Arte De Cultivar El Olivo (1840)

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^^^3 DE CULTIVAR

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¿líA

AM

imiiii

Método

teórico y práctico

Al

W

y económicamente rural de dar

las la-

bores con la debida intelijencia , siguiendo en todo paso á paso la

marcha de

la naturaleza.

0. CeletJomo flojo pavo Diente.

*fc

IMPRENTA

de

CABRERIZO.

1840.

Es propiedad

de la casa de Cabrerizo.

S6 3t>7 Rfo

señores qce han examinado el

arte de cultivar el

olivo, y han sido de dictamen unánimemente que

se

IMPRIMA.

El Eaccmo.

y

Sr. D.

Juan Aharez Guerra, ex-ministro

actual director jeneral de Correos.

El Eoccmo. Sr. Duque de Rivas. El Sr. marques de Arco-hermoso. D. Claudio Boutelon

,

catedrático de Agricultura

y

Botánica.

D. Fernando , su hijo, director jeneral de Bosques,

Montes y jardines Reales. D. Pedro Ureta , hacendado propietario. D. Manuel Pateño canónigo del Sahador. D. Manuel López Cepero, canónigo de la Patriarcal. D Manuel María Calderón presidente de la Dipu,

%

,

tación Provincial

y

propietario.

D. José María Benjumea propietario. D. Pedro Nante , del comercio y propietario. ,

D. Felipe de Cepeda gran propietario de olivos. D. Juan Camarero , presbítero y propietario. D. Vicente Ferrer , abogado y propietario. ,

D. Manuel Mellado , boticario y propietario. D. Fernando Santos , catedrático de Botánica en la sociedad Médica.

PHOLOGO,

M

ucho tiempo ha que conociendo y convencido de la gran necesidad que habia en nuestra España de un buen tratado ó arte de cultivar el olivo, me dediqué á ratos perdidos á recojer

y

entresacar de cuantos autores jeopó-

manos, antiguos y modernos, estranjeros y nacionales, lo mas selecto y filosófico que han escrito acerca de los mejores métodos de beneficiar

nicos he podido haber á las

este precioso árbol, el primero

y

el

mas

útil entre todos,

como dice nuestro sabio Columela , con el fin de formar un cuerpo doctrinal en la materia, que pudiese servir de norma a los grandes y pequeños labradores, para que trasmitiéndola estos á los obreros rutineros, resultase en su ínteres personal, en beneficio

común y

A pesar del escrupuloso cuidado con

del estado.

que he procurado

reunir las observaciones y prácticas de los escritores jeopónicos , siempre he tenido por guía la marcha de la naturaleza, sin perder de vista la física vejetal; ta

y aquella únicas en sus fines

y mas

sencillas

tan compuestas

y siendo

és-

sencillas

en su marcha,

aun en sus medios, nunca

se nos presen-

y

complicadas

,

,

sino

cuando no

prendemos, ó cuando equivocamos nuestras

las

com-

ideas en sus

operaciones: asi, pues, el hombre de razón no se debe

VIII

dejar deslumhrar de promesas brillantes, te

por

van

los escritos

de

los autores

que con un rasgo

culti-

escarpadas, desaguan los pantanos, levantan

las rocas

con

los terrenos, fertilizan la arcilla

con

y principalmen-

la arcilla.

la

arena,

y

la

arena

¡Pero que diferencia hay entre el propieta-

Aquel, siempre lleno de dudas y de deudas, y cargado de impuestos, no tiene medios para desmon-

rio

y

el escritor!

tar

y

labrar

con

la

una yugada en un año; y aquel otro, repito, pluma en la mano desmonta y abre en menos de un

cuarto de hora leguas enteras de terreno, siendo su

una

varita

pluma

de virtudes, que produce encantos, maravillas y

metamorfosis. Los autores agrónomos veo que no han considerado bastante

la

situación precaria del labrador cuan-

do hablan de este modo.

La naturaleza, en

fin,

que

si

la examina y sijérmen fecundo de

bien se

gue en todas sus huellas, contiene el la felicidad agraria, es

pues

,

por decirlo

asi, el

verdadero

recreo del jénero humano. ¡Que perspectiva tan benéfica

y halagüeña nos presentada con intelijencia

en un pais

filosófica!

se vive

Y

si la

con felicidad

agricultura se ejerciese

señal mas

la ,

es

que

se

cierta

de que

vaya acrecen-

tando en su seno: imitémosla, separándonos de

las

rutinas

ignorantes, puesto que es el verdadero y sencillo principio de la naturaleza,

sóficamente.

En

y entonces

el siglo

llamará tratarla

se

de Fernando

filo-

é Isabel la Católica

y en el de su sucesor, echó bellos cimientos de ella nuestro sabio los

estremeño D. Gabriel Alonso de Herrera

desamparemos

nos dejó buenas

nuestra

;

:

no

pues sobre los del cultivo del olivo

y sólidas lecciones imitación y aprecio.

filosóficas

,

dignas de

IX

Por querer adelentar en

muchos con

han abrazado

agricultura

la

ansia las novedades antes de haber aprendido

á conocer bien los

métodos antiguos

creen unos haber

:

llegado al fin, por haber dado á conocer á los cultivadores algunas plantas

y

semillas de una especie nueva: otros

por haber propuesto instrumentos de nueva invención ú otro

método de labrar,

que ante todas cosas fectamente tar; los

lo

y

mas

A

mí me parece

al contrario,

comenzar por conocer per-

se deberia

naturaleza del terreno en que se ha de plan-

medios prácticos por

dustriosos

ción

la

etc.

ecónomos del

entusiasmo por

pais

la

los :

mas

laboriosos

y entonces

,

sin

y mas

in-

preocupa-

novedad, decidirse en favor de

útil.

Últimamente método para

seria

escitar la

de desear que se encontrase algún

emulación entre

Según mi modo de pensar, cil

de restablecer

el

mas limitado puede seguir

el estado

los labradores.

este seria el

feliz

el

obstáculo le detenga; mientras

de

la

medio mas

fá-

agricultura; pues

ejemplo, sin que ningún

que, cuando

se trata

de

nuevas invenciones, se presentan miles dificultades. Unos creerán que adoptándolas insultan

la memoria de sus anun todo su ejemplo, prácticas convendrán otros en que estos inventos pue-

tepasados, no siguiendo en

y

doctrinas:

den ser buenos para ciertos países, pero no del todo convenientes al suyo: otros, en fin, opondrán que todos los métodos tienen ventajas en ciertos puntos; pero que su superioridad al método usado es tan equívoca, que se les

puede mirar, poniendo tivan

,

el

menos, como inútiles. En vez de que prométodo con que los ecónomos laboriosos culal

cada uno podrá convencerse de su utilidad: porque

X á la verdad, los nuevos

muy buenos que

invenios, por

sean, tardan en producir sus buenos efectos, seguirlo se necesita absolutamente

que

y para con-

se conviertan

en

costumbre.

El convencer

ponen

al

al

labrador de las ventajas que se le pro-

hacer que se desprenda de

paciones',

y

el apartarle

las

rancias preocu-

de la rutina heredada de sus pa-

dres, es efecto del tiempo, del ejemplo

y de la persuasión. Uno de los medios de cortar muchos abusos seria que el gobierno y los labradores se prestasen mutuamente la mano para concurrir al bien ene ral, y fijar la verdadera j

fuente de

la felicidad

abundancia

y

pública

,

proporcionando

variedad de frutos de

la tierra,

la

mayor

para preser-

var á los pueblos de los estragos de la miseria. Entonces las luces dirijirian las

manos

laboriosas de los cultivadores,

y habría pocos paises que no bastasen

á

mantener sus ha-

bitantes.

Seria también de desear que á los párrocos,

ademas de

sus cursos de teolojía dogmática, se les agregasen dos años

de botánica y otros dos de agricultura; y á lo mismo se debería obligar á todos los que sigan otras carreras científicas

y

:

fieles el

de este modo aquellos, ademas de enseñar á sus dogma y la moral, siempre hermosa y persuasiva,

hablarían con preferencia á sus fieles de su agricultura, de sus campos, dándoles buenos y prácticos consejos; y en esto se interesarían los hombres de luces

sus labores

y de

letras, esponiéndoles

sencilla el

que

y de

la

te para

modo

esencia de

con

el

de una manera bastante clara y

de conducirse; amonestándoles ademas, la

piedad consiste en Henar exactamen-

prójimo

los

deberes de

la justicia;

y que

XI

el

que

fiel á la

pan con

el

probidad

come el único que puede pro-

y constante en su

sudor de su frente, es

meterse del Todopoderoso

la

el

trabajo

bendición y la pública esti-

mación. Resultando que un cultivador instruido

y

labo-

nunca conocerá año malo, y nada puede alterarle la tranquilidad que disfruta; y el holgazán, por el contrario, todo lo espera del cielo, y lo atribuye á su mala suerte

rioso

que ha sido mas constante y aplicado á su trabajo, y tomado los consejos y prácticas que le han suministrado los peritos intelijentes. el

haber cojido menos que

Lo que Columela

el

decia á los romanos repetiré yo tam-

bién á mis conciudadanos españoles: >>Unos piensan, les »decia, que el arte de cultivar no supone estudio prelimi-

»nar, y que todo lo sabe el labrador. Otros, por el contrario, convienen en la necesidad de aprender y reunir la ^práctica á la teórica, pero no se cuidan en estudiarla.

»La

tercera clase conoce la agricultura por los libros, ha-

»bla doctamente de ella al parecer, y decide de todo con »raajisterio sin idea del

»binete.

La

»van sin reflexión

ni principios, labrando la

tierra

como

la

» agricultura, »

ni haber salido de su ga-

ha trabajado y podado los árboles y olivos. tercera clase es la mas funesta y perniciosa á la

»su padre

»La

campo,

cuarta clase es la de los rutineros que culti-

ejecutado,

porque proponiendo esperiencias que no ha

y reformas sobre reformas, arruina muchas

»veces al labrador, que se ha dejado deslumhrar de bri-

llantes razonamientos y promesas maravillosas." El labrador debe seguir la esperiencia, sin la cual

mas

brillante teoría no es

damento, y sobre

mas que una quimera

ella estriba la base

la

sin fun-

principal de todo

XII

cuanto espongo y anolo en te',

el

cuerpo doctrinal de este ar-

todo lo demás es un charlatanismo ó ignorancia de los

que deciden Si

sin

haber visto jamás

por medio

pios teóricos

y

de aplicaciones

prácticos

campo.

el

sabios

princi-

que prescribo en mi arte

cimen-

á

los

,

tados en la esperiencia, se consiguen felices resultados,

entonces es cuando se han de combatir sin compasión funestas

defectuosas costumbres agrícolas

y

para siempre los abusos

j

y

,

destruir

y mostrar á los labradores

bitantes del pais los yerros

y

las

y ha-

absurdos de sus cultivos.

Prediquemos ejemplos y no palabras: esta es la instrucción mas sólida y la única que se debe dar á los labradores.

Cuando ta

se habla

de una de

de

las artes

la agricultura,

mas

bajas

y

parece que se tra-

Y

viles.

¿cual será la

causa de semejante desprecio? Creo no ser otra que ver á los

pobres

callosas

,

y

toscos aldeanos

y lugareños con

sus manos

encorvados sus cuerpos y dedos de tantas fatigas,

penalidades

y

sudores,

y quienes apenas

se sustentan mi-

serabilísimamente con un poco de mal pan, moreno y á veces mugriento los

y mal condimentado. No

primeros tiempos de

estimándola por

la

las

la

entendían

repúblicas romana

y

mas importante de sus estados.

asi

griega,

En

una

palabra, no habia en aquellos ningún arte mas recomendable

y mas

honroso.

Jenofonte, en su diálogo, hace ver cuan provechoso seria para

un estado,

si

el

príncipe premiase al que se

aventajase en el cultivo de la tierra. Ipsa agricultura, dice,

magnum incrementum sumeret

vel

per ricos optimé terrarn excolentibus proemia cons-

titueret.

3

si

quis vel per agros,

XIII

Búscanse maestros para todo menos para ra; págaseles bien,

talentos

;

dáseles el honor

y

y solo para

las cosas

la

agricultu-

estimación á sus

y

de agricultura se cree que

cualquiera es bueno, que todos lo entienden,

que

se

y que

los

dedican á ella, están pagados con una friolera; en

una palabra, que son jente de poco mas ó menos.

En

las tertulias,

en

las

academias, en

tribunales

los

y

consejos se habla con entusiasmo de la agricultura, y nin-

guno deja de conocer que honrada en todos

y en

los siglos ilustrados

ses cultos, se ha visto

hombre tan

esta profesión del

todos los paí-

en España postergada, abatida,

lle-

na de pechos, y, si me es permitido decirlo asi, envilecida en tanto grado, que en vez de propagarla, estableciendo y planteando cátedras de agricultura en todas las universidades, estas se cerraron en nuestros dias Calomar-

di-Fernandinos para embrutecernos y en su lugar se restableció en Sevilla una escuela de tauromaquia , dotada ;

competentemente (O la

Contiguo

al

(r);

y en

matadero de

mismo

el

romaquia

se fuesen

que

se abrió esta

esta ciudad se edificó á todo costo

cercada y preparada lujosamente para que

do directores

dia

ensayando y aprendiendo

y catedráticos de ella

de

los discípulos el

la

una plazue-

escuela tau-

bárbaro arte de torear, sien-

Jerónimo Cándido y Tomas Romero, dota-

dos con 5o duros mensuales cada uno, y á los alumnos con cinco y seis reales diarios.

Encima de

la

puerta de la entrada de ella se colocó una inscripción,

que decia:

«Reinando

el Sr.

D. Fernando VII, pío, feliz restaurador, se construyó

resta plaza para la enseñanza preservadora de tauromaquia ••

tivo y protector

de ella

»dos encargados de

uputado 24

,

la ejecución

y Roces, jurado,

Paseándose un dia

,

siendo juez priva-

D. José Manuel de Arjona

,

y diputa-

de la obra D. Francisco Marta Martinez, d¡-

D. Manuel Francisco Ziguri

tmuceno Fernandez Anécdota.

el Sr. asistente

el

,

diputado del común

,

D. Juan Nepo-

ABo de iS3o."

chusco j sabio D.

Tomas de Agredano, de-

cátedra, se cerró en la Isla de San Fernando el colejio de

¡O témpora!

Marina.

¿Y

¡ó mores!

estrañaremos que

opuesto á

un

espíritu tan diametralmente

verdaderos intereses nacionales

los

á la política, se haya adelantado tan poco

tan vasta

como

difícil

l

,

á la razón

Lejos de esto deberemos admirar-

nos mas bien de que haya habido quien se dedique profesión

por

,

la

y

en una ciencia una

á.

que habrían de adquirir tan poca consi-

como provecho. Desde el oríjen del imperio romano

deración

hasta el siglo vu,

en cuyo tiempo aquel gobierno se ocupaba de tura, en aquellos bellos

en

vivió la Italia

de

la

el

dichosos dias de la república,

y

seno de

la agricul-

la

abundancia; porque

las ideas

agricultura estaban profundamente grabadas en

espíritus,

que para recompensar

á sus ejércitos, ó

los

á un va-

liente ciudadano les daba la república tanta porción de

en

tierra, cuanta podían trabajar las

ira dia:

siendo una de

mayores recompensas y honoríficas distinciones y de las primeras familias se distinguían con nom:

aqui es, que

bres sacados de

la

que

jor alabanza

y Catón

agricultura;

se le podia dar á

decia

que

me-

la

un ciudadano, era

lla-

mándole un buen labrador. Las riquezas prodigiosas que cir

desde

el

año de 620 de

se principiaron á introdu-

Roma

,

á consecuencia

cauo catedrático de leyes de esta universidad literaria

nimo Cándido, nombrado Bor compañero

por qué

,

¿

me llama

catedrático de tauromaquia

adonde se va

?" El

Tomas

le

una blanca.

le

:

»

¡Hola

respondió

replicó con viveza:

somos catedráticos: usted de tauromaquia coa 12000 sin

y le dijo

Cándido sorprendido

usted compaílero." D.

rs,

las

se encontró con Jeró-

,

,

de

:

»

!

Se-

»No



Ambos

anuales, y ye de leyes

XV por el lujo y adorno y la sed de los honores corrompieron el corazón de los romanos, y la agriconquistas

el gusto

,

cultura se resintió de este contajio; y desde entonces les fue preciso,

como

dice Columela, recurrir á las naciones

estran jeras para tener

pan

ficado á lo agradable.

De

desde

no

el

tiempo de

los

;

porque

lo

lo útil lo habian sacri-

dicho resulta claramente que

Césares

el

sistema de agricultura

estaba ligado con el político del gobierno de

cuando estos dos objetos no

se hallan unidos

y esplendor son

estado que sea, su gloria

Roma; y

en cualquier

pasajeros, y su

prosperidad de corla duración.

Ya he

dicho, y nunca dejaré de repetir, que mientras no se jeneralicen en nuestra España los conocimientos que

puede suministrarnos aquella parte de se adelantará

mucho en

en su práctica. nos

la

En

la

la botánica,

jamás

agricultura, ni en su teoría ni

todo sistema agricultor se echa de

aplicación de este fecundísimo principio;

me-

y vemos

que por ignorarle nuestros labradores de olivos, confunden

casi

cies

siempre

las plantas

y j eneros, con

y

árboles de distintas espe-

notable perjuicio de sus intereses.

mas limitado no dudan que todas las plantas y arbolados se mejoran, en una palabra, y se hacen mayores, mas hermosas, mas sazonadas y mas El

filósofo

y

el rutinero

perfectas con el cultivo

y

cuidado. Hasta la amapola

y

espuela de caballo, que tanto dañan á

la

nos, adornan los jardines,

con colores mas

vos, varios

y mas

y

se doblan

la

cosecha de gravi-

¡Oh, hombres! ¡he aqui tu que haces, y lo que eres capaz de

estraños.

poder, considera lo

hacer todavía l ¡Ojalá siguiesen el ejemplo del abate Rocier

y

el

de

XVI otros

muchos

estranjeros

dedican á una parte de

y

nacionales

la agricultura,

todos los que se

,

como

á la del olivo,

y aun de cualquiera ciencia que fuese, cuyos escritores siempre tuvieron la vista atenta en la marverbi gratia

cha de

,

la física

y

fisolojía vejetal,

para rastrear, deducir y

descubrir verdades agrícolas importantes! pues este seria

único medio de observar bien, y el hacer progresos en cada una de ellas respectivamente. Me aprovecho de esta el

ocasión para manifestarles publicamente mi reconocimiento por las verdades río

de sus trabajos y del de

los

me

demás autores, dispersos en

volúmenes y memorias sueltas; y franqueza, igual al cuidado que tienen

ocultar las fuentes donde han bebido

:

lo digo

melas, ó por lo

pero yo prefiero

la

con tan-

los plajiarios

podría

ad verbum scripta sus menos hacerlo creer asi

estractar ó copiar

ser útil á los

glo-

he valido en gran parte

infinitos

ta

Me

que nos han dado á conocer.

asimismo en confesar que

obras

como

en

ellos

apropiár-

y

á los ignorantes;

estimación de mis conciudadanos,

que no conozcan sus obras, y lean

lo

y

el

que es-

cribo para su provecho.

De

los sistemas

absurdos

muy

que

tan variados que siguen en se cultivan los olivos,

pue-

bien calcularse que se pierde anualmente

una

nuestras provincias, en

de

y

las

cuarta parte del fruto que debia cojerse,

si

todas las la-

bores que se hacen á los olivos, se ejecutasen bien

y

á

su

Y

¿quien debido tiempo , y con una verdadera intelijencia. cuanto ascenderá una calcular á pérdida podrá es el que tan grande, atendiendo al número prodijioso é infinito de olivos

paña?

que vejetan y

se cultivan

en

casi toda nuestra

Es-

XVII

Concluyo en

amigo

fin,

lector , ofreciéndole esle ar-

te sobre el cultivo del precioso olivo, sino perfecto, á lo

menos

mejor que he podido redactarle,

lo

mis fuerzas y luces; muchas veces si

le

sin consultar

hubiera abandonado

hubiese podido, sin perjuicio del público con quien

consideré comprometido, atendiendo á

su publicación pudiera resultarle.

aunque tarde, te á la

al

estudio de

que doy á lúzame

la

la

Mi

la

me

que de

utilidad

inclinación decidida,

agricultura, y especialmenhizo comunicar:

y

el

amor

propio se ha ido redoblando á medida que he ido internán-

dome en ella. ¡Ojalá me asistiesen tantos conocimientos como aplicación y deseo de acertar!

He

procurado ser

la belleza

recido

en

la

y

útil al

mas propio de propiedad de

cesarias,

labrador esmerándome, no en

elegancia del estilo, porque esto

y acaso

las

otras obras, sino

las

en

la

me

ha pa-

claridad y

voces agrícolas, dotes las

mas ne-

únicas que deben tenerse presentes

en los escritos dialécticos, para hacerse entender de esta

manera aun hasta de agrestes. Vale.

los

incultos aldeanos

y

jornaleros

INTRODUCCIÓN. RÁPIDA Y PRELIMINAR OJEADA HISTÓRICA SOBRE EL ESTADO DE LA

AGRICULTURA EN ESPAÑA, Y LOS PROGRESOS Ó ATRASOS QUE HA TE' NIDO ESTE RAMO DE INDUSTRIA POPULAR BAJO LAS DIFERENTES

NACIONES QUE LA HAN DOMINADO.

MÜispaña ha conocido desde tiempo inmemorial las ventajas de la

monumentos aun

Mil mas antiguos que

tradiciones irrecusables, mil

dad

poderío y riqueza de los pueblos que invadieron

civilización.

la noticia del

la península

Cuando

estas tradiciones

han trasmetido á

,

la posteri-

en las épocas mas remotas. el

acaso ó

el

comercio condujeron á las costas de Es-

paña navegantes emprendedores

hallaron ciudades populosas di-

,

seminadas en todas las costas y en los alrededores de los rios : oyeron mil relaciones fabulosas acerca del oríjen y poderío de estos naturales

manos

,

los cuales

en poemas

,

que no han llegado á nuestras

celebraban á unos héroes y unas conquistas

,

,

cuyos nom-

bres y motivos ignoramos. Cultivábanse las ciencias , y los hombres instruidos ocupaban los primeros puestos del estado

:

en

fin

,

esta

dichosa comarca avanzaba hacia la civilización sin el ausilio de

naciones que la han visitado en posteriores épocas tendido ocupar en la historia

La

belleza del clima

y

Aragón

5

los

y que hanpre-

un punto que no merecieron.

la fertilidad del suelo se ofrecieron des-

de el principio á socorrer á la inesperiencia

que brotando en

,

:

una infinidad de

rios,

paramales de Castilla y en las montanas de

como en un centro común

,

establecían por do quier

un

XX sistema de regadío natural, que debía imitar tarde ó temprano

mas órnenos

el

que inmensos bosques y riquísimos minerales ofrecían poderosos ausilios y recursos inagotables. Las especies mas bellas de animales eran indijenas de escultivador con

te país

:

rebaños innumerables cubrían las montañas , y aquellas

producciones

que han formado una época posterior artículos tan

,

deseados del lujo valles

,

solo

encerrados entonces en

lo

esperaban para desarrollarse

la

En

industria.

asi

acierto^ al paso

como en

,

fin, pudiera decirse

los presentes ,

tituyen á vivir aislados

que

en aquellos tiempos remotos,

si los

pueblos de Europa se cons-

sin relaciones

,

mas profundo de los mano laboriosa de la

,

sin comercio esterior

únicamente de las producciones de su suelo

,

seria la

nación á quien menos perjudicaría este aislamiento

favorecida de la naturaleza industria

La

,

pues que posee todos

,

dio

un

descubrimientos

,

el

aquello» navegantes

por ser

la

mas

los climas del universo.

mar

Ligusti-

vigoroso impulso al comercio de la península.

velo misterioso con

costas

,

y la

no siéndole estraño ningún ramo de

aparición de los fenicios sobre las costas del

co ó Jénova

El

,

,

España

que intentaron

sus nuevos

los lirios cubrir

ansia de los griegos en seguir las huellas de ,

las

la actividad

numerosas colonias establecidas en sus

de las relaciones de estas colonias con la

, y madre patria, atestiguan

las ventajas

que dimanaban á

del oriente de estas lejanas espediciones. Si fueron

los

pueblos

al principio

funestas para la agricultura las conquistas de los cartajinenses, llegó el tiempo

que

,

cansados de destruir

quisieron los vencedo-

,

res conservar sus conquistas.

Nació un nuevo orden de cosas en medio guerras. Sucumbieron los pueblos aislados

fuerza irresistible que

,

del trastorno de las

porque desconocían

la

adquieren las confederaciones arregladas.

Sobre las ruinas de sus antiguas asociaciones se levantaron de repente naciones mas poderosas

,

á quienes la suerte de la guerra

hizo al principio tributarios de Cartago

5

pero á quienes las rique-

zas del suelo debía larde ó temprano guiar á la independencia.

\\1

Sucedieron á

los

luego como aliados

una lucha larga el dia

Dos la

ij

cartajinenses los romanos. Admitidos desde

y repulsados en seguida como conquistadores, obstinada hizo temer á Roma que había llegado ,

en que cesasen de triunfar sus águilas por la vez primera.

siglos después

en

la

Cantabria y en algunas otras partes de

península tremolaba aun

te tesón la patria

jero

,

se

el

estandarte de la independencia. Es-

forma un rasgo característico de ,

la decisión

y

ha trasmitido de jeneracion en jeneracion

mas y mas da muchas

La España

entre sus descendientes.

el

y el amor á yugo estran-

,

arraigándose

los iberos

en resistir las invasiones y

,

podrá ser invadi-

veces, pero subyugada nunca.

Cansada de su larga resistencia

,

Roma

sometióse á

la

penín-

sula, ora pactando honoríficas alianzas, ora comprometiéndose á

pagar tributos j pero conservando recular á sus conquistadores dia las ventajas que

,

al

,

la

fuerza suficiente para hacer

que pagarían demasiado caro algún

parecer

habían conseguido. Comenzó

,

entonces á reflorecer la agricultura

,

y á resucitar

La

el comercio.

Hética y la Tarraconense presentaron entonces un cuadro de dos provincias tan poderosas por sus riquezas, por sus producciones y por el mímero de sus habitantes , que receló el senado romano confiar á

ninguno su gobierno

oposiciones el trono

,

á ser refujio de todas las , y llegaron que amenazaron los destinos de Roma , g mas larde

de sus emperadores.

Pareció entonces un escritor

,

que debía trasmitir á

dad un nombre ilustrado por una sola obra que Iberia. Columela debía su nacimiento á la

Roma

la posteri-

envidió á la

famosa Gades, y se

había ocupado durante largo tiempo en los trabajos de la agricultura. Instado por sus

observaciones

que abraza á

xj

la

amigos á que publicase

de su larga esperiencia

,

formó

el resultado el

de sus

precioso tratado,

vez todos los ramos de economía rural. Después

de habernos revelado las nociones que en este mas noble de lodos los

conocimientos humanos habían adquirido sus contemporáneos,

manifiesta el deseo que se ha renovado después tantas veces

,

de

XXII

ver establecidas escuelas de agricultura para propagar los mejores

métodos g llevarlos al último grado de perfección. La lejislacion de los romanos era favorable á g

si

durante

torias de

ñol por

largo período de paz que sucedió a las últimas vic-

el

Augusto , hubiera siempre

manos

la agricultura,

libres

,

sido cultivado el suelo espa-

sistema de grandes posesiones rurales

si el

no se hubiera estendido en las provincias

mas fértiles

:

¿quien po-

dría calcular á que grado de prosperidad g de riqueza agrícola habría llegado este país privilejiado por la naturaleza?

Pero Roma arrastraba en

el séquito

de sus conquistas varios

abusos indispensables al espíritu de su gobierno.

Otro pueblo heredero de

los

romanos se restableció en Espa-

ña , después de haber recorrido g habitado en

todo el mediodía de

Europa. Este pueblo formado de pastores guerreros g turbulentos, permaneció por mucho tiempo ignorante de

los trabajos agrícolas,

g por una partición singular , y que carece de ejemplo en la historia , reservó para sí una estension de territorio , en la cual colocó sus ganados. Asi los godos se presentaron desde luego como los

enemigos tnas peligrosos de la industria agrícola; pero cansados de vencer

,

g vencidos

mismos por

ellos

aquellos á quienes habían despojado

,

el clima, se

asociaron con

g reunidos los unos g los

mutuo interés g necesidad , no formaron desde aquella época sino una sola nación.

otros por los vínculos de

El

código visigodo (Fuero juzgo) g algunas otras obras

acaso nos ha trasmitido

durante un período de desastrosas j

,

500

si las intrigas

que estallaban á

,

que

el

manifiesta el estado de la agricultura

años. Si las invasiones

mas

ó

menos

de los magnates, g las guerras civiles

los principios de

veces funestas consecuencias

,

cada reinado

,

tuvieron algunas

bastaban alqunos años de tranqui-

lidad para reparar todas las pérdidas

,

g preparar

al

Estado para

sufrir nuevas conmociones.

Es

asi

como

en tanto que

la

fue estacionaria bajo los godos j g debilidad de los últimos soberanos preparaban un la agricultura

XXIII

nuevo orden de cosas quistas y

,

un pueblo animado por

por el celo del proselitisuio

España , y mudó de repente tenso pais

,

sed de las con-

Una

de esta nación.

los destinos

Dueños

batalla puso fin al imperio visigodo.

la

se presentó en las costas de sola

árabes de un es-

los

presentaron en un momento á la Europa admirada del

,

espectáculo singular de una nación

con

cia relijiosa

la

predicando su ridicula creen-

.

espada en la mano

,

y amenazando á

vez

la

to-

dos los tronos y todos los pueblos.

Una honrosa

resistencia

res en varios puntos

como envilecidos

,

,

sin

embargo

,

detenia á los vencedo-

y algunos pueblos á quienes se consideraba

,

aunque desunidos y debilitados por

mas heroica

defendieron con la

Consiguieron cansar

el

la

guerra,

decisión las ruinas de su patria.

valor de sus feroces enemigos

,

y tratados

honrosos reunieron en fin á las dos naciones sin confundirlas ja-

y quizá una misma techumbre reunir á hombres de costumbres diversas y que profesaban

más. Se vio á

la

vez un mismo suelo

,

,

enemigas

reli jioncs

,

sometidos á leyes y á jueces es Ir años unos

á otros. Tal es

la constante influencia

so suelo de

España

,•

de la agricultura bajo

el

hermo-

y no tememos repetir que siempre ha contri-

buido al desarrollo de las mismas virtudes en los corazones de sus

mismos habitantes. Poseedores

estos de

tisfacer á todas sus necesidades

el

}

y

za de limitar por barreras imponentes

sueño secular , despiertan

al

un terreno que puede

sa-

cual ha cuidado la naturale-

alarma de

,

abismados á veces en un los desastres

:

las desgra-

jamás se han manifestado , y tan verdaderamente grandes como en el infortunio. Asi es, que

cias públicas exaltan su patriotismo

los vencidos

conservaron bajo

en los palacios de

los

grandes

go de un yugo estranjero. Se esperanza de

la victoria

la ,

la

dominación de

los califas

,

y aun

necesidad de vivir libres al abri*

les vio correr á las

armas cuando

la

reanimó su decaído valor. Las guerras mas

sangrientas precedieron á la espulsion de los moros

pueblo

,

arrojado al África por los españoles

,

j

y este mismo

esperimenta á su

XXIV volviendo á menudo sus ojos , y ruega al Profeta , aun en el dia , que le

vez las amarguras del destierro

hacia su patria adoptiva

,

devuelva á las bellas campiñas de Granada y á los palacios de sus califas. J\fo

ros

lo

aconteció, sin embargo, durante la dominación de los mo-

que habia sucedido en tiempo de

tantes del desierto

Profeta

,

tuvieron

,

los godos, ¿tquellos habí'

á quienes habia hecho guerreros la voz del

volvieron á hacerse pastores

mas enemigos que

y agricultores

de los ejipcios y de los persas, habían adquirido en aquellos conocimientos prácticos

en

los

que no

asi

conquistar. Herederos de los caldeos,

,

hermosos valles de España.

el

Oriente

cuya aplicación fue tan dichosa

La

agricultura nabatea

,

forma-

da y fundada en las observaciones mas escrupulosas , se enseñó en las escuelas de Granada (1), y contribuyó eficazmente á mejorar la suerte de los pueblos , creando riquezas desconocidas en un suelo

que habían cultivado

autor de la Almokna agricultura.

,

los

romanos con tanto esmero. Abu-Omar,

ó recopilación de los

AbuAbdalali

,

labró sus campos personalmente to

:

Abecn-AzanclHaj y

mos

,

el célebre

f

Abu-el-Jair

otros escritores

Ebn-el-Awan

mejores preceptos de

que escribió con tanta sabiduría

,

,

,

apellidado el

, y Doc-

á cuya cabeza pondre-

traducido por Banqueri , eran todos

naturales de España. Estos grandes hombres supieron honrar los trabajos rurales , tanto por la constancia de sus trabajos y escritos,

cuanto por la importancia de sus investigaciones, al paso que los califas ivan

muchas veces á

solicitar su

amistad en

el

fondo mismo

de sus retiros. Parias célebres universidades se consagraron entonces al estudio de las ciencias naturales^

Un sin número

de esce-

lentes escritos constituyeron el precioso depósito de las luces pero f , éstas obras , á las cuales adeuda

á cansa de una triste fatalidad

(i)

El

ilustre

Ebn-elÁwan hace un

brillante elojio del tratado de agricul-

tura nabatea, escrito por el árabe Kutsani, raciones agrícolas de escritores árabes.

Es una

colección de todas las ope-

XXV la

España

las riquezas agrícolas

pultadas en

el polvo

de

pueda todavía calcularse

Mucho

que posee

la

,

se hallan en el día se-

y de las bibliotecas

los archivos

,

sin

que

futura duración de su destierro.

padeció la agricultura durante las luchas dilatadas que

precedieron á la espulsion de los moros. Antes de decidirse á sem-

brar necesita

cosecha

,

y

tener alguna seguridad de recojer su

el agricultor

siempre retrograda ante los acasos de la

la industria

guerra.

Examinemos por un

instante el influjo que las guerras nacio-

España y sobre

nales han ejercido sobre los destinos de

la suerte

de su agricultura.

Los nobles

,

á quienes había creado

volvieron á aparecer en

España

asi que

el

gobierno de los godos,

hubo armado algunos bra-

zos el deseo de la independencia. Poniéndose á la cabeza de las

cruzadas, se distinguieron por brillantes acciones dientes de los iberos

,

,

y

los descen-

que consideraban como una esclavitud odiosa

toda alianza en los sarracenos, se sometieron voluntariamente á sus caudillos

que

les

prometían

la libertad:

tomaron las armas

colas, y fueron á establecerse al abrigo de los castillos, te

que

los agríla suer-

de la guerra había puesto en manos de los jefes vencedores :

encontraban

la protección suficiente

sus ocupaciones usuales

,

y

el

allí

para entregarse sin peligro á

apoyo necesario para arraigar sus

nacientes fortunas. Si nuevos peligros amenazaban por un instante la

seguridad de estas nuevas colonias

,

la

espada del noble esta-

ba pronta á protejerlas , rechazando corajosamente le

al

enemigo: se

veía volar al combate por do quier que se presentaban obstácu-

que derribar ó triunfos que adquirir. El reconocimiento de los colonos fue su primera recompensa y las brillantes donaciones los

,

añadieron un nuevo premio á sus victorias.

El soberano entonces

tu>

era

mas que

el

jefe de estos intrépi-

dos caballeros

estaba subordinado al celo y á los es, y su poder fuerzos de sus compañeros de armas. El pueblo no tomaba partido

en las guerras caballerescas. Lejano del campo de batalla, y pro-

XXVI

una

tejido por

infinidad de castillos

dón inespugnable

conquistado. Asi es zos para progresar

pequeños que formaban un cor-

cultivaba en paz el terreno tan recientemente

,

,

que

la industria

rural hizo algunos esfuer-

recojió cuidadosamente las tradiciones árabes,

j

y la España , que volvía á formar un estado europeo , presentó el modelo de un pueblo que salia de la barbarie , para encaminarse rápidamente á

la civilización.

Algunos navegantes visitaron

las

costas del Mediterráneo,

nuevas relaciones y nuevos intereses fueron el inmediato resullado de estas primeras tentativas y acudió el comercio á colocar sus ,

coronas sobre las cabezas de los guerreros tado sobre su trono lejítimo

,

á quienes habia sen-

una sucesión de

victorias tan rápidas

como esclarecidas. La España habia recobrado ya una parte de sus riquezas

:

era agrícola y comerciante

,

al paso

que

los

sajones ve-

que los franceses desunidos y anonadados , y cuya autoridad era dirijida por el capricho de sus

jetaban en Inglaterra tenían un rey

,

grandes feudatarios.

En

esta época

la nación dividida

,

en tres clases distintas

agricultor ó villano instituciones

pado

la

,

bien notable en la historia de

,

y

el

heredadas de ,

estaba

,

guerrero ó noble

,

Un cúmulo

el

de

pueblos que habían ocu-

los diversos

estas tres clases

,

y prolejian lodos

Si en posteriores tiempos se impusieron varias ga-

velas al agricultor

,

sin

concederle premio alguno, la iglesia se

declaraba jn'olectora suya j>os se

el

comerciante ó ciudadano.

España gobernaban á

los poderes.

:

Epaña

,

y en aquella primitiva época

,

los obis-

consideraban como los naturales defensores de sus dioce-

sanos.

Cesaron

las

guerras sanias con

la derrota de los

linyuiose el entusiasmo de las cruzadas

?

moros. Es-

y ensanchándose

la au-

toridad de los reyes, sucedieron nuevas guerras á los rancios abusos.

Cesaron

los nobles

de componer entonces la principal

bien la única fuerza del ejército.

La

,

ó

mas

franquicia de las ciudades

creó una barrera contra la autoridad arislrocálica

.-

unió los interc-

XXVII ses del soberano y de los pueblos, y

marchó á campaña á

la

cabeza

de la nación.

Mientras que

el

pueblo, alejado de los trabajos agrestes, se

arruinaba por las guerras {i), y reducido á la estremidad por las

hambres crueles , por la minoría y por las pestes asoladoras , se separaba mas y mas de su primitivo estado , exijió el interés del momento que se desterrase de la península á los moros y á los judíos.

Las circunstancias

medida, por

políticas de la nación sancionaron

la cual tres millones de

hombres

ó habitantes

una

fueron

espatriados, llevándose consigo la industria y los caudales. Cesó

de prosperar la agricultura brazos y de recursos

,

$

desfalleció bien pronto por falta de

quedando vinculada á aquellos parajes don-

de halló acój ida en la localidad del terreno ción de elementos estacionarios. so caracterizó su los

mismos instrumentos

mas las

marcha en

,

ó en la

Ningún esfuerzo ningún progre,

los siglos

orator'106

,

los

que sucedieron : usáronse

mismos métodos ,

leyes, y por consiguiente subsistieron las

mismas preocupaciones

,

y

el

buena disposi-

las mis-

mismas costumbres,

mismo pueblo. lie aqui

el

motivo

de conservarse los usos y prácticas agrícolas en muchos parajes tan insuficientes y tan defectuosos , y míe atraen , con pesar , Inatención del viajero.

He

aqui

fecundos y bien cultivados

,

la

causa de hallarse esos valles tan

contiguos ü desiertos inmensos

,

en que

se encuentran solamente alguna que otra cabana de pastores.

industria

,

empero

de estas soledades tible estos vastos

,

,

de

La

actual jeneracion estrechará los límites

la

y convirtiendo poco á poco en terreno produc-

yermos

,

medida que se jeneralicen

hará que desaparezcan poco á poco á las benéficas disposiciones

para

el en-

grandecimiento y prosperidad de los españoles. Asi es que esta nación , rica bajo el dominio de los moros pues ,

ninguna monarquía , dice nuestro sabio Martínez de Mota , ha sido dueña de tantas riquezas como España ha tenido , vio decrecer

(1)

Campomanei, Industria popular.

XXVIII

en los siguientes siglos su prosperidad y tantes.

Se empobreció bajo

bien estar de sus habi-

el

del imperio de

los

soberanos que con-

siguieron alarma para debilitar el poder eseesivo de la nobleza.

Acrecentóse su indijencia doméstica

,

mientras

de la

los príncipes

casa de Austria reinaron en esta noble porción del continente. JVo

redundó beneficio alguno

que

al estado las brillantes conquistas

Em-

sometieron una parte de la Europa á los reges de Castilla.

pleáronse las fuerzas de la nación para ejecutar proyectos que

,

si

bien anadian laureles á sus blasones, debilitaban sensiblemente su

g monarca de

poderío. JVo mejoraron en el primer reinado

de Borbon; tados

,

culos.

cual, obligado á conquistar

el

la

casa

mucha parte de sus es-

tuvo que luchar incesantemente contra toda clase de obsta'

Mas,

bajo

el

imperio de los sucesores de Felipe comenzó la

España á levantarse de sus ruinas : obras útilísimas

se dispusieron g ejecutaron

é inesperados socorros vinieron

,

á alentar

la in-

dustria g á reanimar el comercio. Salieron leyes sabias del gabinete del príncipe tías

:

diose

un nuevo impulso á

las arles

,

y viose por

lo-

partes mejorar la agricultura: varios agrícolas celosos conser-

vaban cuidadosamente

las bellas obras de los antiguos

,

g comenza-

ron por ellas sus labores , g por la instrucción que les prestaban las bien conservadas tradiciones. Muchos autores (1) agolaron en sus

IMPRESOS.

Años. (l)

Campomanes y Fcijó

Teatro crítico

,

1765,^ 1795

Jovellanos.

...'...

l

Rodríguez

.

Peres

Trícente

,

Discursos políticos

Manresa Barreda, Addic. Padre

Jil

,

,

Muñoz

Hist. \

1766

«

Despertador

*790

PJaa de Montes

San Martin Ásso

al

,

1

Labrador vascongado económ. política de Aragón.

*798

,

.

Quintero 3

de Ebnel-Auwan

794

*797

Discursos sobre Economía política.

lianqueri, Tratado

7^4

179O

,

,

'79^

,

1765 17S5

XXIX

ramos de economía rural , y sus obras ilustración y las ciencias jamás han abandonado

{¡preciables escritos todos los

atestiguan que la la

península. Asi vemos d este pais dichoso desarrollar sin obstá-

culo el grado de prosperidad y de fuerza á que le convida la belleza del clima

la

,

Hasta ahora

En

rica.

naturaleza del suelo y

carácter de sus moradores.

el

la España había cifrado todos sus recursos

el dia

ya va conociendo

el valor

en

la

Amé-

incomparable de las

ri~

quezas que encierra su seno, riquezas de que no puede privarle

ningún acaso inconstante de mirables las leyes

,

por

la

Las

unidas al sistema de agricultura

que

le

protejen

voz del soberano

,

instituciones ,

mas funestos

mas

ad-

no menos sabio que

van eslendiéndose desde

,

los rincones

de

y guiadas van recordando sucesivamente á todas las

península , do en tiempos

la

la fortuna.

se acojieron

,*

provincias su primitivo esplendor y su antigua prosperidad , á des-

pecho de las revoluciones que han anublado por un momento el lo

español

tos

,

,

ha permanecido

levantados en tiempos

el lustre

mas

dad por un pueblo que consideró las arles,

han inspirado á

felices

,

y vinculados á la postericomo la primera de

la agricultura

los últimos

ministros, de conservarlos

cie-

de estos preciosos monumen-

de España y á algunos de sus

y de embellecerlos. La Francia misma

puede recibir hoy dia instrucción y ejemplo en las márjenes del Llobregat , del Ebro, del Mijares, del Guadalquivir , del Jucar y del Sagra.

Las causas dar

los

refei'idas

,

al

mismo tiempo que

progresos de la agricultura

,

la

hacían retrogra»

no puede suponerse que con-

tribuyeran al aumento de la población. Disminuyóse ésta sensible-

mente á medida que se adelantaban nos. Arrojados los

nwros del

serie tan dilatada de años

,

las conquistas de los cristia-

territorio

que habían ocupado por una

en parte por la inmensa mortandad que

de ellos se hacia en cada sucesivo encuentro , en parte por el destierro,

ya voluntario, ya forzado, que cupo en suerte á los que so-

brevivieron, dejaron

que

un vacio imposible en

las conmociones intestinas

y

los siguientes siglos,

en

las guerras estranjeras agotaban

XXX la

juventud en continuas

jir la

lides

mancera , y aplicarse á

Un

industria fabril. decirlo asi

,

y

,

y apenas dejaban brazos para dirí* mas precisas de la

las operaciones

nuevo mundo entre tanto nacía del caos

por

,

ofrecía sus tesoros á este pueblo ambicioso y guerre-

ro, que entusiasmado por la perspectiva de nuevos lauros y de ina-

yotables riquezas

de unos caudillos cia.

,

corría en tropel á alistarse bajo de las banderas

,

que prometían guiarlos á

la

fama y ala opulen-

Las descripciones seductoras que hacían de

los países recien

descubiertos, los aventureros que sucesivamente las esploraban, el

espectáculo deslumbrador de las riquezas que en ellos habían ate-

sorado

,

alucinaban á la muchedumbre

de sus costas

tir

mero

,

,

para establecerse en

madre patria

y

la

el

Nuevo Mundo

vio par-

un nú-

,

que aminoraban mas y mas su ya redu, cida población. Al momento empero , que las instituciones de los de familias

infinito

,

últimos monarcas comenzaron á protejer la industria

dieron á , y conocer que los verdaderos tesoros los poseía la España en su se-

no

,

sin necesidad de mendigarlos á sus colonias ultramarinas

menzó á aumentarse

la población

,

,

co-

á la par que se cultivaban los

campos y se activaba la industria fabril. Guiados por esta observación, han supuesto algunos autores que ha progresado aquella rápidamente hasta nuestros dias , queriendo hacerla ascender en el presente período á quince millones de almas. Si la época feliz de la restauración de las artes hubiera seguido sin intermisión paría

muy

á la

España

l>pues, es de resultas de

»lazo, y el haber

mas

un

ver-

las superficies

otros árboles, entre

maná llaman en y El color negro que toma des-

»los cuales se cuenta el olivo,

»Mompeller eleomeli

y

es

la

á su

combustión de

la

miel ó

me-

insectos en los olivos

qne tienen que tienen alas materias azucaradas, especialmente los de trompa como estos. Por lo ytmelazo, es por

la afición

»visto en dichos autores,

y por

lo

que resulta de mis pro-

»pias observaciones, considero no solo supérfluo, sino per-

judiciales,

las

operaciones que aconseja el dicho Coelho,

»una de las cuales repiten Arias y Bahi." Por las anteriores observaciones que resultan de cacia, celo

y

la efi-

talento de tan dilijente y sabio observador,

parece no haber duda alguna de que el insecto á quien

han hecho autor principal de

enfermedad, hiriendo las partes del olivo, que conocemos con el nombre de man-

gla 6 tiñuela y según

y

la

los escritores

ngrónomos esiranjeros

nacionales, no es el autor de ella,

por consiguiente

y

es absurda la tan admitida estravasacion

generada de sus picaduras en las hojas

las

ramillas

to

lío solo se ,

roble

y

peciolos de

del árbol.

Si á tan benemérito andaluz se debe

abeto

de la savia, de-

,

arce

encuentra ,

olivo

,

el

cedro

maná en ,

sauce

,

el

fresno

higuera

,

,

un descubrimien-

sino también

y otros árboles.

en

el

pino,

184 lo

que tanta honra

le

hace para con los buenos

y

labra-

dores españoles, que saben apreciar los eminentes servicios

que

se

hacen á

la

patria, ¿que elojios,

que

felicita-

ciones, que agradecimientos y honras no merece que tri-

butemos por nosotros mismos, insertándolos hasta en anales agrarios ad perpeluam reí

memoriam, por

el

los

sumo

grandioso descubrimiento que acaba de publicar y dar á luz en esta capital el año de i835 un otro andaluz

bien

y

sevillano

y

dignísimo canónigo de esta santa iglesia cate-

D. Manuel López y Cepero, en su precioso dialecto, jdialeeto inmortal! con título de: Curación de dral

la

,

el Sr.

mangla ó tiñuela en Faltaría á

agricultura

una

vil

y

y

el olivo

en todos los árboles}

mi deber como español, como amante de

la

sus progresos, y caeria, á no hacerlo asi,

en

mi débil pluma, como

se

bajeza, sino honrase con

merece, tan esclarecido

eclesiástico andaluz, asi

como

del

antiguo otro estremeño, por los eminentes servicios que

ambos han hecho

á la patria; pues hablando con la fran-

queza propia de un castellano viejo, tales obsequios

con toda

la

aun personalmente; he

suma complacencia, y

la

glorío en rendirle

efusión de mi corazón, aun

Cuando en este momento no tengo ni

me

leido,

sí,

la

dicha de conocerlo,

producciones suyas con

que acaba de dará luz, aunque

larde, bien á pesar mió, la he desentrañado,

cho desterrar errores, que mitido;

y

asi

me

tal

aprovecho de tan

manifestarle publicamente

y me ba he-

vez algunos hubieran trasfeliz

coyuntura para

mi reconocimiento por

dades que nos da á conocor, tomándome

la

las

ver-

libertad de co-

piar en este artículo sus observaciones demostradas por su

propia esperiencia, á fin de desengañar á los alucinados

185 por

como me he deseugañado mejor confesión agraria que puedo hacer,

los escritos Iraspirinaicos

jo, que

es la

dándolas loda

de

la

presente

la

y

,

me

publicidad que

sea posible

en bien

futuras jeneraciones agrícolas.

jNo tan solo este sabio canónigo nos ratifica las obser-

vaciones del digno D. Juan Alvarez Sotomayor, de que no

mangla y que no hay

es el insecto el autor de la

,

travasacion saviosa dejenerada por

él

,

sino

tal es-

que nos des-

evidente y prontamente que las verdaderas y únicas causas mas principales de la enfermedad de

cubre

la

y prueba

mangla en

humedad y

el olivo

falta

de

y otros árboles

la

,

son un esceso de

necesaria ventilación en ellos;

y

no contenió aun con esto, nos dicta y enseña, como por maravilla, proponiéndonos los medios tan sencillos y tan poco costosos para curarla

;

medios que se ha valido para

curarla en sus propios olivares, tra

en

los

como

asi

nos lo demues-

períodos que con tanta satisfacción voy a tras-

cribir.

i.°

»La enfermedad de

los olivos, dice este sabio

mangla en unos

» respetable observador, llamada

»en

otros tiñuela, ha sido el objeto de

muchas y

países

muy

y

y

an-

tiguas investigaciones y disputas. Los escritores franceses aseguraron que provenia de una plaga de insectos,

«que hiriendo

los tallos

rables puertas á su »

y

savia,

hojas del árbol, abrian

y

fluia hasta el

formaba una costra negreslina

» tiñuela ó

,

á la

innume-

suelo, en

que se ha llamado

mangla"

»Los agrónomos nacionales, respetando como un

»ma

la

que

axio-

teoría de los estranjeros, dieron por cierta la

» travasacion saviosa,

es-

y conviniendo con aquellos en que 28

180 »los autores del daño eran insectos, etc., propusieron pa-

»ra su curación

y destrucción miles remedios

infructuosos,

»sin considerar que el costo de ellos, aun cuando fuese » posible, ascendería á cantidades

»que

enormes y mayores aun

pérdida del fruto de uno ó mas años, que ningún

la

» cosechero podría costear, atendiendo el

número

gioso que se cultivan en España comparados con

prodi-

de

los

»la Francia (i)."

»For fortuna

2.°

la

whemorrájia de que se

decantada teoría de los insectos

supone, es absurda, como

les

como

»lo manifiesta Bernard, y

la

prueba y demuestra

una constante esperiencia,

» nuestro sabio canónigo por

»conlra

se lo

y

asi se

cual nada valen las autoridades, por

mas

reco-

»mendadas que sean de eslranjeros y nacionales." 5.° »En los olivos sanos se hallan, como los he visto yo » muchas veces, insectos de todas clases, mas aun que en »los enfermos; y esto solo basta para convencer de ))son ellos los

causantes de

viene de causas locales

,

la

enfermedad,

la

que no

cual solo pro-

que obran en unos mismos pa-

» rajes, y que nunca se combinan en otros; resultando que »esta enfermedad solo la padecen unos mismos árboles;

»por lo que,

»medad,

la

si

los insectos

fueran los autores de

la

enfer-

padecerían todos los años los olivos sanos

enfermos, en

y

que viven y se aposentan, y no se con» traerían para alimentarse á ciertos y determinados olivos »

»y

los

sitios."

(i)

Por

la estadística rural

o'-.e

hizo el gobierno francés el

año de 1816,

consta que tenia aquella nación poblado un terreno de 43ooo hectáreas

S6000 aranzadas españolas de 4°° estadales se cultivan

en España; pues solo

la villa

;

número ínfimo respecto

,

ósea

á los que

de Utrera cultiva 17OOO aranzadas.

187

»La

4«*

tiñuela, dice, acomete solo á los olivos

en

» hallan situados

»que

valles,

que se

cañadas ó terrenos hondos, en

aguas llovedizas ó manantiales se estacionan por

las

»faha de salida ó corriente: facilitándola por medio de »zanjas que saneen la tierra, está removida la principal

Recuerden cuantos

»causa.

«visto en cerros olivos

que

nantial no empantane

que

» tanto

el esceso

la la

conocen, que jamás habrán

padezcan, como algún ma-

el terreno, ó el

año sea lluvioso,

de humedad alcance á

los sitios

que

»en inviernos escasos de aguas se mantienen sanos. »Por espacio de quince años he buscado cuidadosamenen una

te

muy

dilatada comarca

un

tuviera situado en terreno elevado

dido hallarlo.

dor que

He

ofrecido premios

lo descubriera,

y

seco;

el

es-

mas no he po-

marcolador

al

no he tenido que

constante observación deduje que

que

olivo tiznado

darlos.

esceso de

ó tala-

De

esta

humedad

causas de la tiñuela; y todo lo que contribuya á disminuir la primera y á au-

y

la falta

de ventilación son

las

segunda debe hacerse para esterminarla, como he conseguido yo en mis olivares mientras que todos

mentar

la

y

,

los

vemos

la

padecían.

Medios de esterminarla y I.*

»Dar y buscar

curarla.

salida á las aguas escedentes."

»No arar el terreno, apretarlo y apisonarlo en vez »de removerlo, para que se endurezca la tez, conserván2.*

dole 5.°

heriazado y engramado.' » Aumentar la ventilación cuanto lo permita la lo-

calidad del terreno, rozando y dascuajando matorrales,

» zarzales, arbustos, etc.,

»dos impiden a

188 que en llanos, cañadas y del aire."

las corrientes

» Limpiar

podar

valla-

por dentro

y descargarlos de todo el ramaje iniítil y cuasi inútil, pues aun»que todos los olivos agradecen siempre este beneficio, 4-

y

los olivos

,

»mucho mas lo agradecen los que están en peligro en años »húmedos de padecerla por su posición en los valles ó vejetan con mas vigor, y propensos á contraería; pues que

«cañadas; porque en estos

»son por »su

lo tanto

mucha

mas

lozanía

sitios

espesura de ramaje impide

y

vlacion por

los

centros de

»reteniendo

las

emanaciones de

»y ramas »des:

,

da

»De

5.*

i.

a

copas de los olivos, que

las

fácil acojida á la

la

humedad

en

las hojas

enfermedad."

todo lo dicho se siguen al parecer dos verda-

que

el

mal de

la

mangla no

es tan funesto

»se supone jeneralmente; porque no ella, sino ))

la venti-

las

como

mismas

causas que la producen, son las que privan del fruto á

»los olivos

en

ciertos años;

de

tal

manera, que

los

«ajentes que quitan la aceituna, dan en retorno

»gla. 2.

»por

lo

a

Que

mismos la

man-

estando en manos del hombre remover, ó

menos disminuir mucho

las

causas que producen

»dicha enfermedad, aplicando los medios facilísimos que

»quedan indicados, «mangla, »al

al

se conseguirá

menos

mismo tiempo que esterminar aumentar copiosamente

en algunos años; esto es,

»provenga de

la falta

cuando

la

los frutos, la

escasez

de ventilación; porque no solo

ella

»es quien quita el fruto á los olivos." 6.'

Las verdaderas causas de

»tán por fortuna en

la

mano

tificado hasta ahora, y aun

la

tiñuela ó

mangla

es-

del hombre. Este las ha forlas

ha creado alguna vez don-

189 »de no

las habia,

»que todos

queriendo acabarlas ó disminuirlas; por-

que

los labradores

se

han empeñado en des-

cerrarla, viendo que son impracticables ó imposibles los

»remedios que

les

han aconsejado

»mos, han recorrido

medios que

á los

»de mejorar y perfeccionar

cidos

los escritores les

agróno-

son conocidos

el beneficio del cultivo,

á abonar la tierra con estiércol,

y

redu-

arar hierro sobre

»hierro, hasta pulverizarla; y con estas labores superabun-

dantes han aumentado »gla y

causas que producen la

han propagado adonde

la

}

las

man-

sin tantos beneficios

no

»la habria." 7.*

como queda dicho, la falta de de humedad. Y arando mucho,

Estas causas son,

» ventilación

y la sobra recibe y conserva

»¿no

la la tierra en mayor cantidad , y «por mas tiempo que cuando está endurecida? Mezclando

«estiércol, ¿no

«can

»He

las

aumentan

los árboles

ramas, se cierran

su lozanía, multipli-

y quedan menos

aqui como cuando no han abandonado

»mangla,

la

á sí

ventilados?

misma

á la

han halagado y aun atraído, en vez de des-

cerrarla."

»E1 diferente clima y otras causas que influyen »en los olivos en el diverso modo de multiplicarse y ve8."

» jetar

en varios países, aun dentro de España, podrán in-

enfermedades de estos árboles y mo»do de curarlas; mas no por esto dejaré de mirar como un

» fluir

»

también en

las

error en todas partes la creencia de que la savia estrava-

»sada y envuelta en el escremento de los insectos, forme »en los olivos esa capa negra que los enluta, y alguna vez » llega á presentarlos

»lo negro."

como

si

sus hojas fuesen de terciope-

190 9-*

»cas

»En los olivos saludables y veces mucbo mas poblados de

»ciés

aun que en

que

»estaciones

insectos de todas espe-

y enfermizos en

los débiles, viejos

estos

animalillos

»amanglado aquellos; pues á ser

«como

lozanos be visto no po-

ellos la causa principal,

tan equivocada y satisfactoriamente se nos ha di-

»cho, deberían haberse infestado de tiñuela,

cede; por loque

se

lo

que no su-

evidencia que esta enfermedad no

» proviene de tales insectos, y



de causas locales, que so-

»lo se presentan en ciertos parajes

tirse

las

vejetan, sin haberse

húmedos,

sin trasmi-

y secos." »Tan absurdo me parece ocuparse en observar y » describir estos insectos para destruirlos, como seria queá los ventilados

10.

»rer contener los estragos de una tormenta, los funestos » efectos

de

la

calma en tiempo de

»lluvias escesivas

en invierno,

los

la

granazón, los de

las

del hielo en fin, todos

»los que provienen de la acción estraordinaria de la na-

turaleza."

»La mas ó menos

irregular influencia de ésta en las

»diferentes estaciones, es quien produce las plagas de los » insectos;

y una combinación opuesta de

las

mismas cau-

»sas productoras, quien anticipa ó retarda su acabamien-

to,

tan fácil de ejecutar á una noche de hielo ó á

»dia de calor, »jías

como imposible

á todos los cepillos

y

un le-

de Rocier."

Adiciones para contener y prevenir la caangla en los olivos.

I.*

Si las estaciones del otoño, invierno

y primavera

191 se presentasen lluviosas

que en

los olivos

se advierte al

y

mismo tiempo

parece que negrean, es señal que apunta

mangla: en

ellos la

,

estado no se

tal

deberá seguir

remueve la tierra se cargará mas de humedad y se aumentará la enfermedad, supuesto que el beneficio es para ella un regalo. Lo primero que se dearándolos

porque

,

se

si

demora, es podar y limpiar bien los olivos, y proporcionar desagües de toda clase al terreno; y si los olivos tienen ramas madres ó principales viejas,

be ejecutar

sin

escarzosas y de falsa

rán

madera ó poco

fructíferas, se tala-

aun cuando prometan alguna esperanza de frutos

,

uno ó dos años mas; y por estos medios los olivares, digo, oliyoá, quedarán claros, desahogados y ventilados, y se irá disminuyendo mas bien que aumentándose la enfermedad.

Los terrenos de

a.*

los

valles,

y hondonadas cavarán con mucho

cañadas

plantados de olivos no se ararán ni

empeño, como en los secos, y menos si carecen de desaguaderos; pues sería esponerlos á amanglarse; y para prevenir con tiempo la enfermedad, deberán hacerse en ellos,

si

es posible, canales para

dar salida á las aguas

y de manantiales sobrantes; y de no abrir en donde puedan reunirse éstas mas fácilmente una ancha y lluviosas

bastante honda zanja para que las absorva, retenga

tanque en



misma, puesto que

es sabido

y

es-

que en seme-

jantes parajes carecen de la ventilación necesaria tam-

bién

,

y ademas abundan en ellos las nieblas, rocíos y y es en los que los olivos deben estar mas limy mucho mas claros y desahogados de ramaje que

escarchas pios,

;

en los terrenos altos

y

secos;

y por

estos sencillos

medios

192 se prevendrá la

tilación

de

sas

De

de

el esceso

y

humedad

son

de ven-

la falta

las principales

cau-

ella.

la posición

1. a

enfermedad, puesto que

de los olivares en declives

6 pendientes.

Los olivares situados entre dos declives ó laderas,

que descendiendo forman

uno

lonjitud miran el

quedan espuestas una

valles,

al

al

y cuyos dos estremosde su

y a poniente el otro, mediodía y la otra al norte. oriente

La pendiente espuesta al mediodía tendrá mas ventilación y abrigo y menos humedad y cuajará mejor la ,

en su poda y limpia se le dejará mas ramaje, para que teniendo mas sombra, se ampare con ella de las insola-

flor;

ciones ó recalmones

:

en esta esposicion

los olivos veje-

y poco enfermizos; pues las nieblas y rocíos, que esperimentan se disiparán pronto al salir el sol por tarán sanos

,

poco

que corra

aire

para la florescencia

;

pero si

,

el

las

escarchas serán funestas

sol sale

claro

y

fuerte y no

corren vientos.

La pendiente

ó ladera espuesta al norte tendrá poca

y menos

y la florescencia será en situación siempre peligrosa en la poda y limpia se

ventilación

abrigo

,

:

dejará

menos ó poco ramaje para que

ventilación

que

el sol

pensación

:

y

la

humedad y

el

favorecerá poco;

y en com-

escarchas no les perjudicará tanto

el sol les dará tarde,

y ya con

ambiente, habrá disipado

les

gocen de

rocíos se disiparán tarde, por-

la ventilación les

las

los olivos

tal

las

el aire,

,

porque

aun cuando sea

influencias nocivas de la

escarcha; ni tampoco les serán tan perjudiciales los re-

195 calmones; pero

los aires fríjidos del norte

les

serán fu-

nestos. 2. a

Las laderas ó declives

jitud miran la

una

cuyos dos estremos de lon-

,

norte y

al

dos pendientes estarán espuestas

mediodía

otra al

la

la

una

,

las

poniente y

al

al

oriente otra.

La

ladera del poniente siempre disfrutará de una be-

nigna vejetacion

mas

algo

allí,

las nieblas

:

porque

re apenas peligro

,

el sol la

y no

rocíos

y

frios se

baña tarde

retienen

la flor

:

no cor-

está espuesla á enfermar

:

en

poda se le aclarará de ramaje para su ventilación

,

y de

,

cuantos impedimentos haya para su logro,

la

y no estará

tan fácilmente espuesta á recalmones.

La pendiente opuesta á ésta, y que mira al oriente, disfrutará hasta bien entrada la tarde de benéficas influende pocas nieblas y frios j porque en tal situación se disipan mas pronto: la flor corre riesgo, si la noche ha

cias

,

sido escarchosa;

bes ó nieblas

que

la

,

pues

y

secundan,

si

si

sol

el

no

sale cubierto

de nu-

viene claro y ardiente y sin vientos

la

deseca y tuesta: conviene

que

la

poda y limpia sea algo clara las nieblas y rocíos no la perjudicarán apenas , y será poco propensa á enferme:

dades. 3.

1

Los

olivares situados

en cerros y en

alturas planas

en donde disfrutan de una completa ventilación y de

humedad

necesaria, la florescencia cuaja bien: las nieblas,

rocíos v escarchas desaparecen al instante

cha salud

la

;

el fruto se sazona bien

pingüe se dispensará á

mas copa que en

,

si

el

gozan de mu-

terreno es algo

poda mas ramaje y para que gocen de sombra en

los olivos

el estéril

;

j

en

la

29

194

y que no corren vientos:

los dias calurosos

los frios

con-

tinuados del norte les son desfavorables. a

Los olivares situados en llanuras, vegas, páramos

4.

y campiñas

una regular cuaja,

la flor tiene

y

tilación,

mucha ven-

dilatadas, por lo regular gozan de

les las nieblas, rocíos

y

repentinos

frios

no acometer-

á

tardíos de

y

la

poda y limpia se les acopará dejándoles algún ramaje del fructífero por dentro; peprimavera

á estos olivos

:

ro no tanto que si el

en

la

queden cerrados y

otoño, invierno

y

sin ventilación: pero

primavera se presentan lluviosos,

con nieblas y rocíos abundantes, como suele acaecer de cuando en cuando, se les podará, limpiará y aclarará bien,

y no

con esceso: en estos parajes es donde

se les arará

se lian

de cortar ó talar, para dar mayor ventilación,

todas las ramas que se consideren

de poco fruto;

y

las

cuasi inútiles ó

ó madres que estén con-

las principales

vertidas en ramas de madera

cariadas

como

y

mal situadas: de

las

enfermizas ó

manera

se dará á los

viejas

esta

;

mas ventilación y claridad; pues no teniendo demasiada humedad, por haberla estraido por las zanjitas heárboles

enfermedad, y durará meescaso de ellas y seco,

chas al efecto, se disminuirá

la

nos tiempo

un año

;

y

si

sobreviene

se restablecerán enteramente.

Los

olivos

de

los valles

campiñas, que por

y mucho mas si son beneficien y cultiven chas aguas

mangla talarlos

;

y

,

tanto

y cañadas,

lo jeneral

los

de llanuras v

vejetan vigorosos

y

robustos,

jóvenes, y mas aun cuanto mas se

y caven, si sobrevienen mumas rápida y fuertemente los ataca la ,

aren

por lo que se procurará podarlos desaguarlos con todo

empeño

,

limpiarlos,

para cortar, ó por

19S lo

menos disminuir

el

mal; advirtiendo que mas vale que

no se aren ni caven en Ires ó cuatro años, que dejarles uno

podar y limpiar: tanto les aprovecha el verse claros y y con mucha ventilación estando

sin

desahogados de ramaje enfermos.

De La savia

las enfermedades

de la

savia.

como

influye en la formación de la planta

hombre, y el oficio de los dos es desarrollar el jérmen y de consiguiente está sujeta á sus enfermedades, como nuestros humores alas suyas, pulos alimentos

en

la

del ;

diendo alterarse también por causas internas ó esternas. Si la savia peca por esceso

de

destruye el vejetal. Si se riega

sal, se

pio,

las

combinaciones

y pocoá poco

,

,

este esceso

no per-

porque superabunda un princi-

como

la savia se vicie

estrenaos,

crepitud, el vicio ó locura

y

porque rara vez

por causas interiores. Las en-

fermedades que provienen de causas internas son ,

el depósito, las

enmohecimiento ,

ó repulgos, el

y

planta

la

se relaja la circulación de la savia,

perece. Cito estos hechos

sucede que

en que

la tierra

vejeta con cierta cantidad de aceite

mite

vuelve corrosiva,

la

:

la

de-

escrecencias

putrefacción,

etc.

Las esteriores son por desgracia mas comunes. Llamo causas exteriores los estragos causados por los gusanos

roen las

las raices

,

por los grillo-talpas que

lombrices que se alimentan de

dos estos insectos llenan

las

las

las cortan,

mas

servan abiertas con el objeto de alimentarse

y por

tiernas.

raices de heridas, ,

que

To-

que con-

resultando

de ello las estravasaciones de los jugos y el enmohecí-

196 miento de

que

rodea se vicia

las

nes de

las raices.

En ;

ciertas circunstancias

es decir

los jugos inficionados

encierra

,

de

,

que por

la

combinacio-

planta, con los

un compuesto dañoso

resulta

las

,

tierra

la

que

ella

sino á todas, á lo

menos á un gran número. Las enfermedades que provienen de causas esternas son: la quemadura, la escarcha, el el

moho musgo

la

,

,

lamiento, via

ictericia

etc.

,

la ,

niebla, el tizón, el espolón,

melazo ,

las agallas, el

ahi-

el

que todas causan una alteración en

la sa-

A

estas

mas bien una consecuencia de

ó son

,

humedad,

la

ella.

causas jenerales conviene añadir las accesorias , motiva-

das únicamente por la impericia de los podadores y plantadores de árboles tales son las heridas que multipli;

can en

las raices

puestos á

la

de todos

fin,

cones

,

haciendo grandes cortes, que dejan es-

acción del aire, del sol los

astillas, etc. Si la

,

,

de

metéoros atmosféricos,

la lluvia,

corteza, única parle que se re-

jenera en la planta, no vuelve á cubrir la herida

cer sos

y ,

la

á

y en

los espolones, to-

putrefacción se apoderan de

ella.

,

el

cán-

Los árboles grue-

quienes se hacen podas considerables, ofrecen una

prueba demostrativa de esto

;

pues su tronco se pone po-

co á poco hueco desde la cima hasta la

raiz.

De

las plantas parásitas perjudiciales al olivo.

No

solo las

enfermedades y los insectos son las plagas que atacan y destruyen los olivos y sus frutos , sino

que también cio se

las

miran por

plantas parásitas, que con tanto desprelos cultivadores,

son unos enemigos for-

midables de tan preciosos árboles. Eslas plantas parásitas se dividen

en verdaderas y jalsas.

197 Las verdaderas son co

,

porque

que

cuscuta, la yerba-lora,

clandestina y el estas se alimentan del jugo propio de

el cis-

los árboles

contienen.

las

Las falsas son

gos ,

la

marojo, mahojo 6 muérdago,

la

musgos

los

6

mohos,

las

setas ú hon-

liqúenes y roña: estas no perjudican tanto á en su vejetacion ; porque no les chupan na-

los

los árboles

da del jugo propio,

y

retienen para

agua de

sí el

ries funestas

árbol

penetran ni aun

El marojo Linneo)

es

,

,

á

que

humedad

del

el necesario

;

pero

la corteza

de

fin

los árboles.

malhojo ó muérdago (viscum álbum de

una verdadera planta parásita, voraz y

ñosa, y un vejetal para

los físicos

y

árboles

no vejeta en

plantas:

muy

le-

estravagante: su

desarrollo es diferente de los

oríjen, jerminacion

y

la

el

una putrefacción y capesar de que sus raicillas no

les ocasiona al al

y

las lluvias

mas tiempo que

aire sobre la corteza

con todo esto

único daño que hacen es

el

la tierra,

y

corteza de las ramas y troncos de varios árboles

demás

sobre la

sí ,

en don-

de sus raices se injieren é introducen. Este vejetal parásito , voraz y funesto es peor que

mangla dose

:

se reproduce

y

creciendo sobre los troncos y ramas del olivo

y

varios árboles silvestres y cultivados,

tinuamente con

;

infestar y propagarse

y de

que sino se está con-

cuidado de aniquilarle, perece

el

bol infaliblemente

la

multiplica rápidamente, pegán-

el

ár-

pues que una sola planta basta para

muy

pronto por todos

los olivares

de

sus contornos, estendiéndose rápidamente á toda una co-

marca

mer

;

y

asi

es preciso arrancarla

hilo ó ramito

,

en pareciendo

y cavar en la sustancia

el pri-

misma de su

198 corteza hasta estirpar sus raices ó pezoncillos, porque uno solo la reproduce de nuevo.

un

olivo, es

prueba que

Guando nace y

el árbol está

se cria sobre

cubierto de plantas

de musgos, cuscutas y liqúenes, etc.; jen estado, el mejor remedio es talar la rama; pues por

parásitas, tal

se baga

mas que de

las

tan

sus

siempre retoña

mucho de su fruto, la semillas, como los he ,

el

y comen y depositan

picotean,

visto, sobre la corteza

y grietas

refregándose en ellas el pico para limpiársele

que en

partículas viscosas

las

como

rama plagada

está la

si

predichas plantas parásitas. Los pajarillos, que gus-

del árbol

de

,

musgo que

la

han pegado;

él se le

rama tiene conserva

y humedad

la

necesaria, ésta basta para su primera vejetacion, y des-

pués

la

mento

savia

y jugo

del

mismo

olivo le provee del ali-

suficiente para su fatal acrecentamiento.

Don Simón

el

viscum

una especie

distinta

de Rojas Clemente cree que

marojo que ataca á enteramente de la que

ó

y por consiguiente

los olivos, es

se

encuentra sobre los perales, etc.,

distinta

también de

la

descrita por

Linneo; en cuyo concepto, y mirándola como una especie

nueva de su jénero, dola

á la

la

denomina viscum clussi dedicán,

memoria de tan célebre

porque Glusio hace mención de

que

la vio

Los

naturalista;

ella

sin

duda

en sus obras, como

repetidas veces cuando viajó por España.

tallos

del marojo ó

muérdago

dividen desde

se

su base en varios ramos desparramados, ahorquillados, cilindricos, y divididos por

nudos armados de pequeñas púas:

sus hojas son de figura de hierro de lanza

nosas

:

las flores,

masculinas de

,

crasas

y

car-

que son amarillas, nacen separadas

las femeninas

en distinto pie ó planta:

las

el

199 fruto es una baya de dos líneas de diámetro, semi-tras-

parente, de color rosado

y

que participa también

planta

la

:

ganado, especialmente boyuno

El P. Baeza, de moria inserta en

que

ra,

el

la cartuja

tasen

,

se

,

y para hacer

de Sevilla, dice en su me-

muchos propieta-

se ha obligado judicialmente á

y limpiasen,

ban en

liga.

tomo 16 del Semanario de Agricultu-

que abandonaban

rios

un jugo viscoso del emplea para pasto del

lleno de

poda del marojo, para que

la

la

cor-

á causa de los perjuicios que resulta-

los olivares vecinos infestados.

Duhamel, en una de las ciencias

memorias de

las

la

academia de

del año de 1740, nos trascribe observaciones

muy

curiosas del marojo;

visto

jerminar sobre unos fragmentos de madera seca, y so-

y en una de

bre unas piedras que jamás las bañaba

En España,

haberse

ellas dice

el sol.

Francia, y especialmente en Italia , en Roma y la ciudad de Lo-

unos bosques que median entre reto

,

en donde mas ha prevalecido en Europa

es

tos bosques ha habido robles las

En

estos bosques parece

dotes con

de

y encinas

que se podia cargar una carrada de

y en

es-

corpulentísimas, en ella.

se congregaban los sacer-

pueblo antiguo del paganismo, debajo de uno

el

los árboles

gativas

que

;

mas cargados de

esta planta, para hacerla ro-

adornándola como á planta sagrada, y como un

,

antídoto contra la ponzoña, y

didad de

los animales.

mos de

ella

repartía

al

con

la

muy

Uno de

propio para

los sacerdotes

la

fecun-

tomaba ra-

mano, después de consagrados , y los los primeros del año sagrado can-

pueblo en

,

tando y esclamando en alta voz honrad :

felicidad del año nuevo.

al

marojo para

la

200

De

la mosca

que ataca á

La mosca de

Descripción.

la aceituna.

gada, y como tres líneas de larga: tiene

da, abultada

mayor

pequeña, del-

los olivos es la

cabeza redon-

corta: sus ojos son grandes,

y

ocupando

la

parte de la cabeza; son morados, lustrosos, de fa-

cetas, ó sea reticulares, las anteras de dos piezas; la pri-

mera ó

inferior

talina

la

:

pequeña, redondeada, aovada y crissegunda en forma de maza cilindrica , ó algo

comprimida

una seda

muy

pedicelada,

,

como

violada en su remate

Coraza (Tborax) ó concha grande

,

con

sencilla inserta sobre cada antena.

obscura, con tres rayas negras tos

,

con

visibles

,

y

pelos ríjidos

microscopio; en

el

coriácea

,

el

,

pardo-

cenicien-

remate de

la

co-

raza ó concha se hallan tres escrecencias amarillas relu-

cientes, lampiñas, con dos sedas negras horizontales.

Abdomen do

,

,

ó vientre aovado-cónico, con vello platea-

corto de fondo

rubio

,

,

con tres manchas negruzcas

en cada lado.

Alas aovadas trasparentes

,

mas

que

el vientre ó

abdomen,

con una mancha negra en su remate y raen la proximidad del nacimiento de

,

yas del mismo color las alas

largas

:

hay algunas escrecencias amarillas con unas sedas

negras.

Rejo, en

un estuche

las

hembras aleznado, contenido dentro de

cilindrico

llejo esterior

de

la

,

con que taladra

aceituna, para

vo que ha de dar orí jen á doso-amarillas

,

la

la

la

epidermis ó pe-

deposición del hue-

larva 6 gusano

con algunas manchas

rojizas

;

:

patas ver-

tarzos ahor-

201

un pelotón carnoso cada dos anzuelos:

guillados, con

vo*

lantes ó volantines descubiertos, colocados entre el ab-

domen y

la coraza,

delgados, blancos, cristalinos en su

ápice, con una carnosidad acorazonada al revés: estos ór-

ganos, cuya inutilidad se ignoraba, parece ser necesarios al

insecto para la respiración.

Ninfa, crisálida, capullo ó zurrón, aovado, co; está dividido

en diez anillos:

al principio es

mas al tiempo del para romper la piel y

cilindri-

de color cas-

taño obscuro;

desarrollo, cuando el in-

secto está

salirse

pone pálido, color de cera bruta:

la

de

la

aceituna, se

larva ó gusano no

deja piel para su metamorfosis en ninfa, solo se encoje

j

adquiere

forma dicha.

la

Esta mosca hembra sirve de un aguijón fino que

ne en

estremidad de su vientre para picar

la

echando ó depositando en

ella

un huevo en

la

tie-

aceituna,

la abertura,

un poco profunda rida se cierra

La boquita de la he, que ha formado. pronto, pero su cicatciz permanece y se re,

conoce fácilmente por parte esterior.

este

el

puntito negro que hay por

huevo

el

hueso ó cerca de

la

y nace una larva ó gu-

sale

y blando, que penetra y

sano blanco

carne hasta

De

él,

se

mantiene de

comenzando

la

á hacer

sus estragos hacia mediados de Agosto, y continuándolos

hasta la cosecha del fruto. Cada gusano roe antes de tras-

formarse

como

la

quinta parte de

la

carne de

la

aceituna;

pero cuando hay dentro de ella muchos, apenas se encuentra nada al cojerla: este gusano no ataca á la aceituna hasta

poco antes que dé principio

porque desde luego presenta

morado

falso

á su la

madurez, y se conoce,

aceituna

como un

con notable anticipación, de cuando 30

color

la acei-

202 tuna

le

debe presentar cierto

y

fijo

por medio de una sa-

na y sazonada madurez. Las aceitunas subsisten en el árbol, madurando mas ó menos tiempo, á proporción del

daño que han sentido, y cayéndose cuando el viento las ajita: las que han sido atacadas en Agosto y Setiembre son perdidas para el propietario, porque tienen aun poco aceite; pero las

que

se

misma causa, puede de

las

unas

y de

caen después de Setiembre por

sacar algún provecho

las otras

;

la

pero el aceite

de inferior calidad y muy las aceitunas que se

es

moreno. Muchos están creidos que

caen en Agosto y Setiembre es efecto de sequedad; pero es fácil convencerse de este error, observando que tie-

nen toda

la

pulpa ó hueso agujereado,

y

el

gusano den-

el

gusano

tro vivo ó muerto.

Mientras

la

aceituna está en el árbol

no

se alimenta de ella,

sale antes

,

,

que

de su última metamor-

fosis.

El vulgo

y aun

y

vulgaridades

,

que parece que están exentos de ó mejor diré con nuestro sapientísimo los

mundo

Feijoó: »casi todo el

mas

creidos en la tículo

de

fe

,

que

de Agosto, son

gusano que

es vulgo," están

crasa preocupación las

las

,

aguas llovedizas de todo

creadoras

y come

productoras de

y

y

viven

que toca como á el la

ar-

mes larva

y ha

llegado á tan-

to tal preocupación de semejante creencia,

que hay quien

6

roe

sostiene temerariamente,

Agosto, después de tales gusanos.

las

aceituna;

que

si

llueve

¡Cuando desterrará

y propaguen

la

última noche de

doce, esta lluvia ya no enjendraria

estas y otras paparruchas!

estudien

la

la física

cuando

de nuestro suelo

los ricos propietarios la

á los campesinos, haciéndoles ver

205 demostracliva

y evidentemente

tales fábulas

en

muchos

los

años, que sin haber llovido en Agosto, se nos plaga

tuna de

la acei-

ellos.

Para remediar

el

daño que produce

la

mosca que pica

aceituna de los olivos, y atajar los estragos que estas lar-

la

vas

otros insectos causan

y

en

los frutos

y en los árboles, se

han ensayado diferentes medios; pero en vano, pues por ninguno de

ellos se ha

ba de esto dice los olivos:

el respetable

»que

el

»

prue-

Bernard en su Memoria sobre

conocimiento de su modo de

»su reproducción nos pone, es verdad, en » tantear los

En

conseguido su aniquilación.

el

vivir

y de

camino de

medios de destruirla; pero todavía no se ha ha-

liado ninguno,

y que

el

que descubra este remedio, será

mayor recompensa." Diga lo que quiera Bernard en este punto , nunca podrá negarse que la larva de

»digno de

Ja

la

palomilla y

tintas

tos

,

,

la

de

y cualquiera

la

taladrilla

otra

todas se fomentan

de

y

las

,

si

acaso son especies dis-

que se alimentan de

propagan hasta lo

equivocado sistema que se sigue de recojer aceitunas, dejándolas en el árbol hasta que

los fru-

infinito por el

muy

tarde las

larva se sale

la

ellas; y abandonando ésta el fruto, se coloca donde mejor para trasformarse en ninfa. Resulta, pues, que parece, le

de

si la

aceituna, respecto que conocidamente se

primeros de Setiembre, que está picada, se

la

la

ve desde

principiase á

recojer desde primeros de Octubre, que metiendo

mucha

jente al efecto en todo este mes, deberia estar recojida;

porque cuanto mas pronto se recoja, tanto menos rán,

y

dará

la

daña-

mas y mejor aceite; consiguiéndose por

este

á no dudarlo matar y destruir todas las larvas ó gusanos que tuviesen las aceitunas cuya plaga se disminuiría

medio,

,

,

204 por grados, llegando un día á aniquilarse totalmente; pues

que conducidas con se ahogaría,

y

la

aceitunas á las trujas

las

otra se moleria con

,

una parte

ella.

Todas estas ventajas se conseguirían en recojerla lo breve posible

;

pues de recojerla tarde,

el

gusano

habiéndose comido para alimentarse cuasi toda sustancia aceitosa,

y

mas

se larga,

carne

la

y

libertado él de perecer. Estos son los

resultados de una recolección tardía.

También para

esta

mosca, como para todos

los insectos

nocivos al olivo, se han inventado recetas que omito, por

número

considerarlas inútiles en España, atendiendo al prodijioso y cuasi infinito de olivos

que

cultiva.

¡Guantas magníficas promesas, cuantos hechos

verifi-

cados en los papeles públicos, cuantas falsedades impresas, revisadas, correjidas y aumentadas para destruir las oru-

gas,

las

mariposas

,

pulgón

el

sectos, las larvas , los

}

los gallinsectos

gusanos y

voran los árboles y olivos!

otras

Debemos

,

los in-

alimañas que de-

concluir de esto, que

todas las preparaciones tan exaj eradas, bien para los gra-

nos , bien para

los árboles

ú

olivos, son

meras charlatane-

embargo, ¿hay algún charlatán que no tenga bobos que le escuchen? Tal es la suerte del hombre.

rías; sin

CAPITULO

XIII.

DE LA FLOR DEL OLIVO.

De

L

a

naturaleza

su vejetacion.

ha prescrito tres estaciones

tintas para la vejetacion

y tránsito de

la

yema

muy

dis-

del olivo á

20o su entero desenvolvimiento hasta de brote ó de fruto.

jema do,

La

viene á ser un pequeño estilete verdoso, puntiagu-

y por

decirlo

asi,

no es otra cosa que

el

jérmen del bo-

tón y que este mismo botón, escitada en él la savia ascendente por el calor de la primavera, es impelido á que se -j

hinche y ensanchen las escamas que le cubren, separándose unas de otras , presentándose y anunciando que encierra

en

sí el

precioso depósito de la multiplicación

,

sien-

do de flore? ó de fruto ó solamente de hojas y madera, que llamamos brote, tallo ó ramilla. ,

La yema , pues aparece ; ,

cipio del verano: a.° crece

y

i ,°

en

la

primavera y

al prin-

adquiere fuerza en el

solsti-

mas y mas, y se nutre en el otoño; y en fin desde últimos de Marzo y en Abril en las provincias meridionales de España, se presentan y nacen debajo cio: 3.° se fortifica

,

del sobaco de las hojas las yemas que contienen las flores

del olivo: se desarrollan éstas por

Mayo, y

cuaja el fruto

marchitándose y cayendo al suelo la flor, á mas tardar en Junio: sigue la aceitunilla creciendo y engruesando

por grados en los meses de Julio, Agosto y Setiembre ¿ toma color en Octubre , y se halla madura en primeros de

Noviembre.

Observaciones sobre la cuaja de la flor. i."

La

esperiencia prueba que

un

olivo

que no tiene

todavía fuerza para arrojar nuevos brotes, ya por vejez,

ya por estar cargado de un número

muy

grande de ra-

millas de fruto, florece

y fructifica

años,

podado se halla en este mismo

y

el

que no

está

á

la

verdad todos los

206 muchas veces

caso; pero

y

la flor;

y á aquellos no les cuaja fruto aun cuajado también se cae, porque los

el

á estos

canales de la savia están obliterados ó embotados,

sube ésta en

y no

cantidad suficiente y proporcionada á las

necesidades. 2.

a

Guando

rado en

las

semen fecundante

el polvillo 6

anteras ó

bolsillas

de

los

stigma del

tiene la flor, después de haber caido el tilo

,

no prospera en

en tiempo de

él

:

pis-

por algunas causas particulares:

las flores los insectos

heladas las abrasan

está cer-

estambres que con-

también

las

dañan

ofenden

el si

stigma

:

las

sobrevienen

demasiado abundantes y recalmones si se aran y podan los olivares floridos , el vapor cálido que enton-

lluvias

:

ces exhala la tierra removida, daña y amortigua el

y

aborta la semilla.

sas, 3.

a

Los

olivos

enfermes florecen mas temprano

que están mas espuestos

lo

dejan caer

la flor

;

por

a los daños de los insectos,

y

y su aceituna: el aceite de estos árbo-

de inferior calidad y se enranmas fácilmente que el de los robustos y jóvenes; y

les viejos

cia

y enfermizos

es

por consiguiente su aceituna se debe recojer te

semen;

no desenvolviéndose el embrión ó jérmen por estas cau-

:

y moler apar-

pues que hay tan grande diferencia entre

la

madura-

ción, debe hacerse tai distinción. 4-*

te

en

La cuaja de

la

aceituna es siempre mas abundan-

de los olivos , y mas en las esposiciones mediodía, y cargan mas de fruto los olivos caminos carreteros y de mucho tránsito, y que

los rostros

que miran junto á los levantan

al

mucho polvo de

con especialidad en

el

de

los

bochornos é insolaciones,

la cuaja

de

la

flor si se

y

temen

207 aguaceros, pues que los bochornos privan

humedad moderada que

la

al

jérmen de

y se marchita la flor que dé lugar á la fecundación; y

anticipadamente, sin

necesita,

faltando el jugo al pedúnculo de la flor

fruto sin haber cuajado

:

las

,

viene á tierra el

aguas y nieblas de

fin

de Ma-

yo y Junio dañan mucho á las flores cuando están en cierne , porque lavan los polvillos de las anteras, y rom-

pen

que contienen

los saquillos

humor ó

el

licor fecun-

dante.

La

5.*

ventilación, siempre útilísima á los olivos, les

absolutamente necesaria en tiempo de su florescencia;

es

de manera que

falta la acción del viento

si

en

el día

que

aceituna naciente necesita ponerse en contacto con

la

atmósfera, se seca

y

donadas están mas espuestos por consiguiente

calma

los agoste lodo el

No

como

se libertan á veces

ventilados

;

que una

nieve, en rubio

de este daño,

continúa y el calor es intenso aun sitios

á

esquilmo, que en pocas horas se

tuesta, tornándose de blanco la canela.

la

perece. Los árboles situados en hon-

,

los

si la

como calma

que se hallan en

pero corren mayor riesgo los que no

lo están.

La espresion de pasarse

6. a

las flores y frutos significa no cuajar 3 hablando de frutos; y abortar , hablan-

do de los

flores.

Por

estambres de

tuyen

las partes

tilo las

la

descripción de las plantas vemos que

la flor

sostenidos por sus anteras, consti-

masculinas de

fameninas

:

que

decir, que sostienen

la

las flores

jeneracion,

y

el pis-

son hermafroditas, es

machos y hembras, solo machos ó solo hembras: que las flores machos en algunas están sobre el mismo tallo y la misma rama que las flores hem~

208

En

bras, pero separadas.

hembras

,

que

machos y

flores

las

están algunas veces sobre pies y árboles diferen-

Esta unión de

tes.

fin

está demostrada

sexos separados en

los

hoy hasta

la

ciertas flores,

y de

evidencia;

esto depen-

de esencialmente toda especie de fructificación; porque

una ley inmutable de

es

que concurran

la naturaleza,

el

macho y la hembra para reproducirse. Es fácil concebir que una cópula tan delicada exije para que tenga efecque concurran

to

de

picia á causa

Una

lluvia

y una

las circunstancias,

humedad de

la

las

estación pro-

partes.

demasiado fuerte ó demasiado

fria,

una

helada, un viento impetuoso ó frío, ó una insolación, la

desordenan y hacen que fruto se pase.

En

el

momento de

con elasticidad

ras

sobre

la

parte

,

y

la flor

la

aborte 6 se seque,

fecundación

el

se abren las ante-

este depósito del

hembra una multitud de

y

semen derrama

globulillos, de los

cuales sale un vapor fecundante que, penetrando el pistiva á animar el jérmen.

lo,

tes

Es

fácil

de

la

concluir de aqui, que el frió estrecha las par-

jeneracion, e impide el desarrollo de los estam-

bres; que

un viento

cálido deseca el

empapado en agua etc. ¿Que labrador abundancia de uvas, granos y

que no puede penetrar en

el pistilo

llovediza; que esta lluvia le arrastra

no ha observado que

la

aceitunas dependen de ñas es si

,

de

los

trigos

y de

vapor fecundante;

la

,

buena florescencia de

los

olivos?

Que

las vi-

esta abundancia

siempre consecuencia de una buena estación; y que el tiempo ha sido frió ó ajilado con vientos tempestuo-

sos,

muy

frios ó

muy

cálidos, se pasan y secan las flores.

209 Estas

como he dicho ya, abortan, y

,

los frutos se

pa-

san por una consecuencia del ahorto que acaece con fre-

cuencia en seguida á una buena fecundación. Si algún

tiempo después de

la

florescencia

ó recalmones, el grano de

frías

la

sobrevienen

lluvias

aceituna se deseca

frecuentemente en cortísimo tiempo, se cae y no deja siquiera el mas lijero vestijio de su existencia, aunque el pezoncillo que la sostenia hiciese cuerpo con ella. 7.

Suele, aunque rarísima vez, presentarse una pe-

a

y esto indica siempre que árbol padece por alguna causa, que frecuentemente es

queña segunda florescencia el

,

sequedad. Esta sequedad esteuúa la savia en sus canales, y aminora su cantidad; y si después de una larga

la

sequía sobreviene una lluvia tan abundante que pueda penetrar hasta las raices, la savia vuelve á recobrar sus de-

y sube con ímpetu ; pero como encuentra desde principio los diámetros de sus conductos demasiado es-

rechos el

,

trechos

que

los

ta el

se dirije hacia los

,

que

lo están

botones de fruto, que no se hubieran abierto has-

año siguiente, se abran entonces. Las vides echan

también sobre-Jlores , especialmente en

cuando

les

rebajan ó mutilan

ben confundir frutales, ó de el calor

8.*

menos, y hace

de

la

estas sobre-Jlores los

tempranas de

los árboles si

atmósfera se reanima en esta época.

la í!or

la

atmósfera son también

muy

tanto mas, cuanto

mas

del olivo

;

y

repentinas son pasando del calor tardías ó de primavera causan los frutos

sarmientos: no se de-

que brotan en Diciembre y Enero,

Las variaciones de

perjudiciales á

los

los países cálidos,

de hueso, como

en

el olivo,

al frío:

los

asi

brotes

y de

los

31

las

heladas

y frutos de

de cuesco, co-

210

mo

el

pérsico, abridor, etc.

,

un daño

helada es seca, no padecen tanto ni tos; pero si

el

si

un

sobreviene

jados

9.

sol fuerte

,

en

En

si

llueve,

y

Y

asi

,

es

los

fru-

y sobre todo ya cita-

mientras que el

lo

ciertas circunstancias arrojan

y

m

los frutos

no se arará, como ya

flor,

vas hojas ó nuevas flores,

ejemplo,

las flores

las flores

perderán enteramente.

se

olivo está a

tiempo es húmedo,

funestísimo. Si la

he dicho. nue-

los árboles

señal de padecer: por

una seguía fuerte, larga y aumentada por el humedad é impide en gran parte á la savia

si

calor, disipa la

que suba de

las raices á las

ramas ; es claro que esta po-

ca savia no podrá mantener la sinovia de las articulacio-

nes, formada en

reunión del peciolo con

la

secada esta sinovia,

los

encajes de

la

rama. De-

esta articulación se

desecan y ocupan menos espacio; entonces salen de caja, y se cae la hoja. En el caso supuesto, es evidente qre la

humedad que

hojas absorven de la atmósfera es pe-

las

queña cantidad, y no bastando á alimentarlas sin el socorro de la savia, se caen por necesidad. El botón, que siempre está colocado en á

quien alimentaba

ne en

la

la

la

base del peciolo ó pedúnculo,

hoja, perece

primavera, pero

la falta

si

día, se desarrolla el botón

si

á la

la

de agua ha sido

primera

y

sequía sobrevietar-

Este no

lluvia.

debia naturalmente echar hojas ni flores hasta el otoño;

pero en

el

animado

la savia

mavera en abrirse.

cho

presente caso se abre, porque

los

,

y

ésta obra

como

al principio

á brotar al

de

la pri-

botones que están bastante formados para

Este modo de reverdecer es violento

al árbol;

ha re-

la lluvia

y daña mu-

porque una parte de sus bolones destinados

año siguiente, anticipa su desarrollo,

y

priva

211 árbol de sus recursos futuros. Los árboles viejos están

al

mucho mas

obstruidos que en los otros nuevos,

y

la sa-

sube por ellos con menos actividad, en menos abun-

via

dancia

y mas

refinada.

En

este caso los botones se forman

mas pronto, y son mas propios para producir hojas res: frecuentemente se ven reverdecer

y /lo-

y florecer

los

árboles después de las granizadas.

CAPITULO XIV. DE LOS EFECTOS DEL HIELO Y DESHIELO Y QUEMADURA DE LOS OLIVOS.

E

xaminemos

hacer luego

,

pues, el efecto de

las heladas, á fin

la aplicación á los olivos:

trasportémonos á

de la

época de las heladas , y examinemos en qué parte son mas sensibles. Si considero una superficie, por ejemplo, la

de una hoya llena de estiércol

es allí la helada

mas blanca

mas

,

,

veo que

sensible,

al

menor

frió

mas aparente y

mas fuerte que en su circunferencia: veo también que esta misma helada es mas sensible en la superficie de una pradera que en

la

de un campo recien labrado, compara-

labrado mucho tiempo , y fenómenos son siempre seguros, y se vienen de los que quieran verlos. Los sitios mas sus-

do con otro limpio de yerba antes. Estos á los ojos

ceptibles do recibir la impresión de las heladas son aquellos

te

en que hace mas

calor,

y en que hay por

mas evaporación. Supongamos ahora que

como cuatro; admitamos una masa semede humedad, y las dos masas reunidas y en acción,

ga una fuerza jante

consiguien-

el calor ten-

212 formarán una masa de ocho: so

:

el efecto del frió

vapor; los

y

la

prueba de

alambiques, sin

el estiércol está

es concentrar ello se ve

en

en este ca-

agua reducida á

el

los refrijerantes

los cuales el fluido

y

la

de

parte espiri-

tuosa se perderían reducidos á vapores. El frió condensa

medida que salen del

estos á ellos

con mas fuerza que

si

estiércol

,

apoderándose de

estuviesen calientes solo co-

mo

uno, y por consiguiente convierte estos vapores mas fácilmente en escarcha. En las praderas es mas sensible la helada que en una tierra recien labrada

de

la

,

porque ademas

evaporación natural del suelo, hay también

ración de la traspiración de las plantas,

mas

evapo-

cálida

ambiente , aunque mucho menos que

el aire

la

la

que

del es-

campo recien labrado también da mas evay poración que el que no lo está, y suelta mas fácilmente una parte del calor de que estaba impregnado. La eva-

tiércol;

el

poración

,

en un

el calor son las causas de que la hemas pronto y de un modo sensible mas

pues, y

lada se manifieste sitio

que en

otro.

Podemos concluir de causa de ser el efecto de fiesto,

particular á jeneral, y hallar la las

heladas mas sensible

en iguales circunstancias, en

laderas; y en los valles se los olivos,

y mani-

que en las corren peligros mayores de helar-

como también en

los valles

los incultos

mas que en

los

mas que

los

cultivados, y en los que están á vientos libres,

que están resguardados y al abrigo de los del norte; y los que miran al norte siempre están espuestísimos á helarse,

y aun

á

Los las

padecer con

los vientos frios

,

olivos se hielan raras veces

aunque no en

la

hiele.

temperatura de

Andalucías, Mancha y costas meridionales

,

y

solo peli-

215 grarian en seguida de unas fuertes y copiosas nieves, per-

maneciendo cuajadas, y subsistiendo sobre los árboles gunos dias. No son siempre uniformes los efectos de

allas

nieves y el hielo; dañan principalmente cuando se halla

movida te

de

la savia,

la

y

los

poros abiertos por el calor anteceden-

estación comunicado

árbol.

al

Las nevadas

tardías

y los frios intempestivos é intensos que siguen á estaciones templadas y lluviosas, son los mas perjudiciales, y que

pueden causar la pérdida de los olivos. Las nieves son mas peligrosas si permanecen sobre el árbol, si se cuajan y se hielan, pasmándose de resultas, y penetrando dentro de sus poros. Siempre que se vea que se conservan flexibles las ramillas

decido

mas delgadas ,

muy

está sano

y vivo

el olivo,

y ha

pa-

poco.

Suelen despojarse

de

las hojas

los olivos a

causa de al-

guna helada; y algunos sin reflexión cortan ó talan sus ramas por las cruces, creyendo que están estas ó sus ramillas secas; pero solamente pierden la hoja antigua, con-

servando y abrigando

Cuando ha penetrado

las

yemas nuevas, sanas y

el hielo

en

las

sin lesión.

ramas, no están

bles, y su interior se halla negruzco ó amarilloso, astilla

cuando

se hace fuerza al doblar la

el

mal

cunde y

se

Es necesario tener premuchos años en engruesar y

á todo el árbol.

sente en todos casos que tarda criarse

salta

rama: en este ca-

so es necesario cortar hasta lo sano, sin lo cual

comunica

y

flexi-

una rama grande; por

lo cual

no se cercenarán á me-

nos de una verdadera urjencia.

Efectos del deshielo. Para derretirse sario

re

:

el

hielo es nece-

que haya una temperatura bastante templada del

hay dos suertes de deshielo

:

el

ai-

primero causado insen-

214 siblemenle por la

la

elevación del sol sobre nuestro horizonte,

cual termina la duración del invierno; porque el frió se-

perpetuo,

ria

si

rayos del sol se dirijiesen siempre

muy

que habitamos; y el segundo aconinvierno, cuando los vientos del sur rechazan

oblicuamente á tece por el

los

la tierra

y estienden un aire mas caliente y mucho mas húmedo. Mientras el deshielo, acaecen en los árboles

norte

los del

muy

fenómenos

singulares para que se pasen en silencio.

Durante muchos

l.°

mas

,

dias antes del deshielo

mas

vivo, el viento norte

pio, las estrellas

mas

,

el frió es

fuerte, el cielo está

mas lim-

y

brillantes,

todas las tardes al po-

nerse el sol se ve estendida por el lado del mediodía una

capa encarnada

muy

estendiéndose poco

mósfera, abate por

la

el

obscura

á

,

que

poco por

tiempo del norte ,

evaporación que ocasiona,

que en este caso forman

rocíos,

los vientos se contrarian

bren de

ella.

Se observa

lo

y en la

sur que va

es el viento

la parle

superior de la at-

hace mas sensible

por

fin,

los crecidos

escarcha ; y

asi

cuando

por muchos dias, los árboles se cuá

menudo que

los frios rigurosos

y

duraderos provenían del combate obstinado de ambos vientos. Si

el viento del

sur cedia completa-

se disminuía el rigor del frió,

y quedaba destruido

en este intervalo

mente,

luego que

el

sur lograba dominar

y

espulsar á su antago-

nista. 2.

Mientras dura el

contraen, se encojen, el

frío los árboles

y

las plantas se

y ocupan menos espacio; pero con

deshielo vuelven á su anterior estado. 5.°

cruz de

Si el frió es riguroso, se las

ramas hasta

las

hienden

los árboles

desde

la

raices. Al deshielo todo reco-

bra su forma, y apenas se perciben en los arbolillos los ves-

215 tijios

de esta hendidura perpendicular,

adelante con

la

,

cual se cubre en

corteza, cuyos labios é injertan uno en

la

otro; pero la división de la

misma y

la

madera permanece siempre

la

reunión de los dos labios forma un hilo en el

tronco.

Greerase quizá que

4-"

la

do del norte] pero es todo

que no de

hendidura se forma por

el la-

Ninguno he

visto

lo contrario.

la tarde.

Ademas de

las

mediodía ó de

las

dos

razones de este fenómeno,

me

tuviese al lado del sol del

la

parece también que depende de que

mas por

el frió, y

por

la

la

el árbol se aprieta

por

parte del norte que por otra alguna:

del mediodía, al contrario,

la

humedad

es

mas

es-

y en mayor cantidad, porque de dia los rayos del sol hacen correr por ella el agua que estaba helada en las parterior

tes superiores:

ademas, penetra

abre los poros; y

como

do del norte, llama

asi

las partes aflojadas

la

la

corteza

la

madera y

contracción se efectúa por

por ambos lados

por

y

y con

el calor, las cuales

el la-

igual fuerza

ceden á esta

fuerza continua, no pudiendo oponerles resistencia,

hace

No

y

se

hendidura en un momento.

la

remedio alguno para este fenómeno y accidente funesto: rara vez prospera un árbol hendido de esta se conoce

suerte: vejeta triste, débil

y

la

que

mayor parte de se

y lánguidamente; da poco

ellos

perecen;

tal

fruto;

acaece á los olivos

abren y carcomen.

Mata

el hielo á las plantas

cuando estando húmedas y ; tanto mas cierto es

llenas de jugos acuasos las sorprende

su daño,

heladas,

si

acontece un falso deshielo en seguida de fuertes

y de repente cuaja nuevamente el hielo, hallánhumedad los olivos; porque acostumbra-

dose cargados de

216 dos á un temporal benigno,

y

favorecidos por la estación,

adelantan su vejetacion; pero tardío, hace perecer

sobreviene algún hielo

si

brevemente sus yemas delicadas

al

tiempo de desarrollarse, y se conjela la savia ya movida, y que fluye con abundancia. Los hielos precedidos y acompañados de sequedad, no suelen perjudicar pero

los hielos

á los olivos;

de menor grado, alternados con vicisitu-

des de humedad, aires templados

y

hielos intermitentes,

son los que perjudican á estos árboles

y

á todos los veje-

en jeneral.

tales

De

quemadura. Durante

la

el

invierno caen sobre los

árboles, en jeneral, nieves, granizos, escarchas.

Cuando

sale el sol del

y toda especie de

mediodía, durante estas

grandes heladas, corre el agua derretida desde

rama en rama sol,

,

y aumenta

hasta el tronco.

A

medida que

la

copa, de

se retira el

helada, se conjelan estas aguas sobre

la

mojadas, y se descubre por todas partes una cosde carámbano, que oprimiendo fuertemente la piel,

las partes

tra la

resfria, Ja hiela

el sol

y

la

quema. Al

dia siguiente, lanzando

de nuevo sus rayos, tanto sobre

anterior,

como

las

escarchas del

¡dia

sobre esta costra de carámbano, lo derrite

todo de nuevo, y hace que se conjele igualmente en la helada fuerte de la noche siguiente. Estos deshielos consecutivos, los árboles

y ;

estas heladas reiteradas, son las

pero esta enfermedad cuasi es desconocida en

nuestras provincias meridionales, las del

como

es tan conocida

en

norte, en que tanto hiela.

Nos sobre

que queman

la

resta hacer

aun una observación

quemadura y

cantidad de botones ó áe

la

muy

importante

destrucción casi anual de una

yemas

en

la

esposicion del medio-

217 día: ésta se manifiesta según

mos hablado, ha sucede con

En

sido

que

conjelacion, de que he-

la

mas ó menos

He

fuerte.

aquí lo que

los botones.

todos los botones ó yemas hay una pequeña emi-

nencia; todos sobresalen un poco,

están aplicados rectos,

y

cada uno sobre su rama madre,

y terminados en punta por Cuando se derriten, pues, y conjelan las humedades, como hemos dicho, la que se halla alrededor del botón se conjela también, y forma un todo con esta yema y esta corteza. El jérmen de esta yema, que es un pequeño hilillo verde muy tierno, se hiela al instante, y pela

parte superior.

rece por consiguiente

la

yema.

Para asegurarse de este hecho basta rejistrar

la

yema en

tiempo de que hablamos, y se hallará barnizada, con una Capa de hielo que la hace brillar como una perla. el

La quemadura de

las

ramas puede te-

la calidad

del terreno: bas-

de

los cogollos

ner remedio cuando proviene de

mala y substituirla otra buena: conócese esta enfermedad en que los cogollos se

ta

en este caso quitar

la tierra

ponen enteramente negros y tostados. Si los árboles son atacados

en

la

estremidad de sus

ces de esta enfermedad, se pueden mirar sin

embargo,

si el

mal proviniese de

cho arriba, se aplicará

Causas por qué

el

y

al fin

muy

causa que hemos di-

olivos se

ahuecan, abren,

mueren.

El interior del tronco de olivos, está

perdidos;

mismo remedio.

los árboles

y

la

como

rai-

los árboles,

como

el

de

los

espuesto á gangrenarse y podrirse , co32

218 menzando desde

mas

lo

sensiblemente hasta

las

alio

de

la

cruz, y continuando in-

raices; de suerte, que con el tiem-

po quedan oradados huecos y abiertos de arriba á abajo: esta causal de la corrupción se atribuye á los frios, hielos ,

y

otras mil causas esteriores, sin echar de ver

jen mas principal, por

en

lo regular, está

que

el orí-

manos

las

ig-

norantes del cultivador, del podador y del talador.

y la costra de los caque corroe y cagoma siempre de una

Los árboles dañados por rámbanos

se llenan

el hielo

,

ria, aumentándose siempre el cáncer á proporción que se

estiende

herida hecha por

la

la

enfermedad, que llamamos del verano se

también quemadura. El agua de

las lluvias

estanca también en el hueco de

la

do; y lo mismo

los inviernos siguientes:

humedades de

las

herida,

va minan-

y

y aumentan

el mal.

los

rayos del sol fuerte agravan en

les

Los cancros y cavidades en los troncos de y olivos provienen siempre de los cortes y talas de ramas principales ó madres , mal hechos ó hechos

fin

los árbo-

las

,

fuera de tiempo;

para evitar esto no se deberá nunca

y

cortar ó talar una

rama principal,

sin cubrir la herida ó

este

medio

La gangrena y ahuecamiento de que vamos

á pro-

corte con el ungüento de injeridores; se

impide

la

gangrena.

poner algunos ejemplos, es en gangrena de

cirujía la

las

huesos, puesto que por to las carnes están

nemos, pues,

y

olivos,

y

lo

y por

lo

que

la

los árboles lo

que en

la

carnes y la esfoliacion de los

causa de un

humor purulen-

minadas y los huesos cariados. Exami-

que pasa diariamente en nuestros árboles sin advertir, ó sin remediarlo,

riamente en nuestros olivos.

vemos

dia-

219

De

como goma y la

todos los árboles gomosos,

cuesco ó de hueso, luego que

la

los

de fruto de

savia se eslrava-

rama abajo quedando minados y y fluye por escavados de tal manera, que se orijina un cáncer ó cancro, que penetra hasta el meollo ó corazón, y que regu»an

,

corre

la

larmente hace perecer ro

si

la

,

rama, y á veces todo

el labrador rejislrase sus árboles,

y

de arrancar esta goma, y de contener

el árbol

;

pe-

tuviese cuidado

la savia, cosa fa-

cilísima, estos árboles estarían saludables, prosperarían

y

producirían abundantes frutos.

Cuando se

se corlan

hacen en

ellos

y

talan, repito, los árboles

enormes heridas,

y

olivos,

sin aplicarles aparato

ninguno: ¿y que es lo que sucede entonces? que la savia de su curso y se estravasa; y esta savia, como la

sale

sangre fuera de nuestras venas, hiriéndola el aire, el

sol,

y nieblas, los fríos, las escarchas y heladas, se corrompe, se pudre, y se convierte en humor sanioso,

Jas lluvias

ramas, y se interna en el tronco minando éste y aquellas. Si recorremos un* infinidad de árboles y olivos tratados asi, principalmente los de nues-

que corre por

tros olivares,

las

que talamos , desmochamos ó afrialamos,

pasado cierto tiempo, se verá que su madera se acanala, se

pasma

está á la vista

pudre eslerior é interiormente: de todo hombre observador.

y

se

esto

Recórranse y revísense todos los árboles talados de paseos y caminos reales, como en todos los olivares talados, y se advertirá en ellos

la salida

de

acabamos de hablar, que se rezuma por

la savia,

de que

la herida,

y

se

distribuye por lo esterior é interior del tronco ó tallo, advirtiéndose en el

mismo

sitio

una mancha

lívida,

que

220 dura largo tiempo aun después de cerrada

la

herida.

Se vendieron no hace mucho tiempo á un amigo mió

una porción de olmos de cerca de dos pies de diámetro; estos árboles habían sido

anteriormente talados unos y lluvias, los frios, las heladas y

desmochados otros: las demás intemperies habían penetrado en las heridas, y se gangrenaron\ y cuando los cortaron estaban cuasi todos huecos, como un brocal de un pozo.

El año de 1812, en un pueblo del condado de Niebla, presencié un horroroso y estenso fuego, que encendió y abrasó tres ó cuatro dehesas

durando

el incendio,

por

la

y gran pago de

olivares

noche, observé que

la

j

y

mayor

parte de ellos ardian tan solamente por su interior, y

muy

pocos por el esterior del tronco; y entonces fue cuando por la primera vez observé que la mayor parte de los olivos se ahuecaban, y principié á conocer que lodos los que habían sido talados de años atrás estaban solamente hue-

cos

y

abiertos.

Y

¿que deberemos inferir de esto? que todo labrador

debe proceder con reserva y cuidado cuando intente hacer talas y heridas en los olivos, cubriéndolas con el ungüento de injeridores; pues de no hacerlo

grenarán

,

ahuecarán y abrirán

,

asi se le

agan-

y morirán por

fin los

olivos.

CAPITULO XV. DE LAS COSECHAS ALTERNAS.

O;bservaron los autores latinos tivo

de

los olivos,

que han tratado del cul-

dice mi catedrático D. Claudio Baute-

lou, que estos árboles no producían

un esquilmo abun-

221 dante

,

dos en dos años. Los

sino de

modernos

escritores

verificado esta observación, atribuyen esta al'

que han

ternativa á diferentes causas. Creyeron

los

primeros que

procedía de que rompiéndose y destrozándose muchas ra-

mas de

los olivos al

tiempo de varearlos para hacer

recolección, se despojaba de este to del

año venidero; por

lo

modo

que promulgaron una ley

antiguos, que prohibía á los jornaleros el

boles

A

permiso del propietario.

sin

la

árbol del fru-

el

varear

pesar de

los

los ár-

ser tan

perjudicial esta práctica, no es ella sola la causa de la

alternativa de

Muchos

autores modernos quieren que esta

de cosechas sea ocasionada de

tiva

á

las cosechas.

que

la

poda de

alterna-

los olivos,

poco puede asentirse de ninguna manera.

lan

Las verdaderas causas que contribuyen

que

á

los oli-

vos sean veceros ó alternativos son, según el sentir de

modernos españoles, fundándose en

los escritores

periencia

y en

la física vejetal:

bre de varear los olivos: colección:

5. a

y en no arar

en

en hacer

en podar y limpiar

á

la

la es-

bárbara costum-

muy

tardía la re-

los olivos

muy

tarde,

su debido tiempo.

La común y

i. a

2. a

i. a

cuasi costumbre jeneral de

los olivos para cojer la aceituna, es

una de

las

varear

principa-

les causas

de que estos lucrativos árboles sean veceros,

ó que den

las

mas

cosechas alternas , un año

gún

el

mas

ilustrados,

racional sentir

y según

que desprendiéndose de

de

los

y

otro

no: se-

agrónomos nacionales

lo acredita la las



esperiencia de los

preocupaciones rancias, ab-

surdas y vulgares, han ensayado el método de cojerla á

mano, ó como dicen, ordeñando las ramas.

222

Ya

no se ignora que cada hoja del olivo abriga

,

nu-

tre y proteje una yema, que con el tiempo producirá el fruto; y que éste se obtiene solamente en las ramitas

nuevas tiernas y delicadas y

bando

mo

las

que

varetas, lastimándolas ó quebrándolas

nodrizas de

á las hojas

economía

del olivo. El vareo, derri-

física

las

lo

mis-

yemas, desordena

la

del olivo, le priva de los principales de-

pósitos de la fructificación con semejantes destrozos, y le

imposibilita para producir en siguientes. Pero á pesar

tumbre; pues todo

de estose sigue

la

los

sub-

barbarísima cos-

les es indiferente á los cultivadores sin

principios: para ellos no la rutina

uno ó dos años de

mamada y

hay mas regla ni mas ley que

envejecido capricho, sea ó no contra

sus verdaderos intereses ó contra los jenerales del estado.

La operación de que tratamos

y

es ciertamente contra

unos

contra otros: es conlra los intereses del cosechero, por-

que destrozando sus de dos; y es contra

que reporta en

los

el

olivos, se priva el

en un año

cosecha

la

estado, por los menores productos

comercio en

la

concurrencia de este fruto

mercados públicos.

Se dirá acaso que

la

te dispendiosa ó costosa, é

recolección á

mano

es

sumamen-

imposible de realizar en los gran-

des pagos de nuestras Andalucías; pero esta infundada razón, que piensa oponer á lla

hoy ya desvanecida con

la

recolección á mano, se ha-

el testimonio

de muchos ha-

cendados y grandes cosecheros que han ensayado el método en sus posesiones, ajustándola también á destajo. Mas si

estos datos

no fueren aun bastantes, recórranse

blos de la Navarra y otras provincias,

Andalucía, y se verán

los resultados

y aun de

los

la

pue-

misma

que presentan algu-

225 nos ilustrados cultivadores, que desengañados del error antiguo, lian adoptado el método de cojer á

mano

la acei-

tuna, sin que obste que los árboles sean grandes ó pequeños;

por último, ¿no se cojen á

y

mano

aceitunas

las

gordales para adobarlas? ¿pues para que tantas

dificulta-

des para las que se las ha de estraer el aceite?

La época ó tiempo de

2. a

tuna es aun en el dia

tiguamente.

En

muy

la

recolección de la acei-

que

diversa de la

Francia, en

Italia,

se hacia an-

y aun en muchos

rajes de España principian á hacer

la

pa-

recolección en los

meses de Diciembre, de Enero, Febrero, y muchas veces hasta Marzo y Abril, y en algunos pueblos de Italia no la al

cojen hasta que ella se cae naturalmente por suelo

Febrero

:

,

esperando de intento á que

gan negras, ó mas bien piecen

á pudrirse,

á



misma

principian á cojer en Enero

en olías parles

la

que se pasen con

con detrimento de

la

y

aceitunas se pon-

las

los hielos

y em-

buena calidad de

los

formada ya y ha adquirido todo su tamaño y sazón oleosa, es á mediados de Octubre, y esta es la verdadera época en que debe princi-

aceites.

La aceituna cuando

mano en

piarse á cojer á

está

las provincias

en primeros de Noviembre en to

que desde

antes

rado

desde

,

esta época va el color

y finalmente

,

al

verde

meridionales,

las semi-raeridionales;

pasando por grados al

negro

,

,

que

es el cuarto

,

en

el

aunque

jjio-

y último

la recolec-

ción quince dias antes, que quince después; y

quido

vez

tal

amarillo', de éste el

período que manifiesta; pues mas vale hacer

lo regular

ó

como por

último período da mayor cantidad de

inferior

en todas sus partes, porque

mas cargado de alpechin ó jugo

vejetal

,

y

pues-

se sigue sin

lí-

está

em-

224 Largo

costumbre de aguardar á que

la

para recojerla;

y

es

la

fermentación

,

pasen

los hielos

menester tener presenté que llegado

de su madurez

el víltimo periodo

la

,

momento

principia al

aunque insensible, preparándose

á la

descomposición y putrefacción y de esto resultan perjuicios y deterioros en la calidad de los aceites y asi se ;

;

observa que estos jamás son tan claros y tan buenos,

que

como

tempranas y á tiempo, siempre que se muelan inmediatamente ; porque la que está mucho los

de

las

se cojen

tiempo entrujada, drida,

y

se hace

el aceite

se

fermenta, poniéndose mohosa y po-

de ésta también sale obscuro y acre.

tardía la cojida

disminuye su volumen

:

la

aceituna

se la

comen

,

migas;

,

tierran también

se pasa,

y

y

otras varias aves,

y aun hasta las horfuertes acompañados de aguaceros en-

los conejos,

los aires

,

los grajos, los estor-

ninos los tordos, los mirlos, los cuervos las liebres

merma

Si

los perros

muchas de

las

que

ellos

mismos derriban.

Ademas de esto, resulta de que los olivos desustanciados por su mucho fruto y cojida tardía aun cuando se haga a mano y maltratados cruelmente los vareados por ,

,

el apaleo, unidos estos

procedimientos á unos beneficios

fuera de tiempo ó tardíos, no

pueden producir después sino muy pocas flores, y aborta lo mas del fruto. Y al contrario, si se hace como queda dicho, la recolección temprana y á mano , y que dure cuando mas escasos

y

hasta fines de Diciembre, ordeñando los olivos

y no

apa-

leándolos, tendrán éstos cuatro ó cinco meses de descanso cada

medios

y reformarán, auxiliándoles arada la poda y y emplearán por estos ó jugo vegetal en su propio incremento,

año, se reforzarán

temprano con la savia

,

3*8

y en Ja

la

preparación

y

desarrollo del fruto venidero, y no

maduro, como ahora su-

gastarán inútilmente en el ya

cede

,

pudiendo producir de este modo anualmente ma-

yor número de

Muy

flores

y

frutos

y

regulares cosechas.

pocas veces se logran consecutivamente dos co-

sechas abundantes, es verdad; fenómeno que depende mas

bien de

con

estar el árbol cansado

que de

la estación,

producciones del año anterior; porque produciendo vo su fruto de las ramillas del año precedente,

con

y

tones de fruto, puesto que

la

el oli-

asistido

debemos concluir que

el cultivo arriba dicho,

las

los

bo-

naturaleza nada hace en

vano, y que jermina las yemas , pueden desenvolverse siempre que se hayan formado , cualquiera que haya sido la

cosecha del año anterior;

pende de Si la

asi,

pues

,

sino cuajan, de-

las estaciones ó del incultivo.

en

curso del año precedente

el

,

el rigor del frío,

estrema sequedad ó cualquiera otra causa, se ha opues-

to en todo ó en parte á la producción

cundarias sobre

los brotes

que

es claro

,

de

ramillas se-

las

el

año que han

de producir, será

la

jido la aceituna á

mano, temprano y con tiempo; y no

será abundante por

Pero

lo

cosecha escasa, á pesar de haber co-

mas que

las estaciones

sean benévolas.

que nos debe determinar mas principalmen-

te á recojer el

esquilmo en

rable diferencia en calidad

y

Noviembre,

incompa-

es la

sabor del aceite que se logra

del fruto;

y

asi es

que tiene

el

de Aix sobre cuantos se fabrican en Europa,

no tes

se

que

la calidad tan

debe de ningún modo

al

cultivo, ni

variedades 6 especies de olivo

tiempo de hacer

la recolección

superior

de

,

la

sino

y

á las

delicada

diferen-

únicamente

aceituna 33

,

al

y por ha-

226 moler inmediatamente en

cerla

fermentar en

trojes.

los

mayor cuidado

este

mas de precio que

No me can

fácilmente, ,

si

aceites fabricados en Francia. las

al

causas que bonifi-

temprano

aceitu-

la

El que

muy

contrario, hacen que se enrancie

se le deja

permanecer mucho tiempo en

el

mundo

por ser una verdad tan sabida de todo el

y fundada en dos

demás

los

detendré en demostrar

na á mano; y

molinos , sin dejarla

por venderse siempre á una mitad

,

calidad del aceite, cojiéndose

la

árbol

los

Recompensándose ampliamente

la esperiencia.

queden cansados ó algo desustanciay su naturaleza y sus medios bastante apurados en

,

los olivos

seguida de una abundante cosecha, lo dicta

razón

la

y

la

esperiencia jeneral de todos los árboles frutales; pero se

remediará esta labores que

falta

siempre que se hagan

hemos dicho, y por

las

este cultivo

oportunas

esmerado y

estaciones propias, recobrará sus fuerzas perdidas,

vará

la

vejetacion cansada,

y

brotará flores

próxima primavera, que cuajarán

si

les es

y

y

frutos

benigna

reno-

en

la

la es-

tación.

Otra ventaja resulta de

poco fruto, cuando es

que de

que

este

la

modo

se hallan dentro

las

malas cosechas

años

y

salir

muy

ó

que hay

aceituna se recoje en Noviembre,

y

se destruyen todos los gusanillos

de

la

aceituna, por no haber tenido

tiempo suficiente para tomar todo sario,

,

el

incremento necesa-

fuera para mudarse en crisálidas.

abundantes se

les

En

los

proporcionan á estos insec-

muchos medios de multiplicarse con mas facilidad de permanecer en la aceituna, si la recolección no se acelera como debe; y esta es otra medida que se debe tomar, tos

227 ya para eslerminarlos, y ya para que no deboren el fruto. Es mas común el que las cosechas de aceitunas sean

anuales en aquellos

y

distritos

en que se cojen temprano

á mano; pero nunca lo serán en los que se varean

y

se

retarda la recolección, aun cuando en el vareo se lleve el

mayor cuidado 5. a

posible.

Si los olivos

,

cojido el fruto

como queda

dicho,

podan limpian y aran con tiempo, bien y tempra, como hemos manifestado en el capítulo XII que dejamos esplicado, no queda la menor duda que contribui-

se

y

no

rán á que las cosechas sean anuales

y que

está en las

voreciéndoles

Me sa

de

de

y no alternativas, manos del hombre el logro de ellas, fa-

las estaciones.

parece, pues, que queda demostrado, que

cosechas alternas ó periódicas, ó de año

las

los olivos,

colección

cho mas productivas el

y

y varear

la

aceituna: tam-

cosechas anuales son

las

útiles

que

las

mu-

alternas ó perió-

único medio de lograrlas es haciendo

recolección todos

los

medio mas

el

eficaz

fruto

;

y finalmente que es-

de destruir

ó gusanos que se mantienen de

la

los insectos, larvas

aceituna que tanto per-

juicio causan á estos preciosos frutos

producto sea mas

la

años desde mediados de Octubre,

en que ya está sazonado

tro

vez

y

,

los árboles,

poco queda duda de que dicas j que

cau-

depende principalmente de hacerse su retarde y dejar permanecer por mucho

muy

tiempo su fruto en

te es el

la

,

y

lograr

que su

mas abundante y de mejor calidad. Me parece conveniente copiar aqui lo que dice nuesAlonso de Herrera hablando del tiempo de cojer la

aceituna.

igual,

228 »E1 tiempo de cojer »aceite delicado,

y

la

aceituna, para hacer

muy buen

de buen sabor y claro, es cuando la

que comienza á poner negra; y aun»que cuando mas prieta, da mas aceite, es mejor el de

» aceituna está verde,

»la verde; que cuanto

»to sale mas gruesa

ta; y aunque de » perfección

las

mas madura

y de peor

está el aceituna, tan-

sabor y ásese á

verdes no sale tanto, con

de ello se compensa

la la

gargan-

bondad y

y mengua de la pierde mucho del acei-

la falta

» medida; y si es el año llovioso, se te, y crece el alpechín; y por eso se han de dar priesa »al cojer cuando hay mas aguas las maneras de cojer son » muchas; mas la principal es á mano con escalera, sin :

» herir

»que

,

ni aporrear los olivos

á la oliva

no

la

;

que precepto antiguo

porreasen, ni aun

es

escurriesen apre-

la

tadamente como quien ordeña, que si la aporrean reci»be mucho daño, porque la quitan lo nuevo y tierneci» to donde lleva el fruto, y á esta causa no llevan todos »los años igual fruto; porque por estar estragadas un »año, crian rama y otro dan fruto, y llevan mucho menos »que

llevarían sino las aporreasen;

»las enanas,

y por

eso son mejores

que allende de dar mas fruto

,

cójese á

me-

»nos costa y peligro y con menos daño del árbol ; y sino » alcanzasen á cojello á mano, sacudan el olivo con una » verdasca ó caña á pelo, y

Ȗen vbran

ni quiebren la la

»seca, y

no contra pelo, porque no da-

rama; que donde

rama y atormentan el

árbol en

dearse sea en

los

las

aporrean, quie-

ramos; y lo

mucho tiempo no

dias claros y serenos,

tal

torna en

que

la oliva

luego se sí.

El va-

no esté

ni helada, que recibe mucho daño y se hacen ñudosas » y quiebran mucho. Otros les dejan estar en /

«mojada

229

mas no saben lo »que hacen, que mientras mas están en el árbol, mas npoco aceite dan y aun esquilman mucho el árbol pa»sus olivos hasta que ellas se caigan)

,

año siguiente

cora el

vecho »

;

que todo

cuanto mas presto

le

de

quitan el fruto después

maduro, mayormente aquellos árboles cuya fruta no sue-

como son

»\e tanto caer después de madura, »

mas pro-

el árbol recibe

las

olivas

y

naranjos y otros." Nota. Si la autoridad de uno de nuestros mejores agró-

nomos, cuyo

texto acabo de copiar,

cuyos grandes conocimientos en

la

y

la

de Mr. Olivier,

entomolojía

,

la

botá-

nica y agricultura lo bacen mirar en Europa como uno de los sabios que mas honran el instituto nacional de Francia, no bastan á desterrar preocupaciones y abusos tan perjudiciales

,

menos podré yo prometerme de

ob-

las

servaciones con que he ilustrado esta materia.

CAPITULO XVI. DE LA DESTRUCTORA COSTUMBRE DE VAREAR LOS OLIVOS PARA COJER LA ACEITUNA.

v_^asi

en todas partes varean

es regular, con ras; fuera de

como bien madu-

y

dificultad, sino están

caen,

que hay unas especies ó variedades mas te-

naces que otras ción las

mucha

las aceitunas

;

por

lo cual,

examinando con alguna aten-

ramas y ramillas de

los olivos, se

cada botón que se forma tiene su hoja;

observará que

y que

que este botón se va abriendo para formar halla siempre terminado por

el

á medida

brote

,

se

una hoja, que viene á ser

250 la

verdadera nodriza de

mado en

rema

la

ó botoncillo nuevo,, for-

su parte axilar ó sobaco

,

formando. Si se duda de esta verdad cortando por

el

secundarias

y

,

pueden

se

siguiente año

al

flote

ni

de hojas

las

hojas se multiplican

en

los

na

al suelo, ó el

de madera.

Con

sin este auxilio

mas en

los

de

el golpe

lastima su piel ú hollejo

y

no jer mina no habrá

ja-

advirtiéndose también que

;

que recibe de

ramillas

Sin las hojas que con

las hojas cortadas.

han derribado, y

las

va

quitar

ramas en que se ha-

se verá señalando las

ningún brote de

más botón de

,

paso que se

pedúnculo algunas hojas de

yan cortado sus hojas, que el apaleo se

al

la

botones de fruto que la

caida de la aceitu-

vara, precisamente se

se estropea; y asi lastimada la

pulpa, se enmohece, se enrancia y se pudre; porque el pellejo es el conservador de la parte pulpusa de las frutas,

como nuestra la

madera de

piel lo es de nuestras carnes; los árboles,

aire la herida 6 llaga la cicatriz,

la

;

aumentando

y aun cuando

las

y

la

corteza de

impresiones del

desecación cierra

la

herida no se cierra jamás,

duro ó por madurar se separa del olivo,

si el

y

fruto

ma-

no puede

asi

dejar de corromperse. Importa, pues, que el hollejo de la

aceituna no se lastime.

do varear

De

estos hechos tan fáciles de

debe por necesidad concluir que es un absur-

verificar, se

los olivos para derribar la aceituna.

redoblados dan sobre las aceitunas y

vimiento de

la caida es

las

Los golpes

ofenden,

precipitado por

la

y

el

mo-

fuerza de los

golpes; de suerte que las que no caen ya del árbol lasti-

madas por

la

vara, se lastiman

al

dar en el suelo con

violencia.

Admitamos aun contra toda evidencia que

estos

gol-

pes no perjudiquen á

muelen

se

la

las aceitunas

251 cantidad y calidad del al

pero si según amontonan y las

dia siguiente

costumbre jeneralmente adoptada,

las

fruto, si

;

dejan fermentar y cocerse, la putrefacción y la rancidez se apoderarán mas pronto de este montón de frutos alterados,

que de otro cuyas aceitunas

nas, á

mano, y

por consiguente

se hubiesen cojido sa-

ilesas.

Supongamos también que sea

inútil cuidar

servación de las aceitunas; pero ¿sucederá lo las

de

con-

la

mismo con

hojas y ramillas'} Cada hoja, repito, defiende , abríy conserva en su base ó sobaco un botón que

ga , cria

,

en adelante producirá ramas ó fruto, y la infancia de este botón dura dos años. Ahora bien; apaleando Jas hojas

y

ramillas

,

lastimando, destrozando

y desgajando estas no-

drizas y ramas, se destruye con un palo solo,

de madera como

depende de

la

ja,

la

bolón

de fruto, cuyo acrecentamiento y vida conservación de la hoja. Cuando esta sea el

inútil, la naturaleza la destruirá:

desecará

asi el

dejémosla obrar, que ella

sinovia que alimenta

la articulación

de

la

ho-

y conserva el embutido de su corto peciolo sobre la

rama.

En

llegando el caso de haber concluido su oficio,

misma,

ella se caerá

por

que siempre

es funesto.



sin

necesidad de su auxilio,

Parecerá una cosa estraña encontrar á principios y fines del invierno una grzm cantidad de ramillas y ramas, las que se desgajan y desprenden del olivo en acto de varearle, un poco mas gruesas, que se han se-

ademas de el

cado en

las

cimas de un olivo que parecia

muy

sano: pe-

en que principian á secarse, se verá seguramente que comienza en el sitio en que un paro

si

se

examina

el paraje

232 lo ha lastimado la corteza.

Las ramas que se han secado

por haber lastimado su corteza tinguen

de

la

rear

al

al

hojas y

destruyen, pues, las

el

árbol, se dis-

instante de las otras, cuya desecación pende

picadura de algún insecto. se

varear

los

Con

la

botones

,

operación de va-

destruyendo

ramas; y con un mismo golpe

se

minoran

las

los

cosecha inmediata y para la del otro año siguiente. Se quejan de que el rigor del invierno daña

recursos para

mucho ellas,

la

á las ramillas,

y no hay una

y hace cosa

perecer un gran número de

mas natural; porque una rama

un ramillo lleno de contusiones y heridas que no se han cicatrizado aun, son mucho mas sensibles al frió, y éste les hace mucho mas daño que á las ramas sanas. ¡Oh, si ó

ramas y ramillas pudieran quejarse del daño que les causan las bárbaras manos que las apalean tan sin piedad! La hoja, pues, vive como las demás partes de la planlas

teniendo movimientos particulares y funciones propias: como ser viviente tiene su desarrollo y acrecentamiento, ta,

y como inútil

;

tal

ser viviente no existe

debe, pues

,

lo es después de su

que

ellos varean

á

varear, mirarán estas

fútiles

,

y responderán

y cojen buenas cosechas; ¿pero la

por eso de conocerse

esto prue-

gran fertilidad del terreno? ¿Dejan las

señales de la vara en

el árbol,

que parece deshojado, después de haberse caido to?

¡que ignorancia tan crasa

tidarios frió

y aun

muerte para abono.

como minuciosas y

ba otra cosa que

para ser

la tierra

ser durante toda su vida útil,

Los labradores, acostumbrados observaciones

en

y

tan imprudente!

el fru-

Los par-

de este método deben, pues, contar con que el

maltratará sus árboles vareados mas que á los cojidos

235 la

aceituna á mano,

y que

destruirá

mas porción de

ramillas

de aquellos. ¿Y habrá quien dude esto? increíble parecerá.

El único método bueno y económico de cojer las aceitunas es á mano, ordeñando las ramillas hacia arriba, á fin

de no lastimar

como

base del pedúnculo de

la

hojas,

las

se cojen las guindas y las cerezas.

En

virtud de las anteriores notas, ¿no es

un

delirio el

abuso introducido por una ignorantísima é inveterada rutina, y

tal

vez por una economía

mal entendida,

lear los olivos para tirar en tierra

maltratando

el

apa-

cojer las aceitunas,

y

ramas, y derribando ó deshojando las ramillas que se han criado nuevas, y las que habian de dar el fruto al

las

año siguiente? Esta

es

una de

pales causas de que el olivo tan bárbara

peado, no dé fruto ninguno, ó Si los labradores son

muy

las

mas

princi-

y atrozmente

poco,

pensadores,

al

estro-

año siguiente.

y dan

mérito á lo

que llevo espuesto aqui, y miran á sus verdaderos intereses y á los de los jornaleros , estoy cierto que será desterrado para siempre jamás el tan funestísimo abuso de

apalear de que

la

aceituna de los olivos para su recolección,

los jornaleros

tendrán cojida todos

los

y

años mas ó

menos.

Observaciones sobre El olivo es

tal

la recolección

de

vez el único árbol conocido hasta ahora

que tenga un fruto, cuya carne suministre Esta parte esencial de cias meridionales

la aceituna.

y

la agricultura

aceite craso.

de nuestras provin-

semi-meridionales, exije un examen

particular de su fabricación. 34

234 Son existe

muy

pocas

las

especies primitivas del olivo,

hoy alguna, esceptuando

el

que cultivamos mas

ro todas las

si

acebuche\ por eso mi-

como variedades , que

especies del primer orden.

La

diferencia de

manifiesta,

y

sin

madurez en

embargo todas

las

aceitunas es también

se cojen

en una misma

época. Asi sucede que unas comienzan á madurar

dar de color cuando están ya demasiado maduras estos estremos es necesario evitarlos;

caso, el aceite será en ro, el

el

primer

menor cantidad, de un gusto áspe-

amargo y cargado de mucilago inútil; y en el segundo aceite es demasiado craso, pierde el gusto del fruto,

y por último te

porque en

y mu-

las otras;

tiene una tendencia singular á ponerse fuer-

y rancio, y á no conservarse, aun suponiendo que las mano y con cuidado. Si duran-

aceitunas se hayan cojidoá te el intervalo

de

las diferentes

madureces se levantan

ai-

un número muy grande de aceitunas maduras y por madurar, según la fuerza del viento. Estas aceitunas quedan sucesivamente espuestas á la humedad res recios, se cae

de los rocíos, á desecarse cuando

el sol

aparece,

y

al

efec-

de sus rayos; y estas alternativas perpetuas defruto, el mucilago se enmohece y se pudre ba-

to del calor

terioran el

jo la cascara: la

cantidad de aceite no se disminuye á la

verdad, pero se altera hasta el punto, que cuando se espri-

me y pone en amontonado,

la

ni se

emplee agua caliente para estraer

el

y un sabor acre y detestaEl único partido que puede tomarse , es amontonar es-

aceite, saca éste ble.

prensa, aunque no haya estado el fruto

un

olor fétido,

y no mezclarlas de ningún modo con las que deben cojerse en los árboles. Es, pues, un absurdo

tas aceitunas,

23o

un mismo campo ú menos aceitunas desiguales en la época de su

tener muchas variedades de olivos en olivar, ó al

madurez.

Sucede con

los olivos lo

especie de plantío ra

,

la

mudan de un modo

mismo que con

esposicion y

la

las viñas: la

calidad de

estraordinario la calidad

la tier-

d,el

pro-

ducto de dos campos ó terrenos, aunque estén linderos.

Voy

á citar

un

que

al

esta diversidad

el olivo

plantado sobre

un

fruto ,

mon-

cuyo aceite

se saca de los olivos de otras colinas.

en

la

calidad del aceite,

aunque

se

mismas especies de aceitunas y con el miscuidado, resulta que cuando se hacen estas operaciones

saque de

mo

:

cerros y alturas, produce

tañas,

no se parece

De

solo ejemplo

las

en grande, no deben mezclarse alturas

fuertes

aceitunas de cerros,

colinas con las de los valles; ni las de tierras

y y

de terrenos pizarrosos y peabundancia, queremos hacer las

vejetativas con las

Deseamos

dregosos.

cosas pronto,

y

la

deterioramos

misma abundaucia y

ría la

las

su calidad. Se consegui-

asi

operación se acabaría casi

la

tan pronto con una poca de precaución mas, sin que por esto se

pende

aumentasen la

porque muchas veces de-

los gastos;

perfección de

la

reunión de estos pequeños cui-

dados.

Aunque dida que

la

rosamente

las

mutaciones de colores que suceden á me-

aceituna pierde su color verde y no sean rigolos

mismos en todas

bargo, se observan en color.

Al verde sigue

á púrpura,

el

las

lo jeneral

el cetrino,

término es

la

cuatro mutaciones de

después

rojo vinoso luego, y

gro. Este último

variedades; sin em-

po>r

el rojo

último

el

que

tira

rojo ne-

verdadera época de

la

tna-

236 durez,

y por consiguiente

de

el

la

cosecha.

En

esta épo-

y ceden fácilmente aprieta un poco. Si se espera mas tiem-

ca las aceitunas están llenas de jugo, al

dedo que

po,

las

rojo-negro toma un matiz-mas resplandecien-

el color

y mas negro,

te

arruga,

el pellejo se

asegurar que el aceite no será perfecto

y que

se alterará

cluir, por lo

ca

fija

rez la

para

ni épo-

aceitunas, y que su

madu-

cosecha de

el olivo,

la

las

tardía

depende de

se conseguirá

dero término de

un

un mismo

dia todas las va-

y no temo decir que

aceite perfecto

si

ja-

se pasa el verda-

cosecha, y si no se da prisa á cojer el mayor negrura; asi, pues, vale mas ade-

la

lantar esta época,

A

estación, de

igualmente que de su especie. Es, pues,

reprensible cojer en

fruto antes de su

la

naturaleza del terreno en que está

riedades ó especies de aceituna;

más

,

que acaba de decirse, que no hay dia

la

esposicion y de

un abuso

puede

se

que será craso,

conservará poco tiempo. Se debe con-

y

mas pronta ó mas

plantado

por poco que se

y

Desde entonces

apriete, se estripa la aceituna.

que

este defecto,

diferir la cosecha.

ya tan esencial,

mas temible aun, por

estar

se

ha añadido otro

fundado sobre una preocupa-

ción, cuya consecuencia se tiene por una economía. Al-

gunas personas no separan

las

aceitunas que se caen y co-

jen en el suelo, de las que se cojen ó varean de los olivos; pero jeneralmente se observa la detestable costumbre

de amontonar estas últimas desde

el

primer dia de

la

co-

secha hasta el fin; es decir, que cada dia se añaden unas pocas

al

montón, y

se espera á

que llegue

la

primirlas. Si obraran con prudencia, darian la

tura y la

mayor

superficie posible

vez de es-

menor

al-

á las aceitunas, para

257 que no se calentasen nunca; pero hacen todo lo contrario: las echan en un rincón ó en las trujas de los molinos, cercado de

paredes por

abertura

paso

al

:

todos

lados

te se cojen.

timadas,

la

Aquí están, pues,

muy

la

de cua-

mas, y su estension es

cantidad de aceitunas que regularmenlas

aceitunas sanas ó las-

bien prensadas, y amontonadas unas sobre

en pirámides en cuanto

otras

esceptuando solo

estas paredes del recinto tienen

tro, cinco ó seis pies de altura ó

proporcionada á

,

el cerco

puede contenerlas,

y comunmente permanecen en este estado por algunos, y aun por muchos meses. ¿Que sucede de aqui? su propio peso comienza á apretarlas

:

las

aceitunas lastimadas

y

sa-

y por debajo de la masa corre una agua morena de color vinoso, depojada de aceite, que es el agua

nas se asientan,

de vejetacion ó alpechín. La salida de esta agua anuncia ya un jénero de alteración en cada una en particular, y de citan la si

fermentación que ,

la

se

las

aceitunas:

aumenta de

tal

calor de

el

masa jeneral de

todas, es-

modo, que

no lo hubiese visto y seguido bien sus efectos, tendria en creerlo, habiendo llegado el calor á los 36

dificultad

grados del termómetro de

Reaumur; y

á medida que se

levantaban estas aceitunas conglutinadas por capas, se veían capas de moho. Es ocioso decir que el aceite que de ellas

ha de

salir, será

de

aceitunas que están amontonadas meses enteros?

las

detestable: ¿cual deberá ser, pues, el

Digo mas: continuando do tiempo

y

asi

,

se

fermentación por demasiadisminuye mucho la cantidad del aceite;

se deberá moler

la

la

aceituna, lo

mas breve

posible,

para no esperimentar tales pérdidas.

Que

se cojan las aceitunas

á

mano

ó que se vareen,

238 siempre es necesario tener cuidado de separar

porque dan solamente ja

al aceite

el

un amargo desagradable

que no es

,

pequeño amargor del fruto de que

aceite añejándose

el

las hojas,

:

se

despo-

también se cuidará de que

Jas

moy por mas que

aceitunas no tengan tierra, pues que de lo contrario al

con

lerlas

se

ella se

empapa

ésta de aceite,

prensan no se desprende; y por lo tanto aminorará

cantidad

y

tal

vez

Para recojer

la

aceituna no es menester tanta inleli-

jenciacomo para derribarla

mayor cuidado en que yerba

y

la

la calidad.

:

pues solo se deberá poner

se coja limpia

el

sin tierra, hojas,

y

basuras que hay en el suelo; de cuyas materias

proceden malos y menos aceites, que no hay quien los pueda córner; pues si el fruto se coje sin sazón y sucio,

nunca puede producir tanto como tiempo y á mano. La edad y robustez de

si

se coje

maduro, á notablemen-

los olivos influye

en que florezcan con alguna antelación, cuanto

te, tanto

mas breve sazón y maduración del fruto. Se halla por naturaleza mas escaso el humor nutricio , ó sea la saen su

via en los árboles de

mucha edad, ó en

enfermedades ó lagrimales destructivos de

Los

olivos

que padecen

los

la vejetacion.

enfermos son mas tempranos en dar

mas espuestos

á los

daños de

los insectos

,

flor,

y dejan

están

caer

al

suelo mas brevemente su aceituna. El aceite que se fabrica con la aceituna de estos árboles es de poca calidad,

y

se enrancia

aceitunas

grande

la

con mas facilidad que

el

que

de árboles robustos, vigorosos diferencia que

de un sano á

la

de

los

hay y media entre

se cslrae de

Es

y

jóvenes.

la

maduración

enfermizos y decrépitos; y parece

259 inconsecuente que sin esta distinción se verifique su recolección en iguales épocas. lá

Con

variedad ó especie de cada

ne

arreglo á



mismo,

olivo, se anticipa ó

á

pospo-

punto mas idóneo para su recojido, exijiendo esta

el

diversidad que se proporcione su recolección á la especie

y

al

estado de vejetacion del árbol. El fruto de

la acei-

demás

árboles;

tuna

es

de

la

misma

calidad

que

el

de

los

un punto determinado de maduración

tiene

,

pasado

el

cual sigue sus trámites la putrefacción.

Por estas y otras razones, que omito, es perjudicialísimo el procurar sostener los olivos viejos ya decrépitos

y

escarzosos

sectos,

:

en

que en

mayor parte de

ellos se acojen la

lo sucesivo

consumen y aminoran

los inlos fru-

hay algunas enfermedades contajiosas, que tienen su

tos:

principio en semejantes esqueletos ve jétales, comunicán-

dose á

los

demás con destrozos considerables.

Guando

se trata de hacer, sacar

y conservar buena

lidad de aceites sobresalientes, es necesario,

recojer en tiempo, en sazón

parar

las

buenas de

las

y

á

mano

las

ademas de

aceitunas, se-

malas , alzando primero

se vayan encontrando caidas por

el suelo,

con separación; de otro modo, como

ca-

las

que

para molerlas

estas

están por lo

jeneral agusanadas, enfermas y siempre inmaturas , deterioran la calidad de los aceites,

disminuyen ademas

los

y mezcladas unas con

otras

productos de aquellas.

Esto no quiere decir que se desperdicien

las

aceitu-

nas caidas, ya por efecto de los temporales, ó ya dañadas

por te

y

los insectos;

por el contrario,

el cultivador inteli jen-

aplicado deberá recojerlas todas con la

mayor aten-

ción, y después de bien acondicionadas y limpias, hacer-

te

moler solas y á parte , separando el aceite que resulpara los usos que convenga. Años hay en que este fru-

to

padece tanto, que se cae del árbol

las

parte,

y

seria

de decirse en

un el

la

mitad ó

mayor

por esto acaba

desperdiciarlo;

delirio

la

párrafo anterior, que debe alzarse antes

de pasar á recojer

que

el fruto

se halla

en

el árbol

pen-

diente: asi se logrará aprovechar su fruto, sin detrimento

de

mas eseojido y sazonado.

lo

Otro de

inconvenientes y grandes defectos que con-

los

traen nuestros aceites, consiste en la fermentación de la

aceituna antes de deshacerla ó molerla en los molinos;

cuyo mal

y aumenta con

se acelera

el apaleo, golpes

y

porrazos que sufre desde el acto de separarla del árbol hasta

la

modos

molienda; pues

magullada y estropeada de mil parte pulposa del fruto, aun sin amontonarle,

la

empieza

la

corrupción

y descomposición que

le vicia

y

destruye.

La

calidad del aceite será tanto peor, cuanto

atrase la recolección

ventiscas, frios

también

sulta

y

el

,

mayormente

acaecen

si

las

mas

se

lluvias,

nieves propias de aquella estación.

Re-

que se llenen los olivos de verrugas, re-

benos y deformidades siempre que se apalean en tiempo

húmedo

ó lluvioso;

y

es

muchas veces indispensable

cutarlo asi cuando se hace tardía

que desde tuna,

el

momento que

etc., llega al

recolección; por lo

la

todo fruto,

punto perfecto y

desde aquel instante principia

eje-

como

total

el

de

la acei-

de su madurez,

la fermentación

mas ó me-

nos rápida, mas ó menos sensible, y marcha siguiendo leyes incontrastables de

ción

:

de aqui

la

las

naturaleza á su total putrefac-

el pernicioso

y

fatal perjuicio

en no reco-

241 jer pronto

y

sazonada

la

aceituna inmediatamente

y

á to-

demora y tardanza son causa de que los aceites sean tan acres y tan turbios, ademas de lo que les perjudica estar entrujadas tanto tiempo en trojes, los mas

da costa, pues

la

sin ventilación

,

calcados y rellenos de ella cuatro

con

varas, perjudicando

tal

y cinco

tardanza al árbol, esquilmándo-

y robándole la fuerza con que debe vejetar con mas vigor, para que fructifique con ella al año sile sin utilidad,

guiente.

Es funestísimo

á los olivos el varearlos en estaciones

de hielos y escarchas, pues con nitas ramas y ramillas, que con

y

los palos se

rompen

infi-

el frió se hallan vidriosas

quebradizas en estremo, y llenándose otras de llagas

heridas, ocasionan

la

y

pérdida de infinitas ramas fructíferas,

é impiden lleguen á

colmo numerosas yemas que truyen antes de que hayan podido manifestarse.

se des-

La aceituna se compone de tres partes de carne de hueso y almondrilla cada una da diferente aceite ; el de la carne es mantecoso y sabroso el del hueso es borro:

,

:

;

so y obscuro, y el de la almendrilla es aceite esencial;

y por

consiguiente

la

aceituna, cuyo hueso es menor, pro-

ducirá mas y mejor aceite,

El hollejo 6 piel de

como la

asi está

observado.

aceituna está sembrado de

puntitos

que son otras tantas vejículas ó bolsitas que , contienen aceite, y este aceite, aunque semejante al de la carne, contiene mas partes resinosas y de aceite esencial que el de ésta.

La carne

ó parte pulposa está llena de infinitas vejí-

culas llenas de aceite cuando el fruto está maduro, sibles

cuando

está verde; pero entonces todavía

35

no

y

vi-

está

242 el aceite

formado dentro de

azucarada en

no

aceite,

contiene

las

se ha

podido averiguar

la

existe parte

uvas que no están maduras;

mucha agua de

ga, según sea

como no

ellas; asi

:

y

si

hay

tal

misma parte carnosa mas ó menos amar-

la

vejetacion,

variedad de aceitunas; su gusto desde

Juego es ácido, áspero, y acerbo antes de manifestar lo amargo. El aceite que se saca del hueso de la aceituna es

muy

poco fétido, y

fabricación del

buen

es

una materia que perjudica á

aceite,

dad del mismo. El aceite de lir

de

la

aceite,

almendrilla

es claro al sa-

como el del gusto como el de

prensa; su color no es tan subido

y no hace poso

almendras dulces:

las

y que absorve mucha la

la

canti-

;

es tan suave al

el aceite

de

la

almendrilla no vicia

como algunos creen; y que el que da el hueso perjudica mucho al aceite dulce, y le comunica mal sabor, de que resulta que no se debe moler la pulpa

al

del fruto tanto

con

el

hueso

,

que

sino

se

deben separar cuando

se desea

hacer aceite con perfección.

El según cia

olivo crece lo

que tiene que crecer ea cien años,

opinión mas

común; adquiere toda su corpulen-

la

en otros ciento

se abrevia ó alarga tal es la

,

y

tiene otro siglo de vejez, la cual

conforme

cuidado que se

al

le presta:

vida de este interesante árbol.

CAPITULO

XVII.

DE LA MOLIENDA DE LA ACEITUNA.

JT or la

lo

que dice relación

al acto

mayor importancia preparar

que ha de colocarse

la

la

de

la

molienda, será de

chimenea y hornillo en

caldera para calentar

el

agua, ha-

245 ciendo

las

retroceda

obras necesarias para que el

y

salga á estenderse por el

fabricación. Este

humo

del hogar no

almacén ó

sitio

de

la

debe conservarse siempre caldeado mien-'

elaborando el aceite, y para su estraccion se echará continuamente el agua hirviendo que necesite; en

tras se está

intelijencia,

que cuanto mas

se

le

eche, tanto mejor y

mas abundante será el aceite. Las tinas, piletas, tinajasbomba ó depósitos en que se recoje el aceite, se desocupara labarlas y limpiarlas. El aceite que sale en las primeras moliendas ó trituraciones, debe sepa-

menudo

parán á

rarse del

que resulta después de

la

presión de los capa-

chos, pues lo primero es mas sobresaliente, de mejor gus-

y no tan espuesto á enranciarse como lo segundo; por cual de ningún modo deberá mezclarse uno con otro. Estraido el aceite de la tinaja-bomba, y depositado en

to, lo

otras tinajas ó vasos destinados

aun trasegarle repetidas veces do de

las partes

carnosas

,

á contenerle, es preciso

al

fibrosas

paso quejse va depuran-

y mucilajinosas que

lle-

va consigo, cuvas heces ó borras se van aposando en

el

fondo de la tinaja, dejando clarificado el líquido; las cuales, sino se

una

tinaja á otra,

rompen

En de

separan por medio de repetidos trasiegos de

la

fermentan, tuercen, enrancian y cor-

los aceites

mas

esquisitos

y bien

elaborados.

estos últimos tiempos se ha escrito

mucho

acerca

construcción de los molinos (de los que hablaremos

adelante), y se ha

hecho ver con repetidos esperimentos,

que perjudica ala buena calidad de

los aceites la

molien-

da actual, en que se tritura ó muele junto y á un mismo tiempo la pulpa, el hueso y la almendrilla , y se esprime

mezclada

asi esta

masa.

244 El aceite es una de

las principales riquezas

calidad

y debe mejorarse su

:

de España,

nuestros campos se hallan

por todas partes cubiertos de olivos, y rara es la provincia

que no recoja cosechas mas

menos abundantes de

ó

su precioso fruto. Este ramo de agricultura es de tanto interés para nuestra patria, que constantemente ha ocupa-

do

la

atención de nuestros sabios agrónomos, que amplia tratado en sus obras del cultivo del

y estensamente han

olivo, de la recolección de la aceituna

ción de su aceite ventajosos que

y

los

,

y de

la

extrac-

presentando sistemas nuevos y mas

,

que estaban en práctica: sus esfuerzos han sido del todo infructuosos

laboriosidad no

conseguido atraer

la

portantes objetos;

:

han

atención de los labradores á tan im-

que algunos practiquen

proponen, y que

mayor parte

las

mejoras

convenza de que se que son reales y efectivas las ventajas que se obtienen, aunque por rutina ó apego á los antiguos usos, no haya la

se

habido suficiente valor en nuestros hacendados para se-

que podian oponerse

guirlos y luchar con las dificultades á su

disposición

,

digo

,

guiente está bastante descuidado tá

mas

la.

Su

adopción.

fabricación del aceite

y :

cultivo por consi-

atrasado,

en

tal

y aun

lo es-

manera, que

casi

siempre se advierte un gusto desagradable y acre, que lo hace insoportable á las personas que están acostumbradas al

de Francia,

Italia,

fabrica en Valencia. el

al

que en corta cantidad se

Son consecuencias de

que nuestros aceites desmerezcan en

tranjeros otros, y

de

y aun

,

que no puedan

que muchas veces

las fábricas.

sufrir la ni

aun

los

este

abandono

mercados es-

concurrencia con los

los

admitan para

el

uso

245*

Es necesario, pues, sacar mejor partido de nuestros aceites,

mejorándolos, poniendo por obra los sistemas que estos

beneméritos profesores tan jenerosamente nos han presen-

aunque se adopten y sigan con escrupulosa nimiedad, no parece sea suficiente, mientras no tengamos

tajo; mas

máquinas para moler y prensar teza de lo que se ejecuta en el

la

aceituna con

dia.

mas pres-

La misma abundan-

y grandeza de las cosechas de nuestros hacendados, son un obstáculo á la perfección que deseamos, pues ade-

cia

mas de necesitarse mucha constancia aplicar con utilidad las reglas difícil

é inlelijencia

que nos enseñan, cosa harto

en una posesión de 20 á a5ooo olivos

de recojer

el fruto

para

,

tiempo

al

cuando el labrador cree ver recom-

,

pensados sus trabajos, sucede con frecuencia que

inutili-

esmero y cuidado que ha puesto en las anteriores labores, en la imperfección de las vigas y de las prensas, porque teniendo que amontonar y conservar la za lodo el

aceituna en los trojes ó almacenes á bierto, fermentando ses

,

la

intemperie ó á cu-

y pudriendo ocho,

no solo desaparece una parte del

diez

y doce me-

aceite por la eva-

poración, otra se avería y convierte en alpechín, sino

que queda adquiere ese

y que rar

,

al

fatal

solo la necesidad ó la costumbre

paso que

si

la

gusto que hemos indicado,

puede hacer

tole-

logramos remediar un inconveniente

de tanta trascendencia, no solo debemos abastecer

los

mer-

cados estranjeros de los mejores aceites, sino que ningu-

na otra nación podrá competir con nosotros, puesto que ninguna disfruta de tan ventajosas circunstancias. » Interesado

y Ward en

la

como

el

primero, dice D. Diego Alvear

descripción de su prensa hidráulica

,

en

los

246 progresos de esta parle de

agricultura, hacia ya algún

la

liempo que meditaba sobre sus defectos, cuando un

que hice

y Francia me proporcionó conocer

á Inglaterra

una máquina

y capaz por

muy

sí sola

viaje

superior á nuestras vigas

de efectuar

tamos. Inmediatamente

la

la

y prensas,

revolución que necesi-

adopté, y establecí en

Mon ti-

en una de mis posesiones, y es la misma que recomiendo á nuestros hacendados, como la única que puede

lla

llenar todas sus esperanzas. El público ya tiene de ella

algunas noticias por

el

artículo

que en

el

boletín oficial

de Córdoba del i5 de Febrero de i834 insertó

gobernador

señor

el

D. Juan Antonio Delgado, y por el que posteriormente publicó D. Francisco Martínez Robles, cacivil

tedrático de agricultura, en el boletín de comercio de Ii

de Marzo del referido año,

que

la

que dice entre

el

introducción de esta máquina en

otras cosas,

España, forma-

rá época en los anales de nuestra agricultura."

»Con vehemente deseo de

ser útil, prosigue el Señor

de Alvear, á mi patria, contribuyendo á que se estienda el uso

de esta útilísima máquina,

sociedades

escribirme

,

,

y

á

y de

satisfacer á varias

muchas personas que han tenido

pidiéndome que

les

á bien

dé algunos detalles de

y con el objeto de dirijir á los propietarios que la adopten para su uso y manejo, evitándoles que por falta

ella



de conocimientos exactos arriesgasen un capital, que por corto que sea, siempre es de consideración para

dor, la

me he

un

labra-

decidido á publicar el presente escrito

descripción, uso

y

ventajas de la prensa hidráulica.'

Esta descripción se imprimió en Madrid en de Aguado en l854-

con

la

imprenta

247

Mas para dar y proceder con método, y para que se puedan comparar sus efectos con los de la viga y prensa de torre usadas jeneralmente, empezaré por bosquejar y

una

lijera idea

de

que

las

emplean en Andalucía, digo

se

en Andalucía, porque siendo

mas abunda

el olivo

,

en lasque

estas provincias

parece que debe ser en donde se

trabaje mejor, y sean

mas perfectas

máquinas, por

las

las

ventajas que de esta perfección resultan al pais.

Descripción de la viga arábiga.

La viga

es

en lenguaje matemático una palanca de

segunda especie, compuesta de deros gruesos

tres ó cuatro vigas ó

que tiene de i5

enlazados,

á

ma-

20 varas

de largo: su punto de apoyo está en un eslremo,

y

una

á

vara ó cuatro pies de él la resistencia, ó sea lo que ha de

estremo cuelga una piedra de unas 100 arrobas por medio de un husillo ó tornillo de encina que

estrujar:

la

en

el otro

sube y baja para efectuar

cia.

Suponiendo todas

esto es,

que

y que

esté la

la

la

favorables,

20 varas de

lar-

como

y

la

palanca horizontal, que es

esta proporción: la resistencia

el brazo

mayor

fuerza ó potencia ron que

la

masa de

el

brazo mayor, que es el largo de

Ja

mas

punto de apoyo

piedra pese 123 arrolas, tendremos cuando

es á la potencia, Ja

diste del

viga á palanca tenga

piedra en el aire

que

esta es la poten-

:

las circunstancias

cuando hace mas fuerza, decir,

presión

la resistencia solo

una vara; que go,

la

es al la

menor

;

es

viga estrujará

aceituna, será ia5 arrobas multiplicadas por

viga, que

es de 20 varas, y forma un producto de 2600; á esta cantidad

hay que añadir

el

peso de

la

la

madera que compone

la vi-

248 ga

,

y que rebajar

los

razonamientos que son considerables

mucha fuerza de modo que aquella cantidad no escederá en mucho á esta y por lo tanto la presión que ejerce esta máquina será algo mas de a5oo. Obsér-

y

le quitan

:

;

vese que esta presión es limitada, y que nunca puede en una misma máquina pasar de una cantidad fija*

Para hacer

presión en

la

la

aceituna, que se coloca ya

molida en capachos de esparto, hay que subir

la viga, al

menos dos veces con el husillo y bajarla otras tantas, en lo que se pierde mucho tiempo, y se ocupan dos hombres robustos, por ser el trabajo pesado.

gando por

Gomo no empieza car-

con facilidad, y es preciso arreglarlo con frecuencia. Es también una prueba de igual, se ladea el cargo

que no basta

la

presión de 25oo arrobas, que solo puede

de á 8

fa-

Cantidad sumamente pequeña para

las

hacer dos presionos en negas cada una

(i).

las

veinticuatro horas

grandes cosechas de Andalucía,

y que, como

,

se ha

mani-

festado ya, es el oríjen de la mala calidad de los aceites.

El precio de

la

madera para hacer una viga y ponerla en y el edificio, que

estado de servir, es de 12 á i5ooo reales; tiene que ser poco

menor que

queña, costará unos 3o tal

de 4 2 á 55ooo reales

á :

la

nave de una iglesia pe-

40000 reales

,

que hacen un

to-

es necesario desenvolverla ó re-

hacerla á los dos ó tres años

,

y

las

recomposiciones son

frecuentes.

Se deduce de te no llena

las

lo

que antecede, que

necesidades de

la

la

viga no solamen-

agricultura, sino que

su precio es exorbitante para un agricultor.

^1)

Las fanegas de que hablamos son de

i/\

celemines.

249 Descripción de la prensa de la

torre.

Las prensas de torre han recibido este nombre, porque se componen de una torre movible que se levanta por

medio de un

de madera y palancas, y se hace

tornillo

cargar sobre la masa que se quiere estrujar.

que ejerce puede conocerse por ra levantarla, ó

mas directamente, aunque

es tan exacto averiguado su peso

como mas

el esfuerzo

sencillo; sean

,

;

La

presión

necesario pa-

este

método no

adoptamos este último

pues, las dimensiones de

re de 12 pies de alto, de

la tor-

lo de ancho, y 8 de grueso,

mas usuales: estas cantidades multiplicadas entre sí nos darán su volumen en pies cúbicos, y será 12x10x8=960. Ahora, si suponemos la densidad media

que son

de

las

piedras que se emplean en las construcciones or-

las

que no creemos separarnos de mármoles que son mas pesados ,

dinarias igual á 2, en lo

verdad

porque

;

los

tienen con corta diferencia de 2

un

pie cúbico de agua

libras,

,

que

se

{

,

¡2

la la

tendremos que como

toma por unidad, pesa 47

para saber también en libras de un pie cúbico de

habrá que multiplicar 47 pora, lo que da 94 Ü* como son 960 los pies cúbicos que contiene, se-

la torre,

brasj

y

rá necesario volver á el

peso

total

multiplicar 94 por 960, que dan

de libras 90240, que reducidas á arrobas, ha-

cen 3609 arrobas y i5 la torre

prensará

la

libras.

Esta es

fuerza con

la

que

aceituna; mas es preciso rebajar los

rozamientos, que disminuyen

mucho

su efecto

torre rara vez carga perpendicularmente frecuencia en las paredes laterales fuerza no llega ni con

mucho

:

;

pues

la

y se apoya con de consiguiente, su ,

á esa cantidad; y

36

en prue-

250 La de ello solo puede hacer en un dia dos cargos de á

ocho fanegas, presión no

En mitada

esta

lo

es la

que manifiesta bien claramente que su

que

máquina, como en

y no puede

,

se necesita y se desea.

bien no se pierde

la

viga,

la

presión es

pasar de una cantidad dada; y

en su trabajo tanto

si

tiempo como en

aquella, emplea tres hombres para manejarla

y moler

aceituna; y aunque tiene

la

la

li-

desventaja sobre

ocupar un hombre mas, muchos cosecheros

la

viga de

la prefieren,

porque su costo y local que ocupa son menores: aquel podrá ascender á unos 5oooo reales con el edificio. Esta

máquina

,

aunque en mi concepto

rior,

tampoco puede sufragar á

tros

hacendados.

es preferible á Ja ante-

las vastas

cosechas de nues-

Prensa hidráulica de D. Diego Alvear. »La máquina que he la

tenido, dice el Señor de Alvear,

dicha de dar á conocer en España

,

aplicándola al im-

portante ramo de elaboración de aceite, es invención del

Mr. Joseph Braman, y se conoce nombre de prensa hidráulica. En Inglaterra y en

sabio mecánico ingles

con

el

Francia se sirven de ella para prensar papel

,

heno, pa-

y para reducir á menor volumen las piezas de algodon y fardos que se destinan para embarcar; pero aunque tenia noticia de ella, y varias obras refieren que seria muy conveniente para es traer el jugo de frutas y semillas, con el

ños,

fin

de hacer vino

y

aceite,

aplicada á estos objetos.

me

De

consiguiente tuve que dedicar-

en nuestros molinos, y á meditary calvariaciones y dimensiones para formar los planos y

á recojer datos

cular las

no había tenido ocasión de verla

2S1 poderla construir de modo, que blecidos, para que

sin alterar los usos esta-

menos su introducción,

se repugnase

consiguiese acomodarla al beneficio de las grandes cose-

chas de aceituna. Asi en efecto ha sucedido; pues habién-

y colocado en Montilla

dola construido en Manchester,

en

el

año pasado de i833, ha prensado, á pesar de

casez de

su sencillez

por

y

manejo, su solidez

fácil

grandes ventajas que lleva á

las

admiración y encomio de cuantos

Omito

la es-

cosecha, mas de 5oo fanegas, mereciendo por

la

la total

la

poco costo,

y

que usamos,

la

y.

las

han

visto trabajar."

descripción de esta máquina hidráulica,

por ser bastante prolija

y porque seria necesario que la acompañasen con un plano; y para nuestro ohjeto basta saber

la

fuerza que

,

manda sobre

todas las inventadas has-

ta él ilimitadamente. Jtfí

-,

r , Calculo de la fuerza de la prensa hidráulica. ,

.

;

,

j

Contrayéndose á

que

sirva

las otras

la

establecida en Montilla, y para la fuerza de ésta y la de

de base para averiguar

que

en adelante, haremos este dimensiones que entran en él.

se establezcan

culo, poniendo

las

Pies.

Largo de

yo h"

la

palanca

P desde

el

primer apo-

á su fin

Distancia del primer apoyo h"

al

punto

//

del embolo

o

Diámetro del emholo D de la prensa, Diámetro calculado del embolo A" de la bomb .

.

cál-

252 Para conocer

de

los

émbolos

,

como

los círculos son

y como

tros ,

bomba, y 88

razón de

la

diremos

de

la

la

como

palanca, sus superficies serán

La palanca que mueve

.

el

embolo de

la

bomba

es de

de segunda especie. El brazo mayor tiene 88o líneas

menor 44

de largo y

el

la anterior

20 veces en

K

del embolo I

de cuadrados de sus diáme-

los

i6 2 ;88 2 ::256: 7 744::i;5oV 4 las

inferiores

reducidos á líneas son 16 el de

estos

el

superficies

las

las arcas ó superficies

:

l^o

i

/4 ;

esta cantidad está contenida

:

el

embolo en

se repetirá

esto es, 30^/4 veces

el

K, y

esta

D

la

de

en

nueva fuerza

prensa,

como

como un hombre apretando ó un esfuerzo sin

trabajando en una palanca, puede hacer

molestarse equivalente á 6 arrobas, este esfuerzo en ei

embolo de

la

bomba

será

6X2oX3o74 = 363o

arrobas. Esta

es la presión con que se cargará la aceituna cuando un hombre solo manaje la palanca que escede considerable,

y torre. Si se emplean dos hombres, el cálculo será 12X20X30^/^=7250 arrobas. Si se emplean tres será l8X2oX3o*/4 =I o8c)0 arrobas, y mente

á

la

fuerza de la viga

,

asi

sucesivamente; pues

la vínica

cantidad variable es el

número de hombres que se emplea, y que se ha regulado cada uno en 6 arrobas las otras dos cantidades son :

constantes para cada máquina.

En

esta

prensa pudieran

emplearse hasta seis hombres, cuya fuerza equivaldría á

21780

arrobas,

porque eslá construida para que

toneladas inglesas de. fuerza, ó de 25¿\j5

hay

Á

l2

'y

á favor de su resistencia 1693^/2 arrobas;

nada cuerdo poner seis hombres

á trabajar

en

270 ve que

resista

y

se.

mas no la

seria

palanca,

y esponerse á que sallara el cilindro con tan inmensa pre-

sion , la

255 cuando con dos hombres

aceituua,

y

se estruja

perfectamente

sale la pasta tan seca y cuajada,

ce madera. Pero

que pare-

por inadvertencia ó maliciosamente se

si

espusiese á esta prueba, antes que llegase el límite de la resistencia

de

prensa,

la

la

romana

R

se levantaría

im-

válvula c, y por este agujerito saldria el agua y disminuiria la presión , y se remediaría el descuido ó

pelida por

la

la

malicia sin peligro.

En

máquina no hay mas límite que la resistencia que como se del hierro de que está formada ó hecha ha visto, es de 2347^/2 arrobas; mas como puede haesta

,

,

200

cerse que resista

ó

3ooooo, y aun mas, pues solo

habría que dar mayores dimensiones á las piezas, cerlas

mas

consistentes, se

y

ha-

puede considerar como ¿¿¿mita-

vigas y torres, donde ni se les pueden dar dimensiones colosales , ni serian entonces mane-

da; pero no

jables sas,

;

en

lo

las

que tienen son ya harto embarazomismo hemos sentado que su presión es li-

pues con

y por

mitada

asi

las

y reducida

á corta estension. El cilindro para ha-

presión sube una vez, y para descargarle baja otra. Prensa en dos horas y de una vez 16 fanegas de aceitu-

cer

la

muele anticipadamente en

nas; para esto se ó volanderas,

como

se practica jeneralmente

las ,

que resulta se pone en capachos de esparto en

piedras

masa

y

la

la

máqui-

na: dos hombres pueden hacer sin molestia cuatro cargos ó tareas, ó la

cosecha

muy

64

fanegas.

corta

,

En

el

año pasado, por ser

no empleé mas que dos hombres

que molian y prensaban diariamente 24 , ahorrándome solo en la mano de obra, respecto de las vigas, un cincuenta por ciento

j

pues

las

primeras con dos hombres

)

prensan diariamente 16 fanegas, y las segundas con tres las mismas 16. Las 24 fanegas las dividía en dos porciones de á 12

,

y

la

prensa

las estrujaba

perfectamente en

hora y cuarto, siendo testigo de esto y lo demás que espongo todo el pueblo de Montilla y muchos de los co-

marcanos

:

infinidad de curiosos hacían las pruebas de cos-

tumbre para ver tuve

la

si

quedaba algún aceite en

satisfacción de saber

la pasta,

y

que ninguno quedó descon-

tento de su prueba.

En

tiempo que

el corto

ficiente para observar

he usado

la

que tiene

las

,

he tenido

el su-

ventajas siguientes

sobre las demás conocidas. i.

a

Cuesta mucho menos, y ocupa un local mas re-

ducido. 2.

a

5.*

Es mucho mas cómoda para

el trabajo.

En

trabajo

dos horas hace el

mismo

que

las otras

en veinticuatro. a

4. 5.

a

6.

a

misma porción mayor cantidad de Destruye menor número de capachos.

Estrae

la

Se puede trasportar de un pueblo á

Máquina para separar

En

otro.

hueso de la aceituna.

el

de Aranjuez tiene

el cortijo

aceite.

el rey

un molino para

separar el hueso de la pulpa de la aceituna: en la área so-

bre que ruedan dos conos truncados de piedra, está hecho

un

canal

,

sobre cuyos bordes

de alto, estriban á

que están

los

que tendrán medio dedo

conos ó muelas por

afianzadas

un hueco entre

,

,

el área

la

parte del eje,

y de la circunferencia quedando y las muelas, suficiente para que ,

255 quede pa.

el

hueso

sin

romperse y se vaya separando

la

pul-

El método de este molino parece que se sacó del Her-

culano.

Junto á este molino hay otro que se muele

con

la

parte que le queda de

la

el

hueso

pulpa. Si nuestros cose-

cheros hiciesen alguna porción de aceite con csteTuidado,

no tendríamos que envidiar

mas cuando

á el

mejor de Provenza

sin estas delicadezas le

,

y

tenemos esquisito en

Valencia, Mallorca y Andalucía, cuando hacen un poco

con cuidado.

Del alpechín. Este nombre se da aceite

En

que

de

sale

las

al

agua negra y despojada de

aceitunas al tiempo de estrujarlas.

algunas parles dejan estas heces, para que

mas groseras

se asienten ó precipiten,

pués á secar,

las

aprovechan para

la

las

y poniéndolas

las

aceitunas

,

des-

Como y de

el

mezclada con

la

lumbre.

alpechin es un compuesto del agua de vejetacion

carne ó parenquima de

partes

la

porción de agua natural que se les añade para prensarlas, seria

muy

útil recojerlo,

principalmente donde

el estiér-

col tiene alguna estimación, mezclarlo con paja, lo podrir el

y dejartiempo necesario. Es cosa rara dejarle perder

inútilmente con

las

aguas que salen de los molinos,

han servido para escaldar sin considerar

la

masa molida de

las

y que

aceitunas,

que reunidas en un espacioso deposito, que

de paja, de hojas de árboles y de toda especie de vejetales, formarían un hígado azufrado en toda si

se llenase

la superficie

y en

las orillas

,

después que hayan fermen-

tado, se puede añadir á la paja

y

vejetales capa por ca-

pa

evapora

de

buena

tierra

se cubrirá

,

masa

la

y

,

tolal

256 medida que

á

con esta

el

agua mas

sutil se

tierra la parte del suelo

que ba quedado seca

:

y

este abono es es-

celente para toda clase de granos y árboles. Hasta el agua

de los molinos, dejándola fermentar por mucbos dias acarreada á los campos, asegura las cosechas

y

,

y

vejeta-

la

cion vigorosa del olivo. El buen labrador no debe desper-

ninguno de

diciar

porque servan

ellos, Ja

medios de multiplicar

los

aun mas que

las labores,

buena calidad del suelo

,

los

abonos,

aumentan y con-

y mantienen

la

abun-

dancia de las cosechas.

Del

injerto.

El injerto, operación tan particular que puede decirse vence á la

y

multiplicar

misma

,

es

el

único medio de

conservar sin alteración los individuos de

las especies preciosas.

especie,

naturaleza

como de

Todo

injerto en árbol de su

peral en peral, de

misma

manzano en manzano,

de olivo en olivo, es seguro. Para injertar se requiere tiempo sereno y templado,

porque

el

demasiado

frió ó calor, las lluvias

y

los vientos

mas oportuno el de primavera, cuando ha empezado ya á moverse la savia de los árboles y antes que broten las yemas de las púas. El árson perjudiciales, siendo

el

,

bol

ú

doso

,

olivo

y

que

las

se deja para patrón,

debe ser sano y fron-

púas del año antecedente

frescas

y

jugosas;

aunque algunos son de opinión que para injertar de mesa 6 cachado en troncos y ramas viejas, deben ser calzadas en madera de segundo año. Pero

las

púas de donde

se sa-

2S7 quen

las

mismo El

yemas

en

en los

de escudete

el

en

:

el

en

:

mejor

pies que salen de

y que producen

las raices.

que queda dicho

poco seguro

el injerto

:

las

,

si

poco,

y

pues antes ó después

que salen de

perece

que

el

las rai-

el tronco, sal-

ramas renuevos francos

se trasplantan, se enterrarán hasta

oli-

El mejor tiempo pa-

los brotes

ces se deben injertar, para que

gan ya de junto á

ha de in-

tres casos se

acebuche, para convertirle en

olivos de mala calidad

los

ra injertar es el es

ser del

olivo recibe toda clase de injerios, pero sale

jertar, á saber :

deben

,

año.

que ninguno vo

para injerir de escudo

y si estos injerto quede al ;

nivel del suelo. Esta regla tiene ejemplos en contrario; pe-

ro no deja de ser jeneral porque tenga algunas escepeiones.

Los acebuches

se injertan por el

mismo tiempo, po-

niendo dos escudetes en cada rama que se quiera conservar,

todas las demás. Se han de preferir las ra-

y cortando

rama y corteza lisa, y de 12 á 18 á las dos pulgadas mas arriba, ó por

mas que tengan todavía líneas de diámetro

injerto, se le arranca todo alrededor

encima del de

:

la

la corteza,

de

5 á

4

de ancho,

líneas

y

un anillo

se deja en el

árbol la parte superior de las ramas injertadas, que sin

bargo florece y fructifica,

do ó tocado detes.

A\l

,

y

como si no

proteje con sus hojas

año siguiente ó

gor del injerto

,

algunos curiosos

á los

se corta la la

em-

se las hubiese corta-

y ramitas

á los escu-

dos años, según sea el vi-

rama por mas

arriba de

6*1

van cortando á esta parte superior

ramitas poco á poco, lo cual

me

fuese demasiada delicadeza para

el

parece

muy

común de

,

y

las

bien, sino los trabaja-

dores. Si todas las ramas son gruesas y de corteza dura, se 37

2S8 corlará el árbol, y se injertará en el tronco

flauta

mismo que

lo

:

mezquino

,

el

acebuche se ba de

estéril y tardío,

que

en pico de

tratar al olivo

se quiera injertar.

El

acebuche ú olivo de mala especie se injertará, luego que se trasplanta

,

en pico de flauta,

en escudete, á cuyo

si

se corta el tronco, ó

efecto se le conservan

4 ó 6 pulga-

das de las ramas mas nuevas, en donde se coloquen estos,

y

se

supone que siempre ban de cubrir todos

que se

toma

los

cortes

mezcla de boñiga y arcilla. Si se escudete de una rama golosa, el renuevo que

le

el

hagan con

salga de él

tardará

la

mucho tiempo en dar

dole crecerá con vigor

;

pero se

le

fruto,

ha de cortar

y

dejáncanal

el

segundo, y á mas tardar, al tercer año, para moderar su lozanía, y obligarle á que dé fruto.

directo de la savia

al

La operación de anastbmasis

pues

;

injertar árboles

es

una verdadera

esta se ejecuta para unir

si

dos vasos de una vena ó de una

arteria,

y

juntar

con otra por sus

estremidades, aquella se hace para unir el liber de los

padrones con ronilla

,

púa

los del injerto ,

etc.

,

ó injertos de escudete

,

co-

etc.

RECETAS DE UNGÜENTO DE INJERIDORES.

Receta de Forisjth.

la

Tómese una medida determinada de boñiga reciente, mitad de aquella de yeso de escombros de edificios vie-

jos, igual cantidad

de se

la

de cenizas de leña, una sexta parte

boñiga de arena menuda; antes de hacerla mezcla

han de pasar por un tamiz estos

tres últimos ingredien-

259 tes:

después se amasan bien, estando junios, ó con una

batidera ó con un palo, hasta que forme una

masa suave

v blanda. Preparada asi esta composición, se ha de cuidar

de disponer la

los árboles

para recibirla

quitándoles

,

toda

parte seca, dañada ó podrida, hasta llegar á lo vivo

no: dejar el corte y los brotes de

la

corteza

muy

y

sa-

lisos,

redondeándolos con instrumentos que corten bien, y de cubrir todo el corte

con una capa de

la

composición referida,

que, tenga una octava parte de pulgada de grueso,

y que

hacia los bordes vaya en disminución cuanto sea posible.

Tiénese después en una caja de hoja de

'lata

agujereada

polvo seco, compuesto de cenizas de leña, y de una sexta

parte de su cantidad de huesos calcinados: se polvo-

rea

superficie

la

mente

:

de

la

capa hasta que se cubra

entera-

déjesela en este estado media hora para que

polvo absorva

la

el

humedad; después de esto se polvorea la mano por encima lijeramente, y se

de nuevo, pasando

continúa polvoreándola hasta que queda ca

y

la superficie se-

lisa.

-iioiSiempre que un árbol se haya cortado cerca del suelo, es

necesario igualar el corte cuanto sea posible,

tonces el polvo seco que se ha de aplicar sobre

la

y encom-

posición predicha, deberá; mezclarse eon igual cantidad

de polvo de peries

,

ala¿bastro_j ^iara

que

ó de otra piedra caliza.

Si se quiere conservar mejor servirse

resista «¿ejor las intem-

de

ella, :Cu ando

esta

composición para

en adelante^ sea menester

,

se

ha

de tener en un cubo ú otra vasija cubierta de orines, sin

cuya circunstancia disminuye su virtud Sí

no hay

á

mano escombros de

el aire atmosférico.

edificios viejos,

podrá

260 un mes antes

suplir la greda pulverizada, ó cal apagada

cuando menos.

Como á poco

la

el árbol al paso

que crece va levantando poco

composición con que se cubre

cialmente por

de

los lados

que cuando esto

la corteza

se verifique

encima, para apretarla, á

fin

,

,

el corte

se ha de pasar la

de que impida

y de la humedad. Los franceses dicen que

,

espe-

conviene advertir,

la

mano por

entrada del

aire

complicado

,

y mas

cillo

este remedio de Forisyth es

y que en lugar de

él

proponen otro mas sen-

fácil.

Dicen que la curación de las heridas de los árboles consiste en ponerlas á cubierto, como á las del cuerpo, del contacto del aire tarlas

,

,

y de

pueden

todas las cosas que

irri-

secarlas ó corromperlas. Si están frescas, basta ali-

sar el corle

y

cubrirle con cualquiera cosa sólida que con-

serve su frescura, y sin que se hienda ó abra. Si la herida es antigua

frescar

,

,

conviene

y en

,

fin cortar

como

dice Forisyth

ó raspar, según

,

limpiar

,

re-

las circunstancias,

y aplicar el emplasto inmediatamente, manteniéndole que no se abra ó caiga.

hasta lo vivo

,

El remedio

se hace

con un poco de arcilla

na y suave que se pueda

hallar,

la

mas

fi-

que se mezcla con boñi-

ga, aplicado á la herida del árbol este emplasto

,

ponién-

un poco de heno ó paja suave , que se une apretándole un tanto con la mano, y para conser-

dole encima

con

él

var la que sobre, se llena la vasija y cubrirá con orines.

261

Receta segunda. c oe prepara:

Media libra de pez rubia Una cuarta de pez negra r» Uos onzas de cera Media onza de sebo

I

/Se derritirá todo en

,

una cazuela ú

ollita

con una espátula ó

nueva,

y se desliará y mezclara bien brocha, y luego que esté bien mez-

clado, se dejará entibiar para uso de él en los injertos; este es

mejor método, porque luego que se coagula, no

pasa el agua

y

aire.

Del borujo de Toda especie de que

la aceituna.

estiércol conviene al olivo

esté bien consumido;

y

seria

muy bueno

,

con

prensado bien; porque es un abono las

muchas partículas

oleosas

muy

muy bueno

de

bueno, á causa

que contiene

pero sino se emplea ni como abono ni para suministrará un alimento

tal

echar á los

olivos el borujo de las aceitunas bien molidas después

de

y le

la

todavía;

lumbre,

en invierno para

las

aves domésticas.

Del adobo ó Se cojen del árbol hincharse para

durar; se

las

aliño

las

de las aceitunas.

aceitunas cuando principian á

mudar en morado su

color verde y

quebranta con un golpe fuerte

\

,

y

se

ma-

echan

2G2 en agua

,

que

una ó dos veces

se las renueva

emplea agua caliente hasta que

salga clara

al dia: si

y

sin

se

sabor

amargo, luego se echa pimiento molido con ajos y orégano,

y sazonadas que sean, se pueden comer á las veinticuatro horas. Guando se han de gastar pronto, se les añade un poco de vinagre, naranjas ó limones agrios en pedazos,

con

él solo

duran veinte ó treinta dias, y

sin él se

y

con-

servan mas.

Aceitunas jijadas. Se cojen en las

anteriores

;

el

mismo

estado que

hacen á cada una tres ó cuatro

se las

jaduras de arriba á bajo

,

y

se ejecuta la

ra-

misma operación

para endulzarlas; adóbanse después con sal, tomillo, salsero, hinojo, naranjas ó limones agrios, hojas de laurel, bien que

éstas las

y aun

algunas

ponen de un verde

y por eso no las echan en algunas partes: modo se pueden comer al segundo dia

desagradable,

preparadas de este

de adobadas,

y

conservarse noventa dias.

aceitunas enteras. También estado indicado antes

en

el

fondo de

cema y

se lavan

:

la tinaja

se cojen

si

en

están sucias

el ,

mismo se

pone

una muñeca con espliego ó alhu-

hojas de limón agrio

,

y

se

echan encima aceitu-

nas hasta que quede media tinaja; échase

otra

muñeca

con espliego y otra capa de hojas; acábese de llenar de aceitunas, poniendo encima otra muñeca y las hojas; luego se deslié en agua otra media libra de sal ó mas para ca-

da celemín de aceitunas, que queden bien cubiertas: en algunas partes prueban llina,

la

salmuera con un huevo de ga-

que ha de sobrenadar en

ella

:

tápense con un po-

co de estopa cardada, que solo sirve para que no caiga

porquería,

y

se dejan

en

tal

estado cuatro, seis y ocho

265 meses se

cabo de los cuales se podrán comer. Las que

al

,

componen de

dos y tres

esta suerte se conservan uno,

años.

Aceitunas de mudar de color j

insectos

,

y

las

la reina. Se cojen cuando están para se quitan

las

magulladas

sanas se echan en lejía

que

,

y

picadas de

sirve para ha-

cer el jahon blando, sujetándolas en el fondo de ó

la vasija

con una tabla ó cualquiera otra cosa, para que no sobre-

naden

y se dejan en este estado de doce á veinticuatro horas, según la fuerza de la lejía: múdanse después á otra

vasija

que

,

,

y

muda

se las

sueltan dulce

la

bo que se dijo para ras se

pueden comer

y

el

clara

las :

agua de cuando en cuando, hasta :

entonces se les echa

rajadas,

y

ado-

el

á las veinticuatro ho-

por este método se pueden comer

treinta

y seis

ó cuarenta

y

ocho ho-

las

aceitunas á

ras

de haberse cojido del árbol; pero no duran tanto como

las

enteras

\

y

las

asi es

necesario gastarlas en tres ó cuatro

Modo

de

meses. tasar los olivos.

Tres cosas son esenciales que se han de tener presente para tasar

y apreciar

lidad y beneficio. Por lo que toca á

mas perfección,

las

heredades

los olivos, para

es necesario irlos

:

su cercanía

,

ca-

haberlo de hacer con

viendo uno por uno,

y

darles el precio preciso, según su calidad, los grandes co-

mo

medianos como medianos, y los chicos como chicos: asimismo verán si están frondosos, reviejos ó entales, los

fermos, y

si

están bien, mal 6 medianamente cultivados

por bajo y alto, é

ir

poniendo en un papel

el precio

de

264 cada uno por número y columnilla, y acabados de apreciar, se

cuentan en

todos,

el

mismo papel, y

espesos

al

:

se tendrá presente

tiempo de apreciarlos

producen menos; y

si

mismo que

si

se sabe

están claros

el

ú

pues cuanto mas espe-

,

hubiere alguna tierra calma sin

olivos dentro del olivar, se la lo

importe de

el

y luego con una cuenta de proporción

precio de cada uno

sos

suma

se

debe dar precio separado,

á las marras.

CAPITULO

XVIII.

DEL ACEITE DE OLIVAS.

D

eclaman con razón

el gusto

y calidad de

y

los nacionales

estranjeros contra

nuestros aceites: hablase continua-

mente sobre los medios de mejorarlos; y no hay quien desconozca que en solo el acto de la elaboración está el vicio que los degrada. Nuestro Herrera presenta todos los

medios conducentes para que

aGeite

el

salga claro,

abundante y de buen gusto. Conociendo los males que acarrea la fermentación y la facilidad con que se promueve cuando

aceituna permanece amontonada ó entruja-

la

da por algún tiempo, previene que se

temente

,

ó para espresar

dice: »Si está

la

la

remueva frecuen-

idea con sus propias palabras,

mucho tiempo por

labrar,

mézclanlade un

»cabo á otro, y no se escaldará ni tomará moho, »el aceituna

muy

limpia de hoja."

Su

previsión

y vaya

y esmero

avanza aun mas; pues no se contenta menos que con colocar las aceitunas

»y

algo costero á

en »un cabo limpio, bien enladrillado,

una parte, para que escurra otra

el al-

2&> »pechin; porque

»daña mucho

al

si

este está detenido con

las aceitunas,

sabor del aceite." El consignó los buenos

principios; pero no tuvo valor para manifestar las pérdi-

das que se siguen por sujetar frutos al molino del señor,

y

molienda. Los progresos de

las

justicia distributiva

la

á

que espere

luces,

vez de la

los principios

y

de

abu-

privilejios, desterrando

y derrivando obstáculos, procure mejorar

sos

la

impelido muchas veces al

han

,

gobierno para que aboliendo

cosechero á que lleve sus

al

la

suerte de

comercio; y es de esperar que siguiendo con firmeza su marcha, realmente majestuosa, logre por fin elevar el estado al mas alto punto de

la

agricultura, las artes

prosperidad

Del

y

el

grandeza.

aceite.

craso y

y

el otro

Hay

dos

especies de aceites, el uno es

esencial ó volátil:

el

primero se estrae

comunmente de el

varias granas 6 semillas por presión, y segundo se seca las mas veces por destilación. El reino

vejetal es el

sos ,

y

se

que suministra en gran parte

puede decir que

los aceites

casi todas las semillas

cra-

contienen

algo, aunque en algunas en tan corta cantidad, que el gasto para sacarlo cscederia en

hay que reconocer

las

mucho

semillas que

al

le

producto; y asi pueden dar con

machacándolas en un mortero y echándoles agua, á ver si la dejan lechosa, que es lo que se llama

beneficio

,

emulsión ú horchata. de

las

De

los

huesos de

pepitas de calabazas, melones

y

las frutas,

de

los

pepinos, de todas

que están dentro de silicuas ó vainas, y que flor es cruciforme , como la de col, nabo, mostaza, etc.; y en suma, de todas las semillas que

las semillas

son de plantas, cuya

tengan dentro su almendra, se saca aceite craso por pre38

266 sion.

Tal vez

la

aceituna es

tiene aceite craso

bién, pero de

:

único fruto coya pulpa con-

al

su hueso y almendrilla lo contiene tam-

muy distinta

naturaleza,

como veremos mas

adelante.

El aceite craso está formado en milla de que se saca, ó en to grado de

madurez; pero

misma grana

ó se-

aceituna cuando tiene cier-

la

el

la

esencial se halla en

las

cor-

tezas que cubren

á las semillas, ó en los cálices y pétalos de las flores, en la hoja, madera y raices del vejetal

,

en alguna parte determinada de

ó

veces se encuentra en estado resinoso,

éstas;

y por

presión. El aceite craso, recien sacado, se requiere, estará suave al gusto

volatizará al grado

con menos

y

y con

calor.

y aromático y ,

es

se observa en todas las plantas

muy

y

sutil

flores

que

se

hacen

el olor

de

y

el

cuerpos,

volátil,

y

como

á los jabones,

granas de

de aire,

el

pende del

cual se

aceite de olivas, da

pierde con

tanta

el físico

ha de procurar con

y

el aceite

frescas

,

:

uno

Hales,

ochenta y ocho

menor

cuanto el aceite se conserve mas coagulado,

dolo en buenas cuevas

equili-

sus principios constitutivos

aire, pues según observó

una pulgada cúbica de

se

los

las semillas ó

calidad del aceite craso

y conservación de

de estos es

que

se volati-

ha estraido.

La buena brio

se

aromáticas; y este

espíritu-rector es el que da á los aceites ellos se

esmero

y no

sin olor,

El principio odorífero de

que llaman espíritu-rector ,

que con

el

de calor del agua hirviendo; pero el

esencial ó volátil estará acre za

esto se sue-

muchas veces mas bien por destilación que por

le sacar

que

y muchas

y

dificultad,

esto es lo

de aceitunas, tenién-

en que se mantenga mu-

267 chos años helado, pues sino nia en combinación,

precipitando

el

fondo,

en muchos países

Con

el

el aire

lo pierda,

que

mas

te-

se irá

fondo el mucilago, que es aquella parle

al

del fruto que en los aceites

posando en

perdiendo

irá

y cuanto mas

,

el vino se va

y

y forma

las

las

con

el

tiempo

heces , ó como se dice

borras.

aceite craso

mezclada regularmente

va

al-

guna esencial, que sale de la cascara y de la película la almendra común; y en la aceituna de la película, del hueso y de su almendrilla, y aun la misma madera

de

del olivo abunda de aceite esencial

mucho mas que en

el

fruto.

Llámase aceite vírjen mir

el fruto sin

molerle,

aceite cocido al

al

y

se estrae solo

es el

mejor y mas delicado; y saca del horujo, de que

segundo que se

se ha estraido el primero por

y agua

medio de planchas calientes

hirviendo.

Voy

á

comparar

de oliva, que son

los aceites

perfectos, con los de granas ó semillas.

semejanza, es de saber, que za,

con espri-

que

Y

los

mas

en cuanto á su

de colza, nabina, mosta-

el

miagro , linaza cañamones y adormideras ,

(este úl-

timo es tan superior á los anteriores, como el de aceituna al de nueces, avellanas y almendras); es fluido

y

trasparente

á

no estar helado

menos obscuro, según al

el

cas

,

y



con

es de color

dorado, mas ó

año, el clima, el terreno, y suave

paladar: no se mezcla con

vino,

:

el

agua ni con el espíritu de

los otros aceites,

bálsamos, grasas, mante-

ceras, alcanfores, resinas, azufres, álcalis,

nas sustancias metálicas. aceites

Con

el

y

algu-

tiempo adquieren estos

mal olor y sabor, y se ponen rancios, y un calor

263 ele

20

25 grados

á

les

pone en

el

mismo

Compa-

estado.

rados estos aceites con los de las aceitunas, todos tienen,

escepto

el de adormideras, un gusto acre y cáustico, y aun suelen venderse algo rancios: no lardan en hacer po-

so; para helarse necesitan

mucha espuma el hierro

y

al calentarse

cobre,

el

Jos álcalis:

mas

frió

que

el

agua; hacen

corroen con mas prontitud

;

y forman mas

fácilmente jabones con

por esta razón, sino están mas caros que

el

de

aceitunas, son preferihles á éste para, preparar las lanas

y

sus tejidos.

Existe en el aceite de colza, nabina y otras semillas,

no solo

el

mucilago del fruto, que

al

paso que se preci-

pita o posa

en el fondo, se va poniendo el mismo aceite cada vez mas rancio -y acre, sino también el aceite volátil de la semilla, el cual se evapora con el agua hirviendo, en

se disuelve

sobrenadar

espíritu de vino rectificado, y echado

el

después en agua

,

se

une con

ella

dicho espíritu

Por poca cantidad de aceite volátil que cle

con

los aceites

rancios

,

y

deja

el aceite.

eche ó mez-

crasos, se ponen inmediatamente acres,

y desagradables.

aceite volátil

se

Para examinar

que suelen tener

la

porción de

los aceites crasos,

espíritu de vino rectificado

con aceite que

cado de dichas granas v con

el

se

mezclé

habia sa,

que

era reciente, disolvió tanta porción de aceite volátil,

que

á penas tornaba color el agua

pero en

el

de aceitunas: en éste

en que después se echaba;

que ya tenia algún tiempo, aunque no estaba

rancio, disolvió bastante cantidad: en el aceite de colza,

nabina,

etc.,

aun siendo recien sacado,

de luego mucho aceite

volátil

se descubrió des-

que blanqueaba

el

agua,

y

269 su cantidad se aumenta

al

paso que unos y otros se van

enranciando.

Aunque las

los aceites crasos se

saquen de

las semillas con.

mayores precauciones, siempre llevan consigo

cipio de rancidez

que contienen aceites,

mas

en

el prin-

corla porción de aceite esencial

la

cuanto mas rancios y limpios están tales tanto menos humo dan al quemarlos, y tanto son :

preferibles para la preparación de las lanas

como que

,

La causa de la rancidez del aceiaumenta comunmente con el método vi-

disuelven mejor su grasa. te de semillas se

cioso de sacarlo, y suele salir ya del molino con

acre y cáustico. Si

cuando te

y

la

grana ó semilla no está bien madura,

se arranca, corta ó siega la planta, dará

rnalo; no por eso se ha de segar ó cortar á

que después de recojida

se desgrane, sino

dia sereno, se ha de tender

bertizo para

que

un gusto

en

planta en un

el suelo ó bajo

se seque; pero

si

se

de un co-

amontona,

niendo en capas alternativas de paja, a

humedad no fermente y

la

poco acei-

tiempo que

fin

cuando no

se desmejore,

se irá po-

de que con

la

se pudra.

Las semillas que dan aceite atraen y retienen la humedad del aire; y mas adelante hablaremos de los medios de evitar este inconveniente. Toda grana se ha de conservar entera, sin quebrantar ni separar si

no se enrancia luego que

También

el aceite rancio.

var las semillas

al

la

da

el aire,

advierto que

molino para sacar

mas ó menos, según

la cascarilla,

el clima,

y

y

si

sale

porque

igualmente

se tarda en

el aceite, se

.lle-

secarán

su aceite no será de bue-

na calidad,

Hay

de tostar

grana ó semilla con un poco de agua en una

vasija

la

en algunas partes

la

detestable práctica

de cobre antes de prensarla; y no hay medio mas

270 seguro para que desde luego salga rancio. Las semillas ó granas se deben esprimir simplemente, la

y cuando mas

prensa no tiene gran fuerza, se calentarán

con agua hirviendo,

las

si

planchas

sin tostar la pasta hasta la tercera ó

cuarta vez que se haya de volver á prensar; y entonces

no

se

han de mezclar

los aceites

de

primeras prensa-

las

das con los de las últimas, porque estos salen de

muy

inferior calidad.

Cuanto

mas caliente

es

en que se producen

arenoso y seco

,

las semillas,

tanto mas aceite esencial

mas cantidad del

tiene, esto es,

terreno

el

principio

que

le

pone

rancio; lo cual se debe también entender del de las acei-

A

nueces, almendras, avellanas y demás frudé cascara no se les ha de romper ésta hasta el mo-

tunas. tas

las

,

mento de

llevarlas al

molino

,

ó de meterlas en los sacos

en que se han de prensar, separando todas algo dañadas

de

la

pero anles

;

y luego que

cosecha,

la

dura cuando están en

porque ésta atrae mucha humedad

tiene basta para hacerlas fermentar

si

y aun solo

;

se

nueces

En

,

el

fabuco

cuanto

he-su gusto á

conservan

se

,

á las

la

la

el

que

amontonan con

disponerlas asi para que den mal aceite

y nas y almendras

ella,

tiempo

se seca aquella corteza blan-

da y carnosa que tiene sobre árbol,

que estén

las

se les ha de quitar al

:

las avella-

mucho mas tiempo que

las

etc.

aceitunas,

si

están

fruta, y sino lo están,

muy

maduras, sa-

producen menos

amargo y de mal gusto. Es un error tener en un olivar olivos de diferentes variedades ó especies pues unos están ,

eíi

sazón

,

cociéndose

cuando al

los otros

mismo tiempo

están á medio madurar; y retodas las aceitunas

,

es indis-

271 pensable que

Las aceitunas que

el aceile salga deteriorado.

derriba el viento, se deben prensará parte, porque

el

suelo

olor

y

con

las

las

,

sabor

la al-

humedad y de calor, que suelen padecer en perjudica y suelen dar un aceite de mal

ternativa de

,

,

aun cuando se eslraigan

sin agua caliente

mayores precauciones. También

la

y

diferencia de

terrenos da aceites diferentes que no se deben prensar

En Córcega

juntos.

que

los aires

y en

derriben

rivera de Jénova esperan á

la

aceituna, y se ve

la

de Abril mucho fruto en

de pasa

mente

aceituna suele

la

al

al

cetrino

negro con un

cuando están maduras;

mudar cuatro

viso de

al

colores: del ver~

vinoso

encarnado

,

y

última-

y entonces es que se conoce en que ceden á la

lo

,

presión del dedo á poco que se compriman. Esta es

dadera señal; que en cuanto

de

la cera,

y de

gris

fines

y asi va ello, porque y detestable. Para ma-

encarnado,

al

,

aun á

los olivos;

del molino sale ya el aceile rancio

durarse

alli

al color las

de lino

,

ver-

la

hay también del

cuando están maduras.

no cojiéndose cuando están en sazón, se ennegrecen, se rugan y ablandan demasiado, y su aceite es malo.

La

prática demasiado

chos dias dicial.

las

común de

aceitunas en el molino es bárbara

Se ha hecho

la

dias señaló los

montón

lo

56 grados

,

Reaumur que

cuando en

,

mu-

perju-

las

á los quince

mayores cuevas

habían visto pasar de 26. Por debajo del

de aceitunas corría agua de color vinoso,

festaba la fermentación

que padecia

que mani-

la aceituna, y cuando donde estaban, despedian un gas de olor vinoy picante, que aunque no apagaba la luz, como el que

se sacaron de >

y

ar-

prueba de poner en un montón de

aceituna un termómetro de

de mosto no

dejar amontonadas

En

272 despide el mosto,

amortiguaba bastante, y aun tal vez con un dia mas hubiera sido el gas que se desprendía, tan la

mortal como el de aquel, ó

si la

pieza en

que estaban

aceitunas no hubiera sido tan ventilada y tan grande era.

Al paso que

con

otras,

cas

que

se levantaban estas aceitunas unidas unas

formando témpanos,

de moho, y

rá el

asi

de

muy

malo. ¿Que

tal se-

aceitunas amontonadas en nues-

las

comprimidas entre sus paredes, recalentándo-

se por lo tanto

mas y por la

Aun mas

tantos meses?

se relaciona anteriormente

bien caro pagamos

mento

se encontraban capas blan-

dieron un aceite

se eslraiga

tras trujas y

las

como

esperimentamos

senda de

rutinas

las

lo hizo el autor para asegurarse

nes que padecen

las

de

los

de

lo

que

andaluces:

este espcri-

:

las

degradacio-

aceitunas amontonadas y entrujadas,

y como se vician por este modo, y no solo

se pierde

calidad del aceite

fermentación

,

sino en la cantidad,

si la

en

la

dura mucho tiempo, como cualquiera puede esperimentar. Si las circunstancias obligan á las aceitunas, es

los suelos

conservar

mucho tiempo

menester tenerlas en piezas ventiladas con

de tablas y llenas de agujeros, para que

el aire,

al

pasar de arriba abajo, alraviese por entre ellas é impida

la

fermejit ación;

\o

que contribuirá

menos malo en caso de que

las

á

que

el aceite salga

aceitunas hayan de perma-

necer mucho tiempo en este estado.

En donde cometen el las

absurdo tan disparalado de tener

mas

meses,

Al paso que

se van

aceitunas amontonadas tres, cuatro, seis ó

se prescriben las reglas siguientes.

i.

a

reeojiendo se pondrán en estancias grandes ladas, y

,

secas, venti-

empedradas, no dejándolas nunca sobre

que contraen demasiada humedad.

2.

a

tierra,

por-

Si las aceitunas es-

275 tan maduras

,

año ha sido húmedo, ó se han cojido en

el

si

no ha de tener

montón mas que dos molino luego que se pueda, en especial si son de olivares que están en terrenos fuertes y húmedos; y esta regla es muy buena. 3. a Si tiempo

lluvioso,

de

tercias

se

y se

alto,

el

han de llevar

al

han cojido verdes en tiempo claro, después de una

tación seca

y en

terrenos áridos, se

pueden hacer

los

es-

mon-

tones mas altos,

no; pues

la

y no corre tanta prisa llevarlas al molifermentación que padecerán, facilitará la es-

traccion del aceite á costa de su calidad, y disminuye su

amargo siendo ra

cierto

,

porque

la

fermentación

las

madu-

demasiado, disponiéndolas para que su aceite se enran-

cie mas. 4-* Para conocer

cuando están en estado de

lle-

han de remover un poco por diferen-

varlas al molino, se

tes partes , y si humean ó están mohosas y húmedas, se han de moler y aprensar inmediatamente. Esta máxima es sumamente disparatada pues si ya humean, será la fer;

mentación

ma

muy

aceituna;

y

te, se conoce

viva

los

,

y sale

el

aceite ya dañado de la mis-

que no conocen

que tienen

el

la

degradación del acei-

paladar de corcho

y poco deen

licado, y que no le han comparado con el fino de Aix

Provenza.

Para clarificar luces

,

el aceite

y

evitar

que haga humo en

la3

se sirven en algunas partes de baños grandes de ar-

gamasa, de piedra ó de plomo,

muy

anchos,

y de

i cinco á

seis pulgadas de profundidad: llenan de agua las dos ter-

ceras partes de su profundidad

dejan estos baños espuestos sol, se precipita al

ma que

se

la

aceite lo restante,

y

y

á la acción del

mucilago, y en la misma forcera, queda el aceite sin color á los

fondo

blanquea

y de

al aire libre

el

39

274 dias ó tres

semanas, pero con un olor desagrada-

rancio. Si el

baño es de plomo, se necesita menos

quince ble

y

tiempo para que yo

el aceite

el

aceite pierda el color* pero no comeria

preparado en tales

mucho plomo, y

ellas

cuando

se rocía el aceite

co de agua, y ésta te del

un

es

porque disuelve en

vasijas,

veneno mortal.

que

en

está

los

De cuando en

baños con un po-

fondo arrastra consigo

al irse al

mucilago que quedaba todavía en

el aceite.

muy

El aceite de Aix, en Provenza, es

la par-

delicado,

y

se

atribuye su finura á que cojen las aceitunas en sazón: dejan pasar

muy

poco tiempo desde

muelen y prensan; y en

el

y curiosidad. Si se mezclan

la

cosecha hasta que

la

molino usan del mayor aseo

las

aceitunas que están en di-

ferentes grados de madurez, no saldrá el aceite bueno;

y

asi convendrá mucho cojer y prensar á parte cada especie de ellas. Asi se conseguirá aceite, cuya calidad haga mas

apreciable una arroba que dos del ordinario. Si las aceitu-

nas están verdes ó secas, han de estar mas tiempo amonto-

nadas que cuando están ni verdes ni demasiado maduras, sino bien sazonadas; pero siempre será lo mejor dejarlas

madurar en

el árbol

y no

esperar á que se sequen; porque

en uno y en otro caso saldría

el aceite

pre es indispensable separar

las

desmejorado. Siem-

hojas del olivo que haya

entre las aceitunas, porque dan al aceite

un amargo des-

agradable.

En

Flandes y en Holanda se fabrica todo el año aceite de semillas, y en los molinos y prensas se advierte el

sumo

aseo de los naturales: cada utensilio está con la

yor limpieza colocado en

el

ma-

lugar que le corresponde: lá-

vanse frecuentemente con cenizas y lejías fuertes, para que

275 el aceite

de que una vez se impregnan, no comunique mal

gusto ni rancidez al fresco: no se les ve rodar por el suelo, ni se

descubre por ninguna parte polvo

¡Que diferencia entre

estos molinos

y

los

ni suciedad.

de España

La

pizados de telarañas y mas inmundos que zahúrdas! sa

acumulada en

ron

,

primer dia que se estrena-

el

forma como una costra sobre toda

morteros

los

desde

ellos

,

vigas, prensas

ta-

gra-

y piedras;

las

superficie

la

de

medidas, cucha-

rones, etc., de cobre ó lata, están cubiertas de cardenillo:

no haberlo visto tantas veces; y me acuerdo haber hecho la reflexión de que habiendo multas para el

no

lo creeria á

vecino que no barre

la

puerta de su casa, se cele tan po-

co sobre un objeto en que tanto interesa á

que hay pueblos en que

blica;

las

la

salud pú-

medidas públicas del

aceite de los molinos están llenas de cardenillo,

bierno municipal estado con la

En te

el

las

mayor

ve.

y

las

deja subsistir en el

indiferencia.

la

madera,

van muchas veces con

ro

el tiem-

de agua, que calientan y

ella hirviendo las prensas, la

y creen que con esto queda todo

,

en verdad que

consigo

ca-

como una levadura que continuamente está obranla pasta y aceite que de ella sale. Cuando se abren

los molinos, llenan la caldera

la, etc.

acei-

las piedras, los

pachos se empapan de aceite que se enrancia con

do sobre

mismo

molino en que no haya aseo, no se conseguirá

que dure mucho tiempo:

po, y es

el go-

y

las

seria

mejor con agua

pe-

que llevando el prin-

de que están impregnados. El agua

cipio

que tiene

iVia

,

caliente ó Lirviendo no se mezcla

te,

y

asi

,

inmundicias mas groseras, no exaltaria el aceite

mue-

muy aseado;

fria

la-

nunca con

corre sobre ella sin disolver la

mas

el acei-

lijera partí-

276 de aqui es, que todas estas lavaduras son entera-

cilla:

mente

inútiles

en cuanto

cuanto escitan

el rancio.

nuevos, dan á

las

primeras pastas que se prensan un sa-

bor áspero y amargo, cio

ya

y muy

perjudiciales en Los capachos de esparto, siendo al aseo,

y

á las

cuarenta

y

ocho de

absorvido este mal gusto

el aceite se lia

:

servi-

es ver-

dad que se lavan después y se dejan en agua muchos dias, y que en algunas partes están obligados los propietarios de molino á prensar con

ellos antes

que

los

demás maquile-

ros; pero todo esto es ignorancia de los medios de evitar este inconveniente.

Se ha esperimentado que veinte

duras consecutivas con agua hirviendo no destruyen olor,

y que tampoco

lava-

el

mal

basta dejar los capachos por espacio

de diez dias sumerjidos en agua, aunque esta se mude cada veinticuatro horas; y

si

todo este esmero es insuficien-

te, ¿que confianza se puede tener en las lavaduras lijeras

que suelen hacer en terés la

en que

molinos, en donde no tienen

los

in-

ajeno salga bueno ó malo? Pasada

el aceite

estación de moler la aceituna, suelen lavar con agua

que han de

caliente los capachos

servir al

año siguiente;

prensan y dejan secar antes de guardarlos: esta operación, Jejos de ser útil, es perjudicial, porque mediante

los

ella se enrancia

Es

cierto

mas

el aceite

que en

de que quedan empapados.

molinos públicos es

los

ble sacar perfecto aceite

;

casi imposi-

pues cada uno Jleva

las aceitu-

nas verdes, maduras, fermentadas ó podridas;

si

sacar algún aceite con

mas cuidado, muele primero

tuna buena y deja

peor para

el

la

que viene después

,

lo último;

de aqui

quiere la acei-

es

que

debe sacar un aceite viciado por

los defectos del anterior,

pues como antes he indicado,

277 un

átomo de

solo

gran masa. te

aceite esencial basta para infestar

Lo que debe

hacerse para sacar un buen acei-

en un molino mal cuidado, que

dulce y suave, es pagar doble él basta

una

se conservó dos años

moledura, y no

la

salir

de

que se concluya del todo; pero antes se ba de co-

cer en cosa de 200 cuartillos de agua hirviendo 8 libras

de cenizas graveladas, ó se

hade

pila ó

frotar la

bomba,

etc.,

drán á cocer en

la

lejía

de jabones, y con esta agua

muela ó piedra,

y los capachos que han de servir se poncaldera con el resto de dicha agua: de

esta suerte se desprende la capa

de

la solera, la prensa, la

aceitosa de

la

madera,

y demás utensilios; y quedarán todos tan limpios y aseados como si nunca hubiesen tenido aceite. Después de concluida esta operación, se ha la

piedra, de los capachos

de lavar todo con agua hirviendo, para que se lleve tancia jabonosa

que

se

tes estas operaciones;

á los aceites la rarse de silios,

mas

haya formado

No

son aun bastan-

porque se sabe

el

mal gusto que da

lijeia parte

que no queda nada de

de álcali

,

y

una porción de agua de 4° á 5o

timamente

lo

para asegu-

esta sustancia en los uten-

se hace disolver cerca de dos libras de

viendo se lavará todo

la sus-

cuartillos

,

alumbre en

y con

ella hir-

nuevo, frotándolo todo bien; úl-

se vuelve á lavar con agua sola caliente. El

alumbre, aun cuando quedase algo, no puede perjudicar al aceite, porque se precipitaria ó pasaria en el fondo con les heces ó borras,

y por

otra parte

no resulta de su uso

la salud de los hombres. A Jos capachos estará bien prensarlos á cada lavadura, va sea de agua, ya preparada en dichas sales, y en especial cuando

inconveniente alguno para

lo está

con

el

alumbre; porque entonces destruye

la

he-

278 Lia del esparto ,

sino se le estrae, durarán menos.

y

Las prensas y molinos de semillas que se usan en Flandes y en Holanda son muy económicas y aseadas, y seria

muy

de desear que se copiasen en todas

sacan estos aceites

de

que

se

ellas

y

en aceite, arreglando

el

las partes

mas adelante hablaremos de

:

de aceitunas.

los

En donde

pagan á

los obreros

tanto á proporción de lo que sacan, conciban el interés del

amo con el de los sirvientes; pues prensándose la aceituna con mucho mas cuidado, se aprovecha entre el amo y el criado

sado;

aceite

el

que

y no sucede

se habia de ir

lo

que en

los

en

el

horujo mal pren-

molinos que se paga por

prensadas ó tareas, que entonces se va á despachar, se cuida de apararlas bien.

fabuco ca

,

aceite.

De

la

han de prensar nueces, sa-

almendras se sacará poco cada vez,

porque se enrancia con suma Molida

se

en tiempo de heladas, porque se

ni avellanas

menos

No

y no

aceituna

facilidad.

y echada en

y sobrenadar algún aceite

,

que

las pilas,

es el

suele nadar

que propiamente

se

llama aceite vírjen, y también dan en algunas partes este

nombre

que

al

sale

de

la

primera prensada antes de es-

caldar la pasta en los capachos,

A

este le

ponen con sepa-

ración los que lo fabrican con conocimiento

,

ventajas que tiene sobre el que producen las siguientes

;

y saben

las

prensadas

bien que casi será escusado este esmero en

separar los aceites de las diferentes prensadas siguientes,

han prensado y mezclado todas las aceitunas buenas con malas, y han fermentado en montones; porque entonces será malo el aceite, mas ó menos conforme á la ma-

cuando

se

yor ó menor fermentación.

No

se persuadirán de esta verdad

279 que están acostumbrados

los

un olor y

á gustar

un

aceite acre de

sabor fuerte; los que desprecian el mas dulce

y fino diciendo que sabe á nada, y

asi es

respecto de su

paladar mal acostumbrado.

El aceite vírjen bien hecho de aceitunas escojidas y no demasiado maduras, es el que está menos espuesto á enranciarse, porque después que se le echa el agua hirviendo, va se malea las

el aceite

;

y

asi

mejor usar de

seria

prensas holandesas, que sin necesidad de agua estrae-

rian con su gran fuerza todo el aceite

sin

,

necesidad de

usar de agua sino cuando mas en las últimas prensadas.

De de

la

aceituna se sacan tres especies de aceite: una

la

carne, otra del hueso, y

que tiene

lla

ésta dentro.

ne propiedades

muy

paración, colocó el

la

tercera de

Cada uno de

la

almendri-

estos aceites tie-

distintas, y para observarlas

ción de cada uno de ellos en botellas separadas; á

en

la

3.*

aceite de huesos: 4.* cierta cantidad

de estos tres aceites mezclados: el

método

intemperie

ellas.

que

al

de

:

el

de

la 2.*

ni

que

el

puso á

tiempo causaba

cabo de este tiempo, halló

no habia padecido en

el olor, ni habia

no estaba tan limpio

se habia puesto amarillo al gustarle

al

la i.* botella

ción alguna, ni en el gusto,

do poso

bueno sacado

lado del mediodía, en donde las dejó tres

Examinadas, pues,

el aceite

aceite

estas cinco botellas, las

años, con el fin de ver los efectos

en

5.*

ordinario.

Tapadas exactamente la

saben

aceite sacado con aseo de sola carne: a.* aceite

i.'

de sola almendra:

por

con se-

celebérrimo químico Sicuve una por-

altera-

forma-

ni trasparente:

y tan picante y corrosivo

levantó ampollas en la boca: el de

la 5.*

,

que esta-

280 ba

muy

alterado, espeso

un

sintió, dice,

Ja

4-% en

en efecto,

casi

negro;

olor inaguantable.

tas dos botellas, le dio

do de

y

la

el aceite

al abrir la botella,

Lo que

bien á entender cuál seria

que estaban mezclados

que

De

el esta-

Jos tres aceites:

ésta contenia estaba de color obs-

curo, de mal olor, rancio y desagradable

do mucbo peso.

observó en es-

,

y

babia forma-

aqui es, que no babiendo padecido

alteración alguna el aceite sacado de la carne sola de la

aceituna

con

el

la

alteración de este fue nacida de su mezcla

los

huesos y de sus almendrillas- Finalmente, que contenia aceite sacado por

,

de

examinada el

la 5. a botella

método común,

anterior, en aceites:

ción

lo

y de

la

mezcla, con

,

se Halló tan

corrompido como

que estaban mezclados que da á entender que

las

el

de

la

tres especies de

el oríjen

de

la altera-

depravación de Tiuestros aceites nace de esta

que salen ya viciados del molino. Para ase-

la

gurarse ya mejor de la calidad de estos aceites, echó sobre

una plancba de acero bien limpia unas gotas de tes de las

almendrillas

y de

primero habia corroído algo que

el

segundo

Examinados de

los

en

el

la

los

al

acei-

los

huesos, y notó que el

cabo de treinta horas,

y

habia ennegrecido.

de alteración y depravación aceites, trataremos de los medios de destruirlos: los principios

que se saca de

las

granas ó semillas, escepto de la

un gusto desagradable, que procede de su espíritu-rector y de una especie de gomode adormidera

,

se advierte

resina disuelta en

mal

olor,

el aceite.

La acrimonia de

este

y su

disminuye mucbo sembrándolas en terreno are-

nisco; pero lo

mas seguro

es macerarlas

de cenizas comunes, hecha con agua de

en una

cal,

de

la

lejía fria

cual

una

281 y tres ó cuatro de cenizas bastan para preparar cuatro arrobas, que ha de cubrir á la grana por el tiempo que libra

dicte el clima y las circunstancias locales. Suele ser éste

desde quince hasta treinta

y

seis dias;

pero cada uno

debe hacer esperimentos para asegurarse del que baste, para no dejar mas. tiempo en la lejía á la semilla, que jerminaria

y

lodo el aceite. Lávese después la

se perderia

grana en muchas aguas,

y póngase de nuevo por

algunas

horas en una disolución de alumbre con agua; luego se deja

secar sobre zarzos ó tablas limpias en sitio bien oreado

y ventilado, y finalmente se bien seca cuando se pone en de aceite una emulsión la jía

:

es

semilla cuando está fresca

que cuando

lleva al molino. la

Sino está

prensa, saldrá en lugar

mejor dar esta preparación á ,

está seca, y la

porque toma mejor

la le-

maceracion se hace mas

prontamente.

Guando

el

aceite de aceitunas sale del molino, está

y mezclado con mucho mucítago y es mas ó menos dulce y suave, según el cuidado con que se haya hecho la cosecha y fabricación: trátese de purificarlo cuan-

turbio

y

to antes, pues sino estará espuesto á podrirse,

dará en criar gusanos. Por

en fabricar

el aceite

otra se usa de vasijas

,

si

mucho cuidado que

y no se

tar-

tenga

para conducirlo de una parte á

que no estén limpias, ó que hayan

servido para otros aceites, fácilmente contraerá el gusto

de estos, y con él el principio de una alteración} porque no hay fluido que «con mas facilidad adquiera los malos

y olores; como se puede esperimentar echando en una botella de buen aceite una gotita pequeña de aceite. esencial de espliego, limón, etc., y ajitándola v deján-

gustos

40

282 dola repesar unos dias, se verá el efecto que

una partícula tan pequeña. Conducido

lia

obrado

el aceite á la

casa

del propietario, se deberá conservar por quince dias á lo

menos en un

cuyo temperamento

paraje,

18 grados del termómetro de Reaumur, á haciendo poso 6 asiento todas

las

esté desde l5 á

fin

de que vayan

heces ó borras. Para que

posen con mas facilidad y prontitud se echará un poco de agua en que se haya disuelto alumbre, y se ha éstas se

,

de revolver bien con aceite. Del alumbre no se nada r

lo

pesado

,

baria el

que hace

es unirse

pega

mucilago, hacerlo mas

el

fondo con mas brevedad que

y precipitarlo al reposo. Conviene que

á 18 grados, porque

,

muy

no de cobre

(y

bañadas con vinagre

mala mane-

bien en barricas ó vasijas

de plomo), bien lavadas

ni

y

cuales tuviesen varias espitas á

las

,

coagulase con el frío

se verificarla éste de

Esta operación saldría

de madera

lo

temperamento sea de i5

el

el aceite se

si

antes de hacer el poso ra.

con

le

diferentes alturas; porque ai paso que se van precipitan-

do

quedando muy

las heces, va

perior del

y

aceite,

entonces se abre

capa superior, que es calidad. Si la vasija

con mucho tiento ra

,

se

quita

la

:

mas

el

mas

brenadan

las

la

capa su-

alta,

y

sale el aceite de la

fino, delicado

y de mejor

no tuviese espita, se saca por arriba algunos dias después, cuando «sté cla-

;

y

asi

de

heces ó borras: éstas n# se cerca de

limpia

segunda capa, separando su aceite como

de segunda calidad

las

y

cada vez mas espesas:

las inferiores

espita

la

clara

los

demás, hasta llegar á

las

desperdician, pues poniéndo-

lumbre, ó en un paraje bien caliente, sopartes que contienen, se cuelan, y sirve pa-

la

ra las luces el aceite

que

se saca

:

el

residuo se mezcla

283 con salvados hasta que se seque, y

se

da á

las gallinas

y

á los cerdos.

Luego que están llenas de aceite clarificado las vasijas, que seria bien que fuesen barricas de encina, sé ban de conducir á un lugar fresco, y tapar con cuidado, á fin

de que

hiele

se

prontamente

en vez de barri-

si

:

cas se usan tinajas vidriadas (costumbre malísima), se es-

perará á que el aceite se hiele antes, y quedará mas limpio de cuerpos estraños. En el aceite helado se observan los

mismos fenómenos que en

agua

el

:

en esta especie de

mas groseras, y sucede lo que en el agua del mar cuando se hiela, que no está salada, sino pura y buena para beber el aceite mas cristalización se precipitan las partes

:

trasparente, antes de helarse, suele dejar asientos,

puede observar en una

mando

al

tiempo de

demás

dos los

vasija

de

la cristalización.

fluidos, absorve

cantidad de aire de

cristal

la

atmósfera

al ,

que

y

se

se van for-

El aceite, como

to-

tiempo de helarse una adquiere de consiguien-

mayor volumen, y sobrenada por hacerse mas leve: cuando se deshiela queda mermado, lo cual nace de que no solo pierde el aire que habia ahsorvido al helarse, sino que éste arrastra consigo al mismo tiempo el aire que te

,

estaba combinado con el aceite desde que el fruto.

que entran en

va dejenerando ,

;

por

la

lo cual se

formación del aceite, y ha de evitar esta disgre-

procurando conservarle helado.

Los que dejan ta la

formó en

Este aire de combinación mantiene en equilibrio

los principios

gación

se

el aceite sobre sus

primavera, en que

puesto á perderse, por

primeras borras has-

le trasiegan, le tienen

la facilidad

muy

es-

con que suele corrom-

284 perse el mucilago que tanto abunda en ellas: repito que

mas acertado

será lo

que

el aclararlo antes

dejar por eso de trasegarlo luego que

se guarde, sin

en

se deshiele

la

primavera: siestas manipxilaciones parecieren complicadas, déjese helar luego, que sale del molino, saqúese con cazos,

y póngase en

bien tapadas estén

vasijas lavadas

con

y en cuevas mas frescas, tanaceite, como se puede yer en una

to mejor se conserva el

que

se

meta en

se rio

que cuando

pozo, en

uti

se hallará el aceite al cabo de cuatro

ser

Cuanto mas

las vasijas

botella bien tapada

mismo

lejías.

la

que

ó cinco años en el

en que

se embotelló. Si las cuevas

conservan no lo mantienen siempre helado, es necesapara conservarlo dos años buenos trasegarlo antes

y

después del invierno, y lavar bien las vasijas en que se ha de guardar con toda la exactitud posible, y poniendo siempre aparte el aceite que esté cerca de las heces , que solo es

bueno para

las luces.

El que quiere proceder con

mas esmero, bate con agua clara el aceite, y le deja reposar algunas horas, hasta que el agua, que queda lechosa, se vaya al fondo.

El aceite pero

si

mósfera les,

no ,

se

enrancia con dificultad

lo está, y participa

el calor

de

está helado;

de

la at-

mas

suti-

las alteraciones

hace evaporar en él

haciendo que se desprenda

si

las

el aire

partes

que contiene en

equilibrio las partes constitutivas de este líquido. se infiere

cuan importante es tener

bien frescas,

y

los

De

aqui

aceites en cuevas

no en despensas ó bodegas que no conser-

ven constantemente una temperatura. El desprendimiento ó volatizacion de las partes volátiles del aceite, se ve al ca-

lentarle

que exhala un olor insufrible y dañoso á

la

salud:

285 la

comida que

te volátil,

ro los

se frie

que

la

con

él lleva

consigo parte de este acei-

hace muchas veces tan desagradable; pe-

que quieren

evitar este inconveniente

que

el aceite solo, hasta

las cosas

que en

,

frien

mucho no

él se frien,

participan de aquel principio que las hace desagradables

En

dañosas.

usar de esta delicadeza aceite

muy

;

pues freían

relijiosos

,

en

y

él las frituras;

á

y

visto

en

los comestibles

recocido, que conservaban semanas,

ses enteros, repitiendo

buenos

hemos

algunos conventos de carmelitas

y aun mefé que los

aunque no hubiesen estudiado

la física

Muschembrookh ni la química de Lavoisier obraban como escelentes químicos en el aderezo de su comida. de

,

fermentación de las heces del aceiy de consiguiente el que se enrancie será bueno

Para te

,

,

evitar la

,

trasegar

frecuentemente dicho aceite

muy

costoso; otro

dio

es

aire

que va perdiendo

el

pero este me-

;

proponen para reemplazar aceite

,

paso que va

al

el

for-

mando

heces, y para que no haga poso, después que clarificado, y es, meter en el fondo de la vasija ya está una esponja empapada en una pasta medio líquida, com-

puesta de dos partes de alumbre en polvo ta

:

entonces se desprenderá del hondón

el aceite irá el equilibrio

absorviendo poco á poco perdido

como hemos dicho

mas ancha que fondo de

alta

la vasija:

,

mucho se

de cre-

aire,

que

restablecerá

entre las partes constitutivas del

aceite, y de consiguiente no

calidad,

y

,

y una

comunica antes.

Ha

y ha de ocupar

á ésta

ninguna mala

de ser la

la

esponja

mayor parte del

cada vez que se trasiegue el aceite, se

quitan estas esponjas, se lavan, se preparan de nuevo, y se vuelven á colocar; también es conveniente batir bien

286 los aceites

con una disolución de alumbre en agua á cada

trasiego.

Hay

otro

método para impedir que

los aceites se

en-

rancien, que consiste en añadir cierta cantidad de muci-

mayor que la que regularmente contiene pareparar de antemano la pérdida que sufrirán después;

lago dulce, ra

y

el

azúcar es

la

única sustancia que se puede emplear

con facilidad, disolviéndola por trituración en

frió

en una

porción de aceite para mezclarlo después con el resto. Seis onzas de azúcar es una cantidad proporcionada para cien

de aceite; pero

libras

si

este estuviese

ba hecbo esta mezcla con

muy olor

mas

el

gusto

y

el

han de tener después.

los aceites

licores espirituosos corrijen

sin inconveniente alguno las ventajas

se

precauciones indicadas, será

perjudicial, porque desenvuelve

que

Los con

las

ya rancio, ó no

y

de su uso.

el rancio

sin dispendio,

»He hecbo,

si

se

del aceite

comparan

dice Rocier, ca-

lentar sobre cenizas cernidas cerca de una libra de aceite

de semillas

muy

rancio y claro en una vasija de vidrio de

cuello largo; el aceite estaba cubierto de dos dedos de espíritu de vino; ajité fuertemente la vasija; luego

que

sa-

lieron del aceite algunas ampollitas de aire,

y estuvo mezcla bien caliente, sin que llegase á hervir, separé aceite, las

que

y eché

otro sobre el espíritu dé vino,

que quitó

la

el

á

dos cantidades de aceite el olor rancio y el mal gusto tenian.

La porción de

espíritu de vino

pleado, no se pierde ni desmejora, con

tal

ha em-

que

se

que

se le

mez-

cle con seis partes de agua tijera de cal; se separa el acei-

que sobrenada en ella, y se filtra por cal de que se haya sacado la lejía después por la destilación se sepate,

:

287 rara el espíritu de vino,

un

aceite suele quedarle

Al

que no

le

daña, aunque se

petidas veces

Del

,

si

es

que

como

lijero olor al espíritu le

servir para

ya hemos

frituras,

mucho tiempo

que recalentado muchas veces, se ha volatilizado

y queda en

gusto á la comida, ni mover

de vino

de usar desde luego.

dicho que él mismo ha de servir para

esencial que tenia,

antes.

puede quitar lavándolo re-

se ha

que ha de

aceite

tan puro

y quedará

,

disposición de no dar

la tos

mal

incomodi-

ni causar

,

por-

el aceite

dad alguna, como sucede cuando para una fritura se usa del aceite nuevo. el del espíritu

Hay también

mas

otro medio

de vino para purificar

el aceite

fácil

que

que ha de

y es llenando de él hasta la mitad ha de poner al fuego vivo y de llama

servir para frituras,

una

vasija,

hasta

que

se

que cueza; entonces

se quila la llama

cer otro poco, y se le echa de repente

mango

,

y

se deja co-

y con un

cazo de

largo, cierta cantidad de vinagre,

levantará á lo alto

y al instante se un vapor negro, haciendo el aceite un

estrépito grande: el agua fria produce el

pero no limpia tan bien

do que hace

,

el aceite:

mismo

efecto;

luego que cesa el rui-

se aparta la vasija de la

para conservarlo. Antes de servirse de

lumbre, y él se

se saca

echa en una

sartén hasta llenar las tres cuartas partes de su cavidad,

pone á hervir, y se le echa una corteza de pan, á la que se le pega la parte del aceite esencial que le puede se

quedar, y aun se pueden añadir mas cortezas para aseguque queda mas limpio. Al freir alguna cosa ha

rarse de

de estar

en

la

sartén mediada de aceite

ella la cosa frita

tará

mas aceite,

si

,

á fin de que

y entonces saldrá bien se sabe hacer bien.

,

,

y no

nade

se gas-

288 aceite humee en

Para evitar que el

de mojar se

las luces, se

en agua de pozo ó fuente

las torcidas

haya disuelto toda

agua parezca alterada

la sal :

que sea posible,

,

han

en que

sin

que

el

déjanse después secar, y se usan

en

las

le

en una botella con igual cantidad de agua, ajilándolo

y

luces: el aceite se lavará antes de usarlo, echándo-

dejándolo reposar:

olor,

y que

De

se casta

asi

dicen que

no da

humo

ni

mal

mucho menos.

los principios constitutivos del aceite.

El aceite

es

una sustancia crasa

untuosa, inflama-

,

de diferentes vejetales, y se compone de Jlojístico ó principio de fuego, de ácido, de agua y de tierble, estraida

ra, puesto que de él se sacan estos principios secundarios por medio de análisis

;

pero como estos principios se

estraen igualmente de todos los vejetales, es preciso convenir de buena fe en que conocemos poco

la

manera de

ser y las combinaciones de los principios, puesto que esta

definición, sin dejar de ser exacta, puede aplicarse á

una infinidad de otras sustancias

;

pero

si

aun siendo de-

masiado jeneral, uno de estos principios domina á

los

de-

gue. Por ejemplo, en el aceite

un carácter que lo distinen jeneral domina elflo-

jístico ó principio inflamable,

y

mas, ya con este solo

le señala

mable; por otra parte es

muy

acaso solo

probable que los ácidos

contienen mas principios de fuego que neutras.

No

es,

el aire infla-

pues, de admirar que

las sales álcalis

el aceite se

y

inflame

cuando se acerca á un cuerpo encendido ; porque todos los fluidos tienen tendencia á ponerse en equilibrio y •

289 siendo los principios Ígneos los mas abundantes escaparse luego que se les presente se

rompe toda agregación,

consumen, y solo quedan

mas

deben

ocasión. Entonces

la

mas

las sustancias

las

,

groseras,

volátiles se

que noban po-

dido volatilizarse.

Para hacer buen aceite

conservarlo largo tiempo es

y

menester, para que no se deteriore, conocer sus principios constitutivos.

Hay, como so,

que

se

ha dicho, dos especies de aceite:

el cra-

se estrae por presión, v el esencial ó etéoro,

comunmente

se tiene por destilación

y

que

rara vez por pre-

sión.

He

aquí los caracteres de uno y otro. Solo el reino vejetal suministra los aceites crasos, y se puede decir que todas las granas ó semillas lo contienen en

mas

ó en

me-

nos cantidad. Esta aserción es verdadera, a pesar de su je-

y de que tenga algunas escepcionesj pero todos convienen en que el trabajo y los gastos necesarios para

neralidad,

eslraer el aceite de todas las especies de semillas, escede-

rian en

mente

mucho

á su producto. Si se quieren conocer fácil-

las semillas

susceptibles de

dar alguna utilidad,

échese en un mortero cierta cantidad de

ellas,

dalas con un poco de agua, entonces ésta se

y moján-

pone lechosa

y formará lo que se llama emulsión. Asi sucede con todos los huesos de frutas, con las pepitas, las semillas de calabazas, de melones

y

en vainas de plantas de del nabo,

y de

la

pepinos, flor

y con

cruciforme

mostaza, etc.

En una

todas las semillas ,

como

la

de

col,

palabra, todas las

granas ó semillas, cuyo interior está ocupado por una al-

mendra, dan aceite craso por presión. La aceituna 41

es aca-

290 so el solo fruto, cuya pulpa contiene solo aceite craso.

Su hueso y almendra

lo

contienen igualmente, pero en

estado de combinación diferente de verá adelante. Es, pues,

para conocer

la

primera

la

emulsión

la

,

como

piedra de toque

las semillas aceitosas.

El aceite craso existe totalmente formado en na ó pulpa de

que las

sin él

se

la aceituna: este

no podría

existir.

mixto

le es

la

gra-

tan esencial,

El arte no crea aqui nada, ni

maniobras del operario forman ningunas combinaciones

nuevas

asi el aceite

:

tes existia

craso estraido

igualmente libre en

,

es el

el vejetal.

mismo que an-

Lo

contrario se

observa con respecto á los aceites etéreos 6 esenciales que se hallan indistintamente colocados en

cubiertas de

madera y raices, ó en algupartes; estos están combinados muy frecuen-

estas semillas, cálices

nas de estas

las

,

hojas

,

temente en un estado resinoso; y por esta razón, para estraerlos se ha recurrido muchas veces mas á la destilación

que

á la presión.

misma grana

,

La

en una

existencia de estos aceites

aunque colocados diferentemente

,

produce

efectos iguales al esprimirlos; pero de estose hablará mas

adelante.

El aceite craso recien sacado ó hecho está dulce,

sin

y no volatiza ai grado de agua hirviendo; pero el esencial está siempre acre y combinado con el espíritu-rector, y por consiguiente es odorífico, y se volatiza con me-

olor,

nos calor que

el necesario

para hacer hervir el agua.

El espíritu-rector, ó sea dos los cuerpos es

con una de

dia,

sola flor

y con

el

el principio odorífero

sumamente

sutil

de to-

volátil: él es el

y de jirasol 6 de rosa embalsama

que

el aire

jeranio triste de noche. La presencia de

este espíritu-rector es la

291 que da

nas de vainas ó silicuas,

sobre todo á sus jabones,

el olor

y en una palabra, el olor de na ó semilla de que se ba eslraido el aceite.

la gra-

de col, de nabo,

y

á los aceites de las gra-

etc.,

Es, pues, necesario comprender estas distinciones; pero hay otra muy importante, de que en mi concepto depende

la

conservación de

los aceites crasos, es decir

la calidad ,

la

que impide

demasiado pronta del mucilago esencial sobre

el

craso,

y en

dulce

fin,

la

separación

reacción del

la

,

y suave de

de

la

aceite

que depende

la

armonía y conservación de los principios constitutivos: tal en

es el aire, este aire fijo ó fijado

los

cuerpos que sirve

de vínculo á todos sus principios, y es su conservador por escelencia. Cuanto mas coagulado se conserva el aceite,

menos espuesto

tanto

está á

circunstancias: el aceite

descomponerse en iguales

ben 6 been, fijado en

los cuerpos,

y

aceituna, son la prueba de ello. Este hecho está en

el

de

el

orden natural; pues que según los esperimentos de Ha-

lles

la

una pulgada cúbica, como ya

se ha dicho,

de aceite

de olivas da 88 pulgadas cúbicas de aire-Jijo. Por mas que de aceitunas nuevo y bueno , no se ve jamás levantarse á su superficie ninguna gorgorita de aire; se ajite

pero

si

el aceite

se ajita del

se verá cubierta

mismo modo

el aceite

de adormideras,

de superficie de globulillos de

aire.

Esta

última pierde, pues, con facilidad su aire de combinación;

y por esto solamente se coagula con el mayor grado de frió, cuando el aceite de olivas, estando bien tapado y en

buenas cuevas, se conserva coagulado por muchos años.

Supongamos que calor,

y que

se descoagule

con

el

grado décimo de

se coagule de nuevo cuando

el calor baje

292 al

grado cuarto, á

la

primavera inmediata se volverá á

descoagular; pero á la entrada del invierno siguiente será necesario casi el grado de hielo para coagularlo de nuevo.

Supongo que habrá estado del verano, porque de otro el

segundo

al

abrigo de los grandes calores

modo

se coagularla de

nuevo con

ó cuarto grado bajo de hielo. ¿De donde pro-

viene esta grande diferencia?

combinación, de pitación del

la

De

la

pérdida del aire de

cual resulta necesariamente

mucilago contenido en

el aceite.

la preci-

Este muci-

lago atenuado é interpuesto entre sus moléculas, las con-

menos desnudas; el aceite estaba mas dulce, y humeaba mas al quemarlo. Al contrario, cuanto mas viejo es el aceite, se hace mas fuerte, desponjándose de su mucilago se clarifica mas y humea menos. No sucede asi con el aceite de fabuco ó de haya, que adquiere calidad y servaba

,

dulzura,

y

pierde su gusto desagradable envejeciéndose.

razón de esto es

,

de combinación ó

porque perdiendo una parte de su fijo,

La

aire

deja precipitar parle de su muci-

en que residen sus calidades desagradables y amargas. Llamo mucilago á todo despojo de la parenquima de

lago,

los frutos,

cuya base se diferencia poco de

las

gomas; en

una palabra,

á

una sustancia hilosa, tenaz, escurridiza,

miscible con

el

agua en todas sus partes, é indisoluble en

el aceite, sino interpuesto entre sus moléculas,

nido en

el

estado de atenuación por el aire-fijo;

y y

sosteasi se

precipita luego que este aire se separa de los cuerpos. •

El aceite esencial es

lleva consigo

el

muy

miscible con el craso,

espíritu-rector 6 principio odorífero.

y No

comercio aceite que no tenga una cantidad mas ó menos grande de este aceite esencial, que reside en la

hay en

el

295 cascara y en la película de

almendra común

la

aceituna en su película, en su hueso lla.

Hasta la madera del olivo está penetrada de este acei-

y en una abundancia infinitamente mayor que

te esencial,

en

y

en la , y almendrien su

el fruto.

He

dicho mas arriba que

ramente formado en

el aceite

craso existia ente-

fruto; pero que necesita para ha-

el

y poder estraerlo, que el fruto hubiese adquirido cierta madurez, capaz de hacer evaporar una parcerse sentir

te del

tosas:

agua de vejetacion y de separar las porciones aceiel vino, en el cual no subsisten

como sucede en

principios vinosos antes de madurar la uva.

Columela y demás escritores antiguos hablan de un aceite de verano que se sacaba de las aceiPlinio, Catón,

tunas verdes: queriendo verificar el hecho, ó

pigarlo, tomé á fines de Julio cantidad de aceitunas,

quitado

el

las

y

menos

hasta fines de Agosto

es-

una

esprimí después, de haberlas

hueso; pero ni el fluido pastoso que conseguí

por medio de presentó

y

al

el

la presión,

mas

mezclado de nuevo con agua,

lijero vestijio

de aceite;

me

ni las aceitunas

cocidas hasta el punto de reducirlas á pasta,

me

ofrecie-

ron ningún aceite. Las aceitunas crudas ó cocidas tomadas separadamente

óleos acharum

,

y

trituradas con azúcar para hacer

no han presentado

vestijio

un

alguno de acei-

una emulsión de todas ellas. no me he engañado en todos mis esperimentos, debo concluir, que los principios constitutivos del aceite están te, ni he podido conseguir

Si

en

el fruto,

pero sin estar desenvueltos; de forma que

no son sensibles á timo, que la

la vista, al

madurez

es

quien

gusto y

al

olfato;

los desarrolla.

y

por úl-

El aceite de

294 verano de

los antiguos

no podia, pues, estraerse de

aceitunas hasta que principiaban

mas,

si el

aceite existe

se

confunde de

tal

formado en

modo con

la

prueba.

Mientras

mo las

muy

almendras,

poco

al labrador,

como cualquiera puede

Lo mismo sucede con

las semillas están

aceitunas aun an-

mucilago, que no es po-

el

sible separarlos por la presión,

hacer

las

que importa

tes de su madurez, lo

las

á madurar. Por lo de-

las

granas aceitosas.

en un estado lechoso, co-

las avellanas, el

fabuco,

las

nueces, fre-

de colza, de manzanas, de peras, y las semillas de calabaza, de pepino, de melones, y los huesos

sas, las granas

de albaricoque

,

de ciruela, guinda,

etc.,

no esotra cosa

su sustancia, hablando con propiedad, que un mucilago;

y por mas que se atormenten en darán un átomo de aceite. Si las

lugar si

se

húmedo,

se

enmohecerán, y

ha roto, y

la

:

si la

,

y

aceite estará

algo

cascara de las semillas se

el aceite saldrá

aumentare

muy

viciado;

y

si

y han esperimentafermentarán, y cuanto mas

semillas amontonadas,

las

do un cierto grado de calor, esto lo

el

almendra ha quedado desnuda en todo ó en

se enranciará

han estado

se

el aceite saldrá fuerte:

guardan para mucho tiempo,

,

prensa mas fuerte, no

almendras han estado, después de maduras, en

rancio al salir del molino

parte

la

el calor,

mas rancio

saldrá

el aceite;

pero

examinaremos después.

Hay

dos especies de aceite, virjen y cocido: el primero, el mejor y mas dulce, es el que se estrae por la

simple presión

;

y

el

segundo

el

que

se saca del borujo

del que se ha estraido el primero, por medio de planchas calientes ó agua hirviendo.

29S

Como

el aceite

ra demostrar

la analojía de los aceites

te

De

mas perfecto que

en qué difieren ó se parecen unos á

aceituna,

i.°

el

voy á tomarlo por punto de comparación pa-

se conoce,

De

de aceitunas es

y

de granas con

de

el

sus diferencias.

Las granas de que saca

la semejanza.

otros.

el

acei-

de comercio, son en jeneral de col, llamada colza 6

cáñamo y de en su clase tan perfecto

colzat , de nabina, de mostaza, de lino, de

almendra.

como tos

el

Este último aceite es

de aceituna, respecto á

los

que salen de

los fru-

de nueces, de avellanas y de almendras. Todos estos aceites son fluidos y trasparentes, á no ser

que estén coagulados por

el frío; tienen

dorado, mas ó menos obscuro, según

reno que ha producido

y

el fruto;

un

el

color amarillo-

año, clima y ter-

el sabor es

cilajinoso y craso; inmiscibles con el agua

y

dulce,

mu-

el espíritu

de vino, é inflamables: son miscibles con otros aceites, bálsamos, grasas, mantecas, ceras, alcanfores, resinas, azufres, azúcar, sal, álcali,

Son también mas

lijeros

y

algunas

que

sustancias

el agua,

metálicas.

nadan sobre

no se elevan en vapores sino á un grado superior

ella,

al

y

del

agua hirviendo.

Cuando esperimentan por algún tiempo un grado de calor igual al del sol de verano es decir, de 22 á 25 gra,

dos, se ponen rancios, acres y fuertes,

comunica también

la

y

el

tiempo

les

rancidez, y el gusto y el olor son

fuertes.

Cuando

se destilan se trasforman

en aceites empireu-

296 máticos

que tienen un olor y un sabor á cosa quemada ó calcinada). Las destilaciones reiteradas pueden (es decir,

convertirlos

como

el éter

en aceites esenciales de

los

químicos que,

,

al

etéreos

y

volátiles,

parecer, es el prin-

cipio aceitoso por escelencia, ó el aceite principio-pri-

mitivo de que se forman todos los demás; pero en cuja

mezcla entran algunas sustancias mas groseras siendo esenciales á

la

que no

,

existencia del aceite, solo sirven á

sus caracteres secundarios de su composición. a.°

De

paración

Sirviendo de punto de

las diferencias.

de aceitunas, encontramos en

el aceite

granas de

la

de adormideras, que es

lodo en lo que se llama

un poco

irn

midas ó conservándolos en aceites de granas

cientes, están ja

deras

j

el

dejo,

las

si

y

cáustico, escepto en

al olfato;

se

tie-

pero sobre

emplean en

las co-

boca.

la

que

un poco

y

único jénero que no lo

el

ne. Este gusto se advierte

Los

de

familia de las plantas de flores en cruz

frutas silicuosas con gusto acre el

los

com-

se

venden, aunque estén re-

rancios, escepto el de adormi-

de aceitunas, que solo tiene este defecto cuan-

do está mal hecho. Estos aceites deponen con mas prontitud cia

en

el

fondo de

las vasijas

que no

es miscible

cilajinosa, cios

j abundanuna hez mu-

en que están,

en

el aceite.

mas pronto envejeciéndose, y

Se ponen ran-

exijen para coagularse

frió muj superior al del agua helada. Son un menos viscosos, j espuman mucho mas poniéndolos al mismo grado de calor. Corroen el hierro j el cobre con mas prontitud, y for-

grado de

man mas

fácilmente jabones con los álcalis

:

asi

por esta

297 razón, y siendo su precio el mismo,

se prefieren al

de aceitunas para preparar

y

De

la rancidez

La rancidez

las lanas

la

sus tejidos.

de los aceites y medios de correjirla. es

un jénero de alteración espontánea ó

de fermentación indefinida, como nos,

bueno

putrefacción en

carnes, el vapor de

rebotación en

la

corrupción en

los frutos, la

gas y

las letrinas, el

los vilas

mofetas de

las

diferentes jéneros, el principio acre de la manteca desleída, y otros

muchos que aun no

han podido analizar

se

ni definir bien.

Sin embargo, es cierto que

de corrosión y acritud propio de

la

rancidez es un jénero

las grasas,

cino y aceites, que sobreviene á estas por la

acción del calor.

transforme vierta

en

crasos,

No debe

ningún gusto

al

mucilago

;

porque

muy rancios, tienen y fastidioso muy dominante, un

agradable, y aun indefinible; irritan aceites esenciales,

vejez ó por

punto, que no se ad-

aunque están

to insulso

la

creerse que esta alteración

el aceite craso hasta tal

él

manteca, to-

al

los aceites

siempre un gusolor fuerte, des-

paladar,

como

los

aunque débilmente; y su gusto muci-

y su olor fastidioso, sobresalen siempre. Se observa que los aceites vírjenes y frescos de granas

lajinoso,

son mas crasos que los que han estado guardados; que batidos en el agua dan

mas cantidad de mucilago; que

se

disuelve en parte en el agua cuando se ajita en ella; pero que dan

menos cuando

los ajitan

y revuelven con

asien-

tos ó posos.

Siendo

el

mucilago

el

único cuerpo conservador 42

si

se

298 cuyo fondo

estrae del aceite, en

se ha juntado en masa,

se le quita á este una causa de alteración. Sobre este prin-

cipio se ha establecido

la

necesidad de dejar asentar los

aceites nuevos y trasegarlos. Sin este

embargo,

primer principio mucilajinoso no

siblemente

el

que

aceite, puesto

bundante; pero

lo

pone turbio y

es

es

pérdida de

la

quien altera sen-

solamente

muy

craso

,

el supera-

de modo que

pueden enjendrarse gusanos.

muy

grande de

aire libre , sobre todo el de granas ó semillas,

y de agua

Estos aceites contienen una cantidad

que son sus principios,

demás

los

es decir,

un

aire

combinado con

principios constitutivos del aceite.

tienen una adhesión

floja

entre

sí,

Todos

por ser estos aceites

agregados de cuerpos, compuestos de ellos mismos espuestos á

la

acción de

jan en desunirlos.

los

ellos

,

y muy

diferentes ajentes que traba-

En un Cuerpo compuesto

de partes com-

puestas, cuando llega á faltar alguno de los mistos constitutivos, ó estar

en menos cantidad,

los mistos restantes

cambian de manera de ser de un modo mas ó menos notable.

Cuando bre

sutiles,

y

bien sea natural ó

el calor,

los aceites, se el aire

ocupa en hacer evaporar

que

miento con lentitud

,

mente

atmósfera,

al calor

ma en

,

y

:

la

las partes

mas

cuando

el

primer desprendi-

el aceite está

espueslo sola-

y muy prontamente cuan-

entonces se ven elevarse estos aceites en espu-

son tan espansibles, que calentados simplemente

el espíritu

con

de

obra so-

estos contienen es sin contradicción

alguna quien sufre insensiblemente

do cuece

artificial,

de vino, nadan sobre

los aceites cocidos.

él, lo

que no sucede

299 Por estas observaciones se ve cuan esencial

es

tener

los aceites en buenas cuevas, y no en bodegas ó despensas, según la costumbre jeneral, á fin de prevenir en cuan-

to sea posible el desarrollo, bien sea del aire libre 3 bien

del aire-principio

todos los demás

;

porque cuando á estos aceites faltan

mistos,

como

el aceite

mismos de

lago, los principios

etéreo y

e»tos mistos,

el

muci-

que son por



cuerpos compuestos, padecen desuniones en razón de

la

pérdida del principio que se disminuye. El mucilago se

precipita,

y

el aceite etéreo,

quedando

libre

y

aislándo-

se, se manifiesta por sus calidades en el resto del aceite,

que aun no ha sufrido alteración, y se evapora entonces con mas facilidad que cuando componía el aceite graso. Las sustancias que hasta aquí he llamado mucilago, y cuya precipitación he dicho que daba libertad á una parte del principio aceitoso etéreo, y enranciaba el aceite craso

con que estaba mezclado, es

cuerpo mucoso dulce ó

el

azucarado de los vejetales, que se halla con abundancia en los frutos

y en

borada por

menta,

la

las granas.

El mucilago es

única cosa ela-

la

naturaleza para poder formar, cuando fer-

el espíritu

que caracteriza á

de esta aserción se hallarán en

la.

los vinos.

Las pruebas

fermentación. Los cuer-

pos mucilajinosos no azucarados no producen ningún vino.

El mucilago azucarado es los aceites,

to

y de unir también

mas precipitado

tá el aceite craso,

el

único capaz de unirse con

el aceite

con

el agua.

está el mucilago, tanto

y

tanto

mas

Cuan-

mas rancio

es-

se acerca á la naturaleza

del etéreo. Los aceites naturales deponen su resina cuan-

do están en este estado. Los huesos de granas contienen mas resina que

la

las

aceitunas

carne de

y

las

las aceitunas;

500 y

esta resina existia

en

el vejeta! antes

del aceite. Estas sustancias tienen entre

De

desunión de

la

los principios

de



la

estraccion

una unión débil.

nace

la

reacción del

aceite esencial sobre el aceite craso, la separación del

mucilago, su fermentación la

y

su putrefacción; por último,

rancidez resulta de estas diferentes reacciones combi-

nadas.

En

una palabra, todo

dida y de cia

de

la

la

fermentación

Del El lentisco es

,

cos, que

de

la

per-

y se

.

aceite del lentisco.

lentiscus (pistacea lentiscus de Linneo)

un arbusto y aun

ce, se cria

ello es el resultado

evaporación del aire-Jijo por una consecuen-

árbol, según la naturaleza en

cultiva.

que na-

Hay muchas variedades de

lentis-

se distinguen unos de otros en los paises en

que

vejelan por algunos caracteres de variedad. Estos árboles

ó arbustos en algunos parajes son de gran producto á causa de la resina ó los

goma que

nombres de almástica

,

se saca de ellos, conocida

almáciga, y en

con

las oficinas ó

boticas almastiches, ó resina de lentisco.

Esta planta en botánica pertenece á

la

clase 22

,

ó

masculinas y femeninas en distintos pies: florece en Marzo, y sus flores son de trama, y las masculinas están com-

dioecia pentandria de Linneo, por tener

las flores

puestas de cinco estambres reunidos en un cáliz, dividido

en cinco partes iguales, que

le sirven

de pétalos , encar-

nadinas

del sobaco de las hojas:

las

pies distintos,

y arracinadas, y nacen femeninas nacen en otros

rencian de

las

y

se dife-

masculinas en que no tienen estambres ni

501 pétalos,

con tres lludos

:

y

en

el cáliz dividido

tres partes,

con un

pistilo

terminados por stigmas algo gruesos y vesus frutos son unas bayas aovados con ombligo seestilos,

co: tiene siempre

verdes

las hojas

y

olorosas, semejantes

á las del mirto: son aladas sin impar sobre

nalado: este termina juelas apareadas

como en

por una

la

mayor parte de

ho-

las

y en número de

sola hojuela,

cinco á seis por cada lado

un lado aca-

cuya circunstancia puede ser-

;

vir para distinguir los lentiscos

de

los terebintos.

Estos árboles no se despojan en

el

otoño de

muy

están siempre verdes, aunque son

la hoja,

y

sensibles al frió;

crecen y se crian naturalmente en la Palestina, en Italia, en Langüedoc y Provenza , en las costas del Cabo-blanco, en

las Indias,

en África, en Portugal, Cataluña, Ara-

gón, Valencia y Andalucía.

En

la isla ríe

Scio

,

en

el

Ar-

chipiélago, se cultiva para eslraerle la resina, llamada en el

comercio alrnastica ó almáciga

tiches, que destila en gotas

estomática

y

y en las boticas masblancas, y es corroborante, ,

vulneraria: se usa en la tos

de muelas y en mucho uso hacen en Turquía. que

en

el artritis, dolor

En

,

el

en

el

catarro,

cálculo

,

de

la

efecto, de aquella parte del Archipiélago nos vie-

nen grandes remesas anualmente 90000

,

y de donde

libras,

el

Gran-Señor saca

y entre todas estas tienen

la

obligación de contribuirle anualmente con 3oo625. Este

árbol se multiplica por semilla, acodos

y mugrones; y por este medio se consiguen muchos pies vigorosos, que suministran mas

y mejor goma

ó almáciga que

los pies

estos lentiscales son la principal riqueza de estas

viejos

:

islas,

y

corren de cuenta de su Alteza; por lo que

si

502 algún natural es sorprendido cojiendo ó conduciendo al-

máciga de su recolección

nado

algún mercado, seria conde-

á

á galeras y confiscado todos sus bienes.

Los turcos plantan en Enero

lentiscos, distribu-

los

yéndolos por intervalos en bosquecillos en sotillos

la

ponen mucho cuidado en limpiar bien y barrer

:

yerbas y hojas por debajo de ellos

las

goma

,

con

el fin

de que

ó almáciga , que fluye y cae de los árboles al

suelo, se coja mas limpia;

nes en

campo ó en

el

los troncos

de Agosto; y por

al

efecto les hacen incisio-

y ramas á fines de Julio y principios

lo regular la resina fluye hasta el suelo,

mucha en

conjelándose

y

lágrimas en las ramas,

estimada: se principia á hacer

la

y

es la

mas

recolección á mediados

de Agosto, y dura ocho dias: hácenseles seguidamente segundas incisiones en los mismos árboles, y se vuelve á hacer la segunda recolección á mediados de Setiemhre;

y aunque después no se vuelvan á hacer mas incisiones, continúa á veces la goma fluyéndose hasta mediados de

Noviembre, que prohibida

y pasado

este

tiempo queda

y para que esta sea buena , es tiempo esté sereno y seco. Parece bien dulentiscos que se crian en Italia Provenza y

recolección

la

preciso que

se recoje; :

el

doso que los

,

España produzcan almáciga, y

si la

dan

es

en

muy

corla

cantidad.

El mastiches ó almáciga

es

una resina ó goma seca

algo aromática y astrinjente: el mejor es de lágrimas ó de granitos claros

y trasparentes y de un

amarillo pálido; se

quiebra en terso con el diente, y se ablanda al calor, co-

mo

la

isla

de Chio

cera

,

y arde sobre le

el carbón.

Los naturales de

mastican para fortificar

la

la

dentadura y en-

305 cías,

y

para disminuir el aliento y el hipo;

acostumbran

y cocer con

mezclarle

á

el

pan para darle

al paladar.

mejor gusto

su costa del Sur,

damas del

Chio se crian en

lentiscos de la isla de

Los mejores

las

y también

;

y

almáciga de esta parte es

la

la

que

mas, y del que las concumastican en ayunas diariamente para obte-

serrallo estiman

binas del pais

ner una respiración balsámica y olorosa , y para prevenir y curar las enfermedades de la dentadura. del lentisco, sus hojas, sus yemas y la corteza de las ramas y ramos son astrinjentes.

Todas frutos

,

Su

frutilla

perdices; das

,

las partes

madura

es el

aquella época es

y en

mantecosas, sabrosas

En muchas

manjar mas apetitoso para

y

las

cuando están mas gor-

tiernas.

parlas de Italia se saca de su fruto aceite,

estando madura, por el mismo método que se saca el de laurel en Langüedoc.

En

ca de él es preferido de luces y medicamentos; astrinjente

,

y

el

Levante

el aceite

los turcos al del

y posee también

la

que

se sa-

olivo para las

virtud de ser

como

tiene la propiedad de comprimir,

la

caida del ano y la matriz.

En

España, en

las

Andalucías, también se han hecho

algunos ensayos para sacar aceites de este árbol, como se

prueba por

la

carta siguiente

del Semanario de Agricultura » Mucho

me

publicada en

y Artes

,

tomo

el

5.°

folio g5.

espanto, dice el autor, que habiéndonos

«ustedes demostrado los frutos oleajinosos de que se pue-

»de estraer

esta preciosa materia,

hayan olvidado

»en mi concepto produce tanto aceite ó mas que ntuna, que es

el

grano del lentisco, que según

el

que

la

acei-

las

espe-

304 »riencias hechas en el año próximo pasado, con

»vo de

la carestía

del aceite, en

el moti-

Puebla de Santa Ma-

la

»ría de Guadalupe, jurisdicción de las cuatro villas de la

^Serranía de Villaluenga, reino de Granada, por

neficiado de

la

misma, y Nicolás Romero, de

cindad, produce cada fanega de

be-

propia ve-

la

esta semilla cerca de

me

«tres cuartas de arroba de aceite, del que

persuado

»se remitiría á esa corte una botella que llevó

señor

el

Candía, correjidor de Ronda; y ademas, hallo informado que en las ciudades de Écija y Gór-

«marques de

»me

el

la

»doba se estuvo vendiendo á precio de sesenta reales »arroba, cuando valia á ciento

el

»sacarlo es lo

mismo que

«que produce

este grano, es tan

el

de

de la

olivas.

El método de

aceituna

común en

la

:

la

arbusto

el

Andalucía,

»que por lo regular todo monte bajo, se reduce á lentiscos, y por esta razón no tiene mas costo su primera materia que el cojer su simiente, que es demasiadamente »abundante; y aunque su mordacidad no permita comer»lo, suple para las luces, jabón y fábricas de paños, que

consumen muchísimas

de

arrobas del

» concepto, teniendo ustedes por bien

»y mandar »Andrade.

De

á

;

en cuyo

podrán publicarlo,

su servidor ü*¿ Fernando María Lobillo de

= Ubricue

5 de Diciembre de 1798,"

la conservación del aceite

de aceituna.

Hasta ahora nos hemos ocupado en fabricación del aceite.

del obrero

olivas

y en

licor turbio, de

las

Ya

lo

el

manual de

tonemos fuera de

del propietario.

En

un color poco agradable

las

la

manos

este estado es

un

é indeterminado,

505 y mezclado con

el

mucilago superabundante de

los des-

pojos del frulo.

Los aceites en

menos dulces y

esta época son nías ó

suaves, según el cuidado que se ha tenido con ellos en la

cosecha y fabricación. reojéneas

Deben

despojarse de las partes ete-

del mucilago superabundante en su composi-

y

ción, y en la agregación de sus principios

;

porque sino se

despojaran, estarian prontamente espueslos á

no tardarían en multiplicarse en

facción, y nos, sobre todo en

Desde

el

de

la

las aceitunas.

molino llevan algunos propietarios

el

putre-

ellos gusa-

el aceite

regularmente en pellejos ó en otras vasijas semejantes,

que son

mismos que sirven durante toda

los

Supongo que ller

con

la

se

han preparado todos

exactitud

aceitunas en el punto

dejado fermentar,

mas fijo

prolija

;

se

molienda.

los utensilios del ta-

que

se

de su madurez

y que

la

;

han cojido

las

que no se han

han separado de

las

magulla-

das las sanas, etc. El aceite hecho con estas precauciones

debería ser bueno; pero aunque tan bien estraido, ha pa-

sado por los pellejos comunes, que acaso acaban de servir

para aceite de aceitunas caidas del árbol, ó escesiva-

mente fermentadas

mas para que un aceite tan dulce, no tarde en manifestar un gusto fuerte y acre. Si se duda que una cosa tan corla sea capaz de deteriorarlo

muy

,

;

y no

se necesita

tómese para convencerse de ello una gota

pequeña de aceite esencial (de esencia de espliego,

de limón, ajítese ;

etc.),

échese en una botella de aceite fresco

y

gústese y húelase después: déjese reposar por al-

gunos dias

,

y

se verá entonces, sobre todo

si

hace calor,

con qué enerjía ha obrado esta partícula sobre 43

el todo,

506 Solo conozco un remedio capaz de prevenir este abuso, es tener pellejos ó vasijas propias, hacerlos lavar

con

y

las

precauciones indicadas, y que el maestro del molino las llene al paso que vaya estrayendo el aceite, sin servirse

de su medida de cobre nistre

,

sino de la vasija

que

se le sumi-

porque su medida está tan infestada como

,

mas. Nunca se debe perder de vista que acaso, entre todos

fluidos, los

los

apropiarse los gustos

y

lo

de-

los aceites

son

mas susceptibles de

olores malos.

Llevado ya en casa del propietario, debe tenerse por quince dias á

menos en un lugar cuyo temperamento termómetro de Reaumur,

lo

esté de los l5 á 18 grados del

á fin de que

partes etereojéneas tengan tiempo de

las

precipitarse al fondo. Si se quiere acelerar esta precipi-

tación

será necesario echarle agua, en la

,

que se habrá

hecho disolver alumbre, y ajitarla bien con aceite. Como esta sal no es misible ó soluble con él, lo abandona, se une

mucilago, lo hace específicamente mas pesado que

al

el aceite,

tud que

He

y por consiguiente

lo

hubiera sido por

exijido

á 18 grados

,

que

la

á fin de

lo precipita

con mas pronti-

reposo.

el

temperatura del lugar sea de i5

que

el aceite

no se coagule pronta-

tiempo de hacer poso antes de cuajarse

mente, y tenga ó de helarse ; porque masiada prontitud, ración

la

si

el

frió se

apodera de

con de-

precipitación es incompleta y la ope-

imperfecta. Para hacer esta operación con facili-

dad, conviene tener vasijas de madera

y no de

de plomo, como lasque están destinadas uva á

él

la

prensa

das con vinagre

,

;

bien aseadas

,

cobre ni

á trasportar la

bien lavadas,

y aun baña-

ó de barricas que tengan espitas á di-

507 que

ferentes alturas. Al paso

mucilago se precipita,

el

parte superior del aceite se pone clara, limpia

un poco mas espesa

da, la capa inferior

mente de capa en capa hasta

y

la

despeja-

y asi sucesivaposo. Entonces se quita

el

,

lijeramente esta capa superior, que es siempre el mejor

mas

aceite, el

fino

y

mas delicado, y

el

se guarda

como

aceite de primera calidad. Si está envasijado en barricas, se abre la espita superior,

que

aceite

sale.

de

demás hasta

las

de despreciar

,

al

horno en Alíi por

para

,

el paraje

la

que

aceitosas

y

vasijas

nueva

la

de barro ,

cocina, ó mejor aun sobre los

y

no son

lugar caliente

vi-

por

un

panaderos llaman glorieta. se

groseras

desprenden

heces de

las

que contenían ; se cuelan

por un lienzo doble y mojado , y este aceite sirve quemar en las luces, iíl residuo enteramente gro-

se

da á

He

y

se amasa con salvado hasta

las gallinas

,

insistido sobre la presencia

turaleza en el fruto desde el

en

el

que

se seque,

cerdos, etc.

y necesidad de con-

servar este aceite fijo, preparado por las

ta

vasija el

de segunda calidad,

un

se llevan á

rincón de

sero se separa

y

en una

los asientos: estos asientos

una larga dijestion

las partes

éstas

el aceite

y se echan á parte en

driado ó en tinajas

ejemplo,

se recoje

Algunos dias después se quita

capa despojada que forma asi

y

que se pone bajo

la

manos de

momento que

la

na-

se forma has-

prensa; porque creo que su

conservación está manteniendo el equilibrio de todos los principios que entran en la formación del aceite.

como tivo

y

este aire és el el

mas

Ahora mas accuerpos, no puede disi-

sutil, el

verdadero vínculo de

los

mas móvil,

el

parse sin disgregar los demás principios, de los cuales los

508 mas fuertes tienen mas acción y enerjía sobre los mas Tal es el punto principal de quien depende la conservación de un aceite cualesquiera. Si se comparan débiles.

y adoptan

que acabo de establecer con

principios

los

métodos ordinarios de conservar to se apartan de su fin.

los aceites, se

Volvamos

á

tomar

los

verá cuan-

el hilo

de

las

manipulaciones.

Sacado

del molino

el aceite

.

muchos

particulares se

contantan con vaciarlos pellejos en grandes vasijas,

madas comunmente

tinajas

lla-

hechas de barro cocido.

Jeneralmente no se espera á que

el aceite se

despoje

de sus primeras grasas para echarlo en estas primeras vasijas

de

:

la

pasa el invierno sobre su poso, y cuando el calor

primavera lo ha desleido enteramente, apenas hay

quien se digne quitarle sus heces. Estas heces son tonces de un carácter enteramente opuesto

puesto que no puede disolverse en

en-

del aceite,

y se han hecho agua en todos sus puntos; en una palabra,

misibles con el es

al

él

,

un verdadero mucilago desnudo. Ahora

se sabe la faci-

mucilago se corrompe

y pudre; y por tanto se puede juzgar cuanto debe alterar y deteriorar el aceite un vecino tan incómodo sobre el cual está. Lo reque

lidad con

no veo otro medio mejor que

pito,

antes

que

de llenar

al

las vasijas

se ha ó no deshelado

que desde el

el

el

punto que

en

el

de aclarar

el aceite

ó tinajas, y trasegarle luego la

primavera siguiente; por-

los calores

empiezan

á sentirse,

mucilago obrará con fuerza y comunicará su mal olor aceite. Si se teme multiplicar las manipulaciones , se

puede coagular queda en

él,

el

aceite

y luego que

cuando viene del molino ó se esté helado ó

muy

claro, sacar-

509 lo

echarlo en otras vasijas lavadas vigorosamente con

y

las lejías indicadas.

Un

segundo defecto tan esencial como

el

primero de-

pende de la cubierta ó tapa sobre Jas vasijas. Si el aceite en un tubo cerrado con un tapón de corcho deja evaporar su aire de combinación, se precipita mas mucilago

adquiere un gusto fuerte mas pronto que

pado con cera blanca

que

se deteriorará

fuerza en

;

mas, para resguardar

se

tubo ta-

se debe necesariamente concluir,

mucho mas

las vasijas

el del

y

pronto,

y con mucha mas

ó tinajas, cuya cubierta sirve, cuando el fluido del

polvo grueso, dejando

una comunicación directa entre férico

:

el aceite y el aire atmospor último, este aceite esperimenta todas las va-

se sabe

riaciones de la atmósfera

;

dos los fluidos, que

frió los

el

y

que

el calor dilata to-

comprime, y en una pa« y que de es-

labra, que están en una ajitacion perpetua; ta ajitacion

depende

la

tan compuestos .como

pronta alteración de el

aceite.

La esperiencia prueba,

que cuanto mas bien tapadas están

mas

vas

de

tando todo

frescas

las vasijas,

y menos susceptibles de

atmósfera, tanto mejor se conserva

la

el aceite

el

si

las tinajas

las

cue-

las variaciones

las

y después

No

es-

cuevas por

se quiere conservar

durante dos años, trasegarlo antes

no, lavar bien

y

el aceite.

constantemente helado en

año, es necesario,

los fluidos

bueno

del invier-

ó vasijas que deben recibirlo,

y taparlas después con el mayor esmero, cuidando siempre de poner á parte la capa de aceite mas vecino á las heces; porque este solo puede servir para las luces. Si se quiere proceder la calidad

con

la

mayor atención, y como

lo

pide

del aceite, se batirá á cada trasiego el aceite

310 con agua

que

clara,

se apropiará el mucilago restante: se

dejará reposar todo durante algunas semanas,

de

separación de las dos sustancias

la

este estado la

una con

la otra, se

agua quedará lechosa, según

la

y después

incompatibles en

,

sacará el aceite,

y el cantidad de aceite que hu-

biere disuelto.

De

preparación de toda especie de

la

la fabricación

En

de los

utensilios

para

aceites.

Flandes francesa y Austria, y sobre todo en Holanda, se fabrica todo el año el aceite de granas ó semi-

Una prensa de

llas.

de

la

aceite denota el escrupuloso aseo

cada cosa está colocada en su

los habitantes;

ninguna anda rodando, á cualquier lado

que

y

el trabajo es asi

se tienda la vista

sitio;

mas cómodo:

no se ve polvo ni

suciedad. ¡Que diferencia de estos molinos á los de Francia

y España! La

mera cie

grasa

fabricación, cubre

de

los

morteros

,

acumulada en

como una

piedras

y

ellos

desde

la pri-

costra toda la superfi-

prensas: las

medidas y

cucharones son de cobre, y solo se conocen por el verdegris que las cubre no exajero nada, pinto las cosas co:

mo

son.

No temo

decir que en cualquiera fábrica ó moli-

no que haya poco aseo,

es imposible conseguir

un

aceite

susceptible de conservarse todo el tiempo posible.

En

los

molinos de la fabricación de aceite de aceitu-

nas, los principales utensilios son

una caldera grande con

un molino para moler las aceitunas , una prensa de viga , y cierto número de capachos de esparsu hornillo

,

to redondos.

511

Cuando

llega la

época de

de abrir

Ja víspera ó antevíspera

ño

el

,

ó mas bien

molino, llena

el

due-

muchas veces con agua hirviendo la piedra, etc., y piensa haber cumplido con es-

caldera, lava

la

prensa,

Yo

to.

molienda

la

la

digo que seria mejor lavarlas con agua

llevando tras



porque

fria,

inmundicias gruesas, no exaltaría el

las

principio de rancidez que contiene la grasa que ha cubierto por

cación del

muchos años aceite. Todo

las

piezas

el

mundo

tibia, caliente ó hirviendo

te,

y

y

asi se

no

que sirven á

la fabri-

sabe que el agua

es misible

jamás con

fria,

el acei-

corre necesariamente sóbrela grasa aceitosa

resinosa, sin disolver la

mas

lijera partícula.

De

sirven, pues, las lavaduras?

¿De que

nada en cuanto

al aseo,

y de mucho en cuanto á la exaltación de la rancidez. Si se duda del hecho que acabo de referir, suplico á las personas exentas de preocupaciones, que descubran

pueden de qué naturaleza son las piedras, tanto de la muela, como de la solera sobre que rueda, y de las pilas. Una si

costra eterna de grasa oculta á la vista la especie de gra-

no que se forman. El tablado del prensado es mas pero no por eso se impregna menos de aceite

al

visible,

cabo de

muchos años.

En nuevos

cuanto a ,

capachos ó son viejos ó nuevos. Si son

los

el esparto

de que están hechos imprime á

las pri-

meras materias ó pastas con que se emplean un sabor áspero y amargo, y á las cuarenta y ocho horas de ser,

vicio consecutivas

sorvido

que

,

ya enteramente

estos capachos

muchos

cuando mas,

dias

el

aceite

se lavan

en agua

,

el

,

se

mal gusto

que dejan

sale.

se lo

ha ab-

Pero dirán

humedecer por

y por último, que

el propietario

512 obligado primeramente á servirse de ellos para su

está

aceite, y que los que vienen después á moler, no tienen que temer en sus aceites las consecuencias fatales de un

gusto amargo

mas mi propia esperiencia, que veinte lavaduras de agua caliente consecutivas, aunque averiado. Estas vanas escusas son

y

capciosas que sólidas. Sé por

esté hirviendo, no destruyen el

no bastan dejar diez dias,

estos capachos cubiertos de agua durante

aunque

es el propietario

mal gusto. Sé también que

mude

se

diariamente: pregunto, ¿cual

de molino que

tiempo en

los tiene tanto

agua, y cual el obrero, que sin pagárselo se toma el tra-

bajo de sacar del baño el agua necesaria ó mudársela? obreros de molino toca preparar todo

los

pero te

,

si

solo se les paga el

y no

momento en que

tienen ningún interés en

sacan el acei-

calidad de este,

la

A

necesario;

lo

y

todo trabajo gratuito se hace mal.

Admitamos que ro

las lavaduras, el

hayan disipado en gran parte

que

el

el

cuidado

y

el

esme-

gusto del esparto,

y

propietario sea quien los estrene en sus aceitunas.

¿Quien podrá por eso persuadirse á que

el

dueño del

molino estará tan privado de buen sentido y tan poco atento á su interés que sacrifique sus aceitunas buenas?

Nada menos que cojido caidas

eso:

y medio

tonadas ó entrujadas

ción

,

nuevos

comienza por prensar podridas, ó que han

el

y desde entonces el

las

que

sufrido

se

han

amon-

grado mas fuerte de fermentase establece en estos capachos

principio de rancidez

,

que

influirá sobre

to-

das las prensadas siguientes. Se dirá que cuando se calienta la pasta con

capachos bajo

la

mucha agua

hirviendo,

y

se

prensa, esta agua lleva tras

ponen sí

los

el acei-

515 te esencial

to

con

pero no arrastra del todo los despojos del fruto

;

parenquima

mete entre

se

está

compuesto

mas

se introduce.

Examínese

el

:

su

esparto de que

y mientras mas

se estruja,

grueso de un capacho usado, compá-

y cualquiera

se convencerá

examinad, y os convencereis mejor que con

ello:

jo

las pajillas del

capacho,

el

rese con el de uno nuevo,

de

que

lo

os digo ó pudiera deciros.

acrimonia y de capachos viejos. Cuando se ha pa-

El gran jérinen del mal la

verdad hasta cierto pun-

el craso: esto es

rancidez está en los

sado

la

de

,

la

estación de prensar, se lavan con agua caliente los

capachos que pueden servir bajo

olor

al

año siguiente; se ponen

prensa para hacerles escurrir el agua

y por

úl-

Tanto valdría dejarlos como estaban, puesto que

el

la

timo se ponen

á secar antes

agua no es capaz de disolver

,

de guardarlos.

el aceite

esencial

y

craso,

ni de estraer la porquería introducida entre los capachos

ó espartos: el

este

unto añejo se enranciará mas y mas en

curso del año. Si

esto

parece que llevo

no hago mas que

veo cada año

no están en

las cosas

muy

referirlas

aunque en simplemente lo que lejos,

,

admitiré que los capachos viejos ó nuevos

,

el

caso de obrar sobre el aceite

ya eslraccion han de servir; pero como en

para cu-

,

los

públicos cada uno muele cuando le llega su vez posible hacer

buen

aceite.

Todo

moler aceitunas caídas del árbol

ellas. Si tiene

,

es

im-

propietario tiene que ,

aceitunas

maduras,

fermentadas ó una mezcla buenas aceitunas, las muele pri-

aceitunas verdes, aceitunas

de todas

molinos

44

314 mero, y conserva guiente

las

peores para

que viene después de

el

último: por consi-

lo

debe sacar un aceite

él

viciado por el aceite esencial, é infestado por la opera-

ción de

masa que queda en

la

los

capachos

:

el

buen

orden exije que en una fábrica baja utensilios duplicados de capachos, prensas, molinos, pilas, etc. El pri-

mero deberá

estar

únicamente destinado para

nas de buena calidad

,

el

y

segundo para

las aceitu-

fermenta-

las

das ó caídas.

He

dicho ya los vicios de fabricación

obran de un modo notable sobre

haya puesto tunas

y

se

,

la

,

y he dicho que

los aceites,

aunque

mayor atención en escojer bien

se haya separado

se

las acei-

vírjen del escaldado,

el aceite

hayan tenido por último muchas precauciones para

tener buen aceite

:

se encontrará

sin

embargo algunos

meses después de un gusto fuerte y exaltado. ¿Que sucede, pues? Se culpa á la estación al instante, y no se suverdadero oiíjen. L.o repilo: un pequeño

be nunca

al

átomo de

aceite esencial es suficiente para infestar

gran masa. Se parece en esto á

la

una

hoja de oro aplicada

sobre una barra de plata de un pie de larga y una pul-

gada de grueso, que cubre enteramente

el

hilo

delgado

y dorado, aunque se adelgace hasta hilarlo ó pasarlo por hileras ó agujeros por donde no pueda entrar un cabello. Asi es

como

se trasmite el aceite esencial de

una pren-

sada á otra.

Sobre la calidad. Las personas que no en hacer buen aceite, mezclan prensadas

ya

las

,

y hacen bien

,

el

se

esmeran

producto de todas

las

puesto que antes han juntado

aceitunas caidas en el suelo de

mucho tiempo con

3fo cojidas del árbol

las

,

han amontonado después unas

las

y han fermentado fuertemente. Desde que la aceituna ha fermentado ó comenzado á fermentar en masobre otras,

sa, el aceite es

necesariamente malo, en razón de su grado

de fermentación. Estas aserciones encontrarán un gran

número de

buena

contradictores; unos de

y

fe,

otros

solamente porque son diferentes de su modo de ver, el

resultado de una operación diferente.

buena

res de

fe

á los

muy bueno

y

oposito-

que están acostumbrados á comer

habitualmente aceite fuerte; y hallen

Llamo

el aceite

asi

no es de admirar que

nuevo que ya

lo esté. Si

no

tiene este gusto dominante, dicen que no sabe á nada;

pero

que está acostumbrado

el

tiene

un paladar delicado

,

al aceite

decide desde

dulce la

fino,

prensa

aunque

aceite se pondrá en adelante fuerte,

y

si

y el

se conser-

ve con cuidado.

Los que separan ductos

el aceite vírjen

de

los

demás pro-

se lisonjean de tenerlo dulce y agradable, por-

,

que han cojido y escojido sus aceitunas con cuidado y no las han amontonado. Si algunos meses después que el calor ha

comenzado

á hacerse sentir

,

le

encuentran un

sabor picante y una tendencia íaranciarse, no saben á qué atribuirlo, porque debían con razón presumir que su acei-

y buen gusto; pero su sorpresa reflexionasen que la persona que ha molido

te conservaría su dulzura

no

seria asi

,

si

antes que ellos tenia aceitunas fermentadas, y sobre todo,

que ha conservado para

la

cios y las aceitunas cojidas

mudado siempre

los capachos, ,

el calor del

última prensada los desperdi-

en

que son

el suelo.

los

Como no

se

han

mismos que han servido

agua hirviendo desenvuelve y exal-

516 la los principios

y

que

es regular

del mal gusto é impregna los capachos, la

primera pasta en que sirvan, se apropie

los principios destructores

sobre el aceite vírjen

que digo de

los

de

como

,

y obren después la masa. Lo

la calidad,

la

levadura sobre

capachos, se aplica también á

pilas, etc.

Esto sucederá

el partido

de lavar todos

asi

la piedra,

siempre, mientras no se tome

los utensilios del taller ó

método que he indicado. Una persona que solo tiene conocimientos

según

molino

el

ciales sobre

superfi-

una multitud de objetos, por consiguiente que

nada sabe á fondo, y que es por otra parte el oráculo del pais, me sostenia que cuanta mas agua hirviendo se echaba sobre

la pasta,

tanto

menos amargo

era el aceite,

que

no se enranciaba, y que se descargaba con mas facilidad oc sus partes heterojéneas que lo embarazan, y llevan á fondo por su pesadez. Tenia razón solamente con respec-

último caso.

to á este

El aceite pírjeñ bien hecho de aceituna que no ha fermentado, ni está demasiado madura, y no ha sido esprimida después de una mala, este aceite está menos espuesto á enranciarse que cualquier otro, como está probado cuando hablé de

la rancidez.

que haya quien no vea cuando cuece. toser

efectos

los

se tiene á la vista el

Su

y

del agua

hirviendo,

ejemplo del aceite que se

principio volátil se agarra á la garganta

escocer los ojos,

dulce, se pone acre

grande,

Es una cosa asombrosa

lo

y

y

el aceite

fuerte.

Lo que

,

que antes era

hace

muy

cocción obra en

la

hace igualmente el agua hirviendo, aunque

no en un grado tan sensible; porque el calor

obran directamente sobre el aceite puro

,

y

el

fuego

en vez de que

517 agua hirviendo obra sobre una masa de mucilago mez-

el

clada con la del aceite. Es constante que en prensas co-

mo

ción del agua hirviendo, lo

do á

y

los

holandés y dias

tros

poco aceite sin

mismo que nos

la ac-

está sucedien-

españoles con nuestras bárbaras vigas arábigas;

asi solo se corrije

lino

muy

de Francia se sacaría

las

,

iinw«o por

las prensas

se conseguiría

otro,

cuando con

el

mo-

de ahora inventadas en nues-

una cantidad mayor de

aceite,

y aun de

aceite vírjen, aprensando dos ó tres veces, echan-

do

última prensada toda

si

á la

el

se quiere hacer cocer también

mezclándola con mucha agua

mer

la

,

agua que se quisiese; y la pasta en la caldera,

puesto que no hay que te-

emulsión, como sucede con

FIN.

las

granas ó semillas.

DE LAS MATERIAS CONTENIDAS EN ESTE ARTE. Paj. Prólogo

vil

Introducción

xix

Descripción botánica del olivo

Capitulo

i.

Del

División 1. División 2.

Cap.

olivo

a

De

a

Del

xxxn

y sus especies ó variedades

olivo silvestre ó

...

borde

Del clima, terreno y esposicion a Del clima

ii.

1

las especies ó variedades del olivo.

del olivo.

-

.

.

.

División 1.

División 2. a

Del terreno

División 3. a

De

Cap.

hi.

Cap.

iv.

la esposicion del olivo.

De la vejetacion del olivo De la multiplicación del olivo

División 1. a Del suelo de la almáciga ó garrotal División 2.

a

De

la plantación

....

por ramas y estacas.

.

.

Por sus renuevos retoños ó mamones Por sus raices Por la supresión del tronco

.

,

Modo

.

de formar almácigas ó garrotales

Cap. v. Del

cultivo de los palos del olivo plantados en al-

máciga

De

Cap.

vi.

Cap.

vii.

Cap.

viii.

la trasplantación

Modo

De

la

de abrir las hoyas para garrotes ó estacas plantación y trasplantación

1.°

Del clima

2.°

4.°

De De De

tí.

Elección de ramas de olivo para estacas de plantación.

3.°

4 1G 17 17 23 27 30 61 61 64 66 67 68 69

la

naturaleza de los árboles

la

naturaleza del suelo

la operación

de plantar

74 78 81 92 92 98 99 100 184

519 6.

a

Témenos que ama

el olivo

,

y en

los

que se propaya

109

mejor

Cap.

Del repartimiento de

ix.

los tallos

y ramillas de las es-

tacas recien plantadas, y del riego dS éstas

Del Cap.

De

riego de las estacas

De

x.

los

los beneficios del olivo trasplantado

abonos y labores al pie de los olivos

Del tiempo en que

se ha de abonar el olivo

Época y distribución de

Cap.

xl.

Cap.

xii.

De

la

poda del

Poda y gobierno de 2.

a

5. a 4. a

5. 6.

a a

=

1.

arada

.

,

olivo

los olivos a

Ramas Ramas fructíferas Ramas chuponas Ramas semi-chuponas Ramas de madera falsa Ramas fructíferas

Definiciones.

la

leñosas

.

.

Distinción entre podar y limpiar el olivo

Conocimiento de las ramas

Cómo

se ha de ejecutar la poda

En

qué estación se ha de podar

De

la tala

de los olivos

Desmochar

ó afrailar

un

olivo

.

De los espolones , ganchos ó uñas De las heridas en el olivo De las enfermedades del olivo De las venteaduras hendiduras y grietas en el De las verrugas tubérculos lupias viruelas

1

,

,

olivo ,

.

la

mangla del

1

176

agallas,

olivo

Medios de esterminarla y curarla.

.

.

'.

Adiciones para contener y prevenir la mangla en los olivos.

De la, posesión

75

.

.

caracoles y nudos del olivo

De

70

1 71

,

,

110 112 115 116 120 127 132 153 158 458 158 159 140 140 140 141 442 iSS 161 168

de los olivares en dcblives ó pendientes.

.

178 180 187 190 192

520

De Ve De Cap.

las

enfermedades de

la

mosca que ataca á

xiii.

De

xiv.

De

la

aceituna

*.

.

cuaja de

la

los efectos del hielo

la flor

y deshielo

y quemadura de

211

los olivos

Causas por qué

los árboles

y olivos se ahuecan, se abren,

217 220

y al fin mueren Cap. xv. De las cosechas alternas Cap.

xvi.

De

destructora costumbre de varear los olivos

la

para cojer

la aceituna

Observaciones sobre

Cap.

xvii.

De

la

la recolección

de las aceitunas.

.

.

molienda de la aceituna

Descripción de

la viga

Descripción de

la

arábiga

prensa de

la torre

Prensa hidráidica de D. Diego Alvear Cálculo de la prensa hidráulica

Máquinas para separar

el

hueso de

la aceituna.

....

Del alpechín Del

injerto

Del ungüento de

injeridores

Del borujo de

aceituna

Del adobo

De Cap.

De De De

Del

de los olivos

aceite de olivas

los principios constitutivos del aceite la analnjía la

Del

De De

la

ó aliño de las aceitunas

la tasación xviii.

195 196 200

204 205

la flor del olivo

Observaciones sobre

Cap.

la savia

las plantas parásitas perjudiciales al olivo

de los aceites

rancidez de los aceites y medios de correjirla.

.

.

aceite de lentisco la

conservación de los aceites de aceitunas

la

preparación de toda especie de utensilios para la fa-

bricación de aceites de granas, huesos y aceitunas

.

,

229 255 242 247 249 250 251 254 255 256 258 261 261 265 264 288 295 297 °00 504 510

Rojo Payo, Vicente Celedonio Arte de cultivar el olivo

SB 367 R6

BioMed

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