Chile y Perú: historia de sus relaciones diplomáticas entre 1879 y 1929
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CHILE Y PERÚ
: HISTORIA DE SUS RELACIONES (...)
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ÍNDICE
PRESENTACIÓN
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I EL INICIO DE LA GUERRA DEL PACÍFICO
1. BOLIVIA VIOLA EL TRATADO DE 1874
2. CHILE DECLARA LA GUERRA A PERÚ
3. PRIMERAS REACCIONES DE LOS NEUTRALES
4. GESTIÓN ESPONTÁNEA DEL REPRESENTANTE NORTEAMERICANO EN LA PAZ
5. LAS CONFERENCIAS DE ARICA
6. OCUPACIÓN DE LIMA E INSTALACIÓN DEL GOBIERNO PROVISORIO DE GARCÍA CALDERÓN
7. BOTÍN DE GUERRA. LIBROS PERUANOS A CHILE
8. EL DEPARTAMENTO DE ESTADO Y EL PRESIDENTE GARCÍA CALDERÓN
9. EL CRÉDITO INDUSTRIAL Y LA COMPAÑÍA PERUANA
10. ESTADOS UNIDOS DESIGNA NUEVOS AGENTES EN LIMA Y SANTIAGO
11. HURLBUT EN ACCIÓN. ENFERMEDAD Y MUERTE DE KILPATRICK
CAPÍTULO II ELTRATADO DE ANCÓN
1. LA MISIÓN TRESCOT Y EL PROTOCOLO DE VIÑA DEL MAR
2. NUEVAS GESTIONES DE ESTADOS UNIDOS. LOS MINISTROS PARTRIDGE Y LOGAN
3. SURGE LA PAZ
4. PRIMERAS REUNIONES DIPLOMÁTICAS
5. LA FIRMA DEL TRATADO DE PAZ Y AMISTAD
6. REPARACIONES A CHILENOS CON MOTIVO DE LA GUERRA DEL PACÍFICO
7. CREACIÓN DE LOS TRIBUNALES ARBITRALES O COMISIONES INTERNACIONALES
8. LUIS ALDUNATE ES DESIGNADO PARA ATENDER LAS RECLAMACIONES DE CIUDADANOS EXTRANJEROS EN CONTRA DEL GOBIERNO CHILENO
9. ORGANIZACIÓN DE LOS TRIBUNALES ARBITRALES
10. REACCIONES FRENTE AL REGLAMENTO DEL TRIBUNAL ANGLO-CHILENO
11. REGLAMENTO DEL TRIBUNAL ÍTALO-CHILENO
12. NÚMERO Y SIGNIFICACIÓN DE LAS RECLAMACIONES QUE CONOCIERON LAS COMISIONES MIXTAS
13. LAS SENTENCIAS DURANTE LA PRESIDENCIA DE LOPES NETTO.
14. LAS SENTENCIAS DURANTE LA PRESIDENCIA DE RODRIGUES PEREIRA
15. EL TÉRMINO DE LAS COMISIONES MIXTAS INTERNACIONALES.
CAPÍTULO III LA DEUDA EXTERNA PERUANA
1. INSURGENCIA DE CÁCERES Y EL FIN DE IGLESIAS
2. DEMARCACIÓN DEL DEPARTAMENTO DE TACNA
3. TACNA Y ARICA
4. REPATRIACIÓN DE LOS RESTOS DE GRAU
5. PRIMERA PIEDRA DEL MONUMENTO AL LIBERTADOR SAN MARTÍN, EN LIMA
6. REVOLUCIÓN EN CHILE
7. LA DEUDA ANGLO-PERUANA
8. MISIÓN DE AUGUSTO MATTE EN LIMA
9. RECLAMACIONES PECUNIARIAS FRANCESAS
CAPÍTULO IV PRIMERAS NEGOCIACIONES SOBRE TACNA Y ARICA.
1. TACNA Y ARICA. NEGOCIACIONES VIAL SOLAR-JIMÉNEZ
2. NEGOCIACIONES LIRA-CANDAMO
3. NEGOCIACIONES CON EL DR. MELITÓN PORRAS
4. NEGOCIACIONES LIRA-ORTÍZ DE ZEVALLOS
6. VICENTE SANTA CRUZ, MINISTRO DE CHILE EN PERÚ
7. EL VICE-PRESIDENTE DE PERÚ EN CHILE
8. EL PROTOCOLO BILLINGHURST-LATORRE
9. EVENTUAL POSICIÓN DEL ÁRBITRO
10. LA ENTREVISTA DEL ESTRECHO
CAPÍTULO V PERÚ ROMPE SUS RELACIONES DIPLOMÁTICAS CON CHILE
1. LA POLONIZACIÓN DE BOLIVIA.
2. ÁNGEL CUSTODIO VICUÑA ES DESIGNADO MINISTRO DE CHILE EN PERÚ
3. INTRIGAS EN CONTRA DE VICUÑA
4. LA POLICÍA ESPÍA AL MINISTRO CHILENO
5. CONVERSACIONES CON EL PRESIDENTE EDUARDO LÓPEZ DE ROMAÑA
6. CONDUCTA DEL PRIMER SECRETARIO CARLOS LUIS HÜBNER
7. RIVA-AGÜERO RECIBE UN VOTO DE DESCONFIANZA EN EL SENADO
8. EL EPÍLOGO DE LA MISIÓN VICUÑA
9. EL RESQUIESCAT IN PACE DEL PROTOCOLO BILLINGHURSTLATORRE
10. LA MISIÓN CHACALTANA. PERÚ CORTA SUS RELACIONES DIPLOMÁTICAS CON CHILE
11. RENUNCIA DE VICUÑA
12. LAS CIRCULARES DE LOS MINISTROS RAFAEL ERRÁZURIZ URMENETA Y FELIPE DE OSMA Y PARDO
13. LA CONFERENCIA INTERNACIONAL AMERICANA DE MÉXICO
CAPÍTULO VI PERÚ RESTABLECE SU LEGACIÓN EN CHILE
1. CHILE Y PERÚ EN EL CAMBIO DE SIGLO
2. LA MISIÓN DIPLOMÁTICA CHILENA EN LIMA
3. EL MENSAJE PRESIDENCIAL PERUANO ALUDE EXPLÍCITAMENTE A LA CUESTIÓN DE TACNA Y ARICA
4. EL TRATADO DE PAZ Y AMISTAD DE 1904
5. PERÚ RESTABLECE SU LEGACIÓN EN CHILE
6. MEMORÁNDUM DE LAS CONVERSACIONES HUNEEUSÁLVAREZ CALDERÓN
7. MEMORÁNDUM DE LAS CONVERSACIONES OFICIOSAS ENTRE MARCIAL MARTÍNEZ Y MANUEL ÁLVAREZ CALDERÓN
8. LA MISIÓN DE J. RAFAEL BALMACEDA
9. GUILLERMO A. SEOANE ES DESIGNADO MINISTRO EN CHILE
10. CHILE INFORMA A LOS GOBIERNOS EXTRANJEROS ACERCA DE SU VOLUNTAD DE CUMPLIR EL TRATADO DE PAZ Y AMISTAD DE 1883
11. JOSÉ MIGUEL ECHENIQUE ASUME COMO MINISTRO CHILENO EN LIMA
12. EL ASUNTO “DE LA CORONA”
13. EL ASUNTO DEL “ESCUDO” Y EL INCIDENTE DE LA BANDERA
CAPÍTULO VII PERÚ ROMPE NUEVAMENTE SUS RELACIONES DIPLOMÁTICAS CON CHILE
1. ARMAMENTISMO PERUANO
2. JOSÉ FRANCISCO VERGARA DONOSO EN LIMA
3. EL RETIRO DE ENRIQUE CASTRO OYANGUREN, ENCARGADO DE NEGOCIOS DE PERÚ EN SANTIAGO
4. LA GESTIÓN DE PAULINO ALFONSO.
5. LA CUESTIÓN ECLESIÁSTICA
6. PROPOSICIONES RELATIVAS AL ARTÍCULO III. PERÚ ROMPE RELACIONES CON CHILE
7. GESTIONES DE RÍO BRANCO.
8. DISCURSO DE LEGUÍA
9. LA NEGOCIACIÓN HUNEEUS-VALERA
10. CONVERSACIONES VILLEGAS-ELÉSPURU
11. GESTIONES CHILENAS EN RÍO DE JANEIRO
12. PERÚ ROMPE RELACIONES CONSULARES CON CHILE
13. MISIÓN DE PUGA BORNE EN LIMA
14. LA MOVILIZACIÓN MILITAR DE 1920
15. CHILE Y PERÚ EN LA SOCIEDAD DE LAS NACIONES
CAPÍTULO VIII LA OFENSIVA DIPLOMÁTICA Y SU DESENLACE
1. LA MONEDA DA COMIENZO A UNA NUEVA POLÍTICA INTERNACIONAL
2. LA OFENSIVA DIPLOMÁTICA.
3. LAS CONFERENCIAS DE WASHINGTON
4. DISCUSIÓN Y APROBACIÓN EN EL CONGRESO DEL PROTOCOLO Y DEL ACTA COMPLEMENTARIA.
5. EL LAUDO ARBITRAL.
6. EL PLEBISCITO
7. PERSHING Y LA MOCIÓN DE “REQUISITOS PREVIOS”
8. LA IMPRACTICABILIDAD DEL PLEBISCITO
9. LOS BUENOS OFICIOS
10. LA COMISIÓN ESPECIAL DE LÍMITES.
CAPÍTULO IX EPÍLOGO DE LA GUERRA DEL PACÍFICO
1. CONRADO RÍOS GALLARDO ES DESIGNADO MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES
2. UNA NUEVA POLÍTICA
3. INSTRUCCIONES AL INTENDENTE DE TACNA
4. LA COMISIÓN ESPECIAL DE LÍMITES
5.EL MINISTRO VISITA TACNA Y ARICA.
6. MENSAJE DEL PRESIDENTE LEGUÍA EN LA APERTURA DEL CONGRESO PERUANO Y RENUNCIA DE CRUCHAGA.
7. LA SEXTA CONFERENCIA INTERNACIONAL PANAMERICANA
8. MEDIDAS ADMINISTRATIVAS CHILENAS
9. OTRA FASE DE LA NUEVA POLÍTICA
10. REACCIÓN INTERNACIONAL POR EL RESTABLECIMIENTO DE RELACIONES DIPLOMÁTICAS ENTRE CHILE Y PERÚ
11. LAS NEGOCIACIONES DIRECTAS
12. UN PUERTO PARA TACNA
13. LOS PACTOS DE LIMA.
14. ENTREGA A PERÚ DE TACNA Y DE LOS SEIS MILLONES DE DÓLARES
CONCLUSIÓN
FUENTES INÉDITAS
BIBLIOGRAFÍA
OTRAS FUENTES

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Juan José Fernández Valdés

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CHILE Y PERÚ. HISTORIA DE SUS RELACIONES DIPLOMÁTICAS ENTRE 1879 Y 1929

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Juan José Fernández Valdés Miembro de Número de la Academia Chilena de la Historia

Chile y Perú. Historia de sus Relaciones Diplomáticas entre 1879 y 1929

/D|C|\ ASOCIACIÓN DE FUNCIONARIOS DIPLOMÁTICOS DE CARRERA DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES

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Fernández Valdés, Juan José Chile y Perú. Historia de sus Relaciones Diplomáticas entre 1879 y 1929 / Juan José Fernández Valdés. -- Santiago : RIL editores. ADICA, 2004. 620 p. ; 24 cm. ISBN: 956-284-409-9 1

CHILE- RELACIONES

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EXTERIORES- PERÚ.

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© Copyright 2004, b y Juan José Fernández Valdés Inscripción: 98.539 Departamento de Derechos Intelectuales de Chile ISBN 956-284-409-9

RIL® editores Alférez Real 1464 750-0960, Providencia Santiago de Chile Tel. (56-2) 2238100 - Fax 2254269 [email protected] / www.rileditores.com

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Índice

Presentación ................................................................................................................... 11 Introducción .................................................................................................................. 15 CAPÍTULO I. EL INICIO DE LA GUERRA DEL PACÍFICO 1. Bolivia viola el Tratado de 1874 ............................................................................... 17 2. Chile declara la guerra a Perú ................................................................................. 25 3. Primeras reacciones de los neutrales ....................................................................... 30 4. Gestión espontánea del representante norteamericano en La Paz ......................... 33 5. Las conferencias de Arica ......................................................................................... 35 6. Ocupación de Lima e instalación del gobierno provisorio de García Calderón .... 45 7. Botín de guerra. Libros peruanos a Chile ................................................................ 50 8. El Departamento de Estado y el Presidente García Calderón ............................... 51 9. El Crédito Industrial y la Compañía Peruana ........................................................ 54 10. Estados Unidos designa nuevos agentes en Lima y Santiago .............................. 59 11. Hurlbut en acción. Enfermedad y muerte de Kilpatrick ...................................... 64

CAPÍTULO II. ELTRATADO DE ANCÓN 1. La misión Trescot y el Protocolo de Viña del Mar ................................................ 77 2. Nuevas gestiones de Estados Unidos. Los ministros Partridge y Logan .............. 90 3. Surge la paz ............................................................................................................. 101 4. Primeras reuniones diplomáticas ........................................................................... 105 5. La firma del Tratado de Paz y Amistad ................................................................ 113 6. Reparaciones a chilenos con motivo de la guerra del Pacífico ........................... 127 7. Creación de los tribunales arbitrales o comisiones internacionales196 .............. 129 8. Luis Aldunate es designado para atender las reclamaciones de ciudadanos extranjeros en contra del gobierno chileno ......................................................... 129 9. Organización de los tribunales arbitrales ............................................................. 132 10. Reacciones frente al reglamento del tribunal anglo-chileno .............................. 134 11. Reglamento del tribunal ítalo-chileno ................................................................. 135 12. Número y significación de las reclamaciones que conocieron las comisiones mixtas ..................................................................................................................... 136 13. Las sentencias durante la presidencia de Lopes Netto ........................................ 136 14. Las sentencias durante la presidencia de Rodrigues Pereira .............................. 139 15. El término de las comisiones mixtas internacionales. ........................................ 142 ·7·

CAPÍTULO III. LA DEUDA EXTERNA PERUANA 1. Insurgencia de Cáceres y el fin de Iglesias ........................................................... 145 2. Demarcación del departamento de Tacna ............................................................. 147 3. Tacna y Arica .......................................................................................................... 150 4. Repatriación de los restos de Grau ........................................................................ 151 5. Primera piedra del monumento al Libertador San Martín, en Lima .................. 152 6. Revolución en Chile ............................................................................................... 152 7. La deuda anglo-peruana .......................................................................................... 154 8. Misión de Augusto Matte en Lima ........................................................................ 163 9. Reclamaciones pecuniarias francesas ..................................................................... 168

CAPÍTULO IV. PRIMERAS NEGOCIACIONES SOBRE TACNA Y ARICA 1. Tacna y Arica. Negociaciones Vial Solar-Jiménez ................................................ 177 2. Negociaciones Lira-Candamo ................................................................................ 186 3. Negociaciones con el Dr. Melitón Porras .............................................................. 193 4. Negociaciones Lira-Ortíz de Zevallos ................................................................... 195 6. Vicente Santa Cruz, Ministro de Chile en Perú .................................................... 201 7. El vice-Presidente de Perú en Chile ....................................................................... 207 8. El Protocolo Billinghurst-Latorre ..........................................................................209 9. Eventual posición del Árbitro ................................................................................ 216 10. La entrevista del Estrecho ..................................................................................... 216

CAPÍTULO V. PERÚ ROMPE SUS RELACIONES DIPLOMÁTICAS CON CHILE 1. La polonización de Bolivia. .................................................................................... 219 2. Ángel Custodio Vicuña es designado ministro de Chile en Perú ....................... 224 3. Intrigas en contra de Vicuña .................................................................................. 231 4. La policía espía al ministro chileno ...................................................................... 232 5. Conversaciones con el Presidente Eduardo López de Romaña ........................... 233 6. Conducta del Primer Secretario Carlos Luis Hübner .......................................... 236 7. Riva-Agüero recibe un voto de desconfianza en el Senado ................................. 237 8. El epílogo de la misión Vicuña .............................................................................. 239 9. El resquiescat in pace del Protocolo Billinghurst-Latorre .................................. 243 10. La misión Chacaltana. Perú corta sus relaciones diplomáticas con Chile ........ 247 11. Renuncia de Vicuña ............................................................................................... 253 12. Las circulares de los Ministros Rafael Errázuriz Urmeneta y Felipe de Osma y Pardo ....................................................................................................................... 256 13. La Conferencia Internacional Americana de México ........................................ 263

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CAPÍTULO VI. PERÚ RESTABLECE SU LEGACIÓN EN CHILE 1. Chile y Perú en el cambio de siglo ........................................................................ 269 2. La misión diplomática chilena en Lima ................................................................ 276 3. El Mensaje presidencial peruano alude explícitamente a la cuestión de Tacna y Arica ......................................................................................................... 277 4. El Tratado de Paz y Amistad de 1904 ................................................................... 277 5. Perú restablece su Legación en Chile .................................................................... 283 6. Memorándum de las conversaciones Huneeus-Álvarez Calderón ...................... 285 7. Memorándum de las conversaciones oficiosas entre Marcial Martínez y Manuel Álvarez Calderón .................................................................................................. 289 8. La misión de J. Rafael Balmaceda ......................................................................... 290 9. Guillermo A. Seoane es designado ministro en Chile ......................................... 293 10. Chile informa a los gobiernos extranjeros acerca de su voluntad de cumplir el Tratado de Paz y Amistad de 1883 ....................................................................... 298 11. José Miguel Echenique asume como ministro chileno en Lima ........................ 303 12. El asunto “de la corona” ....................................................................................... 308 13. El asunto del “escudo” y el incidente de la bandera .......................................... 313

CAPÍTULO VII. PERÚ ROMPE NUEVAMENTE SUS RELACIONES DIPLOMÁTICAS CON CHILE 1. Armamentismo peruano ......................................................................................... 315 2. José Francisco Vergara Donoso en Lima ............................................................... 316 3. El retiro de Enrique Castro Oyanguren, encargado de negocios de Perú en Santiago .................................................................................................................. 317 4. La gestión de Paulino Alfonso. .............................................................................. 319 5. La cuestión eclesiástica ........................................................................................... 321 6. Proposiciones relativas al artículo iii. Perú rompe relaciones con Chile ........... 325 7. Gestiones de Río Branco. ........................................................................................ 332 8. Discurso de Leguía ................................................................................................. 334 9. La negociación Huneeus-Valera ............................................................................. 335 10. Conversaciones Villegas-Eléspuru ....................................................................... 340 11. Gestiones chilenas en Río de Janeiro ................................................................... 341 12. Perú rompe relaciones consulares con Chile ...................................................... 342 13. Misión de Puga Borne en Lima ............................................................................ 346 14. La movilización militar de 1920 .......................................................................... 348 15. Chile y Perú en la Sociedad de las Naciones ...................................................... 352

CAPÍTULO VIII. LA OFENSIVA DIPLOMÁTICA Y SU DESENLACE 1. La Moneda da comienzo a una nueva política internacional ............................... 355

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2. La ofensiva diplomática. ......................................................................................... 363 3. Las conferencias de Washington ............................................................................ 373 4. Discusión y Aprobación en el Congreso del Protocolo y del Acta Complementaria. ................................................................................................... 393 5. El Laudo arbitral ..................................................................................................... 412 6. El plebiscito ............................................................................................................. 427 7. Pershing y la moción de “requisitos previos” ....................................................... 431 8. La impracticabilidad del plebiscito ....................................................................... 483 9. Los buenos oficios ................................................................................................... 492 10. La comisión especial de límites. .......................................................................... 516

CAPÍTULO IX. EPÍLOGO DE LA GUERRA DEL PACÍFICO 1. Conrado Ríos Gallardo es designado ministro de relaciones exteriores ............ 519 2. Una nueva política ................................................................................................. 521 3. Instrucciones al intendente de Tacna ..................................................................... 522 4. La comisión especial de límites ............................................................................. 525 5. El Ministro visita Tacna y Arica. ........................................................................... 528 6. Mensaje del Presidente Leguía en la apertura del Congreso peruano y renuncia de Cruchaga. .......................................................................................................... 529 7. La sexta conferencia internacional panamericana ................................................. 534 8. Medidas administrativas chilenas ..........................................................................538 9. Otra fase de la nueva política ................................................................................540 10. Reacción internacional por el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Chile y Perú ..................................................................................................549 11. Las negociaciones directas .................................................................................... 551 12. Un puerto para Tacna ............................................................................................564 13. Los Pactos de Lima. .............................................................................................. 601 14. Entrega a Perú de Tacna y de los seis millones de dólares ................................ 616 CONCLUSIÓN .................................................................................................................. 617

Fuentes Inéditas ........................................................................................................... 621 Bibliografía .................................................................................................................. 621 Otras Fuentes ............................................................................................................... 626

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Presentación

La Asociación de Funcionarios Diplomáticos de Carrera del Ministerio de Relaciones Exteriores (ADICA) se puso como objetivo continuar este año con el desarrollo del Fondo de Publicaciones Diplomáticas que se instituyó en el año 2003. Esta vez se presenta, junto con otros seis títulos, la obra Chile-Perú Historia de sus relaciones diplomáticas entre 1879 y 1929, del Embajador Juan José Fernández Valdés. Esta obra que hoy nos entrega el autor es el complemento de un estudio similar que comprende los años 1819 a 1879, lo que se constituye en un aporte fundamental para el estudio y conocimiento de nuestras relaciones bilaterales, y también para la bibliografía diplomática contemporánea de Chile, más aun cuando procede de un destacado ex Embajador en Lima que conoce ampliamente el tema. Vayan nuestros agradecimientos al Embajador Juan José Fernández Valdés e instituciones como InterService S.A. y Banco Edwards por apoyar el desarrollo del Fondo de Publicaciones Diplomáticas de ADICA. Con todo, la Asociación de Funcionarios Diplomáticos de Carrera del Ministerio de Relaciones Exteriores (ADICA) desea dejar expresa constancia de que las opiniones y comentarios vertidos por cada uno de los autores o prologuistas, en las obras señaladas precedentemente, en modo alguno representan o comprometen la opinión del Ministerio de Relaciones Exteriores ni de ADICA. Sin perjuicio de ello, se debe señalar que el Fondo de Publicaciones Diplomáticas de ADICA busca recoger las más diversas opiniones de autores vinculados con la diplomacia o de reconocida trayectoria en el mundo de las relaciones internacionales, cuyos trabajos en distintas áreas del quehacer literario constituyan un aporte a la sociedad en su conjunto.

El Directorio Santiago, diciembre de 2004

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En recuerdo de mi madre y mi hija Paula, con amor y nostalgia.

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INTRODUCCIÓN

En 1997 publiqué un libro sobre las relaciones diplomáticas entre Chile y Perú, desde la independencia de España hasta el 5 de abril de 1879, fecha en que se inició la Guerra del Pacífico. Por sugerencia de un apreciado amigo, he acometido la tarea de continuar este estudio hasta 1929, año en que se resolvió el último contencioso pendiente de dicho conflicto, que no logró solucionarse por los mecanismos establecidos en el Tratado de Paz y Amistad de 1883. Me refiero a la nacionalidad definitiva de Tacna y Arica. Felizmente, el 3 de junio de 1929, se acordó, por medio de un Tratado y un Protocolo Adicional, el destino definitivo de estos territorios: el primero para Perú y el segundo para Chile. Aunque este tema haya sido abordado en nuestro país en diversas obras, tal vez ésta sea la primera que se enfoque en su integridad, desde un punto de vista político y diplomático. Me alienta, pues, la esperanza de que su lectura pueda resultar de algún provecho para el público en general, así como para las personas que participan en la elaboración y aplicación de nuestro accionar externo. Deseo agradecer a quienes me han ayudado en esta labor. Si bien no puedo recordarlos a todos, señalaré muy especialmente a José Miguel Barros, quien se dio el trabajo de revisar minuciosamente el borrador de este libro y proporcionarme valiosos consejos, así como prestarme una colección importante de textos chilenos y extranjeros, que me fueron muy útiles. Asimismo, a los funcionarios del Archivo General Histórico de nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores, en especial a Karen Schmutzer, y de la Dirección Nacional de Fronteras del Estado. E, igualmente, a los funcionarios del servicio exterior –entre ellos Daniel Carvallo y Juan Pablo Crisóstomo – quienes me enviaron documentación extranjera relativa al período que corresponde a este libro. A todos ellos mi reconocimiento.

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CAPÍTULO I

EL INICIO DE LA GUERRA DEL PACÍFICO

· 1. BOLIVIA VIOLA EL TRATADO DE 1874 · 2. CHILE DECLARA LA GUERRA A PERÚ Y BOLIVIA · · 3. PRIMERAS REACCIONES DE LOS NEUTRALES · · 4. GESTIÓN ESPONTÁNEA DEL MINISTRO NORTEAMERICANO EN LA PAZ · · 5. LAS CONFERENCIAS DE ARICA · · 6. LA OCUPACIÓN DE LIMA Y LA INSTALACIÓN DEL GOBIERNO PROVISORIO DE GARCÍA CALDERÓN · · 7. BOTÍN DE GUERRA. LIBROS PERUANOS A CHILE · · 8. EL DEPARTAMENTO DE ESTADO Y EL PRESIDENTE GARCÍA CALDERÓN · · 9. EL CRÉDITO INDUSTRIAL Y LA COMPAÑÍA PERUANA · · 10. ESTADOS UNIDOS DESIGNA NUEVOS AGENTES EN LIMA Y SANTIAGO · · 11. HULBURT EN ACCIÓN. ENFERMEDAD Y MUERTE DE KILPATRICK ·

1. BOLIVIA VIOLA EL TRATADO DE 1874 Las primeras Constituciones señalaron que el territorio nacional se extendía desde el desierto de Atacama hasta el Cabo de Hornos. Diferentes estudiosos han sostenido que incluiría todo el despoblado1. Por su parte, el internacionalista y diplomático peruano Víctor Maúrtua, en su alegato por cuestiones limítrofes con Bolivia, expresó que la Audiencia de Lima limitaba con el reino de Chile, o sea, el deslinde se encontraba en el paralelo 21º, en la desembocadura del río Loa2. Empero, historiadores bolivianos afirman que la de Charcas, antecesora de su patria, poseía costas en el Océano Pacífico, a partir de dicho río y hasta el límite con Chile, en el paralelo 26º3. Entre otros antecedentes, se apoyan en un mapa de la provincia de Potosí, dibujado por Hilario Malaver, en 1787, que demostraba que la Capitanía General de Chile limitaba con la Audiencia de Charcas en el río Salado, cerca del

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Jaime Eyzaguirre: “Breve historia de las fronteras de Chile”. Editorial. Universitaria. 20 edición. Santiago. 1991. Víctor Maúrtua: “Juicios de límites entre el Perú y Bolivia”. Barcelona, 1906. Tomo 3º, págs. 145 y 146. Citado por Raúl Bazán Dávila en “El patrimonio territorial que recibimos del Reino de Chile”. Pág. 283. Santiago Benadava: “Historia de las fronteras de Chile”. Editorial Universitaria. Santiago. 1993. Pág. 17.

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JUAN JOSÉ FERNÁNDEZ VALDÉS

paralelo 26º15’, a corta distancia de Copiapó. Charcas accedería, pues, al Océano Pacífico4. En el diferendo limítrofe chileno-argentino que se sometió al arbitraje del Gobierno británico, en 1896, La Moneda consignó que la República de Bolivia –heredera de Charcas – llegaba hasta el mar Pacífico en el territorio de Atacama, “al norte de los límites de Chile”5. Se apoyó en la demarcación establecida en la reputada cartografía de Cano y Olmedilla, de 1775. Según esta, Charcas tuvo mar desde la época colonial6. Como consecuencia de la guerra con España, en que Santiago y La Paz fueron aliados, juntos con Perú y Ecuador, estas controvertidas apreciaciones se zanjaron finalmente por el pacto de 1866, que estableció la frontera en el paralelo 24º, y luego el de 1874 confirmó aquella, así como dio término al condominio económico que se estableció en el del ‘66. A cambio de esto, por un período de veinticinco años, Bolivia se comprometió a que “las personas, industrias y capitales chilenos” situados en la zona que Chile renunció al norte del paralelo 24º, no quedarían “sujetas a más contribuciones de cualquiera clase que sean, que a las que al presente existan”. Se acordó, también, el arbitraje, en el caso de que surgiesen cuestiones provenientes de la inteligencia y ejecución de aquel instrumento. La historiografía peruano-boliviana ha intentado demostrar que Chile era una nación sin destino económico. Por esta causa, habría buscado su expansión hacia Bolivia y Perú7, y ocupado tierras que nunca le pertenecieron. Pero, es oportuno indicar que esta no fue una política de Estado, sino que correspondió a la acción privada de sus hombres de empresa y de sus trabajadores. Los hechos tampoco coinciden con esta aseveración acerca de la pobreza chilena. Por el contrario, en 1832, fue descubierto el rico mineral de plata en Chañarcillo, cerca de Copiapó. Poco después, José Tomás Urmeneta explotó una valiosa veta de cobre en Tamaya, que le significó pasar a ser el primer productor de ese mineral a nivel mundial. Más al sur, Matías Cousiño desarrolló el carbón, que mutatis mutandi podría equipararse con lo que actualmente es el petróleo. Tampoco podemos olvidar la agricultura de la zona central. Pero, más importante aún, fue la estabilidad institucional que 4

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William Jefferson Dennis: “Documentary history of the Tacna-Arica dispute”. Kennikat Press. Washington. 1927. Pág. 30. “Exposición que por parte de Chile y en respuesta de la Exposición Argentina se somete al Tribunal que constituyó el Gobierno de S.M. británica en su carácter de Árbitro nombrado por el Acuerdo de 17 de abril de 1896”. París. 1902. El Mercurio, Santiago, 19-1-2004. Carta del Académico José Miguel Barros a dicho periódico. Sergio Villalobos E.: “Chile y Perú. La historia que nos une y nos separa 1535-1883”. Editorial Universitaria. Santiago. 2002. Pág. 86 y ss. Contradice al historiador boliviano, Valentín Abecia, que en “Historia de las relaciones diplomáticas de Bolivia”, sostiene que Chile se expandió hacia el norte a causa de la paralización de su desarrollo económico.

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EL INICIO DE LA GUERRA DEL PACÍFICO / CAPÍTULO I

reinó por varias décadas, a la par que la existencia de una elite que supo respetarla. Apoyados por estos factores, como ya señalamos, nuestros empresarios se establecieron en el despoblado de Atacama, a partir de 1830, prácticamente deshabitado y en apariencia sin valor. Descubrieron grandes riquezas que convirtieron pronto en una fuente de considerables recursos. Junto con nuestros obreros, pasaron a constituir allí la presencia humana más importante. La boliviana no pasaba de unos cuantos funcionarios. Atraídos por aquéllas –plata, guano y salitre – se crearon cuantiosas fortunas en Chile, así como se pagaron mejores salarios a los trabajadores, por lo general, mal remunerados en las haciendas de la zona central. La situación de la provincia peruana de Tarapacá era un tanto diferente. Recientes investigaciones señalan que previamente a la Guerra del Pacífico, pertenecía a sus nacionales un poco más de la mitad de las empresas salitreras y alrededor de un quinto a chilenos. Los británicos poseían cerca de un 13.5% y los alemanes un 8%8. En 1876, el Presidente de Bolivia, Tomás Frías, fue depuesto por una asonada militar, encabezada por su ministro de guerra, el general Hilarión Daza. Su compatriota, el historiador Alcides Arguedas ha descrito a este último como “de temperamento ardiente, glotón, sensual y libre de todo escrúpulo moral”9. Estableció arbitrariamente un impuesto de diez centavos por quintal de salitre exportado a la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta, que vulneraba lo preceptuado en el tratado de 1874. Ella estaba constituida por Agustín Edwards y Francisco Puelma, con 848 acciones cada uno, y el británico Guillermo Gibbs, con 804. Los socios se sintieron afectados por esta disposición y temieron que el gobierno chileno se inhibiera de tomar acción. “Como Chile tiene o pretende tener, terrenos salitreros propios –escribía Hicks, gerente general de la casa Gibbs a su matriz de Valparaíso – su oposición, me temo, será débil”10. ¿Qué actitud adoptaría La Moneda? Desde luego, Chile atravesaba por una situación económica difícil, mientras en el frente externo afrontaba importantes problemas limítrofes con Argentina. Es cierto que se había aprobado en Buenos Aires el pacto Fierro-Sarratea, mas su ratificación por el legislativo argentino estaba aún pendiente. Si los gobernantes del palacio de Toesca hubiesen recordado el tratado secreto peruano-boliviano de 1873, habrían comprendido que tendrían entonces dos adversarios en vez de uno, y acaso un tercero si el Plata hubiese suscrito aquel.

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Carmen Cariola y Osvaldo Sunkel: “Un siglo de historia económica de Chile. 1830-1930”. Editorial Universitaria. Santiago. 1990. Pág. 85. Francisco A. Encina: “Historia de Chile”. Editorial Nascimento. Santiago. 1950. Tomo XVI. Pág. 251. John Mayo: “La Compañía de Salitre de Antofagasta y la Guerra del Pacífico” . “Historia”. Instituto de Historia. Pontificia Universidad Católica. Santiago. 1979. Pág. 77.

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Un historiador chileno, de ideología marxista, ha estimado que la aplicación de dicho impuesto no fue causa suficiente para que después se iniciara un conflicto bélico, como queriendo indicar que fueron los intereses de estos capitalistas el verdadero origen del problema. Según él, más bien sirvió de pretexto, porque el gravamen era tan bajo que después de la Guerra del Pacífico el Estado chileno fijó un arancel aduanero dieciséis veces superior11. Empero, el investigador británico Harold Blakemore, estimó que los diez centavos habrían tornado antieconómica la operación de la compañía, frente a la competencia de los nitratos de Tarapacá12. Se puede pensar, entonces, que la intención del general Daza iba más allá que la de simplemente recaudar aquellos centavos. El barón d’Avril, ministro francés en Santiago, afirma que Perú indujo a Bolivia a destruir la competencia que le hacía el salitre chileno. Con este motivo convenció al general Daza de gravarlo13. Según el historiador chileno Sergio Villalobos, el canciller peruano Irigoyen fue uno de los que impulsó a Bolivia a crear este tributo, y para hacerlo tolerable recomendó que se fijara inicialmente en diez centavos. La idea era llegar a cincuenta, a través de aumentos graduales14. Gravada la empresa y embargados sus bienes, en febrero de 1878, Daza se manifestó muy complacido y escribió al prefecto de Antofagasta: “He fregado a los gringos y espero que Chile no intervendrá en este asunto empleando la fuerza; su conducta con Argentina revela de una manera inequívoca su debilidad e impotencia; pero si nos declaran la guerra, podemos contar con el apoyo del Perú, a quien exigiremos el cumplimiento del tratado secreto”15. El propósito que animaba al General “era preferir en la explotación de sus salitres del litoral a su hermana y aliada, la República del Perú, con el objeto de evitar la competencia [chilena] en la explotación”, según confidenció su Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia al ministro peruano, José Luis Quiñones16. 11

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Luis Vitale: “Interpretación marxista de la historia de Chile. Ascenso y declinación de la burguesía minera”. Vol. IV. Frankfurt 1975. Lo reproduce Enrique Amaro en “La política británica en la guerra del Pacífico”. Editorial Horizonte. Lima. 1988. Pág.191. Harold Blakemore: “From the Pacific to La Paz. The Antofagasta (Chili) and Bolivia Railway Company. 1888-1988”. Antofagasta Holding PLC. London. 1990. Pág. 16. “Informes inéditos de diplomáticos extranjeros durante la Guerra del Pacífico”. Editorial Andrés Bello. Santiago. 1980. Pág. 325. Trascribe nota del barón d’Avril, Ministro de Francia en Chile, al Ministro de Negocios Extranjeros de Francia. Sergio Villalobos R.: op. cit. Pág.130. Reproduce un párrafo de una carta de Rafael Vial, desde Lima, a Domingo Santa María. Roberto Querejazu: “Guano, Salitre, Sangre”. La Paz-Cochabamba. 1979. Bolivia. Pág. 31. Ibídem. Pág. 220. (Reproduce oficio N°11, La Paz, 5-2-1879, de José Luis Quiñones, Ministro de Perú en Bolivia, al Ministro de RR.EE. de Perú).

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Los acontecimientos posteriores demostraron que este militar cometió un grave error, pues fue Bolivia la que se “fregó”, pero también Perú. ¿A qué instrumento aludió Daza? Se refería al muy debatido tratado de alianza defensiva, suscrito en Lima por Perú y Bolivia, el 6 de febrero de 1873, con carácter secreto17. Al parecer, si bien sería de inspiración boliviana, el gobernante peruano Manuel Pardo le prestó sin demora favorable acogida18. Este pacto como informó aquel a Brasil perseguía reprimir únicamente la ambición territorial de Chile, que buscaba apoderarse de las riquezas de Antofagasta, Tarapacá e incluso Arica, llave del comercio alto-peruano19. La pretensión atribuida a Chile se fundaba, principalmente, en una expedición de exiliados bolivianos organizada en Valparaíso, en 1872. Ella contaría –según fuentes peruano-bolivianas– al menos con la tolerancia del Presidente Federico Errázuriz Zañartu, a fin de instalar en La Paz un gobierno favorable a Chile. El objeto era lograr un presunto trueque territorial: Antofagasta y Tarapacá para Chile, y desde Iquique hasta Arica para Bolivia20. Pardo observaba, también, con recelo la decisión de Errázuriz de ordenar la construcción de dos poderosos blindados en Inglaterra. Veía en ellos una amenaza y el modo de fortalecer aquellos intentos expansionistas. Detrás del tratado secreto existían los designios económicos del gobernante del Rímac, que recibió las finanzas públicas en bancarrota y que buscaba crear el estanco del salitre, tanto peruano como boliviano. En un principio, comulgó con ideas liberales en materia económica, pero paulatinamente se orientó hacia una política proteccion ista. Un juicio similar formuló su adversario, el político peruano Alberto Ulloa Cisneros, en sus Escritos históricos 21. Antes de la guerra, Perú tenía el monopolio mundial del guano y con Bolivia el del salitre. A partir de 1860, disminuyeron los depósitos del primero. Las autoridades peruanas entonces dirigieron su mirada al salitre, que empezaba a hacer una dura competencia al otro fertilizante. Empero, como ya anotamos, cerca del 41% del nitrato se hallaba en manos de grupos privados, principal17

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Algunos historiadores, principalmente peruanos, tuvieron la idea de que Chile conoció, desde el primer momento, la existencia del tratado secreto de alianza, de 1873, y que Godoy conocía hasta su articulado. Curiosamente, J.L. Quiñones, Ministro de Perú en Bolivia, envió sendos oficios a su Cancillería afirmando que él no lo conocía (12 y 28-2-1879). Ver Pascual Ahumada: “Guerra del Pacífico”. Editorial Andrés Bello. 1982. Tomo II. Págs. 8 y 9. Respecto de J. Godoy, ver Juan José Fernández Valdés: “Chile-Perú. Historia de sus relaciones diplomáticas entre 1819 y 1879”. Editorial Cal y Canto. Pág. 489. Juan José Fernández Valdés, op. cit. Págs. 410 y siguientes. Archivo Histórico de Itamaraty. Libro Nº212/2/14. Correspondencia enviada por la Legación Imperial en Perú. Oficio Nº2, Lima, 20-12-1873. Jorge Basadre: “Historia de la República del Perú”. Editorial Universitaria. Lima. 1983. Tomo VI. Pág. 3. Alberto Ulloa: “Escritos Históricos”. No tiene pie de imprenta. Se trata de una colección de artículos escritos en “La Prensa” de Lima, entre el 2 de enero y el 24 de abril de 1908.

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mente chilenos, británicos y alemanes, sin contar con el que Chile explotaba en Bolivia. Además, Valparaíso era el centro financiero de estos últimos productores. El pacto de 1873 sería, pues, el instrumento que defendería esta política. En los momentos en que se negociaba, el Canciller peruano, Manuel Irigoyen, instruyó a su agente en el Plata, Aníbal de la Torre, para que obtuviese que Buenos Aires se adhiriera a él. Al precio de que Tarija fuese boliviana, La Paz le concedería a Argentina “sus territorios del grado 24 al 27”, de tal modo que el Plata accediera al Océano Pacífico22. Sin embargo, la diplomacia del Rímac a pesar de sus gestiones iniciales no obtuvo la adhesión de la República Argentina. Los historiadores peruanos han sostenido que el Pacto de 1873 carecía de un carácter ofensivo. En cambio, Thomas A. Osborn, ministro norteamericano en Santiago, estimó que aunque no mencionaba a una tercera república, estuvo claramente “dirigido contra Chile” 23. Una percepción análoga se advierte en la correspondencia de los representantes de Alemania, Francia e Italia en Santiago24. El ministro francés en Lima, Charles de Vorges, informa que sus cláusulas resultarían sin sentido si no fuesen aplicables a la república del sur25. En 1873, Pardo resolvió crear el estanco del salitre y optó por una política expoliadora del capital privado extranjero26. De tal manera que el gobierno peruano pasaba a ser el único exportador de ese fertilizante. Conforme a estos lineamientos, solicitó a Bolivia que armonizara los suyos con Lima. El estanco fracasó, sin embargo. El mandatario optó, entonces, por elevar el impuesto sobre cada quintal de salitre que se exportaba, a fin de lograr el mismo resultado que perseguía con aquel. Tampoco tuvo éxito. En 1875, finalmente expropió a los capitalistas, a quienes pagaría con certificados que las autoridades peruanas rescatarían dentro de dos años y que devengarían un interés anual del 8%. Sin embargo, Perú no consiguió en el exterior el préstamo de 7.000.000 de libras esterlinas, que necesitaba para tal rescate. Entre los salitreros de Tarapacá el efecto fue pésimo27. 22

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MINREL. NEGOCIACIONES CHILE-PERÚ. 1922-23. Oficio, Buenos Aires, 24-4-1872, de Aníbal V. de la Torre, Ministro de Perú en Argentina, a Manuel Irigoyen, Ministro de RR.EE. de Perú. El original fue entregado a La Moneda por el Senador Gonzalo Bulnes, junto con varios más. NATIONAL ARCHIVES OF THE U.S.A. (en adelante N.A.U.S.A). 10-30. Oficio Nº98, Santiago, 10-5-1879, de Thomas A. Osborn, Ministro de EE.UU. en Chile, a William M. Evarts, Secretario de Estado. Ricardo Abós-Padilla: “El tratado secreto Perú-boliviano visto por diplomáticos de terceros países”. Texto mimeografiado. Concepción. 14-7-1988. A.H. de RR.EE. (en adelante MINREL). Informe sobre “La Guerra del Pacífico vista por un diplomático francés en Lima” por Enrique Bernstein. No se logró ubicar el oficio con que el autor envió este trabajo, pero el texto incompleto se conserva en la Academia Chilena de la Historia. Pascual Ahumada: op. cit. Tomo VI. Pág. 347. Reproduce oficio circular de José Manuel Balmaceda, Ministro de RR.EE de Chile, a los agentes diplomáticos chilenos en el exterior, Santiago, 24-12-1881. Harold Blakemore, “Gobierno chileno y salitre inglés 1886-1896: Balmaceda y North”. Editorial Andrés Bello. Santiago. 1978. Pág. 28.

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Un autor norteamericano, al examinar estos hechos, ha considerado que el impuesto boliviano violó incuestionablemente el pacto de 187428. El agente de Francia en Perú, ya citado, coincidió con esta afirmación. Agregó también que los representantes europeos en Lima demostraban preferencia por Chile, “país organizado, trabajador y que paga sus deudas”. Para el corresponsal de The Daily Telegraph, en Lima, este gravamen claramente vulneró el Tratado de 1874, “obra de la pobreza y avidez de los gobernantes de aquella República [Bolivia]”. “Le Temps” estima que, desde 1876, la política peruana ha empujado a La Paz en tal sentido29. De acuerdo con órdenes impartidas desde Santiago, el encargado de negocios chileno en La Paz, tan pronto conoció la decisión adoptada por Daza, reclamó oficialmente por nota y expresó que su gobierno se vería obligado a declarar nulo el convenio de 1874. Bolivia invocó el arbitraje. Chile lo aceptó, a condición de que antes se suspendiese la aplicación de la ley del 14 de febrero de 1878. En caso contrario, el diplomático regresaría a su patria. Al mismo tiempo, declararía, como consecuencia de la ruptura, que renacerían para Chile todos los derechos que legítimamente hacía valer con antelación al Tratado de 1866, sobre el territorio a que este se refería. Bolivia mantuvo su posición y no hubo arbitraje en la forma indicada, mientras La Moneda persistió en la suya. Ya hemos observado que el Presidente Aníbal Pinto asumió el mando en medio de una severa crisis económica. A fin de paliarla, olvidó los informes de Guillermo Blest Gana y del representante brasileño, e intentó vender los dos blindados al gobierno de Su Majestad británica. Uno de ellos se encontraba temporalmente en los astilleros de esa nación, y fue ofrecido al Reino Unido30. Inglaterra se desinteresó. Esta decisión puso al desnudo que los gobernantes del Mapocho no se preparaban para dar zarpazos a sus vecinos. La decisión del Presidente Daza promovió en Santiago protestas en los sectores populares, donde existía mucho resentimiento, en particular contra los peruanos, pues la emigración a esa república dejó malos recuerdos entre los chilenos que fueron a trabajar en los ferrocarriles. Es por eso que el ministro del interior Antonio Varas expresó a Pinto: “Ahora tenemos que ocupar toda Antofagasta o nos matan a ti y a mí”31. Por otra parte, Edwards y Puelma –socios mayoritarios de la empresa mencionada– presionaron al gobierno en defensa de sus intereses. También existían otros accionistas que se hallaban relacionados con el establishment político, tales como los ministros de Guerra y Marina, Manuel García de la 28

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Herbert Millington: “American diplomacy and the war of the Pacific”. New York. Columbia University Press. 1948. Pág. 29. P. Ahumada, op. cit. Tomo 1. Pág. 282. Sergio Villalobos, op. cit. Pág. 121 Mario Barros: “Historia diplomática de Chile”. Barcelona. Ediciones Ariel. 1970. Pág. 332.

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Huerta, y Hacienda, Julio Zegers; y los diputados Luis Pereira y Marcial Martínez, por ejemplo. El papel que jugó la firma inglesa Anthony Gibbs & Sons fue menor32, no obstante que se le ha atribuido un rol exagerado. Conforme las investigaciones del historiador Manuel Ravest en los archivos de esa compañía, los intereses privados no torcieron la voluntad del Presidente, pues este se negó “categóricamente” a impedir la subasta de los bienes de aquella empresa, como deseaban sus propietarios. Incluso les recomendó que pagasen el impuesto bajo protesta. El gobierno actuaría tan pronto se verificase el remate, “hecho jurídico que materializaría la infracción boliviana al Tratado de Límites de 1874”33. Por otra parte, la interpretación marxista ha olvidado que el naciente capitalismo chileno se hallaba dividido. De un lado, Edwards y Puelma, que presionaban en contra de Bolivia, y del otro, Melchor Concha y Toro, presidente de la Cámara de Diputados, y, Jerónimo Urmeneta, con importantes intereses en el altiplano, que aspiraban a mantener buenas relaciones con esa república. En consecuencia, el conflicto bélico que se desató entre Chile, por un lado, y Perú y Bolivia, por el otro, encuentra su causa inmediata cuando esta última incumplió el pacto de 1874. Sin embargo, no podemos olvidar que hubo causas mediatas. Acaso una de las más gravitantes fueron las riquezas que se escondían debajo de las arenas del desierto de Atacama, porque sin ellas no se habría vulnerado un tratado internacional. Tampoco se puede desconocer el histórico desacuerdo que existía en Perú en contra de Chile, y también de este último respecto del primero. Aunque nos parece opinable, el historiador John Mayo ha lucubrado que estas infracciones al pacto de 1874 perjudicaron a una empresa chilena asentada en suelo boliviano, pero proporcionaron a Chile un “pretexto” para intervenir, de la misma manera que otras empresas encabezaron la expansión europea en África y el Pacífico34. Una vez violado el Tratado, el Presidente ordenó que las fuerzas nacionales ocupasen y reivindicasen “los territorios que Chile poseía antes de ajustar con Bolivia los Tratados de Límites de 1866 y 1874”. El general Daza dispuso que, el 14 de febrero de 1879, se remataran o vendieran los bienes de la citada compañía. Esta decisión no se realizó porque las fuerzas chilenas ya habían tomado posesión de Antofagasta. El canciller, Alejandro Fierro, informó al cuerpo diplomático residente que roto el pacto de 1874, “renacen para Chile los derechos que legítima32

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Mariano Baptista Gumucio: “Chile-Bolivia. La agenda inconclusa”. LOM ediciones. Santiago. 1999. Págs. 160 y siguientes. Ver “Los empresarios, la política y los orígenes de la Guerra del Pacífico” por Luis Ortega. Manuel Ravest Mora: “La Compañía Salitrera y la ocupación de Antofagasta 1878-1879”. Editorial Andrés Bello. Santiago. 1983. Pág. 17. John Mayo, op. cit. Pág. 71.

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mente hacía valer antes del Tratado de 1866 sobre el territorio a que ese tratado se refiere [paralelos 23 a 25]” y “reivindicaba todos los derechos que poseía antes del pacto de 1866”35.

2. CHILE

DECLARA LA GUERRA A

PERÚ

El Presidente peruano –general Mariano Ignacio Prado– vio la lucha muy próxima. Su actitud frente a Chile fue cordial, durante el conflicto con España en 1865. Conocida era su amistad con Domingo Santa María. La situación económica la veía muy crítica y el Estado no estaba en condiciones de afrontar los gastos de una guerra. Ante las exigencias de Daza de poner en acción el instrumento de 1873, intentó resucitar la fracasada gestión de su antecesor Manuel Pardo para lograr que la Confederación Argentina adhiriese a él, de modo que la alianza adquiriese el peso de que carecía36. Las relaciones chileno-argentinas se advertían tensas por la discusión de la Patagonia. Era posible, pues, que el Plata se tentase. Chile tendría que enfrentar, entonces, tres adversarios en vez de dos, una opción que ha merodeado, más de alguna vez, en su panorama internacional. El canciller Manuel Irigoyen comunicó a su agente diplomático en Buenos Aires, Aníbal V. de la Torre, que Bolivia consideraba ofrecer a Argentina, bajo ciertas condiciones, el territorio que se extendía desde el grado 24 hasta su “verdadera” frontera con Chile, el grado 27. De tal forma, Buenos Aires accedería cómodamente al Océano Pacífico37. Su contraparte, el ministro Manuel Montes de Oca, prefirió continuar negociando con José Manuel Balmaceda. Por medios diplomáticos pudo consolidar su posición en la Patagonia38, sin correr el riesgo de una guerra para la cual la Confederación Argentina no parecía preparada. Es posible que, si hubiese aceptado este ofrecimiento, otras naciones se habrían involucrado en el conflicto. Por ejemplo, el Imperio de Brasil, que tenía desacuerdos limítrofes con su vecino del Plata y con Perú. De la Torre tampoco se entusiasmó con esas instrucciones, aunque las cumplió. A su juicio, la cesión territorial propuesta dejaría a Argentina tan poderosa que rompería el equilibrio continental. Perú necesitaría adquirir los

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Pascual Ahumada op. cit. Tomo I. Págs. 64 y siguientes. Pascual Ahumada op. cit. Tomo IV. Pág. 36. Reproduce nota, del 4-7-1879, de Manuel Irigoyen, Ministro de RR.EE de Perú, al Ministro de Perú en Argentina. MINREL A AGENTES EN WASHINGTON. Telegrama N°20, Santiago, 7-2-1924, Roberto Sánchez, Ministro de RR.EE. de Chile a Agentes en Washington. Se refiere a documentos oficiales peruanos que entregó a ese Ministerio el senador Gonzalo Bulnes. Alberto Ulloa Sotomayor: “Para la historia internacional y diplomática del Perú. Chile”. Editorial Atlántida. Lima. 1987. Pág. 76.

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