Dialectica Y Derecho En Hegel

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EDUARDO VASQUEZ

DIALECTICA Y DERECHO EN HEGEL

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INTRODUCCION

No hay duela de que la inteiyretación de loa pensa­ dores alemanes ofrece gran dificultad. No sólo debido a la a que provienen del esfuerzo de interpretación mismo, de lo complicado del lenguaje, de los problemas que se encuentran en el fondo de los conceptos aparentemente alejados de toda realidad. También hay otras causas his­ tóricas. Alemania se ha visto envuelta en dos guerras, de proporción mundial, en un lapso de SO años. Logró unir contra ella casi todas las naciones occidentales y también la Rusia zarista en la primera y la Rusia soviética en la segunda. ¿Cómo estudiar desapasionadamente a los filósofos, a los políticos, a los intelectuales y artistas alemanes, sin estar prevenidos contra ellos, sin separarlos de la nación que produjo el racismo más bestial, la guerra de exter­ minio contra todos los pueblos, a los que consideraron inferiores y dignos sólo de la cámara de gas? La segunda guerra mundial levantó los odios más violentos contra el pueblo alemán. No sólo contra sus líderes políticos. Tam­ bién sus glorias nacionales, sus poetas y filósofos, fueron juzgados a la luz de los nacionalismos más irracionales. Todo lo que venía de Alemania debía ser condenado. Tal vez lo anterior explique las vicisitudes del pen­ samiento de Hegel. Durante toda una larga época este pensador ha sufrido las más diversas interpretaciones. Habría que distinguir entre éstas, aquellas que han logrado forjar una imagen popular de Hegel que permite que cualquier persona de mediana cultura política o filosófica lo tenga como el pensador que ha deificado el Estado, que ha convertido el Estado en un absoluto frente al cual naufragan todos los derechos individuales. Esto ya es un lugar común. Tan común que es difícil o casi imposible

rebatirlo. Ya ha pasado a categoría de dogma. No sor­ prende, pues, que lo que ya es una imagen popular se encuentre también en libros especializados y se lea y acepte como algo ya sabido y tan evidente que no necesite ninguna comprobación en los textos originales. Así, en el libro Historia de las ideas políticas (1), publicado por la Academia de Ciencias de la U.R.S.S. y cuyos autores son S. F. Kechekian y G. I. Fedkin, encontramos la afirmación de que la Filosofía del derecho y la Filosofía de la historia de George Guillermo Federico Hegel “re­ presentan un ensalzamiento enfático del sistema estatal prusiano. E n estas obras cristalizan totalmente los as­ pectos reaccionarios de la filosofía de Hegel posterior­ mente utilizados por los ideólogos del fascismo italiano y germano" (2). Contra esta imagen de Hegel, "científica" y a la vez popular, existeti otras interpretaciones, que nos dan una visión de un Hegel m uy distinto. Karl Korsch estima que no pueden comprenderse la filosofía hegeliana y su método dialéctico sino en su conexión con la revolución. Esta filo­ sofía tuvo su origen histórico en el movimiento revolucio­ nario de su época, y sil misión fue la traducción en pensamiento del movimiento revolucionario de su tiempo. E l contenido de la filosofía de Hegel es incomprensible si se rompe su vinculación con dicho movimiento revo­ lucionario. También su forma es revolucionaria, pues, la filosofía de la negatividad significa ruptura con. el pasado, negación de ese pasado, ruptura radical con lo existente, nuevo comienzo. Ruptura especificada en el principio de la oposición y de la negación y en el principio del cambio y del desarrollo ininterrumpido que conduce al salto cua­ litativo. Pero la filosofía hegeliana (sigue diciendo Korsch) y su método dialéctico, no es una filosofía de la revolución en general, sino de la revolución burguesa de los siglos X V II y X V III. Además, esta filosofía no expresa todo el proceso de la revolución burguesa, sino únicamente su (1)