Cuando el fútbol llegó a Cartago [1 ed.]
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Rogelio Coto Monge

CUANDO EL FUTBOL LLEGO A CARTAGO

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Fundación del Cartaginés



Cartago, julio

de 1987

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1- --

Primera edición, 1 987

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CONTENIDO

Levantado de textos confección de negativos y de Artes, Fotomart S . A.

Presentación

9

Lic. Fernando Volio Jiménez. Préambulo



Rogelio Coto Monge

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796.33 C845c

La Cartago de la época

/ Ja­

Cuando el futbol llegó a Cartago Rogelio Coto Monge. - 1. ed. - San

9977-973-00-8

1. Futbol -·e-asta Ríca.

l.

R;

Las bodas de oro.

38 40

El octogésimo aniverswio .

48

-

b

A FUNOACION

T(,ulo.

1 i tecas

24

37

El septuagésimo quinto aniversario ...

El hallazgo.

e

@

·

Una acta de nacimiento no reconocida.

se: Publicaciones Coto y Aguilar, 1987. 230 p. : il;; 21 cm.

Sisl

ANTECEDENTES

La introduccion del fútbol a Costa Rica ....

Coto Monge, Rogelio

ISBN

11

Los 1 ibros de actas

E1

UCR

111 \1 1\1 1 1\ \ 1 \ I 1 1 1 1\ 1\ \1 1 1

.

acta de fu ndac1on

....... 54 55

J

La Junta Directiva.

530761

....... 53

:C: : ::. \.Y.

56

Las relaciones públicas .

61

Los estatutos

61

El reglamento . .

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. .• . . . .

62

Los capitanes y los jugadores .

5

PUBLICAC IONES Coto y Agu ifar S.A.

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Los precursores.

3 07 6 1

Los clubes de la época ....

2 7 FEB 2004.

Los jueces

..........

Los socios

La Plaza Y glesias

.........

66

............... 70 79 80

.....

83

El fin de la primera década ......... . •

64



89

EL TERREMOTO La t ragedia de 191 O.

93

El renacer de 1914...

98

ji

EL FUTBOL ORGANIZADO

DONACI

-

La Liga Nacional de F ú tbol . . ...... .......... . .......103

E 1 Campeonato de 1923 .............................105 E 1 Once Tigres

. .. .. ..

.........................109

La inundación de 1928...

...... .. .... .. . .......113

.

Otros equipos de la época

.................115

.

Las mejoras en la Plaza Y glesias

.... ........ .. ....

.122

La reorganiza c i ón de 193 5 ............ .... .. ....

.127

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El Campeonato de 1936 ..... ... .. .... .. ..

..131

E 1 Campeonato de 1940 .... .. ... . .. ...... .. .... Nace una leyenda

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M i partic ipación en la D i rectiva

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El Estadio

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Las primeras obras . .

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Gen io y f i g u ra .

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La Plaza de Los Ange l es

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.143

...... .........156

La Revo l u c i ón de 1948..............................158

E 1 Volcán lrazú y l a inundación de 1963 . .. .... .. .. .. ..

.160

El B a l let Azul..... .. ...... .. ..

Em b rujos y maleficios .. ... ...... ....

A Flora:

.172

...........175

Por haberme

COMPENDIO Los campeonatos. . . . . . Las casas c l u bes.. . .... Las Madr i nas . . . . . . . . Los Presidentes . . . . . . .

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...................184

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. ..................188

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...............189

Los Directores Técnicos . . Los Cam peones de Pri

era

enseñado el camino.

...... .. .. .. ...182

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D i v i s i ón ..................... 192

ANEXOS Anexo 1 Publ icaciones revisada s .

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Anexo 2 Entrev i sta al lng . Car l os C o l lado.

.202

Anexo 3 Escritura de compra del terreno para el Estadio de C artago, 18 de mayo de 1946 ....

.205

Anexo 4

Fotocopia del Acta de Fundación . . . .

.207



E l hombre común y corriente, el de abajo de la soc iedad desigual de la Cartago de p r i nc i p i os de

PR ES E NTA C I O N

s iglo, en su i ngenu idad posiblemente v io el fútbol como u n juego remoto que vino de otro planeta. Lo perc ib ió como una fuerza de otros m u ndos, e n el q u e la v ictoria dependía d e l a pa rti c ipac ión del gru po, antes que de la acc ión ind ividual autón o m a. Lo si ntió como u n i mpu lso igua l ita r i o que puso a actuar ju ntos, s i n d iscri m i nación, a l os bl ancos y a l os negros, a los de arri ba y a l os de abajo.

Y todo

eso empezó cuando se f u ndó el Cartagi nés!





"Cuando e l F útbol l legó a Cartago" es un relato fasci­ nante, de cabo a rabo. Uno se pregu nta por qué no se había escrito, si Ca rtago es cantera rica de h i storias cautivantes en todos los campos y ta mbién de cronistas notab l es de la ta l la y renombre de un Ma nuel de Jesús J i ménez, Mario Sa ncho y Pio V íquez. ¿y có mo pudo ocurr ir que la misteri osa h istoria del "Club Sport Cartag inés" fuera hasta ahora patrimon io excl us ivo de conversas entre veteranos, asiduos ocupantes unos de los asientos del "Fe l l o Meza", otros de las mesas de póker del "C l u b Soc ial", así como entre los i nsól itos tertu1 ianos de la "Fu neraria Arias"; refugios t odos de la nosta lgia y la frustración que las apac iguadoras bru mas no consiguen a l iviar? lAsí de agobiante es de veras la "Ve nganza del Cu­ ra" ? lTa n t re mendo resulta ser este encanta miento, sufr ido a raíz del ú ltimo, glor ioso, incomparab le, a rrebatador y ru idoso hasta el sacri leg io -segú n el prelado de la Basíl ica- cam peo­ nato de 1 940? . J usta ésta inolvidable, ganada por aquél "Car­ tagi nés" de la i nsupera ble trip leta de Arnaez, Caba lceta y Meza, que constituyó, sin duda, un cuadro form idab le, mar­ cad o, sin embargo, por la pa radoj a mortif icante de ser el que agotó, hasta ahora , la posi b i l idad de que surj a ot ro ca mpeón de l iga mayor en la tierra donde segú n . Robert o Brenes Mesén -el ú n ico h istoriador de nota, a l le nde e l Ochomogo, que le hace j ust icia a Cartago- nació la h istoria patr ia. Si n embargo, dejemos las respuestas para mej or ocasión, porque ahora ya no apremian tanto, en vista de que don Rogel io Coto Monge vo lcó su abundante ta lento, sap iencia, agudeza y fuerza de convicc ión (graci as, incl uso, a una en­ cantadora i ncl inac ión a l a pa rcial idad) y dec i d i ó entretejer 9

h istorias de la Ca rtago antañona, p i carescas, románticas, atractivas todas , para viejos y j óve nes, e n forma de a gradables d igresiones que permiten d i bujar el ambiente donde ocu rren l os sucesos del naci miento del fútbo l , en la Muy Noble y Benemérita Ciudad, as í como del equ i po a l b iceleste ( lpor q ué no azu lgrana, se pregu nta don R oge l io, si éste y no aquél es e l co lor ofic ia l de la famosa metrópo l i ? ) . E n estas páginas e ntrete n i das, u n o se entera, además, d e l o s hechos q ue l levaron a i mp lantar e l fútbo l en Costa R i ca, o más bien de las personas q ue i ntroduj eron ese deporte en el pa ís, lo mis mo que d e los primeros c l u bes o equ i pos que se o rganiza ro n, j unto con las d ificu ltades para for mar ligas y establecer las oficiales pa ra j ugar los primeros campeonatos nacionales. Al f i na l de su lectu ra -que se hace de corrido, a espa ldas de toda irrita nte d istracción- u no no puede menos que agra­ decer a don Roge l io Coto su logrado esfuerzo de cron ista de primera 1 ínea, d i gno heredero de la trad ición cartagi nesa, a la que siem pre ri nde cu lto, en éste y en todos los campos, por ser él mismo hij o dist i ngu ido de Cartago, por los cuatro costa­ dos, y forjador i magi nativo y pertinaz de m uchas de las me­ j o res e mpresas c ív icas de la i nigualable, por m i l t ítul os, ciu­ dad de las bru mas, matriz fecu nda de la Costa R i ca contem­ poránea . Este l i bro, q u e m e h on ro en presentar, constituye tam­ bién un acicate para q u ienes, como yo entre cientos de m i l es e segu ido res ieles de l "Car aginé ", se sienten impe lid o a vencer el e m brujo y el dese nca nto, i ncl uso por medio de, si fuere del caso, un desagravio a "La Negrita " , j usto como el la lo demandare, con tal de poder recibir, a corto pl azo, u n nuevo ca mpeó n bru moso, e n med io d e l más grande a l bo roto que la c i udad haya visto en su la rguísi ma y r i ca h istoria, después de cuidarnos, claro está, de invo l ucra r en él a tod o cura de l a Bas íl ica, ipor si las moscas! Los Pina res de Cu rridabat, en la f ro ntera co n m i a mada Cartago, a l os vei nti n ueve d ías de j u l io de m i l novecientos ochenta y siete . L ic. Fernando Volio J i ménez



PR EAMBU L O •





En Costa R ica cas i todo e l mu ndo, d e a lg u na manera, ha ten ido relaciones con e l fútbol . Pos i blemente ha j u gado con algú n equ i po; h a practicado el fútbol co mo s i mple deporte; ha sido un espectado r de plaza púb l i ca o c l iente de estad i o ; ha si d o socio de a lgún c l u b deportivo ; o h a estado re lacio­ nado con la orga n ización y ad m i n ist rac i ó n de u na i nst itución d eportiva, activi dades que han sido como u n campo de en­ tren a m iento para e l ej ercicio de la funció n públ ica. De modo que hab lar de fútbol no es e xtraño para los costarricenses y por ta nto espero q ue reciban con benevolencia estos apu ntes. En estas notas vemos que la i nt roducción del fútbo l fue obra de un grupo e l it ista y posible mente suced ió lo m ismo en todos los pa íses del mu ndo, adonde l l egó la o nd a expansiva de I nglaterra . E l gru po i n novador en Costa Rica o estaba formad o por extra nj eros; o a lgunos de su s m ie m bros ha b ían viajado a Inglaterra a est d ' a pa ea . Pe o e d as pertenecían a la clase acomodada, cond ición q ue l es pe rm itió comprar balo nes, zapatos pa ra j ugar y otros i m p l ementos, que no estaban al a l cance del co mún de las gentes, en u n a soc i edad desigua l y de gran austeridad. Andando e l t iempo e l fútbo l l legó a todos los rincones de Costa R i ca y se popu larizó de u na manera a bso l u ta y total , ta nto l a práctica d e l deporte, como l a organización y a d m i­ n istración de los cl u bes. En la orga n i zación y ad mi n i strac ión d e las i n st itucio nes deport ivas, la popu larización corrió para­ lela con la democrat ización de Costa Rica y pos i blemente ambas corr ientes se fortaleci eron mutu a mente, lo cual ro bus­ teci ó a l proceso en a m bos lados. Sin embargo, a l g u nos resen-

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timos q u e esta democratizac ión a bso l u ta en a l gu nos casos ha traído consigo el dom i n io de los i m preparados, con lo que se ha ca usado daño a lo q ue tra ta mos de desarro l l ar . Parece, entonces, q u e es necesar io buscar fórmu l as que, s i n reñir con el esp íritu democrático del costarr icense, aseguren l a partici­ pac ión de l os más capac itados. He manten ido mis oj os puestos en el C l u b Sport Carta­ g i nés desde q u e se reorga n i zó en 1 935, u n año des pués d e q u e o btuve m i bach i l lerato en el Co leg io Sa n Lu is Gonzaga . Costa R i ca estaba co m!l nzando a sa l ir de la cr isis eco n ó m i ca en la q u e se prec i pitó en 1 929, como consecuencia de la cr isis ocurr ida en l os Estados U n idos de Améri ca, donde el pá n ico f i nanc iero provocó la ba ncarr ota y una ola de s u i c id i os . Desde el pu nto de vista deportivo debo decir q u e j ugué a l fútbo l , a u nque tengo q u e reconocer que apenas fui u n j u gador d e med i o ver . J ugué co n l a selecc ión del Co legio Sa n L u i s Gonzaga , con u n equ ipo d e Cartago q u e se l lamaba "Pi­ ratas", con el eq u i po de Tierra B l anca , participé en ca mpeo­ natos l ocales y for mé parte de la seg unda d i visión del Carta­ gi nés que en 1 935 ganó el ca m peonato nac i ona l de la tercera divisi ó n . En ese m ismo añ o la pr i mera d ivisión del Cartag i n és ganó e l cam peo nato nac iona l de segu ndas, con l o q u e obt uvo el derecho a j ugar en la primera categor ía , en la q u e en 1 936 ( a ño sigu iente) ganó sensac io na l mente el ca mpeonato na­ ciona l . Y en lci década de los 40 dir ig í y entrené un equ i po de "Mosq u itos", del que sal ieron algu nos j u gadores que l u ego l l e­ garon a prim e ra divic;ión Desde el punto de vista administrativo, a n ivel l oca l de­ sempeñé var ias pos iciones dura nte largo t iempo fui voca l , se­ cretar i o varios años y pr es idente d urante cuatro per íodos . Con servo como un honor el nombram iento de Presidente H o­ norar i o, que me h i zo la Asa m b l ea de Socios el 1 3 de enero de 1 964. A n ivel nac i ona l desem peñé var ios cargos i m porta ntes. E n la Federación Costarr i cense de F útbol f u i F i sca l , Vocal Y Vicepresidente. Participé en la orga n i zación de cam peonatos centroamer icanos y f u i m i e m bro fu ndad o r del Consej o Nacio­ nal de Deportes. En esta l arga trayector ia-hay dos cosas q u e me producen u na h onda satisfacción y me l l enan de orgu l l o . El haber i m­ p u l sado la co mpra del terreno y la construcc i ó n del Estad io

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del Cartagi nés, cuando algu nos consid eraro n qu e eso no era posible. El haber s ido Presidente del Cartagi nés los años 1 965 y 1 966, cuando bajo la sabia y caba l l erosa d irección del en­ trenad or y a m igo don Alfredo Piedra M ora , e l Bal let Azu l , as í baut izado por Don Luis Cart ín Pa n i ag u a , maestro de l os cro­ n istas deporti vos de Costa R i ca, ca u sa ba adm iración en los estadios naci o nales. Natural mente que en esta larga pa rt i c i pación en el que­ hacer del Car tagi nés pude acumular m u cha e x per iencia y m u­ cha i nfor mac ión , espec ia l mente relacionada con los tiempos pretér itos. Por esta razón participé con entusias m o en la cel e­ bración del se ptuagés i mo q u i nto a n i versar i o de la fundación del Club, que se l levó a cabo en 1 98 1 . Para enton ces hab ía a l g u nas personas que dudaban que el Cartag i n és h u biera sido fu ndado en 1 906, porque n o había u na acta que lo certifi­ cara . Recuerdo que concurr í a l progra ma d e Rad io R u mbo, " Ce na Deport iva " , del Lic. J osé Rafae l Sa ncho J uárez, y ali í reproduje una grabación q u e le h ice al l ng . Carlos Col lado Ou irós, qu ien a la sa zón ten ía 92 años de edad, y asegura ba que hab ía sido j u gador del Cartag i nés en 1 906, año de su f u ndación, lo cua l , poster ior mente, qu edó p l enamente com­ pro bado . En la pr i mera parte de 1 986 la J u n ta D irectiva de l Carta­ ginés me p id ió q ue part i c i para en la ce lebrac i ó n del Octo­ gés i mo a n iversar io de la fu ndac ión del C l u b . Pensé, entonces, q ue con el mater ial reco p i lado por m í en tantos años de aficionado cartagi nés, podr ía e e; i b ir u doc.u men i qu demostrara , s i n l ugar a dudas, q u e la i nstitu ción hab ía sido f u ndad a en 1906, a ú n cua ndo no h u biera u na acta que l o demostrara. M e a prestaba a escr i b ir e l docu m e nto prop u esto, cuando se produjo el ha l lazgo de l os l ibros de a ctas de 1 906 y 1 907, q ue son la pr ueba objet iva, i n contrastab le, de que el Club fue fundado e n 1 906. E ntonces dec id í a provechar el mater ial propio acu m u lado, hacer u n a n á l isis de los l i bros de actas mencionados y escr i bir lo que h oy ofrezco a los l ecto­ res. Ser ía un poco presu ntuoso afir mar que se trata de u n l i bro h istór ico, porq ue a pe nas e s u na reseña de l a vida del C l u b Sport Cartag i nés, y del entorno d e la c iudad q ue le vio nacer, puesta en b l anco y negro para qu e n o se p ierda, con el

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á nimo de que algún d ía l legue a l gu ien, con capa cidad pa ra hacerlo, y escriba la verdadera h istor ia de esta instit ución ta n querida de los cartagineses. Es necesar io q u e a l g uien l o haga porq ue forma parte del engranaje del desarro l lo de Cartago en lo q u e va del Sig l o XX y en cierta forma ha eje rcido u n a gran i nf l uencia en el mante n im i e nto d e la mora l ca rtagi nesa. Re­ cuerdo e l pensam i ento del Lic. José Rafael Cordero Crocer i, abogado y periodista cartagi nés, que escribió sobre la esti mu ­ l a nte i nf l u encia del Ba l let Azu l e n la mora l de los cartagi­ neses, cuando la pert i naz l l uvia de cen iza del Volcá n l razú y la catastrófica i n u ndación de 1 963, arr u i naron la agricu ltura y la ganader ía de Cartago y empobrecieron la c iudad. Ese equipo de fútbo l, que l l enaba de orgu l l o a todos los hab itan­ tes de la Viej a Metrópoli, que se debat ía en medio de una inmensa pobreza , l eva ntó la mora l a los cartagi neses y l es h izo ver que no todo estaba perdid o. Y as í fue porq u e pronto se arri bó a la década de los años 70 y con el estab lecim i ento del I nst ituto Tecnol ógico de Costa Rica, obra e n la que tuve u na part i c i pación q u e me e no rgu l l ece, se promovió el desar rol lo " eco nóm i co de Cartago, de una manera firme y sosten ida, n o ta n depend iente de la econom ía papera y lechera d e la Zona Norte, con lo cual cambió sustancia lmente la situación de la Vieja Metróp oli. E l t ít u l o que l l eva este modesto vo l umen hace pensar que el trabajo no se ref iere exc l u sivamente a la int roducción del fútbol y a la fu ndación del Cartagi nés, s i n o q u e en buena parte tiene que ver con el amb iente que rodeó l os aconteci­ m ientos que se narra n . La ve rdad es que la fundació n,el desa­ rro l l o de la i nst itu ción y sus caracter íst icas, en mucho son producto de los avatares de la ciudad y las vicisit u d es de sus moradores, que en ocas iones son tan determi nantes que pa­ reciera que defi nen un esti lo, o genera n ta l es contradiccio nes que no es fác i l entender las. Por ej em p l o, en l o que va de este siglo, Cartago ha sido d u ramente castigada por los rigores de la natura leza: u n terremot o, cen iza del Volcá n lrazú, i n u n­ dac iones, etc . , l o cua l , a no d u dar lo, ha dado l ugar a falta de conti n u i dad en algu nas de sus obras y el desarr o l l o del fútbol , ent re otras cosas, s e vio i nterrum pido e n var ios períodos . E n e l largo p lazo , desde que J uan Vázquez d e Coronad o tras ladó la c i u dad de Garcimu ñoz al Va l l e del G uarco y la ba utizó con





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el nu-rTíbre de Cartago, ésta también fue d uramente tratada por la natu ra leza pues sólo en lo q u e a terremotos se ref iere 5 e n tota l , estos son recordados con nombres de Santo s com � para no perder la cuenta , como irón i camente l o reseña Don Mario Sa ncho e n sus Memorias. Sin embargo, estas c íc licas catástrofes no h ic ieron me l la en la férrea vol u ntad del carta­ ginés y la ciudad sigue al l í, en e l mismo l ugar, desafiando el deve n ir de l os t i empos, como un s ímbolo d e la constancia y de la fe. E n qué radica la d iferencia? lPo r q u é en e l corto p lazo cunde el desá nimo y en la obra de l argo a liento la perseverancia es la caracter ística ? Entonces parece que afloran otros factores como res­ pon sa b l es de la falta de con t i n uidad y a veces de la i ncon s­ tancia de l os cartag i n eses. En ocasiones surge e l temperamen­ to i n cóm odo y poco tolerante de l os habitantes de la Vi,eja , _1 Y prod u ce dificu l tades e ntre coter rá neos. Esto hace Metropol m son re ír a l iciosamente a a l g u n os cr íticos q u e a la ch it ica­ l lando seña lan que mientras las gentes de otros l ugares del pa ís forma n un frente i nterno u n ido y se pelean con l os forá neos, los ca rtag i n eses nos peleamos entre nosotros y na­ t u ra l mente fomentamos las rencil las l u ga reñas y las " bajadas de p iso" , con las que interr ump imos el p rogreso. Para a l gu ­ nos, d e esta manera se generan l a s l l amacias "ca rtagadas" , con las que se ha p retendido identifica r una caracter ística del est i l o cartagi nés. Algo tendrá e l agua cuando la bendicen! Deseo dejar consta nc ia de mi agradecimiento para todas aquel las personas que me bri ndaron su ay uda e hicieron posi­ b l e la redacción de este d ocu mento. De manera espe ia l 1 d oy l as gracias a la Señor a Ana Teresa Peña Genet, h ija de Don Ju l io Peña Morúa, u n o de l os fundad ores del Cartaginés; e l la me proporcionó l os d os l ibros de actas que demuestran, fuera de toda d ud a, que e l Cartag i nés se fundó en 1906. También le d oy las gracias a Don Car l os Monge Ca lderón , por h aber pu esto en m is manos algunos d ocumentos importantes q u e me fac i l itaron el trabajo. En forma part icu lar su brayo m i agradecimiento a m i Esposa y a m is H ij os , por la pac iencia que tuvieron mientras escr i b ía el trabaj o . D isfruté mucho escr i b iendo estas notas. Espero q u e los lectores tamb ién las d isfruten. Si no, que me p erdonen por haber l es defra udad o ! Ro gel i o Coto Monge

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ANTECEDENTES



PR I M ER PR E S I D E NT E

La i ntroducción del fútbol a Costa R ica . •



Sr. William H . A . Pirie, ciudadano cana­ diense. Fue fundador, jugador y primer Presidente

del

Club

Sport

Cartaginés.



Parece que pa ra hablar de la fu ndación del C l u b Sport Cartagi nés pri mero hav q u e hablar de la introdu cción del fútbol a Costa R ica, en l a que se rea liza un t íp ico proceso de acu ltu raci ó n , que posibleme nte se rep it i ó en todos l os pa íses que adopta ron este deporte. En los a l bo res de este sig l o la cu ltu ra costarricense y la de más de u n cente n a r de países en el o rbe a bsorb ieron a l gu nas n o rmas cu ltu rales de Ing later ra , que era u na civ i l i zación m á s desa rro l l ada. E l fútbol que hoy se con oce, l la mado "soccer" o "fút­ bol associ at i o n " t iene su origen en Ing laterra. En 1 863 co­ men zó la labor de o rgan ización y s iste mati zación que le per­ mitió v i aj a r por el mu ndo conservando u n a identidad def i n i­ da, respetada por todos. De esta manera se constituyó la " Foot- Ba l l Association", que l i m itó e l n ú mero de j u gadores a 1 1 y come n z ó a establecer la regla mentac i ó n gen era l . E n 1 882 exist ían uatro Federaciones e n e R e i n o Un ido y e ra n : I nglaterra, Escocia, País d e G ales e I r la nd a . Los representan­ tes de estas Federaciones e n J u n i o de ese a ño crearon la " I nternat i o n a l Boa rd", que en ade lante se r ía e l organ i s mo enca rgado de regla mentar y cod ificar e l fútbo l . E n mayo de 1 904 se fu ndó l a " Federación I ntern acion a l de Footba l l As­ sociat i o n " ( F I FA ) y fueron 7 l os pa íses fu ndadores: F ra ncia, Su i za, España, Bélgica, Suec i a , Hola nda y D i n a m a rca. A par­ t i r de ento nces el fútbol fue adoptado por cas i todos l os pa íses del m u ndo ( 1 )!

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"H isto r i a del Fútb o l ". La Prensa L i b re. Marzo 1 9 de 1 98 6 . Pá9. 1 6 .

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Inglaterra hasta 1 93 1 era parte del l la mado I mperio Bri­ tán ico, que tenía posesi ones en todo el mu ndo, en las que estaban representadas todas las va riedades de c l i mas y todas las razas h u ma n as. Se dec ía que el sol n u nca se ponía en el I mperi o B ritá n i co. En esa fecha, como conse� uencia de la . . l u cha que los países daban por su i ndependencia y las l 1 m 1 ta­ ciones establecidas contra el colonial ismo, que significó pérdi­ da de poder e influencia, comenzó a lla marse Comu n i dad Britá n i ca de Naciones. E n ese poderoso i m peri o, I nglaterra Y más propia mente Londres, era la Metrópoli, la ciu dad � i �� · ad m i rada y poderosa, de donde i rrad iaba l a cu ltu ra Y la c 1v 1 l 1zac i ón. Desde ese punto de convergencia se d i f u n d i ó el fútbol al mundo conocido, con u na pasmosa efi c iencia que n o ha a l canzado la transferencia de n i nguna otra i n n ovación, en u n a época en que en e l mu ndo ha b ía u na gra n � m itaci ? n e n los , de las transportes, en las comu n i caciones y e n la d 1vu lgac1on i deas, de modo que la novedad debió haber ejercido un atrac­ tivo muy espec i a l , q u e le permitió sa ltar rápidamente tama­ ñ os obstácu los. A fi nes del siglo pasado y a principios del presente posi­ blemen te las técn icas de la dominación n o se hab ían perfec­ cionado mu cho, porque pa ra dominar y sojuzgar se depend ía mucho de la fuerza de las armas. Sin embargo, pareciera que el fútbol s i rv ió, talvez s i n malicia a lguna, como un i nstru men­ to de penetración, porque básicamente fu e d i f u n d i d o por los " marines" de la otrora poderosa flota del Imperio Britá n i co, que constantemente viaja ban a los territorios de u lt ra ma r, donde dec ían que n u n ca se pon ía el sol . Para lela mente, una enorme flota mercante d i stri buyó por el mundo mercaderías, comercia ntes y hombres de negocios q u e fuero n a todos los ri ncones de la tierra a hacer negocios y orga n izar e m p resas Y de paso fueron desparramando el g u sani l l o del fú tbol. Tam­ bién contr i b uyeron a esta expa nsión los nacionales de otros pa íses que visitaron I ng laterra atraídos por la gran metrópoli y a bsorbieron pa rte de su desl u mbra nte cu ltura, en la que el fútbol era la i n novac ión espectacu la r y contagiosa, que atraía a las m u l titu des. En 1 883 se fu ndó la Compañía E léctrica de Costa R i ca, q u e fue la empresa p recu rsora de lo que hoy se l lama Ca mpa-

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. n l a N ac1ona 1 d e F uerza· y L u z . Los soc .ios eran Don Luis Batres, c i u dad ano guatema lteco, y e l Ingeniero costa rricense � anuel V . Dengo. La pri mera pla nta eléctric a se i n staló espe­ �1 a l m : nte para dar a l u mbrado pú b l i co a la c i u dad Capita l . Se i n sta lo en A ra nj u ez, aprovec ha ndo u na ca ída de agua de 1 5 met ros, fo rmada por e l so brante de l os tanques de la cañe r ía con que l lenaban u n a p i l a que estaba en la P l a za de la Fábri '. ca, donde h oy está el P a rque España . E sta p i l a era el abreva­ dero para los bueyes que cond u c ían las ca rretas que tra ían de los pueblos cerca nos du Ice para la Fábrica de L i cores y v íve­ res para el mercado. La p la nta fue i n au g u rada el 9 de agosto de 1 884. I n ic ia l­ mente s i rvió �ara e � cender 25 l á mparas del a l u m brado pú b l i ­ . co, q � e atra1a d ia riamente a gentes d e Cartago, Alajuela y H ered1a Y de otros l u ga res cercanos, que ven ía n a ver ese . " i nvento de los machos", en el que h a b ía a l go ra ro, porque . no era expl i cable que los fa roles se encend iera n solos si n ca nf ín � i mecha. Las cal les por donde se co loca ban post� s, a veces p i ntados de rojo, y se tend ía n los ala mbres ta mbién eran visitados diariamente, por gentes que man i fe;taban su s dudas, porque posiblemente ta les a l a mbres era n h uecos' co­ mo fi nísi mos tu bos, por los cua les c i rc u la ba e l ca n f ín que a l i mentaba l os faro les. Los d u eños de la Compa ñ ía E l éctrica de Costa R i ca no . pu d iero n obten Pr a poyo de los capit a l i stas nacio nales. Para a l gu nos el negoci o no ten ía " pies n i cabeza" . E nton ces la Com � añ ía fue vendid a en 1 889 a la " Costa R ica Light and Tract1 o n Co", que l l egó a ser conoci da si mp lement e co mo '. 'Co mpañ ía del Tra nvía", que era u na empresa de capitalal . , i n gles, l.° c u a l h i zo posi ble que c i u dadan os de esa nac iona l i ­ . dad v i n iera n a San José a const ru i r e l tranv ía y c o n e l los , tra¡era n e l futbol . E l 1 4 de j u l i o de 1 890 la 1 ínea del t ra nvía qued ? i ns�a lada en La Sabana , hasta la ter m i n a l del Oeste, que est a r i a u b icada al costad o Norte del a ntiguo Co legio La Sa l l e, don de h o y esta, la sede del M i n isterio de Ag ricu lt u ra y Gana­ . , der1 a . A l l 1 ¡ u ga ban al fútbo l l os i nglese s q u e v i n i e ro n a cons­ tru i r e l t ranv ía, a los c u ales poco a poco se fueron s u mando los costar ricense s.

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y aquí es i mportante transcribir un p� rrafo del a r;ícul� titu lado " Historia de la Federación Costarricense de Futbol (2), que dice: "Pero el fútbol se inició en San José por allá del año de 1894 a 1896 más organizadamente cuando llegaron al pa/s empresarios ingleses que vin eron a instalar el tran­ , esta­ vla y se unieron aqul con costarncenses que hab1an do en Inglaterra cursando sus estudios, casi todos ellos hijos de cafetaleros y que enviaban ese producto a los mercados de Londres. Lo anterior dice muy claro q�e el fútbol vino a Costa Rica del pa/s médula del futbol mundial soccer, que lo es Inglaterra, y los ticos �ue lo jugaban eran porque hablan estado allá. L� s pnr:ier�s _ Cox, un ¡oven mgles pelotas /as importó Mr. Frede�1c _ Mr. Henry R wson, quien junto con Mr. Charles W1ll1s, a_ Mr. Herbert Ginham, Mr. George Clark, Mr. Richard Brealey, etc., todos empleados de la Empresa de Tran­ vla jugaban en La Sabana, final oeste del tranv1a. Con ellos se juntaron los ticos que hablan ido por Inglaterra, tales como los Pinto, en principal de Osear, don Gonzalo Quirós Fonseca, don Alberto T. Brenes, don Juan Bau­ tista Ouirós don Roberto Montealegre Gallegos, don Genaro Mo ales, don Luis Ouirós Madn, Ricardo Sa a­ zar, Benito A/varado, y se iban a rodar el cuero, no sol� por La Sabana, sino también, y en forma ya muy cor:t1_ nuada en la plaza del Murciélago, que lo era la P"'! upal , de Tíbás. E se fue el brote que después se difundlO por todo el pals, tanto que ya al iniciarse el p; esente siglo, por allá de 1902 a 1904, se rod� ba el alon soccer por /as plazas de Alajuela, en Hered1a, lo rn1smo que en Car­ tago y en las otras Provincias'�

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La cita anterior es muy i mportante porque concreta con precisi ón, dónde y cuándo se comenzó a j ugar fútbol en Cos-

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"'His toria de la Federación Cos tar r i cense de Fútbol". - F ed e r� ción Costarri­ ce nse de Fú tbol- Año d e l Ci ncuentenario - 1921 - 1971 . - Pag. 40.

ta Rica. Sólo nos pa rece que es una lásti ma que esté ta n descu idadamente escrita . Estos antecedentes nos deja n claro que aquí no partici­ paron los " ma rines", pero sí i nterv i n ie ron los ·empresarios ingleses de la Compañía del T ranvía, que por esa época esta­ bleció el tranvía en San José. Ta mbién nos i lust ran sobre l a pa rticipación de los h ijos de los i n tegran tes de l a ol igarquía cafetalera, que fueron enviados a Lon dres, mercado cafeta­ lero po r excelencia al que se exportaba la mayoría del café de Costa Rica, a aprender inglés y, si fue ra posi b le, estud iar alguna profesión. No sabemos cuántos estudi aron, pe ro por los resultados obtenidos suponemos que muchos aprendieron a jugar fútbol. Recapitulando tene mos entonces, que el n ú c leo de i n gle­ ses q u e trabajaban con la Compañía del Tranvía, que de segu­ ro atraía a muchos josefi nos, jugaba en La Sa ba na, cerca de la term i n al Oeste del tra nvía, como ya se d ijo. A l l í, poco a poco los juegos se fueron haciendo fa mosos y con una mayor con­ currencia de púb l i co , los buenos espectácu los se fuero n i n crementa ndo por ahí d e 1 905. M ientras ta nto los costarr i ­ ce n se s j u gaban e n l a plaza d e Sa n Juan d e l Murciélago, hoy San Juan de Ti bás, que era un luga r donde vivían i mporta ntes fam i lias que habían h echo fort:ina con el café, espec ialmente la fa m ilia Ou i r ó s, muy sobresa l iente en la vida costa rricense . Esta infor mación coinc ide en 1 í nea gruesa con la que Don Sa lvador González V i l l avicencio le sum i n istró a Don Ju an Martín Guija rro, e n carta de 25 de setiembre de 1 981, que gracias a la generosidad del Sr. Martí n Gu ijarro conservo en m i a rch ivo. Don Sa lvador agregó que su i nformación estaba basada en la h i storia contada por Don Ern esto Ou irós, hijo de Don Juan Bautista Ou i rós, qu ien fue a estud iar a Inglaterra y de regreso jugó a l f ú tbol e n el Barrio de Sa n Juan, situado a l norte, en las i n mediaciones de Sa n José. Este lu gar se llamó el "Murciélago" o "San Juan del Murcié lago" y fu e famoso porque Don Brau l io Carri l lo J efe de Estado . oriu ndo de Cartago, decretó, el 20 de a osto de 1 8 5, la dism inución de los días feriados y el establecim i ento de la Capital de Costa Rica en éste lugar. D i spuso ta mbién que mientras se construían los ed ificios necesarios para a lojar las

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ofi c i n as p ú b l icas, la Asa mb lea y e l Co nsejo deber ían resi d i r en H e redia y l a Corte Su prema d e Justicia e n San José . Pos­ teri o r me n te, por decreto No. 42 de 27 de j u l i o de 1 9 1 4, se creó el Ca ntón de la P rov i n cia de San José denomi n ad o T i bás, cuya cabece ra se conoce como San Juan de T i bás. Y de esta manera se i n i ció e l proceso de acu lt u ración q u e le per m i t i ó a l os costa rricenses asi m i la r n ormas ava nza­ das, desa rro l l adas por la cu ltura a ng l osaj o na .

poco a poco fue p rospe ra ndo eco n ó m i ca y poi íticarnen te , .ª expensas de las l i m itaciones i m pu estas a la V ieja Metrópo li. S i n embargo, en Ca rtago se m a n tenía un espíritu ernpre�­ dedor y progresista que en medio de las dificu l tad es ha c ia mover la c i u dad hacia ade l a nte. Véamosl o . E n 1 886 e l Genera l Bernard o Soto, Presidente d e l a � e­ pú b l i ca , aprobó u n con t rato con una compañ ía i ng le sa, _ pu lsado por l a M un i ci pa l i dad de Cartago, para con stru i r e Mercado d e V íve res y u n o o varios t ra n v ías. Antes de esa fe­ cha, la compra y venta de v íve res se hac ía en la " P l aza Mala yo r'', u bi cada donde hoy se encuentra e l Pa rque Ce n tra 1 , l a­ P l aza Mayor también es conocida como " P laza R ea l " Y " P za P r i n c i pa l ". E l n u evo mercado de v ív eres fue term i n ad o e 1 887 e i n mediatamente después se i n ic i ó la constr ucc ió n 9� ª Parq u e, que quedó conclu ído en 1 890. La m isma cam pa n '. i a v n ra t i n g l esa, como pa rte d e l m is m o contrato, const ru y ó u n so a va por, q u e fu e i n aug u rado e n 1 888. E ste s i g n o d e p rog re n pa rt ía del Cemente r i o , atravesa ba la ciudad hacia e l Es te Y e e rq a P la esqu ina a n tes de l lega r a la p laza, donde hoy está e l a a st a de Los Ange l es, se a bría en d os ra males y u n o segu ía h or plaza de San Rafael de O rea m u no. E l otro baja ba a l S u r p to u t i st l os Cerri l l os, cru zaba pa rte de la f i n ca del actua l In Tecno lógico de Costa R i ca, donde todav ía se conse rv a n h � ­ i­ l las de la trocha y hay u n puente e n perfectas b u en a s e?� . a c ri o t cio nes, que debe r ía ser p rotegido como u na rel i qu ia h is n­ o d , s Este ra ma l termi naba e n el ba l nea rio de aguas term a le or d e hab ía hotel y l u ga res de espa rcí m i en to muy v isi ta d os p n a S a s fi esteros, mujeriegos y amigos de jalarl las o rej a . os , rn t i 1 u Jorge, ta n to de Ca rtago co mo de San José. Esto s se ven ía n de la Ca p ital en e l t ren de las seis de la ta rde _Y � nt ie u g trasladaba n a Aguaca l i e nte en t ra n v ía y a la ma ñ a n a si vi­ o rn hac ía n e l m ismo reco rri d o a la i nversa. A pesa r de e ste que m i e n to, el t ranv ía s i e m p re fue un mal negoc i o , p o r recorr ía las v ías s i n pasaje ros. Por e l lo, des p u és de rn u c � a s d i scusione s se resc i n d i ó el contrato, p rev io pago d e u n a i n ­ d e m n izaci ón de 20 m i l pesos que la compa ñ ía i n g l e sa t u v o que paga rle a la M u n i c i pa l idad. la Cuando Don F é l i x Mata Lafu ente e ra G o b e r na d o r d e n c ? , d a P rov incia se estab l eció el a l u m b rado p ú b l ico en la c i u d n pn s o faro les de canf ín, que p ri mero e ra n 68 colocados e n l

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L a Cartago d e l a época.

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Cuando se rea l i zó este p roceso de acu l turaci ó n , .:como era Ca rtago? ¿cu á les era n los rasgos fu ndamentales de su gente y de la c iu dad? Pa rece conve n iente hacer u na b reve desc r i pc i ó n de a lg u nas caracte r ísti cas de la Ca rtago de p r i n ci­ pios de este Siglo, pues si conocemos mejor e l escen a r i o al q u e se i n trodujo y ada ptó esta i n novación, va m os a e n tender mejo r l os resu l tados obte n i dos. Y ta lvez nos e x p l i quemos los a l t i bajos y fa lta de conti n u idad apreciados e n e l p roceso de desa rro l l o de este deporte e n la V i eja Metrópo l i . Al i n iciarse esta ce n tu ria, Ca rtago era u n pueb l o c h ico y nat u ra l men te e l a m b i e nte e ra m uy red ucido. Seg ú n e l censo de 1 892, l a "ci u dad y sus a l rededores" te n ía n u na pob lación e m padronada de 1 8. 5 1 4 h a b i ta ntes c ifra que a barcaba u n a extensión mayor que la de la ci udad propiamente d i cha, porque e l censo de 1 950 da pa ra l a c i udad u n a pob lación de sola e nte 1 2 .944 habitantes (4 . a pi'rdida de l a Ca pital, ra i ficada en 1 823 con l a batalla de Las Lagu n as de Ochomo­ go, detuvo e l desa rro l l o económ ico en Ca rtago y a part i r de e n to nces su cre c i m iento fue su mamente lento. A l t r i u nfa r e l l ocal i s mo afi n cado e n e l occidente del Va l l e Centra l , a part i r d e Ochomogo, espec i a l mente e n San José d e l a B oca del Mon­ te, se i n i c i ó la fu ndac i ó n de u na pequeña bu rgues ía q u e

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Monografla de l a Población de la República de Costa Rica e n el Siglo X I X. Wilburg Jiménez Castro, Alfredo E. Hernández V., Abril de 1951.

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Atlas Estadístico de Costa Rica. Dirección General de Estadística y Censos.

1953.



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ci pales l u ga res y posteri ormente l l egaron a 200. Este p ri m itivo servicio estaba a cargo de Don J u l i á n Coronel, u n h o m bre legendario del que a ú n se acu erda n l os v i ejos del l u gar. En 1 888 Do n Lu is Batres, guatema l teco, establec i ó la pri mera p la nta e l éctrica pa ra e l se rv i c io de Ca rtago, que fue u b icada en el río Reventado y arrasada por la i n u ndac ión de 1 89 1 . Poco despu és, la Compañ (a del Tranvía de San J osé, estable­ c10 u n a empresa eléctrica en Ca rtago. En 1 895 los Troya, descendientes de Don José R a món Rojas Troya, y a m p l ia­ mente conocidos en la V ieja Metrópo l i en los a l bores del siglo, const ruyeron una p l a n ta eléctrica e n Aguaca l iente, con el fi n de competi r con la Compa ñ ía del Tranv ía . Los afa nes de competen cia se olvidaron pronto, pues las dos co mpañ ías l ograron u n entend i m i ento, en vi rtud del c ua l pretendían do­ bla r el prec i o de l a l u mbrado por bomb i l l o por a l l í de la m itad del año 1 904. H u bo u na protesta genera l y mu chos veci nos reti raron el serv i c i o y la Co m pañ ía tuvo que ceder a las pre­ siones de estos precu rsores de las hue l gas. En las ca l l es ha b ía n a l tos postes de h ierro , que e ra n e l soporte d e u n def icie nte a l u mbrado púb l ico. Todas las ma ñanas u n e m p l eado de la empresa recorr ía la c i u dad ca m b ia ndo l os ca rbones de las lá mparas de arco, que proporc i on aba e l a l u m b rado p ú b li co . Despué s de va rias peri pecias s e esta b l eció l a Compañ ía d e Lu z Eléctrica de Cartago, q ue term inó si endo adqu i rida por e l I C E y f i n a l mente se fu ndó la JAS E C . Cuenta don J esús Mata Ga mboa que a ntes de 1 902 la ciudad SP p roveía de agua del Reventado y pozos que había en dist i ntas partes de la c iudad . El agu a del Reventado l l egaba a l a ci udad en zanjas abiertas, y era dedicada a usos domést i cos y a la 1 i m pieza de lecher ías y caba l l a ri zas que eran muy comu nes en la p rop ia c i udad . Estas za njas abiertas, en la época de las gra ndes l l uvi as, l l evaban a la ci udad gra ndes ave n idas y todas las su ciedades que arrast raba el r ío R eventado. A med i ados de 1 904, en la ad m i n ist ración del Gobernado r Don N i colás J i mé­ nez, Don N i colás Chavarr ía Mora, mediante contrato ce lebrado con la Mu n ic i pa l idad h i zo la ob ra de captación del manant i a l de Arriás y su caudal fue l l evado a un tanque de d i str i b u ción y posteri ormente se extend ió la red de cañería por la ci udad. E n agosto de 1 904 el Congreso a utorizó a la M u n i c i pa­ . lidad de Ca rtago a vender ext rajudicia l me n te, a un prec io no

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inferio r a ft 1 5,00 la hectárea, l os te rrenos bald íos que tenía en la Zona At lánt i ca. En el mismo decreto se decía que el producto de la venta se emp lea r ía en la const ru cción de las cloa cas de Ca rtago . Ese mismo a ñ o la M u n i c i pa l idad comisio­ nó a los Ingenieros N i co l ás Chava rría, Lu is Mata moros y Ra­ món M . P i cado, pa ra e l a bora r un proyecto téc n i co del al can­ tari l lado de la ciudad . Renu nció el l ng . Matamoros y la obra qued ó a ca rgo de los l ngs. C hava rr ía y P i cad o . Más ade l a nte e l l ng. Chava rr la fue nombrado Di rector Genera l d e Obras Pú­ b l i cas y el l n g . P i cado co n t i n u ó con los estudios y elabora­ ción de p la nos. La obra fue sacada a l i citación y adjudicada el 1 8 de febre ro de 1 906, a los Srs. Fel i pe J . Alva rado y N i colás Chava rr ía M o ra y se d i o p r i n c i pio a las obras el 21 de en ero de 1 907 . El terremoto de 1 9 1 O ca u só a lgu nos daños en la P l anta de Pu rif i cación que estaba a pu nto de ser termi nada; el sacud i m i ento de l suelo causó daños a precia b l es en la red de cloacas y poco a poco se logró una c o m p leta repara c i ó n . La insta lac ión de se rvicios san ita rios e n las habitaciones fue muy le nta ; en el a ño del terrem oto ( 1 9 1 0) l legaron a 20 y el pri mero de j u n i o de 1 924 a penas a l ca n za ro n a 455 . Cómo costó que los conservadores cart a g i n eses abandonaran el ex­ cu sado de h u eco! El 1 1 de agosto de 1 842 los D i pu tados Don F é l i x Sa n ­ cho y D o n F ran cisco María Orea mu n o presenta ron u n pro­ yecto de l ey para fu nda r en Ca rtago un colegio " pa ra la ense­ ñanza de idi omas, f i l osofía y demás facu ltades". La idea fue inspirada y apoyada con gra n e mpeño por el P resbo José Francisco P e ra lta, a la sa zón Presidente de la Asa mb lea Cons­ tituyente . E l decreto fue fi rmado el 5 de seti e m b re de 1 842, con el "ejecútese" del Jefe de Estado Genera l F ra n cisco Mo­ razá n . El 1 2 de setiembre de ese año fue derri bado el Genera l Morazán y e l Presb ltero Pera l ta m u r i ó d os a ñ os más ta rde ( 1 1 de setiem bre de 1 844), ví ct i ma de u n fata l accidente cau sado por un caba l l o en su finca de G ira ra, en . Aguaca l ie nte. Pero el 27 de noviembre de 1 869, el P resid ente de l a Repúbl ica, Dr. Jesús J i ménez Za mora e m i t i ó e l reg la mento del Colegio, ·que vino a ser a lgo as í como la ratificación del esta bleci­ miento de la i n sti t u c i ó n , pues e l P resider.te J irnénez Zamora ordenó que s i n demora se pusi era en ejecución la ley que había sido a probada 27 años antes por la Asa m b lea Constit u -

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yente, que presi día el Presbo. José Francisco Pera �ta. Con planos del Arquitecto Don Jesús Ku rtze se constru yo para el Colegio un edificio de m ampostería, en el terreno donde hoy se levanta el Bazar San Luis, al costado Su r del Mercado de V {veres que fu e inaugu rado el 6 de enero de 1 870 Y fue destru íd o por el terremoto de 1 9 1 O. Ese edificio fue c � ns­ tru ído a un costo de 62 m i l pesos o ro, que era una cifra enorme pa ra la economía de la época . El Colegio abrió sus pu ertas en 1 870, bajo la d i rección de Don Vale riano Fer � án­ dez Fe rraz y con la pa rticipac ión de los Profesores lngen 1 _ ero Joaquín Sánchez Ca nta le jo y Licenciado José M � r�no _ Benito, que vinieron de Espa ña contratados por la Mun1c1pal1da.d de Ca rtago. Lu ego vinieron los dos herma nos de Don Va l enan o, Don Víctor y Don Ju an Fernández Ferraz. Los pri meros bach i lleres se gradua ron en 1 87 1 Y deben ser considerados los pri meros bach illeres de Costa R i ca . Ellos fu eron Don Manuel de Jesús Ji ménez O rea mu no, hermano de Don Rica rd o Ji ménez O rea muno, g ran h istoriador y atildado escritor costu mbrista, y Don Juan de D i os Trejos, gran libe­ ra l, escritor y pol e mista, que posteriormente abrazó el ca �o­ licismo con gran a rdor y se ordenó sacerdote en Colo mbia, con una sól ida prepa ración teológi ca y de derecho canónic? . Don Juan de D i os Trejos So lano publicó en la " M onogra f 1a de Ca rtago" u na reseña biográfica del Presbo. Juan de D ios Trejos P . , en la que i nclu ye el sigu i ente párra �o de la c ?secha de Don Francisco María N ú ñez : "Juan Treios formo, con Rica rd o Ji ménez y Cleto González Víqu ez, "La Trinidad del O l i mpo " como entonces se l es lla mó, y se les señaló como ! a s tres cabezas sobresalientes de l país". Ta mbién aporta una cita de la p l u ma de D on Jorge V olio Ji ménez, que di ce: "Por la fuerza de las cosas Trejos se abr la ca mpo y estaba n atu ral­ mente indicado pa ra ocupa r las a ltas posicio nes poi íticas del pa ís; cuando en ese momento critico de su vida se p_r�d uce u n fenómeno ru idosís i m o de su conversión al catol1c1smo, l l eva ndo ésta a su grado extremo lógico : la voca ción re l i g io­ sa" ( 5 ) . 151

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"El Pres b1'tero Don Juan de Dios Trejas P .", carta de 15 de m a rzo de 1929 , firm ada por Juan de Dios Trejas S. "Monografl a de Cartago" Jesús Mata G a m boa , febrero de 1930.- P ág . 334.



Posteri ormente el Co leg i o fu e d i rigido por los Reveren­ dos Padres Jesuitas, que pa ra tal f i n les hizo ven i r la Mu nici­ pa l idad de Cartago. Llegaron a Cartago en 1 87 6 y se mantu­ vieron en el Colegio hasta que la Co mpa ñía de Jesú s fue expulsada de Costa Rica a med ia dos de 1 884. El Dr. V i cente Lachner Sa ndova l , que d i ri g i ó el Colegio por u n la rgo período con singula r brilla ntez, nos cuenta que con l a expu lsión de los Jesuita s se i n ic ia un per íodo de decadencia del Co legio, que llega hasta el año 1 9 1 O, cuando tod o fu e destru ído po r el terremoto de Santa Món ica . Ta l s ituación se deb i ó, pri ncipa l­ mente, a la fa lta de recu rsos de la M u n icipa l i dad . A veces se su cedían en el Colegi o diferentes D i rectores con mucha ra­ pidez y no había conti n u idad . En oca s i ones se sostenía n só lo los cuatro primeros cu rsos o se le qu itaba a l estableci m i ento el derecho de oto rgar e l títu lo de bach i l l er, lo c u a l ob l igaba a los alu mnos a i r a San José a grad u a rse o conc l u i r l os estu­ dios. Agrega el Dr. La chner que u n n u evo pe ríodo de flor i d o resu rgi m iento se i n i c i ó a pa rt i r d e 1 9 1 2, gracias a l espíritu de sacrificio de la Mun icipalidad y al entusiasmo de sus profeso­ res. El per íodo se i n ic i ó baj o la di rección del profesor español Alejandro Pérez Ma rtín y las lecci ones se i mpa rtía n en una casa de alq u i l e r de Don Serafín Sa ravia, situada u n a cua d ra al Su r de donde a hora está e l Banco Na cion a l , y a veces en el propio Baza r San Lu is. E n este período se logró u na g ran conqu ista , que fue casi revo l ucionaria en u n med io conse rva­ dor y rel i g ioso como Ca rtago: se a d m i tieron señoritas en las a las del Co legio Sar Luis y se inició la coeducac i ón que fue u na in novación de rascendental i mportancia para la cu ltura ca rtagi nesa, l a cual ya había sido i n iciada en Here d i a en 1 907 . En el a ñ o 1 920, e l Lic. Francisco Agu i la r B a rqu ero, co­ mo Presidente de Costa Rica d ictó tres decretos memorables pa ra Ca rtago. E n primer lugar donó a la M u n icipa l idad, con destino a l Colegio de Sa n Lu is, el terreno donde está ubicado el Edificio Prin cipal del Co legio, frente a l a Plaza Yg l esias, donde estuvo i nstalada la Co rte de Justicia Centroamerica na, cuyo ed ificio fue destru ído po r el te rremoto de 1 9 1 O . En segundo térmi n o condonó l a deuda contra íd a co n el Gobier­ no para la construcción del Baz a r Sa n Lu is; y en tercera i nstancia decretó que en adela nte el costo de sosten i m iento del Colegi o co rrería a cargo d. e l Estado. 29

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Gracias a estos antecedentes nos damos cuenta de q�e por la influencia de educadores de mucho mérito, el Colegio por muchos años fue un formador indiscutible de � ombres excepcionales de Cartago y de Costa Rica y en oca� 1ones su fama desbordó las fronteras. Y aunque parezca me� t1ra, entre 1 87 1 año en que se graduaron los primeros bachilleres Y el año {905 año de la fundación del Cartaginés, fueron apenas 45 los jó� enes que obtuvieron el bachillerato. Acabamos de ver que hubo razones para ello porque e� algunos casos �ubo falta de continuidad y en otros le retiraron al Colegio la facultad de graduar bachilleres. Pero en todo caso aparecen los baches y las interrupciones que parecen ser bastante fre­ cuentes en la 1 ínea de conducta de los cartagineses. Pero . a pesar de ello, ali í estaba el Colegio , educando, a . veces sin rematar el esfuerzo con el ansiado titulo de bachiller, pero siempre irradiando su maravillosa luz y promoviendo el ,desa­ rrollo de la educación y la cultura, que se desparramo por Costa Rica con los cartagineses que al ocurrir � I terre � ot? de 1 9 1 0 abandonaron l a Vieja Metrópoli. Don Ricardo J1menez Oreamuno1 el más grande costarricense de su época al hablar de su "Co legio de Cartago" decía que le era de � dor po� la iniciación en aquellas únicas cosas que dan precio a la vida ( G ) Más 0 menos en la misma época en que se fundó el cole­ , de gio San Luis, se fundó el Colegio del Sagrado Cor� zon Jesús, entonces regentado por las Madres Bet�lem1tas.. La ob a e pezó n la d na i ' n d asa, qu h1 �0 � 1 o� 1spo Doc or Anselmo u'orente y Lafuente. El Colegio in1..c1..o sus lecciones en abril de 1 87 8 y desde entonces ha par� 1 � 1pado con éxito en la educación de la juventud de la V1e1� Me­ trópoli. Para completar la preocupación de los cartagineses ·

¡6¡

"Colegio de Cartago " , p o r Ricardo Jiménez , Bi_blioteca del Repertorio American o , pu blicado por

J.

Garcla Mon g e ,

1 92 1 . _

.

. . " E n el Coleg i o de Cartago hice mis p r i meros serios estudios ' desde a " . 1. vi . . . . destacarse ante m 1 v ista, por p r i mera vez 1 º s horizontes 1nfi n 1tos de la c 1 e n : fªbles f r u iciones q u e el a rte o e 1 s . cia ; Y a ll í tam bié n . p a r p 1 e ra · a iniciació n en aqu ella s ú n i ­ ue ' o d y v1erte en nuestra a I m a. L • cas cosas que dan precio a la vida, y no es de extranar, entonces, q ue mire . · · con 1nteres pro fundo , con piedad filial todas las vicisitudes del C o l e g i o de

; : ��� � � � �:�

Cartago, mi Alm a Mater.

30



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por la enseñ anza, agregaremos que para enton ces exist ían en la ciuda d seis escue las de enseñanza ria, y una escue la comp lementaria super ior para form arprima maes tros. Y gracia s a importantes donac iones de distin guida s famil de la loca­ lidad, se fundó el Hosp icio de Huérfanos deiasCarta go, que comenzó a ser regen tado en 1 908 por los Padres Sales ianos que estab lecieron un coleg io de artes y oficio s, que termi transf ormá ndose en el Coleg io Voca ciona l de Artes y Oficionós (COV AO), que ha tenid o gran influe ncia en la forma ción de mano de obra cal ificad a. En el siglo XV 1 1 los cartagines ron accio nes para estab lecer un hospi tal en la ciuda d.esEninicia 1 8 1 4 el Gobe rnado r comu nicó a la Real Audie ncia de Guat emala que ya había un edific io con habit acion es sufici entes el Médico y Ciru­ jano y demás departamentos para enferpara mos s. A media ­ dos del siglo pasad o Doña Anac leta Arnestopobre de rga y Doña María Manu ela Mayorga de Peralta dona ron Mayo 40 mil pe­ sos para el hospital y con mand y legados de benefactores de Cartago se estab leció la instituasción. El 1 9 de junio de 1 880 el hospi tal publicó sus Estatutos y Regla o Intern o, y más adela nte el terrem oto de 1 9 1 O destr uyóment totalm este perseverante esfue rzo. En su reconstrucc ión el Dr. ente Max liano Peralta Jimén ez de su propi o pecul io aportó los recurimi­ sos necesarios para logra rlo, y junto con Don Manu el de Jesús Jimén ez emprendió trabajos de reconstrucción de la ciuda d y organ izó la Junta de Socorros, benef icio propor­ cionó después de la catástrofe FIquer tanto Peralt a ió el 28 de enero de 1 922 y la Herm andad de Carid ad defallec Carta llama da Junta de Carid ad y Junta de Protección Sociagol),(luego de agosto del mism o año acordó bauti zar e l hospi tal conel 1su3 nomb re, en agradecimi ento a sus extra ordinarios servic ios a Cartago. Despu és del terremoto de 1 9 1 0 los cartag ineses reali­ zaron una obra de extraordin ario valor para el desar rollo de la ciuda d. Nos cuent a Don Jesús Mata Gamb que antes del terremoto de 1 9 1 0 había n en Cartago dos oaAgen cias Banca­ rias. Una ten ía la representación del Banco Merca ntil a a cargo de Don N icolás Casasola. La otra representabay laestab Casa Banca ria de Sasso y Pirie y estaba al cuida do de Don Julio Peña Morú a. Estas Agenc ias fuero n suprim idas en 1 9 1 7, debí31

1¡ 11 li,



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Europea. Ante esta c.ircunstando. a los efectos de la G uerra consid eraron necesario e�table­ distin guidos cartag ineses izació n de �a riq�_eza movil �:, un banco local que facilitara la desarrollo. as1 nac10 el de la provin cia y prom oviera sugo" (nombreYpropu por Banco "Créd ito Agrícola de Carta el impu:so de us fuestodado­ � � el Dr. Maxim iliano Peralta), bajo Julio Pena Moru a, � u1en fue res' entre los que se destaca Dondestac Rica com� su prime r Director y luego se N ó en. ElCosta ban � �e fundo calificado dirigente de la Banca acional q ue �1nic1alm ente el 1 4 de agosto de 1 9 1 8 y sus accioni stas, . eses, la mayo­ eran alrededor de 40, eran empresarios cartagin as. Hasta la ría de ellos dedicados a las actividadess agrícol se com­ naciona lización bancari a, ocurrid a en 1 948, el ba �coeses. Para portó como una empresa al servicio de los cartagin esfuer­ e algunos resulta un poco difícil de ente �der como es�izada por zo conjunto tuvo éxito en una comunid ad caracter un marcad o individ ualismo . . ��o Si bien es cierto que en los albores de este � 1glo taCartb1en podría ser consider ada como una ciudad progresi sta , .�� ua­ a su gente se le podría calificar como conserva?,ora,a la_ind1v1 g� l ista, desconfi ada, devota (con alguna prope� s1on f rmamo11v1v1a _ � ter ía), y un poco aristocrá tica, pues en � 1 �rtal1na¡udas , qu � aprision ada por el largo predo � inio de fam1l1 �� n._ Estos perfi­ le imprimie ron un estilo a casi toda la poblac1o o es de las � con les del carácter parecen ser propios de los poblav�1v1eron ciudades que tienen larga tradició n histórica �1st1cas _ se _1dencier a i en ·dad la ida colonial. Estas caracter i f i ca n e n lugares como Antigua , Guatem ala; Ou �:o, Ec� a_dor; n rel � g1osa, Lima, Perú; y Cochaba mba, Bolivia. La devoc1oluce solo en tanto lo que a veces se exagera adrede y por templos de número el aparienc ia, parece tener relación con _ como que hay en la comunid ad. En un puebl_o tan p�queno Cartago, en la primera década de este siglo_ hab1a unal nn �, mero de templos católicos, bastante desproporc10,nad� _ �1anmero las de habitantes. Para entonces en la Vieja Metropo l1 ex1st costado al ( staba n Carm El � � siguientes Iglesias: Los Angeles, Este del actual Parque Jiménez ), San N1colas (actualo �Parro­ quia de El Carmen) , San Francisco (actual Conventestane los los Padres Capuchin os), La Soledad (estaba donde hoy e Guadalup Jesús, de Corazón Tribunal es de Justicia), Sagrado 32

(diagonal al Cementerio a , antuario de María Auxilia­ dora, y estaba en cp súu ció a Par�oquiyJ el Apóstol Santiago, que el terrl(moto 1 9 1 0 dej� en lo que hoy llamamos las\" i a ftr""Pa rroquia" . El cartaginés daba muestras de que ribu ía bien su tiempo entre el traba­ jo, las actividades propias de su fervor religioso y algunas pocas distracciones sencillas, que ven ían desde los tiempos de la colonia . Entre estas distracciones se recuerdan las carreras de cintas y poco antes las carreras de San Juan, las corridas de toros, los juegos de pólvora, las representacio nes teatrales al aire libre, las veladas y los bailes. Y posiblemente no faltaban los que asistían a las peleas de gallos y menudeaban los que apostaban dinero a los naipes y a los dados. Pero a pesar de ello y para completar la radiograf ía que hemos intentado, vale la pena citar una vez más a don Mario Sancho, quien decía que la hombría de bien del costarricense chapado a la antigua, no era un invento de los costumbristas. La frugalidad estaba quedando atrás, pues la termina­ ción del ferrocarril a Limón hab ía dado un fuerte impulso a la producción de café y se estaba perfilando una sociedad cafetalera que impulsaba la formación de una clase privile­ giada, económicamente acomodada, que ya dejaba entrever el afán de lucha por el poder poi ítico. En la Zona N orte de Cartago el hacha había abierto espacio para la formación de fincas agrícolas y ganaderas, con tan buen éxito que a partir de entonces la productividad de esta feraz tierra imprimió a la ciudad el sello de ciudad agr ícola, de costumbres rurales, que aún no ha perdido, porque su bienestar en cierta forma toda­ vía depende de las buenas o malas cosechas y del nivel de precios en el mercado. Don Mario Sancho cuenta en sus Memorias que la ciu­ dad nunca tuvo más de cinco cal les (avenidas), que eran La Calle del Ferrocarril, La Calle Real, La Calle de la Soledad, y La Cal le del Hospital. Estas avenidas estaban cruzadas de N or­ te a Sur por La Calle del Señor Dean, La Cal le de los Estan­ ques, La Calle del Cuartel, y as í hasta La Calle de Punta de Diamante. El centro de la población era la "Plaza Mayor", convertida en 1 890 en parque de piso de tierra. Al Norte del parque estaba el ayuntamiento y la casa de las " Niñas Espi­ nach" y al Este la Parroquia dedicada al Apóstol Santiago, 151





Patrón de l as Españas, que después del terremoto de 1 9 1 0 q uedó convertida e n ru i nas. Las cal les eran empedradas, con los bordes cub iertos de zacate y de h ierbas, no ten ían aceras y los desagües d iscu r r ía n por el centro, como se puede obser­ var en la ca lzada colonial que está al frente de las ru i nas de la Parroquia. Agrega Don Mario Sa ncho que en este med io ta n red uci­ do só lo c ircu l aba la volanta de Don Juan de D ios Troyo, Y su hermano, el poeta Rafael Angel Troyo, paseaba e n su caba l !o , b la nco peruano. Por lo tanto la vida discu r r ía monótona, solo i nterru mpida por fiestas rel igiosas y c ívicas, que general mente se rea l i zaban con motivo de . l os festej os en honor de la V i rgen de los Angeles y de otras celebraciones re l igiosas. Só lo ex ist ía el Teatro M u n icipal, q u e hab ía sido constru ído por los Jesu i­ tas en el siglo pasado, cuando regen taban el Colegio San L u is Gonzaga . Concl uye don Mario que la vida de Cartago debe haber sido bastante abu rrida para q u ien buscara esparcim ien to f uera de su casa. Hasta aquel l os cartagi neses que te n ía n fortuna viv ían con mucha modestia y senci 1 lez. La carretera que conduc ía a Sa n José sólo era t ra nsitada por d i l igencias, car retas y caba l gadu ras y pocos coches Y ber­ l i nas. El med io de transporte más importante era el ferroca­ rr i l . Hab ía u n servicio d iario a Li món y de a l l í a Sa n J osé. También se viajaba a la Ca pita l por la mañana y se regresaba a Cartago a las seis de la tarde. E n la V iej a Metrópol i , i r a la estación del ferroca rril a rec i b i r a la gente que l legaba en el tren de l as se is era u n paseo importa nte que l os ca rtagineses hac ían a diario, como si fuera un acontec i m iento social, pa ra el q ue las damas y cabal l eros se vest ían con esmero. En este med io a mbiente peq ueño , tranqu i lo y aburrido i rrump ió el fútbol en 1 906. Posiblemente la i ntrod u cción causó u n gra n i m pacto porq ue la i n novación vino a pla ntea r patrones de conducta que no coincid ían con l a forma de ser del éartagi nés que hab ía adq u i rido un estilo de vida a tono con l a sociedad a r istocrática rura l , esencial mente i nd ividua­ l i sta, q u e se hab ía vivido en la Colonia. La pob lación de entonces no contaba con muchas distracciones, como no fue­ ran las festividades rel i giosas; desconoc ía tota l mente, como era de suponer, los j uegos colectivos y además no conta ba con lugares adecuados para practicarlos. Y en tales cond i34





ciones se generaron cambios en el pensar y en el actuar por­ q ue en el j uego colectivo adoptado comenzaron a participar los más aptos sin importa r la cond ición social, y no sólo los más poderosos; y al cumpl ir cada j ugador con u n rol espe­ c ífico se puso en evidencia q ue el resu ltado f i na l no e ra sól o el producto de la acción individual de cada j ugador, s i n o d e la acción coord i nada de todo el conj u nto de l os participa ntes. Pa ra nosotros esta in novación tuvo el val or de una bocanada de a i re fresco y l i mpio en la vetusta sociedad ca rtaginesa. En tales condiciones la i n n ovación fue adoptada con gran entusiasmo y gran fervor, a ú n cuando posiblemente a lgu­ nos la m ira ron con desconfianza y hasta como si tratara de una i nfl uencia d iaból ica . Pero poco a poco la novedad fue incorporada al ritmo de la vida regu l a r hasta ser tota l mente absorb ida, al pu nto de considera rla como cosa propia, com­ pletando as í el proceso de acu ltu ración que h emos identifi­ cado en la introducción del fútbol a Costa R ica y a Cartago. Natural mente que cada g ru po social donde se i ntrodujo la i n novación aportó elementos de su carácter y de su forma de ser. E n Cartago el grupo "adoptador" esta ba i ntegrado por jóvenes d e l a clase a comodada y u n poco e l it ista, que en primera instancia comenzaron a j ugar sin la pa rticipación de las gentes de l os sectores pop u la res. En la o rgan i zación del C l u b i ncorpora ro n los forma l ismos propios de su clase, para mantener, segú n me parece entender, cierto n ivel de selec­ ción. Posib leme nte la m isma c i rcunstan cia se d io en otros l u gares. Pero en Cartago andando el tie mpo esos forma l ismos se perd ieron y el C l u b sufrió una gra n transformación hasta converti rse en u na i nstitución verdaderamente popu lar. En la época en que las actividades sociales era n m u y i m portantes, la casa del C l ub fue la sede de las celebraciones socia les cum­ pleaños, matri monios y bautizos, de las fam i l ias h u m i lde� de la ciudad . Esta caracter ística fue muy eviden te después de 1 936, en las décadas de los años 40 y 50 y en la primera parte d e la década de 1 960. Despu és de ésto, el Carta g i n és le vendió la p ropiedad donde estaba la casa C l u b , a la J u nta de Ed uca­ ción de Ca rtago, y la institución se quedó sin sede socia l . Los p recu rsores i n icia ron l a p ráctica del fútbol co n gran­ des d ificultades, especial mente porque no contaban con una cancha adecuada . La Plaza Yg lesias, ni por su tamaño, ni por 35

su estado servía para e l propósito, pero poco a poco Y con gran e mpeño fu e acond ic ionada de la mejor m anera posib l e, a l punto de q ue a l f i na l y a pesar de todo d ebe ser cat � logada como la cuna del fútbo l e n Ca rtago. Pero en ese ca m ino del desa rrol lo hubo un g ravísimo i nconveniente que pudo haber enterrado para siempre tanto e m peño, tanta l ucha y tanto sacrifi cio . El terre moto de 1 9 1 O fue una verdadera catástrofe q u e d est ruyó a Ca rtago, mató a mucha gente, y provo � ó e l éxodo d e muchos sobrev ivientes. A pesa r d e la traged ia l a ci udad se reh izo, e n pa rte recu peró e l origina l espíritu d e l ucha y hoy podemos hablar con a l g u n a satisfacc ión d e l pro­ greso l ogrado hasta n u est ros días, el cual pod ría ser mucho mayor si n o fuera n los ra ros mat ices del ca rácter d e l os car­ tag ineses. En el párrafo a n terior me he referido, por primera vez, a la Plaza Ygl esias y deseo hacer notar q u e no hay acu erdo sobre la forma com o se escribe e l n ombre d e la plaza . U n os pocos lo escr i be n con "ye" y otros m uchos con " i " . Consu lté var ias obras de h istoria de Costa R i ca y el nombre a pa rece en las dos for mas; pero hay más : en u n m ismo l ibro a parece d e l a s dos ma neras . Este deso rd en parece ser el res u ltado d e l a poca i m porta ncia q u e le damos a l va lor d e l a s pa labras; éstas tienen un va lor exacto, como las monedas, y debemos respe­ ta r la forma correcta de escr i b i r l as, para q u e todos estemos segu ros de que hab l a mos de lo m ismo. Esta plaza f ue � na donación del Presidente R afae l Yglesias Castro , q u e ocu po la Presidencia de la R ep1'.J b l ica e n d os períodos segu idos : de 894 a 9 8 y d e este a ñ o a 90 2 . L a u n icipa l i a e Cartago le d i o e l nombre de " P laza Yg lesias" y e n e l acuerdo m ismo en que se d ispuso e l homenaje se escr ibió el ape l l id o con " i" y n o con "ye", como correspondía ( 7 ) . Y para q u e 17)

M u n i c i p a l i d arl d e Cartago , A rt i cu l o 6 , s e s i ó n d e l

no se d u �e a l res pec to, d ice don H ernán G . Per al ta , d ist ing u i­ . do h 1 sto riad r, q u e Do n Rafael � e ra h ij o de Don Dem etr io . Yg les1 as Y nieto de � on Joa quí n de Yg lesi as, uno de l os fun dad ores de la Rep ubl ica en 1 82 1 (8) . Bas ta de ine xac t i­ tud es: la p l az a seg u irá l la mán dos e " P l aza Yg l esia s". Un a acta de n ac i m ient o n o reco noc ida

Des d_e que ten go me mo ria, el . C l u b Spo rt Car tag inés ha sido u � a 1nst it ció n i m p rta te en � el des arro l lo de Cartag o. ? � . � epo rt1va, soc ia l e inst 1tuc 1ona l men te siem pre ha esta do l 1ga? a a l �s ava tares de l a viej a ciu dad . Con a lg unos per íod os . de � nact 1v1d ad creció a l ritm o l ent o de la ciu dad pro vin cian a ven ida a me nos . Au nqu e la fec ha de su fundac ión est u vo perd ida en l a noc he ?� l os tiem pos , siem pre s e com ent ó q u e hab ía i n icia do s us � ct1v 1d des e n la prim era déc � ada d e l Sig l o XX . Est a refe ­ ren � 1a l leno de o rg u l l o a l os ca rtag ine ses, aún cua nd o no fue pos � b l � a po rtar una pru eba obj etiv a que legi tim ara l a fec ha de nac 1 m 1en to. Est e o rg u l l o s iem pre me h izo sen tir el des eo de . , d ocu esc r!_b 1 r a lgun nent� sob re l a h i sto ria de l Ca r: rtag iné s. ��e 1 que era nec esa rio dej ar esta b l ec ida la fec ha de su fun da­ c1on, a pes a r de la fa l ta de na pru eba feh acie nte que reg istr a­ � ra el he � ho. Sen t 1, la necesid ad porq ue en d istin tas oca siones est uve l 1 ado a su que hac er, prim � ero com o un m od esto j uga ­ dor de futb ol Y l u ego com o m ie mb ro de su J unt a D i rect iva O r as personas han sen tido la . m ism a inq u ietu d, per o siem pre la em pre sa no pas ó de ser una buena inte nc ión . La verd ad es que la fa lta de doc u men tos rest ó inte rés y ent u­ . . sias mo a los cronist as . Por est a raz ón es que sob re este aco n­ tec i m i �nto sól o hay not as de pre nsa , a l g una s d escu idad ame n­ � e esc ri_ tas Y tra d iciones que ub ican la fun dac ión, con a lg una s inse gu rida des , a l lá por e l a ñ o Esta � inse gu rida des han mot ivad o nas a uto rida des dep ort ivas , funcion e l hec ho de q u e a lgu­ ar ios de o tros c l u bes , y

2 5 d e febrero d e 1 89 7 :

1 906 .

" P o r i n i c i a t i va d e l S r . G o b e r n a d o r d e l a P r ov i n c i a se a c u e r d a d a r e l n o mbre

de P l az a I g l e s i a s a la m a n z a n a com p r ad a po r esta C o r p o r a c i ó n p a ra crear u n a p l a z a y q u e f u e obseq u i a d a p o r e l S r . Pres i d e n t e d e l a R e pú b l i c a . L a C o r p o ­ r a c i ó n q u i e re m a n i f e s t a r as l a l S e ñ o r P r es i d e n te d e l a R e pú b l i c a , e l a g r ad e c i ­ m ie n t o q u e l e i n s p i r a l a d o n a c i ó n h echa p o r

é l a la ciudad .

Se com i s i o na a l

Se ñ o r G o b e rn a d o r p a r a p o n e r e l p re s e n t e a c u e r d o e n c o n o c i m i e n to d e l Se­ ñor P r e s i d e n t e y e x presa r l e a l m i s m o t i e m po l o s s e n t i m i e n to s que l o h a n m o t ivad o "

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(8)

V id as Cos tarr icen ses DON RAFAEL YG L E S I AS , . L a Pro p i a . E D I TO R I A L COSTA R I C A.

1 96 8 .

H erna· n G . pera 1 ta . S e r ·i e

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de los dep orte s, vier� n , con per son as afic ion ada s a l a h i sto ria del Cl ub Spo rt Car tag 1 nes d � cierta des con fian za los inte nto s Esta des con fian za se m a n i­ reg istr ar e l acta de nac i mie nto . 1 9 8 1 , cua ndo el C l ub de la fest ó en fo rma evid ente, e n el año reco noc iera ese � � o com o el V iej a Met rópo l i pre ten d i ó que se r i o de su fu nda c 10� ._ En est� del septua gés i m o q u i nto a niv ersa cele bra r el oct oge s 1 m ? a n i­ a ño de 1 986 , en e l que se des ea pos ible desper ta r ent us1a s � o versari o , pa rece que no ha sido l mo men to no se ha of rec ido po r las efe mér ides , por que hasta e con cer tez a la fec ha de la una pru eba evid ent e, que u b i q ue fun dación . Las bod as de oro

Clu b Spo rt Ca rtag i nés En 1 9 56, la J u nta D i rectiva del dign idad las bod as de oro hizo un esfu erzo por ce lebr ar con i mp orta nte s not as de pr � nsa de su fu nda ción . Se pu blic aro n ica lo hizo e l 9 de set 1 � m ­ deport ivas de la épo ca. La Rep úbl de seti emb re u na ent revi sta bre · L a Pre nsa Lib re pu blic ó e l 1 1 l Vin cen zi le h izo ?I Señ or q u � el per i odi sta Bo l íva r Mo neste l os j uga dores de fut bol de Dav id Pera lta que era uno de blic ació n e l 1 3 de seti emb:e; Y el 1 906 ; La Nac i ó n h izo su pu el l une s 2 7 de set iem bre sem ana rio dep orti vo " La Ca nch a" iod ista ca rtag i n �s .v ícto r per pu bl icó u na exc elen te cró n ica del aba con el seu don i mo de M a n uel V i l lan uev a Bad i l la , que firm a del aniv ersa rio el 1 5 de " V i cma vi l " . La l'J ació n situ ó la fech 6 de J U io. La en revi s a ? set iem bre y " V i cma v i l " la ub i co e La Pre nsa L .ibre , resu l �o en . Don Dav id Pera l ta , que vio la l uz on : Nac La de a not a 1 fue � I n bié . pa rtic u larm ente va l iosa ; tam or Sen el c1o n bri nda da por q ue s e fun dam ent ó e n i nfo rma ­ nda fu de po par te de l gru Per a lta Pac hec o. Don Dav id for mó ? t tan lo por dor de fútb ol Y dor es del Car tag i nés y fue j uga epción , era u n v iej o cartagi­ exc a tod era un test igo may or de en e l pri mer tercio de este . nés que tuvo una gran figu raci ón es 1 a � 1e1 a Car tag o. sigl o y ocu pó i mpo rta ntes pos ic ion . los nom bre s de los De mem oria el Señ or Pera lta cito y de los j uga dor es Y en � :e i nte gran tes de l a J u nta D i rect iva l Se ñor Car los Co l l ado . �IJO e l los citó a Don Wi l l ie Pi rie y a l os nom bres d e otr os equ ipo s dón de s e j u ga ba a l fút bol y d i o los prim ero s zapato s de q ue hab ía en Cartag o . Con tó que 38

j ugar los h izo Don Apolon i o B re nes, q u ien tenía una venta de zapatos en el Mercado Centra l . Menc ionó q ue hab ían co­ menzado a j ugar en la plazoleta de las Ru i nas de la Pa rroqu ia y luego e n l a Plaza Ygles ias, que tenía una fuente en e l cen­ tro, �� e f � e reti rada por l os j ugad ores con autorización de la M u n i c 1pa l 1dad. Narró la part icipación de Do n J u l io Peña Mo­ rú � en la fu ndac ión y en la Junta Di rect iva del Carta g i nés; el _ , q u e e n 1 9 1 8 fu ndó el Banco Créd ito Agríco l a de Senor Pena Cartago, e �a u n hombre muy orde nado y muy buen orga n iza­ dor y gracias a estas dotes fue e l pri mer tesorero del C l u b y por tanto, era e l custodio de los trofeos y d ocu mentos del Club. Citó los dos pri meros t rofeos q u e e l Ca rtag i nés ganó en . competencias; son dos copas que está n en l a ga ler ía de tro­ feos del C l ub, que en el terre moto de 1 9 1 O fueron rescatados por Don J u l io Peña y muchos a ños después fu eron devueltos a la i n st �tución . La primera copa t iene la s i gu iente leyenda : " Obsequ, '.o de la Com isión de F iestas de Ca rta go, Agosto 1 8 d e 1 907 ; en e l acta de l 1 1 de a gosto de 1 9 07 se d i ce q ue el trof�o lo ob s �q u iaron los dueños de tab l ados partic ipantes en _ 1 cas y se ind ica que el partido se j u ga ría co n el las f i estas c 1v "Cl u � Sport Josefi no"; s i n emba rgo, en las n otas de prensa mencionadas, Don David co menta que e l trofeo f u e d i spu tado c on el "Cl u b Sport Monte Líba no", que era otro c l ub depo r­ . tivo de Ca rtago . Cuenta Don Da vid que ese triu nfo lo celebra­ ron to i:n a ndo champán en l a copa que se gana ron . La segu nda copa t iene l a sigu iente leyenda : " Match 1 5 d e marzo 1 908 Tea r V e a n iego-e ub Sport Carta g i nés " . Estos t rofeos ' s i b i e n no s o n prueba de que e l Cartagi nés fue fu ndado e n 1 906, s í dem uestran que ya ex i st ía en los a ños 1 907 y � 90� . �� r tant? , � a ra m í son una prueba concreta de que l a i nst 1tuc1on hab 1 a sido fundada en esa época. Es i nteresan te observa r que la publ icación de estas i nfor­ maciones n o genera ro n la publ icac i ó n de notas desautor iza n­ do o pon i endo en duda la fecha de fundación, y si las h u bo n u n ca l lega ron a m is ma nos . En la década de 1 9 70, con l a hon rosa compa ñ ía del Profesor Ca rlos Luis Va l l e, d e grata memoria, y de Don J ua n de Dios !n �j � s Solano, presenta mos e n R a d io R u mbo un pro­ g ra r:1 a h 1sto ri co deno m i n ado " Remem b ranzas de Ca rtago ' · , ded i cado a la d .ivu lgac ión d e crón icas d e l a vieja ci udad . E n 39

esos espacios radiales tuve la oportun idad de ofrecer varios comentarios re lacionados con el q uehacer del C l u b Sport Car­ tagi nés. Los i l u stres compañeros me ayudaro n en la tarea . Cité hechos conocidos por la trad ición y conté a né cdotas de personajes de las d ist i ntas épocas de la vida deportiva, socia l e i nst itucional del Club Sport Cartagi nés, a l g u nas de las cua l es res u l taro n ser verdaderas i n n ovac iones en el acontecer de l os costarricenses. Por ej emplo, en 1 925 tres j u ga dores del C l u b Sport Ca rtagi nés, que hab ían formado parte d e l equ i po Cam­ peón Naciona l de 1 923, ab rieron el ca m i no a. la emigración de j u gado res de fútbol , pues v iajaron a l exterior a j ugar baj o contrato . Estos j ugadores fueron J osé Croceri ( Pi peta) , R i ca r­ do Campos ( Cho lo ) , y Lorenzo Arias ( Le ncho ) . Más adel ante da remos más detal l es de este h i stórico pasaj e. El septuagésimo q u into a n iversario .

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Con estos antecedentes participé en las principa l es acti­ vidades con que se conmemoró el se ptuagési m o q u i n to a n iversario de la fu ndación del C l u b , en el año 1 98 1 . Lo hice con el convenci m iento pleno de que la fecha de fu ndación, de 1 906 era ver ídica. l\.�e preocu pé entonces por presentar algu­ na p ru eba objetiva para demostrar, de manera i nd udable, que e l Cartagi nés era el Decano de los C l u bes de Pri mera D ivisión . Era necesario d isi par d e a lg u na manera, a l gu nas d ud as q u e apa rec ían en el h o r i zonte . Vea mos dos ej emplos. E l ma rtes la portun idad de hablar en e 4 de novie mbre de 1 98 1 u progra ma rad ial " Ch a r l as de Café'', del period ista J u a n Mar­ t ín G u ij a rro, sobre la celebración del septuagésimo q u i nto a n iversario. Con este mot ivo Don Sa lvador G o nzález V i l lav i­ cencio, g ran deportista, de grata recordación, le escribió u na carta a l Señor Mart ín G u ijar ro, en la cual puso en duda q u e e l Cartagi nés se f u ndara en 1 906 . F u ndamen taba su pu nto d e vista en q u e la papeler ía para correspondencia d e l C l u b Sport Cartagi nés, que él conservaba en su poder, se i nd i ca ba q u e el Club hab ía sido fu ndado el 30 de j u n i o de 1 920. Don Sa lva­ dor aprovech ó la ocasión para ratificar que el 3 de n oviembre de 1 905 se fundó el C l u b Sport La Li bertad y que su primer Presidente fue el Dr. Ro berto Quesada J i ménez. Por otra par­ te, La Nación del m iérco les 2 de d iciembre de 1 98 1 dec ía : 40

" Este j ueves el Cl u b Sport Cartaginés ce lebra rá u n a n iversa­ rio más de su f u ndación, que para a l g u nos d irigentes l lega a los 7 5 años, pero que por razones de 1 terremoto de Cartago, en 1 9 1 O, a lgunos docu mentos que prueban estas efemérides se perdiero n " . Para La Nación los docu mentas q u e probaba n la fecha del nac i m iento de la institución se perdieron e n el terremoto de 1 9 1 0 y el an u ncio de haber a rri bado a l 7 5 ani­ versario de su fu ndación, era una ce lebración q ue sólo estaba en la cabeza de algunos de sus di rigentes. Por lo tanto, mien­ tras no se aportara u na prueba concreta, i rrefu table, a l g unos segu i r ían viendo con mal icia los esfuerzos q u e el Cartagi nés estaba haciendo por esta blecer en 1 906 la fecha de su fu nda­ ción. E n l a ú ltima parte de l siglo pasado comenzó a l l ega r a Cartago, procedente del Canadá, la fa m i l ia P i r ie. E ran ori u n­ dos de D u ndas, Ontario. E n 1 89 5 l legó Al exan der, qu ien era un emi nen te médico y cirujan o, que l legó a Cartago por obra del azar. Parece que viajaba por barco hacia Perú , don­ de pensaba establecerse y e l barco tuvo a l g ú n contratiempo fren te a Puerto Limón y a l l í tuvo que demorarse por repara­ ci ones, por u n a o dos semanas. Para a provechar el tiempo el D r. A lexander P i rie decid i ó visita r el i nterior de l pa ís y l le­ gó a Cartago, donde encontró al Dr. David l n ksetter, a q u ien hab ía conocido e n la U niversidad don de h a b ía estu diado. El Dr. l n ksetter, que estaba ejerciendo la medicina en Carta­ go, le convenció de que hab ía ca mpo para otro médico y e n ­ ton es e l r Pirie se f u e a Lim ' n a bajar d e l barco, todav ía a l l í an clado, e l equi paje que le acompañaba y se vino a esta­ blecer en la V ieja M etrópoli. U na vez i n sta lado, hizo venir a su herma no A lfredo, de profesión fa rmacé u tico. Más ad e­ lante traj o a su hermano Henry, médico como é l , q u ien vi no a vivir a Cartago con su Señora E sposa, la cual enfermó y fa­ l leci ó en esta ciudad . E l Dr. H e n ry P i rie l levó su cuerpo al Canadá para enterrarlo en su ci udad y jamás regresó a Cos­ ta R ica y cuenta n que n u nca volvió a ejercer la medicina, comp letamente decepcionado porque a pesar de sus cuidados y aten ciones, no le pudo sa lvar la vida a su Esposa a la que amaba entraña b lemente. M ás ade lante también h i zo ven i r a su otro hermano Carlos, q u ien estab leció u n a casa ban caria que se l lamó "Sasso y Pirie" . Y fi n a lmente, a fir¡es de 1 905 o 41





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par a e l esta d i o s e ven í c n re?. el� . u v l a as n a p d e e c h a r l a s c a_m aseg u ra r l a o per ac i ó n a n tes Ri­ ta Cos de o i r a m a y o d e 1 946 D i S i n e m bar go, e l j u eves 9 de en o stad E e d o i r a l Se ñ o r Sec reta ca p u b l i có u n a cart a d i r i g i d a est d o p u r g n u � i­ n , f i rmada por e l Des pac ho de G u b e r n ac i ó i fest a ­ n a m a l l e n E e Los A nge l e s . m a b les vec i n os d e l D i st r i t o d auto­ se reso g n o C l espe ci a l d e b a n q u e des de 1 939 y por Ley o, tag Car e d te l s e n e u i r i r u n l ote r i z ó u n a ero gac i ó n p a ra a d q es agre gab an l as ven taj a s d e l l ote, : p a r a c o n str u i r u n esta d i o y a 1 c e d l ta me a d n u �. argu men to f � cog i d o p a ra ta l f i n . Y com o .

com erci al com o siempre el m teres 'Mien tras tanto ha surgido ueño al mom ento presen te un peq 0 los in tereses creados y o tro ar una nego ciación para l� vant grupo de personas realizan , 1m­ . ) 8 1 para los cartagmeses . _ esta dio en lugar inadecuado , por­

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cto d e i n teré s co m e rc i a l p u g n a b a n e l q u e l l a m a b a n p roye r l e cará cter of 1 c 1 a l p a ra l og r a r que se p rete nd ía , seg ú n e l l os , d a _ d e l t i m b re d e p o r t i v o Y d e t o perc i b i r l o s f o n d o s p rove n ie n tes d e ve­ n del Estad io d e Cartag o " . Grupo ( 1 8 ) " S u rg e conf l i cto con l a const rucció e mayo de 1 94 6 . d 9 s Jueve . ica R Costa e d ario i es D cinos de l o s Angel

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d a s l a s e ntradas q u e e l Estado perc i be pa ra d i c h o s f i n es . Con se meia ntes a f i r m a c i o nes l a J u n ta D i rectiva n o sa b (a qué h a ­ cer, p o rq ue t o d a l a estrateg i a d i se ñ a d a pa ra l o g r a r l a c o m p ra d e l te rre n o a D o n_ a C he p 1 ta R o b l es , se basa b a e n l a e x i st e n c i a de í/J, 2 0 .000 ,oo en b o n os, q u e esta ba n dest i n ad os a l a c o m p ra d e u n a p la z a en Ca rtago y q u e e l Co nsej o d e D e p ortes p od (a _ d est i n a r a l a c o m p ra d e u n te rre no p a ra l a c o n s tr u cc i ó n d e u n estad i o . N a d ie estaba h i la n d o t a n f i n o co m o l o h ada n l o s ve ­ c i n os d e La P u e b l a . D i a r i o de Costa R i ca tomó i n te rés e n e l asu n to y e l 1 0 de m a y o m a n i fe stó q u e l e p a reda b u e n a l a o p o rtu n i dad para m ei o ra r e l d e p o rte; pero l e p areda m a l q u e La P u e b l a y Ca n ­ tarra n a s e p e l e a ra n e h i r i e r a n d i s c u t i e n d o s u s d e re c h o s . Que se r ía bueno que d ej a ra n s u s d i sp u tas y l u ch a ra n j u ntos p o r l a c ? n st r u cc i ó n d e l esta d i o ( 1 9 ) . A l a J u n ta D i rectiva le p a rec ió b ie n esta posi c i o n , p o rq u e era su propia 1 ínea d e c o n d u cta . E l m a rtes 1 4 d e l m i sm o mes, D i a r i o d e Costa R i ca i n for­ mó, Y p o r p r i mera vez se m e n c i o n ó p ú b l i ca m e n te al C l u b S p o rt C a rtag i n és, q u e l a i n i c i at iva d e l C l u b p a ra h acer e l esta­ d i o e n u n terre n o s i t u a d o e n el B a r r i o de l C o n ve n to h a b (a s i d o rec i b i d a c o n g e n e ra l be n e p l á c i to y d 1'a a d i'a to m a ba m á s c u e r p o . Se co n s i d e ró q u e l a co nstrucc i ó n d e l estad io e n e l l u ­ g a r se l e c c i o n a d o e ra d e i n te rés d e l a c o m u n i d a d e n genera l y n o de l b a r r i o o d e l d i str i to . Se agregó q u e c o n estas a rg u ­ m e n ta c .i o nes q u e d a ba n contesta d os l os ataq u es y l a propaga n ­ d a p e rso n a l ista q u e s e h a b (a h ec h o e n co n t ra d e l Ca rtag i n és y de los p a rt i d a r i o s de l a idea ( 2 0 ) . U n a se m a n a a n tes d e l a f i r m a d e l a esc r i t u ra d e c o m p ra d e l terreno a D o ñ a C h e p i t a R o b l es , e l d o m i n g o 1 2 d e m a y o , l a J u nta D i re ct i va l e ofre c i ó u n b a n q uete a l o s m i e m b ros d e l Co nsej o N a c i o na l de E d u ca c i ó n F ís i c a , e n la sede d e l Ca rtag i n és . E l propósito e r a e v i d en te : agradecer a l o s i n te­ g ra n tes d e ese o rg a n i smo los í/J, 2 0 . 000,oo en b o n o s , q u e h a ­ , b 1 a n o frec _i d o d o n a r y q u e e n t rega r ía n u na vez c o m p rado e l terre n o p a ra e l estad i o , y d e esta m a n e ra aseq u ra r e l c u m p l í ( 1 9 ) " A lgo sobre la construcción del Estadio de Cartag o " . D i a r i o de Costa R ica . V i e r n e s 1 O de mayo de 1 94 6 .

(20) " La construcci ó n del Estad io de l a c i u dad de Cartago va b i e n encam i n ad a " . D i ario de Costa R i c a . Martes 1 4 d e m ay o de 1 946.

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1

. e nto del ofreci m iento . La f .iesta f ue muy agradable y en . dio de u n gran entus iasmo los i ntegra ntes d � I conse¡o tificaron su ofreci m ien _to y f � l i ? itar on ª n, p r , de p e i · · , adoptada . En m1 con d 1 c1on c1s1on me l . tocó ofrecer el homena¡e Y h u o, o muchos d iscu rsos l lenos d e fervor deport ivo , todos l os cua l es fueron trasmitidos por la . R a d i o Ca ri be, que por entonces era la rad io de Ca rtago .

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. , del banq uete ofrecido a l os m i e mb ros Cun la trasm .1s1on , . ca u edó confi rmado para to, F is1 del Consejo d � Ed ucac .1on d os los cartagineses, . que la co_m p del .terren o para la cons­ ., t a n en serio como trucc1on de 1 esta d 10 del C l u b iba en se rio, , · · 945 1 d ' se fi rmó l a esq u e el sa bado s1gu 1 en te ' 1 8 de mayo e . ' . · c regocija ron los se f n entura de c � mpra Con esa in arma 10 . y se derectiva i D nta u J la de que compart 1 an el entusi asmo . po cam i no l e n e piedras o d cepciona ron los q ue_ � staban des­ estaban os l que n ía c1osamente 1 l a Y q ue si ncera o m ta.­ deposi estaban que os b e 0,oo pojando de los 20.00_ º d os en el C c:i� se¡ o , dest 1 n ados la o � pra de un terreno para la construcc1on de u na P l aza en e 1 D i strito de Los Ange les.



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El martes sigu iente 14 de mayo, u n d i stinguido vec i n o de Lus Ange les, me es � r1·b ·1 0, una larga carta que D ·1 ar ·1 0 de Costa que fue e l d (a en que R i ca le p u b l i có � I sabado 1 8 d � rreno para e l estad i �; se firmó l a escritu ra , de com a E n esa carta co mento concep os. del d i scurso que pro n u ncie e n e l banquete e n h onor de l os m 1 m b os del Consejo de E d u ­ cación F ís i ca . Desafo rt u na d amen e e traj o d e l contexto u na caf rase d .icha por m .1 y me puso a d ec1. r q ue "era de mentes . 1� n e o i d esta n u e onstruyera lenturie ntas asp i ra � �,e s1o l agregó cosas a otras e tre parte este d e la c1u . , . . lo lamento muy de verdad, que grande gu iente : ',Lastima . . pudo hab �r s1 o motivo de leg/timo orgullo y d� lo que bien



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alegr/a para los cartagmeses y que bien pudo haberse discut1b én argumen tadas lo de­ do con altura, con razones sanas generaron ustedes con una campana Y e insultos e impr perios rayana en Ia vuIgan·dad' porque no otra cosa puede pensarse . · que por medio después de ha er o /do discursos ' '



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de Radio Canbe, propalaron co I ¡

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todo

con el expreso fin de crearnos una a tmósfera candente en •.

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acopio de gra tuitas y malas volun tades " (2 1 ) . tri bu



Esta carta con­ yó a agr iar má s e l vin o, po rqu e en l o ese n c i a l no era jet iva n i . rep resen tab a l a ver dad d e l o q ue est aba pas and ob ­ o co ­ mo se ve b ien en est e re lat o res um ido . Las n ota s p u b l i cad as y los co me n ta rio s q u e se had an iba n for ma nd o u n clim a i n con ven ien te para e l pro yecto d e l Ca rta g i ­ n é s . La d esco mp osi ció n d e l a m b ien te c u l m i nó e l do m i ngo si­ g u ien te cua nd o en l as ho ras de l me d i o d (a u n a avi on eta sob re­ vo ló Ca rta go, esp a rc ien do h oja s sue ltas po r tod os l os rin co ­ nes de l a ciu da d, en las qu e, po r lo me no s, c a l i fic aba n de ma ­ los cartag ine ses a los qu e apo yar an el p roy ect o de l Ca rta gi­ né s. E sta i n n ova ció n pu b l icita r i a , qu e fue tre me nd am ente efe cti va, cau só u n gra n dañ o a l C l u l.J p o rq ue no s cos tó mu cho res tau ra r l a co nfi anz a en n ues tro p roy ect o qu e no est aba fi­ n an cia do y su rea l iza ció n se bas aba en un ofr ec i m ien to . Co mo P res ide nte de l C l u b Sp ort Ca rta g i nés tuve qu e co n­ tes tar los ata q ues rec ibid os y 4 de j u n io de 1 94 6, D iar io defend er e l p roy ect o . El ma rtes de Co sta R ica p u b l icó m i ca rta de res pu esta fec had a e l 24 de ma yo . E n un ton o ed uca do y co n ­ c i l iad or ex pl i q ué e l ver dad ero sen tid o d e l a ex pre sió n " me n ­ tes ca len tu rie nta s", q ue n u nca tuvo e l q u e le d i o m i i nte rlo ­ cutor. Y sob re la cam pañ a ach aca ba a l Ca rta g i nés le d de ins u lto s e i m p rop erio s que le ije l o sigu ien te : "Se duele Ust que la co nstruc ed

ció n del Estadio de Ca rtago , que debió haber sido m o tivo de reg ocijo general, diera lugar a una discusión de mal gusto que deg eneró en insultos vul gares, com o los que dice son propalados por medio de Radio Ca rib e A e to deb o decir qu e si ha ha bido discusión será . con o tros, porqu e el Clu b Sp ort Cartagin és, ni su Directiva en co nju nto , ni sus miembros en pa rtic ular, han pronun cia do una palabra alrede­ dor del problema del estadio, ha sta qu e yo ha blé de ello en el banquete que me nciona. La propagand a de Radio Caribe qu e cita, no es ord enada ni au torizada por el Cartaginés y ra qu e llegue a su pa ­ ánimo el con vencim ien to le au torizó par que in ves tigue y sep a a no mbres de quien es pagaron esa propa ( 2 1 ) "Sob re l a c o n s t r u c c i ó n del Esta d i o d e Cart ag o " . C a r t a d i ri g i d a a R Coto M o n g e . P r e s i d e og e l i o n t e d e l C l u b Spo rt Cart ag i n és . D i a r i o d e Cost Sába do 1 8 d e m ayo d a R ica. e 1 94 6 . ---- · · - - -

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gan d. ª

( 2i) . Te r m i n é m i carta m a n ifesta ndo q u e l a co labo­ ideas Y rac1on del Ca rtag i nés estab a al servic. io de. l as buena s armo ­ . con , e u q a 1on · nv1tac 1 a las mejores causas y hac ía u n rzas. fu s uestra n ramos ié n u , � n ía desi nterés y b u e n j u ic i o i no en n a d. a 'y e l male ntend ido surgió de l a nada Y te r m 1. p 1 ca arq u e no ten ía' funda ment o . F u_e � i m p l e me nte u_na t el a n i festac ion del esp íritu carta g i nes, dest 1 � ada a bai ar . gada "Carta ona autóct a l p i so y confo rmar as í ,,



L á Plaza de Los Ange les i ce E n 1 950 ya fuera de la Presid encia d e l Carta g i n,és h se . n c abora l co Y ía n arma de ones i buena s m i s � an i festac es, nge Los de laza Pro-P ité Com n u de - formé parte estaba i n teg rado de l a sigu i e n te m a nera : Ferna nd.o M i a ­ es , vassi Sa n a b r i a , E r nesto R a m írez, Jorge Ara � a Cespe el g 1 � Lopez a Amet ín u ' oaq osé J J Nésto r Mata Moya , .1 .1 n u e m o C ü L nge. o M Coto o i l e og �� Leand ro N avarro y R ra n o m b rada p o r l a M u n i ci pa l i dad de Ca rtago Y e l p ropos 1to e Ange Los de ctor se el en tes depor _ constr u i r u na p l aza de , . e rt 1 y q ue en c i e rta forma sustit uyera la q u e hab l ü s i do con.v_ d a en el hermos o Parq ue que tanto rea l ce le d i o a l a B as 1 l 1 ca de N uestra Se ñ o ra de Los Angeles. rtes al costad o L a idea era estab lecer u n a p l aza de depo . , u e f u e neces aporq , ro u d ue f o a b · E ste de l a B as 1 l 1ca . E l tra i a I g l es .i a , porl de idades Autor nas u ria l u char h asta con a l g l ug ' que se opon ían a l a const rucci ón del camp o e n ese T� l e para ido ru o muc raría h �p d uciend o que éste gene i a el l i m fa a l a ios r necesa os terren f i n se compr aron los Y das cuadra varas .000 5 ( ncho Sa D r J osé M i guel J i ménez . Este l a s situado , das) cuadra varas a I � propia l � lesia ( 6 . 000 del act u a l restau rante Y parq u e . E n e l Acta N o . 9 2 , de la sesión celebr ada por l a, M u n 1· c ·1 11, p a l i dad d e Cartag o e l 1 3 de d i c i em b re d e 1 95 1 , Art i cu l o 1 n­ A Los e d a a l Pro-P té i Com l e d re b m o n a � . _, e l q ue esto escribe rie les, r i n d i ó u n i nform e p a ra f i n i q u itar l a adq u 1 s1c 1 o n d e los



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. C rta susc r i t a p o r R o g e l i o Coto " A lg o m á s sobre é l Es·ta d 1 0 d e Cartago ,, s . o ·i a n. o d e C o s t a R i c a . Marte s Sport Cartag'.i n e. ª Monge, P re s i d e n te d e l

Club

4 d e j u n i o d e 1 946.

1 56

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(22)



terre n os dest i nados a d icha p laza, u b icado s d etrás del Santu a­ rio de N uestra Señora de L o s Ange les . E n d icho i nform e se agrad eció la colab oració n de l D i rector Genera l de Depor tes, y de los M i n istros de Re l a ciones E xterio res y Ed ucació n P ú ­ b l ica, por la entreg a d e l a s u m a d e r//, 2 0.000 ,oo e n bonos dest i n ados pa ra la co m p ra de d icha p la za ; se h i z o t raspas o de tales terren os a ia M u n i cipal idad de Cürtag o , para q ue fuera n dest i nados exc lusivam ente a la p ráctica de l o s deportes y otras d iversio nes p ú b l icas ; se h i zo consta r e l agrade ci m iento a Don O ctavio Cruz J i ménez por l a donac ión de u n a porció n de terren o para se r agrega do al l ote com p ra do por e l Com ité Pro-Pl aza , y se recom endó la tra m itación d e la escritu ra de compr a, hecha por la M u n i c ipa l i da d, de u n a faja de terre no para l a a pe rt u ra de la ca l l e que condu ce a d i ch a p laza . La M u ­ n ic i pa l idad de Cartag o, ademá s de dar u n voto d e ap lauso al Com ité Pro-P laza d e L � s A il ge les, e n acuerd o f i rme a p robó todas las recom endac iones hecha s y d i spuso tomar las acc io­ nes necesa rias para f i n i q u itar la ta rea . Con la prese ntac ión de l i nform e c i tado, conc l u ye ron los papele s del Com ité; sin embargo s igu ieron desarr o l l ándos e aconte c im ie ntos q u e es necesa rio relatar . Ya v i m os q u e e l Com ité comp ró 1 1 .000 varas cuadra das p a ra la plaza y ob­ tuvo l a donac ión de u na porció n de tie rra co l i ndante , hecha por D o n Octavi o Cruz J i ménez . En octu bre de 1 953 l a M u­ n ic i p a l idad rec i b i ó r//, 2 0 .000,o o dest i n ados p o r e l Co n g reso para la compra de más terreno . E n a b r i l de 1 954 l a M u n ic i ­ pal idad aco rdó adq u i ri r u n a ma n za n a a dic io n a l de tierra para e l m ismo f i n , con lo cual se hac(a· u n total d e más de 2 1 .000 varas cuad rada s . Luego se h i c ie ron p u b l icac i o nes en los perió­ G icos, en las q u e gente e nterad a de estos a nteced entes p regu n ­ taba q u é hab ía pasado , pues e n e l terreno co m p rado por la M u n ic i p a l idad se hab íc:; constr u íd·a una escue la y la hab ía n coloca do en ta l fo rma que i m posi b i l itaba constr u i r la plaza en el terren o adq u i rido por el Com ité P ro -Plaza . Como se p id ieron cuenta s a l Co m i té Pro-P laz a , a pesa r de que hab ía rend i do su i n forme f i n a l en d i c ie m b re de 1 95 1 , es­ te Com ité d ispuso reto m a r el asu nto, o rdenar los a nteced e n ­ tes y p rese ntar u n inform e f i n a l y def i n it ivo , de fecha 2 0 de m ayo de 1 957 , que fue conoci do por la M u n i c i p a l idad en el 1 57

Art ículo 1 1 1 , d � I Act.� N 1 65 , de 2 1 de mayo del mismo año. En su cons1� � rac1on rna l el Comité manifestó que hubo destinar, sin interven­ falta de infom¡acion cuan � se dispuso . , del . . para Comité el terreno adqu1r1do �a p 1 aza, a la consc1on trucción de la escuela, 10 c� a 1 causó desaliento en 1 a po bl a bargo esa población hubieción de Los Angele�. P� ro s ra apoyado el cambio s1 hub :�r:�ido en�erada a tiempo, pues t do el mundo desea mejores escuelas para sus h"IJOS. El Comit� concluyó que era . indispensable t rmi� � ª s I y 1 bani �aci�n empren d1da por l l � . r �ef ��=�o r:o�� considero que era ..1nd1s. � ensa� le ��ta ; �e una adecuada plaza de deportes al vecindario d e L� s Angeles ' por la cual vienen clamando desde hace muc� os an de Los Angeles De esta .manera la p aza p�;� deportes , · expres1on a 1 pun to de que apequedó reducida a 1 a n: 1•n1ma nas es buena para los iuegos de. los. niñ �s de la escuela y total­ · ra · , n de este immente insufic.iente. para mat riallz r portante vec1ndar1 ,? con e� cua � 6:r::�� s��� e en deuda. Cumpl í con trabaJ? el co r ·so que asumí en 1 946, cuando como Pres1 d ente �¡ ��r�ag i né s of rec l contri �� ir de de artes La intenc1on a la constr ucción d e e t fue buena aun cu a n do : � �:��� de res�lta do � , sin sa ber por q ué ' terminamos como el rosario de la aurora. °

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a revolución de

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1 948

Dos años despues, d e h a b r sido comprado e l terreno pa­ ra el Estadio de Cartago Y d : haber iniciado su costrucción, e !. pa ís se vio en v ue l to en � na .r� vo 1 u ción que impulsó carn­ b1os prof un dos en la organ1zac1on n ac i on al Esta revolució n fue la culmin� ció � de un proceso ol ítico adobado con f actares contrad1ctor1os entre !ºs qu.e p odrían mencionarse las 1 probada en la Adminis­ reacciones cont;a la legisl.a� ion tración Calderon Gu � rd1a, res����� o� negativos de las elec­ los saqueos Y la ciones de 1 944 ; tensiones pro� ocadas por huelga de brazos ca lcios ocurr� os � � l. ��1 ·� de 1 947 y que afectaron profundam � nte a Ca a o a oximación de los comunistas a los Gobiernos d e C a �d �rón Y de Picado; y la nu­ ·

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1 58

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lida d de las ele cci tado resu me n. ones de 1 948 . Se da a co nti nu aci ón un ap re­ El Co ng reso n Pic ad o el 1o de ma rzo de 1 948 an uló ladeelelacciAdónmidenisDotranció Ot Ulate y el d la 1 2 de l mis mo me s de ma rzo se pro du jo el levilio ant gan iza do y dir igid o por Do n J0sé Figueresam ien to arm ado or­ pezó en su fin ca " La Lu ch a" sit uad a en Fe rre r. To do em ­ de l Va lle Ce ntral. E 1 mi sm o d la 1 2 sucedlas mo nta ñas de l Su r mi en tos im po rta ntes: La s fue rzas de Fig ieron dos aco nteci­ I sid ro de E l Ge neral y un pe lotón de ho ueres tom aro n Sa n ció n tuvo un enc uen tro con un gru po demb res de la Re vo lu­ bie rno , en el lug ar llam ado La Sie rra . Est ho mb res de l Go ­ de rad a po r el Go bie rno como el co mi en a ref riega fue co nsi ­ de s, po rqu e no se ha b(a n da do cue nta de zo de las ho sti lid a­ hab (a estalla do con la torna de San Isid ro.qu e el co nfl icto ya gu eres se vie ron fortal eci das co n ho mb res Las fuerzas de Fi­ ron de Gu ate ma la y ya las cosas pu estas y armas qu e vin ie­ se suced ier on acc ion es, qu e seg ún el cas oen esa s con dic ion es revolu cio na rio s o al Gobie rno . Fin alm en favorecie ron a los fue rzas de Fig ue res pu sie ron en eje cu ció nte, el 8 de ab ril las Ma gno lia, qu e era n la toma de Pu erto Limlos pla nes Clavel y lo cu al fue rea lizado , po r su orden , los d ón y de Ca rta go , las 1 1 y 1 2 de ab ril de 1 948 . Las fue rzas co s po r el pro pio Figue res se ad ueñ a­ ron de Ca rtago enmatrendsada ho ras , despu és de rea liza r un a háb il ma nio bra ; pero no pu do do el Cu art el de la ciu dad , do nde e ma ntu vo un a fue rte miresnaister nci sit uac ión con flictiva desem bocó en un aforpo r var ios d las. Esta ch e pro du jo el incen dio de la "m anz an a" cej eo que un a no ­ Me rca do Mu nic ipa l de la ciu dad , provocadosit uad a al Este de l el fin estratégi co de despej ar la vis ión de posib lem ente con ciu dad o de ést a hac ia el Cu artel. De esta l Cu art el hac ia la cia l del Clu b Sp ort Ca rtaginés, qu e .se enconma ner a, la sed e so­ est á el Cin e Par ls, fue pas to de las llam as. tra ba do nd e ho y rin dió el Cu art el y tras alg unos enf ren tam ien Poco despu és se de am bos ban dos se con firm ó el poder (o detos de las fue rzas ma nd aba Fig ueres. Má s ade lan te se rea liza l ejé rcito que co­ cia cio nes , ent re las qu e hu bo partic ipacióron diversas neg o­ plo má tico, qu e co nd uje ron a la firma de l n de l Cu erpo Di­ Pacto de la Ern ba1 59

. , . l de 1 948 . Con la f i rma jada de M e x 1 co , susc r i to e l 1 9 de abri , Y la Pres iden cia de de este doc ume nto con c l uyo la gue rra . g nad o l ng . Sa nto s la R ep ú b l i ca l e foe e ntre � ada a l T , q u e e x i st 1'a e n la Lea n H erre ra , q u i e n v1v 1 a en l a u� E l I nge n i e ro Lea n H eman zana de la P laza de La So 1 e d a d . y d 1 948 a l a J u nta de rrera entregó el pod e r, e l 8 de eres F � rre r . G o b iern o enca beza da por _ D o n J s i g t ivos a l a revo l u Las ci udad es q ue br1 ndar o n .ma' s efec E l a poy o que ª rtag o ció n de F 1 g.uere s .f u er on San Jose Y C. isivo Y la gran may oprop orc 1ono la V1e1 a Me� ró p al i fue dec tod o e l pro ceso re-. r i. a d e su po b l a c i ó n Vi V I O i nten same n te . . c l u i r l a Rev o l u c i ó n se i n 1 vol ucio na rio . E s c i e rto q u e a l con . icam l e n Cos ta R ica e ciar on g ra n d es cam b i os. q u. e pusi eron .a d a verd es tam b i é n no del desa rro l l o eco n o m 1 co Y soc i a l , pero Ca rtag o q u eda en 1 . cia espe era man de que en to d as part es y .1 e n tos ,q ue en a lgun os caso s . ron hon das d .iv i s i o nes Y rese n t 1 m rec1· do a m b i e n te le aun no han sido su pera dos . E n este enra rtag i nés , el cua l para tocó segu i r ex 1 st 1 e n d o a l C l _b S o rt Ca h abe res en e l i n ce n ­ , col mo d e s u desve n t u ra p e r 1 0 t dos sus . d el Mer cad ,o M u n i c i . d i o qu e dest ruyó la m a n zana. d e 1 Este desa pare c 1 0 e n h o 1 o p a l , dond e esta ba s u se d e soc a 1 � l a c u a l l os h u ma nos . Só l o se caus to a la fa l ta de e nten d 1 m 1 n o . entre Efra i m R a m íre z , salvar on los trofeos g ra cias _a l a rroi o d e D o n J u n ta D i re ctiva Y d e varia s vece s Presi de nte Y m 1 em b ro de l a t u c i ó n por m u e h os D o n Art u ro Pere 1 r -a , emp 1 ea d o d la i nsti s d e l e n d i o que con su m i ó to­ a ñ o s , q u i e nes una n oche ante c i aco su bre p i c i a e te d a la m a nzan a , b u r lando e l cerco l �s pusi eron a buen entr aron a l C l u b , saca ron ¡ o s tro º s y A l o nso , que esreca u d o , en l as bode gas de 1 A l mace:On R i vera Y taba al fre nte .

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E l V o l cán ; razú Y l a i n u n d a c i ó n

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de 1 963

En

la Cap ital e l m es de ma rzo de 1 963 se .l levó a cabo en . de Ce n ntes i de d e Co sta R i ca u. na. . i m po rta nte re u n 1 on de Pres e de la · 1 iev re or troa méri ca. As1st 1 0 a e 1 1 a e l hom bre de may iden te Pres . en edy ento n ces é poca : e l Se ñ o r J o h n F 1tz gera.1 K ta R i . Cos de A mer1 ca . \ P r� side nte lr O S Esta dos U n idos de . de .l n .lS. . M su y c 1ch ca era e l Se ñ or F ra n cisco J cse' o r 1 ·ic h B o l mar



1 60

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tro de R e lacion es E x teriore s el L i c . D a n ie l O J u be r O u i rós. La sede de l a reu n ión fue e l Teatro N a c i o na l . E l j ueves 1 3 d e marz o por l a tarde l legó e l Presid e n te Ken nedy a l Teatro N ac i o n al y la entrad a a l co l iseo se abarro ­ tó de gente de todos los r i n cones del pa (s que q ue r ía n ve r y saluda r a l Pres idente de la nac i ó n más pode rosa d e l g l obo . E n ­ tre esa m u lt i tud estaba y o , cuand o se pn;:>d u j o u n fen ómeno que comen zó a leva n ta r un leve susu rro que se fue tra nsfor­ mando en un grave r u m o r : en med io de la so rp resa , del temor o de la ad m i ra c i ó n , estaba cayend o de l c i e l o u n f i n o po lvo gris, q u e la gente no sa b (a q u s era. A l f i n cayó sobre la m u l ­ t i t u d , como u n a loza, la sabid u r íü de l o s co nocedo res : e ra ceni za d e l Volc án l ra z ú . A l p r i n c i p i o s e genera ron ch i stes y comen ta r i os f o l c l ó r i ­ cos so bre e l aconte c i m iento y hasta s e h a b l ó d e l ho me naje q u e la natu ra leza le estaba hacien do al P residen te de los Es­ tados U n idos. E n esos p r i meros mome ntos l os costa rricens es y en espe c i a l los cartag i neses, estába mos lejos de pensar en la g raveda d del hecho qu e h a b (a i n i c iado u n i m po rta nte per íodo Je destru cció n , que h e ri r ía a l a prov i n c i a de Ca rtago en lo más hondo de su ent ra ñ a . A part i r d e ese m oment o u n a pert i na z l l u v i a de cen iza osc u reció los c i e l os y comen zó a c u b r i r los sue l o s , a part i r de l cráte r d e l Vu l cá n , en ondas concén tricas, q u e en las má s cer­ cana s acu m u laban arena y en las más l eja nas u n volát i l polvo fino que todo l o cu u r 1' a . Se asf i x i a ro n las p l a ntas, mu rieron lo i n ec os y desapa reciero n l os paia ros y m u chos l u ga res comen zaron a adq u i r i r con tornos de p a i saje l u na r E ;1 las c i u ­ . dades e l polvo f i n o s e acu m u laba e n l os desa g ü es, e n l o s te­ chos, en los c i e l os rasos de l as casas y penet raba por todas las rend ijas, dañan do mueb les, eq u i pos y maq u i na r ias. As í, en m u y poco t ie m po se a rru i naron la agr i cu l tu ra y la ga nade r la y mucha s i n d ustrias se para l izaro n , afecta n do d e maner a de­ term i n ante la econom ía de la c i u dad de Cartag o, si e m p re tan depen d ie nte de la sa l u d de sus t ierras a g r i' co l a s . Luego co me nzó e l i n v ierno y poco a p oco e mpezó a l e ­ vanta rse la amena za de u n a gran i n u ndac i ó n . Los expert os a n u nciaro n q u e la p rec i p i tac ión acu m u lada en las faldas de l Volcá n l razú movi l iz a r ían las masas de a re n a y cen iza h ac i a e l 161

cause del r ío Reventado y u n buen d ía l a ciudad de Cartago se ver ía sepultada por u n inme nso a l ud de lod o . Y el pronós­ tico se cu mplió. E l 9 de d iciembre de 1 963, a las d iez de la noche, se produjo una pavorosa i n u ndación que causó la pér­ d ida de vidas humanas, la destrucción de varios centenares de casas de habitación, la d estrucción de muchos cu ltivos y la evacuación de varios m i les de personas, que dejaro n atrás la ru ina y la m iseria sepultadas bajo muchas toneladas de lodo . E n esa época yo hab ía vuelto a l cargo de Presidente de la J unta D i rectiva del Cartagi nés y la noche del 9 de diciem bre de 1 963 estaba en sesión en el l oca l del Club y mi E sposa me esperaba en la casa Ele su Señora Madre . Como l lov ía mucho me recomendaron que suspendiera la reunión y me l levara a m i E sposa para San José, donde resid (a con m i fam i l ia , por­ que al l 1 el Instituto 1 ntera mericano de Ciencias Agr íco las, h a­ b ía trasladado m i sede de trabajo. As( lo h ice, pero no nos per­ mit ieron pasar de "Cinco Esquinas" porq ue por el r ío Reve n­ tado ya estaba bajando la cabeza de agua y lodo que sepulta­ r ía gran parte de Cartago y de sus a l rededores. Y no fue sino hasta el d (a siguiente que pudi mos trasladarnos a la Cap ita l , caminando por ca l les secu ndarias d e E l Teja r, e n compañ ía de Don Fernando Ma lavassi Sa nabria y su Esposa , q u ienes, como nosotros, quedaron encerrados en la V ieja Metrópo l i l a noche d e la i n u ndación . Esa fue u na noche d e temor y de zozobra . La l l uvia de cen iza, que duró de marzo a dicie mbre , que fue vista o c ó r icamen e uan 1 P . ident Kennedy l le­ gó al eatro N aciona l , y la posterior i n undación de Cartago, fueron traged ias de gra ndes proporciones para los cartagine­ ses. Ca usaron un empobrecimiento general y la mora l de los habitantes de la Vieja Metrópo l i cayó por los suelos. Alguna gente emigró y casi desapareció el ya ma ltratado esp íritu de l u ­ cha . Verdaderamente no m e expl ico como n o desapa­ reció el C l u b Sport Ca rtaginés, pues sólo muy pocas perso­ nas ten ían interés en la institución . Estos inconvenientes causados por la naturaleza vin ieron a au mentar las dificulta­ des motivadas por los hombres . La J u nta D i rectiva de 1 962 se h ab ía desi ntegrado antes de term inar su per (odo lega l y por mucho tiempo no pudo reunir el quorum necesa rio para 1 62

t ? m � r acu erd os y n ues t a J unt a D i rec tiva , nom bra da par a el � e¡e rc1c1_0 de 1 963 , se vio pre cisa da a asu m i r e l con tro l del C fu b antes de la fecha reg lam ent aria , par a i mp ed i r que tod _ blo . se lo l l��ara el dia Tod as est as i nco nve n ien cias gen era o ron u � a c � 1s1s de grave s pro porcio nes . A D 1 r;ct1 �a en e l _i nfo rme de labo res l resp ect o n uestra J unta pre d� 9c1 �s, sob re e l per íod o 1 963 - sen tad o a la Asa mb lea 1 964 , ent re otr as cosas . d ice lo s1gu 1ente :



' Este pert�odo se caracterizó por una grave situación eco­ , nom 1ca qu� limi_to_ totalmen te acción de la Jun ta Directiva Y que man dó de todos sus integrantes una verdadera con­ centrac10n de esfuerzos para impe dir que el Club fuera a la ban carro ta '� (23) .

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A pesa r de la graveda d de la situ ació n, e l Clu b muy _ �ac1o sa men te se fue recu pera ndo· eco nóm ica , soci al y depdes­ or­ t1 vame nte, hasta que en 1 965 nac ió el Bal let Azu l , _ que _ cam ­ bio to � o e l cua dro Y restab leció la mor a l de los cart ag ineses Y los h izo pen sa r, com o opo rtun ame nte lo apu ntó el L í e Ja­ se, Rafae l C? rder o Cro ceri , que no tod o esta ba perd ido . . , �onc lu 1 mos ento nces que e l 1 963 fue u n año duro y d 1 f 1 c1 I , en el que fue nec esar io rea l izar man tene r la _inst ituc ión a flote y pon erlau n g ran esfu erzo para no de ! prog reso . Y c mo grat a com pende n uev o en el cam i­ � saci ón por la labo r c � mpl 1da, cua ndo rend imo s el info rme a cios , e l 13 de ene ro d 1 964 , os soc la Asa m b lea de So­ oto rgar on un nom bram�ient o de Pres ios part icip antes me iden Clu b Spo rt Cartagi nés. Agrade c( muc ho te H ono ra rio del . bram ient o, que es una hon rosa y sing u lar el sorp resivo nom ­ m uch o orgu l l o gua rdo en el baú l de m d isti nció n que con is bue nos r� cue rdo s. Y e � e l año 1 965 vol v í a la Pres iden cia del Club y l uego _ on para me r�e l 1g1er el año 1 966 . Fuer on dos años muy pro­ d uct1 �os q ue depa raro n gran des satis facc ione s carta gi nesa que apen as ven (a sa l iend o de las a la afici ón vaca s flaca s de 1 963 . En lo econ ómico el Ca rtag inés alca nzó gran esta b i l i ·

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" I n forme d e l abores rea l i z adas por l a J u nta D i rectiva d e l C l u b Sport Carta· . pe r r. od g .i nes, o 1 963 -1 964 , present ado a l a Asam b l ea G e n eral de Socios " .

1 63

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rogresos muy positidad ; en lo organiz �tivo se . � 1 �� n�: zul que bri l l ó e n l as vos ; Y en l o d e po rt � su r án d on os d e or u l lo a to d os l os canchas de Costa ica , cartagi neses, que no rec1' b i,amos halagos de esta naturaleza _ desde hacía muchos anos. Con este antecedente, me parece i mportante citar las J u ntas D i rectivas, porq ue todos sus i nteg rantes participa­ ron en el trabajo rea l izado, que s1. b'en 1 no nos l levó al Cam­ . . . . 1 de la Pri_ mera D 1v1s10, n , la verdad es que peonato N aciana p rodujo hondas satisfacciones e h .izo sen (i r bien a m ucha gente. Las D i rectivas era n : ·

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Junta Directiva d e 1 965

Presidente Vicepresidente Tesorero Secreta rio de Actas Secreta rio de Correspondencia F i scal B i bl iotecario Pri mer Vocal Segu ndo Vocal Pri mer Suplente Segundo Suplente

R ogel i o Coto Monge , R odrigo B i a nchi n i G uzman Absalón Cornejo C. Gonzalo R o ldán Piedra Juan de D ios Monge C . G u i l lermo Arias Trejas Carlos María B on i l la Santiago Quesada V . José L u is Quesada C . José Fabio Monge Segu ra Anton io Feoli P.

Junta Directiva d e 1966

R ogelio Coto Monge Presidente Efra ím Ram írez Mé ndez Vicepresidente Absa lón Cornejo C. Tesorero G u i l lermo Arias Trejas F i scal Secreta rio Artu ro A lvarado Rees Prosecreta rio F rancisco V i l lavicencio B i b l iotecario v íctor Mntamoros Pri mer Vocal José Fabio Monge Seg u ra Segu ndo Vocal R od rigo F umero Pri mer Suplente Ramón Balsi nde Segundo Suplente José R odrigo Pérez Los progresos económ i cos siempre están ínti mamente l i 1 64

gad os co n l os p rog res os d epo sit ua ció n fin an cie ra es bu en rtiv os. Si hay u n bu en eq u i po la a. en los añ os 1 96 5 y 1 96 6, no E l b1J en eq u ipo q ue fun cio nó Lo s ing res os gen era do s só l o s a lejó d e las pe n u ria s de 1 96 3. po r el fút bo l de l Ca mp eo nat la Pri me ra D ivis ión en 1 96 3 l leg aro n a '1Z 6 3 .8 1 3 ,95 ; en o de a l can zar on la sum a de '1Z 1 09 .69 9,7 5; en 1 96 5 sub ier1 96 4 on a '1Z 1 34 .55 6,6 5 y en 1 96 6 se co e ra un a can tid ad mu y i mp ort nv i rti ero n én ¿ Á{;,;1 . ¿-ce¿. ¿ ' . __

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de Artes Gráficas del COV AO, en diciembre de

Este libro se tenninó de imprimir en los talleres

1987, su edición consta de 2.000 ejemplares, 232 páginas impresas en papel bond blanco 20 libras y la portada en cartulina tipo C.