El problema de la guerra y las vías de la paz 8448712587

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El problema de la guerra y las vías de la paz
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N orberto Bobbio El problema de la guerra y las vías de la paz

T ítu l o original : II problem a della guerra e le v ie della pace T raductor : Jorge Blnaghl Diseño de cubierta: Neslé Soulé Ediciones A lfaya. S A

Redacción y administración: Musitu, 15 - 08023 Barcelona Tel. (34) 934 18 64 05 - Fax. (34) 932 12 04 06 C onsejero-delegado: Roberto Altarriba Director general: Femando Castillo Director de producción : Manuel Álvarez Editor general : Juan Castillo Marianovich Realización : Sintagma Creaciones Editoriales. S.L gerente : Jordl Altarriba Directora editorial : Jimena Castillo Editor general: Alfredo Citraro C oordinación editorial : Ana María Obregón

© 1979. Unlversale Paperbacks II Mullno © 1998. Ediciones Altaya. S A ISBN Obra Completa: 84-487-1250-1 ISBN volumen 1: 84-487-1258-7 Depósito legal : B-47.348-98 Fotomecánica : Cover Bcn, S.L Impresión : Litografía R osés. S.A. Encuadernación : $. M á rm ol, S.A.

Impreso en España-Prlnted In Spaln Fecha de reimpresión : fe b re r o de 1999 Distribuye para España : Marco Ibérica. Distribución de Ediciones, S.A.

Calle Aragoneses, 18 - Polígono Industrial de Alcobendas 28108 ALCOBENDAS (MADRID) D lstribuye para MExico : D istrib u id ora ln te rm e x S A d e C.V.

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Capital Federal: Vaccaro Sánchez c/ Moreno 794,9“ pIso-CP 1091 Buenos Aires Interior: Distribuidora Bertrán Av. Vélez Sarsfield. 1950-CP 1285 Buenos Aires Importación A rgentina : Ediciones Altaya. S A c/ Moreno 3362/64-CP 1209 Buenos Aires Reservados todos los derechos. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 270 del Código Penal vigente, podrán ser castigados con penas de multa y privación de libertad quienes reprodujesen o plagiaren, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica fijada en cualquier tipo de soporte, sin la preceptiva autorización.

INDICE Introducción....................................................... I.

El problema de la guerra y las vías de la p a z ............................................. 21

II.

Derecho y g u e r r a .................................. 95

9

III.

Sobre el fundamento de los derechos del h om b re........................................................... 117

IV.

Presente y futuro de los derechos del h o m b re........................................................... 129

V. VI.

La idea de la pazy elpacifismo

.

.

.

157

¿Es unaalternativa la noviolencia?

.

.

187

INTRODUCCION

Reúno en este volumen algunos de mis escritos sobre los problemas de la guerra y de la paz, de la no violencia, pertenecientes a un género de estudios no excesivamente cultivado, al menos hasta hace po­ cos años, en nuestro país. Pese a su imperfección, de la que soy absolutamente consciente, tratan te­ mas de gran actualidad y merecedores de más amplia discusión que lo hecho hasta ahora. Son cuestiones de las que me he ocupado en re­ petidas ocasiones desde la Liberación hasta la fecha. Acabada la guerra y caído el fascismo, nos enfrentá­ bamos con dos problemas fundamentales: el ordena­ miento democrático dentro de nuestro país y el orde­ namiento pacífico en las relaciones entre nuestro país y el resto del mundo. Los dos problemas estaban es­ trechamente vinculados, o, mejor dicho, se encontra­ ban en la raíz del mismo problema: el de la elimina­ ción, o al menos de la máxima limitación posible, de la violencia como medio para resolver los conflictos entre individuos y entre grupos, ya dentro de un mis­ mo estado, ya en las relaciones entre los estados. Debía la conciencia de este estrechísimo vínculo, en modo muy particular, a las enseñanzas de Cario Cattaneo, a quien dediqué mi primer ensayo, al mismo

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tiempo histórico y político, al acabar la guerra:1I, en el pensamiento de la persona que solía repetir las dos fórmulas de los Estados Unidos de Italia y los Estados Unidos de Europa se hallaban continuamente presentes e interdependientes los dos temas del auto­ gobierno, en lo tocante a Italia, que se iba constitu­ yendo como nación, y del pacto federal, en lo tocante a Europa, que habría debido salir del precario equi­ librio de las grandes potencias siempre dispuestas a destrozarse mutuamente. Entre 1945 y 1950 escribí artículos y ensayos de tema federalista* y dicté algu­ nos cursos sobre la historia de la idea pacifista des­ de la época de la Restauración hasta nuestros días por invitación de la Sociedad italiana para la orga­ nización internacional: uno de dichos cursos, el del año 1948, ya listo para la imprenta, no se publicó por razones que no supe o no recuerdo. E l primero de los ensayos que presento aquí, el primero en orden cronológico y el más extenso (ocu­ pa él solo casi lá mitad del libro), apareció en 1966 en «N uovi Argomenti».* Lo escribí ante la amistosa 1. C. Cattaneo, Stati Uniti d’Italia, al cuidado de N. Bobbio, Turín, Chiantore, 1947. El ensayo de introducción ha sido publi­ cado en el volumen de N. Bobbio, Una filosofía militante. Studi su Cario Cattaneo, Turín, Einaudi, 1971, pp. 3-55. 2. Le due facce del federalismo, en «Giustizia e Libertá», Quotidiano del Partíto d'Azione, I, núm. 37, 7 de junio de 1945; Fede­ ralismo vecchio e nuovo, ibldem, I, núm. 102, 25 de agosto de 1945; II federalismo e VEuropa, en «L'unitá europea», Voce del Movímentó Federalista Europeo, I, núm. 10, 5 de marzo de 1946; Orientamenti federalistici nei paesi anglosassoni, en «L a comunitá internazionale», I, núm. 4, 1946, pp. 542-554; Federalismo e socialismo, en «L o stato moderno», I I I , núm. 21, 1946, pp. 490492; Funzionalismo e federalismo, en «L a comunitá intemazionale», I I , núm. 3, 1947, pp. 353-360; Federalismo o funzionalismo?, en «Comunitá», II, núm. 19, 1947, p. 3; Federalismo e pacifismo, en «Comunitá», II, núm. 22, 1947, pp. 1-2. 3. «Nueva serie,», núm. 34, julio-diciembre 1966, pp. 29-30. Dos fragmentos de este ensayo han sido publicados en La guerra nella societá contemporánea, al cuidado de L. Bonanate, Milán, Principato, 1972, pp. 45-56. A Bonanate se deben algunos de los primeros estudios sobre el tema, empezando por el volumen La política delta dissuasione, Turín, Giappichelli, 1971.

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insistencia de Alberto Carocci que era, junto con Alberto Moravia, director de la revista. Con el des­ cubrimiento de las armas atómicas, cada vez más homicidas, el tema mismo de la guerra había cam­ biado de naturaleza: la guerra amenazaba ser no ya un instrumento de poder, como siempre lo había sido, sino que corría el riesgo de convertirse en un instru­ mento de muerte universal, y por lo tanto de impo­ tencia absoluta. ¿Esta transformación radical de la guerra no suponía quizás una revisión de la tradicio­ nal filosofía de la historia, que en sus distintas ma­ nifestaciones se había mostrado más justificadora que justiciera de la guerra, aunque fuera sólo como extre­ ma ratio? Habla comenzado a interesarme por el problema de las nuevas armas y de lo que entonces empezaba a llamarse la « formación de una conciencia atómi­ ca», presentando con un prólogo, y más tarde ante el público de Turín junto con el autor, el libro de Giinther Anders, Ser o no ser. Diario de Hiroshima y Nagasaki, publicado por Einaudi en 1961. E l prefa­ cio terminaba con las siguientes palabras: «E l lector verá en el Diario algunos puntos de partida contra la falsa profundidad, la inútil obscuridad, la vacui­ dad y la hipocresía de la filosofía académica, que no teme las aguas agitadas de nuestro tiempo sólo por­ que flota sobre ellas como un corcho. La tarea de los filósofos, hoy, es la de pensar hasta él fondo ¡as co­ sas, no la de continuar pensando sus propios pensa­ mientos; es la de salir de sí mismos, no de volverse sobre sí mismos, según la vieja fórmula del espiriltialismo. Hace falta un enorme esfuerzo de la ima­ ginación para prever todas las consecuencias de las transformaciones que el mundo ha sufrido en estos últimos años vertiginosos. Pero sólo será capaz de rea­ lizarlo quien se haya liberado de todos los ídolos. La raíz de la filosofía — lo dice el mismo Anders en algu­ nos párrafos donde intenta hacer comprender el im-

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pulso fundamental que lo lleva a filosofar— es la iconoclastia, o sea la obediencia activa al precepto: «N o te formarás ninguna imagen». E l primer artículo sobre el tema de la filosofía de la guerra y de sus justificaciones lo escribí al año siguiente para un número de la revista II Verri, dedi­ cado en su integridad a La condición atómica. E l número había sido promovido y supervisado por G. B. Zorzoli, autor de la introducción titulada proféticamente Un objetivo para los años sesenta. Después de haber demostrado lo insostenible de las tradicio­ nales justificaciones de la guerra — la guerra justa, la guerra como mal menor, la guerra como mal nece­ sario, la guerra como bien— ante la amenaza de la guerra atómica, concluía yo diciendo que frente a la nueva guerra deberíamos ser todos objetores de conciencia: «Quienes están convencidos de que la gue­ rra no se debe hacer, y coherentes con su convic­ ción se niegan a llevar armas, son llamados objetores de conciencia. En otras palabras, los objetores de conciencia son quienes no están dispuestos a aceptar ninguna de las justificaciones mencionadas y por tan­ to [...] sostienen que la guerra es un mal absoluto sin condicionamientos. Si reflexionamos sobre lo di­ cho hasta ahora, es decir sobre el hecho de que ante la guerra nuclear ya no podemos sostener ciertas teo­ rías tradicionales de justificación de la guerra, y nos vemos obligados a reconocer que ella es un mal abso­ luto sin condicionamientos, debemos admitir — y ésta es la conclusión a la que quería llegar— que, frente a las perspectivas de la nueva guerra (al menos po­ tencialmente) todos somos objetores. En forma más simple y más directa: objeción de conciencia signi­ fica el rechazo a llevar armas. Cuando en el concepto de arma cabe hoy una bomba que, como se sabe, tiene por sí sola un poder explosivo superior a todas las bombas arrojadas sobre Alemania en la última guerra, resulta lícito preguntarse si llevar armas no se ha

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convertido en un problema de conciencia para todos*. La primera carta que Carocci me envió para soli­ citarme que escribiera un ensayo sobre el tema data del 27 de junio de 1963. En ella me decía: « Otro ensayo que me interesaría mucho sería una especie de introducción a la filosofía de la paz y de la guerra. Es un problema sobre el cual el hombre ha reflexio­ nado desde hace milenios, pero que ha dado un salto cualitativo con el descubrimiento de la energía nu­ clear. Cuando estalló la bomba de Hiroshima, de 20 kilotones, ya Einstein dijo que una guerra en la que se empleara esa bomba habría devuelto a la huma­ nidad a la edad de piedra. Hoy, con las bombas ter­ monucleares que se miden en megatones, y de las que existen verdaderos arsenales, tengo la impresión de que el hombre no volvería ya a la edad de piedra, sino que toda forma biológica evolucionada sería bo­ rrada de la faz de la Tierra y se necesitarían algunos millones de años para que los moluscos del mar lle­ garan a producir algo semejante al hombre. Es un momento histórico que anula todo lo que el hombre ha pensado hasta ayer sobre el problema de la paz y de la guerra». E l tema propuesto era exactamente el mismo en que yo pensaba desde hacia tiempo. Pero el ensayo tuvo una gestación relativamente larga. Me decidí a escribirlo sólo dos años después, al final de 1965, tras dictar entretanto todo un curso sobre el tema en el año académico 1964-1965 * y haber escrito para el Tercer programa * un discurso sobre la filosofía de 4. ¡I conflitto termonucleare e le tradizionali giustificazioni delta guerra, en