Diversiones públicas en Lima 1890-1920. La experiencia de la modernidad
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Diversiones públicas en Lima 1890-1920: la experiencia de la modernidad

Fanni Muñoz Cabrejo

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,+1t.tll~:1~en algunos fumaderos que son todo un monu~.ento de mugre, q~e v1s1tan algunas tristes criaturas entregadas a este v1c10 (1926: 83 y 94, el subrayado es nuestro).

Pese a la crítica a los chinos, Otero reconoce la importancia de la . cultura de los chinos en esta Lima cosmopolita. Vemos que el discurso racial antichino no era monolítico. El Estad~ Y otros sectores de Ja sociedad como los trabajador~s, los sect~res medios -intelectuales, profesionales-, los sectores altos y la ehte modermzado~a :estuvieron una relación ambigua hacia lo chino y muchas d~ su: practicas culturales. Pero cada uno de estos grupos tuvo distintas motivaciones ~a tolerar, permitir y participar en algunas prácticas, co~o la de fumar ~p1~ Y la de Jos juegos de azar que fueron sujetos a duras cntic~s. Y es que, s1 bien existieron diferencias entre la tradición oriental y la occ1dental, en algun~s casos encontramos una gran similitud entre la fuerte inclinación de los chi. . _ nos por los juegos de azar y los limeños. La convivencia y el trato cotidiano entre la población limen~ Y.l?s chinos se estableció desde la llegada de éstos a la ciudad. La ub1cac1on misma del Barrio Chino, una de las zonas más céntricas y transitadas de la ciudad, y su gran dinamismo comercial y económico fueron las causas. ~s orientales supieron satisfacer varias de las necesidades de una poblac1on que crecía y que demandaba nuevos servicio~. . . La reconstrucción histórica del establec1m1ento de los chinos en la Lima de fin de siglo XIX y primeras décadas del siglo~ nos.permite se~a­ lar que Ja animadversión hacia los chinos, ~ás alla de~ discurso racista -ideología de Ja época-, respondía a otro conflicto. ~~s chinos para el ~ta­ do la elite modernizadora y otros sectores se conv1rt1eron en los depositario~ de todos los males que se habían identificado en los peruanos; m.ales que impedían el desarrollo y progreso de la socie~ad perua.na. Los chinos fueron tildados de sucios, débiles y sobre todo adictos a los Juegos de azar, Jos mismos defectos que tenían los peruanos; por lo tanto, este rechazo hacia los chinos no fue otra cosa que el reflejo del espejo: ellos eran la imagen reflejada de los limeños. Los chinos, pues, n~ eran los únic~s qu~ representaban Ja negación del ideal de hombre burgues al que se aspiraba, Jos peruanos, especialmente los limeños, también tenían muchos rasgos que distaban del ideal que se quería alcanzar.

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4.4 Los negros y el carnaval Desenvuelta multa concitando la tropa mujeril, va con presteza tras de dos caleseros galopando iAy que los vence ya su ligereza! Ya los llegó á alcanzar y por moja/los Les rompió una botella en la cabeza! Felipe Pardo 1834181

~ carnaval fue una de las fiestas espontáneas más celebradas durant~ la Epoc~ Colonial; convocaba a hombres y mujeres de todas las condiciones sociales y de todas las etnias. Se realizaba en la calle; era una fiesta de ~ombate, desorden, exaltación por el licor y, por ende, de riñas y pleitos Al 1gu~ que en Europa, ~1 carnaval se desarrollaba los últimos días qu~ preced1an a la cuaresma, fiesta religiosa que se inicia el miércoles de ceniza . Durante tre~ días de la segunda semana de febrero hasta antes dei miércoles de ceniza, la población salía a jugar a la calle y allí, en medio de ?aldazos de a_gua, granos confitados y talegas de harina, se ajustaban vieJ~ cuentas e. incluso se dirimían los conflictos étnicos que recorrían la soc1e~ad. colornal 182 . Desde sus inicios llamó la atención la participación ma~ontar1a ~e los negros y zambos1&3 , quienes tenían una presencia significativa en Lima, pues el número de esclavos era de 13479 a fines del siglo XV~II (Flores Galindo 1984: 101). No obstante ser un medio de control s~c1al Yun m~mento ~:liberación para la población, el carnaval fue prohibido por ~1 ~irrey Gwnor en 1780. Esta medida se tomó durante las reformas bo~orncas co~ la finalidad de suprimir las manifestaciones populares por conSlderarlas licenciosas y vulgares, muchas de las cuales, como el caso del carnaval, llegaban a excesos de violencia que ocasionaban "heri?~s. Y muertos" 184 • Sin embargo, esta prohibición sólo se mantuvo hasta m1c1os de la República.

. 181. "El carnaval de Lima", en Prisma, Revista Ilustrada de Artes y Letras año 11 Llma, 1 de abril de 1906. ' ' 182. Ver Flores Galindo 1984. 183. Rosa María Acosta, en su .estudio de Fiestas coloniales urbanas, señala que "negros Y za~bos se colocaban al pie de las inmediaciones del río Rímac para[...] echar agua sucia de la acequia o sumergirlos" (1997: 139). 184. Citado en Estenssoro t. 11, p. 490. "[con ocasión de arrojarse agua unos a otros los vezmos de que resultan rmas, heridas y muerte, causando inquietud, y alboro-

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La fiesta del carnaval siguió desarrollándose con total libertad hasta las primeras décadas del siglo XJX, cuando las elites modernizadoras comienzan a tomar medidas para prohibirla o ir transformándola, puesto que esta fiesta se oponía a su ideal estético. A lo largo de estos años se pueden identificar momentos claves que dan cuenta del proceso de transformación que se lleva a cabo en esta fiesta y la lucha que entablan los sectores populares para tratar de conservarla, pues ésta simbolizaba la tradición festiva de la población185 . Nos interesa detenernos en el carnaval porque esta fiesta retrata muy bien el conflicto entre el proyecto modernizador de la elite y una realidad en la cual las costumbres y tradiciones populares no sólo se mantenían, sino que también eran compartidas por los distintos grupos sociales. Por otro lado, el carnaval y uno de sus principales actores, los negros -al igual que los chinos en el caso de las casas de juego y fumaderos de opio-, se convirtieron en los chivos expiatorios de prácticas culturales asociadas a la "barbarie" que, sin embargo, eran compartidas por los diferentes grupos de la sociedad limeña. Al identificar estas prácticas en un "otro", distante a ellos, como fue el caso de los negros, resultaba más fácil combatirlas. Los negros se convierten en la imagen de "sensualidad" y libertinaje sexual que se oponía a Ja ética de la decencia y de la gravedad que eran propios de la cultura burguesa que la elite modernizadora trató de establecer. Pero, como anota bien Hugo Neira, en la Lima barroca existió una complicidad entre blancos y negros, que se expresó en el nivel del placer (Neira 1996: 231)186 . Esta complicidad continuó así hasta finales del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX. Hacia 1908, la población negra -que tenía cerca de cincuenta años de haber dejado la condición de esclava- alcanzaba 6763 personas 187 , constituía menos del 5% de la población limeña. Aunque su número era menor

tos en las calles y Plazas, donde concurren gentes de la intima plebe para arrojar dichas aguas, a los transeúntes, haciéndoles diferentes vejaciones e injurias [ ... ]" (AHML Libros de cédulas y provisiones, t. XXX, Nº 258, fol. 230) . 185. El carnaval limeño entre 1900 y 1930 ha sido estudiado por Hilario Enríquez (2000: 79-100). 186. Este entendimiento entre blancos y negros, a juicio del autor, no se ha querido explorar. 187. Censo de 1908, en Ministerio de Fomento 1915: 87. Hay que señalar que la definición del "status é tnico" de las personas en el censo de 1908 planteó muchas limitaciones, ya que muchas personas se declararon blancos o mestizos en el empadronamiento. Ver Stokes 1987: t. 11, pp. 181-184.

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al del censo de 1876 que arrojó 11289 negros188 , no dejaba de ser alto en términos de grupo étnico. Por otro lado, este número evidenciaba el alto grado de mestizaje de este grupo. Los negros se desempeñaron en ocupaciones de baja estima social como carreteros, cocheros, albañiles, carpinteros, empleados de servicio doméstico y trabajadores rurales en los valles costeños cercanos a la capital. Los negros no sólo ocupaban el tradicional barrio de San Lázaro, que se les había asignado durante la Colonia, sino que se encontraban distribuidos en toda la ciudad, especialmente en el distrito quinto conformado por el Rímac, Piedra Liza y el cuartel los Barbones, en el distrito octavo, que correspondía a la Portada de Santa Catalina y en el sexto en la parte de Cocharcas. En menor número habitaban en los distritos segundo, tercero y cuarto que comprendían la esquina de Desamparados, la Merced, Siete Pecados, la calle de Mestas y la avenida Grau hasta el barrio de La Victoria189 . La presencia de los negros en los distintos puntos de la ciudad mostraba la convivencia e interacción entre los negros y los otros grupos étnicos de Urna. Gracias a las descripciones de los viajeros y de los periódicos de la época sabemos que la forma en que se celebraba el carnaval había sufrido pocas variaciones desde la época de la colonia. Durante los días de carnaval, personas de toda condición social salían a enfrentar batallas en las principales calles del centro de la ciudad y en los barrios, cargando cubos de agua, huevos llenos con agua de añil y sacos de harina por la noche. Desde los balcones de las casas, las señoras, las doncellas y las domésticas esperaban a los transeúntes para tirarles baldazos de agua o asustarlos con un saco Ileno de fragmentos de porcelana, vidrios y fierros que producían mucho ruido cuando era tirado hasta mitad de la calle. Por la tarde se procedía al desfile de enmascarados que recorrían las calles de la ciudad, acompañados muchas veces de bebidas alcohólicas. En el desfile parece ser que, desde mediados del siglo XIX, participaba mayoritariamente el "pueblo", especialmente los negros y negras que marchaban por las calles "disfrazados, pintarrajeados de azul y blanco" 190 . El viajero Johann J . von Tschudi, durante su estadía en Lima entre 1838 y 1842, escandalizado comentaba a propósito de este entretenimiento lo siguiente:

188. Censo de 1876, en Dirección Nacional de Estadística 1878: 364. 189. Censo de 1908, en Ministerio de Fomento 1915: 53-55 y 93. 190. El Comercio , 9 de febrero de 1902.

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La principal diversión consiste en echarse agua mutuam~nte [... ]Y los negros apostados en las esquinas se apoderan de cualquiera que no es de su ralea; si no paga una determinada suma en calidad de rescate,!º sumergen sin misericordia en la acequia. Dentro de las casas se actúa con desenfreno similar entre familiares y amigos[... ] Una forma de asustar a los transeúntes en carnaval, Una bolsa de fragmentos de vidrio Y de porcelana es atada al balcón con una fuerte soga [... ] todo _se esconde en el balcón y las juguetonas negras acechan con su am1tas hasta que alguien pasa. Entonces avientan el sac~, e~ cual ~e con ~n estrépito pero se queda colgado a una distancia mofens1va _en~ma de la cabeza del que ha pasado. Las mujeres se burlan del mfeliz que ha pasado agachado (1966:66).

El desenfreno y el caos se apoderaban de la ciudad durante ~~~ellos días, razón por la cual la elite modernizadora tachaba a esta fie~ta de bárbara no civilizada"t91; la asociaba a la plebe, a los pobres de la ciudad y, ~~e­ cialmente a la población negra. Esta última resalta en todas las descnpc10. nes hech~ sobre el carnaval, pese al carácter multiétnico de la fie:51ª· La calle, espacio al que se le empezaba a asignar otra función social, se convertía -como en tiempos coloniales- en el lugar cen~al de la fiesta donde se desarrollaban los combates públicos, lo cual imphcaba actos de 192 violencia, poco adecuados a la nueva forma de .s~nsibilidad burguesa · Además, la proximidad e intimidad que se prop1c1aba c?n el carnav~, ~ mantener contacto físico con las personas con las que se Jugaba, c?nsbtuta una transgresión al código de recato y moderación del contacto físico entre los sexos. , A las manifestaciones callejeras, durante los tres dtas de carnaval. se sumaban los bailes de máscaras en los teatros Variedades YOlimpo, do~de se bailaban marineras, polcas y valses (Gerstaecker 1966: 47-59)~ bailes que se instituyeron a mediados del siglo XIX (Gálvez 1966: 89). Hacia fines de este siglo, a los bailes de carnestolendas que se llevaban a cabo en. el Teatro Olimpo "no asistían ninguna de las Srtas. de recato de la soc1e-

191. Este fenómeno también se dio en Uruguay, donde se la consideró como una fiesta de la cultura "bárbara" (Barrán 1990: t. 1, pp. 109-129). 192. Respecto al empleo de la noción de lo grosero asociado a lo vulgar, parece ser, como sugiere Bajtin -al estudiar la cultura cómica popular en Europ~-'. que durante los siglos XVII y XVILI, "mientras el canon clásico reinaba en los dominios del a:t~ Y la literatura, el grotesco ligado a la cultura cómica popular, estaba separado de la última Y se reducía al rango de lo cómico y de baja estofa" (1987: 36).

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dad" 193 . Ellas organizaban fiestas privadas en sus casas, las cuales adornaban con mascarillas y perfumes de lavanda. La fiesta del Teatro Olimpo quedaba restringida a la clase baja; los precios de las funciones eran muy cómodos; además, las mujeres tenían derecho a ingresar a los bailes en forma gratuita. Recién en 1898, se cuenta con un reglamento para los bailes de máscaras en el que el horario queda establecido entre las diez de la noche para el inicio y las cinco de la mañana para su término 194. Los bailes de máscaras fueron una de las pocas diversiones en las que el uso de la noche fue total. Asimismo, el reglamento trató de pautar el comportamiento de los asistentes. Por ejemplo, se prohibió el ingreso de señoras con mantas y de hombres con "palas y bastones" 195 ; los "bailes escandalosos"196 ; el uso de disfraces de "ministros de religión, u órdenes religiosas o de altos funcionarios o de milicias" 197 • En caso de presentarse desórdenes en los bailes, la policía estaba autorizada a expulsar del teatro a los causantes. Dichas personas, además, estaban obligadas a pagar multas y a cumplir con otras penas como la de arresto. Pese a estas medidas, durante los bailes de carnaval, los desórdenes y el ingreso de la policía fueron muy frecuentes. Posteriormente, entre 1900 y 1915, el Teatro Politeama y el Teatro Olimpo se convierten en los principales escenarios de los bailes públicos de máscaras; pero en el Teatro Mazzi, en el Teatro Victoria y en Jos cinemas Pathe y Caquetá también se realizaron bailes de fantasía (Enríquez

2000: 83).

193. El Perú Ilustrado, año 3, semestre ll, 15 de febrero de 1890, Nº 145. 194. Art. 16, Reglamento de BaJle de Máscaras, 28 de marzo de 1898. En caso de excederse este horario, los empresarios estaban en la obligación de pagar una multa de 100 soles, en Concejo Provincial de Urna 1899. 195. Art. 4 y 5, Reglamento de Salle de Máscaras, 28 de mano de 1898, en Concejo Provincial de Lima 1899. 196. Art. 10, Reglamento de Baile de Máscaras, 28 de marzo de 1898, en Concejo Provincial de Urna 1899. Parece ser que los bailes escandalosos se refieren a la zamacueca (marinera). 197. Art. 6, Reglamento de Baile de Máscaras, 28 de marzo de 1898, en Concejo Provincial de Lima 1899. Los enmascarados no debían dirigirse con sátiras punzantes a otros. En caso de hacerlo se estimó una multa de 10 soles a 50 soles o arresto. Art. 11 , Reglamento de Salle de Máscaras, 28 de mano de 1898, en Concejo Provincial de Lima 1899.

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4.5 Primeras prohibiciones y reglamentaciones republicanas Durante las primeras décadas del siglo XIX, las críticas al carnaval fueron constantes. Felipe Pardo y Aliaga, por ejemplo, fue un duro detractor del carnaval, diversión que, a su juicio, sacaba a relucir las costumbres bárbaras y comportamientos poco educados de la población limeña. Sin embargo, Pardo observaba que el carnaval causaba el deleite no sólo del "vulgd', sino también de todos los sectores sociales. A propósito de ello escribió una sátira en contra del carnaval: Yo imagine que goce tan grosero Fuese sólo del vulgo y no abrazara Desde el grave Marqués hasta el pulpero. Embarazando el paso, impertinente Ví la plebe en las calles agitada, Á estímulo quizás del aguardiente: Dando aquél gritos y con mano airida La jeringa cargando y descargando, Inunda en aguas puercas a su amada [... ] Allí están tres consortes acosadas, Por seis garzones, mientras un marido Sigue á un coro de vírgenes tiznadas. 198

Vemos que la asociación del carnaval con una fiesta vulgar, grosera y popular está presente, sin dejar de señalarse críticamente la participación de otros sectores sociales. Lo vulgar y grosero de la fiesta tenía que ver con el desorden, la falta de respeto a la jerarquía social que propiciaba esta fiesta y la ruptura momentánea de las represiones. En 1845, las críticas y la necesidad de comenzar a reformar las costumbres de la población llevaron a que Ja Intendencia de Policía prohibiera el juego, estableciendo un control severo sobre la población. Para lograr tal objetivo se propusieron entretenimientos alternativos como paseos al campo, a Chorrillos o al Callao (Gálvez 1966: 87). No obstante, dicha prohibición apenas duró un breve lapso, pues en el año 1860 ya tenemos noticias de que el juego se está practicando en diversos lugares de la ciudad. Pese a que se mantuvieron algunas restricciones sobre el juego, la autoridad no se

198. "El carnaval de Lima", en Prisma. Revista Ilustrada de Artes y Letras, año ll, Lima, 1 de abril de 1906.

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llegó a respetar; muchas veces los policías fueron víctimas de los baldazos de agua sin llegar a aplicar las sanciones establecidas. Ante la imposibilidad de prohibir la fiesta se trató de reglamentarla. El uso de la calle, la espontaneidad de la fiesta al jugar con todas las personas sin importar la condición social, debía dar paso al uso del espacio privado en casas y clubes, donde sólo se podía jugar entre amigos. Pese a ello, la calle para grupos étnicos como los negros siguió siendo un espacio público para convocar a la gente y divertirse. Para Manuel Atanasio Fuentes, el carnaval constituía ''otra de las diversiones queJ para descrédito de la capital se conservaba entre nosotros" (1866: 452). Esta era una fiesta inmoral, salvaje, en la que no se respetaba el orden social y donde primaba el desenfreno y la insolencia. Resta donde mayorn;ente -a su juicio- disfrutaba la "plebe", especialmente la población negra. Esta, organizada en cuadrillas, solía representar el baile de diablos, con el cual recorrían las calles céntricas de Lima y las de los barrios. Durante la Colonia, este baile se representaba en la procesión del Domingo de Corpus Christi (Acosta 1997: 58) y en la de Cuasimodo en abril, celebración que completaba el ciclo del carnaval (Estenssoro 1996: 45) 199 • En este baile los negros "salían disfrazados de diablos ó emplumados: otros imitaban a osos, gavilanes y leones" 200 ; y, al igual que muchas diversiones de los negros bozales, fueron consideradas "las más bárbaras y groseras por el tipo de música e instrumentos con los que se toca" 2º1 . Por esta razón fueron prohibidas a finales del siglo XVIII, durante las reformas borbónicas202.

199. "Esta es la fiesta de Cuasimodo en la que salía de cada una de las parroquias de Lima en procesión el Santísimo Sacramento acompañado de danzas de diablos (...) Aunque este día se comportaban con especial desenvoltura. Los diablos, vestidos con máscaras, trajes llamativos y armados de palos y látigos hacían diabluras. Quienes asumían este papel en estas danzas o sones eran en principio miembros de las castas negras, reunidos en cofradías" (Estenssoro 1996: 46). 200. Del Mercurio Peruano (1791) citado en Ministerio de Fomento 1915: 91. 201. Aquí la referencia de Carrio de la Vandera es muy clara sobre el uso de instrumentos como la "quijada de un asno con su dentadura floja, son las cuerdas de su principal instrumento que rascan con un hueso de carnero, asto u otro palo duro, con que hacen unos altos tiples tan fastidiosos y desagradables que provocan tapar los oídos o a correr a los burros [...] [Carrio de la Vandera 1773), citado por Estenssoro 1990: t. II, p. 562. 202. Un estudio de las prohibiciones de las danzas y especialmente la de los negros durante la Ilustración se encuentra en la tesis de Juan Carlos Estenssoro "Música discurso y poder en el régimen colonial" (1990: T.11, pp. 549-576). ' '

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Carnaval al son de los diablos (Ancón 1913) Colección Humberto Currarino

Atanasia Fuentes retoma esta crítica y, siguiendo el discurso de los ilustrados del siglo XVIII, exige la prohibición del baile de los diablos en la procesión de Cuasimodo, porque "consiste en movimientos obscenos acompañados de gesticulaciones salvajes". Todo esto atentaba contra la moral pública, pues no era digno de una festividad religiosa (Fu~ntes 1866: 446447). Pese a que se logró prohibir el baile del son de diablos durante la procesión de Cuasimodo, la población negra se las ingenió para representar el baile de diablos durante los días del carnaval. Asimismo, con el pretexto de echar agua tenían licencia para tocar los cuerpos de hombres y mujeres de distintas condiciones sociales. Estos comportamientos y la sensualidad con la que bailaban203 se habían constituido en estereotipo de lo negro. La danza de los diablos mantuvo su vigencia a lo largo de las primeras décadas del siglo XX, debido no sólo a la resistencia de la población negra, sino también a los sectores populares limeños que la inco~oraron a las diversiones propias de su cultura. Evaristo San Cristoval, miembro del Instituto Histórico del Perú, en su crónica de Chorrillos describe cómo, en

203. Una de las reformas de los ilustrados durante el siglo XV!ll se centró en el baile, especialmente el que realizaban las cofradías de negros, quienes habían organizado academias de baile (Estenssoro 1996: 42-43).

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1876, las fiestas de carnaval celebradas por todos los sectores sociales contaron con un entusiasmo indescriptible "por gente de color que bailaba desaforadamente al son de los diablos" (1949: 65). El Comercio del 17 de febrero de 1904 informa del "recorrido de una cuadrilla de gente del pueblo bailando el son de los diablos. Sus excursiones bohemias no pasaron de los arrabales de la población". En 1909, otra descripción de este tipo de baile relata lo siguiente: En los barrios de la ciudad tres individuos vestidos de mamarracho y cubiertas las caras con máscaras, más o menos extravagantes recorrían las calles bailando al son de una tinsuya, quijada y cajón el llamado "son de los diablos" dirigido por el conocido churrasco. Después de unas cuantas piruetas pasaban el sombrero para recoger cobres o abrían su bocazas para endilgarse sendas copas de aguardiente. Un numeroso grupo de gente desocupada seguía a estos bailarines festejando sus gracias con aplausos y risotadas, mientras que otros animaban arrojándoles los terribles cohetecillos de Napoleón 204 . Podemos ver que un elemento novedoso durante estos años es el hecho de solicitar dinero a los peatones, una vez finalizado el baile. Noticias sobre el desarrollo de este baile se han registrado hasta los primeros años de la década del veinte. Veamos como lo describe el periodista de El Comercio: Las comparsas de negros en los barrios de Abajo el Puente, Malambo donde los negros a1 son de una quijada de burro bien manejada alcanzaban a1 medio de la calle constituyendo un espectáculo típico que convocaba a todas las personas de las aceras y que seguía a la banda de negros danzando[...] En cada lugar donde ejecutaban sus bailes eróticos, recibía en pago buenas monedas que su director guardaba cuidadosamente205 .

Es interesante la referencia explícita que se hace de los bailes eróticos. Parece ser que al son de diablos se había añadido una serie de bailes de movimientos sinuosos de caderas y otras partes del cuerpo, que se oponían al ideal de pudor y "vergüenza" que debían regir los comportamientos de las personas.

204. El Comercio, 13 de marzo de 1907. 205. El Comercio, 13 de febrero de 1918.

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A fines del siglo XIX y durante la primera década del siglo XX, en pleno proyecto de reconstrucción y modernización, existe un fuerte _rechazo hacia la fiesta del carnaval. La elite modernizadora y las autoridades políticas lanzaron duras críticas sobre esta fiesta a través ~e. ~a pr~n~. En 1892, el periodista del semanario El Amigo del Pueblo escnb10 lo s1gwente: Era una fiesta inmoral, salvaje. Una diversión en donde no se respeta ninguna de las consideraciones sociales. El pudor es un elemento innecesario en las mujeres. Días de carnaval equivalía a decir días de desenfreno y de insolencia. [...)Salen las turbas de negros y negras con los 206 vestidos desgarrados y empapados con las caras llenas de pintura.

Nuevamente, la figura de los negros es central en la descripción que se hace de Ja celebración del carnaval. Al parecer, la inmoralidad, el carácter grosero de la fiesta, la falta de decoro y la violencia fueron atributos con los que se identificó de manera directa a los pobres y especialmente a la población negra. Los negros, desde Ja Época Colonial con las reform~s borbónicas, fueron estigmatizados como personas de una gran sensualidad, ociosidad y superstición207 • Este estereotipo negativo de los negro~, en el siglo XIX, se refuerza con el discurso racista científico al que se adscnbieron el Estado y las elites peruanas (Prado 1941). Para Clemente Palma Jos negros constituían una "raza inferior, incapaz de asimilarse a la vida civilizada" (1897: 7); y con tendencia a dar rienda suelta a sus impulsos, los cuales se podían canalizar a través del carnaval. Todos los barrios populares, según José María Guzmán y Medina, periodista de la revista El Hogar Cristiano. Religión, Ciencias Y Artes, "eran Jos más invadidos de la alegría y de Ja holganza no importando que se dilapide todo lo ganado en Jos días de labor" 208 • En las esquinas de los barrios populosos se apostaban los negros y desde ahí se dedicaban a tirar

206. El Amigo del Pueblo, año 1, Nº 4, 27 de febrero de 1892. . . 207. Estenssoro señala que la imagen que los ilustrados adoptan de la nacionalidad negra aparecerá como "bárbard', "groserd', "tosco" y por lo tanto en la medida que se opone al "orden" y "gusto" (valores inapelables), "fastidioso" y "desagradable"(1990: t. Il, p. 562). 208. "El carnaval en Lima", en El Hogar Cristiano. Religión, Ciencias y Artes, ano 11, Nº 14, 8 de febrero de 1910.

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agua a los transeúntes y a los tranvías que pasaban209 ; también se usaba agua barrosa con añil, harina y cohetecillos, llamados "napoleones", con los que se asustaba a los peatones21º . Pero igual participaba del carnaval la elite; fue muy común que cuadrillas de enmascarados de entre veinte y treinta jóvenes recorrieran las calles de la ciudad "sonando con sus cascabeles" e irrumpiendo en casas de amigos para dar inicio a Jos bailes2 11 • ¿Qué simbolizaba el carnaval? ¿En qué elementos se sustentaba la crítica que se le hacía? Pedro Dávalos y Lissón, miembro de la elite modernizadora, señalaba que el carnaval era una fiesta inmoral y llevaba a la sociedad a un estado de barbarie. Dávalos añadía lo siguiente acerca de lo que era el carnaval: Un paréntesis que abrimos en nuestras buenas costumbres, como si quisiéramos hacer alarde de entrañable amor por todos los resabios de mala educación que hemos recibido. [... )en estos dias la negra asguerosa. gue nunca se ha atreyjdo a saludarnos. confiada en (a costumbre v en la fase proverbial todos somos iguales. nos meterá con sombreros v botas en un boguer6n por más que supliquemos que no lo haga y por la insolencia de una negra se encontrará Ud. marchando a la tierra de los calvos (1913: 24-25).

La celebración del carnaval ponía en tela de juicio el proyecto burgués; la ansiada disciplina de la sociedad limeña y la interiorización del espíritu del trabajo resultaban paradójicas ante una fiesta que paralizaba a la ciudad durante dos días de trabajo. A ello se añadía que, dado el desorden de los días de fiesta, muchos negocios se cerraban y otros quedaban desiertos, porque la gente no quería salir de sus casas. Este hecho daba cuenta de una ciudad festiva, amante de los juegos y donde era muy frecuente hacer uso de la violencia. Por ejemplo, se encuentran denuncias de negros que habían detenido a "jóvenes" para exigirles dinero para continuar con su juerga212, o casos de chinos atacados por "granujas que les esperaban para atacarlos con vejigazos en el cuerpo" 213 . Pero así como el

209. En febrero de 1913, durante el tercer día del carnaval se suspendió el tráfico eléctrico a Malambo puesto que se mojaba en demasía a los transeúntes. El Comercio, 5 de febrero de 1913). 210. El Comercio, 4 de febrero de 1910. 211. Citado en Enríquez 2000: 84, El Comercio, 28 de febrero de 1906. 212. El Comercio, 7 de febrero de 1904.

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carnaval tenía este sentido para la elite; para los sectores populares la fiesta era un mecanismo de resolver algunos conflictos interétnicos, especialmente con la población china. Ésta fue sometida a duros ataques, como se puede encontrar en las crónicas de Jos periódicos. Cada año, durante el carnaval, se comentaba que pobladores chinos habían sido golpeados: "Un coolie fue atacado por granujas en la calle Paz Soldán"214 • Finalmente, el carnaval también fue vivido como un momento de liberación; la transgresión de mojar a todas Las personas por igual, sin importar el rango social, recreaba la imagen de un mundo de iguales. Debido a los problemas ocasionados por el carnaval, el 15 de febrero de 1900 El Comercio publica el bando del subprefecto e intendente de policía en el cual se permitía el juego del carnaval, pero con la condición de "no molestar a los transeúntes, no usar cascarones, no jugar con policías y sacar licencia para el uso del disfraz. Cualquier infracción estaría sujeta a una multa o arrestd' 215 . Ese mismo año, el cronista de El Comercio describe, no sin cierta nostalgia, la antigua costumbre del carnaval, la rápida evolución que había sufrido: "no hay baldes de agua ni cascarones ni papahuevos y por el contrario, el carnaval se había convertido en una fiesta civilizada, de serpen. tinas y chisguetes. Un carnaval un poco senote y pesad"m o . Pese a esta campaña por "civilizar al carnaval", es frecuente leer en los periódicos que la población seguía usando las calles para el juego, para entablar la lucha de baldazos y globazos con cuanto transeúnte se tropeza217 ba y cometer una serie de escándalos y hechos a causa del alcohol . La restricción de reservar el juego al interior de las casas particulares no parecía ser tomada en cuenta, especialmente por el pueblo. Como se registra en El Comercio de 1903, si bien las "negras de los callejones ya no pueden sacar agua de la acequia para empapar a los transeúntes todavía lo hacen ' . ' "218 con baldes donde acumulan agua a 1a espera d e a1gu1en a quien moJar .

213. El Comercio, 18 de febrero de 1901. 214. E/ Comercio, 3 de marzo de 1908. 215. El Comercio, 15 de febrero de 1900. 216. El Comercio, 25 de febrero de 1900. 217. A Antonio Chanca, Eusebio Guerrero se les impulso una multa de 20 soles por encontrárselos ebrios y haciendo escándalo. Asimismo, se impusieron multas a los propietarios del café Trujillo y al Sr. Acosta por haber soltado sin licencia globos Y haber lirado agua a los transeúntes. E/ Comercio, 17 de febrero de 1904. 218. El Comercio, 22 de febrero de 1903.

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Asimismo, la mascarada y baile del son de los diablos siguió recorriendo las calles de los barrios bajos de la ciudad, del Cercado y Cocharcas, durante esos días 219 • Dávalos y Lissón sostenía la necesidad de sustituir el carnaval por otro tipo de entretenimientos, por ejemplo, fiestas. Para ello apelaba a los clubes y sociedades literarias para que se encargaran de su organización. Ponía los casos de Italia y Argentina, donde se había logrado transformar el carnaval o desplazarlo (1913: 30-31). Las primeras noticias que se tienen del cambio de uso de los cascarones de huevos por globos y chisguetes las tenemos en el semanario El Perú Ilustrado correspondiente al mes de febrero de 189022º. Allí se señala que los cascarones que solían causar graves daños físicos habían sido dejados de lado por globos de jebe de vistosos colores que contenían agua perfumada. Este cambio del carnaval y la prohibición hecha se reseñan en las crónicas de los periódicos entre 1900 a 1906, años en los cuales se describe el decaimiento del juego, su lenta transformación. El Comercio de 1904 narra lo siguiente: Aquel desenfado de la gente va decayendo o desapareciendo y hoy se limita a las familias entre sí y sus conocidos. Poco a poco irá evolucionando el carnaval criollo hasta adquirir la forma artística que tiene en algunas ciudades europeas ... vendrán bailes de máscaras y paseos de carros alegóricos en que se hace un derroche de espiritualidad y sentimiento artístico22l.

Recién en 1913 encontramos que el juego del carnaval criollo se había extinguido en el balneario de Chorrillos: Este juego brutal y salvaje hecho a baldes de agua, kilos de harina y tarros de pintura ha sido cambiado por gente que prefiere con razón divertirse de una manera más culta, con confetis dorados, serpentinas elegantes y flores de pape1222 .

219. La Crónica, 25 de febrero de 1914. 220. El Perú Ilustrado, año 3, semestre 11, 22 de febrero de 1890, Nº 146. 221. El Comercio, 15 de febrero de 1904. 222. Los Balnearios, Semanario Informativo de Literatura, Artes y Ciencia, 9 de febrero de 1913.

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Mientras en el barrio bajo pontino el recorrido de la mascarada del son de los diablos tenía un papel central, en Chorrillos, Barranco y Miraflores, el carnaval revestía un tono aristocrático, de elite. Se realizaba en los salones del Casino y en un ambiente decorado con serpentinas y globos de colores; damas y caballeros ingresaban enmascarados a este lugar para bailar al compás de tangos. Empero, estos cambios no fueron vistos con agrado por algunos sectores. Es el caso de un periodista del El Comercio, quien, con el seudónimo de Clouis, evocaba con nostalgia el carnaval de "antaño" porque el de ese entonces carecía de vida y se había convertido en un juego "sin arte gracia ni placer"223 . Por la misma época, en el diario El Comercio se escribía sobre la urgente necesidad de transformar el carnaval, proponiendo para ello "corsos de carruajes en el Paseo Colón", donde se haría uso de serpentinas, globos; todo esto lo convertiría en una fiesta aristocrática224 • Asimismo, el cronista del diario La Prensa elogiaba el concurso de disfraces de niños, promovido por este diario, como un medio de "enaltecer el carnaval limeño y poner a Lima a la altura de otras capitales del mundo" 225 •

4.6 El carnaval y la cultura popular criolla Si bien las medidas para controlar y estilizar el carnaval ejercieron mayor presión en los primeros años del siglo XX, hacia 1907 los diarios comienzan a escribir a propósito del renacimiento del carnaval tradicional. Es en estos momentos cuando el carnaval comienza a ser asociado a la cultura criolla, lo que genera una fuerte oposición de la elite modernizadora que rechazaba las costumbres y prácticas de la cultura criolla y a los grupos sociales que veían en ésta un elemento de identidad nacional. Es interesante observar que, pese a la discriminación racial hacia los negros, algunas prácticas y rasgos identificados con éstos, como la alegría desbordante, la risa y el baile, fueron elementos constitutivos de la cultura popular limeña que comienza a asociarse con lo criollo y a ser símbolo de la identidad nacional. La primera semana de febrero de 1910, José María Guzmán, indignado por la acogida que había tenido el juego de carnaval, escribía en la

223. El Comercio, 6 de febrero de 1910. 224. El Comercio, 3 de enero de 1910. 225. La Prensa, 7 de febrero de 1917.

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revista El Hogar Cristiano el artículo "El carnaval en Lima", donde señalaba que la esencia criolla del carnaval "resultaba de una grotesquidad bochornosa"226 . Para Guzmán, el carnaval tenía efectos graves sobre el carácter "de una juventud sin virilidad y senil para la lucha". La jarana, la risa, la forma en que se realizaba el juego, con aguas sucias, pinturas y cascarones de huevo, se oponía a las costumbres cultas y formas "refinadas como las europeas" 227 • Estas prácticas fueron estigmatizadas por la elite modernizadora como la negación del progreso y la civilización. Otro era el punto de vista de los que estaban a favor de la fiesta de "sabor criollo" considerándola alma de la identidad nacional, como es el caso del edito~ rialista de La Ilustración Peruana, quien en febrero de 1912 defendió el carnaval porque era un rasgo del criollismo, esencia de la nacionalidad de los peruanos228 • Los carnavales permitían que hombres, mujeres, niños, mozos y viejos actuaran con toda la libertad para expresar sus emociones. Pero ¿qué es lo que se valoraba en el carnaval tradicional? El humor, la picardía y la expresión libre de las emociones. "Una fiesta de alegría y un recurso de desahogo u olvido de las penas que se habían acumulado a lo largo del año", escribía Juan Apapucio Corrales (1938: 249). Una fiesta en la cual "teníamos orgullo de nuestra raza y de nuestros hombres. Su colorido nacional, su criollismo y su rudeza primitiva hacían de estos tres días hornadas simpáticas y hasta simbólicas del sentido noble de la vida" 229. A través de esta defensa se hace evidente el conflicto de mentalidades existente entre los mismos sectores sociales. Este discurso hubiera sido impensable treinta años atrás por miembros de la elite como Manuel Atanasia Fuentes, quien pese a defender lo nativo se niega a aceptar el carnaval y mucho menos a considerarlo un elemento de la cuJtura criolla. Nuevamente, entre 1916 y 1917, se encuentran en los diarios fuertes críticas hacia el juego tradicional del carnaval por los excesos que se cometían ~on agua, pintura y harina, que eran arrojados a los transeúntes y a Jos pasa1eros de los ferrocarriles y tranvías. Asimismo, la crítica se dirigía contra la autoridad policial porque mostraba ser ineficiente para garantizar el

226. "El carnaval en Lima", en El Hogar Cristiano. Religión, Ciencias y Artes, año JI, Nº 14, 8 de febrero de 1910. 227. El Comercio, 9 de febrero de 1902. 228. La Ilustración Peruana, 21 de febrero de 1912. 229. /b(d.

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orden y el cumplimiento de los bandos. "Nuestro carnaval es un toque de queda para las familias moderadas, de desenfreno para los otros y de inco230 modidad y mal sabor para todos por la degeneración a que ha llegado" • Fruto de ello es que el 9 de febrero de 1918, la Intendencia de Policía proht'be -bajo pena de multa o detención- que las personas arrojen agua sobre los carros del tranvía o a los transeúntes231 . Esta medida comenzó a ser cumplida en las principales calles de la ciudad, pero en los barrios no siempre se acató la prohibición. En Malambo, Granados, Chirimoyo, Calle del Sauce, Naranjos y Huaquillas, entre otras, la población negra siguió echando baldes de agua, globos y jarras a cuanto transeúnte pasaba. A fines de la segunda década del siglo XX se pone énfasis en la necesidad de dar paso a un "esparcimiento más sencillo, elegante, refinado, 232 culto como los que se realizan en Niza, Roma o en otras poblaciones" • Así, el proceso de transformación del carnaval se concretaría a partir de 1922, durante el segundo gobierno de Augusto B. Leguía. Durante estos años se producirá el refinamiento del carnaval: la calle dejó de ser el espacio para recorrer y entregarse al combate de los globos de agua, Y se convirtió en el escenario principal para observar el espectáculo de los carros alegóricos y las reinas de belleza, actividades organizadas por la Municipalidad. Al mismo tiempo, las fiestas del carnaval se realizaban en los clubes o casas de familia; eran muy famosas las fiestas de fantasía que se realizaron en los balnearios de Ancón, La Punta y Chorrillos. Todas estas manilestaciones se erigieron en símbolos de la Patria Nueva, periodo conocido también como el Oncenio y que comprende de 1919 hasta 1930. Pero, pese a esta transformación, igual se incorporaron elementos de la cultura negra como el baile de la marinera, que posteriormente se convirtió en el baile nacional. El hecho de que la crítica y la indignación de la elite por la sobrevivencia del tradicional carnaval se canalizaran en la figura de los negros, especialmente en el desprecio por el desarrollo del baile del son de los diablos, puede concebirse como un mecanismo para criticar veladamente la participación de sectores altos y medios de la sociedad que compartían prácticas que no estaban de acuerdo con el desarrollo del proyecto modernizador. Los seguidores de esta fiesta fueron tan numerosos que, por el contrario,

230. La Prensa, 13 de febrero de 1917. 231. El Comercio, 9 de febrero de 1918. 232. El Comercio, 13 de febrero de 1918.

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hicieron pública la oposición con la elite modernizadora y se abocaron a la defensa del carnaval como una fiesta de Ja cultura criolla. Un elemento que requiere ser estudiado para conocer el porqué de la integración de prácticas ~ulturales asociadas con los negros, por otros grupos étnicos como mestizos Y bl~n~os, lo constituye la convivencia que se experimentó entre estos gru_pos etmcos en los espacios habitacionales de los callejones donde comparttero_n ~as festividades religiosas, celebraciones familiares ~. sobre todo, el ~urg1m1ento de las jaranas criollas en las que es común encontrar la ref~renaa a lo~, mul~tos y zambos bailando la zamacueca y tocando la guitarra Y el ca1on. Sm embargo, la estilización de la fiesta del carnaval a través d~ los c~rsos, concursos de reinas de belleza y concursos de disfraces, fue 1':1poméndose sin anular la celebración del carnaval tradicional que quedo relegado a los barrios de la ciudad.

IV.

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El fútbol refresca el cerebro del excesiuo trabajo intelectual, tonifica el sistema y le permite reiniciar el trabajo con mayor ahinco físico y moral. Se juega con los pies y la inteligencia cerebral. [... ] Este juego es un poderoso influyente a la temperancia. Ernest Needham, El Comercio, 23 de octubre de 1899

La llegada del deporte a fines del siglo XIX y su rápida difusión en las primeras décadas del siglo XX tuvo una fuerte repercusión en la forma de vida, costumbres y comportamientos de la población limeña1 • Si bien al inicio la práctica del deporte fue promovida y difundida por la comunidad extranjera -hecho que casi no ha sido estudiado-, muy pronto el Estado y la elite comprendieron la utilidad del deporte en la formación del hombre viril, con voluntad y capacidad de acción, que el Perú necesitaba2 . En este sentido, la práctica del deporte en el Perú no puede ser vista sólo en términos de imitación y de búsqueda de status por parte de la elíte3 . 1. Por mucho tiempo, la historia y el desarrollo de los deportes en el Perú no despertaron la curiosidad de los investigadores. Los periodistas y los aficionados al deporte fueron quienes realizaron la mayor parte de trabajos que existen al respecto. Recién en las últimas décadas, sociólogos y antropólogos empezaron a interesarse en el tema y han publicado estudios acerca de él. No obstante, sus trabajos se han centrado, sobre todo en el fútbol, deporte practicado casi exclusivamente por hombres. Si bien el punto de partida es la obra de Basadre (1964: t. X), el estudio pionero sobre el fútbol fue el que realiza.ron, en la década de los ochenta, Steve Stein, José Deustua y Susan Stokes (1986: t. 1, pp. 121162). A mediados de los años noventa, el fútbol cobra importancia para las ciencias sociales, ver los trabajos de Aldo Panfichi et al (1997) y Martín Benavides (1997). 2. Hay que señalar que en algunos clubes como el Lima Cricket se venían practicando deportes como el cricket y el tennis antes de la Guerra del Pacífico, hecho que como indica Gálvez (1966) paralizó el desarrollo de los deportes. 3. Tanto en la historiografía como en las ciencias sociales peruanas al analizar este periodo, muchas veces se ha enfatizado y hasta se ha identificado el cambio cultural como un fenómeno de imitación epidérmico. El trabajo de Carlos Arroyo puede ser, desde las ciencias sociales, el extremo más simplificado de esta posición. Según Arroyo, el carácter nacional de la naciente burguesía que surgió durante la época de Castilla se esfumó "porque se formó como servil y vasalla[... ) miraría siempre con admiración el mundo de la burguesía extranjera. El idioma inglés, el casimir" (1994: 57).

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La presencia de inmigrantes europeos en calidad de empresarios -quienes instalaron diversas industrias como la cervecera, de pastas y molinos desde las últimas décadas del siglo XIX- fue un factor de desarrollo económico, además de influir en las costumbres y gustos4 • Durante las tres últimas décadas del siglo XIX, la inmigración fue promocionada por liberales y civilistas. Como escribió, hacia 1862, el futuro presidente del Perú y fundador del Partido Civilista, Manuel Pardo (Gilbert 1982: 26)5 , "era necesario trasplantar, porque nuestros pueblos necesitaban con bastante urgencia de hábitos de moralidad, orden, de amor al trabajo, de respeto a la ley y a las autoridades" 6 • Obviamente, sólo los blancos y occidentales fueron los llamados a cumplir esta misión. "Inteligencia, robustez, energía y hermosura física se encontraban reunidos en ellos" 7 • Al principio, el deporte fue visto como un nuevo entretenimiento, asociado a la idea de ser moderno, pues proponfa un conjunto de actividades que suponfan el uso de medios y libertad de movimiento, para organizar el tiempo de descanso. Una recreación muy saludable que, al mismo tiempo, permitía que las personas se mantuviesen alejadas de vicios o pasatiempos poco educativos, actividades muy comunes en Lima. Al igual que a todos los entretenimientos, se le asignó una función educativa; asumió los mismos propósitos que tuvo en Inglaterra, Alemania y Francia: desarrollar un cuerpo autónomo y dinámico, a la vez de infundir la disciplina y el control. En el Perú también se le adjudicó la función de regenerar la raza, papel que también Je atribuyeron los franceses8 y argen-

4. Los a lemanes fundaron las empresas de cervecería; los italianos se dedicaron a las pastas, helados y confites; y los británicos, a los molinos de trigo. Asimismo, los franceses se dedicaron a las modas y los chinos, al comercio al menudeo. Ver Thorp y Bertram 1978, y Basadre 1962 y 1964. 5. El Partido Civil, fundado en 1871 por Manuel Pardo, se adscribe a la ideología liberal aunque retoma algunos aspectos de los conservadores. Estaba conformado por los notables miembros de la elite económica y social: agroexportadores, empresarios mineros, financistas, banqueros, comerciantes y profesionales. 6. Reuista de Lima, t. III, p. 103, citado en Del CastiUo 1997: 92. La Reuista de Lima apareció en octubre de 1859 y se editó hasta mayo de 1863. Participaron en ella escritores, periodistas, intelectuales de distintas posiciones políticas, pero pese a ello, a través de la revista se difundió un proyecto de Estado Nación. 7. José Antonio y Lavalle, Reuisla de Lima, tomo 1, p. 808, citado en Del Castillo 1997: 93. 8. Eugene Weber muestra que, a mediados de siglo pasado en Francia, los revolucionarios de 1848 se lamentaban de "la degeneración física de la raza" y exigían una educación integral que incluyera gimnasia racional en las escuelas (1989: 279).

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tinos. En 1898, en Buenos Aires se funda un· club deportivo con el curioso nombre de Regeneración Física por el Ejercicio Físico, que proclama la anulación de Ja separación de la educación intelectual y física para contribuir al mejoramiento de la raza9 . En el Perú, el editorial de La Opinión Nacional recoge esta proclama, y exhorta al Gobierno a fundar gimnasios e instituciones y a alentar la práctica de los deportes en los colegios Yen la misma universidad10 • El deporte estuvo asociado a la noción de ejercicio físico, factor indispensable para el progreso que, como había sido reconocido por la ciencia moderna, era una fuerza moralizadora que formaba el carácter de las personas. Los ejercicios elevaban los sentimientos, profundizaban la inteligencia y fomentaban el espíritu, el esfuerzo, Ja voluntad y la disciplina que a la larga reforzaban la lucha por la vida.

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El ejercicio físico El ejercicio moderado es indispensable para el desarrollo de los órganos y para la conservación de la salud. El ejercicio más saludable es la marcha a pie, el salto, la carrera, el baile, la caza y la natación. Y cualquier otro esfuerzo pueden mortificamos si no son contrarios al estado de nuestros órganos. Sebastián Lorente Catecismo de higiene para las escuelas de instrucción primario, 1867.

A mediados del siglo pasado, el discurso del ejercicio físico empezó a 11 tomar fuerza en la sociedad y llegó a adquirir notoriedad a fines de siglo • La importancia de esta actividad para el progreso de sociedades como Inglaterra, Estados Unidos y Alemania fue puesta como ejemplo por la prensa y por diversos ensayos producidos en el Perú durante estos años. En uno de Jos primeros manuales sobre la higiene en el Perú, escrito 9. La Opinión Nacional, 22 de enero de 1898. 10. lbíd. 11. En su estudio del discurso médico sobre el cuerpo femenino en Lima durante los primeros años de este siglo, María Emma Mannarelli (1997: 73-99) señala que el ejercicio físico fue considerado por los médicos como una actividad que permitía el desarrollo de la higiene en un país "sucio e insalubre y poblado de habitantes presos por absurdas creencias". Asimismo, el énfasis en el ejercicio evidencia las nuevas tendencias sobre el cuidado y control del cuerpo femenino.

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por Manuel Atanasio Fuentes en 1859, Elementos de higiene privada: extractados de diversos autores, se dan a conocer las condiciones y cuidados que se deben tomar en cuenta para tener una buena salud. Ésta era enten~ida en una dimensión más amplia que la fisiológica: comprendía Ja ~ntegndad de la persona tanto en lo orgánico material, como en el aspecto ~nt~l~ctual Y moral. Por ello:, la finalidad de la educación física fue que el md1v1duo llegara a obtener la vitalidad general". Para Eusebio Blasco de la revista El Perú Ilustrado, "la educación física es Ja base de todo, forma el carácter, desarrolla a los jóvenes y les evita toda idea viciosa" t2. . En la obra de Fuentes se indicaba que entre las condiciones necesarias_para una buena salud y una buena constitución física de hombres y mu1eres se enc~ntraban la limpieza de las habitaciones, la alimentación y el 3 temperamento . Para alcanzar un cuerpo sano y saludable, nada más rec?mend~ble que el desarrollo de ejercicios físicos; se recomiendan ejercicios no solo a los hombres sino también a las mujeres. A éstas se les aconsejaba ejerci~ios moderados adecuados a la debilidad de sus cuerpos, como marchas a pie, carreras y natación (Lorente 1867). Para las mujeres el ejer~i~io era indispensable tanto para responder en forma positiva a' su func1on reproductora como por su papel en la familia. La influencia de la mujer en la crianza de los hijos va a ser determinante en la formación de los valores Y la moral del futuro ciudadano, especialmente respecto a la firmeza de la voluntad y la formación del carácter. En el caso de la sociedad limeña, la necesidad de inculcar Ja práctica de ejercicios físicos desde temprana edad encontraba su razón de ser en una población físicamente débil. Los ejercicios, según el Catecismo de higiene de_ Sebastián Lorente, permitían "vivir con regularidad, sencillez y moderación; hacerse capaz de soportar las privaciones y endurecerse grad~almen_te" (1867: 7). Vemos que las ideas de moderación, orden y disciplina, al igual que en los reglamentos dirigidos a los entretenimientos son reiteradas en estos manuales. Estas ideas toman fuerza a raíz del d~tre de la Guerra del Pacífico, donde el tema de la debilidad de los peruanos fue expuesto como argumento para explicar Ja derrota. La importancia que se

12. El Perú Ilustrado, año 5, Nº 256, 2 de abril de 1892. 13. El autor se sirve. de la t~pol~fa de Jung para ubicar a las personas según su temperamento Y a partir de alh clasificarlas para la higiene en linfático neurótico ner' ' vioso y bilioso (Fuentes 1859: 59-61).

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le dio a la educación física y al deporte formó parte del discurso que alegaba formar un hombre viril y sano. En este contexto, una de las primeras medidas tomadas por el gobierno de reconstrucción de Nicolás de Piérola, en 1896, fue la de reglamentar Ja instrucción física y moral en los colegios con el fin de "formar una generación orgánica y moralmente vigorosa" (Piérola 1897: XVI). El discurso positivista del filósofo Herbert Spencer y su Educación moral, intelectual y física -texto escrito en 1854, y traducido tempranamente- influyó fuertemente en los intelectuales y la elite modernizadora de la época. Muchas de las consideraciones sobre la importancia de la educación física son recogidas de este ensayo 14 • Esto se explicita, años más tarde, cuando, en un artículo referido a la cultura física publicado en La Prensa, el cronista extrae párrafos del mencionado libro para demandar la obligación que tiene el Estado de promover la cultura física: La cultura física como obligación de los Estados civilizados, en contraste a la barbarie de las sociedades débiles y anémicas que no valora la vida; debe promover el lado físico de la cultura, primer escalón de la religión positivista, "ser sano es pues un deber", según Spencer15 •

Para Spencer, una de las principales tareas de la educación era la de enseñar a vivir a los hombres de acuerdo con las leyes de la naturaleza: "conocer la exacta regla de conducta en todos los sentidos; saber cómo tratar el cuerpo y el espíritu, cómo dirigir los asuntos y cómo educar a la familia" (1912: 18). Según este razonamiento, la vida física , base del desarrollo y bienestar del cuerpo, se convirtió en el fundamento de la vida intelectual tanto de hombres como de mujeres. Para Teresa González de Fanning, la educación física femenina no sólo era importante para transmitir una buena constitución física a los hijos, sino que también habilitaba a la mujer para "abarcar las profundidades de la ciencia y dominar las tormentas de la existencia" (1898: 41). Estas ideas comienzan a ser puestas en práctica en nuestra sociedad con la promoción de la gimnasia. La obligatoriedad de su enseñanza y el desarrollo del tiro en las escuelas de hombres fue un medio para promover 14. Spencer publicó su obra en diferentes artículos escritos en periódicos y revistas inglesas. En 1860, entregó el texto a los Srs. Appleton, compañía editorial de Chicago y Nueva York para que lo publicaran como libro. Spencer 1912. 15. Lo Prensa, 13 de setiembre de 1906.

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una educación que contribuyera a la afirmación nacional. La aplicación del reglamento referido a la educación física en la sociedad peruana y específicamente en la limeña no fue una tarea fácil. Al igual que en Europa, la gimnasia fue lo que más se promovió en el nivel de los colegios públicos, puesto que este tipo de deporte no precisaba mayor equipo 16 . Si bien algunos sectores apoyaron las reformas, los grupos más conservadores de la población se opusieron a estas medidas, impidiendo que en los colegios se dictase el curso de educación física 17 • Para ellos, los ejercicios podían ser nocivos para la salud de los jóvenes y los niños; y las jóvenes y las niñas corrían el peligro de "masculinizarse" 18 • La Municipalidad realizó una serie de campañas a favor de la educación física y la higiene, muchas de las cuales fueron apoyadas por diarios como El Comercio, La Opinión Nacional y La Prensa. En la medida que los colegios no disponían de espacio suficiente para estas actividades, se recurrió a solicitar a los clubes el uso de sus campos deportivos; además, el Concejo promovió concursos escolares que se realizaron en el local del Club Unión Cricket con la finalidad de popularizar el deporte. Los primeros juegos atléticos interescolares fueron realizados en 1894, en la Cancha Meiggs19 • En 1898 se inauguró el primer campo deportivo en los terrenos de la hacienda Santa Beatriz, cerca al Palacio de la Exposición. En este campo se construyó el velódromo, cancha para practicar fútbol, rugby y cricket. A inicios del siglo XX, se institucionalizaron las famosas Fiestas Escolares, durante las Fiestas Patrias, organizadas y presididas por los jefes de Estado. Estas fiestas tuvieron mucha acogida en la población; había gran concurrencia de alumnos y público en general que presenciaban los diversos ejercicios de flexibilidad, de atletismo, de gimnasia y las danzas realizados por niños y niñas de colegios estatales y privados2º. En enero de 1899, el Concejo encargó al Dr. Whiler que elaborara un plan de educación física; pero el resultado provocó una airada discusión,

16. Para el caso europeo, ver Lowe 1986: 186. 17. Informe de la Inspección de Instrucción del Concejo Municipal de Urna, El Comercio, 5 de julio de 1899. 18. El Comercio, 12 de enero de 1898. 19. Esta fiesta se realizó bajo la iniciativa del Club Regatas Lima (Macera y Olaechea 1998: 55). 20. Una de las fiestas escolares más comentadas fue la de 1908, que se llevó a cabo en el Hipódromo de Santa Beatriz, donde asistieron cerca de "once mil niños de las escuelas y establecimientos de Instrucción", en Variedades, 5 de agosto de 1908.

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motivo por el cual el Gobierno se vio obligado a convocar un Congreso Higiénico Escolar. Éste se realizó el 10 de diciembre de 1899, en Lima, y se trataron los temas planteados en el plan de educación física, como la higiene escolar, los horarios y las modalidades de los ejercicios físicos. Al final del congreso se ordenó que todos los colegios, oficiales y libres, adquieran campos de juegos donde sus alumnos hiciesen ejercicios; en caso de infringir esta disposición, los colegios podían ser clausurados2 1 . Pese a todas estas medidas, en 1902, la tesis de Mascimiliano Barriga para obtener el grado de Bachiller en Medicina, El ejercicio y la salud, demostraba que los resultados de la enseñanza de ejercicios físicos habían sido muy pobres. Además, el movimiento había quedado circunscrito a Lima y el Callao, y el tiempo que se concedía a los programas de educación era exiguo. Barriga afirmaba que "para resolver el problema de la regeneración física se necesitaba un programa que forme unánime convicción a favor del ejercicio, y procure a la vez que sean la higiene y no la afición rutinaria quienes marquen los rumbos de la reforma" (1902: 5). A su juicio, el objetivo de la educación física en el Perú era el siguiente: enseñar a vencer las dificultades de la vida con provecho individual y social infundiendo salud, fuerza, resistencia al trabajo; asegurando poco a poco el desarrollo de las cualidades intelectuales y morales gue formen al hombre de acción (1902: 123; el subrayado es nuestro).

El hombre de acción al que hace referencia Barriga tiene su correspondencia con lo enunciado por Joaquín Capelo, José Pardo, Federico Elguera y Teresa González de Fanning, cada cual desde distintos medios. Este hombre de acción, ideal del hombre moderno, era un individuo capaz de actuar racionalmente, es decir, teniendo en cuenta los medios para alcanzar los fines propuestos, un individuo con capacidad para proyectar su futuro22 • Esta imagen era contraria a la del individuo falto de voluntad, que tendía a la "molicie". Este término que significa pereza, flojera e indolencia fue usado muy frecuentemente por este grupo y por todos aquellos que veían en este mal la causa del atraso de la sociedad limeña y peruana.

21. El Comercio, 10 de diciembre de 1899. 22. La idea de "hombre de acción" tiene sus raíces en pensadores del siglo XIX como Nietzsche y Spencer. La idea evoca una mezcla del superhombre de Nietzsche con la superioridad racial y evolucionista de Spencer. Será Weber el primer sociólogo en plantear el tipo de acción que orienta el comportamiento de este hombre moderno.

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La polémica levantada acerca de las repercusiones de la educación física para el progreso del país coincidió con la llegada del deporte o Sport -como se le denominaba en aquel tiempo-, actividad tan llena de atractivos que contribuyó al impulso de la educación física. La variedad de artículos escritos en los diarios y semanarios de la época muestra la importancia que tuvo este tema. La difusión y el lugar que el deporte comienza a ocupar a finales del siglo XIX y durante las primeras décadas del siglo XX, marcarán una clara diferencia con el estilo de vida de la Lima de 1950 donde el deporte ocupaba un lugar sin importancia. El editorial de uno d~ los primeros semanarios deportivos, llamado El Sport, del mes de junio de 1899, aseguraba que los ejercicios al aire libre eran importantes para "formar razas vigorosas, capaces de soportar con aliento las más graves contrariedades del destino y a emprender obras colosales, que redunden en beneficio de la patria" 23 . Por otro lado, el cuidado y la higiene del cuerpo, rasgos que caracterizaron a l individuo burgués, encontraron en el deporte una actividad que contribuía a ello 24 • Según Jorge Basadre, en el año 1903 comenzó la organización oficial de la educación física. Llegó al Pení, como parte de la misión francesa, el capitán Emilio Gross, profesor de esta especialidad quien tuvo a su cargo la formación de los docentes de educación física en la Escuela de Chorrillos {Basadre 1964: t. IX, cap. CLXXXI, p. 4279). Durante el gobierno de José Pardo, en 1905, se reformó la instrucción pública, tratando de imponer una enseñanza intuitiva y práctica25 • La reforma quiso erradicar la educación basada sólo en el intelecto -noción que había sustentado los anteriores programas educativos-; al contrario, puso énfasis en formar un hombre de acción. Para la formación del hombre práctico al que se aspiraba, la educación física y el deporte cumplían una función central para procurar "el desarrollo armónico de todos los

23. El Sport, Quincenario Ilustrado, Urna: Órgano de las Sociedades de Tiro, año 1, Nº 2, 22 de junio de 1899. 24. Es en este sentido que en Europa desde el siglo XVIII se empieza a tomar interés por la educación física para los jóvenes (Lowe 1986: 186-187). 25. Durante el gobierno de José Pardo (1904-1908) se llevó a cabo una de las más importantes reformas educativas implementadas durante la época republicana. La reforma se efectuó por la ley Nº 162, del 5 de d iciembre de 1905. Dicha ley establecía la obligatoriedad y gratuidad de la Instrucción Primaria Elemental, a los varones de 6 a 14 años y a las mujeres de 6 a 12 años. Bajo esta ley, el Estado y no los municipios se encargaría de la administración de la educación. El Plan de 1906 se ajustaba a la ley.

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ó rdenes del cuerpo, atendiéndose a los efectos higiénicos, económicos Y estéticos que deben tener" (Ministerio de Instrucción 1912: 117). En 1906, el plan de educación para las escuelas primarias diseñado durante el gobierno de Pardo contemplaba la división del tiempo en lecciones de aritmética, de lectura, de educación moral, de trabajo manual Y de educación física -se consideraban cursos especiales para hombres Y otros para mujeres-. Cabe resaltar que estas últimas fueron quitándole tiempo al catecismo. Este Plan se implementó en 1908, año en que se publicó el Reglamento de Instrucción Primaria, durante el gobierno de Augusto B. Leguía. Paralelamente al plan de estudios, en el programa de la Escuela Normal de Varones, fundada en 1905, se incluyeron cursos de ejercicios físicos, higiene y urbanidad; que estaban bajo la conducción de Fernando Charton, quien también perteneció a la misión francesa de principios de siglo {Cornejo Polar 1905, Basadre 1964: t. IX, cap. CLXXXI, p. 4279). Es bueno anotar q ue el curso de educación física se complementó con el establecimiento en el Pení, hacia 1910, de los Boy Scouts. Esta organización tenía la finalidad de "completar la educación física y moral de los niños poniéndolos en contacto con la naturaleza, enseñándoles a valer por sí y á fortalecer sus músculos" 26 • El impacto de esta reforma fue muy significativo por la expansión y difusión a lo largo del territorio nacional. Las escuelas públicas y el número de alumnos comienzan a incrementarse en gran proporción durante estos años. En 1913, existían alrededor de 2242 escuelas de instrucción primaria {Mac Lean 1944: 352-353) en el ámbito nacional, de las cuales alrededor 27 de 100 se encontraban en Lima; el número de matriculados era de 9147 • Tal y conforme se puede leer en el reglamento, los deportes eran necesarios porque predisponían al optimismo, a la competencia y producían emociones intensas y sanas, las que se trataba de promover para contrarrestar prácticas a través de las cuales se exacerbaban las pasiones. Obviamente, esto era un claro ataque a las tradicionales corridas de toros, carnavales y peleas de gallos. El Reglamento General de Instrucción Media publicado cuatro años más tarde, en 1912, insistió en la obligatoriedad de los ejercicios físicos, militares y de tiro para todos los alumnos (Ministerio de Instrucción 1912: 117).

26. El Comercio, 13 de julio de 1910. 27. Boletín Municipal, año XVI, Nº 814, 15 de julio de 1916, p. 6292.

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La educación física debía ser gradual, en función de la edad y desarrollo corporal de los alumnos; se recomendaba que para los primeros años se hicieran juegos que favorecieran el dominio de la libertad 28 • En la adolescencia dominarían los juegos deportivos como carreras de velocidad, lucha, lanzamiento de bala, natación, cricket, esgrima, etc. 29 En el reglamento se determinó los horarios y cursos de educación física correspondientes a cada año 30 • A las niñas les correspondería hacer ejercicios "calisténicos"31 , suaves y de menor esfuerzo físico como marchas, paseos al aire libre, saltos en la cuerda, juegos de pelota, en los que se trabaja la flexibilidad y soltura del cuerpo. En la medida que el cuerpo de la mujer no había sido formado para el trabajo muscular, el tipo de gimnasia que debía practicar no debía ser atlética32 . Como podemos observar, desde la escuela y a través del deporte, se trataba de formar hombres de acuerdo con el ideal burgués: autónomos, viriles, sanos y esbeltos (Lowe 1986). Y en el caso de las mujeres se necesitaba que fuesen sanas y saludables para asegurar una buena descendencia y para saber educar a la familia en un medio sano. Participaron de estas ideas algunos intelectuales como el profesor belga Isidro Poiry, quien consideraba que la gimnasia era importante para las niñas sólo para la formación de una feminidad doméstica, maternal. Poiry escribió sobre la educación física en las niñas lo siguiente: Es la joven del mañana y la mujer del provenir, será la esposa llamada a ocuparse en los cuidados domésticos; la madre que tendrá que sopor-

28. En esos años se dio una fuerte polémica acerca de la gimnasia para los hombres. Para algunos seguidores de la educación tísica, la gimnasia sólo ejercitaba algunos músculos, concentraba el trabajo en regiones limitadas y demandaba una coordinación motriz diferente a la prescrita por el instinto. Caso contrario era el del ejercicio natural o los juegos que permitían trabajar con la misma intensidad todos los órganos y estaban basados en el instinto. Ver Barriga 1902. 29. El Reglamento General de Instrucción Media, publicado en 1912, reglamentó los diferentes cursos de educación física para los cuatro años. 30. En el caso de la instrucción media, en el tercer y cuarto año se enseñaba ejercicios de gimnasia con instrumentos así como ejercicios de flexibilidad: salios y carreras (Ministerio de Instrucción 1912: 139). 31 . Los ejercidos calisténicos son un conjunto de ejercicios que conducen al desarrollo de la agilidad y la fuerza física. 32. Lo Prenso, 13 de setiembre de 1906.

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'·ª

tar las poderosas pruebas de maternidad, á ocuparse en ~antención de fa familia, en la educación de los hijos. Para cumplir dign~mente estas delicadas é importantes misiones, la mujer tiene la neces1da~ de una constitución á toda prueba. Si identificamos que la fuerza Yel vigor del tierno infante, se identifican con los de la madre, llega á ser .evidente que una buena educación física debe estar reservada a la muJer33.

María Emma Mannarelli, al estudiar el papel de la mujer durante este periodo, demuestra que la construcción de la nu~va identid~~ femenina se sustentaba en la maternidad, el cuidado de los h1JOS y la fam1li~ el c~~trol de la sexualidad. Existió, pues, la preocupación por la formac1on de ma. dres virtuosas y comprometidas con sus hijos" (1999: 353). La mujer, especialmente Ja limeña, a juicio de la elite moderniza~ora y de otros sectores de la población, estaba habituada a costumbres fáciles: era poco seria, inconstante y perezosa, dada la indolencia crio.ll~ ~n la que había sido formada. A través de la revista La Mujer Peruana, dmg1da por l~ escritora Lastenia Larriva de Uona y auspiciada por el Ministerio de Justicia para distribuirse en forma gratuita a todas las es~uel~s fiscales Y ~ri~a­ das de mujeres, se buscó modificar el carácter de las hmenas con la_ pr~ctica del deporte. Por ello, en el editorial de la revista se anot~ba lo s1gu1ente: "cultivando los sports se conserva más el tiempo el precioso tesoro de la juventud y no habrá que recurrir a los artific~o~ d~I tocador p~ tener las mejillas rosada~. C~ltivemos los sports con d~sc11:li?,~/ constancia, no con . . esa ligereza y fnvohdad de nuestro carácter hmeno . En la práctica, pese a la obligatoriedad de la ley, la aplicación de la reforma fue un proceso lento. No tenemos mayor información .sobre el rechazo a las medidas señaladas por esta ley. Saber:'os, má_s bien, qu~ algunas escuelas se erigieron en abanderadas de esta innovación ~ducab­ va. Colegios de hombres como el Colegio Nacional Nuestra Senor~ de Guadalupe, el primer colegio de la República ~d~~o en 184~, adapto s~s instalaciones para la enseñanza de la educac1on f1s1ca y conto _con la ~s1s­ tencia de profesores belgas y alemanes. Igualmente, los ~oleg1os ~e~tina­ dos a hijos de familias de clases sociales altas y n:edias, laicos Y rehg1osos, como el Instituto Lima, creado en 1872; el Colegio de los Sagrados Cara-

y

33. El Hogar y lo Escuelo, Revista Pedagógico-Literaria, año 1, Nº 4, 15 de febrero de 1909, p. 123. 34. Lo Mujer Peruano, 28 de marzo de 1919, año ID, Nº 33.

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zones, creado en 1893; y el Colegio Alemán Deutsche Schule, fundado en 1910, fueron los primeros en aplicar el curso de gimnasia y los ejercicios militares en sus programas; contaban además con instructores de procedencia extranjera, especializados en estas prácticas. Entre los colegios de mujeres, el colegio Rodó, fundado en Lima en 1859, y el liceo Fanning, establecido en 1892, incorporaron en sus contenidos educativos los ejercicios físicos (Gamarra 1919: 600-620). Mientras que en el Rodó se practicaban algunos ejercicios gimnásticos; en el Fanning, en 1898, Ja profesora norteamericana Miss Elsie Wood -procedente de una familia metodista- se encargaba de las clases de educación física en las cuales se realizaban ejercicios de calistenia (Gamarra 1919: 612)35 . Ello causó grandes conflictos con los padres de familia, quienes argumentaron que estos ejercicios eran nocivos para la salud de sus hijas y vulgarizaban el cuerpo de la mujer; ya que podían transformar las facciones y formar cuerpos toscos. Fue tanto el rechazo a esta práctica que muchas alumnas fueron retiradas (Gamarra 1919: 612). El modelo, pues, tuvo mayor aceptación para los hombres.

2.

Inicios del desarrollo del deporte

En el Perú los deportes se empezaron a practicar en los clubes que formaron las colonias extranjeras; los ingleses fueron los primeros en cultivarlos. No es casual que la palabra usada para denominarlo haya sido inglesa: sport. Este término apareció hasta los años treinta en las columnas de los periódicos y en las revistas especializadas en esta actividad. Es elocuente el número de revistas, entre semanarios ilustrados y revistas quincenales, dedicadas al deporte -dirigidas a hombres y mujeres- que se publican entre 1899 y 1925. Se han identificado más de siete revistas: El Sport, Quincenario Ilustrado (1899); Sport y variedades, sport, letras, ciencias, artes y variedades (1900); Sport semanario ilustrado de deportes, espectáculos y novedades (1913); El Turf, revista ilustrada de carreras (1914); Los Sports, revista semanal informativa, ilustrada independiente (1916); El

El plac~; del mar y los juegos al aire libre (Lima años 20) Colecc1on Humberto Currarino

35. Elsie Wood fundó, en 1907, el colegio Lima High School, ubicado en la Plaza de la Inquisición, con el objetivo de impartir primaria y secundaria. Este colegio fue auspiciado por la Sociedad Misionera de la Iglesia Metodista Episcopal de Estados Unidos.

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Derby. Reuista semanal hípica independiente (1917) y Aire Libre. Deportes, Cinema Espectáculos (1923), entre otras36. Desde las revistas no sólo se difundió la importancia del deporte para la sociedad peruana, también se resaltaron los beneficios que el deporte proporcionaba a las mujeres. A partir de 1923, año en que la popularidad del deporte aumenta, aparecen en las páginas centrales de la revista Mundial y del semanario Aire Libre fotografías de mujeres practicando Ja natación, el tenis, el ciclismo y el voleibol. Entre todos los deportes, el fútbol fue el que más publicidad recibió. Se le reconocía por su espíritu de armonía, solidaridad y competencia; además se pensaba que a través de él se forjaba la voluntad de los hombres. Los ingleses fundaron, en 186537 , el Club Lima Cricket and Lawn Tenis que, posteriormente, en 1900, se llamó Cricket and Football Club. En 1896, la Municipalidad le concedió a este club el uso de una parte de un terreno de Santa Sofía, junto al Parque y Jardines de la Exposición. Allí se practicó el cricket, el tenis y el fútbol. En 1863, los alemanes fundaron el Verein Germania con fines deportivos; en este club se practicaba el tiro y el billar. También fueron los ingleses quienes, en 1864, junto con un grupo de jóvenes peruanos organizaron el primer programa de carreras públicas en el campo de Bellavista. Sin embargo, fue en la cancha Meiggs38, edificada por el constructor norteamericano Enrique Meiggs, donde, a partir de 1873, las carreras de caballos se instauraron bajo la dirección de la Sociedad de Carreras fundada en 187139 . AJ igual que lo que sucedía en Europa a fines del siglo XIX, donde un deportista era, por lo general, "un hombre que poseía, montaba o apostaba caballos" (Weber 1989: 282), en Lima la hípica convocó el interés tanto de los sectores altos de la sociedad como de los de extracción popular. Estos últimos se sintieron atraídos por este espectá-

36. Aquí no hemos señalado las revistas alusivas a la tauromaquia, las mismas que desde muy temprano incluyeron temas deportivos. 37. Ya en 1835, los ingleses habían fundado el Salón de Comercio y en 1844 la Biblioteca Inglesa, que en 1845 se fusionaron, creando el Club Inglés. En estos primeros clubes ya se practicaban algunos deportes como el cricket {Gálvez 1966: 212). 38. Almanaque de El Comercio, año XXXJ, 1922. Este local funcionó en La Legua, explanada que se encontraba a mitad del camino entre Lima y Callao. La Guerra del Pacífico puso fin a las actividades hípicas, las que se reinician a partir de 1894. 39. El presidente de la Sociedad fue el Sr. Waldo Graña, director del primer Banco Peruano y gerente de la Compañía Salitrera Nacional; el vicepresidente, H. Parker; y el secretario, el Sr. Castilla, entre otros (Vázquez y Young 1952: 30).

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culo desde sus inicios. Dan cuenta de esto las crónicas que publica El Comercio, así como la existencia de un servicio especial de la Empresa del Ferrocarril Inglés que estableció una estación en La Legua, cerca de la cancha Meiggs40 • Este tren extraordinario salía de la estación de Desamparados, en el centro de la ciudad, el domingo a la una de la tarde con destino al Callao; hacía una parada en la cancha para dejar a los espectadores y los recogía a las cinco y quince, hora de término de las carreras41 . La importancia de la hípica también se puede observar en las revistas deportivas de la época, puesto que muchas de ellas versan sobre las carreras y el público que asiste al hipódromo. Recién en 1895 se funda el Jockey Club con la finalidad de organizar mejor las carreras. Se crearon los premios clásicos, se definen la apuestas y se enfatiza en la participación de jinetes profesionales. En 1903, en la medida que el público crecía, se construyó el hipódromo de Santa Beatriz que contó con la primera pista de césped, con una tribuna de madera de estilo morisco y con una tribuna de segunda. Otros clubes deportivos formados por miembros de los sectores altos de la sociedad limeña fueron el Club Regatas de Chorrillos fundado en 1875; el del Callao, en 1892; y el Club Lawn Tennis de la Exposición, creado a instancias del Sr. Antonio Garland en junio de 1884. Este Club funcionó en el Parque de la Exposición hasta 1912. El Club Internacional Revólver fue fundado en 1885 (Memoria del Club Internacional Revólver 1891), estaba conformado por extranjeros y peruanos; la Unión Ciclista Peruana, que posteriormente se llamó Club Ciclista de Lima, fue creado en 1896- el Club Unión Cricket fue fundado en 1896, y la Sociedad Canottieri Italia ~e formó a principios de siglo. La creación de clubes fue un símbolo de distinción para los sectores de altos ingresos de la sociedad, quienes asociaron la hípica, las regatas y el tenis con el estilo de vida aristocrático; sin embargo, muy pronto comenzaron a aparecer los primeros clubes deportivos en los sectores medios y populares: el Sport Alianza en 1901, el Atlético Unión fundado en 1900, y el Club Atlético Chalaco en el Callao y el Victoria, entre otros (ver Cuadro 2, en el anexo). El ingreso y la pertenencia a un club en calidad de socio se hacía por la procedencia y por el pago de una cuota de inscripción y de mensualida-

40. El Comercio, 4 de mayo de 1989. Suplemento especial por los 150 años. 41. El Comercio, 8 de octubre de 1897.

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des, lo cual hacía el acceso muy restringido y de carácter cerrado42 • Empero, varios clubes organizaron campeonatos atléticos abiertos al público en general; y en algunas ocasiones llegaron a exigir a los asistentes el pago de la entrada. A la vez, algunos clubes como el Unión Cricket prestaban sus campos para que los escolares pudiesen practicar sus ejercicios físicos y deportes. Un club que contribuyó a Ja popularidad de los deportes, especialmente a la del ciclismo y a la del fútbol, fue el Circolo Sportivo Italiano, fundado por el italiano Antonio D'Onofrio, el 15 de agosto de 1917. Allí se realizaron competencias de atletismo, carreras en bicicleta y campeonatos de fútbol. De todos los deportes, el ciclismo y el fútbol fueron los deportes que mayor acogida tuvieron en la población.

3.

El ciclismo Corre uelo, corre con tu luz brillante, sobre ti cabalga el progreso. Theódore Deckert, 189043

La bicicleta, tal y como la conocemos hoy en día, se comenzó a usar a fines del siglo pasado, cuando en 1883 Dunlop crea el neumático, con lo cual adquiere rapidez. Inicialmente sólo la usaban los sectores altos de la sociedad, pero hacia 1891-como señala Eugen Weber, al estudiar los cambios operados en la sociedad francesa de fin de siglo- "el ciclismo ensalzado y promocionado por la prensa, se convirtió en el más popular de los deportes" (1989: 255). El montar en bicicleta aparecía como "un espectáculo nuevo"44 , emocionante, lleno de movimiento y daba la ilusión de poner el mundo al alcance de la mano. Éste era el reino de la libertad, de la independencia. En 1890 se vieron las primeras bicicletas -o velocípedos como también se le llamaron- en la ciudad. Éstas fueron traídas de Europa por los hermanos Miró Quesada (Gálvez 1966: 200) 45 • Este ejemplo fue seguido por jóvenes, estudiantes y profesionales procedentes de sectores medios y altos

42. A propósito de la constitución de los clubes sociales a finales del siglo XIX, Alicia del Águila ha analizado el carácter cerrado y la poca inclusión de éstos y donde sólo "la élite de los notables podía ser miembro de los más selectos" (1997: 49). 43. "Ocle au véloce", citado en Weber 1989: 255. 44. El Comercio, 20 de mayo de 1897. 45. La familia Miró Quesada era propietaria del diario E/ Comercio.

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como el doctor Pedro de Osma, Carlos Gildemeister, Arturo Crosby y Max Jacoby. En setiembre de 1895, en el marco de un campeonato atlético realizado en la cancha Meiggs, tuvieron lugar las primeras carreras de ciclistas46. Si bien la bicicleta era un aparato costoso y su adquisición no fue fácil para todos, las casas de alquiler fueron una alternativa para todo aquel que quisiera lanzarse a la aventura. Ese mismo año apareció la primera tienda de alquiler, establecida por el colombiano Narciso Fajardo en la calle Boza. José Gálvez narra que calles centrales como el jirón de la Unión y la calle Boza se convertían en pistas de carrera durante la noche (1966: 200). En 1897, Lima tenía siete agencias de alquiler47 • Una de ellas, la Agencia Hermoza, alquilaba en 15, 9, 8, 5 o 3 soles una bicicleta sea para hombre o para dama48 . Asimismo, a partir de este año, en los periódicos comenzaron a publicitarse las marcas de bicicletas: las Columbia o Spalding, máquinas americanas, competían con las italianas Prunetti-Stuchi49 . A partir de 1897, comienzan a realizarse carreras, ampliando más el área del centro hacia otros barrios. Por ejemplo, en la competencia a Mirones hubo más de treinta ciclistas y, como describía un cronista de El Comercio, la población participó en este evento arreglando la carretera, cubriendo acequias y limpiando el camino. La gente salió de sus casas a presenciar este espectáculo, pues "en Lima era una novedad ver tantos ciclistas reunidos, y la gente salía á las puertas de sus casas y se detenía para contemplar el desfile" 50 . Era saludable que en Lima se contase con "un entretenimiento inocente, higiénico y donde se ejercitaba el cuerpo"51 • Los 48 minutos que se emplearon en llegar a Chorrillos, desde Lima, en bicicleta mostraron la importancia que tenía este medio de locomoción y las ventajas que ofrecía52 • Otra carrera muy auspiciada fue la de Lima a Chosica, organizada por el Club Ciclista, el 2 de febrero de 1898; por el anuncio del periódico sabemos que el costo del espectáculo fue de tres soles53 • Diferentes espa-

46. 47. 48. 49. 50. 51. 52. 53.

El Comercio, 4 de mayo de 1939. Edición extraordinaria por los 100 años. El Comercio, 20 de mayo de 1897. Estas agencias publicaban sus avisos. Ver El Comercio, 10 de enero de 1898. El Comercio, 20 de marzo de 1897. El Comercio, 30 de marzo de 1897 y 26 de noviembre de 1897. lbíd. El Comercio, 20 de mayo de 1897. El Comercio, 26 de enero de 1898.

Ciclistas paseando por los parques del Palacio de la Exposición Colección Luis Eduardo Wuffarden

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cios fueron usados para el desarrollo de carreras: la pista de la plaza de Acho 54 , la cancha Meiggs y el Parque de la Exposición cumplieron esta función. En estos lugares se desarrollaron carreras de cinco, tres y dos vueltas, donde los ganadores se hacían acreedores a medallas de oro, plata y bronce. El ciclismo tuvo tal acogida que, según los observadores de la época, "constituiría el más generalizado entretenimiento de nuestra sociedad"SS Hacia 1898, comenzaron a estrenarse los primeros velódromos como ei del Club Ciclista inaugurado el 1 de julio56. La repercusión de la bicicleta en la sociedad fue de tal magnitud que el 12 de enero de 1897, en el Teatro Olimpo, se estrenó la pequeña obra En bicicleta, compuesta por el dramaturgo peruano Manuel Moncloa y Covarrubias. A la primera función fueron invitados los miembros del Club Ciclista de Lima, quienes "aplaudieron la chispa y gracia de la obrita que entrañaba una propaganda activa a favor de este deporte" 57 • Este entusiasmo por las carreras se mantuvo hasta la primera década del siglo xxss, cuando la práctica comenzó a decaer. El relanzamiento del ciclismo se inició en 1919 con el apoyo de Antonio D'Onofrío, fundador del Circolo Sportivo Italianos9 . La popularidad y entusiasmo del ciclismo llevó a que los médicos manifestaran su opinión sobre el cuidado que debían tener algunas personas antes de emprender esta práctica. Se sugirió un examen minucioso para descartar cualquier problema del corazón, pulmón, vías respiratorias, riñón y miopía. Las personas que sufriesen de cualquiera de estos males quedaban terminantemente prohibidas para usar una bicicleta. Otra era la situación de los obesos, gotosos y diabéticos, a los cuales se les recomendó este ejercicio6º. Aunque el discurso sobre la importancia y beneficios del ciclismo iba dirigido a los hombres, enfatizando el aspecto "varonil" de dicho deporte, también las "señoritas" mostraron mucho interés. Las muchachas asistían al Parque de la Exposición -lugar ideal para practicar el ciclismo- para rea-

54. 55. 56. 57. 58. 59. 60. 61.

El Comercio, 20 de marzo de 1897. El Comercio, 25 de marzo de 1897. El Comercio, 2 de julio de 1898. El Comercio, 13 de enero de 1897. Aire Libre, N° 22, 1923. Aire Libre, Nº 23, 1923. El Comercio, 18 de julio de 1899. El Comercio, 26 de noviembre de 1897.

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!izar sus primeras maniobras sin ningún tipo de temor, puesto que había una avenida para aprendices61 • Asimismo, al costado del Palacio de la Exposición, en el Salón de las Máquinas, ambiente espacioso y cerrado, "se juntaban familias enteras cuyos menores hijos, hombres y mujeres, se dedicaban al nuevo deporte" 62 • Uno de los beneficios que aportaba el ciclismo a las mujeres era el relacionado con su salud. Según Luis Vareta Orbegoso, autor de la conferencia La educación física de la mujer, dictada en la Universidad Mayor de San Marcos en 1899, "La bicicleta era muy saludable para las pobres de sangre y de oxígeno. Activa la respiración y tonifica el sistema nervioso, favoreciendo ciertas articulaciones"63 • Pese a estas recomendaciones, recién en 1907, se registró una carrera de ciclismo en la pista del Club Lima, donde, como señala el periodista de la revista Aire Libre, "tomaron parte las señoritas Navarro Mar Guislain, Marta Quistorff, y Anita Gaffron. La victoria correspondió a la Srta. Quistorff [... ]la aplaudieron a rabiar" 64 . Aunque las fuentes para obtener información sobre la participación de las mujeres en este deporte son muy imprecisas y escasas, los artículos escritos por las mujeres modernizadoras de la época son de gran utilidad para indagar más sobre quiénes montaban bicicleta. Teresa González de Fanning dice, por ejemplo, que, a finales del siglo XIX, quienes practicaban deportes eran las extranjeras, especialmente las inglesas (1898: 38). Según la autora, las familias peruanas pensaban que este tipo de diversiones sólo era para los hombres. Para las mujeres de la elite, esta nueva diversión marcó una clara diferencia con entretenimientos como las tertulias en los salones, las corridas de toros y los carnavales, en los que el estereotipo de la mujer se asociaba con comportamientos identificados con la coquetería, la vida alegre y frívola, propios de sociedades cortesanas. Y es que, "en los salones aristocráticos las mujeres lucían su belleza y sus gracias. [... ]era el lugar de la ostentación" 65 , de la moda, del lujo y de la frivolidad. Éste es el caso de las tertulias que se sostenían en casas de familias ilustres como la de Rosa de Azuaga, descrita en la novela histórica de Pedro Dávalos y Lissón, La ciudad de /os reyes, ambientada entre 1884 y 1895. Marta, hija única de Rafael Avellanada y Rosa de Azuaga, joven inteligente, bella y talentosa,

62. 63. 64. 65.

Aire Libre, año 1, Nº 6, 9 de mayo de 1923. El Sport, 7 de octubre de 1899. Aire Libre, año 1, Nº 6, 9 de mayo de 1923. Citado de Mannarelli 1999: 296.

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era la encargada de organizar tertulias en su salón para pactar los matrimonios de las hijas de las familias distinguidas, "tertulias que adquirieron fama en Lima. Una señorita María Teresa Barba y otra de apellido Vila, encontraron novio y marido en casa de Rosa, lo que no era tan fácil en la Ciudad de los Reyes por aquellos tiempos de miseria" (Dávalos y Lissón 1906: 33). La crónica de un domingo en la Plaza de Acho descrita en E/ Perú Ilustrado ejemplifica bien el tipo de comportamiento y la sociabilidad de las mujeres en uno de los lugares de diversión más característicos de la época: la Plaza de Acho, espacio de la cultura criolla, donde la gracia y coquetería de la mujer limeña66 se expresaban en un ambiente que los modernizadores de la época encontraban "grosero": Los cuartos y el tendido están llenos y el barullo de los que entran y salen reina en toda la Plaza. Aquí el aguardentero con su iagua de berros para curar el hígado iallá el cholo bizcochero con su mal pronunciado iá los bueno pan di llema!, más lejos la florista[ ... ), más lejos el heladero con su ilau di piña![ ...) y alrededor de los cuartos, las apetitosas mesitas de picante.[ ... ) En ninguno de los cuartos hay tanto regocijo como en el número 28. Allí la fiesta refleja y promete mayor incentivo porque allí están Teresa, Rosita, sus dos primas Carlota y Manuela con la tía Severina -flor aún bien conservada del pensil limense- y siete donosos mancebos junto a don Melchor, el gallo viejo, hombre cincuentón de resobradas malicias y travesura, concurrente asiduo a toda fiesta[ ... ] El cuarto es una batahola. Las chicas están decidoras y pizpiretas: los mancebos las atacan á galantería limpia y la botella del buen pisco de Locumba hace frecuentes cortesías á las copitas llenándolas y volviéndolas á llenar en aras de su fina obsequiosidad por el bello sexo[... ) Aquí está la fuente de causa dice asomándose la negra Candelaria, aquí están las sabrosas habichuelas, el buen seviche de corbina, las ricas butifarras y la chicha de maní67 •

Esta forma de sociabilidad de las mujeres y el uso que éstas hacían de los espacios públicos asociados a la cultura criolla, durante esos años, comienza a oponerse con el uso y la apropiación del espacio y de la libertad de acción que promueve la práctica del ciclismo. Esta libertad de las muje-

66. Este estereotipo de la mujer limeña, construido desde el siglo XVIII, se mantuvo hasta las primeras décadas del siglo XX. Esta representación de la mujer coqueta, inconstante y perezosa fue la que se trató de cambiar a finales del siglo XIX. 67. El Perú /lustrado, Nº 150, 15 de marzo de 1890.

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res revolucionó la sociedad limeña, pues ellas habían estado confinadas a una vida sedentaria y rutinaria; la cual se mantuvo, sin embargo, vigente hasta las primeras décadas del siglo XX en algunos sectores sociales. Este hecho fue muy bien descrito por Gladys, personaje de la novela de Enrique Carrillo, Cartas de una turista (1905). Inglesa residente en Trapisonda - lugar que evoca el balneario de Chorrillos- , Gladys se queja, a través del intercambio epistolar, con su amiga Annie del aburrimiento por el que tiene que pasar, puesto que en aquel lugar "no hay tennis ni paseos. De once y media del día, hora de regreso del baño, á seis de la tarde, no hay nada que hacer y cuando no te escribo como hoy, dejo correr las horas leyendo unas obras insípidas de Carlota Braeme" (Carrillo 1905: 24). Asimismo, el autor, a través del personaje de Gladys, ironiza y se escandaliza de algunas costumbres pacatas de las mujeres limeñas de entonces como el hecho de que para bañarse en el mar "se cubran con un capote de jebe, semejante a los que usan los cocheros en Londres", y después de ello "aparecen revestidas por un camisón de ruda tela, gris, ó azul oscuro, desprovistos de esos graciosos adornos que ponen en nuestros elegantes trajes una nota de pulcritud y coquetería muy atrayente, por cierto" (Carrillo 1905: 13). Los nuevos bañadores para las mujeres se comenzaron a usar en Lima alrededor de 1915, cuando se comienza a difundir la práctica de la natación. Al leer los periódicos y revistas de la época se puede observar la evolución y la importancia que tuvieron los deportes en la emancipación femenina. La revista Don Lunes daba cuenta de los nuevos papeles asignados a la mujer, donde no figura la mujer beata. Entre los papeles se señalaban la sportwoman, la universitaria, la madre, la colegiala. Al referirse a la sportwoman, ésta es descrita como una persona "vestida de blanco y buscando siempre baño a todas horas, recorre las calles casi siempre sola [... ] pelota y raqueta nunca la abandonan" 68 • Los deportes favorecieron la libertad de acción de las mujeres. La moda se tuvo que hacer más funcional para las nuevas necesidades; los deportes pioneros como el ciclismo incitaron a la larga el cambio de la moda femenina. El tenis, por ejemplo, no podía jugarse con libertad dentro de los corsés, razón por la cual fueron modificados hasta hacerse más sencillos y flexibles. Quizás hay que comprender estos pequeños detalles para ver los avances en la liberación de la mujer, la cual pasa de un cuerpo 68. Don Lunes, 6 de febrero de 1917.

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aprisionado a uno más libre. No obstante, para Norbert Elias, esta difusión de los deportes "tiene como requisito haber alcanzado un grado elevado de represión de los impulsos [... ]Mujeres como hombres están absolutamente seguros de que una autocoacción intensa y unas reglas de etiqueta muy estrictas mantienen a cada uno en su sitio" (1989: 226). Es en este sentido que se entiende la crítica que se levantó hacia diversiones como los carnavales, las corridas de toros y los bailes, en los cuales se estimulaba las emociones y pasiones de hombres y mujeres. Con el ciclismo las mujeres comenzaron a experimentar un mundo libre, con fronteras amplias; al mjsmo tiempo, este deporte se convirtió en un objeto simbólico del ser moderno, del mundo de "elegancia", de sobriedad, que se vinculó con lo nuevo y con una nueva estética. Prueba de ello son las fotografías de la época tomadas por el fotógrafo francés, instalado en Lima, Eugene Courret69 • Paradójicamente, en las fotografías, las mujeres -a diferencia de los hombres que son retratados en pleno movimientose encuentran posando con las bicicletas en un estudio o en sus casas, lo cual nos da la imagen de un objeto inmóvil. Como bien describe Hugo Neira observando una de estas fotografías: Había prendido el hábito de la bicicleta y señoritas que se vestían de acuerdo con los dictados de París -largas mangas con adornos, faldas de un solo trazo con juego de cintas, cinturete de oro y casaca cortaadornaban con flores la parte delantera del timón y se inmortalizaban con Courret bajo un sombrerito de Panamá y un telón de fondo henchido de lujuriosas palmeras y grandes flores amazónicas (1963: 16).

Aunque las mujeres también se lanzaron a la aventura de la bicicleta, la práctica de este deporte fue objeto de polémica por parte de la comunidad médica y de cierto público. Se creía que esta actividad podía masculinizar a las mujeres y, también, se tenía temor de que las mujeres pudieran perder la virginidad y que esta práctica purnese producir en ellas una especie de masturbación deportiva (Weber 1989: 261). Los cuestionamientos a la práctica del ciclismo por las mujeres se mantuvo hasta las primeras décadas del siglo XX; por ejemplo, en la revista La mujer peruana, Lastenia Larriva de Uona afirmaba que la bicicleta no era muy 69. En la Biblioteca Nacional del Perú se encuentra el archivo fotográfico de Eugene Courret (1863-1935), uno de los más importantes para estudiar la sociedad limeña de fines del siglo XIX e inicios del XX.

El descubrimiento de las bicicletas por las mujeres (Lima 1895) Colección Luis Eduardo Wuffarden

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º.

conveniente porque "deformaba los pulmones y el corazón" 7 La polémica, en el fondo, estaba sacando a Ja luz el problema de la redefinición de Jos roles sexuales, que se estaba produciendo durante estos años. Este problema ha sido estudiado por María Emma Mannarelli, para quien los discursos de los médicos y de las mujeres vanguardistas asignaban a la mujer el papel doméstico: el cuidado del hogar y de la familia, es decir, el espacio privado; por el contrario, a los hombres les correspondía el espacio exterior (1996: 27) 71 • Desde esta perspectiva la bicicleta propiciaba el mundo hacia "afuera", poco educativo para afirmar el papel doméstico de la mujer. Frente a las opiniones adversas al uso de la bicicleta, otras voces se erigieron a favor. Entre octubre y diciembre de 1899, apareció en El Sport "La educación física de la i;iujer", donde se exhortaba a las mujeres para que practicaran deportes. Estos eran aconsejables para tener una buena salud, conservar la belleza femenina y favorecer la crianza de la familia. El montar bicicleta "era muy saludable para las pobres de sangre y de oxígeno. Activaba la respiración y tonificaba el sistema nervioso" 72 • La novedad, el deseo de ir más allá de los límites fijados, llegó a tal punto que el Club Ciclista de Lima organizó un recorrido en bicicleta fuera de la ciudad. El día jueves 7 de octubre de 1897, dos jóvenes universitarios limeños, Manuel Rivera y Joaquín lncháustegui, partieron a las seis de la mañana desde la calle Boza hacía Pisco, 240 kilómetros al sur de Lima73. Los corredores fueron despedidos en las afueras de la ciudad por un grupo de ciclistas. Enrique Rivera, hermano de uno de los ciclistas, ofició de acompañante e informante: montado en un caballo fue detallando lo que acontecía en el itinerario seguido por los deportistas. Ante tal acontecimiento no faltaron quienes apostaron sobre el final de la travesía; algunos consideraron que era imposible que la máquina resistiera aquel recorrido, los más optimistas apostaron por el éxito de la empresa. El diario El Comercio fue siguiendo día a día el recorrido de Jos ciclistas. La crónica detallaba el tiempo que empleaban los ciclistas en llegar a cada lugar, las paradas para descansar, las playas que encontraron en su recorrido y sus impresiones. Rnalmente, el sábado 9 de octubre en la edición de la tarde , El Comercio

70. La mujer peruana, año 111, Nº 33, 28 de marzo de 1919, p. 119. 71. Es interesante la observación que hace Mannarelli sobre la fuerte presencia de los m~dicos en el aparato estatal y la hegemonía de su discurso como un hecho normativo. 72. El Sport, 22 de octubre de 1899. 73. El Comercio, 7 de octubre de 1897.

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informaba el éxito de la expedición. Los ciclistas, después de dos días Y medio de recorrido, hicieron su ingreso en Pisco a las dos de la tarde, Y fueron recibidos por autoridades y gran multitud 74 • La experiencia de José Fermín ofrece un testimonio de lo que significaba la práctica del ciclismo. En enero de 1898, Fermín, cronista de El Comercio, después de recorrer la ciudad en bicicleta, escribe sus observaciones sobre el estado físico de las calles, pavimentación, canalización Y el estado de Jos carruajes y edificios de la ciudad. Muestra su fascinación por Ja utilidad y el beneficio de la bicicleta como medio de observación, al mismo tiempo que lanza un comentario sobre la libertad de este "espectáculd', como Je llama. A diferencia de otros espectáculos donde existen barreras, como el coliseo, la Plaza de Acho o el teatro, la bicicleta no tenía "nada de odiosas restricciones y era una loa a la libertad"75 • La velocidad también se experimentó durante las carreras de caballos. La rapidez que se requería en estas últimas o en las carreras de bicicletas y los distintos comportamientos exigidos al público espectador en estos entretenimientos marcaron la ruta que asoció a estos deportes con la modernidad. En la crónica sobre el Paddock, el joven Mariátegui, a propósito de la hípica escribió lo siguiente: A Jack le placen las carreras porque Jack es hay que repetirlo un criollo apacible que gusta de los espectáculos plácidos y teme de los espectáculos violentos[ ...) es que Jack en las carreras no le hostiga nada de lo que lo hostigaba en los toros. No ha tenido que estar encasillado en un delantero, hombres gritones no han puesto los pies en el respaldo de su asiento. Nadie ha bebido chicha morada. Jack no ha salido de las carreras dolido, enfermo. Ha salido ufano, alegre y plácido. En las carreras ha visto mujeres elegantes, siluetas gentiles[ ... ] Ha encontrado gente amable, risueña que le conversaba con "esprit" 76 •

La popularidad del ciclismo entre mujeres y hombres comenzó a decaer alrededor de 1909, cuando empiezan a practicarse el tenis y las carreras de salto. 8 ciclismo recuperó su importancia alrededor de 1917, gracias al impulso del Circolo Sportivo Italiano. A partir de los años veinte, encontramos que las mujeres ya están practicando voleibol, básquetbol y nata-

74. El Comercio, 9 de octubre de 1897. 75. El Comercio, 28 de enero de 1898. 76. El Turf, año lll, N° 36, 6 de mayo de 1916.

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ción. El auge del tenis entre las mujeres "del mundo elegante" ocurrió hacia 1920. Entre los courts se señalaban el del Club Lawn Tennis de la Exposición, el del Ferrocarril Central, el del Club Revólver, el de Lima Cricket y el del Circolo Sportivo Italiano77 • En 1925, las mujeres ya participaban en competencias nacionales e internacionales. Fueron muy comentadas las pruebas de natación desde la Escuela Naval al Muelle de Guerra. Hacia 1929, ya se había formado la Federación Deportiva Femenina, integrada por representantes de clubes propiamente femeninos como el Peruvian Girls el Olimpia Sporting Club y el Atlético Femenil del Callao. También habí~ clubes mixtos como el Circolo Sportivo Italiano y el Old Boys Club, que se encargaron de promover la natación, la gimnasia y el voleibol.

4.

Elfútbol Desde hace algunos meses uiene obseruándose en nuestras clases populares una euolución en sus diuersiones y pasatiempos, que se inclinan poco en el sentido del sport y particularmente del juego del football que se ua poniendo muy en boga entre la gente del pueblo. Hay que fomentar esta euolución porque representa un paso más de la cultura para nuestras clases populares. En las poblaciones uecinas a Lima es donde se nota más la afición por este género de diuersiones sanas. El Comercio (18 de junio de 1908).

El primer partido entre peruanos e ingleses se realizó en la cancha de Santa Sofía del Cricket and Football Club, el 7 de agosto de 1892 (Gálvez 1966: 215). Los jugadores ingleses -como relata José Gálvez- "usaban gorritas, fumaban en pipa, tomaban wiskey y algunos llegaban hasta encajarse un monóculo aún cuando no haya necesidad de vidrio para ver" (1966: 215). Participaron en este primer encuentro realizado en el campo de Santa Sofía, residentes ingleses y peruanos pertenecientes a familias de sectores altos de Ja sociedad limeña. El encuentro entre limeños y chalacos fue organizado por Larrañaga y Foulkes y se jugó en la tarde. Desde 1894, fueron frecuentes los partidos de fútbol entre peruanos e ingleses en el terreno de Santa Sofía, local del Lima Cricket and Lawn Tennis (Gálvez 1966: 213). Pocos años más tarde, en 1896, Antonio Garland -quien ha-

77. Almanaque de El Comercio, año XXXII, 1923.

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bía llegado de Inglaterra- fomentó este juego entre los peruanos Yfundó el primer club peruano de fútbol , el Club Unión Cricket78 . A dife~encia del ciclismo, el fútbol fue un deporte dirigido a los hombres; su práctica aseguraba al país el contar con "hombres fuertes y vigorosos, asegurando la verdadera y positiva regeneración de la raza" 79 • El fútbol tuvo rápida acogida y gran popularidad entre todos los grupos sociales. Inicialmente lo jugaban los ingleses y después los jóvenes de los sectores altos y medios de la sociedad limeña, pero muy pronto fue practicado por hombres de extracción popular -especialmente trabajadores, obreros- y jóvenes y niños de distintos sectores sociales. Los primeros empezaron a jugar a instancia de los ingleses, representantes de firmas extranjeras dedicadas al comercio mayorista o propietarios de algunas fábricas textiles (Yepes del Castillo 1972: 159-169). Estas empresas comenzaron a organizar encuentros deportivos entre los trabajadores. Esta iniciativa de promover el fútbol entre los obreros ha sido interpretada -desde un enfoque marxista- por José Deustua, Steve Stein y Susan Stokes, como un elemento de control social de las clases dominantes, una forma de reproducción de relaciones de dominación de clientelaje "para canalizar la energía popular hacia actividades fútiles como el deporte, que no representaba ninguna amenaza para el sistema imperante" (1986: 126), es dec~, ~n la finalidad de que los trabajadores no se interesasen en los movumentos laborales o sindicales. Una lectura a las fuentes nos permite encontrar otro tipo de motivaciones para el desarrollo del fútbol, las que coincidían c~n las exigencias de las elites sobre la formación de nuevos valores. Ya hacia 1896, en El Comercio se ensalzaba la importancia de este deporte: (... ] que había contribuido a virilizar a la nación inglesa, juego que como el cricket y otros muchos que en ese país son populares, desarrollan las fuerzas físicas y tiende a formar una raza de hombres enérgicos y audaces. 80

En cuanto a los jóvenes y niños, en el terreno de Santa Sofía, estudiantes de colegios particulares empezaron a sostener encuentros futbolís-

78. El Comercio, 4 de mayo de 1939. Suplemento Especial por los 100 años. 79. El Comercio, 30 de julio de 1899. 80. Citado en López Martfnez 1989: 333-337.

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ticos81 . Posteriormente, estos torneos se ampliaron a alumnos de colegios estatales, especialmente durante la temporada de fiestas patrias82 . En 1896, pocos meses después de su fundación, el Club Unión Cricket contó con un terreno propio, situado cerca de los jardines del Parque de la Exposición (Gálvez 1966: 218), que se llamó Santa Beatriz. Dicho terreno fue cedido por la Municipalidad durante la gestión del secretario, Pedro de Osma, "distinguido sportman". En la resolución que emite el alcalde del Concejo Provincial, se indicaba lo siguiente: [... )es un deber del Concejo fomentar los ejercicios gimnásticos recomendados para la juventud por los preceptos de la higiene y de la educación83.

Este lugar se convirtió en uno de los más propicios para los encuentros deportivos. El público asistía en forma gratuita los domingos y días de fiesta para disfrutar de algún partido o campeonato. Entre los miembros del club figuraban Miguel Grau, Carlos Benavides, Carlos Baella, Francisco Echenique Bryce (Benavides 1997: 33). En 1897, el Comité de Educación Física del Ministerio de Instrucción Pública organizó un campeonato atlético de gran magnitud; se llevaron a cabo partidos de fútbol, pruebas de salto alto, largo y carreras. Igualmente, para las fiestas patrias de 1899, dicho Comité realizó una jornada deportiva en las instalaciones del Club Unión Cricket donde, según el cronista de El Sport, asistieron más de quince mil personas para espectar distintos partidos de fútbol entre escolares de colegios municipales, secundarios y también el que jugaron los peruanos del Unión Cricket contra los ingleses84. Resulta interesante transcribir el texto que publica el mencionado cronista porque ejemplifica muy bien el papel que se asigna a este deporte: Ayer cuando los peruanos vimos á los niños de las escuelas municipales que creímos débiles, medio idiotizados e incapaces de luchar; hacer 81. En la columna "El Sport" de El Comercio del 21 de julio de 1899 se reseñaba el emocionante partido de fútbol que habían sostenido los 22 niños del Instituto Urna y los de Los Sagrados Corazones. El Comercio, 21 de julio de 1899. 82. Aquí cuestionamos la opinión de Deustua, Stein y Stokes, para quienes "no se permitía la libre asistencia popular a una competencia deportiva ni siquiera se implementaba" (1986: 129). 83. El Comercio, 4 de mayo de 1939. Suplemento especial por los 100 años. 84. El Sport, 7 de octubre de 1899.

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sublimes esfuerzos para obtener la victoria, cuando á los colegios de instrucción media, á los engreídos de nuestras principales familias, que creíamos afeminados y sin brío, presentarse a la arena y jugar con la conciencia de su fuerza , y vencer al fin , cuando nos cupo la suerte de aplaudir a los peruanos del Club Unión Cricket ~ veni:er a los in~leses en el football y en todos los concursos sin excepción, dimos un grito de viva al Perú bien sincero, convencidos de que los hombres de acción de mañana serán capaces de muchos esfuerzos, acompañados de éxito Y podrán dar al Perú el puesto que le corresponde en la América del Sur85.

El fútbol personificó el ideal de este nuevo hombre de acción Y con iniciativa al que se aspiraba para que el país progresara. En el siguiente número, la revista El Sport publicaba que las reglas de juego de este deporte constituían un verdadero sistema educativo "que produce hombres muy amantes de la libertad, muy respetuosos de la autoridad y las leyes, que se 86 bastan a sí mismos y que poseen en alto grado el espíritu de asociación" • El fútbol personificó el poder de cam~io de los depo~es en _las costumbr~s de los hombres. Juego de competencia por excelencia, el futbol se convirtió en el prototipo del ideal masculino. En 1897 se funda el Association Foot ball conformado por adolescentes de colegios como El Guadalupe Y Convictorio. Ya en 1898 se fundan los clubes Union Foot ball, el Club Foot . ball y el Club Libertad fundado en el Callao, en 1899. El fútbol fue sin duda el deporte masculino de mayor populandad en Lima. A partir de 1900, surgen los primeros equipos integrados por gente de sectores medios y populares de distinta procedencia étnica como el Sport Obrero; el Atlético Unión, fundado en 1900; el Sport Alianza fundado en 1901, que después se llamó Alianza Lima87 Victoria; el Spor~vo Juvenil Y el Club Atlético Chalaco fundado en 1902. Durante estos anos, con ocasión de las fiestas patrias, la Municipalidad comenzó a organizar campeonatos entre los clubes.

85. El Sport, 7 de octubre de 1899. ., 86. El Sport, 7 de agosto de 1899, Nº 5. 87. Es interesante señalar que este club deportivo fue fundado por ¡ovenes procedentes de sectores medios y, posteriormente, alrededor de los años veinte y treinta será identificado como un club de barrio obrero popular y habitado por población negra como La Victoria. Martín Benavides (1997) muestra que éste es el inicio de la tradición de este club como una comunidad cuya identidad cultural esta ligada a su pasado, al carácter popular y su pertenencia al grupo de negros.

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Años más tarde aparecieron clubes deportivos en cada barrio, los cuales se afiliaron al Comité de la Liga de Fútbol, instalado en 1912, que reconoce a 20 instituciones que intervinieron en el primer campeonato local. Entre ellas destacan el Miraflores Sporting Club, el Sport Inca, el José Gálvez, Sport Progreso, el Jorge Chávez. Este crecimiento de los clubes deportivos fue un factor que contribuyó al cambio de la organización social de la vida pública limeña así como de las formas de sociabilidad. Los clubes como forma de organización de la sociedad civil surgieron en el Perú a mediados del siglo XIX. Fueron espacios cerrados y exclusivos de las elites, dirigidos al debate y opinión política88 • A fines del siglo XIX, vemos cómo los clubes deportivos, creados con la finalidad de promover los deportes, especialmente el fútbol, dejan de ser espacios de distinción social y se convierten en formas de asociación populares. La creación de la Liga de Fútbol en 1912 y posteriormente, en 1922, la fundación de la Federación Peruana de Fútbol fueron medidas dirigidas a la institucionalización de este deporte. La Liga surgió como una necesidad de contar con una organización que se encargase de programar los campeonatos futbolísticos y establecer normas comunes a los reglamentos de cada uno de los clubes. Con la creación de la Federación Peruana de Fútbol en 1922, el fútbol dejó de ser amateur y los jugadores empezaron a recibir "propinas", que se obtenían de un porcentaje del pago de entradas para ver los partidos (Deustua, Stein y Stokes 1989: 148). No es casual que este año se inaugure el Estadio Nacional, donación de la colonia inglesa al Perú en homenaje a las fiestas del centenario. Este estadio se localizó en el campo de Santa Beatriz y tenía capacidad para 30000 personas. Hacia 1923 se observa que el fútbol ya se ha establecido entre los diversos grupos sociales y generaciones. El estadio del Circolo Sportivo Italiano, ubicado en Ja avenida Brasil, en Magdalena, marcó toda una época en la historia del fútbol. Allí se celebraron una serie de campeonatos deportivos a los que acudían personas de distinta ocupación: estudiantes, empleados y trabajadores de servicios, entre otros. El fútbol, según Deustua, Stein, y Stokes, fue un fenómeno contradictorio, ya que fue un instrumento de control usado por la elite dirigente para las clases populares y, al mismo tiempo, el fútbol de barrio creó una

88. Ver Del Águila 1997: 74-90. Éste fue el caso, por ejemplo, del Club Nacional.

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Equipo de fútbol Centro Sport Inca (1913) Colección Humberto Currarino

red de sociabilidad y solidaridad entre jóvenes, hombres y mujeres, quienes encontraron en él un momento propicio para la diversión y el baile89 . En 1910, El Comercio emprende una campaña sobre la importancia del fútbol, de la educación física y la necesidad de promoverlo a escala nacional a través de escuelas, universidades y asociaciones en las que participan las clases populares. Se consideraba que los defectos de que adolecían los peruanos se debían a la falta de voluntad, de disciplina, de perseverancia metódica en sus actos, y que ellos podrían ser modificados a través de los deportes.

89. En una entrevista que realizan los autores, Israel Bravo Ríos sostiene que "no se terminaba ningún partido sin baile. Lo más importante era que después del partido nos reuníamos en el local. Entonces venían las chicas, se formaba la música, la jarana" (Deustua, Stein y Stokes 1986: 137).

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El artículo que publica E/ Comercio es muy significativo, pues muestra el poder conferido al deporte para forjar el modelo de hombre burgués -del cual se estaba muy lejos- y que debía contribuir al engrandecimiento nacional: Hasta el concepto filosófico de la existencia, propio de cada raza, depende en gran manera de sus costumbres deportivas. Las actitudes perezosas crean tendencia a la melancoüa; las enérgicas y audaces al optimismo triunfal. [... ] lNo debieron los griegos la maravillosa naturaleza de su cuerpo y de su espíritu á sus atléticos juegos oümpicos? Y los ingleses y norteamericanos no deben acaso la expansión y el impulso triunfador de su raza a su extensa cultura física? Y en verdad las jóvenes generaciones inglesas deben su honradez de criterio, su civismo patriótico, su voluntad laboriosa y su carácter emprendedor, tanto al desarrollo de sus músculos como á la cultura de su espíritu. (... ] Como dice el conocido sportman Weber: por las tácticas y las combinaciones el foot bal/ es uno de los juegos que más pueden contribuir a desarrollar Ja sangre fría, la destreza, la disciplina, la solidaridad90.

Nuevamente, el ideal burgués del hombre "honrado, de voluntad laboriosa Y carácter emprendedor" era tomado del referente europeo y norteamericano, donde la difusión del deporte había sido fundamental en el desarrollo de esta mentalidad. La importancia del deporte en Ja educación es un discurso que se va a mantener hasta la década de los años cuarenta. El sport era un factor importante en la búsqueda del equilibrio físico y moral del individuo, además del desarrollo de la voluntad. Esto se explica en Ja columna dedicada al Foot-bal/ y la importancia de la educación física:

Los grandes adelantos y las profundas observaciones hechas en el campo de la experimentación biológica y sobre todo por los nuevos conceptos de la sicología se llega a reconocer en la ciencia actual la conveniencia de que la educación debe de ser total á la conciencia humana (... ). Indudablemente el sport opera por vía directa en la conciencia, en el elemento de la voluntad. El sport desarrolla la voluntad en el sentido de que le da fortaleza y le aumenta su poder y su energía: se obtiene el carácter, la decisión rápida é indubitada, el denuedo para obrar, el impulso para acometer, el valor para el ataque, el desenvolvimiento del deseo, convirtiendo la idea en acción91 • 90. El Comercio, 9 de agosto de 1910. 91. lbfd.

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A fines del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX, el deporte, entretenimiento al que también se le asignó una función educativa, fue visto por el Estado y la elite modernizadora como una actividad que permitía formar el carácter de las personas, favorecía la identificación de los papeles sexuales de hombres y mujeres y, lo que era más importante, se convertía en un medio para erradicar el vicio y la inmoralidad de una sociedad en pleno proceso de cambios. El ejercicio corporal era central para fortalecer el cuerpo y con ello favorecer Ja perseverancia y la disciplina. Como bien ha estudiado Alain Corbin (1992) en su historia de la sociedad burguesa, a finales de siglo XIX, el desarrollo, el cuidado y el perfeccionamiento del cuerpo se convirtieron en un nuevo imperativo que favorecía el "self-gouemment del individuo". Por otro lado, el desenvolvimiento del deporte en diferentes espacios, privilegiando el aire libre, impulsó a las personas a salir del sedentarismo, de los espacios cerrados: salones, cafés, teatros, donde apenas se prestaba atención al desarrollo libre del cuerpo. Los diferentes espacios que traía consigo la práctica del deporte como la hípica, el ciclismo, la natación, el fútbol y las carreras de atletismo, favorecieron nuevas formas de sociabilidad de las que participaron los distintos sectores sociales. En el caso de los deportes hípicos, El Turf describía este sport de la siguiente manera: El espectáculo moderno por excelencia. Los coliseos suprimen la libertad de los espectadores. Los encasillan, los aislan y los oprimen. El concepto contemporáneo de la fiesta misma es contrario al concepto inquisitorial de la fiesta antigua. Y en las carreras palpita la modernidad. El espectador se siente absolutamente libre. puede pasear, descansar y discurrir como le plazca.( ... ) En el hipódromo todo es amplitud expansión libertad. En las tribunas mismas se advierte la tendencia de dar al espectador la mayor holgura posible. Por lo demás la terraza, el paddock, los jardines, las veredas diversifican y matizan el ambiente del hipódromo. La fiesta se hace así absolutamente moderna92 •

El espacio físíco del hipódromo se convertía en un símbolo de libertad para el individuo. Por otro lado, este deporte exigía un pensamiento y

92. El Turf, año IV, Nº 82, 27 de julio de 1916, p. 21.

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cálculo racional para poder seleccionar al caballo ganador. Pero, curiosamente, como bien señala Jorge Basadre, en la hípica jugadores tenaces procedentes tanto de los sectores altos de la sociedad como de los populares buscaron en la suerte una prolongación o ahondamiento de la vieja costumbre limeña del juego de azar o lotería (1964: t. X Cap. CXCI\1. p. 4665). ' '

Reflexiones finales iLima se moderniza! Eso es euidente, indudable no hay m6s que comparar/a con la ciudad de ahora 10 años, triste, con rezagos de una uejez que parecía imposible desterrar por lo arraigada. (Juan Croniqueur, La Prensa, Lima, 7 de agosto de 1912)

A partir de 1895, el país experimenta un acelerado proceso de modernización, que -al igual que lo sucedido en los demás países latinoamericanos- se vincula con la incorporación de sus economías al mercado mundial, la industrialización, el crecimiento de las ciudades y el predominio del positivismo. Pese a este horizonte común, los procesos desencadenados en cada país muestran singularidades. A lo largo de este trabajo se ha mostrado que la experiencia de la modernidad, en el caso peruano, se dio en el interior de un campo de relaciones complejo y contradictorio lleno de anacronismos, propios del peculiar y desigual desarrollo económico peruano. En este proceso, la tensión y el conflicto estuvieron presentes en las relaciones de los distintos grupos de la sociedad, los cuales tenían diferentes puntos de vista acerca de la modernización y la construcción de la nación. En este contexto, surge una elite modernizadora que pretende cambiar los valores, costumbres y gustos ligados a la cultura criolla de origen colonial, por un ideal de individuo burgués que sería encamado -debido al racismo de la época- por un individuo de raza blanca. Pero, dadas las características raciales de los peruanos, los negros, los indios y los mestizos fueron incluidos en calidad de "seres civilizados", es decir, asimilados a esta nueva forma de vida, donde imperaría el orden, la higiene, la moderación, el recato, la disciplina y un nuevo gusto estético. Forma de vida que se oponía al estilo cortesano, el poco apego al trabajo y el gusto por el placer y el juego, principales rasgos con los que la denominada elite modernizadora identificó a la cultura criolla urbana, que a su juicio constituía un factor de atraso para el desarrollo del país. El ideal de hombre moderno, "civilizado" como le denominaba la elite, poseía tres rasgos opuestos al estereotipo del limeño y que hacían extensivo a los peruanos. El primero, el amor al trabajo y a las leyes; el

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segundo, la mentalidad racional: que genera la voluntad de acción, el espíritu de empresa; y el tercero se refiere al nuevo comportamiento y cultivo de un gusto estético asociado a la sensibilídad burguesa que recorre desde la construcción de un sentimiento de la identidad individual hasta el refinamiento de los comportamientos y costumbres. La ciudad de Lima, lugar donde lo indígena quedaba relegado, fue el centro desde donde se irradiaría este proyecto a las demás regiones del país. La importancia asignada a la reglamentación del espacio urbano, la instrucción, las campañas de higienización y al nuevo ordenamiento de las actividades recreativas fueron uno de los medios de los que las elites y el Estado se sirvieron para tratar de imponer este modelo de ciudad que emulara las capitales europeas. Las nuevas diversiones y los deportes cumplieron una función formativa para la creación de los nuevos valores, comportamientos y costumbres que se requerían para moldear al individuo que el Perú necesitaba. La expansión, la diversidad y la distribución de espacios de diversión produjeron nuevas formas de integración y de sociabilidad. Allí, las personas de distintos barrios podían encontrarse y, si bien en los locales de entretenimientos la división entre los distintos sectores estaba claramente delimitada, éstos eran espacios propicios para observar e imitar los hábitos y los comportamientos. Las conexiones que existieron entre los principales cuarteles de la ciudad y los barrios empezaron a ser más frecuentes; un factor que contribuyó a esta integración fue el crecimiento de los medios de transporte. Es en este sentido que las nuevas formas de sociabilidad entre barrios surgidas de la vida en las calles, callejones y chinganas que habían creado redes de solidaridad muy fuertes comienzan a yuxtaponerse con las formas de sociabilidad que surgían con el desarrollo de la urbe como los paseos, el teatro de tandas, los cines, las ferias, la participación en clubes deportivos, que dieron lugar a una cultura urbana diferente y donde los individuos se podían encontrar y reconocer como iguales. También la nueva distribución y el ordenamiento del espacio de la diversión favorecían un mejor control sobre el comportamiento de los individuos, a diferencia del uso de la calle donde existían mayores posibilidades de libertad y de descontrol individual y colectivo. En estos espacios "el ocio" quedaba delimitado y reglamentado. Pese a que el discurso de la elite modernizadora tuvo una gran aceptación en algunos sectores de la población y opinión pública, no siempre sus miembros tuvieron el poder para aplicar las reformas. Y es que el papel que desempeñó el Estado frente al proyecto modernizador fue ambiguo,

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puesto que, como en el caso de la lucha contra los fumaderos de opio Ylas casas de juego, este mismo Estado, que se abocaba al desarrollo y modernización de la sociedad -combatiendo los llamados vicios Y males de la sociedad-, no sólo las permitió sino que las reglamentó para un mejor funcionamiento. Más allá de la formalidad del discurso, la actuación del Estado fue contradictoria, pues osciló entre la retórica moderna y una práctica clientelista y patrimonialista, que le permitió gozar de las prebendas obtenidas de los negociados producidos en torno de los fumaderos de opio, casas de juego, entre otros espacios vinculados al universo de lo "incivilizadd'. El mayor conflicto fue el que se dio entre las elites criollas, tradicionales y la elite modernizadora. Los primeros no siempre se adaptaron a las nuevas circunstancias de la modernización y sobre todo al cambio de costumbres. Es por ello que salen a defender el carnaval y las corridas de toros, señalando que los rasgos de Ja "alegría, la picardía, la libertad de los movimientos así como de las emociones", propios de estos entretenimientos son símbolos de la identidad nacional. En respuesta a esta afirmación de 10 criollo y en abierta oposición, la elite modernizadora comenzará a esgrimir el discurso de lo criollo como sinónimo de la cultura popular. Es en estas circunstancias que durante los primeros años del siglo XX se comienza a producir un momento de cambio en la ubicación y pertenencia de lo criollo desde la elite hacia el pueblo. Y en la medida que las prácticas culturales populares fueron vistas como factor de atraso para el ansiado cambio modernizador, lo criollo fue rechazado. A la larga, en esta lucha abierta entre ambas posiciones, la hegemonía la obtendrían los grupos identificados con lo criollo, ya que fueron los rasgos de esta cultura los que se convirtieron en símbolos de la cultura nacional. Es en ese sentido que la solución que se dio a la construcción de la Nación peruana fue el mestizaje integrador pero bajo una estructura social jerarquizada. Lo complejo y contradictorio de esta experiencia modernizadora, que se explicaría por el horizonte racista de la época, es que los grupos étnicos negros y chinos se convirtieron en los "chivos expiatorios", depositarios de los males que acaecían los peruanos y que se convirtieron en obstáculo para el desarrollo y progreso del país. Los chinos al igual que los negros fueron estereotipados con adjetivos negativos. A los chinos se les consideró famélicos, débiles, sucios. En el caso de los negros, se les identificó como una raza bárbara, inmoral, violenta, ociosa y dada a la sensualidad. Atributos que constituían la negación del ideal de individuo burgués y que, paradójicamente, eran compartidos por amplios sectores de la población limeña. 1

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Resulta interesante observar que existió una empatía con algunas prácticas chinas como las de los juegos de azar así como, en el caso de los negros, con el baile de la marinera, que llegó a convertirse en un símbolo nacional. Rnalmente, el impacto de la modernización va más allá del proyecto y la representación de los discursos en torno de éste por parte de la elite. Aunque en este estudio no se ha analizado la experiencia de la modernidad desde las clases subalternas, también transitó por caminos diferentes a los de la elite y donde, como en el caso de los migrantes chinos que, paradójicamente, fueron considerados como razas abyectas y débiles, se observan estrategias de sobrevivencia en las que se expresan comportamientos que resultan ser muy modernos como la laboriosidad, carácter emprendedor, espíritu de ahorro y de progreso. También las transformaciones urbanísticas, el desarrollo económico, la nueva forma de la organización del trabajo y el crecimiento de las ciudades durante estos años dieron lugar a una transición de una sociedad que se basaba en una jerarquización con la presencia de rasgos estamentales sustentados en la posición familiar y étnica, a una organización social donde comenzaba a primar la ocupación de las personas. El desarrollo de los bienes y servicios dio lugar al contingente de empleados públicos. Fue este grupo y otros, conformado por los obreros, estudiantes, comerciantes y los intelectuales de provincia, los que empiezan participar en el escenario limeño y fueron los actores de la modernización. Dichos actores tendrán decisivo protagonismo en los años veinte con la aparición de proyectos políticos de masas {aprismo, socialismo). Muchos de ellos, como el joven escritor Valdelomar y Federico More y Percy Gibson, representantes de una nueva generación, asumirán algunas prácticas culturales como el fumar opio, otorgándole un propio significado. Esto no puede ser entendido sólo como un acto de irreverencia o como una imitación de lo que se estaba haciendo en el extranjero, para estar a la misma altura de lo que estaba sucediendo en las capitales modernas. Este hecho tiene que ser leído como una vía para adquirir una nueva sensibilidad estética acorde con los cambios que estaban experimentando en la sociedad limeña, donde existió una necesid~d de confrontarse con el academicismo y forma de vida conservadores. Esta fue una forma de participar de esta modernidad llena de aventuras y tan contradictoria. Para finalizar, cabe señalar que las nuevas diversiones deben ser entendidas en este contexto. Se convirtieron en un fenómeno masivo pero selectivo, en el que cada espacio correspondía a determinado sector, para elites, para la nueva "multitud urbana", aunque existían espacios mixtos,

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donde confluían miembros de ambos grupos. En este contexto se explica el incremento de los espacios públicos especializados en diversos tipos de diversiones; es así que la calle y la plaza comienzan a ser desplazadas. La espontaneidad de los entretenimientos cede paso a la reglamentación e institucionalización, y con ello nace la noción de espectáculo de masas. Se trata, entonces, de una relación conflictiva. Mientras que unos tratarán de preservar privilegios y los espacios cerrados, otros buscarán ampliarlos y eventualmente democratizarlos.

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Tenorio, Mauricio 1999 Artilugio de la nación moderna. México en las exposiciones universales, 1880-1930. México, Fondo de Cultura Económica. 1996 "1910 Mexico City: Space and Nation in the City of the Centenario", Latin American, Studies, 28, Cambridge University Press. Thorp, Rosemary y Geoffrey Bertram Perú 1890-1977. Crecimiento y políticas en una economía abierta. Urna, 1978 Mosca Azul Editores, Fundación Friedrich Ebert y Universidad del Pacífico.

Watson Maid, Isabel 1980 El cuadro de costumbres en el Perú decimonónico. Lima, Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Weber, Eugen 1989 Francia, fin de siglo. Madrid, Editorial Debate, S.A. Serie Historia.

270

Fanni Muñoz Cabrejo

Yepes Del Castillo, Ernesto Perú, 1820-1920. Un siglo de desarrollo capitalista. Lima, Instituto de 1972 Estudios Peruanos. Zegarra Flórez, Margarita 1999 "El honesto velo de nuestro sexo. Sociabilidad y género en mujeres de sectores populares, en la Lima del 800", en Mujeres y género en la historia del Perú. Lima, CENDOC-mujer.

Periódicos y revistas de la época Periódicos

• La Gaceta Judicial (Diario de los tribunales). Año I, tomo l, números 68, 69, 71, 72, 80 y 81 (agosto 1861).

•El Comercio (1895-1920) , diario de tendencia civilista. Es propiedad de la familia Miró Quesada.

• La Prensa (1895-1930), diario perteneciente al líder del partido liberal, Alberto Ulloa.

• La Crónica (1912-1914). • El Tiempo (1916-1929). • El Nacional (1898). •La Opinión Nacional (1898). Semanarios y revistas

- Aire Libre. Revista Semanal Deportiva: atletismo, football, ciclismo, tenis, boxeo, hípica y teatros (Lima 1900-1925). - Almanaque de E/ Comercio. Ediciones anuales. Lima, Perú, Imprenta de El Comercio (1893-1931). - Boletín Municipal (1892-1922). - Cinema. Revista ilustrada de actualidades (1908). - Cólonida, Revista quincenal de literatura, arte, historia y ciencia. - Don Lunes (1917). - El amigo del pueblo. Semanario de noticias, moral, civismo, industrias, historia y recreo (1892). - El Bien Social. Órgano de la Unión Católica del Perú (23 de julio de 1908). - El hogar cristiano. Religión, ciencias y arte. Año Il, nº14 (8 de febrero de 1910). - El Hogar y la Escuela. Revista pedagógico-literario (1909). - El Perú Ilustrado. Semanario para las familias (1887-1892). - El Sport. Quincenario ilustrado (1899). - El Turf. Revista ilustrada de carreras (1914-1929). - Fray K' Bezon, Semanario de caricaturas- anticlerical (1907-1910). - Fuera de Cerco.

272

Fanni Muñoz Cabrejo

-

Grana y Oro. Semanario ilustrado de toros y teatros (1909-1910). Ilustración Obrera (1916). La Ilustración Peruana (1912). La Mujer Peruana (1919). Lima Ilustrado. Año lll, nº3 (8 de noviembre de 1900). - Los Balnearios. Semanario informativo de literatura, arte y ciencia.

- Los Sports. Revista semanal informativa, ilustrada independiente (1916).

- Los Tendidos. Semanario taurino (1903-1904). - Lulú. Revista semanal ilustrada para el mundo femenino (1915-1916). - Mercurio Peruano.

- Mundial. Revista semanal ilustrada. - Mundo Limeño. Prisma. Revista ilustrada de arte y letras (1906). Reuista de Lima (1863).

-

Riuísta Ítalo-Peruuiana, Di Scienze, Lettere, Artí e Varíet6, anno V (1917). Sport. Semanario ilustrado de deportes, espectáculos y novedades (1913). Sport y Variedades. Sport, letras, ciencias, artes y variedades (1900). Variedades. Revista semanal ilustrada (1908-1932) .

Archivos y biblia.tecas • Archivo Histórico Municipal de Lima (AHML) - Ramo Espectáculos - Ramo Higiene - Ramo Policía • Archivo General de la Nación {AGN) - Leyes, Decretos, Ministerio de Hacienda. Leyes, Decretos y Resoluciones Gubernativas. Años 1914-1915, Casa Editorial La Opinión, Lima, 1929, pp. 78-83. - Legajos, Ministerio del Interior, Prefectura de Lima. • Biblioteca Nacional Sala de Investigaciones - Documentos de la Biblioteca Nacional de Lima {BNP) - Manuscrito 08656 - Documentos sobre la Exposición hecha por el subprefecto del Cercado de Lima sobre los peligros de la práctica de la vagancia en Lima. Lima 20 de marzo de 1896. -·Manuscrito 05257 - Oficio cursado por el prefecto del Opto. de Lima al director de gobierno adjuntándole un reglamento de casas de juego, para su aprobación. Lima 25 de junio de 1894. • Biblioteca Central de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos • Hemeroteca, Universidad Nacional Mayor de San Marcos • Biblioteca Pedro Benvenutto Murrieta, Universidad del Pacífico • Biblioteca, Instituto Riva Agüero, Pontificia Universidad Católica del Perú • Biblioteca de la Municipalidad de Lima

Anexos Cuadro 1 Grupos de ocupaciones, oficios y profesiones (1876-1920) Actividad / Censos pesquería 11

l. Agricultura, ganadería y 11. Industrias y artes manuales21 111. ComercioY 1\1. Transporte y comunicaciones V Empleados de gobierno y administración de militares y personal de culto - Eclesiásticos (clérigos y religiosos) - Empleados de gobierno (empleados de adminis· tracíón, funcionarios públicos y diplomáticos) Jubilados - Militares VI. Profesiones médicas41 Vil. Profesiones liberale~ Abogados Arquitectos e ingenieros Literatos y periodistas Otros VIII. Instrucción y enseñanza"' - Estudiantes - Profesores IX. Bellas Artes" X. Personal de servicio& XI. Personas que viven de sus rentas

1876

1908

1920

629 9 ,627 30,512

2 ,242 24,288 12 ,999 762

9 ,547 40,141 12,205 1,419

5 ,948 983

8,890 1,226

5 ,142 1,166

1,213

1,575 124 5 ,965 517 933 252 275 75 331 4 ,392 3,645 747 570

868 124 2,984 1,040 1,744 400 528 137 679 10,181 8 ,643 1,538 700 10,785 769

3,752 288 409 182 61 13 153 2,968 2 ,713 253 369

728

1/ Comprenden agricultores, arboticultores, chacareros, horticultores, jardineros, leñateros, lomeros, avicultores, ganaderos, ordeñadores, pastores y pescadores. 21 Comprende mecánicos, industriales, e lectricistas, algodoneros, alfombreros, curtidores, tintoreros, peleteros, toneleros, talladores, embaladores, vidrieros, adoberas, jaboneros, perfumeros, pasteleros, lustradores, panaderos, cerveceros, sastres, costureras, marmolistas, gasfiteros, herreros, carpinteros, pintores y otros. 31 Comprende abastecedores, agentes de aduana, agentes de comercio, agentes de seguro, comerciantes mayoristas o minoristas, fonderas, fruteros, hoteleros, corredores, negociantes, placeros, empleados de comercio, ambulantes y otros. 4/ Comprende boticarios, droguistas, médicos y cirujanos; enfermeras, enfermeros, farmacéuticos, farmacéuticas, herbolarios, masajistas, prácticos de farmacia, veterinarios, topiqueros. 5/ Comprende agrimensores, taquígrafos, tenedores de libros, traductores, intérpretes, notarios, escribanos. 61 Comprende celadores escolares, profesores de música, de instrucción. 71 Comprende artistas, pintores, músicos, pianistas, escultores, clibujantes. 8/ Comprende amas de leche, amas de llave, cocineros, cocineras, damas de compañía, do· mésticas, domésticos, mozos de hotel. Fuente: Censos de 1876, 1908 y 1920. Elaboración propia.

276

Fanni Muñoz Cabrejo

277

Anexo

Cuadro 2 Relación de espacios públicos destinados al entretenimiento y actividades deportivas en las provincias de Lima y Callao11 (1850- 1925)

Gráfico de grupos de ocupaciones oficios y profesiones según los censos de 1876, 1908 y 1920 45 ~~ :s: l1 15· -· ;:¡

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Cuadro 14 Ingresos fiscales por conceptos de opio y multas de Policía 1914-1921 1914 Rentas (LP. LP.S.C) (%) l. Dominios del Estado 11. Tasas 452097 ,O. 7 111. Impuestos • Directos • Indirectos a) Consumos y estanoos • Opio b) DiveISOs • Multas de Policía • Imprevistos de mullas • Papel de multas Total de rentas de presupuesto Ingresos fuera de presupuesto Total general de ingresos

1915

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1916

1917

1918

1919

1920

1921

33941,4,8 390955.1,9 2583412,2,7 133167,0,6 1041590,5,7 1235055,3,9 13507,8,3 0,33 173599,2,4 55895,7,2 1,39 33598,6,6 140,3,5

110399,9,2 522020,l,8 2287688,0,3 156649,5,1 713081,7,0 1279960,1,6 17814,0,5 0,56 137996,6,5 41685,0,4 1,31 9982.8,3 188,1,l

131358,4,5 247282,7,6 3289005,3,5 152649,5,1 1569850,1,9 1395750,6,8 20055,3,9 0,49 170862,3,1 19191,0,3 0,47 14255,1,1 143,8,8

239977,8,3 278785,6,4 4048574,6,3 164329,8,9 1835805,7,6 1457816,8,4 10484,1,7 0,22 417270,7,5 22838,8,5 0,48 24326,6,15 188,3,1

190158,0,6 291420,4,8 4423517,3,5 196838,8,6 20f!IJ067' 7.7 1527646,2,2 18401,9,6 0,34 424864,1,1 21192,9,3 0,39 40299,8,6 255,9,7

456753,2,6 179%8,6,2 5405907,0,5 201282,8,6 2728619.3,9 1735215,5,3 17540,4,9 0,26 533174,6,7 45323,3,0 0,68 19510,6,5 231,9,3

31273.1,3 202900,0,4 7103071,6,4 265678,8,7 4325824,5,9 1933064,9,3 6476,1,8 0,07 746973,6,9 14185,5,9 0,16 38588,7,2 366,1,3

5677443,6,5 515692,9,9 2485801,2.8 2020811,1,2 8480,0,8 0,10 655538,2,5 9627.7,0 0,11 212606,4,2 344,9,4

3069450.8,3

2789043.1,5

3943383,9,9

4510435,2,3

4892461.0,6

6154170,7,9

8087297,2,3

6186337,2,1

305993,52

946564,4,3

375782,5,9

81682,3,4

167099,7,7

468760,4,8

452242,1,6

760839,4,7

2005201,6,3

4016015,2,6

3164825,7,4

4024066,3,4

4677535,0,l

5361221,5,5

6606412,7,2

8848136,7,1

8191538,8,5

100,00

100,00

100.00

100,00

100,00

10000

100,00

100,00

Fuente: Ministerio de Hacienda, Dirección General de Estadística, Extracto Estadístico del Perú, 1920; La Opinión Nacional, Lima: 1922, pp. 38-40. Ministerio de Hacienda, Dirección General de Estadística, Extracto Estadístico del Perú, 1924; Lo Opinión Nacinal, Lima: 1925, pp. 111-113. Elaboración propia.

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PLANO DE LAS DIVERSIONES EN LIMA, ENTRE LOS AÑOS 1890 - 1920



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PROYECCIONClS REDAMES Y CINll

9 PLAZA SAN MARTIN 10 PARQUE LOOUIA

CINE CARPA PATllÉ

11

PLAZA WASlllNOTON



LOCALES DE F.sPECTÁCULOS

CINEMA

l 2 3

CINE SAN"rA R OSA

4

7

CINE SANTA ANA CINE CARPA E.o~ CINP. PF.Nnl'.NCIAR.ÍA CINE APOLO

8

CINE VITERBO

9 JO

CINB PALJ\IS CONCERT

3

CJNEÜMNIA

4

11

CINE! B1ÓCRAl'O POPULAR

5

5 6

1

PARQUE Nf'PTUNO

2

PALACIO DE l.A EXPOSICIÓN

(MUSEO NAC"IONAI.)

J2 CINE DEL PuEBJ..O 13 CINE CAJlPA BUENOS AIRES 14 15 16 l7

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