Antología Denis Sulmont. I Parte: Chimbote 
Los trabajadores, el movimiento obrero y la acción sindical en la industria pesquera (Perú) [INCOMPLETO, Caps. 2, 3, 4]

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Antología Denis Sulmont. I Parte: Chimbote  

LOS TRABAJADORES, EL MOVIMIENTO OBRERO Y LA ACCIÓN SINDICAL EN LA INDUSTRIA PESQUERA1 Denis Sulmont Versión 1.0

I. LOS TRABAJADORES EN LA INDUSTRIA PESQUERA I.1. El EMPLEO EN LA PESCA. Con un total de más de 10,000 trabajadores directamente empleados por la industria pesquera (unos 5,000 pescadores, 3,000 harineros y más de 2,000 en actividades anexas), esta industria es de lejos la principal fuente de trabajo en Chimbote2. Es difícil encontrar un chimbotano que no haya trabajado una vez, de una manera u otra, en una fábrica pesquera o en una bolichera. Las barriadas han crecido paralelamente con la implantación de las fábricas. En general, el crecimiento poblacional vertiginoso de Chimbote –el más fuerte del país- se debe a la industria pesquera, a la reputación de los “fabulosos ingreso de los pescadores”, a la fuente de trabajo que representaba. Un tal flujo de migrantes convenía evidentemente a los industriales pesqueros, proporcionándoles un abundante “ejército industrial de reserva”, con sus consiguientes efectos sobre la tasa de explotación posible.3 Podemos decir que Chimbote es la ciudad del proletariado pesquero. Además es una ciudad casi exclusivamente proletaria, si se tiene en cuenta que la “burguesía pesquera” (capitalistas, industriales y altos ejecutivos) no viven en Chimbote, sino en Lima o en el extranjero, salvo pocas excepciones. Las oficinas centrales de las empresas se encuentran en la capital. Solamente quedan en Chimbote los jefes de bahía, los gerentes de producción y los técnicos, que representan un sector intermedio. Este sector goza de un nivel de vida superior a la masa chimbotana y vive en zonas residenciales apartadas de las barriadas, tales como La Caleta y la urbanización Buenos Aires (construida a partir de 1967, en el sur de la ciudad). Existe una marcada diferenciación social urbana, donde domina la proletarización. La ciudad vive de los ingresos generados por la venta de la                                                               1

 Texto elaborado en 1972 bajo el titulo de “El movimiento obrero en la industria pesquera. El caso  de  Chimbote”  con  la  participación  de  Flores  Galindo,  en  el  marco  del  taller  de  estudios  urbano  industrial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Se recoge fundamentalmente los capítulos 2,  3 y 4.    2  Lo que representa  un tercio de la población que trabaja en Chimbote. (31,552, según el estudio de  César Carrillo  Castillo: Problema de la  desocupación  en Chimbote. Octubre de 1969, p 10).   3  En cifras redondas, la población en Chimbote pasó de  4 mil habitantes en 1940 a 200 mil en los  años 60. Creciendo a un ritmo  diez veces superior al promedio  nacional.  

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fuerza de trabajo en la industria pesquera. La casi totalidad de las ganancias no se quedan en Chimbote, sino que se gastan o se invierten en otras regiones. La pesca no ha desarrollado otras actividades industriales de importancia en la región chimbotana, salvo las actividades estrictamente relacionadas con ella, como los varaderos. Debemos anotar por otra parte que la pesca anchovetera tiende cada vez más a ser una actividad de carácter estacional.

La intensificación del trabajo de los pescadores, junto con la multiplicación de embarcaciones cada vez más grandes y mecanizadas4 llevaron a un aumento critico en el volumen de pesca, que llego a más de 12 millones de toneladas en 1970, amenazando la sostenibilidad del recurso. Desde 1965 el Gobierno introdujo la “veda” en la época de la peladilla para permitir la reproducción de la anchoveta y evitar las crisis de sobreproducción. Esta veda se amplió progresivamente: en 1965, se reducía a un mes (agosto); en 1966 fue de dos meses (julio-agosto). A partir de 1967 empezó la doble veda: la “veda grande” tres meses, (julio-agosto-setiembre) y la “veda chica” un mes (marzo). En los años siguientes, se redujo el número de días de pesca a cinco días por semana. A partir de 1971 el gobierno instauró el “tope de pesca”, limitando la pesca mensual a 1’200,000 T.M. (y la pesca anual a 10 millones); cada fábrica tiene un porcentaje de este tope según su capacidad instalada. Estas medidas no afectaron solamente a los pescadores, sino también a los trabajadores de la fábrica y de varias actividades anexas. Las empresas utilizaron de manera creciente a trabajadores eventuales y un sistema de contratistas, en lugar de una mano de obra estable. En la legislación, el pescador aparece como “trabajador por temporada”, lo que significa que de parte del empleador, exista una necesidad periódica regular de su trabajo. Este empleador debe dar aviso a sus trabajadores de la paralización y del reinicio de sus actividades y debe pagar los beneficios sociales en caso que se desvincule del trabajador5. En 1968 este régimen ha sido aplicado a los trabajadores de las fábricas de harina de pescado6. El sistema de vedas ha alentado a los industriales a contratar trabajadores eventuales para la mayoría de las tareas no calificadas. Cabe                                                               4

 A partir de 1964, disminuye el número de embarcaciones  nuevas (ver anexo  1.13) y aumentan su  tonelaje  y  su  tecnificación.  Los  promedios  de  capacidad  de  bodega  han  ido  evolucionando    de  la  siguiente manera: 1963/64: 105 T.M.                                     1964/65: 110 T.M.                                    1965/66: 116 T.M.                                    1966/67: 124 T.M.                                     1967/68: 128 T.M.                                     1968/69: 139 T.M.    5  R.M. Nº 510. 3 de Julio de 1957. TC.   6  R.S. Nº149‐TC. 28 de Mayo de 1968.  

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distinguir los trabajadores de temporada (que son estables, gozan de los beneficios sociales y pertenecen a la Comunidad Industrial), de los “eventuales” o cachueleros, que no tienen ninguna de estas ventajas. La reducción creciente del tiempo necesario de trabajo para la industria pesquera tiene también un efecto importante sobre la naturaleza del proletariado pesquero, que se ve obligado a combinar su trabajo en la pesca con otras actividades: los trabajadores pueden más fácilmente regresar a su tierra de origen y ejercer algún otro empleo, como por ejemplo en la pesca chica o en la agricultura. Los pescadores, que tienen mayores ingresos, pueden tener un instrumento de trabajo o invertir un cierto capital; algunos son choferes de taxi, otros tenderos, etc.; el mismo sindicato de pescadores, atendiendo a este problema, ha considerado la creación de cooperativas de agricultores y una flota de buses con fondos propios de los pescadores. Los otros trabajadores de la industria menos remunerados o simplemente eventuales tienen que refugiarse en actividades marginales. Pero, además de las tendencias a la reducción del número de días de trabajo por año, es importante tener en cuenta el nivel de empleo en la actividad pesquera. Las cifras disponibles para los pescadores indican un muy fuerte crecimiento hasta 1963, y después un cierto estancamiento hasta 1966 (entre 18 y 19 mil pescadores) a nivel nacional. En 1967, los pescadores llegan hasta 22 mil, cifra que parece representar un tope, abajo del cual fluctúa el número de pescadores desde entonces7. En cuanto a los harineros se inicia una disminución significativa del número de obreros a partir de 19658. Pero, por encima de lo que indican las cifras citadas, los pescadores perciben una disminución muy fuerte del número de trabajadores9.

I.2 LA PESCA El proceso de producción en la industria pesquera comprende tres etapas principales –la pesca, la transformación de la anchoveta en harina y en aceite y las operaciones de embarque-. Nos interesa analizar la naturaleza y condiciones de trabajo en cada una de estas etapas. Empezaremos con la pesca, en la cual hemos centrado mayormente nuestro estudio. (Gráfico Pg. 56) El trabajo en la pesca tiene características muy propias que le diferencian fuertemente de cualquier trabajo en el campo o en la fábrica. Se realiza en un medio propio, el mar, con el cual los pescadores establecen una relación particular, conformada a la vez de temor, de afecto y de orgullo. La búsqueda y la captura del pescado desarrolla un “sentido” especial, una intuición y habilidad que subsiste incluso cuando se                                                               7

 Ver anexos 2.2. y 2.3.    Ver anexo 2.4.   9  La Federación  de Pescadores del Perú  indica por ejemplo que el número de pescadores  en 1964  era de 21,000 y que en 1971 fue de 16,168 (ver El Comercio, 1 de Mayo de 1972).   8

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introducen las embarcaciones más grandes y modernas equipadas de aparatos detectores de los cardúmenes de pescado. Además el trabajo en la pesca exige una gran resistencia física, así como un cierto coraje, debido a los riesgos que representa, ya que la pesca está considerada como una de las actividades más riesgosa10. El número de embarcaciones desaparecidas, de pescadores muertos o accidentados en el litoral peruano es particularmente importante. Sólo en 1971 más de veinte hombres murieron en labores de pesca11. Estas características particulares del trabajo en la pesca, favorecen una buena solidaridad gremial de los pescadores, al mismo tiempo que implica un distanciamiento con otros trabajadores de tierra. Esta diferenciación será utilizada por los industriales y sus legisladores para establecer un régimen especial en el tratamiento de los problemas laborales de los pescadores, marginalizándoles de los otros sectores de la clase obrera. También estas características tienen consecuencias importantes en cuanto al reclutamiento y a la formación de este sector proletario, así como en cuanto a sus comportamientos culturales e ideológicos. Veamos cómo se desarrollo la pesca propiamente dicha. El instrumento de trabajo fundamental es la “bolichera”, embarcación de unos treinta metros de largo, con una capacidad de bodega que varía de 60 a 350 toneladas. Está provista de un “boliche”: enorme red de unos 300 metros de largo terminada en forma de cuchara, llamada “chingullo”. La red se extiende con la ayuda de un pequeño bote (“chalana”), y se iza a bordo con su “huinche”, verga provista de una polea y cables, tendidos por un cabrestante; así se levanta el chingullo donde se concentra el pescado, el cual es vaciado en la bodega. Desde 1965, las bolicheras aumentaron de tamaño y de capacidad, se mecanizaron y modernizaron. Ahora la mayoría de las bolicheras son de metal y disponen de una mayor fuerza motriz que les permite llegar más rápido al lugar de pesca y tener un mayor radio de acción. Disponen de un pequeño radar –la eco-sonda- que les permite detectar las “manchas”: aglomeraciones de peces; también, equipadas de un radio-teléfono, pueden utilizar las informaciones de otras lanchas y de la fábrica con la cual trabajan. La mecanización y la modernización de las bolicheras traen importantes consecuencias sociales. En una bolichera trabajan entre 8 y 18 “tripulantes”, más un “patrón y un “maquinista”12. El patrón es el que manda; se le debe respeto y                                                               10

 La OIT ha demostrado que la pesca  supera ampliamente a los riesgos de la minería, la actividad  productiva más peligrosa en tierra. (Informe del Sindicato de Pescadores del Callao sobre el Estatus  Jurídico del Pescador. Callao, 24 de Abril de 1967, p. 7).   11   Si  retrocedemos  algunos  años,  entre    Agosto  de  1965  y  Mayo  de  1966,  los  hundimientos  de  bolicheras se valoran  en una cifra superior a los  64 millones de soles (Pesca Yearbook 65/66). Sobre  el número de pescadores  fallecidos en los últimos años. (Ver anexo 2.7).   12  El número promedio de pescadores que trabajan en cada salida con pesca de las lanchas, fue de  11.23 en 1970, según el Censo Nacional de Pescadores, realizado por la Caja de Beneficios sociales  del Pescador (estadística del quinto ejercicio ‐1º de Abril de 1969 al 31 de Marzo de 1970‐.  La terminología empleada es la siguiente:  

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obediencia absoluta a bordo, aunque en tierra pueda ser considerado como cualquier otro; gana unas tres veces más que los tripulantes ordinarios; rara vez es propietario de la bolichera; es un pescador experimentado que tiene “el sentido del mar” y sabe ubicar a los peces. Comparte su autoridad con el “segundo”, tripulante encargado especialmente de la coordinación de las maniobras. Es importante señalar que el patrón es el que directamente contrata a los tripulantes. Además del patrón y del segundo, dos trabajadores tienen un estatus especial en la bolichera: el maquinista, quien dirige la marcha de la embarcación y es responsable del motor; tiene una cierta capacitación mecánica, recibe un salario fijo además de de su participación como tripulante. Finalmente, el cocinero –el cuqui-, algo menospreciado con relación a los demás, es el encargado de comprar los víveres y de preparar la comida; desde 1971 también recibe una cierta suma mensual además de su remuneración por tonelada. Los tripulantes propiamente dichos comparten las diferentes tareas de la pesca: dirigir la chalana que extiende la red, recoger la red, levantarla, hacer entrar el pescado en la bodega, etc. Al principio, trabajaban descalzos y casi desnudos; ahora disponen de botas y algunos implementos de protección y seguridad. Además de los tripulantes regulares, se agregan a menudo otros, contratados temporalmente como favor particular. Se trata de los pescadores cachueleros, cuyo número se redujo en los últimos años cuando se generalizó el sistema de “libreta de embarque”, otorgado por la Capitanía del Puerto, obligatorio para poder salir a pescar. Sin embargo subsisten los cachueleros, especialmente algunos jóvenes ayudantes que van a aprender y reciben ingresos más bajos. La jornada de pesca empieza después de la media noche, los pescadores se agrupan en torno a las bolicheras. Se reciben los últimos datos sobre los emplazamientos de los bancos de anchovetas. Luego viene la hora de la partida –la “bajada”-, alrededor de las tres de la mañana. Cuando se localiza un banco, las bolicheras lo cogen a contra corriente, mientras la chalana extiende el boliche, luego desde la chalana, se espanta las anchovetas con los remos para que entren a la red. Cuando se juzga que la red está suficientemente cargada, se la jala, recogiendo la parte inferior de modo de ir aprisionando al pescado en el “chinguillo”. Luego, hay que izar la red y vaciarla en la bodega. Estas maniobras realizadas con la ayuda del huinche requieren esfuerzos muy intensos y bruscos tanto de parte de los instrumentos como de los hombres. “Tres hombres son las estrellas de la maniobra. La cosa es levantar la red, formar un moño con una cuerda, soltar cabo, recoger el moño y volver a levantar. Los tres hombres –vinchero, moñero y estrobador(que pone la estroba con la que se jala la red) trabajan en una

                                                                                                                                                                              PATRON: Es la persona encargada de la dirección de la lancha.   TRIPULANTES: Son todas las personas que trabajan en la lancha con excepción  del patrón.   PESCADORES: Son todas las personas que trabajan en la lancha sin excepción.  

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coordinación de décimas de segundo… La maniobra ha durado una hora… Jamás he visto que nadie trabaje tanto”13. Se repite esta operación hasta tres o cuatro veces durante la jornada, hasta que la bolichera esté “tarrajeada”. Las bolicheras regresan en la tarde, y los habitantes de Chimbote las divisan en todas partes de la bahía, tratando de evaluar el volumen de pesca obtenido en función del hundimiento de la popa en el agua. Llegadas al muelle, las embarcaciones hacen cola para descargar el pescado de sus bodegas. Esta operación se hace con la ayuda de los absorbentes, especie de tubos gruesos que cuelgan a lo largo de muelle y, con potentes bombas aspiran la anchoveta y la vierten directamente a los reservorios de las fábricas. Los trabajadores del muelle que se encargan de esta operación son llamados “mangueros”. Para los barcos que no se acercan al muelle, las operaciones de carga y descarga se hacen mediante embarcaciones especiales llamadas “chatas, en las cuales trabajan los “chateros”. Poco tiempo después, las fábricas empiezan a humear. La población vive y respira al ritmo de la industria pesquera.

I.3. PESCADOR ¿TRABAJADOR INDEPENDIENTE? El sistema de pago de los pescadores también tiene características propias. Se hace en función del tonelaje de anchoveta pescada. “A mayor pesca, más plata”. O sea que el pescador puede ser considerado como un trabajador a destajo. Cuando una bolichera regresa sin pescado, los pescadores no reciben nada. Tampoco ganan durante las vedas, y deben cubrir sus gastos con un sistema de descuentos y préstamos sobre lo que ganan durante la temporada. Este sistema evidentemente intensifica el trabajo de los pescadores; esta intensificación se agudiza con el tope de pesca, que establece una competencia entre las lanchas para recoger el mayor tonelaje posible en el tiempo más corto ya que después no se podrá salir a pescar. Es importante anotar también que la jornada de trabajo del pescador no tiene límites y que tiene en general una duración de 15 o 20 horas. Así la suma que recibe el pescador por su trabajo no puede compararse con un “jornal”. El mecanismo de pago es el siguiente. La fábrica paga una suma por tonelada al armador (o sea al dueño de la lancha, que por lo general es el mismo industrial). A su vez el armador paga una suma por tonelada                                                               13

  Luis  Delboy:  20  Horas  en  una  Bolichera  (Suplemento  Dominical  de  El  Comercio.  20‐09‐69).  Este  artículo, que da una buena descripción  del trabajo en  una bolichera está reproducido en el anexo 4.  

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(fracción de la anterior) al patrón de lancha. Este se reserva una parte y distribuye el resto a los tripulantes. Dada la naturaleza del sistema de pago de los pescadores (según tonelaje de pescado), la operación de descarga y pesaje tienen una gran importancia y deben ser controlados cuidadosamente por las partes interesadas. El pesaje se hace mediante el sistema de “tolvas”; una tolva es un recipiente de metal para medir el tonelaje de anchoveta. Las anchovetas llegan a los absorbantes y pasan por una faja metálica destinada a escurrir la mayoría del agua con la cual vienen. El patrón o el “segundo”, acompañado de un delegado de los tripulantes de la bolichera se encargan de controlar y de apuntar el tonelaje medido. El sistema se presta a una serie de irregularidades. El sindicato tuvo múltiples luchas para exigir el control de las tolvas y el reintegro de las sumas dejadas de percibir por algunas empresas que las tenían falseadas14. También el sistema de pago se presta a irregularidades de parte de los pescadores, sobre todo hasta 1965, año en el cual la Caja de Beneficios Sociales del Pescador introdujo un mejor sistema de control. Sin embargo las irregularidades son bastante generalizadas. Por ejemplo ocurre que el patrón y el representante de los pescadores que controlan la pesada se ponen de acuerdo para apuntar una cifra menos de lo indicado, repartiéndose entre ellos el valor de la diferencia, afectando al resto de la tripulación.15 Estas características propias en el sistema de pago de los pescadores son acompañadas de un régimen jurídico especial que ha tenido, y sigue teniendo consecuencias importantes para los pescadores peruanos. En base a una legislación que se remonta a 1948, complementada en 1950 y 196016 se considera a los pescadores como “locadores de obra”, o sea una especie                                                               14

  A  principios  de  1964,  los  pescadores  de  la  Empresa  Humboldt,  de  Banchero,  comprobaron    la  existencia  de  un  tubo  que    “pescaba  87  kilos  por  toneladas”.  Los  trabajadores  de  la  Humboldt  y  luego el conjunto de los pescadores de Chimbote, de Casma, de Huacho y de Chancay entraron en  huelga y lograron  en negociaciones directas con Banchero un reintegro de  de más de un millón de  soles. La huelga había durado 21 días. Varias otras empresas tuvieron que realizar reintegros por la   misma razón (Bibaco, Paracas, etc.) (Ver: Revista  “El Pescador”, órgano del Sindicato de pescadores  de Chimbote y anexos, 1964, Nº 1, pp.17 a 20 y 27). El problema del pasaje sigue planteándose en  los  últimos  años,  debido  a  la  utilización    de  un  sistema  de  tolvas  gigantes,  que  desintegran  y  comprimen las anchovetas y de varias maneras falsean la evaluación del tonelaje pescado.   15  A menudo al momento de la paga algunos  patrones o pescadores aprovechan  de los pescadores  menos  despiertos,  analfabetos  o  jóvenes,  entregándoles  sumas  menores  que  lo  debido  u  obligándolos a invitar a tomar.  En  la  pesca  de  consumo  humano  también  se  presentan  estas  modalidades  medio  mafiosas.  En  el  caso de los pescadores de bonito, por ejemplo, el controlador de los pescadores se pone de acuerdo  con  el  comprador  para  robar  una  cierta  cantidad  de  pescado,  la  cual  es  dejada  en  la  bodega  del  barco y luego vendida directamente por los pescadores; esta práctica se conoce con  el nombre de la  “cutra”, y los  que la implementan  forman el “círculo de la cutra”.   16  Existen contradicciones entre los diferentes dispositivos legales, ya  que si bien por una parte se  caracteriza a los pescadores como “locadores de obra”, por otra parte se les permite incorporarse en  un  Sistema  de  Beneficios  Sociales,  reconociendo  así  sus  necesidades  como  si  fueran  trabajadores  dependientes.  (Ver: La situación legal de los pescadores bolicheros en el Perú, del Dr. Miguel Suárez  Sandoval, editado por  la Federación  Internacional de los trabajadores del transporte, nov. 1971. P.  12 y 13).  

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de contratistas o empresarios (que realizan “un contrato de locación de obra”, o “contrato de sociedad”). Esta legislación ha permitido a los industriales mantener a los pescadores marginados del fuero laboral, desconociendo su calidad de trabajadores dependientes y ahorrándose el pago de beneficios sociales al Seguro Obrero o al Seguro de los Empleados. Solamente a partir de 1962 y sobre todo 1965, se constituyó un sistema especial de Beneficios Sociales. La última ley general de pesquería (Nº 18810, 25 de Marzo de 1971) pretende aclarar esta situación17, caracterizando la relación entre armadores y pescadores como “Contrato de Trabajo Pesquero”, con características especiales dándole autonomía dentro del Derecho del Trabajo. Se reconoce a los pescadores sus derechos sociales, como todo trabajador, pero guardando características especiales, de la misma manera que la legislación laboral peruana distingue entre los obreros y los empleados. Se establece la división con los pescadores. Sin embargo estos dispositivos generales no parecen haber totalmente aclarado la situación de los pescadores como trabajadores dependientes del armador. Si se analiza cómo los pescadores prestan sus servicios al armador, podemos ver una estricta dependencia de los pescadores –incluyendo al patrón- del armador. La tripulación está subordinada al patrón, como aun jefe de sección o jefe técnico. Por su parte, el patrón se encuentra bajo la dirección del armador, y bajo su dependencia “jurídica”, ya que es el armador quien va a negociar el producto de la pesca a su cuenta y riesgo, sin que intervenga el patrón. El control de los armadores sobre las embarcaciones es muy real; ellos, a través de sus jefes de bahía, mantienen contacto radial permanente con los patrones, ayudan a la localización de los cardúmenes (incluso a veces mediante aviones), y orientan las embarcaciones en los puertos de descarga que eligen. Además de este control técnico, existe una relación de dependencia jurídica, ya que es el armador quien negocia el producto de la pesca a su cuenta y riesgo, sin que intervenga el patrón. En la gran mayoría de los casos además, el armador es también dueño de las empresas pesqueras. Estas razones indican claramente que los pescadores son proletarios dependientes del capital industrial pesquero. A diferencia de los pescadores artesanales que poseen sus embarcaciones y sus redes en forma individual o cooperativa, el pescador anchovetero no posee ningún medio de producción y deben vender su fuerza de trabajo para vivir. Esta venta se hace contra una remuneración al destajo, según el tonelaje pescado. Se ha podido crear la imagen falsa de un trabajador independiente utilizando el carácter muy particular del trabajo de la pesca que hemos subrayado anteriormente. Encontramos también en el libro de José María Arguedas una mención a este problema, a propósito del enfrentamiento entre el dirigente                                                               17

  Acogiendo  varias  sugestiones  formuladas  por  la  Federación    de  Pescadores  (Ver  documento  dirigido al presidente de la comisión creada por R.S. Nº 175.69 AP/DS, documento fechado del 10 de  Julio de 1969).  

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sindical de los pescadores de Chimbote pesca “Braschi”.

“Solano” con el magnate de la

“Este Solano, oiga, fue recibido en compañía de Haro, en la oficina de Braschi en Lima. Solano es correcto, moral hasta las tripas. Entendido en los asuntos de la pesca como buen abogado… Le puso las peras de a cuatro a Braschi. Le demostró que el actual contrato de armadores y patrones de lancha, super combinación jurídica y sabía que convierte al pescador en locario sin locación y en obrero sin patrón; que separa al armador de la industria, aunque industrial y armador son la misma persona, más unidad que la Trinidad, y la entrega del Fondo de Beneficio del Pescador al control de la Comisión gobierno-candidato es una trampa cínica que, en fin, todo ese abanico legal estaba sostenido por las sucias pezuñas de la fuerza”.18

I.4. LOS INGRESOS DE LOS PESCADORES Tratamos ahora de estimar el ingreso de los pescadores. Al principio las sumas pagadas por tonelaje varían entre las diferentes empresas, pero se nivelaron posteriormente como consecuencia de las primeras acciones sindicales de los pescadores anchoveteros. En 1956, después de una importante huelga en Chimbote, se estableció el pago de S/. 80 por tonelada.19 Esta suma no fue aumentada hasta 1966. Se repartía de la manera siguiente, el patrón recibía S/.20, y el resto se repartía entre la tripulación. Calculamos que el ingreso promedio de un pescador en esta época fue de S/. 2,000 a S/. 3,000 mensual, lo cual si bien al principio fue ventajoso en relación a otras actividades, llegó rápidamente a equivaler al promedio de salario de un obrero no calificado20. Dado que entre 1960 y 1965 el costo de vida se ha incrementado de más de 50%, podemos apreciar como el nivel real de vida de los pescadores no ha podido realmente mejorar durante estos años. Estos mismos años corresponden a un movimiento muy activo de organización y reorganización sindical en Chimbote y en todo el litoral.

                                                              18

 El zorro de arriba… p. 119.    En 1956 mismo 2,640 pescadores capturaron 119 mil toneladas con lo cual se puede calcular que  cada pescador tuvo un ingreso promedio mensual de S/. 300 por lo cual es muy bajo, incluso si se  tiene en cuenta el nivel de vida de la época (que estaba a la mitad del de 1964). Pero el crecimiento  vertiginoso de las capturas por hombres en los años posteriores, esta suma llegó a aumentar hasta  S/. 3,200 en 1964).   20  Calculando un promedio de 10 a 13 tripulantes por bolichera, cada uno (salvo el patrón) ganaría  entre  5  y  6  soles  por  tonelada.  Podemos  tomar  como  base  para    esta  época  un  promedio  de  100  salidas  al  año  con    una  captura  de  50  toneladas  en  cada  salida,  de  lo  cual  se  deduce  un  ingreso  promedio  anual  de  S/.  25,000  a  S/.  30,000;  eso    corresponde  aproximadamente  a  las  cifras  que  aparecen en el cuadro sobre salarios y sueldos de los trabajadores de la industria pesquera.    19

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Pero es importante hacer una doble observación: primero, las cifras indicadas son promedios y ocurre que, dado el mismo sistema de remuneración, algunos pescadores que pertenecen a las mejores tripulaciones, logran realizar capturas mucho mayores y tener por lo tanto ingresos muy altos. Por otra parte, en periodo de pesca intensa, un pescador puede, en esa época, lograr un ingreso realmente fabuloso (S/. 4,000 semanal, por ejemplo). Si bien, el pescador no estaba, pues, mejor pagado que los otros obreros, recibía su dinero de una manera irregular. El patrón que había recibido el dinero del armador cada fin de semana, lo distribuye a sus tripulantes en general en un bar en el cual se consume una gran cantidad de cerveza. Luego se organizaba una gira por los cabarets y los prostíbulos de la ciudad y se derrochaba la mayor parte del dinero en competencias machistas. Muchos pescadores, además de su familia, tenían que mantener a varias convivientes en diferentes barrios de la ciudad. Los llamados “pescadores serios” ahorraban y lograban ser propietarios de una casa o de un carro americano. El sistema de ingreso de los pescadores y la gran cantidad de plata que circuló de manera desigual en la pesca ha favorecido estos comportamientos de nuevos ricos, de machismo y de huachafería21. En 1966, después de una huelga de 45 días, los pescadores tuvieron un aumento del 22%, a distribuir en partes iguales entre el patrón y la tripulación. La suma pagada a la tripulación pasó a S/.102.00 por tonelada capturada. Con esto se elevó el ingreso mensual promedio del pescador a S/. 3,00022. Por su parte, el patrón tenía un ingreso mensual promedio de S/. 9,000 y el motorista –que recibía un cierto salario extra S/. 3,700. Posteriormente la suma pagada a la tripulación aumentó progresivamente, debido a la fuerza de la acción sindical de la Federación de Pescadores del Perú, desde ese entonces23. Sin embargo, los ingresos promedio reales de los pescadores se mantuvieron estables debido al aumento del costo de vida que fue particularmente fuerte después de la devaluación de 196724. En contrapartida, estos últimos años los pescadores recibieron un mayor aporte de los armadores para su fondo de indemnización y de vacaciones. Por otra parte se consolidó la Caja de Beneficios sociales del Pescador, como lo explicaremos más adelante. Veamos la situación del pescador a principios de 1972: El armador recibe de la empresa alrededor de S/. 600 por tonelada. De esta suma el paga S/. 151 a la tripulación25. Tomando como base una lancha                                                               21

  Como  lo  señalaba    bien  Walter  Quinteros,  los  pescadores  tienden  a  ostentar  a  través  de  la  utilización  de vestidos y objetos llamativos.  (Ver: El impacto de la industria pesquera en un valle de  la Costa Central, IEP, 1967).    22  Hemos tomado la misma base para el cálculo de este promedio (10 a 13 tripulantes por  bolichera,  100 salidas al año, con una captura de 50 toneladas por salida.   23  Fue de S/. 125 en 1969; S/ 140 en 1970;  S/. 151 en 1971. También ver  el anexo  2.5, totales y  promedios anuales de las remuneraciones de los pescadores anchoveteros.  24  No se puede argumentar el aumento de los meses de veda, ya que la captura de anchoveta  ha  aumentado y el número de pescadores se ha mantenido relativamente estable.  25  Ver los porcentajes de las remuneraciones sobre el valor de la anchoveta desarrollada en el cuadro  2.5.  

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de 12 hombres, el patrón recibirá la suma de S/. 26 y cada tripulante S/. 12.50. Aplicando todos los descuentos26, el patrón recibirá S/. 21.50 y cada tripulante S/. 8.50. A estos ingresos hay que añadir aportes indirectos de los armadores para la caja de Beneficios sociales, correspondiendo al 18% del ingreso de cada pescador. Además de estos aportes, el motorista recibe una suma de S/. 4,100 y el cocinero de S/. 1,040. Se puede notar que los aumentos beneficiaron a los tripulantes y no al patrón. El ingreso mensual promedio de los tripulantes se estima en S/. 4,000, y el del patrón en S/. 10,00027.

                                                              26

 Estos descuentos se hacen de la manera siguiente:   ‐ 2% para el fondo de asistencia social.  ‐ 2% para el fondo de jubilación.   ‐ 1% para timbres fiscales.  ‐ 3% para los patrones y 2% para los tripulantes, para préstamos a los pescadores en tiempo de  veda.   ‐ S/. 0.25 para la Federación de Pescadores.   ‐ S/. 2.50 para el Sindicato.  

27

Estas  sumas  son  parecidos  a  los  promedios  calculados  por  la  Caja  de  Beneficios  Sociales  del  Pescador en su Censo Nacional de 1970.   Se indica las cifras siguientes: (p. 17 de la publicación del Censo).   ‐ Tonelaje promedio capturado por los patrones y los tripulante (5’538, 931 toneladas).   ‐ Número  promedio  de  salidas  con  pesca  que  registraron  los  patrones  y  los  tripulantes  (67  salidas).   ‐ Número  promedio  de  pescadores  que  trabajan  en  cada  salida  con  pesca  de  las  lanchas  (11.23).   ‐ Sumas ganadas (Dozavos) en promedio por los patrones (S/. 10,240.76).   ‐ Sumas ganadas (Dozavos) en promedio por los tripulantes (S/. 4,157.34).   (El estudio indica que estos promedios pueden ser reajustados, puesto que existe un buen número  de  tripulantes  que  están  considerados  como  patrones,  al  haber  reemplazado  en  algunas  oportunidades  al  patrón.  También  se  ha  incluido    a  tripulantes  cachueleros    que  sólo  en  forma  esporádica salen a pescar; esto hace que los promedios bajen).   

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I.5 LOS BENEFICIOS SOCIALES DE LOS PESCADORES28 Por la misma situación jurídica de los pescadores estos no tenían al principio beneficios sociales, ni protección social. Tuvieron que conquistar su propio sistema. La huelga de 1956 en Chimbote permitió que los pescadores consiguieran la creación de un Fondo de Previsión Social del Pescador, a través de un Convenio en 1957 entre el sindicato y los armadores. Estos últimos debían financiar este fondo con el aporte del 1% del valor bruto de venta del pescado. El Fondo abarcaba entonces a todos los pescadores que trabajaban en la pesca industrial. Pero este convenio no fue reglamentado y los armadores no realizaron sus aportes. Poco tiempo después desapareció. En 1961, el sindicato de pescadores de Chimbote realizó una huelga para imponer la aplicación del Convenio de 1957. Como consecuencia de esta acción hubieron intensas negociaciones entre el sindicato y los industriales obtuvieron la anulación del Convenio anterior y la implantación de un nuevo sistema (13 de Enero de 1962); los industriales y los pescadores debían aportar una suma fija por toneladas (S/. 1 y S/. 1.50 respectivamente), lo cual representa una ventaja para los industriales en relación con el sistema anterior. Se creó así el “Fondo de Asistencia y Previsión Social del Pescador” de Chimbote. Este fondo se hizo extensivo al Callao y luego a los demás puertos del litoral. Pero este convenio implicaba solamente a los pescadores de anchoveta. Por otra parte, el fondo funcionaba parcialmente como mutual de los trabajadores de la pesca, aminorando la responsabilidad patronal de los armadores. Además la contribución de los armadores fue declarada como aumento de precio de la anchoveta.29 En Chimbote el Fondo de asistencia social, administrado por una “Junta de Puerto” compuesta de delegados de los armadores y de parte de las empresas que no pagaban su cuota, como de los dirigentes sindicales que utilizaban el Fondo para personas extrañas a la pesca. Exigieron su reorganización, que tuvo en los años siguientes una actividad bastante significativa, entre las cuales se destaca la creación de un policlínico para los pescadores. Por otra parte, a nivel nacional los pescadores ya organizados en Federación (1962), conquistaron en 1963 dos importantes medidas. En Marzo se creó el Seguro de Accidente del Pescador cubierto enteramente por los armadores. Unos días después se creó el “Fondo del Pescador”, en base a un aporte de S/. 3 por tonelada de parte de los armadores. Hay que notar que cuando se creó la Caja de Beneficios Sociales del Pescador, en 1965, tanto el Fondo Provisional de Chimbote como el Fondo del Pescador, debían integrarse a dicha Caja. Pero el sindicato de                                                               28

Memoria del Fondo de Previsión y Asistencia Social. Sindicato de Pescadores de Chimbote, 1967.    Ver anexo 5.0.  

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Chimbote se opuso a ello30, por desconfiar de la nueva Caja y por considerar estos Fondos como derechos adquiridos. Solamente en 1967 el Fondo del Pescador fue entregado a la Caja, sirviendo para financiar la desocupación de los pescadores durante las vedas. La creación de la Caja de Beneficios Sociales del Pescador se planteó, primero, en el puerto del Callao (fines de 1964), por dirigentes pro-apristas. Contó con el apoyo de los industriales y de sus abogados, que vieron en ella la posibilidad de controlar ese sistema y de continuar manteniendo el estatus jurídico del pescador como “trabajador independiente”, separado del fuero laboral común. Por lo mismo, esto generó conflictos, polémicas y luchas entre los pescadores. En este sentido, en 1964, la Federación de Pescadores presentó un ante-proyecto al Ministerio de Trabajo, en el que se contempla la creación de un fondo destinado a las vacaciones y jubilación de los pescadores. Igualmente se pedía que el pescador fuera reconocido como trabajador asalariado. El Ministerio no accedió a la demanda y la Federación organizó un paro de 48 horas, mítines y marchas en Lima para presionar. El Gobierno anunció entonces a principios de 1,965 la creación de la Caja de Beneficios Sociales del Pescador (D.S. 001, 22 de Enero), y una comisión encargada de elaborar los estatutos31. El criterio de los industriales había prevalecido. Algunos sindicatos y, especialmente el de Chimbote, juzgaron que el Decreto era una maniobra con la cual se eludía el problema del estatus de pescador como asalariado. La Federación decidió ir a la huelga indefinida, pero cuatro días después la terminó por habar firmado un acuerdo con la Asociación de Armadores (Convenio del 5 de Febrero). En Chimbote, el secretario general denunció el acuerdo y se decidió desafiliar el sindicato de la Federación. Apoyado a nivel local32, el movimiento no fue seguido por el resto de los sindicatos del litoral. En Marzo, los estatutos de la Caja fueron ratificados. El sindicato de Chimbote –que permaneció separado de la Federación por casi un año por este asunto- declaraba amargamente: “Los pescadores, una vez más han sido marginados de la legislación laboral”. La Caja capitaliza su fondo de previsión social en base a un aporte de 18% de los ingresos de los pescadores33. Fondo administrado por el Ministerio de Trabajo y por delegados de los armadores y de los pescadores34. Este dinero sirve para otorgar préstamos a los pescadores                                                               30

Ver más adelante la huelga de Febrero de 1965 (27 días). Ver también, Sindicato de pescadores de  Chimbote, Memoria del Fondo de Previsión y Asistencia Social, 1967.  31 La Comisión constaba de representantes de los Ministerios de Marina, de Trabajo y Agricultura, así  como  de la Federación de Pescadores, de la Sociedad Nacional de Pesquería y de los propietarios de  embarcaciones de pesca.   32 Por la unión Provincial Sindical del Santa y por los sindicatos  de Samanco, Casma y Culebras.   33 Este aporte de 18% está compuesto de:      ‐1.34% para el gasto de administración de la Caja de Beneficios del Pescador.     ‐ 8.33% para el fondo de indemnización.     ‐ 8.88% para el pago de vacaciones.    (Estos porcentajes se calculan sobre el ingreso efectivo de cada pescador).    34  La Caja llega a manejar fondos considerables. En 1967, tenía 5 millones de soles en Chimbote. En  1971,  a  nivel  nacional,  tenía  una  disponibilidad  de  existencia  del  orden  de  700  millones  de  soles. 

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durante las vedas, para pagar el mes de vacaciones y para las indemnizaciones en caso de cese de actividad. Posteriormente fue creado un Fondo de Jubilación (1969) que se incorporó a la Caja35. La misma Caja administra, también, los beneficios sociales de los pescadores para el consumo humano, desde 1968. La importancia que la Caja cobró para los trabajadores de la pesca se debe en buena parte al problema de la veda. Por ejemplo, para una veda de tres meses, el pescador recibe el primer mes del monto previsto para sus vacaciones; el segundo mes, recibe su ahorro del año anterior y el tercer mes, solicita un préstamo sobre el próximo año. Todo eso lo administra la Caja. Para pagar sus préstamos existe un descuento de S/. 3.00 para el patrón y de S/. 2.00 para el tripulante, por cada tonelada que pescan. Pero a veces estos descuentos no bastan y los pescadores tienen que pagar con su fondo de indemnización y de jubilación. Aunque exista un tope en los préstamos que un pescador puede solicitar a la Caja (hasta 20% de su propio fondo) este sistema envuelve al pescador en una especie de círculo vicioso. Por otra parte, la Caja ha contribuido a controlar y a estabilizar las remuneraciones. Después de cada día de pesca, el delegado de una lancha debe apuntar en un cuaderno -revisado por el patrón- la entrada correspondiente a cada pescador. Este sistema llamado “C.P.P” (Controles Provisionales de Producción) ha tenido por efecto dificultar las irregularidades que se practicaban corrientemente. Es importante señalar que al principio, los industriales trataron de dominar la Caja a través de sus representantes. Pero progresivamente los mismos pescadores, a través de sus más destacados dirigentes y, con su fuerza sindical creciente, lograron reorganizarla, cambiar sus estatutos y controlarla parcialmente. Lo mismo, hicieron con los otros Fondos. Los cambios ocurridos en la Caja a través de varias reorganizaciones, su necesidad a falta de otro sistema para resolver el problema de las vedas y la presencia de una línea “gremialista” y “conciliadora” dominante a nivel de los dirigentes, han hecho que la Federación defienda este sistema. En un comunicado del 30 de octubre de 1971, declaraba: “Gracias exclusivamente a mucho años de esfuerzos y sacrificio los pescadores del Perú hemos conseguido que nuestro sistema de asistencia social (Enfermedad-Maternidad) evolucione hasta alcanzar un mayor desarrollo que los Seguros del Obrero y del Empleado, logrando además la participación directa de nuestros delegados en la dirección y control de nuestro sistema (…). En consecuencia los pescadores no podemos perder estas ventajas y es así que, en vista también de la deficiente atención del Seguro del Obrero, en los casos de accidentes, pedimos que se respete la individualidad de nuestro Sistema de Seguridad Social, agrupándolos junto                                                                                                                                                                               Coloca  este dinero en casi todos los bancos que operan en el país, pero sobre todo en el Banco de la  Nación, a una tasa promedio de interés superior al 10%.   35 También  la  gratificación  mensual  que  reciben  los  cocineros  de  bolicheras,  desde  1970,  fue  incorporado  al régimen de Beneficios sociales de la Caja.  

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con el Fondo de Jubilación, en la Caja de Beneficios Sociales del Pescador, para garantizar así que nuestros derechos y conquistas no sean perjudicados y que los pescadores habremos de continuar recibiendo, cada vez en mejor forma, la atención de la Seguridad Social, que legítimamente nos corresponde como el sector laboral más productivo del país”36.

I.6. LOS TRABAJADORES DE TIERRA Pasando ahora a las siguientes etapas del proceso de producción de la industria pesquera, veamos la situación de los trabajadores harineros, de los cargadores y estibadores y, de los trabajadores de otras actividades anexas. a) Los harineros La segunda fase del proceso industrial no tiene el mismo prestigio que la pesca. La transformación de la anchoveta en harina y en aceite se hace mediante un proceso tecnológico bastante simple, en gran parte automatizado. Las anchovetas son cocidas, prensadas. Sale un “queque” (cake), que después de una operación de ventilación y molida se transforma en la “harina de pescado”. Sale también un líquido que centrifugado y refinado, da lugar al “aceite de pescado”. La otra parte del líquido, llamada “agua de cola”, permite recuperar un concentrado que retorna al queque37. La mayor parte de este proceso se hace sin intervención directa de los trabajadores, controlado mediante un tablero que permite regular y verificar las diferentes operaciones. Este control, generalmente, lo hacen obreros que se han calificado en la misma fábrica. La planta necesita entonces, un número reducido de trabajadores estables:38 - Un equipo de mantenimiento (mecánicos y electricistas con sus ayudantes) que pueden ser eventuales, de cinco a diez trabajadores, sin contar con los ayudantes. - Un staff de obreros de producción para las operaciones de almacenaje y conducción de la anchoveta. (Una docena de                                                               36

Expreso,  31  de  octubre  de  1971:  Federación  de  Pescadores  del  Perú:  Paro  Nacional  de  72  horas.  Los subrayados son nuestros. El “gremialismo” que aparece en esta declaración será analizado más  adelante.   37 Ver gráfico: el proceso industrial de una fábrica de harina y aceite de pescado. Ver: Peruvian Times,  Fisheries Supplement; 24 de Julio de 1970: How a Fishmeal Plant Work (p. 35‐36).   Walter  Quinteros  tiene  una  descripción  del  trabajo  en  una  harinera  (El  impacto  de  la  industria  pesquera en un valle de la Costa Central del Perú; IEP, 1962.   En  su  novela  El  zorro  de  arriba  y  el  zorro  de  abajo,  Pp  144‐145,  José  María  Arguedas  describe  también detalladamente el proceso.   38 Nos basamos, además de los estudios señalados anteriormente, en visitas de fábricas, realizadas en  1967 y 1971 en Chimbote. Especialmente la fábrica “Neptuno” (grande), la “Bibaco” (mediana) y la  “Santa Marta” (grande).  

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trabajadores que atienden a las diferentes operaciones señaladas). Muchas fábricas que trabajan por turnos, requieren varios equipos. Un contratista con su equipo de obreros (una docena), para las operaciones de manutención de las bolsas de harina. El personal técnico (dos o tres ingenieros pesqueros). Un personal de oficina y contabilidad (unos cinco). El personal de dirección (gerente, sub-gerente, jefe de bahía) de los cuales algunos son también parte del personal estable de 60 trabajadores del personal técnico.

Una fábrica de producción regular (por ejemplo con capacidad de 80 T.M. por hora), y que trabaja en dos turnos, tiene un personal estable de 60 trabajadores. Evidentemente estas cifras son muy aproximativas y dependen del grado de automatización y de la racionalización de las fábricas. Durante la temporada, la fábrica trabaja las 24 horas del día y necesita también un personal eventual, suplementario; pero durante las vedas, el personal se reduce al mínimo, sólo para el mantenimiento. Hemos visto que recientemente, en 1968, los industriales lograron que los trabajadores harineros sean considerados como trabajadores de temporada, lo cual originó un deterioro muy importante de su situación. Podemos dividir estos diferentes tipos de trabajadores en tres grupos: 1). Los técnicos, en su mayoría peruanos casos. Algunos son antiguos pescadores, motoristas o patrones. Por ejemplo, un buen patrón suele ser promovido como Jefe de Bahía, encargado de la coordinación de las embarcaciones de la empresa. 2). Los empleados y obreros estables, compuesto generalmente de los trabajadores que participaron en el montaje de la fábrica y continúan trabajando en ella, adquiriendo allí mismo su calificación. Algunos son especie de contratistas que emplean eventuales para realizar tareas particulares. 3). El conjunto de trabajadores eventuales. Los salarios de los obreros eventuales son más bajos que los recibidos por los obreros siderúrgicos de Chimbote, y tampoco alcanzan los promedios de ingreso de los pescadores. En 1967, un “tolvero” ganaba S/. 91.00 diarios, un “fogonero” S/. 100.00. El sueldo promedio estaba alrededor de S/. 2,400 al mes39. La dispersión de los obreros en pequeñas unidades de producción, con sistemas de relaciones industriales variables, ha dificultado la organización y la acción sindical masiva. Además, los trabajadores de las fábricas no tienen relaciones directas con los pescadores, a pesar que las lanchas pertenecen en general a las mismas empresas40. Los pescadores tienen un régimen especial, mientras que ellos pertenecen al régimen obrero o empleado (lo que representa ya una división importante entre ellos, dado que los obreros y los empleados                                                               39

Planilla de salario, junio 1967, Fábrica Bibaco.   Los  pescadores  en  Chimbote  han  intentado  vincularse  con  los  harineros,  pero  estos  intentos  no  han progresado. Algunos de los dirigentes explicaban las dificultades a partir de diferencias objetivas  entre  pescadores  y  harineros;  cuando  los  pescadores  paran  por  ejemplo,  los  harineros  al  no  extraerse materia prima, corren  el riesgo de quedar sin trabajo.   40

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tienen dos “status” netamente diferenciados41. A eso hay que añadir la división entre los trabajadores estables y los eventuales. Los eventuales reciben salarios bastante variables, según la forma de contratación. Algunos contratistas pagan mejor a sus trabajadores de confianza; además al final de su obra, el contratista paga en general una suma adicional al trabajador, llamada “cancelación”. Existen también obreros que son contratados por la misma empresa, pero despedidos antes de los tres meses, periodo en el cual la legislación laboral libera a los empleadores del pago de beneficios sociales y de indemnización en caso de despido. Este sistema parece tender a generalizarse todavía más con la “Ley de estabilidad laboral” (D.L. 18471, 11 de noviembre de 1971), porque los industriales temen contratar algún obrero adicional estable, por las mayores dificultades que tendrían para separarse de él posteriormente. Las diferentes prácticas de contratación de eventuales se prestan a una serie de irregularidades y al pago de salarios inferiores a lo mínimo, dada la enorme presión de los desocupados que buscan trabajo. Con la creación de la “Comunidad Pesquera en 197142, la relación entre trabajadores estables de la fábrica, pescadores y eventuales, se encuentra redefinida en parte. En efecto, la Comunidad Pesquera agrupa a todos los trabajadores (embardados o no), que laboren a tiempo completo y estables (artículo 66 de la Ley). Esto crea una vinculación mayor entre pescadores y harineros. Los pescadores se han agrupado normalmente por puertos, y su acción fue menor a nivel de las empresas. Con la organización de comunidades pesqueras, este nivel cobrará mayor importancia. Pero por otra parte, hay que recalcar que las Comunidades Pesqueras significan una mayor ruptura entre estables y no estables. Los cachueleros (pesca) y los eventuales (fábricas) no participan en la Comunidad. Los estables no tendrán interés en multiplicar el número de miembros de su comunidad, con los cuales tendrían que compartir las utilidades y el patrimonio. Por esto es probable que, tratarán de utilizar más el sistema de contratista y de sub-contratista, que permite atender a una serie de tareas sin aumentar el número de comuneros. Puede desarrollarse un cierto “egoísmo de empresa”. Pero la instalación de las Comunidades Pesqueras es demasiado reciente para poder tener elementos suficientes para comprobar estas hipótesis.                                                               41

Ver: David Chaplin: The Industrial Labor Force in Perú, Princetn University Press, 1967.  Ver:  la  tercera  parte  de  la  Ley  General  de  Pesquería,  D.L.  N.  18810,  25  de  marzo  de  1971.  Los  trabajadores  participarán  en  la  propiedad,  las  utilidades  y  la  gestión  de  la  empresa  de  la  manera  siguiente:  recibirán  como  participación  a  la  propiedad  el  12%  de  la  renta  neta  de  la  empresa,  a  reinvertir  en  la  empresa,  (o  para  comprar  acciones  en  ella)  hasta  alcanzar  el  50%  de  su  capital.  La  mitad  de  las  acciones  así  creadas  van  directamente  como  patrimonio  de  la  Comunidad  misma;  la  otra    pasa  por  una    “Comunidad  de  compensación”,  que  reparte  las  acciones  que  le  corresponden  entre  el conjunto de las Comunidades Pesqueras. Los trabajadores reciben el 8% de la renta neta,  como  participación  líquida  a  las  utilidades  (repartido,  mitad  en  partes  iguales  y  mitad  de  manera  proporcional  a  las  remuneraciones  de  cada  uno.  La  participación  a  la  gestión  empieza  desde  la  instalación    de  la  Comunidad,  con  la  presencia  de  un  representante  de  la  misma  en    el  órgano  director  de  la  empresa;  se  incrementa  luego  el  número  de  representantes  de  acuerdo  a  la  participación al capital. La comunidad está dirigida por  la “asamblea general” (todos los miembros) y  por  un  “Consejo”  (miembros  elegidos).  La  Comunidad  de  Compensación  tiene  una  asamblea  de  delegados y un consejo.   42

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Una cosa que se ha podido percibir, es la acción solidaria entre pescadores y harineros, en algunos casos en los cuales tuvieron que afrontar juntos la quiebra o el cierre de su empresa43. En estas oportunidades, ambos sectores propugnaron la estatización de las empresas, la autogestión o la formación de cooperativas obreras de producción. Este proceso es similar a lo que ocurrió en varias empresas de conservas44. Más adelante, examinaremos su significado sindical y político. b) Trabajadores marítimos y portuarios. El transporte de la harina en los muelles, para su embarque, se hace en camiones, de dos maneras, sea en bolsas o a granel, (en grandes recipientes de metal, que contienen entre 5 y 7 toneladas de harina). En el primer caso, las empresas o los camioneros privados contratan a carreros o cargadores, a los que les pagan según el número de bolsas llevadas. Sus ingresos son bajos y bastante irregulares; la mayoría de estos trabajadores son eventuales. En 1969, se contaban unos 800 de estos trabajadores45. El transporte a granel los afecta directamente, reduciendo sus oportunidades de trabajo. En el puerto trabajan los estibadores propiamente dichos, encargados del embarque de la harina de pescado u otros productos. Trabajan en el muelle o en embarcaciones que se acercan a los buques en la bahía. Hasta el año 1960, solamente existían 36 trabajadores titulares, y eran considerados como uno de los sectores obreros mejor pagados en Chimbote. Por entonces, recibían 5 centavos por cada bulto de 50 Kilos. En ocho horas de trabajo podían embarcar 2,000 de estos bultos. Pero dado el desarrollo del puerto y de la industria pesquera, los estibadores titulares podían recurrir a “postulantes”, trabajadores ocasionales que los ayudaban o reemplazaban. Podían trabajar en nombre del titular y recibían la mitad del salario. Estos postulantes (105 en 1960) se habían organizado en un gremio especial. Este mismo año se encontraron 8 barcos en la bahía y los “postulantes” reclamaron a la “Comisión Controladora de Trabajo Marítimo y Portuario” y lograron ser reconocidos como titulares. Por la integración de otros postulantes se llegó alrededor de 300 estibadores en los años 1968 1969. En el año 1963, los estibadores reclamaron en contra del pago por bulto, la Comisión Controladora aceptó el reclamo y reglamentó el pago por tonelada. En ese año, cada trabajador llegó a ganar S/. 1.08 por tonelada y también el pago del salario dominical. En 1966, tuvieron un aumento y llegaron a ganar S/. 1.35 por tonelada, además de pagos de alimentación cuando trabajaban tiempo extra. Considerando que podían “hacerse” de 500 a 600 toneladas diarias, cada trabajador podía ganarse S/. 600.00 soles diarios sin contar los pagos de alimentación. Evidentemente, los esfuerzos y la resistencia física que supone este trabajo deben ser excepcionales.                                                               43

Es el casode lock‐out de la pesquera “Paracas”, en 1967.   Ver: Jesús Roberto López: Un caso dentro del Mundo Laboral: CC.SS. Universidad Católica, 1971.   45 César Carrillo Castillo: El problema de la desocupación en Chimbote, octubre de 1964. P. 10.  

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Pero el sistema de pago lleva a que los trabajadores fuercen sus posibilidades. Hay que expresar también que, como los pescadores, los estibadores trabajan de manera irregular. Además por la existencia de más trabajadores, por la mecanización y la racionalización del embarque y también por los efectos de la implantación de la comercialización de la harina de pescado por el Estado (acumulación temporal de stocks), las oportunidades en el trabajo se ven restringidas en los últimos años. Como ilustración podemos ver la siguiente relación de turnos que podía conseguir cada trabajador46: 1968-69 un promedio de 23 turnos mensuales 1970 un promedio de 12.5 turnos 1971 (hasta julio) un promedio de 7.8 turnos mensuales.

mensuales.

Este sector de trabajadores, por las peculiaridades de su trabajo e ingresos, tiende a aislarse tanto de los trabajadores de tierra como de los del mar. Esto genera un gremialismo portuario que veremos más adelante al ocuparnos de su organización. Como lo hemos podido ver, a propósito de los Beneficios Sociales, de las remuneraciones, del problema de las tolvas, de las vedas, etc., la acción sindical de los trabajadores en la pesca de Chimbote, tuvo un papel muy importante. Ellos fueron uno de los mayores protagonistas del nuevo movimiento obrero que nació con el boom de la pesca en el Perú. El proletariado pesquero, partiendo de sus condiciones de trabajo y de su papel dentro de la economía nacional, llegó a ser un actor importante en las luchas políticas e ideológicas que se dan en el país. Este movimiento obrero pesquero se ha desarrollado fundamentalmente alrededor de los pescadores, que han logrado una potente organización y acción sindical. Los harineros y los otros trabajadores de la industria pesquera conformaron un movimiento mucho más débil y atomizado, y además casi totalmente desvinculado de los pescadores, a pesar de entrar en el mismo proceso de producción y muchas veces en las mismas empresas o grupos capitalistas. Sin embargo veremos que de parte de los harineros, esta tendencia parece cambiar un poco en los últimos años. Para entender mejor estos procesos, tratamos de analizar primero las principales etapas de la acción sindical de los pescadores y luego de los harineros.

I.7. FORMACIÓN E IDEOLOGÍA DEL PROLETARIADO PESQUERO La formación del proletariado pesquero industrial en Chimbote como a lo largo del litoral peruano empieza en forma significativa en los primeros años de la década del 50 y sobre todo a partir de 1957 con el boom de la harina de pescado. O sea que, el proletariado pesquero representa, con los                                                               46

El  movimiento  obrero  en  Chimbote.  Material  de  Trabajo  del  Taller  Urbano  Industrial,  noviembre,  1971.  

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mineros de la gran minería del sur (Marcona y Toquepala y algunos obreros industriales de Lima, especialmente metalúrgicos), uno de los sectores de la clase obrera peruana más joven. Ya hemos visto como al fin de la segunda guerra mundial, la industria conservera había reclutado un número importante de mujeres obreras, las famosas “hueveras”; la mayoría era oriunda de los departamentos de Ancash, La Libertad y Cajamarca. Los primeros pescadores –los de la época de las conservas (1946-56)eran sobre todo españoles, yugoslavos y otros emigrados extranjeros, que tenían una experiencia previa en la pesca. Muchos de ellos siguieron después en la pesca de anchoveta, convirtiéndose generalmente en patrones de lancha, por la experiencia que tenían o por poseer embarcaciones. Hemos visto que algunos llegaron a ser ricos empresarios como fue el caso del español Celestino Garrido. En los primeros tiempos, tanto a nivel empresarial como a nivel de los propios pescadores, los elementos extranjeros predominaron en la actividad. Pero con el boom harinero, ya la mano de obra no podía ser cubierta por estos elementos; aumentando el volumen de la captura multiplicándose las bolicheras, en pocos años creció la necesidad de un número cada vez mayor de pescadores llegando a la cifra de 5,000 a mediados de la década de 1960. Fecha en que parece alcanzarse un cierto tope para Chimbote. El reclutamiento masivo de nuevos trabajadores se realizó tanto más fácilmente, por cuanto Chimbote ya representaba un polo de atracción de zonas más subdesarrolladas del país. Podemos tratar de destacar las características de los migrantes que entraron en la pesca. La mayoría de los pescadores chimbotanos son originarios de la costa: 60% contra 40% de la sierra, lo cual contrasta con la situación de los chimbotanos en general, de los cuales un porcentaje mayor es originario de la sierra47. Eso indica que los serranos tienen más dificultad que los demás para entrar en la pesca, por razones que analizaremos más adelante. El origen por departamento es el siguiente48: La Libertad Ancash Piura Cajamarca Lima-Callao Lambayeque

31% 29% 11% 8% 5% 3%

                                                              47

Alrededor  de  ¾    de  los  migrantes  de  Chimbote  son  oriundos  de  la  sierra,  principalmente  de  los  departamentos de La Libertad y Ancash. Ver César Solis: Fuentes de Migración al Puerto Industrial de  Chimbote  ‐1960‐  Migración  en  el  Perú.  Monografía  Andina  N.2‐1963.  Ver  gráfico  “Fuente  de  Inmigración  a Chimbote. ONPU‐1960.  48 Porcentajes elaborados en base a los registros de la capitanía del puerto de Chimbote, en 1967. Ver  mayor detalles en el anexo.  

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Tumbes Otros

3% 10%

Podemos deducir de estos datos que la pesca en Chimbote ejerció una atracción no solamente en los departamentos cercanos al puerto, sino en zonas bastante alejadas del país (para más de ¼ de los pescadores) y en la misma zona metropolitana. La pesca en Chimbote tuvo realmente un efecto “nacional”. La atracción hacia el trabajo en la pesca ha sido fundamentalmente en base a la imagen de los altos ingresos que aportaba. Es notorio lo distorsionante de esta imagen, pero de hecho, existe: La pesca anchovetera apareció rápidamente como una “fiebre de oro” un nuevo “colorado”, que permite hacer fortuna rápidamente. Para los jóvenes que hemos entrevistado, la “plata” viene siempre como el motivo esencial en la entrada en la pesca. Existe en Chimbote la imagen del pescador lleno de plata el fin de semana y que enciende su cigarro con un billete de 500 soles. No es tanto el “trabajo” que atrae aquí, como ocupación estable, con posibilidad de promoción. Al contrario, el trabajo aparece como muy duro, peligroso, aleatorio. Como ocurre en las minas del centro, la pesca aparece a menudo como una actividad pasajera, que permite juntar plata y pasarse a otra actividad. Así uno entra en la pesca un poco como “aventurero” decidido a “sacarle el jugo” lo más rápidamente posible. Eso, evidentemente tiene relación con el tipo de migrante que entra en la pesca, su mentalidad, y su conciencia. La atracción que ejerce la pesca por la imagen de sus altos ingresos, se combina también con la atracción de la misma ciudad de Chimbote por ser un lugar donde se puede conseguir un lote de vivienda, instrucción para los hijos, consumo urbano moderno, diversiones y sexo. Este foco de atracción es importante, sin que por eso sea considerado como un lugar de residencia permanente. Algunos migrantes que mantienen relaciones con su familia y propiedades en su lugar de origen, pueden en vivir en Chimbote en época de pesca y, durante la veda regresan a su tierra, aportando una parte de la plata ganada. Para otros, Chimbote representa solamente una etapa en una trayectoria migratoria que apunta a Lima. Finalmente, una gran parte de ellos acaba por quedarse en Chimbote, dejando la pesca e instalando un pequeño negocio o entrando en un trabajo en tierra. Hay que anotar que la pesca como actividad transitoria es una realidad más característica de los inicios de la industria. Así, en la década del 60, las pocas posibilidades de empleo y la disminución de las ganancias de los pescadores harán que estos no puedan abandonar la pesca. Además, posteriormente el sistema de veda, que se fue acentuando desde 1965 como ya se indicó, despertará en los pescadores la necesidad de un trabajo más estable.

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Por lo que venimos diciendo, el ingreso a la pesca se vuelve más dificultoso. Actualmente se realiza en base a las relaciones particulares y sistemas nada legales que se imponen como reglas en el medio. Así por ejemplo, si un pescador quiere conseguir un puesto (un “banco”), en una lancha grande, de 350 toneladas, tiene que pagar al patrón una cantidad de más o menos S/. 10 mil; este pago no se hace directamente al patrón, sino mediante un intermediario llamado “punto”. Del mismo modo, si alguien quiere ser patrón de una lancha de gran tonelaje, tiene que pagar a la empresa o al armador una cantidad de más o menos S/. 100.000. Este sistema de promoción se realiza también en base a relaciones personales y sistemas ilegales, en los cuales interviene una cierta “mafia”. Solamente en algunas empresas más grandes y “racionalizadas” se utilizan para la promoción, los criterios de la misma empresa, en base a la productividad de los pescadores. Podemos pasar a analizar quienes fueron esos migrantes que ingresaron a la pesca. En los primeros años, en la década del 50 y en los primeros años del 60, el grueso de los migrantes había estado conformado por costeños: pesca para consumo humano especialmente del norte (Trujillo, Piura); pobladores marginales y gente de extracción lumpen, elementos de origen pequeño burgués, (estudiantes e incluso profesionales) atraídos por los altos salarios, que mencionamos líneas atrás. Alrededor del 62, en correlación con el crecimiento de Chimbote (desplazamiento del Callao y su conversión en el primer puerto pesquero), entraron una gran cantidad de migrantes de la sierra. Estos hombres no eran propiamente campesinos, sino que antes habían desempeñado una serie de ocupaciones previas49. Algunos entrevistados, por ejemplo, antes de entrar a la pesca, desarrollaron diversos oficios de marginados en la costa. Otros, desempeñaron actividades que los ponían en mayor contacto con el capitalismo urbano-industrial, por su movilidad (choferes de camiones, comerciantes, etc.). Finalmente, hay el caso de varios pescadores chimbotanos entrevistados por José María Arguedas50, que antes de llegar a Chimbote, había estado trabajando en otros puertos, ya sea en la pesca misma o en actividades conexas. En algunos casos, habían sido mineros. En relación con estas observaciones, podemos decir que entraron al principio en la pesca, migrantes con un proyecto muy fuerte de “emancipación” de las estructuras sociales en las cuales vivían. Pero la salida, la “emancipación” de estas estructuras tomó una forma dominante que podríamos llamar “individualista”, en contraste con otras formas de “proletarización colectiva”. Esta forma de emancipación corresponde al                                                               49

El  problema  de  la  procedencia  de  los  pescadores  puede  estudiarse  con  precisión  a  través  del  análisis de las fichas de inscripción  de los pescadores de las Capitanías de Puerto, su Sindicato o la  Caja de  Pescador. En ellas se indica su lugar de nacimiento, su ocupación anterior, si ha trabajado  antes en la pesca. De los migrantes a Chimbote sólo el 17% de ellos provienen de la agricultura y 39%  fueron  hijos  de  campesinos.  (Stilman  Bradfiel,  “Some  Occupational  Aspects  of  Migration”  en  Economic Development and Cultural Change).  50 José María Arguedas, Archivo del Proyecto de Estudios sobre Migración y Relación entre serranos y  costeños en Chimbote. 

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proyecto de un migrante que ha hecho suyo los valores de consumo y de lucro que ofrece la sociedad capitalista, y sin poder entrar en el proceso de manera estable, busca el mejor aprovechamiento individual de las oportunidades circunstanciales que le permita participar de este consumo. Lo que decimos se demuestra también por la gran diversidad de ocupaciones y de lugares de origen de los pescadores, como lo hemos visto más arriba. Eso contrasta con la situación de otros sectores de trabajadores. Por ejemplo, en el Centro los mineros de Morococha provienen en su mayoría (80%) del valle del Mantaro. Para poner en práctica este proyecto, el migrante debe contar con posibilidades particulares: libertad de movimiento, un pequeño capital de reserva, buena “vara”, resistencia física, viveza de espíritu, etc. En general se trata de hombres jóvenes, solteros o con cargas familiares reducidas. Ahora el proyecto de “emancipación individualista”, si bien puede concebirse en un marco relativamente “lícito”, lleva fácilmente a comportamientos más o menos ilegales, implicando diferentes formas de robos, estafas, etc., que los vinculan con las modalidades de comportamiento propios del mundo lumpen. Observamos que estas dos formas de emancipación representan salidas muy normales del mundo marginal, especialmente urbano. La entrada en la pesca de algunos elementos propiamente “lumpen” ha sido favorecido por el hecho de que esta actividad, en sus inicios, no está regida por una legislación estructurada y precisa como en otros sectores laborales, ni por exigencias formales estrictas de parte de los empresarios. Así pudieron entrar elementos que tenían antecedentes judiciales e individuos cuya situación no estaba muy legalizada. Además, estos tipos de migrantes reunían en general las condiciones necesarias para adaptarse al trabajo arriesgado de la pesca, por la naturaleza misma de su medio de extracción en el cual tenían que adaptarse a condiciones muy duras de existencia. Es evidente que no todos los pescadores corresponden a los tipos que acabamos de describir, pero podemos notar que esta fue una tendencia que determinó en gran medida el comportamiento ideológico y político del resto durante la etapa del “boom de la pesca”. Hemos visto cómo esta característica fue utilizada por ciertos empresarios y partidos políticos como forma de control sobre este gremio y, señalaremos también cómo esto marcó su trayectoria sindical y política. Finalmente, habría que tener en cuenta que por el año 1965, con la reglamentación de la actividad pesquera (exigencias de documentación personal para obtener el carnet de pescador), disminuirá el número de pescadores de extracción lumpen. Como lo hemos indicado, hay que subrayar, en el principio de la década del 60, la entrada de serranos en la pesca. Si bien en general, el migrante serrano ha pasado antes de venir a Chimbote por una serie de actividades semi-urbanas, como albañil, chofer, comerciante, artesano, minero, etc.; su ingreso en la pesca, en condiciones de desigual competencia con los [Escriba texto]   

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costeños, representa un paso muy fuerte en lo que llamamos proceso de “cholificación” entendido como emancipación social, cultural y política51. Contrariamente a los pescadores de origen costeño – urbano, con sus características propias, los pescadores provenientes de la sierra carecían de las condiciones necesarias para enfrentar el mundo duro de la pesca. Muchos entraban en la actividad sin saber escribir y sin saber nadar. El temor de los pescadores serranos a la mar, era particularmente fuerte en los primeros años, cuando las bolicheras no disponían de buenos dispositivos de seguridad52. José María Arguedas captó de manera muy aguda la situación de estos serranos entrando en el mundo de la pesca, y sus esfuerzos para enfrentarlo, escribe por ejemplo: “…se dejaron amarrar por docenas desnudos, en los fierros del muelle, y de allí, atorándose, chapoteando, carajeándose unos a otros, aprendieron a nadar”53 Además de este temor al mar, parece más importante todavía el enfrentamiento con la agresividad constante del medio pescador y del ambiente urbano propio de Chimbote, enfrentamiento que se cristaliza en la relación serrano-criollo. Los criollos se consideran superiores y tratan a los serranos de manera despectiva, a veces violenta, con el sentimiento de vergüenza, inconfesable, de tener que trabajar juntos con estos “serranoscholos”, tradicionalmente explotados y considerados como inferiores. Pero, a pesar de estas dificultades, los serranos demostraron una gran capacidad de aprendizaje y de adaptación a las faenas del mar y a la vida chimbotana, tanto o más que los mismos criollos54. Esta adaptación debe ser entendida como el resultado de dos elementos: por una parte la determinación de los mismos migrantes serranos que entraron en la pesca, de romper con su mundo anterior y de emanciparse; por otra parte, el mismo sistema de dominación socio-cultural del puerto que les lleva a adoptar comportamientos individualistas, machistas y violentos55, comportamientos                                                               51

Partiendo  de  una  discusión  sobre  el  “cholo”  en  base  a  los  trabajos  de  Bourricaud  y  Quijano,  definimos al proceso de cholificación como un movimiento social, es decir la acción social de ciertos  actores  involucrados  y  comprometidos  en  las  contradicciones  específicas  que  se  desarrollan  en  la  estructura de explotación y de dominación  que existe entre la costa y la sierra. Esta acción se a nivel   de reivindicaciones económicas, políticas y culturales.  Los actores son serranos que se desvinculan  del  mundo  rural  agrario  tradicional  para  entrar  más  directamente  en  las  relaciones  sociales  del  capitalismo  urbano‐industrial.  Esta  cholificación  tiene  diferentes  formas  que  analizaremos  en  otro  estudio.    52 Las  bolicheras  eran  prácticamente  lisas  y  en  general  apenas  contaban  con  una  especie  de  media  luna en la cubierta, que no protegía a los pescadores. No disponían de instrumentos que facilitaran  la maniobra. Las embarcaciones no contaban con radios ni con implementos de salvataje.   53 José María Arguedas: “El Zorro de arriba y el Zorro de abajo”. P. 112.  54 Cf. Los archivos de José María Arguedas, consultados por Alberto Flores Galindo‐ Cf. Al testimonio  de los mismos industriales.   55 Varios pasajes de la novela de José María Arguedas podrían ilustrar esta observación. Por ejemplo,  “Si, ahora se quitan lotes, se roban unos a otros. Pero de este cuento sé poco. Lo que puedo decirle  es que los que entraron a la pesca se embravecieron con la plata que ganaban. Oiga, de un sol diario  que  agarraban,  de  vez  en  cuando  en  sus  pueblos,  aquí  sacaban  hasta  cien,  hasta  trescientos  o 

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que representan para el migrante serrano uno de los pocos canales de expresión social a los cuales tiene acceso. Podríamos hablar de un proceso de “cholificación urbana”. Se trata de una afirmación individual, en medio de los diferentes mundos en los cuales se mueve el migrante serrano. Esta afirmación individual tomo al mismo tiempo carácter de masa con el encuentro multitudinario de este mismo tipo en una ciudad como Chimbote. Si se insiste especialmente sobre los efectos culturales de la cholificación, es gran parte porque este movimiento está bastante marginalizado económicamente (pocos tienen trabajo estable) y políticamente. Así no tiene sino el universo de los símbolos para afirmarse. Pero es evidente que bajo ciertas condiciones de movilización, el movimiento cholo puede transformarse en movimiento político. Si consideramos ahora los trabajadores de las fábricas de pescado, observamos que se trata de un proletariado mucho más inestable. A parte del staff gerencial y técnico, las fábricas empleaban un número relativamente reducido de trabajadores para las tareas del almacenaje, de ensaque y de manutención, contratando en general de manera temporal un subproletariado marginal. La gran mayoría de estos obreros son de origen serrano. A menudo, temprano en las mañanas, se forman colas de hombres a la puerta de las fábricas, en espera de un trabajo. Pero muchos son contratados por ser compadre o tener una relación particular con un trabajador más estable de la fábrica. Dado el trabajo irregular de las fábricas, el número de trabajadores estables es reducido al mínimo (entre 30 y 50). El resto entra a trabajar menos de tres meses, lo que permite al empleador desperdiciarle sin tener que pagarle beneficios sociales56. Estos trabajadores pueden ser contratados de nuevo. Otro sistema corriente empleado en las fábricas de harina de pescado y sobre todo en los varaderos, es la utilización de contratistas parra una tarea determinada (para un trabajo de mantenimiento, de instalación, de reparación, etc.); los contratistas son pagados por la empresa y ellos se encargan de buscar el personal que requieren, lo cual se hace a través de relaciones personales, con remuneraciones bajas y sin ningún beneficio social, salvo algunas excepciones57. Las fábricas y las actividades anexas a la pesca han dado lugar a un proletariado mucho más heterogéneo, empleado de manera muy inestable. Aparece también como un sector bastante desvinculado del gremio pescador, a pesar de entrar en el mismo proceso de producción.                                                                                                                                                                               quinientos  diarios.  Para  ellos  se  abrieron  burdeles  y  cantinas,  hecho  a  medida  de  sus  apetencias  y  gustos; eso sale casi sólo; después se le ceba”.  (Los Zorros de arriba y los Zorros de abajo, p. 113).  56 La legislación laboral peruana, prevé un periodo de prueba de 3 meses.   57 Los contratistas de los harineros pagan a los trabajadores contratados una “cancelación” a término  de la temporada de trabajo.  

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I.8. VIDA URBANA En Chimbote, el carácter masivo y brusco de la migración sorprendió a todos por igual. Ninguna estructura era capaz de contener la avalancha. Los servicios municipales, hospitalarios, policiales, etc., se vieron desbordados y aún ahora permanecen muy por debajo de las necesidades de la población58. Los migrantes fueron invadidos a su vez. Las barriadas no rodean a una ciudad verdadera, sino a un reducido “casco urbano” de 60 manzanas, construido en la década del 2059. La ciudad, más bien, está formada por las mismas barriadas. Estas suman unas cuarenta. Es importante recalcar que Chimbote nace sin formas institucionalizadas de vida social. Las normas son cambiantes, varían según los grupos y sus proyectos. Un índice de ello puede ser el alto porcentaje de convivientes que se registró60. Hasta los años 66-67 las calles no eran asfaltadas y el polvo se sumaba a los humos de las fábricas. Los basurales invadían las pistas. La mayoría de las barriadas estaban sobre terrenos pantanosos61. Posteriormente se hizo un trabajo de modernización del centro, asfaltando algunas pistas y prolongando la avenida central que atraviesa parte del conglomerado urbano. En este contexto transcurre la vida urbana en Chimbote. Allí se encuentran desde el migrante pasivo que acepta el repliegue de una vida marginal, sublimando sus aspiraciones con visiones moralistas o apocalípticas62, hasta los migrantes más activos, que aspiran a llegar a tener un proyecto político. Sólo podemos ver aquí algunas características generales que han sido significativas para el mundo de la pesca63. Una de estas características guarda relación con la emancipación “individualista”. Se trata de un conjunto de elementos ideológicos (valores y comportamiento) marcados por la aspiración al dinero y por la demostración de las fuerzas instintivas.

                                                              58

En 1967 había sólo cuatro policías por  turno en el centro de la ciudad.    El  puerto  de  Chimbote  era  considerado  como  un  centro  de  exportación  de  posibles  productos  mineros  de  la  sierra  de  Ancash,  pero  el  ferrocarril  que  debería  de  unirlos  quedó  inconcluso  hasta  Huallamca y la minería de esta zona no tuvo mayor desarrollo.  60 La cuarta parte de los pescadores, en 1967, según datos recogidos en la Capitanía del puerto. Entra  los obreros de la Siderúrgica el porcentaje de convivientes es más alto (37%)  según una cuenta de  Servicio Social de la Sogesa, realizada en 1963.   61 Por ejemplo Villa María con  10,000 habitantes en  1967.  62 Los grupos “evangelistas” tienen  bastante influencia en las barriadas.   63 Ver: Denis Sulmont, “El Boom Chimbote”, (Tesis de Doctorado, Nanterre).  

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El dinero en Chimbote no es solamente una necesidad para satisfacer determinadas necesidades. Se ha convertido en un símbolo. Está rodeado de una serie de elementos “mitológicos”. Chimbote tiene fama de ser una ciudad donde de la nada surgen los millonarios. Donde, como dicen sus propios pobladores, “la plata corre como un río y brilla como la anchoveta”. El dinero da unidad a los diferentes proyectos de los recién llegados. Es un elemento de encuentro, un ideal común que cohesiona a los externos. El dinero cuya fuente fundamental es la pesca, con los “fabulosos ingresos”, llega a invadir la vida social. El lenguaje cotidiano lo manifiesta así. Una gran cantidad de variados términos de jerga sirven para aludir a él: vento, ventolín, marmaja, marmajada, guía, guitarra, mosca, pesos, tucos, pitos, mangos, etc. El dinero permite afirmarse ostentosa. Entre los pescadores era corriente gastar S/. 1,000.00 en una noche de borrachera y burdeles. La misma aspiración al dinero se relaciona con la ostentación de las fuerzas sexuales y vitales en general. La importancia de los burdeles64 es un indicador. El trabajo en “la mar”, las tensiones y la dureza de la pesca anchovetera, el carácter mismo de migrantes explica el comportamiento sexual de los pescadores. Las juergas de los viernes y sábados en la noche son famosas65. Salen los pescadores en grupo, a veces incluso el patrón de la bolichera, vestidos con ropa de colores chillones, comienzan por la ronda de los bares y terminan en el burdel o los night clubes de Chimbote. En sus salidas de parranda, el pescador trata de sobresalir entre sus compañeros de grupo. Para ello, debe ser capaz de “chupar” el mayor número de cervezas (que se piden por docenas); no debe ser tacaño y debe estar listo a gastarse una gran cantidad de soles. Busca imponer su supremacía sexual con las conquistas femeninas que realiza y trata de conseguir los favores de las más bonitas o más famosas prostitutas. Algunos establecen lazos afectuosos con ellas. Así pues, para ciertos pescadores la “borrachera” y el “burdel” son las maneras de superar el ideal de machismo, de afirmación masculina que el mundo criollo ha sofisticado. Chimbote enfrenta así su masa de “super machos” al elegante criollo. Es característico que la jerga tenga en Chimbote, así como en algunos otros puertos, un tinte particularmente provocante y pornográfico. Los pescadores han inventado un gran número de términos marineros que se refieren a la mujer: “popa, bolichera, buena de remos, buque baja mar,                                                               646464

Existen  en  Chimbote,  como  en  el  Callao  y  casi  todos  los  puertos,  grandes  prostíbulos,  con  registro  y  control  médico  de  las  prostitutas,  con  un  servicio  de  colectivos  que  los  conecta  con  el  centro de la ciudad. Además existen numerosas prostitutas clandestinas.   65 Walter  Quinteros  da  una  descripción  detallada  de  estas  juergas  en  el  puerto  de  Chancay.  CF.  El  impacto de la Industria Pesquera en un valle de la costa central. I.E.P., 1967. 

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etc…”66. Los cines ofrecen películas cargadas de contenido de sexo y violencia, atrayendo a un gran número de “hombres solos” que dan rienda suelta a sus sensaciones. Estos comportamientos desbordan el mundo de la pesca y se combinan con la cultura del “cholismo urbano”. Es interesante al respecto analizar el tiempo de espectáculos que se dan en el Coliseo de Chimbote, frecuentado sobre todo por serranos. Allí los elementos del folklore andino de una región, se mezclan con los de otra y se le agrega elementos costeños, así como “variedades” modernas y mejicanas”. Todo está rodeado de humor y burla. Abundan los chistes grotescos. Se crea un ambiente de desnaturalización de lo tradicional, incluso de agresión. Un estilo provocativamente similar es utilizado por los locutores de radio al anunciar alguna canción serrana. En la pesca misma, los pescadores criollos, más antiguos, mantienen un cierto desprecio hacia lo serrano. “Cuando llegaron los serranos todo se jodió”; si yo fuera Fidel, mataría a todos los serranos67. Tal vez por esto, muchos serranos tratan de ocultar su procedencia. Arguedas señaló cómo los hablantes de quechua, en Chimbote, procuraban disimularlo. En su novela, citada anteriormente, retrata el caso de un pescador serrano, que amparado en el dinero obtenido en la semana, después de haber estado bebiendo y burdeleando, reniega de su procedencia y quiere presentarse como extranjero68. Este es el medio donde coexisten los pescadores. Ellos no conforman una masa aislada, su trabajo guarda relación con toda la población de Chimbote, cuando ellos ganan, ganan también los comerciantes. Viven en los diversos barrios y barriadas de la urbe. A diferencia de los trabajadores de la siderúrgica, no tienen un barrio especial69. Además los pescadores han introducido algunos elementos cohesionantes de los migrantes a Chimbote. El principal es el Sindicato. Allí los migrantes pueden aprender cómo organizarse, pueden unirse enfrentándose contra los dueños de las fábricas. Simbólicamente el Sindicato de Pescadores es el edificio más alto de Chimbote; desde él se contempla toda la ciudad-barriada. En los últimos años, la comunidad pesquera ha contribuido a relacionarse a los pescadores con los harineros; la baja en las remuneraciones, la

                                                              66

Cf. Walter Quinteros, op. cit.  Entrevista en Chimbote, 1971.   68  En el Archivo de Arguedas, en Huancayo, pudimos encontrar una entrevista realizada a un patrón  de  lancha,  de  la  sierra  del  sur,  con  unos  seis  años  de  trabajo  en  la  pesca,  que  mantenía  una  de  elementos  ideológicos  provenientes  del  mundo  pre‐histórico.  En  una  ocasión  pidió  permiso  a  la  fábrica donde trabajaba para poder ir a  Cajamarca y contemplar la tumba del Inca Atahualpa, cuya  muerte se negaba aceptar. Recordemos el mito de Incarri, Ver: Alberto Flores Galindo. La formación  del proletariado pesquero. Lima, 1972.   69  Por ejemplo, Ladera del Norte es el barrio de los trabajadores de la siderúrgica.  

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desocupación en los periodos de veda, ha roto las diferencias entre los pescadores y marginados70.

                                                              70

  “La  situación    de  “masa  aislada”  puede  darse  no  sólo  cuando  hay  aislamiento  físico,  geográfico,  sino cuando ciertos aspectos del tipo de trabajo determina un fuerte aislamiento social…por ejemplo  los obreros de los frigoríficos,  aun cuando estén en ciudades grandes o los del puerto…Ver: Torcuato  di Tella y otros, “Sindicato y Comunidad”. P.26. Ver también Kerr y A. Siegel, “Industry Profensity of  Strike” en Koznhauser, Dubin, Ross, Industrial Conflict. 

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II. MOVIMIENTO OBRERO Y ACCIÓN SINDICAL EN LA INDUSTRIA PESQUERA DE CHIMBOTE

“…las placeras de todos los mercados, los comerciantes del modelo, empezaron a fiar a los pescadores con matrícula; les fiaron desde lechugas y camotes hasta detergente, perfumes y cortes de seda. “De ellos vivimos, ellos son la 71 sangre de Chimbote” decían las placeras. “El Aguay uno , el yawar mayu”, llegaron a proclamar algunas verduleras serranas, olvidando su vergüenza por el quechua. Las cantinas también fiaron a los conocidos. Pero los pescadores se vieron sin billetes, por primera vez. Los que eran maleantes o fueron maleantes de oficio se largaron; muchos restaurantes y cantinas cerraron. En las barriadas murieron de hambre patos, gallinas y algunos niños también. Entonces se vio que Solano es buen comandante y Maxe buen suboficial, lo mismo que el fino burdelero Zavala. Los pescadores en vez de acobardarse se encojonaron; los líderes convirtieron la amargura en pólvora…” José María Arguedas. El zorro de arriba y el zorro de abajo (p. 124).

1.1. LAS MAFIAS SINDICALES El Sindicato de pescadores de Chimbote fue creado en 1947, agrupando originalmente a los pescadores de machete y otros sectores de “pinteros” (pesca artesanal para el consumo). Desde el principio fue influenciado por el APRA. Su fecha de fundación corresponde a la gran ola de sindicalización que tuvo lugar durante el gobierno de Bustamante y Rivero que había permitido, por algunas meses el libre desarrollo de las actividades apristas. Con el desarrollo de la pesca de bonito y de la industria conservera, el pequeño sindicato de pescadores de Chimbote empezó a cobrar mayor importancia. Pero su acción estaba interferida por los agentes del gobierno de Odría que buscaban neutralizarla mediante la corrupción y manipulación de algunos dirigentes. Esta labor fue favorecida por la presencia predispuesta a intervenir en operaciones provocadas y el uso de la violencia por el poder represivo. Algunos conocidos delincuentes eran especialmente traídos del Callao a Chimbote y se infiltraban en el sindicato, organizando una mafia, provocando el divisionismo y saboteando las asambleas. El APRA organizó también su propia fuerza de choque –“búfalos”-. Hemos visto cómo la naturaleza del reclutamiento de los pescadores favorecía las prácticas lumponescas.                                                               71

 Aguay uno: el agua Dios que produce vida.  

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Sin embargo, entre febrero y marzo de 1956, cuando la represión odriista termina y el APRA entra en “convivencia” con el gobierno de Prado, ocurre en Chimbote una acción sindical que tuvo importancia tanto para los pescadores del bonito, como para los anchoveteros. El conflicto nació para defender el porcentaje pagado a los pescadores por docenas de bonito. Fue el primer conflicto sindical importante de Chimbote. Los pescadores entraron en una huelga que duró un mes, durante el cual se llevaron a cabo manifestaciones y marchas en las calles de la ciudad72; 18 pescadores hicieron una huelga de hambre, dando al conflicto un carácter dramático73. La lucha fue particularmente dura, ya que los capitalistas pesqueros, en un momento de crisis de la industria conservera y de inicios de la industria anchovetera, habían empezado recién a organizarse (Asociación de Armadores). En Chimbote, Luis Banchero Rossi, entró en las primeras filas empresariales, en la lucha sindical. Finalmente los pescadores lograron el otorgamiento del 33% de la venta de bonito. Por otra parte los pescadores anchoveteros lograron el pago de S/.80 por tonelada a la tripulación; al año siguiente se creó el Fondo de Previsión social del Pescador.

1.2. EL SINDICALISMO APRISTA Después del conflicto de 1956, la vida del sindicato de pescadores de Chimbote empezó a animarse, conducida por dirigentes apristas. Pero los apristas ortodoxos eran presionados por elementos más combativos del mismo partido, menos comprometidos con la convivencia, con el gobierno. Además empezaban a aparecer ciertos elementos jóvenes favorables a una nueva izquierda. El Partido Comunista y militantes de Acción Popular tampoco estaban ausentes de la lucha interna que se desarrollaba entonces. Por su parte el APRA empezó a tener una política de negociación con los industriales pesqueros. Se pudo notar, en el sindicato de Chimbote, cómo la antigua mafia, que era manejada indirectamente por los industriales, ya no actuó contra los dirigentes apristas ortodoxos, sino contra los otros dirigentes. Y progresivamente, asistimos a una cierta colusión entre esa mafia y la “bufalería” aprista. En los años 60-65, ya se habla de una sola mafia, manejada a la vez por los industriales y los apristas. Actuaba al parecer de manera eficaz, como un aparato bien organizado. Lograba controlar o romper las asambleas impidiendo hablar a la oposición. Utilizaba también el soborno74 o la amenaza personal. “El sindicato era manejado por maleantes con chaveta y balas; todo se solucionaba de esta manera… Las reuniones terminaban con cachiporras y manoplas”75. Un antiguo dirigente del sindicato de Pescadores de Chimbote recuerda así esos años: “Los apristas son los más organizados en el país.                                                               72

 Los pescadores pidieron la colaboración de la población para poder  mantener una “olla común”.   (La Prensa, 17 de marzo, 1956)  73   Uno  de  los  huelgusitas,  Serafín  Barco  Ramírez,  quedó  gravemente  enfermo,  muriendo  de  tuberculosis (Memoria, 1967, Sindicato de Pescadores de Chimbote, p. 28).  74 “En ciertas reuniones se distribuía dinero, hasta 100 mil sole” (entrevista a Máximo Gonzáles, 22‐2‐ 72).  75 Entrevistas a Franco Baca (1971) y Máximo Gonzáles (1972).  

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Tenían sus propias gentes de fuera preparadas. En el Sindicato todo se hacía a la guerra. El secretario de Asistencia Social giraba personalmente los cheques. Era un grupo minúsculo que gritaba demasiado. De 3,000 pescadores venían a la asamblea sólo unos 500”76. Esas asambleas estaban dominadas por una tónica violenta. Arguedas las describió así: “¿Sabe lo que hacía Teódulo cuando quería reunir una asamblea contra los intereses de la industria o a favor de la mafia? Mandaba a Pedro de la Cruz Fierro, al negro Baldomero, al Ciriaco Arce y a Juan de Dios Pablo. Iban estos a las cantinas armados de un palo en forma de la macana de los ejércitos Incas, entraban a las cantinas y decían: “A la asamblea compañeros, camaradas, putamadres” y rompían a palos todas las botellas de cerveza que habían en las mesas. Hasta los más amargos de los malditos les tenían pánico a esos cuatro. Las botellas de cerveza volaban en pedazos, corrían los trozos sobre las paredes, en la ropa… Los cantineros cerraban las puertas; echaban a los pescadores por las puertas falsas. Las asambleas alcanzaban quórum y se realizaban con interrupciones macarrónicas en que los camaradas y compañeros se sacaban la entretripa. Corría sangre. Pero se toman acuerdos convenidos de antemano con nosotros (los industriales) (…) Así manejaba a los pescadores que eran y son la más bestia mezcla de mierda y patriotismo, de comunismo inconsciente, de letrados y chaveteros, de aputamadrados y cholos extraviados…”77. Es necesario recordar que durante este periodo, que va hasta 1966, los pescadores no tuvieron ningún aumento en sus remuneraciones. Pero comparativamente con otros años los ingresos fueron mayores (especialmente entre 1962 y 1964), debido al aumento tremendo de las capturas. Una de las reivindicaciones era que los pescadores puedan gozar de beneficios sociales, dado que la legislación particular a la cual están sujetos, les marginaba del régimen obrero o empleado. El Fondo de Previsión Social del Pescador, creado en 1957, no funcionaba en la práctica y esta situación creaba una gran tensión en el sindicato; algunos sectores presionaban para que se tome una medida enérgica. La dirigencia aprista, en colusión con la mafia, impidió el enfrentamiento con los armadores. Sin embargo, debido a la presión de los pescadores del puerto ante el creciente número de accidentes y de enfermos, se decidió una huelga en 1961, para imponer la aplicación del convenio de 1957 sobre los Beneficios Sociales. Pero la huelga fue levantada unos días después; la dirigencia (Teodoro Huanca, era secretario general) aceptó una promesa de solución de parte de los armadores, y finalmente aceptó una modificación del Convenio de 1957, que daba ventajas a los armadores. Además, contrariamente al primer Convenio, el nuevo sistema se aplicaba solamente a los anchoveteros, quienes                                                               76

 Entrevista a Enrique Tapia (Febrero de 1971).   José María Arguedas. El zorro de arriba y el zorro de abajo. Pp. 115‐117.  

77

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desligaban así sus intereses de los demás pescadores, y actuaban como una cierta “aristocracia obrera”. Este Convenio de 1962, realizado por el Sindicato de Chimbote se extendió el mismo año al Callao. Este año es importante porque empieza la unificación del movimiento de los pescadores a nivel nacional. Fue el año de la formación de la Federación de Pescadores del Perú78. La iniciativa de esta creación la tuvo el sindicato de Supe. Su primera Convención se realizó en este puerto, con la participación de 8 sindicatos, entre los cuales se encontraba el sindicato de Chimbote, cuyo secretario general, Teodoro Huanca fue elegido primer secretario general de la nueva Federación. Los apristas dominaron también al principio y la Federación se afilió a la C.T.P. Sus primeras acciones fueron dirigidas a extender el sistema de asistencia social que había conseguido Chimbote y Callao. En 1963, los pescadores del litoral lograron el “Fondo del Pescador” y Seguro de accidente. Se realizó una huelga para exigir el pago total de este seguro por los armadores y un aumento de su participación al Fondo del Pescador. La huelga duró 22 días, se logró lo primero, pero respecto a lo segundo, el aumento fue muy pequeño en relación con las expectativas (S/. 3, mientras que los pescadores pedían S/. 20). Además del acuerdo no fue enteramente aplicado en la práctica, aumentando la tensión reivindicativa. Por otra parte, empezaban los trámites para la creación de un sistema más completo de Beneficios Sociales. En esta época los sindicatos de pescadores se multiplicaban y cobraban mayor importancia a medida de que iba creciendo la industria anchovetera. En pocos años la Federación agrupó unas veinte bases, llegando a ser uno de los gremios más importantes del país. En Chimbote, el sindicato era considerado como el más fuerte y había tomado las iniciativas en las mayores luchas. Podemos señalar en 1964 la acción del secretario de defensa, Simón Obeso, quien logró el pago de casi dos millones de soles en reintegros a los pescadores, después de haber hecho revisar las tolvas. Ya hemos señalado cómo la Empresa Humbolt de Banchero tuvo que reintegrar más de un millón de soles, después de una huelga de 21 días, a la cual se unieron pescadores de Casma, Huacho y Chancay. La misma “Unión Sindical del Santa” que agrupa a la mayoría de los sindicatos de Chimbote amenazó de un paro. Banchero vino personalmente a negociar una solución, en una histórica asamblea con los pescadores de Humbolt y, finalmente el sindicato de pescadores aceptó el arreglo después de intensos debates79.

1.3.

TRABAJO DE BASE Y LUCHA INTERNA

                                                              78

Sobre la creación de la Federación, ver “El Bolichero” (periódico de los pescadores de Supe), Dic.  De 1962.   79 Ver  “El  Pescador”,  órgano  del  sindicato  de  pescadores  de  Chimbote  y  Anexos,  1964:  24  días  de  huelga… (pp. 17‐20) y, Secretaría de Defensa – Gruesos  reintegros con Simón Obeso (Pp. 25‐27). 

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En los años 1965 - 1966, la lucha interna se agudizó muy fuertemente en el Sindicato de Chimbote y originó cambios de gran importancia, no sólo a nivel del sindicato, sino también de la Federación. Los movimientos de descontento eran múltiples: la industria en pleno desarrollo acababa de pasar por una crisis que había originado algunas quiebras y un proceso de concentración. Los pescadores tenían el mismo nivel de remuneración desde hacía casi diez años. Por otra parte, seguían marginados de los beneficios sociales. El sistema de asistencia social que se había creado estaba lejos de ser satisfactorio. Además, este sistema se encontraba desorganizado administrativamente, y sujeto a malversación de fondos80. Frente a estos problemas se encontraba una masa de trabajadores de pesca, siempre más numerosa, con elementos nuevos y jóvenes que presionaban sobre la antigua dirigencia sindical. Las asambleas del sindicato eran el escenario de violentas polémicas y peleas espectaculares. Muchos pescadores preferían no asistir. Un grupo de pescadores, algunos ex apristas, salidos de y el APRA (Peredo, ex búfalo), que habían participado en la creación del APRA rebelde (Máximo Gonzáles) y otros jóvenes militantes recientemente salidos de la Universidad (Franco Baca), empezaron a nuclearse y a formar un grupo de oposición en el sindicato y a enfrentarse a la “mafia” que apoyaba a esos dirigentes. Algunos de este grupo, se habían encontrado en una bolichera, la “Miguel Angel”, en la cual trabajaban. Allí empezaron a elaborar sus planes. Embarcaban con ellos a diferentes pescadores cachueleros, a fin de politizarlos y preparar un grupo de acción fuerte. La bolichera llegó a llamarse “Buque-Escuela”81. El trabajo político fue lento pero eficaz; partió del nivel de las bases, impulsado por los propios trabajadores. Los líderes se preocupaban por las necesidades inmediatas de los pescadores. Luego comenzaron a plantearles de manera elemental las cuestiones políticas82. Los principales objetivos de este grupo era el terminar con la dirigencia aprista y con la mafia en el sindicato, luchar para el reconocimiento de sus derechos y de los beneficios sociales de los                                                               80

La  auditoría  de  la  policía  fiscal  realizada  el  31  de  diciembre  de  1965,  a  pedido  de  los  nuevos  dirigentes  del  sindicato,  descubrió  importantes  irregularidades  de  parte  de  la  empresa  y  de  los  dirigentes sindicales.  (Sindicato  de  Pescadores  de  Chimbote:  Memoria  del  Fondo  de  Previsión  y  Asistencia  Social,  1967,  Pp.4‐5).  81 Ver entrevista a Enrique Tapia, Secretario de Organización del Sindicato de Chimbote (1971): “Yo  trabajé en una lancha de un huachano –de ahí han salido casi todos los dirigentes‐, Miguel Ángel se  llamaba. En esta época había poco entendimiento de los problemas por los pescadores. Nosotros los  que  trabajamos  en  la  lancha,  tratábamos  de  explicárselos  de  diversas  maneras.  Por  esto,  en  la  embarcación  llevábamos  dos  o  tres  cachueleros.  Desarrollábamos  el  compañerismo.  En  los  momentos  de  descanso  hacíamos  discusiones.  ¿Qué  piensa  del  Sindicato?,  preguntábamos.  Respetábamos todas las opiniones, equivocadas o no. La lucha hacía que se dieran cuenta”.  82 Este  estilo  de  trabajo  político  contrasta  con  el  trabajo  realizado  en  otros  puertos,  apoyando  principalmente en universitarios que acercaban desde afuera a los pescadores, girando alrededor de  un  líder,  de  una  “personalidad”.  Además,  la  línea  política  se  imponía  y  se  expresaba  independientemente  de las preocupaciones inmediatas de los pescadores. 

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trabajadores, y finalmente dar una mayor combatividad y autonomía al sindicato para sus reivindicaciones. El grupo encabezado por Máximo Gonzáles, además del trabajo de base, tuvo que sostener una intensa lucha interna. La misma captura de la dirigencia tuvo que hacerla por métodos violentos, que eran los métodos que prevalecían. El grupo encabezado por Máximo Gonzáles pudo aprovecharse de la discusión muy intensa que reinaba entre los pescadores en los años 1965 y 1966, a propósito de la creación de la Caja y posteriormente del pliego nacional de reclamos. Ya hemos visto como el gobierno había anunciado la creación de la Caja de Pescadores, en enero de 196583. El sindicato de Chimbote, entre otros, se manifestó en contra de este decreto por considerar que mantenía un estatus legal injusto para los trabajadores. Además la creación de la Caja significaba la cancelación del Fondo del Pescador.La Federación Nacional de Pescadores decidió ir a la huelga, la que canceló cuatro días después tras haber aceptado un Convenio con los Armadores (5 de febrero) respecto a la Caja. El Sindicato de Chimbote denunció este convenio y sostuvo una huelga de 27 días (febrero), oponiéndose a la creación de la Caja y a la cancelación del Fondo del Pescador, que consideraba como una conquista ya obtenida. Por otra parte, el sindicato se desafilió de la Federación, rompiendo así por primera vez la unidad sindical de los pescadores del litoral. En este movimiento había prevalecido la línea del grupo de Máximo Gonzáles. Si bien no pudo impedir la organización de la Caja tal como estaba planteada84, logró mantener el fondo del pescador85. Ya más fuerte, este grupo empezó a enfrentar a los dirigentes apristas y a la mafia que operaba en el sindicato. A fines de 1965, lograron una auditoria para sacar a luz las irregularidades cometidas por los dirigentes, especialmente en el Fondo del Pescador. Habrá que esperar la crisis originada por las negociaciones del pliego de reclamos de la Federación, al año siguiente, para que el grupo de Máximo Gonzáles pueda ganar la dirigencia del sindicato. A nivel nacional, con la salida de Chimbote, principal base, la Federación de Pescadores se encontraba bastante debilitada. Sin embargo, a fines de 1965 habían presentado a la Asociación de Armadores y a la Asociación Nacional de Propietarios de Embarcaciones Pesqueras (ANPEP), un pliego de reclamos, en el que se pedía un aumento en la remuneración de S/. 80, por tonelada de anchoveta que venían recibiendo los pescadores desde 1956. Frente a este peligro, los industriales se mostraron muy intransigentes y aprovecharon de la división de la Federación.

                                                              83

Ver nuestra discusión anterior sobre la Caja de Beneficios Sociales del Pescador.   En marzo se aprobaron los estatutos.   85 El fondo fue entregado a la Caja en 1967, sirviendo para financiar el fondo pro‐vida. (Ver: Sindicato  de Pescadores de Chimbote, Memoria del Fondo de previsión y Asistencia Social, 1967, p. 14).  84

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Mientras que las negociaciones entre la Federación y los armadores se encontraban estancadas, obligando a la Federación a organizar un paro de protesta de 48 horas en todo el litoral (1 y 2 de marzo), el sindicato de Chimbote, por su lado había firmado un pacto con la Asociación de Armadores en que se establecía el precio de S/. 92 por tonelada de anchoveta. Este acuerdo fue considerado como una capitulación por un amplio sector de la base de Chimbote, creando una situación muy tensa. El grupo de Máximo Gonzáles pudo aprovechar de esta situación para tomar el poder. El 12 de marzo, en el local del sindicato de Chimbote, tuvo lugar una asamblea general muy tormentosa, durante la cual las partes en conflicto se pelearon a golpes. 300 sillas resultaron destrozadas86. Pero la asamblea había logrado desautorizar a sus dirigentes por haber firmado el pacto sin consulta, y se nombró una nueva dirigencia, con Máximo Gonzáles como nuevo secretario general87. La nueva directiva anunció la reincorporación del sindicato de Chimbote a la Federación, siempre y cuando esta cambiara de dirigentes (que era aprista). Una vez obtenida esta condición, en agosto de 1966, el sindicato de Chimbote se re afilió a la Federación, que recobró así su fuerza, después de 10 meses de división. El nuevo secretario de la Federación era un candidato de compromiso y de transición. El nombramiento de Gil Peñaranda, al año siguiente representó la victoria completa del grupo de Máximo Gonzáles a nivel nacional.

1.4.

LA HUELGA DE 1966.88

Mientras tanto, el pliego de reclamos se encontraba todavía sin solución. La Federación acordó otro paro de protesta de 48 horas, en setiembre. A principios de noviembre decidió ir a la huelga indefinida, reclamando el pago de S/. 155 por tonelada. La huelga duró 45 días, del 2 de noviembre al 14 de diciembre. En Chimbote fue muy dura, tanto más cuando no contaba con el apoyo de la Unión Sindical Provincial del Santa, ni del partido aprista local. Pero tenía el apoyo de los sindicatos de obreros de la SOGESA, de los obreros de la Corporación Peruana del Santa, de la Hacienda San Jacinto y de Construcción Civil89. La división del Movimiento sindical de Chimbote en dos                                                               86

 Entrevista con Gil Peñaranda (1970) y  Franco Baca (1971).   Los apristas formaron un sindicato paralelo: el “Sindicato de Pescadores del Santa”, pero este no  cobro importancia.   88   Ver  “La  Huelga  General  de  los  Pescadores  del  Litoral”,  Federación  de  Pescadores  del  Perú.  Industria Gráfica S.A. 1967.   89  En su Memoria de 1967 el Sindicato de Pescadores de Chimbote declara: “…expresamos nuestro  reconocimiento  a  la  ayuda  que  nos  proporcionaron  los  sindicatos  y  el  pueblo  de  Chimbote,  en  especial  el  gesto  solidario  y  la  contribución  económica  del  sindicato  de  obreros  de  SOGESA,    que   87

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bloques se ponía de manifiesto. Por otra parte, la movilización y la combatividad de los pescadores y de los pobladores fue muy importante90. Los miembros de la nueva directiva (por ejemplo Franco Baca), pusieron todas sus energías en la lucha. El 25 de noviembre, tres pescadores empezaron una huelga de hambre; doce días después fueron hospitalizados mientras otros los remplazaban. A los amarillos que salían a pesar se les cortaba el pelo al coco. Es importante señalar que una huelga de los pescadores no afecta tanto a los industriales mientras que ellos puedan recuperar las toneladas dejadas de pescar durante los meses de mayor pesca. Esto parece haber ocurrido durante la primera parte de la huelga. Explica su duración y también su resultado, muy importante para los pescadores, pero por debajo de sus esperanzas; el acuerdo final fijó el aumento a S/. 2291, pero para los pescadores este movimiento había reforzado la Unidad de la Federación, y le había dado una nueva dirección política, mucho más combativa, depurada de la influencia de la “mafia”. Movilizaciones similares se produjeron en otros puertos como el Callao, donde los pescadores realizaron marchas y un mitin en la Plaza del Ovalo, al cual invitaron a los otros trabajadores del puerto: “La experiencia nos ha enseñado a los pescadores, que la unidad constituye la mejor garantía para la defensa de nuestros intereses de clase; por ello consideramos necesario iniciar la lucha por unificar la fuerza de la clase obrera del puerto”. Además organizaron piquetes de huelga con tripulantes para sancionar a quienes quisieran romperla e hicieron una gran marcha a Lima92. Por su parte, los pescadores de Chimbote, después de esta huelga, propiciaron la formación de un “Frente Sindical de Defensa del Departamento de Ancash”, que agrupaba a obreros de SOGESA, empleados bancarios, profesores, secundarios, campesinos de la hacienda Tambo Real, etc. Este Frente estaba destinado a luchar contra la Unión Departamental Sindical de El Santa (aprista). Estos hechos, tanto en el Callao como en Chimbote, ocurren correlativamente con el desplazamiento de los apristas en diversos sindicatos nacionales y con la formación del C.D.U.S (Comité de Defensa y Unidad Sindical) a nivel nacional, el primer paso hacia la creación de la C.G.T.P.93 Estos hechos indican un mayor desarrollo de la conciencia de clase de los pescadores. Los pescadores distinguen claramente contra quién se enfrentan (los industriales, no solamente los armadores). En la práctica se reconocen como obreros, como parte del movimiento sindical peruano; invocan constantemente la solidaridad de otros trabajadores. Dejan así de                                                                                                                                                                               ayudó con S/. 96,000 a nuestra organización sindical. Huelga que ha sido la más costosa de nuestra  historia sindical  (p.18).   90 Ver la cita que hemos hecho de José María Arguedas en el encabezamiento de este capítulo.   91 Se reconoció también una  mensualidad mínima de S/. 2,500 para los motoristas y S/. 250 diarios  por víveres y las embarcaciones. La conquista económica de la huelga representa S/. 277 millones de  soles al año (Memoria de 1967, Sindicato de Pescadores de Chimbote,  p. 18).   92 Ver anexo 5.0., donde  se publican tres volantes de esos meses.   93 Unidad, 7 de octubre, 1965; N° 103, 19 de setiembre, 1966; N° 115, 9 de enero, 1967; N° 116, 19 de  enero, 1967. 

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pensar aisladamente sus problemas y comienzan a ubicarse en la política nacional. Pero, para estos hombres que habían rechazado al aprismo, que no mantenían mayores vinculaciones con la izquierda tradicional (P.C. Unidad), la “nueva izquierda” no les ofrecía mayores expectativas. Para fines de 1966, tras el fracaso guerrillero, el MIR (ex- APRArebelde) entró en un proceso de redefiniciones ideológicas y políticas que derivaron en divisiones. En estos mismos años el Partido Comunista Peruano estaba trastocado por la confrontación entre pro-soviéticos, prochinos. Así como debates ideológicos alimentados por el foquismo guevarista, el trosquismo internacional, el modelo autogestionario yugoslavo, el maoísmo, y otros. 94 Por su parte, Vanguardia Revolucionaria recién se estructuraba. Su trabajo se limitó a algunos puertos cercanos a Lima. De esta manera los pescadores chimbotanos que habían logrado romper con el asilamiento sindical, comenzaban a plantearse problemas nacionales (Unidad del Movimiento Obrero), pero no alcanzaban a asumir una ideología política, no podían hacerlo. El trabajo sindical de Chimbote siguió (1967-1968) adoptando una línea de “masas”, de lenta maduración política y acumulación de fuerzas, movilizando a los pescadores en base a sus problemas concretos. Por ejemplo, siendo conscientes de la fragmentación que fomenta el trabajo en las bolicheras, los nuevos dirigentes del sindicato de Chimbote impulsaron un trabajo que tiende a evitar esto, creando una serie de organismos nuevos; formaron Comités de acuerdo con las diversas actividades que se hacen en las lanchas (Comité de patrones, de motoristas, de cocineros), lo cual permite una mayor integración entre los pescadores. También realizaron una tarea de esclarecimiento ideológico, mediante continuas asambleas y reuniones, a lo largo de las cuales iban desarrollando políticamente a los trabajadores. Empezó a difundirse un periódico (“Pan Caliente”), que pretende orientar no solamente a los pescadores sino también a sus hogares. Igualmente, sostuvieron un importante programa radial a través de las emisoras locales. Plantearon la necesidad de adquirir un equipo radio-transmisor “para mantener un contacto permanente con los trabajadores y difundir oportunamente las noticias y orientaciones del sindicato”95. Todo este trabajo hizo del sindicato de Chimbote uno de los más fuertes y mejor organizados del país.

1.5.

LA MOVILIZACIÓN DE 1967

Nos parece interesante analizar las diferentes movilizaciones que tuvieron lugar a propósito del cierre patronal (lock-out) que propiciaron los                                                               94

Vania Bambirra. Diez años de insurrección en América Latina.  Ver Memoria 1967. Sindicato de Pescadores de Chimbote. 

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capitalistas pesqueros en setiembre de 196796. Estos, encabezados por Luis Banchero Rossi, habían organizado una red de influencia política en el Parlamento, en la que se encontraban odriístas, apristas y populistas de derecha. Montaron toda una campaña para lograr una desgravación total, después de haber obtenido un respaldo financiero del Estado. Pedían además la disminución del famoso aumento de S/. 22 conseguido el año anterior por los pescadores. Como medida de presión realizaron una campaña de prensa alegando una “crisis” en la industria pesquera97. Además, después de la veda que debía terminar a fines de setiembre, se negaron a retomar sus actividades antes de lograr sus objetivos. El primero de setiembre, los pescadores encontraron que sus embarcaciones no tenían baterías y los obreros se dieron con las fábricas cerradas. El lock-out duró 25 días. Los pescadores, que acababan de experimentar su primera veda de tres meses, se movilizaron fuertemente contra dicho lock-out. La situación se puso más tensa todavía por la devaluación, de 40%, ocurrida el día anterior, que significaba una pérdida del valor adquisitivo de los ingresos de los trabajadores98. En todo el litoral, y en Lima, los pescadores organizaron marchas y mítines de protesta. En Chimbote los pescadores y los obreros que habían vuelto después de los meses de veda, erraban por las calles, sin trabajo. Ocurrió también un acontecimiento que aumentó la tensión de los trabajadores. Una de las más grandes fábricas de harina de pescado, “Paracas” fue declarada en quiebra por su dueño (el magnate pesquero panameño César Vallarino fue intervenido por el Banco Industrial. 150 obreros y unos 50 empleados agrupados en el sindicato interno de la fábrica, decidieron ocuparla, así como los pescadores, exigiendo el pago de beneficios sociales e indemnización, y pidiendo la organización de una cooperativa de producción. Mantuvieron su ocupación durante el lock-out de los empresarios pesqueros, realizando marchas y manifestaciones que se añadieron a la movilización general. Es el primer caso de ocupación de una fábrica por los pescadores, lo cual manifiesta un alto sentido de unidad con los otros trabajadores99. Frente a esta situación, la Unión Sindical de Santa decidió convocar a una                                                               96

Describimos  en  esta  parte  algunos  acontecimientos  de  manera  más  detallada,  por  haberlos  observado directamente durante nuestra encuesta de 1967.   97 La  Sociedad  Nacional  de  Pesquería  venía  anunciando  una  “crisis”  desde  el  principio  de  año,  alegando que los costos estaban más elevados que los precios de venta, y solicitando a los poderes  públicos  que  se  supriman  los  “impuestos  ciegos”.  Esta  campaña  suscitó  violentas  polémicas  en  el  Congreso  entre  la  Coalición  (APRA‐UNO)  y  la  Alianza  (AP‐DC).  Las  posiciones  antagónicas  se  cristalizaron entre la SNP por una parte y el senador Cornejo Chávez, líder de la DC, por otra. Este  último  se  oponía  a  la  supresión  de  impuestos      y  preconización  de  la  industria  por  medio  de  la  estatización  de  ciertas  empresas  y  la  creación  de  cooperativas  de  producción.  Con  eso  se  produjo  una  crisis  parlamentaria.  El  Ejecutivo  acordó  una  moratoria  para  el  pago  de  impuestos.  Pero  los  industriales no satisfechos decidieron el Lock‐out.  98 El gobierno decretó un aumento de 10% de los salarios pero esta medida, ya insuficiente para los  obreros, no era aplicable a los pescadores.  99 Ver  Memoria  1967,  Sindicato  de  Pescadores  de  Chimbote,  p.21  y  p.  49,  Anexo  6.  18  fábricas  pesqueras y 107 barcos se solidarizaron con los trabajadores de Paracas, que contó también con el  apoyo de los sindicatos de pescadores de Culebras, Chicama y Caleta Cruz. De todos estos sectores  los  trabajadores  de  Paracas  recibieron  una  ayuda  de  S/.  65,570.  Más  adelante  la  empresa  fue  comprada  por  el  grupo  Banchero  bajo  el  nombre  de  “Pescarina”.  El  varadero  adyacente  fue  adquirido por el grupo Fulop.   

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manifestación que reuniría a todos los sindicatos de la ciudad para protestar contra el lock-out. Se fijó como fecha el 10 de setiembre. Pero el sindicato de pescadores que se había desafiliado de la Unión Sindical del Santa” decidió organizar su propia manifestación, la víspera por la tarde. La primera manifestación organizada por el sindicato de pescadores, tuvo lugar, pues, el 9 de setiembre y en ella se reunieron unos 1,500 pescadores. La manifestación tuvo lugar casi a oscuras, pues el municipio –de tendencia aprista- había apagado el alumbrado público; uno de los oradores recalcó el hecho, afirmando que eso no impediría “hacer la luz en nuestras conciencias”. El secretario general de la base de Coishco cuestionó la llamada “crisis” de la pesca, y demostró que los capitalistas extranjeros, pagados en dólares se enriquecían ahora con la devaluación del Sol. El representante del sindicato de Paracas que organizaba la toma de la fábrica por los obreros, atacó violentamente “al capitalista panameño” Vallarino, acusándolo de haber abandonado a sus obreros después de haber hecho fortuna. Declaró que los industriales eran incapaces de dirigir sus empresas, que era preciso estatizarlas y ponerlas en manos de los obreros. Diversos oradores se sucedieron. Sus intervenciones eran directas y sin rodeos. El discurso esperado era el del secretario general del sindicato de pescadores de Chimbote, Máximo Gonzáles, quien gozaba entonces de enorme popularidad entre los pescadores. Explicó los mecanismos de acción del capitalismo y del imperialismo en el Perú: “Nos roban nuestras riquezas: el petróleo, el cobre y ahora el producto de la pesca”. “El Perú tiene que ser para el Perú”. Criticó duramente al diario “La Prensa” y a su corresponsal en Chimbote quien a través de sus artículos desvirtuaba el significado del lockout y hacía creer que realmente existía la crisis económica. Luego, aludiendo a los ataques que sufría100, declaró: “nos pintan de todos los colores… los capitalistas nos llaman comunistas y revolucionarios porque luchamos por la justicia… Nosotros somos sindicalistas y no un partido político”. No excluyó la posibilidad de violencia, de la que “serían responsables los armadores y los industriales”. “Si es necesario tomaremos las fábricas por las armas… Podrán decir que el compañero Gonzáles es un agitador comunista, pero yo declaro que el hambre y la justicia son los que engendran la violencia”. Finalmente denunció las tentativas divisionistas de la Unión Sindical, la cual trataba de crear un sindicato pesquero paralelo, con gente que no eran pescadores. A lo largo de su discurso era interrumpido por aplausos entusiastas de la multitud. Al terminar el discurso del secretario general, la multitud comenzó a dar vivas el “Frente Único Clasista”, a Gonzáles y gritar: “Abajo Banchero”. Se inició una marcha por Chimbote; dieron la vuelta a la plaza, tomaron la Avenida Bolognesi y subieron por Gálvez; al pasar ante el local de “La Prensa”, los gritos hostiles y la tensión hacían prever la posibilidad de que                                                               100

La Prensa lo tildaba de “líder rojo”.  

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surgiera algún incidente, pero finalmente se disolvieron los pescadores sin que interviniera la policía101. A partir de la mañana siguiente tuvo lugar una segunda manifestación organizada por la Unión Sindical. Se levantó nuevamente un gran estrado en la misma Plaza y unas 2 mil a 3 mil personas se agolparon en torno a él. Según un diario local fue una de las más grandes manifestaciones realizadas por la Unión Sindical a lo largo de su historia102 . La manifestación comenzó con una serie de proclamaciones de solidaridad: la del sindicato de la construcción civil, la de la hacienda Tambo Real, la de los choferes de los colectivos, etc. Nuevamente un dirigente de la fábrica Paracas expuso la situación de los obreros que ocupaban la fábrica y denunció a César Vallarino. Varias mujeres -entre ellas la secretaria de “asuntos femeninos” de la Unión Sindical y una delegada del sindicato de Coishco- lanzaron vehementes declaraciones políticas sobre el estado de miseria al que se hallaban reducidas las familias a causa de los industriales y de la devaluación. Los primeros incidentes surgieron cuando el líder que había formado el nuevo sindicato de Pescadores, atacó violentamente al “sindicato de pescadores de Chimbote y anexos”. La multitud lo silbaba mientras algunos gritaban: “vendido”, “Recoge tu sobre que tiene Luis Banchero”. Habló finalmente el secretario general de la Unión Sindical, quien declaró que los trabajadores se hallaban “en pie de guerra” contra los industriales de la pesca y contra los armadores y resaltó “la magnífica demostración de fuerza” que ofrecía la Unión Sindical a quienes la creían débil. Pasó luego atacar a los dirigentes del sindicato de Pescadores de Chimbote y anexos, y especialmente al abogado Cupertino Foronda  defensor del sindicato103 : “dice ser capacitado y prestigioso y después de cada defensa tiene que enjuiciar por pago de honorario”. Al oir esto, el abogado que se hallaba entre la muchedumbre se dirigió hacia el estrado y trató de subir para responder a las acusaciones. Dos hombres lo cerraron el paso: El dirigente de la Unión Sindical y el secretario general del Partido Aprista de Chimbote. Al impedirle que subiera lo empujaron, el abogado chocó contra unas tablas y se dislocó la rodilla. Varias personas lo cargaron entonces en hombros, y lo invitaron a hablar frente a la tribuna. No bien había dicho dos palabras tratando al dirigente aprista de “cobarde y miserable”, e invitándolo a discutir la trayectoria del partido aprista en el lugar que él escogiera, cuando bruscamente el secretario general de la Unión Sindical terminó su discurso. Se declaró que la manifestación había terminado y los dirigentes se introdujeron                                                               101

En los días que siguieron, el corresponsal de “La Prensa” denunció al sindicato  ante los tribunales  argumentando que Gonzáles había apelado a la violencia. Cf. “La Prensa”: Desafío al orden legal.    102 “El Faro”, 11 de setiembre de 1967.  103 El  Dr.  Cupertino  Foronda  también  había  asesorado  al  Sindicato  de  Obreros  de  SOGESA  y  otros  sindicatos, en momentos de intensa lucha sindical. (ver huelga de metalúrgicos en 1060) 

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rápidamente en un auto. Por su lado, el abogado fue conducido a una clínica en medio de aplausos. Finalmente, el 22 de setiembre se decretó la reapertura de la pesca. Se habían producido cambios en el Gabinete Ministerial y en la Presidencia del Senado. El Congreso votó una ley de ayuda a la pesca, que suprimía durante cinco años los impuestos a la exportación de harina de pescado, a cambio de una participación del Estado de 1% en el precio FOB. Es importante notar en estos acontecimientos, que a nivel nacional, los pescadores quedaron bastante aislados. También se puede notar que la movilización se limitó a nivel de las reivindicaciones en vista a la reanudación del trabajo. A pesar de las declaraciones de algunos dirigentes, el movimiento de los pescadores no entró en el debate político que había originado el lock-out.

1.6.

CONSOLIDACIÓN DEL SINDICALISMO PESQUERO

Luego de estos acontecimientos la acción sindical se desarrolló en múltiples campos. Los pescadores lograron un mayor control y reorganización de la Caja y del Fondo del Pescador y del Fondo de Previsión y Asistencia Social. El mismo Máximo Gonzáles, el líder de Chimbote, pasó a la dirección de la Caja como delegado de los pescadores. Otro campo de lucha fue el problema de la reducción del número de pescadores, como consecuencia de la modernización de las embarcaciones. El Sindicato de Chimbote en particular se opuso a las normas oficiales del Ministerio de Marina, que pretendían limitar el número de tripulantes por embarcaciones. Posteriormente hizo una campaña contra el aumento de tamaño de las embarcaciones, que alcanzaban el tope de pesca en menos tiempo y con menos pescadores. En 1971, ocurrió al respecto un importante conflicto en Samanco, conflicto en el cual intervino la Federación. La empresa que opera en Samanco había renovado sus embarcaciones, por otras de mayor tonelaje y contrató para ellas un personal nuevo. Los pescadores de las antiguas embarcaciones pidieron su incorporación en las nuevas, pero les fue negado. Un violento conflicto opuso al sindicato con la empresa. El problema de las tolvas resurgió nuevamente, con la introducción de las tolvas gigantes, como hemos visto anteriormente. Después de una intensa campaña, la Federación obtuvo en 1968 y 1969 una reglamentación oficial, para el pesaje de tolvas. Sin embargo, esto no solucionó

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definitivamente el problema y, posteriormente se presentaron nuevos conflictos por las tolvas. Por otra parte, hay que notar que cada año a partir de 1968, los pescadores, a través de la Federación, presentaron un pliego de reclamos a nivel nacional. En 1966, los pescadores habían logrado que sea el Ministerio de Trabajo quien arbitre sus conflictos. Pero la Federación todavía no estaba reconocida y legalmente cada sindicato debía presentar sus pliegos y resolver sus conflictos aparte. Pero al año siguiente la Federación fue registrada oficialmente y un decreto de 1968 la reconoció en las tramitaciones colectivas104. Eso permitió que se normalizara las reclamaciones cada año, alrededor del mes de setiembre. Los resultados, en cuanto a aumentos de la remuneración, fueron los siguientes: -para el pliego de reclamos de -para el pliego de reclamos de -para el pliego de reclamos de -para el pliego de reclamos de

1968-69: S/. 12 x Ton. 1969-70: S/. 11 x Ton. 1970-71: S/. 15 x Ton. 1971-72: S/. 11 x Ton.

En 1968, la discusión del pliego coincidió con las semanas posteriores al golpe militar de octubre y la toma de Talara. Los pescadores habían realizado un paro de 24 horas para apoyar sus demandas, incluso habían dado un plazo de huelga. Pero la Federación suspendió toda acción sindical, en consideración a la situación nacional. Un sector de la Federación quería empujar a la huelga nacional, pero los dirigentes y la mayoría se opusieron. Por una parte había suspensión de garantías, y por otra parte el nuevo gobierno había suscitado expectativas entre los pescadores.

2.7. EL PROBLEMA DE LA CENTRAL SINDICAL ÚNICA Como hemos visto, la Federación creada en 1962, en Supe, fue dominada por dirigentes apristas. Pero en 1966 la entrada de la nueva dirección encabezada por Máximo Gonzáles en el Sindicato de Chimbote, trajo consigo un cambio de línea en la Federación (Salió Manrique y entró Navarro) y la reincorporación del sindicato de Chimbote a ella.

                                                              104

Para  todas  estas  medidas  legales,  ver  el  Anexo:  Cronología  de  algunas  disposiciones  legales  importantes referidas a los pescadores. 

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Al año siguiente, la Federación realizó su primer Congreso en el puerto de Chimbote105 . Este Congreso marcó la nueva línea del movimiento sindical pesquero, y la importancia que tenía Chimbote en él. En el Congreso se emitió un “ante proyecto de Ley del Pescador” que cristalizaba las reivindicaciones de la nueva línea contra el antiguo “Reglamento de Pesca”106 . Pedía el reconocimiento jurídico del pescador como trabajador dependiente. Además, planteaba la “cooperativización” de las empresas pesqueras, importante reivindicación que era una forma indirecta para los pescadores de expresar un proyecto de socialización de sus medios de producción. Lo importante también de este Congreso fue la discusión respecto a la afiliación o no de la Federación de Pesqueros al CDUS y a la futura CGTP, poco antes de su creación. Los nuevos dirigentes de la Federación desconfiaban de la línea política predominante en la nueva central (PCUnidad). Se sentían suficientemente fuertes para mantener una autonomía sindical y política y ser la vanguardia de un movimiento obrero propio. Sin embargo, se votó en favor de la afiliación, en contra la voluntad de los nuevos dirigentes. En el Congreso de formación de la CGTP, en junio de 1968, participaron entonces los pescadores, conjuntamente con los trabajadores de Construcción, los siderúrgicos (especialmente los obreros de SOGESA), los del Magisterio, los choferes, los cerveceros, algunos bancarios y otros. Delfín Jiménez, quien había defendido la tesis de la afiliación en el Congreso de Pescadores de Chimbote fue elegido sub-secretario general de la CGTP. La Federación de Pescadores era entonces la base más importante de la nueva Confederación107. En los años siguientes los dirigentes de la CGTP trataron de dar un lugar de primera importancia a la Federación de Pescadores, en la Central. El Secretario general de la Federación de Pescadores, Gil Peñaranda, fue elegido vice-presidente de la CGTP, y el secretario de Prensa fue elegido sub-secretario de prensa de dicha central. Pero como hemos visto, a propósito de la huelga de 1969, la Federación se desafilió de la CGTP. Parece que los dirigentes no hacían                                                               105

Se  realizó  en  el  local  del  “Centro  de  Acción  Social”,  recién  creado  por  padres  dominicos  norteamericanos, entre los cuales se encuentra el Padre Camacho, quien se destacó por su apoyo a  los sindicatos, y especialmente a los pescadores.  106 Este ante proyecto fue tramitado al Parlamento,  pero no encontró respuesta durante el gobierno  de Belaúnde. Luego con el gobierno de la Junta Militar entró en los debates previos a  la nueva ley  general de pesquería.   107 Ver CGTP: Resoluciones y Conclusiones del Congreso Nacional de Trabajadores, 9‐14 de Junio de  1968, Lima.  

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sino cumplir un deseo expresado ya en 1967. En su memoria el comité ejecutivo de la Federación escribe (1967-1970) 108 : “Posteriormente en una Asamblea Nacional, se acordó la desafiliación de la CGTP, por cuanto dicha organización no cumplía con los objetivos de su creación y, porque se comprobó cómo se pretendía capturar nuestra Federación, para ponerla al servicio del grupo dirigente de esta central, quebrando nuestra línea independiente y clasista. A raíz de este acuerdo, presentó su renuncia, por ética sindical a la vice-presidencia de la CGTP, el Secretario General de nuestra Federación. Actualmente la Federación sostiene relaciones sindicales con todos los gremios de trabajadores del país, independientemente de la CGTP y la CTP”. En el último congreso de la Federación, en Pisco (febrero de 1971), se planteó nuevamente el problema de la afiliación a la CGTP. Dos tesis se opusieron: la de la dirigencia, contraria a la afiliación y la de la oposición, favorable a ella. En la comisión encargada de presentar las mociones sobre el movimiento sindical nacional e internacional, la tesis de la dirigencia quedó en minoría; se presentó dos mociones que reproducimos a continuación109: -

Moción aprobada en mayoría por la comisión: La federación de Pescadores del Perú se afiliará a la Confederación de Pescadores del Perú, CGTP, Central Nacional reconocida oficialmente.

-

Moción aprobada en minoría por la Comisión: La Federación de Pescadores del Perú no se afiliará a ninguna Central existente. La Federación de Pescadores del Perú hará un llamado a todas las Federaciones de Trabajadores, Bases de las Centrales que existen en el Perú y las no comprometidas, o no afiliadas, para llevar a cabo un Congreso Nacional de Trabajo que quedaría como resultado una Central Única de Trabajadores bajo el pensamiento de “Peruanizar el Perú del Amauta José Carlos Mariátegui”.

Esta última moción fue adoptada en el Plenario por la Federación, priorizando la tesis de la “Central Sindical Única”. Los dirigentes de la Federación y del Sindicato de Chimbote en particular defendieron esta tesis afirmando su independencia sindical, calificada de “clasista”, pero que aparece también con un cierto acento gremialista: consideran el sindicalismo pesquero como el más fuerte y mejor

                                                              108

Conclusiones del 2° Congreso Ordinario de Pescadores, Pisco. Febrero de 1971, Pág. 89.   Conclusiones del 2° Congreso Ordinario de Pescadores, Pisco, Febrero de 1971, Pag. 43‐44.  

109

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organizado del país, y piensan que puede ser el eje del sindicalismo a nivel nacional. En un comunicado, la Federación declara por ejemplo: “Los pescadores se enorgullecen de llevar una línea de acción netamente sindical, al margen de cualquier partidarismo o intereses ajenos a los del gremio… La Federación se precia de ser una de las entidades laborales mejor organizadas del país: por la cohesión y la disciplina de sus bases y todos sus afiliados”110 . Como veremos ahora, la Federación de Pescadores, y especialmente al sindicalismo de Chimbote, adoptaron una estrategia de apoyo al Gobierno de la Junta Militar. Este retomó la tesis de la “Central Sindical Única”, como salida política frente a la situación de división actual111 . Esta tesis fue sostenida por el SINAMOS (Sistema de Apoyo a la Movilización Social)112. Pero, la implementación rápida de la Central Sindical Única chocaba con la afirmación del principio de autonomía de clase, que enarbolaba la CGTP113. Por otra parte, la tesis de la Central Sindical Única, fuera de la CGTP, encuentra una oposición entre los mismos pescadores, como lo hemos visto a propósito del segundo Congreso de Pescadores (1971). En este periodo las direcciones de varios sindicatos pesqueros importantes se mostraron favorables a su reincorporación a la CGTP114. El sindicato de Chimbote fue sin duda, el sindicato que defiendió más activamente la tesis de la Central Única y el apoyo al Gobierno Central. Esta posición, se manifestó claramente en ocasión a la inauguración de su nuevo local sindical del sindicato de Pescadores de Chimbote, uno de los más grandes y modernos de la ciudad, ubicado en pleno centro del casco urbano115. La inauguración se realizó el 10 de octubre de 1970, con la presencia del Ministro del Interior Artola, la del Ministro de Pesquería Tantalean y la de su esposa, madrina del nuevo local. En los discursos, ministros y dirigentes sindicales se trataban de amigos. Franco Baca, secretario general del sindicato declaró: “Porque somos conscientes que somos la cabeza del movimiento sindical peruano, sabemos que la gran tarea de los pescadores de Chimbote y de la Federación de Pescadores del Perú, es llevar a los trabajadores peruanos a conformar una Central Sindical de Trabajadores Revolucionarios, no politizada, que se identifique con                                                               110

Expreso, 1 de mayo de 1970.  Ver, por ejemplo Caretas N° 456, 4‐8 de mayo de 1972.   112 Creado el 323 de Junio de 1971 (DL 18896).   113 Sin embargo es posible prever  que algunos dirigentes de la CGTP adoptan finalmente la tesis del  gobierno, ya que este a través del Sinamos, tiene todos los medios de encuadrar el sindicalismo.   114 Por ejemplo, el Callao.   115 Costó alrededor  de 10 millones de soles.   111

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la Revolución Peruana, y que trabaje por el Perú. … Plantearemos convocar o convocaremos un congreso nacional, unitario, solidario, de todos los trabajadores peruanos; no más división de los trabajadores116.

2.8. EL SINDICALISMO EN LOS TRABAJADORES DE TIERRA

El sindicalismo, entre los harineros, ha sido un movimiento bastante más heterogéneo y débil que entre los pescadores. Desde 1956, los trabajadores de algunas grandes fábricas (Coishco, Inca Fishing, etc.) conformaron algunos sindicatos obreros. Recién en 1959, no por iniciativa de los mismos trabajadores, sino por intervención directa de la Unión Sindical del Santa (aprista), se formó un Sindicato Único de Trabajadores de la Industria de Harina y Aceite de Pescado (11 de octubre). Este Sindicato, como lo indica su propio nombre, tenía carácter único: se emplearon diversas presiones para impedir el desarrollo de sindicatos por empresa. Se recurrió especialmente a la amenaza de despido. Por iniciativa de dirigentes vinculados al Partido Comunista, la Democracia Cristiana, y sectores opuestos al Apra. El 27 de junio de 1965 se formó la Federación Nacional de Trabajadores de la Industria Pesquera (FENTIP) con sede en Chimbote. Esta federación participó en la constitución de la CGTP. Para fines de la década 1970 reunía a 29 bases117. La organización de los harineros fue promovida, además del PC, por la Juventud Demócrata Cristiana. Hay que recordar que la DC había desempeñado un papel importante en el Parlamento, oponiéndose a la desgravación de la industria, propugnada por los pesqueros. En esa ocasión propuso la cooperativización de las empresas pesqueras. Como consecuencia de estos esfuerzos, se formó en 1967 una nueva Federación Nacional: La Federación de Trabajadores en la Industria de la Harina y Aceite de Pescado (FENTIAP), con sede en Lima, lógicamente afiliada al MOSIP (Movimiento Sindical Cristiano del Perú)118 . Su desarrollo se centró en el Callao y Chancay.                                                               116

Revista “El Callao. Noviembre de 1970; N° 28. Pág. 42.   Conclusiones  y  Resolución  del  II  Congreso  Nacional  de  Trabajadores  del  Perú,  Lima,  CGTP,  1971,  Pág. 83.   118 El  MOSIP,  el  18  de  julio  de  1971,  se  transformó  en  la  CNT  (Confederación  Nacional  de  Trabajadores). El gobierno la reconoció. Una de sus principales bases era precisamente la FENTRIAP.   117

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Mientras los procesos anteriores ocurrían, se debilitó el Sindicato Único de Chimbote y se conformaron sindicatos de base que fueron reconocidos por el Estado (1966-67). Todo esto guarda correlación con la crisis de la Unión Sindical, transformada en Federación Sindical Departamental de Trabajadores de Ancash (FESIDETA), en marzo de 1968119. En la FESIDETA, los apristas habían perdido la influencia que antes tenía en el departamento120. El cambio de la coyuntura política nacional y la coincidencia ideológica entre la DC y el PC, trajeron consigo la firma de un acta de unificación ente la FENTIP y el FENTRIAP. Fue firmada en Lima, el 15 de agosto de 1970 y ratificada a los pocos días, en Supe121. La lucha sindical de los harineros se centró en su rechazo a la calidad de trabajadores de temporada (contra la R.S. 149-TC, 28-5-68), búsqueda de mejoras salariales y, principalmente, en la elaboración de un pliego de reclamos122. Pero no obstante, estas variantes, a lo largo de su historia, los harineros no han mostrado la unidad y la intensidad del sindicalismo pesquero como lo indicamos líneas atrás. No ha habido, por otro lado, mayor relación con los pescadores; no obstante, la tesis de la “nueva central”. En el II Congreso de Pescadores, uno de los acuerdos fue buscar “la consolidación de una Federación de Sindicato de la Industria Harinera”123. En cuanto a los estibadores, el aislamiento sindical es más notorio. En un principio ellos tenían tres gremios: el gremio de lancheros, el de los muellanos y el de los estibadores. Después se formó un Sindicato Único. Recién en 1971, se creó la Federación de Trabajadores Marítimos, portuarios, lacustres y fluviales del Perú124. Se realizó un congreso en Huacho que expresó su apoyo al gobierno militar. Uno de sus planteamientos es la creación de la Comunidad Marítima Portuaria. El Sindicato Único de Trabajadores Marítimos y Portuarios de Chimbote, no está afiliada a la FESIDETA, ni a ninguna central nacional, ni local.

                                                              119

La FESIDETA fue reconocida el 27 de mayo de 1968. Unión Laboral Chimbote, Junio de 1972, Pág. 

7.  120

La FESIDETA se afilió a la CGTP en julio de 1972.   Expreso, 18 de julio de 1971.   122 Prensa Sindical, Chimbote, Mayo y Febrero de 1972, Pág. 3, N° 9 y N° 6 respectivamente.   123 Federación de Pescadores del Perú. Conclusiones del II Congreso Ordinario de Pescadores, Pisco,  1971. Pág. 48.   124 En  1960  se  había  formado  una  “Unión  de  Trabajadores  Marítimos  y  Portuarios,  Lacustres  y  Fluviales”. Pero fue disuelta dos años después.  121

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Por las peculiaridades de su trabajo, por su aislamiento social y por su desvinculación de los trabajadores que realizan actividades conexas (pescadores y harineros principalmente), a estos trabajadores sí se les puede considerar como una “masa aislada”125.

                                                              125

Un  estibador,  dirigente  sindical  al  ser  entrevistado,  expresaba  claramente  esto  al  decir  que  “los  estibadores no tienen nada que hacer con tierra”. Material de trabajo: Ver “El Movimiento Obrero  de Chimbote”. Taller Urbano Industrial. Noviembre de 1961.  

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Antología Denis Sulmont. I Parte: Chimbote  

III. LOS TRABAJADORES DE LA INDUSTRIA PESQUERA AL INCIO DEL GOBIERNO MILITAR Cuando empieza la Junta Militar de Gobierno, en 1968, la situación de los pescadores había llegado a un cambio bastante significativo. Ya no era la época del “boom” de la industria pesquera. Con las vedas, la falta de perspectiva futura de trabajo para los desocupados, el alza del costo de vida, después de la devaluación y el robo evidente mediante el sistema de tolvas, los pescadores y los trabajadores de tierra tenían una conciencia aguda de las contradicciones de sus intereses con los del capital y del Estado. Al mismo tiempo, contaban con una mayor fuerza sindical, legitimada tras la lucha por la protección social (Caja del pescador), por el reconocimiento de estatus de trabajador dependiente, y por la mejora en las condiciones de trabajo. Para fines de 1968 los conflictos laborales entre sindicatos y empresas subsisten, pero son más regulados. Cada año tienen lugar la discusión del pliego de reclamos. Podemos hablar de una institucionalización de los conflictos126. Durante el gobierno militar el sindicalismo entrara en tensión entre posiciones clasistas y corporativistas. Esta última será estimulada por el gobierno militar a través de la intervención del Sistema Nacional de Movilización Social –SINAMOS- y el liderazgo de los pescadores en la nueva Central de Trabajadores Revolucionarios del Perú, promovida en 1972 por el ala corporativa de los militares.

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Julio Cotler habla de la “integración segmentaria” de ciertos sectores populares o medios urbanos,  que tienen acceso a la educación, al mercado interno, que participan en organizaciones sindicales y  políticas, etc. Así ciertos segmentos de la población tienen un relativo acceso a los privilegios de un  sistema de dominación y, porque esta incorporación es segmentaria (parcial, progresiva) favorece el  mantenimiento  de  este  sistema  e  implica  el  número  de  sectores  sociales  que  se  benefician  directamente de la marginación de la gran masa. Ver “La Mecánica de la Dominación Interna y del  Cambio Social en el Perú” IEP 1967. Pp. 38‐39.   

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