Los orígenes: eslabones entre la ciencia y las escrituras 9505737734

Hay quienes consideran una tarea imposible ligar la ciencia con la H Biblia. Este libro desafía-esa "imposibilidad&

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Los orígenes: eslabones entre la ciencia y las escrituras
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ESLABONES ENTRE LA CIENCIA Y LAS ESCRITURAS

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son irreconciliables los mundos de la ciencia

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y de la religión? ¿Ha demostrado la ciencia

moderna con su teoría de la evolución que el relato bíblico del origen de la vida es falso? Si uno acepta el informe bíblico de los orígenes, ¿debe entonces rechazar la ciencia? El Dr. Ariel A. Roth, hombre de ciencia y creyente cristiano, argumenta que, tomadas en conjunto, la ciencia y la religión nos dan una comprensión más completa y sensata del mundo que nos rodea, de nuestro lugar en él, y del significado y destino último de nuestra existencia. Roth examina temas tales como las evidencias en favor del evolucionismo y del creacionismo, el diluvio, los puntos fuertes y la limitaciones del método científico, y la confiabilidad de las Escrituras. Concluye que el modelo bíblico de una creación reciente hecha por Dios deja menos preguntas sin responder que el modelo evolucionista, o cualquier posición intermedia entre los dos conceptos básicos, tales como la creación progresiva y la evolución teísta.

demás de enseñar biología, Ariel Roth se ocupó durante 30 años en investi· gar las áreas en las que la ciencia y la religión se tocan y que a veces ofrecen perspectivas diferentes. Tiene un doctorado en Zoología de la Universidad de Michigan, enseñó en las universidades Andrews y Loma Linda, y desde 1980 hasta 1994 fue el director del Geoscience Research lnstitute. Roth también participó en la controversia entre el evolucionismo y el creacionismo en los Estados Unidos, donde prestó su testimonio ante muchos grupos educativos y legales, y dirigió numerosas excursiones de estudio de geología y paleontología en diferentes partes del mundo.

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L'ORÍGENES

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RIGEN ES ESLABONES ENTRE LA CIENCIA Y LAS ESCRITURAS

ARIEL A. ROTH

ASOCIACIÓN CASA EDITORA SUDAMERICANA

Av. San Martín 4555 B 1604CDG Florida Oeste Buenos Aires, Argentina

Tftulo del original: Origins. Linking Science and Scrlpture, Review and Herald Publishing Association, Hagerstown, MD, E.U.A., 1998. Dirección editorial y traducción: Rolando A. ltin Diseño: Willie Duke y Eval Sosa Tapa: Hugo O. Primucci IMPRESO EN LA ARGENTINA Printed in Argentina Primera edición MM-4M Es propiedad. © Review and Herald Publishing Association (1998). © ACES (1999). Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723. ISBN 950-573-773-4 213 ROT

Roth, Ariel A. Los orlgenes. Eslabones entre la ciencia y las Escrituras - 1a. ed. Florida (Buenos Aires): Asociación Casa Editora Sudamericana, 2000. 440 p.; 23x15 cm Traducción de: Rolando A. ltin ISBN 950-573-773-4

l. Titulo - 1. Creación del mundo

Impreso, mediante el sistema offset, en talleres propios. 260700 Prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación (texto, imágenes y diseño), su manipulación informática y transmisión ya sea electrónica, mecánica, por fotocopia u otros medios, sin permiso previo del editor. -36529-

A Lenore, Larry y john: buenos ejemplos de la obra del Creador.

CONTENIDO AUTOR PREFACIO AGRADECIMIENTOS

LAS PREGUNTAS

l. Una pregunta persistente 2. Modas en el pensamiento 3. Reunamos todo

19 37 53

LOS ORGANISMOS VIVIENTES

4. ¡De dónde surgió la vida! 5. En busca de un mecanismo para la evolución 6. De lo complejo a lo más complejo 7. El origen del hombre 8. Más preguntas biológicas LOS FÓSILES

9. El registro fósil 1O. La columna geológica y la creación 11. Qué dicen los fósiles acerca de la evolución

167 184

203

LAS ROCAS

12. Las grandes catástrofes 13. Evidencias geológicas de un diluvio universal 14. Cuestiones de tiempo 15. Algunas interrogantes geológicas acerca del tiempo geológico

223 246 267

301

UNA EVALUACIÓN DE LA CIENCIA Y LAS ESCRITURAS

16. La ciencia: una empresa maravillosa 17. La ciencia y la verdad: algunos interrogantes 18. Las Escrituras: algo extraordinario 19. Interrogantes acerca de las Escrituras

341 358

ALGUNAS CONCLUSIONES 20. ¡Está la ciencia en problemas? 21. Alternativas entre el creacionismo y el evolucionismo 22. Unas pocas palabras finales GLOSARIO iNDICE

EL AUTOR Ariel A. Roth nació en Ginebra, Suiza, y su niñez y juventud transcurrieron en Europa, el Caribe y América del Norte. Recibió los títulos de Magíster en Biología y Doctor en Zoología de la Universidad de Michigan, y además adquirió formación académica en geología, matemáticas y biología de radiación en la Universidad de California. Roth se desempeñó como profesor en diversas universidades y es miembro de numerosas sociedades profesionales. Después de servir como jefe del Departamento de Biología en las universidades Andrews y Loma Linda, fue director del Geoscience Research lnstitute en Loma Linda, California. Durante 23 años fue el director de la revista Origins. Roth ha realizado investigaciones en zoología de invertebrados y en arrecifes de coral vivientes y fósiles tanto en el Océano Pacífico como en el Mar Caribe. Allí investigó los efectos de la luz y los pigmentos sobre las tasas de crecimiento de los arrecifes. Sus investigaciones en distintos aspectos de la biología fueron financiados por varias agencias del gobierno de los Estados Unidos, incluyendo el Instituto Nacional de Salud, y la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera. Roth ha participado en forma muy activa en la controversia entre el evolucionismo y el creacionismo en los Estados Unidos, y actuó como consultor o como testigo en los Estados de California, Oregón y Arkansas. A lo largo de los años ha conducido numerosas excursiones paleontológicas y geológicas en Australia, Nueva Zelanda, Europa y América del Norte, en regiones donde se encuentran elementos significativos para el desarrollo de la controversia entre el evolucionismo y el creacionismo. Además, publicó más de cien artículos en revistas eruditas y populares, y ha dado centenares de conferencias sobre su especialidad en todo el mundo.

PREFACIO

ay quienes consideran una tarea imposible ligar la ciencia con la Biblia. Este libro desafía-esa "imposibilidad". Intenta mostrar que la dicotomía entre ciencia y Escrituras no es lo que muchas veces se supone, y que existe una armonía razonable entre las dos. En las discusiones animadas acerca de la veracidad de la ciencia y la Biblia, demasiado a menudo el enfoque se centra en un tópico, como ser: ¿Cómo podría la vida aparecer espontáneamente, o qué validez tiene el registro de los comienzos narrados en la Biblia? Con todo, el problema de los orígenes es muy abarcante porque trata del comienzo de casi todo. Un tema extenso demanda una amplia base de evaluación. Este libro intenta dar una introducción al panorama más general y abarcante. Solemos confiar en los expertos especializados, que a su vez confían en otros expertos especializados, todos los cuales han formado su "concepto del mundo" basados en opiniones ge" neralizadas sin haber tenido la oportunidad de evaluar el cuadro más amplio que se acepta, dándolo por sentado. Demasiado a menudo formulamos conclusiones abarcantes a partir de bases estrechas, sin darnos cuenta de que sufrimos del preconcepto de exclusión. Un sociólogo mira una ciudad desde una perspectiva diferente de la del arquitecto, pero ambos ven parte del cuadro total. Este breve examen intenta "especializarse" en un vistazo más amplio, al evaluar diversas interpretaciones basadas en datos científicos y en las Escrituras. Mientras intentaba abarcar el cuadro más extenso me he visto forzado, por . l

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LOS ORiGENES exigencias prácticas, a seleccionar un número limitado de temas para la discusión. He procurado elegir los temas más importantes, es decir, los que presentan el mayor desafío para la Biblia y para la ciencia. Los temas son abordados a partir de una variedad de perspectivas. Comenzando con la historia del conflicto, este libro enfoca interpretaciones biológicas, paleontológicas y geológicas. Luego siguen las evaluaciones de la ciencia, de la Biblia, y de las filosofías intermedias entre el concepto creacionista bíblico y el modelo evolucionista de la ciencia. Hay decenas de otros tópicos que hubiera querido abordar, pero lamentablemente no es posible abarcar todo. ¡Muchos estarán contentos de que no lo haya intentado! U nade las premisas de esta obra es que la verdad debe tener sentido lógico. En otros términos, la verdad debe soportar la investigación; además la investigación debe ser lo suficientemente abarcante como para ser apropiada las interrogantes que se expongan. Uno de los aspectos desalentadores de la humanidad es que muchas veces, más de las que queremos admitir, creemos lo que deseamos creer en lugar de lo que los datos nos dicen. Por eso, en nuestra búsqueda de la verdad es muy importante evitar confiar en la conjetura y prestar especial atención a las bases más firmes que podamos encontrar. Como científico activo, tomo muy seriamente la ciencia. Como valoro la verdad y la religión, también tomo muy seriamente lo que dice la Biblia. Últimamente se han escrito muchos libros que desafían el creacionismo, el evolucionismo o las ideas afines a ellos. En este libro, hasta donde me fue posible, he procurado realizar una síntesis más constructiva. Esto me ha resultado más factible en la segunda parte del libro. Al mismo tiempo he dedicado todo el esfuerzo posible' para realizar una evaluación crítica. La mayoría de las publicaciones que tratan este tema ignoran la geología. He tratado de cubrir esta brecha tomando en cuenta este campo descuidado. A menudo este libro enfoca la intersección de la ciencia con la religión. El lector pronto descubrirá que hay varios usos que se dan a términos generales como ciencia o religión. Esto se presta a confusión, puesto que, en una discusión, la comprensión precisa es importante. Para aclarar la terminología, con frecuencia he identificado usos específicos en el texto. De especial importancia es el sentido en que se usan los términos ciencia, ciencia naturalista, ciencia metodológica, religión, Escritura y teología. Se definen estos términos en el glosario al final del libro. Muchas de las conclusiones ofrecidas aquí no son las aceptadas corrientemente. Invito al lector a que evalúe éstas en base a los hechos y no a partir de perspectivas preconcebidas. Los conceptos nuevos no se formulan simplemente basándose en los viejos conceptos.

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PREFACIO

Unos pocos capítulos (especialmente los capítulos 4, 8, 1O y 14) cubren temas relativamente técnicos. He procurado simplificarlos lo más posible, pero temo que algunos puedan tener dificultades para entenderlos. Son importantes, pero algunos lectores podrán encontrar mayor beneficio si leen solamente las conclusiones al final de los capítulos y siguen luego con los temas más sencillos. Alguien podría preguntar: ¿Presenta este libro un tratamiento equilibrado? ¿Está libre de preconceptos? Desafortunadamente, la respuesta a ambas preguntas probablemente sea: No. He realizado esfuerzos especiales para ser imparcial en la presentación de los hechos, dando especial atención a los datos más confiables, pero ¿quién puede asegurar que está libre de preconceptos? Cuando se trata de las interpretaciones de los datos que se tienen, no puedo asegurar. que he dado a cada punto de vista una atención equilibrada. Este libro no es un examen de opiniones generalizadas. Sin embargo, en muchos campos, nuestro nivel de información es tan escaso en comparación con lo que necesitamos para llegar a conclusiones finales, que presentamos más de una opinión. Siempre que tengo en mis manos un libro nuevo, una de las primeras cosas que hago es ir al capítulo final para determinar la perspectiva del autor. Permítame ahorrarle esa tarea, si es que estoy todavía a tiempo. Mi conclusión es que hay mucho más información científica que corrobora la Biblia de lo que generalmente se supone. A pesar de haber una buena cantidad de datos científicos que favorecen a la evolución, la visión global evolucionista es limitada y deja muchas preguntas sin respuestas, inclusive el por qué de la existencia. Creo que cuando se considera el cuadro total, el creacionismo explica más que el evolucionismo. Las teorías de los orígenes que procuran combinar parte del creacionismo con parte del evolucionismo (cap. 21) no son muy satisfactorias. Carecen de definición como también de autenticidad científica y bíblica. Tampoco presentan autenticidad según otras fuentes de información. Estoy consciente de que los que sostienen ideas que difieren de las mías podrían hallar mi enfoque no de su agrado. Si este es el caso, les ruego acepten mi sincera disculpa. Instaría a los tales a continuar estudiando, comunicando y contribuyendo al acervo de conocimiento de la humanidad. Todos tenemos mucho que aprender el uno del otro. ARIEL A. ROTH Loma Linda, Calif., USA Marzo de 1997

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AGRADECIMIENTOS

Ha sido de un valor inconmensurable la ayuda recibida de muchos amigos con quienes he intercambiado ideas a través de los años. Todos los alumnos en mis clases, y en especial los estudiantes de posgrado, han sido una constante fuente de iluminación. En forma especial quiero agradecer a los doctores Robert Brown, Arthur Chadwick, Harold Coffin, jim Gibson, David Rhys y Clyde Webster por sus valiosísimas sugerencias. Debo hacer mención especial de Katherine Ching por su excelente ayuda con las referencias bibliográficas, aparentemente interminables. También aprecio muchísimo el apoyo que me brindara el Geoscience Research lnstitute a lo largo de los años. Quiero extender un agradecimiento especial a las siguientes personas por sus sabias sugerencias tocante al manuscrito o partes del mismo, los doctores Earl Aagaard, John Baldwin, David Cowles, Paul Giem, Thomas Goodwin, George javor, Karen jensen, Elaine Kennedy, Glenn Morton, Bill Mundy, George Reid, William Shea y Randy Younker. Ellos no tienen la culpa de ninguno de los errores que pudieran haberse introducido en la copia final, ni por los puntos de vista o prejuicios expresados aquí, por los cuales asumo la responsabilidad total.

15

UNA PREGUNTA PERSISTENTE Una cosa es desear tener la verdad de nuestro lado, y otra es desear sinceramente

estar del lado de la verdad. RICHARD WHATELY 1

L

A COMISIÓN DE EDUCACIÓN de la Asamblea legislativa del Estado de Oregón estaba realizando una audiencia pública en la capital estatal, Salem. la gran sala estaba atestada, y se abrieron otras cuatro salas para acomodar a la multitud de curiosos. Sobre el tapete estaba· la enseñanza del creacionismo en las escuelas públicas de Oregón. El público en general favorecía en forma abrumadora la enseñanza tanto del creacionismo como del evolucionismo, y se estaba considerando una nueva ley que exigía se diera una consideración equilibrada a ambos puntos de vista. Cuando hice mi presentación a la comisión, señalé que los conflictos entre el creacionismo y el evolucionismo no tenían que ver con los hechos, sino con la interpretación de los hechos. Tanto los evolucionistas como los creacionistas aceptan los datos de la ciencia, pero les dan interpretaciones diferentes. Por ejemplo, los evolucionistas enseñan que las semejanzas en la estructura, la bioquímica y la anatomía de las células de diferentes clases de animales y plantas se deben a un origen evolutivo común, mientras que los creacionistas consideran los mismos datos y los interpretan como la impronta de un diseñador único, que es Dios. Después de varias horas de discusión, el presidente de la comisión

ofreció sus observaciones finales. Indicó que en realidad no había ningún problema en discusión, porque el creacionismo fue vencido por la ciencia hace más de cien años. En su opinión, el conflicto había sido resuelto 19

20

LOS ORiGEN ES 1

LAS PREGUNTAS

hace mucho. Esto dejó en algunos de nosotros la pregunta de por qué se había llamado a esa audiencia pública. Como orador principal del punto de vista creacionista, quedé impresionado por mi tremendo fracaso. Esta reunión me recordó una vez más cuán emocionalmente involucrados estamos con el problema filosófico básico de nuestros orígenes. Este problema no fue resuelto hace cien años, y hasta hoy muestra pocas señales de llegar a serlo. Durante doscientos años ha habido un conflicto abierto entre las interpretaciones científicas y la Biblia. Esta es una de las batallas intelectuales más grandes de todos los tiempos. Las armas son la pluma y la lengua, y el campo de batalla es la mente del hom~re. Este problema afecta nuestra visión básica del mundo, nuestra razón de existir y nuestra esperanza para el futuro. No es un problema que se pueda poner fácilmente a un lado. UNA PREGUNTA PERSISTENTE: ¿CUÁL ES VERDADERA: LA CIENCIA O LA BIBLIA?

La ciencia, probablemente el máximo logro intelectual de la humanidad, impone con razón un alto grado de respeto. Cuando un hombre de ciencia hace una declaración, puede no ser comprendido, pero probablemente le creerán. Con frecuencia, los tribunales y la publicidad de productos comerciales apelan a experiencias científicas como la palabra final. La ciencia, en combinación con la tecnología, nos ha dado las computadoras, los módulos lunares y la ingeniería genética. La ciencia casi ha sido más que exitosa. 2 No necesitamos detenernos mucho en los éxitos de la ciencia. La. poderosa comunidad científica suscribe, en general, el concepto evolucionista de que el universo y la vida se desarrollaron por sí mismos, mientras que el concepto de un Dios que diseñó todo es puesto en duda o ignorado. Esto lleva a la comunidad científica a un conflicto con los que creen en el informe de la historia de la tierra que dan las Escrituras (la Biblia). En este relato, considerado por muchos como una revelación histórica, Dios es el creador de todo, y en esto el creyente encuentra significado para la realidad y puede comprenderla en parte. Por contraste, una evolución naturalista (es decir, no sobrenatural) tiende a reducir la realidad a conceptos mecanicistas y, usando las palabras de Shakespeare, la vida llega a ser "un cuento relatado por un idiota, lleno de sonidos y furia, pero que no significa nada". 3 Aunque la ciencia es poderosa, la Biblia es un libro sin igual en cuanto a su influencia." En 1975 se estimaba que se habían impreso 2.500 millones de

CAPfTULO 1

1 UNA PREGUNTA PERSISTENTE

ejemplares, y la producción anual es de unos 44 millones de ejemplares. Este récord sobrepasa al rival más próximo, el Libro Rojo, una compilación de citas de Mao Tse-tung, que tiene una circulación estimada de 800 millones de ejemplares. Su circulación aumentó considerablemente cuando su posesión era virtualmente obligatoria en China. Otros libros de gran circulación en Occidente son La verdad que conduce a vida eterna (más de 100 millones) y el Libro Gui-

nness de récords mundiales (más de 70 millones). 5 La distribución actual de las Escrituras es más de 17 veces la de cualquier competidor secular. Con frecuencia se imprimen y distribuyen porciones, libros y testamentos, lo cual aumenta todavía más su distribución. Un episodio importante en el conflicto entre la ciencia y las Escrituras lo constituye el Siglo de las Luces, en el siglo XVIII. En este período la actividad intelectual se liberó de las creencias religiosas tradicionales y de la Biblia. La Ilustración no resolvió las preguntas básicas del hombre acerca de sus orígenes, y del origen de todas las cosas, ni tampoco eliminó la Biblia. En los dos siglos últimos, la batalla sobre la Biblia a veces ha rugido abiertamente; otras veces ha sido menos activa. A pesar de este conflicto, la Biblia sigue siendo el libro más buscado. Si la Biblia fuera un libro de entretenimiento, uno podría explicarse su popularidad sobre esa base; pero no lo es, y a veces tiene dichos ásperos y fuertes. Su popularidad se basa, por lo menos en parte, en la confianza que genera por su significación y su imparcialidad. En vista de la amplia aceptación de la ciencia y de la Biblia, y de los puntos de vista contrastables promovidos por ambas, no sorprende que haya una controversia entre ellas. Muchos se preguntan sinceramente cuál es la fuente de verdad más confiable. Esta pregunta será considerada de diversas maneras en los capítulos que siguen. Las preguntas acerca de los orígenes últimos, tales como el origen de Dios o el origen del universo, entran a veces en el análisis, pero con pocas evidencias y menos respuestas definitivas. No nos detendremos en ellas porque, por falta de evidencias, actualmente debemos permanecer abiertos. Analizaremos sí, en profundidad, la validez relativa del concepto de evolución de la ciencia naturalista y el concepto de creación descritos en la Biblia. Hay más evidencias sobre estos dos modelos. El estudio de estos temas tiene mayores posibilidades de dar fruto. A veces se afirma que tanto el creacionismo como el evolucionismo se basan en la fe: ninguno de los dos puede ser demostrado. Hasta cierto punto esto

11

LOS ORfGENES 1 LAS PREGUNTAS

es cierto, porque ambos representan eventos pasados únicos y singulares que son difíciles de verificar y evaluar. Pero nuestra fe es más segura si está basada sobre evidencias. Todos tenemos que ejercitar algo de fe. Lo hacemos cuando plantamos una semilla o viajamos en avión. Tenemos fe de que lo normal prevalecerá. Pero esta fe está basada en experiencias pasadas. Del mismo modo, nuestra respuesta a las preguntas acerca de los orígenes no debiera estar basada sencillamente sobre una fe ciega. Existe una gran cantidad de evidencias que tienen relación con esa pregunta persistente: ¿Cuál es verdadera: la ciencia o la Biblia? LA CONTROVERSIA'

Aunque los conceptos de evolución han existido durante siglos, un cambio drástico ocurrió en 1859 cuando Carlos Darwin publicó su libro El origen de las

especies por medio de la selección natural, o la conservación de razas favorecidas en la lucha por la existencia. Este tomo enfatizaba la evolución junto con un mecanismo sugerente, la selección natural, para producir formas más avanzadas de yida. La reacción hacia el libro de Darwin fue al comienzo muy mezclada, pero después de unas pocas décadas, una gran cantidad de hombres de ciencia y algunos teólogos comenzaron a aceptar alguna forma de evolución. Había pocos detractores de las ideas de Darwin, especialmente entre los teólogos y los biólogos, incluyendo un grupo notable de la Universidad de Princeton que adoptó una posición intermedia entre el evolucionismo y el creacionismo. Hubo una resistencia organizada contra el evolucionismo a comienzos del siglo XX en Inglaterra, pero la oposición más fuerte se desarrolló en los Estados Unidos. El creacionista más influyente de ese período fue George McCready Price (1870-1963), quien en numerosos libros desafió tanto el evolucionismo como la validez de la columna geológica que se usa para ilustrar el progreso evolutivo. En la década de 1920 hubo un crecimiento de la preocupación pública en favor del creacionismo, y varios estados promulgaron leyes prohibiendo la enseñanza del evolucionismo en las escuelas públicas. Una de ellas fue la base para el famoso Caso Scopes 7 (a veces llamado ei"Caso del mono") que atrajo atención mundial (Figura 1.1 ). john T. Scopes, un profesor de Biología del pueblecito de Dayton, Tennessee, fue hallado culpable de enseñar el evolucionismo y más tarde absuelto sobre la base de una falla técnica. Ambos bandos declararon haber vencido, y pocas opiniones cambiaron. Siguió la secuela típica de estos

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PREGUNTA PERSISTENTE

La atestada sala del tribunal durante el famoso juicio Scopes en Dayton, Tennessee (EE.UU.). Está hablando el abogado Clarence Darrow.* • Foto cortesía de Bryan College.

casos: libros, dramas y películas. En realidad, el problema básico fue más si el evolucionismo o el creacionismo eran veraces, que si Scopes había violado la ley. En 1968 esta clase de leyes que prohibían la enseñanza de la evolución fue declarada inconstitucional por la Suprema Corte de los Estados Unidos, no sobre la base de si la evolución o la creación eran ciertas, sino sobre la base de la exigencia constitucional de la separación de la Iglesia del gobierno. En los Estados Unidos no hay una religión oficial del Estado, y el tribunal argumentó que prohibir la enseñanza de la evolución era favorecer el establecimiento de la religión por parte del Estado, violando así la estricta separación entre la Iglesia y el Estado. Después de la controversia sobre la ley contra el evolucionismo en Tennessee, hubo una calma relativa hasta la década de 1960, y algunos eruditos previeron la desaparición de los conceptos bíblicos tradicionales. El historiador R. Halliburton [h.] predijo en 1964 que "es poco probable un renacimiento del

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movimiento [creacionista]". 8 El teólogo Gordon Kaufamn, de Harvard, escribió en 1971 que "la Biblia ya no tiene la autoridad singular y única para el hombre occidental. Ha llegado a ser un monumento grande pero arcaico en nuestro medio ... Sólo en lugares aislados (y seguramente están desapareciendo rápidamente) tiene la Biblia esa clase de autoridad existencial y significación de que una vez gozó en gran parte de la cultura occidental". 9 Pero la desaparición de la Biblia y del creacionismo predicha no se materializó en los Estados Unidos. Las iglesias evangélicas conservadoras crecieron rápidamente en las décadas de 1970 y 1980, mientras que las denominaciones más liberales perdieron miembros, a veces, de a millones. El creacionismo pronto s'urgió más fuerte que nunca, debido a una combinación de factores, incluyendo los siguientes: 1) Muchos padres se molestaron por libros de texto de biología, de nivel medio, bien escritos y financiados por el gobierno, que enfatizaban temas controvertidos, como· la educación sexual y el evolucionismo, de una manera que ellos consideraban ofensivo. 2) Un libro escrito por dos creacionistas, John C. Whitcomb y Henry M. Morris, titulado The Genesis Flood [El diluvio del Génesis], 10 que estaba basado, en parte, en los puntos de vista de George McCready Price, recibió amplia difusión y un sólido apoyo de los religiosos conservadores. 3) Dos amas de casa influyentes en el sur de California, Nell Seagraves y Jean Sumrall, influyeron sobre la junta de Educación del Estado de California para requerir que al creacionismo se le diera el mismo estatus que al evolucionismo. Esta reglamentación fue modificada más tarde. 11 Como California es tal vez el Estado de mayor influencia en los Estados Unidos, la publicidad de esta decisión estimuló una cantidad de intentos legislativos en otros Estados para dar la misma consideración al creacionismo que al evolucionismo. En los años siguientes se presentaron docenas de propuestas de leyes relacionadas con este tema a las legislaturas de los EstadosY Uno de los problemas mayores que alimentan el fuego de la controversia es que la ciencia no está preocupada con la moralidad, y el evolucionismo es percibido como un desafío a la Biblia, en la que existe gran preocupación acerca de las normas morales. Por causa de esto, muchos consideran la enseñanza del evolucionismo como un desafío a las normas tradicionales de conducta. Esto no quiere decir que los hombres de ciencia no sean morales. Muchos de ellos son modelos de rectitud estricta, pero la moralidad no es una preocupación de la ciencia ni de la teoría de la evolución, y los padres se ponen nerviosos cuando se presenta en el aula como que ellas tuvieran autoridad por sobre la Biblia y

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su moralidad. Un estudio del contenido del creacionismo y del evolucionismo en los libros de texto de biología de nivel medio en los Estados Unidos desde 1900 hasta 1977 muestra un aumento general en la presentación de ambos, aunque dominan los de contenido únicamente evolucionista. 13 Para aumentar el interés, el bien conocido creacionista Duane T. Gish viajó por todos los Estados Unidos ganando muchos debates con los evolucionistas ante grandes audiencias de universitarios. 14 Cuando la Suprema Corte de los Estados Unidos dispuso que el evolucionismo no podía ser puesto fuera de la ley, los creacionistas procuraron estimular la enseñanza tanto del creacionismo como del evolucionismo. Este enfoque también fue considerado ilegal en 1987 por la Suprema Corte, otra vez sobre el mismo requisito constitucional indicado arriba, que requiere que el gobierno permanezca neutral en lo tocante a asuntos religiosos. la Corte no permitió que se enseñaran legalmente los aspectos científicos de las alternativas para el evolucionismo, como tampoco las evidencias científicas contra el mismo. Esto indujo a los creacionistas a promover el "creacionismo científico", que reducía el énfasis en los aspectos religiosos del creacionismo. los evolucionistas respondieron declarando que el creacionismo no es ciencia, y que el principio de la separación de la Iglesia y el Estado requiere mantenerlo fuera de las escuelas públicas y, en particular, de las clases de biología. Con el correr de los años los argumentos cambiaron en forma dramática, al ser grandemente influenciados por las decisiones de la Corte Suprema. En la década de 1920, cuando la enseñanza del evolucionismo era ilegal, los evolucionistas apelaron al principio de la libertad académica para estimular la inclusión del evolucionismo. En la década de 1980, cuando los creacionistas estaban tratando de incluir el creacionismo se escuchaba muy poco acerca de la libertad académica, en particular, de parte de los evolucionistas, mientras los creacionistas la promovían. la batalla ahora se ha trasladado de las legislaturas de los Estados a las juntas escolares locales y a los maestros mismos, quienes en los Estados Unidos tienen bastante autonomfa. los maestros se encuentran a veces en aprietos entre los padres que están listos para demandar al sistema público de educación por enseñar religión, y los que no quisieran que las convicciones religiosas de sus hijos sean destruidas por la ciencia secular. Un maestro informó que cuando enseña el evolucionismo, él recoge todo el material distribuido entre los alumnos para que los padres ni siquiera sepan lo que él les ha estado enseñando. 15

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A veces la aspereza de la batalla es increíble. Con frecuencia los creacionistas hablan antes de verificar los hechos, presentando informaciones groseramente erróneas, incluyendo el incidente imaginario en el que Darwin, en su lecho de muerte, habría confesado que la Biblia era verdadera. 16 Los evolucionistas han proferido términos de menosprecio contra los creacionistas, llamándolos "charlatanes que sólo se sirven a sí mismos" 17 y muchas otras descripciones peyorativas. Al debatir con un creacionista, un geólogo australiano se puso guantes aislantes y, tomando con la mano un cable con electricidad, invitó a su opositor a electrocutarse. 18 La publicidad generada por todas estas actividades han contribuido a difundir el creacionismo hasta los rincones más apartados de la tierra. Ya no es un fenómeno restringido a los Estados Unidos o Inglaterra. Se han formado sociedades creacionistas en docenas de países, especialmente en Europa y el Lejano Oriente, con representantes en Australia, Sudamérica y el África. 19 Las encuestas de opinión pública en los Estados Unidos con respecto a los orígenes de la humanidad han sorprendido tanto a creacionistas como a evolucionistas.20 La comunidad académica, especialmente los hombres de ciencia que endosan el evolucionismo en general, se consternó al ver que sólo el 10% de la población en general aceptaba el modelo evolucionista de las ciencias naturales (sin Dios), mientras que casi la mitad creía en una creación reciente, por lo menos para el hombre, realizada hace menos de 10.000 años; otros seguían posiciones intermedias (Tabla 1.1 ). Algunos hombres de ciencia se preguntaban por qué, después de más de un siglo de educación evolucionista, tan pocos seguían su doctrina. He escuchado a hombres de ciencia expresar su preocupación por su incapacidad de vender el concepto, y la necesidad de mejorar su enseñanza. En mi opinión, el problema no es el arte de vender; los científicos son buenos maestros, y el evolucionismo está bien presentado en excelentes libros de texto. El problema es que los evolucionistas tienen un producto que no es fácil de vender. Muchos encuentran difícil de creer que el hombre y todas las complejas formas de vida que lo rodean, junto con una tierra y un universo que tan adecuadamente sostienen la vida, se hayan organizado a sí mismas. Del mismo modo nuestra capacidad para pensar, percibir, esperar y estar preocupado, entre muchos otros atributos, todos parecen estar más allá de un proceso evolutivo mecánico sencillo. Todo esto añade combustible al fuego de la batalla sobre los orígenes.

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Dios creó a los seres humanos dentro de los últimos 10.000 años

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Dios no estuvo involucrado en ello.

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Sin opinión

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Los seres humanos se desarrollaron durante millones de años, pero Dios guió el proceso los seres humanos se desarrollaron a lo largo de millones de años.

Creencias de los adultos en los Estados Unidos con respecto a sus orígenes. Las cifras representan porcentajes obtenidos por encuestas Gallup realizadas en 1982, 1991 y 1993.

LA GUERRA SOBRE LA GUERRA

¿Existe realmente una guerra entre la ciencia y la Biblia? No tiene sentido tratar de resolver un conflicto que no es real. Con respecto a esto, las opiniones varían grandemente. La pregunta está muy cerca del problema persistente de si la ciencia o las Escrituras están en lo correcto. Si cualquiera de ellas es considerada falsa, no hay conflicto. Algunos perciben que el problema se está resolviendo porque la religión está retrocediendo completamente ante la autoridad de la ciencia. Para quienes creen en un Dios cuyas Escrituras tienen autoridad, tal idea es inaceptable. Algunos seleccionan partes de la ciencia y partes de la Biblia para tratar de resolver el conflicto. Al hacer así, tienden a negar la autoridad de ambas. Aún otros resuelven el conflicto negando la validez o importancia tanto de la ciencia como de las Escrituras, creyendo que tienen poco que decir acerca de las preguntas vitales para la existencia y el sentido de ella. El problema se hace más confuso todavía por causa de una argumentación artificial y una terminología vaga. Stephen J. Gould, el eminente evolucionista de la Universidad de Harvard, no ve una guerra entre la ciencia y la religión (no las Escrituras) porque en su opinión no hay conflicto porque "la ciencia trata con hechos reales, mientras que la religión lucha con la moralidad humana".21 El historiador David Livingstone repite este punto de vista: "Este modelo de una guerra [entre la religión y la ciencia] ha sido desmantelado con precisión forense por una escuadra de revisiooistas históricos" Y Estos historiadores a menudo echan la culpa por esta imagen de una guerra a dos libros importantes que aparecieron hace casi un siglo: History of the Conflict Between Religion

and Science [Historia del conflicto entre la religión y la ciencia], escrito por

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)ohn William Draper (1811-1882), y A History of the Warfare of Science with

Theology in Christendom [Una historia de la guerra de la ciencia con la teología en la cristiandad], de Andrew Dickson White (1832-1918). 23 Draper, que abandonó la fe religiosa de su familia, preparó un libro que fue muy popular. Enfatizaba cómo la Iglesia, especialmente la Iglesia Católica Romana, fue enemiga de la ciencia. Él enfatizaba el antagonismo entre la religión y la ciencia como algo muy importante, en realidad, "el más importante de todos los problemas vivientes". 24 White también se rebeló contra su formación religiosa. Como primer presidente de la Universidad Cornell, la primera universidad explícitamente secular en los Estados Unidos, él afrontó fuerte oposición religiosa. White reforzó la tesis de Draper de que la religión, y en especial, la teología, sofocaban la verdad. Tanto Draper como White fortalecieron su posición señalando que la Iglesia medieval había adoptado el concepto de que la tierra era plana. Curiosamente, esta acusación del error de la Iglesia, era un error. La Iglesia medieval no creyó que la tierra era plana; 25 sin embargo, la acusación sirvió para reforzar la impresión de que la religión estaba equivocada. Draper y White crearon "un cuerpo de conocimiento falso por consultarse el uno al otro en lugar de las evidencias".26 La falacia de la tierra plana se ha extendido a muchos libros de texto en los Estados Unidos y aun en Inglaterra. Se presenta a Cristóbal Colón como un héroe que se atrevió a luchar contra un dogma de la Iglesia al aventurarse a viajar por el mar desconocido, y descubrió América sin caerse por el borde de la tierra plana. Afortunadamente, se están haciendo esfuerzos para eliminar este error de los registros históricos, pero la falacia popular sigue teniendo muchos adherentes. Algunas veces nos consolamos pensando en los errores de otros. El famoso filósofo europeo Ludwig Wittgenstein repite esta tendencia para la historia en general: "Una edad comprende mal a otra; y una época insignificante malentiende a todas las demás en su propia forma maliciosa"P El cliché "de la tierra plana" acerca del pasado puede hacernos pensar cuán superior es nuestra forma de ver las cosas a la de las generaciones pasadas, pero al usarlo en realidad estamos reconociendo nuestra falta de información. El historiador Jeffrey Burton Russell, de la Universidad de California en Santa Bárbara, comenta con mucha perspicacia que "la suposición de la superioridad de 'nuestros' conceptos sobre los de culturas más antiguas es la variedad de etnocentrismo más tenaz que sobrevive". 28 En la controversia evolucionismo-creacionismo necesitamos man-

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PREGUNTA PERSISTENTE

tener en perspectiva el prejuicio de la supuesta superioridad de nuestros conceptos. Como lo ilustran Draper y White, nuestro desprecio por las ideas más antiguas puede conducirnos a senderos extraños y erróneos. Aunque reconozco que nuestros avances en el conocimiento representan un progreso, también quisiera advertir que nuestra propensión a despreciar el pasado implica que en el futuro nuestra confianza en el presente pueda ser clasificada como necedad. Lo que hoy parece ser progreso (verdad) puede muy bien ser interpretado como error por generaciones futuras. Volvamos a la pregunta sobre si hay guerra entre la ciencia y la religión. Sin definiciones precisas de términos, la discusión de la guerra no puede resolverse. Un libro reciente titulado /s Goda Creationist? [¿Es Dios creacionista?]2 9 pretende que Dios no es creacionista porque el creacionismo no es un concepto bíblico. Algunos que creen que la vida fue creada por Dios a lo largo de extensos períodos se llaman "creacionistas", pero éste ni es el concepto bíblico de la creación ni la forma común de entender el término creacionista. Podemos eliminar la metáfora de la guerra si alteramos la definición de los términos. Esto es como eliminar el crimen allegalizarlo. Después de hacer esto, el problema del crimen subsiste. La redefinición de términos puede ser superficial. ¡No se puede producir la unidad entre carnívoros y herbívoros con sólo darles nombres diferentes! Al intentar una solución entre la ciencia y las Escrituras, los mismos términos se usan en formas diferentes y confusas. Por ejemplo, White pensaba que la ciencia podía reconciliarse con la religión pero no con la teología. En forma similar, algunas personas aceptan una forma de religión pero niegan la validez de la Biblia, aun cuando la Biblia ha sido el fundamento de mucha de la religión del mundo occidental. El término religión puede tener una variedad de significados, que varían desde la adoración a Dios hasta la dedicación al secularismo. Hasta ahora ha habido poco consenso en cuanto a una terminología precisa. Pero las palabras descuidadas no pueden resolver este conflicto que va más allá de sólo consideraciones semánticas. Aunque Draper y White estaban equivocados acerca del concepto de la tierra plana, probablemente estaban en lo correcto acerca de una guerra entre la ciencia y la religión, y especialmente entre la ciencia y las Escrituras. La historia está llena de ejemplos de tales confrontaciones, y no hay dudas de que existe un conflicto entre las interpretaciones generales evolucionistas de la ciencia y el concepto creacionista de la Biblia. Una gran parte de este libro se ocupa de este conflicto. William B. Provine, el historiador de Biología de la Universidad

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Cornell, quien endosa el evolucionismo, hace los siguientes comentarios agudos con respecto a algunas de las ramificaciones de este conflicto como se desarrolló en los Estados Unidos: "Los hombres de ciencia trabajan estrechamente con los líderes religiosos con el fin de luchar contra la introducción del creacionismo en las aulas de las escuelas públicas. "Los líderes religiosos y los teólogos liberales, que también proclaman la compatibilidad de la religión y la evolución, logran esta improbable posición por dos caminos. Primero, renuncian a las interpretaciones tradicionales de la presencia de Dios en el mundo, algunos hasta el punto de ser ateos efectivos. Segundo, sencillamente rehúsan comprender la biología moderna evolucionista y siguen ·creyendo que la evolución es un proceso intencional. "Se nos presenta ahora el espectro de los evolucionistas ateos y los teólogos liberales, cuya comprensión de los procesos evolutivos es una tontería demostrable, que se unen con la ACLU (la Unión de las Libertades Civiles Americanas, según las siglas en inglés) y los tribunales más altos del país para golpear a los creacionistas, que se encuentran en una situación comprometida creciente. La biología evolucionista, como se la enseña en las escuelas públicas, no muestra ninguna evidencia de ser una fuerza deliberada de ninguna especie. Esto es profundamente perturbador para los creacionistas. Sin embargo, en las cortes, los hombres de ciencia proclaman que nada en la biología evolucionista es incompatible con ninguna religión razonable, un concepto que también es apoyado por los teólogos liberales y los líderes religiosos de muchas denominaciones. No sólo los creacionistas son incapaces de conseguir que su 'ciencia de la creación' sea enseñada en las escuelas, sino que ellos tampoco pueden convencer al sistema judicial de ninguna manera significativa de que el evolucionismo es antitético a la religión; de este modo, las cortes están etiquetando sus conceptos religiosos como terriblemente desviados. No es extraño que los creacionistas (¡cerca de la mitad de la población!) están frustrados con el sistema y quieren que se les dé un tiempo igual para expresar sus propios puntos de vista, o por lo menos, se les evite ser apaleados por el evolucionismo". 30 Hay pocas dudas de la existencia de un conflicto, en el que a menudo se encuentran evolucionistas y teólogos liberales, de un lado, negando la validez de la creación bíblica, y creacionistas y teólogos conservadores afirmándola por el otro lado. Mucho gira en torno a la pregunta: ¿Cuál tiene más autoridad: la ciencia o las Escrituras? Pero esa pregunta rápidamente pasa a problemas más específicos tales como: ¿Es el informe bíblico de la creación un mito?

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PREGUNTA PERSISTENTE

¿Es posible un compromiso entre creación y evolución? En los próximos capítulos se considerarán estas preguntas complejas desde diversas perspectivas. ¿QUÉ SE QUIERE DECIR CUANDO SE HABLA DE CREACIONISMO Y EVOLUCIONISMO?

Aunque muchos conceptos se aclararán a medida que se desarrollen los capítulos, en este momento puede ser útil clarificar algunos conceptos básicos. Lo que corrientemente se entiende por creacionismo es el modelo bíblico. En el informe de la creación, un Dios todopoderoso prepara la tierra para la vida y crea las diversas clases de organismos vivientes en seis días de 24 horas cada uno, descritos todos con su propia "tarde y mañana". La cronología bíblica tradicional sugiere que esta creación ocurrió hace menos de 10.000 años, aunque la Biblia no trata directamente el tema de una fecha precisa para la creación. Algunos creacionistas creen que el universo también fue creado durante la semana de la creación, mientras otros creen que existió mucho antes de ese tiempo, y que sólo el mundo habitable fue creado durante la semana de la creación. El foco del informe bíblico se centra en la creación de la vida misma y de los factores importantes para la vida tales como la luz, el aire y la tierra seca. Relacionada con esta creación hay una catástrofe universal; el diluvio del Génesis, que enterró muchos organismos que ahora forman los estratos fosilíferos de la Tierra. Este diluvio explica el registro fósil en el contexto de una creación reciente y, como tal, es un elemento importante en el concepto bíblico de la creación. 31 El término evolucionismo tiene muchos significados. Algunos lo utilizan para referirse a pequeños cambios de tamaño

o de color, etc., que se ven en

los seres vivientes. Sin embargo, tanto los creacionistas como los evolucionistas reconocen que estos son variaciones biológicas normales. El sentido más general de evolución se refiere al progreso de formas vivas de las más simples a las más complejas. El concepto generalmente se extiende para incluir el origen de la vida y el desarrollo del universo. Es un enfoque mecanicista del tema de los orígenes. Generalmente no se incluye a Dios como un factor explicativo. El desarrollo ocurre en forma natural de acuerdo con nuestra comprensión de la causa y el efecto. En el escenario evolucionista, el universo se formó por causas naturales hace muchos miles de millones de años atrás. La vida sencilla surgió espontáneamente sobre la Tierra hace miles de millones de años, y las formas más avanzadas de la vida evolucionaron de las más sencillas, especialmente

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durante los últimos centenares de millones de años. Hay muchas variaciones de este tema general. 32 Entre estos dos panoramas principales del creacionismo y del evolucionismo, hay una variedad de conceptos que generalmente incorporan partes de ambos. Se los designa con nombres como evolución teísta, creación progresiva o evolución deísta. Estos modelos rechazan la perspectiva puramente mecánica como la del evolucionismo. Apoyan la idea de un desarrollo progresivo de la vida que a menudo incluye la obra de una clase de Dios, pero rechazan el registro bíblico de una creación reciente. Varias de estas ideas se analizarán en el capítulo 21. EL CONFLICTO Y LA EXACTITUD

Probablemente el más pintorésco de los filósofos cínicos fue Diógenes de Sínope. Esta figura imaginativa y carismática del siglo IV a.C. hizo mucho para promover la filosofía cínica de la virtud como el único bien. Esta creencia estaba con frecuencia acompañada por un ascetismo extremo que parecía estar ejemplificado en la vida de Diógenes. De él se cuentan muchos incidentes. Algunos de ellos sin duda son apócrifos; sin embargo, sirven para ilustrar la enormidad de la brecha que a veces existe entre lo convencional y los ideales. Se cuenta que Diógenes descartó su última posesión, su cuenco, después de observar a un muchacho que bebía con sus manos ahuecadas. Él vivió en un barril de madera prestado, idea que sacó de la observación de los caracoles. Su sarcasmo, a menudo hiriente, salió a la luz cuando Alejandro Magno le ofreció cualquier cosa que quisiera (¡una oferta de menor riesgo con Diógenes que con muchos otros!). Su único pedido fue que Alejandro Magno se moviese hacia un lado para que no le tapara la luz del sol. Uno de los incidentes más famosos acerca de las actividades de Diógenes es la de su paseo por Atenas llevando un farol encendido, a plena luz del día, en una infructuosa búsqueda de un hombre honesto. ¿Encontraría Diógenes honestidad entre los creacionistas y los evolucionistas de hoy? La honestidad, así como la exactitud o la exageración, es difícil de evaluar porque no podemos discernir los motivos de los demás. Todos cometemos errores involuntarios, que se llaman errores honestos. Pero cuando estamos estudiando nuestros propios orígenes, el sujeto está tan ligado con nuestra identidad y emociones que resulta muy difícil ser objetivo. Nuestras suposiciones colorean nuestros procesos mentales. Tenemos, por supuesto, que ser tole-

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rantes de los puntos de vista de los demás, pero ha habido tanta mala información en este conflicto, que debiéramos estar seguros de que estamos basando nuestro análisis en información correcta. Dos informes ilustrarán nuestra necesidad de hacer una evaluación cuidadosa de la información. Hace varios años se publicó, en una cantidad de periódicos, diarios y otros medios de información, un incidente acerca de un día perdido. 33 Ese relato afirmaba que un grupo de hombres de ciencia del Centro de Vuelos Espaciales Goddard, en Greenbelt, Maryland, habían estado estudiando las diversas posiciones de los planetas de nuestro sistema solar en relación con el tiempo. No pudiendo encontrar un acuerdo exacto entre los datos históricos antiguos y las fechas esperadas, la computadora que estaba procesando los datos se detuvo. Cuando se hicieron las correcciones para el día largo de josué descrito en la Biblia, 34 se obtuvo una armonía casi perfecta. Cuando se hizo una segunda corrección para el retroceso del sol en diez "grados", en relación con el rey Ezequías,35 se obtuvo un acuerdo perfecto. Varias personas investigaron este informe con resultados decepcionantes. La persona que relató el incidente no podía recordar de dónde se habían obtenido los datos originalmente, y nadie en el Centro de Vuelos Espaciales Goddard parecía haber estado involucrado en este incidente de cálculos algo dramáticos. Parece que el evento nunca ocurrió. Algunos trataron de exonerar a Los que perpetuaron el incidente al enfatizar los buenos propósitos e intenciones que perseguían. Otros señalaron que el evento no debería haber sido tomado tan en serio, ya que una cantidad de personas que creían en la exactitud de la Biblia no lo aceptaron. Pero el incidente queda como una vergüenza para los defensores de la Biblia. Durante la segunda década de este siglo, Charles Dawson y Arthur Smith Woodward anunciaron el descubrimiento de los restos humanos de Piltdown, ahora famosos, en el condado de Sussex, en el sur de lnglaterra. 36 El cráneo de Piltdown se mantuvo por varias décadas como uno de los intermedios entre el hombre y las formas inferiores. La caja craneal era notablemente humana, mientras que la mandíbula era más similar a la de los simios, correspondiendo a la idea entonces dominante de que el cerebro conducía el desarrollo evolutivo de los hombres. Algunos investigadores también informaron haber encontrado algunos rasgos primitivos asociados con el cráneo más moderno. Unos 40 años más tarde, tres renombrados antropólogos anunciaron que el cráneo de Piltdown era un fraude. La mandíbula había sido teñida, y los dientes limados para

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que hicieran juego con el cráneo. La datación relativa con la técnica del flúor mostró que la mandíbula era mucho más reciente que el cráneo. Algunos han tratado de excusar este incidente al señalar que siempre hubo algunos que pusieron en duda la validez de los hallazgos de Piltdown. Sin embargo, por lo menos durante un tiempo, el cráneo mantuvo una posición respetada en la propuesta del árbol genealógico del hombre, y el incidente constituye una vergüenza para los defensores del evolucionismo. Somos reacios a sugerir motivaciones específicas en los dos episodios, pero que ocurrieran, y que por un tiempo cada uno de los argumentos fuera promovido como válido por los defensores del creacionismo y del evolucionismo, es tanto instructivo como embarazoso. Ellos sugieren que el celo irracional por lo que uno cree ser cierto puede destruir la confianza en el punto de vista que se está promoviendo. Esto debe ser évitado. La verdad no necesita el apoyo del error. Además, nuestros puntos de vista pueden no ser correctos. La verdad es verdad, nos guste o no. Los incidentes informados arriba son aleccionadores: pueden sugerir que un Diógenes moderno con su lámpara podría estar avanzando en un camino muy largo. Que haya quienes están dispuestos a inventar "datos" para apoyar su concepción del mundo testifica acerca de la intensidad del conflicto. La forma de evitar ser engañados por "datos" inventados es la de no ser tan crédulos, pero no siempre es fácil evitarlo.

CONCLUSIONES

La ciencia es uno de los logros intelectuales más exitosos de la humanidad. Las Escrituras también son altamente respetadas, y la Biblia es con mucho el libro más aceptado del mundo. Los hombres de ciencia seculares han propuesto un modelo evolucionista de los orígenes muy lento, a lo largo de mucho tiempo, mient~as que las Escrituras hablan de una creación reciente hecha por Dios. La búsqueda de una evaluación de estos modelos de los orígenes ha tenido un curso interesante, disputado, y a veces engañoso. Se han propuesto diversos esquemas para reconciliar estos dos modelos básicos de los orígenes, pero estas componendas no han funcionado bien y se ven complicadas por definiciones confusas. Muchos se preguntan sinceramente si la verdad última con respecto a los orígenes se encuentra primariamente en la ciencia o en las Escrituras. Esas preguntas no tienen una respuesta fácil.

CAPITULO 1 1 UNA

PREGUNTA PERSISTENTE

Notas y referencias: 1. R. Whately (1825), •on the Love ofTruth", en: H. L. Mencken, ed., A New Oictionary ofQuotations on Historical Principies from Ancient and Modern Sources (N. York: Alfred A. Knopf, 1960), p. 1223. 2. Esto se considerará con detalles en el capítulo 16. 3. William Shakespeare, Macbeth, v.v.26-28. 4. Ver el capítulo 18 para más detalles. 5. La mayor parte de las cifras provienen del Guinness Book of Records: a) D. Mcfarlan, ed., Guinness Book of World Records 1990. 29a. ed. (N. York: Bantam Books 1990), p. 197; b) M.C. Young, ed., Guinness Book of Records 1995, 34a. ed. (N. York: Facts on File, 1994), p. 142. También se ha obtenido información de la empresa Guinness Publishing Ltd., y de la Sociedad Bíblica Norteamericana. 6. Las publicaciones sobre esto son casi ilimitadas. Para una introducción bibliográfica, ver: a) D.N. Livingstone, "Evangelicals and the Darwinian controversies: A Bibliographicallntroduction", en: Evangelical Studies Bulletin 4(2-1987):1-1 O. Algunas otras, entre muchas buenas referencias, incluyen: b) E.). Larson, Tria/ and Error: The American Controversy Over Creation and Evolution (N. York y Oxford: Oxford University Press, 1985); e) D.N. Livingstone, Darwin's Forgotten Defenders: The Encounter Between Evangelical Theology and Evolutionary Thought (Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans Publishing Co. y Edinburgo: Scottish Academic Press, 1987); d) G.M. Marsden, •creation versus Evolution: No Middle Way", Nature 305(1983):571-574; e) R.L. Numbers, "Creationism in 20th-Century America", Science218(1982):538-544; f) R.L. Numbers, The Creationists: The Evolution of Scientific Creationism (N. York: Alfred A. Knopf, 1992); g) E.C. Scott, "The Struggle for the Schools", Natural History 193(7-1994):10-13. 7. Ver el capítulo 19 para más detalles. 8. R. Halliburton, Jr. "The Adoption of Arkansas' Anti-evolution Law", Arkansas Historica/ Quarterly 23(1964):271-283. 9. G.D. Kaufman, "What Shall We Do With the Bible?", lnterpretation: A }ournal of Bible and Theology 25(1971 ):95-112. 1O. ).C. Whitcomb, )r., y H.M. Morris, The Genesis Flood: The Biblical Record and its Scientific lmplications (Filadelfia: The Presbyterian and Reformed Publishing Co., 1961 ). 11. Para mayores informaciones, ver: a) L. R. Brand, ''Textbook Hearing in California", Origins 2(1975):98, 99; b) K. Ching, "The Cupertino Story", Origins 2(1975):42, 43; e) K. Ching, "Appeal for Equality", Origins 4(1977):93; d) K. Ching, "Creation and the Law", Origins 5(1978):47, 48; e) B.L. Dwyer, "California Science Textbook Controversy", Origins 1(1974):29- 34; f) ).R. Ford, •An Update on the Teaching of Creation in California", Origins 3(1976):46, 47; g) C. Holden, ed., "Random Samples: Alabama Schools Disclaim Evolution•, Science 270:1305. 12. L. R. Bailey, Genesis, Creation and Creationism (N. York y Mahwah, NJ: Paulist Press, 1993), pp. 202-204. 13. a) S. Brande, "Scientific Validity of Proposed Public Education Materials for Balanced Treatment of Creationism and Evolutionism in Elementary Science Classrooms in Alabama•, en: K. R. Walker, ed., The EvolutionCreation Controversy: Perspectives on Religion, Philosophy, Science and Education: A Handbook (The Paleontological Society Special Publication No 1. Knoxville, TN: The University ofTennessee, 1984), pp. 141155; b) G. Skoog, "Topic of Evolution in Secondary School Biology Textbooks: 1900-1977", Science Education 63(5-1979):621-640. 14. Para una muestra de los argumentos, ver: a) H.G. Coffin, "Creation is a Viable Alternative to Evolution as a Theory of Origins: A Debate", Libeny 74(2-1979):10, 12, 13, 23, 24 (refutación en las pp. 24, 25); b) W.V. Mayer, "Creation Concepts Should Not be Taught in Public Schools", Libeny 73(5-1978):3-7, 28, 29; e) A.A. Roth, "Creation Concepts Should be Taught in Public Schools", Libeny 73(5-1978):3, 24-27, 28, 29; d) ).W. Valentine, "Creation is nota Viable Alternative to Evolution as a Theory of Origins: A Debate", Libeny 74(21979):11, 14, 15 (refutación en las pp. 25, 26). 15. Ver Scott (nota 6g). 16. a)). Moore, The Darwin Legend (Grand Rapids, MI: Baker Books, 1994); b) W.H. Rusch, Sr., y J.W. Klotz, Oid Charles Darwin Become a Christian? (Norcross, GA: Creation Research Society Books, 1988); e) A.A. Roth,

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"Retro-progressing", Origins 22(1995):3-7. 17. W.). Frazier, "Partial Catastrophism and Pick & Choose Empiricism: The Science of 'Creationist' Geology" (1984), en: Walker, pp. 50-65 (nota 13a). 18. a) (Anónimo), "Evolutionist Debater Descends to AII-Time Low", Acts and Facts 17(6-1988):3, 5; b) Numbers 1992, p. 333 (nota 61). 19. Ver: a) Numbers 1982 (nota 6e); b) Numbers 1992, pp. 319-339 (nota 61). 20. Para mayores detalles e interpretación, ver: A.A. Roth, "Creation Holding its Own" Origins 18(1991):51, 52. 21. S.). Gould, "lmpeaching a Self-appointed Judge: Book Review of: P.E. )ohnson, Darwin on Triar, Scientific American 267(1- i 992):118-121. 22. Livlngstone (nota 6a), p. 1. En su libro Darwin's Forgotten Defenders (nota 6c), Livingstone da seis referencias que desairan la imagen de una guerra. 23. a) ).W. Draper, History of the Conflict Between Religion and Science (N. York: D. Appleton and Co., 1875); b) A. D. White, A History ofthe Warfare of Science with Theology in Christendom, 2 ts. (N. York: Dover Publicationsl 1896, 1960 (reimpresión). Para información del trasfondo de Draper y de White, soy deudor de: e) D.C: Llndberg y R. L. Numbers, eds., *Beyond War and Peace: A Reappraisal of the Encounter between Christianlty and Science", Church History 55(1986):338-354; d) D.C. Lindberg y R.L. Numbers, eds., God and Natute: Historical Essays on the Encounter between Christianity and Science (Berkeley y Los Angeles: University el California Press, 1986), pp. 1-18; e) ).B. Russell, lnventing the Flat Earth: Columbus and Modern Historians (N. York y Westport, CT: Praeger Publishers, 1991), pp. 36-49. 24. Draper, p. vii (nota 23a). 25. a) S.). Gould, "The Persistently Flat Earth" Natural History 103(3-1994):12-19; b) Lindberg y Numbers 1986 (nota 23c); e) Russell, pp. 13-26 (nota 23e). 26. Russell, p. 44 (nota 23e). 27. a) L. Wittgenstein, Culture and Value, G.H. von Wright y H. Nyman, eds.; P. Winch, trad. IChicago: University of Chicago Press, 1980), pp. 86/86e; traducción de: Verrnischte Bemerkungen. Ver también: b) A. Kemp, The Estrangement of the Past: A Study in the Origins of Modern Historica/ Consciousness (N. York y Oxford: Oxford University Press, 1991 ), pp. 177, 178. 28. Russell, p. 76 (nota 23e). 29. R.M. Frye, ed., ls Goda Creationist? Tht; Religious Case against Creation-Science (N. York: Scribner's, 1983). 30. W.B. Provine, Reseña de: *E.). Larson, Tria/ and Error: The American Controversy over Creation and Evolution" (ver nota 6b], Academe 73(1-1987):50-52. 31. Se consideran informaciones adicionales sobre los conceptos creacionistas en los capítulos 10, 12, 19 y 21. 32. Mayores datos sobre el concepto evolucionista se verán en los capítulos 4, 5, 8 y 11. 33. Para algunos detalles, ver: H. Hill e l. Harrell, How to Uve Like a King's Kid (South Plainfield, N): Bridge Publishing, 1974), pp. 65-77. 34. )osué 10:13. 35. 2 Reyes 20:9-11. 36. Opiniones recientes sobre este incidente muy discutido son: C. Blinderman, The Piltdown lnquest (Buffalo, NY: Prometheus Books, 1986); b) ).E. Walsh, Unraveling Piltdown: The Scientific Fraud of the Century and its Solution (N. York: Random House, 1996).

MODAS EN EL PENSAMIENTO Primero, "Es absurdo"; luego, "Tal vez"; y al final, "Lo supimos siempre".'

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na de las maneras en las que la humanidad añade variedad a su existencia es cambiando el estilo de su vestimenta. Recuerdo cuando estaban de moda las corbatas angostas. Más tarde, las corbatas que estaban al día eran sumamente anchas, luego llegó a ser aceptable una variedad de anchuras; pero la mayoría hemos aprendido que debemos guardar las corbatas viejas para estar preparados para el siguiente capricho. Las ideas parecen seguir el mismo esquema. Ciertas ideas acerca de la dieta, la etiqueta adecuada o el arte están de moda por un tiempo, sólo para ser reemplazadas más tarde. Los conceptos filosóficos siguen el mismo diseño, y en diferentes momentos y lugares han prevalecido diferentes conceptos. Unos pocos ejemplos son: el naturalismo, que es la negación de lo sobrenatural; el teísmo, que es una creencia en Dios; y el agnosticismo, que es la idea de que la respuesta a las preguntas básicas es "No sé". Podemos añadir el absolutismo, el animismo, el determinismo, el materialismo dialéctico, el empirismo, el panteísmo, el pluralismo, el racionalismo, y otros. Cada una de estas "escuelas de pensamiento" tienen, o han tenido, sus adherentes que creían en la verdad de esas ideas. Deberíamos recordar esto, lo de la aprobación del grupo en las actividades intelectuales, al determinar el peso de la evidencia de los diversos conceptos. Las ideas dominantes cambian, pero ellas no cambian la verdad. Tres ejemplos ilustrarán las implicaciones de las modas en el pensamiento. También deberíamos re-.

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cordar: Que muchas de las ideas humanas cambien con el tiempo no debe ser excusa para abandonar nuestra búsqueda de la verdad. La verdad está allí, para que 'ta encontremos. Esto lo analizaremos más hacia el final del capítulo. LA DERIVA CONTINENTAL

Estaba escuchando a mi profesor de Geología Física mientras hablaba acerca de la forma en que se correspondían las piezas del "rompecabezas" de las costas este y oeste del Océano Atlántico. Mencionaba que a comienzos del siglo un hombre llamado Wegener propuso que mucho tiempo atrás la América del Norte y la del Sur estaban muy próximas a Europa y Africa, y que en ese tiempo n·o existía la cuenca del Océano Atlántico. Desde entonces, los continentes se habían separado (Figura 2.1 ). Aunque la idea era interesante, mi profesor comentaba que ya nadie le prestaba mucha atención. Poco se daba cuenta de que en seis años la comunidad geológica iba a cambiar: de un rechazo virtual a una aceptación casi total de la idea de Wegener. Esta idea "nueva" llegó a ser un factor unificador y revitalizador muy fuerte para el pensamiento geológico, originando revisiones de los conceptos de la. formación de los continentes, las cadenas montañosas y el fondo oceánico. Los textos de Geología tuvieron que ser escritos de nuevo. Vivir en momentos de este gran cambio de pensamiento era a la vez excitante y solemne. Excitante porque se generaron muchas ideas y reinterpretaciones nuevas; solemne porque uno se queda pensando qué otro concepto abarcante, que ahora es ridiculizado, repentinamente llegará a ser aceptado como dogma. Cuando Alfred Wegener (1880-1930) sugirió que los continentes se habían movido, la idea dominante, aunque no exclusiva, era que en el pasado la tierra se había contraído al enfriarse, y que las cadenas montañosas se debían a la compresión lateral de las capas superficiales de la tierra. Esto es algo parecido a las arrugas que se forman en la cáscara de una manzana que se encoge al secarse. Wegener bosquejó una cantidad de evidencias que indicaban que en vez de que la tierra se hubiera contraído, los continentes se habían trasladado sobre la superficie de la tierra. 2 Entre sus muchos argumentos señalaba que los enormes corrimientos laterales de las inmensas capas plegadas ("nappes") de los Alpes europeos, que se habían trasladado veintenas de kilómetros, eran demasiado grandes para ser explicados por la mera contracción. Además, había semejanzas de los tipos de rocas de ambos lados del Atlántico, lo que implicaba que sus costas podían haber estado juntas en lo pasado.

CAPÍTULO 2

1 MODAS EN EL PENSAMIENTO

FIGURA 2 1

Esquema que indica el movimiento de los continentes del mundo en tres períodos diferentes como los visualizó Wegener. El diagrama inferior representa la disposición actual. Las regiones más oscuras son mares, las regiones punteadas son mares poco profundos sobre Jos continentes, mientras que las regiones blancas son tierra firme. los conceptos más modernos proponen algunas modificaciones en detalles, aunque la idea básica es bien aceptada.* • De A. Wegener (nota 2). Reproducido con permiso de Methuen and Co.

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El principal interés del alemán Wegener3 no era el movimiento de los continentes, aunque él publicó cuatro ediciones del libro en que desarrollaba esta idea. Él era principalmente un meteorólogo y explorador del Ártico. Esto último fue su ruina. Dos de sus colegas, ubicados cerca del casquete de hielo de Groenlandia en una estación de observación llamada "Eismitte" ("Medio del hielo"), necesitaban suministros para el invierno. Con problemas en contra casi insuperables, incluyendo la rotura de sus equipos, el abandono de casi todos sus compañeros y temperaturas de -50°C, él y dos compañeros viajaron 400 km en trineo desde la costa occidental de Groenlandia, llegando a Eismitte en el otoño de 1930. Sin embargo, llegaron sin las provisiones, que habían tenido que dejar por el camino. Los tres que quedaron en Eismitte se las arreglaron para sobrevivir el invierno, pero Wegener y un compañero que trataron de regresar a la costa perdieron sus vidas. Después de un día de descanso en Eismitte, los dos salieron ello de noviembre, que era el soo cumpleaños de Wegener. El cuerpo de Wegener fue encontrado en la primavera siguiente, más o menos a mitad de camino hacia la costa, cuidadosamente sepultado por su compañero y bien señalado con los esquíes de Wegener. El compañero, que sólo tenía 22 años, nunca fue hallado. Wegener probablemente murió en su carpa por una falla en el corazón. La tumba de Wegener permanece en el Casquete de hielo de Groenlandia. Una cruz de seis metros que señalaba el lugar hace mucho fue cubierta con nieve y hielo. Cuando Wegener murió, su idea del t!aslado de los continentes tenía pocos defensores y una larga lista de adversarios, especialmente en América del Norte. Estos oponentes a menudo reaccionaban con in.dignación y desdén hacia sus ideas. En 1926 se había realizado un simposio internacional en Nueva York para discutir el tema, al que había asistido Wegener. Hubo hostilidad general a la idea. "Los 'grandes' entre los geólogos norteamericanos lanzaron salvas estruendosas en su contra", 4 y algunos lo acusaron de ignorar los hechos y de practicar la autoexcitación. En los años que siguieron, el desprecio de la idea de continentes que se trasladan fue lo suficientemente fuerte como para dañar la reputación científica de alguien que apoyara la idea. 5 Tal vez el grado de atención y de resistencia a esta idea era una señal de su valor y fortaleza. Amenazas sin valor e hipótesis sin sentido no atraen tanta atención. Hacia fines de las décadas de 1950 y 1960 se recogieron nuevos datos que encajaban bien con la idea de continentes a la deriva, y algunos hombres de ciencia se atrevieron a promover las ideas de Wegener. De especial importancia

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fueron los datos nuevos que sugerían que el polo magnético cambiante de la tierra había invertido su orientación norte-sur muchas veces en lo pasado. Este esquema de inversión pudo detectarse porque las rocas volcánicas habían recogido el magnetismo de la tierra al enfriarse y formar grandes cordilleras en el fondo oceánico. Para acomodar estos datos, se propuso que la superficie de la tierra está cubierta con enormes placas móviles que se generan desde abajo a lo largo de uno de los bordes de estas cordilleras, mientras son absorbidas hacia el interior de la tierra a lo largo de fosas del lado opuesto. Estas placas viajan lentamente por la superficie de la tierra como enormes cintas transportadoras. El movimiento de estas placas provocaba el movimiento de los continentes que viajaban sobre ellas. 6 Este es el modelo llamado de tectónica de placas. Faltaba un buen mecanismo que trasladara las placas, pero, en forma sorprendente, después de décadas de resistencia, la comunidad geológica abrazó la idea con velocidad y pasión poco comunes. En cinco años, cualquiera que no creyera en la tectónica de placas y el movimiento resultante de los continentes se arriesgaba al ostracismo. Pero hubo algo de oposición. Al reseñar un libro que apoyaba el concepto de la tectónica de placas, un geólogo comentaba que él no estaba seguro de que el publicador del libro debía incluirlo en la lista de los libros que no eran de ficción. 7 Una respuesta sugería que, en términos de distorsión, i"el,libro no puede competir con la reseña"! 8 Pero ganó la tectónica de placas. Ahora es el punto de vista dominante que sólo cuestiona una pequeña minoría persistente.9 la idea de que la tierra se contrajo ya no es aceptada, 10 pero la idea de que podría haberse expandido tiene apoyo limitado. 11 Wegener ha llegado a ser una especie de héroe en la ciencia por haber estado unos 30 ó 40 años adelantado a su tiempo. Es desafortunado que no pudiera vivir lo suficiente como para ver la aceptación de muchos de sus argumentos, y el cambio completo de actitud de la comunidad científica hacia él. Muchos se han preguntado por qué parece haber tenido esa previsión especial, y por qué los hombres de ciencia no lo aceptaron al principio. Algunos sugieren que el peso de la evidencia no era suficiente en ese tiempo, 12 lo que no explica por qué su evidencia, que fue aceptada más tarde, provocó hostilidad por tanto tiempo. También se ha sugerido que su idea era demasiado revolucionaria para su tiempo, dada la imposibilidad de aceptar cambios geológicos grandes, especialmente los causados por catástrofes. Además, Wegener sugirió la hipótesis de que la formación del Océano Atlántico pudiera estar asociada con el diluvio bfblico de Noé, una idea que la mayoría de los geólogos deseaba evitar. 13 Va-

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rios mencionaron que como Wegener era un meteorólogo y no un miembro de la comunidad geológica, el elitismo profesional favoreció el rechazo de sus ideas. 14 Lo más probable es que todas las situaciones mencionadas fueran factores que intervinieron. Es difícil desafiar conceptos establecidos; pero, como lo ilustra la historia del modelo de las placas tectónicas, cuando finalmente se acepta una idea, puede hacerse con rapidez. LA ALQUIMIA

La alquimia (Figura 2.2) es otro ejemplo de una idea dominante y ampliamente aceptada que ha cambiado. 15 La alquimia, que básicamente fue un intento de liberar partes del cosmos, tenía la aplicación práctica de tratar de cambiar metales viles, tales como el hierro y el plomo, en oro. Como ahora la alquimia tiene una mala reputación, rara vez se aprecia la realidad de que la idea básica tenía un fundamento racional respetable. Así como se podía obtener hierro puro

Un alquimista en su laboratorio.* • Pintura de David Teniers el )oven. Reproducido con permiso dellnstitut Collectle Nederland.

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de minerales de hierro rojizos comunes, se podía razonar que debería también ser posible obtener oro de sustancias relativamente vulgares, tales como el hierro y el plomo. Además, Aristóteles había sugerido que los cuatro elementos básicos: la tierra, el aire, el agua y el fuego, podían cambiarse el uno en el otro; por ello, ¿por qué no tratar de cambiar el plomo en oro? En un sentido los primeros alquimistas eran verdaderos hombres de ciencia que estaban tratando de descubrir cómo producir oro de la misma manera que ellos suponían que la naturaleza lo había formado en lo pasado. La alquimia pronto llegó a asociarse con el misticismo. La búsqueda no se limitaba al oro, sino a lo que pudiera prolongar la vida, y aun dar vida eterna. La alquimia podía, entonces, dividirse en dos partes: la alquimia práctica, y la esotérica. La última generó considerable especulación, a veces hasta el punto de oscuridad total. Había una búsqueda de una o más sustancias desconocidas, llamadas la "piedra filosofal" o el"elixir de la vida", que podían producir oro y una vida larga. Esta búsqueda llegó a ser para muchos una pasión consumidora. La alquimia gozó de una presencia perdurable. En el mundo occidental apareció en la región mediterránea oriental alrededor del siglo primero d.C. Ya era aceptada en China varios siglos antes. Más tarde apareció en la India alrededor del siglo V d.C., que es más o menos el tiempo en que declinó temporalmente en el mundo occidental por causa de las tendencias místicas confusas. Durante muchos siglos la practicaron los árabes, quienes tuvieron una cantidad de alquimistas notables. En la época medieval y más tarde se esparció por Europa, donde gozó de mucho respeto. Reyes y nobles sostuvieron a menudo a los alquimistas y sus laboratorios bien montados con la esperanza de aumentar sus recursos. Probablemente la mayoría de la gente educada creía en el principio alquimista de la trasmutación de los elementos. Los adherentes a esta idea incluyeron a personas tan notables como Tomás Aquino, Roger Bacon, Alberto Magno, Isaac Newton, el famoso médico Paracelso y el emperador Rodolfo 11. La reina Elizabeth 1 empleó a varios alquimistas. El papa Bonifacio VIII fue un patrono de la alquimia, pero el papa Juan XXII trató de prohibirla. La alquimia fue aceptada por casi 2.000 años, aun cuando ningún metal común se transformó en oro durante todo ese tiempo. La práctica de la alquimia se vio plagada de falsificadores que gozaban con la difusión de pequeñas informaciones erróneas pero que eran tentadoras. Al mismo tiempo se arriesgaban a la ira de sus protectores porque no podían producir oro, y a veces su única seguridad consistía en la huida. Demasiado a

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menudo recurrieron al fraude, y desarrollaron una cantidad de ardides, tales como usar un tl,lbo de hierro relleno con polvo de oro y con su extremo tapado con cera que usaban para revolver sus mezclas. Cuando mezclaban un líquido caliente en un caldero, la cera se derretía, y el polvo de oro que había en el interior del tubo aparecía como si recién se hubiera trasmutado. Los impostores dieron mala reputación a la alquimia, y los alquimistas verdaderos fueron forzados a trabajar algunas veces en secreto. En el siglo XVII la práctica de la alquimia se amplió para incluir la fabricación de una cantidad de productos químicos útiles, mientras la búsqueda de la piedra filosofal disminuía. Muchos de estos descubrimientos más nuevos sirvieron de base para el desarrollo de la química moderna. Irónicamente, la trasmutación es ahora un proceso corriente. Usando aceleradores de partículas y reactores nucleares, se han preparado numerosos elementos a partir d~ otros; sin embargo, la fabricación de oro por este proceso es demasiado costosa para ser económica. La idea dominante de la trasmutación alquimista por medios químicos comunes, que gozaron de aceptación por casi dos milenios, está ahora muerta. La alquimia demuestra que hay ciencia estéril. El éxito de la química muestra que hay ciencia fecunda. LA CAZA DE BRUJAS

El esquema de ideas dominantes no se limitó a las empresas científicas. En 1459 una congregación francesa de adoradores devotos, que solía ir a lugares solitarios de noche para adorar a Dios, fue acusada de estar confabulada con el Diablo. Los informes decían que en esos lugares secretos el Diablo aparecía y los instruía, les daba dinero y alimentos, mientras los adoradores le prometían obediencia. 16 Estos adoradores, que incluían a ciudadanos respetables junto con algunas mujeres con debilidad mental, fueron arrestados. Fueron sujetos a torturas penosísimas, como la del potro, mientras se les exigía la confesión de los hechos de que se los acusaba. Muchos de ellos admitieron como hechos esas imaginaciones, e implicaron a otros por sugerencia de sus atormentadores. Algunas veces, estos nuevos acusados ¡resultaron ser enemigos personales de los atormentadores! Los culpables eran colgados o quemados, aunque algunos pudieron escapar después de pagar grandes sumas de dinero. Una investigación ordenada 32 años más tarde por el Parlamento de París encontró que las sentencias no eran válidas, pero para la mayoría de los acusados era demasiado tarde.

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Este incidente ocurrió en las primeras etapas de la manía de la caza de brujas, una idea diabólica persistente que dominó a Europa durante tres siglos.U Con fervor demoníaco, cualquier persona de quien se sospechara que tenía alguna clase de relación con el Diablo era buscada y castigada. Muchos fueron quemados vivos, colgados, decapitados o destrozados hasta morir. Cualquier desgracia como la pérdida de las cosechas, una muerte repentina y la Muerte Negra (peste bubónica), que a veces era violenta, era atribuida a estas brujas. Un grupo de mujeres, algunas de ellas bastante jóvenes, eran acusadas por testigos aparentemente confiables de participar en danzas de brujas a medianoche debajo de un roble. Los esposos de algunas protestaron de que sus esposas habían estado en casa con ellos a esas horas, pero se les dijo que el Diablo podría haberlos engañado, y que sólo la apariencia de ellas había quedado en casa. Esto confundía a los esposos; y sus esposas fueron quemadas. 18 Varias personas asumieron la misión de cazar a cualquiera que pudiera estar asociado/a con el demonio. Se diq! que un acusador se jactaba de haber declarado culpables y quemado a 900.brujas en 15 años. 19 No sólo se persiguió a personas, sino también a cerdos, perros, muchos gatos, y aun un gallo, fueron ahorcados o quemados. Era difícil, si no imposible, detener esta manía. Cualquiera que negara las acusaciones era torturado hasta que confesaba. Pocos se aventuraban a protestar por esta práctica, por temor a ser condenados a muerte. Este delirio predominó en Alemania, Austria, Francia y Suiza. También se difundió a Inglaterra, a Rusia, y aun a través del Atlántico a los Estados Unidos. Nadie sabe cuántos fueron muertos; los registros no son completos. Algunas estimaciones llegan hasta nueve millones. 20 Probablemente, no menos de varios centenares de miles de personas perdieron la vida. Esta alocada idea ilustra tanto la subjetividad de algunos conceptos aceptados como también su potencial para dañar. Puede haber un amplio golfo entre ser aceptado y ser correcto. No deberíamos confiar en la opinión popular para determinar la verdad. Ni la ciencia ni las Escrituras son necesariamente verdaderas porque sean aceptadas. Se necesita considerar también otros factores al determinar cuál es la verdad. Sin duda los factores sicológicos y sociológicos juegan un papel significativo en el desarrollo, la popularidad y la persistencia de muchas ideas que la humanidad considera verdaderas. LOS PARADIGMAS Y LA VERDAD

Un concepto corriente acerca de la ciencia es que cuidadosa y constante-

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mente destruye la ignorancia, al obtener triunfos en las batallas de las fronteras del conocimiento. Esta idea, algunas veces fomentada por los hombres de ciencia mismos, encontró un obstáculo importante en 1962 al publicarse el libro de Thomas Kuhn, The Structure of Scientific Revolutiofi2 1 [La estructura de las revoluciones científicas]. Este libro, muy influyente, provocó controversias desde el principio. Desafiaba la autoridad y la así llamada "percepción inmaculada" de la ciencia. 22 Kuhn propuso que la ciencia, en lugar de representar la acumulación de conocimientos objetivos, es más bien el ajuste de los datos bajo conceptos ampliamente aceptados "que por un tiempo proporcionan problemas y soluciones modelos". 23 Kuhn llamó a estas ideas paradigmas. Los paradigmas son conceptos amplios que pueden ser verdaderos o falsos, pero que son aceptados como verdaderos. Como tales concentran la atención en conclusiones que armonizan con el paradigma y limitan las innovaciones fuera del paradigma. Ejemplos de paradigmas son la tectónica de placas y el catastrofismo. 24 Estos conceptos establecen las restricciones [constraints] de lo que Kuhn llama la "ciencia normal", en la que los datos son interpretados dentro de los límites del paradigma aceptado. Algunas veces tenemos un cambio de paradigma, y a eso Kuhn llama una "revolución científica". La aceptación de la tectónica de placas fue una revolución científica. Kuhn enfatiza también que si un hombre de ciencia no encuadra sus conclusiones dentro de un paradigma aceptado, éstas probablemente serán rechazadas comci metafísicas o demasiado problemáticas. Esta actitud tiende a prolongar la vida del paradigma. Los paradigmas son también apoyados por la realidad de que uno se siente más seguro cuando está en armonía con la opinión dominante. En vista de esto, puede ser bueno que nos recordemos la frase incisiva de que si siempre seguimos a la mayoría, hay pocas posibilidades para progresar. Los cambios de un paradigma a otro son bastante difíciles ya que hay demasiada inercia intelectual que vencer. 25 Kuhn no se hizo más simpático a la comunidad científica al rotular un cambio en el paradigma como una "experiencia de conversión". 26 También objetó la idea acariciada del progreso en la ciencia, al declarar: "Podemos, para ser más precisos, tener que abandonar la noción, explícita o implícita, de que los cambios en el paradigma llevan a los hombres de ciencia y a quienes aprenden de ellos más y más cerca de la verdad" Y En otras palabras, un nuevo paradigma puede alejarnos de la verdad. Aunque hay algunos detractores, el concepto del paradigma ha sido am-

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pliamente aceptado y ha sido aplicado más allá de la ciencia, aun en la teología. La palabra "paradigma", que se refiere a un concepto dominante aceptado, ha llegado a ser una palabra de uso corriente entre las personas educadas. Las ideas de Kuhn han generado considerable agitación y aun reformas, especialmente en la historia, la filosofía y la sociología de la ciencia. Muchos sociólogos ven un fuerte componente sociológico que gobierna tanto las preguntas como las respuestas que genera la ciencia. 28 El concepto de que la comunidad científica regula la clase de preguntas que los hombres de ciencia hacen, como también las respuestas que aceptan, no encuadra con la imagen que muchos científicos tienen de su ciencia como de una búsqueda abierta de la verdad; pero la idea de una influencia sociológica en la ciencia ha ganado considerable aceptación. Es obvio que la conducta de grupo que muestra la comunidad científica cuando trabaja dentro de un paradigma o se desliza hacia otro, traiciona una falta de pensamiento independiente entre los hombres de ciencia. Sin embargo, en general, la ciencia sí avanza hacia la verdad. Puede haber muchos paradigmas falsos a lo largo del trayecto, pero eventualmente debiéramos llegar más cerca de la verdad a medida que los datos de la naturaleza se incorporan a los conceptos en desarrollo. La historia de los paradigmas cambiantes nos dice que necesitamos cavar más hondo que las opiniones prevalecientes si esperamos llegar a la verdad. Yo sugeriría dos antídotos para evitar que seamos vencidos por engaños populares. 1) Deberíamos practicar más el pensamiento independiente. Esto puede afectar nuestro deseo de aprobación social, pero también desafiará la condición gregaria intelectualmente improductiva. 2) Al evaluar un paradigma, haríamos bien en determinar la base de su aceptación. Hay datos buenos y datos pobres. Hay conclusiones sólidas y conclusiones especulativas. Hay suposiciones, y existen suposiciones basadas en suposiciones. Esto hace que la tarea de evaluación sea laboriosa, pero es necesaria. Al tratar de determinar cuál idea es la correcta, uno debe evaluar críticamente el fundamento sobre el que está basada cada punto de vista en competencia, y no dejarse influir indebidamente por el "clima de opinión". LA VERDAD: UNA ESPECIE EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

Una de las modas más corrientes es dudar de casi todo, o mantener una mente abierta sobre la mayoría de los temas. Desafortunadamente, muchas

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mentes abiertas han mostrado que sólo están vacías. ¡Cuán a menudo escuchamos ambos lados de un tema, pero ninguna conclusión! En los menesteres académicos, demasiado a menudo nos satisfacemos con sólo presentar diversas opiniones posibles, con frecuencia dentro de un sólo paradigma amplio, pero sin conclusiones finales. Demasiado a menudo nuestra investigación termina con una pluralidad de posibilidades. Sin duda esto es parte de la base del tradicional y satírico "Puede ser", que es la conclusión final de una disertación doctoral típica. Reconociendo la naturaleza provisoria de los paradigmas puede animarnos a pasar por alto la evaluación necesaria y recurrir al descreimiento de casi todo. Hasta podemos abandonar la búsqueda de la verdad; pero hacerlo es simplista, perezoso, infructífero y aburrido. El famoso autor francés Moliere escribió una comedia mordaz titulada El

matrimonio a la fuerza. 29 La pieza, que fue escrita a pedido del rey Luis XIV, fue un éxito instantáneo, y ocasionalmente el rey más opulento de Francia hasta participó en las representaciones. Esta comedia se refiere a algunas de las debilidades de la humanidad en un contexto humorístico, instructivo y no muy sutil. En el texto, un caballero maduro y rico se pregunta si debería casarse con una señorita joven que está interesada principalmente en su riqueza. Pide el consejo de varias personas, incluyendo a dos filósofos. El primer filósofo es aristotélico y está tan preocupado con sus propias opiniones, su filosofía y las definiciones de los términos, que el pobre caballero no puede comunicarle la realidad de su problema práctico. Se aleja chasqueado y le pide consejo a un filósofo escéptico. Al presentarse, le informa a este filósofo que ha venido a buscar consejo; tras lo cual éste le responde: "Te pido que cambies esa forma de hablar. Nuestra filosofía nos prescribe no enunciar una proposición positiva, sino hablar de todo con dudas, y siempre a suspender nuestro juicio. Por esta razón, no debieras decir: Yo vengo, sino: Parece que he venido". Sigue un largo análisis acerca de si el caballero realmente vino o sólo parece que vino. Otras declaraciones de hechos que hace el caballero son recibidas con comentarios de desaprobación tales como "puede ser", o "no es imposible", y "eso puede ser así". El filósofo rehúsa atender la pregunta real del caballero. La tensión crece, y la realidad apremiante aparece de repente cuando el exasperado "caballero" patea al filósofo que responde con gritos y comentarios insultantes. Al informar al caballero de que es una insolencia y una afrenta golpear a un filósofo como él, lo amenaza con una apelación al magistrado. El caballero responde apropiadamente: "Le pido que corrija esa manera de hablar. Debemos dudar de to-

CAPrTuLo 2

1 MODAS EN EL PENSAMIENTO

do; y usted no debiera decir que yo lo he golpeado, sino que parece que lo he golpeado". Argumentos posteriores proporcionan al caballero oportunidades adicionales de responder al filósofo con las mismas declaraciones dubitativas que él acaba de escuchar. El filósofo, que está seguro de que lo han golpeado, escucha de nuevo comentarios como "puede ser así", y "no es imposible". El caballero está instruyendo orgullosamente al filósofo acerca de las debilidades del escepticismo. Nuestro medio intelectual presente no parece estar libre de las debilidades de los tiempos de Moliere. Demasiado a menudo el relativismo, el agnosticismo, y el escepticismo son respetados, mientras la certeza y la verdad aparecen amenazadas. Está de moda poner en duda casi todo. Las dudas a veces son estimuladas por sí mismas, aun cuando tengan muy poco para contribuir excepto dudas adicionales. El relativismo, el agnosticismo y el escepticismo, que reducen la verdad a la incertidumbre, no pueden reclamar ninguna certeza de ser correctas. Sus propias doctrinas demandan que tengamos incertidumbre acerca de casi todo lo que podría ser significativo, lo que incluiría estas mismas proposiciones. Si no cree usted en nada, ¿puede ser consecuente y todavía creer que usted no cree en nada? En las palabras de Pascal: "No es cierto que todo sea incierto". 30 No hay dudas: podemos y deberíamos rechazar muchas ideas, y la precaución es una virtud al evaluar una plétora de conceptos. Además, hay lugar para una suspensión legítima de juicio por falta de información. Al elaborar la verdad, debiéramos ser razonables y equilibrados en nuestra aceptación de ideas con una cuidadosa indagación. Hay lugar para hacer preguntas, pero no todo ha de cuestionarse para siempre, y la tarea importante de separar la verdad del error no debiera ser víctima de un escepticismo infructuoso. Una erudición sólida puede permitirse dar lugar a la verdad. No necesitamos relegamos innecesariamente al campo del "tal vez" donde todo parece, pero nada es. Algunas veces este juego de dudar se enfrenta cara a cara con la realidad de los datos sencillos y fríos, tales como el choque entre un témpano de hielo y el Titanic. Si nos roban nuestro dinero, su existencia y el concepto de propiedad llegan a ser reales; si llegamos tarde y perdemos un vuelo, el tiempo llega a ser muy real. Nuestra moda de tener dudas también puede ser sacudida por la realidad de que alguien ataque físicamente a un filósofo escéptico. (De paso, en la comedia de Moliere, los parientes de la joven dama obligaron al hombre rico a casarse con ella.) Un divorcio o el perdón a un criminal pueden recordarnos

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que los valores morales, la integridad y el perdón también son parte de la realidad. La mayoría de nosotros aceptamos la existencia de la falsedad, pero la aceptación de ella también implica la existencia de la verdad. Algunas veces en medio de todas nuestras dudas la realidad nos confronta y exige nuestro respeto. Si hay realidad, hay verdad; pero no la encontraremos si dudamos de todo. El que duda de todo ciertamente no tiene tanto que ofrecer como el que busca la verdad. Que tengamos paradigmas dominantes, que cambian de tanto en tanto, no debiera impedirnos buscar la verdad basada en informaciones sólidas. La realidad está allí, la verdad existe, y es posible obtener un grado satisfactorio de certeza. La verdad es tan importante que debiéramos buscarla con diligencia y proteger activamente su derecho a existir~ CONCLUSIONES

La historia de las actividades intelectuales del hombre incluyen la acepta-

ción de ideas amplias y dominantes llamadas paradigmas. Un ejemplo es la idea dominante ahora de que los continentes derivan por la superficie de la Tierra (tectónica de placas). Los paradigmas vienen y pasan, y pueden ser ciertos o falsos. La aceptación general no es una garantía de su validez. La opinión popular no es un criterio sólido de la verdad. Al buscar la verdad, debiéramos evitar caer en la trampa de paradigmas erróneos practicando el pensamiento independiente y la investigación exhaustiva; y basar nuestras conclusiones sólo sobre los datos más sólidos. Que los paradigmas cambien no debiera quitarnos la certeza de que la verdad existe y de que el estudio cuidadoso nos ayudará a encontrarla.

Notas y referencias: 1. Este aforismo, en diversas formas, ha sido atribuido a distintos autores, incluyendo a William )ames, Thomas Huxley y louis Agassiz. 2. A. Wegener, The Origin of Continents and Oceans, ). Biram, trad. (Londres: Methuen & Co., 1967). Título del original: Die Entstehung der Kontinente und Ozeane (1929), 4a. ed. rev. 3. las siguientes referencias dan un panorama general de su vida: a) A. Hallam, Great Geological Controversies, 2a. ed. (Oxford: Oxford University Press, 1989), p. 137-183; b) M. Schwarzbach, Alfred Wegener, the Father of Continental Drift, C. Love, trad. (Madison, Wl: Science Tech., lnc., 1986). Títulq del original: Alfred Wegener und die Drift der Kontinente (1980); e) W. Sullivan, Continents in Motion: The New Earth Debate, 2a. ed. (N. York: American lnstitute of Physics, 1991). 4. Sullivan, p. 14 (nota 3c).

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1 MODAS EN EL PENSAMIENTO

5. lbíd., p. 19. 6. Para más detalles, ver Hallam, pp. 1 64-1 73 (nota 3a). 7. A.A. Meyerhoff, "Reseña de D. y M. Tarling, 'Continental Drift: A Study of the Earth's Moving Surface' •,

Geotimes 17(4-1972):34-36. 8. R. Cowen, H.W. Green 11, l. D. MacGregor, E.M. Moores, ).W. Valentine, "Review Appraised" (Cartas al director), Geotimes 1 7(7 -1972): 1O. 9. Para comentarios adicionales, véase el capítulo 12. 1O. Sin embargo, una publicación reciente en apoyo de una tierra que se contrae es R.A. Lyttleton, The Earth and its Mountains (N. York y Londres: )ohn Wiley and Sons, 1982). 11. Ver el capítulo 12. Ver también H.E. LeGrand, Drifting Continents and Shifting Theories (Cambridge y N. York: Cambridge University Press, 1988), pp. 251, 252. 12. P. Thagard, Conceptual Revolutíons(Princeton, N): Princeton University Press, 1992), pp. 181,182. 13. a) R. N. Giere, Explaining Science: A Cognitive Approach (Chicago y Londres: University of Chicago Press, 1988), p. 229; b) N.A. Rupke, •continental Drift before 1900", Nature 227(1970):349, 350. Ver el capítulo _12 acerca del problema de las interpretaciones catastrofistas. 14. a) Giere, pp. 238, 239 (nota 13a); b) Hallam, p. 142 (nota 3a); e) Schwarzbach, p. xv (nota 3b). 15. Este breve informe está basado principalmente en las siguientes referencias: a) K. K. Doberer, The Goldmakers:

10.000 Years of Alchemy (Westport, CT: Greenwood Press, [1948]1972); b) M. Eliade, The Forge and the Crucible, S. Corbin, trad. (N. York: Harper & Brothers, 1962). Traducción de: Forgerons et Alchimistes (1956); e) ).R. Partington, A Short History of Chemistry, 3a. ed. (Londres: Macmillan & Co., 1957); d) R. Pearsall, The Alchemists (Londres: Weidenfeld and Nicholson, 1976?); e) H.W. Salzberg, From Caveman toChe-

mist: Circumstances and Achievements (Washington, DC: American Chemical Society, 1991); f) ).M. Stillman, The Story of Alchemy and Early Chemistry (N. York: Dover Publicaciones, 1960; reimpresión de la edición de 1924). 16.

Este informe procede de C. Mackay, Extraordinary Popular Delusions and the Madness of Crowds (N. York: Farrar, Straus and Giroux, 1932 [1852[), p. 478.

17. a) W.C. Dampier, A History of Science and its Relations with Philosophy and Religion, 4a. ed. rev. (Cambridge: Cambridge University Press, 1948), pp. 142-144; b) B. Easlea, Witch Hunting, Magic and the New Philo-

sophy: An lntroduction to Debates of the Scientific Revolution, 1450-1750 (Atlantic Highlands, N): Humanities Press, 1980); e) ).M. Luck, A History of SwitZerland. The First 100.000 Years: Befare the Beginning to

the Days of the Present (Palo Alto, CA: The Society for the Promotion of Science and Scholarship, 1985), pp. 182, 183; d) Mackay (nota 16); e) E.W. Monter, Witchcraft in France and Switzerland: The Borderlands During

the Reformation Othaca y Londres: Cornell University Press, 1976); f) B. Rosenthal, Salem Story: Reading the Witch Trials of 1692, Cambridge Studies in American Literature and Culture, N° 73 (Cambridge y N. York: Cambridge University Press, 1993); g) ).B. Russell, Witchcraft in the Middle Ages (lthaca y Londres: Cornell University Press, 1972); h) G. Tindall, A Handbook on Witches (N. York: Atheneum, 1966). 18. Mackay, pp. 482, 483 (nota 16). 19. lbíd., p. 482 (nota 16).

20. Tindall, p. 25 (nota 17h). 21. T.S. Kuhn, The Structure of Scientific Revolutions (Chicago: The University of Chicago Press, 1962), p. viii. 22. Para algunas evaluaciones y análisis de la obra de Kuhn, ver, entre muchas referencias: a) l. B. Cohen, Revolu-

tion in Science (Cambridge, MA y Londres: The Belknap Press of Harvard University Press, 1985); b) G. Gutting, ed., Paradigms and Revolutions: Appraisal and Applications of Thomas Kuhn's Philosophy of Science (Londres y Notre Dame: University of Notre Dame Press, 1980); e) L. Laudan, Progress and its Problems: To-

ward a Theory of Scientific Growth (Berkeley y Los Ángeles: University of California Press, 1977); d) LeGrand (nota 11 ); e) S. H. Mauskopf, ed., The Reception of Unconventional Science, American Association for the Advancement of Science Selected Symposia (Boulder, CO: Westview Press, 1979); f) E. McMullin, ed., The

Social Dimensions of Science, Studies in Science and the Humanities from the Reilly Center for Science, Technology, and Values, t. 3 (Notre Dame: University of Notre Dame Press, 1992); g) S. Shapin, "History of Science and its Sociological Reconstructions", HistoryofScience20(1982):157-211.

2:1. T.S. Kuhn, The Structure of Scientific Revolutions, 2a. ed. (Chicago: University of Chicago Press, 1970), p. viii

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(ver nota 21 ). 24. Para un análisis del paradigma catastrofista, ver el capítulo 12. 25. B. Barber, "Resistance by Scientists to Scientific Discoveries", Science 134(1961 ):596-602. 26. a) Kuhn 1970, p. 151 (nota 23); b) Cohen, pp. 467-472 (nota 22a), también se refiere a las experiencias de conversión en la ciencia sin implicar ninguna significación religiosa, en el sentido corriente en que se entiende el término "religión". 27. Kuhn 1970, p. 170 (nota 23). 28. Algunas opiniones recientes se pueden ver en McMullin (nota 22f). 29. ].B. P. Moliere, The Forced Marriage, en: H. van Laun, trad., The Dramatic Works of Moliere (Edinburgo: William Patterson, [1664] 1875), t. 2, pp. 325-389. 30. B. Pascal, Pensées [Pensamientos], A.]. Krailsheimer, trad. (Londres y N. York: Penguin Books, 1966), p. 214.

REUNAMOS TODO Este es el hombre, ese verdadero anfibio cuya naturaleza está dispuesta a vivir... en mundos divididos y distintos. SIR THOMAS BROWNE1

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n el capítulo 1 nos referimos a la animada discusión acerca de la

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validez de la ciencia y de la Biblia. Demasiado a menudo el tribalismo intelectual se establece cuando se apunta al enemigo. Los creacionistas siguen enfatizando el triste fraude de Piltdown que se había usado para afirmar los conceptos de la evolución humana, pero que hace mucho ya ha sido descartado del árbol evolucionista del hombre. Los evolucionistas nunca parecen cansarse de recordar la "historia de terror" de cómo la Iglesia persiguió a Galileo Galilei (1564-1642) por enseñar, correctamente, que la Tierra gira alrededor del Sol. La historia con frecuencia ha sido distorsionada. Parece que Galileo mismo fue algo agresivo, y aunque las amenazas que enfrentó fueron siniestras, nunca fue puesto en la cárcel ni torturado. 2 Aunque el conflicto entre la ciencia y las Escrituras es genuino, ¿tiene las diferencias fundamentalmente irreconciliables que a

menudo se conjeturan? En este capítulo sugeriremos que, en el contexto de una búsqueda intelectual sincera de la verdad que incluye la búsqueda de conocimiento y comprensión, tanto la ciencia como las Escrituras pueden trabajar juntas y, en realidad, necesitan hacerlo. A menos que se lo defina de otra manera, el término ciencia, como se lo usa en este capítulo, representa una metodología para encontrar cualquier verdad acerca de la naturaleza. Esta ciencia metodológica está abierta a una amplia variedad de explicaciones, incluyendo la posibili-

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dad de un Diseñador. Esto está en contraste con la ciencia naturalista que, en su búsqueda de la verdad, excluye el concepto de un Diseñador. No es posible reconciliar la ciencia naturalista con las Escrituras, pero es posible reconciliar la ciencia metodológica con las Escrituras. LA CIENCIA Y LAS ESCRITURAS: NO SON COMPAÑERAS TAN EXTRAÑAS

Carlos Darwin publicó en 1859 su famoso libro El origen de las especies, que tuvo un efecto dramático sobre la filosofía de la cultura occidental, y cien años más tarde se realizaron varias celebraciones de ese acontecimiento histórico. Una de las más importantes se realizó en la Universidad de Chicago. En un discurso pronunciado durante esa convención, que duró cinco días, Sir julián Huxley, nieto del defensor de Darwin y su "policía", Thomas H. Huxley, afirmó: "La tierra no fue creada; evolucionó. También lo hicieron los animales y las plantas que la habitan, incluyéndonos los humanos, mente y alma así como cerebro y cuerpo. También lo fue la religión ... El hombre evolucionado ya no puede huir de su soledad refugiándose en los brazos de una figura paterna divinizada, a quién él mismo creó, ni escapar de la responsabilidad de hacer decisiones cobijándose bajo el paraguas de una Autoridad divina, ni eximirse de la dura tarea de afrontar sus problemas presentes y hacer planes para los futuros descansando en la voluntad de una Providencia omnisciente, aunque desafortunadamente inescrutable". 3 El marco de esa declaración fue una convocación especial que se realizó en la imponente Capilla Rockefeller. Curiosamente, esa declaración se hizo sólo minutos después de que unos 1.500 hombres de ciencia de 27 países inclinaron su cabeza en una oración al "Dios todopoderoso". ¿Por qué esos hombres de ciencia, que celebraban los logros de Darwin, estarían orando a Dios? Esto debería originar una pregunta acerca de nuestro estereotipo de los hombres de ciencia. Muchos científicos son religiosos en un grado variable; y muchos toman a las Escrituras como base de su religión. Esto implica que podría no existir una dicotomía tan fundamental entre la creencia en la ciencia y la creencia en las Escrituras. En el momento presente, la ciencia naturalista tiene dificultades en incorporar algo religioso en su menú de explicaciones, porque tales explicaciones son consideradas inaceptables. Pero este no era el caso hace unos pocos siglos, cuando se establecieron los fundamentos de la ciencia moderna. No hay dudas de que existen algunas diferencias grandes entre los enfo-

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ques básicos de la ciencia y los de las Escrituras. La ciencia está basada en la observación de la naturaleza y se concentra en dar explicaciones, mientras que las Escrituras pretenden dar información dotada de autoridad y se concentra en las actividades de Dios y en los significados. La ciencia dice estar abierta a revisiones cuando surgen nuevas ideas, mientras que la Biblia tiene un tono más de finalismo. Sin embargo, como se verá en capítulos posteriores, los hombres de ciencia pueden desarrollar una posición de autoridad y finalismo, especialmente con respecto a la autoridad de la ciencia; de modo que las diferencias reales a este respecto no son tan grandes como se supone. Hay algunas semejanzas en el enfoque básico que usan tanto la ciencia como las Escrituras. Las observaciones científicas y las Escrituras están más en la modalidad de datos, mientras que las explicaciones científicas y la teología están más en la modalidad de interpretaciones. Los datos científicos y las Escrituras tienden a no cambiar, mientras que las interpretaciones de ambos pueden variar ampliamente. A menudo, el mismo proceso racional básico se usa en la interpretación de ambos. Tanto la ciencia como las Escrituras se superponen en grado limitado y se complementan mutuamente. Si hemos de encontrar la verdad, y el significado de la realidad que nos rodea, no debemos ignorar ninguna de ellas. Si hay un Creador, la naturaleza puede darnos información acerca de ese Creador; si no hay Creador, la ciencia necesita encontrar una explicación a la existencia casi universal de la religión. LOS ANTECEDENTES BÍBLICOS DE LA CIENCIA

Una idea que intriga y que se ha difundido durante el último medio siglo desafía la dicotomía que generalmente se sugiere que existe entre la ciencia y las Escrituras. La tesis es que la ciencia se desarrolló en el mundo occidental por causa de sus antecedentes judea-cristianos. En otras palabras, en lugar de que la ciencia y las Escrituras se encuentren en mundos diferentes, la ciencia debe su origen y filosofía a la Biblia. Un número impresionante de eruditos apoyan esta tesis. 4 El matemático y filósofo Alfred North Whitehead, quien enseñó en las Universidades de Cambridge y de Harvard, señala que las ideas de la ciencia moderna se desarrollaron como "un derivado inconsciente de la teología medieval".5 El concepto de un mundo ordenado que se deduce del Dios de la Biblia, racional y consistente, proporciona la base para la creencia en el concepto de causa y efecto que reconoce la ciencia. Los dioses paganos de otras culturas

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eran caprichosos, y esto no concuerda con la consistencia de la ciencia. R.G. Collingwood, el profesor de Filosofía Metafísica de la Universidad de Oxford, también sostiene esta tesis al señalar que la creencia en la omnipotencia de Dios cambió la visión de la naturaleza desde la imprecisión al campo de la precisión, 6 una perspectiva que se aviene mejor con la exactitud de la ciencia. R. Hooykaas, profesor de Historia de la Ciencia en la Universidad de Utrecht, también enfatiza que la cosmovisión bíblica contribuyó al desarrollo de la ciencia moderna. De importancia especial fue el antiautoritarismo fomentado por la Biblia que liberó a la ciencia de la autoridad de los teólogos. 7 Uno de los escritores más importantes en esta área es Stanley L. Jaki, quien con doctorados en Física y en Teología es Ilustre Profesor en la Universidad Seton Hall. Jaki arguye que las culturas hindú, china, maya, egipcia, babilónica y griega comenzaron todas, en diferentes grados, con la ciencia, pero que, sin embargo, terminaron en abortos. Él atribuye esto a su falta de confianza en la racionalidad del universo. La tradición judeo-cristiana de la Biblia proporcionó la racionalidad necesaria para el establecimiento de la ciencia. 8 De interés para este tema es la tesis más controvertida de Merton 9 que propone que el protestantismo, especialmente en la Inglaterra del siglo XVII, ayudó a emancipar la ciencia mediante su perspectiva antiautoritaria con respecto a los dogmas aceptados. La tesis ampliamente aceptada de una relación estrecha entre la tradición y la ciencia judeo-cristiana no puede establecerse en forma inequívoca. Sin embargo, la misma existencia de esta tesis sugiere que no hay una dicotomía tan definida entre la ciencia y las Escrituras. PREFERENCIAS RELIGIOSAS DE LOS PIONEROS DE LA CIENCIA MODERNA

La relación que puede existir entre la ciencia y la Biblia se demuestra por la profunda dedicación religiosa de los hombres de ciencia que establecieron la ciencia moderna durante los siglos XVII y XVIII. Cuatro ejemplos de esto son: Robert Boyle (1627-1691 ), que a veces ha sido llamado el padre de la química; con toda certeza es el padre de la química física. Su mayor contribución a la ciencia fue el derrumbe de la idea clásica de que existen sólo cuatro elementos básicos: el fuego, el aire, la tierra y el agua. Este hombre de ciencia británico innovador fue un cristiano muy devoto que creía que Dios podía mover la materia directamente. Él donó mucha de su riqueza a causas religiosas en Irlanda y en Nueva lnglaterra. 10 En Francia, el brillante matemático Bias Pascal (1623-1662) fue el instru-

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mento para establecer los principios de la probabilidad. También afirmó que "todo el curso de las cosas debe tener por objeto el establecimiento y la grandeza de la religión". 11 Su devoción religiosa, así como su mente calculadora se revelan en su famosa propuesta hecha a un escéptico: Si Dios no existe, el escéptico no pierde nada al creer en él; pero si él realmente existe, el escéptico gana la vida eterna si cree en él. La conclusión es que vale la pena creer en Dios. En Suecia, el biólogo Carl von Linné [Linneo](1707-1778) fue el miembro más destacado de entre los profesores de la Universidad de Upsala. Notable por establecer la significación de los niveles de género y especie en la clasificación de los organismos, y por clasificar casi todo lo que él conocía, su fama atrajo a eruditos de todo el mundo. Él se opuso a cualquier idea contraria a la creación y creía que "la naturaleza fue creada por Dios para su honor y para la bendición de la humanidad, y todo lo que ocurre sucede por su mandato y bajo su dirección" Y En su vida posterior modificó sus puntos de vista acerca de la fijeza de las especies para permitir algunas variaciones pequeñas, como sostienen hoy los creacionistas. Sir Isaac Newton (1642[3]-1727), a quien algunos consideran el hombre de ciencia más grande de todos los tiempos, fue un profundo estudioso de la Biblia. Se lo conoce más por establecer los principios del cálculo y por el descubrimiento de las leyes de los movimientos planetarios. También encontró tiempo para escribir extensamente sobre las profecías de Daniel y el Apocalipsis. Newton creía que Dios es el creador y que la naturaleza nos permite conocer a ese Dios. 13 Se podría citar veintenas de otros ejemplos semejantes para mostrar que los fundamentos de la ciencia moderna se establecieron en una atmósfera dominantemente bíblica y que no existe un antagonismo fundamental entre la ciencia y las Escrituras. La diferencia parece ser más un asunto de actitud. Los hombres de ciencia que fueron nuestros pioneros practicaron buena ciencia, y para ellos la ciencia era descubrir los principios que Dios había establecido en la naturaleza. La presuposición aceptada sobre el origen de todas las cosas, y que generalmente no se ponía en duda, era la creación; y esta atmósfera religiosa no estorbó el nacimiento de la ciencia moderna. LA RELIGIÓN Y LOS CIENTfFICOS CONTEMPORÁNEOS

Se podría argumentar que la ciencia se desarrolló a pesar de la religión, como lo sugiere la independencia actual de la ciencia contemporánea. Sin embargo, por causa de la debilitación de la filosofía naturalista entre los hombres de ciencia, este argumento es ciertamente menos válido ahora de lo que hu-

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biese sido hace medio siglo. La aceptación generalizada de la mecánica cuántica (Max Planck, 1858-1947; Alberto Einstein, 1879-1955; Niels Bohr, 1885-

1962; Werner Heisenberg, 1901-1976) introdujo un elemento fundamental de incertidumbre en la ciencia. Por ejemplo, de acuerdo con la teoría de la mecánica cuántica, hay incertidumbre en la medición simultánea de la velocidad y la posición. Esto fue una objeción a la sencilla causa y efecto de la ciencia clásica, y junto con otros factores estimuló una atmósfera de humildad y temor reverente. Aunque numerosos hombres de ciencia rechazan la religión y la Escritura, hay un componente religioso contemporáneo definido en el pensamiento, especialmente en algunas de las ciencias físicas, 14 que favorece el concepto de una clase de Dios

ode organizador. Mencionaré tres nombres a modo de ejemplo, todos los

cuales escribieron extensamente sobre este tema. Paul Davies es profesor de Física Teórica en la Universidad de Newcastle sobre el Tyne, en Inglaterra. En su libro popular God and the New Physics [Dios y la física nueva) sugiere que "la ciencia ofrece un sendero más seguro hacia Dios que la religión". 15 En un libro posterior comenta que existen "evidencias poderosas de que hay 'algo que ocurre' detrás de todo". 16 Además, apoya la tesis presentada más arriba en este capítulo de que los hombres de ciencia pueden ser religiosos: "Siguiendo a la publicación de God and the New Physics, quedé asombrado al descubrir cuántos de mis colegas más cercanos practicaban alguna religión convencional" .17 Arthur Peacocke es un bioquímico y teólogo que sirvió tanto en la Universidad de Oxford como en la de Cambridge. Para él, Dios crea mediante sus leyes, pero también según el azar. Peacocke también expresa la idea de que la realidad última es Dios. 18 John Polkinghorne pasó más de 25 años trabajando como físico de las partículas teóricas en la Universidad de Cambridge, cuando dio un viraje en su orientación: se convirtió en un religioso anglicano. Se dedicó al estudio de la relación entre la ciencia y la teología, pero más tarde llegó a ser administrador de un colegio superior en Cambridge. Entre sus tesis está la proposición de que Dios sostiene ·el Universo y está activo en él, y además, que él facilita nuestra libertad de elección.19 Esta es sólo una muestra pequeña de un grupo importante de hombres de ciencia que están afirmando bastante claramente que la ciencia necesita una integración con la religión. Este grupo tiene un espectro bastante variado de pUntos de vista20 que, sin embargo, no encuadran en la imagen corriente de los hombres

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de ciencia evolucionistas ni de los creacionistas que creen en la Biblia. Estos puntos de vista ilustran que las ideas científicas y las bíblicas no son entidades opuestas e irreconciliables. LA IMPORTANCIA DE UN ENFOQUE AMPLIO

Las discusiones acerca de la religión no son inusuales entre los hombres de ciencia. Algunas de nuestras publicaciones científicas más importantes tales como

Science [Ciencia] y Nature [Naturaleza] en repetidas ocasiones incluyen estas discusiones, especialmente en la sección de cartas de los lectores. Ocasionalmente la conclusión es que no hay conflicto entre la ciencia y la religión, ya que son dos dominios separados. Otros toman una posición exclusivamente naturalista, y hasta sugieren que los hombres de ciencia debieran depositar sus cerebros junto con sus sombreros y abrigos cuando entran por las puertas de una iglesia.21 Aún otros argumentan que la fe, que generalmente se asocia con la religión, es indispensable para la ciencia. Para Norbert Muller, un profesor de Química en la Universidad Purdue, "sencillamente no se puede hacer ciencia sin religión", porque un hombre de ciencia debe tener "fe en las presuposiciones que hacen que la ciencia sea posible". 22 Otros eruditos sienten que la religión tiene una contribución importante, y aun una responsabilidad en proveer propósito y verdad/ 3 y debería ser incorporada en cualquier sistema significativo de pensamiento. ¿Qué línea de pensamiento deberíamos seguir? En las empresas científicas, un enfoque amplio parece ser el más sabio. Una de las tragedias de la ignorancia es que sus víctimas no se dan cuenta de su problema. No sabemos qué es lo que ignoramos, ni cuánto no sabemos. Debe buscarse la verdad, y ésta debería tener sentido en todos los ámbitos. Por cuanto la verdad es tan amplia, abarca toda la realidad; y nuestros esfuerzos para encontrarla también deberían ser amplios. Es peligroso formarse un panorama del mundo sobre la base de un angosto campo de conocimiento. Podemos elegir considerar sólo el mundo mecánico, como lo hace la ciencia naturalista, o principalmente el mundo del pensamiento, como lo hace la filosofía, pero ambos, así como otras perspectivas que incluyan la dimensión espiritual del hombre, son partes de un todo que debe considerarse. La Figura 3.1 ilustra la ventaja de un enfoque amplio. Un círculo puede representar la ciencia y el otro las Escrituras. Existen áreas que no se superponen a la izquierda y a la derecha, donde sólo la ciencia o las Escrituras nos pueden dar información. Formarse una visión del mundo sobre la base de cualquiera de ellas parece ser

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Diagrama que ilustra la ventaja de un enfoque amplio, tal como el que combina la ciencia con las Escrituras. Cada una de ellas, por sí sola, puede darnos informaciones valiosas, como lo ilustran las partes derecha e izquierda de los círculos. Resulta una mayor riqueza de interpretación cuando se combinan ambas, como lo muestra la porción central.

innecesariamente restrictivo. Cuando se consideran ambas, no sólo tenemos una base más amplia de información, sino también una abundancia de riqueza

y significado. Al hacer las grandes preguntas acerca de los orígenes, no podemos darnos el lujo de mirar sólo una estrecha franja de información. Una razón adicional para un enfoque amplio es el control que ofrece una variedad de enfoques para probar y establecer una verdad. "La verdad es eterna,

y el conflicto con el error sólo destacará su fuerza". 24 No es difícil encontrar evidencias de la insatisfacción generada por un enfoque demasiado estrecho de la verdad. Una vez me pidieron que diera un seminario sobre creacionismo en el Departamento de Geología del campus Riverside de la Universidad de California. En mi presentación destaqué cuatro puntos: 25 1) es altamente improbable que la vida compleja pudiera surgir espontáneamente; 2) los muchos eslabones perdidos del registro fósil sugieren que la evolución de lo simple a lo complejo no ocurrió; 3) la ciencia cambia sus puntos de vista con frecuencia; y 4) la ciencia y la Biblia tienen una amplia base racional en común. Incluí este último punto especialmente porque la persona que solicitó mis servicios me informó que los estudiantes habían estado quejándose porque se les enseñaba sólo el evolucionismo en sus clases, y ellos deseaban escuchar el otro lado. Estaban insatisfechos con un enfoque demasiado estrecho. Desde esta perspectiva, la pregunta insistente: ~~~cuál es la verdad: la

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ciencia o las Escrituras?", no es una buena pregunta, aunque muchos la hacen. Una pregunta mejor sería: "¿Qué verdad encuentro después de haber estudiado tanto la ciencia como las Escrituras?" El antropólogo cultural David Hess enfatiza que el movimiento espiritista de fines del siglo XIX, que procuraba comunicarse con los muertos, fue "en grado no pequeño" una respuesta a la ansiedad intelectual generada por los descubrimientos de la geología, la biología y la astronomía, que tendían hacia un naturalismo puro. Él liga indirectamente el espiritismo con el movimiento más reciente de la Nueva Era que a veces trata de sintetizar la sabiduría no occidental con la cienciá moderna. 26 Las tendencias artísticas y teológicas post-modernistas que se alejan del modernismo sencillo también dan testimonio de un interés en enfoques más amplios. El hombre a menudo quiere, y debiera procurar, tener el cuadro completo. No se satisface sencillamente con una perspectiva estrecha. La ciencia por sí misma tiende a ser materialista y privada de significado. La búsqueda religiosa por sí misma puede inclinarse a las supersticiones erróneas. Cada una ayuda a la otra. Alberto Einstein refleja esto cuando afirma: "La ciencia sin religión es coja, la religión sin la ciencia es ciega". 27 Todo esto da cuerpo a la necesidad de un enfoque amplio al hacer las preguntas más profundas acerca de los orígenes. DEUS VC MACHINA

A menudo Dios ha sido usado para explicar casi cualquier cosa. Hace bastante más de un siglo algunos opinaban que sólo Dios podía crear compuestos orgánicos tales como los azúcares, las proteínas, la urea, etc. Estas moléculas relativamente complejas se asociaban con los organismos vivientes y el misterio de la vida. Desde entonces se han sintetizado muchos miles de compuestos orgánicos diferentes y Dios ya no es necesario para este proceso. En el campo cósmico, Sir Isaac Newton pensaba que Dios tendría que ajustar ocasionalmente el universo para mantenerlo en funcionamiento correcto. Esta idea ya no es tomada en serio. Hace siglos se pensaba que Dios había creado las chinches para impedir que la gente durmiera demasiado, y se pensaba que los ratones habían sido creados para enseñar al hombre a guardar alimentos. Estas ideas también han sido descartadas. A medida que la ciencia ha avanzado, la necesidad de usar a Dios como factor de explicación ha disminuido, y algunos piensan que aun si existe, ciertamente no es necesario.

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El recurrir a Dios cuando se encuentran dificultades para explicar la naturaleza se suele conocer con el nombre de "el dios de las brechas", o "deus ex machina" (en latín, "Dios de las máquinas"). Esta última expresión surge de la práctica que se usaba en los dramas griegos y romanos en los que un actor representaba a Dios que bajaba del cielo al escenario para resolver los grandes problemas. Este efecto se lograba usando una grúa (la máquina); de allí la referencia al concepto de "Dios de la máquina" para resolver las dificultades científicas. El concepto es generalmente tratado con desdén, lo que implica que siempre que hay un problema, se recurre a Dios para resolverlo, mientras que, si se le da tiempo suficiente, la ciencia eventualmente resolverá el misterio. Dios no debería ser usado para llenar las lagunas de nuestra información. Muchos hombres de ciencia también están preocupados con un Dios poderoso que es capaz de manipular la naturaleza a voluntad, y así alterar la consistencia que hace posible la ciencia. A este respecto, ven un conflicto genuino entre Dios y la ciencia. Este conflicto no necesita ser tan severo si, como lo creían los pioneros de la ciencia moderna, los principios de la ciencia fueron creados por Dios y la naturaleza refleja esa consistencia. En su pensamiento, Dios es el autor de los principios que son el fundamento de la ciencia. Dios puede estar por encima de las leyes que estableció, pero lo hace así muy raramente. Esto permite que la ciencia actúe. Aunque la observación del"deus ex machina" o "el Dios de las brechas" tiene cierta validez, eliminar arbitrariamente todas las actividades de Dios de esa manera es demasiado simplista. Necesitamos diferenciar entre el Dios de las brechas común y un "Dios de las brechas necesarias". 28 Para este caso, Dios parece ser esen.cial. La síntesis de los compuestos orgánicos mencionados más arriba parece expresar el concepto de "Dios de las brechas", mientras que los progresos recientes en la biología molecular, que hacen que la posibilidad del origen espontáneo de las cosas vivientes sea menos plausible, apoyaría el concepto del "Dios de las brechas necesarias". En este caso, parece que Dios está llegando a ser más esencial al descubrir más y más relaciones bioquímicas complejas programadas que no podrían originarse por sí mismas. 29 Lo mismo. puede decirse del ajuste delicado del Universo que involucra valores extremadamente exactos para los factores físicos.básicos. 30 No deberíamos usar la realidad de que la ciencia ha sido capaz de duplicar algunos de los fenómenos atribuidos a Dios como una excusa para eliminar a Dios totalmente, especialmente cuando encontramos que la naturaJeza es más y más compleja

y exacta.

CAPÍTULO 3

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¿ES EL CREACIONISMO UNA CIENCIA, Y ES LA EVOLUCIÓN UNA RELIGIÓN?

En 1981 el Estado de Arkansas (EE.UU.) aprobó una ley que exigía que los alumnos de las clases de ciencia de las escuelas públicas recibieran un tratamiento equilibrado tanto del creacionismo como de la ciencia. La Unión de Libertades Civiles Americanas (ACLU, en inglés) se opuso a la ley e inició un juicio contra el Estado, lo que originó el famoso juicio31 en Arkansas, a veces llamado "Scopes 11". 32 El juicio llamado "Scopes 1" ocurrió en Tennessee, en 1925, en el que el evolucionismo ocupó la posición de la defensa. En el juicio de Arkansas, la decisión final contra el creacionismo no fue hecha sobre la base de los méritos intrínsecos del creacionismo o del evolucionismo. El juez William Overton, que presidió el juicio, declaró que la nueva ley era inconstitucional sobre la base del requisito constitucional norteamericano de la separación de la Iglesia y del Estado. Para determinar que el creacionismo era religioso, el juez Overton se apoyó fuertemente en el testimonio de Michael Ruse, un filósofo de la ciencia en la Universidad de Guelph, en el Canadá. Ruse estableció una definición estrecha de ciencia. 33 Después del juicio, el concepto restringido de la ciencia que se había usado en el juicio fue demolido por otro filósofo de la ciencia, Larry Laudan, de la Universidad de Pittsburgh, EE.UU. Laudan tiene simpatía por la evolución, pero, al referirse a la decisión del juez Overton, hizo comentarios despectivos como "la decisión descansa sobre una hueste de representaciones equivocadas de lo que es la ciencia y de cómo actúa"; "este relato de falacias deplorables en la decisión de Arkansas"; "perpetuar y canonizar un estereotipo equivocado de lo que es la ciencia"; y otros adjetivos tales como "totalmente inapropia.do", "anacronismo" y "sencillamente ridículo". 34 Obviamente, la definición de ciencia es controvertida. Se han hecho muchas otras críticas a la opinión escrita del juez. 35 Él sostuvo que el creacionismo era religión, y no ciencia, y que esa clasificación la descalifica para ser enseñada en las escuelas públicas. 36 La disputa sobre la definición de ciencia manifestada en el juicio de Arkansas subraya la verdad de que no sabemos cómo definir a la cienciaY Los evolucionistas reaccionan más bien negativamente ante la expresión "creacionismo científico", argumentando que tal cosa no existe. Han tenido éxito repetidamente en mantener al creacionismo fuera de las clases de ciencias al declarar que el creacionismo no es ciencia, sino religión. A menudo afirman que el creacionismo no es ciencia porque no hay manera de probar un milagro como

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el de la creación. Sin embargo, luego dan un giro de 180° y escriben libros tales como Scientists Confront Creationism [Los hombres de ciencia confrontan al creacionismo]3 8 , y usan la ciencia para refutar el creacionismo. ¿Pueden los evolucionistas salir airosos de ambas maneras? Como no hay una definición aceptada y amplia de la ciencia, el problema de si el creacionismo es ciencia es debatible. Si la ciencia es realmente una búsqueda sincera de la verdad, la ciencia podría aceptar el "creacionismo científico", y algunos de los pioneros de la ciencia moderna descritos más arriba en este capítulo ciertamente podrían ser considerados como creacionistas científicos. Por otro lado, si la ciencia se define como una filosofía puramente naturalista que por definición excluye el concepto de un Creador, entonces el creacionismo científico no puede existir. Como es de esperar, los evolucionistas favorecen la segunda interpretación. Sin embargo, esta interpretación también significa que la ciencia no es una búsqueda sincera de la verdad, como a menudo se pretende que sea. También se podría hacer la pregunta: ¿No es acaso la ciencia y/o el evolucionismo una forma de religión? La lealtad, la pasión, y el fervor que exhiben los hombres de ciencia en las numerosas audiencias y juicios, ciertamente indicaría que está involucrada más que una evaluación puramente objetiva. El libro Evolution as a Religion [El evolucionismo como una religión] por Mary Midgley39 señala cómo la ciencia puede actuar en muchas ocasiones como una religión. Otros autores también han enfatizado los aspectos religiosos del evolucionismo y del darwinismo. 40 Pero en general, los argumentos legales para eliminar el evolucionismo del aula por ser una religión no han prevalecido. La percepción general es que el evolucionismo es una clase de ciencia, y que el creacionismo es una religión. En realidad, no hay una línea clara de separación entre la ciencia y la religión, porque ambas pueden ser comprendidas como una amplia visión del mundo con rasgos superpuestos. LA PREGUNTA MÁS IMPORTANTE

En una audiencia pública ante el Consejo de Educación del Estado de California propuse que la comunidad científica no debiera temer al creacionismo, y que debería permitírsele competir libremente con el evolucionismo en el aula. Esto daría a los alumnos la libertad de escoger entre varias opciones, favoreciendo así un cierto grado de libertad académica. 41 Los evolucionistas argumentaron que el creacionismo no es ciencia. Repetidamente se han refugiado

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en ciertas definiciones de lo que es la ciencia para procurar mantener al creacionismo fuera del aula de ciencias. Sin embargo, como dice el refrán francés: "C'est magnifique, mais ce n'est pas la guerre!" (¡Esto es magnífico, pero esto no es la guerra!) La pregunta real es: ¿Cuál es cierto: el creacionismo o el evolucionismo? Desafortunadamente, esa pregunta a menudo está enterrada bajo un cúmulo de cuestiones semánticas, técnicas y de autoridad. En la misma audiencia pública me impresionó el clamor de un clérigo, quien señaló que sus parroquianos estaban tratando de inculcar en sus niños los principios morales y los valores de la Biblia. Estos mismos parroquianos tenían que enviar a sus niños a las escuelas, sostenidas por los impuestos de los mismos parroquianos, y allí los profesores de ciencia destruían la confianza que los padres habían tratado de establecer en la Biblia y sus principios. Estos padres difícilmente podrían interesarse en las diversas definiciones de ciencia o en las batallas acerca del campo académico; sencillamente estaban tratando de alimentar en sus niños la moralidad y la comprensión basadas en la Biblia, y las escuelas las estaban destruyendo. Todo esto nos ayuda a enfocar la necesidad de asociar la ciencia con la Biblia. Siendo que son complementarias en ciertos aspectos, como se señaló más arriba, las dos tienen mucho en común en cuanto a su racionalidad básica.42 Ambas son ampliamente respetadas, ambas tienen aportes singulares para ofrecer, y ambas son útiles en la formulación de una visión del mundo. CONCLUSIONES

El conflicto entre la ciencia y la Biblia no es tan profundo como se supone generalmente. En realidad, la racionalidad de la Biblia puede muy bien haber sido el fundamento para el desarrollo de la ciencia moderna. La devoción a la Biblia de los pioneros de la ciencia moderna también indica una compatibilidad subyacente entre ambas. Como se indicó en el capítulo 1, ha habido una separaCión de los caminos entre la ciencia y la religión, y particularmente entre la ciencia naturalista y la Biblia, pero la brecha parece haber sido basada más en actitudes e interpretaciones que sobre principios más básicos. En nuestra búsqueda de la verdad, tanto la ciencia como la Biblia pueden ser buenas compañeras que se complementan y apoyan mutuamente. Por causa de esto, la pregunta persistente, "¿Cuál es verdadera, la ciencia o la Escritura?", no es una pregunta tan buena como: "¿Qué verdades encuentro cuando considero tanto la ciencia como la Escritura?"

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PREGUNTAS

Notas y referencias: 1. T. Browne, s.f., Religio Medici, 1, 34. Citado en A. l. Mackay, A Dictionary of Scientific Quotations (Bristol y Filadelfia: lnstitute of Physics Publishing, 1991 ), p. 42. 2. a) R. Maatman, •The Galileo Inciden!", Perspectives on Science and Christian Faith 46(1994):179-182; b) W.R. Shea, "Galileo and the Church", en D.C. Lindberg

y R. l. Numbers, eds., God and Nature: Hisrorical Es-

says on the Encounter Between Christianity and Science (Berkeley y Los Ángeles: University of California Press, 1986), PP.· 114-135. 3. a) Este incidente fue informado en [Anónimo], •Science: Evolution: A Religion of Science?", Newsweek 54(7 de diciembre de 1959):94, 95; b) Para el texto impreso del discurso de Sir )ulian Huxley, ver). Huxley, "The Evolutionary Idea", en Sol Tax y C. Callender, eds., lssues in Evolution: The University of Chicago Centennial Discussions. Evolution after Darwin (Chicago: University of Chicago Press, 1960), t. 3, pp. 249-261. 4. Ver por ejemplo: a) R.G. Collingwood, An Essay on Metaphysics (Oxford y Londres: Clarendon Press, 1940); b) H. Cox, The Secular City: Secularization and Urbanization in Theo/ogical Perspective, ed. rev. (N. York: The Macmillan Co., 1966); e)). Dillenberger, Protestant Thought and Natural Science: A Historica/ lnterpretation (Nashville y N. York: Abingdon Press, 1960); d) M. B. Foster, "The Christian Doctrine of Creation and the Rise of Modern Natural Science", Mind 43(1934):446-468; e) B.A. Gerish, "The Reformation and the Rise of Modern Science", en J.C. Brauer, ed., The lmpact of the Church U pon its Culture: Reappraisa/s of the History of Christianity (Chicago y Londres: University of Chicago Press, 1968), pp. 231-265; f) R. Gruner, •science, Nature and Christianity", )ournal of Theological Studies, New Series, 26(1-1975):55-81. Este autor no apoya la tesis, pero enumera una cantidad de otras referencias que sí lo hacen (p. 56); g) R. Hooykaas, Religion and the Rise of Modern Science (Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans Publ. Co., 1972); h) S.l. )aki, Science and Creation: From Eterna/ Cycles to an Oscillating Universe (N. York: Science History Publications, 1974); i) S.l. )aki, The Road of Science and the Ways of God. The Gifford Lectures 1974-1975 and 1975-1976 (Chicago y Londres: University of Chicago Press, 1978; j) S. l. )aki, •science: Western or What?", The lntercollegiate Review (Otoño de 1990), pp. 3-12; k) E.M. Klaaren, Religious Origins of Modern Science: Belief in Creation in Seventeenth-Century Thought (Lanham, NY, y Londres: University Press of America, 1985); 1) A. N. Whitehead, Science and the Modern World (Londres: Macmillan and Co., 1950). S. Whitehead, p. 19 (nota 4.1). 6. Collingwood, pp. 253-255 (nota 4a).

7. Hooykaas, pp. 98-162 (nota 4g). 8. Jaki 1974, 1978, 1990 (notas 4h-j). 9. R. K. Merton, Science, Technology and Society in Seventeenth Century England (N. York: Howard Fertig, 1970). 10. a) R. Boyle, The Skeptical Chemist(Londres: ).M. Den! & Sons, 1911, 19&4), pp. v-xiii; b) W.C. Dampier, A History of Science and its Relations with Philosophy and Religion, 4a. ed. rev. (Cambridge: Cambridge University Press, 1948), pp. 139-141 . 11. B. Pascal, Pensées, W.F. Trotter, trad., en: B. Pascal, The Provincial Letters; Pensées; Scientific Treatises, T. M'Crie, W.F. Trotter y R. Scofield, trads., Serie de Grandes Libros del Mundo Occidental (Chicago, Londres y Toronto: Encyclopaedia Britannica, 1952), p. 270. Traducción de: Les lettres provinciales; Pensées; L'Oeuvre scientifique. 12. E. Nordenskiold, The History of Biology: A Survey (N. York: Tudor Publishing Co., 1935), pp. 206, 207. 13. a) D. Brewster, Memoirs of the Life, Writings and Discoveri.:~ of Sir Isaac Newton, 2 tomos. The Sources of Science, N• 14 (N. York y Londres: )ohnson Reprint Corp., 1855, 1965); b) G.E. Christianson, In the Presence of the Creator: Isaac Newton and his Times (N. York: The Free l'ress; y Londres: Collier Macmillan Publ., 1984); e)). Fauvel y otros, eds., Let Newton Be! (Oxford, N. York y Tokio: Oxforu University Press, 1:188); d) R.S. Westfall, Never at Rest: A Biography of Isaac Newton (Cambridge: Cambridge University Press, 1980). 14. Véase la primera parte del capítulo 6. 1S. P. Davies, God and the New Physics (N. York: Simon and Schuster, 1983), p. ix. 16. P. Davics, The Cosmic 8/ueprint: Ncw Discoveries in Nature's Creative Ability to Order the Universe (N. York: Touchstone; Simon and Schuster, 1988), p. 203.

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17. P. Davies, The Mind of God: The Scientific Basis for a Rational World (N. York y Londres: Simon and Schuster, 1992), p. 15. 18. a) A.R. Peacocke, Science and the Christian Experiment (Londres, N. York y Toronto: Oxford University Press, 1971 ); b) A.R. Peacocke, ed., The Sciences and Theology in the Twentieth Century (Northumberland, Inglaterra: Oriel Press, 1981 ); e) A.R. Peacocke, God and the New Biology (San Francisco, Cambridge y N. York: Harper and Row, 1986); d) A.R. Peacocke, Theology for a Scientific Age: Being and Becoming-Natural and Divine (Oxford y Cambridge, MA: 8asil Blackwell, 1990). 19. a)). Polkinghorne, "God's Action in the World", Cross Currents (Otoño de 1991 ), pp. 293-307; ver también: b) ). Polkinghorne, One World: The lnteraction of Science and Theology (Londres: SPCK, 1985); e) ). Polkinghorne, Science and Creation: The Search for Understanding (Boston: New Science Library, Shambhala Publications, 1989); d) ). Polkinghorne, Science and Providence: God's lnteraction with the World (Boston: New Science Library, Shambhala Publications, 1989). 20. Ver el capítulo 21 para un análisis de estos puntos de vista. 21. W. Provine, "Scientists, Face itl Science and Religion are Incompatible", The Scientist 2 (16, 5 de setiembre de 1988), p. 1o. 22. N. Muller, "Scientists, Face itl Science is Compatible with Religion", The Scientist 2(24; 26 de diciembre de 1988), p. 9. 23. G.W. Reid, The Theologian as Conscience for the Church, Joumal of the Adventist Theological Society 4(21993):12-19. 24. E.G. de White, El otro poder [Counsels to Writers and Editors] (Florida, Bs. Aires: Asoc. Casa Editora Sudamericana, 1996), p. 44. 25. Para más detalles de los argumentos en relación con estos cuatro puntos, ver los capítulos 4, 11, 17 y 18, respectivamente. 26. D.). Hess, Science in the New Age: The Paranorrnal, its Defenders and Debunkers, and American Culture (Madison, Wl: UniversityofWisconsin Press, 1993), pp. 17-40. 27. A. Einstein, Out of my Later Years (N. York: Philosophical Library, 1950), p. 30. 28. A. Kenny, Reason and Religion: Essays in Philosophica/ Theology (Oxford y N. York: Basil Blackwell, 1987), p. 84. 29. Ver los capítulos 4 y 8. 30. Ver el capítulo 6. 31. R. Milner, The Encyclopedia of Evolution (N. York: Facts on File, 1990), p. 399. 32. Para informes diferentes, ver: a) N.L. Geisler, The Creator in the Courtroom: Scopes 11. The 1981 Arkansas Creation-Evolution Tria/ (Milford, MI: Mott Media, 1982); b) L. Gilkey, Creationism on Tria/: Evolution and God at Uttle Rock (Minneapolis, MN: Winston Press, 1985); e) M.C. La Follete, ed., Creationism, Science and the Law: The Arkansas Case (Cambridge, MA y Londres: The MIT Press, 1983); d) R. L. Numbers, The Creationists (N. York: Alfred A. Knopf, 1992), pp. xv, 249-251. 33. Ver Gilkey, pp. 127-132 (nota 32b). 34. L. Laudan, "Commentary on Ruse: Science at the Bar -Causes for Concern", en: La Follete, pp. 161-166 (nota 32c). 35 .. W.R. Bird, Philosophy of Science, Philosophy of Religion, History, Education and Constitutionallssues. The Origin of Species Revisited: The Theories of Evolution and of Abrupt Appearance (N. York: Philosophical Library, 1987, 1988, 1989), t. 2, pp. 461-466. 36. Un informe bastante exacto de mi testimonio en este juicio aparece en: Geisler, pp. 461-466 (nota 32a). 37. Véase el capítulo 17 para comentarios adicionales sobre este problema complejo. También ver: a) A.A. Roth, "Science Against God?" Origins, 1(1974):52-55; b) A.A. Roth, "How Scientific is Evolution?", Ministry 51(71978):19-21; e) A.A. Roth, "ls Creation Scientific?", Origins 11 (1984):64, 65. 38. L.R. Godfrey, ed., Scientists Confront Creationism (N. York: W.W. Norton and Co., 1983). 39. M. Midgley, Evolution as a Religion: Strange Hopes and Stranger Fears (Londres y N. York: Methuen & Co., 1985). 40. Por ejemplo, a) N. Macbeth, Darwin Retried: An Appeal ro Reason (Boston: Gambit lnc., 1971 ); b) T. Bethell, "Agnostic Evolutionists", Harpers 270(1617-Febrero de 1985):49-52, 56-58, 60, 61.

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LOS ORIGENES 1 LAS PREGUNTAS 41. Para un análisis mayor, ver: a) A.A. Roth, "A Matterof Fairness", Origins, 5(1975):61, 62; b) A.A. Roth, "Ciosed Minds and Academic Freedom•, Origins, 5(1978):61, 62. 42. Para un análisis diferente, ver: N. Murphy, "What Has Theology to Learn from Scientific Methodology?", en: M. Rae, H. Regan, ]. Stenhouse, eds., Science and Theology: Questions at the Interface (Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans Publ. Co., 1994), pp. 101-126.

¿DE DÓNDE SURGIÓ LA VIDA? De todos los misterios de la biología, incuestionablemente el más desconcertante es el de cómo surgió la vida sobre la tierra. GORDON RATTRAY TAYLOR 1

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a superficie de la Tierra rebosa de organismos vivientes que van desde las bacterias con un diámetro de 1/2000 de milímetro hasta las gigantescas secoyas que alcanzan alturas de cien metros. En el reino animal encontramos las grandes ballenas azules, con una longitud de 30m, que pueden ser los animales más pesados que alguna vez vivieron sobre la tierra. Una candidata para ser la "planta" más grande puede ser un hongo subterráneo del estado de Washington, EE.UU., que cubre 600 hectáreas. Una de las grandes preguntas de todos los tiempos es cuándo, dónde y cómo se originó esta gran variedad de seres vivientes. En este capítulo consideraremos las ideas acerca de cómo comenzó la vida sobre la Tierra. Producir espontáneamente moléculas biológicas sencillas en un ambiente primordial parece muy difícil. Producir las moléculas biológicas complejas necesarias tales como las proteínas y el ADN parece extremadamente difícil, pero producir aun la célula más sencilla, en forma espontánea, parece esencialmente más allá de las posibilidades. CREENCIAS HISTÓRICAS

En los días de la antigüedad, y en realidad hasta el pasado relativamente reciente, la idea de que las diversas formas de la vida surgieron espontáneamente de la materia no viviente era rara vez puesta en duda. Parecía un hecho de observación de que las pulgas y los piojos aparecían es71

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pontáneamente en los cuerpos de los hombres y los animales, las ranas eran generadas por el barro, las charcas producían una casi interminable variedad de algas y de pequeños animales, las polillas se formaban en la neblina y las orugas en las frutas. Se creía que una variedad de gusanos como la tenia surgían espontáneamente en el hombre y los animales. Van Helmont (1577-1644), el pionero de la química, informó que él había visto personalmente formarse escorpiones de la albahaca molida entre dos ladrillos. También desarrolló una fórmula para fabricar ratones (lauchas). 2 Si se ponen trapos viejos y trigo en un recipiente y se lo esconde por un tiempo en un altillo o en un galpón, ¡eventualmente producirá ratones! El experimento se puede repetir todavía hoy, con los mismos resultados; sin embargo, la interpretación es ahora muy diferente. Este experimento es un ejemplo de las muchas clases de evidencias que permitieron que el concepto de la generación espontánea prosperara. Las observaciones que apoyaban el concepto eran fácilmente repetibles. Con tiempo y esfuerzo se podían encontrar gusanos en las manzanas y ranas en el barro, etc. La ciencia estaba trabajando, y poner en duda la generación espontánea era poner en duda la razón. Sin embargo había escépticos, y desde el siglo XVII al XIX, este tema estuvo sujeto a acalorados conflictos. Uno de los principales actores qüe invocaron el enfoque experimental fue Francesco Redi (1626-1697), un médico de Arezzo, Italia. Se sabía desde mucho tiempo atrás que los gusanos -las larvas de las moscas- se desarrollaban en la carne en descomposición. RedP experimentó con una variedad de restos de animales muertos, incluyendo serpientes, palomas, pescados, ranas, ovejas, venados, perros, corderos, conejos, cabras, patos, gansos, gallinas, golondrinas, leones, tigres y búfalos. Le llamó la atención que la misma clase de moscas emergía no importaba en qué clase de carne se desarrollaran. También sabía que los cazadores durante el verano protegían la carne de las moscas con una tela, y sospechaba que las moscas pudieran ser el origen de los gusanos. Para poner a prueba su idea, puso carne en vasijas cerradas y en vasijas abiertas cubiertas por una tela delgada. Como los gusanos no se desarrollaron en la carne en putrefacción, llegó a la conclusión de que la carne no producía los gusanos en forma espontánea, sino que era el lugar donde se criaban las moscas. Los experimentos de Redi no resolvieron el problema. La controversia continuó durante dos siglos más. Otros experimentos dieron resultados variados. Los mismos resultados producían diversas interpretaciones, y cada uno argu-

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mentaba desde sus propias presuposiciones. la idea de la generación espontánea llegó a ser aun más aceptada a comienzos del siglo XIX. 4 Una preocupación grande era cómo se originaban los gusanos parásitos en sus huéspedes. Algunos aseveraban que Dios en su creación perfecta no haría eso; debían haber surgido espontáneamente. la opinión actual-de que generalmente representan dege· neraciones de formas de vida libre-- no estaba en boga. El"golpe de muerte" a la teoría de la generación espontánea supuestamente fue dado por el famoso científico francés louis Pasteur (1822-1895), quien fue involucrado en una amarga disputa mientras investigaba los microbios. Pasteur usó frascos con tubos retorcidos que excluían el polvo pero permitían el acceso del aire, que era considerado entonces como vital para la generación espontánea. Pasteur ponía agua y materia orgánica como medio de cultivo en sus frascos. Si calentaba los frascos se impedía el desarrollo de la vida, aun cuando había libre acceso del aire. En su estilo exuberante, Pasteur proclamó: "¡Nunca se recobrará la doctrina de la generación espontánea del golpe mortal de este sencillo experimento!"5 Pero Pasteur estaba equivocado, y la historia no terminó allí. los libros de texto de microbiología en particular a menudo exhiben la colorida batalla sobre la generación espontánea como un ejemplo del triunfo de la ciencia. Este puede parecer el caso si la historia concluyera con Pasteur. Sin embargo, al mismo tiempo que Pasteur ganaba su batalla, el concepto de evolución y la presuposición relacionada con ella, de que la vida surgió espontáneamente sobre la tierra en algún momento del pasado distante, estaba comenzando a recibir cierta aceptación. Esto trajo mucha confusión al problema. Por un lado, los elegantes experimentos de Pasteur y otros mostraban que sólo la vida generaba vida, mientras los evolucionistas estaban proponiendo que la vida surgió en lo pasado de la no vida. En un sentido, el problema de la evolución era más severo. las ideas anteriores de generación espontánea a menudo se basaban en conceptos de la vida que surgía de materia orgánica muerta (heterogénesis), mientras que los evolucionistas estaban proponiendo que la vida surgió de materia inorgánica más sencilla (abiogénesis). En 1871 Carlos Darwin con cautela se refirió a esta última posibilidad: sugirió que "en alguna laguna cálida" se podrían haber formado proteínas y "haber sufrido cambios todavía más complejos". 6 • Un importante paso para la teoría de la generación espontánea se dio en 1924, cuando el famoso bioquímico ruso A. l. Oparin dio detalles acerca de cómo los compuestos inorgánicos y orgánicos sencillos podrían gradualmente

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formar compuestos orgánicos complejos, y más tarde formar organismos sencillos/ Otros hombres de ciencia añadieron ideas que la apoyaban y el concepto de que la vida surgió en algún momento pasado en una "sopa" rica en compuestos orgánicos llegó a ser el tema de consideraciones serias. A este proceso se lo llama a menudo la evolución química. Décadas más tarde surgieron preguntas más difíciles. Los bioquímicos y los biólogos moleculares comenzaron a reconocer algunas moléculas muy complejas y sistemas bioquímicos altamente integrados. La extrema improbabilidad de la generación espontánea de estas complejidades llegó a ser un desafío mayor. MOLÉCULAS BIOLÓGICAS SENCILLAS (BIOMONÓMEROS)

Los productos químicos que se encuentran en los organismos vivientes a menudo son muy complejos: Algunas moléculas orgánicas relativamente sencillas (biomonómeros) se combinan para formar moléculas biológicas complejas (biopolímeros) tales como las proteínas y los ácidos nucleicos (ADN). Estos biopolímeros pueden contener centenares de miles de moléculas más sencillas

FIGURA

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NUCLEÓTIDO Representación esquemática de la estructura del ADN. La doble espiral está ilustrada a la izquierda. Un nucleótido sería la combinación de P, S, y uno de A, T, G, o C. La información genética del hombre tiene unos 3.000.000.000 de pares de estos en cada célula. A, T, G y C representan las baHI adenina, tiamina, guanina y citonina, respectivamente. S representa un azúcar, y Pes un fosfato. Las dos tiras están unidas por uniones de hidrógeno (líneas de trazos en el diagrama de la derecha) formados entre ciertas bases.

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unidas entre sí. los aminoácidos (biomonómeros) son los bloques de construcción de las proteínas (biopolímeros). Hay básicamente 20 clases diferentes de aminoácidos en los organismos vivientes. Varios centenares de ellos pueden combinarse para formar una sola molécula de proteína. Los ácidos nucleicos (biopolímeros) son más complejos, e involucran la combinación de nucleótidos (biomonómeros) que a su vez están compuestos por un azúcar, un fosfato y una base nucleótida (Figura 4.1 ); existen básicamente cuatro clases diferentes de bases nucleótidas. los ácidos nucleicos pueden contener millones de nucleótidos. la información hereditaria y metabólica básica de un organismo está codificada en la secuencia de las diferentes clases de bases nucleótidas. los ácidos nucleicos son a menudo conocidos como el ADN (ácido desoxirribonucleico) y el ARN (ácido ribonucleico). la diferencia entre los dos es que tienen clases de azúcares ligeramente diferentes. Stanley Miller publicó en 1953 los resultados de su ahora famoso experimento acerca de la síntesis de los biomonómeros. 8 1nnumerables libros de texto han descrito este experimento como el primer paso en el origen espontáneo de la vida. Mientras trabajaba en la Universidad de Chicago en el laboratorio del Premio Nobel Harold Urey, Miller tuvo éxito en producir aminoácidos bajo condiciones postuladas como las de una Tierra primitiva. Él realizó esto usando un aparato químico cerrado en el que expuso una mezcla de gas metano, hidrógeno, amoníaco y vapor de agua a descargas eléctricas. Desde entonces, esta clase de experimento ha sido repetido y mejorado muchas veces. la mayoría de los biomonómeros que se necesitan para las proteínas y los ácidos nucleicos han sido producidos en este tipo de experimentos. Aunque la síntesis de muchos biomonómeros ha sido realizada con relativa facilidad en el laboratorio, relacionar estos experimentos con lo que podría haber ocurrido en la naturaleza, en una Tierra primitiva, está plagada de dificultades. Por ejemplo, los aminoácidos se producen en un medio alcalino, mientras que lqs azúcares son destruidos en ese ambiente. 9 Sin embargo, ambos son esenciales en los organismos vivientes. También existe un problema con la configuración de los aminoácidos. los aminoácidos con el mismo número y clase de átomos pueden existir en varias formas diferentes, las que dependen de la ubicación de los átomos. A menudo los identificamos como la forma l (levógiros) y la forma D (dextrógiros), de acuerdo con la manera en que las moléculas hacen rotar el plano de luz polarizada. Estas dos formas son imágenes reflejadas en un espejo la una de la otra,

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L

D

Isómeros ópticos (formas D y L) de un aminoácido. Las letras representan los elementos químicos de cada átomo. R es un radical que varía con los diferentes aminoácidos. Nótese que una forma es una imagen especular en tres dimensiones de la otra.

como las manos izquierda y derecha de una persona (Figura 4.2). Ocurre que los organismos vivientes están compuestos casi en forma exclusiva por la forma L de los aminoácidos, mientras que los aminoácidos sintetizados en el laboratorio tienen cantidades iguales de las formas L y D (uno de estos aminoácidos es demasiado sencillo para tener una imagen especular). ¿Cómo pudo una "sopa" que contenía una mezcla en partes iguales de moléculas L y D haber originado organismos vivientes con sólo el tipo L? 10 Es difícil imaginar las diferentes clases de aminoácidos comunes a los sistemas biológicos que aparezcan todos por azar como formas L antes de ser incorporadas en las proteínas de las primeras formas de vida. Se han hecho muchas sugerencias para intentar explicar esto. Un grupo reciente de experimentos sugería que un campo magnético podría producir formas casi puras de una sola de las formas, pero el informe resultó ser un fraude. 11 El problema de las imágenes especulares también se aplica a los azúcares. Otro problema procede de la falta de evidencia en las rocas de la tierra para la supuesta "sopa primigeni,a", en la cual todas estas moléculas se supone que se hayan formado. Si en algún momento del pasado distante hubo un océano rico en moléculas orgánicas en las que la vida tuviera la oportunidad de surgir, las rocas no lo muestran. Las rocas ricas en materia orgánica están cons-

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picuamente ausentes de las capas más profundas que representan el tiempo durante el cual la vida supuestamente se desarrolló. 12 Se han hecho muchas preguntas con respecto a la dificultad de conseguir una concentración suficiente de biomonómeros en la sopa primigenia para permitir la síntesis de las moléculas complejas que conocemos como biopolímeros. El químico Donald Hull, de la California Research Corporation, 13 da un ejemplo . en el que usa el aminoácido más sencillo, la glicina, cuya fórmula es NH 2CH 2COOH. Él estima que si la glicina se produjo en una atmósfera primitiva, el 97% de ella se descompondría antes de llegar al océano, y el 3% restante estaría sujeto a su destrucción una vez llegada al agua. También estima que este aminoácido tendría una concentración max1ma de menos de

111.000.000.000.000 (1 o· 12 mol). Él afirma: "Pero aun el valor máximo admisible parece desesperadamente bajo como material inicial para la generación espontánea de la vida". El problema bosquejado arriba sería más serio para los otros aminoácidos más complejos que son aún más delicados. Para eliminar estos problemas, se han sugerido algunos modelos para concentrar y proteger la "sopa" en cavernas. Esto requiere condiciones altamente especializadas, limitadas y fortuitas, que son improbables. Algunos investigadores 14 han evaluado con detalle otra pregunta importante acerca de la evolución química. ¿Hasta qué punto la interferencia del hombre de ciencia predispone los resultados en favor de lo que se espera? Una cosa es haber formado biomonómeros en el laboratorio, usando productos químicos seleccionados y equipos sofisticados, y otra cosa enteramente diferente es que se produzcan espontáneamente en una Tierra primitiva. Algunos factores, tales como usar una alta concentración de reactivos químicos, pueden ser usados legítimamente en el laboratorio si son corregidos para las conclusiones extrapoladas a condiciones naturales de mayor dilución, pero proteger los productos de fuentes de energía perjudiciales, o usar trampas para aislar el producto, como lo hizo Miller, o extraer los ingredientes inútiles de la sopa, se consideran métodos ilegítimos. El uso de estas manipulaciones en el laboratorio reflejan más la clase de planificación inteligente que se esperaría de un Creador, más bien que la actividad espontánea de un mundo prebiótico sin vida, No deberían usarse para ilustrar la evolución química. MOLÉCULAS BIOLÓGICAS COMPLEJAS (BIOPOLiMEROS)

A menudo los textos informan de la síntesis de biomonómeros, pero se dice

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mucho menos acerca del origen de los biopolímeros. Aunque hay problemas con el origen de los biomonómeros, los problemas llegan a ser mucho más agudos cuando se trata de ácidos nucleicos y proteínas, que son cientos y miles de veces más complejos. El funcionamiento adecuado de los biopolímeros requiere secuencias correctas de sus biomonómeros. En ello se involucra mucho más que usar una abundancia de energía para combinar los biomonómeros. Se puede hacer mover un vehículo haciendo estallar una barra de dinamita debajo de él, pero el resultado no sería útil para el transporte de personas. Estas moléculas complejas son altamente organizadas, y sin embargo se supone que surgieron por azar. El premio Nobel Jacques Monod, en su libro clásico Chance and Neccesity15 [Azar y necesidad], describe el ooncepto: "El azar por sí solo es-

tá en la fuente de cada innovación, de toda creación en la biosfera. El azar puro, absolutamente libre pero ciego, es la raíz misma del estupendo edificio de la evolución: este concepto central de la biología moderna ya no es una más entre las hipótesis posibles o siquiera plausibles. Hoy es la única hipótesis concebible, la única que se ajusta a los hechos observados y demostrados". 15 Sin embargo, como lo han mostrado muchos cálculos, la probabilidad de que surjan moléculas biológicas complejas y funcionales por azar es improbablemente pequeña. Todos estamos familiarizados con la realidad de que el azar de obtener "cara" o "cruz" al arrojar una moneda al aire es 1 de 2, o que la probabilidad de obtener un 2 cuando se echa a rodar un dado es de 1 en 6. Si tenemos un recipiente con 999 cuentas blancas y una cuenta roja, la probabilidad de sacar la cuenta roja, sin mirar, en la primera ocasión, es de 1 en 1.000. La probabilidad de obtener la combinación correcta de biopolímeros es infinitesimalmente más pequeña. Hay muchos miles de clases de proteína diferentes en los organismos vivos. Las proteínas generalmente consisten en uno a varios centenares de aminoácidos unidos en largas estructuras semejantes a una cadena y, como se dijo más arriba, hay 20 clases de aminoácidos diferentes. Muchos de ellos deben estar en un lugar específico de la cadena para que la proteína pueda actuar adecuadamente. Esta disposición es algo parecido a la escritura, donde las letras del alfabeto representan a los aminoácidos, mientras que las oraciones --en este caso generalmente 100 o más letras- representan a las proteínas. Algunos errores de "ortografía" pueden permitirse a lo largo de numerosas posiciones en la cadena de aminoácidos. Por otro lado, la sustitución de un sólo aminoácido en una posición crítica puede ser fatal para los organismos. Enfermedades como

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la talasemia, la anemia de células falciformes y algunos tipos de cáncer son causados por la sustitución de un sólo aminoácido. 16 Supongamos que se necesita una clase específica de proteína. ¿Cuáles son las posibilidades de que aparecerán los aminoácidos en el orden específico requerido? El número de combinaciones posibles es impensablemente grande, porque existe la posibilidad de que en esa posición se ubique cualquiera de los · 20 aminoácidos. Para una proteína que necesita 100 aminoácidos específicos, el número es muchas veces mayor que el de todos los átomos que existen en el universoY De aquí que la probabilidad de obtener una proteína necesaria es extremadamente pequeña. Y, ¿qué pasa cuando se necesitan dos de ellas? La posibilidad es mucho menor, demasiado baja para ser plausible; 18 sin embargo, se necesitan muchas clases específicas de proteínas para originar aun la forma más sencilla de vida. Un estudio 19 estima la probabilidad de obtener 100 aminoácidos en el lugar correcto a lo largo de la cadena de aminoácidos de una proteína. No se permite ninguna sustitución (errores de ortografía) en estos 100 lugares específicos, aunque se permiten sustituciones limitadas en otros puntos intermedios. Para formar tal proteína, el aminoácido específico tiene que ser seleccionado de 20 posibilidades (probabilidad de 1/20). El aminoácido debe ser de tipo L (probabilidad de 1/2), y tiene que formar un enlace péptido (probabilidad 1/2). Combinando estas probabilidades, obtenemos una probabilidad de 1/80 para el primer aminoácido, 1/6.400 para dos, etc. Al combinar estas probabilidades tenemos que multiplicarlas. Para 100 aminoácidos específicos, la probabilidad de obtener la clase correcta de proteína es de sólo un 49 seguido por 190 ceros (4,9x1 o-191 ). Otros cálculos similares producen números que también están más allá del campo de la plausibilidad. 20 El problema no es sólo conseguir que los aminoácidos estén en la secuencia correcta y se unan químicamente. Está 'también el problema de seleccionar las clases correctas de aminoácidos del vasto número de compuestos orgánicos producidos al azar en una sopa prebiótica. Los experimentos de descarga de chispas de Miller, mencionados más arriba, produjeron otras clases diferentes de aminoácidos que no se encuentran entre los 20 que sí están presentes en los organismos vivientes. 21 Irónicamente, el mismo año que Miller informó la síntesis de aminoácidos y otros biomonómeros (1953), J. D. Watson y Francis Crick publicaron su descubrimiento, que les valió el premio Nobel, de la estructura tridimensional de los

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ácidos nucleicos (ADN). 22 Ellos descubrieron que la información hereditaria está dispuesta en la famosa doble hélice del ADN (Figura 4.1 ). Con el fin de expresar la información hereditaria se requiere una secuencia de tres bases nucleótidas para codificar un aminoácido. Las moléculas de proteína se ensamblan mediante un sistema maravilloso y complejo de transferencia e interpretación de información. Una bacteria sencilla puede tener 4 millones de estas bases nucleótidas en su repertorio genético, mientras que los organismos más complejos tales como un hombre tiene más de 3 mil millones. Es curioso que algunos anfibios y las plantas con flores tienen más de diez veces el número de bases nucleótidas que las que se encuentran en el hombre. El organismo vi\iiente (p.robablemente) más pequeño que es independiente -un micoplasma- tiene 580.000 de estas bases nucleótidas, las cuales proveen el código para 482 genes.B En los organismos más avanzados la función de gran parte de este ADN es todavía desconocida. Una parte de esa información es obviamente crítica para la vida; por ejemplo, dirigir la producción de miles de moléculas de proteínas que sirven como estructura del cuerpo o como enzimas. Las enzimas facilitan las reacciones químicas tales como la síntesis de aminoácidos y centenares o miles de otros cambios. Algunas veces una molécula de enzima puede dirigir el cambio químico de miles de moléculas por segundo; pero la mayoría de los cambios son más lentos. Estas enzimas extremadamente complejas con muchas porciones y formas esenciales altamente organizadas desafían cualquier sugerencia de que su origen sea espontáneo. Más recientemente, se ha sugerido que la vida comenzó con la misma clase de moléculas autorreplicadoras.24 Estas sugerencias ignoran la necesidad de información sofisticada para dirigir las funciones metabólicas de los organismos vivientes. Las improbabilidades mencionadas más arriba para ensamblar los aminoácidos y formar las proteínas son pequeñas comparadas con las de ensamblar los nucleótidos para formar el ADN. ¿Podría todo esto haberse iniciado por azar? En 1965, en dos almuerzos al aire libre en Ginebra, Suiza, lo que se ha descrito como una discusión más bien extraña generó un estudio memorable. Estaban presentes cuatro matemáticos y dos biólogos. Los matemáticos desafiaron a los biólogos a expresar sus dudas acerca de la evolución desde el punto de vista de la probabilidad. El ardiente debate terminó con una propuesta de estudiar los puntos discutidos en una forma más sistemática. Ese estudio culminó en un simposio que se realizó en el Instituto Wistar en Filadelfia (EE.UU.).

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Los participantes fueron primariamente biólogos, junto con unos pocos matemáticos que desafiaron la plausibilidad de los conceptos evolucionistas. El registro casi literal del simposio ha sido publicado/ 5 y aunque es complicado, ¡no es lectura aburrida! Los biólogos no estuvieron muy contentos con el desafío al evolucionismo. Ellos insistieron en que los matemáticos no comprendían el evolucionismo, pero no proporcionaron ninguna respuesta cuantitativa a los desafíos. Como ejemplo, Murray Edén, del Instituto Tecnológico de Massachusetts, planteó la pregunta acerca de la probabilidad de obtener genes en orden a lo largo de los biopolímeros de ácido nucleico (cromosomas) de la bacteria Es-

cherichia co/i, bien estudiada. Este organismo es tan pequeño que se podrían poner 500 en fila en un milímetro. En esta bacteria, cierta cantidad de genes están dispuestos exactamente en la secuencia correcta. ¿Cómo consiguieron tenerlos en orden por azar, comenzando con una mezcla original? Eden calculó que si esta bacteria se esparciera por toda la superficie terrestre con un espesor de 2 cm, habría la probabilidad de que 2 genes se ubicaran en su posición apropiada en 5.000 millones de años (una estimación generosa de la antigüedad de la vida sobre la Tierra). Este largo período no daría tiempo suficiente para que los demás genes se pusieran en orden, o para que los genes se desarrollaran en un proceso mucho más complejo. Ni tampoco da tiempo para la evolución de otros organismos, algunos de los cuales son centenares de veces más complejos. Baste decir que el tiempo muy largo postulado para la evolución de la vida sobre la Tierra es demasiado corto cuando se consideran los improbables eventos que se postulan. Este notable simposio acentuó una insatisfacción general con respecto a las explicaciones contemporáneas para el origen de la vida, y estimuló a algunos evolucionistas a buscar nuevas alternativas. LA CÉLULA

Un problema todavía más complejo para el evolucionismo es el de la organización de los biopolímeros en unidades funcionales llamadas células. Una célula (Figura 4.3) es una unidad funcional muy importante, porque mantiene la información genética de los ácidos nucleicos cerca de donde se fabrican las proteínas, y a su vez, mantiene a éstas cerca de la multitud de compuestos químicos sobre los que actúan (Figura 4.4). La brecha mayor entre los biopolímeros y la célula funcional es otro de los grandes interrogantes acerca del origen de la vida. Además de conseguir las proteínas correctas y el ADN, se necesitan mu-

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Cenfriolos

Membrana plasmótica

Vesícula de Golgi

Complejo de Golgi

Núcleo

Nucleolo

Una célula animal típica. •

chas otras clases de moléculas complejas, tales como las grasas y los carbohidratos. Aunque parezca irrazonablemente fortuito que aparezcan los productos químicos apropiados, es mucho menos probable que aparezcan al mismo tiempo y en el mismo lugar, y luego sean envueltos por una membrana celular para comenzar a vivir como organismos vivientes. Sin embargo, se han hecho algunas sugerencias siguiendo estas ideas. Una propuesta es que alguna forma de célula primitiva, llamada protocélula, pudo haberse formado espontáneamente. Oparin 26 sugirió que las células podrían formarse cuando grandes moléculas se combinan en masas globulares llamadas coacervados. El químico Sidney Fox27 fue capaz de obtener aminoácidos que eventualmente se combinaron en masas esféricas llamadas microesferas. Tales modelos pasan por alto la verdadera complejidad de las células. 28 Al

• De P.H. Raven y G.B. Johnson, Biology, Updated Version, 3a. ed. Copyright O 1995 McGraw-Hill Companies, lnc. Reproducido con permiso. Todos los derechos reservados.

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Microfotografía electrónica de un filamento de ADN con códigos para ARN. Los filamentos de ADN {S) a menudo están cubiertos con delgadas "ramas" de ARN que forman una matriz en forma de cono (M). El código de S se refteja, al producirse, en cada rama de M. La primera rama es corta, pero ellas se vuelven más largas al avanzar sobre S, hasta que desaparecen cuando están completaa. Muchal moléculas especiales de enzimas (proteínas) están involucradas en este proceso complejo. La unidad de 1p equivale a 1/1.000 de milímetro.*

• De O.L. Miller y B.R. Beatty, "Portrait of a Gene", )ournal of Cel/ular Physiology 74(2-Suplemento):2252l2. Copyright O 1969 Wistar lnstitute of Anatomy and Biology. Reproducido con el permiso de Wiley-Liss, lnc., una 1ubsldiaria de John Wiley and Sons, lnc.

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comentar acerca de los coacervados y las microesferas, William Day, que todavía favorece alguna clase de proceso de evolución biológica, comenta: "No importa cómo se lo mire, esto es tontería científica". 29 Podría ser posible, a nivel superficial, equiparar las protocélulas con células reales. Ambas son pequeñas y están constituidas por moléculas orgánicas, pero la semejanza termina aquí. Una célula viviente es una estructura tan inme-nsamente compleja que es una maravilla de actividad química integrada. El problema de su formación a partir de macromoléculas ha sido descrito por dos biólogos moleculares como "un salto de dimensiones fantásticas, que yace más allá del campo de las hipótesis verificables. En esta área, todo es conjetura. Los hechos disponibles no proveen de una base suficiente para poder postular que las células surgieron en este planeta". 30 ¡La vida es muy especial! Harold J. Morowitz, usando la termodinámica (la relación de energía entre los átomos y las moléculas) ha calculado que la probabilidad de que se organicen espontáneamente las moléculas orgánicas para formar un microbio pequeño y sencillo tal como el Escherichia coli es de sólo 1 de un 1 seguido de 100 mil millones de ceros (1 o- 1011 ). Para la forma más pequeña de vida independiente, el micoplasma, que tiene unos 0.0002 mm de diámetro, él calcula una probabilidad de 1 en S seguido por cinco millones de ceros (1 o-sx(lOl\ No es una mejora, realmente. 31 Muchos otros cálculos similares indican cuán compleja es la vida y cuán altamente improbable son las probabilidades de que pudiera surgir por sí misma. El premio Nobel George Wald una vez expresó el dilema del evolucionismo: "Uno tiene sólo que contemplar la magnitud de esta tarea para conceder que la generación espontánea de un organismo viviente es imposible. Sin embargo, aquí estamos como resultado, según yo creo, de la generación espontánea".32 Es difícil pensar cómo un sistema viviente podría haberse iniciado considerando la complejidad de-los organismos equivalentes conocidos más sencillos. Hay una relación de interdependencia obligatoria de los componentes. Por ejemplo, el sistema para traducir la información que contiene los ácidos nucleicos (ADN) para producir una proteína terminada 33 requiere por lo menos 70, y probablemente hasta 200, proteínas diferentes. 34 El sistema no funcionará sin que cada uno de estos biopolímeros especiales estén en su lugar. Además de esto, las proteínas son necesarias para la producción de los ácidos nucleicos, y los ácidos nucleicos son necesarios para la producción de las proteínas. ¿Cómo se

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inició esta interacción? Se ha sugerido que el ARN podría haber iniciado el proceso por autorreplicación (ver más abajo). Desafortunadamente, esto no explica cómo surgió el ARN, y es un paso muy grande del ARN hasta el sistema complejo de traducción que se encuentra en los organismos vivos. Un desarrollo gradual es difícil de imaginar, ya que el sistema no es fácilmente divisible en unidades funcionales separadas. Actúa mayormente como un todo, y la mayoría de sus partes dependen de las otras partes. Además, un sistema viviente no es sencillamente una colección de biopolímeros, etc., en equilibrio químico normal, dentro de una membrana celular. Eso sería una célula muerta. Los miles de cambios químicos que ocurren en una célula están en desequilibrio, que es un requisito básico para el proceso de la vida. En el origen de la vida debe ponerse en marcha el motor metabólico. El bioquímico George T. javor ilustra esto comparando el agua en un recipiente que está quieto (muerto, en equilibrio) con el agua que fluye lentamente de una fuente a través del recipiente (vivo, desequilibrio). 35 Aun esto no es suficiente. Una de las características de los organismos vivos es la capacidad de reproducirse. La reproducción es un proceso complejo que involucra una exacta replicación de las partes más complejas de la célula. Este proceso debe ser programado en el repertorio genético de la célula. Es muy difícil pensar que todo esto se desarrolló puramente por azar. 36 Se critica a veces a los creacionistas por creer en milagros, pero creer que la vida surgió espontáneamente sobre la Tierra, sin un diseño inteligente, parece ser más que un "milagro". OTRAS IDEAS Mientras la comunidad científica en general acepta el concepto de que la

vida se desarrolló espontáneamente, la falta de probabilidad de una explicación plausible para la manera en que esto haya ocurrido conforme a la forma postuiada, ha resultado en una cantidad de alternativas especulativas. Anotaremos seis de ellas. 1. A veces su propone que la materia elemental pudo haber tenido alguna propiedad desconocida que inevitablemente debió de haber generado la vida. Esto se ha llamado el modelo de predestinación bioquímicaY Sin embargo, no tenemos evidencias de que la información compleja, tal como está codificada en los ácidos nucleicos, exista por sí misma en los elementos químicos. 38 2. Otra alternativa es que la vida surgió como un sistema autogenerado,

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cíclico e interactivo de proteínas y ácidos nucleicos auxiliados por el ingreso de energía. 39 El modelo tiene unidades básicas tan complejas que no ayuda mucho.40 3. Posiblemente la vida se originó en fuentes termales en el océano. 41 Tal ambiente ofrecería cierta protección contra los efectos adversos del ambiente; sin embargo, el calor podría ser fatal para moléculas delicadas, y el desarrollo improbable de la vida compleja tal como la conocemos en un ambiente muy limitado y especializado tiene todavía que ser explicado. 4. Se ha sugerido que la vida no se originó en una estructura del tipo de la célula, sino sobre la superficie de un sólido como un cristal de pirita (el "oro" de los tontos). 42 Pero no hay razón alguna para creer que el sencillo arreglo de átomos de un cristal de pirita pudiera proveer un modelo para las complejas moléculas biológicas. 43 5. Otra alternativa semejante es que los genes de la vida se organizaron siguiendo el modelo de los minerales de la arcilla. 44 Este modelo sufre del mismo defecto que el anterior. El simple orden de los minerales de la arcilla contribuye poco a la complejidad específica de alto nivel de las proteínas y los ácidos nucleicos. 6. Se ha sugerido que el tipo de ácido nucleico llamado ARN, que tiene algunas propiedades enzimáticas propias, podría proporcionar su propia replicación, comenzando así la vida. 45 Esta idea ha recibido recientemente mucha atención. A menudo se hace referencia a un antiguo "mundo de ARN" 46 y a los "ribozimas" que son moléculas de ARN que actúan como enzimas. 47 El modelo tiene muchos problemas. 46 ¿Cómo se originó el primer ARN? Los componentes del ARN son muy difíciles de producir aun bajo las mejores condiciones de laboratorio, y ni hablemos de una tierra primitiva. Al analizar la replicación del ARN, el premio Nobel Christian de Duve, que apoya el concepto de un mundo de ARN, admite: "El problema no es tan sencillo como puede parecer a primera vista. Los intentos de fabricar -con mucha más previsión y apoyo técnico que el mundo prebiótico pudo haber tenido- una molécula de ARN capaz de catalizar la replicación del ARN hasta ahora han fracasado". 49 Aun si la clase apropiada de ARN pudiera producirse de algún modo, ¿cómo adquiere la amplia información necesaria para conducir los complejos sistemas vivientes? Desde la perspectiva de la evolución química, el origen de la complejidad de la vida sigue siendo un problema no resuelto. Estas diversas ideas parecen bastante subjetivas, y esto da testimonio de

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cuán lejos están las explicaciones actuales de producir evidencias convincentes. El premio Nobel Francis Crick admite francamente: "Cada vez que he escrito un artículo sobre el origen de la vida, juro que nunca volveré a escribir otro, porque hay demasiada especulación desde muy pocos datos". 50 Stanley Miller refleja la misma preocupación al expresar que el campo necesita hallazgos dramáticos para frenar la especulación desmedida. 51 CONCLUSIONES

Pasteur demostró que sólo la vida da origen a la vida. Desde aquel tiempo, ha habido una cantidad enorme de investigación para demostrar cómo pudo surgir la vida de material no viviente. Se ha tenido algún éxito en producir biomonómeros en el laboratorio. Sin embargo, la relación de estos experimentos con lo que pudo haber ocurrido en una Tierra prebiótica está bajo sospecha. Problemas de concentración, estabilidad, imágenes especulares específicas y la falta de evidencias geológicas para una sopa primigenia hacen que el escenario de la evolución química sea poco probable. Con respecto al origen de los biopolímeros altamente organizados, la probabilidad de que se produzcan es demasiado pequeña para ser considerada con seriedad para una aparición accidental. El problema se complica todavía más cuando se consideran los requisitos de los centenares o muchos miles de cambios químicos que se operan simultáneamente en una célula "sencilla". Los problemas asociados con la evolución química se resuelven con alguna forma de creación. Los datos relacionados con el origen de la vida favorecen la idea de una mente maestra y un proceso dirigido no fortuito involucrado en la creación de la vida sobre la Tierra. Si uno elige eliminar el concepto de un Creador, quedan pocas posibilidades de elegir, excepto aceptar alguna forma de evolución química, pero los datos científicos contra estos conceptos son tan compulsivos que la razón sugiere que se consideren las alternativas.

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pp. 80-94; b) S.W. Fox y K. Dose, Molecular Evolution and the Origin of Life (San Francisco: W.H. Freeman and Co., 1972). 28. Thaxton, Bradley y Olsen, pp. 174-176 (nota 12b). 29. W. Day, Genesis on Planet Earth: The Search for Life's Beginning, 2a. ed. (New Haven versity Press, 1984), pp. 204, 205.

y Londres: Yale Uni-

30. D.E. Green y R. F. Goldberger, Molecular lnsights into the Living Process (N. York y Londres: Academic Press, 1967), pp. 406,407. 31. H.). Morowitz, Energy Flow in Biology: Biological Organization as a Problem in Thermal Physics, (N. York

y

Londres: Academic Press, 1968), p. 67. 32. G. Wald, "The Origin of Life", Scientific American 191(2-1954):44-53. 33. D.H. Kenyon, "Going Beyond the Naturalistic Mindset in Origin-of-life Research", Origins Research 12(1,

CAPfTULO 4

1 ¿DE DÓNDE SURGIÓ LA VIDA?

primavera-verano de 1989):1, 5, 14-16. 34. G.C. Milis, "Presuppositions of Science as Related to Origins", Perspectives on Science and Christian Faith 42(3-1990):155-161. 35. G.T. Javor, "Origin of life: A Look at Late 20th-century Thinking", Origins 14(1987):7-20. 36. A. Scott, "Update on Genesis", New Scientist (2 de mayo de 1985), pp. 30-33. 37. D.H. Kenyon y G. Steinman, Biochemical Predestination (N. York y Londres: McGraw-Hill Book Co., 1969). 38. A. E. Wilder-Smith, The Creation of Life: A Cybernetic Approach to Evolution (Wheaton, IL: Harold Shaw Publishers, 1970), pp. 119-124. 39. M. Eigen y P. Schuster, The Hypercycle: A Principie of Natural Self-Organization (Berlin, Heidelberg y N. York: Springer-Verlag. 1979). 40. J.C. Walton, "Organization and the Origin of life", Origins 4(1977):16-35. 41. J.B. Corliss, "Hot Springs and the Origin of life", Nature347(1990):624. 42. G. Wachterhauser, "Before Enzymes and Templates: Theory of Surface Metabolism", Microbiological Reviews 52(1988):452-484. 43. G.T. Javor, "A New Attempt to Understand the Origin of life:The Theory of Surface Metabolism", Origins 16(1989):40-44. 44. A.G. Cairns-Smith y H. Hartman, eds., Clay Minerals and the Origin of Life (Cambridge: Cambridge University Press, 1986). 45. LE. Orgel, "Mini-review: RNA Catalysis and the Origins of life", }ourna/ of Theoretica/ Biology 123(1986):127-149. 46. W. Gilbert, "The RNA World", Nature319(1986):618. 47. Reseñas recientes se encuentran en: a) M-C. Maurel, "RNA in Evolution: A Review", journal of Evolutionary Biology 5(1992):173-188; b) L. Orgel, "The Origin of life on the Earth", Scientific American 271 (4-octubre de 1994):76-83. 48. L.J. Gibson, "Did life Begin in an 'RNA World'?", Origins 20(1993):45-52; b) J. Horgan, "In the beginning ... ", Scientific American 264(2-1991):116-125; e) G.C. Milis y D. Kenyon, "The RNA World: a Critique", Origins and Design 17(1-1996):9-16; d) R. Shapiro, "The lmprobability of Prebiotic Nucleic Acid Synthesis", Origins of Life 14(1984):565-570. 49. C. de Duve, "The Beginning of life on Earth", American Scientist 83(1995):428-437. SO. Crick, p. 153 (nota 17). 51. Mencionado en Horgan (nota 48b).

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EN BUSCA DE UN MECANISMO PARA LA EVOLUCIÓN Las ideas también caen del árbol antes de que estén maduras. LUDWIG WITIGENSTEIN 1

i veinte niños fueran dejados solos en una juguetería, ciertamente algo ocurriría. De seguro, los estantes con juguetes quedarían menos organizados. Cuanto más tiempo estuvieran los niños en el salón, tanto más mezclados estarían los juguetes. Las cosas activas tienden a mezclarse. Las moléculas de perfume de un frasco abierto se difunden por el aire; no vuelven del aire a concentrarse en el frasco. Una plancha caliente que se lleva a una habitación, calentará un poco el cuarto y la plancha se enfriará mucho, y el calor se distribuirá más uniformemente. La basura arrojada al mar tiende a mezclarse y diluirse en los grandes océanos de la tierra. Estos ejemplos sencillos ilustran la segunda ley de la termodinámica. Esta ley expresa formalmente el fenómeno bien observado de que en los procesos que ocurren naturalmente hay una tendencia hacia una distribución aleatoria. A veces se usa la palabra entropía para designar ese carácter fortuito. La entropía es equivalente a "la cualidad de estar en desorden". En otras palabras, cuando las cosas se mezclan más, hay un aumento de la entropía. Este aumento está ilustrado casi a diario en mi escritorio cuando trato de encontrar elementos importantes mientras siguen llegando cartas, manuscritos, revistas, faxes y publicidad. La tendencia hacia el"desorden" en la naturaleza va en contra del evolucionismo, que postula cambios desde las moléculas desorganizadas a una vida "sencilla" que en realidad está altamente organizada. Se supone fue-

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go que la evolución forma organismos más complicados con tejidos y órganos especializados. Algunos evolucionistas sugieren que la organización propia ocasional de materia sencilla, como se ve en la formación de cristales, o la especie de olas que a veces se forman cuando algunos productos químicos migran a través de la materia sólida/ podría constituir un modelo para la autoorganización de la materia para formar seres vivientes. Pero hay un enorme abismo entre los cristales sencillos y la complejidad de los sistemas vivientes. El desarrollo hacia la complejidad funcional va en contra de la tendencia general hacia un "desorden" caótico. Este es uno de los problemas más grandes del evolucionismo naturalista. Aunque ha habido algún debate con respecto a la aplicabilidad de la segunda ley de la termodinámica al evolucionismo, 3 pocos discutirían que no hay una tendencia hacia el desorden en la naturaleza, y que el evolucionismo necesita explicar lo opuesto. Ha habido una larga y ardua búsqueda de un mecanismo evolucionista plausible que produjera la vida compleja y organizada a partir de eventos fortuitos. En este capítulo consideraremos los dos últimos siglos de esta búsqueda. La Tabla 5.1 proporciona un resumen de esta búsqueda.

Lamarckismo 1809-1859

Lamarck

El uso produce el desarrollo de características nuevas que llegan a ser heredables.

' Darwinismo 1859-1894

Darwin, Wallace

la selección natural actúa sobre cambios pequeños causando la supervivencia del más apto. Herencia por medio de gémulas.

Mutaciones 1894-1 922

Morgan, de Vries

Énfasis en cambios mutacionales más grandes. la selección natural no es tan importante.

Síntesis·moderna (neodarwinismo) lq22-1968

Chetverikov, Dobzhansky, Fisher, Haldane, Huxley, Mayr, Simpson, Wright

Una actitud unificada. Son importantes los cambios en las poblaciones. La selección natural actúa , sobre mutaciones pequeñas. Rela-¡ ción con la clasificación tradicional.

Diversificación 1968-presente

Eldredge, Gould, Grassé, Hennig, Kauffman, Kimura, lewontin, Patterson, Platnick

Una multiplicidad de ideas conflictivas, descontento con el neodarwinismo. Búsqueda de una causa para la complejidad.

MECANISMOS EVOLUTIVOS

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LAMARQUISMO

Estaba caminando por el famoso parque de París llamado Jardín des Plantes, cuando una estatua imponente me llamó la atención. la inscripción en la base decía en francés: "lamarck, fundador de la doctrina del evolucionismo". Habiendo escuchado tantas veces que Carlos Darwin era responsable por la teoría de la evolución, reflexioné acerca de la inscripción y las actitudes a menudo asociadas con los superlativos y el orgullo nacionalista. Sin embargo, los franceses pueden justificadamente estar orgullosos de su héroe, porque lamarck había formulado una teoría de la evolución, bastante abarcante, muchas décadas antes de Darwin. Jean-Baptiste Antaine de Monet, Caballero de lamarck (1744-1829) 4 creía en un Supremo Originador de la existencia, y que la vida se diversificaba por sí misma durante largos intervalos de tiempo. Impresionado con la variedad de formas vivientes desde las sencillas hasta las más complejas, postuló una serie evolutiva continua. Atribuyó la ausencia frecuente de formas intermedias entre los grupos de organismos a lagunas en el conocimiento humano. lamarck es más conocido por haber diseñado un mecanismo para la evolución basado en su ley del uso y del desuso. Propuso que el uso de un órgano acentuaba su desarrollo, y esta mejora era trasmitida a la siguiente generación. De este modo, las características en los padres, acentuadas por el uso, se transmitían intensificadas en sus descendientes. Por ejemplo, un animal, como el ciervo, que necesitara alcanzar las hojas de las ramas más altas de un árbol, después de estirar su cuello durante muchas generaciones, adquiriría uno más largo y eventualmente tendríamos una jirafa. En forma similar, afirmó que si el ojo izquierdo de los niños fuera eliminado durante un cierto número de generaciones sucesivas, eventualmente nacerían individuos con un sólo ojo. Para lamarck, el estilo de vida determinaba el eventual desarrollo evolutivo de los organismos. Se considera ahora que el mecanismo de lamarck para la evolución no es válido. Muchos años más tarde, el evolucionista alemán August Weismann llegó a ser notable por cortar las colas a ratones. Aunque lo hizo durante muchas generaciones, los ratones seguían produciendo descendientes con colas completas. la conclusión que sacó fue que esta serie de experimentos demostraba su tesis de que no hay herencia de caracteres adquiridos por un individuo, por lo que el mecanismo de la evolución de lamarck era equivocado.

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Sin embargo, el problema no se ha resuelto de esa forma sencilla. Muchos hombres de ciencia han apoyado a Lamarck hasta cierto punto, y numerosos experimentos sugieren que se pueden heredar algunos caracteres ambientalmente inducidos. 5 Sin embargo, en muchos círculos de estudio de la biología, el Lamarckismo es un término peyorativo. DARWINISMO'

Unas pocas décadas más tarde, Carlos Darwin (1809-1882) y Alfred R~ssel Wallace (1823-1913), dos naturalistas entusiastas en Inglaterra, estudiaron un artículo sobre la población escrito por T. R. Malthus (1766-1834). Malthus proponía que la población crece geométricamente (por multiplicación), mientras que el alimento para la población crece en forma aritmética (por adición), un proceso mucho más lento. Obviamente, en esta situación habría eventualmente una escasez de recursos. Esta insuficiencia sirvió como base para los mecanismos evolutivos propuestos tanto por Darwin como por Wallace. En 1859 Darwin publicó su famoso libro: Acerca del origen de las especies por selección

natural, o la preservación de razas favorecidas en la lucha por la existencia. Generalmente se le da el crédito por la teoría, aunque las ideas acerca de la evolución habían existido durante siglos. En general, Wallace y Darwin se apoyaron mutuamente, aunque Wallace asumió un lugar secundario. Es interesante que Wallace también creía en el espiritismo, y testificó en favor del médium espiritista norteamericano Henry Slade, que fue llevado a juicio por fraude durante una de sus sesiones. Da!Win estaba del otro lado del problema, y contribuyó con fondos para llevar adelante el juicio de Slade. 7 Darwin creía que hay variaciones en los organismos vivientes, y que había una superproducción de descendientes que daba como resultado tanto insuficiencias como competencia. Sólo los más aptos de las nuevas variedades sobrevivirían, y ellos a su vez producirían descendientes igualmente aptos. De este mOdo, los más aptos, que eran considerados los más avanzados, sobrevivirían mediante el proceso llamado de selección natural. Este mecanismo todavía se usa para explicar el desarrollo evolutivo a pesar de la tendencia opuesta que se observa en la naturaleza. Darwin también enfatizó la teoría más amplia de la evolución de los organismos de los más sencillos a los más complejos. En este proceso, él puso el mayor énfasis en la significación de los cambios pequeños, un concepto que pronto fue puesto en tela de juicio. La filósofa Marjorie Grene ha delineado el

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problema: "¿Con qué derecho hemos de extrapolar el esquema mediante el cual el color o alguna otra característica superficial similar es determinado por el origen de las especies, sin hablar de las clases, los órdenes y los tipos de los organismos vivientes?" 8 Las ideas de Darwin fueron desarrolladas antes de que hubiera mucha información acerca de la genética. Con el fin de explicar la herencia de nuevas características, Darwin propuso un modelo de "pangénesis" que tenía un fuerte componente de ideas lamarckistas de la herencia de los caracteres adquiridos por los individuos. Él sugirió que las células reproductoras de los organismos tenían "gémulas" que procedían de todas partes del cuerpo y que trasmitían las características adquiridas del individuo a sus descendientes. La genética moderna no ha encontrado base para este concepto. Aunque muchos hombres de ciencia aceptaron la idea general de la evolución después de la publicación de El origen de las especies de Darwin, muchas de sus ideas fueron puestas en duda entonces y todavía lo son hoy. El historiador de biología Charles Singer afirma cándidamente que sus "argumentos [de Darwin] con frecuencia son falaces" .9 Entre las críticas más serias se encuentran la falta de valor de supervivencia de los cambios pequeños que no son útiles a menos que puedan funcionar en un todo complejo que todavía no se ha desarrollado. Por ejemplo, al desarrollarse un nuevo músculo en un pez, ¿qué uso tendría ese músculo hasta que tuviera un nervio que lo conectara de modo que pudiera contraerse; y qué uso tendría el nervio hasta que el cerebro desarrollara un sistema para controlar adecuadamente la actividad del músculo? 10 Además, los animales con partes potencialmente útiles, pero por el·momento inútiles, estarían en desventaja. No se esperaría que estas etapas desventajosas tuvieran valor para sobrevivir, y serían eliminados por la competencia postulada por el modelo. La selección natural puede servir en la naturaleza para eliminar tipos aberrantes, pero no para producir nuevas estructuras complejas que no tuvieran valor para la supervivencia hasta que todas las partes necesarias hubieran evolu-. donado. El concepto de "la supervivencia del más apto" en sí mismo ha sido severa.. mente criticado, tal vez en ciertos casos injustamente. Algunas veces es caracterizado como una tautología (que involucra un razonamiento circular). 11 El darwinismo sugiere que los organismos sobreviven mediante el proceso evolutivo porque han cambiado gradualmente y han llegado a ser más aptos; y que la forma en que se puede determinar que son más aptos es porque sobreviven. E~

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seguro que en un sentido el sistema funcionará. La supervivencia del más apto no demuestra el evolucionismr., como a veces se afirma. No puede ser fácilmente verificado; pero esto no es lo mismo que decir que es falso. Pero, evidentementl), los más aptos sobrevivirán ya sea porque evolucionaron o porque fueron creados. A pesar de estas fallas, la idea básica de Darwin recibió apoyo de muchos evolucionistas. 12 MUTACIONES

Hacia el fin del siglo XIX, los evolucionistas hacían preguntas serias acerca del mecanismo evolutivo de Darwin. Los principios de la genética descubiertos por el monje moravo Gregorio Mendel, que se habían publicado 35 años antes, fueron redescubiertos. Éstos levantaban algunas dudas sobre los conceptos de herencia de Darwin. Se destacaron entre los detractores de Darwin el biólogo holandés Hugo de Vries (1848-1935) quien desafió vigorosamente la idea de que los cambios pequeños pudieran proveer el mecanismo evolutivo básico. Él sostenía que estos cambios pequeños no significaban nada, y que los cambios mayores, llamados mutaciones, debían necesariamente responder al ambiente. De Vries encontró apoyo para sus ideas en Amsterdam, Holanda, donde las prímulas o primaveras vespertinas importadas de Norteamérica se habían vuelto silvestres y entre ellas se encontraron algunas plantas enanas. Él consideraba que este cambio era una mutación. De Vries realizó experimentos cruzando miles de plantas, y notó varios cambios grandes que él también atribuyó a las mutaciones. Él creía que estas "formas nuevas" eran pasos en un prolongado proceso evolutivo. Desafortunadamente para la teoría de de Vries, éstas fueron sólo el resultado de combinaciones de características que ya estaban presentes en la estructura genética de las plantas, y no el de mutaciones nuevas. Sin embargo, el concepto de las mutaciones como información hereditaria nueva llegó a ser aceptado, principalmente por obra del norteamericano T. H. Morgan. En experimentos con la mosca de la fruta, Morgan encontró cambios permanentes nuevos que

se reproducían. Sin embargo, los cambios observados

eran mayormente degenerativos en vez de ser progresivos, incluyendo la pérdida de alas, pelos y ojos. El ejemplo de evolución más corrientemente usado, el oscurecimiento de la polilla moteada inglesa, no es una mutación, aunque a veces se la haya descrito de esa manera. 13 Esa mariposa nocturna que se volvió más oscura durante la

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revolución industrial, cuando el hollín oscureció el ambiente, sufrió lo que ha sido llamado un "cambio evolutivo notable". 14 El color más oscuro protegía a la mariposa de la depredación de las aves porque la hacía más semejante al color de su ambiente, y no se la podía distinguir tan fácilmente. El cambio ocurrió por la manifestación de genes para un color más oscuro que ya estaban presentes en la población de polillas. Esto es sólo una fluctuación de diferentes clases de genes y no una nueva información genética "permanente", como se esperaría en el caso de una mutación. Ahora se ha reconocido bien esto. 15 Con los intentos modernos de controlar la contaminación y limpiar el ambiente, la población de polillas se está volviendo de un color más claro. Sin embargo, este ejemplo ilustra bien la acción de la selección natural sobre fluctuaciones sencillas de genes. El concepto de la mutación todavía se usa hoy, aunque los avances explosivos de la genética moderna amenazan la utilidad de este término general. Una mutación puede referirse a una variedad de cambios genéticos, tales como: un cambio en una base de un nucleótido en una cadena de ADN, la posición alterada de un gen, la pérdida de un gen, la duplicación de un gen, o la inser~ión de secuencias genéticas extrañas. Todas estas representan cambios genéticos más o menos permanentes trasmitidos a los descendientes. Se están considerando también ideas más nuevas, tales como la herejía de que el ambiente o la célula misma pueden estimular la producción de mutaciones. 16 Sólo hemos comenzado a descubrir lo que parecen ser mecanismos muy complicados. Los organismos vivientes muestran un notable poder de adaptación por medio de cambios genéticos. Las moscas llegan a ser resistentes a insecticidas como el DDT, y nuestro uso frecuente de antibióticos ha creado "supergérmenes" que son resistentes a la mayoría de ellos. La notable persistencia de orga.. nismos vivientes bajo condiciones variadas y adversas, nos sugiere que puede haber sistemas que permitan, por lo menos, adaptaciones limitadas. Por otro lado, miles de experimentos de laboratorio con bacterias, plantas y animales testi~ fican de que hay límites para los cambios que una especie puede tolerar. Parecé haber una cohesión estrecha de sistemas interactuantes que aceptarán sólq cambios limitados sin llegar al desastre. Después de décadas o siglos de experi· mentación, la mosca de la fruta retiene el plan básico de su cuerpo como mosca de la fruta, y las ovejas que producen lana siguen siendo básicamente ovejas. Los tipos aberrantes tienden a ser inferiores, tienden a no sobrevivir en la natura~ leza, y si se les da una oportunidad, tienden a volver a sus tipos originales. A ve·

CAPÍTULOs

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ces se llama a este fenómeno inercia genética (homeostasis genética)Y La utilidad de las mutaciones como mecanismo evolutivo ha sido puesta en duda por mucho tiempo. Las mutaciones favorables son muy raras; la. mayoría de ellas son recesivas, es decir, no se manifestarán a menos que estén presentes en ambos padres. Además, aunque las mutaciones que producen cambios menores puedan sobrevivir, las que causan modificaciones significativas son especialmente perjudiciales y difícilmente persisten. Douglas Erwin y James Valentine, dos evolucionistas de la Universidad de California, en Santa Bárbara, comentan: "Las mutaciones viables con efectos morfológicos o fisiológicos grandes son sumamente raras y generalmente no fértiles; la posibilidad de que dos individuos con idénticas mutaciones raras surjan con suficiente proximidad como para producir descendientes, parece demasiado pequeña como para considerarla como un evento evolutivo significativo" .18 Los autores sugieren los cambios en el proceso de desarrollo de los organismos como un medio de producir grandes cambios evolutivos, pero sólo se ha sugerido la demostración experimental de esto. Se necesitarían muchas mutaciones no dañinas para producir las características de una sola estructura útil. El problema es cómo lograr que estos eventos sumamente raros ocurran simultáneamente en un organismo con el fin de producir una estructura funcional que pudiera tener algún valor de supervivencia. El evolucionista E. j. Ambrose ha bosquejado el problema: "La frecuencia conocida con la que una sola mutación no dañina ocurra, es de aproximadamente 1 en 1.000. La probabilidad de que dos mutaciones favorables ocurran es de 1 en 103 x 103, es decir, 1 en un millón. Los estudios de la Drosophila [mosc~ de la fruta] han revelado que numerosos genes están involucrados en la formación de los elementos estructurales separados. Puede haber 30 ó 40 genes involucrados en la estructura de una sola ala. Es muy improbable que menos de cinco genes pudieran alguna vez estar involucrados en la formación de la estructura nueva más sencilla, no conocida previamente en ese organismo. La probabilidad ahora llega a ser de uno en mil trillones. Ya sabemos que las mutaciones en las células vivientes aparecen desde una vez en diez millones hasta una vez en cien mil millones. Resulta evidente que la probabilidad de que cinco mutaciones favorables ocurran en un sólo ciclo de vida de un organismo es efectivamente igual a cero". 19 El notable zoólogo francés Pierre P. Grassé, quien sugiere otro mecanismo evolutivo, anota algunas de las mismas preocupaciones, y además dice que "no

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importa cuán numerosas sean, las mutaciones no producen ninguna clase de evolución" .20 EL CONCEPTO CREACIONISTA DE LAS MUTACIONES

A menudo se acusa a los creacionistas de creer que las especies no cambian. Esto es parte de una creencia popular persistente pero equivocada. Los creacionistas están de acuerdo en que hay amplia evidencia de cambios pequeños en la naturaleza, como lo demuestran abundantemente la crianza de perros, la observación de campo de muchos organismos y los experimentos de laboratorio. El Creador puede haber diseñado especies que produjeran una variedad de colores, etc., y adaptaciones limitadas. Los creacionistas no piensan que se haya presentado ninguna evidencia significativa para indicar que la naturaleza cambia mucho después de cierto nivel. Por otro lado, los evolucionistas proponen que el proceso de las variaciones pequeñas ha producido todos los organismos de la tierra que son tan diferentes como una orquídea lo es de una morsa. Una pregunta frecuente es: "¿En qué categoría de la clasificación biológica (especie, género, familia) no se pueden demostrar nuevos cambios?" Esta pregunta es importante para el debate evolucionismo-creacionismo, en el que los evolucionistas proponen cambios mucho mayores que los creacionistas. No hay una respuesta definida. Por un lado, la clasificación de los organismos es tanto subjetiva como provisional. Las características de los grupos de clasificación, tales como los de especies, géneros, familias, etc., pueden ser fácilmente cambiadas. Algunas veces se usan los términos microevolución (pequeños cambios) y macroevolución (cambios grandes), junto con micromutación y ma.O cromutación, para designar diferentes niveles de cambios. Los creacionistas géf.· neralmente aceptan el primer concepto y rechazan el segundo. Desafortunada.. mente, el término macroevolución ha sido usado de tantas maneras diferentes2l que parece ser de poca ayuda. Generalmente, la macroevolución se define c.,. mo cambios por encima del nivel de especie. Pero muchos creacionistas reconocen que algunos géneros y categorías superiores en la clasificación representan cambios desde la creación, especialmente cuando se trata de parásitos dege• nerados. Sin embargo, éstos son excepciones. En un contexto creacionista, se di· ría que en general el nivel del género o de la familia probablemente representa un tipo creado originalmente. G. A. Kerkut, de la Universidad de Southampton en Inglaterra, ha propuesto las expresiones "teoría especial del evolucionismo" y

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"teoría general del evolucionismo" para tratar en el contexto evolucionista con el problema de evaluar cuánto cambio ha ocurrido. Su terminología es significativa para este estudio: "Hay una teoría que afirma que se pueden observar muchos animales vivientes que en el trascurso del tiempo han sufrido cambios para formar especies nuevas. Esto puede llamarse la "teoría especial de la evolución", y en ciertos casos pueden demostrarse con experimentos. Por otro lado, hay una teoría de que todas las formas vivientes en el mundo han surgido de una sola fuente, siendo ella misma procedente de una forma inorgánica. Esta teoría puede llamarse la "teoría general de la evolución", y la evidencia que la apoya no es suficientemente sólida para permitirnos considerarla más que una hipótesis de trabajo. No está claro si los cambios que produce la especiación son de la misma naturaleza que los que produjo el desarrollo de nuevos taxones. La respuesta se encontrará en el trabajo experimental futuro y no en aseveraciones dogmáticas de que la teoría general de la evolución debe ser correcta porque no existe ninguna otra que ocupe satisfactoriamente su lugar". 22 Los creacionistas estarían de acuerdo con la teoría especial de la evolución, pero no con la teoría general. Los pequeños cambios que propuso Darwin o los mayores patrocinados por de Vries parecen inadecuados para producir los grandes cambios necesarios para la teoría general de la evolución, tales como cambiar un tipo de esponja en un tipo de erizo de mar. El evolucionismo afronta su desafío más serio al nivel de los grupos mayores (órdenes, clases, divisiones/tipos y reinos). Si la evolución ocurrió como un proceso gradual y continuo, ¿por qué hay tantas lagunas en tantos lugares entre los grandes grupos de organismos tales como moluscos, lombrices o pinos? ¿Por qué hay lagunas, al fin de cuentas? 23 LA S(NTESIS MODERNA

Al desarrollarse el pensamiento evolucionista durante la primera parte de este siglo, varios eruditos influyentes ayudaron a cambiar el foco: de las mutaciones de regreso a la selección natural. Los más importantes de ellos fueron S. S. Chetverikov en Rusia, R. A. Fisher y J. B. S. Haldane en Inglaterra, y Sewall Wright en los Estados Unidos. Esta vez el énfasis estuvo sobre el proceso de la evolución dentro de poblaciones enteras de organismos, más bien que en organismos individuales. Fisher desarrolló modelos matemáticos sofisticados de los efectos de las mutaciones sobre poblaciones muy grandes. Para él, las mutaciones pequeñas

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eran las importantes, ya que las mutaciones mayores tienen un efecto más perjudicial. El énfasis estaba en la selección natural de pequeñas variaciones favorables. Wright sabía mucho acerca de la reproducción de animales y, en contraste con Fisher, enfatizaba la utilidad de las poblaciones pequeñas en las que las mutaciones raras tendrían una mejor posibilidad de manifestarse. Por otro lado, las poblaciones pequeñas tienen más posibilidades de sufrir los efectos perjudiciales de la endogamia. Wright introdujo el concepto de los cambios fortuitos en la frecuencia de los genes dentro de una población debido exclusivamente al azar. La significación de este proceso, llamado deriva genética, ha sido uno de los debates más prolongados y acalorados entre los evolucionistas, y todavía lo. es hoy. Fisher y Wright influyeron grandemente en la formación del pensamiento evolucionista de las décadas de 1920 y 1930,24 y proporcionaron un apoyo significativo para el pleno desarrollo de la "síntesis moderna". La síntesis moderna combinó los esfuerzos de un gran número de evolucionistas brillantes, que incluyen a Theodosius Dobzhansky de la Universidad de Columbia, al biólogo Sir julian Huxley en Inglaterra, y a Ernst Mayr y George Gaylord Simpson de la Universidad de Harvard. El concepto fue dominante desde la década de 1930 hasta la de 1960. El nombre "síntesis moderna" fue originado por Huxley/ 5 nieto de Thomas Huxley, el defensor de Darwin, cuando éste elogiaba el "triunfo final" del darwinismo.26 Básicamente, sintetiza la variación por mutaciones con el concepto de selección natural por la supervi .. venda del más apto de Darwin, aplicado a las poblaciones. Sin embargo, la síntesis moderna es difícil de caracterizar porqu~ se han hecho intentos de incorporar en ella disciplinas tan variadas como la sistemática (clasificación), la variación biológica y la paleontología (estudio de los fósiles}. 27 Muchos de los líderes de la síntesis moderna enfatizaron que por la acumulación de cambios relativamente pequeños se podrían producir los grandes cambios necesarios para la macroevolución. Sin embargo, el mecanismo básico de la evolución permanece sin resolver. La controversia entre Fisher y· Wright acerca del tamaño óptimo para las poblaciones en evolución también quedó· sin resolver. El historiador de biología William B. Provine (Universidad de Cor., nell) señaló: "El mecanismo primario de la microevolución estaba todavía sin decidir... La aclaración de los mecanismos genéticos de la especiación no es uno de los grandes triunfos de la síntesis evolutiva". 28 La síntesis moderna puede haber sido más una actitud de éxito que una síntesis exacta. En 1959 hubo numerosas celebraciones en todo el mundo con..

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memorando el centenario de la publicación de El origen de las especies de Darwin. Estas celebraciones estimularon la confianza en la síntesis moderna. Tuve el privilegio de asistir a una de las más importantes de estas celebraciones realizada en la Universidad de Chicago. Allí pude escuchar a los principales arquitectos de la síntesis moderna, incluyendo a Dobzhansky, Mayr, Huxley y Simpson. En mi joven inocencia quedé impresionado por sus conocimientos, pero intrigado por su confiado dogmatismo. Poco me daba cuenta de que en pocos años el espíritu unificado de la síntesis moderna quedaría en desorden. Entretanto, las voces perturbadoras del paleontólogo Otto Schindewolf de Alemania y el genetista Richard Goldschmidt en los Estados Unidos eran sistemáticamente ignoradas. En contraste con los pequeños cambios por mutaciones sugeridos por los autores de la síntesis moderna, ambos proponían cambios grandes y rápidos, y mecanismos diferentes. Schindewolf, que estaba familiarizado con los fósiles, sugería saltos de desarrollo repentinos para hacer de puente sobre las grandes lagunas entre los tipos fósiles. Goldschmidt, que era profesor de genética en la Universidad de California en Berkeley, estaba en completo desacuerdo con la idea de que los pequeños cambios dentro de las especies pudieran acumularse lentamente y producir las grandes modificaciones necesa-

rias para cambios evolutivos significativos. Él consideraba que las torpes etapas intermedias eran inútiles para la supervivencia y pensaba que no serían favorecídas por la selección natural. Entre los ejemplos que él citó están la formación de una pluma, la segmentación de la estructura del cuerpo como se ve en los insectos, el desarrollo de los músculos, el ojo compuesto de los cangrejos, etc. Goldschmidt abogaba por grandes cambios genéticos repentinos que producían lo que él llamó "monstruos promisorios". Algunos de sus detractores los llamaron "monstruos perdidos". Por supuesto, aun con la existencia de un monstruo promisorio, estaba el problema de encontrar una pareja, "porque ¿quién se aparearía con un monstruo, promisorio o de otra clase?" 29 · Como Goldschmidt estaba en agudo desacuerdo con los promotores de la síntesis moderna acerca del valor de los cambios pequeños, 30 sus conceptos fueron mayormente rechazados. Más tarde, cuando la síntesis moderna comenzó a desmantelarse, esta actitud cambió. El escritor de ciencia Gordon Rattray Taylor, al referirse a Goldschmidt, afirma: "Veinte años atrás se estimulaba a los estudiantes a sonreírse a la mención de su nombre. Hoy, sin embargo, muchos biólogos están tornándose a la idea de que él estaba señalando el problema correcto". 31 Desde la perspectiva creacionista, parece que Goldschmidt esta-

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ba realmente formulando una pregunta importante. Para muchos evolucionistas, la síntesis moderna ya no es sostenible. LA DIVERSIDAD

El embriólogo S0ren L0vtrup, que apoya el evolucionismo, señala: "Y hoy la síntesis moderna -el neodarwinismo-- no es una teoría, sino una variedad de opiniones que, cada una a su manera, trata de sobreponerse a las dificultades presentadas por el mundo de los hechos". 32 Aparecieron ideas nuevas, algunas de ellas bastante especulativas. 33 Descubrimientos nuevos, especialmente en la genética y la biología molecular, indicaron que los conceptos genéticos más antiguos y sencillos ya no eran válidos. Todo esto contribuyó a formar un mosaico de pensamiento que prevaleció hasta el presente y que puede caracterizarse colectivamente como diversidad. Esta etapa, que puede llamarse el período de

la diversidad, representa una colección de ideas nuevas y a menudo conflictivas. Algunas de ellas serán analizadas en detalle en el capítulo 8. Ellas giran alrededor de preguntas tales como: 1) ¿Se pueden identificar las relaciones evolutivas de los organismos? 2) Los cambios evolutivos, ¿son graduales o repentinos? 3) ¿Es la selección natural importante para el proceso evolutivo? Y, 4) ¿cómo evoluciona la complejidad? La búsqueda de un mecanismo que esté más en armonía con las restricciones realistas continúa. LA NECESIDAD DE PRECAUCIÓN

Los hombres de ciencia manifiestan un firme apoyo en favor del evolucionismo. Mientras en general están de acuerdo con que la evolución es un hecho, hay mucho menos armonía cuando se consideran los detalles. Algunas de las batallas más acaloradas en la biología evolucionista siguieron a la síntesis moderna. Tom Bethell, un escritor bien conocido, enfatiza que, "especialmente en los años recientes, los hombres de ciencia han estado peleando entre sí acerca de Darwin y sus-ideas". 34 El público en general rara vez oye de estas disputas, y mucho menos las entiende. Hay bastante contraste entre las batallas intelectuales internas de la comunidad académica, tal y como se las observa en las publicaciones de sus investigaciones, y el estilo sencillo y lleno de autoridad de los libros de texto. Algunas de las simplificaciones que hacen los libros de texto pueden ser útiles para facilitar el aprendizaje, pero los legos y los estudiantes debieran saber que existen puntos de vista muy diversos en el debate sobre el evolucionismo.

CAPÍTULOs

1 EN BUSCA DE UN MECANISMO ...

CONCLUSIONES

Sólo se puede considerar con cierto respeto los esfuerzos persistentes de los evolucionistas para encontrar un mecanismo plausible para su teoría. Su perseverancia es digna de encomio. Se ha propuesto una teoría tras otra a lo largo de dos siglos. El fracaso general plantea una pregunta difícil: ¿Es el pensamiento evolucionista más un asunto de opinión que de datos científicos sólidos? Yo no voy a desestimar que algunos datos pueden favorecer al evolucionismo y que los creacionistas también tienen problemas de opinión y mucha persistencia. Pero después de tan largas investigaciones, virtualmente fútiles, en busca de un mecanismo para la evolución, parecería que los científicos evolucionistas deberían considerar seriamente la posibilidad de una creación por parte de un Diseñador.

Notas y referencias: l. L. Wittgenstein, Culture and Value. G.H.v. Wright

y H. Nyman, eds. (Chicago: The University of Chicago

Press, 1960), p. 27e. Título del original: Vermischte Bemerkungen. 2. a) B. Goodwin, How the Leopard Got its Spots: The Evolution of Complexity (N. York

y Londres: Charles

Scribner's Sons, 1994), pp. 1-76; b) S.A. Kauffman, The Origins of Order: Self-organization and Selection in Evolution (N. York y Oxford: Oxford University Press, 1993); e) N.N. Waldrop, Complexity: The Emerging Science at the Edge of Order and Chaos (N. York y Londres: Simon and Schuster, 1992). 3. Algunos alegan que la segunda ley de la termodinámica no es aplicable a la evolución y la aplican sólo a los sistemas que están aislados y en equilibrio térmico; por ejemplo, véase R. Trott, "Duane Gish e lnterVarsity" en: Rutgers, Creation/Evolution 13(W 2, 1993):31. Este aserto no elimina el hecho obvio de que la mayoría de las actividades no dirigidas tienden hacia lo fortuito. En consecuencia, hay un esfuerzo intenso para encontrar el mecanismo de la evolución. 4. Para un repaso general de las realizaciones de Lamarck, véase: a) E. Nordenskiiild, The History of Biology: A Survey (N. York: Tudor Pub!. Co., 1942), pp. 316-330; trad. por LB. Eyre. Título del original: Biologins Historia; b) C. Singer, A History of Biology to About the Year 1900: A Generallntroduction to the Study of Living Things, 3a. ed. rev. (Londres y N. York: Abelard-Schuman, 1959), pp. 296-300. 5. Muchos ejemplos se encuentran en O.E. Landman, "The lnheritance of Acquired Characteristics", Annual Review of Genetics 25(1991 ):1-20. 6. Los análisis del darwinismo han sido legión. Una reseña que analiza los mecanismos de la evolución puede verse en W.B. Provine, "Adaptation and Mechanisms of Evolution after Darwin: A Study in Persisten! Controversies", en: D. Kohn, ed., The Darwinian Heritage (Princeton, N]: Princeton University Press, 1965), pp. 625-833. 7. Véase R. Milner, "Siade Trial (1676)", The Encyclopedia of Evolution: Humanity's Search for its Origin (N. York y Oxford: Facts on File, 1990), pp. 407, 406. 8. M. Grene, "The Faith of Darwinism", Encounter 13(5-1959):48-56. 9. Singer, p. 303 (nota 4b). 1O. Véase el capítulo 6 para un análisis adicional. 11. a) C. H. Waddington, The Strategy of the Genes: A Discussion of Sorne Aspects of Theoretical Biology (Londres: Ruskin House, George Allen & Unwin, 1957), p. 65; b) M. Eden, "lnadequacies of Neo-Darwinian Evolution as a Scientific Theory", en: P.S. Moorhead y M. M. Kaplan, eds., Mathematica/ Challenges of NeoDarwinian lnterpretation of Evolution, The Wistar lnstitute Symposium Monograph N° S (Filadelfia: The Wis-

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tar lnstitute Press, 1967), pp. 5-12; e) R. H. Peters, "Tautology in Evolution and Ecology", The American Naturalist 11 0(1976):1-12. 12. Véase, por ejemplo, a) el tomo del simposio editado por Kohn (nota 6). También: b) E. Mayr, The Growth of Biological Thought: Diversity, Evolution. and lnheritance (Cambridge y Londres: The Belknap Press of Harvard University Press, 1982), pp. 626, 627; e)). Maynard Smith, Oíd Darwin Get it Right? Essays on Carnes, Sex and Evolution (N. York y Londres: Chapman and Hall, 1989). 13. Por ejemplo: C. Sagan, The Dragons of Eden: Speculation on the Evolution of Human lntelligence (N. York: Ballantine Books, 1977), p. 28. 14. Por ejemplo, W.T. Keeton, Biological Science (N. York: W.W. Norton & Co., 1967), p. 672. 15. T.H. )ukes, "Responses of Critics", en: P.E. johnson, Evolution as Dogma: The Establishment of Naturalism (Dalias, TX: Haughton Publishing Co., 1990), pp. 26-28. 16. a)). Cairns, ). Overbaugh y S. Miller, "The Origins of Mutants", Nature335(1988):142-145; bl G.Z. OpadiaKadima, "How the Slot Machine Led Biologists Astray", }ournal of Theoretical Biology 124(1987):127-135. Para considerar una perspectiva diferente, ver e) D. MacPhee, "Directed Evolution Reconsidered", American Scientist 81 (1993):554-561. 17. a) M.A. Edey y D.C. johanson, Blueprints: Solving the Mystery of Evolution (Boston, Toronto y Londres: Little, Brown and Co., 1989), pp. 125, 126; b) E. Mayr, Population, Species and Evolution: an Abridgment of Animal Species and Evolution, ed. rev. (Cambridge: The Belknap Press of Harvard University Press, 1970), pp. 181, 182. 18. D.H. Erwin y ).W. Valentine, "'Hopeful Monsters', Transposons, and Metazoan Radiation", Proceedings ofthe National Academy of Sciences 81 (1984):5482, 5483. 19. E.). Ambrose, The Nature and Origin of the Biologica/ World (Chichester: Ellis Harwood, Ltd., y N. York y Toronto: Halsted Press, john Wiley and Sons, 1982), p. 120. 20. P-P. Grassé, Evolution of Living Organisms for a New Theory of Transformation (N. York, San Francisco y Londres: Academic Press, 1977), p. 88. Título del original: L'Evolution du Vivant. Traducción de B.M. Carlson y R. Castro. 21. A. Hoffman, Arguments on Evolution: A Paleontologist's Perspective (N. York y Oxford: Oxford University Press, 1989), pp. 87-92. 22. G.A. Kerkut, lmplications of Evolution (Oxford y Londres: Pergamon Press, 1960), p. 1S7. 23. Para un análisis abarcante, ver: K.P. Wise, "The Origin of Life's Major Groups", en: ).P. Moreland, ed., The Creation Hypothesis: Scientific Evidence for an lntelligent Designer (Downers Grove, IL: lnterVarsity Press, 1994), pp. 211-234. 24. Para detalles adicionales, véase Provine, pp. 842-853 (nota 6). 25. ). Huxley, Evolution: The Modern Synthesis (Londres y N. York: Harper and Brothers, 1943). 26. S.). Gould, "Darwinism and the Expansion of Evolutionary Theory", Science 216(1982):380-387. 27. lbíd. 28. Provine, p. 862 (nota 6). 29. C. Patterson, Evolution (Londres: British Museum (Natural History), e lthaca: Cornell University Press, 1978), p. 143. 30. R. Goldschmidt, The Material J3asis of Evolution (New Haven, CT: Yale University Press, 1940). 31. G.R. Taylor, The Great Evolution Mystery(N. York: Harper and Row, 1983), p. 5. 32. S. Levtrup, Darwinism: The Refutation of a Myth (Londres, N. York y Sidney: Croom Helm, 1987), p. 352. 33. Véanse los detalles en .el capítulo 8. 14. T. Bethell, "Agnostic Evolutionists: The Taxonomic Case Against Darwin", Harper's 270(1617; febrero de 1985):49-52, 56-58, 60, 61.

DE LO COMPLEJO A LO MÁS COMPLEJO Nunca hubo un milagro forjado por Dios para convertir a un ateo, porque la luz de la naturaleza podría haberlo conducido a confesar a Dios. FRANCIS 8ACON 1

¡' U

'ii na paráfrasis moderna podría ser: "Dios nunca hizo un milagro para , ""'}' convencer a un ateo, porque sus obras comunes pueden proporcionar evidencias suficientes". la célula es una estructura increíblemente compleja, en la que generalmente muchos miles de enzimas dirigen cambios químicos interdependientes. la mayoría de nosotros no estamos familiarizados con las células y fácilmente las dejamos a un lado sin darnos cuenta de que "pequeño" no es necesariamente sinónimo de "sencillo". Se pueden considerar más fácilmente preguntas sobre el origen de los órganos más grandes y de los organismos. Inclui-

dos e~ el misterio hay maravillas tales como el sistema de localización por eco de un murciélago (sonar), el desarrollo de un elefante adulto a partir de una sola célula microscópica, o el cambio de una oruga en una mariposa. También se pueden admirar aspectos estéticos tales como la magnificencia de las estrellas en una noche clara, o los colores iridiscentes y el diseño intrincado de las alas de una mariposa brasileña. El hombre por mucho tiempo ha estado reflexionando sobre tales temas, no sólo preguntándose cómo ocurrieron, sino también por qué sucedieron. ¿Hay un propósito en la operación de la naturaleza? ¿Podrían las peculiaridades y las especializaciones en la naturaleza haber ocurrido sin ser guiadas? En este capítulo consideraremos preguntas relacionadas con el diseño en la naturaleza y temas relacionados con éste. Estas preguntas son bas105

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tante similares a las "preguntas persistentes" mencionadas en el primer capítulo, y especialmente con las que se relacionan con la existencia de un diseñador en este universo. EL ARGUMENTO DEL DISEtiiO

El grado de orden y especialización que se encuentra en la naturaleza parece estar más allá de lo fortuito que esperaríamos si no hubiera alguna clase de diseño. Esta propuesta se denomina "el argumento del diseño", o "argumento a partir del diseño". El universo, y especialmente la Tierra, aparecen como diseñadas especialmente para sostener la vida, 2 y particularmente la vida misma sugiere que hubo diseño. Recientemente, el argumento del diseño ha recibido apoyo especial de una cantidad de físicos cosmólogos, quienes encuentran que el universo no podría dar lugar a la vida si no fuera por un conjunto muy fortuito de circunstancias. El universo aparece como sintonizado cuidadosamente para dos tolerancias sumamente estrechas. Stephen Hawking, el profesor Lucasiano de Matemáticas en Cambridge (cargo que una vez ocupara Sir Isaac Newton), comenta: "Las posibilidades en contra de un universo como el nuestro que surge de algo como el Big Bang son enormes. Yo pienso que hay implicaciones claramente religiosas".3 Para él, el problema es que si la energía postulada para el"bang" es demasiado grande, no se formarían las estrellas ni los planetas; 4 si es demasiado pequeña, el universo se desintegraría. Hawking comenta aun más: "Si la proporción de expansión un segundo después del big bang hubiese sido menor, siquiera en una parte en cien mil billones, el universo se habría vuelto a desintegrar antes de haber llegado a su tamaño actual".5 Aun cuando estos datos no sirven para dar autenticidad al Big Bang, ilustran la improbabilidad de este concepto sin algún diseño. En forma similar, la poderosa fuerza nuclear que une el núcleo del átomo también parece ser de un valor exacto para permitir la formación de los elementos. 6 Se ha demostrado que una cantidad de otros factores tales como la gravedad y el electromagnetismo están ajustados en forma extremadamente delicada. Un cambio en la fuerza electromagnética de sólo 1 seguido por 40 ceros (1 0-4°) podría significar un desastre. 7 lan Barbour lo describe bien: "El cosmos parece estar en equilibrio sobre el filo de una navaja". 8 Esto es más indicador de diseño que de una actividad fortuita no dirigida. Además, muchos se preguntan si existe alguna inteligencia especial que dirige las fuerzas para el funcionamiento de los organismos vivientes que los hace tan diferentes

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de lo no viviente. Algunos evolucionistas han considerado la necesidad de un ente director para facilitar la innovación de todas las complejidades de los organismos tanto simples como complejos. A través de los años, los hombres de ciencia propusieron muchas clases de conceptos diferentes como los factores especiales desconocidos responsables de lo intrincado, del sentido de propósito, o del diseño que parecen evidentes en las cosas vivas. 9 Se han usado muchos términos para designar estos conceptos. Entre ellos están: entelequia, emergencia, finalidad, tipostrofismo, aristogénesis, élan vital, teleología, vitalismo, homogénesis, nemagénesis, preadaptación, saltación, ortogénesis, etc.; 10 casi todo o cualquier cosa excepto el Dios de la creación. La abundancia de términos refleja tanto el misterio como la necesidad de un factor especial de explicación. Desafortunadamente, con demasiada frecuencia Jos diferentes autores definen algunos de estos términos en forma diferente, y los usan de diversas maneras en disciplinas diferentes. No necesitamos entrar en esos detalles en este breve tratado; además, tal empresa es bastante fastidiosa. Es importante notar que aunque los teólogos, los hombres de ciencia y los filósofos discuten estos temas, es difícil encontrar un enfoque común. Para algunos, el diseño no implica un diseñador, y para otros, un diseñador no necesita ser el Dios de la tradición judea-cristiana. Todavía para otros la incógnita no es cualquier clase de diseño, sino cómo y por qué se originó el diseño. Simplificaré este capítulo dirigiéndome sólo a la pregunta de si la naturaleza refleja un diseño inteligente. La idea del diseño en la naturaleza 11 ha sido discutida por varios milenios. Se la encuentra bien atrincherada en la mitología así como en los manuscritos bíblicos más tempranos. Sócrates (469-399 a.C.) estaba muy preocupado con el propósito, y Aristóteles (384-322 a.C.) apoyaba el argumento del diseño. Para él, el universo ansía avanzar hacia la forma perfecta que es Dios. En el mundo occidental, el filósofo medieval más influyente en esta línea fue Tomás de Aquino (1225-1274). Entre sus argumentos en favor de la existencia de Dios estaba el de que la evidencia de diseño en la naturaleza implicaba la existencia de un Diseñador inteligente. Varios siglos más tarde, la mayoría de los hombres de ciencia daban por sentado el diseño de la naturaleza. Algunos, como Sir Isaac Newton (1642 [3]-1727), promovían activamente el concepto. Sin embargo, el escéptico escocés David Hume12 (1711-1776) hizo lo más que pudo para destruir el argumento, sugiriendo que la evidencia en favor del diseño no apuntaba necesariamente al Dios de la tradición judea-cristiana (es decir, bíblico). Él no proveyó

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un mecanismo para responder al argumento del diseño, 13 excepto que sugirió una fuerza organizadora dentro de la naturaleza. Con todo, alrededor de comienzos del siglo XIX se estaba considerando la idea de que los organismos podrían haberse formado a sí mismos. Esto estimuló14 al filósofo y profesor de ética inglés William Paley (1743-1805) a publicar en 1802 su famoso libro titulado Natural Theology [Teología natural], que tuvo muchas ediciones. Paley llegó a ser famoso en el debate sobre el diseño por su ejemplo del reloj. Él razonaba que si uno encontrara un reloj en el suelo con todas sus partes especializadas en operación conjunta para indicar el tiempo, uno inferiría que el reloj tuvo que haber tenido un fabricante. Luego procedía a señalar que, del mismo modo, las complejidades en la naturaleza requerían de un fabricante y no podrían haber surgido por sí mismas. Además argumentaba que por cuanto instrumentos tales como un telescopio tenían un fabricante, el ojo también debería tener un diseñador; y aún más, que los pequeños cambios graduales son inadecuados para producir estructuras tales. Como un ejemplo de lo inadecuado que es el desarrollo gradual a lo largo del tiempo, él cita la epiglotis, esa estructura indispensable que cierra nuestra tráquea cuando tragamos para impedir que la comida y la bebida ingresen a los pulmones. Paley argumentaba que la epiglotis habría sido inútil durante cualquier desarrollo evolutivo gradual a lo largo de muchas generaciones, porque no cerraría la tráquea que conduce a los pulmones antes que estuviera completamente formada. 15 Medio siglo más tarde, Carlos Darwin publicó su El origen de las especies. Este libro propuso que pequeños cambios al azar en combinación con la selección natural resultarían, con el tiempo, en organismos sencillos que evolucionarían a formas más y más avanzadas, incluyendo al hombre. Bien consciente del argumento del diseño, Darwin, ya en la primera edición de El origen de las especies, se ocupó del tema de los "órganos de extremada perfección y complejidad": "Suponer que el ojo, con todos sus inimitables artificios para ajustar el foco a diferentes distancias, para admitir diferentes cantidades de luz, y para corregir la aberración esférica y cromática, pudiera haberse formado por la selección natural, me parece absurdo en el grado más alto posible, lo confieso libremente".16 Darwin invocó entonces la selección natural como la solución de su dilema, pero, como veremos más abajo, quedan muchas preguntas sin contestar. La metodología de Darwin para responder al problema del diseño también fue usada por numerosos seguidores suyos. La historiadora Gertrude Himmel-

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farb lo bosqueja: "Darwin rápidamente vio el problema, pero no tuvo tanto éxito en resolverlo. Su técnica aquí, como en otras partes, fue primero suponer que por reconocer la dificultad, de algún modo la había exorcisado; y en segundo lugar, si este acto de confesión no era suficiente para tranquilizar a sus críticos, traer sobre la dificultad el peso de la autoridad precisamente de esa teoría que se estaba poniendo en duda" Y Aunque Darwin rara vez se refirió a la posibilidad de algún tipo de diseño y, en el último párrafo de las ediciones 2a a 6a de El origen de las especies hasta mencionó al Creador18 como originador de la vida antes de que evolucionara, un repaso de sus cartas privadas indican que él tenía "gran duda acerca de ello". Para él, la selección natural era la respuesta a los problemas de la evolución.19 El origen de las estructuras complejas todavía está en discusión tanto entre los teólogos como los científicos, aunque la mayoría de los teólogos ahora tiende a dejar el estudio de la naturaleza a los hombres de ciencia, y se concentran en problemas sociológicos o religiosos. 20 El problema básico es: ¿De qué manera las mutaciones aleatorias y sin propósito, 21 acompañadas por una selección natural que no tiene previsión alguna, pueden crear órganos de extrema complejidad? Algunos evolucionistas rebajan la importancia del proceso de la selección natural o aun lo eliminan completamente, dejando la evolución puramente al azar. En adición, como lo consideramos en el capítulo anterior, sólo muy raramente las mutaciones son consideradas útiles. Una estimación de una mutación benéfica en 1.000 es generosa para con la evolución. Las mutaciones son abrumadoramente perjudiciales y generalmente recesivas en sus manifestaciones, lo que significa que no aparecerán en el cuerpo de un organismo a menos que ambos padres tengan la mutación. ¿De qué modo un proceso plagado de factores tan negativos, podría alguna vez formar un órgano tan complejo como un oído o un cerebro? Muchos dan la bienvenida a la selección natural, que propone la supervivencia del más apto, como la solución, pero ella sólo sirve para una ventaja inmediata. No tiene un "ojo" para ver el futuro, mientras que los órganos y sistemas complejos requerirían una planificación de largo alcance. La razón sugeriría que busquemos otras soluciones. La mayoría de los evolucionistas están en desacuerdo. Richard Dawkins, de la Universidad de Oxford, al referirse al reloj de Paley, indica que el"único relojero de la naturaleza son las fuerzas ciegas de la física", y que "Darwin hizo posible ser un ateo intelectualmente satisfecho". 22

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Algunos evolucionistas no están de acuerdo con Dawkins, pero se considera que ellos son una minoría. El zoólogo alemán Bernhard Rensch hace una lista de más de una docena de hombres de ciencia, algunos de ellos autoridades sobresalientes, tales como E. Henning, Henry Fairfield Osborn y Otto Schindewolf, que han estado insatisfechos con la explicación de la mutación y/o la selección natural y sienten, como se indica más arriba, que necesita añadirse a la ecuación algún factor misterioso, especial. Rensch señala que "no resulta claro de modo alguno qué clase de factores y fuerzas pudieron ser éstas". 23 Ernst Mayr, de Harvard, hace una lista de otros hombres de ciencia24 que han sido de la opinión de que se necesita algo más para explicar el desarrollo de estructuras

y organismos complejos. Compartiendo la misma preocupación, el eminente zoólogo francés Pierre Grassé afirma: "Una planta individual, un sólo animal, requeriría miles y miles de eventos de suerte y apropiados. De este modo, los milagros serían la regla". Además, él enfatiza: "¿Qué jugador sería lo suficientemente loco como para jugar a la ruleta con la evolución por el azar? La probabilidad de que el polvo llevado por el viento reprodujera la 'Melancolía' de Durero es menos infinitesimal que la probabilidad de errores de copia en la molécula de ADN que lleva a la formación del ojo; además, estos errores no tienen absolutamente ninguna relación con la función que el ojo tendría que realizar o estaba comenzando a realizar. No hay ninguna ley contra el soñar despiertos, pero la ciencia no debe entretenerse en ello". 25 La falta de relación entre las mutaciones aleatorias y las estructuras biológicas complejas representan un gran problema para el evolucionismo. INTERDEPENDENCIA

El concepto del diseño es especialmente significativo para los sistemas biológicos que tienen partes funcionalmente interdependientes. Estos sistemas no pueden funcionar hasta que todas las partes necesarias estén presentes y en operación conjunta. Por ejemplo, una alarma contra ladrones requiere 1) senso.:. res en puertas y ventanas; 2) alambres que los conecten con un centro de control; 3) un centro de control complejo; 4) una fuente de poder; S) alambres que conecten la alarma; y 6) la alarma misma. A menos que todos estos componentes básicos estén involucrados y en condiciones de operar, el sistema no funcionará. Sugerir que un sistema así pudiera surgir gradualmente, en el que cada etapa sea funcional, sería irracional. La misma clase de pregunta puede hacerse acerca de las piezas de un reloj o los componentes interdependientes de siste-

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mas biológicos complejos. ¿Pueden las mutaciones, puramente al azar, y los procesos de la selección natural, que no tiene previsión, producir estructuras complejas tales como un pulmón, o aun una papila gustativa, cuando la estructura no tiene valor para sobrevivir hasta que todas las partes necesarias estén presentes? Una papila gustativa es inútil sin una célula nerviosa que la conecte con el cerebro, y esa célula nerviosa es inútil sin una función cerebral que interprete el impulso de la célula nerviosa como un sabor. En estos sistemas interdependientes, nada funciona hasta que todo funcione. La multitud de cambios simultáneos que serían necesarios con el fin de producir un sistema funcional parece implausible desde un punto de vista evolutivo. Cuando se considera un modelo de desarrollo gradual de un sistema interdependiente, se tiene que postular la presencia de partes inútiles que esperan hasta hacerse eventualmente útiles por una mutación final producto del azar. De acuerdo con la teoría evolucionista, deberíamos esperar encontrar muchos órganos o sistemas de órganos nuevamente en vías de desarrollo, pero al contemplar más de un millón de especies de organismos vivientes por todo el mundo, vemos pocos, si acaso hay alguno, de tales sistemas postulados. El problema de las partes interdependientes es un desafío tanto para los evolucionistas que creen en cambios mayores, repentinos, producidos al azar, como para aquel que cree en cambios menores y graduales. Para el primero, el problema incluye: 1) el conjunto extremadamente fortuito de cambios repentinos y complejos que se necesitan para producir un nuevo sistema u órgano interdependiente que sea viable, y 2) la ausencia de toda evidencia experimental de que tal cosa ocurra. Para el que cree en cambios pequeños, los problemas incluyen: 1) la supervivencia de muchas etapas no funcionales o extrañas, inútiles, ante una selección natural que tendería a eliminarlas, y 2) la ausencia aparente de tales etapas intermedias en los organismos vivientes. Los evolucionistas a veces sugieren que las formas intermedias podrían tener una función útil. Por ejemplo, la mitad de un ala podría ser usada para planear ante vientos fuertes. No es difícil postular alguna clase de propósito para casi cualquier cosa. El escritor satírico francés Voltaire, en su siempre esperanzado Candide, señala jocosamente que "las narices fueron hechas para llevar anteojos; y así tenemos anteojos" .26 (¡Mis disculpas a Voltaire por usar su observación burlona en una forma diferente de la que él pudo querer usarla!) Más próximo a la realidad está un incidente informado por John C. Fentress cuando estuvo en Cambridge. En el estudio de los ratones de campo notó lo que parecfa

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ser una conducta bien protectora. Una especie que vivía en el campo tendía a correr a esconderse cuando un objeto por encima de ella se movía, de modo que no pudiera ser capturada, mientras que una especie que vivía en el bosque se quedaba paralizada, de modo que no se la pudiera ver. Él consultó a algunos de sus amigos zoólogos acerca de sus observaciones y, sólo como una prueba especial, invirtió los datos: informaba que los ratones del campo se paralizaban mientras que los del bosque corrían. Él dijo: "Me hubiera gustado registrar sus explicaciones, porque fueron realmente impresionantes" _27 De modo que el problema no es tanto si podemos encontrar alguna explicación, sino si podemos encontrar la que sea correcta. En nuestro contexto presente la pregunta es cuál de las siguientes posturas constituye la mejor explicación para la extrema complejidad de la naturaleza: ¿Un diseño inteligente, o la combinación de mutaciones fortuitas, generalmente perjudiciales y asociadas con una selección natural, que no puede prever nada? LA SIGNIFICACIÓN DE LAS SEMEJANZAS

En un foro de discusión abierto en una gran universidad escuché una vez a un estudiante de graduación quejarse de que los evolucionistas llaman a un músculo en una clase de animales con un nombre, luego le dan el mismo nombre a un músculo semejante en una clase diferente de animal, y luego llaman a eso evolución. La semejanza de la terminología no demuestra la evolución, y el estudiante parece haber tenido una queja válida. Por otro lado, muchas cosas vivientes muestran una cantidad notable de semejanzas, y con frecuencia se las usa en favor de la evolución. Por omisión, representa un argumento en contra del diseño. La mayoría de los libros de texto de biología y otras publicaciones que apoyan el evolucionismo28 usan la semejanza en la disposición de los huesos de las patas delanteras de los vertebrados como evidencia en favor del evolucionismo. El argumento es que como hay un esquema básico, deben haber evolucionado de un antepasado común, o unos de los otros, perpetuando así el esquema. En una cantidad de animales como la salamandra, los cocodrilos, las aves, las ballenas, los topos y el hombre encontramos un hueso largo que sostiene la parte del miembro anterior que está más cerca del cuerpo (del hombro al codo en el hombre), y dos huesos largos que sostienen la parte del miembro anterior más distante (del codo a la muñeca en el hombre). Se utiliza una cantidad de otras semejanzas como evidencia de un origen evolucionaría común, incluyendo la universalidad de las células en los organismos vivientes, y la información

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hereditaria que casi siempre utiliza el mismo código genético.29 Además está la estrecha semejanza de secuencias comparables del ADN, como las que se encuentran entre el hombre y los monos antropoides. Más recientemente, los biólogos han encontrado una semejanza notable en los genes especiales llamados homeóticos. Todos estos genes contienen una secuencia de ADN que es conocida como secuencia homeótica ("homeobox"). Los genes homeóticos están constituidos por 180 pares de nucleótidos y están asociados con una variedad de genes que controlan algunos de los grandes procesos de desarrollo de los organismos, tales como dónde se formarán las diversas partes del cuerpo. En las moscas de la fruta hay una mutación en un gen homeótico que hará que la mosca desarrolle un par adicional de alas, pero la mosca deformada apenas puede sobrevivir. La secuencia de los nucleótidos en los genes homeóticos es bastante similar en una gran variedad de organismos tales como los ciempiés, las lombrices de tierra, la mosca de la fruta, las ranas, los ratones y el hombre. 30 También se podrían añadir a la lista muchas otras semejanzas bioquímicas entre las cosas vivientes. El argumento de las semejanzas no da un apoyo significativo al modelo evolucionista, ya que también puede argumentarse que estas semejanzas representan un diseño básico común. ¿Por qué no usar el mismo diseño básico, tal como la disposición de los huesos en los miembros anteriores que permita la rotación de la extremidad (la mano, en el hombre) en diversas clases de organismos, especialmente si funciona bien? Las células constituyen una buena unidad bioquímica funcional, así como una habitación es una buena unidad funcional para una diversidad de estructuras, desde las casas pequeñas hasta los grandes rascacielos. Si un sistema de genes homeóticos funciona bien en un organismo, ¿por qué no usarlo en otros? No existe una ley en contra de ciertos esquemas de creación programados. Un creador no tendría que usar sistemas diferentes para funciones semejantes. La semejanza no necesita indicar un origen evolucionista común más que la proposición de que todos los automóviles de cuatro cilindros deben proceder de la misma fábrica. Las semejanzas pueden, del mismo modo, representar fácilmente un diseño inteligente, usando buenos sistemas que funcionan. EL OJO Y EL EVOLUCIONISMO

Durante dos siglos el ojo ha sido el centro de una discusión acerca de si tales estructuras complejas pudieron ser el resultado de la evolución, o si requie-

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F IGUHA 6 1

B

VISTA AMPLIADA

nerviosas

Esclerótica de

e

Discos que contienen rodopsina Discos que están sierido absorbidos por las c:Qulas de pigmento

¡-~il]miii~~~~~c=::::S~:=::::s; Bastón -LUZ Cono(b)

C~lulas

de epitelio pigmentario

La estructura básica del ojo humano. A, corte trasversal; B, ampliación de la región de la fovea; ~ ampliación de la pared del ojo; O, ampliación de los bastones (a) y conos (b) de la retina. No&eA que para todos los diagramas, la luz viene de la derecha, y que los discos son absorbidos dentro de las células pigmentarias en el extremo izquierdo de D.* • Basado en a) Berne

y levy, p.

143 (nota 63); b) Dawkins, p. 16 (nota 13); e) Newell, p. 29 (nota 45a); d)

R.S. Snell, M.A. Lemp, Clínica/ Anatomy of the Eye (Boston, Oxford 1989), p. 163; e) Young (nota 58).

y Londres: Blackwell Scientific Publications,

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ren un diseño inteligente. Mientras algunos evolucionistas afirman que el problema está resuelto, 31 otros consideran que tal conclusión es una exageración. 32 El problema dista mucho de estar resuelto. El ojo de los vertebrados (peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos; Figuras 6.1 y 6.2) ha sido comparado a menudo con una cámara fotográfica, pero es un tipo muy sofisticado de cámara con millones de partes, e incluye la capacidad de enfoque y exposición automáticos. Por otro lado, los invertebrados (esponjas, gusanos, ostras, arañas, etc.) tienen muchas clases de "ojos", incluyendo algunos muy sencillos como es el caso del punto sensible a la luz de los protozoarios unicelulares (protistas). Las lombrices de tierra tienen muchas células sensibles a la luz, que son especialmente numerosas en ambos extremos. Algunos gusanos marinos tienen hasta 11.000 "ojos". 33 La lapa marina tiene un ojo pequeño como una taza, mientras muchos insectos poseen ojos compuestos complejos, y a menudo tienen además algunos ojos simples. El ojo compuesto de los insectos (Figura 6.3) es una estructura que forma imágenes con muchos "tubos de luz" llamados omatidios, los cuales apuntan en diferentes direcciones y donde cada uno contribuye con su parte a la imagen total. Las libélulas pue-

FIGURI\ 6 2

Tróclea

superior

Vista lateral de algunos de los músculos externos del ojo del hombre. Nótese que el tendón del múKulo oblicuo superior pasa por una polea {la tróc:lea) en su camino al ojo.* • Basado en Newell, p. 38 (nota 45a).

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FIGURA 6 i

Lente córneo Núcleo cristalino Rabdoma Células retinales

Sección transversal } del omatidio

Nervio

------'"- Células pigmentadas

Ojo compuesto de un insecto.• • Basado en Raven y )ohnson,

p. 831 (nota 28a).

den tener hasta 28.000 omatidios en sus ojos compuestos. El invertebrado más grande que se conoce es el calamar gigante que puede alcanzar una longitud de 21 metros. También tiene el ojo más grande de todos los animales. El ojo de un calamar, arrojado sobre las costas de Nueva Zelanda, tenía un diámetro de 40 cm, haciendo que la fantasía de Julio Verne en Veinte mil leguas de viaje

submarino sea más realista. El ojo del hombre tiene sólo 2,4 cm de diámetro. Aunque los calamares son animales muy diferentes a los vertebrados, la estruc~ tura básica de sus ojos es notablemente semejante. También son notables los trilobites fósiles (organismos remotamente semejantes a los cangrejos de las Malucas o cangrejos bayoneta) que tenían ojos compuestos (algo semejantes a los de la Figura 6.3) con lentes hechas de calcita mineral. La calcita es un mineral complejo que tiene índices de refracción diferentes en diferentes direcciones. En los ojos de los trilobites, el mineral estaba ubicado en la dirección óptica correcta para proveer el índice de refracción apropiado. Además, las lentes tenían una forma compleja con el propósito de relacionarse con un segundo medio refractario y así eliminar el problema de la aberración esférica. Esto es comparable con la sofisticada inteligencia de la óptica moderna. 34 Sólo unos pocos taxones animales no tienen órganos sensibles a la luz. Algunos de ellos poseen ojos tan sencillos que sólo pueden determinar la presencia o ausencia de la luz; otros, que son mucho más complejos, pueden formar una imagen. Hay tres clases principales de ojos que forman imágenes. Uno es el del tipo de agujero pequeño como el que se encuentra en el nautilo, en el cual

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la luz cae directamente sobre la retina sensible a la luz a través de un agujero pequeño. Un segundo tipo, al que pertenecería el ojo humano, y que compartimos con la mayoría de los vertebrados y los calamares, tiene una lente (Figura 6.1) que enfoca la luz sobre la retina. Un tercer tipo es el ojo compuesto de muchos insectos, cangrejos y trilobites, en el que, como describimos más arriba (Figura 6.3), muchos tubos de luz forman una figura compuesta, como un mosaico. Un cuarto tipo muy raro se encuentra en el crustáceo planctónico Copi-

lia, que aparentemente usa una lente vibradora para recorrer el campo visual y proyectar luz sobre células receptoras. Esto tiene una remota analogía con la forma en que se constituyen las imágenes en un tubo de televisión. 35 El tema del origen del ojo ha sido discutido por varios evolucionistas, 36 pero comprensiblemente, no es un tópico favorito para ellos. 37 Darwin, que conocía muy bien el problema, le dedicó varias páginas en El origen de las espe-

cies.38 Él señaló que hay una variedad gradual de ojos, y propuso que comenzando con un órgano sencillo tal como un nervio rodeado de pigmento, la selección natural pudo eventualmente llegar a producir hasta el ojo de un águila. Un siglo más tarde, George Gaylord Simpson, de Harvard, 39 usó más o menos el mismo argumento. Él nota cómo en toda variedad de ojos de los animales todos ellos son funcionales, y de ahí presume que tanto los ojos simples como los más complejos sobreviven por medio de un proceso de evolución. Más recientemente, Richard Dawkins40 de Oxford enfatizó otra vez la variedad de ojos funcionales que existen ahora, y por ello concluye que los intermedios en el proceso evolutivo debieron ser funcionales. Las observaciones generales que hacen los autores mencionados pasan de largo ante las preguntas cruciales sobre las partes funcionales interdependientes que ocupan el foco cuando se consideran los detalles de los diferentes ojos. La presencia de ojos funcionalmente más sencillos no demuestra que los ojos avanzados derivaron de ellos. Los ojos serían funcionales ya sea que evolucionaran o que fueran creados. Que haya una variedad de ojos, por sí mismo no apoya su evolución. Podemos disponer muchas cosas en orden de complejidad. Por ejemplo, cuando miramos una cocina vemos cucharas sencillas, tenedores más complejos, luego tazas, ollas, hasta la cocina y el refrigerador. Esta secuencia dice muy poco acerca del origen de estos diversos elementos, que a menudo provienen de fuentes muy diversas. El argumento propuesto para el origen del ojo por estos evolucionistas sobresalientes no es muy convincente. Hay problemas más serios pafa el evolucionismo. Señalamos antes que

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existen por lo menos tres o cuatro sistemas para formar imágenes en ojos avanzados. Es difícil imaginar cómo estos sistemas diferentes pudieron evolucionar unos de otros, y también ser funcionales en las etapas intermedias, ya que se necesitan arreglos muy diferentes. Con el conocimiento de la variedad básica de clases de ojos, algunos evolucionistas han propuesto que las diferentes clases de ojos deben de haber evolucionado independientemente muchas veces, en lugar de hacerlo en forma sucesiva, tal vez hasta 65 veces. 41 Por otro lado, sobre la base del hallazgo de un gen similar que afecta al desarrollo del ojo en una gran variedad de animales, otros evolucionistas han sugerido un origen común. 42 Esto no explica cómo se desarrolló la variedad básica de ojos, pero ilustra cómo se adoptan rápidamente puntos de vista opuestos acerca de las semejanzas y diferencias para incluirlos en el escenario evolucionista. Además, un gen común involucrado en el desarrollo del ojo contribuye muy poco a explicar el origen de muchos de los otros genes asociados necesarios para el desarrollo del ojo. Se estima que unos 5.000 genes están involucrados en el desarrollo del ojo de la mosca de la fruta. 43 Existe un problema adicional con la distribución de las clases de ojos entre los animales, especialmente en los invertebrados: el grado de sofisticación no sigue el esquema evolucionista esperado. En su abarcante repaso de las diferentes clases de ojos y su evolución, Stewart Duke-Eider señala: "Lo curioso, sin embargo, es que en su distribución los ojos de los invertebrados no forman una serie de continuidad y sucesión. Sin una secuencia filogenética [evolutiva] obvia, su aparición parece al azar; fotorreceptores análogos aparecen en especies que no están relacionadas, un órgano elaborado en una especie primitiva [medusas] o una estructura elemental muy alta en la escala evolutiva [algunos insectos]". 44 Desde varias perspectivas, el ojo plantea desafíos bastante serios a la hipótesis evolucionista. LA COMPLEJIDAD DEL OJO

Ojos altamente complejos como los nuestros (ver la Figura 6.1 para los d~ talles) son una maravilla de partes coordinadas que trabajan juntas para permi• tirnos ver. 45 La retina contiene más de 100 millones de células fotosensibles de dos tipos principales: conos y bastones. Los bastones sirven para ver bajo condiciones de poca luz, mientras que tres clases de conos funcionan en condiciones de luz más brillante y para la visión en colores. La porción de cada cono o bastón que está dirigida hacia el exterior del ojo (la parte posterior) contiene hasta 1.000 discos con pigmento sensible a la luz. Cuando la luz llega a este pigmen-

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to, estimula una "avalancha" bioquímica de muchos pasos que a su vez cambia la carga eléctrica de la membrana del cono o bastón. Esta carga pasa a las células nerviosas de conexión y eventualmente llega al cerebro. Un sistema igualmente complejo invierte la avalancha bioquímica en los bastones al prepararse éstos para detectar Qtra vez más luz. Vemos con mayor agudeza en el centro de nuestro campo visual en la región de la fovea (Figura 6.1 A, B). En esta área, que tiene aproximadamente 1/2 mm de diámetro, tenemos unos 30.000 conos y ningún bastón. Frente a la mayor parte de la retina, fuera del área de la fovea, hay un complejo de muchas clases de células nerviosas que comienzan a procesar la información de los bastones y los conos. Esta información es transportada desde la parte posterior del ojo por células nerviosas mediante las 1.200.000 fibras del nervio óptico que conducen al cerebro. Los millones de bastones, conos y células nerviosas tienen que estar asociados adecuadamente para desarrollar una imagen coherente en el cerebro. Aparte de los complejos cambios físicos y bioquímicos en los bastones, los conos y las células nerviosas de la retina, nuestros ojos exhiben varios otros sistemas interdependientes. La pupila (el agujero) a través del cual entra la luz al ojo se agranda y se reduce en respuesta a la cantidad de luz que entra al ojo, así como se ajusta a la distancia, reduciendo la aberración esférica de la lente e incrementando la profundidad del campo visual. Con el fin de desarrollar un sistema funcional para controlar la cantidad de luz que entra al ojo, deben ocupar su lugar por lo menos tres componentes: 1) un sistema de análisis en el cerebro para controlar el tamaño de la pupila, basado en la cantidad de luz recibida; 2) células nerviosas que conecten el cerebro al iris (la parte coloreada característica que rodea la pupila) que contiene los músculos que controlan el tamaño de la pupila; y 3) las células de los músculos mismos para efectuar el cambio de tamaño de la pupila. Por lo menos todas estas partes deben estar presentes y co- nectadas de una manera correcta. Por ejemplo, conectar algunas células nerviosas que tienen el propósito de dilatar la pupila con los músculos que la contraerían, sería, por supuesto, contraproducente. En realidad, el sistema humano es más complejo, pues existen varias células nerviosas en tándem para cada conexión entre el cerebro y el ojo; y también hay un sistema que correlaciona la actividad de ambos ojos para que trabajen sincronizados en esta actividad. 46 Hay una complejidad similar para el rápido sistema de enfoque que cambia la forma de la lente. No sabemos muy bien todavía cómo opera este sistema,4 7

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pero sí sabemos que está controlado por el cerebro usando un sistema doble y que está involucrado un complejo sistema de conexiones nerviosas. 48 A los lados y detrás de cada ojo hay seis músculos que controlan el movimiento del ojo que nos permite mirar en diferentes direcciones sin mover la cabeza (Figura 6.2). Estos músculos también facilitan otras funciones visuales 49 incluyendo la capacidad de dirigir nuestro ojo el uno hacia el otro cuando miramos un objeto a corta distancia, de modo que ambos ojos puedan centrarse en el mismo punto. Si mutaciones al azar primero produjeran un músculo que moviera el ojo hacia la izquierda, esto sería de poca utilidad porque también necesitamos el músculo opuesto que mueva el ojo hacia la derecha, así como los nervios ·para estimular los músculos y un mecanismo de control en el cerebro para coordinar la actividad de ambos músculos. El recorrido del músculo oblicuo superior del ojo también apoya el concepto de diseño. El tendón en el extremo del músculo pasa por un sistema de poleas conocido como tróclea (Figura 6.2) que ejerce un movimiento lateral y hacia adelante (girándolo hacia abajo) del globo del ojo. Para simplificar el caso para la evolución, uno podría suponer que ya existiera el músculo que se modificaría para incluirlo en este sistema de poleas. Pero, ¿cómo podrían los cambios accidentales producir algo que funcionara, especialmente en un sólo paso? Es análogo al problema tradicional de la gallina y del huevo: ¿Qué fue primero? ¿Se elongó el tendón del músculo primero con el fin de ser lo suficientemente largo como para pasar por la polea, o se formó primero la polea, o primero se determinó un mecanismo para pasar el tendón por la polea? Entonces, el sistema de control en el cerebro tendría que modificarse como para acomodar la nueva dirección de esfuerzo del músculo. Además, hay necesidad de tener un sistema que sea la imagen especular de éste para el otro ojo. A menos que todos estos factores estén coordinados, el sistema no puede funcionar adecuadamente. Es difícil imaginar que todo esto puede ponerse en su lugar accidentalmente, sin un diseño inteligente. Pero esto es sólo el comienzo de la historia. Más complejo y menos comprendido es un sistema de muchas células nerviosas en la retina (Figura 6.1 B, C) que procesa la información de los bastones y los conos. Mucho más complejo es el proceso mediante el cual el cerebro transforma la información que recibe la retina, y que resulta en lo que llamamos ver, o percepción visual. 50 No vemos directamente con nuestros ojos, aunque intuitivamente podamos estar inclinados a pensar de ese modo. La información transferida desde nuestros

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ojos al cerebro pasa por un proceso complejo para formar una imagen mental. Parece que diferentes partes del cerebro toman los millones de porciones (bits) de información de los ojos, analizan diferentes componentes al mismo tiempo, y arman el todo en una figura integrada. 5 1 Estos componentes incluyen el brillo, el color, el movimiento, la forma y la profundidad. En el cerebro del mono macaco hay más de 20 diferentes áreas principales del cerebro que funcionan al ver, y los humanos deben de tener por lo menos otros tantos. El proceso de ver es increíblemente complicado e increíblemente rápido. En este proceso visual el cerebro también integra la información de ambos ojos. En la parte posterior del cerebro hay numerosas columnas de células en arreglo ordenado en el que cada segunda columna representa un ojo. Algunos teóricos que trabajan en esta área comentan: "las sencillas tareas visuales, tales como percibir los colores y reconocer rostros familiares, requieren cálculos elaborados y más circuitos neurales que lo que habíamos imaginado". 52 Es también asombroso que el proceso total de análisis y síntesis visuales se realizan sin esfuerzo, casi sin que nos demos cuenta de ello. Pero ver es sólo el principio. El reconocimiento y la comprensión de lo que vemos también son procesos integrados de abrumadora complejidad. Acerca de la evolución del proceso visual podemos preguntarnos: ¿Qué fue primero: el ojo avanzado, o el cerebro avanzado? Estas son unidades ínterdependientes que son inútiles si no están ambas. Mirando los detalles también podemos preguntarnos: ¿Qué vino primero: la capacidad de analizar la imagen en sus diferentes componentes de color, o la capacidad de combinarlos en una sola imagen visual? Se podrían hacer numerosas preguntas similares. Estas preguntas sugieren que Paley y su ridiculizada teología natural (el argumento del diseño) de hace 200 años podría no estar tan lejos de la verdad. 53 ¿ESTA EL OJO CONECTADO AL REVÉS?

Necesitamos considerar un aspecto del ojo que parece perjudicial. los bastones y los conos de los ojos de los vertebrados parecen estar dirigidos hacia atrás, con la parte sensible a la luz (los discos) mirando en la dirección contraria a la de la entrada de la luz. Uno esperaría que estuvieran de frente a la luz. Como lo indica la Figura 6.1 A-D (donde en cada caso la luz procede de la derecha), las partes fotosensibles de los bastones y los conos (los discos) están ubicados muy adentro de la base de la retina (hacia la izquierda), y varias células nerviosas están en el camino de la entrada de la luz. la luz tiene que pasar a

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través de todas estas células antes de que la reciban los discos. En el contexto del concepto de un diseñador, algunos evolucionistas se burlan de la idea de un diseño inteligente y pretenden que el ojo está conectado al revés. Uno afirma que "en realidad está diseñado en forma tonta". 54 Otros comentan que "un diseñador de una cámara fotográfica que cometiera tal error sería expulsado de inmediato",55 o "¿en ocasión de la 'Caída' invirtió Dios la posición de la retina en los vertebrados de adentro hacia afuera?" 56 En realidad, el ojo parece estar muy bien diseñado. En el área de la retina llamada la fovea (Figura 6.1 A), que es responsable por la visión aguda, las células nerviosas "que interfieren" están casi completamente ausentes y las fibras nerviosas se alejan de la región central en forma radial, permitiendo así un área visual mucho más clara (Figura 6.1 8). Puede haber una razón muy buena para la orientación de las porciones que contienen los discos en los bastones y los conos hacia el epitelio pigmentario, que se ubica hacia fuera de la retina. En los bastones y los conos, los discos del pigmento visual se están reemplazando constantementeY Los viejos son descartados hacia el exterior, donde son absorbidos por las células del epitelio pigmentario (Figura 6.1 D). Si estos discos se descartaran en la dirección en que entra la luz, uno esperaría que pronto hubiera una situación borrosa dentro del ojo. En nuestros ojos los bastones y los conos no tienen vacaciones; los discos están siendo continuamente reemplazados durante toda nuestra vida. En el mo. no Rhesus cada bastón produce de 80 a 90 discos nuevos cada día; 58 esta velo; cidad es probablemente similar en el hombre; y tenemos 100 millones de basto. nes en cada ojo. (Entre paréntesis, podríamos notar que esto es lento comparado con los dos millones de células rojas de la sangre que produce nuestro cuerPQ cada segundo. 59) La razón de la renovación de los discos en el ojo no es bien conocida, pero se ha propuesto el mantenimiento preventivo y la provisión de un suministro fresco de productos químicos visualmente sensibles.60 Parece im¡ portante que estos discos sean absorbidos en la parte final de los bastones. Algunas ratas tienen una enfermedad genética en la que las células del pigmento epitelial no absorben los discos. Esas ratas forman masas de desperdicios (discos) al final de los bastones, y bajo estas condiciones los bastones degeneran mueren.

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y

No se ha confirmado una situación similar en el hombre, pero el

hombre es más difícil de estudiar. 62 Si los extremos que contienen los discos en los bastones y conos se invirtieran, de modo que enfrentaran la luz, como algu• nos evolucionistas sugieren que debería ser, probablemente tendríamos un de·

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sastre visual. ¿Qué elemento cumpliría la función esencial de absorber unos 10.000 millones de discos que se producen cada día en cada uno de nuestros ojos? Probablemente se acumularían en la región del humor vítreo (Figura 6.1 A) y pronto interferirían con la luz en camino a la retina. Si la capa del epitelio pigmentario estuviera en el interior de la retina como para no absorber los discos, también interferiría con la luz que trata de alcanzar los bastones y los conos. Además, el epitelio pigmentario,· que está estrechamente asociado con las terminaciones de los bastones y los conos, también les provee con nutrientes para fabricar nuevos discos. Este epitelio obtiene sus nutrientes de un rico suministro de sangre en la capa coroides que está sobre ella (Figura 6.1 C). Para que el epitelio pigmentario funcione adecuadamente, necesita de este suministro de sangre. Poner tanto el epitelio pigmentario como el suministro de sangre que le da la coroides en el interior del ojo entre la fuente de luz y los bastones y conos fotosensibles, arruinaría severamente el proceso visual. Si en un contexto darwiniano la disposición actual de bastones y conos es tan mala, ¿por qué la selección natural, que originalmente formó el ojo, no cambió esto hace mucho tiempo? Nuestros ojos no parecen tener un diseño pobre, ya que generalmente trabajan muy bien. En vista de los hallazgos recientes acerca del ojo, el ejemplo de Paley de un reloj bien podría ser revisado: si encontráramos una cámara de video en el suelo, ¿estaríamos más justificados en pensar que fue diseñada, o que fue el producto de un proceso de mutaciones accidentales/selección natural? OTROS EJEMPLOS DE DISEfi'IO

Existen muchos otros ejemplos de sistemas complejos que se podrían discutir en detalle. Nuestro breve panorama nos permite sólo mencionar unos pocos más. Hay muchas clases de productos químicos llamados hormonas que realizan veintenas de funciones reguladoras en los organismos complejos. Su acción y regulación involucra una intrincada interdependencia entre células y órganos separados ampliamente los unos de los otros en el cuerpo. Algunas hormonas afectan a otras hormonas que a su vez afectan a otras hormonas. Antes de que podamos tener un sistema funcional, ciertos componentes interdependientes deben ser todos operantes. Por ejemplo, la hormona insulina que regula el azúcar en la sangre y muchos otros factores relacionados con el metabolismo del azúcar, es producida en el páncreas. la insulina, cuya secuencia básica de

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aminoácidos está determinada por la información genética del ADN, pasa por lo menos por tres pasos de maduración antes de llegar a su forma funcional. Además, con el fin de que pueda ser efectiva en.las células del cuerpo, tiene que ir agregada a receptores de proteínas más complejos pero específicos en la superficie de las células del cuerpo cuya configuración también es especificada por una secuencia separada del ADN. Este receptor pasa por dos modificaciones adicionales antes de ser útil para ayudar a la insulina a controlar las diferentes funciones celulares. 63 Sin estos pasos específicos el sistema no funcionaría. En el escenario evolucionista la transición de la reproducción asexual sencilla a la sexual compleja se ha discutido seriamente durante décadas. 64 ¿Por qué habría de ocurrir alguna vez? Un problema es que parecería ser más eficiente sencillamente dividir para reproducir, como ocurre en unos pocos organismos sencillos, en lugar de requerir dos padres, como generalmente es el caso en los organismos más complejos. Además, nuevos cambios evolutivos se podrían manifestar más fácilmente con un solo padre en lugar de ser diluido entre dos. Lo que necesita el evolucionismo es la variación, así que, ¿por qué habría de evolucionar y sobrevivir el sistema menos eficiente de la reproducción sexual, que tiende a suprimir eso? Un evolucionista ha llamado a esta pregunta "la reina de los problemas de la biología evolucionista". 65 Los evolucionistas tienen numerosas sugerencias incluyendo la ventaja de que dos padres proporcionen más variedad genética. Sin embargo, uno tiene dificultades en visualizar cómo los cambios accidentales podrían producir los procesos interdependientes de dividir la información genética en dos mitades iguales. Este proceso especial (meiosis) es necesario cuando se producen el esperma y el óvulo. Luego, se necesita otro mecanismo complejo para reunir cada mitad en la fertilización con el fin de producir un verdadero sistema de reproducción biparental que funcione. El oído es otro órgano maravilloso que en el hombre tiene la capacidad de detectar sonidos transmitidos como diminutos cambios en la presión del aire a velocidades tan rápidas como 15.000 por segundo, y luego produce los impulsos nerviosos correspondientes. El oído es muy pequeño y sumamente complejo; la información que genera va por 200.000 fibras a una región receptora del cerebro que interpreta los sonidos. 66 El oído funcional más sencillo requeriría por lo menos un sistema detector del sonido (oído), un nervio y un cerebro que interprete el sonido: todos esos elementos proporcionan una función significativa. En el sistema de sonar de los murciélagos, 67 las ballenas, los delfines y las

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musarañas se observa una complejidad mayor. En los murciélagos, este mecanismo está tan finamente ajustado que pueden separar sus propios ecos del que producen la multitud de otros murciélagos en el vecindario y, usando ·este sistema de sonido y eco, pueden evitar tropezar en su vuelo con un alambre de menos de 1 mm de diámetro. Podemos maravi liarnos con muchos otros sistemas complejos con .partes interdependientes. los seres humanos y las formas animales avanzadas tienen centenares de actos reflejos, como el control de la respiración, que requiere de un sensor, un mecanismo de control y nervios que van a los músculos que proporcionarán la respuesta adecuada. El mecanismo de coagulación de la sangre es otro ejemplo de un sistema interdependiente que es difícil de explicar, excepto por un diseño inteligente. En el hombre el sistema requiere de por lo menos 12 diferentes clases de moléculas complejas, las cuales dependen las unas de las otras para producir un coágulo en el lugar de una herida. Y hay otros 12 factores para controlar la coagulación de modo que nuestra sangre fluya cuando no tenemos ninguna herida. 68 Dondequiera investiguemos los sistemas biológicos, uno encuentra sistemas complejos interdependientes en los que nada funciona hasta que todo funciona. Se estima que los seres humanos tienen entre 50.000 y 200.000 genes diferentes, y generalmente actúan en armonía con los demás. ¿Podría esto ocurrir como un resultado de mutaciones al azar y de la selección natural? las mutaciones, que son fortuitas, son casi siempre perjudiciales, mientras que la selección natural no tiene previsión y no puede dar ninguna ventaja a las partes de un sistema interdependiente hasta que todo el sistema sea operativo. Si nuestra mente está abierta a varias opciones, el caso parecería favorecer alguna clase de diseño inteligente. CONCLUSIONES

El tema de si la naturaleza refleja un diseño ha sido debatido por siglos. ----Una mirada superficial que ignore los detalles podría permitirnos pensar que la respuesta es no. Pero un examen de los detalles intrincados de los organismos revela una multitud de partes complejas interdependientes que sugieren la necesidad de un diseño. En el escenario evolucionista de la selección natural, estos componentes interdependientes no tendrían valor para ayudar al individuo a sobrevivir hasta que todas las partes estuvieran funcionando. lo que es extraño para el evolucionismo es que cuando miramos a la naturaleza, no vemos partes

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nuevas u órganos que están evolucionando. Muchos ejemplos, tales como el ojo y el oído, son tan complejos que no parece posible que sencillamente aparecieron accidentalmente. Estas estructuras parecen ir más allá de la capacidad de un mecanismo evolutivo de mutaciones al azar, que son mayormente perjudiciales, y de una selección natural que no tiene la previsión de hacer planes por adelantado; o de acuerdo con algunos evolucionistas, el azar accidental, sin la selección natural. los datos favorecen alguna clase de diseño inteligente.

Notas y referencias: 1. F. Bacon, The Advancement of Learning, Libro 11, capftulo VI, sección 1, 1605. Reimpreso en: El Mundo de los Clásicos, t. 93: The Advancementof Learningy The New Atlantis de Bacon (Londres, N. York y Toronto: Henry Frowde, Oxford University Press, 1936), p. 96. 2. Para un análisis más extenso ver: a) R.E.D. Clark, The Universe: Plan or Accident? The Religious Implica· tions of Modern Science (Filadelfia: Muhlenberg Press, 1961), pp. 15·151; b) ).M. Templeton, The Humble Approach: Scientists Discover God, ed. rev. (N. York: Continuum Publ. Co., 1995). 3. Ver:). Boslough, Stephen Hawking's Universe(N. York: William Morrow and Co., 1985), p. 121. 4. P.C.W. Davies, TheAccidental Uníverse(Cambridge: Cambridge University Press, 1982), pp. 88-93. S. S.W. Hawking, A 8riefHistoryofTime: From the 8ig 8ang to 8lack Hales (Toronto, N. York y Londres: Bantam Books, 1988), pp. 121, 122. 6. B.). Carr, M.). Rees, "The Anthropic Principie and the Structure of the Physical World", Nature 278(1979):605-612. 7. Para más información, ver: a)). Leslie, "How to Draw Conclusions from a Fine-tuned Cosmos•, en: R.). Rus· sell, W.R. Stoeger y G.V. Coyne, eds., Physics, Philosophy, and Theology: A Common Quest for Understan· ding (Ciudad del Vaticano: Observatorio Vaticano, 1988), pp. 287-311. Para otros ejemplos, ver: b) ).D. Barrow y F.). Tipler, The Anthropic Cosmological Principie (Oxford: Clarendon Press, y N. York: Oxford Univer• sity Press, 1986); e) Carry Rees (nota 6); d) P. Davies, "The Unreasonable Effectiveness of Science", en: ).M. Templeton, ed., Evidence of Purpose: Scientists Discover the Creator (N. York: Continuum Publ. Co, 1994), pp. 44-56; e) M. de Groot, "Cosmology and Genesis: The Road to Harmony and the Need for Cosmological Alternatives", Origins 19(1992):8-32; f) G. Gale "The Anthropic Principie", Scientific American 245(1981):154-171; g) ). Polkinghorne, "A Potent Universe", en: Templeton, pp. 105-115 (nota 7d); h) H. Ross, The Creator and the Cosmos (Colorado Springs, CO: Navpress, 1993), pp. 105-135. 8. I.G. Barbour, Religion in an Age of Science, The Gifford Lectures 1989-1991 (San Francisco: Harper and Row, 1990), t. 1, p. 135. 9. Para descripciones recientes, ver: a) P. Davies, The Cosmic 8lueprint: New Discoveries in Nature's Creative Ability to Order the Universe (N. York: Simon and Schuster, 1988). Davies todavfa concluye que "la impre:: sión de diseño es abrumadora" (p. 203). Para una discusión adicional, ver: b) M.M. Waldrop, Complexity: The Emerging Science at the Edge of Order and Chaos (N. York y Londres: Touchstone Books, Simon and Schuster, 1992); e) Véase también el capitulo 8. 1O. Para definiciones, análisis y/o referencias de estos términos, ver: a) I.G. Barbour, lssues in Science and Reli· gion (Englewood Cliffs, N): Prentice-Hall, 1966), pp. 53, 132; b) Barbour, p. 24-26 (nota 8); e) ).R. Beerbower, Search for the Past: An lntroduction to Paleontology, 2a. ed. (Englewood Cliffs, N): Prentice-Hall, 1968), pp. 175, 176; d) W.F. Bynum, E.). Browne y R. Porter, eds., Dictionary of the History of Science (Princeton, NI; Princeton University Press, 1981), pp. 123,296,415,416,439, 440; e) P-P. Grassé, EvolutionofLivlngOtp• nisms: Evidence for a New Theory of Transformation, B.M Carlson y R. Castro, trads. (N. York, S. Francisco y Londres: Academic Press, 1977), pp. 240-242. Traducción de: L'lvolution du Vivane f) E. Mayr, Populatiom, Species, and Evolution: An Abbreviation of Animal Species and Evolution, ed. rev. (Ólmbtidge: The Belknap

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Press of Harvard University Press, 1970), p. 351; g) B. Rensch, Evolution Above the Species Leve/ [Dr. Altevogt, trad.) (N. York: John Wiley and Sons, 1959), pp. 57, 58. Traducción de la 2a. ed. de: Neuere Probleme der Abstammungslehre; h) G.G. Simpson, The Meaning of Evolution: A Study of the History of Life and of its Significance forMan, ed. rev. (New Haven y Londres: Vale University Press, 1967), pp. 174, 175; i) G.G.

Simpson, This View of Life: The World of an Evolutionist (N. York: Harcourt, Brace & World, 1964), pp. 22, 144,273. 11. Para reseñas del argumento, ver: a) J.T. Baldwin, "God and the World: William Paley's Argument from Perfection Tradition- A Continuing lnfluence", Harvard Theological Review 85(1-1992):109-120; b) Barbour 1966, pp. 19-91, 132-134, 386-394 (nota 1Oa); e) Barbour 1990, pp. 24-30 (nota 8); d) A. Kenny, Reason and Religion: Essays in Philosophica/ Theology(Oxford y N. York: Basil Blackwell, 1987), pp. 69-84.

12. S. Tweyman, ed., David Hume: Dialogues Concerning Natural Religion in Focus, Routledge Philosophers in Focus Series (Londres y N. York: Routledge, 1991 ), pp. 95-185. 13. R. Dawkins, The 8/ind Watchmaker(N. York y Londres: W.W. Norton and Co., 1986), p. 6. 14. Baldwin (nota 11 a). 15. W. Paley, Natural Theo/ogy: or, Evidences of the Existence and Attributes of the Deity, 11 a. ed. (Londres: R. Faulder and Son, 1807), pp. 1-8, 20-46, 193-199. 16. Ch. Darwin, On the Origin of Species by Means of Natural Selection, or The Preservation of Favoured Races in the Struggle for Life (Londres: John Murray, 1859), en: J. Burrow, ed., reimpresión (Londres y N. York: Pen-

guin Books, 1968), p. 217. 17. G. Himmelfarb, Darwin and the Darwinian Revolution (Gioucester, MA: Peter Smith, 1967), p. 338. 18. M. Peckham, ed., The Origin of Species by Charles Darwin: A Variorr.im Text (Filadelfia: University of Pennsylvania Press, 1959), p. 759. 19. Himmelfarb, p. 347 (nota 17). 20. Para una excepción, ver la reciente publicación por el filósofo de la religión Alvin Plantings en: A. Plantings, "When Faith and Reason Clash: Evolution and the Bible", Christian Scholar's Review 21 (1-1991 ):8-32. 21. Ver el capítulo 7 para un análisis adicional sobre mutaciones. 22. Dawkins, pp. 5, 6 (nota 13). 23. Rensch, p. 58 (nota 1Og). 24. Mayr 1970, p. 351 (nota 10fl. 25. Grassé, pp. 103, 104 (nota lOe). 26. H.M. Block, ed. Candide and Other Writings by Voltaire (N. York: The Modern library, Random House, 1956), p. 111. 27. J.C. Fentress, "Discussion of G. Wald's The Problem of Vicarious Selectionn, en: P.S. Moorhead y M.M. Kaplan, eds., Mathematical Challenges to the Neo-Darwinian lnterpretation of Evolution, The Wistar lnstitute Symposium Monograph N° 5 (Filadelfia: The Wistar lnstitute Press, 1967), p. 71. 28. Por ejemplo: a) P.H. Raven, G.B. Johnson, Biology, 3a. ed. (St. Louis, Boston y Londres: Mosby-Year Book, 1992), p. 14; b) J. Diamond, "Voyage of the Overloaded Ark, Discover Uunio 1985), pp. 82-92; e) Comisión sobre Ciencia y Creacionismo, Academia Nacional de Ciencias, Science and Creationism: A View from the National Academy of Sciences (Washington, DC: National Academy Press, 1984).

29. Ver el capítulo 8 para más análisis. 30. a) C.J. Avers, Process and Pattern in Evolution (Oxford y N. York: Oxford University Press, 1989), pp. 139, 140; bl S.B. Carroll, "Homeotic Genes and the Evolution of Arthropods · and Chordates", Nature 376(1995):479-485; e) E.M. De Robertis, G. Oliver y C.V.E. Wright, "Homeobox Genes and the Vertebrate Body Plan", Scientific American Uulio de 1990), pp. 46-52; d) W.J. Gehring, "Horneo Boxes in the Study of Development", Science 23611987):1245-1252; e) S. Schneuwly, R. Klemenz y W.J. Gehring, "Redesigning the Body Plan of Drosophila by Ectopic Expression of the Homeotic Gene Antennapedia", Nature 325(1987):816-818. 31. a) R. Dawkins, "The Eye in a Twinkling", Nature 368(1994):690, 691; b) D.E. Nilsson, S. Pelger, "A Pessimistic Estimate of the Time Required for an Eye to Evolve", Proceedings of the Royal Society of London B 256(1994):53-58. Estos informes sugieren que el ojo pudo haber evolucionado en forma increíblemente rápida, tomando apenas unas 400.000 generaciones. Hay una vasta diferencia entre dar la forma a un ojo en una

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computadora, como se hizo, y lograr que un ojo real evolucione por sí mismo. Notoriamente ausente en el modelo de computadora está el origen de la retina, que es altamente compleja; los mecanismos para controlar la lente y el iris, que también son complejos; y especialmente la evolución de la percepción visual. El ojo sería inútil, y las etapas de su desarrollo no tendrían valor para la supervivencia sin un proceso de interpretación en el cerebro que reconociera los cambios. Sugerir que este modelo de computadora increfblemente simplista produjera por evolución "el ojo en un parpadeo" es sintomático de un problema serio en el pensamiento evolucionista. a) ).T. Baldwin, "The Argument from Sufficient lnitial System Organization as a Continuing Challenge to Darwinian Rate and Method of Transitional Evolution", Christian Scholar's Review 14(4-1995):423-443; b) Grassé, p. 104 (nota 1Oe). S. Duke-Eider, "The Eye in Evolution", en: S. Duke-Eider, ed. System in Ophthalmology (St. Louis: The C.V. Mosby Co., 1958), t. 1, p. 192. a) E.N.K. Clarkson, R. Levi-Setti, "Trilobite Eyes and the Optics of Des Cartes and Huygens•, Nature 254(1915):663-661; b) K. M. Towe, "Trilobite Eyes: Calcified Lenses in Vivo", Science 119(1913):1 OOl-1 009. R.l. Gregory, H.E. Ross, N. Moray, "The Curious Eye of Copilia", Nature 201(1964):1166-1168. a) ).R. Cronly-Dillon, "Origin of lnvertebrate and Vertebrate Eyes•, en: ).R. Cronly-Dillon, R. l. Gregory, eds., Evolution of the Eye and Visual System. Vision and Visual Dysfunction (Boca Ratón, Ann Arbor y Boston: CRC Press, 1991), t. 2, pp. 15-51; b) Duke-Eider (nota 33); e) M.F.Land, "Optics and Vision in lnvertebrates", en: H. Autrum, ed., Comparative Physiology and Evolution of Vision in lnvertebrates. 8: lnvertebrate Visual Centers and Behavior l. Handbook of Sensory Physiology (Berlín, Heidelberg y N. York: Springer Verlag, 1981 ), T. VIV6B, pp. 411-594. Estas referencias no se dirigen específicamente alterna del diseño, pero dan por sentada la evolución. Grassé, p. 105 (nota lOe). C. Darwin, The Origin of Species by Means of Natural Selection or the Preservation of Favoured Races in the Struggle for Life, 6a. ed. (N. York: Mentor Books, The New American library, 1812), pp. 168-111. Simpson 1961, pp. 168-115 (nota 10h). Dawkins 1986, pp. 15-18 (nota 13). a) LV. Salvini-Piawen, E. Mayr, "On the Evolution of Photoreceptors and Eyes", Evolutionary Biology 10(1977):201-263. b) M.F. Land (nota 36c) sugiere que los ojos compuestos "evolucionaron independientemente para los tres tipos de invertebrados: los anélidos, los moluscos y los artrópodos" (p. 543). a) S.). Gould, "Common Pathways of lllumination", Natural History 103(12-1994):10-20; b) R. Quiring, U. Walldorf, U. Klotter, W.). Gehring, "Homology of the Eyeless Gene of Drosophi/a with the Sma/1 Eye Gene in Mice and Aniridia in Humans•, Science 265(1994):185-189; e) C.S. Zucker, "On the Evolution of the Eyes: Would you like it Simple or Compound?", Science 265(1994):142, 143. R. Mestel, "Secrets in a Fly's Eye", Discover 11(1-1996):106-114. Duke-Eider, p. 118 (nota 33 ). Para algunos de los detalles de la anatomía y fisiología del ojo humano, entre muchas referencias, ver: a) F.W. Newell, Ophthalmology: Principies and Concepts, la. ed. (SI. Louis, Boston y Londres: Mosby-Year Book, 1992), pp. 3-98. Otros aspectos de la complejidad del ojo aparecen en: b) R.O. Lumsden, "Not so Blinda Watchmaker", Creation Research Society Quarterly 31 (1994):13-22. H. Davson, Physiology of the Eye, 5a. ed. (N. York, Oxford y Sydney: Pergamon Press, 1990), pp. 158, 159. lbíd., pp. 177, 778. P.l. Kaufman, "Accommodation and Presbyopia: Neuromuscular and Biophysical Aspect", en: W.M. Hart, )r., ed., Adler's Physiology of the Eye: Clinical Application, 9a. ed. (St. Louis, Boston y Londres: Mosby-Year Book, 1992), pp. 391-411. Por más informaciones sobre las disposiciones y funciones complejas de los músculos externos del ojo, ver: a) Davson, pp. 641-666 (nota 46); b) S. Duke-Eider, K.C. Wybar, "The Anatomy of the Visual System", en: S. Duke-Eider, ed., System ofOphthalmology(St. Louis: The C.V. Mosby Co., 1961), t. 2, pp. 414-421; e) D.H. Hubel, Eye, Brain, and Vision. Scientific American library Series, No. 22 (N. York, Oxford: W.H. Freeman and Co., 1988), pp. 18-81; d) R. Warwick, ed. rev., Eugene Wolff's Anatomyofthe Eyeand Orbit, la. ed. (Filadelfia y Toronto: W.B. Saunders Co., 1916), pp. 261-265.

CAPÍTULO 6

1 DE LO COMPLEJO A LO MÁS COMPLEJO

50. Para una introducción a este tópico fascinante y complejo, ver: a) R. L. Gregory, "Origin of Eyes-With Speculations on Scanning Eyes•, en: Cronly-Dillon y Gregory, pp. 52-59 (nota 36a); b) 0-). Grüsser, T. landis, Vi-

sual Agnosias and Other Disturbances of Visual Perception and Cognition. Vision and Visual Dysfunction (Boca Ratón, Ann Arbor y Boston: CRC Press, 1991 ), t. 12, pp. 1-24; e) L. Spillmann, ).S. Wemer, eds., Visual Perception: The Neurophysiological Foundation (San Diego, N. York y Londres: Academic Press, 1990). 51. P. lennie, C. Trevarthen, D. Van Essen, "Parallel Processing of Visuallnformation", en: Spillmann y Werner, p. 103-128 (nota 50c). 52. R. Shapley, T. Caelli, S. Grossberg, M. Morgan, l. Rentschler, "Computational Theories of Visual Perception", en: Spillmann y Werner, pp. 417-448 (nota 50c). 53. Paráfrasis de: F. Hoyle, N.C. Wickramasinghe, Evolution from Space: A Theory o( Cosmic Creationism (N. York: Simon and Schuster, 1981), pp. 96, 97. 54. G.C. Williams, Natural Selection: Domains, Levels, and Challenges (N. York y Oxford: Oxford University Press, 1992), p. 73. 55. Diamond (nota 28b). 56. W.M. Thwaites, "An Answer to Dr. Geisler-From the Perspective of Biology", Creation/Evolution 13(1983):13-20. 57. Antes se creía que sólo los bastones descartaban sus discos; sin embargo, se ha demostrado lo mismo también para los conos. Ver: R. H. Steinberg, l. Wood, M.). Hogan, "Pigment Epithelial Ensheathment and Phagocytosis of Extrafoveal Cones in Human Retina•, Phi/osophica/ Transactions of the Royal Society of London B 277(1977):459-471. 58. R.W. Young, "The Renewal of Rod and Cone Outer Segments in the Rhesus Monkey", The)ourna/ ofCei/Biology 49(1971 ):303-318. 59. C.P. Leblond, B. E. Walker, "Renewal of Cell Populations", Physiologlcal Reviews 36(1956):255-276. 60. R.W. Young, "Visual Cells and the Concept of Renewal", lnvestigative Ophthalmology 15(1976):700-725. 61. a) D. Bok, M.O. Hall, "The Role of the Pigment Epithelium in the Etiology of lnherited Retinal Dystrophy in the Rat•, The }oumal of Ce// Biology 49(1971 ):664-682. Para una discusión adicional con respecto a la función del epitelio pigmentario, ver: b) G. Ayoub, •on the Design of the Vertebrate Retina", Origins & Design 17(1-1996):19-22, y las referencias allí incluidas. 62. D. Bok, "Retinal Photoreceptor Disc Shedding and Pigment Epithelium Phagocytosis", en: T.F. Ogden, ed., Retina, 2a. ed., t. 1: Basic Science and lnherited Retina/ Disease (St. louis, Baltimore, Boston y Londres: Mosby, 1994), pp. 81-94; b) Newell, pp. 304, 305 (nota 45a). 63. R.M. Beme, M. N. levy, eds., Physiology, 3a. ed. (St. louis, Boston y Londres: Mosby-Year Book, 1993), pp. 851-875. 64. a) N. Eldredge, Reinventing Darwin: The Great Debate at the High Table of Evolutionary Theory (N. York: )ohn Wiley and Sons, 1995), pp. 215-219; b) H.O. Halvorson, A. Monroy, eds., The Origin and Evolution o( Sex (N. York: Alan R. liss, 1985); e) L. Margulis, D. Sagan, Origins of Sex: Three Billion Years of Genetic Recombination (New Haven y Londres: Yale Univcrsity Press, 1986); d) ). Maynard Smith, Did Darwin Get it Right? Essays on Games, Sex, and Evolution (N. York y Londres: Chapman and Hall, 1988), pp. 98-104, 165179,185-188. 65. G. Bell, The Masterpiece o( Nature: The Evolution and Genetics of Sexuality (Berkeley y los Ángeles: Univer~ sity of California Press, 1982), p. 19. 66. Berne y levy, pp. 166-188 (nota 63). 67. a) Dawkins 1986, pp. 22-41 (nota 13); b) D.R. Griffin, Listening in the Dark: The Acoustic Orientation of Bats and Men (lthaca y Londres: Comstock Publ. Assn., Cornell University Press, 1986). 68. a) M.). Behe, Darwin's 8/ack Box (N. York: The Free Press, 1996), pp. 77-97; b) Berne y levy, pp. 339-357 (nota 63).

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EL ORIGEN DEL HOMBRE ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria? SALMO 8:4

1descubrimiento de la tribu Tasaday en el sur de las Filipinas en 1971 ha sido proclamado como "el descubrimiento antropológico más significativo de este siglo, y pienso que podríamos decir de siglos". 1 Caracterizados como ultra primitivos, perdidos y de "la edad de piedra", los 26 individuos, que vivían en cuevas en una selva tropical, seguían su estilo de vida paleolítico, sobreviviendo en un nivel extremadamente elemental de la existencia humana. Vestían sólo hojas y no sabían nada de caza ni de agricultura. Sobrevivían con bayas, raíces y bananas silvestres, así como cangrejos, orugas y ranas. No conocían la existencia de una gran aldea a sólo tres horas de distancia a pie, o del océano a 30 km, y aun se informó que se consideraban los únicos habitantes de la Tierra. Su lenguaje era peculiar, aunque suficientemente próximo a una lengua conocida que se usaba en las cercanías, lo que permitía traducir lo que decían. El descubrimiento de la tribu Tasaday atrajo la atención mundial, y los agentes del gobierno regularon estrictamente las visitas a las últimas dos docenas de hombres de las cavernas de la edad de piedra que había en el mundo. Los medios de comunicación y cerca de una docena de hombres de ciencia recibieron permiso para ver y entrevistar a los Tasaday por medio de intérpretes, pero sólo unas pocas horas por día. La presentación que se hizo al público fue abundante, pero los informes científicos fueron más limitados. La National Geographic Society, 130

CAPfTULO 7

1 EL ORIGEN DEL HOMBRE

cuya revista alcanza una circulación de 8 millones de ejemplares, publicó dos artículos sobre el grupo. Ellos y la NBC en los Estados Unidos prepararon sendos programas de televisión que fueron mostrados en el mundo entero. El libro titulado The Gentle Tasayday [los apacibles Tasaday]2 recibió amplia circulación. Tres años más tarde, toda comunicación con los Tasaday se detuvo y no pudo restablecerse hasta doce años más tarde, cuando grandes cambios en el gobierno filipino alteraron el aislamiento forzado. Un antropólogo y periodista suizo viajó hasta las cuevas y las encontró vacías. Halló a los Tasaday vestidos con camisas de colores, usando cuchillos de acero y durmiendo en camas. Un miembro del grupo informó que solían vivir en chozas y habfan practicado un poco de agricultura, pero los agentes del gobierno' los habían obligado a vivir en cuevas de modo que pudieran ser llamados "hombres de las cavernas". 3 Unos pocos días más tarde algunos periodistas de Alemania también entraron en contacto con los Tasaday y fotografiaron a una de las mismas personas que había sido fotografiada previamente por el periodista suizo. Esta vez el"hombre de las cavernas" había vuelto a ponerse la ropa de hojas; sin embargo, debajo de las hojas se veía ropa interior de tela. Estos y otros incidentes precipitaron la conclusión de que los Tasaday era un fraude. También generó una gran controversia en la comunidad antropológica. Al regresar a su hogar, el reportero suizo que había descubierto que los Tasaday vivían en condiciones mucho más modernas, se puso de inmediato en contacto con la National Geographic Society, ofreciéndoles la nueva información que tenía. Ellos le enviaron un telegrama al día siguiente indicando que no estaban interesados, y no contestaron la carta que él les escribió. Dos años más tarde, la National Geographic Magazine informó que la idea de que los Tasaday fue un fraude había sido "mayormente desacreditada". 4 Por otro lado, dos documentales de televisión identificaron la historia de los Tasaday como un engaño. Uno se titulaba: "La tribu que nunca existió", y el otro: "Escándalo: La tribu pen:lida". Muchos se preguntan si los Tasaday era una tribu genuina de la "edad de piedra" ¿Podría un grupo así sobrevivir y permanecer aislado mientras vivía tan cerca de grupos más avanzados? La mayoría de los primeros antropólogos que vieron· la "tribu" sostienen su primitivismo y su autenticidad. Sin embargo, como se ha sugerido que los Tasaday podrían ser un fraude, se han realizado por los menos tres conferencias antropológicas internacionales con respecto a esta pre-

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gunta fascinante. Estaba en juego la idoneidad de las agencias del gobierno que supervisaban a los Tasaday, la integridad de los Tasaday y la credibilidad de la ciencia antropológica. Hay dudas respecto a que los Tasaday representen un grupo singular bajo condiciones algo primitivas. También parece haber cierto grado de acuerdo de que fueron forzados a entrar en un "show" de hombres de las cavernas por razones económicas o de publicidad, lo que a veces se ha llamado "el Watergate de la selva tropical". 5 También hay acuerdo de que pudieron haber sufrido muchos cambios desde que fueron descubiertos en 1971 y su redescubrimiento en

1986. Más allá de esto, hay muchas preguntas sin respuesta, muchas de las cuales surgen de las diferentes posiciones asumidas desde que fueron recién descubiertos hasta las interpretaciones más nuevas. Una de las preguntas más importantes acerca de los Tasaday es si su lengua es suficientemente diferente para justificar la pretensión de aislamiento del grupo de sus vecinos por un tiempo corto o largo. Las opiniones entre los eruditos varía. Los Tasaday tenían tres herramientas de piedra en 1971 que desaparecieron misteriosamente antes de que pudieran ser fotografiadas. Estas representaban el único uso de herramientas de piedra en las Filipinas. Algunas herramientas que las sustituyeron, hechas por los Tasayday o sus vecinos, a pedido de las autoridades gubernamentales, han sido clasificadas como falsificaciones obvias. Otra controversia se centra en la exactitud de los datos genealógicos coleccionados por los antropólogos. Esto tiene implicaciones importantes con respecto al grado de aislamiento de los Tasaday. También es muy discutido el problema de la adecuación de la supuesta dieta de los Tasaday. Algunos investigadores creen que la selva, en la que supuestamente estaban aislados, no podría haberlos sustentado. Los carbohidratos serían especialmente escasos; otros están en desacuerdo. Se podrían anotar muchos otros puntos de contención, pero los señalados arriba son suficientes para ilustrar la diversidad de informes conflictivos.6 Cuando intentamos evaluar la controversia sobre los Tasaday, tenemos que preguntarnos cómo tantas cosas pudieron salir mal. El incidente ilustra bien la dificultad de interpretar correctamente el pasado, y la facilidad con que saltamos a conclusiones basadas en ideas preconcebidas sin asegurarnos de que tenemos datos buenos para sostenerlas. El estudio de los orígenes humanos ha estado especialmente afectado por estos problemas. En este capítulo veremos que los datos que apoyan la evolución humana son, en el mejor de los casos,

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1 EL ORIGEN DEL HOMBRE

tenues, y que el origen evolucionista de la mente humana que se sugiere es un misterio todavía mayor. ¿DE DÓNDE SURGIERON LOS SERES HUMANOSl

En una escala biológica de lo simple a lo complejo, el Horno sapiens se encuentra en el extremo complejo. Los seres humanos son los organismos más destacados de la Tierra, con poderes avanzados de razonamiento y con la capacidad de realizar proezas como las pinturas de la Capilla Sixtina y viajar a la Luna. Aunque los seres humanos son pequeños en comparación con las ballenas, nuestra complejidad biológica no se puede descartar fácilmente. En nuestros cuerpos hay unos 100 billones de células. Protegidas en el núcleo de cada una de esas células hay más de 3.000 millones de bases de ADN. Si todo el ADN de un núcleo se extendiera, tendría más o menos un metro de largo. Si el ADN de todas las células de nuestro cuerpo se desenrollara, llegaría desde la Tierra hasta Júpiter y de vuelta más de 60 veces. Aunque admiramos la tecnología de las computadoras con unos pocos millones de transistores en un pequeño chip de 1 cm cuadrado, esto es todavía muy tosco comparado con el núcleo de una célula, que puede tener más de cien millones de veces más información por unidad de volumen que un chip de computadora. 7 El tema del origen del hombre fue uno de los problemas más sensibles levantados por El origen de las especies de Darwin. La idea de que los animales y las plantas hayan evolucionado era académico para la gente común; sin embargo, sugerir que la humanidad evolucionó de alguna forma de vida inferior era un asunto muy diferente. Esto estaba en contradicción con la afirmación bíblica de que Dios creó a los hombres a su imagen. ¿Cómo se relacionan las capacidades especiales de la mente y los valores espirituales con un origen animal? Unos pocos años después de la aparición de El origen de las especies, Darwin publicó otro libro, titulado La descendencia del hombre, en el cual promovía más directamente su posición acerca de los antepasados animales del hombre. Incluida en su argumentación había algunos relatos destinados a suavizar el resentimiento contra una asociación demasiado íntima de los humanos con los animales. Darwin contó de un "verdadero héroe": un mandril que arriesgó su propia vida con el fin de salvar a un mandril más joven amenazado con la muerte por una jauría de perros. Más tarde contó cómo un cuidador de un zoológico había sido atacado por un mandril, pero fue salvado por un

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LOS ORIGEN ES 1 LOS

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ORGANISMOS VIVIENTES

mono que, viendo a "su amigo" el guardián en peligro, gritó y mordió al mandril agresor. En contraste, Darwin contó acerca de los "salvajes" humanos que él había visto cerca del extremo sur de Sud América que torturaban a sus enemigos, practicaban el infanticidio y trataban a sus esposas como esclavas. Darwin concluía que él prefería descender del mandril heroico o del mono altruista q~e de un salvaje. 8

Aunque las ilustraciones de Darwin eran ciertamente impresionantes, su forma de argumentar ilustra la selección de datos. Contrastar los peores actos de seres humanos con los actos más bondadosos de animales no es muy convincente. El mandril heroico que Darwin eligió para comparar con los humanos salvajes· no fue el mandril que atacó a su guardián. Darwin no mencionó los gestos de amor de los padres humanos, ni el espíritu humanitario de los hombres. Además, en términos de inteligencia básica, probablemente la mayoría de nosotros preferiríamos estar asociados con la humanidad antes que con monos y mandriles. El origen de la humanidad ha sido intensamente debatido, especialmente desde el tiempo de Darwin. Muchos creen que la humanidad tiene un propósito y un destino especiales. Por otro lado, la interpretación evolucionista clásica toma la posición de que la humanidad es el producto de procesos evolutivos ciegos. George Gaylord Simpson, de la Universidad Harvard, ha afirmado que "el hombre es el resultado de un proceso natural y sin propósito que no lo tuvo en mente a él". 9 Por muchas razones, la ciencia de la paleoantropología (el estudio de los fósiles humanos) está plagada de controversia. Los últimos 40 años, llenos de descubrimientos importantes, han sido especialmente tumultuosos. El escritor científico y antropólogo Roger Lewin, en su libro Bones of Contention (Huesos de contienda], enfatiza que el conflicto es mucho más severo en este campo que en cualquier otra área de la ciencia. 10 Se ha dicho con humor que uno no puede conseguir que dos antropólogos se pongan de acuerdo acerca de dónde almorzar juntos. El problema es admitido candorosamente. S. L. Washburn, antropólogo de la Universidad de California en Berkeley, comentó una vez: "Es útil recordar que el estudio de la evolución humana es un juego, un juego con reglas inciertas, y con sólo unos fragmentos para representar a los jugadores muertos hace mucho tiempo. Pasarán muchos años antes de que el juego llegue a ser ciencia, antes de que podamos estar seguros de qué constituyen los 'hechos' ". 11

CAPfTULO 7

1 EL ORIGEN DEL HOMBRE

David Pilbeam, de Vale y Harvard, reflexiona sobre el mismo problema: "He llegado a creer que muchas de las declaraciones que hacemos acerca de los cómo y los por qués de la evolución humana dicen tanto acerca de nosotros, los paleoantropólogos y la sociedad en la que vivimos, como acerca de alguna cosa que 'realmente' haya ocurrido". 12 Y Roger Lewin añade que la paleoantropología es "una ciencia que a menudo tiene pocos datos y muchas opiniones".13 Una razón para tales disensiones es la ausencia de los datos sólidos que se necesitan para confirmar las teorías propuestas. Los antropólogos debaten largamente acerca de las relaciones de los diversos hallazgos fósiles 14 y de su validez como especies verdaderas. Hace medio siglo el problema era "enredado",15 con más de 100 "especies" de fósiles humanos para analizar. Las revisiones de la clasificación han reducido misericordiosamente el número a menos de 1O; sin embargo, el número está aumentando otra vez. 16 Como una ilustración adicional de la subjetividad involucrada en los esquemas de clasificación, el género Horno, al cual pertenecemos, fue redefinido por Louis Leakey para acomodar organismos con cerebros más pequeños (Horno habilis) con el fin de adecuarse a sus teoríasY LOS HALLAZGOS FÓSILES

Los creacionistas a menudo se han referido a la escasez de hallazgos de fósiles humanos y a las reconstrucciones subjetivas de cráneos a partir de unas pocas piezas como debilidades del modelo evolucionista. Aunque el material sigue siendo relativamente escaso, este argumento ha llegado a ser menos válido ya que los muchos hallazgos de las pasadas décadas han añadido información significativa. La mayoría de las agrupaciones de fósiles están ahora bien representadas. A continuación haremos un breve bosquejo de ellas. 1.

Australopitécidos

Hay por lo menos cuatro especies en este grupo de criaturas de tamaño pequeño a mediano, similares a los monos antropoides, que pueden haber caminado erguidos. Sus restos fueron encontrados en el África del Este y del Sur. La caja craneal tenía un volumen de alrededor de 350 a 600 cm 3 , que está dentro de los límites de algunos monos antropoides. Algunas excepciones notables son el niño de Taung y Lucy. Este último pudo haber sido el de un macho. 18 La relación evolutiva que se establece entre los distintos representantes tanto entre

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LOS ORiGENES

!LOS ORGANISMOS VIVIENTES

sí como con las formas más avanzadas es oscura. Se han propuesto por lo menos seis modelos. 19

2. Hamo habilis Esta es una "especie" controvertida. Algunos evolucionistas la llaman un "enigma"; 20 otros comentan que "algunos trabajadores prefieren negar su existencia";21 sin embargo, todavía hay otros que sugieren que deberían ser dos especies.22 Descubierto en 1959 por louis leakey en la famosa Garganta de Olduvai, en Tanzania del norte, es considerado como un eslabón crucial entre los australopitécidos primitivos y el Homo erectus semejante al hombre moderno. Se estima la capacidad craneal entre 500 y 800 cm 3 • Piezas de más de dos docenas de ejemplares han sido recuperados en el África, pero quedan muchas preguntas. Algunos especímenes podrían no pertenecer al grupo; y otros que-no están en el grupo podrían ser incluidos en él. Se ha informado que algunos tienen características similares al hombre, mientras que otros son claramente simiescas, e incluso se ha informado que algunos tienen características de ambos.23 Este no es un grupo bien definido.

3. Hamo erectus Esta especie tenía una estatura cercana a la de los humanos modernos y una capacidad craneal de 750 a 1.200 cm 3 • Está representada por hallazgos clfi_sicos de la paleoantropología tales como el hombre de java y el de Pekín. Se han encontrado cierta cantidad de ejemplares en otras partes del Asia, y está bien representada en el África. Varios ejemplares eun;>peos se incluyen a veces en esta especie. Algunos antropólogos lo consideran un eslabón entre el Homo habilis y los humanos modernos, mientras que otros sugieren que puede ser una variedad de Homo sapiens. 4. Hamo sapiens arcaico Este nuevo grupo incluye una gran cantidad de hallazgos fósiles considerados más próximos a los humanos modernos que el Hamo erectus. El promedio de su capacidad craneal varía entre 1 .1 00 y 1 .7 50 cm 3 • Se han encontrado ejemplares en el África, el Asia, Europa y el Oriente Medio. Generalmente se incluye en esta especie al bien conocido hombre de Neanderthal, que a menudo es caracterizado como primitivo, con cejas bajas y posición encorvada. Esta imagen,2 4 que se basó primariamente en un ejemplar con una artritis severa,

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parece ser errónea. Después de reinvestigar al hombre de Neanderthal, dos hombres de ciencia comentaron que si un neanderthalense de buena salud "pudiera reencarnarse y aparecer en un subterráneo de Nueva York, siempre que se hubiera bañado, afeitado y vestido con ropas modernas, sería difícil que hubiera llamado más la atención que cualquier otro ciudadano" .25 El hombre de Neanderthal parece haber sido bastante adelantado. Se informa que su capacidad craneal promedio es mayor que la del hombre moderno: 1.625 cm 3 comparado con 1 .450 cm 3 para el hombre moderno. 26 De una manera muy general los grupos anotados arriba que tienen organismos más pequeños tales como los australopitécidos, también son más antiguos, pero algunas de las grandes batallas en la paleoantropología se han librado con respecto a su edad. Una capa de ceniza cerca del Lago Turkana, en Kenia, se estimaba tener 2,61 millones de años, basado en el método de datación del potasio-argón.27 La importancia de esta capa residía en que databa un hallazgo de Horno habilis de mucho valor. Sin embargo, la fecha no se acomodaba a los puntos de vista aceptados y se debatió durante años. Más tarde, una nueva datación por el mismo método dio una cifra más aceptable de 1,88 millones de años. 26 Otra controversia que generó "intenso escepticismo"29 se relaciona con el origen del Horno erectus. Tradicionalmente se piensa que se desarrolló en el África alrededor de 1,8 millones de años atrás. Por otro lado, el Horno erectus de Java que se pensaba que habría venido del África hace alrededor de

1 millón de años, ha sido asignado a edades de hasta 1,8 millones de años cuando se lo databa con un sistema de potasio-argón modificado. Se informa de una fecha similar para un Horno temprano de la China. 30 Esto ha levantado la pregunta de si el Horno erectus estuvo primero en el África o en el Asia, junto con la pregunta más amplia, que deriva de ella: si el origen evolutivo de la humanidad estuvo en África o en Asia. Existen algunas áreas de la paleoantropología en las que hay acuerdo. Descubrimientos más recientes muestran que varias diferentes especies evolutivas intermedias propuestas vivieron al mismo tiempo, 31 con una superposición considerable. Sin embargo, estos datos se confunden por problemas de identificación. Se cuestiona la idea más antigua de una evolución lineal de los humanos, en etapas, desde los australopitécidos primitivos hasta las especies más avanzadas. Algunos datos sugieren que el Horno erectus pudo haber vivido tan recientemente como hace 27.000 años atrás32 y de esta forma, de acuerdo con las interpretaciones evolucionistas, habría sido contemporáneo del Horno sa-

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piens por más de medio millón de años. La superposición reduce la significación de muchas relaciones de tiempo. También hay algún acuerdo de que los primeros antepasados del género Horno no han sido todavía hallados, 33 y que la relación evolutiva de los primates primitivos (antropoides y monos) también es desconocida. 34 Una batalla grande ha girado en torno a si los australopitécidos son parte de los antepasados evolutivos de la humanidad, como lo sostiene Donald Johanson, 35 o si se necesita algún otro organismo todavía sin descubrir, como enfatiza Richard Leakey. 36 Varios sugieren que los humanos podrían haber evolucionado independientemente en diferentes lugares. 37 Ha sido importante en el estudio de la evolución humana la comparación de molééulas orgánicas complejas semejantes (biopolímeros) en diversos grupos de primates (monos, hombres, etc.). Cuanto mayor es la semejanza molecular, más estrecha es la supuesta relación evolutiva. Sorprendentemente, algunas de las pruebas basadas en las tasas evolutivas de cambio estimadas sugieren que los tipos humanos y los de monos antropomorfos se separaron de su antepasado común hace sólo S millones de años, en lugar de los 20 millones como se había determinado anteriormente mediante los estudios de los registros fósiles. Esto ha generado debates adicionales. 38 Otro problema está en las hipótesis sobre las relaciones evolutivas basadas en los datos moleculares que difieren de las que están basadas en los datos morfológicos (forma de los huesos) tal y como lo ilustra la Figura 7.1 A-C. Esta figura debe leerse de abajo hacia arriba. Las líneas divergen cuando se supone que se produjeron las separaciones evolutivas. La discrepancia entre los datos moleculares y los morfológicos también se ha encontrado en una variedad de grupos que no están entre los primates. 39 los creacionistas también están en desacuerdo sobre las interpretaciones de los tipos de fósiles de simios-humanos. Parece haber un acuerdo general de que los pequeños australopitécidos se corresponderían con una especie extinta de primates creados. Se piensa generalmente que los tipos neanderthalenses, que han dejado buenas evidencias de su existencia en cuevas, representarfan migraciones humanas después del diluvio bíblico. Las diferencias surgen con respecto al enigmático Horno habilis y el más moderno Horno erectus (hom~ bres de Java y Pekín, etc.). 40 Una interpretación es que la humanidad creada in~ cluye los tipos humanos avanzados (los grupos de Horno sapiens, Neanderthal,

Horno sapiens arcaico y Horno erectus). El grupo enigmático Horno habilis está mal definido y necesita de un estudio adicional. Merece mencionarse un punto más. Parece extraño que si la humanidad

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1 EL ORIGEN DEL HOMBRE

(Homo sapiens) ha existido desde hace por lo menos medio millón de años, las

evidencias claras de su actividad aparezcan tan recientemente. La historia, la escritura, la arqueología, en la que incluiríamos evidencias de civilización tales como ciudades, rutas antiguas de viaje, etc., todas reflejan sólo unos pocos miles de años de actividad. Los datos básicos plantean una pregunta para los evolucionistas: Si la humanidad ha existido por medio millón de años, ¿por qué las evidencias verdaderamente persuasivas de actividades del pasado parecen ser tan recientes? Si la humanidad evolucionó gradualmente, ¿por qué esperar hasta menos del último 1% del tiempo para estos avances? Los creacionistas a veces se preguntan por qué las evidencias en favor de los hombres antediluvianos, quienes; de acuerdo con el registro bíblico, vivieron durante un período de más de mil años entre la creación y el diluvio mencionado en el Génesis, son tan escasas en el registro de las rocas. Las evidencias de fósiles humanos en las partes media y baja del registro fósil es altamente cuestionable. Las evidencias firmes, tales como buenos restos de esqueletos, parecen limitarse únicamente a la parte superior de la columna geológica (Figura 10.1 ). Algunas explicaciones sugeridas dentro del contexto de una creación son: 1) Pudo no haber habido tantos seres humanos antes del diluvio, con lo que la posibilidad de encontrarlos es remota. La tasa de reproducción, como lo sugiere el registro bíblico para el período antes del diluvio, parece haber sido mucho más lenta que en la actualidad. Por ejemplo, la Biblia indica que Noé tuvo sólo tres hijos en 600 años, y que los primeros hijos de los patriarcas prediluvianos nacieron, en promedio, bastante después de que los patriarcas tuvieran 100

B

e

Registro de relaciones evolutivas de algunos primates superiores basado en diferentes tipos de test. A se basa en similitudes del ADN, 8 se deduce de reacciones anticuerpo, y C deriva de la evidencia de los fósiles.* • Basado en Ede y Johanson, p. 367 (nota 14c).

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años de edad. 41 2) Durante el diluvio se esperaría que los seres humanos, por sobre todas las demás criaturas, usaran su inteligencia superior para escapar a las regiones más elevadas. Una vez allí, las posibilidades de conservación por sepultamiento bajo sedimentos no serían muy buenas. 3) Antes del diluvio del Génesis, los seres humanos pudieron haber habitado en las regiones más elevadas y frescas de la tierra antediluviana, de ahí que no estarían representados en las partes inferiores de la columna geológica. 4) la actividad de las aguas del diluvio destruyó la evidencia de los seres humanos antediluvianos. El problema que se le presenta al creacionista a la hora de tener que explicar la escasez de restos humanos para el breve período antes del diluvio, probablemente no es tan serio como el problema que tiene el evolucionista para poder explicar la escasez de restos humanos y de su actividad durante por lo menos medio millón de años de la evolución humana (Homo sapiens) propuesta. Sin importar cllát, concepto tengamos, la evidencia fósil para la historia pasada de los humanos no es buena por sí misma para proporcionar conclusiones firmes. EL ORIGEN DE LA MENTE HUMANA

la estructura más compleja que conocemos en el universo es el cerebro humano. Este órgano pasmoso es también el hogar de nuestras mentes misteriosas. la complejidad del cerebro es difícil de visualizar. Cada uno de nosotros probablemente tiene por lo menos 100.000 millones de células nerviosas (neuronas) en nuestro cerebro entero. 42 Estas células están conectadas entre sí por unos 400.000 km de fibras nerviosas. las fibras nerviosas a menudo se subdividen repetidamente al conectarse con otras células nerviosas. los cambios en las cargas eléctricas conducen impulsos a lo largo de estas fibras en ráfagas de actividad. En las conexiones entre las células nerviosas hay por lo menos 30 clases diferentes de productos químicos, y muy posiblemente muchas veces más que ese número se usen para trasmitir informaciones de célula a célula. Algunas de las células nerviosas más grandes se llegan a conectar hasta con 600 otras células, usando unas 60.000 conexiones. Se estima que en el cerebro hay unas 100 millones de veces un millón de conexiones (1 014). Estas cifras son demasiado grandes para ser fácilmente concebidas o relacionadas con la experiencia común. Puede ayudarnos a percibirlo la realidad de que en la región exterior de la mayor parte del cerebro, donde las células nerviosas están menos concentradas que en el cerebro posterior, sólo un milímetro cúbico de tejido contiene unas 40.000 células nerviosas y probablemente 1.000 millones de

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1 EL ORIGEN DEL HOMBRE

conexiones. Aunque estas cifras son sólo estimativas, no hay duda de que encontramos un desafío en pensar acerca de la complejidad de la maquinaria con la cual pensamos. Aunque lo intrincado de nuestro cerebro es difícil de abarcar, la cuestión relacionada con la mente (nuestros procesos de pensamiento) es aún más oscura. Los hombres de ciencia están comenzando a estudiar el fenómeno inefable de la conciencia, que es la percepción que tenemos de nuestra existencia. Relacionado con esto, hay intentos de producir inteligencia artificial en computadoras que las hagan conscientes de su propia existencia. 43 ¿Es la mente tan sólo una máquina compleja que percibe su existencia, que pudo haber evolucionado de máquinas más sencillas,44 o es una entidad de un nivel más elevado? No sabemos suficiente acerca de cómo trabaja la mente para responder a esta pregunta en forma eficiente. Está claro, sin embargo, que cuando los hombres pensantes hacen máquinas que piensan, ese acto es más afín al concepto de creación por diseño que a un origen por evolución sin ningún aporte inteligente. Existen solamente unos pocos animales que muestran un grado de inteligencia afín con la de los humanos. 45 Se ha informado de una forma limitada de comunicación con chimpancés por medio de símbolos/6 y los perros parecen mostrar cierta comprensión, aunque a menudo menos que la que creen sus leales dueños. Pero la separación entre la inteligencia humana y la animal es todavía enorme. Uno se maravilla de cómo la mente de la humanidad pudo haber evolucionado, cuando parece estar mucho más allá de los requerimientos para la supervivencia evolutiva. Los mandriles han sobrevivido muy bien sin cerebros tan complejos. Alfred Russel Wallace (1823-1913), quien junto con Darwin desarrollaron el concepto de la selección natural, planteó esta pregunta. Él sentía la necesidad de algo más allá de las fuerzas ciegas de la naturaleza para explicar la mente. Todavía algunos evolucionistas plantean esta pregunta. A veces se sugiere que los humanos tienen más capacidad mental que la que necesitan para su supervivencia por cuanto ellos destruyen en forma efectiva el ambiente que necesitanY Al referirse a la tasa reproductiva creciente esperada de competidores superiores (p.ej., la supervivencia del más apto), el evolucionista John Maynard Smith comenta, astuta e ingenuamente, que "pocas personas han tenido más hijos porque podían resolver ecuaciones diferenciales o jugar al ajedrez con los ojos vendados". 48 Tal vez las cualidades especiales de la humanidad no puedan explicarse con un sencillo proceso evolutivo. Darwin, quien vivió en Inglaterra, tenía un buen amigo y seguidor en los

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Estados Unidos, el botánico Asa Gray, con quien compartió muchos de sus pensamientos más profundos. Una vez le escribió a Gray: "Recuerdo bien la ocasión cuando el pensamiento acerca del ojo me hizo tiritar, pero he superado esta etapa del lamento, y ahora pequeños detalles insignificantes de estructura a menudo me ponen muy incómodo. Siempre que miro una pluma de la cola de un pavo real, me enfermo" .49 ¿Por qué una pluma de pavo real enfermaba a Darwin? No estoy exactamente seguro de que pueda responder a la pregunta, pero sospecho que pocos pueden reflexionar sobre la belleza de la pluma iridiscente de la cola de un pavo real sin preguntarse si no es el resultado de alguna clase de diseño, no sencillamente por lo intrincada que es, sino especialmente por su belleza. ¿Por qué apreciamos la belleza, gozamos de la música y mostramos ese gran asombro por la existencia? Estas características mentales parecen estar más allá del nivek mecanicista y por sobre las demandas de la supervivencia que se esperaría de la selección natural. El origen de la mente es un enigma para cualquier explicación naturalista. Al considerar el cerebro afrontamos el hecho pasmoso de que aquí, en este órgano de 1,5 kg, está el asiento de "quién soy". ¿De qué manera se combinaron apropiadamente la multitud de conexiones de modo que podamos razonar-5° (esperamos que la mayoría de nosotros pueda pensar bien), diseñar teoremas matemáticos, hacernos preguntas acerca de nuestro origen, aprender nuevos idiomas y componer sinfonías? Un desafío aún más notable para las teorías naturalistas de los orígenes humanos es nuestro poder para elegir, además de características tales como la responsabilidad moral, la lealtad, el amor y una dimensión espiritual. Tanto las complejidades físicas del cerebro como las actividades excepcionales de la mente sugieren un nivel elevado de diseño inteligente, y no un origen mecanicista por evolución. CONCLUSIONES

El estudio del origen de la humanidad ha sido un área especialmente controvertida de la investigación científica. Esto puede atribuirse, en parte por lo menos, a la falta de datos sólidos y a la involucración personal del hombre de ciencia. La evidencia en favor de la evolución humana es escasa y sujeta a una diversidad de interpretaciones. La presencia de las características más elevadas de la mente humana, tales como la conciencia, la creatividad, la libertad de elección, la estética, la moralidad y la espiritualidad, sugieren que los huma-

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1 EL ORIGEN DEL HOMBRE

nos fueron diseñados especialmente como una clase de seres superiores

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y que

no se originaron de animales por procesos puramente evolutivos mecanicistas.

Notas y referencias: 1. j. Nance, The Gentle Tasayday: A Stone Age People in the Philippine Rain Forest (N. York y Londres: Harcourt, Brace, jovanovich, 1975), p. 134.

2. lbíd. 3. O. lten, "The 'Tasayday' and the Press", en: T.N. Headland, ed., The Tasayday Controversy: Assessing the Evidence. Scholarly Series, Special Publication of the American Anthropological Association, N" 28 (Washington, DC: American Anthropological Association, 1992), pp. 40-58. 4. C. McCarry, "Three Men Who Made the Magazine", National Geographic 174(1988):287-316. 5. G.D. Berreman, "The Tasayday: Stone Age Survivors or Space Age Fakes1", en: Headland, pp. 21-39 (nota 3). 6. Para referencias generales sobre los Tasaday, ver: a) Anónimo, "First Glimpse of a Stone Age Tribe", National Geographic 140(6-1971):880-882b; b) B. Bower, "A World That Never Existed", Science News 135(1989a):264-266; e) B. Bower, "The Strange Case of the Tasayday", Science News 135(1989b):280, 281, 283; d) Headland (nota 3); e) K. MacLeish, "Stone Age Cavemen of Mindanao", National Geographic 142(21972):219-249; f) Nance (nota 1). 7. Esta es una cifra conservadora. Podría fácilmente ser de 100 a 1.000 veces mayor, pero los súper chips están llegando a ser cada vez más refinados. 8. Ch. Darwin, The Descent of Man, and Selection in Relation to Sex, ed. rev. (Chicago: National Library Association, 1874), pp. 116, 118, 643. 9. G.G. Simpson, The Meaning of Evolution: A Study of the History of Life and of its Significance forMan, ed. rev. (New Haven y Londres: Yale University Press, 1967), p. 345. 1O. R. Lewin, Bones of Contention: Controversies in the Search for Human Origins (N. York: Simon and Schuster, 1987), p. 20. 11. S. L. Washburn, "The Evolution Game", }ournal of Human Evolution 2(1973):557-561. 12. D. Pilbeam, "Rethinking Human Origins", Discovery 13(1-1978):2-1 O. 13. Lewin, p. 64 (nota 10). 14. Para conocer diversas relaciones que se han propuesto, ver: a) C.j. Avers, Process and Pattern in Evolution (N. York y Oxford: Oxford University Press, 1989), pp. 496-498; b) B. Bower, "Erectus Unhinged", Science News 141 (1992):408-411; e) M .A. Edey, D.C. Johanson, 8/ueprints: Solving the Mystery of Evolution (Boston, Toronto y Londres: Little, Brown and Company, 1989), pp. 337-353; d) R. D. Martin, "Primate Origins: Plugging the Gaps", Nature 363(1993):223-233; e) B. Wood, "Origin and Evolution of the Genus Horno", Nature 355(1992):783-790. 15. E. Mayr, "Reflections on Human Paleontology", en: F. Spencer, ed., A History of American Physical Anthropology, 1930-1980 (N. York y Londres: Academic Press, 1982), pp. 231-237. 16. Por ejemplo: a) M.G. Leakey, C.S. Feibel, l. McDougall, A. Walker, "New Four-million-year-old Hominid Species from Kanapoi and Allia Bay, Kenya", Nature 376(1995):565-571; b) T.D. White, G. Suwa, B. Asfaw, "Australopithecus ramidus, A New Species of Early Hominid from Aramis, Ethiopia", Nature 371 (1994):306312. 17. a) l.S.B. Leakey, M. D. Leakey, "Recen! Discoveries of Fossil Hominids in Tanganyika: At Olduvai and Near Lake Natron", Nature 202(1964):5-7: b) l.S.B. Leakey, P.V. Tobias, ).R. Napier, "A New Species of the Genus Hamo from the Olduvai Gorge", Nature 202(1964):7-9; e) Lewin, p. 137 (nota 10). 18. a) M. Hausler, P. Schmid, "Comparison of the Pelvis of Sts 14 and AL 288-1: lmplication for Birth and Sexual Dimorphism in Australopithecines", }ournal of Human Evolution 29(1995):363-383; b) ). Shreeve, "Sexing Fossils: A Boy Named Lucy", Science 270(1995):1297, 1298. 19. a) F.E. Grine, "Australopithecine Taxonomy and Phylogeny: Historical Background and Recen! lntefpretations", en R. L. Ciochon, ).G. Fleagle, The Human Evolution Source Book. Advances in Human Evolution Se-

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ríes (Englewood Cliffs, N): Prentice Hall, 1993), pp. 198-210; b) B. Wood, "Origin and Evolution ofthe Genus Homo", Nature 355(1992):783-790. 20. Avers, p. 509 (nota 14a).

21. S.M. Stanley, The New Evolutionary Timetable: Fossi/s, Genes, and the Origin of Species (N. York: Basic Books, 1981). p. 148. 22. Wood (nota 14e). 23. a) T.G. Bromage, M.C. Dean, "Re-evaluation of the Age at Death of lmmature Fossil Hominids", Nature 317(1985):525-527; b) D.C. )ohanson, F.T. Masao, G.G. Eck, T.D. White, R.C. Walter, W.H. Kimbel, B. Asfaw, P. Manega, P. Ndessoia, G. Suwa, "New Partial Skeleton of Hamo habi/is from Olduvai Gorge, Tanzania", Nature 327(1987):205-209; e) B.H. Smith, "Dental Development in Australopithecus and early Homo", Nature 323(1986):327-330; d) R.L. Susman, ).T. Stem, "Functional Morphology of Homo habi/is", Nature

217(1982):931-934. 24. M. Boule, H.V. Vallois, Fossil Men, M. Bullock, trad. (N. York: The Dryden Press, 1957), pp. 193-258. Traducción de: Les Hommes Fossiles. 25. W.L. Strauss, A.).E. Cave, "Pathology and the Posture of Neanderthal Man", Quarterly Review of Biology 32(1957):348-363. 26. Estas figuras están en exhibición en el Museo Norteamericano de Historia Natural, en Nueva York, según lo informado en: M.L. Lubenow, Bones of Contention: A Creationist Assessment of Human Fossils (Grand Rapids, MI: Baker Book House, 1992), p. 82. 27. Ver el capítulo 14 para un análisis de este método. 28. Lewin, pp. 189-252 (nota 10). 29. A. Gibbons, "Rewriting-and Redating- Prehistory", Science263(1994):1087, 1088. 30. a) W. Huang, R. Ciochon, G. Yumin, R. Larick, F. Qiren, H. Schwarcz, C. Yonge, ). De Vos, W. Rink, "Early Homo and Associated Artefacts from Asia", Nature 378(1995):275-278; b) C.C. Swisher 111, G.H. Curtís, T. )acob, A.C. Getty, A. Suprijo, [s.n.] Widiasmoro, "Age of the Earliest Known Hominids in Java, Indonesia", Science 263(1994):1118-1121.

31. a) R. Leakey, R. Lewin, Origins Reconsidered: In Search of What Makes us Humans (N. York, Londres y Sydney: Doubleday, 1992), p. 108; b) Lubenow, pp. 169-183 (nota 26). 32. C.C. Swisher 111, W.). Rink, S.C. Antón, H.P. Schwarcz, G.H. C1.1rtis, A. Suprijo, [s.n.] Widiasmoro, "Latest Homo ereetus of java: Potential Contemporaneity with Homo Sapiens in Southeast Asia", Science 274(199&):1870-1874.

33. a) Edey y )ohanson, p. 352 (nota 14c); b) Wood (nota 14e). 34. a) Martín (nota 14d); b) L. Martín, P. Andrews, "Renaissance of Europe's Ape", Nature 365(1993):494; e) S. Moyá Solá, M. Kohler, "Recent Discoveries of Dryopithecus Shed New Light on Evolution of Great Apes", Nature 365(1993):543-545.

35. a) Edey y )ohanson, p. 353 (nota 14c); b) D.C. )ohanson, M. A. Edey, Lucy: The Beginnings of Humankind (N. York: Simon and Schuster, 1981), p. 286. 36. LeakeyyLewin,p.110(nota31a). 37. M.). Aitken, C. B. Stringer, P.A. Mellars, eds., The Origins of Modem Humans and the lmpaet of Chronometric Dating (Princeton, N): Princeton University Press, 1993). 38. Edey y )ohanson, pp. 365-368 (nota 14c). 39. Por ejemplo: C. Patterson, D.M. Williams, C.). Humphries, "Congruence Between Molecular and Morphological Phylogenies", Annual Review of Eco/ogy and Systematics 24(1993):153-188. 40. Por ejemplo: D.T. Gish [(a)Evolution: The Cha/lenge of the Fossi/ Record (El Cajón, CA: Creation-Life Publishers, 1985), pp. 130-206] traza la línea mayormente por sobre Homo erectus, mientras que M.L. Lubenow [(b) nota 26, p. 162] incluye algunos tipos de Homo habilis, y A.W. Mehlert ((e), "A Review ofthe Present Status of Some Alleged Early Hominids", Creation Ex Nihilo Technical }ourna/6(1992):1 0-41] aparentemente incluye a Homo erectus con el hombre. 41. Génesis 5; 7:11-13. 42. La estimación del número de neuronas en el cerebro varía grandemente. El cerebelo tiene muchas más que el cerebro. Para detalles sobre estas estimaciones, ver: P.L. Williams, R. Warwick, M. Dyson, L.H. Banlster,

CAPÍTULO 7

43. 44.

45.

46. 47. 48. 49. 50.

1 El ORiGEN DEL HOMBRE

eds., Gray's Anatomy, 37a. ed. (Edinburgo, Londres y N. York: Churchill Livingstone, 1989), pp. 968, 972, 1043. Sus cifras pueden implicar cerca de 300.000 millones en el cerebelo. C. Davidson, "1 Process Therefore 1 Am", New Scientist(27 de marzo de 1993), pp. 22-26. a) W.H. Calvin, "The Emergence of lntelligence•, Scientific American 271(1994):101-107; b) R. Penrose, Shadows of the Mind: A Search for the Missing Science of Consciousness (Oxford, N. York y Melbourne: Oxford University Press, 1994). Se puede hacer referencia aquí al debate existente sobre la evolución del altruismo por la selección de parientes que da una base evolucionista para el altruismo, pero que tiende a negar la existencia del libre albedrío. Para algunas discusiones recientes, ver: a) I.G. Barbour, Religion in an Age of Science, The Gifford Lectures 1989-1991 (San Francisco y N. York: Harper and Row, 1990), t. 1, pp. 192-194; b) L. R. Brand, R. L. Carter, "Sociobiology: The Evolution Theory's Answer to Aitruistic Behavior", Origins 19(1992):54-71; e) R. Dawkins, The Selfish Gene, nueva ed. (Oxford y N. York: Oxford University Press, 1989), pp. 189-233; d) J. Maynard Smith, Did Darwin Get it Right? Essays on Games, Sex, and Evolution (N. York y Londres: Chapman and Hall, 1988), pp. 86-92; e) A.R. Peacocke, God and the New Biology (San Francisco, Cambridge y N. York: Harper and Row, 1986), pp. 108-115. a) R. Lewin, "Look, Who's Talking Now•, New Scientist (27 de abril de 1991 ), pp. 49-52; b) R. Seyfarth, D. Cheney, "lnside the Mind of a Monkey", New Scientist (4 de enero de 1992), pp. 25-29. Edey y Johanson, pp. 371-390 (nota 14c). Maynard Smith, p. 94 (nota 45d). F. Darwin, ed., The Lifeand Letters ofCharles Darwin (Londres: John Murray, 1887-1888), t. 2, p. 296. Para algunos intentos de explicación que no se ocupan de la complejidad específica necesaria para los intrincados esquemas de pensamiento, etc., ver: a) D. Lee, j.G. Malpeli, "Global Form and Singularity: Modeling the Blind Spot's Role in Lateral Geniculate Morphogenesis", Science 263(1994):1292-1294; b) M.P. Stryker, "Precise Development from lmprecise Rules", Science 263(1994):1244, 1245.

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MÁS PREGUNTAS BIOLÓGICAS Todo procede de un huevo. WILLIAM HARVEY 1

L

~ as maravillas de la biología son casi ilimitadas. Los hombres de cien-

llr.~!G cia han descubierto ahora que un diminuto gusano cilíndrico tiene

100 millones de pares de bases nucleótidas en el ADN de cada una de sus células. Este ADN dirige una gran variedad de procesos que le permiten al gusano mantenerse "vivo". Ha estado apareciendo información similar acerca de una gran variedad de organismos, y eso es tanto fascinante como asombroso. El período de la "diversidad" en el pensamiento evolucionista mencionado en el capítulo 5 se debe en parte a los dramáticos progresos de la biología molecular. Difícilmente se pueda enfatizar demasiado que estos descubrimientos han abierto panoramas biológicos vastos e importantes cuya existencia nos era desconocida hace unos pocos años. En este capítulo consideraremos varios temas biológicos, comenzando con preguntas que caen dentro del período de diversidad del pensamiento evolucionista. Continuaremos con una breve mirada a algunos nuevos descubrimientos complejos, y luego consideraremos los cambios que estos descubrimientos están produciendo en el pensamiento de algunos evolucionistas. TRADICIONALISTAS Y CLADISTAS

El evolucionismo presupone que todos los organismos vivientes están emparentados. Comenzando desde una sencilla forma original de vida, y después de experimentar cambios a lo largo de miles de millones de años, 146

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los organismos han evolucionado hasta alcanzar la variedad que observamos hoy. Mientras los organismos evolucionan a formas cada vez más complejas, también ha aumentado el número de especies. Una especie original supuestamente ha producido una variedad de especies que a su vez produjeron más especies diferentes, y así sucesivamente. Este proceso repetido produjo el típico árbol evolutivo en el que la especie original ocupa la base (tronco), las formas más avanzadas forman las ramas, y las especies vivientes forman las "hojas" del árbol (Figura 11.1 ). La disposición de las ramas de un árbol evolutivo puede variar considerablemente, porque muy pocas especies tienen las características apropiadas para representar el tronco o las ramas. Siendo que los antepasados potenciales son tan escasos, las hipótesis de las relaciones evolutivas pueden variar grandemente. El método evolucionista tradicional es establecer relaciones por el análisis de las semejanzas generales entre los organismos. Cuanto más semejantes son, tanto más recientemente se supone que evolucionaron uno del otro. Algunos especialistas en sistemática (los que clasifican los organismos de acuerdo con sus supuestas relaciones evolutivas) asignan valores cuantitativos a las características, y se calcula un índice de semejanzas. Elegir qué características se evaluarán, y determinar qué importancia tiene cada una de ellas, es bastante subjetivo. Ernst Mayr, el evolucionista destacado y tradicional de Harvard, señala que la clasificación de los organismos es una especie de "arte". 2 La falta de rigor y objetividad ha estimulado otro enfoque de la sistemática llamado cladístico. El término no está bien definido. Los cladistas, que han sido muy influyentes, argumentan que las semejanzas generales dicen poco acerca de la evolución. Las semejanzas pueden aplicarse a muchos senderos evolutivos. Sólo las semejanzas

singulares y comparti-

das (sinapomórficas) se consideran importantes para determinar relaciones, pero éstas son raras, y algunos cladistas sienten que nunca podrán estar seguros de las relaciones evolutivas. La controversia entre los cladistas y los tradicionalistas está ilustrada por la siguiente cita de un cladista destacado, Norman Platnick, quien estudia arañas en el Museo Americano de Historia Natural. Él bosqueja el problema de la siguiente manera: "Los biólogos evolucionistas tienen que hacer una elección: o concuerdan c~m Mayr en que las explicaciones narrativas son el nombre del juego, y siguen apartándose a la deriva del resto de la biología a un área gobernada sólo por la autoridad y el consenso; o bien insistir en que,

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siempre que sea posible, nuestras explicaciones sean verificables y potencialmente falsificables, y esa biología evolucionista vuelva a reunirse con la comunidad científica total". 3 los cladistas creen en la evolución, pero para ellos eso puede ser más un asunto de fe que de afirmación. 4 Ellos están especialmente preocupados por hallar características verificables importantes para determinar las relaciones entre los organismos. GRADUALISTAS Y PUNTUALISTAS

las observaciones de la naturaleza indican que aun especies estrechamente relacionadas, tales como dos clases de saltamontes, pueden ser bien diferentes una de la otra. los neodarwinistas proponen que un proceso lento y gradual de cambios menores eventualmente produce formas nuevas diferentes. Este cambio lento recibe el nombre de gradualismo. Al acumularse los cambios, los grupos divergen, dejando una separación cada vez más grande entre ellos. El único lugar donde podrían encontrarse en abundancia los intermedios es en el registro fósil de la vida pasada. Sin embargo, los fósiles muestran el mismo esquema de discontinuidad. Esta evidencia ausente, que ha sido atribuida a menudo a lo incompleto del registro fósil, se debería a la falta de conservación o de descubrimiento. En 1972 dos paleontólogos destacados, Ni les Eldredge del Museo Americano de Historia Natural, y Stephen Jay Gould de Harvard, propusieron una explicación diferente para las discontinuidades entre los fósiles. 5 Ellos sugirieron que la evolución procede a un ritmo irregular, con largos períodos de estabilidad entre períodos de cambios rápidos. Este nuevo concepto recibió el nombre de "equilibrio puntuado"; lo de puntuado se refiere a los cambios, y equilibrio, a los períodos de estabilidad. la propuesta "inició un de~ate inusualmente ardo• .• roso"6 que continúa hasta el presente. la idea, a veces llamada afectuosamente -y otras veces no tanto- "punk eck",* propone que los cambios evolutivos significativos no ocurren en poblaciones grandes. Si por alguna razón un grupo pequeño de individuos queda aislado, la evolución debería proceder más velozmente, porque los cambios pueden llegar a quedar establecidos más fácilmente en las poblaciones pequeñas. Por ello, los intermedios rara vez, si lo hacen alguna vez, quedan conservados en el registro fósil porque existieron relativamente pocos de ellos. • Nota del Traductor. Son las sílabas iniciales de la expresión en inglés "punctuated equilibrlum".

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El equilibrio puntuado no resuelve los problemas evolutivos más serios de la ausencia de series enteras de intermedios entre los grupos mayores de organismos vivientes o fósiles. 7 El concepto se aplica al nivel de las especies. No se ocupa de la cuestión crítica del mecanismo evolutivo capaz de producir nuevas clases, tipos y divisiones. SELECCIONISTAS Y NEUTRALISTAS

Probablemente el conflicto más severo en el período diversificado del pensamiento evolucionista ha ocurrido entre los seleccionistas y los neutralistas. Este conflicto recuerda el antiguo debate acerca de la deriva génica, que se desarrolló a comienzos del período de síntesis moderna. los seleccionistas enfatizan la importancia de la selección natural. los neutralistas creen que la evolución avanza principalmente mediante mutaciones neutras, que no son seleccionadas por el ambiente. Ellos creen que los grandes cambios evolutivos ocurren por la acumulación de estas mutaciones neutras. 8

PRIMATES

Humano Mono Rhesus OTROS Cerdo, bovino, ovino MAMfFEROS Caballo Perro Ballena gris Conejo Canguro AVES Gallina, Pavo Pingüinos Pato pekinés Paloma REPTILES Tortuga mordedora Serpiente de cascabel ANFIBIOS Sapo buey PECES Atún Bonito

o 1 10 12 11

10 9 10 13 13

11

u

41 41 41 42 41 41 41 42 41 40 41 41

14

44

13

44 43 43 41

17 20 20

PECES (cont) Carpa 17 Cazón 23 Lamprea 19 INSECTOS Mosca de la fruta 27 Mosca "Screw-worm" 25 Gusano de seda 29 Polilla del tabaco 29 PLANTAS Poroto mongo 40 Sésamo 35 Ricino 37 Girasol 38 Trigo 38 LEVADURAS Candida kruses 44 Debaryomyces k/oeckeri 41 Lev. de panadero 41 MOHO Neurospora crassa 44 BACTERIAS Rhodospirillum rubrum e, 65

42 45 45 42 42 42 44

45 44 42 43 42 25 27

o 38 69

Porcentaje de diferencias de la secuencia de aminoácidos en la enzima Citocromo-C comparado con los humanos (columna A) y la levadura (columna 8).* • Datos tomados de: M.O. Dayoff, Atlas of Protein Sequence and Structure (Washington, OC: National Biomedlcal Research Foundation, 1972), p. D-8.

ISO

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En un artículo publicado en 1968 en la revista Nature, 9 Motoo Kimura enfatizó la importancia de las mutaciones neutras. La idea recibió pronto el apoyo de otros dos biólogos moleculares, jack Lester King y Thomas H. Jukes, quienes publicaron su artículo en la revista Science. 10 El nuevo concepto fue agudamente criticado por los seleccionistas quienes eran incapaces de concebir que algún cambio genético no tuviera importancia evolutiva, sea positiva o negativa. Desde entonces se han expresado una cantidad de conjeturas, tanto a favor como en contra de esta idea. La controversia puede ser mejor comprendida dentro de la perspectiva de las técnic;as más nuevas en biología molecular, que capacitan a los hombres de ciencia para determinar la secuencia específica de nucleótidos base que comprenden los genes. Esta información genética y los cambios notados no están siempre reflejados en la composición física del organismo; de allí que no necesitan recibir la acción del ambiente, como se espera en la selección natural. Estos cambios genéticos serían más del tipo de mutaciones neutras. También surgen preguntas con respecto a cuán significativos son los cambios pequeños para la supervivencia; por ejemplo, un pelo adicional en el cuerpo de una mosca. Los neutralistas, quienes no rechazan totalmente la selección natural, proponen que los cambios neutros se esparcen por la deriva al azar de los genes en una población. Los seleccionistas dudan que este proceso pueda producir algún cambio significativo sin la ayuda de la selección natural. El problema continúa sin resolverse. EL RELOJ EVOLUTIVO MOLECULAR

Mientras la discusión seleccionista-neutralista parece corresponder mayormente a un conflicto interno de la propia comunidad evolucionista, en un aspecto tiene implicaciones importantes para el evolucionismo y el creacionismo: el tema del reloj evolutivo molecular. Aun antes de que se postulara la teoría neutralista, ya se había sugerido que los cambios podrían ocurrir en el ADN a una velocidad más o menos constante. Esto provocaría que las proteínas producidas por el ADN divergieran en un esquema que podría reflejar cambios evolutivos con el tiempo. 11 Se vieron algunos ejemplos, en los cuales las diferencias en las proteínas entre organismos parecían formar un esquema que se correspondería con las relaciones evolutivas esperadas. El reloj evolutivo molecular está basado en la suposición de que las moléculas grandes (biopolímeros) cambian continuamente con el tiempo; de aquí

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que, cuanto mayor sea la diferencia notada, más tiempo implicaba para la divergencia de un antecesor evolutivo común. La Tabla 8.1, columna A, compara el porcentaje de diferencias de los aminoácidos en la extendida enzima citocromo e, que se encuentra en una variedad de organismos. El citocromo

e actúa en el

transporte de electrones durante la liberación de energía química en la célula. Se puede observar un aumento en la diferencia al comparar a los seres humanos con organismos cada vez más sencillos, que se supone han divergido crecientemente con anterioridad. La columna B muestra la uniformidad de las diferencias entre otros organismos y las células de levadura, que se supone que evolucionaron muy temprano. Se ha interpretado esta consistencia como indicadora de un reloj molecular altamente uniforme en el cual la longitud de tiempo desde la divergencia puede estimarse por el grado de diferencia molecular. El citocromo

e

se considera uno de los mejores relojes. Esta evidencia se usa a menudo en los libros de texto de biología

y evolución para apoyar la teoría general de la evolu-

ción. Sin embargo, los datos pueden no reflejar una evolución. Pueden representar factores biológicos relacionados con el grado de complejidad de los diversos organismos. Hay dudas acerca de la hipótesis del reloj molecular. Hay incertidumbre con respecto al efecto de las mutaciones neutras que son las más satisfactorias para el reloj molecular. Si los cambios son neutros o sólo aproximadamente neutros, entonces falta la base teórica para el reloj molecular. Los cambios no neutros, que serían controlados por la selección natural, no constituyen un reloj. Ellos reflejan las influencias ambientales, no el tiempo. Se han suscitado una cantidad de problemas acerca del reloj molecular, muchos de los cuales surgen de la controversia seleccionista-neutralista, en la que los neutralistas están más en favor del reloj. Mientras algunos estudios de las variaciones en la enzima citocromo

e han

dado resultados consistentes con el reloj molecular, en otros casos las tasas de cambio varían hasta 1O vecesY La enzima superóxido dismutasa, que alivia la toxicidad del oxígeno en la mayoría de los organismos vivientes, es notoria por dar resultados erráticos en el reloj molecular. 13 Para los monos antropomorfos el hombre, el reloj es interpretado como que se atrasa considerablemente.

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causa de tales diferencias, el reloj molecular ha sido llamado "episódico";

y

Por

15

es

decir, tiene episodios de tasas más lentas y más rápidas. La Tabla 8.2 compara las diferencias, entre los vertebrados, de la secuencia de los aminoácidos en la hormona insulina, que se usa en el control de los nive-

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Humano Conejo Ratón espinudo Ratón Cobayo Coipo Elefante Oveja Ballena de esperma

o 2 4 8 35 38 4 8 6

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Gallina y Pavo Pato Víbora de cascabel Pejesapo Bacalao Pez "angler" Atún Bonito Lamprea glutinosa del Atlántico

14 12 24 34 31 29 29 22 37

Porcentaje' de diferencia de la secuencia de aminoácido en la hormona insulina para diversos organismos comparados con el ser humano. • • Datos de M.O. Dayhoff, Atlas of Protein Sequence and Structure, t. 5, suplemento 2 (Washington, OC: National Biomedical Research Foundation, 1976), p. 129.

les de azúcar en la sangre. De acuerdo con la hipótesis del reloj molecular, todos los roedores deberían ser aproximadamente equivalentes en sus diferencias con los humanos, ya que sus antepasados habrían evolucionado unos de otros al mismo tiempo. Con toda claridad, este no es el caso. los humanos difieren del ratón doméstico en un 8%, pero del coipo (un roedor sudamericano) en un 38%. Esta última cifra es aun mayor que la diferencia entre los humanos y varias clases de peces. En otras comparaciones de esta hormona 16 la diferencia entre un ratón y un cobayo (35%), que se supone que están estrechamente emparentados, es mayor que la diferencia entre el ratón

y la ballena (12%), o del hombre

con la serpiente cascabel (24%), o la gallina y el bonito (un pez; 16%), o muchos otros organismos cuyos parentescos son muy distantes. Se han notado una cantidad de inconsistencias similares en las publicaciones científicasY Hay poca evidencia de una tasa constante de cambio sobre la que depende el reloj molecular. En vista de las peculiaridades notadas, no sorprende que las comparaciones de secuencias de aminoácidos para diferentes clases de proteínas den resultados evolutivos diferentes. Una prueba tal, comparando la relación evolutiva entre varios órdenes de mamíferos basada en la secuencia de aminoácidos de cuatro clases diferentes de proteínas, dio "una falta de congruencia general" entre las cuatro proteínas utilizadas, y sólo una "congruencia moderada" con las rela-

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1 MÁS PREGUNTAS BIOLÓGICAS

ciones basadas en la forma general (morfología) de los diferentes organismos. 18 Los así llamados "fósiles vivientes" presentan otro enigma para la hipótesis del reloj molecular. Los "fósiles vivientes" son especies estrechamente semejantes a antepasados fósiles que vivieron supuestamente hace centenares de millones de años. Un ejemplo es el cangrejo bayoneta común 19 de la costa oriental de América del Norte. Parece casi idéntico a su contraparte fósil que se supone vivió hace por lo menos 200 millones de años. ¿Pudieron las mutaciones acumularse durante 200 millones de años sin afectar, aparentemente, a este organismo? Los datos de la Tabla 8.1, columna B, son tan uniformes que plantean otras preguntas acerca del reloj molecular cuando están en un contexto evolucionista, y cuando se toman en cuenta otras consideraciones biológicas. ¿Cómo pueden ser estos resultados tan uniformes cuando, como se indicó antes, el reloj del citocromo

e se muestra tan variable? Como los cambios en las proteínas (basados en los

cambios en el ADN) ocurren generalmente en el momento de la división celular, ¿es posible que haya habido una constancia tan grande en la tasa de mutaciones a través de todos los diversos senderos de la evolución para todas las clases de plantas y animales? Es difícil visualizar esto, considerando que algunas veces hay reproducción sexual, otras veces, asexual; algunos senderos evolutivos involucrarían principalmente animales de sangre caliente, otros sólo organismos de sangre fría; algunas especies tienen una reproducción muy rápida, y otras, muy lenta. Resultados tan uniformes para caminos de evolución tan variados plantean preguntas adicionales acerca de las presuposiciones del reloj molecular y sugieren que busquemos explicaciones alternativas. Hasta que se conozca más acerca de lo que hace funcionar al reloj -si es que hay un reloj- será bueno ser cauteloso. El escritor científico Roger Lewin ha resumido el estatus del reloj molecular en un artículo titulado "Se termina el tiempo para el reloj molecular". Él concluye que la constante que está comenzando a surgir con respecto al tictac del reloj molecular parece ser la variación de su tasa. 20 Siegfried Scherer, un biólogo en la Universidad de Constanza, concluye "que la hipótesis del reloj molecular proteico debería ser rechazada"/ 1 y el biólogo Jeff Palmer, de la Universidad de Indiana, afirma que "todo está basado en suposiciones de que el reloj molecular es constante, pero cuanto más de cerca contemplamos el cambio molecul~r, tanto más evidencia tenemos de que no es así". 22 Dos biólogos moleculares, Lisa Vawter y Wesley Brown, también son enfáticos, y proponen "un robusto rechazo de una hipótesis generalizada de reloj molecular". 23

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LOS ORGANISMOS VIVIENTES

LA BIOLOGiA MOLECULAR REVELA MÁS COMPLEJIDADES

Una multitud de descubrimientos recientes en biología molecular contribuyen a la diversificación del pensamiento evolutivo, y revelan rasgos que no se podían concebir hace 30 años. Hay muchos misterios acerca de los sistemas genéticos que desconciertan la imaginación tanto de evolucionistas como de creacionistas. ¿Por qué una secuencia de sólo unas pocas bases nucleótidas se repite unas 100.000 veces en el medio de un cromosoma de la mosca de la fruta? ¿Cuál es la función de la gran cantidad de ADN no codificador, o repetitivo, que se encuentra en todos los organismos excepto los más sencillos? En los seres humanos, esto abarca posiblemente tanto como el 97% de nuestro ADN. Quienes suponen que representa alguna clase de basura genética, remanente de un pasado evolutivo, lo llaman "ADN chatarra". Los seudogenes son otro tipo de secuencia aparentemente no codificadora de ADN. Parecen similares a los genes funcionales, pero tienen porciones que aparentemente impiden la función normal del gen. 24 Sin embargo, no estamos seguros de que estas secuencias no codificadoras no tengan realmente ninguna función. Se ha sugerido que ei"ADN chatarra" es funcional, y se está descartando este nombre. Algunos evolucionistas se preguntan por qué sobreviviría con tal"pureza" si no tiene una función; se esperaría que las mutaciones lo alterarían. Otros han propuesto alguna clase de función para el ADN no codificador, incluyendo un lenguaje oculto. 25 La antigua idea de que los genes estaban enrollados en largas cadenas de ADN y que mutaban ocasionalmente, produciendo con el tiempo organismos nuevos, está lejos de ser lo que se encuentra. En cambio, los genes parecen estar organizados en complejos sistemas que interactúan, incluyendo algunos mecanismos de retroalimentación que serían difíciles de desarrollar por un proceso evolutivo gradual al azar, por la falta de valor de supervivencia hasta que el sistema fuera totalmente funcional. Siguen unos pocos ejemplos.

1. El código genético. El descubrimiento del código genético ha mostrado cómo la combinación de cuatro diferentes clases de bases nucleótidas en unidades de código de tres bases cada una en la cadena del ADN (Figura 4.1) puede dictar el orden de casi cualquiera de las veinte clases diferentes de aminoácidos que constituyen una proteína. La información del ADN en el núcleo celular se utiliza para la fabricación de miles de diferentes proteínas usando un sistema complejo de códigos. ¿Cómo puede un proceso evolutivo al azar producir un sistema codificado? El sistema requiere no sólo información codificada intrincada, sino también un sistema para leer el código; de otro modo, nada se lograría.

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2. Un sistema de control de genes. El proceso de fabricar proteínas a partir de la información de los genes es complejo y altamente regulado. los genes deben ser activados o desactivados de acuerdo con la necesidad. Se han descubierto diversos mecanismos de control de los genes: 26 algunos actúan por la represión del gen, otros activándolo, y algunos genes tienen más de un mecanismo de control. El sistema "Lac operon", descubierto en una bacteria común, ha llegado a ser un ejemplo clásico de un sistema de control del gen.27 Este sistema regula la producción de tres enzimas empleadas en el metabolismo del azúcar llamado lactosa. las tres enzimas están codificadas una junto a la otra en el ADN. Precediendo a estos códigos hay cuatro regiones especiales de ADN codificado, necesarias para la regulación y la producción de enzimas de acuerdo con las necesidades del organismo. 28 Está claro que hay un vasto número de cambios químicos en las células, y estos tienen sistemas de control complejos. 3. Sistemas para corregir errores. En los organismos multicelulares, se producen muchas células nuevas como parte del proceso normal de mantenimiento y reparación. Al dividirse cada célula, se replican de millones a miles de millones de bases nucleótidas. En el caso de los seres humanos, más de tres mil millones de estos pares de bases nucleótidas se reproducen cada vez que se fabrica el ADN para una célula nueva. En el proceso de duplicar esta información, pueden producirse errores con bastante frecuencia. Aunque algunos de estos errores de copia pueden parecer que hacen poca diferencia, otros pueden ser fatales para un organismo. la tasa de error sin enzimas editoras puede alcanzar hasta el 1%. Esto daría como resultado de miles a millones de errores en cada división celular. Afortunadamente, existen sistemas eficientes para prevenir esto. Tales mecanismos elaborados pueden mejorar la exactitud de copiado millones de veces, de modo que quedan muy pocos errores. 29 Estos elegantes sistemas de corrección revisan si hay errores y corrigen cualquier sección equivocada del ADN. En la bacteria Escherichia co/i se han identificado por lo menos 15 enzimas involucradas con la reparación del ADN, y tenemos todavía mucho para aprender acerca de estos sistemas. 30 Desde una perspectiva evolucionista, surgen ciertas preguntas cuando se considera este sistema de control del ADN. ¿Cómo podría un sistema propenso a los errores ser lo suficientemente consistente para permitir la evolución de un mecanismo autocorrector? Esta dificultad ha sido descrita como "un problema no-resuelto en la biología teórica". 31 Al estudiar el ADN, los hombres de ciencia están descubriendo una amplia

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colección de funciones especializadas que copian, cortan, empalman, editan, producen translocaciones e invierten el ADN. la antigua idea de un esquema sencillo de ADN que dicta el desarrollo y el funcionamiento de los organismos se está reemplazando por un concepto "fluido" del ADN con capacidades de programación. J. A. Shapiro, de la Universidad de Chicago, reflexiona sobre las ideas más nuevas cuando afirma que "necesitamos pensar en los genomas [el ADN] como sistemas de procesamiento de información". 32 Continúa enfatizando "que muchas (tal vez la mayoría) de las alteraciones del ADN no se deben a eventos químicos al azar o a errores de replicación. Más bien, resultan de la acción de. sistemas bioquímicos altamente sofisticados que pueden considerarse como funciones de reprogramación de los genomas [ADN]". En biología molecular la búsqueda de la verdad recién ha comenzado. CONCEPTOS EVOLUCIONISTAS EXTRAORDINARIOS

El período de pensamiento evolucionista diversificado ha generado más que una variedad corriente de ideas y conflictos. El no encontrar una explicación persuasiva para el desarrollo evolucionista ha estimulado algunas sugerencias poco usuales. Mencionaré sólo tres como ejemplos. En Inglaterra, el químico James lovelock ha promulgado la Hipótesis Gaia. Ha sido fuertemente apoyado por lynn Margulis, que ha sido un biólogo distinguido en la Universidad de Boston. la idea ha ganado popularidad significativa, · pero no entre los evolucionistas clásicos. Gaia es la idea de que todo el planeta Tierra es un organismo viviente cuya vida interactúa armoniosamente con la Tierra inanimada como un todo correlativo. 33 Gaia involucra más un proceso simbiótico de organismos que operan juntos en vez de competir por la supervivencia. Al patrocinar estos conceptos más nuevos, Margulis afirma que el neodarwinismo "debe ser abandonado como una secta religiosa pequeña del siglo XX dentro de la extensa creencia religiosa de la biología anglosajona". 34 Cristopher Wills, del campus de San Diego de la Universidad de California, ha propuesto que los genes han evolucionado hacia una capacidad creciente para facilitar su propio perfeccionamiento. 35 Aunque comienza desde una perspectiva científica ortodoxa, Wills propone que algunas de las complejidades de los organismos avanzados son el resultado de que los genes desarrollan "sabiduría" para administrar funciones más complejas al progresar la evolución. Proporciona poca evidencia convincente, pero utiliza una multitud de ejemplos que indican que los organismos avanzados tienen mecanismos genéticos altamente

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integrados. Aun cuando los sistemas vivientes son indudablemente de alta complejidad, la suposición de que esta "sabiduría" se desarrolló por sí misma no tiene mucho fundamento. En la misma línea de pensamiento están los estudios con computadoras que intentan descubrir cómo la vida pudo organizarse a sí misma. Como se indicó antes, 36 la segunda ley de la termodinámica sugiere que en el universo hay una tendencia inexorable hacia el desorden. El evolucionismo sugiere lo opuesto, y estos estudios tratan de explicar esto. 37 Para estudiar esto se crea un mundo biológico virtual en una computadora. Nuestros virus de computadoras que nos son familiares contienen algunos de los elementos de esta "vida artificial". Se añaden programas para notar los efectos de factores simulados tales como variabilidad, competición y selección natural. Se espera que estos estudios puedan explicar la autoorganización que se espera de la evolución. Se informa de algún éxito, pero hay muchos factores que complican aún este "universo de siliconas" simplificado. El trabajo se concentra en el Instituto de Santa Fe, en Nuevo México, Estados Unidos, con especialistas de diversos otros centros de investigación. El tema dominante es el del origen de la complejidad que se estudia en una amplia perspectiva, que incluye: evolución, ecología, sistemas humanos y Gaia. Se está buscando una especie de explicación universal para el surgimiento de la complejidad. Hay cierto consenso de que la complejidad se desarrolla en los "bordes del caos". Esto se basa en que los sistemas que son altamente ordenados y estables, tales como los cristales, siguen un esquema fijo y no generan nada nuevo. Por otro lado, los sistemas completamente caóticos tales como un gas calentado son demasiado amorfos y revueltos como para ser significativos. De aquí que los sistemas complejos deberían haberse desarrollado entre estos dos extremos, en el borde del caos. El trabajo del Instituto ha sido criticado desde varias perspectivas. Las esperanzas de una explicación universal para la complejidad están debilitándose. 38 Algunos biólogos creen que la selección natural sola es suficiente para explicar la complejidad, y que no se necesitan otras explicaciones. 39 0tros están preocupados de que la simplificación pueda producir comprensión a expensas de la realidad. 40 Un evolucionista destacado, John Maynard Smith, caracteriza esta clase de vida artificial como "una ciencia básicamente libre de hechos"/1 mientras el ecólogo Robert May encuentra que el trabajo del Instituto es "matemáticamente interesante pero biológicamente trivial". 42 Una de las críticas más

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serias desde el punto de vista lógico señala que "la verificación y validación de los modelos numéricos de los sistemas naturales es imposible, porque los sistemas naturales complejos nunca son cerrados". 43 Nunca podemos estar seguros de que toda la información está ahí. El famoso zoólogo francés Pierre Grassé tiene un enfoque diferente, planteado en su agudo libro titulado Evolution of Living Organisms [la evolución de los organismos vivos]. 44 Grassé, que fue presidente de la Academia Francesa de Ciencias y editor de un tratado de Zoología en 35 tomos, está plenamente familiarizado con los organismos vivientes. critica fuertemente algunos de los conceptos evolucionistas corrientes y niega categóricamente el poder de las mutaciones y de la selección natural en el evolucionismo. Para superar las lagunas entre los grandes grupos de organismos, sugiere una actividad especial de los genes y la bioquímica, pero concuerda en que la evolución es un misterio acerca del que se sabe poco, o del que poco se puede saber. Concluye afirmando: "Tal vez en esta área la biología no puede ir más allá; el resto es metafísica". 45 ¿HACIA DÓNDE VA EL EVOLUCIONISMO?

En los últimos años ha aparecido un torrente de libros que critican la teoría evolucionista. Muchos de ellos han sido escritos por personas que creen en el evolucionismo, o que por lo menos no creen en el creacionismo. A continuación damos algunos ejemplos: 1. Michael

J.

Behe. Darwin's 8/ack Box: The Biochemical Challenge to Evolu-

tion.46 Este bioquímico de la Universidad de lehigh, quien no es creacionista, por lo menos en la interpretación tradicional del término "creacionista", da muchos ejemplos de lo que él llama la "complejidad irreductible" que él cree que no pudo originarse por procesos fortuitos. 2. Francis Crick. Life ltself: lts Origins and Nature. 47 Este premio Nobel señala que los problemas con respecto al origen de la vida sobre la Tierra son tan grandes que ella debe de haberse originado en alguna otra parte del universo y luego fue transferida aquí. 3. Michael Dentan. Evolution: A Theory in Crisis. 48 Este microbiólogo australiano descarta a la ligera la creación como un mito, pero sin embargo afirma: "En última instancia, la teoría de la evolución de Darwin no es ni más ni menos que el gran mito cosmogénico del siglo XX" .49

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4. Francis Hitching. The Neck of the Giraffe: Where Darwin Went Wrong. 50 Hitching rechaza la creación pero plantea muchos problemas serios al evolucionismo. 5. Mae-Wan Hoy Peter Saunders. Beyond Neo-Darwinism. 51 Estos dos académicos de Inglaterra, quienes son evolucionistas, señalan que "todos los indicios son que la teoría de la evolución está en crisis, y que el cambio está en camino" Y 6. Senen Levtrup. Darwinism: The Refutation of a Myth. 53 Este embriólogo de Suecia que cree en alguna forma de evolucionismo mediante pasos grandes, afirma: "Yo creo que un día el mito de Darwin será considerado entre las más grandes mentiras de la historia de la ciencia. Cuando esto ocurra, muchas personas plantearán la pregunta: ¿Cómo pudo ocurrir esto?" 54 7. Mark Ridley. Problems of Evolution. 55 Este evolucionista de la Universidad de Oxford plantea varias preguntas acerca de la evolución, algunas de las cuales cree que son menores, mientras que otras, tales como de qué manera ocurren los cambios mayores de la evolución, son definidamente problemáticas. 8. Robert Shapiro. Origins: A Skeptic's Cuide to the Creation of Ufe on Earth. 56 Este distinguido químico de la Universidad de Nueva York plantea muchas preguntas acerca del evolucionismo. Afirma su fe en la ciencia y espera que se podrá encontrar un modelo plausible. 9. Gordon Rattray Taylor. The Great Evolution MysteryY Este bien informado escritor científico británico afirma su creencia en el evolucionismo, pero con respecto al mecanismo para esa evolución asevera: "En resumen, el dogma que ha dominado la mayor parte del pensamiento biológico durante más de un siglo se está derrumbando". 58 Esta abundancia de críticas no debería ser interpretada como una indicación de que los hombres de ciencia están por renunciar al evolucionismo. Este no es el caso. Pero es indicativo, sin embargo, que los últimos hallazgos de la ciencia no estén proporcionando nada que se acerque a un modelo practicable para la evolución. No sabemos qué futuro le espera a la teoría de la evolución, pero se sienten los vientos de cambio. Sin embargo, a pesar de las insuficiencias y de

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los conflictos internos, los hombres de ciencia, los profesores y los libros de texto presentan todavía, en general, el evolucionismo como un hecho que no necesita ser reevaluado. Richard Dawkins, de la Universidad de Oxford, afirma que "hoy la teoría de la evolución está tan abierta a la duda como la teoría de que la Tierra gira alrededor del Sol", 59 mientras que Ernst Mayr, de Harvard, comenta que "no hay justificación de ninguna clase para la afirmación de que el paradigma darwiniano ha sido refutado y ha sido reemplazado por otra cosa". 60 A pesar de estas declaraciones optimistas, un número significativo de hombres de ciencia están planteando preguntas acerca de la teoría general de la evolución.

CONCLUSIONES

Uno de los problemas principales que afrontan los evolucionistas es que la misma ciencia que adoptan parece estar diciendo que no se ha encontrado una explicación plausible para su teoría. ¿Cómo llegaron los evolucionistas a este aprieto? Esta es la pregunta más importante. 61 En la actualidad, los mecanismos evolutivos propuestos parecen ser más improbables que nunca. Muchos sistemas biológicos parecen demasiado complejos como para un origen espontáneo por medio de eventos fortuitos. Ejemplos notables incluyen: 1) un sistema para la síntesis de las proteínas en el que se provee la información por medio de un código genético, que luego es descodificado durante la síntesis; 2) un complejo sistema de control de los genes; 3) complicados sistemas de edición para corregir los errores de copia del ADN. Se podrían dar muchos otros ejemplos. Estos sistemas parecen ser intrincados, y altamente programados. No parece que pudieron surgir espontáneamente. No esperaríamos que apareciera espontáneamente una computadora ya programada en un planeta desolado, ni tampoco deberíamos esperar el origen espontáneo de los sistemas de retroalimentación biológicos. Además de los orígenes, también se necesita la reproducción. De modo que esas computadoras deberían tener la capacidad de reproducirse a sí mismas para formar miles de réplicas. La alternativa creacionista sugiere que una diversidad de organismos, con una adaptabilidad limitada, fueron diseñados a propósito. Los creacionistas no tienen todas las respuestas, pero las diferentes opiniones y la cantidad de problemas científicos que tiene el evolucionismo pueden sugerir que el modelo creacionista merece una consideración cuidadosa.

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1 MÁS PREGUNTAS BIOLÓGICAS

Notas y referencias: l. Citado en: A. L. Mackay, A Oictionary of Scientific Quotations (Bristul y Filadelfia: lnstitute of Physics Publishing, 1991 ), p. 114. 2. E. Mayr, Evolution and Diversity of Life: Selected Essays (Cambridge y Londres: The Belknap Press of Harvard University Press, 1976), p. 411. 3. N.l. Platnick, "Review of Mayr's Evolution and the Diversity of Life'', Systematic Zoology 26(1977):224-228. 4. T. Bethell, "Agnostic Evolutionists", Hatper's 270(1617-1985):49-52, 56-58, 60, 61. 5. N. Eldredge, S.]. Gould, "Punctuated Equilibria: An Alternative to Phyletic Gradualism", en: T.j.M. Schopf, ed., Models of Paleobiology (San Francisco: Freeman, Cuoper and Co., 1972), pp. 82-115.

6. a) N. Eldrege, Reinventing Darwin: The Great Debate at the High Tab/e of Evolutionary Theory (N. York: John Wiley and Sons, lnc., 1995); b) A. Hoffman, Arguments on Evolution: A Paleontologist's Perspective (N. York y Oxford: Oxford University Press, 1989), p. 93; e) R.A. Kerr, "Did Darwin Get it All Right?", Science 267(1995):1421, 1422. 7. Esto se considerará adicionalmente en el capítulo 11. 8. Para una buena introducción al concepto, ver: a) M. Kimura, "The Neutral Theory of Molecular Evolution", Scientific American 241 (5-1979):98-126. Para un análisis más técnico, ver: b) M. Kimura, The Neutral Theory of Molecular Evolution (Cambridge, Londres y N. York: Cambridge University Press, 1983).

9. M. Kimura, "Evolutionary Rate at the Molecular Level", Nature 217(1968):624-626. 1O. ].L. King, T.H. jukes, "Non-Darwinian Evolution", Science 164(1969):788-798. 11. E. Zuckerkandl, L. Pauling, "Evolutionary Divergence and Convergence in Proteins", en V. Bryson, H.]. Vogel, eds., Evolving Genes and Proteins: A Symposium (N. York y Londres: Academic Press, 1965), pp. 97-166. 12. M. L. Baba, L. L. Draga, M. Goodman, ]. Czelusniak, "Evolution of Cytuchrome Parsimony Method", }ournal of Molecular Evolution 17(1981):197-213.

e lnvestigated by the Maximum

13. F.]. Ayala, "On the Virtues and Pitfalls of the Molecular Evolutionary Clock", The }ournal of Heredity 77(1986):226-235. 14. a) S. Easteal, "The Relative Rate of DNA Evolution in Primates", Molecular Biology and Evo/ution 8(11991 ):115-127; b) M. Goodman, B.F. Coop, j. Czelusniak, D.H.A. Fitch, D.A. Tagle, ].L. Slightom, "Molecular Phylogeny of the Family of Apes and Humans", Genome 31(1989):316-335. 15. a) ].H. Gillespie, "The Molecular Clock May Be an Episodic Clock", Proceedings ofthe National Academy of Sciences USA 81 :(1984):8009-8013; b) ].H. Gillespie, "Natural Selection and the Molecular Clock", Molecular Biology and Evolution 3(2-1986):138-155.

16. M.O. Dayhoff, Atlas of Protein Sequence and Structure (Washington DC: National Biomedical Research Foundation, 1976), t. 5, Suplemento 2, p. 129. 17. Para doce ejmplos de éstos, ver: G.C. Milis, "The Molecular Evolutionary Clock: A Critique", Perspectives on Science and Christian Faith 46(1994):159-168.

18. A.R. Wyss, M.]. Novacek, M.C. McKenna, "Ami no Acid Sequen ce versus Morphological Data and the lnterordinal Relationships of Mammals", Molecular Biology and Evolution 4(2-1987):99-116. 19. D.C. Fisher, "Rates of Evolution -

Living Fossils", en: D.E.G. Briggs, P.R. Crowther, eds., Paleobiology: A

Synthesis (Oxford: Blackwell Scientific Publications, 1990), pp. 152-159.

20. R. Lewin, "Molecular Clocks Run Out of Time", New Scientist (1 O de febrero de 1990), pp. 38-41. 21. S. Scherer, "The Protein Molecular Clock: Time for a Revelation", en: M. K. Hecht, B. Wallace, R.]. Maclntyre, Evolutionary Biology (N. York y Londres: Plenum Press, 1990), t. 24, pp. 83-106.

22. Ver: V. Morell, "Proteins 'Ciock' the Origins of All Creatures ·- Great and Small", Science 271 (1996):448. 23. L. Vawter, W.M. Brown, "Nuclear and Mitochondrial DNA Comparisons Reveal Extreme Rate Variation in the Molecular Clock", Science 234(1986):194-196. 24. Para una discusión y evaluación de los seudogenes, ver: L.J. Gibson, "Pseudogenes and Origins", Origins 21(1994):91-108. 25. a) F. Flam, "Hints of a Language in junk DNA", Science 266(1994):1320; b) R. Nowak, "Mining Treasures from Junk DNA", 5cience263(1994):608-610.

16

LOS ORIGENES 1 LOS ORGANISMOS VIVIENTES

162

26. M. Ptashne, "How Gene Activators Work", Scientific American 260(1-1989):40-47. 27. F. Jacob, J. Monod, "Genetic Regulatory Mechanisms in the Synthesis of Proteins", }ournal of Molecular 8iology 3(1961):318-356. 28. Ver también: Ptashne (nota 26). 29. Para una presentación semitécnica, ver: M. Radman, R. Wagner, "The High Fidelity of DNA Duplication",

Scientific American 259(1988):40-46. 30. Para una discusión técnica, ver: a) M. Grilley, J. Holmes, B. Yashar, P. Modrich, •Mechanisms of DNA-mismatch Correction", Mutation Research 236(1990):253-267; b) G.R. Lambert, "Enzymic Editing Mechanisms and the Origin of Biologicallnformation Transfer", }ournal of Theoretical 8iology 107(1984):387-403; e) P. Modrich, "Mechanisms and Biological effects of Mismatch Repair", Annual Review of Genetics 25(1991 ):229-253. 31. Lambert (nota 30b). 32. J.A. Shapiro, "Genomes and Smart Systems", Genetics 84(1991 ):3, 4. 33. Ver: J.E. Lovelock, Gaia, a New Look at Life on Earth, ed. rev. (Oxford y N. York: Oxford Unlversity Press, 1987). 34. L. Margulis, "Kingdom Animalia: The Zoological Malaise from a Microbial Perspective", American Zoologist 30(1990):861-875. 35. Ver: C. Wills, The Wisdom ofthe Genes: New Pathways in Evolution (N. York: Basic Books, lnc., 1989). 36. Ver capftulo 5. 37. Unas pocas referencias son: a) P. Bak, K. Chen, •self-organized Criticality", Scientific American 264(1991):46-53; b) J. Horgan, "From Complexity to Perplexity", Scientific American 272(1995):104-109; e) S.A. Kaufmann, The Origin of Order: Self-organization and Selection in Evolution (Oxford y N. York: Oxford University Press, 1993); d) R. Lewin, Complexity: Life at the Edge of Chaos (N. York: Collier Books, Macmillan Publ. Co., 1992); e) D.W. McShea, "Complexity and Evolution: What Everybody Knows", 8iology and Philo-

sophy 6(1991 ):303-324; f) N. Oreskes, K. Shrader-Frechette, K. Belitz, "Verification, Validation and Confirmation of Numerical Models in the Earth Sciences", Science 263(1994):641-646; g) M.M. Waldrop, Complexity:

The Emerging Science at the Edge of Order and Chaos (N. York, Londres y Toronto: Simon and Schuster, 1992). 38. Ver Horgan (nota 3 7b). 39. Por ejemplo: R. Dawkins, The 8/ind Watchmaker (N. York y Londres: W.W. Norton and Co., 1986). 40. Lewin, p. 101 (nota 37d). 41. Horgan (nota 37b). 42. Lewin, p. 184 (nota 37d). 43. Oreskes et. al., (nota 37f). 44. P-P. Grassé, Evolution of Living Organisms: Evidence for a New Theory of Transformation, B.M. Carlson, R. Castro, trads. (N. York, San Franscisco y Londres: Academic Press, 1977). Traducción de: L'tvolution du Vi-

vant. 45. lbfd., p. 246. 46. M.J. Behe, Darwin's 8/ack 8ox: The 8iochemical Challenge to Evolution (N. York y Londres: The Free Press, 1996). 47. F. Crick, Life ltself: lts Origin and Nature (N. York: Simon and Schuster, 1981). 48. M. Denton, Evolution: A Theory in Crisis (Londres: Burnett Books, 1985). 49. lbíd., p. 358. 50. F. Hitching. The Neck ofthe Giraffe: Where Darwin Went Wrong (New Haven y N. York: Ticknor & Fields, 1982). 51. M-W. Ho, P. Saunders, eds., 8eyond Neo-Darwinism.- An lntroduction to the New Evo/utionary Paradigm (Londres y Orlando: Academic Press, 1984). 52. lbfd., p. ix. 53. S. LI!JV!rup, Darwinism: The Refutation of a Myth (Londres, N. York y Sydney: Croom Helm, 1987). 54. lbíd., p. 422. 55. M. Ridley, The Problem of Evolution (N. York y Oxford: Oxford University Pres, 1985).

CAPfTULO 8

1 MÁS PREGUNTAS BIOLÓGICAS

56. R. Shapiro, Origins: A Skeptic's Guide to the Creation of Life on Earth (N. York: Summit Books, 1986). 57. G.R. Taylor, The Great Evolution Mystery (N. York: Harper and Row, 1983). 58. lbfd., p. 15. 59. R. Dawkins, The Selfish Gene, nueva ed. (Oxford y N. York: Oxford University Press, 1989), p. 1. 60. E. Mayr, "Darwin's Five Theories of Evolution", en: D. Kohn, The Darwinian Heritage (Princeton, N): Princeton University Press 1985), pp. 755-772. 61. Para una sugerencia ver el capftulo 20.

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EL REGISTRO FÓSIL ¡Encuentro tan difícil ver lo que está directamente delante de mis ojos! LUDWIG WITIGENSTEIN 1

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cababa de trepar por un barranco empinado y me había metido en / un agujero en la capa de lava sobre el Lago Azul en el Estado de Washington, EE.UU. La vista hacia el interior era asombrosa. Estaba dentro del molde de un rinoceronte que había sido sepultado en una corriente de lava. Al endurecerse la lava, había formado un molde del cuerpo del rinoceronte. Aunque no quedaba ninguna parte del cuerpo, estaba dentro de lo q'ue sin lugar a dudas había sido un rinoceronte, y era fascinante obtener la "historia desde adentro". Cuando fue sepultado, el animal estaba acostado sobre su lado izquierdo; eran claramente visibles las cavidades donde habían estado sus cortas patas, y el molde era tan detallado que se podían ver los pliegues de la piel y los ojos, y los puede reconocer fácilmente. Alguien había encontrado los huesos del rinoceronte en el molde y los había enviado a un museo, confirmando la identificación. Cualquier evidencia de la vida del pasado remoto se conside-

ra un fósil. Así, ya sea el molde del rinoceronte como los huesos que se encontraron en su interior serían fósiles. Éstos tienen muchas formas, tales como el cuerpo mismo de un insecto atrapado y conservado en la resina que brotó de un árbol y que más tarde se convirtió en ámbar, o puede ser sencillamente una concha en una roca que ha sido completamente reemplazada por otros minerales. En otros casos pueden ser los restos del esqueleto de un dinosaurio (Figura 9.1) u otro animal me167

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LOS ORIGENES 1 LOS

FÓSILES

Huesos de dinosaurio en una capa de arenisca de la Formación Morrison, del Jurásico. Estos huesos están en el Monumento Nacional de Dinosaurios, cerca de jensen, Utah. Los huesos más largos tienen de un metro a un metro y medio. La forma desordenada de los huesos sugiere algo de transporte antes de su deposición final.

nos familiar como los reptiles voladores, que tenían una envergadura de 15,5 m. 2 También se incluyen entre los fósiles la pisada de una tortuga conservada entre capas de arenisca. En este capítulo consideraremos algunas informaciones generales acerca de los fósiles, incluyendo su formación y los problemas de identificación. Especialmente importante es el orden de los fósiles en la columna geológica. Esta información es esencial para comprender los próximos dos capítulos. LA FASCINACIÓN DE LOS FÓSILES

Parte de la fascinación que nos causan los fósiles sin duda proviene de la curiosidad acerca de lo que a veces se llama la "gran historia", es decir, la historia de toda la vida sobre la Tierra. Los fósiles son sumamente importantes en la cuestión de los orígenes, porque proporcionan los mejores indicios disponibles acerca de la naturaleza de la vida pasada sobre la Tierra. Aunque el buscador de fósiles trata con los muertos, le gusta pensar que, en un sentido, él los "resu-

CAPfTULO 9

1 EL REGISTRO FÓSIL

cita" 3 al interpretarlos y restaurar la vida pasada sobre la base de lo que ve. Esto genera una fascinación difícil de explicar, pero que está bien demostrada en la incontable cantidad de fósiles que se exhiben en museos públicos y privados en todo el mundo. Hasta la fecha se han descrito un cuarto de millón de especies fósiles. Esto es más o menos 1/5 del número de especies vivientes identificadas, pero la comparación puede no ser válida, ya que a menudo se usan criterios diferentes en la identificación. El número de especies fósiles probablemente no es comparable con las especies vivientes. Muchos hombres de ciencia han dedicado sus vidas enteras al estudio de los fósiles, y a veces con tanta devoción que sus travesuras a menudo han llegado a formar parte de las tradiciones paleontológicas con frecuencia risueñas, y a veces mórbida. Paleontología es el término con el que se designa el estudio de los fósiles. Edward Drinker Cope (1840-1897), quien eventualmente se unió al personal de la Universidad de Pennsylvania, y Othniel Charles Marsh (1831-1891 ), de la Universidad de Vale, pueden ser considerados con todo derecho como los pioneros de la paleontología vertebrada (animales que tienen columna vertebral) de Norteamérica. Cada uno de ellos describió muchos centenares de organismos fósiles que habían coleccionado, o que otros habían recogido a medida que se abría y exploraba el Oeste, con su vasta exposición de formaciones geológicas. Cope y Marsh amaban los fósiles mucho más de lo que se amaban el uno al otro y, con persistencia, cada uno trataba de hacer más que el otro en su "gran fiebre de huesos". Desafortunadamente, el oeste de los Estados Unidos era demasiado pequeño para ambos coleccionistas tan apasionados. En biología y paleontología, la primera persona que describe un organismo tiene prioridad para darle nombre, y a menudo su propio nombre se asocia con la designación de la especie. Cope y Marsh con frecuencia competían en ser los primeros en describir cualquier especie nueva que se encontraba. Marsh tuvo acceso al American )ournal of Science [Revista Norteamericana de Ciencia] para una rápi-

da publicación, y Cope era el dueño y editor del American Naturalist [El Naturalista Norteamericano]. Un incidente que se recuerda de su tristemente célebre guerra, ocurrió en una reunión en Filadelfia a la que ambos asistieron. Cope anunció el primer descubrimiento de reptiles pérmicos en el Oeste. Se informó que Marsh salió de la reunión antes que terminara, fue a su laboratorio, miró diversos especímenes, y rápidamente publicó un informe apresurado pretendiendo ser el primero

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LOS ORfGENES 1

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LOS FÓSILES

en informar acerca de vertebrados pérmicos en los Estados Unidos. Al hacer esto, ignoró totalmente el anuncio de Cope. Un Cope perturbado publicó su propio informe, afirmando que fue distribuido tres semanas antes de lo que realmente ocurrió. 4 En otro incidente, Cope reunió apresuradamente un esqueleto de reptil, mezclando algunos huesos del cuello con los de la cola. Marsh lo acusó rápidamente de poner la cabeza en la cola, lo que hizo que Cope gastara un esfuerzo considerable en retirar los ejemplares de Transactions of the American Philo-

sophical Society [Actas de la Sociedad Filosófica Norteamericana], en la que había publicado la restauración errónea. 5 En 1'890 los detalles de las peleas entre los dos hombres de ciencia llegaron a las páginas del Herald [Heraldo] de Nueva York. Entre las muchas acusaciones de Cope estaba la que decía que Marsh había plagiado del hombre de ciencia ruso Alexander Kowalevsky la famosa serie evolucionista del caballo que aparece hasta hoy en muchos libros de texto de biología y de paleontología. En un número posterior del Herald, Marsh negó haber cometido esa maldad y acusó a Cope y a Kowalevsky de ser predadores de fósiles de los museos del mundo. Marsh llegó a decir: "Kowalevsky por fin fue atacado por el remordimiento y terminó su desafortunada carrera reventando su propio cerebro. Cope todavía vive, sin arrepentirse". 6 Después de haber sido expuestos en el Herald, la guerra disminuyó, pero sólo un poco. Debe reconocerse que, en un sentido, la competencia fue saludable para la paleontología. La cantidad de trabajo científico realizado fue prodigiosa, aunque algunos de ellos fueron hechos con bastante descuido. En 38 años, Cope publicó 1.400 artículos científicos él solo. 7 CÓMO SE FORMAN LOS FÓSILES

Una pisada dejada por una rana en el barro, o una langosta que muere en el campo, generalmente no se conservan, porque ocurre la desintegración física o química mucho antes de que el organismo o sus huellas puedan ser sepultados. La fosilización es un evento muy raro. "En general, cuanto más rápidamente es sepultado un organismo, y cuanto más sólido sea el sellado de su tumba sedimentaria, tanto más posibilidades tiene de ser conservado". 8 Los arrecifes de coral son una excepción notable, porque los esqueletos del coral que forman la estructura del arrecife se conservan, ya que nuevo material crece sobre ellos.

CAPfTULO 9

1 EL REGISTRO FÓSIL

los fósiles se encuentran casi exclusivamente en las rocas sedimentarias, tales como la caliza, las pizarras, la arenisca o los conglomerados. Están totalmente ausentes de muchas formaciones rocosas, y son abundantes en algunos pocos lugares. Bajo condiciones inusuales pueden ser incorporados en depósitos volcánicos, y aún más raramente aparecen en el granito. 9 En el proceso de fosilización, con el tiempo ocurren cambios. Estos cambios pueden ser mínimos, como en el caso de los mamuts congelados; con frecuencia, sólo permanecen las partes duras, como es el caso de los huesos o conchas fósiles. Algunos fósiles, como la madera o los huesos, pueden quedar prácticamente sin alteraciones. A veces, los pequeños "poros" originales son llenados con minerales, mientras en otros casos, la concha, el hueso o la madera han sido completamente reemplazados por minerales. Durante el proceso de conservación, mucho del hidrógeno, oxígeno y nitrógeno de la materia orgánica original (tejidos) escapan. A veces, la materia orgánica deja una tenue película de carbón sobre la impresión. Muchos fósiles están bien conservados, algunos otros, no tanto, y para algunos no podemos estar seguros de si realmente son fósiles o no. LOS SEUDOFÓSILES

Me asombran los paleontólogos que pueden señalar una gran variedad de formas fósiles en lo que parece ser un trozo de roca común. Sin embargo, siempre he mantenido un saludable escepticismo acerca de algunas de esas pretensiones. las acusaciones que hacen los paleontólogos acerca de que otros no tienen el"ojo entrenado" no siempre han aliviado las dudas con respecto a algunas de sus aseveraciones. la determinación de si una forma peculiar en una roca es un fósil auténtico puede, en algunos casos, ser sumamente difícil. Ondas de barro que se han secado y conservado, a veces se han interpretado como partes de cangrejos; marcas de arrastre producidas por el movimientode algún objeto durante una tormenta pueden parecerse a los rastros de algunos gusanos; precipitaciones químicas de pirita en forma de rosas han sido interpretadas como medusas, así como marcas dejadas por burbujas de gas; 10 y organismos similares a las esponjas (archeocyatidae) han resultado ser formas producidas por cristalización inorgánica. 11 Se han usado los términos seudofósiles o dubiofósiles para describir fósiles falsos o dudosos. El venerable Treatise on lnvertebrate Pa-

leontology12 [Tratado sobre invertebrados fósiles) registra 69 descripciones publicadas de "organismos fósiles" originalmente identificados como corales, al-

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FÓSILES

Un seudofósil. Esta placa de roca pulida, llamada pisolita, proviene de la Formación Yates, del Pérmico, en Walnut Canyon, Nuevo Méjico. Se creyó un tiempo que las capas concéntricas que forman los cuerpos esféricos se formaron como un estromatolito, por medio de microorganismos que vivían en la superficie de los pisolitos con forma de piedras redondeadas. De acuerdo con interpretaciones más nuevas, son el resultado de precipitación química inorgánica que ocurre debajo de la superficie del suelo pero por encima de la capa freática. La evidencia incluye la forma en que los esquemas de crecimiento de los pisolitos se deforman uno contra otro, y las láminas que crecen alrededor de varios pisolitos. Esta muestra tiene unos 12 cm de largo. Ver el texto para más detalles.

CAPfTULO 9

1 EL REGISTRO FÓSIL

gas, hongos, esponjas, caracoles, etc., que muy probablemente sean de origen no biológico. Estos objetos mal identificados parecen haber sido producidos por condiciones de depósito inusuales. Brooksella canyonensis es un "fósil" que se parece a una grieta en forma de estrella. Tiene una lista impresionante de interpretaciones, incluyendo: 1) el cuerpo fósil de una medusa; 2) la impresión invertida de un sistema inorgánico de fracturas producido por la evasión de gas; 3) el resultado de compactación; 4) la impronta de un agujero donde se alimentó una estrella de mar; o 5) posiblemente el trabajo de un gusano.B Aunque no se deben ignorar estos ejemplos, es necesario recordar que hay muchos fósiles excelentes. El problema con los seudofósiles es particularmente agudo en las partes inferiores del registro fósil, donde los evolucionistas esperan encontrar las formas de vida más primitivas y sencillas. Encontrar estas formas de vida más antiguas ha llegado a ser casi una obsesión en el caso de algunos paleontólogos. En la literatura profesional aparecen muchos candidatos a ser los seres más antiguos. Por otro lado, varios investigadores han sido capaces de imitar la apariencia de estas formas sencillas de vida con precipitaciones inorgánicas, o por medio de condiciones especiales de deposición. Formas esféricas, tubulares o espiraladas, formas fósiles características, son fácilmente reproducibles a partir de productos químicos inorgánicos en el laboratorio. 14 Es un crédito para los paleontólogos que ellos expresen ahora considerable precaución con respecto a la autenticidad de la mayor parte de las pretensiones relacionadas con fósiles en lo que se considera como los sedimentos más antiguos: el Arqueano (ver Tabla 9.1 ). Dos especialistas en este campo, William Schopf y Bonnie Packer, al referirse a informes de microfósiles de por lo menos 28 localidades del Arqueano, declaran: "Sin embargo, virtualmente todos han sido reinterpretados ... como dubiofósiles o no fósiles: seudofósiles, artefactos o contaminantes". 15 El paleontólogo Richard Cowen afirma: "Sólo unos pocos informes de células fósiles Arqueanas parecen ser genuinas, de un total de cincuenta o más casos". 16 Roger Buick, de Harvard, se refiere a una hueste de problemas con la identificación de la mayoría de estos fósiles primitivos encontrados en North Pole, Australia. 17 (El lugar se llama North Pole porque, como el Polo Norte real, es un lugar notablemente desolado.) Un antiguo dicho geológico que afirma: "Yo nunca lo hubiera visto si no lo hubiese creído", parece aplicarse a muchos de estos casos. El problema de los seudofósiles se enfoca más claramente con respecto a los estromatolitos, que son estructuras sedimentarias finamente laminadas, gene-

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FÓSILES

ralmente de un centímetro a un metro de espesor, y que a menudo tienen formas onduladas o de montecitos. Los estromatolitos se forman bajo el agua como pequeñas esteras de organismos microscópicos que viven en esa superficie y atrapan o precipitan minerales, los que son incorporados a esa estructura en capas. Hay dudas en cuanto a si lo que parece ser uh estromatolito fósil se formó biológicamente, o si es sencillamente la acumulación pasiva de delgadas capas de sedimentos que han sido sujetas luego a deformación. El sedimentólogo Robert Ginsburg señala que "casi todo lo relacionado con los estromatolitos ha sido, y sigue siendo, en diversos grados, controvertido". 18 El especialista en estromatolitos Paul Hoffman, nota: "Algo que persigue a los geólogos que trabajan con lds antiguos estromatolitos es el pensamiento de que podrían ni siquiera ser biogénicos". 19 A manera de ilustración, él cita el ejemplo de las "pisolitas de algas" (rocas compuestas de capas de esferas del tamaño de arvejas) del Pérmico en Texas occidental (Figura 9.2). Originalmente se pensó que habían sido formadas biológicamente en forma similar a los estromatolitos, pero resultó que se formaron por precipitación química. 20 El bien conocido paleontólogo Charles Walcott, que por veinte años fue director del Instituto Smithsoniano, describió cinco géneros nuevos y ocho especies nuevas de estromatolitos que se creían de origen biológico. Cada una de ellas ha sido interpretada desde entonces como inorgánicos por lo menos por un investigador. 21 Aun los "estromatolitos" que se forman en la actualidad pueden ser enigmáticos. Una cantidad de "estromatolitos" descritos en diversas partes de Escandinavia han sido reinterpretados más recientemente como de origen no biológico; 22 sin embargo, hay muchos estromatolitos que son incuestionables y que viven en toda la superficie de la Tierra. LA COLUMNA GEOLÓGICA

la "columna geológica" se refiere a un diagrama compuesto, en forma de columna, que representa partes de una secuencia completa de unidades de rocas en la corteza terrestre. 23 Es algo parecido a un mapa. 'En estas representaciones, las capas más antiguas están abajo. Se puede pensar de la columna geológica como una tajada vertical delgada a través de gruesas capas de rocas, tales como las capas que se ven en la región del Gran Cañón en Arizona (Figura 13.1 ). En esa localidad sólo está representada parte de la porción inferior de la columna geológica. los términos usados para las divisiones principales de la columna están indicados del lado izquierdo de la Tabla 9.1. La secuencia no está

CENOZOICO

MESOZOICO

CUATERNARIO 1 Abundantes plantas ~on flores, algunas coníferas, hombres, aves, mamíferos, peces y abundantes insectos. TERCIARIO

Los mismos que arriba. Otros mamíferos. Plantas como en el Cretácico superior.

CRETÁCICO

Cscas, coníferas, plantas con flores, reptiles, mamíferos y pequeños orpnismos marinos.

JURÁSICO

Cicas, coníferas, dinosaurios y otros reptiles.

TRIÁSICO

Colas de caballo, helechos con semillas, coníferas, reptiles y algunos anfibios.

PÉRMICO

Colas de caballo arbóreas, helechos con semillas arborescentes, licopodios arbóreos, lirios de mar, peces, anfibios, reptiles.

Fósiles relativamente abundantes

CARBON[FERO "Bosques" carboníferos de colas de caballo arbóreas, helechos con semillas arborescentes, licopodios arborescentes, tiburones, bivalvos, anfibios, pequeños orpnismos marinos. PALEOZOICO

DEVÓNICO

Peces sin mandíbulas, pequeños organismos marinos, pocas plantas terrestres.

ORDOVfCICO

Muchos organismos marinos, incluyendo trilobites, pecten y lirios de mar.

PROTEROZOICO

ARQUEANO'

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olros omnismos marinos, la "exolosicín cámbrica".

Fauna de Ediacara (organismos marinos extraños) Acritarcas (ialgasf) Bacterias (cianobacterias) Estromatolitos Acritarcas (ialgasf) Bacterias (cianobacterias) Supuestas bacterias y euc:ariotas con fotosintesis !Formas filamentosasf iEslromatolitosf Muchos seudofósiles TIPOS DOMINANTES DE ORGANISMOS EN LA COLUMNA GEOLÓGICA

n

"=¡e

Pequeñas plantas terrestres, peces sin mandíbulas, peces acorazados, peces con huesos, tibu~ nes y pequeños orpnismos marinos.

SILÚRICO CÁMBRICO

1

m

Cl VI

Fósiles muy escasos

-1

:;111

1

.,o oVI r

Fósiles extremadamente escasos o inexistentes

....

Ul

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LOS ORIGENES 1 LOS

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completa en ningún lugar de la Tierra, aunque partes de todas las divisiones principales se encuentran en algunos pocos lugares. La columna compuesta se arma tomando información correlacionada de muchas áreas diferentes. Variaciones menores con respecto a la interpretación de la secuencia idealizada son comunes, pero la disposición general parece confiable. La correlación detallada entre las partes se basa a menudo en los fósiles y/o la clase de rocas en las que se encuentran, mientras que el cuadro general está basado tanto en la datación radiométrica de las rocas, como en la relación mutua de las capas de fósiles. Algunas veces la correlación es buena, en otras, tenue. Una capa inferior se habría depositado primero, por supuesto, y por lo tanto es más antigua. El orden de los fósiles que se encuentra en la columna geológica es crucial para cualquier interpretación de la vida pasada. Los fósiles pueden darnos indicios con respecto al ambiente en el cual vivieron y al origen de los organismos que representan. La dimensión del tiempo y la edad de los fósiles se añaden a menudo al panorama más amplio de los orígenes; ya sea unos pocos miles de años, como interpretan los creacionistas, o miles de millones de años, como interpretan los evolucionistas. UN BREVE ASCENSO POR LA COLUMNA GEOLÓGICA

Los que buscan fósiles, con frecuencia encuentran diferentes clases de fósiles en diferentes capas geológicas. La Tabla 9.1 da un cuadro general de los ti-

pos dominantes de vida que se encuentran en la columna geológica según los fósiles que se encuentran en ellas, mientras la Figura 10.1 muestra la distribu-

ción de los grandes tipos de fósiles en la columna geológica. Ambas ilustraciones pueden ser consultadas cuando el lector tenga preguntas acerca de la terminología y la disposición de la columna geológica. Difícilmente puede enfatizarse demasiado la gran diferencia que existe entre las dos principales divisiones de la columna, el Precámbrico, que está debajo de la división importante del Cámbrico, y el Fanerozoico, que se extiende hacia arriba desde el Cámbrico. Durante siglos no se encontraron fósiles en el Precámbrico, mientras que muchos miles se encontraron en las capas que había inmediatamente sobre ella. Recientemente se han descrito una cantidad de fósiles precámbricos, pero la gran abundancia y variedad del Fanerozoico sigue estableciendo un contraste notable. Cualquier modelo de historia de la vida sobre la Tierra debe tomar en cuenta esta disparidad. La búsqueda de las formas de vida más antiguas que evolucionaban en el

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Arqueano (las capas inferiores) se han concentrado en el supergrupo de sedimentos de Swazilandia en Sud África, y en el grupo Warrawoona, cerca de North Pole, Australia, y ambos se consideran de una antigüedad de 3.500 millones de años~ De ambas regiones se han descrito pequeños tipos de fósiles filamentosos que, por causa de su posible autenticidad, son de considerable interés.24 Algunos evolucionistas los consideran las formas de vida más antiguas que se conocen. En el Proterozoico (mitad superior del Precámbrico), los estromatolitos son relativamente abundantes. Debe hacerse mención especial de la ftanita o pedernal (chert] de Gunflint, en la región de los grandes lagos de los Estados Unidos. Este pedernal, también de la parte inferior del Proterozoico, tiene fósiles filamentosos bien preservados que se parecen mucho a las cianobacterias Lyngbya y Oscillatoria (algas verde-azules). 25 Fósiles especiales esféricos, llamados acritarcas, se encuentran en la mitad superior del Proterozoico. Comúnmente tienen un diámetro 0,05 mm, y algunos piensan que son una forma de quistes de algas. 26 Muestran una mayor diversidad y un aumento de tamaño cerca de la parte alta. Se considera que las acritarcas son una forma más avanzada de vida (eucariotas) porque tienen un núcleo en sus células; sin embargo, esta interpretación ha sido discutida. los eucariotas incluyen la mayoría de los organismos, desde la ameba microscópica hasta los enormes árboles de Kauri en Nueva Zelanda. En contraste, se considera que las bacterias que no tienen núcleo (procariotas) evolucionaron más temprano. Se han descrito varios otros tipos de fósiles menores, incluyendo objetos en forma de florero (0,07mm) de afinidad desconocida. En la parte superior del Proterozoico, muy cerca del Cámbrico, hay un tipo de animales peculiares, multicelulares (la fauna de Ediacara)27 que se encuentra especialmente en Australia y Rusia. Algunos parecen helechos, gusanos, ruedas con rayos, etc., y no están asociados necesariamente con formas vivientes conocidas. Hasta ahora no se ha encontrado ningún ejemplar de las formas más avanzadas (multicelulares) de animales debajo de este nivel, donde están presentes sólo unas pocas formas sencillas y a veces mal definidas, probablemente relacionadas con las algas. 28 A pesar de todos los problemas para identificar los fósiles precámbricos, hay algunos buenos ejemplos incuestionables. Estos incluyen las cianobacterias de las ftanitas de Gunflint, las acritarcas, las cianobacterias de Bitter Springs, y la fauna animal de Ediacara, todos los cuales pertenecen a la mitad

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superior del Precámbrico (Proterozoico). A éstos pueden añadirse algunas formas filamentosas más dudosas de las regiones de Fig Tree (África) y North Pole (Australia) que son del Precámbrico inferior (Arqueano). Directamente por encima de la casi total ausencia de fósiles del Precámbrico, aparecen repentinamente todos los grandes grupos de animales (ver Tabla 9.1 y Figura 10.1 ). A esta transición abrupta se la conoce como la "explosión cámbrica". Dependiendo del esquema de clasificación, aparecen en esta parte de la columna geológica unos 30 ó 40 tipos de animales (las grandes categorías del reino animal). Pocos o ningún tipo básico aparecen por encima de este nivel. Esta aparición repentina es un desafío para la idea de un proceso evolutivo largo y gradual. Debería mencionarse en forma especial los intrigantes fósiles de los famosos Esquistos Cámbricos de Burgess [Burgess Shale], de las montañas Rocosas del Canadá, donde se han coleccionado más de 73.000 especímenes. 29 Se han encontrado tipos similares en la China y en Groenlandia. Estos organismos, mayormente de cuerpos blandos, son famosos por su excelente conservación. Algunos son tan singulares que se han propuesto una cantidad de nuevos tipos de animales para cubrir su clasificación. Un organismo produce tanta intriga que se le ha dado el apropiado nombre científico de Hallucigenia. Primero se lo dibujó como un cuerpo alargado que caminaba sobre siete pares de espinas y con tentáculos por encima del cuerpo (Figura 9.3). También se ha propuesto la posición inversa con las espinas hacia arriba. Podría estar relacionado con los gusanos de terciopelo (Onychophora) que tienen patas como lóbulos pero no tienen espinas. 30 Otra sugerencia es que podría representar una parte de un animal mucho más grande. 31 Diversas variedades de plantas y animales terrestres, tales como los helechos y los insectos, aparecen en estratos de rocas por sobre la explosión cámbrica. Los mamíferos aparecen por primera vez en el Mesozoico inferior, mientras que las plantas con flores no aparecen sino hasta más arriba en el Mesozoico. Los reptiles dominan el Mesozoico, mientras que los mamíferos y las plantas con flores dominan en el Cenozoico. En general, los organismos marinos dominan en el Paleozoico inferior, mientras que los organismos terrestres dominan muchas de las porciones más arriba. Fósiles buenos y auténticos del hombre no aparecen hasta la última 1/10.000 parte de la supuesta escala del tiempo geológico. De interés especial es la posición de los diversos miembros del tipo Cordata, que incluye los animales con columna vertebral, tales como los peces

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Una de las primeras interpretaciones del enigmático animal Hallucigenia de los Esquistos Burgess, del Cámbrico del Canadá. Interpretaciones posteriores invierten el animal, con las espinas arriba.

y los hombres. los Cordados aparecen para proporcionar un aumento general de complejidad con el ascenso en los estratos. Muchos consideran que esta característica es una buena evidencia en favor del evolucionismo. En el próximo capítulo se analizarán explicaciones alternativas. La extinción en masa aparece en varios niveles del Fanerozoico. Un horizonte con extinción en masa es aquel en el que una gran proporción de las especies fósiles que están presentes en un nivel ya no se encuentran en niveles superiores. la desaparición de los dinosaurios es un ejemplo famoso pero debatido. Las mayores extinciones se encuentran en la parte superior de los períodos Cámbrico, Ordovícico, Devónico, Pérmico, Triásico y Cretácico, así como a mediados del Terciario. 32 Se han implicado como agentes causantes algunos ligados a la tierra, como inundaciones y erupciones volcánicas, como también causas extraterrestres (grandes meteoritos). 33 Sin tomar en cuenta la causa, el registro fósil da testimonio de actividades catastróficas significativas en el pasado.

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LA AGITACIÓN ACERCA DEL ORIGEN DE LOS FÓSILES

Por varios siglos se hicieron pocos intentos para distinguir entre los fósiles que se parecían a los organismos vivientes y otras estructuras singulares que se encontraban en las rocas, tales como grandes cristales inorgánicos. Se creía que ambos procedían de alguna clase de fluido concentrador, o por la acción de alguna clase de poder o espíritu especial. Más tarde, durante la última parte del siglo XVII, el debate se centró en si los fósiles eran de origen inorgánico (no viviente) u orgánico (viviente). A medida que pasaba el tiempo, interrogantes acerca del diluvio bíblico comenzaron a entrar en el debate acerca de los fósiles. Generalmente se aceptaba que el diluvio había ocurrido unos pocos miles de años antes, y se consideraba que fue el evento que más fósiles había producido. Había algunas preguntas acerca de cómo se determinó qué fósiles llegaron a las diferentes capas durante tal acontecimiento. La idea de que la separación de debía a diferencias de densidad (los fósiles más pesados se hundirían más) fue considerada seriamente. También se preguntaba por qué algunos fósiles eran tan diferentes de los organismos vivientes conocidos. Y algunos se preguntaban si pudo haber suficiente agua para cubrir los Alpes en Europa. En ese tiempo la idea de que las montañas pudieran formarse después del diluvio era muy vaga. Sin embargo, a mediados del siglo XVIII el diluvio bíblico era ampliamente aceptado como un acontecimiento histórico, y los fósiles se consideraban los restos de los organismos antiguos sepultados por el diluvio. El siglo XIX fue testigo de cambios radicales de pensamiento, no específicamente acerca del origen de los fósiles mismos, sino acerca del origen de los organismos que los habían producido. El concepto de las largas edades para el desarrollo de las rocas y para el desarrollo de la vida por evolución introdujo muchas preguntas con respecto a la interpretación de los fósiles. ¿Fueron estos fósiles el resultado del diluvio bíblico descrito en el Génesis, o fueron el resultado de millones de años de evolución? Estos conceptos con respecto al origen de los fósiles serán considerados en detalle en los próximos dos capítulos. CONCLUSIONES

Los fósiles son fascinantes y tienen mucho que decir con respecto al origen de la vida y de su historia. Su interpretación se relaciona con conceptos claves para el evolucionismo y el creacionismo. Están próximos al centro de la controversia ciencia-Escrituras.

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El estudio de los fósiles es un desafío y ha estado marcado por controversias importantes. La precaución es justificada. Mientras muchos fósiles están bien conservados, algunos están parcial o altamente descompuestos y son difíciles de identificar. Algunas veces no podemos estar seguros de si una forma específica es un fósil genuino. La columna geológica tiene organismos sencillos en sus porciones inferiores. La mayoría de los tipos animales aparecen repentinamente en la "explosión cámbrica". En las capas rocosas superiores a ésta aparecen los diversos tipos de plantas, reptiles, mamíferos y plantas con flores. A través de los siglos se consideraron diversas ideas acerca del origen de los fósiles. Algunos sugirieron que los fósiles fueron formados por la acción de fluidos concentradores. Muchos creyeron que los fósiles representaban organismos sepultados por el diluvio bíblico, mientras otros los consideraban como los restos de organismos en evolución.

Notas y referencias: 1. L. Wittgenstein, Culture and Value, P. Winch, trad., G.H.v. Wright, ed. (con H. Nyman) (Chicago: The University of Chicago Press, 1980), p. 39e. Traducción de: Vermischte Bemerkungen. 2. D.A. Lawson, "Pterosaur from the Latcst Cretaceous of West Texas: Discovery of the Largest Flying Creature",

Science 187(1975):947, 948. 3. G.G. Simpson, Fossils and the History of Life (N. York: Scientific American Books, 1983), p. 2. 4. Debo a A.S. Romer los detalles de este incidente. Ver: A. S. Romer, "Cope versus Marsh", Systematic Zoology 13(4-1964):201-207. 5. Para el informe detallado de Marsh, ver: a) E. N. Shor, The Fossil Feud: Between E.D. CopeandO. C. Marsh (Hicksville, NY: Exposition Press, 1974), pp. 184-186. Para más detalles, ver también: b) R. PI ate, The Dino-

saur Hunters: Othniel C. Marsh and Edward D. Cope (N. York: David McKay Co., 1%4). 6. Shor, p. 174 (nota 5a). 7. Para informes de esta famosa guerra, así como informes extensos presentados en el Herald, ver: lbíd. 8. ).R. Beerbower, Search for the Past: An lntroduction to Paleontology, 2a. cd. (Englewood Cliffs, N): PrenticeHall, 1968), p. 39. 9. N.P. Malakhova, L.N. Ovchinnikov, "A Find of Fossils in Granite of the Central Ural", Doklady Akademii

Nauk SSSR 188(1969):33-3.>. Traducción de: "O nakhodke organicheskikh ostatkov v granitakh Srednego U rala". 10. P. Cloud, "Pseudofossils: A Plea for Caution", Geology 1(3-1973):123-127. 11. M.F. Glaessner, "Pseudofossils from the Precambrian, lncluding 'Buschmannia' and 'Praesolenopora' ", G~­

logica/ Magazine 117(2-1980):199, 200. 12. W. Hantzschel, Treatise on lnvertebrate Paleontology, Parte W: Miscellanea, Suplemento 1, 2a. ed. acios sin oxígeno no son raros. La energía la obtienen de compuestos orgánicos e inorgánicos. Por lo dicho arriba es evidente que existe un mundo viviente en las rocas, previamente desconocido. Desafortunadamente, estos organismos "sigilosos" son relativamente inaccesibles. Su presencia plantea algunas preguntas interesantes con respecto al registro fósil de microorganismos que se encuentran en las rocas más profundas. EL CREACIONISMO Y LA VIDA EN LAS ROCAS PROFUNDAS

Los datos pueden ser interpretados, a menudo, en más de una manera. La hipótesis de que los fósiles sencillos que se encuentran en las rocas más profundas representan formas de vida en camino a evolucionar a formas más avanzadas, es una interpretación. Los recientes descubrimientos de vida en las rocas profundas también permite la interpretación de que estos fósiles representan organismos que normalmente viven o se han infiltrado en las rocas profundas. La presencia de vida, demostrada en las rocas hoy, sugeriría que esta interpretación debería ser considerada antes de que los fósiles precámbricos, unicelulares y sencillos sean usados como confirmación del evolucionismo. Que algas filamentosas vivas se hayan encontrado en estas capas profundas podría representar la fuente de los fósiles filamentosos postulados como de 3.500 millones de años. También el diluvio catastrófico del Génesis podría haber facilitado el transporte de algas microscópicas a medida que las aguas de superficie se infiltraron a la rocas permeables o rocas profundas agrietadas. Los estromatolitos 19 también se encuentran en las rocas profundas, y su interpretación es más equívoca tanto desde la perspectiva de los creacionistas como la de los evolucionistas. Los estromatolitos son una parte importante del escenario evolucionista de la vida temprana (Tabla 9.1 ); pero, como muchos de los fósiles de las rocas profundas, su identificación es problemática. Algunos ejemplos ampliamente aceptados de estromatolitos antiguos han sido reinterpretados como precipitaciones y deformación de sedimentos blandos. 20 El paleobotánico A. H. Knoll, de Harvard, señala que "no se conoce ningún estromatolito del Arqueano temprano que contenga microfósiles. De este modo, deben considerarse las alternativas abiológicas". 21

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la identificación correcta de los estromatolitos fósiles en las rocas profundas es importante para el tema del origen de la vida. las estimaciones de edad de estos fósiles se complica por el reciente descubrimiento de estromatolitos vivientes que se forman activamente en cavidades rocosas tales como las de los arrecifes de coral. Estos depósitos son llamados endoestromatolitos. la acumulación de sedimentos sobre un endoestromatolito es facilitada por bacterias que no requieren la luz como fuente de energía. Claude Monty, un biosedimentólogo de la Universidad de lieja en Bélgica, sugiere que los endoestromatolitos pueden formarse en cavidades de la roca a profundidades de por lo menos 3 km.22 Esto plantea la pregunta de si algunos de los endoestromatolitos que se hallan en rocas profundas, creciendo posiblemente en cuevas, podrían ser endoestromatolitos de origen reciente. El estatus de nuestro conocimiento con respecto a estos estromatolitos antiguos es inadecuado, y no se pueden obtener conclusiones firmes. Parece que la evidencia de las rocas profundas para la evolución temprana de la vida está sujeta a interpretaciones alternativas. Se deben considerar debidamente tres factores: 1) el problema de la identificación válida de tipos de fósiles; 2) el que las formas de vida fosilizadas puedan representar formas creadas que vivieron en las rocas y posteriormente se han fosilizado, más bien que etapas tempranas de la evolución de la vida; 3) la infiltración de organismos superficiales en las rocas profundas, especialmente durante eventos catastróficos. EL CREACIONISMO Y LA SECUENCIA FÓSIL DEL FANEROZOICO

la abundancia relativa de fósiles bien conservados en la parte superior de la columna geológica que se llama el Fanerozoico (Cámbrico al Reciente; Figura 10.1 y Tabla 9.1) proporcionan un marco de referencia y una interpretación diferentes que la que dan los fósiles poco frecuentes y a menudo cuestionables de las capas inferiores (Precámbrico). Aquí, como se dijo más arriba, hay sugerencias de un aumento de complejidad en los fósiles desde las capas inferiores a las superiores de la columna geológica. Analizaremos varias alternativas que los creacionistas han propuesto para explicar este esquema. Ellas incluyen la selección 1) por movilidad, 2) por flotabilidad y 3) ecológica. Cualquier modelo del diluvio debe considerar que todos estos factores pueden tener algún efecto. No existe ningún factor solo que, por sí mismo, sea el único responsable de la secuencia fósil, y sin duda otros diversos factores están involucrados. Debe recordarse que como estamos considerando un evento pasado singular del cual no tenemos muchos datos, las explicaciones

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deben necesariamente ser consideradas como conjeturas. EL FACTOR MOVILIDAD

· La separación por movilidad se aplicaría a los animales que procurarían escapar de las aguas en gradual crecimieRto en un diluvio global. Por ejemplo, las aves son escasas en el registro fósil. Restos bien conservados no se han encontrado por debajo del jurásico. Se esperaría que escaparan gradualmente a terrenos más elevados durante los meses del diluvio, dejando sólo pisadas en los sedimentos blandos. Esto podría explicar la abundancia relativa aparente de huellas de aves en el Triásico por debajo de cualquier hueso fósil de aves en buen estado. 23 Del mismo modo, las huellas de pisadas de anfibios y reptiles tienden a dominar a un nivel inferior en la columna geológica que el que contiene los fósiles de sus cuerpos. 24 Los animales terrestres más grandes parecen estar más capacitados para escapar a niveles más altos durante la inundación de lo que podrían hacerlo los menores. Esta puede ser la base de la Regla de Cope, que afirma que en la evolución los organismos tienden hacia tamaños mayores. 25 Esta regla está basada en la observación que hizo Cope de que existe un aumento en tamaño de un tipo particular de fósil a medida que se asciende en la columna geológica. En el contexto de un diluvio, los organismos más grandes del mismo tipo habrían escapado a un nivel más alto de la columna que sus contrapartes menores. (Éste es el mismo Cope famoso que rivalizaba con Marsh en el estudio de los vertebrados en el oeste de los Estados Unidos. 26) Aunque la función de la movilidad en la distribución de los animales en la columna geológica durante el diluvio debe seguir siendo especulativa, la regla de Cope y datos tales como la distribución ["sorting"] de las huellas de pisadas se ajustan bien al concepto de separación de acuerdo con la movilidad. EL FACTOR FLOTABILIDAD

Durante siglos se ha sugerido la separación por densidad durante el diluvio del Génesis como el mecanismo para explicar el registro fósil. Ocurre que muchos organismos sencillos como el coral, los caracoles, las ostras, los braquiópodos y otros organismos marinos tienen una mayor densidad y también están mejor representados en las partes inferiores de la columna geológica que los vertebrados más familiares, como la rana y los gatos. ¿Podría la densidad, en actividad durante el diluvio, ser responsable por esta distribución? Tal vez pue-

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da ser así a un nivel local, pero es muy dudoso que la separación de acuerdo con la densidad del animal pudiera ser la explicación general para toda la columna. Los animales con conchas pesadas se encuentran también en las capas más altas de la columna geológica. la flotabilidad de los cadáveres de los vertebrados es uno de los factores más probables. Después de la muerte, algunos vertebrados tienden a flotar por mucho más tiempo que otros. Experimentos preliminares sobre organismos recientes indican que las aves flotan, en promedio, 76 días, los mamíferos, 56 días, los reptiles, 32 días, y los anfibios, 5 días.F Debe reconocerse que los representantes actuales de estos grupos difieren hasta cierto punto de sus contrapartes fósiles, lo que podría producir cifras diferentes para el mismo tipo de vertebrados. Sin embargo, esta secuencia se adecua bien tanto con la disposición en la columna geológica como con el marco de tiempo del diluvio descrito en el Génesis. la separación por flotabilidad podría haber sido un factor en el diluvio del Génesis. LA TEOR(A DE LA ZONACIÓN ECOLÓGICA

Otra explicación creacionista para la tendencia que muestra la secuencia de los fósiles en la columna geológica está basada en la distribución ecológica de los organismos. Es razonable suponer que antes del diluvio la distribución de las plantas y los animales variaran de lugar en lugar, como ocurre ahora. los osos polares no se encuentran en los trópicos. las diferencias ecológicas también se notan fácilmente en las áreas montañosas donde las plantas y los animales a altitudes menores son significativamente diferentes de los de alturas mayores en la misma región general. Por ejemplo, las ranas y las serpientes no se encuentran cerca de las cumbres de nuestras montañas más altas, aunque algunos mamíferos sobreviven allí. Una explicación creacionista para la columna geológica, llamada la "teoría de la zonación ecológica", propone una distribución ecológica prediluvial con cierta semejanza con la distribución de los fósiles en la columna geológica. En otras palabras, se presume que la secuencia de los fósiles en la columna geológica refleja en general la ecología prediluvial. En este modelo, los dinosaurios y el hombre vivieron al mismo tiempo, pero en diferentes ambientes ecológicos. El hombre vivió a mayores altitudes. Al considerar cómo el diluvio pudo haber causado la secuencia que se encuentra en el registro fósil, deberíamos diferenciar entre las inundaciones pequeñas, locales, que nos son familiares, y un evento mundial no familiar como

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lo describe el Génesis. A veces pensamos que el diluvio llevó sedimentos de los lugares más altos a los más bajos, y que mezcló todo en un esquema confuso. Sin embargo, los depósitos del diluvio están, con frecuencia, bien separados, formando amplias capas planas. A una_escala mayor, la mezcla es más difícil. Una secuencia de fósiles resultaría al elevarse lentamente el agua del diluvio en forma secuencial, destruyendo los diversos paisajes antediluvianos junto con sus organismos peculiares, redepositándolos en orden en grandes cuencas de sedimentación en los continentes. Por sí misma, no se esperaría que la lluvia desalojara a los animales y a los árboles, pero grandes olas de agua creciente podría hacerlo. A menudo, rápidas corrientes subacuáticas de barro, llamadas corrientes de turbidez/ 8 acarrearían sedimentos y organismos a las depresiones más profundas. El orden de los fósiles en estas cuencas sedimentarias reflejaría el orden de los paisajes erosionados destruidos por el agua que gradualmente subía. Esta idea fue desarrollada por Harold W. Clark/ 9 quien, a diferencia de su mentor, George McCready Price, aceptó la evidencia de una secuencia de fósiles en la columna geológica. La Figura 10.2 ilustra una propuesta de paisaje an-

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L_ Una sugerencia en cuanto a la distribución general de los organismos antes del diluvio del Génesis. La teoría de la zonación ecológica propone que la destrucción gradual de estos ambientes por el agua creciente del diluvio produciría la secuencia de los fósiles que se encuentran ahora en la , corteza terrestre.

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tediluviano. Si este paisaje fue destruido por una inundación gradualmente creciente, como se describió arriba, el resultado sería la secuencia general que ahora se encuentra en el registro fósil. En este modelo, la secuencia de peces, anfibios, reptiles y mamíferos que se indicó arriba podría deberse a la distribución prediluvial de estos organismos. A veces la teoría de zonación ecológica es simplificada en exceso al comparar en detalle la ecología actual con la antediluviana. Mientras nuestra ecología actual se relaciona con la secuencia fósil de una manera general, no debería esperarse que un esquema ecológico sobreviviera al diluvio mundial en gran detalle. Se esperaría que cualquier catástrofe de proporciones tal como el diluvio del Génesis produjera cambios en la ecología de la Tierra. La distribución precisa de los organismos antes de tal catástrofe sería probablemente diferente de la actual. Además, una comparación de la ecología pasada y presente se complica por la realidad de que, en cualquier inundación grande, se esperaría tanto transporte lateral restringido como extenso. Este transporte, junto con el levantamiento y la subsidencia del lugar de origen del material transportado y de las áreas de deposición, introducirían complicaciones adicionales a la secuencia de los fósiles. Una mezcla limitada, la flotabilidad y la movilidad de los organismos también podría modificar el orden de los fósiles. No se espera una congruencia exacta de la ecología prediluviana con la ecología actual o la que se observa en el registro fósil, y esta teoría no la propone. Se propone una secuencia ecológica general pero no específica, que sería el resultado del crecimiento gradual de las aguas del diluvio. Algunos aspectos generales del registro fósil no se relacionan fácilmente con las secuencias ecológicas modernas, y a veces se ha propuesto un mundo antediluviano modificado dentro del marco de la teoría de la zonación ecológica. Por ejemplo, los organismos marinos actuales están ca,si exclusivamente al nivel del mar o más abajo. Sin embargo, en la secuencia fósil, los organismos marinos son abundantes en diversos niveles. De aquí que se ha propuesto que antes del diluvio hubo grandes mares a diferentes niveles en los continentes (Figura 10.2). Estos podrían ser la fuente de los principales niveles de fósiles marinos en la columna geológica. Estos mares propuestos habrían sido más extensos que los mares de agua salada tales como el Gran Lago Salado, el Mar Muerto y el Mar Caspio que ahora existen en la Tierra por sobre o por debajo del nivel del mar. 30

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La secuencia ecológica prediluviana propuesta (Figuras 10.1 y 10.2) comienza con las formas sencillas de vida en las regiones más bajas. Se encontrarían muchos animales en los mares prediluvianos más bajos, mientras que los bosques de "carbón", los anfibios y los reptiles abundarían en las tierras bajas cálidas y pantanosas. Las plantas con flores y los animales de sangre caliente como las aves y los mamíferos, incluyendo el hombre, vivirían en las regiones más altas y más frescas. Esta secuencia general se acomoda bien al registro fósil. PROBLEMAS DE LA TEOR(A DE LA ZONACIÓN ECOLÓGICA

Los mayores problemas se relacionan todos con la extrema separación de muchos organismos, como se los encuentra en las capas del registro fósil. Esto no se encuentra actualmente en las distribuciones ecológicas. Algo de esta separación puede explicarse por el transporte lateral extensivo de los organismos, desde una fuente limitada durante el diluvio; pero el problema es más general y no se limita a áreas de una fuente única. La escasez o ausencia total de mamíferos, de plantas con flores y su polen31 en el Paleozoico superior y el Mesozoico inferior son probablemente los problemas más serios que afronta la teoría de la zonación ecológica cuando se compara la distribución de los fósiles con la ecología actual. El modelo de zonación ecológica requiere una distribución ecológica más ordenada (estratificada) que la que existe ahora, con plantas con flores, incluyendo la hierba, y los mamíferos sólo en los niveles más altos. Una creación con una ecología antediluviana más ordenada, ciertamente es una posibilidad. Podemos especular acerca de las causas: 1) los mamíferos de sangre caliente podrían haber sido excluidos de las tierras bajas antediluvianas por causa de la temperatura cálida que habría allí. Más abajo se darán evidencias para esto; 2) las plantas con flores podrían haber sido excluidas de estas tierras bajas por causa de la abundancia de una flora adaptada en forma diferente. En las partes más bajas de la secuencia de fósiles del Fanerozoico encontramos evidencias de vastos bosques compuestos .de árboles que no son familiares tales como los licopodios, helechos con semillas y enormes árboles de cola de caballo [Equisetum]. 32 Éstos formaron los bosques de carbón del Carbonífero (Tabla 9.1), los cuales constituyen nuestras mejores reservas de hulla. Hay ciertas evidencias de las rocas y los fósiles que indican que la ecología del pasado de la Tierra pudo haber sido algo diferente. Los ejemplos no son di-

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fíciles de encontrar. En el medio de la porción del Fanerozoico de la columna (Pérmico-Triásico) hay muchas rocas rojas, las "capas rojas" que contienen oxígeno.33 Debajo de estas "capas rojas" y también cerca de la parte superior de la columna, abundan pizarras negras, que indican condiciones de oxígeno reducido.34 Ambas condiciones ecológicas no son usuales en la ecología actual. Algunos organismos vivientes parecen ser idénticos a sus contrapartes fósiles, 35 pero muchos, como los dinosaurios y algunos árboles, son bastante diferentes, permitiendo relaciones ecológicas diferentes. Los promedios de temperatura también parecen haber sido más cálidos en el pasado. Éstas pueden estimarse sobre la base de organismos fósiles de climas cálidos y de climas fríos, o la proporción de los isótopos de oxígeno que dependen de la temperatura. Cerca de la parte superior de la columna geológica hay fósiles de árboles de bosques tanto en las regiones ártica como antártica. 36 Allí no existen ahora bosques vivientes. Cerca del Polo Norte, en la Isla Ellesmere,37 hay salamandras, serpientes, lagartijas y cocodrilos fósiles, lo que indica un clima más cálido en el pasado. En la Antártida, bosques de la mitad del Fanerozoico, que se supone que estaban a sólo 5 a 1O grados de latitud del Polo Sur cuando crecieron, parecen haber crecido en un clima más cálido; ni siquiera muestran daño por heladas en sus anillos. 38 En general, la evidencia habla de un clima más cálido en el pasado que en la actualidad para la mayor parte de la columna geológica. Estimaciones aproximadas sugieren que en las altas latitudes de ambos hemisferios la temperatura haya sido de 7 a 20° C más cálida.39 Esta evidencia indica que el pasado fue algo diferente del presente; sin embargo, fue suficientemente similar para sostener algunas de las mismas clases de organismos que ahora viven en la Tierra. EVIDENCIAS QUE CONCUERDAN CON LA TEORÍA DE LA ZONACIÓN ECOLÓGICA.

Mientras que el pasado puede haber sido algo diferente del presente, se espera que las mismas relaciones ecológicas generales hubieran prevalecido antes del diluvio del Génesis. Sobre esta base son posibles algunas comparaciones interesantes entre el pasado y el presente. Algunos de los datos concuerdan bien con la teoría de la zonación ecológica. 1) Al examinar la distribución de los organismos sobre la Tierra, encontramos organismos sencillos que viven en las grandes profundidades dentro de las ca-

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pas de rocas. En una interpretación del registro fósil dentro de la teoría de zonación ecológica, esto correspondería con los escasos fósiles sencillos que encontramos en las capas del Precámbrico inferior (Figura 10.1; nótese especialmente la distribución de bacterias y algas en el Precámbrico). La fosilización de estos organismos sencillos pudo haber ocurrido antes, durante o después del diluvio del Génesis. Las algas que requieren de )uz, y que ocasionalmente se encuentran ahora en las rocas profundas, probablemente provienen de la infiltración de aguas superficiales. 2) Los organismos que se encuentran en la zona gris clara entre la línea de puntos y la lfnea de trazos de la Figura 10.1 son casi enteramente marinos. Éstos representarían los organismos que vivían en los mares poco profundos anteriores al diluvio, los cuales habrían tenido una abundante vida marina. Esto explica el problema evolucionista de la explosión cámbrica,4° donde la mayoría de los tipos de animales, que son casi enteramente marinos, aparecen repentinamente sin antepasados evolutivos. La teoría de la zonación ecológica explica fácilmente la explosión cámbrica como la ubicación de los mares antediluvianos a bajas elevaciones. 3) Muchas clases de organismos terrestres aparecen primero más o menos al mismo nivel de la columna geológica. Estos incluyen: hongos, muchos grupos de plantas extinguidas, colas de caballo, helechos, helechos con semillas, licopodios, insectos, centípedos, milípedos, arañas y anfibios. Note los organismos por sobre la línea de puntos de la Figura 10.1. La aparición de tanta variedad de grupos de vida terrestre más o menos al mismo nivel parece poco usual desde un punto de vista evolucionista. Está más en armonía con lo que podría esperarse cuando las aguas crecientes del diluvio destruyeron las áreas más bajas del mundo prediluvial y conservaron estos tipos terrestres como fósiles. 4) El esquema general de distribución de fósiles es similar a la ecología actual. La secuencia actual sobre la Tierra muestra los organismos sencillos, unicelulares, en las rocas más profundas de la Tierra, abundantes organismos marinos en los mares, y formas terrestres a niveles más elevados. La misma secuencia general se encuentra en el registro fósil (Figura 10.1 ). De acuerdo con la zonación ecológica, las langostas y las vacas no se encuentran en las capas geológicas inferiores, porque no habrían vivido en los mares antediluvianos. En la por-

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ción de la columna geológica que tiene muchos fósiles (Fanerozoico), casi todo lo que se encuentra en las porciones inferiores (Cámbrico a Silúrico) son fósiles de organismos marinos, mientras que los fósiles de la porción superior (Terciario) son predominantemente organismos terrestres, con proporciones intermedias variables entre ellas. Tal secuencia sería lo que se esperaría de un evento único de inundación en el que las primeras perturbaciones producirían el sepultamiento del ambiente marino más bajo (explosión cámbrica), mientras que sólo los ambientes terrestres más elevados, que posiblemente tenían un clima más fresco donde vivían los mamíferos, estarían involucrados en las etapas finales, formando la parte superior de la columna geológica. La sugerencia general de progreso de los organismos a medida que uno asciende en la columna geológica puede no representar la evolución, sino que podría reflejar la ecología antediluviana de la Tierra. Una cantidad significativa de datos se ajusta a las expectativas generales de la teoría de la zonación ecológica. CONCLUSIONES

La discusión que antecede es, para decir lo menos, bastante diferente de las interpretaciones tradicionales. Sin embargo, descubrimientos tales como organismos que viven en las rocas profundas, y un esquema irregular de distribución de fósiles, desafía la interpretación evolucionista del desenvolvimiento gradual y sugieren que deberían considerarse alternativas. En general, cuando se considera la secuencia fósil se encuentran singularidades significativas de organismos a diferentes niveles y una sugerencia general de una progresión ascendente de formas de vida de lo simple a lo complejo. Este esquema se considera a veces como evidencia compulsiva en favor del evolucionismo. Sin embargo, la progresión limitada no necesita reflejar una evolución. La movilidad y la flotabilidad pudieron causar algún aparente progreso en una inundación global. También significativo es que los organismos actualmente vivan sobre la corteza terrestre en una secuencia ascendente general de lo simple a lo complejo. Primero, hay organismos unicelulares en las rocas profundas, luego organismos más complejos en los ambientes marinos inferiores, y más arriba los organismos terrestres más complejos. En el contexto de una catástrofe mundial que subía gradualmente, tal como el diluvio del Génesis, se esperaría este orden general en el registro fósil; y eso es lo que encontramos allí.

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Notas y referencias: 1. B. Pascal, Pensées, A.). Krailsheimer, trad. (Londres y N. York: Penguin Books, 1966), p. 80. 2. Unos pocos evolucionistas no aceptan la idea de que el evolucionismo incluye el concepto del origen espontáneo de la vida. Prefieren limitar el evolucionismo al desarrollo de las formas de vida después que la vida se hubo organizado. Yo usaré el término más en la forma en que se lo entiende generalmente en las revistas científicas y los libros de texto, donde incluye tanto la evolución de la vida simple como el subsiguiente desarrollo de formas de vida más complejas.

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3. Sin embargo, al comparar las especies vivientes con sus similares en el registro fósil, se nota una proporción creciente de peculiaridades (comparadas con las especies actuales) al bajar más y más en la columna geológica. Esto se ha interpretado como evidencia del cambio gradual de las especies con el tiempo. Sin embargo, este argumento debe ser evaluado ante la expectativa de que en cualquier catástrofe de gran magnitud, tal como el diluvio, se esperaría que esas especies que fueron sepultadas más abajo en la columna geológica tuviera menos posibilidades de tener representantes que escaparan y sobrevivieran al diluvio. 4. a) G.M. Price, The New Geology (Mountain View, CA: Pacific Press Publ. Assn., 1923), pp. 619-534. Para un informe de esto, ver: b) R. L. Numbers, The Creationists (N. York: Alfred A. Knopf, 1992), pp. 72-101. 5. Por ejemplo, ver: a) B.C. Nelson, The Deluge Story in Stone: A History of the Flood Theory o( Geology (Minneapolis: Bethany Fellowship, lnc., 1968); b) A.M. Rehwinkel, The Flood in the Light of the Bib/e, Geology, and Archaeology (51. Louis: Concordia Publishing House, 1951), pp. 268-274; e) ).C. Whitcomb, )r., The Wor/d That Perished, 2a. ed. (Grand Rapids, MI: Baker Book House, 1988), pp. 86, 87; d) ).C. Whitcomb, jr., H.M. Morris, The Genesis Flood: The Bíblica/ Record and its Scientific lmplications (Filadelfia: The Presbyterian and Reformed Publishing Co., 1966), pp. 180-211. 6. Numbers, pp. 218, 219 (nota 4b). 7. a) C. B. Fliermans, T.C. Hazen, eds., Proceedings ofthe First lnternational Symposium on Microbiology of the Deep Subsurface, WSRC lnformation Services Section Publications Group, 1990; b) ).K. Fredrickson, T.C. Onstott, "Microbes Deep lnside the Earth", Scientific American 275(4-1996):68-73; e) W.C. Ghiorse, ].T. Wilson, "Microbial Ecology of the Terrestrial Subsurface", Advances in Applied Microbiology 33(1988):1 07172; d) K. Pedersen, "The Deep Subterranean Biosphere", Earth-Science Reviews 34(1993):243-260; e) T. O. Stevens, ).P. McKinley, "Lithoautotrophic Microbial Ecosystems in Deep Basalt Aquifers", Science 270(1995):450-454. 8. M. V. lvanov, "Subsurface Microbiological Research in the USSR", en: Fliermans y Hazen, pp. 1.7-1.15 (nota 7a). 9. Ghiorse

y Wilson (nota 7c).

10. D.L. Balkwill, "Density and Distribution of Aerobic, Chemoheterotrophic Bacteria in Deep Southeast Coastal Plain Sediments at the Savannah River Site", en: Fliermans y Hazen, pp. 3.3-3.13 (nota 7a). 11. ).l. Sinclair, "Eukaryiotic Microorganisms in Subsurface Environments", en: Fliermans y Hazen, pp. 3.393.51 (nota 7a); b) ].L. Sinclair, W.C. Ghiorse, "Distribution of Aerobic Bacteria, Protozoa, Algae, and Fungi in Deep Subsurface Sediments", Geomicrobiology ]ouma/7(1989):15-31. 12. ].L. Sinclair, W.C. Ghiorse, "Distribution of Protozoa in Subsurface Sediments of a Pristine Groundwater Study Site in Oklahoma", Applied and Environmental Mic:robiology 53(5- 1987):1157-1163. 13. a) Sinclair (nota 11 a); b) Sinclair y Ghiorse (nota 11 b). 14. S.M. Bradford, C.P. Gerba, "lsolation of Bacteriophage From Deep Subsurface Sediments", en: Fliermans Hazen, p. 4.65 (nota 7a).

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15. G. Ourisson, P. Albrecht, M. Rohmer, "The Microbial Origin of Fossil Fuels", Scientific American 251 (21984):44-51. 16. T. Gold, "Sweden Sil jan Ring Well Evaluated", Oí/ & Gas ]ournal (89(2-1991 ):76-78. 17. T. Gold, "The Deep, Hot Biosphere", Proeeedings of the National Academy of Sciences USA 89(1992):60456049. 18. Para un ejemplo, ver: a)). Kaiser, "Can Deep Bacteria Live on Nothing but Rock and Water?", Science 270(1995):377; b) Stevens y McKinley (nota 7e). 19. Ver el capítulo 9.

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20. D.R. Lowe, "Abiological Origin of Described Stromatolites Older Than 3.2 Ga", Geo/ogy 22(1994):387-390. 21. A.H. Knoli, "Precambrian Evolution of Prokaryotes and Protists", en: D.E.G. Briggs, P.R. Crowther, eds., Paleobiology: A Synthesis (Oxford y Londres: Blackweli Scientific Publications, 1990), pp. 9-16. 22. a) C. L. V. Monty, "Range and Significance of Cavity-Dwelling or Endostromatolites. Sediments Down-Under", Abstracts of the 12th lnternational Sedimentologica/ Congress, 1986, Canberra, Australia, p. 216; b) D. Vachard, S. Razgaliah, "Survie des genres Tharama et Renalcis (Epiphytales, algues problématiques) dans le Permien supérieur du Djebel Tebaga (Tunisie)", Comptes Rendus de L'Académie des Sciences, Paris, 306(Ser.2.1988):1137-1140. 23. M.G. Lockley, S. Y. Yang, M. Matasukawa, F. Fleming, S. K. Lim, "The Track Record of Mesozoic Birds: Evidence and lmplications", Philosophica/ Transactions of the Royal Society of London B 336(1992):113-134. 24. L. R. Brand, ). Florence, "Stratigraphic Distribution of Vertebrate Fossil Footprints Compared with Body Fossils", Origins9(1982):67-74. 2S. Para un estudio de la Regla de Cope, ver: M.). Benton, "Evolution of Large Size", en: Briggs y Crowther, pp. 147-152 (nota21). 26. Ver el capítulo 9. 27. L. R. Brand, Comunicación personal. 28. Ver el capítulo 13. 29. H.W. Clark, The New Diluvialism (Angwin, CA: Science Publications, 1946), pp. 37-93. 30. Ver el capítulo 12 para una sugerencia alternativa del transporte de sedimentos marinos. Note especialmente la Figura 12.2 A, B. 31 . Algunos consideran la escasez de polen de plantas con flores en las capas inferiores geológicas como un problema serio para la teoría de la zonación ecológica, ya que se esperaría que el polen estuviera ampliamente distribuido. Pero la Biblia sugiere que no hubo lluvia ([a] Génesis 2:5) antes del diluvio, lo que implica un sistema climático diferente que pudo haber excluido también vientos fuertes. Sin lluvias ni vientos fuertes, la distribución del polen pudo haber sido limitada hasta que las aguas del diluvio destruyeron las acumulaciones locales. Sin embargo, podría esperarse algún transporte de polen por las lluvias del diluvio, y hay unas pocas referencias a tejidos de plantas en lugares inesperadamente bajos de la columna geológica, y a esporas y polen en capas consideradas más antiguas que aquellas en las cuales se encuentran las plantas que los produjeron. Por ejemplo: b) 0.1. Axelrod, "Evolution of the Psilophyte Paleoflora", Evolution 13(1959):264-275; e)). Coates, H. Crookshank, E.R. Gee, P.K. Ghosh, E. Lehner, E.S. Pinfold, "Age of the Saline Series in the Punjab Sal! Range", Nature 155(1945):266, 267; d) B. Cornet, "Late Triassic Angiosperm-like Palien from the Richmond Rift Basin ofVirginia, USA", Paleontographica, Abteilung B 213(1989):37-87; e) B. Cornet, "The Leaf Venation and Reproductive Structures of a Late Triassic Angiosperm, Sanmiguelia lewisW, Evolutionary Theory 7(5-1986):231-291; f) B. Cornet, • Angiosperm-like Palien with Tectate-columellate Wall Structure from the Upper Triassic (and )urassic) of the Newark Supergoup", USA Palinology 3(1979):281, 282; g) ). Gray, "Majar Paleozoic Land Plant Evolutionary Bio-events", Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology 104(1993):153-160; h) S. Leclercq, "Evidence of Vascular Plants in the Cambrian", Evolution 10(1956):109114; (i) B. Sahni, "Age of the Saline Series in the Salt Range of the P1,mjab", Na tu re 153(1944):462, 463, y las referencias contenidas en él; j) D.N. Wadia, Geology of India (Nueva Delhi: Tata McGraw-Hill Publishing Company, Ltd., 1975), pp. 135-137. Tales datos, los cuales se ajustan bien a un modelo de creación y diluvio pero no dentro de un modelo de evolución lento y gradual, donde las esporas y el polen no se esperarían antes que las plantas que los producen hubieran evolucionado, son, por supuesto, altamente controvertidos y a menudo han estado sujetos a reinterpretación. 32. Por ejemplo: A.H. Knoli, G.W. Rothweli, "Paleobotany: Perspectives in 1980", Paleobiology 7(1981 ):7-35. 33. Las capas rojas son especialmente abundantes en el Pérmico y el Triásico. Su origen es muy discutido. Ver, por ejemplo: a) P.D. Krynine, "The Origin of Red Beds", American Association of Petroleum Geologists Bulletin 34(1950):1770; b) ).M. Weller, Stratigraphic Principies and Practice (N. York: Harper and Brotes, 1960), pp. 133-135. 34. Pizarras negras muy ampliamente distribuidas en el Cretácico son consideradas especialmente peculiares. Ver: a) M.A. Arthur, "Marine Black Shales: Depositional Mechanisms and Environments of Ancient Deposits", Annual Review of Earth and Planetary Sciences 22(1994):499-551; b) S.O. Schlanger, M.B. Cita, "lntro-

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duction to the Symposium: 'On the Nature and Origin of Criticas Organic Carbon-rich Facies'", en S.O. Schlanger, M. B. Cita, eds., Nature and Origin of Cretaceous Carbon-rich Facies (Londres y N. York: Academic Press, 1982), pp. 1-6. Ver también el resto del tomo. Ver los capítulos 8 y 9. Para un repaso de algunos de los datos, ver: 0.1. Axelrod, "An lnterpretation of Cretaceous and Tertiary Biota in Polar Regions", Palaeogeography, Palaeoc/imatology, Pa/aeoeco/ogy45(1984):105-147. R. Estes, ).H. Hutchison, "Eocene Lower Vertebrales from Ellesmere lsland, Canadian Arctic Archipelago", Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology 30(1980):325-347. E. L. Taylor, T.N. Taylor, N.R. Cúneo, "The Present is not the Key to the Past: A Polar Forest from the Permian of Antarctica", Science 257(1992):1675-1677. Ver: al C.P. Allégre, S. O. Schneider, "The Evolution of Earth", Scientific American 271 (4-1994):66-74; bl C. E. P. Brooks, Climate Through the Ages: A Study ofthe Climatic Factors and their Variations (N. York y Toronto: McGraw-Hill Book Co., 1949); e) C. Emiliani, "Paleoclimatology, lsotopic", en: ).E. Oliver, R.W. Fairbridge, eds., The Encyclopedia of Climatology. Encyclopedia of Earth Sciences (N. York: Van Nostrand Reinhold Co., 1987), t. 11, pp. 670-675; d) L.A. Frakes, Clima tes Throughout Geologic Time (Amsterdam, Oxford y N. York: Elsevier Scientific Publishing Co., 1979), p. 261; e) A.S. Goudie, "Paleoclimatology", en: Oliver y Fairbridge, pp. 660-670 (nota 39c); f) ). Karhu, S. Epstein, "The lmplication of the Oxygen lsotope Records in Coexisting Cherts and Phosphates", Geochimica et Cosmochimica Acta 50(1987):1745-1756; g) R.). Menzies, R. Y. George, G.T. Rowe, Abyssal Environment and Ecology of the World Oceans (N. York y Londres: )ohn Wiley and Sons, 1973), pp. 349, 350. Ver el capítulo 9 para una breve descripción de la explosión cámbrica.

QUÉ DICEN LOS FÓSILES ACERCA DE LA EVOLUCIÓN Nos seguimos olvidando de ir derecho al fundamento. No ponemos los signos de pregunta lo suficientemente profundos. LUDWIG WITTGENSTEIN 1

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