R X , C a rlo s . Manuscritos económ icos v filosóficos de 1844. Advier te que la com peten cia mercantil p r o ­ letariza a las clases medias económ icam ente débiles: "La consecuencia final de la competencia es abolir la distinción en tr e capitalistas y te r ra t e ­ nientes, de m od o qu e sólo llegue a h a b e r do s clases en la población: la d a s e o b rera y la clase de los capitalistas. liste regateo de la tierra, la transform ació n de la prop ied ad territorial en una mercancía, constituye la d erro ta de lo viejo y el logro último de la aristocracia del dinero''. (O b r. c it¿j¿ii Iin listado s Unidos, la p ropiedad de la tierra y su forma de explotación, se han co nvertido en mercancías, salario, plusvalía, etc. Iil capitalismo invade los dominios de la agricultura, liqui­ d a n d o las'tlase s medias^(pequeños propietarios) y ar re ndatarios. Q u e d a n as í dos grand es cla­ ses en presencia: la burguesía y el pr oletariad o, que al resolver su antago nism o tendrán que ap o r t a r soluciones o ha brá revoluciones. Para el pr oletariado, en tales situaciones, se «trata de im plantar el socialismo libertario, sin disimulos de populismo, sin totalitarismos burocráticos, com o en la URSS.

E N G E L S , Federico. B osquejo n una crítica de la Econom ía Política. A nticipando el devenir dialéctico de la p r o ­ piedad y de la*socicdad dividida en clases, expresa Engcls: "La gran p ro piedad, en cuanto a tal, aum en ta mucho más ráp idam ente q ue la p e q u e ñ a p r o ­ piedad, p u es to que deduce una proporción mucho m e n o r en calidad de gastos. lista ley de la centralización de la propiedad privada es tan inm an en te a ella com o lodas las otras. Las clases medias deb en desaparecer progre sivam ente hasta que el m u n d o esté divididojentre millonarios y mendigos, entre grandes terra tenientes y peones miserables. T o d a s las leyes, toda la división d e la prop ied ad agraria, toda posible distribución del capital, no sirve de nada: este resultado d ebe tr aer y traerá la fusión de intereses opuestos, a m enos q u e se le anticipe una t r a n sf o rm a ­ ción total de las condiciones sociales, la eliminación de la p ropiedad p riv ad a”. (Obr. cit.). Las tendencias estatales con la nacionalización de gr andes sectores económicos retrasa esc desenlace dialéctico previsto p o r Iingcls; p e r o a lo su m o el capitalismo de E sta d o logrará un tiem po no muy largo d e acumulación o de prolongación de la agonía d e un régimen. La b u r o ­ cracia, con el capitalismo d e Estado, no es más tolerable p ara los o b r e ro s q u e el capitalismo privado: la luchas de clases se aproxim an a un desenlace revolucionario, en el Oeste y en el E s ­ te, p e r o la inflación de clase media, en el Oeste, am ortig ua las presiones revolucionarias con el falso socialismo y la falsa democracia par lam entaria.

R O D B E R T U S , J. K. O v crp ro d u tio n and crisis. Este econ om ista fue c on te m p o r á n e o de R. O w cn y de Simón de

Sismondi, siendo influenciado p o r ellos. Las lesis más originales de R o db c rtu s, en tre oirás, son las siguientes: 1 ) el p au p erism o y las crisis económ icas proced en de una y la mism a causa: m ie n ­ tras que la productividad del trab ajo aum en ta d ebido al prog reso de los medios de producción, el va lor del salario de los o b rero s repre se nta una m e n o r p a r te relativa en el precio de los p r o ­ ductos: 2) la actual sociedad está com pues ta p o r trabajadore s, capitalistas y prop ietarios del suelo; p e r o esas tres clases sólo existen en virtud de la división del trabajo: las dos últimas cla­ ses tom an b ajo la forma de renta, do s p artes en el p r od u cto del trabajo. Ello sólo es posible p o r q u e la tierra y el capital son propiedad privada: 3) el tr a b a jo es una m er cancía que se c o m ­ p ra y se v en d e como las otras. Su valor d e pend e de su costo de pro ducción (o man tenim iento); es decir, de lo que le es necesario al tr a b a ja d o r para subsistir y p ara m a n te n e r a sus hijos que ap o r ta ra n trabajo asalariado después de el. El costo de prod ucción del trab ajo es to d o lo que p u e d e o b t e n e r el trabajador, y nada más, cualquiera q u e sea el acrcccntamicnlo-'dc la p r o d u c t i ­ vidad de su t r a b a r a P o r consiguiente, su p arte relativa en el pr o d u c to cr eado p o r el disminuye, si se la mide p o r su capacidad de compra. D e ahí biene el pauperismo", etc. En su libro, Capital, dice R o d b c rtu s q ue los propietarios de los medios de producción no dirigen la pro ducción según el interés general, sino según su pro p io interés privado: es la r e n t a ­ bilidad o la ganancia lo q u e m uev e al prop ietario y no la pr oductividad: no la necesidad social, sino el beneficio particular. Al respecto, dice: "D isponen una producción cualquiera, en g ene­ ral, no ya con miras a cubrir la necesidad social, sino p o rq u e esa pro ducción les p r o m e t e una renta, un beneficio" (O br. cit.) En la se gunda carta social. Í Schriflcn. tom o II, pag. 37) Rod b crtus, dice: "C uan do el cam ­ bio está ab an d o n a d o a símismo, en lo que concierne a la distribución del p r od ucto nacional, circunstancias determ inadas, enlazadas íntim am en te con el des en volvimien to de la sociedad hacen que la productividad creciente del trabajo social, el salario de las clases trabajadora s, constituya una fracción, cada vez mas ftMueña, d d p r o du cto nacional". E n fin, el pensam iento de R o d b c rtu s se concreta en las ideas socialistas francesas en estas obras: R eivindicaciones de las clases laboriosas (1842) y en las Ca rlas Sociales (1S50-51). Sin d ud a sus ob ras fundam entales son: Capilal y S obreproducc ión y crisis.

S I S M O N D I , S im ó n . Nuevos principios de econom ía política. O b r a im po rtan te para analizar las contradicciones capitalistas a la salida de las gu erra s napoleónicas, cuestionando la teoría liberal de "laissez Cai­ re. ” Acerca de la participación decreciente del o b rero en suproducto, Simón de Sismondi dice: "Cuanto más labor p o d a m o s haccr con una cantidad d ad a de trabajo, más d eb er em o s a u ­ m e n ta r nu estro s goces o nuestro reposo; el o b r e ro que se ría su p ro p io amo, en cuanto cons i­ guiera h accr en dos horas, con la ayuda de una máquina, lo qu e am es tardaba doce horas en h a ­ ccr. se d eten d ría des pués de dos ho ras,^i no tenía necesidad, si no p o d ía haccr usó de un p f i í duelo más considerable, 't a l es nuestra organización actual; esta es la se rv idu m b re del obrero , q ue lo red uce —cu an do una m áq uina lia a u m e n ta d o su p o t e n c i a — a rendir, no menos, sino más a ca m bio del mismo salario". (Obr. cit., to m o II, p. 318). Es evi dente la participación decreciente del o b r e ro en el p r od u cto de su trabajo, a m edida q ue au m en ta su productividad, p o r q u e —a diferencia d e lo q u e pensaba S ism o n d i— la p r o d u c ­ tividad adicional del trabajo asalariado es confiscada o substra ída p o r el em presario priv ad o o p o r el P atró n -E stad o. T o d o ello perm ite a u m e n ta r Ia5 clases medias improductivas, las b u r o ­ cracias y los funcionarios del Estado, lo ciftil majilicnc p e r o no supera c t capitalismo, a u nq ue ya haya fuerzas productivas y tecnologías avanza das como pa ra vivir en un socialismo igualitario y libertario. Y p ara salir de este círculo vicioso, en que el o b r e ro es un n u ev o Sísifo, no cabe la política refo rm ista de social-demócratas, scudo-socialistas y falsos comunistas, sino la acción revolucionaria directa, que libere a los tr abajado res p o r los trabajad ore s mismos, im p lan tand o un socialismo autogestionario. P ar a,3 ism o n d i un país lio es más rico p o r q u e téfi|*á más población y más riquezas que otros, sino p o r el r ep arto ju sto de la riqueza, p o r la relación equitativa en tr e riqueza y p o b l a ­ ción. "Por oposición con la tierra —dice —, p o d rían reunirse las otras dos fuen tes de riqueza: íá

vichi, q u e da la facultad de trabajo, y el capital, q u e lo asalaria. C u a n d o es tas dos po ten cias es­ tén reunidas, po seen en co m ú n una fuerza expansiva, y cl t r a b a jo q u e el o b r e r o haga p o r a ño valdrá siem pre m ás q u e el trab ajo del a ñ o p r ecedente, con cl cual se m an ten d rá dicho o brero. Y a causa de cs lam ejo r-v alía, q u e es tanto m ás grand e cu an to q u e las artes y las ciencias, en su aplicación a las arles, han hecho más progresos, es com o la industria se aplica a p r o c u r a r un a u ­ m e n to co nstante de riqueza". (O br. cit., lo m o I, p. 103). P e r o mié ni ras la riqueza sea d e un capitalista o del E sta d o em presar io, m ed ian te el salario se explotará al o b r e r o despo seído d e sus m ed ios de producción, d ejánd o le menos, m ucho m e ­ nos. v alo r económ ico del que es le crca con su trabajo. Y d e esa p a r t e qu e el o b r e r o ha p rod uci­ do, más alia de su frugal consumo, se nutrirán las burguesías, las tecnocracias, las burocracias, la población par asitar ia que, a m edida que a u m e n t e con el in crem ento d e la p roductivid ad del tr a b a jo as alariado, impedirá que el capitalismo (privado o de E sta d o ) se convierta en socialis­ m o igualitario, libertario, autoges tionario. Pues la escasez económica, p ro p ia del capitalismo, no p r o v e n d rá de la ba ja productividad del tr a b a jo as alariado, sino del con su m o im pro ductivo de las burguesías (O cciden te) y de las burocracias (Oriente). Para salir de esta situación los tr ab ajado re s asalariado s n o deb en dejarse e n g a ñ a r p o r la se u d o -d e m o c racia b urguesa o p o r el s e u d o -comunismo soviético; no deb en confiar en la clase política, a izquierda o derecha, sino en ellos mismos; o sea, no aceptar falsas reform as , sino h a ­ cer la revolución q ue instaure el socialismo de autogestión, su p e ran d o las clases sociales a n t a ­ gónicas, la pro pied ad privada y la p ropiedad estatal, in staurand o la p ropiedad social, el a u to g o ­ b iern o del pueblo, p o r el pu eb lo y para el pueblo; sin clases políticas dom inan tes: ya se disfra­ cen és tas de izquierda laborista, social-dem ócrata o seudo-comunisla.

B A K IJN íN , M. O c uvres. La tesis de Marx: se gún la cual al desarrollarse el capitalismo a limen taba el prolela liado, d ebe se r reconsiderada, pues los ob rero s van decrecien do estadística me m e con el a u ­ m ento d e la productividad del trab ajo con la revolución industrial, con la automatización de la producción, tan to b ajo un régimen de capitalismo privado com o de E stado. Y qu e lo que real­ m ente a u m e n ta es la cuarta clase, a la cual se refiere, Bakunin, en estos términos: "lis cier to qu e si la Internacional hubiera incluido el ateísm o en su p ro g ram a com o un p rin ­ cipio obligatorio, hab ría incluido en su se no la flor y la nata del proletariado. Y p o r esta p ala­ bra 110 entiendo, com o hacen los marxistas, la capa supe rior, la más civilizada del m u n d o o b r e ­ ro, esa capa d e o b r e ro s casi burguese s de los que prec isa m ente quieren valcr.se p ara constituir su cuarta clase gu b ernam ental y q u e es v erd a d e r a m e n te capaz de lle g a r a f o rm a r una clase si no se la o r d e n a en interés de la gran masa del p ro letariad o , po r q u e con su b ien estar relativo y casi burgués, p o r desgracia no ha d e ja d o de se r p ro fu n d a m e n t e p e n e tr a d a p o r lodos los prejuicios políticos y sociales y tod as las es trechas aspiraciones y pretcn sio nes de los burgueses. Pod em os decir q ue es la capa es la m enos socialista y la más individualista del pr oletariad o. "P or flor y nata del pro letariad o entiendo, so bre lodo, esa gran masa, esos millones de no civilizados, d e deslíe redados, miserables y analfabeto s a los que los señore s Marx y Engcls p r e ­ tenden s o m e te r al régimen patern al de un gobierno bien fu erte (...). P o r flor y líala del p r o le ta ­ riado en tien d o pr ecisam ente, esa carne e te r n a m e n te go bernada, esa gran canalla p o p u l a r que, casi virgen de toda civilización burguesa, lleva en sí, en sus pasiones, en sus instintos y asp ira­ ciones. en lodas las necesidades y las miserias de su situación colectiva, to dos los gérm enes del fu tu ro socialismo, y qu e es. hoy la única y lo ba stante po dero sa para inagurar y hacer tr iu n far la Revolución Social. (Oeuvrc s, tomo. IV. pp. 413-414-72). El proletariado, las gentes que no poseen medios de producción y de ca m bio ni propied ad territorial, no es que haya descendido es tadísticam ente en ta n to q u e "cuarta clase" o "tercia­ rios". sino q u e el o b r e ro viene disim inuyend o a medida que au m e n ta n los "cuellos blancos" esa p e q u e ñ a bu rguesía o casi-burgucsía, esa "capa su p e rio r del prol etariado" de la cual habla B a k u ­ nin, y q u e ha n utrid o las filas de los partidos e ideologías: nco-l ibera les, domo-cristianos, socialde m ócratas, laboristas, scudo-com u 11islas o tecno-burocracia. en el Este y en el Oeste. E v id en te m ente, el proletariado no ha sido em ancipado en la Unión Soviética p o r haber abolido la propied ad pr ivada de la tierra y de los medios de pro ducción y de cambio, haciendo al E stado-em pre sario, único p rop ietario d e lo do y d istribuidor de la riqueza, ya q u e el E stad o

tolal, em p resa m onopónca de la burocracia soviética, crea un proletariado, si cabe, más m isera­ ble, num eroso, op rim ido \ explot ado que el prolelariad o occidental o, al menos, m enos libre q ue éste y tan asalariado c o m o ¿ mc "Y es q ue —según llakunin — la igualdad sin libertad es el d epo lism o de 1.siado, y el l i s i a ­ d o despótico no p o d r í a u l ' ^ s i i r un s. ho «lía sin l en er p o r lo m enos una clase e x p l o t a d » » y p r i ­ vilegiada: la burocracia, p o d e r hereditario, com o en Rusia y China, o de f a d o , com o en A l e m a ­ nia... (N u i l a i l. PP- 2-IS-68). Per o con la salvedad de que en la URSS, hay despotis m o buro crá tico o pu esto al igualitaris­ m o tan to c om o el capitalismo ¿lis así la U R S S un país socialista?.

M A L A T E S T A , E. P ensam ie nto y acción revolucionarios. (Selección de V crno n Richards). lid it . Proyección. Buenos Aires, 197-1. Sobre las diferencias en tr e trabajo manual e intelectual, linrico Malatesta puntualiza: "lil origen de la división de los h o m b res en "intelectuales" —que a m en u d o son simples ociosos sin ninguna intelectualidad — y "manuales" se pu e d e hallar en el hecho de que en é p o ­ cas y circunstancias en las cuales producir lo suficiente p ara satisfacer con amplitud las propias necesidades implicaba un es fu er zo excesivo y desag ra dab le y 110 se conocían los beneficios de la cooperación y de la solidaridad, los más fuertes o afo rtu n ad o s encon traron la m an era de obli­ gar a los otros a tr a b a ja r para ellos, linlonces el. trab ajo manual, ad em ás de se r más o m enos p enoso, se t ran sfo rm ó tam bién en signo de inferioridad social”. (O br: cit. p. 117). M alatesta subraya que mientras la ciencia y la educación sean el privilegio de unos pocos, los que saben, in depend ien tem en te del m o do de producción, m an d a r á n sobre los q u e 110 saben. Wwpcc lo a la Revolución Rusa. M alatesta aclara q ue fue una lucha en tre intelectuales de unos p artid os contra ot ros y la masa, com o de cbstumbre, sirvió de i n stru m en to político. lin es­ te o rden de ideas, el fracaso ruso residiría en la ap atía o la pasividad de los o b rero s manuales do m in ad o s p o r los intelectuales, precisa m ente p o rq u e el p ro lelariado 110 fue un su je to activo de la historia de la Re volución sino un med io p ara alcanzarla para ellos, gracias al "socialismo de los intelectuales" que. en realidad, es un socialismo administrativo: sin participación (autoges lionaria) de las masas populares. P or eso el socialismo admin istrativo es un falso socialismo, un socialismo burocrático: el socialismo de los intelectuales que está inter esad o.no en la igualdad en tre los hombr es, sino en seguir m an ten ien d o el trab ajo asalariado y en o b te n e r la plusvalía de listado. "1.a tendencia natural, direm os así, —dicc M a l a t e s t a — de los intelectuales, es la de s e p a ­ rarse del pueblo, de constituirse en cenáculo, de darse aires y term ina r creyéndos e pr otectore s y sa lvadore s que el vulgo d eb ería a d o r a r (...) y m an ten er . Separarlo s de la masa, darles la ilu­ sión de que co m b aten p o r el bien general mientra s perm an ecen en una posición distinta y s u p e ­ rior, significa ju stam en te alen tar la formación en el se no del m ov im ien to o b r e ro de la "casta dañina y peligrosa" que los redactores del I lamndo (en p r o de una Internacional de Int electua­ les) tan justa y en érgicam ente reprueban. (O br. cit. p. 150). i \ o obstante . M alatesta considera que. "que una revolución hecha sin la ayuda de fuerzas y capacidades que 110 se tienen sin una previa cultura intelectual pod ría p arecer muy radical, p ero sólo sería, en el fon do una explosión de ira sin alcances y sin porvenir". Y p o r eso —añ ad e Mala l c s ta — acogerem os siempre con alegría la adhesión de literatos, artistas, científicos, ingenie­ ros, técnicos, y o tros qu e pued an o f rec er la obr a de inteligencias ricas de ideas y nutridas de h e ­ chos". P ero en n uestra época tecnológica, los tecnócralas tienden a constituirse en P o d e r político y económico, sep arado s de los ob reros, cons tituyen do —si 110 se los detien e y se hace una gran revolución cultural — la nueva burguesía: la "burguesía r o j a ”, en el liste; la bur guesía tccnocrática, en el Ocslc.

(iO R Z , a . Historia v enajenación. P o n do de Cultura l’conómica. México, 1961. Colección P opular Tiempo Présenle. IÍI a u to r subraya que el o b r e ro de la "sociedad de co n s u m o ” se ha hecho

"apático”, consumista, deleg an do los problem as laborales en sindícalos institucionalizados y sus burocracias sindicales. "La burocratización de los sindicatos —aclara — es una consecuencia necesaria do la p lani­ ficación burocrática de la em p resa y de la dispersión de los ob reros. Y la ap atía sindical, a su vez es una consecuencia directa de la burocratización sindical. ¿C ó m o po d ría ser de otra m a n e ­ ra? Si quieren sacar adelante una reivindicación, los o breros especializados 110 pu ed en co nfiar­ se a su "instinto", a la es pontaneidad de las masas", ni siquiera a sus necesidades. Sus necesida­ des, p o r lo dem ás son difíciles de valorar en dinero: ¿necesitarán el 10, el 20 ó el 30% más? I..a cuestión as í plantead a es un p u r a mistificación. I’ero a u n qu e fu eran capaces de expresa r en ci­ fras sus necesidades, no h ab rían avanza do mucho: 110 es la agudeza de sus privaciones, e n efec­ to la q u e determ ina las o p o rtu nid a d es del éxito de su acción reivindicadora; es la coyuntura económica, el estad o de las ó rdenes de com pra q u e ha recibido la empresa, el nivel de sus utili­ dades, pasadas, p resen tes y pr evistas para el futuro, en resum en , la necesidad objetiva q ue tie­ ne la administración del trab ajo de los obreros". (O br. cit., pp. 310-311). "En este sentido, mien tra s el va lor del trab ajo de los o b rero s sea estim ad o p o r los dirigentes burocráticos sindicales, c om o repre sentantes del "trust" del trab ajo fre nte al "trust" del capital, consensu ados p o r ct Estado-providencia, ya sea en el O este o en el Este, los trabajad ore s se gui­ rán p articipando en form a decreciente en el p ro d ucto de su trabajo, ya q ue la productividad adicional del mismo, debida al avance científico-tecnológico, se la ap rop iará n las burocracias o las burguesías. A s í las cosas, 110 será posible la desalienación del h om bre as alariado, s op orte pro d uctiv o de todas las clases parasitarias, interesadas, incluso las burocracias sindicales, en que el sistema de dominación 110 sea sustituido p o r el socialismo de autogestión, d on d e el o b r e ­ ro sea el su je to directo de gestión de la em presa de pro p iedad social. P ara su liberación com o clase oprimida y explotada, los trabajado re s tienen que abol ir las clases antagónicas c incluso a ellos mismos com o clase, m ediante una ec on om ía autogestiona ria y una democracia directa, su stituyendo la propiedad privada o estatal p o r la prop iedad social y el Estado-pro videncia por el au to p o d e r económico, político, económ ico y social del pu eb lo autogobernado. M ic n 'r a s el dinero, en forma de salario, sea el pago del o b r e ro éste no tendr á redención, ni será posible su desalienación, su independencia respec to del capital privado o de Estado. A c e p ­ tar el dinero co m o la medida de todos los valores, incluyendo la del trab ajo asalariado, es co n­ fo rm arse con el capitalismo (burg ués o burocrático), d on de el o b r e ro es el gran b u r ro de carga. E n a je n a rs e p o r los relativos goces consumistas, ab urg uesán do se en cierto m odo el ob rero, p e r ­ d iendo su conciencia proletaria p o r la de la clase media económ icam ente débil, es hacer d u r a r el capitalismo p rivado (O este) y el capitalismo de E stad o (Este). 1 Iay que tr a b a ja r m e jo r cada día, debid o a la autom atización del trabajo, p ara vivir en una sociedad de co nsum o irracional, q u e perjudica la calidad de vida, prod u cien do desocupación con la reconversión industrial b u r ­ guesa, es auto-alien arse y degradar se, re pro ducie ndo un sistema d e do minación q ue 5ÓI0 pu ed e se r su p e rad o con la autogestión, en las empresas, y el autogobierno, en la políttga desp rofesio­ nalizada.

T O U R A I N E , A. L a p a ,;oc i.ilismr. Edil. B crn ard Grasset. París, 1980. Alain T o u rain e plantea que "el so ­ cialismo ha muerto", a u nq ue figura en los prog ram as de los p artido s socialistas y en los p a r t i ­ do s comunistas m onopolizado s p o r la burocracia y la tecnocracia. E n este o rd en de ideas, el so ­ cialismo y el com unism o han hecho del E stad o un culto al cual han sacrificado las as piraciones de au tog ob iern o del pu eb lo tr ab ajad o r, a fin de q ue la vieja burguesía sea sustituida, en el P o ­ d e r y la dirección de las empresas , p o r una reducida y privilegiada clase política, p o r las tecnoburocuncia administrativas del E stado-patrón. "La transform ac ión del sistema de producción —dice 't o u r a i n e —, la distancia creciente e n ­ tre los E stado s socialistas y las reivindicaciones de la clase obrera , el deterio ro do las filosofías de la historia conducen, com o liemos visto, a la descomposición del m ovim iento socialista y, p o r consiguiente, de su principal instrumento: el G r a n P artid o (...). Si resta todavía una c o n t r a ­ sociedad, que busca p o r todas p artes insuflar el espíritu de partido, 110 busca más q ue con tro lar sus pro p io s miembros . Mas que p r e t e n d e r organizar en las ciudades y los distritos populares

una cultura y una vida sociales, p ro piam ente obr eras, cl p a r lid o se es fuer za p o r diversificar su 1'cclulamicnlo y su influencia en las categorfas en rápida progresión: técnicos, especialistas, profesores; acoge tam bién los escritores y artistas que participan d e sus ideas, p o r más alejadas q ue éstas sean del realismo socialista o sim plem ente de un arte po pular . Esta tendencia está m uy m arcada en Italia y en España". (Obr. cit., pp 60-61). P ara T o u rain e estos partidos socialistas o comunistas no son de la clase ob rera sino d e las burocracias, las tecnocracias, las clases medias profesionales. Son asi' p artid os de la pequ eñ ab urgucsía más qu e del proletariado con lo cual su socialismo o co m u nism o es una prom esa ofrecida, p er o nunca cumplida, al p u eb lo traba jador, ya se trate de laborismo, socialismo de cá­ tedra, social-dcmocracia, en cl Oeste, o cl marxismo-leninismo en cl Este. D e ah í que la libera­ ción de los trabajado re s com o clase (oprim ida y exp lotada) no se identifique con cl socialismo p e q u eñ o-bu rgu és occidental ni con cl com unism o burocrático oriental. E n am bo s casos, cl o b r e ro as alariado sigue siéndolo com o b ajo el capitalismo convencional: pro du ce para otro, y en esa altcridad reside la imposibilidad de su pe rar su alienación com o h o m b r e asalariado. Los partidos socialistas que se alternan en cl P o d e r con la burguesía o las clases medias de d erecha, no son o tra cosa q ue su pere stru ctu ras burocráticas de gobiernos que, am pliado el sec­ to r de em p resa nacionalizadas, han creado una burguesía de E stado quizá más fuerte c influ­ y en te q ue la p equ eñ a y m ed ian a bur guesía de las em presas privadas. En la Unión Soviética, b a ­ jo la dominación del E stado total y del Partido único, la "N om cnk latura” de los altos e s t a m e n ­ tos del P o d er político y la tecnocracia que monopoliza las empr esas , constituyen una "nueva clase", si cabe más p od ero sa que la vieja burguesía; p uesto que posey en do cl E stad o p ro p ieta­ rio de to d o y d e todos, tienen así todos los po deres qu e 110 ha ten ido la burguesía, ni aún en los reg ím enes nazi-fascistas. En suma, mientra s 110 sea in stau rad o 1111 socialismo libertario, basad o en la p ropiedad s o ­ cial y en cl A u to p o d cr, el obrero , p o r más que produzca m ucho con la automatización de su tr abajo, seguirá participando d ecrecientem en te en su producto, m ien tra s haya clases parasita­ rias en au m e n to aliadas de la burguesía, más que del pr oletariad o, p o r med io de falsos socialis­ mos y falsas democracias.

CAPITULO XI E L C A P I T A L I S M O N E O - C O L O N I A L D E LAS

L a e x p a n s ió n de la s i n te r n a c i o n a l e s del c a p ita lis m o E l f e n ó m e n o h is tó r i c o e c o n ó m i c o d e la a p a r i c i ó n d e las e m p r e s a s m u l t i ­ n a c io n a le s , p r e c e d i d o d e los "trusts", d e los c á rte le s , los "pools" y los "holdings", estíj d e t e r m i n a d o e c o n ó m i c a m e n t e p o r las ley es d e a c u m u l a c ió n , c o n c e n t r a c i ó n y e x p a n s i ó n d e l c a p ita l. E n e s t e o r d e n d e id e a s , p o d r í a m o s a f i r m a r q u e la a c u m u l a c i ó n d e l c a p ita l, e n u n a s c u a n t a s e m p r e s a s a e x p e n s a s d e o t r a s e n la m is m a r a m a d e p r o d u c c i ó n o d e servicios, d e t e r m i n a , a su vez, su c o n c e n t r a c i ó n en p o c a s y p o d e r o s a s e m p r e s a s q u e se c o n v i e r t e n así c u g r a n d e s m o n o p o l io s . P o r o t r a p a r t e , la c e n tr a li z a c ió n d e l c a p it a l a nivel n a ­ cio nal, c u a n d o a u m e n t a su c a n t i d a d y, p o r ta n to , d is m i n u y a su ta s a d e g a n a n ­ cia n a c i o n a l m e n t e , t r a t a d e s e r c o n t r a r r e s t a d a e x p o r t a n d o c a p it a l s o b r a n t e d e los p a í s e s c a p ita lis ta s d e s a r r o l l a d o s a los p a ís e s n e o - c o l o n i a l e s s u b d c s a ­ rr o lla d o s . D e e s t a m a n e r a , o b t e n i e n d o p o r el c o m e r c i o d e e x p o r t a c i ó n c a r o y d e i m p o r t a c i ó n b a r a t o , p o r las "royalitics" d e p a t e n t e s e x p o r t a d a s , p o r las g a ­ n a n c ia s d e las in v e r s io n e s d i r e c t a s y d e los p r e s t a m o s d e c a p ita l a e le v a d o s tip o s d e in te ré s , b e n e f i c io s f u e r a q u e n o c o n s i g u e n d e n t r o las g r a n d e s p o t e n ­ cias c a p ita lista s, se c r e a así u n n c o - e o l o n ia l is m o n o m e n o s e x p l o t a d o r y o p r e s o r q u e el v iejo c o lo n ia lism o . E n s u m a , q u e b a j o la c o lo n i z a c ió n c on b a n d e r a y sin s o b e r a n í a po lítica , c o m o e s t a b a n m u c h o s p a ís e s a l r o - a s í a t i c o s a n te s d e la s e g u n d a g u e r r a m u n d i a l, n o e r a n m á s lib res e i n d e p e n d i e n t e s q u e a h o r a b a j o la c o lo n i z a c ió n e c o n ó m i c a , f i n a n c ie r a y c o m e r c i a l d e las " c a d e ­ nas" d e b a n c o s c n t c r n a c i o n a l c s ( q u e f o r m a n el "C lu b d e Pa rís"), del F o n d o M o n e ta rio Internacional, e l,B a n c o In tern acio n al de R e c o n stru c c ió n y F o ­ m e n t o , el A c u e r d o G e n e r a l d e T a r i f a s y A r a n c e l e s ( G A T T ) y las e m p r e s a s

m u l ti n a c io n a l e s , q u e lian a lc a n z a d o los c u a t r o p u n t o s c a r d i n a l e s d e l p l a n e t a c o n s u c a p it a li s m o e x p a n s iv o y n e o -c o lo n ia l. L a m u l ti p li c a c ió n d e las e m p r e s a s m u l ti n a c io n a l e s , lu e g o d e la c o n s t i t u ­ c ió n d e g r a n d e s e m p r e s a s n a c io n a le s m o n o p ó l i c a s e n los fin a le s y p r i n c ip i o s d e los siglos X I X y X X , se h a h e c h o r e c t i l í n e a m e n t e , a u m e n t a n d o su n ú m e r o c o n s t a n t e m e n t e . A sí, p o r e je m p lo , e n 1901 E s t a d o s U n i d o s s ó lo c o n t a b a c o n 18 filiales d e sus e m p r e s a s n a c io n a le s e n cl e x t r a n j e r o . E n c a m b i o e n 1973, u n a s 1.199 e m p r e s a s n o r t e a m e r i c a n a s t e n í a n u n a o m á s filiales e n el e x te r io r , q u e r e a l i z a b a n u n v o lu m e n d e v e n ta s p o r v a lo r d e 680.135 m illo n e s d e d ó l a ­ res, o sea, cl 4 6 , 7 % d e l c o m e r c i o g lo b a l d e las m u l ti n a c io n a l e s d e t o d o s los p a ís e s . E n s e g u n d o lu g a r, v e n ía el J a p ó n , c o n cl 1 3 ,9 % y e n t e r c e r o , I n g l a t e ­ rr a , c o n el 1 1,5% . E n to tal, u n a s 4.530 e m p r e s a s , c o n s i d e r a d a s m u l t i n a c i o n a ­ les, tu v i e r o n e n 1973, v e n ta s e s t i m a d a s e n 1 b illó n 455.140 m illo n e s d e d ó l a ­ res. E n 1980, cl v a lo r d e las v e n ta s a n u a le s d e t o d a s las e m p r e s a s m u l t i n a c i o ­ n a le s a s c e n d i ó a 2 b illo n e s 736.600 m illo n e s d e d ó la r e s . P e r o e s t a c ifra, e n sí m is m a , c o n s e r m u y e l o c u e n t e n o d ic e t a n t o c o m o si la c o m p a r a m o s c o n el p r o d u c t o i n t e r n o b r u t o (P1T3) d e t o d o s los p a ís e s s u b d c s a r r o l l a d o s q u e a l ­ c a n z ó , e n 1980, só lo a 2 b illo n e s 231.000 m illo n e s d e d ó la r e s . E n u n a p a la b r a , q u e las e m p r e s a s m u l ti n a c io n a l e s y a c o n t r o l a n u n v o l u m e n d e n e g o c io s a n u a le s s u p e r i o r al P I B d e t o d o s los p a ís e s a f r o - a s i á ti c o s y l a t i n o a m e r i c a n o s . P ci'o e n c u a n t o al v a lo r d e l c o m e r c i o d e e x p o r t a c i ó n d e e s t o s p a ís e s , e n 1981, f u e d e 610.8S0 m illo n e s d e d ó la r e s , o sea, 4,5 v e c e s i n f e r io r o el 2 2 % d e l v o ­ l u m e n d e las v e n ta s a n u a le s d e las e m p r e s a s m u l ti n a c io n a l e s . Y c o m o los p a ís e s a f r o - a s i á ti c o s y la t i n o a m e r i c a n o s r e p r e s e n t a n el 7 5 % d e la p o b l a c i ó n m u n d i a l, s a l ta a la v ista la in ju stic ia so c ial y la d e s i g u a l d a d e c o n ó m i c a e n e s te m u n d o ... n o "libre" d e las m u ltin a c io n a le s . E l m u n d o p a r e c i e r a s e r to d o s los p a ís e s , p e r o e s m á s d e los p a ís e s ricos: 2 5 % d e la p o b l a c i ó n m u n d i a l, p e r o q u e p o s e e n el 8 0 % d e l P I B m u n d i a l y cl 9 0 % d e la p r o d u c c i ó n in d u s tr i a l y d e l c o n s u m o d e e n e r g í a . P o r o t r a p a r t e , al c o m i e n z o d e la d é c a d a d e 1980,las e m p r e s a s m u l ti n a c io n a l e s n o r t e a m e r i c a ­ nas, e u r o p e a s y j a p o n e s a s c o n t r o l a b a n , a p r o x i m a d a m e n t e , el 8 0 % d e la t e c ­ n o lo g í a i n n o v a d o r a , cl 4 0 % d e la p r o d u c c i ó n in d u s tr i a l y el 6 0 % d e l c o m e r ­ cio e x t e r i o r d e E s t a d o s U n i d o s , las C E E y J a p ó n . A sí, p u e s , cl m u n d o es p a ­ r a los ric o s y la m iseria, p a r a los p o b r e s . H a c i a 1980, m u l ti n a c io n a l e s p r o p i a m e n t e d ic h a s , se c o n t a b a n 650, d e las c u a le s las m á s g r a n d e s , u n a s 382, r e g i s t r a b a n u n v o lu m e n a n u a l d e v e n ta s d e 2.000 m i ll o n e s d e d ó l a r e s p a r a a r r ib a . E s t e c a p it a li s m o d e g r a n d e s d i m e n s i o ­ n e s h a c o n t r a r r e s t a d o , e n p a r l e , la ley d e la t a s a d e g a n a n c i a d e c r e c i e n t e , o b ­ t e n i é n d o l a n o en b a s e a m u c h a g a n a n c i a d e p o c o c a p il a l in v e r ti d o , sin o p o c a g a n a n c i a , p e r o d e m u c h o c a p ita l, lo q u e , e n d efin itiv a, d a m á s g a n a n c i a en m iles d e m i ll o n e s d e d ó l a r e s in v e r tid o s . L o s " s u p e r m e r c a d o s " b a s a n su n e g o ­ cio e n q u e v e n d e n m u c h o , g a n a n d o m e n o s q u e los p e q u e ñ o s c o m e r c i a n t e s , p e r o f i n a l m e n t e g a n a n m á s v e n d i e n d o m ás, q u e d á n d o s e c o n el m e r c a d o , d e ­ s a l o j a n d o d e él a los p e q u e ñ o s c o m e r c ia n t e s .

E n el f r e n t e m u n d i a l d e a v a n c e d e las e m p r e s a s m u l ti n a c io n a l e s , c o r r e s ­ p o n d e a E s t a d o s U n i d o s , p o r a ñ o , la m i t a d d e las in v e r s io n e s e x tr a n je r a s , p e r o n o só lo d e su p r o p i o c a p it a l sino, a d e m á s , d e l t o m a d o o p r e s t a d o , e s ti­ m u l a d o p o r altos ti p o s de interés, a fin d e re c ic la r , e n b e n e f i c i o d e l c a p it a li s ­ m o n o r t e a m e r i c a n o , los euro-dólares, lo s petro-dólares y los nipo-dólares y t o d o s los d ó l a r e s q u e E s t a d o s U n i d o s d e b e p o r p r é s t a m o s o p o r su b a l a n z a d e c o m e r c i o d e fic it a r ia ; p e r o q u e lu e g o ¡oh m ila g ro ! le s o n p r e s t a d o s al d e u ­ d o r ¡H a y q u i e n d é m á s p o r m e n o s ! E s t a r u l e t a c o n t r a m p a , e n la c u a l s i e m ­ p r e g a n a el d ó l a r o, al m e n o s , n o p i e r d e , p o r q u e n o p a g a lo q u e d e b e y se lo p r e s t a n ; ti e n e así U . S .A . su g r a n c a s in o e n el F o n d o M o n e t a r i o I n t e r n a c i o ­ n al, d o n d e el d ó l a r es m o n a r c a a b s o lu to : h a c c la ley y la t r a m p a e n b e n e f i c io p r o p i o . Y a e s o se le l l a m a el s i s te m a m o n e t a r i o i n t e r n a c i o n a l o el o r d e n e c o n ó m i c o m u n d i a l q u e h a c e m á s p o b r e s a los p a ís e s p o b r e s y m á s rico s a los p a í s e s ricos: U S A , C E E y J a p ó n . A s í las c o sas, los p a n e s y los p e c e s se m u ltip lic a n p a r a los c a p it a li s t a s d e W a ll S tr e e t, p e r o e m p o b r e c i e n d o a los p a ís e s a f r o - a s i á ti c o s y l a t i n o a m e r i c a ­ n o s, p r i n c i p a l m e n t e , y e n m e n o s c u a n t í a a los p a ís e s d e la C E E y J a p ó n , d o n ­ d e el d ó l a r n u n c a p a g a los d ó la r e s d e su b a l a n z a d e c o m e r c i o ex te r io r : 169.800 m il m illo n e s d e d ó l a r e s d e d é fic it e n 1986 p a r a E s t a d o s U n i d o s 92.660 m il m illo n e s d e d ó l a r e s d e s u p e r á v i t p a r a el J a p ó n y u n o s 40.000 m i ­ llo n e s p a r a A l e m a n i a o c c id e n ta l, e n e se m i s m o a ñ o ; m ile s d e m illo n e s d e d ó ­ la r e s q u e , e n g r a n p a r t e , v u e lv e n a E s t a d o s U n i d o s p a r a a d q u i r i r títu lo s del T e s o r o n o r t e a m e r i c a n o ; o b i e n s o n L omados e n f o r m a d e c u r o - e m i s i o n e s o d e o t r o tip o h e c h a s , e n el e x te r io r , p o r las m u l t i n a c io n a l e s n o r t e a m e r i c a n a s . Y es q u e las m u l ti n a c io n a l e s e u r o p e a s , s e p a r a d a s d e p a ís a país, s o n i n c a p a ­ c e s d e a b s o r b e r l o d o el c a p it a l e n e u r o - d ó l a r e s . E n e s te s e n t id o , se e x p li c a ­ r í a el h e c h o d e q u e las m u l ti n a c io n a l e s n o r t e a m e r i c a n a s , a lo l a r g o d e los a ñ o s s e t e n ta , a u m e n t a r o n sus in v e r s io n e s d e s d e 78 a 193.000 m i ll o n e s d e d ó ­ lares, u n a u m e n t o d e l 1 5 0 % , m i e n t r a s q u e su s b e n e f i c io s l í q u id o s se i n c r e ­ m e n t a r o n d e s d e 9.000 a 3S.000 m illo n e s d e d ó la r e s . L a s m u l t i n a c i o n a l e s n o r t e a m e r i c a n a s , m á s q u e el D e p a r t a m e n t o d e E s t a ­ d o , d ir ig e n la p o lí ti c a i n t e r n a c i o n a l d e E s t a d o s U n i d o s y, e n c ie r to m o d o , sup o l í l i c a e c o n ó m i c a n a c io n a l. P o r e j e m p l o , d e b i d o al alz a d e los p r e c i o s n o c o m p e n s a d a p o r igu al a u m e n t o d e los s a la rio s m á s la a d ic i ó n d e r e m u n e r a ­ c ió n s a la ria l p o r el a u m e n t o a n u a l d e la p r o d u c t i v i d a d d e l tr a b a j o , los o b r e ­ r o s n o r t e a m e r i c a n o s , d e s d e 1973 a 1980, p e r d i e r o n , a p r o x i m a d a m e n t e , un 1 3 % e n su nivel d e v id a o d e p o d e r a d q u is itiv o d e sus sala rios. P o r o t r a p a r t e , el c a p it a li s m o s a lv a je n o r l c a m c r i c a n o s i e m p r e li c n e a su d is p o s ic i ó n u n a g r a n r e s e r v a o b r e r a d e s o c u p a d a , a fin d e q u e a c t ú e c o m o m o d e r a d o r d e l alz a d e los sala rio s: el desem pleo h a v a r i a d o e n t r e el 1 2 % y el 6 % d e l lo ta l d e la p o b l a c i ó n ac tiv a e n la é p o c a d e los p r e s i d e n t e s C á r t e r y R e a g a n . P o r o t r a p a r t e , la C E E , m u y d e p e n d i e n t e d e l c a p it a li s m o n o r t e a m e ­ ri c a n o , a c e p t a n d o su m o d e l o d i r ig e n t e d e d e s a r r o l l o e c o n ó m i c o , m a n t i e n e t a m b i é n u n a t a s a d e d e s o c u p a c i ó n d e l 1 1 % m á s o m e n o s , lo q u e e n c if ra s

c o n c r e t a s r e p r e s e n t a b a u n a d e s o c u p a c i ó n d e u n o s 16 m illo n e s d e p a r a d o s e n 19S6, sin g a r a n t í a s d e q u e el p a r o siga a u m e n t a n d o . L o s h i e r o f a n t c s d e la democracia bargiesa occidental, q u e se lle n a n la b o c a d e t e n e r li b e r t a d e s f u n d a m e n t a l e s y d e r e c h o s h u m a n o s , d e s d e los s o ­ cialistas d e t e r c i o p e l o h a s t a los n e o -l ib e r a le s , sin e m b a r g o , n o p u e d e n g a r a n ­ tizar a Lodo el m u n d o el d e r e c h o al t r a b a jo , el m á s i m p o r t a n t e d e l o d o s los d e r e c h o s d e l h o m b r e . Y 110 g a r a n t i z a n el derecho al trabajo p o r q u e a n t e p o ­ n e n , e s o s s e u d o - d c m ó c r a l a s , el derecho de p ropiedad c o m o d e r e c h o le o n i n o d e u s a r y d e a b u s a r d e la p e r s o n a h u m a n a , s o m e t i d a al s a n e d r í n d e los "big bu siness", m i e n t r a s el c a p it a li s m o n o s e a s u s tit u id o p o r el so cialism o . A s í las c o sas, vivim os e n la d e m o c r a c i a c a p it a li s t a d e las e m p r e s a s m u l t i ­ n a c io n a le s : r e i n o d e la e x p l o t a c ió n d e l h o m b r e p o r el h o m b r e ; p o d e r a li e ­ n a n t e d e l d i n e r o y d e l fe t ic h i s m o d e la m e r c a n c í a ; p e r m a n e n t e m e n t e v io l e n ­ cia d el E s t a d o s o b r e los c i u d a d a n o s ; c h a r a n g a d e p u b l i c i d a d p o lí ti c a y m e r ­ c an til q u e n o s im p o n e los p r o d u c t o s y las id e o lo g ía s ; p r o s t i t u c i ó n d e l sex o p o r d in e r o ; d e p e n d e n c i a a l i e n a n t e d e las d r o g a s c o m e r c i a l i z a d a s a a lto s n i­ v eles del c a p ita lis m o ; lu c h a d e c la ses p e r m a n e n t e ; a m e n a z a d e g u e r r a s m a r ­ g in a le s o m u n d i a le s ; p a r o o b r e r o c o m o e x c r e c e n c i a d e la e c o n o m í a c a p i t a l i s ­ t a b a s a d a e n la in m o r a l i d a d y e n la in m e d i a t e z d e la g a n a n c i a y en g a n a r d i ­ n e r o y m e n t ir , c o l o c a n d o al p u e b l o t r a b a j a d o r e n el lim b o d e los s e r ia le s d e te lev is ió n y e n la p o lí ti c a a n o d i n a d e los te le d ia r io s . l i e allí la v e r d a d e r a c a r a d e la d e m o c r a c i a b u r g u e s a , d o n d e la p e q u e ñ a b u r g u e s ía , d e s d e los so c ialistas d e t e r c i o p e l o h a s t a los n e o -l ib e r a le s , g o b i e r ­ n a n p a r a la g r a n b u r g u e s í a d e las m u l ti n a c io n a l e s , p r o t e g i e n d o t o d o s los "grupos" tr a d ic i o n a le s d e p r e s ió n al s e rv ic io d e los c u a le s e s t á el E s t a d o o m ­ n i p o t e n t e d e f e n s o r d e las g r a n d e s e m p r e s a s c o m e r c ia l e s , in d u s tr i a le s y fi­ n a n c i e r a s q u e c o n t r o l a n la i n f o r m a c i ó n m a n i p u l a d a d e p r e n s a , ra d io , T V , ci­ n e y e d ito ria le s . F r e n t e a la e x p lo t a c ió n del h o m b r e p o r el h o m b r e , las o li g a r q u í a s d e la p r o p i e d a d te r rito ria l, las p lu t o c r a c i a s b a n c a r i a s , in d u s tr i a le s y fin a n c ie r a s , y las c la ses m e d i a s g o b e r n a n t e s , h a b l a n d o a fa v o r d el p u e b l o y g o b e r n a n d o en c o n t r a d e él, h ay q u e in s t a u r a r la ú n ic a d e m o c r a c i a v e r d a d e r a : la d e m o c r a ­ cia d i r e c t a d e los a u t o g o b i e r n o s , en p o lític a , y la a u to g e s ti ó n , e n las e m p r e ­ sas, i m p l a n t a n d o el s o c ia lism o li b e rta rio L a s i d e o l o g ía s t e c n o - b u r o c r á t i c a s d e la i z q u i e r d a y la d e r e c h a c o n v e n c i o ­ nales, el d ir ig is m o e c o n ó m i c o y t e c n o c r á t i c o d e J. M . K e y n c s , el "N u ev o E s ­ t a d o In d u s trial" , d e L. K. ( j a l b r a i t h , re g i d o p o r t c c n ó c r a l a s a li a d o s c o n la b u r g u e s ía ; el "C a p ita lism o , S o c ia lis m o y D e m o c r a c i a " , d e J. S c l n m i p e t e r , en q u e la g e s t ió n d e las e m p r e s a s es c o m p a r t i d a p o r t c c n ó c r a l a s y b u r g u e s e s ; el n e o - l ib e r a lis m o d e M . F r i c d m a n , e n q u e el p o d e r d e l d i n e r o lo d e c i d e to d o ; "L a e r a d e los e m p r e s a r i o s " , d e J. B u r n h a in , m á s c o n o c i d a c o m o la " r e v o lu ­ c ió n d e los d ir e c to r e s " o el i m p e r i o d e la te c n o c r a c ia ; la d o c t r i n a e c o n ó m i c a d e E . L i b c r m a n , s u s t i t u y e n d o al E s t a d o - p a t r ó n so v ié tic o p o r los d i r e c t o r e s c o m o " n u ev a clase"; a n t e e so se o p o n e el so c ia lis m o v e r d a d e r o , q u e 110 es

o l r o q u e cl s o c ia lism o lib e rta rio , d o n d e cl p u e b l o L ra b a ja d o r s e a el p r o t a g o ­ n is ta d i r e c t o d e su p r o p i a e m a n c i p a c i ó n , sin b u r g u e s ía s , sin b u r o c r a c i a s , sin te c n o c r a c ia s . H a y , p u e s , q u e p a s a r d e la s e u d o - d c m o c r a c i a y d e las u t o p í a s a l i e n a n t e s a la a u to g e s ti ó n , sin la c u a l n o h a y d c s a l ie n a c i ó n d e l h o m b r e a s a ­ la r ia d o , m á s q u e a c o n d ic i ó n d e q u e e s te g e s t io n e d i r e c t a m e n t e sus e m p r e ­ sas y cl e x c e d e n t e e c o n ó m i c o p r o d u c i d o e n ellas, q u e n o d e b e se r ¡confiscado p o r n i n g u n a c las e d o m i n a n t e p a r a s i t a r i a , ni p o r la b u r g u e s í a m o n o p o l i s t a del O e s t e , ni p o r la b u r o c r a c i a t o t a li ta r ia d e l E s te . E n n u e s t r a é p o c a , h a y q u e d e s m is t if ic a r las e m p r e s a s e s ta ta le s , "co to s c e ­ r r a d o s " d e la b u r g u e s í a b u r o c r á t i c a , y las e m p r e s a s m u l ti n a c io n a l e s q u e e x ­ p o r t a n p o r l o d o cl m u n d o u n c a p it a li s m o n e o -c o l o n ia l , d o n d e se e s t á n a li a n ­ d o los b u r ó c r a t a s y los p lu s t ó c r a t a s , u n c a p it a li s m o u n iv e r s a l en q u e ti e n d e n a a s o c i a r s e c o m o e m p r e s a s m ix ta s las e m p r e s a s so v ié tic a s y las m u l t i n a c i o n a ­ les e u r o p e a s , j a p o n e s a s y n o r t e a m e r i c a n a s , f o r m a n d o e m p r e s a s m ix ta s e n la U R S S y C ia. F r e n t e a la e x p a n s i ó n d e las e m p r e s a s m u l t i n a c io n a l e s (a la p r o p i e d a d a n ó n i m a m u l ti n a c io n a l y n a c io n a l, a la c o n v e r g e n c i a d e i n t e r e s e s e n t r e el K r e m l i n y la C o m i s ió n T r il a te r a l, a la c ie n c ia y la té c n i c a m o n o p o l i z a d a s p o r las m u l ti n a c io n a l e s y los c o m p l e j o s m i li ta r e s -i n d u s tr ia l e s , a la a li a n z a d e la t e c n o c r a c i a y d e la b u r g u e s ía , e n el O e s te , y a la d e la b u r o c r a c i a t o t a li ta r ia y d e lo s d i r e c t o r e s d e e m p r e s a s , en el E s t e ) cl d i l e m a d e l m u n d o es: c a p it a li s ­ m o p r i v a d o y d e E s t a d o o s o c ia lism o a u to g e s ti o n a r io , fe d e r a ti v o , u n iv ersal y lib e rta rio . Y al p l a n t e a r la a lt e r n a t iv a d e l s o c ia lism o li b e r t a r io al so c ia lis m o a u t o r i ­ ta r io y al c a p it a li s m o m u l ti n a c io n a l , 110 lo h a c e m o s c o m o si se t r a t a r a d e u n a p a n a c e a u n iv e rsa l o d e un m i la g r o u tó p ic o . N o. El so c ia lis m o a u t o g e s t i o n a ­ rio d e b e c o n o c e r las le yes d e l d e s a r r o l l o e c o n ó m i c o , h is tó ric o , s o cio ló g ico , c u lt u r a l y te c n o l ó g ic o d e la s o c i e d a d m e j o r q u e los r e g í m e n e s d e c la s e s p r i v i­ le g iad as. S ó lo así c o n o c e r e m o s las leyes o b je t iv a s q u e n o s c o n d u z c a n , sin c o n t r a d i c c i o n e s y a lie n a c io n e s , a u n a s o c i e d a d sin clases, p r ó p e r a y feliz, d o n d e el d e r e c h o al t r a b a j o y Si ocio, b ie n a r m o n i z a d o s c o n la p r o p i e d a d c o ­ m ú n , m a n t e n g a n la p l e n a o c u p a c i ó n , n o co n m e d i d a s m o n e t a r i s t a s c o m o .1. M . K c y n c s , sin o c o n la c o o p e r a c i ó n y la a u t o g e s ti ó n e n t r e los h o m b r e s . Y c o m o la b u r o c r a c i a y la t e c n o c r a c i a p u d i e r a n ser, si s o b r e v iv ie r a n , las clas es p riv ile g ia d a s d e l n u e v o r é g i m e n a u to g e s to r , h a b r á q u e a b o liría s con m e d i d a s e fe c tiv a s , 110 c o n d e c l a r a c i o n e s r e t ó r ic a s c o m o s u c e d e e n los p a ís e s d ic h o s so cialistas, s in o c o n u n a re v o lu c ió n c i e n t í f ic o - t e c n o ló g i c a y c u ltu ra l d e s e n c a d e n a d a al m is m o t i e m p o q u e la r e v o l u c ió n so cial a u t o g e s t o r a , a fin d e q u e to d o s los h o m b r e s , sin e x c e p c i ó n t e n g a n d e r e c h o g r a t u i t o a la e d u c a ­ c ió n p r i m a r i a , m e d i a y s u p e r i o r , 110 a e x p e n s a s d e la fam ilia , sin o d e la s o c i e ­ d a d lib e rta ria . C o n v e i'ti d a la p r o p i e d a d in d iv id u a l o e s t a ta l en p r o p i e d a d social ya, p o r e sc só lo h e c h o , se p u e d e g a r a n t i z a r el d e r e c h o al t r a b a j o p a r a to d o s , p e r o si la e m p r e s a d e p r o p i e d a d social, i n t e g r a d a en f e d e r a c i o n e s d e in d u s t r i a 110

llev a a d e l a n t e la r e v o l u c i ó n c i e n t íf ic o - t e c n o ló g i c a , ta n t o o m á s r á p i d a m e n t e q u e la e m p r e s a m u l t i n a c i o n a l o e s tatal, p e r d e r í a el t r e n d e la h is to ria , q u e ­ d á n d o s e an q u ilo sad a en una so cied ad d e b a ja pro d u ctiv id ad , de p o c a o n in ­ g u n a c o m p e t i t i v i d a d e n el m e r c a d o m u n d i a l. E l so c ia lis m o d e a u to g e s ti ó n , p o r ta n t o , d e b e s e r c ie n tíf ic o o d e lo c o n t r a r i o p o d r í a f r a c a s a r e c o n ó m i c a ­ m e n t e d e s p u é s d e t r i u n f a r r e v o l u c i o n a r i a m e n t e , p u e s u n so c ia lis m o e n la m i ­ seria, c o n e s c a s e z y c o n "colas" —c o m o e n la U R S S — n o se ju s ti f ic a a n t e el p u e b l o t r a b a j a d o r y a n t e la h is to ria .

LAS IN T E R N A C I O N A L E S

DEL

C A P IT A L IS M O

D e s p u é s d e la s e g u n d a g u e r r a m u n d i a l, b a j o el sig n o d e l d ó l a r p r i n c i p a l ­ m e n t e , las q u e f u e r a n e m p r e s a s n a c io n a le s g ig a n tes, c u a n d o su p r o p i o m e r ­ c a d o n a c i o n a l e r a ya u n c o rs é , se l a n z a r o n a la c r e a c i ó n d e u n capitalism o nmiidializado, g e s t i o n a n d o s u p r a n a e i o n a l m e n t e p o r o rg a n i s m o s d ó c il e s al d ó la r , c o m o el B a n c o M u n d i a l , el F o n d o M o n e t a r i o I n t e r n a c i o n a l , el A c u e r ­ d o G e n e r a l d e T a r i f a s y A r a n c e l e s , la C o r p o r a c i ó n F i n a n c i e r a I n t e r n a c i o n a l y o t r o s o r g a n i s m o s d e l c a p it a l f i n a n c i e r o a e s c a l a p la n e t a r i a . P a r a l e l a m e n t e , se f u e r o n e x p a n d i e n d o las e m p r e s a s m u l t i n a c i o n a l e s d el c a p it a li s m o d e s a r r o l l a d o , i n v a d i e n d o c o n su s te c n o l o g ía s d e p u n t a , sus m a r ­ cas y p a t e n t e s , sus e m p r e s a s s u b s id ia r ia s, los p a í s e s a f r o - a s i á ti c o s y l a t i n o a ­ m e r i c a n o s así c o m o E u r o p a y, e n c ie r to m o d o , los p a í s e s d e l b l o q u e s o v i é ti­ co, c o m o ú lt im a e t a p a d e su im p e ria lis m o . H a c i a 1979, d e las 50 p r i m e r a s e m p r e s a s m u l ti n a c io n a l e s 6 p e r t e n e c í a n a J a p ó n , 19 a la C E E , 21 a E s t a d o s U n i d o s y 4 al r e s t o d e l m u n d o . S e e n t i e n d e e m p r e s a s d o n d e la m a y o r í a d e l c a p ita l, la d ir e c c ió n , la o rg a n i z a c ió n , la e s t r a ­ te g ia e c o n ó m i c a y te c n o l ó g ic a les p e r t e n e c e , a u n q u e e s t é n r a d i c a d a s e n o tr o p a ís q u e su s m e t r ó p o l is . L a c r e a c i ó n d e e m p r e s a s filiales d e las e m p r e s a s m u l ti n a c io n a l e s p e r m i t e p e n e t r a r e c o n ó m i c a y c o m c r c i a l m e n t e e n t o d o el m u n d o , u ti li z a n d o m a t e r i a s p r i m a s , in sita, m e r c a d o s p r o t e g i d o s ( d i s f r a z a d o el c a p i t a l in t e r n a c i o n a l d e c a p it a l n a c io n a l r a d i c a d o ) y, s o b r e t o d o , e x p l o t a n d o m a n o d e o b r a m u y b a ­ ra t a , f u e n t e p r i n c i p a l d e p lu s v a lía d e l c a p it a l m u n d i a l i z a d o b a j o la b a t u t a d el F M I . el B I R F , W a l l S tr e e t y el "C lu b d e P a rís , i n t e g r a d o p o r los b a n c o s d e los p a í s e s ricos. L a s e m p r e s a s m u l ti n a c io n a l e s , e x p o r t a n d o te c n o l o g ía s , p a t e n t e s y e q u i ­ p o s m o d e r n o s , h a n c r e a d o g r a n d e s m o n o p o l i o s in d u s tria le s , a p o y a d o s p o r sus b a n c o s n a c io n a le s , q u e t a m b i é n se h a n m u n d i a li z a d o , a fin d e utilizar sus c a p it a le s p r o p i o s y los d e los p a ís e s d o n d e e s t a s e n t i d a d e s f i n a n c i e r a s s e h a n r a d i c a d o , a t r o p e l l a n d o las " s o b e r a n ía s n acio n a le s" , q u e d e j a n d e existir c u a n ­ d o sus f r o n t e r a s s o n r e b a s a d a s p o r el c a p it a l f i n a n c i e r o i n t e r n a c i o n a l y c u a n ­ d o las m o n e d a s n a c i o n a l e s se "satelizan" e n el d ó la r , e n las c u ro - d iv is a s y en el y e n ja p o n é s . P a r a d a r n o s u n a i d e a s i n té t ic a d e las i n t e r n a c i o n a l e s d e l c a p it a li s m o , h e

a q u í u n a lista d e las 50 p ri n c ip a l e s , e n el m u n d o , d e s t a c a n d o e n p o d e r í o e c o ­ n ó m i c o y n ú m e r o , sin d u d a alg u n a , las e m p r e s a s m u l t i n a c io n a l e s n o r t e a m e r i ­ c an as: EEE V O L U M E N D E V EN TA S Y E M P L E A D O S D E LAS 50 E M P R E S A S M A S G R A N D E S D E L M U N D O ANOS EM PRESA 83

PAIS

A CTIVIDA D

82 1

2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 18 17 18 19 23 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 30 40 41 42 43 44 45 43 47 48 42 50

1 2 3 4 5 — — 6 10 9 12 14 11 15 13 16 17 33 18 22 19 23 21 39 — 28 40 27 24 25 36 29 32 34 45 43 42 31 37 38 30 41 48 63 54 50 55 33 46 —

E xxon R o yal D u tc h /S h e ll G. G e n e ra l M o to rs M o b il B ritish P e tro te u m F o rd M o to r Int. B u sin e ss (I B M) Texaco E. d u P or! d e N e m o u rs S ta n d a rd Oí! S ta n d a rd O il C a lifo rn ia G e n e ra l E lectric G u ifO il A tla n tic P ich fie ld ENI IRI U n ile ve r T o y o ta M o to r S he ll O il O c c id e n ta l P re tro le u m F ra n ca ise d e s P etro les E M -A q u ita in e U .S . Steel M a ts u s h ita E lec. Ind P etro b as P h ilip s P em ex H ita ch i S ie m e n s N issa n M o to r V o lh sw a g e n w e rk D a im le r-B e n z P h ilip s P e tro le u m S un U n ite d T e c h n o lo g ie s B aye r H o e ch st R e n a u lt Fiat Tennaco ITT N estlé B ASF C h y s le r V olvo Im p e ria l C h e m ic a l ind. P ro cte r & G a m b ie B A T In d u stria s A . J . R e y n o lo s Ind u stre s M is u b is h i H e avy Ind.

EE.UU HOLVRU EE.UU EE.UU RU EE.UU EE.UU EE.UU EE.UU EE.UU EE.UU EE.UU EE.UU EE.UU ITA ITA R U /H O L JA P EE.UU EE.UU FRA FRA EE.UU JA P B RA HO L MÉX JA P RFA JA P RFA RFA EE.UU EE.UU EE.UU RFA RFA FRA ITA EE.UU EE.UU SUI RFA EE.UU SUE RU EE.UU RU EE.UU JA P

P etró leo P etró leo A u to m ó v il P e tró le o P etró leo A u to m ó v il B ie n e s d e e q u ip o P e tró leo Q u ím ic a P e tró le o P e tró leo E le ctró n ica P e tró le o P e tró le o P e tró le o D iversos A lim e n ta c ió n A u to m ó vil P e tró le o P e tró le o P e tró leo P e tró leo S id e ru rg ia E le ctró n ica P e tró le o E le c tró n ic a P e tró le o E le c tró n ic a E le c tró n ic a A u to m ó v il A u to m ó v il A u to m ó v il P e tró le o P e tró le o A e ro e s p a c ia l Q u ím ic a Q u ím ic a A u to m ó v il A u to m ó v il P etróleo S ervicios A lim e n ta c ió n Q u ím ic a A u to m ó v il A u to m ó v il Q u ím ic a S ervicios Ta b a co A lu m in io A u to m ó v il

M i l ! ONF.S DE DO LAR ES BEN EFIC IO S EM­ PLEADO S V EN TAS NETOS 156000 88561 4977 4174 156600 80550 3 73 0 6 91 0 0 0 74581 178100 54607 1503 131600 491 94 1562 1866 380 07 7 414 54 5 48 5 3 69 5 4 5 40180 5 46 83 400 68 1233 1127 151231 353 78 5 67 34 2 76 35 1668 40091 2 73 42 1590 340 00 0 2 67 97 2024 427 00 976 26581 4 96 93 2 51 47 1547 133999 2 50 22 928 ND 5 15 9 0 0 24518 5 83 2 67 0 0 0 20291 9 18 5 78 00 19741 1633 3 51 85 19678 566 4 13 69 19115 4 68 24 101 18350 7 76 00 4 88 18188 9 87 22 16860 1161 766 124825 16719 485 568 35 16258 343 00 0 226 16176 157000 16140 5 155532 15804 6 03 313 00 0 15724 2 96 416 108102 15697 51 2 31 71 0 15693 184877 404 15660 721 28400 15249 453 376 04 14730 509 193700 14669 295 174760 14615 128 173349 14558 2 10 00 0 14467 206 2 43 80 8 14466 N.D. 9 70 00 14353 716 674 2 78 0 0 0 14155 600 140400 13303 202 114128 13250 7 00 8 14 73 13240 26 7 52 06 12963 5 73 117900 12750 6 17 00 12452 3 66 1 87173 12083 475 962 28 11957 831 11916 98 9 65 62

F U E N T E : R e v i s t a "F o rtu n e", 30 d e a b ril y 20 d e a g o s t o d e 1984. C u a d r o s i m p l ifi c a d o , y a q u e f a l t a n los d a t o s s o b r e activos, a c c io n e s , p o r c e n t a j e d e b e n e f i c i o s o b r e v e n ta s tota les, g a n a n c i a s p o r a c c i ó n y o t r o s d a to s . A la lu z d e l c u a d r o s o b r e las 50 p r i m e r a s e m p r e s a s m u l t i n a c i o n a l e s del m u n d o n o s p a r e c e o p o r t u n o c o m p a r a r su p o d e r í o e c o n ó m i c o , n o c o n res-

p e d o a o i r á s e m p r e s a s , sin o c o n r e l a c i ó n a v a rio s p a í s e s s u b d c s a r r o l l a d o s . A sí, p o r e je m p lo , c h o c a el h e c h o d e q u e la m u l ti n a c io n a l d e l p e t r ó l e o E x x o n , q u e Luvo u n v o l u m e n d e v e n ta s d e 88.561 d ó la r e s , e n 19S3 te n ía , m á s o m e ­ nos, la m i t a d del p r o d u c t o in t e r n o b r u t o d e la In d ia , q u e f u e d e 190.710 m i ­ llo n e s d e d ó l a r e s p a r a 733 m illo n e s d e h a b i t a n t e s c o n só lo 260 d ó l a r e s d e r e n t a p o r p e r s o n a al añ o. La General Motors Company, la General Electric y la General D o m i­ nicos, los tr e s m á s g r a n d e s g e n e r a l e s d e E s t a d o s U n id o s , p o s e e n u n a r i q u e z a m u y s u p e r i o r , c a d a u n a d e ellas, a la d e los p a ís e s p o b r e s d e l T e r c e r M u n d o . B a n g l a d c s h , p o r e j e m p l o , e n 1983, t e n í a u n p r o d u c t o i n t e r n o b r u t o ( P I B ) d e 12.530 m illo n e s d e d ó l a r e s p a r a 95 m illo n e s d e h a b i t a n t e s lo c u a l d a u n P IB "p e r c áp ita" d e 130 d ó la r e s , o sea, 107 v c c c s m e n o s r e n t a p o r p e r s o n a q u e un h a b i t a n t e d e la E u r o p a in d u s t r i a l i z a d a o d e E s t a d o s U n i d o s . L a A r g e n t i n a , c o n 30 m illo n e s d e h a b it a n te s , 2,76 m i ll o n e s d e km 2., só lo te n ía , e n 19S2, u n o s 58.860 m illo n e s d e d ó l a r e s d e P IB , c o n t r a un v o lu m e n d e v e n ta s d e la R o y a l D u t c h - S h e l l d e 80.560 m illon es, o se a , q u e u n a so la e m ­ p r e s a m u l ti n a c io n a l es m á s fu ci le e c o n ó m i c a m e n t e q u e un g r a n p aís . H e ahí, pues* las v e r d a d e r a s d im e n s i o n e s del c a p it a li s m o m u ltin a c io n a l. F r e n t e a e s te f e n ó m e n o d e c o n c e n t r a c i ó n , a c u m u l a c i ó n e in lc rn a c io n a liz a c i ó n d e l c a p it a l d e los p a ís e s d o m i n a n t e s , las g r a n d e s p o t e n c i a s q u e d a n s a ­ te l iz a d a s o n e o - c o l o n i z a d a s p o r u n c a p it a li s m o e x p a n siv o , q u e m o n o p o l i z a los c a p ita le s , los m e r c a d o s i n t e r n a c i o n a le s , la p r o d u c c i ó n y la d i s tr i b u c ió n d e los p r o d u c t o s b á s ic o s y d e los p r i n c ip a l e s a rt íc u l o s m a n u f a c t u r a d o s y, a d e ­ m ás, las c a d e n a s d e b a n c o s i n t e r n a c i o n a li z a d o s . F r e n t e a Lodo e s c p o d e r e c o n ó m i c o , q u e c o n s t it u y e un im p e r i a li s m o e c o n ó m i c o a g re s iv o y e x p a n siv o , los p a ís e s a t r a s a d o s s e q u e d a n c o m o s c m i- c o l o n ia s d e e s t o s e m p o r i o s i n t e r ­ n a c io n a liz a d o s . H e a h í la v e r d a d e r a c a r a d e l c a p it a l f i n a n c i e r o i n t e r n a c i o n a l en los fin a le s y c o m i e n z o s ele los siglos X X y X X I . A s í las co sas, f r e n t e al n »tó-eolonialism o, ti e n e n q u e su rg ir, p r i n c i p a l m e n t e en los paj'scs n e o - c o l o n i ­ za d o s , m o v i m i e n to s d e l i b e ra c i ó n n a c io n a l y social, q u e c o n s t it u ir á n el d r a ­ m a h is tó r i c o d e los p r ó x i m o s a ñ o s, e n q u e se p l a n t e a r á la l u c h a p o r el s o c i a ­ lism o e n los p a ís e s p o b r e s , m á s p r o n t o q u e e n los p a ís e s ricos.

LA T E L A

DE ARAÑA D E

LA S

M U L T IN A C I O N A L E S L a c o n c e n t r a c i ó n d e las e m p r e s a s c a p it a li s t a s e s t á d e s b o r d a n d o las f r o n ­ te r a s n a c io n a le s i n v a d i e n d o lo d o s los p a ís e s sin d is ti n c ió n d e id e o lo g ía s , ya q u e lo q u e i m p o r t a es c o n q u i s t a r n u e v o s m e r c a d o s , c x p l o l a r f u e n t e s d e m a ­ te r ia s p ri in a s y e n e r g í a y a b a s t e c e r los m e r c a d o s d e a r t íc u l o s d e c o n s u m o en e s ta é p o c a d e m u n d i a li z a c ió n d e l c a p it a li s m o q u e im p lic a c o m o co n lra parL id a, la i n l c r n a c i o n a li z a c ió n d e la l u c h a p o r el socia lism o . L a c o n s l a n l c e x p a n s i ó n d e l c a p it a li s m o n o li c n e s i q u ie r a p o r lím ite s las f r o n t e r a s d e la T i e r r a y x in o q u e ya se e s t á n c r e a n d o e m p r e s a s m u l li n a c io n a -

les p a r a la e x p lo t a c ió n d e las te l e c o m u n i c a c i o n e s y la telev isió n, v ía satélite , e n cl e s p a c i o e x t r a t e r r e s t r e . Y p r o n t o se c r e a r í a n c o m p a ñ í a s m u l t i n a c io n a l e s p a r a la c o lo n i z a c ió n d e la L u n a o M a r t e . E llo d e m u e s t r a q u e cl c a p it a li s m o se m u n d i a l i z a a e s c a la p la n e t a r i a , t o m a n d o p e r f ile s d e a p a r i e n c i a " d e m o c r á ­ tica" p o r m e d i o d e la C o m i s i ó n T r i l a t c r a l q u e p r e s i d e cl m á s g r a n d e d e t o d o s los cap ita lista s: D a v id R o c k c f c l l c r , p a r a q u i e n t o d o s los r e g í m e n e s p o lític o s s o n b u e n o s m i e n t r a s p e r m i t a n la e x p a n s i ó n d e l g r a n c a p it a l f i n a n c i e r o y la o b t e n c i ó n d e sus g a n a n c i a s , in c lu so las p r o v e n i e n t e s d e e m p r e s a s m ix tas s o ­ v iéticas. E n e s t e o r d e n d e id e as, c o n la "ostpolitik" d e H e n r y K iss in g c r, p e r s o n a a f e c t a a la C o m i s ió n T r il a tc r a l, se e s t a b le c i ó e n la U R S S la " P e p s i- C o la ” q u e c o n t r o l a el m e r c a d o so v ié tic o d e las b c b i d a ^ r e f r c s c a i u c s , d e s d e 1972. Y p a ­ r a 110 se r m e n o s q u e "P epsi-C ola ", la " C o c a-C o la " ol r e c i a a los so v ié tic o s su f a m o s a b e b i d a y, a d e m á s , in s ta la r u n a f á b r ic a d e j u g o d e m a n z a n a s . E n 1984, el D r c s d n e r B an k , d e A l e m a n i a o c c id e n ta l, llegó a un a c u e r d o c o n el S a n w a B a n k , d e J a p ó n , a fin d e c r e a r e n C h i n a c o m u n i s t a u n a "joint v e n tu ro " d e c a p it a l f i n a n c i e r o s u p r a n a c i o n a l . El b a n c o a l e m á n y j a p o n é s t e n ­ d r í a n c a p ita l m i n o r i t a r i o e n la C h illa U n iv e r s a l L e a n s i n g y cl m a y o r il a r io c o ­ r r e s p o n d e r í a a B a n k o f C h in a , C h i n a M a c h i n c r y I m p o r t - E x p o r t C o r p ., C h i ­ na M a t i o n a l I n s t r u m e n t s I m p o r t C o r p . y C h i n a N a t i o n a l T e c h n i c a l I m p o n C orp.

EL T E JID O

DE

LA S

M U L T IN A C IO N A L E S

S e diría, p u e s, q u e las e m p r e s a s m u l t i n a c io n a l e s y los b a n c o s i n t e r n a c i o ­ na les, a li a n d o la b u r g u e s í a ,l a t e c n o c r a c i a y la b u r o c r a c i a , h a n s a lid o a la con­ quista del m u n d o " s u b o r d i n a n d o al p o d e r p o lí ti c o c o n su e n o r m e p o d e r e c o ­ n ó m ic o . P e r o p a r a d a r n o s u n a i d e a del m u n d o d e las m u l t i n a c io n a l e s v eám o s, e n sín tesis, a lg u n a s d e su s f o r m a s d e e x p a n s i ó n , fu s ió n y c o n c e n t r a c i ó n d e los c a p it a le s a e s c a la m u n d ia l: 1 . — E L G R U P O I I O L L I N C J E R . G r a n e m p r e s a c a n a d i e n s e d e la p re n s a , a d e m á s d e los d ia rio s, re v ista s y p e r i ó d i c o s q u e c o n t r o l a en C a n a d á , a d q u i ­ rió a c o m i e n z o s d e 1987, u n o s 23 d ia r io s i n d e p e n d i e n t e s n o r t e a m e r i c a n o s . P o r o t r a p a r t e , el "g r u p o H o llin g e r" se p r o p o n í a la c o m p r a d e la fi r m a S terling N e w s p a p e r s , q u e p o s e e 1U p e r i ó d ic o s , I s e m a n a r i o y 2 re v ista s d o m i n i ­ cales. A m e r i c a n P u b lish in g , f u n d a d a p n 1986, s e r ía la e m p r e s a q u e g e s t i o n a ­ b a los n e g o c io s d e H o lli n g e r en E s t a d o s U n id o s . A sí, p u e s , la in f o r m a c ió n q u e d a p r i s i o n e r a e n t r e las m a lla s d e la c o n c e n t r a c i ó n d e l c a p ita l, e n las e m ­ p r e s a s p e r i o d ís t ic a s , q u e no so n ta n "libres" c o m o d ic e n c u a n d o p o r ellas h a ­ b la el d i n e r o c o m o p o d e r o s o c a b a lle ro . L A F I A T C O N T R O L A E L " C O R R I E R E D E L L A S E R A " . G io v a n n i A g n e lli, p r e s i d e n t e d e la m u l ti n a c io n a l "Fiat", e n a s o c i a c ió n c o n Pirclli y b a n ­ q u e r o s c a tó lic o s , a d q u i r i ó el p r e s tig io s o d ia r io ita lia n o " C o r r i e r e d c lla Sera", q u e a n te s p e r t e n e c í a al e d i t o r A n g e l o R izzoli y a la B a n c a C é n t r a l e , filial del

q u e b r a d o B a n c o A m b r o s i a n o , n o a j e n o a los in t e r e s e s d e l V a t i c a n o y con c ie r ta s v i n c u l a c io n e s c o n el " O p u s Dci". A h o r a el " C o r r i e r e d e lla S e ra" p o d r á h a c c r la p u b li c id a d c o m e r c ia l d e "Fiat" y la p u b l i c i d a d p o lí ti c a d e e s t a e m ­ p r e s a p a r a c o lo c a r, e n el g o b i e r n o italian o , a sus p u b l i c i t a d o s p o lític o s. P e r o lo p a r a d ó j i c o d e t o d o e s to es q u e G io v a n n i A g nc lli, c o n su s in v e r s io n e s e n la U n i ó n S o v ié tic a y e n o t r o s p a í s e s d e l C O M E C O N , e s la m o l é c u l a p o lí ti c a q u e i n t e g r a al c a p it a li s m o d e las m u l ti n a c io n a l e s y al "c o m u n is m o " so v ié tic o ( c a p i ta l is m o d e E s t a d o , e n r e a l i d a d ) . 2 . - " W A S H I N G T O N P O S T ”: L A L I B E R T A D E S M O N O P O L I O . E l p r e s tig i o s o y "libre" d ia r io n o r t e a m e r i c a n o , " W a s h in g t o n p o sr" se p r o p o n í a , e n 1985, la c o m p r a d e 50 e m i s o r a s d e T V p o r ca b le . A s í la p r e n s a e s c r i t a y la p r e n s a e n im a g e n f o r m a n el a n v e r s o y el r e v e r s o d e u n g r a n m o n o p o l i o d e la i n f o r m a c i ó n . C o n e s c p o d e r d e c r e a r la o p in ió n , q u e es el p o d e r d e l d in e r o , la " d e m o c ra c i a " n o r t e a m e r i c a n a es... d e p a p e l - m o n e d a . Y c o n l o d o s los "W atc r g a le " y los "Irá n g ate " , d e l " W a s h in g t o n Posl", p a r e c e r í a q u e l o d o h a c a m ­ b ia d o , p e r o l o d o q u e d a r í a c o m o o s l a b a a n te s : la b u r g u e s í a en el P o d e r y el p u e b l o s u f r i e n d o y p a d e c i e n d o e n u n a s c u d o - d e m o c r a c i a , e n q u e t o d o es d e los r i c o s e n m a l c r í a d e e c o n o m í a y, en p o lílic a, d e los "m a ss- m e d ia " d e ellos. 3 .-R O B E R T H E R S A N T : L A P R E N S A S O Y Y O . E n la F r a n c i a d e m o ­ c r á t ic a , H c r s a n l , el m a g n a t e d e la p r e n s a , es p r o p i e t a r i o d e 18 p e r i ó d i c o s d ia r io s , v a rio s s e m a n a r i o s y o tr a s p u b li c a c io n e s , c o n t r o l a n d o a l r e d e d o r d el 3 0 % d e la p r e n s a f r a n c e s a , "libre" d e d e c ir lo q u e H c r s a n l q u i e r e q u e s e a d i ­ cho . Si la " H u m a n i lé " es el p e r i ó d i c o c o m u n i s t a q u e li c n c el P a r t i d o C o m u ­ n is ta F r a n c é s , t a m b i é n H c r s a n l q u i e r e t e n e r el m i s m o d e r e c h o .. . a m a n i p u l a r a su g u s t o la o p in i ó n . E n e s te s e n lid o , el p r o p i e t a r i o d e l m e d i o d e c o m u n i c a ­ c ió n es el q u e r e d a c t a a su v o l u n t a d el m e n s a j e i m p r e s o ¿ D ó n d e está, p u e s , la l i b e r t a d d e p r e n s a , si el q u e es p r o p i e t a r i o d e l m e d i o i n f o r m a t iv o es el q u e llev a el m e n s a j e a la o p i n i ó n m a n i p u l a d a ? . 4. —M U R D O C 1 I : E L " R E Y " D E L A I N F O R M A C I O N . E l m u l ti m i ll n a rio , d e o rig e n a u s t r a li a n o , R u p c r t M u r d o c h es la m a y o r p o t e n c i a a u d i o v i ­ su a l y d e p r e n s a e n el m u n d o . A p a r t e d e p o s e e r n u m e r o s o s p e r i ó d i c o s en v a rio s p a ís e s a d q u i r i ó , en 1985, c i n c o e s t a c io n e s d e telev isió n e n E s t a d o s U n id o s , i n s t a l a d a s e n N u e v a Y o r k , W a s h i n g to n , C h ic a g o , H o u s l o n , D a lla s y los A n g e le s . P o r o t r a p a r t e , e r a d u e ñ o d e los d ia r io s n o r t e a m e r i c a n o s "T h e N e w Y o rk " y "T h e C h ic a g o S u n T im es", d e los c u a le s t e n d r í a q u e d e s p r e n ­ d e r s e a c a m b i o d e los c in c o c a n a l e s d e televisión , p a r a h a c c r fe d e a n t i m o n o ­ p o li o a n t e la C o m i s ió n F e d e r a l d e C o m u n i c a c i o n e s d e E s t a d o s U n id o s . Si n o es m o n o p o l i o c o n t r o l a r c in c o c a n a l e s d e tele visió n y m u c h o s d ia r io s e n t o d o el m u n d o ¿ q u é s e e n t i e n d e e n t o n c e s c o m o m o n o p o l i o ? . A sí, p u e s , la l i b e r t a d d e i n f o r m a c i ó n d e p e n d e d e la c o n c e n t r a c i ó n del c a p ita l e v a l u a d a e n m u c h o s m iles d e m illo n e s d e d ó la r e s . Y , p o r s u p u e s to , n a d a se e s c r ib e o se d ic e, en la p r e n s a y la ra d io -te le v is ió n , q u e p u d i e r a c u e s t i o n a r el s istem a : el c a p it a li s ­ m o p r e s e n t a d o c o m o " m u n d o libre".

5 . - R O B E R T M A X W E L L : E N E L C O S M O S . E l g r a n p a i l ó n d e la p r e n s a b r i tá n i c a , R o b e r l M a x w ell, p r o p i e t a r i o d e l g r u p o p e r i o d í s t i c o "Mirr o r" t a m b i é n se h a e l e v a d o a la tele v is ió n v ía sa télite: d i f u n d i r á u n a e m i s i ó n d e c a r a d o r e u r o p e o . E s t a c a d e n a televisiva p o d r í a s e r vista y o í d a p o r 280 m i ll o n e s d e t e l e s p e c t a d o r e s e n sus p r o g r a m a s d e n o tic ia s , p e líc u la s , v a r i e ­ d a d e s y p u b l i c id a d . A sí, c o m o u n D io s, R o b e r l M a x w e ll p o d r á h a b l a r a t o ­ d o s y c o lo c a r lo s e n el li m b o d e la "lib ertad" d e p r e n s a , r a d i o y televisión , s e ­ g ú n la e n t i e n d e la o l i g a r q u í a f i n a n c i e r a y m c r c a n l i l c o n s o r c i a d a e n el O l i m ­ p o d e la T r il a tc r a l. 6 .-T E D T U R N E R , S E Ñ O R D E L A T E L E V IS IO N . E l m agnate de A t­ la n ta , T e a T u r n e r , m e d i a n t e la in v e r s ió n d e lin o s 5.000 m illo n e s d e d ó la r e s , a ñ a d i r í a a su m o n o p o l i o d e la televisió n p o r ca b lc , la a d q u is ic i ó n d e la C BS, la m á s i m p o r t a n t e d e las tr e s c a d e n a s televisivas n o r t e a m e r i c a n a s . H e a h í el p r e c i o d e la li b e r t a d d e in f o r m a c ió n : 5.000 m illo n e s d e d ó la r e s . Y el p u e b lo , q u e n o t i e n e m á s q u e su m a g r o s a l a r io d e s u b s is te n c ia , q u e s e calle... y e s c u ­ c h e y v e a sin p o d e r r e s p o n d e r a n a d a s o b r e lo q u e es d e s i n f o r m a d o . 7. — C O N R A D B L A C K . M á s c o n o c i d o e n los m e d i o s d e c o m u n i c a c i ó n d e m a s a s c o m o "C itizen B lack" es u n c a n a d i e n s e q u e , a su s v e in te a ñ o s d e e d a d , a d q u i r i ó u n p e r i o d i q u i t o p o r u n d ó la r , p e r o h a c o m p r a d o el "D aily T c le g r a p h " , q u e t i e n e u n a c i r c u la c i ó n d e 1.000.000 d e e j e m p l a r e s . P e r o , a d e ­ m ás , p o s e e u n "holding", l l a m a d o R a v c l s t o n C o r p o r a l i o m , q u e c o n t r o l a u n a d o c e n a d e e m p r e s a s , a la c a b e z a d e las c u a le s se h a lla "C u z e n Black" t a p a d o d e m ile s d e m illo n e s d e lib ras e ste rlin a s. A sí, c u a n d o h a b l a el d in e r o , l o d o el m u n d o a callar... c o n los o jo s y o id o s a b i e r t o s p e r o la b o c a l a p a d a . 8. —R E U T L R ’S H O L D I N G . E s t a g r a n e m p r e s a d e la i n f o r m a c i ó n se p r o p o n í a , e n 19S5, a d q u i r i r el 2 0 % d e las a c c i o n e s d e l I n s l i n c t n o r t e a m e r i c a ­ n o, e s p e c i a l i z a d o en los s i le m a s e l e c t r ó n i c o s d e i n f o r m a c i ó n e c o n ó m i c a . E n e s t e s e n t id o , la "b olsa e le c tró n ic a " n u m d i a li z a r í a , d u r a n t e 24 h o ra s , la i n f o r ­ m a c i ó n b u rs á til u n iv e r s a l m e d i a n t e su s o r d e n a d o r e s . D e e s t a m a n e r a , los c a ­ p ita lis ta s d e t o d o s los p a ís e s p o d r á n h a c c r sus n e g o c io s b u r s á til e s a e s c a la p l a n e t a r i a m u n d i a l i z a n d o y c o n c e n t r a n d o los c a p ita le s , h a c i e n d o O P A S m u l ­ t i n a c io n a l e s en un m u n d o d e e s p e c u l a d o r e s o d e e x p l o t a d o r e s 9. —O L I V E T T I Y M O N D A D O R I . L a e m p r e s a m u l ti n a c io n a l O livetti, q u e d a o c u p a c i ó n a m á s d e 50.000 e m p l e a d o s y q u e e s t a e s t a b l e c i d a e n 53 p a ís e s , se u n ió a u n c o n s o r c io d e in v e rsio n ista s, e n 19S5, p a r a a d q u i r i r el 2 4 % d e l c a p ita l d e l g r u p o e d it o r i a l M o n d a d o r i , q u e re g i s tr ó u n a c if r a d e n e ­ g o c io s d e 939.0 00 m illo n e s d e liras. D e e s t a m a n e r a , el g r a n c a p it a l f i n a n c i e ­ ro y la m á s g r a n d e e d it o r i a l d e Italia se u n e n , n o p a r a p u b l i c a r lib ro s q u e c u e s t i o n e n al c a p it a li s m o c o n c e n t r a c i o n a r i o , sin o q u e h a g a n d e s o p o r í f e r o p a r a la p o b l a c i ó n le c t o r a . D e e s t e m o d o , n in g ú n a u t o r q u e p e q u e d e r e v o l u ­ c io n a r io , p o d r á s e r e d i t a d o e n las g r a n d e s e d it o r a s , m o n o p o l i o s d e los c a p i ­ talista s c o m o la ra d i o , la p r e n s a , el c in e y la telev isió n. A sí, sin u n a a c c i ó n r e ­ v o l u c i o n a r i a p o p u l a r , el c a p it a li s m o m u l ti n a c io n a l p u e d e durar l o d a u n a e te r n i d a d .. . a m e n o s q u e sus v íc tim a s h a g a n su p r o p a g a n d a p o r el acto, p a r a c r e a r u n a s o c i e d a d lib e rta ria , n o c o n r e f o r m a s s in o c o n r e v o l u c io n e s .

10. —K O D A K - V E R B A T I M . E l m a t r i m o n i o K o c la k - V c r b a t im , r e s p e c t i ­ v a m e n t e la m u l ti n a c io n a l d e la f o t o g r a f í a y d e los d is c o s d e m e m o r i a p a r a o r ­ d e n a d o r e s , s e lia c o n s u m a d o p o r "Ínteres" r e c í p r o c o s . K o d a k , s e g ú n los b ie n i n f o r m a d o s , lia h e c h o u n b u e n n e g o c io a d q u i r i e n d o V e r b a t i m p a r a d e s a l i a r a I B M . L o q u e q u i e r e d e c ir q u e e m p r e s a s a fin e s o d i f e r e n t e s se v a n u n i e n d o p a r a f o r m a r la te la d e a r a ñ a d e las m u l ti n a c io n a l e s , e n la e u ; J el c a p it a l p ie n s a a t r a p a r a t o d o s los o b r e r o s d e l m u n d o . 1 1 .- E L M O N O P O L I O D E L 1 N T E R F E R O N . L a s m u l t i n a c io n a l e s d el s e c t o r f a r m a e e ú t i c o 1 I o f f m a n - L a R o c h e y S c h e r i n g - P lo u g h , e s t a b l e c i e r o n un a c u e r d o d e c o o p e r a c i ó n p a r a c o m e r c ia l iz a r , a nivel m u n d i a l, cl f a m o s o " A l p ­ h a I n l c r f c r o n " , c o n s i d e r a d o el m e j o r r e m e d i o , h a s t a cl p r e s e n t e , p a r a c o m ­ b a ti r cl c á n c e r , asi c o m o las e n f e r m e d a d e s p r o d u c i d a s p o r virus. A llí d o n d e h a y a q u e e x p l o t a r un r e m e d i o c o n t r a la m u e r t e , p a r a se g u ir p r o l o n g a n d o la v id a d e un e n f e r m o — si tie n e d i n e r o — t e n d r á el ' A l p h a I n l c r f c r o n " , el m e d i ­ c a m e n t o m á s c a r o del m u n d o . A s í las cosas, los rico s p o d r á n se g u ir v iv ien d o m á s q u e los p o b i x s e n la " d e m o c r a c i a ” c a p it a li s t a d e las m u l ti n a c io n a l e s , d o n d e c o n d i n e r o y p o c a s a l u d se p o d r á vivir m á s q u e co n m u c h a sa lu d y p o ­ c o d in e r o , s i e n d o p o b r e . 12. —P H I L L I P S P E T R O L E U M . L a p o d e r o s a e m p r e s a n o r t e a m e r i c a n a , q u e tu v o v e n ta s p o r v a lo r d e 15.537 m illo n e s d e d ó l a r e s en 19S3, y q u e te n ía 29.300 e m p l e a d o s e ra, e n E u r o p a , un m o n o p o l i o d el g a s n a tu r a l, y a q u e c o n ­ t r o l a b a los y a c im ie n t o s g a s í f e r o s d e E k o fis k , e n cl M a r del N o r t e . T o d o p a ­ r e c e r í a in d i c a r ([lie en el f o n d o m a r in o , s o b r e el q u e s e a s i e n ta la p l a l a l o r m a d e p e r f o r a c i ó n d e E k o fis k , se e s t a r í a h u n d i e n d o a r a z ó n d e 40 c e n t í m e t r o s p o r a ñ o . E n e s t e s e n t id o , se h a p o d i d o c o m p r o b a r q u e el s u e l o d el f o n d o m a r í t i m o s e h a h u n d i d o 2 m e i r o s , d e s d e q u e c o m e n z ó la e x p l o t a c ió n d e gas n a tu r a l, e n 1974. Y c o m o e s t a r í a n en p e lig ro las g r a n d e s y p e s a d a s p l a t a f o r ­ m a s m a r í t i m a s d e e x p lo t a c ió n d e gas, la P h illip s P e t r o l e u m , q u e c x lr a e u n o s 14.000 m illo n e s d e m e t r o s c ú b ic o s d e gas ( c q u i v a l c n i c a 240.000 b a r r ile s d e p e t r ó l e o d ia r io s ) , si d e j a r a d e se g u ir a b a s t e c i e n d o d e g a s a E u r o p a o c c i d e n ­ tal p r o d u c i r í a u n a g r a n e s c a s e z d e l m ism o . U n a g r a n m u l ti n a c io n a l li e n e así e n vilo a E u r o p a , lo c u a l d e m u e s t r a q u e e s ta d e p e n d e d e g r a n d e s e m p r e s a s m á s p o d e r o s a s q u e m u c h o s p a ís e s e u r o p e o s . Q u e d a así c u e s t i o n a d a la s o b e ­ r a n í a p o lí ti c a y, m á s a ú n , la i n d e p e n d e n c i a e c o n ó m i c a d e t o d o un c o n t i n e n ­ te, d o n d e el P a r l a m e n t o E u r o p e o d e S t r a s b u r g o d e c l a m a la d e m o c r a c i a , m i e n t r a s la p l u t o c r a c i a se lo r e p a r t e c o n sus "cárteles", "pools" y "trusts". 1 3 . - C U A T R O H E R M A N A S D E L P E T R O L E O . E n 1983, E x x o n , T e ­ x aco , C h e v r o n y M o b il tu v ie ro n 2.400 m illo n e s d e d ó l a r e s d e b e n e f i c io s e n su c o m e r c i o p e t r o l e r o co n p a ís e s d e l E x t r e m o O r i e n t e . Su p o d e r y riq u e z a , a d e m á s d e e n E s t a d o s U n id o s , se e x ti e n d e a l o d o cl m u n d o . L a M o b il, e n su s e x p l o t a c i o n e s d e g a s n a tu r a l d e A r a n , al N o r t e d e S u m a t r a , o b t i e n e el 2 5 % d e lo d o s su s b e n e f i c io s y a h í p i e n s a in s ta la r u n a g r a n p l a n t a d e g a s li­ c u a d o p a ra ser exportado. L4. — E X P A N S I O N D E M O N T E D I S O N . El g ig a n t e d e la q u í m i c a italia ­ na, c o n m á s d e 10.000 m ilo n e s d e d ó l a r e s d e v e n ta s e n 1986, q u e d a o e u p a -

ció n a 105.000 e m p l e a d o s , se hizo, e n e s e a ñ o , c o n la m a y o r p a r l e d e las a c ­ cio n e s d e l i m p o r l a n l e "holding" f i n a n c ie r o B l-I n v e s t, d o n d e c o n v e r g e n los i n t e r e s e s d e o t r a s m u l ti n a c io n a l e s italian as. E l c a p ita l, a m e d i d a q u e se c e n ­ tr a liz a e n u n a g r a n e m p r e s a , tie n e t e n d e n c i a a in t e g r a r s e coi; o t r a s e n "holdings" fi n a n c ie r o s . D e e sta m a n e r a n a d i e s a b e d o n d e c o m i e n z a n y te r m i n a n las r a m if i c a c io n e s d e l g r a n c a p it a l in d u s tria l, m e r c a n ti l y f i n a n c ie r o , m u n d i a liz a d o y c o n s o r c i a d o c o n s t i t u y e n d o " E s t a d o s d e n t r o d e los E s ta d o s " . 1 5 . —S H E L L : C A R B O N Y P E T R O L E O . E s t a g r a n e m p r e s a e n a s o c i a ­ c ió n c o n R o y a l D u t c h c o n s titu y e el s e g u n d o g r u p o p e t r o l e r o d e l m u n d o , d e s ­ p u é s d e la E x x o n , r e a l i z a n d o u n v o l u m e n d e v e n ta s a n u a l e s p o r v a lo r d e u n o s 100.000 m illo n e s d e d ó la r e s . Y a h o r a la Shell, q u e p o r se r n e g r o el p e t r ó l e o n o les es a j e n o el c a r b ó n , p r o p u s o al g o b i e r n o c o l o m b i a n o la e x p lo t a c ió n c o n j u n t a d el y a c im ie n t o c a r b o n í f e r o d e E l C c r r a j ó n , p e r o sin o lv i d a r q u e la E x x o n e s tá p r e s e n t e e n C a r b o c o l, e n C o lo m b ia , y q u e c o n el s í m b o l o E S S O , es esto, eso y aquello... 16. — I I O E C I I S T E N E S T A D O S U N I D O S . G i g a n t e d e la in d u s t r i a q u í ­ m ica, la H o c c h s l , d e la R e p ú b l i c a F e d e r a l A l e m a n a , c o n u n a s v e n ta s d e c e r ­ ca d e 17.000 m illo n e s d e d ó l a r e s y 186.850 e m p l e a d o s , rivaliza en E s t a d o s U n i d o s c o n la E .l. d u P o n t d e N e m o u r s . Y e n e se s e n t id o , a d q u i r i ó e n 19S5 el 7 4 % d e las a c c i o n e s d e H é r c u le s , e n su p r o y e c t o H c r c o f i n a , e m p r e s a e s ­ p e c ia liz a d a e n la e l a b o r a c i ó n d e p r o d u c t o s q u ím ic o s e s p e c i a le s p a r a la m a ­ n u f a c t u r a d e p lá s ti c o s y fib ras. L a s filiales d e H o e c h s t , e n el m u n d o , s o n m á s d e 40, lo q u e h a c e d e la p e q u e ñ a A l e m a n i a un p a ís c h ic o en t e r r it o r i o , p e r o g r a n d e e n p o d e r í o e c o n ó m i c o p o r m e d i o d e su s e m p r e s a s m u l ti n a c io n a l e s . 17. —A . T. T., C A B L E A N D W 1 R E L E S S . L a A m e r i c a n T e l. & T el., d e N e w Y o r k , g ig a n te m u n d i a l d e las c o m u n i c a c io n e s , co n 33/187 m i ll o n e s d e v e n ta s y 365.000 e m p l e a d o s , c u y o s c a b le s d a n la v u e lta al m u n d o v a ria s v e ­ ces, se v in c u ló a la f i r m a b r i t á n i c a C a b l e a n d W irc lc s s, a fin d e p r e s t a r c o n ­ j u n t a m e n t e serv ic io s d e c o m u n i c a c i o n e s m u n d i a le s , vía satélite, p o r m e d i o d e u n a filial: M c r c u r y C o n n m i c a li o n s . L a s m u l ti n a c io n a l e s se l a n z a n a la c o n q u i s t a d el e s p a c i o e x t r a t e r r e s t r e lu e g o d e h a b e r c o n q u i s t a d o la T i e r r a . Y es q u e el c a p it a li s m o sig ue la ley d e los gases: tie n e t e n d e n c i a a o c u p a r l o d o s los e s p a c i o s , m i e n t r a s n o s u r j a u n a d o c t r i n a a lt e r n a t iv a d e s o c i a li s m o li b e r ­ ta rio , f e d e r a t i v o u n iv ersal, in t e g r a d o r , sin c o m f li c to s d e c la s e s ni d e g u e r r a s , en u n m u n d o h u m a n i z a d o y u n if ic a d o u m v e r s a lm e n te . 18.— A C U E R D O C H R Y S L E R - M 1 T S U B I S H I . C h ry s le r, t e r c e r p r o d u c ­ to tle a u t o m ó v il e s cíe E s t a d o s U n id o s , e s t a b l e c i d a e n 47 p a ís e s c o n su s filia­ les, c o n u n a p la n tilla d e u n o s 100.000 e m p l e a d o s , se a s o c i ó c o n M its u b is h i, el m á s g r a n d e " tru s t” del J a p ó n , q u e c o n t r o l a m á s d e 1.400 s o c i e d a d e s d iv e r s if i­ c a d a s . E l a c u e r d o e n t r e C h r y s l e r y M its u b is h i e s t a b le c i ó la p r o d u c c i ó n c o ­ m ú n d e a u t o m ó v il e s d e tu r is m o en E s t a d o s un id o s, a p a r t i r tle 1988, co n lo cu al e s t a " en ten te" c o n s t it u y e un d e s a f í o a G e n e r a l M o t o r s C o m p a n y y a F o r d . Sin d u d a , el c a p it a li s m o n o ti e n e p a tr ia ni raza: m u n d i a li z a la e c o n o ­ m ía, si c a b e , m á s q u e el C O M E C O N s o v i c li /u d o . P u e s en la C E E , p o r e je m -

pío, h ay m á s u n i d a d d e m e r c a d o , m á s lib re c i r c u la c i ó n d e las p e r s o n a s y d e los c a p ila lc s , q u e e n el C O M E C O N . ¿ S e h a r á i n t e m a c i o n a l i s t a el c a p i t a l i s ­ m o y el i n t e r n a c i o n a l i s m o c o m u n i s t a n o r e b a s a r í a el n a c io n a lis m o ? . A m b a s f o r m a s d e c a p ita lis m o , u n o , m u ltin a c io n a l, o tr o , d e E s t a d o , n o r e s p o n d e n a las n e c e s i d a d e s p o lítica s, e c o n ó m i c a s y so c ia le s d e n u e s t r o ti e m p o : p r e c i s a ­ m e n t e p o r q u e s o n d o s f o r m a s d is tin ta s d e c a p ita lis m o . Y a ellas, c o m o a l t e r ­ nativa, sólo p u e d e h a b e r u n so c ia lis m o f e d e r a t i v o y a u lo g e s ti o n a r io , h u m a ­ nista, q u e p o n g a el c a p ita l al s e rv ic io del t r a b a j o y n o al t r a b a j o al serv ic io d e l c a p ita l, c o m o s u c e d e b a j o el i m p e r i o d e las m u l t i n a c io n a l e s y d e l c a p i t a ­ li sm o d e E s ta d o : d o s c a r a s d e u n a m i s m a m o n e d a á v id a s d e b e n e l i c i o s p a r a la b u r g u e s í a o c c i d e n t a l o las b u r o c r a c i a s d e tip o soviético. 1 9 . — T E X A S I N S T R U M E N T S . L a m u l ti n a c io n a l p r o d u c t o r a d e s e m i ­ c o n d u c t o r e s , c ir c u it o s in te g r a d o s , o r d e n a d o r e s p e r s o n a l e s y o t r o s c o m p o ­ n e n te s e le c tr ó n i c o s se alió co n el Y a n k c c G r o u p , u n a f i r m a d e in v e s tig ac ió n d e m e r c a d o s r a d i c a d a en B o sto n , y a q u e 110 b a s t a p r o d u c i r sin o q u e es tan i m p o r t a n t e o m á s c o n t a r c o n m e r c a d o s . T e x a s I n s t r u m e n s t ha c r e c i d o c o m o la e s p u m a : en 19S3 re a liz ó un v o l u m e n d e v e n ta s p o r v a lo r d e 5.741 m illo ne s d e d ó l a r e s y o b tu v o u n o s b e n e f i c io s e s t i m a d o s e n 316 m illo n e s d e d ó la r e s . E s t a g r a n e m p r e s a e l e c t r ó n i c a d a o c u p a c i ó n a 86.563 p e r s o n a s , c u y o t r a b a j o es d e e l e v a d o nivel d e c s p c c ia liz a c ió n , a n t i c i p a n d o así la lle g a d a del prolctu rutilo tecnológico, q u e p u e d e s u s titu ir a la b u r o c r a c i a y a la b u r g u e s ía e n la c o n d u c i ó n d e la e c o n o m í a , la p o lític a y la a d m i n is tr a c i ó n . 20. —A L L I S C H A L M E R S . L a e m p r e s a a l e m a n a K lock ner-1 lu m b o ld l , co n s e d e e n C o lo n ia , l o m a r á la c o n d u c i ó n d e los n e g o c io s a g rí c o la s d e Allis C h a lm e r s , e n E s t a d o s U n id o s . E s t a o p e r a c i ó n d e la K lo c k n c r - I l u m b o l d t D e u l z c o n s t it u y e u n a sign ificativa p c n e t r a c i ó n c n e n el m e r c a d o d e e q u i p o s p a r a la a g r i c u lt u r a n o r t e a m e r i c a n a , la m á s m e c a n i z a d a d el m u n d o . P o r o l r a p a n e , la Kl ID se p r o p o n e , en A l e m a n i a , c o m p r a r la f i r m a M o l o r e n W e r k c M a n n h e i m , el f a b r i c a n t e m á s a n ti g u o d e m o t o r e s D isel y p r o v e e d o r d e m o ­ to r e s r e f r i g e r a d o s al a g u a. D e e s ta m a n e r a , la KI ID se c o n v i e r t e e n u n a sup e r e m p r e s a m u l ti n a c io n a l p a r a el e q u i p a m i e n t o d e la a g r i c u l t u r a m o d e r n a . T e n i e n d o así la a g r i c u lt u r a y la i n d u s tr i a d e e q u i p a m i e n t o d el agro : la p l u s ­ v alía d e l a g r i c u lt o r q i f i d i s c u r r e h a c ia la b u r g u e s í a in d u s tria l. 21. — R E N A U L T - I N T E R N A T I O N A L 1 I A R V E S T E R . El m a t r i m o n i o d e las d o s m u l tin a c io n a le s , u na, f r a n c e s a y o tr a , n o r t e a m e r i c a n a , sign ific a su a s o c i a c ió n p a r a la f a b r ic a c i ó n d e t r a c t o r e s y su s r e p u e s to s . S e g ú n e s te a c u e r ­ d o d e R e n a u l t e I I 1, se c r e a r í a u n a e m p r e s a m ix ta d e p r o d u c c i ó n d e e q u i p o s p a r a la a g ri c u lt u ra , q u e d a n d o la m a y o r p a r l e d e l c a p ita l en m a n o s d e las d o s fi r m a s a s o c i a d a s . 2 2 . — T E X A S E A S T E R N . D e s p u é s d e h a b e r a d q u i r i d o la P e l r o l a n e Inc. p o r u n o s 1.000 m illo n e s d e d o la r e s , la T e x a s E a s i e r n a n u n c ió , e n 1984, la v e n ia d e su filial T r a n s v c s t e r n , q u e p p s e e u n o l e o d u c t o d e 4.400 millas, q u e t r a n s p o r t a g a s n a tu r a l d e s d e el E s t a d o d e O k l a h o m a y T e x a s h a s t a C a l i f o r ­ nia. P o r o t r o lado , la T r a n s v e s l c r n es p r o p i e t a r i a d e un o l e o d u c t o d e 9.500

millas en la parte oriental de Estados Unidos. El gas, que consumen millones de norteamericanos, con otras empresas de la misma especialidad, es mono­ polio de empresas como Texas Eastcrn. ¿Cómo habría libertad económica entre los consumidores mientras haya monopolios que los exploten con pre­ cios sin competencia? En este sentido, el gran capital concentrado se opone a la democracia, a ¡os derechos humanos, a las libertades fundamentales del hombre, aunque la prensa de los monopolios nos haga creer que vivimos en democracia... ¿en la época de las empresas multinacionales que se reparten el mundo?. 23.-NATIONAL IM'TERGROUP-BERGEN BRUNSWIG. La séptima empresa siderúrgica de Estados Unidos, National Intcrgroup, anunciaba en 1984 sus propósitos de fusión con Bergen Brunswig, radicada en los Angeles, especializada en la distribución de medicamentos y electrónica. La fusión de NI y de BB equivaldría a un capital con junto de 600 millones de dólares. La nueva empresa se denominaría Bergen National Corp., actuandt) como "holding” de las empresas fusionadas, ([lie en conjunto realizarían un volumen de ventas por valor de 3.000 millones de dólares. Se diría que el capital financie­ ro no tiene una empresa exclusivamente dedicada a un producto homogéneo y sus derivados, como en el caso de la siderurgia, sino que ésta puede ser mezclada con los medicamentos y la electrónica en una nueva empresa fusio­ nada. Así cuando las ganancias decaigan en una rama de producción indus­ trial, puede aumentar en otras con lo cual el capital financiero tiene más po­ sibilidad de enfrentar las tendencias depresivas desfavorables del mercado nacional y mundial. 24. —RIO TINTO ZINC. La multinacional británica del cobre,el zinc otros metales, con un monto de más de 6.500 millones de dólares en ventas, que da empleo a 65.700 trabajadores, se proponía en 1984 adquirir la empre­ sa minera portuguesa Somicor, subsidiaria del grupo francés Peñarroya y Coframines. Las reservas de mineral de cobre de Somicor han sido evalua­ das en 27 millones de toneladas. Las riquezas naturales del planeta están en manos de grandes multinacionales que especializan, a cada país subdesarrollado, en la producción de uno, dos, tres, cuatro o cinco productos básicos de exportación, creando así la economía de monoproducción, lo cual consti­ tuye las determinaciones1económicas básicas de la neo-colonización de las multinacionales, particularmente en el Tercer Mundo. 2 5 .-UNITED TECHNOLOGIES-ALLIED. Mediante un intercambio de 4.000 millones de dólares en acciones, en 1984, se estudiaba la posible fu­ sión de United Technologies y Allied Corp., que trabajan en industrias de punta, incluidas las de armamentos, ya que Allied lo hace por medio de su fi­ lial Bendix Corp., aunque su frente económico lo constituyan los negocios del petróleo, el gas natural, la química y la electrónica. United Technologies es una empresa muy significativa en la venta de productos del sector aércocspacial. El gran capital, con sus fu sio n e s alcanza todas las dimensiones eco­ nómicas, mercantiles, financieras y tecnológicas, siendo así las superempre-

sas nacionales o multinacionales emporios del capital financiero internacio­ nal, cada vez más integrado por medio de las bolsas de valores, los bancos y sus "holdings" de tipo internacional. 26. —RENAULT —TOYOTA. Eslas dos grandes empresas, respectiva­ mente francesa y japonesa, han constituido el grupo Renault-Toyota Auto­ matización en el sector de máquinas-útiles de control numérico, cefalizadas, propias de la 3a revolución industrial. Al respecto, podríamos afirmar que los equipos de maquinaria cibernética multiplican verticalmentc la producti­ vidad del trabajo. Llegarán tiempos, pues, en que el capitalismo no pueda asimilar sus enormes fu erza s productivas creadas, produciéndose una gran depresión por falta de demanda efectiva y por desocupación en masa, trans­ formándose así, necesariamente, el capitalismo en socialismo libertario, no en capitalismo de Estado, como en los países del Este. 27. —IBM —THOMSON. Luego de su acuerdo de compra de Rolhm Corp. y de la vinculación de la STET, del "holding" IRI, de Italia, la multina­ cional IBM, para reforzar su sector europeo de informática, se ligó a la em­ presa francesa de esta especialidad, Thomson. Ambas, IBM y Thomson, han decidido colaborar en la fabricación de circuitos integrados con la multi­ nacional japonesa Oki Electric Industries. Por olra parte, la Thomson tiene también acuerdos con la multinacional electrónica norteamericana Motoro­ la. Por el convenio entre IBM y Thomson, la primera comprará a la segunda circuitos integrados para la fabricación de sus ordenadores en Europa, ya que IBM tiene cuatro fábricas y dos centros de investigación en Francia. Y a este "pool” de la electrónica se habría asociado también la empresa estatal gala, Compañía General de Electricidad. He ahí una demostración de la "te­ la de araña” de las empresas multinacionales consorciadas, que crean un ca­ pitalismo oligopólico para controlar los mercados y la plusvalía mundial. Frente a este capitalismo conccntracionario, para superarlo con un socialis­ mo aulogcstionario.no hay que ser reformista sino revolucionario. 28. —WESTLAND —SIKORSKY. La empresa británica,lubrican^ de helicópteros Westland tendría un convenio con la firma norteamericana Sikorsky para construir, en Gran Bretaña, un modelo de helicóptero nortea­ mericano. La forma de participación de Sikorsky en la Westland sería lo­ mando las acciones de ésta en la Fiat. Así los helicópteros, arma de luego vertical y "caballería del aire", serán fabricados por estas multinacionales del üpmplejo militar-industrial, donde los Estados, con sus compras multimillonarias de dólares, mantienen la demanda de la economía de guerra para tiempo de paz... que, con o sin guerra, acaba en montones de chatarra. 29. —GENERAL ELECTRIC —RCA. General Electric, cuya produc­ ción va desde los electrodomésticos a la electrónica y los armamentos más sofisticados, con un volumen de ventas de unos 30.000 millones de dólares y una plantilla de 330.000 empleados, se disponía en 19S5 adquirir la RCA por 6.2S0 millones de dólares. Al dejarse absorber la RCA por General Electric se constituía un grupo que puede desafiar a IBM y, por otra parte, evitar una

OPA hostil de la NEC, ya que las acciones de las cadenas televisivas aumen­ taron como consecuencia de que la nueva ley, que las regula, permite tener a un solo propietario no siete, —como antes—sino hasta doce emisoras. Por tanto la información que circula por televisión auLodcficndc cl sistema 1110 nopólico que la regenta: el capitalismo consorciado y mundializado bajo el dolar, el marco y el yen, emisores de "bonos basura". 30. —ATT —OLIVETTI —TOSHIBA. El "triángulo de oro" de ATT-01ivctti-Toshiba ha hechado las bases de cooperación mediante una alianza pa­ ra actuar conjuntamente en el mercado mundial de la electrónica e informá­ tica, a fin de flanquear a IBM, que controla más del 50% del mismo. Mas ex­ plícitamente, se dice que cl acuerdo ATT Olivelli-Toshiba es de suma pujanza competitiva en Estados Unidos, Japón y Europa. Se forma así, a partir de las "ententes" entre las multinacionales de distintos países, un capi­ talismo mundializado y con tendencias a ser integrado y a penetrar en lodos los países, incluso en los del Este, siguiendo la inspiración política de la Co­ misión Trilatcral de la cual es predicador activo Hcnry Kissingcr y gran manilú Rockelcllcr. 31. —SOLVAY AMERICA —SQUIBB. La poderosa empresa belga Solvay, cuyo volumen de negocios, en más de un 80% se realiza fuera de su país de origen, no se dedica sólo a la producción de soda caustica, sino que cuen­ ta con una empresa como Soda Vetcrinary, segregada de la gran firma de farmacopea norteamericana Squibb & Sons. De este modo, Solvay Vclarianry se quedan con parte del mercado norteamericano de fármacos para los animales: cerdos, perros, galos, caballos, etcétera. 32. —NESTLE—CARNATION. El mayor grupo industrial suizo, la mul­ tinacional Nesllé ofertó, en 1984, unos 2.890 millones de dólares por la com­ pañía norteamericana Carnalion. La Nesllé a pesar de tener origen en un pequeño país como Suiza, es con Unilevcr un gigante mundial de la alimen­ tación, ya que Nesllé realiza, fuera de Suiza,el 97% de su volumen de ventas y cuenta con el 95% de su personal ocupado en el exlranjcrcji^Dc absorber Carnalion, empresa norteamericana, Ncstle podría disputarle la primacía mundial a Unilevcr: superpotencia que alimenta a millones de personas que están en diversos países de su esfera de influencia económica. . 33. —UNILEVER —NESTLE. Las dos mayores empresas multinaciona­ les de la alimentación, el "irusl" Unilevcr (grupo anglo-holandés) y la Nestlé (grupo suizo) decidieron en 19S5 fusionar sus filiales francesas del sector lácteo: respectivamente, Roche aux Fees y Chamburcy. De esta fusión resul­ taría una superempresa, en el sector de yogures, que desafíe competitiva­ mente a Gcrvais Danone y a Yoplayl, en el mercado francés. Por otro lado, Unilevcr, en ese mismo año, se vinculó a Brockc Bond, grupo británico (.leí sector del té, a fin de formar la mayor empresa mundial para la comerciali­ zación de este producto. Unilevcr, con su marca de té Lipton, controla el 50% del té vendido en Estados Unidos. Por su parte Nestlé, con la adquisi­ ción de I-lilis Brothers Coffee, Carnalion y MJB de Estados Unidos, se con­

vierto 011 otra supcrcmprosa do la alimentación on oslo país. En conjunto Unilcvcr y Nestlé, realizan un volumen de ventas anuales por linos 40.000 mi­ llones do dólares y dan ocupación a 450.000 empleados. Digamos, en pocas palabras, que Nestlé y Unilever realizan ventas anuales, más o menos, como el total del producto interno bruto de Pakistán, país con 87 millones de habi­ tantes. 34. —LOS DUEÑOS DEL AZUCAR. La familia Fanjul, residente en la ciudad norteamericana de Palm Beach, adquirió en 1985, por 200 millones de dólares, ol negocio azucarero de la Gulf and Western Industries Inc., así como los intereses de esta empresa en la Repúbmlica Dominicana. Esta ope­ ración azucarera de la familia Fanjul supone la compra de 240.000 acres de plantaciones de caña en la República Dominicana y más de 90.000 acres en Florida. Por otro lado, la (julf And Western incorpora al monopolio azuca­ rero de los Fanjul otros'negocios: hoteles, servicios financieros y venta de productos de consumo. Se ve que ha prosperado mucho, en Estados Unidos, la familia Fanjul, va que ésta abandonó Cuba, en 1959, a la caída de Batista y la llegada de Fidel Castro; pero si los Fanjul perdieron Cuba ahora se van adueñando de la isla de la República Dominica, que va así de los Trujillo a los Fanjul. 35. —ANI1EUSER BUSI1-UNITED BRLWERIES . La primera em­ presa citada, americana, y la segunda, danesa, que vende la cerveza Carlsher, intentaban en 19S5 un acuerdo para repartirse el mercado cervecero de Eu­ ropa, mediante una empresa conjunta de distrilnieeión. Y como los hombres, antes que sujetas, son objetos del gran capital consorciado, no es extraño que las multinacionales, fusionándose, rebasen las fronteras de sus países de ori­ gen. Así Lodos los consumidores tendrán las mismas bebidas de marca, los mismos modelos de trajéenla misma radio, prensa y televisión, para que con­ suman y no piensen contra el sistema que los cría como pollos de granja o como burros de carga, para soportar el capitalismo. 36. —L‘OREAL. Ejecutivo de L‘Oreal, Francois Dalle dice: "Nos preocu­ pa que la gente vaya bien lavada y peinada". No en vano L‘Oreal irradia su esplendor de productos de belleza para 1.000 millones de rostros, cuerpos y cabelleras en más de 100 países, donde vende sus prestigiosa» mareas: "Ambre Solaire", "Laucóme", "Cuy La Roche" y "André Courage". Y por si faltara poco, entre los accionistas do L’Oreal se encuentra Nestlé con el 28% de las acciones. De esta manera, las dos multinacionales,de la piel y del estómago reparten por el mundo sus productos recogiendo grandes beneficios. En oslo caso la estética, un producto filosófico tan abstracto, se transforma en algo concreto: ¡en 1985 L’Oreal tuvo beneficios materiales por 730 millones de francos franceses. 37. —MITSUBIS! II —IBM; TOSI IIBA-ATT. Los japoneses y los nor­ teamericanas tienen pactos de toda clase: de ayuda mutua entre Japón y USA y entro sus grandes multinacionales, Mitsubishi Electric Corp., tiene

acuerdos con la firma norteamericana Rolm Corp., que pertenece a la IBM, para procurarse centralitas de teléfonos. Mediante la compra de equipos de la IBM o de alguna de sus filiales, Mitsubishi estrecha sus relaciones con el gran capital norteamericano, en el mercado de las telecomunicaciones. Por su parle, Toshiba, que compite con Mitsubishi, se va aliando con ATT, em­ presa norteamericana, para la venia de equipos telefónicos en el Japón. Si los "trusts" norteamericanos y japoneses hacen alianzas, para dominar al mundo económica, comercial y financieramente es explicable que Japón y Estados Unidos tengan bases aeronavales conjuntas frente a la URSS... en defensa de su sistema de capitalismo mundializado e integrado. 38. —EL SUPERTRUST MITSUI. Entre lqs empresas más gigantescas del mundo, sin duda, está Mitsui, primera sociedad comercial entre todas, ya que su volumen de ventas anuales equivalen, más o menos, al 2S% del pro­ ducto interno bruto del Japón, de cuyo país controla el 51% de las importa­ ciones y el 4S% de las exportaciones, más del 25% del valor del comercio in­ terior japonés. Mitsui no tiene comparación en el mundo: comercializa 25.000 productos distintos bajo el lema: "Nuestro objetivo es asegurar al Ja­ pón todo lo que su economía necesita". Nunca, pues, el capitalismo adquirió mayores dimensiones en un "zaibatsu" como éste en que el Japón es casi el negocio privado de Mitsui. INTERNACIONALIZACION DEL CAPITAL

Para durar, el capitalismo se va internacionalizando constantemente, lle­ vando como locomotoras acopladas (que arrastran el tren de las multinacio­ nales) a Estados Unidos, Japón y Alemania Occidental. A medida que baja la lasa de ganancia, por el aumento constante de capital en estos países, se exporta una buena parte de éste hacia países donde los niveles de salarios son más bajos y, por tanto, la tasa de plusvalíacs más alta, a fin de procurar­ se, fuera ele los países de origen de las multinacionales, ganancias que Ies sir­ ven para contrarrestar tendencias económicas depresivas en sus metrópolis. Los sectores industriales de punta: industria metal-mecánica, eléctrica, electrónica, maquinaria con control numérico, biotecnología, informatización de la producción y de los servicios, patentes de reciente descubrimien­ to, armamentos sofisticados, crean un proceso de valorización-desvalorización del capital, obligando, por determinaciones de la competencia econó­ mica en el mercado mundial, a tener que reconvertir la industria permanentemente, en una época de revolución científico-tecnológica. En el proceso contemporáneo de intcrnacionalización del capital, las em­ presas multinacionales llegan a todas partes del mundo: países subdesarrollados y de economía de Estado, dichos comunistas. Tal es la política de la Comisión Trilateral para la cual no hay más guerra que la económica, obte-

nicndo ganancias donde sea y como sea, hasta que dé de sí la cuerda de inLcrnacionalización del capital por todo el mundo. Una vez que han sido saqueados los países afro-asiáticos y latinoamerica­ nos con las inversiones neocoloniales de las multinacionales, que han sido estos cargados, hasta más no poder, con deudas insoportables, tanto que ya no pueden seguir pagando sin arruinarse, las multinacionales se disponen a penetrar en la Unión Soviética, China y los países del "coto" soviético del COMECON, en procura de la plusvalía del Estado. Y para justificar esta expansión del gran capital neo-colonial, las empre­ sas multinacionales, como hemos visto elocuentemente, controlan las empre­ sas de la información: prensa, radio, televisión, cinc y editoriales, a fin de crear los estados de opinión favorables a la intcrnacionalización del capital aceptado por todas las ideologías. En este orden de ideas, la Comisión Trili­ teral hace figurar en sus filas desde un político conservador, liberal o "socia­ lista" a un sindicalista con un presidente de una gran empresa multinacional: Dios los ha creado con la bendición del Papa y ellos se han juntado como buenos hermanos burgueses y pequeño-burgueses explotadores del pueblo. En cierto modo, la Comisión Triliteral representa la ideología, por un la­ do, lecnocrática y, por otro, de la plutocracia de las empresas multinaciona­ les con un capitalismo de apariencia democrática, de sociedad consumista y "post-industrial"; pero, en el fondo, se trata de un capitalismo salvaje 1111111dializado, en que el verdadero poder 110 es el poder político de los partidos, sino el poder subterráneo de las "trusts", los cárteles, los "pools", los "holdings" y las "ententes" de las empresas multinacionales, consorciadas para re­ partirse el mundo sin límites de ideologías: "comunistas", "socialistas", demolibcrales, derechas o izquierdas de extracción burguesa de la mcsocracia "progre". . La explotación del trabajo asalariado reviste ahora mecanismos mucho más sutiles que los descubiertos por Marx en cuanto a las tasas de plusvalía absoluta y relativa, ya que estos mecanismos siguen subsistiendo en el siglo XX como en el siglo XIX, pero la burguesía plutocrática de las multinacio­ nales tiene el Estado mesocrútico a su servicio para hacer inflación m o ­ netaria, poca o-mucha, pero jamás nada de ella a fin de que los prccios (mer­ cancías, bienes o servicios) suban más que los salarios (trabajadores), explo­ tando así a los asalariados de nuestra época doblemente: en las empresas, como obreros asalariados, y en el mercado, como consumidores. Se sube así, actualmente, con monedas inflacionarias, la lasa de plusvalía, indirectamen­ te, poniendo las monedas al servicio de los capitalistas y en contra de los tra­ bajadores asalariados. He ahí el secreto de la inflación: un mal endémico del capitalismo contemporáneo, ávido de plusvalía. En cuanto a la explotación de los países pobres por los países ricos, el ca­ pitalismo neo-colonial, que se ha mundializado después de la Segunda Gue­ rra Mundial, emplea diversos procedimientos: comprar barato y vender caro

los países industriales en los países subdcsarrollados; hacer en ellos inversio­ nes monopolistas en empresas filiales de las multinacionales que obtienen al­ tas lasas de ganaeias, en Asia, Africa, América Latina, dejando para transfe­ rirlas sin oro y divisas a sus bancos centrales; prestar capitales a estas regio­ nes para que paguen sus deudas a condición de endeudados cada vez más con el pago anual de altos tipos de interés por los préstamos otorgados. En estas condiciones, el capital financiero internacional tiene empobre­ cidos a los países afro-asiáticos y latinoamericanos, pudiendo jugar con ellos como el galo con cl ratón, gracias a un neo-colonialismo 110 menos explota­ dor que cl viejo colonialismo imperialista. Pues actualmente los países, que practican cl imperialismo económico con sus países feudatarios, simplemen­ te con subirles la lasa de interés por los prestamos leoninos recibidos les pueden quitar, anualmente, varios miles de millones de dólares. Así, por ejemplo, el aumento del 1% en la tasa de interés, sobre una deuda de 440.000 millones de dólares de América Latina en 19S8, restaba por año a los endeudados países latinoamericanos más de 4.000 millones de dólares. De esta manera, los países ricos acreedores, si unen los miles de millones de dólares restados por alza de los tipos de interés y los sustraídos por una rela­ ción de intercambio favorable así los países subdcsarrollados, mientras dure este neo-colonialismo explotador, cada vez estarán más empobrecidos y más endeudados, pagando cl interés compuesto por anualidades no amortizadas. Dentro de este sistema económico mundial, los tiburones del gran capita­ lismo integrado por "ententes" de las multinacionales haccn la ley y la tram­ pa, pero con una apariencia de democracia, de respeto de las libertades esenciales y de los derechos fundamentales del hombre... rico. El orden mundial, propugnado por la Comisión Trilatcral, es tolerante con cl Estado totalitario y cl Partido único con tal que las multinacionales tengan acceso a la plusvalía extraída de los obreros "comunistas", mediante empresas mixtas entre las multinacionales y las empresas estatales de países del COMECON y de China. Al respecto, cabe destacar cl hecho paradójico de que Hcnry Kissingcr no se opuso al desembarco de las tropas cubanas en Angola, a la hora de la independencia de este país, porque éslas han guardado los campos petrolífe­ ros, explotados por multinacionales norteamericanas, frente a los guerrille­ ros de la UNITA. Así, pues, la política internacional contemporánea es más maquiavélica que la vieja política de los imperios coloniales o que la de los príncipes de la época del "despotismo ilustrado". Por eso, cl mundo se en­ cuentra entre la burocracia totalitaria del Este y la plutocracia del Oeste. En consecuencia, todo lo que está hecho no puede ser deshecho por evolución sino por revolución, no por la democracia burguesa o pequeño-burguesa neoliberal, soeialdemócrata o democristiana, sino por una revolución que instaure el socialismo libertario.

EL CAPITALISMO MULTINACIONAL

Las empresas multinacionales crecen como la espuma: los activos, que poscén fuera de sus metrópolis, aumentaban durante la década 1970-Sü a ra­ zón de un 10% anual, cifra según años, dos, tres, cuatro y... mayor que la tasa de crecimiento del PIB de los países industrializados. Las empresas nacionales no exprimentan, en los países subdcsarrollados, tasas de expansión similares a las de las multinacionales que se establecen, en ellos, como filiales. Más pequeñas, las micro-empresas, que las empresas nacionales grandes, a la larga, aquéllas no estarán en condiciones de disputar a las empresas multinacionales más que el mercado artesanal donde éstas no quieren en­ trar, pues las empresas que lo abastecen son de baja productividad, requie­ ren mucha mano de obra, teniendo así altos costos de producción. La incontenible expansión de las empresas multinacionales no es cosa para tomarla a la ligera por las empresas de países subdcsarrollados o por las micro-empresas cuyo espacio económico pudiera ser cada vez menor, a causa de la imbatible competencia de los emporios industriales internaciona­ lizados. Estos emplean tecnologías y patentas 110 asequibles a pequeñas em­ presas privadas y a copcrativas que no utilizan tecnologías y patentes pro­ pias, siendo así aubsidiarias, tecnológicamente, de las empresas internacio­ nales, que producen y exportan el "know how". Hacia el año 2000, se estima que unas 300 empresas multinacionales do­ minarían el mercado internacional de productos de gran consumo. En este sentido, las pequeñas y medianas empresas, así como las cooperativas no in­ tegradas, se conformarían con los mercados marginales, a menos que se constituyeran federaciones cooperativas de industrias afines integradas, ca­ paces de haccr investigación científica, producir patentes y competir, agresi­ vamente, en los mercados nacionales o internacionales. Las empresas multinacionales cuentan con grupos bancarios internacio­ nales, tecnologías y patentes de punta, préstamos en curo-dólares, una con­ centración horizontal y vertical de sus capitales; tienen así el control de los mercados de productos y de capitales, las fuentes de energía, la química y la petroquímica, el motor de explosión (en todas sus formas y aplicaciones), la electrónica, las telecomunicaciones, la siderurgia y las industrias pesadas, la alimentación, los cosméticos, los bancos y las bolsas de comercio, los reacto­ res atómicos y otros equipamentos nucleares, etc. Además la producción sin­ tética, las materias primas de síntesis también son una esfera de influencia de las empresas multinacionales: ¿Qué realmente va quedando, en la pers­ pectiva del año 2.000, para las pequeñas empresas privadas y las cooperati­ vas pequeñas? Todo va siendo engullido por el capitalismo multinacional, cuyo templo es Wall Street, donde se adora el dólar, el marco y el yen. Nos encontramos, pues, en presencia de poderosas internacionales delcapital financiero que se reparten el mundo, económicamente. Frente al ca­

pitalismo cosmopolita, cl Estado-nación se v¿| quedando sin posibilidad de manejar a las internacionales capitalistas. Así, por ejemplo, M onlecalini-Edi son —dos multinacionales fusionadas, sin que sus gobiernos puedan evitar que se constituyan como "Estados dentro del Estado"—han establecido re­ laciones directas y convenios con empresas estatales soviéticas. No pidieron permiso para ello a sxis gobierno^ Es evidente que el Estado-Nacióíi —más dt jipi) Estados en cl mundo de hoy en la ONU —tiende a quedar como algo simbólico, ya que las multinacionales los rebasan más alia de sus fronteras, de su soberanía económica limitada, de sus monedas locales sin valor univer­ sal. Pareciera, pues, que el capitalismo multinacional fuera a dominarlo todo con su pujanza tecnológica y económica. Así no quedaría mucho espacio económico para empresas privadas pequeñas y, menos aún, para cooperati­ vas sin integración global, mientras las empresas multinacionales —todos los años—haccn fusiones, entre sí, para ser más poderosas económica, financie­ ra, técnica y comcrcialmeme, no sólo en sus países, sino en todo el mundo. Y al contrario, los sindicatos obreros reformistas se han hecho nacionalistas, de ¡anda así el campo libre al capitalismo multinacional. Sin embargo, las internacionales del capitalismo tienen su talón de Aquiles: contaminan el medio ambiente; derrochan las riquezas del mundo; fabri­ can producios poco durables o de poca calidad para aumentar así sus ganan­ cias; devoran al planeta con m derroche de materias primas; 110 procuran la armonía entre recursos humanos y recursos naturales; ignoran los factores de equilibrio enlrc desarrollo armónico, ni para hoy ni para el futuro. Sólo un crecimiento económico, 110 basado en el lucro, sino en la cooperación, la autogestión y el humanismo, puede crear un mundo para lodos, sin capitalis­ mo nacional o multinacional, con socialismo universal, autogestionario, fede­ rativo y libertario. Las empresas multinacionales han tenido un prodigioso crecimiento du­ rante los años que siguieron a la terminación de la segunda guerra mundial, sobre lodo, en las décadas de ¡a sociedad de consum o, del crecimiento acele­ rado de las ciudades, de la mundialización de la economía, bajo el signo del dólar, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Internacional de Recons­ trucción y Fomento, cl Acuerdo General de Tarifas y Aranceles y las inver­ siones directas de los países industrializados, (que han neocolonizado a los países subdcsarrollados), en Asia, Africa y America Latina. La descolonización, en cierto modo, fue impulsada por las internaciona­ les del capitalismo, que extendían por cl mundo sus inversiones directas es­ pecie de colonias fenicias. Posteriormente las multinacionales ideológicas soviéticas han propagado los "golpes de Estado", los ''movimientos de libera­ ción", las guerrillas, lodo ello contra el imperialismo económico occidental, que va perdiendo sus multinacionales económicas en los países en que éstas son nacionalizadas: Cuba, Nicaragua, Angola, Mozambique, Indochina, don­ de el rublo orilla al dólar. Así las cosas, la colonización económica, que

pretendía llevar a cabo la Trilateral de la época de Cárter, ya no era posible en tiempos de Reagan. Y la URSS y los USA se encuentran ahora frente a frente, con las luchas periféricas entre las cntcrnacionales ideológicas de Rusia y las internacionales capitalistas de Estados Unidos, pero todavía es posible la creación de empresas mixtas soviético-curopeas y soviélico-japonesas y hasta con Rockcfcller y Cía, siempre buscando beneficios. En este sentido, las multinacionales capitalistas (que han creado y difun­ dido la sociedad de consumo, que parecían ser el fin de la historia, el creci­ miento ecnómico óptimo, la sociedad abundantista), al chocar con las multi­ nacionales ideológicas soviéticas, llevan el mundo hacia una posible tercera guerra mundial. En consecuencia el crecimiento económico de las multimacionales, sus prodigiosas tecnologías, que darían al año 2000 una sociedad consumista, conduciría a un gran fiasco, al apocalisis nuclear, a la miseria más espantosa, al holocausto de ciento de millones de seres humanos, de 110 convertir el capitalismo en socialismo libertario. Necesitamos pues, un m odelo de desarrollo humanista, cooperativo, autogestionario, equilibrado nacional e internacionalmente; que no superpueblc las ciudades y despueble los campos; que no desarrolle la industria y subdesarrollc la agricultura; que no concentre la riqueza en los países industriali­ zados y la miseria en los subdcsarrollados; que procure trabajo, bienestar, cultura y ciencia en un mundo descontaminado para todos los hombres: sin tistinción de razas, de religión, de nacionalidad, de clases, a condición de fe­ derar las naciones, abolir el imperialismo y establacer el socialismo liberta­ rio. Por el progreso, el mundo debe avanzar hacia un estado mejor desde un estado peor, trabajando cada vez menos y produciendo más, pero mientras dure el capitalismo, en su forma de empresa privada o estatizada, podría ocurrir que lodo tiempo futuro siempre fuera peor, ya que el capitalismo contiene lo inhumano: las guerras nacionales o mundiales, la lucha de clases, las crisis económicas, la contaminación ambiental, el empeoramiento de la calidad de vida y las contradicciones económicas, políticas y sociales inhe­ rentes a un modo de producción basado en la explotación del trabajo ajeno no pagado, sometiendo el obrero al patrón. Bajo la dominación de la burocracia totalitaria, en el Este, y de las bur­ guesías, en el Oeste, la vida 110 es buena para el hombre porque unos traba­ jan para otros que 110 trabajan y consumen más que los que trabajan. Así las cosas, mientras la empresa sea antagónica o contenga la lucha de clases, de­ bido a la propiedad privada o estatal, 110 hay esperanza de verdadero pro­ greso en beneficio de toda la humanidad. Sólo un nuevo modo de produc­ ción, que tenga la propiedad social como contenido y la democracia directa o el autogobierno como forma, puede liberar a los trabajadores asalariados de su explotación. Las empresas, ya sean nacionales o multinacionales, scudo-comunistas o capitalistas, constituirán las causas económicas, políticas y sociales de la

opresión de una clase productora por otra explotadora o de los países atra­ sados por los países industrializados, siendo así la alienación del ser humano el contenido de una civilización inhumana, determinada por la lucha entre los hombres (obreros-patrones) y entre las naciones (países industrializadossubdesarrollados), antagonismos determinantes de las revoluciones y de las guerras, de la violencia en la dialéctica de las fuerzas históricas. Mientras haya miseria, servidumbre, apresión y explotación entre los hombres; mientras haya impuestos /rentas parasitarias para el Estado caro y malo y para las clases improductivas; mientras haya corrupción, inflación y desocupación de trabajadores; mientras la religión, la política, la moral y el derecho estén al servicio de la dominación de unos sobre otros (países o cla­ ses) un incierto porvenir pudiera conducir a la autodcstrucción de la civiliza­ ción por las luchas de clases y, peor aún, por el apocalipsis nuclear. NEO-COLONIALISMO DE LAS MULTINACIONALES

Las mtevas fo rm a s de colonización son más sutiles que las del viejo colo­ nialismo: ahora no se ven las potencias imperialistas en otros país* con sus banderas y sus tropas de ocupación, con sus virreyes y gobernadores con po­ deres absolutos. Los nuevos métodos de colonización son económicos, finan­ cieros, comerciales, dejando la responsabilidad del gobierno a las "élites" in­ dígenas, dóciles a la política de las empresas multinacionales y a las cadenas de bancos de los países industrializados que siguen, como en la época colo­ nial clásica, siendo dueños de las riquezas de los países neo-colonizados. En este sentido, Canadá, que es un país casi desarrollado, por su proxi­ midad con Estados Unidos, se ha convertido en satélite de éste con un grado de dependencia 110 inferior al que tienen los países del COMECON con la Unión Soviética. Así las cosas, con relación a Canadá, en la década de 1960­ 70, el 60% del total de las inversiones realizado en las empresas industriales provenía del exterior, principalmente de Estados Unidos. Ello implicaría el hecho de que en las industrias canadienses del automóvil, el caucho, los arte­ factos electro-domésticos y en el petróleo, los capitales norteamericanos controlaban, respectivamente, 91%r 81%, 62%, y 54% de estos sectores cla­ ves de la economía canadiense. Además, en la fabricación de máquinas y la industria metal-mecánica, las industrias químicas, la elaboración de alimen­ tos y la minería, se han establecido las empresas multinacionales que han co­ pado el mercado y la producción en Canadá. A la luz de estos hechos se di­ ría que este país es un satélite que rota en la órbita de Estados Unidos sin poder salirse de ella. En Australia, otro país de la Commowealth, de mediano desarrollo eco­ nómico y tecnológico, sin embargo, el neo-colonialismo de las multinaciona­ les es visible en los sectores industriales más importantes. En la década de los setenta los capitales extranjeros controlaban, en Australia, el 95% de la

industria automotriz, el 55® de las piezas y aeesorios para automóviles, el 95% de los productos farmacéuticos y los cosméticos, el Suce de los jabones y detergentes y el 95% de la distribución y refinación de petróleo. Las empresas multinacionales están, como Dios, en todas parles. N orue­ ga, por ejemplo, país aparentemente desarrollado tenía, sin embargo, hipo­ tecada su industria electrotécnica al 4S%, la petroquímica al 27,9%, los m e­ tales básicos al 27,4% y las bebidas, la alimentación y el tabaco al 15,3%.

En países industrializados, como Francia e Italia, las multinacionales es­ taban dominando, en la década de 1970-80, respectivamente, el 100% y el 80% de la producción de los rodamientos a bolas; en Gran Bretaña y Fran­ cia, el 75% y el 95% del de negro de carbón. En Francia, país desarrollado, pertenece a las empresas extranjeras el 90% del caucho y de la margarina, el 70% de la maquinaria agrícola, el 65% de las telecomunicaciones, el 60% de los montacargas y ascensores y el 50'*, por lo menos, de la producción de lámparas eléctricas, máquinas y artículos de oficina, neumáticos y material de fontanería. En América Latina, Asia y Africa, regiones subdcsarrolladas, las multi­ nacionales ejercen un monopolio sobre los sectores claves de las economías con mayor dominio todavía que en los países anteriormente citados. Y como la tasa de ganancia es muy elevada en las subsidarias de las empresas multi­ nacionales, los países subdcsarrollados se han endeudado extensamente con el capital financiero internacional. El giro de enormes ganancias hacia el ex­ terior ha dejado secos de oro y divisas los merecidos monetarios y vacias las arcas de los bancos centrales de los países afro-asiáticos y latinoamericanos. En este sentido, el neo-colonialismo de las multinacionales es tan expoliador como el viejo colonialismo en Africa, Asia y América Latina. El capitalismo multinacional explota, preferentemente, a países donde los niveles de salarios son muy inferiores a los que rigen en los países indus­ trializados. Como el capitalismo aspira a la ganancia al más alto nivel posi­ ble, se explica que las empresas norteamericanas multinacionales inviertan en el extranjero para procurarse fuera una lasa de plusvalía que no consi­ guen dentro de sus fronteras. En este orden de ideas, cabe subrayar un estu­ dio de la Comisión de Aranceles de Aduanas de Estados Unidos, poniendo de relivc que los costos unitarios de la mano de obra en el Caribe, en la in­ dustria del vestido, equivalían al 24% de la de Estados Unidos; en México, el 32%; en los artículos eléctricos y electro-domésticos el 8%, en el Lejano Oriente (Japón excluido). Se explica, pues, que las empresas multinacionales norteamericanas se radiquen en estos países para obtener la máxima ganan­ cia, en países de máxima lasa de plusvalía. Como consecuencia de que las empresas multinacionales obtienen pin­ gües ganancias en el extranjero, explotando monopolios, mano de obra bara­ ta, materias primas locales'y mercados muy remunerativos, la expansión de las grandes empresas norteamericanas, en 1970, era un 10% anual fuera de sus fronteras y sólo el 6% dentro de ellas.

Se explica, pues, que, en 1976 el porcentaje de las ventas en el extranjero sobre ventas totales fucí!a del orden siguiente: 72% Exxon, 62% Roya! Dutch-Shcll, 50% IBM, 49% ITT, 45% Renault, 96% Petróleos de Venezue­ la, 62% Volgswagenwcrl, 50% Siemens, 97% Nestlé, 44% Xerox, 46^¿Dunlop-Pirclli, 49% NCR, 96% IIoffman-La Roche, 92% Inco, 87% Alusuisse, 75% Olivetti- [f>9% Northrop y 46% IMETAL. Prácticamente, estas empre­ sas transnacionales están ya más vinculadas a la economía mundial que a sus ccoftómías nacionales. Así, pues, el gran capital tiende a crear un mercado mundial, del cual dependen los mercados nacionales con lo cual la soberanía política y la independencia económica de los países nco-colonialcs sólo exis­ ten simbólicamente, mientras el cacpitalismo no sea sustituido por un socia­ lismo libertario universal y federativo que haga del mundo un solo país. En el caso de la m ultinacional Nestlé, si le fallara el mercado mundial, caería en una crisis total en su estrecho mercado nacional suizo de menos de siete millones de habitantes. Esta empresa suiza tic productos alimenticios está tan internacionalizada que el 95% de s¿is efectivos laborales trabaja en sus múltiples filiales esparcidas por todo el mundo.I B M, la superempresa de ordenadores y material electrónico, constituye el óptimo de expansión de una multinacional, ya que controlaba el 60% del mercado mundial de orde­ nadores en 1970-80. Es tan tupida la lela de araña de las filiales de IBM que, prácticamente, es ya una internacional del capitalismo. Y por estar estableci­ da en todas partes crea un fenómeno nuevo o una nueva dimensión del capi­ talismo mundializado: IBM no puede ser nacionalizada o expropiada en un solo país; pues aunque lo fuera en Estados Unidos, su país de origen, segui­ ría existiendo en el resto de los países donde está operando. Frente a este ca­ pitalismo mundializado , agresivo y expansivo, no han resistido las barreras de los capitalismos de Estado, en el Este, ya que las multinacionales occi­ dentales tienen tendencias a constituir empresas mixtas con las empresas es­ tatales de modelo soviético, a fin de obtener la plusvalías generada por los bajos salarios existentes en los países del COMECON ¡Qué hacer líente a estas internacionales del capitalismo! Só]o las comunidades autogestionanas, integradas en federaciones de industria podrán sustituirlas en beneficio de lodos los pueblos. El capitalismo de grandes dimenciones, a escala mundial, se ha produci­ do porque litis capitalismo nacionales, subdcsarrollados, atrasados técnica­ mente, limitados a los mercados nacionales, no pueden resistirlo competiti­ vamente. ¿Y por qué se ha producido esa expansión acelerada de las internaciona­ les del capitalismo?. Porque alguna empresa como Lockheed (dedicada a la industria aérco-cspácial) emplea más millones de dólares en investigación y desarrollo (I + D), que lodos los países latinoamericanos dedican a esta fina­ lidad. Por eso, según un estudio de las Naciones Unidas, el capital y la aporta­ ción técnica determinan, aproximadamente, el 90% de la productividad ■*'

del crcciniicnU) anual cid produelo interno bruto (PIB), en las industrias y en los países. En cambio la mano de obra, sin tener en cuenta la productivi­ dad y cl incremento cLl PIB por mejor educación y mejores tecnologías, no aumenta la riqueza de las naciones, según el porcentaje indicado. Y como las empresas multinacionales son las que invierten más en nuevas tecnologías, nuevos productos y obtienen nuevas patentes, la acumulación de capital y su centralización, en pocas y poderosas empresas, se v;l acrecentan­ do año tras año. De seguir así las cosas, las pequeñas y medianas empresas, así como las cooperativas, irán quedando como entidades de producción marginal, sin poder alcanzar la revolución científico-tecnológica, que requie­ re empresas más grandes, capaces de asimilar la revolución de las computa­ doras o la automatización del trabajo. Sin embargo, frente al capitalismo altamente concentrado, acumulado en pocas y poderosas empresas, o en pocos y poderosos países, sólo cabe res­ ponder, no con una retórica antiimperialista inopciativa, sino con una eco­ nomía autogestionaria, basada en la propiedad social de los medios de pro­ ducción y de cambio, en la creación de federaciones de industrias y de servi­ cios, capaces de desafiar y sustituir al gran capital internacional. Si la URSS y sus "satélites" del COMECON hubieran creado empresas autogeslionarias, integradas en federaciones de industria, podrían haber desafiado a las multi­ nacionales del capitalismo. Y si en el Este, la economía hubiera sido desburocrati/.ada, a fin ele que quedara un porcentaje de más del 30% sobre cl PIB para inversión, para formación anual de capital, el socialismo podría así superar al capitalismo, al privado y al de Estado. A falla de alternativas al capitalismo multinacional, tanto con "socialismo de terciopelo'!,j:n cl Oeste, como con socialismo burocrático, en cl Este, las internacionales tlcl capitalismo se van haciendo más universales que las in­ ternacionales del sJüdo-socialismo y del scudo-comunismo. La nco-colonizáción de las empresas multinacionales, si cabe, es más ava­ sallante de las economías que cl viejo colonialismo. En este sentido, es opor­ tuno subrayar que la Alcoa de Australia, filial de la Alcoa de Estados Uni­ dos, controla el 43% de la extración de bauxita y la Kaiser, también nortea­ mericana, otro 43%, más el 30% de la de Jamaica. Las multinaciéjaalcs del cobre, Roan Consolidated Mines, Codclco, So­ ciedad Minera cl Teniente, Gccamincs (Zairc), Kennecott (USA), Philips Dodgc (USA), Rio Tinto Zinc (Gran Bretaña), Newmont (USA), Asarco (USA); Anaconda (USA) e luco (Canadá), dominan el 56,9% de la produc­ ción de cobre, su comcrciah/ación y refinación. El tungsteno, mineral estratégico de gran impogtancia para la fabricación de armamentos, esta monopolizado: cl 95% de su producción, en Corea, por la Corea Tungsten Co. Ltd.; el 65% en Bolivia, por la international Mining Co.; cl 65% en Estados Unidos, por la Unión Carbide Corp.; cl 95% en Por­ tugal, por la Beralt Tin and Wolfranm; el 50% e n Canadá, por la Amax; el 90%, en Australia, por la Pcko Wallscnd Ltd.; el 65% en Francia, por la Sociclé Miniare d’Anglatlc; y el 65%, en España, por la Minas de Borralba.

Las grandes compañías multinacionales del petróleo, en 1975, todavía se­ guían controlando el 49% de la producción mundial del bruto y el 46% de sus productos refinados. Los productos alimenticios de gran mercado están monopolizados por empresas multinacionales que, sin contar la empresa matriz, tienen numero­ sas filiales en todo el mundo: Unilivcr 74 filiales, Ncstlé 42, Krafko 15, Gene­ ral Foodjj 21, Grcyhound 19, W. R. Cracc 37, Gulf and Westenn 17, Borden 15, Ralston Purina 27, CPC International 44, Tate and Lylc 25, General Mills 28, United Brands '18, Standard Brand 26 y Cadbury-Schwcppcs 28 filiales en el extranjero, incluyendo países industrializados,)' subdcsarrollados; pero do todas estas empresas sólo tres son británicas y una, suiza. Quiere decir que las multinacionales norteamericanas monopolizan el morcado mundial do elaboración y comercialización de alimentos básicos. En la importación do bananas, dos empresas multinacionales norteameri­ canas son dueñas de grandes extensiones de terrenos en Centroamérica principalmente, monopolizando su comercio de importación en los siguien­ tes porfintajes: United Brands Co. el 33%%Standard Fruil Co. el 25%, y Del Monte el 10%. Ilay países como Ecuador y otras "Repúblicas bananeras11 que constituyen un 'protectorado” de la United Brands Co. y de la Standard Fruil Co. En este sentido, el comercio de la banana es dominado por estas poderosas empresas en Europa occidental, Estados Unidos, Japón y Cana­ dá. Las empresas multinacionales constituyen el gobierno subterráneo de los "trusts’’: en 1974 controlaban el 29% de las industrias manufactureras de Brasil, el 41% en Turquía y el 13% en la India. Pero, industria por industria, tenían el 99% del Tabaco de Brasil; el 6'$%, el 59% y el 52%, respectivamen­ te, del caucho en Brasil, Turquía y la India; el 68%, el 38% y el 10% de la in­ dustria automotrizy del transporte de estos países. La industria farmaceútica de las multinacionales es la más monopolizada de todas las industrias. La parte estimativa bajo control extranjero de este sector, según el estudio de la ONU, "Les societos transnationales dans le dcchcloppcinent mundial’', era dol orden siguiente: el 100% de la farmacopea de Arabia Saudita, 97% de Nigeria, 90% de Bélgica, 90% de Colombia, 8S% de Venezuela, 85% de Brasil, 85% de Canadá, 85% de Australia, 85% de In­ donesia, 82% de México, 80% del Mercado Común Centroamericano, 75% de la India, 75% del Irán, 70% de la Argentina, 60% de Gran Bretaña, 60% de Italia, 60% de Suráfrica, 50% de Finlandia, 50% de Suecia, 40% de Fran­ cia, 44% de Portugal, 40% de Turquía, 35% de Alemania occidental, 34% de Suiza, 15% de Estados Unidos y 13% de Japón. Así las cosas, salla a la vista cpic el vasto monopolio de las multinacionales de la farmacopea se ex­ tiende por países subdcsarrollados, ampliamente, y en países industrializa­ dos más moderadamente como en el caso del Japón, con una cscasa pene­ tración en Estados Unidos, cuyas multinacionales do la industria farmaccúlica han salido a la conquista dol mundo. Y en esta industria se da el caso de

que el coslo de producción de un medicamento está muy lejos de su precio de venta lo cual rinde pingües ganancias explotando a los enfermos de lodo el mundo cobrando a 10 lo que, a veces, vale 1. En este sentido, ts explicable que los países subdcsarrollados, particularmente, se queden sin oro y divisas para pagar las ganancias de las empresas multinacionales que los eplolan nco-caolonialmcntc. El neo-colonialismo de la multinacionales, en algunos países como Méxi­ co, por su proximidad a Estados Unidos, es de gran significación. Los secto­ res industriales bajo control extranjero, en la industria mexicana, eran los si­ gílenles: 28% del total de las industrias manufactureras mexicanas; pero in­ dustria por industria, en 1970, alcanzaba al 80% del tabaco, 27% del papel, 84%'del caucho, 67% de los productos químicos, 27% de los productos mi­ nerales no metálicos, 25% de los metales en bruto, 37% de los metales traba­ jados, 62% de las máquinas (excluidas las máquinas eléctricas), 79% de las máquinas eléctricas y 49% del material de transpone. Alguien, irónicamente dijo: ¡''Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unido^"! Lo que quiere decir que México rota, como un satélite, en el centro de gravedad económico-financiero y tecnológico de la república del dólar. Sin embargo, al duplicar su población en unos veinte años, Méxi­ co, indirectamente, con su expansiva natalidad, va invadiendo a Estados Unidos. Queda compensado así de la neo-colonización del dólar con la inva­ sión demográfica mexicana de Estados Unidos. Ello, en los comienzos del si­ glo XXI, comenzaría a constituir un problema más grave con México, para los ricos norteamericanos, que sus diferencias políticas e imperiales con la Unión Soviética y su "guerra álonómica" con Japón. Argentina, a pesar de estar lejos de Estados Unidos y de Europa occi­ dental, también está siendo neo-colonizada por las empresas multinaciona­ les: las empresas extranjeras, en 1972, se habían apoderado del 31% de la producción industrial Argentina: la más rentable, lecnificada, desarrollada, explotando patentes de producción en régimen de monopolios. Y el resulta­ do de la Aripntina ha sido que, invadida en sectores económicos claves de su producción industrial, con alias tasas de ganancia, no ha podido resistir a la explotación del capital extranjero, agotando todas sus reservas de oro y di­ visas de otros tiempos, y acumulando una deuda exterior de unos 55.000 mi­ llones de dolares, algo así como la mitad de su producto interno bruto. En estas condiciones económicas tan desfavorables, la Argentina ha caido en una crisis económ ica tota!, más intensa en 1989 que en la gran depresión de 1929-33. En este orden de ideas, el neo-colonialismo de las empresas mullina'cionalcs, unido a los préstamos leoninos de los bancos extranjeros reunidos en el "Club de París" y consorciados en el Fondo Monetario Internacional, es tan insoportable como el viejo colonialismo. Esta situación tic creciente de­ presión mundial, inducida por el gran capitalismo de las multinacionales, de los banco internacionales, del F. M. I. y de las grandes potencias mundiales,

pareciera presagiar un réquiem por el capitalismo imperialista, inspirado en una avaricia desmedida que lo hace muy egoísta e inmoral. MULTINACIONALES SOVIETICAS

Casi un centenar de multinacionales soviéticas se han instalado en países industrializados y subdcsarrollados de Occidente o bajo formas de empresas mixtas en países del COMECON y occidentales, a fin de emular el prodigio­ so crecimiento de las empresas multinacionales norteamericanas, europeas de la CEE y japonesas, que compiten por el reparto económico, comercial y financiero ele1mundo. Hacia finales de la década 1970-80, más de ochenta empresas soviéticas se habían radicado en países capitalistas industrializados y subdesarrollatfos, en asociación con empresas anónimas del gran capitalismo occidental; ac­ túan así 110 como empresas socialistas, sino como empresas capitalistas; resitcn, igual que otras empresas, las huelgas obreras en demanda de mayores salarios y de mejoras de las condiciones de trabajo; procuran aumentar al máximo su tasa de ganancia a expensas de bajos salarios, a fin de que quede mucha plusvalía; transí ieren sus beneficios a la Unión Soviética como las multinacionales americanas, europeas y japonesas sus respectivas metrópo­ lis, pero las transnacionales soviéticas son débiles económicamente. Con la implantación de sus multinacionales en los países capitalistas, la URSS trata de procurarse tecnologías avanzadas, mercados para sus expor­ taciones Vuna cooperación permanente con el gran capital financiero occi­ dental, lo cual no es muy socialista que parezca. En ese sentido, los huelguis­ tas de las multinacionales o empresas mixtas soviéticas, radicadas en el exte­ rior, tienen conciencia clara de que Rusia 110 es 1111 país socialista, sino más bien capitalista, en cl sentido de un capitalismo de Estado^isocio del capital monopolista occidental, ansioso por crear empresas mixtas con él en la URSS. La burocracia sov iética, usufructaria tic la empresa estatal soviética, 110 es de los obreros ni en su gestión, ni en su comercialización ni en el control del excedente económico producido, es, evidentemente, una empresa del Estado, y como éste es cl monopolio de la burocracia ésta posee la economía bajo forma de propiedad estatal. E11 este orden de ideas, es explicable que las empresas estatales soviéticas, altamente concentradas, integradas como "Lrusts" de Estado por ramas económicas, coincidan, en su asociación, con jgft grandes empresas capitalistas occidentales. Hasta comienzos de la déca­ da de los ochenta, registradas y conocidas, había 72 multinacionales soviéti­ cas, repartidas distintas partes del mundo, actuando en los más diversos sectores de la producción y los servicios, como puede apreciarse en cl cua­ dro siguiente:

LAS 72 MULTINACIONALES CON CAPITAL SOVIETICO QUE OPERAN EN 22 PAISES A U S T R IA : A solra: T ran sp o rte s: D o n an B a n k : B a n c o c o m e rc ia l ( A g e n c i a de l Soviet B a n k ) ; G a r a n t V c r s i c h c r u n g : S e g u ro s . B E L G I C A : Bel so: P r o d u c t o s a l i m e n t i ­ cios y textiles; E l o rg -B c lg iq u c : I n f o r m á t i c a ( A g e n c i a d e la E l c k t r o n o r g t c k h n i k a ) ; E w a : I n s t r u m e n t o s ó pti c o s ; F e rm c h im c x : I ' m d n e ­ to s q u ím ic o s ; ( A g e n c i a d e la S o y u z k h im e x port); N a f f ta - B : Productos petrolíferos ( A g e n c i a d e la S o y u z n e f t e e x p o r t ) ; R u ss a lma z: D i a m a n t e s (A g e n c ia d e la S o y u z r o m e x p o r ) ; S c a ld ia -V o lg a . A u t o m ó v i l e s ( A g e n c ia d e la A v t o e x p o r t ) ; T r a n s w o r l d M a r i t i m e Agcncy: T r a n s p o rte s m arítim os. C A N A D A : B c l a r u s E q u i p m e n t Lid : M a q u i n q r i a a g r íc o la (A g e n c ia d e la T r a k to e x p o r t ) ; E m e k T r a d i n g : T u r b i n a s h i d r á u l i ­ cas; M o r f l o t I r c ig h ll in e rs : T r a n s p o r t e s m a r ítiaios; S o c c a n A irc ra ft: L í n e a s a i r e a s ; S ta n C a ñ a d a : M á q u i n a s d e utensi lios. F 1 L A N D IA : Llorgdata: C alculadoras y s e p ii c io s ( A g e n c i a d e la E l e k t r o n o r g l c k h n i ka); K o n e la : M a t e r i a l d e a u t o m ó v i l e s ( A g e n ­ cia d e la A v t o e x p o r t ) ; K o n c is lo : M a q u in a r i a ;

H O L A N D A : E a s l W e s t A g e n ic s : I n s ­ t r u m e n t o s ópt ic oá ; El org : V e n t a d e c a l c u la ­ d o r a s y ser vicio s; T r a n s w o r l d M a c h i n e A gc ncy: T r a n s p o r t e s m a r í t i m o s . S U E C IA : Joint T r a w le r Ltd. Swcdcn: P r o d u c t o s de l m a r; M a t r c c o Bil: A u t o m ó v i ­ les (A g e n c ia d e la A v t o e x p o r t ) ; S c a n so v T ran sp o rt: T ran s p o rte s m arítim os. SU IZ A : W ozohod Ilanddelsbank: B a n ­ c o C o m e rc ia l. G R A N B R E T A Ñ A : R ussian W ood A g c n c y : M a d e r a (A g e n c ia d e la E x p o r llc s ) ; A n g l o - S o v i e t Sh ip ping: 'T r a n s p o r t e s m a r í t i ­ m os; B la ck S e a & B altic G e n e r a l In s u ra n c e : S e g u ro s ; E a s t W e s t Leasi ng: E q u i p a m i e n t o ; M o s c o w N a r o d n y B a n k : B a n c o C o m e rc ia l; N afla-G B : Pro d u cto s p e tro lífero s (A gencia d e la S o y u z n e f t e e x p o r t ) ; T e c h n i c a l & O p lic a l E q u i p m e n t : E q u i p a m i e n t o fo to g r áf ic o ; U n i ­ te d M a c h i n e n ' O r g a n i s a t i o n P la n Il irc : M a ­ q u i n a r i a d e c o n str u c c ió n . E S T A D O S U N I D O S : M o r f l o t A m e r ic a : T r a n s p o rte s m arítim os; Sovfrachl USA: T ran s p o rte s m arítim os.

S a im a Li nes : T r a n s p o r t e s m a r í t i m o s ; T c b o li: P r o d u c t o s p e t r o l í f e r o s (A g e n c ia d e la S oy uz -

A L E M A N I A IS ID E R A L : N cotype Techm ashexport: M aquinaria; O sl-W csl Ila n -

nefleexporl). I R A N C IA : A c lif - A v to : M aquinaria a g r íc o la ( A g e n c i a d e la T r a k l o e x p o r t ) ; B an -

d e l s b a n k B a n c o c o m e rc ia l; P lo d i m e x A u ss e n h a ld e is : P r o d u c t o s a l im e n tic io s y b e b id a s: R u s s a lm a n z : D ia m a n t e s ; S o b r e n C h o n i h a n del: P r o d u c t o s q u ím ic o s ; So vag ; S e g u ro s ; U cbcrsceschif-Fahrsagcntiir Transnautic: T r a n s p o r t e s m a r í t i m o s ; W c s o t r a S p e d itio n & T r a n s p o r t : T r a s l a d o s y e x p ed icio n e s . A R G E N T I N A : C o r a m S o u t h A m e ric a : E q u i p a m i e n t o e lé c tr ic o ( A g e n c i a d e la E n e r -

q u e C o m m c r c i a l e p o u r l ' E u r o p e d u N ord : b a n c o c o m e rc ia l; F r a n s o v : P r o d u c t o s del m a r ; P r o m o l e a s e : : E q u i p a m i e n t o s ; R u sb o is : M a d e r a ( A g e n c i a d e la E x p o r l l c t t g S a g m a r: T r a n s p o r t e s m a r í t m o s ; Slava: R e l o je s ; Sogo: P r o d u c t o s q u í m i c o s ( A g e n c i a d e la S o y u z khimexport); S t a n k o - I 'r a n c e : M aquinaria ( A g e n c i a d e la M a c h i n o e x p o r t ) . IT A L IA : D olpin A genzía

M arítim a:

T r a n s p o r t e s m a r í t i m o s ; R u s lc g n o : M a d e r a ; So v ie tp e s c a : P r o d u c t o s m a r í t i m o s : Sovita lmare: I r a n s p o r t e s m a r í t i m o s ; S ta m ta li a : M a q u i n a r i a y ute nc ilios. L U X I M B U R G O : B a n q u e Unifc E s t Q u e s t : B a n c o com e rc ia l.

gom ashexport). N I G E R I A : W a a i e g o L ago s: M a t e r i a l de A u t o m ó v i l e s ( A g e n c ia d e la A v t o e x p o r t ) . C A M E R U N : C atec o : M a t e r i a l de a u t o ­ m ó v ile s ( A g e n c i a d e la A v t o e x p o r t ) . E T I O P I A : E t ilo s T r a d i n g Co.: E q u i p a ­ m i e n t o e lé c tr ic o ( A g e n c i a d e la E n e r g o m a s h e x p o rt).

N O R U E G A : K o n e i s t o N o rg c : M a q u i n a ­ ria; K o n c i a Bil: A u t o m ó v i l e s .

M A R R U E C O S : M arincxport: M a q u in a ­ ria ( A g e n c i a d e la M a c h i c x p o r t ) . S I N G A I ' U R : M o s c o w N a r o d n y B ank:

E S P A Ñ A : P e s c o n s a : P r o d u c t o s del m ar; S o v is p a n : A g e n c i a d e i n t e r c a m b i o s c o m e r ­ ciales.

B a n c o C o m e rc ia l. L I B A N O : M o s c o w N a r o d n y B an k: B a n ­ c o com e rc ia l.

Bajo la coproducción y la ocopcración, dos hermosas palabras que en el caso de las empresas multinacionales soviéticas significan, en realidad, su in­ tegración con el gran capitalismo occidental, estas han firmado acuerdos de asociación con empresas capitalistas, tales serían, entre otros, los convenios entre Fiat y Renault para producir automóviles en Togliattigrado y en el río Kama. Unbcrto Agnclli, el mayor capitalista italiano, ha contribuido notable­ mente al desarrollo de la industria automovilística soviética, aportando los equipos de capital de la fábrica de Tcgliattigrado, que lleva el nombre del que fuera secretario general del Partido Comunista Italiano ¿Es esto socia­ lismo u otra forma o etapa del capitalismo? Paradójico, pero verdadero: el "comunismo soviético se imbrica con el capitalismo. Y en el caso de Renault, empresa de Estado francesa principal para la transferencia de tecnología y de equipos en la fábrica de camiones del río Kama, su asociación con una empresa de Estado soviética es la unión de dos capitalismos de Estado: uno, con pluralism opolítico; otro, con punido único, lo que no ha impedido su asociación para usurpar la plusvalía al obrero soviético. Y como los automóviles y los camiones, que ruedan por el suelo de la URSS necesitan cubiertas de caucho, las firmas Pirclli y Michelin firmaron contratos de cooproducción con empresas soviéticas o de países ccnlrocuropeos del COMECON. De esta manera, cuanto más automóviles de turismo haya en los países comunistas, sus ruedas estarán fabricadas en colaboración con grandes firmas capitalistas occidentales. Por otra parle, la burocracia de los cuadros del PCUS y los directores y tecnócralas de las empresas soviéti­ cas tendrán automóviles que les permitan consolidarse como "nueva clase", ya que el automóvil no es productivo, sino un artículo de lujo, demasiado ca­ ro para que lo alcance un obrero ruso. Así, pues, con la ayuda de la burgue­ sía industrial, mercantil y financiera, tan denostada por Marx, se fabrican au­ tomóviles para los tccnocratas y burócratas soviéticos, aspirantes a la "socie­ dad de consumo”, tan criticada en Occidente por los "comunistas", fieles a la ideología soviética. Así se daría el caso paradójico de que lo que es malo en Occidente es bueno en Oriente, en Rusia. "Cosas veredes, Sancho —decía don Quijote—que farán fablar las piedras"... En realidad 110 son tan dispares las políticas de las burocracias com u­ nistas y las burgicsías ca¡xldlistas, ya que tienen en común ser usufruclarias de la plusvalía producida por los obreros asalariados: en la URSS y Cía., como plusvalía de Estado; en Occidente, como beneficio patronal extraído del trabajo 110 pagado, como tributo otorgado a la propiedad privada del ca­ pital o de la tierra. El hecho de que el supuesto comunismo, para engañar a los bobos sea re­ almente capitalismo de Estado, explicaría que la burguesía occidental no lle­ gue a esta definición de los regímenes seudo-comunistas, porque clasificar­ los como capitalismo de Estado sería tanto como hacerse su propia autocrí­ tica, si no en lo político, sí en lo económico, en el régimen de trabajo asalariado, tanto en el Oeste como en el Este, lo cual los identifica como sis-

tenias basados cu la extorsión de la plusvalía o la explotación del obrero. Y como la plusvalía los une más que los separa, es explicable que se ha­ yan coiist¡tuido67?;y;/riY7i'/)i/A*/lventre el gran capital de Occidente y las etnprcsascstaíalcs del los países del COMECON, otorgando hasta una partici­ pación, en las mismas, del -49% al capital privado occidental y 5|% al capital de Estado oriental. En este tipo de contratos de coproducción o de asocia­ ción, cl gran capital privado foráneo aporta maquinarias, patentes, tecnolo­ gías de punta e incluso fábricas enteras "llave en mano, cuya producción (mercancías o componentes de las mismas) se compromete a comercializar en el Oeste, por cuenta de las empresas soviéticas, tan ávidas de ganancias como sus asociadas occidentales. Así las cosas, los beneficios son repartidos entre la parte capitalista y la "comunista" como socios parasitizados en el tra­ bajo asalariado, que rinde en el Este más altas tasas de plusvalía que en el Oeste, ya que los trabajadores soviéticos 110 tienen, como igualmente en otros países scudo-comunislas, derechos de gestión directa de sus empresas, de productos de su trabajegy de excedente cconomico producido, por care­ cer de sindicatos obreros no supeditados al Partido único y al Eslado-paIrón, a la burocracia totalitaria constituida como "nueva clase" privilegia­ da, más próxima a la burguesía occidental que a los obreros asalariados del COMECON. Utilizando, pues, un trabajo asalariado mucho más barato en el Este que en cl Oeste, una empresa capitalista sueca fabricaba partes de artículos que le costaban tres veoes menos en Checoslovaquia que en Suecia. En cierto sentido’J a industria textil y de confecciones de Holanda explota, ampliamen­ te, el trabajo barato de Hungría y Rumania, en la misma rama de industria, cuyos salarios son muy inferiores a los que se pagan a los obreros holande­ ses. Así, pues, más allá de la ideología comunista el gran capitalismo occi­ dental descubre, en varios países del COMECON, elevadas lasas de ganan­ cias en base a la explotación de un trabajo barato. Por eso, es explicable (.[lie los fabricantes daneses y suecos de muebles prefieran fabricarlos en Polonia y venderlos luego en Suecia y Dinamarca a precios muy competitivos, pero que no obstante, producen pingües ganancias. Aprovechando esas mismas condiciones de salarios bajos en cl COMECON, importantes cantidades de electro-domésticos, vendidos en el mercado austríaco, son fabricados en "Checoslovaquia por cuenta de empresas austríacas o de empresas mixtas ca­ pitalistas-comunistas. También Italia aprovecha estas oportunidades para constituir empresas mixtas y una buena parte de los artículos sanitarios, que se venden en su mercado, son fabricados en Hungría a más bajo costo de producción que en Italia. El gran "trust" capitalista M itsubishi japonés tiene muchos contratos de cooperación o de asociación con el Gobierno comunista checoslovaco. La fundación Ford, en los buenos días de la coexistencia pacífica, firmó contra­ tos con bancos soviéticos y contribuyó con tecnologías de punta a la cons­ trucción de la fábrica de camiones del río Kama. En consecuencia, la propic-

dad anónima capitalista, altamente concentrada, se entiende perfectamente con la propiedad estatizada, porque ambas tienen como su razón capitalista de ser ¡a usurpación de la plusvalía extraída al trabajo asalariado. Y cuanto más barato es este tanto más elevada es aquílla, siendo así mayor en los paí­ ses scudo-coniunislas que en los países capitalistas desarrollados. Sin duda, el siglo XX, que se precia de ser ilustrado, es uno de los siglos más oscuros y mistificados en política, filosofía e ideología, no desentrañadas o desveladas a fin de que se vea, elararamente, que nadie es lo que se dice, sino lo que ha­ ce y como lo hace. Así, pues, hay capitalistas scudo-deinocráticos, en el Occi­ dente, y comunistas, que se lo dicen, pero que son capitalistas, en Oriente. Dentro de este clima viciado de semántica política ya nadie sabe quien son sus amigos y quien sus enemigos, manipulando las ideologías y los medios de comunicación de masas, que informan desinformando a los pueblos. Así, pues, sólo un socialismo libertario, con propiedad social y empresas autogcslionarias, pueden hacer diáfana la sociedad, democratizando la polí­ tica, con el autogobierno, y la economía, con la autogestión, sin burocracias totalitarias ni burguesías nacionales o multinacionales. LA SOCIEDAD DE LAS MULTINACIONALES

Por increíble que parezca unas 300 empresas multinacionales financieras, industriales y mercantiles, grupo de capital financiero internacional pertene­ ciente a la CEE, Japón y Estados Unidos, controlan ya dos tercios de los ha­ beres de capital del mundo occidental, pasando a ser estas internacionales del capitalismo la primera potencia económica del mundo. Pero es que la tendencia a la concentración del capital continúa en el se­ no de cada empresa multinacional y, además, a nivel supranacional mediante las fusiones, los "pools”, los "holdings", los convenios de "cártel” y la creación de mercados comunes, espacios económicos apropiados para el capital mul­ tinacional de sus "cadenas" de bancos internacionales y su mundialización en las Bolsas de Valores europeas, norteamericanas y japonesas. Por otra parle, las multinacionales se inclinan por una producción diver­ sificada, a fin de resistir mejor las tendencias depresivas. Así, por ejemplo, el grupo de capital financiero, mercantil c industrial integrado de Rockfcllcr, no le basta con tener la Exxon, la mayor empresa petrolera mundial, sino que posee intereses en empresas de transporte aéreo "cadenas" de hoteles y supermercados, productos químicos y materias plásticas, constituyendo un emporio de concentración de riqueza jamás visto. Teniendo como núcleo fi­ nanciero al Chase Manhattan Bank, el grupo Rockfcllcr, en cierta medida, vincula a la Exxon, la General Motors Company, la Du Pont de Nemours y otras siipcremprcsas que sería prolijo enumerar, particularmente de los me­ dios de comunicación de masas: prensa, radio, televisión, a fin de fabricar la opinión pública, en el sentido de que esta no sea muy desfavorable al gran capitalismo multinacional. Pero, por si fuera poco su poder y riqueza, David

Rockcfcllcr es el epicentro político de la Comisión Trilateral que agrupa en sus reuniones internacionales a "businessmen" del gran capital, a políticos, a personajes del poder y del saber, formando así una especie de masonería al servicio de las internacionales del capitalismo, lanzadas a la conquista del mundo, incluido el bloque soviético, -donde las multinacionales forman em­ presa mixtas con las empresas del COMECON, buscando la plusvalía en cualquier parle del inundo, ya que el fin del capitalismo es la obtención de ganancia donde quiera que ella se obslcnga del trabajo asalariado. Monopolizando los medios de información de masas, las "cadenas" de pe­ riódicos y revistas, la .edición de libros, el cinc y, con las Fundaciones del gran capital muilinacional y algunas Universidades, un sanedrín de "busines­ smen" fabrica la opinión, financia las elecciones de sus partios políticos pre­ feridos, populariza a sus políticos para que sean votados por las masas deskiformadas, hacen leer los libros que tienen publicidad en los medios de co­ municación y con los premios, otorgados por las fundaciones, instituciones y empresas, el saber es dócil al poder económico-financiero concentrado, fíe ahí el verdadero tejido político, económico, informativo y cultural de la Co­ misión Trilateral, "gobierno subterráneo", que hace del Poder un reflejo del tener, colocando ministro obedientes a la "voz de su amo". Así han surgido, como por encanto, figuras como el presidente Cárter, Kissinger, Brsezinski y otros, poniendo el gobierno al servicio del gran capital financiero, como si Rockcfcllcr fuera el verdadero presidente, en la "sombra", de USA. Como teorías de la mundialización del capital financiero, que tiende a una sociedad programada, con muchos "ejecutivos" y cada vez menos capita­ listas convcncionalps, vinculados a la burocracia del Este y a la tecnocracia del Oeste por medio de las multinacionales, están las doctrinas económicas de J. M. Kcyncs, .1. K. Galbraith, I I. Kissinger, J. Schumpcter y J. Burnham, el "Club de Roma", la Comisión Trilateral y el "nuevo estilo" de Gorbachov, en el sentido de crear empresas mixtas soviétieo-oceidentales para una nue­ va etapa del capitalismo multinacional, de Este y Oeste. En la Comisión Trilateral se vislumbra que el mundo tiende a la creación de supcrpolcncias como la CEE, la URSS, los Estados Unidos y Japón y en torno de ellas, toda una serie de paísessatclizadoshim quedado con una apa­ riencia de soberanía política y de independencia económica simbólica, como los países subdcsarrollados de las cinturas tropicales y subtropicales (atrasa­ das) del mundo. Y dentro de esa mundialización de la economía, como su infraestructura, aparecen las empresas multinacionales industriales, comer­ ciales y financieras, tanto si son empresas anónimas privadas, estatales o mixtas, como, por ejemplo, el grupo Rockcfcllcr, el grupo Fiat, el ENI y el IRI, Wolkswagen, Matra, Unilivcr, IBM y algunas multinacionales soviéticas, ya con acuerdos de cooperación o coproducción soviéticos con las interna­ cionales del capitalismo. Todo indicaría que se está sustituyendo el viejo modo de propiedad pri­ vada de los comienzos del capitalismo por un tipo de propiedad anónima, en

la gran empresa multinacional o en la empresa estatal, que comienza a crear formas mixtas, en el Este, y formas estatales y multinacionales, en cl Oeste, en beneficio de la burguesía multinacionalizada y de la burocracia enquistada en las empresas nacionalizadas de Occidente, gracias a la polilica de so­ cial-demócratas, laboristas y socialistas. Rockcfcllcr, para que su emporio no fracase por falla de ganancia, la está buscando tanto en la Unión Soviética como en Estados Unidos o en los paí­ ses latinoamericanos y afro-asiáticos. Ya, en cierto modo, Rockcfcllcr no es un burgués convencional, sino una especie de Dios del capitalismo que nece­ sita para sobrevivir, aliados políticos, convenios financieros con otros grupos del gran capital y gobiernos dóciles a la política de las multinacionales, no sólo en Estados Unidos, sino en los cuatro puntos cardinales del mundo. Sin embargo, la mundialización del gran capital monopólico, aunque Es­ tados Unidos sea la patria del mismo, 110 siempre sus intereses económico-fi­ nancieros, concentrados en Wall Street, coinciden con los puntos de vista es­ tratégicos del Pentágono, que no quiere una Rusia soviética, tecnológica­ mente avanzada, ya que ello facilitaría su expansión en el mundo a expensas de Estados Unidos. Durante el período de posguerra, a medida que la Unión Soviética aumentaba su poderío tecnológico acrecentaba, al mismo tiempo, su poderío militar: cobertura de política internacional que permitió que pasaran al bloque soviético países como los centroeuropeos', algunos países árabes, Etiopía, Angola, Mozambique, Yemen del Sur, la península de Indochina, Nicaragua, Afganistán y Cuba (a las puertas de Estados Uni­ dos), todo lo cual crea un clima político y estratégico en cl Pentágono no coincidente con la política de colaboración de las empresas occidentales y de las empresas soviéticas, en el sentido de lo que propugna la Comisión Trilalcral, abarcando cl Este y el Oeste. Las jvlíticas cocxislcnlcs de Willy Brandt, Kissingcr, Cárter Gorbachov y otros, en cierto modo trilaterales, no gustan al Pentágono desfavorable o bien opuesto a la política de la Comisión Trilatcral, según los intereses capi­ talistas de los Rockcfcllcr. ¿Dejará el Pentágono hacer la política internacio­ nal y la geopolítica mundial a Rockcfcllcr o, por el contrario, continuará el desafío yanqui-soviético como el programado por cl Pentágono en la "guerra de las galaxias"? No lodos son armonías sociales, políticas y económicas, se­ gún las ideologías de la Trilatcral y las de la social-dcmocracia y el neo-libe­ ralismo. La dialéctica de las contradicciones universales está por encima del Estado de conciencia y de la voluntad de los que toman sus deseos por reali­ dades, ya que la historia y la sociedad, en cada momento histórico, se.plan­ tean lo que pueden resolver. Y este dclcrm inism o está dado como una nece­ sidad histórica mientras el mundo no sea un solo país socialista, federativo y libertario capaz de superar así los antagonismos entre las clases y entre las naciones1.11 Los tccnócratas y la burguesía trilatcral del Oeste y los burócratas totali­ tarios del Este pretenden dirigir la historia, la política, la economía, el deve­ nir del mundo y de la sociedad, según sus deseos de clase, pactos y convcn-

cioncs, coniparlicndo o repartiéndose el mundo, pero la realidad histórica, económica, política y social puede ser muy diferente a la "emulación socialis.ta con el capitalismo", a la "coexistencia pacífica" y a la mundialización de la economía querida por la Comisión Trilateral, en cuya cima resplandece el Becerro de Oro adorado por las burguesías nacionales y multinacionales in­ tegradas, teniendo como núcleo al "grupo Roekefeller, gran senedn'n del ca­ pitalismo mundial, cuyo templo es Wall Street. Se pretende sustituir la revolución social libertaria (querida por los tra­ bajadores de Lodo el mundo, por lodos los que aspiran a la abolición de las clases antagónicas y a la propiedad social) por una "tercera revolución" cienlífico-lccnológica conducida o compartida por las burocracias totalitarias del Este y las burguesías-multinacionales consorciadas del Oeste. Cronológi­ camente, la "primera revolución" fue la francesa, y burguesa; la "segunda re­ volución" fue la rusa, y burocrática; y la "tercera revolución" sería la revolu­ ción científico-tecnológica monopolizada por las empresas multinacionales del gran capital financiero internacional, aliado incluso con las multinaciona­ les soviéticas y compañía. De esta manera la burocracia totalitaria seudo-eomunista y la burguesía monopolista internacional perfilarían el contorno po­ lítico, económico y social del capitalismo a la escala planetaria en su coexis­ tencia para el siglo XXI. De acuerdo con esta política de convenios entre la gran burguesía multiiucional, la burocracia soviética, la social-democracia europea, el neo-liberalismo, la democracia cristiana, la tecnocracia ejecutiva de las empresas y hasta con el consenso de las burocracias sindicales, la Co­ misión Trilateral quiere un mundo "democrático" inspirado en el consumismo, en la publicidad de las ideas políticas burguesas y de las mercancías de los "trusts", un mundo en que los usufructuarios de la plusvalía sean los bur­ gueses! los burócratas y los tecnócralas; y a los trabajadores asalariados, del Oesle y del Este, que los parla un rayo. He ahí el perfil del "estilo Corba­ chos'", de la social-democracia europea (Willy Brandl) y de la Comisión Tri­ lateral (Roekefeller), ya que, por encima de las diferencias políticas e ideo­ lógicas o de sistema económicos opuestas, está la conveniencia necesaria de compartir Li plusvalía mundial entre las burocracias comunistas y las burgue­ sías multinacionales. Los apóstoles de esta religión del capitalismo universal pueden ser, indistintamente, ideólogos de Oriente o de Occidente, pero te­ niendo a la Comisión Trilateral como la nueva Iglesia, unificando el mundo en el culto a la plusvalía, tanto si es privada como de Estado, tanto en el Oes­ te c9mo en el Este. A la escala económica uivcrsal de las empresas multinacionales, cuando su existencia depende de obtener ganancias donde sea y como sea, el Estado-providcncia (oriental u occidental) no es contradictorio con las interna­ cionales del capitalismo unidas a las empresas soviéticas y cía. por medio de acuerdos de empresas mixtas y tecnologías compartidas. Tara la Comisión Trilateral y sus corifeos de distintas ideologías, el uler­ eado del bloque soviético o de China pueden dar más universalidad al capi­

ta lis m o te c n o l ó g i c a m e n t e a v a n z a d o . P o r o t r a p a r t e , las I c o n o - b u r o c r a c i a s s c u d o - c o m u n i s t a s a n s i a n lleg ar a la " s o c ie d a d d e c o n s u m o o c c i d e n t a l ” m á s q u e al p r o m e t i d o c o m u n i s m o y n u n c a re a liz a d o , e s p e c i e d e p a r a í s o , no en el cielo, c o m o lo p r o m e t í a n las relig io n es, s in o e n la t i e rra , c o m o lo p r o m e t e n los i d e ó l o g o ! s o v ié tico s y cía.; p e r o q u e h a s t a el p r e s e n t e os u n p a r a í s o p e r ­ d i d o e n el in f i e r n o d e l to t a li ta r is m o s o v iético q u e h a r e b e l a d o al C Ü M E ­ C O N. E n O r i e n t o —b a j o los r e g í m e n e s d e c a p it a li s m o d e E s t a d o , d i s f r a z a d o d e c o m u n i s m o , a fin d e e m b a u c a r a los t r a b a j a d o r e s a s a l a r i a d o s — e s t á su rg u i e n d o u n a " n u e v a b u rg u e s ía " , q u e u tiliza la p r o p i e d a d e s ta ta l p a r a e x t r a e r m á s e l e v a d a t a s a d e p lu s v a lía a b s o l u ta m a y o r q u e e n E u r o p a o c c id e n ta l, J a ­ p ó n y E s t a d o s U n id o s . L a p o s i b il id a d d e " o b t e n e r g r a n d e s g a n a n c ia s " c u a n ­ d o f a l ta n m e r c a d o s en O c c i d e n t e , c u a n d o se a c e n t ú a la c o m p e t e n c i a c o m e r ­ cial e n tr o e u ro p e tte , j a p o n e s e s y n o r t e a m e r i c a n o s c o n s titu y e u n a a s p i r a c i ó n a i m p l a n t a r s e e n el b l o q u e so v ié tic o y e n C h in a c o n e m p r e s a s m u l t i n a c io n a l e s a s o c i a d a s a "trusts" d e E s ta d o . E n d efin itiv a, a e sa esc a la d im e n c io n a l d e e m ­ p r e s a s , lejos d e un c a p it a li s m o a r t e s a n a l , la a so c ia c ió n m ixta, p e r o no la f u ­ sió n e n t r e las e m p r e s a s d e l E s te y d e l O e s te , m u n d i a li z a los m e r c a d o s , sin d is tin c ió n d e id e o lo g ía s , s u p e r a n d o la p o lític a o p u e s t a d el b l o q u e c o m u n i s t a y c a p ita lis ta . E n e s te o r d e n d e ideas, la c o n d e n a c i ó n d e Stalin, e n el b l o q u e c o m u n i s t a , n o lo ha sid o p o r sus n u m e r o s o s c rí m e n e s .p o lít ic o s , sin o porcino su d o c t r i n a so o p o n í a a la " co ex isten cia p acífica". Sin la id e o l o g ía sla lin ian a, el K r e m l i n b ie n p u e d o e n t e n d e r s e c o n el c a p it a li s m o do W all S tr e e t; p e r o c o m o i n d i c á b a m o s e n te s , el P e n t á g o n o , t e m e r o s o do q u e U S A d e s a r r o l l e el p o d e r te c n o l ó g ic o y e s t r a t é g i c o d e la U R S S , n o p a r e c i e r a c o m p a r t i r la p o lí ti­ c a d e la C o m i s i ó n T r il a te r a l y d e sus c o r i f e o s e u r o p e a s , j a p o n e s e s y n o r t e a ­ m e r ic a n o s . A sí, p u es, los " b u s in e ss m e n " d e W a ll S tr e e t q u i e r e n e x p lo t a r el m o r c a d o so v ié tico , p e r o los g e n e r a l e s dol P e n t á g o n o q u i e r e n a is la r e c o n ó m i ­ c a y t e c n o l ó g i c a m e n t e al K r e m l in no d a n d o p o r t e r m i n a d a la " g u e r ra l'ria", q u e ju s ti f ic a los g r a n d e s p r e s u p u e s t o s d e d e f e n s a p a r a el c o m p l e j o m i li ta r ­ me! L i s t rial. ¿ C ó m o e x p lic a r la p a r a d o j a p o lític a y e c o n ó m i c a d e q u e el s u p c r c a p i l a lism o d e las m u l t i n a c io n a l e s b u s q u e la c o e x is te n c i a y la c o p a r t i c i p a c i ó n d e la p lu s v a lía c o n las m u l t i n a c io n a l e s so v iétic as? E s q u e la s o c i e d a d p l a n e t a r i a d e las i n t e r n a c i o n a l e s del c a p it a li s m o 110 ti e n e r e p a r o s e n a lia rs e c o n los "tru sts” d e E s t a d o d e l l l a m a d o s o c ia lism o a d m i n is tra t iv o . P o r e j e m p l o , e n C h in a , sod e j a o p e r a r a las e m p r e s a s m u l ti n a c io n a l e s a m e r ic a n a s , j a p o n e s a s y e u r o - o c ­ c i d e n t a l e s e n "zonas fra n c as", p e r o a c o n d ic i ó n do q u e los s a la rio s do los o b r e r o s c h in o s ig u alen a los q u e rig en 011 las m e t r ó p o l is d e e s a s e m p r e s a s , p e r o n o e n t r e g á n d o l e s el v a lo r total do su s s a la rio s to tales , s in o ú n i c a m e n t e el v a lo r d e l s a l a r io ch in o . D e e s ta m a n e r a , el g o b i e r n o c o m u n i s t a c h in o se q u e d a c o n u n a e l e v a d a ta s a do plu svalía, lo c u a l e v id e n c ia q u e el s u p u e s t o c o n n in i s m c /l io es m á s q u e un s ó r d i d o c a p it a li s m o d e E s t a d o . L a s o c i e d a d d e las m u l ti n a c io n a l e s h a p u e s t o e n b o g a la " s o c ie d a d po s-

i n d u s t r i a r , c o n m u c h o c o n s u m o d e s e r v i d o s c o m e r c ia l e s , fin a n c ie r o s , i n m o ­ biliarios y a d m in is tra tiv o s , a u m e n t a n d o a sí m e n o s la p o b l a c i ó n o c u p a d a e n la p r o d u c c i ó n d e b ie n e s q u e la d e s t i n a d a a serv ic io s div e rso s: f u n c i o n a r i o s , e m ­ p l e a d o s d e las e m p r e s a ? , ‘t e c n o c r a c i a s u p e r n u m e r a r i a , p e r s o n a l d e o c u p a c i o ­ n e s "terciarios" y "c u a te rn a rio s " (i n f o r m a c ió n , etc.). P a r a m a n t e n e r e s t a "so­ c i e d a d d e co n su m o " , d i c h a " s o c ie d a d p o st-in d u s tria l" , h a r í a f a l ta q u e la p r o ­ d u c t i v i d a d d e l t r a b a j o e n la a g ri c u lt u ra , la in d u s tr i a , la p e s c a , b o s q u e s , e n e r g í a a u m e n t a r a a n u a l m e n t e m á s q u e cl i n c r e m e n t o a n u a l d e la p o b l a c i ó n o c u p a d a e n serv icio s. D e lo c o n t r a r i o se p r o d u c e e n t r o p í a e c o n ó m i c a a c u ­ m u l a ti v a p o r e x c e s o d e c o n s u m o im p r o d u c t i v o q u e r e s t a c a p it a l d e in v e r s ió n e n la p r o d u c c i ó n d e b ie n e s , lo q u e a su vez, p o r e n v e j e c i m i e n t o d e los i n s t r u ­ m e n t o s d e p r o d u c c i ó n , d e t e r m i n a r í a m á s b ie n u n a d i s m i n u c ió n q u e u n a u ­ m e n t o d e la p r o d u c t i v i d a d d e l trabajp*.,* A l b a j a r la lasa de ganancia d e las e m p r e s a s m u l ti n a c io n a l e s e n su p a ís e s d e o r i g e n é s t a s p r o c u r a n c o n t r a r r e s t a r e s t a t e n d e n c i a c o n ó m i c a in d e s e a b le , i n v i n i e n d o c a p it a l en p a ís e s d e l T e r c e r M u n d o y e n p a ís e s d e l b l o q u e s o v i é ­ tico, d o d e las lasas de salarios so n m á s b a ja s , p r o c u r a n d o así e l e v a d a la s a d e p lu s v a lía y n u e v o s m e r c a d o s p a r a las m u l ti n a c io n a l e s . P e r o c o m o los p a ís e s a f r o - a s i á ti c o s y la t i n o a m e r i c a n o s ya h a n s id o e x p o li a d o s y c a r g a d o s d e d e u d a e x t r a n j e r a , a h o r a las m u l t i n a c io n a l e s se d i s p o n e n a e x p l o t a r el m e r c a d o d e los l l a m a d o s p a í s e s socialistas, p e r o n o m e n o s e n d e u d a d o s a lg u n o d e ellos, c o m o P o lo n i a , q u e A r g e n t i n a , P e r ú o V e n e z u e la . L a " s o c ie d a d p o s t - i n d u s t r i a l 1' g e n e r a d a p o r las e m p r e s a s m u l ti n a c io n a l e s , s ó lo p u e d e n su b s istir si la p r o d u c t u v i d a d d e l t r a b a j o a v a n z a l i n e a lm e n te , p e ­ r o es q u e las ll a m a d a s d e m o c r a c i a s o c c i d e n t a l e s se h a n l a n z a d o a un con silm ism o irracional, a u n d e r r o c h e d e c a p ita le s - in v e r ti d o s e n se r v ic io s i m p r o ­ d u c tiv o s, a u n c r e c i m i e n t o d e s m e s u r a d o , e n las m e t r ó p o l i s d e l c a p ita lis m o , m á s d e p o b l a c i ó n u r b a n a q u e d e la r u r a l, a un a u m e n t o c r e c i e n t e d e los i m ­ p u e s t o s , d e la d e u d a p ú b li c a y d el d é fic it d e los p r e s u p u e s t o s g u b e r n a m e n t a ­ les, e n m a y o r p r o p o r c i ó n a n u a l q u e el a c r e c e n t a m i e n t o d e l p r o d u c t o in t e r n o b r u t o ( P I B ) . E n e s ta s c o n d i c i o n e s se c r e a un Estado caro y m alo q u e lo q u i e ­ r e h a c e r t o d o y, fi n a lm e n te , lo d e s c o m p o n e t o d o p o r q u e r e s ta m á s ri q u e z a p a r a la b u r o c r a c i a d e la q u e re d i s tr ib u y e en o b r a s p r o d u c t iv a s . A s í las co sas, la " s o c ie d a d p o s t-in d u s tria l" c a r g a d a d e d e u d a s del E s t a d o y d e los p a r t ic u l a r e s , c o n s u m i e n d o m u c h o c a p it a l p r o d u c t i v o e n c o n s u m o i m p r o d u c t i v o d e las c la s e s p a ra s ita r ia s , va e n t r a n d o e n u n a crisis acumulativa e n f o r m a d e "bola d e nieve", c o m o le e s t á s u c e d i e n d o a E s t a d o s U n id o s : el m a y o r d e u d o r d e l m u n d o , el p a ís c o n m a y o r e s d é f i c it e n su b a l a n z a d e c o ­ m e r c i o e x t e r i o r y e n el p r e s u p u e s t o d e l g o b ie r n o , lo c u a l h a r e d u c i d o al q u e f u e r a d o l á r f u e r t e y e s c a s o a m o n e d a d é b il y a b u n d a n t e , sig n o e v i d e n t e d e la d e c a d e n c ia n o rteam erican a. L o s " b u s in e ss m e n " d e las m u l t i n a c io n a l e s n o r t e a m e r i c a n a s e s t á n á v id o s d e g a n a n c i a s , q u e n o o b t i e n e n d e n t r o d e su p aís, p r o c u r a n d o e x p o r t a r t e c n o ­ logías, c a p it a le s y m e r c a n c í a s a los p a ís e s d e l b l o q u e c o m u n i s t a , m e n o s cn-

deliciad os q u e los p a ís e s d e l T e r c e r M u n d o , p e r o c o n p o c a s p o s i b il id a d e s d e p a g a r , c o m o y a s u c e d e e n P o lo n i a , H u n g r í a y R u m a n i a , las g a n a n c i a s , i n t e r e ­ ses y a n u a l i d a d e s d e los c a p it a le s r e c i b id o s d e O c c i d e n t e ¿ C ó m o c o n s t it u ir así e m p r e s a s m ix tas s o v i c ti c o -m u l ti n a c io n a l e s sin r u b l o c o n v e r t ib l e ni m e r c a ­ d o lib re s e n el E s t e ? U n a s itu a c i ó n d e c risis e c o n ó m i c a m u n d i a l, d e "ni p a z ni g u e rr a " , d e "a p a c ig u a m ie n to " , p e r o d e p r e p a r a c i ó n d e la " g u e r ra d e las galaxias", d e "paz p o r la fu erza ", n o p r e s a g i a t i e m p o s d e b o n a n z a p a r a los p u e b l o s q u e (g r a c ia s a las i d e o l o g ía s s o c i a l - d c m ó c r a t a s , d e m o c r i s t i a n a s y n e o - l ib e r a le s o s c u d o c o m u n i s t a s ) , se p r e s t a n a s e r c a r n e d e c a ñ ó n . E s p o r e s o q u e h a c e falta, en n u e s t r a c o n f u s a y d c s i n f o r m a d a s o c i e d a d u n a a l t e r n a t iv a so c ia lista lib e rta ria , d e u n i d a d d e l m u n d o a la e s c a la p la n e t a r i a , c o l o c a n d o al p u e b l o t r a b a j a d o r c o m o s u j e t o a ctiv o d e la h is to ria h a c i é n d o l a y n o s u f r i é n d o l a p a s i v a m e n t e , c o m o s u c e d e e n el O c c i d e n t e y en el O r i e n t e , o el N o r t e y e n el S u r, d o n d e c a m p e a el c a p it a li s m o d e m o n o p o l i o o el E s t a d o - p a t r ó n . Y c u a n d o h a b l a m o s d e u n alternativa d e s o c ia lism o li b e rt a rio , t a n t o al c a ­ p it a li s m o m u l ti n a c io n a l c o m o al c a p it a li s m o d e E s t a d o , n o t r a t a m o s d e s u s ti­ tu ir la r e a l i d a d e c o n ó m i c a d e n u e s t r o m u n d o p o r u n a m e r a u to p í a , sin o q u e p r o p u g n a m o s la i n s ta u r a c ió n d e u n a e c o n o m í a a u t o g e s t i o n a r i a F e d e r a d a n a ­ cio n a l y s u p r a n a c i o n a l m e n t e , a fin d e q u e el m u n d o r e p r e s i v o y c o n ílic tiv o d e las c lases a n ta g ó n i c a s , d e las n a c io n e s riv ales y d e los b l o q u e s i m p e r i a li s ­ ta s d é p a s o a u n a s o c i e d a d a u t o g e s t i o n a r i a b a s a d a e n la p r o p i e d a d social y e n la d e m o c r a c i a d ir e c ta . E n la e m p r e s a a u t o g e s ti o n a r ia , e n los serv icio s s o c ia le s y p ú b li c o s a u to g e s t io n a d o s , a d i f e r e n c i a d e la e m p r e s a c a p it a li s t a m u l ti n a c io n a l o d e la e m ­ p r e s a e s tatal, h a b r á q u e d e s a b u r g u e s a r y d e s b u r o c r a t i z a r la e c o n o m í a a fin d e a c u m u l a r e in v ertir s u f ic ie n t e c a p ita l so cial p a r a g a r a n t i z a r su r e p r o d u c ­ c ió n a m p l i a d a a n u a l m e n t e . Y el id eal, e n e s t e s e n tid o , s e r í a r e d u c i r la o c u p a ­ c ió n d e p o b l a c i ó n i m p r o d u c t i v a e n servicios, q u e a h o r a e n a lg u n o s p a ís e s c a ­ si a l c a n z a al 7 0 % d e la p o b la c i ó n activ a to tal, y, e n c a m b i o , a u m e n t a r el p e r ­ s o n a l o c u p a d o e n in v estig a c ió n y d e s a r r o l l o (I + D ) , y a q u e el c r e c i m i e n to e c o n ó m i c o y d e la p r o d u c t i v i d a d del t r a b a j o e s t á n e n f u n c i ó n d e d e d i c a r m i­ les d e c ie n tífic o s, t é c n i c o s e in v e s ti g a d o r e s a i n v e n t a r s i e m p r e u n a t e c n o l o g ía m e j o r p a r a a h o r r a r b r a z o s e n el t r a b a j o m a t e ri a l. D e e s t a m a n e r a la j o r n a d a d e t r a b a j o p o d r í a d e s c e n d e r p r o p o r c i o n a l m e n t e al a u m e n t o d e la p r o d u c t i v i ­ d a d p o r h o m b r e - h o r a , p a r a q u e el t r a b a j o se c o n v i e r t a e n u n a e s p e c i e d e r e ­ c r e o , u n a r e a liz a c ió n d e sí m is m o en la m a t e r i a t r a n s f o r m a d a , u n r e m e d i o c o n t r a el t e d i o d e la in a c c ió n , un t r a b a j o q u e r i d o y n o a l i e n a d o , 110 im p u e s t o p o r la e x p l o t a c ió n c a p it a li s t a p a r a q u e sólo viva b ie n la b u r g u e s ía . T r a b a j a n d o t o d o s ú tilm e n te , se e n t i e n d e e n p r o d u c c i ó n d e b ie n e s y s e r v i­ cios s o c ia le s y p ú b lic o s n o b u r o c r a t i z a d o s , e n in v es tig a ció n y d e s a r r o l l o (I + D ) co n a lto p o r c e n t a j e d e la p o b la c i ó n activa, la e c o n o m í a a u t o g e s t i o n a ­ ria d e m o s t r a r í a q u e es s u p e r i o r a la e c o n o m í a c a p it a li s t a d e las m u l t i n a c i o ­ n a le s y a la d e las e m p r e s a s e s ta ta le s , ya q u e e n la e c o n o m í a d e p r o p i e d a d

c o m u n i t a r i a t o d o s los t r a b a j a d o r e s t e n d r í a n g a r a n t i z a d o el d e r e c h o al t r a b a ­ jo , e n r a z ó n d e u n a c a d a v e z m á s r e d u c i d a j o r n a d a d e tr a b a j o , p e r o d e m u y e l e v a d a p r o d u c t i v i d a d e n fu n c i ó n d e la a u to m a ti z a c ió n c r e c i e n t e d e la p r o ­ d u c c i ó n y d e los s e rv ic io s s o cia le s y p ú b lico s, d e h a c e r m u c h a in v e s tig a c ió n y d e s a r r o l l o (I + D ). E l t r a b a j o h u m a n o n o s e r á l i b e r a d o d e la e x p lo t a c ió n d e un h o m b r e p o r o t r o h a s t a q u e n o h a y a m á s d i f e r e n c i a e n t r e t r a b a j o m a n u a l e in te le c tu a l, h a s t a q u e el t r a b a j o s e a h o m o g é n e o sin d is tin c ió n e n t r e c a li f i c a d o y n o ca lifi­ c a d o , h a s t a q u e p r á c t i c a m e n t e l o d o s los t r a b a j a d o r e s s e a n c a p a c e s d e h a c e r lo d o , s u p e r a n d o la v ie ja div isión d e l t r a b a jo , e n la cual, a ú n d e s a p a r e c i d a la b u r g u e s ía , q u e d a r í a u n a p o s i b il id a d d e c o n s t it u ir s e "n u e v a s c la s e s sociales", c o m o s u c e d e e n la U n i ó n S ov iétic a, si cl s o c i a li s m o l i b e r t a r io n o h a c e un g r a n c a m b i o c u ltu ra l y c ien tífico . U n a s o c i e d a d a u t o g e s ti o n a r ia , c o n f e d e r a c i o n e s d e i n d u s tr i a i n t e g r a d a s en un c o n s e j o social d e la e c o n o m í a ( t e n i e n d o la p r o p i e d a d social c o m o in ­ f r a e s t r u c t u r a , a l e n t a n d o la in v es tig a ció n y cl d e s a r r o l l o (1 + D ) a t o d o s los n i­ ve les d e las e m p r e s a s d e p r o d u c c i ó n d e b ie n e s y servicios, d e d i c a n d o un a b u e n a p a r t e tic la l u c r z a la b o r a l a in n o v a c ió n e in v e n c ió n , a d e s a r r o l l o c i e n ­ tífico a v a n z a d o ) , p o d r í a su s titu ir c o n v e n t a j a al c a p it a li s m o m o n o p o l i s t a d e las m u l t i n a c io n a l e s y al s o c ia lism o a d m i n is tr a t iv o b a s a d o e n el E s t a d o - p a tr-éii P u e s , e n d e lin itiv a , 110 se tr a t a d e se r m á s o m e n o s iz q u i e rd i s ta , re alista o u to p i s t a , sin o d e su s titu ir u n a e c o n o m í a e s c la v iz a n te p o r u n a e c o n o m í a li­ b e r t a r i a , p e r o q u e m u l ti p li q u e los p a n e s y los p e c e s m á s fácil y r á p i d a m e n t e q u e el v iejo c a p it a li s m o o q u e cl c a p it a li s m o d e E s t a d o . ¿Si n o d ó n d e e s t a r í a su ju s ti f ic a c i ó n e c o n ó m i c a , p o lítica, social e h is tó ric a ? E n cl so c ia lis m o l i b e r t a r io h ay q u e s e r d c s a r ro ll is l a , sin q u e d a r s e e n u n a e c o n o m í a b u c ó li c a d e r e d u c c i ó n d e las n e c e s i d a d e s h u m a n a s al m ín im o , p u e s el s o c ia lis m o en la m i s e ria 110 s e r ía m e j o r q u e el c a p ita lis m o . U n a n u e v a s o c i e d a d se ju s ti fic a h is tó ric a, p o lític a social y e c o n ó m i c a m e n t e , si c r e a m ás a b u n d a n c i a d e b ie n e s q u e la vieja s o c i a d a d q u e la h ay a p r e c e d i d o ; si a u m e n ­ ta la p r o d u c t i v i d a d d e l t r a b a j o p o r m e d i o s té c n ic o s, p o r la a u t o m a t i z a c i ó n d e l m ism o , m á s q u e lo h a c ía el c a p ita lis m o ; si g a r a n t i z a cl derecho al traba jo para todos, p e r o sin q u e las e m p r e s a s se c a r g u e n d e b u r o c r a c i a , t e c n o c r a c i a o m a n o d e o b r a i m p r o d u c t iv a ; si al t r a b a j o m a t e r i a l va u n i d o el t r a b a j o c i e n ­ tí fico y té c n i c o c o m o t r a b a j o h o m o g é n e o sin d istin c ió n d e su b c la s e o d e p r o ­ fe s io n e s c a s t if i c a d a s ( c o m o en la U R S S ) ; si la p r o p i e d a d so cial es c a p a z d e h a c e r la r e p r o d u c c i ó n a m p l i a d a d e l c a p ita l social y 110 só lo la sim p le ; si los tr a b a j a d o r e s , d e m o c r á t i c a m e n t e , g e s t i o n a n d i r e c t a m e n t e su s e m p r e s a s y c o n c u r r e n co n sus b ie n e s y se rv ic io s c o le c tiv o s a un m e r c a d o a u t o g e s t i o n a ­ rio, sin p la n ific a c ió n c e n t r a li z a d a , c o n p r o g r a m a c i ó n e c o n ó m i c a y lib e rta d . S ó lo así cl h o m b r e , s u p e r a n d o las c la s e s y s u b c la se s, s e r á n el p r o t a g o n i s t a d e s u lib e r a c ió n p o r m e d i o d e la a u to g e s ti ó n , ú n ic o m e d i o p a r a su d e s a l i e n a ­ ció n, s u p e r a n d o el c a p it a li s m o d e E s t a d o ( E s t e ) y el c a p it a li s m o m o n o p o l i s ­ ta ( O e s t e ) , a m b o s b a s a d o s en la u s u r p a c i ó n d e la p lusv alía.

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