Madrid y alrededores en acuarela 8473607295

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Madrid y alrededores en acuarela
 8473607295

Table of contents :
Índice
MADRID CAPITAL
Palacio Real y Plaza de Oriente
Museo del Prado
Museo Reina Sofía
Museo Thyssen Bornemisza
Museo Arqueológico Nacional
Estación de Atocha
Plaza Mayor
Plaza de Santa Ana
El Rastro
Parque del Retiro
Catedral de La Almudena
Templo de Debod
Puerta del Sol
Callao
Plaza de España
Congreso de los Diputados
Hotel Palace
Pastelería La Mallorquina
Parque del Oeste
Casa de Campo y Teleférico
Mercado de San Miguel
Ayuntamiento
Plaza de Cibeles
Plaza de Neptuno
Estadio Santiago Bernabéu
Estadio Wanda Metropolitano
Mercado de la Cebada
Cocido en el Restaurante La Bola
Malasaña y Chueca
Casa Patas
Casa Lucio y Cava Baja
Casa Museo Sorolla
Restaurante Casa Botín
Plaza de Puerta Cerrada
Puerta de Alcalá
Biblioteca Nacional
Cines de la Gran Vía
Chocolatería San Ginés
Parque del Capricho
Matadero y Madrid Río
Plaza de Toros de Las Ventas
Edificio Tabacalera, arte urbano
Círculo de Bellas Artes
Palacio de Longoria
Edificio Metrópolis
Casino de Madrid
EXCURSIONES DESDE MADRID
El Escorial
Toledo
Segovia
La Granja de San Ildefonso
Aranjuez
Cuenca y la Ciudad Encantada
Sierra de La Pedriza
Monasterio de El Paular
Buitrago del Lozoya
Alcalá de Henares
Ávila, ciudad amurallada
Salamanca, ciudad universitaria
Cercedilla
Castañar de El Tiemblo
Sigüenza
Pedraza
UN POCO DE HISTORIA...
Palacio Real y Plaza de Oriente
Museo del Prado
Museo Reina Sofía
Museo Thyssen-Bornemisza
Museo Arqueológico Nacional
Estación de Atocha
Plaza Mayor
Plaza de Santa Ana
El Rastro
Parque del Retiro
Catedral de la Almudena
Templo de Debod
Puerta del Sol
Callao
Plaza de España
Congreso de los Diputados
Hotel Palace
Pastelería La Mallorquina
Parque del Oeste
Casa de Campo y Teleférico
Mercado de San Miguel
Ayuntamiento
Plaza de Cibeles
Plaza de Neptuno
Estadio Santiago Bernabéu
Estadio Wanda Metropolintano
Mercado de la Cebada
Cocido en el Restaurante La Bola
Malasaña
Chueca
Casa Patas
Casa Lucio y Cava Baja
Casa Museo Sorolla
Restaurante Casa Botín
Plaza de Puerta Cerrada
Puerta de Alcalá
Biblioteca Nacional
Cines de la Gran Vía
Chocolatería San Ginés
Parque del Capricho
Matadero y Madrid Río
Plaza de Toros de Las Ventas
Edificio Tabacalera. Arte urbano
Círculo de Bellas Artes
Edificio de la SGAE
Edificio Metrópolis
Casino de Madrid
El Escorial
Toledo
Segovia
La Granja de San Ildefonso
Aranjuez
Cuenca y la Ciudad Encantada
Sierra de la Pedriza
Monasterio de El Paular
Buitrago del Lozoya y sus piscinas naturales
Alcalá de Henares
Ávila
Salamanca
Cercedilla
Castañar de El Tiemblo
Sigüenza
Pedraza y la noche de las velas

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© Editorial Tébar Flores. Prohibida la reproducción sin la autorización expresa de la editorial.

© Ilustraciones: Joaquín González Dorao © Textos: Mar Mateos © de esta edición: Editorial Tébar Flores, 2019 ISBN digital: 978-84-7360-748-3

No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su almacenamiento en un sistema informático, ni su transmisión por cualquier procedimiento o medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia o por otros medios, sin permiso previo y por escrito de los titulares del copyright. © Editorial Tébar Flores. Prohibida la reproducción sin la autorización expresa de la editorial.

MADRID Y ALREDEDORES

en acuarela JOAQUÍN GONZÁLEZ DORAO Textos de MAR MATEOS

© Editorial Tébar Flores. Prohibida la reproducción sin la autorización expresa de la editorial.

INDICE madrid capital: 1.- Palacio Real y Plaza de Oriente........... 08

14.- Callao........................................................... 34

27.- Malasaña y Chueca................................ 50

2.- Museo de El Prado................................... 10

15.- Plaza de España....................................... 35

28.- Casa Patas................................................. 52

3.- Museo Reina Sofía................................... 12

16.- Congreso de los Diputados................. 36

29.- Casa Lucio Cava Baja............................ 53

4.- Museo Thyssen-Bornemisza.............. 14

17.- Hotel Palace............................................... 37

30.- Casa Museo Sorolla............................... 54

5.- Museo Arqueológico............................... 16

18.- Pastelería La Mallorquina.................. 38

31.- Restaurante Botín................................. 56

6.- Estación de Atocha.................................. 18

19.- Parque del Oeste...................................... 39

32.- Plaza Puerta Cerrada........................... 57

7.- Plaza Mayor................................................ 20

20.- Casa de Campo y Teleférico................ 40

33.- Puerta de Alcalá...................................... 58

8.- Plaza Santa Ana........................................ 22

21.- Mercado de San Miguel....................... 42

34.- Biblioteca Nacional............................... 60

9.- El Rastro....................................................... 24

22.- Ayuntamiento........................................ 43

35.- Cines de Gran Vía................................... 61

10.- Parque del Retiro.................................... 26

23.- Plazas de Cibeles y Neptuno.............. 44

36.- Chocolatería San Ginés....................... 62

11.- Catedral de la Almudena...................... 28

24.- Estadio Bernabeu y Wanda............... 46

37.- Parque del Capricho.............................. 63

12.- Templo de Debod.................................... 30

25.- Mercado de La Cebada......................... 48

38.- El Matadero y Madrid Río.................. 64

13.- Puerta del Sol........................................... 32

26.- Restaurante la Bola (Cocido)............ 49

39.- Plaza de toros de Las Ventas............. 66

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40.- Edificio Tabacalera, arte urbano.... 67

42.- Palacio de Longoria.............................. 70

41.- Círculo de Bellas Artes......................... 68

43.- Edifico Metrópolis................................. 72

44.- Casino de Madrid.................................. 73

EXCURSIONES: 45.- El Escorial................................................. 76

51.- Sierra de la Pedriza................................ 94

57.- Cercedilla................................................... 108

46.- Toledo......................................................... 78

52.- Monasterio del Paular......................... 95

58.- Castañar de El Tiemblo........................ 109

47.- Segovia........................................................ 82

53.- Buitrago de Lozoya............................... 96

59.- Sigüenza.................................................... 110

48.- La Granja de San Ildefonso............... 86

54.- Alcalá de Henares.................................. 98

60.- Pedraza y noche de las velas............. 112

49.- Aranjuez................................................... 88

55.- Ávila............................................................ 100

50.- Cuenca y Ciudad Encantada............. 92

56.- Salamanca................................................ 104

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MADRID CAPITAL

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01 Palacio Real y Plaza de Oriente El Palacio Real se empezó a construir en 1738. Es el palacio más grande de Europa Occidental y uno de los más grandes del mundo. Junto al Teatro Real y el Monasterio de la Encarnación delimita el espacio de la plaza de Oriente, donde las zonas ajardinadas se combinan con diferentes esculturas. En el centro de la plaza destaca la efigie de Felipe IV, obra de Pietro Taca y primera estatua ecuestre del mundo sujetada únicamente por las patas traseras del caballo.

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02 museo del prado

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El Museo del Prado está considerado una de las pinacotecas más importantes del mundo. Es indiscutiblemente único en la obra de Velázquez, el Greco, Goya, Tiziano, Rubens y el Bosco. El edificio que lo alberga es una de las principales obras del neoclasicismo español, aunque igualmente destacable es la ampliación realizada por Moneo en 2007.

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03 museo Reina Sofía Es el vértice sur del llamado Triángulo del Arte de Madrid ( junto con los museos del Prado y Thyssen). Está dedicado al arte moderno y contemporáneo, con una colección permanente de grandes artistas españoles del siglo XX, especialmente Pablo Picasso, Salvador Dalí y Joan Miró. Es uno de los museos más visitados del mundo, por delante del MoMA y el Prado.

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Desde 1980 se han hecho varias renovaciones, aunque la ampliación más extensa ha sido la diseñada por Jean Nouvel sobre el solar del Instituto de Bachillerato a Distancia en 2005, con una planta en forma de triángulo truncado y un patio central con una cubierta en color rojo que se ha convertido en emblema del museo. © Editorial Tébar Flores. Prohibida la reproducción sin la autorización expresa de la editorial. 13

04 Museo Thyssen Bornemisza En 1992 el Estado español adquirió los fondos de esta colección privada que la familia Thyssen había comenzado a finales de los años 20. En la primera época, incorporaron piezas de Durero, Jan van Eyck, Fra Angelico, Caravaggio, Frans Hals o Tiépolo. A mediados de siglo ampliaron sus fondos con pintura clásica, impresionista y moderna de autores como Petrus Christus, Antonello da Messina, Palma el Viejo, El Greco, Van Gogh, Picasso, Pollock o Wesselmann. 14

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05 Museo Arqueológico NACIONAL Alberga una colección de 1.330.000 piezas de la Península Ibérica que abarca desde la prehistoria hasta la Edad Moderna. Uno de sus emblemas es la Dama de Elche, una escultura íbera, datada entre los siglos V y IV a.C. y que se encontró en 1897 en esa localidad alicantina.

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06 Estación de Atocha La estación de Atocha recibe más de cien millones de pasajeros cada año, repartidos entre su servicio de Cercanías, Larga Distancia, AVE y servicios regionales de Media Distancia. La antigua estación se rehabilitó en el vestíbulo-jardín con un invernadero tropical, compuesto por 7.200 plantas de 260 especies diferentes, y que se ha convertido en punto de encuentro y relax para los viajeros. 18

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07 Plaza mayor

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Con más de 400 años de historia, la Plaza Mayor ha sido testigo de episodios de lo más diversos: celebraciones reales, corridas de toros, procesiones del Corpus, autos de fe, ejecuciones públicas a garrote vil, conciertos… En la actualidad, bajo sus soportales, los coleccionistas pueden mercadear en las tiendas de filatelia y numismática mientras que madrileños y, sobre todo, visitantes disfrutan de las terrazas que se reparten por los diferentes flancos de la plaza.

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08 Plaza de Santa Ana

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Corazón del Barrio de las Letras, la plaza de Santa Ana ha recibido numerosos nombres desde 1810: plaza del Príncipe Alfonso, del vicealmirante Topete y de la Cerveza. Y es que, en alguna de sus tascas, como la Cervecería Alemana, se han sentado clientes ilustres como Ernest Hemingway o Luis Miguel Dominguín.

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09 El Rastro Tiene una antigüedad de más de 400 años, y en sus puestos se puede encontrar de todo: muebles, películas, ropa usada, utensilios y herramientas de todas clases, cuadros y libros, revistas y cromos, material fotográfico y, por supuesto, antigüedades. Los madrileños suelen cerrar la mañana del domingo tomando unas tapas en algunos de los legendarios bares aledaños.

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10 PARQUE DEL RETIRO Con casi 500 años de antigüedad, el parque del Buen Retiro combina en su superficie la riqueza paisajística de la flora y fauna que lo habitan (cuenta con casi 20.000 árboles

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de 167 especies distintas), con los monumentos (estatuas y construcciones) que engalanan sus paseos: el Palacio de Cristal, el estanque, el monumento a Alfonso XII, la estatua del Ángel Caído, la Puerta de Felipe IV o el Real Observatorio Astronómico, entre muchos otros. Otra de las joyas que atesora es su ambiente;

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magos, músicos, mimos y todo tipo de artistas callejeros animan el entorno del estanque, para diversión y entretenimiento de los transeúntes.

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11 Catedral de La Almudena La Catedral de la Almudena se halla en el corazón de Madrid, junto al Palacio Real. Aunque su primera piedra se puso en 1883, los distintos parones que sufrieron las obras retrasaron su consagración hasta 1993. En su estética confluye el estilo neoclásico del exterior con el neogótico del interior, así como el neorrománico de la cripta. Tiene planta de cruz latina y cuenta con una nave central y dos laterales, crucero de tres naves y cinco capillas radiales.

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12 TEMPLO DE DEBOD Plano del templo

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Este rincón de Madrid guarda dos tesoros para sus visitantes: un atardecer espectacular sobre la Casa de Campo y el monumento al aire libre más antiguo de la ciudad. El Templo de Debod es un cachito de

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Egipto en pleno centro de la ciudad, muy cerca de Plaza de España. El Gobierno egipcio lo regaló a España por su ayuda para salvar los templos de Nubia y fue reconstruido piedra a piedra, manteniendo la orientación que tenía en su lugar de origen.

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Imagen del templo de Debod por David Roberts, 2 de noviembre de 1838.

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13 Puerta del Sol Parada obligada de turistas y vecinos, la Puerta del Sol es un hervidero prácticamente a cualquier hora. El kilómetro 0 de las carreteras españolas, la estatua del oso y el madroño, su emblemático reloj o el luminoso de Tío Pepe son algunos de los elementos que forman parte inseparable de su fisonomía. El cartel publicitario de los vinos Tío Pepe vive en la plaza desde 1935. A pesar de su indulto, cuando desaparecieron la mayoría de los neones de Madrid, tuvo que cambiar su ubicación tras el desembarco de Apple, convertido en símbolo de nuevos tiempos. 32

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14 callao De enorme vida comercial y epicentro de grandes salas de cine de la capital, la plaza del Callao conecta la bulliciosa calle Preciados con la Gran Vía madrileña. Sus edificios fueron en su momento los más altos de la ciudad, y son en sí mismos emblemas de Madrid. Especialmente el edificio Carrión, cuyos carteles publicitarios son inmortalizados una y otra vez por los turistas.

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Ejerciendo de broche de oro a la Gran Vía, pasear por Plaza de España lleva irremediablemente a admirar las construcciones que la flanquean, y entre los que se encuentran edificios tan singulares como la Torre de Madrid, el Edificio España, la Casa Gallardo o el de la Compañía Asturiana de Minas.

plaza de España 15

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16 Congreso de los Diputados Al pie de la escalinata que asciende por la fachada principal, los dos leones del Congreso custodian la entrada a la Cámara. Se realizaron con el hierro fundido de los cañones capturados durante las guerras de África y se han convertido en una seña de identidad de la institución.

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El edificio del Congreso acoge multitud de valiosas piezas de arte: cuadros, tapices, pinturas murales… Entre sus salas destaca el salón de Plenos, como escenario de la actividad política en España.

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Declarado Bien de Interés Cultural, el Hotel Palace supuso en su tiempo un prodigio de lujo y modernidad en el que, a lo largo de su historia, se han hospedado multitud de personajes famosos. Su cúpula de vidrieras de colores, sostenidas por columnas dobles, cobija varios salones y restaurantes que siguen siendo punto de encuentro y reuniones.

Hotel palace 17

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18 Pastelería La Mallorquina El aroma cálido y dulce de la pastelería La Mallorquina inunda cada día la esquina de la Puerta del Sol con la Calle Mayor. Abrió sus puertas en 1894 y sus célebres napolitanas, junto a otros dulces como ensaimadas, rosquillas o trufas, son ya un clásico para los madrileños. Hoy es la tercera generación la que sigue conservando la esencia de esta casa centenaria.

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En las proximidades de Ciudad Universitaria y Moncloa se ubica el parque del Oeste, una superficie de 100 hectáreas que hasta principios del siglo XX fue el principal vertedero de basuras de la ciudad. Durante la Guerra Civil se convirtió en campo de batalla, e incluso se pueden apreciar todavía tres búnkeres para ametralladoras de los que se levantaron entonces.

Parque del Oeste 19

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20 Casa de Campo y teleférico Sus más de 1.500 hectáreas y diversidad de fauna y flora hacen de la Casa de Campo un auténtico pulmón para la ciudad. Fue Felipe II quien formó una finca que unía el Palacio Real con el cazadero de El Pardo, pero en la Segunda República fue finalmente cedido al pueblo de Madrid.

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Actualmente alberga el Zoológico, el Lago, el Parque de Atracciones o la Venta del Batán, entre otras instalaciones. Cuenta, además, con una peculiar conexión con el centro de la ciudad: el Teleférico, que fue inaugurado en 1969 y recorre casi 2,5 km a 40 metros de altura, aportando unas espectaculares vistas panorámicas de Madrid.

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21 Mercado de San Miguel Aunque su tradición como mercado se remonta a la época medieval, su estructura de hierro y crestería cerámica de la cubierta son de 1916. Con el auge de las grandes superficies, su actividad fue decayendo, hasta que se reinventó redirigiendo su oferta hacia la gastronomía. En sus puestos ahora se pueden probar las delicias de la cocina de todos los rincones de España, así como las propuestas culinarias de varios cocineros con estrella Michelin.

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Se inauguró en 1919 como central de distribución de Correos, Telégrafos y Teléfonos, recibiendo entonces el nombre de Palacio de Telecomunicaciones. Desde 2007 es sede de la Alcaldía, cambiando su denominación a Palacio de Cibeles y tras una remodelación que adecuó sus dependencias a la nueva función.

Ayuntamiento 22

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23 Plaza de Cibeles

Es una de las más famosas y emblemáticas plazas de Madrid. Está presidida por una hermosa fuente que le da nombre y en ella se celebran los triunfos del Real Madrid, pero también de la Selección Española de fútbol y baloncesto. 44

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Plaza de Neptuno

Su nombre oficial es plaza de Cánovas del Castillo, pero la fuente que se levanta en su centro, dedicada al dios Neptuno, le ha cambiado su nombre a nivel popular. Los aficionados del Atlético de Madrid se reúnen en esta glorieta para celebrar sus títulos y victorias. © Editorial Tébar Flores. Prohibida la reproducción sin la autorización expresa de la editorial.

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24 ESTADIO SANTIAGO BERNABÉU El campo le debe su nombre al mítico dirigente que presidió el club de 1943 a 1978. Puede albergar a más de 80.000 espectadores y, a través de un tour, se pueden ver de cerca los trofeos conseguidos por el equipo y sus espectaculares instalaciones.

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Desde septiembre de 2017, cuando abandonó su ubicación al borde del Manzanares, el Wanda Metropolitano es el nuevo estadio del Atlético de Madrid. La forma de ola de su graderío y el canalón rojo que evoca los colores del equipo son algunas de las señas de identidad de su nueva casa.

Estadio Wanda Metropolitano © Editorial Tébar Flores. Prohibida la reproducción sin la autorización expresa de la editorial.

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25 MERCADO DE LA CEBADA En 2009 el colectivo de artistas urbanos Boamistura pintó la fachada y sus bóvedas de colores y ya son un distintivo de la ciudad.

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Situado en el barrio de La Latina, es uno de los mercados de abastos más grande y de más larga historia de Madrid. Posee dos plantas y más de seis mil metros cuadrados de uso comercial.

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Cocido en el Restaurante La Bola 26 El cocido madrileño es, probablemente, el guiso más antiguo y típico de la capital. Uno de los más afamados es el de la Taberna de La Bola, tanto por su sabor como por la solera de su establecimiento, que ya existía a principios del siglo XIX. Uno de sus secretos es que siguen preparándolo sobre brasas y en pucheros de barro individuales.

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27 Malasaña y Chueca

Colindando con Malasaña, Chueca se ha convertido en exponente del colectivo LGTBI en la capital.

Debe su nombre a Manuela Malasaña, heroína del levantamiento popular de mayo de 1808. El barrio se asocia con el movimiento de los años 80 denominado Movida Madrileña, y sigue manteniendo una intensa vida cultural y de ocio.

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28 Casa Patas

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Casa Patas es uno de los lugares de culto del flamenco en la capital. En este conocido local se organizan espectáculos de cante y baile flamenco que son referencia para los puristas y un lugar imprescindible para cualquier guiri informado.

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Su pasado como parada de diligencias ha dejado en la Cava Baja una gran tradición de establecimientos vinculados con la hostelería que continúa hoy en día, convirtiéndola en zona de tapeo de referencia. Entre sus múltiples negocios con historia, uno de los más populares es Casa Lucio, que ha hecho universalmente famosos sus huevos estrellados.

Casa Lucio y Cava Baja 29

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30 casa museo sorolla Joaquín Sorolla dejó a su muerte un extenso legado que hoy es posible contemplar en el museo que fue su casa y taller. Además de su colección, con obras de pintura, dibujos, escultura y fotografía, el museo bien merece una visita por los jardines que el propio Sorolla diseñó y que fueron una constante fuente de inspiración.

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31 Restaurante Casa Botín Considerado como el restaurante más antiguo del mundo según el Libro Guiness de los Records, los antecedentes de Casa Botín se remontan a 1621. Además de por su cocina tradicional castellana, su fama ha venido acompañada por su aparición en numerosas y renombradas obras literarias.

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Plaza de Puerta Cerrada 32 Fue uno de los accesos de la muralla de Madrid hasta 1582. En la actualidad es zona de gran bullicio por la cantidad de bares que hay en sus calles aledañas y en la misma plaza. También se considera un icono de modernidad por los murales que adornan los edificios que habían quedado al descubierto tras las demoliciones del XIX.

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33 Puerta de Alcalá Inaugurada por Carlos III en 1778 para conmemorar su entrada en Madrid como rey de España, es el primer arco del triunfo construido en Europa tras la caída del Imperio romano y es precursor de otros como el de París o Berlín. Ha sido testigo de multitud de manifestaciones políticas y artísticas, y la canción del mismo nombre ha ayudado a popularizarla entre la sociedad española.

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34 Biblioteca Nacional Fundada en 1712 como Real Biblioteca Pública, la Biblioteca Nacional custodia alrededor de treinta millones de publicaciones, ya que recibe y conserva ejemplares de todos los libros publicados en España. Atesora una valiosísima muestra de incunables, manuscritos, dibujos, mapas, grabados, fotografías o partituras, entre otros documentos antiguos, así como una importante hemeroteca. 60

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Con la llegada de las salas de cine, la Gran Vía se convirtió en todo un escaparate de sueños que se asomaban a través de los neones y los carteles pintados que anunciaban los estrenos. De las quince salas que llegó a albergar la Gran Vía, hoy solo sobreviven tres. Aunque algunos se han reconvertido como teatros, la mayoría han sido adquiridos por grandes cadenas de ropa.

Cines de la Gran Vía 35

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36 chocolatería San Ginés Esta churrería en el centro de Madrid ha sido lugar de encuentro de varias generaciones desde 1894. Está abierta 24 horas los 365 días del año y su fórmula, aunque sencilla, tiene un secreto: la harina y el cacao se elaboran especialmente para el establecimiento y su fabricación es artesanal. 62

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Parque del Capricho 37 Es uno de los espacios verdes más desconocidos que conforman el patrimonio artístico natural de la ciudad. Es el único jardín del Romanticismo que existe en Madrid y en él se reunen tres estilos diferentes: el parterre, el paisaje inglés y el giardino italiano. También esconde un secreto: un búnker de la Guerra Civil, único por su estado de conservación, que alojó el Cuartel General del Ejército Republicano del Centro.

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38 matadero y madrid río Aprovechando los antiguos edificios del mercado municipal de ganados de 1924, el Matadero es un espacio de intercambio de ideas que está abierto a todos los campos de la creación. El desarrollo de este complejo cultural ha ido parejo a Madrid Río, una macro operación de reequilibrio ecológico de Madrid, que ha logrado recuperar los espacios que rodean el Manzanares con nueva vegetación y especies de peces y aves.

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39 Plaza de Toros de Las Ventas La Monumental de las Ventas recibe su nombre de la zona en la que se sitúa. Tiene capacidad para 23.798 espectadores, convirtiéndola en la más grande de España y la tercera del mundo con mayor aforo, mientras que su ruedo, de sesenta metros de diámetro, es el segundo mayor del mundo.

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Edificio Tabacalera, arte urbano 40 Tabacalera es un proyecto cultural y de arte que ha adoptado como sede la antigua Fábrica de Tabacos de Madrid, donde trabajan diversos colectivos. El perímetro exterior del patio del edificio se ha transformado en una auténtica galería de arte gracias al proyecto Muros, por el que diversos artistas plasman cada año sus creaciones de arte urbano.

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41 CÍRCULO DE BELLAS ARTES Es uno de los centros culturales privados más importantes de Europa y desarrolla actividades que abarcan desde las artes plásticas, hasta la literatura, la ciencia, la filosofía, el cine o las artes escénicas. Su azotea, a cincuenta y seis metros de altura, ofrece una vista espectacular de la ciudad junto a la escultura de Minerva, que se ha convertido en símbolo del Círculo desde su fundación.

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42 PALACIO DE LONGORIA El palacio de Longoria es el edificio más característico del modernismo madrileño. Fue construido en 1902 como residencia familiar y oficinas del financiero Javier González Longoria. La fachada imita, mediante piedra artificial, diferentes formas orgánicas y vegetales, y es una de las más espectaculares de Madrid. Actualmente es sede de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). 70

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43 edificio metrópolis En la confluencia de Alcalá y Gran Vía, el Metrópolis es uno de los edificios más emblemáticos de Madrid. En sus inicios fue diseñado para la compañía de seguros La Unión y el Fénix, pero la compañía Metrópolis lo adquirió en 1972. Más tarde encargó la estatua de la Victoria alada que lo corona y que lo caracteriza.

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casino de madrid 44 El Casino de Madrid es una asociación sin ánimo de lucro fundada en 1836 y que tiene como fines promover entre sus socios toda clase de actividades artísticas, literarias, culturales, deportivas y recreativas. Su actual sede de la calle de Alcalá fue, desde su apertura en 1910, un espacio de representación de la élite madrileña de la época. En sus instalaciones cuenta con el reputado restaurante La Terraza del Casino, dirigido por Paco Roncero, poseedor de dos estrellas Michelin.

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EXCURSIONES DESDE MADRID

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45 EL ESCORIAL

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A tan solo 50 kilómetros de Madrid se da la combinación perfecta entre un entorno natural de gran belleza y un patrimonio artístico único, allí donde la Sierra de Guadarrama abraza al Monasterio de El Escorial. Felipe II encargó su construcción en 1563 a Juan Bautista de Toledo, aunque otros arquitectos y especialmente Juan de Herrera dejaron su impronta en esta muestra singular de arquitectura renacentista española que ocupa más de 30.000 metros cuadrados sobre la ladera meridional del monte Abantos. El complejo, monacal © Editorial Tébar Flores. Prohibida la reproducción sin la autorización expresa de la editorial.

y palaciego, incluye un palacio real, una basílica, un panteón, una biblioteca, un colegio y un monasterio. Sus obras se prolongaron hasta 1584 y marcó el paso del plateresco renacentista al clasicismo desornamentado, dando origen, además, al estilo herreriano. Guarda entre sus muros obras de El Bosco, El Greco y Velázquez y de pintores y escultores italianos. Es, desde 1984, Patrimonio Mundial por la Unesco. En la cripta del monasterio se encuentra el Panteón de Reyes, donde reposan los restos de los reyes y reinas de España de las dinastías Austria y Borbón, a excepción de Felipe V y Fernando VI. 77

46 TOLEDO Pensar en Toledo, Patrimonio de la Humanidad, es pensar en la Ciudad de las Tres Culturas (cristiana, judía y musulmana); en sus murallas y puertas que la fortifican; en su majestuoso Alcázar o en la infinidad de hermosos rincones que componen las calles empedradas de su casco histórico. Toledo es también El Greco y los lugares donde están presentes sus obras: la iglesia de Santo Tomé; el museo del Greco y el de Santa Cruz; la Catedral, el Convento de Santo Domingo o el Hospital de Tavera. 78

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CRISTIANO © Editorial Tébar Flores. Prohibida la reproducción sin la autorización expresa de la editorial.

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JUDÍO

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MUSULMÁN

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47 SEGOVIA Entre los valles de los ríos Eresma y Clamores, y al pie de la sierra de Guadarrama, se encuentra Segovia. La Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad la ciudad vieja y su acueducto, convertido en el símbolo indiscutible de la ciudad. Su casco antiguo alberga multitud de edificios históricos, católicos y judíos, como la antigua sinagoga, hoy Iglesia del Corpus, el cementerio judío, el Alcázar, del siglo XII y residencia de los reyes de Castilla, el Monasterio de San Antonio el Real o la Catedral de Santa María, obra maestra del gótico castellano.

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1.- Acueducto 2.- Restaurantes cochinillo 3.- Catedral 4.- Alcázar

Degustar un buen cochinillo asado se ha convertido en otro de los elementos indispensables de la visita a Segovia. Uno de los más populares es el de Casa Cándido, quien, de forma fortuita, comenzó la tradición de trincharlo con un plato. © Editorial Tébar Flores. Prohibida la reproducción sin la autorización expresa de la editorial.

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El acueducto es la obra de ingeniería civil romana más importante de la Península. Unos 25.000 sillares de granito unidos sin ningún tipo de argamasa componen sus 818 metros de longitud.

Conocida como la Dama de las Catedrales, la de Segovia es obra de Juan y Rodrigo Gil de Hontañón. Está considerada como una obra maestra del gótico castellano.

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48 La Granja de San Ildefonso Con la construcción de esta residencia de verano y sus jardines, Felipe V quiso recrear el palacio de Versalles, donde pasó su infancia. Debe su nombre a la granja de los jerónimos del monasterio de El Parral a los que el monarca compró los terrenos circundantes. Uno de sus principales atractivos son sus jardines, ejemplo del diseño europeo del siglo XVIII, y en especial las 21 fuentes monumentales que los engalanan. Por cuestiones de consumo de agua solo se encienden a la vez tres veces al año, ocasión que congrega a gran cantidad de visitantes atraídos por el singular espectáculo. 86

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49 ARANJUEZ El Paisaje Cultural de Aranjuez ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En la visita a la ciudad es ineludible una parada en el Palacio Real, cuyas obras ordenó iniciar Felipe II y que usaron como residencia de recreo todos los reyes españoles hasta el siglo XIX. También parada obligatoria son sus jardines, donde fuentes, estatuas y gran variedad de árboles y especies vegetales lo convierten en un escenario idílico.

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50 cuenca y la Ciudad Encantada Cuenca, a la que se ha llamado ciudad paisaje, posee un importante patrimonio histórico y arquitectónico que la ha hecho merecedora de ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Ejemplos de esa riqueza cultural son su ciudad antigua, con edificios como la catedral o las Casas Colgadas y sus numerosos museos, entre los que destaca el de Arte Abstracto Español. 92

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La Ciudad Encantada es un paraje natural de formaciones rocosas calcáreas, modeladas a lo largo de miles de años por la acción del agua, el viento y el hielo, que han creado caprichosas y espectaculares esculturas naturales.

Las Casas Colgadas, símbolo de la ciudad, son viviendas edificadas desde el siglo XV directamente sobre el río, al que también mira el Puente de San Pablo, en origen de piedra y hoy de hierro y madera. De efecto parecido son los Rascacielos, casas que en la calle Alfonso VIII tienen tres o cuatro alturas y pueden llegar a las diez en la parte posterior que mira a la hoz del Huécar.

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51 Sierra de La Pedriza Al sureste del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, el espacio protegido más extenso de la Comunidad de Madrid, y dentro del municipio de Manzanares el Real, se encuentra La Pedriza, un paisaje formado por riscos, paredes rocosas, canchales, arroyos y praderas que ocupa 3.200 hectáreas y se eleva por encima de los 2.000 metros de altitud. Está dividida en tres zonas: el Alcornocal, la Pedriza anterior y la Pedriza posterior, en la que dominan las Torres de la Pedriza y el Circo. 94

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Situado en el municipio de Rascafría, al noroeste de la Comunidad de Madrid, el Real Monasterio de Santa María de El Paular fue, desde su fundación en 1390 y hasta el siglo XIX, un monasterio cartujo que, a partir de 1954, se convierte en abadía benedictina.

Monasterio de El Paular 52

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53 Buitrago del Lozoya A los pies de la sierra de Guadarrama y rodeado por el río Lozoya, Buitrago parece una isla. Tanto la antigua muralla como su casco urbano están declarados Bien De Interés Cultural y de la misma belleza son los paisajes que abrazan la villa. El casco urbano de Buitrago forma una herradura sobre el río y su recinto amurallado, de origen musulmán y construido en el siglo XI, cuenta con la llamada Torre Albarrana.

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Piscinas naturales

A tres kilómetros del centro está el Área Recreativa de Riosequillo, con una inmensa piscina de 4.500 metros cuadrados, que se mantiene con productos naturales. Buitrago posee un interesante Museo Picasso con las obras que donó al pueblo Eugenio Arias Herranz, natural de esta villa y amigo del pintor. © Editorial Tébar Flores. Prohibida la reproducción sin la autorización expresa de la editorial.

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54 Alcalá de Henares

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La Universidad es una de sus joyas monumentales. Más antigua, del siglo XII, es su Calle Mayor, que sigue el trazado de la calzada romana Caesar Augusta. Además, es de singular belleza la Catedral-Magistral, del siglo XVI y estilo gótico flamígero, aunque edificada sobre una capilla del siglo V.

Del mismo siglo XVI es la casa natal de Miguel de Cervantes, donde las distintas salas se distribuyen en torno a un bello patio de columnas renacentistas y que atesora en su interior una de las mejores colecciones de las distintas ediciones de El Quijote.

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55 Ávila, ciudad amurallada Como quien guarda un tesoro de palacios medievales, de iglesias románicas, de conventos y monasterios, y de dulces yemas, perrunillas y mantecados, la muralla de Ávila ha sobrevivido a los siglos gracias a sus piedras protectoras. Es, en sí misma, una joya que estuvo a punto de desaparecer en el siglo XIX y hoy, sin embargo, es la mejor conservada de Europa. Se construyó a finales del siglo XI y cuenta con ochenta y ocho torreones y nueve puertas, entre ellas hay dos que permiten subir a pasear sobre la muralla: la del Peso de la Harina y la del Puente.

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La plaza de la Catedral está cuajada de palacios como el de Valderrábanos, el de los Velada y el antiguo palacio episcopal.

También adosada a la muralla se encuentra la casa de las Carnicerías, del siglo XVI, y junto a la puerta de San Vicente, la basílica del mismo nombre, que es un ejemplo del románico más bello. © Editorial Tébar Flores. Prohibida la reproducción sin la autorización expresa de la editorial.

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Ávila es también su cultura gastronómica, basada en una cocina sencilla pero con grandes materias primas: ternera de raza avileña, judías de El Barco y, sobre todo, sus celebérrimas yemas de Santa Teresa.

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56 Salamanca, ciudad universitaria

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El Puente Romano es uno de sus vestigios más antiguos y de la infraestructura original conserva la mitad norte, ya que la otra mitad tuvo que ser reconstruida en el siglo XVII tras una riada. La Ciudad Vieja de Salamanca, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, se fraguó en el siglo XVI sobre su estructura medieval con la protección del Cardenal Cisneros y de grandes mecenas del arte que le dieron la importancia religiosa y cultural de la que todavía goza.

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Los monumentos religiosos de Salamanca son casi infinitos. Valgan como ejemplo, el Convento de San Esteban, de fachada plateresca, con un impresionante claustro renacentista y su luminosa iglesia, con el retablo mayor de José Benito Churriguera; la Iglesia de San Marcos, del siglo XI y la única románica de planta circular, que, sin embargo, tiene interior basilical, con tres naves separadas por cuatro gruesos pilares que generan un pequeño crucero o el Convento de las Dueñas, de 1533, con un magnífico claustro de singular planta pentagonal y dos plantas, con arcos sobre columnas y medallones, cuyos motivos evidencian una gran fantasía. 106

La universidad, que es la más antigua de España y del mundo hispánico y la tercera más antigua de Europa, fue fundada en 1218 por Alfonso IX. El edificio histórico de las Escuelas Mayores es de 1411, con fachada plateresca en tres cuerpos, ricamente decorado con medallones y escudos y el detalle de una rana sobre una calavera que durante siglos ha advertido a los estudiantes de los peligros de una vida disipada y que es hoy una atracción turística. © Editorial Tébar Flores. Prohibida la reproducción sin la autorización expresa de la editorial.

Entre la arquitectura civil destaca la Casa de las Conchas, edificio gótico con elementos platerescos, que se construyó entre los siglos XV y XVI. En el pasado fue cárcel de estudiantes, pero hoy es biblioteca pública. Además cuenta con las rejas más bellas del gótico español y un patio con arcos mixtilíneos y columnas de mármol de Carrara.

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57 cercedilla Cercedilla, en la sierra de Guadarrama, es un lugar espléndido para el turismo de naturaleza: senderismo, piscinas naturales o escalada son algunas de las muchas alternativas. En invierno, Cercedilla se viste de blanco y comienza la temporada de esquí en el puerto de Navacerrada, el más próximo a Madrid. 108

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Castañar de El Tiemblo 58 Es uno de los bosques más hermosos y singulares de la zona y el de mayor extensión del Sistema Central. Su visita es especialmente recomendable en otoño, cuando sus castaños centenarios se tiñen de rojos, naranjas y amarillos.

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Sigüenza cuenta con la merecida consideración de Conjunto Histórico-Artístico. Una de las maravillas de la ciudad es la catedral, de estilo inicial románico-cisterciense, con acabado gótico y numerosos elementos renacentistas. Además, cuenta con una importante colección de arte que incluye La Anunciación del Greco.

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La Noche de las velas

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Desde hace casi tres décadas cada julio se celebra en Pedraza la Noche de las Velas, donde las luces públicas se apagan y sus calles, plazas, jardines y patios quedan iluminados únicamente con la luz de las velas.

60 Pedraza Pedraza está considerado uno de los pueblos más hermosos de España, gracias a su villa medieval amurallada que fue declarada Conjunto Histórico. La Puerta de la Villa es el único acceso al municipio, tanto para personas como para vehículos.

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UN POCO DE HISTORIA

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PALACIO REAL Y PLAZA DE ORIENTE

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ajestuoso escenario donde la historia habla de reyes y de héroes, pero también de la cultura y la actividad de una ciudad viva, en la Plaza de Oriente conviven el tenor Julián Gayarre, monarcas godos y castellanos y el cabo Luis Noval, héroe de la guerra del Rif. Diseñada en 1844 por Narciso Pascual y Colomer bajo el mandato de José Bonaparte, está delimitada por el Palacio Real, el Teatro Real y el Monasterio de la Encarnación, que mira a los jardines del cabo Noval, donde se encuentra el monumento al héroe de piedra y bronce del escultor Mariano Benlliure. En el centro de la plaza se ubica una colección escultórica en la que destaca la efigie de Felipe IV, obra de Pietro Taca y primera estatua ecuestre del mundo sujetada únicamente por las patas traseras del caballo. Se completa con las esculturas de veinte reyes españoles, cinco visigodos y quince de los primeros reinos cristianos de la Reconquista. El Palacio Real se empezó a construir en 1738 bajo la batuta de los arquitectos Filippo Juvara y Juan Bautista Sachetti durante el reinado

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de Felipe V. Es el palacio más grande de Europa Occidental (y uno de los más grandes del mundo) y alberga un valioso patrimonio histórico artístico: los Stradivarius Palatinos y colecciones importantes de pintura, escultura y tapicería. Millón y medio de visitantes admiran cada año los cuadros de Caravaggio, Velázquez o Goya y los frescos de Giaquinto, Tiépolo o Mengs, además de colecciones de la Armería Real, porcelana, relojería, mobiliario y platería. En sus costados, la Plaza de la Armería y los Jardines de Sabatini, proyectados en los años 30 durante la Segunda República. Junto al palacio, el Teatro Real de Madrid es el edificio que más ha condicionado el trazado final de la plaza. Inaugurado en 1850 por Isabel II, presenta el aspecto neoclásico que le dio, en su reforma, Joaquín de la Concha. En los siglos XIX y XX ha sufrido varias remodelaciones y es en 1988 cuando recupera su actual función de teatro de la ópera. Más antiguo es el Monasterio de la Encarnación, que presenta el austero estilo herreriano que diseñó Juan Gómez de Mora entre 1611 y 1616.

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MUSEO DEL PRADO

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l Museo Nacional del Prado es uno de los símbolos más importantes de la cultura española y testigo excepcional de la historia. Considerado una de las pinacotecas más importantes del mundo, es para muchos el primero en pintura europea, especialmente de los siglos XVI al XIX, e indiscutiblemente único en la obra de Velázquez, el Greco, Goya, Tiziano, Rubens y el Bosco. Cuenta, además, con extensas representaciones de Murillo, Ribera, Zurbarán, Fra Angelico, Rafael, Veronese, Tintoretto, Patinir, Antonio Moro o Van Dyck. El edificio que alberga semejante tesoro fue encargado por Carlos III en 1786 al arquitecto Juan de Villanueva, que creó una de obras más importantes del neoclasicismo español. El proyecto original estaba formado por un cuerpo central terminado en ábside flanqueado por dos galerías alargadas, aunque fue modificado en las sucesivas am-

pliaciones. El cuerpo central está compuesto por un gran pórtico de seis columnas de orden toscano, un entablamento, una cornisa y un ático que lo remata y el frontón rectangular que está adornado por un friso escultórico de Ramón Barba. De especial relevancia es la ampliación llevada a cabo por Rafael Moneo en 2007, que incluyó el encargo a la escultora Cristina Iglesias de la puerta más próxima a los Jerónimos; una obra imponente realizada en bronce que permite varias posiciones gracias a un sistema mecanizado y que se asemejan a raíces y tallos vegetales cuyas rugosidades invitan al tacto al visitante. En el exterior, frente a la fachada principal, está ubicada la estatua de Velázquez, obra del escultor Aniceto Marinas, mientras que la de Murillo se levanta en la plaza del mismo nombre, entre el Museo del Prado y el Jardín Botánico, y es obra del escultor Sabino de Medina.

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MUSEO REINA SOFÍA

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l Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía es el vértice sur del llamado Triángulo del Arte de Madrid, que incluye los museos del Prado y Thyssen-Bornemisza y ocupa, por derecho propio, un lugar destacado entre los mejores del mundo. Está dedicado al arte moderno y contemporáneo, con una colección permanente de grandes artistas españoles del siglo XX, especialmente Pablo Picasso, Salvador Dalí y Joan Miró. Posee importantes colecciones de arte surrealista con obras de Francis Picabia, René Magritte, Óscar Domínguez o Yves Tanguy, además de Miró y Dalí; del cubismo, con Picasso, Juan Gris, Georges Braque, Robert Delaunay, Fernand Léger o Albert Gleizes y artistas expresionistas como Francis Bacon o Antonio Saura. Además, otros autores destacados como Lucio Fontana, Yves Klein, Diego Rivera, Alexander Calder, Roberto Matta, Mark Rothko, Antonio López García, Antoni Tàpies, Miquel Barceló o Sam Francis han contribuido también a que se convierta en el museo más visitado de España, con más de tres millones y medio de entradas y uno de los

más visitados del mundo, por delante del MoMA y el Prado. Su colección comienza a finales del siglo XIX, y se presenta como una muestra del conflicto entre el progreso que trae la modernidad y el descontento social y político y el papel del arte y la cultura de vanguardia en un mundo en convulsión. Su sede es el antiguo Hospital General de Madrid, un gran edificio neoclásico del siglo XVIII situado cerca de la glorieta de Atocha y que fue proyectado por José de Hermosilla, aunque después Francesco Sabatini asumió las obras que, sin embargo, no llegaron a concluirse. El edificio previsto llegaba hasta la calle Atocha y la fachada principal (que ahora está a la vista) iba a ser la de uno de los patios, razón por la que carece de ornamentación. Desde 1980 se han hecho varias renovaciones, aunque la ampliación más extensa ha sido la diseñada por Jean Nouvel en 2005, con una planta en forma de triángulo truncado y un patio central con una cubierta en color rojo que se ha convertido en emblema del museo.

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MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA

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l Museo Thyssen-Bornemisza es el tercer vértice del triángulo del arte madrileño, con una colección de origen privado reunida a lo largo de más de 70 años por la familia que da nombre al museo. Su colección se ubicó en Madrid en 1988 gracias a un acuerdo de arrendamiento y fue adquirida en 1992 por el Estado español. Desde el punto de vista artístico, ha aportado numerosos pintores extranjeros que no estaban en los museos españoles, desde el gótico de los siglos XIV y XV, hasta el pop art y la pintura figurativa del último tercio del siglo XX, complementando así al Prado y al Reina Sofía. Cerca de un millón de personas pasean cada año por sus salas para ver, además del fondo permanente, las múltiples exposiciones temporales que lo sitúan como el quinto más visitado de España. Desde finales de los años 20, la familia Thyssen adquirió muchos de los mejores cuadros antiguos de la colección, que incluyen piezas de Durero, Holbein, Baldung Grien, Jan van Eyck, Fra Angelico, Carpaccio, Sebastiano del Piombo, Caravaggio, Frans Hals o Tiépolo, y desde mediados de

siglo, el fondo se amplió con pintura clásica, impresionista y moderna de autores como Petrus Christus, Antonello da Messina, Palma el Viejo, El Greco, Van Gogh, Picasso, Pollock o Wesselmann. La colección incluye, además de cuadros, dibujos, acuarelas, esculturas, tallas en marfil, objetos de plata, muebles, tapices y alfombras. El ya Museo Nacional tiene su sede en el Palacio de Villahermosa, en la esquina del paseo del Prado con la carrera de San Jerónimo; en un edificio del siglo XVIII. Sus suntuosos interiores se perdieron al convertirse en la sede central de un banco que remplazó los grandes salones por oficinas. En 1980 pasó a manos del Estado que lo empleó para varias exposiciones temporales del vecino Museo del Prado. Tras el acuerdo con la familia Thyssen, Rafael Moneo se encargó de su rehabilitación como pinacoteca. En 2004 el museo se amplió para albergar el núcleo más valioso de la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, con obras de Canaletto, Fragonard, Coubert, Boudin, Monet, Sisley, Renoir, Degas, Gauguin, Rodin, Matisse o Picasso.

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MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL

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s el principal museo español dedicado a la arqueología, con una colección que se basa en piezas de la Península Ibérica desde la prehistoria hasta la Edad Moderna, aunque también exhibe series de fuera de España. Fue fundado en 1867 por Isabel II para reunir las colecciones de antigüedades que estaban dispersas y mostrar la historia de España desde sus orígenes, ofreciendo al mundo los tesoros del patrimonio cultural de las antiguas civilizaciones. Cuenta con 40 salas dedicadas a la prehistoria, la Hispania romana, la Antigüedad tardía, la Edad Media, la Edad Moderna, Oriente Próximo, Egipto y Nubia o Grecia, entre otras. Cuenta con 1.330.000 piezas de incalculable valor entre las que destacan la Bicha de Balazote, la Esfinge de Agost, la Copa de Aisón, la Dama de Baza, el Toro de Osuna, la mayor parte del Tesoro de Guarrazar, momias y sarcófagos egipcios, la Momia guanche o una reproducción del techo de los polícromos de la cueva de Altamira, además de una de las colecciones de numismática más destacadas a nivel europeo, con cerca de 300.000 monedas. Uno de los emblemas del museo es la Dama de Elche, escultura íbera en piedra caliza

de entre los siglos V y IV a.C. que representa a una dama de facciones perfectas y ataviada con riqueza y mucho detalle. Originalmente estaba policromada y tiene una oquedad donde se han hallado restos de cenizas, que demuestran el carácter funerario del busto y, sobre todo, han acallado las dudas de algunos autores sobre su autenticidad. La pieza se encontró en 1897 en el yacimiento de Alcudia, en la localidad alicantina de Elche, y aunque fue comprada inicialmente por el Museo del Louvre, se intercambió y regresó a España en 1941. El museo tiene su sede en el Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales de Madrid, un edificio del siglo XIX de los arquitectos Francisco Jareño y Alarcón y Antonio Ruiz de Salces, comparte su espacio con la Biblioteca Nacional y está situado en la calle Serrano, junto a la plaza de Colón. De estilo neoclásico, cuenta con dos fachadas con ventanas rematadas por frontones triangulares: la de Recoletos con columnas corintias y la de Serrano con capiteles toscanos y jónicos. Ambas se adornan con un conjunto de estatuas y relieves de personajes ilustres de las letras y las artes.

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ESTACIÓN DE ATOCHA

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a estación de Atocha, en las cercanías de la plaza del emperador Carlos V, en el centro de Madrid, es la de mayor tráfico de pasajeros de España: más de cien millones cada año que se reparten entre su servicio de Cercanías, Larga Distancia, AVE y servicios regionales de Media Distancia. Su historia comienza como un simple embarcadero en 1851, pero el constante crecimiento de pasajeros la ha transformado en el complejo nudo ferroviario de tres estaciones que es hoy. El edificio primitivo quedó destruido en un incendio en 1864, por lo que en 1888 dan comienzo las obras de la nueva estación, una nave de 154 metros de largo y 27 de altura, bajo la dirección de Alberto de Palacio, colaborador de Gustave Eiffel, el creador de una auténtica obra de arte de la arquitectura ferroviaria. A finales del siglo XIX, la competencia con la Estación del Norte le quitó exclusividad, pero la comunicación con la nueva estación de Chamartín mediante un túnel que va paralelo al Paseo de la Castellana, ya a mediados del siglo XX, aumentó su tráfico y facilitó la comunicación nor-

te-sur de la ciudad, por lo que ganó en competitividad frente a otras estaciones que acabaron por desaparecer. La demanda de viajeros hizo que se fueran incorporando edificios e instalaciones necesarias también para adaptarse a las nuevas velocidades, por lo que sufrió una profunda transformación en 1992, año en el que quedó configurada la estación Puerta de Atocha, obra de Rafael Moneo, para trenes de Alta Velocidad y Larga Distancia, además de la estación Atocha-Cercanías que acoge también la Media Distancia y los pasantes de Larga Distancia a través de los denominados popularmente como Túneles de la Risa. La antigua estación se rehabilitó en el vestíbulo-jardín con un invernadero tropical, con 7.200 plantas de 260 especies, que da acceso a las estaciones que componen el complejo ferroviario. Su historia está también marcada por el 11 de marzo de 2004, fecha del atentado terrorista más grande de Europa, en el que murieron 191 personas y 1.858 resultaron heridas, hecho por el que desgraciadamente siempre será recordada.

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PLAZA MAYOR

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a ha cumplido 400 años, en los que ha sido testigo de cientos, miles, millones de pisadas sobre sus piedras. Antes fue la plaza del Arrabal, el mercado principal de la villa, y su cambio vital llegó en 1580 con la instalación de la corte en Madrid. Felipe II encarga su remodelación a Juan de Herrera, que derribó las casas de las manzanas que rodeaban la antigua plaza para construir los nuevos edificios. El primero, la Casa de la Panadería, fue obra de Diego Sillero y finalizan las obras en 1619. Las encarga Felipe III a Juan Gómez de Mora, al que pide un espacio amplio, estructurado y simétrico que es como lo conocemos hoy. El monarca, modernizador de la capital, quería una plaza que, además de concentrar el trasiego mercantil, sirviera como punto de encuentro; un foro porticado al estilo de la Roma imperial. El resultado fue una plaza completamente cerrada de 129 metros de largo y 94 de anchura, con viviendas de tres plantas y 237 balcones desde los que contemplarla. Dispone de diez accesos, de los que el más famoso es el Arco de Cuchilleros, que salva el desnivel con

la Cava de San Miguel y que instaló Juan de Villanueva en la rehabilitación tras su último incendio en 1790. Los dos fuegos anteriores obligaron a sendas reconstrucciones de Gómez de Mora y Tomás Román. En 1848 se colocó la estatua ecuestre de Felipe III que preside la plaza, obra de Juan de Bolonia y Pietro Tacca, que data de 1616. Con las sucesivas reformas, la máxima expresión del Madrid barroco fue adoptando también rasgos románticos y clasicistas. Su historia es la de muchas celebraciones reales y algún episodio oscuro: corridas de toros, procesiones del Corpus, autos de fe y ejecuciones públicas a cuchillo o a garrote vil. Ha estado en las novelas de Galdós y también en el cine, y en casi todas las fotografías que se llevan a sus países los millones de turistas que pasan por Madrid. Allí se instala cada año el mercadillo navideño más famoso de la capital y, de cuando en cuando, se levanta un escenario para un concierto. Mientras tanto, bajo sus soportales sostenidos por pilares de granito, los guiris toman un refrigerio y los coleccionistas mercadean en las tiendas de filatelia y numismática.

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PLAZA DE SANTA ANA

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e llamó también plaza del Príncipe Alfonso, del vicealmirante Topete y de la Cerveza, porque su historia ha sido y es todo eso: reyes, santas y borrachos que han dejado su huella y contribuido a sus múltiples transformaciones. Hoy es el corazón del Barrio de las Letras, pero hasta 1810 fue el hogar de las carmelitas descalzas de San José y Santa Ana, convento que había fundado Santa Teresa de Ávila en la Red de San Luis y que fue trasladado aquí en 1611. De él tomó su nombre, pero en 1860 recibió el del Príncipe Alfonso, hijo de Isabel II, y ocho años después, durante el Sexenio Democrático, tuvo el del vicealmirante Topete. El alcalde de Madrid Mariano de Cavia la llamó plaza de la Cerveza, aunque para los madrileños mantuvo siempre el de Santa Ana, la patrona del desaparecido convento derribado por José Bonaparte. El Teatro Español está allí desde el siglo XVI, en que fue corral de comedias de La Pacheca y del Príncipe y, frente a él, el Edificio Simeón, construido a principios del siglo XIX para albergar un hotel de estilo ecléctico y toques modernistas, en el que se alojarían toreros legen-

darios como Manolete. De los ornamentos de la plaza destaca la obra escultórica Carlos V y el furor, obra maestra renacentista realizada en bronce por León Leoni en 1551, que hoy se exhibe en el Prado, y la fuente del Cisne, de José Tomás, que aparece documentada desde 1872. Aún se mantienen en la plaza el monumento en mármol y bronce a Calderón de la Barca, obra de Joan Figueras Vila, de 1879, que representa al dramaturgo junto a los símbolos de la Tragedia, la Comedia y el ángel de la Fama, y una pequeña estatua de Federico García Lorca, obra de Julio López Hernández de 1986. Otra clase de instituciones son las tascas y bares que ocupan con sus terrazas la mayor parte del espacio, como la Cervecería Alemana, de 1904, que ha tenido clientes tan ilustres como Ernest Hemingway o Luis Miguel Dominguín, y el antiguo tablao flamenco Villa Rosa, de 1930, que aún conserva sus valiosos azulejos. Estos y otros muchos más modernos siguen haciendo buena la definición del cronista Mesonero Romanos: Santa Ana es paraíso de tascas y raciones y cementerio de gambas.

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EL RASTRO

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ice la canción de un popular cantautor madrileño “Una, dos y tres, lo que usted no quiera, para el Rastro es”, en referencia al mercadillo más importante de Madrid, en el que se puede comprar y vender cualquier cosa. Así ha sido desde hace más de 400 años, en los que cada domingo es posible encontrar objetos cotidianos, artilugios antiguos y hasta obras de arte o documentos de valor incalculable. Allí aparecieron, en 2017, el maletín y muchos de los libros con anotaciones manuscritas de Ramón y Cajal y el cuaderno de Guernica de Antonio Calvache. En ambos casos, un avezado buscador lo consiguió por unos pocos euros.

y cromos, material fotográfico y, por supuesto, antigüedades. Las calles aledañas a la Ribera de Curtidores se han ido especializando, de forma que la de Fray Ceferino González ha sido conocida siempre como la de los pájaros, por dedicarse primero a la venta de animales y hoy en día a los objetos necesarios para su cuidado. San Cayetano, la calle de los pintores, es famosa por los cuadros. Las plazas de Vara del Rey y del Campillo del Mundo Nuevo y la calle de Rodas son lugar de encuentro de los aficionados a las revistas, los cromos y los juegos de mesa, y las calles del Carnero y de Carlos Arniches guardan en sus puestos libros antiguos.

El mercado se sitúa en torno a la Ribera de Curtidores y el nombre tiene su origen, precisamente, en el rastro de sangre que dejaban las reses en su tránsito del matadero hasta las curtidurías que se encontraban en el entorno. Es una cuesta empinada en la que se colocan cientos de puestos con los objetos más variopintos: muebles, películas, ropa usada, utensilios y herramientas de todas clases, cuadros y libros, revistas

Los madrileños suelen cerrar la mañana del domingo tomando unas tapas en algunos de los legendarios bares aledaños, como el de Amadeo y sus famosos caracoles, el Santurce con sus fresquísimas sardinas o la Bobia, que lleva en el Rastro con ese nombre desde 1933 y que fue en los 80 lugar de reunión de artistas, músicos, fotógrafos y escritores de la Movida.

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PARQUE DEL RETIRO

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vos reales, tortugas, ardillas, cotorras y la pareja de cisnes negros del estanque del Palacio de Cristal.

En su interior guarda tesoros como el monumento a Alfonso XII, el Palacio de Cristal, el Estanque, la Puerta de Felipe IV, el Real Observatorio Astronómico, el Ángel Caído de Ricardo Bellver (la única estatua del mundo dedicada al demonio) y algún vestigio aún más antiguo como la ermita de San Pelayo y San Isidoro, de origen románico. En sus jardines viven casi 20.000 árboles de 167 especies, entre ellos el ejemplar más anciano de Madrid, un ciprés mexicano plantado en 1630 de 25 metros de altura. Otros cipreses y olivos adornan el Bosque del Recuerdo, un homenaje a las víctimas del atentado del 11-M. En todo el parque habita también una variada fauna animal que incluye magníficos pa-

De la ‘fauna humana’, Pérez Galdós, Pío Baroja, Campoamor (todos con sus correspondientes estatuas), Pardo Bazán, Clarín o Gómez de la Serna, no solo lo visitaron, sino que lo usaron para representar sus obras. La literatura está también presente cada año en la Feria del Libro, que se celebra allí desde 1933, aunque con el paréntesis de la Guerra Civil. De esa época, o de la Guerra de la Independencia, podrían deberse los disparos de mortero que lucen como heridas en el muro de Menéndez Pelayo, así como los túneles abovedados descubiertos en el subsuelo en 2010, aunque se especula con la teoría de que formen parte de canalizaciones subterráneas de la época árabe. Los ecos de estas guerras han sido sustituidos por la banda sinfónica municipal, los músicos callejeros y las risas de su renacida Sala Florida, donde en el pasado dieron conciertos Julio Iglesias o Raphael y se corrieron sus juergas Ava Gardner, Sofía Loren, Lauren Bacall o Rita Hayworth.

ambién llamado parque del Buen Retiro, este espacio en el centro de Madrid es un jardín histórico de casi 500 años, con varios edificios, esculturas y conjuntos paisajísticos de los siglos XVII al XXI. Su creación fue posible gracias a la cesión de unos terrenos del Conde Duque de Olivares a Felipe IV para su exclusivo disfrute, y que Carlos III hizo extensivo a todos los madrileños desde 1767.

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CATEDRAL DE LA ALMUDENA

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unque en su emplazamiento hubo en el pasado una mezquita, la catedral de la Almudena tiene una historia relativamente moderna, ya que sus obras se concluyeron a finales del siglo XX. Según la leyenda, cuando el rey Alfonso VI de León conquistó Madrid en 1083, buscó un icono de la Virgen María escondido siglos atrás entre los muros de la ciudadela, y cuando apareció la imagen se consideró un milagro. Precisamente el nombre del templo proviene de al-mudayna, que en árabe significa ciudadela, y sus orígenes pueden situarse en la pequeña iglesia de Santa María, a pocos metros de la actual catedral, de la que Alfonso XII puso la primera piedra 1883. Francisco de Cubas se encargó de llevar a cabo lo que Navascués calificó como el proyecto neomedieval más importante de la arquitectura española del siglo XIX; pero tras la Guerra Civil los trabajos se abandonaron hasta que en 1950 Chueca Goitia le otorgó el aspecto neoclásico del que goza en la actualidad para que se integrara mejor con el Palacio Real. La falta de fondos volvió a paralizar las obras hasta 1984, fecha en la que se reanudaron hasta su consagración en 1993.

En la catedral confluye el estilo neoclásico del exterior con el neogótico del interior, así como el neorrománico de la cripta. Cuenta con tres fachadas: la de crucero, que mira a la calle Bailén; el acceso a la cripta, que está orientada a la cuesta de la Vega, y la fachada principal que da al Palacio Real. Aquí pueden admirarse las dos torres del campanario a ambos lados, su gigante cúpula detrás, dos hileras de columnas y, sobre ellas, una hornacina barroca con la imagen de la patrona de Madrid. El templo está adornado por vidrieras polícromas y ha tomado de la Colegiata de San Isidro la sillería del coro y una escultura de Cristo crucificado de Juan de Mesa de 1620, obra clave del barroco escultórico español. En la intersección del crucero se expone un gran cuadro de Francisco Ricci de 1651, precioso exponente de la pintura barroca española, y a sus pies un Cristo Yacente de Juan de Ávalos. En el brazo del crucero opuesto, hay un retablo gótico de un taller castellano de los siglos XV-XVI y en la capilla central de la girola hay dos tallas policromadas de Juan Villabrille y Ron del siglo XVII, así como un arca funeraria del siglo XIII, obra singular del arte medieval.

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TEMPLO DE DEBOD

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ste rincón de Madrid guarda dos tesoros para sus visitantes: un atardecer espectacular sobre la Casa de Campo y el monumento al aire libre más antiguo de la ciudad, con 2.200 años de historia. El Templo de Debod, situado en el Cuartel de la Montaña, cerca de la Plaza de España, es un santuario egipcio del siglo II a.C. que fue transportado y reconstruido piedra a piedra, manteniendo la orientación que tenía en su lugar de origen. El Gobierno egipcio lo regaló a la ciudad de Madrid en 1968 por la ayuda de España para salvar los templos de Nubia, en especial el de Abu Simbel, en peligro de desaparición por la construcción de la presa de Asuán. El rey de Meroe, Adijalamani, inició su construcción hacia el año 200-180 a.C. en honor a los dioses Amón e Isis. Posteriores reyes de la dinastía ptolemaica lo ampliaron, y fueron los emperadores Augusto, Tiberio y Adriano quienes culminaron tanto las obras como la decoración del monumento. La tarea de los arqueólogos españoles fue difícil debido a que el Servicio de Antigüedades de Egipto solo entregó un plano y un croquis del

alzado, junto con algunas fotografías sin más referencias. Muchos de los bloques habían perdido la numeración y multitud de fragmentos se encontraban mal marcados con respecto al plano. Para su reconstrucción se levantó una base de piedra para aislar los bloques originales y se siguió la técnica llamada “anastilosis”, que consiste en colocar los elementos originales primero y después añadir las partes perdidas con una piedra de diferente color, que se trajo de Villamayor. De entre las piezas que hubo que reconstruir destacan el vestíbulo y la fachada principal y, además, se cubrió la terraza para evitar la entrada de agua al interior. También se protegieron los bloques exteriores, se instaló aire acondicionado para mantener seca la atmósfera y se construyó un estanque a lo largo de los pilonos de acceso al templo como recuerdo del río Nilo en el que se miraba originalmente. Su declaración como Bien de Interés Cultural alienta nuevas esperanzas sobre su futuro y la posibilidad de que las milenarias piedras sigan viendo las mismas puestas de sol.

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PUERTA DEL SOL

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a Puerta del Sol fue, en sus orígenes, uno de los accesos de la cerca que rodeaba Madrid en el siglo XV y que recogía en su perímetro los arrabales medievales. Debe su nombre a un sol que adornaba esa puerta, orientada a Levante. Desde el Siglo de Oro se convirtió en uno de los mentideros más famosos de la villa. La Casa de Correos es el edificio más antiguo de esta plaza y también el más famoso, gracias a su reloj que marca las 12 uvas que abren la puerta a cada nuevo año y se televisan desde 1962. Hoy alberga la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Precisamente fue esta construcción la que sentó las bases urbanísticas de lo que hoy es la Puerta del Sol, que adquirió su fisonomía actual a mediados del XIX. Frente a este edificio se sitúa el Kilómetro Cero de las carreteras radiales de España, testigo del paso de millones de turistas que se fotografían sobre él. Entre 2004 y 2009 se realizaron las obras de un intercambiador de transportes que acerca la red ferroviaria de Cercanías a la estación

subterránea de Sol, que se ha convertido en la más grande del mundo. Su entrada, en forma de iglú, ha vuelto a cambiar la fisonomía de la Puerta del Sol. En 2011, se convirtió en el centro de las reivindicaciones de la plataforma Democracia Real Ya, cuando decenas de manifestantes tomaron la Puerta del Sol durante semanas para reclamar un cambio político, social y económico en España, convirtiendo a la plaza en el símbolo del Movimiento 15M. La estatua del Oso y el Madroño, símbolo del escudo de Madrid, ha cambiado su ubicación en varias ocasiones, pero ha sido siempre punto de encuentro de madrileños y foráneos desde su instalación en 1967. El cartel publicitario de los vinos Tío Pepe vive en la plaza desde 1935. A pesar de su indulto, cuando desaparecieron la mayoría de los neones de Madrid, tuvo que cambiar su ubicación tras el desembarco de Apple, que se ha convertido a su vez en símbolo de nuevos tiempos.

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CALLAO

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sta plaza, de enorme vida comercial y epicentro de grandes salas de cine de la capital, es más antigua que la Gran Vía a la que se asoma, ya que pertenecía al arrabal de San Martín, en la confluencia de las calles Preciados y Jacometrezo. Debe su nombre al combate del Callao que libró la Armada Española en este puerto peruano en 1866. Cuando comenzaron las obras de la Gran Vía en 1917, el espacio que ocupaba era similar al actual, pero fue en 1960 cuando quedó configurada tal como es en la actualidad, con la salvedad de que en 2010 se peatonalizó toda la plaza y quedó como uso exclusivo de los más de cien millones de viandantes que la atraviesan cada año. Callao divide en dos a la calle Preciados, la más comercial y cara de España. Sus edificios fueron en algún momento los más altos de Madrid, como el Carrión, diseñado en 1933 por Luis Martínez-Feduchi y Vicente Eced y Eced, con 14 plantas y que fue elegido como icono en las celebraciones

del centenario de la Gran Vía. De estilo expresionista, es sede del Cine Capitol y, desde 2018, Bien de Interés Cultural. Los carteles publicitarios que ocupan las últimas plantas del edificio son inmortalizados una y otra vez por los turistas, le han dado identidad propia y son recurrentes en películas, anuncios y guías que hablan de Madrid. Frente al Carrión encontramos el Palacio de la Prensa, alzado en 1928 por Pedro Muguruza y que fue el edificio más alto de Madrid hasta que llegó el de Telefónica. Alberga al cine de idéntico nombre y pertenece a la Asociación de la Prensa de Madrid. En la esquina de la plaza y con el número 39 de Gran Vía está el Edificio La Adriática, proyectado en 1926 por Luis Sainz de los Terreros. Completan este recorrido el Edificio Fnac, de Luis Gutiérrez Soto; el Edificio del Cine Callao, de 1927 y del mismo arquitecto, y el antiguo Hotel Florida, construido por Antonio Palacios en 1925 y que hoy ocupa un famosísimo centro comercial. Algunos de estos edificios cuentan en sus azoteas con bares o restaurantes que ofrecen fabulosas vistas de la Gran Vía.

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PLAZA DE ESPAÑA

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uando Felipe II trasladó la Corte a Madrid en 1561, este espacio estaba poblado por huertas. En el XIX fue cuando se concibió el proyecto, que fue definitivo en 1911. En la Plaza de España, una de las más grandes del país con sus casi 37.000 metros cuadrados, es necesario mirar hacia arriba para poder contemplar sus edificios, que en algún momento fueron los más altos de la ciudad. La Torre de Madrid, de 1957 y con 142 metros de altura, llegó a ser, incluso, el edificio de hormigón más alto del mundo. El Edificio España, de 1953, tiene un peculiar frente escalonado y, tras albergar viviendas de lujo, ahora es un hotel con vistas de 360 grados a la ciudad y una pasarela de cristal que permite caminar literalmente sobre el cielo de Madrid. La Casa Gallardo, en la esquina con la calle Ferraz, es un impresionante edificio modernista de 1914, mientras que el de la Compañía Asturiana de Minas, uno de los más bellos de la zona, data de 1899 y está coronado por tres torreones. La plaza ha estado presidida desde 1929 por el Monumento a Miguel de Cervantes, con las figuras del escritor, Don

Quijote y Sancho Panza. Fue llevado a cabo en 1915 por el arquitecto y escultor Rafael Martínez Zapatero, con la colaboración de Pedro Muguruza y de Lorenzo Coullaut, que hizo las esculturas añadidas de Dulcinea y Aldonza Lorenzo. A su alrededor, jardines, fuentes y árboles antiguos, sobre todo olivos, en homenaje al campo manchego. La Plaza de España es el punto que da fin a la Gran Vía y donde comienza la calle Princesa. Está flanqueada por el Templo de Debod y la calle Bailén, donde se encuentran el Senado, el Palacio Real y la Catedral de la Almudena, y la cuesta de San Vicente que lleva al intercambiador de Príncipe Pío y al río Manzanares. En el futuro, el paseante podrá unir todos estos puntos en unos minutos gracias al proyecto de reforma en el que está inmersa y que fue aprobado en 2017 por votación ciudadana. El objetivo está siendo priorizar al peatón, instalar sendas y carriles ciclistas para atravesarla y un largo túnel que absorba parte del tráfico rodado. En la parte sur se ha proyectado una zona de juegos bajo la sombra de nuevos árboles, más de 1.300.

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CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

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l Palacio de las Cortes españolas, en la plaza del mismo nombre, ocupa el emplazamiento del antiguo convento del Espíritu Santo. Desde el punto de vista político tiene su origen en el Estatuto Real de 1834, que establece por primera vez la configuración bicameral de las Cortes. En la Constitución de 1837 ya se recoge la denominación de “Congreso de los Diputados” y en las sucesivas de 1845, 1856, 1869 y 1876 se preservó esta cámara de representación. El edificio es obra del arquitecto Narciso Pascual y Colomer, quien ganó el concurso en el que se concedió a la Cámara un emplazamiento fijo en 1850. En la fachada principal, una escalinata asciende hasta el pórtico neoclásico, dotado con seis columnas estriadas de orden corintio. Sobre ellas se levanta un frontón triangular decorado con relieves del escultor Ponciano Ponzano. Los leones que flanquean la entrada también fueron obra suya y fueron fundidos con el hierro de los cañones capturados durante la guerra de África. Bajo el frontón encontramos una puerta de bronce, que solo se abre en ocasiones muy señaladas.

En el interior del inmueble, de planta simétrica, destaca el salón de Sesiones y el de Conferencias, conocido como Salón de los Pasos Perdidos, además de la biblioteca. La bóveda de Vicente Camarón muestra diversas alegorías, 28 medallones con los políticos más relevantes del siglo XIX y cuatro bustos de mármol, además de un magnífico bajorrelieve de Mariano Benlliure dedicado a Emilio Castelar. El edificio está decorado con retratos, tapices y muebles de valor, entre los que destacan cuadros de Sorolla, Madrazo, Macarrón, Casado de Alisal, Canogar, Saura, Albacete, Genovés, Benlliure… La lista es interminable y a ella se unen las magníficas pinturas murales que decoran las bóvedas. La biblioteca cuenta con un nutrido fondo histórico que incluye dos códices del siglo XV, ocho incunables y medio centenar de manuscritos de los siglos XVI y XVII. El edificio ha experimentado varias ampliaciones en las últimas décadas y la reforma más reciente ha ocultado los famosos disparos que impactaron en el techo durante el intento de Golpe de Estado de 1981.

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HOTEL PALACE

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ste lujoso hotel tiene una amplia historia que comienza con su construcción, encargada por Alfonso XIII en 1912, y que han enriquecido los carismáticos personajes que se han hospedado en sus habitaciones: Hemingway, Unamuno, Einstein, Marie Curie, Stravinski o Zuloaga. Fue refugio de espías durante la Primera Guerra Mundial y allí se comerciaba con todo lo imaginable: armas, alimentos, animales y secretos. Incluso Mata Hari se alojó en él utilizando un nombre falso. En los años 20 Picasso, Sara Bernhardt o Anita Delgado con su marido, el maharajá de Kapurtala, visitaron sus salones, en los que se organizaron veladas de boxeo, combates de esgrima y bailes de sociedad. En la Brasserie se reunían personajes como García Lorca, Buñuel y Dalí, quien se alojaba siempre en la suite número 136. Durante la Guerra Civil funcionó como guardería infantil, sede de la embajada soviética y Hospital de Base, y la Segunda Guerra Mundial volvió a convertir sus habitaciones en guaridas de espías y comerciantes oportunistas. Tras la guerra se inició la recuperación del hotel, muy

dañado por los bombardeos. En los años 50 recuperó su ambiente cosmopolita gracias a estrellas como Orson Wells, Rita Haiworth, Tyrone Power, Ava Gardner, Cary Grant, Lauren Bacall, Belmonte, Manolete o El Gallo. En las siguientes décadas, Rod Stewart, Michael Jackson, Pavarotti o Borges reservaron habitaciones en diferentes ocasiones. El edificio es obra del arquitecto Eduard Ferrés i Puig, quien innovó al utilizar hormigón armado, lo que le permitió terminarlo en solo 18 meses a pesar de contar con 400 habitaciones. El hotelero Georges Marquet realizó un despliegue de modernidad con ascensores, teléfono con línea exterior, interfonos, agua caliente y cuartos de baño en las habitaciones que hizo del Palace un lugar de referencia de la sociedad madrileña. Sus salones y restaurantes han sido y son lugar de encuentros y reuniones. Están ubicado en torno a un espacio circular de estilo art Nouveau, cubierto con una cúpula de vidrieras de colores sostenidas por columnas dobles. Tras más de cien años de vida ha sido declarado Bien de Interés Cultural.

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PASTELERÍA LA MALLORQUINA

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l acceso a la Puerta del Sol desde la calle Mayor es uno de los más bulliciosos, aunque si hay algo que sorprende en ese punto al paseante es el aroma dulce y cálido que desprende el obrador de uno de los establecimientos con más solera de la capital. La Mallorquina abrió sus puertas en 1894, ofreciendo postres tradicionales de Madrid, como las rosquillas “tontas” y “listas”, además de otros dulces más universales como su conocida napolitana, y típicos de Mallorca, de donde eran los primeros dueños, como la ensaimada. Su primera ubicación estuvo en la calle de Jacometrezo, pero sus fundadores, Balaguer, Coll y Ripoll, la trasladaron tras la reforma de la Puerta del Sol a su actual emplazamiento. Compraron la pastelería y el salón de té que ya existía allí a Antonio Garín, e instalaron su tienda de pasteles, fiambres y botellas. Inauguraron además un salón interior para tertulias y meriendas con chocolate o café. Los camareros vestían de frac y hablaban francés. En la tienda podían adquirirse, además, otros productos mallorquines como la sobrasada o el jamón dulce, huevo hilado, tartas y todo tipo de dulces que elaboraba el repostero Teodoro Bardají.

Desde comienzos del siglo XX fue lugar de reunión de personajes como Francisco Silvela o Raimundo Fernández Villaverde y acogió tertulias de libros, ediciones raras y objetos de arte en las que Adolfo Bonilla, Aureliano Beruete, Julio Puyol y Elías Tormo firmaban sus ocurrencias con el pseudónimo colectivo de El Bachiller Alonso de San Martín. Rubén Darío, José Echegaray, Pérez Galdós, Gómez de la Serna, Pío Baroja o Juan Ramón Jiménez fueron ilustres clientes del local, al que también se acercaron alcaldes, ministros, actores de distintas épocas y, por supuesto, madrileños y visitantes que cada día siguen citándose frente a la puerta de la pastelería La Mallorquina cuando acuden a la Puerta del Sol. Tras la Guerra Civil, la familia Ripoll vendió el negocio a las familias Quiroga y Gallo, quienes emprendieron la reforma del local hasta dejarlo tal y como se encuentra en la actualidad. Hoy es la tercera generación de esta familia la que sigue conservando la dulce esencia de esta casa centenaria.

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PARQUE DEL OESTE

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ste maravilloso parque, que se encuentra en las proximidades de la Ciudad Universitaria y Moncloa, nació por iniciativa del alcalde de Madrid Alberto Aguilera, en 1906, y no deja de ser poético el hecho de que esos terrenos fueran hasta el siglo XX el principal vertedero de basuras de la ciudad. Fue obra de Celedonio Rodrigáñez, ingeniero agrónomo y director de Jardines y Plantíos del Ayuntamiento en aquella época. Tras la Guerra Civil su sucesor fue Cecilio Rodríguez, quien se encargó de su reconstrucción. Durante el conflicto, el parque del Oeste se convirtió en campo de batalla, abriéndose en él trincheras e, incluso, entre la avenida de Séneca y el paseo de Ruperto Chapí se pueden apreciar todavía tres búnkeres para ametralladoras, pegados al riachuelo artificial que nace en la Fuente de la Salud.

Con una superficie de casi 100 hectáreas, en su interior se encuentran espacios tan singulares como el Teleférico, la Escuela de Cerámica o el Templo de Debod. El parque alberga gran variedad de especies vegetales, entre las que destaca una nutrida población de coníferas, un cedro catalogado como árbol singular, dos acacias japonesas, un majestuoso Ginko, las choperas de Populus nigra y plantaciones de avellanos. Al final del paseo de Plátanos pueden observarse aves de diversas especies en el Centro de Avifauna, y es obligada la vista a la Rosaleda Ramón Ortiz, de 32.000 metros cuadrados y un trazado de jardín inglés con desniveles y caminos en curva, que acoge desde 1956 el Concurso Internacional de Rosas Nuevas de la Villa de Madrid.

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CASA DE CAMPO Y TELEFÉRICO

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s el mayor parque público de la capital, con sus más de 1.500 hectáreas, y supone un auténtico pulmón para la ciudad gracias a su carácter forestal. La variedad de ecosistemas que conviven en su interior posibilita una gran biodiversidad de avifauna en pleno centro de Madrid. Allí viven gorriones, urracas, carpinteros, estorninos, herrerillos, ruiseñores, jilgueros, mirlos, mochuelos, patos de diversas clases, zorzales, gaviotas… y con ellos conejos, liebres, ardillas, topos, erizos, lirones y algún zorro o jabalí procedentes del monte de El Pardo, además de los habitantes de su lago: carpas, tencas, barbos y peces gato. La vegetación natural es el encinar, acompañado de arbustos, especialmente retama y otros árboles como pinos, cipreses, álamos, castaños, chopos, fresnos, robles o plátanos de sombra. Casi 700.000 ejemplares, de los que algunos alcanzan los 250 años. Fue Felipe II quien, tras trasladar la Corte a Madrid, formó una finca que unía el Palacio Real con el cazadero de El Pardo que, después, Fernando VI declaró Bosque Real. Carlos III introdujo ganadería y agricultura, actividad que siguió promoviendo la reina María Cristina y, con la Segunda República, fue

cedido al pueblo de Madrid, que lo disfruta desde 1931. Durante la Guerra Civil se convirtió en frente de batalla y los bombardeos afectaron a sus construcciones antiguas, mientras se levantaban otras de carácter militar que aún sobreviven. En el interior de la Casa de Campo se encuentra el Parque de Atracciones, el Lago, el Zoológico, recintos feriales, el pabellón Madrid Arena, la Venta del Batán, lugar tradicional de encierro de los toros en vísperas de las corridas de las Ventas, y otras instalaciones deportivas, además del Teleférico, que conecta la Casa de Campo con el Parque del Oeste. Este es el mejor medio para observar, a vista de pájaro, el Parque del Oeste y la Rosaleda, Príncipe Pío, las dos ermitas de San Antonio de la Florida y el río Manzanares. Fue construido por la empresa suiza Von-Roll e inaugurado el 26 de junio de 1969. Recorre una distancia de 2.457 metros a 40 metros de altura, por lo que es un medio de transporte rápido y sostenible que ofrece, además, unas vistas panorámicas espectaculares.

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MERCADO DE SAN MIGUEL

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or su gastronomía y su ubicación, frente a la Plaza Mayor, en el barrio de los Austrias, es lugar de peregrinación para millones de turistas que visitan Madrid también por su oferta culinaria. En sus puestos se pueden probar las delicias de la cocina de todos los rincones de España: desde el mejor jamón ibérico, al marisco gallego más fresco, los quesos de Castilla o de Asturias y vinos de La Rioja o la Ribera del Duero. En San Miguel se respira una historia centenaria, en la época medieval sus puestos al aire libre ya ofertaban los productos artesanales de los gremios de la capital; en 1809 era un mercado especializado en la venta de pescado, y su actual estructura de hierro data de 1916, cuando también se proyectó el sistema de desagües y la crestería cerámica de la cubierta. La restauración llevada a cabo en 1999 por la Comunidad de Madrid con fondos europeos y de los propios comerciantes se hizo respetando el aspecto original de principios de siglo, pero su actividad fue decayendo por la feroz competencia de las grandes superficies, por lo que no tuvo más remedio que reinventarse.

Con esa idea, un grupo de particulares con intereses arquitectónicos, gastronómicos y de diferentes ámbitos culturales y sociales crearon El Gastrónomo de San Miguel con el objetivo de mejorar la actividad tradicional con una oferta de calidad y alimentos de temporada que, además, pueden degustarse en el propio mercado. Desde un jamón 5 Jotas o un delicioso salmón noruego, al mejor caviar ruso o las tapas de un establecimiento centenario como Lhardy, o las de la Casa del Bacalao; todo ello regado por cervezas artesanas y vinos de toda la geografía española y endulzado por una de las mejores confiterías de Madrid, el Horno de San Onofre. Entre sus propuestas se encuentran los helados artesanales de Joan Roca, los arroces tradicionales de Rodrigo de la Calle, la gastronomía vasca de Amiketako, la interpretación de la cocina japonesa de Ricardo Sanz, los tacos de Roberto Ruiz o las tapas del Grupo Arzábal, muchos de ellos, cocineros de estrella Michelin. Propuestas variadas y deliciosas que han vuelto a llenar de vida las instalaciones del mercado.

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AYUNTAMIENTO

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l Ayuntamiento de Madrid, en origen Concejo de la Villa, no tuvo inmueble propio hasta bien entrado el siglo XVII, cuando Felipe IV concede licencia para edificar lo que ha sido su sede hasta hace muy poco, en la Plaza de la Villa. Ahora ocupa el Palacio de Cibeles, un conjunto de dos edificios blancos que se levanta en un lateral de la plaza de Cibeles y ocupa unos 30.000 metros cuadrados de lo que fueron los Jardines del Buen Retiro. Se inauguró en 1919 como central de distribución de Correos, Telégrafos y Teléfonos y es uno de los primeros ejemplos de arquitectura modernista, con fachada neoplateresca y del barroco salmantino. Fue diseñado por Antonio Palacios y Joaquín Otamendi, quienes presentaron un proyecto atrevido que se convirtió en símbolo de progreso y modernidad gracias a mejoras como un sistema de calefacción mediante vapor y ventilación natural.

El hall de entrada es la dependencia más importante, con aspecto catedralicio y estilo neoplateresco por sus numerosas galerías de arcos de medio punto e iluminación natural. En la fachada se alzan dos torres a

ambos lados y un gran torreón central de 70 metros, con una enorme esfera de reloj eléctrico. La decoración es del escultor romántico Ángel García Díaz, que aporta detalles en forma de guirnaldas y coronas de clara influencia vienesa, ventanas segmentadas de raíces clasicistas y representaciones alegóricas que recuerdan a la masonería (estrellas, granadas o caballeros con espadas). En el arco de la puerta principal, una figura femenina con medio cuerpo vegetal tiene el aire de las representaciones del plateresco, mientras que en los torreones se homenajea a los conquistadores españoles con los bustos de Hernán Cortés, Magallanes o Balboa. Desde que es sede del Ayuntamiento de Madrid cambia su denominación a Palacio de Cibeles y la remodelación interior aporta nuevas funciones, conciliando las públicas, las privadas y las institucionales y de representación. El auditorio y la Galería de Cristal, con una gran bóveda acristalada que cubre el patio, son dos de los espacios con clara vocación de servicio al ciudadano.

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PLAZA DE CIBELES

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s una de las más famosas y emblemáticas plazas de Madrid. Está presidida por una hermosa fuente que le da nombre y que fue diseñada por el arquitecto Ventura Rodríguez en 1782. Representa a la diosa Cibeles, símbolo de la tierra, la agricultura y la fecundidad, sobre un carro tirado por dos leones, esculpido en mármol, y los personajes mitológicos Hipómenes y Atalanta, hechos en piedra. La diosa es obra de Francisco Gutiérrez y los leones del francés Roberto Michel. Tenía dos caños de agua que se mantuvieron abiertos hasta 1862 para surtir a los aguadores oficiales y al público, y del pilón bebían las caballerías. Por su carácter simbólico de la ciudad es el lugar en el que se celebran los triunfos del Real Madrid, pero también de la Selección Española de fútbol y baloncesto.

La plaza está flanqueada por edificios que representan el dinero, la nobleza y el ejército, la cultura y el gobierno de la ciudad. El Banco de España, de 1891 y proyectado por Eduardo Adaro y Severiano Sainz de la Lastra, presenta una decoración sobria en su exterior, pero un hermoso interior con una excelente colección de pintura con obras de Goya, Mengs, Madrazo, Zuloaga o Sorolla. El Palacio de Buenavista, de 1777, obra de Juan Pedro Arnal, de influencia francesa e italiana, fue residencia de los duques de Alba y hoy es la sede del Cuartel General del Ejército. El Palacio de Linares, construido en 1900 por Carlos Colubí, es tan rico en patrimonio como en leyendas y fue restaurado para ser la actual sede de la Casa de América y el Palacio de Cibeles, de Palacios y Otamendi y que hoy alberga al Ayuntamiento de la ciudad.

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PLAZA DE NEPTUNO

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u nombre oficial es plaza de Cánovas del Castillo y en ella el dios Neptuno separa el Centro, al que se accede a través de la Carrera de San Jerónimo, del Paseo del Prado. La fuente que le da nombre, inaugurada en 1786, es de estilo neoclásico y forma parte de los tres grandes grupos escultóricos diseñados para el Salón del Prado por Ventura Rodríguez, junto con la Cibeles y la Fuente de Apolo o de las Cuatro Estaciones. La instalación de estos monumentos era parte del proceso de modernización emprendido por Carlos III, que incluía la reordenación del Salón del Prado.

Es de mármol blanco y la obra escultórica fue encargada a Juan Pascual de Mena, aunque la terminaron sus discípulos, José Arias, José Rodríguez, Pablo de la Cerda y José Guerra. El dios aparece con una culebra enroscada en la mano derecha y el tridente en la izquierda, sobre un carro con forma de concha,tirado por dos caballos con cola de pez. A su alrededor nadan focas y delfines que arrojan chorros de agua a gran altura. Los aficionados del Atlético de Madrid se reúnen en esta glorieta para celebrar sus títulos y victorias, de forma similar a como lo hacen los del Real Madrid en la Cibeles.

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ESTADIO SANTIAGO BERNABÉU

ESTADIO WANDA METROPOLITANO

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l Real Madrid es el equipo de fútbol con más trofeos internacionales y uno de los equipos españoles que suscita más interés en todo el mundo. Por eso, un buen número de los turistas que pasan por la capital se acercan a su estadio, en el Paseo de la Castellana, para ver de cerca los trofeos y unas espectaculares instalaciones que pueden conocerse a través de un tour. El campo, inaugurado en 1947, debe su nombre al mítico dirigente que presidió el club de 1943 a 1978 y puede albergar a más de ochenta mil espectadores. La reforma del nuevo Bernabéu ha querido potenciar su imagen universal y sigue la tendencia moderna en la que los estadios deportivos son las nuevas catedrales. Incluye una gran cornisa, que vuela sobre la plaza sin apoyos en el suelo, formando un gran atrio de entrada de 2.000 metros cuadrados, además de una nueva grada en el lateral este y una cubierta retráctil para usar el terreno de juego con independencia de la climatología y reducir el impacto acústico para los vecinos.

l Atlético de Madrid es el otro gran equipo de la capital. En septiembre de 2017 cambió la ubicación de su campo desde la ribera del río Manzanares al noreste de la ciudad. El Estado Wanda Metropolitano tiene capacidad para 68.000 espectadores, casi todos a cubierto gracias a un proyecto en el que ha primado la amplitud, la comodidad y la seguridad de su acceso, así como un graderío muy próximo al terreno de juego. Su construcción se ha llevado a cabo con un material único, el hormigón, sobre el que se apoya una cubierta de fibra de vidrio, a 57 metros del terreno. La estructura tiene diferentes alturas, dando una sensación de ola muy espectacular que se asienta sobre el graderío como un manto. Ambos materiales dan al edificio un doble cromatismo, gris claro y blanco que solo se rompe con un canalón rojo que bordea el techado, en homenaje a los colores del equipo. El club ha buscado la innovación con enormes pantallas, videomarcadores, conexiones y una espectacular iluminación en la cubierta con tecnología led.

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MERCADO DE LA CEBADA

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ituado en la plaza del mismo nombre, en el barrio de La Latina, es uno de los mercados de abastos más grandes de Madrid y de más larga historia. Desde el siglo XVI ya se apostaban allí un conjunto de puestos al aire libre con los productos que entraban en la ciudad a través de la Puerta de Toledo. Su desarrollo en los siglos posteriores hace necesaria una construcción que se encarga, en 1868, al arquitecto Mariano Calvo Pereira, quien levantó dos edificios con estructura de hierro inaugurados en 1875 por el rey Alfonso XII. A inicios del siglo XX se convierte en uno de los más importantes de Madrid, pero tuvo que ser derribado en 1956, construyéndose uno más funcional que pasa ya a ser mercado de barrio. Con el tiempo, ha sufrido las consecuencias de los cambios en las costumbres de compra y la competencia de las

grandes superficies, por lo que se han barajado varias soluciones para garantizar su supervivencia que no se han llegado a materializar, como la conversión en un centro comercial o en un mercado gourmet. En la última remodelación, de 2009, el colectivo de artistas urbanos Boamistura aportó un aire de renovación con sus pinturas en la fachada y sus bóvedas de colores, que son ya un distintivo de la ciudad, lo mismo que el gran mural del hall en el que se reflejan los principales monumentos de Madrid, realizado por el artista madrileño Carlos Rincón en 1962. En la actualidad posee dos plantas y más de 6.000 metros cuadrados de uso comercial y funciona en régimen de concesión administrativa, de la que se encarga la Cooperativa de Comerciantes, que sigue luchando por el futuro del Mercado de la Cebada.

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COCIDO EN EL RESTAURANTE LA BOLA

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onocer Madrid es también conocer sus sabores y sus tradiciones, por lo que es poco menos que obligado probar el que es, probablemente, el guiso más antiguo y típico de la capital: el cocido madrileño. Y nada mejor que hacerlo en una de las tabernas con más historia porque, según las crónicas, ya existía a principios del siglo XIX. La Taberna de La Bola está situada en la calle del mismo nombre, junto al monasterio de la Encarnación y muy cerca del Palacio Real y la Plaza de España. Era una botillería en la que se expendían licores y refrescos, frecuentada por estudiantes y obreros en los años previos a la Guerra de la Independencia. Fue la asturiana Cándida Santos quien abrió la taberna con el nombre que todavía conserva, y son sus descendientes los que hoy continúan regentándola.

Han sido muchos los aficionados a su afamado cocido madrileño, algunos tan ilustres como la Infanta Isabel, conocida popularmente como “La Chata”, que lo hacía llevar a palacio. De hecho, en el primer comedor del establecimiento colgaba el cuadro de los escudos reales. Hoy es una especie de museo con cuadros y fotografías de los comensales más destacados que han pasado por allí, como Ava Gardner o Camilo José Cela, cliente que siempre ocupaba su mesa número 7. El cocido que ha hecho famoso a este restaurante se sigue preparando de forma tradicional sobre brasas y en pucheros de barro individuales, aunque en su carta se pueden degustar también otros platos como el cordero lechal, los callos, los buñuelos de manzana o el arroz con leche que siguen preparando como hace más de un siglo.

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MALASAÑA

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alasaña es uno de los barrios tradicionales de Madrid que, paradójicamente, ha sido desde hace décadas la base de operaciones de la contracultura y que se asocia con el movimiento de los años 80 denominado Movida Madrileña. Debe su nombre a Manuela Malasaña, heroína del levantamiento popular de mayo de 1808, que murió en estas calles a manos de las tropas francesas cuando intentaba defender la ciudad. Precisamente, el corazón de este barrio es la Plaza del Dos de Mayo, donde se encontraba el Cuartel de Monteleón, escenario de una de las batallas más sangrientas de la Guerra de la Independencia y que hoy se recuerda con la escultura de Daoiz y Velarde bajo la antigua puerta del cuartel donde murieron. En sus calles se reparten varios templos de gran belleza e historia. Junto al arte sacro conviven cientos de bares, algunos con mucha historia como el Pentagrama, en

la calle de La Palma, o La Vía Láctea, en la calle Velarde, ambos considerados templos de la Movida. También otros en los que llenar el estómago, como el Mercado de San Ildefonso, Casa Julio, El Palentino o la Bodega de la Ardosa, taberna centenaria con hermosos azulejos donde se puede comer una de las mejores tortillas de la capital. La actividad cultural de Malasaña incluye teatros alternativos como el Victoria, La Nao, el Alfil o la Sala Intemperie y otros más grandes como el Lara. Hay locales de ensayo y varias escuelas de interpretación, de música, de dibujo y de danza y librerías independientes como Tipos Infames, Ciento Volando, Arrebato o Cervantes y Compañía y otras especializadas en cómics o videojuegos. El barrio limita al sur con la Gran Vía, al oeste con la calle San Bernardo, al norte con Carraza y al este con Fuencarral, donde se une a su vecino barrio de Chueca.

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CHUECA

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hueca es, a la vez, barrio antiguo y de rabiosa modernidad: en él conviven museos y palacios con bares gastronómicos de última hornada; galerías de arte con discotecas de música electrónica y conventos centenarios con sex shops y talleres de tatuajes. Muchas piedras centenarias como la Casa de las Siete Chimeneas, del siglo XVI; el Palacio de Longoria, ejemplo del modernismo español de inicios del siglo XX, o la Casa de los Lagartos, adornada en su cornisa por salamandras. También el Palacio de Santa Bárbara, de 1866; la Real Academia Nacional de Farmacia, de 1830, o el Teatro Infanta Isabel, de 1907. En sus calles pueden visitarse, además, el Museo del Romanticismo, con cuadros de Goya o Madrazo y el Museo de la Historia de Madrid.

Chueca es, desde hace algunos años, zona de moda y gran actividad comercial, gastronómica y cultural. Su desarrollo se ha debido, en parte, al colectivo LGTBI que cada verano celebra la fiesta Madrid Orgullo, y atrae a visitantes de todo el mundo. Su oferta gastronómica incluye varios mercados como el de San Antón, el de Barceló, el de San Ildefonso o el Huerto de Lucas. De sus restaurantes merecen mención La Barraca, arrocería desde 1935; el Comunista, abierto desde 1890; La Carmencita, de 1854; la Taberna de Ángel Sierra, con azulejos, barriles y una barra de estaño o el Cisne Azul, lugar de referencia de los aficionados a las setas. También cocinas más modernas como Yakitoro, de Alberto Chicote; Arce, de Iñaki Camba; el Dstage de Diego Guerrero.

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CASA PATAS

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mposible pasar por Madrid sin visitar alguno de los muchos lugares de la ciudad en los que se respira el flamenco, reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO y que tiene en Casa Patas uno de sus lugares de culto. En este pequeño teatro, situado en la calle Cañizares, muy cerca de la plaza de Tirso de Molina, se organizan espectáculos de cante y baile flamenco que son referencia para los puristas y un lugar imprescindible para cualquier guiri informado. Aquí se cuida a los artistas y los espectáculos cambian cada semana, por lo que el tablao es punto de reunión de los flamencos establecidos en la capital y del aficionado exigente que busca lo que en Casa Patas llaman noches de duende y de pellizco. A ello contribuye también, cómo no, una amplia oferta gastronómica en su

comedor de columnas de hierro fundido y capiteles corintios, decorado con cuadros y fotografías de los artistas más populares que han pasado por la casa o por su tablao. Los jamones que cuelgan detrás de la barra son un reclamo, como también lo es su famosa ensalada tomatera o el rabo de toro estofado, con los que ir calentando para el espectáculo que vendrá después. Casa Patas ofrece, además, otros servicios como espectáculos exclusivos, talleres o conferencias que gestiona la Fundación Conservatorio Flamenco Casa Patas, que fue distinguida por la Comunidad de Madrid en el año 2009 con el premio “Enrique Maya”, por su contribución al desarrollo y la difusión del Arte Flamenco, así como por su labor continuada en favor de la integración del pueblo gitano.

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CASA LUCIO Y CAVA BAJA

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a Cava Baja es una de las calles más antiguas de Madrid y recibe su nombre del foso que discurría por ella para defender la muralla, alguna de cuyas partes aún pueden contemplarse allí. Comienza en la plaza de Puerta Cerrada y va a parar a la del Humilladero. Su historia está muy relacionada con el comercio del Mercado de la Cebada, que se encuentra a pocos pasos. Era punto de parada de las diligencias que llegaban a Madrid, por lo que se establecieron gran cantidad de posadas y tabernas, algunas de las cuales todavía sobreviven, como la Posada del León de Oro o la Posada de la Villa. Sus bares y tascas la han convertido en una de las zonas de tapeo de referencia y visita obligada de turistas, que alternan cañas y vinos con alguna tienda gastronómica como Alma de Julián Becerro, donde los guiris se agolpan para degustar y llevarse una muestra de la rueda de jamones de bellota que preside el es-

tablecimiento. Son de mucha solera las posadas del León y del Dragón, del XVI, que funciona como hotel boutique y tiene como restaurante a La Antoñita, que en el mismo siglo era una fábrica de jabón. También La Chata, uno de los decanos de la zona, o La Posada de la Villa, de 1642 y referente de asador madrileño. Pero quizá el más conocido dentro y fuera de nuestras fronteras es Casa Lucio. Este mítico local, con reservados para reyes y estrellas de Hollywood, fue en 1720 la Posada de San Pedro y, después, el histórico Mesón del Segoviano, donde trabajó de joven Lucio Blázquez y quien, tras adquirirlo en 1974, lo abriría con su nombre. Lucio ha tenido siempre una gran visión comercial, con la que ha hecho universalmente famosos a sus huevos estrellados y ha convertido su casa en uno de esos establecimientos en los que lo importante es ver y dejarse ver.

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CASA MUSEO SOROLLA

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intor de la luz y del color, Joaquín Sorolla y Bastida, impresionista, postimpresionista y luminista, dejó a su muerte un extenso legado que hoy es posible contemplar en el museo que fue su casa y taller, un palacete en el Paseo del General Martínez Campos, en el barrio de Chamberí. Construido en 1911 por el arquitecto Enrique María Repullés, por encargo del pintor, es de estilo neoclásico y posee unos jardines que recuerdan a los de la Alhambra o el Alcázar de Sevilla. Fueron diseñados por el propio Sorolla, que se hizo con azulejos, fuentes, estatuas, columnas, plantas y árboles provenientes de Andalucía para crear unos patios en los que el agua, el color de la vegetación y los azulejos fueron una constante fuente de inspiración.

ble que se convirtió en su marca personal. La pincelada fluida y el colorido le sitúan en una vanguardia que contrasta con su predilección por el costumbrismo español y, muy especialmente, por los retratos y las marinas. En el museo pueden contemplarse sus famosas notas de color o pinturas preparatorias, así como una extensa colección de 4.985 dibujos que incluye diseños para la fachada del edificio, sus jardines o interiores de la vivienda, además de carboncillos de la vida cotidiana del artista. Cuenta también con 164 obras de otros pintores como Aureliano Beruete, Anders Zorn o Martín Rico Ortega, además de algunas de sus hijas, María y Helena Sorolla, y de su yerno, Francisco Pons Arnau.

La colección de pintura incluye 1.294 obras de distintos temas y formatos, donde predomina el uso del blanco, con una luminosidad iniguala-

El museo cuenta también con una colección de escultura, una muestra de cerámica y joyería y una extensa recopilación de fotografía antigua.

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RESTAURANTE CASA BOTÍN

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oy llamado Sobrino de Botín, este restaurante es, según el Libro Guiness de los Records, el más antiguo del mundo. Está situado en la calle de Cuchilleros, junto a la Plaza Mayor, aunque la original Hostería Española, conocida después como Casa Botín, fue fundada en 1621 en la plaza de Herradores. El edificio tiene una apariencia clásica del siglo XVI, con fachada de ladrillos y cuatro plantas, y se ocupa de una cocina castellana en la que son protagonistas el cochinillo, el cordero y el tradicional horno de leña en el que se cocinan. También la revista Forbes ha distinguido este local como el tercero en su lista de imprescindibles, por lo que es habitual el peregrinaje de turistas que buscan su ambiente medieval y las razones por las que muchos escritores ilustres han decidido mencionarlo en sus obras.

Son innumerables las veces que aparece Casa Botín en la literatura. Por citar algún ejemplo, Benito Pérez Galdós lo incluye en Fortunata y Jacinta y en Misericordia, y Ramón Gómez de la Serna le dedica varias de sus famosas Greguerías. También escritores foráneos como Ernest Hemingway, que lo menciona en Muerte en la Tarde y sitúa al restaurante en la escena final de su celebérrima novela Fiesta. Frederic Forsyth, en su novela El Manifiesto Negro, reproduce un encuentro entre espías en la bodega del restaurante y vuelve a mencionarlo en Cobra. El premio Pulitzer James A. Michener hace referencia a Botín en su libro Iberia y, más recientemente, Michael Aaron Rockland, antiguo agregado de la embajada americana en Madrid recuerda su cena en Botín con Martin Luther King en Un Diplomático en la España de Franco.

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PLAZA DE PUERTA CERRADA

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ue uno de los accesos a la muralla de Madrid, una puerta construida en el siglo XII que se cerraba por la noche y que después fue clausurada definitivamente debido a su peligrosidad. Al ser muy estrecha y con muchos recodos, los maleantes asaltaban a los que entraban y salían por ella, ya que daba a un puente que salvaba una profunda cava o foso. En sus inmediaciones se instalaron, primero, los gremios de cobreros y latoneros y, desde el siglo XV, los mudéjares que habitaban en sus cercanías, dando lugar a la morería nueva junto a la plaza del Arrabal, la actual Plaza Mayor. En 1569 fue derribada para ensanchar el paso y construir una nueva que duró hasta que se incendió en 1582. Felipe II se opuso a su reconstrucción por el crecimiento urbano de Madrid y su expansión a lo largo del eje de la calle Segovia, y en el lugar de la puerta se levantó una cruz que fue sustituida en 1783 por la que todavía preside la plaza. En uno de los edificios, un cartel recuerda el lugar del nacimiento de Claudio Coello, pintor de cámara de Carlos II, y en otra de las calles adyacentes, la

de la Pasa, se encuentra el Palacio Arzobispal, del siglo XVIII y durante muchos años sede de la Vicaría, razón por la que en Madrid se decía: “El que no pasa por la calle de la Pasa, no se casa”. En la actualidad es zona de gran bullicio por la cantidad de bares que hay en sus calles aledañas, como la Cava Baja y la de Cuchilleros, y en la misma plaza, como Casa Revuelta, donde dicen que sirven las mejores tajadas de bacalao de Madrid, o Casa Paco, fundada en 1933. Se ha convertido, además, en un icono de modernidad por los murales que adornan los edificios que habían quedado al descubierto tras las demoliciones del siglo XIX y que pintó en 1983 el artista Alberto Corazón; aunque, lamentablemente, se han ido degradando y su estado de conservación no es bueno. En una de los que todavía existe se lee: “Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son”, un antiguo lema de Madrid que hace referencia a la abundancia de acuíferos subterráneos de la ciudad y a las chispas que saltaban cuando los asaltantes lanzaban sus flechas contra la muralla de pedernal.

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PUERTA DE ALCALÁ

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s uno de los tres símbolos de Madrid, junto con la Fuente de la Cibeles y el Oso y el Madroño. Preside la plaza de la Independencia, donde el eje de las calles Serrano y Alfonso XII se cruza con la calle de Alcalá. Carlos III la inauguró en 1778 para conmemorar su entrada en Madrid como rey de España, como recuerda una inscripción sobre el vano; pero no fue la primera que ocupó ese lugar, anteriormente allí se ubicaba una de las cinco puertas de la muralla de entrada a la ciudad desde Francia o Aragón. Aquella se había diseñado en 1599 y había sido reformada en varias ocasiones hasta su demolición definitiva en 1764. Diez años antes, Fernando VI había inaugurado la plaza de toros de la Puerta de Alcalá, que permaneció activa hasta 1874, y que fue sustituida por la plaza de toros de la Fuente del Berro y, después, por la Monumental de Las Ventas. El concurso para la construcción de la actual Puerta de Alcalá se adjudicó a Francesco Sabatini. Es el primer arco del triunfo construido en Europa tras la caída del Imperio romano y precursor de otros como el

de París o Berlín, aunque con cinco huecos en lugar de los tres habituales. De estilo neoclásico, mide casi veinte metros de alto por cuarenta y tres de ancho y está labrada en granito de Segovia, mientras que los elementos decorativos (como escudos, figuras o capiteles) se hicieron en piedra de Colmenar de Oreja. En el lado este hay cuatro figuras de niños con emblemas de las virtudes cardinales y mascarones de cabezas de sátiros, mientras que en el oeste hay cabezas de leones y trofeos militares de estilo romano. La Puerta de Alcalá ha sido testigo de manifestaciones políticas y artísticas, como el veinticinco aniversario de la caída del Muro de Berlín, cuando se proyectaron imágenes impresionantes acompañadas de un audio que la convirtieron en la de Brandeburgo. El grupo musical Suburbano la inmortalizó con una canción llamada La Puerta de Alcalá que narra su historia y que popularizaron Ana Belén y Víctor Manuel, convirtiendo su estribillo en un gran éxito: “Mírala, mírala, mírala... la Puerta de Alcalá”.

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BIBLIOTECA NACIONAL España es uno de los países que más riqueza ha aportado a la literatura mundial y tiene en la Biblioteca Nacional su adecuado palacio. Custodia alrededor de treinta millones de publicaciones, ya que recibe y conserva ejemplares de todos los libros publicados en el país. Además, atesora una valiosísima muestra de incunables, manuscritos, estampas, dibujos, mapas, grabados, fotografías, grabaciones sonoras, partituras, folletos o impresos antiguos, con colecciones de gran valor como la de Cervantes. El repertorio de manuscritos, alrededor de 23.000, aporta obras desde el siglo IX y los incunables son 3.159 ejemplares, incluidos dos libros xilográficos. La recopilación de prensa y revistas tiene gran importancia para la investigación sociológica e histórica e incluye más de 150.000 títulos que se incrementan anualmente. Ocurre lo mismo con la colección de libros modernos, que crece a un ritmo de 100.000 volúmenes al año y ocasiona un gran problema de espacio. La Biblioteca difunde este patrimonio a través de su catálogo y la elaboración de la Bibliografía

Española. También ofrece servicios al público que incluyen las salas de consulta, servicios a través de su página web, la información bibliográfica especializada o el préstamo interbibliotecario. Fue fundada por Felipe V en 1712 como Real Biblioteca Pública en la que los editores debían depositar un ejemplar de todos los libros impresos en España. Sus fondos provenían de las colecciones privadas de los monarcas Felipe IV y Felipe V, que mandó traer más de 6.000 volúmenes de Francia. En 1836 dejó de ser propiedad de la Corona y recibió su actual denominación. Tiene su sede principal en el paseo de Recoletos, en el llamado Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales, edificio que comparte con el Museo Arqueológico Nacional. Es obra del arquitecto Francisco Jareño, aunque lo terminó Antonio Ruiz Salces, y abrió sus puertas en 1896. La decoración de la fachada se compone de varias estatuas y medallones de personajes ilustres de las letras y las artes. Mientras que el frontón, obra de Agustín Querol, presenta varias esculturas que representan el estudio, el genio, la paz y las distintas ciencias y artes.

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CINES DE LA GRAN VÍA

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a Gran Vía es una muestra de los principales estilos arquitectónicos de la primera mitad del siglo XX y desde su trazado, en 1910, se convirtió en uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Con la llegada de las salas de cine, en los años 20 y 30, se abría la fábrica de sueños que permitiría a los madrileños acceder a un mundo mágico, con luces de neón y grandes carteles pintados, desde los años 50 por Alberto Pirrongelli, que invitaban a maravillosas aventuras. De las quince salas que llegó a albergar la Gran Vía, hoy solo sobreviven tres. La mayoría se han convertido en centros comerciales, restaurantes o, como mal menor, teatros para diferentes espectáculos. El más antiguo de todos, el Palacio de la Prensa, es uno de los supervivientes. Fue inaugurado por Alfonso XIII en 1924 y se accedía a la sala a través de un ascensor. Ese mismo año abría el Cine Madrid-París, luego Cine Imperial, clausurado en 2002 para albergar una tienda de ropa. El Cine del Callao, de 1926, es otro de los que sigue proyectando películas. Del mismo año es El Palacio de la Música construido por Secundino Zua-

zo Ugalde como sala de conciertos, aunque fue cine desde 1928 hasta 2008. Parecida suerte corrió el Cine Avenida, ubicado junto a él y en cuyos sótanos estuvo la mítica sala de fiestas Pasapoga. El cine Rialto, de 1930, hoy es teatro para espectáculos musicales y, un año después, se abría el Cine Actualidades, una joya arquitectónica de estilo art decó que fue derribado en los 60. Justo enfrente, el cine Capitol, también de estilo art decó, empleó en 1931 adelantos tecnológicos como las telas ignífugas o los sistemas de refrigeración. El luminoso de su fachada es todo un icono y hoy prosigue con su actividad en sus tres salas de proyección. El antiguo Cine Coliseum, inaugurado en 1932, es ahora un teatro para musicales. La Sala Fontalba, de 1933, se derribó en los años 50 y el cine Azul, de 1939, cerró sus puertas en 2005 y hoy es un restaurante de comida rápida. Los últimos cines en abrirse fueron el Gran Vía, convertido en teatro; el cine Rex, cerrado en 2008; el Lope de Vega, de 1947, que hoy es uno de los teatros musicales más emblemáticos de la capital, y el Cine Pompeya, de 1951, hoy teatro de comedia.

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CHOCOLATERÍA SAN GINÉS Esta churrería en el centro de Madrid, entre Sol y el Teatro Real, ha sido lugar de encuentro de varias generaciones desde 1894. Durante la Segunda República se la llamó “La Escondida”, por su ubicación en el pasadizo de San Ginés, un callejón apartado que, sin embargo, no ha evitado su fama. Acogía a quienes salían del vecino teatro Eslava y querían tomar un chocolate caliente. También fue lugar de encuentro de personajes de las artes y las letras, como recoge Luces de Bohemia de Valle Inclán. El primer local se construyó en 1890 como mesón y hospedería, pero en 1894 se convierte en establecimiento para la elaboración de churros con la técnica tradicional llamada “a hombro”. Hoy sigue recordando a esos cafés de finales del XIX con sus mesas de mármol y su mostrador revestido de azulejos. Desde entonces, ha servido los primeros cafés y chocolates del año tras las campanadas de la Puerta del Sol.

La fórmula de su receta es aparentemente sencilla: harina, agua y sal para los churros y cacao y agua para el chocolate; pero servir cuatro mil cada día, durante 24 horas y 365 días al año, debe tener un secreto. La harina y el cacao de San Ginés son españoles y se elaboran especialmente para este establecimiento y la fabricación es artesanal. La fritura, a 190 grados en aceite de girasol, dura tres o cuatro minutos y da como resultado un churro crujiente y sin grasa. El cacao hierve al menos durante media hora para que no quede ni líquido ni espeso, sino en su punto. El Ayuntamiento de Madrid ha reconocido a esta chocolatería como Centro Histórico Turístico. En 2010 se inauguró una Chocolatería San Ginés en Tokio, en el barrio de Shibuya, y en ciudades como Shanghai y Bogotá también pueden disfrutar, desde 2013, del mismo placer que los madrileños, a los que, sea la hora que sea, siempre les quedará San Ginés.

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PARQUE DEL CAPRICHO

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s uno de los espacios verdes que conforman el patrimonio artístico natural de Madrid y, a pesar de ser de los más bellos, es de los más desconocidos. Está situado en la Alameda de Osuna, en el distrito de Barajas, y sus creadores fueron los Duques de Osuna en 1784. La duquesa, María Josefa Pimentel, protectora de artistas, intelectuales y toreros, creó un paraíso natural que frecuentaban las personalidades más ilustres de la época y en el que trabajaron artistas, jardineros y escenógrafos de gran prestigio, a las órdenes de Pablo Boutelou. A su muerte, el parque entró en declive hasta que en 1974 el Ayuntamiento de Madrid inició su recuperación, finalizada en 1999. Alberga una importante riqueza botánica, escultórica y artística, ya que contiene templetes, ermitas, fuentes, plazoletas y también el palacio de los duques, que acoge un museo dedicado a la duquesa de Osuna y a su época: la Ilustración. De sus construcciones, merece especial mención su puente de hierro, el más antiguo de España.

El jardín, el único del Romanticismo que existe en Madrid, ofrece tres estilos diferentes: el parterre o jardín francés, el paisaje inglés y el giardino italiano. El primero, con sus setos recortados, se sitúa delante de la fachada oeste del palacio. En la parte baja está el italiano, el más antiguo, que mezcla los setos con árboles y, cerca de este, el laberinto hecho con laurel y adecuado para los juegos de escondite. El resto del parque es un típico jardín paisajista inglés que invita al paseo, pero que esconde también un secreto: un búnker de la Guerra Civil único en Europa por su estado de conservación, que alojó el Cuartel General del Ejército Republicano del Centro. Tiene dos mil metros cuadrados, está situado a quince metros bajo tierra y era capaz de resistir bombas de hasta cien kilos. Fue construido en 1937, aprovechando su situación lejana al frente de guerra, sus buenas comunicaciones y el arbolado, muy propicio para el camuflaje. Es posible conocerlo, en una visita guiada, todos los fines de semana.

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MATADERO Y MADRID RÍO

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atadero es un espacio de intercambio de ideas que está abierto a todos los campos de la creación. Sus áreas de actividad incluyen las artes visuales y escénicas; la literatura y la lectura; el pensamiento; la música y el arte sonoro; el cine; el diseño; la moda; la arquitectura; el urbanismo y el paisajismo. Se encuentra en la dehesa de Arganzuela, en el espacio que ocupaba desde 1924 el mercado municipal de ganados, un complejo proyectado por Luis Bellido para abastecer a toda la ciudad. Contaba con cinco sectores para la dirección, el matadero, el mercado de abastos, el mercado de trabajo y la sección sanitaria y, además, tenía viviendas para el personal, capilla y hasta ferrocarril propio. En los años 80, el edificio de administración, llamado Casa del Reloj, se convierte en sede de la Junta Municipal de Arganzuela y en los 90, el Ballet Nacional de España y la Compañía Nacional de Danza ocupan los antiguos establos. El desarrollo de este complejo cultural ha ido parejo a Madrid Río, un proyecto que ha recuperado los espacios que rodean el Manzanares y

ha supuesto la mayor operación de reequilibrio ecológico de la historia reciente de Madrid. Un gran corredor ambiental de 3.500 hectáreas que va desde Getafe hasta El Pardo y ha hecho posible la renaturalización del río con la apertura de las compuertas que embalsaban el agua en presillas, recuperando así su función de corredor ecológico, para que la fauna pueda desplazarse y conservar la biodiversidad. Se han eliminado especies invasoras y se han plantado otras autóctonas de ribera, como olmos, chopos, fresnos, alisos, rosales silvestres o sauces. También se han liberado galápagos y especies de peces como la bermejuela o la boga de río. El resultado ha sido una explosión de naturaleza sorprendentemente rápida, con la llegada de hasta cincuenta especies de aves. Cuenta con sendas ciclistas, treinta y tres pistas deportivas, diecisiete áreas de juegos infantiles, tres circuitos biosaludables, siete pistas de petanca, doce mesas de juegos, tres plataformas de eventos culturales y un centro de interpretación, además del Complejo Cultural de Matadero Madrid.

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PLAZA DE TOROS DE LAS VENTAS Ya en la Edad Media se celebraba diferentes festejos taurinos en Castilla, León, Navarra, Aragón, Asturias y Galicia, aunque las corridas de toros, tal y como las conocemos hoy, nacen en el siglo XVIII. En Madrid se celebran este tipo de espectáculos desde el siglo XVII, en la Plaza Mayor, y desde 1749 hasta 1876 en la plaza de toros de la Puerta de Alcalá. En esa fecha fue sustituida por la plaza de Fuente del Berro y esta relevada por la actual en 1934. La Monumental de Las Ventas recibe su nombre de la zona en la que se sitúa. Tiene capacidad para 23.798 espectadores, lo que la convierte en la más grande de España y la tercera del mundo, mientras que su ruedo, de sesenta metros de diámetro, es el segundo mayor del mundo. Desde 1994 es un edificio considerado como Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento Histórico Artístico. De estilo neomudéjar, con estructura metálica y fachada de ladrillo visto, comenzó a

construirse durante la dictadura de Primo de Rivera y se finalizó en la Segunda República. Es diseño de José Espeliú, aunque fue Manuel Muñoz Monasterio quien concluyó el proyecto. El interior está distribuido en diez tendidos de cuatro pisos, con galerías circulares que conducen a las localidades. Además, la plaza cuenta con capilla, sala de toreros, corrales, enfermería, desolladero, oficinas y tres salas culturales, con una biblioteca de más de dos mil volúmenes. En la fachada se pueden contemplar escudos realizados en cerámica y que representan todas las provincias españolas, mientras que en la explanada exterior que rodea el coso se distribuyen estatuas y esculturas dedicadas a los personajes más relevantes de la historia del toreo, como José Cubero “Yiyo”, Luis Miguel Dominguín, Antonio Bienvenida o Fleming, descubridor de la penicilina que ha salvado tantas vidas de toreros.

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EDIFICIO TABACALERA, ARTE URBANO

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abacalera es un proyecto cultural y de arte que ha adoptado como sede la antigua Fábrica de Tabacos de Madrid. Allí conviven el Espacio Promoción del Arte, que gestiona el Ministerio de Educación y Cultura, en el que se organizan exposiciones y actividades relacionadas con la fotografía y las artes visuales, y el Centro Social Autogestionado La Tabacalera de Lavapiés, que el ministerio ha cedido a diversos colectivos para llevar a cabo acciones culturales. Está ubicado en la calle Embajadores, junto a la glorieta del mismo nombre. Resulta muy fácil de identificar porque el perímetro exterior de su patio se ha transformado en una auténtica galería de arte urbano, gracias al proyecto Muros, por el que diversos artistas realizan allí sus creaciones. El edificio fue construido entre 1780 y 1792 para ser Real Fábrica de Aguardientes y Naipes, pero tras un breve periodo en funcionamiento,

en 1809 se convirtió en Fábrica de Tabacos y Rape, uso que tuvo hasta finales del siglo XX. El edificio se desocupó en el año 2000 y estuvo abandonado hasta que, en 2007, se proyectó como Centro Nacional de Artes Visuales, con un programa permanente de exposiciones y actividades en torno a la fotografía, el arte contemporáneo y las artes visuales. En 2012, el ministerio cedió parte del inmueble al Centro Social Autogestionado La Tabacalera de Lavapiés, donde vecinos y artistas trabajan y organizan exposiciones de fotografía, vídeo, pintura y escultura y representaciones de teatro y danza; recitales de poesía y música; charlas y debates; comidas o talleres... Cualquier particular o grupo puede solicitar el uso de este espacio para llevar a cabo un proyecto sin ánimo de lucro, siempre que se implique ayudando a su mantenimiento.

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CÍRCULO DE BELLAS ARTES

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s uno de los centros culturales privados más importantes de Europa y se caracteriza por su actitud abierta hacia las más destacadas e innovadoras corrientes artísticas. Desarrolla actividades que abarcan desde las artes plásticas, hasta la literatura, la ciencia, la filosofía, el cine o las artes escénicas. En el Círculo tienen lugar alrededor de mil actos anuales entre exposiciones, conferencias, seminarios, talleres, conciertos, representaciones de teatro y danza, publicaciones, cine… Organiza encuentros, mesas redondas, congresos y presentaciones de libros sobre temas relacionados con la literatura, la política, la ciencia y el pensamiento. Cuenta con una sala de teatro, la Sala Fernando de Rojas; un Cine-Estudio, donde se proyectan ciclos y se celebran coloquios, y con su propia emisora de radio: Radio Círculo. Edita los catálogos que acompañan las exposiciones y publica obras de producción propia o de conferencias, recitales o encuentros que han tenido lugar en su sede, entre ellas la revista Minerva.

Su actual sede, en la calle Alcalá, es un edificio de enorme valor arquitectónico, proyecto de Antonio Palacios, e inaugurado por Alfonso XIII en 1926. Posee una bella ornamentación en sus fachadas y su azotea, ofrece una vista espectacular de la ciudad, donde la escultura de Minerva, de Juan Luis Vassallo, se ha convertido en símbolo del Círculo desde su fundación. Cuenta, además, con un considerable patrimonio artístico de más con piezas de pintura, escultura, grabado, dibujo, cerámica y mobiliario; y un fondo bibliográfico y documental que incluye el legado de la galerista Juana Mordó. El Círculo se fundó en 1880 y lo gestionaron personajes relevantes de la vida cultural como Jacinto Benavente o Carlos Arniches. Un joven Picasso asistió como alumno a sus clases de pintura y Valle Inclán era un habitual de sus salones. Tras años de decadencia, en 1983 recibió el impulso de La Asociación de Artistas Plásticos que lo abrieron al público, a las corrientes internacionales y lo han mantenido en la vanguardia cultural madrileña.

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EDIFICIO DE LA SGAE

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l Palacio Longoria, propiedad de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), es uno de los pocos edificios netamente modernistas de Madrid. Fue construido a principios del siglo XX por José Grases Riera, por encargo del financiero Francisco Javier González Longoria, que quería un palacete al estilo de las villas burguesas de Bruselas. Grases se inspiró en los edificios del arquitecto belga Víctor Horta, pero su proyecto fue mucho más allá, al trasladar también al interior la concepción modernista ornamental. Dio una magnífica fluidez al zaguán, la escalera y las galerías posteriores y concibió una decoración extraordinariamente creativa, con elementos vegetales y abstractos y figuras femeninas que enmarcan las puertas y dan forma a los balcones y las barandillas. Se sirvió de una mezcla de cemento y arena silícea, recubierta de estuco, con la que pudo moldear las figuras y hacerlas parecer de piedra y completó la decoración exterior con mosaicos hechos de fragmento de cerámica. En el interior, la gran escalera, que se sujeta por columnas de hierro, luce barandillas de bronce, escalones

de mármol y flores de vidrio emplomado y está cubierta por una espléndida vidriera, uno de los tesoros del palacio. En la parte posterior a la escalera hay un jardín y dos galerías sujetas por grandes columnas de palmera de hierro. Tras varios propietarios, en 1950 fue adquirido por la SGAE, quien encargó una reforma a Carlos Arniches. La última, de 1992, con proyecto de Santiago Fajardo, recuperó sus colores y elementos originales y retiró los añadidos que habían modificado su imagen. La SGAE, creada en 1899 para defender los intereses de los autores dramáticos y líricos, tenía ya muchos asociados cuando se instaló en el palacio. Hoy continúa con su gestión de los derechos de reproducción, distribución y comunicación pública de las obras literarias, musicales, teatrales, cinematográficas y audiovisuales. Posee el principal archivo de obras líricas de España, además de unas 30.000 partituras de música sinfónica, de cámara, bandas sonoras de películas o música para ballet, y 40.000 partituras de música comercial de mediados del siglo XX.

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EDIFICIO METRÓPOLIS

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ituado en la confluencia de las calles Alcalá y Gran Vía, este emblemático edificio compite con otros de igual solera y belleza, como el edificio Grassy o el Círculo de Bellas Artes. Fue diseñado en 1907 por los arquitectos franceses Jules y Raymond Février para la compañía de seguros La Unión y el Fénix, y la obra final la llevó a cabo el español Luis Esteve Fernández-Caballero. Se levantó sobre el solar de la “Casa del Ataúd” (llamada popularmente así por su estrecha fachada) cuando se creó el primer tramo de la Gran Vía y fue inaugurado en 1911. La compañía Metrópolis adquirió el edificio en 1972 y, desde entonces, se ha ocupado de su mantenimiento y arreglos, el último en 2016. Por su ubicación, adornos y arquitectura, su valor es incalculable. Tiene fachada neorrenacentista de columnas corintias y una cúpula de pizarra adornada con treinta mil panes de oro de veinticuatro quilates. Sobre ella, una estatua de la Victoria alada, encargo de la compañía Metrópolis en 1975 a Federico Coullaut-Valera, autor de las

esculturas del monumento a Cervantes en la plaza de España. Antes hubo un Ave Fénix, símbolo de la empresa que ocupó inicialmente el inmueble y que ahora puede contemplarse en los jardines de la Mutua Madrileña, en el Paseo de la Castellana 33. Por la superficie de las fachadas se distribuyen varios grupos escultóricos, que aumenta aún más su valor, como el que está al pie de la cúpula, obra de Mariano Benlliure. Otras esculturas son alegorías del Comercio, la Agricultura, la Industria y la Minería, obras también de Benlliure, de Paul Landowski y de Lambert. El interior del edificio no está abierto al público, pero cuenta con estancias muy elegantes que conservan mobiliario y decoración originales de principios del siglo XX. Consta de seis plantas y dos sótanos, además de la azotea, de ubicación y vistas privilegiadas, y una cúpula, cuyo interior está vacío. Desde dentro se pueden admirar las vidrieras de la prestigiosa firma Maumejean.

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CASINO DE MADRID

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l Casino de Madrid es una asociación sin ánimo de lucro que tiene como fines promover entre sus socios toda clase de actividades artísticas, literarias, culturales, deportivas y recreativas. Es uno de los más antiguos de España, ya que fue fundado en 1836 por un grupo de trece jóvenes que frecuentaban el Café Sólito, frente al teatro Príncipe, y que decidieron formalizar sus encuentros en los que realizaban tertulias, juegos de cartas o de billar y lectura de prensa. Su nacimiento coincide con el resurgir en Europa del espíritu de asociación y es también el momento en el que nace en España el Estado liberal. Hoy sigue siendo lugar de encuentro y, desde finales del siglo XX, se lleva a cabo un nuevo modelo de gestión en el que la actividad de los socios convive con actos privados que organiza una sociedad concesionaria. Se encarga de la explotación de algunos de los servicios del Casino y acoge eventos sociales como celebraciones, congresos o visitas oficiales. El Casino cuenta, además, con un reputado restaurante, La Terraza del Casino, que dirige el cocinero con dos estrellas Michelin Paco Roncero.

Su actual sede de la calle de Alcalá fue, desde su apertura en 1910, un espacio de representación de la élite madrileña de la época. El edificio de estilo castizo de principios del siglo XX es obra del arquitecto, y también socio del Casino, José López Sallaberry. Posee una entrada principal a la calle de Alcalá, con acceso de carruajes con puerta de rejería y una escalera diseño del propio Sallaberry y obra del escultor romántico Ángel García Díaz. En el interior hay nueve salones con un aforo de 1.200 personas, en el que destacan el Salón Real, con obras de importantes pintores españoles, y el Puerta del Sol, con decoraciones del pintor Antonio Gomar. Además, tiene salas de billar dedicadas al juego de cartas, biblioteca, comedor, despachos, gimnasio con sauna y hasta peluquería. La decoración es obra de importantes artistas del XIX: pintores como Emilio Sala, Cecilio Pla, Álvarez de Sotomayor o Romero de Torres y escultores como Mateo Inurria y Mariano Benlliure. La creación de las vidrieras pertenece a Maumejean, las lámparas a La Granja, las alfombras a la Real Fábrica de Tapices y los relojes a la Sociedad Española de Relojería.

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EL ESCORIAL

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tan solo 50 kilómetros de Madrid se da la combinación perfecta entre un entorno natural de gran belleza y un patrimonio artístico único, allí donde la Sierra de Guadarrama abraza al Monasterio de El Escorial.

lianos. Es, desde 1984, Patrimonio Mundial por la Unesco. En la cripta del monasterio se encuentra el Panteón de Reyes, donde reposan los restos de los reyes y reinas de España de las dinastías Austria y Borbón, a excepción de Felipe V y Fernando VI.

Es uno de los conjuntos arquitectónicos más importantes de Europa y considerado en su época como la  Octava Maravilla del Mundo. Felipe II encargó su construcción en 1563 a Juan Bautista de Toledo, aunque otros arquitectos y especialmente Juan de Herrera dejaron su impronta en esta muestra singular de arquitectura renacentista española y europea que ocupa más de 30.000 metros cuadrados sobre la ladera meridional del monte Abantos. El complejo, monacal y palaciego, incluye un palacio real, una basílica, un panteón, una biblioteca, un colegio y un monasterio. Sus obras se prolongaron hasta 1584 y marcó el paso del plateresco renacentista al clasicismo desornamentado, dando origen, además, al estilo herreriano. Guarda entre sus muros obras de El Bosco, El Greco y Velázquez y de pintores y escultores ita-

Cada año, más de medio millón de visitantes se acercan por estos lares y, de ellos, unos 350.000 hacen parada en el vecino Valle de los Caídos, monumento construido entre 1940 y 1958 y que alberga los restos de más de 33.000 combatientes en la Guerra Civil Española de los dos bandos. Hasta octubre de 2019 también albergó los restos de Francisco Franco. Una enorme cruz de granito de 150 metros, construida sobre el Risco de la Nava, corona el monumento, situado en el valle de Cuelgamuros, en el extremo sur de la sierra de Guadarrama. Grandes formaciones graníticas y bosques de coníferas, robles y olmos rodean el recinto, que incluye la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos y la Abadía del mismo nombre, diseñados por los arquitectos Pedro Muguruza y Diego Méndez y el escultor Juan de Ávalos.

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TOLEDO

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oledo, Ciudad Patrimonio de la Humanidad, es testimonio de las tres culturas que convivieron en ella durante siglos, aunque podemos encontrar vestigios aún más antiguos en su muralla o en las termas romanas. Entre sus tesoros destacan la mezquita del Cristo de la Luz, la Sinagoga de Santa María la Blanca, la Catedral, el Monasterio de San Juan de los Reyes, el Puente de Alcántara o su majestuoso Alcázar, una fortaleza que mandó construir Carlos I, pero que también habla de romanos, de musulmanes y del medievo. Del anterior castillo medieval queda alguna estructura almenada en la fachada oriental y los vestigios anteriores evidencian que siempre fue un lugar fortificado. Ha sido cárcel de la Corona, cuartel militar, taller de sederos y Academia de Infantería y quedó casi destruido en septiembre de 1936 en un famoso asedio ocurrido durante la Guerra Civil. Hoy alberga el Museo del Ejército y la moderna Biblioteca de Castilla-La Mancha. Toledo conserva no solo la estructura de su muralla, sino también casi todas sus puertas. La de Bisagra, de origen musulmán, se remonta al

siglo X, aunque la actual data de 1550, cuando la ciudad se expande y sirve para controlar entradas y salidas y cobrar impuestos, así como para actividades festivas y militares. Sus dos cuerpos separan una plaza de armas y está decorada por sillares en relieve y troneras a ras de suelo. Menos decoradas están la de Alarcones o la de Alcántara, por tener una función de defensa. La de Alfonso VI cuenta con un curioso arco de herradura atravesado por un dintel, mientras que la Puerta del Sol recibe su nombre de un relieve que la ornamenta y en el que aparecen representados la luna y el sol. En la visita a Toledo es obligado recorrer los lugares que albergan la obra del Greco: la iglesia de Santo Tomé, presidida por el Entierro del Señor de Orgaz; el museo del Greco, que guarda las obras de su último periodo, el Museo de Santa Cruz, la Catedral, el Convento de Santo Domingo y el Hospital de Tavera. Sus vistas panorámicas de la ciudad rodeada por el Tajo desde El Valle, completan un recorrido único que el visitante no debe perderse.

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SEGOVIA

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ntre los valles de los ríos Eresma y Clamores y al pie de la sierra de Guadarrama se encuentra Segovia, que fue asentamiento prehistórico, importante ciudad romana y hogar de judíos y musulmanes a su paso por la Península. La Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad la ciudad vieja y su acueducto, considerado la obra de ingeniería civil romana más importante de la Península y convertido en el símbolo de la ciudad. Fue construido entre los siglos I y II con 25.000 sillares de granito, unidos sin ningún tipo de argamasa, para llevar agua de la presa próxima al embalse de Puente Alta a través de sus 818 metros de longitud y sus 170 arcos que lo elevan hasta los 29 metros en su parte más alta. El casco antiguo alberga multitud de edificios históricos, católicos y judíos, como la antigua sinagoga (hoy Iglesia del Corpus), el cementerio judío, el Alcázar, del siglo XII y residencia de los reyes de Castilla, el Monasterio de San Antonio el Real o la Catedral de Santa María, obra

maestra del gótico castellano a la que se conoce como La Dama de las Catedrales. Obra de maestros de la arquitectura española como Juan y Rodrigo Gil de Hontañón, el templo consta de 18 capillas, tres puertas de acceso y conserva el claustro de la catedral destruida en la Guerra de las Comunidades en 1520. Cerca de un millón de personas se acercan cada año a Segovia, atraídos también por manjares de la gastronomía castellana como los judiones de la Granja o el famoso cochinillo, cuya calidad se garantiza con la Marca de Garantía Cochinillo de Segovia, que ostentan restaurantes como Casa Duque, el Figón de los Comuneros, Casares o el celebérrimo Mesón de Cándido, donde se dice que el cocinero que le da nombre tuvo que usar de forma fortuita un plato para trinchar un lechón por no disponer de un cuchillo. Cándido lo convirtió en un rito que dio fama internacional a esta casa de comidas y al producto estrella de Segovia, el cochinillo, que si puede partirse con un plato, da fe de su ternura.

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LA GRANJA DE SAN IDELFONSO

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n la vertiente norte de la sierra de Guadarrama se yergue el Palacio Real de la Granja de San Ildefonso, que recibe más de 300.000 visitantes al año atraídos por los edificios, pero, sobre todo, por sus jardines con enormes secuoyas o abetos centenarios y sus famosas fuentes monumentales. Debe su nombre a la granja de los jerónimos del monasterio de El Parral a los que Felipe V compró los terrenos para recrear el palacio de Versalles, donde pasó su infancia. Teodoro Ardemans proyectó el edificio y los jardines, y encargó las fuentes y estatuas a importantes escultores de la época para dotarlas del esplendor que se exige a la residencia veraniega del rey de España y su corte. Aneja al palacio se encuentra la Real Colegiata de la Santísima Trinidad, donde descansan Felipe V y su esposa, Isabel de Farnesio, en un panteón que fue modelo del arte funerario romano del siglo XVII. El

interior es barroco, con espectaculares frescos en los techos, molduras de madera policromada en oro y lámparas de vidrio fabricadas en la Real Fábrica de Cristales de La Granja. Durante siglos ha sido testigo de hechos históricos como la boda de Carlos IV, la firma del Tratado de San Ildefonso entre España y Francia o la proclamación de la Constitución de 1812. Los jardines son un ejemplo del diseño europeo del XVIII en los que el jardinero francés René Carlier usó las pendientes para hacer brotar el agua de las 21 fuentes monumentales, con chorros de hasta 40 metros de altura. Las fuentes, inspiradas en la mitología clásica, consumen tanta agua como toda la ciudad de Segovia, así que solo se encienden a la vez el 30 de mayo, día de San Fernando; el 25 de julio, día de Santiago, y el 25 de agosto, día de San Luis.

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ARANJUEZ

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n el extremo sur de Madrid y a orillas de los ríos Tajo y Jarama se encuentra el Real Sitio de Aranjuez, propiedad de los reyes desde Carlos I. Sin embargo, su historia es más antigua, porque allí mismo, en el 220 a.C., tuvo lugar la batalla del Tajo en la que Aníbal venció al ejercito carpetano. Después, durante la Edad Media fue un poblado musulmán que Alfonso VIII recuperó para Castilla. Felipe II inició las obras del que sería Palacio Real y que usaron todos los reyes españoles como residencia de recreo hasta el siglo XIX. La ciudad es conocida, además de por su Palacio Real y sus jardines, por las huertas de fresas y espárragos y por el famoso motín que tuvo lugar allí en 1808 y que terminó con la abdicación de Carlos IV en favor de su hijo Fernando VII. El Paisaje Cultural de Aranjuez ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y en él destaca el Palacio Real, encargado por Felipe II al arquitecto Juan Bautista de Toledo y que remató su discípulo, Juan de Herrera. De estilo renacentista con influencia francesa, posee una hermosa fachada y un interior lujoso, donde destacan la

Sala China, el Gabinete de Porcelana y la Sala de los Espejos. Fuera del recinto, un palacio menor llamado Casa del Labrador forma parte del Jardín del Príncipe. Este es el más extenso, con una gran variedad de cipreses, castaños de indias, fresnos, robles, arces y árboles del amor; una entrada de hierro de Juan de Villanueva y las maravillosas fuentes del Narciso, de los Cisnes y de Apolo. Junto a este, el jardín del Parterre, el de la Isla y el de Isabel II forman el conjunto ajardinado más importante del periodo de los Habsburgo. En el del Parterre destacan sus tres fuentes: la de Hércules y Anteo, la de Ceres y la de las Nereidas, además del Jardín de Estatuas con 14 bustos de mármol de emperadores romanos, reyes de España y personajes de la antigüedad. El de la Isla, rodeado por el río Tajo, posee numerosas fuentes y estatuas como la del Niño de la Espina o la de la Boticaria, de Santiago Rusiñol, entre otras. El Jardín de Isabel II cuenta con una gran variedad de especies vegetales, como el Plátano de la Trinidad, de 220 años de edad y 56 metros, el más alto de la Comunidad de Madrid.

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CUENCA Y LA CIUDAD ENCANTADA

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uenca, a la que se ha llamado ciudad paisaje, posee un importante patrimonio histórico y arquitectónico que le ha hecho merecedora de ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Ejemplos de esa riqueza cultural son su ciudad antigua, con edificios como la catedral o las Casas Colgadas, y sus numerosos museos, entre los que destaca el de Arte Abstracto Español. La historia de Cuenca se remonta al Paleolítico, aunque es la fortaleza musulmana la que ha dado lugar a la ciudad actual. Alfonso VIII la conquistó en 1177 y le otorgó uno de los fueros más prestigiosos de Castilla. La catedral, iniciada en el mismo siglo XII sobre la mezquita, es una representación excepcional de gótico temprano con elementos de transición del románico. Sin embargo, a principios del siglo XX, la caída de la Torre del Giraldillo hizo que tuviera que demolerse la fachada para construir la actual de estilo neogótico. En la ciudad hay varios ejemplos de arquitectura religiosa que abarcan desde el medievo a nuestros días, como las Iglesias de San Miguel, San Andrés, San Nicolás

y San Pedro; la Ermita de las Angustias, el Convento de San Pablo, actual Parador Nacional, el de la Merced o el de las Madres Benedictinas. La arquitectura civil es igual de grandiosa y un ejemplo sorprendente de adaptación arquitectónica al entorno natural, ya que gran parte del casco histórico es un mirador sobre las hoces de los ríos Júcar y Huécar. Las Casas Colgadas, símbolo de la ciudad, son viviendas edificadas desde el siglo XV directamente sobre el río, al que también mira el Puente de San Pablo, en origen de piedra y hoy de hierro y madera. De efecto parecido son los Rascacielos, casas que en la calle Alfonso VIII tienen tres o cuatro alturas y pueden llegar a las diez en la fachada posterior. En la parte meridional de la serranía de Cuenca, a mil quinientos metros de altitud, se encuentra La Ciudad Encantada, un paraje natural de formaciones rocosas calcáreas, modeladas a lo largo de miles de años por la acción del agua, el viento y el hielo, que han creado caprichosas y espectaculares esculturas naturales.

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SIERRA DE LA PEDRIZA

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l sureste del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, en el espacio protegido más extenso de la Comunidad de Madrid, y dentro del municipio de Manzanares el Real, se encuentra La Pedriza, un paisaje formado por riscos, paredes rocosas, canchales, arroyos y praderas que ocupa 3.200 hectáreas y se eleva por encima de los 2.000 metros de altitud. Es un conjunto granítico de formas espectaculares que se han ido modelando durante millones de años, en un proceso que se inicia en el Paleozoico, hace entre 360 y 290 millones de años, y que culmina en el Cuaternario, hace algo menos de dos millones de años, cuando la acción glaciar acabaría de modelar los relieves de la zona más alta de La Pedriza. Sin embargo, es en los últimos millones de años cuando se produce la consolidación de la red de ríos y la excavación de valles y terrazas que dan lugar al terreno que vemos hoy. Está dividida en tres zonas: el Alcornocal, la parte más pequeña y próxima a Manzanares el Real; la Pedriza anterior, presidida por el Yelmo, de 1.717 metros de altitud y el Risco de los Fantasmas, de 1.729 metros, y la

Pedriza posterior, en la que dominan las Torres de la Pedriza de 2.029 metros y el Circo, que no tiene el mismo origen glaciar, pero es de parecido aspecto. Las paredes rocosas tienen formas espectaculares a las que deben nombres como El Pájaro, El Cocodrilo, La Esfinge, El Camello, La Maza, El Tolmo, El Cancho de los Muertos o El Yelmo. En la zona conviven los matorrales mediterráneos, como la jara, con los propios de la alta montaña, como el piorno, y es el hogar de una fauna salvaje muy variada, con lobos ibéricos, cabras montesas, ciervos, jabalíes, corzos, gamos, tejones, gatos monteses, zorros, halcones, águilas imperiales y reales, buitres negros y leonados, milanos negros y reales y una amplia variedad de reptiles y anfibios. Cuenta con cerca de mil vías de escalada de variadas dificultades y es lugar de preferencia de senderistas, por lo que recibe numerosas visitas, especialmente los fines de semana. El paisaje ha sido, además, escenario de rodaje de algunas películas del género western en la década de los 60 del pasado siglo.

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MONASTERIO DE EL PAULAR

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ituado en el municipio de Rascafría, al noroeste de la Comunidad de Madrid, el Real Monasterio de Santa María de El Paular fue, desde su fundación en 1390 y hasta el siglo XIX, un monasterio cartujo que a partir de 1954 se convierte en abadía benedictina. Enrique II de Castilla ordenó la construcción del cenobio cartujo debido, al parecer, a que durante la guerra en Francia su ejército había incendiado un monasterio de la misma orden, y decidió que este se hiciera junto a una ermita que se conocía como Santa María de El Paular. El proyecto contaba con el monasterio, la iglesia y un palacio para uso de los reyes. Para llevarlo a cabo se dieron cita maestros y arquitectos como Rodrigo Alonso, Juan Guas y, un siglo después, Juan y Rodrigo Gil de Hontañón. La iglesia, acabada durante el reinado de Isabel la Católica, es lo mejor de todo el conjunto, con un retablo de finales del siglo XV en alabastro policromado que representa escenas bíblicas con detalle y que se ha conservado en todo su esplendor. El claustro se adornó con grandes cuadros de Vicente Carducho que recrean la historia de la orden y de su

fundador y, aunque fueron repartidos durante la desamortización de 1835, se conservaron casi todos en España. En 2011 finalizó su magnífica restauración y la restitución a su lugar original. Las capillas, de principio del XVIII, son obra de Francisco Hurtado Izquierdo y una de las muestras más bellas del barroco español, con un Sagrario monumental hecho con mármoles de colores y tallas de Pedro Duque y Cornejo y Pedro Alonso de los Ríos. El atrio de la iglesia, cubierto con bóveda de ojivas, posee un retablo también barroco de Churriguera, con seis columnas salomónicas y varias esculturas. El monasterio está integrado en el paisaje montañoso del valle del Lozoya, con picos de más de 2.000 metros de altura y una vegetación compuesta por árboles de hoja caduca, como robles, fresnos o álamos. Arte y naturaleza invitan al visitante a quedarse en El Paular, que es hoy un hotel que ofrece descanso donde, durante siglos, lo encontraron los reyes.

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BUITRAGO DEL LOZOYA Y SUS PISCINAS NATURALES

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los pies de la sierra de Guadarrama y rodeado por el río Lozoya, Buitrago parece una isla; impresión que se acrecienta por la buena conservación del recinto amurallado. Tanto la antigua muralla como su casco urbano están declarados Bien de Interés Cultural, y de la misma belleza son los paisajes que abrazan la villa: la sierra de Guadarrama, Somosierra y el valle del Lozoya, que le da parte del nombre. Desde allí pueden divisarse imponentes cumbres que superan o rozan los 2.000 metros, como Peñalara, el Monte de los Tejos, Cebollera Nueva y Peña Cebollera, también llamado Pico de las Tres Provincias porque mira desafiante a Madrid, Guadalajara y Segovia.

un foso de protección. También es digna de mención la Iglesia de Santa María del Castillo, concluida en 1321 y de planta y alzado góticos, con una entrada de estilo gótico flamígero y torre mudéjar, aunque restaurada tras la Guerra Civil en estilo neomudéjar.

El casco urbano de Buitrago forma una herradura sobre el río. Su recinto amurallado, de origen musulmán y construido en el siglo XI, cuenta con la llamada Torre Albarrana, torreones macizos, un foso y una coracha que cubría el acceso al agua en caso de sitio y que es una de las más importantes y mejor conservadas de toda Europa. Su castillo gótico-mudéjar del siglo XV tiene siete torres, un patio de armas y

A tres kilómetros de Buitrago del Lozoya, y a orillas del embalse, está el Área Recreativa de Riosequillo, donde el Canal de Isabel II construyó una inmensa piscina de 4.500 metros cuadrados, que se mantiene con productos naturales. Está rodeada por un jardín botánico con más de 200 especies y zonas de juegos y deportivas, por lo que resulta una opción más que recomendable el verano.

Buitrago posee también un interesante Museo Picasso con las obras que donó al pueblo Eugenio Arias Herranz, natural de esta villa y amigo del pintor. Son 60 piezas entre cerámicas, grabados, bocetos y un pirograbado, en los que abunda la temática taurina, afición que unió a ambos durante su exilio en Francia.

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ALCALÁ DE HENARES

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u nombre significa “Castillo sobre el río Henares” y su fundación se remonta a la época celtíbera, aunque es con los romanos cuando se formará una ciudad notable llamada Complutum. Fue declarada Ciudad patrimonio Mundial por la Unesco y gracias a su recinto histórico y al rectorado, una de las nueve ciudades de España que este organismo ha clasificado como únicas. La Universidad es una de sus joyas monumentales, ya que su conjunto de colegios mayores y menores datan del renacimiento. Más antigua, del siglo XII, es su Calle Mayor, que sigue el trazado de la calzada romana Caesar Augusta y era parte de la aljama judía de la ciudad. El Palacio arzobispal, de 1209, se encuentra en el centro histórico y forma parte del conjunto monumental declarado Patrimonio de la Humanidad. Además, es de singular belleza la Catedral-Magistral, del siglo XVI y estilo gótico flamígero, aunque edificada sobre una capilla del siglo V. Es la única, junto con la de Lovaina, que posee el título de Magistral, lo que quiere decir que sus canónigos debían ser profesores de la Universidad de Alcalá. Posee una esbelta torre y un claustro renacentista herreriano y en su interior reposa el fundador

de la universidad, el cardenal Cisneros. Del mismo siglo XVI es la casa natal de Miguel de Cervantes, donde las distintas salas se distribuyen en torno a un bello patio de columnas renacentistas y que atesora en su interior una de las mejores colecciones de las distintas ediciones de su obra más universal, El Quijote. Singular es el Corral de Comedias de Alcalá, uno de los teatros más antiguos de Europa, ya que su construcción se remonta a 1601. Otros espacios monumentales de la ciudad son el Palacete Laredo, sede del Museo Cisneriano, donde puede verse una edición original de la Biblia Políglota Complutense; el Hospital de Antezana, fundado en 1483 y en funcionamiento desde entonces, por lo que es uno de los más antiguos de toda España, o la Capilla del Oidor, que es lo que ha quedado de la antigua iglesia de Santa María y conserva la torre-campanario. También merecen una parada el castillo de Alcalá la Vieja, fortaleza medieval de origen árabe del siglo X que mantiene una torre defensiva y algunos torreones en ruinas, y los restos visibles de la antigua ciudad romana, como la Casa de Hippolytus o la Villa Romana de El Val.

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ÁVILA, CIUDAD AMURALLADA

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omo quien guarda un tesoro de palacios medievales, de iglesias románicas, de conventos y monasterios, y de dulces yemas, perrunillas y mantecados, la muralla de Ávila ha sobrevivido a los siglos gracias a sus piedras protectoras. Es, en sí misma, una joya que estuvo a punto de desaparecer en el siglo XIX y hoy, sin embargo, es la mejor conservada de Europa. Se construyó a finales del siglo XI y cuenta con ochenta y ocho torreones y nueve puertas, entre ellas hay dos que permiten subir a pasear sobre la muralla: la del Peso de la Harina y la del Puente.

episcopio. Cerca de la catedral, en la plaza de Santa Teresa, puede verse a un lado la puerta del Alcázar y al otro la iglesia románica de San Pedro, con su gran rosetón. El espíritu de Santa Teresa está en todos los rincones: el convento de la santa, de estilo barroco, se levanta desde el siglo XVII sobre su casa natal; en la plaza de las Madres está el de San José, el primero de las Carmelitas Descalzas que fundó en 1562, con su templo herreriano y con una preciosa capilla, y al norte de la ciudad, el monasterio de la Encarnación, donde permaneció Santa Teresa desde 1535 hasta 1574.

La cabecera de la catedral, del siglo XII, se incrusta en la muralla como si fuera un torreón más, dando la impresión de fortaleza. Pero en su interior se abre paso el gótico del retablo de su altar mayor, de Berruguete, o la custodia de plata de Juan de Arfe. La plaza de la Catedral está cuajada de palacios, como el de Valderrábanos, del siglo XIV, con portada gótica y torre; el de los Velada, del siglo XVI, y el antiguo palacio episcopal que conserva un pórtico de piedra, una ventana y el

También adosada a la muralla se encuentra la casa de las Carnicerías, del siglo XVI, y junto a la puerta de San Vicente, la basílica del mismo nombre y que es un ejemplo del románico más bello. Esa entrada nos franquea el paso a grandes palacios como el de los Verdugo, del siglo XVI, con un espectacular patio con arcadas; y frente a él, el palacio de los Águila, de la misma época y que hoy es la sede del Museo del Prado en Ávila.

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SALAMANCA, CIUDAD UNIVERSITARIA

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as piedras de Salamanca nos hablan de siglos: desde el primer asentamiento de la Edad de Hierro en la ribera del Tormes, al paso de vacceos, vetones, romanos, visigodos y musulmanes, hasta la repoblación cristiana, en el Medievo, que sentó las bases de la ciudad actual. El Puente Romano es uno de sus vestigios más antiguos. De su infraestructura original conserva la mitad norte, ya que la otra mitad tuvo que ser reconstruida en el siglo XVII tras una riada. La Ciudad Vieja de Salamanca, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, se fraguó en el siglo XVI sobre su estructura medieval con la protección del cardenal Cisneros y de grandes mecenas del arte que le dieron la importancia religiosa y cultural de la que todavía goza. Uno de sus emblemas es la Universidad, fundada en 1218 por Alfonso IX, la más antigua de España y del mundo hispánico, y la tercera más antigua de Europa. El edificio histórico de las Escuelas Mayores es de

1411, con fachada plateresca en tres cuerpos ricamente decorados con medallones y escudos. Cuenta también con el detalle de una rana sobre una calavera que durante siglos ha advertido a los estudiantes de los peligros de una vida disipada y que es hoy una atracción turística. Comparte protagonismo con sus dos catedrales, la vieja, construida entre los siglos XIII y XIV, de estilo románico y gótico, y la nueva, edificada entre los siglos XVI y XVIII, que mezcla los estilos gótico, renacentista y barroco. En la primera, destaca el retablo de la Historia de la Salvación y la torre del Gallo; la segunda, con una planta de más de 100 metros de longitud, tiene tres naves de altísimas bóvedas de crucería y 90 vidrieras traídas de Flandes. También de estilo barroco es la Plaza Mayor, iniciada en 1729 por Alberto de Churriguera en piedra de Villamayor, con 88 arcadas y 57 medallones con los rostros de reyes de España, descubridores y colonizadores de América.

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CERCEDILLA

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ercedilla, en la sierra de Guadarrama, se encuentra al abrigo de las cumbres de los Siete Picos, la Bola del Mundo, La Peñota y la Peña del Águila, y es parte del Camino de Santiago. Fue creada como lugar de paso y hospedaje de la antigua calzada romana que unía Titulcia con Segovia en la llamada Vía Antonina y aún conserva algunos de sus restos y cuatro puentes en buen estado: el del Descalzo, el Puente del Reajo, el de la Venta y el Puente de Enmedio. Aquí el paisaje se funde con el parque natural de las Dehesas, la sierra, las piscinas naturales de las Berceas y las praderas. Sus casitas de estilo serrano son de piedra, al igual que sus calles. En la Plaza Mayor se miran el ayuntamiento y la casa de Mayores, de piedra granita, y en su casco, la plaza de San Ginés, el corralillo de Gloria Fuertes, el parque de Pradoluengo y la iglesia de San Sebastián, del románico tardío, que pueden conocerse en una visita teatralizada que organiza el Ayuntamiento y en la que se evocan las palabras de Cervantes, Lope, Luis Rosales o Machado.

Cuando llega la nieve y Cercedilla se viste de blanco, comienza la época de esquí en el puerto de Navacerrada, el más próximo a Madrid. Su vocación como lugar de esparcimiento surge ya en el siglo XIX, aunque será un grupo selecto de excursionistas, los miembros de la Institución Libre de Enseñanza, quienes la convierten en una zona de reposo, accesible gracias a la línea férrea Madrid-Segovia y la inauguración del tranvía al puerto de Navacerrada. Con el desarrollo de los deportes de invierno y el crecimiento económico, llegaron las segundas residencias y un aluvión de veraneantes, algunos tan ilustres como Ramón y Cajal, Vicente Aleixandre, Luis Rosales, Gloria Fuertes o Joaquín Sorolla. Desde entonces, esta localidad ha ofrecido un abanico de actividades para los turistas de naturaleza, como el senderismo, las rutas para bicicleta, sus piscinas naturales o la escalada. Aquí se encuentra también el Museo del Esquí, con una muestra de la historia de este deporte y un merecido homenaje a Paco Fernández Ochoa.

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CASTAÑAR DE EL TIEMBLO

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esde la localidad de El Tiemblo, una carretera estrecha y llena de curvas asciende por la montaña hasta morir en una pista forestal que conduce al área recreativa de El Regajo, donde vacas y terneros pastan despreocupados. El castañar de El Tiemblo es uno de los bosques más hermosos y singulares de la zona y también el de mayor extensión del Sistema Central. Es un bosque mágico, con varias rutas y senderos que presentan diferente dificultad al caminante, donde se encontrará con algunos ejemplares de más de 500 años, como el llamado El Abuelo, árbol descomunal de la especie Castanea sativa. Los centenarios castaños están rodeados de robles, pinos, avellanos, olmos de montaña, cerezos silvestres, abedules y helechos. El paraje es también la casa de aves como el mirlo, el zorzal o el trepador azul.

La visita es especialmente recomendable en otoño, cuando los colores amarillos, anaranjados, rojos y marrones se convierten en un placer a los ojos y el tapizado de las hojas en una caricia a los oídos. El sendero tiene un pequeño recorrido circular, de 4.300 metros de extensión, que puede hacerse cómodamente en dos horas, con un desnivel suave de 114 metros. Es recomendable visitar el Refugio de Majalavilla, porque para llegar a él hay que tomar un camino que discurre de forma paralela a un riachuelo y que conduce al punto más alto del castañar, las praderas de la Garganta de la Yedra, un paraje bucólico con vistas extraordinarias. El bosque se enmarca en la Reserva del Valle de Iruelas, donde también es posible visitar la Casa del Parque o recorrer la Senda de la Lancha de las Víboras.

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SIGÜENZA

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e enorme riqueza patrimonial, Sigüenza, en la provincia de Guadalajara, es una de las ciudades más bellas de Castilla, que cuenta con la merecida consideración de Conjunto Histórico-Artístico. Tiene restos medievales, renacentistas y barrocos, aunque su historia es muy anterior, ya que se han encontrado vestigios de la Edad de Hierro y fue ciudad celtíbera y de importancia en época romana, al transitar por ella la vía que comunicaba la Emerita Augusta con la Caesar Augusta. De la época medieval es su castillo, levantado en el siglo XII sobre otro anterior musulmán del siglo VIII y que ha sufrido posteriores reformas hasta convertirse en el parador que es hoy. La catedral, otra de las maravillas de la ciudad, es de estilo inicial románico-cisterciense, con acabado gótico y numerosos elementos renacentistas. Tiene dos grandes torres en su fachada que le dan apariencia de fortaleza y un impresionante rosetón. En su interior merecen una visita la capilla de los Arce, con la estatua yacente de El Doncel de Sigüenza

y la sacristía de las Cabezas, joya del plateresco. Cuenta, además, con una importante colección de arte que incluye La Anunciación, de El Greco. La Sigüenza renacentista tiene su mejor exponente en la Plaza Mayor, que alberga el Palacio Municipal con patio del mismo estilo y también en algunas de sus iglesias románicas, como la de Santiago y la de San Vicente; en la ermita del Humilladero y en los restos de los sucesivos recintos amurallados, con algunas de sus puertas y torreones, además de en la pequeña judería y en las Travesañas, que comprenden las callejuelas del trazado medieval de la ciudad y que incluyen las plazuelas de la Cárcel y de las Cruces. La parte de la ciudad neoclásica se encuentra en el barrio de San Roque, de finales del siglo XVIII, donde se erige el Palacio de los Infantes y el Hospicio, que hoy es la sede del Colegio Sagrada Familia, y La Alameda, el parque principal de la ciudad.

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PEDRAZA Y LA NOCHE DE LAS VELAS

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edraza, en la provincia de Segovia y al abrazo del valle de Navafría, está considerado uno de los pueblos más hermosos de toda España, gracias a su villa medieval amurallada que, tras su restauración, fue declarada Conjunto Histórico. Entre su patrimonio arquitectónico merecen mención la Puerta de la Villa, único acceso a Pedraza tanto para vehículos como para personas. También su Plaza Mayor, una de las más bellas de España y que mantiene todavía sus palacios y casonas de los siglos XVI y XVII, con sus fachadas bien conservadas y unos elegantes escudos de armas. Presidiendo la plaza está la Iglesia de San Juan Bautista, de estilo románico, aunque con revestimiento barroco en su interior. Otra de las joyas de Pedraza es el Castillo Museo Ignacio de Zuloaga, una fortaleza edificada en el siglo XIII y reedificada en el XV, que adquirió el pintor cuando estaba en estado ruinoso. No solo se encargó de su

rehabilitación, sino que le sirvió para observar los paisajes de Pedraza desde sus torres y llevarlos a sus cuadros. Merece también una visita la Cárcel de la Villa, edificación del siglo XIII y reconstruida en el XV, en la que es posible descubrir cómo era una mazmorra y los detalles de la vida de los prisioneros que albergó. Pedraza es también conocida porque, desde hace casi tres décadas, celebra cada julio la Noche de las Velas. Al caer la tarde, las luces públicas se apagan y se cierran la mayoría de las ventanas, de forma que sus calles, plazas, jardines y patios quedan iluminados únicamente con la luz de las velas que crean un ambiente mágico, acrecentado por el silencio y la atmósfera de sus piedras centenarias. Ese silencio se rompe con un concierto para el que se cierra la plaza del pueblo y, durante tres horas, la música lo invade todo.

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