El país de nuevo en la encrucijada. La Falacia de la Estabilización Monetaria sin Expansión Económica

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ROGELIO FRIGERIO

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EL PAIS DE NUEVO EN LA

ENCRUCIJADA La Falacia de la Estabilización Monetaria sin Expansión Económica

BUENOS AIRES

1960

PROLOGO

BsrE trabajo tu·vo origen en la propuesta

Queda hecho el depósito que indica la ley 11.723.

de un matutino para hacer un análisis a fondo del cuadro que presenta el país al concluir el primer año del llamado plan de estabilización y desarrollo. La propuesta varió de carácter y quedó reducida a formular respuestas a una serie de interesantes preguntas sobre el mismo tema. Presenciando luego la mesa redonda televisada en la que se pasó revista a la política econónúca, pensé que era mi obligación hacer un balance de Ja situación desde mi punto de vista, y esto por una razón muy clara. Compartí la responsabilidad de la conducción económica durante un año de gobierno. Participé, por lo tanto, en la responsabilidad de poner en marcha un plan que tiene por objetivo conducir al país a su desarrollo armónico y rápido, pero que al mismo tiempo 7

exige del pueblo ingentes sacrificios. Acepté el riesgo que este plan entrañaba y que consistía en que, si caíamos en la trampa preparada por el enemigo nacional, alcanzaríamos una estabilidad que en lugar de servir a la "soberanía económica de la Nación y al bienestar del pueblo, será la plataf arma sobre la que se construya una economía de privilegio a costa de la desocupación, el hambre y la miseria popular". En estos apuntes no hago mención del estado en que se encontraba el país al 19 de mayo de 1958, porque sólo pretendo formular un balance de la situación actual. No obstante, bueno es recordar que en septiembre de 1955, al triunfar la Revolución, el país contaba con reservas en el Banco Central y créditos a su favor por valor de 700 millones de dólares. En cambio, a la fecha de asumir el poder el actual gobierno, los compromisos contraídos y de cumplimiento inmediato colocaban al país prácticamente en situación de cesación de pagos~ ¿Cómo se había llegado a esta situación? 8

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Toda la conducción política del gobierno de la Revolución Libertadora significó un recrudecimiento de los males económicos heredados y se expresó en la consolidación de los intereses agroimportadores, que actuaron dinámicamente en detrimento del desarrollo industrial y de la expansión de los rubros básicos de la economía. Este régimen, que nació sin compromisos políticos visibles, se encadenó de tal manera a un compromiso electoral que no trepidó en hacer del problema de la energía -CADE- un asunto político en vísperas de las elecciones de constituyentes, para dejarlo luego sin solución. Derrotado su candidato el 23 de febrero de 1958, se empeiió en dejar al país en un estado tal, que resultara imposible su gobierno. Esto, naturalmente, para desembocar en un nuevo planteo de fuerza, que buscaron tan tenazmente como sin resultado. Es así que la situación financiera del país estaba total'mente desquiciada hacia el f 9 de mayo de 19 58; los stocks ganaderos crítica9

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ménte disminuídos y fundamentales problemas sin resolver: el ya mencionado de CADE; los de ANSEC, DINIE y Bemberg, entre otros, cuya presencia era factor de desconfianza en el exterior. Entretanto , el problema petrolero se encaró con un plan de reactivación que no satisfacia las necesidades mínimas del país, pero significaba para éste un enorme compromiso financiero. Nada se hizo en materia siderúrgica que trascendiera del limitado marco de las empresas del Estado; 110 se crearon las condiciones favorables para una intervención decisiva de la iniciativa privada en ese rubro fundamental del desarrollo nacional· se co' locó la industria liviana en situación de crisis y, para completar el cuadro, se crearon las bases de una posible segregación de la Patagonia, a través de la política al sur del paralelo 42. Contra la realidad de estos hechos, de poco valen los elogios de su gestión que hagan los ex-ministros revolucionarios Cueto Rua o Eugenio Blanco, empeffados en 10

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demostrar que el gobierno de la Revol ~Jn ~"f.~ \ \,.:. , entregó una .e conomía restaurada al i :1.1zZffJ~ :~. 5 ~· de sus cambiantes y contradictorios hy2 econó:'1icos. . . ~~ ~:,Je!:/ Q wenes tuvieron en su 17/omemo la tot3..- ~J ~ li~ad del po~er, sin responsabilidad política, . . . ~ ,,. m co111promiso electoral anterior; los nzismos que no trepidaron en enfrentar a los araen. o tznos y llegar aún a los fusilamientos, pero que en cambio no se atrevieron a mover un dedo para sacudir la vetusta estructura económica del ·país, clmnan ahora por lo que se deja de hacer en la línea en la que ellos no avanzaron un solo paso o, en todo caso, retrocedieron, como quedó palmariamente demostrado en la aludida reunión de T. V. El plan es congruente en su coílcepcióu y establece prioridades lógicas. El petróleo y el gas en primer térmi110, porque los te11ínmos en el subsuelo, los podíamos extraer rápidamente y enjugarían en gran parte el déficit crónico de nuestra balanza de pagos. Ello rítraería de inmediato - como ornnió efecó. •mnente- las radicacioues pam la pe-

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tr.oquímica y la química pesada. En seguida, la siderurgia, porque sin ella no hay completo desarrollo, y los caminos para intercomunicar el país y proporcionar a la industria un mercado único, en el cual los altos niveles de vida proporcionados por la industrialización general y la tecnificación del agro, per1nitieran a nuestra industria una expansión firme y sostenida. Si se impusieron restricciones y sacrificios al pueblo, fue para realizar un programa cuya vigencia es indiscutible y surge de un mandato popular. Múltiples son ahora los signos positivos que auguran al país un triunfo completo . Pero, al mismo tiempo, aparecen señales dispares de una política económica que, siendo aquélla que se proclamó, en su formulación, no lo es sin embargo en su realización práctica. Pienso que en este momento la estabilización y el desarrollo son los medios necesarios y únicos que llevan al cumplimiento del mandato del 23 de febrero, cuya síntesis se

expresa así: desarrollo, legalidad para todos, paz social. El propósito que persigo con este folleto no es solamente verificar hasta qué punto se está cumpliendo tal mandato, más allá de la voluntad de efectivamente bacerlo, sino recordar su vigencia plena como compromiso contraído con el pueblo y la Nación. Al cabo del análisis formulo esta nfirmación que anticipo como síntesis de mi penSCl'miento en la materia: "La alternativa es cnterrórica: mantener el desarrollo en un ritª mo temo y la estabilización en el punto en que se encuentra -acentuándola por medio de restricciones- o impulsar el desarrollo y la estabilización simultáneamente y con toda la energía de que seamos capaces". Sólo la segunda alternativa nos conduce al cumplimiento del compromiso del 23 de f ebreiro. Por la primera, se va a la declinación industrial, al subconsumo y a la desocupación. Hace seis meses anticipé el riesgo que corría la R epública si se cumplían sólo parcialmente los planes. Ahora que los hechos

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7ill!estran la verdad de aquella hipótesis, corresponde insistir en el carácter drmnático de la alternnúvn, porque en ella nos va la vida como nación libre y soberana. Felizmente, aun sigue siendo positivo el signo de nuestra evolución y todos los errores, 01nisiones y cambios de ritmo son susceptibles de rectificación. Sig11en en pie las grandes líneas del programa iniciado y han de atribuirse las vacilaciones y demoras a la compleja naturaleza eco11ómica, detrás de la cual se alínean fuerzas contradictorias sumam.ente difíciles de canali ~

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iniento para el país. Al mismo tiempo dejará de ser una rémora para el país entregando puntualmente los fondos que recauda para vialidad y energía. Finalmente, esta política redundará en su propio beneficio empresario puesto que es sabido que Y.P.F. ha llegado a un grado tal de c~ec~miento ~á~ allá del cual resulta antieconom1ca su actividad . Este es un principio de carácter general al que no escapa nuestro ente estatal encargado de la ejecución de la política petrolera. Es más, puede afirmarse que tal límite ya ha sido superado y que urge proceder a reorganizar la empresa transformándola en un pool que centralice la actividad de sector~s dedicados a actividades perfectamente delimitadas y bien organizados. De este modo podría llegarse a la comprobación de costos reales de producción, dato que Y.P.F . no ha podido proporcionar todavía al país.

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CAMINOS O FERROCARRILES

Es obvio que al trazar el plan de prioridades se conjugan todos los factores, pero hay elementos claramente determinantes. Nuestro país está a las puertas de su autoabastecimiento en materia de combustibles líquidos. Ya exportamos nafta. Al mismo tiempo, nuestra industria automotriz ha crecido en mérito a una política de radicaciones que ha rendido ese resultado. En tales circunstancias, la opción entre ferrocarriles y caminos no deja lugar a dudas, porque si no tenemos carreteras limitamos el mercado del automotor. Además, sobre esta consideración priva otra de carácter general: los caminos podemos construirlos nosotros, en un

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térm ino brefr de años; los ferrotartilcs si no es sobre una base de nuestra propia sideruraia sólo pueden ser modernizados a cam. Ad emas, ' bio0 de hipotecar nuestro porvemr. no conviene que invirtamos en ferrocarriles porque: a) El actual es un sistema obsoleto. E l camión le ha quirado definitivamente la caro-a flor -de 300 a 500 kilóme'' tros- ºpara ganadería, cemento, az?car, cereales, etc. y por sus caractensticas de transporte de puerta a puerta, su pera al ferrocarril. b) Nuestro país, con grandes extensiones y poco tráfico, es menos apropiado para el predominio del transporte ferrovrnn o . c) El sistema de ríos del litoral debe ser una vía junto al fcrroc:irril en esa zona. d) La tendencia a mover las cargas por sistemas no ferroviarios, como el

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avión, el gasoducto, el oleoducto, etc., le quita posibilidades. e) Quema fuel oíl o carbón, y nuestro país tiene crecientes excedentes de nafta. f) E l ferrocarril no paga ni recargo ni derecho aduanero por el carbón que importa; no paga sino la mitad del precio del fuel oil; no paga a la Flota Mercante del Estado los fletes de las locomotoras que importa con crédito del Export lmport Bank; no paga los fletes del carbón que importa y le quita al gobierno toda capacidad de inversión, en los rubros fundamentales del desarrollo. g) El déficit ferroviario está quitando a la Argentina gran parte de su capacidad de inversión y desarrollo . En íntima relación con el plan de desarrollo y expansión es necesario adoptar una serie de medidas para terminar con esta si81

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tuación. Para ello, aunque resulte fatigosa repetición, recapitulamos:

nos de las localidades servidas por los ramales levantados.

1) Hay que dar preferencia al camino sobre el ferrocarril porque:

3) Modernizar el material del ferro carril suburbano para el transporte de pasajeros en Buenos Aires.

a) El camino se construye con cemento -que tenemos- mientras el hierro en el mejor de los casos debemos importarlo durante varios años.

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b) El camión consume nafta y el ferrocarril carbón o fuel oil.

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c) El camión requiere para su construcción cien por ciento de mano de obra local. El ferrocarril requiere -todavía en su mayoría- mano de obra ímportada.

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4) Modernizar el material en algunas vías troncales, cuya explotación dé utilidad o sirva a la aludida necesaria intercomunicación.

5) En general, privatizar todo lo que sea posible: reparación y construcción de vías, vagones y locomotoras.

d) El camión está bien administrado, pues lo explota su dueño, en la presente etapa del transporte automotor. 2) Levantar las vías secundarias que arrojan

déficit, vender las tierras y las estaciones y con el producto pavimentar los cami82

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SOLUCION GENERAL Y SOLUCION FERROVIARIA

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EL desarrollo de nuevas actividades -siderurcria construcción- creará nuevas fuentes I:> ' de empleo con mayores oportunidades que absorberán a los desocupados que dejan las industrias en contracción y el Estado mismo. Los ingresos de los asalariados volverán a incrementarse en su conjunto y la demanda se tonificará. Tonificada así la demanda, volverá a crecer la actividad industrial en general. El efecto que este repunte de la actividad industrial tenga sobre la balanza de pagos estará compensado por el ahorro de importaciones que las nuevas industrias originen y por las nuevas exportaciones que 84

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hagamos fuera de los rubros tradicionales y que es urgente estimular por todos los medios desechando las curiosas inhibiciones "doctrinarias" que están postergando peligrosamente la puesta en marcha de medidas exhaustivamente estudiadas. Al cabo de este camino, dentro de cuatro o cinco años, con una red caminera completa y los altos hornos funcionando, podremos reconstruir los ferrocarriles adecuándolos al país actual y no a lo que era la República cuando fueron concebidos hace un siglo. Vías viejas, locomotoras en desuso y vagones anticuados entrarán en los altos hornos para construir con ellos los nuevos materiales del moderno sistema ferroviario.

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PERSPECTIVA AGRARIA

EsTA política tiene presente al agro donde las perspectivas son halagüeñas como lo demuestra el interés de los inversores por adquirir tierras. Desgraciadamente, como ya dijimos, la simple u·ansferencia de los campos nada agrega a la producción. Es, en cambio, positivo, y constituye una de las condiciones de nuestro desarrollo, el incremento de la producción de carne que ha de transformarse en una cantidad mayor de divisas. Pero el campo necesita aumentar su grado de tecnificación y para ello requiere que el país cuente con una industria pesada suficientemente vigorosa. Hay quienes creen que la solución está en la desocupa-

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ción que lleve gente al campo para contar como antes con mano de obra barata. Se olvidan que los costos agropecuarios ya no se basan en la miseria de los peones, sino en la tecnificación y mecanización del agro, y no habrá tecnificación ni mecanización sin industria siderúrgica y química pesada. Quienes proclaman "la vuelta al campo" olvidan que aquí hay un proceso indivisible y que según sea su evolución influirá en uno u ou·o sentido sobre el campo. En efecto, si contamos con una industria suficientemente desarrollada que se apoye naturalmente en la siderurgia, la falta de mano de obra barata obligará a la tecnificación del agro. No habrá entonces propietario, por primitivo o retrógrado que sea, que pueda apelar al traba jo manual, porque es menos costoso. Si, por el contrario, se sigue retrayendo el consumo, se degrada la industria y las masas argentinas soportan las consecuencias de la desocupación, volverán naturalmente al campo y constituirán esa reserva de mano de obra barata. En tales condiciones, no ha87

brá propietario de la tierra, por progresista que sea, que apele a la mecanización, porque los bajos costos de la producción manual le estarán indicando el camino económico. Pocas veces como en este caso la ley económica muestra tan claramente sus efectos.

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DESARROLLO, LEGALIDAD, PAZ SOCIAL

EL país atraviesa por circunstancias quizás más dramáticas que las que vivió en 19 58, cuando se lanzó el plan de estabilización. Entonces tenía seis meses de vigencia la primera etapa del desarrollo, que comienza con la batalla del petróleo. Ahora, como entonces, débese optar y, al hacerlo, se debe tener en cuenta el mandato del 2 3 de febrero, bien explícito y bien claro: desarrollo, paz social, legalidad para todos. La alternativa es categórica: mantener el desarrollo en un ritmo lento y la estabilización en el punto en que se encuentra -acentuándola por medio de restricciones- o

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impulsar el desarrollo y la estabilización simultáneamente y con toda la energía de que seamos capaces. . La primera hipótesis nos condena a no alcanzar nunca la nivelación de la balanza de pagos o a lograrla sólo a costa del subconsumo; conduce a la declinación industrial y por tanto a la desocupación. Nos deja indefensos frente a la voluntad exterior que procure avasallarnos. La segunda solución disminuye rápidamente los déficits de la balanza de pagos, que quedaría nivelada hacia 1962 y se convertiría en crecientemente favorable a partir de 1965. Nos liberaría de esta suerte de condena que nos obliga a canjear carne por material · ferroviario, permitiría integrar el país constituyéndolo en una unidad armónica con caracteres de mercado único, capaz de consumir en la medida de nuestra producción. Nos hace realmente soberanos, al proporcionar las bases materiales de nuestra autodeterminación, y nos da capacidad para una defensa efectiva. Permite consti-

tuir la Nación y nutrir la nacionalidad a través de sus propias fórmulas culturales hoy obscurecidas por una suerte de colonización de la inteligencia de la que nos cuesta salir por falta de medios materiales con qué defendernos del sometimiento ideológico.

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INDICE

PÍC.

Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 Los signos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 Riesgos ciertos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19 El ejemplo de Río Turbio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 Nación y Pueblo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25 La estabilización ....... .. .......... ... ........ . . . 27 29 Cotización estable y economía estable Supuesta or todoxia de la estabilización .. . ... ... ... . El aguinaldo ...... . . ... .. ... . . . ....... .. ...... . . . Estabilización y colaboración exterior . . . . . . . . . . . . . Estabilización relativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Signos equívocos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Menor producción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Prioridades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Desarrollo e importaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . E l desarrollo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Alternativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Petróleo, gas,. petroquímica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Producción de carne . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64 Radicaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66 Siderurgia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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El ejemplo brasileño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69 Caminos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73 Están los recursos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75 Caminos o ferrocarriles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79 Solución general y solución ferroviaria . . . . . . . . . . . .

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PerspectiYa agraria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86 Desarrollo, legalidad, paz social . . . . . . . . . . . . . . . . . . • 89



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Se terminó de imprimir el 29 de enero de 1960, en casa de D. Francisco A. Colombo, Hortiguera 552, Buenos Aires.

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