Bildung, la formacion
 9788499217053

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Rebekka Horlacher

Bildung la formación

Octaedro ~ Editorial

Bildung, la formación

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>), compilado de dos capítulos del Handbuch der Piidagogik («Manual de Pedagogía>>) que desde 1933 venían publicando

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8/LOUNG, LA FORMACIÓN

Herman Nohl y Ludwig Pallat. El primero de los cinco tomos de la obra estaba dedicado a la teoría y la historia de la Bildung, así como a la historia y el estado presente de las organizaciones educativas de Alemania. Nohl escribió la primera sección del primer tomo, sobre la teoría de la Bildung. La segunda sección, escrita por varios autores, empezaba con la descripción de las peculiaridades de los pueblos germánicos, antes de pasar a la Antigüedad; Nohl fue el autor de la última parte, titulada Padgogische Bewegung in Deutschland («El movimiento pedagógico en Alemania»). Esas dos partes se agruparon en orden inverso para formar el libro Die padagogische Bewegung

in Deutschland und ihre Theorie. El escrito produce la impresión de que la teoría de la Bildung puede derivarse lógicamente de su historia. Nohl describía la historia como una sucesión de acontecimientos que conducían a una meta. Esta meta era para él la revolución espiritual que se desarrollaría partiendo de la pedagogía y de la escuela. De ahí que le interesara la reforma del sistema educativo, pero no en su forma externa, sino en su «esencia» interior, que debía orientarse nuevamente hacia el principio de la Bildung. Este principio era lo más claramente visible, según Nohl, en el movimiento juvenil, que mostraba a la rutina científica establecida de las universidades, pero también a las diversas reformas escolares de los últimos decenios, que eran prisioneras de superficialidades y de la especialización. La nueva Bildung tenía que crecer y formarse desde abajo, abarcando al «pueblo como un todo», y despertar así a la sociedad entera a la «vida alemana». Este movimiento se unía en una «voluntad de cultura» que determinaba todas las actividades del «pueblo» entero. Al maestro le tocaba en este movimiento el papel de multiplicador: debía estar animado por este espíritu, orientar hacia él los contenidos de la enseñanza y despertar así en sus alumnos el espíritu que los convertiría en parte del movimiento hacia la totalidad del pueblo. No es casual que Nohl eligiera a Herder como «ancestro» de la pedagogía de las ciencias humanas. Nohl reconstruyó el periodo de 1770 a 1839 como la época del «movimiento alemán», en la que la peculiaridad alemana había encontrado su forma definitiva. Según Nohl, en dicha época la historia del espíritu alemán se había distanciado de la Ilustración, dominada por el occidente europeo, y había desarrollado algo propio, que el presente había de retomar. Lo que en el siglo XVIII se sentía como atraso respecto a las otras naciones europeas quedaba, por tanto, redefinido como desarrollo positivo y, como «VÍa particular» alemana, elevado a la categoría de rasgo cultural (cf. cap. 4). Ante este trasfondo, Nohl interpretaba el siglo XIX como un siglo de decadencia. Nohl veía allí el origen de la miseria moral, social e intelectual, que resultaba de la industrialización y del desarrollo correspondiente de las grandes ciudades, pero también del predominio de las ciencias naturales, que se habían decantado hacia la especialización, perdiendo así la referencia al «espíritu». De esa problemática surgieron en el siglo xrx cuatro movimientos: el movimiento obrero, la misión interior, el movimiento feminis-

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ta y el movimiento de política social, que en conjunto venían a formar el Movimiento Alemán, capaz de hacer surgir, con la ayuda de la pedagogía, al hombre nuevo. A Herder se le asignaba la función de